Esta es La Carbayera'l Tragamón, bosque de carbayos o robles, varias veces centenarios, situada en el barrio de Cefontes, parroquia de Cabueñes, monumento natural desde el año 2003, un lugar maravilloso empleado tradicionalmente como lugar de asueto, ocio y esparcimiento que los peregrinos que quieran tomar la senda fluvial del río Peñafrancia como alternativa al Camino de Santiago para entrar en el casco urbano de Gijón/Xixón, podrán encontrarse a su paso según se acercan a La Guía, donde se reúnen con la ruta xacobea oficial del Camino Norte
La Quintana Medero, y El Camín del Pozón |
La Senda del Ríu Peñafrancia ha dejado las orillas del río del que toma su nombre durante un tramo al atravesar esta barrio de Cefontes, tomando varias vías locales hasta llegar al cruce del Camín del Pozón con El Camín del Tragamón justo enfrente de La Quintana Medero, Casa Antón de Medero y Casa Rubiera, continuando nosotros ahora camino a su izquierda
En El Camín del Tragamón vemos, nada más empezar, varios árboles frutales de La Quintana Medero, entre ellos una platanal, árbol, aunque parezca extraño, no demasiado raro de ver, si bien como planta ornamental, en algunas caserías asturianas, sobre todo de la costa o algunos valles de clima suave en el interior
Es la platanera de jardín, o eso nos han dicho, sus grandes hojas, que dan sombra a sus frutos, pueden secarse en algunas heladas e invernadas duras, pero en primavera vuelven a crecer
Y aquí tenemos el fruto, los plátanos, pequeños y que no se da en comerlos, o no tenemos noticia ninguna de ello
Los muy llamativos caparazones, elemento ornamental por excelencia en el jardín
Seguidamente, el vallado cierra la extensa pumarada de La Quintana Medero, asomando sobre ella, a cierta distancia, la torre de la Universidad Laboral, monumental edificio construido entre 1948 y 1957, de la que hemos hablado abundantemente en la primera parte dedicada a esta senda, tanto de sus avatares constructivos como en sus sucesivas readaptaciones según cambiaban los tiempos, desde 2007 Laboral Ciudad de la Cultura. que engloba numerosos equipamientos
Según los datos de Wikipedia y aunque desde aquí no se contempla bien el conjunto, es, con sus 270.000 m², el edificio civil más grande de España. Su torre, tras la rehabilitación del año 2007, llega los 130 metros de altura y es asimismo la más alta de Asturias, además de emblema identificativo del monumento. Sin embargo es la capilla, a la derecha, de planta elíptica, el elemento más espectacular, atendiendo a su estructura interior y exterior, que apenas apreciamos tampoco desde aquí
Algo más lejos, podremos llegar a divisar el Hospital de Cabueñes, gran centro sanitario que, como todo en este valle, está relacionado con la antigua fundación universitaria, pues se ideó en principio como un hospital para los alumnos de la Laboral, erigiéndose en una finca de Manuel Tuya, donde al no haber agua, se llevaba en toneles desde el barrio de La Pontica, para hacer la pasta de cemento
Actualmente el Hospital de Cabueñes es centro asistencial del SESPA, Área V de Asturias (Gijón/Xixón, Villaviciosa y Carreño) y está asociado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. A lo lejos al norte los altos del Infanzón, El Tasqueru, La Corolla... entre Somió y Cabueñe
Vemos, bastante cerca ya, algunos edificios de la ciudad de Gijón/Xixón, la Villa de Jovellanos, en concreto por los barrios del sur, Ciares, El Llano, El Real, Pumarín... en la distancia es la sierra de Torres, en la parroquia de Jove/Xove, al oeste del concejo, acceso a la célebre Campa Torres, sobre el puerto de El Musel
En Ciares vemos algunos edificios de las nuevas urbanizaciones de esa zona, que a veces erróneamente son llamadas Viesques. En medio es el Colegio Manuel Rubio, a cuya derecha asoman algunos árboles del gran parque de Los Pericones. En la lejanía y en la sierra se reconoce muy bien El Monte'l Condesu, parte en Xove (derecha) y parte en Veriña (izquierda), pasaremos muy cerca de él cuando salgamos del casco urbano gijonés por La Calzada
Y esta es la altísima Chimenea de Aboño, perteneciente a la térmica ubicada al otro lado del monte. Sus 225 metros de altura hacen de ella la construcción más alta de Asturias (más que la torre de la Laboral). A su izquierda asoma otra torre, más pequeña, que no se ve tanto como esta pintada de rojo y blanco que la hace muy visible desde muchos kilómetros de distancia. Bajo ella, algunas casas del barrio xoveru de Les Cabañes, y más abajo y más cerca, algunos edificios de La Teyerona, a la derecha de Los Pericones. A su vez a su derecha varias casas del barrio de El Coto
El barrio de El Coto, que creció por la colina de su nombre, antiguo Coto de San Nicolás del Mar, cuya primera referencia escrita es del año 1476, coto señorial particular, de ahí su nombre, cuyo dueño era por entonces el "bachiller Juan de Gijón". Desaparecidos los cotos señoriales en el siglo XIX la ciudad se fue extendiendo por esa loma a raíz de la construcción de la nueva cárcel y un cuartel. Los actuales edificios ocupan lo que fueron mayormente casas unifamiliares de planta baja (quedan aún algunas) de lo que fue una incipiente ciudad-jardín del extrarradio, condición que ahora tiene principalmente Somió y, en parte, Cabueñes
Y ahí está La Campa Torres propiamente dicha, fácilmente reconocible por sus enormes bombonas esféricas de butano. Una loma pelada a su derecha es la entrada, con foso defensivo, al gran castro allí existente, antecedente poblacional de la ciudad, al que se le considera ser la antigua Noega del geógrafo Estrabón
Bajo el abrigo natural de La Campa Torres se construyó el gran puerto de El Musel, el cual sustituyó al viejo muelle local gijonés y se convirtió en el más importante de Asturias gracias a su hondo calado, lo veremos bien cuando pasemos, en el casco urbano, a la zona oeste de la ciudad, de El Fomento a Poniente y El Natahoyo...
