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jueves, 31 de julio de 2014

EL HOSPITAL DE PEREGRINOS DE SAN ROQUE Y LA GOLEGIATA DE SALAS (ASTURIAS) LA MEMORIA DEL GRAN INQUISIDOR

La Colegiata de Salas y el Ayuntamiento a su izquierda. A la derecha viene el Camino desde San Roque

Uno de los grandes símbolos del Camino de Santiago en Asturias es la famosa Colegiata de Santa María la Mayor, la célebre Colegiata de Salas, Monumento Histórico-Artístico, sita en medio de la población, a la que entramos viniendo de Cornellana por Casazorrina y Mallecín. Su obra se dio por finalizada en 1549 en lo que sería una primera fase, mandada construir como santuario-panteón familiar por Fernando Valdés Salas, miembro de la otrora poderosa nobleza local salense, que llegó a algunos de los más altos puestos públicos de España, destacando sobre todo el de Inquisidor General, siendo además fundador de la Universidad de Oviedo


A esa primera fase, obra gótica con elementos renacentistas, se le añadieron luego, entre finales del siglo XVI y principios del XVII, elementos tan importantes y característicos del monumento como la torre, las capillas y otras estructuras. Pasó a ser iglesia parroquial en 1896 al traerse acá los cultos desde el antiguo templo de San Martín de Salas, en el arranque de la subida a El Viso


Enfrente y a escasos metros La Colegiata comparte protagonismo con La Torre de Salas y el Palacio de los Valdés Salas, del linaje del inquisidor y donde se dice que este nació. Torre y palacio tienen su propia entrada en este blog

Entrando en la villa de Salas, capital del concejo homónimo

Llegamos a Salas tras dejar atrás Mallecín y cruzando la carretera AS-327 Salas-Soto los Infantes, viendo de frente los primeros edificios de esta villa, bajo la Sierra Bodenaya o Boudenaya, monte del que vemos su ladera oriental, que nos anuncia la muy cercana ya subida a La Espina, y cuya cota más alta es El  Rebollín (816 m)


Al cruzar tomamos la carretera SL-16 o Avenida del Llaniello, que prontamente se hará travesía urbana al llegar a San Roque, solar del antiguo hospital de peregrinos de esta advocación, cuya capilla veremos enseguida, unos metros más adelante


Primeramente pasaremos junto a El Zaguán, donde se concentran varios centros de enseñanza, de frente y a la izquierda, en la calle El Faces


Aquí acaba un tramo de acera a la derecha, pero continúa a la izquierda, no suele no obstante haber demasiado tráfico en esta vía


El tráfico de entrada y salida de Salas se concentra nos metros más abajo en el cruce de La Garibalda con la Avenida de Chamberí, antigua Carretera de Galicia que sustituyó a este Camín Real ahora recuperado como Camino de Santiago


Fue desde 1939 llamada N-634 y su trazado actual evita el paso por el centro urbano (la hemos cruzado entre Casazorrina y Mallecín). Más a la derecha vemos los chalets del Grupo Valdés, en la subida a El Viso y, más arriba y en la ladera de dicho monte reconocemos la casería de La Fonda


El monte El Viso (675 m), montaña totémica de Salas por excelencia dado que, cerca de su cima, se encuentra el santuario de su patrona, Nuestra Señora del Viso, de grandiosa romería el 15 de agosto


Poco más abajo se encuentra la antigua iglesia parroquial de San Martín, en la aldea de este nombre, que fue iglesia parroquial hasta 1896, cuando se decidió trasladar los cultos a La Colegiata, mucho más cerca para el vecindario de la villa, situada en su mismo centro. Sus elementos prerrománicos se exponen actualmente en la que fuera la capilla del Palacio de Valdés-Salas 


Un poco más abajo está la rotonda de entrada, donde confluyen la carretera AS-370, que vemos debajo nuestro; la Avenida de Chamberí (a la izquierda), la carretera AS-369 Salas-Pravia (de frente y casi oculta, que sube a la derecha de San Martín) y la Avenida Ricardo Fuster (tapada por la nave de la derecha de la foto) a la derecha, dedicada a quien favoreció la implantación en Salas de la empresa láctea Danone, de la que hablamos en la entrada relativa a Mallecín


Siguiendo camino, reconocemos mejor, entre los centros de enseñanza de El Faces, el edificio, llamativamente amarillo, del  I.E.S. Arzobispo Valdés Salas, detrás de unos árboles en medio de la campiña


 Un poco más arriba, por Pandu y Las Vallinas, sube a La Espina la N-634, así como la Autovía A-63 Oviedo-La Espina, esta cerca de Poles, El Cuxidal y Donsancho. Esta parte de La Sierra Bodenaya es conocida como La Sierra Poles


A nuestra izquierda, se encuentran la Escuela de Educación Infantil Pequenos y el Colegio Público Chamberí, bajo La Llouría (341 m), una loma boscosa que cierra el valle por el sur



De la Escuela Pequenos destacan su muy llamativa forma en módulos de hormigón y paredes frontales de de vivos colores. El colegio por su parte se reconoce bien por su fachada de ladrillo rojo


La Avenida del Llaniello sube suavemente entre fincas, llegando a las primeras quintas y chalets de esta zona de expansión urbana al este de la población


Ante nosotros ya, el cruce con la calle El Faces, con el edificio del colegio a la izquierda


Cartel que nos señala que entramos en una villa declarada Conjunto Histórico Cultural por los monumentos ya reseñados y por otros que prontamente tendremos ocasión de ver y conocer


Dejamos a la izquierda la calle El Faces, que se dirige a los cercanos centros, y nosotros avanzamos hacia otro 'centro', el de Salas, cuyos edificios vemos en lontananza, al igual que, más lejos, reconocemos el viaducto de El Regueirón, de la Autovía de La Espina


Es la cabecera del valle del río Nonaya, que a partir de la villa de Salas se ensancha notablemente, dejando atrás las angosturas de su nacimiento entre las sierras de Bodenaya a la izquierda y El Viso a la derecha


El río nace entre los altos de Brañamiana, Porciles y El Couz, que divisamos en la lejanía, en la parroquia salense de Bodenaya, hito caminero por donde discurrirá nuestra ruta a La Espina una vez dejado Salas


El Nonaya y su valle vertebran el concejo, que atraviesa justo por el medio de este a oeste hasta su desembocadura en el Narcea en Cornellana; tanto es así que en las primeras referencias escritas conservadas de sus poblaciones se las vincula al Nonaya, el cual aparece plasmado de diferentes maneras en el medievo: NonagiamAnnonaia, etc.


A nuestra derecha sale la calle La Garibalda, que comunica con la Avenida de Chamberí. En el edificio de la esquina se encuentra el Café Arábica con sus terrazas. Recordemos la tradición cafetera salense con la empresa de cafés El Globo, que vimos en Casazorrina. Fijémonos más arriba de nuevo en la iglesia de San Martín, antigua parroquial y actual capilla del cementerio, en el pueblo de su nombre


Dejamos a la derecha la calle La Garibalda y seguimos de frente por El Zaguán y Avenida del Llaniello


Y seguidamente dejamos a la izquierda la calle del Carmen, con la entrada al instituto


El corresponsal del periódico La Voz del Trubia Javier F. Granda le dedica el reportaje El IES Valdés Salas y las generaciones, publicado el 23-12-2023:
"Si cada edificio guarda una historia de la vida privada de quien lo habita, si estas vidas privadas, en ocasiones, tienen la capacidad de sorprendernos, ¿qué podemos pensar de todo lo que acontece dentro de una comunidad educativa como la del IES Arzobispo Valdés-Salas? Un instituto que está en la base de todas y cada una de las generaciones que por allí han pasado en los 54 años ininterrumpidos de puertas abiertas al servicio de la educación en la comarca, y que ha marcado el destino de muchos, permaneciendo, además, como huella imborrable en sus memorias. Quien haya sido alumno lo habrá aborrecido tanto como amado, y lo habrá echado de menos en muchos momentos de su vida, porque en él se ha vivido con intensidad en lo académico y en lo personal. Generaciones de alumnos pero también de profesores, en esa imbricada red de relaciones que se da en cualquier centro educativo, han conformado ese referente para quienes han participado de las mismas experiencias. Y son muchos los estudiantes, los profesores y las amistades que se fraguan en secundaria, de manera espontánea y natural, por las rutinas que conlleva la inmersión académica. Recientemente, en un grupo de antiguos alumnos, he comprobado que una de las mejores experiencias que uno guarda de su vida, pasa por el instituto. Porque hemos sido muy permeables en una edad crucial, no solo al conocimiento que emana del estudio, sino al cultivo de las relaciones humanas, a la amistad, incluso a la hermandad entre iguales. Aunque todos diferentes, es indudable que la convivencia a lo largo de un curso escolar, genera vínculos que el tiempo nunca llega a disolver. El párroco Luis Iglesias Rodríguez, cronista oficial que fuera de Salas y profesor en este centro, indica en su libro Historia del Concejo de Salas (1983), que en el año 1969 “se estableció en la villa la Sección Delegada de Instituto, la cual en 1974 se convirtió en instituto independiente con el nombre de Instituto Nacional de Bachillerato Arzobispo Valdés Salas. A él asisten alumnos de los concejos de Salas, Belmonte y Somiedo, estando establecidos los servicios de comedor y transporte”. En sus primeros años el instituto experimentó una afluencia desbordante y sus matrículas se cuantificaban en unos quinientos estudiantes para descender gradualmente hasta la actualidad, situándose por debajo de los 175 alumnos matriculados. Este edificio, hoy en parte desvirtuado por las transformaciones y ampliaciones que fue experimentando a lo largo del tiempo para adaptarse a las nuevas necesidades, llevadas a cabo seguramente con buenas intenciones y no pocas limitaciones presupuestarias, es un modelo racionalista que se adapta con dificultades a la climatología asturiana. Un edificio que, salvando las distancias, siempre me ha recordado las trazas de Villa Saboya de Le Corbusier, cuando el aulario principal se encontraba sobre pilotes metálicos. Compuesto de tres cuerpos, grosso modo: uno destinado a sala de profesores, aulario, biblioteca, laboratorios, comedores y conserjería; otro de servicios administrativos y vivienda del bedel, y un tercero de espacios deportivos; conectados todos por un corredor cubierto. Con el paso del tiempo algunos de estos módulos se irían transformando para nuevos usos. Algunos volúmenes, que en su día eran predominantemente diáfanos, han sido modificados, primando la funcionalidad sobre lo estético al superponerse soluciones poco meditadas. Este edificio cuenta con un pasado corto pero abrumador a sus espaldas, que se propaga en forma de vivencias y memoria colectiva por quienes han pasado por sus aulas. Ha sido, y es, un edificio de referencia para muchos y un espacio intensamente vivido."

Ahora y también a la izquierda, colonias de chalets con terreno de El Zaguán, cerca del campo de fútbol de ese nombre, donde juega el Salas C.D.


La sombra de los primeros bloques de pisos se proyecta en la calzada, todos son chalets individuales, unifamiliares, con terreno de jardín


Arriba se reconocen bien los blancos aerogeneradores de La Sierra Bodenaya, uno de los muchísimos parques eólicos que dominan buena parte de las serranías y montañas del occidente astur


En este mismo margen izquierdo, acera y farolas señalan que nos adentramos en un núcleo netamente urbano


Prado abajo a nuestra derecha contemplamos la larga fila de casas de la Avenida de Chamberí, entrada en el casco urbano de la antigua N-634


En el bloque de la derecha, el construido más recientemente, se encuentra el centro de salud. Justo detrás se ven las arboledas ribereñas del paseo fluvial del río Nonaya 


Seguidamente y a su izquierda hay toda una hilera que conforma un largo bloque de viviendas anexas de diferentes épocas, estilos y alturas. Más atrás está La Pumarada la Veiga, en el Paseo de la Veiga del Rey


Y, más arriba, la gran ladera meridional de El Viso, plantada de eucaliptos a partir de La Fonda hacia la cima


En la Avenida de Chamberí se encuentra Casa Velarde, del año 1868, posiblemente la más antigua del grupo, aunque algo separada de él, construida cuando la carretera ya estaba en marcha


Al lado existió antiguamente una pequeña empresa láctea, según leemos en su ficha del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):
"Situado en el margen derecho de la antigua carretera que accede a la villa procedente de Oviedo se encuentra este edificio de planta rectangular con dos alturas y buhardillas, construido en 1868, como figura en la clave de la puerta principal de acceso. 
Su fachada principal se estructura en siete ejes y está dividida horizontalmente por medio de una imposta, dejando a la vista el material constructivo que emplea aparejo de mampostería (anteriormente estaba enlucida y pintada) y sillares bien trabajados en recercos de vanos, cadenas de esquina, zócalos y cornisa. Los vanos del piso bajo están abiertos con arcos rebajados alternando cuatro ventanas y tres puertas. El piso superior se abre a la fachada por medio de siete balcones adintelados con voladizo, protegidos por antepechos de hierro, y galería de hierro acristalada en el vano central. Esta misma solución se utiliza en los vanos del piso superior de la fachada oriental. La fachada posterior orientada al norte aparece totalmente cubierta por una galería acristalada, mientras que la oeste, con un solo vano en el piso superior, ha sido reformada añadiéndose un pequeño cuerpo con tejadillo que protege una escalera construida con ladrillo y hormigón. Emplea cubierta a tres aguas con desarrolladas buhardillas y se cubre al exterior con teja árabe de barro. El edificio está rodeado por un jardín que discurre por el lateral que da a la carretera cerrada con verja de hierro, en cuyo espacio se levanta una construcción de planta baja que discurre en perpendicular a la casa que fue la sede de una fábrica de manteca y otra de hojalata hasta la década de 1930."

