La Bramadoria: los bufones de Pría y sus imponentes acantilados |
La Bramadoria y el pueblo de Llames desde el Camino |
Así, los peregrinos que, en días de mar brava, galerna o temporal, recorren el Camino de Santiago del Norte o de la Costa y bajan desde la iglesia parroquial de San Pedro de Pría, en la zona más occidental de concejo asturiano de Llanes, a ganar el paso del río Aguamía por el medieval Puente Mía para entrar en las tierras riosellanas de Cuerres (parroquia de Collera), sentirán al norte, en lontananza, al llegar a la aldea de El Colláu, el furioso rugir de La Bramadoria o El Bramadoriu, esto es, el campo de los famosos Bufones de Pría
Los bufones de Pría desde el Camino |
En días de calma nada extraordinario veremos ni oiremos, pero en días de galerna y tempestad, especialmente en invierno, un portentoso sonido, desde el Camino relativamente lejano, saldrá de las entrañas de la tierra, y en La Bramadoria varias chimeneas escupirán chorros de agua de mar al cielo con ese característico y sonoro estruendo que se dice "se oye hasta en Cabrales". Así lo leemos en la Enciclopedia del Paisaje de Asturias:
"El llamado bufón (túnel natural por el que la mar arroja agua a un punto situado tierra adentro) de La Bramadoria se localiza en la parroquia llanisca de San Pedro de Pría. Es una zona llana de fácilacceso.cercana a los pueblos de Llames y Garaña, y suelta un espectacular chorro vertical de agua, muchas veces de forma súbita; cuando esto ocurre es muy peligroso hallarse en sus cercanías"
Un refrán local, recogido en Silviella de Pría, asegura que "si gufa La Bramadoria non descuelgues la mesoria", debido a que la labor de descabezar cereales, que se realizaba con este apero, exigía la presencia del sol; también se decía en el mismo pueblo que
"cuando berra'l Pozu Pría guarda lleñe pa otru día; La Bramadoria y El Pozu Pría é la mesma cosa, é un gufón acasu más juerte que'l de Vidiago y que ta nestos castros de Garaña y que é mui raru'l día qu'elli gufe que non llueva darréu"
"Llanes está situado a un tiro de arco cerca del mar, el cual llega por una entrada muy peligrosa hasta dentro de la villa, y la azota ese mar incesantemente contra las rocas y montañas, que son maravillosamente altas y parece que sea un abismo infernal por el ruido del agua, la cual salta continuamente más alta que una lanza por las grandes olas que allí se encuentran y redoblan contra esas rocas excavadas y divididas en grandes cavidades, dentro de las cuales el agua penetra; y cuando están llenas, entonces el agua se ve rechazada por afuera, saltando, espumeando, ruidosa y tan impetuosamente, que apenas si uno oye gritar ni hablar, que es una cosa terrible y espantable de ver y oír"
"La fina y persistente lluvia que en la mañana de ayer caía sobre el concejo llanisco no fue un inconveniente para que la localidad de Llames de Pría festejara con esplendor a San Saturnino, a quien por aquellas tierras conocen con el cariñoso apelativo de San Zornín.Superado el mediodía, dos decenas de mozas, acompañadas por panderetas y ataviadas con los trajes de llanisca y asturiana, acompañaban el traslado del ramo que salió a hombros de los jóvenes Pablo Miranda, Borja González, Aitor Ceñal y Benigno del Campo, quienes llevaban como auxiliar al niño Asier González.La comitiva se refugió en el interior de una carpa protectora, donde las mozas entonaban las coplas del ofrecimiento de los panes y comenzaba la misa oficiada por el párroco Domingo González. Durante la función religiosa, la vecina Marta Elola interpretó de forma magistral las coplas del romancero que sirven para poner en escena el baile del Corri Corri de Cabrales.Al término de la eucaristía, aprovechando que se habían cerrado las torrenteras del cielo, se formó una concurrida procesión por las calles centrales del pueblo. En el traslado de las andas con la imagen de San Saturnino, que fue obispo de Toulouse y predicador en las Galias y el Pirineo antes de morir martirizado en el siglo III, se encargaban Tino Ardines, Goyo Zaragoza, Ignacio Azcoiti y Pablo Alonso.De regreso a la benéfica carpa tuvo lugar un selecto festival folclórico que parecía interminable. Acompañados a la gaita por Rodrigo Joglar y al tambor por su primo Álvaro Joglar, llegados desde el concejo de Cabranes, los jóvenes de Pría interpretaron el Saltón, las jotas de Cuera y Pría y el Xiringüelu de Naves. Y con acompañamiento de pandero se bailó el Careao, la jota de Ibias, la giraldilla de Malveo y el Pericote.Por la tarde, en el prau Corrales, tuvo lugar un concurso de arrastre de peso por caballos. Un desafío entre las cuadras de José Barro, de Caldueño, y Guillermo Gómez, de Posada. Cada competidor presentaba tres caballos y cada uno de ellos tenía que desplazar su propio peso, durante cinco minutos, en un recorrido circular de 60 metros. 'Flecha', 'Moro' y 'Estribera', los equinos de José Barro, acumularon 1.378 metros, mientras que 'Marquesa', 'Felipe' y Sofía', de Guillermo Gómez, sumaban 1.300 metros. A continuación se celebraron diferentes concursos inspirados en los juegos tradicionales asturianos: carrera de lecheras, tiro de palo y tiro de cuerda. Para los más pequeños se programaron diferentes juegos infantiles.Cuando la noche le había ganado el pulso al día, se sirvió una espicha gratuita para todos los presentes en Llames de Pría, antesala de la verbena amenizada por dos orquestas."
"La localidad llanisca de Llames de Pría celebra este fin de semana las fiestas en honor a San Saturnino, popularmente conocido como San Zornín. El programa festivo comienza hoy con un amagüestu en los bares del pueblo, acompañado de gaita y tambor y el ensayo general del ramu y de los bailes regionales.
