Eres el Peregrino Número

Buscador de Temas del Camino de Santiago

martes, 21 de mayo de 2019

LA TORCA, EL PANDO Y EL VALLE: BAJANDO A LEBEÑA (CAMINO LEBANIEGO)

Bajando a Lebeña
Unión de Caminos bajo el Colláu Arceón y el Cuetu Torcal
Al pie del Cuetu Torcal (1.104 m), también llamado La Coterona, se unen los dos caminos señalizados que entran en Liébana viniendo de Cicera, en Peñarrubia: el que sube por La Canal de Francos para luego, por la Cuesta la Matilla y faldeando las laderas de Mesa sin Pan, llega hasta aquí, y el que lo hace subiendo por los Invernales de Juntalón al Collado Arcedón o Colláu Arceón, justo encima de nosotros, para llegar bajando, por un estrecho sendero a esta confluencia caminera, a nuestro izquierda, unión de las dos rutas señalada por un monolito


Aquí sigue la larga y pronunciada bajada a Lebeña, una de las poblaciones históricas de la comarca lebaniega, donde está su famosa iglesia mozárabe de Santa María, símbolo del pasado ancestral de estos parajes, del arte y del Camino, con todo su acervo cultural, paisajístico, etnográfico y monumental


La serpenteante senda es relativamente ancha, como para el paso de un vehículo Muy ocasionalmente podemos coincidir con algún vehículo todo-terreno pues es la comunicación rodada con la braña de Berés, por donde hemos entrado en el municipio de Cillorigo de Liébana, uno de los que componen la comarca lebaniega


El firme es terroso y pedregoso y aquí se van iniciando las rampas cuesta abajo del gran tobogán hasta Lebeña


El bosque autóctono de robles, rebollos, castañares y hayas impera en estas alturas


De frente a nuestra derecha la gran peña caliza del Agero, con Cuetu Agero en primer término y sus 1.026 metros, cerrando por el este el desfiladero de La Hermida. Más arriba a la derecha es La Jontaniella con el Cuetu Agero y sus 1.352 metros y el Picu la Pelea (1.382 m). A lo lejos están algunas de las cumbres cimeras de Ándara o macizo oriental de los Picos de Europa el Conchizo o Ciruezo Menor (1.194 m) con la Jorcada Ciruenzo y Ciruenzo Mayor (1.304 m). Más atrás el Cuetu la Llosa (1.314 m), el Picu del Acero (1.675 m), Las Becerreras (1.943 m)Picu las Agudinas (1.976 m), Las Verdianas (2.024 m), Salmear (2.227 m), Sagrado Corazón (2.214 m), La Junciana (2.267 m)


A nuestros pies está la zona de El Valle y Prau de Maredes, praderías verdes cerca del Deva, que aún no vemos bien desde aquí. No hay una bajada directa pues bajo nosotros hay una abrupta pared montañosa, por eso el camino tiende a ladear toda la falda de la montaña para bajar a Lebeña


Es el camino bajo Colláu Argeón y Cuetu Torcal


Una tapa de registro. Tal vez sea de la línea telefónica que se extiende por esta sierra, entre Cicera y Lebeña


Por aquí baja la Riega Maredes


Fuentes naturales de agua...


Tramo recto y largo en bajada


Vamos progresivamente perdiendo altura


La riega o regato cruza el camino...


Hay algunos charcos


Ahí vemos ahora a nuestra derecha el despeñadero bajo el camino que hemos dejado atrás


Las encinas creces en las paredes casi verticales de la peña


Ese precipicio es la causa que no exista camino directo cuesta abajo desde la braña de Berés y La Matiella hacia Lebeña y hagamos este sinuoso camino por la ladera


Ladera sur de Mesa sin Pan (974 m)


Más charcos y regatos


Los nevados dosmiles de Los Picos...


