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domingo, 13 de septiembre de 2015

EL CAMÍN DE LA PLATERÍA Y PEDROSA (SARIEGU, ASTURIAS) LA CUESTA PEDROSA, LA VIZCAÍNA, LA CASONA Y AGUAPRIETO BAJO LOS TÚMULOS DE EL CANTÓN Y VALLOBERU EN LA LLOMBA

El Camín de la Platería y Pedrosa (Sariegu)

El Camino de Santiago del Norte, en su versión a la Sancta Ovetensis, es decir, en su histórico itinerario jacobita y salvadorano a la catedral ovetense se San Salvador, porque "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor", ha entrado en el concejo de Sariegu desde Villaviciosa por el Altu la Campa y, bajando por Figares y el antiguo campo de La Madalena, solar de la desaparecida capilla de esta advocación, que dependió del monasterio de Valdediós, enlaza con El Camín de la Platería, pasando de la parroquia saregana de San Román a la también saregana de Santiago, camino del primer pueblo de esta parroquia que vamos a recorrer, Pedrosa, que ya vemos más allá del boscaje caminero


Pedrosa, en la planicie del valle de Sariegu, donde nace El Ríu Ñora o Nora, debe su nombre a la abundancia de piedra, bien de las canteras próximas o bien de las antiguas 'balatas' o losas, un arabismo que, por evolución fonética, dio en plata, llamándose caminos de la plata o de la platería a muchos de los principales caminos empedrados o enlosados, aptos para el óptimo paso de carros, antecedente de las carreteras, como la famosa Vía de la Plata, otra cosa son las leyendas relativas a esta coincidencia de nombre con el preciado metal



El Camín de la Platería se toma bajando de Figares a la derecha, junto a La Llosa l'Abá, entre El Camín de Entremañes y este, prado cuyo topónimo hace referencia a las antiguas posesiones del abad y monasterio de Santa María de Valdediós por gran parte de la tierra de Sariegu desde su fundación en 1200 hasta la desamortización de 1835


El origen de Pedrosa podría estar en una antigua villa mencionada en un documento de 1208 pero que sería muy anterior, tal vez una villae agrícola de época romana o altomedieval. En Pedrosa además se unen dos caminos reales, este que aquí es El Camín de la Platería y, abajo el que viene del oriente de Asturias por el valle del Piloña, actual carretera SR-1 de San Román a Vega (la capital de Sariegu), que es por el que vamos a ir nosotros, a la izquierda del monte La Berruga (347), que vemos al fondo. También en Pedrosa se separaba de este otro que se dirigía a la izquierda de dicho monte, a Santianes, siguiendo la vega del río, todos ellos eran llamados El Camín Rial o Real, es decir, 'del reino', lo más parecido salvando las distancias de la actual 'Red de Carreteras del Estado'


A la izquierda en el cruce con El Camín d'Entremañes o Camín de Figares, un mojón jacobita y una placa, ambos con flecha amarilla, nos dirigen a Pedrosa por la cercanía de La Llosa l'Abá


A la derecha, en una parcela, hay una vivienda de relativamente reciente construcción, detrás de ella es La Cuesta, la ladera sur del monte La Llomba, cuya cima hace frontera con Villaviciosa. En La Cuesta tuvo propiedades también el monasterio de Valdediós, buena parte de las cuales atendían con sus rentas el mantenimiento de la capilla de La Madalena, también de su propiedad, así como del capellán, nombrado por el abad; de ahí que unos prados cercanos reciban los significativos nombres de El Capillanín y La Capillanía


El Camín de la Platería hace tiempo perdió su empedrado o enlosado que le dio nombre, cuando las carreteras sustituyeron a los caminos reales estos quedaron relegados a vías pecuarias o de comunicación local (cuando no desaparecieron), siendo transformados según conviniese a su nuevo cometido. La piedra solía ser empleada para construcciones y a la senda, ahora de tierra, se le aplicaron capas de zahorra al recuperarse dentro de los trazados xacobeos desde los años 1990


A nuestra izquierda más allá de La Llosa l'Abá, el otro Camín Rial es en Sariegu ahora la carretera local SR-1 que comunica San Román con Vega, la capital del concejo. Más allá es El Rebollar o El Rebollal, parroquia de Santiago de Sariegu, pero lugar próximo a la divisoria parroquial en El Llendón. Por el sur, el monte L'Enguilu separa Sariegu de Nava y el valle del Ñora del valle del Piloña. En la lejanía asoman los picachos de Peñamayor, entre Nava, Bimenes y Llaviana


Abajo en la SR-1 vemos la primera casa de Pedrosa nada más pasar de San Román a Santiago, en las inmediaciones de los lugares de Gallegos y El Cantón, con la Finca Maeza enfrente, criadero ecuestre con famosa yeguada, donde estuvo La Casería Granda; al otro lado, al pie de L'Enguilu, pasa el Ñora "nombre con el que es conocido el río Nora en el concejo de Sariego", nos dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias, "en cuyo territorio nace en la fuente llamada de Ñora (Valvidares, San Román de Sariego". Allí molía antaño El Molín de Tramesagües y se pescaba trucha, mientras que en el monte trabajaban los caleros de Solacárcoba, cociendo caliza para hacer cal


El Camín de la Platería, muy llano o en muy suave bajada, serpentea ligeramente siguiendo la orografía de la falda meridional de La Llomba cuando esta llega al valle en La Cuesta Pedrosa, llamada antes La Cuesta Figares


Un antiguo bebederu o abrevadero, a donde se traía el ganado a beber antes que se dispusiese de agua corriente. La existencia de fuentes como las de La Canal y Gallegos dio origen a leyendas relacionadas con el brillo de sus aguas al sol, semejante al de la plata, lo que daría nombre al camino. Sin embargo etimológicamente parece una teoría descartada para dar explicación de este topónimo viario


Les sebes o setos silvestre flanquean el Camino y lo separan de las fincas colindantes, con mucho arbolado. A la izquierda, una pumarada en flor


Todo un espectáculo visual que apenas dura unos días, en plena primavera, y que muchos peregrinos tienen la oportunidad de admirar a su paso por estás tierras de la llamada Comarca de la Sidra, formada por los concejos de Sariegu, Villaviciosa, Colunga, Cabranes, Nava y Bimenes


El Camino llanea y es sumamente bello en un de esos maravillosos tramos sin asfalto y sin tráfico, en medio de la campiña en las cercanías de El Cuadrón, donde nace La Fuente Gallegos



Un poco de murete cierra un tramo de la finca de la pumarada que llega, al otro lado, a la carretera SR-1, a la que nos uniremos enseguida, al llegar a las casas de Pedrosa


Tras la bajada de La Llomba puede decirse que el trayecto va a ser mayormente llano por todo el concejo de Sariegu salvo en algunas pequeñas cuestas en Vega, Barbechu y Aramanti, es más, no habrá 'puertos' significativos como el del Altu la Campa hasta más allá de Oviedo/Uviéu, tanto si seguimos por el Camino del Norte como por el Camino Primitivo



El Fondón es una antigua tierra de labranza justo donde empieza La Cuesta Pedrosa, en Gallegos, aquí el este de Pedrosa y cerca de La Faza la Fuente



Más arriba, toda la parea (ladera angosta y que tiende a la verticalidad) de la falda de La Llomba, por El Bustiu hacia las cumbres del Altu Valloberu (606 m), frontera con Villaviciosa. Hasta la Carretera la Campa, que discurre prados arriba, predominan las fincas separadas por sebes de La Mesada, La Vallina Baxo y La Vallina Riba. Luego de la carretera en adelante, por La Pintona arriba, hay plantaciones de ocalitos y casi en la cima abundan les cotollales o tojales. En lo más alto hay majadas, con pastizales, alguna plantación de pinos y varias matas de arbolado autóctono. En las cercanías estuvo la cantera de La Faza'l Sopeñón


Según nos acercamos a las casas y a la carretera El Camín de la Platería se hace de suelo duro de hormigón para facilitar el acceso rodado a estas fincas, en alguna de las cuales se han edificado viviendas recientemente


El Camino hace aquí ahora un poco de curva a la izquierda, justo a lado de este prado en cuesta donde empieza la falda de La Cuesta, valga la redundancia. Hasta la desamortización de 1835 la mayor parte de estos campos pertenecían al monasterio de Valdediós



