Mosteiro de Picos o de San Martiño de Vilourente desde el Camino |
El Camino oficial sale de Mondoñedo por el santuario de la Virxe dos Remedios |
Desde aquí vemos ya el valle. El Rego de Cesuras discurre por el medio, a verter sus aguas al Valiñadares en San Lázaro, mientras reconocemos aldeas y lugares de la extensa zona rural de esta parroquia mindoniense de Os Remedios, de Fontega a Seivane y, más allá aún, al norte, el Monte de Camba, escenario de una de las batallas contra las tropas napoleónicas que entraron en Mondoñedo, allá por 1809
La carretera sube, vamos por la acera, cuesta arriba, donde estaban las huertas de la antigua casa del capellán de Os Remedios
Conchas metálicas en el suelo indican nuestro camino a seguir
Aquí dejamos la carretera general y tomamos a la derecha este ramal que baja al valle
Estamos en el Km. 0 de la carretera LU-P-3106. En esta zona, conocida como As Calzadas, ocurrió el Crimen de Rego de Cas, el 21 de enero de 1894 cuando, en una noche de fía o festejo popular en el cercano barrio de Rego de Cas, un grupo de mozos de diferentes pueblos de los alrededores se enzarzan en brutal pelea. De las manos pasan a los palos y a las armas blancas, recibiendo uno de ellos, Manuel Lorenzo González, Manuel do Muíño, una puñalada en el corazón. Sus compañeros, aún desconocedores de su gravedad, los transportan fuera del barrio y llegan hasta aquí, pues es cuando se dan cuenta que está muerto, dejando entonces su cuerpo en el suelo y marchándose ellos, siendo hallado el cadáver a la mañana siguiente. Posteriormente la Guardia Civil realiza pesquisas y detiene a varios de sus acompañantes y también a mozos del otro grupo, como sospechosos del crimen. Se puso en el lugar una cruz de piedra en el muro del camino, rota con el tiempo y repuesta, si bien suele estar tapada por la vegetación. Se dice que el autor del homicidio era un joven de Pumariño que emigró a América
Estamos, según el mojón, a poco más de 151 kilómetros de Santiago de Compostela
Aparte de los hitos xacobeos las flechas amarillas confirman también nuestra ruta. Bajo nosotros Fontega, a la izquierda Pelourín y Pumariño
Campos de Fontega y Pelourín. Este paisaje, que se contempla casi igual desde el Campo o Alameda dos Remedios, fue plasmado así por Álvaro Cunqueiro en Mondoñedo. Un valle y un pueblo encantados por el silencio:
"Desde la Alameda, puede el viajero contemplar toda la larga rilleira de Cesuras, tendida desde Seivane hasta Zoñán: Villaoriente levanta su torre como un castillo entre la oscura mancha del pinar. De esta rilleira -y todavía los topónimos la recuerdan- fueron los vinos del país: pequeños labrantines agrios, digo yo, sólo buenos para refrescar
Hay alegres y matutinas campanas en esa labrada ladera, desde San Juan a San Antonio de Valiño, Santa Margarita, San Cristóbal: la sonada romería de agosto, en empinado prado, al pie del castro de Zoñán, de triple muro y ciclópea puerta. El celta de hoy visita el santo milagroso, y luego, a la sombra, come la empanada y refresca el gaznate... Desde el mirador de la Alameda mindoniense contemple el viajero uno de los más bellos paisajes del país"
Sigue el descenso, viendo al fondo, al suroeste, Pena Morcán (737 mts.) y a su derecha el Chao da Lagoa (599 mts.) y montes de Os Salgueiros. En el Chao da Lagoa se localiza la Pena do Corno da Muda, donde las pesquisas del investigador García Doural dieron con el mojón que allí se instaló, año de 1919, como hito de división del monte comunal entre los vecinos de los barrios de O Valiñom Seivane, Recadieira, O Formigueiro, Pelourín y parte de los de San Lázaro, a cargo del perito agrícola José Ramón Villamanrín Pallín, designado para ello el 1 de junio de aquel año:
“Se divide todo el monte en dos grandes zonas por una línea trazada desde el centro de la peña más alta que hay al Este de la cámara de presión de la Hidro-Eléctrica del Tronceda y a muy poca distancia de ella (antiguo merendero), hasta otra peña situada en el punto más alto del monte, llamada “Pena d´o Corno d´a Muda”; desde esta segunda peña la línea divisoria sufrió una variación o desviación hacia el Este, pasando por el centro de unos peñascos situados a escasa distancia de la anterior, para ir a terminar en un mojón colocado en la línea divisoria de estos montes y de los llamados d´os “Cunqueiros”, al lado del camino de carro que conduce a la situación denominada “Morollo"
A nuestra derecha en el valle seguimos divisando los barrios y lugares de Fontega y Pelourín, y también ahora los de A Rúa y Pumariño. Poco más arriba, bajo las alturas de A Atalaia (529 mts.) divisamos O Vilar, O Valiño, O Souto, O Formigueiro y San Antonio
Allí a la izquierda de O Formigueiro reconocemos un gran edificio monacal, es el Mosteiro dos Picos o de San Martiño de Vilaourente, supuestamente construido antes del año 1348 por los franciscanos, pues en esa fecha hay un documento por el que un tal Johan Peres realiza diversas donaciones al por entonces ya fundado convento a cambio de ser enterrado en él: "...mando a miña carne enterrar eno monesterio de san martiño de vilaorunte" dice textualmente. El nombre de Os Picos vendría por el apodo de aquellos primeros monjes a causa de su atuendo
Seguimos carretera abajo viendo al fondo las montañas del Porto da Calzada de Cabana Vella, por donde subiremos desde A Infesta para pasar a la Terra Chá
A la izquierda O Casal a la derecha Rego de Cas. En O Casal registra García Doural en su Miscelánea Mindoniense un aparatoso y grave accidente de carro que nos da muestra de cómo eran las comunicaciones y la vida de los campesinos de estos lugares:
"El 31 de marzo del año 1944, descendían montados sobre un carro de cuatro ruedas de madera, provisto de dirección, en el que transportaban numerosos y gruesos troncos de abedul y aliso, el joven Manuel Val Gacio, de apenas catorce años de edad y su padre José, ambos residentes en la Avenida de Buenos Aires de Mondoñedo. Los troncos de madera eran para uso propio, pues José Val ejercía la profesión de "zoqueiro"en la planta inferior de su domicilio.
