San Pedru la Llama y la subida a San Esteban por Abéu |
Ya hemos dejado atrás los paisajes marítimos y urbanos de la villa de Ribadesella/Ribeseya a los que tantas entradas de blog hemos dedicado y, saliendo de Santa Marina y su arenal por las urbanizaciones de La Xuncalera y La Llosona, subimos a la aldea de San Pedru o San Pedru la Llama, cuyas casas de extienden a lo largo del Camino, aquí ahora carretera local, y por ladera sur de la parte más occidental del Monte Somos, que cierra por el oeste dicho arenal de Santa Marina, constituyendo un paso natural hacia otra de las grandes playas riosellanas, Vega, a la que llegaremos luego de subir por El Caneyón a Abéu, pudiendo bajar ya entonces directamente a esa playa, camino de Berbes y Caravia, o dirigirnos antes a la cabeza de esta parroquia, San Esteban, algunas de cuyas casas vemos arriba a la izquierda de la foto, pues allí está el albergue público de peregrinos, al lado de la iglesia y enfrente de la carretera N-632
Las casas se disponen a ambos lados del Camino. Estamos efectivamente pues en la parroquia riosellana de San Esteban o San Esteban de Leces/Lleces, pervivencia toponímica del antiguo territorio de Letuas, al oeste del Sella, gobernado por un potestas o representante regio hasta el siglo XIII, cuando tras la fundación de la puebla o población libre y aforada por la Corona de Santa María Magdalena del Puerto, luego llamada Riba de Sella, Ripa de Sella, Ribadesella, Ribeseya... esta pasó a ser el centro administrativo, político, económico, y social de este término sellero, que se uniría al de Melorda (Meluerda), al este del Sella, entre este río y el Mía o Aguamía, constituyéndose el antecedente del actual concejo
A pesar de la constitución en la baja Edad Media de una puebla libre de las apetencias señoriales, esta situación, en la práctica, duró poco, la debilidad de los reyes castellanos hizo que pronto los sucesores del fundador, Alfonso X El Sabio, la otorgasen en recompensa a gravosas fidelidades a los grandes señores feudales, en concreto a Rodrigo Álvarez de las Asturias, cuyo ahijado y heredero, Enrique de Trastámara, pronto la implicará, como a todos sus dominios, en sus disputas al trono a partir de 1352, comenzando así un periodo, de casi siglo y medio, en los que los titulares de estas posesiones, condes de Noreña, acostumbrarían a revelarse contra sus parientes desde ellos: las endémicas guerras trastamaristas
Bifurcación: seguimos por la carretera local, a la derecha, que empieza a hacer curva en una pequeña bajada. De los Ruiz de Junco sabemos que uno de sus más destacados miembros fue Gonzalo Ruiz de Junco, de la citada Torre de San Esteban de Lleces, casado con María González de Oviedo, mayordomo de los Reyes Católicos y, antes que ellos, de Enrique IV
Y un Junco, Benito Álvarez y Junco, nació aquí, en San Pedru la Llama, en 1831, fue emigrante a Cuba, estableciéndose en Viñales, provincia de Pinar del Río haciendo fortuna con propiedades agrícolas y comercio de tabaco, según leemos en su genealogía, haciendo también carrera en la milicia durante los convulsos años que precedieron a la independencia de la isla:
"Alférez del Segundo Escuadrón del Regimiento de Caballería de Voluntarios de Pinar del Río; en esa ciudad, el 29 de abril de 1871 el Coronel Primer Jefe D. José Vélez Caviedes lo propuso para el cargo de Teniente del mismo escuadrón, lo cual aprobó el Capitán General de la Isla en la Habana el 8 de mayo de ese año, según correspondencia del General Sub-Inspector de Voluntarios D. Rafael Clavijo fechada en la capital al día siguiente, dirigida al Brigadier Comandante General de Vuelta Abajo, cuyos documentos reposan en su expediente en el Archivo General Militar, en Segovia (España); Primer Teniente de Alcalde de Viñales y Vocal de su Junta de Beneficencia en 1884. Casó con Da. Felicia Miranda y Puentes, natural de San Cayetano (Viñales), hija de Cecilio y de Rita."
En 2914b Abéu fue noticia por emprenderse por iniciativa vecinal un proceso de recuperación toponímica de sus barrios, caminos y lugares, algunos de los cuales estaban olvidándose en la memoria popular. El periodista Juan García lo explicaba así en Abéu oficializa sus topónimos, artículo publicado en El Comercio el 22 de octubre de ese año:
"El riosellano pueblo de Abéu ha decidido recuperar sus topónimos. A través de una labor impulsada por su alcalde de barrio, José María González Varas 'Chichi', los vecinos de esta localidad han conseguido reunir más de una veintena de topónimos que quedarán oficializados para que nunca jamás se pierdan y para que esos nombres perduren en el tiempo a beneficio de futuras generaciones. «Cada vez somos menos los que conocemos estos nombres, así que creemos que esta es la mejor forma de evitar su olvido y desaparición definitiva», explicó. En total se han inventariado los nombres de tres barrios (La Viña, La Almadera y La Quintana) y 24 caminos.En esta última lista están La Cuestona, El Canelón, El Camín Real, El Camín de la Espinera, El Cantarillón, El Canillín de La Rocina, La Canella El Pindal, La Canellona, El Camín del Puriel, El Camín de San Juan, El Camín de la Dehesa, El Camín de La Campellina, el Camín de la Estrada, El Camín del Rondán, El Camín de la Viña, La Cuesta la Rocina, El Camín de la Rotella, El Camín del Pueblo, Camín de Cortines, Caminín de del Mansu, Camín de Casa Sara, Camín del Valle y el camino del Cuetu.La relación de topónimos se presentó ante el Ayuntamiento de Ribadesella para que quede incluida en la toponimia local de forma oficial."
En cuanto a San Pedru es obligado decir que aquí fundó en 2016 Ana Roza Iglesias la Editorial Delallama, la primera editorial riosellana, especializada principalmente en temas asturianos, entre los que nos apetece mencionar los de las rutas y recomendaciones gastronómicas de Les Fartures y Les Farturrutes, de nuestro amigo David Castañón, que pueden ser útiles también para el peregrino que desee adentrarse en los sabrosos caminos de la buena cocina caminera asturiana, pues de su obra y de su blog extraemos a veces suculentas informaciones para el sufrido caminante que se adentra por los caminos xacobeos del Norte.
