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sábado, 12 de agosto de 2023

EN LA PARRA "EL QUE BEBE LA GARRA": CHIGRES Y CASAS INDIANAS Y OBRERAS EN LA PARADA DE CAMINANTES DE LA QUE FUE "LA PEQUEÑA CUENCA MINERA DE VILLAVICIOSA", ASTURIAS)

La Parra desde El Puente Amandi y El Molín de San Xuan

Nada más salir del casco urbano de Villaviciosa, en El Puente Amandi, sobre el río Linares o Ríu Llinares, el Camino de Santiago se dirige a La Parra, barrio de esta parroquia de Amandi de traza bastante urbana en la que fue primeramente la Carretera La Pola, construida a mediados del siglo XIX sustituyendo al antiguo Camín Rial, comunicación también con la capital asturiana y actualmente carretera AS-267, por lo que vino a constituir el principal acceso a Villaviciosa desde el centro interior de Asturias, hoy en día más conocida como Carretera la Campa dado que sube al alto de este nombre, en La Llomba, al sur del concejo, divisoria con Sariegu

Dada pues su condición de entrada y salida principales de La Villa, que es como se conoce popularmente a la capital de Villaviciosa, se creó un núcleo urbano lineal haciendo calle con viviendas obreras y casas burguesas, incluyendo alguna quinta indiana, a lo que contribuyeron algunas industrias radicadas en esta parroquia de Amandi, entre ellas incluso prospecciones mineras

La carretera era también confluencia de las gentes de las aldeas que iban y venían, a veces diariamente, al mercado de La Villa, por lo que en La Parra abrieron algunos célebres establecimientos de chigre y chigre-tienda (alguno sigue hoy en día), haciéndose célebre la frase "En La Parra, el que bebe la garra", refiriéndose a las cogorzas que algunos parroquianos y transeúntes agarraban en su camino de ida o vuelta

Uno de esos chigres-tienda era Casa Herminio, a la izquierda de la foto. A su derecha unas palmeras delatan la mansión indiana de la quinta La Covadonga, construida en 1904

A lo lejos se divisan las alturas del Cordal de Cañéu, como el monte Curiella (535 m), a cuya izquierda, por el Altu la Cruz, sigue el viejo Camín Real o Rial en dirección a Gijón/Xixón, una de las dos rutas oficiales del Camino de Santiago

Más al sur, por La Campa, lo hace el que va a Oviedo/Uviéu: son las sendas ancestrales anteriores a la carretera, señalizadas oficialmente en estos dos casos como históricas sendas xacobeas

Ambos camino se separan en Casquita, un kilómetro más allá de La Parra, a donde se va, una vez cruzada la AS-267 a la altura del Bar Caso (a la izquierda de la foto), siguiendo la carretera local VV-10, que en ese tramo se superpuso a viejo Camino y es por donde va ahora la ruta xacobea oficialmente señalizada

A la derecha del cruce, una de estas casas es "un excepcional edificio de dos plantas netamente urbano", como lo describe el arquitecto Juan José Pedrayes Obaya en su libro Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano

Y a su izquierda unas casas de vecindad, similares a viviendas obreras. Además de los establecimientos reseñados y las minas hubo en las cercanías otras actividades industriales, molinos, fábricas de papel, mantequeras, de chocolates, artesanos madreñeros, constructores de carros, etc. La misma carretera generaba actividad y trasiego continuos



En este tramo es además muy común encontrarnos con peregrinos que vienen en sentido inverso, realizado otra famosa ruta de peregrinaciones: el Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga. Coincidiremos con ellos pues hasta Casquita viene a ser el mismo Camino

Luego, los que elijan la ruta gijonesa, coincidirán aún más, pues en buena parte ambos trazados son los mismos durante bastantes tramos, si bien en dirección contraria, lo que en sus tiempos fue causa de algunas confusiones

Un alto muro cierra una gran finca que se extiende desde las casas de La Parra hasta el río Valdediós y su unión con el Viacaba

A nuestra derecha llega, desde Les Colomines y L'Alameda, el camino fluvial de la Senda del Ríu Llinares, inaugurada oficialmente el 2 de septiembre de 2009 al acometerse la rehabilitación de estas riberas, merced a la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Norte, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Villaviciosa. Es algo más larga que el Camino oficial dado que sigue los meandros del río

El Camino hace curva a la derecha y asciende ligeramente al llegar a la entrada de una casa de turismo rural, La Parra de Panchita, pasando al pie de su galería, orientada al este

