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lunes, 23 de octubre de 2023

EN EL VALLE DE PION (y 4): LA SUBIDA A EL CURVIELLU (VILLAVICIOSA, ASTURIAS)

 

El Curviellu y Gijón/Xixón: Cimavilla, El Musel y La Campa Torres

A unos 260 metros de altura, el barrio de El Curviellu, en la parroquia villaviciosina de Pion, constituye un lugar muy significativo en el Camino de Santiago del Norte, pues con sus vistas de la bahía gijonesa, con la ciudad y su puerto de El Musel, al resguardo de La Campa Torres (solar castreño de la mítica Noega y origen de la población), señala la vuelta a los paisajes más eminentemente costeros, dejando atrás los valles interiores maliayos, y marcando el paso de uno a otro concejo, de Villaviciosa a Gijón/Xixón 

Subida al Altu'l Curviellu desde el valle de Pión. A lo lejos al norte la rasa de Peñes

Si bien situado a no mucha altura, subir desde el fondo del valle de Pión, formado por El Ríu España y sus afluentes, al Altu'l Curviellu (también por betacismo Curbiellu), constituye un considerable esfuerzo tras la anterior subida al Altu la Cruz (440 m) seguida de la formidable bajada a este valle, que tras cruzarlo de este a oeste toca dejarlo con bastante inmediatez para coronar este nuevo alto y paso natural, desde el que contemplamos, además de Gijón (Xixón) villa y puerto, buena parte de su concejo y, más allá de La Campa Torres, la rasa del Cabu Peñes con sus planicies, concejos de Carreño y Gozón, con la villa de Lluanco, capital de este segundo, en lontananza. También al bajar de El Curviellu a Deva divisaremos una gran panorámica de buena parte de Les Mariñes de Villaviciosa, su costa occidental, tan vinculada a Santiago de Compostela antaño por sus minas de azabache o acebache y sus artesanos azabacheros

Subida a El Curviellu por Bárcena, en la ladera del monte: a la derecha de la foto, de abajo arriba

La subida desde el valle a El Curviellu se efectúa por Bárcena, una cuesta que empieza poco antes de La Granja y La Escuela, dos edificios que vemos en la parte inferior de la foto y en medio, el primero antigua Escuela Práctica de Agricultura y ambos donados al pueblo por el vecino indiano Ramón Álvarez de Arriba en 1920. En 2019 la fundación que lleva su nombre los cedió para hacer un ambicioso proyecto tecnológico, CTIC RuralTech, pionero en la aplicación de la informática en la gestión de enclaves rurales


Subiendo por Bárcena, dejados abajo los edificios de La Granja y La Escuela, y cerca de la Casa José Manolón, podemos detenernos, mientras recuperamos aliento tras un primer duro repecho, a contemplar el paisaje de que vemos desde aquí de la parte central del valle de Pión, que acabamos de atravesar, como hemos dicho, de este a oeste, bajando del Altu la Cruz, al fondo, entre el Monte la Cruz (541 m), a la derecha; y El Picu Curiella o La Curiella (530 m), en El Monte Cañéu o Cordal de Pión, que cierra por el este el valle del Ríu España, más conocido como El Valle Pión, compartido al sur con su vecina parroquia de Candanal, en la cabecera del valle, escindida en 1791


Es una gran vega que tiene a tener una forma de cruz, donde El Ríu España recibe las aguas del Regatu l'Escorial, al este, y del Riosecu al oeste, el primero en La Pontica, lugar del barrio de Fonfría, que vemos al fondo a la derecha, y el segundo entre Bárcena y Llantáu, a la izquierda de la foto, cerca de la Casa'l Navarro


Es todo el sector que atraviesa el Camino de Santiago y que ya hemos dejado atrás, desde el Altu la Cruz (aquí arriba a la izquierda de la foto) en bajada a Casamoria y Llantáu (en medio de la foto) y el lugar de La Llosa, ya en el barrio de Bárcena, la gran llanura que tenemos aquí a nuestros pies y desde donde hemos empezado a subir


En primer término y en la parte inferior derecha de la fotografía son las casas de La Llosa y, justo encima, reconocemos, también en Bárcena, el gran tejado de la Casa Juan de la Torre, que tuvo antaño chigre y bolera, así como, a su izquierda, la Casa Adolfo'l Carpinteru. Más a la izquierda, al barrio de Llantáu, al lado del Ríu España, cuyo curso fluvial discurre oculto de derecha a izquierda por el arbolado que crece en su ribera. Al igual que, aquí abajo, El Riosecu o Ríu la Vega


Abajo a la derecha Casa Pepe Llantáu, con la cuadra a su izquierda y a continuación el antiguo chigre La Carbayera, Casa Otavio'l Partidor y la Pensión Karama, mirando a Casa Otavio'l Partidor, en el cruce de dicha carretera AS-331 con la VV-8, en el puente sobre El Ríu España, donde está el aparcamiento de la popular parrilla, merendero y casa de comidas de Casa Pepito, fundada en 1949, ya en el barrio de Casamoria, donde vemos la iglesia parroquial de Santiago de Pión, cuyo patronazgo delata su vinculación con la ruta xacobea 


Construida en base a un templo medieval, ha sido reformada varias veces, la última en 1929 con una transformación total respecto al antiguo edificio. Sin embargo ha conservado algunos elementos medievales, románicos de finales del siglo XII. Justo a sus pies el edificio, de intenso color naranja, de la otra de las dos escuelas que hubo en esta parroquia


Desde este balcón natural sobre el valle el Camino sigue subiendo entre las fincas de Bárcena. Fijémonos en la flecha amarilla pintada en aquella muria a la derecha, un poco más arriba


Siguiendo la flecha esta nos lleva a una bifurcación unos metros más allá, siempre cuesta arriba


Y en la bifurcación habremos de ir a la izquierda, por lo que viene a ser el camino principal, que encontraremos asfaltado hasta la última casa del barrio, en La Garita, a donde llegaremos muy pronto


Fijémonos en esta piedra pintada de azul, con una concha y una flecha que nos confirman la dirección correcta


Aquí la cuesta se suaviza notablemente en esta recta


Arriba pasta la reciella, el ganado menor o menudo, en este caso las ovejas, cuya cría en pequeñas fincas para de paso mantenerlas limpias y en buen estado ha sustituido a las vacas, antaño siempre con alguna en cada casa, hoy solamente rentables en grandes explotaciones ganaderas


Pasamos junto a la entrada a una finca en bastante pendiente, Mi Rincón, que se extiende prado abajo


Un hermoso seto cultivado la cierra a nuestra derecha. No es común el paso de vehículos, salvo el de alguno de los escasos vecinos, pero si viene alguno es peliagudo dejar paso pues apenas hay sitio en este tramo especialmente estrecho


Desde aquí disfrutamos de otra espléndida vista del valle. A lo lejos, el monte de Arbezu y, detrás de él en el cordal, El Llanucáu o La Pescar (527 m), a la derecha del citado Monte la Cruz. Más a la derecha a su vez, La Llaguna (515 m) y La Utrera (521 m). Las alturas pueden variar según la fuente consultada


Según sigamos subiendo y avanzando en dirección oeste nuevos paisajes se irán ofreciendo a nuestros ojos. La subida sigue ahora más liviana y se hace más llevadera durante un buen tramo


