Allendelagua, saliendo de Castro-Urdiales |
Albergue de peregrinos de Castro-Urdiales |
A la izquierda del albergue seguimos subiendo unos metros calle arriba por esta Subida a Campijo
Arriba el Alto de Campo Pozo
Hay alguna tienda si necesitamos comprar provisiones para la ruta que nos llevará a Guriezo, Liendo y Laredo
Llegamos al final de la cuesta
Y vamos a la izquierda
Tomando la calle de Morales Erostarbe
Sigamos la flecha amarilla
Pasamos junto a la residencia
Y por el túnel bajo la Autovía del Cantábrico
Entre los setos
Saliendo así del casco urbano
Volvemos a subir un poco
Con la autovía a la derecha
Pasamos unas casas
Villa Manuela
Bifurcación y a la derecha
Esta es la señal
Trecho llano entre los muros de las fincas
Murete de piedras
El Camino llanea ahora por las faldas de El Chorrillo
Al fondo vemos el Camping de Castro
A la derecha son los campos que se extienden por la estrecha franja costera, con una buena arboleda de encinares
El mar, al norte
Sigue el largo muro
Castro-Urdiales va quedando atrás
Hay un pequeño valle, donde pastan vacas y ovejas
Finca Cumbres
Bifurcación y a la derecha
Aquí está el mojon caminero, y poco más allá la flecha amarilla
Serpentea el Camino
Y ya Castro-Urdiales en la distancia
Allí está el Cerro de Santa María, sobre la ciudad
El Cerro de Santa María, con la iglesia gótica de Santa María de la Asunción y el Castillo de Santa Ana con su faro. El la lejanía la entrada a la Ría del Nervión y Puerto de Bilbao
El gran espigón de Punta Lucero
El monte Lucero (309 m.), a su derecha y más atrás Serantes (452 m.) a la derecha El Pico (192 m.) y más a la derecha Montano (319 m.)
Cruce y seguimos recto de frente
Pasando al lado del Camping de Castro-Urdiales
Y en este cruce bajamos a la derecha, al pueblo de Allendelagua
Hermoso trayecto entre arboledas y bosquetes
Eucaliptal
Hermoso trayecto...
Siempre de frente
A la derecha el Alto del Cuco
Un verdísimo valle
Y de frente unas casas y una iglesia, Allendelagua, pueblo famoso porque monte arriba están las ruinas del Castillo de San Antón o de Allendelagua, construido entre los siglo XIV y XV y del que apenas quedan porciones, siendo muy importante, eso sí, para las tradiciones legendarias de la zona que, como en otros muchos lugares, atribuyen su fundación a la Orden del Temple. Hay incluso una Ruta de los Templarios (se sube bien desde el camping) pero históricamente no hay el menor rastro ni documento que avale la leyenda
Otros informan que el Castillo de San Antón tenía un convento dedicado al amparo de los peregrinos y que se veneraba un arca de piedra que es el elemento que se relaciona con los Pobres Caballeros de Cristo, así como la presencia de Camilo de Carvajales, hombre de confianza del rey Fernando IV que, caído en desgracia ante el monarca, se hizo templario y se recluyo en este castillo-monasterio, hasta que un día, meditando y orando en la placidez del bosque se encuentra a una bella mujer y se queda tan obnubilado que sale en pos de ella pero se le escapa. Tal era la pasión del momento que en la alocada carrera se acerca al mar y cae por los acantilados. Su alma en pena se aparecerá después a los monjes que, asustados, abandonan el paraje. Se dice que aún en días de galerna se escuchan los gritos del fantasma
Seguimos ruta...
Tenemos como referencia la iglesia de San Marcos, pues hay que pasar detrás de ella
Su ábside semicircular denota cierta filiación románica
Es pista de tierra y piedra
Las primeras casas
Las señales
Y la subida a la iglesia
El Camino sigue de frente pero a la izquierda podemos visitar el santuario
Aunque muy transformada la iglesia actual tiene un origen románico, tal vez del siglo XIII. Fue restaurada en los años 70 del siglo XX
La portada es ojival y no tiene capiteles labrados ni filigranas en el arco. Este elemento revela ser plenamente gótico
Hay como puede observarse muchas reformas y elementos añadidos...
Como la grandiosa espadaña del campanario, verdadero frontón con la pared de la iglesia...
Y por supuesto el pórtico o cabildo...
Desde la San Marcos subimos entre las casas de Allendelagua
Un poco de cuesta
Vuelve a haber asfalto
Pervive alguna construcción tradicional. Viejas casas de piedra
Un habitante nos observa al pasar...
La antigua escuela
Y salimos del barrio de la iglesia
Volvemos a un tramo llano junto a más construcciones de piedra
Urbanización de chalets
Ruinas...
