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domingo, 22 de octubre de 2017

LA CAMPANUCA Y LAS ISLAS DE SAN JUAN: RUTA A PONTEJOS Y EL ASTILLERO. EL CAMINO POR LA BAHÍA DE SANTANDER (3)

El Camino y las Islas de San Juan
Llega el Camino Norte de Santiago, en su alternativa bordeando toda la Bahía de Santander procedente de Somo, Pedreña y Elechas, a las Islas de San Juan, pequeño archipiélago donde primeramente veremos a la izquierda, la más pequeña, la Peña Rabiosa. Verdaderamente nosotros desde aquí habríamos de dejar la costa para desviarnos al interior, tomando una carretera local a la izquierda para seguir a Pontejos, pero no sería de recibo pasar de largo sin al menos echar un vistazo al lugar y conocer un poco más su apasionante historia


La Peña Rabiosa tapa desde aquí la isla de La Campanuca, la más interesante arqueológicamente. Al fondo es la llamada Isla Tercera, la más cercana a la ribera


Aquí el Camino sigue a la izquierda, separándose de la orilla de la bahía, pero vamos a desviarnos un momento a la derecha para acercarnos brevemente a este peculiar archipiélago


Primeramente a la izquierda vemos una cruz


Una cruz que recuerda a Rufino Casuso, párroco de Pontejos e impulsor de la Fiesta del Pueblo, que aquí se celebra


Suele haber flores en su homenaje...


Desde aquí ya empezamos a ver, tras la Peña Rabiosa, la Isla la Campanuca


La Campanuca debe su nombre a una desaparecida ermita sobre una necrópolis medieval y que según algunos documentos pudo ser un pequeño monasterio, una comunidad de monjes o una familia acogida a alguna regla religiosa. También hubo una cantera relacionada con las cercana de Górgolo, al lado de este camino y hay una serie de cuevas que sirvieron de refugio a la vecindad cuando la aviación bombardeaba el cercano aeródromo ubicado en Pontejos


La extracción de piedra hizo desaparecer dos terceras parte de la isla, pero en los años 80 del siglo XX se llevaron a cabo diversos estudios arqueológicos en el lugar a caro primeramente de Milagros Fernández y luego por un equipo del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, confirmando la existencia de señales del santuario medieval relacionado con los enterramientos. Asimismo eso estaría sobre un asentamiento romano, tal vez aprovechando un fondeadero natural, el mantenimiento de un faro o puesto de control. Los materiales romanos y sobre todo medievales hallados casi a nivel superficial, bajo la capa de humus, fueron tégula romana, un pedazo de cuenco también de época romana, fragmentos de vasijas y restos humanos de las inhumaciones


Podemos caminar unos metros más viendo la Tercera Isla


Pero el trayecto ya acaba aquí, por lo que hemos de volver al cruce y retomar el Camino


Pasamos otra vez pues frente la cruz de Rufino Casuso...


Y subimos hacia las primeras casas de Pontejos en el barrio de Otero


El camino asciende así entre las fincas


Buena yegüada



Aquí acaba un primer trecho de cuesta al llegar a la Granja San Juan


En la encrucijada vamos de frente


Viendo a la izquierda los edificios de la granja


En esta unión de caminos subiremos un poco más


Al oeste una preciosa vista de Santander y su bahía, con Parayas a la izquierda


En esta explanada junto al cementerio acaba la cuesta


Ya en lo alto del barrio de Otero


Frente a nosotros, al sur, el macizo de Peña Cabarga


Y en lo más alto de Peña Cabarga el Pico Llen (570 mts.), con el Monumento al Indiano y a la Marina de Castilla


Se erigió en 1968 según diseño del arquitecto Ángel Hernández Morales y del ingeniero de caminos José Calavera Ruiz, que hicieron también en los Picos de Europa el famoso Teleférico de Fuente Dé


Tiene unas magníficas vistas sobre la Bahía de Santander y gran parte del centro de Cantabria. Es llamado popularmente El Pirulí


Paisaje de la campiña de Otero


A la izquierda nuevas urbanizaciones de casas unifamiliares


A la derecha el monte de El Escobal (44 m)


Huertas y prados llanos...


