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jueves, 14 de diciembre de 2023

LA SENDA DEL RÍO PEÑAFRANCIA (y 3) LA LLEGADA A LA GUÍA Y UNIÓN CON EL CAMINO DE SANTIAGO (GIJÓN/XIXÓN, ASTURIAS)

Senda del Peñafrancia: el río a la izquierda

Esta es la Senda del Ríu Peñafrancia, empleada por muchos peregrinos como alternativa al Camino de Santiago para evitar tráfico, asfalto y caminar por frondosos parajes naturales la mayor parte del tiempo en el trecho existente entre el Camping Deva y el casco urbano gijonés, constituyendo además un importante atajo respecto al trayecto jacobita. Por eso, y aunque no somos en principio partidarios de dejar el Camino oficial, pues se supone es la ruta histórica o lo más aproximado a ella, existen trayectos opcionales que, por sus evidentes ventajas, son empleados por muchos romeros y que también deseamos presentar


Por ello a esta senda del Peñafrancia, entre Deva y La Guía, a las puertas de la llamada Villa de Jovellanos, le dedicamos tres entradas, pues pese a su corta distancia, algo más de 6 kilómetros, mucho es lo que puede verse y conocerse en ella: la primera la de su salida desde el citado camping por El Camín de la Pasadiella en dirección al barrio de Cefontes en Cabueñes (viendo la Universidad Laboral), la segunda la que va por El Tragamón y su hermosa carbayera a La Madalena, pasando de Cabueñes a Castiello, y la tercera, una vez cruzado el río a la altura del Campo de Golf El Tragamón, la que se dirige a La Guía por términos de la parroquia de Somió


Esta es una de las sendas verdes que el Ayuntamiento de Gijón/Xixón abrió entre finales del siglo XX y principios del XXI tanto en la zona rural como en la urbana, en parte siguiendo caminos, calles o vías ya existentes y en parte trazando otros nuevos. Quien desee ahondar más en ellas podemos recomendarle el libro, de quien esto escribe, Rutas para conocer el concejo de Gijón/Xixón:




Además de abundante flora de árboles, arbustos, y plantas ribereñas y camineras, en esta senda podremos encontrarnos también con no poca fauna fluvial y de bosque, como los esguiles o ardillas que encontrábamos en La Carbayera'l Tragamón o estos, patos o coríos. Las hembras son marrones pero estos deben ser todos machos con su collar blanco en el cuello y cabeza brillante verde-azulada, el típico ánade que grácilmente pulula por las aguas


No es inusual encontrar llondres o nutrias, aunque suelen escabullirse rápidamente a nuestro paso. Antaño había truchas pero la fauna piscícola ha mermado mucho, pues como prácticamente todos los ríos cercanos a zonas densamente pobladas, sufrió desecaciones con los acuíferos y contaminación con los vertidos


El Peñafrancia empezó a conocerse con este nombre a raíz de la fundación en 1691 de la capilla de esta advocación (Nuestra Señora de Peñafrancia) sobre su mismo nacimiento en El Güeyu Deva, pues ese era su nombre original, Deva, que siguió en uso hasta nuestros días si bien cada vez más olvidado en la denominación popular, de su historia y del significado de Deva, diosa céltica de la naturaleza, que ha dado nombre a muchos cursos fluviales, islas, costas y todo lo relacionado con las aguas, en buena parte de Europa, hablamos ampliamente en las entradas de blog correspondientes a los dos tramos anteriores de este trayecto


Durante unos cuantos metros una barandilla de troncos de madera separa la senda del río, a nuestra izquierda, río cuyo murmullo se mezcla con el de los trinos de los pájaros, salvo en los días más fríos del invierno, cuando la naturaleza en ocasiones enmudece y un silencio solemne impera en la foresta, donde se llegan a formar verdaderos túneles naturales de arboles, ramas, hojas y vegetación, que quedan desnudos o casi, exceptuando los ejemplares de hoja perenne, para reverdecer y florecer intensamente en una gama de colores vivos y brillantes con el despertar de la naturaleza en primavera. En verano, la buena sombra arbórea alivia del calor y filtra la luz, siendo parajes de umbría, aún entonces reservas de humedad, incluso en las temporadas de la seca o sequía. El otoño, la seronda, viene a ser como una segunda primavera pues muchos árboles dan sus frutos y se mudan, en su manto antaño verde, a colores amarillos, ocres, pardos, rojos... como pintados por la paleta de un artista, tiñendo también el suelo de esa policromía, al desprenderse de su hojarasca


Nuestra cercanía al casco urbano se hace evidente cuando pasamos al pie de los edificios del Campus de Gijón, mal llamado aún de Viesques no pocas veces pese a que ninguna de sus extensas dependencias está en términos de ese barrio, hoy ya plenamente dentro de la ciudad. Este es en concreto del Edificio Departamental Oeste de este campus perteneciente a la Universidad de Oviedo. En cuanto a los eucaliptos u ocalitos que aquí crecen, hay que decir que son altísimos y se han desarrollado portentosamente al no ser talados, siendo dejados como árboles ornamentales en esta senda, que era en origen su cometido cuando llegaron a Asturias, si bien pronto fueron empleados para la industria maderera, especialmente para entibar las galerías de las minas, para construcción y para hacer llagares de viga


Seguimos el meandro...


Al fondo, una bifurcación.


Tomamos la pista de la izquierda.


Veamos las señales.


Siempre al borde del agua...


La senda sigue los meandros que forma aquí el río del que la Enciclopedia del paisaje de Asturias dice que "En sus orillas permanece la mejor muestra de bosque de ribera de todo el concejo: alisos, sauces blancos, fresnos, chopos, robles, etc."


Nos acercamos a la población, posiblemente oigamos tráfico de las cercanas carreteras locales, sin embargo la belleza natural de la senda continuará intacta hasta la entrada misma al casco urbano gijonés


En la ribera contraria y oculto por la vegetación, hay un casi olvidado molino: El Molín de Castro. Antaño las vegas se plantaban de cereal, casi todo maíz, que sustituyó a la escanda, trigo, panizo, mijo, etc. tras su llegada de América


Con las transformaciones del siglo XX el pan se dejó de hacer en casa y los molinos fueron casi todos abandonados, mientras, las fincas fértiles se especializaron en pastos y siega para la ganadería del vacuno, de leche y carne, con el fin de satisfacer la demanda de los crecientes núcleos urbanos, así como para frutales, especialmente de pumarada de manzana de sidra. También podremos ver invernaderos y viveros



Pero según nos acercamos al casco urbano la actividad agropecuaria irá desapareciendo a nuestra vista para dar paso a las áreas residenciales de los alrededores de la ciudad, o áreas educativas, tal que esta. Aquí si vamos de frente ya podríamos subir a la gran explanada del campus, pero preferimos continuar por la izquierda, siguiendo la senda y sus verdes veredas de la orilla del río


La senda, de lo rural va a ir pasando a lo periurbano al llegar a este campus, del que vamos encontrando más edificios según avanzamos


A la izquierda, al otro lado del río y en la parroquia de Castiello, vemos la parcialmente cilíndrica estructura que tanto caracteriza a la Escuela Politécnica de Ingeniería, que sigue siendo conocida popularmente como "Ingenieros" o "La Escuela Ingenieros", a veces, como no, también llamada "de Viesques", pese a no estar en Viesques, aunque sí es la parte más cercana a ese barrio de todo el campus universitario.


