Fonte de Augas Sulfurosas, recomendada por Leiras Pulpeiro |
Llegando a la carretera LU-160 tras pasar A Ponte Nova de Viloalle |
Llegados a la carretera LU-160, luego de pasar A Ponte Nova de Viloalle sobre el río Tronceda, los peregrinos y caminantes que realizan el Camiño Cultural das Catedráis o Variante Marítima se disponen a entrar en la ciudad de Mondoñedo y llegar a la Praza da Catedral, culminación de esta senda que une las antiguas catedrales mindonienses y que, saliendo de Ribadeo, donde se separa del trazado oficial del Camiño Norte al pie de A Ponte dos Santos, recorre la franja costera de ese concejo y del de Barreiros, cruza el Masma en A Ponte da Espiñeiria entrando en el concello de Foz, visita San Martiño de Mondoñedo, antigua catedral antecesora del Mondoñedo actual, y luego viene aquí, al Mondoñedo trasladado por iniciativa de la reina Urraca más al sur, allá por los años 1112-1117, con su topónimo y todo...
Así, saliendo ya de la mindoniense parroquia de Viloalle, se abren ante nosotros algunas opciones, escogiendo nosotros la de pasar A Ponte Nova de Viloalle, sobre el río Tronceda que aquí se hace Masma, seguidamente cruzar la carretera LU-160 y atravesar el Coto da Recadieria, rumbo a San Lázaro, antesala de Mondoñedo, donde nos reuniremos con el Camino Norte antes de entrar en el centro urbano de Mondoñedo
Una posibilidad es, al salir a la carretera, tomar el camino más corto, la misma carretera y su arcén, pra llegar prestos a San Lázaro, pero lo estimamos sensiblemente monótono. Otra posibilidad es cruzar a la derecha, coto arriba, por un ramal sin mayormente tráfico, al pie del castro allí existente, que podremos visitar y otra, la que vamos a hacer nosotros, que es cruzar hacia la izquierda, hacia aquellas casas que tenemos enfrente al otro lado de la calzada
Una callejuela al pie del cueto, coto, que da nombre al lugar, donde se asienta el Castro da Recadieira. Todo el cueto, así como la práctica totalidad de los montes de los alrededores, han sido intensamente de eucaliptos para la industria papelera.
Reiteramos que primeramente vamos a ir a la fuente, pues luego será subir un poco y, a continuación seguir ruta a Mondoñedo
En la placa leemos:
"A Fonte:
Manantial de aguas sulfurado fluorado sódicas frías. Descubiertas en los últimos años del siglo XIX por el médico Leiras Pulpeiro, tras analizarlas, las aconsejó por su acción terapéutica en los "catarros crónicos de las vías digestivas y en ciertas afecciones hepáticas". En las décadas siguientes su consumo se popularizó dadas sus contrastadas propiedades salutíferas"
Un grupo en una de las frecuentes visitas...
Al llegar, mucha gente se pregunta dónde está la fuente...
Hay que mirar un poco, justo aquí, debajo de la losa...
Este es el salutífero manantial de aguas sulfurosas, saliendo de un caño. Se dice estas aguas sulfurado-fluorado-sódicas frías fueron descubiertas en 1894 por el vecino Marcelino Lombán, otros dicen que por Sergio García de la Vega, Magistral de la Catedral de Mondoñedo, pero fue Leiras Pulpeiro quien, tras analizarlas, las recomienda y pone en valor, "óptimas para curar catarros crónicos de las vías digestivas y enfermedades hepáticas", siendo costumbre a partir del año 1907 venir a tomar las aguas, a veces todos los días, o a llevarlas en recipientes para casa, a veces alojándose durante dos o tres semanas en alguna de las casas del barrio. Luego la costumbre, con el tiempo, cayó en desuso
Forma el agua del caño al caer, un pequeño charco, cubierto de hojas...
Y un pequeño canalillo que lleva el agua al río...