"La última jornada networking celebrada en Ribadesella bajo el auspicio del Ayuntamiento y la Asociación Cotalento sirvió para conocer el proyecto desarrollado por Ana Roza Iglesias, la primera editorial creada en el concejo. Se trata de Delallama Editorial, empresa ubicada en el núcleo rural de San Pedro donde la propietaria tiene ubicados sus orígenes paternos.Para su iniciativa empresarial, Ana Roza adoptó el sobrenombre de la antigua parroquia de San Pedro La Llama. La puso en marcha en diciembre de 2016 y en menos de tres meses de vida ha conseguido sacar al mercado su primera publicación, el libro titulado 'Asturias: Mar y Montaña'. «Es un libro grande, de regalo, un libro fotográfico sobre Asturias, en edición bilingüe -español e inglés- con textos de Luís Díez Tejón y fotografías de Juanjo Arrojo, los dos asturianos», explicó la editora. Su portada está protagonizada por una instantánea nocturna de la villa y playa de Santa Marina, uno de los emblemas de Ribadesella.Delallama Editorial quiere centrarse en la temática asturiana, abordando cuantos temas puedan interesar al público en general. Desde la gastronomía hasta el turismo, pasando por el senderismo o las rutas de montaña. «De hecho, el siguiente libro, que esperemos esté en las librerías antes de Semana Santa, está escrito por Javier Chao y dedicado a las rutas de senderismo por Asturias», añadió. El tercero podría estar centrado en la gastronomía.A pesar de lo arriesgado de su aventura empresarial, Ana Roza cree firmemente en su proyecto porque el papel, según recalca, «ni está muerto ni enterrado, porque este tipo de libros fotográficos tienen salida, tienen público y seguro que van a seguir existiendo». De todas formas tampoco cierra las puertas de su editorial a la publicación digital, bien como apoyo a sus grandes libros fotográficos o de cara a la edición de futuros trabajos narrativos de ficción que quiere publicar."
Otra bifurcación en la curva, por aquí también se puede bajar a la iglesia, nosotros, salvo que deseemos visitarla y conocer un poco su antiguo campo de romerías, en pleno valle, seguimos por la carretera, pues además la veremos enseguida desde aquí
Y esta es Casa Espe, dedicada al turismo rural, justo donde arranca el citado camino a la antigua parroquial
Naranjos y limoneros, higueras y otros frutales abundan alrededor de algunas casas, como estas a nuestra derecha, sobre el Camino, las cuales mantienen en buena medida su traza constructiva eminentemente rural
El pueblo se dispone en la ladera, una antigua reivindicación vecinal era la puesta en marcha de una senda peatonal que arrancase en La Llosona, al lado de Los Porqueros y, siguiendo la carretera, llegase hasta aquí y luego se prolongase a Abéu. En parte se ha hecho realidad, pues por ella hemos venido hasta la entrada misma del pueblo. Otra corresponsal, Patricia Martínez, daba así la noticia el 24-4-2013 para la Nueva España, titulándola San Pedro quiere proteger al peatón:
"Entre la villa riosellana y la cercana población de San Pedro transitan muchos peatones a lo largo del año, tanto peregrinos del Camino de Santiago como otro tipo de paseantes. Por eso el alcalde pedáneo de la localidad, Alfredo González Villarías, pide una senda peatonal desde el camping Los Sauces hasta la vecina San Esteban de Leces, pasando por San Pedro.La carretera que cruza el pueblo forma parte del itinerario cultural -es uno de los pocos tramos que está sin peatonalizar- y González aclara que hablan de senda, «arcén o algo que proteja al peatón», pues el vial sólo está acondicionado para el tráfico rodado. «Sería un bonito paseo», añade con independencia de su principal argumento, preservar la seguridad de los viandantes. Los vecinos formularon la petición en el anterior mandato, cuando se estaba terminando la senda de Tereñes, y tras hacer un presupuesto les dijeron que, en aquel momento, no era viable económicamente."
Pasamos junto al quitamiedos. El itinerario peatonal se hizo realidad en 2017 dentro del programa de contratación Ribadesella Emplea, ampliado al año siguiente. De nuevo recabamos información de Juan García para El Comercio, el 7-6-2018:
"El primero de los tramos de la senda peatonal a San Pedro, en Ribadesella, ya está operativo. Los trabajos, iniciados en 2017, fueron concluidos esta misma semana tras la puesta en marcha de un nuevo Plan de Empleo Local. El nuevo camino discurre paralelo a la carretera, en su margen izquierda, uniendo la glorieta del dinosaurio con el núcleo rural. Se da cumplimiento así a una reivindicación vecinal y con un resultado «formidable», según manifestó el teniente de alcalde, Pablo García. De hecho, los vecinos están preparando un acto inaugural para dar la bienvenida a una senda muy esperada que les dará servicio no solo a ellos, sino también a los cientos de peregrinos que cada año transitan por allí.Además, según adelantó Pablo García, el Ayuntamiento de Ribadesella está tramitando darle continuidad a esta senda hasta la localidad de Abéu, «hasta donde se nos permite, porque más allá nos resultaría muy complicado». De momento, se ha solicitado autorización a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y a la Consejería de Cultura del Principado de Asturias para poder llevarla a cabo y ampliarla. La futura senda cruza un arroyo y forma parte del Camino de Santiago."
La población permanente en San Pedru ronda los 50 habitantes pero se duplica en verano con la llegada de los turistas. Como ya hemos dicho buena parte de las casas han sido restauradas y rehabilitadas con este fin, pero también se han construido otras nuevas. En los padrones suelen sin embargo rondar los 500, pues incluye a los de las urbanizaciones situadas al oeste de Santa Marina, que ya pertenecen territorialmente al pueblo, integrado, recordamos, en esta parroquia de San Esteban. Nos lo cuenta también en su artículo Patricia Martínez:
"San Pedro de la Llama tiene una población de unas 50 personas que residen todo el año, una cifra que se duplica en el verano gracias, en parte, a la decena aproximada de viviendas que se han construido en la última década.
En la época de bonanza, la zona se vio contagiada por la expansión que experimentó el cercano barrio de Los Porqueros y la localidad continúa teniendo terreno urbanizable. No en vano, si la crisis inmobiliaria no hubiera estallado, las construcciones hubieran cubierto el tramo que quieren recorrer con la senda, hasta llegar al pueblo."
"Estos elementos etnográficos y arquitectónicos son una excusa perfecta para conocer las aldeas, parajes y rincones más especiales de Ribadesella. Algunas se sitúan en espacios especialmente bellos. Bien por el propio entorno, bien porque la propia fuente transforma el lugar en un sitio singular, casi mágico.
Así, durante el recorrido pasaremos por puentes ancestrales, encontraremos iglesias recoletas, caminaremos por senderos hoy apenas transitados y otrora caminos fundamentales y descubriremos alguna de las aldeas más bellas del Concejo.
Vestigios de un reciente pasado, nos hablan a través de la caliza que conforma su mampostería. El sonido del agua que fluye a través de sus canales nos susurra leyendas, el sonido del caer murmura alguna fábula. Y el estruendo de sus chorros transporta chismorreos del pasado.
Hay que tener bien cuenta que estos lugares fueron principales en antaño. Cuando las casas no disponían de agua, en torno a estos hontanares, las gentes se reunían, hablaban, se hermanaban e incluso conspiraban. Y seguro fueron también puntos de encuentro de amores escondidos.
Si no descubrís alguno de estos manantiales, prestad atención y agudizad el oído para escuchar el fluir del agua hasta encontrarlos. Dejaros llevar por la corriente, probad el agua de todas las fuentes y sentid la historia que transmiten."
