La Colegiata de Salas en la Plaza del Ayuntamiento. El Camino viene por la derecha. A la izquierda, un poco más atrás, está la confitería de los Carajitos del Profesor |
Palacio de la Condesa o de los Condes de Casares |
Poco más allá la Casa de Malleza o Casa Xanzo, por donde continúa la ruta
Vemos también la fachada oeste, la de la calle El Llagarón, dándonos cuenta del tamaño del edificio palacial, que tuvo reformas en 1883
Cruzando la calle vemos el antiguo llagar de sidra que da nombre a la vía
Cruzamos y seguimos de frente junto a este solar
Seguidamente llegamos a la Casa Xanzo o Casa Malleza, notable edificio del siglo XVII, sito en la Plaza de San Roque, caserón de mucha antigüedad con grandioso escudo de armas. Al estar situado al lado del Camín Real, primitiva entrada en Salas por esta senda milenaria, fue parada de caballerías, diligencias y fonda de viajeros. La plaza debe su nombre al antiguo Hospital de San Roque, cuya capilla, un poco más adelante, ha llegado a nuestros días
Esta es la fachada de la Casa Xanzo que mira al Camino, la mejor conservada, con una gran balconada y ventanas adinteladas con piedra de cantería
Este es el escudo de los Malleza, antiguo linaje de Salas
Este es el muro oeste donde vemos, en la planta baja, algunas saeteras, lo que nos hace pensar en otra construcción más antigua. De todas formas su estado de conservación es malo, la parte posterior fue derruida además hace tiempo
Por su parte del Hospital de Peregrinos de San Roque de Salas sabemos documentalmente desde el año 1405, pero sin duda existía desde bastante tiempo atrás. Esta capilla tal y como la vemos es obra también del siglo XVII. A su lado existe una línea de casas populares bien restauradas, de hermosa arquitectura tradicional, con sus corredores, balcones y galerías, que ocupan el lugar del antiguo hospital
El camino sigue a la izquierda, todo recto calle adelante
Fijémonos en la concha en la esquina del supermercado
Calle comercial que nos dirige a la Plaza de la iglesia
Un poco más adelante otro elemento destacable
Edificio de pisos construido en 1896 con planos del arquitecto Nicolás Casielles para el indiano Manuel Álvarez y que antaño tuvo atrás finca con jardín. La planta baja fue reformada para albergar locales comerciales. Aquí está el Hotel Soto
Aceras y suelo adoquinado. Vemos ya los árboles de la plaza
Y esta es la Plaza de la Iglesia, donde se celebra el mercado semanal
Y así vamos llegando enseguida a la Plaza de la Iglesia, donde encontraremos uno de los grandes símbolos del Camino en Asturias: la famosa Colegiata de Santa María la Mayor, la célebre Colegiata de Salas
Colegiata que mira, de frente, a La Torre de Salas, con su palacio, que también visitaremos, pues por allí continúa nuestra ruta
A la izquierda otro edificio notable, la Casa de Malleza
Detrás están el ya mencionado Hotel Soto y el albergue Valle del Nonaya
La Colegiata, monumento histórico-artístico, está bajo la advocación de Santa María la Mayor, acabada de construir allá por el año 1549, obra gótica con elementos renacentistas a la que se le añadieron luego, en el siglo XVII, la torre, las capillas y otras estructuras, siendo fundada por Fernando Valdés Salas, miembro de la otrora poderosa nobleza local salense, que llegó a algunos de los más altos puestos públicos de España, destacando sobre todo por el de Inquisidor General
En su primer momento la obra es de estructura totalmente gótica, arte que en Asturias prolongó su influencia mucho más que en otros lugares. Esto es patente entre otras estructuras en los poderosos contrafuertes, en el exterior
A esta obra gótica corresponderían la nave y el presbiterio. Entre finales de ese siglo XVI y comienzos del XVII se le añadieron su esbelta torre, las capillas y el porche lateral
Al lado de La Colegiata está el Ayuntamiento de Salas, construido en el año 1900 con proyecto del arquitecto Nicolás García Rivero en estilo ecléctico, teniendo entonces una sola altura. En 1959 se añade un segundo piso y se realizan diversas reformas, así como en 2003, ampliando todo su interior y conservando únicamente la fachada
La Colegiata de Salas era en origen de un santuario-panteón auspiciado por Fernando Valdés-Salas para los miembros de su estirpe. Pasó a ser iglesia parroquial en 1896 al traerse acá los cultos desde el antiguo templo de San Martín de Salas, en el arranque de la subida a El Viso.
