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domingo, 25 de mayo de 2014

A PORTA DO CAMIÑO, AS CASAS REAIS, SANTA MARÍA, LA CAPELA DAS ÁNIMAS, LA PRAZA DE CERVANTES Y ACIBECHERÍA: LLEGANDO A LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


A Porta do Camiño y Rúa das Casas Reais. A la izquierda A Fonte da Rúa do Camiño

El Camino entra en el corazón del casco histórico de Santiago de Compostela, atravesando la ciudad desde San Lázaro a San Pedro y Bonaval, llegando a la que fue A Porta do Camiño, Su nombre se debe a que aquí estuvo una de las puertas de la ciudad amurallada, la del Camino principal, el de Castilla y Francia, y por eso fue también esta la considerada como puerta principal, así como la calle intramuros (rúa das Casas Reais), donde había, y sigue habiendo, tiendas, comercios, artesanos, mesones, posadas y, actualmente, albergues y pensiones. Tamién era llamada Porta Francíxena, paso de los peregrinos francos, y Porta de San Pedro, por ser entrada por la rúa de San Pedro, solar de San Pedro de Fóra, antiguo monasterio extramuros


La muralla fue desapareciendo paulatinamente, en el siglo XIX, con las necesidades urbanísticas, los nuevos edificios fueron incorporando sus muros a su propia estructura, tirándose algunas porciones para abrir calles. Por ello no es extraño que en excavaciones o en obras aparezcan cimientos, restos y señales de la fortificación. Ya en el siglo XV la muralla resultaba casi inservible ante el cese de las amenazas invasoras, aunque en 1596 se realizó una inspección militar de las mismas durante las guerras con Inglaterra, ya que no era improbable un ataque por mar. Los propios vecinos quisieron reparar algún tramo por su propia mano en siglos posteriores, tal vez para evitar derrumbes, pero incluso en alguna zona llegó a utilizarse como basurero


La muralla, aunque desaparecida, fijó la fisonomía actual de la ciudad y su entramado, siendo totalmente perceptible al observar un plano de su callejero lo que fue la ciudad intramuros. Hubo una primer cerca mandada construir en el año 968 por el obispo Sisnando II, al lado de la entonces pequeña iglesia que después sería la catedral, defensa que abarcaba, además del santuario del Apóstol, la actual Praza da Quintana y el monasterio de San Paio de Antealtares


Al mismo tiempo existía un dispositivo exterior de foso y empalizada. Entonces las principales amenazas podían ser un desembarco normando en las cercanas rías o una razzia o incursión musulmana, que fue lo que pasó: ciudad, templo y muralla fueron derribadas por la incursión de Almanzor en el 997, que respetó no obstante la tumba del Apóstol


La muralla hubo de ser reconstruida tiempo después por mandato del obispo Cresconio entre los años 1037 y 1068 porque las posibles amenazas de invasión no cesaban. Esta nueva fortaleza era bastante mayor y medía unos dos kilómetros, más o menos como la de Lugo, comprendiendo unas 30 hectáreas en su interior. Es la muralla que llegó al  siglo XIX y que, según dice el Libro V del Codex Calixtinus de Aymeric Picaud...

"siete son las entradas y puertas de la ciudad. La primera se llama Puerta Francesa"

Eran sus puertas principales esta Porta do Camiño o Francíxena, la Porta Fraxeira, por donde entraban el Camino Portugués y el de la Ruta do Mar de Arousa y era también comunicación con Fisterra y otros puertos gallegos, y la Porta de Mazarelos, de la que se conserva un arco y, en un edificio anexo, se perciben partes de una de sus torres defensivas, además por ella entraba el vino de Ribeiro y el de Ulla, así como cereales castellanos. Era esa la escogida por los peregrinos procedentes del sureste, mientras los que entraban por el norte por el Camino inglés lo hacían por la llamada Porta da Rúa da Pena