Valdediós, como el convento ovetense de San Pelayo, ejercieron un dominio severo sobre Sariegu, donde tenían numerosos intereses, tanto fue así que en 1272 hasta Alfonso X El Sabio hubo de revocar la carta puebla concedida al concejo dos años atrás pues el aforamiento real en base a ella de sus habitantes afectaba negativamente los intereses monacales que arrendaban, muy ventajosamente para ellos, estas tierras, lo que no estuvo exento de revueltas, como la de 1413, cuando varios sareganos irrumpieron en el Coto de Valdediós llevándose varias cabezas de ganado, siendo posteriormente los encausados castigados con una fuerte multa


Valdediós, fundado como monasterio cisterciense o bernardo en noviembre de 1200, recibió sus bienes en Sariegu de manos de Alfonso IX de León y su esposa Berenguela de Castilla, pero San Pelayo ya los obtuvo anteriormente, en marzo de 996 de manos de Bermudo II, un documento excepcional por cuanto plasma los límites sareganos y su diferenciación respecto a Siero o Villaviciosa por ejemplo



Valdediós centraba sus dominios sobre todo en la parroquias de Santiago y San Román, mientras que San Pelayo lo hacía en Narzana, si bien también por aquí al recibir en el siglo XVI las de San Bartolomé de Nava, monasterio que absorbió y el cual, a su vez, había recibido anteriormente las de Santa María de Villamayor en Piloña y San Martín de Soto en Parres, es decir, todos los cenobios femeninos en el valle del Piloña que se integraron en Les Pelayes:
"El abad de Valdediós era el mayor propietario de Sariegu con 531 fincas cuya producción calculaban era de unos 694 "días de bueyes" en tierras, en tanto que la superficie de los prados producía más de 291 carros de yerba, además de otras pequeñas parcelas dedicadas al cultivo del lino; esas fincas se extendían por las parroquias de Santiago y San Román, según el Libro de Apeiso de 1622. El monasterio de San Pelayo aumentó sus bienes al absorver, en 1530, los que tenía en nuestro concejo San Bartolomé de Nava y con ello los que habían pertenecido a Santa María de Villamayor y a Soto de Dueñes; según el libro "Hacendado Mayor del Principado de Asturias", realizado en el año de 1752, San Pelayo tenía 74 fincas que sumaban 476, días de bueyes (el 55% en Narzana, 27% en Santiago y 18% en San Román). La superficie de esas fincas estaba muy fragmentada, sobre todo las que pertenecían a Valdediós..."


Desde aquí apreciamos muy bien como la llanura de La Vega entre Santiago y San Román da paso a las cuestas de La Cuesta por la zona de Gallegos, Formigueru, La Mesa, Solamena, Bayumolín, y otras fincas, prados y faces o hazas en la divisoria parroquial. Escribe el Cronista Oficial del concejo Florencio Friera Suárez lo siguiente en su libro Sariego de la serie Asturias concejo a concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA):
"Las posesiones monásticas no eran sólo de tierras, sino que también tenían otros bienes como casas, hórreos, molinos o préstamos (censos). La abadesa ovetense y el abad de los bernardos ejercieron, además, derechos feudales o señoriales durante mucho tiempo sobre los sareganos, como los de sernas y de mañería, hasta épocas muy tardías. Lo que no implicaban tuviera un dominio jurisdiccional sobre los sareganos, celosos defensores de sus libertades en un concejo de realengo como prueba la documentación bajomedieval.

Por ejemplo, el monasterio de San Pelayo ejerció el derecho feudal de nuncio y mañería (los foreros sin hijos no podían transmitir directamente el foto a sus herederos, revirtiendo al monasterio), cuando hizo un nuevo contrato de foro, tras la muerte de un "mañero", a personas que no eran descendientes del anterior forero o dueño del dominio útil de los bienes en cuestión, según consta en documentos de los años 1362, 1436, 1469, 1479 y 1509. Es decir, en el largo tiempo de cambio de la Edad Media a la Moderna, esos derechos señoriales son cuestionados progresivamente, como prueba la presencia de campesinos enfrentados por tal razón a la abadesa que defiende los intereses de su monasterio".

A lo lejos, al sureste, Cantu Altu, en lo alto de L'Enguilu por donde va la carretera de San Román a Nava, la AS-357 y, a su izquierda, Acéu, también en San Román, en la ladera del Monte'l Castillo, hábitat castreño que constituye uno de los precedentes poblacionales estables de los actuales pueblos de Sariegu, de ahí la leyenda popular que dice que Acéu es el pueblo más antiguo y origen de la parroquia vecina


Con la romanización llegarían las villae, como la de Pedrosa y en base a ellas, como unidades agropecuarias de explotación, gestión y administración del territorio, se afianzaría el poder de los monasterios al ser cedidas a estos por los monarcas ya desde la alta Edad Media, seguimos leyendo a Friera Suárez:
"Aparte el dominio territorial y el ejercicio de derechos feudales por ambos monasterios, según quedó resumido, hay indicios de que el abad de Valdediós tuvo jurisdicción sobre Sareigo, es decir, al dominio territorial se añadió un señorío jurisdiccional muy poco después de que los monjes blancos se establecieran en el lugar que cambiaría su primitivo nombre de Boiges por el de Valdediós. Pasados tan sólo siete años desde la fundación de este monasterio, su abad figura como representante del último rey leonés, Alfonso IX, en Sariego: "tenente sarego illo abbate de Valle Dei". Tal título se inscribiría dentro de la característica general de los privilegios reales concedidos a los monasterios asturianos; entre esos privilegios destaca el de la "inmunidad" concedida por los monarcas a determinados lugares de sus dominios, frecuentemente contiguos al asentamiento del monasterio, lo que se concretaría en el juicio a los sareganos asaltantes del coto de Valdediós, documentos años después..."

Las donaciones regias no impidieron que Sariegu se rigiese como concejo y que, como hemos visto, llegase a tener hasta una efímera carta puebla, si bien durante un cierto tiempo difícil de precisar parece haber estado inscrito de Siero, pues sí aparecen sus límites noroeste y sur dentro de este en la carta puebla sierense de 1270, se reconoce en reuniones del siglo XVII el pago de los jueces y regidores de Sariegu de seis reales por derecho de fuero al Ayuntamiento de Siero


Como contraste, en 1697 el erudito monje Fray Alonso de Silva y Arteaga escribía que Sariegu es "porción antigua de Siero, aunque de muchos años a esta parte concejo distinto" y, que, considerado concejo realengo en la baja Edad Media pese a las posesiones monásticas, participarán con sus propios representantes en la constitución de la Junta General del Principado de Asturias en el monasterio ovetense de San Francisco en 1444 


Acabando la Edad Media, cuando Sariegu tenía alférez mayor, regidores y dos jueces, un nuevo poder territorial se afianzará sobre las tierras de Sariegu además del de los monasterios, que continuará, el de las familias nobiliarias, empezando por los Vigil-Quiñones desde su palacio de Moral, la antigua capital, procedentes de Santolaya (Siero) en 1535 gracias a un ventajoso contrato de foro:
"El poseedor en tercera vida de este foro, Bernabé de Vigil el viejo, pasó veinte años en Sariego, donde consiguió afianzar la posición de su linaje, desplazando a la antigua familia de los Alonso de Moral, ocupando cargos en el concejo -escribano, regidor, juez, representante en la Junta General del Principado- y fundando, en 1616, con su segunda mujer, María de Quiñones, mayorazgo en don Toribio Vigil Quiñones, quien lo transmitió de forma directa a sus sucesores hasta finales del siglo XVIII cuando la última heredera directa se casó con el cortesano don Luis García Pando Echaburu".

