Paisaje de Tarrueza bajo El Retorín |
Iglesia de la Asunción en Hazas, capital del Valle de Liendo |
En este caso vamos a ocuparnos de esta segunda opción, la más corta y directa desde aquí, la que, a la izquierda de la iglesia, sigue al Albergue de Peregrinos Saturnino Candina, que ya vemos desde aquí, al fondo del todo
Pasamos pues como decimos frente a la torre de la iglesia
Y llegamos al albergue, en la antigua escuela, donde podemos pernoctar
Al lado está el busto dedicado a Saturnino Candina Campillo, vecino benefactor del Valle de Liendo e Hijo Predilecto que fundó esta escuela rural que es ahora el albergue que lleva su nombre
Secundaron a Satrunino en la iniciativa el párroco Juan Manuel Camino Quintana y Luciano Albo Candina, tal y como queda también aquí reflejado
A la izquierda sigue el Camino. Al fondo es el Alto del Mazo
Primeramente pasamos el puente sobre el río Rucueva
El río tiene su particular leyenda. Se dice que allá por el 1850 más o menos un burro, arrastrado por la corriente del río en una crecida ocasionada por la tormenta, atascó su nacimiento en el Ojo de Rucueva alq uedar allí también trabadas ramas y cosas arrastradas por el agua. Ello provocó una gran inundación llegando el agua a inundar el piso bajo de varias casas de estos barrios
Ciertamente el río es pequeño pero tiene un profundo surco y, en caso de inundación, la gran planicie del valle puede desboradar fácilmente el agua acumulada por todo él
Nosotros seguimos nuestro andar al principio por zona llana
El río, a nuestro lado
Pero pronto en este cruce, dirección prohibida para los vehículos, vamos a la izquierda y empezamos a subir
Ahora vemos una maravillosa panorámica del Valle de Liendo
Al fondo la iglesia y más allá el Alto de Arza y la Cruz de Manás, entre las que está el paso por donde discurre el Camino, viniendo de La Magdalena en Guriezo, el que hemos seguido para llegar hasta aquí
Ganamos altura
Y llegamos a la carretera nacional, que seguiremos a la izquierda unos 800 metros
La carretera sube poco a poco dejando atrás las montañas que separan Guriezo de Liendo.
Y pronto nos desviamos a la izquierda para bajar por senda asfaltada a Tarrueza, el primer pueblo del municipio de Laredo por el que pasa el Camino
Allí al otro lado de la Autovía del Cantábrico es el barrio de Valmejor, por donde pronto caminaremos
Y sobre él el Pico del Hacha, donde se han localizado vestigios de lo que podría ser un castro cántabro o una torre medieval, de la que ya se informa en documentos del siglo XVII que informan de la "media legua de Trincheras Reales en la eminencia de la Cruz del Hacha". Hubo someras investigaciones arqueológicas en los años 90 pero su descubrimiento en el sentido científico del término sería en el año 2000 cuando, en el transcurso de un estudio de impacto arqueológico fue catalogado por I. Castanedo y B. Malpelo. El estudio se realizaba como resultado del plan para unas antenas de telefonía que sin embargo fueron instaladas en el lugar, afectando seriamente al hallazgo, denunciado en su momento por José Ángel Hierro Gárate en su trabajo"Reflexiones tras la destrucción de un yacimiento: el caso del Pico del Hacha y la necesidad de un Inventario General del Patrimonio Arqueológico. Como consecuencia de la urbanización de una zona cercana se realizaron excavaciones saliendo a la luz unos cimientos de muralla
Y allí está el centro de Tarrueza, bajo el Alto de Retorín, hoy en día cubierto de bosques pero que fue emplazamiento de lo que indudablemente es un castro cántabro localizado en tan estratégica y cónica montaña. Han sido hallados materiales arqueológicos de la Edad del Hierro como porciones de cerámica y metal pero también lascas, lo que demostraría que el paraje estaría habitado desde el Paleolítico, es decir, miles de años antes que la misma cultura castreña. Fue descubierto casi de casualidad en el año 2004 por un senderista, Fernando Valentín Pablos Martínez. Estos castros guardaban estos valles y el acceso a lo que ya hace más de 2000 años era el puerto natural que hoy es Laredo
Iniciamos la bajada al valle. Al fondo los montes de La Peñuca y Campo Grande. Tarrueza fue uno de los enclaves que quedaron dentro del municipio de Laredo al crearse los ayuntamientos constitucionales en el siglo XIX. Antaño el territorio del que Laredo era cabecera abarcaba mucho más: Ampuero, Cereceda, Hoz de Marrón, Oriñón y Udalla, junto con determinados derechos sobre Liendo y Guriezo
Pasamos junto a las primeras casas en La Maza
desde ellas seguimos bajando
Ya queda muy atrás el monte Candina, con sus hoyas y cavernas prehistóricas. A sus pies va el otro camino, dirigiéndose a la acantilada costa...
