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miércoles, 27 de mayo de 2020

DE SORRIBES A SOTU DUEÑES: LA HUIDA DE PELAYO, PAISAJES DEL SUEVE, UNAS MONJAS "LICENCIOSAS" Y EL CAMÍN DE LA REINA (PILOÑA Y PARRES) CAMÍN XIXÓN-CUADONGA / GIJÓN-COVADONGA (14)


Mapa de este trayecto

Brez, entrando en Sorribes (Piloña)

Brez, cruce de caminos en el concejo de Piloña, unión de las parroquias de Miyares, Cerecea, y Sorribes, donde antaño había una cruz, La Cruz de Brez, que aún figura en los mapas, también llamada Santa Cruz de Brez, lugar identificado con el Brece de la Crónica de Alfonso III, en el que se narra Don Pelayo casi es atrapado por sus perseguidores cuando se dirigía a las montañas a encabezar la rebelión contra el dominio musulmán


Aquí dejamos la carretera PI-11, que hemos tomado poco más atrás, en La Goleta, y vamos a la derecha, entrando en esta parroquia de Sorribes, recordando la citada Crónica de Alfonso III, que hace referencia a los sucesos supuestamente acaecidos en este lugar:
"Por ese tiempo era gobernador en esta región de los astures, en la ciudad de Gijón, un hombre llamado Munuza, compañero de Tariq. Cuando el tal desempeñaba el gobierno, un cierto Pelayo, que había sido espatario de los reyes Witiza y Rodrigo, agobiado por la dominación de los ismaelitas se metió en Asturias en compañía de su hermana. El antes nombrado Munuza envió al dicho Pelayo a Córdoba con el pretexto de una comisión, a causa de su hermana; pero antes de que volviera, por medio de un engaño, se unió en matrimonio con la hermana. Cuando él volvió, no lo aprobó en modo alguno, sino que con el mayor ánimo se aprestó a poner en práctica lo que ya tenía pensado en torno a la salvación de la Iglesia. Entonces el nefando Tariq envió al ya nombrado Munuza hombres armados para que apresaran a Pelayo y lo llevaran encadenado a Córdoba. Cuando ellos llegaron a Asturias y pretendieron cogerlo con un engaño en un lugar que se llamaba Brece, le fue revelado a Pelayo el propósito de los musulmanes por un amigo suyo. Pero como los sarracenos eran más, y viendo que no podía hacerles frente, saliéndose con cuidado de entre ellos picó espuelas y llegó a la orilla del río Piloña. Lo encontró crecido y desbordado, pero nadando con la ayuda del caballo que montaba pasó a la otra orilla y subió a la montaña. Los sarracenos dejaron de perseguirlo. Y él, dirigiéndose a las tierras montañosas, reunió a cuantos halló que iban a concejo, y subió a un gran monte cuyo nombre es Auseva, y se refugió en el costado del monte, en una caverna que sabía muy segura; de esa gran cueva sale un río llamado Enna"

Este sería el origen el escudo del concejo, pues justo antes de esta fracasada emboscada había pasado el río Piloña en Pialla, cerca de la que hoy es capital del concejo, Infiesto/L'Infiestu, exclamando ante su sirviente, temeroso de la profundidad de las aguas: "Adelante mi escudero que mi caballo pie halla"

El escudo aparece representado por primera vez en piedra en 1789 y de él aparecen diversas versiones, siendo tradicionalmente era presentado así:
"Pinta escudo de azur, y un caballero armado de punta en blanco y jinete, como el escudero que le acompaña, contornados y vadeando un rio, cargado del epígrafe "adelante mi escudero" en el flanco diestro y "que mi caballo pie halla" en el siniestro"
Buscando la versión más fidedigna, respetuosa de las normas heráldicas, en 2016 el Ayuntamiento de Piloña asienta oficialmente el escudo siguiendo las recomendaciones de la Real Academia de la Historia:
"Escudo español. De azur, dos caballeros contornados de plata sobre ondas de plata y azur, surmontados de una Cruz de la Victoria de oro y piedras preciosas. Rodeado por los flancos y el jefe por la leyenda en letras de plata ADELANTE MI ESCUDERO QUE MI CABALLO PIE HALLA. Al timbre, corona real española cerrada"

Y con el escudo, el logo...


Brez estaría por lo tanto totalmente vinculado, al menos por las crónicas asturianas altomedievales, con esta legendaria ruta. Independientemente de la realidad o fantasía de todo lo relacionado con Pelayo y la  Covadonga, no deja de ser apasionante este documento, pues nos pone también en el "Camino de Pelayo" hacia la Cueva Divina


El cruce sigue siendo muy importante hoy en día, basta ver la gran cantidad de carteles colocados en él señalando en todas direcciones. Para nuestra información relativa a la ruta propiamente dicha vemos que estamos a un kilómetro solamente de la cabeza de esta parroquia y a tres de Cúa, poco antes de cruzar el Piloña en El Puente (Sotu Dueñes)


Uno de estos carteles es de los históricos del Camín a Cuadonga, que llevan instalados desde 1997. Muchos han caído, pero en este concejo son aún bastantes los que resisten en pie


Pese a su importancia e interés para la historia, el lugar de Brez se compone únicamente de esta casa, que vienen a ser dos viviendas. Un poco más adelante a la derecha hay unas ruinas, que suelen emplearse como aparcamiento


Esta carretera local de Sorribes realiza una curva bordeando las casas, una pegada a la otra


Este caserón cuadrado es sin duda el más antiguo, fijémonos en las esquinas de piedra de cantería y los muros de mampostería


Presenta realmente dos estilos de fachada, por lo que es posible también que esté dividido en dos viviendas


Esta fachada está a piedra vista y la puerta adintelada puede ser de cierta antigüedad


A continuación viene el hórreo, bien conservado, de pegollos de madera y, abajo, las mesas para comidas y tertulias


Más allá fincas a la derecha y pumarada a la izquierda, de buena manzana de sidra asturiana. Por aquí el camino, en la cresta de una loma que dará vista, cuando al Sueve, al norte, y cuando al valle del Piloña, al sur, eso cuando no pase entre arboledas, como ahora, al principio


Mismamente este hórreo puede ser una referencia para contemplar el paisaje


Desde aquí se da vista al norte, por ejemplo, al Picu Tiegu (847 m)


Seguimos avanzando un poco más junto a la pumarada...


Quiero siempre recordar que esta ruta que presento en este blog es básicamente, salvo ciertos cambios muy contados y concretos, de los que aviso, la señalizada por la Tertulia Cultural El Garrapiellu desde los años 1992-93, que viene a ser más empleada, existiendo otras posibilidades, algunas señalizadas y otras no, para ir a Covadonga andando. Mismamente desde Brez existe la posibilidad de tomar el camino de Cerecea, entrar en Parres por Nevares y dirigirnos a Cuadroveña y Arriondas/Les Arriondes, existiendo, también allí, varias posibilidades para continuar. Recalco que cada uno puede ir por donde desee, e incluso explorar nuevos itinerarios, esta es solo una posibilidad, la más empleada hoy en día, pero solo una posibilidad


Desde aquí, al final de la pumarada, tenemos otra muy buena vista del Picu Tiegu y, a su izquierda, otras alturas cimeras del Sueve, como el Picu la Múa (1.021 m), Tardamoñes (764 m), el Cuetu Melón o el Picu Maladín (995 m)


Justo tapada por los árboles va la carretera que comunica La Trapa con el Palacio de Cutre, del siglo XVIII y referencia gastronómica y de alojamientos, que no llegamos a ver desde aquí. Sí vemos encima a la izquierda Antayo (555 m), cuyo nombre pasará al apellido de un linaje piloñés aquí asentado desde el siglo XVI, los Antayo, que llegarán a tener el título de marqueses de Vistalegre


En aquel extremo, el Picu los Cuervos (859 m)



Teniendo ahora como referencia de nuevo el Picu Tiegu, vamos a mirar a su derecha


Allí, más allá del citado picu, asoman las estribaciones centrales y orientales del Sueve, al menos las más altas


En primer término las majadas de Brañella. Más allá el Picu o Cietu les Duernes (1.059 m), y sobre todo, el más alto, el Picu Pienzu (1.061 m), a la izquierda, algo tapado por las laderas del Posadoriu, bajo el Tiegu, pero cuya mítica cima se ve perfectamente bien


Justo a sus pies está también el Beluerzu (1.034 m)


Pero sin duda, quien se lleva el mayor protagonismo en el Puertu Sueve es el Picu Pienzu, del que tanto hemos hablado y hablaremos en este blog, no solo en este apartado dedicado a la ruta a Covadonga, sino también en el dedicado al Camino Norte de Santiago, pues pasa puede decirse a sus pies, por las playas de Caravia, no en vano, como siempre afirmamos, es una de los desniveles más grandes del mundo en poca distancia, entre el nivel del mar y una cota de altitud


En lo alto del picu puede verse una cruz, La Cruz de Pienzu, que tiene unos diez metros de altura y se instaló en 1954 gracias a la colaboración y esfuerzo de muchas gentes de los pueblos situados en torno al Sueve. Fue una donación de los hermanos Victorero, de Llastres (Colunga), para sustituir a otras más antiguas, de madera, la primera puesta en 1915 y la segunda en 1929, también donadas por ellos. Estos cuatro hermanos, Agustín, Ángel, Antonio y Francisco Victorero, fuero emigrantes en México e inventores de la famosa máquina de liar cigarrillos Victoria


Las cruces eran a causa de una promesa que habían hecho, poner una cruz en el Sueve, si regresaban sanos y salvos a Asturias, huyendo de los zapatistas durante la Revolución Mexicana de 1911, logrando retornar en 1914 ocultos en los barriles de la carga de un barco, menos uno de ellos, que quedó afincado allá afincado y formó familia

Habían embarcado muy jóvenes, en 1875, llegando su madre a vender el escudo de armas de la casa, ta y como cuenta Enrique Granda, El Sabio, vecino de Llastres que, además de buen conocedor de la historia local, había trabajado con ellos


La primera de las cruces, la de 1914, medía cuatro metros y era de dos brazos de madera de roble, que se montaron antes de llegar a la cima, en una verdadera romería, costando su montaje y transporte 50 reales. Fue derribada en 1925 durante un temporal y en 1928 los Victorero instalaron la segunda, de 30 piezas, costando 1.800 pesetas, también armada antes de la cima, la cual duró en pie hasta 1941, cuando otro temporal la derribó, si bien hay quien dice que fue a hachazos

En 1950 el Ayuntamiento de Colunga  acordó su reposición, sumándose a ello los de Piloña y Parres, así como la Diputación Provincial, formando una comisión para conseguir fondos, si bien en 1954 son los hermanos Victorero, nuevamente, los que se comprometen a financiarla, por lo que el dinero recaudado hasta entonces sirvió para un proyecto de carretera entre el Mirador del Fitu y el Picu Pienzu, que no llegó a hacerse


La tercera cruz, que reparada, es la que vemos hoy día, es de hierro galvanizado hecha en la gijonesa Fundición Laviada, midiendo 12 metros y compuesta de 148 piezas y 132 tornillos. Llegó a Colunga el 19 de octubre de este año, cuando ya se iniciaba la construcción de la base de piedra en la cima, a la que se subió diez días después


Las diferentes partes de la cruz fueron subidos por vecinos de diferentes pueblos de Colunga, siendo los primeros los de Gobiendes, acompañados de montañeros ovetenses y gijoneses. La primera piedra la pusieron el 1 de diciembre operarios de Llastres y Coceña, pero dado el mal tiempo, se decidió esperar a primavera para rematar la obra

Y así, el 31 de mayo de 1955, varios voluntarios de los pueblos subieron las piezas y tornillos que quedaban en lotes de cinco kilos por persona,si bien los había mayores, de hasta sesenta kilos. La Cruz de Pienzu quedó armada el 1 de junio y fue inaugurada el 18 de septiembre. En 1965 se destinaron 70.000 pesetas a enderezarla tras ser doblada por el fuerte viento


Tras esta primera "toma de contacto" con la grandiosa cara sur del Sueve, que llegaremos a ver en toda su extensión al recorrer Sorribes, nos adentramos en la biesca


A la derecha, prados en el Altu de Brez...


Robles, castaños, matos, lloreos (laureles), árboles y arbustos forman aquí la caja natural del camín


Aquí los árboles, a cada lado, forman un altísimo túnel vegetal que nos cubre...


Las ramas parecen plegarse a nuestro paso en una verdadera arcada natural


Aunque por asfalto, el camino es muy llano en este tramo, precioso de caminar, entre árboles y prados



Prado también a la izquierda, cerrado por una densa mata de arbolado a la izquierda


Fila de altos y esbeltos roblones...


No llegamos a ver, abajo a la izquierda el valle del Piloña, pero sí las alturas que lo cierran por el sur en este sector: los Montes de Pesquerín


Otro precioso robledal sobre el camín...



Hojas de castaño...


Cuetos y camperas, grandes pastizales, a la derecha, en la gran cresta de la loma de Sorribes


Yedra que cubre los troncos


Árboles ornamentales, sin duda nos acercamos a alguna casa


Salimos de las arboledas y vemos el Sueve de nuevo al norte, ante nosotros. Abajo el profundo y boscoso valle del Ríu Sardea, que nace, que nace en la vertiente norte del monte de Antayo, entre las aldeas de Sardea y La Barraca, en Cerecea, a nuestra izquierda. De frente El Cuetu (222 m)


Enfrente, al otro lado del Sardea, prados y boscajes de El Carrizal y Soviña (a la derecha), bajo El Cuetu y, justo encima más arriba, La Brañella (454 m)


Más allá de Brañella, en lo alto, el Pienzu sigue dominando el panorama


Soviña, literalmente debajo de la viña, lo que delata que, muy antiguamente, hubo en estos parajes producción vinícola, de la que no queda ni memoria. Más arriba a su izquierda (pero a la derecha de la foto) Cerecea, con sus barrios y lugares, bajo el monte La Medina (358 m), y sobre el Cuetu Miyu (254 m)


Más a lo lejos de Soviñas, casas desparramadas por L'Acebal y Sabilde


En la lejanía dos picachos nos llaman la atención: el de la izquierda, más próximo, es La Forcada o El Cotaraxu, en Collía, ya concejo de Parres, que destaca por su gran cortada entre La Rasa y El Picu'l Castiellu. Su máxima cota son los 397 metros de su extremo sur, el Picu Bandera



 En su zona central, el Picu Castiellu, existen señales de la existencia de una fortaleza altomedieval en forma cuadrangular. Está a medio camino entre Arriondas/Les Arriondes y el Sueve


Bajo él La Cuesta Fíos (294 m) a la izquierda, ya en Parres, no muy lejos del Torrexón de Fíos, otra fortaleza medieval que se supone que con la de La Forcada y otra más, la de La Peña'l Villar, sobre la capital parraguesa, formaban un triángulo defensivo


A la derecha y más lejos es el Picu Moru (549 m), sobre Mesariegos, Abajo a su izquierda el Picu Pan de Pereda (416 m)


Según avanzamos tendremos nuevas perspectivas del Sueve, Sardea, y demás barrios y lugares de la vecina parroquia de Cerecea, que se extiende bajo las altas peñas, ladera abajo


La carretera sube un poco hasta la siguiente casa, El Pindal


Ahora, volviendo otra vez nuestra vista al Sueve, vamos a fijarnos en dos cosas. Justo en medio de la foto, bajo las altas peñas calizas, hay un gran prado verde de forma digamos triangular


Los Campones, bajo el Picu la Múa o La Salgar, el Picu Tiegu y Brañamayor y, en medio, un edificio enorme, que destaca pese a la distancia


Es el Palacio de Rubianes, impresionante casona dieciochesca con altísima torre de cuatro pisos y capilla, antiguo solar del Marqués de Vistalegre y Barón de la Vega de Rubianes, de la estirpe de los Antayo, asentados aquí desde el siglo XVI y que toman su nombre del cercano monte de este nombre, como hemos dicho


Ha sido soberbiamente restaurado y dedicado a la actividad lúdica, deportiva y turística de Hotel & Golf


Aquí más cerca El Carrizal, laderas de El Cuetu, por abajo pasa el Sardea. Como vemos también en estos valles al pie del Sueve las líneas de alta tensión atraviesan el paisaje


Seto bien podado y altísimo abeto


Seguimos subiendo junto a la casa de El Pindal


Y su preciosa y ajardinada antoxana... la delantera


Siguen la cuesta y el seto



Un verdadero mirador desde el que no nos cansamos de admirar el Sueve: aquí delante mismo a la derecha de la foto, El Cuetu. A la izquierda Antayo


Otra vista de Los Campones y el Palacio de Rubianes, sobre la riega del Ríu Sardea


Hay labores de siega. Reconocemos ahora mejor a la derecha del palacio una monumental panerona


Torres eléctricas a la izquierda, línea que vemos extenderse hacia el Cuetu Miyu (254 m), otra de nuestras referencia visuales en nuestro recorrido por Sorribes


Nueva vista de Soviña con El Cuetu arriba a su izquierda. Arriba cada vez se ve mejor el Picu Pienzu con sus hermanos laterales, asomando ya las cimas de la parte oriental del Sueve hacia El Fitu


Soviña pertenece a Sorribes, pero más arriba La Naveda,El Barrial o El Fontán, son de la vecina parroquia de Cerecea


Los separa una riega llamada precisamente La Riega, en las profundidades de L'Abesal, plantadas de eucaliptos. Ahora, a la izquierda de Soviña, se va asomar el tejado de La Barraca


Más arriba de Los Nozalinos, La Berruga y La Rebollada vemos, a la izquierda, el cementerio de Cerecea y, a su izquierda a la vez, asoma el campanario de la iglesia


La parroquial de San Vicente de Cerecea, la cual conserva elementos de su pasado medieval. Se sabe pertenecía, con sus bienes, al cercano monasterio de Santa María de Villamayor, al menos desde el siglo XIV, monasterio benedictino femenino del que hablaremos más a lo largo de este camino. Su abadesa tenía pues el patronazgo del lugar y el párroco de Cerecea aportaba al convento 4 reales al año desde primeros del siglo XVI


Sigue la subida, en recto a Cá Bastiana, con el Cuetu Miyu a la izquierda


Siempre con las profundidades del Ríu Sardea a nuestra izquierda. Quizás por esto esta parroquia de llame Sorribes (sobre riberas), pues a un lado tiene las de este río y al otro las del Piloña. La mayor parte de la parroquia se extiende por una loma entre ambos cursos fluviales...


