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jueves, 17 de agosto de 2023

LA FÁBRICA DE LA ESPERANZA Y EL MOLÍN DE LA MOTA: DE CASQUITA A GRASES (VILLAVICIOSA, ASTURIAS) EL QUESO A LA SIDRA DE MAOXU Y "LA PEQUEÑA VENECIA" DE LA BARRACA


Ruinas de La Fábrica sobre El Ríu Valdediós 

Los peregrinos que, desde el cruce de Casquita, unos tres kilómetros al sur de La Villa, capital de Villaviciosa, se decidan por tomar el ramal del Camino de Santiago que se dirige a Gijón/Xixón, seguirán las riberas del Ríu Valdediós (el Valle de Dios de los antiguos cistercienses del monasterio de Santa María) y allí, en La Fábrica, parroquia de Grases, es posible que, si no les pasa desapercibido entre la frondosa vegetación ribereña, se asombren ante las ruinas de un edificio de pisos con muchas ventanas, es el de la antigua fábrica de papel La Esperanza, construida entre 1843 y 1845 sobre el antiguo Molín de la Barraca y que luego pasó a ser la fábrica de quesos Mantequera Asturiana, que estuvo en actividad hasta la década de 1930

El Molín de la Mota o de Llacones en El Ríu Valdediós, visto desde el Camino (Grases, Villaviciosa)

Poco más allá, en La Mota, parroquia de Grases, descubrirán sobre el río esta bella estampa del molino del lugar, El Molín de la Mota, al pie de la quinta palacial de este nombre, llamado también El Molín de Llacones, donde trabajó Belarmino Villazón, Mino, El Moliñeru Grases, y cuenta con dos molares o muelas girando y moliendo, pues era de los pocos que seguían en funcionamiento en este valle

El Cruce de Casquita, a la derecha la capilla de San Blas, a la izquierda el llagar El Traviesu

Poco antes de ambos lugares Camino Norte de Santiago habrá llegado a un lugar realmente importante, el cruce de Casquita, al sur de la parroquia de Amandi, en el valle del río Rozaes, concejo asturiano de Villaviciosa. Aquí, ante la capilla de San Blas, decidimos si ir a Oviedo/Uviéu, camino del sur, o seguir por la ruta más próxima a la costa (aunque algo separada, unos kilómetros, del litoral), continuando hacia Gijón/Xixón


La bifurcación, determinante a la hora de proseguir camino, la tenemos justo enfrente, en la casa de lo que fue La Pista, el antiguo y célebre baile de Casquita, hoy en día vivienda: ahí se separan los dos caminos en medio de esta aldea

A la derecha, el mojón de la vereda, junto al muro de la casería de Mari Paz Campa, gran valedora del Camino y los peregrinos en este lugar de Casquita, confirma esta doble alternativa, ovetense y gijonesa

A continuación, en el muro, un par de señales advierten de la existencia de estas dos posibilidades. En la entrada de blog correspondiente al tramo anterior a este, titulada El Cruce de Casquita (Villaviciosa, Asturias) la gran decisión del Camino, comentábamos la razón de la existencia de estas dos rutas, ambas Camino de Santiago oficial dentro del Camino Norte


Al baile de la pista venía gente a bailar desde muy lejos, unos andando y otros en bicicleta, tan grande era su animación. Hoy en día marca, con su terreno esquinado en cuyo ángulo tiene el portón de acceso y jardín delante de la fachada principal, el lugar en el que el Camino de Santiago se hace dos


Nada más dejar atrás La Pista y el cruce entramos en la parroquia de Grases, también en Villaviciosa, a la que pertenece esta otra parte del pueblo. Aquí el antiguo Camín Rial pasó a ser vía de comunicación local de estas parroquias del valle del Valdediós y es actualmente la carretera VV-10, normalmente de escaso tráfico pero sin vereda peatonal, por lo que habremos de estar siempre ojo avizor al paso de vehículos, no solo turismos o furgonetas, sino también camiones de ganado, leche, tractores, etc., como en todas las zonas rurales

Es muy posible que nos encontremos con peregrinos que vienen en dirección contraria, son los de la famosa Travesía Andariega Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, promocionada por la Tertulia Cultural El Garrapiellu a partir de 1991, señalizada artesanalmente por primera vez en 1992 y 1993 (justo antes del Camino de Santiago por aquí), en 1997 se instaló merced a la colaboración de la asociación con el Principado de Asturias, una señalética específica que lamentablemente nunca fue repuesta, abandono institucional que ha dado lugar a más de una pérdida y confusión entre los dos caminos

Con la buena intención de reponer señales, diversos particulares reseñalizaron a lo largo de estos años la ruta, aunque poco más o menos por donde cada uno quiso, lo que llegó a añadir incluso más problemas al no respetarse el trazado original y a veces obligar a largos e innecesarios rodeos, no obstante, y dado que tiene las correspondientes guías en papel y en blog, con mapas y otros detalles, mucha es la gente que hace esta ruta a Covadonga, también llamada El Camín de Cuadonga, incluso todos los años, incluyendo grupos de montaña y senderismo, asociaciones profesionales, vecinales, clubs deportivos, etc.


Durante años ambas rutas estuvieron señalizadas de amarillo, lo que dio pie a no pocas confusiones. Ahora la de Covadonga, al menos en los tramos coincidente, tiene otros colores, aunque hay polémica como hemos dicho con los diferentes trazados señalizados. Nosotros sigamos siempre las conchas y mojones del Camino de Santiago y, en principio, ahora las flechas amarillas son las únicas que señalizan la ruta a Santiago. Si surgiese alguna duda consultemos alguna guía o preguntemos a la vecindad


Arriba en lo alto unas casas, Maoxu, otra de las aldeas de la parroquia de Grases, sita en lo alto de una colina sobre Casquita, de la que leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos:
"Barrio de la parroquia de Grases, situado a 90 m de altitud, alargado sobre la cumbre del mismo nombre. De casas independientes y agrupadas, domina con sus vistas todo el valle del río que aquí llaman de Rozaes y de Grases, y la carretera VV-10, que le comunica y que fue camino real de Villaviciosa a Gijón. Rodeado de arbolado, tierras bien cultivadas y praderías donde se crían buenas ganaderías, y que dan vida a la mayor parte de sus 40 habitantes. Próxima está la fuente de Pumarroyo, que se echa al arroyo del Salmorial o Pontones, y después de cruzar el lugar vierte sus aguas al río de Grases. En la parte más baja y junto al río estaba el molino de Maoxu, que fue usado como fábrica de papel (...) y posteriormente de quesos y mantecas. Su distancia a la capital del municipio es de 3,9 km"

En Maoxu se encuentra la famosa casería de Los Caserinos, de productos lácteos artesanales asturianos y granja ecológica de producción propia. Esta es su historia, según leemos en su página web:
"El «Caserín» original fue nuestro bisabuelo, al que apodaron así los vecinos de la aldea por dos razones: trabajaba como casero en una finca de la zona y tenía poca estatura y de ahí salió El Caserín, ya que antiguamente, en los pueblos asturianos era costumbre poner nombre a las casas, bien por el apellido familiar o por alguna característica especial que tuvieran su finca o por la dedicación de las personas que en ellas vivían.
Él fue el primero de nuestra familia en dedicarse a cuidar del ganado, en un principio cuidando el de otros, hasta que pudo empezar a tener el suyo propio, puesto que eran tiempos de pobreza en Asturias. 
Puede decirse a ciencia cierta que el origen de esta quesería se remonta a 1910 cuando Ángel, hijo del primer Caserín, empezó a dedicarse a la ganadería. Él nos inculcó el gusto por el trabajo en la ganadería. Él siempre decía: “yo no trabajo. Me divierto”. Por eso nosotros pensamos que lo mejor que nos puede pasar es trabajar en lo que nos gusta. 
Fueron Gonzalo (hijo de Ángel) y Mary, nuestros padres, los que convirtieron su ganadería familiar en una empresa basada en criar animales en las mejores condiciones posibles para no alterar la calidad de la leche. Años más tarde complementaron la venta de leche con productos como patatas, fabas, huevos o conejos. Poco a poco fueron creciendo y mecanizándose, aumentando el número de animales e invirtiendo en nuevas instalaciones. 
El 1 de octubre de 1975, tal como se refleja en el documento cuya imagen aparece a continuación se compra la primera máquina para ordeñar, cuyo precio fue de 46.800 pesetas. En 1984, Gonzalo hizo la nave (que ahora es fábrica) para 16 vacas. Después fueron aumentando la ganadería hasta llegar a ordeñar 180 vacas, pero en el año 2013, llega la denominada “cuota láctea” que limitaba la producción de leche, así que decidimos cambiar el tipo de explotación, por ello se reduce el número de vacas y se compran también cabras y así decidimos montar la quesería. Empezamos elaborando diferentes especialidades de queso y también arroz con leche. 
Ahora mismo, nuestra ganadería cuenta con 60 vacas, y se está aumentando el número de cabras progresivamente, dando así el gran paso de convertir una pequeña ganadería familiar, común en Asturias, en una empresa con más producción y muchos más animales. La idea de nuestros padres, era criar animales con las mejores características genéticas y morfológicas de la raza, para aumentar las propiedades de la leche y sus componentes. Un modelo mucho más moderno y de mayor calidad. De esta modernidad salió al mercado un nuevo postre lácteo, el yogur ecológico BIO. Además producimos artesanalmente otros productos como varios tipos de queso, arroz con leche o cuajada. 
En 2006 se da un gran paso transformar la leche y hacer queso de forma artesanal. Actualmente cuentan con 8 variedades. 
En 2009 se inaugura en la Plaza de Abastos de Villaviciosa la primera máquina expendedora de Asturias de leche fresca. 
En 2017 se saca al mercado el yogur ecológico BIO en dos formatos, sin azúcar y con azúcar de caña."