También en Pedrosa hubo hidalgos de la pequeña nobleza rural saregana, los Fernández de Riba, "hasta que perdieron el mayorazgo tras un pleito que comenzó en 1619 y terminó en 1722. con los García Poladura de Rozaes (Villaviciosa); por ello su influencia en la vida local fue seguida por los Fernández de Riba, de Santianes", con solar en este pueblo al sur de la parroquia y al otro lado del valle


El Camín de la Platería llega aquí a su final, en la carretera SR-1 que tenemos enfrente, aquí se unen el Camín Rial que ha bajado de La Campa o Altu la Campa con el que viene del valle del Piloña entrando en Sariegu por La Portellona procedente de Cabranes, una de las vías que enlazan dicho valle con este del Ñora o Nora, formando un gran pasillo natural del oriente al centro de Asturias, el cual vio también el paso de peregrinos, si bien no a alcanzado el reconocimiento como Camino de Santiago oficial


De la misma manera que en Pedrosa estos dos camino se unen, otros dos se separan, el nuestro continuará hacia Vega, la capital saregana siguiendo dicho trazado oficial actual, pero otro seguiría el curso del río hacia el citado pueblo de Santianes y luego, saliendo a Nava por El Remediu y a Siero por Lieres, enlazar allí "con el "camino francés" que desde Nava conducía a Oviedo", informa Friera Suárez, otra ruta antigua, vinculada como dice su nombre con las peregrinaciones a Santiago y San Salvador, no incluida en la red jacobita actual pero sí en el Camín de los Santuarios, de la Sancta Ovetensis a Covadonga y Santo Toribio


Por las cercanías de los campos de Maire y Les Mariyeres, entramos en la aldea de Pedrosa por la zona más oriental del pueblo, dando vista a La Vega, El Rebollar y Granda en la distancia, bajo L'Enguilu, al sur


Nosotros, al llegar a la SR-1 dejamos El Camín de la Platería y tomamos dirección oeste, yendo a la derecha


Fijémonos en los símbolos xacobeos de la concha y la flecha amarilla, que nos orientan, como este en una columna de hormigón en el vallado de una finca, enfrente y al otro lado de la calzada



Aquí a la derecha teóricamente hay una vereda o senda peatonal, pero así estaba la última vez que vinimos, borrada prácticamente entera, al menos en este tramo



Así estaba pocos años antes, muy borrada también pero aún visible. Esperemos que cuando vengáis se le haya repuesto el color



El terreno cercado a nuestra derecha vemos tiene diferentes usos según la época, aquí esplendorosas huertas


Y aquí prado y buena vaquería, con ganado de vaques roxes asturianes, pastando al fondo, junto a la casa


Esta es la parte baja de Pedrosa, donde en la actualidad se encuentran la mayor parte de las casas, en la llanura


Más atrás se extienden por las laderas más bajas de La Llomba y, más arriba, por la carretera en La Vizcaína, que veremos desde más adelante, existiendo un núcleo aún más arriba, en Solapeña


Si bien caminamos por asfalto, el trayecto es cómodo y placentero, como en una calle mayor, con las casas a la derecha y los campos aprovechando las tierras más llanas y fértiles, a la izquierda


El tráfico suele ser mayormente escaso pero hemos de andar ojo avizor pues hay alguna curva un tanto cerrada y es una de las principales vías locales sareganas, hacia el cruce de La Carcavá con la Carretera la Campa (AS-380) y de ahí con Vega, su capital por un lado y por otro, por dicha carretera, con Santianes, su polígono y más allá en La Secada, con la autovía


Huertas en La Llosa Delante Casa, los topónimos guardan relación con el terreno en el que se encuentran


Vuelve a asomar La Cuesta Pedrosa hasta la cima de La Llomba en Valloberu por la zona de El Xalé, en esta ladera donde asoman algunas casas, como la de Casa Ramón. La de El Xalé que da nombre al lugar (chalet), está oculta por los árboles, es El Xalé de Don Pepe y Doña Ester


Por allí arriba están los prados de El Benitu, próximos a La Vizcaína, en la carretera, y La Cantera Coviella. Luego, oculto por el pliegue de La Cuesta Pedrosa bajo Valloberu es donde se encuentra Solapeña, el barrio más alto de Pedrosa, con sus pastos de La Peñona. Arriba, El Campu les Cruces, frontera con Villaviciosa, al oeste de Valloberu


Al pasar esta casa ya vemos al fondo las casas que hay saliendo de Pedrosa, las de La Cuesta y La Vizcaína las veremos mejor a partir de allí, saliendo del pueblo


A nuestra derecha hay una panera y, a su derecha hubo hasta hace años un hórreo, del que aún están en pie los pegollos. Es posible se trate de la "panera seis pies de piedra" que, según documento de 1843, fue comprada, su mitad (la otra era de María y de Baltasar Fernández), por el vecino Francisco Friera, quien en otro papel de 1850 figuraba asimismo como propietario de la cuarta parte del hórreo, recibiendo aparte la mitad del mismo por parte de los hermanos Manuel, Vicenta y Rosa Díaz ratificando lo estipulado por sus padres Joaquín Díaz y Bernarda García, según contrato hecho con el tal Francisco Friera. La otra cuarta parte era de José Hortal


Este grupo viene a ser el de mayor concentración de casas de Pedrosa, algunas pegadas unas con otras y formando bloque o hilera, entre ellas Casa Eduardo, que tuvo tienda, así como la Casa'l Ferreru Pedrosa, que tuvo fragua, Casa Teresa Nastasio, Casa Consuelo y Casa Felipe'l Camineru. La presencia de ferreros en Pedrosa se consigna documentalmente desde muy antiguo, en 1416 sabemos incluso el nombre de dos de ellos, Fernán Fernández y Martín Fernández, cuyo oficio queda constatado al ser testigos en el juicio contra los sareganos que irrumpieron en el Coto de Valdediós tres años atrás llevándose ganados


Aqui están Casa Cubillas o de Juan, Casa Aurina la de Enrique y Casa Jesús Acevo, Casa María Manolo y Valentín Sienra, el Madreñeru Pedrosa. Enfrente, el cuadro y los cuatro pegollos del hórreo desaparecido, donde ahora hay un tablón de anuncios, al lado de El Camín del Xalé


Aquí a la izquierda, La Fuente Pedrosa, con su llamativo lavadero que talmente parece una casa, al lado del Camino y dando vista a los campos al sur del pueblo


El Camín del Gurguyu, por donde sale el agua de la fuente y riega del mismo nombre. Ese podría ser el origen del topónimo La Bargaña, nombre también presente en estas extensas fincas, de la raíz prerromana bar 'vega, agua', que daría también nombre a La Barca, al sur de Pedrosa, no teniendo nada que ver con una barca de navegar. Otra propuesta etimológica para Bargaña sin embargo sería la de la antigua expresión documentada de "facer barganias", partir fincas en varas para proceder a su reparto


El Llavaderu de Pedrosa figura en el estudio Llavaderos. Censu del conceyu de Sariegu, del etnógrafo Daniel Cueli Canto, quien nos resalta su tamaño y estado de conservación, si bien se desconoce su fecha de construcción. Sus muros son de piedra y ladrillo y la cubierta, a dos aguas, de madera y teja


El bebederu o abrevadero, con sus 11 metros y medio, es aún más largo que el propio lavadero (10,12 m). Más allá está la fuente propiamente dicha


Podemos acceder al interior por este pasillo que nos lleva a la entrada, viendo estas extensas hazas, 'franjas' o fincas, faces, que se se extienden al sur de Pedrosa y junto al Camín del Gurguyu hasta El Rebollal o El Rebollar, en medio del valle, con L'Enguilu y Cantu Altu siempre al sur: La Faza Llarga, La Fazona, La Faza'l Valle, La Tierra'l Valle o La Teyería, topónimo este que revela la extracción de barro para hacer tejas y ladrillos, una teyera o tejera, industria cerámica artesanal, es posible que muy antigua dada la cerámica medieval hallada por toda La Vega, entre Santiago y San Román


Los campos de La Quintana, por su parte, podrían aludir a la existencia de una antigua quintana en el lugar, un poblamiento como el que parece hubo en Solavilla ('debajo de la villa'), como comentaremos enseguida



También está por aquí La Tierra'l Portiellu, próxima a La Bargaña y al Camín Rial, que delata su antiguo acceso a través de una pequeña portilla. Más allá estarían La Mata Baxo y Socaleru (so 'debajo', del caleru, 'horno de cal'), cerca de La Llosa Llavá, esto es, tierra 'lavada', en este caso por el agua del regueru que viene de La Fuente Bernalda, en Figares; parece ser que lo suficiente para que hubiese un molino


Por su parte, es llamativo el nombre de La Caldera, por donde pasa el regato de La Fuente'l Gurguyu, de la que se dice que echa humo a su paso por el lugar, tradición recogida por Florencio Friera y José Antonio Noval Suárez en su estudio publicado para la colección Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana dedicado a la Parroquia de Santiago, quienes recopilan estos topónimos, su ubicación y algunas curiosidades tal que esta


En La Bargaña está también La Fontanina, "por donde va el agua de las fuentes de Gallegos y El Gurguyu", dicen estos autores



En la distancia son La Llosa Granda, La Llosa les Llamarguines y La Ripanal o La Llosa Vieya, entre Granda y Pedrosa. El Barrial y El Barrialón, como Les Llamarguines y todo lo vinculado a llama, llamarga y similares delatan barrizales, algo común en terrenos tan llanos donde es fácil se encharque el agua de lluvia y regatos



Por allí va El Camín de la Bargaña que se dirige a los campos antes mencionados y, en lontananza, descubrimos algunas casas de Berros, otra aldea de la parroquia de Santiago, con los prados de La Muria, muy cerca de la iglesia parroquial antigua, cuya advocación jacobita da nombre a esta parroquia que se extiende entre La Llomba al norte y L'Enguilu al sur, ocupando el centro de Sariegu. Han sido localizados yacimientos medievales, escribe Friera Suárez en su libro sobre el patrimonio de Sariegu:
"La Muria es una finca al E. de la casería de Berros, de configuración llana con suave declive hacia el E., hacia la finca de La Barca, donde aparecieron restos humanos que alguien ha atribuido -ignoro los fundamentos- al tiempo de la francesada. Al NE de La Muria está una finca llamada Solavilla y, al otro lado, La Teyería. Topónimos que implican asentamientos humanos en una zona que estuvo más poblada que hoy en día."

