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martes, 2 de febrero de 2016

CANDIA Y CASTROMAIOR: EL VALLE DEL REGO DE ABADÍN, A FONTE DAS NENAS Y EL PASO DEL REGO DE ARNELA (LUGO, GALICIA)


Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Rego de Abadín o Anllo, concello de Abadín, la "Porta Grande da Terra Chá", el peregrino del Camino Norte cruza la pasarela dejando atrás la villa capital del municipio y se dispone a adentrarse en el interior de a chaira, camino de Vilalba, capital comarcal, un largo periplo por esta tierra que, si bien no siempre es tan llana como su nombre indica, ha dejado atrás los duros puertos de continuas subidas y bajadas por las montañas de A Mariña, y también, aún más atrás, los paisajes costeros de la Cornisa Cantábrica, según vamos, avanzando ya hacia el interior de Galicia, acercándonos a Santiago, ya a escasas jornadas de camino de aquí


Pasando al otro lado del río vemos el siguiente mojón junto a este prado en la ribera, muy llano y verde, entre arbolado, como un claro del bosque ribereño. Acabamos de entrar en la parroquia de Candia, una de las que conforman este concello de Abadín


El mojón está allí, en la umbría, bajo la espesura, para verlo tal vez haya que fijarse y escudriñar un poco, pero el Camino, bien trillado, no tiene pérdida


Justo al llegar a su altura, donde la senda, bien pisada, hace una pronunciada curva a la izquierda, empezamos a subir, alejándonos de la orilla

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Al principio subimos poco a poco, el paraje es sumamente idílico, relativamente solitario y apartado, pero a escasa distancia a la vez de las primeras casas, que encontraremos arriba, al acabar la cuesta


La concha del mojón, el elemento indicativo, la flecha el direccional, confirman la ruta a seguir por tierras de Candia


La subida sigue siendo suave pero continua y directa, a los lados crece frondosamente la espesura. Algunos trechos se forma uno de esos túneles vegetales que tanto nos gustan


Poco más arriba, una fila de árboles y arbustos conforma, cuando sale el sol, esta bellísima celosía natural


Pronto dejamos la vega, abajo a nuestra izquierda, mientras el Camino sigue en ascenso, todo recto y bastante ancho en todo momento. Está bien pisado por el paso de peregrinos y por algún vehículo de servicio a las fincas, sigue por tanto bien marcado y sin riesgo de duda a la hora se seguir ruta


En estas cuestas, si bien ya no tan pronunciadas como las que hemos dejado atrás en A Mariña, sobre todo las de A Infesta y Alto da Xesta, por donde, dependiendo del ramal escogido, hemos pasado a la Terra Chá, nos percatamos una vez más de que la "Terra Chá no es tan llana cuando se hace caminando", si bien o chano, el llano, la sensación de gran planicie, la tendremos más al entrar en Vilalba, la capital de la chaira o país chairego


"Terra Chá, una comarca lucense denominada así por el trazado llano o poco ondulado, lleno de prados y pastizales siendo ésta, mayoritariamente rural", leemos en la explicación que nos ofrecen en Wikiloc de esta etapa, "atractiva a través de un entorno básicamente rural y suaves desniveles", añaden


A pesar de la cuesta, muy llevadera eso sí, el suave caminar por firme mullido de hierba y tierra es un verdadero placer para nuestros pies que se agradece en este hermoso trayecto caminero desde el río


Tras una cuesta, otra, esta es ya la rampa final antes de llanear por los caseríos de Candia, que se extienden mayormente por esta, la ladera de O Cerro, en su bajada al Rego de Abadín


A nuestra izquierda contemplamos esta ladera de Candia, un topónimo al que se le ha querido buscar origen en la palabra céltica kando (blanco), emparentada con la latina candere 'arder' y otras de raíz indoeuropeo, lo que podría dar que pensar en antiguos terrenos ganados al bosque con quemas, pero también podríamos estar ante un antropónimo u otras explicaciones


En medio del prado, un tendejón, poco más allá un seto silvestre separa esta finca de otra, lo mismo que, más allá, un muro vegetal de arbustos de crecimiento rápido para cierre de otra. En la lejanía, al oeste-suroeste, divisamos el Alto da Abelleira (608 m), elevación tectónica de la llamada falla de Murás, que recorre A Terra Chá. Allí hay localizadas diversas mámoas o túmulos megalíticos


Hemos llegado a Ponterroxal, el primer barrio o lugar de esta parroquia de Candia que nos vamos a encontrar, de hábitat muy disperso, aún más que en A Mariña, casas diseminadas, muchas veces solitarias, a cierta distancia, a veces bastante distancia, unas de otras, concentrándose solo en algunas encrucijadas, en torno a alguna capilla, fuente o iglesia, o a lo largo de algunos caminos, y esta será la tónica dominante de aquí a Castromaior, y de Castromaior a Vilalba


A los lados del camino hay sendas casas labregas, con sus fincas, cuadras y huertas. De frente ya tenemos, a escasos metros el final de la cuesta


Pero la subida, de momento sigue, reconfortados en el esfuerzo por tan delicioso paisaje da chaira

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Prados y maizales, ahora plantados como forraje para el ganado pero con el que antes se hacía pan de maíz, broa o boroa, moliendo su grano en los desaparecidos muíños 'molinos', del río


Los tejados de pizarra son los predominantes y lo seguirán siendo hasta adentrarnos más en el corazón de Galicia, hasta la Serra da Cova da Serpe, paso a las tierras coruñesas de Sobrado


Llegamos a un cruce, sito en las inmediaciones del Cruceiro da Rozavella, que no llegamos a ver desde aquí, pero que está unos pocos metros más al norte, al otro lado de aquel seto, cuyo interés radica en que presenta esculpida una imagen de Santiago


A nuestra izquierda, otra de las casas de Ponterroxal, tal vez una de las "38 casas de pobres labradores" que había en Candia a mediados del siglo XIX, según el famoso Diccionario de Madoz:
"Feligresía en la provincia de Lugo (7 leguas), diócesis y partido judicial de Mondoñedo (2 1/2) y ayuntamiento de Abadín (1/2). Situado á la derecha del río Gontán y a la falda oriental del gran monte de Tojoso. Clima templado y sano; comprende los lugares de Carballás, Carballido, Castros, Francés, Fuente-Orjal, Galgueira, Grandela, Louside de Abajo, Louside de Arriba, Penamoura, Piedrafita, Plazas, Plazavaga, Regidoiro, Rectoral y Rozabella, con unas 38 casas de pobres labradores; hay fuentes de agua potable de excelente calidad. Y la iglesia parroquial (San Pedro), cuyo curato es de entrada y de provisión ordinaria, es buena y bien colocado su cementerio. El término se extiende á 1/4 de legua de uno á otro punto de los cuatro cardinales. Confina al norte con Fanoi, al este el indicado río Gontán, por sur Goás y Baroncelle, y por oeste Castromayor. El terreno es de buena calidad en las 120 fanegas destinadas al cultivo. Los caminos son vecinales y medianos; y el correo se recibe por la capital del partido. Produce centeno, patatas, trigo y maíz; cría ganado vacuno, lanar, cabrio, de cerda y caballar; hay alguna caza y pesca. Industria la agrícola y un molino harinero. Población 38 vecinos, 190 almas. Contribución con su ayuntamiento"
Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Ahora vemos que la línea de arbustos plantados a la que antes nos referíamos sigue el límite de otra finca con el camino asfaltado que comunica Ponterroxal con la carretera general (N-634). A lo lejos, más arriba del tendejón, reconocemos las casas de A Grandela, también con buenas vistas hacia el Alto da Abelleira