Fue fundada en el año 2010 a raíz de la fusión de los centros que impartían las titulaciones de Ingeniería Industrial, Informática y Telecomunicación y de Ingeniería Técnica de las mismas ramas. Este edificio se inauguró en 1977 cuando por entonces era la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, creada en 1975 y cuyos primeros alumnos entraron en 1978. Como vemos, el centro cambió de nombre y estructura educativa varias veces, siendo su primer precedente el Instituto de Náutica y Mineralogía (Real Instituto Jovellanos) fundado por el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos en 1794 y, a continuación, en 1855, la Escuela Elemental de Industrias


Junto al puente que comunica la escuela con el resto de las instalaciones universitarias, cruzamos la calle Campus II por este paso de cebra y continuaremos todo de frente senda ribereña adelante



Sí informar, no obstante que el edificio dispone de cafetería, por lo que aquellos peregrinos que lo deseen pueden acercarse a ella a tomar algo y descansar antes de entrar en la ciudad


Ahí vemos la terraza, su reapertura en 2019, tras llevar tiempo cerrada, fue todo un verdadero acontecimiento del que da noticia la periodista Laura Mayordomo en el diario El Comercio del viernes 5 de abril de ese año: 
"Rodrigo Suárez, Yoel Palacio, Anahy Domínguez, Mario Fernández, Alexandre López y Diego Rodríguez, alumnos de Ingeniería Mecánica y Electrónica en la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón apuraban sus cervezas mientras daban cuenta de una «muy buena» tortilla de patatas «con cebolla». Alumnos de primer curso, van a clase en el Edificio Polivalente, pero ayer se acercaron al Aulario Sur para conocer la nueva cafetería y comparar. «Se respira buen ambiente. Es más pequeña que la de abajo, pero es más acogedora y parece un bar. Nos gusta». Era la una de la tarde y la recién reinaugurada cafetería del Aulario Sur bullía de actividad. «La comunidad académica tenía mucha gana de tener este servicio», constató David Tejerina, el nuevo gerente. Junto con Celine García, Marga Pérez y María José Álvarez de Dios, 'Peque', es socio de Macepeda, la empresa que consiguió hacerse con el contrato de explotación de las cafeterías de la EPI y Marina Civil en el último concurso convocado por la Universidad de Oviedo. La crearon hace dos años, después de que la institución académica rescindiera el contrato con la anterior concesionaria, porque «era todo un desastre. No pagó a nadie», recuerda Celine García. Por supuesto, tampoco a las trabajadoras, que durante todos estos años no dejaron de luchar por recuperar sus puestos de trabajo. Muchos de quienes las acompañaron en sus acciones de protesta se acercaron ayer al campus de Gijón para seguir arropándolas en esta nueva andadura, que contó para su estreno con una actuación del cantautor Nacho Vegas. 
También se pasaron por la cafetería profesores y el propio director de la EPI, Juan Carlos Campo, quien reconocía que «nos alegramos mucho, tanto por tener este servicio como por el tesón y el esfuerzo de las antiguas empleadas que es en sí mismo digno de admiración y ejemplarizante para nuestro entorno». Y alumnos como Pablo Couso, Daniel Hernández, Pelayo Iglesias y Marcos Mier, estudiantes de segundo curso de Ingeniería Mecánica el primero y de Electrónica los otros tres, que a mediodía hicieron una parada en la jornada académica para tomar un café y descubrir un espacio que hasta ahora siempre habían visto cerrado. Eso les suponía, cuando había tiempo suficiente, tener que coger el coche y desplazarse hasta la cafetería del otro edificio. Cuando no, recurrir a las máquinas del Aulario Norte «pero, claro, no es lo mismo comer una chocolatina que un pincho de pollo», coinciden. 
«Teníamos muchas ganas de volver a los tiempos de antes. Esta cafetería siempre funcionó, va sola. Llevamos aquí muchos años y conocemos a la gente. Llegamos con mucha ilusión y expectativas porque creo que va a funcionar», añadió García, una de las antiguas trabajadoras."

Y de esta manera y salvo que queramos acercarnos a la cafetería (hay cerca también parada de autobús municipal) nosotros dejamos el puente a nuestra izquierda y continuamos por la Senda del Ríu Peñafrancia, que sigue por su margen derecha


Aunque no es Camino de Santiago, en su momento la senda se pintó con flechas amarillas desde el Camping Deva, lo que puede orientarnos bien aparte de las propias de la senda


Estos ríos de la rasa costera, aunque cortos y pequeños cuando se desbordan, cada cierto tiempo, causan graves quebrantos, un problema que afecta a este edificio docente, que quedó inundado en una crecida en junio de 2018. A raíz de ello, y de otras inundaciones anteriores los años 2010 y 2013, mas otra posterior en 2019, se elaboró un informe titulado Adaptación al riesgo de inundación, que nos ofrece varios de sus detalles constructivos:
"Construido en 1977, el edificio polivalente de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón es un edificio de planta circular organizado en peine cuyos principales materiales de construcción son los prefabricados de hormigón y metal. Los usos generales se concentran en la parte central y los usos particulares se desarrollan en diez módulos (un primer módulo de cuatro alturas seguido de nueve módulos de dos alturas). En el exterior, la pendiente desciende progresivamente entre los módulos 2 y 5, salvando una altura de 4.5 metros. A continuación, se mantiene uniforme hasta el módulo 10, donde se recupera dicha cota mediante una escalera. 

El edificio polivalente de la de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón se sitúa en zona inundable. La altura de calado en el punto más desfavorable alcanza los 1.70 m para T=10, y los 3.50 m para T=500. Procedencia del agua: desbordamiento del arroyo Peñafrancia y entrada de agua en el edificio a través de huecos (puertas, ventanas, juntas y rejillas de ventilación), red de saneamiento y cámara bajo forjado sanitario. Líneas de actuación: evitar que el agua alcance el edificio mediante soluciones continuas que aíslen su perímetro de forma temporal o permanente, o bien resistir la entrada de agua mediante un amplio programa de medidas puntuales.

El edificio está separado del terreno mediante pilares, generando una cámara bajo forjado sanitario. Se evita así el contacto directo con el terreno, reduciendo las posibilidades de que el agua ascienda por capilaridad. Sin embargo, la subida del nivel freático asociada a importantes volúmenes de agua acumulados por inundaciones prolongadas o fenómenos lluviosos de larga duración puede provocar el afloramiento de humedades y generar daños en el edificio."

Árboles y vegetación de ribera forman una densa y bella enramada por la ribera, formando un  ondulante bosque lineal que sigue la forma de los meandros del Peñafrancia


Otro paso de peatones: cruzamos ahora la Calle Blasco de Garay, otra de las que comunican el campus pero que a la vez están abiertas al tráfico en general


Hay dos opciones después de cruzar, una es subir por la senda de la derecha, por donde vienen los ciclistas, y la otra continuar por la de la izquierda, pegados al río. Es indistinto, pues vuelven a unirse un poco más adelante. Sólo por escoger seguiremos por abajo, pero recalcamos que es indistinto


Aquí, hay tercer puente, este peatonal y de madera, a modo pasarela, que pasa el río entre la senda y  los aparcamientos de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (EPI). Nosotros continuamos de frente y lo dejamos a nuestra izquierda


Seguimos así durante unos metros más el curso de los meandros del Peñafrancia, donde el río discurre por la umbría, casi del todo oculto bajo el arbolado. Una barandilla de madera nos separa de su caudal, que pasa a un nivel un poco más bajo que el camino


Camino que sigue todo llano entre las arboledas y un poco de trinchera que nos separa de la explanada del campus


Entre algún espacio entre los árboles sí vemos sus aguas. El río tiene una longitud total de unos 10 km entre El Güeyu Deva y su unión con el Piles en Les Mestes (mesta, unión de ríos), al lado de La Guía, salvando un desnivel de unos 60 m 


Ahora sí vamos a subir, apartándonos ligeramente de la orilla, para ver los edificios del campus y sus alrededores


Todos estos equipamientos del Campus de Gijón se hicieron en terrenos que fueron adquiriéndose por el Patronato de la Universidad Laboral, edificio monumental del que mucho hemos hablado en las anteriores entregas de esta senda y cuya emblemática torre vemos en la lejanía. A su izquierda y más cerca, al otro lado de esta explanada, la Escuela Superior de Marina Civil de Gijón, que también tiene su antecedente en aquel Real Instituto fundado por Jovellanos acabando el siglo XVIII. Esta es su historia extraída de Wikipedia:

"La Escuela tiene su origen en el Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía que Gaspar Melchor de Jovellanos fundó el 7 de enero de 1794 en Gijón. Pero el 6 de junio de 1924 un decreto de la presidencia del Directorio Militar suprime todas la Escuelas de Náutica, incluido el instituto de Gijón, y crea, simultáneamente, cuatro nuevas escuelas: Bilbao, Cádiz, Barcelona y Santa Cruz de Tenerife. Todo el patrimonio de la de Gijón (libros, cuadros etc.) se traslada a la Escuela Náutica de Bilbao. 
En 1967 se crea de nuevo en Gijón una escuela de enseñanzas náuticas, la Escuela Libre de Náutica, y el 20 de septiembre de 1970 fue declarada como Escuela Reconocida de Náutica, pasando a depender de la Escuela Oficial de Náutica de Bilbao. Por Orden de 3 de noviembre de 1978 se homologan las Escuelas Reconocidas de Náutica del Instituto Social de la Marina, entre las que se encuentra la de Gijón, a las Escuelas Oficiales de Náutica, por lo que deja de depender de la de Bilbao. Posteriormente, el 4 de diciembre de 1980, por el Decreto del Ministerio de Presidencia 2841/80, las Escuelas de Náutica dependientes del Ministerio de Transporte y Comunicaciones pasaron a denominarse Escuelas Superiores de la Marina Civil, adquiriendo la de Gijón su denominación actual de Escuela Superior de la Marina Civil. Finalmente, se produce la integración de las Escuelas Superiores de la Marina Civil en las universidades españolas, con la publicación el 29 de julio de 1988 de la ley 23/1988, de 28 de julio, por la que se da al Gobierno un plazo de seis meses para llevar a cabo el proceso de integración, de acuerdo con el artículo 9 de la Ley 11/1983 de reforma Universitaria, incorporándose la Escuela de Gijón a la Universidad de Oviedo."

