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lunes, 1 de julio de 2019

EL CAMINO LEBANIEGO POR GANDARILLA Y BIELVA (y 2): DEL COLLADO DE BIELVA A PUENTE EL ARRUDO Y CADES:


Busto de Rogelio Gonzáles Vinoles, El Zurdo de Bielva, en la bolera de este pueblo, paso del Camino
Bajando del Collado de Bielva
Los peregrinos que en Hortigal hayan decidido seguir la ruta por Gandarilla hacia Cades, con más asfalto que el actual camino oficial por la Senda Fluvial del Nansa, si bien sensiblemente más corto, bajan al valle del Nansa por la CA-850 desde el Collado de Bielva, municipio de Herrerías, dejando atrás Gandarilla y  los paisajes de la rasa costera, ofreciéndose ahora al sur los de las montañas que cierran el valle del Nansa, hacia donde nos dirigimos, antesala de Liébana y los míticos Picos de Europa


Por abajo pasa la Riega de la Escampada: al sur vemos los Picos de Ozalba o Jozalba y a la derecha la Sierra de la Collada


Entre ambas serranías hay una joz, hoz o desfiladero, por donde discurre el río Lamasón, afluente del Nansa, y que forma el Valle de Lamasón, por donde sigue el Camino Lebaniego hacia Sobrelapeña y Lafuente, donde hay albergue de peregrinos, municipio de Lamasón. Más lejos es el Collado de Hoz o Colláu Joz, paso al de Peñarrubia y bajada a Cicera, justo antes de subir a la Sierra las Cuerres, estribaciones occidentales de Peña Sagra, para pasar a Liébana. Uno de los pasos es el Colláu Arceón, que reconocemos en la lejanía, otro La Canal de Francos, más a la derecha. A los dos se sube desde Cicera, también con albergue público y otros alojamientos. En la lejanía asoma Peña Ventosa (1.434 m) con sus característica forma serrada, una destacada referencia visual en nuestro itinerario a Potes y Santo Toribio


Más allá de los Picos de Jozalba vemos las mayores alturas de Peña Sagra. Algunas de sus alturas en este sector son el Picu Paraes con sus 1.934 metros, El Tumbo con 1.843 y La Trespeñuela 1.961 metros


Según varios investigadores en Peña Sagra acontecieron algunos epìsodios determinantes de la última resistencia cántabra contra los romanos en las guerras de los años 29-19 a. C. si bien la ubicación del cerco del que lo que los autores clásicos llaman el Monte Medulio, dedicado a la diosa celta Medhu, no está del todo demostrado que fuese aquí y se han propuesto diversas ubicaciones, como la del Monte Vindio, a lo largo de buena parte de la Cordillera Cantábrica, desde el Bierzo a Asturias y Cantabria. No obstante cierto es que se ha localizado lo que debió ser un gran foso de asedio en esta sierra y el explorador y estudioso Conde de Saint Saud afirmaba que había visto ruinas de las torres a finales del siglo XIX


Más cerca tenemos el Garavallines (613 m), en la Sierra de Arnero. Asomando un poco más allá el Hugón (643 m). En esa zona estuvieron las minas de La Florida, cuyos restos pueden visitarse. La extracción minera, que tantos empleos dio a estos pueblos, arrancó en 1857 con la Real Compañía Asturiana de Minas, mediante concesión de Isabel II. Eran las minas de La Clara, La Maestra, La Isidora, La Isidra, Lacuerre, Plaza del Monte, Cereceo y Liborias. Las dos últimas fueron las que siguieron más tiempo su actividad, hasta 1978, ya con la empresa Azsa, cuando aún tenía 309 empleados en nómina. Muchos compatibilizaban este trabajo con las labores agroganaderas seculares del lugar. Allí se encuentra también la famosa cueva de El Soplao, de las más famosas de Cantabria, con más de 20 kilómetros de galerías, arqueología minera e impresionantes formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas y las más escasas helictitas, entre otras. Es un gran centro de afluencia de visitantes desde que abriesen al público en el año 2005, si bien solo unos 4 kilómetros del total


La cueva de El Soplao apareció por casualidad durante las labores mineras y su nombre se debe a que así llamaban los mineros a las grutas subterráneas kársticas, tan abundantes en las peñas calizas, con las que se encontraban al perforar y por las que soplaba el aire con fuerza. Las galerías naturales fueron aprovechadas también para la extracción del mineral y con el abandono de las minas la cueva fue quedando sumida en el olvido hasta que en 1975 el Speleo Club Cántabro dio a conocer su espectacular valor geológico. Actualmente es un gran centro de atracción para toda la comarca pues además de la cueva hay un poblado y tren minero digno de conocer


