Llegando a Cancienes |
A finales del siglo XVIII la capital se trasladaría un poco más al norte, Nubleo, posiblemente por influencia de algunas familias poderosas con intereses y solar en esa parte del valle
Desde que llegamos a la Carretera de Avilés (AS-17), una acera, a la izquierda de la calzada, nos ofrece un hermoso paseo, casi un bulevar, de varios kilómetros, siempre en llano, y casi siempre en recto. Esta carretera se construyó a finales del siglo XVIII, sustituyendo a los viejos caminos reales, dentro de las reformas ilustradas de Carlos III, glosada además por las canciones asturianas...
Unas construcciones nos llamarán la atención a nuestra derecha, al otro lado del río
Una es la alta chimenea de La Teyera de Miñán, sucesora de una larga tradición de ceramistas de la que ya se sabe en Cancienes desde el siglo XVIII, en concreto en el barrio de Camina. En la segunda mitad del siglo XIX se abrirían varias tejeras gracias al capìtal de los indianos, siendo de todas ellas su único testimonio esta chimenea
Es una gran chimenea hecha de ladrillo prensado y de unos 20 metros de altura que domina toda esta parte del valle. es un elemento industrial protegido
La chimenea está al lado de El Martinete, antigua fundición de cobre que dio empleo a un nutrido grupo de trabajadores entre oficiales y operarios desde el siglo XVII, verdadero antecedente industrial y metalúrgico que proveía de utensilios de metal, calderas, braseros, chocolateras, ollas, etc. a un mercado del que eran grandes vendedores los célebres caldereros de Miranda (Avilés), quienes lo vendían, como auténticos comerciantes trashumantes o arrieros, por las ferias y mercados de media España. En esas riberas posteriormente se instalarían, de aquí a Nubleo (nueva capital concejil ya en las ordenanzas municipales de 1779 y 1783, quizás por influencia de la poderosa familia Bango), nuevas industrias y factorías.
En este tramo de camino antes del centro urbano predominan las viviendas unifamiliares con jardín, en las inmediaciones de Sama de Baxo y La Robellada
Setos y pequeñas parcelas
Fincas en tiempo de siega...
Silos, de la Cooperativa Agropecuaria de Corvera, cerca de la chimenea, a nuestra derecha
Montes de La Vallina...
Más casas unifamiliares...
La Cabaña y El Cabañón, al oeste de Cancienes
La gran avenida que atraviesa Cancienes...
Pasamos el cruce de El Taúxu y El Pontón
Sigue la recta...
Rosales...
Cada vez más cerca, el centro urbano
Por aquí está señalizado el paso de Solís a Cancienes
Alguno de los primeros edificios de pisos, a la izquierda. Carretera de la Chusca
Seto bien podado y paseo de farolas...
Casas populares
Casa'l Cantor, bloque de viviendas obreras
Frente a ellas va la acera...
Recorremos toda la hilera...
A la derecha la Cooperativa de Corvera y la chimenea de La Teyera de Miñán
A la izquierda, prados allá, otro bloque de viviendas en la Carretera de la Chusca o calle de La Estación
La Estación de Cancienes, hoy día un apeadero, rodeada de casas unifamiliares
La estación fue inaugurada el 26 de julio de 1890 a la vez que esta vía que enlazaba Avilés con Villabona de Asturias y que nacía con la idea de llegar a San Xuan de Nieva. La obra fue financiada por el Conde Sizzo- Noris, noble italiano con intereses industriales y mineros en Asturias, que cuatro años antes había logrado la concesión de esta línea, nacionalizada en 1941 con la creación de RENFE
Es La Estación un edificio catalogado, con su plata rectangular y, a diferencia de otros de la época, construido todo él en planta baja. Disponía de sala de espera, despacho de billetes y casa para el jefe de estación
Enfrente La Vega, y cuesta arriba Cancienes alto, la parte más rural de la población, y los prados de Los Mansos
El actual apeadero. Enfrente la Casa Rectoral, del siglo XVII y galería añadida en el XIX
Más allá El Campu la Vega, en las inmediaciones de la iglesia parroquial de Santa María. En el lugar fue hallada un hacha paleolítica de ofrenda
Aún más arriba La Menudera, y El Picu Prietu (362)
Se divisan en la distancia buenos ejemplares de hórreos y paneras. Los eucaliptos predominan en lo que fueron montes y pastos comunales...