La Escuela Marina, como popular y abreviadamente se la llama, fue inaugurada oficialmente, en medio de esta gran llanura del valle de Somió y Cabueñes que la Laboral adquirió casi por entero, el 10 de junio de 1988, quedando integrada al año siguiente en la Universidad de Oviedo y formando parte de este su campus gijonés


Como detallábamos en las partes primera y segunda dedicadas a esta senda, la razón de que la Universidad Laboral, por medio de su patronato, acaparase tal enormidad de territorio era que nació, aún en plena posguerra, dentro de los ideales autárquicos del régimen auspiciados aún más por el bloque comercial de las potencias vencedoras. El objetivo era conseguir un gran centro de estudios autosuficiente alimentariamente, primándose materias mineroindustriales y agropecuarias, estas segunda con dos grandes explotaciones, la Granja Covadonga, al pie del mismo edifico y la Granja Lloreda, en el Altu l'Infanzón, parroquia de Deva y limítrofe con Villaviciosa


Aquel proyecto autárquico no solo no fue nunca conseguido sino que fue desechado tras un cambio sociopolítico y económico total con el aperturismo del régimen acabando la década de 1950. Estos inmensos terrenos, donde antaño hubo muchas caserías, pasaron a la Seguridad Social en la Transición y posteriormente al Ayuntamiento. En base a ello se puso en marcha este campus, el Parque Científico Tecnológico (al otro lado de la Laboral), y el Hospital de Cabueñes que ya había nacido con la Uni, la cual se transformó en Laboral Ciudad de la Cultura, con diferentes equipamientos y sede de diversas entidades, tras su restauración en unas obras acabadas en 2007


Más antiguamente, las tierras pertenecían al Conde de Revillagigedo y había, como hemos dicho, bastantes caserías, donde ahora vemos La Escuela Marina estuvo Casa Miguelón, y en la zona estaban emplazadas también Casa Obdulia y Casa José Antonio


Ya a nuestras espaldas, el larguísimo Edificio Departamental Oeste bajo el que acabamos de pasar y, delante de él, las instalaciones deportivas de este Campus de Gijón, el cual se construyó en terrenos de las parroquias de Somió, Castiello y Cabueñes, que en su momento fueron como hemos dicho adquiridos por la Fundación José Antonio Girón para la Universidad Laboral (recalcamos que ninguna parte del campus está en Viesques). En el campus tenemos la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, las ya mencionadas Escuela Superior de la Marina Civil y Escuela Politécnica de Ingeniería, así como la Escuela Universitaria de Enfermería de Cabueñes, la de Relaciones Laborales y la de Trabajo Social. Todo el conjunto es denominado Milla del Conocimiento Margarita Salas en honor a esta bioquímica asturiana


Más atrás, al sur, El Monte Deva (424 m), por cuyas entrañas corren las aguas subterráneas de parte del arroyo de Riosecu, el cual forma un valle a sus espaldas, curso seco pero que bajo tierra aflora en El Güeyu Deva, el citado nacimiento del Peñafrancia. De nuevo impera el nombre de la diosa en esta parte del concejo...


Más allá de La Escuela Marina, al final de la explanada (donde se celebran periódicamente diferentes eventos), pasa la Avenida de la Pecuaria, dedicada a la antigua Pecuaria de Somió, oficialmente Estación Pecuaria Regional de Asturias creada en 1933 en terrenos que fueron de la Quinta del Duque, adquirida el siglo anterior por Fernando María Muñoz, Duque de Tarancón, hermanastro de Isabel II, que puso de moda la parroquia entre la aristocracia y la cada vez más pujante burguesía industrial para establecer en la parroquia sus quintas de recreo, germen de la tradición residencial de Somió (y de ocio)


Este es el arbolado de las urbanizaciones de chalets y viviendas de la zona de Fontanía-La Guía, una de las grandes áreas residenciales de Somió que continuaron su expansión y crecimiento hasta nuestros días


Ahí está el merendero La Casina, frente a la unión de la Avenida la Pecuaria, la Avenida Albert Einsein y la Avenida del Jardín Botánico, antigua Carretera Villaviciosa (N-632). Como a todo establecimiento que se precie, el gastrónomo y genial historiador Luis Antonio Alías le dedica en el diario El Comercio una de sus glosas gastronómicas al buen hacer entre fogones:
"Ha sido duro. Fernando subraya que él, su mujer y demás trabajadores son una familia bien avenida y cordial, hacia dentro y fuera, y cuidan el sosiego de su isleta verde con comedores, galería, terraza, hórreo, práu merendero y arbolado. Así, quien vuelva del hospital o del tanatorio, se dirija al incierto reinicio del parque empresarial o luche por lograr que el campus nos dé otro futuro que la emigración, puede sintonizar aquí, al aire, la sidra y el guiso, los canales mentales positivos.

Al lado, la torre de la Laboral, apunta hacia el cielo la genialidad de Luis Moya, mientras supuestos representantes de Gijón tratan de que esta masiva escuela de obreros cualificados no entre en el Patrimonio de la Humanidad. Verlo para no creerlo.

La Casina, coqueta y llamativa, con su ameno entorno, la dirige Fernando, hostelero gijonés de amplia trayectoria como Verónica, natural de Madrid. Que hasta no poder disponer del amable y eficaz personal citado, pueden pasar de dirigir a atender, escanciar, cocinar o limpiar. Solo quienes como aquí remen fuerte en la misma dirección podrán atravesar las dificultades apenas iniciadas, que copiando a Radio Futura, «el futuro ya está aquí». Entonces brillante, ahora oscuro.

El menú del día resulta excelente, variado y electivo, y las especialidades recorren toda nuestra cocina popular: fabada, pote, cocido, garbanzos con espinacas y bacalao, patatines con pulpo, pitu de caleya, carne guisada, arroz caldoso con marisco, cachopo de xatín, chuletinas de cordero al cabrales, fritos de merluza en salsa de sidra, lenguado en salsa de puerros, chipirones afogáos y un amplio repertorio de lo nuestro, según marcan igualmente nuestras reglas, una apuesta inteligente, necesaria y sociabilizante ahora que andamos tan solos."



Avenida de Albert Einstein y autobús municipal. Los accesos a la ciudad a través de La Guía fueron totalmente reordenados con la construcción de la Ronda Sur y Autovía del Cantábrico en el paso del siglo XX al XXI, abriéndose nuevas avenidas merced a los enlaces y glorietas pertinentes, transformando la fisonomía del barrio, donde había renombrados bailes y sigue habiendo pujante, nutrida y variada y veterana hostelería desde los tiempos del antiguo tranvía, al menos


Las antiguas fincas ganaderas fueron parceladas, así como aquellas primeras grandes quintas señoriales y burguesas, construyéndose profusión de chalets y viviendas por toda la parroquia, hasta más allá de la colina de La Providencia, paso a las playas y acantilados de Peñarrubia, Serín, La Cagonera, Estaño y La Ñora


Siguiendo camino vamos a continuar ahora en paralelo a la Avenida Albert Einstein, una de las nuevas vía abiertas con la conexión de La Guía con la Ronda, el nombre de este científico para ella se acordó  el 11 de agosto de 1998



Al otro lado está ahora la abigarrada colonia de chalets de la Urbanización La Guía, que ocupan la antaño extensa finca de la quinta de Villa Lutgarda o La Matona, que fue restaurada pero en nuestros días permanece oculta en medio de la colonia


