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| A Ponte de Saa, sobre el río Labrada |
El Camino Norte de Santiago atraviesa A Terra Chá por el oeste del concello de Vilalba, avanzando hacia la ya cercana ciudad del Apóstol, Santiago de Compostela: estamos en la parroquia de A Ínsua, la más occidental de Vilalba siguiendo esta ruta xacobea, a donde hemos llegado procedentes de Pedrouzos y Costián, parroquia de A Torre. Ahora, aquí a la derecha, nos disponemos a cruzar un emblemático puente caminero, A Ponte de Saa o Sa, que ha sido concienzudamente restaurado, uno de los históricos puentes del camino, el camiño real, principal vía de comunicación durante siglos, hasta la construcción de las actuales carreteras
El camino, hermosa senda ribereña en este tramo, toma aquí el ramal de la derecha, que se dirige a cruzar el puente
Según pasamos, o antes de hacerlo, acercándonos un momento a la orilla, podemos admirar su estructura
El puente es de origen medieval, si bien ha sido reedificado varias veces y rehabilitado recientemente, dispone de un gran ojo ligeramente apuntado y varios aliviaderos para las crecidas, todos de arco de medio punto
Su ojo apuntado, esto es, levemente ojival, denota una construcción bajomedieval, del gusto gótico, al menos en este detalle
La historia del Camino de Santiago es también la historia de sus puentes, muchos de ellos medievales aunque en ocasiones edificados sobre otros más antiguos. Por ellos se pasan los ríos, su inexistencia obligaba en ocasiones a dar grandes rodeos o a exponerse al peligro de las corrientes, tanto cuando se pasaba andando como en lancha o similar. Incluso los pequeños cursos fluviales pueden en invierno o primavera, durante el deshielo o con las grandes lluvias e inundaciones, convertirse en un peligroso torrente, así como también en las tormentas de verano
Los mismos puentes, pese a su solidez, habían de repararse cada cierto tiempo, cuando no reconstruirse enteros, ya que padecían especialmente estas calamidades meteorológicas que ocasionaban riadas. No es extraño que, en tiempo de guerras y revueltas fuesen también los puentes un objetivo altamente prioritario, cuando para tomarlos y facilitar los avances, cuando para destruirlos en las retiradas
El río Labrada por su parte, es un afluente del río Ladra, a su vez afluente del Miño. Este paso por el viejo Camiño Real era un enclave estratégico de las comunicaciones gallegas, aparte por supuesto de un secular tránsito de peregrinos
Cuando hay puentes las distancias se acortan y las dificultades disminuyen, fluyen las gentes, el comercio, las comunicaciones. Los viejos puentes a veces desaparecen pero de cuando en cuando se conservan, como es este el caso
Detalle de uno de los aliviaderos
Luego de inspeccionar y admirar esta obra de ingeniería en la historia del Camino, nos disponemos a cruzarlo y. como buen puente gótico, primero hay que subir al vértice de su arco
El suelo está bellamente empedrado. Subimos por aquí rampa arriba
Admiramos con deleite esta maravillosa rehabilitación de un emblema de la ruta xacobea. Muchos peregrinos se detienen a hacer fotos
El entorno de este puente es netamente natural, pese a la cercanía de carretera y autovía, paisaje verde de las llanas praderías de la Terra Chá y vegetación de ribera, árboles que dan fresca sombra a sus orillas, lugar de reposo y descanso para caminantes y peregrinos, sobre todo en época estival, que tienen aquí un espacio de frescor junto al agua del río, a la sombra de la arboleda
El río Labrada desde lo alto del puente, casi cubierto de exuberante vegetación
Tupido bosquete fluvial en ambas márgenes. En esta parroquia la Asociación de Mulleres Ruráis San Bartoloméu da Ínsua, nacida en 2007, recupera la tradición del cultivo del lino en estas tierras, entre otras muchas actividades dedicadas a la mujer rural. Celebran anualmente A Tasca do Liño, con demostración de oficios tradicionales, artesanía, música, conferencias y exposiciones
Al otro lado del puente unos bastones hincados en el prado: son los de dos peregrinos que han hecho lo que nosotros, acercarse a ver el puente y fotografiarlo
En caso de explorar las riberas hemos de tener prudencia y ver bien donde pisamos. Así leemos en la página Galicia el Buen Camino, de la Xunta, en el apartado dedicado a este lugar:
"Los alrededores del Labrada están formados principalmente por praderas, donde es posible encontrar la víbora de Seoane, exclusiva del norte de la Península Ibérica. Es venenosa, y aunque su toxicidad no es muy elevada, su mordedura requiere tratamiento médico."
