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lunes, 14 de septiembre de 2015

FIESTAS DEL CRISTO DEL AMPARO EN NUEVA (LLANES, ASTURIAS): "SI NO NOS VEMOS AQUÍ NOS VEREMOS EN EL CIELO"

 

Capilla del Cristo del Amparo en Nueva y día grande de su fiesta, 14 de septiembre

En Nueva, cabeza de la parroquia llanisca del mismo nombre, así como del Valle de San Xurde, hito de honda tradición hospitalaria del Camino Norte de Santiago en uno de los enclaves históricos del varias veces milenario Camín Real de la Costa, se celebran varias fiestas y romerías a lo largo del año, dee ellas sin duda son dos las que llevan la palma, la de Nuestra Señora de la Blanca, advocación de la que fue capilla del hospital de peregrinos aquí existente antaño y esta de la que hablamos ahora, el Cristo del Amparo, cuya capilla de 1712 es centro de tan renombrada romería.

Capilla de Nuestra Señora de la Blanca el día grande de su fiesta, 8 de septiembre

Existe una intensa pica o competencia vecinal entre el barrio de La Blanca o del Hospital, al norte de la población y este del Cristo: Triana o Llende'l Ríu, al sur, ambos en torno a sus respectivos santuarios. La fiesta de Nuestra Señora de la Blanca se celebra el 8 de septiembre y el Cristo del Amparo exactamente una semana escasa después, el día 14. Pero en ambos casos la víspera se planta la h.oguera o joguera (se pronuncia con hache aspirada y a pesar del nombre no se quema)
 

Es la del Cristo, como la de la Blanca, romería gratamente emotiva, solemne y participativa en la que la mocedad arrastra a hombros un gran tronco de eucalipto para plantarla con enorme esfuerzo y compenetración en el campo del santuario. La tradición existe en numerosos lugares de Llanes, Asturias y Europa y se atisban en ella costumbres ancestrales cuyo origen se sume en la noche de los tiempos. La tradición obliga a que el árbol haya de ser "robado" y para ello se "vigilan" antes los ocalitales de los montes cercanos compitiendo a ver donde se localiza el mas grande. Anteriormente a la introducción y plantación masiva de ocalitos se empleaban otros árboles de alto porte


Estas tradiciones ancestrales, cuyo origen muy posiblemente se halle las profundidades de la prehistoria, en ritos agrarios y naturalista, no solamente no desaparecieron al desaparecer la sociedad rural en el sentido productivo, económico y social del término, con sus ciclos de cosechas, trabajos comunales y fiestas con ellos relacionadas, sino que incluso y fueron a más al coincidir dos episodios históricos: el nacimiento de los bandos y los indianos



Allá por el año 1837, con los liberales cristinos constitucionalistas ya en el poder (acechados eso sí por los carlistas en su primera guerra) tras la muerte de Fernando VII, estos se dividieron en dos bandos, los moderados o conservadores y los exaltados o progresistas, cada uno con sus candidatos, éxitos y derrotas electorales, que tendieron a agruparse en torno a festejos de convivencia y celebración en torno a las viejas capillas de la villa de Llanes de San Roque (que también fue de hospital de peregrinos) y La Magdalena (que hay quien dice habría sido la primera parroquial antes de construirse Nuestra Señora del Conceyu). 


Estos dos bandos primigenios pronto dejaron de tener cariz político y se transformaron en agrupaciones de fomento de su propia fiesta y barrio, con una fuerte carga identitaria a nivel local pero a la vez heredándose la rivalidad o pica mutua. Eso coincide con el fenómeno del auge de los indianos, los emigrantes que pudieron hacer fortuna en América, que de la misma forma que sufragar sus quintas y mansiones, favorecieron sus lugares de origen con obras públicas como fuentes, escuelas, restauraciones de iglesias o capillas y otras obras y empresas, entre las que destacaron la fiestas


Por eso, tras las picas vecinales que antes fueron por política luego fueron picas entre indianos extendidas a los demás vecinos a ver quien hacía la mejor fiesta en todos sus detalles, incidiéndose especialmente en elementos como la Joguera, los grandes ramos de pan que se subastan o el traje tradicional especialmente engalanado, que tal vez hubiesen desaparecido o haber llegado a ser muy marginal de no haberse dado esta promoción que además, en caso de no disponerse del capital indiano, no se hubiese podido mantener


Desde la villa de Llanes y por diversos motivos, entre los que puede destacar pura y simplemente la imitación, esta división en bandos festivos se extendió por gran parte del concejo, empezando cómo no, por su segunda población, Nueva, la antigua Puebla Nueva de Aguilar, desde cuya torre-castillo y junto con las de Soberrón y Santiuste se gobernaba la Tierra de Aguilar, luego concejo de Llanes, en la alta Edad Media


Como suele ser casi preceptivo, a una fiesta le sigue la siguiente. Si la de Nuestra Señora de la Blanca se celebra con la Natividad de la Virgen María el 8 de septiembre, la del Cristo del Amparo es una semana después y su centro es esta capilla, fundada en 1712, actualmente junto a la carretera AS-379, que sustituyó a la antigua carretera general que atravesaba Nueva por el medio, más o menos siguiendo el trazado del Camín Real


Y así, es la tarde del día 13 de septiembre cuando se procede al plantado de la Joguera del Cristo del Amparo, justo una semana después de hacerlo el bando de la de Nuestra Señora de la Blanca. El tronco, según manda la tradición, ha de ser robado en algún monte cercano y medir lo suficiente al menos para competir con el de la Blanca, por lo que la longitud tiende a aumentar, últimamente estaba en torno a los 40 metros. Anteriormente a la introducción y plantación masiva de ocalitos se empleaban otros árboles de alto porte. Según la folclorista y filóloga Yolanda Cerra Bada, esta primera fase de localizar, talar y traer el árbol, realizada por los hombres, suelen hacerse en el oriente de Asturias desprovistas de todo aparato ritual y festivo. "
"En fechas inmediatamente anteriores a la plantación, el árbol susceptible de ser cortado es elegido por los hombres en los montes cercanos. Se trata, de modo muy general, de un eucalipto alto y liso que es regalado por su dueño o robado simbólicamente. Hay que tener en cuenta que los hombres jóvenes, en ciertas fechas del calendario festivo, tenían licencia para hacer lo que se llamaban «trastadas», es decir, pequeñas gamberradas previstas y admitidas de antemano como cambiar los carros, los tiestos, las portillas de sitio o, en el caso que nos ocupa, robar el árbol ritual. De alguna forma, entrar a formar parte del grupo de varones que realizan estos actos constituye un rito de paso de la infancia a la juventud"

La tradición de La H.oguera o Joguera existe en prácticamente todo el concejo de Llanes y muchos del oriente de Asturias, también está viva con otros nombres (L'Arbolón por ejemplo) y variantes en cuanto a sus características, en otros pueblos de Asturias, aunque antes estuvo mucho más extendida. Realmente es una celebración común a muchos lugares del mundo, la del árbol totémico que representa a la comunidad


Dentro del ámbito europeo se ha querido ver una representación de la misma en la decoración del famoso Caldero de Gundestrup, maravilla del arte celta, datado entre los años 200 a.C. y 300 d.C., en plena Edad del Hierro


Y la Joguera o H.oguera espera, apoyada en pequeños troncos que han ayudado a su colocación, a que vayan llegando público y participantes, en el barrio de La Granda, cerca de la antigua escuela de Nueva, desde donde se irá al campo de la capilla del Cristo, donde se procederá a su plantado tras recorrer todo el pueblo de parte a parte. Llama la atención, dice esta especialista historiadora, que se llame h.oguera a un árbol que no se quema, aunque hay datos que en algunos lugares sí se hizo en el pasado:
"Además, la denominación hoguera o joguera, siendo propia aunque no exclusiva del oriente de Asturias, no es la única; por ejemplo, en el Llanes del siglo XVIII, este nombre alterna con el de «ramo de San Juan», por ser en la víspera de esta festividad cuando se plantaba el árbol. Hay que decir, sin embargo, que en la literatura es conocido como «mayo», apelativo genérico y antiguo que guarda relación, por inaugurarlo, con el mes primavera . Ya lo definía el Diccionario de Autoridades como «árbol alto, adornado de cintas, frutas y otras cosas que se pone en un lugar público de alguna ciudad o villa, a donde todo el mes de mayo concurren los mozos y mozas a holgarse y divertirse con bailes y otros festejos». 

Y así empezaría lo que es el ritual público de la Joguera propiamente dicho, en la tarde de la víspera del día grande "luego de reunirse en lugar prefijado donde está dispuesto el árbol los hombres que habrán de trasladarlo a hombros y las mujeres que acompañarán con cánticos su marcha..."


Y así empezaría lo que es el ritual público de la Joguera propiamente dicho, en la tarde de la víspera del día grande "luego de reunirse en lugar prefijado donde está dispuesto el árbol los hombres que habrán de trasladarlo a hombros y las mujeres que acompañarán con cánticos su marcha..."


Los hombres que transportarán el tronco y plantarán la Joguera visten preceptivamente el traje asturiano tradicional de la zona, el traje llanisco o como se suele decir porruanu, al parecer por haber sido en Porrúa donde más se conservó esta vestimenta, evolución de otras más antiguas que pervivió podríamos decir hasta la Revolución Industrial, si bien en no pocos lugares mucha gente la siguió manteniendo hasta aproximadamente la segunda década del siglo XX. En Llanes su uso como traje ceremonial y de fiesta ha llegado a nuestros días tras haber sido fomentado también intensamente por los indianos y haberse hecho una muy arraigada costumbre


El traje de porruanu, como en las mujeres el de aldeana, se mantuvo y mantiene especialmente vivo para las fiestas y demás celebraciones y ocasiones solemnes, incluso se enriqueció con aportes y detalles en ciertas filigranas. Se dice que pudieron contribuir a ello especialmente los indianos, que gustaban de ponérselo cuando venían a las fiestas desde sus países de residencia en ultramar, a ellos se debe también el mantenimiento y total triunfo social de esta tradición, según cuenta también Yolanda Cerra Bada en la revista Bedoniana del año 2002:
"Un rito como la plantación de la hoguera destinado a desaparecer por carecer de funcionalidad fue reactivado por los indianos que, a sus regresos estivales o definitivos, pagaban los gastos para ver aquellas fiestas de su pueblo que tuvieron que abandonar para emigrar a América en busca de fortuna. No sólo el impulso económico hace posible estas manifestaciones populares; más importante es la revalorización cultural del vecino enriquecido que proporciona prestigio a unas vetustas costumbres rurales. Hoy ya no son los indianos sino los vecinos los que quieren que «no desaparezca» una costumbre antigua. Porque les dota de identidad y porque es revalorizado por un turismo que, proveniente de una sociedad urbana despersonalizada, se vuelca en lo «natural», busca espacios «naturales», rurales, «autenticidad», «antigüedad», proyectando, en fin, una imagen idealizada de un pasado rural que imagina lleno de valores positivos, de esencias, donde cree que se ha detenido el progreso algún día. Estas actitudes forman parte de una estrategia que se inserta en la búsqueda de las identidades locales, proceso contrario y complementario al de la globalización"

Este traje de porruanu presenta, como otros muchos, tanto en la chaqueta como en los calzones muestra el socorrido símbolo vegetal de la palma o rama, que aparece ya en las estelas de los autóctonos pueblos vadinienses y orgenomescos y que pasaría con el tiempo a ser un elemento decorativo si bien en tiempos debió ser emblema vital y naturalista de carácter sagrado como lo es el mismo árbol de la Joguera que se transforma en tótem comunitario


Continúa Yolanda contándonos muy amenamente todas estas fases preliminares de lo que vamos a ver ahora, empezando por cómo ha llegado este tronco hasta aquí:
"Este árbol, hoy eucalipto y antes aliso, se corta y se traslada en tractor a un lugar inmediato a la localidad. Pero el árbol ha de sufrir una transformación antes de ser conducido festivamente desde allí al lugar donde se plantará. Se le desnuda y alisa, quitándole la corteza, las ramas y los nudos hasta convertirlo en un enorme y grueso palo o cucaña en cuya cima se deja la copa, que suele adornarse con una bandera instantes antes de la elevación. No hace muchos años se colocaban regalos, dinero, un gallo y, untado de grasa el tronco, había una competición entre los mozos por ver quién era capaz de alcanzar la cima"

Hasta los más críos participan, disponiéndose en la parte del tronco, más delgada y menos pesada, que también ellos van a ayudar a llevar. La pertenencia a un bando suele transmitirse de padres a hijos, pero también existen adscripciones voluntarias y dobles pertenencias
"La afiliación al bando se establece por vía familiar; el bebé se adscribe automáticamente al bando de sus progenitores. En caso de matrimonios mixtos, la regla no está claramente definida: la matrifiliación no está reñida con los pactos a que llega el matrimonio de «reparto» de los hijos o con el grado de presión ejercido por una de las familias («el que más pueda»). Ello no quita para que también exista la opción, minoritaria, de elección libre motivada por el grupo de iguales, en el caso de que las amistades juveniles pertenezcan a un bando distinto al familiar; e, incluso, algún caso de doble afiliación"

Siempre hay a cargo de ellos un adulto tutor, pero realmente además de los que acarran el ocalito se precisan ayudantes y colaboradores que abran paso y que coordinen todos los movimientos del grupo desde que llegan hasta que se acaba el plantado, todo dirigido por un voceru que a sus voces y advertencias guiará toda la operación


La parte más alta del ocalito será la vanguardia, los pequeño, toman posiciones al lado el ramaje que le han dejado en la copas. Seguimos leyendo a Cerra Bada:
"El objeto ritual se ha transformado de árbol en ramo; propiamente el ramo será la copa misma del árbol incrementada con otros elementos y el tronco, su largo soporte. Deja, pues, de ser árbol, para convertirse en el llamado mayo, ramo de San Juan o joguera. Bien entendido que forman parte de esas tareas previas la corta y eliminación del mayo viejo así como la preparación del hoyo y la recopilación de las herramientas que servirán para plantar el nuevo ejemplar"

Algunos pequeños llevan sus palos de porruanu, palos retorcidos o de nudos, que suelen ser de avellano, tejo o manzano



Parece que han llegado puntualmente todos los mozos que se harán cargo de la operación de llevar el tronco, pero siempre hay unos momentos de espera hasta que se da la señal de empezar


Es un momento feliz y de gran ilusión, pero también de cierta preocupación y tensión porque que todo salga bien, además de fuerza y resistencia es indispensable una coordinación perfecta de tantísima gente para que no ocurra ni el más mínimo percance. Casi espontáneamente cada uno sabe el lugar asignado, pero a la vez se controla en todo momento la situación de todos ellos


En otro lugar de Nueva la banda de gaitas anuncia por las calles que el rito de la fiesta va a comenzar. Se acercan por La Nogalera hacia La Granda, dejando atrás la iglesia parroquial


Al son de las gaitas acuden grandes multitudes, siguiéndolas hasta el lugar donde están ya la Joguera y sus transportadores


Es una gran comitiva que llega, al otro extremo, a El Puente y El Cruce, al otro extremo de Nueva, por donde sale el Camino hacia Pría


Están siguiendo, ciertamente, el recorrido señalizado del Camino Norte a su paso por Nueva



La Plaza de Laverde Ruíz, del Mercáu, o sencillamente La Plaza


Unas conchas señalizadoras del Camino de Santiago, en La Granda


El paso a nivel. Tras la banda de gaitas vienen las mozas cantando coplas alusivas del Cristo del Amparo y la Joguera, al son de las panderetas y también con su traje tradicional de llanisca o aldeana


No todas llevan panderetas, otras tocan los tambores. En las mujeres, de todas las edades, se presta especial atención a el repicáu o nudo que se hace en el pañuelo colocado en la cabeza, cuya hechura constituye todo un ritual que ha de hacer otra persona para que salga perfecto, como lo es todo el proceso de confección, artesanal, de los trajes y de ponérselos


En los hombres la cabeza se cubre con una montera picona, que en origen fue un pasamontañas. Según la posición del picu quien lo llevaba puesto mostraba e informaba simbólicamente de su estado estado de ánimo


Junto con las bandas, también participa en el desfile de la Joguera la clásica pareja de gaita y tambor. Como vemos la afición por imitación comienza con los más pequeños. Más atrás las antiguas escuelas de Nueva en La Granda y al fondo el viejo cuartel de la Guardia Civil


Al sur, a la sombra de las arboledas del Palacio del Conde de la Vega del Sella, emplazado en torno a la vieja Torre de San Xurde, viene el Camino de Santiago procedente de Naves por Villah.ormes y Güergu


Se completa el emplazamiento de los mozos por edades respecto al tronco. Todos atienden a la llegada de las bandas de gaitas y las mozas


A partir de su llegada el voceru puede dar la señal para empezar...


