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lunes, 11 de diciembre de 2023

LA SENDA DEL RÍO PEÑAFRANCIA (2): EL TRAGAMÓN Y UNIÓN CON EL CAMINO DE SANTIAGO EN LA GUÍA (GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS)

El Tragamón en la Senda del Peñafrancia

Esta es La Carbayera'l Tragamón, bosque de carbayos o robles, varias veces centenarios, situada en el barrio de Cefontes, parroquia de Cabueñes, monumento natural desde el año 2003, un lugar maravilloso empleado tradicionalmente como lugar de asueto, ocio y esparcimiento que los peregrinos que quieran tomar la senda fluvial del río Peñafrancia como alternativa al Camino de Santiago para entrar en el casco urbano de Gijón/Xixón, podrán encontrarse a su paso según se acercan a La Guía, donde se reúnen con la ruta xacobea oficial del Camino Norte

La Quintana Medero, y El Camín del Pozón

La Senda del Ríu Peñafrancia ha dejado las orillas del río del que toma su nombre durante un tramo al atravesar esta barrio de Cefontes, tomando varias vías locales hasta llegar al cruce del Camín del Pozón con El Camín del Tragamón justo enfrente de La Quintana Medero, Casa Antón de Medero y Casa Rubiera, continuando nosotros ahora camino a su izquierda

En El Camín del Tragamón vemos, nada más empezar, varios árboles frutales de La Quintana Medero, entre ellos una platanal, árbol, aunque parezca extraño, no demasiado raro de ver, si bien como planta ornamental, en algunas caserías asturianas, sobre todo de la costa o algunos valles de clima suave en el interior

Es la platanera de jardín, o eso nos han dicho, sus grandes hojas, que dan sombra a sus frutos, pueden secarse en algunas heladas e invernadas duras, pero en primavera vuelven a crecer

Y aquí tenemos el fruto, los plátanos, pequeños y que no se da en comerlos, o no tenemos noticia ninguna de ello

Los muy llamativos caparazones, elemento ornamental por excelencia en el jardín

Seguidamente, el vallado cierra la extensa pumarada de La Quintana Medero, asomando sobre ella, a cierta distancia, la torre de la Universidad Laboral, monumental edificio construido entre 1948 y 1957, de la que hemos hablado abundantemente en la primera parte dedicada a esta senda, tanto de sus avatares constructivos como en sus sucesivas readaptaciones según cambiaban los tiempos, desde 2007 Laboral Ciudad de la Cultura. que engloba numerosos equipamientos 

Según los datos de Wikipedia y aunque desde aquí no se contempla bien el conjunto, es, con sus 270.000 m², el edificio civil más grande de España. Su torre, tras la rehabilitación del año 2007, llega los 130 metros de altura y es asimismo la más alta de Asturias, además de emblema identificativo del monumento. Sin embargo es la capilla, a la derecha, de planta elíptica, el elemento más espectacular, atendiendo a su estructura interior y exterior, que apenas apreciamos tampoco desde aquí

Algo más lejos, podremos llegar a divisar el Hospital de Cabueñes, gran centro sanitario que, como todo en este valle, está relacionado con la antigua fundación universitaria, pues se ideó en principio como un hospital para los alumnos de la Laboral, erigiéndose en una finca de Manuel Tuya, donde al no haber agua, se llevaba en toneles desde el barrio de La Pontica, para hacer la pasta de cemento

 Actualmente el Hospital de Cabueñes es centro asistencial del SESPA, Área V de Asturias (Gijón/Xixón, Villaviciosa y Carreño) y está asociado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. A lo lejos al norte los altos del Infanzón, El Tasqueru, La Corolla... entre Somió y Cabueñe


Bajando suavemente por El Camín del Tragamón vamos ahora a mirar a la izquierda, al este


Vemos, bastante cerca ya, algunos edificios de la ciudad de Gijón/Xixón, la Villa de Jovellanos, en concreto por los barrios del sur, Ciares, El Llano, El Real, Pumarín... en la distancia es la sierra de Torres, en la parroquia de Jove/Xove, al oeste del concejo, acceso a la célebre Campa Torres, sobre el puerto de El Musel

En Ciares vemos algunos edificios de las nuevas urbanizaciones de esa zona, que a veces erróneamente son llamadas Viesques. En medio es el Colegio Manuel Rubio, a cuya derecha asoman algunos árboles del gran parque de Los Pericones. En la lejanía y en la sierra se reconoce muy bien El Monte'l Condesu, parte en Xove (derecha) y parte en Veriña (izquierda), pasaremos muy cerca de él cuando salgamos del casco urbano gijonés por La Calzada

Y esta es la altísima Chimenea de Aboño, perteneciente a la térmica ubicada al otro lado del monte. Sus 225 metros de altura hacen de ella la construcción más alta de Asturias (más que la torre de la Laboral). A su izquierda asoma otra torre, más pequeña, que no se ve tanto como esta pintada de rojo y blanco que la hace muy visible desde muchos kilómetros de distancia. Bajo ella, algunas casas del barrio xoveru de Les Cabañes, y más abajo y más cerca, algunos edificios de La Teyerona, a la derecha de Los Pericones. A su vez a su derecha varias casas del barrio de El Coto

El barrio de El Coto, que creció por la colina de su nombre, antiguo Coto de San Nicolás del Mar, cuya primera referencia escrita es del año 1476, coto señorial particular, de ahí su nombre, cuyo dueño era por entonces el "bachiller Juan de Gijón". Desaparecidos los cotos señoriales en el siglo XIX la ciudad se fue extendiendo por esa loma a raíz de la construcción de la nueva cárcel y un cuartel. Los actuales edificios ocupan lo que fueron mayormente casas unifamiliares de planta baja (quedan aún algunas) de lo que fue una incipiente ciudad-jardín del extrarradio, condición que ahora tiene principalmente Somió y, en parte, Cabueñes

Y ahí está La Campa Torres propiamente dicha, fácilmente reconocible por sus enormes bombonas esféricas de butano. Una loma pelada a su derecha es la entrada, con foso defensivo, al gran castro allí existente, antecedente poblacional de la ciudad, al que se le considera ser la antigua Noega del geógrafo Estrabón

Bajo el abrigo natural de La Campa Torres se construyó el gran puerto de El Musel, el cual sustituyó al viejo muelle local gijonés y se convirtió en el más importante de Asturias gracias a su hondo calado, lo veremos bien cuando pasemos, en el casco urbano, a la zona oeste de la ciudad, de El Fomento a Poniente y El Natahoyo...

Realmente y siendo críticos, la senda como tal y diferenciada de la carretera realmente no existe, esto era un antiguo camino que se ensanchó y luego se volvió a ensanchar y asfaltar más recientemente, pero ni arcén mínimo se ha dejado para el caminante

Estuvo aquí a nuestra derecha el acceso desde el viejo camino a una fuente con lavadero, hoy día caída y tragada por la vegetación, La Fuente'l Tragamón, a donde acudía a por agua, a hacer la colada o a dar agua al ganado el vecindario de las caserías y quintas de las inmediaciones de la carbayera

Justo enfrente, y antes de La Carbayera, es la zona de Los Maizales, que era como se llamaba un antiguo merendero, muy célebre, hoy en día desaparecido y donde hay una urbanización, que dio nombre al lugar, incluyendo la parte de La Carbayera'l Tragamón más próxima, actualmente la que está fuera del jardín botánico, separadas ambas por la Carretera la Isla, a la que saldremos tras dejar el robledal 

Los Maizales hacía referencia a estos terrenos, antaño plantados de maíz, cereal que, traído de América, sustituyó a la escanda, miyupanizu e incluso al trigo como cereal panificable para hacer el pan, la boroña, plantándose intensamente para consumo humano hasta muy avanzando el siglo XX

Y aquí se bifurcan El Camín de los Maizales y El Camín del Tragamón: nosotros vamos a la derecha, continuando por el segundo, que sube levemente...

En el cruce el cartel confirma el buen camino, de todas maneras ya vemos enfrente La Carbayera'l Tragamón, o Carbayera los Maizales, que es nuestra mejor indicación visual con estos grandes carbayos (y alguna castañal) que destacan por su altura sobre el entorno

Realmente no se sabe a ciencia cierta si son parte de una carbayera más antigua y mucho más extensa o si son árboles más o menos aislados que crecieron en este lugar, aunque de buena parte de los actuales sí que hay testimonios que señalan que fueron plantados por mano humana entre los años 1600 y 1750. Leemos en Wikipedia:

"Este bosque está a ambos lados de la carretera de Castiello a Cabueñes. La zona norte la cruza el río Peñafrancia y es la parte más frondosa La Carbayera es un bosque de pequeño tamaño en que solo hay robles centenario sin ejemplares jóvenes. Tiene características de dehesa con árboles de unos 500 años, lo que quiere decir que son bosques que ya estaban creciendo en el siglo xvi si bien la mayoría tienen entre 250 y 350 años y debieron ser plantados de forma artificial pues se ve la alineación recta de los árboles si bien hay otros más jóvenes, de unos 50 años, que nacieron de forma natural; son los que están en la zona norte de la Carbayera. Se nota en los viejos robles que han sufrido las consecuencias de podas y desmoches hechos para la extracción de madera. Esta corta fue particularmente intensa en los siglos XVIII y XIX. La última poda intensa de la Carbayera fue en 1905.

Las características del bosque adehesado es una consecuencia del trabajo y trato tradicional del bosque que se utilizaba para la extracción de madera como combustible con lo cual no desaparecían los árboles y como zona de pasto para los animales. Este tipo de bosque ha ido disminuyendo de superficie pero quedan masas importantes de alcornoques (Quercus suber) y encinas (Quercus ilus; rotundifolia). En este tipo de bosque adehesado se establecen una serie de animales como hongos, líquenes, insectos xilófago que destruye la madera y murciélagos."