Realmente y siendo críticos, la senda como tal y diferenciada de la carretera realmente no existe, esto era un antiguo camino que se ensanchó y luego se volvió a ensanchar y asfaltar más recientemente, pero ni arcén mínimo se ha dejado para el caminante
Estuvo aquí a nuestra derecha el acceso desde el viejo camino a una fuente con lavadero, hoy día caída y tragada por la vegetación, La Fuente'l Tragamón, a donde acudía a por agua, a hacer la colada o a dar agua al ganado el vecindario de las caserías y quintas de las inmediaciones de la carbayera
Justo enfrente, y antes de La Carbayera, es la zona de Los Maizales, que era como se llamaba un antiguo merendero, muy célebre, hoy en día desaparecido y donde hay una urbanización, que dio nombre al lugar, incluyendo la parte de La Carbayera'l Tragamón más próxima, actualmente la que está fuera del jardín botánico, separadas ambas por la Carretera la Isla, a la que saldremos tras dejar el robledal
Los Maizales hacía referencia a estos terrenos, antaño plantados de maíz, cereal que, traído de América, sustituyó a la escanda, miyu, panizu e incluso al trigo como cereal panificable para hacer el pan, la boroña, plantándose intensamente para consumo humano hasta muy avanzando el siglo XX
Y aquí se bifurcan El Camín de los Maizales y El Camín del Tragamón: nosotros vamos a la derecha, continuando por el segundo, que sube levemente...
En el cruce el cartel confirma el buen camino, de todas maneras ya vemos enfrente La Carbayera'l Tragamón, o Carbayera los Maizales, que es nuestra mejor indicación visual con estos grandes carbayos (y alguna castañal) que destacan por su altura sobre el entorno
Realmente no se sabe a ciencia cierta si son parte de una carbayera más antigua y mucho más extensa o si son árboles más o menos aislados que crecieron en este lugar, aunque de buena parte de los actuales sí que hay testimonios que señalan que fueron plantados por mano humana entre los años 1600 y 1750. Leemos en Wikipedia:
"Este bosque está a ambos lados de la carretera de Castiello a Cabueñes. La zona norte la cruza el río Peñafrancia y es la parte más frondosa La Carbayera es un bosque de pequeño tamaño en que solo hay robles centenario sin ejemplares jóvenes. Tiene características de dehesa con árboles de unos 500 años, lo que quiere decir que son bosques que ya estaban creciendo en el siglo xvi si bien la mayoría tienen entre 250 y 350 años y debieron ser plantados de forma artificial pues se ve la alineación recta de los árboles si bien hay otros más jóvenes, de unos 50 años, que nacieron de forma natural; son los que están en la zona norte de la Carbayera. Se nota en los viejos robles que han sufrido las consecuencias de podas y desmoches hechos para la extracción de madera. Esta corta fue particularmente intensa en los siglos XVIII y XIX. La última poda intensa de la Carbayera fue en 1905.
Las características del bosque adehesado es una consecuencia del trabajo y trato tradicional del bosque que se utilizaba para la extracción de madera como combustible con lo cual no desaparecían los árboles y como zona de pasto para los animales. Este tipo de bosque ha ido disminuyendo de superficie pero quedan masas importantes de alcornoques (Quercus suber) y encinas (Quercus ilus; rotundifolia). En este tipo de bosque adehesado se establecen una serie de animales como hongos, líquenes, insectos xilófago que destruye la madera y murciélagos."
Este espacio público de Los Maizales se ha ampliado a esta finca a nuestra izquierda, cerca del lugar en el que estaba el antiguo bar y donde se han plantado nuevos árboles. La carbayera pues parece que tiende a crecer por este sector
En su Diccionario toponímico del concejo de Gijón, el filólogo Ramón d'Andrés nos informa que el origen del topónimo es desconocida, si bien arroja ciertos datos que pueden dar respuesta al enigma:
" Es posible que este topónimo hubiera sido primitivamente *Tregamón (en el siglo xvi se documenta como Tregomón y Tragomón), con el significado de ‘tras el gamón, detrás del gamón’. En ese caso, estaría formado de tre-, alteración de tres-, prefijo y preposición usual en el asturiano moderno y equivalente a ‘tras, detrás’, y el sustantivo gamón ‘planta montés que da unas varas con flores blancas en racimo’. El primer elemento tre-, que alternaría con tra-, podría también proceder de una alteración del prefijo entre-."
En cuanto a las referencia al lugar, apunta d'Andrés que esta es la carbayera más grande del concejo, siendo El Tragamón también el nombre de este lugar del barrio de Cefontes, parroquia de Cabueñes, incluyendo la finca y un llagar de sidra que veremos al llegar a la Carretera la Isla que, como hemos dicho, divide en dos a la carbayera, recibiendo esta parte también el nombre de Los Maizales:
"Con robles de más de cuatrocientos años, se declaró monumento natural en el año 2003, y hoy forma parte del Jardín Botánico de Gijón, junto a la histórica finca de La Isla, de la que parece existir testimonio medieval en documentos de la Diócesis de León: «et in Asturias do supradicto monasterio Sancti Pelagii et Sancti Isidori ecclesiam Sancti Saluatoris de Deua cum omnibus adiunctionibus et subiectionibus suis sicut in testamentis et legitimis scripturis eius omnia conplectuntur et ecclesiam Sancti Cypriani de illa insula similiter» (año 1103); «[…] in Asturiis in ripa maris, in Gigion, ecclesiam Sancti Nicholai, cum hereditatibus suis, ecclesiam Sancti Petri de Vernoses, cum pertinentiis suis, ecclesiam Sancti Cipriani de illa insula cum pertinentiis suis, et ecclesiam Sancti Saluatoris de Deua, cum omnibus pertinentiis suis» (año 1176). El Tragamón da también nombre a un cercano campo municipal de golf"
Adjunta también este investigador y especialista las transcripciones documentales escritas del topónimo más antiguas que se conocen, del siglo XVI, vinculadas además a nombres de personas, vecinos del lugar:
"Documentación histórica del topónimo: en el Libro del Cay: «Pedro de Tregomón» (año 1561), «Pedro Fernandez de Tregomón» (años 1562 y 1563), «Pedro de Tregomon» (año 1569). Esta forma Tregomón procedería de un supuesto *Tregamón, con cierre de «a» en «o». Libro Ordinario: «El dicho Diego de Baldes, nonbró a Alonso de Tregomon» (año 1576); «Juan de Baldes nonbro a Alonso de Tragomon» (año 1577); «Alonso de Tregomon, elemento tre-, que alternaría con tra-, podría también proceder de una alteración del prefijo entre-."
Un chalet se levanta en el lugar del antiguo chigre-merendero, a nuestra izquierda. A nuestra derecha pasamos junto a Jardinería El Tragamón. Mientras avanzamos vemos las nuevas plantaciones de árboles en la finca
Seguidamente es la entrada a la antigua Casa Dimas. Al fondo, más allá de aquellos vehículos aparcados, pasa la Carretera la Isla. Al otro lado es la parte del Tragamón integrada en el Jardín Botánico Atlántico, entre las dos ocupan una superficie de 4,8 hectáreas de árboles centenarios. Volvemos a consultar datos y descripción de Wikipedia:
"En la zona hay unos 192 ejemplares de la especie Quercus robur (roble común o carbayo en asturiano) y un ejemplar de la especie Quercus pyrenaica (roble negro).