Bifurcación y todo de frente, siguiendo la cuesta


A nuestra izquierda una hermosa pumarada se extiende prado abajo hacia el valle del Riosecu. A la izquierda es el monte de La Cabañina (449 m)


La pumarada acabando el verano, llena de manzanas, con la que se hará la buena sidra de los prestigiosos llagares del valle, ya según comience y avance el otoño, cuando habrá gran trajín pañando y acarreando sacos


Este es el segundo gran momento de esplendor de les pumaraes, el otro es el del floriar del pumar o floración del manzano, cuyas flores blancas son una maravilla tal que se organizan visitas guiadas a contemplar estos espectáculos que nos proporciona la naturaleza


A lo lejos, al sur-sureste, el Cordal de Pión se acaba en El Cabañu (601 m) y Valloberu (601 m), al lado de La Fumarea, paso a Sariegu y al valle del Nora, por donde va el otro trazado oficial del Camino de Santiago del Norte, el que se dirige a la catedral ovetense de San Salvador, del que nos hemos separado en Casquita (Amandi), al sur de La Villa, capital de Villaviciosa


Esta es la ladera sur del llamado Monte'l Conde, así llamado por haber sido propiedad del conde de Cienfuegos con solar en el valle, estirpe familiar del ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos. También es llamado El Monte'l Curviellu y El Monte Piedresblanques, por otro de los barrios de Pión, situado este cerca de su cima, donde ha sido localizado un yacimiento castreño


La cuesta nos ofrece ahora un trecho bastante llano según llegamos a Casa Mortera


Por las laderas de La Cabañina hacia El Riosecu se extiende el barrio de Moñancu, sumamente disperso, también de esta parroquia de Pion


Un camino comunica Moñancu con el valle del Riosecu, afluente como hemos dicho del Ríu España. Más allá vemos la cima del Cantu Cortina (528 m)


Por esta parte están Casa Corsino Valdés o Casa Celedonio y Casa Adela, famosa por sus antiguos madreñeros. El trabajo de la madera fue en tiempos especialmente importante en el valle, y sigue siéndolo, pues existe alguna carpintería, especializada en hórreos y toneles


El monte en su conjunto es llamado La Cabaña, reminiscencia de sus antiguas majadas de rebaños de montaña, y en muchos mapas aparece como Cabaña Estrada por haber sido propiedad de este linaje, cuyo arruinado Palaciu les Portielles se encuentra valle arriba, a la entrada de la parroquia de Candanal


En Moñancu están también Casa María Salvador, Casa José Lauriano, Casa Mero'l d'Arcadio, Casa Xuan, Casa Herminia Luis, Casa Ugenio la Parea (parea, pendiente muy pronunciada, casi vertical) Casa Gelasio l'Arabe (cerca de La Fuente'l Calvín) y Casa Álvaro'l Balán


El paisaje es de prados separados uno de otros por tupidas sebes (setos naturales), así como matas de boscaje autóctono, de carbayosnozales y castañales principalmente, abundando especialmente el lloréu (laurel). La cima está plantada de ocalitos


Más allá de Casa Mortera el Monte Deva (424 ), ya en el concejo de Gijón/Xixón, sobre Riosecu de Deva. A la izquierda La Cuétara y El Coriscáu con La Peña Faba (438 m)


Atrás y a nuestra izquierda otra vista de la gran pumarada con el valle de Pión al fondo. Hasta 400 pumaradas y 38 llagareros contaba Villaviciosa y su progreso en esta parroquia en 1928, los cuales producían "un rendimiento normal de 747 pipas, con una elaboración de 336.385 litros de sidra natural muy acreditada justamente"


Respecto a la vecina y hermana parroquia de Candanal, eran por entonces 28 los llagareros y 260 les pumaraes, que califica de "nuevas y excelentes, que arrojan un rendimiento normal de 359 pipas de manzanas, con una elaboración de excelente sidra natural de 167.627 litros."


Prado arriba a nuestra derecha, una buena panera de corredor y seis pegollos justo encima de un poderoso muro de contención hecho de grandes piedras para evitar corrimientos de tierra (argayos), que tanto suelen afectar al barrio, sobre todo en época de lluvias torrenciales


Un caballo nos observa al otro lado del llendador, el pastor eléctrico


Entre la parroquia villaviciosina de Amandi y la gijonesa de Deva el Camino coincide, en grandes tramos, con el Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, si bien esta en sentido inverso, por lo que es muy posible que veamos peregrinos a la Santina viniendo en dirección a nosotros, es decir, en sentido contrario


Pasamos unos cobertizos y llegamos a Casa Mortera, también de este barrio de Bárcena


A lo largo de la subida al Altu'l Curviellu por Bárcena iremos teniendo, dando vista atrás, diversas perspectivas del valle de Pión cada vez que nos detengamos y miremos atrás, tal que esta. "Es un paso milenario del hombre desde la rasa del litoral a los valles del interior, como documentan diversos restos arqueológicos", leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos


En primer término La Llosa de nuevo con las casas de la carretera, parte en Bárcena y parte en Llantáu, y las vegas del Ríu España, "la explotación y control del valle por su importancia y riqueza, propició los asentamientos en el mismo de la Iglesia, la nobleza y la burguesía, con casonas desde el siglo XIV y un priorato dependiente de Valdediós". Las propiedades de los cistercienses de Santa María de Valdediós permanecieron en su poder hasta las desamortizaciones del siglo XIX


Más allá de la iglesia y de Casamoria es el barrio pionesu de El Valle, por donde pasa El Regatu l'Escorial, que nace en Arbezu y al que se le unen las aguas del Regatu l'Aspra, Este nacido en El Cordal de Pión "juntos giran al oeste, regando los cultivos y pumaradas de las casas de L'Antoxana y La Casona, las praderías que hay entre El Cantu Cordel y Casamoria, para echarse en el río España", leemos a su vez en la Enciclopedia del paisaje de AsturiasDel valle dice al respecto el famoso Diccionario de Madoz a mediados del siglo XIX
"cruza por aquél un riachuelo sobre el cual existe el puente de Llantao; recibe varios arroyos y con el nombre de r. de España penetra en el mar Cantábrico"

La iglesia parroquial de Santiago fue reedificada monumentalmente en el citado año de 1929 a expensas de benefactores como José Alonso "que contribuyó con crecidas sumas" tanto para ella como para la escuela, informan por aquel entonces Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno en el libro Villaviciosa y su progreso


Por su parte en la página de Amigos del texu nos advierten de la existencia de uno de estos árboles sacros en su campo, actualmente explanado, asfaltado y sostenido con muro y contrafuertes, como podemos comprobar. También nos dan las características arquitectónicas del santuario:
"En 1929 fue reconstruida la iglesia de Santiago de Peón, cuya fábrica original era de tipo popular, tan común en la zona. Con la remodelación de ese año ganó tamaño (se incorporaron algunos elementos, como la fachada de los pies de la iglesia,  y la torre); Tiene planta rectangular de tres naves, cuya distinta cubrición en altura —más elevada la central— se refleja al exterior.

Tiene un tejo de 198 cm de perímetro, con el entorno asfaltado y bien ramado con unos 10 metros de alto. (...) hay una poda que alteró de forma evidente la copa del mismo."

Caminando por Casa Mortera, el Camino pasa a su derecha y sube levemente, haciendo un poco de curva...