Seguidamente hay un bar, es la parte trasera de Casa Aurelia, histórico en esta parroquia de Amandi, que durante un tiempo fue conocido como La Parra, por el nombre del barrio. Su entrada está al otro lado, en la carretera

Al pie de Casa Aurelia hay una bifurcación, en la que seguiremos a la izquierda. Fijémonos en la flecha amarilla pintada en la esquina. Paran aquí, como en el Bar Caso, numerosos peregrinos a Santiago y Covadonga, a tomar algo, así como excursionistas, senderistas y visitantes en general, siendo célebres sus pinchos, menús y algunas especialidades como el pitu caleya, el cabritu, la tabla de embutidos, etc.


Fijémonos también, mirando arriba en las filigranas de las ventanas


El escritor Pablo Antón Marín Estrada plasma el ambiente de los peregrinos llegando al bar en su serie para El Comercio titulada A un paso del Camín, en concreto en el capítulo titulado La rosa de piedra de Maliayo y la encrucijada de San Blas, publicado el 18-9-2022:
"... en el barrio de La Parra, Casa Aurelia, es un chigre de toda la vida donde los romeros acostumbran a acercarse antes de continuar hacia Casquita. Detrás del mostrador, Brístol Rojas, desvela que tanto él como su madre Amelia reciben de buena gana a estos clientes: «El Camino pasa por la parte de atrás pero son muchos los que vienen aquí para comer algo, tomar el desayuno o aprovisionarse antes de seguir adelante. Especialmente en verano sí se nota aquí mucho el movimiento», apunta. Unos centenares de metros más allá, la ermita de San Blas es un punto crucial: en su interior siempre abierto, los propios peregrinos pueden sellar su credencial. Ahí se bifurca la ruta costera hacia Gijón con la que se adentra por La Campa a Oviedo. Algunos toman su decisión sobre el terreno, como es el caso de los colombianos John Hagewood y su esposa Fanny Adawue: «Yo había hecho el tramo entre Irún y Ribadesella, ahora continuamos los dos el resto de la ruta hasta Santiago», revela él. Consultan sus mapas y luego, dejándose guiar por la intuición resuelven decantarse por la vía de la Costa. «Como a Roma todos los caminos llevan allí y lo importante es el viaje», afirman, despidiéndose con una sonrisa en los labios y los pies ligeros: «Aún queda trecho que andar, pero hoy estamos más cerca».

Más detalles artísticos en los vanos de esta fachada, estos los del dintel de la puerta de la terraza



Y los de una ventana, a su izquierda


Pero la terraza por excelencia de Casa Aurelia es esta, el merendero, a la sombra de los árboles y haciendo esquina en el cruce en el que salimos a la carretera


Esta es la fila de casas que veíamos hace un momento desde El Puente Amandi. La primera la de La Covadonga, con sus palmeras


A su derecha un ramal sube al barrio de La Poladura, donde hay más quintas indianas. Su estado de conservación fue premiado por la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa Cubera


Una de ellas es, abajo, la fundada por Francisco Villar Amandi, nacido en este barrio, sobre la que fue la casa familiar, a la que le puso el nombre del mismo. Fue emigrante a México y llegó a ser gerente de los almacenes El Nuevo Mundo México, según nos enteramos por el magnífico blog de Casonas de indianos:
"A medida que fue haciendo dinero fue comprando terrenos, cuadras y casas contiguas, reconstruyó esta casa para pasar el verano. Se casó con la vasca Cándida Arrieta Arrillaga con la que no tuvo hijos. A su regresó a España se instalaron en la calle Princesa de Madrid donde tenían un edificio y tras el fallecimiento de Francisco Dª Cándida residía en esta casa de julio a octubre.

En 1.877 Bernardo García Roves y Ordóñez fundó “El cajón del Nuevo Mundo” en el centro histórico de México DF. En aquel local se vendían telas, artículos de bonetería, así como prendas de vestir para damas y perfumes importados desde Europa. En 1.910, año en que se inicio la Revolución Mexicana, cambió de nombre para convertirse en EL NUEVO MUNDO MEXICO S.A."

