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miércoles, 3 de junio de 2020

LA VEGA LOS CASEROS, VILLANUEVA Y CONTRANQUIL: PASANDO EL SELLA DONDE EL OSO MATÓ A FAVILA. CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (17)


Mapa de este "trozo del camino"

Los puentes del Sella y Villanueva. Al fondo Cangas de Onís/Cangues y los Picos de Europa

Bajando por Los Coros, viniendo de Los Tucones, Romiyín y Romiyu, caminamos por el Camín de la Reina disfrutando del impresionante paisaje del valle del Sella, en primer término los puentes por los que se pasa del concejo de Parres al concejo de Cangas de Onís/Cangues, entre La Vega los Caseros y Villanueva, a la izquierda de la foto, así como parte del itinerario que nos aguarda por la misma orilla para entrar en la ciudad canguesa, Mínima Urbium Maxima Sedium (la ciudad más pequeña la máxima sede, lema de su escudo, al haber sido capital), por Contranquil, para continuar trayecto por La Pedrera hacia El Lleráu, o realizar primeramente una muy conveniente visita a la población


Más allá es el valle del Güeña, por donde saldremos de la ciudad hacia Susierra (al pie de Cardes), Celoriu y Sotu Cangues, con los montes de Ñeda y Narciandi a la derecha, y los de Covadonga, la Sierra la Estaca, con el emblemático Monte Priena (722 m), cuya ladera sur, La Cueste Ginés, mira a la Cueva la Santina


Pero los que se ven impresionantes y soberbios, cubiertos de neveros parte del año, son los dosmiles del Cornión, el macizo occidental de los Picos de Europa, destacando las murallas calizas de Peña Santa o La Peñe Santa con sus formidables 2.598 metros de altitud, de la que tanto hemos hablado, al igual que de todo ese macizo, en numerosos lugares de este Camín a Cuadonga desde los que podemos observarlos, siempre majestuosos, salvo cuando, frecuentemente, se cubre con el manto de las nubes...

Aquí más cerca, encima de Cangues, El Llanu'l Cura, por donde va a Covadonga la ruta andariega más montañera y larga, la del G.R. 105, pasando por Següencu. Nosotros en nuestro caso atendiendo a la señalización de El Garrapiellu, iremos por abajo, directos, por los valles


Dos son los puentes para pasar aquí el Sella, el Puente Nuevu Villanueva y el Puente Vieyu, tomaremos el segundo, el más antiguo, sucesor de las antiguas barcas que comunicaban ambas márgenes, si bien, en nuestro caso, recomendamos primero una visita al antiguo monasterio de San Pedro Villanueva


Siguiendo la sinuosidad de este camino, el histórico Camín de la Reina, veremos el monasterio un poco más adelante, cuyo templo pasó a ser parroquial tras la Desamortización Española en 1835



El monasterio fue emplazado en una vega bajo las montañas que cierran el valle del Sella. A lo lejos el Picu L'Arbolín (573 m)


A la izquierda L'Argayada, Les Argayaes o L'Argayón, impresionante desprendimiento natural de la montaña, del que ya hablábamos en el capítulo anterior

Se ve desde muy lejos y la leyenda popular dice que lo hizo el diablo, arrastrando a sus madre por los pelos, sierra arriba


En 1907 fue declarado Monumento Histórico-Artistico y, a finales de ese siglo, se realizó una profunda reforma del extinguido monasterio y su entorno para hacer de él un Parador de Turismo, inaugurado el 8 de julio de 1998


Se hizo además un nuevo gran edificio, a la derecha de la foto, en el llamado El Güertu'l Cura, unido al edificio histórico por una galería de cristal. El Sella pasa justo a sus pies, oculto a nuestra vista por la vegetación


De lo que es propiamente el convento desde aquí vemos los edificios construidos a finales del siglo XVII que transformaron la obra románica, si bien la iglesia, que visitaremos luego, es uno de los máximos exponentes del arte románico en Asturias, si bien se atribuye una fundación mucho más antigua de la que no han quedado restos, tal y como escribimos en el libro El Camino de Gijón a Covadonga:
"Las tradiciones y algunos viejos papeles atribuyen la fundación del Monasterio de San Pedru Villanueva a Alfonso I, tercer rey de Asturias, existiendo aquí un Panteón Real en el que se dice fueron enterrados el monarca y su mujer Ermesinda. Se supone que había una basílica de tres naves, derribada en el siglo XII, quinientos años después, para edificar el actual conjunto monacal, en el que se asentaron los benedictinos..."
"... La leyenda dice que Alfonso levantó el primer convento en memoria de su cuñado y antecesor Favila, muerto por un oso en una cacería en el cercano Monte Llueves. Habrían sido los auspicios de su mujer Ermesinda, hermana de Favila, quien le harían construir un templo en memoria del suceso, albergando la cripta de la realeza... "

"... En verdad, las partes más antiguas del edificio no son anteriores al primer tercio del siglo XII, primera fundación románica, de la cual se conservan el triple ábside semicircular y las paredes de la nave. Era un monasterio benedictino, regido por monjes de la Orden de San Benito, hasta su extinción en 1835. Hasta fechas bien entradas aún seguían oficiándose misas de cabu d'añu (aniversario) por los primeros reyes asturianos. Así en un documento del siglo XVII se lee: 
"cada año a 27 de febrero se dice una vigilia y otra misa cantada por los Señores Reyes Don Alonso el Cathólico y Doña Hermesinda su mujer y por el Señor Rey Don Fruela y su mujer Doña Menina"...

 "... En el último tercio del siglo XII se levanta la majestuosa portada sur y se remoza la portada oeste. En esa portada, las escenas  de algunos de sus capiteles narran la que se tiene marcha a la caza del oso de Favila, despidiéndose de su mujer Froiluba donativos y heredades de muchos miembros de la nobleza asturiana, entre ellos Pedro Díaz de Nava (1289) o Rodrigo Álvarez de las Asturias (1331). Tras unos siglos de fuerte poder e influencia, rentas y riqueza, en el territorio, entró en decadencia en el siglo XV, cayendo muchas de su tierra dentro de la órbita de familias nobiliarias..."

"... Dependió siempre de la mitra de la capital asturiana, hasta que con las reformas religiosas del siglo XVI la Orden de los Benitos pasó a depender directamente de San Benito de Valladolid (1534). Entonces ya no quedaba más aquí que una pequeña comunidad monacal con abad y prior, administrando las propiedades del cenobio. Esta nueva administración no le vino mal, pues recuperó su esplendor, de ahí las obras que hicieron un nuevo edificio de nuevo cuño, entre los siglos XVII y XVIII... "

"... Uno de los mayores deseos que existían en aquel momento era el de hacer valer sus derechos para la pesca en El Ríu Sella de manera exclusiva a su paso por las tierras del monasterio. Hubo un intento de anexionar San Pedru Villanueva al monasterio de Celoriu en Llanes, que fue rehusado con la intervención del emperador Carlos I de España..."

"... En el año 1649 y de acuerdo con el entonces Opispo de Uviéu Bernardo Caballero de Paredes, los frailes empiezan a regir la parroquia de Villanueva. En 1685 se tira la vieja torre medieval y se construye la que vemos en la actualidad, reformándose todo el claustro y emprendiéndose obras en la iglesia y demás partes del monasterio. El claustro que vemos hoy en día es estilo barroco-clasicista, aunque se conservan algunas arquerías y otros elementos románicos, originales del antiguo..."

"... En 1775 desaparece el tejado de madera y se sustituye por otro de bóveda de piedra, levantándose también el coro. En 1801 se conjura un primer intento para desamortizarlo y fundar en el lugar una fábrica de hojalata. Poco después, durante la francesada, los monjes huyen al ocupar el monasterio las tropas napoleónicas. Únicamente se quedó el lego Fray Antonio, quien fue muerto por la soldadesca. En 1835, con la Desamortización de Mendizábal, que confiscaba los bienes eclesiásticos no productivos, el monasterio queda extinguido pero no desaparece del todo, al pasar a ser Casa Rectoral en 1845. Fue declarado Monumento Nacional en 1907. Los últimos monjes dejaron el lugar en septiembre de 1935. Después de mucho abandono se restauró en 1964 con proyecto de Francisco Pons y Ramiro Moya. En 1996 se inician los trabajos para edificar el parador nacional de turismo..."

Siguiendo ruta nos adentramos en la frondosa biesca de árboles autóctonos


El camino es bastante llano durante unos metros...


Luego hay un poco de curva a la derecha y salimos a unas fincas


A la izquierda, el matorral... los matos o sebes


Sigue la curva


Y abajo vemos unas casas...


Hemos llegado a La Vega los Caseros, memoria hecha topónimo de los antiguos caseros de los monjes en estas tierras que fueron del monasterio


 Los caseros llevaban en arriendo tierras y caserías, cuidando la hacienda, viviendo aquí con su familia, pero cuya propiedad era conventual, un territorio que comprendía vegas y montañas de ambas riberas del Sella, comunicadas por barquerías, formando un círculo de unos cinco o seis kilómetros de diámetro, según escritura de donación otorgada en el año 746 por el rey de Asturias Alfonso I, conservada gracias a una recopilación de documentación antigua, hecha en 1615 por el cronista del rey Felipe IIFray Prudencio de Sandoval, quien se dice la llevó del monasterio en una visita a sus hermanos benedictinos, o se le envó, hacia 1615,para transcribirla a su obra Crónica de los cinco obispos, asentándose así sus límites
"Desde la peña de la Morca a la peña Vermexa, y al lago de Vio, y a la fuente de Bergón, y a la Mazorra y Collado de los Estelos, y al campo de Espina, y a la fuente de Arroyo, y a la fuente de Olaya, y a la fuente de Fontameña, y al molino de la Puente, y al Sedo de la Mula, y al prado de Quintas, y al Reborio de Montes-fratres, y a la pasada de las Llanas, y a la cuesta de la Rubiera, y al Canto del Pico Salgar, y al Canto de Espina, y al Canto de la Corija y vuelve a dicha peña de la Morca"


Luego de pasar por las manos de Sandoval, quien afirma que el monasterio se fundó en memoria del rey Favila, muerto por un oso en las cercanías (Monte Llueves), este documento fundacional se pierde en la historia y nunca más fue hallado. Hubo pesquisas, pues era muy importante, como dice el cronista oficial de Parres Francisco José Rozada Martínez:
"Era absolutamente imprescindible para los monjes tener en su poder este documento fundacional de cara, sobre todo, a poder seguir manteniendo los múltiples derechos y privilegios que tenían sobre el río, tierras, diezmos, préstamos, censos y rentas. En otro manuscrito -que trata sobre los derechos del monasterio a la pesca en el río Sella- se cita de nuevo al obispo Sandoval y se dice sobre el acta de fundación: «No hay la menor noticia de su paradero al fin y muerte de este célebre historiador. Él la estampó literalmente, como lo asegura en la historia del fundador de dicho Señor Don Alonso y su testimonio ha bastado para que se tenga por cierta la referida donación"

Luego de unos metros en recto la pista realiza una curva a la izquierda


Enlazamos con otro camino y pasamos detrás de esta cabaña


Con otra estupenda vista en el cruce de este sector del valle del Sella


La Recta de Prestín, que cruzaremos para seguir ruta por la orilla izquierda y su senda fluvial



El mismo paisaje a comienzos de la primavera. Hoy en día han ido a menos los tradicionales usos agropecuarios y La Vega los Caseros es zona residencial y de alojamientos turísticos, hoteles, casas rurales...



Al lado de la famosa Recta de Prestín está por ejemplo el hotel rural La Posada del Monasterio, en un edificio construido en 1712 por los monjes para albergar a los peregrinos a Covadonga. A partir de aquí, en el entorno de Cangues d'Onís, y hacia Covadonga, la oferta de hospedajes, tiendas, casas de comidas, sidrerías, bares, etc. va a multiplicarse exponencialmente

Justo a la izquierda, donde están los coches, se sitúa el Hotel La Vega-Casas Rurales Casa Cardín. Hacia allí cruzaremos en un momento la N-625 para pasar a Villanueva


A la derecha de la foto reconocemos entre los árboles los altos y nuevos edificios del barrio de Contranquil, por donde entraremos en el casco urbano cangués


El cruce y, como hemos dicho, a la izquierda


Y desde la cabaña bajada directa ahora hacia las primeras casas...