La casa se asienta en cuesta, aprovechando el desnivel del terreno


Seguidamente, otro gran cobertizo construido en un rellano de esta falda del monte


Al oeste seguimos las laderas de La Cabaña, La Cuétara y El Monte Deva, flanqueando el valle del Riosecu


Al pasar bajo este árbol nos encontramos una importante bifurcación caminera


Abajo a la izquierda es la entrada a otra casa: nosotros continuamos de frente y en recto, subiendo un poco


Aquí tenemos el preceptivo mojón jacobita que nos lo indica. No pocos de estos hitos camineros vamos a encontrarlos a veces semicubiertos de vegetación. Estemos atentos, especialmente en las encrucijadas


Otro imponente muro pétreo contra los argayos. Monte arriba prados de siega y pasto, pumaraes y en lo más alto ocalitales


A la izquierda, un matu de lloreos conforma el cierre de otra finca


Las nuevas construcciones revelan los usos residenciales, muchos vivienda vacacional o segunda casa, que imperan actualmente en muchas aldeas, máxime las cercanas a vías de comunicación importantes, núcleos urbanos y playas, como es este el caso


El Monte la Olla (329 m) en La Llomba, estribaciones que unen El Curviellu al Monte Deva, plantadas también de eucaliptos, "por donde se solapa el antiguo camino costero de Santiago y el camín a Cuadonga, que aprovecha ciertos tramos del primero y se interna en Gijón por el collado del Curbiellu", nos explican en la reseñada Enciclopedia del paisaje de Asturias 


Otra imagen de los pumares en el tiempo de la recogida del fruto para hacer sidra, pañar la mazana y después mayar, saliendo la primera sidra dulce o del duernu para los magüestos o fiestas otoñales de las castañas asadas


Un verdadero espectáculo para la vista, con las ramas crecidas y ya combadas, rozando el suelo del peso de tantas y tan buenas manzanas de sidra


La pumarada en primavera o principios del verano, en temporada de siega, de frente, el Monte la Olla "forma la estribación más septentrional del cordal de Deva", añade esta enciclopedia, junto con la noticia de que en La Olla existió una venta caminera en el siglo XVIII, citando al Interrogatorio del geógrafo Tomás López de 1796, si bien parece ser sería en la aldea de este nombre, al otro lado del monte, ya en la parroquia gijonesa de Deva, paso del Camino y a donde bajaremos desde El Curviellu


El Cordal de Deva es como se conoce a una larga línea de cumbres que forman una extensa loma o llomba que se extiende hacia el sur, también llamado Cordal de Valdornón, cerrando por el oeste el estrecho valle de Riosecu hasta El Fariu, en cuyas estribaciones la Mesa o Peña los Cuatro Xueces marca la confluencia de cuatro concejos, Villaviciosa, Gijón/Xixón, Sariegu y Siero


Pese a los milenios transcurridos, al secular aprovechamiento agroganadero y, sobre todo desde hace décadas, forestal, de estas montañas, aún son a descubrirse en esas cimas alomadas algunas necrópolis megalíticas cuyos túmulos y dólmenes debieron marcar límites y zonas de paso, sin duda antecedentes de las actuales fronteras municipales, divisorias de pastos, tierras, aguas y comunidades humanas, tal vez en un principio aún trashumantes. Los de La Cabaña'l Marqués, al sur, o los del mismo Monte Deva se encuentran entre los mejor conservados


El Riosecu forma a nuestros pies una hermosa vega, por eso se le llama también aquí El Ríu la Vega, pues empieza a llevar algo de agua tras unírsele El Regatu Moñancu al pie de este monte. Aguas arriba baja seco desde su nacimiento en las estribaciones del Fariu, cabecera del valle, condición que le da nombre


Pero ello no quiere decir que no lleve agua, la lleva, pero subterránea, sumiéndose buena parte de la misma bajo el monte para surgir en El Güeyu Deva, nacimiento del Ríu Peñafrancia (antes también Deva), lo que da razón al topónimo Deva, diosa madre céltica de la naturaleza, simbolizada principalmente en las aguas y el nacimiento de los ríos, que ha dado nombre a muchos lugares de Europa con similares circunstancias, siempre vinculadas al agua


Entre la pumarada, las ramas tal vez nos dejen ver un poco la parte pionesa del valle de Riosecu, cuya cabecera está en la gijonesa parroquia de Valdornón, en Brañanueva, barrio de Riosecu, como Riosecu se llaman también los respectivos barrios que en este valle tienen las asimismo gijonesas parroquias de Caldones y Deva


Y ahí en medio del valle del Riosecu de la parte de Pión y Villaviciosa, destacan unas casas, Brañaverniz, a escasos metros de la frontera gijonesa, a donde baja por la izquierda El Regatu Moñancu o Riega les Llavaderes a dar su agua a El Riosecu


Brañaverniz, braña inverniz, braña de invierno, un topónimo eminentemente pastoril y trashumante, pues a estos valles de las cercanías del mar, de clima más suave, venían pastores y vaqueros con sus grandes rebaños a pasar la estación fría, regresando avanzada la primavera a los grandes pastos comunales de los puertos altos de la Cordillera Cantábrica


Estas casas que vemos están en realidad algo más arriba del cauce del río, en la subida del Riosecu a El Curviellu, en la parte del barrio conocida como Brañaverniz de Riba. Al fondo baja el camino local que, por Riosecu de Deva, ya en Gijón/Xixón, baja por la ladera meridional del Monte Deva desde Campu Xuanes al  valle


Son abundantes los topónimos vinculados a cabaña y a braña en estos valles y montañas; braña mismo etimológicamente es una palabra vinculada a verano (branuveranu o verañu) y más exactamente con veranear, en la acepción de "pasar el verano", sin la connotación turística actual. Es más, aunque aquí se bajaría en invierno, cuando el frío y las nieves hacen de los puertos altos imposibles para el ganado y las gentes, venir aquí sería como "veranear", pasar a un clima y entorno más habitables. El filólogo Xosé Lluis García Arias dice al respecto en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Acerca de la etimología de braña se ha discutido ampliamente y, como en toda cuestión muy debatida, las opiniones son variadas; así para Corominas podría pensarse en un origen céltico, *BRAKNA ‘prado húmedo’. García de Diego cree que se trata de un continuador del latín VORAGINE . Más convincente resulta la opinión de quienes quieren partir del latín VERANEAM con un posible sentido de ‘pastos de verano’ 

Los que parten de esta propuesta admiten que del neutro plural de ver, veris ‘primavera’ se formó el adjetivo VERANUM (EM) > ast. branu ‘vera no’, de donde se siguen los derivados VERANEUM ( > ast. verañu ‘verano’), VERANEAM ast. braña ‘lugar donde pastan los ganados en verano’. Aparece documentado tempranamente en documento del año 853 “braneas pascua quas uulgus dicit seles’ que libremente podríamos en tender como una definición de brañas, ‘pastos que la gen te llama seles’."