Esta Porta do Camiño fue llamada así porque era de entre todos la entrada del camino más transitado con diferencia, empleada normalmente por monarcas y altos dignatarios para entrar en la ciudad así como los nuevos arzobispos, realizándose en ella parte de la ceremonia de su toma de posesión, tal y como nos dice la Xacopedia, que desfilaba desde la ciudad extramuros con representantes de los gremios de Compostela, autoridades municipales, el Cabildo con el deán al frente, familiares, amigos y demás cargos, siendo esperado aquí por el capellán mayor con una bandeja para las llaves de la ciudad, en señal de bienvenida y reconocimiento, siendo presentado el escudo de armas del nuevo prelado, que habría de cincelarse en las obras que bajo su mandato se hiciesen en la ciudad. Se sabe tenía aquella puerta y doble arco y a cada lado una torre cuadrada, así como al lado un edificio donde se pesaban las mercancías. Como el resto de la muralla, salvo algunas porciones, fue derribada entre los años 1800 y 1835. Estas calles que la circundan eran el perímetro del antiguo foso


Al Pasar la Porta do Camiño nos dirigimos a la rúa das Casas Reais, en la que se fundó en el año 1400 un hospital dedicado a atender a los pobres, bajo la advocación de San Miguel


Justo antes de tomar la calle, a la izquierda, A Fonte da Porta do Camiño


En la esquina derecha, placa con el nombre de la histórica puerta y oficina información del Camino a Fisterra, la culminación, a la orilla del mar, de la ruta xacobea


La rúa es peatonal y solo pasan vehículos autorizados a ciertas hora, pasa entre edificios de época con balcones y galerías, muy semejantes a los que vimos en la rúa de San Pedro


La rúa sube un poco


Pasamos bajo esta gran galería acristalada


A nuestra derecha queda la rúa de Entremuros. Nosotros seguimos de frente y en recto


Hermosa rúa enlosada


Zona de bares y comercios. Arriba más galerías y balcones. Al fondo veremos un edificio modernista edificado entre 1913-14 por J. Franco Montes, con tres plantas, zócalo de cantería de granito y fachada de sillarejo revestido de mortero de cemento y filigranas del mismo material. Techo de pizarra


A nuestra izquierda, en la rúa Travesa, veremos la iglesia de Santa María do Camiño, templo barroco-neoclásico. obra de Miguel Ferro Caaveiro, maestro de obras de la catedral de Santiago y arquitecto municipal, acabada en 1770 en el solar de una obra románica


 La magna puerta de acceso dispone de cuatro grandes pilastras jónicas que resaltan un magnífico frontón


 Tiene un gran óculo en su fachada rodeado de laureles y coronado


 De la iglesia antigua se conserva un tímpano policromado de la Virgen de Belén y la capilla de los condes de Amarante, que tenían su palacio muy próximo. Hay en su interior un extraordinario retablo barroco hecho en 1758 por Manuel de Leis, la Inmaculada neoclásica de Prado Mariño y el de la capilla de los condes


La iglesia de Santa María do Camiño está muy relacionada con los peregrinos pues formaba parte de los templos camineros donde los peregrinos oraban a sus diferentes devociones antes de entrar en la catedral, además de estar al lado antiguamente el Hospital de San Miguel para atender a los romeros fundado en testamento por el canónigo de Santiago Ruiz Sánches de Moscoso, con una capilla de esa advocación y una huerta en la parte trasera, así como biblioteca para libros de oración, Teología, Derecho Canónico, Medicina y Física


La primera mención al santuario es del año 1279 en el testamento del cardenal de Santiago Lorenzo Domínguez, donde hace donaciones a diversos templos compostelanos, así como en otro testamento, este de 1348, de la vecina María López


La demolición del templo antiguo tuvo lugar entre 1747 y 1749 para reedificarse otro nuevo construyendo otra capilla mayor más ancha, rehaciéndose en 1770 la nave y la fachada principal con el proyecto de Caaveiro


Seguimos por Casas Reais acercándonos a otro gran santuario


Estamos en la Praza de Salvador Parga y esta es la fachada este de la Capela das Ánimas, cuya construcción, sufragada por la Cofradía General de Ánimas de Santiago, comenzó el 8 de abril de 1784 con proyecto de Miguel Ferro Caaveiro y dirección del maestro de obras Juan López Freire, consagrándose el 31 de agosto de 1788 bajo la advocación del Santo Cristo de la Misericordia


Avanzando un poco más encontramos esta majestuosa fachada que se construyó poco después, con el cambio de centuria, cuando la Cofradía das Ánimas compró una manzana de casas situada enfrente del monumento, demoliéndolas con el objetivo de construir esta portada y enviando diversas ideas a la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Bajo la supervisión de Ventura Rodríguez resultó escogido el proyecto de Ferro Caaveiro