Al lado del lavadero, cubierto con tejado a una agua, está el antiguo bebederu o abrevadero del ganado, y al lado la fuente, que toma sus aguas del manantial existente más arriba, en lo alto del monte, cerca del vecino pueblo de Tereñes, otro de los incluidos en las rutas del agua, dos recorridos por el concejo visitando estas construcciones, itinerarios de esta manera explicados en la mencionada página de ARITUR:
"El Ayuntamiento de Ribadesella puso en marcha la denominada ‘Ruta del Agua‘, un itinerario turístico que recorre las principales fuentes y lavaderos distribuidos por el concejo.Las fuentes y algunos lavaderos muestran carteles que explican detalles del elemento en cuestión. Datos sobre su fecha de construcción, composición y estructura, leyendas del imaginario astur u otras cuestiones son definidas en estos paneles. Incluso alguna de ellas exhiben fotos antiguas en blanco y negro del paradero en cuestión.De momento se han restaurado o rehabilitado lavaderos, abrevaderos y fuentes para confeccionar dos Rutas por Ribadesella. Ambas se localizan en la parte occidental del Concejo sus recorridos discurren en un 90% por carretera.La primera con una longitud de 20.3 kilómetros comienza y termina en la Punta del Arenal en la Playa de Santa Marina. Recorre los núcleos de Tereñes, Abéu, Vega, Berbes, Barrèu y San Pedru.La segunda tiene un recorrido de 21.5 kilómetros. Parte del Hórreo situado al final del Puente de Ribadesella. Recorre las localidades de Sebreñu, Pando, Sardalla, Xuncu, Tezangos y Ardines.Ambas rutas se pueden recorrer andando. Siendo recomendable, debido a su extensa longitud, y a que en su mayor parte (como anteriormente citamos) se realiza por carretera, combinar la marcha a pie con el trayecto en coche.En estas dos Rutas por Ribadesella, el sentido no está señalizado. Para hacernos una idea del recorrido podemos observar los dos mapas que están situados al comienzo de cada una de las rutas. Sí se encuentran señalizados “in situ”, como anteriormente hemos dicho, casi todas las fuentes, bebederos o lavaderos que pertenecen al recorrido."
"El yacimiento se ubica en una colina amesetada de 106 metros de altitud y morfología amesetada como resultado de la erosión diferencial de conglomerados, areniscas y lutitas. El lugar, que actualmente se dedica preferentemente a pastizal por una explotación ganadera, pese a su escasa altitud se emplaza en un lugar dominante que destaca en el paisaje circundante, en la cabecera del Arroyo de San Pedro.
Su recinto es de muy grandes dimensiones, en torno a unos 220 x 130 metros con una superficie interna de 23.000 m² y presenta una superficie muy amplia y apta para el hábitat. Tras la consulta de una serie de ortofotos correspondientes a los años 70 realizadas en condiciones de luz rasante y los datos LIDAR que ofrece el CNIG se han podido reconocer una serie de elementos en la actualidad de difícil interpretación.
Al recinto lo defendía un cinturón alomado que circundaba toda la colina a lo largo de sus más de 620 metros de perímetro, siendo más visible en su frente occidental y meridional, perdiéndose su recorrido en el resto de los flancos. Estaba complementado por un monumental aparato defensivo en el frente NW de la collada de acceso conformado por una serie de parapetos y fosos de gran tamaño que fueron completamente arrasados debido a la construcción de un depósito de agua, quedando de éstos solo una gran vaguada de 35 metros de ancho."
"Sin duda la más bella de todo el recorrido. De grandes piedras labradas. Corona la fuente una gran piedra con muescas en su base y un grabado de lo que parece una cruz y números indescifrables. Algunas de las piedras utilizadas en su rehabilitación fueron recicladas del Palacio Plateresco del Palacio de Prieto Cutre, sede del Ayuntamiento de Ribadesella, después de ser igualmente rehabilitado."
El Ríu San Pedru, en verano, apenas llega a ser a veces un hilillo de agua, pero en invierno y primavera, con las lluvias, causa inundaciones en sus crecidas y se desborda. Es entonces cuando sí que podemos imaginarnos aquella romería de barquitas río arriba que sin duda sería diga de ver. En 2010, una canalización mal rematada en el casco urbano de Santa Marina llegó a afectar muy seriamente incluso a garajes, viviendas y jardines en la zona precisamente en la que, con el desarrollismo constructivo de los años 1960, se llegó mismamente a cubrirlo en su desembocadura en el Sella para poder construir encima discurriendo en este tramo subterráneo unos cuantos metros
Dando vista a La Llana nos encontramos precisamente con un tesoro de la historia, una casona que por sus detalles artísticos y arquitectónicos es del siglo XVIII, la centuria en la que se habría edificado la iglesia, independientemente de una más que segura existencia de un templo anterior
"La celada es la primera pieza de las armas y el ornamento principal de las armerías, así como la cabeza lo es del cuerpo humano, para cuya defensa fue instituida. La celada fue llamada con distintos nombres antiguamente por la diferencia de su forma sirviendo las unas a los de armas de a caballo y las otras a los de a pie y aunque según los tiempos y las invenciones de la guerra. Como mencionamos anteriormente, estas tuvieron diversa denominación y forma, no obstante cada uno traía el yelmo, casco, morrión o celada según la calidad de su nobleza, según los títulos y según los derechos que poseía.Del uso de traer las celadas en la guerra para adorno y defensa de la cabeza con que se distinguían los caballeros por su nacimiento y calidad vino también el ponerlas sobre los escudos por timbre con las mismas diferencias que no era permitido a la gente ordinaria y común y por eso la celada es en el blasón la señal de verdadera nobleza y ninguno que no sea caballero puede ponerla sobre su escudo.Antiguamente, había reglas ciertas y fijas en la forma de las celadas que se ponían sobre los escudos de los hidalgos, de los caballeros y de otros señores de gran condición pero por la ignorancia de algunos, como por la usurpación de otros, se relajó tanto esta regularidad que fue preciso dar otra forma en que no se padeciera tanta equivocación y por esto acostumbraron sobreponer en las celadas las coronas cual hoy se observa para cada uno de los títulos y dispusieron otras distinciones en aquellas para los que no tenían estos."
"Cazó un perro en el monte una liebre y al rato la lamía el hocico, a ratos la mordía. Después de pasar un rato así, la liebre se cansó de su constante cambio de actitud y le dijo:– ¿Quieres dejar ya de besarme y morderme? Necesito saber si eres amigo o enemigo.Moraleja: «Sé siempre constante en tus principios»
"El perro ha acompañado desde tiempos inmemoriales al hombre durante la caza. En el arte Mesopotámico, Egipcio, Griego y Romano hay muestras de cómo los perros acompañaban a sus amos en las tareas cinegéticas y cotidianas. Los griegos utilizaban a los perros para perseguir las presas y llevarlas hasta las redes donde las arrinconaban y los cazadores las apresaban.