El bosque, en la umbría de la mañana


A principios de la primavera aún no han salido las hojas de la mayor parte de este arbolado de hayedos y castañares


Abajo una cabaña: la braña de La Torca


Torre eléctrica


Importante descenso hacia Lebeña


Abajo más cabañas en la praderías de Maredes o Maderes


El Pando y los Invernales de Lebeña, Las Llamas y El Cercao. Ya vemos la carretera de La Hermida (N-621), que se abrió en 1863 para dar salida a los minerales de las minas del desfiladero y de Ándara, explotadas ya a finales del siglo XVIII, cuando se empezaron a abrir vías siguiendo el curso del Deva hacia el mar


La carretera, que constituye el principal acceso a Liébana desde el litoral asturcántabro, ocasionó que el eje de las comunicaciones, y por lo tanto el económico, se estableciese a lo largo de ella, desplazándose de los pueblos de la montaña hacia allí, a las profundidades del desfiladero, uno de los más largos e impresionantes de España para recorrer en coche, de suprema belleza, donde fueron abriendo numerosos negocios relacionados con el turismo rural y de montaña, siendo pionero el famoso Balneario de La Hermida, con sus aguas medicinales ya conocidas siglos atrás


A lo lejos, al sur, la maravillosa línea de cumbres nevadas de los Puertos de Salvorón y Sierra de la Mediana con el Puerto de San Glorio (1.609 m), antiguo San Clovis o San Clovio, pasos naturales entre Liébana y León por donde van en la actualidad la N-621 y el viejo trazado caminero principal ha sido recuperado con el Camino Vadiniense, desde el que pueden seguir hacia el Camino Francés los peregrinos que deseen continuar hasta Santiago los peregrinos que llegan a Santo Toribio. Destacan alturas como el Alto de la Triguera (1.896 m), El Motajal (1.979 m), Tabla Maltrota (2.027 m), Puerto de la Vega de Arriba o Collada Bragatesa (2.065 m), el Coriscáu (2.234 m), Valdeloso (2.013 m) Peña Cascajal (2.027 m), Peña Gustal (1.947 m)


Seguimos bajando y admirando el valle en Las Llamas, topónimo relacionado con barro o lodazales, viendo cuesta abajo las praderías de Maderes


Fijémonos ahora en la subida a Allende y Cabañes desde Lebeña


Desde Lebeña el Camino Lebaniego oficial sube a Allende, en medio de la foto, luego de cruzar el puente de la carretera de La Hermida, a la izquierda) y llegando a las casas del cruce. Allí, subimos a Allende pero no por la carretera local sino por un sendero que discurre entre los prados y el arbolado de la izquierda, bajo el pueblo


Si nos fijamos veremos el sendero subir a la izquierda y la carretera que sube desde la de La Hermida a la derecha. Donde ambos trayectos confluyen, en medio de las casas, podremos optar entre dos caminos, el que sube por el bosque ladera arriba a la derecha y el que va a la izquierda, hacia la capilla de Santa Eulalia o Santa Olalla


Este camino sube también, pero por una de las gargantas que confluyen en el desfiladero de La Hermida, la del Río Rubejo (río viejo). Desde aqui vemos el trazado de las dos vías, la de las profunidades del Rubejo y la de La Corona del Pando, que asciende en un pronunciado zig-zag. Ambas confluyen justo antes de entrar en Cabañes, que no vemos apenas desde aquí, tapado por la montaña, donde hay albergue público y privado


Sí vemos Trascoba, a la izquierda de Cabañes, sobre la carretera que va a Pendes y Tama, valle de Potes


A nuestra derecha la braña de La Torca, majada pastoril que da vista a La Hermida y los pastos de Maredes


Las fincas tienen cierres de alambre, lo que significa que avanzada la primavera suben los rebaños a los pastos de altura


El topónimo torca es sinónimo de dolina, hace referencia a grandes depresiones circulares provocadas por el hundimiento de una caverna, algo muy usual en estos terrenos kársticos de roca caliza