Bajando por la serpenteante carretera vemos ante nosotros el Monte Cudana (387 m) en el Alto de la Rehoya


Abajo el Valle del Nansa


Impresionante el descenso que nos aguarda, abajo hacia Bielva, Puente el Arrudo y Cades, estos dos últimos ya en la vega del Nansa. Arriba es la Sierra de la Collada y más en lo alto la Sierra de Arria, con los 1.002 metros del Cuetu el Castillo y el Picu la Cueva


Bielva está abajo de la foto a la derecha, Puente el Arrudo en medio también abajo, y Cades, donde está el albergue más próximo, a su izquierda. Apenas se llega a ver un poco de las tres poblaciones. Lo que sí se ve, arriba a la derecha, es una de las dos rutas que, justo antes del pueblo, bajan a Cades, en concreto la senda que, desde las ruinas de la iglesia de San Pedro, continúa prados abajo hacia La Sierra, unas casitas que hay a la izquierda de la foto justo encima de Puente el Arrudo


En Puente el Arrudo están las consistoriales del municipio de Herrerías, pese a que la capital está en Bielva. A la izquierda de la foto asoman algunas de las primeras casas de Cades


La otra ruta es la carretera local que baja, viniendo de Cabanzón, al Puente Pellón, dejando Otero arriba


Más al oeste la línea de cumbres se extiende hacia Asturias, son las que cierran el famoso desfiladero de La Hermida, formado por el río Deva


La caliza es la roca primordial de toda la comarca, realmente al menos de media Asturias y también buena parte de Cantabria. Vemos el Cuetu Cerréu (894 m), que cierra el desfiladero de La Hermida por el oeste, en su sector norte. La apertura de la Carretera de La Hermida en 1863, auspiciada por las minas existentes entonces en los Picos de Europa, provocó el abandono de estos viejos caminos como comunicación directa de la costa con Liébana y la Meseta, puertos de Llanes, San Vicente de la Barquera y Comillas


La Pica Peñamellera, de 765 metros de altitud, destaca en la distancia por su forma, divisoria entre El Valle Baju y El Valle Altu (Peñamellera Alta y Peñamellera Baja), ya en Asturias. A su izquierda es el Güertu Colláu (585 m) y más allá el Cuetu las Vacas (1.168 m)


Continuamos pues la bajada por la carretera CA-850 bajo el Monte Cudana


Es muy sinuosa pues sigue la forma de la falda de la montaña


Curva a la derecha y curva a la izquierda


Curva a la derecha


Curva a la izquierda...


Tramo recto cuesta abajo...


Flecha roja caminera


Sigue la larga bajada...


Atentos a las montañas...


Las nubes parecen disiparse y se ben algunas de las cumbres más totémicas de los Picos de Europa,en concreto en Los Urrieles o Macizo Central


A la izquierda Peña Castil (2.439 m) y a su derecha el Picu Urriellu (2.518 m), mal llamado Naranjo de Bulnes. Más a la derecha la Torre la Párdida (2.582 m) y El Neverón d'Urrielllu (2.555 m), que apenas dejan ver sus crestas entre la niebla o encainada...

(las alturas varían según las fuentes que se consulten)


La primera vez que El Picu, El Urriellu o El Picu Urriellu, como lo llaman los lugareños, es denominado Naranjo de Bulnes es en el año 1855 cuando el ingeniero y geólogo alemán Guillermo Schulz publica el primer mapa topográfico y geológico de Asturias


Extrañamente en los bocetos conservados del mapa y publicados por el cronista Patricio Adúriz en la revista Torrecerredo en 1973 Schulz empezó poniendo Urriellu, luego tachando lu y dejándolo en Urriel, luego Los Urrieles (nombre del macizo) y al final y sin que se sepa motivo Naranjo de Bulnes pues ni está en Bulnes ni el topónimo del frutal tiene razón aparente de ser salvo por alguna moda de rebautizar accidentes geográficos que a veces existe en todas las épocas. El tono anaranjado al sol de la piedra caliza al amanecer y al atardecer es lo único que le podría haber dado motivo para ello

De ahí viene la copla popular

"¿Por qué me llamais Naranjo si fruta no puedo dar?
que me llamen Picu Urriellu que es mi nombre natural"



Sea como sea nos hallamos ante un verdadero santuario de los dioses de piedra, proezas de la historia, la naturaleza  y mito y esencia del alpinismo


