Pasamos así frente a la Casa do Cura mientras damos vista, en lontananza, a las serranías de A Mariña, tierra costera pero a la vez montañosa según nos acercamos a las tierras de su interior, buscando los puertos que nos darán paso a la Terra Chá, no tan llana tampoco como aparenta su nombre, cuando toca recorrerla caminando
O Val de Cabarcos tiene en su nombre dos posibles acepciones, uno el de sus antiguos pobladores, los mencionados galaicos cibarcos (si bien las áreas concretas de su poblamiento son discutidas) y otro tendría que ver con la raíz cavar, de daría cavarca 'hondonada profunda', como sería el caso del valle en el que se asienta y al que nosotros nos dirigimos. Este territorio está plagado de referencias geográficas citadas ya en el famoso Diploma del Rey Silo del año 774, el más antiguo documento original demostradamente auténtico del Asturorum Regnum y de la historia de España, cuya traducción viene a ser
"Para mí, Silo, es cosa grande y distinguida, para provecho de mi alma, hacer una donación como lugar de residencia a los hermanos y siervos de Dios, Pedro presbítero, Alanto converso, Avito presbítero, Valentino presbítero y a los otros hermanos que están en el mismo lugar o a quien Dios había llevado allí porque esos siervos de Dios nos habían besado los pies para que les diésemos un lugar de oración en nuestra finca que está situada entre el Eo y el Masma, entre el riachuelo Alesancia y el Mera, lugar que se llama de la Luz, delimitado desde la casa de campo en donde vivió nuestro melero Espasando y por el Mar Negro y junto al monte que se llama Faro y por las Piedras Blancas y por la laguna hasta la otra laguna y hasta Piedrafita y por la laguna y por el vilar que se llama del Deseo y por el campo que se llama Alesancia y por la otra Piedrafita que está en el monte sobre Taboada por el camino que separa el límite hasta el lugar que se llama Areas y el campo que se llama Comasio con todas las salidas y en la vuelta dos castros con toda su producción, los montes y los vallados de zarzas que allí hay con todas sus salidas y todo lo arriba citado os la doy como obsequio y os lo concedo por medio de nuestro fiel hermano, el abad Esperanta, para que recéis en provecho de mi alma en la iglesia que allí se construyere y lo tengáis todo desligado de mi derecho y entregado y confirmado en vuestro derecho firme e irrevocablemente y a quien Dios llame a la confesión en ese mismo lugar que reivindiquen todo y hagan justicia y lo defiendan de cualquier mal augurio y si después de hoy alguien quisiera inquietaros en relación con ese lugar o en todo lo que queda escrito arriba, que sea separado de la santa comunión y que quede excluido de la asamblea de los cristianos y de la Santa Iglesia, que sea considerado con Judas el traidor como merecedor de ser condenado y que lo alcance tal castigo divino que todos los que la vean queden aterrados y los que lo oigan se estremezcan
Hecha la carta de donación el 23 de agosto, era (año) 813. Yo, Silo (firmo) esta carga de donación con mi propia mano; yo, Nepotiano, testigo (firmo) esta escritura de donación, en la que fui presidente y testigo; yo, Lerico, hice la señal de la cruz con mi mano; yo, Esperanta, abad, (firmo) esta escritura en la que fui testigo, Florencio presbítero, testigo, Salvado, presbítero; yo, Teodenando, converso, hice con mi propia mano la señal de la cruz, confirmándolo Adefonso"
Los antecedentes poblacionales inmediatos habrían sido los poblados castrexos localizados en el territorio y las villae o explotaciones agropecuarias de la romanización, a las que sucederían los monasterios, de ahí por ejemplo que en un escrito del año del año 1124 de la catedral de Mondoñedo, sede episcopal, se mencione a "sanctus Iulianus de Cabarcos", la actual San Xulián de Cabarcos
En el año 1128 el rey
Alfonso VII diferencia de las iglesias realengas las de la sede mindoniense situadas en la comarca geográfica e histórica
"inter Euve et Masma", es decir, entre los ríos Eo y Masma, y se refiere a
"S. Julianus de Cavarcos" que, casi cuatro centurias después, en 1265, aparece con la forma de
"Sancto Iulianiano de Cauarcis", en 1371 como
"San Jullao de Cauarcos" y en 1488
"Sant Giliaao de Cabarcos", por lo que, para la filóloga María Cando Cruña en su trabajo
Estudo etimolóxico e semántico datoponimia maior de Barreiros, la evolución natural del topónimo habría sido
San Xullao o
San Xiao, siendo el actual San Xulián resultado de una castellanización
Los monasterios y la nobleza feudal se repartieron, cuando con acuerdos y pactos y cuando con fricciones, la posesión, administración y rentas del valle. Así sabemos por ejemplo que el célebre mariscal
Pardo de Cela contaba en el siglo XV aquí con el
foro o contrato de posesión de Santa Cristina de Celeiro (
celeiro 'cellero', del latín
cellarium, almacén o depósito de cosechas) y que en 1406
López Díaz de Teijeiro donó al obispo de Mondoñedo el territorio o
terrería de Cabarcos
A finales de aquella centuria, un sobrino del mariscal Pedro Pardo de Cela (que se había revelado contra los
Reyes Católicos, siendo ejecutado por ello), Pedro Pardo de Cabarcos, vendió sus posesiones en el valle para, con los 2.000 maravedís de las ganancias, ayudar precisamente a esos mismos monarcas en la
Guerra de Granada, dentro de aquel mundo de muy cambiantes fidelidades
Bajo nosotros, A Rilleira, una de las aldeas de la parroquia de Cabarcos (San Xulián) y solar de uno de los castros galaicos del valle, el
castro da Rilleira, muy afectado, como tantos otros, por desmontes y plantaciones de eucaliptos. Arriba es el lugar de A Cárcaba y, poco más allá, se ven los Montes da Insua (282 m), el Alto da Areeira (273 m), el Monte da Lebre (358 m), un poco a la derecha, justo al este de Foz y sobre San Martiño de Mondoñedo y, en la distancia, el gran murallón de los Montes de Buio, concellos de Xove y Viveiro con los 702 metros del Pau da Vella, que forman parte de la
Serra do Xistral, reconocible por sus parques eólicos y de la que nos dicen así en la web de la Xunta de Galicia:
"Al norte de la provincia de Lugo encontramos unas montañas alomadas y de no mucha altitud. No hay que dejarse engañar, la entrada de viento y nubes directamente desde el Cantábrico hacen de esta sierra y su entorno un lugar duro e inhóspito donde unas pocas aves sobreviven con éxito.