Atravesamos Otero


El camino se estrecha un poco entre la finca y las casas de la derecha


Fila de antiguas casas de labranza reformadas


Pasando al lado del antiguo establo


Aquí hay una gran encrucijada


Seguimos recto en dirección sur


A la izquierda la fabrica de productos químicos de Dynasol en Gajano, fundada en 1956, antes La Calatrava


En la siguiente bifurcación fijémonos en el mojón caminero del cruce que nos indica seguir recto entre las casas


Al fondo hay un cruce más


Y a la derecha un elemento de mucho interés


Y es que al ir del cruce a la derecha pasaremos delante de esta monumental portada


Es portada de la Casona de los Gómez Herrera, construida a mediados del siglo XVIII


Entre la portalada y la casona se extiende un gran patio


Esencia de la arquitectura dieciochesca. Observemos las puertas de arco de medio punto


El camino pasa junto a sus muros



A nuestra izquierda está el Parque de Matías Laza, inaugurado en el año 2006 haciendo honor a la memoria de un querido vecino


Una placa le recuerda...


Una placa lo recuerda


Seguimos pues junto al muro del palacio


Y aún veremos más interesantes detalles en su estructura


Esquina de piedra de cantería, al igual que los dinteles de las ventanas y parte de la pared lateral del piso alto que mira a la calle


En la esquina nos fijamos en su magnífico escudo


Flanqueado por dos leones


Aquí está la entrada de la calle


A nuestra izquierda sigue el parque


Y este es el campo de la capilla de San Juan, la misma advocación que las islas de la ribera


La capilla, que vemos desde aquí, tal vez sea sucesora de la medieval que había en La Campanuca


A la entrada hay un pequeño tejo, árbol sagrado de los cántabros y otros muchos pueblos de la antigüedad, símbolo de lo sagrado desde antes incluso del cristianismo, alegoría de la vida por su hoja perenne y siempre verde, de la muerte por la alta toxicidad de algunos de sus componentes, y de la eternidad por su longevidad de siglos...


La capilla y su entorno merecen ser visitados, por eso nos detenemos un instante a concerla


Aquí hay un sendero de losas, que pasa junto a la fuente


Se construyó con piedra de sillería sobre los muros de la antigua iglesia parroquial de San Juan Bautista, quemada al principio de la guerra civil e inaugurada también en el año 2006, junto con el parque


Otra placa en memoria del párroco Don Rufino Casuso Cavia, del año 2008


Óculo en una de las fachadas


Está abierta en el altar y guardado su interior por una verja


La capilla y la casona al fondo


Conserva elementos del antiguo santuario parroquial, como los nervios de las bóvedas y una clave deocrada


 Vista del altar


El campo de la capilla dispone de bancos y mesas para disfrutar del encanto y placidez del lugar


Abajo las casas de La Sierra. A lo lejos de nuevo el Pico Llen con sus antenas


Damos así la vuelta alrededor de la capilla de San Juan


Pasamos enfrente de estas casas


Y por aquí volvemos de nuevo al camino...


Iniciamos una bajada


Allí está el centro de Pontejos, con la carretera CA-141, hacia nos dirigimos


Vemos desde aquí la torre del campanario de la actual parroquial, frente a la que pasaremos prontamente


En la lejanía las lejanas cumbres de la Cordillera Cantábrica, la Sierra del Escudo


Estamos llegando al barrio de El Valle


Vamos adelante con esta casa de labranza a nuestra derecha


Luego del chalet viene un trecho más llano


Y luego un poco de subida hacia el boscaje


Cruce y de frente


Siguiendo la flecha que veremos en ese muro


La señalización oficial del Camino Norte en Cantabria


Caserío de El Valle


Placa del barrio


Rosales asomando sobre el muro...