Este espacio público de Los Maizales se ha ampliado a esta finca a nuestra izquierda, cerca del lugar en el que estaba el antiguo bar y donde se han plantado nuevos árboles. La carbayera pues parece que tiende a crecer por este sector

En su Diccionario toponímico del concejo de Gijón, el filólogo Ramón d'Andrés nos informa que el origen del topónimo es desconocida, si bien arroja ciertos datos que pueden dar respuesta al enigma:

" Es posible que este topónimo hubiera sido primitivamente *Tregamón (en el siglo xvi se documenta como Tregomón y Tragomón), con el significado de ‘tras el gamón, detrás del gamón’. En ese caso, estaría formado de tre-, alteración de tres-, prefijo y preposición usual en el asturiano moderno y equivalente a ‘tras, detrás’, y el sustantivo gamón ‘planta montés que da unas varas con flores blancas en racimo’. El primer  elemento tre-, que alternaría con tra-, podría también proceder de una alteración del prefijo entre-."

En cuanto a las referencia al lugar, apunta d'Andrés que esta es la carbayera más grande del concejo, siendo El Tragamón también el nombre de este lugar del barrio de Cefontes, parroquia de Cabueñes, incluyendo la finca y un llagar de sidra que veremos al llegar a la Carretera la Isla que, como hemos dicho, divide en dos a la carbayera, recibiendo esta parte también el nombre de Los Maizales:

"Con robles de más de cuatrocientos años, se declaró monumento natural en el año 2003, y hoy forma parte del Jardín Botánico de Gijón, junto a la histórica finca de La Isla, de la que parece existir testimonio medieval en documentos de la Diócesis de León: «et in Asturias do supradicto monasterio Sancti Pelagii et Sancti Isidori ecclesiam Sancti Saluatoris de Deua cum omnibus adiunctionibus et subiectionibus suis sicut in testamentis et legitimis scripturis eius omnia conplectuntur et ecclesiam Sancti Cypriani de illa insula similiter» (año 1103); «[…] in Asturiis in ripa maris, in Gigion, ecclesiam Sancti Nicholai, cum hereditatibus suis, ecclesiam Sancti Petri de Vernoses, cum pertinentiis suis, ecclesiam Sancti Cipriani de illa insula cum pertinentiis suis, et ecclesiam Sancti Saluatoris de Deua, cum omnibus pertinentiis suis» (año 1176). El Tragamón da también nombre a un cercano campo municipal de golf"

Adjunta también este investigador y especialista las transcripciones documentales escritas del topónimo más antiguas que se conocen, del siglo XVI, vinculadas además a nombres de personas, vecinos del lugar:

"Documentación histórica del topónimo: en el Libro del Cay: «Pedro de Tregomón» (año 1561), «Pedro Fernandez de Tregomón» (años 1562 y 1563), «Pedro de Tregomon» (año 1569). Esta forma Tregomón procedería de un supuesto *Tregamón, con cierre de «a» en «o». Libro Ordinario: «El dicho Diego de Baldes, nonbró a Alonso de Tregomon» (año 1576); «Juan de Baldes nonbro a Alonso de Tragomon» (año 1577); «Alonso de Tregomon, elemento tre-, que alternaría con tra-, podría también proceder de una alteración del prefijo entre-."

Un chalet se levanta en el lugar del antiguo chigre-merendero, a nuestra izquierda. A nuestra derecha pasamos junto a Jardinería El Tragamón. Mientras avanzamos vemos las nuevas plantaciones de árboles en la finca

Seguidamente es la entrada a la antigua Casa Dimas. Al fondo, más allá de aquellos vehículos aparcados, pasa la Carretera la Isla. Al otro lado es la parte del Tragamón integrada en el Jardín Botánico Atlántico, entre las dos ocupan una superficie de 4,8 hectáreas de árboles centenarios. Volvemos a consultar datos y descripción de Wikipedia:

"En la zona hay unos 192 ejemplares de la especie Quercus robur (roble común o carbayo en asturiano) y un ejemplar de la especie Quercus pyrenaica (roble negro).​

En la zona costera asturiana prevalece como vegetación más potencialmente posible el roble común o «Quercus robur», roble carballo o roble fresnal​ pero debido a que la franja costera está muy urbanizada e industrializada han ido desapareciendo transformándose zonas de cultivo, en prados para pastar los animales o bien en plantaciones de otros tipos de árboles de más rápido crecimiento para ser utilizados en la industria maderera. Sin embargo, en Cefontes, en la parroquia de Cabueñes, hay árboles centenarios rodeados de pradera y es debido a esa peculiaridad de esta pequeña superficie de casi cinco hectáreas que este robledal haya sido declarado monumento natural el 13 de marzo de 2003, por lo que está protegido e incluido en el plan de recursos naturales de Asturias con la denominación de «Parque Natural de la Carbayera de El Tragamón». El decreto correspondiente es «Decreto 21/2003 de 13 de marzo» por el «Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias» (PORNA). Aproximadamente la mitad de esta carbayera forma parte en la actualidad del Jardín botánico atlántico de Gijón. Este es el único jardín botánico de Asturias. Es miembro de la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos, y asimismo del BGCI."

En esta bifurcación seguiremos a la izquierda, por donde continúa la senda y El Camín del Tragamón, cuya carbayera, como las demás carbayeras gijonesas, son pervivencia de antiguos bosques que cubrieron gran parte del concejo en tiempos pasados, reservas de madera para leña y construcciones. Relata su historia el geógrafo especialista Javier Granda en su hermoso libro Natural de Gijón. Parques, jardines y espacios verdes municipales:

"Las carbayeras son pequeños espacios arbolados, vestigios de antiguos terrenos de aprovechamiento comunal, que fueron exceptuados de las roturaciones generalizadas de efectuadas desde finales del siglo XVIII y de las ventas de bienes de propios ligadas a las desamortizaciones del siglo XIX. La pervivencia de este legado natural histórico supone también la conservación, a pequeña escala, del arbolado autóctono o climático formado por el bosque mixto de robles y castaños que, en otros tiempos, cubrió ampliamente la superficie del concejo. Respecto al tipo de arbolado que domina en estos espacios naturales públicos, el roble, o carbayu en asturiano, es el árbol que tiene una mayor representación y de quien toma el nombre, aunque no suele aparecer formando una mancha monoespecífica (esto explica por qué el término carbayera se aplica usualmente para cualquier agrupación de árboles en zona rural). Por lo común, otras especies acompañan a los carbayos, como falsos plátanos, fresnos, álamos o castaños. En estos espacios se encuentran algunos de los robles más antiguos y corpulentos del municipio, verdaderas joyas del patrimonio natural del común. Así por ejemplo (...) En la carbayera sur del Tragamón (que en otros tiempos debió de formar una unidad con la situada más al norte, hoy integrada en el Jardín Botánico Atlántico), son asimismo, varios los ejemplares de más de cuatrocientos años y cuya cuerda excede los dos metros. En general, las carbayeras públicas presentan un aspecto adehesado debido a las prácticas tradicionales de aprovechamiento comunal de estas: clareo y desmochado de los árboles para la saca de madera para leña, aprovechamiento del pasto y rozo, de las bellotas, e incluso obtención de carbón vegetal. Las frecuentes podas o desmoches de estos viejos robles de las carbayeras están detrás del característico aspecto afrailado que presentan muchos de ellos, en contraposición al porte más esbelto y elegante de los ejemplares no trabajados"

La Carbayera'l Tragamón formó parte de los extensísimos terrenos que adquirió en los años 1940-1950 el Patronato de la Universidad Laboral para realizar el gran proyecto de "ciudad autárquica" que fuese autosuficiente, dando gran prioridad en sus primeros planes de estudios a materias como las mineroindustriales y las agropecuarias, planteándose grandes explotaciones agrícolas y ganaderas que hiciesen al centro, algo que nunca llegó a realizarse y que incluso llegó a ser desecharse con la etapa aperturista del régimen y el final de su bloqueo comercial en la segunda mitad de la década de 1950

Durante la Transición estos espacios pasaron a la Seguridad Social y en 1988 fueron adquiridos, junto con otros, por el Ayuntamiento. Con la apertura del Jardín Botánico Atlántico en 2003 su zona norte, más extensa y agreste, quedó preservada dentro de sus dependencias, que pueden visitarse pero previa adquisición y presentación del pertinente pase o entrada (salvo en jornadas de puertas abiertas), quedando únicamente esta parte, Los Maizales, plenamente abierta y de paso libre, como ya hemos apuntado

Fijémonos en la flecha amarilla. Aunque no es Camino de Santiago en algún momento la Senda del Peñafrancia fue señalizada con ellas. De la misma manera, aunque en dirección contraria es empleada por los peregrinos del Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, siendo muy concurrida por paseantes y ciclistas. En este tramo, sin asfalto, vuelve la senda a ir perfilándose de nuevo, si bien en un trecho abierto a la circulación de vehículos

El lugar tiene una gran importancia dentro de la historia de la Transición en Asturias, pues desde los años 70 del pasado siglo XX se celebraba aquí el Día de la Cultura, al principio en plena dictadura, una gran romería con fiesta y música en la que se reunía prácticamente toda la oposición al régimen, con presencia también de destacadas personalidades de ámbito internacional, mismamente, el cantautor José Alfonso cantó su célebre Grandola vila morena aquí y antes aún en otros lugares de Asturias -primero fue en Galicia-) antes que fuese la música de la Revolución de los Claveles en Portugal

En estos campos cantaron Víctor ManuelAna BelénNuberuRosa LeónCarlos Rubiera y un ciento de artistas comprometidos en una celebración en la que estaban representados todos los partidos de izquierda, creándose un ambiente muy proclive para que se encontrasen muchos protagonistas que fueron indispensables para el nacimiento y formación de los nuevos movimientos sociales y políticos que consiguieron estar en primera línea con la definitiva caída del franquismo y la llegada de la democracia. En el año 1977 se registraron 35.000 asistentes

La Carbayera'l Tragamón, al empezar la primavera

Su gran promotor fue Óscar Roza Riera, natural de Cimavilla pero residente la mayor parte de su vida en El Natahoyo, donde participaba activamente en la sociedad cultural que llevaba el nombre de este histórico barrio obrero. Ilusionó a sus compañeros con la idea de una fiesta donde tuviesen cabida todos los colectivos sociales que estaban aglutinando nuevas formas de organización y trabajo fuera del aparato de la anquilosada y moribunda dictadura y sus organismos. El primer Día de la Cultura fue el 10 de septiembre de 1972 en esta misma carbayera, su éxito fue tal que pronto se adhirieron otras asociaciones, durando hasta 1984