Desde La Torca se disfrutan unas excelentes vistas del desfiladero, entre los paredones bajo Mesa sin Pan y, al otro lado, los de Agero


Mientras admiramos el paisaje continuamos caminando


Siempre ahora en descenso


Flechas rojas pintadas, del Camino Lebaniego


Bordeamos el contorno de estas laderas


Curva a la izquierda


Y más bajada


Nuevas vistas del sector más oriental de Ándara, en los Picos de Europa


Y de las dos subidas desde Allende a Cabañes, por la ladera boscosa bajo la cima del monte La Prada o por la garganta de Rubejo


La gran bajada a Lebeña va acompañada de una subida similar a Cabañes. Existe además otra vía, la del Camino de La Cova, de Lebeña a Cillorigo Castro, pero además de otra fuerte ascensión tiene algún tramo complicado


Pasamos junto a algunos pinos...


Otra braña o majada, El Pando


Dejamos atrás los bosques de la falda del Cuetu Torcal


Y salimos nuevamente a las verdes praderías de Maderes, también atalaya natural sobre La Hermida...


A lo lejos Peña Llaneces y Cuetu Matorral (1.214 m). Por allí baja hacia el Deva la Agüera Riocicera, otra de las gargantas laterales de La Hermida


Ante nosotros, y mirando hacia Agero, hay una cónica pica, El Picu del Valle (705 m)


Tras dejar atrás el bosque el paisaje cambia, predominan prados y matorrales. De frente tenemos las rocosas laderas occidentales de Peña Ventosa, la Concha la Cova, por donde sigue desde Lebeña, en dura subida al principio, el otro de los caminos a Potes, el Camino Real de la Ventosa o Camino Viejo, en dirección a Castro Cillorigo, con un tramo un tanto peligroso, como dijimos, pues es un peñascal al borde del precipicio sobre la N-621 o carretera de La Hermida. De él hablaremos también oportunamente


Ante Peña Ventosa pues y su formidable peñón calizo prosigue esta bajada, viendo abajo los encinares del Camino Real de la Ventosa


La senda se va ensanchando, siendo ya como una gran pista forestal en los accesos a estas brañas


Abajo otra braña: Perdueles, con sus tejados, que se ven pequeños en la lejanía, casi ocultos por la arboleda


Allí, en medio de los prados, separados por setos silvestres, la Laguna la Cortina, cerca del arroyo de Los Casares. Por allí baja otro de los históricos accesos a Liébana desde el valle de Lamasón en la comarca del Nansa, el del Colláu Pasanéu


A nuestra derecha vemos monte abajo nuestro camino bajo las cabañas de los Invernales de Lebeña en Maredes


Paso a paso nos aproximamos al valle y... a la siguiente subida


Antes de los invernales llegaremos a un cruce, en él seguiremos a la derecha, para continuar bajando


Es el territorio del encinar, relativamente abundante en los terrenos calizos de toda la zona, hasta la costa incluso


A la derecha un indicador caminero


Parece que ha caído varias veces y lo han vuelto a levantar, haciéndole una base de piedras


Nos informa que estamos a solo 2 kilómetros de Lebeña, a 15 d Potes y a 18 del monasterio de Santo Toribio de Liébana pero, como tantas veces decimos, en terrenos montañosos las distancias parecen duplicarse, al menos...


Y así continúa nuestro largo descenso a Lebeña, ahora por el encinar


Gran tajo o desmonte a la derecha para ensanchar la pista que, con suelo aquí de zahorra, es prácticamente una carretera de montaña


Los Picos de Europa, recinto amurallado por la mano de la naturaleza, donde antes habría de subir las aguas del mar que no las armas de Roma, como decían los antiguos cántabros vadinienses y orgenomescos, pobladores de estos parajes durante la larga campaña de conquista emprendida por Augusto entre los años 29 y 19 a. C


Allende, justo enfrente, otro de los pueblos de este municipio, Cillorigo de Liébana


Perdemos altura rápidamente


A la izquierda otra vista de la Laguna la Cortina, con los peñascos de Tundes y El Encinal


