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sábado, 2 de diciembre de 2023

LA SENDA COSTERA EN LLANES (ASTURIAS) 4: EL PASO DEL PURÓN Y ANDRÍN, INSPIRACIÓN DE SABIOS Y ARTISTAS

He aquí El Bocal, desembocadura del Ríu Purón entre las parroquias llaniscas de Vidiago (donde acabamos de ver los bufones de El Palu-Arenillas) y Andrín, con sus orillas acantiladas donde crece la vegetación, autóctona en gran parte con sus bosquetes de ardinas o encinares pero también con plantaciones de ocalitos o eucalipto, un paraje extraordinario cuyo "carácter solitario impresiona a los que se acercan a él", como bien dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias

Los acantilados son relativamente altos y abruptos formando paredones de caliza que caen directos hacia el agua, como los de la muy cercana costa, solo que estos más poblados de arbolado, zarzas y demás plantas y arbustos silvestres, destacando tojos, brezos, helechos y matorral en general. Se forman no obstante también pequeños pedreros de cantos rodados formando playas fluviales que suelen quedar inundadas al crecer la marea

Vemos El Bocal desde la Senda Costera de Asturias (GR-204 y parte del camino europeo E-9), la cual muchos peregrinos emplean como alternativa al Camino de Santiago que, si bien sigue el trazado histórico del viejo Caminu Real costero, este en bastantes tramos entre Santiuste y Buelna fue solapado por la carretera que lo sustituyó entre finales del siglo XIX y principios del XX, ahora llamada N-634

Así, evitando esos tránsitos por el duro y un tanto peligroso (hay mucho tráfico normalmente) arcén de dicha carretera general, y acercándose más a la costa (aunque pocas veces en primera línea litoral), no son pocos los romeros que escogen, al menos entre Santiuste y la villa de Llanes, esta senda a la que, como al Camino de Santiago propiamente dicho, le dedicamos las obligadas entradas de blog

En este mirador tenemos un buen lugar para descansar y contemplar el río, viendo de frente las boscosas riberas que se extienden de aquí a Andrín y las estribaciones de La Cuesta Cue, paso a la ya muy cercana villa de Llanes, la capital del concejo, a la que podremos llegar siguiendo esta misma senda costera

El lugar es pues y pese a las plantaciones de ocalitales para las fábricas de celulosa, bellamente agreste, sin núcleos poblados ni más tráfico que el muy ocasional y permitido de vehículos de servicio a las fincas

No llegamos a ver la desembocadura misma, la boca o bocana de esta pequeña pero atractiva ría que aquí se forma, a manera de gran canal natural entre los cantiles ribereños

El río Purón se torna aquí bastante ancho y profundo en relación con la mayor parte de los ríos que, cortos pero rápidos, nacen en las cercanas sierras costeras, tanto es así que ha formado históricamente una divisoria geográfica de cierta entidad, la cual ha marcado un límite y transición cultural en la zona oriental de Asturias, incluyendo isoglosas lingüísticas

El nacimiento del Ríu Purón se fija en varias fuentes de la Sierra de Cuera o del Cuera, la más espectacular L'Oyu pero la primigenia en Sulaconcha, parroquia llanisca también llamada Purón, topónimo tal vez referido a la pureza de sus aguas, del latín purusa, um, 'puro', 'sin mancha', o al menos eso opina el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos

Y esta es una imagen de El Bocal de Purón en pleamares, cuando desaparecen sumergidas las playas fluviales de cantos. Se trata de un río muy truchero donde abundan asimismo los mugles o múgiles y entran salmones y anguilas, llegando a construirse algunas piscifactorías aguas arriba, albergando además "una interesante fauna de aves acuáticas: mirlo acuático, martín pescador, lavadera cascadeña, andarríos chico, andarríos grandes y garza real", señalan en la citada Enciclopedia del paisaje de Asturias

Imagen de El Bocal de Purón en pleamares, entre las especies de helechos que pueblan estas laderas que caen al río destaca una endémica, el Dryopteris corleyi, habiendo además alisedas bastante bien conservadas. Se señala la presencia de nutrias que pueblan estas espesuras de sus márgenes


Desde el mirador la senda costera baja suavemente dando vista a La Cuesta Purón, una de las sierras planas de Llanes, así llamadas pues sus cimas acaban en una meseta o planicie muy características, cuyas cotas más altas apenas pasan de los 200 m de altura. Más allá es el Cuera, que se extiende de esta a oeste unos 30 km y cuyas cimas principales pasan de los 1.000 m. Más cerca y aquí abajo, unos letreros azules que resaltan entre los árboles advierten de nuestra proximidad a la Autovía del Cantábrico (A-8)


Ahora desde aquí y a nuestros pies, si no han crecido los ocalitos entre tala y tala, vemos abajo y a nuestra derecha la pasarela de madera, también peatonal, por la que pasaremos a la otra orilla, dejando la parroquia de Vidiago y entrando en la de Andrín en el lugar conocido como Los Puentucos o El Viveru


"Pasarela singular de madera laminada" vemos es descrita en diferentes guías y publicaciones, a una cierta altura sobre las aguas. Así nos explica este tramo de senda Miguel Escocés en el apartado Rutas Prestosas del periódico La Nueva España del 2-8-23:
"Después de dejar los acantilados, la senda atraviesa densas plantaciones de eucalipto hasta llegar al mirador sobre el río Purón, desde donde se puede apreciar la belleza de su desembocadura, designada lugar de importancia comunitaria en la red europea Natura 2000 debido a su arbolado ribereño y la presencia de especies de alto interés como el salmón y la nutria.

Para cruzar el río Purón, se utiliza una pasarela singular de madera laminada. A continuación, la senda asciende suavemente hasta llegar al núcleo de Andrín, en el kilómetro ocho y medio. Durante esta parte del recorrido, se puede disfrutar de un hermoso paisaje rural con bosques y prados rodeados de cierres de piedra y una abundante vegetación en las lindes, incluyendo magníficos ejemplares de encina."

Estos ríos, al pasar de cierta altura al mar en poco tiempo y escasa distancia, acusan un desnivel muy importante y en casi constante bajada, por lo que pueden venir en torrente muy fuerte en época de lluvias, deshielos y crecidas. Al río y al pueblo de Purón le dedica Carmina este precioso artículo en El Oriente de Asturias fecha 31 de enero de 2014:
"Baja el Riu Purón preciosu, solemne, llenu de vida serpenteando sus cristalinas aguas acá y allá, con el desnieve del Cuera va bañando su ribera y en su trascurrir se va llenando de nombres en sus diferentes tramos. Nace en el «Hoyu» bajo el «Sotumbiu», alegre y tranquilu y bravo y ensordecedor los dias de llena. Más adelante lo abraza el «Conchizu», con su puente por la que pasamos a diario en nuestros paseos, los pozos de la «Gelguera» y su puentina de senderu que hiciera Alfonso Tamés, sigue su trascurrir llegando a la «Braña de la Olla» con sus famosos pozos del «Covarón» y sigue el ríu su curso tranquilo sin prisas para llegar al «Pozu de la Arenera», al que que le dedicara Ramón González su preciosa poesía. Ya llego al bau Las Caldas donde la furia del agua se estrella en las calizas de la «Peña» de Marcelino, donde da la vuelta para seguir hasta el «Bau La Presa» o Fábrica de La Luz y sigue cantarín el Purón para llegar a «Las Mahedas», donde el pozu alargau lleva su mismo nombre, el «Pozu de La Maheda», donde en los dias soleados del veranu después de segar y segar en los praos del Uarau se «calumbaba» mi hermanu Duardín.

y me tiraba con él para hacerme rabiar; en esa parte baja manso y suavín hasta las pedreras del «Bali Cuetu», a modo de paseras, por las que se pasaba -en aquellos años cuando no iba de llena- para cruzar a la «Juentana» y subir al «Cuetu», y sigue Uarau adelante para llegar a «Juan Purones», emblemático pozu, la playina de mi aldea, donde todos los veranos grandes y pequeños nos damos buenos calumbos, tirándose los más valientes desde el puente y otros de las alisas a modo de tobogán, que ni en la Warner de Madrid se disfruta tanto entre esa exuberante naturaleza que lo rodea. En Purón no tenemos playas, somos de tierra adentro pero tenemos cinco ríos a escoger con aguas limpias en todo su recorrido. ¿Quién no recuerda los baños en La Cazuelina? de los que tanto hablo, lugarín de recreo que pasa de generación en generación hasta nuestros días, también para esti ríu tuvo Miguel Angel Merodio su cancionina:
Del Argayu a la puente de La Calzada
baja esti ríu cantando una tonada 
y se pierde entregarmas y pedregales
entre alloros y alisas y castañares 
y se junta en la Vega al Barbalín 
y juntos van cantando «Entrel molín. 
Dejando atrás las poesías, sigue el Purón su curso y ya llegamos a La Puente del Canda!, bajo la cual hay un considerable pozu, famosa puente de dos vigas de roble por las cuales se pasaba a «La Jerrería» y de la cual cayera Albino con un jatu y Ramón González (el de Concha) a la cual él que era un gran poeta le dedicara la famosa poesía, «Un náufrago a La Jerrería». Era una puente muy frecuentada de la cual hay muchas historias. Yo la recuerdo muy bien, tenía barandillas de madera a las que mejor ni te arrimabas para no irte abajo. La rapazada la frecuentábamos bastante pues esi lugar, aparte de su tránsito al Cuetu también en «El Pelambre», para los más atrevidos y buenos nadadores era un pozu ideal, dando ya salida hacia «Barquineda», donde desemboca el «Ríu Porciles»

 Antes todas las puentes que cruzan nuestros ríos eran de vigas de madera que muy seguido se tenían que cambiar con el consiguiente esfuerzo de los vecinos, hoy en día todas son de cemento armado, gracias a las aportaciones que llegaron de la Colonia puroniega en México, y al trabajo de los vecinos que no escatimaron esfuerzos ni su tiempo, dedicándolo con todo esmero a un bien común tan necesario para el pueblo y pasar cómodos quitando tantos vados que cuando los ríos iban de llena no se podía pasar.

Quiero contar todas las que se hicieron sobre nuestros ríos, sobre el ríu Purón, El Barbalín, La Cárcoba, La Amoral - La puente del Conchizu -La de La Gelguera- La del Bau La Presa- La de Juan purones - La del Clérigu - La puente Barbalín - La del Canalexu - La de La Calzada - La Puentona - La Puentuca-La Puente El Molín-La Puente el Mazu- y en el ríu que baja de la riega Los Bardales- La Puente de La Amoral. Todas las hizo el pueblu solo la Puentona y la del Barbalín son de la carretera.

Y ahí queda nuestra historia con gentes trabajadoras y honradas donde los problemas nunca fueron grandes.

 Sigue el agua, el frío y los llares ardiendo. La nieve por el Canalón Requexada y Juentenegrosu; espero que para cuando este escrito salga a la luz tengamos a Lorenzo soleyándonos un pocu."