Habían cargado sobre el carro de madera los gruesos troncos, con la ayuda de algunos vecinos, en las inmediaciones de la antigua iglesia parroquial de S. Vicente y posteriormente, inician regreso hacía Mondoñedo. Descendieron sin ninguna dificultad por Grandela, Corno da Luna, Fraga do Rey, Folgueirarrasa, Prado y Voltagrande. Después de superar la difícil Voltagrande, el vehículo comienza a tomar cierta velocidad y cuando se acercaban a las inmediaciones de las viviendas de O Casal y a la edificación de la casilla de peones camineros, José que se hallaba desde hacía un tiempo muy incomodo al ir sentado sobre algunos nudos de los troncos, se dirige a su hijo Manuel, que venía conduciendo el carro; éste gira la cabeza para observar lo que le comentaba su padre, con tan mala fortuna que se desvía del trazado de la carretera y se precipita por un pronunciado terraplén, yendo a caer el carro, los troncos y Manuel al trazado de un profundo camino de carro que comunica Redondo y Cesuras con el citado lugar de ?O Casal?. Manuel falleció prácticamente en el acto y su padre se salvó de milagro, al poder saltar del carro cuando iniciaba su precipitado descenso. Un incidente más de la vida cotidiana de nuestro Mondoñedo"
Más a la derecha, ya van quedando atrás A Rúa y Pumariño, y otra perspectiva del viejo monasterio. Efectivamente, en septiembre de 1889, según consta en el Archivo Municipal mindoniense, se registra la oposición vecinal al arreglo del camino al monasterio:
“En el mes de septiembre de 1.889, el alcalde del barrio de Cesuras y otros vecinos de la misma aldea y arrabal de Pelourín dirigen una instancia a la corporación mindoniense, en la cual se oponen a la pretensión de la Comunidad de P. P. Pasionistas del convento de Los Picos o Calvario, referente a la reparación del camino que de aquel baja. Se acuerda recibir la información que ofrecen, la cual tendrá lugar por ante el Señor Alcalde y Regidor Síndico. En sesión del 7 de octubre de 1.889 se dispone pasar a la sección de policía rural el expediente referente al camino de los Picos, incoado por los P. Pasionistas, a fin de que emita nuevo informe con vista de la controversia y prueba entablada y suministrada por los vecinos de Cesuras y Pelourín, acordándose por de pronto la prohibición del uso de rastros en dicho camino, lo cual se hace saber al Pedaneo de Cesuras para su cumplimiento”
“visto el dictamen emitido por la sección de policía rural en el expediente de controversia entre varios vecinos de Pelourín y Formigueiro y la Comunidad de P. P. Pasionistas de San Pablo de la Cruz, sobre uso del camino que desde el convento de los Picos, ahora llamado del Calvario, baja a dicho barrio de Pelourín, en cuyo dictamen se propone que, para conciliar los intereses y derechos de unos y otros, y toda vez que el referido camino tiene anchura suficiente, se permite a la Comunidad hacer, como desea, una sección o corte y construir de su cuenta una rampa o paseo a un lado con una altura máxima de veinticinco centímetros para transito de personas, dejando el ancho y hueco suficiente para el de carros, se acuerda por unanimidad según dicha comisión proponer y que para transacción de este asunto se extienda acta de conformidad entre el vecindario y la Comunidad, con cuyo objeto se convoque para el martes, cinco del inmediato noviembre y hora de once de su mañana ante la Alcaldía, al alcalde de barrio de Cesuras y a un Reverendo Padre, en representación de la Comunidad; facultando así mismo a la sección informante para fijar la altura y ancho de la rampa y colocar sus rasantes”
Y así, Andrés García Doural nos explica el buen fin de aquel proyecto, con acuerdo del 5 de noviembre entre el Padre Pacífico (Felipe Bovi Alfieri) por los Pasionistas, y el alcalde pedáneo José Rego Díaz por los vecinos en la senda que arranca en el llamado Camiño Novo:
"Acordaron, entre otros particulares, que los religiosos pudiesen seccionar aquel camino con una rampa o paseo en forma de petril plano o escalonado, desde el Camino Nuevo a la capilla del Santo Cristo (también conocida como de San Blas) al lado derecho y desde esta capilla al convento por el lado izquierdo. También acordaron que los Pasionistas tuviesen la obligación de reparar aquella rampa o paseo y los vecinos el resto del camino.La citada rampa está toda construida con gruesas piedras, colocadas a modo de cuña, con un paseo lateral de 1,30 metros de ancho y de manera escalonada. Cada tramo de esta rampa posee un pequeño canal para desviar el agua de la lluvia y de este modo mantener más duradero su pavimentoEl Vía Crucis, que desde frente al convento llega cerca de la capilla del Santo Cristo se inauguró el 15 de mayo de 1.890 y en el año 1.891 se construyó el crucero contiguo a la estación XIV del Calvario inmediato al convento. En la actualidad, solamente se conservan nueve de sus estaciones, a las cuales les fueron colocadas hace unos años unas piezas de cerámica confeccionadas por el escultor mindoniense D. Juan Puchades Quilis. Entre la 6ª y 7ª estación se seccionó la rampa al construirse la carretera local que nos conduce desde el barrio de Pelourín, por el Formigueiro al convento de Los Picos.En el mes de marzo de 1.897 se arregló con dinero aportado por la Diputación Provincial la calzada que desde el convento desciende a la capilla del Santo Cristo"
La bajada termina en Rego de Cas, otro de los lugares de esta extensa parroquia de Os Remedios, donde se celebraban, como en otros tantísimos pueblos, las fías y reuniones de baile y danza de la juventud de antaño
Un hermoso teixo sobre la carretera, que sigue llana y recta
Pasamos bajo un cabazo u hórreo estilo Mondoñedo
Cruceiro de piedra en el cruce de Os Cucos y Rúa
Propiedad de Amancia Pérez Bouso pone la placa en su base, que parece relativamente reciente
Continuamos así por la carretera hasta las siguientes casas. A lo lejos Pena Morcán (737 m). En Rego de Cas existe aún, en un prado, el topónimo A Garita, que hace pensar en algún fielato, portazgo o demás nombres para puesto de control de paso de personas y mercancías en esta una de las antaño principales entradas en la ciudad de Mondoñedo
Un Cristo crucificado de piedra en otro antiguo cruceiro del Camino
Justo debajo del Cristo se ve una figura de la Virgen, quizás Nosa Señora dos Remedios, y a la izquierda con hábito y en la cabeza la tiara papal una llave a su izquierda podría significar que es San Pedro. A su derecha la férula papal
Otro grupo de casas. En Cunqueiro y Mondoñedo José Díaz Jácome, Cronista Oficial de Mondoñedo, sucesor en este cargo de su amigo Álvaro Cunqueiro, escribe que "Cunqueiro se ufanaba de haber escrito romances sobre crímenes famosos, con destino al "Cego de Rego de Cas", sin duda uno de aquellos ciegos que tocaban el violín por ferias y fiestas cantando romanceros, ocupación tradicional de muchos invidentes en tiempos pasados
En Cesuras nace, el 21 de diciembre de 1872, José Masera Bouso, que estudiaría para sacerdote en el Real Seminario de Santa Catalina de Mondoñedo, si bien dejaría, o le harían dejar, lo religioso al conocer y enamorarse de Carmen Pascuala Romero Fernández, moza de la misma ciudad de Mondoñedo "dama de la distinguida y principal familia de los Romero que vivía en la Plazuela de San Juan nº2 de Mondoñedo, con su madre, su hermana y su abuelo", tal y como nos cuenta el artículo José Maseda y la sombra de un amor prohibido en La Voz de Galicia el 27-08-2017:
"En las calles y plazas surgió un rumor. La de Romero se va con un curita, la de Romero pasea a deshora, la de Romero... A su paso se entreabrían los visillos de las ventanas, en los corrillos bisbeaban, algún conocida cambiaba de acera y el silencio llegó a ser un clamor.Y aquel Mondoñedo se clérigos mansos, orondos rentistas y dulce pasar a fuego lento sufrió una conmoción cuando se confirmaron las sospechas. José Maseda fue expulsado del Seminario. Carmen Pascuala se volvió loca, demente. Y el niño que nació fue depositado en la Inclusa al día siguiente de llegar al mundo. Corría el año de 1893"
El actual Cronista Oficial de Mondoñedo, Antonio Reigosa, tiene su particular recuerdo de Rego de Cas en Mondoñedo en bicicleta:
"Eu non sei andar en bici. Intenteino. Foi na do meu primo, Feliciano, pero no primeiro ensaio, cando xa estaba chegando ao Rego do Ferreiro de Rego de Cas por aquela costiña abaixo, o meu pé dereito soltouse do pedal e enganchou na cadea, e a cadea arrastrouno ata o piñón que, sen contemplacións nin respecto polo novizo, chantou con ímpeto un dente e traspasou de lado a lado a deda longa sen que a zapatilla nin o calcetín opuxesen resistencia. Traballo me costou excarcerar o pé!"