Un intrincado macizo de aspecto aparentemente amable se levanta casi al borde del mar Cantábrico que, habitualmente, envía su carrusel de nubes que chocan en estas montañas, descargando constantes precipitaciones en medio de la densa niebla. En invierno, a pesar de su moderada altura (las cumbres apenas rozan los mil metros sobre el nivel del mar), la lluvia se transforma en nieve.
Así, el paisaje que encontramos en O Xistral parece una réplica de montañas del norte de las islas británicas o de Escandinavia: grandes superficies de turberas envueltas por niebla y misterio. Tanto es así que solo hay asentamientos humanos tradicionales en los valles, a mucha menor altitud, donde las temperaturas medias son mucho más elevadas. El régimen de precipitaciones y la orografía hace que en sus entrañas nazcan numerosos ríos que fluyen hacia cuencas diferentes.
Los montes de esta sierra fueron explotados únicamente por la ganadería extensiva utilizando vacas y caballos que, aún hoy, pastan libres. Ya bien entrado el siglo pasado, se intentó cultivar pinos con éxito desigual debido a la dureza del clima. Actualmente, el gran recurso energético de estas sierras, el viento, es intensamente aprovechado."
En cuanto a la destrucción del castro galaico de A Rilleira remitimos esta noticia de la denuncia interpuesta en su momento por diversas entidades de A Mariña y publicada por
La Voz de Galicia el 9-5-2017:
"Mariña Patrimonio y Adega han presentado una denuncia ante la Dirección Xeral de Patrimonio por los posibles daños ocasionados en el castro de A Rilleira, en Barreiros, con una plantación maderera. «Unha vez máis vemos como a industria do eucalipto actúa con total impunidade e con absoluto desprezo polo noso patrimonio ao danar un xacemento arqueolóxico catalogado e protexido. Vemos a total desconexión entre Medio Rural, Patrimonio e a industria forestal e unha vez máis veremos o desleixo por parte da Xunta que, despois desta denuncia, novamente comezará a buscar escusas para non actuar en contra da todopoderosa industria do eucalipto», señalan los denunciantes.
Hace un año Mariña Patrimonio ya denunció los daños ocasionados en este mismo castro -de notable valor por constar de tres fosos defensivos labrados en roca- por una plantación en otra parcela. «Desta volta, os labores forestais afectaron gravemente a croa, os foxos, o parapeto e maila muralla pétrea, deixando á vista en toda a superficie abundantes restos arqueolóxicos», dice Mariña Patrimonio, con el uso de maquinaria pesada."
Según avanzamos camino adelante, bajando suavemente, seguiremos divisando este y otros lugares del Val de Cabarcos y otros rincones de A Mariña
Cuesta abajo, por ejemplo, sigue entre las arboledas nuestro camino a Gondán, siempre en bajada y, en la lejanía, divisamos algunas aldeas de otra de las parroquias del valle, San Xusto de Cabarcos, en la ladera de los Montes de San Paio y Monte do Calvario, límite occidental del valle, con la Serra da Toxiza en la lejanía, al norte de Mondoñedo
Además del citado
Diploma del Rey Silo, otra referencia documentales antigua de San Xusto de Cabarcos aparece en el año 916, cuando
Ordoño II, recién llegado al trono leonés (año 914) tras haberlo sido de Galicia (910-914) funda la catedral de León en agradecimiento a su victoria contra los musulmanes en la batalla de
San Esteban de Gormaz. Para su construcción y mantenimiento le donará en dicho año de 916 diversos territorios entre los que figura
Sancti Justi de Cabarcos, donación confirmada por su hijo y sucesor
Ramiro II en 935
En el año 958 el Conde Osorio recibe de la Corona el monasterio de
Serautani, el
Esperautano "entre el Eo y el Masma" del
Diploma del Rey Silo) con dos iglesias, una
"Sancto Justi inter Masma et Coarchos, alia Sancto Georgio y Valle Laurenzana", que aparece asimismo como
Coarchos en los años 951 y 956 en documentos del monasterio de San Salvador de Lourenzá, así como
Coarcus en 969 y, en escrito de la catedral de Mondoñedo en 1290,
Cauarcos
San Paio, Sante y A Regueira son parte de las aldeas que reconocemos en esta ladera, cuya cima está llega de eucaliptos. Uno de los precedentes poblacionales de San Xusto de Cabarcos es también un castro galaico, el
castro da Maradona, topónimo que dio origen al apellido homónimo, de los antepasados gallegos del futbolista argentino
Diego Armando Maradona, quienes emigrarían a América a mediados del siglo XVIII. Se ha localizado en él una posible sauna castrexa
A Serra da Toxiza se ha cubierto también de parques eólicos, sus máximas cotas son A Toxiza (833 m), el Pico da Lebre (783 m), el Penido dos Galos (777 m) y Pena Corveira (768 m), referencias geográficas y visuales de nuestro camino a Vilanova de Lourenzá y a Mondoñedo
Por las eucaliptales del Monte do Calvario pasa el Camino de Santiago rumbo a Vilanova de Lourenzá luego de subir al lugar de A Igrexa, que también vemos desde aquí, así como, a su derecha y ya fuera del Camino, Novás. Sobre ambos hay otro recinto castrexo, el castro de Novás, en el monte Os Castros (171 m), al norte del Camino. El topónimo Novás tiene que ver con 'nuevo', referido a tierras que se cultivan de nuevo o por primera vez, que en la Edad Media se aplicó en concreto a los lugares montesinos transformados en terrenos cultivables
Novás a la derecha y A Igrexa un poco más arriba a su izquierda, solar de la parroquial como hemos dicho, de ahí su nombre, que vemos destacar por sus paredes blancas, así como las naves de una explotación ganadera. Llega a reconocerse el Camino subiendo hacia ella desde la nave que hay un poco más abajo y luego subiendo hacia el eucaliptal
Más arriba, es el Monte da Croa y Coto do Pombo (658 m) con Coto Viñín (678 m) más atrás, encima del valle del Masma, paso natural hacia Mondoñedo que el obispo
Antonio Sarmiento de Sotomayor quiso hacer navegable hasta su ciudad y sede mindoniense, una de las siete antiguas capitales del
Reino de Galicia, en el siglo XVIII. En lontananza siguen divisándose los múltiples parques eólicos de la extensa Serra do Xistral, en concreto los de Pena Grande (1.043 m) y, más abajo, el Parque Eólico Soán. En las cimas reconocemos también el Alto da Pena da Vadela