Es llamativo que, de la misma forma que estemos en este momento en un lugar intermedio entre la citada Brañanueva en Riosecu de Valdornón y la Brañavieya de Pión, que ya ha quedado atrás a nuestras espaldas, en una de las laderas del Monte Cañéu, por donde pasa, subterránea, la Autovía del Cantábrico


Es también igualmente sintomático que a los naturales de la vecina parroquia de Niévares, al otro lado del Altu la Cruz, por donde ha venido el Camino, se les conozca por el apelativo de casinos, esto es, del concejo Casu, que fue de ganaderos trashumantes en torno a altos puertos de pastizales como Tarna con presencia aquí de antiguo, pues en las cercanas parroquias de Les Mariñes se conservaba hasta no hace mucho su memoria, que dio nombre a casas y lugares, pasando a la microtoponimia


Además de los casinos, apelativo que tal vez abarcase a ganaderos de otros concejos altos de esa montaña centro-oriental, en los vecinos concejos de Gijón/Xixón y Siero se sabe de la secular trashumancia de otros pastores, los vaqueros de Torrestío y Babia, incluso somedanos, los vaqueiros de más al occidente, como se ha contrastado en libros parroquiales desde el siglo XVIII (Etnohistoria del Cotu de Curiel. Cenero, Xixón, de Cristina Cantero Fernández


Desde un poco más alto tal vez lleguemos a ver un poco mejor el fondo del valle de Riosecu. Pese a la escasez de agua que da fundamento a su nombre se sabe funcionó algún viejo molino, si bien no aquí exactamente sino en La Riega les Llavaderes, que bajando de Moñancu podría abastecer de agua al que se dice existió cerca de la llamada Casa'l Yanqui, Casa'l Yanque o Casa Vallina, donde aún se conservaban las viejas muelas


Otro nombre significativamente ganadero y pastoril es, en Brañaverniz, la Casa'l Ranchero o Casa Mino'l Ranchero. Muy cerca de donde estaban otras viviendas de aquí de siempre, como Casa José'l de Pepón, Casa Olvido, Casa Facundo'l Nichu, Casa Avelino'l Troñu y Delfina, Casa Pichi, Casa Manolita y Otavio, Casa Ladio y Lucrecia, Casa Gonzalo y Manolita, o Casa Colás de Manón, por donde se sube a Brañaverniz de Riba, solar del antaño renombrado Llagar de Duardo Iglesias, actualmente desaparecido


Más arriba era Casa Nati, y seguidamente la Casa Gerardo Costales, antes de Arsenio, a donde se acudía antaño a "ferrar el ganao". Más arriba era Casa Manuel Varas o más antiguamente Casa Lauriano, en la subida de Brañaverniz a El Curviellu, sin olvidarnos de la Casa Honorio'l Madreñeru, uno de los ponderados fabricantes del famoso "calzado de madera" que hubo en la parroquia


Y en nuestra subida a El Curviellu, pero por Bárcena de Pión, nos percatamos que llegamos al pie de un hórreo, lo que significa que cerca habrá una antigua casería o quintana


Hemos llegado al lugar de La Garita, las casas más altas del barrio, por cuyo nombre puede haber existido en tiempos un refugio o un lugar de observación en este lugar del monte por el que pasa el Camín Rial de Pión, que en el siglo XVIII pasó a ser el más empleado en este tramo de costa al ser más corto, pese a estos pequeños puertos de montaña de El Curviellu y La Cruz, que el Camín Rial de Les Mariñes, que pasa más al norte


Es posible que las continuas idas y venidas de Jovellanos a su casa familiar del Palaciu Cienfuegos o Palaciu'l Conde, donde acudía asiduo a "veranear" precisamente, tuviesen algo que ver en esta historia caminera, pues se entiende sería esta la ruta empleada, que va de frente a esa mansión, en el barrio de Buznéu, muy cerca de la que pasa el Camino


Con la construcción de las carreteras, el camín real, como otros muchos, cayó en desuso como comunicación directa y general, si bien parece se mantuvo como vía pecuaria y de comunicación local, como aquí sucedió


Un artístico letrero anuncia nuestra entrada en La Garita, cuya primera casa es El Caserón o Casa José Ramón de la Casería, aproximadamente en mitad de la subida a El Curviellu, por lo que puede ser un lugar perfecto para hacer una parada a recuperar el aliento antes de acometer el "asalto final" siempre cuesta arriba


Y es que el entorno bien merece la pena, entre huertas y pumaradas, así como floridas veredas


Flores que llaman la atención a todos los que pasan, principalmente peregrinos a Santiago y a Covadonga, pero también muchos ciclistas y senderistas. Tanto las carreteras locales como las pistas forestales son muy frecuentadas, también por cazadores en temporada


Aquí vive además el escultor José Ángel Cuervo y el entorno de la casa es un pequeño gran museo de escultura, jardinería, agricultura y sensibilidad artística en general


Incluso hay un vigilante, el cual monta guardia fijándose en todo el que pasa en una o en otra dirección


A José Ramón Cuervo le dedica el periodista Vicente Alonso el reportaje Piedras que son arte en Peón, publicado en La Nueva España el 4-7-2022. Conseguimos esta reproducción del mismo en la página de la Asociación de vecinos El Valle:



Su particular museo, si bien puede decirse son todos los alrededores de la casa, se concentra especialmente al otro extremo, donde tiene su taller. Ese es el lugar donde proponemos realizar una merecida parada


Siguiendo la muria que separa el Camino de las huertas ya nos parece ver, entre las muy coloristas y vivas flores, alguna de esas esculturas y otros elementos


Una mujer con un gato en brazos. También en VillaviciosaHermosa, diario digital, aparece el artículo antes reseñado y con un título que hace honor al artista: José Ángel Cuervo da vida a las piedras en Peón, que salió a la luz el 15-10-2022 y que deseamos compartir:
"El tallado en   piedra es  una práctica ancestral   que  para José Ángel  Cuervo González  vecino de Peón en Villaviciosa      se ha convertido en  el  mayor de sus  hobbies. Una  pasión artística    con la que    transforma   piedras en espectaculares  y realistas     obras de arte

 Una afición que le  surgió  buscando un entretenimiento    para  su jubilación que le llegó el pasado 1 de junio,  tras trabajar como    mecánico de montajes y  desde Gijón  recorrer  toda España y Chille. “En los últimos años de vida laboral fui buscando   un hobby  que me pudiera gustar y mantenerme  activo  al jubilarme.  Hace unos diez años  que vivía en un piso en Gijón  comencé  con la talla de piedra  realizando pequeñas obras con reproducciones de     cabezas de animales y figuras de caras humanas, lo  que  me resultó muy gratificante”, explica Cuervo..."