Volvemos a ver Pena Morcán con los montes de Cabana y el Porto de Calzada da Cabana de Vella a su izquierda. Más a la izquierda aún está O Pico (718 m), hacia donde subiremos desde Cesuras por A Infesta, aldea que vemos a lo lejos, encima de los invernaderos
Cesuras y A Infesta, donde empezará la larga y dura cuesta. Este valle, como el del Valiñadares, sobre el que pasa el otro camino, también tuvo su pasado minero, la Mina Pancha, de hierro, en el lugar de Cesuras llamado Souto da Rebolada, que aparece reflejada en documentación de compra de 1890
Buena perspectiva del valle. Estamos entrando en Santa Margarida. Arriba Cesuras y a la derecha San Cristovo y Zoñán, solar del célebre castro de Zoñán, recinto castrexo galaico. El castro de Zoñán se sitúa entre los barrios de Zoñán y O Rego. Se trata de uno de los primeros, sino el primero, en ser excavado con métodos científicos, ya en 1867, si bien no volvió a ser centro de prospecciones arqueológicas hasta el año 2002, sacando a la luz cabañas castrexas de entre los siglos I y V d.C. De él dice Armando Requeixo en Álvaro Cunqueiro e Mondoñedo. Guía literaria, que es el "padre de los poblados castrexos gallegos", pues fue el primero que se estudió científicamente con José Villaamil y Castro, labor continuada por otros investigadores como Florentino López Cuevillas, Fermín Bouza Brey, y principalmente por el profesor Francisco Mayán Fernández, quien hizo algunas prospeccionessi bien es con Abel Vigo García cuando se realizan las mencionadas excavaciones del año 2002
"Ha corrido la noticia de que han sido vistos corzos en Zoñán -no ciervos sino corzos-, felices galopantes de aquellas brañas, ricas en sombra y agua pura. Supongo que estarán a cubierto del furtivo, y a mi amigo don José María Castro Viejo y Blanco-Cicerón, cuya visita a Mondoñedo está anunciada, llevaré a donde el corzo saluda al rocío matinal con la breve pezuña, para que en uso de su oficio de guarda mayor de las Cazas del Reino advierta que alcanza a los rápidos habitantes de aquellos altos pastos de protección suya, una protección barbada y carolingia"
"El domingo siguiente a la festividad de Santiago Apóstol, clebraremos los de este valle la fiesta de San Cristóbal en su ermita, cuya es al pie del alto, ancho, amurallado castro de Zoñán (...)"Tenía pensado ir este año con mis hijos al San Cristóbal de Zoñán, y tras visitar el santo, subir a la corona del castro a comer algo. Desde aquella montaña se ve toda la rilleira de Cesuras, y la más ancha y rica será de mi valle. La rilleira conoció el viñedo, en tiempos. Los vinos debían de ser flojos, agrillos y sueltos. Desde la corona del castro se ve también, entre Camba y San Pedro de la Torre, una cinta oscura en el horizonte. Es el mar, el mar de los cántabros. San Cristóbal lo pasaría, si quisiese, sin que el agua le subiese de la cintura. Era un gigante inocente."
Llegamos a los invernaderos en Santa Margarida, otro de los núcleos de población del valle, donde se celebra la romería de Santa Margarita de Cesuras, pues esxite una capilla de esta advocación ya citada en un testamento de 1698 recogido por el primer Cronista Oficial de Mondoñedo Eduardo Lence Santar:
“Antonio López y su esposa Luisa Díaz, moradores en el lugar de Cesuras, en su casa, el 20 de noviembre de 1698 otorgan testamento abierto a fe de Francisco de Legaspe. Mandaron que los entierren con hábito de San Francisco delante de Nuestra Señora la Grande y en las sepulturas donde están sepultados nuestros antepasados. Mandaron celebrar cada uno su misa en las capillas de la Virgen de los Remedios y otras dos en la Virgen del Camino de Zoñan, quienes son cofrades, y otra más en la ermita de Santa Margarita. Luisa funda una misa de aniversario perpetuo sobre la heredad de Grandal, en Cesuras, que se celebrara en dicha capilla de Santa Margarita de la que es patrono Carlos López, su hijo, llamado por la fundación que de ella hizo el Licenciado Francisco Bouso, mi hermano, capellán que fue de dicha catedral Iglesia y el día de Santa Luisa, Santa de mi nombre y ofrenda de limosna tres reales y medio. Antonio López fundó también otra misa en la citada ermita sobre media fanega de heredad del lugar de Oseira, la cual misa se celebrará el día de San Antonio, o las vísperas”
Y a nuestra izquierda tenemos el Rego de Santa Margarida. De frente veremos un viejo molino arruinado
Aún se ve el ojo por donde salía el agua canalizada de nuevo hacia el rego, la que impulsaba la maquinaria de la molienda luego de ser embalsada
"En este trayecto se deben de colocar dos "pontillones", uno junto a los molinos de D. Blas López, vecino de Mondoñedo y el otro en el sitio de Rego de Cas"
Seguimos hacia el fondo del valle con Pena Morcán y Cabana Vella cerrándolo por el sur: la cuesta que nos aguarda
Bifurcación de Santa Margarida, vamos a la derecha
Rumbo a Cesuras, que vemos en lontananza, el centro de la antigua demarcación de la Rilleira de Cesuras, que se extendía por el valle, suprimido por las reformas político-administrativas del XIX, antecesor de la parroquia de Os Remedios
Cesuras: por ese picudo monte cubierto de eucaliptos subiremos desde A Infesta hacia las montañas que separan A Mariña de la Terra Chá, ante el Monte do Pico (718 m)
A nuestra izquierda A Pena da Roca (758 m) otra buena referencia visual. Al otro lado de esa sierra, sobre el valle del río Valiñadares, discurre, por Maariz y Lousada, el camino complementario, con el que nos reuniremos en Gontán, poco antes del albergue de peregrinos (público) allí existente
Es de planta rectangular y el ábside es semihexagonal y tiene un pequeño pórtico y sobre él una espadaña del campanario. En el interior destaca el arco del altar y allí un retablo neoclásico con la imagen del patrón. Otro retablo lateral es barroco del siglo XVII
Un hermosísimo paisaje. Más arriba, en Os Parvos, hay otra capilla caminera, no en vano está dedicada a Nosa Señora do Camiño, de la cual se sabe su fundación por otra disposición testamentario estudiada por Lence Santar y fechada el 24 de abril de 1635, que dice así:
"En la feligresía de Santiago de Adelán (Alfoz), el 24 de abril de 1.635, ante Bartolomé de Saavedra, escribano, Diego Pardo de Paz, clérigo y rector propio de dicha feligresía y canónigo de la catedral otorga escritura. En ella dice: Que dicho chantre había mandado en una cláusula de su testamento que Diego Pardo, su sobrino, hiciese una capilla de la advocación de Nuestra Señora del Camino, en la aldea de Zoñán, junto a las casas donde vivieron los padres de dicho tío y así mismo los del dicho Diego Pardo y para que hiciese dicha capilla le manda la pumarega con sus casas, que están debajo de Nuestra Señora de los Remedios, extramuros de la ciudad y además le ha dejado el terreno donde hiciese dicha capilla, con doce yeguas de parir con sus crías que son veinte y cinco cabezas. En dicha cláusula manda venderlas para hacer dicha capilla.