La Cortina y Perdueles, braña y pastos


Peñascos y altas cumbres. En torno a La Hermida y a ambos lados del Deva estos eran los difíciles pasos entre la meseta, la Cordillera Cantábrica y el mar. Los milenarios caminos suben cuetos y collados y bajan a profundos valles y desfiladeros angostos en lo que fueron los accesos a Liébana que la comunicaban y comunican con los puertos del mar, con San Vicente de la Barquera, con León y Castilla por los puertos de la montaña, por los que fueron discurriendo las sendas de peregrinos hacia San Martín de Turieno, luego Santo Toribio de Liébana, santuario fundamental del orbe cristiano junto con Roma, Jerusalén y Santiago


Avanza la primavera, ya llega el ganado a la braña. Los primeros, los caballos, imprescindibles en estas abruptas quebradas


Pastos en los Invernales de Lebeña


Todo cuesta abajo ante el omnipresente Agero


Cuesta a la izquierda. De frente el Encinal de Ventosa


Un grupo de cabañas


Al sur los pasos del Colláu Pasanéu, al este de Peña Ventosa


La pila de estiércol, a la puerta de la cuadra


Bajando por los invernales


El sol de la mañana, saliendo por el este y subiendo por las montañas


Paisaje de majadas


Un descanso en los invernales


Y luego continuar el descenso


Alambrada


Un cruce, muy similar al anterior, que hemos dejado más arriba


También aquí realizamos un giro de 360 grados para seguir bajando a la derecha



En el mojón han pintado una flecha roja para evitar errores, pues la original se ha borrado


Hay una portilla


Está abierta, pero si la encontrásemos cerrada abrámosla y volvamos a cerrar al pasar, es para que el ganado no se meta de unas fincas a otras


Y como antes, tras la encrucijada, otra buena bajada directa


A la izquierda más vistas del Encinar de Ventosa, la Concha la Cova y Perdueles


La Laguna la Cortina...


Perdueles. Se dice que en el lugar, donde hay unas pocas cabañas, hubo en tiempos remotos un poblado de cierta importancia. La leyenda asegura, pero sin nada demostrable, que fue donde estuvo el palacio de los condes de Liébana, fundadores de la iglesia de Santa María de Lebeña. Ciertamente hoy nos pueden parecer parajes un tanto apartados pero no olvidemos que los caminos principales de entonces pasaban por estos andurriales. Así es que monte arriba había, en la senda que baja de Pasanéu, dos capillas, dedicadas a San Pedro y a Santa Cecilia


Encinas, peñas y matojos...


la cima de La Prada, y atrás la caliza gris casi blanca de El Cochizo, el Ciruenzo, el Cuetu la Llosa. el Puertu de Quión...


Bifurcación y abajo a la izquierda sigue nuestro periplo


Hay señales del Camino Lebaniego y otras rutas senderistas


Y así continuamos nuestro largo caminar a Lebeña


Flecha roja


Atención a esta torre de luz


Desde ella tenemos una mejor vista ya de Lebeña, al menos de sus barrios situados más al sur, Quintanilla y San Román, dando vista al valle y subida a Allende


Por ahí vemos el camino entrar en el pueblo, luego de pasar el puente sobre el río de Los Casares. En la siguiente bifurcación que reconocemos tras el puente se sigue a la derecha, haciendo una curva a la izquierda ante las casas, y allí se divide en dos


Uno va a la derecha a la iglesia de Santa María de Lebeña, y luego se dirige a la izquierda para tomar el antiguo Camino de la Puente, que vemos a la izquierda, en dirección al puente y el río. Son los campos de Monasterio y La Cuerne, donde estuvo la desaparecida capilla de San Román. Otro ramal sube más a la izquierda hacia el Camino Real de la Ventosa o de La Concha la Cova, subiendo por el encinar arriba. También vemos de nuevo las casas de la carretera, subida a Allende y Cabañes