Estas montañas vieron algunos de los episodios más determinantes de la historia de Europa desde hace, al menos documentalmente hablando, más de 2.000 años. Ya narradas en la Ora Marítima de Rufo Festo Avieno, fueron siempre una barrera natural que significó un baluarte de resistencia contra los romanos


Siglos después serían el primer baluarte natural del naciente Reino de Asturias, donde se refugiaron numerosos mozárabes del sur trayendo sus pertenencias, junto con libros, ideas y reliquias, fundamento del culto al Lignum Crucis, a Santo Toribio, y origen de los caminos lebaniegos


Durante la francesada llegó a crearse una unidad de caballería, los Húsares de Cantabria, con caballos monchinos y asturcones, propios de estas montañas cántabro-astures


Fueron también defensa durante un año de cerco del frente norte y refugio de los últimos guerrilleros maquis hasta bien entrados los años 50 del siglo XX


Otra buena vista del Garavanilles y una mejor del Hugón


Poco más a la derecha del Hugón La Maza (563 m)


Y así seguimos la carretera...


Siempre en bajada...


A lo lejos Las Canales, a la izquierda de la foto


Por abajo va la Riega del Gato


Arrimados al quitamiedos y atentos al paso de vehículos seguimos admirando estas espléndidas vistas


La joz del valle de Lamasón


En la distancia la Sierra las Cuerres con el paso natural del Colláu Arceón (971 m). A su derecha Mesa Sin Pan (974 m) y a su izquierda el Cuetu Torcal o la Coterona (1.104 m)


Junto a la carretera la Fuente la Javariega...


Fuente con canaleta de teja y pilón...


Abundan castaños y cajigas... entre otras especies


Curva a la derecha...


Pared rocosa


Curva a la izquierda


Siempre cuesta abajo...


Y ya llegamos a Las Canales


Una suave ladera y pequeña planicie


Una cuadra cercada por valla y portón



Y seguimos la carretera hacia Bielva...


Nos adentramos en el bosque...


La inmensidad verde...


Seguimos zigzagueando...


Siempre en descenso...


Nuevas vistas hacia la Sierra de Arnero


Y al sur hacia los Picos de Jozalba y Sierra de la Collada...



Aquí abajo se unen los arroyos de la Riega del Gato, Riega de la Escampada y el río de La Espina. Vemos las pistas a las brañas y las antiguas minas. Arriba a lo lejos a la izquierda ha quedado el Collado de Bielva y, a su derecha, la Peña del Escajal (597 m)


Al sur Sierra de la Collada y Sierra de Arria: curva a la derecha


Ahora caminamos en dirección oeste


Atentos a la izquierda de la carretera


Entre las ramas de los árboles se divisan ya las casas de Bielva


Son los últimos metros antes de llegar al pueblo, capital del municipio de Herrerías, si bien el Ayuntamiento se encuentra abajo en la actualidad, en la carretera, en Puente el Arrudo justo antes de Cades, bien comunicado


Zona de praderías


Valle del río Berellín...


Sierra de Arnero


Bosquetes y montañas


El Hugón y La Maza. Braña de la Cuerre


Rábago, acceso a El Soplao y al antiguo poblado minero de La Florida desde el Valle del Nansa


Por aquí viene la pista


Llegamos al cruce de Bielva, unión de caminos


Seguimos de frente, junto a la nave...


Y aquí, al llegar al área recreativa, dejamos la CA-850 para tomar el ramal de la derecha, entrando en Bielva


Una leyenda popular afirma que el topónimo vendría del "bien va" que decían los vecinos a quienes preguntaban por el camino a Liébana o a San Vicente de la Barquera, si bien etimológicamente podría tener otro sentido


Dejamos la nave a nuestra derecha...


Bielva se asienta en una llanura natural de la falda de la montaña. El área recreativa, relativamente grande, es un hermoso mirador sobre el valle y ante las montañas


Un muro con barandilla de madera la separa del camino

 .
Tiene un pequeño arboreto de árboles autóctonos


Atalaya hacia Peña Sagra...


Zona de juegos...


Una pequeña cuesta...


Y llegamos a las primeras casas en Los Cuadros...