Ahora pasamos otro pequeño grupo de casas...
Túnel bajo la autovía, dando vista a El Retorín
Y ya estamos abajo, en el valle...
Ya vemos la iglesia de Santa Cecilia de Tarrueza
Saliendo del túnel pasamos sobre el puente
El Retorín y la iglesia
Se trata de un templo del siglo XVII aunque muestra evidentes partes góticas
Principalmente evisentes en los contrafuertes de la capilla sita al norte
Contrafuertes y artística ventana...
Imponente torre la del campanario
Santa Cecilia, además de patrona de ilgesia y pueblo, lo es también de los músicos y esa es la razón por la que se celebren conciertos en su honor
Accedamos al interior del pórtico por el arco bajo la torre
Vamos hacia el fondo, pasando junto a la portada oeste
Amplísimo pórtico de suelo empedrado
Un lugar gratamente acogedor...
Aquí hay unas escaleras...
Se sube a una de las dependencias del templo
Vamos ahora hacia esta portada, la portada sur
Placa que rememora las obras aquí realizadas en 1978
Puerta ojival, gótica sin duda...
Y rematada en un pico especialmente llamativo. Existe adentro un retablo mayor romanista datado en torno al año 1630 y del que se piensa son autores Rodrigo de los Corrales (esamblador) y Juan de Santiago Concha (escultor).
Apenas hay pequeños detalles esculpidos...
Una mesa en el extremo
Salimos al exterior, junto a la sacristía
Ahora vemos que las escaleras que hemos visto conducen arriba a lo que atodas luces parece una pequeña vivienda adosada al templo
Quizás una antigua casa rectoral o de juntas y reuniones...
Damos la vuelta completa a la iglesia
Y después regresamos al Camino...
Llegando a aquella casa al fondo iremos a la derecha
Y subimos al barrio de San Roque por las laderas de El Llano
Ascendiendo entre las casas. Hubo una capilla dedicada a San Roque y de ahí el nombre del lugar, advocación muy vinculada a los peregrinos
Nos desviamos a la izquierda
Así salimos de San Roque...
Y llegamos a Valmejor, ante el Pico del Hacha
Abajo hay un espléndido valle...
De ahí viene sin duda el topónimo Valmejor
Nosotros vamos por la parte alta
Bajamos entre las casas...
Llegamos a lo que es propiamente el valle
Pero acto seguido volvemos a subir hacia la capilla de Santa Ana
Se trata de una capilla particular funeraria de la familia Rucoba
Se trata de una capilla de estilo neogótico donde se sabe reposan los restos del que fuera gran arquitecto cántabro Joaquín Rucoba y Octavio de Toledo.