En lo alto está la Casa de Oro o Casa Falo la Poladura, construida en 1901 para el también emigrante a México José de Oro y su mujer, Ramona Venta Tuero, natural esta de Pandu, en la cercana parroquia de Breceña. Fallecidos sin descendencia, heredaron la casa sus sobrinos, hijos de Petra Venta, hermana de Ramona, llamados Clementina y Rafael Miyar Venta (Falo), pasando a conocerse con el nombre actual. En el blog Casonas de indianos se cuenta la historia de que la casa tenía a su entrada una campanilla   "con la que se avisaba a los pobres para que fueran a recoger la limosna", así que como durante la guerra civil "fue refugio de algunos sacerdotes"


Por su parte La Covadonga se construyó, como hemos dicho, en 1904, siendo sus primeros propietarios Rafael Tuero Lavandero y su mujer María Álvarez Collada


Es "de planta cuadrada y dos pisos con sillares enmarcando esquinas y vanos", leemos también en Casonas de indianos. Su fachada sur dispone de una buena galería en su planta alta, que veremos mejor desde un poco más adelante. Su jardín está cerrado por una elegante verja dispuesta sobre un murete


Esta es la entrada principal a la quinta, con la puerta de la casa a continuación, escaleras arriba,  "flanqueada por vanos adintelados y un balcón sobre la misma"


En la portilla o portón el nombre de la casa, La Covadonga


En el dintel de la puerta el año de su construcción, 1904


En la portilla, vemos asimismo, sobre el nombre de la quinta, las letras R T que corresponden a las iniciales de Rafael Tuero


Mirando atrás podremos ver la disposición de Casa Aurelia o bar La Parra en el cruce de caminos que ha quedado ya a nuestras espaldas


Su muy acogedor merendero, en la esquina, bajo los árboles que le proporcionan buena sombra. Hay además un pequeño cobertizo


Y también una pequeña terraza a la entrada, al lado de la carretera. A los lados de la puerta del bar hay sendos tablones de anuncios. La de la izquierda es la puerta de la vivienda, situada arriba


Esta su fachada principal presenta también numerosos detalles artísticos en puertas y ventanas


Filigranas en los balcones de la primera planta


Este es el del centro, donde predominan los motivos florales


El piso alto o bajocubierta, con balcón no saliente en medio y ventanas estilo ojo de buey a los lados


Siguiendo camino carretera adelante pasamos el cruce que va a Poladura y, después de La Covadonga, seguimos contemplando el conjunto de casas que se extiende a la derecha



Esta, de buena galería, es donde estuvo antiguamente el chigre-tienda de Casa Herminio. con terreno y hórreo detrás, en la cuesta


Es ahora cuando admiramos al pasar la gran galería de La Covadonga, sostenida sobre columnas. Llama también la atención la cristalera del bajocubierta, donde hay varias bufardes o buhardillas. Debajo de la galería, otra de las puertas de acceso a la casa


Esta carretera se fraguó a la vez que la famosa Carretera Carbonera para transportar, en carros (aún no había ferrocarril), el carbón de las minas de la Cuenca del Nalón al puerto local gijonés. No en vano Villaviciosa por entonces ansiaba lo mismo o parecido para su puerto de El Puntal, cerca de la bocana de La Ría. Así describe sus prolegómenos Pedrayes Obaya:
"Por las mismas fechas que Alejandro Aguado comienza las gestiones parta la construcción de la carretera carbonera son iniciados los trámites para la construcción de una carretera desde Villaviciosa a Pola de Siero, aprovechando sin duda la influencia de José Caveda y Nava, quien ocupó el puesto de Jefe Político de la provincia desde 1838 a 1840. Pero fue Pedro José Pidal, quien en su etapa de Ministro de Gobernación activó definitivamente su construcción. En una carta enviada al Ayuntamiento en Marzo de 1845, Pidal da cuenta de la aprobación de la Reina para la construcción de una carretera, mejora de la barra del Puntal y anuncio de la próxima llegada a Villaviciosa del ingeniero Juan Rafo y su ayudante José Elduayen, encargados de efectuar estos proyectos. Estos dos ingenieros fueron personajes claves en la primera industrialización asturiana. Rafo estuvo implicado en la polémica entre los ejes Mieres-Avilés y Langreo-Gijón, y fue acusado de su preferencia por el primero en un informe realizado en 1846. Aprovechando su estancia en nuestro concejo proyectó y dirigió las obras del puente de Catardugi en Arroes.

Elduayen, después Marqués del Pazo de la Merced, realiza el Proyecto del ferrocarril de Sama a Gijón y Villaviciosa e interviene activamente en la búsqueda de financiación para su construcción. En 1853 redacta un proyecto de reforma para  el puerto de Gijón. En Villaviciosa dirigirá en 1846 la apertura de la carretera desde Villaviciosa al nuevo atracadero del Salín.