Setos bien podados en las márgenes del Camino


Caseta de aperos


Finaliza la bajada al lado de la finca La Punta


Hojarasca...


En El Valle tramo recto


Y en la encrucijada a la derecha


Atendamos a las indicaciones


Subimos un poco


Arriba: bifurcación y a la izquierda


Llegamos a la carretera frente a estas naves y continuamos por ella a la derecha


A partir de ahora toca seguir la CA-141, cruzándola aquí al otro lado


No hay semáforo por lo que hay que tener máxima precaución


Al otro lado, junto a las naves, hay un paso de cebra


En la bifurcación caminamos por la derecha junto a la carretera. Estamos en el barrio de Los Perales


Andamos por la senda peatonal al lado de la calzada


A nuestra derecha, prados abajo, vemos la Isla de Pedrosa, antigua Isla Astilla, donde estuvo el Sanatorio Víctor Meana, de larga historia


Ya en 1834 se proyectó hacer aquí un hospital o lazareto que no se hizo realidad hasta 1869, dedicado primeramente a que las tripulaciones de los barcos que entraban en puerto pasasen la cuarentena en previsión de las temidas y endémicas epidemias de peste. Fue transformado 40 años después en sanatorio especializado en tuberculosis y enfermedades óseas para pacientes de Cantabria, Asturias, Palencia, Valladolid, Ávila, Segovia, Madrid, Burgos, Soria, La Rioja, Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya


Luego llevó el nombre de Víctor Meana en honor de uno de sus doctores. Llegó a tener 100 empleados que atendían entre 300 y 450 enfermos. Estaba dividido en diferentes pabellones que tenían nombres como Pabellón de las Azucenas, de las Rosas, de los Rayos, de la Picota...


El hospital funcionó hasta 1989. Asumidas las competencias pertinentes, el Gobierno de Cantabria lo transformó en un centro de tratamiento de drogodependientes desde 1999. Hubo en 2012 un proyecto para hacer un gran hotel pero se quedó en nada. En medio de un gran bosque el lugar se ha hecho famoso por sus historias de fantasmas


Más allá veremos el embarcadero de Peña Hermosa, en la otra orilla, al lado de la explanada del Aeropuerto de Parayas. A lo lejos el Polígono Industrial de Raos y a lo lejos los barrios al este de Santander


Y así seguimos ruta por este barrio de Los Perales


Casas unifamiliares con terreno


El trayecto senderista sigue por esta acera


Y las verjas de cada parcela


Chalets y viviendas de Los Perales


Llegamos al barrio de Río, donde está la escuela de primeras letras patrocinada por el Marqués de Valdecilla en 1923


Admiramos su gran fachada cuando pasamos delante de ellas


Y su fachada con frontón triangular


Ahí vemos la placa de Escuela Nacional


Y en lo alto la que hace memoria de su benefactor


Casas tradicionales, de corredor, viendo ya al fondo la iglesia parroquial. Aquí la acera desaparece y el arcén prácticamente también. Mucho cuidado


Hay bares y mesones


La Parada


Camino de la iglesia


Fila de casas con terreno alrededor


Y esta es la iglesia parroquial de San Juan Bautista, construida en 1946 más cercana a la parte más poblada del pueblo tras la destrucción de la antigua en el barrio de Otero, manteniendo no obstante la tipología clásica de los templos de esta comarca de Trasmiera, con grandiosa torre del campanario


Enfrente sigue la ruta


Entrando en el barrio de El Pontón


Dejando la iglesia a nuestra izquierda


El Pontón


El hábitat de El Pontón sigue siendo predomominantemente de viviendas unifamiliares y chalets


Extendidos en su mayor parte a los lados de la carretera


También se conserva alguna casa campesina


Y hay hostelería y comercios


Antaño existió un castillo en las inmediaciones pero de él nada se conserva


El Alfoz de Cudeyo fue formado alrededor del año 1000 tras la repoblación de estas tierras de Trasmiera iniciada casi tres siglos atrás reinando Alfonso I