Este rincón constituye una bella estampa, tanto cuando las aguas del Purón bajan clamas en un remanso de paz como cuando lo hacen bravas camino del mar, en el primer caso llega a verse perfectamente el fondo


En la orilla opuesta vemos otra diminuta playa fluvial de rocas y cantos rodados, a la sombra de la arboleda y del mismo puente. "Un estupendo ejemplo de bosque galería, castaños, avellanos, alisos, robles y acebos, son algunos de los árboles que crecen junto a las márgenes del Purón, que cuenta con unas claras y cristalinas aguas", leemos en Turismo Llanes


Facilitando la bajada al puente-pasarela y dado el desnivel existente se han puesto unas escaleras con barandilla de madera 


Es una buena sucesión de peldaños, no nos despistemos con la belleza del lugar y estemos siempre atentos a donde ponemos el pie. El sendero paralelo a su derecha puede ser propenso a resbalones cuando hay humedad


Al llegar a la pasarela un cartel informa que no pasen más de 20 personas de una vez


El puente es además un hermosísimo balcón sobre el río, aquí miramos a la derecha, fijémonos en su lecho y cauce de aguas cristalinas


Vista a la izquierda, el Camino de Santiago lo cruza medio kilómetro escaso río arriba, en uno de esos tramos largos por la N-634 que desalientan a muchos peregrinos de tomar su trazado, prefiriendo emplear esta bella senda


Llegando al otro lado, ya en la parroquia de Andrín, otro cartel nos informa que estamos en el coto truchero del Purón


El sendero sigue en llano, atravesando el bosque de ribera


Al lado mismo de la senda, una mesa de madera con unos bancos es otro buen lugar para hacer un alto y descansar


La pista es muy ancha y por ella empezamos a subir suavemente. Esta es una imagen de otoño, con el suelo cubierto de hojas caídas y cuando hay menos gente que en el concurrido verano


Las señales de la Senda Costera de Asturias, como este sello con el escudo autonómico y las rayas blanca y roja de los GR o senderos de gran recorrido confirman que estamos en el camino  correcto


La senda en principio no ha da ocasión de momento a equivocación o pérdida pero siempre está bien ver su señalética cada cierto trecho, pues evita que podamos pensar que nos hemos dejado algún cruce y desvío atrás


La senda es de grava o zahorra, grijo o piedrecillas y tierra, bien aplanada y cómoda de caminar incluso en las cuestas. En ocasiones el agua sobrante de las lluvias grava sobre el firme un poco de surco al arrollar su reguero cuesta abajo hacia el río


Es este un buen repecho pero se sube bien, dentro de lo que es el esfuerzo acumulado que ya llevarán a sus espaldas muchos peregrinos tras días o semanas de caminata jacobita


La cuesta es corta y va acabando enseguida en este tan bucólico paraje


Son los campos de la rasa costera, que dan vista al sur a las montañas litorales


En primer término La Cuesta Purón y sus laderas y más arriba la Sierra del Cuera, constituida por varias franjas paralelas de diferente longitud y altura que abarcan montañas y valles interiores


La Cuesta Purón se extiende del suroeste al nordeste y su cota más alta llega a los 267, de altura, si bien no tiene una cima definida, pues otra elevación, El Llanu la Casuca, tiene 220 m. Se sabe estuvo plantada de robles en el pasado, que quedaron muy afectados por los incendios forestales, ahora imperan brezales (terenu) y argomales (gromos), especies de porte bajo, además de, por supuestos los ocalitos en parte de sus faldas


En lo alto domina la escena La Cabeza Turbina (1.315 m) en el Cuera, su altura máxima, peñas calizas casi desnudas en los cumales donde también sobresalen La Cabeza Ledesna (1.234 m, mal transcrito frecuentemente como Ledesma) El Picu Jaba o H.aba (1.262 m, "H." es hache aspirada). Son picachos muy transitados por pastores, pues hay varias majadas, así como por montañeros que siguen las múltiples rutas existentes. Al otro lado se divisan Los Picos (Picos de Europa) y gran parte de la Cordillera Cantábrica


Justo a los pies del Cuera y dentro de sus estribaciones están La Pica Calvieyu (731 m) y El Colláu (735 m), al sur de San Roque l'Acebal, por donde va, acercándose a la villa de Llanes, la capital del concejo, el Camino de Santiago


Más al oeste aún, El Risque, "Muchísimo más largo que ancho, este enorme espolón calizo es muy afilado y en un par de tramos extremadamente angosto", dicen en la Enciclopedia del paisaje de Asturias, otra de las franjas que componen el Cuera, con El Picu Saldelapiedra (738 m) El Picu la Valleya (766 m), y El Picu la Garma (735 m)


Una espesa franja vegetal nos separa a la izquierda de la autovía, a la que aquí ahora se aproxima la senda aunque no llega a verse desde ella, según tomamos este tramo recto y llano


Luego empieza otra cuesta, también en recto, nos dirigimos a un ocalito muy grande y viejo, más que los de la plantación, pues por alguna razón no se le ha sometido a la tala periódica correspondiente y ha podido crecer hasta desarrollar grandes ramas


Si cuando paséis sigue en pie será una estupenda referencia, pues ahí acaba esta cuesta y llegamos a una bifurcación muy importante


He aquí la bifurcación: la senda costera sigue a la derecha, camino del pueblo de Andrín, la cabeza de la parroquia, que es la opción que vamos a hacer nosotros en esta entrada de blog


Pero hemos de decir que, si continuásemos de frente, enlazaríamos con el Camino de Santiago a unos 300 m de aquí, en La Venta'l Pumar, uno de esos tramos solapados por la N-634 que va de Vidiago, Riegu y Puertas hacia San Roque L'Acebal, un trayecto histórico, pese a estar muy transformado, del Camino jacobita, y muy directo, que enlazará con esta senda costanera en el Cristu del Camino (La Cuesta'l Cristu) antes de entrar en la villa de Llanes, la antigua Puebla de Aguilar


El Camino de Santiago en ese trayecto tiene por supuesto sus entradas pertinentes en este blog, que pueden ayudar al peregrino que decida seguir de frente, más que nada por acortar distancias o por hacer un alto para comer o pernoctar en San Roque l'Acebal, pero en este caso iremos, recalcamos, a la derecha, camino de Andrín, siempre por la Senda Costera de Asturias (GR-204)


Un viejo conjunto de poste y papelera al estilo "senda de los años 1990" permanece en pie en esta bifurcación. Tal vez cuando pasemos la próxima vez haya sido renovado y repuesto, pues tenía su correspondiente placa señalizadora con dirección a Llanes, sustituida en este caso por una flecha azul pintada por algún particular


Afloramientos rocosos, muy comunes en esta rasa costera, la senda, siempre bastante ancha y definida, avanza en llano entre tojos y helechos hacia aquel grupo de ocalitos


Zarzas y brezos alcanzan gran altura, más que una persona, en este tramo


Prados y bosques de La Baduga, en el camino de Andrín, por cuyos términos caminamos, a unos 800 m de las primeras casas del pueblo, que aún no vemos desde aquí, oculto por el boscaje


Un muy agradable paseo, mayormente llano, por la campiña llanisca, cerca de Cuetu Riellu, parajes que recorría Juan Ignacio Ruiz de la Peña, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo e Hijo Adoptivo de Andrín, cuyas obras citamos no pocas veces en estos itinerarios jacobitas por Asturias, llamado El sabio que bailaba el Pericote (baile popular llanisco) por el gran periodista Melchor Fernández Díaz en el periódico La Nueva España, afirmando:
"Ignacio Ruiz de la Peña pudo convertirse en personaje, pero nadie hizo más que él para mantener una familiaridad que hacía a todos llamarle Nacho"

Robles, encinas, castaños, pero el nombre del pueblo y parroquia tendrían que referirse al andrín o endrino, consultamos de nuevo a García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Andrín (Llanes) se explica desde el apelativo andrín o endrín, que parece haberse formado sobre un conjetural femenino *(PRUNAM) ATRINAM ‘ciruela negruzca’ (131 p. 71; DCECH s.v. endrina), una variedad de ciruela o del árbol productor. El abundativo plural Andrinales (Piloña) se forma sobre el nombre del árbol. Andrín también podría deberse a un nombre de persona como nos recuerda en el Libro de Buen Amor la figura literaria de Dña. Endrina, probablemente un nombre originariamente motivado, como el del endrino, por el color oscuro de la piel."

Paisajes bellísimos que sin duda contribuyeron a la sensibilidad de un gran artista, el pintor José Purón Sotres, nacido en Andrín en 1912, pues la primera frase de su biografía en la Real Academia de la Historia dice así, "Creció en un ambiente rural, lo que determinó su amor por la naturaleza y el gusto por los temas campesinos", y continúa:
"... desde niño demostró cualidades para el dibujo, consiguiendo un diploma especial en dibujo al finalizar sus estudios en el colegio de la Arquera. En 1927 se traslada a Madrid donde realizó numerosos trabajos, entre ellos el de chico de almacén, pero sigue pintando en sus ratos libres. En 1929 el escultor valenciano Julio Vicent le introduce en los Talleres de Arte Granda, a la vez que comienza a realizar estudios en la Escuela de Artes y Oficios, que dirigía Marceliano Santamarina. En 1933 es becado por la Diputación Provincial de Oviedo para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde permanece hasta el estallido de la Guerra Civil (1936). En 1939 residió en La Coruña donde trabajó como rotulista en el Teatro Rosalía de Castro, pero ese año regresa a Madrid para continuar sus estudios en San Fernando, que concluyen en 1940 y donde obtiene el premio fin de carrera. Después de la Guerra fue pensionado en el Paular y en 1949 viaja por Italia y Francia con una pensión concedida por el Ministerio de Educación Nacional. A partir de 1958 combina la pintura con la docencia artística en los Institutos de Enseñanza Media de LLanes, Sama de Langreo y Alfonso II de Oviedo. Su primera exposición individual la realizó en los salones de Educación y Descanso en Oviedo (1943), concurrió a la Nacional de Bellas Artes de 1952 y expuso en varias ocasiones en Oviedo, Gijón, LLanes y Madrid. En 1988 es nombrado Hijo Predilecto de la villa de LLanes a título póstumo, lugar donde se encuentra la mayor colección privada por donación expresa del pintor.

Algunos autores distinguen tres etapas en su pintura: realista (1922-1942), deudora de la pintura tradicional española y con influencia de José Ramón Zaragoza; impresionista (1942-1970) y expresionista cromática (a partir de 1970). Su obra se inscribe en la corriente regionalista con cierta tendencia al realismo lírico o poético y se caracteriza por la observación de la naturaleza desde una óptica optimista y subjetiva. En cuanto a temática realiza retratos, paisajes y escenas de costumbres, aunque abundan los bodegones sencillos y depurados, donde gusta representar objetos construidos con un dibujo sólido y en los que suele emplear una paleta sobria."

Un viejo muro separa unas fincas en las inmediaciones del pueblo, magníficas arboledas comparten espacio con idílicas praderías, todo ello inspiró los Poemas de Andrín de otro ilustre vecino del lugar, Rafael Sordo Turanzas, quien fue presidente de la Sociedad Cultural y de Festejos Nuestra señora durante 21 años, así como 16 alcalde pedáneo


A partir del muro empieza una ligera cuesta entre más prados y árboles, el paraje es sumamente apacible y casi solitario, solo transitado por algunos caminantes, entre ellos senderistas, paseantes y los peregrinos que escogen esta ruta, además por supuesto de los vecinos que vienen a atender sus fincas, con algo más de trasiego en verano pero prácticamente nada en comparación con las cercanas y bulliciosas playas


Otro artista enamorado de Andrín fue el fotógrafo de origen húngaro pero nacionalizado español Nicolás Muller, que se retiró aquí en 1970 y donde falleció en el año 2000, he aquí su biografía extraída de Wikipedia:
"Nicolás Muller, nacido Müller Miklós (OrosházaImperio austrohúngaro1913 - LlanesEspaña2000) fue un fotógrafo húngaro nacionalizado español, especializado en fotografías de carácter documental. 
Nació en una familia judía de mentalidad liberal. Estudió en su país natal Derecho y Ciencias Políticas. Muy influido por los principios estéticos de la Bauhaus y del Constructivismo soviético, se dedicó a retratar las duras condiciones de vida y trabajo del campesinado húngaro. Uno de sus reportajes fue considerado antipatriótico por la derecha húngara. Esto y la creciente influencia de la Alemania nazi sobre el Reino de Hungría, hizo que Müller, con veinticinco años, decidiera trasladarse a Francia. Se instaló en París en 1938, donde comenzó a colaborar con revistas y se relacionó con otros fotógrafos húngaros como Brassaï y Robert Capa. El estallido de la Segunda guerra mundial le llevó a refugiarse en Portugal, donde fue detenido por la policía salazarista y sólo consiguió su libertad con la condición de no regresar al país. Se instaló después en Marruecos, donde vivió nueve años. En Tánger, que pertenecía al Protectorado español, hizo amistad con Fernando Vela, secretario de José Ortega y Gasset. Gracias a él entró en contacto con la Revista de Occidente, que le organizó una exposición en España, país en el que Müller se instaló definitivamente en 1947. Obtuvo la nacionalidad española a principios de la década de 1960. 
En colaboración con importantes escritores, publicó toda una serie de libros ilustrados con sus fotografías: en 1966, España clara (con texto de Azorín y dos años después, los seis volúmenes conformados por Cataluña (con Dionisio Ridruejo), Andalucía (con Fernando Quiñones), Baleares (con Lorenzo Villalonga), Canarias (con Federico Carlos Sainz de Robles), País Vasco (con Julio Caro Baroja) y Cantabria (con Manolo Arce).​ 
En la década de 1970 Muller se retiró a la aldea de Andrín, en Llanes, Asturias."