Las farolas delatan nuestra llegada a una zona eminentemente urbana
A la izquierda la calle Martín de Bango
Cruzamos y seguimos todo recto
A la izquierda Edificio Villa Sol
Son bloques de pisos con bajos comerciales con tiendas y supermercados
Avanzamos así, paso a paso por Cancienes...
A la derecha Casa Ferrerín, que fue parada habitual de muchos obreros de las fábricas del valle, donde se llegaban a servir hasta más de cien comidas en un día, en los buenos años de la industria
Casa de vecindad...
Ya hay aceras a ambos lados
Grupo Villasol
Casa Tomás, otro de los bares de Cancienes en la histórica carretera de Avilés al Puerto de Tarna (AS-17)
Zona de bares
A lo lejos otra chimenea, la de la antigua Lechera de Cancienes, de la que enseguida hablaremos
Paso de cebra en calle Hermanas Bobes
Lo urbano y lo rural. Cancienes, pese a perder su capitalidad en el siglo XVIII, sigue siendo la cabeza de la parroquia en la que está enclavada Nubleo, que ostenta la capitalidad actual. La proximidad de las fábricas como Arcelor (antigua Ensidesa), Hiasa y Dupont, así como la Autopista del Cantábrico y el casco urbano de Avilés, promovieron la construcción de viviendas obreras que dan paso en nuestros días a las nuevas urbanizaciones
Un gallinero entre los edificios, muestra que Cancienes sigue conservando la esencia de la aldea asturiana
Recorremos el muro de la finca hasta la casa...
Y llegamos a unos altos edificios de pisos: El Poblao, oficialmente grupo Antonio González de Carreño y Valdés
Miramos ahora a la acera de la derecha
Una antigua casa campesina con su corredor
A la izquierda sigue El Poblao, que ocupa el lugar en el que hubo antaño una gran pomarada...
El antiguo chalet y la chimenea de La Lechera de Cancienes
La Lechera de Cancienes fue fundada en 1907 para aprovechar la abundante y ponderada producción láctea de las caserías corveranas, la cual trabajó hasta los años 80 del siglo XX
La chimenea era la salida de los humos de las máquinas de vapor con las que funcionaba la maquinaria de la antigua industria
Ha sido restaurada para nuevos usos públicos como salón polivalente
Cruce con la Carretera Tamón (AS-327)
En el otro extremo de la calle de La Estación, frente a La Farmacia
Plaza de Alvares
Grupo San José
El Cabañón
Por aquí vamos saliendo del centro de Cancienes
Siempre al lado de la AS-17
Quinta con jardín y la antigua Casa Ceferino
Panadería La Castellana
A la derecha el Colegio Público Francisco Fernández González
Una valla nos separa de la carretera
Pasamos el subterráneo bajo la vía del tren
Salimos a una torre de piedra de los muros de una antigua quinta, Villa Amada, la más importante mansión indiana de Cancienes, cuyo edificio principal no vemos desde aquí
A su derecha sigue el Camino...
Flechas amarillas en las farolas...
El portón de la quinta de Villa Amada
A nuestra derecha las naves del Polígono Industrial de Cancienes
En concreto es la de Hierros Hiasa, fundada por Manuel Álvarez, Lloriana
Naranjos y limoneros en una finca junto a la carretera
Volvemos a caminar por la acera izquierda
Viejo hórreo al lado de la casa...
Seguimos el muro de la quinta...
Estamos en el barrio de Mora, donde en los años 50 y 60 del siglo XX se construyeron estas viviendas, así como un cine
Hermosas hortensias...
Siempre en llano...
Y sigue la extensión del gran muro de Villa Amada
Se dice que en Mora existió antiguamente una venta caminera
Cruce a El Campu la Vega y Moriana. El Camín del Rodrigueru
Seguimos frente a estas casas
Y este es el antiguo cine
Seguidamente, a la izquierda, otro grupo de casas, un poco más arriba de la carretera
Vivienda con jardines, al otro lado de la Carretera de Avilés
Foto cuando no estaban tan crecidos los árboles
Paso a las casas. Nosotros siempre por la carretera...
Otra vista de la gran nave de Hiasa. Detrás Monte Grande (131)
Vamos así saliendo de Cancienes...
Casa Conde, con su fachada de llamativos colores...
Al otro margen de esta vía de comunicación, más allá de las casas y la vegetación, se alarga la hilera de naves industriales que ocupan buena parte de la ribera, en tiempos pretéritos asiento de molinos harineros que funcionaban con la fuerza de las aguas fluviales
A nuestra izquierda, pastos y eucaliptales...
Entramos pues en Nubleo, la capital de Corvera...
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