Cuando vino a vivir aquí, en este pueblo donde imperan "naturaleza, tranquilidad y silencio", este ambiente fue determinante para ayudarle en su inspiración, trabajando estas espectaculares obras en piedra "que destacan por su gran tamaño, imaginación y realismo"


Seguidamente, un hórreo y una facina o vara yerba son también obra de la excelente maña de José Ángel Cuervo:
"Aunque “Cuervo”  reconoce su predilección por la piedra, “es más agradecida” asegura, también ha trabajado  la madera. “Este barrio de la Garita donde vivo   lo cruza el Camino a Covadonga, y el del Norte a Santiago. Para  los peregrinos  he realizado en madera, bancos y  mesas para que puedan sentarse a descansar. También  figuras alegóricas a estos caminos  o  algunas pinturas y   dibujos murales,  o relieves.   Pero la obra  que más les llama la atención  es  un hórreo en madera con  pegollos de piedra,   todo tallado por mí, tiene casi dos metros de altura. La madera solo la trabajo con navajas de Taramundi.  El año pasado  cruzaron este camino más de 3.000 peregrinos de todo el mundo que son los mayores admiradores de mis obras”, afirma  este enamorado  de estos caminos y su historia. Y añade al respecto,“está escrito  en  el  año 1734  que   Jovellanos pasaba por este camino a Gijón porque su familia tenía aquí la Casa del Conde

Si bien la fecha de 1734 es evidentemente errónea, pues Gaspar Melchor de Jovellanos nació en 1744, es decir, justo diez años más tarde, ello no es óbice para que su paso, y el de sus ancestros y descendientes, marcase la impronta de esta histórica ruta, el Camín Rial de Pion


Siguen ahora los jardines a ambos lados del Camino, encajado entre sendas murias, muretes de piedra


Y llegamos a otra encrucijada: el Camino de Santiago o Camín Rial de Pión sigue de frente en continuo repecho, pero aquí a la derecha va a ser donde nosotros vamos a proponer detenernos


He aquí, junto al mojón el lugar donde el artista ha ideado un lugar de descanso para los peregrinos, admirando de paso su obra


En grande, las letras del nombre del lugar, detrás, diversas esculturas de gran interés


Y un banco de madera para sentarse, muy plácidamente, contemplar el paisaje y el mismo museo-colección


Primeramente, una cara bien perfilada en la madera de un tronco hueco...


Más allá, la Ventana de Asturias, en el camino al taller


Es una ventana trífora característica del Arte Asturiano


La Virgen de la Piedad


Sobre el tronco hueco antes citado ha sido colocada, a manera de meseta, una placa de mármol siguiendo la forma de dicho tronco. Un plácido lugar para colocar nuestras cosas mientras nos sentamos a descansar


Tras el banco, la cara de un rey cincelada en la piedra...


Y arriba, la Cruz de la Victoria


Uno de los perros de la casa, durmiendo la siesta, alegoría del reposo en este magnífico lugar creado para ello:
"... asegura  este apasionado   de la piedra   que su afición le produce “un relax total  y me ha servido como terapia en algunos avatares de la vida”. No vende ninguna pieza,  “solo las cedo alguna vez a la Asociación de vecinos de Peón y Candanal  para exponerlas cuando asisten a ferias,  y tampoco hago encargos, ni repito pieza. Hago lo que a mí me gusta, con libertad total. Es como me gusta trabajar”, asevera"

Una concha del peregrino, símbolo xacobeo por excelencia


Otra imagen de la Piedad...


Y de la ventana trífora...
"Entre los últimos trabajos de este  artista   de la piedra figuran  esculturas llenas  creatividad,  y   trabajo minucioso  para el  que solo se ayuda de  piqueta,  radial, las manos, imaginación y  mucha   paciencia. “Algunas de las   figuras  más grandes   que he hecho como la ventana del prerrománico me  llevaron hacerlas unos 6 meses; la  Virgen de la Piedad  tardé casi dos  meses;  y un perro acostado o  una concha peregrina también tienen meses de trabajo.  Todas son hechas con piedra arenisca de la zona de Quintes y Quintueles que es una  piedra  típica de aquí. Y otras son con piedras  de los montes de Peón”, explica este   escultor dando en  Peón vida a las piedras."

La Puerta de Asturias, otra obra insigne:
"El artista ahora  se encuentra inmerso en el trabajo de una nueva obra que ya está rematando,  “Se llama Puerta de Asturias y va   sobre un gran bloque de   piedra arenisca de    casi 200 kilos. Tiene   casi  2 medros de altura y   pesará  más de media tonelada en  total”. Otro homenaje a Asturias  de este artista autodidacta que   transforma piedras en unas esculturas a las que da vida."

Delicioso paisaje hacia La Cabañina, El Cantu Cortina y La Cuétara, con el valle de Riosecu a nuestros pies


Pumarada abajo va la carretera AS-331, de La Pola Siero a L'Infanzón, vía Candanal y Pión a través de El Curviellu y La Rasa, donde estuvo la fragua de Ustoquio'l Ferreru, una de las cuatro que existían en esta parroquia en 1928, según Villaviciosa y su progreso


Ahí están Casa Olivo'l Canterín, Casa Antonio, Casa Orlando, Casa Cova la d'Andrés y Casa y Casa Ramiro Olegario, muy ponderado ferrador, de los que herraban el ganado para todo el vecindario 


También Casa Ramón de Félix y Casa Ramón de Valiente, en las inmediaciones de La Fuente la Pipa, carretera arriba


El Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, allá por el año 2000, decía de este lugar que es "De casas independientes y dispersas" por la ladera del monte y en el "río de la Vega" (Riosecu), rodeado "de praderías y tierras de cultivo, donde desarrollan su actividad la mayor parte de los 30 habitantes que cuenta" (por entonces)


Tras esta parada reemprendemos la marcha y desde el museo-área de descanso de José Ángel Cuervo seguimos el mojón y la flecha, de nuevo cuesta arriba...


Flechas azules en dirección contraria, son las del Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga


Curva a la derecha y seguimos subiendo hacia Casa Filomena la Pega


Otra vista de El Requexu desde lo alto y buena parte del valle del Riosecu hasta La Cuétara y el Monte Deva


La Carretera'l Curviellu (AS-331), cerca de Casa Marino La Rasa, Casa Manolo La Rasa y Casa Olivo'l Canterín, célebre cantero del lugar


Aquí se acabará la vía asfaltada, al llegar a la última casa de La Garita, donde están aparcados aquellos coches


Imponente muro de contención a nuestra derecha, en cuya vereda crece otro hermoso y bien cuidado jardín


Esta ladera del monte sufrió varios argayos años atrás, incluso el Camino llegó a estar cortado cuesta arriba en la ocalital, pero muy pronto la gente fue abriéndose paso, luego fue reparado


Crecen las plantas y flores también a la izquierda, junto a la casa


También aquí el perro monta guardia, a la puerta de la vivienda, mientras ve a los peregrinos pasar, unos a Santiago y otros a la Santina


Preciosas matas floridas al pie del muro en otro tramo de fantástico vergel


Y aquí ahora un rincón muy especial


Y es que en el muro, de nuevo hay un espacio para el arte escultórico de los maestros del cincel...


Alegoría hecha piedra a la vista del caminante


Arriba, un vallado cierra otra finca, también encontraremos en este lugar un banco para sentarnos si nuestros sufridos huesos y músculos así nos lo piden antes de afrontar el último repecho a El Curviellu


Sobre el banco, hitos kilométricos pintados en una tabla, casi borrándose ya...


Según esto estaríamos a solo 373 kilómetros de la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela


Más señales, pintadas en señales artesanales de madera, borrándose


Y de frente, bifurcación: seguiremos todo de frente ahora, entrando en la umbría de la arboleda


Pero antes, a mano izquierda, además de disponer de mesa y silla, al lado de la parrilla, una hornacina dispone de sello para sellar nuestra credencial


La parrilla parece tiempo hace no se emplea para el menester para el que fue creado. De han colocado figuras y ofrendas en su interior


Personajes históricos que habrían pasado por este Camino. El único con total certeza, aparte del peregrino que lo viere, sería Jovellanos, pero como ya hemos dicho, en 1734 aún faltaba una década para su nacimiento, por lo que habría de ser más tarde


El sello, con su oportuna cadenilla, el libro de visitas y algo de información


La lástima es que, al estar al aire, todo este material se deteriora muy rápidamente


El gato de la casa, también nos mira, entre las muy olorosas flores, embelesado de fragancias naturales...