En agosto de 2013 se celebró una nueva edición pero no tuvo continuidad, con este motivo, y al replantearse la recuperación de la fiesta, el periodista de La Nueva España J. L. Argüelles publica La Carbayera de la izquierda, donde hace un repaso a aquella trayectoria reivindicatoria de carácter festivo y cultural:

"En el verano de 1972, cuando el general Franco concentraba aún todo el poder del régimen construido desde la derrota republicana en la Guerra Civil, las gentes del clandestino PCE decidieron apostar una vez más por la audacia. El reto consistía en ganar algún espacio, por mínimo que fuera, a la férrea línea de la permisividad gubernamental. Fue una apuesta por poner en marcha lo que pocos se atrevían siquiera a pensar. Y así surgió el «Día de la Cultura», que se celebró por primera vez el 10 de septiembre de aquel año en la carbayera de Los Maizales, en la parroquia gijonesa de Cabueñes, en el barrio de Cefontes. Nació como un medido gesto de rebeldía antifranquista, como fiesta de prau para demócratas vigilados por la Guardia Civil, como ejercicio práctico de lo que se conocía -con retórica de aquellos años- como la «alianza de las fuerzas del trabajo y la cultura». Y feneció transcurrida una década larga, en 1984, dos años después del triunfo electoral de los socialistas y cuando la transición democrática había dado ya con sus propias fórmulas culturales y festivas. 
La izquierda quiere regresar ahora a la pradería de robledal, castaños, arces y laureles de Los Maizales. Allí hay árboles centenarios, algunos ofrecen su gozosa sombra desde, al menos, el siglo XVI. En realidad, se llama carbayera del Tragamón y unas cuantas de sus hectáreas están incorporadas al Botánico de Gijón. Queda aún, sin embargo, carbayera suficiente para reunir a miles de personas, como hace treinta años, según aseguró esta semana Jesús Montes Estrada. Ex portavoz municipal y ex coordinador de IU, es uno de los miembros de la comisión que se reunió el pasado martes en la sede del Ateneo Obrero para recuperar, «sin nostalgias», el «Día de la Cultura». Junto a él, el cantante Chus Pedro, el escritor Maxi Rodríguez o el dramaturgo Eladio de Pablo, así como otras conocidas personas del mundo político, sindical o asociativo del Principado: Pedro Alberto Marcos, Luis Felipe Capellín, Manuel Villa, Fernando García Noval, Pablo Iglesias o Luis Pascual. 
No hay melancolía en este intento de restaurar una de las señas perdidas de la izquierda asturiana, cuyo eco traspasó las fronteras regionales, según explicó Montes Estrada. Lo que plantea esta comisión es que hoy, al igual que al final del franquismo y en los primeros años de la democracia, «se pueden cambiar las cosas». Parece increíble que el fallecido José Afonso, el gran bardo portugués, entonara en Los Maizales, en agosto de 1974, «Grandôla, Vila Morena», la canción que en abril de aquel mismo año sirvió de consigna para desatar la Revolución de los Claveles. La idea que pone en marcha este nuevo «Día de la Cultura» es la de agrupar a todas las fuerzas que están en contra de los recortes y de la «dictadura de los mercados». 
Y quieren que se celebre el próximo 11 de agosto, como en los viejos tiempos. Sonia Tuya Baragaño, directiva durante años de la Sociedad Cultural El Natahoyo, fundada en 1966 y la entidad que hizo de motor del primer «Día de la Cultura», cree que «puede tener sentido» la recuperación del festejo. «No lo veo mal, porque hay suficientes reivindicaciones», afirma. Explica que la fiesta se apagó porque «habían cambiado los tiempos, después de que se fueron conquistando parcelas de libertad». Aún recuerda cómo los guardias civiles vigilaban todas las caleyas en 1974: «Estábamos sitiados». El historiador Luis Miguel Piñera, que trabajó activamente en varias ediciones de aquella cita, tiene su diagnóstico sobre el final de un festejo que se financiaba con una pegatina que costaba cincuenta pesetas, más el trabajo desinteresado: «Murió porque el país iba ya por otro lado». 
Hay una coincidencia general en que hubo dos personas fundamentales en la organización del «Día de la Cultura», paradigma de ese «voluntarismo» sin el que la fiesta no hubiera sido posible. Eran Óscar Roza Riera y Joaquín Fernández Espina, ya fallecidos. El primero, como presidente de la Sociedad Cultural de El Natahoyo; el segundo, desde la Sociedad Cultural Pumarín, como movilizador de sus compañeros de Mina La Camocha para hacer la «barraca» que servía de bar. El entramado asociativo lo completaban la Cultural Gijonesa y más tarde Gesto. Y estaba asegurada, por el compromiso del PCE, la participación de otras entidades que esta organización tutelaba en distintas zonas de Asturias: Amigos de Mieres, Amigos del Nalón, La Amistad (El Entrego), Delta (Avilés) o la la Cultural Ovetense. 
Santi Martínez fue durante años el encargado de los micrófonos del escenario del «Día de la Cultura», junto a Juan Otero. Le parece bien que haya un grupo de personas que quieran recuperar aquella jornada, pero tiene dudas de que ese deseo pueda materializarse. «En aquel momento el nivel de voluntad y de compromiso político era muy alto; fuimos muchas las personas que de manera desinteresada participábamos en aquello». Y añade: «La prioridad tiene que ser sumar fuerzas, sin excluir a nadie». Fue uno de los que abandonó con Vicente Álvarez Areces la traumática conferencia que los comunistas asturianos celebraron, en marzo de 1978, en Perlora. Hay quien opina que aquel enfrentamiento tuvo repercusiones en el «Día de la Cultura». El ex presidente del Principado y ex alcalde de Gijón pastoreó durante años, cuando era dirigente comunista, muchas de las actividades relacionadas con una fiesta por la que pasaron Víctor Manuel, Ana Belén, Chicho Sánchez Ferlosio, Rosa y Julia León, Ricardo Cantalapiedra, Quintín Cabrera o Raimón, entre muchos otros, incluidos los asturianos «Nuberu», Julio Ramos o el ahora concejal de Cultura de Gijón por Foro, Carlos Rubiera. 
Hay quien afirma que el «Día de la Cultura» llegó a congregar en alguna edición a cien mil personas; treinta mil puede ser una cifra razonable, dicen otros. Eleña de Uña, militante socialista que participó activamente en la organización del encuentro hasta 1984, ve difícil que una comisión pueda organizar en tan poco tiempo una cita tan compleja como aquella, en la que trabajaban gratis más de un centenar de voluntarios. Y recuerda con desazón que la última edición arrojó un déficit de un millón de pesetas. Se salvaron los muebles por las donaciones de obra de varios artistas."

Sobre la marcha, y salvo que estemos, lo que no debería sucedernos a menudo para disfrutar del Camino, demasiado prisioneros del reloj, es muy agradable, mismamente caminando y sobre la marcha, adentrarnos un poco en este magnífico robledal gijonés, cuya especie arbórea dominante es descrita de esta manera en el artículo que Wikipedia dedica a este paraje:

"El roble, árbol base de este entorno es un árbol robusto, de porte majestuoso, que puede superar los 40 metros de altura. Pertenece al género Quercus, que son los robles blancos de Europa, Asia y América del Norte. Tienen los estilos cortos; las bellotas maduran en 6 meses y tienen un sabor dulce y ligeramente amargo. Las hojas carecen de una mayoría de cerdas en sus lóbulos, que suelen ser redondeados. Tiene flores masculinas en amentos colgantes, verdes-amarillentos, que nacen solitarios o en grupos de ramillas del año anterior. Bellotas colgantes sobre un largo pedúnculo, aovado-oblongas, con caperuza o cascabillo de escamas casi planas, empizarradas."

En Los Maizales casi siempre suele haber gente, sobre todo cuando acompaña el tiempo, principalmente en verano y fines de semana, pero es común que, a poco que las circunstancias meteorológicas ayuden, las familias y amigos vengan a hacer picninc, o simplemente a pasear, en una espaciosa zona verde con parte soleada para broncearse y lugares de sombra bajo las ramas y troncos de los viejos robles

Un paraje realmente mágico y abierto a nuestra presencia. Merece sin duda la pena apartarse ligeramente del camino para pasear por este magnífico robledal, pisando la suave hierba. Leemos en Naturaleza de Asturias. Espacios naturales protegidos:

"La Carbayera de El Tragamón es un excepcional conjunto de carbayos centenarios con una estructura adehesada sobre una pradería. En el norte de España no existen demasiados ejemplos de bosques adehesados compuestos por carbayos trasmochos, fruto de un manejo histórico en el que se daba un aprovechamiento mixto de pastos para el ganado y maderas. Los carbayos aquí presentes rondan en muchos casos los 300 años, llegando a tener dimensiones muy imponentes. El mayor alcanza los 16 m de altura, con un perímetro de 5,2 m y 13 m de diámetro de copa.

Además del valor botánico de esta carbayera, El Tragamón destaca por el gran número y diversidad de aves que se pueden encontrar en su interior y en sus alrededores inmediatos. Mirlos, petirrojos y currucas capirotadas, conviven con páridos como el carbonero común, carbonero garrapinos o herrerillo común pudiendo observarse de manera ocasional aves propias de bosques más densos como el gavilán o el pico menor."

Es usual sorprender a algún esguil o ardilla merodeando por el campo que corre a guardarse esguilando, escalando a la carrera por el tronco de un carbayu si percibe que nos aproximamos demasiado.

Nos ve llegar... nos observa...

Y escapa subiendo ágilmente tronco arriba...

