San Vicente de la Barquera con el Puente de la Maza sobre la Ría de San Vicente y bajo la iglesia de Santa Maria de los Ángeles en la Puebla Vieja |
Bajando a San Vicente de la Barquera desde La Revilla |
Más tarde, caído el imperio romano, se hace un puente de madera para salvar este ancho brazo de la ría que, en el siglo XV y por disposición de los Reyes Católicos sería sustituido por este que vemos hoy en día, el Puente de la Maza, de 28 ojos, aunque llegó a tener 32, así como más de 500 metros de largo, siendo considerado durante mucho tiempo como el más largo del reino. Terminó de construirse en el siglo XVIII reinando Carlos III.
Este puente soportaba el antaño congestionadísimo tráfico de la carretera N-634 hasta la inauguración hace unas décadas de la Autovía del Cantábrico
Tras los siglos oscuros de la Alta Edad Media se sabe que estas tierras fueron repobladas a mediados del siglo VIII por el monarca Alfonso I, siendo entonces cuando de construye el primer castillo (a la derecha de la foto) y a su alrededor nace la actual población, la Puebla Vieja, en lo alto del promontorio
Pero el grandísimo empuje al lugar viene dado por el monareca Alfonso VIII cuando en el año 1210 otorgó a San Vicente de la Barquera el nombramiento de villazgo, libre de las dependencias señoriales, dándole el mismo fuero que a San Sebastián, siendo territorio realengo por el que sus habitantes gozaban de bastantes derechos y libertades, así como de libre actividad comercial, no rindiendo tributo más que al rey. Se completaba con San Vicente los fueros de las Cuatro Villas de la Costa, tras Castro Urdiales (1163), Santander (1187) y Laredo (1200) y que abarcaban las principales poblaciones marítimas del reino castellano
Es entonces cuando se construye una nueva y grandiosa iglesia, la de Santa María de los Ángeles, de estilo eminentemente gótico, aunque con portadas románicas y otros añadidos posteriores, destacando la torre-campanario, de finales del s. XIX
Pesca y comercio favorecieron la expansión de este puerto y el crecimiento de la villa, dictándose en el año 1330 el reglamento de la cofradía de marineros. Aquella bonanza económica iría decayendo por incendios y pestes a mediados del siglo XV
En el año 1517 el monarca Carlos I visitaría San Vicente de la Barquera procedente de Asturias, venía a hacerse con la corona que le correspondía por herencia y había embarcado en Flesinga (Zelanda, Países Bajos) con cuarenta naves rumbo a Santander, pero una tormenta les desvío del rumbo y aparecieron frente a la costa asturiana en Tazones (Villaviciosa). Dada la peligrosidad del mar deciden continuar el viaje por tierra y así, villa a villa, llegaría el rey con su séquito a San Vicente de la Barquera, celebrándose en su honor un festejo taurino, pero enfermó y pasó la noche en el Convento de San Luis, sito justo al otro lado del puente, oculto por el boscaje de la quinta en la que se encuentra
Fue San Vicente de la Barquera parte del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y capital de la Hermandad de las Cuatro Villas de la Mar. Participando sus diputados en las Juntas de Puente San Miguel y en las Ordenanzas de la Provincia de Cantabria del año 1779. Se constituiría como ayuntamiento constitucional en 1822 y será capital de partido judicial en 1835. A partir de entonces, la naciente industria del turismo aportaría a San Vicente un nuevo esplendor.