El camino se va tornando calle al adentrarse en Bielva


Si bien Bielva es la capital del municipio en principio no formó parte del mismo sino del de Val de San Vicente, creado en el Trienio Liberal (1821-1823), no incorporándose a Herrerías hasta 1835. Anteriormente era dominio señorial de la Casa de Ceballos


Mencionado Bielva por primera vez en el año 974 en documento del Obispado de Burgos, fue parte de las Asturias de Santillana antes de caer en la órbita señorial


Otra vista del valle al sur, con los montes de Rábago y bosques de Corias. En la lejanía los Picos de Jozalba y a la derecha la Sierra de la Collada, con la Sierra las Cuerres y Colláu Arceón en el horizonte


Bielva se extiende mayoritariamente a lo largo del Camino y luego ladera abajo, formando varias calles


En esta zona predominan viviendas unifamiliares con parcelas, construidas en el siglo XX


A la derecha la escuela


Es actualmente el Colegio Público de Bielva, de enseñanza infantil y primaria


Cuando vinimos apenas encontramos señalización alguna, por lo que decidimos guiarnos por la "intuición": aquí seguimos por la calle de la izquierda


Pasamos junto a la portilla y estas casas


Todo en llano...


Aquí continuamos por la derecha...


Huertas y murete de piedra


Buenas balconadas


Gran mirador...


Llegamos a otra casa...


Esta es más antigua, aunque muy reformada, vemos su cortafuegos y la vieja cuadra


Presenta una portada de arco de medio punto, tal vez del siglo XVI al menos


Caminamos así junto a la cuadra...


 Sigue el muro de piedra


Nos acercamos ya a la que sería la parte antigua, el centro de Bielva, con sus casas, mayoritariamente de piedra vista, están algo más concentradas


Leña apilada en el portalón


Bifurcación. Aunque sería indistinto ir por la derecha o la izquierda de la casa, seguimos de frente a la derecha


Aquí hay un mojón con una línea azul y otra blanca encima pintadas en él. Debe ser de alguna ruta senderista, no exactamente del Camino Lebaniego, pero nos vale como orientación


Altísima chimenea...


Pasamos entre estas dos casas, barrio de Larna


Y ante nosotros lo que es propiamente el centro de Bielva, en el camino de la iglesia


Plaza con farola. Por su forma parece de alguna antigua bolera


Farola isabelina o fernandina, imitando el estilo de época


Frente a la plaza Casa César, uno de los bares de Bielva, fundado hace años por César y su mujer Chita que era una gran cocinera, si bien fue cambiando de dueños aunque manteniendo su nombre


Más farolas y encrucijada...


Siempre de frente


Avanzamos así siempre recto calle adelante


De cruce a cruce...


Seguimos sin desviarnos


Espléndidas muestras de la arquitectura popular del lugar


Cortafuegos, corredores y galerías


Junto a este caserón llegamos al final de la calle


Aquí vamos a la izquierda


Pasamos ante otro balcón-galería, asomado sobre el jardín


Llegamos a La Calle, barrio que toma el nombre de esta vía actualmente dedicada al Zurdo de Bielva, gran jugador de bolos, del que enseguida hablaremos


Continuamos entretanto nuestro periplo por Bielva


Fila de casas de paredes blancas...


Nuestro recorrido es un hermoso paseo...


Aquí hay un poco de cuesta...


Llamativa puerta gótica...


Casa montañesa de cortafuegos y corredor y, al lado pegada a ella, una de las pocas viviendas de pisos


Otra hilera de casas restauradas a la izquierda


La Casuca



Vamos llegando a La Plaza


La Plaza de Bielva, o Plaza de la Bolera


Elegante portalada de piedra...


A la izquierda el bar La Plaza


Más allá otro gran caserón


Es la Posada la Casona, enfrente de la Plaza de la Bolera, que vemos a la izquierda


Hay alojamientos rurales, bar, y restaurante


Vamos a la izquierda, hacia el arbolado


Allí está la Bolera de Bielva, de grandes partidos y competiciones


El Camino sigue a la izquierda en dirección a la iglesia, pero merece la pena visitar esta gran bolera


La Bolera de Bielva fue construida, o más bien reconstruida y ampliada en 1947 sobre otra anterior más pequeña, trabajando en ella los vecinos con los materiales sufragados por el indiano Benito Cortines


Además de para jugar a los bolos se emplea para fiestas y acontecimientos sociales


Está hecha en honor del gran jugador de bolos Rogelio González Vinoles El Zurdo de Bielva, que tiene aquí su busto


Como comunmente se dice "ni era zurdo ni era de Bielva", pues empleaba la mano izquierda sólo para jugar y era nacido en La Habana en 1896, hijo del emigrante de Bielva Miguel González Quintanal, casado con la cubana Vitorina Vinoles, quienes cuando apenas tenía un año, vienen a asentarse en el pueblo paterno, donde Rogelio aprendió a jugar a los bolos construyendo él mismo la bolera que hoy en día aún existe y lleva su nombre. No era exactamente zurdo, se sabe que tiraba indistintamente con la mano derecha o con la izquierda, por lo que fue conocido como el hombre de las dos mentiras porque pese a su apodo ni era de Bielva ni era zurdo