Diego Pardo ha hecho la capilla con su imagen y le ha costado más de 2.000 reales, según está acabada y pintada y para ello ha vendido todas las yeguas que le había dejado su tío, las cuales valieron 80 ducados. Su tío le ha mandado y a sus sucesores, que quiere y es su voluntad que se digan cada año en dicha capilla seis misas rezadas, en los seis días de festividad de Nuestra Señora y el capellán que las hubiese de decir sea nombrado por el patrono que fuera de ella después de Diego Pardo"
Y ya llegamos a Cesuras, otro de los pueblos, barrios o lugares de la parroquia de Os Remedios
Varios de estos barrios aparecen mencionados en un banquete de productos mindonienses celebrado por los emigrantes de la Sociedad de Mondoñedo en La Habana en los Jardines de la Tropical y en honor de Nosa Señora dos Remedios, publicado por Justito el Notario según papeles de Tarsicio Rico:
"Se narraba en el artículo de alguna vieja publicación mindoniense que a las 12:00 de la mañana se había celebrado un gran almuerzo cuyo menú contaba con salchichón de Masma, jamón do Remedios, mortadela de Cesuras, queso de Zoñán y aceitunas de Valiño como entremeses. Los entrantes fueron un arroz con pollo a la mindoniense, ensalada mixta de los Molinos y lomo de puerco asado con cachelos de Tronceda. Para los postres quedaron las peras de Villamor y los melocotones do Couto. El vino fue un Charete de Pedrizo, la cerveza fue La Tropical y la sidra El Gaitero. Después hubo café y tabacos de Partagás."
Este de Cesuras va a ser el último núcleo de población de cierta relevancia que hallemos hasta llegar a Gontán. En el citado informe de 1748 de José Vidal se manifiesta de este tramo:
"Desde Cesuras hasta Rego de Cas, hay una distancia de mil trescientas setenta y ocho varas, con una anchura entre cinco y seis varas. En este trozo hay dos trozos de calzada, como cosa de cincuenta varas de longitud, por ser "floxo", lo demás es buen terreno. Carece de "caballetes" y desagües, algunos cerrados por los dueños de las fincas de sus márgenes, a los que se les debe obligar a dejarlos francos, a limpiar la broza y piedra que atollan sus márgenes y por este motivo privan la corriente de las aguas. También se les debe obligar a cortar las zarzas y ramas de los árboles, que salen de sus propiedades para encima del camino y no sirven más que para estorbar al que transita, causándole mucho daño cuando es de noche"
Se disponen las casas como en una rúa, a ambos lados del Camino
Algunas de ellas parecen de notable antigüedad
Nos llama la atención esta cuadra de piedra
Sobre la puerta hay un blasón de hondo simbolismo mindoniense, es como una placa, en blanco, allí colocada
Seguimos avanzando por Cesuras, dando vista a lo lejos a los 737 metros de Pena Morcán
En esta bifurcación hemos de dejar la carretera para ir a la izquierda, entrando en el barrio de A Infesta
Puede decirse que aquí comienza propiamente la subida a los montes de Cabana de Vella, genéricamente conocidos como montes de A Infesta, subida da Infesta, montes de Cesuras...
Un mojón y algunas señales amarillas indican este importante ramal
"Mondoñedo, Ciudad famosa, y bien conocida de España en el Reyno de Galicia, y Capital de la Provincia de su nombre. Tiene su sitio en un hondo valle, a las faldas del encumbrado monte, llamado de La Infiesta..."