“Afirma Jenofonte que todas las liebres que son atrapadas por los perros lo son a pesar de su constitución tísica y por azar. Si él hubiera conocido los perros de la Galia, me parece que es de estos perros de los que hubiese hablado en tales términos y hubiera dicho: todas las veces que los perros no cazan una liebre a la carrera es a pesar de su constitución física o por azar, ya que a estos perros, una liebre nunca se les escaparía a menos que el terreno ofrezca algún obstáculo, que un bosque oculte a su presa, que desaparezcan en un agujero o no protegiesen su fuga bordeando el fondo de un barranco. La ignorancia de esta casta de perros explica por qué Jenofonte, cuando habla de perros que persiguen a la liebre, describe el arte de empujarla hacia redes y trampas y, si las esquiva, seguir sus huellas hasta el momento en que, agotada por la fatiga, renuncie a huir. Jenofonte se contenta, en efecto, con exponer la caza tal como la practican los carios y los cretenses.” (Arriano)
Los romanos denominaban a los perros de caza venatici y los dividían según la clase de cacería para la que estaban predestinados. Los sagaces eran los que se usaban para seguir los rastros de las presas (sabuesos). Entre ellos estaban los perros Umbros, Carios y Cretenses. Opiano describe un tipo de perro, el Agassaeus, de origen Británico, como de tamaño pequeño, pero fuerte y muy afamado por su capacidad olfativa para encontrar la presa siguiendo el rastro por el olor dejado en tierra y en el aire.
Y los pugnaces, entre los cuales destacan los de Anatolia, Acarnania y los famosos Molosos, usados para atacar a las desdichadas presas, sobre todo, osos, jabalíes y fieras salvajes.
En este fragmento de la obra de Séneca, Hipólito hace recomendaciones a los cazadores sobre cómo dirigir a los perros de caza, mientras vemos las razas de perro que intervienen en la partida.“Pero vosotros a los perros calladosDejad las riendas flojas; retengan al ardienteMoloso las correas y el luchadorDe Creta tense las fuertes atadurasCon su cuello gastadoY al Espartano, un tipo de animalAudaz y ansioso, ¡mucho cuidado!, átalo más corto;Vendrá el momento en que con los ladridosResonarán los huecos de las rocas.Ahora, sueltos con su sagaz olfatoHusmear la brisa, y con su hocico en tierraBusquen las huellas, mientras la luz no es clave,Mientras la tierra llena de rocíoMantiene impresa la señal de los pies. (Séneca, Fedra, act. I)Los perros pastores, pastorales, se destinaban al cuidado y transporte de los ganados. Defendían el ganado de los depredadores que acechaban por los caminos, campos y bosques. Los villatici eran los perros destinados a la custodia de casas, villas o talleres avisando si aparecían extraños. Según los escritores agrícolas el perro de guardar el ganado, en establo o en pastoreo, no debía ser tan ligero como los que perseguían a los gamos o a los ciervos, ni tan pesado como los que guardaban la casería y los graneros, pero lo suficiente para que pudieran pelear contra los lobos, y ligero para seguirlos cuando huían, hacerles soltar la presa y devolverla."
"El perro Vertragus revolucionó la caza. Cazaba con la vista, en vez del olfato, y con él el cazador podía seguir la caza a caballo, en vez de correr a pie. Era tan rápido que se empleaba en la caza deportiva, deporte de origen Celta para perseguir a la liebre sin matarla.“Entre los machos, los mejores son aquellos que, grandes y bien conformados, se parecen a las hembras por su flexibilidad, y entre las hembras, las mejores son aquellas que tienen el ardor y el cuerpo musculado de los machos""La perra es ciertamente más rápida y precoz que el macho, pero éste suele ser mejor para soportar la fatiga y corre en toda estación del año. Tiene más alto precio, porque las buenas perras abundan, mientras que no es fácil encontrar un buen perro. Es preciso considerar también que una perra conserva su rapidez hasta los cinco años y un perro puede conservaría hasta los diez. Hay que estimar como un gran tesoro un macho verdaderamente bueno y atribuir a la protección de los dioses el que un cazador dé con uno de estos.” (Arriano)Marcial escribió un epigrama sobre una perra entrenada para la caza:“Criada entre los entrenadores del anfiteatro, cazadora, intratable en el bosque, cariñosa en casa, me llamaba Lidia, fidelísima a mi dueño, Dextro, que no hubiera preferido tener la perra de Erígone, ni el de raza cretense que, siguiendo a Céfalo, llegó con él hasta la estrella de la diosa que trae la luz. No se me llevó una larga sucesión de días, ni la edad inútil, como fue el destino del perro de Duliquio. Me mató el fulminante colmillo de un jabalí con espumarajos tan grande como el tuyo, Calidón, o el tuyo, Erimanto,. Y no me quejo, aunque fui enviada prematuramente a las sombras infernales no pude morir con una muerte más noble.” (Epigramas, XI, 69)Arriano, nacido a finales del siglo II en Nicomedia de Bitinia cuenta cuáles eran las características buscadas por los galos en sus perros de carrera y nos dice:“Los galos cazan sin utilizar lazos, y no solo para procurarse carne, sino también por el placer y la belleza misma de la caza. Poseen una raza de perros no menos hábiles que los carios o cretenses, para seguir una pista por el olfato, si bien su forma carece de gracia y es tosca… Estos perros se llaman “segusi” (o perros guía). No andan muy aprisa y son muy ardorosos en seguir una pista. Cuando encuentran el rastro, aúllan lastimeramente, en vez de ladrar.”
"... en la que se ordenaba que en el plazo de dos meses se reparara la numeración de las casas en las poblaciones que ya la tenían y se pusiera en aquellas que no la tuvieran. A esta orden siguió otra de 24 de febrero de 1860, en la que se establecía, además de la obligatoriedad de la numeración de las casas, la necesidad de tener una buena rotulación de las calles, barrios y pueblos. En cumplimiento de estas órdenes se colocaron los azulejos mencionados con los números de las casas y los nombres de calles, pueblos y parroquias, en los que se nombraba el concejo y el partido judicial al que pertenecían. Asimismo, en todos los edificios de uso público se colocaron también azulejos con el nombre del edificio (iglesia, escuela, etc.). Los rótulos de los pueblos y las parroquias se colocaban en la entrada de las poblaciones, incrustados en la fachada de la primera casa y mirando al camino.
La última real orden disponía todas las reglas que había que seguir para la colocación de los azulejos. Uno de los puntos decía: “Se procurará que en las capitales y poblaciones donde se conserve todavía el uso de algunos dialectos, se reduzcan todos los nombres de las calles a lengua castellana”. Por lo tanto, que nadie utilice nunca el nombre que aparece escrito en ellos como garante de la toponimia del país.
Detrás de la colocación de todos estos azulejos estaba una política de reorganización del Estado promovida por la burguesía liberal, que había comenzado en 1833 con la división de España en provincias y que buscaba una nueva Administración centralizada y ordenada. Sin embargo, la Administración española desconocía el país que tenía que administrar: no había estadísticas, ni mapas y faltaba la más mínima información. Para favorecer el conocimiento de la realidad de España y de su población se tomaron varias medidas: se crea la Comisión de Estadística en 1856; se regula la realización de censos de población cada cinco años, así como el recuento de casas y demás edificios, etc. El fin último de toda esta política era mejorar la recaudación de impuestos, el servicio militar, las comunicaciones, la enseñanza, etc."
"La ausencia de intervenciones arqueológicas en el lugar, el hecho de no apreciarse restos arqueológicos en superficie y la dificultad de interpretar las estructuras defensivas actuales, complican decantarse por enmarque cronológico concreto para el yacimiento.
Con mucha prudencia podemos relacionar La Llana con algunos de los restos arqueológicos localizados en su cercanía, como la necrópolis romana del Forniellu o los fragmentos cerámicos de la Edad del Hierro hallados en la Cueva del Cierrón, pero solo como indicadores de un poblamiento en su entorno bastante antiguo."