Matas de castaños, en primer término un precioso castañéu, de los muchos que vemos en Asturias, su fruto era en épocas antiguas alimento de caminantes y probes, pero también la población en general, antes de la extensión del cultivo de las patatas traídas de América...


Más allá del Cuetu Miyu destancan en la lejanía unos grandes picos calizos de caprichosas formas, son el Puertu Cuana y la Sierra Santianes, entre Cangas de Onís/Cangues d'Onís y Ribadesella/Ribeseya, donde destacan los 897 m (otras fuentes dicen 900 m) del Picu Mofrechu, que tiene a su izquierda la gran hondonada de la Vega la Escapa



A la derecha, más cerca, es el Faes (404), otro de los montes que se alzan sobre Arriondas/Les Arriondes y cierran el valle del Sella, en este caso por el este, y que tendremos en cuenta en el trayecto hacia tierras canguesas



Llegamos así a Cá Bastiana


Un caballo blanco se asoma a vernos pasar... ¿será el de Santiago?...


Atento a nuestrso pasos...


La cresta por la cuesta de Sorribes no cesa


Dejamos la entrada a la casa y seguimos la cuesta


Altos de La Espilonga. Desde La Cruz de Brez hasta Cúa Sorribes es una alargada cresta con picos como la dorsal de un dragón


Al subir se gana perspectiva: a la derecha del Pienzu asoman más cumales


Cocones (1.080 m), Les Duernes (1.059 m) o La Govieta (1.029 m)


Abajo el ya mencionado Beluenzu (1.034 m) y a su derecha Peña Corvera (946 m). Arriba a la izquda de este y del Pienzu Les Cuerries (1.144 m)


En la ladera sur del Pienzu La Paré de la Múa y, a sus pies, una braña, mayada, mayéu o majada. la del Bustacu, de la que escribe así el guía de Montaña y escritor Víctor Villa Pis en su libro El Sueve una montaña con encanto:
"La majada del Bustacu, situada a 668 metros de altitud, en las estribaciones meridionales del Sueve, posiblemente sea la majada que mejor resume las características de la montaña: amplia, hermosa, cubierta de suave pastizal, y con un abrvaderi y una buena fuente de agua potable que hay al final de la majada; a la derecha sorprende al visitante por su tranquilidad y el silencio que ofrece, solo roto, si acaso, por alguna esquina lejana, En la campera abundan en temporada el romero, la manzanilla y las clavelinas azules que aroman el aire fresco. Hasta hace unos años habitaban los pastores sus cabañas, pero ahora están abandonadas y en estado semi-ruinoso. Es posible también encontrar en ella pisadas y "camas" de jabalí..."

Entre praos y castañeos, la carretera local de Sorribes, por el mismo canto de la colina, sigue rampa arriba


Otra línea de torres de alta tensión sigue más o menos parte del trazado caminero


Al ganar altura ganamos perspectiva y nuevos paisajes se nos ofrecen, junto con sus referencias. Vamos a fijarnos ahora, por ejemplo, en las montañas que tenemos justo de frente, aquí donde el camino tiende a llanear, son todas ellas las que cierran el valle bajo del Sella, entre Ribadesella/Ribeseya y Cangues d'Onís, de las que iremos hablando reiteradamente en el transcurso del trayecto que nos aguarda, pues serán nuestros hitos camineros naturales


Y a nuestra izquierda otra grandiosa vista del Sueve, de izquierda a derecha, el Picu Tiegu, del que ya hemos hablado, el Picu Miruenu (1.137 m), La Múa (1.021 m), La Palombera (1.042 m), el Picu Maladín (995 m) con La Cruz de . Luego van, a la derecha, las cumbres de las que ya hemos hablado: el Picu Maladín (995 m) con La Cruz de María Mingo (772 m), y el mencionado Picu los Cuervos, separado del Picu Ordiyón por la collada de Campucima

Abajo el profundo surco del Ríu Sardea, siempre paralelo a nosotros, con Soviña enfrente


Estas fotos son con la luz de la mañana: la impresionante vista del Sueve bajo La Collada, Tardamoñes (764 m) o el Picu los Cuervos, ya citado. Vemos Sardeda y otros lugares pertenecientes a Cerecea: arriba Paraes, La Teyera, Comartoriu y La Collada. A su izquierda Güeyu'l Ríu y El Valle, más a la izquierda y en la ladera, L'Urullán, abajo en la falda de El Cuetu otra vez La Carrizal, y arriba a su izquierda el Palacio de Rubianes bajo Los Campones y Brañamayor


Otra buena vista del Palacio de Rubianes. Ahora le da la claridad a la alta y robusta torre de la casona


Más a la izquierda el Cuetu Ordiyón  está separado del monte Antayo por la collada de e Caldevilla y la Salgar


Bajo Antayo divisamos, ahora sí, el Palacio de Cutre, que hemos pasado muy cerca de él, entre La Trapa y Brez, pero sin verlo (a no ser que fuésemos a alojarnos allí naturalmente


El Palacio de Cutre aprovecha un rellano en la ladera del Antayo que da vista por un lado al valle del Piloña por Villamayor, y por otro a este valle del Sardea y al Sueve


En su origen fue un torreón bajomedieval que, al igual que el de Miyares y otros que estamos viendo en esta ruta, como el de Niévares en Villaviciosa, al ir perdiendo su valor defensivo o de dominio feudal del territorio, fue transformándose en casona de linajudas estirpes a partir del siglo XVI, añadiéndosele además nuevas dependencias entre los siglos XVII y XVIII


Allí en lo que fue la torre se le quitaron las almenas para dejarla al nivel de los demás edificios, aunque algunas partes conservan los huecos de las saeteras. El entorno, eso sí, se rodeó de muralla almenada para poder servir como ocasional baluarte


El escudo de la casona, que no nos parece reconocer desde aquí, es de los González Cutre, dueños del lugar hasta 1822. Su capilla particular estuvo bajo el patronazgo de San Cosme y San Damián, para posteriormente pasar al de Nuestra Señora de la Encarnación, todo ello bajo la mayestática figura emblemática de un carbayón, dicen que lo mismo tan antiguo como este histórico caserón, actualmente habilitado como hotel y prestigioso restaurante


Un poco más allá, la casería de El Pixuecu


Más al oeste La Cuesta Miyares (393 m), bajo el que hemos pasado caminando por Miyares y La Goleta. Más en la distancia el Picu Viyao (575 m), otra gran referencia geográfica e histórica en el Camín a Cuadonga, sobre el valle de Borines y junto a los altos de Anayo. Aquí cerca bajo nosotros Cá Bastiana y la carretera Sorribes, por donde acabamos de pasar


Más allá de Viyao la muy reconocible silueta del Monte Incós (578 m) en Cabranes, bastante más apartado de la ruta pero del que también hemos hablado bajando de Anayo


Pero ya que estamos arriba, a unos 200 metros de altura, en la parroquia de Sorribes, vamos a mirar de frente


Y de frente a lo lejos el Monte Caravidales con el Altu les Camperes (284 m), ya en la parroquia de Castiellu, conceyu de Parres. A nuestra izquierda el Cuetu Miyu con la casa de L'Acebal en su ladera, que cae hacia El Prau y La Cabaña, en las profundidades del Sardea


Entre los dos los altos de La Peña y La Teyera



En primer plano La Berruga y la Teyera, en segundo plano La Peruyal y La Venta, en Cuadroveña, uno de los posibles enclaves donde ha querido verse la capital, o una de los asentamientos importantes de los indómitos vadinienses en una pretendida Vadinia. pero podría ser también un quattor finia (cuatro límites)



Seguidamente seguimos viendo el Faes y a lo lejos el Monte Santianes con la Vega la Escapa y el Picu Mofrechu


Más cerca asoma, pero muy poco, detrás de la loma de La Berruga, la Peña'l Villar (291 m), asentamiento de otra de las fortalezas altomedievales que guardaban esa línea entre el Sella-Piloña y El Sueve. En la Guerra Civil fue puesto de defensa de la ya  indefendible línea republicana del Sella en el asediado Frente Norte tras la retirada luego de la Batalla del Mazucu, la malograda Línea del Sella. A lo lejos la picuda Corona'l Castiellu (544 m)


La carretera, bastante llana, hace una curva y, como decía un antiguo eslogan turístico, en Asturias, tras cada curva hay un paisaje


Miramos otra vez al cercano Monte Carvidales con su cima de Les Camperes (en medio de la foto, sobre el valle del Sardea), pero ahora vamos a mirar a su derecha


Y a su derecha, en la lejanía, se ve una referencia montañera y caminera muy importante, el Picu l'Arbolín (573 m), que tiene en realidad tres cumbres, también llamada La Peñe l'Ornia, está justo encima a la izquierda de Cangas/Cangues


Volviendo al Monte Caravidales y a su cima de Les Camperes, a la izquierda de la foto, hay unas casas, así como abajo a la derecha, son de Castiellu, en la parroquia de este nombre, concejo de Parres, que debe su nombre a la existencia de un castro prerromano, pendiente como tantos otros, de estudios serios y excavaciones arqueológicas


Por su parte, para los cangueses el Picu l'Arbolín viene a ser uno de sus montes emblemáticos, se colocan belenes de cumbres y se organizan excursiones y carreras de montaña. Detrás de él está el Monte Onao (521 m) y a su derecha Trescelangos 466 m)


Y por este trayecto tan llano seguimos avanzando por esta ladera, próxima a la cima de esta llomba de Sorribes


Llegamos a una pumarada...


Y a una bifurcación, la de La Espilonga, otro de los barrio de Sorribes


Nosotros vamos a la izquierda, por el camino principal


Seguimos bajando junto a los manzanos...


Nuevo cruce y vamos a la derecha, en curva


Y en la curva ya tenemos una excelente vista de Sorribes, la cabeza de esta parroquia, en la misma cresta de esta loma


Las casas se extienden allí algo más concentradas y a los bordes del camino, subiendo a El Cotal



Más allá de El Cotal, La Cuesta o Sierra Bodes, cuya cima es el llamado Picu Masaltu (701 m). Poco más baja, al lado, La Cuesta Bodes (695 m). Por esas cimas va la Ruta de las Peregrinaciones (G.R.105), que va a Covadonga procedente de Oviedo/Uviéu, también con ramal desde Mieres



La Cuesta Bodes cierra por el oeste el valle del Ríu Beleño, mientras que la Sierra de Tospe, que se ve un poco más allá, lo cierra al esta, separándolo del del Sella. En la lejanía asoman una vez más a nuestra vista los legendarios Picos de Europa y sus domiles...



A la derecha, más próximo, El Cornión o macizo occidental, coronado por los 2.596 metros de Peña Santa, Peñasanta o La Peñesanta. Fue, un gran enamorado de Los Picos el montañero y escritor José Ramón Lueje, que en su obra Los Picos de Europa escribe:
"El elemento petrográfico acusadamente predominante en la formación de los Picos es la caliza dinantiense, la llamada 'caliza de montaña', del carbonífero inferior y, junto a ella, en proporciones muy inferiores, por la parte boreal del Macizo y como presentada más bien en fajas, se encuentra la cuarcita armoricana, las areniscas del hullero superior, el mármol grioto rojo, y la pizarrilla o cayuela. Pero, lo verdaderamente excelso de estas montañas, toda la zona bravía de las Torres, está enteramente modelada en la alba y refugente caliza carbonífera"

Las impresionantes moles de Peña Santa en lontanaza. José Ramón Lueje escribe de las rutas a esas míticas cimas de sagrado nombre, Torre Santa, Torre de Santa María...
"El Jou Santu y las Peñas Santas. Es la excursión del máximo interés montañero, ya que permite presentarse en lo más interno de macizo, y ante sus supremas cimeras. Es la travesía del grandioso circo del Jou Lluengu, médula de la Peña; y del Jou Santu, su prócer solar donde se yergue buscando el infinito, la augusta Peña Santa y las Torres más perfiladas de su rendido cortejo"


Esta es una foto de principios del verano, cuando aún puede haber nieve en las alturas. Escribe también Lueje que:
"En los actuales tiempos, ya no hay glaciares vivos en los Picos de Europa, porque la línea que delimita su desarrollo e invasión, se halla a un superior nivel del que alcanzan sus mayores altitudes, Mas sin embargo, se puede decir que, por los resguardos de los más altos encumbramientos del sistema, sí existen nieves perpetuas. Como por el Macizo Central, que se tienen las del considerable nevero del Hoyo Trasllambrión; las del igualmente bien importante del Hoyo de Cerredo; y las del, ya más recortado, que se conserva por las umbrías del Neverón de Urriellu. Y como también por el Cornión, que hay por lo cimero del Jou Santu, la gran lengua del bien conocido Neverón de la Forcadona; y, a la caída del septentrión de la Torre de Santa María, el no menos renombrado de la Cemba Vieya. Campos de nieve todos, que podrán sufrir en años de estíos secos y prolongados, sus mermas más o menos intensas, pero que siempre se pueden ver allí permanentes,continuos, sin agotarse"


Es el Cornión el macizo situado justo encima de Cuadonga, final de esta ruta pero, como decimos y recalcamos, comienzo de otras, como los caminos a Santo Toribio de Liébana, por ejemplo, atravesando los picos por sus pasos naturales y valles interiores



Más a lo lejos, el macizo central, o mejor, Los Urrieles, donde está la montaña más emblemática de los picos, el Picu Urriellu (2.519 m) mal llamado Naranjo de Bulnes, y la más alta de toda la Cordillera Cantábrica, Torrecerredo o Torrecerréu (2.650 m)



La carretera serpentea siguiendo la sinuosidad de la ladera bajo La Espilonga para entrar en Sorribes, cabeza de la parroquia


Las casas se extienden casi todas a los lados del camín, a excepción arriba de las de la cima de El Cotal, como su nombre indica, la cota más alta, ligeramente un poco más apartadas sobre él


Luego de El Cotal se inicia la bajada a La Torea y Les Vallines, que se prolongará hasta Cúa, justo antes de cruzar el río Piloña


De las casas a la izquierda se extienden prados y setos silvestres (matos o sebes) hasta el mismo río Sardea


Las profundidades de La Escosura, abajo del todo


Encima de La Escosura La Peña, más arriba el monte Faes, que se alza sobre Arriondas/Les Arriondes, la capital parraguesa el río Sella y, más lejos, otra vez el Mofrechu, con Matarredonda (859 m) y otros altos picachos de la serranía. A la derecha Les Camperes y Monte Caravidales


Según seguimos la curva contemplamos este magno paisaje


Luego un poco de recta entre las fincas


Este cruce, donde hay una marquesina de autobús, también comunica con La Espilonga. Nosotros seguiremos de frente


Atención ahora a una importante bifurcación delante de este chalet


Esta bifurcación es importante: el camino sigue de frente, pero a la derecha un ramal nos permitiría conocer, a los amantes de la historia y el arte, dos monumentos de interés, la iglesia parroquial de San Pablo de Sorribes y el Palacio de Sorribes. Dada su relación con la ruta, sobre todo la iglesia, vinculada a un antiguo monasterio existente en Sotu Dueñes, de donde salieron materiales para su construcción, tal como se hizo también con la capilla de San Martín de Escoto (Llames de Parres, al lado del camín), vamos a dedicarles un apartado especial:
 LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN PABLO Y EL PALACIO DE SORRIBES 
(fuera de la ruta señalizada)
Portada románica de San Pablo de Sorribes
La iglesia parroquial de San Pablo de Sorribes, muy cercana del palacio, es un templo de una sola nave que conserva varias piedras procedentes de un extinguido monasterio medieval que tuvo solar en Sotu Dueñes (del que hablaremos en siguientes capítulos). 