El Picu l'Arbolín (573 m), a nuestra izquierda


Abajo a la derecha el Monte Llueves y la aldea de este nombre, cuyo topónimo está vinculado a Iovi o Júpiter, el padre de los dioses del panteón romano, teónimo de raíz indoeuropea, dyu, luz y piter, padre, por lo que sería el Padre de la Luz. En origen era divinidad de los cielos, el clima y ciclos agrarios, siendo un equivalente del griego Zeus y, además de elementos puramente del Lacio, de donde procedía su culto, mezclaba elementos etruscos

Los equivalentes en otras mitologías del ámbito indoeuropeo podrían ser, aparte del Zeus griego mencionado, el celta Taranis, también muy representado en toponimia, o el Thor germánico, si bien con algunas características diferentes. Su cristianización se hace muchas veces con Santiago, Apóstol del Trueno y, en la mitología popular, como a Taranis se le relaciona con el nuberu, tal y como pasa en el Sueve, topónimo de similares circunstancias


No deja de llamar la atención que un lugar de tan fuertes resonancias míticas como Llueves, fuese escenario de un regicidio, el de Favila hijo de Pelayo, protagonizado por un oso, o tal vez más concretamente osa, o aún más, tal vez hubiese sido un crimen político camuflado, pues a su mujer Froiluba e hijos en descendencia directa se les pierde el rastro. Si bien la monarquía asturiana tendía a ser electiva entre la nobleza palaciega, en principio la familia directa del rey, o princeps (primus inter pares), era la mejor situada, llevando la herencia las mujeres. Así su hermana Ermesinda haría recaer el trono en ella y en su marido, y por lo tanto cuñado de Favila, Alfonso I


Y siguiendo en bajada ya llegamos a La Vega los Caseros


Un poco más allá de La Vega los Caseros, vemos Prestín con su polígono industrial, donde destaca la nave de Malaquías Morales



El cronista Rozada Martínez explica en sus artículos que allí estaba La Fábrica, cuyo topónimo se conserva, pues fue solar de la fábrica hojalatera que, en principio, se intentó ubicar en el monasterio, la Real Fábrica Nacional de Hoja de Lata, pero que fue allí en 1802, a instancias del industrial, escritor y sacerdote Don José Vicente Pereda, de la que sería él el director. Influyó en esta decisión el que el tesorero del ministro Manuel Godoy, don Antonio Noriega de Bada, de nombre real Julián Antonio Noriega de Llerandi, fuese natural de este concejo de Parres


Esa finca de Prestín, en el lugar de Fontameña, había sido propiedad, en 1624, de don Sebastián de Asiego, tenido por fundador del Mayorazgo de Parres, y fue permutada por los monjes por unos terrenos que tenían en Següencu y en Parres. La Fábrica fue destruida en 1809 durante la francesada


Pasando las primeras casas sigue la recta en prolongado y continuo descenso


Flores y jardín


Nos asomamos al vallado


Ahí está la rotonda de la N-625, entrada directa al parador y monasterio por el Puente Nuevu


Al otro lado del río Sella, oculto por la frondosa arboleda de ribera, el pueblo de Villanueva, y a la izquierda el monasterio, cuya vinculación con Covadonga era muy estrecha. Realmente durante siglos, y pese a la existencia de mesón en Cuadonga y hospital de peregrinos en Cangues d'Onís, los alojamientos escaseaban y el entorno mismo de la Cueva la Santina era sumamente pobre



 El citado cronista parragués Francisco José Rozada nos dice que las relaciones entre los abades de Villanueva y de Covadonga, eran cordiales. Así en 1591 se entregaron por parte del primero al segundo dos celemines de escanda en calidad de limosna (Covadonga era muy pobre), y en 1616, cuando el nuncio y legado del Papa Paulo IV concedió canonjía en Covadonga a un sacerdote vallisoletano, pero este tardó tanto en tomar posesión, su puesto fue ocupado por el cura de Villanueva, Paulo González de la Cuesta, mientras los fieles de Villanueva eran atendidos por el prior de Covadonga, residente entonces en La Riera


La visita a Covadonga llevaba pues casi obligatoriamente parada asistencial en este monasterio, al menos para visitantes de ciertos estamentos sociales, que nos se acogerían s los hospitales de peregrinos pobres. Los gastos de esta actividad se registran, tal como ocurre en 1684 con los trece reales de comida y vino cuando viene el General de la Orden Benedictina con un nutrido séquito de criados y acompañantes, más otros dos reales para pagar a las mujeres que les llevaron la comida a Covadonga



Un año después se agasaja al gobernador Gregorio Cisneros, familia y caballeros acompañantes, gastándose en ello 33 reales por diez libras en dulces, junto con otros 32 para conservas, confituras y demás viandas, a lo que se sumaron cuatro reales añadidos en un nuevo cortexo o agasajo para ellos en Cangas de Onís. La bodega registró la merma de catorce cántaras y media de vino


 Las exquisiteces de los convites consistían en cosas como hojas de azahar confitada, dulces secos, anises, bizcochos, chocolate, salmones, truchas, lampreas, anguilas, congrios, pollos, terneros, manteca fresca, peradas o sidra de pera, y algunas cosas más Y continúan así los gastos...
"En el año 1686 los monjes les pagaron cinco reales a las criadas del prior de Covadonga por dar de comer en su casa al abad de Celorio y al prior de Nava, además de seis "quartos" a diferentes pobres en la iglesia de Covadonga; más otros dos reales al criado del cura de San Martín que dejó dos caballerías para subir a Covadonga 

Así van pasando años y anotaciones de gastos ocasionados por el abad de Oviedo y el definidor de Cornellana; para pagar a testigos de los varios pleitos que los monjes mantenían con vecinos, linderos y otros curas; a los mozos que iban a Oviedo a llevar y traer cartas, a los músicos de Covadonga que bajaban a celebrar San Benito en el monasterio o a los mozos de cocina que debían desplazarse con algunos invitados. A veces las comitivas eran amplias como en el caso del Fiscal de la Audiencia de Oviedo que -entre entre el 14 y el20 de septiembre de 1777- con su "madama, hija, doncella, señor lectoral, señor capellán, un agente fiscal, cuatro mozos, siete caballeros y ponerles comida en la venta de Sotiellos y cena y comida en Covadonga, se gastaron novecientos setenta y seis reales"

 Ese mes fue movido en Villanueva porque, seguidamente, -entre los días 21 al 28- se hospedó el Regente de la Audiencia de Oviedo que llegó con una comitiva similar a la del fiscal Tanto el fiscal como el regente fueron de los últimos visitantes del santuario de Covadonga antes del gran incendio que destruyó todo lo que había en la cueva apenas y mes más tarde, el 17 de octubre de aquel año 1777"

Hubo veces que los cortexos no pudieron pagarse en metálico, sino en terrenos, como en 1717, cuando los monjes los sufragaron con algunas de sus propiedades en La Riera, al lado ya de Covadonga



Según seguimos bajando estudiamos la situación y la ruta a seguir


Si desde La Vega los Caseros queremos ir directamente al monasterio (no pocos peregrinos se alojan en él), podemos cruzar por la rotonda al Puente Nuevu


Si no deseamos ir al parador e ir seguidamente hacia Cangues podremos salir al otro lado de La Posada del Monasterio y cruzar la N-625 para ir al Puente Vieyu. Era el recorrido original que se señalizó en 1993, cuando no existía aún el Puente Nuevu


Nosotros vamos a hacer las dos cosas: vamos a cruzar El Puente Vieyu pero también visitar el monasterio

Acabando la bajada pasamos junto a la antigua escuela, que actualmente es vivienda


Otra vista hacia Puente Nuevu, Villanueva, L'Argayón a la izquierda y L'Arbolín y Llueves a la derecha


Ya pisando asfalto seguimos la cuesta abajo entre las primeras casas de La Vega los Caseros


Nos perdemos de vista tan preciosa vega...


En los postes telefónicos veremos las flechas del Camín a Cuadonga y las rayas blanca y azul del GR-105


Fila de casas a la derecha


Aquí finaliza la bajada que empezamos en Los Coros


Una pequeña explanada cruce de varios caminos viene a ser el centro del pueblo


Es una encrucijada muy importante que conviene explicar, pues hay varias señales y opciones


- A la izquierda podríamos ir directamente al monasterio y parador cruzando la N-632, y luego el Sella, por El Puente Nuevu

 - De frente seguiríamos la ruta señalizada por El Garrapiellu desde 1993, que es la alternativa que vamos a seguir en este caso, pues, pues aparte de ser el trazado original, podemos ver de frente la hermosa estampa de Villanueva desde El Puente Vieyu y seguir por la orilla del Sella Contranquil, o también previamente visitar el monasterio


De frente todo recto iríamos siguiendo el Camín a Cuadonga de El Garrapiellu, para cruzar el Sella por El Puente Vieyu y recorrer sus riberas, que es la opción presentada en este blog

Pero hay otra posibilidad, pues aquí se separa de este el G.R. 105 Ruta de las Peregrinaciones, que, paralelo a la carretera, por Prestín, entra en Cangues d'Onís por sus particulares puentes Nievu y Vieyu, también llamado este El Puentón, o El Puente Romanu, luego de Cangues sube a El Llanu'l Cura para llegar a Cuadonga por Següencu


Presentamos ambas opciones para que quien quiera escoja, o incluso si le apetece indague otras alternativas. Nosotros, reiteramos, tomamos de frente el Camín del Garrapiellu, como popularmente también se le conoce. Su poste ha desaparecido pero quedan algunas flechas en el poste telefónico


Vamos de frente a una casa con cierto aire indiano, Villa Lily 


Desde el vallado vemos a lo lejos el Puente Nuevu y la entrada principal a la finca del parador-monasterio. A lo lejos Peña Pandu (401 m)


Avanzamos camino adelante...


Pasamos junto a Villa Lily bajo su palmera y verja que cierra el jardín delantero


Escudo en la fachada y gran abeto enfrente


Luego un muro de piedras...


Caminamos entre las fincas...


Al fondo la N-632


Pasamos junto a La Posada del Monasterio


Gran portón de acceso


Luego otro portón y edificio principal


Con un gran corredor sobre la corrada, corralada o espacio delantero


Al llegar a la carretera N-632 hemos de ir a la derecha


Aquí la señal de El Garrapiellu se ha conservado. Antes estaba en un poste, se cayó y fue colocada en esta marquesina de madera


Y aquí enlazamos con la senda peatonal que comunica Arriondas/Les Arriondes con Cangas de Onís/Cangues d'Onís, siguiendo toda la carretera entre las dos poblaciones


Caminamos por esta senda sólo unos pocos metros, hasta la primera casa


A la izquierda el Hotel La Vega-Casa Cardín


Como hemos dicho, atención a cruzar al llegar a la primera casa


Si bien muchos peregrinos siguen por la recta todo recto hasta Cangues, el trazado original de El Garrapiellu ofrece la mencionada opción, más agreste, natural y bucólica, de seguir por el borde mismo del río. Para ello cruzamos aquí


Aquí, a la entrada de una finca, cruzaríamos la N-632 de frente al hotel, siempre con el máximo cuidado y atención: hay buena visibilidad pero es normal que haya mucho tráfico y veloz, sobre todo en días festivos (el domingo hay mercado en Cangues). A veces incluso hay que esperar varios minutos para pasar, se hecha en falta algún dispositivo para dar seguridad a los viandantes, pues estos cruces hacia los puentes entre La Vega los Caseros y Villanueva son muy empleados por vecinos, senderístas y visitantes


Al otro lado el camino pasa entre el hotel y la antigua Casa Castro, a la derecham que tuvo tienda, donde antaño encontrábamos a José Antonio Sierra, artesano de la piedra y la madera, famoso por sus reproducciones de cabañas de pastores, faros y maquetas de monumentos como El Puentón de Cangues


Al fondo vemos ya las casas de Villanueva


El camín sigue entre pues entre ambos edificios


Gran fachada del hotel con la puerta de da a la calle


Seguimos todo recto, viendo al fondo las casas de Villanueva


Aún quedan placas de madera, de aquella señalización integral llevada a cabo gracias a la colaboración y patrocinio del Principado de Asturias en 1997


Aquí arrancan los muros del acceso al puente, en este camino que se levanta sobre la vega


A la izquierda el jardín del hotel


Parrilla, mesas, e invernaderos


Monumento al caballo...


Atrás la carretera, La Posada del Monasterio y la bajada de Los Coros


Nos dirigimos así a las arboladas riberas del Sella


Aquí arranca propiamente el puente



Bajo el Puente Vieyu, a ambos lados, hay una gran playa fluvial de cantos rodados


Y ante nosotros ya Villanueva, conceyu de Cangues d'Onís, al que entramos ahora dejando el de Parres


En el año 1551 leemos en el Manuscrito de San Pedro de Villanueva de Fray Juan del Saz, que el procurador y cobrador, defensor de los bienes del monasterio, el Licenciado Pedro de Velorado, por poder otorgado por el Abbad Padre Fr. Juan de Belorado, lamenta que se hayan perdido muchas tierras propiedad del convento, por lo que amojonaron, esto es, se pusieron mojones delimitando algunos de esos terrenos, también aquí en Villanueva...
"Mas amoxonaron e determinaron la guerta de Villanueua que esta en el lugar de Cangas, e frontea a los moxones que jacen delante de la casa de Alonso de Cangas y de la otra parte frontea en la casa de la Tapia de frente de Diego de Pedro González, e de parte de abaxo costea en heredad de Coadonga según está amojonada"

De frente a nosotros, el primer barrio de Villanueva se llama El Puente, como no podría ser de otra manera


Nosotros seguimos el trazado del viejo puente que reemplazó a las antiguas barquerías que comunicaban ambas orillas, con mucho trasiego en la antigüedad sin duda, pues ambas orillas eran parte del coto monacal y la vecindad acudía a los oficios religiosos, concejos y reuniones de la que sigue siendo la cabeza de una parroquia que se extiende tanto por tierras canguesas como parraguesas


Y allí a la izquierda está el Puente Nuevu, construido para dar acceso al Parador de Turismo pero también al mismo pueblo de Villanueva, más ancho y apto para el paso de vehículos. Hasta no hace mucho por San Pedro, el patrón, se prendía una espectacular hoguera flotante, la Joguera (o H.oguera, con hache aspirada), del Sella



A la mitad del puente muchos caminantes se detienen para hacer fotos a ambas márgenes del río, pueblo y orillas



Desde El Puente, el camín seguirá a la derecha por L'Alisera


Por ahí sigue la ruta, a través de la orilla y casi al borde del agua a veces, por los cotos de pesca, trucheros y salmoneros.