A su izquierda, la arbolada finca del Palacio de la Condesa de Casares, Condes de Casares o Condes de Toreno, que se extiende entre la Avenida de Chamberí y esta Avenida del Llaniello por donde vamos nosotros. A la derecha de la palmera, un bloque de pisos es en el que abre sus puertas la Farmacia Castañedo, con Mar Menéndez-Castañedo al frente como tercera generación a cargo del negocio. No la vemos, eso sí, como tampoco de la Confitería Carajitos del Profesor, a la que nos acercaremos tras visitar La Colegiata para conocer y saborear sus preciadas pastas de avellana, símbolo de la gastronomía de Salas y de Asturias, buen aporte energético para emprender la cuesta a La Espina. A partir de ahí la Avenida de Chamberí da paso a la Avenida de Galicia, que va a La Colegiata y el Ayuntamiento


Nosotros también vamos hacia La Colegiata, por lo que confluiremos con dicha avenida en la Plaza del Ayuntamiento, pero pasando antes por San Roque, cuya capilla ya divisamos en la distancia, al pie de un gran edificio blanco. Más atrás, el Viaducto El Regueirón nos recuerda las pistas de un Scalextric



Más a la izquierda y más cerca, los chalets llegan hasta la calle Río Nonaya, donde comienzan las urbanizaciones de pisos


Sigue la cuesta, en forma de ancha rampa, por esta Avenida del Llaniello arriba, si bien muy suave, liviana y llevadera, incluso para un peregrino que lleve muchos kilómetros andados a sus espaldas. Quien más quien menos, todos harán parada en Salas, unos para pernoctar, otros para tomar algo, otros para hacer compras, para comer... o para todo ello.


Algunos gustarán de continuar por la subida hacia La Espina por El Carcavón, El Llanón y Porciles, donde ganarán la llana meseta camino de Bodenaya. Muchos preferirán dejarlo para el día siguiente, con fuerzas y energías renovadas


A la izquierda, entre esta Avenida del Llaniello y la calle La Sienra, con la que nos cruzaremos al final de la subida, hay un hermoso espacio ajardinado a manera de pequeño parque, con árboles y césped


Y llegamos ya a los viejos muros de la finca del Palacio de los Condes de Casares


El muro, que como hemos dicho llega por aquí a la Avenida de Chamberí, tiene en medio un pequeño torreón almenado. Al fondo volvemos a ver la Casa Velarde


Son los últimos metros de cuesta, antes de llegar a San Roque. Un poco antes a la derecha está el portón de acceso a la finca palaciega, que es un verdadero bosque


Y, sin llegar a ser bosque, árboles y arbustos ornamentales, entre ellos cipreses y palmeras, crecen en el parque hasta el cruce con la calle La Sienra, donde hay un supermercado en el edificio de la esquina, justo antes de la capilla. Seguidamente encontraremos más tiendas y comercios


Estos edificios están al lado de la entrada al palacio por esta Avenida de Llaniello, la cual debió ser la principal cuando el Camín Real era también la vía principal. En la actualidad la entrada y edificio principales están al otro lado, en la Avenida de Chamberí, siendo su fachada reformada en 1883, ya con la carretera en funcionamiento


A continuación, este edificio palaciego dispone de ventanas de arco de medio punto en la planta baja. Hace esquina con la calle El Llagarón y al fondo vemos la Casa de Xanzo, otro edificio notable, que fue parada de postas, frente al hospital y capilla de San Roque


Vista del Palacio de los Condes de Casares por su fachada oeste, la de esta calle El Llagarón, que también llega a la Avenida de Chamberí, frente al Parque Carmen Zulueta. El conjunto se construyó entre los siglos XVII y XVIII en diferentes fases, además de la reforma de la fachada principal en el XIX, la cual no vemos tampoco desde aquí, por lo que adjuntamos su ficha en el IPAA:
"... su planta rectangular se estructura en torno a un patio central formado por cuatro cuerpos cuyos pisos superiores descansan sobre doce columnas toscanas. Las fachadas de las cuatro alas aparecen cerradas y en un lateral se eleva una planta más abierta y protegida por corredor con balaustres de madera. El cuerpo lateral oeste y la fachada posterior muestran diversos volúmenes (altura y vanos) de épocas distintas. La fachada orientada al este aparece rodeada por un amplio jardín cerrado con tapial que engloba parte de la fachada sur. La fachada principal se abre a la calle por medio de siete ejes de vanos ordenados a dos alturas, divididas por imposta horizontal, formado tres calles. En la central se sitúa la puerta de acceso en el bajo y en el piso superior los tres vanos centrales están unidos por un balcón en voladizo cerrado con antepecho de hierro. El resto de vanos, todos ellos abiertos en forma de arco rebajado, tienen forma de balcón enrasado en el piso alto y de ventanas en el bajo. Esta fachada fue reformada en el año 1883, como consta en la clave de la puerta de acceso, siguiendo pautas clasicistas de la arquitectura isabelina. La fábrica es de mampostería enlucida y pintada dejando a la vista las cadenas de esquina, impostas, recercos de vanos y cornisa en sillería vista. En el eje de la cornisa se eleva un frontón mixtilíneo rematado por un escudo de armas timbrado con corona condal con un solo campo en el que se representan las armas de los Queipo de Llano (conde de Toreno): En campo de oro con tres fajas de sinople y en jefe tres lises de azur, puestas en faja. Entre sus múltiples dependencias hay un lagar y capilla. "

Enfrente del palacio estaba El Llagarón que da nombre a esta calle; al fondo vemos los árboles del Parque Municipal Carmen Zuleta, dedicado a la condesa de Casares que en 1862 cedió esos terrenos, una finca de regadío a orillas del río Nonaya, con motivo de la construcción de la carretera que sustituyó a este camín real, de ahí el nombre del parque. Dicha carretera son las actuales avenidas de Chamberí y de Galicia, que allí confluyen, junto con la calle del Puente, que va hacia el río. La condesa dio la finca a condición de que se destinase a parque público, que es del estilo llamado Jardín Francés, con la renta simbólica de una peseta anual




Justo al otro lado de esos edificios, en la Avenida de Galicia, se encuentra la Confitería Carajitos del Profesor



Justo después de El Llagarón está la Plaza San Roque, donde vemos la capilla de esta advocación y la Casa de Xanzo


A partir de aquí la calle está adoquinada; la Casa de Xanzo, situada justo antes de la capilla, es un caserón de mucha antigüedad que, según las fuentes consultadas puede ser del siglo XVI o XVII. Situado al paso del Camín Real, primitiva entrada en Salas por esta senda milenaria, fue parada de caballerías, diligencias y fonda de viajeros que aún conserva, a la derecha, el acceso al que fue su patio


También conocida como Casa Malleza, fue parcialmente demolida, desapareciendo sus cuadras y parte posterior. La estructura conservada es la del edificio principal, de planta rectangular con dos pisos. Escribe de ella un amplio y pormenorizado artículo Javier F. Granda en La Voz del Trubia
"En todas partes nos encontramos con testimonios de otras épocas, edificios que aún se mantienen en pie y que nos hablan sin que sepamos escuchar. John Ruskin decía que al levantar un edificio se debía hacer desde el amor a la construcción. En ese amor a la construcción veía reflejado la sinceridad y la verdad al emplear materiales tradicionales: la piedra y la madera, que eran considerados nobles en su época. Ruskin, ese londinense nacido en 1819 y fallecido en 1900, era un hombre de otro tiempo, como muchos que miraban en el pasado en busca de algunas verdades. Una de estas verdades la topamos en la Plaza de San Roque, dentro del Conjunto Histórico de la Villa de Salas, donde se eleva una edificación conocida por Casa Xanzo, que en el IPAA, Inventario de Patrimonio Arquitectónico Asturiano, se le atribuye un posible origen en el s. XVI. En Salas se dice que fue casa de postas y fonda y que el nombre le viene por un herrero que vivió en ella. Una parte del conjunto fue demolido en los años ochenta, se trataba de una cuadra y un garaje. Como testimonio han quedado en pie restos de un sólido muro donde se ubica la puerta de entrada al patio, que funcionaba como distribuidor de los espacios interiores del conjunto. Testigo mudo de la historia Es una suerte que este edificio se mantenga en las condiciones actuales, fosilizado, con discretas alteraciones, pero como un testigo mudo que ha presenciado los diversos avatares del tiempo en esta entrada a Salas que marca el Camino Primitivo. Observamos que el relleno de la plaza donde se ubica ha ido en aumento hasta llegar a uno de los huecos de la planta baja en su fachada sur, en la que se dispone de un balcón en voladizo con antepecho o baranda de hierro. Al lado se abre una ventana adintelada. Y sobre estos huecos, bajo el alero, se ubica un escudo que muestra las armas de los Miranda y Cuervo, entre otros. En la fachada oeste que da a la calle de San Roque, se abren tres saeteras y una pequeña ventana de la misma altura que estas, y en el piso superior una ventana con antepechos de sillares. El muro muestra mampostería vista y numerosos mechinales en la pared desnuda. En la fachada este se repite el balcón en voladizo con antepecho de hierro y la disposición simétrica de ventanas que en el extremo norte se ha transformado en puerta de acceso con la construcción de una escalera hacia la primera planta. Se observa una excelente fábrica en los esquinales de sillares labrados que se repiten en recercos de vanos. Los muros de mampostería enlucida muestran numerosos desconchados en la carga de argamasa de cal. Se observa la necesidad de una buena intervención en la cubierta que le asegure su conservación y unas mínimas intervenciones en fachada, así como la consolidación del escudo en la cara sur. El criterio de la ubicación de los contenedores de basura inmediatos a la edificación es totalmente desafortunado y erróneo, pues degrada el entorno donde encontramos habitualmente basura que rebosa y se desparrama hacia las inmediaciones del edificio. Intervenir en esta edificación sin un buen estudio previo, sería arruinarlo, como ha ocurrido con otros notables ejemplos en el Casco Histórico de Salas"

Esta su fachada sur es la principal y dispone de escudo y balcón; compartimos de su ficha del IPAA lo siguiente:
"Su estructura tiene forma de bloque cerrado con tres fachadas, una orientada al sur, situada en uno de los lados cortos que da a la plaza y abierta en el piso bajo por medio de una puerta adintelada (rehundida al haberse elevado el nivel del suelo), mientras que en el piso alto se abre a la plaza con un balcón en voladizo protegido por antepecho de hierro y ventana adintelada a su lado."

"La fábrica es de mampostería enlucida parcialmente, empleando sillares en cadenas de esquinas y recercos de vanos. Se cubre a cuatro aguas con armazón de madera y alero visto, utilizando teja curva del tipo árabe dispuesta a canal y cobija. 


El blasón solariego se dice en diversas fuentes es de los Malleza, si bien en el IPAA de le presente como "escudo de armas timbrado con yelmo mostrando su campo cuartelado con las armas de los (1º Miranda, 2º Cuervo, 3º ¿? y 4º Doña Palla o Ponte)."


"Casa que hizo de parada de diligencias en el siglo XVII, con balcón volado, sillares en vanos y esquinas y un escudo de armas", resume de Casa de Xanzo el historiador Luis Antonio Alías en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios


Desde el exterior podemos ver también completa su fachada oeste, que "muestra una estructura con escasos vanos, El piso bajo tiene distribuidas rítmicamente cuatro ventanas, tres de ellas en forma de saeteras recercadas con sillares y una pequeña ventana con antepechos de sillar en el piso superior. El resto del muro muestra la mampostería vista, en el que se aprecian numerosos mechinales."



Del Hospital de San Roque, donde se acogía a los peregrinos de antaño, se tiene constancia documental desde el año 1405. Luis Antonio Alías nos dice que "dependía del patronato de la Justicia y vecinos de la villa", mientras que en el IPAA que era "propiedad era de la malatería de la Espina", hospital de leprosos al oeste del concejo


La actual capilla es de mediados del siglo XVII, dato que se sabe por un documento de 1642 en el que se otorga permiso para su construcción, según información que también hemos localizado en el IPAA,. donde también se nos cuenta que las casas situadas a su derecha fue donde estuvo el antiguo hospital, que tuvo cementerio de peregrinos y que gozó de muy importantes donaciones de Fernando Valdés Salas, fundador de La Colegiata:
"Capilla de sencilla estructura con nave única de planta rectangular y cabecera recta, cubierta con bóveda de cañón que sigue las pautas de la arquitectura barroca desornamentada. Su fachada orientada al este, se abre con un amplio arco de medio punto apoyado sobre impostas lisas y en el eje sobre la cornisa se sitúa el campanario de vano único. El edificio tiene adosadas unas viviendas con corredor en su pared norte, mientras que el muro sur que da a la calle de San Roque está abierto únicamente por medio de una pequeña ventana abocinada con derrame externo que ilumina el interior. La cabecera es ciega y acoge un sencillo retablo del siglo XVII con la imagen del titular, siguiendo modelos de Fernández de la Vega. El material empleado en la fábrica es aparejo de mampostería de sillarejo enlucida y pintada, dejando a la vista los sillares bien trabajados de las cadenas de esquina, zócalo y recerco de vanos. La cubierta exterior a cuatro aguas emplea como protección tejas del tipo árabe dispuestas a canal y cobija, y el suelo se cubre con losas de caliza."