De nuevo ante nosotros, el hito con el mojón y la flecha


En contra de la creencia, muy extendida a nivel popular, la posición de la concha no implica necesariamente ninguna dirección, pues es un elemento identificativo del Camino pero no orientativo, esta función la tiene la flecha, que sí indica el sentido hacia onde hemos de encaminarnos, según podemos comprobar en Directrices para la señalización del Camino de Santiago del Consejo Jacobeo:
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales como en el entorno de Bienes declarados por su interés cultural o en Conjuntos Históricos, donde se podrá sustituir el cartel indicador por una concha en suelo, a fin de minimizar el impacto de la cartelería. El Consejo Jacobeo recomienda que el emblema de la concha se utilice como símbolo identificativos del Camino de Santiago y aconseja que su representación, proporciones y colores, así como su utilización se ajusten a las indicaciones contenidas en el Manual de Uso publicado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en 1989. Es aconsejable que este símbolo aparezca junto con la flecha amarilla, que indica la dirección, en aquellos soportes que así lo permitan. "


En el cruce, un poco de zahorra hace de transición entre el suelo de hierba y el de asfalto. Ahora iremos a la izquierda, bajando suavemente



Comienza aquí pues un tramo de camino por asfalto que se verá compensando por los excelsos paisajes de esta parte de la Terra Chá, como muy pronto vamos a comprobar



Esta es la parte posterior de la casa labrega que veíamos antes a nuestra izquierda, al subir. Fijémonos en que por esta cara la piedra esta sin cubrir, parece que es la parte destinada a cuadra y pajar


Del hueco de la derecha se ha hecho una ventana. A la izquierda el tejado inferior ya no es de pizarra sino de chapa ondulada o un material similar


Cuesta abajo, fantástica vista del valle de Abadín. El curso de río es delatado por el souto o bosque de ribera que se extiende al final del prado. A lo lejos es el cordal de Neda, cuya máxima altitud son los 796 metros del Castelo do Picouto


La sierra hace frontera con el concello de A Pastoriza, en uno de cuyos enclaves, Santa María de Bretoña, tuvieron sede los britones o bretones de Mailoc, huidos de la actual Gran Bretaña en el siglo VI con las invasiones anglosajonas. Aquella Diócesis de Britonia, tuvo sucesivas sedes y duró hasta el siglo XII. extendiéndose por todo el norte gallego y noroeste de Asturias, siendo su sucesora la Provincia y Diócesis de Mondoñedo, la primera suprimida en 1833 y la segunda ahora de Mondoñedo-Ferrol


Por ahí abajo van la carretera N-634 y la Autovía A-8 y, enfrente, en la ladera del Cordal de Neda, vemos las aldeas y lugares de la vecina parroquia de Cabaneiro, también perteneciente a Abadín


Son los núcleos de A Panda, A Pedreira, A Picheira, Formado, Odreiro, O Porto Pequeno y Os Currás. Así aparecía en el citado Diccionario de Madoz:
"CABANEIRO. (San Bartolomé): feligresía en la provincia de Lugo (7 leguas), diócesis y partido judicial de Mondoñedo, y ayuntamiento de Abadín. Situado á la izquierda del río Labrada. Su clima es templado y sano. Comprende los lugares de Currás, Formado, Odreiro, Pecheira, Pedreira y Porto, que reúnen 22 casas de mediana construcción, y una iglesia parroquial (San Bartolomé) hijuela de San Pedro de Candia; el cementerio es bastante regular y con buena ventilación. El término se extiende por donde más a 1/2 cuarto de legua y confina por norte con el de Sta. María de Abadín; al este S. Juan de Lagoa; por sur Sta. María de Abeledo y por oeste con Candia, interpuesto el mencionado río que baja a unirse con el Miño. Hay fuentes de buenas aguas, y el monte participa de monte y llano, del que solo se cultivan unas 56 fanegas. Los caminos son locales y malos, y el correo se recibe por la capital del partido. Produce centeno, patatas y mijo menudo; cría ganado vacuno, de cerda, lanar, cabrío y caballar. Población 20 vecinos; 106 almas. Contribución con el ayntamiento"

En lo alto del cordal está el lugar de O Cruceiro, solar del Cristo da Corga o Cruceiro da Corga, muy cerca de la divisoria de los concellos de Abadín y A Pastoriza. Por esa sierra, también llamada Serra de San Martiño, baja el Rego da Picheira, que se une al Rego Grande antes de dar sus aguas al de Abadín


El Camino en Ponterroxal, seguimos avanzando en dirección a la siguiente casa


Cruce con el ramal antes citado que va a la N-634 desde Ponterroxal, nosotros seguiremos todo de frente y en recto


También aquí, un mojón con su concha y flecha amarilla confirma la ruta a seguir


El cierre de seto cultivado hace de cierre y separación del Camino con la finca, sobre el que asoma la cubierta a cuatro aguas de lousas de pizarra de la vivienda


Una foto del lugar con lluvia


Pasamos entre una nave de ganado y un cobertizo, poco después está la casa


Esta sería la casa nueva, de la que acabamos de ver la cubierta asomando sobre el cierre vegetal de la finca

O Barrio do Rei, Abadín.jpg
Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

 Y esta sería la casa vieja, hecha de piedra y techos de pizarra, esta formada por grandes lajas. Los añadidos del tendejón y las chimeneas se han hecho de ladrillo, un recurso harto frecuente para este cometido



Pasamos la entrada a estos caseríos y continuamos siempre de frente sin tomar ningún otro desvío ni ramal

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Almacén de aperos y maquinaria. Llaman la atención por su tamaño y hechura estas enormes construcciones de piedra


Por aquí pasaremos, sin darnos cuenta pues discurre bajo la carretera y oculto por la vegetación, sobre O Rego de Ponterroxal, que nace monte arriba en lo alto de O Cerro


Arquitectura popular en Ponterroxal, el topónimo muy posiblemente tenga que ver con algún pequeño puente por el que se pasaba antaño encima del arroyuelo homónimo, que sigue ladera abajo al pie de estas casas


Ese pretendido puente que daría nombre al lugar estaría más o menos aquí, salvando el cruce del rego en el viejo Camino. Estos regatos, si bien en verano pueden ser un hilillo de agua o bajar secos, con las lluvias podían crecer lo suficiente para dificultar el paso, por lo que se haría necesario colocar algún puentecillo o pasadela


Y ahora, un poco de cuesta. Las subidas y bajadas se hacen un tanto constantes, pero ya no son tan acusadas, insistimos, como en las montañas costeras. La Terra Chá irá haciéndose más plenamente merecedora de este nombre según nos acerquemos a Vilalba