Mañana será el día grande, que incluye a las 12.30 horas ofrecimiento del ramu, seguido de misa solemne, amenizada con gaita y tambor. Acto seguido tendrá lugar una exhibición de bailes regionales a cargo del grupo local de baile, entre los que se incluirá, entre otros, el pericote.
A las 16.30 horas habrá un concurso-exhibición de deporte tradicional que incluye arrastre de peso con caballos. Para las 18.30 horas hay programada una muestra de folclore asturiano y desde las 19.30 horas siguen los deportes tradicionales con carrera de lecheras, tiro al palu, tiro con cuerda y otros juegos.
A las 16.30 horas habrá un concurso-exhibición de deporte tradicional que incluye arrastre de peso con caballos. Para las 18.30 horas hay programada una muestra de folclore asturiano y desde las 19.30 horas siguen los deportes tradicionales con carrera de lecheras, tiro al palu, tiro con cuerda y otros juegos."
"La localidad llanisca de Llames de Pría se prepara para vivir el próximo sábado, 30 de noviembre, la XIX edición de las Jornadas de Deporte Tradicional enmarcadas en las tradicionales fiestas de San Zornín. El programa festivo dará comienzo el viernes con el amagüestu con gaita y tambor que se celebrará por los bares del pueblo. También se llevará a cabo el ensayo general de la Muestra de Folclore.
Y el sábado, el día grande, comenzará con el ofrecimiento del ramo y la misa, para seguir con bailes regionales además de la gaita y el tambor de César del Río y Rodrigo Joglar. A las 17.30 horas, se celebrará la Muestra de Folclore, dirigida por Marta Elola y la Escuela de Folclore de S. Felices de Buelna: Taller de pandereta de los alumnos del Valle de San Jorge y Taller de bailes cantados y tocados con pandereta, tambor y gaita.
La exhibición de Deportes Tradicionales comenzará a las 19.30 horas. Habrá juegos tradicionales infantiles y Gran Final de Temporada 2019 de Tiro de Cuerda y Carrera de Lecheras. Como remate, espicha para todos y Verbena.
Las XIX Jornadas de Deporte Tradicional están organizadas por el Club de Deporte Tradicional San Zornín, con la colaboración de la Consejería de Cultura y Deporte del Gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Llanes."
"Los vecinos Llames de Pría homenajearon ayer a San Saturnino, conocido por aquellas tierras con el cariñoso apelativo de San Zornín. Desde La Pumarada salió el desfile folclórico matinal del que formaban parte el gaitero Manolín Vela y el tamboritero Gregorio Trespalacios, dos ramos, más de medio centenar de niñas y mozas ataviadas con el traje de llanisca y una decena de hombres enfundados en el vistoso atuendo de porruano.
El ramo de los guajes, de apetitosas rosquillas dulces, lo trasladaban los niños Manuel, Ariadna, Irati y Alia, mientras que el de los veteranos iba a hombros de Sergio Buey, Ernesto Herrero y los hermanos Pablo y Rubén Miranda. Las aldeanas entonaban las coplillas tradicionales al contrapunto de un tambor en manos de Judith Elola. Tras la misa de campaña, oficiada por el párroco, Domingo González, los lugareños, dirigidos por Marta Elola, bailaron la Giraldilla de Malveo, la Donzaina, las jotas de Tormaleo y Caldueño y un Pericote de tres triadas."
"dentro del concejo se pueden diferenciar tres áreas en función de la vegetación: las áreas de montaña, las sierras planas y la rasa. En las primeras predomina el matorral y la presencia de bosquetes relictuales de hayas, fundamentalmente. Las sierras planas han sufrido una intensa repoblación con pinos y eucaliptos. Y por último, la casa presenta una organización caótica de todas las especies, excepto el haya. Aquí el carst ha impuesto una inversión altitudinal de las especies apareciendo las mediterráneas en los sectores más elevados"
"En Llanes, los veranos son cómodos y secos; los inviernos son largos, fríos, mojados y ventosos y está parcialmente nublado durante todo el año. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 7 °C a 23 °C y rara vez baja a menos de 3 °C o sube a más de 26 °C."
"Pequeña playa situada en la desembocadura del río l'Aguadamía. Este curso de de agua divide los términos municipales de Llanes y Ribadesella, pero, como los bancos de arena que forman L'Aguada están más bien al este del río, la mayor parte de la playa se halla en territorio de Llames, un pueblo de la parroquia llanisca de Pría. L'Aguada mira hacia el oeste, es de forma irregular y color blanquecino. Desde la playa hasta la mar abierta se extiende un largo pero angosto trecho lleno de agua. También denominada la playa de Llames, se accede bien a ella en vehículo desde Llames, mejor que desde Cuerres. Ambos acantilados frecuentados por pescadores cerca la recoleta cala, muy hermosa en marea alta"
"Pequeño río de 3,5 km de longitud que nace en el concejo de Ribadesella, en el paraje conocido como Madre del Ríu, pero poco más allá pasa a constituir límite municipal entre los concejos de Llanes a Ribadesella, entre el pueblo riosellano de Cuerres (que forma parte de la parroquia de Collera) y el llanisco de Pría. Pría y Cuerres formaban antaño una única parroquia y dicho límite municipal no lo es lingüístico, puesto que los nativos de Cuerres y de Pría terminan en as los femeninos pluares, lo que ya no sucede en Toriellu, el siguiente pueblo de Ribadesella. El ríu Aguadamía, también llamado Aguamía, desemboca en la playa de L'Aguada -cercana a la localidad llanisca de Llames de Pría- y se trata de un curso fluvial que destaca por carecer de afluentes. Sobre él se encuentra el puente de Mía, de un arco y antigua y original factura, que es el más cercano a la costa. Además diversos molinos harineros funcionaban a su vera"
"Tramo de acantilado situado al oeste del vau L'Arena, al norte del pueblo de Cuerres y dentro de la parroquia riosellana de Collera. Pese a su nombre, carece de islas o islotes (esto último es a lo que se denomina castru). En el castru Arenes se forma algo de llancar, que es como se llama en Ribadesella la parte inferior del acantilado que en bajamar deja libre el mar."