No tuvo primeramente gran éxito en los campeonatos provinciales a los que se presentó pero, al emigrar a Cuba mejoró su estilo frecuentando el Centro Asturiano de La Habana, donde se jugaba el Bolo Cubano, modalidad de bolos de panza abultada y mayor peso. Así desarrollaría al máximo su pulso y el tiro que busca el estacazo o impacto directo en el bolo, base de su maestría deportiva


A su regreso a Cantabria seguiría jugando la modalidad local del Birle o Bolo-Palma con más fortuna, llegando a hacerse amigo de Jesús Sánchez El Zurdo de Mazcuerras, con el que ganarían numerosas partidas y competiciones en Cantabria y en Asturias, además de escribir un manual con las normas del juego. Rogelio El Zurdo de Bielva llegaría a proclamarse campeón de la Copa Presidente de la República en 1932 y ganaría la gran disputa para discernir quien era el mejor jugador de bolos del momento al vencer en Cabezón de la Sala a Federico Mallaiva en 1934. Aquellas sonadas disputas inspirarían al gran escritor de Comillas Jesús Cancio en su ¡Voz y nervio de la raza!

El discóbolo griego redivivo
fija en el tiro la maciza planta,
tiende el brazo hacia atrás y se agiganta
de la esbelta parábola cautivo.


La bola, en arco trémulo y altivo,
al bolo da, su vertical quebranta,
y parte hacia el tablón con fuerza tanta
que es, más que un estacazo, un explosivo.


Y tiembla el corro, de emoción deshecho,
y desde el birle al tiro no hay un pecho
que no sienta su ritmo acelerado.


¿Quién convirtió con tan viril jugada
la aldeana bolera en olimpiada?
Es el Zurdo de Bielva, que ha embocado


Y también estos míticos versos a sus decisorias partidas con Mallavia:

¡Ay, gran Rogelio González!
¡Ay, genial zurdo de Bielva
discóbolo redivivo
de la Olimpiada de Atenas,
el que pone en pie a las masas
con su pulso de leyenda
el de las mil embocadas
el pasmo de las boleras!

Tarde de la Virgen Grande

toda de luz y de fiesta
cómo agita tu recuerdo
mi corazón de poeta.
¡Ay, Federico Mallavia!
¡Ay, genial Zurdo de Bielva
los dos colosos del juego
más castizo de mi tierra!



También Gerardo Diego le dedica su Oda a los bolos


Quiero cantar los bolos. Que repique
mi verso duro y su rimar machaque
igual que bola en bolo y multiplique
la estaca seca y su furor no aplaque.

Canto la viril mano que se ahueva
y moldea la masa poco a poco.
Vuela ya, oh peregrina, hacia la meca
Sobre la muda exégesis del zoco.

Oh la bola en el cielo, oh la maraca
Silenciosa. Que nunca se desnuque.
Duerma aún de la órbita en la hamaca.
Clava el cenit, Josué, que no caduque.

Pero la ley, si dura, es ley. Su achaque
no perdona –oh dolor- ni al rey ni a roque.
Cumpliendo su sentencia de almanaque
rueda la esfera a sepultar su choque.

Bosque de invierno, el pálido tembleque
de los nueve emplazados. Cada chico,
se renueva la tala y el más jeque,
el embaque meñique no hinca el pico.

¡Potente Zeus! Raja el rayo seco
la cabeza del bolo que destaca
su honor central y el estampido hueco
se propaga en redor como una traca.

Y a la hora de la siega, ni el Templeque
de Sancho Panza se arma tal retrueque,
tal trigonometría y jeribeque.
Un mástil solo en pie le quedó al buque.

Oh música aldeana sana y rica,
juicio final de Josafat en bloque,
danza macabra de mi patria chica,
infierno y gloria del birbibirloque.

Oh tú, Mallavia, el del sublime saque,
Zurdo de Bielva, oh mago del emboque,
Vuestra elegancia príncipe hunde en jaque
a Fidias y a Mirón, nadie la toque.