En la zona costera asturiana prevalece como vegetación más potencialmente posible el roble común o «Quercus robur», roble carballo o roble fresnal pero debido a que la franja costera está muy urbanizada e industrializada han ido desapareciendo transformándose zonas de cultivo, en prados para pastar los animales o bien en plantaciones de otros tipos de árboles de más rápido crecimiento para ser utilizados en la industria maderera. Sin embargo, en Cefontes, en la parroquia de Cabueñes, hay árboles centenarios rodeados de pradera y es debido a esa peculiaridad de esta pequeña superficie de casi cinco hectáreas que este robledal haya sido declarado monumento natural el 13 de marzo de 2003, por lo que está protegido e incluido en el plan de recursos naturales de Asturias con la denominación de «Parque Natural de la Carbayera de El Tragamón». El decreto correspondiente es «Decreto 21/2003 de 13 de marzo» por el «Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias» (PORNA). Aproximadamente la mitad de esta carbayera forma parte en la actualidad del Jardín botánico atlántico de Gijón. Este es el único jardín botánico de Asturias. Es miembro de la Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos, y asimismo del BGCI."
En esta bifurcación seguiremos a la izquierda, por donde continúa la senda y El Camín del Tragamón, cuya carbayera, como las demás carbayeras gijonesas, son pervivencia de antiguos bosques que cubrieron gran parte del concejo en tiempos pasados, reservas de madera para leña y construcciones. Relata su historia el geógrafo especialista Javier Granda en su hermoso libro Natural de Gijón. Parques, jardines y espacios verdes municipales:
"Las carbayeras son pequeños espacios arbolados, vestigios de antiguos terrenos de aprovechamiento comunal, que fueron exceptuados de las roturaciones generalizadas de efectuadas desde finales del siglo XVIII y de las ventas de bienes de propios ligadas a las desamortizaciones del siglo XIX. La pervivencia de este legado natural histórico supone también la conservación, a pequeña escala, del arbolado autóctono o climático formado por el bosque mixto de robles y castaños que, en otros tiempos, cubrió ampliamente la superficie del concejo. Respecto al tipo de arbolado que domina en estos espacios naturales públicos, el roble, o carbayu en asturiano, es el árbol que tiene una mayor representación y de quien toma el nombre, aunque no suele aparecer formando una mancha monoespecífica (esto explica por qué el término carbayera se aplica usualmente para cualquier agrupación de árboles en zona rural). Por lo común, otras especies acompañan a los carbayos, como falsos plátanos, fresnos, álamos o castaños. En estos espacios se encuentran algunos de los robles más antiguos y corpulentos del municipio, verdaderas joyas del patrimonio natural del común. Así por ejemplo (...) En la carbayera sur del Tragamón (que en otros tiempos debió de formar una unidad con la situada más al norte, hoy integrada en el Jardín Botánico Atlántico), son asimismo, varios los ejemplares de más de cuatrocientos años y cuya cuerda excede los dos metros. En general, las carbayeras públicas presentan un aspecto adehesado debido a las prácticas tradicionales de aprovechamiento comunal de estas: clareo y desmochado de los árboles para la saca de madera para leña, aprovechamiento del pasto y rozo, de las bellotas, e incluso obtención de carbón vegetal. Las frecuentes podas o desmoches de estos viejos robles de las carbayeras están detrás del característico aspecto afrailado que presentan muchos de ellos, en contraposición al porte más esbelto y elegante de los ejemplares no trabajados"
La Carbayera'l Tragamón formó parte de los extensísimos terrenos que adquirió en los años 1940-1950 el Patronato de la Universidad Laboral para realizar el gran proyecto de "ciudad autárquica" que fuese autosuficiente, dando gran prioridad en sus primeros planes de estudios a materias como las mineroindustriales y las agropecuarias, planteándose grandes explotaciones agrícolas y ganaderas que hiciesen al centro, algo que nunca llegó a realizarse y que incluso llegó a ser desecharse con la etapa aperturista del régimen y el final de su bloqueo comercial en la segunda mitad de la década de 1950
Durante la Transición estos espacios pasaron a la Seguridad Social y en 1988 fueron adquiridos, junto con otros, por el Ayuntamiento. Con la apertura del Jardín Botánico Atlántico en 2003 su zona norte, más extensa y agreste, quedó preservada dentro de sus dependencias, que pueden visitarse pero previa adquisición y presentación del pertinente pase o entrada (salvo en jornadas de puertas abiertas), quedando únicamente esta parte, Los Maizales, plenamente abierta y de paso libre, como ya hemos apuntado
Fijémonos en la flecha amarilla. Aunque no es Camino de Santiago en algún momento la Senda del Peñafrancia fue señalizada con ellas. De la misma manera, aunque en dirección contraria es empleada por los peregrinos del Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, siendo muy concurrida por paseantes y ciclistas. En este tramo, sin asfalto, vuelve la senda a ir perfilándose de nuevo, si bien en un trecho abierto a la circulación de vehículos
El lugar tiene una gran importancia dentro de la historia de la Transición en Asturias, pues desde los años 70 del pasado siglo XX se celebraba aquí el Día de la Cultura, al principio en plena dictadura, una gran romería con fiesta y música en la que se reunía prácticamente toda la oposición al régimen, con presencia también de destacadas personalidades de ámbito internacional, mismamente, el cantautor José Alfonso cantó su célebre Grandola vila morena aquí y antes aún en otros lugares de Asturias -primero fue en Galicia-) antes que fuese la música de la Revolución de los Claveles en Portugal
En estos campos cantaron Víctor Manuel, Ana Belén, Nuberu, Rosa León, Carlos Rubiera y un ciento de artistas comprometidos en una celebración en la que estaban representados todos los partidos de izquierda, creándose un ambiente muy proclive para que se encontrasen muchos protagonistas que fueron indispensables para el nacimiento y formación de los nuevos movimientos sociales y políticos que consiguieron estar en primera línea con la definitiva caída del franquismo y la llegada de la democracia. En el año 1977 se registraron 35.000 asistentes
La Carbayera'l Tragamón, al empezar la primavera |
Su gran promotor fue Óscar Roza Riera, natural de Cimavilla pero residente la mayor parte de su vida en El Natahoyo, donde participaba activamente en la sociedad cultural que llevaba el nombre de este histórico barrio obrero. Ilusionó a sus compañeros con la idea de una fiesta donde tuviesen cabida todos los colectivos sociales que estaban aglutinando nuevas formas de organización y trabajo fuera del aparato de la anquilosada y moribunda dictadura y sus organismos. El primer Día de la Cultura fue el 10 de septiembre de 1972 en esta misma carbayera, su éxito fue tal que pronto se adhirieron otras asociaciones, durando hasta 1984
En agosto de 2013 se celebró una nueva edición pero no tuvo continuidad, con este motivo, y al replantearse la recuperación de la fiesta, el periodista de La Nueva España J. L. Argüelles publica La Carbayera de la izquierda, donde hace un repaso a aquella trayectoria reivindicatoria de carácter festivo y cultural:
"En el verano de 1972, cuando el general Franco concentraba aún todo el poder del régimen construido desde la derrota republicana en la Guerra Civil, las gentes del clandestino PCE decidieron apostar una vez más por la audacia. El reto consistía en ganar algún espacio, por mínimo que fuera, a la férrea línea de la permisividad gubernamental. Fue una apuesta por poner en marcha lo que pocos se atrevían siquiera a pensar. Y así surgió el «Día de la Cultura», que se celebró por primera vez el 10 de septiembre de aquel año en la carbayera de Los Maizales, en la parroquia gijonesa de Cabueñes, en el barrio de Cefontes. Nació como un medido gesto de rebeldía antifranquista, como fiesta de prau para demócratas vigilados por la Guardia Civil, como ejercicio práctico de lo que se conocía -con retórica de aquellos años- como la «alianza de las fuerzas del trabajo y la cultura». Y feneció transcurrida una década larga, en 1984, dos años después del triunfo electoral de los socialistas y cuando la transición democrática había dado ya con sus propias fórmulas culturales y festivas.