En la cuesta, Os Castros, otro lugar de esta parroquia de Candia, sin duda en zona de hábitats castrexos, recintos fortificados galaicos de la Edad del Hierro, precedente poblacional de la parroquia

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán
Sigue la subida. Fijémonos que las paredes de las construcciones populares suelen ser de mampostería mientras los vanos, puertas y ventanas, lo son de cantería, tanto para cuadras como para casas y pazos


No suele haber apenas tráfico, lo que no quiere decir que no pasen vehículos de vez en cuando, entre ellos camiones de la leche, de ganado, tractores, etc., vayamos por ello siempre atentos, especialmente en alguna curva un tanto cerrada y sin visibilidad o apenas, tal que esta, en plena cuesta


La hojarasca se amontona en la vereda izquierda, formando una franja de color pardo u ocre entre el asfalto y la cuneta



A la derecha crecen las ortigas, tiempo debe hacer que nadie entra en la abandonada cuadra


Luego, otra línea de hojas caídas, que al pudrirse y deshacerse pueden formar un poco de barro, a veces resbaloso si está húmedo. Fijémonos también cómo crece el matorral de zarzas, helechos y demás plantas silvestres


La cuesta tiende a allanarse un poco según nos aproximamos al siguiente cruce, al norte del núcleo principal de Os Castros



Nosotros vamos a seguir de frente, camino de As Prazas; a la izquierda se comunica también con la N-634 y a la derecha es el acceso a Pedrafita, Rayas, Cordal y A Pena Moura, uno de esos abundantes topónimos existentes en Galicia dedicados a mouras o encantadas, no siendo difícil que tuviesen relación con algún posible yacimiento castrexo


Nosotros cruzamos y seguimos de frente. Fijémonos a la derecha en la señal de Stop



Y también, ya al otro lado, en el monolito xacobeo y caminero de la concha y la flecha, siempre advirtiendo del rumbo a tomar



Dejado el cruce atrás, llega un trecho bastante llano, el paisaje de prados y pequeños bosquetes o fragas, de arbolado predominantemente autóctono, impera en nuestro entorno más inmediato

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

A la izquierda más casas de Os Castros, extendidas este grupo linealmente en un cruce situado en la bajada a la carretera


Al este a lo lejos seguimos viendo la parroquia de Cabaneiro, bajo el Cordal de Neda


Más cerca volvemos a ver A Grandela. Es en esas profundidades del valle de Abadín surge la leyenda de Xan de Candia, que nosotros recogemos de la página de Galicia Encantada. Se trata del pozo profundo, existente en el río, en el que cuenta la tradición oral que moraba una sierpe gigantesca, la cual se come todo lo que cae dentro. Se dice que en una ocasión se cayó una vaca, de la que solamente se quedaron flotando las tripas, el resto no se volvió a ver


En una ocasión, cuando el antaño poderoso obispo de Mondoñedo iba de casa en casa con su séquito confiscado propiedades (reminiscencia popular de los antaño gravosos impuestos feudales del medievo), tomando nota de los nombres de los antiguos dueños, llegó aquí, a Candia, pero un vecino, Xan do Candia, también llamado Xan do Cristo o Xacinto de Candia, le salió al paso con una hoz en la mano. La comitiva se detuvo, Xan se arrojó sobre el obispo y de un golpe certero le clavó la hoz en el cuello, dejándolo malherido y escapando del lugar inmediatamente


Temiendo la justicia de sus perseguidores se arrojó al citado pozo da serpe, donde desapareció, siendo engullido por la serpiente vestido y todo, pues ni las ropas salieron a flote. Mientras, el obispo, moribundo, hizo testamento de urgencia y dejó a su criado Luaces de Labrada como propietario de todo lo que habían confiscado en la zona


La leyenda puede unir varias cosas, el recuerdo de los abusos tributarios de los prelados mindonienses, con una leyenda con elementos comunes a los de muchos otros lugares de antigua dependencia monacal y feudal; el origen del poder y propiedades del linaje de los Labrada en estos parajes de la Terra Chá, y también una fórmula recurrente para espantar a la gente, sobre todo a los niños, de los lugares peligrosos, valiéndose de tradiciones ancestrales referentes a serpes monstruosas, muy abundantes y de discutido origen, variante local de cuélebres y dragones


Dentro de esa franja en la que no se separa muy bien la leyenda de la realidad se afirma también que se ha intentado medir la profundidad del pozo da serpe pero infructuosamente, pues incluso se arrojó una piedra de contrapeso con una larga soga, la cual no llegó a tocar fondo. Una noticia también muy común en lugares de características similares. Los informantes de esta leyenda son Concha López, de esta aldea de Os castros, y José Franco Goás, de A Picheira, en la vecina parroquia de Cabaneiro


Desde Os Castros se divisa también la Autovía del Cantábrico (A-8) por la zona de Os Carballás, muy cerca de Abadín, la capital del concello, desde donde venimos

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Su larga línea recta destaca entre prados y bosques y su caja caminera separa en dos la parroquia. Este tramo, Abadín-Castromaior, se abrió al tráfico el 9 de octubre de 2010


Más allá de A Grandela se reconocen bien los tejados de Pumariño, también en la ribera del legendario río, aldea de la parroquia de As Goás


Las vacas, movidas por la curiosidad, se acercan al vernos hacer parada en este sitio de tan magníficas vistas


Acostumbradas al paso continuo de peregrinos, pronto vuelven a pastar apaciblemente


Fijémonos en los montones y filas de hierba empacada junto a las casas y, más abajo, en la llanura fluvial



Desde Os Castros seguimos camino por la falda de O Cerro rumbo a As Prazas

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

A nuestra derecha y prado arriba algunos antiguos pastizales y montes comunales han sido plantados de eucaliptos cerca de la cima, en Pedrafita


Tal y como hemos dicho, si bien es un camino asfaltado, como es usual en tantos caminos históricos revertidos a vías pecuarias y de comunicación local, el paisaje compensa grandemente la larga ruta a Vilalba, la capital de la Terra Chá 

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Efectivamente, toda esta parroquia de Candia puede decirse que está toda en esta hermosa ladera que baja hacia el valle, hacia la parte de Os Castros que linda con la carretera general, de frente A Grandela


El Camino sigue todo recto, haciendo aquí un poco de tobogán o montaña rusa, bajando ligeramente para luego inmediatamente subir. No sabemos si este trazado corresponde al original o fue modificado en algún momento por alguna concentración parcelaria o para mejorar el trayecto de la carretera local


En este lugar de ascenso-descenso atravesamos esta pequeña fraga que conforma un rincón de cierta humedad y frescor


La cuesta que toca ahora subir es prácticamente intrascendente en relación a tantísimas que hemos dejado atrás en A Mariña, Asturias, Cantabria, País Vasco, pero con tantos kilómetros ya a nuestras espaldas todo brío y ahínco parece notarse un poco más


Curva a la izquierda, ganado unos metros más de altura...