Siglos después la Junta de Cudeyo dentro del Tercio de la Marina, antecedente del actual municipio de Marina de Cudeyo, integrada en la Merindad de Trasmiera


En el siglo XVIII se crearon las primeras industrias basadas en las pesquerías



En 1822 se crea el ayuntamiento constitucional de Rubayo con el Tercio de la Marina de Cudeyo, sin Heras ni San Salvador, que en 1835 pasaría a ser Marina de Cudeyo, partido judicial de Entrambasaguas, luego de Santoña, de Santander y a posteriori de Medio Cudeyo


La acera se ensancha, hay algunos talleres


Volvemos a ver la Isla de Pedrosa, con el edificio de su sanatorio


Estamos en el barrio de Las Torcas


El tráfico suele ser bastante intenso la mayor parte de las veces


Recomendamos precaución y no salirnos de la acera


Llegamos a la farmacia y la oficina bancaria


Entramos en el barrio de Las Callejas


Aquí está la Bolera de Las Callejas, donde se dan cita los grandes campones de bolos, deporte de gran éxito en toda Cantabria, tal vez el segundo después del fútbol


Se juega al Bolo Palma, la modalidad más exendida y de más aficionados


Desde la bolera sigue el Camino por Las Callejas


No hay aceras y hemos de continuar ahora por el arcén


Pasando frente a las casas


Es una zona bastante poblada


Flores en las tapias


Bellos jardines


A la derecha quintas y más casas unifamiliares a la izquierda nuevas urbanizaciones de adosados


Espléndido jardín


Si nos detenemos al lado de esta quinta podremos observar un momento el paisaje


A lo lejos, en la otra orilla, veremos el Embarcadero del Carmen y a la derecha la factoría de Ensa, al lado de la Sierra de Parayas. Al otro lado está el Aeropuerto Seve Ballesteros-Santander, popularmente, ya lo hemos dicho, Aeropuerto de Parayas


Más arriba es Maliaño Alto, la parte antigua de esa localidad del municipio de Cabargo por la que pasa uno de los dos ramales en los que se divide el Camino al llegar a El Astillero. Sus habitantes son conocidos como cachoneros pues secularmente eran pescadores de cachones o sepias en esta costa, ahora transformada por la industria, donde la Ría del Astillero se forma de la unión de las de Boo, San Salvador y Solía


El entorno rural fue transformándose en pocas décadas en industrial y residencial


En lo alto veremos la iglesia de San Juan Bautista, bajo la que pasa uno de estos dos ramales que volverán a unirse poco más allá, en Maliaño Bajo, la zona más netamente urbana de la población


Hermosas historias de la Bahía de Santander las que rememoramos en este lugar de Pontejos


Por su parte la factoría de Ensa, Equipos Nucleares S.A. fue fundada en 1973 para suministrar equipos a las centrales nucleares españolas, realizándose su construcción entre 1973 y 1975


La fábrica está entre el Embarcadero del Carmen y la Punta de las Palomas


En este tramo hay acera a la izquierda


Y una fuente ajardinada...


Y junto a ella la señalización xacobea, entrando en el barrio de El Puerto, que hace referencia a alguna antigua instalación portuaria de las muchas que existieron en cada rincón de la bahía


Las rías y marismas que forman esta gran bahía...


Bar La Marina


Bar Pontejos


Huertas y urbanizaciones


Aqui empieza un poco de bajada


Vemos a lo lejos unas altas grúas. Son los astilleros de El Astillero, otro de los municipios que dan a esta gran bahía, popularmente Astillero a secas y antiguamente Real Astillero de Guarnizo


Astillero de Astander, Más allá va uno de los varios caminos señalizados que bordean la bahía


Pasamos junto al Pabellón Municipal de Remo José Luis Valdueza. Deporte del remo, traineras y trainerillas, de gran raigambre en estos municipios Ribereño


Volvemos a estar al lado de la orilla...