La izquierda quiere regresar ahora a la pradería de robledal, castaños, arces y laureles de Los Maizales. Allí hay árboles centenarios, algunos ofrecen su gozosa sombra desde, al menos, el siglo XVI. En realidad, se llama carbayera del Tragamón y unas cuantas de sus hectáreas están incorporadas al Botánico de Gijón. Queda aún, sin embargo, carbayera suficiente para reunir a miles de personas, como hace treinta años, según aseguró esta semana Jesús Montes Estrada. Ex portavoz municipal y ex coordinador de IU, es uno de los miembros de la comisión que se reunió el pasado martes en la sede del Ateneo Obrero para recuperar, «sin nostalgias», el «Día de la Cultura». Junto a él, el cantante Chus Pedro, el escritor Maxi Rodríguez o el dramaturgo Eladio de Pablo, así como otras conocidas personas del mundo político, sindical o asociativo del Principado: Pedro Alberto Marcos, Luis Felipe Capellín, Manuel Villa, Fernando García Noval, Pablo Iglesias o Luis Pascual.
No hay melancolía en este intento de restaurar una de las señas perdidas de la izquierda asturiana, cuyo eco traspasó las fronteras regionales, según explicó Montes Estrada. Lo que plantea esta comisión es que hoy, al igual que al final del franquismo y en los primeros años de la democracia, «se pueden cambiar las cosas». Parece increíble que el fallecido José Afonso, el gran bardo portugués, entonara en Los Maizales, en agosto de 1974, «Grandôla, Vila Morena», la canción que en abril de aquel mismo año sirvió de consigna para desatar la Revolución de los Claveles. La idea que pone en marcha este nuevo «Día de la Cultura» es la de agrupar a todas las fuerzas que están en contra de los recortes y de la «dictadura de los mercados».
Y quieren que se celebre el próximo 11 de agosto, como en los viejos tiempos. Sonia Tuya Baragaño, directiva durante años de la Sociedad Cultural El Natahoyo, fundada en 1966 y la entidad que hizo de motor del primer «Día de la Cultura», cree que «puede tener sentido» la recuperación del festejo. «No lo veo mal, porque hay suficientes reivindicaciones», afirma. Explica que la fiesta se apagó porque «habían cambiado los tiempos, después de que se fueron conquistando parcelas de libertad». Aún recuerda cómo los guardias civiles vigilaban todas las caleyas en 1974: «Estábamos sitiados». El historiador Luis Miguel Piñera, que trabajó activamente en varias ediciones de aquella cita, tiene su diagnóstico sobre el final de un festejo que se financiaba con una pegatina que costaba cincuenta pesetas, más el trabajo desinteresado: «Murió porque el país iba ya por otro lado».
Hay una coincidencia general en que hubo dos personas fundamentales en la organización del «Día de la Cultura», paradigma de ese «voluntarismo» sin el que la fiesta no hubiera sido posible. Eran Óscar Roza Riera y Joaquín Fernández Espina, ya fallecidos. El primero, como presidente de la Sociedad Cultural de El Natahoyo; el segundo, desde la Sociedad Cultural Pumarín, como movilizador de sus compañeros de Mina La Camocha para hacer la «barraca» que servía de bar. El entramado asociativo lo completaban la Cultural Gijonesa y más tarde Gesto. Y estaba asegurada, por el compromiso del PCE, la participación de otras entidades que esta organización tutelaba en distintas zonas de Asturias: Amigos de Mieres, Amigos del Nalón, La Amistad (El Entrego), Delta (Avilés) o la la Cultural Ovetense.
Santi Martínez fue durante años el encargado de los micrófonos del escenario del «Día de la Cultura», junto a Juan Otero. Le parece bien que haya un grupo de personas que quieran recuperar aquella jornada, pero tiene dudas de que ese deseo pueda materializarse. «En aquel momento el nivel de voluntad y de compromiso político era muy alto; fuimos muchas las personas que de manera desinteresada participábamos en aquello». Y añade: «La prioridad tiene que ser sumar fuerzas, sin excluir a nadie». Fue uno de los que abandonó con Vicente Álvarez Areces la traumática conferencia que los comunistas asturianos celebraron, en marzo de 1978, en Perlora. Hay quien opina que aquel enfrentamiento tuvo repercusiones en el «Día de la Cultura». El ex presidente del Principado y ex alcalde de Gijón pastoreó durante años, cuando era dirigente comunista, muchas de las actividades relacionadas con una fiesta por la que pasaron Víctor Manuel, Ana Belén, Chicho Sánchez Ferlosio, Rosa y Julia León, Ricardo Cantalapiedra, Quintín Cabrera o Raimón, entre muchos otros, incluidos los asturianos «Nuberu», Julio Ramos o el ahora concejal de Cultura de Gijón por Foro, Carlos Rubiera.
Hay quien afirma que el «Día de la Cultura» llegó a congregar en alguna edición a cien mil personas; treinta mil puede ser una cifra razonable, dicen otros. Eleña de Uña, militante socialista que participó activamente en la organización del encuentro hasta 1984, ve difícil que una comisión pueda organizar en tan poco tiempo una cita tan compleja como aquella, en la que trabajaban gratis más de un centenar de voluntarios. Y recuerda con desazón que la última edición arrojó un déficit de un millón de pesetas. Se salvaron los muebles por las donaciones de obra de varios artistas."