Un cabazo sobre el camino, con una farola para iluminarlo
Bifurcación y a la derecha
A 150 kilómetros de Santiago. Vemos a la derecha del mojón restos de la antigua señalización pintada en este muro a mano
Y llegamos a este puente sobre la carretera N-634
Sigue siendo una vía de mucho tráfico e intenso tráfico, máxime cuando, a causa de la niebla, se cierra la Autovía del Cantábrico
Pasamos al otro lado del puente, viendo el final del valle, bajo los montes de O Chao da Lagoa
Al psar el puente, bifurcación; seguiremos de frente, como indica el mojón, esto es, a la derecha
Y en los mojones. atentos a las flechas amarillas que son las que indican realmente la dirección. En contra de lo que se piensa mayoritariamente, las conchas son orientativas de dónde está el Camino pero no direccionales, su posición no habría de implicar dirección según los rayos o el vértice miren para un lado u otro, por lo que habrían siempre de estar acompañadas de la correspondiente flecha, esta sí direccional
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales como en el entorno de Bienes declarados por su interés"
(Directrices para la señalización del Camino de Santiago. Consejo Jacobeo)
Entrañable cierre de finca, un somier, algo realmente común y extendido. A lo lejos Zoñán
Dejando los lugares poblados empiezan ya las largas cuestas de A Infesta
Bifurcación: a la izquierda, rectos de frente. Ya nos adentramos en las plantaciones de eucaliptos
A partir de ahora siempre subiendo, paso a paso, acortando distancias con Santiago, ya a menos de 150 kms, todo un hito caminero
El Camino hace zigzag para ganar altura rápidamente
Empieza un itinerario muy bello pero muy solitario. No hallaremos poblaciones hasta llegar a Gontán, tan solo, y eso una vez bien pasado el puerto, caseríos dispersos y naves ganaderas
Importante ir bien provisto de agua y vituallas, pero tampoco con peso excesivo
La cuesta no perdona. Vamos a transcribir lo que escribe el gran cronista de los caminos de Santiago Antón Pombo de esta senda, publicado en la página de la editorial Gronze dentro del artículo Nuevas variantes del Camino Norte:
"El equipo encargado de proponer a la Xunta la delimitación consiguió recuperar el camino real entre Mondoñedo y Gontán por A Infesta. Considerado ahora principal, cubre 12 km respecto al hasta ahora vigente, de 17 km, que ha quedado como complementario (...) la vía principal por A Infesta, es una experiencia monte a través de pura soledad, y la exigente pendiente de sus rampas, sin un descanso en 4 km, no apta para quienes no estén suficientemente bregados"
Bifurcación y a la izquierda
Es cierto que la rampa es larga y dura, si bien la dureza de este camino, por otra parte históricamente documentado, puede venir más por las soledades que hallaremos a partir de ahora, ciertamente apartados de núcleos de población, y por donde además pasan verdaderamente pocos peregrinos, pues suelen preferir, aunque con más asfalto, el camino por Maariz al Alto da Xesta
Ya estamos nuevamente a la vista de la Pena da Roca, una gran referecnia visual y geográfica. Al otro lado, por su otra vertiente, discurre el citado camino por Maariz, donde hay al menos dos alojamietos, el de O Bisonte y el albergue de O Vilar
Altos muros de piedras para separar el camino de las fincas y encarrilar a los carros. Es interesante saber que este camino era de carro, es decir, de anchura suficiente para el paso de un carro, si fue una antigua calzada o similar es lo común, pero no todos los caminos, y menos en todo su trazado, eran de carro, sino de caballerías. Los arrieros por ejemplo empleaban recuas de mulas. Sólo cuando a partir del siglo XVIII, y sobre todo del XIX, se empezaron a construir las actuales carreteras, se generalizó totalmente el uso de carros, algunos muy grandes. También entonces para las faenas agrarias los pequeños carros do país fueron dando paso a los mayores carros de labranza
Aquí podríamos asomarnos al cerrado valle del Rego de Santa Margarida
Al este, abajo, ha quedado la ciudad de Mondoñedo. Vemos en concreto San Lázaro, al norte, con la gran nave de la maderera de Encar. Por ahí viene el Camino Norte procedente de Ribadeo. Más arriba es San Paio y O Reguengo, por donde viene esta ruta, que coincide además con el Camiño de San Rosendo
La conducción de carros por estas pendientes no era tampoco fácil tarea, recordemos la reseña del accidente ocurrido en O Casal en 1944
Como en gran parte de Galicia y de toda la cornisa cantábrica las antiguas fincas ganaderas van transformándose en inmensos montes de eucaliptos, especie de crecimiento rápido para suministro de las industrias papeleras
Tupida eucaliptal
Campos abiertos ante el Monte do Pico (718 m), que cierra el valle por el sur. Abajo a la izquierda es el estrecho valle del Rego de Santa Margarida
Al otro lado de esas montañas, cuyas cumbres peladas, sin árboles ni plantaciones evocan el paisaje de los llamados puertos secos, se extiende A Terra Chá
Colmenas. La ascensión se suaviza un poco en estos recuestos
Avanzamos: atrás quedó también la Pena da Roca, símbolo geográfico mindoniense que, como todos estos puertos de montaña, son grandes pastos y praderías de vacas y caballos
Diversas rutas montañeras y senderistas suben a su cima, algunas siguiendo este mismo trazado
Nos acercamos a la zona de pastos de la montaña, zona de brañegos, lugares a los que subían no pocos escritores mindonienses, aprendiendo cultura popular, leyendas, expresiones y léxico, que luego plasmaban en sus mejores obras, joyas de la literatura gallega
Nos encontramos ahora, con las balizas de las conducciones de gas, que pueden ser otra buena referencia señalizadora en este trecho de la ruta
Profunda caja caminera, más profunda aún cuando crecen matorrales y helechos
"Un paso, barrera canadiense o guardaganados es un sistema de confinamiento de animales que complementa a vallados y otros cerramiento de parcela. Se instala en el punto de acceso por carreteras y pistas rurales a fincas, parques y otras superficies con la finalidad de evitar el escape o el ingreso de ganado y otros animales, mientras que no obstaculiza el movimiento de vehículos, maquinaria y peatones.Consiste en una parrilla de barras o rejas metálicas paralelas que se instala en posición horizontal y a nivel de rasante. Las barras se disponen transversales a la dirección de la vía. Bajo la parrilla hay un pequeño foso de unos 30 cm de profundidad. Los animales evitan cruzar sobre el paso canadiense en primer lugar porque les provoca desconfianza y en segundo porque les resulta dificultoso hacerlo. Sin embargo para los vehículos y personas calzadas no representa especial dificultad, de modo que permite un tránsito selectivo.De este modo se evita que se escape el ganado mayor de las fincas en que se cría en régimen extensivo. También se utiliza, en combinación con los vallados cinegéticos, para evitar la fuga de la caza mayor. Otros posibles usos son como barrera para la fauna peligrosa, para los perros, etc. Los caballos pueden superarlos cuando se les fuerza a hacerlo.Se trata de un sistema selectivo, con muy poco o nulo impacto ambiental sobre el paisaje y que facilita mucho la labor ganadera y otras tareas rurales en comparación con puertas y otros cierres de eficacia similar.
La separación entre rejas suele ser de 5 a 7 cm. Es necesario instalar una rampa de hasta 45º y superficie rugosa en los laterales para permitir el escape de los pequeños animales que caigan al foso. También conviene facilitar el drenaje para evitar que su foso se inunde"
Los mojones son para el peregrino unos de sus mejores amigos, verdaderos guardianes del camino que nos despejan dudas e incógnitas, ya podríamos tener siempre tan correctamente señalizados todos nuestros senderos en la vida, con la mejor opción, pero siempre abierta, por supuesto, a nuestra exploración audaz, siempre asumiendo nuestras responsabilidades
Presentimos próximas las cimas del collado pero el repecho no acaba aún, todavía hemos de subir algo más
Hemos subido considerablemente: el "picudo monte boscoso" que veíamos antes de llegar a Cesuras ha quedado allí abajo
En la lejanía Mondoñedo, con los 618 metros del Padornelo arriba a su derecha. Más abajo y más cerca, los montes de A Frago do Rei, tras ellos y sobre el valle del Valiñadares sale de la ciudad el camino complementario, el más recorrido por los peregrinos, rumbo a Maariz
Vista de Mondoñedo en la distancia. Si nos fijamos bien veremos a la derecha el Hospital de San Pedro y San Pablo, reconocible por las dos torres de su fachada barroca, situado enfrente de A Alameda y la iglesia de la Virxe dos Remedios, que ya no vemos bien, donde empezábamos este trayecto.