Santa María de Lebeña y la explanada de los aparcamientos. Allí va el camino que se dirige al puente para cruzar la carretera de La Hermida y subir primero a Allende y luego a  Cabañes. Ante la iglesia se extiende El Cuerne, antiguo Campo de San Román, con La Granada de la Iglesia, donde hay viñedos, detrás la Huerta Redonda, el Molino de Lera y la Serna de la Riestre, nombres y citados en documentos antiguos. A la izquierda una pradería tiene el revelador nombre de Monasterio


Sobresale en el conjunto de la iglesia su gran torre-campanario que no es contemporánea de la misma ni mucho menos, sino que fue un añadido del siglo XIX en su totalidad. En esa centuria se añadieron estos torreones, altos, de planta cuadrada y techo a cuatro aguas, en algunas iglesias prerrománicas sin que al parecer hubiese ningún testimonio arqueológico que confirmase que hubiesen existido históricamente. Detrás de ella vemos los tejados y asoma un poco el pórtico, del siglo XVIII, otro añadido posterior a la estructura original altomedieval


Domina la escena el Picu Aliago (627 m), a la izquierda de la garganta de Rubejo. A la izquierda de Lebeña, más cerca y monte arriba, tal veamos ascendiendo entre los encinares el Camino de la Cova


De nuevo a la derecha el Picu del Valle...


Y de nuevo de frente Agero


Flancos arbolados,,,


Curva a la derecha


Y ante el picachón del Picu del Valle


El Picu del valle tiene en realidad dos picas, la izquierda de 705 metros y la derecha de 687


Hacia ella baja el Camino



Un nuevo cruce


Atendiendo a las señales seguiremos recto y de frente


Postes a los lados


Otro cerramiento ganadero


Y si antes veíamos dos... ahora vemos tres picas en el Picu del Valle


La del medio 665 metros, asoma ahora


Portentos de la naturaleza que se yerguen hacia el cielo...


Curva a la izquierda


Queda menos, pero aún hay bajada hasta llegar a Lebeña. De frente una vez más el Picu Aliago con sus 627 metros, teniendo a su izquierda La Peña del Encina (615 m)


La pista caminera se torna ahora aún más ancha


Vamos a asomarnos aquí a la derecha


Vemos a la derecha del arbusto bajar nuestro camino


Y abajo El Valle, la gran vega al lado del río Deva, con la carretera de La Hemida al otro lado del río, bajo la otra ladera


Allí están las casas del barrio El Valle, junto a las que pasaremos enseguida


Y adelante todo de frente por los encinares


Bifurcación: seguimos cuesta abajo y de frente


Tupido boscaje


Curva a la derecha


La bajada parece que se va suavizando


Tramo recto entre los árboles


A la vista del Agero...


Curva a la derecha



Otra vez ante el Picu del Valle


Sus magníficos espolones calizos son rutas de escalada...


A sus pies el poblado y espeso encinar por el que venimos bajando


A la izquierda El Valle


Curva cerrada a la izquierda


Uno de esos grandes giros de 360 grados


Y así seguimos perdiendo rápidamente altura


De derecha a izquierda: Agero, Invernales de La Pelea y La Prada


El Cruce del Valle, seguimos de frente abajo


El mojón nos lo indica


Símbolo de la flecha y la cruz del Lignum Crucis


Las casas de El Valle quedan pronto a nuestra derecha


Bajo el Agero las boscosas peñas de La Gallega. De frente al camino a la izquierda de la foto La Canal de Agero, y a su izquierda La Prada (825)


Abajo campos de Bolado y San Julián


Una parte algo más llana


Picu Aliago, guardián de los pasos del desfiladero. A su derecha a lo lejos La Peñuca de Colio (848 m), sobre la senda de Cabañes a Pendes. Más allá el calizo Picu la Paña (1.354 m)


Zona de Oteros y El Vallejo, dando vista a la carretera de La Hermida y riberas del Deva