Sobre la marcha, y salvo que estemos, lo que no debería sucedernos a menudo para disfrutar del Camino, demasiado prisioneros del reloj, es muy agradable, mismamente caminando y sobre la marcha, adentrarnos un poco en este magnífico robledal gijonés, cuya especie arbórea dominante es descrita de esta manera en el artículo que Wikipedia dedica a este paraje:
"El roble, árbol base de este entorno es un árbol robusto, de porte majestuoso, que puede superar los 40 metros de altura. Pertenece al género Quercus, que son los robles blancos de Europa, Asia y América del Norte. Tienen los estilos cortos; las bellotas maduran en 6 meses y tienen un sabor dulce y ligeramente amargo. Las hojas carecen de una mayoría de cerdas en sus lóbulos, que suelen ser redondeados. Tiene flores masculinas en amentos colgantes, verdes-amarillentos, que nacen solitarios o en grupos de ramillas del año anterior. Bellotas colgantes sobre un largo pedúnculo, aovado-oblongas, con caperuza o cascabillo de escamas casi planas, empizarradas."
En Los Maizales casi siempre suele haber gente, sobre todo cuando acompaña el tiempo, principalmente en verano y fines de semana, pero es común que, a poco que las circunstancias meteorológicas ayuden, las familias y amigos vengan a hacer picninc, o simplemente a pasear, en una espaciosa zona verde con parte soleada para broncearse y lugares de sombra bajo las ramas y troncos de los viejos robles
Un paraje realmente mágico y abierto a nuestra presencia. Merece sin duda la pena apartarse ligeramente del camino para pasear por este magnífico robledal, pisando la suave hierba. Leemos en Naturaleza de Asturias. Espacios naturales protegidos:
"La Carbayera de El Tragamón es un excepcional conjunto de carbayos centenarios con una estructura adehesada sobre una pradería. En el norte de España no existen demasiados ejemplos de bosques adehesados compuestos por carbayos trasmochos, fruto de un manejo histórico en el que se daba un aprovechamiento mixto de pastos para el ganado y maderas. Los carbayos aquí presentes rondan en muchos casos los 300 años, llegando a tener dimensiones muy imponentes. El mayor alcanza los 16 m de altura, con un perímetro de 5,2 m y 13 m de diámetro de copa.
Además del valor botánico de esta carbayera, El Tragamón destaca por el gran número y diversidad de aves que se pueden encontrar en su interior y en sus alrededores inmediatos. Mirlos, petirrojos y currucas capirotadas, conviven con páridos como el carbonero común, carbonero garrapinos o herrerillo común pudiendo observarse de manera ocasional aves propias de bosques más densos como el gavilán o el pico menor."
Es usual sorprender a algún esguil o ardilla merodeando por el campo que corre a guardarse esguilando, escalando a la carrera por el tronco de un carbayu si percibe que nos aproximamos demasiado.
Nos ve llegar... nos observa...
Y escapa subiendo ágilmente tronco arriba...
Se sabe que en siglos pasados gran parte del actual concejo gijonés era así, un inmenso bosque de carbayos, serían pues estas carbayeras, verdaderas "islas" de lo que fue una verdadera selva, pues mismamente Noega, el castro de La Campa Torres, parece haber sido fundado sobre lo que fue un gran robledal, quemado y arrasado previamente por los nuevos pobladores
El carbayu o Quercus robus, insistimos, es la especie predominante, pero también tenemos rebollu (Quercus pyrenaica) y, como ya comentamos, castaño o castañal (Castanea sativa). Hay asimismo en la parte norte (jardín botánico) ejemplares de arces (Acer seudoplatanus), fresnos (Fraxinus excelsior) y lloreos o laureles (Laurus nobilis)
El roble "el rey del bosque", era en la sociedad céltica símbolo del poder de la naturaleza y era considerado el rey del bosque. El muérdago o arfueyu que en él crecía se cortaba con una hoz de oro había de cogerse con un paño y no dejarlo caer al suelo. Se trata de un símbolo mágico, curativo y medicinal basado en esta planta parásita que se alimenta de la savia del árbol, esto es, literalmente de su sangre. La esencia misma del árbol. No deja de ser un casi imposible tabú pues el oro en sí mismo no tendría fuerza para cortar nada, aunque sí podría ser cobre, metal también dorado y lleno de resonancias mitológicas, o bien un baño de oro sobre otro metal
La carbayera en invierno, con los carbayos sin hojas |
Algunas mesas de madera con bancos invitan a sentarse y descansar de este solaz en cualquier época y estación. Con El Roble (el árbol real), el naturalista y escritor Ignacio Abella le dedica a esta especie un buen capítulo de su libro La Magia de los árboles, en el que entre otras cosas dice:
"Si algún grupo de árboles puede considerarse representativo de la vegetación secular de la Península, estos son los robles. La diversificación de este género les ha permitido poblar todo tipo de suelos y climas, y donde las hayas, el hombre y las condiciones físicas se lo han permitido, ha creado un mundo a medida, el robledal, que debido al carácter magnánimo y tolerante del roble, permite la instalación de un sinnúmero de seres vivos.
Si además tenemos en cuenta la gran cantidad de variantes que ofrecen los lugares en que se asientan las diferentes especies de robles, entenderemos que verdaderamente se trata de un universo repleto de vida y magia, el universo del roble, presidido por este árbol y compuesto por un impresionante, séquito de arbustos, trepadoras, hierbas, musgos, hongos y toda suerte de animales."
Espectacular tronco hueco y "con ventana". Al otro lado de la carbayera vemos la Carretera del Tragamón o Camín de La Isla: al otro lado vemos la parte del Tragamón más silvestre selvática, ya dentro del Jardín Botánico Atlántico, junto con los jardines de la Quinta la Isla, de la que hablamos abundantemente, como del mismo jardín, en la primera parte de las entradas dedicadas a este camino por la Senda del Peñafrancia
Al oeste de la carbayera, donde se unen El Camín del Tragamón y la carretera, veremos las instalaciones de la histórica Champanera de Villaviciosa, empresa sidrera, especializada en su champanización, fundada en 1921 en la parroquia mariñana de Castiellu, en Villaviciosa, en 1929 fue adquirida por una sociedad presidida por Victoriano García y en 1930 se trasladó aquí, abriendo su nuevo llagar y demás dependencias en la finca El Tragamón. Esta es su historia, extraída de Wikipedia:
"Esta compañía fue fundada en 1921 con la denominación social de "Champanera de Villaviciosa, S.A" en la parroquia de Castiello de la Marina (Villaviciosa) de ahí el nombre de la sociedad. En 1930 se traslada a Gijón, donde construye su nueva fábrica en el barrio de El Tragamón, parroquia de Cabueñes. Fue una empresa proveedora de la casa real española, con la marca sidra "Reina Victoria", en honor a Victoria Eugenia de Battenberg reina consorte de Alfonso XIII. El eslogan de esta sidra era: "La sidra Reina Victoria debe su éxito a su alta calidad".