Llegamos ahora a un importante cruce: O Marco da Infesta
O Marco da Infesta esasí llamado por la roca hincada, marco, que vemos al lado del monolito xacobeo que nos avisa de ir a la izquierda
Los mojones señalizadores de sendas y pastos, divisorias y otros lugares, son empleados desde los albores de la Humanidad. Se dice antaño hubo un mojón mayor, de dos metros, con unas iniciales grabadas, junto al que se sentaban los viajeros y peregrinos de antes. Así escribe de él Andrés García Doural:
"Recibe el nombre de Infesta uno de los múltiples caminos que comunican la ciudad de Mondoñedo con sus alrededores. Es un camino muy empinado en la mayor parte de su recorrido a causa de la orografia del terreno, lo que no impedía que fuera muy transitado en alguna época por numerosos vecinos de las parroquias de Labrada, Romariz, Fanoy, Abadín, Candia, Castromayor, etc.Este camino nace en Mondoñedo y pasa por los lugares de Rego de Cas, Pacios de Abajo, Pacios de Arriba, continua por la cruz de "La Revolada" y comienza el duro ascenso de la ladera de los montes de Cesuras, dejando a un lado el conocido monte de la Pena da Roca y al otro los lugares de Cabana de Bella y Valiña de Freire.En una bifurcación del camino, ya casi en la cima de los montes, se encuentra clavado en la tierra "O Marco da Infesta", una enorme piedra caliza de sesenta centímetros de ancho que se alza en posición vertical con una altura de unos dos metros.En sus inmediaciones descansaban los fatigados caminantes que transitaban por este difícil camino, según nos comentaron los más viejos de Cesuras y también hay quien asegura que en otros tiempos se podían leer unas iniciales que estaban grabadas en él"
Más zigzag y fuerte pendiente. En el informe de este camino de José Vidal se habla también de estos marcos y su razón:
" En este paraje, los carros acostumbran a arrimarse más a los márgenes del camino que al centro, por cuyo motivo se halla muy deteriorado dicho camino y para solucionar este mal se pondrán unos marcos de piedra, de tres cuartas de alto en los ángulos y ?plazetas?, apartados una vara de su margen, de manera que priven a los carros arrimarse y solamente pueda pasar cualquier caballería cargada y gente de a pie.
También se ha de tener presente la gran cantidad de agua que cae del monte, que será recogida y desviada a la parte más conveniente, por medio de unas alcantarillas, que atravesaran por debajo el camino en oblicuo, enlosadas y cubiertas con buenas losas, con la anchura y altura suficiente, para que pueda entrar y salir un hombre a desatascarlas"
Al noroeste Pena Morcán. Esa zona se la conoce como Montes da Cabana, Cabana de Vella, Porto da Calzada, Porto da Calzada da Cabana o, más explícitamente, Porto da Calzada da Cabana de Vella. En la zona han sido halladas monedas romanas, posiblemente de algún perdido asentamiento, de una zona de mucho paso de gentes, o de ambas cosas
Más a lo lejos A Serra da Toxiza con su parque eólico y su cumbres máximas y cimeras: Pico da Lebre, Pena Corveira....
Y el Pico da Toxiza (833mts)
Ya casi en lo alto, la cuesta se modera paso a paso
Vamos despidiéndonos de Mondoñedo y de las tierras de A Mariña hasta una próxima ocasión.Un buen lugar para recordar a uno de aquellos vates de la poesía mindoniense, Leiras Pulpeiro, el médico-poeta, que se referia a Mondoñedo como la cunquiña deleitosa...
Cunquiña deleitosaonde todo florece, e todo medra;recuncho que aos magoados dás refolgosco incenso da malezae a sombra dos seus soutos caladiños,e a auga das súas fontes, limpa e fresca.botarás algún día de entre os fiúnchos,e os infantes da veiga,tanta limacha mouracomo nela se atopa en onde quira,e, fuxindo do sol, sempre arrastrados,e a poder de rastreso, atodo chegan,e que todo che enliman,cando todo non adelantan?Deus te libre de praga, e faga logoque o teu vale, Valibria, limpo vexasde cantos do teu comen,e non sucan teu pan, nin nel segan!
Buenas curvas, vueltas y revueltas para dar pronto acceso a la gran meseta y planicies de la Terra Chá
Caminando por la ladera norte del Monte do Pico, junto a más muros de piedra
Ahora sí andamos casi en llano
Leves subidas y mojones de confirmación. Aunque el camino está bastante claro y no tiene mayormente pérdida se agradecen, sobre todo con niebla
Muretes de piedra
"Caminando a la fuente de la Fraga Vella, Corno de Revoredo, Rego Frío, Calzadas de Cabana de Bella, dividiendo la Rilleira de Cesuras"
El camino de los puertos va llegando a las inmensas y sublimes soledades de estas montaña, la majestuosa serenidad de las cumbres
Para evitar que pudiesen escapar del cerco en estas montañas se dispusieron columnas en A Fonsagrada, Carballido y Meira, actuando coordinadamente
Siguiendo la información de García Doural, amaneciendo ese mismo día 11 de octubre la columna de la Guardia Civil, mandada por el comandante José Albizúa Burgos, se apresa en este mismo monte de Cabana de Vella a los carlistas, de cuya partida quedaban 19 miembros, incautándoseles un caballo, su armamento y una buena suma de dinero
Este fue el final de la partida carlista mindoniense, en unas operaciones que fueron ampliamente seguidas por la prensa de la época. Uno de los carlistas prisioneros, José Leivas Ron, fue condenado al exilio en Cuba, regresando del mismo en 1890 y fundando la forja de Talleres Leivas en el barrio artesano de Os Muíños
Adelante un nuevo paisaje se ofrece ante nuestra vista: A Terra Chá, que dicen no es tan llana cuando la recorres caminando. A lo lejos vemos A Pena da Auga (832 m) y a su izquierda la loma de O Cerro, que serán buenas referencias visuales en nuestra por el concello de Abadín. Forma parte de la Serra da Carba, que a la vez se la considera un apéndice montañoso que se extiende por Tierra Chá de la gran Serra do Xistral, que llega por el norte a la misma costa
Otro paso canadiense ya en lo alto del puerto
Por fin caminamos en llano. Estamos en As Rochas
Una línea de alta tensión recorre el puerto, llegamos así a un cruce
Y en el cruce seguiremos a la izquierda, viendo a lo lejos las colinas de Santa Cruz, donde hubo una capilla, paso del camino, como enseguida veremos
Hay una cierta sensación de inmensidad contemplando desde estas alturas las extensísimas camperas y suaves y largas lomas que señalan el paso de A Mariña a la Terra Chá
A cada paso ganamos perspectiva, caminamos en dirección este, a unos 650 metros de altura, viendo todo el entorno del Alto da Xesta, por donde va el otro camino, subiendo desde Mondoñedo por Maariz San Vicente de Trigás y Lousada
Vemos en la distancia el largo desmonte de la A-8 por A Farrapa y Coto de Galgao. En la lejanía es A Serra da Cadeira, por donde baja a O Val de Lourenzá el camino, también oficial, que entró en Galicia por Trabada
De frente Coto Herboseiro (645 m), a la izquierda de la foto, impresionante paisaje de pastos de altura
En los cielos vuelan los buitres en majestuoso porte, oteando los campos. Son fáciles de reconocer por la forma de sus grandes alas. De unos años a esta parte se les ve por esta zona con notable frecuencia, siendo en sum momento incluso noticia de prensa, como por ejemplo en La Voz de Galicia el 28-6-2007:
"Galicia no está siendo colonizada por los buitres. Ni mucho menos. Pero la confirmación de que una pareja de alimoches, el buitre blanco, cría en Lugo (también se vio en vuelo sobre la Serra Faladoira coruñesa) es toda una noticia en círculos ornitológicos ya que hasta ahora sólo se veía en Rubiá (Ourense), en el parque natural Enciña da Lastra. En esta última provincia volvió a ser avistado el 16 de marzo y el pasado día 22.Esta especie, que suele invernar en África, es el más pequeño de los buitres, mide no más de 70 centímetros de altura y 1,50 metros de envergadura. Por su plumaje blanco, es muy fácil de reconocer y suele anidar en cantiles o cuevas de las montañas. Come todo tipo de carroña y desperdicios y saca adelante un solo polluelo. Félix Rodríguez de la Fuente, en su famosa serie sobre la naturaleza peninsular, inmortalizó sus planeos en círculo, demostrando además su habilidad para romper huevos de avestruz usando piedras.De momento el alimoche figura en el catálogo gallego de especies amenazadas del pasado 7 de mayo como «vulnerable» . En censos estatales recientes no aparecía como reproductor en Galicia y sólo se citaba una pareja hacia Covas, en A Lastra. En Lugo fue visto hacia A Fonsagrada, probablemente llegado de Asturias donde hasta hace unos años el censo de alimoches era de 50 parejas seguras y algunas otras probables.