Las voces que anuncian y ordenan el comienzo van sonando, y mientras el público se agolpa a los lados, se empieza a coger el inmenso tronco...


Y así, a una voz, todos se agarran al ocalito y al unísono lo cargan sobre sus hombros con una sincronización realmente admirable en todo lo largo de tan extensa fila, dejamos que lo explique Yolanda Cerra Bada...
"Efectivamente, los hombres jóvenes, dirigidos por algún experto y ayudados por otros no tan jóvenes, cargan en hombros el pesado tronco y, en un alarde de vigor y esfuerzo, sorteando los obstáculos y las curvas que encuentran a su paso, lo conducen al lugar establecido para la plantación"



Aquí la base del tronco es la delantera en orden de fila y transporte, la parte más pesada del total de la tonelada y media de madero que transportan en conjunto



A los lados otros hombres, con pequeños troncos al hombro, están atentos por si se necesita echar al suelo la Joguera y que estos sirvan de apoyo



De paso controlan también que el paso esté expedito a lo largo de toda la plaza y la gente no se acerque demasiado



Alguien se hacer cargo de los palos de porruanu, uno de los elementos de este traje tradicional, ahora un elemento más pero que antaño se empleaban con arma de defensa... u ofensa



Cada hombro de cada persona es fundamental, todo depende de la buena marcha de todos y cada uno de los componentes



Una vista en la distancia: la Joguera avanza precedida por la banda de gaitas, pasando La Plaza se hará un primer alto en el Camino


Se ha colocado el ocalito en el suelo apoyado en los pequeños trocos de apoyo. Un bien momento para fijarnos de nuevo en los trajes porruanos. En el blog Trajes Regionales Josefina Martínez nos informan de su composición:

"Hay quién dice que se llama así porque el último hombre que vestía tradicionalmente era un hombre de Porrúa o también porque se podía hacer el traje con la misma tela con la que hacían unas mantas que llamaban “de Porrúa”.

Calzoncillos: De algodón o lino blanco, se atan debajo de la rodilla de manera que asomen por debajo del pantalón.

Camisa: Es una de las piezas más bonitas del traje de porruanu, hecha de algodón o lino, a juego con el calzoncillu, tiene una pechera muy elaborada con varios pliegues y bordada con hilo blanco. Los botones están hechos también artesanalmente, con el mismo hilo del bordado..

Pantalón: Hecho de paño, terciopelo o pana de variados colores, llega hasta debajo de la rodilla. Lleva unas aberturas en la parte exterior de las perneras donde van colocados los botones y los ojales. Va decorado con dibujos de simbología vegetal hechos, normalmente, en fieltro.

Chaqueta: Corta, de la misma tela que el pantalón y con los mismos dibujos, haciendo juego. Las mangas no se visten.

Chalecu: Antiguamente de terciopelo o pana. Actualmente suele hacerse, como los juegos de las aldeanas, de damascos o telas de tapicería. En la espalda lleva un corte que se destaca con raso.

Faja: Tira larga actualmente de color rojo, que se ciñe alrededor de la cintura del hombre, dando tantas vueltas como ésta alcance, y queda colgando a la izquierda. La negra se utilizaba para los días de diario, la roja para los días de fiesta.

Medias: Hoy se utilizan, en general, medias tejidas con perlé azul.

Corizas: Especie de zapatos hechos de piel de baquetilla, que se cierran con cordones y una lengüeta trenzada.

Escarpines: Hechos de sayal, protegen el pie del frío y se ponen entre las medias y las corizas.

Montera: Es un triángulo de terciopelo o pana, con un pico hacia arriba (montera picona) cosido a un casquete de fieltro negro o de colores con 8 cortes que hacen que siente en la cabeza. Se remata en un bordado de hilo de colores en la tira que termina el casquete.

Palu: Antiguamente todos los hombres solían llevar palos, para defensa (u ofensa). Hoy se llevan de adorno meramente y se hacen naturalmente cuando una enredadera envuelve una caña de madera."


Tiempo para sentarse y para echar un trago pues van pasando la bota de vino a quien quiera mojar los labios...



Trajes de muy vivos colores que realzan y resaltan la fiesta. También las telas y hechuras remarcan el influjo de los indianos que enriquecieron el traje tradicional



El voceru pasa, es muy parecido a pasar revista, pero todo el conjunto de la maniobra depende del estado de cada participante. Se trata de Tomás Álvarez, Tomasu, fallecido en 2017, valga esta modesta entrada de blog como homenaje a su persona


Las palmas estampadas en las chaquetas...


Estos los de la banda de gaitas ya podríamos decir que son trajes que en principio siguen unos parámetros más basados en las vestimentas del centro de Asturias, naturalmente evolucionadas para lucir en las fiestas


Si algún peregrino pasa por Nueva coincidiendo con estas romerías es preferible vaya sin prisa en el reloj, pernocte en la población o en sus inmediaciones y disfrute plenamente de estos instantes inolvidables de las fiestas y sus bandos, lo que hacemos extensible a las de los demás pueblos de Llanes


Según la folclorista y filóloga Yolanda Cerra Bada, el origen de los bandos está demostrado documentalmente en 1837 en la capital del concejo, la villa de Llanes, y luego fue extendiéndose a los demás pueblos y parroquias del concejo. Su primer origen fue político, cuando los liberales, ya en el poder, se dividían en exaltados y moderados, favoreciendo cada uno una fiesta local, no ya necesariamente la patronal, sino en determinada capilla, como forma de reunión festiva y sentimental, simbolizando su fuerza frente a sus rivales. Cerra Bada escribe al respecto en la revista Bedoniana del año 2010 lo siguiente:
"Bando es un término que significa facción política, lo que evoca desunión, disputa y confrontación; nada que ver, en principio, con fiesta y con mucho menos con devoción. Al origen político de los bandos festivos de la villa de Llanes es imputable la asociación de esos términos aparentemente irreconciliables. En un momento de cambios muy intensos, cuando, tras la muerte del rey absolutista Fernando VII se está acabando con el Antiguo Régimen y fraguando un nuevo sistema, los liberales –exaltados y moderados– serán los protagonistas de una confrontación política que dará lugar a la emergencia de un sistema festivo dual en Llanes. La fecha germinal es el año 1837, según nos transmite el historiador local Manuel García Mijares1 . Las elecciones a Cortes constituyentes del año 1836 habían quedado inconclusas debido a los movimientos insurreccionales que llevaron al poder a los exaltados. En Asturias había habido poca participación y los puestos vacantes, que irán a parar al partido moderado, se cubren tras la elección parcial de junio del 37, celebrada con mayor retraso debido a la invasión de la región por tropas carlistas. Uno de los escaños será para el marqués de Gastañaga y Deleitosa, perteneciente a la aristocracia terrateniente llanisca y jefe del partido moderado en Asturias. Sin embargo, es precisamente en junio, recién elegidos los moderados, cuando se promulga la Constitución progresista de 1837, a raíz de lo cual se convocan elecciones de acuerdo con una nueva ley que, por cierto, amplía algo el exiguo censo electoral. 

En Llanes, el partido de los exaltados o progresistas había sido derrotado en aquellas elecciones constituyentes, pero, considerándose ganador presente y futuro, «se anticipó a celebrar» –afirma García Mijares– un triunfo que no llegará tan pronto mediante una fiesta dedicada a Santa María Magdalena, el día 22 de julio. Pero los moderados, ganadores recientes de las elecciones parciales que correspondían al año anterior, responden al desafío con otra fiesta el 16 de agosto, día de San Roque.

Los líderes de los partidos, que son los señores de las casas nobiliarias de Rivero, Inguanzo o La Espriella, moderados, frente a los Posada, exaltados, fomentan estas fiestas utilizándolas durante varios años como arma política. Sin embargo, la creación de las mismas no se produce ex novo sino utilizando santos y capillas preexistentes, lo que contribuye no solamente a mantener y enriquecer el patrimonio artístico local sino a tejer un delicado hilo con la tradición, segura base de su éxito. Pasado el tiempo, las fiestas pierden significación política y pasan a ser apoyadas por los sectores populares. La segmentación entonces será geográfica; los partidarios de la Magdalena se distribuyen por la zona intramuros, en torno a la capilla de la santa y con la calle Mayor como eje viario central, mientras que los de San Roque se esparcen por la zona extramuros, en torno a la capilla del santo, anexa al antiguo hospital de peregrinos"

Las razones por las que espontáneamente los bandos se extendieron por todo el concejo, aún ya sin connotaciones políticas, pueden ser varias, pero sin duda habría un gran trasfondo de imitación, así como cuestiones tales como seculares disputas entre lugares por cosas como qué barrio era mejor, quien contribuía más a las celebraciones, dónde se haría mejor la fiesta, etc.:
"Los señores de las familias llaniscas más poderosas, al asentar una celebración política en la onomástica de dos importantes santos del santoral católico, conseguirán indirectamente reactivar la devoción a estos santos en un momento en que la tendencia será precisamente la contraria. Diversas causas como la pérdida de privilegios de la Iglesia, su reorganización, la desamortización de bienes o el cambio de las mentalidades provocan un desplazamiento de los santos a favor de la Virgen María y Jesucristo. El modelo de la villa se impone en Naves, con Santa Ana frente a San Antolín y en Villah.ormes, con San Antonio y Santa Olaya. Los contendientes o bien son santo y santa o, en el caso de Nueva, el Cristo y la Virgen de la Blanca. En cualquier caso la oposición es masculino/femenino.

La religión proporciona unos soportes básicos: el temporal (onomástica de los santos), el espacial (la capilla), el iconográfico (las imágenes) y el ideológico (la creencia religiosa). Pero constreñir el análisis a lo estrictamente religioso no es posible, pues existen otras dimensiones: la económica –la fiesta proporciona intercambio de bienes y servicios, un hecho verdaderamente antiguo, incrementado ahora con la facilidad en las comunicaciones y el incremento del turismo–; la social –por medio de los encuentros familiares y comunitarios, la comensalidad, las iniciaciones juveniles y la socialización, los cambios de roles–; la estética –músicas, danzas, canciones, flores, fuegos, colores, vestidos u olores son elementos inherentes a la fiesta capaces de producir momentos de intensa emoción–. Pero, con todo, la dimensión simbólica es fundamental, pues la fiesta es capaz de crear una unidad social que se percibe y se define como grupo: un «nosotros» frente a un «ellos». La fiesta permite a los individuos, creyentes y no creyentes, integrarse en un grupo y reafirmarse como miembros del mismo, bajo el icono religioso convertido en símbolo de identidad

(...) , la primera crónica periodística que describe las fiestas de los bandos de San Roque y la Magdalena en 1862, 25 años más tarde de su emergencia como bando, pone de manifiesto la división y rivalidad pero también el interclasismo y la ruptura simbólica de las divisiones sociales, una ilusión de comunidad democrática, mientras dura la fiesta, subrayada por hechos como que las jóvenes distinguidas vistan de aldeanas y la marquesa de Gastañaga se una a la danza prima"

Estas piquillas vecinales no se viven ahora con la intensidad de antaño, los bandos colaboran y sus actividades trascienden, como entidades sociales, más allá de lo festivo-religioso, pero no vamos a negar que sigue existiendo una importante rivalidad a ver quien hace la mejor fiesta o tiene "más larga" la Joguera. Dice también Cerra Bada que el hecho de que los bandos tengan origen político, aunque asientan sus celebraciones en lo religioso, es quizá la causa de su relativa independencia con respecto a la Iglesia;
" En efecto, un bando no es una asociación religiosa, no es una cofradía ni tiene por qué serlo. Las cofradías son asociaciones seglares con fines religiosos, sometidas a la autoridad eclesiástica correspondiente, frente a los bandos, que ni son asociaciones ni están sometidos a autoridad alguna"

Es normal que una fiesta suceda inmediatamente a la otra en el tiempo, a la semana de la de la Blanca comienza en Nueva la de sus competidores en el barrio de Llende'l Ríu que pasó a ser más conocido como Triana, el Cristo del Amparo, también con su ritual de bailes, procesiones, desfiles, danzas y Joguera. Acabadas estas y según avanzan otoño e invierno, este antagonismo de la fiesta dual, tiende a diluirse... para ir reviviendo según se acerca el verano:
"La latencia invernal contrasta con la efervescencia del antagonismo veraniego. En el verano se producen los momentos de máxima solidaridad entre los miembros y de máxima tensión entre las mitades. La exhibición de los elementos de autoidentificación (flores, músicas), la minusvaloración del contrario a través de comentarios irónicos, la exhibición del gasto para emular o sobrepasar al contrario son parte del juego escénico que los bandos se prestan a interpretar. La fiesta será el ámbito privilegiado de antagonismo, donde se pretende eclipsar al rival por medio de la competición en el gasto («Viendo como los otros tiran para arriba…». «Todos arrastran»). Los discursos tienden a sobredimensionar lo propio y a minusvalorar al contrario («Somos los primeros», «Hasta la flor é fea»), estableciendo también oposiciones de espacio (arriba/abajo; dentro/fuera), de cantidad de adeptos (menos/más), de poder económico (a base de sacrificios/dinero), de capacidad de iniciativa y liderazgo (ir por delante/imitar)"

Y estas vendrían a ser las conclusiones de esta gran investigadora e historiadora, válidas para la villa de Llanes, Naves, Nueva, Villah.ormes y otros pueblos llaniscos:
"Todos somos sujetos de identidades múltiples (género, familia, profesión, barrio, nación, etnia, confesión religiosa, partido político, etc.) pero la identidad que más se exhibe en las fiestas de Naves es la que define a dos grupos semicomunales (...). La fiesta se convierte en un ritual de división desde un punto de vista interno a la comunidad y «ser» del bando proporciona una poderosa identidad básica que se reactiva con fuerza cada verano bajo el icono religioso como símbolo aglutinador. Gracias a ello y a las esforzadas comisiones de fiestas, que trabajan infatigablemente por hacer de la suya la mejor, es posible el milagro (...) anual de sus dos fiestas rivales y hermosas (...) que disfrutamos, con admiración y respeto, forasteros, observadores y turistas"

Empiezan a levantarse algunos mozos, parece que hay ganas de reanudar la marcha


Los más jóvenes también se yerguen, se están dando las voces pertinentes para volver a levantar el tronco de la Joguera y continuar


Los componentes de la banda de gaitas retoman sus posiciones precediendo la magnífica comitiva


Y ya empiezan a tocar, volviendo a caminar...