Nos acercamos a La Arenosa, cruce de caminos y carreteras, con una estupenda vista de Laredo y su concha, con la Ría de Treto al fondo y, al otro lado, Santoña. Estamos ante uno de los parajes más emblemáticos no solo de Cantabria sino de todo el norte de España
Esta es La Salvé, la playa más larga de Cantabria, con unos 4.250 kilómetros de extensión pero a la que habríamos de unir, al otro lado, la Playa de Regatón o El Sablón, con 3.900 metros más, formando las dos una larga cuña, brazo de arena, que guarda la Ría de Treto, donde desemboca el río Asón
Ambas playas se unen en El Puntal, frente a Santoña. Antaño muchos peregrinos y viajeros en general cruzaban en lanchas y el servicio de barquería sigue existiendo, mientras otros realizaban el rodeo completo al estuario
El Puntal y Santoña. Al fondo el Alto de Moncubo y Pico Llusa (377 metros). Desde aquí vemos las marismas del estuario, de gran importancia ecológica
Tras la posguerra y con la expansión turística todo ese arenal fue intensamente edificado y urbanizado hasta nuestros días. Por allí, por el Paseo Marítimo frente a la playa y sus dunas, proseguirá el Camino si vamos a pasar la Ría de Treto en lancha hacia Santoña. En la lejanía el Pico de Vizmaya (248 metros)
De momento lo que vamos a pasar nosotros es el puente sobre la Autovía del Cantábrico en La Arenosa. Tomemos como referencia el alto y peculiar edificio del fondo, La Torre de Laredo, pues hacia ella iremos
Nada más empezar los años 60 el auge turístico de Laredo fue tan impresionante a nivel internacional que llegó a ser nombrada Capital de la Costa Esmeralda, denominación turística de la costa cántabra, capitalidad perdida con las reformas administrativas de 1836
Destaca sobre concha y estuario, al lado de la vecina Santoña, el formidable peñón del Monte Buciero que, en su cota más alta, Peña Ganzo, alcanza los 378 metros de altura. Es lugar de antiguas defensas, faros y emplazamientos costeros que incluyen fuertes napoleónicos y hallazgos prehistóricos
Por su parte en la Ría de Treto confluyen en realidad varias rías, primero la Ría de Limpias y la Ría de Angustina que, a partir del Puente de Treto, paso de Colindres a Bárcena de Cicero, empieza a ser llamada de Treto. Luego está la Ría de Escalante en las marismas de Santoña, reserva natural. Aunque suelen ser llamadas mayoritaramiente Ría de Treto y Bahía de Santoña a veces se denominan de Laredo
El poblamiento de estos parajes se remonta a decenas de miles de años atrás. se han localizado concheros prehistóricos en todas las inmediaciones, también aquí en La Arenosa, en el Hoyo Viota. Ahora, antesala de la urbe, nada hace pensar en tan remotos tiempos, solo en la cercana rotonda que, cruzándola, nos hará subir al otro lado, entre las casas, a La Torre de Laredo
Por allí va el Camino...
Y allí está La Torre, en el Alto de Laredo
La Torre de Laredo se construyó, con proyecto del arquitecto Manuel Bringas Camino, en el año 1958 donde había una torre señorial, la del Castillo del Pedregal, nombre de este lugar de Las Arenosas, del año 1656, levantada donde estaba el Molino de Viento, un estratégico enclave que fue donde unos años antes, en 1639, los franceses del Obispo de Burdeos Henri d'Escoubleau de Sourdis, al mando del Arme du Ponant, se habían emplazado disponiendo sus tropas para atacar Laredo durante los episodios de la Guerra de los Treinta Años. Escarmentados por aquella batalla los españoles decidieron luego edificar el desaparecido castillo
Se trata de una torre dodecagonal, de apartamentos, hecha antes que existiesen siquiera planes urbanísticos, cuando Laredo estaba comenzando a experimentar esa expansión constructiva rápida e inusitada con el tremendo despegue turístico de la población
Al pie de La Torre vamos abarcando ya, en su casi total extensión, desde El Canto a El Puntal, la Playa la Salvé
Y por supuesto, aquí abajo, el Puerto de Laredo, ante El Canto, zona de la primera expansión urbanística propiamente dicha a partir de la vieja puebla medieval, a finales del siglo XIX, cuando aún el boom del turismo no era más que un capricho de algunas familias de las clases más pudientes. El puerto por su parte fue el por fin exitoso resultado, después de varios proyectos infrucutosos, de dotar a Laredo con un nuevo y competitivo puerto pesquero que sustituyese al anquilosado muelle medieval que tanta prosperidad pesquera y comercial había dado antaño a la población. Por su parte La Atalaya, sobre el puerto, es realmente un volcán apagado sobre el que se construyó en el siglo XVI el Fuerte del Rastrillar, emplazamiento defensivo artillero que protegía bahía y ría de los ataques enemigos con el de San Carlos en Santoña. Estuvo en servicio hasta primeros del siglo XX y entre sus víctimas está la de un buque holandés de cuarente cañones hundido en la Guerra de Sucesión Española, cuyo pecio permanece en el fondo del mar, zona llamada Bajo El Doncel
Caminamos pues bajo La Torre de Laredo, cara este y acto segudo tomamos el camino que baja
Las flechas nos lo indican.