Estas piezas tienen mucho interés al ser románicas, están formadas por la portada sur, el arco triunfal del altar, un canecillo de los que sostienen los salientes del tejado y otros elementos ornamentales. Sin duda lo más llamativo son los capiteles que sostienen los arcos de la portada sur encima de los fustes o columnas, capiteles cincelados en piedra blanca, con temas vegetales y aves

La fábrica de estos elementos es comparable a la que tienen otros templos de los alrededores: Santa María de VillamayorSan Miguel de CofiñuSan Pedru Villanueva y algunas más, lo que lleva a pensar en un antiguo taller de maestros canteros que realizaba sus trabajos por los santuarios de la comarca
Palacio de Sorribes
El Palacio de Sorribes es un edificio rctangular de grandes dimensiones y una altura detres pisos, con sótano debajo. 

Viendo la fachada delantera comprobamos que la puerta principal tiene una enmarcación adintelada, con columnas y dos ventanas laterales. Toda su fábrica demuestra claramente que fue construido en el siglo XVIII



 En el segundo piso hay tres grandes balcones y en el tercero dos pequeñas ventanas cerca del alerón del tejado. El resto de sus fachadas presentan voladizos y ventanales. Dispone de capilla particular, donde está inscrita la fecha de construcción: año de 1734.
-Si acaso deseásemos desviarnos para visitar estos lugares, podríamos luego, desde El Palacio, seguir de frente por el Camín de les Escueles, enlazando luego con este a un kilómetro de aquí-

El camino propiamente dicho, repetimos, sigue adelante por el canto de esta loma entre dos valles


A la derecha, en lo que es la bajada a la iglesia, veremos en algún momento algo del valle del Piloña


En concreto unas casas, una pequeña parte de Sevares o Sebares, pues se escribía de las dos maneras, hasta en la escuela, según cuentan los vecinos, y en la estación. Últimamente se había extendido el uso de v pero se ha oficializado el topónimo con b


Desde el siglo XIX con la carretera (actual N-634) y el ferrocarril, la población se extendió a lo largo de estas vías de comunicación, siguiendo un poblamiento lineal paralelo al río Piloña, a partir de un núcleo originario en el lugar llamado El Pueblu, a 140 metros de altura, en un lugar donde hay señales de asentamientos desde tiempos de Roma


En la Edad Media aparece un documento, fechado en 1090, por el que un tal Elo Gutiérrez dona el "monasterio de San Pedro de Sevares"a la mitra ovetense de San Salvador. Recordemos que por entonces monasterio no significaba siempre un gran edificio, sino muchas veces una pequeñísima comunidad monacal, a veces incluso solamente una familia acogida a un voto religioso. En 1383 Juan I dona el territorio, llamado "fuero de Sevares" a este mismo obispado. Un documento anterior, del siglo X, por el que Ramiro II confirmaría esta donación de Sevares a la Iglesia realizada por sus antepasados, puede ser una falsificación posterior del célebre Libro de los Testamentos del obispo Pelayo


El despegue económico de Sebares aconteció, como hemos dicho, con la carretera y el ferrocarril, inaugurada su estación el 10 de junio de 1903 con el tramo de la Compañía de los Ferrocarriles Económicos de Asturias. Favorecida por esas buenas comunicaciones, y para aprovechar la riqueza láctea del concejo, Manuel Granda, emigrante a México retornado, funda hacia 1929 una fábrica de queso que, acabando ya la contienda, y tras luchar su fundador, por circunstancias, en ambos bandos, se asocia en febrero de 1939 con los industriales catalanes Massanes i Grau MG, fundándosse la Reunión de Industrias Lácteas (RILSA) para abastecer el mercado catalán, que en 1968 sería absorbida por Nestlé


Manuel Granda Joglar fundaría también en 1940, con sus socios catalanes, en el cercano Villamayor la Granja Asturias, produciendo dulces, caramelos y sidra que, al entrar en crisis en 1950, hace que Manuel pida ayuda a sus socios catalanes

Acude entonces el industrial Enric Bernart Fontlladosa, quien propone dejar los más de 200 productos comercializados hasta entonces y especializarse en un solo y novedoso producto, un caramelo con palo, nada más ni nada menos: nacía el Chupa Chups, una muy importante empresa de la que hablamos en el episodio anterior de esta ruta, cuando veíamos Villamayor desde La Goleta, incluyendo el amargo final, cuando los herederos de Bernart la vendieron a una multinacional, cerrando a los pocos años esta planta en Piloña




Un trozo muy importante de la historia del concejo y de Asturias entera que se fue...


Por aquí empezamos la subida a El Cotal


Vemos el jardín detrás de estas casas...


Ahora a nuestra izquierda nuevas vistas paisajísticas, ahora a la izquierda, al norte


El Cuetu Miyu en primer término, a la derecha de la foto


A su izquierda Sardea, al pie del Sueve, majestuosa serranía que desde el mar se adentra en el interior. Su topónimo habría querido buscarse en el pueblo de los suevos, que quizás hubiesen tenido en él un limes, dominando la franja costera del noroeste peninsular, pero cobra más fuerza ser una evolución de Iovis, Júpiter, padre de los dioses del panteón romano, para ser exactos sabino, pero en origen divinidad guerrera de tormentas y relámpagos, tal vez como la local céltica Taranis, mitos cristianizados en santos como Santa Bárbara y Santiago y popularmente evolucionados en el nuberu, genio astur de las nubes, los truenos y la tempestad, que desde estas alturas arrojaba sus granizos sobre los pueblos y campos de la contorna, siendo a veces conjurado tañendo campanas (a veces para disgusto del párroco, que lo consideraba paganismo), lanzando alpargatas de espaldas o poniendo cuchillos sobre la mesa con el filo hacia arriba, pues por todo ello se decía...
Sentáu nel Picu Pienzu
mirando taba un nuberu
qu'esconxuró'l señor cura
antes llegare al eru

Volvemos a ver la iglesia de San Vicente de Cerecea, si bien ahora un poco más, con el cementerio bajo el pórtico. En ello  tenían privilegio los Antayo, marqueses de Vistalegre. En el Diccionario de Madoz (1845-50) se señala que recorre la parroquia un camino real que comunica Ribadesella/Ribeseya con Oviedo/Uviéu


Abajo La Naveda, arriba barrios y lugares de La Sementada, El Gorgoyu, Navariegu, Cotu Mayor, Peñes Blanques. A la derecha Tresagüeli, Paniceres y las camperas de La Medina, con La Casa l'Otru. Por poco no llegamos a ver Robléu, acceso directo al Picu Tiegu. Más arriba el onmipresente Picu Pienzu con su línea de cumbres: a la izquierda Les Cuerries y Les Corripues, a sus pies el Beluenzu, a la derecha Cocones, Les Duernes y La Govieta. A la derecha abajo otra majada, El Bustacu, acceso al Pienzu desde El Fitu


Por allí está La Biescona, entrada al Sueve por la otra vertiente, por Caravia, en la costa, sobre la que nos parece reconocer, asomando un poco el Picu Babú (929 m), a donde antaño subían los mozos y mozas al ritual de ver bailar el sol la alborada del día de San Xuan


Más a la derecha Peña Corvera (923 m), bajo la majada de Megullines, también en la ruta del Fitu al Pienzu. A su derecha el Cantu la Teya (728 m), Los Arrudos (670 m) y La Peña Poares (629 m). Debajo, en la ladera, vemos una población muy importante, Cofiñu, en el concejo de Parres, topónimo vinculado al latín confinium, límite común


En Cofiñu tiene su sede la Junta de la Mancomunidad Administrativa del Puerto del Sueve, que regula el aprovechamiento de los pastos de la sierra. Si nos fijamos, abajo hay un gran caserón, fue el Palacio de los Caneja, actualmente hotel-restaurante PuebloAstur


Más arriba hay otra gran casona, la de Lafuente, con panera y cuadras. Abajo a la izquierda está la iglesia parroquial de San Miguel de Cofiñu, barroca del siglo XVIII, pero hecha con los materiales de una anterior medieval, de estilo románico, de la que se conservaron algunos elementos sueltos que la relacionan con un muy importante taller de maestros canteros, que trabajaron y tuvieron establecimiento en el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva, en tierras canguesas junto al Sella, que visitaremos en esta ruta


Este taller habría trabajado en otros templos asturianos, como el cercano de Santa María de Villamayor, del que habrá que hablar próximamente, así como del ovetense San Esteban de Sograndio, tenido como el más relevante, luego del que hizo la Cámara Santa en la catedral de San Salvador de Oviedo/Uviéu, de todo el románico asturiano


Pasamos junto a la corralada o corrada de las casas de nuestra derecha...



El perro, ladrador, parece un tanto incomodado por nuestra presencia, turbando la paz de la quintana


Seguimos subiendo entonces esta cuesta de El Cotal


A nuestra derecha, en plena subida unas cuadras


Al pasarla ya casi estamos en el alto...


Vamos a asomarnos a aquella portiella


No vemos desde aquí ahora Sevares, pero sí las montañas que se extienden al sur


Primeramente el Picu Priede, entre los ríos Color y Tendi, a 619 metros de altura. A su izquierda y al otro lado del río. Más a la derecha el Picu Torre (828 m), el más alto de la Sierra Pesquerín, en una serie de cumbres conocidas como Los Picos d'Abla. Más lejos la Sierra Aves, entre Piloña, Casu y Ponga, uno de los ultimísimos reductos de el gallón, el urogallo


Pasamos una cuadra, con cobertizo anexo para el cuchu, el estiércol


Y ya vamos llegando al alto...


Aquí siempre llama la atención esta casa a la derecha...


Cortafuegos, galería,, columna en el portal, cerrado con seto y flores de vivos colores


Enfrente hay un cobertizo y una bifurcación. El camino sigue por la carretera, pero en el cruce está uno de los dos miradores existentes en El Cotal, mirando al Sueve



Vamos a acercarnos pues a este mirador antes de seguir camino


Letrero con el nombre del barrio


A la izquierda las casas de L'Acebal y monte La Güesal, a la izquierda el Picu Moru, encima del letrero La Peña'l Villar y, más arriba, La Corona'l Castiellu


En medio de este mirador con área de descanso unas mesas de madera con bancos



Y una fuente, un lugar ideal pues para sacar el bocadillo


El Sueve, su parte sur-occidental, con Antayo y el Cuetu Ordiyón a la izquierda


Luego toda la impresionante línea de cumbres cual inmensa muralla caliza que separa la costa de estos valles del interior de Asturias


De frente Cuetu Miyu y a lo lejos seguimos viendo Cofiñu


Como ya dijomos, es un topónimo cuya raíz parece ser el confinium latino (límite común), un confín ancestral, tal vez antiquísima linde de pastos, tal vez frontera entre clanes prerromanos de luggoni y orgenomescos y vadinienses, o los dos



Los luggoni eran astures y su nombre quiere decir "hijos de Lug", la principal divinidad céltica, mientras que los orgenomescos serían cántabros que, si atendemos a su raíz lingüística, del céltico org-no (golpear, saquear, matar), y mesk (locura, borrachera), serían "los que se embriagan en la matanza"


Allí apareció en 1876, localizada por un vecino que labraba la tierra, la estela de Ammia Caelionica, a quien su padre S. Corcia, de la gens de los penios le dedica este monumento, advocando a los dioses manes, como en la de los ablaidacos o de Antonio Paterno en Borines, de la que tambiénablamos, y finalizando con el nombre de los cónsules gobernantes en Roma, Póstumo y Victorino, lo que ha permitido fecharla en el año 265 de nuestra Era, la cual, incluyendo la parte superior, perdida, y además, poniendo entre paréntesis las letras que faltan en las abreviaturas al uso en estas estelas, dice así:
M(onument)VM
P(ositvm dub)VS M
ANIBVS S CORCIA O
NNACAV AMMIA I I
CAIILIONICA II . I I X
GINTII . PIINIORV
ANNO , XV
PATIIR . FILIA I I (aquí va un disco solar)
         POSVIT
DO . NO - POS .
I I . I I T . VICT . COS
 Su traducción podría hacerse de esta manera
"Monumento consagrado a los dioses manes. Scorcia de los onnacos a Ammia Caelionica, perteneciente a la comunidad de los pentios, de 15 años (de edad), el padre a la hija lo erigió siendo cónsules nuestro señor (emperador) Póstumo por cuarta vez y Victorino"

 El uso del disco solar en muchas estelas es una alegoría de la unión del alma con la divinidad, representada por el sol, el llamado "proceso de solarización". En su trabajo Muerte y ultratumba en las inscripciones romanas de Asturias, el prestigioso profesor Narciso Santos Yanguas habla de ello:

"Un caso especial lo constituye la estela funeraria dedicada a Ammia 
Caelionica por parte de su padre, al contar justamente con una representación del 
disco solar en la parte derecha de la misma; tal vez lo más expresivo de esta 
figuración corresponda a su ubicación inmediatamente después de la palabra filiae, lo que puede interpretarse precisamente en el sentido de que el objetivo de la misma estribaría en servir de acompañante al alma de la difunta en su peregrinar hacia la otra vida, donde la serviría como referente de regeneración tras la muerte"

En un párrafo similar abunda el investigador:
"... el aspecto más sobresaliente de este documento, desde el punto de vista de nuestra investigación, lo hallamos en esa figuración de un 
pequeño círculo al final de la cuarta línea del campo epigráfico (...) 

Dicha iconografía parece relacionarse directamente con la vida de ultratumba, de manera que el disco solar (situado junto al término filiae, es decir la 
difunta) acompañaría su alma en la andadura que le esperaba en el más allá iluminando sus pasos."