Al lado hay un asiento de piedra y, entre los dos, una lápida funeraria, localizada por unos vecinos que estaban reponiendo el murete de contención del terreno sobre la fuente en julio de 2020. Parece ser era costumbre reutilizar estas coberturas sepulcrales para obras diversas, tal y como nos informa Andrés García Doural en su Miscelánea Mindoniense:
"A mí no me extrañó mucho que la tapa de una sepultura fuera reutilizada en una pequeña construcción. Conocemos varios casos: Cuando se cambió el pavimento al trozo de calle por la que se accede a la Alameda, al Centro de Salud y Hospital de San Pablo, aparecieron otras, cubriendo unos desagües. En la solana de una vivienda de la calle San Roque, como pavimento fue reutilizada la tapa de la sepultura de otro canónigo. En el año 1905, en la prensa local, los vecinos se quejaban de que en lo que conocemos como Rambla, al costado del Palacio Episcopal, en el pavimento de la calle se veían muchas lápidas con sus inscripciones, lo que parecía una necrópolis. En las escaleras por donde se accedía a dependencias del antiguo archivo catedralicio y despacho de D. Enrique Cal Pardo, también fueron reutilizadas algunas. En el portal de una vivienda de la Avenida de San Lucas, pero muy desgastada, también fue reutilizada la tapa de una sepultura. En el cementerio viejo, cuando se amplió y mejoró, se aprovecharon muchas en la construcción de las nuevas escaleras. Todavía se pueden contemplar y leer sin dificultad alguna de ellas. En el atrio del Santuario de Los Remedios, lugar acostumbrado para recibir sepultura los oficiales y jefes militares, destinados en Mondoñedo, también se puede observar alguna. A otras les fue dada la vuelta o pulido su superficie, para borrar sus inscripciones"
"D. Antonio Alonso Blanco, de 68 años, falleció el 5 de septiembre de 1844. Era hijo legítimo de D. José Alonso Álvarez y de Dª Josefa Blanco, difuntos, vecinos que han sido de la parroquia de San Martín el Real de Torazo, concejo de Cabranes, obispado de Oviedo(a unos 50 kilómetros de la capital). Se le dio sepultura en el cementerio de la ciudad y sitio destinado a los de su clase. “Se celebraron misas cantadas de termo entero, asistiendo a ellas todos los señores sacerdotes y cantores niños de coro, dos músicos bajones, con toque de campanas mayores”. “Mandó que fuese amortajado su cadáver con el hábito que usan los religiosos carmelitas y las vestiduras sacerdotales, que tuviese puestas durante la agonía de la muerte”.Fueron hermanos de D. Antonio: 1-D. Manuel, sacerdote, cura párroco de Torazo. 2-D. José, casado en Torazo. 3-D. Francisco, ex-general de los Basilios, residente en Madrid. 4-Dª Manuela, monja de Santa Clara en Villafrechos de Campos (Valladolid). 5 y 6-Dª Antonia y Dª Concepción, casadas. 7-Dª María, difunta.D. Antonio nombró cumplidores de su testamento a los presbíteros D. José María Arias y a su hermano D. Antonio, sacristanes mayores de la Santa Iglesia Catedral de Mondoñedo"
Desde A Fonte volvemos arriba, al camino...
Están en el camino, justo al pie de la corona o croa del castro
Fijémonos en las grandes y sugerentes peñas empotradas en las paredes de las viviendas
Y ya estamos al pie de la croa o cima de este castro que dominaba los valles de los ríos Tronceda, Valiñadares y Cesuras. Su recinto es redondeado y su protección era en base a murallas de piedra. Se hallaron en el lugar dos torques de oro, un torques de plata y un pequeño lingote de oro de una torta de fundición.
Estos son los hallazgos datados científicamente, luego se dice dice antiguamente los vecinos encontraban tesouros, así uno apodado O Cabrito encontró un báculo de oro, de un metro de largo. con bolas huecas en las puntas, por el que le dieron 9.000 reales que, llevado a la Exposición de París, se valoró en más de 60.000
Luego una hija de un tal Xaneiro se toó una "piedra como un puño", que dio a otra persona, y esta, para no devolverla, dijo se había deshecho como barro. Un vecino, Rosendo Rubal se haría con una bola y dos bolos de oro escondidos en unas rocas, una hija de la Roxa do Coto recibió 40 pesos por una piedra, un tal Cacheiras vendió una piedra de oro, otro un aro metálico, pero no de oro, todo según datos de Galicia Encantada. Enciclopedia de fantasía popular de Galicia.
En primer término tenemos el barrio de San Lázaro. Ahí, como hemos dicho, nos reunimos con el trazado del Camino Norte del que nos hemos separado en la misma entrada de Ribadeo. Un poco abajo vemos una carretera, es la LU-160 que acabamos de cruzar. La unión se caminos se encuentra justo allí, en las primeras casas. Luego sigue el camino por la fila de viviendas que se prolonga a la derecha, hacia el centro y casco histórico de Mondoñedo, rica en "pan, aguas y latín" como bien diría Álvaro Cunqueiro
Y aquí está A Pena do Unto, un peñón con una macabra tradición, para la que no obstante no hay evidencias demostradas, la de sacrificios humanos, dada su forma, con un canal que la recorre de arriba abajo, donde hay una poza, y que el nombre unto equivale a grasa, procediendo del latín unguere, untar, perfumar con aceite, emparentado con unctum, de donde salen ungüento, unción, unto, untar...