Perteneció a Celestino Álvarez-Byulla, cuñado de la Condesa del Real Agrado, y ocupaba su terreno una extensión de 3,98 hectáreas, según datos de Ramón María Alvargonzález Rodríguez en su libro Somió, la ciudad jardín de Gijón. Estudio de Geografía Urbana:
"En el triángulo formado por las actuales calles Av. del Jardín Botánico, Av. de Albert Einstein y la Av. de Justo del Castillo y Quintana se encontraba una extensa finca de casi 4 hectáreas donde se construyó esta villa de recreo a finales del siglo XIX con un marcado estilo ecléctico. Se atribuye su construcción a Celestino Álvarez-Buylla y García Barrosa hermano de Amadeo Álvarez Buylla, Conde del Real Agrado, que como éste emigró a Cuba donde creó una prospera casa comercial con la que hizo fortuna, se le menciona en 1887 como uno de los fundadores del Sanatorio La Purísima Concepción en Santa Clara (Cuba). Aparece como accionista del Banco Hispano Americano y como vocal del primer consejo del Banco Herrero. Regresó a España en 1890 instalándose en Madrid. Se casó con Carmen Fernández de Lloreda, hija de Manuel Fernández de Lloreda y Ovies (†1907) y Lutgarda Ruiz-Cisneros y Saavedra (†1923). Lutgarda era la suegra de D. Celestino por lo que es probable que la casa la mandara construir D. Manuel. Tuvieron un único hijo, Julio Álvarez de Builya, que se casó con Ana María Muñoz y Rato quien fue la V condesa de Santa Olalla. D. Celestino falleció en Madrid en 1947. 
El edificio permaneció durante una larga temporada en un precario estado de conservación y fue restaurado hace unos años, conservando íntegro el diseño de su proyecto original. Aprovecharon para reparcelar la finca y construir un gran número de chalets que casi ocultan la Quinta. En el edificio destacan sus terrazas y galerías sostenidas sobre pilares de fundición, conservando parte de su precioso jardín original."

Y allí está el Parque Víctimas del Terrorismo, espacio verde así denominado desde 2008, donde se plantó un olivo como símbolo de la paz, entre esta Avenida de Albert Einstein y la del Justo del Castillo, cuyo nombre se acordó también el 11 de agosto de 1998 para otra de las nuevas vías de La Guía, esta en homenaje este destacado ingeniero industrial y erudito gijonés promotor de grandes iniciativas culturales


Acercándonos al intenso tráfico de estas avenidas, los árboles plantados en esta franja nos ofrecen una buena pantalla vegetal, visual y acústica, rodeándonos de naturaleza


De esta manera se crea aquí un nuevo bosque de ribera, a ambos lados de la senda. Antiguamente todo esto eran fincas que, desde la Carretera Villaviciosa (Avenida Jardín Botánico), llegaban, detrás de las casas, hasta el río, antes de que se hiciesen las actuales avenidas y, a continuación, este camino fluvial


El bosque se hace realmente toda una intrincada selva en el margen ribereño, vero estas veredas vemos se siegan y limpian con regularidad


Una trinchera nos separa de la Avenida Albert Einstein, la senda empieza a bajar suavemente...



Intenso tráfico en la intersección de estas avenidas frente al Parque de las Victimas del Terrorismo. Al fondo los edificios de pisos de El Bibio


Seguimos bajando poco a poco, casi no se ve al Peñafrancia, sumido en la frondosa espesura


Llaneamos de nuevo por este amplio pasillo verde y arbóreo a manera de foso que nos separa aún más del ruido de los vehículos



En la franja de césped que nos separa de las avenidas van plantándose nuevos árboles, otros ya tienen varios años, como aquellos del fondo, tal vez de los primeros que hubo aquí al inaugurarse la senda y las avenidas


Avenidas que tienen allí su rotonda, donde se alza la llamativa y altísima escultura Hacia la Luz de Francisco Fresno, 22 metros y 24 toneladas de acero corten con un gran trabajo de formas y oquedades que se yerguen monumentales en medio de la glorieta


Fue instalada el 17 de diciembre de 2009 y su nombre se basa en el título de las memorias la escritora feminista estadounidense Hellen Keller, quien había perdido la visión y la audición de niña y su obra fue siempre un gran acicate y ánimo para las personas discapacitadas


El río Fluye, lo vemos en este tramo, bajo una ladera llena de escayos o zarzas


La senda siempre ancha y bien pisada prosigue entre las arboledas. A partir de aquí y durante algunos trechos la parte derecha de la senda está delimitada por unas vigas de madera similares a traviesas de ferrocarril


Hacia la luz y la rotonda, el tráfico, casi siempre intenso pero bastante fluido, es señal inequívoca que entramos en la población


Si por alguna razón deseásemos salir de la senda y continuar por la acera de la Avenida Justo del Castillo hacia La Guía aquí podríamos hacerlo, pero nosotros preferimos continuar por la senda hasta el final


Pasamos de esta manera bajo este puente de la avenida, que salva también el paso del río


Aquí el suelo es de losas, y el Peñafrancia pasa canalizado entre grandes bloques de piedra en lo que fue una zona muy afectada por las inundaciones, y que sigue siéndolo periódicamente, dado que estamos ya en las vegas que separan este río del Piles, Les Mestes, y que a la vez los unirán


Según nos acercamos a la ciudad, habrá más trasiego de gentes. Ahora, desde el puente, vamos nosotros también hacia la luz, saliendo al otro lado...


Tras el puente bajo la Avenida Justo del Castillo toca ahora otro, el de la Avenida Albert Einstein


La totémica escultura de acero vuelve a estar ante nosotros, como un gigantesco monolito que anuncia nuestra llegada al casco urbano gijonés


Tiene forma de gran cuña y, al dejar pasar la luz a su interior, representa el mundo de Hellen Keller "la comunicación de lo interno, que emerge desde el suelo, a lo exterior, lo luminoso"


Y de la luz, pasamos de nuevo a la fresca penumbra, momentáneamente...


Para salir de nuevo a la luminosidad del sol en La Guía, cuyas urbanizaciones seguimos viendo ante nosotros, al fondo


Aquí el Peñafrancia, pocos metros antes de dar sus aguas al Piles, se hace ancho y más profundo, estamos en Les Mestes. Esta parte es Somió pero la de la orilla izquierda, donde está el hipódromo, es la punta norte de la parroquia de Castiello, que se adentra casi hasta el mar en esta confluencia de ríos o mesta, topónimo del que explica esto el filólogo Ramón d'Andrés en su Diccionario Toponímico del concejo de Gijón:
"Formación del topónimo: se trata del sustantivo asturiano mestes, plural de mesta ‘lugar o parte donde se mezcla o confluye algo’, que en la toponimia suele aplicarse a la unión o confluencia de dos caminos o, como parece ser en este caso, dos ríos. 3. Etimología: proviene del latín mĭxtas, plural de mĭxtam [míkstam] ‘mezclada, juntada’, participio femenino del verbo mĭscĕre [mískere] ‘mezclar, juntar, añadir’. 

Referencia al lugar: es el extremo norte de la parroquia de Castiello Bernueces. Les Mestes es el lugar donde confluyen los ríos Peñafrancia - Samiguel y el Granda, para formar el Piles. De Les Mestes y La Guía procedía la primera conducción de agua que conoció Gijón, en el siglo XVII; ver La Guía. En 1942 se construyó el hipódromo de Les Mestes, y a lo largo de los años la pista de atletismo, el velódromo y las pistas polideportivas. 

Otras observaciones sobre la denominación: en la formación de este topónimo gijonés nada tiene que ver la palabra castellana mesta ‘reunión de dueños de ganados mayores y menores, que cuidaban de su crianza y pasto, y vendían para el común abastecimiento’, a pesar de que en el lugar esté documentada la reunión de ganados. Les Mestes es un topónimo hermano de otros que existen en Asturias, como en los concejos de Les Regueres o Cangues d’Onís; con la variante Les Mestres o Mestres, en los concejos de Piloña, Llaviana o Villaviciosa; con la variante occidental Las Mestas, en Ayande, Cangas del Narcea o Ḷḷena. El concejo de Gijón cae enteramente dentro del asturiano central, con plurales femeninos en -es, y este es el motivo del nombre Les Mestes. «Las Mestas», en este caso, es una castellanización incoherente con lo que se hizo con lugares cercanos como Viesques, que jamás se convirtió en «Viescas».

