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jueves, 13 de agosto de 2015

LA CONSOLACIÓN: LA ERMITA DEL DESFILADERO Y EL CONSUELO DE LA NIÑA PEREGRINA (CORVERA, ASTURIAS) LA FUENTE SALUTÍFERA Y EL FANTASMA DE CANCIENES, HACIA PEÑA CORVERA Y EL PORTALGO

 

Ermita de la Consolación, al norte de Nubleo, capital de Corvera

En lo alto de la peña que da nombre al concejo, Peña Corvera, la ermita de Nuestra Señora de la Consolación, al norte de Nubleo, la capital corverana, se alza, casi oculta por la vegetación, un poco más arriba del Camino de Santiago, muy cerca ya de Avilés, en el ramal procedente de la Sancta Ovetensis, la catedral ovetense del Salvador y que emplean los peregrinos que retoman el trazado jacobita más costanero por la franja cantábrica

Fue erigida por iniciativa de los Bango en el siglo XVI en este paraje que ya debía ser muy especial desde épocas remotas. En la peña al lado de la capilla hay una cueva de resonancias legendarias y en las inmediaciones se encontró un túmulo neolítico, por lo que quizás se trate de una cristianización de cultos a las aguas y a los nemeton o bosques sagrados, así como a los propios caminos, trillados sobre estos pasos naturales existentes desde que la orografía labró la mítica garganta sobre la que se asienta

El desfiladero del Alvares

El antiguo camín real realmente pasaba mucho más alejado de la capilla, por el fondo de la foz o desfiladero del Ríu Alvares (que no 'Alvarés' como a veces se ve escrito), uno de los que forman La Ría de Avilés, por donde desde 1890 se hizo pasar el ferrocarril

La carretera de Avilés (AS-17), con acera a la derecha. Arriba en lo alto de la peña está la ermita

Pero la carretera, algo anterior, comenzada entre finales del siglo XVIII y mediados del XIX para comunicar Avilés con Oviedo/Uviéu y con la meseta por el puerto montañero de Tarna, se la hizo pasar más arriba, evitando la angostura y siendo labrada en la roca viva. Ante la pérdida del paso por el fondo del desfiladero, este es actualmente el Camino de Santiago oficial a su paso por Corvera

Nubleo, capital de Corvera: saliendo hacia La Consolación por la carretera

Saliendo de la travesía urbana de Nubleo, capital de Corvera, como hemos dicho, siguiendo dicha carretera, actualmente AS-17 y conocida como Carretera General, pasando al lado del que fue el célebre bar-comercio de El Tronquín, una de aquellas tiendas-chigre de antaño, cerrada luengo tiempo ha, y que llama la atención por su fachada de piedra y su galería en el piso alto, vemos ya el desfiladero, aunque lo de verlo es un decir, literalmente 'tragado' por las plantaciones masivas de ocalitos, 'eucaliptos'


Carretera adelante, en ligera rampa cuesta arriba, vemos el gran Viaducto del Alvares de la Autovía del Cantábrico (A-8), sostenido por altísimos pilares que la permiten salvar este desfiladero en un gran 'salto' en dirección este-oeste. Nosotros pasaremos bajo él, rumbo norte, antes de pasar al pie de Peña Corvera y la ermita de La Consolación, que es como se conoce también a toda esta zona...


El viejo Camín Real, por abajo, ha desaparecido, por lo que el Camino de Santiago oficial sigue esta antigua Carretera de Castilla, auspiciada por las obras públicas de la Ilustración, en tiempos de Carlos III, pero no pudo darse por terminada hasta 1847 con el ingeniero Severo Robles, siendo este de La Consolación uno de sus mas importantes escollos


La carretera. obviamente, no es la de aquella época, fue reacondicionada muchas veces y ensanchada, así como asfaltada cuando llegaron los vehículos a motor. Hasta la inauguración de la Autopista Y en 1976 fue la principal comunicación de Avilés con la capital asturiana, el interior de Asturias y la salida a la meseta. Aún hoy soporta un importante tráfico pues comunica importantes áreas urbanas e industriales de manera directa, así como los accesos a las playas de los concejos de la comarca de Avilés


Para hacernos una idea de cómo era el desfiladero sin ocalitos, en esta foto fechada en 1930 vemos el tren viniendo camino de Nubelo, más arriba la ermita y a la izquierda la carretera. Por ahí abajo, el Camín Real tenía el inconveniente de los lodazales de La Furta, zona pantanosa que es ahora observatorio de aves, el Humedal de la Furta, recuperado por la multinacional Dupont en 1994 al instalarse en el valle cercano de Tamón, en Carreño, adquiriendo grandes extensiones tanto en ese concejo vecino como en este de Corvera. Más a lo lejos Los Campos, sin edificios, ahora barrio urbano corverano de la gran área urbana de Avilés


Aquí la acera desaparece a la izquierda y sigue a la derecha, por lo que, para seguir, habremos de cruzar el paso de cebra. Al fondo y poco más allá del vehículo está Peña Corvera, donde en su cima y tapada por el boscaje se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Consolación


No obstante, aquí a la izquierda tenemos un lugar de muchísimo interés que podremos visitar al paso, antes de continuar


Es el lavadero y fuente de La Consolación o de La Canal, manantial sito un poco ladera arriba, a la entrada de un frondoso bosque donde casi a cualquier hora que vengamos veremos gente que acude a beber su agua y llevarla en garrafas por sus propiedades curativas y culinarias


En su trabajo En torno a la capilla de la Consolación de Corvera, publicado en la revista La Piedriquina nº10 de marzo de 1917, el erudito Julio García Maribona Rodríguez Maribona dice lo siguiente de esta fuente:
"... a unos trescientos metros de la capilla se llega a la fuente de la Consolación cuyas aguas hipofe rruginosas son muy apreciadas y se les conceden pro piedades curativas y digestivas; la fuente de piedra y con dos caños, mana cerca del lavadero que se nutre de un riachuelo cercano, no de las aguas del manantial."

Justo a la izquierda de la fuente está el lavadero, "que se alimenta con aguas de un canal y no de la propia fuente", indican en la web del patrimonio corverano La Voz del Pielgu, lo que explica su segundo nombre, La Fuente la Canal. El agua baja a desembocar en el Alvares tras pasar subterránea bajo la carretera


Hasta aquí se venía antaño desde Nubleo a por agua y a lavar la ropa, si bien el lugar ha sido reformado, con escaleras lavadero y fuente restaurado, barandillas de madera y explanada de aparcamientos para los que vienen a por agua en coche desde todas las poblaciones cercanas


Crece detrás el llamado Bosque de Nubleo, un paraje, como la fuente, donde las leyendas tratan de las apariciones de fenómenos sobrenaturales, lo cual puede estar vinculado a sus propiedades y a que el paraje fuese considerado un lugar con reminiscencias mágico-religiosas desde la prehistoria



El 24 de septiembre de 2007 el periodista Horacio Fernández publicaba en el periódico El Comercio el 
artículo La leyenda del agua. Las propiedades curativas de la fuente de La Consolación provienen de una antigua tradición que ha sido analizada por investigadores:
"Una historia llena de misterio, que tuvo como escenario la fuente de la Consolación, en Nubledo, mereció la investigación del Grupo de Amigos de la Investigación Paranormal y Ocultismo (Gaipo). Iván Lanza y David Madrazo recogieron el testimonio de un vecino de Cancienes, identificado como Iván Suárez, quien relató la historia que escuchó de boca de su padre por un acontecimiento ocurrido a su abuelo y que hace referencia a que los pobladores del lugar tiene relación con las condiciones curativas del agua que mana de la fuente. 
David Madrazo explicó a este diario que el abuelo de Iván Suárez trabajaba como vigilante de vías y, cansado en un día de calor por su trabajó, decidió ir a beber agua al manantial. Según recuerdan los vecinos, este hecho sucedió hace 50 años. El protagonista de esta historia, al acercarse a beber de la fuente, vio aparecer una figura humana, más alta de lo normal, de pelo rubio y con túnica blanca, «que desprendía algo de luz», y al ver el destelló echó a correr. 
Lanza y Madrazo entrevistaron a otro vecino, Manolo, quien recordó que «hace 20 años cayó una lluvia de bolas de fuego sobre la fuente, «una noticia que comprobamos en la hemeroteca y que quedó reflejada en los periódicos de la época», según aseguró Madrazo. 
Los investigadores buscaron datos en los archivos del Ayuntamiento y encontraron referencias a la fuente «como famosa en atribuir a sus aguas poderes curativos y sagrados». El origen del nombre de la fuente, cuenta la leyenda, tiene nombres y apellidos. Josefa Villar de Bances iba caminando con su hija, en pleno siglo XVIII, cuando ambas se perdieron. La pequeña, aterrada por la oscuridad del lugar, se echó a llorar. Entonces, según contaron, se les apareció la virgen delante de la ermita para consolarlas. Pero, al parecer, la fuente y la ermita tienen ese nombre ya desde su fundación, en el siglo XVI, por Martín de Bango y Alonso, aunque fue remodelada en el siglo XIX. 
Los investigadores descubrieron firmas estampadas en la piedra de las paredes de la parte trasera de la ermita, pero no pudieron averiguar de boca de los vecinos, el origen de estas inscripciones, situadas cerca del cementerio de Nuña. David Madrazo aseguró que «los vecinos creen que el agua de la fuente tiene propiedades curativas y por eso se ve con frecuencia a personas que van a llenar bidones con ella». Añadió que «los testimonios recogidos nos hacen pensar que puede que ese entorno mágico, de la fuente y de la ermita, esconda algún secreto misterioso». Lo cierto es que los comentarios de las personas que van a recoger agua a la fuente coinciden en afirmar que tiene un bajo contenido en hierro, «que ayuda a la digestión», según señaló Mario González, un vecino de Solís que suele recoger agua en el lugar una vez a la semana. Lleva cuatro bidones, de cinco litros cada uno, para su familia y unos vecinos que viven en una finca colindante con su vivienda. 
Los usuarios de la fuente lo tienen ahora más fácil, con la acera que llega hasta el Ayuntamiento, aparte del estacionamiento para turismos que evita el peligro de tener que dejar el coche en plena carretera."