Al pie de Maoxu, L'Improvisu y El Bombé, casas en el Camino a La Barraca, la última casa que vemos a la izquierda de la foto, donde dejaremos la carretera para cruzar El Ríu Valdediós y tomar un bellísimo camino arbolado en La Fábrica, donde estuvo la mencionada fábrica de papel La Esperanza y posteriormente la Mantequera Asturiana, importante antecedente de la tradición de las industrias lácteas del Valle


A lo lejos, a la izquierda de Maoxu, el Altu la Cruz, en El Monte Cañéu o Cordal de Pión, entre El Picu la Curiella (535m) a la derecha, donde está la necrópolis tumular y área recreativa de La Llaguna de Niévares y el los montes Faéu y Llanucáu (528 m). Por allí subiremos, desde La Torre y El Pueblu, en Niévares, para pasar al otro lado al valle del Ríu España, otro de los que conforman el concejo de Villaviciosa, y por allí  mismo baja, siempre en dirección inversa a la nuestra, los peregrinos a Covadonga


En esta espléndida vega La Riega Mieres, que viene del pueblo de este nombre, en la vecina parroquia de Cazanes, va a dar sus aguas al Ríu Valdediós entre prados y pumaradas. Poco más allá tenemos El Llanu, en Camoca, altozano con planicie donde podemos ver, a su derecha, las casas de La Barraca y La Fábrica, hacia donde nos encaminamos


A la izquierda de El Llanu está la casería La Fuente Tebia, en Camoca Baxu sobre la fuente de este nombre, por donde sube la carretera local procedente de Casquita


La carretera coincide con el Camino a Oviedo/Uviéu hasta La Cuesta Valle, donde lo deja para pasar delante de aquella casona con gran cuadra a la derecha


Algo más allá, al otro lado del valle y en la ladera del Picu Lloses (454 m), el poblamiento lineal de San Pedru Ambás, a lo largo de la carretera AS-267, antigua Carretera La Pola y ahora popularmente llamada Carretera La Campa, abierta a mediados del siglo XIX y que sustituyó al Camín Rial como principal vía de comunicación con el interior de Asturias y con la capital


A la derecha, semioculta por los ocalitos, está la iglesia parroquial, que puede reconocerse por su gran campanario. Hasta ella llega, subiendo de Castiellu Ambás, uno de los dos ramales en los que a su vez se divide allí la ruta ovetense, el que sube a La Campa Por Arbazal


De la Cuesta Valle el Camino vuelve a la carretera local a la izquierda de La Fuente Tebia para, atravesando la parroquia de Camoca, dirigirse a Castiellu Ambás y allí escoger, en ese nuevo cruce, entre la subida a Arbazal, por la ladera del monte a la izquierda, o por Valdediós y Vallinaoscura arriba, al fondo del valle, a la derecha cerca de Lluaria, las casas que se extienden por el camino de La Llomba, arriba a la derecha, bajo La Foquera (603 m) y el Altu del Caballín (606 m)


A la izquierda de La Cuesta Valle un bosque delata el valle que forma La Riega'l Ronzón que da también sus aguas al Valdediós, justo donde el Camino y carretera a Camoca pasa sobre él por un puente. En la distancia, las alturas del Monte Lloses, desde el picu de su nombre hacia La Parea les Vallines, La Probida y La Corolla


En la ladera de La Parea les Vallines o Picu Escolar (255 m), más a la izquierda y más arriba de las casas de La Llosuca, en San Pedru Ambás, está Daxa, a unos 255 m de altitud, gran atalaya y mirador natural sobre buena parte del concejo y La Ría. Por ahí pasa la carretera local a Mogoyu, ya en la parroquia de Valdebárcena, al otro lado del monte, lugar de legendarias historias de tesoros escondidos en sus cuevas por los míticos moros, con los correspondientes encantos, encantamientos y desencantamientos para hacerse con ellos mediante prodigios y rituales 


Más abajo de Daxa, La Viesca, también de San Pedru Ambás. antiguamente La Viesca de Priores, parece ser que relacionado con los priores o superiores del monasterio cisterciense de Santa María de Valdediós, con propiedades antaño en gran parte de Villaviciosa y otros concejos. Por ahí pasa la carretera AS-333 hacia Valdebárcena


De San Pedru Ambás, sus montes, barrios y lugares, Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Moreno escribían en 1928, en su obra Villaviciosa y su progreso lo siguiente:
"Formando una bella cordillera con los montes "Parea les Ballines", "Monte Lloses", "La Probida" y "Corolla" y disfrutando de un ameno y hermoso valle, se halla San Pedro Ambás limitando al Norte, por Camoca; al Sur, por Puelles; al Este por Valdebárcena, y al Oeste, por Niévares; de 6 kilómetros cuadrados de extensión, presenta panorámico conjunto  con sus barrios y caseríos Ambás, Castiello, Lloses, y Villabona, donde sus 300 habitantes dedicados a la agricultura y la ganadería, le convierten en un emporio de riqueza."

Su situación topográfica inmejorable, de un clima templado y benigno, sin llegar a los excesos atmosféricos, con una abundante humedad son sus campos ricos en pastos y arbolado. Sus gentes, adaptados agrícolas modernos, consiguen recolecciones selectas en granos, hortalizas, frutas y horticultura, pudiendo asegurar que su producción múltiple y varia permite una existencia sobrante susceptible a una exportación remuneradora.

Sus montes cuajados de arbolado rinden una producción saneada de solicitados frutos, en especial nuez, castaña, higos, avellanas, peras, piescos, ciruelas y cerezas..."