El río Sella nace en el puerto El Pontón y es uno de los principales ríos asturianos, en su longitud de 73 kilómetros recibe numerosos e importantes afluentes que forman una gran cuenca fluvial; hemos hablado del Piloña pero pronto conoceremos el Güeña, más al sur están el Dobra, el Zardón, el Ponga... todos ellos a su vez con más afluentes, principalmente el Piloña


Su raíz lingüística es el indoeuropeo salia, corriente de agua, compartida con otros topónimos, Sayambre, Sellañu, Saja...


En torno al río se revela estuvieron los límites entre los astures luggoni y los cántabros vadinienses y orgenomescos. Su valle constituyó un secular paso natural entre la meseta, la cordillera y el mar, pues su desembocadura, el puerto de Ribadesella/Ribeseya, fue puerto comercial, además de importante muelle pesquero, hasta entrado el siglo XX, saliendo por ejemplo madera de los bosques  de las montañas


Al sur volvemos a ver una vez más los dosmiles de los Picos de Europa, que fueron una de las referencias visuales de esta ruta casi desde el comienzo, pues ya los divisábamos desde el Altu la Cruz, bajando a Niévares, en Villaviciosa. Estos que vemos son Los Urrieles, el macizo central



Una imagen desde el mismo lugar en abril, recién comenzada la primavera, con los árboles aún pelados y Los Picos con mucha nieve



Bajo los Picos, los montes y sierras que cierran el valle del Ríu Deva, oficialmente río Covadonga. Deva, de nuevo el teónimo de la diosa celta de la naturaleza, que teníamos al comenzar el camín, en la parroquia gijonesa de Deva, recordando que ya entonces decíamos que era este un camino que empezaba en Deva y acababa en Deva...


Los derechos de pesca del río fueron siempre en la historia causa de pleitos, no solamente con el monasterio, sino también con los concejos y los particulares, así de 1667 es el Pleito y demanda que el concejo de Cangas tiene puesto contra don Bernardo de Estrada sobre la propiedad de los pozos del río Sella que están en dicha jurisdicción y distrito de Parres


Servicio de especial relevancia eran también las barquerías, muy bien documentadas y que se otorgaban en los llamados Arriendos de la Barca, pues no había puentes, si bien se sabe que hacia finales del siglo XVII se hizo uno un poco más adelante, en El Brezu, de madera y muy endeble por lo que no debió de tener larga vida, costando, según leemos en El Libro de Parres, "como cien doblones o seis mil reales"


En un documento de 1632, del Manuscrito de San Pedro de Villanueva por Fray Juan del Saz, se estipula un servicio de barquerías, con licencia de los abades, para llevar gente a misa, con precios para los casados y las viudas:
"Siendo Abbad Fray Juan Brason se hizo escritura de contrato ante Gonzalo Pérez de las Rozas, escriuano real, en la qual cofesado los vezinos que el conuento tiene el derecho y pacífica posession del rio y de la barca y de cobrar por ella el barcaje por pasar los feligreses de la otra parte del rio a missa doce quartos a los casados y seis a las viudas, piden licencia para hazer una barca y el Abbad la concedio por su tiempo reseruando el derecho a los Abbades sucesores para uoluer a lo antiguo..."

Y en 1663 se habla de hacer una nueva barca:
 "El Maestro Fray Juan de Quiros, en el año 1663, pactó con los feligreses que cada uno pagase dos reales para poner la lancha de nuevo en el río, y después de hecha pagassen un real o un copín de abellanas cada año por el pasage..."

De frente al puente hay un texu, y detrás del texu, en el cruce, la Casa'l Lecheru, el que fue el chigre del lugar, de Manolo, el Lecheru Villanueva, un muy buen sitio en sus tiempos para realizar una parada antes de seguir ruta. Ha cerrado por merecida jubilación hace no muchos años


Y ya pisamos tierra canguesa bendecidos por este totémico texu, un primer paso cargado de simbolismo ancestral, árbol de la vida, la muerte y la eternidad para la antigua sociedad céltica. La vida por estar siempre verde al no caerle la hoja; la muerte por la alta toxicidad de sus miembros, con los que se hacían venenos, pero también alucinógenos (paso al umbral de otros mundos), y la eternidad por su longevidad, de hasta varios, a veces bastantes, siglos. Con la cristianización se asimila a esas mismas alegorías y a la de la resurrección, por eso se planta en los espacios sagrados de las iglesias, capillas,  monasterios y oratorios. Todo un emblema del camín cuando este entra en Cangas de Onís/Cangues d'Onís


Enfrente de la Casa'l Lecheru hay una explanada en un cruce, a la entrada de este barrio de El Puente


Aquí tenemos una disyuntiva, podemos seguir a la derecha a Contranquil o, primeramente, realizar una visita al monasterio de San Pedro de Villanueva, que bien la merece, tal y como vamos a hacer nosotros ahora:

VISITA AL MONASTERIO DE SAN PEDRO DE VILLANUEVA:


En este caso, como decimos, antes de seguir ruta al casco urbano cangués tomando la dirección de Contranquil, iremos a la izquierda atravesando el pueblo de Villanueva y, de paso, visitándolo también



Las casas forman aquí una calle a lo largo del viejo camino que comunica con el monasterio y con toda esta ribera del  Sella, pues viene de Les Roces


Hay filas de casas a ambos lados


Viviendas unifamiliares, algunas con terreno o jardín, las de la izquierda miran hacia el río por el otro lado


A la derecha... un hórreo, ¿o es una panera?, porque no que tenga seis pegollos quiere decir que sea panera, ¿o sí?. Una cosa es segura, tiene dos subidories, dos escaleras de piedra, por lo que parece es de varios propietarios


Los pegollos son de piedra. Arriba la puerta que mira a la calle


Presenta artísticamente tallados motivos alegóricos actuales


La estatua de Pelayo en La Explanada, frente a la Basílica de Covadonga, que veremos acabando el camino


El gallón o urogallo, especie en extinción propia de la Cordillera


Parecen hojas, tal vez del totémico avellano


El oso, otra especie protegida


El Puentón, Puente Vieyu o Puente Romanu de Cangues


Las hojas de roble


En la tenovia, arte popular


Una tetrapétala en forma de cruz


Seguimos ruta calle adelante


Más filas de casas, ahora a la derecha


La calle parece tender a estrecharse un poco


Subimos ligeramente...


A la izquierda muria de piedra cerrando un terreno


Un espléndido, colorista y cuidado jardín


Una gran explanada, La Bolera, donde como su nombre indica antaño se jugaba a los bolos. De frente una de las entradas a la finca del parador y monasterio, hacia la que nos dirigimos


Antes, a la derecha, hemos de ver un detalle


Un altarín o altarina, con cruz de piedra, hasta donde llegan las procesiones en las romerías y fiestas mayores


Tal vez sea de tiempos de las reformas barrocas del monasterio



Se conservan en la cruz inscripciones, muy gastadas...


De La Bolera pasamos pues a la citada entrada al viejo monasterio y actual parador


Los monasterios eran en el fondo grandes empresas de explotación agropecuaria y bases administrativas del territorio, de su propio coto y con influencia en otros colindantes y tierras concejiles, esto se ve la las claras en la extensión de su terreno y finca más inmediata, cerrada por muria, que abarca un gran terreno


Al entrar en la antigua posesión conventual hay una casa de corredor, tal vez alguna vivienda de caseros, administradores, almacén...


Gran parte de este terreno ha sido aprovechado para aparcamientos. Otra parte de la finca es pradería de pasto


Vista de Villanueva


Y aquí una panerona, tal vez sucesora de las que tendrían los frailes para almacenar el grano


Solapanera, debajo de la panera, carros del país con sus ruedas en forma de H y antiguo arado y sembradora


En torno a los actuales aparcamientos hay arboledas y jardines. De frente vemos el edificio nuevo del parador, en lo que era El Güertu'l Cura que le llamaban, antiguas huertas del párroco de antaño, cuando el monasterio fue desamortizado y su iglesia pasó a parroquial


Atravesamos toda esta explanada en diagonal, hacia la derecha


Lo que es propiamente el monasterio está al fondo


El monasterio, sus antiguas dependencias rehabilitadas, comunicadas ahora con el nuevo edificio por un pasillo de cristal que vemos a la izquierda


Bajamos aquí a la izquierda por esta rampa...


Ahora de frente el nuevo edificio y al fondo las colinas de Los Coros



Y ya vamos, a la derecha, al histórico cenobio, viendo primeramente las partes fruto de la reforma de finales del siglo XVII que sustituyeron los edificios románicos por otros nuevos barrocos, como la torre y las dependencias en torno al claustro


Nos agrada recuperar un texto de la Agenda Asturias 1993 Arte prerrománico y románico, que dice, en un texto:
"Tuvo que ser importante este monasterio (por lo menos hasta que los afanes desamortizadores del siglo XIX se empeñaron en restar importancia a las manifestaciones terrenales del sojuzgamiento divino), tanto por las múltiples referencias como por las vicisitudes de su propiedad como por la magnífica hechura de lo que ha llegado hasta nosotros"

Vamos primeramente a ver el acceso principal al monasterio



Esta es su gran fachada de entrada al interior, barroca


Y barroca es la portada de acceso, actualmente a la recepción del parador


 En esta portada aparece la fecha de 1687, dentro de las profundas reformas llevadas a cabo en ese tiempo


La portada está rematada por un triángulo y, en medio de él, una hornacina con la imagen del patrón, San Pedro. Arriba en la fachada los escudos reales


San Pedro, totalmente reconocible con las llaves del Cielo


Antes de entrar al claustro vamos a visitar la iglesia del monasterio, empezando por el exterior


Ahí está la torre barroca, construida a partir de 1686 (otras fuentes dicen entre 1690 y 1699) para sustituir a la anterior, románica, que realmente no se sabía muy bien donde estaba ubicada, si bien unas excavaciones realizadas entre 1996 y 1997 permitieron situarla al otro lado, en el muro norte


Esta torre guarda la impresionante portada sur, que estuvo muchos años tapada por yeso, fue hecha en mampostería por canteros locales y es de planta cuadrada. Tiene tres cuerpos, el primero abierto abajo, donde está la portada, por dos grandes arcos de medio punto. El segundo comunica con el claustro alto y con el tercero por una escalera, en ese cuerpo superior, con ventanas abiertas a los cuatro vientos, están las campanas. A la derecha del camino que conduce a ella hay un monolito


En un homenaje al párroco Don Ceferino Fernández Álvarez y a los vecinos que consiguieron que este viejo monasterio fuese declarado Monumento nacional el 31 de julio de 1907. Fue colocado al cumplirse el centenario de esa proclamación a instancias del Ayuntamiento y de la asociación cultural Foguera de San Pedro


En la torre están las campanas de la iglesia. Como en otros monasterios junto a importantes cursos fluviales, tenía San Pedro Villanueva el dominio sobre los derechos de pesca, anunciándose a campana tañida cuándo podrían los vecinos salir a pescar el salmón, el rey del río, quedándoles el nombre de El Campanu a los primeros de la temporada


La iglesia, aunque también muy reformada, ha podido conservar buena parte de sus elementos fundacionales benedictinos, ya que, de la fundación prerrománica de Alfonso I y posibles reformas más o menos inmediatas nada parece haber llegado a nuestros días


Realmente la iglesia románica debería haber desaparecido dentro del proyecto de renovación barroca del convento, pues así estaba planeado. No se sabe muy bien porqué no se hizo pero, como suele pasar en casos similares, es fácil que fuese por cuestiones de presupuesto


 Otro texu, este ya grande y magnífico, se yergue en el campo de la iglesia, cuya construcción pasó por diferentes fases


Se sabe que la primera fase de construcción románica se realizó a principios (primer tercio) del siglo XII


De esa primera fase so el magnífico triple ábside semicircular y los muros de la nave, así como el primer documento, una teja fechada en 1223 con la inscripción
"in era MCCLXI arbas rodericvs consvmavit ecclesiam sancti petri monacvs martinus scripsit tella"

Una segunda fase de la construcción románica sería del último cuarto de esa XII centuria, con dos portadas que miran al sur (una desaparecida), y la renovación de la portada oeste

De esos momentos son abundantes las marcas de canteros, especie de firmas que les servían para cobrar sus trabajos, normalmente hechos a destajo, abonándose no el tiempo sino el resultado de la labor


De su maravilloso ábside o cabecera, que alberga la capilla mayor en su interior, escribimos así en El Camino de Gijón a Covadonga:
"El triple ábside semicircular es una muestra del esplendor del arte medieval, tanto desde el punto de vista arquitectónico: un ábside central grande y dos pequeños laterales, en perfecto equilibrio, como del artístico, con gran cantidad de símbolos y figuras resaltadas con ciño y detalle a golpe de pico y cincel, principalmente en los canecillos que asoman bajo el alerón del tejado, donde se muestran abundantes representaciones eróticas junto con otras de más extraño significado. El observador podrá dejar volar su imaginación con todas y cada una de las figuras, animales, hombres y mujeres, caras y cuerpos, constituyendo de por sí un tratado de arte medieval"
Este ábside tripartito alberga a tres altares en su interior, el principal o capilla mayor, y los laterales, que luego veremos por dentro. En los de los lados entra la luz por dos ventanucos estilo saetera, abiertos en el siglo XVIII, al igual que otros dos, cuadrados, a los lados: También veremos otros similares a los de saetera o aspillera en otras partes de la iglesia, si bien algunos están cegados


En el gran ábside central hay uno más grande, entre dos columnas


Una preciosa ventana románica con su arco de medio punto y columnas con bases, fustes y capiteles, estos historiados, el de la derecha temática vegetal en forma de palma y el de la izquierda dos leones enfrentados


Capitel derecho con las palmas...