Vuelve la Joguera a ponerse a hombros y todos vuelven a tirar


Los mayores ayudan a los más pequeños.


Más detalles del símbolo palmero en los trajes de porruanu. En la página del Bando de la Magdalena en la villa de Llanes nos dicen esto:
"Hoy día el traje de porruano vuelve progresivamente a sus raíces. Sus colores son los de la tierra: marrones, avellanas, verdes; aunque también es muy típico el azulón. Se han incorporado nuevos tonos como el burdeos. El negro se usa mucho, y en algunos casos se convierte en el traje para la boda, suele ser en este caso de terciopelo o panilla lisa. Los adornos de fieltro negro que llevan, dibujan formas de la naturaleza como las hojas de roble o “carbayones”, hojas de hiedra, helechos, etc."


Y así se llega a El Puente, el paso sobre el río Ereba, que atraviesa Nueva de sur a norte para ir a desembocar a la Playa Cuevas (Cuevas del Mar) y de ahí el nombre del barrio de Llende'l Ríu, que después pasó a ser Triana, el de la capilla y bando del Cristo del Amparo


Asistimos a un espectáculo realmente impresionante y asombroso que podremos admirar en más lugares pero es posible que en no tantos de una forma tan multitudinaria como en Nueva. Seguimos leyendo a Yolanda Cerra Bada:
"El área que abarca este rito vegetal es enorme. Desde luego no se trata de ninguna manera de un rito local, puesto que encontramos rituales de plantación de árbol por toda Europa desde Rusia a Galicia o desde Inglaterra hasta Italia. En cuanto a la Península Ibérica la representación es muy alta: Cataluña, Aragón, País Vasco, León, Castilla, Galicia, Andalucía son zonas donde, con más o menos vitalidad, se ha documentado o se documenta en la actualidad este ritual. En lo que concierne a nuestra región, es Llanes el concejo que aporta mayor número de ejemplares y también donde el respaldo social es también mayor. Se pueden nombrar, dentro del Valle de San Jorge, las del Cristo y la Blanca de Nueva, la de San Antonio en Villahormes y la de San Antolín de Naves; en el resto del concejo, las de Celorio, Balmori, Quintana, Bricia, Pancar, San Roque del Acebal, Vidiago, La Borbolla, Riego, Buelna o Pendueles. En otros municipios del oriente también se plantan hogueras, como en Cabrales (Asiego, Tielve), Ribadedeva (Villanueva) o en las Peñamelleras (Abándames, Cuñaba, Siejo, Alevia, Robriguero, Cimiano). En la vecina comunidad cántabra, hay también algunas referencias de las cuales la más representativa es la de la localidad de Pujayo. En el resto de Asturias pueden contarse con los dedos algunos ejemplos, como el arbolón de Cangas del Narcea, el roble de los casados y el álamo de los solteros de Pola de Siero o el ramo de Borines. Por lo tanto, la extensión del fenómeno es europea, siendo el oriente de Asturias el área hispánica norteña donde quizá se asienten el mayor número de ejemplares" 

De nuevo los niños en la retaguardia, cerca ya de la copa del tronco. Pronto y en pocos años irán avanzando hacia las partes más duras de llevar...


Siguen las mozas, también en orden de edad, primero las más pequeñas. Al fondo asoma la torre del campanario de la iglesia de San Jorge, que ya ha quedado atrás, en La Nogalera


Pasado El Puente es precisa una segunda parada ya en el barrio de Triana. La siguiente será en el hoyo donde se introducirá el tronco de la Joguera para ser plantado, en el mismo campo de la capilla del Cristo del Amparo


La tensión y el esfuerzo que se notan en las caras y respiración profunda de los hombres que tiran sin pausa de tonelada y media repartida linealmente y que ahora realizan esta pausa antes de la acometida final


Se departe amigablemente sobre cómo lo va llevando cada uno. Cada hombro y cada estado de fuerza y ánimo son fundamentales


Ante la boscosa ladera de La Peñe Nueva y El Picu Maor, en la mitológica Sierra Cueva Negra, gaiteros y gaiteras, tamboriteros y tamboriteras se disponen a reemprender la marcha


Y es que nada mejor que la sonoridad de las gaitas para anunciar que la Joguera vuelve a moverse calle adelante


Las flores son otro elemento muy significativo, representan a cada bando de cada fiesta, incluso en el jardín


Tomasu, el voceru y otros ayudantes, portando cuerdas, pequeños troncos de apoyo y palos de porruanu. Más atrás el nutrido público


En los primeros puestos de la Joguera: fijémonos en los gestos de este esfuerzo titánico


El voceru ha de tener una visión de conjunto y transmite al enorme grupo de porteadores sus órdenes y comentarios. Transmite serenidad pero a la vez máxima atención hacia él


Todos aquí le miran como a un faro, sus gestos y movimientos, escuchando sus avisos y advertencias, un verdadero director de orquesta, atento a la más compenetrada armonía y efecto


Se necesita la total sincronización de cada persona en esta epopeya del trabajo en equipo que refuerza el espíritu comunitario y la pertenencia identitaria cara a un objetivo común


El refuerzo de este carácter comunitario de la fiesta, comparándolo con otras relacionadas con los árboles y sus ramas, nos lo explica asimismo Yolanda Cerra Bada:
"Plantar la hoguera es un rito que utiliza como soporte lo vegetal y trasmite unos significados simbólicos con gran repercusión en lo social. Tenemos otras muestras en la sociedad agrícola tradicional donde los vegetales se hallan presentes de modo ritualizado. Por ejemplo, el ramo de laurel que se lleva a bendecir a la misa del Domingo de Ramos para después desempeñar una clara función profiláctica: colocado a la puerta de las casas o entre los aperos de labranza, impide la entrada del mal y asegura buenas cosechas; quemado durante las tormentas, preserva del rayo; entregado al padrino refuerza los vínculos sociales. En las fiestas, podemos destacar el que se colocaba a las mozas por San Juan, símbolo de sanción social positiva o negativa sobre su atractivo o conducta, los enrames de las fuentes en esa noche mágica, así como los ramos de Navidad y los conocidos ramos de pan que constituyen la ofrenda real y simbólica que se hace al santo patrón en su festividad. A estos podrían añadirse tanto el ramo que, cuando se abría un tonel de sidra, se ponía a la puerta de la taberna o de la vivienda particular como reclamo y que con su frescura anunciaba y representaba la del líquido, como el que se coloca en el tejado al acabar una edificación, hoy anuncio de fin de obra así como velada petición de convite al dueño, pero antaño seguramente con función preservativa."

Es toda una epopeya que presenciamos realmente impresionados


Puede dar la impresión que algunas fuerzas flaquean, pero nada más lejos de la realidad, es el mantenido tesón de los hombres cuando ya están a escasos metros del campo de la capilla


Las fajas coloradas tan características del traje porruanu, cantadas en la danza ancestral del Pericote:
A bailar el Pericote
vino Xicu de la braña
con madreñes y escarpinos
y una faxa colorada

Asistimos a un verdadero portento de la fuerza de la comunidad ante un gran desafío que reforzará los lazos de compenetración y convivencia, al que acuden gentes venidas desde todas partes, vinculadas a Nueva y en concreto al Bando de la Blanca. Dice la antropóloga Cerra Bada:
"... se trata de poner a prueba la energía, potencia, pericia, valor de los hombres y en concreto de su generación más joven. Los hombres que llevan la hoguera han de ser jóvenes y deben demostrar fuerza física, destreza y valor para abatir, trasladar, plantar y finalmente ascender al árbol más alto que llegará a ser símbolo de su comunidad. El ritual exige cooperación entre iguales y fomenta la unidad del grupo. Grupo que no es sino una representación de la comunidad entera"

Siempre hay un momento especialmente difícil, y este va a llegar ahora, al doblar esta aparentemente poco complicada curva


Dada su longitud la cabeza de la Joguera no lo tiene fácil para pasar sin que este ángulo afecte al paso del resto del tronco hasta su final. Tomasu se encarama resuelto al muro de un jardín para dirigir la operación


Las hermosas flores blancas de la vereda corren peligro...


Pero no hay más remedio que pasar por ahí...


El parterre pues es pisado para que pueda pasar la Joguera. No son inusuales estos instantes en ninguna de estas operaciones 



No todas las flores blancas (¿alegoría acaso del bando rival de la Blanca?) se han pisado, varias han sobrevivido al envite


Ya puede pasar el larguísimo tronco sin mayormente problemas. La marcha ni siquiera se ha detenido


Humo de voladores (cohetes) que se están tirando al aire anunciando la pronta llegada ya de la Joguera a la capilla del Cristo. Esta es una crónica de Bárbara Morán para una jornada como esta pero del año 2007, publicada el 14 de septiembre en La Nueva España:
"Las calles de Nueva, en el concejo de Llanes, se vistieron ayer de historia, tradición y complicidad entre todos los vecinos del barrio de Triana para iniciar los dos días de homenaje al santo Cristo del Amparo. Cientos de vecinos de Nueva y del resto del valle de San Jorge se echaron a la calle para animar y participar en el comienzo de las fiestas del Cristo, protagonizado -tal y como manda la tradición- por la plantación de la hoguera, un enorme eucalipto pelado que presidirá Triana hasta el año próximo. 
Aproximadamente a las seis de la tarde, los tambores daban la señal, y las aldeanas, cientos de ellas y de todas las edades, comenzaron a avanzar hacia el centro de la villa nuevense desde la capilla del Cristo del Amparo, en el barrio de Triana. Delante del cortejo iba la Banda de Gaitas «Ciudad de Oviedo»; detrás, decenas de hombres, ataviados con el tradicional traje de porruanu, y aún más allá las mujeres, vestidas de aldeanas llaniscas y entonando el cantar de la hoguera o joguera. Así comenzaba el ritual de la plantación de la hoguera. 
Al cortejo festivo se fueron uniendo más y más vecinos y turistas. En la zona de la farmacia de la localidad, los mozos comenzaron la faena. Más de cincuenta hombres vestidos de porruanos, algo que no se estila en otras fiestas de la comarca, se echaron al hombro el eucalipto pelado. Treinta y tres metros de altura y mil novecientos kilos son las medidas de la hoguera, que desde ayer preside la entrada a Nueva de Llanes, en el prau de la capilla del Cristo. 
Si hay algo que impresiona a los asistentes a este ritual es la gran complicidad entre los mozos que llevan el gran tronco, las aldeanas que los animan con cantares y todo un barrio que siente en lo más hondo su fiesta principal. Los mozos sólo hicieron dos paradas durante el trayecto hasta la capilla en el barrio de Triana. Hoy, viernes, día grande de la fiesta, habrá misas desde primera hora de la mañana. A la misa principal, que comenzará a las doce del mediodía, seguirá una procesión por las calles de Nueva, en la que participarán, como cada año, miles de personas"

Dice Yolanda Cerra Bada que en datos de las jogueras de Llanes en el siglo XVIII la madera era subastada y los ingresos iban a parar a la iglesia, figurando como tales en los libros de fábrica:
"Por ejemplo, son frecuentes entradas de este tenor: «Mas se le hace cargo de ocho Reales en que se bendio la hoguera que se puso delante de dicha Yglesia la vispera de San Juan de ssetecientos y tres»5; o en 1728: «Ittem de diez reales que dicho Juan Pariente dio por la hoguera o ramo de San Juan que se pone su Vispera delante de la Iglesia»6. Prueba de que la hoguera en estas fechas ya no se quemaba, nos las proporcionan, por ejemplo, las cuentas del año 1778 donde se dice: 
«Que se gasto en la fiesta de San Juan otros trece rreales con mas 3 rreales que se dieron al que subio a desamarrar los cordeles i azer la fosa y 16 rreales i 8 maravedies que costo la conduzion de la oguera i el esceso de lo que avia costado el año pasado, con la adbertencia que ai existente la oguera para el año que biene poniendole algunos ramos berdes» 
O sea, que el palo o soporte sirve de un año para otro: lo que se renueva es el ramo. El año siguiente, el mayordomo nos proporciona otros pormenores acerca de esa festividad de San Juan: 
«mas, que se gasto la fiesta de San Juan de la Barrica 6 rreales, de velas de sebo 2 rreales y 20 ms que se da al sacristan para refrescar 4= que costo el zepillar la hoguera i componerla 16 rreales de los ramos que se trajeron para ponerlos en ella 4= de una argolla de fierro que se hizo para poner los ramos 22 rreales que se dio al que hizo el hoio para plantarla 1= que se dio al que subio a desamarrar los cabos 1 rial y 16 maravedies de clabos para la argolla y tablas doce clabos de apontonar 1 rial y 16 maravedies todo 98 rreales y 20 maravedies y queda el Palo y argolla y tablas que puede servir para muchos años»

En relación a la antigua costumbre de quemar la madera esta parece se había casi extinguido a finales del siglo XIX, si bien hubo al menos una excepción, el Bando de la Magdalena en la villa de Llanes
"Cuando decimos que en el oriente no se quema, algo que atestigua para el Llanes decimonónico el historiador local Manuel García Mijares, quien en el año 1893 encuentra ya muy decaída esa costumbre, hay que aclarar la particular excepción del bando de La Magdalena, que, desde la inmediata posguerra, momento de cambio y reorganización festiva, sustituye el rito de plantar la joguera por la quema de su copa. Se trata de una reinterpretación del ritual, basada en el hecho de que, con anterioridad a la Guerra Civil, la víspera plantaban el árbol y, en la verbena del día grande, lo cortaban y encendían una hoguera con los troncos. La ausencia de datos de la quema antigua seguramente será debida a que parece carecer de aparato ritual; sería como retirar el quiosco de los músicos o las banderas, por lo tanto no se hace mención de ellos en las reseñas, programas de fiestas, etc."