Mas cerca de nosotros, en medio de la foto, la casa de La Bustariega, en Camoca, sobre el valle de La Riega'l Ronzón


Dando vista a Maoxu seguimos bajando a La Riega Mieres, que desde su nacimiento viene aquí por el lugar de El Cantu'l Cuetu, uniéndose seguidamente a La Riega la Fuñera, si bien aguas arriba la construcción de la Autovía del Cantábrico afectó mucho a su curso y paisaje


Pasamos junto a la pumarada de esta verdísima vega cuando la carretera hace un poco de curva. Hasta "115 pomaradas nuevas y admirablemente trabajadas" registraba en Grases en 1928 Villaviciosa y su progreso, "que rinden una producción normal de 314 pipas de manzana, con una elaboración de 141.012 litros de sidra"


Famoso llagareru de Casquita fue Enrique Genaro Acebedo Carneado, de la famosa Sidra El Traviesu, cuyo llagar hemos dejado atrás, entre la capilla de San Blas y La Pista, llegó a elaborar hasta 100.000 litros de sidra y disponía de 8 toneles de madera y 5 de fibra, además de una prensa de 14.000 kilogramos


Esta aldea de Casquita, cuando tras pañar la manzana llegaba el tiempo de mayar"por obra y gracia de él se convertía en una romería", escribía el 10-3-2012 su vecina Mari Paz Campa en el diario digital VillaviciosaHermosa, dos días después del fallecimiento de "la persona insignia de nuestro barrio", como también de él decía. En el año 2010, Genaro fue homenajeado en Casquita, con motivo de la celebración de la fiesta de San Blas, recuperada por los vecinos


Sin embargo Carneado no era de Casquita, ni de Grases, sino de la vecina parroquia de Camoca, en concreto del barrio de El Traviesu, de ahí el nombre de su sidra, barrio situado poco más allá de La Cuesta Valle y Camoca Baxu, lugares estos que seguimos viendo más allá de la pomarada


"Bien temprano ya oíamos la moto de Genaro", escribía también Mari Paz, cuando llegaba la temporada de hacer la buena sidra de su llegar, todos los días iba y venía, carretera abajo y carretera arriba, "de El Traviesu a El Traviesu", es decir, desde su barrio a su llagar, que se llaman igual


El puesto de Sidra El Traviesu era también la alegría de las romerías, pues "cuando llegaba el verano era la época de les "fiestes de pueblu" y la barra del Traviesu era toda una institución"


Como nota curiosa muy importante hemos de decir que una de las especialidades de Los Caserinos de Maoxu es queso a la sidra, hecho con leche de vaca, tierno, graso, de pasta prensada y regado con sidra asturiana

Foto de Los Caserinos

El queso se presenta en esta forma, pesa unos 240 gramos y mide unos 23 cm de diámetro. Entre otros productos, han elaborado también un yogurt de sidra con sirope de manzana que ha sido varias veces galardonado, según nos enteramos en Armonizajes con sidra, de la revista La Sidra


Manzana, sidra y queso, productos lácteos y llagares, la tradición quesera y sidrera del valle se hace presente pues, en este paisaje de prados y manzanos


El llendador o pastor eléctrico delata los usos ganaderos, además de manzaneros, de estas vegas del valle, dando vista de nuevo a los montes de San Pedru Ambás, Valdebárcena y Celada


En la distancia, Cueturredondu (556 m) a la izquierda y Piedrafita (582 m) a su derecha, marcando la frontera de Villaviciosa con Cabranes


El Coto de Poreñu no se integraría definitivamente en Villaviciosa hasta 1827 con la abolición del régimen señorial (al mismo tiempo que Valdediós). Su historia fue ampliamente estudiada por el erudito villaviciosino Francisco de Paula Caveda y Solares en su Descripción geográfica e histórica del concejo de Villaviciosa, y en ella se basa el Diccionario Geográfico de Asturias:


El Coto de Poreñu no se integraría definitivamente en Villaviciosa hasta 1827 con la abolición del régimen señorial (al mismo tiempo que Valdediós). Su historia fue ampliamente estudiada por el erudito villaviciosino Francisco de Paula Caveda y Solares en su Descripción geográfica e histórica del concejo de Villaviciosa, y en ella se basa el Diccionario Geográfico de Asturias:
"Es la capital del antiguo coto de Poreño, que Caveda describe ampliamente en la "Descripción geográfica del concejo de Villaviciosa". Pertenecía este antes de erigirse el coto, la puebla de Maliayo, y allí tenia hacienda Rodrigo Álvarez de las Asturias, según consta en testamento realizado el 16 de agosto de 1331 en Pola de Lillo. El 2 de abril de 1366, fecha de la coronación de Enrique II en Burgos, otorga una escritura por la que da en herencia a su criado Pedro de Colunga, por los servicios prestados, y los que aun le haría, el Coto de Poreño, "...para vender, troncar, enajenar, con toda su jurisdicción civil, criminal, alta ó baja". El hijo del rey Enrique, confirmo la misma donación en Rodiezmo el 13 de febrero de 1375, y posteriormente Juan I, rey de Castilla, lo haría en Burgos el 12 de marzo de 1386. En este tiempo era señor del coto Miguel Fernández, heredero del primer poseedor. Posteriormente paso a la casa de Hevia, con toda su jurisdicción, en la persona de Rodrigo de Hevia, chantre de la catedral de Oviedo, en el centro del pueblo todavía se conserva la casona principal de sus poseedores, que llaman la Casa de la Torre, y donde se hacían todos los oficios de justicia cuando iba anualmente, el heredero de la casa de Hevia, y nombraba alcalde mayor, juez, regidores y procurador general, diputados, veedores de montes y alcaide de cárcel, que según los estatutos había de vivir en la misma casa, y aun quede la casa llamada de la Cárcel.
Con el fin de acelerar el poblamiento del Coto, el almirante Gutierre Hevia, vecino por algún tiempo de Sevilla, concertó matrimonio entre su asistente Gutierre de la Arena, con su domestica Magdalena Trujillo Fontaine, enviándolos a Poreño, donde mando construirles casas, y les dio 50 días de bueyes de la tierra que más apreciasen, por lo que solo pagarían de renta una fanega de "figa" al año, teniendo la obligación de conservar agua y fuego constantemente para todos cuantos por allí circulasen y darles albergue en caso de que lo pidiesen, de cuyo servicio quedarían relevados, así construyesen otras casas. De esta manera fue formándose el Coto. La capilla estaba bajo la advocación de nuestra Señora del Viso, fue llamada la Iglesina, y de la Candelaria, actualmente de la Pilarica, con animada romería el 12 de octubre. Fue igualmente famosa la parroquia por los halcones que en ella había, muy considerados en el arte de la cetrería, A los de Poreño los apodan "fariñones". Dista 9,5 Km. de la capital municipal."

Siempre al pie de Maoxu, continuamos ruta hacia las últimas casas de Casquita. Aquí, estos quitamiedos o guardarraíles indican que estamos pasando el puente sobre La Riega Mieres


La riega pasa profunda respecto al prado, posiblemente en algún momento se le hizo esta canal para evitar inundaciones. De todas maneras es posible que ni la veamos, muchas veces tapada por la hierba alta y la vegetación


La Riega Mieres más a la vista, con el prado segado...


Luego de bajar y seguir unos metros en llano la carretera sube levemente a partir de aquí y hasta La Parra, que vemos al final de la calle


A la izquierda, un gran caserón, con cuadra-cochera y vivienda, L'Improvisu, uno de los antiguos chigres, bares-tienda que antaño había en cada aldea, este muy importante en su época


Por aquí iban y venían antaño vecinos y vecinas de todas las aldeas del valle, en dirección a las ferias y mercados de La Villa, con los productos del campo, y dado que era trasiego continuo de gentes había paradas como esta de El Improviso, tanto al ir como al volver. Llama la atención lo singular de su nombre, equivalente a imprevisto, tal vez relacionado con su condición de parada de gentes, caballos, carruajes y ganados (de los tratantes)


Con la construcción de las carreteras a lo largo del siglo XIX este antiguo Camín Rial siguió siendo empleado como vía pecuaria y de comunicación local por los vecinos de esta parte del valle, hasta Roazaes, con la capital del concejo, siendo muy empleado también por los del valle contiguo, el del Ríu España, parroquias de Pión y Candanal


El paso de gentes, eso sí entre Villaviciosa y Gijón/Xixón, se dirigió a la Carretera del Pedrosu, la Carretera de la Costa o Ribadesella-Canero (actual N-632), pero ciertamente es verdad que esta, subastadas sus obras en 1871, se dio por terminada en 1882 en el tramo comprendido entre ambas poblaciones (de Villaviciosa a Colunga tardó más)


El edificio de El Improviso ha sido restaurado y actualmente es vivienda, se trata de un muy hermoso caserón con antoxana y galería (posiblemente antaño cerrando un más antiguo corredor entre cortafuegos. Su situación en el antiguo Camín Rial podría hacernos pensar en que muy posiblemente hubiese existido una venta caminera o similar


Sí existe muy cerca, a unos 400 metros de aquí y poco más allá de La Barraca, el topónimo La Venta, en esta misma carretera, el cual hace indiscutiblemente referencia a aquellas antiguas paradas camineras de antaño

Pero por La Venta no llegaremos a pasar, aunque la veremos desde el Camino, pues al llegar a La Barraca tomaremos un ramal a la izquierda, el que va a La Fábrica, tal y como leemos de Yolanda Viniegra Pacheco en El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, una de las autoras de este libro, coordinado por la catedrática Mª Josefa Sanz:

"Si el peregrino o viajero opta por encaminar sus pasos a la villa de Gijón, en Casquita continuará por la margen izquierda del río Valdediós, aquí también llamado de Grases, cruzándolo a poco más de 400 metros al oeste de la bifurcación, pasando por delante de una antigua mantequera hoy arruinada y siguiendo por el pie del monte El Castillo hasta El Mayorazu"

Justo antes de La Barraca, a la izquierda otra casa de peculiar nombre, El Bombé, que estuvo muy en boga en la segunda mitad del siglo XIX. Tiene que ver con el voiture bombée francés, carruaje de caballos muy ligero, de dos ruedas, dos asientos y abierto en su delantera

Al pasar delante de la fachada principal, veremos su nombre en la pared. Numerosos paseos en Asturias recibieron este nombre en aquella centuria, también algunos bailes, quizás tenga que ver con ello

Pasado El Bombé, ya vemos, al final de la cuesta y a la izquierda de la casona de La Barraca, los edificios de La Fábrica, donde cruzaremos a la izquierda El Ríu Valdediós para continuar hacia Grases de Baxu, cabeza de esta parroquia por las laderas que caen a su orilla izquierda, prados de Balbeáu y La Felguera, frontera con la parroquia de Camoca en el monte de El Llanu

Más arriba de El Llanu en la cima del monte, está El Castiellu, solar de un castro astur, El Castiellu Camoca, con el que se vincula la estela de los Lugonni Araganticaeni (los "brillantes hijos del dios Lug", el principal del panteón céltico) encontrada en la iglesia parroquial de San Vicente de Grases, que podremos visitar realizando un pequeño desvío respecto al Camino oficial

Y en esta encrucijada, justo antes de La Barraca, dejamos la carretera VV-10 para tomar el camino de la izquierda, a La Fábrica

Arriba quedaron Les Cases de La Barraca, un edificio de noble antigüedad y de varias plantas donde vivió Arturo Meré El Madreñeru

Atención al mojón. La flecha azul en sentido inverso es la empleada por los peregrinos del Camín de Cuadonga/Camino de Covadonga, pero también pueden venir por la carretera, que aquí se estrecha peligrosamente en una curva muy cerrada delante de la casa, sin visibilidad

A nuestra izquierda, una preciosa vista de Casquita, que ya hemos dejado atrás. A lo lejos, en la distancia, el Monte Cubera (a la derecha de la foto), montaña totémica de Villaviciosa. Su máxima cota es El Picu Altu (367 m), alto tapado por un árbol que crece en la vega de La Riega Mieres

Como hemos dicho, el origen de La Fábrica está en el antiguo molino harinero del lugar, El Molín de La Barraca, luego llamado El Molín de la Fábrica. El ilustrado Caveda al que antes hemos aludido mencionaba en sus tiempos al Molín de Maoxu, que para el investigador Rafael Balbín Loredo podría referirse a este, y como tal o expresa en su libro Los molinos de MaliayoComo también comentamos al principio, El Molín de La Barraca pasó en el siglo XIX a ser la Fábrica de Papel La Esperanza, construida entre 1843 y 1845, elemento importante de la industrialización villaviciosina que desapareció en esa misma centuria. En la obra Asturias de Fermín Canella y Octavio Bellmunt, publicada en 1897, se aporta esta muy interesante información de la misma:

"Fábrica de papel de tinas o a mano fue establecida en Grases por el Sr. Sotomayor, de Galicia, sobre un molino del Sr. Rodríguez Álvarez. Sucesivamente pasó a otros dueños hasta que en 1877 la adquirió Lucas Merediz, que dio al establecimiento mayor impulso, amplió las dependencias, aumentó la producción con más clases de papel y sostenía regular número de obreros; pero por enfermedad del dueño se paralizaron los trabajos en 1883"

Las antiguas instalaciones fabriles fueron transformándose luego en la Fábrica de Quesos Mantequera Asturiana, que estuvo trabajando hasta la década de 1930. Su primera noticia documental, dice el arquitecto Juan José Pedrayes Obaya en su libro Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, es del año 1903, cuando su gerente solicitó al Ayuntamiento el arreglo de este camino vecinal de acceso a la misma, "tanto por servir de comunicación a varias parroquias como el interés que tenía la fábrica para el concejo"

El aspecto actual de La Fábrica, con casa y cuadras o almacenes enfrente, se debe a que, tras finalizar su uso industrial, hubo aquí muchos años una casería, con sus establos, tenada o henar, panera y otras dependencias campesinas. No obstante en líneas generales mantiene la estructura de los tiempos de la mantequera, en concreto y muy posiblemente a los de las obras de 1910, cuando figura como su gerente José Alonso Villaverde. Tres años más tarde aparece como tal Ramón Fernández Morán, y la empresa como Sociedad Anónima "Mantequera Asturiana"

La sociedad llegó a tener tanta trascendencia que en 1915 Fernández Morán solicitó al Ayuntamiento permiso para poder utilizar el escudo de Villaviciosa como emblema de sus productos, pero al comenzar los años 1930, tras la gran convulsión mundial del crack de la Bolsa de Nueva York, los problemas económicos le obligaron a vender estas instalaciones, que para encima padecieron posteriormente (1935) un incendio que las afectó en gran parte

La descripción de Obaya se basa en la estructura de los edificios de la fábrica antes de su venta, se trataba de "un conjunto mezcla de lugar de trabajo y quinta de recreo". La fábrica propiamente dicha es toda la estructura que vemos enfrente, sobre la misma orilla del río, que pasa por detrás, unos metros más abajo, si bien el primer tramo fue reformado cuando la antigua fábrica pasó a ser casa de labranza, viéndose más allá las ruinas

En paralelo a la fábrica propiamente dicha este otro edificio, ahora casa, largo y de dos pisos, eran almacenes con una vivienda. Los almacenes propiamente dichos están al fondo, en la actualidad en ruinas, conservándose solamente de ellos las paredes de la planta baja, de mampostería. A continuación, donde ahora se emplaza el hórreo, había una capilla

Antaño algunos vecinos se dedicaban a recoger la leche de las caserías a caballo para traerla aquí. Sólo en Grases había en 1928 unas 195 vacas, según datos de Villaviciosa y su progreso, donde podemos leer:

"El desarrollo industrial se condensa con muy rendimiento a la fabricación de sidra y a la elaboración de quesos y mantecas, siendo acreditadísima la Fábrica de quesos de don Ramón Fernández"

Dentro del esquema de valores sociales y empresariales de la época, el conjunto era además, efectivamente, quinta de recreo, con criadero de truchas en el río, cuyo canal al molino era navegable por una pequeña barca, molino que daba luz a la La Fábrica y a todo el barrio de La Barraca, pues fue bastante usual aprovechar estos ingenios hidráulicos como minicentrales eléctricas

Una gran verja, con portón, cierra el acceso al conjunto y lo separa del Camino, pero podemos verlo casi entero desde él, sobre todo la antigua casa-almacén. En el libro-catálogo de industrias lácteas asturianas del Ministerio de Alimentación se resume el panorama de todas las creadas antes de la Guerra Civil de esta manera:

Hoy día, a las puertas de La Fábrica, sale a recibirnos este nuevo amigo, o amiga, pues tradicionalmente y aunque no sabemos si será verdad, se dice que si tiene tres colores ha de ser gata, que hemos hecho en el Camino

El Camino bordea las viejas instalaciones fabriles, cuyo edificio original tenía forma de "L" con dos cuerpos a distinta altura


Esa primitiva estructura de la fábrica de quesos y mantecas, si cuando no hemos venido no se ha venido abajo definitivamente, tal vez la veamos mejor siguiendo el Camino que se dirige al puente


Aquí, en el puente sobre el río, hay un recoveco que, si no hay mucha vegetación, nos permitirá ver la otra cara de estas históricas instalaciones fabriles


Entre el Camino y el río este primer cuerpo albergaba la turbina, de tres alturas, con dos sótanos abajo y una altura más, al nivel del patio, que es la que acabamos de ver de frente, delante de la casa-almacén y al lado de la verja, donde estaba también la chimenea, demolida en la posguerra. Más allá, en la que era la base de la "L", una pared, muy inestable, es lo que se conserva del edificio de mayor altura, de cuatro plantas