Incluso el primer investigador de este castro, J. Villaamil y Castro, se dejarían llevar por la leyenda, escribiendo así en Antigüedades prehistóricas y célticas de Galicia, del año 1873
" la concavidad que presenta se adapta un cuerpo humano en posición supina y aptitud muy propia para ser degollado, y que su sangre corra por un profundo canal de un decímetro de ancho y otro tanto de fondo"
Dice la leyenda que debajo de la Pena do Unto está enterrado un tesouro que dejaron escondido los míticos mouros, el cual ha de ser descubierto por la "pata de una cabra". Otra tradición asegura que antiguamente la cueva llegaba subterránea a Vilanova de Lourenzá
Leemos en Entrevista a Álvaro Cunqueiro de Manuel Pérez Bello en la revista Grial 110, abril-maio-xuño de 1991:
" En toda esta infancia, en toda esta mestura, eu sabía que había tesouros porque aparecían de vez en cando na Recadeira e noutros lugares. Eu sabía que había un mundo que non era o mundo de tódolos días, sóubeno enseguida. Pero, pronto -non sei como- a pluma fóiseme a escribir"
O dolmen da Recadeira:Riba dun Coto do val de Brea.Nun rechanciño, que é todo area,sobre us penedos un croio hai,quen, como niles finca pouquiño,se pra el se cata dende o camiño,mesmo figura que a cair vai.Pro su, o que tal lonxe coidara,alí subido ben o arrepara,conoce logo que, cal está,anque cen xuntas de bois puxerana turrar dile nin o moveran,como, dín, quixo non sei quen xa.Van moitos xunto ó tal croio,que pró nacente fai cuase albogo,pra ben de cerca podelo ver,e veno, é certo, mais no-adviñanque é un daquiles que os celtas tiñanprós sacrificios de homes facer.E como pasan homes e creencias,i os menos levan as conocenciasque a aquela pena lla fan falar,pouquiño a pouco vana deixandosin as siñales que están mostrandoque, pra aquil pobo, foi un altarQue non estivera tan desfeitiñacal xa se atopa certa fochiñade que algo enriba inda se ve,si máis souperan que alí esganaroncentos de probes que entón lidaroncos que lle ós nosos daban con pé.¡Ai, pedra sagra pra aquela xente,ben ti nos dices caladamenteo que coas aras de hoxe farán,cando alá os homes que tras nós veñanna estima xusta e debida teñanos que orden inda de Roma dan!
Existieron antaño gacetillas, gacetas de tesoros, libros ciprianillos, etc. que señalaban lugares donse estaban enterradas riquezas. En base a uno de ellos, que según una leyenda supo, no se sabe cómo, un vecino de Viloalle que estaba en Madrid, lo encargó y se lo trajeron, comprobando que decía dónde estaba el tesoro, transcribe XS.M. González Reboredo en Lendas galegas de tradición oral:
"Pena da Feira, que de ella dase vista a Oirán, o castelo de Folgoso e pena Carbeira. Aí hai unha muller encantada ata o ano de 19...(...) a pena polo mendo ten un furado e no furado un almirez de ouro. A muller chámase Basilisa e debaixo da pena onde ela está encantada hai unha alfombra e 3.000.000 de ouro. O que a desencante, se é persona de profesar fe, pode casar con ela. Para desencantala ten que levar azougue mirlado, unha cruz de cánabo mcho, un real de ocho cuartos e unto de home para dar baño á pena por onde está o almirez para que abra por aló. Tamén ten que levar o libro Cabrícula e Salomones e principiar polo artículo 146 por unhas letras que dín: lurente cun demus, maleficio demun demus. Depues abrirase a pena y encontrarase a muller encantada e os miles"
Es interesante que aquí aparece el "unto de home", su grasa, como parte del ritual de desencantamiento y hallazgo de las rqiuezas. Por su parte Israel J. Espino en Grimorios, Ciprianillos y Gacetas de Tesoros dice:
"La explicación que se ofrece de la existencia de estas “listas de tesoros” es bastante ingeniosa, y remite a una vaga memoria popular de los grandes acontecimientos históricos y de los movimientos demográficos del pasado: Los pueblos históricos, tras muchos siglos en el país, se han hecho tremendamente ricos, pero llega una invasión –o, en el caso de los moros y de los judíos, una expulsión– que les fuerza a abandonar sus hogares y su país"
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