La iglesia. joya del románico, es difícil de ver y de identificar desde aquí y en la distancia, por allí iría el camino jacobita 'no oficial' en los parámetros actuales, hacia Santianes siguiendo la ribera del Ñora por Carabiegu:
"La Muria y Solavilla en Berros pertenecieron al monasterio de Valdediós. Al deslindar las propiedades de este monasterio, en 1523, se menciona al "palacio de Berros". Junto a La Muria pasa el camino de Santiago, en dirección a la próxima y antigua iglesia parroquial de Carabiegu, uno de los caminos que rodean a esta finca. En el corte de uno de ellos, el del NW, se recogió cerámica peinada medieval y pegotes de teja. Los materiales cerámicos inventariados son tres: 1 fragmento de galbo, 1 fragmento de base plano, y de teja o tégula con decoración de ondas".
Allí, en el camino a la iglesia de Santiago el Mayor, en el cruce con El Camín de los Aceos, estuvo además El Serraderu de Berros. La iglesia presenta elementos prerrománicos propios del Arte Asturiano, que firmaría así, " + ROMANI PR (RESBITER) FECIT" el que posiblemente sería el primer escultor altomedieval conocido en Asturias; luego una estructura base netamente románica de los siglos XII o XIII y unas importantes intervenciones de ampliación en los siglos XVI y XVII con elementos renacentistas y otros, existiendo además interesantes pinturas. Luego más reformas en el siglo XVIII. Quemada en la Guerra Civil fue restaurada en la posguerra


En Berros, Casa Arsenio Miranda, Casa Canor, Casa Manolito, Casa Joselín con La Llosa Berros, Casa Mercedes "La Casería de Berros" y La Llosa Mercedes y El Llosón, pero sin embargo "Nada se conserva de lo que en el año 1523 era el palacio de Berros", nos dice Florencio Friera Suárez



Entre Berros y Pedrosa otra llanada, Parús, con el paraje de La Llende y, en La Muria, El Fresnu. Al sur es El Llosu'l Señoritu y, en dirección a El Rebollal, La Paserona


Visto el panorama exterior volvemos la vista al interior del lavadero con su gran pilón central de una sola balsa



Este de Aguaprieto sería, según los especialistas como Piquero García "un ciclo integral en el aprovechamiento del agua que sigue siempre la misma dirección: fuente, bebedero y lavadero" y, en cuanto a la colada en los lavaderos, el etnógrafo Adolfo García Martínez escribe en El agua en la Asturias tradicional:
"Finalmente, las mujeres de la casa lavaban con regularidad la ropa de la familia. Esta tarea se re alizaba en los lavaderos o pozos de lavar públicos o en los arroyos y ríos. No obstante, en muchos casos, el ama de casa hacía primero la colada o colaba la ropa en casa (...)

Una vez a la semana, salvo situaciones excepcionales -un nacimiento, una defunción, después de la matanza, después de la fiesta, etc.- las mujeres iban a lavar al lavadero o pozo de lavar o al río o arroyo más cercano. La ropa se llevaba en cestas o en baldes de zinc. El jabón era en pastillas, de fábrica o elaborado en casa. Más tarde, a principios del siglo XX, se fue introduciendo la lejía y el azulete. Para un buen lavado debía ponerse la ropa a remojo, que consistía en  ir remojando las piezas y enjabonando al mismo tiempo; a continuación se ponían a apradar, sobre la hierba, esto es al verde, y se regaban periódicamente para mantenerlas húmedas. Después de esto venía el aclarado, en el que se usaba más o menos jabón, hasta dejarlas limpias. La lejía era usada con moderación; sólo las piezas con excesiva suciedad se sometían a ese tratamiento.

Los lavaderos o pozos de lavar estaban construidos en pequeños arroyos o fuentes y la mayoría eran públicos, si bien cada casa podía tener su propio sitio, consistente en una piedra sujeta sobre el borde del pozo e inclinada hacia dentro (...). Sin embargo, la colocación de las mujeres en el lavadero dependía de varios factores o circunstancias (...)

El lavadero era uno de los lugares donde las mujeres tenían relaciones sociales, en especial las jóvenes. Allí se hablaba de todo y allí se informaba de las novedades de la comunidad. Los lavaderos y las fuentes públicas, que siempre solían estar juntos, dieron lugar a la aparición de una arquitectura popular, en ocasiones de gran belleza, y que en la actualidad algunos concejos de Asturias los están recuperando, pues constituye, sin duda, un elemento más del patrimonio cultural de nuestra región. Muchas de estas construcciones forman un conjunto -fuente, lavadero y abrevadero- y parte de él está cubierto -la fuente y el lavadero-".

Abierto totalmente al sur, lo que le proporciona luz natural todo el día, dispone también de dos ventanas en la pared que da a la carretera, pero altas, para que no afectasen a las personas que aquí lavaban los fríos aires del norte


Volviendo al Camín Rial dejamos a nuestra derecha El Camín del Xalé y seguimos de frente por la carretera SR-1 en dirección a La Carcavá y Vega


Y ahora pasamos al lado de la fuente, situada a continuación del bebederu, mientras continuamos con la lectura de García Martínez:
"Decir que el agua es un elemento vital para cualquier comunidad humana es, sin duda, una obviedad. No obstante, la vida cotidiana de las sociedades preindustriales dependía aún más si cabe del agua, hasta tal punto que los pueblos con poca agua eran considerados peores que aquellos en los que abundaba. En el caso de Asturias, el clima y la abundancia de precipitaciones y la orografía del terreno la convertían en una región rica en agua, razón por la cual se desarrollaron una serie de fenómenos y de industrias artesanales que tienen como componente y como fundamento principal el agua, aunque en muchos lugares el estío del verano convierta la escasez en una calamidad. 

El agua, en la Asturias tradicional, puede decirse que está presente en todos los ámbitos de su cultura: en la dieta diaria, en la vida doméstica, en la conservación de ciertos alimentos, para el ganado, para el riego, como fuente de recursos, como fuerza motriz, como medio de transporte, en muchos ritos de paso y de aflicción, en la mitología, etc. Por esta razón, los pozos, las fuentes, los arroyos, los lagos y los ríos significaron, desde siglos atrás, una fuente de riqueza, de vida y de cultura, y por eso también su uso y su control fueron siempre objetivos codiciados por los sectores más pudientes de la sociedad: monasterios y casas nobles. Pero aún hay más. Ciertos usos del agua son exclusivamente femeninos, mientras que otros lo son masculinos. Asimismo, en la topo nimia, en el refranero, en los ritos de paso y en la mitología se observa lo importante que fue el agua en la vida tradicional asturiana".

El lavadero, de frontón triangular, dispone de un grueso caño que cae en un sumidero, con un hueco para que entren bien les ferraes, los calderos, bidones, pipas latas y demás recipientes. A los lados dos buenas mesetas de piedra para ir colocándolos al igual que, a los lados, dos muretes laterales:
"La vida doméstica de una comunidad asturiana dependía, en muchos momentos del año, del agua. En este caso, era la mujer quien utilizaba y manipulaba el agua. El alimento- cotidiano y básico de cualquier casa rural tradicional era el pote, en sus diferentes versiones, y su ingrediente fundamental era el agua. Asimismo, otro de los alimentos principales de la dieta diaria de la familia rural asturiana era el pan, y el pan lo fabricaba el ama de casa. Cada dos semanas, más o menos, el ama preparaba una nueva hornada de pan -escanda, centena, trigo, maíz- y los ingredientes eran agua, harina, sal y fermento.