En el libro La luz domesticada. Vida y obra de Nicolás Muller, de José Girón, se dice que, tras una gran carrera y productiva vida, Andrín fue para él "el símbolo del retiro y la búsqueda de nuevos amigos":
"Se retira de un día al otro y justamente cuando sus exposiciones pasean por todo el mundo, se establece definitivamente en Andrín, instalándose en una casa construida en el pueblo apacible escondido cerca de la costa asturiana. Fue una decisión sabia y deliberada que ayuda a dibujar los contornos principales del arte de Muller"

El epílogo del libro se titula, precisamente Conversaciones en Andrín, y dice así:
"Andrín es un pueblo que administrativamente pertenece a Llanes, con unos doscientos habitantes: "Cincuenta casas y cuatrocientas vacas", dice don Nicolás. Es una aldea de ganaderos a unos quinientos metros del mar. La población se esconde detrás de un acantilado de cincuenta metros, delante de ella se encuentra una llanura de hierbas y piedras de dos o tres kilómetros de ancho: enfrente del pueblo, las montañas asturianas ofrecen una panorámica hermosa, imposible de fotografiar.

Los habitantes de Cué, un pueblo contiguo, llaman "húngaros" a los habitantes de Andrín, denominación que describe bien la relación de Nicolás Muller y los vecinos, y prueba de que don Nicolás es un personaje muy activo en la vida pública llanisca.

Es imposible no notar el respeto y el cariño con que Andrín, Llanes y, en un sentido más amplio, toda Asturias acogió al anciano artista. Y, según el testimonio de sus exposiciones organizadas en la región, y los artículos que, a partir de 1985 casi constantemente hablan de él, también con mucho interés y curiosidad. Nicolás Muller se convirtió en "ciudadano", "citoyen" asturiano que participa con entusiasmo y gran actividad en los asuntos públicos, mientras se vincula cada vez más con su pasado, con sus recuerdos húngaros. Esto sería el motivo que lo guiaba a establecer una relación de hermandad entre Orosháza, su ciudad natal, y Llanes, su ciudad querida desde hace mucho tiempo. Volvió a sus raíces húngaras, manteniéndose firme, al mismo tiempo, en el nuevo suelo asturiano, para guiar con orgullo al húngaro que viene de lejos por los paisajes adorados"

Aunque muy rural, el entorno de Andrín es un paisaje humanizado, como no podía ser de otra manera, con praderías dedicadas a pasto y separadas entre ellas y la senda con altos y espesos setos naturales, matos o sebes


En días de verano estos setos proporcionan una suave y acogedora umbría, en otoño e invierno proporcionan una barrera natural contra los vientos y en primavera rebrotan con todo su esplendor 


El entorno de Andrín embelesará sin duda al caminante, es posible se enamore del pueblo ya antes de llegar a él como aconteció con un buen elenco de sabios y artistas


Pero Andrín son sus vecinos, que también recorrieron y recorren estos caminos ahora hechos senda andariega, no pocos recordarán, por ejemplo, a Josefa Sobrino, más conocida como Pepa la de Llera, que como Lorenzo Gutiérrez con su hijo Paco recogían la leche de las caserías, la de aquellas "cuatrocientas vacas" de Muller


A la izquierda, otro monolito de la Senda Costera de Asturias nos orienta camino de Andrín, si bien de momento el trazado no ofrece pérdida


Tramo llano y recto en este frondoso bocage de la campiña de Andrín, hermosa antesala para un pueblo elegido para descansar y para inspirarse por grandes sabios y artistas, algunos de renombre internacional, y no es de extrañar


Por los alrededores de Andrín pululaban antaño los leprosos de la cercana malatería de San Lázaro de Cañamal, a medio camino de San Roque l'Acebal (paso del Camino de Santiago oficial) y a solo un kilómetro y medio de aquí, de la que aún se conservaban en pie algunos muros, no en el mismo lugar de Cañamal sino en un prado denominado de San Lázaro. En su estudio sobre las malaterías asturianas Hospitales de leprosos en Asturias durante las edades Media y Moderna, el médico e historiador José Ramón Tolivar Faes hace mención también a la existencia de una Fuente de los Malatos y un barrio de los Malatos, que guardaba memoria de su asentamiento


Otro investigador, el escritor Francisco González GalgueraPancho del Cañamalnos ofrece un testimonio que es muy importante, pues nos dice que la romería de San Lázaro allí celebrada era de las más importantes del concejo, incluso con feria de ganado. Extraemos este texto de la página de la asociación El perru de San Roque explicando la Senda del Valle Invisible que recorre esos cercanos lugares:
"... San Lázaro. Siempre que la toponimia nos lleva a este nombre -San Lázaro- nos deriva también a Lazareto y de ahí a leprosería. En Asturias malatería y malatos a sus habitantes. Aquí pueden contemplarse todavía las paredes de lo que fue "centro de salud".

Se sabe que los enfermos se surtían de agua del manantial que hay en La Galguera, llamado hoy aún, fuente de los malatos y que se movían por los alrededores del lazareto haciendo sonar una campanilla para apercibir al resto de ciudadanos y evitar el acercamiento. 
En el sitio que lleva su nombre, perteneciente al lugar de Covielles y a orillas de la carretera de Andrín, estuvo situada la antigua ermita de San Lázaro, de la que sólo quedan unos lienzos de pared que forman parte del muro de una finca. 
La romería de San Lázaro era una de las más concurridas del Concejo y célebre además por el peculiar entretenimiento del «pique de huevos». Había también feria de ganados y numerosos puestos de tejidos, calzado y otras mercancías. 
Derrumbada la ermita en la primera mitad del siglo XIX, se trasladó la romería a las inmediaciones de la Iglesia Vieja, dejando de celebrarse en los últimos años de dicha centuria. 
La pequeña imagen del Santo fue llevada a la iglesia parroquial, así como la campana de la ermita, que estaba colocada en el arco superior del campanario, y solamente se tocaba cuando se administraba el Santo Viático a los enfermos. Una y otra desaparecieron durante la guerra civil. 
Contiguo a la ermita de San Lázaro estuvo situado el Hospital Lazarino de Cañamal, que cita don Fermín Canella en su Historia de Llanes, y que era el 4° entre los de su clase establecidos en Asturias"

Se encuentra pues Cañamal algo más allá de aquellos setos a nuestra derecha. Pancho del Cañamal le atribuye, al contrario que Faes, que no encontraba documentos fidedignos de su temprana fundación, una antigüedad anterior al mismo Fuero de Llanes, fechándola hacia 1206.

"No se conoce con exactitud la época en que ha sido fundado este Hospital, pero se sabe que es anterior al Fuero de Llanes, el cual fue otorgado por Alfonso IX en primero de octubre de 1206, por lo que puede suponerse que el Hospital de San Lázaro data por lo menos del siglo XII o de los primeros años del XIII. 

En una escritura de venta que obra en nuestro poder, se habla de unos prados en el sitio de Antona, que pertenecían a la Malatería de Cañamal, y no sería aventurado suponer que la llamada Huerta de las Monjas hubiese pertenecido también a dicho establecimiento benéfico; el nombre de la finca y su proximidad al Hospital, abonan esta hipótesis. 

El hecho de que el Hospital lazarino llevase el apelativo de Cañamal, indujo a algunos a suponer que estuvo situado en las cercanías del barrio del mismo nombre, pero tal suposición carece de todo fundamento. 

Lo más verosímil es que tanto el barrio como el Hospital, tomasen su nombre de la plantación de cáñamo -cañamar-, a la que en pasados siglos se destinaba una buena parte de las próximas ería de La Pandera y Piñeres, además del centeno y la escanda, pues sabido es que el maíz no empezó a cultivarse en esta comarca ni fue conocido en toda Europa hasta después del descubrimiento de América, por ser planta originaria de este último continente. 

Como ha sucedido con otras muchas instituciones, el paso de los siglos fue borrando recuerdos, fechas y detalles del Hospital Lazarino de Cañamal"



Abundando en estas noticias que nos da Pancho de Cañamal, otra escritora, Maiche Perela Beaumont, nos explica algo más de las desaparecidas romerías de San Lázaro y en qué consistía la recuprada tradición festiva de El Pique de Huevos, que es precisamente el título del artículo que publica en El Oriente de Asturias a fecha 6-2-2021:
"No faltaba feria de ganado y puestos de tejidos, calzado y otras mercancías. Además, se entretenían con lo que llamaban “pique de huevos”, juego de origen medieval, desconocido en otros lugares de Asturias e incluso de España, que consistía en sostener un huevo duro y golpearlo contra el de otro participante hasta conseguir romperlo. 

 De la ermita, que no llegó a la mitad del siglo XIX, se conservó únicamente la pequeña imagen de San Lázaro y la campana, que estaba colocada en el arco superior del campanario, ambas se depositaron en la Iglesia Parroquial, pero no se retuvieron, ya que desaparecieron durante la Guerra Civil. 
Tampoco, queda nada del Hospital Lazarino del Cañamal contiguo a la ermita, y como ella abrigado de los vientos del norte por la Cuesta de Cué, del que dicen que se fundó con anterioridad al otorgamiento del Fuero de Llanes; y que poseía muchos bienes, no solo fruto de donaciones sino de la aportación obligatoria de medio día de bueyes que se exigía a cada enfermo para ser admitido. Dicho hospital seguía existiendo 300 años después, pues consta que la Malatería de Ardisana, que era una filial del mismo, fue fundada en el siglo XVI. En cuanto al cementerio en el que al parecer se enterraban a los malatos, que es como en Asturias se denominaban a los enfermos de lepra, se mantienen unas ruinas y una hornacina. 
Lo que si ha perdurado es la fuente de la Galguera, donde los malatos que acudían en fila y tocando una campana para advertir y evitar el acercamiento del resto de los ciudadanos, bebían y se lavaban, y que tomó su nombre de esa circunstancia.

Desgraciadamente, el paso de los siglos, como ha ocurrido con otras muchas instituciones, fue borrando la historia, las fechas, los detalles de la Ermita y del Hospital lazarino de Cañamal, aunque hace dos años los vecinos de San Roque del Acebal recuperaron una de las tradiciones pérdidas de la romería de San Lázaro:“El pique de huevos”