Los otros carroñeros: Respecto a otras especies de buitres, el leonado y el negro, no se ha confirmado su cría en Galicia aunque, como recuerda Cosme Damian Cousido, de la Sociedade Galega de Ornitoloxía (SGO), hay topónimos que remiten a su presencia. Por ejemplo en la Pena do Buitre, entre Abadín y Lourenzá. También hay otro risco en Guitiriz con este mismo nombre"
Otro maravilloso encuentro con la naturaleza de esta tierra
Encrucijada: vamos a la derecha, cambiamos de rumbo
Vamos ahora en dirección sur-suroeste, de As Rochas al Coto de Leboreiro, que vemos al fondo
El Camino es llano y recto, recuerda a una calzada romana, pues las hacían así, lo más rectas posibles, independientemente de la orografía, si bien también el trazado puede tener que ver con concentraciones parcelarias. El Camino, siempre y en todo momento hace una verdadera montaña rusa: sube, baja, sube, vuelve a subir, vuelve a bajar...
La pista es muy ancha, hay que seguir todo recto de frente, sin hacer caso a ramales o desvíos. De todas maneras cada encrucijada cuenta con su correspondiente mojón
Las alambradas certifican el uso intensamente ganadero de todos estos pastos
Y a bajar para después subir. Coto de Leboreiro
Fin de la bajada: cruce y de frente para subir otra vez hasta allá arriba
Remontando esta segunda subida encontramos un trisquel dibujado en la colina por ese cruce de caminos: O Outeiro
Este es el cruce en el que se unen los brazos del trisquel, donde nuestro Camino irá a la derecha
Pues hacia el trisquel bajamos... para luego subirlo, entero
A nuestra izquierda nace el Rego de Leboreiro y a nuestra derecha el Rego das Cortellas, pues este cueto, collado, monte, loma, colina o como queramos llamarlo da a dos, vertientes: norte y sur
Cruce y de frente
O Outeiro: fijémonos que el Camino es el que sube desde el cruce a la derecha, junto a una nave ganadera, pues por allí subiremos
Estamos a 145 kilómetros de Santiago
Más caballos, nacimiento del Rego de Cortellas
A la derecha, al oeste, Porto das Cortellas
Viejas flechas amarillas
Ya estamos en el cruce del trisquel: vamos a la derecha. Veamos nuevamente la balización del gasoducto en O Outeiro
Por aquí, si los mapas geográficos no nos mienten, estaríamos pasando del concello de Mondoñedo al de Abadín
Entramos definitivamente en A Terra Chá, a menos de 145 km de Santiago ya, otro número de distancia que va menguando
Pasto de O Outeiro
En lo alto, una nave de ganado señala el final de esta cuesta, la última que nos aguarda antes de Abadín, luego será bajar y en llano
Tramo recto ya en descenso... a la derecha el valle del Rego de Espiñarcao
De frente sigue sirviéndonos de orientación A Pena da Auga. Más allá, al fondo en el centro de la foto, Candia, por donde seguirá de Abadín el camino a Vilalba
Ahora vemos, a nuestra izquierda, el monte de O Foro (626 mts.). Nuestro camino irá a la derecha por su falda norte, mientras el complementario que viene de A Xesta lo hará a la izquierda por la falda sur. Tras él está Gontán, donde ambos se unirán
A la derecha seguimos viendo el valle del Rego de Espiñarcao
Espiñarcao es uno de los núcleos de población de la parroquia de Romariz, en este concello de Abadín. Su nombre se hizo famoso por Manuel Reigosa, O Cego de Espiñarcao, que cantaba sus cantares de ciego, como tantos otros invidentes, por ferias y fiestas., Nació en 1860 en A Casa Vella do Bouso, y estuvo casado con Cándida Requeijo Díaz, con quien tuvo dos hijos, José María y Jovita. Uno de sus cantares, un vals en tono de lástima, dice así:
Alborada dos meus ollos. Dios che dé moita fertuaQuas tuas penas e as tuas glorias. Son tan miñas coma tuas.Os ollos requeren ollosO corazón corazónO pano dó teu manteloRequer o do meu calzón
Y esta es otra de sus composiciones, al son de muiñeira:
Mi-ra que chei d´ir a e-le
Mi-ra que chei d´ir o coi-ro
Mi-ra que chei de laba-re nena n´o teu labadoiro.
Mi-ra que chei de laba-re nena n´o teu labadoiro
Donde había coloradosRefaixos, campaba o cegoDe Espiñarcao, un brañego
Uno de sus discípulos fue Cecilio, niño de Frexulfe, concello de Valadouro, que se quedó ciego a causa de la varicela y que, como era común en aquellos tiempos, antes de la creación de la ONCE, la manera de ganarse la vida era siendo músicos de ferias, romerías y cantares, tocando el violín, arte que aprendió de Manuel Reigosa, para lo cual necesitaba caminar muchos kilómetros y pernoctar aquí, Con el tiempo y aconsejado por su maestro, llegó incluso a a hacer una gira por las colonias gallegas de emigrantes en el año 1900, acompañado de Eliseo Cabeza, hijo de soltera de su mujer Amalia, con tan rotundo éxito que volvería en 1910 y 1915, acompañado al clarinete por uno de los músicos del grupo Roquitos de Lagoa.