Por otra parte, la mayoría de las casas de Asturias, generalmente durante el mes de diciembre, realizaban la matanza del cerdo. Pues bien, el agua cumplía aquí también dos funciones importantes. Después que el animal estaba muerto, se . colocaba en el duerno, duerna o bañal (artesa grande de madera) y se derramaba sobre él gran . cantidad de agua hirviendo. De la cantidad de agua y de su temperatura y del tiempo que permaneciera el cerdo en ésta, dependía buena parte del éxito posterior de la matanza, particularmente el salado de la carne, y por eso cada casa solía tener un recipiente especial para esta función, y la víspera los hombres preparaban buena leña para calentar el agua para la matanza. Con el agua se pelaba y se limpiaba el animal antes de colgarlo. Posteriormente, las mujeres iban a lavar las tripas a un arroyo o a una fuente, otra labor fundamental en el contexto de la matanza, en este caso referente al mondongo (embutidos)".

Otra etnógrafa, Cristina Cantero Fernández, se ocupa también de la importancia y trascendencia de las fuentes en la historia de pueblos y lugares dentro de su libro El agua en la vida cotidiana. Fuentes, lavaderos y abrevaderos de Asturias:
"Las fuentes, lavaderos y abrevaderos han formado parte de la cotidianeidad de los asturianos y asturianas hasta hace bien poco, participando de todos aquellos fenómenos culturales que configuran y han configurado nuestra sociedad. Muchas de estas tramas culturales no suelen manifestarse de forma evidente, pero una mirada crítica que trascienda lo anecdótico y un enfoque adecuado que diseccione los comportamientos y normas asociados a estas infraestructuras permiten desvelar todo un universo de relaciones sociales, estructuras de poder, simbolismos de dominación y creencias. Fuentes, lavaderos y abrevaderos se convierten así en unas construcciones que reflejan la cultura de cada época histórica, a través de las cuales es posible conocer los cambios que han acontecido y también las permanencias. (...)

Hoy en día, la higiene ocupa un lugar central en nuestras vidas: empleamos mucho tiempo y esfuerzo en fregar la casa, lavar la ropa, enjuagar los alimentos que consumimos y, por supuesto, asearnos nosotros mismos. Sin embargo, el agua, que es el elemento que lo hace posible, no disfruta de la misma consideración y la mayoría de las veces nos pasa inadvertida, sin apenas dedicar un segundo a pensar en ella. Entre otros motivos, esto se debe a que obtenemos toda la necesaria de forma rápida y sin esfuerzo, con el simple gesto de abrir el grifo. Pero, antes de la llegada del agua corriente a los domicilios y hasta hace bien poco, la situación era justo la contraria. Los hábitos de higiene eran muy laxos y ocupaban un lugar secundario en el día a día, mientras que conseguir agua para beber y cocinar era una actividad prioritaria, a la que las familias dedicaban mucho tiempo y energía, yendo diariamente a la fuente y abrevadero a por agua para las personas y animales. (...)

Un repaso a las variadas utilidades del agua permite comprender que la supervivencia de cualquier familia o comunidad dependía de ella. El agua se utilizaba para elaborar pan y guisar sopas o potajes, que eran los alimentos básicos de las clases populares asturianas; para hacer el samartín; para limpiar los alimentos antes de cocinarlos; para fregar las casas y los negocios; para regar el huerto; para dar de beber a los animales; para mantener la higiene en las calles y plazas de la ciudad; para apagar los incendios; para preparar la argamasa de las construcciones, y así hasta un largo etcétera, sin olvidar que el agua también se empleaba como fuerza motriz de muchas industrias tradicionales. Casi toda ella se obtenía en las fuentes construidas o en las que brotaban de forma natural, sin olvidar los ríos y arroyos. La cantidad de agua que se necesitaba obligaba a visitarlas inevitablemente todos los días, convirtiéndolas en los lugares más frecuentados de la vecindad, como bien indica el refranero popular: «tantu va’l calderu a la fuente que pierdi ellí l’asa o la frente». La frecuencia con que se iba a la fuente varió con el tiempo, según la población fue mejorando sus hábitos higiénicos, cosa que no empezó a producirse hasta finales del siglo xix y principios del xx. A mediados de este último, las casas acudían a la fuente una media de tres veces al día, aunque había ocasiones en que necesitaban más agua de la habitual. Así sucedía cuando se tenían animales que debían abrevar en la cuadra por estar enfermos, acabar de parir o ser aún muy pequeños. Cuando se tenía pensado vender algún ternero en las ferias, se le solía engordar con una papilla de harina y salvado que igualmente requería disponer de abundante agua. Los domingos, por ser el día en que se bañaban todos los miembros de la familia para acudir a misa, también había que hacer más viajes a la fuente, lo mismo que durante el verano, cuando el calor y la sed obligaban a consumir más agua de lo normal. Hasta la década de 1930, antes de la expansión de la lejía química y otros blanqueadores, la ropa blanca se colaba en casa con agua y ceniza antes de aclararla en el río o lavadero, momento en que, de nuevo, aumentaba la afluencia a la fuente. En realidad, era raro el día en que no hubiese que acudir varias veces a ella, sobre todo si tenemos en cuenta el tamaño de las familias hasta mediados del siglo XX, que incluían a tres generaciones y podían alcanzar las diez personas". 

Seguimos camino en Pedrosa, a poder ser aprovechando el margen peatonal de nuestra derecha, que sigue una vez pasado el cruce con El Camín del Xalé


Aquí ahora, casi saliendo ya de Pedrosa, hay alguna casa también en el lado izquierdo, donde empieza propiamente la llanura 


A la derecha es La Caleyina, poco más adelante pasaremos por El Pidal


El kilómetro 2 de la SR-1 señala de paso la distancia que nos queda hasta llegar a Vega, dos kilómetros, que no olvidemos que, si bien no es un núcleo demasiado grande en comparación con las villas de Villaviciosa o La Pola, tiene albergue de peregrinos desde la década de 1990 además de bares y tiendas, por lo que es un clásico fin de etapa para muchos caminantes



Prados y cuadras de La Caleyina, cerca de Casa Carmina Rozada...


Un banco bien dispuesto para hacer una parada a la entrada de otra casa de Pedrosa


De frente tenemos las casas del Camín de La Caleyina, que se extienden monte arriba hacia La Cuesta Pedrosa, 


Dejamos El Camín de la Caleyina y continuamos sin pérdida por la SR-1 en dirección a Vega


Prados y huertas de El Pidal, por donde El Camín del Pidal enlaza con La Cuesta Pedrosa. Más arriba tenemos una magnífica vista de la falda sur de La Llomba, de Valloberu con La Llosa'l Ferreru a la izquierda al Campu les Cruces (559 m), El Cantón (643 m) El Rascañón y El Campu los Salgueros (539 m) 


Ahí están La Parea y La Parea Gudín, encima de Solapeña, donde nace La Fuente Gudín, "Acaso el reducido tiempo de domininio visigodo permanece aludido en topónimos como Gudín y su fuente en la ladera de La Llomba, al norte de Pedrosa, dicho sea con todas las reservas", escribe Florencio Friera Suárez en Sariego de Asturias concejo a concejo". El erudito filólogo Julio Concepción Suárez abunda en esta etimología del topónimo, existente en otros lugares, cuando afirma que es un "Atropónimo hispánico Gotinus, -i, derivado del germánico Gothus" en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana"


Por ahí va del Camín Rial a La Cuesta El Camín de la Caleyina, con las casas las casas de Constante Nastasio, de Manuel de Xuan, Casa Ramón, Casa Javier, Casa María Medero y Casa Aurora Mesilda


En La Caleyina, hay alguna hermosa quintana con vivienda tradicional de corredor entre cortafuegos y hórreo delante, verdadero mirado sobre el valle, donde antaño estaban las huertas, mientras el ganado solía pastar arriba, en las majadas de La Llomba, de ahí que lugares de esas majadas como El Pozu los Llobos, Valloberu o La Montería hagan referencia a antiguas trampas para espantar a ellas a las alimañas, aprovechando hondonadas y pozos kársticos abundantes en esas alturas