Y enseguida otro tramo bastante llano ante nosotros, que nos llevará hasta As Prazas


En lontananza, el Alto da Abeleira vuelve a ser nuestra referencia geográfica y visual en lontananza


También en él las plantaciones de eucaliptos ocupan lo que fueron pastizales, si bien queda en sus faldas alguna pradería, pequeñas fragas autóctonas y algo de monte bajo


Presenta además dos cimas, la de la izquierda, de 609 metros de altitud y la de la izquierda de 613 metros, su cota más alta


Un castiñeiro, con sus ourizos o erizos, anunciando la llegada del otoño


Nueva vista hacia el valle, que no nos cansamos de contemplar desde la alambrada, detalle que delata los usos ganaderos de estos prados


Allí, un rebaño de vacas pasta apaciblemente en la campiña, perfilándose sus siluetas, al fondo, sobre el verde de las vegas y fragas


El Cordal de Neda y las aldeas de la parroquia de Cabaneiro, rodeadas de más prados y fragas


En medio de todo, las boscosas vegas y riberas del Rego de Abadín y sus afluentes


A la izquierda Os Currás, en medio A Pedreira y, poco más arriba, O Porco Pequeno, Formado y Odreiro. Por ahí estaría la parroquial de San Pedro de Cabaneiro, que difícilmente somos a reconocer desde aquí. De ella da la siguiente noticia el periódico El Eco Mindoniense del 29-8-1883:
"En el atrio de la Iglesia parroquial de San Bartolomé de Cabaneiro, distrito de Abadín, y a la una de la tarde del día 16 del entrante mes de Setiembre, se subasta la construcción del retablo principal para dicha Iglesia.

El acto tendrá lugar por pujas a la llana, ejecutándose el remate á favor del mas ventajoso licitador bajo el pliego de condiciones y plano de la obra que estarán de manifiesto".

Más arriba es el Campo dos Regos, laderas cercanas a la cima del cordal, hollado, como tantos otros, por los parques eólicos, los modernos molinos de viento que son, tanto molinos como gigantes, cual premonición quijotesca. Hay también en la cima antenas de comunicaciones


Desde la distancia se ven las vaquerías, el campo gallego, como el de gran parte de la cornisa cantábrica y atlántica, se especializó, a lo largo del siglo XX, en la producción láctea y cárnica para abastecer a los grandes y crecientes núcleos urbanos, industriales y áreas metropolitanas, aprovechando casi todo el terreno para pastos en detrimento de producciones como las cerealísticas, destinadas al pan


Más a la izquierda, la Autovía-8 y los montes del Alto da Xesta, la divisoria entre A Terra Chá con A Mariña, por donde hemos subido desde Mondoñedo, bien por Maariz y Lousada, bien por Cesuras y A Infesta, la entrada a la chaira


Este es el lugar, famoso en las noticias meteorológicas y de transportes, donde la Autovía del Cantábrico, que reconocemos perfectamente en la lejanía, tiene uno de sus puntos negros con la espesa niebla, tanto es así que no pocos días es necesario desviar el tráfico hacia la carretera general N-634 que vemos también a su izquierda


Se divisan algunas de las casas de la capital del concello, entre las arboledas de la izquierda de la foto, con el monte de O Foro (627 m) a lo lejos y, más en la distancia, el parque eólico de A Farrapa y su alomada cima y línea de cumbres que tiene sus cotas cimeras en A Pena Pequena (729 m) y el Alto do Seixal (744 m). Más a la derecha está el monte O Coto (636 m)


Entre Abadín y, a su derecha, Os Carballás, comprobamos una vez más cómo la autovía divide por la mitad el valle, siendo fácil de reconocer su profunda caja caminera, sobre la que se ha hecho un puente para comunicar ambas poblaciones, cuyas barandillas, intensamente azules, destacan en la lejanía


Al pie de O Foro, en Gontán, se unen los dos caminos oficiales que vienen de Mondoñedo: por su derecha, el que tras subir A Xesta por Lousada arriba pasa por San Martiño de Galgao y las inmediaciones del santuario de San Cosme da Montaña el camino que sube hacia a Xesta desde Lousada procedente de Mondoñedo, paraje de grandiosa romería donde se unen mariñanes y chairegos


A la izquierda del monte O Foro es el que ha subido por A Infesta y se acerca a Gontán ahí por las cercanías de Choi, un lugar muy importante para la historia de Abadín, pues en 1207, Romeo, abad del monasterio de San Salvador de Lourenzá, con propiedades en el territorio, da permiso a diez vecinos para asentarse y explotar el lugar, parte del señorío de Vilarente, que junto con los de Baroncelle y Romariz, mencionados en la diplomática medieval, fueron el germen del concello de Abadín


Allí, el llamado arciprestazgo de Baroncelle, documentado como "astrum Baroncelli", aparece en una donación del rey Alfonso VII en 1132, y debía existir una importante confluencia de intereses monacales en este estratégico lugar de paso, pues el 3 de diciembre de 1254 el abad Hemerico, del monasterio de Meira, concede carta de población a la llamada Granxa de Vilarente en favor de sus 54 vecinos, señalando los tributos que habían de abonar y reservándose para él la elección de alcalde, a escoger entre siete de sus habitantes propuestos por la misma vecindad


Las interferencias entre ambos monasterios, Meira y Lourenzá dieron lugar a una tradición sobre el nombre del lugar, según la cual nombraron los dos cenobios una delegación conjunta que, presidida por un abad nombrado a tal efecto, cobraba los diezmos y tributos a libre albedrío, siendo apodado con retranca O Abadín


No obstante otros estudiosos se decantan más por un antropónimo en torno a un posesor altomedieval o romano, Abbatinus, pues es un nombre propio latino, de la (vila) Abbatinus, "villa de Abatinus", localizándolo en el mencionado documento de Meira de 1254 y también en otro anterior, fechado en 1195


Junto con los monasterios y el prelado de Mondoñedo, la aristocracia local ejercería también su influencia, sobre todo pasando ya la Edad Media, destacando los Luaces en el siglo XVI, a los que se concedió condición de nobleza en 1515. Casi medio siglo después, en 1562, y por disposición de Felipe II, se autoriza la venta de este coto a Luis Luaces por parte del Cabildo de Mondoñedo, por lo que este linaje ejercería jurisdicción civil y criminal a partir de entonces en este su coto en propiedad, los llamados "señores de soga y cuchillo", que aplicaban justicia y gobierno en el ámbito de su incumbencia


Tenían su centro de poder en la desaparecida Torre de Abadín, que se mantuvo en pie aún después de la extinción de los cotos señoriales con las reformas liberales decimonónicas, sirviendo de consistorio y juzgado hasta 1897 y situada cerca de la iglesia (asoma un poco a la izquierda de la foto, hacia la mitad, junto a un bosquecillo que la separa del cementerio), en el lugar denominado A Torre, por donde hemos pasado justo antes de bajar al río. Tuvieron además la torre y casa de Vilacendoi, el lugar y torre de Vilamor y otras posesiones, abarcando los mencionados señoríos de Baroncelle, Costa da Morte y Vilarente


