San Vicente de la Barquera desde el Camino, junto a la Playa de Merón |
Senda peatonal y carretera. División de los caminos a San Vicente de la Barquera, por la costa o por el interior |
Llegamos pues a la carretera y continuamos a la derecha, dando vista a esta verde campiña costera donde se separan ambas rutas
Caminamos al pie de Ceceño
Hay algún caserío y varios chalets
Seguimos la acera pasando junto a este seto
La carretera hace una pronunciada curva y sube ligeramente
Vemos las vegas de la Ría de la Rabia o de Oyambre
Un largo pasamanos de piedra recorre este tramo de ruta
Dejamos a nuestra izquierda el cruce a Ceceño y El Tejo. Nosotros avanzamos de frente, subiendo un poco más
En dirección a San Vicente de la Barquera
Admiramos una bella panorámica del estuario a la bajamar, con sus humedales, marismas y riberas. Al fondo la Peña de la Barra
Atrás Trasvía, en el municipio de Comillas
Paisaje de prados y boscaje
Cuando estamos a 7 km de San Vicente de la Barquera llegamos a este mirador
La senda bordea los aparcamientos
Y nos ofrece otra vista de la ría y sus arenales
La parte occidental del estuario es la llamada Ría del Capitán, desembocadura del río del mismo nombre
A lo lejos vemos Traserna y Oyambre, por donde pronto pasaremos
El dique y su gran marisma
Al fondo un brazo de arena con vegetación cierra la ría por el norte, formando lo que se llama una flecha litoral
Entrada al dique, nosotros continuamos por la acera junto a la carretera
Plan de conservación de la Red Natura 2000, red ecológica europea para la conservación de la biodiversidad
El paso por el dique está prohibido, dado que es suelo inestable y peligroso
Gran humedal, reserva biológica
Señal del Camino...
Larga recta
Pasamos junto a esta casa
Hay numerosas mesas, sillas, bancos...
Y vamos siempre todo de frente
Y al cruce con la carretera que va a la Playa de Oyambre, por donde seguiremos
La desembocadura del río
A la derecha antiguo eucaliptal anegado
Aquí la avifauna es de grandísimo interés, pudiendo observarse especies como la cerceta común, ánade real, correlimos común, zarapito real, el cormorán moñudo y la gaviota patiamarilla
A la izquierda otro paisaje interesante
Más allá de la marisma reconocemos Los Picos de Europa, , allí donde se unen Cantabria, Asturias y León y esceneario de algunos de los episodios más determinantes de la historia de estos parajes como la numantina resistencia contra las legiones romanas en tiempos de Augusto y las guerras del Bellum Cantabricum et Asturicum
Vemos principalmente el macizo central o de Los Urrieles, del que sus máximas altitudes son Torrecerredo con 1.650 metros, la máxima altitud de Los Picos, Torre del Llambrión (2642 metros), Torre del Tiru Tirsu (2.641 mts), Torre Casiano del Prado (2.622 mts), Torre Llastria (2.621 mts), Torre Blanca (2619 mts), Torre Vieja (2.719 mts), Torre de la Palanca (2614 mts) y Torre Bermeja (2.606)
Pero sin duda la cima más conocida y destacada, símbolo de Los Picos, es El Picu Urriellu, mal llamado Naranjo de Bulnes, con 2.519 metros y que vemos sobresalir, picudo y un tanto solitario entre Peña Castil (2.444 mts) a su izquierda con La Torre del Carnizosu (2.432 mts) y a su derecha La Torre La Párdida (2.596 mts), El Neverón de Urriellu (2.548) y El Neverón del Albu (2.445 mts) junto al Cuetu Albu (2.414 metros)
La primera vez que El Picu, El Urriellu o El Picu Urriellu, como lo llaman los lugareños, es denominado Naranjo de Bulnes es en el año 1855 cuando el ingeniro y geólogo alemán Guillermo Schulz publica el primer mapa topográfico y geológico de Asturias
Extrañamente en los bocetos conservados del mapa y publicados por el cronista Patricio Adúriz en la revista Torrecerredo en 1973 Schulz empezó poniendo Urriellu, luego tachando lu y dejándolo en Urriel, luego Los Urrieles (nombre del macizo) y al final y sin que se sepa motivo Naranjo de Bulnes pues ni está en Bulnes ni el topónimo del frutal tiene razón aparente de ser salvo por alguna moda de rebautizar accidentes geográficos que a veces existe en todas las épocas. El tono anaranjado al sol de la piedra caliza al amanecer y al atardecer es lo único que le podría haber dado motivo para ello