Sigue nuestro camino por la cresta de las colinas de la ribera derecha de la ría, por los campos de La Llosa y Barreda
Nos dirigimos hacia aquel depósito de agua
Entre la campiña
A nuestra izquierda el Mar Cantábrico
Allí abajo está el Sable Merón, donde desemboca el río de este nombre
Se trata en realidad de una gran playa que se extiende por buena parte de la costa del municipio de San Vicente de la Barquera a la derecha de su ría: a la izquierda está la Playa del Rosal y a la derecha la Playa de Bederna y la Playa de Gerra o Jerra, muy turísticas
Dunas y mar. Por allí va el otro camino, el costero, procedente de Oyambre y bajando del pueblo de Gerra
Nos vamos acercando al cueto del depósito
Y seguimos viendo San Vicente de la Barquera al oeste, villa, puerto, puente, torre y castillo
A la izquierda de la población son Las Calzadas, colina arriba, por donde salen Camino de Santiago y Camino Lebaniego. Más arriba es el Monte Boria (108 m.), donde están las ruinas de la ermita de Santa Catalina. A lo lejos El Llano, altiplanicie entre las rías de Tina Menor y Tina Mayor: a su izquierda están Pesués y Unquera, donde está el puente para cruzar a Asturias por Bustio. Ahora, bebajo de nosotros vemos parcialmente la carretera N-634, en dirección también al puente
Un puente cercano
Más al sur la vista abarca desde la Ría de San Vicente donde desemboca el río del Escudo a Los Picos de Europa, la alta montaña por excelencia
En medio vemos La Acebosa, subida al monte de Los Tomases, con su venerado santuario mariano, de los caminos de Santiago y Lebaniego, que se separarán no mucho más allá, yendo el primero a Asturias y el segundo al monasterio de Santo Toribio de Liébana, gran centro de peregrinación donde se venera al Lignum Crucis y que fue solar de Beato de Liébana, figura fundamental de la historia de Europa y en los antecedentes del culto xacobeo
Representación de Beato de Liiébana en el monasterio de Santo Toribio |
Subimos entre el cobertizo y el depósito
Depósito La Maza II
Señalamos a San Vicente
Pues ahora vemos muy bien el barrio de La Barquera, a la derecha de La Puebla Vieja
Allí está el puerto pesquero
La Puebla Vieja y los barrios que se extendieron más allá de las antiguas murallas
La ría en bajamar
El Castillo del Rey
Santa María de los Ángeles, frente a la que pasa el Camino
Bajamos entre unas casas
Mientras bajamos seguimos admirando estos fantásticos paisajes
Espectacular vista hacia San Vicente de la Barquera y su entorno
Asoman un poco a la izquierda entre los árboles las urbanizaciones construidas en la boca del estuario, en la orilla opuesta, cerca de la Punta del Castillo
Barrio de La Barquera y puerto pesquero, más a la izquierda
El Puerto. Aquí están buena parte de los bloques de edificios de la parte nueva de la población
El Puente, el parque, la iglesia y el castillo. Más allá son los altos de Santillán y a la izquierda se yergue la sierra de Cuera, a cuyos pies caminaremos cuando entremos en Asturias
La iglesia, el puerto y el castillo. La Puebla Vieja, y también la zona conocida como El Pueblo, el centro de la villa, donde se concentran la mayor parte de los servicios. Justo en medio de todo está La Plaza, donde en el siglo XIX se construyeron casas de pescadores, de tres o más pisos, con soportales, sustituyendo a viviendas más antiguas. A veces el agua ocupaba esa ribera, por lo que se hizo un muro de contención, aunque las inundaciones no cesaron hasta la construcción de la Carretera de la Costa. A su izquierda está el Hotel Luzón, el primero de cierta relevancia que hubo en esta villa
Al sur vemos la parte conocida como Ría de San Andrés con la Marisma de Rubín, la Punta Candelaria y al fondo el Puente del Arna. La belleza del paisaje se hace suprema siempre con la visión omnipresente en la distancia de Los Picos de Europa, para muchos el mítico Mons Vindius "al que antes subirían las olas del mar que las armas de Roma", según la desafiante frase de sus defensores ante las legiones de Augusto en las guerras de los años 29-19 a. C. Vemos bien en primer término el macizo oriental o Ándara, luego Los Urrieles o macizo central y al oeste, más tapado El Cornión o macizo occidental
Los Los Urrieles los más altos, sus cimas pasan sobradamente de los dosmiles
Ahí llama la atención, aunque no es el más alto, El Picu Urriellu mal llamado Naranjo de Bulnes
Montañas que se reflejan en las aguas de la Ría de San Vicente, hacia cuyo puente nos dirigimos.