A lo lejos Maliaño Alto y Parayas


La acera, a la derecha ahora, es estrecha. Si somos varios caminaremos en fila india, admirando el estuario...


De frente los edificios de Astillero, con la iglesia al lado del Parque La Cantábrica, que conserva el nombre de una antigua refinería que existió en el lugar


La Ría del Astillero, con los astilleros que le dieron nombre. Era  primeramente el Astillero de Potrañés, dependiente de la Corona y creado en 1581 para proveer de buques a la Armada en tiempos de Felipe II, construyéndose los primeros galeones oceánicos españoles, pasando así a depender de la Corona el antiguo y preexistente Astillero de Potrañés, cuyo origen puede sumirse en la noche de los tiempos, dado que ya en esta ensenada hubo asentamientos cántabros y romanos que aprovechaban las rutas marítimas, fluviales y terrestres para dar salida al mineral de hierro de las cercabas minas de Peña Cabarga


Felipe II encargó esos primeros galeones, nueve, para la defensa de Indias a Cristóbal de Barros, superintendente de Fábricas, Montes y Plantíos de la costa de Cantabria. Esos galeones oceánicos se encargarían de la escolta de las flotas que traían oro y tesoros de las américas, castigadas por piratas, corsarios y naves enemigas. Así Cristóbal de Barro le propuso la construcción de "esta canal que llaman de Solía y Guarnizo", argumentando para ello el calado del lugar para la buena botadura de las naves construidas, la protección del lugar al abrigo de temporales y ataques, estando además la bahía fortificada, así como la mucha madera que podía salir de los bosques circundantes. Los galeones para la Carrera de Indias seguirían construyéndose posteriormente, más grandes aún, con el oficial naval Francisco Díaz Pimienta. A lo largo de los dos siglos siguiente se construirían más de cien buques para la armada y otros muchos para particulares


A principios del Siglo XVIII el aumento del tamaño de los navíos hace que la Ría de Solía se quede pequeña y poco profunda, por lo que se construye un nuevo astillero en La Planchada, el Real Astillero de Guarnizo, "astillero de navíos", a un cuarto de milla del de Potrañés, "astillero de fragatas". El Real Astillero de Guarnizo empieza su actividad en 1720 y acaba hacia 1770 cuando O Ferrol, en Galicia, le toma el relevo como capital del Departamento Marítimo del Cantábrico, si bien se mantuvo parte de su actividad constructora hasta un siglo después


Estos astilleros fueron los que dieron origen a un poblado para sus trabajadores, naciendo así El Astillero, si bien el lugar, como hemos dicho, ya estaba habitado desde mucho atrás, antes incluso que cántabros y romanos, pues yacimientos rupestres y hallazgos como el del Hombre de Morín remontan la presencia humana a 30.000 años atrás al menos


El Astillero se independiza de la jurisdicción de La Marina en 1793 y se constituye como ayuntamiento en el 1800, si bien lo que es Guarnizo será parte hasta 1871 del Real Valle de Camargo


Salvo pequeños encargos durante esa época la actividad del astillero es muy limitada, prueba de ello es que algunos trabajadores se hacen campesinos, residiendo en el lugar esperando tiempos mejores. Había un superintendente, cinco oficiales y siete operarios. Es en buena medida un puerto de reparación, aunque se construyen en total una docena de mercantes


En 1837 y tras unas disputas entre el superintendente de la Corona y los vecinos, la Armada cede estos astilleros a la Junta de Comercio de Santander, construyéndose en Potrañés dos corbetas mercantes y en 1847 salen a subasta estos bienes. Se construirán luego en El Astillero unos 30 barcos, de hierro y vapor algunos, pero los armadores santanderinos trasladaron lo más de su actividad a Vizcaya, con fueros y ventajas que abarataban la construcción y con Bilbao como gran puerto comercial del norte


Dirigiéndonos a El Astillero seguimos bajando por El Puerto, aún en Pontejos, municipio de Marina de Cudeyo


A cada paso que damos se nos ofrece un paisaje más abierto de la bahía hacia el norte


Las marismas ribereñas ante Maliaño Alto y Parayas


Maliaño Alto y Parayas, zona industrial y residencial que aún conserva partes de rural...