Tras la Guerra Civil Rogelio González ganaría los concursos nacionales de Sevilla en 1945, de Torrelavega en 1949, además de ser campeón regional en 1941 y 1945

Ya con más de 50 años va cediendo el paso a nuevos campeones como Modesto Cabello y Joaquín Salas. Fallecido en 1960, se cuentan de él numerosas anécdotas transmitidas por la tradición oral


En la actualidad todos los años se celebra un memorial que lleva su nombre deportivo, Memorial Zurdo de Bielva


Y así, desde el busto, recorremos la bolera en nuestro pequeño homenaje al Zurdo de Bielva


A la izquierda el bar La Bolera


La fachada principal con su balcón-corredor


Salimos de la bolera a la izquierda


Bajamos por las escaleras a la calle


Placa de la bolera con su fecha de construcción y dedicatoria



Pasamos delante de Casa Patilla


Nos dirigimos a las casas del fondo, al otro lado de La Plaza o Plaza de la Bolera


Y entre ellas y la iglesia sigue el Camino...


Mencionada ya como parroquia en la diplomática del Obispado de Burgos, la primera mención a la iglesia de Bielva como tal data del año 1184. Su fábrica actual es básicamente gótica, de entre los siglos XIV a XVI y está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción






La gran espadaña, obra posterior, tiene escalera de acceso desde la misma plaza


Los canecillos de la pared que mira a La Plaza carecen de decoración. Ha sido localizada una necrópolis de los siglos IX al XII de tumbas de lajas, sin excavar. Sin duda en el lugar había un santuario más antiguo precedente a este


 Ventana con cruz de piedra en el dintel y decoración de bolas. En el interior el retablo mayor conserva elementos de otro anterior del siglo XVII


 Calle abajo, por donde sigue el Camino, hay un arcosolio


 Es de estilo gótico con arco ojival y canecillos bajo el alero del tejado, algunos labrados


En el interior también hay decoración


Flores tetrapétalas recorriendo el interior de la arquería



 Detalles que revelan un estilo gótico tardío, flamígero


Enfrente reparamos ahora en el ábside del templo


En la piedra de cantería alguna cruz cincelada...



Arriba algunos canecillos muestran ornamentación


Otros son lisos...


Bolas, una con una cruz


Rostro humano


 Rollo


Ventana con diversas filigranas...



Al fondo la portada de acceso


Dependencias exteriores


El Camino sigue calle abajo


Dando vista a lo lejos a los Picos de Jozalba


Casas en la cuesta


Parque infantil


Sigue la bajada junto a las casas al pie de la iglesia



Casa y cobertizo


De frente la Plaza dedicada a Benito Cortines Gutiérrez, indiano benefactor de Bielva, saliendo ya del pueblo


Es una gran explanada con gradas y cancha deportiva. Nosotros vamos a ir a la derecha


Aquí arrancan unas escaleras


Bajamos por ellas


Luego seguimos la barandilla por este pasillo enlosado


Al acabar de bajar seguimos el camino de la derecha


Es el camino que se dirige a la ermita del Cristo de Bielva, que está al fondo, oculta entre árboles


En ese lugar, cruce de caminos, hubo antiguamente un humilladero, del que se sabe desde el siglo XVII


Una cruz de piedra señala el camino...



El santuario fue construido en 1806 y se amplió en 1923, hecho en planta de cruz, dentro de un estilo entre el neogótico y el clasicista


Los muros son de mampostería y las esquinas y muros de sillería. La fachada es de dos alturas con cúpula y cimborrio


Arriba en la ventana vemos la fecha de 1923, año de las obras que le dieron su aspecto actual. Encima hay dos escudos


Son los blasones de los linajes Estrada y Rubín de Celis


Una inscripción dice

"EL MUY NLE. S. D... DE CELIS INQUISIDOR DE CORTE AÑO 1806"


En el interior las bóvedas son de crucería. Su estructura y características denotan una mezcla de inspiración en el gótico, el barroco y el clasicismo. En la capilla de la izquierda o lado del Evangelio está la tumba del fundador, pues otra inscripción reza...