Hasta la misma carretera llegaban estos extraños fenómenos, en Fantasmas sobradamente increíbles otro periodista, Rafael Balbuena, publicaba en La Nueva España diez años después, el 8-8-2017:
"Terror en Cancienes. Noviembre de 1991 fue un mes "caliente" para los amantes de los fenómenos "paranormales" en Corvera. Unos inquietantes testimonios avisaron de misteriosas y fugaces luces vaporosas al caer la noche en la carretera AS-17, entre Nubledo y Cancienes, cerca de la fuente de la Consolación, uno de esos lugares donde mana agua de propiedades supuestamente curativas. La historia de espectros estaba al caer, y así fue: no pasaron muchos días sin que unos mensajes -pintados, eso sí, con un muy terrenal spray- amenazaran a conductores y viandantes diciendo "soy el fantasma de Cancienes" sobre un par de señales de acceso a esta localidad. El asunto se saldó con varias noticias publicadas, alguna patrulla vecinal buscando -infructuosamente, que se sepa- la "aparición"... y deduciendo finalmente que las fantasmales visiones eran retazos de niebla del humedal de La Furta, que entonces se estaba embalsando a causa de unas obras emprendidas por DuPont. Las inusualmente altas temperaturas registradas aquel otoño propiciaban los bancos de niebla, algo que hoy, de puro habitual, a pocos sorprende en esta zona, aunque quizá no tanto en aquel noviembre ciertamente "caliente". Por cierto que el "fantasma", igual que vino, desapareció. Y hasta hoy."

El lavadero, de tejado a dos aguas a teyavana, es decir, de teja su revestimiento inferior, sobre estructura de madera y columnas también de madera, se asienta sobre una gran base de hormigón por las que las aguas caen a chorro desde sendos huecos, corriendo luego río abajo


También en El Comercio, Sonia Barbosa, autora de Explorando el paraíso en moto, nos describe así sus impresiones de tan emblemático rincón corverano:
"... esta es la crónica de un rincón que, situado junto a la carretera  AS-17 y que, como sucede en muchas ocasiones, está algo “escondido”. De hecho, mucha gente  sólo sabe de la existencia de la fuente, de la cual se dice que tiene propiedades curativas. Un pintoresco lugar ligado a una leyenda : la ermita de la Consolación. 
Es muy frecuente ver  grupos de personas  llenando sus bidones vacíos con las aguas que brotan de este manantial. Sin ir más lejos, alberga muchos recuerdos que, a mi paso, afloran, o bien esbozando una sonrisa o bien, soltando alguna lágrima, recordando a alguien que ya no está pero que, a la vez, lo llena todo. 
La creación de un aparcamiento y una acera hasta el Ayuntamiento de Corvera, muy próximo al lugar, han ayudado a que sea menos ” peligroso ” acercarse hasta aquí . 
El lugar es mágico…
De aquí parte la ruta al bosque de Nubledo, un cómodo y  bonito paseo para conocer un poco más este concejo."

Llegamos al rellano de esta "Fuente de obra de cemento con dos caños que manan continuamente, aún en las épocas de mayor sequía", según describen en La Voz del Pielgu


"El agua de La Fuente la Consolación, que nun se seca nunca", se suele decir. El agua mana continuamente de dos casos instalados en muro de piedra, cayendo el agua hacia un sumidero con rejilla metálica, cerrado por un pequeño murete de ladrillo. Según los análisis este agua tiene menos hierro de lo normal, esto corrobora la creencia popular existente desde tiempo inmemorial que vanagloria sus cualidades salutíferas


El aspecto actual de la fuente y de su entorno no es, naturalmente el de antes, sino que obedece a las obras de arreglo y mejora acometidas de un tiempo a esta parte


El lavadero, por su parte, tampoco presentaba este aspecto, sino que no tenía tejado y se sabe que las mujeres, que eran tradicionalmente las encargadas de hacer la colada, se cubrían el cuerpo con un saco mientras lavaban pues en esta umbría había una intensa helada


El tejado lo vemos aquí cubierto de hiedra. Fijémonos un poco más allá en las escaleras que conducen al sendero que se adentra en el bosque


Tampoco el interior del lavadero era así, no había este suelo enlosado ni estos muros de ladrillo; en la balsa casa mujer tenía su propia piedra para lavar y tampoco estaba este banco corrido de la derecha


El lugar rezuma humedad incluso en pleno verano, por lo que puede ser un excelente refugio para echar el freno unos instantes antes de continuar andando en días de calor e intenso sol. También si nos pilla la tormenta, como improvisado cobertizo


Por aquí abajo cae el agua, vemos parte del lavadero hecha para lavar y parte para aclarar. Además de la ropa de casa había lavanderas que lavaban la ropa de las casas pudientes de Avilés, sobre todo del cercano Villalegre


El agua del regato cae al lavadero, que hace mucho que no se usa, como bien puede comprobarse, desde que hay felizmente agua corriente en las casas, pero se mantiene como elemento importante del patrimonio corverano. Periódicamente se limpia y adecenta


El agua, surgiendo de la intrincada 'selva' del bosque de Nubleo


Vista desde el interior del lavadero hacia la explanada de aparcamientos y la carretera


Efectivamente, es tanta la afluencia en ocasiones que se decidió hacer un parking al pie de la fuente, pudiéndose aparcar también en un espacio a ello destinado también en la AS-17. En lugar es base también para excursiones por el bosque y el entorno pues, aunque haciendo un rodeo, puede irse por el monte a la ermita de La Consolación, entre otros lugares


Nosotros vamos a ir a la ermita pero siguiendo el trazado del Camino de Santiago, por lo que volvemos a la fuente...


Y regresamos a la carretera por donde hemos venido, retomando allí el Camino


En la carretera habremos de cruzar, pues ahora la acera está al otro lado de la calzada, al hacerlo pongamos la máxima atención, en ocasiones hay bastante tráfico y, aunque sea escaso, siempre suele pasar muy veloz


Y aquí tenemos el gran Viaducto del Alvares de la Autovía del Cantábrico, de casi cuatrocientos metros de largo y unos 66 de alto que salva esta profunda foz o desfiladero de La Consolación. Esta es parte de su ficha técnica en la web de Torroja Ingeniería:
"El Viaducto de ALVARES es un Puente continuo de 7 vanos. Su luz principal son 102 m y su anchura son 27 m. La altura máxima de pila alcanza los 66 m. El lanzamiento del tablero se efectúa con ayuda de gatos de carga y carrera limitadas, lo que permitió variar las cotas de los apoyos para adaptar la línea de lanzamiento a las contraflechas de ejecución del tablero metálico. Haber despreciado el efecto de dichas contraflechas en el empuje habría conducido a incrementar fuertemente los flectores producidos durante el lanzamiento y a haber aumentado de forma apreciable los efectos de “patch loading” sobre las almas metálicas."

A la izquierda, justo enfrente de la carretera y donde esta hace una curva a la derecha, una vez pasado bajo el viaducto, Peña Corvera, solar de la ermita de Nuestra Señora de la Consolación


En el margen derecho, otro tramo de explanada de aparcamientos. Una barandilla separa la acera del precipicio del desfiladero, que veremos mejor un poco más arriba, pues aquí nos lo tapa el matu, el frondoso matorral que crece al borde


Sobre nuestras cabezas, sentimos ahora el tráfico de la autovía, otro elemento que ha transformado completamente este entorno pero que ha paliado el escollo que fue desde siempre el paso por el litoral de la cornisa cantábrica, donde las montañas a veces se precipitan literalmente sobre el mar, como tuvimos buena oportunidad de comprobar ya desde las etapas del Camino Norte por el País Vasco


Grandiosa roca bajo el viaducto, rodeada ya por los ocalitos, este tramo, o tramos, de autovía, Tamón-Villalegre y Villalegre-Vegarrozadas, se inauguraron el 30 de diciembre de 2005, "inauguración con la cual se cierra la circunvalación de Avilés y se logra descongestionar la variante de la N-632, de alta siniestrabilidad", leemos en Wikipedia


Estamos ya delante de Peña Corvera, topónimo relacionado con la abundancia de cuervos en el lugar y que daría nombre al concejo desde la baja Edad Media, cuando se asentaba con entidad diferenciada en el antaño extenso Alfoz de Avilés, allá por el siglo XIII, y del que se independizó en el siglo XVI, figurando como tal concejo independiente en 1504. No obstante, el filólogo Xosé Lluis García Arias nos da, en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, tanto esta como otra posibilidad etimológica para los varios topónimos similares existentes:
"Corvera podría explicarse como ‘terreno donde abundan los cuervos’, palabra esta de raigambre latina; según un importante testimonio recogido en el siglo XIX, en los días de temporal y en los meses de invierno había una notable concentración de cuervos en los montes de La Consolación. El dato podría servir de base interpretativa aunque no ha de olvidarse que este tipo de topónimos puede haberse formado del adjetivo latino CURVUS, A, UM que se aplicaba a realidades curvadas."

En Peña Corvera pasamos el kilómetro 5 de la AS-17, que es la distancia que nos aguarda hasta el comienzo de esta carretera en la Plaza de los Oficios, en pleno casco urbano avilesino y a escasos metros de la calle Rivero donde este ramal del Camino de Santiago del Norte que viene de la Santa Ovetensis se une al procedente de la bahía gijonesa, del que nos habíamos separado en Casquita, al sur de Villaviciosa


Recordamos que en lo alto de esta peña, cubierta de vegetación, está la ermita de La Consolación, que da nombre a la fuente y al lugar, que se considera en términos de El Portalgo o El Portazgo, antiguo portazgo o fielato, como su nombre indica, situado unos metros más allá


La roca fue horadada para hacer pasar la carretera por lo que era la pared de un acantilado fluvial, como bien nos explica Julio García Maribona en su estudio histórico sobre la ermita:
"La actual carretera Avilés - Oviedo AS- 17 rodea la peña desde el sureste hasta el oeste en una pronunciada curva sobre un acantilado. (...)