El templo se construyó con las limosnas y donaciones de los devotos de las Ánimas del Purgatorio


El resultado es un templo de nave única, tres capillas laterales, sacristía y bóvedas de cañón constituyen la estructura, mientras la monumental fachada presenta cuatro gigantescas columnas jónicas, un frontis con el bajorelieve también policromado de las Ánimas del Purgatorio, un óculo encima y en el tejado triangular dos ángeles adorando a la Cruz



Las Ánimas del Purgatorio


Por la puerta de esta portada principal accedemos al interior


En la puerta del santuario, a los lados, dos ánimas, hombre y mujer, en el fuego del Purgatorio


El presbiterio que precede al altar mayor presenta cobertura de bóveda de cañón. Hay un gran arco triunfal dentro del estilo del clasicismo barroco español de los tiempos de Carlos III similar al de la capilla del Palacio Real de Madrid. El altar y la iconografía se basan en la veneración del Santo Cristo de la Misericordia, la religiosidad de la cofradía y al Vía Crucis que aquí se celebra todos los domingos por la tarde. Un programa ideado por el arquitecto compostelano Melchor de Prado y Mariño con algunos de los más doctos cofrades y realizado ente 1803 y 1814



Sobre el altar una pintura representa a Jesús en Majestad, el Cristo de la Misericordia, advocación del santuario


Estos son los relieves de la Pasión,  hechos de estuco veneciano policromado, que modeló el Manuel de Prado y Mariño, hermano de Melchor, escultor de formación académica con grandes dotes de escenógrafo. Es una ruptura con los tradicionales altares barrocos gallegos de madera policromada. Se trata de estuco de yeso sobre ladrillos, único en Santiago de Compostela. De hicieron nueve pero nunca se hicieron otros cuatro que quedaron pendientes


La Flagelacción


Ecce Homo


Via Crucis, camino del Calvario


El Alzamiento


La Crucifixión


El Descendimiento


La Sábana Santa...


En el sepulcro...


La Resurrección


Una capilla lateral...


Saliendo al exterior tenemos otro importante edificio, el del Arquivo Histórico Universitario


Enfrente tenemos el Pazo de Fondevila, en As Algalias, hecho a mediados del siglo XVIII por  de Clemente Fernández Sarela dentro del gusto y estilo de los pazos barrocos compostelanos. Su decoración destaca por la esquina en chaflán con un gran escudo bajo frontón circular. Los balcones volados y las enmarcaciones de los mismos y de las ventanas son otro aspecto a resaltar


A su derecha y también mirando a la Capela das Ánimas una casa gótica


Puerta ojival y dintel del mismo estilo


Blasón con la media luna rodeada de estrellas y arriba una cruz



Dejamos casa y pazo



Seguimos ruta por la rúa das Casas Reais


Ya dejamos a nuestra derecha la Praza de Salvador Parga con el Arquivo Histórico Universitario, al lado de la Capela das Ánimas


Subimos un poco más


Dejamos a la derecha la rúa da Algalia de Abaixo


Y al llegar a la ruela das Ánimas iremos a la izquierda


Saliendo a una histórica plaza de Santiago


Es la Praza de Cervantes y sus soportales. El camino a la ya cercanísima catedral sigue a la izquierda pero antes vamos a recorrer unos instantes este lugar de honda tradición caminera


En la Edad Media (s XII) fue esta la Plaza del Foro, lugar de encuentros y juntas vecinales, pues aquí el pregonero leía las actas del concello y las normas y proclamas del arzobispo, razón por la que una de estas rúas que a ella confluyen recibe el nombre del Preguntoiro. No en vano aquí estuvo el antiguo Ayuntamiento o Casa de Concello de Santiago, en un edificio construido para tal fin en 1682. Anteriormente aún estaba en la Praza da Quintana, en la llamada Casa da Parra, de la que hablaremos en el siguiente episodio, ya entrando en la catedral. En 1787 las Consistoriales fueron trasladadas a su ubicación actual en el Palacio de Raxoi, Praza do Obradoiro. Acontecieron en esta plaza dramáticos autos de fe en tiempos del férreo ímpetu de la Inquisición y aquí hubo patíbulo, junto con el rollo o columna que, simbolizando la autoridad del lugar, servía además para exponer a escarnio público a los delincuentes