"AQUÍ ESTÁ SEPULTADO EL LICENCIADO DON TOMÁS RUBÍN DE CELIS ESTRADA COMISARIO DEL OFICIO Y ABAD DE BIELVA FUNDADOR DE ESTE SANTUARIO"


Los manteles que decoran los altares están hechos por los fieles de Bielva


El retablo mayor es neoclásico de un solo cuerpo y su única calle representa a Cristo Crucificado. El Cristo de Bielva o Cristo de los Remedios. Su romería se celebra los días 14 y 15 de septiembre, "el Cristu Grande y el Cristu Chicu", cuando se compran unas cintas de colores, "las medías del Cristu", que se pasan por sus llagas para protección de los devotos


Hay  abajo una representación de los donantes y la fecha de 1855. La custodia, de plata dorada con incrustaciones de esmaltes, fue donada por Francisco Rubín de Celis y Rábago, suponiéndose sea del siglo XVII o principios del XVIII. Se conserva en la ermita además una imagen de la Dolorosa del siglo XIX


La romería cuenta con gran devoción en todos los municipios de la zona, incluyendo el asturiano de Peñamellera Baja/El Valle Baju


Detrás de la ermita una antigua cabaña. Tal vez en alguna se cobijasen los peregrinos que antaño acudían andando desde lejos


Dando la vuelta al templo admiramos la estructura poligonal del ábside





Desde el campo de la ermita tenemos una muy buena perspectiva también de esta parte del Valle del Nansa


Otero. Por allí va el actual camino oficial. Bueno en realidad los caminos, el señalizado con mojones pasa por abajo por la carretera local que vemos desde aquí; el otro es un sendero que, separándose de la carretera un poco más a la derecha, pasa junto a las ruinas de la iglesia de San Pedro y llega a las casas de la aldea antes de bajar también. Ambos se vuelven a unir enseguida, a la entrada de Cades


 A lo lejos más a la derecha estaba la Venta de Vallejo, poco antes que se bifurquen ambas rutas. Una casa solitaria es La Ermita, en el camino de Cabanzón a Otero y Cades. En la distancia a la derecha de la foto está La Pica Peñamellera, de 765 metros de altitud, divisoria entre El Valle Baju y El Valle Altu (Peñamellera Alta y Peñamellera Baja), atalaya sobre Asturias y Cantabria


La sierra de Cuera está a su derecha, sector entre las Peñamelleras y Llanes, está al norte, asomando alguno de sus picos, como el Picu Jana (607 m), El Picu Llueres (706 m), El Picu'l Paisanu (818 m), o El Picu Corona (819 m). Más allá estarían el Picu Ubricario (1.136 m), Lliñu (1.178 m),si bien la máxima altitud es La Pica Torbina (1.315 m)


Y allí está Cabanzón, también en el municipio de Herrerías, por donde viene, subiendo del río Nansa, el otro camino


Damos la vuelta a la ermita yendo ya por el exterior de la capilla del lado del evangelio


Volvemos así al camino y seguimos ruta


Bifurcación y a la derecha


Empezamos a bajar por la arboleda...


Atención en este cruce


Podemos seguir ahora por el sendero o desviarnos a la izquierda para descubrir un elemento único y excepcional


Seguimos este estrecho sendero


Y aquí empiezan las famosas Escaleras del Cristo, que mucha gente subía andando desde el valle en la romería, ofrecidos, a veces descalzos o de rodillas


Hay una primer explanada y un banco para sentarse


Pero luego sigue recta hacia abajo una línea de infinidad de escalones. Se dice llegó a haber 400 aunque algunos habrían desaparecido y ahora rondan los 300


Las escaleras tienen hasta un Record Guiness de "tirarse de cabeza por la escalera más larga", el 17 de noviembre del año 2006, record batido por el actor sevillano Joaquín Ortega, que bajo rodando 134 escalones


Existe además el reto, duro pero no tanto como tirarse rodando, de contar los escalones al bajar y subir de nuevo para volver a contarlos, a ver si nos sale la misma cantidad


Otra zona de descanso con otro banco...


Es útil y conveniente no bajar de forma rutinaria y ver bien donde ponemos el pie...


Vista hacia atrás de los gastadísimos escalones...


Y vista abajo hacia adelante


Podemos suponer el esfuerzo titánico de quienes subían de rodillas


Incluso calzados y cuesta abajo apetece detenerse en otro de estos bancos...


La carretera más cerca


Bajar y más bajar... cuidado si llueve con no resbalar...


Otra impresionante vista hacia atrás


Una explanada, más pequeña, con otro banco de madera


La escalera, encajada en la ladera


Enlazamos con el camino de tierra que sube a la capilla


Los cruzamos y bajamos los escalones que nos quedan


Completamos así la bajada de las Escaleras del Cristo de Bielva. Al llegar a la carretera, de nuevo la CA-850, seguiremos a la derecha


Y seguimos por el asfalto...


A la orilla del río Berrellín


Puente el Arrudo. Aquí dejamos la carretera a la derecha


Cruzamos el puente sobre el río...