Y tal y como hemos dicho, en le bifurcación seguimos todo de frente, avanzando recto, directo y en cuesta


Ya aquí el Camino pierde el asfalto, si bien durante un primer trecho es acceso rodado a unas fincas


A la izquierda, prado abajo, otra muy buena pumarada crece en esta ladera al lado del Camino


Y otro cartel, este a la vista de los peregrinos a Covadonga, advierte de su llegada a La Garita, de donde nosotros salimos ahora, con sus magníficas vistas del Riosecu o valle de Riosecu, por la zona de Brañaverniz


Por ahí baja, entre Moñancu y La Cuétara, La Riega les Llavaderes o de Moñancu, subida a la Casa'l Yanque. Al fondo a lo lejos, Riosecu de Deva. Les Llavaderes puede hacer referencia a los lugares donde se lavaba la ropa, existiendo incluso mujeres dedicadas a este oficio "para casas grandes", llamadas llavanderes. Esto dio lugar al personaje mitológico de este nombre, personificado en viejas más bien maléficas que se aparecen haciendo la colada en los ríos, no obstante se piensa que se trata de una recreación de autores románticos del siglo XIX


No hay asfalto pero tenemos hormigón, no obstante algo más allá el Camino se tornará bellamente silvestre, una hermosa caleya de piedra y tierra


Pasada la pumarada empiezan las plantaciones de ocalitos en lo que fueron antaño prados de pasto. Sin embargo hay algunos ejemplares de árboles autóctonos, solitarios o formando pequeños bosquetes


Y también alguna planta exótica, como la platanal o platanero, especie ornamental que crece al lado del depósito de agua. Sin ser expertos botánicos nos atrevemos a pensar que pueda ser una platanera de jardín, Musa abisinica, la cual puede llegar hasta cinco metros de altura y da unos pequeños racimos de plátanos menudos, rechonchos y se dice que incluso mucho más dulces que los del mercado


Es una plata que soporta bastante bien el frío de estos parajes cercanos a la costa, si bien si se dan heladas sus hojas pueden llegar a quemarse enteramente. Aún así en primavera renacerá con hojas nuevas


El Camino llanea un trecho al llegar a la ocalital, donde crecen los zarzales, matos y escayos, formando una sebe muy tupida estilo bocage


Hay algunos manantiales que fueron aprovechados para suministro de las casas cercanas, de ahí que encontremos varios depósitos de agua, como este, encima de esta curva


Hermoso arbolado flanqueando el Camino en sendas filas a cada lado. Sigue el trecho bastante llano que nos ofrece una merecida tregua en la ascensión a El Curviellu


Este tramo suele rezumar humedad, incluso en días de sol y calor, pues es, al menos hasta que se cortan periódicamente los ocalitos, un lugar bastante umbrío, reserva de agua y frescor


A nuestra izquierda otro depósito de agua, que a veces queda oculto cuando crece la vegetación


Pronto llegamos a la finca comunicada por esta vía que aquí ya es de grijo (zahorra) y tierra. Fijémonos en la canaliega para las aguas sobrantes de las lluvias, que en estas pendientes pueden llegar a formar torrentes


A partir de aquí el Camino ya va a dejar de ser apto para vehículos, pero perfectísimo para el paso de caminantes y peregrinos


La finca parece de vivienda de fin de semana, un tanto apartada de las casas de La Garita pero en un enclave de ensueño, un claro del bosque en una bellísima ladera, paraje en el que se respira mucha tranquilidad y sosiego


Desde la canciella un camino sube a la casa, situada algo más arriba, junto al Camino. En estas entrada veremos unas cuantas figuras


Esta, a la izquierda, la de un ciclista, parece que en bronce


A su lado, esta nos recuerda al gran Elvis Presley, estrella del Rock


A la derecha, otro ciclista de competición, también pedaleando



Enfrente, un letrero que dice "Camino de la felicidad" en la cuesta a la casa


Y aquí un futbolista, chutando a gol


El Camino sigue de frente, sin pérdida, una hermosísima caleya de tierra y piedra


Señalización artesanal hecha y puesta por algún vecino


Volvemos a subir, a la derecha un viejo murete de piedra y lo que parece una antigua fuente readaptada como depósito de captación de agua


Multitud de cantos rodados componen el suelo del camín real, junto con tierra y roca madre, un trayecto bellísimo pero en el que conviene mirar bien donde se va a poner el pie


Como tantas veces decimos, el concepto de belleza referido a un camino o a un paisaje ha cambiado a lo largo de los siglos. Antaño lo bello se aplicaba no tanto a lo fragoso y silvestre sino a las sendas bien trilladas, cómodas y seguras


No obstante, el aprecio por la naturaleza se manifiesta desde los albores de la civilización como fuente de vida y sustento, si bien lo más domesticada y menos peligrosa y dura posible, una especie de paraíso terrenal. De ahí que, por contraposición, el término infierno haga también referencia a lugares de mal paso, dificultosos, selváticos, complicados, peligrosos. La naturaleza como símil de dos ideas contrapuestas, el paraíso y el infierno


De la misma manera, los caminos principales de la antigüedad tampoco gustaban de acercarse demasiado a la primera línea de costa, salvo que esta ofreciese mejor paso, sino algo al interior, buscando la distancia más corta, de ahí que este prevaleciese sobre el de Les Mariñes hasta la construcción de las primeras carreteras


Mismamente al aprecio por las playas y calas como lugares de baños de mar y sol, si bien con precedentes notorios, no sería práctica habitual hasta bien avanzado el siglo XIX, cuando, a partir del año 1830 más o menos, los avances médicos descubrieron los efectos salutíferos de los mismos y empezaron a ponerse de moda, primero entre las clases sociales más elevadas y luego, paulatinamente, entre las demás, alcanzando su apogeo posteriormente


El Camino va ganando altura paso a paso y está bien pisado y marcado, sin riesgo mayormente de pérdida. Un poco más complicado si está húmedo y acaba de llover, por ejemplo, pues hemos de tener especial cuidado con los resbalones


Hasta aquí llega, abajo a nuestra izquierda, el Camino de la Felicidad que veíamos a la entrada de la finca, a este precioso refugio con vistas al valle y los cordales


La pumarada se extiende prado abajo. Más allá, en esta foto, ofrecemos un paisaje diferente, donde las cumbres más altas ocultan sus cimas entre las nubes



Arbezu, más allá apenas puede verse El Cordal de Pion. Estas serranías forman a veces diferentes microclimas de un lado a otro de sus cimas, a veces un valle está despejado y otro completamente cubierto, pues son verdaderos murallones naturales frente nieblas y nubes bajas


Seguimos nuestro encantador periplo por esta selva verde en la que el el Camino, sin embargo, nos ofrece muy buen paso. Fijémonos como el musgo crece mayormente en el lado que mira al norte, el más sobriegu o sombrío, el más visiegu, tanto en las veredas como en las cortezas


Pero en este trecho, con tantos lugares húmedos y en sombra permanente, casi todas las piedras tienden a ponerse totalmente verdes, cubiertas con sus capas de musgo