Se conserva además el acta de la visita de don Hemeterio Cacho y Calderón de la Barca el 8 de noviembre de 1770 donde se entrevistaba con el último mayordomo de la malatería, don Antonio Noriega Mijares, plasmando el inventario de los bienes de la misma ya en su extinción:
"En el termino de Cañamal Parroquia de Santa María de Conzeio, iurisdicion de la Villa y Conzejo de Llanes, a ocho de No­viembre de mil setecientos y setenta, el Licenciado don Hemeterio Cacho y Calderón de la Barca, Abogado de la Real Audiencia de este Principado, comisionado por los señores de ella, para la visita, apeo y reintegro de las Reales malaterias que ay en el, acom­pañado de mi el presente escribano, y de Antonio Noriega Mija­res, vecino de esta Villa de Llanes y actual mayordomo de los efec­tos de la malateria de San Lázaro de Cañamal, sita en el termino de este nombre, paso a hacer la visita e inspección ocular de las celdas, ropas y mas haberes correspondientes a dicha malateria, y hallo que esta se compone de dos cuartos que en el dia hacen uno por haber faltado el panderete o tavique que les dividía, y este se halla con sus puertas a el saliente, y la cubierta de teja, madera y pontón, los zimientos de piedra, cal y canto, y tienen de ancho 27 varas, y de largo 18 = Mas otra abitacion de 24 pies en cuadro, y delante de ella y por la parte del medio dia, ay un soportal de 14 baras de largo y tres de ancho, sus cimientos de piedra y postes de madera, y cubierta de lo propio que los cuartos. Y todo el re­cinto de estos se compone, de Saliente a Poniente 24 varas, a el Medio dia y Norte otras tantas, sin que en ellas se encontrase malato alguno, como ni tampoco ropas, mantas ni otras cosas relativas a el abrigo de los enfermos, y si dichas agitaciones bastante arruinadas y necesitadas de forzosos reparos por amenazar ruina; ebacuado esto paso a hacer la propia inspección de la Capilla de el Señor San Lázaro, la que tiene delante de si y por el medio dia un pórtico de diez baras y media de largo, y de ancho cuatro, el suelo de el de Baldosa vien labrada, los cimientos de piedra, y los postes de madera, la cubierta de la propia conformidad que los cuartos; en el ámbito de dicho cabildo ay un altar de pintura, y en el un Cruzifijo, una Nuestra Señora, y San Lázaro, todos de pintura, el que sirve para celebrar la misa el dia del santo; la cubierta de el es de tabla, barrote y pontón, la mesa de dicho altar y tarima son de canto labrado; pegado a este y a el lado del ebangelio, ay una puerta con su arco de piedra para entrar en la capi­lla de San Lázaro; esta se compone de onze varas de largo y ocho de ancho hasta la reja dela capilla mayor, en la que ay un co­lateral de madera con su urna de lo propio, y en el la imagen de un crucifijo, una Cruz, y San Lázaro, la capilla mayor es de bóbeda y pintadas sus paredes, la que se condivide de la iglesia con una reja de madera, y tiene al Poniente y Oriente cuatro varas y cuarta, Medio dia y Norte cuatro y tercia; cubierta en igual forma que los nominados cuartos, y en ella esta un retablo con dos columnas pintadas de barios colores, y en medio de el una urna tamb'en de madera pintada, y en esta San Lázaro y un cruzifijo encima; la mesa de dicho altar es de piedra, y el frontal de madera pintada, también se halla en la precitada capilla maior un cajón de madera con su llabe, que sirbe para bestirse el sacerdote; y en el las alajas siguientes: un misal nuevo con su atril de madera = un manual = un cáliz, patena y cucharita de plata sobredorada = dos bolsas de corporales, la una muy usada y la otra de seda nueba y forrada en encarnado, blanco, morado y negro: y dentro de esta unos cor­porales con su hijuela nuebos = dos albas de lienzo casero con su encaje por abajo, la una muy bieja y la otra casi nueba = dos casullas, una de lana muy gastada y la otra de seda, y esta tiene lo correspondiente para decir misa = un amito = un paño de labatorio = tres sabanas de Morles con sus encajes a el rededor para cubrir los altares = una lampara con sus cadenitas de plata y baso de vidrio = dos campanas, una pequeña y otra grande. Y todo lo referido esta metido en un Circuito de dia y medio de bueyes de prado, cercado de piedra cal y canto = que es lo único que dicho Comisionado encontró corresponder a dicha malateria de San Lázaro de Cañamal; y lo firmo con dicho Comisionado el ya nombrado Antonio Noriega Mijares e io el presente escribano en fe de ello".

Si bien no del mismo pueblo, pero sí a muy escasos metros, habríamos de añadir a Pancho de Cañamal a los sabios y artistas de estrecha vinculación con Andrín, al norte del Valle de Miyares o Mijares, antiguas tierras en las que se plantaba mijo o miyu, cereal que prácticamente despareció con la llegada de maíz de América a partir del siglo XVII. Más tarde, ya en el XX, la especialización ganadera haría que los antiguos terrenos de labrantío se dedicasen mayormente a vaquerías de leche y carne para satisfacer la creciente demanda de los mercados urbanos


Hubo antiguamente otro Pancho de Cañamal, o eso se desprende de la biografía publicada por José Bolado en su blog La montera picona del sacerdote D. Pedro Díaz Escandón, nacido en 1738 en La Roza y que emigró a México como sacerdote, no olvidándose de su terruño nativo:
"La primera demostración de su afecto al terruño nativo, fue la de instituir una dotación a favor de las jóvenes huérfanas de Covielles, Acebal y Purón, y cuyos beneficios, en determinados casos, alcanzaban también a las de Cué, La Galguera y Andrín, según el orden y condiciones estipulados en la escritura de fundación que fue otorgada en la referida ciudad de Guadalajara de Méjico el día 14 de julio de 1791..."

Nos pasan unos bicigrinos, con las alforjas bien guarnecidas, que se adentran en la espesura justo antes del pueblo


Y efectivamente ya empezamos a ver desde aquí las primeras casas de Andrín, entre el ramaje, aldea de unos 150 habitantes pero cuyos residentes multiplican varias veces ese número al llegar los veraneantes en verano, algunos repitiendo estancia desde hace décadas, toda una vida incluso, siguiendo la tradición familiar, por eso y según censos más o menos actualizados, solamente una parte del pueblo es vivienda principal o permanente, abundando pues las segundas residencias, casas vacacionales y demás alojamientos


Gloria Pomarada, redactora de El Comercio, explica esta situación, común a muchas localidades turísticas pero con muy especial incidencia en los de Llanes, en su artículo Un 59% de los pueblos de Llanes tiene más viviendas que vecinos, publicado el 20-5-2018:
"El parque de viviendas de Llanes sigue su propia evolución, ajena al comportamiento del conjunto de la región. Así lo analiza el documento de prioridades del Plan General de Ordenación, que señala que el porcentaje de vivienda secundaria «es más de tres veces superior y, el de vivienda vacía, sin ser un número elevado, está por encima de la media de la comunidad». Así, el texto aprobado este viernes por el pleno indica que de las 12.890 viviendas existentes un 44,1% corresponden a la vivienda principal, mientras que un 38,1% son segundas residencias y el 17,7% restante son casas vacías. 
Pueblo a pueblo, la primera aproximación al futuro ordenamiento urbanístico analiza una treintena de núcleos de los 70 existentes en el concejo. El resultado es que en esas zonas rurales -el equipo redactor no ha analizado aún Llanes, Nueva o Posada y sus asociados, como tampoco Celorio, Poo y Barro- un 59% de los pueblos tienen más viviendas que residentes empadronados. Algunos de los mayores desfases se encuentran, según los datos del documento de prioridades, en Andrín -227 viviendas frente a 159 vecinos-, Hontoria -163 casas y 92 empadronados- o Los Callejos -108 inmuebles y 56 habitantes-. En el caso de Andrín y Hontoria, los redactores apuntan a la proliferación de viviendas de uso vacacional, un interés turístico que también observan en Buelna, Garaña, La Borbolla o Llames. Como factores en la mayor parte de los casos a examen señalan la proximidad a las playas o a elementos de atractivo turístico, por ejemplo el Camino de Santiago. 
Entre los pueblos en los que los residentes siguen superando al número de viviendas están Porrúa -361 casas y 427 vecinos-, Naves -174 viviendas frente a 185 residentes- o San Roque del Acebal -289 inmuebles y 364 habitantes-. Este último pueblo es, además, el único de los analizados en los que aumentó la población desde mediados del pasado siglo, momento de referencia utilizado por el equipo redactor del PGO.  Sin embargo, en el conjunto de los núcleos rurales de Llanes el decrecimiento demográfico influye en la disparidad entre viviendas y habitantes censados. Explica el documento de prioridades que Llanes ha registrado «un incremento continuado de la vivienda vacía», fenómeno que se acompaña de una «compensación entre vivienda principal y secundaria».

Gran parte de los barrios de Andrín se extienden por esta encantadora llanura, pero otros están en la ladera del monte que vemos justo enfrente, La Cuesta Cue, por donde va la carretera LLN-2, que sale de San Roque l' Acebal y en la que se ha habilitado una vereda peatonal que emplearemos para subir al mirador de La Boriza en lo alto del monte La Tuerba (137 m) y de allí continuar camino a Llanes, bien siguiendo la senda para reunirnos con el Camino de Santiago en La Cuesta'l Cristu (capilla del Cristo del Camino, o bien bajando a la villa siguiendo dicha carretera hacia Cue y Puertu Chicu


Las laderas de La Cuesta Cue son ahora plantaciones de ocalitos, las cuales han crecido desmesuradamente con el abandono de las tradicionales labores agropecuarias en lo que fueron muchas veces pastos y montes comunales, pero arriba, como veremos cuando lleguemos allí, existe una gran planicie, donde un campo de golf ocupa lo que fue un aeródromo militar de la Guerra Civil


Entramos en Llanes por el barrio de El Carril, topónimo muy extendido y con variantes, pero siempre haciendo referencia a "paso de carros", lo que evidencia tradición caminera 


Recordemos que muchos caminos de antaño no eran hábiles ni para carros, eran caminos de herradura para caminantes y caballerías, de ahí que los arrieros con sus recuas de mulas fueran los grandes transportistas de la antigüedad, coincidiendo con los peregrinos y otros viajeros, pastores trashumantes, artesanos deambulantes, emigrantes de trabajos estacionales, funcionarios censales y otros, más un largo etcétera entre los que se encuentran los emigrantes camino de los puertos, flujo especialmente intenso entre el siglo que abarcan las décadas de 1830 a 1930 por diversas razones pero que marcaron la historia de estos pueblos


A nuestra derecha vemos la verde rasa de Andrín y las casas del camino a la playa, El Sable llamada antiguamente y ahora más conocida como Playa de Andrín, que veremos muy bien desde el citado mirador de La Boriza, pues se halla sobre ella y la de La Ballota, eso si no deseamos desplazarnos, pues aunque cercana, supone un desvío considerable para quienes van andando 


La actividad ganadera, como podemos comprobar, sigue vigente en Andrín, sin embargo las pequeñas explotaciones familiares de la pequeña casería han desaparecido por no ser rentables y los pocos campesinos que quedan se han especializado en la ganadería de rebaños más bien grandes, de decenas y a veces cientos de reses


Lo cierto es que Andrín, como gran parte de los pueblos pero más los más transitados por los veraneantes, pasa un letargo cuando se acaba la temporada alta, solamente interrumpido algún fin de semana con cierta concurrencia de gentes o con motivo de alguna fiesta o actividad dinamizadora puntual, pero nunca al nivel del verano, que a veces incluso llega a la masificación dentro una problemática también muy similar a la de otras poblaciones turísticas


Bastantes casas tienen su terreno, algunas relativamente grande, donde antaño se cultivaba y ahora suele haber prados, jardines y, como mucho, alguna pequeña huerta. Sí se mantienen en parte los buenos frutales, provisión para casa y en ciertos pueblos se ha regresado a la agricultura de productos locales de demanda y calidad estilo invernaderos


Cruce y de frente, la senda se hace calle y aquí podremos coincidir pues con vehículos particulares, en verano principalmente


En El Carril, como en otros barrios, las casas son de diferentes épocas y estilos, algunas son quintanas restauradas y caserías reformadas, otras son viviendas de nuevo cuño, hechas ya con criterios residenciales más que campesinos, como lo fueron las más antiguas


Las flores se asoman a la calle y parecen querer saltar hacia ella en esta colorista vereda


Calle que sigue siendo ancha y bastante llana. Fijémonos a la izquierda en aquella antigua cuadra y henar, una de las construcciones tradicionales que se mantienen tal cual eran


A la derecha una fila de casas más o menos reformadas hacen calle transversal. Nosotros seguimos de frente todo recto a su izquierda


Pasamos al lado de la cuadra antes citadas y la calle aunque llana tiende a empezar a subir muy levemente


La fisonomía, estructura y arquitectura de los pueblos va cambiando acomodándose a los nuevos tiempos, ya no hay cuadras debajo o al lado de las casas y el ganado existente se estabula en naves emplazadas por los alrededores y la mayor parte de las viviendas, como hemos dicho, se destina a usos turísticos y residenciales


La viviendas nuevas, sobre todo las hechas últimamente, parecen guardar o al menos intentar guardar una cierta sintonía con el entorno, imitando más o menos el estilo de vivienda tradicional si bien con otra disposición en su interior y otros detalles, como los vanos más grandes y en mayor número, por lo general


De todas maneras el desarrollo urbanístico de Llanes y sus planes generales de ordenación han sido objeto de muy serias controversias y enfrentamientos, judicializándose incluso, los cuales en buena medida continúan en la actualidad


La calle es bastante ancha, pueden cruzarse dos vehículos y, como hemos dicho, fuera de temporada está bastante vacía y tranquila, esta es una foto recién acabado el verano, de principios del otoño


Bifurcación y de frente, todo recto por la que viene a ser la calle principal, El Carril,por la que atravesamos Andrín de sur a norte, camino de La Cuesta


La calle es una referencia en sí pues será la que sigamos en todo momento hasta el final del pueblo por esta parte


Además continuaremos viendo las correspondientes señales identificativas de la senda costera, sobre todo en los cruces: fijémonos en la de la muria, a la derecha


El gran sendero europeo E-9 del que forma parte este GR-204. Esta es parte de la información que encontramos en Wikiloc relativa al segundo:
"El GR-204, conocido también como Senda Costera E-9 ya que forma parte del Sendero Europeo E-9, es un sendero de Gran Recorrido que transcurre por la costa asturiana desde Bustio, en Colombres (Ribadedeva), hasta Vegadeo, Galicia. 
Actualmente se encuentra señalizado en algunos tramos y en otros no existe dificultad alguna para seguirlo, pues algunos de ellos son paseos litorales que no se encuentran señalizados pero que se recorren sin ningún tipo de dificultad. 
Hay tramos donde no existe ningún tipo de señalización, que no están puestos en la web, siendo conveniente en estos tramos seguir por el camino de Santiago de la costa, que muchas veces se entrecruza con el GR 204. Así mismo, algunos tramos están señalizados como PR."