Una concha peregrina labrada en la piedra
Cruce y de frente
Por aquí
Banco y ruta
Hasta las siguientes casas
Siguiendo adelante a la derecha de Villa Sara
Otra vieja casa a la derecha
Más viviendas unifamiliares
Nos acercamos a un cruce, justo detrás de esta casa
Vamos a la derecha
Cuesta abajo
Es la parte más residencial y cercana a la carretera y la autovía
Allí está el túnel bajo la Autovía del Cantábrico. Pero NO vamos a él
Justo antes nos desviamos a la izquierda
Por aquí
A 33 kilómetros de Laredo
Pasamos junto a unas fincas
Bifurcación y subimos a la derecha
Allí vemos de nuevo el Alto San Antón
Solar del mítico castillo
Se termina la cuesta y vamos paralelos a la autovía
Siempre recto y en llano
Este es el mojón indicador. Una barrera vegetal nos separa ahora de la autovía
Una casa a la izquierda
Y la urbanización Vistamar
Camino de la derecha
Saltizones señala la entrada a otro pueblo: Cerdigo...
El Camino es ahora un veradero mirador natural sobre el litoral
Desde aquí ya vemos los tejados de Cerdigo, al otro lado de la autovía. Sobre él a lo lejos es el monte Candina de 489 metros de altura, impresionate mole caliza paraíso del buitre leonado al otro lado de la Ensenada de Oriñón y, más a lo lejos es el hermoso acantilado y boscoso Monte Buciero, al otro lado de la Ría de Treto, en Santoña, con su máxima altitud en el Pico de Gonzo (374 m.)
Mucho más allá asoma el Cabo de Ajo, otro de los grandes promontorios naturales de la costa cántabra que se adentran como una cuña hacia el Mar Cantábrico
Enfrente, más cerca, está La Ballena de Sonabia, que es como se conoce también por su forma al Cabo Cebollero o Punta de Sonabia
Tiene un largo itsmo, de unos 200 metros, que comunica su promontorio con tierra firme, en un rocoso trayecto
Nos acercamos a Cerdigo, pueblo famoso pese a ser pequeño por sus actividades culturales y sus tradiciones, como el canto de Las Pascuas, celebración de rondas similar a Las Marzas en las que le vecindad canta de casa en casa en Semana Santa
Ante nosotros el Monte o Alto de Cerredo, en la Sierra de Hoz, domina el litoral con sus 644 metros de altura, inmensa mole boscosa en su ladera norte y rocosa en su picuda cima. Allí culminó el dramático intento de fuga, en diciembre 1957, de uno de los últimos maquis o guerrilleros que lucharon contra el franquismo, se trataba de Francisco Bedoya Gutiérrez, Paco Bedoya, último superviviente de la partida de Juan Fernández Ayala, Juanín, que murió cerca de Potes. Planeaba Bedoya escapar en una lancha de pesca desde el puerto de Castro-Urdiales a Francia y contaba con la ayuda de su cuñado José San Miguel, ignorando que este a su vez formaba parte de una trampa de la Brigada Social y Política para apresarle
Iban los dos en motocicleta cuando poco antes de la medianoche son interceptados en esta carretera, por lo que Bedoya dispara contra su cuñado al darse cuenta de su traición, que muere en el acto, pero él es también herido por metralleta, logrando huir monte arriba hasta la cumbre del Cerredo, en lo alto de la Sierra de Hoz, donde sería encontrado, agonizante, a la mañana siguiente, solo para ser rematado, siendo su cadáver expuesto en Castro-Urdiales. La versión oficial no obstante no convenció, se sospechó que se había suicidado, se dijo que su chaqueta, forrada de billetes de 500 pesetas que amortiguaron los disparos cual chaleco antibalas, nunca apareció, así como tampoco se sabe quien cobró la recompensa ofrecida de 500.000 pesetas por su captura.
La historia la narran José Ramón Saiz Viadero en Los últimos guerrilleros de Cantabria, y el escritor cántabro Antonio Brevers en su libro Juanín y Bedoya los últimos guerrilleros
Caseta de la traída de aguas en las camperas de El Pueblo
Iniciamos un descenso
Y contemplamos de frente el Alto de Cerredo, con sus faldas, parajes de Los Ciervos, Somera, Rompidas, El Ros, Verdeja, Las Cruces...