Entre otras conocidas marcas que representan la historia de esta empresa cabe destacar: Sidra La Asturiana, Real Sidra Asturiana y Sidra Cima cuyo origen está en un antiguo lagar situado en Colloto, Oviedo donde en 1875 se empezó a producir y comercializar esta marca.
En febrero de 2008 al ser denunciada la empresa por los franceses de la D.O. Champagne, pasó a denominarse "Ch. de Villaviciosa, S.A."
Desde junio de 2010 cambia a la denominación actual de “Bodegas de Villaviciosa, S.A."
"El juzgado de lo mercantil de Gijón aceptó el pasado 12 de junio las declaraciones voluntarias de concurso de acreedores de Bodegas de Villaviciosa (antigua Champanera de Villaviciosa), El Fugitivo S.A. y Bodegas del Tragamón, tres de las sociedades del grupo sidrero fundado por Antonio Angones Menéndez en 1921 y cuyas instalaciones se encuentran en la parroquia rural gijonesa de Cefontes, donde las tres sociedades tienen su domicilio. El concurso de acreedores no afecta a El Fugitivo S.L., el conocido llagar de Vega. La situación concursal tampoco afecta a otras empresas lagareras de las otras dos ramas de la familia Angones.
La insolvencia de las tres empresas llega después de que hace cuatro años el grupo optara por adquirir las marcas y la maquinaria de la compañía maliaya Escanciador, que por entonces ya había sufrido un concurso de acreedores. Esa inversión había supuesto un desembolso de unos 3 millones de euros para Bodegas de Villaviciosa, que contaba con rentabilizar con el fondo de comercio de Escanciador, que entre otras cosas era proveedor de Carrefour. Las marcas las había adquirido a Constantino Riera Muñiz SA, accionista mayoritario de Escanciador SA y la maquinaria directamente a esta última compañía en sendos contratos de abril de 2010. Mediante un tercer contrato, arrendaba los terrenos y las instalaciones de la empresa maliayesa.
El incremento de ventas con esta operación no fue el esperado, según explican fuentes próximas a la compañía. Además de acabar en concurso de acreedores tres de las sociedades de la familia, la crisis también se ha llevado por delante varios puestos de trabajo, unos por despidos y otros por la petición de los propios trabajadores de que les rescindieran sus contratos por el impago de salarios."
"Los robles tienen un lugar predominante en los ritos colectivos de la sociedad tradicional asturiana cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Quercus robur es el drus de los griegos, el Quercus de los romanos, el kaer quez (bello árbol) de las culturas celtas, el cassanos de los galos y el carbayu de los asturianos.
Para todos ellos, el carbayo ha sido un árbol sagrado: los vasos de bronce colgados de las ramas del roble de Dodona transmitieron a los griegos las decisiones de Zeus, los carbayos consagrados a Júpiter recubrieron las siete colinas de Roma, los celtas utilizaron las hojas y muérdago del carbayo en sus ceremonias druídicas y los astures se alimentaron hasta época romana, tal y como relata Estrabón, de un amargo pan amasado con harina de bellotas.
Perdido su carácter mágico y alimenticio, el carbayo conserva no obstante una parte importante de su ritualidad. Grandes ejemplares de carbayo adornan aún los espacios públicos de las aldeas más antiguas y sirven de lugar de reunión, concejo y solaz. Para las comunidades locales, esos ejemplares tienen no ya el valor de lo monumental, sino el de lo sentimental e histórico."
"En Asturias, el castaño bravo, utilizado para madera, recibe el nombre de "pagano", por faltarle el crisma del injerto; los frutales, las castañales, antaño solían "sallarse" y estercolarse con esmero"
"Esta experiencia y observación de necesitar de distinto jugo estas dos plantas, se confirma en los robles, que se ven en algunos castañales que son muy lozanos y se hacen mayores, que estando muchos robles juntos: y lo mismo sucede a los castaños que se ven entre robles."
"Nace el Club Deportivo Arenal en el año 1925, como su propio nombre indica corresponde a los aficionados al fútbol del barrio gijonés de La Arena, de la mano de D. José Castro junto con D. Marino Arriba que gracias al entusiasmo y valores propios de esos tiempos eran al mismo tiempo directivos, administradores, jugadores y lo que más mérito tiene hoy al transcurrir de los años, FUNDADORES, pues a ellos les cabe el honor de haber sido los pioneros de un club, que unos cuanto años después aún está. En aquellos tiempos el barrio de La Arena contaba con otro representativo equipo, El Cantábrico, que tras una enconada rivalidad terminamos por fusionarnos con el nombre de Unión de La Arena. Llegado el año 1930/31 surge otra vez el nombre de Club Deportivo Arenal, con domicilio en la Calle Aguado, en un reservado de Casa Luengo. En esta etapa la directiva estaba formada por Marcelo, como Presidente, Ramonín (El Cojo), Alfonso Ordieres (El Pocho), El Chato y demás. En la temporada 1932/33 se federa el Club Deportivo Arenal, militando en Tercera Regional, división en la que jugarían cuatro temporadas y, durante ellas, se proclamó campeón y subcampeón respectivamente. Fue en esta etapa, de 11 años de competiciones ininterrumpidas, la primera y más emotiva de la vida de nuestro Club, etapa de formación y consolidación en tiempos difíciles que sólo el entusiasmo de aquellos pioneros pudo superar 1975… Van transcurriendo los años y en 1975 el C.D. Arenal vuelve a resurgir con fuerza de la mano de Francisco Vincelle, Ricardín, Arturo Fernández, Garat, etc… Inscribiendo un equipo en 3ª Juvenil y a partir de ese momento el C.D. Arenal no paró de crecer en resultados y en número de equipos federados. Dentro de nuestra historia, somos el equipo de Asturias que más campos tuvo que construir, debido al desarrollo urbanístico de la ciudad durante los años 70. Comenzamos jugando en el Campo de Tetuán (detrás del Bella Vista), a los pocos años nos trasladamos al Campo del Mesón del Mar en la Providencia, y sobre el año 1983, se construyen los campos de La Nozal en la Guía. Nuevamente, en el año 1993, el CD Arenal tiene que coger las maletas y volver a comenzar en las actuales instalaciones de El Tragamón, donde en 1999 el temporal ”Hortensia” nos llevó toda la techumbre del Edificio Social y vestuarios causando un gran quebranto económico y organizativo, el cual pudimos superar con la ayuda de todos los colaboradores del club.
Campo de Tetuan. (1920/25)
Campo La Guía.