La factoría de Equipos Nucleares S.A.


Sierra de Parayas. Embarcadero del Carmen y Punta de las Palomas


Muy a lo lejos Santander


Y antes de Santander el aeropuerto con la Punta de Maliaño


Embarcadero de Peña Hermosa


Otra fila de casas de El Puerto


 Explanada de aparcamientos


 Aquí nos detenemos un instante para seguir conociendo la historia de estos astilleros, que continúa a principios del siglo XX cuando la Junta de Obras del Puerto de Santander, sucesora de la Junta de Comercio, deja el antiguo Real Astillero de Guarnizo para establecerse en la ciudad santanderina, quedando aquí únicamente los trabajadores que tenían su casa en El Astillero


Con ellos Bernardo Lavín, forjador de la Junta, mantendrá la empresa, dedicada ya definitivamente a barcos de hierro para los cargaderos de mineral que acaban de instalarse en el pueblo. A su muerte su viuda Adelaida Coterillo García funda una sociedad mercantil familiar que sigue reparando buques y construye un vapor. Luego se hace un nuevo dique pero dados los gastos necesarios para acometerlo Adelaida se asocia con otras personas y termina vendiendo el astillero a Casimiro Tijero Aguirre, nacen así los Talleres del Astillero en 1923, sacudidos por crisis, huelgas y la guerra civil


En plena posguerra hay un tiempo de prosperidad alquilando el dique de Gamazo construido en Santander por la Junta de Obras del Puerto, pero los herederos de Casimiro venden la empresa a un grupo industrial formado por Pysbe, Cepsa, Berge y Cia, con el Banco de Santander como mayoritario, fundándose así Talleres del Astillero S.A. (TASA) e iniciándose una serie de profundas reformas que se traducen en mayores encargos, si bien en 1966 el Banco de Santander, no satisfecho con la rentabilidad, quiere deshacerse del astillero, vendiéndolo progresivamente a La Naval. se culmina un nuevo y se viven unos años relativamente buenos, siendo ahora Astilleros de Santander S.A. (ASTANDER). Su compra por SEPI (Sociedad Estatal de Inversiones Industriales), arregló algunos problemas pero creó otros, al prohibirse nuevas construcciones y transformaciones. Al final, tras una serie de huelgas, la empresa es vendida a ITALMAR


Aquí está una de las rampas de El Puerto, el pequeño muelle de Pontejos


Desde este hermoso mirador continuamos ruta pasando junto a otro lugar muy importante


Y es que aquí en Pontejos hay además también astilleros, astilleros de ribera, para pequeñas embarcaciones


Los Astilleros Ruiz, el último astillero de ribera de Cantabria, exponente de toda una saga de constructores de barcos


Y al fondo El Astillero, la población que nació del Real Astillero de Guarnizo


Allí está iglesia de San José, de estilo neorrománico, techo neomudéjar y dos torres, una de campanario. Se construyó a partir de 1890 como una pequeña capilla para los trabajadores del astillero pero fue derribada y hecha de nuevo, como iglesia más grande, e inaugurada en 1949, siendo el arquitecto Juan José Resines. Alberga en su interior un Cristo yacente tallado en madera por el santoñés Víctor de los Ríos


En El Puerto, seguimos bajando por la carretera


Viendo en Astillero el muelle de La Orconera, actual puerto deportiva


 Y admirando este estuario, unión de las rías de Solía, San Salvador y, más allá de los astilleros, la de Boo


Este es El Espigón de Pontejos, ante El Astillero


El Puerto de Pontejos


Seguimos avanzando, ya al lado de la misma orilla, caminando en llano, viendo al fondo el puente que da paso a El Astillero, inaugurado en 1966 y que sustituyó a la singladura en barca de una población a otra