Los leones del de la izquierda, con una persona en medio, un tema muy usual en la iconografía románica. Muy posiblemente aluda a la escena bíblica de Daniel en el foso de los leones y, alegóricamente, la lucha contra el mal, el pecado, las tentaciones, etc


La arquivolta presenta flores tetrapétalas y su chambrana o moldura un sogueado


Capítulo muy especial y aparte, merecen los canecillos, pero además de los de estos tres ábsides vamos a ver TODOS los de la iglesia. Para ello primeramente vamos a dirigirnos a la derecha


Y empezamos por los del muro norte, la zona siempre en umbría. Fijémonos en la ventana lateral del ábside derecho, de las que se hicieron en el siglo XVIII, durante las reformas, al igual es estos contrafuertes, que se pusieron por entonces al dividirse la nave de la iglesia en tramos separados por arcos fajones que en ellos soportaban su peso


Hay un campo que era el acceso al cementerio, donde estaban las tumbas de los monjes o, tal vez tras la desamortización, tal vez también las de los vecinos, cuando el templo pasó a ser iglesia parroquial de Villanueva, tanto la parte canguesa como la parraguesa de la parroquia


Miramos hacia arriba entonces, a la larga fila de canecillos que sostienen el alerón o saliente del tejado. Fijémonos también en la ventana, también un añadido posterior del siglo XVIII, y en la saetera, este sin duda un elemento original medieval


Básicamente el tema iconográfico imperantes son motivos en forma de bola o apomados

Si bien hay alguno que parece de inspiración diferente. El primer de la izquierda parece una cabeza arrojando algo por la boca



Los demás, aunque en forma todos de bola, no hay dos iguales


Cada uno tiene distinto aspecto y traza


Este por ejemplo nos recuerda una manzana ¿fruta de la tentación y la sabiduría?


También hay algún canecillo liso, o casi liso, entre los de bolas


El elemento es genuinamente decorativo pero la repetición del mismo sin duda buscaba transmitir sensaciones, tal vez de movimiento, continuidad, infinito, eternidad, como era usual en el románico


Llegamos así a la puerta del camposanto...


Y recorriendo de nuevo el muro norte regresamos hacia el ábside


Vamos a ver primeramente pues los canecillos del pequeño ábside lateral que da paso a este muro norte


Vamos a empezar por los dos primeros a la derecha


El primero, pegado al muro, más que canecillo es un capitel, tal vez antaño tuviese debajo el fuste de una columna


El siguiente a su izquierda es una figura humana de gran cabeza con los ojos muy abiertos


Esta imagen parece estar representando una persona con las piernas abiertas mostrando ostentosamente una vulva mientras se echa una mano a los ojos


Otro; una cabeza humana con los ojos saliéndose literalmente de las órbitas que parece arrojar, o meter algo en la boca


Figura en forma de pico agarrando una representación en espiral


Un personaje que parece sentado y apoyado en un bastón. En el maravilloso blog Arteguías dedicado al arte románico leemos que a veces a las personas se las representa con rasgos de mono adrede, como caricatura simiesca del hombre


Y ahora, sobre la aspillera, los canecillos más próximos al ábside central


Este parece casi liso, pero debió representar algo que parece muy gastado


Pegado al siguiente ábside es otro capitel, una cabeza defore presenta gran nariz, ojos y boca enormes, a esta se le ven los dientes y parecen salirle, o entrarlo, o morder, un tallo de unas plantas que hay a los lados. Este elemento no es inusual en el románico y en otros casos, mismamente en el interior de la iglesia, como veremos, lo que salen son serpientes


Vamos pues a pasar ahora a ver los del ábside central, que arranca en recto, y están situados más arriba


Esta es la línea de canecillos que pasamos a comentar


El más cercano al muro este del templo tiene labrada una cruz, el siguiente un tema vegetal y otro bola o pomo


Más acá uno de rollos o cilindros y luego otra bola


La pared recta del ábside principal acaba arriba en un canecillo de cara monstruosa


Podría ser una fiera, tal vez un lobo, o incluso un oso, de impresionantes y enormes ojos fuera de órbita, orejas pequeñas hacia atrás, gran nariz y terribles fauces dentadas en pico. En el citado blog del románico Arteguías leemos en su apartado de Simbolismo Románico:
"Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo cristiano románico no sin resistencias y críticas por pensadores de la época. 
Pero el románico sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles, canecillos, metopas, tímpanos, etc., es reinventada y usada con sentido de enseñanza y advertencia. 
Es innegable que el bestiario fantástico es uno de los motivos escultóricos que más interés genera entre nosotros y el que mayor efecto de intimidación provocaría en el hombre medieval. 
Estas peculiares e imaginativas bestias se generaban por combinación de partes de animales diferentes, creando estampas, en ocasiones, atroces. Estos animales podían ser representados solos o en lucha entre sí o con hombres indefensos, con el objetivo de conmover y motivar al creyente en su esfuerzo por evitar las tentaciones y renegar del pecado. 
Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal y del diablo"

A su izquierda, ya en la parte propiamente semicircular del ábside, canecillo de rollos y canecillo de bola. Esta pared está rematada en un zócalo ajedrezado en la parte superior


Entre estos canecillos hay espacios también historiados con diversas escenas, muy expresivas, así como flores de cuatro pétalos



A la izquierda de la bola un espacio en forma de cuadro con la representación de una gran flor estilo roseta. Luego un canecillo con una cabeza


A esta cabeza parece salirle la lengua, o tener algo en la boca. Se representaban toda clase de alegorías, vicios, pecados, castigos, en lo que buscaría una finalidad moralizante separando el bien del mal y mostrando el contraste entre ambos conceptos



A la izquierda de la cabeza un cuadro esculpido presenta dos personajes separados por una especie de columna. Arriba en el alero hay otro cuadro, este con una tetrapétala. El siguiente canecillo a la izquierda presenta cuatro cabezas


Las cuatro cabezas parecen unidas en torno a un círculo...


A su izquierda otra tetrapétala en un espacio y arriba otros dos personajes


Además de decoración los temas vegetales y naturalistas son muy expresivos en el románico, transmitiendo sensaciones de vitalidad, naturaleza, paraíso, creación. Los cuatro pétalos transmiten además la simbología terrenal de este número


A su izquierda vamos a pasar ahora al capitel de la columna derecha de este ábside, que muestran una especie de entrelazos muy trabajados


Hay lo que parecen unos seres con pico, como aves, estilo pelícano, enfrentados. Otro elemento muy común en el románico que puede tener diversos significados



Hemos decir que en este ábside central hay señales de disparos: aquí se fusilo al anciano monje Fray Antonio cuando entraron los franceses en la invasión napoleónica


Vamos a ver ahora los siguientes canecillos a la izquierda del capitel. Entre ellos más espacios historiados con tetrapétalas y en el alero, bajo el ajedrezado, diversas escenas


Aquí un personaje parece llevar a sus espaldas un gran fardo cilíndrico, en forma de barril. A esta representación, existente en otros lugares, se le ha querido buscar la metáfora de quien lleva la carga de los pecados, tal vez incluso los monjes y su esfuerzo contra el mal



A la izquierda la tetrapétala y un animal


Es evidentemente un cuadrúpedo, podría ser un oso, lo que avalaría la tradición que este monasterio se haría en memoria de Favila y su muerte en una cacería en el cercano Monte Llueves, si bien esta obra románica se hizo unos 400 años después de aquel suceso. Nada podemos saber de lo que había antes


Entre este canecillo y el siguiente una escena muy interesante


Son tres personas con hábito monacal que parecen sentados a una mesa, pudieran ser monjes, abades, fundadores...



Tienen las manos sobre la mesa y las caras son casi idénticas, su boca, sus pómulos y sus ojos saltones. Sin embargo el hábito del de la izquierda muestra pliegues de los que carecen los otros dos


Arriba filigranas decorativas


Y este es el capitel a su izquierda, otro personaje con un gran fardo o barril. Este parece sentado y comer una especie de gran piña entre sus piernas. Va a recordarse en uno de los capiteles del interior de la iglesia, donde el ser que come la piña el claramente un mono


Cuadrada con flor de cuatro hojas y rollo circular hueco con decoración en forma de palma


Luego tetrapétala con forma diferente a las anteriores y el capitel de la segunda columna de este gran ábside central


Ahí vemos motivos que, aunque distintos, recuerdan al capitel de la primera columna, los pájaros afrontados, cabeza, cuerpo, pico y garras, tocándose con un ala, muy estilizados, con sogueado debajo


Vamos pues a ver ahora todos los canecillos de la parte izquierda de este ábisde, a partir de la columna


A la izquierda capitel en forma de rollos


Tetrapétalas de distintas clases en los espacios a los lados


Sigue arriba la cenefa ajedrezada


Después un capitel con dos personas abrazadas, la de la derecha tiene las piernas cruzadas, parecen estar sentadas pero, por otros similares en otras partes, también podrían ser danzarines. Su gesto parece risueño y los ojos abiertos como platos


Muy interesantes también el siguiente espacio y canecillo


En lo que parece una ventana bífora con su columna central en la que se representa hasta un capitel de tema vegetal y los arcos de medio punto, el de la derecha claramente sogueado, se ven un personaje con hábito y a la derecha un ave con bastante minuciosidad en los detalles del plumaje. La cola podría delatar que representaría  a un águila, con toda la amplia gama de significados que puede delatar, desde el símbolo de San Juan Evangelista al mismo Cristo, pues por su fuerza y nobleza simboliza valores positivos. También entre otras cosas el poder de Dios sobre el hombre


Luego otra persona de gran cabeza con otras dos atrás, a los lados y más pequeñas, es el motivo del siguiente capitel a la izquierda


Otro capitel y otra cabeza monstruosa más con ojos desorbitados y enorme boca dentada, con dos culebras o similar en la boca. A la izquierda otros dos personajes en ventana bífora ocupan el cuadro entre este y el siguiente capitel


A simple vista parecen dos personas con algún báculo, palo, cayado o espada, el de la derecha tal vez con una armadura bajomedieval aunque su extraña forma tal vez sea otra cosa. Si nos fijamos en el de la izquierda el palo tiene forma en realidad de anguila o de gran serpiente, con espina dorsal y cabeza puntiaguda con ojos


A la izquierda , donde  empieza el tramo recto de este gran ábside principal, otro capitel realmente llamativo, lo que por su aspecto y cola semeja un águila guardando con su cuerpo una gran bola... ¿el huevo cósmico de la creación, ¿el poder de Dios protegiendo al mundo? (en contra de lo que se supone popularmente el concepto de tierra redonda ya estaba asumido por entonces)


Abundando en la multitud de interpretaciones no dejamos de pensar en la leyenda-tradición popular de la llamada piedra del águila, a la que se le atribuían propiedades propiciatorias positivas. Así en el blog Mitología Asturiana de Marisa Díaz leemos en el apartado Litoterapia popular:
"La piedra de las águilas es piedra incubadora, que, según el vulgo, se encuentra en el nido de estas aves para dar calor a sus huevos en incubación y favorecer que estos sean empollados.

Es una piedra férrica, variedad de limonita y porosa, también llamada aetites y que resuena como si tuviera otra dentro, según afirma Castillo de Lucas.

Las mujeres la llevan como amuleto cuando están embarazadas"

A partir de ahora desaparecen la cenefa ajedrezada sobre ellos y los espacios cincelados en forma de cuadros entre uno y otro. Este siguiente capitel parece mostrar figuras monstruosas, si bien es una figuración tan estilizada que podría ser sin duda cualquier otra cosa


Pensando en una población que, mayoritariamente, no sabía leer, estas alegorías tan bien definidas buscaban transmitir historia, ideas, pensamientos, doctrinas, a veces con más de uno y de dos significados superpuestos, dándole incluso al conjunto una evidente sensación de movimiento. Más tarde, incluso en el mismo románico medieval, otras corrientes más sobrios buscaron evitar tanta profusión de símbolos, bien como emblema de más pobreza, bien para evitar malas interpretaciones, o bien para que nada entretenga a monjes y fieles ni de la oración ni de la reflexión. No pocos fueron eliminados y otros tapados...