El valle del Masma constituye un paso natural muy importante entre Foz y su ría, puerto natural que fue antaño comercial y ballenero, y la ciudad episcopal de Mondoñedo, que no nos extraña que su máxima autoridad de antaño, el prelado quisiese abrir al paso de los barcos de entonces. La franja comprendida entre este río y el Eo conformaría una singularidad geográfica y social de manera similar a la del Eo y el Navia en Asturias, siempre figurando como tal en la diplomática al menos hasta el siglo XIX, cuando las reformas políticas y administrativas liberales suprimieron la
Provincia de Mondoñedo y su capitalidad (año 1833)
Saliendo de Vilamartín Grande, el Camino, aquí carretera local, llanea durante un tramo, viendo al sur los campos de Louseiras y, más lejos todavía, el Monte da Fórnea con Penas Mouras (553 m), paso a Trabada. Más al sur aún, por la Serra da Cadeira, va, también camino de Mondoñedo, donde se reunirá con este, el
Camín Vello, la otra ruta histórica y también Camino de Santiago oficial, que ha pasado de Asturias a Galicia vía
Vegadeo/A Veiga,
Miou,
Santiago de Abres y
Ría de Abres
A esa ruta que empleaban los peregrinos que no deseaban o no podían (no siempre hubo servicio regular de
lancheiros) cruzar la Ría del Eo o de Ribadeo (denominación siempre sujeta a debate en Asturias y Galicia), le dedicamos también los oportunos capítulos en este blog. Su itinerario es unos kilómetros más meridional, pues desde la Serra da Cadeira baja a
O Val de Lourenzá para luego subir a
Lindín y bajar a Mondoñedo entrando por el barrio de Os Muíños. La
Praza da Catedral constituiría su lugar de reunión
Como tantas veces pasa, nuestro campo de visión hacia O Val de Cabarcos dependerá del crecimiento de las plantaciones industriales de eucalipto para las papeleras, las cuales ocupan cada vez más extensión de terreno conforme se abandona la actividad agropecuaria
Ahora a la derecha de San Xusto de Cabarcos reconocemos a simple vista uno de los enormes viaductos que caracterizan a la Autovía del Cantábrico (A-8), cuyos tramos entre Ribadeo y Mondoñedo fueron abiertos al tráfico paulatinamente entre los años 2007 y 20014
Es el Viaducto da Canteira, sobre Vilamar, apreciándose el desmonte practicado para su paso en la Pena da Cabana (174 m). A la izquierda seguimos viendo Novás, A Igrexa y el Monte do Calvario
Esa zona es conocida como A Volta da Ínsua y el viaducto salva el pequeño valle del Rego da Canteira, uno de los afluentes del Masma. En cuanto al pueblo decir que un documento del año 1452 menciona a un tal
"Juan Rodrigues de Vilamar", según nos informa María Cando Cruña en su estudio toponímico del valle, del que es oriundo además el apellido Cabarcos, al que la página
Heráldica de apellidos le dedica un gran artículo
Monte abajo, entre los eucaliptos, nace el Rego da Granda, al sur de Cárcaba y Cachón, en Rilleira, que al unirse al Rego de San Xusto dará origen al Rego Pusigo, afluente del Masma, formando por ello parte de esta cuenca fluvial
Prados de diente y guadaña, que es como decir de pasto y siega, alternan en esta campiña del Alto de Vilamartín Grande con los maizales, estos ahora empleados como planta forrajera pero que antaño el grano de sus mazorcas era molido para hacer pan de maíz
Paso a paso vamos descubriendo nuevas perspectivas del valle, como la serranía montañosa que constituye su límite septentrional
Desde este mojón tenemos ahora una buena perspectiva de la misma, así como una buena panorámica de esta parte del valle. Al fondo, la Serra do Xistral, con su forma de loma alargada, domina el horizonte al norte
Bajo nosotros, las aldeas y lugares de A Veiga y Loureiro a nuestra izquierda, con Pereira do Castro y A Granda do Castro. Más allá Seoane, San Xulián, A Corredoira, O Couto y Os Carballiños. Más a la derecha de Nuevo A Rilleira, con O Foro Matomaior y otras aldeas y caseríos
También reconocemos, bajo la sierra citada, el Vidaducto de Posigo, sobre el río de este nombre, cuando ya va a entregar sus aguas al Masma
Arriba a la derecha el
Monte Corneira (432 m), donde confluyen las divisorias de los concellos de Barreiros, Foz y Lourenzá. A su izquierda, el
Alto de Virín (483 m)
Y más a la izquierda, la Pena do Buitre (456 m), donde también se unen tres concellos, en este caso Lourenzá, Foz y Mondoñedo
Los sucesores de este obispo reclamaron a Pedro Pardo de Cela esa dote, lo que acabó en pleito para discernir si era realmente propiedad personal del prelado o de la Iglesia de Mondoñedo. Esta disputa pudo ser el origen, o el agravante, de la caída en desgracia del Mariscal, lo que le llevaría a enfrentarse a los Reyes Católicos, además de otros posibles cambios de postura o bando entre partidarios de Isabel de Castilla o Juana la Beltraneja, que nunca han quedado claros pues es imposible casi separar la realidad de los romances en la biografía del legendario señor
Fuese como fuese, allí resistirá el famoso mariscal varios años el asedio de las tropas de los comenzados en 1481, capitaneadas por el mercenario francés Luis de Mudarra y sus tropas, contratado por Fernado II de Aragón, si bien al año y medio de combates se quejaría diciendo...
"harto tenía que hacer porque tenía cercado a Pedro Pardo en Peña Frouseira"
Al no poder tomar el castillo las tropas castellanas, se confabuló una traición por parte de los "23 criados que defendían la fortaleza". señalándose en los cantares de gesta el nombre de Cofano do Valedouro como el líder traidor:
"Destes fora Capitán
o Cofano de Valedouro
Que ainda anque fora un mouro
Non me deran mais afán"
El mariscal sería así apresado por las tropas de Mudarra, que los traidores dejaron entrar, dentro del mismo castillo, en su salón, el 23 de septiembre de 1483, cuando regresaba con un grupo de fieles guerreros, entre ellos su hijo, de visitar a su aliado, siendo llevado preso a Mondoñedo, donde según sentencia de ser "cruel y poderoso", será decapitado en la Praza da Catedral diez días después, junto con su hijo Pedro, mientras el castillo era derruido hasta sus cimientos, naciendo enseguida cantares narrando su gesta, interpretados por bardos, rapsodas y juglares, en ferias y mercados, como el Pranto da Frouxeira, naciendo la leyenda...