Yolanda Cerra Bada cuenta además que en origen estos troncos eran plantados en el mes de mayo dentro del ciclo natural de las cosechas. Luego se cristianizan, bien en las fiestas de la Cruz de Mayo, bien en las patronales:
"El rito de plantar el árbol mayo no es moderno en la forma, sino arcaizante, pues remite a épocas pretéritas, a gustos pasados, a una sociedad campesina. En origen se planta el día primero de ese mes; una vez que se va perdiendo el significado primero del ritual se traslada funcionalmente a las fiestas patronales o se cristianiza a través de la cruz de mayo. Una explicación, dejando de lado atractivas especulaciones e indemostradas teorías, sería de tipo agrario; parece posible que haya sido un medio simbólico para asegurar la fertilidad general y, en especial, la protección de la cosecha, en un tiempo especialmente delicado de la vida agrícola en que debe asegurarse que la tierra ha de ser fecunda y dar su fruto. Eso garantizaría, por extensión, la supervivencia del grupo social, cuya alimentación, en una tradicional economía de subsistencia, depende, en última instancia, de factores atmosféricos"

Las flores blancas supervivientes y el largo paso de la Joguera:
"En la actualidad, el ritual de la joguera ha perdido su carácter agrario. Ya no se hace en fechas especialmente delicadas del ciclo agrícola, como mayo o San Juan; por lo tanto, pierde un objetivo final que sería el de perseguir la fertilidad de los campos, la protección de las cosechas o la fertilidad humana. Primero va desplazándose en el calendario hacia los meses de verano u otoño, ligada a la fiesta patronal, celébrese esta cuando se celebre, como un elemento más de diversión. Y como tal elemento de diversión se llegó a desligar de las festividades religiosas; en las Peñamelleras, por ejemplo, se levantaron hogueras con ocasión de actos civiles: como agasajo a personajes ilustres o para celebrar los triunfos en las elecciones políticas anteriores a la Guerra Civil"

Quedan un par de obstáculo, uno subir la trinchera del ferrocarril...


Otro cruzar la carretera AS-379, si bien en principio es el menor, pues el tráfico se corta y desvía en estas fiestas


Se llega pues ya al campo de la capilla y se posa en el suelo el gigantesco tronco de ocalito. La verdad que visto ahora desde aquí impresiona aún más


El público se acerca a contemplar el increíble desafío al que se enfrentan ahora los hombres del bando para izarlo, trabajo hercúleo donde los haya y a la vez muy meticuloso


Incluso desde cierta distancia, desde la vía del tren, se tiene una muy buena vista de conjunto de todo el campo de maniobra


Otros, en cambio, prefieren acercarse lo más posible al escenario del mágico ritual repetido de generación en generación desde la más remota noche de los tiempos...


Se ha colocado la base del tronco sobre el gran agujero donde se plantará la Joguera tras haberse retirado la del año pasado. Yolanda Cerra Bada nos deleita con sus comentarios de la trascendencia del momento:
"Plantar la hoguera es un rito que utiliza como soporte lo vegetal y trasmite unos significados simbólicos con gran repercusión en lo social. Tenemos otras muestras en la sociedad agrícola tradicional donde los vegetales se hallan presentes de modo ritualizado. Por ejemplo, el ramo de laurel que se lleva a bendecir a la misa del Domingo de Ramos para después desempeñar una clara función profiláctica: colocado a la puerta de las casas o entre los aperos de labranza, impide la entrada del mal y asegura buenas cosechas; quemado durante las tormentas, preserva del rayo; entregado al padrino refuerza los vínculos sociales. En las fiestas, podemos destacar el que se colocaba a las mozas por San Juan, símbolo de sanción social positiva o negativa sobre su atractivo o conducta, los enrames de las fuentes en esa noche mágica, así como los ramos de Navidad y los conocidos ramos de pan que constituyen la ofrenda real y simbólica que se hace al santo patrón en su festividad. A estos podrían añadirse tanto el ramo que, cuando se abría un tonel de sidra, se ponía a la puerta de la taberna o de la vivienda particular como reclamo y que con su frescura anunciaba y representaba la del líquido, como el que se coloca en el tejado al acabar una edificación, hoy anuncio de fin de obra así como velada petición de convite al dueño, pero antaño seguramente con función preservativa"

Se hacen imprescindibles unos momento de relajación y descanso antes de emprender el izado del tronco de la Joguera, otra labor de titanes que requiere también total coordinación


El pozo es estrecho, su anchura se corresponde poco más que a la del tronco. Pero es profundo, pues llega a los dos metros, y tiene forma de rampa, para favorecer el deslizamiento. Son técnicas dadas por siglos, por no decir milenios, de experiencia 


Alguien se ha metido dentro del hoyo para comprobar el estado de la tierra y el ángulo de inclinación, pues está excavado en rampa, para que baje por ella el tronco sin contratiempo.  Continuamos atendiendo a las explicaciones de Yolanda Cerra Bada:
"Mientras que en otros lugares lo que se resalta es el robo simbólico, la propia comunidad de los mozos (o quintos) o bien la ascensión a la copa, en el oriente de Asturias es la plantación lo que reviste mayor importancia social y ritual"

En efecto, nada absolutamente puede dejarse al azar a tenor de la impresionante prueba de fuerza y destreza a la que se vana someter ante el gran tonelaje, oscilante, de unos 1.500 kilos de palu repartido linealmente unos 40 metros. Da respeto sólo pensarlo


El mero hecho de meterse ahí adentro para inspeccionar la situación del hoyo tiene su dificultad y riesgo, siendo ayudado el mozo por sus compañeros para entrar y salir sin problema


Al lado, tierra, palas y cuñas para asegurar la Joguera cuando se plante


Siguen las deliberaciones, es primordial el estudio de la situación desde todos los puntos de vista para tomar una decisión y comenzar esta parte esencial del rito del plantado con las máximas garantías


Hemos de aprovechar estos instantes, naturalmente, para visitar la capilla del Santo Cristo del Amparo centro, solar y corazón de la fiesta, construida en el año 1712 y que ha llegado a nosotros con sus correspondientes reformas


En ese dintel bajo el doble vano de la ventana existente leemos esta frase fundacional, que ha pasado al himno de las fiestas:
CHRISTO VIVE, CHRISTO REINA CHISTRO,
DE TODO MAL NOS DEFIENDA AMEN, AÑO, D 1712

Templo de planta rectangular vemos al fondo la cabecera, donde están el retablo y el altar


Y la imagen del Santo Cristo del Amparo, que saldrá en procesión al día siguiente


Y los claveles rojos, símbolo y emblema del Bando del Cristo de Nueva... "El Cristo tiene fama de milagroso y son muchos los exvotos que cuelgan y lo aseveran", dice el historiador Luis Antonio Alías en Asturias y el Camino de Santiago


Afuera, la banda de gaitas se ha detenido al borde de la carretera mientras va llegando más y más gente a la cita



Llegan también las mozas con los alegres sones de las panderetas y tambores:
"El hecho de que las mujeres (mozas solteras, en principio, aunque ahora intervienen casadas) acompañen el acto con sus canciones al son de tambor y panderetas, en filas y ataviadas con el vistoso traje de la zona, contribuye a resaltar la magnitud del acto, muy importante en la vida de la comunidad local y consumido como producto cultural por turistas y veraneantes"


Al respecto de esta separación de funciones femeninas y masculinas nos informa Cerra Bada:

"Existe, como es preceptivo en sociedades anteriores a la actual, una radical separación entre las labores masculinas y femeninas, entre los papeles tradicionales asignados a los diferentes sexos: productivo para los hombres y reproductivo para las mujeres. Ambos grupos actúan simultáneamente, siendo las mujeres las encargadas de animar a los hombres en su actividad. Ellos, principales protagonistas del acto, exhiben fuerza física, destreza y valor, tradicionales valores masculinos. Ellas, en cambio, con el papel subsidiario de acompañar el acto colectivamente sin destacar ninguna de ellas de modo individual, son las encargadas del factor estético. Adornadas con traje favorecedor y aportando la parte musical del acto, en tiempos no tan lejanos representaron a las jóvenes casaderas que lucían su cuerpo y sus habilidades artísticas para lograr un puesto en el mercado matrimonial"

Y aquí tenemos los trajes de llanisca o aldeana, siempre elegantes y llamativos, muy espectaculares. Tradicionalmente se heredaban familiarmente pero en la actualidad existen empresas de confección de los mismos y de alquiler. Otra cosa es el debate sobre sus características y elementos más fidedignos

En líneas generales podemos recordar que en buena parte del oriente de Asturias se mantuvieron como traje de fiesta y solemnidades por el influjo de los indianos que tenían hacia ellos un especial cariño, así como a estas romerías y sus bandos. En el blog Trajes Regionales Josefina Martínez nos informan de su composición:
"Según Fe Santoveña “La denominación de “traje de aldeana” tiene su más probable origen en las clases acomodadas, nobles y burguesas, de la Villa de Llanes. Los pudientes de la época vestían habitualmente siguiendo los dictados de la moda (aquellas prendas llamadas de la moda de Paris) y, llegado el momento de ataviarse para el ofrecimiento de ramos lo hacían a la manera de las mozas del pueblo llano, es decir, como «las aldeanas”.
Blusa y faldón blanco o refaxu: Blusa y la falda de algodón que hacen de “ropa interior” (antiguamente, así era) y que se adornan con puntillas, tiras bordadas, entredoses y pasa cintas. Las mangas de las blusas también pueden ser de organdí, batista bordada, encaje, lino… Las mujeres que bailan pueden llevar pololos a juego con el resto de la “ropa blanca”. 
Justillu o cuerpu: Es un jubón sin mangas, o “especie de chaleco”, que se ciñe al cuerpo para realzar la figura de la mujer. Antiguamente se hacían de terciopelo o panilla. Hoy en día, las telas más usadas son las adamascadas. 
Falda: Saya de amplio vuelo con adornos de abalorios o agremanes enmarcados por cintas de terciopelo. Según fuese el poder económico de la mujer, sería de rico el bordado de la falda. 
Chaquetilla: Chaqueta corta, parecida a una torera, de la misma tela y, generalmente, con el mismo ornamento y del mismo color que la falda. Se lleva de adorno colocada en el hombro izquierdo. 
Solitaria: Pieza , normalmente de terciopelo negro, que envolviendo el tronco de la mujer, se aferra en la cintura por detrás. Va adornada haciendo juego con la falda y la chaqueta, bordada con piedras de abalorio, que, ahora, solemos llamar coral y que originariamente eran de azabache. Se remata con una tira de flecos hechos a mano con estos abalorios, o con puntillas. La solitaria puede llamarse también dengue o rebociñu. 
Pañuelu: Es un trozo de tela, normalmente idéntica a la del justillu y mandil, rematada, en forma de triángulo que se coloca en la cabeza componiendo, mediante cruces y pliegues, un original tocado que termina en dos picos sobre un moño; de esta manera, el pañuelu queda repicáu. 
Banda: Es un lazo ancho, normalmente de raso, que hace juego con los lazos de la blusa y los colores del cuerpu, el pañuelu y mandil. Va colocado a la derecha, a la altura de la cadera. 
Medias: Aunque actualmente no todas la aldeanas llevan medias, solían ser las mejores y más elegantes que cada mujer podía llegar a tener. Hoy las aldeanas que bailan o las quieren llevar, usan las medias de perlé azules (blancas en algunos pueblos), o medias de encaje o cualquier media de vestir. 
Mandil: Delantal encima de la falda. Normalmente de la misma tela que el justillu y el pañuelu, aunque puede diferir y ser de terciopelos o rasos. Adornado también con bordados de abalorios, se termina, haciendo juego con la solitaria, con flecos. 
La aldeana que va bien vestida, guarda tanto mimo en el vestir como en los complementos. Al ser un traje de gala, se usa zapato negro, y como joyas las más características las de coral rojo o azabache. Se llevan también broches, camafeos o guardapelos. Según la época se lleva una flor prendida en la chaqueta, flores que, además, en algunos lugares, hacen distinciones acerca del bando al que pertenece cada persona"

Estos trajes han sido declarados Patrimonio Histórico Protegido en 2017. Álvaro Suárez daba noticia de ello el 22 de julio de ese año para La Nueva España:
"Dos de las mayores joyas del oriente asturiano ya son oficialmente patrimonio histórico protegido: el traje de aldeana llanisca y el de porruano iniciaron el pasado jueves su andadura legal para ser declarados Bienes de Interés Cultural (BIC). LA NUEVA ESPAÑA asistió a la compleja ceremonia que supone vestirse con auténticas joyas culturales, manifestaciones únicas dentro del textil mundial.

Aunque se trata de atavíos que tienen un origen antiquísimo ligado al trabajo rural, los trajes experimentaron un primer impulso a finales del siglo XVIII, cuando por iniciativa del movimiento antiilustrado, las élites comenzaron a vestirse como las clases bajas campesinas. A ese campesinado, representante del pasado y de la estabilidad se le atribuyen valores positivos opuestos a la novedad del progreso industrial, según explicó la antropóloga Fe Santoveña, la máxima defensora de la protección al atuendo.

El segundo empuje se vivió durante el siglo XIX con el surgimiento de los bandos -agrupaciones festivas de afiliación emocional muy presentes en Llanes-, quienes promovieron su recuperación para ser vestidos durante las celebraciones parroquiales y las ofrendas al "ramu". Hoy en día, el uso de estos trajes se ha extendido a todo tipo de acontecimientos sociales y no entiende ni de edad ni de condición. También han llegado a traspasar la simbólica frontera del río Sella, dado que incluso las reinas de las fiestas de San Mateo de Oviedo o de San Pedro en La Felguera los visten. Y hasta ha alcanzado el ala contraria de la región, pues esta vestimenta llegó hace años a la villa de Navia.

En un antiguo caserón junto a la iglesia del pueblo de Naves, en Llanes, vive Gloria Galguera. Es artesana y dedica su tiempo al diseño y confección de indumentarias tradicionales. Ayer, tres parejas con trajes de porruano y de aldeana se juntaron en su taller para mostrar a LA NUEVA ESPAÑA las partes del traje y cómo es el proceso de vestido. Una transformación que suele durar más de una hora en el caso de las mujeres, y media hora en el caso de los hombres.

Una de esas "aldeanas" era la antropóloga Fe Santoveña, encargada de redactar el informe presentado ante el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias para que su joya textil llegase a ser declarado BIC de carácter inmaterial. La propuesta, iniciada en el mes de febrero también fue avalada por la Agrupación Cultural de El Pericote, la Asociación Bando de La Magdalena, Asociación Bando de San Roque y la Asociación de Festejos Virgen de Guía, todas ellas de Llanes. Para Santoveña, vestirse de aldeana y de porruano es un sentimiento más allá de lo meramente estético, que es lo que la gente suele apreciar. Antaño, la tradición se vivía con gran pasión y devoción, y esa es la idea que se pretende inculcar en la juventud que continúa ligada a la conservación de unos valores esenciales. Y es que mientras antes el vestido determinaba valores como clase social, el estatus matrimonial, edad o la riqueza, ahora todo tipo de personas se suman a una costumbre muy arraigada en el oriente de Asturias.