En el de la derecha un ave, diferente a la anterior, también alarga su cuerpo, cuello y cabeza, guardando una bola. A la derecha dos bolas y bajo ellas un tallo en tres formas con sogueados


El canecillo más a la izquierda enseña lo que parece sin duda filigrana vegetal


Bien, vamos ahora a bajar a ver los del pequeño ábside lateral izquierdo...


Empezamos a la derecha por los más cercanos al ábside principal central, encima de la aspillera


Separa ambos ábsides un capitel de alegoría vegetal. A su izquierda una persona que, como todas las aquí cinceladas, presenta marcados gestos, casi caricaturizados. Lo cierto es que pese a ello tienen una cierta naturalidad que las diferencia de otras representaciones más hieráticas o mayestáticas de las figuras del medievo


Más que la realidad de las proporciones, perspectiva, etc. parece solía buscarse, resaltando el tamaño, los detalles importantes que se querían transmitir. Muchos como este parecen llevar una especie de capucha. La cabeza está bastante detallada, los ojos saltones, la nariz, sonrisa y barba. El cuerpo parece en este más esquematizado


Otro capitel en lo que parece otra cabeza de rostro monstruoso, si bien aquí con boca cerrada


Este está dañado, podría haber sido otra ave envolviendo con su cuerpo una bola, o simplemente un pico agarrándola


Otro fardo en forma de barril sujeto al canecillo por un soporte en el que se le representa encajado. No sabemos si aparece algún personaje en él


Línea de canecillos hacia el arranque recto del ábside lateral


Indudablemente parece un hombre tocándose el miembro, tal vez una escena de masturbación. El tema erótico está sumamente extendido y representado en el románico, por las razones que ya hemos expuesto. En el románico tardío de influencia cisterciense, que buscaba la sobriedad y la alegoría de pobreza, se tendía ya a evitar tanta decoración y tanto simbolismo. La idea era que la sobrecarga de filigranas y detalles podría entretener o despistar de la oración y la meditación a los fieles. Sin duda también las posibles interpretaciones y dobles sentidos de muchos de estos elementos pesaron en ello. El gótico, el renacimiento y el barroco aportarían nuevas vueltas a la decoración y todo tipo de representaciones, naturalistas, geométricas, personas, animales, etc. pero ya con una inspiración bien diferente


De todas formas la abundancia de elementos eróticos y de marcado simbolismo sexual, aparte de transmitir ideas moralizantes respecto al pecado y al castigo, que sería la más tradicional, también tiene otras posibles razones expuestas por investigadores. Una de ellas, cada vez con más adeptos, era que la sexualidad estaba mucho más desinhibida que ahora y se plasmaba sin rubor como escena cotidiana, no siendo hasta el siglo XVI cuando se impondría una visión más pecaminosa de los acto sexuales

Otra posibilidad planteada es el fomento del sexo dado el altísimo porcentaje de mortalidad de la época, enfermedades, pestes, guerras, falta de higiene, alimentación, etc, diezmaban a las poblaciones y era una forma de contrarrestar a la omnipresente mortandad

También el poder reproductivo humano, que sería capaz de procrear, como facultad casi divina, ha sido esgrimido como posible fundamento de estos bajorrelieves, no faltando quien busca una reacción a contra la aversión al sexo de los cátaros o albigenses, cuyas creencias se estaban extendiendo por buena parte de la cristiandad. Estas cuatro hipótesis verían lo sexual como positivo y entrarían en contradicción con la versión pecaminosa y negativa de la primera


Otro canecillo en forma de rollos, tres en concreto, número de lo celeste y de la Santísima Trinidad


Y ya el último y el capitel


Parecen unas cabezas, y alguna bola, en figuras serpentiformes enrolladas, si es así recuerda las leyendas populares, vinculadas también al citado huevo cósmico, de la piedra de la culebraque curaba supuestamente las picaduras de este animal, siendo en realidad estas piedras fósiles de llamativas formas. En el citado blog de Mitología Asturiana de Marisa Díaz podemos leer:
"La piedra de la culebra tiene según la tradición un origen animal, pues se forma con la baba endurecida de la culebre y más concretamente con un conglomerado impar de estos ofidios y de sus secreciones"

"Tal fue la importancia sanitaria de las piedras en nuestro Principado, que antaño los municipios adquirían para el servicio público de sus vecinos y moradores (Bernardo Acevedo manifiesta a este respecto que un ayuntamiento conservaba dos piedras de culebra, dedicadas al uso de los convecinos y que una de ellas fue adquirida en cien ducados de vellón para siempre jamás del mundo)"

El capitel, también de los de forma de palmas y con cuerda sogueada abajo


Estos elementos, que con el tiempo llegarían a ser calificados de obscenos y sacrílegos, fueron andado el tiempo tapados con cal, hasta que volvieron a salir a la luz, este el el caso de la portada románica guardada bajo la torre del campanario, que vamos a ver ahora, antes de entrar a la iglesia


Esta portada sur es para sorprenderse, pese a que quedó afectada en parte por la construcción de la actual torre del campanario en 1690


Presenta cuatro arcos semicirculares labrados minuciosamente con más elementos de geometría y plantas, sostenidos en columnas con sus capiteles tan artísticamente labrados que casi, casi solo ellos, de por sí, valieron para que el monasterio fuese declarado monumentos

El zigzag o dientes de sierra, por ejemplo, en la parte más exterior, puede simbolizar las aguas purificadoras y dar sensación de continuidad y movimiento. Luego tenemos las tetrapétalas y otros elementos en los arcos interiores

La misma arcada, un elemento antiquísimo adoptado por el románico, al ser representada con varios arcos, da una sensación de túnel, entrada en la casa de Dios, un trozo de Cielo en la tierra, y esta sería por tanto la Porta Coeli


Vamos a ver "el tesoro de Villanueva", los tres capiteles del lado izquierdo, rematado arriba por una saliente banda ajedrezada: representan, como en una sucesión de viñetas, una de las escenas más significativas del románico asturiano. la Despedida del Caballero, en la que quiere verse la sucesión de acontecimientos que llevaron a la muerte a Favila, si bien representados cinco siglos después



Ciertamente las escenas de besos y despedidas del caballero y la dama abundan relativamente en el románico avanzado, en un momento en el que las figuras van "humanizándose", con escenas cotidianas y amorosas que se contraponen a las mayestáticas y tensas representaciones de siglos anteriores


Unos autores dicen que se trata de una escena más de esos amores caballerescos que inspiraron a los artistas bajomedievales, a la que luego se le buscó un significado, y otros al revés, que es pura y simplmente la muerte de Favila, transmitida legendariamente, sirvió para inspirar al artista, que ya conocía estos modelos de la épica del momento, y los adaptó a la leyenda de Favila, y a la tradición que asegura que el templo primigenio se hizo en su memoria


Al lado del primero de los capiteles del lado izquierdo comienza la acción de La Despedida del Caballero, un bajorrelieve con una dama que besa a un caballero montado a caballo, el cual lleva un halcón en su mano, tal si se despidiesen al salir él de cacería. Están esculpidos hasta en sus más mínimos detalles, incluyendo pormenores tales como las filigranas y dobleces del vestido de las figuras 



Aquí se quiere ver a Favila despidiéndose de su mujer, muy temerosa pues parece tener un mal presagio, y se despide de él dándole un fuerte beso, como queriendo retenerlo



Ya en lo que es propiamente el capitel está El Beso del Caballero con su amada, y al fondo un palacio. Son dos motivos amorosos de un románico tardío, que anuncian nuevos tiempos para la historia y el arte. Aquí se quiere contemplar que Froiluba insiste en sus besos para que Favila no se marche, aunque él ya no aparece aquí con su equipo de caza. También se interpreta que realmente la primera escena fuese esta, empezando el día en el palacio real, que vemos a la izquierda, sobre el cual, según una tradición, se construiría tras la muerte de Favila el primer monasterio, recordando su muerte, reinando ya Alfonso I. Todo a gusto de cada narrador o de nuestra imaginación


Sea como sea hay cosas muy importantes, el gran realismo del  momento y los detalles esculpidos, la expresión, la proporción, gestos y posturas. El palacio real aquí esculpido dicen inspiraría a Roberto Frasinelli, el Alemán de Corao, siete siglos después, para trazar los planos de la Basílica de Covadonga, dato que sin ser excluyente no deja que verdaderamente se hubiese basado en la catedral de Caen en Normandía (Francia)

En 1897 los hermanos García Ceñal, en sus investigaciones buscando el citado palacio en Cangues d'Arriba, escriben:
" En uno de los capiteles de la iglesia de Villanueva se observa un bajorrelieve representando el Alcázar de los Reyes de Cangas y como quiera que esos capiteles datan del siglo XI o XII, es lícito suponer que el artista que esculpió la leyenda de Favila alcanzó a ver el palacio, o por lo menos vestigios suficientes para hacer una copia exacta o aproximada"

La otra cara del primer capitel muestra un caballero con casco y espada defendiéndose del ataque de un oso. Sin duda es la parte más vinculada inequívocamente con Favila. Adviértase el lujo de detalles en las fauces del oso y en la cota de malla del caballero, además de en la frondosa vegetación en torno a ellos

Ciertamente se sabe que la caza del oso era una especie de prueba, autoimpuesta, en caballeros relevantes de ciertas épocas para demostrar su valentía


 Existe una leyenda similar, con oso como co-protagonista, sobre otro rey asturiano, Aurelio, que siguiendo otra peligrosa táctica que se sabe existía, se dejó ir a abrazar por uno de ellos, llevando una vara de madera en pico, cogida fuertemente a sus manos pegada a su cuerpo en vertical y, justo cuando el animal se abalanzaba sobre él, en un fuerte movimiento pone la vara en horizontal sin dejar de agarrarla con suma fuerza. El oso, con su propio peso al tirarse sobre Aurelio,  se la clavaría mortalmente en el corazón. Aquí el rey sale mejor parado y el lugar será bautizado como Baraosa, en el actual concejo de Samartín del Rei Aurelio, que debe su nombre al monarca

Naturalmente son leyendas, pero como todas, tienen una base real que puede permitirnos entender un poco el contexto de la época y ciertas costumbres plasmadas en documentos y tradiciones



Nueva "viñeta": en el segundo capitel del lado izquierdo, este, el del medio parece una continuación de la narración: la mujer con los brazos en jarras, con el palacio de nuevo al fondo, ve a Favila alejarse, ya en la otra cara del mismo capitel, en una imagen de cetrería, con el caballero cabalgando sobre su montura mientras lleva el halcón y un pájaro les sobrevuela


Símbolos vegetales parecen simbolizar cuando Favila se adentra en los bosques del Monte Llueves, donde el oso le mataría. La superposición de figuras transmite una muy lograda sensación de perspectiva


Y ahora, en el capitel tercero, a su derecha, puede culminar este episodio de la muerte de Favila


El capitel tercero puede culminar el episodio, en su gran escena central un cuélebre, detallado con sus fauces, alas, garras y escamas, se traga a una persona de la que nada más se le ven ya las piernas, el resto del cuerpo está dentro de las fauces del monstruo. Sobre él. otro individuo parece estar siendo apartado del peligro por un ángel


A su derecha, en este lado del capitel, otro ángel le clava la lanza al cuélebre. Se ha querido ver en esta representación la salvación del alma del rey Favila, sacándola del infierno representado por la bestia


Recordemos lo que dicen en el muy recomendado blog Arteguías Simbolismo Románico:
"Los ángeles nunca tuvieron tanta relevancia como en el periodo artístico románico. Su representación es de bellos personajes de cabellos largos y bien peinados, con rostros suaves y agradables y grandes alas. Son una de las delicias que el románico nos regala.

Los demonios, sin embargo, son esculpidos y pintados con enorme variedad de formas. La mayoría son figuras grotescas, deformes y feroces, con ánimo de espantar al observador"
Va que ni pintado para toda esta escena...