Al llegar al otro lado del puente tomamos la carretera de la derecha, la CA-236
Fijémonos en la placa en el suelo
Ella nos indica el Camino
Es el acceso a la Playa de Oyambre
Bordeamos así toda la ría
Desaparece la acera
Entrada al Camping Rodero. Nosotros seguimos de frente, a la derecha
Veamos la señal
Curva a la derecha
Pasamos junto a los prados que son ahora del Real Golf Club Oyambre
Arriba un caserío en ruinas: El Carrizal
Testimonio del paso del tiempo
Camino de la playa
En verano, en días de sol, suele haber intenso tráfico y coches aparcados, en otras épocas hay más tranquilidad
Pasamos junto al acceso al golf
Otro de los accesos al club
Dunas de Oyambre
También bordeamos el campo de golf
De frente, camping, aparcamientos y accesos a la playa
Humedales del campo de golf
Los Picos de Europa. Ahora también vemos el macizo oriental o Ándara, a la izquierda. Sus cumbres más altas son la Morra Lechugales (2444 mts), la Silla del Caballo Cimero (2436 mts), La Pica del Jierru (2424 mts), Picu Cortés (2373 mts), El Grajal (2439), Silla del Caballo Bajero (2339 mts), Prau Cortés (2288), La Rasa la Inagotable (2284), El Cuetu la Junciana (2267) y Valdomingueru (2265)
Y por supuesto, de nuevo, Los Urrieles
Con el mítico Picu Urriellu
Caminamos hacia el Camping Oyambre
A la derecha los aparcamientos
Buena vista de la playa
Cabo y monte de Oyambre, a lo lejos
Extensísimo arenal a unos 4 km de Comillas y a 6 de San Vicente de la Barquera
La Playa de Oyambre fue testigo de una epopeya de la aviación que es digna de ser novelada. Allí, atardeciendo el 14 de junio de 1929, realizaba un aterrizaje de emergencia un aeroplano francés, por su color llamado el Pájaro Amarillo, procedente de Estados Unidos con cuatro personas a bordo. Se trataba de emular la hazaña de Charles Lindbergh de dos años atrás con la idea de haber llegado a París sin escalas, pero todo se truncó por diversos avatares
Actualmente un bar, El Pájaro Amarillo, recuerda en su nombre la memoria de tal hazaña
Tras la hazaña de Lindbergh muchos pilotos quisieron imitarle a ambos lados del Atlántico pero con malísima fortuna. Cuando ya pasaban de cien los fallecidos en los vanos intentos el gobierno francés prohibió esos vuelos pero no así el norteamericano, por lo que un millonario galo entusiasmado con el reto, Armand Lotti, desarmó su aeroplano Bernard y lo introdujo de contrabando en Inglaterra para transportarlo en barco a Estados Unidos. Allí si bien el vuelo estaba permitido no lo era el que volase un tuerto, Lotti lo era y contrató a dos buenos pilotos, Assolante y Lefévre, para llevarle a él de pasajero, decidiendo pintar el aparato de amarillo para que fuese bien visto en caso de amerizaje, bautizándolo como L'Oiseau Canari (El Canario o El Pájaro Amarillo) L’Oiseau Canari
No era tarea fácil emprender el vuelo ni prepararlo, preocupados por el peso y el combustible, aún poco antes de despegar descargaron 100 litros de gasolina para aligerarlo, pero durante la emotiva ceremonia del despegue, con periodistas y amigos, se coló dentro del aeroplano un polizón, el primero de la historia de la aviación, Arthur Schreiber, de 25 años y desempleado, que se les presentó con gran susto cuando ya llevaban varias horas de vuelo diciendo "Here I am" (aquí estoy). Tras reponerse del sobresalto Lotti decide no echarse atrás sino seguir adelante, si bien obligando a Arthur a firmar un escrito, redactado allí mismo, por el que el polizón se comprometía a no hacer declaraciones (estaba en juego la exclusiva), firmado bajo la amenaza de no ser arrojado del avión