En 1646, los representantes de la villa de Avilés ante la Junta General del Principado protestaban enérgicamente porque “desde la ermita de la Consolación a la villa de Avilés hay dos pasos tan malos de pasar que a pie ni a cavallo, ni carros es ymposible pasar por ellos de invierno”

Cuando en el siglo XVIII se proyectó la carretera, se quiso evitar llevarla por esta hoz o angostura y se decidió hacer el nuevo trazado, llevándolo por la ladera, de modo que fuese ascendiendo suavemente desde Nubledo hacia la Peña Corvera, perforando y tallando la peña en una pronunciada curva que gira a los pies de la ermita, desde donde comienza a descender hacia El Portazgo para evitar el valle y el río que viene desde Bango mediante un puente de piedra, y volver a ascender hacia La Rozona y Los Campos. El río Alvaré se dirigía hacia Trasona para sumarse a los ríos que formaban la cabecera de la ría de Avilés. Hoy, tras la presa hecha para abastecer a ENSIDESA, puesta en funcionamiento en 1957, el Alvaré nutre el Pantano de Trasona y toda esta zona de su cauce ha quedado desdibujada de su trazado original."

Bordeamos el peñón resultante de la perforación de la montaña mientras seguimos ganando altura, para los medios de la época abrir esta carretera en una pared vertical no era tarea fácil y menos con la obligada seguridad requerida para el paso continuo de carros y diligencias, y luego de vehículos a motor


Por ello, para el transporte rápido, seguro y voluminoso de mercancías pesadas, principalmente el carbón de las minas de Santufirme, Villabona, Ferroñes y otras, se hizo el ferrocarril, que este sí pasa por el fondo del desfiladero, a nuestros pies


Este ramal ferroviario fue abierto al tráfico el 26 de julio de 1890 con la apertura del tramo Avilés-Villabona de esta línea ferroviaria que buscaba enlazar también con San Xuan de Nieva. Las obras estuvieron a cargo del conde italiano Sizzo-Noris tras la concesión de la línea en 1886 por parte de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España


En 1941 la nacionalización del ferrocarril integró esta vía en RENFE, en 2004 la línea pasa a RENFE Operadora y Adif es titular de las instalaciones ferroviarias


Desde aquí vemos las casas de El Tronquín, el chigre-tienda del que hablábamos al comienzo de esta entrada de blog, saliendo de Nubleo. Un poco más arriba está el Ayuntamiento de Corvera, inaugurado en 1977 para sustituir al antiguo, actual Archivo Municipal, situado unos 600 metros más al sur, en la misma carretera


Oculto por la arboleda está Cancienes, la antigua capital Corverana entre los siglos XVI y XVIII, cuando el concejo se independizó del antiguo Alfoz de Avilés, fundado en el siglo XIII sobre el más antiguo Alfoz de Gauzón. Más a lo lejos, las aldeas de El Pontón y Taúxu y, al fondo en la lejanía (a la izquierda de la foto), las estribaciones de La Miranda, La Calabaza y Villar, por donde el Camino deja llanera para entrar en la parroquia corverana de Solís, al pie de otra venerada ermita, la de San Justo y San Pastor


Por aquí abajo entre esta espesura pasaba pues el antiguo Camín Real, con ramales que comunicaban la costa y el interior por Oviedo/Uviéu y La Pola Siero, un paso que se tornaba especialmente dificultoso en este desfiladero por los pantanos del Ríu Alvare al lado de Nubleo, el actual Humedal de La Furta, en terrenos adquiridos por la multinacional Dupont, que en 1994 lo recuperó con zona de especial interés ecológico, reserva de la avifauna y de vegetación autóctona




La foz de La Consolación presenta un aspecto bien diferente a cuando el Camino pasaba por su trazado original, siguiendo la ribera del Alvares, como bien dice Maribona: 
"El entorno sufrió grandes cambios cuando se hizo pasar la carretera a los pies de la ermita, pero aún fue más radical cuando a finales del siglo XIX se construyó la vía del ferrocarril que comunicó la estación de Nubledo con la de San Juan de Nieva, pasando por las de Villalegre, La Rocica y Avilés. Luego, a mediados del siglo XX se construyó el pantano de Trasona y el ramal de la vía que desde Nubledo llegaba hasta el interior de las instalaciones de ENSIDESA, con lo que la cola del pantano llegaba hasta la hoz de la Consolación dificultando el drenado de la zona pantanosa aguas arriba."

Posteriormente se instaló Dupont en la década de 1990, adquiriendo grandes extensiones de terreno alrededor de su factoría, entre las parroquias de Cancienes en Corvera y Tamón en Carreño, formando este gran cinturón verde


Aquí tenemos el paredón vertical del acantilado fluvial sobre la ribera del Alvares, por donde discurre el ferrocarril. Poco más allá de la vegetación ribereña imperan los cultivos de eucaliptos destinados a las fábricas de celulosa, que han trastocado gran parte del paisaje también


Acabando la cuesta de La Consolación, un gran peñasco sobresale sobre la pared del acantilado


La ermita está justo encima de nosotros y a nuestra izquierda, pero no somos capaces de verla


El camino que sube al santuario arranca un poco más adelante y sube por esta misma ladera, pero no podemos verlo aún tampoco. Además, es posible que otra cosa acapare más nuestra atención al llegar aquí


Los edificios de la ciudad; no es aún Avilés sino Los Campos, en Corvera, pero que sí forma un único conglomerado o continuum urbano con la villa Avilesina. A partir de allí entraremos en la urbe


El Camino llanea un poco y empieza a descender muy suavemente, cerca de la capilla se explotaron canteras con cuya piedra se arregló esta carretera, tal y como nos informa Maribona:
"Cerca de la capilla, en una finca llamada La Consolación, hubo una cantera cuya explotación en 1916 estuvo a cargo del colono de Villalegre, Francisco Gutiérrez, siendo propiedad de Saturnino Fernández y Fernández Blanco, de la que en este año de 1916 no solo se sacó la piedra necesaria para arreglar la carretera, sino que se hizo una expropiación temporal de ella; según se desprende del requerimiento publicado en el Boletín del Principado del 25 de mayo de 1916. También en 1955 se autorizó la explotación de una mina de caolín muy cerca de la ermita, tan cerca que se usó la ubicación de la capilla como marca de las lindes de esta explotación de cuarenta hectáreas que funcionaría bajo el nombre de Ángel de la Consolación5 y que siguió funcionando al menos hasta 19646 , aunque en 1967 había una mina más grande que operaba bajo el nombre Virgen de la Consolación, con una extensión de cien hectáreas7 de la que ya se hablaba en 19558 , por lo que no está muy claro si se trata de una sola explotación o de dos diferentes." 


La verdad es que si no es por el cartel que se ha colocado es muy posible que pasásemos de largo si no estuviésemos advertidos de la existencia de tan venerada ermita


El Camino sigue de frente, pero si queremos ir a verla hemos de cruzar la carretera a la izquierda



Es una corta distancia y un pequeño desvío, bien es verdad que cuesta arriba y subiendo unas escaleras por la ladera, como bien indica esta señal


Lamentablemente, no hay paso de cebra, semáforo ni señales acústicas, lo que no deja de ser muy extraño, esperemos que cuando vengáis se haya subsanado esta grave deficiencia


Y es que, aunque la visibilidad es bastante buena, no dejaremos de insistir en que el tráfico es intenso muchas veces y siempre circulando a gran velocidad, por lo tanto atención máxima si cruzamos


Fijémonos en la escarpadura formada por los trabajos de desmonte para ensanchar la carretera efectuados en la ladera del monte. Poco más arriba, la barandilla delata el camino a la capilla



Casi ni desde aquí la vemos, 'camuflada' entre los arbustos y con el viaducto detrás, únicamente la espadaña se reconoce entera, junto con un poco de su fachada norte, donde está la portada de acceso, protegida por un pequeño pórtico


Como ya decíamos al principio, la capilla fue fundada en el siglo XVI, unas décadas después de la independencia de Corvera frente a Avilés, por la poderosa estirpe de los Bango, oriunda del pueblo de este nombre, al oeste de la parroquia corverana de Cancienes, a la que pertenecen todos estos términos, incluyendo Nubleo, su capital, donde se estableció este linaje en el siglo XIV. Estos son los datos concretos de su fundación que nos da Maribona en su estudio histórico del santuario:
"La capilla fue fundada entre 1550 y 1565 por Martín de Bango, señor de la Casa de Bango, a petición de su hermano Alonso de Nomparte, canónigo de Santiago de Compostela. Ambos instituyeron sobre ella un patronazgo que en 1577 pasó al primogénito de Martín, Fernando de Bango, y siguió transmitiéndose a sus sucesores. Desde su fundación por Martín de Bango y Alonso Nomparte, la capilla se mantuvo en esta familia hasta que por permuta de uno de sus descendientes, D. José Luis Ureña Fernández-Blanco, en 1999 pasó a pertenecer al Ayuntamiento de Corvera."

Nada más cruzar y con la capilla a la vista, no muy lejos del túmulo de La Consolación, que también en lo alto de la colina revela que esto era un lugar sacralizado desde el Neolítico, hallamos el comienzo de las escaleras que suben a la ermita, cuya familia fundadora se dice que, unos doscientos años después, consiguió con su influencia que la capital corverana se trasladase de la villa de Cancienes, cabeza de esta parroquia homónima, a Nubleo, uno de sus barrios, pues los Bango tenían en él su casona, primero en Casa Cavo y luego en el propio de su estirpe, el Palacio los Bango, actualmente de los Fernández Blanco, del que hablamos en la entrada de blog correspondiente


Las escaleras son buenas y de anchos peldaños, siendo una suerte que la barandilla nos asegure el ascenso y posterior descenso, pues hay un desnivel lo suficientemente importante respecto a la carretera


La escalera da paso a un poco de senda en el trecho menos cuesto. El lugar suele rezumar humedad también, por lo que seamos prudentes al pisar y estemos atentos a algún posible resbalón pisando musgo u hojarasca


Afloramientos rocosos en el sendero. La prominencia del lugar sobre el valle, y sus partes en roca viva, han quedado totalmente disimilados a lo largo del tiempo, pero antaño hubo de ser un lugar especial para que se levantase aquí un templo, pequeño pero de gran veneración, al lado de una cueva y en las inmediaciones de un túmulo


La capilla, además estaba algo apartada del Camín Real que, recordamos una vez más, pasaba por abajo por el fondo de la angostura. De todas maneras tiene su leyenda, relacionada con las peregrinaciones, según la cual, una vecina del avilesino barrio de pescadores de Sabugo, Josefa Villar de Bances, regresaba a casa con su hija pequeña tras adorar las reliquias de la catedral ovetense de San Salvador en la Cámara Santa, cuando les hizo de noche en la oscura, abrupta y boscosa garganta