A min chaman Teodomira
Señora do gran tesouro,
Por estrela esclarecida
xago neste Valedouro"
"De min triste Frouseyra
Que por Treycon foy vendida
Derribada na ribeyra
Ce jamais se veo vencida
Las circunstancias varían según las fuentes, así como las fechas, pues tradicionalmente se suponía habría ocurrido todo un poco después, en diciembre. Otros dicen sería apresado fuera, en la visita a su aliado. Nuevos estudios añaden nuevos datos, siempre dentro de la nebulosa historia de Pardo de Cela y su asedioLos bienes le fueron confiscados pero más tarde pasaron por devolución a su viuda y de ella a sus descendientes, así, unos años más tarde, su sobrino Pedro Pardo de Cabarcos vendería sus posesiones en el valle de Cabarcos, heredadas del mariscal para, con aquellos 2.000 maravedís ganados en la transacción, ayudar a los
Reyes Católicos, precisamente los grandes enemigos de su tío en la conquista de Granada
Con el tiempo el Val de Cabarcos se haría célebre por sus numerosos telares y viñedos, registrándose de los primeros hasta 21 en 1787 y de los segundos una producción de 504 arrobas de vino
Ya en esa centuria, pero sobre todo en la siguiente y prácticamente hasta la Guerra Civil, la emigración a ultramar marcaría la impronta del valle, dado que los indianos, o americanos, como se les llamaba, influirían notablemente en muchos aspectos, algunos bien visibles a nuestro paso, como sus quintas y mansiones o las obras públicas que promovieron, escuelas, cementerios, iglesias, carreteras, industrias, etc.
Vamos a fijarnos ahora en la parte derecha de O Val de Cabarcos, bajo las laderas de A Costa Alta, y el Pico Nocellido, con su caserío desparramado por la campiña
Allí, Seoane refleja en su nombre el del Sanctus Iohannes, que en 1379 y en textos de la catedral de Mondoñedo aparece escrito como Seyoane, ya mencionando como Seoane en el Catastro de Ensenada a mediados del siglo XVIII
A Corredoira por su parte revela la existencia de un camino importante, de carros, otro topónimo bastante frecuente en todas sus variantes y de fuerte vinculación caminera. No todos los caminos permitían, sobre todo antiguamente, el paso de carruajes ni carromatos, muchos eran solamente de herradura, es decir, para el paso de viandantes y caballerías, las célebres recuas de los arrieros principalmente, los grandes transportistas de la antigüedad
Más a la derecha, O Foro, otro reflejo de las antiguas formas de propiedad medieval de la nobleza y la Iglesia. Lo describe muy bien el erudito filólogo
Nicolás Bartolomé Pérez en su artículo
Los Foros, del
Diario de León del 8-3-2015 y del que extraemos lo siguiente:
"El foro fue una institución jurídica característica de León, Galicia y Asturias a través de la cual el dueño de una finca (aforante o forista) cedía su posesión durante un dilatado período de tiempo o incluso a perpetuidad, sin perder por ello su propiedad, a favor de una persona o de una comunidad (forero o foratario) que la cultivaba y mejoraba a cambio de pagar una pensión fij?a abonada generalmente en especie, muchas veces en cereales. La naturaleza del derecho de foro es discutida, pero existe cierto consenso en atribuir a esta figura unas características semejantes a la del derecho real de enfiteusis. El foro tuvo génesis medieval y nació de la necesidad de la nobleza y de las instituciones eclesiásticas, sobre todo monasterios, de poner en explotación enormes extensiones de terreno de su propiedad que se mantenían improductivas mediante su cesión a colonos que lograban así acceso a la tierra abonando en contraprestación una renta a la vez que se reconocían como vasallos del señor. En numerosas cartas pueblas leonesas de la Edad Media otorgadas por el señor de un lugar para regular las condiciones de asentamiento de nuevos pobladores, encontramos disposiciones relativas a la tenencia de la tierra por los cultivadores y el pago de rentas periódicas por estos a lo señores por esta posesión que conforman auténticos contratos agrarios colectivos que son el origen de los foros."
Reconocemos bien desde aquí, destacando con su intenso color blanco y su torre-campanario, la iglesia parroquial de San Xulián de Cabarcos del siglo XVIII, con su camposanto a la izquierda
Consta de dos capillas laterales capilla mayor y sacristía en su parte posterior. Destaca entre sus singularidades arquitectónicas la cúpula de su torre, semiesférica y con cuatro bolas, a la que se sube por escalera de caracol, pero esto cosa ya que no podemos ver desde aquí
Más a la derecha, A Rilleira debe su nombre etimológicamente a la raíz latina regula, 'regla', referido a las marcas, como rayas que dejan las rodadas de carro en los barrizales
Más arriba los Montes da Insua y Os Chaos do Muíño (308 m), gran atalaya sobre el valle. La parroquia de A Insua, transcrita como Ynsua en el Catastro de Ensenada, debe su nombre a ser una ínsula, en el sentido de lugar con un único acceso
Atalaya sobre el valle y también, al norte, hacia el Mar Cantábrico, actualmente plagada de eucaliptos
Los grandes claros de las frecuentes talas, abajo a la derecha nuevos ejemplares en crecimiento
Continuamos bajando por la carretera LU-P-0609 mientras seguimos contemplando este gran valle del concello de Barreiros con las sierras de A Mariña
Los dos grandes viaductos de la Autovía A-8 destacan en el paisaje, el de Pusigo, con el Pico da Lomba (116 m) a la derecha y el de Canteira a la izquierda. Esta es una noticia de su construcción publicada en
El Progreso del 4-4-2010 por Isabel García Fernández:
"De los casi 12 kilómetros que las empresas Comsa Emte, Grupo Puentes y Acciona están ejecutando actualmente de la Autovía del Cantábrico en la Costa, algo más de tres son de viaducto, ya que el trayecto de Barreiros a Lourenzá contempla la construcción de ocho puentes. El de Pusigo, en la parroquia barreirense de Vilamar, representa por cierto la infraestructura más compleja de esta actuación, por su envergadura, de 97 metros en su pila más alta, y porque debe ejecutarse sobre la N-634. No en balde, la orografía de la costa cantábrica inunda esta autovía de estas estructuras y, de hecho, los ingenieros responsables de estos proyectos califican la A-8 en general como una obra de «última generación por el diseño, los radios de curva y los viaductos».