En cuanto al E-9 decir que se trata de uno de los Senderos Europeos de Gran Recorrido que son competencia de la Asociación Europea de Senderismo, esta es parte de su descripción en Wikipedia:
"recorre una distancia de unos 5.000 kilómetros de Cabo de São Vicente en Portugal a Narva-Jõesuu en Estonia
El camino sigue las costas occidentales de PortugalEspaña y Francia hasta llegar a Roscoff. En Roscoff el camino se divide para ofrecer dos rutas alternativas: 
Por transbordador a Plymouth en Inglaterra, y después siguiendo la costa sur inglesa hasta Dover, donde otro ferry regresa a la ruta en Calais en Francia. En Inglaterra el camino sigue partes del Camino de la Costa Sudoeste. La ruta británica incluye una ruta alternativa vía la Isla de Wight; 
O a lo largo de la costa del norte de Francia de Roscoff a Calais.
 El camino entonces sigue la costa de Bélgica y los Países Bajos. Aquí sigue la Estela del Mar del Norte holandesa, el cual incluye 5 caminos sucesivos: 
De Sluis (frontera con Bélgica) a Hoek van Holland. 
De Hoek van Holland a Haarlem 
De Haarlem A Den Oever (hay una ruta alternativa a Den Helder, pero la ruta europea continúa a lo largo del Afsluitdijk) 
Zúrich a Lauwersoog 
Lauwersoog a Bad Nieuweschans (la frontera con Alemania). 
El camino entonces continúa por Alemania. Cruza la base de la Península de Jutlandia (este es el único tramo interior), antes de seguir la costa del Báltico a través de PoloniaRusiaLetoniaLituania y Estonia, continuando en Rusia hacia San Petersburgo. 
El sendero está todavía en desarrollo, y no todas las secciones están aun disponibles.2​ En España utiliza los siguientes recorridos 
GR-121 en Guipúzcoa (etapas 1-6) 
GR-204 en Asturias (etapas 1-28 -incompleto-) 
GR-53 en Galicia (etapas 1-2) 
GR-94 en Galicia (etapas 1-7) 
PR-G 1 en Galicia"

Grandes galerías acristaladas orientadas al sur para aprovechar al máximo la luz solar como fuente de iluminación interior de la casa


Fue Andrín enclave de uno de los baluartes bajomedievales de la antigua nobleza feudal para el control y dominio del territorio, si bien no pasaremos al lado de ella en este trayecto, La Torre de Andrín o de Tronquedo. Vinculado a ella y cuando ya había perdido su carácter bélico se concede, el 23 de abril de 1690, el título de Vizconde de la Torre de Andrín, que fue para Don Juan de Mendoza y Posada, de quien leemos en la Enciclopedia de Oviedo lo siguiente
"Nació en Llanes el 17 de noviembre de 1670 y contrajo matrimonio con Teresa de Rivero Gómez de la Madrid, enlace que permitió que Carlos II le concediese el título de Marqués de la Deleitosa el 22 de febrero de 1693, por orden de Carlos II. También ostentó el título de señor de la Torre de Mendoza de Audún, en Llanes, vizconde de la Torre de Andrín y Caballero de la Orden de Alcántara."

Sí veremos la torre, desde la distancia, según subamos por la senda peatonal a La Boriza, por la ladera de La Cuesta


Cuesta que estamos ya empezando a subir según atravesamos Andrín y nos dirigimos a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, situada un poco más arriba, oculta, como la casa rectoral, por los árboles que vemos rampa arriba


Justo a la derecha del templo sí vemos bien la antigua escuela, fácil de reconocer pues se trata de uno de esos famosos edificios clónicos de los años 1950 existentes en tantísimos pueblos todos iguales o muy similares


Nos acercamos a una encrucijada muy importante, la del ramal de desde la LLN-2 se dirige a La Playa Andrín, el cual atraviesa también el pueblo, este de oeste a este


En el cruce, para seguir la senda costera, seguiremos de frente, subiendo. Las señales indican la dirección al Mesón la Fuente, situado a escasos metros (consultemos su apertura, suele cerrar de diciembre a marzo)


Hermosa casa de estilo indiano en el cruce, de la arquitectura indiana encontramos lo siguiente en la web Turismo en Llanes:
"El Oriente de Asturias fue una zona de fuerte emigración durante el siglo XIX y la primera mitad del XX. Los llaniscos tuvieron como destinos fundamentales Cuba, más tarde México y en menor medida Argentina. En épocas posteriores fueron a Venezuela y en los años 50 y 60 a Suiza y a Alemania. Se llama indianos a los triunfadores de la emigración americana que fueron generalmente grandes empresarios tabaqueros, textiles, y de ultramarinos y los más ricos banqueros. Muchos fracasaron y de ellos apenas queda memoria. Sin embargo los fuertes lazos familiares y sentimentales con México se han mantenido hasta la actualidad. Llanes es una parte de México y viceversa. La arquitectura indiana, parte ya de nuestra historia y memoria, nos dejó hermosos palacios y casonas, con identidad propia, que aquellos afortunados emigrantes levantaron en sus pueblos y que utilizaban en su mayoría como residencias de vacaciones. La casa del indiano domina en el medio rural por altura y diseño. Los indianos trajeron una arquitectura cosmopolita que se insertó de forma llamativa entre las casas tradicionales, para simbolizar el triunfo y el éxito. Además casi siempre sus verjas dejan ver al otro lado, jardines con ecos tropicales donde no faltan palmeras, magnolios, camelias y buganvillas. Solían encargar los elementos para la decoración y amueblamiento a París o a Barcelona, y trataron de equipar su lugar de añoranza con lo más moderno del momento. Estas casas eran el sueño de todo emigrante para regresar a la patria chica una vez cumplida su aventura vital. Se presentan en toda una gama de estilos y etapas variadas. Eclécticos, modernistas o de estilo montañés, todos los historicismos sirvieron para lograr unos edificios que evidenciaran distinción y empaque. Los indianos nunca olvidaron sus orígenes y sus pueblos y era frecuente su labor benefactora y filantrópica, Prácticamente todas las infraestructuras incluidas carreteras, cementerios, iglesias, casinos, boleras, hospitales y fundaciones de todo tipo se debieron al dinero americano. 
Con el dinero de la emigración los pueblos cambiaron radicalmente. En Poo, Andrín, la Pereda y Porrúa, su benefactor les dotó de verdaderos conjuntos cívicos con instalaciones recreativas, (boleras y casinos) escuelas, iglesias y fuentes, lavaderos y depósitos de agua. En La Borbolla o Naves, se diseñaron hermosas plazas. Las innumerables boleras, todavía en activo se suelen deber al dinero de América, y muchas fincas donadas a sus convecinos fueron convertidas en parques públicos. El Llacín y las instalaciones del museo Etnográfico de Porrúa es una de estas donaciones. Además de las escuelas de La Arquera, verdadera joya de la arquitectura escolar, la de Vidiago,  es otro exponente de gran calidad, que no quita importancia a ejemplos menores y más sencillos que en su momento cubrieron una demanda educativa básica. En casi todos los pueblos del Concejo de Llanes puede verse algún ejemplo de este estilo arquitectónico."

A la izquierda se va pues al mesón, a la derecha a la playa y de frente y subiendo a la iglesia, por donde sube la senda costera


La cuesta es suave y muy llevadera, la calle sigue siendo ancha aunque tal vez se estrecha un poco, estemos muy pendientes al paso de vehículos, sobre todo si pasamos en verano


Andrín es uno de los pueblos llaniscos que mantienen su bolera, para jugar a los bolos, deporte tradicional por excelencia, en concreto en la modalidad de birle o bolu-palma, la más extendida del concejo. Esta está situada al pie de la parte posterior de la casa rectoral, La Retoral


Un tejo se alza, como es habitual, en el campo de la iglesia, a sus pies hay un cartel


Es de la Ruta Cinematográfica de Llanes Llanes de Cine, que recorre los escenarios en los que se filmaron algunas de las mejores películas del cine español. En la Playa Andrín por ejemplo se filmaron varias escenas de El Orfanato (2007) de Juan Antonio Bayona. En 2022 se filmaron escenas para la serie Vampire Academy, de Julie Plec y Marguerite MacIntyre, siguiendo la saga de novelas de Richelle Mead


Aquí, al llegar al campo de la iglesia, podemos hacer un alto para descansar y conocer la parroquial


La iglesia de San Juan de Andrín está en esta explanada enlosada y ajardinada, la Plaza de Don Benito, llamada así en homenaje a este gran benefactor de Andrín


La iglesia es del año 1895, en plena época indiana, emigrantes que solían sufragar estas obras, a veces realizando cuestaciones entre los "hijos de ultramar", si bien siempre solía haber uno o varios promotores principales


A la derecha La Retoral. Se celebra la romería de Nuestra Señora de Andrín el 15 de agosto con pasacalles con bandas de gaitas, misa de fiesta en honor de la patrona, procesión y desfile del ramu u ofrenda, así como danzas y bailes asturianos como el Pericote, acudiendo mucha gente vestida con el elegante traje llanisco. Está declarada de Interés Turístico Regional


Tiene un pequeño pórtico con tejadillo a tres aguas sostenido por dos columnas de madera y un murete con paso hacia la puerta del templo. Fijémonos atrás al fondo a su derecha en la parte posterior de la iglesia antes reseñada



Y a resguardo del pórtico una placa con la siguiente inscripción conmemorativa de los cien años de construcción del santuario:
IGLESIA DE S. JUAN BAUTISTA
erigida en el año de 1.895
-----------------------
GRATITUD de los vecinos
en la CONMEMORACIÓN
de su CENTENARIO
-----------------------
ANDRÍN 24 - 6 - 1995

Visitada la iglesia y la plaza retomamos camino calle arriba, no sin decir que desde aquí también podríamos bajar al Mesón la Fuente, así llamado por estar al lado del lavadero del pueblo, que se conserva y ha sido restaurado


Enfrente, la fachada principal de la casa indiana junto a la que acabamos de subir, con jardín cerrado con verja y balcón-galería mirando a la calle


Calle por la que continuamos nuestro periplo por Andrín, en ruta ahora al barrio El Cantón, un topónimo muy frecuente además, que en principio no tiene que ver con ninguna unidad administrativa sino con un aumentativo de cantu, 'piedra'. como nos informa García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Además de ‘piedra’ la palabra asturiana cantu significa ‘arista’, ‘cima, o arista elevada común a las dos laderas de la misma elevación del terreno, que convergen pero pertenecen a distinto valle’. Términos derivados serían cantexu ‘picacho’, can tollada ‘caída estrepitosa’, etc. El refranero generalizó el dichu popular pelos Santos, la nieve pelos cantos en clara referencia a que las primeras nieves aparecían al principio de noviembre. 
La filiación etimológica de esta palabra, quizá indoeuropea, parece estar en relación con la raíz presente en cándanu alusiva al color blanquecino. El problema reside en que bajo la expresión cantu pueden haber confluido diversos términos de orígenes distintos como la palabra probablemente céltica CANTUS ‘banda de la llanta’, ‘círculo' transmitida a través del latín, y quizá otra de origen prerromano, *KANTHO ‘ángulo, borde, esquina’, que cree haberse encontrado en la península en primitivos nombres de persona. De hecho es posible que se haya llegado a la confusión entre cantu ‘piedra’ y cantu ‘borde’ debido a la frecuencia de la piedra blanca en el lomo de las montañas. Nuestros lugares llevan este nombre profusamente"