Ahí, bajo la torre está una de las portadas, la portada oeste
Vemos en el interior su bóveda nervada
La portada norte se abre al Camino, que se dirige por la Plaza del Ayuntamiento a La Torre de Salas o Torre de La Villa
Saliendo afuera, desde esta Plaza del Ayuntamiento, nos dirigimos por la Avenida de Galicia hacia la portada principal de La Colegiata, en el muro norte
El interior de La Colegiata presenta un notable conjunto artístico, con varios retablos barrocos de gran interés pero el elemento más sobresaliente es, a la izquierda del Altar Mayor, el mausoleo de Fernando de Valdés-Salas, su fundador.
El gran mausoleo, hecho de alabastro, del Arzobispo Valdés Salas es obra del italiano Pompeo Leoni, afincado en España, célebre junto con su padre, León Leoni, por sus trabajos para Carlos I y Felipe II en El Escorial. El mármol se transportó acá desde Aleas, en Guadalajara, en más de cuarenta carros de bueyes que entraron en Asturias por La Mesa, el único puerto, entre Babia y Somiedo, por el que por entonces podían entrar carros en Asturias. La leyenda magnificó el acontecimiento hasta convertirlo en milagroso, afirmándose que "había llegado en un solo día desde Roma"
Publicó asimismo un índice de libros prohibidos y redactó unas instrucciones para el Santo Oficio. Desempeñando sus cargos realizó diferentes fundaciones, como la de la Universidad de Oviedo, aunque él no la vería en vida, pues se inauguraría años después de su muerte
Fernando de Valdés estipuló en su testamento del 2 de mayo de 1566 que, si su fallecimiento ocurriese al norte de Sierra Morena, su cuerpo fuese...
"trasladado y llevado a la mayor brebedad que hubiere lugar, que sea dentro de un año a lo más, a la yglesia de Sancta María la Mayor de la villa de Salas, donde mi padre y mi madre yacen sepultados..."Posteriormente añade que...
"allí donde quiera que mi cuerpo fuese sepultado, se aga un enterramiento con el bulto y por la orden y forma que paresçiere a mis thestamentarios y alvaceas"
Fallecido en el mismo Madrid el 9 de diciembre de 1568, se hizo como dejó estipulado, su cuerpo en gran comitiva funeraria fue trasladado a Asturias, llegando el día 20 de ese mismo mes a Oviedo/Uviéu, siendo recibido con importante ceremonia por autoridades civiles y eclesiásticas. Dos días más tarde, llegaba a Salas
Hubieron de pasar ocho años para contratar a Pompeio Leoni para hacer este panteón, plasmándose en el documento hasta el último detalle del mismo, recalcándose que habría de ser en "alabastro blanquísimo a toda costa". El presupuesto era de 6.500 ducados y el plazo de ejecución dos años y medio
En verdad la duración de la obra al final se prolongó seis años, acabándose en 1582 con ciertos cambios de mejora sobre el proyecto original
El propio mausoleo viene a ser una alegoría de su vida y obra. A los lados de su figura aparece la representación, a un lado, de la Esperanza, y al otro la de la Caridad.
La Caridad |
La Esperanza |
Arriba emparejadas están la Justicia, la Prudencia, la Templanza y la Fortaleza. Y en medio la Fe, venciendo a la Herejía, con una pila de libros quemando.
En lo más alto, unos ángeles llorando portan antorchas, a ambos lados de la Cruz.
El lunes 3 de octubre de 1796 Gaspar Melchor de Jovellanos está en uno de sus viajes, en Salas, visita el lugar y escribe en sus Diarios:
"... A la colegiata: se observa más menudamente el monumento del señor Valdés, y copian todas sus inscripciones: las de la reja, la del arco a los pies de la iglesia, y no la del retablo, reducida a que los testamentarios, con asenso del patrono, le hicieron construir en 1606. Es obra de mérito y parece del gusto de Hernández, así la arquitectura como la escultura"
Cerca del mausoleo y en un espacio preferente mirando hacia el altar y la nave, se encuentran los sepulcros del padre y la madre de Fernando Valdés Salas: Juan Fernández de Valdés. y Mencía de Valdés, señores de la Casa de Salas. A ambos lados del retablo principal, barroco.
Están representados arrodillados, orando. El padre mira está en el denominado lado del evangelio, es decir, la parte izquierda del altar mayor, donde se leen los evangelios.
La madre se encuentra a la derecha o lado de la epístola, donde como su nombre indica se leían las epístolas, Ambas estatuas se halla mirando al Santísimo Sacramento.
El Retablo Mayor lo hizo en 1606 el escultor zamorano Juan Ducete, transición entre el manierismo y el naturalismo barroco, sustituyendo a otro anterior de 1567, obra de Juan Bautista Portigiani.
Hay diversos grupos de representaciones. Escenas de la vida de Cristo, apóstoles, vírgenes y santos.