La turbina era alimentada por el agua del río, aprovechando el antiguo molino, llegando entubada en su último tramo, tenía para ello una excelente tubería de cobre que atravesaba el patio y llegaba a dicha turbina


Según reflejan los mapas, el Ríu Valdediós marca la frontera entre las parroquias de Grases y Camoca, por lo que se supone que al cruzarlo caminaríamos por términos de la segunda, sobre la otra orilla


Prado arriba, un ocalitón u ocalito (eucalipto) grande, los primeros se plantaron con fines ornamentales, luego ya se vio su uso maderero, para la construcción, para las vigas de los llagares y para la entiba de las galerías mineras, entre otros usos, luego ya vinieron las plantaciones masivas, destinadas a las fábricas de celulosa para la industria papeleras. Especie de crecimiento rápido, sólo algunos de los ejemplares más viejos alcanzan este desarrollo


Pasando el llamado Puente la Fábrica, un avieja barandilla ferruñosa (herrumbrosa), separa el Camino del río, situado más abajo, a cierto desnivel. Antaño no habría tanta vegetación ribereña y podría verse desde aquí


En la actualidad, solamente en algún otro espacio, algo libre de la tupida enramada, puede verse bien, así como La Fábrica, ahora a nuestra izquierda


Abajo, restos de lo que parece haber sido la antigua presa molinera que embalsaba el agua para el molino y luego para las sucesivas factorías aquí asentadas, indispensables para su maquinaria (turbina), de la que dependerían numerosos procesos, entre ellos, en el caso de los lácteos, el de su elaboración y refrigeración-conservación, tanto de su materia prima como del producto elaborado


El Camino sigue recto, haciendo un poco de subida, pero a la derecha tenemos un paso a la orilla, fácil de salvar


Un sendero que da vista, al otro lado, a la vega que se extiende hasta la carretera, hasta Les Cases de la Barraca


También aquí parecen verse señales de la antigua presa y canalización de las aguas al molino y fábrica, Ríu Valdediós, de Grases o Rozaes, "de sabrosa y abundante trucha y anguila" en tiempos, según informa también Villaviciosa y su progreso, truchas que aquí tenían su criadero



Parece mentira pero aquí también surcaba las aguas aquella lanchina de la quinta de recreo realizaba sus singladuras por la canal del molino, haciendo de este paraje, la Pequeña Venecia de Grases


De la utilidad concreta del edificio de cuatro plantas se desconoce su función, dado que únicamente, como hemos dicho, se conserva esta pared que se desmoronará en cualquier momento, hecha de mampostería


Sí sabemos que al otro lado de la "L" debía de haber una "planta sótano y baja, o sólo planta sótano", dice Pedrayes, y que allí estaba el lavadero de la fábrica


Descubrimos pues, al lado mismo del Camino de Santiago un paraje hoy selvático pero que antaño fue un ensueño fluvial en este bella bella y frondosa ribera del Ríu Valdediós


Dejamos la orilla y atrás queda La Fábrica, el Camino sube ligeramente "en cuesta recta y directa" a la sombra de la arboleda, "La riqueza forestal en mayoría castaño, nogal, álamo y frutales variados en menor escala", leemos en Villaviciosa y su progreso, árboles autóctonos todos ellos


Asimismo informa la "valiosa riqueza florestal" del "frondoso bosque de Rozaflorida", pues "ocupando una extensión de 4 kilómetros cuadrados, hállase Grases orlado por tupido arbolado y disfrutando de hermosos valles"


En la umbría, mohos y líquenes crecen en la parte de la corteza de los árboles que mira al norte, otro buen detalle orientador


Acabamos la corta cuesta desde La Fábrica y salimos del castañéu dando de nuevo vista al esplendoroso valle del Valdediós


Al otro lado del río, la quinta de La Mota, asomando entre los árboles (a la izquierda de la foto), bajo la que está El Molín de Llacones, que pronto vamos a descubrir en la ribera. Al fondo vemos de nuevo El Monte Cañéu con El Picu la Curiella y, a su derecha, El Llanu del Cañéu, donde están, ya lo hemos dicho, el área recreativa y la necrópolis de La Llaguna de Niévares, campo de túmulos y dólmenes que es de los pocos que han podido conservarse en esos cordales sometidos a intensas repoblaciones de pinos en sus líneas de cumbres, que han hecho desaparecer a la mayoría


El Camino avanza recto y llano por la ladera de El Llanu que cae hacia la ribera del Valdediós, entre pastizales


Maoxu y su cruce a nuestra derecha. Arriba la Casa les Neñes o  Casa les Maestrines y lugar de El Pedreru y la Casa Baila


He aquí también el ramal que comunica la VV-10 con Maoxu cerca de Les Cases de la Barraca, por donde suben las visitas a la casería de Los Caserinos, fundada en 1910


Una alambrada delata los usos ganaderos del prado a nuestra izquierda, mientras a la derecha una sebe o seto silvestre separa el Camino de las fincas de ese lado, situadas sobre el mismo río


Vacas frisonas en el comederu, esta raza fue introducida a partir de 1926 por sus cualidades en la producción de leche, llegando por ello a desplazar a las autóctonas en muchas caserías. Antaño en casi todas las casas había alguna vaca, pero con el éxodo rural y el abandono del campo muchas cuadras desaparecieron. En nuestros días los ganaderos que quedan han de tener un número más o menos grande de animales para sacarle partido a su rentabilidad. Las naves de ganado han desplazado a las pequeñas cuadras que antes existían en cada quintana


Hasta la construcción de la Autovía del Cantábrico el Camino iba casi directo de Grases al Altu la Cruz, pero esta Autovía A-8 ha cortado el trazado del viejo Camín Rial un poco más allá, en Grases de Riba, por lo que se ha señalizado un nuevo trayecto oficial para el Camino de Santiago, si bien da un gran rodeo para llegar a Niévares, al pie del cordal y acceso a sus cimas y collados


Prado abajo, una línea de árboles ribereños señalan el curso del Valdediós, que nace en las laderas de La Llomba, entre las aldeas de Vallinaoscura y Villarica, parroquia de Pueyes, donde recibe el nombre de Asta, etimológicamente emparentado con otras corrientes de agua y que es a su vez origen de otros hidrónimos y topónimos, incluyendo el Astuera en Colunga y el Astura (actual Esla), que daría nombre a los ástures y de ahí a Asturias


Se supone que Asta dio nombre antiguamente a todo el río, discutiéndose su raíz lingüística y significado, pero dado que es un hidrónimo por lo general se piensa hace referencia a las corrientes de agua. Allí abajo, en La Venta, recibe las aguas de La Riega del Oliván, que nace al pie de El Pedrosu, histórico paso, por donde se trazó la Carretera la Costa (N-632 o Ribadesella-Canero) entre El Monte Cañéu y La Cobertoria


La Venta, memoria de pretéritas posadas y alberguerías para acomodar a los arrieros, artesanos ambulantes, ganaderos, tratantes y pastores trashumantes, gentes que van y vienen de ferias y mercados caminantes y viajeros en general, además de peregrinos que solían echar el freno y descansar o pasar la noche en ellas


En La Venta hay dos casas al lado de la VV-10 sobre la ribera. Allí estuvo hace tiempo el chigre El Regatín


Secularmente los peregrinos a Covadonga pasaban por allí, y siguen pasando, camino de Casquita, pero al ensancharse la carretera hace años, y haber un tráfico más fluido y veloz, existe más riesgo para los viandantes, pues no se hizo para ellos ninguna senda peatonal


Por eso es que muchos optan por tomar este mismo Camino hasta La Fábrica y La Parra, en dirección contraria a la nuestra, claro, evitando además el asfalto, camino el cual toman en la aldea de Grases (cabeza de la parroquia homónima), desviándose de la carretera (a la que han salido desde El Camín del Llivinque, que viene de La Torre de Niévares) a la altura de la iglesia parroquial de San Vicente y cruzando allí el Valdediós en El Molín de Baxo la iglesia o Molín de Vicente


Dicho itinerario a Niévares, por una bella y vieja senda arbolada entre fincas, El Camín del Llivinque, puede ser una buena alternativa también para ahorrarnos el nuevo trazado oficial del Camino de Santiago y su largo rodeo valle arriba para pasar al otro lado de la autovía por entre Casares y L'Arbeyía, casi ya en Rozaes, llegando a Niévares mucho más prontamente y, de allí, ya coincidiendo con dicho trayecto oficial, subir al Altu la Cruz por La Torre, El Pueblu y Fernandíz