En esta bifurcación, como en las anteriores, seguimos de frente por la calle principal, entre las casas, bajo las laderas de La Cuesta Cue y sus eucaliptos


La calle avanza en recto y con una muy ligera pendiente en ascenso. Observemos este magnífico jardín en la de la derecha


Y en estas, un corredor volado y una cortafuegos, protección contra los vientos laterales


Por esta calle se celebra la procesión de Nuestra Señora entre la iglesia parroquial y la histórica y venerada capilla de su advocación, sita al otro extremo del pueblo y por donde no llegamos a pasar siguiendo la senda costera, pero sí decir que es de entre los siglos XV y XVI y tiene un totémico tejo


En su interesante trabajo Toponimia medieval del concejo de Llanes en los documentos del monasterio de San Salvador de Celoriu, el profesor José A. Álvarez Castrillón, encuentra estas referencias a la parroquia, explicando además los posibles orígenes etimológicos de su nombre:
"Únicamente aparecen dos referencias a esta parroquia: Andrín y Andrines, inequívocamente ambas señalando el pueblo que la encabeza, sin otra toponimia menor. Aunque la forma Andrín también podría relacionarse con un nombre de persona, preferimos entenderlos como fitónimos que refieren un lugar en el que abunda el arbusto Prunus spinosa (variedad silvestre) o Prunus insititia (variedad utilizada en injertos de diversos frutales). La cita más antigua es de 1189."

Un elemento de notable antigüedad es el que hallamos a la derecha en este cruce, una losa empotrada en una muria de piedra con una cruz labrada


Y en ella una vieja inscripción de la que no hemos encontrado transcripción hasta el momento. Sí nos parece reconocer la fecha de 1689 pero es una pura elucubración nuestra


En la cercana capilla de Nuestra Señora de Andrín hay otras dos de las que una se parece algo a esta, es posible formase parte de un antiguo viacrucis


A la izquierda un buen naranjo, de los que siglos ha abundaban en gran parte de la cornisa cantábrica y sus frutos eran exportados a Francia e Inglaterra por puertos como el llanisco de Niembru, como veremos al llegar allá


A la derecha una hermosa mata de hortensias y unos frutales en un terreno sobre la muria, a un nivel más alto que la calle, que sigue subiendo suavemente


Justo al otro lado de estas casas de El Cantón está Casa Esther, otro de los bares y casas de comidas de Andrín, que también suele cerrar temporalmente


Y ahora pasamos enfrente del portón de Construcciones Muñoz


Abundan las construcciones de piedra, veremos ahora unas cuantas calle arriba


Las antiguas huertas son ahora jardines y viejas quintanas son ahora nuevas casas, muchas de ellas segundas viviendas o viviendas turísticas


Magníficos corredores entre cortafuegos en dos casas restauradas. En su trabajo El corredor en las casas asturianas el equipo de investigación formado por Florencio Cobo Arias, Miguel Cores Rambaud y Matilde Zarracina Valcarce, explica lo siguiente:
"El corredor de madera es un elemento que se encuentra reiterativamente en casas repartidas por toda la región asturiana: por su ubicación. disposición y diseño son posibles múltiples alternativas en la composición de fachada de las viviendas y servicios que adoptan esta solución constructiva. (...)

Situados generalmente en el piso alto de la fachada principal y orientados al S. o al E., manifiestan de distintas maneras la diafanidad o el hermetismo de las viviendas en que se ubican. Será un espacio diáfano cuando mantiene toda su pureza constructiva, sin ningún tipo de cerramiento; será un espacio hermética cuando se cierran con diversos materiales ligeros partes de su estructura, potenciándose entonces sus cualidades como elemento «protector» o «captante» ante los factores climáticos. Su plurifuncionalidad es grande en todos los casos, al prolongar o complementar tanto el espacio interno de la vivienda como el externo a ella; así la sala ve ampliado su espacio a través del corredor, que mantiene, aunque sólo sea estacionalmente. la misma cualidad social que aquella. siendo punto de reunión familiar o vecinal en las tarde s de verano u otoño. Esta continuación del espacio interno resulta aún más evidente cuando en uno o en los dos extremos del corredor se habilitan espacios de vivienda.

La prolongación y complemento del espacio externo se evidencia en el corredor por su carácter de servicio. como lugar donde se pon en a secar o madurar diversos productos de consumo y en el que se tiende la ropa al resguardo de las frecuentes lluvias."

Siempre en ligera pero constante subida, admiramos estas casas de El Cantón según continuamos calle arriba en lo que viene a ser prácticamente el comienzo de la subida por la ladera de La Cuesta, también llamada La Cuesta Cue y La Sierra Plana de Cue


En los cruces avanzamos de momento todo de frente calle adelante. No será hasta llegar allí al fondo, cerca de Cantanes, en Las Brañas, donde la dejaremos para tomar un ramal a la derecha


Pero de momento continuamos por esta verdadera "avenida de la playa" que atraviesa Andrín, solo que nosotros en vez de ir a El Sable vamos en dirección contraria, al monte


No es de extrañar que estas bellezas inspirasen tanto a los artistas, mismamente en Andrín nació la famosa Coral Concejo de Llanes de la mano del genial Rafael Turanzas, así lo contaba Emilio G. Cea en Armonía llanisca, artículo para La Nueva España del 26-12-2008:
"La Coral «Concejo de Llanes», dirigida por el cántabro Pedro de Celis, lleva once años desarrollando una importante labor de difusión de la cultura musical. Fruto de este trabajo, la agrupación recibirá el próximo mes de agosto con el «Urogallo de bronce», concedido por el Centro Asturiano de Madrid.
El embrión de la Coral «Concejo de Llanes» tiene su origen en Andrín, en el año 1995, ejerciendo de padre de la criatura Rafael Turanzas, Falo. Fruto del empeño de Falo por difundir la música y el folclore en su pueblo natal, nació el Coro de Andrín, dirigido por Jaime Sierra. Tras dos años con sede en la casa concejo de Andrín y con 18 componentes, en 1997 el Coro de Andrín se traslada a Llanes en busca de nuevos componentes. Pasa a denominarse «Capilla Clásica». 
 En el año 2005 se rebautiza como Coral «Concejo de Llanes». Cuenta en la actualidad con 22 componentes, procedentes no sólo del concejo llanisco sino también de Cabrales y Ribadedeva. La coral, en estos once años de vida, ha actuado con notable éxito en Llanes, Tapia de Casariego, Luanco, Santander, Toledo o Palencia, entre otros lugares, y participa cada año en el encuentro de agrupaciones corales organizado por la Federación Asturiana de Corales. 
En la coral, el compañerismo, la camaradería y las ganas de cantar y divertirse constituyen la base de un grupo de amigos que se reúne dos veces a la semana, en la Escuela de Música de Llanes, para ensayar. Entre sus componentes hay quien lleva toda la vida cantando, como José Antonio Saez Sotres, con cuatro décadas a la espalda dando rienda suelta a su pasión por la música. Cantante en la cuerda de tenores, recuerda que con veintitantos años le multaron con diez pesetas de la época por cantar con una guitarra las mañanitas a una moza a las cinco de la mañana. El presidente de la coral, José Antonio Rodríguez, por el contrario, jamás había cantado hasta que se enroló en la formación. Fue uno de los primeros componentes de la misma. 
Rodríguez, de voz fuerte que delata su condición de bajo, confiesa que además de por cantar «con la coral busco pasar un rato agradable después del trabajo». La coral se financia a través de las subvenciones del Ayuntamiento de Llanes y de lo que recaudan de actuaciones en bodas, fiestas o cualquier evento para el que les reclamen. El repertorio con el que se desenvuelven incluye unos sesenta temas, entre los que se destacan canciones populares llaniscas y asturianas, habaneras, temas renacentistas y del Barroco."

Las Brañas, de veraniam, pastos de verano y, por extensión, pastos en general con asentamiento de pastores, prácticamente un sinónimo de 'majada'. Las brañas costeras eran empleadas por los ganaderos trashumantes para pasar el invierno por su clima suave, al contrario, las de los puertos de montaña, de enormes pastos comunales, eran para el verano. En todos los casos era "veranear", en la acepción de estar en un lugar de "verano", de buenas condiciones meteorológicas. Leemos a García Arias:
"En asturiano braña es apelativo de gran vitalidad especialmente en la acepción de ‘pasto alto de montaña donde residen los ganados desde la primavera al otoño’ y ‘aldea de vaqueiros’; sobre braña se forma el verbo brañar que equivale a faer la braña ‘realizar el conjunto de cui dados diarios que exigen los ganados, previos al ordeño y ordeño incluido’. El verbo embrangar o emberangar ‘veranear el ganado en una zona’ supone un étimo *IN VERANICARE.

Acerca de la etimología de braña se ha discutido ampliamente y, como en toda cuestión muy debatida, las opiniones son variadas; así para Corominas podría pensarse en un origen céltico, *BRAKNA ‘prado húmedo’. García de Diego cree que se trata de un continuador del latín VORAGINE. Más convincente resulta la opinión de quienes quieren partir del latín *VERANEAM con un posible sentido de ‘pastos de verano’.

Los que parten de esta propuesta admiten que del neutro plural de ver, veris ‘primavera’ se formó el adjetivo VERANUM (EM) > ast. branu ‘vera no’, de donde se siguen los derivados *VERANEUM ( > ast. verañu ‘verano’), *VERANEAM (REW) > ast. braña ‘lugar donde pastan los ganados en verano’. Aparece documentado tempranamente en documento del año 853 “braneas pascua quas uulgus dicit seles’ que libremente podríamos en tender como una definición de brañas, ‘pastos que la gen te llama seles’."


Estos rincones guardan además la memoria de otro gran artista, este de honda raigambre popular, el músico ciego Juan de Andrín, que tocaba el violín (como se enseñaba a los invidentes para que se ganasen el sustento antes de que se crease la ONCE) amenizando romerías, bailes y todo tipo de celebraciones en general, cantando los célebres romances de ciego


Se llamaba realmente Juan Somoano Merodio y es descrito como Juglar del siglo XX en el periódico El Oriente de Asturias del 7-12-1974, si bien nació aquí "en una de las casitas de Andrín", el 2-10-1852:


El artículo completo dice así:
"Juan Somoano Merodio nació el 2 de octubre de 1852 en una de las casitas de Andrín, al regreso de la Cuesta del Cristo. En sus primeros años correteaba tras los ganados recibiendo plena la brisa del Cantábrico y el sol de los campos. Correteaba tras los ganados, rompía la tierra con la azada acero de la azada y despiezaba la alegría de su alma infantil con cantos y juegos. Y entonces comenzó a amar la música. Admiraba a los músicos que en días de romería venían al pueblo y se exhibían entre repiques del tambor, el cantar de la música y la risa de la flauta.

Mientras otros rapaces encontraban una diversión en busca de los ñeros, él abominaba el pasatiempo porque era amigo de los pájaros, a los que escuchaba con delectación cuando piaban en las ramas.

Tenía nueve años cuando cayó en cama atacado por la viruela. Estuvo varios días si se iba o no se iba y cuando pudo ver el sol, ya no fue posible contemplarlo con toda su bella intensidad al verde de los campos, el marrón de las tierras y el azul del mar... ¡Estaba medio ciego!

Todos creyeron que era mal pasajero; pero pasó el tiempo y sus pupilas en lugar de ir apresando más luz, fueron dejándola escapar hasta quedar a oscuras para siempre. Era muy niño y por ello no llegó a sufrir con la fuerza que se debe el estremecimiento del alma cuando la empujan a las tinieblas eternas.

Y entonces -trece años contaba- vistas sus inclinaciones, los familiares determinaron que tomara lecciones de música. Vino a la villa y Segura, aquel gran maestro, le enseñó a arrancar las primeras notas de violín.