Campo El Pradón. (1925/27)
Campo La Huertota. (1927/33)
Campo Mesón del Mar. (1975)
Campo de La Nozal. (1987)
Campo El Tragamón. (1993-2017)"
Especialmente interesante es el primer apartado de su página Mi Club / C.D. Arenal, en el que exponen su Breve definición del conjunto, mostrando su esquema de valores así como el orgullo de disponer de estas instalaciones:
" Somos una asociación deportiva sin ánimo de lucro. Principalmente somos un club que intentamos transmitir unos valores de humildad, esfuerzo, sacrificio y unión. Somos un club diferente, donde valoramos mucho la unión entre los jugadores y los padres, que suelen organizar sus pinchoteos y parrilladas en las instalaciones del club. Un club muy familiar donde puedes venir por la mañana con tus hijos, ver un partido y quedarte toda la tarde en la instalación, porque uno se encuentra a gusto, ya que disponemos de unas instalaciones privilegiadas (su trabajo , esfuerzo y dinero cuesta para mantenerlo).
Tenemos equipos desde la base de 4-5 años hasta juveniles con 18 años. Donde disponemos de equipos para competir en todas las categorías, pero también tenemos otros equipos donde se busca la formación, el hacer grupo, que los peques y los padres se diviertan haciendo un deporte. No como otros clubes donde solo es competir-competir-competir."
Inciden y abundan en lo anterior en el capítulo dedicado a los Objetivos y filosofía del club:
"Los principales objetivos del club es la formación de los niños/as, pero evidentemente las categorías también son importantes, así que uno de los objetivos de determinados equipos del club, es mantener las primeras categorías, para seguir siendo un club importante dentro de Gijón. Hay otros equipos donde lo principal es hacer un buen trabajo con los niños/as y formarlos para que al año siguiente esos niños/as puedan seguir con la evolución y sigan felices realizando una actividad deportiva. La filosofía del club, es que no siempre lo importante es ganar, hay muchos otros factores muy importantes dentro del fútbol, la formación, la educación, el respeto por los rivales, muchas veces son más importante esos factores que la propia victoria, y para ello intentamos tener a unos entrenadores/monitores que vayan con esa filosofía y la inculquen desde el principio. Es rara la vez que el Club Deportivo Arenal se ha visto involucrado en algún caso oscuro relacionado con el deporte (peleas, cierre de instalaciones, amenazas entre jugadores…) Es más, en algunas ocasiones hemos recibido el galardón de Club ejemplar."
En cuanto a la Estructura del club exponen su forma de escoger directiva y cómo esta realiza su cometido de manera altruista:
"Disponemos de una estructura muy sólida desde hace años, donde son los socios quienes eligen a su presidente y siempre de una manera muy transparente. La directiva siempre ha sido formada por padres de jugadores y ex-jugadores del club dispuestos a ayudar de manera altruista, ya que aquí ninguno de los directivos cobramos nada, por lo que toda la colaboración es por «amor al arte», si es verdad que cada año es algo más difícil encontrar a gente dispuesta a ayudar, pero al final siempre aparecen socios y amigos/as dispuestos a ayudar, por el bien de los niños/as"
"La sede del Club Deportivo Arenal acogerá un torneo de fútbol benéfico el 1 de mayo. ¿El motivo? Se trata de un acto en ayuda a los damnificados por la gran riada del pasado mes de diciembre en el pueblo de La Roca de la Sierra (Extremadura). «Se llevó 60 casas por delante, fue como un tsunami», lamenta Víctor Holguera, coordinador del CD Arenal. La Casa de Extremadura es consciente del gran número de extremeños que hicieron de Asturias -en concreto Gijón- su hogar, como el propio Holguera. Por tanto, ante la petición de un acto benéfico, se decidió -junto a otras eminencias del deporte, como Manolo Murias y Pichu Cuéllar- celebrar un torneo en el que participarán jugadores del Arenal y al que se sumó una selección gijonesa de los clubes de la Asociación de Fútbol Base y del Gijón Industrial. Asimismo, a la ocasión se han sumado los grandes, como el fútbol sala y veteranos del Sporting junto con el Real Oviedo. El precio de entrada será de seis euros para todos los partidos"
"Federado en 2003, el Campo Municipal de Golf El Tragamón, junto con el Campo Municipal de Golf La Llorea, integran el Golf Municipal de Gijón, bajo la dirección y gestión del Patronato Deportivo Municipal.
Se trata de un campo semirústico de 9 hoyos, con una distancia total de 5.184 metros desde las barras amarillas y 4.468 metros desde las rojas. El recorrido no presenta excesivas dificultades haciéndolo ideal para jugadores de todos los niveles.
En la finca del campo, se encuentra el cauce del arroyo Peña Francia, lo que hace aumentar la dificultad en las zonas que entra en juego, aportando además una abundante vegetación de ribera. Sus mejores hoyos son el hoyo 2 un par 4 de 372 metros y el hoyo 6 un par 5 de 454 metros.
Cuenta además con un excelente Campo de Prácticas."
"... llegada la hora de disfrutar el encargo, y atravesada la gran portada de sillares y ladrillos inspirada en la Puerta de la Villa, toca admirar el jardín y las arboledas que separan el amplio pero recogido rincón del resto del mundo para según decida el caprichoso otoño asturiano- elegir sitio: si el verano da algún último coletazo, o el veranillo de San Martín acude a su cita, en la reposada terraza; si el otoño transcurre destemplado, en los amplios interiores presididos por un señorial piano de cola y con cuadros de Favila o de Melquíades Álvarez.
A un lado del caserón siempre mejorado está el llagar, la otra querencia ducal, alineando tras un largo pasillo blindado por cristales, prensas, cubas y pipas que confeccionan una sidra abierta, espalmante, cantarina, dulce de entrada y con una feliz y persistente puntada amarga final.
«Fuimos pioneros en colocar un comedor dentro del mismo llagar, acondicionándolo para que los diferentes procesos de la sidra y los jolgorios de las espichas no sufrieran interferencia alguna, juntando y a la vez aislando las partes», comenta Pedro, hijo de José Ramón y de Ángeles, los fundadores felizmente jubilados que ahora prefieren entretenerse con la jardinería o la ferrería de forja y yunque.
José Ramón gobernó previamente, y con su hermano, el Cañaveral de Somió;el éxito allí obtenido le permitió comprar el terreno donde construyo El Duque, también pionero ofreciendo «bodas en exclusiva, sin otra labor u ocupación que ese único agasajo por jornada».
«A todos, incluso a nuestra madre, nos enseñó cocina. Una cocina que sale del mercado diario, de los sabores claros, de las raciones abundantes, de la sencillez depurada;una cocina con ingredientes y elaboraciones por encargo que fía sólo lo justo al frigorífico, una cocina en fin pensada para personas concretas, con nombre propio», dice María, hermana de Pedro.