No nos olvidemos del lado lateral izquierdo del mismo capitel, con un segundo cuélebre, este relamiendo o besando a un mozo, en lo que simbolizaría la tentación del mal. Detrás de él, otra figura parece agarrar al culebrón por detrás, mientras al fondo del relieve se ven las alas de un ángel


En realidad, más que dos cuélebres parecen uno solo, con una cabeza en cada extremo, por lo que sería una anfisbena, animal mitológico representado por una culebra alada con estas dos cabezas, una a cada parte del cuerpo


Y en el capitel más pegado a la puerta hay cuatro pájaros grandes que se asemejan águilas, sobre todo por la forma de la cabeza pico. Los del lado izquierdo miran a lo alto a la izquierda, mientras que los del derecho se miran de frente y se tocan con el pico


Las águilas tienen un variadísimo simbolismo en el arte religioso en general y en el románico en general desde ser el símbolo de San Juan Evangelista o, por su fuerza y nobleza, al mismo Cristo, conductor de las almas hacia Dios, al igual que la Ascensión, el Bautismo y la regeneración, así como el Juicio Final. La postura de las cabezas también tiene su significado... o significados


Por su parte, los capiteles del lado derecho de esta portada son tres, también como los de la izquierda con una cenefa ajedrezada sobre ellos


No tienen escenas propiamente dichas, solo adornos florales y temática vegetal esculpida en piedra. Puede ser un mero elemento decorativo en principio pero también está cargado de simbolismo, como puede ser el mismo Paraíso o los cercanos montes de Llueves, escenario de la tragedia de Favila


Bien, lo normal es que esta portada la hallemos cerrada pero el Parador suele estar abierto, una buena oportunidad para visitarlo, pues esta parte ha recuperado el histórico cenobio


Recordemos que esta es la parte barroca, con su fachada también barroca, que hemos visto antes


Accedemos ahora por ella al interior


Atravesamos el salón de la recepción, donde avisamos siempre para poder pasar, y nos dirigimos al claustro, también, recalcamos una vez más, obra barroca


En el gran patio del claustro están ahora las terrazas


El claustro barroco es de dos pisos, con arquería de medio punto en el bajo y de carapanel en el superior


Recorremos el pasillo o crujía sur


Esta portada de arco de medio punto, lisa, sin decoración da acceso da acceso al piso alto. Tal vez estuviese arriba la casa del abad, luego casa rectoral del párroco tras la desamortización decimonónica


Todo ha sido rehabilitado para el parador respetando al máximo su estructura


En la crujía sur, estaban también el vestíbulo y dependencias de servicio, en este mismo piso bajo


En la crujía oeste se situaba el que se piensa fue refectorio o comedor común, abajo; y arriba celdas de los monjes, ahora adaptadas como habitaciones y otras dependencias


Generalmente los claustros son de planta cuadrada, llamándose benedictos cada uno de sus lados. En torno a él se disponían las diferentes estancias del monasterio, la iglesia, la sala capitular, la biblioteca, calefactorios, celdas de los monjes...


En medio solía estar el pozo de agua, un elemento que en este caso no se conservaría, uniéndose en él cuatro caminos que son los brazos de una cruz, siendo lo demás jardín


Dentro del estilo de la época ni los arcos ni otros elementos o partes del claustro presentan decoracón, tan profusa en los de estilo románico y gótico


Vamos pasando ahora a la crujía norte


Un cuadro, que parece de San Benito, fundador de la Orden Benidictina, y abajo un viejo arcón de madera


Tiene labradas diversas imágenes de santos


En la crujía o parte norte están torre, iglesia, sacristía y cocina del monasterio en el piso bajo. En el piso alto, antesala del coro, coro y cuarto encima de la cocina


Esta arquería románica es lo que queda del antiguo claustro de esa época, desaparecido al hacerse el barroco, y muestra de su perdido esplendor, da entrada a la iglesia a través de la llamada Capilla de San Miguel, Capilla Real o Entrada al Palaciu, lo que ha dado en atribuírsele relación con el pretendido panteón real que habría existido en tiempos de la fundación de Alfonso I y de los primeros monarcas asturianos en esta su sede regia canguesa


De todas maneras, como siempre indicamos, esta triple arcada de arcos de medio punto se habría construido cuatro siglos después de la fundación de Alfonso I


Los arcos se sostienen sobre dobles columnas de fustes y capiteles



Los capiteles son troncopiramidales y muestran decoración vegetal: estos son los de las columnas de la izquierda


Y los de la derecha


Buen lujo de detalles de los maestros canteros


La capilla se sabe era empleada por los frailes como sacristía y sala capitular, donde releían los capítulos de la Regla de San Benito, confesaban sus faltas al abad y trataban de asuntos de interés común


Los cierto es que esta capilla ocuparía la posición común de los panteones reales hechos en la alta Edad Media. Si realmente en el monasterio que existiese previamente fueron enterrados Alfonso I y su mujer Ermesinda, este sería el lugar de sus sepulturas como luego fue el de otros caballeros. No en vano la advocación a San Miguel Arcángel, protector de las almas, es también habitual en estos mausoleos


Por su parte la denominación Entrada al Palaciu se explicaría como que este sería el acceso al palacio-fortaleza de Favila que estaría en este lugar, sobre el cual afirma la tradición se construyó el primer convento


Otros, más críticos, manifiestan que, verdaderamente, no está claro ni siquiera que hubiese habido aquí una capilla, sino únicamente un lugar o estancia de paso entre el claustro y la iglesia, a la que vamos a entrar ahora por su portada oeste


Esta portada, es de arco de medio punto bordeado por arquivolta de línea de rombos, llamada de nido de avispa, parece ser la más antigua de esta iglesia


Detalle de cerca...


Y esta es la iglesia, construida entre mediados del siglo XII y principios de XIII sobre la antigua estructura prerrománica del tiempo de Alfonso I, y que sería seríamente reformada en 1773 cuando su techumbre de madera fue cubierta por bóveda de medio punto, de la que se mantienen sus pinturas, y se construyó el coro


Detalle de las pinturas dieciochescas de la bóveda, muy del gusto de la época. temas geométricos, lineales, naturalistas...


 La estructura del templo es de una sola nave pero pudo haber sido de tres, correspondientes a los ábsides, una grande en medio y dos laterales. De ser así desaparecieron en esas obras, las últimas de relevancia antes de la Desamortización de 1835, si bien también es probable que el edificio medieval también fuese así, de una sola nave. Cierto no se sabe


Esta bóveda hubo de dividirse en tres tramos con arcos fajones y, para soportar su peso, hubieron de instalarse contrafuertes en el exterior, que vimos en el muro norte


A la derecha el interior de la espléndida portada sur, que vimos antes, la situada bajo la torre


Ya hemos dicho que realmente no se sabe porqué se respetó al final esta cabecera de tres ábsides, así como los muros perimetrales, pues el proyecto era derribar toda la iglesia para hacer la nueva, como se hizo con el claustro


Esta es pues la parte interna del triple ábside semicircular que vimos antes por fuera, la capilla mayor con el arco triunfal en medio y las laterales. Los arcos son de medio punto y doble arquivolta, sostenidos por dos columnas cada uno y habiendo por lo tanto seis capiteles, dos por arco

Las tres capillas están comunicadas además entre sí por otras dos portadas, también con arcos de medio punto, columnas y capiteles, que muestran más figuras


Vamos a empezar por ejemplo por el altar y capilla lateral derecha. Fijémonos al entrar en la imagen de la Santina, copia de la de Cuadonga


Vamos a admirar el capitel derecho con un buen bajorrelieve bajo ajedrezado, cenega de cuadraditos  que se extiende por el arranque recto del ábside. Fijémonos en las pinturas dieciochescas y en la ventana abierta en él en esas reformas


En este capitel dos personajes, el de la izquierda con un palo o lanza, y el de la derecha con una porra, parecen enfrentarse a dos pájaros gigantes, sin duda dos grifos, seres mitológicos de los que se decía eran "ocho veces más grande y más fuerte que un león"


Vista del pájaro de la derecha, con enorme pico y garras


Imagen de los dos personajes de frente, bien detallados


El grifo de la derecha. Se dice que su origen mitológico pudo ocurrir al interpretarse el hallazgo casual de fósiles de dinosaurios, lo que haría suponer en tiempos remotos que eran seres mitad águila gigante y mitad león


Vamos ahora al otro capitel. Observemos de paso la nave divida en sus tres tramos y las pinturas de la bóveda



Hay una estampa bastante parecida, solo que aquí pelean contra dos leones: este el de su derecha



Los dos luchadores, el de la derecha con porra o similar en la mano derecha, mientras con la izquierda sujeta las fauces de la fiera. El de la izquierda parece le estuviese clavando una lanza en la cabeza al otro león


El león de la izquierda, con su melena muy bien cincelada


En medio la pila bautismal, la original desapareció del santuario pero no se ha perdido...


 Se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, luego de ser donada por un particular en 1868, que la había recogido del patio del convento ya desamortizado y abandonado, salvo la iglesia, que había pasado a ser parroqual. De la pila solo queda la copa, esculpida en tres bandas horizontales, decoradas con formas vegetales las inferior y superior y con un texto la del medio, donde figura la dedicatoria de quienes fueron sus donadores, un caso poco visto en las pilas bautismales románicas

IOHANNES ET NARÍA DECERVNT HOC OPVS IN ERA MILA CLII

(Juan y María mandaron hacer esta obra en la era 1152 -año 1114-)


 Ventanuco-aspillera románico y pinturas del siglo XVIII en la bóveda


Motivos vegetales y geométricos


 Esta es la pequeña portada que comunica con la capilla mayor, sin filigranas en esta parte


Ahora vamos a ver la grandiosa capilla mayor...


Empezamos por el alto arco toral o triunfal, liso en lo que es la arcada propiamente dicho pero con sendos capiteles historiados en sus dos columnas


Hay un personaje con espada y escudo luchando contra una fiera, unas fuentes dicen que es un león, que en ese caso realmente habría de ser leona, pero lo familiar de la escena para la iconografía de este santuario nos hace pensar en un oso y en Favila, en plena lucha. Atrás aparecen otras dos caras, tal vez también de osos o de otros seres amenazantes en sus gestos


Y si este fuese Favila a su izquierda habría de estar Froiluba, su mujer...


Un tema muy similar al de los capiteles de la portada sur


A la derecha recorre este ábside otra cenefa ajedrezada, estilo que también vemos en la que sigue la arcada de la portada que comunica con la capilla de la derecha que acabamos de ver


Aquí sí hay dos capiteles historiados


El mono comiendo una piña es un elemento no ajeno al románico. Parece tener argollas en los pies, pues se les suele en muchos sitios representar encadenados. Es como hemos dicho una caricatura del comportamiento humano. Atrás tema vegetal


En el otro capitel, cara muy expresiva, con largos bigote y barba trenzados, y pelo rizado


La ventana central, por la que entra luz al altar, orientada al este, al nacimiento del sol, como es usual en el románico


Como en el exterior, también tiene columnas con su basa, fuste y capitel


Capiteles historiados. Veamos también el ajedrezado


Capitel derecho, con unas figuras muy estilizadas que recuerdan a las aves de los capiteles de las columnas exteriores de este ábside central, que también hemos visto antes. Arriba tema vegetal como de rosas de tallo enroscado que recuerda algunos elementos similares existentes en el Arte Asturiano prerrománico


Capitel izquierdo con temática vegetal y de bolas y arriba un detalle similar al del otro capitel


Y cómo no aprovechemos para admirar la policromía de toda la bóveda. Sobre la ventana imperan motivos florales bajo un gran cortinaje



Y veamos justo sobre nuestras cabezas el diseño decorativo a base de nudos en los que impera lo rectilíneo


Veamos hacia la nave nuevamente los tres tramos de la iglesia. Este paso entre la nave y la cabecera simbolizaba la unión entre lo divino (el altar) y lo humano (los fieles)


A la derecha, la portada que comunica con la otra capilla lateral


También con sendos capiteles en sus columnas


La cacería del jabalí en el de la derecha. Lo cierto es que este animal, y en concreto su caza, ya era aspecto totémico en las creencias de buena parte de Europa, antes no ya del cristianismo, sino de la misma llegada de los romanos


Y en el izquierdo un personaje pelea con espada y escudo contra otro grifo. La perspectiva recuerda a la del arte egipcio faraónico. La persona tiene cara y cuerpo mirando de frente al espectador pero los pies ladeados hacia la bestia con la que lucha


Y ya que hemos dado la vuelta a toda la capilla mayor que no se nos pase, por supuesto, ver ahora el otro capitel del arco triunfal


El ajedrezado sigue presente, aquí ahora en este capitel en el que se ve otra escena, tal vez también de lucha


Dos personajes con lanzas o palos se enfrentan a unos toros


Otra interpretación es que están cazando cérvidos...


Pero para otros están tirando de unos bueyes


Estas imágenes del interior tienen una actitud más hierática, estática y rígida que las de los capiteles de la portada sur, pareciendo posiblemente de un artista diferente


Y ya vamos a la capilla lateral izquierda


Uno de los citados contrafuertes añadidos la oculta parcialmente y estorba un poco al acceso


Fijémonos en las pinturas de la bóveda, en la aspillera románica, en la pequeña ventana abierta en el siglo XVIII y, por supuesto, en los capiteles románicos


Aquí en el derecho dos grandes cabezas monstruosas con serpientes saliéndoles por sus terribles bocas de dientes puntiagudos



La otra cabeza, muy similar a la anterior



Abajo sogueado, arriba ajedrezado


Las pinturas de la bóveda...


Son dos parejas de aves unidas por la cabeza, en total cuatro...


Su número y disposición recuerda, aunque no tienen ni mucho menos la misma traza ni parecida, a las águilas de la portada sur. Podría quizás intuirse ciertas correspondencia entre al menos parte de estas figuras del interior y las del exterior, incluyendo las de los canecillos


En el interior de este templo pueden verse varias tumbas del siglo XVII


El coro, hecho a los pies de la iglesia, es también producto de las obras de 1774. 