Y en un artículo dedicado a esta estela en su trabajo Representaciones solares en la epigrafía romana de Asturias leemos otro de sus muy apasionantes textos:
"Este documento, descubierto en Cofiño (Parres), está fragmentado en su parte superior en dos (posee una altura de 52 cms. y una anchura de 37): la de la esquina derecha, hoy desaparecida, estaría unida todavía cuando fue dada a conocer por Fernández Guerra, aunque es posible que estuviera separada ya en el momento de su hallazgo; el campo epigráfico se encuentra rodeado por una línea apenas marcada como una silueta (posiblemente la figuración de una casa), por lo que podría identificarse con la representación de la morada de la difunta tras su fallecimiento, enlazando de esta manera con el disco solar al final de la línea octava

Dicha peculiaridad, en contradicción, al menos aparente, con la fecha de las inscripciones de un ámbito geográfico en el que, por esos mismos años, descubrimos el arraigo de la llamada era consular, se concreta en el 267, coincidiendo con el momento en que se data la usurpación de Póstumo como uno de los emperadores del Imperium Galliarum (260-269), cuyo control territorial parece haberse ampliado al norte peninsular ibérico

 Ahora bien, el aspecto más sobresaliente de dicho monumento se corresponde con esa representación de un círculo de dimensiones reducidas al final de la octava línea (...): todo parece indicar que dicha figuración se vincularía con la vida de ultratumba, de modo que el disco solar, ubicado tras filiae (la difunta), acompañaría su alma en la andadura del inframundo y haría posible su regreso de nuevo con el amanecer diario"

Extasiados con estos paisajes e historias del Sueve, seguimos hasta el siguiente mirador, situado solo unos metros más adelante


Volvemos a la carretera y seguimos caminando al pie de los prados de El Cotal


Ya lo vemos aquí delante, un poco más allá del árbol, a la izquierda


Está ahí en el cruce con un camino que baja a las fincas...


Pasamos el cruce con ese camino y seguimos por la carretera hasta el mirador


Es un verdadero balcón natural que aprovecha esta pequeña explanada al lado de una curva


Fue inaugurado hace unos años con los auspicios de la Tertulia Cultural El Garrapiellu, tiene un par de bancos estilo parque, muy cómodos para descansar la espalda mientras admiras el paisaje


No vamos a repetir demasiado ya lo que hemos visto y vamos a seguir viendo, pero al oeste siempre el Monte Caravidales con su cima de Les Camperes y la línea de cumbres del Sella, cerrando su valle bajo por el este


Bajo el Caravidales el Ríu Sardea da sus aguas al Cúa poco antes que este a su vez desemboque en el Piloña


Más a lo lejos el Picu l'Arbolín, que ya parece darnos el aviso de la cercanía al concejo cangués


A la izquierda a lo lejos, el Faes,el Mofrechu, Santianes, y aquí cerca La Peña (202 m), este monte sí en Piloña, parroquia de Sorribes, casas de Sabilde y La Riega, además de abajo, La Escosura



La Escosura, en el fondo de este valle del Sardea...


Más allá a lo lejos La Forcada o el Cotaraxu a la izquierda, el Picu Moru a su derecha...


La que se ve un poco mejor ahora es La Peña'l Villar, que está sobre Arriondas/Les Arriondes, la más cercana


Al fondo, La Corona'l Castiellu


Parajes de leyenda, detrás horadados por una inmensa cantera


Más a la izquierda otra fantástica panorámica del Sueve, con La Cuesta Fíos bajo el Picu Pienzu


La gran falda de Cercea...


Ya al oeste el Cuetu Ordiyón, Antayo y La Cuesta Miyares...


Y aquí Sorribes, las casas que acabamos de dejar atrás


Y arriba otro de sus barrios, La Espilonga


La Espilonga, junto al que pasábamos, sin verlo, subiendo desde Brez



Y tras los bancos, la carretera y El Cotal


Un lugar de suma placidez


Pero el camín nos reclama y hemos de volver a él...


Y así desde este mirador iremos marchando de El Cotal. En este prado a la derecha se celebraba tradicionalmente el Festival del Arroz con Leche de Sorribes


Ya hemos avisado que aquí empezamos una larga bajada, paulatina, que no acabará hasta Cúa, ya en la frontera con Parres


Empezamos a bajar, suavemente y poco a poco...


El tiempu la yerba...


Como ya hemos avisado, saliendo de El Cotal empezamos una bajada que no se detendrá hasta Cúa, ya en la frontera con Parres


Al fondo de frente, en un cueto, otro barrio de Sorribes, El Robedal


Explanadas de aparcamientos entre estas casas, algunas de ellas dedicadas al turismo rural, las Caserías de Sorribas


Hemos llegado al barrio de La Torea


A la izquierda Casa Angel  y Marina


Aquí el camino sigue de frente cuesta abajo por la carretera


Pero a la derecha hay otro buen mirador


Es un pequeño terreno cerrado, pues es privado, pero podemos asomarnos al lado, para bien contemplar estas esplendorosas vistas, aquí ahora al sur


De frente al oeste El Robedal, con sus casas concentradas en la cima de un cueto, a 203 metros de altura, sobre Sebares y el valle del Ríu Piloña



Ahora ya estamos de frente a la preciosa Cuesta Bodes y a su lado derecho, La Frecha con El Reborión


Aquí abajo asoman otras casas de Sevares, alguna con notable historia


Allí está el cruce de la N-634 con la AS-339, carretera a Sellañu y Beleño (Ponga), está la Casa de Los Llanos, sita en el barrio de este nombre que, según reseña el muy recomendado catálogo de Casonas de Indianos se construyó en 1914 (si bien en la fachada pone 1924) para un indiano apellidado López que hizo las américas en Cuba.


 Se habilitó como cuartel en la Guerra Civil y parece ser fue también escuela. En el bajo hubo tienda y, posteriormente, carpintería



Hemos de recordar que en Sebares o Sevares nació uno de los grandes gaiteros asturianos de todos los tiempos, José Remis Vega, El Gaiteru Margolles. De él escribíamos en su día esta biografía...
    "JOSÉ REMIS VEGA: EL GAITERU MARGOLLES Y GAITERU DEL REY
José Remis Vega, más conocido como El Gaiteru Margolles, nació en Sevares en el año 1885. De muy niño conoció las penurias de no tener ni siquiera domicilio para vivir, pues sus padres eran vendedores ambulantes que recorrían los pueblos, siempre en movimiento de un lado a otro. Nada más con nueve años abandona esta vida nómada, ilusionado en ganar dinero para comprar una gaita que le permitiese dedicarse a la que ya era para él su máxima afición. Marchó a Palencia a trabajar a una teyera o cerámica de tejas y ladrillos. De allí, y después de un verano entero, retornó a Asturias a hacer realidad lo que hasta entonces era únicamente un sueño. 
Compró una gaita en Colunga y empezó a tocarla su manera, ya que, al igual que la mayoría de los gaiteros de aquel tiempo, la formación era plenamente autodidacta. Comenzó a hacerse conocido por fiestas y romerías, magüestos y  esfoyaces, labrándose poco a poco un porvenir dedicado a la gaita. 
Parecen irle tan bien las cosas que se casó joven, a los diecisiete años, con una moza del pueblo de Margolles, conceyu de Cangues d'Onís, llegando a tener una familia de nada menos que trece hijos, los cuales de mayores acompañarían a su padre haciendo de tamboriteros en largas giras que duraban varias semanas, por todas las fiestas del oriente de Asturias. Su fama y buen hacer llegarían a oídos de la corte de Madrid. El rey de España Alfonso XII estaba deseoso de tener un gaitero oficial en el palacio real, pidiendo que le presentasen, para este cargo, "al mejor de Asturias". De Asturias le mandaron dos, para que escogiese entre ellos la propia Casa Real: uno era Ramón García Tuero "El Gaiteru Llibardón" y el otro José Remis Vega "El Gaiteru Margolles": eligieron a este último. De esta manera José Remis pasaría a residir varios años en Madrid como gaitero oficial de los reyes de España, tocando en fiestas, recepciones y toda clase de actos oficiales. 
Cuando volvió a Asturias se dedicó a fabricar gaitas, llegando a hacerse un consumado artesano-constructor de renombre y calidad. A lo largo de sesenta años seguidos tocó en la procesión de la Santina de Cuadonga, el día 8 de septiembre. Falleció en Xixón en el año 1963, la escuela creada por él siguió siendo la más prestigiosa entre las de los gaiteros tradicionales
 Tuvo muchos discípulos, pero de todos ellos destaca la figura de uno de sus hijos, de aquellos que le acompañaban de romería en romería: José Remis Ovalle, Gaiteru Mayor de España"

Fijémonos ahora en unas casas un poco más arriba, justo encima de Sevares y en la ladera de La Cuest Bodes


Caldevilla, el camino pasará un poco más abajo, por Villar de Güergu, también perteneciente a Sevares. En el lugar fueron localizados, durante las obras de la carretera, restos de un tepidarium de baños tibios y un caldarium de baños calientes, pertenecientes a termas romanas


De frente más a la derecha Samalea y Priede


Samalea, otra aldea de la parroquia de Sevares, sobre el valle del Ríu Tendi


A la izquierda de Samalea La Portiella. A lo lejos la Sierra Resellón (774 m)


Tras echar un vistazo en otro de los miradores de esta ruta, continuamos camino en La Torea


Placa del barrio entre la yedra de un muro


Aquí una buena explanada de aparcamientos


Y a la derecha otro buen mirador sobre el valle y ante las montañas del sur de Piloña


El Robedal y los Picos de Europa


Es un estilo de casa mariñana con piso alto, esto es, portalón en medio, cuartos a los lados. Aquí, al tener planta alta, esta con corredor. El nombre técnico de mariñana no quiere decir necesariamente de la misma costa, ya que abundaban mucho en el interior, más bien que, los primeros que las estudiaron, se basaron en modelos de Les Mariñes de Villaviciosa


Fijémonos en el muro de un cuarto a la izquierda del corredor


Se ha dejado a la pista de qué está hecho, de esquirpia, esto es, un entrelazado de varas de avellano. Es posible que se tratase de un cuarto añadido a la estructura original, de pìedra de mampostería en los muros y de cantería en los vanos y esquinas


Enfrente, la antigua cuadra, también de piedra y aprovechada para alojamiento rural


Al pasar la casa vemos esta estupenda finca... otro mirador más hacia el Sueve y La Escosura


Una vieja muria de piedra la separa del camino. Al fondo el Cuetu Miyu


Recordamos lo que escribe Víctor Villar Pis en El Sueve una montaña con encanto:
"El Sueve es un sistema montañoso prelitoral, separado de las estribaciones de la Cordillera Cantábrica por el valle del río Piloña y de la costa por una estrecha llanura litoral. Tiene una disposición ligeramente inclinada respecto a la línea costera, con una alineación NE-SO. Su distancia más corta al mar, en el extremo NE, es de unos 4 kilómetros. Su longitud en línea recta es de unos 12 kilómetros y su anchura varía entre los 6 kilóemtros de su parte más ancha y los 2 del extremo más meridional"

Y prosigue:
"En conjunto comprende una superficie aproximada de 80 km2. La altura máxima se alcanza en el Picu Pienzu, con 1.161 metros de altitud, lo que la convierte en una de las cimas europeas con mayor relación entre su altitud y su cercanía al mar"

Más abajo, la biesca, el bosque autóctono que cae a La Escosura



Seguimos recto ahora en la misma cresta de la montaña entre el Sardea y el Piloña, la llamada geológicamente "espina dorsal cretácica" de Sorribes


Y ya vamos de frente a El Robedal, donde hay una bifurcación


Nosotros seguiremos a la izquierda, continuando la bajada, dejando arriba las casas


Atención a las señales


Prados y árboles a ambos lados, en la ladera por la que discurre el camino en un trecho llano


Accesos a las fincas...


Volvemos gradualmente a bajar hacia el valle...


Cuetu Miyu a la izquierda


Ya en el siglo XIX. el pionero de la exploración de la montaña asturiana con los actuales criterios científicos, el geólogo alemán Guillermo Schulz, afirmaba que en días claros desde el Picu Pienzu puede verse toda la costa cantábrica, desde el Cabo Ortegal en Galicia hasta Vizcaya. A mí personalmente siempre me pareció exagerado, pero desde que he visto fotos de la Cordillera Cantábrica desde Guadarrama, o de los Alpes desde los Pirineos (hechas en días claros y sin nubes, brumas ni contaminación), ya no me parece tanto


Del Sueve también escribe, cómo no, el gran montañero José Ramón Lueje en su Guía de la Montaña asturiana:
"... Macizo del Sueve, al que los lugareños limítrofes son en llamar PUERTO DE SUEVE, denominación quizás no muy procedente y ajustada, pero que es la original y primigenia y que es la que también aparece en todos los mapas antiguos y modernos. Sueve fue pretéritamente Sobe, topónimo que se asevera estar derivado de Iove, el dios Júpiter de la mitología romana"


Pasamos al pie de las casas de El Robedal...


Las torres de alta tensión, cruzando el valle en varias direcciones


La Forcada o Cotaraxu y Picu Moru, otras de nuestras referencias



Si bien ahora, según vayamos bajando, iremos dejando de verlas... al menos mientras recorramos el valle


Abajo, en valle del Sardea, una cabaña solitaria, El Prau, bajo el Cuetu Miyu


Casa del Castañu. El camino sigue de frente hacia abajo todo por esta carretera


Si nos hubiésemos desviado a ver la iglesia de San Pablo y el Palacio de Sorribes saldríamos aquí en el Camín de les Escueles


Placa de la Casa del cruce


Ramales a distintas caserías de turismo rural, La Santa, El Pino (Casa'l Pinu), La Collada...


Y llegamos a La Llosica



Otra vivienda tradicional habilitada para alojamientos rurales



Fijémonos en el corredor al pasar


En los azulejos de las imágenes


La Santina, otra buena alegoría para este camino



Una de las líneas de alta tensión que atraviesan Sorribes


La Peña, más cerca


Justo a su derecha el Sardea se entrega al Cúa


La peña que da nombre a La Peña...


Avanzamos rampa abajo


Curva a la derecha


Cruce y a la derecha


Estamos en Les Vallines


A la izquierda naves y explotación ganadera


Rosas del Sueve...


Caminamos en llano en Les Vallines, diminutivo de valles, preciosa campera verde con casería


Pastos a la derecha, maizales y cultivos a la izquierda


Y una preciosa quintana en medio del camino


El hórreo y la cuadra


Al pasar vemos esta preciosa entrada



Placa con el nombre del lugar


Maizal en junio


Y seguimos por la famosa "cresta cretácica" de Sorribes


A la derecha Casa Jesús


De frente la verde campiña


Abajo a la derecha, Villar de Güergu, otro barrio, aldea o lugar de la parroquia de Sevares, muy importante también para el camín


A Villar de Güergu, en plena frontera entre Piloña y Parres, subiremos, evitando la carretera N-634, desde El Puente, paso del Piloña, enlazando con el histórico Camín de la Reina en el barrio llamado precisamente El Barriu, a la izquierda de la foto


Luego de Les Vallines, La Teyera


Al norte, paisajes de La Riega, La Güesal, L'Acebal, Sabilde...


Cuetu Miyu y el Sueve


Seguimos llaneando en La Teyera


Ahora a la derecha, en el valle del río Piloña, otra vista de Villar de Güergu, bajo La Cuesta Bodes, El Reboríón y La Frecha


Ahí está concretamente el barrio de El Corriellu, al oeste del pueblo, un lugar por donde no pasa el camín pero que es importante saber que es solar de la capilla de Nuestra Señora del Corriellu, del siglo XVII, donde se conserva una talla románica de Santa María, del siglo XIII, que según la tradición procedería del desaparecido, en convulsas circunstancias, monasterio benedictino de San Martín de Sotu, de monjas o dueñas (señoras), que dieron nombre a Sotu Dueñes, la población a la que nos acercamos, después de pasar Sorribes


 Es al parecer la única imagen de Virgen sedente (sentada) con Niño localizada hasta ahora en Asturias. Celebra fiesta el 8 de septiembre y, como la Virgen de Covadonga y otras vírgenes asturianas muy veneradas, es llamada la Santina. Durante la Guerra Civil unos vecinos escondieron la talla en la cercana Cueva los Pozaos


En El Corriellu además está uno de los monumentos al gochu (cerdo) existentes en Asturias. Por entre las casas pasa el Camín de la Reina, antigua vía romana que aprovechaba este paso natural entre el centro y el oriente de Asturias por el interior a través del valle del Piloña, reacondicionada para la visita de la reina Isabel II en 1858, de ahí este nombre


Sigue este buen tramo llano en La Teyera


Entrada a la casa y nosotros seguimos naturalmente de frente, bajo las arboledas...


Es un gran caserón, en forma de torre, bastante alta, y dedicado también a alojamientos rurales


Empezamos a bajar frente a La Peña


Fila de árboles a la derecha, praderías a ambos lados...