En esta foto tal vez podamos identificar la iglesia, casi en medio, a la izquierda de la carretera, solitaria y, a escasa distancia, a su izquierda a su vez, de A Torre, donde estuvo aquella Torre dos Luaces o Torre de Abadín. Más en la lejanía son las colinas de Lamiña (595 m) y A Pena do Caldeiro (622 m)


El Camino un día de lluvia en pleno verano; los campos, segados, se tornan pardos y rezuman humedad. El olor a tierra mojada es una fragancia inolvidable que impregna el ambiente a manera de perfume natural


Con el Alto da Abeleira en lontananza, los peregrinos dejan a la derecha el cruce con el ramal que comunica con el barrio do Rei, en Pedrafita y siguen de frente


De frente y recto con las primeras casas de As Prazas en la ladera de la parroquia de Candia, donde pastan más rebaños vacunos


El Camino a finales del verano, que aquí baja en rampa pero muy ligeramente


A nuestra izquierda y prados abajo A Galgueira y, más abajo Carballás, ya en la carretera N-634, en cuyas inmediaciones se encuentra su iglesia parroquial de San Pedro, que tampoco podremos ver desde el Camino pero de la que podemos decir, entre sus noticias antiguas, que fue beneficiada en 1642 por las donaciones del mercader y Tesorero de la Santa Cruzada D. Bartolomé de Candia, "Hijo de D. Gregorio y Dª Marina, de San Pedro de Candia", al que "le cedieron sepultura en dicha iglesia, dejándole poner sus armas", según documento de época


Otra foto lluviosa y con el firme mojado por las tormentas del verano, los campos ocres y en medio esta bifurcación en la que tomaremos el ramal de la derecha, que empieza a subir por As Prazas arriba


El hito del Camino siempre oportuno nos lo indica, aquí sí que tenemos una buena rampa, en cuesta toda recta y directa


Como ya dijimos y repetiremos tantas veces, andando nos daremos cuenta que la Terra Chá no es tan llana como dice su nombre cuando se recorre caminando



La misma cuesta al sol, avanzando la tarde, con el astro rey de frente, filtrado por algunas nubes


Campera abajo, otra vista de las casas de Carballás, en la carretera. A lo lejos y a la derecha del Alto da Abeleira, está la parroquia de As Goás, al este, por donde sigue el valle del Rego Anllo o Rego de Abadín


Más allá es la de Vilarante, a cuyos habitantes dio en 1254 el abad Hemerico, del monasterio de Meira, carta de población, con sus derechos y tributos, un hecho que, como hemos apuntado, hizo que  un litigio con San Salvador de Lourenzá, también con propiedades en la zona, y que habían dado permiso a unos colonos para asentarse en Romariz


 Dado que hubo problemas para delimitar sus dominios, ambos monasterios pactaron hacer una delegación común entre ambos, dirigida por un abad, para cobrar los impuestos, que fue enseguida apodado "O Abadín" (el pequeño abad), naciendo así el que sería el nombre del concello, según la tradición o leyenda existente


Tras unos instantes observando el panorama en el cruce de A Galgueira, la cuesta de As Prazas nos aguarda

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

No pocos caseríos están abandonados, es la señal del éxodo rural y el abandono del campo, como también tantísimas veces recalcamos



Casas y cabañas mirando al Alto da Abeleira y su ladera de A Canteirada


Vamos acabando la cuesta al llegar a esta casa, en lo alto de As Prazas, un topónimo que tiene su razón en la palabra plateam, palabra del latín vulgar procedente del griego cuyo significado original está relacionado con 'calle grande' si bien prontamente adquiere el sentido actual de 'sitio, espacio', e incluso 'lugar donde se celebra el mercado'

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

En este caso es fácil que estemos ante un topónimo relacionado con 'lugares' en en sentido de su hábitat diseminado acá y allá por esta falda de O Cerro que recorremos de este a oeste


En la cuesta de As Prazas podemos volver a detenernos al final de la misma, para despedirnos del valle de Abadín en este lugar

Licencia CC-BY-SA. Autor: Xurde Morán

Otra excelente visual Cabaneiro y del Cordal de Neda, territorio que formó parte de la Costa do Monte (cuesta del monte), cuando pertenecía al obispo de Mondoñedo

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Volviendo la vista atrás tenemos el trecho de subida que hemos remontado ya desde A Galgueria, con otro excelso paisaje hacia el norte, hacia el Alto da Xesta

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Abadín, puerta de la Terra Chá, con la carretera a la izquierda y la A-8 con su profunda trinchera a la derecha. Abajo y en primer término, la casa de A Galgueira. Leemos como descripción de la ruta de aquí a Vilalba lo siguiente en Vive el Camino:
"Entre pastos y bosques, por caminos solitarios solo quebrantados por las breves irrupciones en la N-634, la etapa entre la puerta y la capital de A Terra Chá alterna pistas y sendas terrosas de cómodo paso para el peregrino. 
Como trazando una sutil costura sobre la carretera nacional, el Camino viene y va, sin perderla de vista, aunque manteniendo la suficiente distancia como para devolver el gusto por caminar a través de antiguas veredas y algún que otro lugar cautivante, como la Ponte Vella de Martiñán. 
Los kilómetros venideros cuentan con suficientes establecimientos –principalmente en los márgenes de la nacional- como para no tener que hacer malabarismos a la hora de planificar las paradas o tomarse un refrigerio. Con todo, una vez abandonado Abadín, el viajero no topará bar alguno hasta avanzar unos siete kilómetros, en la primera parroquia del Concello de Vilalba, cuyo núcleo es fin de etapa."

Efectivamente, aunque si pernoctamos en Gontán o en Abadín habremos tenido oportunidad de cenar y desayunar sin problema, recomendamos siempre llevar algo de vitualla en nuestras mochilas, aunque sea lo justo para salir del paso si el esfuerzo y el aire puro del campo nos abren el apetito:
" Zona rural, de numerosas granjas, no hallará el viajero en ese trecho de casi siete kilómetros establecimiento alguno."