Se sabe que en siglos pasados gran parte del actual concejo gijonés era así, un inmenso bosque de carbayos, serían pues estas carbayeras, verdaderas "islas" de lo que fue una verdadera selva, pues mismamente Noega, el castro de La Campa Torres, parece haber sido fundado sobre lo que fue un gran robledal, quemado y arrasado previamente por los nuevos pobladores

El carbayu o Quercus robus, insistimos, es la especie predominante, pero también tenemos rebollu (Quercus pyrenaica) y, como ya comentamos, castaño o castañal (Castanea sativa). Hay asimismo en la parte norte (jardín botánico) ejemplares de arces (Acer seudoplatanus), fresnos (Fraxinus excelsior) y lloreos o laureles (Laurus nobilis)

El roble "el rey del bosque", era en la sociedad céltica símbolo del poder de la naturaleza y era considerado el rey del bosque. El muérdago o arfueyu que en él crecía se cortaba con una hoz de oro había de cogerse con un paño y no dejarlo caer al suelo. Se trata de un símbolo mágico, curativo y medicinal basado en esta planta parásita que se alimenta de la savia del árbol, esto es, literalmente de su sangre. La esencia misma del árbol. No deja de ser un casi imposible tabú pues el oro en sí mismo no tendría fuerza para cortar nada, aunque sí podría ser cobre, metal también dorado y lleno de resonancias mitológicas, o bien un baño de oro sobre otro metal

La carbayera en invierno, con los carbayos sin hojas

Algunas mesas de madera con bancos invitan a sentarse y descansar de este solaz en cualquier época y estación. Con El Roble (el árbol real), el naturalista y escritor Ignacio Abella le dedica a esta especie un buen capítulo de su libro La Magia de los árboles, en el que entre otras cosas dice:

"Si algún grupo de árboles puede considerarse representativo de la vegetación secular de la Península, estos son los robles. La diversificación de este género les ha permitido poblar todo tipo de suelos y climas, y donde las hayas, el hombre y las condiciones físicas se lo han permitido, ha creado un mundo a medida, el robledal, que debido al carácter magnánimo y tolerante del roble, permite la instalación de un sinnúmero de seres vivos.

Si además tenemos en cuenta la gran cantidad de variantes que ofrecen los lugares en que se asientan las diferentes especies de robles, entenderemos que verdaderamente se trata de un universo  repleto de vida y magia, el universo del roble, presidido por este árbol y compuesto por un impresionante, séquito de arbustos, trepadoras, hierbas, musgos, hongos y toda suerte de animales."

Espectacular tronco hueco y "con ventana". Al otro lado de la carbayera vemos la Carretera del Tragamón o Camín de La Isla: al otro lado vemos la parte del Tragamón más silvestre selvática, ya dentro del Jardín Botánico Atlántico, junto con los jardines de la Quinta la Isla, de la que hablamos abundantemente, como del mismo jardín, en la primera parte de las entradas dedicadas a este camino por la Senda del Peñafrancia

Al oeste de la carbayera, donde se unen El Camín del Tragamón y la carretera, veremos las instalaciones de la histórica Champanera de Villaviciosa, empresa sidrera, especializada en su champanización, fundada en 1921 en la parroquia mariñana de Castiellu, en Villaviciosa, en 1929 fue adquirida por una sociedad presidida por Victoriano García y en 1930 se trasladó aquí, abriendo su nuevo llagar y demás dependencias en la finca El Tragamón. Esta es su historia, extraída de Wikipedia:

"Esta compañía fue fundada en 1921 con la denominación social de "Champanera de Villaviciosa, S.A" en la parroquia de Castiello de la Marina (Villaviciosa) de ahí el nombre de la sociedad. En 1930 se traslada a Gijón, donde construye su nueva fábrica en el barrio de El Tragamón, parroquia de Cabueñes. Fue una empresa proveedora de la casa real española, con la marca sidra "Reina Victoria", en honor a Victoria Eugenia de Battenberg reina consorte de Alfonso XIII. El eslogan de esta sidra era: "La sidra Reina Victoria debe su éxito a su alta calidad".

Entre otras conocidas marcas que representan la historia de esta empresa cabe destacar: Sidra La Asturiana, Real Sidra Asturiana y Sidra Cima cuyo origen está en un antiguo lagar situado en CollotoOviedo donde en 1875 se empezó a producir y comercializar esta marca.

En febrero de 2008 al ser denunciada la empresa por los franceses de la D.O. Champagne, pasó a denominarse "Ch. de Villaviciosa, S.A."

Desde junio de 2010 cambia a la denominación actual de “Bodegas de Villaviciosa, S.A."


Vamos pues siguiendo la senda en dirección a la champanera, con esta estampa veraniega de la carbayera, presentando los árboles todas sus hojas que ofrecen buena sombra en días de sol abrasador


El mismo lugar en primavera temprana, con los primeros brotes. Bodegas de Villaviciosa presentó concurso de acreedores en 2014, así daba la noticia M. Castro para La Nueva España el 2 de julio de ese año:
"El juzgado de lo mercantil de Gijón aceptó el pasado 12 de junio las declaraciones voluntarias de concurso de acreedores de Bodegas de Villaviciosa (antigua Champanera de Villaviciosa), El Fugitivo S.A. y Bodegas del Tragamón, tres de las sociedades del grupo sidrero fundado por Antonio Angones Menéndez en 1921 y cuyas instalaciones se encuentran en la parroquia rural gijonesa de Cefontes, donde las tres sociedades tienen su domicilio. El concurso de acreedores no afecta a El Fugitivo S.L., el conocido llagar de Vega. La situación concursal tampoco afecta a otras empresas lagareras de las otras dos ramas de la familia Angones. 
La insolvencia de las tres empresas llega después de que hace cuatro años el grupo optara por adquirir las marcas y la maquinaria de la compañía maliaya Escanciador, que por entonces ya había sufrido un concurso de acreedores. Esa inversión había supuesto un desembolso de unos 3 millones de euros para Bodegas de Villaviciosa, que contaba con rentabilizar con el fondo de comercio de Escanciador, que entre otras cosas era proveedor de Carrefour. Las marcas las había adquirido a Constantino Riera Muñiz SA, accionista mayoritario de Escanciador SA y la maquinaria directamente a esta última compañía en sendos contratos de abril de 2010. Mediante un tercer contrato, arrendaba los terrenos y las instalaciones de la empresa maliayesa. 
El incremento de ventas con esta operación no fue el esperado, según explican fuentes próximas a la compañía. Además de acabar en concurso de acreedores tres de las sociedades de la familia, la crisis también se ha llevado por delante varios puestos de trabajo, unos por despidos y otros por la petición de los propios trabajadores de que les rescindieran sus contratos por el impago de salarios."

Algunos carbayos parecen cubrirse de hojas antes que otros. A la izquierda del camino estuvo el ya recitado bar-merendero Los Maizales


Otra imagen veraniega, en la que los árboles proyectan su sombra sobre el suelo creando un ambiente agradable y a temperatura óptima que es todo un reclamo para acudir aquí, extraordinario rincón de encanto natural del que leemos en el blog Mitología Asturiana:
"Los robles tienen un lugar predominante en los ritos colectivos de la sociedad tradicional asturiana cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Quercus robur es el drus de los griegos, el Quercus de los romanos, el kaer quez (bello árbol) de las culturas celtas, el cassanos de los galos y el carbayu de los asturianos.
Para todos ellos, el carbayo ha sido un árbol sagrado: los vasos de bronce colgados de las ramas del roble de Dodona transmitieron a los griegos las decisiones de Zeus, los carbayos consagrados a Júpiter recubrieron las siete colinas de Roma, los celtas utilizaron las hojas y muérdago del carbayo en sus ceremonias druídicas y los astures se alimentaron hasta época romana, tal y como relata Estrabón, de un amargo pan amasado con harina de bellotas. 
Perdido su carácter mágico y alimenticio, el carbayo conserva no obstante una parte importante de su ritualidad. Grandes ejemplares de carbayo adornan aún los espacios públicos de las aldeas más antiguas y sirven de lugar de reunión, concejo y solaz. Para las comunidades locales, esos ejemplares tienen no ya el valor de lo monumental, sino el de lo sentimental e histórico."

Este robledal ha dado nombre a un activo grupo de defensa del medio ambiente, el Colectivo Ornitológico Carbayera del Tragamón"Asociación dedicada al Estudio, Protección y Divulgación de la fauna de nuestro entorno", leemos en una de sus páginas, especialmente las aves, como su nombre indica, organizando excursiones por este entorno, incluyendo la parte de la carbayera sita dentro del jardín botánico


Si bien es muy visitada no es infrecuente encontrárnosla así, bellamente solitaria, no obstante la cercana carretera, que separa las dos partes del bosque, suele tener cierto trasiego de vehículos, sobre todo en verano y fines de semana


Una pequeña empalizada separa el camino del prau la carbayera, evitando el paso de vehículo o que estos aparquen sobre la hierba


Y esos son los castaños o castañales del Tragamón, formando un pequeño castañéu casi en la "esquina" de la carbayera, que en este sector de Los Maizales tiene forma de triángulo perfecto, delimitado por la carretera y dos caminos. Aquí nos acercamos a su vértice más occidental


Los castaños floridos, en el mes de julio, aún faltan unos meses para que surjan sus frutos, "El castañar o el cuerno de la abundancia" y "El pan de los pobres" dice de esta especie Ignacio Abellá en su libro, dado que las castañas fueron base alimenticia de muchas poblaciones durante siglos. Por su parte, el erudito y jurista Fernando Inclán Suárez, en su Enaltecimiento de la castaña, cuenta de esta manera:
"En Asturias, el castaño bravo, utilizado para madera, recibe el nombre de "pagano", por faltarle el crisma del injerto; los frutales, las castañales, antaño solían "sallarse" y estercolarse con esmero"

Muy interesantes es lo que apunta también el ingeniero Pedro Bernardo Villa-Real de Berriz en Máquinas hidráulicas de molinos y herrerías y manejo de los árboles y montes de Vizcaya respecto a esta especial convivencia arbórea:
"Esta experiencia y observación de necesitar de distinto jugo estas dos plantas, se confirma en los robles, que se ven en algunos castañales que son muy lozanos y se hacen mayores, que estando muchos robles juntos: y lo mismo sucede a los castaños que se ven entre robles."