Salimos así de la iglesia por donde hemos entrado, por la portada sur


Y por la Capilla de San Miguel, Capilla Real, o Entrada al Palaciu


Hay, como en todo el claustro, diversas obras de arte y libros de consulta


Salimos por la arquería románica, resto del primitivo claustro


Y seguimos deambulando por el claustro


Ahora, amplios y acogedores salones


Atención ahora en el extremo de la crujía norte


Aquí hay otra portada románica: era la entrada directa a la iglesia para los monjes desde el claustro, que fue cegada también en las profundas reformas del siglo XVIII, pues era necesario colocar un contrafuerte para sostener la nueva bóveda de la nave


Fue redescubierta a principios del siglo XX por el historiador local Ceferino Alonso, pues como buena parte de los elementos románicos, por no decir todos, fueron tapados con cal. En algún momento se decidió no tirar la iglesia para hacer una barroca sino reformar esta totalmente


Originalmente disponía de cuatro capiteles de los que se conservan dos


En el de la izquierda dos pares de caballos rampantes


Y entre ellos serpientes enroscadas



A la derecha tema vegetal


También sobre estos capiteles zócalo ajedrezado


Y ahora la crujía este


Un muy interesante plano del parador-monasterio


En esta crujía pueden verse expuestas de pie varias laudas sepulcrales procedentes de la capilla de San Miguel, de los siglos XII y XVII, forma rectangular y decoración en relieve


Esta primera es del siglo XVII y en ella puede leerse, completando las abreviaturas:
A ARMAS Y SEPVLTURA DOTADA
DE LA CASA DE SOTO QVE
ES DON BARTOLOME ANTONIO
DE SOTO Y ASEPVLTURA DOTADA DE LA CA
SA DE SOTO DE QEVE ES PARIEN
TE MAIOR DON BARTOLOME
ANTONIO DE SOTO Y DOÑA MARIANA LVCIA SU
MVGER

Veamos la siguiente...


Esta está datada en la segunda mitad del siglo XII, es de piedra arenisca y enmarcada en estilo dientes de lobo. Arriba a la derecha vemos una figura antropomorfa en forma de letra omega, y en su interior la pentalfa o estrella de seis puntas, tan empleada en inconografía y arte desde la Protohistoria


Junta a una de las puertas hacia la terraza, otra lauda


Esta lápida es de piedra caliza decorada con líneas de tetrafolios (de nuevo la flor de cuatro hojas). Esta fechada también en la segunda mitad del siglo XII


Enfrente dos estelas más pequeñas


Motivo de cintas entrelazadas


Motivo floral-vegetal


Y ahora otras dos lápidas


Como las anteriores están datadas en la segunda mitad del siglo XII, esta presenta dos líneas longitudinales de decoración floral, cerrada en rombos


Detalla de cerca


Y ya la última de las laudas...


También de la segunda mitad del s. XII, es de arenisca y muestra decoración estilo dientes de lobo dividida por una banda longitudinal con dos frisos lisos, arriba con cabecera decorada con una U invertida


Llegamos así al final de esta crujía este...


Vemos un plano general del parador, el monasterio, el nuevo edificio, y el pasillo que los une


Volvemos a la crujía sur...


Y a la izquierda, la recepción


Salimos de nuevo al exterior


Y regresamos a la explanada de los aparcamientos


Atravesamos la finca del parador, con sus jardines...


Y aquí tenemos las dos entradas principales: a la derecha la del Puente Nuevu, la de la izquierda, por la que vinimos y por la que salimos ahora, la del pueblo de Villanueva


De nuevo pasamos al lado de la panera...


Al sur los Picos de Europa, siempre presentes...


Con sus grandes neveros...


Tomamos pues la salida


Y de la casa del altarín de la cruz de piedra regresamos a la calle por la que vinimos desde El Puente Vieyu


Fincas y casas...


Bajo los tendales de la ropa puesta a secar...


Avanzamos pues calle adelante


Allí, el Sella nos aguarda


Vamos hacia sus riberas, un paseo precioso


Y así ya regresamos al barrio El Puente


Estas son las casas justo antes del Puente Vieyu


Comenzamos ruta a Contranquil

CAMINO DE CONTRANQUIL POR LA ORILLA DEL SELLA:


Y así, llegados de nuevo al puente que da nombre al barrio, por donde pasamos el Sella, volvemos a la Casa'l Lecheru


Sigue entonces el camino de frente, hacia las casas del fondo, divisando a lo lejos toda la gran ribera que nos llevará a la capital canguesa


En la Casa'l Lecheru aún se conserva el toldo bajo el que se armaban animadas tertulias, lugar de asueto y descanso para vecinos y peregrinos


Aquí también hay además indicaciones de otros caminos de Gran Recorrido (GR)


Son rutas muy frecuentadas por caminantes, incluso por los paseantes y runners, que vienen de la población


Aquí se conserva una de las señales camineras de El Garrapiellu


Bien atornillada a la pared


En estos kilómetros finales pasa un poco como en los del principio, se han marcado diferentes rutas, unos tramos coincidentes con esta y otras no. Reitero una vez más y no será la última que esta que presento es en su mayor parte la de la Tertulia El Garrapiellu ya señalizada desde primeros de los años 90, luego cada uno puede ir por donde quiera, faltaba más



El Sella, con sus cotos de pesca, se nos ofrece soberbio y precioso a lo largo de todo este itinerario. Recordemos que este margen es cangués y el otro parraqués



En días claros se distinguen bien el Cornión (a la derecha) y Los Urrieles (a la izquierda). En primer término, aquellos cuetos verdes son los de San Xuan de Parres, por donde va otra de las posibles rutas covadonguinas en torno al Sella, si bien esta por asfalto (carretera PR-5), desde Areñes a Bada y de Bada allí para entrar en Cangues por El Puentón


La calle viene a acabar entre estas dos casas...


Por aquí vamos saliendo de Villanueva


El camino sigue asfaltado pero se estrecha al pasar este cobertizo


Y empezamos a subir al pie de la última casa


Enlazamos con otro camino y terminamos de subir, llegando a lo llano y siguiendo de frente


Acabada la cuesta el camino pierde el asfalto. Estamos en L'Alisera


Huertas a la derecha...


Así comentamos nuestras impresiones de este tramo en El Camino de Gijón a Covadonga...
"Estamos en el paraje que le dicen L'Alisera, oyendo hasta los sones de la corriente fluvial, otro de los tramos de la travesía que tienen más encanto, a decir de muchos caminantes. Pasando al principio junto a prados y huertas, metiéndonos después entre la vegetación ribereña..."


A la derecha El Llanu'l Cura (502) y el Picu la Cueste (722 m), montañas por las que el GR-105 va a Covadonga. Nosotros escogemos el valle


Más allá, tal y como escribimos:
"... Al fondo, de frente, si las nubes no nos lo tapan, el volver a ver la silueta del Cornión nos da nuevas alegrías al sabernos ya a los pies de Los Picos d'Europa. Allí La Peñesanta, que alza sus cumbres hacia el cielo encima de Los Llagos, es la referencia que nos orienta para saber donde está la Cueva de la Santina"

Una muria de piedra nos separa de las fincas sobre el río


Al otro lado, tapada por la arboleda ribereña, la carretera, en la Recta de Prestín


Bajamos un poco a la sombra de los alisos de L'Alisera...


Curva a la derecha frente a una gran roca


Una vieja garrapiella...


Bifurcación y a la derecha, lo otro es la entrada a una finca


Acabamos la bajada...


Y ya caminamos al borde del agua...


Este es nuestro comentario en El Camino de Gijón a Covadonga;
"Esta senda, llana, formaba parte del que la vecindad llamaba El Camín de Corao, por el que se iba a pie y a caballo, con los productos del campo y el ganado, a la célebre Feria de Corao, feria ganadera por excelencia que sigue siendo una de las más importantes de toda España. Pues sí, por estos caminos, antes que hubiese carretera y camiones, se llevaban las vacas a Corao a La Feriona o La Feria de Mayu, el día 26 de ese mes, aunque también La Feria Santu Medero el tres de marzo, o las del 17 de enero y el tres de septiembre. Un camino que ya arrancaba en Les Arriondes y venía hasta aquí por Les Roces, atravesando Villanueva y Cangues hasta Corao, siendo este el que vamos a seguir en este tramo de excursión andariega..."

 "Ya no pasa ganado camino de ferias y mercados, la senda fue acondicionada hace unos años y es mucha la gente que transita por ella a diario, yendo y viniendo desde Cangues, hasta tal punto que la picardía popular la ha bautizado como La Ruta del Colesteroltal y como pasa en numerosas sendas peatonales abiertas en las afueras de villas y ciudades a lo largo de los últimos años"

Estamos en la zona de El Pontigón. A la derecha, en la otra orilla, un edificio que también tiene su historia


En la orilla derecha, vemos entre la arboleda ribereña el Hotel El Capitán, en el coto salmonero de igual nombre, lugar histórico en los anales del ciclismo pues fue donde, el 20 de septiembre de 1996, el pentacampeón del Tour de FranciaMiguel Indurain, anunciaba su retirada de la Vuelta a España de ese año, preludio de lo que sería su retirada definitiva unos meses después, una verdadera conmoción para deportistas, seguidores y aficionados


Al cumplirse los 20 años del acontecimiento, el 20 de septiembre de 2016, Víctor M. Robledo publicaba en el periódico El Comercio, una completa crónica de lo sucedido, titulada La última batalla del rey Miguel:
"El helicóptero de Televisión Española sobrevoló durante varios segundos el hotel El Capitán, a dos kilómetros de Cangas de Onís, para captar una imagen histórica: Miguel Indurain, el gran pentacampeón del Tour de Francia, abandonaba la Vuelta a España 1996, dejando la sensación del fin de una época en todos los espectadores que vivieron el momento a través del televisor. Indurain se había descolgado del grupo de favoritos durante la ascensión al Fito.

 En el descenso, con las piernas «como dos tablas», según sus propias palabras, comunicó a su director José Miguel Echávarri su decisión de irse a su casa. Al vislumbrar en la larga recta de la carretera general el hotel en el que se alojaba el equipo Banesto, Indurain se apeó de la bici y entró con pasos aletargados en el establecimiento, mientras una nube de auxiliares, fotógrafos y curiosos lo rodeaba. Hoy se cumplen dos décadas de aquella imagen. Antes de comenzar la etapa entre Oviedo y los Lagos de Covadonga, Indurain ocupaba la tercera posición en la clasificación general, a poco más de dos minutos del líder, Álex Zulle, y con apenas una semana más de competición por delante. Su mente y su cuerpo, sin embargo, no estaban metidas del todo en la carrera. Lo había demostrado ya el día antes, al perder un minuto respecto a sus grandes rivales en la ascensión al Naranco. Miguel nunca quiso correr aquella Vuelta..."

"... Se encontraba exhausto tras la decepción vivida en julio en el Tour de Francia, donde se vio claramente superado por el danés Bjarne Riis. Tras conquistar la medalla de oro en contrarreloj en los Juegos Olímpicos de Atlanta, su intención era tomarse un largo descanso para analizar la conveniencia o no de intentar en 1997 asaltar el soñado sexto Tour, algo que ningún corredor había logrado aún. 
Sus planes chocaron de frente con los de los gestores del banco Banesto, el patrocinador de su equipo, que querían que corriera la Vuelta para dar visibilidad a la marca en el país. La última participación del navarro en la ronda española se remontaba a 1991, cuando finalizó en segunda posición tras Melchor Mauri. Ni el argumento de que era la única de las grandes pruebas que faltaba en su palmarés sirvió para motivar a Indurain. 
Indurain regresó a la competición unas semanas después de su abandono en la Vuelta, en una pequeña gira de criteriums con más carácter de exhibición que de verdadera competición que lo llevó por unas cuantas ciudades españolas. Los rumores sobre su retirada ya se habían disparado por completo, aunque él y su entorno enviaron algunos mensajes contradictorios durante los tres meses que duró el culebrón sobre su continuidad. 
En unas declaraciones en la víspera de uno de esos criteriums, el propio Indurain demostró tener un perfecto estudio del recorrido del Tour de Francia del año siguiente, lo que alimentó la ilusión por su continuidad. Su masajista e íntimo amigo, Vicente Iza, declaró en diciembre que estaba convencido de la continuidad de Miguel después de la conversación que había mantenido con su médico. 
Por entonces ya era un secreto a voces la importante oferta que le había trasladado al corredor navarro el equipo ONCE, el gran rival del Banesto en aquellos tiempos. Su director, Manolo Sáiz, se reunió con él en varias ocasiones para negociar. Indurain, que nunca había entrenado con pulsómetro, empezó a hacerlo justo en aquella época. El pulsómetro era una de las señas de identidad del método de Sáiz. 
Algo se rompió en el incipiente romance entre la ONCE e Indurain cuando todo hacía apuntar que la relación acabaría con la firma de un contrato. El 2 de enero de 1997, Miguel Indurain convocó a los medios en el Salón Belagua del Hotel Ciudad de Pamplona y leyó un breve comunicado con la emoción totalmente contenida, igual que hizo siempre en sus exposiciones mediáticas. La última imagen suya sobre la bicicleta que quedó en el imaginario de la afición española es la de su abandono camino de los Lagos de Covadonga..."

 

"... La vida en el hotel El Capitán ha continuado ajena al momento histórico que le tocó vivir. La gerencia del negocio ha cambiado de manos en varias ocasiones, y en el interior de la cafetería sólo existen dos recuerdos de la figura del campeón navarro. Uno es una foto suya dedicada. El otro, un pequeño cartel plastificado que unos aficionados al ciclismo dejaron allí en una visita hace ya cinco años: «Aquí se dejó la vida deportivamente don Miguel Indurain», dice. «Abandonó la ronda española y entró en este hotel, donde horas más tarde acabó su vida como ciclista. Sirva esta placa como recuerdo a la persona que nos hizo vibrar en las tardes de verano con sus cinco Tours de Francia»


Recordando tantas historias de estos lugares y caminos, caminamos por esta bellísima senda sellera 


Un impresionante arbolón sobre la ruta...