Las crónicas nos dicen que en este templo cometió en 1586 "sacrílego robo" el peregrino genovés Bartolomé Cassano, quien ya había perpetrado otra fechoría similar en la parroquial de Zarautz, en Guipúzcoa, la noche del 18 de abril de ese año, forzando la puerta de la iglesia con el bordón y llevándose varios objetos religiosos de valor, los cuales escondió en el tejado de una casa abandonada, con la idea de recogerlos a su regreso, pues continuó su camino a Compostela, repitiendo, al llegar aquí, el procedimiento pero, al ser sorprendido, fue llevado preso al juez. Confesando su robo de Zarautz fue enviado de vuelta al lugar del suceso donde se aplicó la sentencia de su ejecución por ahorcamiento y posterior descuartizamiento, según las leyes de la época
En lo alto del altar, impresionante bóveda de nervadura gótica y a su derecha, una de las capillas laterales, la de los Malleza.
Y es que otro retablo de interés es este de la capilla de los Malleza, de entre 1645 y 1655 obra del artista de Llantones, en Gijón/Xixón Luis Fernández de la Vega...
"El mejor retablo de Asturias" llegaría a decir de él el Ilustrado Jovellanos.
Esta capilla de los Malleza o de Nuestra Señora del Rosario dispone de varios enterramientos, con los blasones de los Bernaldo de Quirós, los Miranda y los Malleza.
Sepulcro en el suelo
Es también muy importante la talla del Cristo, de entre los siglos XIV-XV.
El Cristo está al otro lado de la capilla...
En la Colegiata hay una capilla más, la de los Dolores, del siglo XVIII.
La majestuosidad de la nave...
Nervadura gótica...
Vueltos al exterior hemos querido reparar un poco más en esta parte de la estructura del templo, donde siguen destacando, en el ábside, la profusión de grandes contrafuertes góticos
Cruzando la calle, unos metros más allá, está la renombrada confitería de los famosos Carajitos del Profesor, dulce símbolo de Salas por excelencia
Pasamos al interior y está repleto de bolsas y bolsas de los célebres carajitos, y otros dulces y pasteles
Y con Carmen, bisnieta del fundador de la casa, Pepín el Profesor, y nieta de Falín e hija de Marichu, que mantuvieron la saga, hablaremos de la historia de este manjar...
Se trata de un recetario de base tradicional inspirada en las elaboraciones de dulces más o menos parecidos elaborados en la zona y que en otros lugares de la contorna reciben otros nombres, pero que aquí alcanzaron su máximo apogeo
No existía un nombre concreto para pedirlos hasta que un día un indiano del pueblo de Malleza, emigrante vuelto de las américas (Puerto Rico) con fortuna, empezó a decir... "deme un carajo de esos o como se llamen", pues la palabra era de gran empleo en sudamérica, quedando así bautizado este maravilloso manjar. La riquísima pasta de avellana estaba resultando todo un éxito y el café, que también era restaurante y lugar de animadas tertulias, lograba gran popularidad al igual que sus pasteles. Tanto es así que los hijos del Profesor, Falín y Carmina Fernández, continuaron con el negocio.
Al principio los Carajitos del Profesor se elaboraban a mano, machando las avellanas una a una y haciendo por lo tanto pequeñas cantidades. Se dice que Falín no pudo registrar el nombre pues resultaba indecoroso para las autoridades del ramo y hubo de esperarse mucho tiempo para consegurilo. Ahora "carajitos" a secas pueden encontrarse de diversas marcas y también elaborados en muchas confiterías, pero los únicos y auténticos Carajitos del Profesor son estos, junto con otras especialidades de la casa.
En 1977 fallecía Falín y su sobrina Marichu Llavona toma las riendas del negocio y cierra el bar, abriendo un establecimiento, Casa del Profesor, especializado en repostería y como no en estos sabrosos carajitos.
Es entonces cuando se logra por fin registrar la marca y da un impulso definitivo a aquella gran y dulce idea. Ilustres personalidades, literatos, escritores, artistas y miles de viajeros anónimos visitarán el local y hablarán y escribirán de los carajitos, protagonistas incluso en su momento de algún programa de televisión.
No obstante, nunca faltará el recuerdo vivo de sus antecesores... Falín, Carmina, Pepín El Profesor... existiendo en la tienda un pequeño museo con la historia y aconteceres vividos en torno a los Carajitos del Profesor, sus impulsores y creadores.
Y en un rincón destacado de la confitería, el armonio con el que tantas veladas musicales deleitaba a amigos y visitantes Marichu Llavona, la continuadora de tan destacada saga...
Y en La Colegiata retomaremos la ruta, dirigiéndonos de nuevo a la Plaza del Ayuntamiento.
Plaza por la que va el Camino, pasando bajo una una hilera de edificios que nos llevan hacia La Torre de Salas, de origen bajomedieval, pero reconstruida casi totalmente en 1959:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!