Aunque suele estar cerrada, desde los ventanucos enrejados de la puerta podemos ver su interior


Observamos el retablo de San Roque, del siglo XVII, al igual que la estructura interior del santuario, con bóveda de cañón y, a la izquierda, su único ventanuco, que mira a la calle


El retablo se atribuye a Luis Fernández de la Vega, uno de los grandes maestros del barroco asturiano, o alguno de sus discípulos o artista que siguiese sus modelos. Su advocación se dice se extendió ampliamente con las peregrinaciones y como abogosu contra la peste que asoló tantas partes de Europa en siglos pasados, dado que el mismo santo fue peregrino, encaminándose a Roma, 'romero', cuidando a los apestados en su peregrinación y llegando a padecer él mismo la enfermedad


De ahí que se le represente con su hábito peregrino, capa, sobrero, bordón y calabaza, junto con el perro que le lame las llagas producidas en su piel por la enfermedad, a la vez que le lleva panes sacados de su casa. Dado que será una iconografía que nos encontraremos muy frecuentemente estimamos muy conveniente vincularla a su biografía, que compartimos de Wikipedia:
"San Roque (en occitanoSant RòcMontpellierCorona de Aragón, 1295 o 1348/50-Montpellier o Voghera, 1317 o 1376/79) fue un peregrino occitano canonizado el 26 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII. Es venerado como santo por la Iglesia católica, que celebra su festividad el 16 de agosto. Es uno de los tres patrones del peregrino.
El nombre de Roque significa «fuerte como roca». No existe acuerdo entre los historiadores sobre el año de nacimiento de San Roque. Según la tradición,[nació en Montpellier (Aragón, actualmente Francia) hacia el año 1295, mientras que otras versiones lo trasladan al siglo XIV, entre los años 1348 y 1350. 
En 1478, Roque era hijo del gobernador de Montpellier, Jean Roch de La Croix. Quedó huérfano a los veinte años; entonces decidió vender todas sus posesiones, repartir el dinero entre los pobres y hacer una peregrinación a Roma con la intención de visitar los santuarios. En esa época se desató una epidemia de peste que provocó gran mortandad en toda Europa. 
Roque recorrió Italia y se dedicó a curar y atender a todos los enfermos de la peste. Cuidó enfermos en AcquapendenteCesenaRomaRímini y Novara. La tradición popular decía que curaba a muchos enfermos con solo hacer sobre ellos la señal de la cruz. A los que morían, él mismo les hacía la sepultura, pues nadie más se atrevía a acercarse a los cadáveres por el miedo a contagiarse de la peste. 
En Piacenza contrajo la enfermedad; su cuerpo quedó lleno de manchas negras y úlceras. Como no quería ser una carga para nadie, se arrastró hasta las afueras de la ciudad para morir solo y se refugió en un bosque; allí nació un aljibe de agua que le calmaba la sed. Poco después, un perro llegó con un pan y se lo dio a Roque para alimentarlo; esto ocurrió por varios días, pues el perro sacaba el pan de la cocina de su amo, hasta que un día el amo decidió seguir a su perro y descubrió lo que ocurría. Entonces el amo del perro se encargó de cuidar a Roque y curarle sus llagas. Cuando se recuperó, regresó a la ciudad, donde siguió curando no solo a personas, sino también a animales. 
Al parecer, falleció tras un largo periodo en prisión, pues en una guerra que hubo en Montpellier lo confundieron con un espía y lo tomaron prisionero. Además, tampoco quiso revelar quién era. Tradicionalmente, se consideraba que falleció en Italia pero actualmente se estima que murió en Montpellier encerrado por su tío. 
Aparece representado en las artes plásticas vestido de peregrino con bordón, sombrero y capa, con una llaga en una pierna, siendo la más habitual la izquierda, y acompañado de un perro, que suele llevar un pan en la boca, llamado Rouna, o un ángel, aunque a veces son representados ambos."


En cuanto a las casas anexas a la capilla, de hermosa arquitectura tradicional y que ocupan el lugar del antiguo hospital, hemos de adjuntar también su ficha del IPAA:
"Adosadas a la capilla de san Roque y en el local que probablemente ocupó en antiguo hospital de peregrinos, se levanta un construcción de tipo popular compuesto por un edificio de planta rectangular, dividido en dos viviendas con un corredor que ocupa la totalidad de la fachada principal. Constan de planta baja y un solo piso. 

El tramo inmediato a la capilla se cerró el antiguo corredor con madera y vidrio convirtiéndolo en galería y en su piso bajo se abre una ventan en el extremo sur de la fachada y una puerta a su lado, ambas son adinteladas y están recercadas por jambas y dinteles trabajados en sillería. En el tramo inmediato la otra vivienda se el bajo se abren cuatro vanos, dos a la izquierda en forma de puerta de acceso a la vivienda y otros dos a la derecha en forma de ventanas que ha sido ampliada en los últimos años. El primer piso está ocupado de lado a lado por un corredor en voladizo, realizado en madera con viguería, tablas de madera en el suelo y barrotes torneados con pasamanos, con cuatro pies derechos de madera que soportan el amplio vuelo del alero. El piso alto únicamente está abierto a la calle por medio de una puerta y una ventana que da acceso al corredor, quedando el último tramo del extremo norte ciego (comúnmente utilizado como retrete). Esta tipología se encuentra documentada en los cascos de las villas y ciudades de Asturias desde el siglo XIII (Uría Riu J), en que la normativa de algunos municipios regula el vuelo permitido, pues en las estrechas calles el avance de los pisos superiores hacia el eje de la calle, limitaba en ocasiones el paso de carruajes y caballerías. El corredor suponía un espacio que además de ganar terreno hacia la calle servía como estancia de secadero tradicional cuyo origen se relaciona con los espacios urbanos pasando posteriormente a las construcciones levantadas en el medio rural. 

La fábrica del edificio está realizada con aparejo de mampostería trabada con mortero y arena, enlucida y pintada, empleando sillares bien trabajados en los recercos de vanos. La cubierta es a dos aguas con el caballete paralelo a la línea de la fachada, y protegida al exterior con teja curva de barro dispuesta a canal y cobija." 


Por la calle de San Roque seguimos el trazado el viejo Camín Real que atraviesa la población, siguiendo los pasos de los antiguos peregrinos en este recuperado trayecto histórico


La calle San Roque hoy es una vía comercial donde abren sus puertas varias tiendas, como hemos dicho, algunas sin duda de utilidad para los peregrinos



 La calle se prolonga hacia la Plaza de la Iglesia, alguno de cuyos edificios reconocemos desde aquí


En este primer tramo de calle hay algunos edificios de pisos, no muy altos. Estos de la derecha se construyeron en la finca de la casa del indiano Manuel Álvarez, que tenía una panera. Los peregrinos de antaño sin duda verían un panorama muy diferente, un pequeño caserío al pie de La Torre, junto a la que posteriormente se haría el Palacio de los Valdés Salas y, a continuación, La Colegiata, los cuales ya se verían desde aquí


El propio topónimo Salas, de origen germánico, designa una posesión agrícola señorial, aunque también podría ser un hidrónimo de raíz sal 'lugar de agua'. Ambas posibles etimologías las explica el profesor Julio Suárez, Xulio en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana:
"Lo más fácil resultaría pensar en lugares habitados sobre ciertos parajes más bien llanos en las riberas de un río: germánico sal ('estancia'). Pero por la circunstancia hidrográfica común indicada, no habría que descartar la raíz indoeuropea sal- ('lugar de agua'), que dio en latín salum, sala (plural neutro), con el sentido de corriente agitada, oleaje': y más tarde, 'lugar llano en la ribera'.

Y este fue el edificio construido en 1896 con planos del delineante de la entonces Diputación Provincial, Nicolás Casielles, para el indiano Manuel Álvarez, cuya citada finca se extendía por la calle a partir de aquí. Posteriormente se edificó dicha posesión y la planta baja fue reformada para locales comerciales, existiendo actualmente una oficina bancaria. El resto del edificio es hoy en día del Hotel Soto


Es de planta rectangular con piso bajo, dos alturas y cuya "cubierta es a tres aguas con buhardillas, utilizando como protección externa tejas de barro del tipo árabe dispuestas a canal y cobija", leemos en el IPAA y a sus pies por esta parte, estaba el jardín de la finca


En esta fachada que mira al este, justo sobre el desaparecido jardín, presenta galería de madera en los pisos superiores


Esta es por tanto la fachada sur, dispuesta en cuatro ejes de arriba abajo con "balcones enrasados abiertos con arcos rebajados y protegidos con antepechos de hierro en el primer piso y ventanas adinteladas con orejas en el piso superior, elevándose y rompiendo el alero en el un tramo central para acoger buhardilla".


La fachada principal mira a la Plaza de la Iglesia, donde está la Colegiata de Santa María la Mayor, que vamos a ver ahora. Un poco más adelante y a la izquierda, mirando también a la plaza, Está Casa Javier, ferretería con solera, fundada a mediados del siglo XIX por Inocencia Álvarez, abuela de Javier Pérez, de quien escribe Lorena Valdés en Salas echa de menos al ferretero, artículo para el periódico La Nueva España del 12-7-2012 con motivo de su fallecimiento:
«En mi vida me dediqué a todo menos al cante». Así resumía el emprendedor salense Isaías Francisco Javier Pérez Martínez, más conocido por «Javier el de Visita», su intensa biografía poco antes de fallecer, el pasado 11 de junio, a los 88 años de edad. 
Javier Pérez amplió, con materiales de construcción y muebles, la ferretería familiar fundada por su abuela Inocencia Álvarez en la villa, a mediados del siglo XIX, y que hoy regentan su hijo José y su nuera Isabel con el nombre de Casa Javier. Fue uno de los primeros socios de la cooperativa ferretera Cofedas. Y ejerció como concejal del Ayuntamiento de Salas por Alianza Popular. Pero no todo fue trabajo en la vida de este salense que al que le gustaban la caza, la pesca y la folixa; de hecho, cada año acudía puntual, con su sombrero, a la romería del Viso, donde era conocido como el «showman» de la fiesta. 
Hijo único de Manuel Pérez Fernández, natural de La Peña (Salas) y emigrante a Cuba, y de la comerciante Visitación Martínez Álvarez, Javier Pérez se quedó huérfano de padre a los ocho años y a esa edad ya comenzó a ayudar a su madre en la ferretería familiar, que por aquel entonces se llamaba Viuda de Javier Martínez, y también con la ganadería. «Era un trabajador incansable. En una ocasión fue a vender una vaca parida a Grado y, como la xata no quería caminar, no se lo pensó dos veces y la cargó al hombro todo el camino», relatan Agustín, Alicia y Paz Fernández, quienes, más que vecinos, fueron como hermanos para el difunto. 
Además de coger las riendas del negocio familiar cuando se jubiló su madre, el comerciante, padre de cuatro hijos, creó junto a otros socios, a partir de una pequeña sierra que poseía en Salas, la empresa Minesa (Maderistas Industriales de Norte de España S. A.). «Viajaba a Francia para traer el roble albar con el que luego trabajaban en la sierra», explican sus familiares, muy agradecidos por el gran número de personas que acudió a dar el último adiós a Javier Pérez."

Nos cruzamos con la calle Arzobispo Valdés Salas, el fundador de la Colegiata de Santa María la Mayor, que vemos en su fachada sur, con sus capillas, torre y demás elementos añadidos a la construcción primigenia, así como los poderosos contrafuertes que resaltan la pervivencia del gótico


Es en la calle Arzobispo Valdés Salas donde nos encontramos con la fachada principal del edificio del Hotel Soto, donde están tanto su portal de acceso como la entrada al banco sito en sus bajos


También se estructura en tres ejes verticales, destacando aquí el central donde "Los pisos superiores destacan la calle central por medio de galería de hierro acristalada, mientras que las laterales repiten el mismo modelo con balcón enrasado en el piso bajo y ventanas con orejas en el superior", leemos en el IPAA, donde también se nos explican los materiales empleados y la inspiración arquitectónica:
"La fábrica emplea aparejo de mampostería enlucida y pintada dejando a la vista la piedra trabajada en sillería de los recercos de vanos, zócalo, cornisa y cadenas de esquina La obra sigue modelos eclécticos en el que se funden una diversas tendencias de origen foráneo con versiones de carácter regional, coincidiendo con los movimientos nacionalistas o regionalistas".