El Camino con sol, componiendo la vegetación una celosía natural que tamiza la luz entre hojas y ramas, componiendo sus característicos y especiales juegos de sombras


Carbayos y castañales, inconfundibles y fáciles de identificar observando sus hojas



La hierba se hace alta y espesa, si bien la senda se limpia periódicamente, aunque dado el trasiego continuado de gentes siempre permanece expedita


Cuando llueve mucho se forman arroyuelos a este lado, formando incluso pequeños saltos de agua. Dice de esto el gran Antón Pombo en su Guía del Camino de Santiago. Camino Norte, que nunca nos cansaremos de recomendar:
"Al concluir el asfalto, nos introducimos por un eucaliptal por un camino pedregoso que se parece al que nos condujo al alto de la Cruz, aunque en esta ocasión con el agravante de encontrarse convertido en una ocasional torrentera"

El mismo lugar, como contraste, con sol y tiempo seco


Pero el Camino siempre ofrece un buen paso franco, suficientemente ancho y espacioso, mientras a los lados el bosque se torna cada vez más selvático, impenetrable cual muro vegetal


El rocoso y pedregoso suelo forma a veces como peldaños y tenemos un poco cierta sensación de estar haciendo algo parecido a subir por una escalera


Grandes bloques en el suelo. Si bien hay momentos en que parece que la cuesta tiende a suavizarse, siguen inmediatamente continuos recuestos


Muria y corteza totalmente cubiertas de una gruesa capa de musgo. Los lados del Camino suelen estar poblados de árboles autóctonos, es más atrás, en las antiguas praderías donde los antiguos pastizales se ha transformado en plantaciones de eucaliptos al abandonarse las caserías campesinas


En otras partes se forman algunos de estos túneles naturales que tanto nos gustan, cuando los árboles unen sus ramas sobre nuestras cabezas


Más musgo y hojarasca en un lugar que suele estar algo más despejado


Y atención ahora pues aquí adelante vamos a encontrarnos con una bifurcación que, en principio, no debería ofrecernos dudas pues hemos de seguir por el camino principal, que sigue subiendo, a la derecha


Pero el mojón que nos confirma la ruta a seguir está en un rincón un tanto recóndito y puede incluso pasarnos desapercibido, en la umbría: es el que tenemos aquí a la izquierda


Ahí lo tenemos, en esta foto su flecha amarilla está muy borrosa. La azul no tanto pero esa marca el Camino a Covadonga


El lugar con sol y con menos vegetación, pero aún así este su lado norte hace que el mojón muestre su lado oscuro, pudiendo llegar a pasar por un tronco


En esta otra foto se ven mejor la flecha y las letras de la frase: A Santiago. Parece uno de los viejos monolitos indicadores colocados en los años 1990, es decir, de los primeros. Ya verdadero patrimonio histórico del Camino


Crecen los helechos, a veces hasta una altura ciertamente considerable. En esta plantación los ocalitos son aún bastante jóvenes, pero crecen aceleradamente, por lo que es posible que, cuando vengáis, ya sean bastante más grandes. Si son talados pronto crecerán a su vez otros nuevos


Aquí, fijémonos ahora en el suelo de roca madre, que continúa durante unos metros más


Carbayos, también jóvenes, y eucaliptos. Es usual que con temporales se comben o literalmente cedan y caigan a veces árboles enteros. De ahí que en esas ocasiones se recomiende no atravesar arboledas, plantaciones ni bosques en general


Allá, otro tronco caído, una imagen, insistimos, bastante común y con la que sin duda estaremos más que familiarizados


Aquí el Camino se hace especialmente ancho en una profunda caja. En algunos sitios se hicieron ensanches para permitir el acceso de vehículos madereros y maquinaria


A veces nos parece reconocer en el firme porciones de la antigua base empedrada del viejo camín real, como en este lugar


Lo cierto es que la caja caminera se hace muy alta, más que una persona. Si es la original delataría es estamos en un Camino de muy notable antigüedad



Más troncos y ramas caídos. El paso, aún así, permanece absolutamente intacto


Otro grupo de losas que se nos antojan alineadas y que formarían parte de la vieja e histórica vía


Aquí hay una especie de hondonada y el Camino serpentea levemente ganando más altura


En este tramo de cuesta suele haber bastante barro solo que caigan cuatro gotas. Esto se debe a que fue una zona especialmente afectada por un gran argayu o corrimiento de tierras hace ya unos años, que tapó el Camino


Como antes habíamos dicho, fueron caminantes y peregrinos los que primero y muy prontamente se abrieron paso entre todo aquello, llegando a poder ser transitable por viandantes en poco tiempo. Luego se procedió a ensancharlo un poco más y a colocarse uno de los muchos muros de contención que estamos encontrando en este itinerario, el cual vemos al acabar esta cuesta 


Llegados al muro el Camino zigzaguea un poco más y se hace casi llano un corto trecho entre los eucaliptos


Pero prontamente volvemos a subir cuestas por este sendero de tierra que sigue subiendo


Y aquí un ejemplar de piedra fabuda característica de esta franja costera. Básicamente consiste en un conglomerado de origen jurásico formado por cantos rodados amalgamados por un proceso geológico


Dado que tienden a tener un aspecto parecido a fabes se le da en llamar de esta forma. En el apartado de Conglomerados silíceos, arenas y gravas cuarcíticas del Mapa de rocas minerales industriales de Asturias, nos dan la siguiente explicación:
"El conglomerado es una roca sedimentaria compuesta fundamentalmente por cantos de tamaño superior a 2 mm, una matriz que rellena los huecos existentes entre los cantos y un cemento, que une los distintos fragmentos entre sí. Con esta denominación se agrupan tanto las brechas, en la que los cantos son mayoritariamente angulosos, como las pudingas donde los cantos predominantes son redondeados. 
Los cantos presentes en un conglomerado pueden proceder de cualquier tipo de roca; así, cuando éstos provienen de la erosión de distintas rocas madre, al conglomerado se le denomina poligénico. Además, puede calificarse de homométrico o heterométrico en función de la distribución por tamaños de los cantos que lo componen.  
Los destinos industriales posibles de los conglomerados son principalmente los relacionados con el sector de la construcción, desde su utilización como áridos y zahorras hasta su uso como roca ornamental. 

A la derecha otra bola de conglomerado de característica similar, sin duda estamos en un afloramiento rocoso de este tipo de piedra fabuda, también llamada podinga


Una vista de cerca de su conglomerado fabudo. En el artículo Algunas voces y acepciones locales y su interpretación geológica de A. de Gálvez Cañero, publicado en el Boletín de la Real Academia Española, podemos leer:
"PIEDRA FABUDA.-Se llama así en Asturias a los conglomerados del carbonífero, constituídos por cantos rodados, generalmente del tamaño de habas, de lo que deriva la acepción local, unidos por cemento calizo"

Maravilla geológica del tiempo de los dinosaurios que también el musgo recubre con su manto verde...