Justo antes de la unión del camino con la carretera pasamos a lo que algunos llaman "la playa del Tragamón", donde mucha gente, en verano, toma el sol sobre el césped extendiendo sus toallas


Hay troncos y sus restos, algunos de ejemplares muy antiguos, al fondo un seto plantado separa el prado de la carretera


Los días sin sol, o aquellos de sol no muy castigador fuera del verano, estas mesas y bancos son muy adecuados para sentarse a comer o a platicar


Parece ser que algunos retazos de corteya, cortezas que asoman del suelo, son la señal de lo que queda de viejísimos carbayones "milenarios" que aquí existieron


Este es uno de ellos, visto desde más cerca, lo que parece una parte de su tronco hueco, aflorando a la superficie


También troncos secos y caídos hace tiempo permanecen en el lugar y son cuidados, símbolo y memoria del árbol que fueron


Y aquí tenemos una muy buena vista de las muy tupidas, frondosas (ya hemos dicho antes "selváticas) arboledas de La Carabayera'l Tragamón sitas al otro lado de la carretera y dentro del Jardín Botánico Atlántico que abrió en abril de 2003, incluyendo, además de este bosque, la finca de la Quinta la Isla del industrial y filántropo Florencio Valdés y el Molín de Rionda, uno de los molinos que funcionaron con las aguas, canalizadas, del Ríu Peñafrancia, que discurre al otro lado y al que pronto vamos a llegar de nuevo


Como podemos comprobar, se realizan periódicos trabajos de siega y limpieza, por lo que raro es que nunca encontremos la hierba alta o proliferación del matorral salvo en lo setos y similares, pudiendo caminarse perfectamente por el césped


Pasamos junto a las antiguas instalaciones de Bodegas Villaviciosa, que se van cubriendo de vegetación. El 3 de julio de 2014 La Nueva España daba la noticia en titulares que El pasivo del grupo de la Champanera de Villaviciosa supera los ocho millones de Euros y que "Un empelado despedido ha embargado doce de las marcas comerciales de la compañía en concurso de acreedores", triste epílogo para una empresa que había estado radicada en tan emblemático lugar durante tantísimos años


Una vista del Tragamón desde su ángulo oeste, dividido en dos por la carretera, nos percatamos que la de Los Maizales es la parte más humanizada del conjunto. La del botánico, si bien antes lo estaba más, ha sido dejada crecer ahora de forma natural, aunque en sus caminos se realizan diversas actividades, paseos, excursiones e incluso espectáculos como las célebres Noches Mágicas en las que se recrean los personajes de la mitología asturiana


Otra vista del tronco caído y una de las cortezas resto de los árboles más ancestrales que hubo en El Tragamón


Como nota curiosa e importante cabe decir que la antigua Champanera de Villaviciosa comercializó un dulce de manzana llamado Tragamón. Esta es su etiqueta:


La etiqueta fue hecha en la también histórica Litografía Viña (1920-1999) y forma parte del archivo del Muséu del Pueblu d'Asturies. Una ficha completa de sus características podemos encontrarla en la web del Ministerio de Cultura y Deporte


Llegamos así a la Carretera la Isla, que nos disponemos a cruzar, vemos cómo la senda sigue al otro lado, pegada al muro de ladrillos que cierra un tramo del jardín botánico


Y este es el acceso de la antigua Champanera de Villaviciosa, fijémonos las columnas de ladrillo, rematadas en sendas figuras de botellas de sidra, tanto en las del portón de entrada y salida de vehículos como, más allá y más pequeño, en la puerta de personal. Una gran palmera se alza sobre esta puerta principal mientras el antiguo edificio de administración se va cubriendo de hiedra
 

Aquí extrañamente, y pese a ser paso de una senda señalizada, no hay un paso de cebra ni señales lumínicas para los conductores, esperemos que cuando paséis ya se hayan instalado para bien de todos


Lo bueno es que al menos a partir de aquí la senda vuelve a estar perfilada y diferenciada de carreteras y caminos. Hay buen visibilidad pero fijémonos mucho al pasar


Esta es una foto del edificio de oficinas antes de que se cubriese de hiedra


Una barandilla de postes separa la senda de la carretera, avanzamos todo recto entre ellas y la tapia del botánico,  que muestra una filigrana en forma de hoja


No deja de impresionar la situación actual de la finca El Tragamón con el edificio histórico de la empresa abandonado, su verja y palmeras


El Jardín Botánico, cuya entrada principal está por el otro lado, en la antigua Carretera Villaviciosa, se inauguró el 25 de abril del año 2003, tras un concurso internacional convocado por el Ayuntamiento, y se dispone en cuatro entornos diferentes, el Cantábrico, la Factoría Vegetal, el Jardín histórico de La Isla, antigua quinta de Florencio Valdés, y el Itinerario Atlántico, dispone del molino y quintana de Rionda, cafetería, centro de recepción y otras numerosas dependencias y detalles, entre los que se encuentran la antigua caseta de baños de la mansión y alguno de sus primitivos ingenios hidráulicos


Esta es una de sus entradas secundarias, para personal y vehículos de mantenimiento, acceso directo a la carbayera. Son 250.000 metros cuadrados de los que  buena parte eran del antiguo patronato de la Universidad Laboral y de la Quinta La Isla, siendo el primer jardín botánico del noroeste de España y el único especializado en vegetación y flora atlánticos, con más de 30.000 plantas de 2.000 especies diferentes. A lo largo de todo el año se ponen en marcha todo tipo de actividades dirigidas al público, cuenta con numerosas publicaciones, acoge presentaciones, conferencias y dispone de una Asociación de Amigos del Botánico fundada en el año 1999


Aquí dejamos Cabueñes y entramos en la parroquia de Castiello o Castiello Bernueces, cuyo nombre se debe a un castro astur situado en sus términos, a cierta distancia de aquí, eso el primer elemento, pues en cuanto a Bernueces puede ser un antropónimo debido a algún antiguo posesor, Bernutius, de época romana o altomedieval


Ya hemos dejado atrás la carbayera, la finca y hasta la parroquia de Cabueñes y su barrio de Cefontes, pero esta zona sigue siendo conocida como El Tragamón, si bien realmente estaríamos en el lugar de La Magdalena o Madalena, por una capilla particular de esta advocación situada unos metros más adelante y que veremos prontamente, ya mencionado en el Catastro de Ensenada de 1752 como "sitio de llaman de la Magalena"


Este vallado ya no es tampoco del jardín botánico, sino de las instalaciones deportivas del Club Deportivo Arenal, cuyo campo veremos también enseguida


La senda y la carretera siguen ahora un buen tramo recto, separadas ambas por un seto intermedio en este trecho


Ya tenemos a nuestra derecha el campo del Club Deportivo Arenal, que se extiende por esta llanísima vega del Ríu Peñafrancia


El campo o, mejor dicho, los campos, el primero de fútbol sala y luego otros dos seguidamente a su izquierda, formando parte de la Escuela de Fútbol El Tragamón


El arbolado ribereño delata el curso del Peñafrancia, más allá de estos estadios, haciendo allí de frontera de Castiello con Cabueñes y, más a la izquierda, con Somió


El Club Deportivo Arenal es un equipo veterano, fundado en el año 1925 en el gijonés barrio de L'Arena y que, tras diversas sedes a lo largo de todo este tiempo, vino aquí en 1993. En su propia página web aparece bien detallada su historia:
"Nace el Club Deportivo Arenal en el año 1925, como su propio nombre indica corresponde a los aficionados al fútbol del barrio gijonés de La Arena, de la mano de D. José Castro junto con D. Marino Arriba que gracias al entusiasmo y valores propios de esos tiempos eran al mismo tiempo directivos, administradores, jugadores y lo que más mérito tiene hoy al transcurrir de los años, FUNDADORES, pues a ellos les cabe el honor de haber sido los pioneros de un club, que unos cuanto años después aún está. En aquellos tiempos el barrio de La Arena contaba con otro representativo equipo, El Cantábrico, que tras una enconada rivalidad terminamos por fusionarnos con el nombre de Unión de La Arena. Llegado el año 1930/31 surge otra vez el nombre de Club Deportivo Arenal, con domicilio en la Calle Aguado, en un reservado de Casa Luengo. En esta etapa la directiva estaba formada por Marcelo, como Presidente, Ramonín (El Cojo), Alfonso Ordieres (El Pocho), El Chato y demás. En la temporada 1932/33 se federa el Club Deportivo Arenal, militando en Tercera Regional, división en la que jugarían cuatro temporadas y, durante ellas, se proclamó campeón y subcampeón respectivamente. Fue en esta etapa, de 11 años de competiciones ininterrumpidas, la primera y más emotiva de la vida de nuestro Club, etapa de formación y consolidación en tiempos difíciles que sólo el entusiasmo de aquellos pioneros pudo superar 1975… Van transcurriendo los años y en 1975 el C.D. Arenal vuelve a resurgir con fuerza de la mano de Francisco Vincelle, Ricardín, Arturo Fernández, Garat, etc… Inscribiendo un equipo en 3ª Juvenil y a partir de ese momento el C.D. Arenal no paró de crecer en resultados y en número  de equipos federados. Dentro de nuestra historia, somos el equipo de Asturias que más campos tuvo que construir, debido al desarrollo urbanístico de la ciudad durante los años 70. Comenzamos jugando en el Campo de Tetuán (detrás del Bella Vista), a los pocos años nos trasladamos al Campo del Mesón del Mar en la Providencia, y sobre el año 1983, se construyen los campos de La Nozal en la Guía. Nuevamente, en el año 1993, el CD Arenal tiene que coger las maletas y volver a comenzar en las actuales instalaciones de El Tragamón, donde en 1999 el temporal ”Hortensia” nos llevó toda la techumbre del Edificio Social y vestuarios causando un gran quebranto económico y organizativo, el cual pudimos superar con la ayuda de todos los colaboradores del club.  
Campo de Tetuan. (1920/25)  
Campo La Guía. 
Campo El Pradón. (1925/27) 
Campo La Huertota. (1927/33) 
Campo Mesón del Mar. (1975) 
Campo de La Nozal. (1987) 
Campo El Tragamón. (1993-2017)"

Especialmente interesante es el primer apartado de su página Mi Club / C.D. Arenal, en el que exponen su Breve definición del conjunto, mostrando su esquema de valores así como el orgullo de disponer de estas instalaciones:

" Somos una asociación deportiva sin ánimo de lucro. Principalmente somos un club que intentamos transmitir unos valores de humildadesfuerzosacrificio y unión. Somos un club diferente, donde valoramos mucho la unión entre los jugadores y los padres, que suelen organizar sus pinchoteos y parrilladas en las instalaciones del club. Un club muy familiar donde puedes venir por la mañana con tus hijos, ver un partido y quedarte toda la tarde en la instalación, porque uno se encuentra a gusto, ya que disponemos de unas instalaciones privilegiadas (su trabajo , esfuerzo y dinero cuesta para mantenerlo).