Descenso final a la mesta o unión de ríos


Seguimos viendo el Sueve, por la parte del Pienzu, a la izquierda


Curva cerrada a la derecha


Sabilde, La Riega y La Güesal, abajo La Escosura


La peña forma un verdadero acantilado


Altos matos o sebes, setos silvestres


Monte Caravidales y Les Camperes, a sus pies se unen los ríos y se bifurcan los caminos


Caminamos así entre estos setos


Curva a la derecha, frente a este caserón


Campo de hortensias


Cruce de La Escosura: seguimos de frente adelante


Vemos la casona de las hortensias, que parece un viejo palacio rural


Fila de abetos, volvemos a llanear un poco


Estamos en La Gallega, justo antes de la bajada a Cúa...


Frente a la casa, entre esta y el viejo llagar, la carretera hace una curva


Aquí la carretera se estrecha bastante, estemos atentos al paso de vehículos


Casa la Gallega, preciosa con su piso alto sostenido sobre columnas, mirando al camino


Escribimos del lugar en El Camino de Gijón a Covadonga, recordando aquellos años de las primeras marchas a Covadonga de la Tertulia El Garrapiellu, en los años 90:
"La Gallega, casa grande y hermosa, con huertas a los lados, columnillas que, a la entrada, apoyan el piso alto, y perro guardián, que con sus ladridos avisa de la llegada de viajeros andayones a la aldea. Al otro lado hay un edificio antiguo con un corredor en el que suelen verse colgando riestres de panoyes, mazorcas del maíz atadas y en ristras. Allí estaba el llagar, y no era raro encontrar a gente corchando o colocando botellas. Siempre nos preguntaban... "¿Vais dormir a Llames o tiráis hasta Cangues?". Si decimos que vamos a dormir en Llames de Parres esbozaban una sonrisa de complicidad, como diciendo que ya nos queda muy poco para acabar la etapa del día"

La fachada orientada al sur, con un buen corredor


Y proseguimos con aquellas sensaciones descritas en el libro en aquellos tiempos...
" La cuesta de La Gallega hacia abajo es una señal de alegría para muchos sufridos viandantes, nos acercamos a los dos tercios del camino y, como Pelayo al paso del Piloña, nos hacemos a la idea de cruzar el pequeño "Rubicón" de la ruta; aún queda mucho para subir "La Escalera Les Promeses" de la Cueva la Santina, pero tampoco una enormidad. No se lo que es, pero algo "personal, interno" ocurre en este lugar de Cúa, hay como un paso sentimental entre el centro y el oriente de Asturias..."
"... Quizás sea únicamente esa alegría que te entra al  "ir cuesta abajo", o el saberte próximo a un final de etapa, pero parece como si te dispusieses a afrontar seguidamente "una meta final". No se lo que es, ni de lo que se trata, es la "madurez del camino", parece como si, solo por llegar aquí, ya fueses un "veterano" de la ruta. Posiblemente sea solo y únicamente una percepción exclusivamente propia, pero el descenso desde La Gallega hasta el río, transmite unas sensaciones de optimismo y de euforia a muchos caminantes. Seguro que al llegar aquí haya gente al límite de sus fuerzas que no sienten nada, solo dolor, fastidio y cansancio, tal vez otros ni se enteren y pasen a carreras, frescos y como nuevos, pero hay "algo" en Cúa, para el que esto os escribe por lo menos, que pura y simplemente me hace sentir bien"

Mientras bajamos, perdemos la vista del Sueve, a nuestras espaldas pero, como si fuese un relevo, volvemos a recuperar la de los Picos de Europa, tan bien descritos por Juan Luis Somoano y Erik Pérez en su libro 50 Excursiones selectas de la montaña asturiana:
"A diferencia de los Pirineos o la Cordillera Cantábrica, la transición valle-montaña se produce en los Picos de Europa con mucha mayor brusquedad, que junto a sus importantes desniveles, es otra de sus características.

La altitud máxima de los Picos es de 2.643 m. en la cima del Torrecerredo y la mínima de 90 m. en el curso del río Cares, ello da una idea pues de los desniveles.

Su cercanía al mar es otra de las características (25 kilómetros desde Cerredo a Cué de Llanes) y ello influye especialmente en su cambiante climatología

Su extensión el kilómetros cuadrados es de 574 (...)"

Ambos autores prosiguen:
"Pero además los Picos de Europa están divididos en tres grandes macizos separados entre sí por cuencas fluviales, y un submacizo al Oeste

Desde el Este, diferenciamos el Macizo Occidental o de Ándara, casi totalmente santanderino y que está ubicado entre los ríos Deva al Este y Duje. Es el macizo más pequeño de los tres y el que menor concentración de altas cumbres presenta, por ello el menos visitado por montañeros y excursionistas

Al Oeste del Duje y seguidamente viene el Macizo Central o de los Urrieles, Este es el único en el que confluyen las tres provincias (Asturias, León y Cantabria). Es uno de los más extensos y el que contiene las máximas altitudes así como la montaña más mítica de los Picos de Europa: el Naranjo de Bulnes o Picu Urriellu. Las cuencas fluviales que lo determinan son el Duje, como antes señalamos, y el Cares..."

Y continúan con el Cornión:
"Separado del Central por el río Cares se encuentra el Macizo Occidental o del Cornión. En él está ubicado el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga (actualmente de los Picos de Europa), que lo ocupa en gran parte. Es el de mayores contrastes pues se pasa de la campera y la vega con menos desnivel a la roca y la peña de la alta montaña. Los lagos Enol y Ercina y el Santuario de Covadonga están en sus laderas. Sus cumbres más significativas son la Torre de Santa María de Enol y la Peña Santa. Su límite máximo al oeste es el Sella, límite pues de los Picos"
Estos montañeros, guías y escritores añaden un submacizo, al que denominan el Precornión:
"Y detectamos que había un submacizo definido, que algunos autores no reconocen como tal pues es mucho más pequeño, y que si tomamos como límite del Cornión el Sella, quedaría encuadrado dentro de este: nos referimos a lo que se ha llamdo en ocasiones el Precornión. Este área de montañas, no tan altas como las de los anteriores macizos, estaría encuadrada por los cauces del río Dobra al Este y el Sella al Oeste.

A pesar de todo incluso dentro de cada macizo se puede ver claramente la existencia de diferentes sectores, definidos por algún pico o cumbre más característica y sus satélites"

Llegados a Cúa la carretera hace varias curvas seguidas antes de llegar a la orilla del río


Esta es muy cerrada, a la izquierda


En esta vuelta en fuerte descenso pasamos delante de un grupo de casas en otra encrucijada


Y bordeamos la finca de La Gallega


La Casa la Gallega, que volvemos a ver, ahora en lo alto


Según bajamos tendremos nuevas perspectivas


La Gallega, su labrantío y sus prados verdes donde pacen les vaques roxes, ahora sobre nosotros, como un faro-mirador


A la derecha  tenemos también casa con historia


La Casa 'l Ferreru, Alfredo Pérez, que llegó a ser muy ponderado en gran parte de Asturias y Cantabria. Arriba Les Camperes y Monte Caravidales, cada vez más cerca, concejo de Parres


También aquí la carretera, en otra curva, bordea su finca


Y prácticamente rodea la casa...


Otro trecho en fuerte descenso, buen trabajo para nuestras piernas


La tradición de los herreros debió de estar muy arraigada antaño en Cúa, pues pasamos ahora al barrio La Ferrera



Y el horru de la Casa'l Ferreru arriba


Este cruce se llama El Serraderu, donde se serraban troncos con las llamadas sierras del aire, mayores que tronzones, que requerían el trabajo a pulso de dos serradores tirando simultáneamente hacia atrás y hacia adelante


 Al lado de la marquesina hay una fuente, que lleva el nombre del lugar, La Fuente'l Serraderu


Preciosa, a la sombra de los árboles del cruce


En La Ferrera hay una bifurcación: seguiremos a la izquierda por la carretera pues lo otro es una entrada a las casas


Ya vemos a la izquierda la vega donde el río Sardea vierte sus aguas al río Cúa


Y a la izquierda, en la citada vega, el barrio de La Bolera donde, oculta por los árboles, está la capilla de San Gregorio, del siglo XVII, que celebra El Carmen y San Antonio, recuperándose desde 2009 la del patrón San Gregorio, a mediados de junio


Más allá está La Quintana, en el camino a La Fuente'l Cubu, allí estuvo El Molín de Cúa. En medio Casa Fayina, local social y bar, con estupenda terraza, frecuentado también por los peregrinos. Un ramal baja desde aquí a esos barrios en plena vega


Nosotros seguimos bajando directos hacia el río Por La Ferrera


Aquí las casas conforman una quintana en torno a un campo que ahora es jardín. Aquí están Casa Longo y Casa Anita, entre otras


Y en medio un viejo hórreo


También aquí el camín bordea su finca


Y vemos otra vista de Cúa, y los barrios o lugares de La Xerra y El Común, estos en la falda este de La Peña


Curva muy cerrada a la derecha...


Siempre vigilantes por si vienen coches, tractores, furgonetas de reparto y venta ambulante, algún camión de la leche...


Mesta o unión de ríos Sardea y Cúa, este último estableciendo la frontera con Parres. Las boscosas orillas delatan los cursos fluviales de ambos


Y aún sigue la curva...


Y aún se prolonga la bajada, pero son ya los metros finales...


Pasamos así al pie de estas casas...



Y curva a la izquierda


La Fontina, ya estamos en la orilla



Si no lo tapa mucho la vegetación ribereña, al acercarnos podremos ver el puente, asomándonos un poco a la izquierda


El Puente la Fontina, puente sobre el río Cúa, que se asemeja fonéticamente al título de la película Puente sobre el río Kwai, razón por la cual, al ir llegando aquí, alguien a veces silbaba la célebre banda sonora del film, que no deja de ser una pegadiza canción de marcha...


A mitad del puente podemos, de la que pasamos, contemplar el río...


El Ríu Cúa nace en el Sueve, cerca de Peña Palombera, es llamado en su curso alto La Regona y ahora, tras recibir el agua del Sardea, corre a unirse al Piloña. Siete molinos harineros funcionaron en sus riberas. Esta es una vista a mano izquierda, con el río viniendo. Abajo hay una poza natural. Antiguamente, cuando no había albergues, algún peregrino se bañó allá en los calurosos veranos


El río en tiempu la seca


Y ahora vamos a mirar a la derecha


Aquí hay más roca...


Y se producen rápidos, debe haber un cierto desnivel antes de llegar al Piloña


Vista de invierno, con los árboles pelados. Los cantos rodados en una orilla forman una especie de playa fluvial



Al pasar el puente dejamos Piloña y entramos en el concejo de Parres por términos de la parroquia de Castiellu

Ahora se ofrece una disyuntiva. Básicamente en este blog presento el trazado de la ruta señalizada por la Tertulia Cultural El Garrapiellu desde 1992-1993, primero a mano y luego, en 1997, con unos postes patrocinados por el Principado de Asturias, la mayor parte desaparecidos a día de hoy porque nunca fueron repuestos integralmente, pero siempre reseñalizada. A veces, en sitios muy contados y concretos, de los que aviso, hago una pequeña propuesta alternativa, de la que aviso, que suelen ser pocos metros. Otra cosa es que luego alguien pueda plantear otras alternativas


Aquí por ejemplo, la mayor parte de los peregrinos optan por seguir las señales, que indican ir a la derecha, en ruta a El Puente de Sotu Dueñes, Villar de Güergu, Camín de la Reina y El Colláu Llames (Llames de Parres)

 Pero cierto es que otros prefieren tomar el ramal de la izquierda yendo de Castiellu a Cuadroveña y de ahí a Arriondas/Les Arriondes, la capital parraguesa, existiendo luego varias opciones para seguir de allí a Cangas de Onís/Cangues

Por mi parte en este blog presento la opción de ir por la derecha, luego cada persona, grupo, entidad, asociación, es libre por supuesto de emplear otros caminos, tanto ya conocidos como explorar nuevas vías, que siempre enriquecerán las posibilidades a elegir


Y, yendo por la derecha, recorremos primeramente un tramo "encajado" entre la espesa vegetación ribereña


No hay mucho sitio para pintar señales o flechas, el viejo poste ha caído, pero si nos fijamos, en alguna muria o rincón puede haber alguna...


Aquí no es una sino "dos, una y dos", como le decía Campillo a Fernando Arrabal en La Noche del Milenarismo


Cuando la espesura crece tiende a formar un bello túnel arbóreo


Ahora nos aguarda un buen tramo llano, si bien también por asfalto


Caminamos por la misma orilla del Cúa


Luego salimos a una gran vega, allá donde el Cúa se entrega al Piloña. Dentro de la división administrativa existente en algún momento pasaríamos a Sotu Dueñes, que está también en Parres, pero en términos de la parroquia de Sorribes


La Cuesta Bodes, arriba a nuestra izquierda, sigue siendo una muy buena referencia para saber hacia donde irán encaminados nuestros inmediatos pasos...


En la Enciclopedia del paisaje de Asturias de La Nueva España leemos de ella:
"BODES, Sierra de (Parres)

Alineamiento montañoso perteneciente a la Sierra de la Frecha y que comparten los concejos de Piloña y Parres, estando la sierra de Bodes en este segundo término municipal. Ocupa parte de las parroquias de los Montes de Sebares y de Viabaño. Sus máximas altitudes son la Cuesta de Bodes y el Picu Masáltu con 605 y 701 metros de altitud respectivamente. Sus límites son: al oeste la cuenca del río Tendi (Piloña), al sur y al este la cuenca del Beleño (Parres) y al norte el río Piloña. En sus laderas y cumbres se agrupan numerosas especies ganaderas: ganado ovino y caprino, caballos y ganado vacuno"

La carretera sigue el borde de la ribera fluvial...


Carbayos jóvenes


Sotu Dueñes es plaza famosa en el mundo del motor por su circuito de karts, que vemos a nuestra izquierda, más allá del prado, al pie de las boscosas laderas de La Felguera, parroquia de Castiellu


El camino sigue siendo una carretera local que recorre esta vega soleyera...


Cerca de la confluencia de los ríos empieza una curva


Pasamos el cruce de El Cierru, o Les Cases del Cierru, comunicación con el lugar de este nombre que, por estar al otro lado del río, es de Sorribes, Piloña. Una crecida tiró el viejo puente hace años y se ha hecho uno nuevo, pero nosotros seguiremos de frente, carretera adelante


Sigue la curva bordeando toda la vega


Y luego salimos a una larga recta


A la derecha oculto por las alamedas, el Cúa se ha entregado ya al Piloña


De frente el karting


Vemos sus instalaciones bajo el bosque de la ladera...


A nuestra izquierda el monte forma un acantilado, verdadero muro natural para contener las riadas que, en ocasiones, hace tiempo, se dice llegaban hasta allí


La recta parece perderse en la distancia


La espesura vegetal de nuestra derecha delata el paso del Piloña: vamos a su encuentro


Pasamos junto a la entrada al karting, que es del famoso piloto asturiano Javi Villa


Una alta muralla-escollera lo protege de posibles crecidas del río


La recorremos entera hasta el puente la N-634


Pasaremos debajo de él y la carretera general no la llegaremos ni a pisar


Oímos el tráfico y las rodadas sobre nosotros


Una señal de ceda el paso anuncia nuestra proximidad a un cruce


Una caseta a la izquierda


Y seguimos recorriendo la gran vega del Piloña en Sotu Dueñes


Invernaderos entre el camino y el río...