Maravillosa vegetación fluvial. Parece mentira que estemos a escasos metros de la ciudad. Efectivamente, de aquí salía la primera traída de aguas a la villa de Gijón/Xixón en la que fue una de las mayores obras públicas acometidas en la población hasta el siglo XIX, el acueducto de La Matriz, si bien es también de las más desconocidas, tanto es así que no se sabe a ciencia cierta cuándo se hizo, sospechándose que todo empezó al localizarse un manantial cerca de aquí, en El Llanío, durante el verano de 1856, según expresa la historiadora Cristina Heredia Alonso, en lo que ahora son las instalaciones del Real Grupo Covadonga, situadas al otro lado de Les Mestes, en la ribera del Piles


Estas que vemos ahora son otras instalaciones deportivas de Les Mestes, las de la Escuela de Terapias Ecuestres del Club Hípico Astur (CHAS), fundado en el año 1965 como Promociones Hípicas S.A. y con su primer sede en Tremañes, al otro lado de la ciudad, viniendo aquí en 1970, acudiendo a su inauguración, el 16 de agosto, los entonces reyes de España Juan Carlos I y Sofía de Grecia


En esta misma orilla reconocemos también parte de las cuadras. La tradición ecuestre de Les Mestes arranca en plena posguerra, cuando en la llanura de la unión del Peñafrancia y el Piles se empezó a celebrar el Concurso Internacional de Saltos, que continúa en nuestros días y tiene su origen en una afición que ya había comenzado en el siglo XIX, según explica Wikipedia:
"Desde agosto de 1876, cuando se inauguró el teatro-circo Obdulia (luego cine Los Campos) en el cruce de la carretera de la Costa y Menéndez Pelayo con la actuación de compañías ecuestres que efectuaban exhibiciones de trote, doma y saltos de obstáculos, y la celebración de carreras de caballos de fondo y velocidad (1.500-2.000 metros) en la playa de San Lorenzo entre 1888 y 1915, se fue gestando en Gijón una afición a los deportes ecuestres
Siguiendo esa tradición, el ayuntamiento de Gijón comenzó en 1941 el proyecto de crear en Gijón un concurso de salto de obstáculos para ampliar las actividades sociales y de ocio que se ofrecían durante el verano a los ciudadanos y visitantes de Gijón. El alcalde, Paulino Vigón Cortés, contó con la colaboración del general del Ejército de Tierra de España Fernando Arroyo, director de la Escuela de Aplicación de Caballería y Equitación del Ejército, que fue nombrado presidente del jurado en la primera edición del concurso. 
El primer concurso se celebró del 20 al 24 de agosto de 1942, con 22 jinetes y 48 caballos. Más de 2.000 espectadores acudieron a la primera jornada, según describió en su día el periódico Voluntad. El comandante Bulnes con "Madroño" fue el ganador en aquella primera edición. El éxito del incipiente Concurso Hípico de Gijón aseguró la dilatación del programa. En 1943 ya se celebró en 4 días manteniendo días de descanso de por medio. En 1949 tuvo lugar durante 5 días y se inscribieron más de 80 caballos, y en 1954 el concurso se celebró en 9 días. 
Algunos de los binomios que destacaron en esa primera etapa en Las Mestas fueron 'Madroño', montado por el comandante Bulnes; 'Egalité' y el comandante Somalo; el capitán Kirkpatrick sobre 'Lequeitio'; el olímpico comandante Nogueras con 'Topolino' y 'Fogarata'; y Francisco Goyoaga, con sus mejores caballos, como 'Vergel', 'Tomillo', 'Fahnenkonig' y 'Kif Kif'. 
En 1962, veinte años después de su nacimiento, el concurso de saltos gijonés alcanzaba la internacionalidad, convirtiéndose en Concurso de Saltos Internacional, y el 26 de agosto de 1966 incluyó el Campeonato de Europa de Amazonas, primer y mayor evento internacional celebrado en Las Mestas, con triunfo de Janou Lefèbvre sobre 'Kenavo'. 
En 1987, la Real Federación Hípica Española concedió a Gijón la organización de la Copa de las Naciones de Saltos, con victoria final del equipo de Gran Bretaña. Fue entonces cuando el concurso se convirtió, por primera vez, en CSIO (Concurso de Saltos Internacional Oficial de España). 
El concurso de Gijón ha sido el CSIO***** (5 estrellas) de España en las siguientes ediciones: 1987, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2019. 
Esas ediciones incluyeron, por lo tanto, una prueba de la Copa de las Naciones de Saltos, que en la edición de 1999 fue la prueba final de la "Primera División" de dicha competición (FEI Nations Cup, entonces denominada Samsung Nations Cup por motivos de patrocinio), mientras que el resto de ediciones fueron de la Promotional League. El equipo ganador de la prueba de Copa de Naciones de 1999, la más importante de todas las disputadas hasta la actualidad, fue el de Francia, y estaba compuesto por Michel Robert sobre Auleto, Xavier Caumont sobre Baladine du Mesnil, Thierry Pomel sobre Thor des Chaines y Alexandra Ledermann sobre Rochet M. 
En 1993, además del CSI, Gijón acogió el Campeonato de Europa, entre 28 de julio y el 2 de agosto, con 81 jinetes. Fue la primera ocasión en la que España se convertía en la sede de esta competición. 
En 2020 la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo del Principado de Asturias lo declaró fiesta de interés turístico regional.​ 
Tras no poder celebrarse en 2020 y 2021 debido a la pandemia de COVID-19 en España, se recuperó en 2022, pero perdiendo la categoría de CSIO***** y pasando a ser un CSI****."

Emblema del lugar es este verdadero "caballo de Troya" hecho de madera, enorme, alegoría de lo ecuestre. Esta es parte una noticia de Ángel Cabranes para La Nueva España del 26-4-2023 dando cuenta del concurso de ese año:
"Un incremento en los premios y el formato de la pasada edición para mantener a Gijón como «referencia de la hípica española». La 82.ª edición del Concurso Hípico Internacional de Las Mestas contará con 510.000 euros en premios distribuidos en las dieciséis pruebas que compondrán sus tres categorías. La competición, presentada ayer en el Ayuntamiento de Gijón y patrocinada por LA NUEVA ESPAÑA, se disputará entre el 22 y el 27 de agosto y ya consiguió citar el año pasado a un total de 42.000 personas a lo largo de los días de su celebración. «Su impacto transciende a un evento deportivo», destacó Aida Nuño, directora general de Deporte del Principado.
«Tenemos por delante grandes retos. Somos referencia de la hípica española en agosto y me atrevo a decir que del sur de Europa», añadió José Ramón Tuero, quien también puso en valor la calidad de una competición como la de Maeza, en Sariego, para que Asturias atraiga al público y a los mejores jinetes. El acto también hizo que Jesús Kocina rescatara el proyecto del túnel subterráneo entre Las Mestas y el Chas como uno de las cuentas pendientes a resolver"

Pista larga y recta, con la Avenida Justo del Castillo arriba a nuestra derecha. Antes de los caballos estuvieron aquí los aviones, otro episodio bastante desconocido y que arranca a principios del siglo XX, cuando se aprovechó la llanura de esta espaciosa vega como aeródromo para las primeras exhibiciones aéreas públicas y conocidas en Gijón/Xixón, antes incluso que el gran desarrollo de la aviación con la I Guerra Mundial


En 1910, el Círculo Mercantil e Industrial de Gijón contrató al aviador francés Leónce Garnier, quien participaba con su avión en estos espectáculos por toda España (la aviación como tal aún no había cumplido la década de existencia desde que en 1903 los hermanos Wrigth hicieron volar su primitivo aeroplano). El día 4 de setiembre de 1910 empezaron estos eventos aeronáuticos, con importante afluencia de gentes de toda Asturias, pues solamente de Oviedo/Uviéu salió un tren con 21 vagones, al que hubo que añadir algunos más. El precio de la entrada fue una peseta pero problemas técnicos malograron la exhibición. No obstante, al año siguiente se llamó no solo a Garnier, sino a otros dos aviadores, Lacombe y Rankonet, para las fiestas de Begoña, en esta misma pista, esta vez con un gran éxito


Dos años después, el 19 de octubre de 1913, otro aviador, Salvador Hedilla, realiza otra demostración aérea en La Guía, pese al mal tiempo no quiere defraudar al nutrido público que viene a verle y protagoniza su espectáculo aeronáutico. Durante unas piruetas el motor del aparato se para pero logra aterrizar en la teyera o fábrica de ladrillos de Pepe Cuesta, en Ciares, para gran admiración de los miles de personas que acudieron a presenciar su actuación. Hedilla dona sus beneficios a la Asociación Gijonesa de Caridad y la prensa le colma de elogios