Siendo lugar de tránsito obligado, el espacio fue especializándose más en usos menos trágicos, como el mercado de productos alimenticios, razón por la que empezó a ser llamado Praza do Campo, mercado que al trasladarse a la plaza de abastos  hizo que el lugar cambiase de denominación al inaugurarse en 1840 el monumento a Miguel de Cervantes Saavedra, escritor universalmente conocido por ser el autor de El Quijote, quien porta dos apellidos gallegos, topónimos de sendos pueblos


Monumento que consiste en un busto de Cervantes sobre un pedestal que es abajo sonora fuente de cuatro caños donde tantas veces se refrescan los peregrinos


Es la Xacopedia quien nos recuerda en su artículo dedicado a esta Praza de Cervantes el encuentro de Sancho su escudero con unos romeros cerca de su Ínsula Barataria, en el Camino del Ebro:

 "vio que por el camino por donde él iba venían seis peregrinos con sus bordones, de estos extranjeros que piden la limosna cantando, los cuales, en llegando a él, se pusieron en ala, y, levantando las voces todos juntos, comenzaron a cantar en su lengua lo que Sancho no pudo entender, si no fue una palabra que claramente pronunciaba limosna, por donde entendió que era limosna la que en su canto pedían; y como él, según dice Cide Hamete, era caritativo además, sacó de sus alforjas medio pan y medio queso, de que venía proveído, y dióselo, diciéndoles por señas que no tenía otra cosa que darles”. Además, en el capítulo LVIII, hace decir a su protagonista que “este gran caballero de la cruz bermeja háselo dado Dios a España por patrón y amparo suyo, especialmente en los rigurosos trances que con los moros los españoles han tenido, y así lo invocan y llaman, como a defensor suyo, en todas las batallas que acometen, y muchas veces le han visto visiblemente en ellas, derribando, atropellando, destruyendo y matando los agarenos escuadrones"



Los domingos, haciendo gala de tan literario nombre de la plaza, hay puestos de venta de libros


También en esta misma plaza tenemos la iglesia de San Bieito do Campo, su traza actual es neoclásica hecha según planos de Prado Mariño pero se sabe ya había aquí un templo del siglo X que ya reedificara el arzobipo Xelmírez en el siglo XII



En el interior hay tallas barrocas de San Antonio, San José, San Juan Bautista y un relieve del siglo XIV con la Adoración de los Magos


Alrededor de la plaza hay tiendas y reconocidos establecimientos hosteleros


No todo es comer y beber, también hay que alimentar el espíritu. En esta plaza abren sus puertas afamadas librerías


Y de la Praza de Cervantes seguimos caminando hacia la rúa da Acibechería



En caso de lluvia podremos caminar por los soportales...


Rúa da Acibechería, llamada así por ser donde tenían sus talleres y viviendas los antiguos azabacheros de Santiago. En la actualidad hay multitud de tiendas de recuerdos y productos gallegos, además, por supuesto, de cafés, tascas, fondas y albergues. Pero no faltan joyerías y establecimientos que vendan tan preciada gema de carbón cretácico, azabache, tan relacionado desde la antigüedad con lo espiritual, lo mágico, talismán de la suerte, protector y brillante, elegante y venerado, al menos desde hace... ¡17.000 años!, que es cuando aparece en las cavernas prehistóricas ya empleado como colgante



El gremio de los azabacheros de Santiago empezó formando parte del de los concheiros hasta que separaron de ellos en el siglo XIV. El material venía de las minas de Asturias, por seculares caminos que ahora conocemos por sus adscripciones xacobeas, tal como el de la Costa o Camino Norte y este, el PrimitivoEn el siglo XV los azabacheros. ya tenían una cofradía bajo la advocación de San Sebastián y en el s.XVIII eran los artesanos más influyentes de la ciudad. Hacían por lo general objetos para la liturgia y recuerdos para los peregrinos: cruces, rosarios, conchas, imágenes de santos y vírgenes, etc. así como enseres más profanos tales que collares y abalorios varios, no olvidando sus atribuciones contra el mal de ojo y similares en amuletos como la figa