Originalmente, el atuendo de aldeana estaba compuesto de "camisa y enagua de cáñamo o lino, justillo de tela pintada, refajo de bayeta, basquiña y jubón de sayal, sayalín o estameña, dengue de bayeta más fina, llamada miliquin, y pañuelo de hilo o algodón para la cabeza atada al moño; calzas o medias de lino o lana, corizas o zapato escotado, y un mandil de lienzo o percal pintado". Y el de porruano "por camisa de cáñamo o lino con un ribete por cuello y pechera plegada, calzoncillos de la mismatela, faja de lana azul, encarnada o negra, según el estado o edad del individuo, calzón corto, chaleco abierto y chaqueta". Todo una cultura condensada en un atuendo."

El  pañuelu repicáu es un elemento netamente característico, del que se dice deriva de los peinados de entre siglos, denominados "de corona". La forma de ponerlo se llama repicar, aunque ya se emplea más decir poner el pañuelu. Va sujeto sobre un moño llamado de picaporte y prendido por alfileres formando unas lorzas, normalmente tres para seguidamente hacer un nudo sobre el moño y los dos picos han de sobresalir por encima de la cabeza


Los claveles rojos puestos en la chaqueta o chaquetilla identifican al Bando del Cristo. Cada mínimo detalle está marcado de simbolismo, nada se deja al azar, incluso los cantares...
Entré y no pude salir del barrio de Triana, entré y no pude salir 

Tras el preceptivo alto para recuperar energías y pensar en la nueva operación que ahora comienza los hombres encargados del izado vuelven a sus puestos


Estos son los jorcaos o jorquetos, apoyos a manera de horquilla que ayudarán a levantar este palitroque de tan descomunal tamaño


Cada uno se acerca a su sitio, se despliegan además las sogas que harán de contrapesos tirándose de ellas en varias direcciones según ascienda el poste


Atentos ya la las voces de Tomasu El Voceru, maestro de ceremonias que fue durante tantos años de esta gran proeza


Vuelven los rostros de tensión y atención, hay que estar con todos los sentidos en lo que se está haciendo. Antes del izado se aseguran unos clavos hacia la mitad del palo que servirán de sujeción para las cuerdas de tiro


Y... todos a a una, a agarrar y a tirar hacia arriba, con ímpetu pero a la vez con sumo cuidado 


Los asistentes contienen la respiración, este primer levantamiento es un momento especialmente crítico. Por el contrario los hombres que realizan tan durísimo sacrificio dan voces y rebufan de esfuerzo ante la magnitud de la prueba que tienen encomendada


Allá sube ya, arqueándose, el gigantesco ocalito y ya se va a poner el primer jorcáu 


Y es que según la posición de tan mayúsculo mástil su peso parece multiplicarse


Al pie del pozo dos mozos con barras metálicas contribuyen a asentarlo sobre su base


Otro jorquetu acude a ayudar al primero mientras va subiendo poco a poco en toda su longitud, especialmente visible en la copa


Ahí tenemos los dos jorcaos haciendo su labor, bien manejados por sus respectivos operarios, atentos también a Tomasu y sus voces


Este primer paso del izado parece ir asentándose así de esta manera con éxito


Una vista desde el hoyo. Uno de los mozos se asoma con cuidado para comprobar que esté entrando bien


Parece que no hay novedad y está todo correcto...


Así que a seguir tirando todos hacia arriba, sin desmayo


Desde primera línea hacia atrás, todos a una


Se gana a pulso a la gravedad, centímetro a centímetro


Y ya entra en escena un tercer jorquetu. Tomasu se ha quitado la chaqueta y está conversando con los del primero


Arriba también pues con estos jorcaos, las sogas desplegadas se hacen más visibles al ir subiendo el tronco


De momento no hace demasiada aún tirar de ellas pero enseguida serán muy necesarias


El proceso avanza satisfactoriamente pero nunca hay que confiarse


Aumenta la expectación según va irguiéndose la monumental Joguera


Maña, fuerza y pericia en un magistral despliegue humano en un trabajo comunitario de hondo simbolismo


Al fondo los altos de El Llanu Nueva (220 m) que cierran el valle del Ereba por el este. Un cruce de caminos de gran antigüedad, uno de ellos entre la ensenada y puerto natural de Cuevas del Mar y el interior por este valle, y otro el Camín Real de la Costa, pudieron dar origen al asentamiento de lo que hoy es Nueva, controlando la Torre de San Xurde esta estratégica encrucijada


Diversos autores comentan que fue esta la vía que los soldados desembarcados por la flota de Aquitania emplearon para atacar por la retaguardia a los defensores del Mons Vindius (Picos de Europa y Cordiellera Cantábrica) durante las guerras contra cántabros y astures (29 a.C. a 19 a.C.). Es muy posible que ya por entonces los pobladores orgenomescos y vadinienses plantasen estas jogueras


Desde la carretera, la magnitud de este desafío a la gravedad nos dejará absolutamente boquiabiertos


Se suceden, voces, avisos, órdenes, contraórdenes, algunos gritos, puede que algún pequeño susto...


Empieza a llover, se abren algunos paraguas pero nadie se va de su sitios, todos asisten atónitos a esta epopeya


En el corazón espiritual y vital del barrio de Triana o Llende'l Ríu, donde acontecen estos actos de enorme emotividad


Las sogas siguen tensándose, son de gran longitud, esta por ejemplo llega a la capilla y más allá


Es formidablemente asombroso y digno de admiración este poder de compenetración entre todos los participantes en el plantado del enorme tronco


La copa se menea pendularmente de tal manera que parece quisiese salir volando en cualquier momento


Buscamos todos los ángulos para realizar estas instantáneas, al menos allá donde podamos entrar


Porque justo enfrente está totalmente abarrotado de público, delante de la capilla


Dado que los momentos culminantes de este grandioso ceremonial popular son estos, la Joguera permanece plantada todo el año hasta ser renovada al siguiente, dice Yolanda Cerra:
"Será, pues, símbolo de una colectividad, sea esta pueblo o bando, sirviendo su bandera al viento como útil veleta colectiva. Frente a otros lugares de Asturias o de España donde sólo permanece plantado un corto periodo de tiempo, este mayo, en el oriente de Asturias, pasa a formar parte intrínseca del paisaje durante todo el año. 

Es el momento, pues, de preguntarse qué se hace con el tronco viejo y de volver a la denominación hoguera para el árbol mayo. La hoguera era una verbena que se hacía la víspera de la fiesta. Se nombraba así, con toda seguridad, porque en tiempos en que no existía luz eléctrica encender una fogata era indispensable para cualquier reunión festiva nocturna de importancia. En Llanes, se quemaban barricas de sebo frente a la iglesia parroquial en las grandes festividades del siglo XVIII: el Corpus, San Pedro, San Juan y la Patrona, según consta en los libros parroquiales (los bandos aún no habían nacido); en cambio, en otras como San Bartolomé sólo disponían de velas de sebo para alumbrar3. Plantar la hoguera es algo que se hace la noche de víspera; por lo tanto, fogata y árbol mayo serían elementos indisociables. Pero además de esta consideración acerca del significado antiguo de la palabra hoguera, hay que tener en cuenta que, aunque en el oriente los mayos no se quemen actualmente y tampoco existan referencias documentales, ese nombre estaría indicando una antigua cremación. Nada raro, además, no sólo por las referencias al mayo que se quema tanto peninsulares (Valle de Arán, Burgos, Cataluña) como extranjeras, sino también por la existencia de los árboles de fuego, con o sin pelele, cuya quema en las fiestas de verano es un hecho constatado"

Cada vez hemos de abrir más el ángulo de visión para hacer una foto de conjunto con la gente debajo y arriba la copa del árbol, sacando la Joguera en toda su largura


Los mozos se centran ya más en los jorcaos para ir rematando su labor:
"Para levantar el tronco se tira de tres cuerdas: dos vientos y una cuerda guía o principal en torno a las que se congrega el pulso de un pueblo. El "voceru" es el encargado de dirigir la coordinación de la maniobra, y el tronco del eucalipto se va poniendo derecho a fuerza de voces aunque se precise toda una tarde"

Asistimos a un verdadero portento de la fuerza de la comunidad ante un gran desafío que reforzará los lazos de compenetración y convivencia, al que acuden gentes venidas desde todas partes, vinculadas a Nueva y en concreto al Bando del Cristo del Amparo o de Triana


Más allá de la carretera, vemos de nuevo la gente en la vía del tren. Esa línea se inauguró oficialmente el 20 de julio de 1905 con una gran fiesta en su recorrido hasta la villa de Llanes. Era de los Ferrocarriles Económicos de Asturias, integrada en la estatal Feve en 1972


Se tira otra traca de voladores que retumban en Nueva y los demás pueblos de su parroquia animando a que nadie se quede en casa...


Sigue lloviendo, pero nada amilana al público y a los izadores que plantan la Joguera. Proseguimos con lo que nos cuenta Yolanda Cerra:
"¿Qué significa este ritual de plantar la hoguera? Su nombre antiguo, como venimos diciendo, se debe a que es el árbol propio de mayo, mes asociado a la fecundidad de la vegetación y al amor. Lamentablemente la documentación sobre el árbol ritual no nos lleva más atrás de la Edad Moderna y, aunque haya referencias de ritos aparentemente parecidos en la forma nada indica que los significados sean similares ni, por supuesto, se hayan mantenido inalterados a lo largo de siglos. Sin embargo, lo que sí se ha constatado es la gran homogeneidad que hay en este ritual."

Hay alguna pequeña pausa para condensar y coordinar cada movimiento que se vaya a hacer a continuación parar terminar de meter y levantar el pesado ingenio:
"En la actualidad, el ritual de la joguera ha perdido su carácter agrario. Ya no se hace en fechas especialmente delicadas del ciclo agrícola, como mayo o San Juan; por lo tanto, pierde un objetivo final que sería el de perseguir la fertilidad de los campos, la protección de las cosechas o la fertilidad humana. Primero va desplazándose en el calendario hacia los meses de verano u otoño, ligada a la fiesta patronal, celébrese esta cuando se celebre, como un elemento más de diversión. Y como tal elemento de diversión se llegó a desligar de las festividades religiosas; en las Peñamelleras, por ejemplo, se levantaron hogueras con ocasión de actos civiles: como agasajo a personajes ilustres o para celebrar los triunfos en las elecciones políticas anteriores a la Guerra Civil"

Y aquí está encajando, perfectamente, en la honda trinchera excavada:
"En la sociedad actual las fiestas han cambiado de dirección. Manteniendo muchos rasgos formales de sociedades pretéritas, los significados son otros muy diferentes. Las fiestas estaban ligadas antes a la reproducción de lo natural e insertas en el ciclo agrícola. De ellas se mantienen ciertos elementos formales cuyo significado no sea muy marcado, pero se pierden aquellos específicamente ligados a lo natural. Por eso han desaparecido los rituales de bendición de los campos con el laurel y el agua bendita, como han desaparecido las rogativas para propiciar la lluvia o los toques de campanas para ahuyentar las tormentas"

El tronco está mojado y la tierra se empapa, lo que puede añadir más dificultad a estas maniobras:
"Hoy las fiestas se han desnaturalizado pero a cambio están íntimamente ligadas a lo social. Sirven para la reproducción del grupo social, para crear conciencia de identidad local. La hoguera es «nuestra» y es mejor o más alta que la de «ellos»; el ritual de la hoguera «nos» identifica como grupo y es necesario para la permanencia y reproducción del grupo social, del «nosotros» comunitario. Ciertos rituales son renovados no atendiendo a sus contenidos simbólicos, a lo que representan, sino a la utilización que hacen de él determinados grupos sociales; se renuevan no en función de lo que significan sino en función de aquello para lo que sirven"

Poco a poco se va consiguiendo gracias a este coordinadísimo trabajo descomunal 


Otra soga, esta llega hasta la carpa de la fiesta


Los tiradores llegan prácticamente hasta la misma barra del bar...


Ahora sí que está las cuerdas bien tensionadas para evitar que la enorme viga se tambalee lo más mínimo


Se sigue ajustando con precisión milimétrica cada palmo que se gana, por arriba y por abajo


Nos metemos entre el público, admiran el largo tronco izarse sobre los paraguas


Una vista ahora desde la distancia de la vía del tren, con la capilla y la Joguera


Fijémonos en las cuerdas de esta lado, pasando por encima de los coches aparcados


Y una vista enfrente, desde la portada de la capilla del Cristo del Amparo, a punto ya de culminar la operación


Ahí la tenemos, la Joguera del Cristo, erguida y derecha en todo su esplendor, alzándose hacia el cielo


Momento de júbilo y escenas de regocijo ¡VIVA EL CRISTO DEL AMPARO!


Ya se quitan también los jorcaos, los mozos controlan que el poste esté firme y tieso, admirando su obra


Una hermosa foto de equipo tras una labor bien hecha


Aún quedan pendientes ciertas faenas, como rellenar el hoyo con la tierra extraída para hacerlo


Con la pala echan la tierra al pozo y con las barras metálicas la aplastan y pisan bien, haciendo fuerza


El trabajo es el trabajo, todos se acercan y nadie se preocupa por mancharse con un poco de barro. Todo por el éxito de la fiesta


Esta es también una muy delicada misión, la Joguera ha de permanecer en el lugar, intacta y a prueba de vientos y temporales, hasta el año que viene


Al otro lado de la capilla, la fiesta espera la llegada de los  héroes...


Y aquí está, orgullosa y altiva, la Joguera, pero... ¿quién se sube allá arriba ahora para recuperar las cuerdas?


Pues allá sube un mozo, naturalmente, desafiando al vértigo y trepando por el tronco



Otra hazaña más, esta digna del mejor acróbata


Bien asegurado, desata las sogas, que caen abajo


Y cuando acaba la gente le dedica un caluroso aplauso. La bajada es también apoteósica...



Se realizan los último retoques, aplastando y explanando bien el campo donde se hizo el hoyo y se amontonó la tierra


Los hombres van turnándose para culminar tan emocionante jornada


La gente sigue admirando la excelente terminación de la obra con toda pulcritud


Y de esta manera, llega pronto el anochecer de la víspera del ansiado día grande de la fiesta del Cristo del Amparo...


Todavía tendremos fuerzas para un poco de alegre verbena...