La carretera y el desfiladero, que se extiende unos 21 kilómetros de norte a sur


Bifurcación, seguimos de frente a la izquierda


Picu Aliago y Peña del Encinal, con El Corral de los Moros. A sus lados vemos las rutas a Cabañes a la derecha, y a Castro Cillorigo por la Concha la Cova a la izquierda


El firme es ya de asfalto y se divisan enfrente los tejados de Lebeña


Esta explanada es un buen mirador sobre el valle


Un lugar en el que el estrecho desfiladero se abre en esta preciosa vega del Deva donde trabajaban los molinos de Lera y Barbasón


Y volvemos a ver Santa María de Lebeña en medio del pequeño valle, una fundación atribuida a los condes de Liébana Don Alfonso y Doña Justa en el año 924 según documento del Cartulario de Santo Toribio de Liébana para guardar las reliquias de Santo Toribio de Astorga, traídas de Astorga huyendo de las incursiones agarenas y depositadas en el citado monasterio, entonces de San Martín de Turieno, al que ceden esta fundación, si bien el texto podría tratarse en realidad de una transcripción posterior, del siglo XIII


Existen reseñas de un santuario anterior a este, desde el siglo VIII, centuria en la que cae el Reino Visigodo de Toledo y se acogen a este valle muchos refugiados aprovechando que el Reino de Asturias estrenaba una endeble independencia, no solo ante los musulmanes sino ante el nuevo orden religioso y político imperante en Toledo, la antigua capital goda, que buscaba la alianza con los nuevos dueños de la situación. Así en el 796 aparece en un contrato de compraventa de un tal Pruello con varios frailes y monjas la iglesia de Santa María de Lebeña, que en otro documento de venta es llamada San Salvador de Lebeña. Tal vez hubiese un pequeño monasterio o comunidad monacal en aquellos tiempos


El estilo imperante es el mozárabe, lo que aludiría la influencia de refugiados cristianos del sur, si bien los tres ábsides de la cabecera son de inspiración del Arte Asturiano prerrománico. En algún momento el santuario y sus tierras pasaron a la corona pues Alfonso VIII lo dona al monasterio burgalés de San Salvador de Oña en 1187, algo que debió ser muy pasajero pues desde el siglo XI aparece dependiendo de Santo Toribio de Liébana, hasta que en 1510 los vecinos de Lebeña se negaron a reconocer el dominio señorial del prior y a pagarle el diezmo, pudiendo constituir su propia parroquia. En 1893 el templo fue declarado Monumento Nacional y siendo restaurada entre 1896 y 1897. En 1971 se descubrió durante unas obras una losa en el antiguo suelo que al darle la vuelta mostraba unos signos solares de inspiración prerrománica, mozárabe o visigoda, si bien para otros podría ser incluso anterior


Vamos así acercándonos a Lebeña viendo arriba el encinar que guarda el Camino de la Concha la Cova o Camino Real de la Ventosa


Lebeña, asentamiento vinculado a la fundación del santuario pero que puede estar fácilmente sobre una población anterior  existente en tiempos de Roma, pues en una de sus casas se luce la estela funeraria de Aelio Albino, datada a partir del siglo II d. C.


Durante los siglos de dependencia monacal la vecindad pagaba las rentas a los monjes e incluso donaban tierras para salvación de sus almas. También arrendaban terrenos y viñedos, de gran importancia estos en la comarca lebaniega


Arriba, el sol irradia sus rayos a través de las cimas de Peña Ventosa


Majestuosos titanes de roca caliza...