La construcción de los puentes de la A-8 en la costa lucense entraña ciertas originalidades constructivas, ya que por ejemplo, Comsa Emte, tuvo que construir a pie de obra, en una instalación provisional, los elementos prefabricados que forman cada uno de los vanos o tableros que unen las pilas del de San Esteban, de 555 metros de largo, que se encuentra a la salida de la parte ya en funcionamiento de la A-8 en Barreiros, ya que la longitud y el peso del primero de sus 13 vanos, de 50 metros de largo, impedía su transporte por carretera. El ingeniero jefe de la obra, Andrés Salvadores, comparó este trabajo con los que se hacían «en los comienzos de las grandes obras de ingeniería civil moderna, pero con los controles actuales».
Para que el viaducto de San Esteban esté listo sólo falta ejecutar su firme definitivo mediante aglomerado asfáltico, pintarlo e iluminar la infraestructura. Al que se encuentra a continuación en dirección a Vilamar, el de Coira, de 333 metros de longitud y distribuido en ocho vanos, también le faltan estos remates finales.
Las pilas del primero de estos viaductos mencionados, de hasta 55 metros de altura, no pueden competir con las del Pusigo, ya en Vilamar, cuya altura máxima llega a los 97, la mayor de entre los pilares que se construyen en las tres obras en marcha del trazado. El viento de la Costa puede afectar al ritmo de los trabajos sobre todo en los puentes, por eso Comsa Emte contrató un servicio de la Agencia Nacional de Meteorología para conocer su intensidad en cada momento, ya que a partir de los 12 metros por segundo deben parar la fase de avance de la cimbra móvil que va construyendo el tablero del viaducto de Pusigo para garantizar la seguridad de la obra y la de los cerca de 35 especialistas que trabajan en este puente de 462 metros y distribuido en siete vanos de hasta 70 metros de largo en algún caso. Además, un sistema de auscultación topográfica mide cualquier movimiento de la estructura, para evitar cualquier posible incidencia durante la construcción.
Los dos viaductos del Grupo Puentes, el de Canteira y el de Batán, suman un kilómetro a lo largo de los 4,6 que ejecuta la contratista entre Barreiros y Lourenzá. Los 615,5 metros del más cercano a Vilamar, el de Canteira, están divididos en dos calzadas de 11 vanos, de los que están rematados nueve del primer tablero, y su pila más alta ronda los 85 metros.
El viaducto de Batán, ya en Lourenzá, de 385,5 metros, también tendrá dos calzadas de siete vanos cada una, con el mismo ancho que el anterior, de 11,80 metros, y también con dos vanos en los extremos de 49 metros y cinco de 57,5. Sus seis pilas ya están terminadas y la más alta alcanza los 65 metros; está completa la primera calzada, la derecha en dirección a Mondoñedo, y a punto de comenzar el otro tablero, que hormigonarán en abril.
Entre las peculiaridades técnicas de este tipo de obras conviene aclarar que el Grupo Puentes, empresa gallega con 30 años de antigüedad y más de mil trabajadores, utiliza un equipamiento propio, aunque generalizado en otras obras: la cimbra autolanzable, que permite encofrar el tablero sin tocar el suelo, de modo que esta especie de grúa quegatea por el puente se va apoyando en las pilas a medida que avanza por sí sola, gracias a dispositivos hidráulicos.
Un sistema similar es el que utilizan para levantar las pilas, mediante un encofrado trepante que también se eleva de forma autónoma. Pocas empresas en España, entre ellas el Grupo Puentes, como asegura el jefe de esta obra, José Ángel Eiras, poseen cimbras, idóneas para grandes alturas; por eso la compañía lleva la misma por varias obras ya que su número es limitado. Lo que ocurre es que para transportarlas y montarlas se necesitan dos meses.
Otra opción, la cimbra cuajada, la que se apoya en el suelo, puede verse en el puente de Cima de Vila que Acciona ejecuta actualmente en Lourenzá. Esta contratista construye tres viaductos en un tramo de 3,5 kilómetros. El mencionado es el primero que se ve sobre la N-634 viniendo de Mondoñedo, tiene 310 metros de largo y una altura máxima de pila de 19 metros; el de Lourenzá tiene 268 metros de longitud y el de Cantera, de 175 metros, tiene la altura mayor de pila de los tres, de 33 metros."
Cancelos, topónimo vinculado a cancelas pequeñas, pasos y cierres de fincas, y A Pedreira, lugar de pedregales, como su nombre indica
Vilamar y el Viaducto de Canteira, al que ya nos hemos referido, en la Pena da Cabana. En Vilamar está la Capela de San Xiao, otro de los santuarios del valle. A la izquierda se encuentran los lugares de Plazas, Bimbieira y Castro. Más allá se ve el Alto de Padriñán, el Pico da Vista (214 m), A Galgueira do Couso (299 m) y, siempre en la lejanía, la Serra do Xistral, llena de aerogeneradores
La Serra do Xistral es muy extensa y poco poblada, con únicamente algunas aldeas muy dispersas y ganado en semilibertad pastando por las majadas de la montaña, como bien nos dicen en la web de
A Mariña Lucense:
"Su paisaje está lleno de contrastes, con fuertes pendientes y valles muy encajados y extensas zonas amesetadas o de relieve ondulado y suave en las partes más altas.
Destaca especialmente por la presencia das turberas de cobertor, que constituyen el único hábitat de interés comunitario de España que es exclusivo de Galicia, que contiene especies muy valiosas y amenazadas o en peligro."