14 DE SEPTIEMBRE: DÍA GRANDE DE LAS FIESTAS DEL CRISTO DEL AMPARO


Y así, al día siguiente de plantada la Joguera, volvemos al campo de la capilla del Cristo del Amparo para participar en la solemne procesión del día grande de estas fiestas



Detrás está la carpa dela romería, con la barra de despachar. El acto trasciende, como en todas las fiestas populares de fuerte arraigo, lo meramente religioso para abarcar lo comunitario y lo identitario


Y a su derecha luce así de pletórica la majestuosa Joguera que vimos plantar la tarde anterior


Junto con los trajes de llanisca y porruanu veremos también bastantes hábitos blancos, se trata de la mortaya o mortaja, que visten quienes acuden así al Cristo, ofrecidos por alguna razón


Dado que la capilla es pequeña, mucha gente aguarda afuera el comienzo de la procesión. Algunos fotografían los magníficos ramos expuestos en la acera


el ramu con las ofrendas, tradición muy extendida en Asturias, su origen es también muy remoto y los ejemplos más antiguos ramas de árbol o planta (recordemos la palma del chaleco del traje porruanu). La página Acción Cultural Española los define así:
"... están presentes en multitud de fiestas españolas, desde Asturias a Soria y desde Galicia a Extremadura, pasando por Burgos, Cantabria, León, Toledo o Palencia. Su presencia está ligada, en los casos de ramos en las fiestas, a la iglesia, presentándose como una ofrenda a la imagen titular que sea agasajada en esa celebración. Dentro del conjunto de objetos que lo componen están las propias ofrendas, que van de velas a manteca o de panes a derivados del cerdo. En el oriente de Asturias sobresale el pan. Esa ofrenda ha de ir colocada en un soporte, el ramo propiamente dicho. En el caso que nos ocupa adquiere una forma piramidal sita sobre unas andas, que ha de ser portada por, al menos, cuatro personas. Esta estructura contrasta con los ramos verticales del occidente de Asturias o de gran parte de Castilla y León o Extremadura, apareciendo de forma excepcional en puntos del sur de León. 
 La ofrenda que porta el ramo en el oriente de Asturias va decorada con flores, naturales o de papel y otros objetos como cintas de tela, formando un artefacto muy llamativo. Este es procesionado y presentado en el templo, pero durante todo este proceso la música está muy presente. En el caso de la procesión esta es encabezada por la pareja que tañe gaita y tambor. Tras ellos se sitúan las cantoras, portadoras de una pandereta cada una, que tañen al compás de la melodía que sirve de soporte para los versos del ramu, entendido ahora como la composición literaria que acompaña al ofrecimiento del mismo. Estas cantoras se sitúan en dos filas, a ambos lados del ramo, siendo las que encabezan cada una de ellas portadoras no de una pandereta como el resto de sus compañeras, sino de un tambor. Se tiene, en los pueblos en los que se conserva el ramo, el puesto del tambor como de mayor categoría que los de la pandereta, siendo las más avezadas en el canto y la percusión quienes tienen la potestad de tañer el tambor. 
Tras el ofrecimiento, que en algunos casos cuenta con varias tonadas según la secuencia de la ceremonia, tiene lugar la subasta de los panes del ramo y puede haber danza y bailes. 
En la actualidad se conserva en localidades costeras del Camino o cercanos a él como Pimiango, Llanes, La Franca, Valmori, Pendueles, Porrúa o Vivañu. También puede tener lugar la joguera (hoguera) para la cual también existe un repertorio de cantos al son del tambor y las panderetas"

Cuando acabe la procesión estos panes se subastarán para sufragar las fiestas, es la célebre puya'l ramu, otro ritual dentro un gran ritual. Compartimos la explicación de Asturian Ways al respecto:
"Os presentamos una costumbre asturiana ancestral.  Está documentada desde el siglo XIV, aunque se cree que puede tener orígenes precristianos, similares al Erntedank alemán y otras festividades europeas vinculadas a las cosechas. 
Actualmente se encuentra vinculada a las fiestas religiosas de los pueblos.  Tras la procesión del santo o virgen del pueblo y la misa, se bendicen una serie de panes, habitualmente de escanda.  También hay panes de otros cereales o incluso, como en la foto, roscos.  Los panes se colocan en una estructura piramidal adornada con flores, ramas y cintas. 
A continuación se subastan los panes.  Se dice que éstos panes bendecidos aportaban protección a la casa de quien los comprara.  Realmente, el dinero de la subasta servía para el mantenimiento de la iglesia y los gastos de caridad.  Actualmente, el dinero se utiliza para pagar las fiestas.  ¡No es difícil que lleguen a pagarse más de 50 euros por cada pan! 
Es muy habitual que “la puya’l ramu” se realice con vestidos tradicionales.  ¡Y no falta la música y el baile!"

También los cada vez más grandiosos ramos fueron otro ejemplo de la impronta indiana para magnificar las ancestrales fiestas populares de remotísimo origen. Esto describen Herminia Menéndez de la Torre y Eduardo Quintana Loche:

"El ofrecimiento o la entrega de un ramo como signo de admiración se remonta al menos a la época romana, cuando se coronaba con ramos de laurel a los vencedores de batallas o competiciones deportivas. La entrega de un ramo fue también símbolo de transferencia de autoridad y posesión para los antiguos pueblos germánicos. En este sentido se encuentran en Asturias documentos de los siglos XIV y XV en los que se pone de manifiesto esta misma costumbre. Hoy día sólo quedan vestigios de ello, como el relevo de la mayordomía de las fiestas patronales, que se efectuaba, en un pasado bastante reciente, entregando el mayordomo saliente el ramo procesional al entrante"

Otro gran historiador, cronista y gastrónomo, José Antonio Fidalgo, comenta de esta nutritiva tradición en la página de la Real Asociación de Cronistas Oficiales:

"Fue costumbre entre los primeros cristianos el repartir, entre quienes no habían recibido la Comunión, unos PANES BENDECIDOS por el sacerdote durante el ofertorio de la misa; panes que recibían el nombre griego de EULOGIA y que en cierto modo se conceptuaban como algo santo («quam non sit Corpus Christi, sanctum tamen est», dice San Agustín). Pasado el tiempo esta costumbre se centró en la fiesta dominical; el reparto se efectuaba en el pórtico de la iglesia y con las limosnas recibidas se atendía a los necesitados y a LOS GASTOS DE LA IGLESIA. Lo que en su día fue «costumbre de domingos» se limitó a la celebración solemne de «la fiesta del pueblo» y el RAMU DE PAN, generalmente donado por alguna familia devota o por alguna institución, se «subasta a la baja» («la puya´l ramu) para sufragar gastos del culto, del templo, de la Cofradía, etc. Es una ofrenda de devoción; no un «negocio» de Comisión de Fiestas. Otra cosa es que, en acuerdo común, el párroco ceda un cierto porcentaje de lo recaudado en la subasta y se destine a gastos de «fiesta profana». Esta es la historia; una historia que data, al menos, del siglo IV y que se propagó intensamente a partir del siglo XI con la recomendación del Papa León IV. Vivir la puya´l ramu con ese sentido de tradición devota es, de alguna manera, recobrar y mantener nuestra identidad"

Además de los ramos grandes, también hay otros más pequeños, los ramos infantiles, que van buscando su puesto para cuando empiece la procesión


Mucha gente llega a Nueva procedente de muy lejos, los oriundos de esta tierra son de estirpes netamente emigrantes, no sólo con los indianos, también con los famosos teyeros o tamargos llaniscos, hacedores de tejas y ladrillos (ocasionalmente otros objetos de barro como ollas, vasijas, cazuelas, etc.) que marchaban durante meses por toda Asturias, León, Castilla, País Vasco, etc., a ejercer su oficio, estableciéndose muchos fuera de aquí. Es por lo tanto momento de reencuentros y alegría


Las formas del repicáu y sus peculiaridades: no puede colocárselo una misma pues es prácticamente imposible, debiendo hacerlo otra persona. La tela es igual al justillo, pudiendo ser lisa o estampada, nunca de terciopelo ni estampada de azabache


Sea como sea, seguidamente llegan las alabanzas o las críticas al resultado obtenido. No digamos nada si añadimos a ello las picas entre bandos. El proceso de repicar es tan importante que incluso se imparten curos y existen tutoriales para dominar la materia



Se ha señalado alguna vez que estos complicados repicaos pueden ser resto de unos aún más voluminosos y enmarañados tocados que lucían las mujeres de buena parte de Asturias y que tanto llamaron la atención a la comitiva de Carlos de Flandes cuando recorrió estas tierras en 1517 con deseos de hacerse con el trono y ser Carlos I, según narraba su cronista Laurent Vital:
“y fue allí donde por primera vez vi a las mujeres, ataviadas con los adornos de tan extraña manera; porque parecía que se hubiesen plantado sobre sus cabezas fárragos de cosas o golillas, o, hablando más clara y honestamente, esas cosas con las que los hombres hacen los niños y es el más endiablado adorno de mujeres que jamás se haya visto; porque así como las locas se encasquetan el gorro hasta las orejas y por encima de la forma y pelo ponen una cabeza de un gallo, que les llegue hasta debajo de la frente, así las mujeres casadas de esta provincia llevan un adorno de tela blanca o crepé hecho a manera de golilla, con un palo de grosor de medio palmo de vuelta, tan rizado y cosido sobre su cabeza, que el extremo de esa linda golilla íbales a descansar cerca de la parte superior de la frente. Pero las más gentiles y guapas llevaban el palo tan firme, rígido y estirado, que habían de cuidar mucho el tener la cabeza erguida, y era el extremo de otro color de tela que el palo; de tal modo, que, cuando los palos de sus golillas eran de tela blanca, ponían el extremo de tela amarilla, y «ex inverso » el palo amarillo y la cabeza blanca; y no hay manera, siendo la primera vez, cuando no se está acostumbrado, de que esos adornos no hagan recordar la dicha gentil golilla”.

“Las mujeres solteras, en cambio, llevaban el pelo corto, mientras que las viudas llevaban las tocas desmochadas, es decir sin aquellos altos adornos”

Siglo y medio después, en 1661, en la cercana parroquia de Celoriu se presenta un llamativo expediente por parte de dos vecinos, Pedro Gurrea y Melchor Díaz de Posada...
 “expediente promovido a instancia de Pedro Gurrea y Melchor Díaz de Posada vecinos del valle de Celorio, solicitando que se reformaran los tocados de las mujeres de aquel valle por su gran coste y perjuicios que se seguían a sus haciendas, por ser cortas sus facultades para hacer estos gastos y porque era motivo de envidia para las demás; que dichas tocas se habrán de reformar como las que se usaban en la villa de Llanes, por cuanto las mujeres casadas de Celorio las traían largas de veintiuno a veintidós varas de lienzo fino sin tejeduría de seda y que cada una tenía por lo menos tres”

En 1685 hay noticias en el cercano concejo de Parres, en concreto en la parroquia de Viabañu, de que ya lo habían sustituido por monteras, según apercibe el obispo en su visita:

"... las mujeres llevan monteras a la iglesia y mientras los oficios divinos las tienen en la cabeza, se las quiten; entrando pena de 10 reales por la primera vez aplicados para las luminarias del Santísimo, y por la segunda vez el cura les evite y de aviso al tribunal”
Más cerca, en Posada, a muy escasa distancia de aquí, existía la copla popular:
“Las mujeres de Posada, como gastan tanta ropa, parecen a bergantines navegando viento en popa” 

En el oriente asturiano suelen gustar de usarse los trajes tradicionales mucho más que en el resto de Asturias para todo tipo de ocasiones especiales. Así dice también el blog de trajes de Josefina Fernández:
"En Asturias no existe un traje típico tradicional estandarizado, aunque la costumbre nos lleve a hablar de “traje regional”. Definimos como “indumentaria tradicional” la manera característica en la que se vestían nuestros antepasados y por la cual eran reconocidos dentro y fuera de la región. El traje tradicional empieza a verse influenciado por los cambios de la moda del momento a finales del S.XIX. Los cambios en la economía y comunicaciones, hacen que los trajes empiecen a “evolucionar” hasta convertirse en un manifiesto de cada uno, según lo que llevaba puesto. Es importante -a la hora de hacer los trajes- mantener los patrones originales, las telas y los colores, engalanarse o ataviarse de una manera adecuada a la época que tratamos de reproducir, para poder conservar la tradición"

En el libro dedicado a Llanes y Ribadedeva de la colección Asturias concejo a concejo, del Real Instituto de Estudios Asturianos, se nos dice que el concejo de Llanes resulta especialmente pródigo en fiestas, principalmente en verano pero arrancan ya en primavera, siendo estas las más abundantes y multitudinarias, incidiendo además en que fueron los indianos los grandes protagonistas en la revalorización de costumbres tradicionales, aportando ayudas a estas añoradas fiestas de su juventud y costeando durante sus regresos estivales diversos elementos festivos, ramos, cohetes, música, y vistiendo el traje llaniscu (porruanu y aldeana)

Daban de esta forma realce a la fiesta grande de su pueblo, parroquia, barrio y bando, que de otra manera y por simple  cuestación no hubiese podido ser tan espléndida ni tampoco haber arraigado tanto en las nuevas generaciones

En la primavera, "época de plena eclosión de las fuerzas de la naturaleza", se celebraban el ramu, la Joguera o árbol de mayo y en enrame de fuentes, "elementos naturalistas de raíz lejanísima que han sufrido el consabido proceso de cristianización y hoy los encontramos asociados a fiestas religiosas", como es este el caso

La mayor transformación vino pues de la mano de los indianos, la tradición de los bandos de 1837 se exportó por todo el concejo y las picas o disputas vecinales por lograr las mejores fiestas no eran sino picas entre indianos extendidas a determinados barrios y aldeas con su propia fiesta y capilla que competía con la de los de al lado. Estos indianos mostraban ser los mejores organizando la mejor fiesta, lo que a veces conllevaba otras mejoras comunitarias, incluyendo la luz eléctrica

La profusión de voladores era otra característica de una buena fiesta sufragada por la emigración, así como la abundancia de abalorios y cuentas de azabache en los trajes de aldeana, hasta el punto de considerárselos verdaderos trajes de gala

En Asturias.com reafirman las características que hacen de las de Llanes unas fiestas únicas:

Las «picas» (rivalidades) son igual de apremiantes, con bandos y más bandos, partes y partes, facciones de sentimientos, pasiones y una competencia inusual que, paradójicamente, ayuda a reforzar el sentir colectivo y hace más prósperos a sus habitantes. En las aldeas perviven toda suerte de procesiones y romerías, subastas del «ramu» así como una infinita gama de hacer los honores. Cada pueblo se ha molestado en ofrecer un matiz distinto al del vecino, pero la costumbre, individualmente sentida, porta en todos los casos la esencia del contagio.