Al otro lado, tras La Encrucijada y oculto por el bosquecillo de la finca, están las ruinas del convento franciscano de San Luis, construido en el siglo XV. Allí fue donde durmió Carlos I en 1517
Seguimos este hermoso caminar
Viendo de nuevo al este la Playa de Merón y su arenal hasta la Punta Peñaentera o del Oeste
Pasamos la segunda casa
Y seguimos en recto
Fincas y laderas hacia la orilla del estuario
Enlazamos con un camino a nuestra derecha al lado del Monte la Braña y seguimos de frente
Pasamos al lado de esta parcela con chalet
Finca a la izquierda
Grandioso paisaje
Ría de San Vicente, Ría de San Andrés, riberas de Peñas Negras, Punta Candelaria, Villegas... colinas y prados de Abaño, solar de antigua leprosería de San Lázaro
Salimos del bosque ante La Barquera
Y llegamos a la carretera CA-236, yendo a la izquierda
No hay arcén, arrimémonos bien a la izquierda
Y admiremos el paisaje
Un mágico encanto
La Puebla Vieja y al fondo la Sierra Cuera
Ahora, a la derecha de La Barquera, empezamos a ver la boca de la ría
Lanchas de pesca en La Barquera
Casa en la carretera
Edificios de pisos y apartamentos
Bajo nosotros la Playa del Tostadero, La Playona y las urbanizaciones de La Braña. No llegamos a ver la Playa del Rosal oculta por el bosque, a la derecha
Bancos de arena y barro...
El Tostadero
Y allí están los diques de entrada a la ría
Islote de Peña Menor, Bajo de la Plancha y Punta del Castillo
Justo entre estos dos bloques hay una explanada que es un buen mirador para admirar el paisaje sin estar pendientes del tráfico
Nos asomamos a la ribera
Vemos la otra orilla, allí se encuentra el Paseo de la Barquera, paso al espigón de entrada de la ría y al Faro de Punta Silla y solar de la capilla de la Barquera, construida en la Edad Media y de la que se sabe documentalmente de ella desde el siglo XV y con una imagen que, al decir de la tradición marinera, apareció un día en una embarcación sin tripulación ni remos ni velas, solo con una imagen, la de la Virgen de la Barquera, que se venera desde entonces allí, celebrándose el 14 de abril las fiestas de La Folía, festejando su aparición. Allí estuvieron primeramente los franciscanos, llegados en 1454, hasta su traslado al nuevo convento de San Luis, enfrente del Puente de la Maza. Arriba en lo alto hay otro santuario más, en ruinas, el de Santa Catalina
Más a la izquierda, el puerto de pescadores...
Y estas son las Marismas de San Vicente, fangos enfrente de la población. Allí a la izquierda vemos el Puente de Tras San Vicente o Puente de la Barquera, que salva otro brazo de la ría, el Brazo Mayor, comunicando la Puebla Vieja con el puerto y el barrio más nuevo, este que vemos enfrente, el de La Barquera, donde está el puerto y estuvo uno de los antiguos hospitales de peregrinos
Fue construido a finales del siglo XVIII y tiene nueve arcos de medio punto. El topónimo La Barquera hace referencia a las barquerías allí existentes para pasar esta parte del estuario antes de la construcción del puente. Junto a él estaba el santuario de San Vicente Mártir propiedad de la Cofradía de Pescadores Mareantes de San Vicente de la Mar. De él solo se conservan fotografías y un arco en el antiguo Monasterio de San Luis
Por allí pasa la carretera N-634
El puente está al lado del castillo, el Castillo del Rey
El Castillo del Rey fue una de las construcciones auspiciadas por la concesión del fuero a la villa por el monarca Alfonso VIII en el año 1210, como garantía de protección del lugar, pues en el promontorio rocoso sobre el que se levanta se erigieron también murallas, si bien parece ser ya existía una fortificación muy anterior, del siglo VIII, cuando Alfonso I repobló estas tierras tras la invasión musulmana