Valloberu, El Cantón y El Campu los Salgueros son enclaves especialmente importantespor sus túmulos megalíticos de la Edad del Bronce que reflejan el muchas veces milenario uso ganadero del monte La Llomba, pues se supone un periodo ya muy avanzando tras la revolución neolítica en el que se dominaron las artes de la agricultura, la ganadería y se abandonó el largo periodo de los cazadores recolectores


No obstante, aquellas culturas pastoriles aún debían de ser netamente nómadas o trashumantes, pues más que poblados o asentamientos demostrables nos han legado sus campos funerarios,:
"La mayoría de los túmulos de Sariego están emplazados en la cumbre de La Llomba, en torno a la línea divisoria con el concejo de Villaviciosa y próximos al camino que recorre esta sierra prelitoral, desde Valloberu, al este, hasta El Fariu, al oeste. Es un itinerario que en línea recta tiene 5.500 metros con un total de 22 túmulos, lo que implica una alta densidad. Se encuentran agrupados en las necrópolis de Valloberu (8 túmulos), Les Cruces-Campu Salgueros (4 túmulos), El Cantón (6 túmulos) y El Fariu (4 túmulos)"

Los túmulos, alineados por el canto (de ahí El Cantón) o cresta de La Llomba fueron además de espacios funerarios verdaderos hitos camineros y límites territoriales de comunidades humanas que, basándose sin duda en el uso comunal del monte, siguieron haciendo de frontera hasta nuestros días. Sigamos la explicación al respecto de Florencio Fiera Suárez:
"Muchos túmulos han cumplido la función de delimitar jurisdicciones territoriales. Valdrá la pena recordar que todavía se conserva hoy un mojón (muñón o fiensu) entre los túmulos de la necrópolis de Valloberu que es huella visible del deslinde entre los concejos de Sariego y Villaviciosa."

Otra imagen mejor de las casas de corredor de La Caleyina. Más atrás una de las casas de La Vizcaína, en la Carretera la Campa, donde arranca El Camín de Solapeña


El Xalé, en La Cuesta Pedrosa y otra casa en La Vizcaína. En Los Cuviellos, La Cuviella y La Cuvillina, donde antaño hubo pequeñas cuevas, como revela el topónimo, desaparecidas al construirse las casas, sin duda a partir de la apertura de la nueva carretera en 1852, la cual configuró un nuevo barrio del que seguiremos hablando enseguida


El hábitat de Pedrosa se hace más disperso a partir de aquí, continuamos caminando siempre en llano por esta vereda derecha, que nos proporciona esta franja de espacio peatonal


Dejamos a la derecha El Camín de Pidal y continuamos de frente por esta misma vereda...


Y este es El Güertu Pidal, desde donde vemos mejor, arriba, las casas de La Vizcaína, construidas delante de La Cantera Coviella, que hizo desaparecer aquellas antiguas cuevas que, junto con los antiguos sepulcros megalíticos de La Llomba, son dadas a leyendas como la de La Cueva les Xanes donde vivían estas ninfas, que tenían otra cueva llamada igual en Escrita, al sur del concejo, en Ñora, donde se cuenta la leyenda de la xan viajera que acudía a visitar a las de La Llomba y, tardaba siempre tantos días en llegar, que sus hijas, les xanines de Ñora, se lamentaban y se escuchaban sus llantos en toda la contorna clamando "¡ay xana má! ¿cuándo venerá?...


Se dice que La Vizcaína recibió su nombre de una mujer vasca que vivió en la primera o una de las primeras casas que se hicieron. Antaño era una de las célebres paradas obligadas en la sinuosa Carretera la Campa, donde eran célebres el Llagar de Ismael de Bastián y el chigre-tienda La Vizcaína. Casa Ismael fue un lugar de parada y fonda de carreteros y viajeros que tuvo animación y baile. De ese antiguo llagar salió la marca de Sidra La Vizcaína, que existió entre 1952 y 198


La saga sidrera había comenzado con Guadalupe Vigón, que con el menor de sus hijos fundó Lupe Vigón, mientras otros tres también abrieron llagares: El Sareganu, Foncueva y este de La Vizcaína. En la actualidad existe un llagar tradicional que, ganando varios premios, hace sidra casera. Leemos en Loca por la sidra:
"Tuvo sus comienzos en el año 1952 y estuvo funcionando 30 años (1982). Tenía su propio establecimiento, el chigre-tienda La Vizcaína. La capacidad máxima que tuvo era inferior a los 100.000 litros. Actualmente se conserva: el llagar de apertón de dos fusos de grandes dimensiones (ya no se utiliza), toneles de madera, cinta transportadora, llenadora y corchadora a piñón"


Unos metros más adelante tenemos, encima de la misma carretera, otra referencia muy importante, que empezamos a ver desde aquí



En El Camín de los Matos, ya en La Carcavá, y dando vista a lo lejos a El Pozu los Llobos y El Cantu Naval (667 m), estribaciones de La Llomba, el llagar de Trabanco Eventos, de Sidra Trabanco, empresa originaria de la parroquia gijonesa de Llavandera y fundada en 1925 que aquí inauguró este gran local en 2010


Más antiguamente y desde 1945 en La Carcavá estaba Sidra Pachu, de Francisco Peña, que había venido aquí desde el Llagar de Hipólito Sánchez en La Venta, en la también saregana parroquia de Narzana



A la izquierda del Camino más espléndidas huertas en la finca que llega al cruce con El Camín de la Bargaña, donde hay un grupo de casas



A la derecha prados, pumaradas y parcelas edificadas para chalets y viviendas unifamiliares


 Arriba, en La Cuesta Pedrosa y al pie de La Vizcaína, veremos ahora la Casa Moreno, La Casona, antigua casona solariega (con blasón en la fachada, junto a la tercera ventana a la derecha) de los Fernández de Riba, de cuya desaparecida capilla salieron los materiales para hacer el cementerio parroquial, según otra tradición. El lugar, del que se conservan los topónimos La Capilla y El Campu la Capilla, es ahora un garaje. Es hora de volver a atender a las explicaciones de Florencio Friera Suárez:
"Los Fernández de Riba, de Pedrosa, tenían capilla privada en La Casona, además de derecho a entierro en la capilla de los Reyes, en la iglesia parroquial de Santiago, que pasó a los García Poladura, de Villaviciosa. A esa capilla de La Casona debía referirse el Libro de Fábrica de la parroquia de Santiago cuando mencionan una capilla con la advocación de la Soledad, en Pedrosa. En 1708 figura como patrono Ambrosio Fernández de Riba, pero éste perdió un largo pleito que le puso don Rodrigo García Poladura, ante la Real Chancillería de Valladolid, por lo que las posesiones de los Fernández de la Riba, de Pedrosa, pasaron a los García Poladura, de Rozadas (Villaviciosa). Cuarenta años después se encontraba, como la de San Lorenzo en Ñora, "arruinada", por lo que el visitador del obispo mandó que ambas capillas "se demuelan en un todo aplicando sus despojos con qualesquiera dotaciones en beneficio de dicha fábrica como por el presente lo aplica Su Merced".

Es posible que esta capilla también recibiera la advocación de San Matías, puesto que en algunos contratos agrarios se delimitan propiedades con las que lindan con bienes de la capilla de San Matías, por ejemplo en un arrendamiento de 1797. Pero no he visto ningún documento que concretara los bienes de dicha capilla ni que tuviera capellanes.

Algunas personas de Pedrosa recuerdan la existencia de esta capilla privada, que se encontraba en el costado N. de La Casona. Y hemos de repetir que hay quien afirma que sus piedras sirvieron para hacer el cementerio de la iglesia de Santiago en la década de 1830".