Fijémonos en los cambios, perceptibles, en el paisaje, he aquí una foto de avanzado el verano, con la castañal que tenemos enfrente repleta ya de hojas y a la derecha el maizal crecido


El mismo lugar en primavera, con las hojas del árbol aún creciendo y la sebe sin podar, muy exuberante


Los oricios o erizos, el caparazón puntiagudo de las castañas se aprecia bien en esta foto y son anuncio de la aproximación al otoño, la seronda o el tardíu, cuando tradicionalmente se recogían estos frutos que, si caen a la vía pública, pueden recogerse libremente según del Derecho de Poznera, plasmado en el Derecho Consetudinario, el cual dice así:
El derecho de poznera tiene como antecedentes los arbora signata como prueba de dominio de la época romana y es una costumbre que ya fue recogida en el Fuero Juzgo. En Asturias esta costumbre aparece regulada en ordenanzas municipales y de parroquias que en ocasiones la configuran como un derecho-deber, combinando ambas vertientes al reconocer el derecho de los vecinos de plantar árboles para sí y el correlativo deber de plantarlos para el común. La fórmula protocolaria que se emplea a la hora de documentar de forma genérica los árboles en poznera es la de «árboles interpolados». 
El derecho de poznera, que encierra la potestad de plantar, poseer y usufructuar árboles en terreno comunal, y en ocasiones público o ajeno, sin que ello genere derecho alguno sobre el terreno, surge de la combinación de tres circunstancias: la escasez de tierras propiedad del campesino asturiano; la importancia que tenía para el campesino el cultivo de los árboles frutales, y en concreto, de los castañales, que tan importante papel jugaban en su alimentación; y la diferencia entre suelo y vuelo, ya que la propiedad del terreno y del árbol tenían titulares no coincidentes. 

El derecho de poznera supone tener la propiedad sobre el árbol que se planta aunque el terreno pertenezca a otra persona o entidad. Generalmente solía hacerse uso de este derecho en montes de terrenos comunales o públicos, que, por otra parte, eran los más apropiados para plantar castaños, especie más común, sin perjuicio de que el derecho también se extienda a robles, hayas, abedules, avellanos y nogales. Esto no impedía que el derecho de poznera pudiera utilizarse en terrenos particulares siempre que el dueño de dicho terreno estuviera de acuerdo con ello. 

El derecho de poznera, al implicar la propiedad sobre el árbol, se extiende también a los frutos y a los esquilmos (leña y hojas), así como a la capacidad para podarlo o cortarlo cuando fuera necesario, y no impedía al dueño del terreno disponer de éste con toda libertad. 

Utilizado el derecho de poznera y para no confundir los árboles propios con los de otros usuarios de dicho derecho, en el tronco se graba un signo, denominado marco, que identifica a cada propietario o a cada casería del pueblo. Existen gran variedad de marcos, entre los que destacan los denominados parrilla, pata de gallina, xugufelechu o felechu invertíu. También pueden emplearse las iniciales del nombre del dueño, lo que no es más que un ropaje nuevo para una vieja costumbre implantado a partir de la alfabetización generalizada de la población. 

El derecho de poznera está complementado con el denominado derecho de pañada, que se extiende a la recogida de frutos hasta donde alcanza la llamada «sombra del árbol».

A nuestra derecha, justo encima de La Mota, Casa Arboleya, en el camino de Grases a Sariegumuertu, parroquia de San Xusto


A lo lejos, las caserías de Tresvilla y Tresvilla de Riba, parroquia de Niévares, al pie del Monte Cañéu y por donde sube la carretera VV-9 hacia El Pedrosu, y de allí y por la ladera de La Curiella la VV-8 sigue al Altu la Cruz


Nosotros no subiremos al Altu la Cruz por Tresvilla pero sí pasaremos muy cerca, por un hermoso sendero entre los árboles de la izquierda, ganando el Altu la Cruz ascendiendo por una fuerte pendiente desde El Pueblu, al lado de La Torre, en Niévares, a La Piñera y Fernandíz, ganando el collado por las inmediaciones del cruce de Casa Cándido, casi ya en lo alto


Las plantaciones masivas de eucaliptos imperan en los pocos prados de pasto que había en esas caserías de la montaña


Más a la derecha las cuestas de El Pedrosu, paso de la N-632, Carretera de la Costa o Ribadesella-Canero, también llamada popularmente La Carretera'l Pedrosu y conocida por sus muy temibles curvas, tanto es así que durante unos años se prefirió emplear otra, la llamada Carretera'l Gobernador, situada algo más al norte, para el trayecto de vehículos entre Villaviciosa y Gijón/Xixón, hasta que se construyó la Autovía del Cantábrico (A-8)


Arriba es Peñacrespa y abajo Sariegu (no confundir con el concejo de Sariegu), aldeas de la parroquia de San Xusto, solar de la iglesia de Santa María de Sariegumuertu, al pie del Pedrosu, que no llegamos a ver desde aquí y que conserva buena traza de base románica


En Peñacrespa de Riba, Casa Bénjamo o Aurora, en medio de la foto, dedicada hoy día al turismo rural, y al lado a su derecha Casa José o de Venerando y Fredo'l de Peñacrespa, a un paso de Casa Taro. A la izquierda Casa Belarmina. Desde sus alturas llegan a verse perfectamente los Picos de Europa


Los Picos de Europa también los veremos nosotros desde el Altu la Cruz, que seguimos viendo en la distancia, cada vez más cerca. Los caminos costeros de Les Mariñes quedaron relegados a un segundo plano en favor de este hacia El Monte Cañéu para ir a Gijón/Xixón pues, aunque tenía dos importantes puertos de montaña, el del Altu la Cruz que tenemos en lontananza y luego, valle de Pión arriba, el de El Curviellu, era sensiblemente más corto


También pudo tener que ver en ello que el linaje de los Peón, que llegó a dominar por entonces Villaviciosa casi como un señorío, tenía su casona familiar en la parroquia de su nombre, sobre El Ríu España, linaje con el que estaba emparentado el ilustrado prócer gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos, sabiéndose que este pasaba temporadas de recreo y asueto en esa casona durante los veranos, desplazándose desde su ciudad hasta allí


Este tramo de La Fábrica a Grases y más allá, hasta Grases de Riba, El Molín del Mayorazu y Siana, es muy llano y tremendamente placentero y agradable de caminar, con bosques, prados, riberas y buenos paisajes del valle y los montes que lo circundan


También, si en Grases deseásemos desviarnos del Camino oficial para tomar el del Llivinque, el paisaje será maravilloso, comenzando pronta pero paulatinamente ya desde él el ascenso al Altu la Cruz por Ribadal, cerca de Sariegumuertu, y La Peña y La Torre, en Niévares


El Ríu Valdediós sigue pasando, oculto, por la umbría de esa bella mata lineal de álamos y otras especies arbóreas que señalan su curso 


Asoma sobre ellos La Mota, topónimo de origen supuestamente prerromano que hace referencia a pequeñas elevaciones del terreno, como sería este el caso 


Por su parte Grases podría ser la tierra de Crassus, un antiguo posesor romano o altomedieval, si hacemos caso al erudito Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos 


Grases, cabeza de la parroquia, ya empieza a aparecer ante nuestros ojos en lo alto de un promontorio sobre el río. A su izquierda, oculta por los árboles, está la iglesia parroquial, así como el camino que baja al Molín de Vicente o Molín de Baxo la Iglesia, enlazando luego con este, el cual podremos emplear si deseamos visitar el pueblo, o mismamente tomar a partir de él El Camín del Llivinque a Niévares



Justo encima La Cruz de Pión o Altu la Cruz. Un poco más arriba de las casas y a la derecha ya reconocemos La Torre de Niévares, casona sobre una torre-castillo medieval que la que hablaremos en su momento pues el camino sube a sus pies. Poco más arriba unos prados como un gran claro en medio de los eucaliptales es Fernandíz, en plena subida al alto, situado arriba a la izquierda de la foto


La localización de Grases ante el monte El Castiellu y su recinto castreño, al igual que la estela votiva de los Luggoni Arganticaeni encontrada en la iglesia, lo que podría dar a entender la cristianización de un lucus o nementon, espacio sagrado precristiano, delata un antiquísimo poblamiento de importancia en estos lugares comunicación de las rutas marítimo-fluviales de La Ría


Si bien una iglesia llamada "Sanct Vicente de Grasses" ya aparece citada en el Liber Testamentorum ovetense como existente en el siglo X, es tal la posibilidad que se trate de una falsificación varios siglos más tardía, confeccionada por el obispo Pelayo, que se resuelve que la primer mención segura a Grases por su nombre se atribuya a la relación de parroquias censadas por el prelado Gutierre de Toledo en los años 1385-86, donde se lee:
"San Vicente de Grases húsala apresentar padrones herederos, Es abbad della Fernán Suárez, canónigo e capellán. Ha de manso seys días de bues, Los diezmos pártense en esta manera: los dos tercios lieva el dicho abbad e el terçio el capellán. Paga de procuración esta eglesia un quarto. Riende esta capellanía (...) mr.s e la abadía (...)"