Al ser territorio realengo los monarcas castellanos eran dueños del castillo y designaban al alcaide de la fortaleza, hasta que en 1453 Juan II otorgó ese derecho a los habitantes de la localidad en la figura de su Procurador General
Ahora, restaurado, acoge una exposición permanente dedicada a San Vicente de la Barquera y se desarrollan todo tipo de actividades culturales
Un poco más allá, la iglesia, ya lo hemos dicho, fue otro edificio construido tras la concesión del fuero de 1210
Aunque finalizada en el siglo XIV en el s. XV se acometen las primeras reformas y ampliaciones con las capillas laterales. En 1530 se construyen crucero, ábside y torre, junto con la capilla de la familia Corro. Toda esa zona en lo alto del cerro es El Castillo, pues estuvo cercada de murallas
Seguimos ya carretera abajo
Cada vez vamos viendo mejor la desembocadura de la ría
Lanchas de pesca y recreo
Vamos bajando pues al Puente de la Maza
Mucho cuidado, seguimos sin apenas arcén
Con ganas de llegar al puente, donde se hay buena senda peatonal
Abajo a la derecha la carretera CA-364, comunicación con las playas
Allí está el paseo con el que vamos a enlazar
Tramo recto
Y curva a la derecha
Unión de la CA-336 y la CA-364, donde se unen también este camino y el de la ruta costera por Oyambre y Merón
Crucemos al paseo cuando podamos, con precaución extrema, eso sí
Por ejemplo donde esta isleta puede ser un buen lugar en tanto no se pinte un buen paso de cebra para peregrinos y usuarios en general
Ya más seguros en este paseo enlosado con barandillas
La rotonda queda a la izquierda y seguimos por el enlosado camino del puente
Pasamos sobre la Playa de la Maza
Y nos disponemos a cruzar el puente
Mientras vemos al norte la desembocadura y la Playa del Puntal, con el rompeolas al fondo, el dique de La Barra. Las leyendas nos dicen que moraba en las grutas de los acantilados el terrible cuélebre devorador, la serpiente alada de la mitología de Cantabria, Asturias, León... con ella se metía miedo a los niños para que no se aventurasen por parajes solitarios y peligrosos
El puerto...
Al sur la Marisma de Rubín
Y hacia el puente. Adviértase la señalización de la ruta: hemos enlazado con la carretera N-634
El Puente de la Maza, hito del Camino y puerta de la historia
Un momento muy emocionante, entramos en una de las históricas villas que jalonan el Camino Norte, muy especialmente vinculada a las peregrinaciones, incluso a las venidas por mar
Mientras cruzamos tendremos espectaculares vistas del entorno
La iglesia: en los edificios a su derecha están el ayuntamiento, el cuartel de la Guardia Civil y la Torre del Reloj. Abajo La Plaza
Y más a la derecha aún el Castillo del Rey
Todo formaba parte del recinto amurallado, El Castillo, sobre La Puebla Vieja y El Pueblo
La Barquera y el Puente de Tras San Vicente
El puerto
La ría y sus playas y marismas. Al fondo vemos parcialmente el rompeolas
Si vamos por el lado izquierdo del puente veremos los paisajes del interior de la ría
Un pequeño embarcadero al otro lado y el bosque que oculta el viejo monasterio de San Luis
Y los Picos de Europa, un verdadero espectáculo verlos reflejarse en las aguas
Las marismas de Rubín y Ría de San Andrés
Grandísimo mar de agua y lodo que caracteriza el paisaje del lugar
En marea baja se ven numerosos canales...