Un cuarto de siglo más tarde Les Mestes volvería a ser campo de aviación, pero para otros menesteres menos pacíficos. En plena guerra civil la república habilitó diversos aeródromos en Asturias, en el caso concreto de Gijón/Xixón se hizo especialmente necesario, al ser un objetivo fundamental del enemigo, tanto sus instalaciones portuarias como industriales e incluso la moral civil, ensayándose los tristemente célebres bombardeos de terror que serían la trágica característica de la II Guerra Mundial


Hubo un campo de aviación en El Valle (Carreño) y otros dos aeródromos en el concejo de Gijón/Xixón, el de Les Prairíes en Vega y este de Les Mestes, que fue la base de operaciones de una escuadrilla de aviones soviéticos Polikarkov, apodados "chatos" por su forma,  que estaban al cargo del general Goriev. El campo fue bombardeado varias veces, así como sus inmediaciones. Hoy nada recuerda aquellos episodios y una alameda, además de un canal entre los ríos, separan los diversos equipamientos deportivos aquí existentes


Antaño ni la senda ni la avenida existían y las casas del barrio de La Guía anteriores a las urbanizaciones, extendían sus huertas hasta esta orilla, aún sin canalizar. Unas fincas que se aprovechaban además para bailes y merenderos, en esta zona fue especialmente importante el Ideal Rosales, que luego sería la discoteca Tik en los años 80, también desaparecida, donde se grabaron escenas de la oscarizada película Volver a empezar, de José Luis Garci, filmada casi por entero en Asturias. Fue inaugurada el día de Navidad de 1981, tal como lo recuerda Javier Fernández Díaz en el digital Mi Gijón del 21 de marzo de 2021:
"El 25 de diciembre de 1981 el Tik, la discoteca de La Guía que vio crecer, bailar y reír a varias generaciones de gijoneses, celebraba su gran fiesta de inauguración. La sala, un proyecto empresarial de Falo San Juan, Quilo Estrada y Yolanda Aláez (ésta última fallecida el pasado febrero), abría sus puertas en el espacio del Ideal Rosales, antiguo merendero gijonés de solera. Y no tardó en convertirse en un imprescindible para los que buscaban pasarlo bien, además de en toda una referencia. 
El Tik marcó tendencias, llenó de modernidad Gijón y reunió en un mismo lugar a los hippies y pijos, a los jóvenes y a los que ya no lo eran tanto, a los de aquí y a los de allá. No había espacio para el conflicto, y lo único que importaba era la música que el dj pinchaba desde su cabina y las ganas de divertirse. 
En los 80 vivió su época dorada y se convirtió en la pista en la que bailaba todo Gijón. Fredi y José ‘el punkie’ hicieron de pinchadiscos y maestros de ceremonias. Nadie combinaba como ellos los vinilos de tecno, el pop de la movida madrileña o el rock más clásico. Sus gogoteras también se hicieron famosas, y entre sus asistentes estaban algunos de los más importantes de la época. Uno de ellos fue Tino Casal. 
Fue un lugar de encuentro y un referente musical. Todos ansiaban un pase VIP y ninguno quería perderse la fiesta de los jueves. Por su pista pasaron deportistas, toreros o actores. Nadie que llegara hasta Gijón quería marcharse sin una fiesta en el Tik. Pero desde la discoteca no se conformaron con solo pinchar buena música. 
El Tik fue el animador oficial de la ciudad. Colaboró activamente en la recuperación del Antroxu, en el arranque de la Semana Negra y patrocinó durante varios años importantes campeonatos de surf en San Lorenzo. Contribuyó a un Gijón feliz dentro y fuera de la pista de baile. 
Pero llegó un día en el que los pubs y los bares empezaron a ganarle la batalla a las grandes salas. Y así, el 29 de enero de 2006 el Tik tuvo que decir adiós. La discoteca se cerró y se derribó, y en su lugar se construyeron chalés. Han pasado 15 años de su cierre definitivo, pero son muchos los que aún recuerdan aquellas tardes y noches en el Tik, en la que los guajes abarrotaban la sala y solo había espacio para ser feliz."

A la derecha El Hípico, como se le suele llamar popularmente, el Hipódromo de Les Mestes, con su pista de obstáculos de 10.000 m² sede del Concurso Internacional de Saltos de Gijón, algo muy distinto a como era antaño, cuando era tradición, entre la chavalería, cruzar al otro lado y colarse al otro lado para ver la competición, eludiendo pasar por taquilla, ya que al celebrarse en verano, el Peñafracia bajaba muy seco


Pese a que había un guardia, este no estaba permanentemente en este único lugar, por lo que, cuando no se le vía, la mocedad aprovechaba para cruzar el río y entrar. En aquellas primeras competiciones además, al haber pocos hoteles y menos aún durante las penurias de la posguerra, muchos jinetes se alojaban en casas particulares de La Guía


Antes, toda la ribera era de piedras y la vecindad acudía a hacer la colada a lo largo de la orilla. También por supuesto era zona de pesca, ahora lo que se ven son muiles (Mugil cephalus), especie no precisamente apreciada. En el blog Fenixavisunica no explican esta características de esta peculiar fauna piscícola en la entrada Peces en aguas peligrosas:
"En el río Piles de Gijón pueden observarse muchos peces, la mayoría mugílidos, que siempre llaman la atención a los paseantes de sus orillas por su tamaño y abundancia. 
Éstas son aguas peligrosas para ellos, por varias razones. Por una parte, aunque mejorando, la contaminación del Piles sigue ahí, no tanto en el agua como en sus sedimentos, y es precisamente de estos sedimentos de lo que en gran parte comen o buscan su alimento los 2 protagonistas de hoy. 
Además, la fauna alada consume ávidamente pescado, ya sea en forma de alevines, por martines pescadores, gaviotas y y garcetas, o en forma de adultos, a veces muy grandes, por parte de garzas y cormoranes. 
Además, se pescan, y esto sí que necesita una explicación, por parte de los humanos. 
Aunque pueda parecer extraño, los muíles tienen un sabor excelente, y son muy apreciados por los pescadores deportivos, por lo complicado que es sacarlos, pues pican a cebo de pan, con boya transparente, y son tan listos que se necesita pericia para engañarlos. 
En otras zonas menos contaminadas de Asturias se pescaban con deleite, en Gijón, con mucha inteligencia, se evitaban, por cuestiones sanitarias, pero por desgracia, determinados colectivos de inmigrantes, acostumbrados a consumirlos en sus países de origen, no les hacen asco, y prefieren no pensar en metales pesados o salmonelas, y llenar el estómago. Una tristeza, que aún haya hambre suficiente como para llegar a la desesperación."

Flores de primavera en La Guía, al abrirse esta senda se plantaron muchos árboles en las orillas, algunos hoy en día han crecido mucho y convierten el camino en un túnel vegetal en algunos tramos


Y es además antaño, aguas abajo y en el tramo del Piles más cercano a su desembocadura (Parque Isabel la Católica y Parque Inglés) llegó a haber concurridos campeonatos de pesca, organizados por el Club Cañapescar 


Al fondo las casas del cruce de La Guía, donde pasaremos el río a la vez que nos unimos al Camino de Santiago en lo que antiguamente se denominaba El Puentín, topónimo que en buena parte se mantiene pese a que el viejo puente del antiguo Camín Real de la Costa hace tiempo desapareció, así como el nuevo, más ancho, para la Carretera la Costa, que soportó todo el tráfico que entraba y salía de la ciudad durante largas décadas. En la actualidad, como veremos, hay un gran puente rotonda


La gran explanada del Complejo Deportivo de les Mestes, con los edificios de El Bibio al fondo. He aquí sus usos e instalaciones, según Wikipedia:

Hipódromo y pista de obstáculos de 10.000 m², dimensiones de 135 X 78 m y obstáculos naturales que incluyen ría. Sede del Concurso de Saltos Internacional de Gijón. Acogió el Campeonato Europeo de Amazonas en 1966, el Campeonato Europeo de Juveniles en 1979, el Campeonato Europeo de 1993, y los Campeonatos de Europa Juvenil y de Jóvenes Jinetes en 2001.1

Velódromo de 428 m de cuerda. En 2008 acogió el campeonato del mundo de patinaje de velocidad sobre patines en línea. Originalmente construido para la práctica del ciclismo, desde la fundación del Patronato Deportivo Municipal los practicantes de dicho deporte se han ido viendo cada vez más arrinconados al reservarse casi la mitad de su superficie para el patinaje y ser habituales los cierres para entrenamientos, exhibiciones y competiciones de ese y otros eventos (fútbol americano, rugby, carreras populares y hasta regatas aerostáticas).