Tenemos equipos desde la base de 4-5 años hasta juveniles con 18 años. Donde disponemos de equipos para competir en todas las categorías, pero también tenemos otros equipos donde se busca la formación, el hacer grupo, que los peques y los padres se diviertan haciendo un deporte. No como otros clubes donde solo es competir-competir-competir."

Inciden y abundan en lo anterior en el capítulo dedicado a los Objetivos y filosofía del club:

"Los principales objetivos del club es la formación de los niños/as, pero evidentemente las categorías también son importantes, así que uno de los objetivos de determinados equipos del club, es mantener las primeras categorías, para seguir siendo un club importante dentro de Gijón. Hay otros equipos donde lo principal es hacer un buen trabajo con los niños/as y formarlos para que al año siguiente esos niños/as puedan seguir con la evolución y sigan felices realizando una actividad deportiva. La filosofía del club, es que no siempre lo importante es ganar, hay muchos otros factores muy importantes dentro del fútbol, la formación, la educación, el respeto por los rivales, muchas veces son más importante esos factores que la propia victoria, y para ello intentamos tener a unos entrenadores/monitores que vayan con esa filosofía y la inculquen desde el principio. Es rara la vez que el Club Deportivo Arenal se ha visto involucrado en algún caso oscuro relacionado con el deporte (peleas, cierre de instalaciones, amenazas entre jugadores…) Es más, en algunas ocasiones hemos recibido el galardón de Club ejemplar."

En cuanto a la Estructura del club exponen su forma de escoger directiva y cómo esta realiza su cometido de manera altruista:

"Disponemos de una estructura muy sólida desde hace años, donde son los socios quienes eligen a su presidente y siempre de una manera muy transparente. La directiva siempre ha sido formada por padres de jugadores y ex-jugadores del club dispuestos a ayudar de manera altruista, ya que aquí ninguno de los directivos cobramos nada, por lo que toda la colaboración es por «amor al arte», si es verdad que cada año es algo más difícil encontrar a gente dispuesta a ayudar, pero al final siempre aparecen socios y amigos/as dispuestos a ayudar, por el bien de los niños/as"


La carretera también aquí y durante unos metros hace de frontera entre Castiello y Cabueñes hasta el siguiente cruce, donde enlaza con ella El Camín de los Maizales, a la altura de la Urbanización Jardín Botánico


La proximidad al casco urbano se hace patente al reparar en el número creciente de nuevas construcciones de viviendas residenciales que se han hecho de unos años acá y que va aumentando exponencialmente


Urbanización Jardín Botánico y cruce con El Camín de los Maizales, hasta esa esquina llega el extremo occidental de la parroquia de Cabueñes en este sector. Nosotros seguimos caminando por términos de la de Castiello


Entrada al campo del C.D. Arenal, en horas de entrenamientos y, por supuesto, de partidos, puede haber bastante tránsito de gentes y vehículos entrando y saliendo


Según datos del club hay más de 300 niños entrenando de lunes a viernes, contando con un equipo de Profútbol (4 -5 años), tres equipos Prebenjamín (6-7 años), cuatro equipos Benjamín (8-9 años), cuatro equipos Alevín (10-11 años), tres equipos Infantiles (12-13 años), tres equipos cadetes (14-15 años) y otros tres equipos Juveniles (16-18 años)


Dentro de su filosofía deportiva, organizan periódicamente partidos benéficos como el disputado en la primavera de 2023 en favor de los damnificados por las riadas en Extremadura, esta es la noticia que publica para El Comercio Pilar Gutiérrez el 28 de abril de ese año:
"La sede del Club Deportivo Arenal acogerá un torneo de fútbol benéfico el 1 de mayo. ¿El motivo? Se trata de un acto en ayuda a los damnificados por la gran riada del pasado mes de diciembre en el pueblo de La Roca de la Sierra (Extremadura). «Se llevó 60 casas por delante, fue como un tsunami», lamenta Víctor Holguera, coordinador del CD Arenal. La Casa de Extremadura es consciente del gran número de extremeños que hicieron de Asturias -en concreto Gijón- su hogar, como el propio Holguera. Por tanto, ante la petición de un acto benéfico, se decidió -junto a otras eminencias del deporte, como Manolo Murias y Pichu Cuéllar- celebrar un torneo en el que participarán jugadores del Arenal y al que se sumó una selección gijonesa de los clubes de la Asociación de Fútbol Base y del Gijón Industrial. Asimismo, a la ocasión se han sumado los grandes, como el fútbol sala y veteranos del Sporting junto con el Real Oviedo. El precio de entrada será de seis euros para todos los partidos"

El escudo del equipo, además del balón de futbol figura en él, arriba, una imagen esquemática del paseo gijonés de El Muro, reconocible por sus barandillas y gaviotas, con el azul del mar y el cielo de fondo, la fachada marítima gijonesa del barrio de origen


Un poco más adelante es la explanada de los aparcamientos. Al fondo vemos los árboles de la Quinta la Magdalena, que da nombre a esta parte de Castiello por la capilla en ella existente


La sede social, frente a otro de los campos, rehecha tras el vendaval que se llevó el edificio anterior en 1999


En el año 2022 se incorporó como coordinador general Víctor Holguera, con larga experiencia futbolística en clubes como el Estudiantes, Veriña, Colegio Inmaculada, Roces, Gijón Industrial y Montevil


A nuestra izquierda, el cruce con el camino a las fincas de Rimada y Xusto, hoy parceladas y edificadas con nuevas construcciones



A continuación del parking del C. D. otra gran franja verde en esta vega del Peñafrancia, la cual se extiende hacia el río


Es el Campo Municipal de Golf  El Tragamón, construido en 1994 y homologado en el año 2003, con importante zona de prácticas y 9 hoyos. En la distancia los edificios de la urbe, barrios de Viesques y El Coto. Esto nos dicen de él en Turismo Asturias:
"Federado en 2003, el Campo Municipal de Golf El Tragamón, junto con el Campo Municipal de Golf La Llorea, integran el Golf Municipal de Gijón, bajo la dirección y gestión del Patronato Deportivo Municipal.

Se trata de un campo semirústico de 9 hoyos, con una distancia total de 5.184 metros desde las barras amarillas y 4.468 metros desde las rojas. El recorrido no presenta excesivas dificultades haciéndolo ideal para jugadores de todos los niveles.
 
En la finca del campo, se encuentra el cauce del arroyo Peña Francia, lo que hace aumentar la dificultad en las zonas que entra en juego, aportando además una abundante vegetación de ribera. Sus mejores hoyos son el hoyo 2 un par 4 de 372 metros y el hoyo 6 un par 5 de 454 metros.
Cuenta además con un excelente Campo de Prácticas."

Todas estas instalaciones fueron, como El Tragamón, parte de las adquisiciones del Patronato de la Universidad Laboral, cuya historia reflejábamos en el primer capítulo dedicado a esta senda


Tras su extinción pasaron a la Seguridad Social y posteriormente al Ayuntamiento, que las aprovechó para diferentes equipamientos públicos


Desde aquí y dejadas atrás las dependencias del C. D. Arenal tendremos una muy buena vista del campo


Justo por la primera línea de árboles va La Canal, el antiguo canal que llevaba el agua del río al Molín de Sarafín (dicho y escrito con dos "aes"), actualmente dentro del campo de golf pero sin actividad moliñera. Restaurado, lo veremos un poco más abajo, cuando regresemos a la ribera


Más allá de los árboles y también en terrenos que fueron de la Laboral se reconocen bien, al otro lado del Peñafrancia, los edificios del Campus de Gijón, dependiente de la Universidad de Oviedo, al que erróneamente se le sigue llamando de Viesques pese a que ninguna de sus dependencias está en ese barrio, si bien a nivel institucional se ha enmendado bastante el desaguisado la fuerza de la costumbre ha arraigado popularmente


Por ahí pasa la frontera entre Somió y Cabueñes, más al oeste, otra institución educativa, la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, junto a la que pasaremos siguiendo ruta, está en términos de Castiello


 Este es el Edificio Departamental Oeste y todas las facultades adscritas al Campus, que además de la reseñada son la Escuela Superior de Marina Civil de Gijón (al otro lado de este edificio, que veremos también más tarde), la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos (en el edificio histórico de la Universidad Laboral) y la Facultad de Enfermería de Gijón (junto al Hospital de Cabueñes), forman parte de la Milla del Conocimiento Margarita Salas, dedicada a esta científica bioquímica asturiana


A nuestra izquierda y al otro lado de la carretera admiramos la monumental entrada en forma de arco al Llagar El Duque, famoso por su sidra y sus espichas, con restaurante y entorno ajardinado, fundado en 1977 por José Ramón y María de los Ángeles, padres de los actuales propietarios, Pedro y María Baldó Díaz


José Ramón llevaba con su hermano el célebre restaurante El Cañaveral, en Somió, bastante cerca de aquí, y conoció este lugar cuando salía de caza, era una finca llamada La Quinta del Duque, la compró y puso en marcha un restaurante que conservó el nombre de El Duque, fundando en 2005 el actual llagar, que hacía su propia sidra para consumo propio de sus espiches o fiestas de sidra, pero que, cuando se hicieron cargo de él los hijos de los fundadores, Pedro y María Baldó, mayó también para vender fuera. La sidra es de pumarada propia y de vecinos y aldeas cercanas. Trabaja eso sí por petición y con menú cerrado