Al sur la sierra del Escudo de Cabuérniga, donde nace el río que aquí desemboca, el río del Escudo
Allí al sur están El Pico Sarria, de 329 metros y el Pico Burbón, de 393 metros de altura, que se alzan sobre el sector sur dela ría,a ambos lados del río del Escudo
Allá están Abaño, los altos de Villegas, la Punta Candelaria. Ahí estuvo el hospital de la Orden de los Lacerados de Malatos de San Lázaro de Abaño, una malatería u hospital de leprosos de la que se conserva la Ccpilla del Lazareto, del siglo XIII, atendiendo a buena parte de los leprosos de las Asturias de Santillana y de afectados por otros males de la piel que se tenían por la misma enfermedad. El apodo de los naturales de Abaño es el de cambareros a causa de su labor mariscadora y ser los cámbaros los cangrejos de la Ría del Escudo, otro de los sectores en los que se divide el estuario. Su nombre se refiere a una posible zona de baños de la vecindad de antiguamente
El Puente del Arna...
Según vamos avanzando hallamos nuevas perspectivas de cada rincón y cada lugar. En ese bosque están, ocultas por el frondoso arbolado, las ruinas, consolidadas, del antes mencionado monasterio de San Luis
Volvemos a ver el sector norte del puente
Ante nosotros tenemos la villa de San Vicente. Arriba a la izquierda está el lugar de Las Calzadas, por donde el Camino sale de la población
Y allí está la estación de autobuses, al lado del hermoso paseo arbolado por el que pasaremos en dirección a El Pueblo y a la Puebla Vieja
Villa dominada por la iglesia de Santa María de los Ángeles y por el Castillo del Rey, en lo que se conoce propiamente como El Castillo, la zona amurallada. En medio, en aquella fila de casas, están la Torre del Reloj y el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera, que fue hospital de peregrinos
La Puebla Vieja y El Pueblo. También allí hay embarcadero de pequeñas lanchas. El puerto fue importante también para los peregrinos pues algunos desembarcaban aquí, tras singladura por el mar, no en vano hubo en San Vicente y su entorno varios centros de acogida, entre los que el más importante era el de la Concepción, al lado de la iglesia, hecho entre los siglos XIV-XVI y por el que salían, a través de la Puerta del Peregrino, los romeros rumbo a Unquera y Asturias. Más antiguo fue el de Abaño (s. XIII), del que ya hemos hablado, si bien este se especializó, como otras fundaciones asistenciales camineras, en dar atención a los leprosos. El Hospital de la Misericordia es el actual ayuntamiento, iniciativa del inquisidor Antonio del Corro para atender a pobres y a peregrinos. Una más era el Hospital de Transeúntes y Penitentes del santuario de Nuestra Señora de la Barquera, emplazado cerca de la entrada al puerto. Recordemos que aquí la ruta costanera de peregrinaciones a Santiago coincide también con el Camino Lebaniego a Santo Toribio de Liébana, al sur de los Picos de Europa,para venerar las reliquias del Lignum Crucis
En esa parte hay mucha hostelería: bares y cafeterías, casas de comidas que sacan sus terrazas a la explanada ante estos muelles
La Barquera y su puente. Por allí debió estar el Hospital de Transeúntes y Penitentes de Nuestra Señora de la Barquera
Allí están las instalaciones portuarias más importantes
Y zona de expansión urbanística
La boscosa ribera derecha contrasta con la poblada orilla izquierda
No hace mucho se ha ensanchado para los peatones la vereda derecha del puente
Creándose un hermoso paseo. Paso a paso andaremos los 500 metros... y pico de puente
Las Marismas de San Vicente, ante la Puebla Vieja y La Barquera con el puerto, a diferencia de las otras, en estas predomina la arena, por eso se han formado playas en las orilla
Apartamentos turísticos ante las playas de la ribera oriental, en La Espina
Y ahí volvemos a ver el puerto, en La Barquera, descendiente del romano Vereasueca y del altomedieval de Apleca, que tuvo gran fama por su comercio y pesquerías teniendo el monopolio de ambos entre Punta Bayota y la Tierra de Aguilar (actual concejo de Llanes, Asturias), formando parte de las Asturias de Santillana. Este monopolio concedido por el fuero de 1210 le valió algunos pleitos con otros puertos de esta jurisdicción marítima, como Comillas. De 1330 datan las ordenanzas de pescadores, las más antiguas de Cantabria, de la Cofradía de Pescadores y Mareantes del Señor San Vicente