Y huertas en esta fértil ribera


A la izquierda la N-634


De frente unas casas y una bifurcación


Estamos en El Puente, o Les Cases del Puente, llamado también El Puente Sotu para reconocerlo entre otros lugares llamados igual y muy cercanos. Aquí a la derecha está el llamado ahora Puente Vieyu, pues era el antiguo puente de la carretera, que es el que vamos a emplear para cruzar el Piloña


La primera casa a la izquierda fue el bar El Puente, el cual regentaba antiguamente Aurora, que fue tienda y chigre, con merendero. Luego lo llevaron Enrique Toral y Pilar. Aprovechando la gran explanada dejada por la antigua carretera, a la que se accede muy bien desde la N-634, paraban numerosos coches, autocares, camiones, etc, para dar cuenta todo el mundo de sus viandas. Cerró hace unos años y lo echamos los peregrinos bastante en falta, pues era una buena parada antes de continuar ruta, ya que muchos finalizaban la etapa en el cercano Llames de Parres, o en algún punto entre Llames y Cangas de Onís/Cangues



Aquí volvemos a comentar algo parecido a lo anterior, hay peregrinos que siguen de frente por la carretera N-634, sobre todo si tienen algo de prisa, y recorren la N-634 con su sucesión de rectas, curvas y bastante tráfico hasta Ozanes, o incluso hasta Arriondas/Les Arriondes. Naturalmente tomando sus precauciones, poniéndose un chaleco reflectante, y caminando por el arcén, cada uno elige libremente, pero personalmente hacer ese tramo por carretera, pudiendo evitarlo, es una temeridad, hay normalmente muchos vehículos, a veces muchísimos. El arcén se estrecha peligrosamente en algunos tramos y, aparte y en nuestra opinión es terriblemente monótono

Hace años, antes de la señalización de la Tertulia El Garrapiellu en los 90, lo normal es que, los pocos, en comparación con ahora, pelegrinos andariegos a Cuadonga, hiciesen esos kilómetros por carretera en este tramo. Por entonces, algunos miembros que ya conocíamos la ruta, antes incluso de la fundación de la asociación, estábamos deseosos que darle una cierta promoción dado el gran potencial cultural, histórico, paisajístico, etc, que contiene, PERO había un problema, si realizábamos una excursión abierta al público, NO era de recibo meter un grupo de personas, más o menos grande, por esa carretera como norma, y menos aún señalizarla, por todo lo expuesto anteriormente

Fue entonces cuando, explorando en agosto de 1991, dimos con el que primeramente nos dijeron los vecinos de Romillu, era el Camín Real de Viabañu, que también es llamado el Camín de la Reina, una ruta que descubrimos tenía una historia y tradición tremendas y que, no sabíamos, había señalizado una escuela-taller con unos pocos grandes paneles un año antes, que ya por entonces estaban cayendo pese al poco tiempo que llevaban puestos.

Descubrimos también cómo enlazar este lugar de El Puente con ese camino por Villar de Güergu, y luego comunicarlo con el que dejaba la carretera en Ozanes, para luego continuar hacia Romillín y La Vega los Caseros


Así fue cómo, los días 31 de agosto y 1 de septiembre de aquel año, sin señalizarla aún (entonces tampoco nos lo proponíamos en principio), El Garrapiellu celebró la I Marcha a Cuadonga, abierta al público, pero comenzando por un grupo muy reducido de personas, avisando que se hacía en dos días, caminando buena parte de la noche incluso, y no había donde dormir ni en cama ni en litera (fue en el pórtico de la iglesia de Santa María de Viabañu)...


El éxito y las sensaciones de la gente fueron tan notables, que a finales de mes ya planteábamos ante el Principado la promoción de esta ruta andayona


Pocos meses después, en abril de 1992, dada la repercusión de aquellas primeras iniciativas en favor de la ruta y los pueblos y lugares por los que atraviesa, la Coordinadora de Jóvenes de Gijón Sur se reunía con El Garrapiellu para coordinar una gran marcha juvenil a Covadonga:

Es entonces cuando los garrapiellos, además de ir de guías, decidieron pintar algunas flechas en determinados cruces o lugares problemáticos, dada la multitud de personas apuntadas, unas 400, evitando en todo lo posible pérdidas y rezagados

Tras de aquella gran andadura, aquellas flechas puestas como para salir del paso, fueron seguidas por otras muchas personas a nivel individual, se dice que los primeros unos ciclistas, que llegaron magníficamente bien con ellas a Covadonga


Viendo la trascendencia del hecho, El Garrapiellu decide no esperar por las instituciones e iniciar su propia señalización artesanal, a mano, de toda la ruta, entre marzo y abril de 1993. El resto de la historia, para no repetirlo, pues es larga, puede consultarse en el archivo de prensa, localizable en el primer capítulo de esta ruta en el blog: https://xurdemoran.blogspot.com/2020/05/1-camin-xixon-cuadongagijon-covadonga.html


Y así, por todo lo dicho anteriormente, vamos a tomar el camino de la derecha, el que se dirige al Puente Vieyu


Para ello al salir a esta explanada tomaremos el primer camino a la derecha, justo delante de esta otra casa



Casa rodeada de un bello jardín


Y aquí arranca el camino que se dirige al Puente Vieyu



Un letrero de madera nos informa que estamos en El Puente



Esta casa de la derecha es donde nos dicen tenía consulta Don Víctor el Dentista, que venía todos los días desde Arriondas/Les Arriondes, capital concejil


Al fondo tenemos El Puente Vieyu


El Puente Vieyu es el antiguo puente encima del Ríu Piloña, por el que pasaba antiguamente la carretera y que ahora está cortado al tráfico


Dispone de una amplísima calzada pero esta muere al otro lado, por donde pasa la línea del ferrocarril


Es facil encontrar pescadores de caña en él apostados, o en sus orillas inmediatas. En la explanada o en el mismo puente suelen aparcar los coches


A la derecha, el Puente Nuevu, por donde va actualmente la carretera



Bajo nosotros el gran cauce del río, que suele cubrirse totalmente de agua con las lluvias, invernadas y deshielos, inundando a veces incluso partes de la cercana vega



Y este es el bravo río Piloña, del que tantísimo hemos hablado desde que bajábamos de Anayo y que aún no pudimos ver hasta llegar a Parres



El Piloña nace al oeste de la villa de Nava, y viene recibiendo el agua de numerosos afluentes, formando un valle relativamente amplio con vegas empleadas desde tiempos remotos para agricultura, ganadería, pesca, asentamiento de poblaciones y paso natural en el que se basaron los más antiguos caminos, y luego la carretera y el ferrocarril


 El valle enlaza al oeste con el del Nora y es por tanto paso franco entre el oriente y el centro de Asturias por el interior. Más al este enlaza con el valle del Güeña, por lo que es un enlace entre la antigua y la actual capital de Asturias, Cangas de Onís/Cangues y Oviedo/Uviéu


Más allá del Puente Nuevu seguimos viendo el Puertu Sueve


En El Puente Vieyu vamos a asomarnos ahora a la izquierda



Admiramos también aquí las boscosas orillas ribereñas del Piloña, camino ya de unirse al Sella en la capital parraguesa


 Hay una zona llamada El Barcu, sin duda reminiscencia a los antiguos servicios de barquerías que cruzaban el río, con muchos menos puentes que ahora. Arriba es de nuevo La Cuesta Bodes o La Sierra Bodes, por donde va, siguiendo su cresta, la Ruta de las Peregrinaciones (G.R. 105)


Arriba en lo alto unas casas, Caldevilla, otro enclave piloñés de Sebares del que hablábamos cuando veíamos desde lo alto de Sorribes


Allí fueron donde se hallaron los restos de las termas de los baños romanos, lo que delata que existía en el lugar un poblamiento antiguo, sin duda relacionado con el viejo camino que luego sería llamado de la Reina y que discurre más abajo


Un acontecimiento muy importante sucedió en este tramo del río, cuya trascendencia no podemos ignorar. aquí nació realmente el Descenso del Sella, tal y como escribimos en el libro El Camino de Gijón a Covadonga:
"No podemos de dejar de caer en la tentación de advertir que aquí, en este tramo de río que tenemos bajo justamente bajo nuestros pies, nació el mundialmente famoso Descenso Internacional del Sella. Sí, el origen de La Fiesta Les Piragües está aquí mismo, no exactamente en el Sella sino en el Piloña, que es su afluente. En el verano de 1929 Dionisio de la Huerta trajo una piragüa desde Barcelona a la casa de sus padres en Coya, cerca de L'Infiestu. Según la vio en los almacenes El Siglo, camino de la estación de tren, le pareció buena de transportar, pues era plegable. Este deporte estaba empezando a introducirse en España y él sería su pionero en Asturias, con esa piragua disfrutaría de sus vacaciones de verano..."
"... Empezó a practicar en la Presa del Molín y al poco tiempo organizó una excursión a L'Infiestu por este Ríu Piloña, desde Coya, siendo acompañado por dos amigos, el médico Benigno Morán y el joven Manés Fernádez (este en una k-1 de fabricación casera con flotadores a los lados), fueron cinco kilómetros de navegación en los que emplearon dos horas y media porque paraban acá y allá, no pensaban aún en competiciones, sino en travesías fluviales. Luego, entusiasmados por la experiencia, Dionisio de la Huerta y Manés organizan una nueva salida con otro amigo, Alfonso Argüelles, más otro grupo que les seguía en autocar. Paraban cada poco a descansar, comer un bocadillo y sacar la piragüa del río. llegando de noche a Sotu Dueñes..."

"... Otro año ya sería computado como el de la primera edición del Descenso del Sella, desde L'Infiestu irían a Les Arriondes y desde allí a Ribesella, según unas fuentes, según otras llegarían otra vez a Sotu Dueñes. Seguían parando en las orillas y catorce amigos les seguían por carretera. En 1931 la salida fue desde Sotu Dueñes y la llegada ya se hizo en Ribeseya, 25 kilómetros de navegación fluvial..."
"...No fue hasta 1932 cuando la excursión se fijó en la que iba a ser la ruta conocida, del puente de Les Arriondes al de Ribeseya, participando trece palistas de Xixón, Ribeseya, L'Infiestu y Uviéu, naciendo así ese año la primera competición deportiva, que fue creciendo y haciéndose internacional. La costumbre de acompañar a los piragüistas dio origen también al tren fluvial y a la fiesta"

Pasamos al otro lado del Puente Vieyu y, resulta, que pasado el río volvemos a entrar en territorio del concejo de Piloña, en este caso por tierras de la parroquia de Sebares


Aquí está el apeadero de El Puente, en la línea de Feve, que había sido hasta 1972 de los Económicos, esto es, la Compañía de los Ferrocarriles Económicos de Asturias. Aquí hay una bifurcación: iremos a la derecha


Alguna garrapiella lo indica. Un letrero que estuvo en una muria bastantes años desapareció con las obras para construir el apeadero


Vamos a la derecha del apeadero, pues aquí, con muchísima atención, vamos a cruzar la vía del tren


Miremos bien a los dos lados ¡y oigamos también!, luego crucemos rápido y si vamos en grupo no nos apelotonemos en la vía


Veamos la flecha que hay en el poste de la catenaria


Al otro lado de la vía está el edificio arruinado de El Fielatu o Casa'l Fielateru, antiguo puesto de recaudación de bienes de consumo en la posguerra, donde se pagaba por productos que pasaban para su venta en los mercados de las poblaciones, a manera de aduanas interiores, tal que aquí, donde la antigua carretera cruzaba la vía férrea y el puente



Su estructura se mantuvo bastante bien hasta hace unos años. Esta es una foto de comienzos de la primavera de 2015



Y esta es una foto de cinco años después, junio de 2020, tal vez cuando paséis esté aún peor, o incluso que haya desaparecido


El camín pasa de frente y sigue a la derecha


En el momento de hacer estas fotos el campo no se había limpiado y había crecido el matorral. El poste telefónico puede ser una buena referencia


Atención, pues poco después nos desviaremos a la izquierda


Y, cuando volvemos a ver de nuevo enfrente la vía del tren, nos metemos a la izquierda por un sendero que prácticamente no ves hasta que llegas a él cuando crecen los matos


El poste indicador de la ruta ha desaparecido hace añísimos y no hay buen lugar para pintar ninguna marca o flecha


Si nos fijamos tal vez alguna piedra del suelo tenga alguna


Estas son unas imágenes de primavera, cuando la vegetación brota con toda intensidad y parece querer cubrirlo, pero se pasa bien


Este es el mismo camino, La Caneya, con el terreno limpio, una gruesa muria de regodones del río lo separa de la Casa'l Fielateru


El mismo tramo de La Caneya tal y como se ve cuando limpian



El mismo tramo con los fuertes brotes verdes primaverales


El Fielatu y el apeadero vistos desde La Caneya


Fachada sur de la Casa'l Fielateru, con su corredor, cuando esta estaba "entera" y cuando se roza la maleza


Otra toma de La Caneya en primavera, antes de las podas


En invierno el suelo suele estar cubierto de un lecho de hojas caídas


Allí están las casas d Villar de Güergu, aldea de esta parroquia de Sebares, donde enlazaremos con el ya varias veces mencionado Camín de la Reina, una de las etapas reina, valga la redundancia, del recorrido



Al llegar seguiremos el camín a la izquierda pasando junto a aquel hórreo y aquella panera


Y este es el mismo lugar en primavera


Los prados justo antes de la siega...


Extensa campera verde y cuestuda hacia las casas


El camino, como hemos dicho, se ensancha, pues da servicio a estas fincas


La senda continúa a la sombra de la castañal


Cierres de alambradas, señal que cuando se siegue se traerán luego las vacas a estos verdes pastizales


Volvemos a ver arriba a lo lejos Caldevilla


Más arriba las laderas de Tierresdures y La Martiniega, bajo La Frecha y El Reborión


En Villar de Gúergu, es la que vemos la parte más oriental del pueblo, extendido a lo largo del Camín de la Reina: El Barriu



La Cuesta Bodes a lo lejos...


Seguimos subiendo entre las fincas...


Curva a la izquierda


Y ahora todo en subida directa ya hasta las casas de El Barriu, que se extiende linealmente a lo largo del Camín de la Reina, que se cruza allí con otra antiquísima vía de comunicación, la del Puertu Ventaniella, esta en dirección norte-sur


Paso a paso iremos llegando.



Esta es una imagen en verano, con los prados ya segados


El mismo lugar al principio de la primavera, cuando los árboles aún están desnudos de hojas



Si necesitamos descansar para recuperar el aliento podemos aprovechar para contemplar el paisaje, como aquí, al lado de la entrada de esta finca


Vamos a fijarnos ahora en las praderías que vemos abajo a la izquierda al pie de La Cuesta Bodes


En esa falda están La Pesa, La Casiella, La Negrina, L'Informáu, La Riega Villar, que son algunos de los barrios y lugares más altos de Llames, apodado comunmente de Parres para diferenciarlo de otros topónimos similares de la raíz llama, llamarga, llamuerga, etc. vinculados a barro, barrizales, lodazales, etc.


Más lejos los altos de Granda y El Golondrón, vertientes septentrionales de la Sierra de Tospe


Asoman a lo lejos algunas de las cumbres del Cornión


Nuevo paso bajo las arboledas...


Como siempre decimos, si la caja caminera es profunda se delata la gran antigüedad de los caminos


A nuestras espaldas otra muy buena vista del Sueve



Entre los árboles vemos algunas de las casas de Cúa antes de bajar al Puente la Fontina. Arriba, de izquierda a derecha, el Picu Miruenu, Les Corripies, Les Cuerries, el Picu Pienzu, Cocones, Les Duernes, La Govieta, La Múa...


La misma foto en invierno, a la derecha La Peña, en Sorribes


A la izquierda, en medio, el inconfundible Cuetu Ordiyón


Con la coillada Campucima, entre él y las demás cumbres del Puertu Sueve. Los tejados que asoman en primer plano son los de Les Vallines, en Sorribes, por donde acabamos de pasar. A la derecha Casa Jesús


Luego a la derecha el Picu los Cuervos (859 m), la Collada Tardamoñes (764 m), y otras cimas del PUertu Sueve


Seguimos el rectísimo sendero cuesta arriba encajado entre los prados


Y pasamos bajo las primeras casas de Villar de Güergu


Otra muria de cantos rodados del río


Y gran muro a la izquierda asentando el terreno de una casa nueva


Frutales...


Plantas ornamentales...


Y al final de la cuesta, la Casa la Caneya


Luego de ella, último repecho


A la fragancia del rosal...