Pista independiente de atletismo homologada, denominada "José Luis Rubio", de 400 m de cuerda y 8 calles, módulo de atletismo cubierto en recta de 55 m, con espalderas, bancos suecos, vallas, plinton, escalera horizontal y cuerda de trepa; sala de musculación de 180 m² y 2 pistas polideportivas al aire libre de 44 X 22 m, foso de salto de longitud, zona de lanzamiento de peso."

El nombre de La Guía viene de una capilla de esta advocación mariana, la Virgen de La Guía, que tuvo diversos emplazamientos más o menos cercanos al puente. Es una devoción existente en varios lugares y que, dada su denominación y ubicaciones, parece guardar relación con los caminos. Ramón d'Andrés, por su parte, expone lo siguiente:
" Formación del topónimo: en asturiano guía significa, entre otras cosas, ‘parte final o superior de un árbol o de una planta’, ‘rama principal de un árbol o de una planta’, ‘rama nueva que sale del tronco de un árbol o de una planta’. En sentido metafórico, guía parece aludir a una bifurcación o cruce de caminos, o bien a una unión de dos ríos. Las dos circunstancias están presentes en el lugar de La Guía, donde se unen los ríos Viñao y Peñafrancia o Deva para formar el Piles. 

Etimología: guiar y guía proceden quizás del gótico *widan ‘juntarse, mezclarse’, de donde también ‘acompañar, escoltar’. 

Referencia al lugar: La Guía es el barrio que tiene como referencias la zona del puente del Piles (El Puentín) y la bifurcación de la carretera de Somió y la de Villaviciosa. La primera conducción de agua para la ciudad de Gijón procedía de La Guía y Les Mestes: se trataba del acueducto de La Matriz, construido entre 1646 y 1669, que nacía en el lugar de El Llanío, pasaba por las marismas del Piles y el arenal, hasta llegar a Gijón, donde alimentaba las dos fuentes principales de la villa, la de La Plaza o San Lorenzo, y la de La Barquera. 

Documentación histórica del topónimo: en documento del Monasterio de Santa María de la Vega, año 1508, se lee: «e de la parte de avaxo, por el rio de la Gua, que viene de la fuente de Santyso para la dicha aldea». El diccionario geográfico de Madoz (1845-50) recoge: «mas arriba hacia el S. [el río Piles] tiene el puente llamado Guia de piedra y de un solo ojo».

Y esta es la unión de los ríos Peñafrancia y Piles, la gran mesta que da nombre a Les Mestes. Al otro lado comienza otra senda ribereña, la Senda Fluvial, del Piles, que pasa por Viesques y Ciares y, con diferentes ramales, llega a la parroquia de Vega y a la antigua mina de La Camocha, al sur del concejo. Al fondo a la izquierda vemos de nuevo los edificios de El Bibio y, más a la derecha y entre los árboles, el estadio de fútbol El Molinón, el Estadio Municipal El Molinón Enrique Castro Quini, del Real Sporting de Gijón, dedicado al Quini, leyenda del fútbol que para la ciudad es todo un orgullo, símbolo y emblema, cuya recordada y añorada figura trasciende a lo deportivo, un verdadero fenómeno social


En medio, una muy curiosa isla con forma triangular. Al lugar se le llamaba El Requexu y era donde los chavales iban a bañarse, antes que los cursos fluviales fuesen canalizados, pues a partir de aquí empezaba una zona de meandros y marismas hasta la desembocadura en la Playa de San Lorenzo, ahora canal recto, pero que antaño era La Güelga, terrenos de ribera poblados de juncos y cañaverales hasta la desembocadura, atravesando La Ería'l Piles, donde la vecindad iba a por rozu pa estrar la cuadra les vaques, hierbas plantas y vegetación empleada para mullir con algo blando el establo del ganado, la cama


Una gran vista de Les Mestes, llanura vinculada con lo deportivo, pues al menos ya desde 1910 con la aviación acrobática. Vemos a la derecha el puente de acceso, con los colores blanco y rojo de la bandera gijonesa y del Sporting, a donde se llega por la calle Jesús Revuelta Diego, presidente que fue del Real Grupo Covadonga entre 1967 y 1972, cuyas instalaciones se extienden al otro lado del Piles gracias a que bajo su mandato se trasladaron aquí desde su anterior sede en el barrio de L'Arena, en proceso de intensa urbanización por entonces. Esta verdadera institución del deporte asturiano fue fundada en 1938, aún en plena guerra civil


Y de esta manera, admirando el paisaje entre urbano y natural de Les Mestes, subimos hacia las aceras de la Avenida Justo del Castillo, pues la Senda del Peñafrancia llega aquí, para nosotros que venimos de Deva, a su fin (normalmente en las guías lo veréis como el principio, al estar al lado de la ciudad)


Una hermosa vista de Les Mestes desde lo alto, apreciando la llamativa forma poligonal de su isla, tal vez el plural del topónimo se deba que, muy antiguamente, venían aquí otros arroyuelos, hoy subterráneos mayormente, bajando desde El Coto y Ciares


La Guía fue, y sigue siendo, importante zona de ocio y animación. Antigua entrada, o salida, a Gijón/Xixón por el este. paso del Camín Real y de todo tipo de viajeros, mercancías, arrieros, peregrinos, etc. Ello favoreció que las primeras carreteras, como la de Villaviciosa, se trazasen por aquí, llegando luego el tranvía y más tarde el autobús


Desde hace ya bastante más de un siglo y al configurarse Somió como zona de ocio además de residencial, abrieron sus puertas numerosos bailes y merenderos, de alguno ya hemos hablado, y en la actualidad son sus sucesores varios negocios hosteleros, bares y sidrerías principalmente, además de alguna tienda y quiosco


De todas ellos hablamos ampliamente en la entrada de blog correspondiente al paso del Camino de Santiago por La Guía, al que nos unimos en esta rotonda, donde antaño estaba El Puentín, el puente de piedra y de un solo ojo al que se refería a mediados del siglo XIX Madoz en su diccionario


Dirigiéndonos a la Rotonda o Glorieta de La Guía seguimos a la izquierda por la acera, confluyendo con el Camino de Santiago, que llega a ella por nuestra derecha, tras atravesar La Guía por la calle del Profesor Pérez Pimentel, que sigue el trazado del Camín Real, donde está la actual capilla que dio nombre al barrio, oficialmente Fontanía-La Guía al ser el primero el nombre original, que sigue vigente


Una de las ubicaciones de la capilla de La Guía estuvo allí, en las inmediaciones del cruce de la glorieta, por donde llega el Camino de Santiago. Posteriormente estuvo más atrás, en La Carbayera la Guía, donde fue destruida en la Guerra Civil y no reconstruida hasta 2015 en la citada calle Pérez Pimentel, aunque la fiesta, el 8 de septiembre, siempre se celebró


En 1860, al inaugurarse la Carretera la Costa, de Villaviciosa o de las Cinco Villas se construyó un nuevo puente de La Guía sobre el río Piles, por el que décadas después pasaría el tranvía, pues como ya hemos dicho en Somió la nueva burguesía industrial empezaba a edificar sus mansiones y quintas de asueto para pasar sus descansos y vacaciones, por lo que necesitaba unas buenas comunicaciones con el centro de la ciudad