La unión de las obras d ela carretera y las mejoras del puerto, indican claramente la intención de perfeccionar los transportes de carb´çon desde las cuencas de Sama y Lieres, que habían alcanzado ese año su máximo volumen, aunque Gijón, por esas fechas ya exportaba siete veces más carbón que Villaviciosa".

En 1839 José Caveda, en su cargo de Jefe Político de la Provincia, enviaba ya al Ayuntamiento de Villaviciosa el pliego de condiciones y la traza del nuevo camino que se estaba construyendo desde La Campa según lo indicado por el arquitecto Ramón Secades, siendo por entonces cuando se establecen los arbitrios correspondientes para la construcción de la carretera, sacándose a remate, apareciendo ya los primeros problemas con las expropiaciones, solventados con el impulso de Pedro José Pidal y Carniado


El proyecto fue del ingeniero Juan Rafo, realizado por él entre abril y diciembre de 1845, mientras Elduayen se hacía cargo del asunto de las expropiaciones, mientras que Joaquín Montero era nombrado inspector de las obras, la cuales se llevaron a cabo sin mayores problemas hasta llegar aquí, pues hubo presiones para cambiar el trazado proyectado de La Parra a Les Baragañes y llevarlo por San Xuan hacia La Villa:
"Surge entonces una agria disputa en el Ayuntamiento sobre qué dirección habría de romar la carretera hasta Villaviciosa. La dirección que Rafo había trazado es la actual, es decir, la carretera pasaba por La Parra saltando el río de Grases por un pequeño puente, seguía por Les Baragañes, cruzaba el río por un nuevo puente (el actual Puentón) y entraba en la villa por la plazuela de Balbín. Este trazado, como el de toda la carretera, era totalmente nuevo.  Sin embargo varios vecinos de Amandi y dos grandes propietarios, Juan Hevia Antayo y Pedro Peón Vereterra, trataron de llevar la carretera por el antiguo camino a Gijón y Oviedo. Para ello mandaron comunicaciones a la Reina. El Jefe Político intervino en la disputa y solicitó un informe al Ayuntamiento. En el informe se muestran la disparidad de criterios e intereses existentes dentro de la Corporación. Por una parte algunos firmantes de la petición, y familiares de éstos que eran regidores del Ayuntamiento, estaban a favor de la variación del trazado, alegando que el otro era más costoso puesto que requería la construcción de dos puentes; la entrada en la villa por una  plazuela destinada a mercado de comestibles; la mala conexión con la salida a Colunga; el arrinconamiento que supondría para los almacenes de Amandi y el nuevo puente que se habría de construir en la ría aumentaría el peligro de inundación del pueblo"

Estas objeciones fueron rebatidas por el regidor Bernardo de la Concha, acusando además a los citados propietarios, Juan Hevia y Pedro Peón, de ser los instigadores de esta solicitud en la que resaltaban ciertos intereses personales:
"... la antigua carretera pasaba por terrenos de Pedro Peón y si se hacía coincidir con el trazado de la nueva, monopolizaría los nuevos terrenos edificables; también argumentó que las explanación de la carretera por el trazado de Rafo ya estaba hecha, y pagadas gran parte de las expropiaciones: además a este trazado permitía la llegada de los carbones de Lieres y Bimenes (cuya exportación estaba en constante aumento) sin necesidad de entrar en la villa, al contrario que la variación propuesta"

Las casas de La Parra, como este conjunto de viviendas obreras, se hicieron bien pasada ya esta disputa, a partir de 1862, una década exacta después de la finalización de los trabajos e inauguración de la carretera, para lo que hubo de terciar el alcalde Gumersindo Guerrero, quien propuso un nuevo trazado, que en realidad coincidía con el de Rafo, hasta El Puentón, en Les Eríes:
"... pero que en lugar de entrar en la villa por la plazuela de Balbín giraría para pasar delante de la iglesia de la Oliva, cruzando entre la Cárcel y la casa llamada de la Oliva para empalmar después con el camino de Colunga. Con ello se conseguiría, según Reguero, la conexión directa de los carbones de Langreo, Valdesoto y Lieres con los embarcaderos del puente Buetes, del Salín e incluso de La Espuncia, más capaz que los otros dos, y del que hacía años existían un proyecto para su ampliación"