Al caer la noche, la niña tuvo miedo y se echó a llorar, apareciéndosele entonces la Virgen para consolarla y calmarla, aparición mariana que sería el motivo de la construcción de un templo dedicado a La Consolación que, independientemente de estas tradiciones seculares, valdría de amparo y consolación a viajeros y peregrinos en este paraje, ahora menos dado a soledades



Naturalmente, es una leyenda, y esta es una de sus tantas versiones, pues lo cierto es que los peregrinos que viniesen a Avilés por las rutas salvadoranas habrían de desviarse mucho desde lo profundo de la garganta del Alvares por un despeñadero cuesta arriba en los tiempos en los que se construyó la capilla


Otra versión es la que nos cuenta Maribona en su trabajo, en el que aporta sus propias vivencias personales y recuerdos familiares; según la misma se trataría del regreso a Avilés de una señora con posibles, no de Sabugo sino de Villalegre, no andando sino en carruaje, pero sí con su hija (por lo que ya estará hecha la carretera), aquejada de una enfermedad y no volviendo, sino yendo, por causa de visita médica, a la capital:
"Como toda leyenda que se precie circulan diferentes versiones. De entre todas ellas la que mayores garantías me merece es la que llega hasta mí a través de mi madre y de mi abuela. Mi madre, Dª Mª de los Dolores Olga Mª de la Consolación, llevó este nombre por la devoción que su padre y la familia de éste tuvieron a esta advocación mariana y le llegaron noticias de esta leyenda desde hace más de un siglo, cuando se la contaban sus tías y su padre.

Mi madre me contó que una señora de Avilés perteneciente a una familia acomodada, tenía una hija de corta edad aquejada de una grave enfermedad y que,  por un repentino empeoramiento, tuvo que llevarla a Oviedo. Ambas viajaban en un coche de caballos.

A la salida de Villalegre comenzó una tormenta de nieve, viento, truenos y relámpagos que fue empeorando y cuando se encontraban cerca de la Peña Corvera, el temporal se volvió realmente violento y amenazador. La niña tuvo miedo y la madre fue plenamente consciente del peligro que corrían, así que invocó la protección de Nuestra Señora para que las protegiese y consolase a su hija; entonces un relámpago iluminó el lugar y vieron como en una peña cercana, no muy lejos de la carretera, había una cueva donde podrían encontrar el refugio y la sensación de seguridad que deseaban, así que abandonaron el coche y al abrigo de aquella peña, la niña se tranquilizó y dejaron pasar el temporal.

Según esta leyenda, en agradecimiento a la intervención de la Virgen, aquella mujer mandó levantar la capilla de la Consolación a escasos metros de la cueva donde se refugiaron.

Parece que en todas las versiones conocidas hay algunos factores comunes: una madre y una hija pequeña, una tormenta, miedo, invocación a la Virgen y amparo y consuelo en la Peña Corvera. Pero también hay diferencias notables entre ellas, como si eran de condición humilde o acomodada, si eran vecinas de Nubledo, de Oviedo o de Avilés, si iban caminando o en carruaje, si era de día o de noche; si paseaban por el lugar, venían de visitar la Cámara Santa de la catedral de Oviedo o si iban a Oviedo a visitar a un médico. Realmente es curioso encontrar versiones tan dispares de una misma historia. 

Pero hay un elemento a tener en cuenta y es que hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX, la carretera discurría por el fondo del valle, a orillas del Alvaré, a una buena distancia de la Peña, a la que además solo se accede ascendiendo por una escarpada ladera llena de maleza tan tupida que les impediría ver el abrigo, tanto si fuese de día como si fuese de noche. Por tanto para poder haber visto el abrigo y cuevas de la Peña Corvera, deberían haber transitado por la carretera que discurre por el trazado nuevo, por donde aún hoy pasa, lo que sitúa esta leyenda en los primeros años del siglo XIX, casi tres siglos después de su fundación, lo que invalida esta leyenda, aunque no como el motivo por el que la capilla existente hubiese podido recibir una buena donación.

Con todo esto, y por la confianza de que lo que me contó mi madre no tiene añadidos o adornos literarios sino que me lo transmitió tal y como a ella se lo contaron, me quedo con la versión de Mª Dolores, que me resulta la más bonita." 

Lo cierto es que incluso desde la carretera y pese a no ser demasiada la distancia, hay que alejarse un poco para llegar a la cueva junto a la que se hizo la ermita, pero como bien dice Maribona, son tradiciones legendarias con muchas variaciones, por lo que lo más posible, como toda leyenda, es que sea una transmisión popular de algún suceso real acaecido en el lugar, sucesivamente transformado según quien lo contase a lo largo del tiempo


La capilla y la cueva, por ejemplo, sita aquí en este peñón a la derecha, sí que se encuentran en un pequeño rellano que tiene todas las posibilidades de ser un abrigo natural prehistórico


No es descabellado pensar que la existencia de una cueva en un peñasco, señalado y visible sobre un desfiladero, transmitiese especiales sensaciones a los antiguos pobladores y se enterrasen en estas cimas de Peña Corvera, de ahí la existencia de la necrópolis megalítica del citado túmulo, siendo muy posible que hubiesen existido más


En la cueva se forman charcos de agua y a veces un diminuto arroyuelo, sobre todo cuando se filtra en la montaña el agua de lluvia, con lo que estamos ante otro elemento sagrado desde la más remota noche de los tiempos, el nacimiento del agua como fuente de vida


Para entrar hay que agacharse un poco pero no es un paso difícil, a no ser por la humedad, que vuelve muy resbalosas, las piedras del suelo, que se cubren de musgo


Es más, hallamos señales evidentes de que hay gente que se mete dentro frecuentemente


Siempre se ven velas, algunos ladrillos sueltos, tal vez haciendo bancos o altares, botellas, etc.


La verdad es que estamos en un paraje muy singular que, cuando nos acercamos, no nos extraña su trascendencia en Corvera y otros concejos de la zona, lugar de sonadas romerías


Y es que, aunque aquí no parece haber mucho espacio, detrás de la capilla hay un campo, que antaño fue más grande, que linda con un camino que comunica con las casas de El Portalgo, un poco más adelante y en la misma carretera


Hubo también además, una casa de novenas de las que acogían a los romeros del santuario (las novenas son ejercicios de rezo y devoción que se practican durante nueve días para lograr la gracia o intercesión de un santo, normalmente coincidiendo con su romería), así como dos cruceros de piedra. De todas maneras, la soledad de la capilla se manifiesta mismamente en su himno, que se canta durante las fiestas, como asimismo nos cuenta Maribona:
"En la capilla se siguen celebrando Las Flores en el mes de mayo y Fifi Suárez Granda es la persona encargada de cantar el Himno que ya cantaba su abuela:
Virgen de la Consolación 
Siempre en esta soledad 
Pero en este mes de mayo 
Bien acompañada estás. 

Ella en mi niñez 
Mi cuna meció, 
Por eso desde niña 
Siempre la quise yo. 

Ella en mi niñez 
Mis pasos guió 
Por eso desde niña 
Siempre la quise yo
Las fiestas en honor a la Virgen de la Consolación se celebran en agosto con misa, procesión acompañada de banda de gaitas y autoridades municipales y romería algunos años. Tienen una larga tradición, gozaron de gran fama en la zona y a partir del siglo XX se encuentran numerosas referencias en la prensa local sobre su festejo. El prao donde se hacía la romería alberga una fosa común por eso en los últimos tiempos había problemas para seguir celebrándola allí. En abril de 2012 se colocó un monolito en recuerdo de los represaliados.

El periódico Región del 15 de agosto de 1925 publicaba la siguiente crónica sobre estas fiestas: 
También en La Consolación (Corvera), se celebrará el domingo una gran fiesta religiosa estando encargado del sermón el reverendo padre fray Cándido Abellás, verifi - cándose por la tarde la famosa romería, la que todos los años suele verse muy concurrida.
Al año siguiente con fecha 21 de Agosto de 1926 se publica: 
El domingo 22 del corriente se celebrará en la capilla de la Consolación la popular fi esta de Nuestra Señora de dicho nombre. Habrá concurrida verbena la víspera con iluminación a la veneciana, organillo y música del país. El domingo a las once de la mañana, habrá misa solemne con sermón y procesión. A las cuatro de la tarde dará principio la tradicional romería en el histórico campo de la Consolación, con organillos y música del país; para lo cual el campo se hallará repleto de expendedores de dulces esponjados, avellanas, vino, cervezas, sidra y gaseosas, y sobre todo de un selecto género femenino.
En el mismo diario del 17 de agosto de 1929 se anuncian las fiestas: 
Mañana domingo se verifican en Corvera las fi estas de Nuestra Señora de la Consolación para las que reina gran animación. Hoy por la noche se celebrará una gran verbena amenizada por diferentes clases de música. A las once de la mañana habrá una solemne misa, con sermón y procesión en la que tomará parte una nutrida orquesta de Avilés. A las cuatro de la tarde gran romeria en el citado campo de la Consolación, amenizada con varias músicas.

Y con fecha del 23 de agosto de 1929 se hace la crónica de aquellas celebraciones:

Corvera. Con gran solemnidad se ha celebrado la fiesta de la Consolación en la ermita y campo de este nombre, cumpliéndose el programa en todas sus partes resultando una fiesta religiosa brillantísima pues la fi esta profana no revistió importancia a causa de la lluvia de ese día.