Y ya llegamos al Camín de la Reina, aquí calle asfaltada que atraviesa Villar de Güergu de parte a parte


Y en el cruce vamos a la izquierda


Siempre habrá alguna señal que nos lo indique, sino tocará preguntar


Fijémonos en aquella ventana


Adintelada como un viejo palacio del siglo XVI


Y así, desde la explanada del cruce continuamos camino por El Barriu


Avanzamos hacia el siguiente grupo de casas


Relamente pasamos por el extremo más oriental de Villar de Güergu, entramos para prácticamente volver a salir



 Una gran roca aflora a la superficie, sobre la que se asienta un hórreo



Largo corredor asomado al camino en la casa a la izquierda


El bebederu o abrevadero es un duernu o gran recipiente de piedra



Luego va el pozo del agua


Aquí el camino se estrecha bastante para el paso de vehículos


Una pintada en un muro confirma que vamos en la dirección correcta


Hay una pequeña cuesta hasta el extremo del pueblo



Este prado es un buen mirador al norte. Reparemos también en la disposición de la subidoria de la panera, a la derecha de la foto


Abajo, el valle del Piloña, al otro lado La Felguera y La Viña, en Castiellu, Parres


La Viña, otro topónimo relacionado con plantaciones de vid, que sin duda existieron aquí en tiempos remotos



La casa del corredor junto al camino, con otro en su fachada este, encima de la puerta


Caminamos al pie del hórreo


Y seguimos junto a la panera, donde una flecha señala un bar que ya no existe...


Bifurcación y a la izquierda


Nos recibe la fragancia y color de las hortensias



Hermosa y florida calle en el Camín de la Reina


Caminamos entre las casas...


Curva a la derecha...


Al fondo paisaje hacia Llames y Viabañu


Pasamos la caseta...


Y seguimos hacia la del fondo


Esta parte del camino es un muy buen mirador


Al sur Caldevilla, La Frecha y La Cuesta Bodes


Por esas laderas sale de Villar de Güergu el Camín de la Reina


Más vistas de Caldevilla



Abajo en el valle, Sotu Dueñes, conceyu de Parres



Por Sotu Dueñes pasa la carretera N-634, justo al lado del río. Más arriba Llames, parroquia parraguesa de Viabañu



Llames, una referencia geográfica e histórica del camín, parada y fonda de ilustres viajeros como Jovellanos o Isabel II (de ahí, como veremos, lo del Camín de la Reina), y lugar donde estuvieron algunos de los primeros establecimientos que ofrecían alojamientos a los peregrinos "que van ver la Santina"



Por esas boscosas profundidades sube el camín hacia Llames por L'Areneru y La Pista Picuda, tal y como veremos en el próximo capítulo de esta serie dedicada al Camín a Cuadonga



Llames se divide a la vez en barrios y lugares, como, a lo lejos El Colláu, solar de una antigua venta caminera, parada de Isabel II y, antes aún del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, donde estuvo casada, dos veces, su querida hermana Juana Jacinta, y de la que escribió en sus Diarios. Una cita jovellanista que nos aguarda también en el próximo episodio


En Sotu Dueñes, que en lo civil pertenece a Parres pero en lo eclesiástico forma parte de Sorribes (Piloña) se guarda la tradición, memoria y toponimia del antiguo convento de San Martín de Soto, clausurado de manera brusca y enérgica a causa de ciertas ireguralidades achacadas a las monjas, a las que se acusaba incluso de no llevar hábito practicar incluso "horribili coitu" con los peregrinos


Los restos del varias veces castigado monasterio fueron aprovechados en otros santuarios de la zona, ya hemos visto el caso de la iglesia de San Pablo en Sorribes, o el acabante mencionar de Nuestra Señora del Corriellu, aquí en Villar de Güergu. A él le dedicábamos un buen apartado en El Camino de Gijón a Covadonga...

"SOTU DUEÑES: PÍCARAS Y PICARESCAS HISTORIAS DE UN CONVENTO MEDIEVAL
 
Podríamos decir que prácticamente todos los monasterios medievales europeos tienen una historia repleta de episodios enigmáticos y misteriosos, con leyendas, tradiciones y mitos, resultado de la tremenda importancia que tuvieron estas fundaciones en el pasado. Los monasterios, además de centros de retiro y oración, eran grandes unidades de explotación agropecuaria y de organización social, ordenamiento del territorio y centros de poder. Hasta los más pequeños solían disponer de muchas tierras para su explotación, con campos de cultivo, rebaños de ganado, hórreos y paneras, fraguas, herrerías, molinos, producción artesanal, hornos de pan, así como todo lo que se pueda necesitar, según cada caso, para el poblamiento de un lugar o comarca entera, incluyendo rentas, siervos, vasallos, colonos, gente que lo trabajase, en suma. Además en no pocos casos existían bibliotecas y se copiaban muchos libros de todas las clases, siendo importantes transmisores de cultura..."

"... En el caso que nos ocupa, el de Sotu Dueñes, el mismo topónimo "dueñes" hace referencia a la existencia en el lugar de una comunidad de monjas, de la Orden de San Benito, las tan famosas benidictinas o monjas benitas, acogidas a la advocación de San Martín, en un monasterio que estuvo muy vinculado a otro que existió en Villamayor, los cuales parecen ser los únicos cenobios femeninos que se fundaron en el medio rural de la Asturias del medievo..."

El Convento de San Martín de Sotu, que era como se le conocía, agrupó a un muy reducido número de religiosas (los textos informan de una abadesa y dos monjas), pero a cambio poseía todo lo que era el Cotu de Llames, actual parroquia de Viabañu, al otro lado del Ríu Piloña, por lo que los núcleos de población bajo la jurisdicción del monasterio eran Sotu (actual Sotu Dueñes) y el pueblo de Llames, con los barrios de Les FaesEl CaspioEl CobayínLa PesaLa Camperona La Negrina. Ocupaba las fértiles vegas del río y su entrada en la historia iba acontecer hacia el año 1377..."

"... Aquel año, el enérgico obispo Gutierre de Toledo, nada más tomar posesión al frente del sillón episcopal de la diócesis, llegaba al sitial con el deseo de acabar con lo que él consideraba faltas graves y relajaciones del clero asturiano. Una de las primeras cosas que hace es llamar a reunión a las monjas de los monasterios de Santa María de Villamayor, con sus siete monjas mas la abadesa; así como a las de San Martín de Sotu Dueñes, convocatoria que tiene lugar en el monasterio de San Bartolomé de Nava, a donde acuden a verse con el obispo todas las monjas de ambos conventos. El obispo las acusa personalmente, con sus propias palabras, de no hacer voto de pobreza, ni de castidad, de no vestir hábito, de no llevar vida monástica y de dejarse llevar por "vicios y costumbres licenciosas" de toda clase y condición, tal y como aparece escrito en el  Libro Becerro de la Catedral de Uviéu, en el que se recogen estas acusaciones, textualmente:
 "Lubricam vitan ducentes, factores libinidis amplexantes, proles nefandas in Dei opprobium et aliquae ex horribili coitu, publice  procreando, abjecta obendientiae jugo, pauperatis votum ni nime observando, nec vellum, nec habitum gestantes monasticum"  

  (Quienes llevan una vida licenciosa, quienes abrazan a los hacedores de la lujuria procreando públicamente hijos impíos para ofensa de Dios, y algunos, como consecuencia de unas horribles relaciones sexuales, abandonado el yugo de la obediencia, sin respetar el voto de pobreza, ni llevar velo ni hábito monástico)... "

"... Atención, talmente parece que fuesen unos conventos muy desdejados y pícaros, aunque quizás tuviese aún más picardía el obispo. La relajación de las costumbres estaba muy extendida, es cierto, pero ¿por qué empezar por estos conventos?. Una buena respuesta la da el investigador  Andrés Martínez Vega en sus estudios sobre los monasterios medievales del valle del Piloña: esta intervención obispal tiene todo el aspecto de estar premeditada: Gutierre de Toledo deja a las monjas "descarriadas" recluídas en el convento de Nava, mandando a sus respectivas abadesas a los de Las Pelayas y a Santa María de la Vega (en la capital asturiana) y seguidamente las sustituye por los "monjes blancos del Císter" de Valdediós

 Así, estas supuestas desviaciones de esta también supuesta vida desdejada, en la que ofrecían a todo viajero, pobre o peregrino que por aquí pasaba todo tipo de placeres mundanos, nada mas fuese una socorrida excusa para que otra orden religiosa se hiciese con el control de estos monasterios y sus importantes propiedades..."

"... Por consiguiente, una pequeña comunidad cisterciense pasa a hacer vida en estos cenobios aunque no por mucho tiempo: nada más morir Gutierre de Toledo, su sucesor  Guillermo de Verdemonte no demuestra tan buenas relaciones con el Císter, de los que debía sospechar que querían sustraerse a su autoridad, y restituye en sus antiguas posesiones a las monjas benitas, que recuperan sus fundaciones en este valle. Es entonces cuando se unen definitivamente estos conventos femeninos, pues el nuevo obispo se da cuenta rápidamente de la "gran disolución" que vuelve a haber en el de Sotu Dueñes, ordenando anexionarlo al de Villamayor, intentando poner final a la falta de observancia religiosa en la que aparentemente reinciden estas monjas con...

"grand disolçion que era a grand peligro de sus ánimas de ellas e de otro imporperios de la religión e regla de Sant Benito, las mandó mudar e pasarse al dicho monesterio de Villamayor"

 Llegaron entonces años de prosperidad a Villamayor, una buena administración le dio más rentabilidad y una mejora de la situación económica a lo largo del siglo XV y primeros años del siglo XVI. Pero cuando mejor parecían ir las cosas acontece un suceso que iba a repercutir muy negativamente en su futuro: Los Reyes Católicos solicitan y reciben del Papa Inocencio VIII una autorización para reformar los monasterios benedictinos que acabase con la gran autonomía de la que gozaban aún muchos de ellos, sometiéndolos a todos a una nueva observancia y mandato, muchas veces por la fuerza, en una maniobra para suprimir los pequeños monasterios rurales en favor de los grandes de las urbes. Esto ocasionó que en Asturias los conventos del valle del Piloña fuesen incorporados a las posesiones de Las Pelayas de Uviéu..."

"... En el año 1530 fray Martín de Piasca, abad de San Vicente, tambien en Uviéu, visita estos monasterios con la misión de "reformarlos", por encargo del Abad General de la Orden, Alonso de la Torre. Fray Martín según llegó lo primero que hizo fue tomar posesión de las propiedades, quitando del cargo a la abadesa Mencía de Mones y exigiendo a las demás obediencia directa al monasterio de San Pelayo, tal y como le tenía pedido también su abadesa María de Grao, que enseguida reparó en las ventajas que iba a ofrecerle el ordenamiento. La abadesa Mencía de Mones fue llevada prisionera la cárcel por culpa de más supuestas "irregularidades", aunque ella aún tuvo fuerza para pleitear a lo largo de quince años por sus derechos e inocencia, hasta que el propio fallo papal, dado en Roma el día 18 de setiembre de 1545, da la razón a Las Pelayas y obliga a Mencía de Mones a "silencio perpetuo" y a pagar las costas del juicio. Una década después, en 1556, los vecinos de Llames, en el antiguo coto monástico, piden permiso para aprovechar las piedras del antiguo monasterio de Sotu y con ellas edificar la ermita de San Martín d'Escoto (ex-coto, perviviencia de la memoria de aquellas posesiones), de la que hablaremos en su momento. Otros materiales fueron llevados a la iglesia parroquial de San Pablo de Sorribes y una imagen románica de la Virgen con el Niño pasó a la capilla del Corriellu aquí  en Villar de Güergu..."

"... El monasterio de San Martín de Sotu Dueñes estaba en la vega del Piloña. La construcción de la carretera N-634 debió acabar con los escasos restos arqueológicos que puediesen quedar. El estudioso Andrés Martínez vega indagó en la toponima del lugar para intentar descubrir aún alguna señal de su ubicación, lográndolo: todavía se conservan, en unos campos, los nombres de La Fragua del ConventuEl MonasteriuLa Viña'l Conventu y El Conventu, al igual que una porción de muro situada situada en una de estas fincas y las tradiciones de los habitantes de Sotu Dueñes que cuentan de la aparición de antiguos enterramientos en estas tierras, cuando trabajaban en las huertas. Es todo cuanto queda de un monasterio que acabó más por la picaresca de sus poderosos vecinos y estamentos superiores, que por la supuesta y  en todo caso más "inocente" picardía mundana de aquel pequeño grupo de monjas benedictinas"

La gran vega de Sotu Dueñes, atravesada al pie de Villar de Güergu por el ferrocarril, guarda el testimonio de aquellas monjas benitas que tuvieron aquí solar, convento, morada, y dieron nombre al lugar


Y así, desde este balcón-mirador sobre el valle del Piloña, continuamos camino...


Pasamos entre la casa y el cobertizo o garaje


Y en la siguiente bifurcación a la izquierda


Y aquí empezamos a bajar...


Y aquí salimos ya de Villar de Güergu por el Camín de la Reina, donde veremos señalización de otras rutas G.R. que coincidirán con esta diversos tramos


Pasamos así al pie de este caserón


Y nos adentramos en las campiñas y biesca de El Faéu


El Piloña, que forma en esta vega uno de sus grandes meandros, hace de frontera de concejos en medio de su valle


Y en mitad del meandro otro de los puentes de Sotu, el del ferrocarril, que realiza una gran curva, evitando atravesar la vega por el medio, siempre inundable. También la carretera salva los meandros en una sucesión de curvas, y el camino, siguiendo las sinuosidades de las laderas que caen hacia el río


Según bajamos por El Faéu seguimos contemplando el panorama...


Dando nuevamente vista a Sotu, el centro de Sotu Dueñes, cuyo nombre, donnes, se debe a aquellas míticas monjas que lo habitaron en tiempos convulsos. De ello quedaba como sucesora una capilla, derribada por un coche en un accidente, cuyas imágenes de la Virgen del Carmen y San Martín se guardan ahora en una casa en el barrio de Les Escueles. Antes había romería con bollos preñaos (pan relleno de chorizo) al son de la gaita. en tiempos del párroco Don José Antonio Cernuda


En Asturias, como en Galicia y otros lugares, un soto es un bosque ribereño, como es este el caso, de ahí el topónimo Sotu, que acompañado de Dueñes, de donna, las dueñas o señoras, las monjas, habla de su antigua pertenencia a este coto monacal.Es el solar de aquel convento que, según el historiador y cronista de Piloña, Andrés Martínez, pudiera tener su origen en la acción benefactora de los Álvarez de las Asturias, con su poderoso patrocinio

En el siglo XIV este coto se incorpora al monasterio, ejerciendo la abadesa la jurisdicción civil y criminal sobre los habitantes de este territorio, situado a ambos lados del Piloña y comunicado por un servicio de barquerías. La abadesa nombraba anualmente juez, regidor, procurador general, alcalde y depositario general. Cuando tiempo después el obispo Gutierre de Toledo las llama a capítulo, junto con las de Santa María de Villamayor, convocándolas en San Bartolomé de Nava, las hace recluir en este convento naveto tras "cantarles las cuarenta" como hemos visto. Y así, Gutierre que tiene problemas con los cistercienses de Valdediós, intenta congraciarse con ellos dándoles el monasterio y coto de Sotu, viéndose detrás de la operación un importante móvil económico



Con el siguiente obispo, Guillermo de Verdemonte, parece que el castigo cesa, los cistercienses aquí asentados vuelven a Valdediós y las monjas de Sotu regresan a este su solar. Guillermo las visita pero, tal y como hemos dicho, ve que parecen volver a las andadas, y les propone integrarse en el también convento femenino de Santa María de Villamayor, estas aceptan y allí se van, si bien conservan sus rentas. Cuando con el tiempo estas mueren, Villamayor se hace con este coto y lo une al suyo, de ello hay constancia documental en 1512, cuando la abadesa de Santa María acuerda con un clérigo para que de misa aquí en San Martín



En 1545, tras las reformas a las que nos hemos referido, también se extingue la vida monástica de Villamayor y sus donnas o monjas van a San Pelayo de Oviedo/Uviéu, cuya abadesa, Tioda Suárez, autorizará en 1558 a los vecinos de Llames a aprovechar restos del edificio de San Martín de Sotu para edificar una nueva iglesia en su pueblo, a condición que fuese bajo la advocación de este santo...pero esa ya será una historia de la que hablaremos cuando lleguemos allá


Sotu fue además, en tiempos más recientes, lugar muy renombrado por sus buenos bailes y chigres-tienda, como Casa Marina, Casa Emilio Villaverde, Casa Nicho, o el más alejado y por donde ya pasamos, El Puente. También estaba Casa Allende, que celebraba grandes bailes los domingos, acudiendo mozos y mozas de todos los pueblos de los alrededores, principalmente de estos más cercanos: Villar de Güergu, Castiellu y Prunales. Actualmente, más allá y saliendo hacia Arriondas/Les Arriondes, está el merendero de La Güesal

También había buenos madreñeros, como Ángel Escandón, que trabajaba con madera de cerezo y haya, y herreros, como en Cúa. Aquí estaba Ramón el Ferreru, con fragua en La Bolera. Pese a estar siempre bien comunicado, Sotu Dueñes padeció también el éxodo rural, los jóvenes dejaron el campo en su inmensa mayoría para trabajar en la Nestlé de Sevares, en Chupa Chups de Villamayor o en la capital del concejo, asentándose allí. Otros aún más lejos

En nuestros días abren sus puertas casas destinadas al turismo rural


Proseguimos así nuestras andanzas por este histórico Camín de la Reina...