La disputa llegó a su fin en 1850 con la Real Orden que confirmó la construcción de la carretera por Les Baragañes y la ería de La Barquerina, dándose por finalizada en el verano de1852


Nos cruzamos con estos peregrinos a caballo en ruta a Covadonga. Poco más allá está El Puente, bajo los bosques de La Roza, construido por entonces para salvar el curso del Ríu Valdediós, uno de los hechos en esta carretera


Y esta es La Casa les Panches, la de aires más netamente urbanos burgueses a la que nos referíamos antes, de planta cuadrada y tres pisos


La última casa de esta fila es la del Madreñeru la Parra, ya en el cruce con la VV-10, a la que cruzaremos frente al Bar Caso, antes El Puente, también con concurrida terraza a su entrada, en el mismo cruce


La Casa les Panches tiene un "Primer piso con tres vanos. El segundo y el tercero repiten el mismo esquema con dos pequeñas galerías voladas en los laterales, flanqueando dos miradores abiertos con balaustres de piedra", informa igualmente el blog Casonas de Indianos


Unes Madreñes, a la puerta de casa, recuerdan las hechas aquí por el célebre Madreñeru la Parra


Con muchísima atención pues, pues no hay de momento paso de peatones, señales lumínicas ni nada que se le parezca, vamos a cruzar la carretera aquí, si no lo hubiésemos hecho ya, para tomar la VV-10 entre el antiguo taller de madreñes y el Bar Caso


El Bar Caso es otra parada muy empleada por los peregrinos que van a Santiago y a Covadonga, si necesitamos comer o tomar algo hagámoslo en alguno de estos bares de La Parra antes de seguir ruta pues luego, salvo que abran alguno nuevo, no encontraremos más en un buen tramo, a no ser algún puesto de donativo de frutas o bebidas que a veces alguien coloca ocasionalmente para los peregrinos. Cuidado de todas maneras con la sidra y otras bebidas espirituosas en estos tramos más descansados y llanos, que no nos entre la euforia, porque recordando de nuevo el refrán local "En La Parra, el que bebe la garra" 


Señalización xacobea: nosotros nos dirigimos a Casquita, que está justo en la divisoria de las parroquias de Niévares y Grases, por lo tanto a un kilómetro, más bien escaso, de este cruce


Sobre el mojón xacobeo, Gatogrino, guardián del Camino. Esta viene a ser la señalización correcta de la ruta: la concha, símbolo identificativo del Camino de Santiago pero no necesariamente direccional, con la flecha amarilla, que sí lo es, según la normativa señalética del Consejo Jacobeo


A la izquierda, junto al río y delante del puente, está el merendero. Antaño hubo bolera, donde disputaban sus partidas los parroquianos, como era tradición, actualmente perdida


Hubo aquí además, en El Puente, una "pequeña cuenca minera". Entre 1898 y 1899 la compañía Sonda de Villaviciosa realizó diversos sondeos en busca de yacimientos de carbón. Volvemos al  libro de Pedrayes Obaya para enterarnos de su origen e historia:
"En 1887, el periódico "La Tía Cacica" en un artículo titulado "Hierro y Carbón" comenta las posibilidades de unir la cuenca carbonífera de Lieres y Bimenes con los yacimientos de hierro existentes en los concejos de Villaviciosa y Colunga -en La Llera y Pernús- con lo que Villaviciosa competiría con Gijón para embarcar el carbón y unir éste con el hierro, Estas mismas razones fueron expuestas a principios de siglo para lograr la creación del ferrocarril costero de las Cinco Villas, y también son citadas en el folleto explicativo de la plaza cubierta"

Enfrente, en la carretera, los muretes de El Puente. La compañía Sonda de Villaviciosa que explotaba este incipiente yacimiento, en 1905 se inscribiría en el registro mercantil como Sondeos de Villaviciosa, había hecho también prospecciones en El Puente Güetes, al lado de La Villa, y figuraba como su presidente y director el afamado empresario José Tartiere, contando con un capital inicial de 1.350.000 pesetas


Luego del bar, hay una fila de casas en el arranque de la VV-10, donde está hace un poco de curva y cuesta


La carretera sube pues ligeramente, junto a la emblemática Casa del Corredor, por su enorme corredor volado sobre el Camino


La casa parece estar hecha sobre otra bastante antigua, a tenor de sus elementos conservados en la planta baja, que ha sido dejada a piedra vista


A la izquierda, en la fachada de un pequeño almacén o dependencia anexa, se ha puesto un grifo a disposición de los peregrinos


El grifo está en esta hornacina entre dos conchas


Texto en varios idiomas ofreciendo agua al sediento.