Es también Javier F. Granda quien, en La Voz del Trubia del 15-4-2024, incide en sus características arquitectónicas y en la historia y evolución del edificio:
"El Hotel Soto, situado en la intersección de las calles Arzobispo Valdés y San Roque, frente a la Plaza de la Iglesia, es un ejemplo destacado de autenticidad y elegancia en Salas. Construido en 1896 por Marcos Álvarez Campo, conocido como Don Marcos, originalmente funcionaba como una combinación de negocio y residencia. En la planta baja, Don Marcos instaló su relojería, la cual fue reemplazada décadas más tarde por una sucursal bancaria que ha sido renovada a lo largo del tiempo. El diseño del edificio, elaborado por Nicolás Casielles, un antiguo profesor de la Escuela de Bellas Artes de Oviedo, se completó en mayo de 1896 y algunos de los planos originales aún se exhiben dentro del hotel junto con fotografías antiguas de Salas. Desde los balcones y miradores del hotel, se puede disfrutar de una vista panorámica incomparable de la Colegiata, el Palacio Valdés y la Torre de Salas. En 1974, Dª Manolita Quintana Menéndez adquirió la propiedad y comenzó a operar una casa de huéspedes en el primer piso, además de gestionar el Bar Soto en la plaza adyacente. En 1988, adquirió la totalidad del edificio, realizó importantes reformas para convertirlo en un hotel y actualmente ofrece diez habitaciones distribuidas en dos plantas, conservando el ático como vivienda. Originalmente, el edificio contaba con tres dormitorios, un gabinete, una sala, cocina, comedor y galería en la planta principal y segunda. Hoy en día, ha sido adaptado para albergar a peregrinos, viajeros y varias personalidades y celebridades, incluido el actor Enrique Simón y el equipo de la película Tristesse. 
El Hotel Soto está incluido en el Inventario de Patrimonio Arquitectónico de Asturias y destaca por su fachada principal orientada al oeste, ordenada en tres ejes con acceso a las plantas superiores desde el portal izquierdo y acceso a la sucursal bancaria en el derecho. La fachada ha experimentado transformaciones a lo largo de los años, especialmente en el bajo donde se encuentra la sucursal bancaria. Las características arquitectónicas originales, como los balcones con arcos escarzanos en la planta primera y ventanales con dintel recto en la segunda, se han conservado. Además, se destacan los miradores centrales en el eje principal, elaborados con vidrio artesanal original con detalles de color. La fachada sur, más extensa que la principal, presenta una distribución similar de huecos y una buhardilla central. En la parte trasera, se encuentra una galería de madera enrasada con ventanas en las plantas primera y segunda, así como acceso a la terraza actual. La fachada norte sirve como medianera con el edificio adyacente, mientras que la cubierta presenta una disposición a tres aguas con varios tragaluces. La estructura está construida con mampostería enlucida y sillería en vanos, recercos, esquinas y cornisas, conservando su elegancia y sabor antiguo en el casco histórico de Salas."

Un detalle de los balcones desde los que se disfruta de estas excelentes vistas


Arriba, las buhardillas


A la izquierda, el edificio de otro negocio emblemático de Salas, la Relojería-Joyería Marcos Álvarez, cuya historia encontraremos en su propia página web:
"Relojería Marcos Álvarez fue fundada en 1884 por Marcos Álvarez Campo. Comenzó trabajando en una relojería en La Habana como ayudante en el taller de reparaciones, y continuará su ascenso en el negocio hasta llegar a ser dueño del mismo. 
Tras reunir el suficiente dinero regresa a Salas y funda la relojería, desde donde importa artículos de Francia y Suiza además de continuar con la reparación y venta de relojes. 
A Marcos Álvarez le seguirán sus hijos Faustino e Inocencio, y a su vez los hijos de este último, Ana Isabel y José Marcos, que son los que continúan al frente del establecimiento hoy en día."

La siguiente casa 'alberga en nuestros días un albergue', valga la redundancia, el Valle del Nonaya, uno de los surgidos en la villa al calor de las peregrinaciones del Camino Primitivo, abierto en 2017


Calle abajo, donde está, haciendo esquina, la Tiendina de Jose, de productos autóctonos de alimentación, es la Avenida de Galicia, hacia donde iremos para ir a la Confitería Carajitos del Profesor luego de visitar y conocer La Colegiata, "Iglesia Colegiata de Santa María la Mayor", como bien la titula Luis Alías en su citado libro del Camino de Santiago en Asturias:
"Promovió la Colegiata don Fernando Valdés Salas, gran inquisidor, arzobispo de Sevilla y, su principal legado, fundador de la Universidad de Oviedo. Se construyó durante la primera mitad del siglo XVI y tiene planta rectangular, ábside poligonal y grandes contrafuertes en redor. Una cuadrada y robusta torre campanario, con lateral cuerpo semicircular de esférica bóveda que contiene la escalera, ocupa los pues y remata en agudos pináculos"

Cruzamos para ello toda la Plaza de la Iglesia viendo al fondo también La Torre de Salas, bajomedieval, aunque se sostiene que en el lugar estuvo el ya en 1128 documentado como castello antiquo de Salas, en torno al que nacería la población, aforada por Carta Puebla desde algún momento entre los años 1270-1277 dentro de la política repobladora de Alfonso X de Castilla, El Sabio, tendente a fundar enclaves que dependiesen directamente de la Corona, con sus fueros, gobierno y mercados, convirtiéndolos en cabeza de un territorio o alfoz germen de los actuales concejos 


Reconstruida en 1959, la Torre de Salas, de los Valdés o de la Villa, tras desmoronarse la mitad de la construcción a consecuencia de una crecida del río Nonaya, que pasa detrás a sus pies, se le añadieron unas almenas dentro del gusto imperante en la época pero de las que carecía la construcción original. Aquellas antiguas fortalezas simbolizaron tanto el respeto por los fueros como, contrariamente, el regreso a la órbita señorial de muchas de estas nacientes villas, auspiciado por la necesidad de su alianza por parte de los monarcas y los aspirantes a serlo en las endémicas guerras al trono de la baja Edad Media


Entre esta Plaza de la Iglesia y la siguiente, la del Ayuntamiento, que llega al pie de la torre, se celebra el tradicional mercado de los martes, así como diversas ferias, la medieval, la de quesos artesanos, etc. Si el peregrino llega un día de esos hallará todo lleno de tenderetes, las antiguamente conocidas como 'tiendas del aire'


Contemplamos La Colegiata con sus capillas laterales añadidas, como la torre, posteriormente a su construcción original, atribuida por algunos autores al prestigioso arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. Su construcción definitiva abarcó varias fases en un dilatado periodo, reflejado de esta manera en la ficha del IPAA:
"... una inicial entre 1540 – 50 de influencia gótica, una segunda que sigue las pautas del Purismo clasicista que va de finales del s. XVI a principios del S. XVII e incluiría la capilla de los Malleza y el añadido de la torre campanario. En otra tercera fase final que se sitúa en el segundo cuarto del s. XVII se añadiría el pórtico lateral norte y la capilla de los Dolores, siguiendo las trazas puristas del maestro Gonzalo de Güemes Bracamonte. Se trata de un edificio de planta única, dividida en dos tramos, con ábside poligonal y tribuna alta a los pies, al que se añadió posteriormente una portada en el muro norte y dos capillas en el muro sur de los Dolores y de los Malleza). Al exterior muestra un aspecto robusto con contrafuertes en la cabecera y muros laterales con alta torre campanario a los pies estructurada en tres tramos, rematada con espadaña, añadida posteriormente que obligó a cegar los arcos del pórtico y cubrir el rosetón de la tribuna".

A la izquierda, otro edificio notable, la Casa de Malleza, edificio medianero de planta baja y dos pisos cuya fachada se ordena en cinco ejes verticales y, horizontalmente, sus plantas se dividen horizontalmente con impostas lisas en cada piso, así como pilastras lisas en los extremos de la fachada:
"Todos sus vanos, tanto a nivel del piso bajo como en los superiores repiten el mismo esquema en forma de balcones adintelados protegidos con antepechos con balaustres de madera en los pisos altos y ventanas con batientes externos en el segundo piso."

Vemos arriba su saliente alero de madera de inspiración barroca autóctona. El edificio se construyó a base de aparejo de mampostería trabado con mortero, revocado y pintado, dejando a la vista los sillares bien trabajados empleados en las impostas, recercos de vanos, zócalo y cadenas de esquina:
"Cubierta a dos aguas con estructura de soporte (vigas y cabrios) de madera y protección externa con teja cueva de barro, dispuesta a canal y cobija. A pesar de la austeridad decorativa podemos clasificar la vivienda como historicista de influencia regionalista, con elementos de tradición culta de la arquitectura tradicional barroca y soluciones de tradición popular (alero y balaustres torneados de madera en los antepechos de los balcones). Está dividido en viviendas y en el bajo hay un establecimiento comercial."

Volvemos a La Colegiata, está se hizo con "aparejo de sillarejo combinado con sillares bien trabajados", leemos también en la ficha correspondiente del IPAA. Su finalidad inicial era la de ser el panteón de los mausoleos de Fernando Valdés Salas y sus padres, como veremos en el interior, fijémonos de nuevo en los poderosos contrafuertes, las ventanas, largas y abocinadas que dan luz natural al interior, capillas principalmente, y alguna saetera


En 1894 los duques de Alba, patronos de La Colegiata por ser descendientes directos de su fundador, la cedieron para que fuese la nueva parroquial, trayendo aquí los cultos de la iglesia de San Martín, cuya ubicación en la cuesta de El Viso y su cierta lejanía de la villa obedecería sin duda a criterios históricos y religiosos antiguos, pero suponía un serio inconveniente, por lo que se decidió se celebrasen aquí las misas y oficios diarios y aquella quedase como capilla del cementerio


Los numerosos elementos prerrománicos (Arte Asturiano) de la citada iglesia de San Martín fueron desmontados en 1980 con la idea de ser trasladados al Museo Arqueológico de Asturias, pero con tan desgraciada intervención que se deterioraron notablemente, lo que espoleó a la opinión pública a que no fuesen sacados de Salas, quedando expuestos varios años en la Torre de la Villa, hasta que se habilitó la antigua capilla del Palacio de los Valdés Salas para acogerlos en un lugar más accesible, tal y como veremos en la entrada de blog dedicada a dicha torre y palacio


Llegamos así al pie de la grandiosa torre de La Colegiata que, conforme a las cláusulas del testamento del fundador, el servicio religioso quedaba encomendado a ocho clérigos, que se reunían "junto a las puertas principales de la iglesia" y tenían al lado de la misma huerta y viñedo:
"un capellán mayor y seis capellanes y un sacristán, todos sacerdores... los cuales hayan y lleven para substentación de sus personas: el capellán mayor treita y seis mil maravedises de renta perpetua cada año, demás de las casas y pan y huerta y viña que yo les dejé e hice edificar y comprar junto a la iglesia."

Y entre este contrafuerte de la nave y aquel de la torre es donde encontramos el alto cilindro abovedado esféricamente, a manera de torreta circular, que alberga la escalera de caracol que sube al campanario. "La torre campanario esta situada a los pies de la iglesia, su planta es cuadrada con dos contrafuertes en los ángulos y un cuerpo semicircular adosado con bóveda de esfera", nos explican en Bienes de Interés Cultural del Principado de Asturias (BIC)


Observemos los ventanucos abocinados, es decir, con forma de 'bocina', más anchos en la pared de fuere que en la de dentro, los cuales proporcionan luz natural a dicha escalera, por la que se sube al primer piso de la torre, cuya única ventana, también abocinada pero más grande que las de la torreta de la escalera de caracol y de arco de medio punto. Arriba tenemos el majestuoso campanario rematado en pináculos, donde hay dos campanas, la más antigua considerada contemporánea del edificio, contiene dos inscripciones:
YS MENTEN SATTAN ESPONTA
NEAM DEOE P DEO ET PATRIE LIBERACIONEM
Y...
IHS MARIA Y JOSEPH AÑO DE 1808
EMETERIO GONZALEZ CARBAJAL

La Gran Enciclopedia Asturiana nos dice, textualmente, que "La Colegiata de Santa María la Mayor, parroquia de la villa, es del siglo XVI realizada sobre un edificio más antiguo", lo que da a entender que en el lugar ya existía un santuario que, según escribe el cronista del concejo Luis Iglesias Rodríguez, firmando como Luis de Salas en La Nueva España del 29-2-1976, fue "reconstruida en el siglo XVI por don Iván y doña Mencía de Valdés", padres del inquisidor, "Pero ¿reconstruida sobre qué? No parece descabellado suponer que sobre los restos de otra iglesia anterior y quizá coetánea de la vieja torre militar", lo que plantea nuevas hipótesis sobre su origen y fundación. De todas maneras, para despejar esta y otras dudas, hemos de recomendar la la lectura del libro La Colegiata de Salas, de Francisco de Caso

Las crónicas nos dicen que en este templo cometió en 1586 "sacrílego robo" el peregrino genovés Bartolomé Cassano, quien ya había perpetrado otra fechoría similar en la parroquial de Zarautz, en Guipúzcoa, la noche del 18 de abril de ese año, forzando la puerta de la iglesia con el bordón y llevándose varios objetos religiosos de valor, los cuales escondió en el tejado de una casa abandonada, con la idea de recogerlos a su regreso, pues continuó su camino a Compostela, repitiendo, al llegar aquí, el procedimiento pero, al ser sorprendido, fue llevado preso al juez. Confesando su robo de Zarautz fue enviado de vuelta al lugar del suceso donde se aplicó la sentencia de su ejecución por ahorcamiento y posterior descuartizamiento, según las leyes de la época


Al lado de La Colegiata está el Ayuntamiento de Salas, construido en el año 1900 con proyecto del arquitecto Nicolás García Rivero en estilo ecléctico, teniendo entonces una sola altura. En 1959 se añade un segundo piso y se realizan diversas reformas, así como en 2003, ampliando todo su interior y conservando únicamente la fachada. De su evolución arquitectónica compartimos de su fincha en el IPAA:
"En origen era un edificio exento con piso bajo y una sola altura, cuya fachada estaba estructurada en torno a cinco ejes de vanos ordenados, resaltando el central y coronado por un frontón que se elevaba por encima de la cornisa en cuyo frontis hay un reloj y una estructura metálica que soporta una campana (colocada hacia 1903). La cubierta era a dos aguas con empleo de tejas de barro curvas dispuestas a canal y cobija. La fábrica de la obra emplea aparejo de mampostería revocada y pintada (actualmente es mampostería vista) resaltando las impostas horizontales que remarcaban la división de los pisos, el zócalo y las cadenas de esquina."