Con el sobrepeso y la escasez de combustible no pudieron llegar a París sin escalas sino que aterrizaron en la Playa de Oyambre. Era temporada de baños y los primeros que los saludaron al salir del modesto avión fueron los veraneantes, quienes avisaron por teléfono del susceso y los hospedaron en sus casas, llegando al día siguiente periodistas españoles, franceses y estadounidenses a cubrir la noticia. Luego de dos días de celebraciones y con gasolina traída en aeroplano desde Madrid vuelan desde la playa a Mimizan, en Las Landas francesas, donde se realizó la llegada oficial. El polizón no fue denunciado y volvió a Estados Unidos en barco, cumpliendo siempre lo firmado. Por su parte Lotti, con su exclusiva, nunca mencionaría lo de su escala en este arenal, incluso durante los actos de celebración del 50 aniversario del vuelo, en 1979, por lo que este acontecimiento no suele ser mencionado por los historiadores franceses ni americanos, si bien el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera llegó a erigir un monumento, destruido por un temporal
Al fondo la Peña de la Barra, que cierra por el este tan gran arenal de dos kilómetros de largo y arenas claras, también muy ancha, incluso en pleamares
En esta señal veremos otra de las indicaciones oficiales del Camino Norte en Cantabria
La concha y la flecha
Subimos por la acera, con el camping a la izquierda
Senda peatonal
Un pequeño pinar. Por aquí vamos entrando al municipio de San Vicente de la Barquera
Salimos a los prados
Casas y chalets. finca La Gaviota
Atrás van quedando playa y camping
Vista al sur
Gerra de Abajo a la derecha, a la izquierda La Revilla y Santa Marina, más en la distancia, por donde va el otro camino, y Los Picos de Europa en la lejanía
Más a la izquierda otras casas
Y a lo lejos la Sierra del Escudo de Cabuérniga, que recorre un tramo de 54 kilómetros de la Cordillera Cantábrica paralelo a la costa, entre La Hermida y Puente Viesgo, con su máxima altitud en el Pico Gamonal con sus 1.228 metros de altura
Portón de La Gaviota
Vamos todo recto y en subida
Hotel Pájaro Amarillo, que también rinde homenaje en su nombre a aquellos ases de la aviación
Un paisaje idílico de campo y mar...
La playa a nuestros pies...
Y sigue la subida...
A la izquierda Traserna
Suaves cuetos y lomas...
Unas pocas casas a los lados de la ruta...
Y así vamos ganando altura
Y al subir vuelve a asomar este gran arenal de Oyambre
Villa Sofía, apartamentos turísticos
Bellísima ensenada
Desde aquí, mirando al este, tendremos un buen paisaje costero...
Justo detrás nuestro, a lo lejos, la parte alta de Comillas, a la izquierda. A la derecha Trasvía
Trasvía, municipio de Comillas
Desembocadura de la Ría de la Rabia y arriba los edificios de la Universidad Pontificia de Comillas, de la que hablábamos cuando recorríamos esa hermosa villa. Abajo la Punta Cambarro y la Punta Lumbreras
Costa de Cantabria, vista hasta la Punta Ballota, cerca de Suances
La Marina hacia Ruiloba
Tras los acantilados de la Punta de la Moira asoman los tejados de Comillas
La Playa de Oyambre en todo su esplendor...
El arenal hacia el cabo. Allí vemos un obelisco
Es el monumento a la proeza del Pájaro Amarillo en 1929
Al lado pastan los caballos
Nieblas costeras...
Seguimos la señalización
Aún queda un poco de cuesta...
Campos de siega y pasto...
Tendejón ganadero, muestra que aún perviven los tradicionales usos agropecuarios
Casa de labranza
Cierres de las fincas
La Encina
Otro buen mirador ante la Sierra de Ubiambre, sobre la playa
Vamos acabando lo más duro de la subida
En lo alto de la colina Oyambre, uno de los barrios del municipio de San Vicente de la Barquera
En lo alto de la Sierra de Ubiambre
Hay actividad ganadera, vacas frisonas (lecheras) y turismo rural en Pensión Oyambre
La Playa de Oyambre queda ya definitivamente atrás
Estamos en el kilómetro 2 de la carretera CA-236
Más vistas de Oyambre y de la Sierra de Ubiambre
A la derecha vemos el Hotel Gerra Mayor
Pasamos junto a la primera casa...