Y Virginia, tercera generación de la saga, sonríe, ratifica y suma esfuerzos"
"Fundado en 1977 por José Ramón y María de los Angeles, dando lugar posteriormente a la S.L. «Baldó y Díaz», integrada por el citado matrimonio y sus hijos María Asunción y Pedro. Si bien la gerencia del Restaurante El Duque data de 1977, se cuenta con una experiencia activa de más de 50 años.Teniendo como base profesional la ELABORACION PROPIA de todas sus especialidades, incluye panadería y sidra natural de su propio llagar"
"La finca La Magdalena, una antigua villa con explotación agropecuaria de Castiello Bernueces, que incluye edificaciones protegidas urbanísticamente y una pequeña franja con protección medioambiental al formar parte de un hábitat de interés comunitario, está tramitando su desarrollo urbanístico para albergar 27 viviendas, con un proyecto que conservará los edificios protegidos y la mayor parte del arbolado en una finca que está a 400 metros del Monumento Natural de la Carbayera de El Tragamón y que linda con la Ronda Sur. El proyecto acaba de concluir su tramitación ambiental.
El proyecto, lo están promoviendo los herederos de Hidelgar Blankemeyer Schaepmann. La finca se ubica entre el campo de golf de El Tragamón, la finca del restaurante El Duque, la Ronda Sur y un tramo del arroyo de San Miguel. El acceso se efectúa por la carretera de La Isla. Su superficie actual es de 27.043 m2, inferior a la que tuvo en sus orígenes, dado que parte de la misma fue expropiada. La superficie máxima edificable para esta finca es de 5.459 m2. La vivienda familiar de esta explotación es de tres plantas de altura y fue construida en 1900. El proyecto contempla conservar la casa familiar de 1.903 m2 remodelando su interior para transformarla en cinco viviendas colectivas y aprovechar el antiguo edificio de cuadras y viviendas de empleados, transformándolo en dos viviendas adosadas. Las restantes 20 viviendas unifamiliares que se repartirán por la finca también serán adosadas."
"Federado en 2003, el Campo Municipal de Golf El Tragamón junto con el Campo Municipal de Golf La Llorea, integran el Golf Municipal de Gijón, bajo la dirección y gestión del Patronato Deportivo Municipal.
Se trata de un campo semirústico de 9 hoyos que no presenta excesivas dificultades haciéndolo ideal para jugadores de todos los niveles.
En la finca del campo, se encuentra el cauce del arroyo Peña Francia, lo que hace aumentar la dificultad en las zonas que entra en juego, aportando además una abundante vegetación de ribera. Sus mejores hoyos son el hoyo 2 un par 4 de 372 m. y el hoyo 6 un par 5 de 454 m.
Cuenta además con un excelente Campo de Prácticas.
SERVICIOS:
Cancha de prácticas (30 puestos)
Zona de Aproach
Bunker de prácticas
Putting Green
Escuela de Golf
Cafetería
Restaurante (fines de semana)"
IHS MARIA ANO 1754
Y ya acaba la cuesta, volviendo a llanear por la gran vega del Peñafrancia, dejado a la derecha un acceso de servicio al campo de golf
Aquí hay un hórreo, restaurado, que debió ser del antiguo molino, que empezamos a ver al fondo
Aquí hay un gran estanque, que muchas veces se ve seco, con una pequeña pasarela
Y aquí a nuestra derecha tenemos ahora una buena vista El Molín de Sarafín, junto al que los aficionados practican su maestría en los hoyos aquí dispuestos
El molino y sus dependencias, también restauradas, almacenes, antigua vivienda, el citado hórreo, etc., está integrado actualmente en el campo
Se aprecian en él los gueyos u ojos por los que el agua salía tras mover las aspas de los rodendos que hacían girar las muelas o molares de la molienda
Hasta la parte de atrás, embalsada, llegaba el agua de la antigua canal del molín de la que hablábamos antes
Al pasar el puente además, dejamos la parroquia de Castiello para entrar en la de Somió por términos del barrio de Foxanes, cuyo nombre se ha querido buscar a veces en fonte xanes, fuente de les xanes o ninfas de la mitología asturiana
"Etimología: existen varias hipótesis para explicar el origen y significado de este topónimo. Parece que estamos ante un plural femenino de una antigua palabra *foxana, que provendría del término latino vulgar *fŏvĕana [foweána] o *fŏvĭána [fowiána] (en plural *fŏvĕanas o *fŏvĭanas), derivado del latín clásico fŏvĕam [fóweam], con el significado de ‘pozo’, o bien del término latino fŏssam [fóssam] ‘pozo, pozo cavado’, de donde vienen también las palabras asturianas actuales foxa, fuexa, foya, con sus variantes masculinas foxu, fuexu, fueyu (ver Fuexo; la misma procedencia tienen las palabras castellanas «hoya», «hoyo»). Por lo tanto, Foxanes tendría origen en una expresión del tipo *tierres foxanes, que vendría a significar ‘tierras con pozos’. Según otras hipótesis, Foxanes podría tener origen en algún nombre de persona, posesora de una finca o heredad. Así, la expresión *Faustiānis ‘de Fausto’, genitivo latino-vulgar del nombre propio Faustus ‘Fausto’, y en consecuencia significaría ‘tierra o finca de Fausto’; o bien *Fŭlviānis [fulwiánis] ‘de Fulvio’, genitivo latino-vulgar del nombre Fŭlvius ‘Fulvio’. Por último, dos hipótesis menos probables son las que hacen intervenir el elemento fon- o fo-, derivado de fonte. Según esto, habría que remontarse a expresiones como *fo(nte de) xanes, donde estarían presente las xanes o ninfas de las fuentes (xana viene del latín Dĭāna, diosa de la caza). Podría suponerse también que el elemento -xanes provendría del nombre Iohannis o Iohanis [yoánis] ‘de Xuan o Juan’, genitivo de Iohannes o iohanes [yoánes] ‘Xuan o Juan’, y por lo tanto *fo(nte) xanes sería ‘fuente de Xuan o Juan’, semejante por tanto a El Campu Xuanes. Por último, no hay que olvidar que ese elemento inicial fon- o fo- puede derivar no de fonte, sino del término latino fundum [fúndum] ‘finca, heredad’. Una etimología en una supuesta palabra gótica froja o frojanes, con el significado de ‘franja o haza de terreno’, no tiene mayor fundamento."
Hallamos Deva en numerosos topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia, pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc., que sería harto prolijo enumerar. También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Asturias están representados por las xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos
Vuelven a formarse meandros. El cambio de denominación de debió a la erección sobre su nacimiento en El Güeyu Deva de una capilla de la Virgen de esta advocación, Nuestra Señora de Peñafrancia, panteón de los condes de Revillagigedo o condes de Deva
Arriba a nuestra derecha va el otro camino, con el que nos reuniremos como hemos dicho un poco más allá, cerca de los edificios del Campus de Gijón, próximos ya, como el río, a llegar al Piles entre La Guía y Les Mestes, puerta del centro urbano gijonés por El Molinón y El Bibio y lugar de nuestra reunión con el Camino de Santiago
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