Sin embargo, el mayor cambio en el folklore vino de mano de los indianos, y las picas que actualmente se dan no son sino transmutaciones de las picas personalizadas entre indianos. Los que regresaban a Llanes, después de hacer fortuna en las américas, querían que su fiesta fuese la mejor de todas y no se lo pensaban a la hora de aportar dinero. De este modo, la presencia de luz eléctrica en el entorno festivo, la abundancia de voladores, los ramos más adornados o el incremento notorio de los abalorios en los trajes de llanisca fueron pautas difundidas por estos emigrantes que regresaban"

Una gran aglomeración de gente va llenando la carretera, cortada al tráfico. Muchos miran hacia la capilla, a ver cuándo sale de ella la imagen del Cristo del Amparo, comenzando así la procesión


Los numerosos ramos de ofrenda siguen llegando y van tomando sus posiciones para cuando empiece


Todo está ya preparado para salir, vuelven a vivirse momentos de emoción. La cabeza de la comitiva casi llega al otro extremo de Nueva por esta AS-379


De pronto, una sonora traca de voladores, anuncia el comienzo de la esperada procesión del Cristo del Amparo, otra gran celebración comunitaria de estas fiestas. Bárbara Morán describe cómo modelo el arranque de la misma en Nueva, veneración por el Cristo, artículo publicado en La Nueva España el 15-9-2007, donde informa también de la presencia de peregrinos que se toparon con ella haciendo el Camino:
"El día grande del Cristo nuevense tuvo su momento central a las doce del mediodía. Con la capilla del Cristo y sus alrededores atestados de devotos, comenzó la misa principal, a la que siguió una impresionante procesión por las calles de la localidad. Generaciones enteras de familias, veraneantes, algún que otro peregrino que pasaba por allí rumbo a Santiago de Compostela y se detuvo al ver la multitud, niños, ancianos, extranjeros, y lugareños se congregaron ayer para participar en la emocionante y respetuosa procesión"

Arranca pues la cabeza de la procesión y todo se pone inmediatamente en marcha:
"La comitiva se puso en camino con cientos de mujeres, ataviadas con el traje de llanisca, interpretando los cantos propios del bando, acompañándose con sus panderetas. Más atrás, una marea blanca de fieles vestidos de mortaja seguían al cortejo de aldeanas. Todos, hombres y mujeres, con una vela en sus manos encendida representando su fe y agradecimiento al Santo por una petición que se ha cumplido. Allí estaban varias mujeres peregrinas descalzas"

La Cruz Procesional y detrás los gaiteros, tamboriteros, los ramos y toda la gente que acude multitudinariamente:
"La nuevense Noemí Pérez del Campo y su marido Eusebio Corrochano viven en Madrid. Ayer viajaron hasta Triana para agradecer una petición a «su» Cristo. «Mi hijo pequeño tuvo un grave accidente. Le supliqué al Cristo del Amparo su recuperación y ha salido adelante. Nunca he sido demasiado creyente, pero el Cristo del Amparo nunca me ha fallado y le debo estar aquí», relató la mujer. «Cuando no puedes más y estás ahogada en una pena muy grande sólo puedes suplicarle a Él», destacó María Luisa Tirador, mientras se preparaba para desfilar entre las mortajas"

Tras la cruz sigue el estandarte de San Jorge, pendón del patrón de la parroquia de Nueva, la capital del Valle de San Xurde:
"Un día que trae muchos recuerdos a los cientos de personas, de muy distintas procedencias, como Gerard Gillespie, británico de origen escocés. Ayer hacía tres años que falleció su hermano en Nueva, mientras disfrutaba de las vacaciones y Gillespie, vestido como se visten los escoceses para las ocasiones importantes, con su traje regional rindió homenaje al Cristo del Amparo"

Y ahí van ya todos los ramos, pequeños y grandes. Esta es parte de la crónica de la procesión del año 2019 en el periódico El Fielato:
«Hay más gente que nunca»,  se comentaba en los corrillos que esperaban el final de la Misa Mayor, el pasado sábado en Nueva de Llanes, momentos antes de la salida de la procesión con el Santo Cristo del Amparo (...)

El Santo Cristo del Amparo de Nueva cuenta con devotos en toda Asturias, y también fuera de la región, por eso la procesión del sábado fue de las más multitudinarias que se recuerdan. Tres largas filas de moces vestidas de llaniscas, precedieron al Cristo en la marcha de más de una hora, que arrancó y concluyó en la ermita de Triana. Allí se oficiaron misas desde las ocho de la mañana, hasta las 12 del mediodía, cuando se celebró la Misa Mayor, que cantaron los integrantes del Coro Manín de Lastres. Pasada la una de la tarde salía la procesión con cuatro ramos de pan y uno de rosquillas, este último lo cargaban a hombros, por turnos, seis niños. Detrás de los ramos más de doscientes moces vestidas de llanisca desfilaban tocando la pandereta y cantando; a continuación iban otro centenar de mujeres y hombres vestidos con mortajas y con una vela en sus manos. La larga marcha recorrió las calles de Nueva, donde se agolpaba muchísimo público en las aceras. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio y el Grupo de Gaitas Principado"

La fiesta fue declarada de Interés Turístico Regional. De esta manera lo publicaba el 25-6-2013  La Nueva España, titulando la noticia El Cristo que ilumina Llanes:
"Si una procesión destaca por encima de las demás en el oriente de Asturias ésa es la del Santo Cristo del Amparo, en Nueva de Llanes. Impresiona. Y no sólo por la gran cantidad de asistentes, también por la emoción que transmite y por el fervor de los fieles. El barrio nuevense de Triana acaba de alcanzar una nueva meta: la fiesta del Cristo, «su» fiesta, acaba de ser declarada de interés turístico regional por el Consejo Asesor de Turismo del Gobierno del Principado. La candidatura de Nueva ha sido elegida junto con el Certamen del queso de Gamonéu, que se celebra en Benia.

Las fiestas en honor al Santo Cristo del Amparo se celebran en Triana los días 13 y 14 de septiembre, aunque los ritos religiosos comienzan en la capilla del Cristo ya a partir del día 5 con la novena, una oración al Cristo para lograr una intención o para orar por los difuntos, que se celebra los nueve días previos a la fiesta. El día 13 es la que en la zona se denomina jornada de «víspera». En ella un pasacalles de porruanos y aldeanas acompañados por una banda de gaitas recorre el pueblo con la hoguera: un eucalipto pelado que es plantado junto a la capilla del Cristo. Mientras los mozos del bando, ataviados con el traje de porruanu llevan a hombros la hoguera, las aldeanas entonan antiguos cantares. Con la hoguera ya plantada se ejecutan bailes tradicionales en el práu de la fiesta que dan paso a la verbena"

Y Pelayo Arias glosa la fiesta del Cristo del Amparo en El Comercio el 14-9-2015 con Una hoguera de 1.800 kilos y 40 metros en honor al Cristo de Nueva:
"La tradicional plantación de la hoguera da el pistoletazo de salida a las fiestas del Cristo del Amparo en Nueva de Llanes. En esta ocasión el árbol pesó unos 1.800 kilos y midió unos 40 metros y fue talado en un bosque situado en La Venta de la Castañeda, en los términos de la localidad de Cardoso.

Para el traslado desde el barrio de la Farmacia hasta la explanada al margen de la ermita del Cristo hicieron falta más de 80 mozos. Al frente de la expedición, Tomás Alonso 'Tomasu', que confesaba «que no se trata solamente de los kilos de peso, es más problemático el cargarlo entre todos».

A las 6 de la tarde los voladores anunciaban que la comitiva de romeros se ponía en marcha para el traslado de la hoguera, siguiendo los pasos de la banda de gaitas La Laguna del Torollu. Más de un centenar de porruanos de todas las edades salían en busca del eucalipto, al ritmo de las panderetas de las 200 mujeres que vestidas de aldeanas colorearon las calles de Nueva. En poco más de media hora, y sorteando las esquinas y curvas de la localidad, los mozos llegaron con la hoguera a un profundo pozo situado en las proximidades de la capilla del Cristo del Amparo donde lo plantaron bajo la atenta mirada de más de un millar de personas, entre seguidores del Cristo, vecinos y visitantes, en una celebración declarada de interés turístico regional. Nueva acoge hoy el día grande de las fiestas, con misas a partir de las 8 de la mañana, y una multitudinaria procesión con la banda de música de Mieres y el grupo de gaitas Principado. Desfiles, bailes regionales y pasacalles amenizarán la jornada, que finalizará con una gran verbena y las tradicionales sopas de ajo"

Pasamos a la altura del Polideportivo de Nueva y vemos a su derecha el Chalet de Pequeña, uno de los símbolos de la arquitectura indiana de Nueva. Pequeña era el apodo familiar de Ángela Carriles, la mayor de nueve hermanos, nació en Pinar del Río (Cuba) hija de indianos de Nueva que, poco antes del regreso definitivo de la familia a Asturias, conoce en las fiestas del pueblo a César de la Vega, indiano residente en México, con quien se casó. Según leemos en Asturias por descubrir, se casaron y residieron en Torreón (México), teniendo cuatro hijos, pero su marido fallece a los pocos años, por lo que Ángela, con 25 años, decide liquidar los negocios familiares y regresar a España. Uno de sus hijos falleció durante el viaje de regreso. Pequeña residió normalmente en Santander pero encargó esta casa como chalet de recreo. 


Si nos fijamos, más allá del polideportivo llegaremos a ver en la distancia la Joguera de la Blanca, plantada hace justo una semana. En el año 2010 trascendió a la prensa uno de aquellos enfrentamientos entre ambos bandos, este a causa de una pancarta anunciadora de las romerías. Guillermeo F. Buergo lo plasmaba el 5 de septiembre en El Comercio con este titular El Cristo y la Blanca, en pie de guerra:
"La palabra pancarta era la más escuchada ayer en Nueva. Si hace días los simpatizantes del Cristo colocaban en el barrio de la Granda, junto a la Farmacia, un cartel anunciando sus fiestas, luego destruido por manos anónimas, ayer, a las once de la mañana, volvían a instalar una nueva pancarta que ellos mismos retiraban a las seis de la tarde. Pero previamente, varios simpatizantes de la Blanca habían amenazado con quitarla «personalmente, a la luz del día y devolvérsela a la comisión del Cristo». 
¿Cuál es la causa de esta batalla por un trozo de tela que mide seis metros de largo por 0,60 de ancho y en el que puede leerse «Tradicionales Fiestas del Santo Cristo del Amparo. 13 y 14 de septiembre? 
Los de la Blanca opinan que el cartel «está situado en una zona del pueblo que pertenece a nuestra fiesta» y valoran que «no es el momento adecuado porque todavía no se celebró la fiesta de la Blanca y por allí tiene que pasar la procesión los días 7 y 8 de septiembre». Javier Sainz, devoto de la Virgen de la Blanca, llegó a comentar, «para que lo sepan los de Llanes», que la situación es «como si los de la Guía pusieran una pancarta, anunciando su fiesta, el día 15 de agosto junto a la capilla de San Roque». 
Por su parte, los simpatizantes del Cristo aseguraban que el lugar donde habían colocado la pancarta «es Nueva y la fiesta del Cristo se hace en Nueva. Aquí recogemos la hoguera, que es una parte importante de nuestros festejos. Por lo tanto, la pancarta estaba en el pueblo donde se celebra la fiesta del Cristo». Y argumentaban que los de la Blanca «tienen su capilla en la plaza del Hospital y, sin embargo, celebran la fiesta en la plaza de Laverde Ruiz». 
Lo cierto es que antes de que se produjeran nuevos enfrentamientos por la tan traída y llevada pancarta, los simpatizantes del Cristo procedían a su retirada siete horas más tarde de haberla colocado. 
¿Bajo qué criterios? Jorge Villar, simpatizante del Cristo, comentó que «por educación y respeto». Y sustentó esas valoraciones «en la visita que nos hizo una persona de la Blanca para escuchar nuestro punto de vista». Explicó que se trataba de «una persona muy educada» y que «el 99,99% de las razones para retirar la pancarta se deben a la conversación que mantuvimos con él». Incluso precisó que los del Cristo habían pensado, desde un principio, «retirar el cartel los días 7 y 8 de septiembre», al paso de las procesiones de la Blanca. 
No por ello las aguas volvieron a su cauce. Y es que cuando los del Cristo descolgaban la pancarta llegaron al lugar varios simpatizantes de la Blanca y se produjo una acalorada discusión entre personas de ambos bandos. El choque sólo quedó en palabras, afortunadamente"


Ya llegan las mozas cantando las solemnes letanías relativas al Cristo mientras tocan las panderetas, tal como continúa el relato de la fiesta de Bárbara Morán:
"La imagen del Cristo, adornada con claveles rojos fue escoltada por los cientos de fieles por las calles de Nueva. La Banda de Música de Mieres, las gaitas, las panderetas y los cánticos acompañaron al Cristo en una de las procesiones más concurridas de todos los tiempos"

El Santo Cristo del Amparo de Nueva con sus claveles rojos y sus romeros. El 15 de septiembre de 2014 Guillermo Fernández firmaba en El Comercio la crónica correspondiente a la fiesta del año, El Cristo del Amparo colapsa Nueva:
"Llanes. La localidad llanisca de Nueva permaneció colapsada durante la mañana de ayer con motivo de la celebración del día grande de las fiestas en honor al Cristo del Amparo. Los visitantes se contaban por centenares y sería imposible establecer cuántas personas pasaron por la capilla y las que participaron en la procesión. La jornada soleada ayudó a que la presencia de romeros fuera multitudinaria.

Desde las ocho de la mañana se celebraron misas de forma continuada en la ermita de Triana. Y a mediodía comenzaba la solemne función religiosa, presidida por Domingo González, párroco de Nueva, concelebrada por varios sacerdotes y cantada por el Coro Manín, dirigido por Faustino Martínez. Al término de la eucaristía se formó una procesión kilométrica, densa e interminable. La salida a la vía pública de las andas con la imagen de Cristo crucificado fue saludada con dos tracas de 80 metros de cuerda, cada una, y la suelta de varios morteros de bomba y cajas chinas, que se encargó de disparar el pirotécnico Juan Carlos Devita.

La comitiva procesional iba encabezaba por una valiosa cruz de plata y dos ciriales. A continuación aparecía el grupo de gaitas Principado, que ayer contaba con la presencia estelar del afamado gaitero Juan Oliver. El resto de componentes eran los habituales: Manolín Vela y los hermanos Vicente, Gregorio y Victorino Trespalacios.

Tras los gaiteros se hacían visibles cuatro ramos, tres de ellos repletos de pan artesanal y el de los niños colmado de dulces y apetitosas rosquillas. De trasladar esta pequeña y golosa pirámide se encargaron los guajes Izan Villa, Alan Villa, Rodrigo Queipo e Izan Gutiérrez. Tras los ramos marchaba una legión de niñas y mozas ataviadas con el traje de llanisca. Su paso resultó interminable y aunque un romero tuvo la paciencia de contarlas, y confirmó que eran «245», lo cierto es que parecían más.

Por detrás de las aldeanas caminaban varios hombres y mujeres enfundados en la llamada blusa de mortaja. Se trataba de personas que querían agradecer al Cristo los favores recibidos, tras la demanda de amparo en los momentos delicados que puede ofrecer la vida, sobre todo ante la presencia de enfermedades.

Y a continuación se presentaban las solemnes e imponentes andas del Cristo crucificado, flanqueado por multitud de cintas con los colores nacionales y sobre un tupido manto de claveles rojos. Cuatro sacerdotes; el alcalde de Nueva, Tomás González; la banda de música de Mieres, y un incalculable número de fieles cerraban el cortejo. La procesión recorrió las principales calles de Nueva y tardó más de una hora en regresar a la recoleta capilla del barrio de Triana que al Cristo le sirve de morada a los largo del año.