Las señales jacobeas confirman nuestro trayecto
Acera y tramo llano. Un nuevo paisaje se ofrece ante nosotros
Es la bajada a San Vicente de la Barquera
Primeramente la aldea de Rupuente
De nuevo Los Picos de Europa, magníficos
En Picu Urriellu, justo en medio
Sobre San Vicente el Monte Boria (108 m). Más atrás la Sierra de Jerra (211 m) y El Llano (223 m), paso de la Ría de Tinamenor a la de Tinamayor. A lo lejos las alturas del Cuera, ya en Asturias, con los 1.135 m de Peña Torbina o Picu Turbina
Desde aquí reconocemos el Castillo del Rey y la iglesia de Santa María de los Ángeles, en lo alto de la población
Al sur La Revilla
Por La Revilla, ya lo hemos dicho, se dirige a San Vicente de la Barquera, el camino del interior, procedente de El Tejo
Hay un cruce de caminos
Nosotros seguimos de frente por la carretera, viendo a la derecha el Hotel Gerra, a su izquierda el restaurante La Gerruca, al lado de la ermita del Santo Ángel y a la izquierda, en la carretera, la antigua escuela
Y aquí la bolera
La acera se estrecha
La que fue escuela del pueblo sigue impartiendo clases, si bien de otra materia, es la escuela de surf Surfnsoul
Detrás la vemos la ermita del Santo Ángel
Aquí empezamos la bajada, cuando estamos a menos de 4 kilómetros de San Vicente de la Barquera
Desaparece la acera
Y bajamos por otro largo tramo de senda peatonal, que nos lleva al Sable Merón, una gran arenal o playa, y a La Maza, entrada en San Vicente
Montes de Los Llaos. Aquí abajo nace el Arroyo de Bederna, que desemboca en el Sable Merón
Rupuente y Los Picos
Bajando a Rupuente tenemos esta maravillosa vista al oeste, divisando ya a lo lejos las montañas y costas de Asturias
Aquí hay una bajada a la playa, pero nosotros seguiremos de frente por la senda peatonal
A la derecha de San Vicente vemos Peña Menor, islote a donde llega el dique o barra en la bocana de la ría. Más allá es el Bajo de la Plancha, la Punta del Castillo y la Punta de la Silla, la ensenada de Liñera, con su playa y cabo. Arriba en el promontorio están las ruinas de la ermita de Santa Catalina
Nos acercamos a Rupuente (de ríu-puente)
Siempre a la vista de Los Picos
Pasamos junto a estos silos
Atrás ha quedado Gerra
Entramos en Rupuente
La Playa de Merón y su preciosa concha
La boca del estuario
Pasamos junto a unas cuadras
Tramo llano
Henar...
Admiramos cada rincón y cada detalle
Vigilante de la hacienda...
Al norte el horizonte marino
En los cruces seguimos siempre rectos, por la carretera
Sin dejar la senda andarina
Y contemplando los campos que caen al arenal
Pasamos un grupo de casas. Gerra se extiende de la carretera a la izquierda
Y comenzamos otra bajada
Siempre en paralelo a la carretera CA-236
Curva a la izquierda
A la izquierda una casa
Es el Mesón Tarayán, en las inmediaciones de la playa
Pasamos frente a él
Y sus aparcamientos
Maravillosa estampa de San Vicente y el Sable Merón, grandioso arenal que recibe varios nombres en cada tramo: de frente es la Playa Bederna, donde desemboca el río de igual nombre, luego Merón propiamente dicho y la Playa del Rosal, al lado de la desembocadura
A nuestra derecha la Playa de Gerra, el sector más oriental
Baranda de madera...