"Siendo yo mozo, o sea hace más de treinta años, los de Obras Públicas debieron de ser, pusieron carteles en las carreteras con los nombres de los ríos que las cruzaban. Al salir del concejo de Ribadesella y entrar en el de Llanes, colocaron uno muy visible que rezaba: Río Guadamía.
Pasaba yo un dia de aquellos por allí, en el coche de D. Julio Gavito, padre, que era un Seat 1.400 de los primeros que salieron. Julio Gavito, padre, era un hombre muy culto (también lo es el hijo, pero de otra manera), que según él mismo decía “de Oviedo a Llanes conozco todos los montes, ríos, caminos, y hasta los praos”, lo que se acercaba mucho a la realidad.
Tenía siempre la amabilidad de recogerme en la carretera cuando me veía haciendo auto-stop , y además me invitaba a un café con madalenas en casa Manín, en Ribadesella, cuando la carretera pasaba casi por el centro de la villa. Algunas veces concertábamos el viaje por teléfono. Ambos pasábamos el verano en Llanes, pero trabajando -a días- en Oviedo. De ahí nuestros ocasionales viajes en común, y nuestra relativa amistad a pesar de la diferencia de edad.
Pues bien, el primer día que vimos el cartel, me dijo Don Julio:
- Se han equivocado. No es Guadamía, sino Aguamía. Siempre se ha dicho Aguamía. Como hay tantos ríos en España que empiezan por Guada, de ahí debe venir el error...
Durante muchos años me he estado fijando en el nombre que se le da a este riachuelo. En la mayoría de mapas y planos, especialmente en los modernos, puede verse Guadamía, lo que, sobre ser un cierto error, puede inducir a más error, pues el prefijo “guada”, que significa río en árabe , podría hacer pensar en una influencia árabe en estos territorios, que obviamente no existió.
En algunas obras moderna y bien documentadas (como la Gran Enciclopedia Asturiana o Asturias Concejo a Concejo) se citan los dos nombres, y se refieren al pequeño río con ambos términos: Guadamía o Aguamía, que hacen así sinónimos. En cambio, en los libros antiguos que he podido consultar sólo he encontrado el que creo más auténtico, el de Aguamía.
El diccionario geográfico-estadístico-histórico de Madoz (1845-50) es aquí incuestionable: dedica ocho líneas exactísimas al topónimo Aguamía y no cita el de Guadamía.
A mí me parece que alguna eminencia gris de Obras Públicas de aquella época, seguramente desde Madrid, diría ¿Aguamía?...será Guadamía, como en otros sitios. Y reconfortado con el recuerdo del Guadiana, Guadalquivir, Guadalhorce, Guadalaviar, Guadalete y tantos otros, se quedó tranquilo. Pero no hay ríos cuyo nombre comience por Guada en el norte de España. Se comprende la metátesis, y la lengua está llena de casos similares, pero también se puede comprender un pequeño afán por poner las cosas en su sitio."
"encontramos el nombre de un río del oriente, llanisco y rioseyano, Ríu Mía, acaso tautológico si se considera documentado como “flumen Amia” (LTO a. 1052). Es conocido también como Aguamía y por otros L’Aguadamía, lo que resulta coherente teniendo en cuenta los usos asturianos, documentados en la Edad Media, en que la expresión agua ha de interpretarse muchas veces como ‘corriente de agua’, ‘río’. Aguamía no es sino ‘el río Mía’, al igual que Aguadamía, que parece exactamente lo mismo aunque explicitando la preposición *agua de Mía ‘el río Mía’ o agua d’Amía’"
"La playa de Guadamía, también conocida como playa de Aguamía e incluso de La Aguada, se encuentra en la localidad de Llames de Pría, en la desembocadura del río Guadamía, que es el que marca el límite entre Llanes y Ribadesella (Asturias, España). Se enmarca en las playas del Costa Verde Asturiana y está considerada paisaje protegido, desde el punto de vista medioambiental (por su vegetación y también por sus características geológicas). Por este motivo está integrada en el Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias.
La playa presenta forma irregular, y se accede a ella por un antiguo camino de carretas que lleva desde el cercano pueblo de Llames de Pría. También existen dos accesos accesibles a pie por la ladera de Cuerres.
La playa no cuenta con ningún servicio, fuera de realizarse su limpieza. Rodeada de acantilados (que se encuentran llenos de covachas y de los llamados «bufones» —estrechas chimeneas verticales por las que el agua sale a borbotones haciendo en ese proceso gran estruendo al mezclarse el agua salada con el aire—) podría considerarse un marco idóneo para el estudio del modelado kárstico. Se podría considerar una playa fluvial."
"Un infierno físico y real, con sus profundas cavernas y el rugido de sus abismos. Un infierno rebosante de calderas efervescentes, de grietas sin fin que la mar enciende con la furia de sus tempestades. Ese infierno que te atrapa en cuerpo y alma para que nunca lo olvides, bien podría situarse en las entrañas de una pequeña aldea del Oriente asturiano.
El temporal que estos días sacude la costa cantábrica ha dejado trágicas escenas como la ola mortal de Ondárroa, y fotografías de portada como esa gigante lengua de agua barriendo el puente más famoso de San Sebastián. Pero cuando la naturaleza quiere brindar su más bello espectáculo elige un abrupto trozo de tierra asturiana asomada a los acantilados de Llames de Pría, a nueve kilómetros de Ribadesella y 25 de Llanes.
Allí, escondidos entre las rocas, los llamados bufones de Pría rugen desde los avernos como si respiraran por la garganta del mismísimo Pedro Botero. Es la voz tenebrosa del mar embravecido que suena como un resuello cuando lanza sus llamaradas líquidas como un potente surtidor de agua pulverizada que se eleva a varios metros de altura.