El día de la inauguración, el 29 de agosto de aquel año de 1966, hubo una fiesta multitudinaria a la que acudieron miles de personas, repartiéndose vino a mansalva


La nueva infraestructura cambió los hábitos de todas estas poblaciones. Antes la barca terminaba su servicio a las diez de la noche, a partir de entonces eso ya no era problema. El beneficio de las comunicaciones benefició al desarrollo social e industrial de ambas riberas. Tengamos en cuenta que muchas gentes de Pontejos habían de quedarse en El Astillero o cambiar de residencia por motivos laborales


Antes de llegar al puente nos encontramos con dos importantes monolitos a mano izquierda


Uno de ellos, colocado en el Año Jubilar Lebaniego 2017, guarda la memoria de los peregrinos, vecinos y familias que a lo largo de la historia vivieron en Pontejos



El otro un poco más atrás, en medio de este césped


Con unos sentidos versos de las competiciones de remo


El Astillero nos aguarda


Allí, en la orilla del Astillero, justo antes que el Camino se bifurque, hallaremos un elemento de gran trascendencia, el Cargadero de Orconera o Puente de los Ingleses, inaugurado en 1893 y destinado a cargar el moneral, con destino mayoritariamente al Reino Unido, del mineral de hierro traído en vagonetas de las mionas de la Peña Cabarga


En 1896 pasó a la empresa Orconera y Ore, prestando servicio hasta 1986. En el 2013 fue declarado Bien de Interés Cultural


Nos acercamos al puente sobre la Ría de San Salvador, cuyas obras comenzaron en 1959 al prepararse un malecón y, un año después, levantándose los pilares. Uno de sus grandes impulsores fue José Solana del Río, alcalde de El Astillero


En este puente trabajaron muchos obreros andaluces


Nos disponemos a cruzarlo. Es también este un momento muy significativo en el Camino Norte, el paso de la histórica comarca de Trasmiera a la antigua Asturias de Santillana


Y hacia él nos encaminamos


Excelente mirador sobre la ría del Astillero, formada de la unión de la Ría de Solía y la Ría de San Salvador o de Tijero


Muelle de La Orconera y puerto deportivo de El Astillero


Ahí está el paseo marítimo de El Astillero, por donde irá el Camino, dividiéndose en dos justo al lado del túnel de la Autovía del Cantábrico, al pie de la iglesia y al lado del parque de La Cantábrica. nombre de una antigua refinería que allí existió entre 1881 y 1970


El cargadero de La Orconera. Al fondo el parque de La Planchada


El astillero de El Astillero


Las dos orillas. A lo lejos el Embarcadero del Carmen


Al sur la unión de las dos rías. Allí está San Salvador, en el municipio de Medio Cudeyo, bajo la sierra de Peña Cabarga, tierra de explotaciones mineras de mineral de hierro extraído ya por cántabros y romanos. A finales del siglo XIX y principios del XX tuvo en San Salvador sus instalaciones la Sociedad Minas Complemento, con su propio muelle y cargadero, el de San Justo o Complemento. Este, junto con el de la Compañía de los Ferrocarriles de Santander a Bilbao, eran los muelles más interiores de la bahía


Así entramos en el municipio de El Astillero


Bajamos hacia el paseo marítimo


Y caminamos por la ribera izquierda del estuario


En La Orconera


Al otro lado El Puerto, en Pontejos, por donde acabamos de pasar


El puente quedó atrás


Antes del célebre cargadero de La Orconera es donde el Camino, como hemos dicho, se bifurca: a la derecha se dirige bajo el cargadero hacia los astilleros y de allí, cruzando la Ría de Boo, irá a Maliaño Alto y de allí a Maliaño Bajo


El de la izquierda subirá al parque de La Cantábrica y realizará un recorrido netamente urbano para tomar la calle de la Industria. Ambos ramales, señalizados desde aquí, volverán a unirse en Maliaño Bajo-Muriedas, a poco más de cuatro kilómetros de aquí.










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