Y de esta manera, tras unos metros llaneando a la altura de las casas de As Prazas, resulta que aún nos aguarda una cuesta más. No, evidentemente no es el país chairego tan llano como se dice, al menos par el peregrino, como bien podemos percatarnos


Otro trecho todo recto en rampa ascendente. Esta linealidad nos hace sospechar que el trazado pudo haber sido alterado por antiguas concentraciones parcelarias


Los pinares son una buena referencia para hacernos una idea de donde acaba esta nueva cuesta

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Una leyenda jacobita local afirma que el Apóstol Santiago subió al monte Argán, al otro extremo de Abadín, y exclamó "este es el Monte del Cielo", naciendo así el topónimo Moncelos para una de las parroquias del concello. Si bien es obviamente una leyenda, un hallazgo acontecido en 1955 y del que da noticia El Progreso revela la importancia de esta área en la minería del oro romana:
"Cuando se efectuaban obras de ampliación del cementerio de Moncelos (Abadín), en el lugar llamado Monte das Cargas, fueron halladas varias monedas romanas, todas de bronce, y en su mayor parte de las llamadas gran bronce, correspondientes al emperador Marco Antonio.    
El hallazgo, aunque carece de valor material, tiene el importante valor de venir a confirmar las suposiciones de Villaamil y Castro, que juzgó que unas obras realizadas en el río que pasa por aquella parroquia son de origen romano, y dedicadas al labado de arena para beneficiar las pepitas de oro, que sin duda en la antiguedad acarreaban las aguas de dicho río. 
Debemos destacar el hecho de que uno de los poseedores de monedas, don Orencio Puente, hizo entrega de una al Museo Arqueológico Provincial para su colección, donde tendrá el valor que aisladas no logren tener"
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Moncelos celebra además a Santiago y Santa Ana como sus patronos, amenizaban sus fiestas orquestas como la Orquesta Cabana, oriunda de la parroquia y que participaba en las romerías de otras parroquias del valle. Formada por los hermanos Jesús, Arcadio y Pepe Cabana Basanta, junto con Suso Cabana. Eran muy célebres y queridos pese al famoso dicho, hecho con retranca, "Orquesta Cabana toca pouco e de mala gana". En el blog Labrada e os labradenses hallaremos más información sobre noticias y curiosidades de estas parroquias de Abadín

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Los prados alternan aquí y allá con las fragas de arbolado autóctono.


Y también plantaciones de pinos y eucaliptos


Cruce al norte de A Regueira en el que continuamos todo recto y de frente una vez más


Setos a los lados y buenos mojones confirmando nuestra ruta y rumbo


Llegamos a los pinos, ya todo en recto y en llano


En los cruces siempre de frente, sin desviarnos


Avanzamos con paso firme, como en un paseo


Los mojones nos orientan. La Terra Chá empieza a hacer gala de su nombre


A nuestra izquierda el Alto da Abelleira y el Monte As Goás


Enlazamos con otro camino y seguimos adelante


Entramos así en términos de la parroquia de Castromaior, al oeste de este concello de Abadín


Cruzamos la carretera LU-P-0108 y seguimos de frente por aquel camino, enlosado en su primer tramo


Estamos un poco al sur de Vioces y A Rega do Foxo


Luego la senda es pista de tierra


Hay arbolado autóctono y eucaliptales


Bordeamos una finca


Y bajamos suavemente


A la sombra de los árboles...


Pisando las hojarasca,,,


Torre de la luz


Cruce y a la derecha


Estamos ahora justo al lado de la A-8, yendo en paralelo a la autovía

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El paisaje tiende a abrirse en el horizonte, una larga sucesión de suaves colinas hacia el oeste, rumbo a Vilalba, la capital de Terra Chá, de la que aún nos restan unos 15 kilómetros aproximadamente


A Rigueira, abajo vemos ya la autopista y un poco más allá los prados llanos al lado de Castromaior, cabeza de la parroquia

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Pasamos junto a un viejo hórreo destartalado, sin duda de alguna casa que desapareció al abrirse la caja de la autovía


Y bajamos esta rampa qu eparece un tramo de alguna antigua carretera local


Atentos, en este cruce iremos a la izquierda


Aquí hay un puente, que pasa sobre la autovía


Cruzamos el puente, cerrado a los lados con tablas. A la derecha es el paso para peatones



Llegando al otro lado del puente tenemos una bifurcación


Tomamos aquí el sendero de la derecha


Y haciendo caso al mojón bajamos un poco entre helechales y junto a otra torre eléctrica


Estamos en el lugar de As Paredes, que pertenece a la mencionada parroquia de Castromaior


Bifurcación y de frente


Setos y matorrales, con árboles y arbustos, separan el camino de las fincas colindantes


A nuestra derecha el pequeño valle del Rego de Arnela


Entradas a fincas, sigamos de frente


Buena caja caminera, y profunda


Gente y ganados, vía pecuaria


Salimos a unos prados y huertas

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En este siguiente cruce seguimos de frente



Pero hay una construcción a la derecha que ha de llamarnos mucho la atención: A Fonte das Nenas


Por ello, en el cruce, antes de seguir hasta las casas, podemos desviarnos un par de metros para conocerla en un instante


Está en una especie de hondura en medio de los prados. Actualmente la muy cercana autopista, que vemos prácticamente al lado, ha trastocado lo que antaño fue un bucólico lugar

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Es A Fonte das Nenas, un buen lugar para hacer un alto y descansar unos momentos (el Camino en la parte superior de la foto, junto a la línea de árboles).

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Ha sido hermosamente restaurada. De una hornacina cuadrada mana agua a través de un caño que cae a un pequeño pozo. Llama atención la explanada circular con su muro, aprovechando la forma del pozo en el que se encuentra


Desde la fuente volvemos a emprender ruta


Y ya vemos al fondo las primeras casas de As Paredes


El núcleo se asienta en una pequeña meseta sobre el valle

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Pasamos a la derecha de esta cuadra


Y entre más cobertizos y casas, donde predomina el ladrillo

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 El Camino aquí está asfaltado. Pasamos por la parte más septentrional del barrio

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 Seguimos la señalización, que nos indica continuar recto unos metros más


Pasamos detrás de esta casa de piedra


Y damos vista a estos prados que caen sobre el valle

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Praderías y colinas boscosas. Allí a la izquierda, entre los árboles, quizás adivinemos alguna de las primeras casas de Castromaior. Estamos en uno de los accesos seculares a la Serra do Xistral, al noroeste del concello de Abadín, que vemos en la distancia, junto con la Serra da Carba. Allí está los Altos de Lamas (585 m), Coto de Pena (612 m), A Capela (757 m), Coto da Capela (885 m) y en la distancia Monseibán (935 m)


Más a la derecha A Pena da Auga, que ha sido una importante referencia visual y geográfica al llegar a Abadín. De la célebre Serra do Xistral, que se extiende desde aquí a la costa, leemos en Galicia Buen Camino:
"Un intrincado macizo de aspecto aparentemente amable se levanta casi al borde del mar Cantábrico que, habitualmente, envía su carrusel de nubes que chocan en estas montañas, descargando constantes precipitaciones en medio de la densa niebla. En invierno, a pesar de su moderada altura (las cumbres apenas rozan los mil metros sobre el nivel del mar), la lluvia se transforma en nieve. 
Así, el paisaje que encontramos en O Xistral parece una réplica de montañas del norte de las islas británicas o de Escandinavia: grandes superficies de turberas envueltas por niebla y misterio. Tanto es así que solo hay asentamientos humanos tradicionales en los valles, a mucha menor altitud, donde las temperaturas medias son mucho más elevadas. El régimen de precipitaciones y la orografía hace que en sus entrañas nazcan numerosos ríos que fluyen hacia cuencas diferentes. 
Los montes de esta sierra fueron explotados únicamente por la ganadería extensiva utilizando vacas y caballos que, aún hoy, pastan libres. Ya bien entrado el siglo pasado, se intentó cultivar pinos con éxito desigual debido a la dureza del clima. Actualmente, el gran recurso energético de estas sierras, el viento, es intensamente aprovechado"

Los prados dan paso a una fraga de boscaje autóctono


En esta curva dejamos el asfalto y tomamos un sendero que se adentra en la foresta a la derecha, justo enfrente del Albergue O Xistral


Es un buen lugar para pernoctar o tomar algo, en un pequeño claro del bosque, una pradería llana rodeada de árboles


Esta es la entrada. El albergue abrió sus puertas en junio de 2017, inaugurado por Jaime Prieto Este es el reportaje que publica Marta Mancebo en El Progreso el 12 de junio:
"El nuevo albergue O Xistral, ubicado en la parroquia de Castromaior, en Abadín, ofrece 19 plazas más a los peregrinos que se adentren en el Camino Norte de Santiago, a su paso por la comarca chairega. Este nuevo hospedaje, una vivienda rústica antigua que fue restaurada hasta el mínimo detalle a lo largo de los últimos cuatro años, está gestionado por Jaime Prieto González.