El Camino se adentra en un paraje densamente arbolado según vamos acabando la bajada...
Es una franja boscosa autóctona en la ribera del Ríu San Pedru, que nace un poco más al norte, al pie de Priesca y La Viña, barrios al norte de Abéu, en los campos de la rasa costera cercanos al mar, bordeando aquí, en los primeros metros de su curso, el monte La Llana
Los quitamiedos anuncian que pasamos el puente sobre el río en este lugar. Poco más allá recibe las aguas de La Riega Abéu, que nace en La Llana
Eso muy posible que, si nos fijamos, ni siquiera lo veamos, muchas veces oculto completamente por la umbría y la vegetación. Parece mentira, visto así, que provoque las inundaciones que causa a partir de aquí, valle abajo...
En mitad de la rampa un caserón de piedra, Casa Gallo, Los Corzos de Llendón, comienzo de la cuesta de San Pedru a Abéu, donde estaría La Venta del Manso, establecimiento de parada y fonda del viejo Camín Real de la Costa, así citado por Tomás López en 1772, "geógrafo de los dominios de Su Magestad", el más prestigioso cartógrafo de su tiempo, quien recopilaría información para la que sería su gran obra, tal y como leemos en Wikipedia:
"En 1795, propuso a Godoy la creación del Gabinete Geográfico para recoger toda la cartografía de España existente. El primer ministro también le encarga realizar ese año el Atlas geográfico de España, obra terminada y publicada por sus hijos, en 1804, un año después de su fallecimiento. Este Atlas, «a pesar de su inexactitud, debido a la imprecisión de los métodos utilizados... constituirá la obra cartográfica nacional más importante —y la mejor existente— hasta la aparición del Atlas de España y sus posesiones de ultramar (1856) del cartógrafo español Francisco Coello»
En este lugar baja La Riega Abéu, bajo la carretera y metida en la vegetación, a unirse al San Pedru, un poco más abajo a la derecha. Existe aquí el topónimo El Cantarillón, entre San Pedru y Abéu, lugar de caída de aguas, desagüe, evacuación fluvial, vinculado con la palabra alcantarilla, pues se aprovechaba secularmente para arrojar por ellos los detritus de las poblaciones
Llega ahora esta buena rampa a pleno sol, entre espeso matorral y ocalito
Crecen los helechos en la vereda. La falda que cae hacia el río es una verdadera selva de intrincadas malezas
No nos resistimos a compartir las sensaciones del peregrino J.F.Camino describiendo este tramo en su página Camino del Norte a El Salvador:
"A San Pedro llegamos en descenso y así seguimos unos cientos de metros más hasta la casa de “Los Corzos de Llendón”, a partir de este punto tenemos una dura subida hasta Abéu, además de por los 100 metros de desnivel tiene otros dos posibles motivos: si acabamos de levantarnos aún no hemos calentado y si venimos de marcha desde Llanes para dormir en el Albergue iremos ya bien machacados. Así que a respirar hondo y a no cebarse, poco a poco, piano-piano."
Unas estacas de alambradas de cierre revelan que ya nos acercamos a Abéu. A partir de aquí la cuesta se suaviza un poco
A la derecha más barrios de Abéu, aldea que se extiende linealmente por el Camín del Pueblu, el camino que desde la carretera llega a los acantilados al borde del mar por Les Barqueres
Y es que antaño algunos vecinos compatibilizaban las labores de la casería con el marisqueo y la pesca en los pedrales, especialmente ercinos u oricios (erizos de mar), y pulpos. Hoy en día esa gran riqueza marisquera y piscícola de los pedreros y bajos marinos está seriamente esquilmada
Del Camín del Pueblu abajo, hacia el río, eran todo pastos y tierras de labor, lo mismo que hacia el mar. En esta cuesta se conservan bastante bien, esencia del paisaje asturiano, con pequeñas matas de robles y y castaños, entre otras especies, como algún avellano, así como algunos árboles solitarios, salpicando la campiña, pero en otros lugares han sido masivamente plantados del omnipresente monocultivo de ocalitos para las fábricas de celulosa
Sobre la evolución e idiosincrasia del pueblo ya recién pasada la primera década del siglo XXI publica un muy interesante reportaje la reportera Patricia Martínez para La Nueva España el 11-4-2012 y titulado Abéu. un latifundio en la costa riosellana:
"Abeu tiene unos 54 habitantes estables y el doble, aproximadamente, durante el verano. En las circunstancias actuales, los nuevos vecinos lo tienen complicado para comprar vivienda, ya que «el 85 por ciento del suelo urbano es de una sola persona», según explica el alcalde pedáneo, José María González, más conocido como «Chichi». Este empresario de la construcción retirado enseguida aclara que nada tienen en Abeu contra Jacobo Argüelles, el propietario que concentra la mayor parte del terreno, que «es buena gente y aquí da empleo a varias personas».
Esta familia, en cuyo ánimo estaría que no se construya en el pueblo, paga los terrenos más caros que ningún otro comprador, lo que hace que quien quiera vender lo tenga difícil. «La gente normal no tiene acceso», explica Chichi, al tiempo que destaca que «casas nuevas se hicieron muy pocas, las últimas son de 1982». Hace años que el actual alcalde pedáneo y otras personas propusieron ampliar el casco urbano de Abeu, un deseo que sigue vigente de cara al próximo Plan de Ordenación Urbana (...). La población de Abeu está bastante envejecida y prueba de ello es que el último nacimiento se produjo en 2011 después de 26 años. «Aquí, el 20 por ciento de la gente igual pasa de los 65 o 70 años», señala el alcalde, que apostilla que no siempre fue así."
Según los datos, el gran éxodo de población de Abéu, que en 1960 tenía más de 200 habitantes, se produjo cuando cerraron las citadas minas de flourita, en las que trabajaban unas cuarenta personas:
«Marcharon familias enteras con hijos para Ensidesa, Hunosa, La Casera... algunos conservaron la casa, venían todos los fines de semana, y algunos ya no volvieron», rememora el alcalde pedáneo.Pero Abeu vive en el siglo XXI y Chichi tiene varias ideas para mejorar el pueblo del presente. La principal, la que mayor ilusión le hace, es la de habilitar una senda por el camino que discurre por la costa hasta la localidad vecina de Vega. Este itinerario pasaría por el lugar conocido como Cantu La Braña, un terreno libre de expropiaciones porque es comunal y desde el que se tienen unas vistas «importantes», según el alcalde. Esta senda podría unirse a una ruta muy frecuentada por los turistas en verano, que va desde la playa de Santa Marina al faro, pasa por la localidad vecina de Tereñes y podría atravesar de Abeu a Vega. «Eso es un hervidero de gente por el verano, que viene a coger el Camino de Santiago. Esta es una salida más directa, más corta y con una vista impresionante; se ve hasta Llanes», señala. Según Chichi, la alcaldesa riosellana, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, «tiene interés en sacarla adelante». Se trata de acondicionar 1,8 kilómetros de recorrido y una pequeña área recreativa en el Cantu la Braña, una suerte de montículo desde el que la vista humana no alcanza a divisar todo lo que hay a su alcance"
"Los resultados de las excavaciones realizadas desde finales de los años cincuenta en un abrigo rocoso junto a Cueva Urraca, permiten destacar el interés que posee este yacimiento para el conocimiento del arte mobiliar de los períodos Solutrense y Magdaleniense del Paleolítico Cantábrico. Por ello, se ha definido una Zona de Protección Arqueológica que comprende el abrigo rocoso en el que se sitúa el yacimiento.Dadas las características kársticas de la zona, no se descarta la existencia de otros yacimientos arqueológicos, en depósito sedimentario o de arte rupestre."