La ermita de la Consolación también fue testigo de otras concurridas celebraciones populares, no religiosas, entre las que cabe destacar la Fiesta del Árbol que tuvo lugar el 30 de abril de 1927 en el “pintoresco y florido campo de la Consolación, lugar donde está enclavada la ermita que lleva este nombre” al que acudieron los alumnos de las escuelas nacionales y particulares del concejo de Corvera, un total de setecientos niños y niñas, acompañados por las autoridades civiles, y en medio de aquella celebración tan numerosa, se plantaron varias decenas de árboles. Estas fiestas del árbol ya se celebraban al menos en 1925, cuando el día 17 de abril la alcaldía aprobó “de acuerdo con los señores Maestros Nacionales para celebrar la fiesta del árbol en el campo de la Consolación”

Nos acercamos ahora a este porche a manera de pequeño pórtico, construido en 2003, que guarda la entrada a la capilla de nave única y planta casi cuadrada, "de unos nueve metros de frente por seis de fondo con su eje orientado este-oeste, puerta orientada a poniente y cubierta con tejado a dos aguas". Este porche está cerrado a un lado por un muro de piedra de mampostería. Arriba vemos la espadaña del campanario, "de un solo ojo que a su vez está coronada por una cruz patada", según describe Maribona


A la derecha el porche está sostenido por una columna "que se cree procede de uno de los dos antiguos cruceros de piedra que hubo próximos a la ermita, hoy desaparecidos, lo que nos recuerda que esta capilla está en el Camino de Santiago"


El acceso al interior se realiza por una portada de arco de medio punto cerrada por dos hojas de puerta metálicas:
"La entrada a la nave desde el porche se hace a través de una portada de arco de medio punto elaborado por dovelas sin decorar, hoy cerrado por una puerta de dos hojas metálicas con ventanillas acristaladas."

Vamos a ver el interior, donde está este llamativo púlpito de madera. Otro arco de medio punto separa la nave del altar, en el ábside de bóveda de cañón. Dejemos que nos lo describa Julio García Maribona Rodríguez Maribona con su excelente explicación:
"Se entra a la nave pasando bajo una pequeña tribuna que hay sobre la portada soportada por una gruesa viga de madera. Adosado al muro sur asciende una escalera con barandilla de barrotes torneados que da acceso a la tribuna. 

El suelo de la nave y del ábside está actualmente cubierto por baldosa moderna y hacia el lado norte de la nave se disponen cinco bancos modernos de madera y perfil cuadrado de hierro, de forma que se deja diáfano el paso desde la puerta hasta el arco de entrada al ábside. 

Cabe lamentar que la tumba que se podía contemplar hasta el año 2013 haya quedado tapada con el nuevo pavimento. La tumba tenía la siguiente inscripción que corresponde a D. Nicolás Fernández Blanco y Alas, heredero y sucesor de la Casa de Bango.
AQUÍ YACEN LAS CENIZAS DE 
DN NICOLÁS FZ BLANCO 
Y ALAS, 
QUE FALLECIÓ A LA EDAD DE 
65 AÑOS, EL DÍA 11 DE MARZO DE 
1884, Y ESTA SEPULTADO 
EN ESTA CAPILLA. 
R.Q.I.P.
En el muro oriental de la nave se abre un arco de medio punto que da acceso al ábside de bóveda de medio cañón. El arco está decorado con molduras que arrancan directamente desde el suelo. Como acompañamiento decorativo de este muro de la nave, al lado derecho, sobre el púlpito cuelga un cuadro del Corazón de María, al lado izquierdo y simétrico a este el de Corazón de Jesús y centrado en la cimera del arco, otro cuadro alusivo a Dios Padre. 

En la parte más occidental del paño norte del ábside se abre la entrada a la sacristía, y un poco más al oriente, a la mitad de su altura, hay una pequeña ventana derramada que actúa como lumbrera. 

El muro sur del ábside tiene un zócalo a todo lo largo que actúa como meseta de unos cuarenta centímetros de alto y treinta de ancho. En este paño hay dos ventanas, una simétrica a la del paño norte, cegada y usada como camarín, y otra mayor y más alta que ilumina con mayor intensidad este espacio. 

El muro oriental del ábside o testero está ocupado por un retablo moderno de madera trabajada del que sobresale una ménsula que hace las funciones de altar. Primeramente había una hornacina en la piedra que albergaba donde se veneran tres imágenes: en el centro y de mayor tamaño, la Virgen de la Consolación, a su  izquierda la Virgen de Fátima y a la derecha el Cristo de Medinaceli. Hubo una imagen más antigua, se decía que desde la fundación de la capilla, un Niño Jesús de Praga, pequeñín y muy querido por los vecinos que fue desaparecido por alguien que no supo valorarlo."


A la derecha de la portada, una placa recuerda al último propietario privado del santuario, Luis Ureña Fernández-Blanco, cuando permutó la ermita al Ayuntamiento de Corvera en 1999, lo que hizo de ella de una de las pocas ermitas con culto de propiedad municipal en España, como leemos en el periódico La Nueva España del 1-6-2016 en artículo firmado por Marta Bernardo con motivo de unas obras de reparación de paredes afectadas por humedades:
"Según los documentos, ese último propietario, respetando lo establecido por el canónigo de la época, fijó que el templo debía entregarse al pueblo y no a la iglesia. Así, todos y cada uno de los corveranos tienen un pedacito del templo en su poder."

En ella, junto al escudo de Corvera se lee:
José Luis Ureña Rodríguez-Blanco
como decimotercer y último
propietario privado de esta ermita, permutada
al Ayto. de Corvera el 15 de Junio de 1999

El escudo de Corvera presenta, arriba y como parte que fue del antiguo Alfoz de Avilés, la imagen, común a otras villas cantábricas cuyas flotas participaron en la conquista de Sevilla, una nave forzando las cadenas que cierran el río Guadalquivir junto a la Torre del Oro. En medio el sol de los Solís, otra de las estirpes del concejo, como abajo los leones de los Fernández León, de Trasona


Subimos estos peldaños para ver 'la parte de atrás' de la ermita


Esta es la campa de la peña de La Consolación, a donde se sube a la Virgen en procesión el día de la fiesta, que ahora se celebra el domingo siguiente al 15 de agosto, un recorrido muy corto pero maravillosamente emotivo, que es además la única vez que se saca la imagen de la ermita. En Corvera honra a La Consolación, la periodista Sheyla González nos ofrece una crónica de la romería en el periódico El Comercio del 22-8-2016:
"Las primeras piedras de la pequeña ermita de la Consolación datan del siglo XVI. Aunque posteriormente se realizaron en ella pequeñas reparaciones, el templo sigue fiel tanto a su arquitectura como a sus raíces. De ello se encargan tres vecinas de Nubledo, dolores Suárez, Fifi Suárez y Herminia Suárez, que con su esfuerzo y devoción siguen adelante con la historia del lugar. Ayer ellas y decenas de vecinos de Corvera se reunieron en El Portazgo para celebrar el día grande de la Virgen de La Consolación. 
Aunque la fiesta se ha reducido a la misa solemne y a la posterior procesión, los corveranos siguen fieles a la cita, que ayer daba comienzo a la una del medio día. La Virgen era la protagonista, más que nunca, de la ermita, rodeada de flores y de sus devotos. El párroco de Los Campos y Cancienes, José Santa Clara, fue el encargado de oficiar la ceremonia que dio paso al ritual más esperado por las vecinas de Nubledo, sacar en volandas a la Virgen para darle un baño de multitudes. 
El Ayuntamiento de Corvera se encargó de preparar el campo de La Consolación para la fiesta. Portada por sus vecinos, La Consolación se dio un paseo por su campo, al son de las canciones de la Banda de Gaitas, antes de volver a su ermita. «Para nosotras es un orgullo mantener viva la esencia de esta fiesta», comentaban Fifi y Dolores Suárez, que los días previos estuvieron pendientes de que no faltara ni un solo detalle. 
La ermita fue construida por Martín de Bango, señor de la Casa de Bango, y tras pasar por varios propietarios fue donada por su último dueño al Ayuntamiento de Corvera. «Esta capilla fue pensada para ser del pueblo, nunca de la iglesia. Es de las pocas en España que es de propiedad municipal y así seguirá siendo», indicaron las vecinas del pueblo. 
La Virgen de La Consolación está acompañada durante todo el año en el templo por la Virgen de Fátima y el Sagrado Cristo de Medinaceli, donados por particulares. «Es gracias a todos los vecinos que ponen su granito de arena para mantenerla en condiciones. Unos se encargaron de cambiar el suelo, de arreglar el retablo y otros de las flores, lo importante es colaborar», indicó Fifi Suárez. 
Las vecinas recuerdan que aunque modesta, la Virgen cuenta hasta con su propio himno. «Virgen de La Consolación siempre en esta soledad pero en este mes de mayo bien acompañada estás», reza la primera estrofa en relación a la festividad del mes de mayo, en el que todos los días abre el templo para rezar el Rosario y hacer el ejercicio de las flores."

Y en medio de este pequeño campo, cuatro peldaños más de escalera nos ayudan a subir un poco más. A nuestra izquierda, el exterior del ábside o cabecera, en cuyo interior está el altar que acabamos de ver


No dejamos de pensar en que, si bien no han aparecido indicios, este lugar, con cueva, capilla, lugar elevado con dominio del territorio y de un paso natural, túmulo cercano, agua, leyendas y esta 'corona' de la campa de La Consolación, tiene visos de enclave castreño o similar, en esta atalaya natural sobre el curso bajo del valle del Alvares, poco antes de que este llegue a La Ría


Desde aquí, tenemos una hermosa vista del lado sur de esta ermita que cuidan todo el año varias vecinas de Nubleo. La fiesta "no tendría su razón de ser si no fuera por ellas que mantienen la ermita durante el año y se encargan de organizar la celebración de ayer: Ludi Álvarez, Fifi Suárez Granda, Dolores Suárez Suárez, Mayte Bango y Herminia Rodríguez Cánovas, las principales devotas de la Virgen, entre otros vecinos que cuidan una de las joyas del concejo", leemos también en el citado artículo de La Nueva España de Marta Bernardo


El ventanuco del ábside, con dintel reforzado con ladrillos. En la carga que cubre la pared, numerosos grafitis antiguos, de los que hemos sacado varias fotografías:








Tras 'pasar revista' a estos históricos testimonios de visitantes de tan relevante enclave corverano, nos volvemos por donde hemos venido, escaleras abajo


El espacio entre el peñón y la capilla es estrecho pero se pasa bastante bien


Y ahí está la columna que se supone fue parte de uno de aquellos desaparecidos cruceros de La Consolación



Volvemos a pasar por el porche, pequeño, pero muy acogedor, otro lugar perfecto para cobijarse unos instantes en caso de chaparrones repentinos


Bien es verdad que, desde la carretera hasta aquí el trayecto es más que suficiente para ponernos como una sopa y, ya no demasiado lejos, tenemos los primeros bares de Los Campos, para entrar, cobijarnos y tomar algo