A estas chimeneas que recuerdan a la fumata blanca del Vaticano, los asturianos también las denominan borbollos, aunque el nombre que más los define es el que recibe el más famoso de todos los bufones de Pría: la Bramadoria, cuyos aullidos son legendarios. Antiguamente los paisanos de Llames sentían un temor reverencial cuando la Bramadoria abría sus fauces y exhalaba su aliento de sal y agua. De ahí el dicho local Cuando sientas el pozu Pría, coge leña p'al otru día."
«En los bufones de Pría el agua se desplaza por canales o tuberías naturales. Al tener contacto con el aire las aguas salen despedidas a modo de Geyser, acompañado de un gran bufido. Este fenómeno solo se da cuando el mar está picado, furioso o embravecido»
"La formación de los bufones se basa en la disgregación de la roca caliza por efecto de la acción de su disolución en contacto con el agua de lluvia. El agua de lluvia penetra por pequeñas fracturas o zonas de mayor debilidad hasta el agrandamiento de las pequeñas cavidades originales, provocando con el paso del tiempo que se forme una cueva en comunicación con el conducto vertical. Con la llegada de las olas, el aire o el agua que existe en la cueva se comprime y sale a gran presión al exterior"
"Acerca del posible carácter sagrado de esta montaña, el Padre Risco, refiriéndose a la donación del monasterio de San Martín de Collera por parte de Piniolo y Aldonza al monasterio de Corias el siglo xi, al establecer los límites del alfoz de Melorda, al monte que cierra el territorio por el sur se le denomina como Monte de Santa Cruz. La sacralización de lugares paganos se ha producido desde antiguo colocando cruces en su cumbre, ahuyentando el antiguo culto y/o sustituyéndolo. No puede dejar de mencionarse la interpretación que al comienzo de La Fonte del Cai hacía Pepín de Pría acerca del lugar de los Robles del Concejo, al que identificaba con un antiguo bosque sagrado en el que se reunían los druidas y que se encuentra adyacente al monte. Si bien es una apreciación cargada de romanticismo, la posible existencia de un lucus, es decir, un lugar sagrado situado en un claro de un bosque, no es descartable. En apoyo de esta observación ha de tenerse en cuenta que este lugar, cada vez más destruido por el polígono industrial de «Guadamía», se halla junto a la Madre del Río, lugar de nacimiento del río Aguamía. Además, la referencia a los robles, el árbol sagrado por excelencia de la cultura céltica. Por último, el que ese bosque sea el del «Concejo» está indicando la existencia de reuniones en él, algo habitual en los lucus."
"Si mar está en calma, las cavidades subterráneas se limitan a expulsar el aire, comprimido en las galerías por los golpes del oleaje. Sin embargo, en los días de fuerte marejada, los bufones se transforman en un espectáculo que produce admiración y temor. Encontes, el agua y el aire, apretados en aquellas angosturas subterráneas, escapan juntos por los resquicios de la adelgazada bóveda. La tierra se abre escupiendo al cielo trozos de mar con ensordecedor ruido y un ligero orbayu de sal riega los campos. Los quejidos del Bramadoriu, como se denominan localmente, se dejan oír a muchos kilómetros y el suelo, desgastad ya por milenios de oleaje, amenaza con romperse, definitivamente"
"El litoral asturiano está acantilado en su 80 por ciento. En términos de macrorrelieve es rico y diverso, con acantilados altos y bajos, de sustratos blandos y duros; de naturaleza silícea y calcárea, etcétera. A pequeña escala, los bufones son su broche de oro.El programa CORINE/BIOTOPE 1989:2.2 diferencia los acantilados y costas rocosas en: acantilados desnudos, como aquellos desprovistos de vegetación vascular pero habitados por comunidades de invertebrados, algas y líquenes, y acantilados y costas rocosas vegetadas que están cubiertos por tapices dispersos de casmófitos aerohalinos o por praderas aerohalinas más o menos cerradas.El documento «Interpretation Manual of European Union Habitats» de 1999 describe en el hábitat «Acantilados con vegetación de las costas atlánticas y bálticas» (código NATURA 2000: 1230) que «los acantilados con vegetación exhiben un complejo modelo de variación que refleja el grado de exposición marina... hay una zonación desde comunidades de hendiduras y de repisas de las pendientes escarpadas cerca del mar (Crithmo-Armerietalia Géhu 1964) hasta las praderas marítimas cerradas sobre las pendientes de las laderas altas del acantilado, zonas altas y repisas del acantilado donde hay acumulaciones más profundas de suelo» («Silenion maritimae Malloch» 1973).El documento «Interpretation Manual of European Union Habitats» de 1999 describe en el hábitat «Acantilados con vegetación de las costas atlánticas y bálticas» (código NATURA 2000: 1230) que «los acantilados con vegetación exhiben un complejo modelo de variación que refleja el grado de exposición marina... hay una zonación desde comunidades de hendiduras y de repisas de las pendientes escarpadas cerca del mar (Crithmo-Armerietalia Géhu 1964) hasta las praderas marítimas cerradas sobre las pendientes de las laderas altas del acantilado, zonas altas y repisas del acantilado donde hay acumulaciones más profundas de suelo» («Silenion maritimae Malloch» 1973).La presencia de plantas en un lugar no es caprichosa y se encuentra limitada tanto por las condiciones locales como, por supuesto, la actividad humana. Aquí, además, impera el condicionante impuesto por la salinidad del mar, de elevado efecto herbicida. Dependientes de la sal, en el suelo o sobre sus hojas, las plantas del acantilado pueden ser consideradas altamente tolerantes, tolerantes o no tolerantes. En el primer grupo se incluyen Armeria maritima, Plantago maritima, Crithmum maritimum, Inula crithmoides y Silene maritima. Al segundo grupo pertenece Festuca rubra subespecie. pruinosa. El tercer grupo incluye la mayoría de las plantas vasculares. Expresando el hecho de forma apurada y simplista, hay pocas especies especializadas a la sal y muchas generalistas «continentales». Unas pocas especies ya gozan de rango de protección y podrían ser vertidos argumentos suficientes para que se amparase legalmente varias más, pero eso es algo que no pretende este escrito.La característica más sobresaliente del acantilado radica no tanto en la flora como en la disposición de las agrupaciones de plantas sobre él. Aquí, todas las comunidades presentes son altamente especializadas. Empezando desde el mar, la exposición directa al agua marina en las áreas afectadas por las olas impide la implantación de vegetación de manera que se aprecia una primera banda o franja de acantilado desprovista de vegetación. Las salpicaduras de agua de mar, impulsadas ocasionalmente por encima de la franja anterior, determinan la existencia de otra banda (la primera con vegetación), de escasa cobertura, en la que medran las plantas más tolerantes a la salinidad formando las comunidades halocasmofíticas. El efecto del viento hace que la sal sea transportada algo más lejos, en forma de aerosol, y determina la aparición de más franjas de vegetación: la más afectada está formada por praderas densas aerohalófilas y; la menos, por matorrales aerohalófilos, habitualmente dominados por tojos. La continuidad del sistema es rota por los bufones, que permiten la llegada de salpicaduras a lugares que están más alejados de lo «normal» del mar. Con todo, los bufones no sólo modifican la regularidad en la distribución de las franjas sino que son lugares en los que se desarrolla un tipo de vegetación especial: la asociación Crithmo-Frankenietum cuyo inventario tipo (holotipo) ha sido descrito para la ciencia en un bufón asturiano. Por último, indicar que puede haber más franjas... pero no vienen al caso que nos ocupa."