Embarcaciones famosas aquí eran las Chalupas de San Vicente, que llegaban hasta el mar y las Canarias, las cuales participaron en el segundo viaje de Colón. Anteriormente a eso no se descarta y tiene visos de lógica, que marinos de San Vicente y de otros puertos del Cantábrico hallan llegado a Terranova, siguiendo los bancos de pesca, antes de 1492
Participando de la conquista de Sevilla como otros puertos cantábricos con naves y marinos para la armada castellana, era San Vicente entre los siglos XVI y XVI la villa dominante en estas costas del norte. Fue tal el poder conseguido por la marinería que hubo de pedirse la intervención de Carlos I por Real Cédula para que las familias de linajuda estirpe no intentasen colar a sus miembros en la cofradía, echando mano a sus importantes beneficios
Pero luego, el secular embargo de barcos para las guerras de Felipe II y el declive de los puertos de la zona fueron dejando a San Vicente de la Barquera alejado de las rutas comerciales marítimas más pujantes
La crisis generalizada tuvo su punto más bajo cuando a finales del siglo XVIII solo quedaba aquí un único barco de pesca, una actividad que remontaría luego más tarde en el siglo XX, para luego decaer. Actualmente los servicios y el turismo toman el relevo a las actividades económicas tradicionales
Bello paseo por el que enseguida pasaremos
La Barquera
Vista atrás de La Maza
El Puente de la Maza tiene también numerosos miradores donde se apostan los pescadores y desde donde podemos admirar esta maravilla de la historia y la naturaleza que es San Vicente de la Barquera
La Barquera se refleja como un espejo
La otra acera ha quedado como estaba, un tanto estrecha, pero tampoco es un mal paso
Esta vertiente sur también tiene estos miradores en los grandes pilares que soportan la estructura de tantos arcos pontoneros
Y que nos permiten disfrutar de tan buenas panorámicas
Lumínicos destellos del sol
Lanchas varadas ante el solar del antiguo monasterio franciscano de San Luis
El Castillo del Rey contempla nuestros pasos. Más arriba está el Monte Boria, solar de la arruinada ermita de Santa Catalina
Vereda izquierda del puente...
Las lanchas, algunas varadas en lodos y marismas
Mar, valle y montaña
Ya apreciamos mejor la bocana...
El dique o rompeolas de La Barra de San Vicente
Y Peña Menor, islote rocoso comunicado con tierra por el dique. Ahí está el Bajo de la Plancha
Marismas de San Vicente
Marismas más arenosas que fangosas, a diferencia de las otras existentes en la misma ría
Señales indicadoras
Y aquí llegamos a la Ronda de la Encrucijada, cruce de caminos como su propio nombre indica. Aquí tenemos dos opciones. Una sería cruzar y seguir de frente, subiendo a Las Calzadas junto a los muros de la quinta del extinguido Monasterio de San Luis (que si somos amantes de la historia del Camino estimamos muy conveniente visitar si tenemos oportunidad) y ya saldríamos directamente de San Vicente de la Barquera, continuando el Camino Norte o comenzando el Camino de Santo Toribio pero... SIN VER NADA. Una opción para peregrinos con prisa pero que quizás sería traicionar un poco el espíritu del Camino, La otra alternativa señalizada es la que toma la calle a la derecha y llega al centro histórico, visitando los lugares por donde pasaban los romeros de antaño, así como buena parte del patrimonio de la población.
Por ello, tomamos de la calle de la derecha, la Avenida Miramar y, con El Castillo de frente, nos encaminamos a El Pueblo y la Puebla Vieja de San Vicente de la Barquera, y así, luego continuaríamos ruta por el Camino Norte, en ruta a La Acebosa y Serdio, para después decidir si continuamos por el Camino Norte hacia Pesués y el paso a Asturias por Unquera o bien nos dirigimos a Muñorrodero por el Camino Lebaniego que aquí comienza, la antigua ruta de peregrinaciones al monasterio de Santo Toribio de Liébana, histo de la historia, veneración del Lignum Crucis, puerta de los Picos de Europa
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