En la iglesia había tocado ya varias veces cuando lo hizo en el primera romería: San Juan de Andrín.

Y a partir de aquel día, Juan podría titular en el libro de su vida "El de mi coronación como músico callejero". Germinó la popularidad y en todos los lugares se onocía y recibía en triunfo a Juan y su auxiliar el rapaz del tambor.

Los quince años de Juan eran brasas para su imaginación que hervía en ansias de nuevos mundos. Y un día, ávido de asomarse a otras tierras, tomó el violín, hizo el atadillo con su bártulos y, carretera adelante, cruzó el Deva y pasó a la Montaña. Siguió la ruta e internóse en Vizcaya. Aquello ya iba siendo diferente. Pasó más tarde a Guipuzcoa y alternó con los cántabros en fiestas de pueblo hasta que al fin, saludó a Francia desde el puente internacional de Hendaya. Siguió avanzando y en Bayona vio truncada su carrera. Una trifulca revolucionaria le empujó hacia atrás y, cuando iba a cumplir el tercer años de su excursión, regresó a Andrín.

No se vieron satisfechas sus ansias de viajero y, al año siguiente, hastiado ya de quietud y apacibilidad, necesitado de nuevas andanzas, embarcó en Santander camino de Cuba.

Allí cansó pronto, le entró la "morriña". Cuando dio la vuelta traía un violín nuevo que, por causa de un señor que le hizo una trastada, le salió por ochenta pesos. Ahorró unas cuantas pesetas sin contar lo que apartó para amortizar el pasaje de ida que le habían costado cincuenta pesos.

De regreso a Cuba Juan dio nuevo impulso a su trabajo. Perfeccionó y aumentó el repertorio de bailables que fue enriqueciendo con guajiras y otra porción de cantos populares.

En 1920, el día de San Román, de Cué, fue la última vez que mozos y mozas se entregaron a la música de Juan de Andrín. Con una helada crudísima, amenizó la fiesta de la noche por lo que cobró ¡cinco duros!, cantidad máxima que le fue pagada en una romería. Al día siguiente sus familiares, temiendo fundadamente por sus salud, alejáronle del trabajo. Y con la música en el alma y en corazón, con la tranquilidad de los justos, entregó su alma a Dios. Su violín enmudeció y con él se fueron aquellos cánticos originales y llenos de gracia que por su voz dio a conocer por pueblos y aldeas."
Juan Somohano Merodio, Juan de Andrín. Foto Francisco Peláez Piñera para Cultura de Nueva

Otra buena sinopsis biográfica de Juan de Andrín, en parte similar a la anterior, pero que aporta cosas nuevas, como la letra de alguna de sus coplas, la hallamos en la página de Cultura de Nueva:
"Juan Somohano Merodio nació el 8 de Octubre de 1852 en el seno de una familia humilde que vivían en la casa familiar situada en la cuesta del Cristo. De 9 años y como consecuencia de la enfermedad de la viruela quedó ciego. Juan demostró desde su infancia una gran inteligencia y gran sensibilidad musical. Así dada su ceguera y sus dotes para la música, sus padres decidieron mandarle a clases de música a la villa con el maestro Segura. Ya con 13 años tocaba en la Iglesia. Y enseguida encontró el de Andrín un modus vivendi, y comenzó a tocar el violín por las romerías. Su priemera actuación fue en la fiesta de San Juan en Andrin. A partir de ahí fue haciéndose un personaje muy popular cuya presencia era obligatoria para amenizar las celebraciones de todo el concejo. Juan el ciego llevaba con él a su ayudante “lazarillo”, un jovencito que también le acompañaba con el tambor. Su fama le fue llevando por otras localidades no sólo de Asturias sino también de Cantabria, Vizcaya e incluso Bayona en Francia, donde se vio obligado a terminar su gira artística por el surgimiento en esta localidad de una trifulca revolucionaria. Tiempo después embarcó en Santander y se fue a Cuba. En el país caribeño estuvo poco tiempo pues el de Andrin sentía nostalgia por su tierra y decidió regresar. Trajo un violín nuevo valorado en 80 pesos, su bagaje cultural enriquecido y un ampliado repertorio con temas cubanos como guajiras y otros cantos de las isla. A su regresó fue consagrado como músico imprescindible en cualquier celebración. 
Además de buen músico Juan de Andrín tenía gran sentido del humor y entre pieza y pieza improvisaba sus famosas dislocaciones que hacían reír y tanto divertían al público.  
“El día que tu naciste  
Nacieron todas las flores 
Y por eso los domingos  
Cierran todos los comercios” 
Pero también improvisaba coplas. A él se debe la famosa estrofa de la danza de San Juan. Comenzó Juan de Andrín en las fiestas de Nueva: 
“Nueva no se llama Nueva 
Que se llama Nueva York 
Porque es un bazar de gracia 
De incomparable valor” 
“Es la parroquia de Nueva 
Donde viven mis amores 
Rodeados de laureles 
Y entre ramitos de flores”. 
Su última actuación fue en 1920 en la festividad de San Román cobró la máxima cantidad pagada entonces por actuación en una romería, “cinco duros”. Pasando a la historia del concejo llanisco como músico y personaje que gozó de prestigio y del cariño de sus vecinos.  
La foto de Juan Somohano Merodio y su mítico violín son guardados como oro en paño por sus descendientes. Francisco Peláez Piñera tuvo la deferencia de pasarme las fotos."
El violín de Juan de Andrín. Foto: Francisco Peláez Piñera para Cultura de Nueva


Acaba la cuesta y, en este camino de playa y procesiones, de senderistas y peregrinos, llegamos al final de esta primera y suave cuesta que nos sube a La Cuesta, valga la redundancia


Y en este lugar, a solo unos 400 metros de la ermita de Nuestra Señora de Andrín, dejamos esta calle para tomar el ramal que sube a la derecha por Las Brañas


Un poste con flechas y señales nos indica tomar el desvío en este lugar, cercano al barrio de Cantanes


Ahora sí que llega una buena sucesión de cuestas, primero para llegar a la LLN-2 y luego de ella el largo repecho al mirador de La Boriza por vereda peatonal


Hay flechas amarillas, como las del Camino de Santiago y una placa del GR-204 y E-9 nos indica la dirección a la villa de Llanes


Las Brañas, nombre del lugar, cincelado en piedra a la entrada de una finca


Si bien es un ramal secundario la calzada sigue siendo notablemente ancha y asfaltada, algo muy importante para el trasiego de gentes y vehículos que se produce en verano


La senda sigue coincidiendo pues con las vías públicas de Andrín, por lo que podremos encontrarnos con algunos vehículos en este tramo y hasta pasado el mirador


Casa de galería y cortafuegos. La galería acristalada como manera de cerrar los corredores e integrarlos en el interior de la vivienda triunfó con el auge de la industria del vidrio, a partir sobre todo en Asturias de las últimas décadas del siglo XIX


El camino hace pues aquí una fuerte rampa de Las Brañas a El Terreru


Y en El Terreru, otra bifurcación: ahora que parecía que acababa la subida hemos de ir a la izquierda, siguiendo la cuesta


Monolito indicador y profusión de flechas. A nosotros en principio nos interesan las amarillas y las de la senda costera


El camino zigzaguea para ganar altura rápidamente y mientras subimos admiramos estos intensamente rojos setos cultivados en el esplendor de los colores del otoño


Admirable paisaje de Andrín, con La Cuesta Purón en toda su extensión al sur y más allá los altos de Cuera, con los 1.315 metros de La Cabeza Torbina en la cúspide, unos parajes habitados desde la noche de los tiempos, ahí están para demostrarlo las cuevas de La Llana y La H.oradada o Joradada con los concheros de la cultura asturiense. El 21-7-2011 la reportera de La Nueva España P. Rubiera publica el artículo La cueva asturiense de Andrín estuvo ocupada en la Prehistoria y la Historia, entrevistando al arqueólogo Manuel González Morales:
"La cueva del «hombre asturiense» localizada en las obras de construcción del tramo Pendueles-Llanes, de la Autovía A-8 del Cantábrico, estuvo ocupada en distintos períodos de la Prehistoria y de la Historia, según se desprende de los restos humanos, de fauna, piezas líticas, cerámicas y la estructura megalítica hallados en el interior. Ubicada entre Purón y Andrín, el hallazgo de mayor relevancia es un cráneo humano casi completo, único en el mundo asturiense, y otros huesos humanos en un gran conchero, con unos niveles de potencia superior al metro, algo poco frecuente en este tipo de excavaciones. 
«La estructura del conchero se ha recuperado con bastante claridad, lo que nos permite tener bastante detallada la historia, su configuración te permite trabajar rápido. Las conchas son un elemento de información climático muy importante», declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Manuel González Morales, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y especialista en el asturiense. El profesor González Morales e Igor Gutiérrez Zugasti, que también intervino en la excavación, trabajan ahora en el estudio y la investigación de los restos, sin ningún tipo de financiación. «Nos gusta y los hallazgos son muy interesantes», añade. 
La excavación fue dirigida por María Noval Fonseca, responsable de los trabajos arqueológicos del tramo Llanes-Pendueles, y contó también con la participación de Orlando Morán. 
González-Morales es muy prudente a la hora de hacer valoraciones sobre el material encontrado, «porque lo estamos procesando todo y estamos pendientes de la posible continuidad o no de la excavación». El profesor es consciente de que la decisión final «está entre el interés científico y patrimonial y el interés social de la obra. Para nosotros, lo ideal sería mantener la cueva», señala. 
Lo cierto es que la excavación arqueológica se ha dado por finalizada. El Consejo de Patrimonio de la Consejería de Cultura cerró el expediente y lo que continuará ahora es el tratamiento y el estudio de los materiales. En lo que respecta a la obra de la autovía, el plan es proteger la cavidad. El descubrimiento obligó a la dirección de la obra a hacer una modificación del proyecto en el enlace de San Roque-L'Acebal, que paralizó los trabajos en esa zona durante un año. 
La cueva, un abrigo con una gran visera que al parecer se había desmoronado con anterioridad a la presencia del «hombre asturiense», se excavó hace dos años, aunque la noticia del hallazgo no trascendió hasta hace unos días. Se trabajó una superficie de unos 25 metros cuadrados y desde el principio pudo comprobarse que había sectores claramente diferenciados en el yacimiento, en algunos casos por la distinta evolución de los procesos geológicos o climáticos, y en otros por la intervención humana en diferentes momentos. Las cerámicas halladas, algunas posiblemente de la Edad del Bronce, y otras medievales, indican también la ocupación del yacimiento en distintos períodos históricos. 
El cráneo hallado, que, según González Morales no es completo, aunque casi, es la pieza de mayor relevancia, al ser único en el mundo asturiense, un período que abarca entre los años 7.000 y 4.000 antes de Cristo. Una de las muestras se ha enviado a la Universidad de Georgia para su datación, y su estudio antropológico será realizado, con toda probabilidad, por un miembro del equipo de Atapuerca. 
El cráneo, que podría pertenecer a un individuo joven o inmaduro, bastante robusto, estaba entre conchas, huesos animales y carbones. En el mismo nivel se encontraron huesos humanos: parte de una pelvis, una mandíbula, huesos de las extremidades y costillas. Habrá que esperar a la investigación para saber si pertenecen a uno o más individuos. 
Además de dos picos asturienses, la cueva albergaba una estructura megalítica, una cista construida con grandes bloques de piedra hincados en el suelo, vaciada en un momento posterior aunque no moderno, lo que explicaría la presencia de otros restos humanos revueltos en otro nivel."

La Cueva la Llana por su parte alberga un importante hallazgo de cerámica primitiva, hecha a mano sin torno, lo que constituye la señal de los albores de la neolitización del territorio. Parece ser que los antiguos asturienses llegaron a establecer contacto con nuevos pobladores venidos posiblemente del este e intercambiaron conocimientos y enseres, aparecen objetos de barro en asentamientos asturienses a la vez que el famoso pico de esta civilización, la última posiblemente de recolectores (sobre todo de moluscos en el área) se encuentra entre las ofrendas de las necrópolis tumulares de sus nuevos vecinos


La Vega la Fuente y La Torre, la antigua Torre de Andrín, la cual reconocemos en la distancia a la izquierda de las casas del fondo. Torre bajomedieval que conserva alguno de sus muros, la puerta de arco apuntada, ventanitas ojivales y saeteras, restaurada en 1990. Esta es su descripción en Wikipedia:
"La torre de Tronquedo localizada en AndrínLlanes (provincia de AsturiasEspaña), está considerada una edificación bajomedieval, fechable en los siglos XIV-XV.