Pero lo cierto es que, visitar este lugar, puede ser una hermosa experiencia para los peregrinos amantes de la impronta y esencia de los lugares por los que pasan y, en primer lugar, sin demasiada prisa en el reloj, aunque también es verdad que, a estas alturas de la etapa, si se ha salido de Oviedo/Uviéu, como se suele hacer, ya hay ganas de llegar al albergue o alojamiento que hayamos escogido en Avilés o su entorno


Focos de iluminación nocturna, uno a la capilla y otro a la peña y la cueva, instalados en 2017; de esta forma informaba de ello el Ayuntamiento de Corvera el 11 de febrero de ese año, realizando además un resumen de la historia del santuario:
"La ermita de La Consolación fue construida hace 500 años y desde ayer viernes, por primera vez, luce iluminada. El #AyuntamientodeCorvera acaba de estrenar la nueva iluminación de la fachada de este histórico templo y de la peña del mismo nombre en El Portazgo, potenciando su visibilidad desde la carretera AS-17, a su paso por Nubledo, en horario nocturno. 
Han sido instalados focos de gran potencia y bajo consumo proyectados sobre la fachada de la ermita y sobre la peña, en el que según la popular leyenda de la zona tuvo lugar la aparición mariana que dio lugar a la construcción del templo. Para ello, el Ayuntamiento instaló 240 metros de tubería desde la subida de El Portazgo hasta las inmediaciones de la ermita, al objeto de evitar el tendido aéreo y de esta forma proteger el entorno. Los nuevos focos permanecerán encendidos el mismo tiempo que el resto del alumbrado público del concejo, activándose y apagándose automáticamente por cédula fotoeléctrica desde que anoche hasta el amanecer. 
La pequeña ermita de la Consolación data del siglo XVI con alguna reforma del siglo IXI y está ubicada en El Portazgo, en Nubledo. Fundada por Martín de Bango, señor de la Casa de Bango, es actualmente propiedad del Ayuntamiento de Corvera, tal y como se hace constar en una placa de su fachada principal, en la que se indica que “José Luis Ureña Fernández Blanco, decimotercer y último propietario privado de la ermita, permutada al Ayuntamiento en junio de 1999”. Según una leyenda popular, el apelativo de “La Consolación” proviene de una aparición mariana a una vecina de Sabugo y a su hija que, al salir de Nubledo hacia Avilés, ya de noche, la niña se asustó ante la oscuridad y al pasar delante de la ermita la Virgen se le apareció para consolarla."

Dejamos la entrada a la cueva, a nuestra izquierda, ¡quién sabe cuántas cosas habrán sucedido en tan nemético paraje!



Aquellas sobrecogedoras soledades sobre la foz del Ríu Alvares a su paso por el desfiladero al santuario han cambiado mucho, pues dominan la escena los edificios de Los Campos, antiguos campos, como su nombre indica, intensamente urbanizados sobre todo tras la instalación de la empresa siderúrgica Ensidesa a mediados del siglo XX, lo que conllevó la construcción de los primeros poblados obreros, antecedente de las actuales urbanizaciones, y el desgaje de la zona de su parroquia matriz de Corvera, para crear una nueva entidad administrativa en 1970


La carretera serpentea siguiendo la forma de la ladera y, abajo a la derecha, vemos la línea férrea de nuevo, por el fondo del valle, pasando por el puente sobre El Ríu L'Ablaneda o Martimbón, que da ahí sus aguas al Alvares. Poco tiene que ver este paisaje, seguramente, con el de antaño, cuando casi no habría casas


Arriba en Los Campos es la zona o lugar conocido como Entrevíes, que estuvo constituido por varias calles de viviendas obreras de planta baja y algún bloque de pisos, pero fue totalmente reurbanizado y construido con nuevos bloques de pisos, calles, plazas y espacios verdes a partir de finales del siglo XX. Destaca en medio el Edificio Coliseo por su altura, así como a su derecha el Edificio Pradera, ambos de 1978, por ahí entrará el Camino en zona plenamente urbana siguiendo la AS-17


A la izquierda están El Instituto de Enseñanza Secundaria de Corvera y el Colegio Público Los Campos, en el lugar de La Rozona. Más a la izquierda es la iglesia de Santa Cruz, parroquial de Los Campos, de estilo funcional y moderno. Fijémonos en la gran 'S' que hace la carretera para bajar al Ríu Ablaneda y luego subir a Los Campos


Y aquellas naves al pie de los pisos son el Polígono Industrial de La Consolación, del que leemos en Línea, Localizador de Espacios Industriales de Asturias:
"Situado en Los Campos, entre la AS-17, el ferrocarril Villabona-San Juan de Nieva y el camino de Santa cruz Iniciada la modificación de planeamiento en el año 2000, durante el 2002 se tramitan los estudios técnicos, ejecutándose las obras de urbanización en 2004. La promoción de este polígono privado corrió a cargo de Marmolería La Consolación, S.L. y otros."


Y esta primera casa arruinada es El Portalgo o El Portazgo que, como su nombre indica, fue un portazgo, fielato o, como diríamos hoy día, peaje, de la carretera, construido hacia 1850 para cobrar los tributos de paso correspondientes para el trasiego de mercancías en lo que fue el principal acceso a Avilés durante siglos desde el interior de Asturias y la meseta



El Portalgo "Era una casa de piedra , de planta baja, en uno de cuyos sillares había una cadena que se enganchaba a un pilar situado al lado opuesto de la carretera, que permitía cortar la circulación para cobrar el peaje. Funcionó hasta finales del siglo XIX y hoy se encuentra en ruinas", publicaba el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos ya en 1998



En cuanto al Polígono de La Consolación, entre las empresas allí radicadas se encuentra la fábrica de zapatos de diseño Miss García, por eso se dice que Las estrellas se calzan en Corvera, como escribe Ruth Arias para El Comercio del 11-12-2016:
"Hace tan solo unos días que Jessica Alba, la actriz de 'Sin City' o 'El demonio bajo la piel' recibió en su casa una caja negra que contenía unos zapatos. Le había ocurrido muchas veces antes, pero esa era la primera que el calzado estaba realizado en Asturias. Sus botines provenían de Corvera, de una nave del polígono de La Consolación, donde se aloja la única fábrica de zapatos del Principado. 
Allí Marco corta las pieles según el patrón antes de pasárselo a las aparadoras o costureras, Víctor lo ensambla y Rufo le da el lustre final. Elena García no sólo controla el proceso, sino que además presta su apellido a la marca: Miss García, una firma que inició su andadura hace tres años y que se ha ido abriendo paso hasta llegar a calzar a algunas de las más importantes estrellas de Hollywood. 
«Ahora estamos en el proceso de hacer marca, y creo que vamos por buen camino», cuenta Elena García, responsable del proyecto enmarcado dentro del grupo Melca, de cuyo fundador es hija. Miss García cuenta con tiendas en Oviedo y en Madrid, y ha abierto además un showroom en Los Ángeles. Por el establecimiento de la capital ha pasado la mismísima Gwyneth Paltrow, que se llevó unos zapatos modelo Ficus Forest, muy similares a los que no cesa de lucir en su Instagram la presentadora de la CBS Chi-Lan Lieu. En España, Eva González o Paloma Barrientos también se han declarado fans de la marca. 
Quizás esta eclosión de una marca de calzado nacional no llamaría tanto la atención si estuviese radicada en Elda o en Elche, cunas del zapato patrio, pero una de las cosas que más llama la atención de Miss García es que se ubique sin complejos en un entorno muy lejos de allí y de tradición siderúrgica y metal-mecánica. De hecho, una gran parte de los trabajadores de la planta proceden de esos sectores aparentemente tan antagónicos al del diseño de calzado. 
Es el caso de Carlos Badallo que hasta la puesta en marcha de Miss García se había dedicado al metal. «Al principio te parece muy diferente, pero luego te das cuenta de que en realidad consiste en cortar piezas, juntar unas a otras, aplicar calor... el proceso y los conceptos no son tan distintos a los del montaje», asegura. Salvo que todo aquí es más delicado y no se puede permitir un fallo de ni siquiera un milímetro, «que es casi medio número». 
Badallo se ha convertido en todo un experto en pieles, tacones y abalorios, algo que hace unos pocos años nunca hubiera imaginado. Junto a él hay antiguos soldadores o fontaneros, perfiles muy diversos que se han reconvertido en artesanos manuales gracias a la formación ofrecida por profesionales que Elena García se encargó de buscar en Elda, la capital española del calzado. 
«Podíamos haber optado por externalizar la producción y fabricar allí, pero apostamos por montar la fábrica en la comarca», cuenta García. No fue fácil, sobre todo porque, a pesar de que había mucha ilusión, los conocimientos eran escasos y hubo que partir de cero. Después de hacerse con la maquinaria y de pasar seis meses de formación, unos increíbles tacones realizados con pieles y telas de los colores más variados comenzaron a salir de La Consolación y a llamar la atención de muchas mujeres. 
García estaba ya entonces convencida de la necesidad de crear «algo nuevo en la región», una industria alternativa que complementase a los sectores tradicionales. Su hándicap es que, de momento, gran parte de los materiales deben adquirirlos en Alicante. De allí proceden la mayoría de las pieles que utilizan, así como, por ejemplo, las suelas o las plantillas interiores. «Necesitamos empresas auxiliares, porque intentamos comprar aquí lo máximo posible, pero muchas veces es inviable», cuenta. Algunos adornos tratan de adquirirlos en Asturias, donde también se hacen las bolsas de la marca, pero el resto viene de mucho más lejos. «Necesitamos empresas auxiliares», reclama. 
Proceso Artesanal 
A pesar de este inconveniente, Corvera está demostrando que es capaz de fabricar un producto de calidad y objeto de deseo para muchos. El periódico Los Ángeles Times situó el modelo Myrtus como uno de los imprescindibles del otoño, todo un espaldarazo al duro trabajo realizado en los últimos años. «Trabajamos muy contentos e ilusionados», señala García. 
En la nave de La Consolación se controlan todos los detalles del proceso de fabricación, y se rechazan los pares que presentan algún defecto, aunque sea mínimo. «Cada zapato es único», aseguran. Y no solo eso, sino que ha sido tratado individualmente con un gran esmero. Las pieles y telas se cortan a mano una a una, y las aparadoras cosen cada zapato individualmente. Lo mismo ocurre en todas y cada una de las fases de fabricación. 
Incluso el diseño es singular. La marca ha prescindido de un diseñador único para abrir la puerta a múltiples creadores. Incluso las propias clientas pueden encargar sus propias ideas y personalizar los modelos que ya existen con otros materiales o colores diferentes. «Incluso hay una señora que calza el 33 y no encontraba zapatos de tacón de su número, así que le hicimos una horma y está encantada», relata García. 
La marca crea modelos exclusivos, e incluso los que no lo son los fabrica de manera muy limitada, buscando un concepto de exclusividad del que carecen otras firmas españolas de calzado. «Mezclamos distintos materiales y, cuando una piel se termina, tenemos que decir que ya no podemos seguir haciendo ese modelo», explica la propietaria del negocio. 
La capacidad de producción actual es de unos 25 o 30 pares diarios, ya que la mayor parte del trabajo que se hace en Corvera es manual y artesanal, e incluso los procesos que requieren maquinaria suponen un tratamiento individualizado de cada zapato. Así se consigue que el resultado esté controlado al milímetro, y que cada par sea prácticamente único. 
El impulso que está tomando la firma es indudable, y su próximo paso será entrar en el mercado mexicano, aunque como dice García «es preferible ir creciendo poco a poco que morir de éxito». Con escasos puntos de venta, la marca apuesta por la venta online. «Es donde está el futuro», asegura su propietaria."