La especialización ganadera del agro astur para suministrar lácteos y carne a los grandes núcleos urbanos e industriales hizo que la mayor parte de la superficie rural del concejo, como la de otros, esté dedicado a prados de pastos y siega , sin embargo veremos no pocas huertas en estos campos llanos saliendo de Pedrosa. Leemos en Sariego de Asturias concejo a concejo:
"lo que destaca de Sariego es el predominio de la superficie destinada preferentemente a prado en las zonas llanas y a pasto en las del monte -"a guadaña" y "a diente", como se decía antes-; hay una gran variedad de especies en las praderías naturales, predominando las gramíneas (dactylis glomerata, festucas, poas...) sobre las leguminosas (trifolium, lotus...). Antiguamente, había mucha superficie destinada a labores agrícolas para la producción de cereales (trigo, escanda, centeno, etc., que lentamente fueron desplazados por el maíz a partir del siglo XVII, asociado a les fabes), hasta el punto de que son frecuentes los documentos donde la tierra de labor se calcula en días de bueyes, e, incluso "linazas de sembradura" cuando estaban destinadas a recoger lino, en tanto que las praderas eran medidas por los carros de hierba que producían (tapín de dar tantos carros de yerba). Muchas de esas tierras se transformaron en praderas artificiales, o se dedicaron a maíz híbrido para forraje, o fueron abandonadas y sustituidas en zonas más altas por el matorral"


Cruce con El Camín de la Baragaña y Casa Antón de Medita, esta es su fachada posterior, mirando al norte, que se extiende un buen tramo al lado de la carretera



Pese a que caminamos por asfalto el recorrido por el valle de Sariegu es sumamente cómodo y placentero, máxime ahora que nos acercamos a La Carcavá y a Vega, donde hay sitios para parar y tomar algo, descansando y recuperando fuerzas, o incluso poniendo fin a la jornada andarina en el ya próximo albergue de peregrinos


Pedrosa va quedando atrás y en La Llomba, en la zona de Solapeña, dos topónimos de lugar llamar la atención, La Foguerina Baxo, La Foguerina y La Foguera'l Monte. Pueden referirse a quemas para pasto en una superficie donde predominan les cotollales o tojales o a lugar de antiguas señales lumínicas con fogatas como las que hubo en La Parea Fariu-Picu les Torres, encima de San Román, o en El Picu Fariu-El Torrexón, encima de Narzana. Dos topónimos idénticos fariu ('faro'), uno a cada extremo de La Llomba y del concejo, por el norte


Al pie de La Vizcaína se encuentra el lugar de El Duelu Villarín, donde nace La Fuente'l Duelu. Comprobamos cómo, al igual que en todas las zonas rurales, las nuevas construcciones siguen pautas residenciales, parcelándose para ello las fincas



La Roza Solpeñón, también en lo alto de La Llomba, hace referencia a la acción de rozar o quitar vegetación para ganar zonas de pasto, en Sola Peña, mismamente Friera y Noval nos señalan en su estudio toponímico que es un prado que antaño era monte


El Cabañón, en Solapeña, hace referencia a cabañas pastoriles en las majadas del monte, ahí están también El Campullanu, Les Cueves, Los Llanos, El Lloréu, La Llera y La Caleyona


Entre Solapeña y La Carcavá está El Rebollalón, lugar de rebollos, especie de robles, donde la carretera hace una curva cerrada y, seguidamente, es el lugar de La Granxa, en la ladera de La Llomba, al lado de Villar de Sapos. Ahí la tradición afirma que hubo población y monasterio y que cuando se araban los campos salían piedras de las viejas construcciones


Realmente hay un viso de realidad, pues se sabe que ahí estuvo La Granxa de Villagarcía, posesión que fue también del monasterio de Valdediós, tal y como nos dice el investigador Florencio Friera en su obra Patrimonio artístico y cultural del concejo de Sariego (Asturias). En nuestros días son prados de pasto, regados por La Fuente la Granxa...


El Camín de Villar de Sapos, que va a La Granxa, sale de la Carretera la Campa en La Carcavá, justo después y a la izquierda de El Camín de los Matos donde está La Colonia, que es un grupo de casas construidas hacia la misma época y entre las que destacan Casa Celio y Casa Avelino San José, artesano de la madera


También están Casa Alfredo, Casa Bartolo, Casa Moreno, que tuvo bar, y el lugar de La Cantarilla, con las de Alfredo'l Lecheru y Casa José'l Lecheru


La Autovía A-64, que sustituyó a la Carretera la Campa como principal vía de comunicación con Villaviciosa, no sube La Llomba sino que la atraviesa por un túnel allí, bajo El Campu les Cruces, entre las aldeas de La Cuesta y Canal, como tendremos oportunidad de ver al acercarnos a Vega y continuar hacia Narzana por Barbechu


Algunos venerables carbayos pueden ser restos de las hileras que, tiempo ha, solían dar buena sombra por los viejos caminos reales, tal que este, el cual fue ensanchado para el paso de vehículos y maquinaria, además de aplanado y asfaltado, para convertirse en carretera local


Esto es Aguaprieto, donde está, a la derecha de la SR-1, El Bebederu Aguaprieto, de considerable longitud, pero sin fuente ni lavadero


Aguaprieto recibe su nombre por el agua de color prieto, 'oscuro', es decir, agua turbia, procedente de La Fuente'l Duelu, ya en desuso desde que se dispone de agua corriente, pero que restaurado por el Ayuntamiento hace años como elemento del patrimonio del pueblo


El agua de La Fuente'l Duelu riega los campos de La Fabariega, que fueron tierras de cultivo, como su nombre indica, al lado del bebederu


Seguimos viendo desde aquí, aunque cada vez más atrás, La Cuesta Pedrosa con El Pidal, La Caleyina, El Xalé, la Casona y La Vizcaína con sus canteras


El hábitat escalonado característico de Pedrosa, abajo las casas del Camín Rial, en medio las de La Cuesta Pedrosa y arriba en la carretera las de la Vizcaína, y aún nos faltarían las de Solapeña, más arriba aún


También seguimos viendo La Casona, al pie de La Vizcaína y ladera arriba sigue, pero por fincas como las de La Vallina, La Cuesta Pedrosa hasta Valloberu y El Bustiu


Se hacen evidentes en La Vizcaína las cicatrices de las antiguas canteras, formando una pared acantilada detrás de las casas, todas extendidas a lo largo de un tramo recto de la AS-380 o Carretera la Campa


Al pie de las canteras de La Vizcaína está también Casa Daniel y en la misma Carretera Casa Norio la Vizcaína y Casa Gabino. Más alejada es Casa Antón el de Lolo. Luego, prados abajo de La Casona riega estos campos el agua de La Fuente'l Duelu, que viene a Aguaprieto por La Fabariega


Como contraste, paisaje llanísimo a la izquierda, hacia Berros por Los Aceos y Parús


Prados y huertas todo ello entre Pedrosa, Berros, El Rebollal y Granda, con L'Enguilun y sus boscosas colinas de árboles autóctonos, repoblaciones de pinos y alguna plantación de ocalitos en sus suaves colinas


Cultivos también de invernadero, la vuelta a al agricultura se hace patente tras sucesivas reconversiones ganaderas


L'Enguilu se extiende hacia Ñora y Escrita, en cuyo monte está La Cueva les Xanes de donde salía la xana viajera que iba de visita a La Llomba. Allí, el antiguo solar de las capillas de San Lorenzo y San Miguel, esta posiblemente antiguo "convento", como se dice popularmente, así como el lugar de La Tabierna, guardan la memoria del antiguo camino hacia Santianes, con la también extinguida y desaparecida capilla de San Juan de los Prados, por donde se iba a La Pola vía Lieres, Santolaya y Marcenao


Y más allá de los montes de Valdesoto se distingue perfectamente bien la sierra del Aramo, con los 1.786 metros del Gamoniteiru como cota cimera


Berros parece etimológicamente topónimo vinculado a la planta de este nombre, científicamente Nasturtium officinale y similares, planta propia de terrenos acuosos, razón por la cual también haga referencia a prados húmedos, tal que estos, muy fértiles, regados por el Ñora y multitud de fuentes y regatos que nacen por doquier, sobre todo en L'Enguilu y La Llomba


Llega un tramo muy recto hasta el cruce con El Camín de los Aceos, que tenemos un poco más adelante, al llegar al siguiente cruce de casas


Prados adelante pues confluyen las tierras de las aldeas de Pedrosa, La Carcavá y Berros, todas dentro de esta parroquia de Santiago de Sariegu, que llega por el sur a Santianes y Llamasanti, donde está en enlace con de la AS-380 con la A-64, en plena frontera con Siero, al norte de Feleches


Entre los bosques más allá de Berros y de la iglesia de Santiago se encuentran los llanos de Carabiegu: Carabiéu de Riba y Carabiéu de Baxo, donde hay un área recreativa


Buena vista al sur de L'Enguilu y los campos de El Rebollal. A los pies del monte va El Ríu Ñora, tras atravesar el valle por La Vega y El Llendón desde su nacimiento en Fuente Ñora al pie de Valvidares


Al sur y en la distancia asoma sobre L'Enguilu, la sierra de Peñamayor con El Tarnu o El Picu les Antenes (1.123 m) en primer término, al sur de Nava. Es su espolón más destacado y visible, al menos si contemplamos La Peña desde el S, aunque la cumbre más alta es en realidad La Triguera (1.293 m), también llamado El Torrexón de Breza pero que en muchos mapas suele aparecer extrañamente como Trigueiro, pese a estar muy alejado del ámbito de diptongación del asturiano occidental y del gallego
 