En esa zona está ahora la Cerámica La Guía, prestigioso taller ceramista, y en la esquina la sidrería La Tonada de La Guía, a la que también le dedica su buena pluma Luis Antonio Alías en El Comercio del 17-3-2022:
"Pocas fachadas tan vistas y contorneadas existen como esta, por ser puerta de La Guía y asomarse a la rotonda de vegetación tropical que puentea el Piles. Y pocos chigres hay tan visitados bien por tener El Molinón enfrente, bien por asomarse a un frecuentado paseo, bien por sus virtudes propias. Grande, diverso, bastantes usuarios nunca habíamos pasado de la terraza ni del piso bajo, chigre con parrilla de leña donde se pinchea y tapea con sidra y cacharros de buen tono (el desusado término cacharru abarca para los asturianos, recordémoslo, de la pinta o copa de vino al dry Martini o al gintónic especiado), mientras el menú del día convoca fidelidades de vecinos y deportistas.
Ahora bien, los dos pisos superiores marcan diferencias. Notables. Abajo incluso podría sonar en cualquier momento una tonada acompañada por gaita -y si juega el Sporting y además gana la revolución de la celebración pacífica ocupará felizmente cada rincón-, mientras arriba quedaría mejor un piano y el 'Claro de luna'. 
En el primer arriba encontramos un comedor sosegado provisto de su orden, ajuar y gala, al que decora una ordenada modernidad luminosa con ventanales en rotonda, columnas coloridas de listones, pipas y dispensadores sidreros y, sin ocultaciones, tras la barra de servicio, la amplia y siempre ajetreada cocina. Queda aún un tercer piso para espichas y fiestas, incluidos comedores privados que espera, como todos esperamos, el regreso de los roces a cara descubierta y aliento compartido. 
¿Qué pedir de la carta o de las sugerencias? Platos asturianos y no sólo. La sopa de marisco y la fabada ejercen de introito. Los tortos y los cachopos, en lista variada, combinan setas, espárragos trigueros, cebollas caramelizadas, foie, quesos asturianos y claro, jamones ibéricos y filetes roxos. Del mar llegan pixines, merluzas, chopas, bacalaos, virreyes, besugos, rubieles, y lo que toque, a la plancha, parrilla, en salsa de oricios o amariscada, con almejas e, incluso, lubina al horno rellena de jamón, queso de vididago y setas, que se ve poco. La parrilla pone a punto de brasa marisco, pescados y cortes de vacuno y porcino. 
Fruto nueve meses después de la primera Tonada, abierta en Montevil, tiene por propietarios y promotores a Pablo Buey y Herminio Iglesias, quienes también nos proporcionaron Al Boccalino, Tom Corless, Buddah, Man Ray, Tarantino y otros centros del día, la noche, la vida, la alegría, en encuentro y el reencuentro, que parece vuelven por donde solían. Deseaban abarcar la gastronomía con igual virtuosismo que la coctelería amical y musical. Los tortos rellenos, el chuletón de añojo y las parrillada de verduras certificaron su pleno dominio sobre ambos territorios."



Adiós al 'Puentín' de La Guía alguien escribía en el apartado Momentos de la historia de El Comercio el 13-10-2023 recordando la construcción de esta infraestructura viaria que puso fin al embotellamiento cotidiano que acontecía anteriormente en este lugar:
«El 'Puentín' de La Guía ha muerto: ¡Viva el 'Puentón'!». Así decíamos en EL COMERCIO tal día como hoy de hace 25 años, anunciando que, tras muchos años de problemas, en no mucho tiempo se podría, por fin, circular por la nueva avenida de La Guía. Era aquella «una autovía de cuatro carriles que unirá la salida de la ronda Sur en Castiello de Bernueces con esta vieja entrada de Gijón por la que pasan al año cinco millones de coches». La clave del cambio radicaba en un gran puente (de ahí su aumentativo, tan gijonés), «que tendrá un diámetro de unos 70 metros y servirá de rotonda de distribución de tráficos para la carretera de Villaviciosa, la entrada al centro urbano por la calle de Ezcurdia o la posibilidad de llegar a la ronda Sur y circunvalar toda la ciudad y conectar con la autopista Y en dirección a Oviedo o Avilés». El proyecto, que estaba aún en marcha, preveía acabarse en enero o febrero de 1999, ya que las obras estaban muy adelantadas. Habían supuesto, decíamos, «un auténtico cambio de cara para toda la zona». Se había construido una nueva canalización y una escollera -que afectaba también a parte del Peñafrancia- para el Piles, lo que duplicó su cauce, al tiempo que hacía muy difíciles ya «las riadas que se derivaban de la acumulación de maleza bajo el viejo puente cuando se producían lluvias torrenciales». La carretera transcurría por un lugar antaño ocupado por huertas y prados que, ahora, quedaban cortados a la mitad. A Las Mestas ya no la conocía nadie.

Pero para bien. En las obras se había descubierto «que buena parte de los terrenos por los que pasa la obra eran un viejo basurero público, una situación que se vio potenciada por el hecho de tratarse de una zona de ciénagas en la que el Ayuntamiento vertía hace años las basuras de la ciudad». Estas circunstancias hacían del terreno una zona muy inestable, problema que, sin embargo, la pericia de César Fernández-Nespral, el ingeniero a cargo de las obras, y de las empresas Ceyd-Dragados habían ayudado a solventar. Solo quedaba rematar la obra para transitar, a la postre, por una nueva ciudad. El Gijón del siglo XXI."


Sin embargo, todo tiene un precio y hubo que lamentar la pérdida de uno de los rincones más queridos de la ciudad y su concejo, el célebre bar y merendero, con su campo y mesas de piedra sobre el río, de El Puentín de la Guía, fundado en 1923 por el matrimonio de Balbino Suárez, de Pinzales, y Aurora Trabanco, de La Venta Veranes, que regentaban primeramente "un pequeño café económico que tenía por nombre La Puerta del Sol, todo guiño a los turistas madrileños", leemos en el libro de José Luis Carmona y Luis Arias González Comer fuera de casa: tres siglos de restauración gijonesa (1700-2000), el cual se transformó en aquel popular establecimiento:
"Sin embargo, este local pereció al ensancharse el cauce del Piles, lo que los obligó a alquilar, por 100 pesetas mensuales, una antigua fábrica de jabones que transformaron en merendero, en el sentido más estricto de la palabra, y que gozó de norme fama por la bolera, el juego de llave y los concursos de peonza que organizaba el dueño. Una vez fallecido el padre, en 1940, siguieron al frente doña Auroira y si hija Ermerinda; así hasta 1968, cuando pasó a diferentes dueños en régimen de alquiler. Desapareció en 1996. En esta primera etapa, la de la década de 1930, su oferta culinaria era aún muy sencilla -raciones, tortilla española, escabeche, chorizos a la sidra y bocadillos-, predominando la venta de sidra y bebidas para acompañar las meriendas traídas de casa, pero eso le confirió un éxito de afluencia que no alcanzaron otros establecimientos más pretenciosos."

Mas de dos décadas después del obligado cierre, fallecía su última propietaria. Así daba la noticia El Comercio el día 19-1-2017:
"María Irene Medina Díaz, antigua propietaria del popular merendero El Puentín de La Guía, falleció ayer después de toda una vida dedicada al establecimiento hostelero cerrado hace veinte años y que fue referente de ocio de muchas generaciones de gijoneses.

El funeral se celebrará hoy, a las 17 horas, en la iglesia parroquial de San Julián de Roces, donde también despidieron el pasado mes de mayo a su hermana Amalia. Junto a ella, y con su marido, Manuel Sirgo Menéndez, regentó el restaurante con merendero y bolera que se ubicaba en la actual rotonda de La Guía."


Y en La Nueva España, en la misma fecha:
"En el día de ayer falleció María Irene Medina Díaz, conocida hostelera de la ciudad que regentó, durante más de 20 años y hasta su cierre, el célebre merendero y sidrería El Puentín, en el barrio de La Guía.

Medina, junto con su marido, Manuel Sirgo Menéndez, y su hija, Rosa María, contribuyó a hacer de El Puentín uno de los merenderos más renombrados de la ciudad en el siglo pasado. Este lugar se convirtió en un punto de encuentro para muchas generaciones de gijoneses."

Y llegamos a otra escultura muy significativa de este pase: Sentimientos de la que es autor el artista Manuel García Linares. De ella hablamos en la entrada dedicada al Camino de Santiago oficial, el cual, insistimos, se une en esta rotonda a esta alternativa que es la Senda del Peñafrancia. Ahora tenemos dos opciones, las dos señalizadas:


Una es seguir de frente por la Avenida de la Costa, trazado original, señalizado con conchas doradas en el suelo, pero ahora entre edificios (antaño fueron campos y arenales)



Y otra es bajar pasado este puente a la izquierda, y seguir debajo de él, tal y como está haciendo el peatón abajo en la foto, a la izquierda, para pasar  por debajo y seguir la senda ciclista y peatonal que, al lado del Piles, se dirige a la Playa de San Lorenzo por El Molinón, el Parque de Isabel la Católica y el Puente del Piles










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