La crisis de las peregrinaciones y las transformaciones sociales y políticas del siglo XVIII supusieron una seria transformación del gremio que entró en decadencia pero que nunca desapareció, si bien no con aque peso público de antaño. Hoy sigue siendo notabilísimamente apreciado, pese a la competencia de productos sucedáneos. Recorremos ahora su calle, pues su importancia fue tal que caló hasta en la toponimia de las mismas rúas de Santiago


Podemos decir que este barrio fue de los primeros lugares que se poblaron fuera del Lucus Sanctus o minúsculo recinto sagrado en torno a la tumba del apóstol y los nacientes y modestos templos y asentamientos de monjes fundados al descubrirse. Al ir afluyendo peregrinos el enclave se fue transformando en un polo de atracción y se construyeron casas, en principio sin duda chozas o cabañas, hacia la primera cerca de protección justo antes del naciente templo jacobeo, que parece ser era al principio una simple estacada que, andando el tiempo, abarcaría más espacio, con un foso que seguiría el trazado de esta rúa



En la baja Edad Media era este el eje principal del ya crecido entramado urbano de la ciudad, llamado como no calle Mayor, con su recorrido desde la Porta do Camiño dividido en varios tramos, la rúa Francíxena (actual Casas Reais), la rúa do Campo (Praza de Cervantes), rúa da Moneda (esta de Acibechería) y la de la Trinidad, que iba hacia la puerta de ese nombre, en la muralla, entre el actual Hostal dos Reis Católicos y el Pazo de Raxoi


Pasamos ante los escaparates...


Fue durante tiempo una calle porticada, entre la Vía Sagrada y la Plaza de los Cambeas (Inmaculada, al lado de la fachada norte de la catedral), si bien dada su estrechéz a finales del siglo XVIII, lsos soportales hubieron de ir desapareciendo para ensancharla


Hay tiendas de ultramarinos especializadas en productos gallegos


Chocolates, dulces, conservas, quesos, licores...


Pero llevándose quizás la palma la tan exquisita "Tarta de Santiago", de almendra, con su clásica cruz, cuyo primer testimonio es de 1577, donde se la denomina "Torta Real". Se presenta en diferentes precios y tamaños. La Cruz de Santiago data de 1924 cuando Casa Mora empezó a añadir este motivo. Aunque la almendra no se produce en Galicia su comercio debió ser bastante intenso pues en las clases sociales acomodadas aparece con frecuencia en las mesas en forma de dulces y tanto en la botica y enfermería del Hospital Real de Santiago como en la enfermería del Colegio Mayor aparece en inventarios del siglo XVII pues se empleaba para aceites, fórmulas magistrales y otros productos. No olvidemos que los religiosos eran además grandes creadores, propagadores y elaboradores de toda clase de recetas


En esta rúa desaparecieron por incendio en 1328 las Casas del Maestro Mateo, que fueron de este gran arquitecto de la esencia más asombrosa de la catedral románica. Se seguían conociendo por ese nombre más de un siglo después de su fallecimiento


Justo aquí vemos al fondo la Praza da Quintana y el Pazo del arzobispo Diego Xelmírez, quien en el año 1120 hizo construir una capilla en su pazo "ante la que se acuña la moneda, frente a la iglesia de Santiago, a la derecha se sale de la misma iglesia del Apóstol" por lo que esta calle sería llamada de la Moneda


La mayoría de los peregrinos siguen de frente pues ese es el paso a la Praza do Obradoiro, lugar considerado, al menos en la mente de muchos, el kilómetro Cero de la peregrinación. También desde la Praza da Inmaculada, justo antes del Pazo, se puede entrar a la puerta norte de la catedral, antiguamente del Paraíso, entrada histórica por el Camino Francés y donde estuvo durante siglos el Hospital para pobres y peregrinos de Santiago, el segundo que se fundó en la ciudad, también con Xelmírez, sustituyendo a uno más antiguo de tiempos de Alfonso III el Magno y el obispo Sisnando I junto a la antigua basílica prerrománica


No obstante, principalmente si es Año Santo Compostelano, los romeros suelen desviarse a la izquierda para dirigirse a la catedral de Santiago por la Praza da Quintana, entrando, como es preceptivo, por la Porta Santa, que se abre la víspera del Año Santo y permanece abierta durante el mismo. El Año Santo Compostelano se celebra cuando la fiesta de Santiago (25 de julio) cae en domingo. Nos encontramos en el mismo entorno de la catedral de Santiago de Compostela. A las puertas del triunfo












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