Sobre la misma no se halla referencia alguna en la documentación medieval, circunstancia que impide datar con exactitud la época de su construcción. Son así las características formales de la misma, las que apuntan la cronología tardomedieval de la misma.

La construcción de la torre habría que encuadrarla en las luchas de bandos protagonizadas por los linajes nobiliarios en Asturias durante la Baja Edad Media. En este sentido, la torre, que fue propiedad de la poderosa casa local de los duques de Estrada, habría servido a este linaje como baluarte defensivo -desde su estratégico emplazamiento se domina todo el valle llanisco de Mijares- y centro de control y almacenamiento de las rentas señoriales.

Tras la pérdida de sus iniciales funciones, se produjo el paulatino derrumbe de la torre y su ocultamiento bajo la vegetación. En las últimas décadas, la labor de denuncia de su estado de abandono y ruina propiciaron los trabajos de limpieza y consolidación llevados a cabo en la misma a comienzos de los años 90.

La torre tiene planta cuadrada. Se conserva el primer piso y parte del segundo. Como materiales constructivos presenta mampostería caliza en los paramentos, con mucha argamasa de cal y arena y sillares labrados en los remates de las esquinas y los enmarques de los vanos. Sus muros, de escaso grosor, no superan los 0,85 metros, lo que parece descartar la posibilidad de que la torre, a semejanza de otros ejemplos asturianos, tuviera una tercera planta. La piedra empleada en su construcción bien pudo haber sido sacada del cueto calizo que se localiza frente a la fachada sur de la torre, detrás del muro de mampostería que cierra la finca de la torre. Este cueto está fragmentado, mostrando una zanja delantera -cubierta de vegetación y maleza-, a modo de foso defensivo, carácter en el que abunda el propio emplazamiento del foso, situado frente a la puerta de ingreso de la torre, que se abre en la fachada sur. Este foso vendría a paliar la vulnerabilidad que presenta la torre en este flanco y que, en realidad, afecta a todas sus fachadas, salvo la cara norte, situada sobre pendientes crestones calizos.

En la fachada norte de la torre, la mejor conservada, se superponen tres pisos de ventanas. El más bajo está formado por tres saeteras. Sobre este se dispone una tronera -pequeña ventana adintelada-, desplazada hacia el este, del lienzo, que ocupa una posición intermedia entre la saetera central y la situada a su derecha en la primera altura de vanos. El último piso recibe los vanos mayores: Dos ventanas de arco de medio punto monolítico, una en posición central y la otra alineada con la saetera de la planta baja situada hacia el oeste. Estas ventanas forman pequeñas cortejadoras al interior.

Estos vanos en arco de medio punto aparecen también en el tercer piso del lienzo este de la torre, donde hay tres ventanas, una de las cuales tan sólo conserva una jamba y el alféizar. Las dos alturas de vanos inferiores se resuelven con sendas saeteras, entre las que no hay correspondencia espacial. Otras dos saeteras son visibles en la planta baja del fragmento de paramento que se mantiene en pie en la fachada oeste.

Por su parte, la fachada sur acoge la puerta de ingreso. Desplazada hacia el oeste, está levantada sobre el nivel del suelo exterior y da acceso directo a la primera planta de la torre, rasgo que la diferencia del sistema tradicional de ingreso empleado en las torres rurales asturianas, a través de la segunda planta, y la acerca, por el contrario, a las torres urbanas, con entrada desde la calle. Es de arco apuntado, con dovelaje de sillares bien escuadrados. A su derecha se abre una saetera, sobre la que hay una ventanita de arco apuntado monolítico, de labra más tosca que las restantes de igual tipología. Su situación, a una distancia considerable de nivel del suelo interior, hace pensar en la existencia en esta parte de una escalera interior."

Divisamos el profundo surco en el que se estrecha el valle del Ríu Purón entre La Cuesta Purón a la derecha y La Sierra Plana de la Borbolla a la izquierda, al pie del ídolo de Peña Tú, elemento fundamental para conocer la historia de estos lugares y gran atractivo y enigmático enclave que atrae a numerosos visitantes


Menuda cuestecita la que nos lleva a la carretera, no es demasiado larga pero sí de un importante desnivel en constante rampa


Pero como aliciente tenemos estas bellísimas estampas de Andrín, con algunos de los barrios y lugares por los que no pasa la senda, solar de la Casona de los Beltrán (s. XVIII) y la de los Condes de la Vega del Sella (s. XVII)


Y también, extasiarnos en cualquier estación con los intensos colores de la naturaleza en Andrín. Estos, ya lo hemos dicho, al empezar el otoño, cuando se respira más tranquilidad y aún árboles y arbustos tienen sus hojas, ya cambiando eso sí su policromía


No es una subida demoledora en absoluto pero pesa sin duda en los peregrinos con su cansancio acumulado de muchos días sin duda ya de caminata por los caminos de Santiago del Norte


Sobre nosotros y con su exuberante y bucólico jardín cerrado por verja sobre murete de piedra, Casa Carle, de la que leemos en su página web:
"Casa Carle es una aventura, un reto personal. Un sueño que se va haciendo realidad poco a poco. Después de este tiempo de pandemia hemos aprendido el valor de vivir al aire libre, de disfrutar rodeados de naturaleza. 
Los picnic en los parques, el uso de nuestras terrazas por pequeñas que sean, los paseos por la montaña, el campo o cualquier camino que se tercie, los apreciamos de otra manera. 
El compartir tiempo con los amigos, la familia o simplemente con uno mismo es importante. 
Todo empieza desde un pueblito de Asturias al lado del mar y en una casa que hemos convertido en nuestra imagen, un lugar con tanto encanto que te hace olvidar todo. 
En Casa Carle, hemos creado un proyecto cargado de ilusión y cariño, poniendo al picnic en el centro de todo. Nuestro objetivo es hacer que tus excursiones sean aún más cómodas, para que puedas disfrutar de una deliciosa comida sin renunciar al glamour."

Su finca, vista desde aquí, es un verdadero bosque que llega arriba hasta la intersección con la carretera


Carretera a la que ya llegamos aquí, la LLN-2, por la que subiremos a la derecha, ya todo directo hasta el mirador de La Boriza


La señal del E-9 no lo confirma y no deja lugar a dudas


Al menos, contamos con esta vereda a manera de senda peatonal que nos separa del tráfico de vehículos


Pasamos pues por la parte posterior de la finca de Casa Carles y subimos todo de frente sin pérdida, fijémonos en los desmontes efectuados en su momento para ensanchar esta carretera


Nos adentramos así en la fresca umbría, una bendición en esta cuesta cuando pega con fuerza el sol castigador


La hojarasca otoñal cubre el suelo como una bella alfombra desplegada por la naturaleza a nuestro paso...


Plantaciones de ocalitos, poco antes del final de la cuesta, que ya intuimos al fondo, muy cerca


Antes de llegar al mirador, o a los miradores, pues en algunos mapas, como el de IBERPIX del Instituto Geográfico Nacional figuran dos, el de La Boriza y el de Andrín, ya podremos deleitarnos aquí con preciosas vistas a nuestra derecha


Un compendio de la geografía del sector costero oriental de Llanes desde las llanuras y muy suaves colinas de la rasa, con sus bosques de encinas o ardinas, a las sierras planas (de La Borbolla y La Cuesta Purón y la Sierra de Cuera


Abajo Trabaxío, en Andrín, entre prados que dan paso de inmediato a los encinares que se extienden hasta San Roque l'Acebal, paso del Camino de Santiago que viene de Vidiago. En medio de todo ese hermoso boscaje estaría El Jou Puerta (jou ó h.ou -siempre hache aspirada- es en castellano 'hoyo'), una trampa natural de las que existen no pocas en este territorio tan abundante en hundimientos cársticos de la superficie


Se perfila perfectamente bien el pasillo natural existente entre las montañas y el mar, por donde han pasado y siguen pasando las comunicaciones de la cornisa cantábrica desde antes incluso que pululasen nuestros ancestros, es la Senda de los Mamuts, como la llaman en Llanes Life:
"Al final del Pleistoceno, también llamado la Era del Hombre, ya que los seres humanos evolucionaron en ese periodo, se caracterizó por un extraordinario frío y por las grandes extensiones que ocuparon los hielos. De las montañas, cruzando ríos y mares, descendieron, en todos los sentidos, enormes glaciares que invadieron las tierras bajas, las llanuras y los valles. Aunque la glaciación no tuvo la misma intensidad en todo el planeta, sus efectos se dejaron sentir en el mundo entero, modificando plantas y cambiando el aspecto y las costumbres de los animales que, a medida que sus territorios se convertían en neveras, huyeron hacia el sur llegando a cohabitar con fauna de climas templados. 
Así, hace aproximadamente 35.000 años, una cría de mamut, no sé si macho o hembra, que no llegaba al metro de altura ni al año de edad, caminando por lo que hoy es Puertas de Vidiago, se despistó de la manada -quien sabe si por descuido de su madre o por una travesura suya- y fue a caer en un cueva -una de las innumerables que existen en el subsuelo del Oriente de Asturias- que se ha venido en llamar Jou Puerta. El pequeño mamut, de pelo espeso y oscuro, fue incapaz de trepar por las paredes y murió. Aunque tal vez, no solo, ya que no resultaría extraño que durante un tiempo los miembros de la manada se hubieran quedado cerca de él, pues se me ocurre que los lazos afectivos de los mamut debían ser tan estrechos como son los de los elefantes. 
Asimismo, rinocerontes lanudos, bisontes, rebecos, corzos, cabras montesas, caballos y un ciervo de colosales astas -el mayor que existió en la historia de la evolución, conocido como megaceros (Megalocerus giganteus)- y un leopardo -aún con los dientes de leche-, corrieron la misma suerte que el pequeño mamut, al haberse despeñado en aquella trampa natural que al quedarse cerrada por una cobertura de lodo y piedras, a salvo de la erosión y los carnívoros, permitió la excelente conservación de los restos, y que fue descubierta en abril de 2011, durante las obras del tramo de la autopista Pendueles-Llanes. 
Este hallazgo, que resultó ser uno de los conjuntos de fauna glacial más ricos de la Península Ibérica, debido entre otras razones a nuestra singular orografía, se suma a los numerosos reductos prehistóricos con que contamos y nos permite imaginar con fundamento el escenario y los animales que se movían por el Oriente de Asturias cuando nosotros, como Homo sapiens, dábamos los primeros pasos."

En la lejanía se reconocen las cumbres más altas de la zona más oriental del Cuera con El Picu Corona (908 m), entre Llanes y El Valle Altu Peñamellera, y El Picu Paisanu (818 m), entre dicho Valle Altu y El Valle Baju de Peñamellera, de cuya naturaleza y tradición romera nos dicen en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"De naturaleza rocosa que asoma por todas partes, entre retazos de pradera y monte bajo, en su cima hay una pequeña capilla dedicada a San Antonio, junto a la que se reúnen en junio los romeros de los concejos aledaños. Se accede desde Alevia, por una senda que conduce a la braña de La Pipa. Su vertiente meridional es muy pronunciada"

Más a la izquierda están  El Cantu'l Teju (701 m),  El Cuetu la Peña (668 m) El Colláu los Gamones (606 m), parroquia peñamellerana de Abándames,  y El Picu Llueres (706 m), en el extremo oriental de esta sierra, fácil de reconocer por su antena, situado al norte de Alevia, en El Valle Baju de Peñamellera


Y llegamos ya al mirador de La Boriza, donde nuestra subida se acaba al llegar a esta curva cerrada de la carretera, en lo alto del monte La Tuerba, allí tomaremos una senda a la derecha que se dirige a una explanada empleada como aparcamiento, dando vista desde ese lugar a espléndidos paisajes de la costa oriental asturiana, desde Llanes a Cantabria






















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