La Playa de Bederna
La Playa de Gerra
La Punta Peñaentera, que cierra la playa por el oeste. El arenal tiene en total unos cuatro kilómetros de longitud
Es también un arenal anchísimo y es perfectamente factible con marea baja, salvo condiciones metereológicas adversas, continuar desde aquí, aparcamientos de la desembocadura del río Bederna, caminando por la arena
Es un placer que disfrutan muchos peregrinos, descalzarse y caminar por este inmenso arenal, todo llano y recto hacia las urbanizaciones de La Maza, poco antes del puente
El río en su desembocadura...
Acaba la bajada
Puente sobre el arroyo Bederna
Acceso a la playa y al aparcamiento. Monte de Huntoria y Picos de Bederna
Si no vamos por la playa continuamos por la vía peatonal al lado de la CA-236, subiendo unos metro
Y contemplando otras perspectivas del arenal, al este
Terminamos de subir...
Y empezamos a bajar
Prados, playa y eucaliptos
Otra playa frecuentada por los surfistas
Nos acercamos a un semáforo
Y es que aquí la carretera se estrecha en otro puente, este sobre el río Merón
De frente La Braña
Pasamos el puente
Y empezamos a subir, primero muy poco a poco...
Señales en el suelo
La Braña y abajo más aparcamientos
Otro acceso a la playa, frente al Restaurante Merón
Aquí la cuesta empieza a empinarse
Información de la playa
Desembocadura del Merón
A lo lejos la Punta Peñaentera y la Playa de Gerra
La Braña
Rocas en la playa
La Peña del Zapato
Caserío de La Braña
Llegamos a las primeras casas
La subida se suaviza
Más campos ante el mar. Playa del Rosal
En el Camino, atravesamos La Braña
Seguimos viendo La Barra y El Rosal
Y allí está el faro de Punta Silla, inaugurado el 27 de diciembre de 1871 dentro del Primer Plan de Alumbrado en tiempos de Isabel II
La torre, de poco menos de 10 metros, se hizo de mampostería en forma prismática cuadrangular siendo las esquinas de sillería. Está adosado a la que fue la casa del farero, encontrándose a 43 metros sobre el nivel del mar. Empezó funcionando con aceite pasando luego a electrecidad. En 1920 su nuevo sistema óptimo consiguió un alcance de 16 millas náuticas, un sistema de linterna con varios paneles giratorios. En 1954 se instaló además una sirena de niebla
Una iniciativa europea, Alt Light (Atlantic Lighthouses) incentiva su uso turístico, y es que en el año 2008 es cedido al Ayuntamiento para ser reformado como sede del Centro de Interpretación del Parque Natural de Oyambre y Museo Artesanal y Costumbrista de la Mar
Caminamos junto a El Refugio
Llamativa vivienda "todo tejado"
Salimos de La Braña y acabamos la subida
Dejamos la carretera y tomamos este camino a la derecha, la carretera CA-364
Banco con espléndidas vistas, ideal para hacer un alto
Postes de madera, impiden el aparcamiento de vehículos
Y forman un buen paso peatonal
Caminando sobre el acantilado
Un lugar mágico...
Grandioso Sable de Merón
Divisando la mar océana, el Cantábrico
La Espina
Pasamos unos apartamentos
Y empezamos a bajar, desapareciendo ahora la vereda peatonal
Ojo a los coches pues la calzada es algo estrecha
Bajamos hacia las urbanizaciones de La Maza, cuyos tejados asoman a la izquierda
Casi oculto entre frondosos pinares de la ribera de la ría está el camping El Rosal
La iglesia y el Castillo señalan nuestra proximidad ya al casco histórico
Va terminando la bajada
Aparcamientos. Los peregrinos que vienen por la playa pueden retomar aquí el camino señalizado
Hay algunos bares, restaurantes, cafeterías, tiendas... en verano y temporada alta suelen estar abiertos todos. En otras épocas tal vez encontremos alguno cerrado
En esta bifurcación vamos de frente, entre los edificios y el camping
Esta es la señal del Camino de Santiago
Placa de la avenida
A la izquierda hay buena acera
A la derecha el camping
Apartamentos
Seguimos todo recto
Atención al cruce
En un triángulo de césped una señal caminera
Estamos a poco más de kilómetro y medio del centro urbano de San Vicente
Llegamos a otro de los arenales de San Vicente
La Playa del Tostadero, ya dentro de la ría
También con algo de vegetación dunar