Y esta es su estructura en esta fachada, único elemento conservado del edificio tal y como resultó de la ampliación en altura de 1959:
"La calle central está delimitada por pilastras de mampostería bien trabajada elevándose por encima de la cornisa. La puerta de acceso se abre en forma de arco de medio punto y sobre ella, en el piso superior, se sitúa el balcón central en voladizo apoyado sobre ménsulas y con antepecho de hierro. El segundo piso, añadido en 1959 se abre con dos ventanas geminadas adinteladas en cada uno de los ejes. Todos los vanos están decorados con moldura lisa en la parte superior a modo de guardapolvo, incluso los del piso recrecido a pesar de tener menor flecha y luz que los inferiores. La fachada presentaba un muro reticulado y dividido horizontalmente por medio de impostas de sillar. En 1959 se añade un piso abierto a la calle por medio de dobles vanos situados en los ejes de los pisos inferiores. En el 2003 se efectúa una ampliación y reforma del edificio en el que únicamente se conserva la antigua fachada, efectuando una reforma integral en la que se aprovecha el espacio bajo cubierta y se adosa un cuerpo en su extremo occidental, anteriormente edificio ocupado por la policía local."

Antes de continuar hacia la Avenida de Galicia bajaremos por las escaleras para dirigirnos al pórtico que, bajo la torre, guarda la portada occidental, que normalmente permanece cerrada


El acceso a este pórtico se realiza bajo arco de medio punto literalmente 'encajado' entre estos gruesos contrafuertes de la torre


Durante un tiempo este arco y el septentrional, que mira a la Avenida de Galicia y al Ayuntamiento, estuvieron cegados y este espació formaba parte de la denominada capilla de la Oración en el Huerto


Desde la antigua capilla se accedía al interior del templo por esta su portada occidental. Esta solución de hacer capillas, sacristías o baptisterios (dedicados a la celebración del sacramento del Bautismo) era bastante común en el aprovechamiento de la base de la torre de las iglesias. Una restauración permitió su uso original como pórtico, muy útil para guarecernos si nos cae un chaparrón...


La portada es de arco carpanel, "arco rebajado simétrico que se forma a partir de él, con el añadido de pequeños arcos que tienen su centro en la línea de imposta para conseguir en ellos una forma redondeada. Se forma con tres, cinco o más arcos de circunferencias consecutivas, siempre impares", explica Wikipedia


Sobre la portada se encuentra la inscripción que informa que este templo habría sido mandado reedificar sobre otro anterior por los padres de Fernando Valdés Salas, interpretación esta que rechaza no obstante Francisco de Caso en su libro, a cuyos documentos nos remitimos. La inscripción dice así:
ESTA IGLESIA HICIERON EDIFICAR DE NUEVO LOS MUI NOBLES SEÑORES
JUAN FERNENDEZ É DOÑA MENCIA SU MUGER AMBOS DE VALDÉS, CUIOS
CUERPOS FUERON TRASLADADOS A ELLA ULTIMO DE HENERO MDXLIX AÑO

Sobre la inscripción, restos de un escudo con las armas de los Valdés


De los tiempos en lo que aquí había capilla existe en el suelo una sepultura con otra inscripción


Por ella sabemos que pertenece a un miembro de la familia fundadora, quienes solían ostentar los cargos de La Colegiata:
ESTE SEPUL-
CRO DOTO PARA SU
ENTIERRO Y
HEREDEROS, DON JUAN
LUCAS DIAZ VALDES,
CAPELLAN MAYOR DESTA
COLEGIATA, POR DECRETO 
DEL SEÑOR PATRONO
AÑO DE 
1736

El arco meridional permanece cegado y en él hay un ventanuco horizontal abocinado, también de los tiempos de la antigua capilla. Cubre este pórtico bajo la torre una bóveda de terceletes, elemento "característico del gótico final" que "permite la transición de de la bóveda de crucería simple a las estrelladas. En ocasiones, se denomina bóveda de terceletes a la bóveda estrellada más simple, que solo cuenta con cinco claves (una principal y cuatro secundarias)", leemos en el Diccionario ilustrado de Historia del Arte. Los terceletes son sus nervios, como bien explica la Wikipedia:
"Tercelete o arco tercelete​ es cada uno de los nervios —o arcos— de una bóveda de crucería compleja —de las propias del Gótico tardío— que va desde cada uno de los ángulos de apoyo —donde se une con los nervios o arcos diagonales— hasta las claves secundarias de la bóveda —dado que en estas bóvedas complejas hay varias claves de bóveda (habitualmente destacadas con un florón o con un pinjante)—, uniéndose de dos en dos para formar un nervio secundario llamado «ligadura» (lierne en francés), que va hasta la clave central."

En la clave principal se muestran también las armas de los Valdés mientras que en las secundarias se aprecian una figura humana y temas vegetales, "el uso de nervios en las bóvedas sobrevivió ampliamente al gótico, como muestra su presencia en monumentos barrocos de la región", nos dice Francisco de Caso


Detalle de la clave principal con las armas de los Valdés



De frente, sigue el Camino, en dirección al Palacio de los Valdés Salas y la Torre de Salas, de los Valdés o de la Villa


Pero nosotros antes vamos a seguir recorriendo La Colegiata, por dentro y por fuera


Por el arco septentrional salimos hacia la Avenida de Galicia, Francisco de Caso explica asimismo que el tracista buscó esta solución porticada de la torre no solamente una aplicación útil sino una manera de ganar espacio para el vano "liberando así al edificio de una apariencia más maciza"


No obstante, la robustez se mantiene ampliamente en esta monumental estructura bien asegurada por estos enormes contrafuertes


Nos dirigimos pues a la portada principal, guardada un gran pórtico de arco de medio punto, atribuido a la segunda fase de la construcción, hacia el segundo cuarto del siglo XVII, siguiendo la inspiración de trazas puristas del arquitecto Gonzalo de Güemes Bracamonte


El pórtico está rematado en un gran frontón triangular con las armas de los Valdés y es tal su amplitud que suelen instalarse tenderetes en algunas ferias, como la del libro y otras


Aquí está la portada principal, de arco ligeramente apuntado, con elementos artísticos y arquitectónicos entre el gótico tardío y el renacimiento, "con una arquivolta acanalada con rosetas y rodeada de dovelas, esta enmarcada por un alfíz gótico en cuyo centro se sitúa el escudo de armas del fundador de la colegiata", explican en la ficha de Bienes de Interés Cultural del Principado de Asturias


Como era común en el siglo XVI, la portada principal es perpendicular al eje este-oeste de la nave, situada en el tramo medio de la misma. Si bien se solía preferir abrirla en el lado meridional a veces esta tendencia se corregía y se hacía en el septentrional, como es este el caso. Un gran alfiz, recuadro, moldura o marco que rodea la parte exterior del arco, completa esta majestuosa portada. Sus montantes se apoyan en ménsulas con elementos apomados


El arco, ligeramente apuntado recalcamos, delata la pervivencia del gusto por el gótico, está recorrido por dieciséis rosetas tetrapétalas con botón central, muy del gusto de Gil de Hontañón, que lo emplea en otras de sus obras, 


Arriba, detalle del escudo del fundador, en cuatro cuarteles, cuyos elementos son la base del actual escudo del concejo de Salas. Debajo de él un azulejo dice IGLESIA PARROQUIAL, debió ser colocado cuando La Colegiata pasó a ser la iglesia de la villa a finales del siglo XIX


En los falsos capiteles sobre las que se apoya la arquería vuelven a aparecer las tetrapétalas y apomados; tetrapétalas que constituyen además el ornamento de las jambas


La portada continúa pues con la tradición gótica que se dilatará ampliamente en los monumentos asturianos hasta bien pasado el siglo XVI. No está construida como elemento subordinado a la estructura general del edificio sino que surge de manera independiente, incluso afirmándose frente a ella.


Construida con posterioridad, manifiesta incluso cierto aire de ruptura con la concepción primigenia del santuario, marcando una concepción diferente a la del pasado "hasta el punto que sus líneas podrían perfectamente configurar el acceso a cualquier edificio civil", asegura Francisco de Caso


Según entramos, vemos de frente, en el lado de la epístola, la capilla de los Malleza, también llamada del Santísimo y del Rosario, con dos arcos de acceso


De los dos, el mayor, de medio punto y casi dos metros de ancho, situado al lado del altar mayor, está cerrado por verja


La vista se nos va directamente sin duda hacia el altar mayor, cuyo retablo, hecho en 1606, es atribuido al escultor zamorano Juan Ducete, transición entre el manierismo y el naturalismo barroco. Sustituiría a otro anterior, de 1567, obra del florentino Juan Bautista Portigiani. A la izquierda tenemos la gran joya de La Colegiata, el mausoleo de Fernando Valdés Salas, hecho de alabastro y obra del italiano Pompeio Leoni, afincado en España, célebre junto con su padre, León Leoni, por sus trabajos para Carlos I y Felipe II en El Escorial


Unas impresionante bóveda cubre esta cabecera, cuyos nervios forman una estrella de ocho puntas, si bien sin decoración. La iluminación natural se consigue por largos vanos verticales, abocinados, rematados en arcos de medio punto, al igual que en el resto del edificio


Un arco de medio punto separa esta bóveda de la de la nave. Es un modelo muy empleado desde el siglo XV que vuelve a demostrarnos la goticidad característica de la construcción


La bóveda de la nave está formada por terceletes y dividida en dos tramos, separados ambos por un arco fajón bastante similar al arco toral o triunfal


Ambos tramos de bóveda cuentan con cinco claves cada uno, también sin decorar. Fijémonos en los vanos, similares a los de la cabecera, así como en el coro, a los pies del templo. "Elemento con origen de resonancias regias, está llamado a un destino bien práctico, en especial en los templos vinculados a comunidades o grupos en régimen de vida reglar", dice del Coro Francisco de Caso, "Ello significa, en parte, una transferencia de funciones respecto a la cabecera, y una liberación, al menos teórica, de ciertos condicionamientos en la configuración de aquélla".


Así, como dice la Wikipedia, esta "parte de una iglesia reservada al clero menor a ella adscrito y sin acceso al presbiterio" es donde dichos monjes "cantan los oficios divinos" y, por extensión, es el "espacio reservado a los cantores"


"El hecho que sean tres las unidades que se conjugan para dar cuerpo al templo contribuye a aproximar los dos núcleos jerárquicos fundamentales del edificio, el coro y la cabecera", explica Francisco de Caso, "Pero aún cuando la nave fuese más larga, esa conexión seguiría existiendo, gracias a la diafanidad espacial derivada del desahogo de proporciones de la nave y a la ausencia de elementos estructurales interpuestos en la continuidad del muro". Este efecto de unidad espacial sería más evidente aún antes de construirse las capillas laterales


La bóveda que sirve de asiento al coro, muy plana está compuesta por dos nervios cruceros y dos perpendiculares y es más sencilla aún que las anteriores, como solía ser en estos espacios, si bien en su clave hay una bella cruz de Santiago


Un arco escarzano, arco rebajado simétrico, también conocido como arco corvado, separa esta zona del resto de la nave, al fondo están la portada occidental y la entrada a la escalera de caracol que sube al piso alto de la torre. A la izquierda está la capilla de los Dolores, la segunda de las añadidas con posterioridad a la fábrica del templo


La nave, única, es rectangular y la capilla mayor, es ochavada, es decir, formada por ocho ángulos iguales y ocho lados. "La distribución planimétrica del recinto se efectúa en base casi a un cuadrado (10 x 9,60 m), repetido tres veces, achaflanando los ángulos NE y SO del tramo de cabecera para conformar un testero poligonal", que es dicha cabecera. Estamos ante una de las plantas características del arte gótico aunque, sin embargo, no se han conservado documentos relacionados con su construcción, tales como contratos, libros de obra y cuentas de fábrica



Sí está demostrada la existencia de dos fases constructivas, la gótica, la más antigua, la del cuerpo de la iglesia, y la posterior, la de la torre, la portada occidental, el pórtico septentrional y las capillas laterales, dentro del Purismo Clasicista


Sobre los arquitectos de la primera fase se ha barajado la autoría del ya mencionado Rodrigo Gil de Hontañón, con quien habría coincidido Fernando Valdés Salas en su cargo en la Real Chancillería de Valladolid, ya que el arquitecto estaba a caro de la colegiata de dicha ciudad, aunque también se especula con la participación de Pedro de la Tijera, cesado de las obras de la catedral ovetense, junto con los oficiales y canteros, en 1535 a causa de una aguda crisis económica, y de Juan de Cerecedo el Viejo, aunque este parece más improbable


Respecto a la segunda fase se ha pensado también en varios arquitectos vinculados a los Valdés, como Diego Vélez de Rada y Gonzalo de Güemes Bracamonte


De Diego Vélez de Rada se sabe además tenía cordial relación con Hernando de Valdés, figurando como testigo en el contrato hecho con Pompeio Leoni en diciembre de 1576 para esculpir el gran mausoleo de Fernando Valdés Salas, cuya obra se prolongó seis años, acabándose en 1582 con ciertos cambios de mejora sobre el proyecto original, todo ello bastante después de la muerte de Fernando Valdés Salas en 1568, como solía suceder en este tipo de magnas creaciones


La tardanza en firmar el contrato para comenzar las obras parece deberse a que Pompeio Leoni. "escultor de su magestad, estante y residente en la corte", era el más adecuado para acometerlas, el más prestigioso, y eso no se consigue de la noche a la mañana, sino que se hace esperar, así como, posteriormente, hacer acopio de los materiales, el "alabastro blanquísimo", especie muy preciada de mármol, que se exigía, al igual que contratar a un nutrido plantel de maestros canteros ayudantes bien reconocidos


No es de extrañar que, dentro de los mausoleos hechos por ese tiempo en España fuese el de Valdés Salas el segundo más caro documentado, "seys mill e quinientos ducados de a trezientos y setenta y zinco maravedís cada uno, de la manera usual y corriente en Castilla". 