"Compramos la casa en estado ruinoso y nos pareció una buena oportunidad rehabilitarla para dar más servicio a los peregrinos que se decantan por el Camino Norte, que está en pleno auge", explica Prieto, que aunque vive en Santiago de Compostela conocía la zona por su profesión de veterinario.

En la restauración de la casa, enclavada en plena senda, se respetó al máximo la estructura original e, incluso, se utilizaron algunos elementos para la decoración o la construcción de armarios y otros muebles.

Para su dueño era primordial que el albergue fuese lo más ecológico posible, dado que se sitúa en plena naturaleza, por lo que cuenta además con paneles solares para dar servicio de agua caliente y con calefacción de pellets, entre otros elementos. Las 19 camas se reparten en un total de tres habitaciones, una de ellas habilitada para discapacitados. Cuenta además con tres baños, uno de ellos también adaptado.

En el interior hay una cocina completamente equipada, en la que se sirven desayunos y en la que los peregrinos pueden cocinar. Hay un salón-comedor con chimenea, lugar de descanso y esparcimiento, en el que también hay un ordenador, que ofrece wifi gratuito a los caminantes que quieran hacer uso de él.

Hay zona de lavandería y una finca de aproximadamente 4.000 metros, en la que el propietario da la posibilidad a aquellos caminantes que lo deseen de instalar sus tiendas de campaña para pernoctar al aire libre, en un entorno ideal.

Este es el tercer albergue que abre sus puertas en Abadín –hay uno público y otro privado–, ofreciendo un total de 70 plazas"


Barriles a manera de mesa, a la derecha cobertizo para las mochilas, a la izquierda la entrada


Tal y como hemos leído en el reportaje, el albergue es una bellísima construcción de piedra restaurando una vivienda campesina tradicional de la zona


El viejo carro do país, ya pieza de museo, es un símbolo del pasado campesino de esta casa


Dejando el albergue seguimos camino, como hemos dicho, por el sendero a su derecha


A 133 kilómetros de Santiago... y un poco más


Nos adentramos en la fresca umbría para bajar al río


Castiñeiros y bastante helecho


Cruce y a la izquierda, recto y de frente hacia abajo


El mojón nos lo indica: no hay pérdida posible


El trayecto es una profunda caja caminera que delata su antigüedad


Los troncos de los árboles salen justo encima del camino...

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Los helechos nacen en la misma pared

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Final del descenso...


Llegamos a una carretera local: vamos a la derecha


Y aquí cruzamos el puente sobre el Rego de Arnela


Altos quitamiedos a los lados

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Desde el puente tenemos una muy buena vista de este río que nace en Chao do Fonce y, bajando de la Serra do Xistral, forma el valle sobre el que se asientan los más de los núcleos poblados de esta parroquia de Castromaior


El característico son de las aguas al arrollar los cantos se turba con el no lejano ruido del tráfico de la A-8

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Al pasar al otro lado veremos la estructura del puente, con un solo arco


Al otro lado subimos esta cuesta


Hay una bifurcación, en la que iremos a la derecha por la carretera asfaltada

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Es el paso bajo la autovía


Al otro lado se sigue ascendiendo un poco más junto a la A-8

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Desde aquí vemos, atrás, las casas de As Paredes próximas a la N-634


Y por Fontefial ya llegamos a Castromaior, la cabeza de la parroquia del mismo nombre, la más occidental del concello de Abadín en el Camino Norte


Tomamos esta recta y pasamos la primera casa


Cruce y continuamos de frente hacia el centro del pueblo


Fincas y mojones


Setos ajardinados y parcelas


Estamos en el barrio de Padrón donde, a ambos lados del camino, se concentran buena parte de las casas, extendidas linealmente a lo largo de él


Nótese como cambia la fisonomía de los hórreos respecto a los que hemos visto en los concellos de A Mariña. Estes estilo es sensiblemente más estrecho, su bien mantiene los listones laterales como pared, con un espacio entre cada listón, para que entre el aire

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A partir de aquí el camino va a ser mayoritariamente llano, muy llano, hasta Vilalba. La Terra Chá se manifiesta en su orografía, haciendo honor a su nombre

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Es este núcleo de Castromaior de hábitat bastante concentrado, y de cierta extensión, en relación a los diseminados caseríos que hallamos viniendo de Abadín, capital del concello...


Preciosa vereda florida y jardín. En Castromaior estuvo proyectada la construcción de una estación para un tranvía eléctrico que comunicaría la ciudad de Lugo con Ribadeo. El proyecto, como tantos otros de ferrocarriles entre el interior de Galicia y A Mariña, se quedó sobre el papel allá por el año 1900...


Un pequeño vergel. Bifurcación y a la derecha, de frente y recto


Caminamos cómodamente en llano por este camino que aquí se hace calle

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Calle entre casas que hace aquí una pequeña cuesta

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Nos detenemos ante esta portalada,m que tanto nos llama la atención con sus alegorías xacobeas

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Apóstol Santiago y azulejo del Camino del Norte

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En el blog Labrada e os labradeses encontramos numerosas noticias referidas a Castromaior, algunas especialmente curiosas, como esta de El Progreso del 27-7-1911:
"El 22 de Octubre de 1910 y cuando hacía tres cuartos de hora, lo más, que era noche, Francisco Grandío, advertido por su mujer de la falta de dos pollos fúe á buscarlos a la casa de su vecino Francisco Pernas, en Castromayor de Abadín (Mondoñedo).

El Pernas que tenía tertulia en la cocina, al darse cuenta de la presencia de Grandío en su casa, impulsado acaso por viejas enemistades, abalanzóse sobre él y, á empollones, lo echó al corral.

Por allanamiento de morada y por amenazas, el juez correspondiente procesó a Francisco Grandío, que ayer se sentó en el banquillo de los acusados.

Durante el examen de testigos, minuciosamente echo en la vista, púdose comprobar que el Pernas no veía con buenos ojos á su vecino, desde hace algún tiempo, sin que para esto hubiese razonas justificadas, y antes por el contrario mediando motivos de agradecimiento del Pernas al Grandío. También se dedujo de lo dicho por los testigos que el Grandío había llegado á decir en una ocasión que la vida de Pernas pendía de de la punta de su navaja. Esta amenaza -- si así se puede llamar -- no la pronunció á presencia del supuesto amenazado el Grandío, ni aquel la supo hasta después de la noche de autos.