Desde aquí tenemos una muy buena vista de la villa de San Vicente de la Barquera, hito fundamental de la historia del Camino y de Cantabria
A la izquierda el Puente la Maza
El monumental Puente de la Maza, que empezó a construirse por disposición de los Reyes Católicos en el siglo XV sobre otro anterior de madera, del siglo VI, terminando de hacerse en tiempos de Carlos III (s. XVIII), llegó a tener 32 ojos, ahora tiene 28, y durante siglos fue, con sus más de quinientos metros, el más largo del reino. Hasta la construcción de la Autovía del Cantábrico este puente era la comunicación directa entre Asturias y Cantabria por la carretera N-634 y estaba absolutamente congestionado
San Vicente de la Barquera, es hito fundamental de la historia del Camino y de Cantabria, centro de un territorio poblado desde el paleolítico y en el que asentaron sus poblados los cántabros orgenomescos. Más tarde los romanos fundaron un enclave en Portus Vereasueca, el actual San Vicente de la Barquera
Tras los siglos oscuros de la Alta Edad Media se sabe que estas tierras fueron repobladas a mediados del siglo VIII por el monarca Alfonso I, siendo entonces cuando de construye el primer castillo (a la derecha de la foto) y a su alrededor nace la actual población, la Puebla Vieja, en lo alto del promontorio
Pero el grandísimo empuje al lugar viene dado por el monareca Alfonso VIII cuando en el año 1210 otorgó a San Vicente de la Barquera el nombramiento de villazgo, libre de las dependencias señoriales, dándole el mismo fuero que a San Sebastián, siendo territorio realengo por el que sus habitantes gozaban de bastantes derechos y libertades, así como de libre actividad comercial, no rindiendo tributo más que al rey. Se completaba con San Vicente los fueros de las Cuatro Villas de la Costa, tras Castro Urdiales (1163), Santander (1187) y Laredo (1200) y que abarcaban las principales poblaciones marítimas del reino castellano
Es entonces cuando se construye una nueva y grandiosa iglesia la de Santa María de los Ángeles, de estilo eminentemente gótico, aunque con portadas románicas y otros añadidos posteriores, pues aunque finalizada en el siglo XIV en el s. XV se acometen las primeras reformas y ampliaciones con las capillas laterales. En 1530 se construyen crucero, ábside y torre, junto con la capilla de la familia Corro. La monumental torre-campanario es de finales del siglo XIX
Enfrente de la iglesia estaba el hospital de peregrinos. Toda esa zona en lo alto del cerro es El Castillo, pues estuvo cercada de murallas
El Castillo del Rey fue una de las construcciones auspiciadas por la concesión del fuero a la villa por el monarca Alfonso VIII en el año 1210, como garantía de protección del lugar, pues en el promontorio rocoso sobre el que se levanta se erigieron también murallas, si bien parece ser ya existía una fortificación muy anterior, del siglo VIII, cuando Alfonso I repobló estas tierras tras la invasión musulmana. Al ser territorio realengo los monarcas castellanos eran dueños del castillo y designaban al alcaide de la fortaleza, hasta que en 1453 Juan II otorgó ese derecho a los habitantes de la localidad en la figura de su Procurador General. Ahora, restaurado, acoge una exposición permanente dedicada a San Vicente de la Barquera y se desarrollan todo tipo de actividades culturales
La iglesia, el puerto y el castillo. La Puebla Vieja, y también la zona conocida como El Pueblo, a la derecha, actualmente el centro de la villa, donde se concentran la mayor parte de los servicios. Justo en medio de todo está La Plaza, donde en el siglo XIX se construyeron casas de pescadores, de tres o más pisos, con soportales, sustituyendo a viviendas más antiguas. A veces el agua ocupaba esa ribera, por lo que se hizo un muro de contención, aunque las inundaciones no cesaron hasta la construcción de la Carretera de la Costa. A su izquierda está el Hotel Luzón, el primero de cierta relevancia que hubo en esta villa
Pesca y comercio favorecieron la expansión de este puerto y el crecimiento de la villa desde sus orígenes, dictándose ya en el año 1330 el reglamento de la cofradía de marineros. Aquella bonanza económica iría decayendo por incendios y pestes a mediados del siglo XV