En lontananza, un edificio grande y de color oscuro es el Hotel Los Balagares, construido en la loma de Truyés de Trasona, en Corvera, un espacio rural en las cercanías de Ensidesa que fue intensamente urbanizado a principios del siglo XXI


La gran transformación urbanística de la comarca de Avilés y otras áreas aconteció con la creación de la Empresa Nacional Siderúrgica (ENSIDESA) que hoy en día es ArcelorMittal, cuando la población se multiplicó en pocas décadas. La Ensidesona comenzó su actividad en 1957 pero su construcción arrancó 7 años atrás


Al principio la gente, muchas veces familias enteras que venían desde toda España, dada la ingente necesidad de mano de obra, vivía donde podía; al ser Avilés aún pequeño todo esto eran aldeas, por lo que llegaron a habilitarse hasta cuadras, hórreos y cobertizos antes que se hiciesen los primeros barracones. Luego se construyeron los primeros poblados de trabajadores


Tras ello, en un fenómeno que arrancaría a continuación, principalmente en el periodo 1980-1990,  pero que llegará a sus grandes cotas y en continuo crecimiento, pese a las "crisis del ladrillo acontecidas", durante el siglo XXI, sería el de la gran demanda de vivienda, lo que hizo construir nuevas urbanizaciones, tanto en terrenos antes sin edificar, como sustituyendo a los antiguos barrios obreros, los cuales o desaparecieron o se transformaron, mejorando sus en principio pésimas infraestructuras, haciéndose zonas residenciales, en un proceso que continúa en nuestros días


Asoma, sobre las copas de los eucaliptos, un poco del embalse de Trasona, propiedad actualmente de ArcelorMittal y que se puso en servicio en 1957 para suministrar agua a Ensidesa y abastecer de agua potable a la creciente población que se asentó en estos barrios, empleándose también con fines lúdicos y deportivos. Está formado por El Ríu Alvares, que justo después será de los que formen La Ría de Avilés y también recibe agua del 'lejano' Narcea, canalizada hasta aquí por una conducción hidráulica de 27 kilómetros. Poco más a lo lejos reconocemos algunas instalaciones fabriles, por cuyas inmediaciones viene procedente de Tamón el ramal 'gijonés' del Camino Norte, presto ya a reunirse con este 'ovetense' por el que vamos nosotros. En la lejanía es la zona de Piedramenuda y La Piñera, entre la parroquia avilesina de Valliniello (San Pedro Navarro) y la gozoniega de Santiao Ambiedes. Observemos las inmensas plantaciones de ocalitos


Y tal y como subimos, así bajamos, aunque no nos apoyemos con toda nuestra fuerza, pues no es nunca conveniente, hagamos uso de la barandilla para evitar resbalones en esta bajada


Asoman a la izquierda los tejados de más casas de El Portalgo o El Portazgo, situadas en el cruce de la AS-17 con el ramal que sube a la campa de La Consolación. El antiguo peaje da nombre a toda esta zona al norte de Nubleo, aunque actualmente quizás se conozca más por el de la ermita


El sendero, aunque estrecho, siempre suele estar plenamente expedito, pues suele limpiarse y acondicionarse periódicamente, especialmente durante las fiestas, otra de las grandes tradiciones romeras de Corvera


Vemos que la acerca continúa por el margen derecho, lo que nos permitirá continuar sin problemas hasta el núcleo urbano de Los Campos


El único inconveniente pues, es tener que volver a cruzar la carretera en este lugar, sin semáforo ni paso de peatones; insistimos, ojalá cuando vengáis este asunto se haya subsanado


Una vez cruzado, sigue también junto a la acera la barandilla que nos separa del precipicio hacia el desfiladero, yendo hacia la tanto tiempo hace, arruinada casa de El Portalgo, en medio de una curva cerrada a la izquierda. Aquí se detendrían los arrieros, las gentes de los pueblos y demás viajeros con mercancías destinadas a los mercados avilesinos para abonar la correspondiente tasa


Por supuesto, existen aquí, como en otros lugares similares, las correspondientes historia de cómo a veces se burlaba el control de paso, si bien muchas se han perdido dado el tiempo pasado desde que el puesto dejó de estar operativo


En cuanto a la carretera, queremos compartir el artículo que a ella le dedica el cronista avilesino Alberto del Río Legazpi en El Comercio-La Voz de Avilés titulado Carretera de Avilés, un camionero cantaba, del 24-3-2019:
"Asturias siempre ha sido, en gran parte por lo accidentado de su geografía, un desastre en cuanto a infraestructuras por tierra, mar y aire. Un ejemplo muy cercano está en las carreteras y calles con altos niveles de tráfico. 
Recuerdo que de niño, tan defectuosas las veíamos que -cuando jugábamos en la calle Llano-Ponte– llegamos un día a deformar la letra de la famosa canción tradicional ‘Carretera de Avilés’ que era (y es) «Carretera de Avilés, un carretero cantaba, al son de los esquilones que su carreta llevaba», por otra que considerábamos más adecuada a la realidad: «Carretera de Avilés, un camionero cantaba, al son de los reventones, que de sus ruedas llegaba».  
Eran los febriles años cincuenta, de montaje de la factoría de Ensidesa, cuando el aumento de tráfico de transporte pesado por la calle Llano-Ponte (entonces con circulación en dos sentidos) con viejos camiones entrando y saliendo por el carcomido puente metálico de San Sebastián llegó a ser brutal. 
Hasta entonces -y visto desde hoy- habían sido llevaderas las carreteras de Avilés, ciudad en la que nació y residió (alternando con temporadas en París) Juan de Llano-Ponte personaje obsesionado con modernizar las pésimas infraestructuras viarias regionales para lo que se valía de la prensa escrita (El Faro de Asturias) publicando documentados estudios bajo el pseudónimo de ‘Juan de las Carreteras’. Su trabajo no cayó en saco roto y consiguió -milagrosamente creen algunos- que se construyera la carretera que une Avilés con Grado, uno de sus desvelos. 
Las principales carreteras que parten o llegan a la villa avilesina tienen poca historia y mucha curva. La que comunicaba con Gijón había sido diseñada discurriendo por el valle que hay entre Prendes y Tamón tal y como, había sugerido Gaspar Melchor de Jovellanos en uno de sus viajes a Avilés, en 1794, tal y como recogen sus ‘Diarios’. 
La que une la ciudad con Oviedo fue planificada por el ingeniero Severo Robles quien también dirigió su construcción finalizada en 1847, teniendo sus principales escollos en el alto de La Consolación, paso a nivel de Cancienes y alto de La Miranda. 
Pero a partir de la instalación de la gran industria (década de los cincuenta) ir a Gijón (cerca de una hora) se convirtió en un suplicio por la estrechez de la carretera (con dos direcciones) y los cientos de baches en el firme que causaban constantes reventones de neumáticos sobre todo en los camiones. Tampoco andaban bien las cosas en la vía que comunicaba con Oviedo cuya conexión en Lugones con el tráfico procedente de Gijón convertía la ruta en un calvario para llegar a la capital, algo que se conseguía generalmente una hora después de partir de Avilés. 
Este penoso tráfico terrestre duró hasta el año 1976 con la entrada en servicio de la Autopista conocida como la Y (y griega) por unir Oviedo, Gijón y Avilés. Aquello fue un salto del cero al diez, del negro al blanco, de Solari a Zidane. En cualquier caso, un acontecimiento histórico para Asturias porque aparte de ser la primera autopista de la región, la más larga de España libre de peaje y tener un revolucionario firme antideslizante… era un valioso instrumento para la creación, en el futuro, de una nueva vertebración urbanística y sociológica de un área metropolitana (formada por el conjunto de los tres municipios que además se irían soldando entre sí) de más de 800.000 habitantes. Hoy, estamos en aquel futuro, y seguimos sin ponernos de acuerdo. 
Los miles de millones de pesetas que costó la nueva autopista fueron de los mejor gastados en la historia de Asturias. Fue inaugurada oficialmente el 13 de febrero de 1976 por un ministro de Obras Públicas asturiano (Antonio Valdés González-Roldán) admirador, como no, de Jovellanos. En dicho acto tuvieron protagonismo los alcaldes de Oviedo, Gijón y Avilés (que entonces era Ricardo Fernández, popularmente conocido como ‘Rico’). 
La Y (como se la conoce) va camino de soportar 500 millones de circulaciones de vehículos sin grandes reparaciones en su firme, algo que los técnicos consideran inaudito. Y eso lo hizo posible la técnica de construcción del mismo importada de los Estados Unidos y consistente en una capa de árido sobre la que se asienta otra de cemento y sobre ésta otra más de hormigón (un total de 62 cm de grosor). El firme resultante fue raspado (1.5 milímetros de profundidad) en estrías cada 25 milímetros (kilómetro a kilómetro) lo que proporciona una mayor adherencia en terrenos abundantes en lluvia como el asturiano aunque también más desgaste de neumáticos (vaya lo comido por lo servido) y mucho ruido ocasionado por las rodaduras. 
La Y -actualmente integrada en la autovía del Cantábrico, eje del norte atlántico español que une Portugal con Francia- ha reducido los tiempos de viaje entre las tres mayores ciudades asturianas a menos de la mitad. 
En cuanto a los camiones (circula uno por cada diez vehículos en la autopista) siguen sufriendo el mal estado de algunas calles de Avilés. Tanto es así que Gaspar Llamazares, hace unos cinco años y siendo un reconocido líder de IU, preguntó al Gobierno de España en el Congreso de los Diputados por su arreglo ya que Fomento y Ayuntamiento se pasaban la pelota sobre quien tenía que cargar con el muerto de la reparación de la carretera nacional N-632 a su paso por Avilés, en la zona conocida como Jardín de Cantos. Y quizá influenciado por este último término se animó el diputado y preguntó al Gobierno español si los avilesinos tendrían que variar la letra de su tradicional canción por otra que dijera «Carretera d’Avilés, un carreteru clamaba, polos baches que la vía, N 632 presentaba…». 
No rimaba muy bien Llamazares, pero el caso es que despelotamos las canciones con gran facilidad y lo mismo utilizamos la conocida canción avilesina como argumento político, que convertimos en himno regional un cántico lúdico (‘Asturias Patria Querida’) con el que se remataban las juergas (en toda España) a las tantas de la madrugada.