"En Pría, la banda halocasmofítica corresponde a la asociación Crithmo maritimi-Limonietum binervosi (Crithmo-Armerion maritimae, Crithmo-Armerietalia, Juncetea maritimi). Es la primera cintura de los acantilados constituidos por rocas calcáreas duras y se caracteriza por el dominio de Armeria pubigera depilata, Limonium binervosum y Crithmum maritimum. Son comunidades herbáceas poco densas que medran en las fisuras y pequeñas grietas de las rocas situadas inmediatamente por encima del horizonte supramareal. Aparecen desde el centro de Asturias a la cuenca del Adour (Francia).
A continuación crecen las praderas halófilas de la asociación Leucanthemo crassifolii-Festucetum pruinosae (Crithmo-Armerion). Son céspedes densos de Festuca pruinosa con Anthyllis iberica y Rumex biformis que constituyen la segunda cintura de vegetación. Se las encuentra desde el centro de Asturias hasta el País Vasco Francés.
En el entorno de los bufones viven las praderas halófilas de la asociación Crithmo maritimi-Frankenietum laevis (Limonio ovalifolii-Frankenion laevis, Glauco-Puccinelletalia, Juncetea maritimi). Son comunidades herbáceas de cobertura prácticamente total que se sitúan en la parte superior de los acantilados de calizas duras, sobre suelos ricos en arenas, especialmente en los bordes de los bufones. Destacan Frankenia laevis e Inula crithmoides. Están en Asturias. Es tan rara que, unido al pisoteo que sufre, su conservación está en grave peligro."
"Por último, la banda más alejada del mar está constituida por matorrales aerohalófilos de la asociación Ulici humilis-Ericetum vagantis (Dactylido maritimae-Ulicion maritimi, Ulicetalia minoris, Calluno-Ulicetea). Son comunidades de brezal tojal halófilo que forman la tercera banda de vegetación típica de los acantilados de sustratos de neutros a básicos. Tiene elevada cobertura, porte alto y relativa riqueza de especies. Destacan Ulex gallii, Erica vagans y Lithodora diffusa además de Brachypodium rupestre, Serratula tinctoria y Daucus gummifer. Se distribuyen a lo largo del Cantábrico oriental. Son relativamente poco frecuentes al haber sido históricamente trasformadas a pastizal y, además, las pocas que quedan tienen problemas de conservación debido a la implantación de pistas y sendas.
Las cuatro comunidades descritas están presentes en el entorno de los bufones de Pría y están, a su vez, incluidas en los hábitats naturales de interés comunitario europeos. La directiva 92/43/CEE entiende como tales a los que: i) se encuentran amenazados de desaparición ... o bien ii) presentan un área de distribución natural reducida a causa de su regresión... o bien iii) constituyen ejemplos representativos de características típicas de una o de varias de las seis regiones biogeográficas... Son tipos de hábitats naturales prioritarios aquellos hábitats naturales amenazados de desaparición presentes en el territorio cuya conservación supone una especial responsabilidad para la comunidad habida cuenta de la importancia de la proporción de su área de distribución natural incluida en él.
Los hábitats de interés comunitario representados en los acantilados de Pría son el 1230 acantilados marinos con vegetación de las costas atlánticas y bálticas y; el 4040 * (* indica que es prioritario) brezales costeros atlánticos secos con Erica vagans.
Las asociaciones Crithmo-Limonietum, Leucanthemo-Festucetum y Crithmo-Frankenietum del acantilado de Pría están incluidas en el hábitat 1230 y, por tanto, gozan de la consideración de interés comunitario. Los matorrales aerohalófilos de la asociación Ulici-Ericetum de Pría están incluidos en el hábitat 4040* y son hábitat prioritario de interés comunitario.
Todos los descritos están degradados en el entorno de los Bufones de Pría. «Sólo» el Crithmo-Limonietum está «poco» degradado ya que su sinecología se reduce a las fisuras y pequeñas grietas de las rocas, allí donde el pisoteo es harto difícil. El resto están extraordinariamente degradados: los pastizales del Leucanthemo-Festucetum están prácticamente eliminados por el pisoteo ya que se desarrollan en los lugares más cómodos de transitar; los del Crithmo-Frankenietum (como se puede ver en la fotografía que acompaña a este artículo) están restringidos a las paredes del bufón, allí donde si se pisa se cae dentro, y machacados en el resto por la voracidad en la visita y; los brezales del Ulici-Ericetum, allí donde no se han transformado en prados de siega o diente han sido utilizados como pista o como aparcamientos.