Hemos de decir que esta portada se hizo a imitación de la que hubo antaño en La Puerta la Villa, acceso al casco urbano gijonés por el sur y la finca del llagar es un hermoso espacio ajardinado y arbolado, que destaca el historiador y gastrónomo Luis Antonio Alías en su reportaje para el diario El Comercio del 5-2-2015 del que extraemos esta parte:
"... llegada la hora de disfrutar el encargo, y atravesada la gran portada de sillares y ladrillos inspirada en la Puerta de la Villa, toca admirar el jardín y las arboledas que separan el amplio pero recogido rincón del resto del mundo para según decida el caprichoso otoño asturiano- elegir sitio: si el verano da algún último coletazo, o el veranillo de San Martín acude a su cita, en la reposada terraza; si el otoño transcurre destemplado, en los amplios interiores presididos por un señorial piano de cola y con cuadros de Favila o de Melquíades Álvarez. 
A un lado del caserón siempre mejorado está el llagar, la otra querencia ducal, alineando tras un largo pasillo blindado por cristales, prensas, cubas y pipas que confeccionan una sidra abierta, espalmante, cantarina, dulce de entrada y con una feliz y persistente puntada amarga final. 
«Fuimos pioneros en colocar un comedor dentro del mismo llagar, acondicionándolo para que los diferentes procesos de la sidra y los jolgorios de las espichas no sufrieran interferencia alguna, juntando y a la vez aislando las partes», comenta Pedro, hijo de José Ramón y de Ángeles, los fundadores felizmente jubilados que ahora prefieren entretenerse con la jardinería o la ferrería de forja y yunque. 
José Ramón gobernó previamente, y con su hermano, el Cañaveral de Somió;el éxito allí obtenido le permitió comprar el terreno donde construyo El Duque, también pionero ofreciendo «bodas en exclusiva, sin otra labor u ocupación que ese único agasajo por jornada». 
«A todos, incluso a nuestra madre, nos enseñó cocina. Una cocina que sale del mercado diario, de los sabores claros, de las raciones abundantes, de la sencillez depurada;una cocina con ingredientes y elaboraciones por encargo que fía sólo lo justo al frigorífico, una cocina en fin pensada para personas concretas, con nombre propio», dice María, hermana de Pedro. 
Y Virginia, tercera generación de la saga, sonríe, ratifica y suma esfuerzos"

Al fondo vemos los edificios de la quinta y del llagar, del que otra agradable curiosidad es que elaboran su propio pan, y así lo destacan en su página web:
"Fundado en 1977 por José Ramón y María de los Angeles, dando lugar posteriormente a la S.L. «Baldó y Díaz», integrada por el citado matrimonio y sus hijos María Asunción y Pedro. Si bien la gerencia del Restaurante El Duque data de 1977, se cuenta con una experiencia activa de más de 50 años.

Teniendo como base profesional la ELABORACION PROPIA de todas sus especialidades, incluye panadería y sidra natural de su propio llagar"

Otro buen reportaje, con fotos y videos, del llagar lo tendemos en Loca por la sidra y lo queremos recomendar. Sus productos gastronómicos, incluyendo sidra y especialidades culinarias, han sido varias veces galardonados


Continuamos camino contemplando el campo de golf y acercándonos a su entrada, donde están el parking, la cafetería y el edificio administrativo


A la izquierda un altísimo muro guarda las instalaciones de lo que fue la gran casería de La Magdalena anexa a la quinta. El 8-12-2021 La Nueva España publica una noticia sobre un proyecto de edificación en este lugar que nos ofrece algunos datos del mismo, siendo además un ejemplo de la transformación de los espacios rurales en residenciales:
"La finca La Magdalena, una antigua villa con explotación agropecuaria de Castiello Bernueces, que incluye edificaciones protegidas urbanísticamente y una pequeña franja con protección medioambiental al formar parte de un hábitat de interés comunitario, está tramitando su desarrollo urbanístico para albergar 27 viviendas, con un proyecto que conservará los edificios protegidos y la mayor parte del arbolado en una finca que está a 400 metros del Monumento Natural de la Carbayera de El Tragamón y que linda con la Ronda Sur. El proyecto acaba de concluir su tramitación ambiental. 
El proyecto, lo están promoviendo los herederos de Hidelgar Blankemeyer Schaepmann. La finca se ubica entre el campo de golf de El Tragamón, la finca del restaurante El Duque, la Ronda Sur y un tramo del arroyo de San Miguel. El acceso se efectúa por la carretera de La Isla. Su superficie actual es de 27.043 m2, inferior a la que tuvo en sus orígenes, dado que parte de la misma fue expropiada. La superficie máxima edificable para esta finca es de 5.459 m2. La vivienda familiar de esta explotación es de tres plantas de altura y fue construida en 1900. El proyecto contempla conservar la casa familiar de 1.903 m2 remodelando su interior para transformarla en cinco viviendas colectivas y aprovechar el antiguo edificio de cuadras y viviendas de empleados, transformándolo en dos viviendas adosadas. Las restantes 20 viviendas unifamiliares que se repartirán por la finca también serán adosadas."

Además del seto, en esta vereda que separa senda y carretera han sido plantados algunos fresnos. Vamos llegando así al rellano de los aparcamientos del golf


Y estas son las naves de la antigua gran casería, evolución en tamaño de las muchas explotaciones agro-ganaderas familiares de antaño, cuyos productos se llevaban a los mercados de la ciudad


Fijándonos en su alta tapia de piedra, que llega hasta la quinta, cuya ubicación reconocemos por los árboles de su finca (donde está la capilla), nos damos cuenta de la extensión


Y esta es la entrada al Campo de Golf El Tragamón, que no es el único de la parroquia, es más, su tradición golfista arranca desde mucho tiempo atrás, de cuando Francisco García Baxter, Franky, adquirió una gran casería algo más al sur, en la frontera con Vega. Posteriormente el terreno fue vendido y con el impulso de Félix Cifuentes y unos 200 aficionados fue inaugurando el que ahora es el Real Campo de Golf de Castiello el 17 de julio de 1958, de carácter privado


En este de El Tragamón (que en realidad el lugar es, a lo que parece, La Madalena o La Magdalena), vemos, a la derecha, el edificio de la cafetería-restaurante, que se saca a licitación periódicamente por parte del Patronato Deportivo Municipal


Cruzamos la entrada y vemos, más allá de la cafetería y su excelente terraza, el edificio sede del Club de Golf Madera III C. M., esta es la ficha del campo en Golfeando.com:
"Federado en 2003, el Campo Municipal de Golf El Tragamón junto con el Campo Municipal de Golf La Llorea, integran el Golf Municipal de Gijón, bajo la dirección y gestión del Patronato Deportivo Municipal. 
Se trata de un campo semirústico de 9 hoyos que no presenta excesivas dificultades haciéndolo ideal para jugadores de todos los niveles. 
En la finca del campo, se encuentra el cauce del arroyo Peña Francia, lo que hace aumentar la dificultad en las zonas que entra en juego, aportando además una abundante vegetación de ribera. Sus mejores hoyos son el hoyo 2 un par 4 de 372 m. y el hoyo 6 un par 5 de 454 m. 
Cuenta además con un excelente Campo de Prácticas. 
SERVICIOS: 
Cancha de prácticas (30 puestos) 
Zona de Aproach 
Bunker de prácticas 
Putting Green 
Escuela de Golf 
Cafetería 
Restaurante (fines de semana)"

La senda bordea el parking por la parte más próxima a la carretera, se la que la separa en este trayecto. un murete o muria de piedra 


Es importante decir que la cafetería tiene entrada libre y directa por lo que su horario de apertura no está ajustado necesariamente al de las instalaciones del campo


Pasamos ahora bajo un tendeyón, que muy posiblemente formase parte de la antigua casería aquí existente, el cual fue reaprovechado


Su tejado, a dos aguas, fue restaurado y su suelo enlosado, también separado aquí entre la senda y el golf


Es un muy buen lugar para atechase quienes son sorprendidos por la lluvia en la senda, refugiándose en él


Sin embargo no es un sitio demasiado grande y lo mejor será, si está abierta, meterse en la cafetería


A continuación, una panera, formaría parte también de la antigua casería


A su izquierda continúa la senda que, bordeando el campo, continuará unos metros más paralela a la carretera


A nuestra izquierda vemos el portón de la Quinta la Magdalena, con algo de su edificio principal palacial y su capilla


En el libro Campanas y campaneros del Arciprestazgo de Gijón, su autor, el músico Julio Sánchez Andrade, nos informa que su campana, de 26,5 cm de altura y 28 cm de diámetro tiene este texto: 
IHS MARIA ANO 1754
También nos informa que en el centro "aparece una cruz latina cuyos extremos están rematados por triángulos, con un pequeño pedestal. Debajo hay tres líneas paralelas, un elemento decorativo con forma rectangular y otras dos líneas", además de que "en el pie hay otra línea que circunda la campana"


Coincide casi con la fecha de la referencia al "sitio que llaman de la Magdalena" del año 1752 en el Catastro de Ensenada al que antes nos referíamos. Por su parte la quinta actual era datada en 1900 el el artículo antes citado referente a su proyecto de urbanización


En El Libro de Gijón (1979), el erudito Pedro Hurlé Manso, uno de sus autores (sección El Concejo), cita que fue de los García-Sala y que "está hoy convertida en vivienda moderna", lo que da a entender que se habría construido sobre o el el lugar de una casona anterior. De esta familia, al menos uno de sus miembros es llamado Andrés García Salas "de Castiello", especificando su procedencia, en un documento de 1669


Fijémonos en su fachada de azulejos de cerámica blancos y en estas artísticas cenefas


Un poco más allá y pasada la quinta hubo una Fuente la Madalena que debió desaparecer con las obras de la Autovía del Cantábrico, que pasa al otro lado de la finca. Aparece, con texto explicativo y varias fotos, en el libro Fuentes y lavaderos de Gijón de la Escuela Taller Rosario de Acuña


Otra vista del campo y del campus a nuestra derecha, desde el edificio de club de golf