Frondosa vegetación de ribera


Es un tramo de la carretera antigua, que realizaba aquí una gran curva


Pasamos frente a esta casa


Y seguimos por la carretera vieja


Hay unos mojones que impiden por aquí la entrada de vehículos: hemos llegado a la CA-181 en su actual trazado


A la derecha el puente nuevo, que evita la antigua curva


Cruzamos la carretera frente al hotel La Casona del Nansa


Seguimos junto a la parada de autobús. Antaño, cuando no había coches, acudía aquí toda la vecindad a subirse a la línea de Polaciones a Pesués, donde podía tomarse el ferrocarril a Santander


Luego, la oficina de turismo


Indicación de la proximidad del puente, nuestro destino es Cades y Sobrelapeña. Alguien ha añadido Lamasón también debajo


Aquí dejamos la CA-181 para ir a la derecha


Señalización en el suelo


Vamos hacia el Ayuntamiento


Y a la famosa Ferrería de Cades...


Puente sobre el río Nansa, que se construyó en los años 20 del siglo XX para sustituir a otro anterior de madera, el cual era uno de los escasos pasos "secos" existentes entre las dos orillas


Antaño surcaban las aguas del río barcas con mineral de hierro para las numerosas herrerías del valle, procedentes del puerto fluvial de Reocín en Muñorrodero. La actividad de las fraguas está documentada desde 1404 si bien su antigüedad podría ser bastante anterior


Al otro lado, al sur, vemos el edificio del Ayuntamiento, al lado de la carretera CA-856


Y más allá las casas de la parte alta de Cades...


Un hermoso paisaje ribereño...


Cades y sus barrios a lo lejos...


Hermosas casas de piedra y teja...



Llegamos al otro lado...


Y ahora a la izquierda


Tomando la CA-856 en dirección a Cades


A poco más de 40 kilómetros de Santo Toribio de Liébana...


A la izquierda de la carretera hay una senda peatonal, que es la que vamos a seguir


El Nansa abajo a nuestra izquierda...


Antaño, esta parte de la ribera pertenecía a Cades y la otra a Bielva, pero la ubicación de las consistoriales hizo de Puente el Arrudo población independiente


Vista del puente, atrás, desde esta orilla...


Por el paso de cebra cruzamos la carretera


Río Rocadigo...


Río que nace en los montes de El Cagigal y desemboca aquí en el Nansa


Entrada al aparcamiento


A nuestra derecha el Ayuntamiento de Herrerías


Cades ante nosotros. A la izquierda a lo lejos la Ferrería de Cades. Allí se unen los dos caminos


Ecohuerta Herrerías



La senda es una larga recta, con farolas


A la derecha, el centro de Cades, donde está el albergue de peregrinos. Por allí pasa el otro camino


El otro camino ha entrado en Cades por el barrio de Pellón, procedente de Cabanzón, Camijanes, y la Senda Fluvial del Nansa


Encima del camino vemos la iglesia


No lo apreciamos bien pero su estructura es del siglo XVI, si bien construida sobre un anterior edifico gótico del XIII que conserva su ábside


Dada su advocación, la fiesta de Cades se celebra el fin de semana más cercano al día de San Juan, el 24 de junio, romería donde destaca el famoso ramu, la pirámide de roscos de pan adornada con flores y cintas de colores llevada en la procesión y se ofrece al patrón, cantándose y bailándose las populares danzas de los picayos




Y aquí, ante el Hugón, la famosa Ferrería de Cades. con la fragua, la casona y la panera:  La Panera de Cades que con la casona, si bien es terreno particular, forma un conjunto monumental con la ferrería, documentada ya en el año 1752 en el Catastro de Ensenada si bien su origen puede ser muchísimo más antiguo. No olvidemos que el propio nombre del municipio de Herrerías se debe a estos ingenios hidráulicos que funcionaban con la fuerza motriz de las aguas del Nansa


Todo este conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural, no solo al grupo de construcciones, sino todo este tramo ribereño, importante espacio natural


La Revolución Industrial y sus nuevos procesos de producción en las modernas siderurgias, la comercialización rápida de sus productos por carretera y luego por ferrocarril, y otros cambios económicos y sociales provocaron que fuese abandonada a mediados del siglo XIX. Siglo y medio después, entre los años 1999 y 2000 el edificio y su interior fueron restaurados con todo su entorno


Aquí, frente a la casona y la ferrería, en la carretera, se une a este el camino oficial actual. Los dos itinerarios, siendo ya uno, confluyen para proseguir ruta hacia el Valle de Lamasón, no sin antes visitar esta Ferrería de Cades o alojarnos en el albergue de peregrinos









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