En El Faéu, recuperamos lo escrito en el libro El Camino de Gijón a Covadonga relatando la historia de este histórico itinerario:
"Caminamos por el famoso Camín de La Reina, hormigonado en algunos tramos, allanado en otros, pero que conserva toda la traza de la vieja calzada milenaria que fue desde siempre. El Camín de La Reina fue la principal vía de comunicación entre el centro y el oriente de Asturias el interior, gracias al paso natural de los valles del Piloña y del Nora, hasta la construcción de la actual N-634. Su origen como decimos puede ser antiquísimo, aprovechando este "corredor natural" que hay a lo largo de las espaciosas riberas de estos ríos, un valle largo que desde Uviéu llega hasta el Sella y, aún más allá, hasta Cangues d'Onís..."

 "... Durante la romanización se hizo una vía empedrada, la cual comunicaba "Cánicas", la actual Cangues, tal vez una capital de la gente de los vadinienses, con Lucus Asturum (Llugo de Llanera) centro administrativo de los romanos en el corazón del territorio de los astures lugones. Seguro que más de una vez estas pistas y caleyes de ahora pudieron ver pasar a las formadas tropas del Imperio en su labor continuo de vigilancia de los siempre levantiscos habitantes de estas comarcas..."

"... Acabado el poder de Roma, la antigua vía siguió utilizándose como ruta de comunicación a lo largo de muchos siglos. Quizás alguna piedra del camino sea también testigo de la épica escapada de Pelayo cuando se internó en estas montañas, tras casi ser apresado por sus perseguidores en "Brece", posiblemente el actual Brez por donde pasábamos hace un momento, atravesando entonces el Ríu Piloña para meterse acto seguido por estas quebradas a la búsqueda de apoyos para iniciar una revuelta en toda regla contra el poder de su rival Munuza (Otman ben Neza), el gobernador musulmán del Norte de Hispania. Una historia que hemos también de recordar a su tiempo..."

"... Por este camino han de llegar, después de descubierto el pretendido sepulcro del Apóstol Santiago en Galicia, reinando Alfonso II El Casto, algunos de los primeros peregrinos europeos que se acercaban a Asturias en ruta a Compostela, pasando antes por Uviéu para venerar las reliquias de San Salvador, la más antigua de las sendas jacobeas..."
 "... En el año 1858 este camino es acondicionado a lo largo de todo su recorrido, con motivo de la visita de la reina Isabel II a Asturias, saliendo a Cuadonga desde la capital asturiana acompañada por todo su séquito, entre quienes estaban el rey-consorte Francisco de Asís y el Príncipe de Asturias (después Alfonso XII), nacido hacía pocos meses. Después de entrar por el Puertu Payares, visitar Mieres, Uviéu, Xixón y Avilés, el día 28 de agosto la reina llegaba al santuario..."
"... Se cuenta que cuando pasó por este tramo las obras no estaban del todo terminadas y aún seguían empedrando y cortando algunos árboles para permitir el paso de los carruajes. Desde entonces toda la travesía recibe el nombre de El Camín de la Reina, inmortalizando la presencia de la soberana por estos lugares de Asturias"

Efectivamente, sin duda era este entonces uno de los llamados caminos de herradura, que eran a fin de cuentas la mayoría, esto es solo aptos, aparte de andando, para andar a caballo o permitir el paso de mulas, como las que empleaban los arrieros en recuas para el transporte de mercancías. Con suerte habría tramos para pequeños carros, a veces siquiera con rueda: rametos o carreñas. Aún faltaban unos años para el trazado de los pasos de grandes carretas y carruajes, las carreteras actuales. Por ello, abrir por aquí paso para los carruajes de la corte debió ser toda una odisea...


Pero, ¿qué movió a su Isabel II a este viaje a Covadonga, sumamente duro, cuando ni siquiera su madre la regente María Cristina de Borbón-Dos Sicilias lo había hecho en sus visitas a Asturias?



Su viaje a Covadonga, tenía un precedente familiar clave, su díscolo cuñado Antonio de Orleans, Duque de Montpensier había estado un año antes con su mujer, yendo a caballo, y habían instalado con sus auspicios un monolito en El Repelao, allí donde la tradición aseguraba que Pelayo había sido proclamado caudillo, rey, princeps (primus inter pares) o como dijesen, o se interpretasen, las crónicas


Isabel II, como dice el historiador Francisco Cabriffosse, era bien conocedora de la propensión de su cuñado al "enredo" (siempre con ansias de tronos llegaría a financiar la Revolución de 1868 que llevaría a la destitución y exilio de su cuñada diez años después), y con ese acto se puso sobre aviso, decidiéndose ella entonces a aprovechar y recuperar la carga simbólica del lugar, histórica y religiosa, vinculándolo a la corona con el mito fundacional, de la nación y la corona, poniendo también en marcha toda clase de iniciativas para conseguirlo, empezando por el propio sacramento de la Confirmación de su hijo Alfonso (que entre sus muchos nombres tenía precisamente el de Pelayo), que se celebraría en Covadonga, enclave sagrado de la mítica batalla que había quedado muy abandonado tras el incendio del santuario de la Santa Cueva, acaecido en 1777, cuando quemó toda su estructura de madera a causa de las velas depositadas por los fieles


A partir de entonces se emprenderán los trabajos constructivos y las actuaciones pertinentes para sacar a Covadonga que aquellos largos años de decadencia y olvido. Llegarán nuevas visitas, al máximo nivel, y se abordará una remodelación completa del Real Sitio, hacia donde nos dirigimos, participando de ello personajes influyentes que patrocinaron obras y donaciones, como iremos viendo según nos acercamos a la Cueva la Santina


Cuando Isabel II visita Asturias con su séquito, se ponen al día y se conocen sobre la marcha, en reuniones y visitas, diversos asuntos y propuestas vinculadas a la industria, los transportes y solicitudes diversas en la que era aquí una plena revolución industrial con la minería, los puertos, las nuevas empresas, el comercio, las comunicaciones y un sinfín de proyectos y peticiones que se plantearían aprovechando su estancia, ello contribuiría a poner en marcha diversas iniciativas, otras seguirán en largas esperas


Pero este viaje y su carga simbólica serán uno de los ejes de esta visita oficial, tanto es así que a este camino se le llamó a partir de entonces el Camín de la Reina


La visita de Isabel II, que recuperó Covadonga y el camino, fue glosada así por los vates asturianos de mayor prestigio. Así Teodoro Cuesta escribe...
Yá la Reina ta n'Uviéu
yá la xente alegre danza
y mil ixuxús s'escuchen
Que'l pueblu gozosu llancia,
Cuerren homes y muyeres
Deseosos de mirala
Pos alloriaos dafechu
Están con ventura tanta...
Xuan María Acebal:
Polvu, tambores, músiques, pendones
Soldaos con fusiles rellucientes.
Carricoches con dames y servientes,
Xenerales, menistros y mandones.
Arcos de Triunfu, arena per el suelu
Cortinaxe colgao en corredores,
Tumbidu de cañón y voladores
Que alcen el gozu que nos sobra al cielu...

Camino bien conservado pues comunica todas las fincas que se extienden por esta ladera del monte, al pie de Caldevilla y La Costina, si bien el viejo empedrado prácticamente ha desaparecido


El camín, ahora bastante llano, bordea estos prados y sigue la sinuosidad orográfica del terreno


A la derecha unos prados en cuesta


Allí pastan los caballos


Abajo a la izquierda prau y pumarada


La Cuesta Bodes arriba a lo lejos, siempre como referencia


Más prados a la derecha...


Cruce y de frente, subiendo ahora un poco...


Fincas a los lados...


Sotu aquí abajo


Vemos las casas de la carretera. A lo lejos las estribaciones de Les Argayaes, Monte Oliciu, Picu l'Arbolín... sobre el valle del Sella, señalándonos el camín a Cangues


Ahora un poco de subida


Ganando altura vemos esta vega del Piloña que estamos dejando atrás, entre El Puente y El Barcu y al pie de La Costina


Reconocemos la vía del tren, la Casa'l Fielateru y el apeadero de El Puente, por donde subíamos a Villar de Güergu tras cruzar El Puente Vieyu del Piloña. A lo lejos el Sueve hacia la Sierra del Fitu



Esta es una foto del mismo lugar en invierno, donde con los árboles pelados vemos mejor el paso del río y el trazado ferroviario a nuestros pies. El Piloña hace de frontera, aquí Piloña allí Parres


Caminamos hacia el oeste donde tenemos otra de nuestras magníficas referencias visuales


El Picu l'Arbolín, que delata donde está Cangas de Onís/Cangues d'Onís


Acabamos así un primer recuesto...


Y pasamos junto a una caseta de aperos


El camín realiza un ángulo recto bordeando toda esta finca


Aquí una riega o regueru baja a verter sus aguas al Piloña


Prado abajo...


Y ahora otra subida...


También con buenas vistas


A lo lejos Les Camperes (284) y Monte Caravidales, parroquia parraguesa de Castiellu


Como su nombre indica, hay en el lugar un castiellu o antiguo castro prerromano


Por ahí, hacia La Cuesta Toya, va otro de los caminos hacia Cuadroveña y Arriondas/Les Arriondes, en lo que son otras posibles rutas hacia Covadonga, no señalizadas


El camino sube recto a la sombra del castañar


Volvemos a tener una muy buena panorámica del Sueve al norte


Y en medio El Barriu, en Villar de Güergu, donde hace un momento nos deteníamos a contemplar el valle hacia Sotu Dueñes...


En la distancia el Picu Pienzu, Cocones, Les Duernes, La Govieta, El Sellón...


El Bustacu, Babú, El Catu la Teya, Los Arrudos...


Otra magnífica estampa de invierno de toda esta vega bajo El Barriu, en Villar de Güergu, con el Puertu Sueve dominando la escena


Un magnífico panorama con la luz de la mañana...


Proseguimos pues la marcha siempre admirando paisajes y entornos sumamente maravillosos en estos caminos de naturaleza, historia y leyenda...


Viene ahora otro trayecto bastante llano...


Fincas caballares...


 Caballos y manzanales...



Bella estampa equina...



Pasamos la portiella...


Y avanzamos todo recto


Zona de fincas, extensas praderías a ambos lados


Y otro castañéu enfrente


Pastizales a la derecha


Prados bajo Caldevilla y La Cantera


Buenas vaquerías...


Pasamos junto a este tendeyón...


Y seguimos todo en llano y recto...


A la derecha una cabaña en medio de los campos...


Intensos tonos verdes en en boscaje primaveral


Castañares a la izquierda, prados a la derecha


Un poco de cuesta...


Otra cabaña a la derecha


Poste telefónico y torre eléctrica


Tupida arboleda


Entre el ramaje Sotu



Sotu, el ferrocarril y la carretera vistos desde aquí en ivierno. Estamos al borde de un boscoso acantilado fluvial sobre el Piloña


Más camino llano, una delicia para el paseo...


Seguimos todo el cierre de la finca...


Y la línea de torres eléctricas


Y así hacia otro soto de los que dieron nombre al lugar...


Tramos de gran belleza, inmersos en la campiña...


Altos álamos


Crecen las matas de helechos...


Atención ahora luego de pasar esta torre


A la izquierda, donde hay otra torre, hay un buen mirador sobre otro sector del valle


Justo aquí, antes de estas arboledas y de empezar a bajar...


Un nuevo paisaje ante nosotros...


Ahí está La Estación de Sotu, inaugurada, con este tramo de ferrocarril, el 10 de junio de 1903. A la izquierda la carretera N-634 en La Güesal



A la derecha El Puente la Estación de Sotu, paso del Piloña de la carretera PR-3 que comunica con Llames



A la derecha asoma un poco la antigua piscifactoría, junto a la que pasaremos para subir a Llames...


Subida que realizaremos por La Pista los Perales, L'Areneru y La Pista Picuda


Más allá Arobes, el monte Faes y La Peñe Onao


 Al empezar la bajada el suelo está hormigonado...


Atravesaremos así, en descenso, otro precioso castañéu...


Umbría de intensos verdores...


Curva cerrada a la izquierda, al pie del prado


Ensimismados con el encanto natural de los sones del bosque autóctono astur continuamos descendiendo


Sigue la pista hormigonada...


Curva a la derecha...


Curva a la izquierda...


Perdemos altura prontamente en este zigzag...


Árbolones venerables


Bajamos a La Riega Carrocea que nace en el Cuetu L'Abolín, laderas de La Cuesta Bodes


Ya llegamos abajo, al llano


Pasamos La Riega Carrocea sin darnos cuenta...


Volvemos a entrar así en el concejo de Parres por términos de la parroquia de Viabañu


Víabañu, una vía del baño o, atendiendo a la forma documentada en la Edad Media, Biauanno, evolución de un latín vicum referido a poblado no fortificado... quien sabe


Vamos saliendo ahora también aquí de este otro soto


Una leve cuesta...


Y ya tenemos de frente La Pista Picuda en la subida a Llames


Y un poco de bajar ahora...


Avanzamos todo recto



 Con la vegetación exuberante no llegamos a ver el río Piloña pese a que estamos al lado mismo de él


En invierno sí, y las casas de Sotu


Curva a la derecha...


Flores silvestres...


La siguiente torre eléctrica nos indica el cruce de la carretera PR-3 para tomar La Pista los Perales


Hacia allí nos encaminamos


Esto debe ser la presa del antiguo molino, en un excelente coto de pesca que fue siempre de gran fama, de truchas, reos y salmones. Veamos cómo sigue destacando a lo lejos el Cuetu Ordiyón


Ya caminamos al pie de la torre



En invierno veríamos El Puente la Estación, tal vez en las misma zona donde las monjas tuvieron sus barquerías, comunicación con sus posesiones en el coto de Llames


Ya tenemos enfrente la PR-3 y la entrada de la antigua piscifactoría


Esta es una foto del 25 de agosto de 1991, explorando el Camín de la Reina como alternativa a la carretera en el tramo de El Puente Sotu Dueñes a Ozanes. Vemos que parte de las señales de este camino, instaladas un año antes por una escuela-taller, ya estaban por los suelos. A la derecha Tino Lozano, Presidente de la Tertulia El Garrapiellu, y a su lado uno de los socios de por aquel entonces, Rosendo, compañeros de infinidad de indagaciones históricas y andariegas. Al fondo la piscifactoría, que por entonces debía estar en funcionamiento



Llegamos a la carretera y nos disponemos a cruzarla, a la derecha


Justo por aquí la cruzamos en diagonal de frente


Y es que justo aquí a la izquierda, nada más cruzar, seguimos por la Pista los Perales


Una gran placa nos señala el ramal por el que vamos a seguir


Y así, por Los Perales, donde una placa nos informa de la historia de este Camín de la Reina, subiremos a Llames, parroquia parraguesa de Viabañu, donde tendremos cita nada menos que con Gaspar Melchor de Jovellanos y... con el dios "Belenos"



































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