Anuncio del albergue de peregrinos del monasterio de Valdediós, para quienes hagan la ruta hacia Oviedo/Uviéu. MUY IMPORTANTE, CONFIRMAD QUE ESTÉ ABIERTO


Concha de piedra mostrando la vinculación de la casa con el Camino de Santiago (y también con el de Covadonga)


No muy lejos, asoman carretera adelante las casas de Concieya, a medio camino de Casquita. Más en la distancia reconocemos nuevamente El Monte Cañéu o Cordal de Pión


En la vereda derecha crecen rosaledas y calas, el Camino vuelve a llanear


A la izquierda y mirando al Ríu Valdediós y a la Carretera la Campa, el antiguo Molín de La Parra, que tenía tres molares, por lo que era muy importante. El molino propiamente dicho estaba abajo y la planta superior era la destinada a vivienda. Ahora el conjunto a sido restaurado como enteramente como casa


La vegetación crece exuberante en la ribera al pie de la carretera, bajo los altos de Bozanes. La Aquí, aquella "pequeña cuenca minera de Villaviciosa" desapareció rápidamente. Ya en 1904 el Ayuntamiento, a propuesta del Teniente de Alcalde, Francisco Zaldívar, acordó dirigirse al Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio para suspender la demarcación del terreno denunciado por la compañía minera, dado que ello contemplaba unos gastos que la "empresa no podría afrontar pudiendo abandonar los sondeos", afirma Pedrayes Obaya


Bosques de La Roza, donde el río va a unirse al Viacaba para formar el de La Ría, Ríu Amandi o Ríu Llinares. No se sabe cuando se abandonaron aquellas incipientes explotaciones mineras pues en 1905, cuando se da de alta en el registro, Sondeos de Villaviciosa parece indicar una potenciación de estos sondeos, desconociéndose a ciencia cierta si se refería exactamente a estos o a los de la cercana parroquia de Viñón, en Cabranes


El Puente o Puente la Parra, con el merendero del Puente o Bar Caso, donde estuvo antaño ubicada la bolera. Por este puente y carretera sí que pasó el carbón, varios años de las minas de Viñón, en Cabranes, transportado en camiones para efectuar su salida comercial por La Ría, tal y como explica Obaya:
"A muy pocos kilómetros de La Parra, aunque ya en el concejo de Cabranes, en la parroquia de Viñón, sí se llegó a explotar una mina de carbón por esos años; explotación que continuó hasta finales de los años sesenta. Antes de 1899 ya había tenido algunos conatos de laboreo. En 1915 sus propietarios, los hermanos Nájera-Aleson, empresarios afincados en Gijón, consiguen del Ayuntamiento permiso para instalar una caseta y una báscula en el atracadero de La Espuncia, para pesar los carbones antes de embarcarlos. Estos empresarios era propietarios de una compañía de transporte marítimo, por lo que combinaban eficazmente la extracción de las antracitas de Viñón con su transporte a otros puertos"

La carretera sigue teniendo un importante tráfico, si bien gran parte, sobre todo el pesado, va ahora por la Autovía del Cantábrico, siendo antaño célebres, antes de los camiones y los camioneros, los famosos carreteros, que transportaban maderas y otras mercancías hacia La Villa y los puertos de La Ría


Un vallado separa el merendero del río, que fue canalizado para evitar las desastrosas inundaciones que provocaba antiguamente con sus periódicas crecidas. El mismo puente fue reforzado varias veces en su estructura de hormigón



Abajo, en la vega, junto a las huertas y pasado el Molín de la Parra, una muela es testigo de la intensa actividad moliñera de antaño aquí y en toda la cuenca del Ríu Valdediós, también aquí llamado Grases, y sus afluentes, otra gran cuenca, esta fluvial, que conforma el gran valle central villaviciosino


Estamos pues en el corazón del antiguo territorio altomedieval de Maliayo, el mítico Valle de Boides, testigo de tantos y tantos aconteceres de la historia, que iremos desentrañando ya desde este primer tramo a la importante bifurcación caminera de Casquita, a donde llegaremos muy pronto, por Concieya y Villa Algara, que ya vemos desde aquí, de frente y ya muy cerca...










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