Se fue pagando no obstante con lentitud y, aunque se estipulaba en dos años y medio su terminación, no se traen los materiales a Salas para proceder a su escultura hasta 1582


El mármol se transportó acá desde Aleas, en Guadalajara, en más de cuarenta carros de bueyes que entraron en Asturias por La Mesa, el único puerto, entre Babia y Somiedo, por el que por entonces podían entrar carros en Asturias. La leyenda magnificó el acontecimiento hasta convertirlo en milagroso, afirmándose que "había llegado en un solo día desde Roma". Nos ofrece una muy buena descripción del conjunto Luis Antonio Alías:
"La transparente blancura del alabastro brilla en sus tres cuerpos, separados por columnas toscanas de fuste estriado y molduras. La parte inferior recoge en el centro el escudo -nicho donde reposan los restos- y dos largas inscripciones en castellano y latín. La castellana reza lo siguiente:
"D.OPT.MAX.-AQUI YACE EL ILUSTRISIMO D. FERNANDO DE VALDES, NATURAL DE ESTA VILLA DE SALAS, HIJO DE JUAN HERNANDEZ DE VALDES Y DOÑA MENCIA DE VALDES, SEÑORES DE LA CASA DE SALAS, QUE FUE COLEGIAL DE SANT BARTOLOME DE SALAMANCA, DEL CONSEJO DE LA SANTA Y GENERAL INQUISICION. SIRVIO AL EMPERADOR CARLOS V EN FLANDES Y ALEMANIA, TUVO LOS OBISPADOS DE ELNA, ORENSE, OVIEDO, LEON Y SIGÜENZA, Y LA PRESIDENCIA DE LA REAL CHANCHILLERIA DE VALLADOLID, Y FUE PRESIDENTE DEL SUPREMO CONSEJO DE ESTADO, ARZOBISPO DE SEVILLA E INQUISIDOR GENERAL. VARON MUY RELIGIOSO Y SEVERO, PERSEGUIDOR DE LA HERETICA PRAVEDAD, Y DE LA CATHOLICA FE VIGILANTISIMO DEFENSOR, EXEMPLAR, CLEMENTE Y LIBERAL COMO LO MOSTRO CON LAS MUCHAS GENEROSAS Y RICAS FUNDACIONES QUE HIZO EN SU PATRIA, EN OVIEDO, EN SALAMANCA, EN SIGÜENZA Y EN SEVILLA PARA GLORIA DE DIOS Y BIEN COMUN. MURIO EN MADRID A IX DE DICIEMBRE DE MDLXVIII REINANDO DON FELIPE II"
Las víctimas de los solemnes Autos de Fé de Valladolid y Sevilla que presidió, y el extenso índice de libros prohibidos que ordenó confeccionar, no pueden cantar de igual forma la "clemencia y liberalidad" del obispo inquisidor.

La inscripción latina realiza un vocativo canto poético: A la fama. Tú que con sonoros ecos concedes a los ilustres varones vivir después de la muerte por dilatados siglos, dime: ¿a quien enaltece el honor con más provecho, entre los esclarecidos héroes y difíciles prendas de la gloria? A Valdés, alegría de su patria, Salas, y orgullo de la grandiosa casa de su nombre. Mueres tú, modelo de fe, alto loor de tus antepasados; mueres y vuelas a losa fulgentes reinos de los cielos."

Entre ambas inscripciones, sitas en el piso bajo del mausoleo, se halla de nuevo el emblema heráldico, "testimonio del encumbramiento social del difunto", escribe Francisco de Caso, escudo labrado en buen tamaño y bien a la vista en una destacada posición central


Blasón dividido en cuatro cuarteles con los emblemas de las casas de Salas, Valdés, Llano Ponte y Doña Palla, guarnecidos por las borlas episcopales a manera de cordoncillos y el capelo del timbre, sombrero arzobispal en la parte superior del escudo


Las inscripciones fueron sin duda el remate de la obra, este es el texto en latín, a la derecha del escudo:
AD FAMAM
DIC MIHI, QUAE DENAS ILUSTRIBUS ORE CANORO
VIVERE POST OVITUM SECULA LONCA VIRIS.
QUEN CLAROS INTER HAERVAS ATQUE ADUA FAMAE
PIGNORA MAIORE FAENORE ADORNATO HONOS.
VADESIUM STATUO, QUO SALAS GAUDET ALUMNO.
QUO VALDESA DOMUS EMINET AMPLA VIVO.
OCCIDIS, EXEMPLI FIDES, LAUS ALTA PARENTUM.
OCCIDIS, CAELI LUCIDA REGNA PETENS.
O TE FELICEM, QUI FORTUNA PIORUM
AGMINA ET AETERNO CONSPICIS ORA PATRIS.
DESINE YAM TRISTES, HISPANIA, FUNDERE VIVOS.
INFAUSTIUQ POLUM SOCILITARE NOTIS.
HAUT OBIIR PRAESUL, SED DUM SUPER AETERA FERTUR.
É TERRA IN CALEUM TRANSTULIT YMPERUM

ACABOSE ESTE ENTIERRO AÑO DE 158...

LOS SEÑORES ALONSO NUÑEZ DE BOHORQUES DEL CON-
SEJO SUPREMO Y DE LA CA- /MARA Y GENERAL YNQUISI-
CIÓN Y JUAN DE TEJADA DEL CONSEJO SUPREMO DE LOS
REIES / DON FELIPE II Y III, EXECUTORES DEL TESTAMEN-
TO DEL YLUSTRISMO ARÇOBISPO, / MANDARON HAZER
ESTA OBRA PARA SU PERPETUA MEMORIA

Y este el texto en castellano, a la izquierda, que ya hemos transcrito con Luis Antonio Alías


Al pie del mausoleo, en el suelo, hay un sepulcro que también ostenta las armas de los Valdés, posiblemente pertenezca a don Fernando de Valdés Osorio. En su epitafio apenas se lee lo siguiente:
... MAN...
...NSEXO DE...
SU MAGESTÁ Y DE LA SANTA IGLESIA...
... ICA...
SOBRINO DE...
DEL ... MO...
DO DE VALD...
US...
DE SU AMOR Y AGRA...
QUE SOLO EN LOS P...
SOBREVIVE Á...
Y DIÓN UNA FUE...
QUE PESÓ I...
RA EL SERV...
SACRIST...

En el segundo piso se ve al obispo rezando de rodillas junto con tres ayudantes acompañantes, dos vestidos con las prendas de diácono y subdiácono  y una tercera que es "un acólito que le tiende las enseñas arzobispales"


A la izquierda se representa la figura de la Esperanza, con dos niños; y a la derecha la de la Caridad, orando


La escultura de la Esperanza se la considera relacionada con la Raquel que Miguel Ángel Buonarroti esculpió para el sepulcro del papa Julio II. Esta actitud orante es como se la suele representar en la iconografía


La Caridad sostiene un niño con el brazo izquierdo mientras tiende la mano derecha a otro. Esta imagen se ha relacionado con la de la mujer de Noé representada por Rafael en la escena de la aparición del Señor para conminarle a construir el arca, así como en la existente en el retablo de San Segundo de la catedral de Ávila, de Isidro de Villoldo


En lugar preferente, sobre su escudo y en el medio de este piso, se halla la escultura de Fernando de Valdés, quien estipuló en su testamento del 2 de mayo de 1566 que, si su fallecimiento ocurriese al norte de Sierra Morena, su cuerpo fuese...
 "trasladado y llevado a la mayor brebedad que hubiere lugar, que sea dentro de un año a lo más, a la yglesia de Sancta María la Mayor de la villa de Salas, donde mi padre y mi madre yacen sepultados..."
Posteriormente añade que...
 "allí donde quiera que mi cuerpo fuese sepultado, se aga un enterramiento con el bulto y por la orden y forma que paresçiere a mis thestamentarios y alvaceas

Fallecido en el mismo Madrid el 9 de diciembre de 1568, se hizo como dejó estipulado, su cuerpo en gran comitiva funeraria fue trasladado a Asturias, llegando el día 20 de ese mismo mes a Oviedo/Uviéu, siendo recibido con grandes ceremonias por autoridades civiles y eclesiásticas


Dos días más tarde, llegaba a Salas, donde continuó el ceremonial varios días más, siendo enterrado en un sepulcro provisional, pues hubieron de pasar ocho años para contratar a Pompeio Leoni para hacer este panteón, plasmándose en el documento hasta el último detalle del mismo, recalcándose por ejemplo que habría de ser en "alabastro blanquísimo a toda costa". En el citado libro La Colegiata de Salas, de Francisco de Caso, se recoge todo el proceso al detalle, así como una pormenorizada descripción de mausoleo e iglesia
 

Fernando Valdés Salas, nacido en esta villa en 1483, fue estudiante del Colegio de San Bartolomé de Salamanca, donde llegó a ser catedrático de cánones. Fue deán de la catedral de Oviedo y en 1525 miembro del Consejo de la Inquisición, pasando en 1532 presidente de la Real Chancillería de Valladolid


Sirvió a Carlos I en Flandes y Alemania (allí Carlos V), ostentando los obispados de Elna en Cataluña, Ourense, Oviedo/Uviéu, León y Sigüenza, llegando a presidente del Consejo de Estado y Arzobispo de Sevilla en 1546. Así describe Luis Antonio Alías su escultura en este mausoleo:
"El segundo cuerpo tiene en su nicho central la figura del arzobispo, arrodillado ante un reclinatorio y leyendo piadosamente un libro religioso. Una larga capa pontificial cubre su espalda. Tras él, tres asistentes sostienen la mitra, el báculo y el libro..."

Destaca el realismo plasmado en el rostro de Fernando Valdés Salas, quien testamentariamente pidió fuese amortajado con "las vestiduras sacerdotales y pontificiales más pobres y de menor precio que en mi cámara y capilla se hallaren al tiempo de mi finamiento". En el contrato de obra se fijó que se representase "la figura y persona del dicho señor arçobispo con el retrato al natural tan propio como sea posible"


Fijémonos asimismo al fondo en el medallón con la imagen de la Resurrección en relieve, en el que se representa a Cristo surgiendo del sarcófago, del que se ha retirado la tapa, bendiciendo con la mano derecha mientras en la izquierda porta la cruz triunfal. Cuatro soldados figuran como testigos del suceso


En 1547 Valdés Salas logra el cargo de Inquisidor General, consiguiendo en 1559 la autorización del Papa Paulo IV para condenar a muerte a los miembros más activos de las nacientes comunidades luteranas de España, presidiendo los dramáticos autos de fe de Valladolid y Sevilla


Publicó asimismo un índice de libros prohibidos y redactó unas instrucciones para el Santo Oficio. Desempeñando sus cargos realizó diferentes fundaciones, como la de la Universidad de Oviedo, en su testamento, por lo que él no la vería en vida, dado que se inauguraría también años después de su muerte


El lunes 3 de octubre de 1796, el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, que visita Salas en uno de sus viajes, escribe de esta manera sus impresiones en sus Diarios:
"... A la colegiata: se observa más menudamente el monumento del señor Valdés, y copian todas sus inscripciones: las de la reja, la del arco a los pies de la iglesia, y no la del retablo, reducida a que los testamentarios, con asenso del patrono, le hicieron construir en 1606. Es obra de mérito y parece del gusto de Hernández, así la arquitectura como la escultura"

Pasamos ya al tercer cuerpo, donde tenemos, de izquierda a derecha: la Justicia, la Prudencia, la Fe, la Templanza y la Fortaleza, que forman parte de la "constelación de virtudes que giran en torno al difunto como exponentes de su calidad humana, reflejo de la bondad de su alma y, en último término, garantía de su salvación", escribe Francisco de Caso


La Fe es la imagen más grande, en una hornacina, como abajo lo están la Esperanza y la Caridad. Aparece venciendo a la diabólica herejía, representada en un personaje prostrado y en una pila de libros quemando o, como lo diría mejor Alías:
"En el tercer cuerpo, prolongación del central, se alza la imagen de la Fe. Sostiene una cruz, un libro y pisa la figura demoníaca de la herejía que se retuerce entre ardientes volúmenes heréticos."

En la pareja de la izquierda, la Justicia sostiene una balanza, la cual ha desaparecido; a su derecha la Prudencia sujeta en su mano derecha una serpiente


A la derecha, la Templanza porta un ánfora o cántaro, mientras que la Fortaleza se agarra con la mano izquierda a una columna


"Dos niños con antorchas y una cruz coronan el frontón de remate", dice Luis Antonio Alías. "En las acróteras (pedestales que sirven de remate a los frontones) se sitúan dos angelotes llorando, portadores de antorchas", es la versión que se nos ofrece en el Gran Atlas del Principado de Asturias, mientras que Francisco de Caso comenta que se trata de "sendas figuras infantiles, herederas de los antiguos putti, y que en el Renacimiento quieren simbolizar la levedad de la vida"



Volviendo a mirar arriba, impresiona de nuevo contemplar la bóveda de la capilla mayor


Cerca del mausoleo y en un espacio preferente mirando hacia el altar y la nave, a ambos lados del retablo mayor, se encuentran los sepulcros del padre y la madre de Fernando Valdés Salas: Juan Fernández de Valdés y Mencía de Valdés, señores de la casa de Salas

En 1576, en el contrato de los testamentarios de Fernando de Valdés Salas con Pompeio Leoni se dejaba claro que, junto con el mausoleo, hiciese este "dos bultos al natural del dicho alabastro, de los dichos padres del señor arçobispo", que habrían de estar "el padre al lado del Ebangelio y la madre al de la Epístola, de rodillas, que miren al Santísimo Sacramento."