Estas son vaques roxes, la asturiana de los valles, raza autóctona asturiana que se ha venido recuperando en las últimas décadas y que pastan en el prado entre las casas y el río. Allí a la entrada del pueblo, vemos una pequeña capillita, pintada de blanco y con tejado a cuatro aguas, es un oratorio de ánimas que, junto con dicha estela de los Luggoni Arganticaeni expuesta en el atrio de la iglesia, así como llamativos canecillos de un templo medieval, constituye un aliciente para visitar esta pequeña aldea


Más allá de La Cruz son las alturas de Faéu y El Llanucáu. Las cotas más altas son plantaciones de pinos en su mayor parte, ladera abajo impera el ocalito


Bajo Faéu Casa Ruán, quintana de maravillosas vistas al norte, de todo el valle y hasta La Ría, comunicada por un camino vecinal con la VV-8 en el Altu la Cruz


Más abajo y más cerca, un edificio grande es el de la antigua escuela de Niévares, sita en el camino que comunica los barrios de El Pueblu y Turbeñu


La vieja escuela es una buena referencia visual, pues a sus pies y monte abajo pasa el actual Camino de Santiago oficial, después del citado gran rodeo marcado para él al quedar cortada la ruta antigua por la autovía. Luego, por Les Vallines y ya en el trayecto original, se sube a El Pueblu dando vista a La Torre


Asoma también ya abajo a nuestra derecha El Molín de la Mota o de Llacones, uno de los muchos que funcionaron en este valle del Ríu Valdediós y sus afluentes


Atrás hemos dejando ya El Molín de Maoxu, de La Fábrica o de La Barraca, oculto, como las casas de La Venta, por la exuberante vegetación


Aquí podemos ver, en un recodo, de nuevo el río, en un pequeño trecho libre de árboles. Fijémonos de nuevo en el llendador o pastor eléctrico, que evita que el ganado se meta en él


Poco más adelante, oculto entre la vegetación, está, pasado el de La Mota, El Molín de Baxo la Iglesia o de Vicente, al que ya nos hemos referido. Si continuásemos por este, el camino oficial, encontraríamos El Molín del Picu, El Molín de la Llosa y El Molín del Mayorazu


En este, El Molín de La Mota o de Llacones, trabajó Belarmino Villazón, Mino, El Moliñeru Grases, y cuenta con dos molares o muelas, girando y moliendo. Aún trabajaba estos último años, si bien escasamente, no tanto como antes, cuando se hacía en pan en casa y aquí se venía a hacer la molienda. El filólogo Ángel Valle Cuesta, en su trabajo Censo y valoración de los molinos del concejo de Villaviciosa, publicado en la revista Cubera nº 26, dice así de estos molinos:
"Su ubicación estará siempre condicionada por el río y no por los núcleos de población a los que hipotéticamente podría prestar servicio. Al mismo tiempo que se recuerdan las entretenidas veladas que acompañaban a la molienda y tiene un hueco en todo estudio de la cultura o el folklore de un pueblo, los vecinos de muchos lugares recuerdan las largas caminatas que realizaban al menos una vez al mes para avituallarse de "fariña".

Al lado de los propietarios de molinos, que vivían en el mismo edificio, o de los vecinos de los pueblos próximos como sucede por ejemplo en Grases o La Rivera, se daban también verdaderas aventuras como la del vecino de Cueli que recorría habitualmente la distancia que lo separaba de los molinos de Grases..."

El Molín de Llacones forma parte de la quinta La Mota, cuyos edificios principales vemos más arriba, en la carretera VV-10


La Mota es un hermoso conjunto con varias dependencias, quintana del siglo XVIII con todo el aspecto de un caserón palaciego, magnífico ejemplo de arquitectura tradicional asturiana


A la izquierda vemos en primer término una casa-almacén con corredor en el piso alto, planta cuadrada y  tejado a cuatro aguas. Justo detrás de ella está la vivienda principal también de tejado a cuatro aguas y magnífica galería que cerraría lo que habría sido un más antiguo corredor. A su izquierda hay una corrada o corralada cerrada por muros, donde está la panera, apoyado tres de sus pegollos en el muro que cierra el conjunto, con otra vivienda secundaria a la derecha, tal vez del servicio o de los caseros, que tenía abajo las cuadras. Más abajo es el camino que desde la carretera baja al molino


Entre La Mota y Grases vemos la carretera VV-10 al pie de Casa Arboleya, y a lo lejos otra completa panorámica del Monte Cañéu con El Picu la Curiella, del Altu al Cruz a la izquierda a Peñacrespa, a la derecha 


Aquí en medio, encima de la carretera, Casa Arboleya, de la que ahora vemos el hórreo, entre los árboles. En la distancia seguimos viendo Tresvilla, en Niévares


A la derecha de Casa Arboleya la antigua escuela. Antes que esta estaba, en Grases mismo, otra más antigua, de la que leemos en Villaviciosa y su progreso que tenía "una asistencia media anual de 60 alumnos", sin embargo estaba "en un local arrendado a tal efecto y que está lejos de reunir las condiciones mínimas precisas para esta clase de centros. La rige con admirables resultados culturales la ilustrada Maestra doña Guadalupe Cuadrillero". Con la concentración escolar el edificio de esta escuela que la sustituyó pasó a vivienda


Según avanzamos tenemos otra hermosa estampa del molino y de toda la quinta de La Mota, con sus campos y pumarada. Cuando en 1847 se publica el correspondiente tomo del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, de Pascual Madoz, se registra la existencia de "5 molinos harineros" y se da noticia de la "fábrica de papel que todavía no se halla concluida"


Lo que es propiamente el molino es el edificio bajo rectangular que hay en primer plano, con tejado a cuatro aguas y justo encima del río. Detrás es la casa de los molineros y a la izquierda el almacén. Un puente-pasarela comunica aquí ambas orillas


Más allá de La Mota, al otro lado de la colina, está Sabudiellu, casona blasonada que no vemos desde aquí, "el palacio-morada armada de los Prida", que dicen en Villaviciosa y su progreso...


Ladera abajo, otra buena pumarada. La orilla está recorrida por un seto desde El Puente la Mota



En este tramo de La Mota, como en el de La Fábrica, el río pasa a un nivel algo más bajo que el molino. En algún momento también aquí se hicieron trabajos de canalización para evitar las temidas inundaciones con las ocasionales riadas


Un prado llano, en la ribera, fueron antiguas huertas. Después en la ladera, más pumares, y arriba prados de pasto hasta la carretera, este es el paisaje de La Mota, antesala de Grases


El Camino sigue entre sebes hasta un castañéu, bosque de castaños, que se extiende cuesta abajo hasta el río. A la izquierda, más manzanos en este prau de pronunciada pendiente


Antiguamente, estos bosques ocupaban mayores extensiones y en ellos se guardaban, a veces, los bandoleros, entre los que fue especialmente célebre el conocido como L'Asistente Vaqueros, que no era su nombre sino su apodo, al haber sido asistente del general Vaqueros, por lo que conoció de primera mano estrategias de guerra y guerrilla