Más allá del campo y antes de los edificios del campus están los viveros de Floryfauna, formando otra franja vegetal, aunque no la podemos ver desde aquí bien, oculta por los árboles


Sí tenemos, ya a una cierta distancia, una preciosa vista de la torre de la Laboral emergiendo sobre los árboles de la orilla del Peñafrancia, en medio del valle de Cabueñes


Reconocemos, aparte de la torre, la parte más alta del edificio, detrás la capilla, las pequeñas torres del gran cuerpo central que cierra el patio, y a la derecha, la torre, más pequeña, sobre la entrada principal al centro


Como relatábamos en el capítulo correspondiente a la primera parte de esta senda, el arquitecto Luis Moya quiso hacer esa gran portada al lado opuesto de la ciudad para que todo el que se acercase hubiese de admirar toda su magnificencia antes de entrar


Siguiendo ruta, la senda continúa bordeando el campo de golf, cuya temporada alta figura entre el 1 de abril y el 30 de septiembre, cuando además de mayor afluencia se disputan varios torneos


Es un campo de golf semirústico con su forma y recorrido determinados por la vega del Ríu Peñafrancia que no presenta mayores dificultades y está especialmente recomendado para quienes se quieran iniciar en este deporte


En cuanto a este Edificio Departamental Oeste del Campus de Gijón, cabe decir que alberga el Departamento de Informática, el Grupo CE3IE de investigación, el Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica, de Comunicaciones y Sistemas y otros departamentos y dependencias


En la siguiente curva, dando vista a El Praón con las nuevas urbanizaciones de chalets al norte de la parroquia de Castiello, nos separaremos de la carretera para bajar al río, retomando la senda la ruta ribereña de que la nombre, la Senda del Peñafrancia, una de las sendas verdes puestas en marcha por el Ayuntamiento de Gijón/Xixón entre finales del siglo XX y principios del XX


Las señales de tráfico informan a los conductores de la inmediatez de un cruce y las rutas a seguir, con los tejados de los chalets de El Praón en primer término y, detrás y a lo lejos, los edificios de El Coto y Viesques


Es en este lugar donde habremos de estar especialmente atentos y tomar la pista que baja a la derecha, separándonos y dejando la Carretera la Isla


Este camino sigue bordeando el Campo de Golf El Tragamón, ahora por su lado oeste


Al otro lado de los chalets pasa la citada Autovía del Cantábrico, cuyo ruido suele quedar bastante amortiguado por una tupida sebe o seto natural que forma una buena pantalla vegetal


Bajo ella y a su sombra un surco va paralelo al camino: Es el Regatu Samiguel, que aunque la mayor parte de las veces baja casi seco, va a verter sus aguas al Peñafrancia. a cuyas vegas regresamos y de la que ya no nos apartaremos hasta llegar a La Guía. Nace en las cercanías del otro campo de golf de Castiello y recibe su nombre de la capilla románica de San Miguel de Dueñes, antigua parroquial de Castiello, junto a la que pasa antes de discurrir al pie del castro astur que da nombre a la parroquia para llegar aquí por La Nisal y luego de pasar bajo la autovía


Bajando suavemente, un grupo de árboles da sombra a La Fuente'l Manolillo, donde es común ver a caminantes y ciclistas rellenando sus botellines y cantimploras o sentándose a descansar


En esta foto de primavera temprana y sin tanto sol ni sombras quizás la veamos mejor, parece ser viene de una fuente y lavadero que había más atrás. Su nombre viene sin duda de su antiguo dueño o de sus terrenos, sin embargo era de uso y paso públicos. No sabemos si era otro de los nombres de La Fuente la Madalena o se trata de otra diferente


La fuente es un bloque de ladrillos de forma rectangular y rematado en tejadillo, dispone de cañu con pulsador y sumidero. Ante él hay un rellano enlosado donde están los bancos, dos grandes y dos pequeños, que conforman esta área de descanso  


Y ya acaba la cuesta, volviendo a llanear por la gran vega del Peñafrancia, dejado a la derecha un acceso de servicio al campo de golf


Aquí hay un hórreo, restaurado, que debió ser del antiguo molino, que empezamos a ver al fondo



Aquí hay un gran estanque, que muchas veces se ve seco, con una pequeña pasarela


Continuamos ruta hacia aquella mata de árboles, bajo ellos y a su sombra pasa El Ríu Peñafrancia, próximo ya a dar sus aguas al Piles en Les Mestes (mesta, unión fluvial) poco antes de su desembocadura en el Mar Cantábrico, en la gijonesa Playa San Lorenzo o San Llorienzo (nombre de la antigua capilla señalada como de "San Llorienzo de la Tierra" en documentos desde antiguo


Y aquí a nuestra derecha tenemos ahora una buena vista El Molín de Sarafín, junto al que los aficionados practican su maestría en los hoyos aquí dispuestos



El molino y sus dependencias, también restauradas, almacenes, antigua vivienda, el citado hórreo, etc., está integrado actualmente en el campo


Se aprecian en él los gueyos u ojos por los que el agua salía tras mover las aspas de los rodendos que hacían girar las muelas o molares de la molienda


Hasta la parte de atrás, embalsada, llegaba el agua de la antigua canal del molín de la que hablábamos antes


Por este ponticu pasaremos sobre el Peñafrancia y, en la primera bifurcación, nos dirigiremos a la izquierda


Realmente es igual ir por uno o por otro, porque ambos ramales vuelven a unirse unos metros más adelante, pero nosotros escogemos el de la izquierda, más próximo a la hermosa ribera y que no sube cuesta alguna



Al pasar el puente además, dejamos la parroquia de Castiello para entrar en la de Somió por términos del barrio de Foxanes, cuyo nombre se ha querido buscar a veces en fonte xanes, fuente de les xanes o ninfas de la mitología asturiana


Sin embargo, existen otras posibilidades etimológicas, como el asturiano foxu o fuexu, 'pozo', 'foso', o un antropónimo de Iohanes, 'Xuan', 'Juan', pero mejor que nos no explique también Ramón d'Andrés con su diccionario toponímico del concejo:
"Etimología: existen varias hipótesis para explicar el origen y significado de este topónimo. Parece que estamos ante un plural femenino de una antigua palabra *foxana, que provendría del término latino vulgar *fŏvĕana [foweána] o *fŏvĭána [fowiána] (en plural *fŏvĕanas o *fŏvĭanas), derivado del latín clásico fŏvĕam [fóweam], con el significado de ‘pozo’, o bien del término latino fŏssam [fóssam] ‘pozo, pozo cavado’, de donde vienen también las palabras asturianas actuales foxa, fuexa, foya, con sus variantes masculinas foxu, fuexu, fueyu (ver Fuexo; la misma procedencia tienen las palabras castellanas «hoya», «hoyo»). Por lo tanto, Foxanes tendría origen en una expresión del tipo *tierres foxanes, que vendría a significar ‘tierras con pozos’. Según otras hipótesis, Foxanes podría tener origen en algún nombre de persona, posesora de una finca o heredad. Así, la expresión *Faustiānis ‘de Fausto’, genitivo latino-vulgar del nombre propio Faustus ‘Fausto’, y en consecuencia significaría ‘tierra o finca de Fausto’; o bien *Fŭlviānis [fulwiánis] ‘de Fulvio’, genitivo latino-vulgar del nombre Fŭlvius ‘Fulvio’. Por último, dos hipótesis menos probables son las que hacen intervenir el elemento fon- o fo-, derivado de fonte. Según esto, habría que remontarse a expresiones como *fo(nte de) xanes, donde estarían presente las xanes o ninfas de las fuentes (xana viene del latín Dĭāna, diosa de la caza). Podría suponerse también que el elemento -xanes provendría del nombre Iohannis o Iohanis [yoánis] ‘de Xuan o Juan’, genitivo de Iohannes o iohanes [yoánes] ‘Xuan o Juan’, y por lo tanto *fo(nte) xanes sería ‘fuente de Xuan o Juan’, semejante por tanto a El Campu Xuanes. Por último, no hay que olvidar que ese elemento inicial fon- o fo- puede derivar no de fonte, sino del término latino fundum [fúndum] ‘finca, heredad’. Una etimología en una supuesta palabra gótica froja o frojanes, con el significado de ‘franja o haza de terreno’, no tiene mayor fundamento."

No obstante hemos de decir que el mito de la xana cierto es está presente en leyendas y topónimos existentes en las inmediaciones y que, además está relacionado con el antiguo y original nombre del río, Deva, de origen céltico, que denomina una diosa de la naturaleza de raíz indoeuropea, la Gran Diosa Madre que da la vida, simbolizada en las aguas y el nacimiento de los ríos. Esta Diosa Madre de la Naturaleza (agua es germen de vida) quedaría cristianizada en la advocación a la Virgen María, pues según el cristianismo es también una Gran Madre del género humano



La adoración a Deva es un ejemplo de la veneración y el respeto de las antiguas culturas para con el entorno natural que hace posible la vida y de la que el agua es el principal fundamento. No es de extrañar que un elemento fecundador y femenino como es el agua quedase divinizado por un ser también femenino, Deva, y este fuese con el tiempo transformado o asimilado a nuevo nombre, aunque no de función, cuando una nueva religión se superpone a las anteriores. Tanto el río como su nacimiento en El Güeyu Deva (ojo de Deva), portan esta etimología, que también pasó a la parroquia y a la montaña


Hallamos Deva en numerosos topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia, pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc., que sería harto prolijo enumerar. También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Asturias están representados por las xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos


Vuelven a formarse meandros. El cambio de denominación de debió a la erección sobre su nacimiento en El Güeyu Deva de una capilla de la Virgen de esta advocación, Nuestra Señora de Peñafrancia, panteón de los condes de Revillagigedo o condes de Deva


Arriba a nuestra derecha va el otro camino, con el que nos reuniremos como hemos dicho un poco más allá, cerca de los edificios del Campus de Gijón, próximos ya, como el río, a llegar al Piles entre La Guía y Les Mestes, puerta del centro urbano gijonés por El Molinón y El Bibio y lugar de nuestra reunión con el Camino de Santiago






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