Según bajamos y nos acercamos a los eucaliptos estos nos irán ocultando la vista del valle, con la alargada loma de los montes de San Paio, con la Fraga da Ribeira enfrente, con la Pena Billeira (304 m). A lo lejos, la Serra da Toxiza nos indica nuestra cercanía a Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo
Monte totémico, como tantos otros, con sus necrópolis tumulares, destaca singularmente en sus alturas el
Menhir da Toxiza, de tres metros de altura. Su topónimo tiene que ver con la abundancia de
toxos, tojos,
Ulex europaeus
Mas a la izquierda está el Padornelo (617 m), otra referencia muy buena que nos señala dónde está Mondoñedo, pues es un soberbio mirador sobre la ciudad, sita a sus pies y que aún no podemos ver desde aquí. Al otro lado del Padornelo, por Lindín, entra en el concello de Mondoñedo el Camín Vello que ha pasado de Asturias a Galicia por Ría de Abres y Trabada
Más allá del Padornelo y de la Serra da Toxiza se gana A Terra Chá por A Infesta, el antiguo camino real a Santiago y a Ferrol, que sube por el valle del Rego de Cesures, afluente del Valiñadares (y este a su vez del Masma), cerca del Monte do Pico (718 m) para llegar a
Abadín,
"la puerta grande de la Terra Chá", y tomar rumbo a
Vilalba, la capital
chairega
Es interesante la cantidad de descripciones, menciones y demás noticias de ese camino y sus lugares, existentes en numerosas guías históricas, como por ejemplo el
Itineraire decriptif de L'Espagne de
Alexandre Laborde, en cinco tomos que empezaron a publicarse en París en 1808 ó 1809, justo precisamente los años de la francesada, o la
Encyclopedia Metodica, publicada entre 1782 y 1832, donde leemos esta parte de la descripción referida a
Mondoñedo:
"Mondoñedo, Ciudad famosa, y bien conocida de España en el Reyno de Galicia, y Capital de la Provincia de su nombre. Tiene su sitio en un hondo valle, a las faldas del encumbrado monte, llamado de La Infiesta..."
No obstante, en nuestros días, y aunque fue, además del itinerario jacobita histórico, el primer Camino de Santiago señalizado allá por los años 1990 y actualmente trayecto xacobeo oficial, los peregrinos a suelen preferir ir por el llamado
camino complementario, que sube a Abadín desde Mondoñedo por
Maariz, Paadín y
Lousada para entrar en la Terra Chá por el Alto da Xesta y las inmediaciones de San Martiño de Galgao, el santuario de
San Cosme da Montaña, unión física y espiritual de A Mariña y A Terra Chá
La razón habría que buscarla a que, durante al menos dos décadas, el camino hacia el Alto da Xesta, que discurre un poco más al sur, fue el más divulgado y señalizado de manera oficial y efectiva, apareciendo además algunos albergues en su trayecto, subiéndose de una manera más escalonada. Ambos caminos se unen a la entrada de
Gontán (no confundir con Gondán, que es a donde bajamos ahora), población justo antes de Abadín, capital del concello homónimo
Los parques eólicos se distinguen también muy bien en la distancia, a la izquierda y cercano a la subida de A Infesta tenemos el de Labrada y, más cerca y visible, es el de A Toxiza, que sigue a la derecha por el del Alto do Paraño. Mientras y a lo lejos seguimos viendo los de la Serra do Xistral. Todas estas sierras vienen a ser una continuidad del macizo montañoso que separa A Mariña de A Terra Chá y de sus diferencias climatológicas
Ahí está el lugar de Os Castelos o Castelo da Toxiza, cuyos restos pétreos fueron considerados primeramente un dolmen pero se trata de una fortificación de vigilancia y control del territorio que, como era usual en estos casos, valía lo mismo para defenderlo que para sojuzgarlo. Otra cosa es a qué época correspondería, si medieval, altomedieval o castrexa.
En Monumentos visibles solo sobre el papel, P. Rodríguez publica en El Progreso del 24-11-2013:
"En la provincia hay 21 castillos y torres ya desaparecidos que aún figuran en el registro de bienes de interés cultural (BIC). Muchos ya no existían cuando recibieron la distinción, en los años 40, y en posteriores inventarios se perpetuó el error. (...).
Aunque en la lista de BIC figura el Castillo de Toxiza, en Mondoñedo, no existe como tal. Según el arqueólogo municipal, está catalogado como castillo medieval cuando allí nunca existió tal fortaleza, lo único que hubo es un asentamiento de la Edad de Hierro del que quedan algunos restos, pero no existe ninguna documentación sobre la fortificación. En el Concello no figura como bien patrimonial."
La misma sierra es, con sus picudos cumbrales y
penedos, una defensa natural en sí misma y atalaya sobre valles y caminos entre la costa y el interior. Su dominio sería pues imprescindible para los señores feudales de antaño, prelados y monasterios. En
Los cien castillos olvidados. Cuando las torres gallegas bajaron al llano, reportaje de
La Voz de Galicia que hallamos en el blog
Castillos de España, además de mencionar a este de A Toxiza, leemos, entre otras cosas, lo siguiente:
"El hallazgo de los restos arqueológicos de más de cien fortalezas medievales inéditas sacude la castellología gallega y los planes de protección del patrimonio.
Un picacho rocoso ligeramente aplanado puede entrañar los cimientos de una fortaleza del siglo XII con sus defensas terreras desperdigadas en forma de escombro de tierra, fragmentos cerámicos y sillarejo. E igualmente una colina en apariencia natural puede esconder un terraplén artificial con barbacana y foso premeditados. Solo yendo al picacho se sabrá, y un equipo de investigadores gallegos fue. A multitud de picachos, incluso a los equivocados. Diez años después regresaron con pruebas de la existencia de medio millar de fortalezas medievales, entre ellas más de un centenar hasta hoy desconocidas.
El hallazgo obliga a revisar las tesis castellológicas que consideraban Galicia tierra más o menos pobre en fortificaciones alto o bajomedievales, y lanza un desafío a los programas de protección y conservación del patrimonio histórico gallego. «Desde 1949 todos los castillos son bienes de interés cultural (BIC) y por tanto la responsabilidad sobre los que ya se habían inventariado está bien clara; la pregunta ahora es quién protege estos 120 o 130 restos que nadie sabía que existían», señala Carlos Andrés González Paz, historiador e investigador del equipo. Felipe Arias, director xeral de Patrimonio Cultural, asegura que «eses restos pasarán a formar parte da base de datos do patrimonio arqueolóxico e, como todo o que se vai coñecendo, serán importantes para adoptar as medidas a desenvolver».