Llevado por la desgracia, su carrera militar se vería truncada por alguna razón y empezó con las malas artes de salteador de caminos y ladrón, teniendo su base en Pandu, aldea de la cercana parroquia de Tornón, pero no en una casa sino en una cueva en medio de un bosque, en el monte de Cobayos, otro gran castañéu y carbayera , tal y como nos informa el escritor y periodista e investigador villaviciosino Lluis Portal Hevia en La Voz de Villaviciosa de septiembre de 1966 (separata de la revista Cubera nº 28)


Sus delitos debieron ser especialmente graves, pues tras numerosos quebrantos se puso precio a su cabeza con una suculenta recompensa, dado que siempre lograba escapar con alguna estratagema cuando se le pretendía dar casa. Así, un vecino de Carda llamado Xuan de Santos, junto con un tal de apodo Pescalín de La Villa, le siguieron la pista hasta otro de sus escondites, El Molín del Profundu, en el río de este nombre al pie de Llugás. Allí localizado dieron aviso y fue prendido sorpresivamente


Llevado a la cárcel, en el antiguo convento de San Francisco, lamentaba su suerte en la celda cantando una copla que se hizo célebre, la cual dice:
Malayá sean los molinos
los ríos y los regueros
donde vino a perecer
L'Asistente Baqueros

En el proceso fue condenado a muerte y fue fusilado por soldados en El Campu San Francisco de La Villa, según noticia de Lluis Portal basándose en el cronista Ramón Rivero, que a su vez conoció a un testigo de la ejecución, Bernardo Miravalles, El Chocolateru, quien le proporcionó el dato. El que fuese pasado por las armas por un pelotón, en vez del garrote vil con el que se castigaban los delitos más graves, se debería a su condición de militar


Hoy en día los castañeos y demás viesques de Villaviciosa son más tranquilos y los caminantes, peregrinos, paseantes y excursionistas pueden deleitarse con este maravilloso entorno natural muy boscoso, jalonado por los mojones jacobitas...


En la posguerra española anduvo por Villaviciosa El Bernabé, un llanisco que no era un maquis ni un fugado por motivos políticos como a veces alguien ha contado, sino otro soldado que se se echó al monte, este en 1946 tras golpear en la cabeza durante una discusión a un superior con la culata de su fusil, la cual rompió, en una discusión, pensando que lo había matado, si bien no fue así y la madera había cedido al no estar mantenida en buenas condiciones


Aún así, eludiendo el castigo, que de cadena perpetua pasó a 30 años de cárcel, sentenciado en consejo de guerra, se escapó de la justicia dándose a la fuga al ser trasladado del cuartel a la cárcel y vivió escondido por los montes, asaltando a diestro y siniestro para ganarse la vida, incluso realizando algún secuestro con un compinche que tenía. Su principal teatro de operaciones llegaba de Llanes hasta aquí y se llamaba Bernabé Ruenes Santoveña, quien fue conocido como El último bandolero al ser un bandido salteador al estilo del siglo XIX pero ya en pleno siglo XX


En 1952 se le perdió el rastro, se dice que murió tras un tiroteo del que escapó pero tardó en fallecer, incluso se dice que su compinche lo remató en su escondite para que sus gritos de dolor no lo delatasen, pero la leyenda siguió viva muchos años. El cuerpo no apareció hasta 1957 y varios de sus colaboradores fueron detenidos y sentenciados a duras penas de cárcel. Los que aún estaba presos fueron amnistiado en 1975


Más tarde, en la década de 1980, se dijo que El Bernabé había vuelto, que no había muerto y que lo de su cadáver era una patraña, pues había conseguido embarcarse a América y esperar unos cuantos años hasta que se enfriase el asunto. Algunas personas aseguraban que había sido visto por Llanes, de donde era oriundo. En su artículo En busca de Bernabé, el escritor José Ignacio Gracia Noriega cuenta su biografía, entre la realidad y la leyenda, con motivo de la publicación del libro de Gómez Fouz Bernabé "El mito de un bandolero":
"El libro de José Ramón Gómez Fouz, el gran boxeador asturiano, vuelve a poner de actualidad al famoso Bernabé, a Bernabé Ruenes Santoveña, bandolero llanisco. Sobre Bernabé se han escrito varios libros y algunos con testimonios de primera mano, como son la novela «Víbora» y el libro «Los bandoleros asturianos», de Héctor Vázquez Azpiri, que estuvo secuestrado durante unos días por el bandolero y que obtuvo, de aquella poco deseable experiencia, material literario: en parte así habrá compensado las cien mil pesetas que Bernabé le exigió a su familia, lo que era una cantidad importantísima a comienzos de la década del cincuenta. Posiblemente la novela «Testamento en la montaña», de Manuel Arce, relate también aquella historia y Enzo sea Bernabé. Quien sí se propuso hacer una película sobre Bernabé fue Manuel Gutiérrez Aragón en «El corazón del bosque», pero lo único que consiguió fue un filme pedantesco e inútil, innecesariamente basado en «El corazón de las tinieblas», de Joseph Conrad, y donde desaprovecha las grandes posibilidades argumentales que le ofrecía el variado historial del bandido.

Puede decirse, pues, que, con el libro de Gómez Fouz, Bernabé volverá a ponerse de moda, aunque yo creo que nunca dejó de estarlo.

Hace dos o tres inviernos, por Navidad, se rumoreaba insistentemente en los bares, en las plazas y en los mercados de Llanes y de Posada que Bernabé había vuelto: que se había ido a Venezuela al final de los años cincuenta y que allí se había hecho la cirugía estética y había hecho fortuna. La familia de Bernabé nunca habló de él como si estuviera muerto.

Yo le pregunté al director de un Banco amigo mío (porque los directores de los bancos se enteran de muchísimas cosas) si eran ciertos aquellos rumores y me contestó: «Eso dicen».

Bernabé puede que haya sido el hombre más popular de la Asturias oriental durante algunos años.

Si no se le podía encuadrar entre los bandoleros que Eric J. Hobsbawn clasifica bajo el epígrafe de «Robin Hood» (es decir, aquellos que robaban a los ricos para dárselo a los pobres), sí se tejió en torno a él una leyenda próxima al «sebastianismo»: es decir, que lo mismo que los portugueses esperaron que regresara su rey don Sebastián, muerto o desaparecido en la batalla de Alcazarquivir, en Llanes, de vez en cuando, se dice que Bernabé regresa; pero no regresa como bandolero, sino como indiano que vuelve para curar nostalgias y para ver a la familia.

A Bernabé se le torció la vida mientras hacía la «mili»: un día tuvo una discusión con un sargento y le rompió un mosquetón en la cabeza.

El mosquetón rompió porque la culata estaba apolillada; pero Bernabé desertó y se echó al monte, no se sabe si por haber roto el mosquetón o haberle roto la cabeza al sargento.

Ambas cuestiones eran graves. Pero lo cierto es que nunca fue político, ni tuvo contactos con el maquis, ni jamás se unió a Juanín, un «huido» santanderino, a medias partisano, a medias bandolero. Yo le pregunté al guerrillero Pepe Mata por Bernabé y me contestó que no lo había conocido; tampoco le conoció el comandante Flores.

Los escenarios de Bernabé eran los de la Asturias oriental, que conocía perfectamente, porque había sido cazador, y alguna vez llegó a León en sus incursiones.

También había sido tejero. Yo recuerdo la noche que asaltó a un pariente mío, que acababa de llegar de México, disfrazado de guardia civil. Mi pariente, Nacho, tenía a sus hermanas en Serronda, en Posada, pero se fue a dormir a Llanes.

Fue a mi casa y estaba muy nervioso. Yo era un niño y cenaba huevos fritos con arroz blanco. Siempre que como huevos fritos con arroz blanco me acuerdo de Bernabé."

El Camino avanza y llega a un importante cruce en el que hay un mojón: el Camino de Santiago sigue de frente hacia los molinos de El Picu la Llosa y El Mayorazu, siempre por la ribera del Ríu Valdediós


Pero si lo deseamos, a la derecha del mojón un camino de hierba baja por el castañéu al río, lo cruza en El Molín de Vicente o de Baxo la Iglesia y sube a la parroquial de Grases, pudiendo ver su estela de los Luggoni Arganticaeni y luego visitar el pueblo con sus quintanas, capilla de ánimas, hórreos y paneras


Luego, desde Grases, podremos retornar aquí para seguir el Camino oficial por el Valle del Ríu Valdediós arriba, o atajar hasta Niévares por El Camín del Llivinque

































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