Vemos de frente ahora nuevamente O Foro. Estos montes fueron antaño de toxo y brezo, solamente con alguna campa aprovechada para pastos de caballos y vacas, pequeños rebaños de razas autóctonas con los que incluso hacían trashumancia a la Serra do Xistral en verano. A partir de los años 80, poniéndose los vecinos de acuerdo, se generaron grandes pastizales en los montes comunales.
Un poco más a la izquierda asoma el Viaducto de Fontepresa en la Autovía del Cantábrico (A-8), sobre el Rego de Gontán y bajo A Serra de San Martiño. Al lado a la derecha, apenas se ve una casa, están Gontán y Abadín
"... que el día de su entierro se digan por su ánima doce misas cantadas y rezadas, con vigilia y responsos, de limosna, a cada una tres reales, que se dé de comer y beber a los sacerdotes que las dijeran dicho día y ofrenda por su alma, dos fanegas de pan en grano, dos carneros vivos y uno muerto, media carga de vino, un tocino, un cuarto de vaca y cuarenta reales de dinero y dicho día se gaste con los pobres y más gente que asistiera a la función, ocho anegas de pan y tres anegas de trigo, tres cargas de vino, un buey o vaca y cuatro carneros o castrones (...)... tengan obligación de poner en la ermita de Santa Cruz, una tabla en donde se declaren las misas (...)... Alonso Darriba y Candia, clérigo presbítero, vecino de la feligresía de Santa María de Abeledo, que haga de cuidar y cuide de la ermita de Santa Cruz y que la renta que tiene sobre el lugar do Rego de Redeiro, sito en Quendabad y otra porción raíz en la aldea de Quende, pague las misas que están fundadas en dicha ermita"
En el año 1750 la ermita era propiedad de Blas de Otero, así como estos campos. De su historia a partir de entonces nos habla Andrés García Doural en Miscelánea Mindoniense:
"En el año 1753, visitó la ermita el obispo de Mondoñedo D. Carlos Riomol y Quiroga y ordenó a su propietario "sacar con zanjas el agua de los cimientos, caldear las paredes, hacer una puerta nueva con cerradura o asegurar la que tiene, dentro de tres meses, pena de 4.000 maravedíes"El 4 de agosto de 1771, falleció Blas de Otero, que ejercía la profesión de herrero y se hallaba casado con Ana Basanta. A la hora de su defunción, éste ofrendó cincuenta misas votivas, tres cestos con pan y carne, diez y seis cuartillos de vino, un carnero vivo y otro tanto por sus honras. Le quedaban de su matrimonio ocho hijos: Antonio, Salvador, Isidro, Cayetano, Cosme, Pascual, Luisa y María. A Pascual le dejó la fragua y el oficio.A su mujer, Ana Basanta, le dejó cuatro ferrados de cortiña, cerrada sobre sí, por días de vida, junto a la casa donde vivieron. Su esposa falleció el 12 de mayo de 1774.Su hijo, Pascual Otero Basanta, continuó ejerciendo la profesión de su padre y falleció en Santa Cruz el 14 de febrero de 1799, viudo de María López. Le quedaba de su matrimonio los hijos siguientes: Blas, Isidro, Cayetano, Antonio, Antonia, Josefa, Francisca, María, Benita y Vicenta, solteros"
Ahora en Santa Cruz unas naves ganaderas ocupan el solar del antiguo santuario, tal y como cuenta García Doural
"Las viviendas del lugar de Santa Cruz, se hallaban deshabitadas desde hacía muchos años. De la edificación de la citada ermita, no quedan restos y de las otras edificaciones queda algún fragmento de sus paredes.Posteriormente, se construyeron unas pequeñas naves con bloques de cemento, cubiertas de chapa o de uralita y un amplio comedero para el numeroso ganado vacuno existente en sus inmediaciones. El actual dueño de los terrenos, de las naves y del ganado vacuno, es un vecino de Abadín"
Inmediaciones de San Martiño de Galgao, solar del santuario de San Cosme da Montaña, unión simbólica de A Mariña y Terra Chá en su campo de romerías
En San Martiño de Galgao el otro camino, tras subir desde Lousada, pasa a la Terra Chá junto a este templo que simboliza la unión de gentes y sentimientos entre esta comarca y A Mariña, llegando luego, ya en llano, a ese pueblo: A Xesta, parroquia de Quende y concello de Abadín, donde cruzará la N-634 y se dirigirá a unirse con este en Gontán
Ese camino va un poco más abajo que el nuestro, más o menos por la parte de aquella arboleda oscura en medio de la foto, ante el viaducto, presto ya a enlazar con este
Caminamos así un trecho por asfalto, todo en llano
Un tramo asfaltado que dejaremos enseguida, en medio de esta curva, allí a la derecha por aquella pista que sigue la recta
Ahora sí que parece que estamos en Terra Chá
Y como dijimos caminamos ya por la ladera norte de O Foro, bordeándolo
Plantaciones de pinos y eucaliptos
Es ya el último trecho antes de entrar en Gontán
Al fondo unos edificios
Inmediaciones de Abadín, capital del concello, justamente después de Gontán
Volvemos a ver las balizas del gasoducto. A la derecha Choi
Al fondo Toxal y As Casas de Arriba, parroquia de Fanói donde en 1944, sucede un caso inédito, una vaca pare 24 terneros en un solo parto, así lo contaba el diario El Compostelano el 30-6-1944:
"En la parroquia de Fanoy, Abadín, provincia de Lugo, se registró en dicha localidad un caso singularísimo que llamó poderosamente la atención de cuantos lo conocieron. Una vaca propiedad del vecino de dicha parroquia, Eduardo Vidal, tubo nada menos que veintiseis crias de un sólo parto. Pocos instantes después de haber nacido fallecieron veinticinco de las crías, quedando con vida solamente una. Se da la circunstancia de que aún cuando todas las crías eran pequeñas, estaban perfectamente configuradas constitucionalmente, sin defecto exterior, distinguiendose incluso sin dificultad los machos de las hembras"
Valle del Rego de Labrada, abajo a nuestra derecha
Salimos de las plantaciones arbóreas y a lo lejos, enfrente, ya se ve un poco mejor Abadín
Abajo aún no vemos bien Gontán, que casi forma con Abadín un solo núcleo urbano
Empezamos a bajar hacia allí...
Y aquí, al entrada de Gontán, nos unimos al camino complementario que viene, a nuestra izquierda, de Mondoñedo por Maariz, Lousada, San Martiño de Galgao, Alto da Xesta y Quende, más largo pero más transitado y poblado. que cuenta con servicios como el alojamiento O Bisonte de Maariz, toda una institución en el Camino del Norte. o el Albergue de la Naturaleza de O Vilar. Ahora, coincidiendo con los peregrinos que vienen de allí, entramos en Gontán y Abadín
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