Y de esta manera, arrodillados, se les representa a ambos, sobre pedestal y en sendas hornacinas a la altura del Santísimo en el retablo. Remata el conjunto un frontón partido en el que se representan las armas de la estirpe

Ambas esculturas con características de la manera en cómo se representaba a los orantes en el siglo XVI, con las manos juntas e hincados de rodillas, diferenciándose de sus antecesores los orantes góticos, subsumidos en el plano divino, lo que llevaba a una mayor preocupación por el detalle de las figuras, máxime si tenemos en cuenta que el Renacimiento, con su exaltación del individualismo, fue una de las épocas en las que mayor relevancia se dio a la apariencia personal, incluyendo aspecto corpóreo y ropajes, lo que resaltaba además su condición social

Así el traje corresponde al rango de los personajes, si bien en el caso de doña Mencía de Valdés, el vestido femenino no cortesano fue más permeable a los cambios de moda de la época, con hábito, manto y toca, muy intemporales

Juan Fernández de Valdés sí aparece con un atuendo que sigue la moda plena de la década 1530-1540, imitando, también en la barba y pelo cortos, al emperador Carlos I. Una capa de paño fino recogida sobre los brazos cubre gran parte de su cuerpo


Si nos acercamos vemos que viste un jubón, únicamente visible en su manga izquierda, y envuelve su cuerpo una cuera o chaqueta de piel, con larga botonadura anterior y cuello alto, sobre el que asoma la camisa, según la moda imperante. Lleva también calzas de época, provistas de medias, que enfunda en botas borceguíes. En el rostro muestra sus ojos casi cerrados


Doña Mencía, por su parte, tiene los ojos entreabiertos. Su toca que le cubre la cabeza viene a ser la prenda más representativa de la época, generalizándose hacia 1530 lucirla fruncida en el borde que encuadraba el bolso. Los contratantes de la obra de Pompeio Leoni se reservaron en derecho de dar al artista las oportunas indicaciones sobre el aspecto de los representados que, muy posiblemente, son obra de artistas del taller del maestro, que trabajarían bajo su estricta vigilancia

 
Los sepulcros de la familia Valdés fueron dispuestos dentro del esquema del retablo-sepulcro partiendo del retablo de Juan Bautista Protigiani aquí existente previamente, al que los testamentarios de Fernando Valdés Salas decidieron sustituir a principios del siglo XVII por uno nuevo, yendo a la zamorana ciudad de Toro al taller donde el prestigioso Juan Ducete Ruiz trabajaba con su sobrino Sebastián Ducete y con Esteban de Rueda


Sería Juan Ducete el autor de la escultura del retablo, del que acaso otro artista, Gaspar de Acosta, hubiese trazado sus líneas generales


Mide 5,10 x 7,60 m y su estructura se acomoda a la forma de la cabecera. Dispone de una calle central y dos calles laterales algo más estrechas, estructurándose el conjunto con un prominente ático


En esta calle central la Custodia ocupa lugar central y preferente


En ella, una representación de la Resurrección que nos recuerda a la del medallón del mausoleo de Fernando Valdés Salas


A la izquierda, el Bautismo de Cristo, y a la derecha San Martín compartiendo su capa con el mendigo


San Martín en la calle de la epístola, esta escena es de las más repetidas en la iconografía del santo, compartimos su descripción de Wikipedia:
"La leyenda más famosa en torno a su vida sucedería hacia el año 337. Estando Martín en Amiens, encontró cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío; enseguida, sacó la espada, rasgó su capa de soldado y le dio la mitad para que se abrigara, declarándole que no podía dársela entera porque la capa pertenecía al ejército romano, en el que servía, gesto que dejó atónitos a los oficiales romanos que presenciaron el acto, pues los oficiales jamás debían mostrar compasión o piedad por nadie, menos hacia los débiles, así la frase «caridad a capa y espada». Esa misma noche soñó con Jesucristo vestido con la media capa y diciéndole a una multitud de ángeles que le rodeaba: «Martín, siendo todavía catecúmeno, me ha cubierto con este vestido»

El Bautismo de Cristo por San Juan Bautista, en la calle del evangelio. San Juan se vincula a la escultura de Juan Fernández de Valdés como santo patrono del padre del arzobispo


Junto con las escenas principales aparecen otras más pequeñas en columnas y demás elementos arquitectónicos, como Adán y Eva, con azadón y pico, metáfora del "ganarás el pan con el sudor de tu frente"


Más detalles de figuras y composiciones 'menudas' repartidas por esta parte del retablo


Arriba y en medio de la calle central, la Anunciación de Nuestra Señora es la gran escena central del altar; a su derecha, en la calle de la epístola, tiene la Adoración de los Magos y a la izquierda, en el del evangelio, la Presentación de Nuestra Señora


En el ático, el Calvario, con la Virgen María y San Juan Evangelista y, a sus lados, los escudos de armas de Fernando de Valdés Salas y de Fernando de Valdés Osorio. 


Para el profesor en Historia del Arte Javier González Santos esta Anunciación "es un grupo de gran calidad y acertada composición, destacando la figura del arcángel, parangonable con los más perfectos Ángeles Custodios de la comarca toresana"


Reparemos también en el texto que hay al pie, en el que se nos hace partícipes del año de construcción del retablo y de quienes auspiciaron su construcción:
ESTA OBRA LA MANDARON HACER LOS SEÑORES OIDORES VOORQUES
Y TEJADA, TESTAMENTARIOS DEL SEÑOR ARÇOBISPO FERNANDO DE BALDES
DE GLORIOSA MEMORIA, I CON PARESZER DEL SEÑOR FERNANDO DE BALDES 
SU PATRONO. 1606 AÑO

En la Adoración de los Magos se reconocen perfectamente a Melchor Gaspar y Baltasar en el portal de Belén con Jesús, María y José; al fondo, la estrella que los guía


La Presentación de Nuestra Señora, en el lado del evangelio, recoge esta escena, vinculada a la Anunciación y relatada así por Wikipedia:
"El origen de la piadosa tradición surge del llamado Protoevangelio de Santiago, según el cual la Virgen María fue llevada a la edad de tres años por sus padres, San Joaquín y Santa Ana, al Templo de Jerusalén, junto a otras doncellas. Se describe la entrada de las niñas en el templo, portando lámparas, y la particular recepción de María por el sumo sacerdote (denominado Yodae o Baraquías en la Vida de la Virgen de Epifanio el Monje), que profetiza su misión en la redención y la sitúa en un lugar de privilegio ("la tercera grada del altar"), donde la niña baila. La estancia de María en el templo, que se describe como un hecho milagroso (su alimentación "como una paloma" por un ángel -prefiguración de la escena de la Anunciación-)"

Otros motivos, escenas bíblicas, niños, ángeles, personajes...


El Calvario es para González Santos, junto con la Anunciación, "donde mejor brilla el arte de Juan Ducete"


Pero su arte verdaderamente deslumbra en todos los detalles, rincones y filigranas de este retablo. Abajo, en la base de la estructura, veremos, en los casamentos del banco, dos escenas de la vida de Cristo flanqueadas por un completo apostolado y otros relieves de significación eucarística como el Sacrificio de Isaac o Moisés haciendo manar agua de una roca


A la izquierda la Adoración de los pastores, escena flanqueada por algunos de estos personajes bíblicos


A la derecha la Circuncisión de Jesús


Si tenemos oportunidad de acercarnos nos deleitaremos con su bella policromía


Pese a la gran calidad de retablo y mausoleo, estas y las demás obras de arte y arquitectura del interior de La Colegiata no tuvieron demasiada trascendencia local hasta que la iglesia pasó a ser parroquial. Anteriormente los cultos, recordamos una vez más, se celebraban en la iglesia de San Martín, en la subida a El Viso, por lo que este templo no era demasiado visitado por el pueblo 


El taller de Toro al cargo del retablo seguía la inspiración manierista (del italiano maniera 'manera, estilo') de la época, que anunciaba ya el barroco, reconocible por su refinamiento, artificiosidad y búsqueda de la singularidad, apartándose del Renacimiento clásico; compartimos parte de su definición en Wikipedia:
El término manierismo es la denominación historiográfica del periodo y estilo artístico que se sitúa convencionalmente en las décadas centrales y finales del siglo XVI (cinquecento, en italiano), como parte última del Renacimiento (es decir, un Bajo Renacimiento). Su caracterización es problemática, pues aunque inicialmente se definió como la imitación de la manera de los grandes maestros del Alto Renacimiento (por ejemplo, el propio Tintoretto pretendía dibujar como Miguel Ángel y colorear como Tiziano), posteriormente se entendió como una reacción contra el ideal de belleza clasicista y una complicación laberíntica tanto en lo formal (línea serpentinataanamorfosis, exageración de los movimientos, los escorzos, las texturas, los almohadillados, alteración del orden en los elementos arquitectónicos) como en lo conceptual (forzando el decorum y el equilibrio altorrenacentistas, una "violación de la figura"),que prefigura el "exceso" característico del Barroco. Por otro lado, también se identifica el Manierismo con un arte intelectualizado y elitista, opuesto al Barroco, que será un arte sensorial y popular. Considerado como una mera prolongación del genio creativo de los grandes genios del Alto Renacimiento (LeonardoRafael, Miguel Ángel, Tiziano) por sus epígonos (como los leonardeschi), el manierismo fue generalmente infravalorado por la crítica y la historiografía del arte como un estilo extravagante, decadente y degenerativo; un refinamiento erótico y una "afectación artificiosa"[ cuya elegancia y grazia no fue apreciada plenamente hasta su revalorización en el siglo XX, que comenzó a ver de forma positiva incluso su condición de autorreferencia del arte en sí mismo."

Como nota curiosa relativa a su autoría hemos de decir que una mala interpretación de los Diarios de Jovellanos hizo pensar a algunos autores que este retablo fuese obra del maestro gijonés Luis Fernández de la Vega


Luis Fernández de la Vega es en realidad el autor del retablo de la capilla de los Malleza, del Santísimo o de Nuestra Señora del Rosario, sito a la derecha del retablo mayor según entramos en la epístola. Antes de pasar a ella hemos de comentar también que, justo dos años después de acabarse el retablo mayor, los testamentarios del arzobispo Fernando Valdés Salas hicieron colocar una artística verja de hierro separando este presbiterio de la nave, la cual ha desaparecido pero conocemos su inscripción:
ESTA REJA I LA CIMA DELLA MANDARON HAZER LOS
SENORES LICENCIADOS ALONSO NUNEZ DE BOHORQUES
DEL CONSEJO I CAMARA DE SU MAGESTAD, Y JUAN DE 
TEJADA DEL CONSEJO DE S.M. TESTAMENTARIOS
DEL SENOR DON FERNANDO DE BALDES ARÇOBISPO
DE SEBILLA, INQUISIDOR GENERAL: SIENDO PATRON DON
FERNANDO DE BALDES OSORIO SU SOBRINO


Entramos pues a la capilla de los Malleza, formada por dos cuerpos: el situado al lado del altar mayor y que hace las veces de cabecera, formado por un gran arco de medio punto y cerrado por verja, y otro, un poco más pequeño, comunicado, sin verja, con el tramo medio de la nave


Arriba, de nuevo, los escudos de los Valdés Salas, que vemos a ambos lados del arco de medio punto de la ventana abocinada


Y es que la capilla, como la misma colegiata, es santuario-panteón, mandada construir por Hernando de Salas, hermanastro de Fernando Valdés Salas, quien le nombró en 1566 dentro de sus testamentarios, está datada en el último cuarto del siglo XVI


La capilla está formada por dos tramos, este primero abierto a la nave con unas medidas de 5.20 m de ancho x 7 m, en el que vemos al entrar, un cuadro en la pared de enfrente, la meridional y, a la derecha, en la pared occidental, un Cristo gótico


El Cristo crucificado es de entre los siglos XIV-XV y procedería de la antigua parroquial de San Martín de Salas, traído aquí cuando se trasladaron los cultos

El cuadro es una donación de José Ángel Sánchez Pertierra a esta colegiata en la que se recoge el episodio de Jesús con los pescadores. A su izquierda hay un icono mariano tipo ortodoxo


Admiramos  también su bóveda de terceletes, solución arquitectónica cuya descripción compartimos de Wikipedia:

"Tercelete o arco tercelete​ es cada uno de los nervios —o arcos— de una bóveda de crucería compleja —de las propias del Gótico tardío— que va desde cada uno de los ángulos de apoyo —donde se une con los nervios o arcos diagonales— hasta las claves secundarias de la bóveda —dado que en estas bóvedas complejas hay varias claves de bóveda (habitualmente destacadas con un florón o con un pinjante)—, uniéndose de dos en dos para formar un nervio secundario llamado «ligadura» (lierne en francés), ​que va hasta la clave central."