El Gobierno del Principado de Asturias incluye en su Red Regional de Espacios Naturales Protegidos ciertos lugares y tramos de los acantilados de la región bajo variadas figuras legales de protección ambiental. Ha considerado lugares singulares a los Monumentos Naturales de los Bufones de Arenillas y del Bufón de Santiuste. Debido a su singularidad, abundancia de elementos, valor, accesibilidad y al grado de deterioro al que se enfrentan, los Bufones de Garaña y Pría deberían ser declarados Paisaje Protegido."
"El ruido del mar golpeando la caliza nos acompañará en todo momento. Y el estruendo que forma el aire que exhalan los bufones, ensordecerá nuestro recorrido al unísono de su bramido."
"El espectáculo visual que se abre al llegar es grandioso. Hacia el Este encontramos el coloso pétreo del murallón desde el que escupen los llamados “Bufones de Pría”. Bajo nuestros pies desemboca el Río Guadamía formando, en marea baja, la Playa de Guadamía. Esta boca de mar separa los Concejos de Llanes y Ribadesella."
"un entorno sobrecogedor con precipicios de infarto, donde ejercen su dominio la caliza, las flores silvestres y las aves marinas."
"Muchos visitantes de los bufones se preguntan el porqué de semejante espectáculo natural. Hay dos explicaciones: la científica y la legendaria. Los geólogos afirman que los bufones son chimeneas abiertas que comunican la superficie con simas marinas, donde al llegar la ola se comprime el aire allí existente, que sale al exterior junto al agua (y en ocasiones piedras, algas y arena), a presión, emitiendo un sonido parecido a un bufido o un bramido y formando surtidores que pueden alcanzar, si hay mala mar, hasta los cuarenta metros de altura. Por todo ello conviene mantenerse a una prudente distancia.La leyenda, por su lado, cuenta que bajo los bufones mora desde hace siglos un cuélebre (ser mitológico con forma de gigantesca serpiente alada) que un día fue humano y que perdió tal condición como condena por cometer un acto espantoso (arrojó por los acantilados a su propia hija y a su enamorado, tras sorprenderlos abrazados). Después, atormentado por su acción y avergonzado por su pavoroso aspecto, que hace huir hasta a los más valientes, se aventuró por las cuevas existentes en los "castros" (acantilados). Allí sigue y aún hoy, a veces, manifiesta su pesar, su tormento y su ira con bufidos infernales y espeluznantes bramidos."
"Los bufones son fenómenos naturales originados por el efecto de la erosión del mar y la lluvia en la roca caliza, dando lugar a grietas y chimeneas que conectan el mar con la tierra. El golpe del oleaje en calma contra los acantilados provoca la expulsión del aire comprimido en las galerías, sin embargo, en días de fuerte marejada aire y agua escapan al exterior a gran presión con chorros de agua que alcanzan gran altura.Los más conocidos en Asturias son los Bufones de Pría, en la localidad de Llames. Allí se debe dejar el coche y seguir caminando por los impresionantes acantilados que veremos en frente. En los días que la mar está agitada el espectáculo es sorprendente, es un lugar fantástico, las vistas desde sus acantilados merecen el viaje y si la marea es alta el espectáculo es inimaginable. Hay una ruta de los bufones, con inicio y fin en Llames, de dificultad baja y una duración de unas cuatro horas aproximadamente que merece la pena hacer para disfrutar de su belleza."
"La costa asturiana depara sorpresas constantemente, como los llamados bufones: un auténtico gozo para los sentidos. Se escucha el mar respirar, bramar, lo vemos saltar por encima de nuestras cabezas en una nube de gotas ínfimas, con un resoplido o bufido final que resulta estremecedor y que hace vibrar los acantilados bajo nuestros pies.
Estos saltos de agua son algo distinto a la acción típica del mar rompiendo en grandes olas contra la costa. En este caso, el agua aprovecha chimeneas bien definidas y grietas de la caliza para salir a borbotones a la superficie imitando a los géisers, formando surtidores que pueden alcanzar más de veinte metros de altura.
La imagen única de estos surtidores sólo puede disfrutarse en zonas bien localizadas del litoral de Llanes. En estos lugares de la rasa costera se dan unas características geológicas poco corrientes. La formación de los bufones se basa en la disgregación de la roca caliza, su disolución en contacto con el agua de lluvia que penetra por pequeñas fracturas hasta el nivel del mar. La acción erosiva del oleaje favorece el agrandamiento de estas cavidades originales. Con el paso del tiempo llega a formarse una cueva en comunicación con el conducto vertical. Las olas hacen que el aire o el agua que se acumula en la cueva se compriman y salgan a gran presión al exterior."
"Este fenómeno despliega toda su fuerza cuando el Cantábrico está bravío, en otoño e invierno es más fácil que suceda. Además la combinación de la pleamar con marejada es la mejor de las opciones para ver los bufones en todo su esplendor. En estas ocasiones, sin embargo, hemos de mostrarnos nada temerarios y muy respetuosos, observando el espectáculo a una prudente distancia. El peligro es real si nos acercamos demasiado, ya que la fuerza del chorro puede arrastrar a un hombre.Si la mar está en calma, los respiraderos se limitan a expulsar aire, pero en los días de fuerte marejada los bufones se transforman en un espectáculo que produce admiración y temor. Los hondos quejidos del Bramadoriu, como se denominan localmente, se dejan oír a kilómetros de distancia. Un estruendo natural que tradicionalmente se ha utilizado como indicador metereológico: «Cuando sientas sonar el pozo Pría, coge leña para otro día».
"Cuando arrecia el temporal los bufones son extremadamente peligrosos, debiendo contemplarse desde la distancia para evitar accidentes
Es preferible hacer esta excursión sin niños, o tenerlos controlados en todo momento ya que existen numerosas oquedades en la caliza sin protección de ningún tipo."