Nos acercamos a la aldea de A Ponte de Sa, parroquia de A Ínsua
Al cruzar el puente, que ha quedado atrás tal vez veamos un nido de cigüeñas en lo alto de este árbol
Desde él alguien nos observa...
Llegamos enseguida a una bifurcación, donde hay que dar una muy oportuna explicación
El mojón indica ir a la derecha, hacia las casas, si bien ciertamente si continuamos de frente atajaríamos unos metros, enlazando con el camino señalizado con los hitos oficiales al otro lado de los árboles que vemos enfrente, aquí cerca
Aunque se pintó y repintó y volvió a limpiarse, el mojón no ha sido cambiado. Creemos entender a que este sería el trazado histórico y el otro un sendero de servicio a las fincas, tal vez más reciente. Independientemente de nuestras suposiciones y sabiendo que los más de los peregrinos seguirán la línea de mojones es este el recorrido que vamos a hacer
Hay un poco de cuesta bajo un gran castiñeiro
Pasamos junto a estos invernaderos, cerrados con un seto y separados del camino por una línea de frutales
Aquí acaba la subida y seguimos a la izquierda
Pasamos entre las casas de A Ponte de Sa, todo recto
Al pasar esta casa tendremos enfrente otra bifurcación: antaño la ruta estaba señalizada a la DERECHA, ahora el mojón oficial indica hacerlo a la izquierda
Tal y como decimos vamos a seguir la señalización oficial, yendo a la izquierda y haciendo un poco de bajada
Damos así un evidente rodeo, no muy largo pero rodeo, pues volvemos de nuevo a la veiga
Hacemos pues caso al mojón existente en esta encrucijada
De nuevo en la ribera del Labrada continuamos en llano por esta carretera local, todo recto
Y vamos a pasar nuevamente bajo el puente de la autovía, que ya vemos de frente
Realmente son dos, dos viaductos, no muy altos, sobre el río y el valle
Tras pasar bajo los viaductos llegamos a una carretera local y nos dirigimos a la derecha
Estamos a unos 109 kilómetros de Santiago y a unos 8 ó 9 de Baamonde, siguiente población de relevancia en este tramo, con albergue, pensión, tiendas, casas de comidas y otros servicios
Pasamos junto a esta casa mientras caminamos en paralelo a la N-634
Y llegamos a la carretera pero no la cruzaremos aquí, sino un poco más adelante: primeramente tomaremos un sendero que continúa paralelo a su derecha
Estemos atentos a este mojón pues nos indica el camino
Estamos en A Cardosa, apunto ya de salir del concello de Vilalba
Durante años el camino señalizado venía desde A Ponte de Saa hacia aquella casa de la derecha, cruzando aquí la carretera, tal y como vamos a hacer nosotros ahora
Este camino y el antiguo, que viene de la casa se unen en este lugar. justo antes de cruzar la carretera
Ha sido instalado un sistema lumínico para advertir a los conductores del paso de peregrinos o viandantes en general
Para ponerlo en funcionamiento no nos olvidemos de darle al botón que hay en esta señal
Al otro lado, otro mojón
Son los campos, llanísimos, de A Carreira, topónimo sinónimo de camino de carros, referido sin duda a este histórico itinerario
A la izquierda, una cruz de hierro entre las tierras de labor y el camino
Pasamos junto a esta mata de arbolado...
Y dejamos el concello de Vilalba, vamos a entrar en el concello de Guitiriz por la parroquia de Pígara, en la ruta a Baamonde
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