En el año 1517 el monarca Carlos I visitaría San Vicente de la Barquera procedente de Asturias, venía a hacerse con la corona que le correspondía por herencia y había embarcado en Flesinga (Zelanda, Países Bajos) con cuarenta naves rumbo a Santander, pero una tormenta les desvío del rumbo y aparecieron frente a la costa asturiana en Tazones (Villaviciosa). Dada la peligrosidad del mar deciden continuar el viaje por tierra y así, villa a villa, llegaría el rey con su séquito a San Vicente de la Barquera, celebrándose en su honor un festejo taurino, pero enfermó y pasó la noche en el Convento de San Luis, construido en el siglo XV, sito justo al otro lado del puente, oculto por el boscaje de la quinta en la que se encuentra
Fue San Vicente de la Barquera parte del Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y capital de la Hermandad de las Cuatro Villas de la Mar. Participando sus diputados en las Juntas de Puente San Miguel y en las Ordenanzas de la Provincia de Cantabria del año 1779. Se constituiría como ayuntamiento constitucional en 1822 y será capital de partido judicial en 1835. A partir de entonces, la naciente industria del turismo aportaría a San Vicente un nuevo esplendor
Sobre la población, poco más arriba del convento de San Luis, vemos Las Calzadas, colina arriba, por donde salen Camino de Santiago y Camino Lebaniego, dando vista a Los Picos de Europa, Los Urrieles y el omnipresente Picu Urriellu
A la derecha de La Puebla Vieja veremos el Puente de la Barquera o de Tras San Vicente, que construido a finales del siglo XVIII y tiene nueve arcos de medio punto. El topónimo La Barquera hace referencia a las barquerías allí existentes para pasar esta parte del estuario antes de la construcción del puente. Junto a él estaba el santuario de San Vicente Mártir propiedad de la Cofradía de Pescadores Mareantes de San Vicente de la Mar. De él solo se conservan fotografías y un arco en el antiguo Monasterio de San Luis. Este puente salva otro brazo de la ría, el Brazo Mayor, comunicando la Puebla Vieja con el puerto y el barrio más nuevo, el de La Barquera, que vemos a la derecha, donde está el puerto y estuvo uno de los antiguos hospitales de peregrinos
También están buena parte de los bloques de edificios de la parte nueva de la población. Arriba colonias de apartamentos
Allí se encuentra el Paseo de la Barquera, paso al espigón de entrada de la ría y al Faro de Punta Silla y solar de la capilla de la Barquera, construida en la Edad Media y de la que se sabe documentalmente de ella desde el siglo XV y con una imagen que, al decir de la tradición marinera, apareció un día en una embarcación sin tripulación ni remos ni velas, solo con una imagen, la de la Virgen de la Barquera, que se venera desde entonces allí, celebrándose el 14 de abril las fiestas de La Folía, festejando su aparición. Allí estuvieron primeramente los franciscanos, llegados en 1454, hasta su traslado al nuevo convento de San Luis, enfrente del Puente de la Maza. Arriba en lo alto hay otro santuario más, en ruinas, el de Santa Catalina
Desde la playa volvemos al Camino...
Información del arenal y sus servicios
Seguimos por la acera, junto a la barandilla
Residencial La Maza Playa
Escudo de San Vicente en la barandilla del paseo
Más arriba viene también el camino del interior, procedente de El Tejo y La Revilla
Otro bar-restaurante
Con buena vista del Tostadero. Más allá El Puntal con su arenal en la boca de la ría y enfrente Las Marismas de San Vicente. Al fondo La Barquera
Zona de arbolado en la ribera
Paseo de farolas
Chalet con palmera
Curva a la izquierda
Sigue el paseo
A nuestra derecha la Playa la Maza
Y otra excelente panorámica de San Vicente, desde La Maza a La Plaza, la Puebla Vieja y La Barquera
El Puente de la Maza, más cerca
Esta playa está dedicada a las mascotas
Un puente cercano
La Barquera
Cruce y rotonda
Aquí a la izquierda viene a unirse con este el Camino del interior
Los dos caminos, ya uno, se dirigen así al Puente la Maza, entrando en San Vicente de la Barquera
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