Llegamos al final de la bajada
Y en ese cruce iremos a la derecha
Pasando bajo el túnel de la autovía
También cuesta abajo
Y atención nada más pasar al otro lado
Nos hemos de desviar por la senda de la izquierda
Al lado del área recreativa
Y comenzando a subir
Hasta la iglesia de San Juan de Cerdigo
Final de la cuesta
La iglesia a la derecha
El Camino pasa delante de la casa y sigue de frente
Pero podemos desviarnos un momento para visitar esta iglesia de San Juan de Cerdigo
En su mayor parte la traza actual del templo responde a las reformas del siglo XVIII si bien su origen es anterior, pues durante unas obras aparecieron ocho estelas discoideas grabadas con cruces, altomedievales, tal vez de los albores de la evangelización de Cantabria
Dando la vuelta alrededor del edificio veremos la parte más claramente medieval, aunque posterior a las estelas. Se dice hubo también un hospital de peregrinos, en el Pago de la Quintana
Se trata del ábside semicircular, románico, posiblemente de finales del siglo XIII, baja Edad Media
Sus canecillos carecen de decoración labrada y tiene en su pared unos modillones que sostuvieron vigas
Vista la iglesia desde el Campo de San Juan regresamos al Camino
Camino que sigue entre las casas
Bonita señalización
No hay pérdida posible
Nosotros aquí vamos a la derecha pero no podemos dejar de ver arriba La Torre, a nuestra izquierda
Fue construida entre los siglos XVII y XVIII
Destaca su gran escudo sostenido por dos leones
Como hemos dicho en este barrio de La Torre bajamos a la derecha
Por El Morelle
También aquí iremos a la derecha
Saliendo a El Cantón y de allí a la izquierda
Caminando ya en llano...
Véase la señal al borde de la calle, a la derecha
La Verdeja
En esta explanada están las antiguas escuelas
Podemos también parar a reconocer el lugar pues merece la pena detenerse unos instantes, aprovechando un momento de descanso antes de continuar
Se hace patente la vinculación de Cerdigo con el Camino
Tras la escuela está el centro social y a su lado un estupendo mirador
Lugar perfecto para un merecido alto en el camino
Abajo la carretera nacional y las huertas costeras. Allí está El Portillo, pequeño puerto natural que fue centro de "contrabando interior". Se llevaba en embarcaciones el vino chacolí que se hacía aquí a Castro-Urdiales para hecerlo pasar como foráneo y evitar los gravámenes a la producción local
Vamos a pasar ahora a admirar estos artísticos y coloristas murales...
Alegoría de Cérdigo y Castro-Urdiales...
Arte en Cerdigo
Y así llegamos a las últimas casas
Dando vista de nuevo al Alto de Cerredo
Este es el parque Llaguno, donde iremos a la derecha, con intención de cruzar la carretera N-634
Señalización de la ruta...
Con cuidado cruzamos la N-634
Y seguimos por aquí. Es el camino al cementerio, desde donde proseguiremos hacia el siguiente pueblo: Islares paso a la Ría de Oriñón o de Guriezo
A apenas 3 kilómetros
Abunda el arbolado
Campos entre los bosques del encinar cantábrico
Camperas de Oricovi
Alto de Cerredo a nuestra izquierda
Estrecha es la franja de tierra entre las montañas y el mar, pero por eso mismo fue desde los albores del mundo paso obligado y muy transitado. Además del viejo camino la carretera y la autovía también pasan por aquí
Cruce y de frente
Tierras de labor
El tractor y la huerta
Llegados al cementerio iremos a la derecha
Esta es la señalización
Por esa senda de tierra
Que se adentra en el encinar
Hay algunas fincas
Y cierres de alambrada
Muretes de piedras
Suelo de barrio
Nos acercamos a un cierre para el ganado
Hemos de abrir la portilla y volver a cerrar antes de seguir
Es el tramo más umbrío y pedregoso, pero también el más mágico
Lugar para sentarse...
Salimos a un tramo más luminoso
Al haber tanta piedra caliza se hacían caleros u hornos de cal, en agujeros en el suelo, los caleros
Caminamos entre las encinas
Bellísimo sendero
Se trata de un itinerario realmente hermoso
El mar a nuestra derecha, el Camino sigue a la izquierda
Por más encinar
Pequeños prados, como claros en el bosque
Rocas y encinas
Bifurcación y de frente a la derecha por el camino más pisado
Veamos la flecha
Otra pradería al borde del mar
Curva a la izquierda
Al lado mismo del cantil
Sigue el bosque
La senda se ensancha
Otro cierre ganadero
Abrimos
Y tras pasar volvemos a cerrar
El Camino llegará ahora, allá arriba, a un lugar muy interesante: La Milla Medida de Islares
La Milla Medida de Islares se componía de varias torres en torno al pueblo al que nos acercamos, las cuales servían antaño a los buques para calcular su velocidad, viéndolas como referencia desde el mar. Esta es una de ellas
Aquí hay además unos acantilados impresionantes, zona de La Code y El Pendio. En Los Pendios quiso hacerse en su momento un cargadero de piedra caliza, refractaria, de las canteras de Tierras Blancas, al lado de la carretera general, piedra empleada para recubrir los altos hornos de la industria metalúrgica
Pasamos pues ante la torre de la Milla Medida
Y por estas verdísimas camperas, al lado de los acantilados de El Portillo, nos acercaremos a Islares
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