"Un bufón es una formación kárstica que consiste en un orificio vertical formado a pocos metros del borde de un acantilado de roca caliza y que inferiormente comunica con el mar. Cuando la marea sube y las olas baten con fuerza, expulsa hacia arriba un chorro de agua de mar pulverizada, lo que provoca un sonido característico que es lo que le da el nombre de bufón. La columna de agua pulverizada puede alcanzar más de diez metros de altura y el bufido oírse a varios kilómetros."
"Sal, genio mío, ven: te necesito:
ven conmigo a asomarte a un agujero,
por do el poder de Dios que veas quiero
en un rincón de Asturias donde habito:
ven no más a escuchar un son, un grito,
un baladro, un bufido, un algo fiero
y encantador al par, santo y precito
tal vez; que nada siendo, es algo empero
como huella de Dios, casi infinito.
Algo compuesto de agua, luz, espuma,
ímpetu, ruido, fuerza y movimiento,
que debe hoy escribir mi vieja pluma
y tú cantar con tu postrer aliento:
y este algo misterioso, indescriptible,
aéreo y corporal, sólido y hueco,
frágil y recio al par, inconcebible,
del cual vamos a hacer algo legible…
un poema tal vez… no es más que un eco;
mas ten presente, geniecillo loco,
que un eco siempre es algo, aunque es muy poco."
"De ojos chuscos incandescentes, cuerpo escamado y alas de murciélago. El cuélebre, la serpiente alada, siempre ha sido una criatura temida, pero en este caso protagoniza una historia de amor de final amargo que tiene su desenlace en los bufones del oriente asturiano. Un cuélebre que vivía allí atrajo a una joven, que con su amor lo convirtió en un bello mozo. El padre de ella encolerizó al descubrirlos y, sin compasión alguna, tiró a ambos por el acantilado. Se dice que el mar sigue bufando por ellos, en Pría, Arenillas y Santiuste. Los bufones, ese disparo de agua que sale con fuerza por las rocas y emite un sonido característico, es un imperdible para cualquier visitante en cualquier momento del año. Y esa es una de las ventajas del concejo de Llanes, pues tiene planes para cada estación."
"Cualquiera que haya ido a los Bufones de Pría coincidirá en que son un auténtico espectáculo en sí mismo. Por ello, no es de extrañar que sea uno de los lugares más buscados que ver en Asturias.El fiero rugido emitido por los Bufones de Pría, que bien se podrían considerar como la perfecta demostración de la fuerza de la naturaleza, estremecería hasta al mismísimo Rey Pelayo. (...)Estos pasadizos escondidos bajo tierra, que conforman la perfecta unión entre el Mar Cantábrico y la costa asturiana, tienen su punto de salida justo en la superficie.De esta forma, los Bufones de Pría permiten que el agua del mar suba a través de los conductos subterráneos. Así, es expulsada a presión hacia el exterior con una fuerza tal que pueden llegar a alcanzar hasta 20 metros de altitud.Todo este fenómeno natural se acompaña de un estruendo atronador resultante del brutal choque de las olas con las rocas, el cual se puede escuchar desde una distancia de hasta 20 kilómetros.
En los Bufones de Pría, el tamaño sí importa. Precisamente por esto, se recomienda encarecidamente acudir durante la marea alta o pleamar (que es la hora del día en la que más alta está la mar).
Cuanto más embravecido esté el mar, más posibilidades tendrás de verlos y, además, más grandes, altos y, por ende, más impresionantes serán.
Por esto anterior, las mejores estaciones para visitar los Bufones de Pría son otoño e invierno, aunque, si así se decide, habrá que tener más cuidado y mantenerse a una distancia prudencial mayor para verlos de forma segura.
Pese a ello, se pueden ver sin problema en otras estaciones más calmadas -siempre y cuando sea pleamar."
"Los Bufones de Pría, situados en el concejo de Llanes, son uno más de los espectáculos de la naturaleza que nos tiene reservados Asturias. Este cautivador paisaje que se abre ante el visitante de repente tras zonas de verdes prados, sobrecoge por el ruido, un rugido casi salvaje, de su verdadero protagonista, el mar Cantábrico.
A través de los huecos formados por la erosión del mar, cuando la marea rompe con fuerza frente a los acantilados, el agua sale disparada a varios metros de altura como si de un géiser se tratase. Un espectacular paisaje natural que se quedará grabado en la memoria."
"La inusitada fuerza del agua es capaz de esculpir el paisaje hasta el punto de brindarnos asombrosos espectáculos en perfecta sintonía con el entorno. Uno de estos espectáculos que podemos conocer en el Principado de Asturias son los bufones de Pría, unas singulares chimeneas que comunican la parte baja del acantilado junto al mar, con la superficie del acantilado.Es en los días de marea alta y mar revuelto cuando a través de los orificios sale agua a presión a modo de géiser, provocando un característico sonido. Un bufido que es precisamente el que da nombre a estos fenómenos naturales. que comunican la parte baja del acantilado junto al mar, con el acantilado en superficie arriba."
"La geóloga Luna Adrados ha escrito un libro en el que señala la singularidad de estos fenómenos geológicos. Aunque Olao Magno ya describe en su historia de las gentes septentrionales «el horrible sonido de las cavernas de litoral», los bufones del concejo de Llanes constituyen tal vez el conjunto más importante de Europa, pese a que los ayuntamientos desarrollistas los desprecien. Ese surtidor de agua pulverizada que surge repentinamente de las rocas con un impresionante bufido (se le llaman «bufones» por «bufón») no es solo un fenómeno geológico, sino mágico y poético. Laurent Vital, el cronista de Carlos V, hizo la primera descripción conocida de un bufón en Llanes, donde también hizo la primera crónica taurina de la historia. Aquello casi era magia, el bufón se levaba del indiano Lamadrid, canta el bufón de aquel lugar, la geología inspirando sonoros versos románticos. También cantaron a los bufones Alfonso Camín y Celso Amieva, que desde Méjico escribía: «Yo me acuerdo, en mis noches, del bufón de Vidiago» e imaginaba a los bufones marinos desde Tinamayor a Cabo de Mar rindiendo homenaje al martillo de Tor. El bufón no sólo es maravilla visual, sino acústica. Canta en las noches de galerna un bronco son de mar que se extiende por los aires hasta los Picos de Europa, tan visibles desde Pría. En Cabrales y Carao, cuando oyen el bufido la Bramadoira, preparan la leña, llega el invierno."