Habrá que corregir cronologías, desfasadas en miles de años en algún caso extremo como el del yacimiento de Carderrei, en A Limia, considerado un «santuario rupestre» cuando se trata, ahora se sabe, de una estructura altomedieval morada de trovadores; o el de numerosos yacimientos cuyo origen se sitúa en la Edad de Hierro y en los siglos IX o X fueron reaprovechados para levantar sistemas fortificados. En otros casos, pese a su clasificación en ese período, ni siquiera el asentamiento primitivo databa de época castreña.ç
La novedad de este inventario documental y gráfico de las fortalezas medievales de Galicia, elaborado por el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC), reside en que la metodología aplicada, siguiendo la senda iniciada por María del Carmen Pallarés y José Antonio Puente Míguez en 1992, «combina en paridad el vaciado bibliográfico y documental con la prospección arqueológica, y de ahí al trabajo de campo, que nos llevó a recorrer las cuatro provincias de forma intensiva», relata González Paz.
El estudio incluyó la recogida de testimonios orales entre los vecinos que ha permitido compilar leyendas y creencias populares en torno a las fortificaciones, algunas de ellas relacionadas insistentemente y en diferentes puntos de la geografía con los moros, los carlistas o los franceses. Los túneles de aguada son objetos recurrentes de interpretaciones míticas en torno a las idas y venidas de los predecesores.
El período de estudio, entre los siglos X y XV fundamentalmente, albergó el nacimiento de las mayoría de las ciudades, el feudalismo, los linajes, la lírica gallego-portuguesa y en buena medida la organización territorial y social del país. Porque una vez que «las torres bajan al llano», como se conoce el proceso de debilitamiento de las fortalezas reales, emplazadas en los altos, y proliferan las pequeñas torres con sus correspondientes señoríos en las zonas bajas (en ocasiones con menos territorio que una parroquia actual), a partir del siglo XIII el sistema de fortificaciones de Galicia se diversifica y ejerce una función capital sobre la economía y el desarrollo social.
Torres que se multiplican en las tierras ricas de O Ribeiro, por el interés de sus señores en mantener sobre ellas algún tipo de control, atalayas que se levantan en los puntos neurálgicos de las vías de comunicación para vigilar el tránsito de personas y satisfacer el afán recaudatorio con portazgos y pontazgos; fortalezas estratégicamente situadas en zonas no agropecuarias como Valdeorras y O Courel, donde otras actividades como la minería aportaban igualmente sustanciales beneficios; castillos en las fronteras y la costa (Catoira, A Lanzada) para hacer frente a las invasiones musulmanas y normandos, villas con fortaleza, centros administrativos de cobro de rentas, núcleos jurídicos, símbolos de representación... Tantas funciones que parece superada la noción de la arquitectura militar medieval como sistemas estrictamente defensivos.
El inventario del equipo dirigido por Eduardo Pardo de Guevara e integrado en alguna de sus fases por más de una veintena de especialistas, entre historiadores, arqueólogos, paleógrafos, documentalistas, topógrafos o diplomatistas, incluye castillos señoriales como Vimianzo, Narla, Moeche, Mens, Pambre, Vilamarín o Soutomaior; fortificaciones con defensas terreras como Cerdelo, A Gorita o Vilaxoán; fortalezas medievales construidas sobre antiguos poblados castreños, como Caldelas de Orcellón, Loño o Cabras; castillos roqueros en San Xurxo de Carnota, Aguiar da Moa, O Portello o Sobroso; puentes, catedrales, iglesias y monasterios fortificados o encastillados como los de Santiago, Tui, Ourense o Portomarín, y un mapa completo de ciudades y villas con fortalezas o murallas urbanas que con el paso de los siglos seguirían configurando la fisonomía de las ciudades gallegas hasta la actualidad, sea en Tui, Santiago, Pontevedra, A Coruña, Maceda, Redondela, Betanzos, Ourense...
Todos ellos se enfrentan, según Felipe Arias, a los grandes problemas del patrimonio cultural gallego: «O espallamento dos restos, a diversidade da propiedade e o abandono secular que fai que a maioría deles sexan máis xacementos arqueolóxicos que outra cousa. E a todo iso hai que engadirlle algo fundamental: a falta de educación e sensibilización social, porque non podemos esquecer que toneladas de pedras dos castelos foron utilizadas para construír casas e muros en aldeas de toda Galicia».
Sanciones
En la actualidad, la Consellería de Cultura mantiene abiertos expedientes sancionadores contra los propietarios o concesionarios de al menos cuatro fortalezas medievales de Galicia. En Pambre (Palas de Rei), donde la situación de deterioro del castillo dio lugar a una movilización vecinal que desde hace años reclama la expropiación, adquisición o cesión del edificio para uso público, la Dirección Xeral de Patrimonio inició el procedimiento después de mantener conversaciones con el propietario durante dos años para que lo abriera al público un mínimo de cuatro días al mes, como ordena la ley autonómica de 1995, y sus gestiones resultaron infructuosas. El expediente, que se resolverá en menos de dos meses, podría concluir con la imposición de una sanción de 60.000 euros.
Por su parte, en Maceda la penalización podría elevarse a 120.000 euros por una falta grave derivada de la ejecución de actuaciones dentro del castillo sin el informe favorable de los técnicos de Patrimonio, concretamente por la instalación de añadidos constructivos, ornamentales y de iluminación. Por razones similares, de obras sin autorización, están en curso expedientes sancionadores en las fortalezas de A Toxiza, en Mondoñedo, y Rande, en Redondela."