Oculta por el arbolado en L'Enguilu y al lado de la carretera AS-357 o Carretera L'Enguilu está La Llaguna Colines, cerca de Cantu Altu, formada en realidad por una cantera inundada pero que es un paraje lacustre de importancia natural, parada de aves y demás fauna silvestre. Castigada no obstante por ciertos vertidos denunciados tal vez a causa de ellos llegó a nacer que se habían incluso llegado a echar pirañas. Suponemos se trate de una de tantas leyendas urbanas pero por si acaso recomendamos no comprobarlo


Este es el panorama, sumamente llano, que nos acompañará hasta La Carcavá y aún más allá; luego habrá un par de suaves cuestas hasta llegar a Vega, la capital saregana


A la izquierda, más campos de labranza en esta finca que llega al Camín de los Aceos, cerca de Casa Joselín


A la derecha los prados al oeste de La Fabariega que se extienden al pie de La Llomba, hasta la carretera


Los Matos y El Llagar de Trabanco, en las inmediaciones de La Granxa y al sur de Villar de Sapos, la antigua Soladilla o Villagarcía, que pudo tener su origen en una villae agrícola astur-romana, consultemos, como siempre, al insigne Florencio Friera Suárez, quien nos hablará de sus pesquisas en el lugar:
"La Granxa, en Villar de Sapos, perteneciente al barrio de La Cuesta, presenta un yacimiento al N. de las casas de Villar, encima de la fuente de La Granxa, en un rellano de la ladera de La Llomba. Se han mantenido oralmente tradiciones diversas que aluden a la importancia que tuvo este lugar en Sariego. Hemos oído diversas noticias: que fue un palacio, que allí hubo un convento, que sus materiales sirvieron para la iglesia de Santiago (también he oído que la antigua iglesia de Santiago se hizo con materiales del convento de San Miguel en Ñora). A esta memoria histórica, más o menos legendaria, se añadían datos como que diversas labores agrícolas habían permitido que afloraran materiales de construcciones antiguas, o que al arar la tierra un campesino encontró el badajo de una campana. El antiguo edificio de la casería de Villar de Sapos, que pude ver a principios de los años setenta -hoy totalmente modificado e irreconocible- corrobora parte de ese tipo de información oral que todavía es posible escuchar en Sariego. Creo que, como suele suceder, las leyendas y memoria histórica transmitidas oralmente encierran alguna parte de verdad. Hoy, tras la consulta de diversos documentos provenientes de los monasterios de San Pelayo y Valdediós, cabe afirmar con seguridad que se trata de una de las granjas que tenía el monasterio, a distancia menor de la que había a la granja de Peón. Los libros de foros y de apeos aluden a la importancia de esta posesión del monasterio de Valdediós en Sariego, llamada la Granja de Villagarcía, cuyas fincas se extendían por diversos lugares de Sariego".

Y arriba El Cabañón y demás cabañas de La Llomba en El Campu les Cruces, al oeste de Valloberu, donde se encuentra el área tumular que friera denomina en su libro Necrópolis de Les Cruces y Campu Salgueros (La Cuesta, Santiago de Sariegu), y dice está "formado por cuatro túmulos que se encuentran al sur del camino de La Llomba, en el tramo comprendido entre Les Cruces -donde se cruza dicho camino con el que de La Cuesta va a Rozaes- y el Campu Salgueros"


Los salgueros que dan nombre al lugar son una especie de sauces, de diferentes especies y por lo tanto de varios nombres científicos dentro del género Salix, una descripción válida para estos podría ser la de "arbusto que crece en los cierres de seto, de varas largas y finas, se descorteza con facilidad y se emplea para hacer cestos". Respecto a Les Cruces el nombre se refiere a cruces de caminos, prehistóricos sin duda en este caso, por aquellos altos, sin que se descarte que, dada la connotación funeraria del lugar, su sacralización, así como las connotaciones mágico-religiosas ancestrales de las encrucijadas, hubiesen sido emplazadas cruces y cruceros en algún momento, tal y como sucedió en la cercana necrópolis tumular de Riosecu, ya en tierras gijonesas y bien comunicada con esta a través de estos montes


Respecto a la necrópolis de Valloberu, sobre Pedrosa, el libro de Friera Suárez nos informa que son en realidad tres conjuntos de túmulos en torno a una gran dolina llamada La Foya de Valloberu, a la que parece ser se llegaban a espantar lobos, zorros, jabalís, etc. para su exterminio:
"Está en el extremo E. del camino que recorre La Llombam continuando hacia Lluaria y donde arranca el que baja a La Campa por Busto. Valloberu I está formado por tres túmulos al SE de la dolina. Valloberu II también tiene tres túmulos (uno de ellos dudoso) al W. de la dolina. Y Valloberu III tiene un túmulo sobre el camino a Lluaria y muy próximo al cruce con el que va por Busto. El túmulo de La Llosa'l Ferreru está al SW de ellos debajo del camino por Busto."
"Conocemos los túmulos de Sariego desde que fueron descubiertos por José Manuel González el 30 de marzo de 1969. Tan solo uno de ellos ha sido objeto de una excavación realizada con rigor en agosto de 1976, la primera de las hechas en Asturias sobre este tipo de arquitectura en la Asturias central. Unos cuantos años después, las cartas arqueológicas de Villaviciosa (1990) y de Sariego (1994), con prospecciones sistemáticas, posibilitan hacer un catálogo de los túmulos existentes en ese espacio".

Un altísimo seto cultivado cierra ahora a la derecha el terreno de una casa, a la izquierda siguen las huertas


Berros, L'Enguilu y Escrita, "Pueden encontrarse árboles dentro de los prados, aparte los bosques, al ser muy apreciados por su madera además de por sus frutos, como los castaños", observa Florencio Friera dentro de las características paisajísticas de Sariegu



Apetece sin duda volver también la vista atrás, al este-suroeste ahora, más allá de El Rebollal, Granda, La Vega y El Llendón



En días claros se llega a reconocer El Cornión, el macizo occidental de los Picos de Europa, también llamado La Peñe, con los 2.596 metros de Peña Santa o La Peñesanta y sus moles de caliza gris clara, así como, gran parte del año, sus neveros


El hábitat de Sariegu es sumamente disperso y como tal es la característica fundamental que define sus asentamientos, si bien hay ciertos núcleos más agrupados que otros, como Vega, la capital; Moral, la antigua capital, o San Román, cabeza de la parroquia, si bien este linealmente por el viejo Camín Rial que viene de Cabranes
"La ocupación del espacio por los sareganos nunca supuso que hubieran preferido situarse en un determinado lugar abandonando el resto de la superficie disponible. La distribución espacial siguió la tendencia a ocupar los lugares más feraces del valle -en zonas llanas, junto a caminos, próximas a una fuente o pozo artesano- y a huir de las zonas de mayor altitud. De manera que apenas si hay población en las pequeñas montañas que cierran el concejo por el S., en tanto que a media o baja ladera del Fariu y La Llomba se localizan varias aldeas."

Esta carretera SR-1 de San Román a Vega que es parte del antiguo Camín Rial, insistimos, que atravesaba el concejo de este a oeste de La Portellona a El Romeru, constituye ahora, con la de La Campa, la base de los ejes de comunicación sareganos en base a la que se articular las demás vías locales y caminos


La cercanía a la autovía, por otra parte, ha acercado a Sariegu a los grandes centros urbanos del centro de Asturias (y a la costa de Villaviciosa) y por lo tanto ha favorecido la paulatina ampliación de las construcciones residenciales en su campiña


Por la Casa Felipe'l Camineru y a la vista Casa Manolo Rosendo y La Pumará de Dolfo llegaremos ahora a una muy importante bifurcación. A la izquierda es el ya varias veces mencionado Camín de los Aceos, que va a Berros, la iglesia y Carabiéu, antigua ruta por la ribera del Ñora hacia Santianes, Llamasanti y Lieres


Pero nosotros, siguiendo el trazado oficial del Camino de Santiago continuaremos de frente, hacia La Carcavá, cruce con la Carretera la Campa, y de allí continuaremos por la SR-1 hacia la histórica fuente del Pozu Saláu y Vega, buscando seguir hacia Siero por Barbechu, Aramanti, El Romeru... 



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