Bifurcación: seguimos de frente


Estas son las casas de la parte este de Lebeña, por donde entramos en la localidad


Banco de madera en esta vereda


Y aquí una magnífica vista de alguno de sus barrios y lugares históricos, como Quintanilla y San Román


Estos barrios son los originales del poblamiento medieval, un poco apartados de la iglesia pues las tierras más llanas y fértiles junto al Deva eran aprovechadas al máximo como tierras de labor para el cultivo. Quintanilla, quintana pequeña, era en origen el nombre antiguo del lugar

Continuamos ruta siempre a la vista de Peña Ventosa y su camino real


Llegamos así a una encrucijada


Primeramente nos cruzamos con el Camino de los Casares. Nosotros seguimos de frente


Pasamos así junto a las primeras casas


Y seguimos bajando un poco más


Curva al pasar el puente sobre el río de Los Casares o de Perdueles, por donde viene el camino que enlaza con esa braña


En la antigua documentación de Lebeña esto era conocido como Bazna


Prado de Bazna. A la derecha El Arenal


Atención a la siguiente casa, se supone que es una antigua torre bajomedieval de control de paso en el camino, transformada hacia el siglo XVII


De su pasado como torre conserva algunos elementos de interés


Arco gótico en la puerta


Y pequeños ventanucos


Bifurcación, seguimos hacia abajo, a la derecha


Y esta es la Fuente Cotera, del año 1915


El agua mana por un caño y dispone de abrevadero. Antiguamente se venía aquí a por el agua para las cuadras y las casas


Conserva una inscripción donde se lee "Cotera a. 1915 Lebeña"


Arriba ante nosotros otra vista diferente de Cuetu Agero, su gran pared sur, paraíso de escaladores...


La mayor parte de las casas de Lebeña han sido restauradas, constituyendo un interesante ejemplo de arquitectura rural


La calle se estrecha ligeramente al pasar entre ellas, haciendo calle


Aquí estaba el lugar de El Ojo


La vieja Quintanilla, el poblamiento histórico de Lebeña


Más allá del Ojo, Tras el Ojuelo, Sobre el Ojuelo y Trasquindio, en la documentación antigua. Prácticamente en tiempos fue una pequeña ciudadela medieval


Por aquí, donde confluían diferentes sendas bajando de los collados y puertos que comunican Lebeña y Lamasón, pasaban en siglos pasados viajeros, arrieros y peregrinos de Santo Toribio, llamados crucenos o cruceros, por su veneración a la reliquia del Lignum Crucis, madera del brazo izquierdo de la Cruz de Cristo, recogida y guardada en estos valles en los dramáticos avatares del siglo VIII que supusieron el final de todo un mundo pero guardaron la simiente para el nacimiento de una nueva época en el trasiego de la historia


La legendaria tradición de los polvorientos pergaminos dice que estas eran las tierras de los condes fundadores, donadas a la iglesia de Santa María de Lebeña, que construyeron en señal de arrepentiemiento tras querer llevar el conde Alfonso a la capilla de San Román las reliquias del monasterio de San Martín de Turieno (Santo Toribio de Liébana), empleando para ello un pequeño ejército de 50 hombres, y cegar al abrir la cripta que las guardaba, recuperando posteriormente la vista


Y así, por Lebeña y sus antiguos barrios, callejeamos entre casas, cobertizos y cuadras


Aquí en el suelo una señal


Una vieja placa puesta en el firme de la señalización oficial del Camino Lebaniego


Arco de medio punto en una casa, también datada en el siglo XVII de lo que era el barrio o lugar de La Torre


Más allá Trasquintanilla. Información toda esta recogida en el trabajo La génesis de una aldea: Lebeña (Cantabria) de Alberto Ansola Fernández, Departamento de Geografía, Urbanismo y Organización del Territorio de la Universidad de Cantabria


Y aquí ya hemos de escoger: el camino oficial sigue a la derecha hacia Santa María de Lebeña, que conviene conocer independientemente que vayamos por donde vayamos. Es la ruta a La Puente, Allende y Cabañes. La otra, de frente, el Camino de la Concha la Cova o Camino Real de la Ventosa, más directo a Castro Cillorigo pero sin duda con un tramo, recalcamos, nada aconsejable si no se tiene algo de experiencia montañera, o se padece de vértigo, o en casos de adversas condiciones metereológicas



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!