“Llanes está situado a un tiro de ballesta cerca de la mar, la cual llega, por una entrada muy peligrosa, hasta dentro de la villa, y bate incesantemente contra las rocas y montañas, que son altas en sumo grado, pareciendo que es una sima del infierno por el ruido del agua, la cual salta continuamente más alto que una lanza a causa de las grandes ondas que allí se encuentran y redoblan contra aquellas rocas cavadas y partidas en grandes hoyos por los que se mete el agua; y cuando estos hoyos están llenos, entonces vuelve a salir fuera, saltando, espumando y mugiendo tan impetuosamente que apenas si se oye uno a otro gritar ni hablar, lo que es cosa horrorosa y espantosa de ver y oír.”
“….este país está lleno de altas montañas y valles y en muchos sitios en inhabitable por los desfiladeros que hay allí. En varios de estos valles hay también fructuosa y fértil tierra como por aquí, como praderas, huertas y tierras de labor, que anualmente producen abundantes bienes, como trigo, avena, cebada, mijo; también vinos muy fuertes, y frutas, como manzanas, peras, naranjas, granadas, higos, nueces, cerezas y castañas; y también tienen buenos pastos para alimentar el ganado.”
Este eco, de su alcázar no lejano,
de mi balcón los vidrios estremece
cuando, al crecer de noche el océano
con la marea equinoccial, parece
que se viene la mar sobre la tierra;
el eco de su caverna se enfurece,
y al viento contra el mar llamado a guerra,
amedrenta la costa y la ensordece
con bufidos de son tan pavoroso,
que turban de los pueblos el reposo.
Mas cuando el mar azul en calma duerme
y humilde el pie de los peñascos lame,
el eco yace en la caverna inerme
sin responder aunque la voz le llame.
Eco que asorda la comarca entera,
no del hombre a la voz sale al encuentro;
sólo habla con el mar cuando se altera,
ruge a impulso del mar de dentro a fuera,
no responde jamás de fuera adentro.
Yo le he ido a buscar: en el embudo
de piedra en que la mar boca le cava,
me asomé y le llamé: mas se hizo el mudo,
porque era yo, no el mar quien le llamaba."
Desde Cabo de Mar hasta Tinamayorextiéndanse las costas escarpadas de Tor.Sin duda el dios del Norte tiene un solio en sus brumasy es quien del mar exige tanta ofrenda de espumasque ascienden a los cielos en la marea llena.Su majestad gravita, fatal, sobre la arenade las playas sagradas… Le he comprobado yoen Torimbia y Toranda, en Troenzo y Toró.Su sombra amenazante muchas veces la veoproyectada en el alto litoral de Toreoy él es el que golpea toda la crestería:la montaña en Benzua y el cantil en Bendía.Los bufones marinos le rinden homenajede sus frémitos hondos en un coro salvaje.¿No lo oyes, doncella la del blondo cabelloque en la noche medrosa te abrazas a mi cuello?Son San Tiuste y Vidiago, son San Martín y Pría:el dios del trueno truena encima de Tronía.Desde Tinamayorhasta Cabo de Mar,el martillo de Torgolpea sin cesar.
En el camino de Llanes a Unquera,monte y gaviota y espuma y pedrusco,los Aguilones, el Liño y el Cuera,fiero guardián del sarcófago etrusco,Peña-Tu, reina de una rey solitarioque es EL BUFON junto al mar prisionero,para vengar su dolor milenario,todas las noches degüella un lucero.El monolito de piedra barbadadice a los montes y al aire su pena:- Pues que juzgáis a mi raza acabada,pués que tenéis a mi amor en cadena;pués que subistéis con yuntas de bueyes,en el afán de buscar un tesoro,a profanar mi silencio y mis leyes,medio a aventar las cenizas que adoro,crezca la roca en los cotos sombríos,séquense todos los viejos castaños,sales amargas os brinden los ríos,sólo aquí pasten los negros rebaños:miren que el árbol sin tierra se agosta,no halle la yerba felíz la vacada,trueno de muerte retumbe en la costay en el pedrusco se melle la azada.Dice la piedra palabras de horrores,vienen los años de atroz filoxera;vénse caer los nogales mejoresque eran honor de la antigua campera.Sigue EL BUFON con la espuma y el grito,quiere subir a los montes abiertos;alza su testa el feroz monolitocon su rencor y su noche y sus muertos;Y ante el clamor de los negros batanes,para evitar ese bárbaro azote,en la goleta del Cristo de Llanessobre las olas se fué EL PERICOTE.Va la canción del amor en las velasy , aunque no sepa ni cómo ni cuándo,él volverá con botín de canelas,el volverá por los mares cantando.Tirsos floridos se lleva a los mares,marcha sonando madera y pandero,prenden en México los viejos pomares,rosa y clavel y tomillo y romero.De Veracruz a la Asturias de Orientetorna el amor en la vela esperada,caño de plata relumbra en la fuente,se oye en las mozas la voz de alborada.Pero la reina del rey solitarioque es EL BUFON entre espuma y pedrusco,para vengar su dolor milenario,fiero guardián del sarcófago etrusco,suelta los grajos detrás de la luna,llama a concilio a la arisca raposa,y entre el rapón de tinieblas hay unaconspiración contra el lirio y la rosa.Cubre de sombra los viejos castaños,ruedan sus voces del monte al camino;tras de las mozas retozan los DIAÑOS.beben los DIAÑOS la sidra y el vino.Ruge EL BUFON, encantado don Suero,quiso subir a la cumbre y no pudo;sueña que está del amor prisionero,reta a la lid con el brazo desnudo.¡ Hasta que abril vienen a ornar la floresta,canta el amor con su voz cristalina,y EL PERICOTE retorna la fiesta,baila que baila por Santa Marina ¡
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