Pasamos al lado de su tronco y llegamos a una bifurcación


Hay que seguir de frente por el camino principal, lo otro son entradas a las fincas


La Riega Mable o Ríu la Escalerina da sus aguas al Sella


El mismo lugar empezando la primavera, con más agua


Pasarela para pescadores, cuando se acercan a la orilla


Estamos en los cotos de El Brezu y Les Serondes


El Sella a nuestra derecha


A nuestra derecha más fincas


Las frondosas arboledas dan frescor a este maravilloso paseo fluvial


Un gran camino por la ribera del Sella, un verdadero encanto para el caminante


Es totalmente llano y es fácil avanzar por tanto con paso alegre y resuelto


Aunque está justo a nuestro lado el río se oculta a nuestra vista, tapado por la tupida vegetación


Vieja muria de piedras que se cubren de musgo


Cierre vegetal de un prado a la izquierda...


Otra entrada a una finca: seguimos siempre en recto


Aunque no hay pérdida posible la señalización confirma que estamos en la ruta correcta


Sigue la pista la misma forma y contorno del río y su orilla


Biesca de arbolado autóctono a la izquierda


Andamos entre las altas arboledas...


En algún trecho el río se ve mejor


Del Sella decíamos también en El Camino de Gijón a Covadonga que...
"... nace en FonseyaOseya de Sayambre, en El Puertu'l Pontón, entrando por Los Beyos en Ponga y Amieva para después hacer de frontera entre Cangues y Parres antes de desembocar en la mar en Ribesella, el río que tiempo ha comunicaba, más que separaba, los antaño orgullosos clanes astures de los cántabros vadinienses y orgenomescos, haciéndose luego mundialmente conocido, como hemos relatado en episodios anteriores, con la Fiesta Les Piragües. Una raíz lingüística derivada de "salia" que da nombre a numerosos hidrónimos europeos..."
"... Un río que aquí baja ya ancho y fuerte, con el agua de los manantiales de Los Picos, aumentada enormemente en época de lluvias y deshielos, alimentado por la nieve derretida de los neveros de las montañas. Es entonces cuando puede venir bravo y furioso, recuperando durante unos días todo lo que antaño fue suyo, inundando el espacio ganado por el hombre a sus orillas. Es el tributo de las fuerzas de la naturaleza, que tienden cada cierto tiempo a reconquistar sus dominios arrebatados, por eso son levantados algunos muros de contención, espesos y fuertes, al pie de las casas..."

Paseantes, caminantes, corredores que vuelven a Cangues...


El camino en junio...


El mismo lugar tres meses antes. Con la arboleda y vegetación pelada aún se ve mejor el río a nuestro paso...



El Brezu y Les Serondes, parajes de los que también escribimos en el libro del camino:
"...se trata de uno de los cotos trucheros y salmoneros más importantes de esta zona del río, pudiendo verse las rampas donde se sitúan apostados con sus cañas y anzuelos. Esfácil verlos desde aquí a las puertas de la población, con las cañas arrimadas al borde del agua y escudriñando la corriente con suprema atención, bien avituallados con sus botas impermeables, algunos con botas-pantalones enterizos de goma, hasta la cintura, con tirantes, y con ellos la xorra, el cebo, el sedal, los anzuelos, los señuelos y todos esos mil fantásticos y diminutos artilugios guardados cuidadosamente y con esmero en todas esas cajitas que salen de los muchos bolsillos de sus chalecos. Solos, en parejas o en pequeños grupos, forman, los pescadores, parte del paisaje de nuestras riberas..."

"... Desde la pista podemos acercarnos al río entre las rocas y los árboles que forman la orilla, existiendo alguna poza que se utiliza como socorrida zona de baños, pero teniendo cuidado con el agua, en ocasiones frío en extremo aunque pasemos en temporada estival, y por supuesto con la corriente y la profundidad que hay en determinados lugares. El caminante sin prisa va a disfrutar muchísimo de todo el hechizo de estos lugares, sobre todo si va con el tiempo sobrado y no se ve "prisionero de los horarios", como tantas veces pasa"

Más antiguamente, cuando las licencias y arriendos de pesca eran monopolio de los abades, estas ya por entonces se estipulaban documentalmente, y los furtivos eran castigados


Así en un pleito de 1572 leemos que un testigo declara contra dos de ellos:
"... E que saue que el dicho Monesterio de Villanueva tiene en los terminos de Cangas muchos pozos donde no se puede pescar. E que vio que en un pozo que esta junto a la dihca Cass, Juan Garcia de la Vega e Alonso del Escobio pescaron a vara un salmon de grandor de tres palmos, e lo dieron a los padres del conuento, e tambien saue que ellos auian pescado otros salmones en el dicho pozo e otros que la casa tiene e que no los dieron a la dicha Cassa..."

Más de cien años después otro ejemplo de denuncia...
"Don Bernardo de Estrada, año 1686 y piede a Don Marcos de Noriega, Juez, castigue a sus criados por auer pescado en los pozos del conuento..."

Ya se ven entre las ramas algunos edificios de Contranquil...


A la derecha, al otro lado de la arboleda, en la carretera, está Prestín, cuyas casas no podemos ver apenas, salvo en invierno, con los árboles sin hojas...


A nuestra izquierda la montaña forma ahora un alto acantilado fluvial, muro de contención natural contra las grandes crecidas


Si bien todos los años hay crecidas, cada cierto tiempo hay una riada impresionante, tal vez cada cinco años de media, con serios problemas de inundaciones en las zonas bajas


En estos escarpes rocosos, estribaciones del Monte Llueves, hay una serie de abrigos naturales habitados desde la Prehistoria, lo que demuestra que esta legendaria montaña con nombre de divinidad estaba poblada desde muchos milenios atrás, bastante antes del episodio de Favila y el oso. De ello escribimos también en El Camino de Gijón a Covadonga:
"Pero cosas sorprendentes hay aún en El Monte Llueves por su falda sur: La Cueva Los Azules, uno de los más importantes yacimientos de la Prehistoria en el territorio de la actual Asturias, perteneciente a la cultura Aziliense, unos 10.000 años antes de nuestra era, excavada desde 1973..."
"... Dos años después de iniciarse las excavaciones se descubrió uno de los más impresionantes testimonios de aquellos primitivos pobladores: un enterramiento a la entrada de la cueva, la sepultura de un individuo, varón, de más de treinta años, muy viejo para lo que era la esperanza de vida en aquel período de la evolución humana. Medía 1,70 metros y, aunque tenía varias enfermedades y deformidades, fue cuidado con todo el mimo y cariño hasta el fin de sus días, demostrándose la profundidad de los sentimientos de solidaridad grupal de aquellos cazadores y recolectores paleolíticos. Cuando murió se realizó un solemne ritual funerario: se allanó el suelo a la entrada de la cueva, haciendo una fosa poco honda, allí se puso cuidadosamente su cadáver, de espaldas al suelo, y se colocaron en torno a él las últimas ofrendas de sus seres queridos...enseres domésticos, arpones, raspadores, objetos de sílex y cuero de ciervo, moluscos marinos etc. apareciendo hasta el cráneo de un melandru o tejón. El suelo de la tumba fue pintado de rojo y a su alrededor fue dispuesta una fila de piedras, así como una gran losa sobre las piernas del fallecido, enterrándose todo con una capa de tierra y guijarros. Lo cuidado del ritual sigue sorprendiendo a los modernos investigadores"

Desde aquí vemos las grandes urbanizaciones de Contranquil, unas 850 viviendas en grandes bloques que se construyeron hacia el año 2008 en la llamada Vega Contranquil, terrenos llanos al lado del río


El paseo fluvial sigue a sus pues, por el coto de pesca El Golondrosu


Vamos a poner también aquí unas fotos de principios de primavera. con el acantilado a la izquierda, el río a la derecha...


Y al fondo de frente los altos edificios de Contranquil, casco urbano de Cangues d'Onis


Los Picos de Europa, El Cornión, ponen el marco a tan inolvidable estampa al entrar en la histórica ciudad


Son los tramos finales de esta preciosa senda fluvial canguesa


Ahora al pie del acantilado un gran muro


Por ahí va la canal que llevaba el agua del Sella de vuelta al río desde el Molín de Contranquil, que funcionaba con la fuerza hidráulica para mover las muelas de la molienda


Una panera delata el lugar donde está el molino


Está en una finca que aprovecha un pequeño espacio entre el camino y la boscosa ladera del monte


Si nos asomamos a la tapia y valla que la cierra podremos verlo


El Molinín o Molín de Contranquil, un pequeño molino con su presa o ñora y salto de agua, en una preciosa estampa


Aquí venía el vecindario a moler cuando Contranquil era una aldea en el extrarradio de Cangues. Véase una muela apoyada en la pared. Inspiró al pintor José Ramón Zaragoza, que lo plasmó en un cuadro impresionista


En el río El Golondrosu, coto salmonero y zona de rápidos, donde el Sella suele cobrar bríos. Al fondo un puente


Al fondo el puente de la AS-114 en la ronda que evita el paso de vehículos que se dirigen a Covadonga, Los Lagos, Cabrales, etc. por el centro urbano cangués


Aquí un muro nos separa del Sella


En la poesía Rozó claro el firmamento, José Ramón Muñiz Álvarez lo glosa así en este extracto:
La luz quebró el color de la alborada
que luce y se refleja sobre el Sella,
mostrando temblorosa alguna estrella,
en su corriente alegre, alborotada.
La bruma a la mañana ya cuajada
el oro roba y grita, siempre bella,
en esos valles verdes la centella
que alumbra sobre montes de nevada.
Despierta la luz noches otoñales
que nacen al fulgor del nuevo día,
no lejos del sonido que murmura.
La aurora peregrina a los cordales
y deja galopar la brisa fría,
oyendo el murmurar del agua pura

Sigue el muro vallado de la finca de El Molinín


Un precioso parque con numerosos árboles. Más allá son las instalaciones del Colegio Público Reconquista


Llegamos al final de la finca...


Y ya llegamos a los bloques de viviendas de Contranquil


El camino pasa bajo sus parques y edificios


Gran escollera para asegurar el firme y evitar las riadas...


De frente ya el puente de la ronda...


Justo antes de llegar a él nos desviaremos


Tomamos el camino que sube a la izquierda


Ahora vamos a la derecha


Pasamos aquí sobre La Riega'l Puentín, que desemboca en el Sella


Y seguidamente nos disponemos a pasar debajo del puente


Por aquí, sintiendo las rodadas de los vehículos


Tomamos este paso...


Y al otro lado empezamos a subir


Contranquil ha registrado una importante transformación urbanística en los últimos años, de ser un barrio rural se ha transformado en residencial, antesala de la ciudad canguesa...


Estamos en La Jira, donde se celebraba la popular jira o comida campestre de las grandes fiestas canguesas de San Antoniu, en junio, ahora trasladada más al este, a El Lleráu, en una decisión que generó en su día polémica


 Al llegar aquí tomaremos a la derecha la calle Juan Carlos I


El paisaje cambia totalmente, de las frondosas riberas a los barrios urbanos


Llaman la atención, a la derecha, tres bloques de pisos de vistosos colores


Al sur, los altos de San Xuan de Parres, y en la lejanía una referencia geográfica muy importante


El Picu Pierzu (1.552 m), entre Ponga y Amieva en el Alto Sella, emblemática montaña de la que ya hablábamos, pues ya la veíamos, desde Anayo



Tienda y terraza a la izquierda


Más allá el Monte Llueves, a la derecha El Picu l'Arbolín (573 m), otra referencia que llevábamos viendo desde muy atrás y que nos servía para saber dónde está Cangues, también llamado por los pastores La Peñe l'Ornia


 A ambos lados hay aceras, podemos ir por cualquiera de ellas



Más edificios de colorinos...


A la izquierda el bar La Jira


Entrada a las terrazas, a lo lejos el Hotel La Cepada, bajo las montañas


Paso a paso vamos llegando al final de Contranquil


A lo lejos vuelve a asomar las cimas de Los Picos


La calle hace aquí una larga recta que llegará, al fondo, al barrio de La Pedrera


Pasamos entre las últimas urbanizaciones de este tramo de la calle


Y llegamos a una importante encrucijada


Es la Avenida de Contranquil


A la derecha un poste con señales


Esta nos indica bien la dirección del Camino a Covadonga


El camín cruza la avenida y sigue recto, de frente, pasando de Contranquil al barrio de La Pedrera


Pero no queremos dejar de avisar que, a pocos metros siguiendo por la derecha, Avenida Don Constantino González, tenemos un monumento del máximo interés, la capilla de la Santa Cruz, edificada sobre un dolmen, en un evidente rito de cristianización, por el recitado rey Favila en el año 737, con el objeto de guardar y venerar el símbolo del Asturorum Regnum que acababa de nacer, siendo Cangues d'Onís, Minima Urbium Maxima Sedium, su primera capital













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