"Quienes llegan a San Esteban, apartándose unos cientos de metros del antiguo Camino Real, llevan fresca en sus pupilas la diversidad del paisaje riosellano que han recorrido desde su entrada en el concejo cruzando el puente sobre el Guadamía. En Cuerres, a la vera de la iglesia de San Mamés, habrán dejado la llamada Fuente de los Peregrinos, dieciochesca, con las iniciales de JHS y una cruz de Malta grabadas en su dintel. Paso a paso habrán ido llegando a la villa y atravesado su casco antiguo por el interior hasta la actual iglesia de Santa María Magdalena. En esa plaza, abierta al mar hasta entrado el siglo XIX, se levantó el antiguo hospital de San Sebastián, construido en tiempos de los Reyes Católicos. En nuestros días el paso de la ría discurre por el puente del Descenso del Sella, pero durante siglos los romeros compostelanos se dirigían a la llamada Rambla de la Barca para cruzar a la otra orilla arribando a la Punta del Arenal. Desde allí por San Pedro y Abéu, llegan ahora hasta Leces."
Más casas en la ladera debajo del Camín del Pueblu, que va un poco más arriba, por La Rocina
La casa de La Rocina, en lo alto, es fácil de reconocer por su alta torre de tejado a cuatro aguas y con chimenea. Allí empieza también La Cuesta la Rocina, que comunica con lo más alto de Abéu, donde está el citado Palacio de los Argüelles
"La mayoría de sus elementos defensivos han sido alterados mediante arrasamientos y colmataciones, sobre todo en su frente SW donde un depósito de agua ha destruido completamente su potente aparato defensivo. Su estado de conservación en muy malo. "
"A lo largo delCamino hay un mundo mágico que tú no ves, es el guardián protector que te guiará y aguardará dándote suerte Buen Camino"
Seguidamente, una concha nos confirma el buen camino. Fijémonos en este magnífico acceso a la finca, hecho en piedra
"Los restos defensivos que se conservan y que rodean el recinto estan formados por un talud regular en anchura y altura y una plataforma superior que debían rodear toda la cima, conservándose solamente un tramo de 138 metros en el frente occidental. Esta línea defensiva arranca en los acantilados septentrionales y discurre a lo largo de la cima, abrazando el flanco W y desapareciendo en la ladera SW por a un gran desprendimiento natural del terreno. Ladera abajo se observa bastante material arqueológico, como pellas de arcilla rubefactada.Su continuidad por el sector meridional es mas complicado de interpretar al haber sido afectado por la caja de un camino y por las explanaciones realizadas para levantar una antena de telecomunicaciones en el extremo SE. Es precisamente en este sector donde se aprecian los restos de una pequeña atalaya o bastión presuntamente medieval que se ciñe a los acantilados orientales.PeriodizaciónSegún algunos autores, Ribadesella constituía el límite entre Astures y Cántabros, situando algunos tratadistas modernos la Noega Ucesia citada por Ptolomeo en la desembocadura del Sella (González, 1954:48-61). La tradición considera restos romanos algunos que fueron hallados en el fondo de la ría, junto al puente de San Román (Del Frade, 2000:136-137), mientras que Diego Santos recoge una noticia de principios del siglo XX del coleccionista Sebastián de Soto Cortés, donde afirmaba que «de los altos inmediatos que rodean la población, tengo yo ladrillos, trozos de argamasa y toscos mosaicos que parecen antiquísimos» (Diego Santos, 1977:168).Todas estas referencias, además del parecido tanto en planta como del talud perimetral con los agger campamentales, sugieren como mínimo una fase de ocupación romana sin descartar otras anteriores. Su reaprovechamiento en periodos medievales lo confirma la pequeña fortificación de La Atalaya.Estado de conservaciónDe los 15.000 metros² han sido afectados 4.000 metros² por diversas explanaciones así como una antena de telecomunicaciones y la pista para acceder a ella. Esto se corresponde con un 26,6% de su superficie, por lo que lo incluimos en los recintos fortificados con un estado de conservación malo."
"La Tierra se nos muestra como habitáculo de todos los seres vivos, poseedora de fuerza vital propia que ha creado nuestro entorno natural. Es la que hace posible la existencia de animales y plantas, y la que nos da a los seres humanos el alimento y el lugar necesario para vivir. La Tierra es un enorme recipiente, un receptáculo ilimitado, donde viven las almas de los difuntos y la mayoría de los personajes mitológicos. La fe en Ama-Lurra es muy antigua en el pueblo vasco, anterior a la invasión de los pueblos indoeuropeos. Ya que estas culturas que llegaron del este a Europa, fueron las que introdujeron la creencia en las divinidades celestes.Según cuentan las leyendas, en el interior de la Tierra existen increíbles tesoros, que aunque los humanos persistan en hallarlos y adueñarse de ellos, siempre se hacen inalcanzables, siendo una costumbre muy arraigada dejar ofrendas a Ama-Lurra en las cuevas y simas, ya que estas son las puertas al interior de la Tierra."
"... parece ser sólo voz toponímica, pues la expresión tar aviáu, tar aviaos, ha de tener otra etimología ("estar preparado para la vía, para el camino"). (...)Los Abiaos suelen ser lugares donde nace "agua" o próximos al agua: está sobre fuentes, arroyos, regueros, ríos... En definitiva, lo que se llaman hidrónimos ("nombres en referencia al agua")
"La de San Esteban de Leces parece una historia de despoblamiento rural más, pero tiene un matiz importante. La mayor parte de la localidad riosellana pertenece a Marisol Rato, de la familia Bernaldo de Quirós, quien, por el momento, no quiere vender sus fincas y casas, según explican los vecinos.
En algunas vivían, en régimen de alquiler, trabajadores del campo que se han ido jubilando y yéndose, como también se han marchado muchos de sus hijos, que no pueden heredar ni comprar.
El que fuera uno de los pueblos más dinámicos del concejo, núcleo de la importante parroquia de Leces, tiene hoy apenas 14 habitantes. «Fue a menos, se quedó sin gente», señala Dolores Martínez, la alcaldesa pedánea y regente del albergue de peregrinos. A San Esteban lo atraviesa la N-632 y desde la carretera hacia Abeu, la localidad vecina, Rato vendió el terreno a los Argüelles, otra familia con muchas propiedades en la zona.