En esa serranía de A Infesta entre Padornelo y A Toxiza están, además del ya mencionado Monte do Pico, otras cumbres emblemáticas como, a su izquierda,
A Pena da Roca (758 m)
, si bien el peñón de la cima es también llamado A Pena da Portela, y Pena Morcán (737 m), a su derecha
Tal y como hemos dicho, durante un buen trecho el paisaje del valle de Cabarcos se ocultará a nuestra vista al meternos en la eucaliptal
Los mojones, aunque no haya ningún cruce, confirman que no nos hemos dejado ninguno atrás y que vamos por el camino correcto
Cuando los eucaliptos crecen se forman parajes de mucha umbría, como es este el caso, aunque luego, con las cortas, pueden tornarse de un día para otro en grandes superficies peladas
En medio de la curva otro mojón. A veces la gente no muy habituada a la señalización de caminos y rutas se sorprende porque, incluso en tramos de caminos, sendas, carreteras locales, etc. que solo hay un trayecto, se pongan señales. La razón es que, normalmente, cualquier caminante que deje de ver alguna marca en 100 ó 200 metros va a empezar a sospechar que se ha equivocado, que ha dejado atrás algún cruce que no ha visto, dando no pocas veces la vuelta incluso
Con esta señalización de confirmación podemos seguir adelante sin temor a ello, siguiendo la carretera que zigzaguea por la sinuosa ladera del monte O Somo
Unas matas de arbolado ornamental señalan que nos acercamos a zona poblada y al final de la bajada de Vilamartín Grande a Gondán
Aquí enlazamos con la carretera local que comunica A Rilleira con Gondán y seguimos de frente, ya en llano
Otro mojón en la vereda vuelve a confirmarnos la dirección a seguir. Al fondo, un letrero nos anuncia que estamos entrando de Gondán, otra de las aldeas de la parroquia de San Xulián de Cabarcos
Sobre la etimología del topónimo, María Cando Cruña afirma que, al igual que otros semejantes fonéticamente, como el ya mencionado Gontán, proviene de la raíz gótica
gonta, que significa 'combate'. Otro filólogo,
Pascual Riesco, de la Universidad de Sevilla, abunda en que es en concreto un antropónimo germánico
Vemos a la izquierda la señal del trabajo de desmonte que se hizo en su momento en esta carretera para ensancharla, la cual seguiría el trazado del viejo Camino
Unos metros más allá encontraremos las primeras casas de Gondán en Salgueiro, lugar que en tiempos hubo de tener un sauce (
Salix) representativo, que le dio nombre, o bien se trate del apellido de un antiguo posesor
Aquí estuvo la
Posada de Veiga, antigua venta caminera en el Camiño Real, cuya estructura original se conserva
A continuación, la Casa da Pita y al fondo el monte de As Pedreiras
Volvemos a ver ante nosotros el monte que separa Barreiros de Lourenzá por A Pena Billeira, con la Serra da Toxiza también de nuevo enfrente, a lo lejos
Pasada la casa hay una bifurcación, que a la izquierda comunica con el lugar de Mescosa. Nosotros seguimos a la derecha sin salirnos del trazado de la carretera LU-P-0609
Sí nos llamará la atención esta columna a la entrada de la Casa de Pita, que representa a un gallo
Colocado sobre un pedestal adornado con cantos rodados es el emblema que nos encontramos entrando en Gondán por el Camino de Santiago
Desde el cruce comenzamos a bajar nuevamente, al principio por un tramo muy recto carretera adelante, con maizales a la izquierda y arbustos de cierre de la finca a la derecha
Más maizales a la derecha, según avanza el verano y se acerca el otoño los veremos cada vez más crecidos
Al fondo otra vista de Novás, en la vecina parroquia de San Xusto de Cabarcos, bajo Os Castros y muy cerca del Camino
Curva ahora a la izquierda, muy cerrada, por lo que estemos especialmente atentos al paso de vehículos, aunque el tráfico sea mayormente escaso
Y aquí tenemos la cuesta de A Igrexa con la subida Monte Calvario (231 m), por donde sube de San Xusto de Cabarcos el Camiño Real, rumbo a Vilanova de Lourenzá, que veremos al otro lado del monte
Continuamos así carretera adelante en continuo descenso hacia el valle del Rego Pusigo, que con sus afluentes forma el valle de Cabarcos antes de dar sus aguas al Masma
Asoman los tejados de Pico do Lugar, la parte alta del pueblo, más lejos y a la izquierda se ve, sobre un cueto, la aldea de O Morteiro, ya en la parroquia vecina de San Xusto de Cabarcos
O Morteiro es un topónimo eminentemente agrícola, pues un morteiro, del latín mortarium, se refiere a "cada una de las porciones en que se divide una huerta para plantar una determinada clase de hortalizas"
Más a la izquierda es el lugar de Comisario, bajo las laderas de Porto Santés y con las primeras estribaciones de la Serra da Cadeira enfrente, donde destaca el pico de su mismo nombre, el Pico da Cadeira (565 m), por cuyas estribaciones pasa la carretera que une Trabada con Vilanova de Lourenzá, al lado de la capilla de San Marcos, de renombrada romería y feria caballar a la que acude la vecindad de estos concellos de A Mariña, Terra Chá y otros lugares tanto de Galicia como de la vecina Asturias
El campo de San Marcos está en la misma divisoria de los concellos de Barreiros y Trabada, así como a escasos metros de la del de Lourenzá. Las antiguas mámoas o túmulos con sus cámaras funerarias o dólmenes, las piedras hincadas o menhires y otros monumentos megalíticos de milenios de antigüedad, señalaron desde muy antiguo dichos límites que antaño pudieron serlo de territorios de pasto, caza, cultivos, recogidas de frutos y leña, etc., de las más antiguas civilizaciones humanas que poblaron estos parajes y que como tales llegaron a nuestros días
Las piedras hincadas o pedrafitas y las mámoas y demás construcciones, en unos casos ocultas y desaparecidas pero en otros bien a la vista, que constituyeron estos límites, dieron nombre a lugares cuyos topónimos delatan el acervo mitológico ancestral de estas montañas
Uno de ellos es el tan repetido de Penas Mouras, donde las
mouras o encantadas, que muestran su belleza y son puerta a tesoros subterráneos, son transmisión en la memoria popular de construcciones o monumentos antiquísimos, túmulos o
mámoas, castros o menhires, enclaves que solían hacer de marcos fronterizos y/o señales camineras, citados ya en documentos antiquísimos, como el mencionado
Diploma del rey Silo del 775 o el apeo de bienes del
monasterio de Meira en 1596, donde se lee acerca de sus lindes en este sector:
“y por el vao do Carvallin y va al marco de la Cruz do Bargo que esta devaxo de un penedo y de allí a las piedras ladras y al marco que esta en la laguna das seladas … y de allí al marco da Pena da Moura … y de allí al marco de la Pena Verde y por otro nombre se diçe y llaman de Pedra Fita”
Abajo, Pico do Lugar, por donde sigue la bajada en Gondán, dando vista a la siguiente parroquia de O Val de Cabarcos, San Xusto, bajo los Montes de San Paio
Más abajo aún, las antiguas casas de los maestros en el campo de la escuela, que es ahora el refugio de peregrinos, un buen lugar para aquellos peregrinos que gusten de hacer aquí parada y fonda antes de llegar a Vilanova de Lourenzá y a Mondoñedo
San Paio es el nombre del lugar de San Xusto de Cabarcos que se extiende por sus laderas, cuyo topónimo revela la antigua existencia de una capilla de esta advocación. El Camino de Santiago sigue más abajo, a sus pies, tras bajar desde aquí, desde
Gondán, a cruzar el Rego da Paleira, uno de los que forman el Rego de Pusigo, el de este grande y hermoso valle de Cabarcos
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