Un gran arco, similar al de la verja, separa los dos tramos de esta capilla de los Malleza, pasando ahora al siguiente, que hace de cabecera y es donde se encuentra el retablo de Luis Fernández de la Vega

Las medidas de este segundo tramo o tramo-cabecera son algo mayores, de 5,80 m x 6,10 m y conforma un espacio funerario de los Malleza dentro de otro que es el principal, el de los Valdés, el de La Colegiata original

Hay en ella varios enterramientos, tanto en el arcosolio como en el suelo, con los blasones de los Bernaldo de Quirós, los Miranda y los Malleza


Y este es el maravilloso retablo en el que trabajó entre 1645 y 1655 el gran artista barroco asturiano, gijonés de Llantones, Luis Fernández de la Vega, "El mejor retablo de Asturias" llegaría a escribir de él el ilustrado Jovellanos con motivo de su estancia en Salas, lo que dio motivo a la confusión de quienes pensaron se refería al retablo mayor


Francisco de Caso dice que "por la calidad y variedad de que hace gala, sin olvidar su rica arquitectura, el retablo de los Malleza debe ser considerado como parte destacada del patrimonio del escultor más notable que tuvo Asturias a lo largo de aquel siglo", cuya escuela y modelo será imitada por otros artistas hasta finales del XVII, fundiéndose con las novedades que renovarían por entonces el panorama escultórico


Empezando por el ático, veremos sus representaciones. Ahí está la escena de la Oración en el Huerto, con Cristo arrodillado ante el ángel que porta la cruz del martirio



Justo debajo, dos ángeles coronan una imagen peregrina, que suele decirse es la Virgen María, "aunque es más probable que se trate de Santa Lucrecia", afirma Francisco de Caso. A su derecha está San Antonio y a su izquierda San Juan Bautista


Detalle de la Virgen María o... Santa Lucrecia, según interpretaciones


San Juan Bautista


San Antonio


En el primer piso, se encuentran Santa Teresa de Ávila a la izquierda; la gran hornacina de la Custodia en medio y Nuestra Señora del Rosario a la derecha


Santa Teresa de Ávila es "magnifica no sólo por la talla, sino por la bien conservada policromía; esta inconografía, dada la cercana canonización de la santa, era nueva en los repertorios, y el escultor la repitió al menos dos veces más, como se puede ver en la catedral y en San Isidoro de Oviedo", resalta Francisco de Caso


De la talle original de Nuestra Señora del Rosario únicamente se conserva la cabeza, muy desfigurada. Sin embargo, en principio había en este lugar una talla de Santa Lucía, la cual estaría en la actualidad en posesión de los descendientes de los Malleza



Pero quizá lo que, en esta y otras obras, dé la auténtica medida del que Jovellanos considera "como uno de los mejores escultores españoles", sean los relieves del banco, con imágenes de la Natividad (derecha) y la Huida a Egipto (izquierda)


La Anunciación...


La Visitación...


Y, en los plintos o molduras de base cuadrada de las columnas centrales, reconocemos a San Francisco, San Ignacio...


San Bernardo...


San Benito, con su libro...


Vista hacia arriba de la bóveda de terceletes. Tanto la clave mayor como las secundarias presentan filigranas vegetales, la primera mayor que las segundas


Al pie del altar y de la verja reconocemos, en el suelo, una de las tumbas de la capilla


En ella, bajo el blasón que ostenta las armas de los Malleza, Quirós, Cienfuegos y Miranda, podemos leer:
AQUI ESTAN SEPUL-
TADOS LOS SEÑORES
JUAN DE MALLEZA Y DOÑA
YSSABEL DE CIENFUEGOS
SU MUGER, SEÑORES DE 
LAS CASAS DE MALLEZA
MURIERON AÑO DE
1630

Detalle del escudo


También en el suelo, otra tumba con escudo


En ella, con el blasón de los Malleza se lee:
AQUI YACEN SEPUL-
TADOS LOS SEÑO-
RES DON FERNANDO DE MALL-
EZA Y DORIGA, CA-
VALLEROS DE LA H-
ORDEN DE SANTIA-
GO. Y SEÑORES DE LA CA-
SA DE MALLEZA.
ASENTARON-
SE AÑO DE 1681

En el arcosolio están enterrados Hernando de Salas, el fundador de la capilla, así como Fernando de Malleza y su esposa. Se muestran los escudos familiares y los epitafios


 En el del primero, a la izquierda, se lee:
AQUI ESTA SEPULTADO EL SEÑOR DON
HERNANDO DE SALAS OYDOR DEL CONSEJO
REAL DE YNDIAS, ARCEDIANO DE GR... ERMANO DEL
SERENISIMO ARZOBISPO DE SEVILLA
DON FERNANDO DE BAL-
DES. MANDÓ HAZER ESTA CAPILLA Y OTRAS
OBRAS PIAS. DEJÓ POR PATRON DE ELLAS Á...
FERNANDO DE MALLEZA SU SOBRINO
AL SENOR QUE LE SUCEDIERE EN SU CASA.
MURIÓ EN EL ANO DE...

El de los segundos, con las armas de los Bernaldo de Quirós, Malleza, Salas y Miranda,  dice así:

AQUI ESTA SEPUL-
TADOS LOS SEÑORES F...
FERNANDO DE LA MALLEÇA
Y DOÑA CATALINA BER-
NARDO DE QUIROS SU
MUGER, SEÑORES DE
LAS CASAS DE MALLEZA
MURIERON AÑO DE 1598

A la izquierda del arcosolio, una puerta cegada revela la antigua existencia en esta capilla de una desaparecida sacristía


Vista de la capilla desde su cabecera


Volvemos a la nave central, yendo en dirección a la portada occidental


Durante el siglo XVII se constata la importante actividad de la fundación que dejó constituida Fernando Valdés Salas para atención del templo, sobre todo "en la época en la que era capellán mayor en la dicha iglesia... el señor don Fernando de Salas Villamar, chathedrático de ynstituta de la Universidad de Oviedo". Sin embargo esta labor fue decayendo de manera gradual a lo largo del tiempo, llegando al siglo XIX cuando en el Diccionario de Madoz, a mediados de dicha centuria, informa que "no tiene para su servicio más que un capellán."

El patronazgo de La Colegiata pasó de los Valdés a los Miranda, Montijo, Mirallo y Alba, siendo los últimos los que, en 1894 y siendo obispo Martínez Vigil, cedieron el templo para que fuese la nueva parroquial de Salas, "persuadidos que, al obrar así, interpretan fielmente las aspiraciones de su antecesor el Rvmo. Sr. D. Fernando de Valdés y Salas, fundador de la ex colegiata". Conservando su título de colegiata, la iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1958 junto con la Torre de los Valdés y casa palaciega de los Valdés Salas

Aquí, y a continuación de la de Malleza, llegamos a la capilla de los Dolores, a la que se accede por este monumental pórtico de arco de medio punto y frontón triangular liso, sin elementos heráldicos ni filigrana alguna, una austeridad que se repite en el interior, donde hay un arcosolio de similares características. Observemos arriba la bóveda de cañón



En dicho sepulcro-arcosolio hay un elemento sumamente importante, una talla de la Asunción que es la única imagen que se conserva del antiguo retablo mayor


Es obra de Juan Bautista Portigiani, como todo aquel antiguo retablo, hecho como hemos dicho entre 1567 y 1568


Esta es actualmente la capilla penitencial, que se utiliza también como baptisterio, y en ella se guardan las imágenes de la Semana Santa salense. Sus medidas son de 5,93 x 6,11 m. No existe documentación sobre su autoría y cronología pero Luis de Caso intuye que ha de ser del primer cuarto del siglo XVII


Visitado tan insigne monumento, salimos de La Colegiata por la misma portada septentrional por la que entramos


Pero antes de retomar el Camino vamos a acercarnos a la Confitería Carajitos del Profesor, visita ineludible también para el visitante y peregrino que llega a Salas


Seguimos pues por la Avenida de Galicia en dirección este, pues la confitería se encuentra en el último edificio a la izquierda, antes del Parque Municipal Carmen Zulueta


Dejamos a nuestra derecha la calle Arzobispo Valdés Salas


Al pasar, admiramos el ábside poligonal, también con sus voluminosos contrafuertes y sus ventanas o "largos y estrechos vanos de medio punto con doble derrame", dicho más técnicamente. A la izquierda sobresale la gran capilla de los Malleza


Y esta es La Tiendina de Jose ya antes mencionada, de la que realiza este reportaje el corresponsal de La Nueva España T. Cascudo, publicado en la edición del 24-8-2024:
"Pasados los 40 años, el salense José Manuel Alba se quedó en paro y decidió cumplir su sueño de emprender. No sabía muy bien qué montar, hasta que un día se levantó con la idea en la cabeza de abrir una tienda de productos asturianos en el corazón de la capital salense. Los vecinos no le auguraron mucho futuro al proyecto, pero él siguió adelante y ahora su negocio es un imprescindible en la villa, convertido casi en un 24 horas al que recurrir cuando se echa algo en falta a la hora de ponerse a cocinar. "Todo el mundo pensaba que no iba a durar mucho, me lo dicen ahora, pasado el tiempo, pero mira, acabo de cumplir diez años", señala el comerciante. 
"La Tiendina de Jose" es el nombre de su negocio, un local diminuto, posiblemente la tienda más pequeña de Salas, pero abarrotado con los más variados productos para servir al turista, pero sobre todo al vecino. El 1 de agosto cumplió diez años abierto al público y su dueño no se arrepiente de la decisión tomada. "Tengo mucha clientela local y la gente en general es maja. Hay que trabajar muchas horas, pero estoy contento", señala el comerciante, que abrió su negocio en un antiguo comercio textil. 
"Estuve trabajando en diferentes empresas pero, con cuarenta años largos, me quedé en el paro y yo siempre había querido montar un negocio. En casa me habían echado para atrás, pero, al quedar en el paro, decidí hacerlo", relata. Aunque abrió estrictamente centrada en los productos asturianos, con los años ha ido incorporando productos de alimentación para el día a día. De hecho, confiesa que entre los productos que más vende, están las patatas, también las empanadas y los bollos de chorizo. 
Abre de lunes a domingo y solo descansa los domingos por la tarde. De lunes a sábado su horario es de 9 a 14 y de 16 a 20 horas y, los domingos y festivos, solo abre de 9 a 14 horas. "Es muy atado. Tengo a la mujer que me ayuda, pero echamos muchas horas. Vacaciones no tengo desde hace diez años", relata. Hay días como el domingo por la mañana que se forma cola en la puerta de su negocio, pues el suyo es el único establecimiento donde conseguir una barra de pan. "La Tiendina de Jose" se ha convertido en parte fundamental del día a día de los salenses y ya va a a por su segunda década."

Aunque no es la confitería de los Carajitos del Profesor estos ya se anuncian en su escaparate, repleto de exquisiteces...


"Productos asturianos,  empanadas, legumbres, productos de la huerta, pan, bollería, embutidos...", leemos en la web Salas Comercio


Las piedras de La Colegiata se reflejan en el cristal...



Seguimos caminando Avenida de Galicia abajo, junto a varias animadas terrazas


Seguidamente el Bar Berlín, con su terraza 


Seguidamente el Café Uruguay; no es nuestra intención hacer una guía comercial de la villa pero sí al menos mencionar algunos comercios y hostelería que nos encontramos al paso y que pueden ser de utilidad al peregrino para comprar o tomar algo


A continuación va el edificio de que fue la Botica Pablo Santamaría, cuya ficha en el IPAA dice así:
"Situada en el margen de la principal vía de acceso a la villa, su construcción se corresponde con la tipología de las edificaciones eclécticas de finales del siglo XIX. De planta rectangular y con edificios adosados a ambos lados, consta de planta baja, un piso, y amplia buhardilla en el eje de la cornisa. Su frontis se estructura en cuatro ejes verticales y tres calles, la central integrada por dos vanos en cada planta y la buhardilla. El piso bajo se abre a la calle por medio de cuatro puertas formadas con idénticos arcos rebajados con orejas, clave resaltada y moldura exterior a modo de guardapolvo. El primer piso separado del bajo por medio de una imposta, se abre a la calle con cuatro balcones en voladizo apoyados sobre ménsulas, quedando los dos centrales unidos en la misma repisa y protegidos por antepecho de hierro. Los recercos de estos vanos están decorados con pilastras cajeadas en las jambas y molduras y roleos incisos en los dinteles. La cornisa repite el esquema de la imposta del piso inferior en su tramo central y está realizada en cantería, mientras que en las calles laterales es de madera. La buhardilla, delimitada por pilastras de cantería, se abre a la calle por medio de un vano compuesto por tres arcos rebajados con clave resaltada y antepecho de hierro, rematando la parte superior con una cornisa en forma de arco escarzado. En los faldones laterales de la cubierta y en eje con los vanos de los pisos inferiores se abrieron posteriormente (A. Fernández) dos pequeñas buhardillas. El material empleado en su construcción es aparejo de cantería enlucida y pintada dejando a la vista los sillares bien trabajados, empleados en las impostas, cornisa, zócalo y recercos de vanos. La cubierta es a dos aguas apoyada sobre caballete de madera, con empleo al exterior de teja curva. Este edificio fue construido para don Pablo Santamaría y en él estuvo ubicada una botica." 


Acto seguido hay un supermercado y, calle adelante y en esta misma acera de la derecha está el Bar Donde Juan


Justo enfrente a la izquierda se encuentra la Confitería de los Carajitos del Profesor, las riquísimas pastas de avellana molida, un gusto y placer para el paladar de los sufridos caminantes, a los que proporcionará la suficiente energía y vigor para seguir recorriendo Salas y luego, emprender la dura cuesta de La Espina












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