El Sr. Fiscal modificó las conclusiones provisionales, retirando la acusación y suplicando la absolución del proceso.

Estaba encargado de la defensa el señor Milán Gavilán"
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Fijémonos ahora también en este hórreo a la izquierda del camino, en medio de esta curva

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Es largo y sensiblemente estrecho, la puerta está en un lateral. Sus paredes son de ladrillos y por sus orificios el aire entra en el interior. Se sostiene sobre un muro-pilar y se sube por escalera de piedra


Eduardo Lence Santar, historiador y cronista de Mondoñedo, localiza una de las primeras menciones a Castromaior y las parroquias, entonces cotos señoriales, de los alrededores, fechada a finales del siglo XVI:
 "En Real Cédula de recepturia, dada en Madrid, a 7 de febrero de 1587, repartiendo a la provincia de Mondoñedo los maravedís que le tocaban pagar de 454, cuentos del servicio ordinario y extraordinario que en las Cortes que se estaba celebrando alli y comenzaran el año anterior se habian al Rey por los procuradores para la guarda y defensa y conservación de los reinos y para otras cosas muy importantes, figuran los partidos que la formaban, los cuales eran los siguientes:

Labrada, Castromayor, Quende y Gontan, coto de Cabaneiro, coto de Candia, Abadín y Espiñarcao, Villarente, Graña de Villarente, Moncelos, ..."

La siguiente mención hallada por Lence Santar es de poco más de un siglo después, en 1692:
"En un repartimiento de dicho año, hecho por Blas Vidal Gómez, Repartidor General de la Ciudad provincial de orden del Licenciado D. Manuel Canel, Abogado de la Real Audencia de Galicia, Alcalde mayor y Regidor perpetuo del Concejo, de 6.616 reales y medio que había de pagar de los 5.000 ducados conque S.M. y señores de su Real Consejo mandarán asistir de los asuntos de Sisas y Millones, Alcabadas y Cientos, figuran las cantidades repartidas a cada entidad que fueron las siguientes:
   
   A la Graña de Villarente, 487 maravedís.
   A Moncelos, 706.
   A Quende y Gontán, 120.
   A Candia y Varoncelle, 991.
   A Castromayor, San Pedro das Goas y Aldige, 876.
   A Labrada, Espiñarcao, Romariz, Fanoy y Frayas, 1.272.
   A Concejo de Villarente, 2109.
   A Abadín, 495 maravedis."
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Según caminamos admiramos el paisaje de nuestro entorno, el más próximo al camino, la campiña chairega, que luce en Castromaior en todo su esplendor

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Prados de siega, huertas y cultivos en torno a las casas, cuadras y cabazos


Cruce y de frente todo en recto


El camino bordea una extensa finca, cerrada con alambrada, prado de pasto y siega


Al rodearla hace una curva cerrada a la derecha, delante de esta casa


Del barrio de Padrón pasaremos entonces al de O Barral. Allí viene a estar el centro de Castromaior, en torno a la iglesia, que no vemos aún desde aquí


Vamos a pasar ahora delante de otras casas tradicionales con detalles muy interesantes


Antigua casa campesina reformada, a nuestra izquierda, con piedra de cantería en esquinas y vanos

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Una hermosa explanada delantera y al fondo un hórreo

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Este es de listones de madera, sobre dos pilares de piedra. Fijémonos en la estructura del tejado, muy llamativa y original

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Otra vivienda campesina con su hórreo, este con la puerta en un frontal, y su escalera de acceso

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Sus paredes son también de tablas con espacio entre ellas para que pase el aire al interior. El tejado de pizarra abunda en esas tejas picudas salientes enlazadas, como el anterior


Llegamos a un cruce, cerca del campo de la iglesia


En la encrucijada, cruzamos la carretera LU-P-0108 y seguimos de frente


Al otro lado vemos el mojón. También las señales nos indican la dirección del camino

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Camiño de Santiago y ruta al puente de A Pontevella, ponte medieval


Seguimos pues por el camino que continúa tras el cruce de la carretera, entre la marquesina y el mojón

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No quisiéramos avanzar más sin mencionar que, cercana al camino, aunque no la vemos desde él, tenemos la iglesia parroquial de San Xoán, construida sobre un castro galaico y cuya fábrica es del siglo XVI con transformaciones posteriores. Tiene retablo barroco del siglo XVIII, dos retablos laterales de línea popular y sepulcro con arco y blasón de Xoán Montenegro, año 1622


Y así, a 132 kilómetros de Santiago de Compostela, iremos saliendo de Castromaior


Alguien parece saludarnos al pasar...


Ya en el agro, prados y maizales, dejamos atrás las casas


Saliendo así del núcleo poblado nos aguarda un encantador paseo por los campos de la Terra Chá, un paisaje llanísimo que, reiteramos, nos acompañará en nuestro recorrido hasta Vilalba

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Según caminamos nos acercamos al llamado Campo da Santa

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Aquí sí se hace más patente el nombre de Terra Chá, de la que localizamos estos versos sin firma de autor (si alguien lo sabe puede dejarnos abajo del todo la autoría para añadirla aquí)
Terra Cha que vas ao lonxe
antre petoutos esguíos,
que ledicia Terra Cha
a dos teus longos camiños.

Que ledicia o vento Norte
que riza as augas do río,
que ledicia os catro ventos
feitos de anchos remuiños.

E vos fragas bravas, puras
e vos toxales amigos,
e vos brancas abedoeiras
todos eternos amigos...

Terra Cha de longo ceo
Terra Cha de longos ríos
Terra Cha de longos vrans
Terra Cha de longos fríos.

Longa Terra Cha de ventos,
longa Terra Cha de ríos
¡Forte e brava, Terra Cha
ledicia do vello Miño!

Terra Cha de longo ceo
Terra Cha de longos ríos
Terra Cha de longos vrans
Terra Cha de longos fríos


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Llanuras aprovechadas para praderías y salpicadas de fragas, principalmente castaños y carballos

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Fincas en torno al Campo da Santa, cerca de la capilla de Santa Baia, que no vemos tampoco desde el camino, pero que da nombre a este paraje


Por aquí pasa precisamente el llamado Rego de Santa Baia, que marca la divisoria entre los concellos de Abadín y Vilalba


El rego es un pequeño arroyo que apenas se ve, aunque pasaremos sobre él al atravesar esta arboleda


Además del rego y del mojón hay otra señal que simboliza el paso de uno a otro concello

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Llegaremos a ella pasando esta hilera de árboles


Un cruceiro en el camino


Es un cruceiro liso, si bien con alguna decoración tallada en el extremo de los brazos de la cruz, con una inscripción debajo

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Las inscripciones en su base. Parece leerse la fecha de 1878 y se lee, parece..

POR ANTINIO
ARES.Y ERMANOS


Y entramos así por aquí en el concello de Vilalba, la capital da Terra Chá

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