Ante nosotros, otro túnel vegetal en el que vamos a meternos seguidamente


Hojas de carbayu, brillando mojadas de orbayu. Iniciamos aquí la última cuesta antes de salir al camino, asfaltado, que comunica los barrios de El Curviellu y Peñesblanques, ya a escasos metros de aquí


Allí al final, donde parece que se vislumbra un claro, es donde saldremos a dicho camino, desde el que aún tendremos que subir un poco más, pero ya estamos a un paso del Altu'l Curviellu


Firme de barro, piedra y bastante hoja caída, marcadamente muy pisado


La intensa claridad indica que allí saldremos del bosque a terreno más abierto


La gran humedad sigue patente en todo este trayecto de cuesta, desde su principio en La Garita hasta su final aquí, cerca de Fuentescala


Y aquí tenemos el mojón que nos señala otro hito del Camino, los metros finales de la ascensión a El Curviellu, no muy larga pero requiere de un importante esfuerzo para los romeros que llevan ya muchos kilómetros a sus espaldas


Aquí empieza el asfalto, el citado camino local que comunica El Curviellu con Peñesblanques por Fuentescala, no muy lejos de Casa Milio Inacia


Ahora, a lo lejos, entre Moñancu y La Cuétara, con El Riosecu en las profundidades del valle, reconocemos bien el igualmente profundo surco de La Riega les Llavaderes dividiendo las dos montañas


Arriba, en medio de la riega  y de un prado en forma de "V", está la Casa'l Yanque o Casa Vallina. Más arriba y a su izquierda, El Monte,  Los Llanos del Tuyu, bajo La Cabañal' Marqués, en La Llomba Riosecu, campo tumular megalítico ya en términos gijoneses. Más abajo Casa José'l de Pepón, barrio de Brañaverniz


En la casería la Casa'l Yanque, de la que vemos vivienda panera, cuadras, almacenes y naves de ganado,  se dice que hubo además también escuela


Más a la izquierda Moñancu y La Cabañina, que han sido una referencia casi constante en esta subida a El Curviellu


Una subida que aún no hemos terminado, pero ya tenemos enfrente las primeras casas de este lugar, paso clave del Camino de Santiago de Asturias en su ramal gijonés


Abajo, otra estupenda vista hacia El Riosecu, con La Peña Faba (436 m) en lontananza, aún en términos de Villaviciosa


Muy abajo, las casas de Brañaverniz nos permiten hacernos una idea de la buena cuesta que hemos tenido que remontar para llegar al Altu'l Curviellu


Pequeño puerto de únicamente unos 260 metros de altitud, como decíamos al principio, pero que requiere un notable esfuerzo subirlo desde las vegas del valle de Pion con bastante inmediatez en toda una sucesión de fuertes rampas y recuestos, El Curviellu "Crece en torno a lo que fue el antiguo camino real de Villaviciosa a Gijón, y en la actualidad es la carretera AS-331". Nos dicen en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos



Carretera AS-331 cuyos quitamiedos empezamos a ver desde aquí, así como los tejados de algunas casas que, como veremos en la entrada de blog del tramo siguiente a este, dedicada a la bajada de El Curviellu a La Olla, son en su mayoría de nueva construcción, si bien se conservan en buena parte las de los vecinos de antaño, más o menos reformadas


Aunque el topónimo del lugar revela ser un zoónimo relacionado con cuervu (Corvus corax), García Arias apunta en Toponimia asturiana el porqué de los nombres de nuestros pueblos lo siguiente respecto a su etimología:
"Es posible que en algún caso, escríbase con “b” o con “v”, se trate simplemente de topónimos formados sobre CURVUS, A, UM ‘curvo, encorva do, doblado’ (EM), palabra que pudo pervivir en su diminutivo El Curviellu. 
Este adjetivo se prolonga también en el apelativo corva ‘parte de atrás de la pierna, opuesta a la rodilla’ y se detecta toponímicamente en ejemplos que hacen referencia a algo curvo "

En ese caso, la relación del topónimo con curvo tendría que ver con la forma del terreno, un pequeño collado, paso natural entre las montañas que cierran el valle de Pion a occidente y la franja costera mariñana y gijonesa. Otro toponimista e investigador, Julio Concepción Suárez, Xulio, en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana, esgrime la raíz prerromana Kor-kob con el significado de piedra, punta, saliente, refiriéndose a numerosos topónimos de esta raíz:
"Encaramados en aquel paraje vistoso, se contempla una naturaleza rocosa, saliente y encorvada entre dos valles."

Lo cierto es que el lugar es tan frecuentado por cuervos como conocido por la existencia de afloramientos rocosos, incluso podría deberse a una peña prominente, tanto de formación natural como hito prehistórico de los que abundaban por estas sierras antes de las repoblaciones forestales y plantaciones industriales y de los que aún no pocos se conservan 


Además, aún en el caso que estemos ante un zoónimo, con la palabra cuervo no solamente se alude al Corvus corax sino también a otras especies, como la corneja (Corvus corone) e incluso a los cormoranes o cuervos marinos del género Phalacrocoax


Sea como fuese, lo cierto es que en El Curviellu llegamos a la carretera AS-331, "de La Pola Siero a L'Infanzón", otro alto relativamente similar a este situado unos pocos kilómetros más al norte, donde enlaza con la actual N-632 "Ribadesella-Canero", que también vamos a encontrarnos, como nos hemos encontrado ya, bastantes veces en nuestro periplo por el Camino Norte de Santiago


Conocida popularmente en la zona como La Carretera'l Curviellu o La Carretera Pion, al llegar a ella lo que hemos de hacer es irnos a la derecha, coronando el collado. Fijémonos enfrente en el mojón que nos lo advierte casi tapado por la hierba alta


Por eso es importante mantener limpia y segada la cuneta. De frente, dos casas de importancia, la de Eleuterio'l Curviellu y, al fondo, la del chigre El Curviellu, desde donde se contemplan unas maravillosas vistas al oeste hacia Gijón/Xixón, Les Mariñes y El Cabu Peñes, la punta más septentrional de España, según se dice


También aquí, mirando al este y si los ocalitos plantados ladera abajo no han crecido demasiado podremos volver un instante la vista atrás para despedirnos del valle de Pión, bajo el Altu la Cruz, por donde hemos bajado hacia Carpintosa, a la izquierda de la foto, bajo El Picu Curiella, hacia Casamoria, abajo en medio de la fotografía, paso a Llantáu y Bárcena desde donde hemos subido a El Curviellu


La carretera no es de excesivo tráfico pero sí relativamente abundante en ocasiones, por lo que hemos de extremar las precauciones, sobre todo en este cambio de rasante al llegar al alto y coronar el collado


Hay además un cruce, donde nosotros continuaremos de frente, hacia el chigre, situado estratégicamente justo en la cima y donde se empieza a bajar


Desde este magnífico promontorio, en lontananza, ya vemos el mar y buena parte de la rasa costera. Allí es la zona de L'Infanzón, La Llorea y El Tasqueru, en las parroquias gijonesas de Cabueñes y Deva, acceso a las playas de Estaño, Serín, La Ñora y La Cagonera...


Aquí nos aguarda María Luisa Meana Pidal, veterana chigrera que a sus más de ochenta años sigue al frente de este negocio que, ya heredado de sus padres, ha vista pasar tantísimas generaciones de gentes y viajeros, tal vez al menos ya desde tiempos de Jovellanos, como refleja la inscripción localizada en la casa de enfrente, la de Eleuterio'l Curviellu, de la que hablaremos en la siguiente entrada de blog, dedicada al paisaje gijonés y mariñán que se contempla en la bajada de El Curviellu a La Olla, ya en la vecina parroquia gijonesa de Deva 














































































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