De la nacional hacia la otra parte, el pueblo tiene una sola propietaria a excepción de algo de terreno en La Moría de Arriba. Por eso, «hacer una casa en San Esteban, de momento, es imposible, no hay dónde», comentan los vecinos. Mirta Alonso ha vivido en el pueblo «toda la vida». Ha presenciado, por tanto, cómo «la gente empezó a marchar» y el suyo es un ejemplo de los problemas que conlleva que haya prácticamente un sólo dueño, que también posee su casa, por la que paga una renta anual. Pero no puede «arreglarla, no puedo invertir dinero porque no es mía y en cuanto yo me muera se acabó», explica. Su vivienda está «prácticamente en ruina» y ella lamenta que su hija, que nació y vivió en ella, no pueda heredar ni siquiera el contrato de arrendamiento."
"La postal no siempre fue la misma en la localidad riosellana, que fue cabecera de un importante territorio, el de «Leduas» (Leces), que se unió al de «Melorda» (Meluerda) para fundar Ribadesella en 1270. También en la historia más reciente, la del siglo pasado, había cuatro bares-tienda, un salón de baile y una industria, el lagar de Ramiro y su hermano. La familia hacía sidra, trabajaba la madera y tenía más cosas en proyecto, pero a Ramiro lo mataron y la fábrica cerró, al igual que lo hicieron los bares conforme el pueblo se fue quedando sin gente.En el local anexo a la iglesia había un cine en el que se hizo Historia en 1959. Fue el primer lugar no sólo del concejo, sino de toda Asturias, donde se vio la televisión. José María González Varas, alcalde pedáneo de Abeu y vecino de la parroquia, recuerda que «a los pocos años cerró el cine y se hizo un teleclub en la escuela, construida en 1888» y desde 1999 convertida en albergue de peregrinos.El templo de San Esteban es originalmente románico, pero fue destruido en 1936 y sólo se conservan los canecillos del ábside y la ventana saetera. Hace unos años el Arzobispado vendió la casa rectoral de la parroquia y Dolores Martínez cree que la parte que corresponde al pueblo «bien estaría invertida en arreglar la plaza de la iglesia y hacer un centro de reunión para los vecinos». Además de la mejora de la iglesia y su entorno, ve necesario «abrir caminos que comunicaban diferentes pueblos y ahora están cerrados por la maleza» y una demanda frecuente en muchas localidades no sólo del concejo, sino de la comarca, el saneamiento.El albergue de peregrinos sí ha sido objeto de obras recientemente. El Ayuntamiento riosellano acometió mejoras con fondos europeos Leader y Martínez apunta que el número de personas se ha mantenido los dos últimos años, mientras que «en los anteriores fue subiendo». Esto se explica porque la crisis ha hecho que muchos alojamientos que antes no frecuentaban los peregrinos -por temporadas, los únicos huéspedes de la zona- realicen ofertas especiales y les bajen los precios, captando a los caminantes que, de otra manera, pernoctarían en el albergue."
En esta fachada, de similares vistas más terrazas y escalera de acceso, con un magnífico pasillo exterior cubierto por un largo tejadillo. La Torre luce esplendorosa y es una buena referencia para situar Abéu en la distancia
"Se inaugurará mañana sábado a las doce del mediodía con un 'pinchoteo' para los presentes. «Ha quedado ubicado a doscientos metros de la iglesia de San Esteban, a pie de carretera, en un lugar visible desde todas las procedencias», añadió el representante vecinal.Éste que termina ha sido un buen año para los vecinos de Abeu. Entre otras cosas, sus vecinos lograron recuperar, después de varias jornadas de trabajo comunal en sextaferia, el antigua lavadero. Más recientemente, en plena Navidad, recuperaban otra tradición perdida, la del belén. Por ese motivo, el pórtico de la iglesia luce desde hace varios días una buena representación belenística. «Llevábamos más de treinta años sin colocarlo. Aquí instalábamos uno de los mejores de la zona, pero esa costumbre se perdió como se acabaron perdiendo otras muchas cosas», añadió 'Chichi'."
Somos los marinerosdel bergantín Habanaque salimos mañanapara ultramar
De Guanabacoa la bellaen una alegre mañanacon rumbo a Ribadesellasalió el bergantín Habana
"Los vecinos del pueblo de Abeu inauguraron este mediodía el panel histórico-decorativo de este núcleo rural, el que pretende honrar la memoria de todos cuantos algún día emigraron de estas tierras. El acto, al que asistió la alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, fue bendecido por el cura párroco de San Esteban de Leces, José María Orvíz. Con las viandas aportadas por los vecinos, todos disfrutaron de un pinchoteo final y brindaron con sidra asturiana, como debe ser. Abeu ya está pensando en su próximo proyecto y sus vecinos, capitaneados por Chichi, no descartan reunirse el día de fin de año para comerse las uvas al son del remozado reloj de su campanario, el de la iglesia de San Esteban de Leces, restaurado el pasado verano."
"La Fiesta del pez de Tereñes, en Ribadesella, es una cita sin par que consigue el punto sal idóneo en el calendario festivo de Asturias. Fiesta y gastronomía unidos en su esencia más primitiva y genuina. En el pedral de Tereñes todo es comer y pescar para comer, y beber y cantar. Un centenar de hombres se lanza a las rocas armado de aparejos un tanto desfasados y clasiquísimas cañas de bambú como las empleadas antaño. La intención es hacerse con la mayor cantidad posible de piezas a la manera más tradicional posible para poder después disfrutar en una espectacular comilona. Todo comenzó hace muchos años. Lo explica uno de los fundadores del festejo, Francisco Blanco, de 71 años, conocido popularmente como Pachu: «Unos cuantos pensamos en ir a pescar y llevar a los guajes a pasar el día. Fue tal la aceptación que decidimos crear la «Fiesta del Pez». Antes había trofeos para el que pescase el mejor ejemplar y para el que pescase más. Pero como había piques y esto no es una competición, se suprimió».Los sencillos aparejos recogen a lo largo de la mañana más de mil ejemplares. El cebo es también sencillo: oricios machacados, o gusanos de Xagorra que abren el apetito del pez, y éste, a su vez, abrirá el apetito a los comensales allí reunidos. Gobitos, xulias y xáragos son las especies marinas que más abundan en los fogones, que, con mano diestra, controla Ramón Costoya, el cocinero de la «Fiesta del Pez», más conocido como Monchu el de La Felguera. Lleva más de treinta y cinco años cocinando sobre estos improvisados fogones de roca. Su receta tiene pocos secretos y unas normas básicas que nunca fallan: «Peces bien lavados en agua de mar, aceite muy caliente, sal y un poco de pan frito, así de simple», explica mientras trajina con sus utensilios de cocina, que le trajeron en un tractor (décadas atrás en burro) una hora antes de comenzar el banquete. Acto seguido, con el pez listo para ser devorado, la gran bota de vino corre de mano en mano entre todos los pescadores.Termina la jornada con un retrato multitudinario y una pausada subida al pueblo de Tereñes. En la senda que asciende por el acantilado se hacen varias paradas obligadas para el avituallamiento con la bota de vino. Una vez arriba, la fiesta continúa hasta altas horas de la madrugada"
"Bajamos por un camino empinado al pedral de Tereñes y nos topamos con rocas mil, grandes y pequeñas, por las que se transita torpemente. Una vez abajo caminamos hacia nuestra derecha, hacia la vertiente oriental del pedrero. La mayor concentración de huellas halladas aquí se localizan sobre una roca plana e inclinada como es costumbre en estos casos.