Allí abajo, asoma un campanario...
Es el de la iglesia de Santa María de la Asunción
Pista hormigonada. Viendo al fondo La Atalaya y al otro lado de la concha el Monte Buciero. Es de destacar que uno de los malogrados intentos portuarios de Laredo, el Muelle de la Soledad, consistió en horadar bajo La Atalaya un túnel de más de 200 metros entre 1863 y 1864 pero los temporales acabaron con los trabajos y quedó inacabado, usándose como refugio contra los bombardeos de la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria en la guerra civil
Ahora, desde El Roquedal, vamos a mirar aquellas colinas, estribaciones de la Sierra de la Vida, divisoria norte de los municipios de Laredo y Liendo, es el barrio de Las Cárcovas.
Allí, en Las Cárcobas, el otro camino que viene de Liendo procedente de la costa por la ermita y playa de San Julián, se bifurca a su vez en otros dos: uno el corto, viene a unirse con este y el otro, más largo, irá al barrio de Valverde para entrar al casco urbano por la calle del Regalillo, directo al centro histórico por las cercanías de la citada iglesia de Santa María de la Asunción y, antes que ella, de la iglesia de San Martín y Santa Catalina, la más antigua parroquia de Laredo
El puerto actual, pesquero y deportivo, con sus diques
En esta bajada hallamos una hermosa cruz sobre una columna con motivos xacobeos
Y al lado de ella un monolito con una placa en latín que dice...
"Haec domus Emmanuelis Vitoriae est"
En la misma columna hay otra placa con inscripción latina
"Peregrinus viator, hoc iter est quod te ad stellae campum, ubi requisecit apostolus, ducet"
En esta zona de El Pedregal o sus inmediaciones hubo una malatería o leprosería con capilla bajo la advocación de San Lázaro, patrón de los leprosos, quizás se fundase en el siglo XIII y aún existiese en el XVI bajo la advocación de San Lorenzo. Era su patrono el Ayuntamiento de Laredo y se acogían enfermos de lepra y peste. Existía verdadero temor al contagio, los médicos eran conminados a avisar a las autoridades cuando apareciese un caso, y los leprosos eran recluidos en el hospital, vendiéndose sus bienes incluso para sufragar su estancia. El tratamiento era muy básico y consistía básicamente en algún cuidado alimentario y en bañarse en agua de manantiales considerados salutíferos. Se sabe de no pocas curaciones en estos hospitales aunque desconocemos si se trataba de verdaderos leprosos o de pobres y mendigos harapientos y de afectados por males de la piel que eran considerados lepra
Pasamos junto a los muros de la quinta de Villa el Urogallo
Con un magnífico mural que respresenta una pareja de macho y hembra de tan emblemática ave de los montes cantábricos...
Vamos a mirar ahora una vez más hacia los campos bajo las laderas de la Sierra de la Vida, pues por allí, en La Tahona, vemos la bajada del tercero de los caminos que entran en Laredo, bajando desde Las Cárcovas por Valderde en dirección a las iglesias de Santa Catalina y San Martín y de Santa María de la Asunción
Y por ahí va, campos costeros de El Secar, adentrándose en la urbe...
Buen paisaje desde la explanada enfrente de Villa el Urogallo
Y unos metros más abajo nuevo cruce de caminos...
Aquí nos unimos al ramal que baja directamente de Las Cárcobas tras subir La Sierra de la Vida desde la capilla y playa de San Julián en Liendo, viniendo antes de la iglesia parroquial de la Asunción, donde se separaron ambos
Y así, cruzando unos metros más abajo la carretera, iremos escaleras abajo directos al casco histórico por la Puerta de Bilbao
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