            ¿Algún día tendremos noche tranquila y serena?"


El hilo conductor del artículo de Legazpi es, efectivamente, la canción Carretera d'Avilés, una de las más clásicas, cantadas y versionadas de la canción asturiana, que dice así, en una de sus múltiples variantes:
 Carretera d'Avilés
 un carreteru cantaba
 al son de los esquilones
 que so parexa llevaba.

 Marineru arría la vela
 que ta la nueche tranquila y serena.

 Nueche tranquila y serena
nun ye bona pa rondar
 porque pa los namoraos
 ye meyor la escuridá.

 Marineru arría la vela
 que ta la nueche tranquila y serena.

 La gaviota que yo quiero
 nun taramiella la mar
 lleváronla vientos ruinos
 anque nun había tempestá.

 Marineru arría la vela
 que ta la nueche tranquila y serena.


Al fondo, cubierta de vegetación, está la que fue la casa del portazgo propiamente dicha. Cuando dejó de usarse para el fin recaudatorio para el que fue construida, la casa del portazgo carretero fue abandonada y se construyó al lado esta casería con vivienda, cuadra y otros usos campesinos que, abandonados también, han provocado la lamentable ruina del conjunto pese a su destacado interés histórico


Desde la barandilla contemplamos su fachada, desmoronándose, a la vez que el entorno se ve tragado por la vegetación que crece en la cuneta


El antiguo portazgo, aún más tapado, parece conservar eso sí algunas paredes de piedra y, en ellas, algún elemento importante y de interés


Vanos de sillería y, en la parte inferior de este muro, a la izquierda del pasillo que separa el portazgo de la casa, hoy cerrado con una portiella de madera, vemos un llamativo hueco


Esta piedra labrada con agujero a ras de suelo es de donde salía la cadena que se extendía de lado a lado de la carretera para cerrar el paso y controlar la mercancía que entraba en la ciudad 



La antigua entrada; a base de reponer capas de asfalto para reparar la carretera a lo largo del tiempo las casas van quedando a un nivel sensiblemente inferior respecto del de la calzada


El resto del edificio, cubierto de hiedra, es fácil que los peregrinos ni siquiera se percaten de su existencia al pasar



Las señales de tráfico advierten a los automovilistas de lo cerrado de esta curva de la carretera, que empieza aquí a bajar


Otra de las antiguas caserías del lugar, esta restaurada y bellamente conservada, incluso con su hórreo, con corredor y un faldón que protege su parte más expuesta, la que mira al norte. Al fondo, las colinas de La Rozona, al sur de Los Campos, con El Monte les Canteres (184 m) en lontananza


A nuestra derecha, vemos desde la barandilla la salida del desfiladero de La Consolación hacia Los Campos y Trasona, con Entrevíes al fondo


El ferrocarril con su puente, identificado por las barandillas, sobre El Ríu Maribón o L'Ablaneda que, al otro lado, da sus aguas al Alvares. La vegetación, frondosa y selvática, oculta sus riberas


Entrevíes es, etimológicamente, como decir 'entre caminos' y acaso se refiera a lo que fue un lugar entre importantes caminos reales, este, que comunicaba con la capital asturiana y con Castilla, y el costanero, más al norte, ambos sustituidos por las carreteras AS-17 y AS-19, caminos oficiales a Santiago, tras perderse el trazado de los primeros


Allí las casas conforman un antiguo poblado obrero de viviendas unifamiliares que forman calles lineales que en la actualidad llevan el nombres de escritores asturianos; esa primera es la calle Pepe Galiana y detrás están las de Antón de Marirreguera y Pepín de Pría, de la que arranca El Camín de Santa Cruz, otro barrio sito en las inmediaciones


Si el crecimiento de los ocalitos nos lo permite veremos un poco más del embalse de Trasona. Más allá reconocemos las praderías de La Piñera y Perdones, en la parroquia gozoniega de Santiago Ambiedes


Sigue la curva, ahora no tan pronunciada, y sigue la cuesta abajo en El Portalgo


Según nos acercamos a áreas urbanas e industriales es fácil que vaya aumentando la densidad del tráfico, a veces muy intenso en este lugar


Arriba en La Rozona, vemos más naves industriales, que se extienden a lo largo de la colina, por donde discurre la carretera AS-233, son las del Polígono Industrial Los Campos y el Polígono Industrial Sánchez Cima, en otro de los accesos a Avilés


La Rozona es un aumentativo de roza, "Un terreno poblado de maleza y convertido en finca aprovecha ble se designa en asturiano, entre otras, con la expresión roza, pala bra que pertenece a una amplia familia de gran vitalidad en nuestra lengua, como rozar ‘cortar la maleza de los setos, de las fincas’, rozu o rozadura ‘maleza", nos dice García Arias de su porqué y etimología


Tras una curva sigue otra, pues la carretera zigzaguea perdiendo altura, recordemos que salvar por encima el desfiladero de La Consolación fue toda una epopeya de ingeniería para la época, como lo fue las cuestas de La Miranda, paso entre Llanera y Corvera


A nuestra izquierda vemos el camino que sube a la campa de La Consolación, la pradería en la cima de Peña Corvera poco más arriba de la capilla en donde acabamos de estar, las cuestas donde se localizó en 1995 el "túmulo neolítico de planta ovalada y 1,5 m de altura", como indica el Diccionario geográfico de Asturias, que demuestra tanto el antiquísimo poblamiento de estos parajes como su consideración como espacio sagrado


El camino sube además al cementerio municipal de Nuña, otro de los barrios de la parroquia de Cancienes, así como a las aldea de Bango, un poco más allá, origen de la familia de los Bango, fundadores de la ermita de La Consolación


Aquí sí tenemos un paso de peatones, algo que se necesita en nuestra opinión en la otra subida a la ermita. Un semáforo ya sería formidable


Viejas ruinas a nuestra izquierda, nos acercamos ya al puente sobre El Ríu Martimbón, donde acabará esta bajada y empezará la cuesta de Los Campos


Tal y como indican estas señales en el acceso a una finca, cerrada por altos cipreses que forman un muro vegetal


Y límite de velocidad en esta siguiente curva, muy cerrada, donde la carretera pasa sobre el río


A la izquierda, el río viene a señalar la frontera entre la parroquia de Cancienes y la de Los Campos, ambas en Corvera, recalcamos. Es posible que ni lo veamos, totalmente tapado por hierbas, helechos, arbustos y demás plantas ribereñas


Sobre nosotros, además del Monte les Canteres, en El Ricao, vemos Los Pradones, La Trapa y La Pontona, divisoria de estas parroquias con la también corverana de Molleda, otro valle que extendido de sur a norte, constituía otro de los accesos directos a Avilés desde el interior


Observemos lo cerrado de la curva y cómo la vegetación tapa incluso el ojo del puente, que es bastante alto


Una intrincanda selva se forma en la ribera, donde antaño había prados


Y así entramos en la parroquia corverana de Los Campos, cuyas casas se emplazan a partir de lo alto de la colina, a unos 58 metros de altitud, que ahora no vemos desde aquí, en lo profundo del valle, dando vista a estos campos que le dieron nombre y que caen hacia la frondosa orilla


Cruzado el río empezamos a subir, yendo primeramente hacia el Polígono de La Consolación, cuyas naves vemos al fondo


Y arriba a nuestra izquierda las de los polígonos de La Rozona, bajo los eucaliptales de Les Canteres


Campo e industria, esta vaca pastando apaciblemente simboliza el paso del agro a la urbe en nuestro camino de entrada en Avilés y su área urbana, que traspasa fronteras concejiles


En lo alto, entre pumaraes de manzana de sidra y otros frutales, algunas casas de la parte más rural de La Rozona, junto a la citada carretera AS-233 (Los Campos-Trubia)


En esta cuesta de Los Campos siguen acera y barandilla, asomadas al zarzal infranqueable que crece en la ribera


Junto a la barandilla, paralela a ella y justo en el borde, se conservan algunos muretes que separaban la carretera vieja del precipicio al río, ahora totalmente cubierto de intrincada maleza


Ahí crece un gran carbayu, posiblemente de los muchos que antiguamente daban sombra en los antiguos caminos, tal que este



A su sombra, llegamos a la entrada al Polígono Industrial de La Consolación, donde la curva hace otra curva cerrada, ahora a la izquierda, para ir ganando altura y llegar al casco urbano de Los Campos, al norte de Corvera, bajada a Les Vegues y puerta del gran área urbana en torno a Avilés, la cual se prolongará hasta Piedras Blancas, ya en el concejo de Castrillón, por donde proseguirán nuestros pasos a lo largo del Camino de Santiago del Norte tras visitar la Villa del Adelantado con su casco histórico, barrio de Sabugo y la cuesta de San Cristóbal








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