La primera cata científica de estas huellas concluyó con «dinoturbación», es decir, una masa de huellas arbitrarias, por efecto de una cita masiva de dinosaurios de toda condición, en el mismo sitio. Sin embargo, desde hace poco tiempo se ha cambiado de teoría. Y es que si se analiza la longitud del paso, el tamaño de las mismas, y la orientación respecto a un eje, se descubre, sorprendentemente (y este es un hallazgo de gran relevancia en la Europa continental de los dinosaurios), que los rastros son paralelos entre sí, con una simetría pasmosa que nos dice que aquellos «monstruos» caminaban en manada por aquel lugar, dando un paseo sin prisa y sacando a relucir su comportamiento gregario.
En su mayoría las huellas corresponden a bípedos herbívoros, si bien choca apreciar cómo en lo más alto de la roca otro rastro diferente avanza perpendicularmente hacia las primeras. Tienen más afilados los dedos, se trata de bípedos carnívoros, los que comúnmente se tragaban a los primeros. Las huellas proliferan por doquier. Además de las clásicas depresiones sobre las rocas, están también los «contramoldes», muy abundantes. Se trata de huellas evidentes que se manifiestan hacia arriba, por efecto de una sedimentación posterior en el tiempo que las fue cubriendo. En su visita a este litoral irán advirtiendo la abundancia de muescas oscuras y diminutas ennegrecidas por el fosfato, puntos negros de la piel de la roca. Pues bien, no son cualquier cosa. Todas tienen un pasado, se trata fundamentalmente de escamas de pez jurásico y fósiles de vegetales marinos y terrestres"
"Pero hay más descubrimientos, también está la propia tierra, el suelo y subsuelo jurásico que aflora en el pedral con grietas de desecación y caudales inmortalizados en el suelo actual, roto y disperso. Su dura composición ha servido también de cantera propicia para las paredes ilustres de edificaciones humanas. Se observa esto en algunas de las casas medievales de la comarca y también en un buen número de edificios de uso público, como los ayuntamientos"
"En asturiano braña es apelativo de gran vitalidad especialmente en la acepción de ‘pasto alto de montaña donde residen los ganados desde la primavera al otoño’ y ‘aldea de vaqueiros’; sobre braña se forma el verbo brañar que equivale a faer la braña ‘realizar el conjunto de cui dados diarios que exigen los ganados, previos al ordeño y ordeño incluido’. El verbo embrangar o emberangar ‘veranear el ganado en una zona’ supone un étimo IN VERANICARE.Acerca de la etimología de braña se ha discutido ampliamente y, como en toda cuestión muy debatida, las opiniones son variadas; así para Corominas podría pensarse en un origen céltico, BRAKNA ‘prado húmedo’. García de Diego cree que se trata de un continuador del latín VORAGINE. Más convincente resulta la opinión de quienes quieren partir del latín VERANEAM con un posible sentido de ‘pastos de verano’.Los que parten de esta propuesta admiten que del neutro plural de ver, veris ‘primavera’ se formó el adjetivo VERANUM (EM) > ast. branu ‘vera no’, de donde se siguen los derivados VERANEUM ( > ast. verañu ‘verano’), VERANEAM (REW) > ast. braña ‘lugar donde pastan los ganados en verano’. Aparece documentado tempranamente en documento del año 853 “braneas pascua quas uulgus dicit seles’ que libremente podríamos en tender como una definición de brañas, ‘pastos que la gente llama seles’.Asturias ofrece una amplísima muestra de topónimos del tipo braña, de un extremo al otro del país, de los que damos aquí nada más que una referencia. Sólo encontramos una variante Branas (Cn) con una [-n-] debida, quizá, al influjo del apelativo branu."
"Reyes Quesada Corral reabrió con fuerzas renovadas el año pasado, y con el mismo buen hacer de siempre ante los fogones, el Bar de Pachu, en Tereñes (Ribadesella), un clásico de toda la vida para los que gustan de comer rico y abundante en bares de pueblo, donde la calidad de la comida y el trato de quien la oferta le dan sobrada fama. La tradición viene de lejos, pues el primigenio Bar de Pachu se regentó durante años en la parte baja de la casa familiar de los fundadores, Pachu Blanco y Lola Toraño, en el barrio de El Trigal, donde ya hicieron famosas algunas de sus elaboraciones, como el pantrucu, producto riosellano por excelencia; las tortillas y les llámpares. En 1977, el Bar de Pachu se trasladó a un nuevo local, en la carretera, el cual se cerró veinte años después tras el fallecimiento del marido de Reyes Quesada, Javier Blanco.El año pasado, tras un lavado de cara y una remodelación donde cobraron una parte fundamental sus tres hijos, Rocío, Javier y Ramón, el Bar de Pachu, pequeño y acogedor, con 30 plazas en su comedor, se reabrió al público, volviendo a poner sobre sus mesas aquellos platos del pasado que le dieron fama y que ya desde 1977 elaboraba junto a sus suegros Reyes Quesada Corral. Hoy, en este rinconín guapo de Tereñes, tan cerca de sus famosos acantilados por donde, hace millones de años, los dinosaurios dejaron sus huellas, resulta placentero olvidarse de las preocupaciones del día a día mientras desde la cocina huele ya a rico pantrucu fritu o a un buen plato de llámpares. En una de sus paredes sorprende una gran foto en blanco y negro de un buen número de vecinos, todos hombres, de Tereñes, durante la celebración de su famosa «fiesta del pez», y en la terraza dos vecinos, con una pinta de blanco y ante cómodas mesas de madera, releen los periódicos del día frente a un paisaje donde sorprende la abundancia de palmerasEs cierto, el tiempo ha pasado, pero Reyes Quesada sigue cocinando con la misma ilusión del primer día, realizando del modo más fiel posible los platos que siempre dieron fama al bar de Pachu y que, a día de hoy, se pueden volver a degustar allí, como es el caso del pulpo guisado, «el rey de la casa», según afirma la propia cocinera; el pantrucu (típico de Ribadesella), llámpares, chorizos a la sidra, tortilla de patata -que le ha dado sobrada fama y que también cuenta con una clientela fiel-, chipirones fritos, croquetas caseras, gambas a la plancha, bocartes, sardinas a la plancha, bonito cuando llega la temporada y también uno de los platos que más demanda el turismo: tortos con picadillo y huevos fritos o bien patatas fritas con huevos, chorizo y jamón. Entre los postres, a destacar los flanes de queso y huevo caseros, además de sus tarrinas de arroz con leche.Tereñes, uno de los lugares con más encanto de Ribadesella, no sólo guarda como tesoros rastros de saurópodos en sus acantilados, también tiene en su camino bares sencillos con platos de siempre, como es el caso del Bar de Pachu. Allí, un día de sol y sintiendo la brisa en la cara, comer en la terraza más que necesidad es un placer"
"La capilla de Tereñes está bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves, a la que los vecinos llaman La Santina, y se festeja el 5 de agosto, aunque algunos años se mueve la fecha para no coincidir con las celebraciones de Las Piraguas (Descenso Internacional del Sella). El programa incluye una misa en honor de la virgen seguida por la tradicional subasta de ramos, actuaciones de gaiteros y animada verbena."
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