La mañana, ya convertida en tarde, se daba por concluida con un festival folclórico en el que la juventud del Cristo puso en escena una amplia batería de bailes: las jotas de Boal, el Cuera, Leitariegos y Cadavedo, la jotina Asturiana, la Flor, el Saltón, el Xiringüelu de Naves, el Quirosanu y el Pericote.

Después de asistir a comidas en grupos de familia y amistad, tuvo lugar la tradicional danza de los casados y un pasacalles encabezado por la banda de Mieres, bajo la batuta del maestro Antonio Cánovas"

La Banda de Música de Mieres, habitual de esta jornada festivo-religiosa, también ameniza con sus sones la procesión, justo detrás del Cristo. Al fondo las casas de La Nogalera, barrio por donde se pasará de vuelta al prau la capilla del Cristo y por donde han transcurrido los pasacalles anteriores. De todo ello informaba para La Nueva España Emilio G. Cea con El Cristo que ampara a Nueva:
"La localidad de Nueva, en Llanes, se volvió a inundar ayer de devoción durante la celebración de la fiesta en honor al Santo Cristo del Amparo. Desde las ocho de la mañana, cuando comenzó la primera de las cuatro eucaristías que precedieron a la misa solemne, la capilla del Cristo, en el barrio de Triana, y sus alrededores eran un hervidero de gentes procedentes de todos los puntos de la comarca. En Triana, el goteo de las aldeanas ataviadas con los trajes de aldeana era incesante y se mezclaba con los adornos de una localidad engalanada para la ocasión con sus mejores galas. Poco antes de las doce del mediodía era misión imposible acceder a la ermita. En los exteriores muchos fieles intentaban encontrar el mejor sitio para seguir la celebración religiosa a través de la megafonía.

Minutos antes de las doce empezó el pasacalles por las calles de Nueva, encabezado por la banda de gaitas «Principado», formada en esta ocasión por Pablo Torrescano a la gaita y los hermanos Gregorio y Victorino Trespalacios al bombo y al tambor, respectivamente, en busca de la Banda de Música de Mieres, encargada de acompañar al Santo Cristo del Amparo durante la procesión"


La procesión, que ya llega a La Granda tras dejar la carretera y cruzar el paso a nivel. Por esta zona estuvo la famosa pancarta que originó el conflicto de bandos del año 2010


Atrás queda la Casa los Poyos, otro de los muchos ejemplos de arquitectura indiana en Nueva. Está al lado de la finca del Chalet de Pequeña al que nos referíamos antes


Por La Granda se emprende el regreso de la procesión al barrio de Triana, siguiendo un trayecto similar al de la Joguera de la tarde anterior, ahora por La Plaza, Plaza del Mercáu o de Plaza Laverde Ruiz


Esta magnífica exhibición de los ramos con sus porteadores vistiendo de porruanos añade aún más expectación y vistosidad a la comitiva en todo su recorrido. Aquí está la noticia de la fiesta de 2015 en El Comercio, de la mano de Guillermo Fernández, Nueva vibra con el Cristo del Amparo:
"La localidad de Nueva de Llanes vivió ayer una jornada multitudinaria con motivo de la celebración del día grande de la fiesta en honor al Cristo del Amparo. Al barrio de Triana llegaron romeros de todos los rincones de la región y los actos matinales se iniciaban con pasacalles a cargo del grupo de gaitas Principado y la banda de música de Mieres. Desde las ocho de la mañana se celebraron misas de forma ininterrumpida en la capilla del Cristo, con presencia de nueve sacerdotes.

La misa solemne, cantada por el coro Manín de Lastres, bajo la batuta de Faustino Martínez, se iniciaba a mediodía y al término de la eucaristía se formaba una concurrida procesión que recorrió Nueva en forma circular. Abría la marcha el estandarte parroquial de San Jorge y a continuación se presentaba la agrupación de gaiteros. Seguían cuatro ramos, dos de rosquillas dulces y otros dos de pan artesanal. De trasladar el de los más pequeños se encargaban los niños Pablo Alonso, Juan Carrillo, Daniel Pérez y Mateo Fernández. Por detrás de las pirámides de pan aparecía un nutrido grupo de niñas y mujeres ataviadas de llanisca"



Muchos de los mozos van asimismo con el palu de porruanu en manu. La gente presencia con gran admiración toda la marcha procesional desde las aceras, terrazas y ventanas


Y seguidamente vienen las aldeanas, primeramente las más pequeñas, que dan paso a las mayores, todas con su pañuelu repicáu


Y así avanzan ceremonialmente estas filas de pandereteras con sus cantares piadosos de muy pegadiza letra y cadencia


Otro elemento que destaca en el traje de llanisca o aldeana es, por su intenso y brillante color negro, la solitaria, dengue o rebociñu, siempre de terciopelo de ese color y no de otro, bordada con abundantes elementos de azabache, que en Llanes suele llamarse coral, pudiendo llegar a pesar hasta más de kilo y medio, ya que además muchos han ido aumentando en tamaño. También el mandil va bordado de azabache, así como la saya


Ciertamente, la confección de los trajes tradicionales (se entiende como tal los que se hacían antaño los sastres locales o particulares, de origen anterior justamente a la Revolución Industrial que extendió otras formas de confección, gustos modas, etc.) adaptados a los nuevos tiempos para lucir en las fiestas es toda una industria en Llanes. Tanto es así que Andrea Inguanzo la llama La batalla del traje llanisco en un reportaje para El Comercio del 28-8-2010, en la que cuenta con opinión de esta y otras mercerías especializadas:
"Desde hace unos años está proliferando la moda, si es que se le puede llamar así, del traje de llanisca, que llega ya hasta el centro de la región. Oviedo, Pola de Siero o Gijón son lugares donde cada vez se están demandando más los bordados de corales y el pañuelo repicado. Pero no todo es colocárselo, también es importante saber lucirlo y parece ser que hay poca gente que siga las reglas al pie de la letra, algo que lleva incluso hasta la desesperación a los que sienten esta tradición.
Es por eso por lo que, desde los negocios dedicados a la venta y alquiler de estos trajes, existe una insistente demanda de un reconocimiento regional para este símbolo llanisco. ¿Y cual sería la mejor forma para ese reconocimiento?. Hay algunos que lo tienen claro. «No sé cuánto tiempo más habrá que esperar para poder ver un museo del traje, donde se explique su historia y la gente pueda admirar la riqueza de sus diseños», reclamó Marina Tudela, encargada de la tienda de Tere Blanco en Llanes. Algo parecido proponen en Las Panesas. «Debería tener Denominación de Origen. La historia y las raíces de nuestro traje se van perdiendo con los años, y eso es algo que no deberíamos permitir». Hace ahora tres años, también los Bandos de Llanes y el propio Ayuntamiento se unieron con el fin de conseguir los derechos de imagen para el traje de llanisca ya que, a su parecer, «es indispensable que la vestimenta del municipio sea reconocida como tal tanto fuera como dentro de nuestras fronteras». Un lucha que, a día de hoy, parece que se ha enfriado.

Haciendo una poco de memoria, es obligado recordar que antiguamente el alquiler de trajes de aldeana no existía como tal. «Se tenía en casa una chaqueta y una camisa, y lo demás te lo iban prestando vecinas o conocidas», detalla Raúl Herrero, un joven diseñador llanisco que ha hecho una apuesta fuerte por la que siempre fue una de sus pasiones, los trajes regionales. Hoy en día es la forma más habitual de lucir una de estas piezas, lo que se ha convertido en un negocio muy lucrativo tanto económica como culturalmente hablando. Se calcula que el total de mujeres que posee un traje propio no alcanza ni una cuarta parte de todas las que se visten para alguna de las decenas de fiestas veraniegas. Pero toda regla tiene su excepción. Y es que, como todo cambio va por épocas, a la gente le está dando por innovar. «Cada vez hay más cursillos, en invierno, que es cuando hay más tiempo, para enseñar a la gente a bordar su propio traje», apuntó Herrero.

Aunque un traje regional persista con los años en su esencia inicial, hay cambios, épocas e incluso modas que le afectan. No iba a ser menos el de llanisca. Desde el largo de la falda, hasta los colores, pasando por el tipo de tela, son algunas de los innovaciones que esta vestimenta ha ido sufriendo. «Antiguamente se pedían más cortos, incluso por la rodilla. Hace unos años la largura fue bajando, hasta se podían ver algunos rozando el tobillo, y ahora mismo estamos volviendo a los cortos de nuevo», explica Belén Sánchez, sobrina de la fallecida Tere Sánchez, pionera, junto con Manolita Rodríguez Bueno, de las Panesas, en el negocio de los trajes regionales de Llanes. 

Existen infinidad de opiniones encontradas sobre cuáles eran las características de los trajes antiguos. Los que se conocen como 'de picos', por la forma geométrica de sus bordados, hay mucha gente que los identifica como antiguos, por la poca cantidad de coral que contienen. Sin embargo, esto también parece ser un error. «Hay fotografías que documentan los adornos que se les ponían a los trajes por aquel entonces. Aunque parezca ahora una barbaridad, los había hasta con volantes. El traje se enriqueció mucho con la llegada de los indianos», explica Magdalena Fernández-Peña Bernaldo de Quirós, bisnieta del Marqués de Argüelles. Ella, periodista de profesión, cuenta con varios artículos escritos sobre el tema y con una amplia colección personal de trajes que datan incluso «de hace más de 125 años». Cuenta que en su casa siempre ha habido mucha tradición de vestirse y que su abuelo, José María Bernaldo de Quirós Argüelles, más conocido como 'Pepe el Marqués', «es el que nos enseñó a vestirnos de manera correcta, sin faltar a ningún detalle». Sabe además, tras muchos años en el bando de la Magdalena, «lo que es luchar para que la gente luzca el traje en condiciones. Hoy en día cualquiera se pone este traje como si fuera un disfraz, y eso no se puede permitir»

Al igual que ella, los profesionales del sector coinciden al describir la corrección a la hora de llevar un traje de llanisca. «El traje debe llevarse completo y bien sujeto, con el pañuelo bien repicado y el pelo retirado de la cara. Zapato cerrado de salón con hebillas o lazos y medias negras, lisas o de encaje. No se puede llevar reloj y los pendientes y collares suelen ser de coral rojo. Es muy usual llevar también al cuello una cinta de terciopelo con un camafeo o la medalla de una Virgen y finalmente un broche, que las aldeanas suelen llevar para sujetar la solitaria»

El público se agolpa a verlas pasar y oírlas tocar y cantar. El 15-9-2017 Emilio G. Cea publica en La Nueva España varios sentimientos personales de las personas presentes que pueden ayudarnos a comprender el gran arraigo de esta romería...
"Noemí Pérez del Campo, ataviada con el traje de aldeana, junto a sus hermanas Lilian e Iris y su sobrina Abril Díaz Pérez, difícilmente podía evitar las lágrimas. Nacida en la parroquia de Pría, vive en Madrid y tiene casa en el barrio de Triana de Nueva, corazón de la fiesta del Cristo. "Desde que vivo en Madrid tengo más pasión por esta fiesta, procuro no faltar nunca. Vivo la fiesta con mucha intensidad", dijo. Desde hace siete años este día tiene para ella un significado muy especial.

"Mi marido falleció hace siete años. Se hizo devoto del Cristo gracias a mi. Me hizo prometer que, para honrarle, no dejaría de vestirme nunca de aldeana y que disfrutaría de la fiesta con mi familia y eso haremos", dijo.

Luis Manuel Veloso y Leticia Pedrayes no podían disimular su felicidad. Por segundo año consecutivo vestían a su hijo de 14 meses de porruano. "Para mí es el día más importante del año", señaló sin dudar la madre. "El crío es del Cristo de cuna", añadió el padre de la criatura mientras lo cogía en brazos para inmortalizar la estampa familiar. Entre las mortajas no faltó, por décimo años consecutivo María Luisa Fernández Suárez. "Soy de Oviedo, pero como si fuera de Nueva. Estoy ofrecida al Cristo mientras pueda venir. Me he vestido también durante muchos años de aldeana. Es una fiesta en la que se respira fe", dijo instantes antes de que comenzase la procesión"

Sobre el gentío vuelve a divisarse la imagen del Cristo, cuyos porteadores acaban de cruzar el paso a nivel tras dejar la carretera. Fijémonos en los ofrecidos con su hábito blanco o mortaya. B. Morán publica en La Nueva España del 15-9-2008 una de las muchas historias personales que pueden ser un ejemplo de la razón  que mueve mucha gente a realizar este ritual, con el encabezamiento Al amparo del Cristo más fiel:
"Hace veinte años Consuelo del Campo, natural de Nueva de Llanes, sufrió un revés en su salud y tuvo que someterse a una delicada operación de corazón, en aquellos momentos de incertidumbre decidió aferrarse a su fe por el Cristo del Amparo y le prometió que si seguía viviendo tras la intervención cada año caminaría junto a él en la procesión como agradecimiento. María Luisa Fernández es natural de Corvera y está casada con un nuevense. Hace tres años su hermano cayó gravemente enfermo y le pidió al Cristo del Amparo ayuda. Su hermano se recuperó y ella, desde entonces, asiste fielmente a la procesión para rendirle homenaje al Cristo que le devuelve cada vez que la vida es dura «las ganas de vivir y la ilusión, si pierdes esto estás perdido», tal y como asegura María Luisa"


Adelante, la cabecera, con la Cruz Procesional del Cristo del Amparo de Nueva, el estandarte de San Jorge y los voluminosos ramos, ha pasado ya la iglesia parroquial de San Jorge y se dirige hacia El Puente de regreso a Triana


Espléndidas huertas y jardines al paso de la procesión. Más allá las bosquetes por donde sigue el Camino Norte de Santiago, pasados El Puente y El Cruce,  en ruta a Pría, cruzando antes la carretera a Cuevas del Mar


Pero por esos caminos ya continuaremos después, de momento seguimos el de la impresionante procesión del Cristo del Amparo de vuelta al prau la capilla


Los ramos más grandes son imponentes, aún más cuando son porteados sobre su soporte y pasan delante de nosotros. Un pequeño rascacielos de ofrendas con una muy llamativa y alargada estructura piramidal: las pirámides de pan, que decía Guillermo Fernández


Estos faraónicos ramos han pasado pese a su tamaño sin problemas bajo el puente del ferrocarril, por donde vienen las aldeanas


En lo alto del puente, más público contempla la llegada de este grandioso desfile desde la barandilla


Se aprecia con toda la intensidad este soberbio espectáculo de música, canto y color representado de manera magnífica por cientos de aldeanas, sus sones, cánticos y vestimenta de gran intensidad cromática


Los claveles rojos del Bando del Cristo de Triana lucen siempre destacados y bien visibles


Este tramo de calle es estrecho y la gente se entremezcla a veces con el desfile de las mozas


Pero simpre se mantiene un buen orden en filas que trazan vistosamente el movimiento en avance cosntante del trayecto procesional


Las tamboriteras, en medio de las pandereteras, y la mayor parte del público detrás


Y así salimos de nuevo a la carretera, donde había empezado la procesión al salir de la capilla la imagen del Cristo del Amparo


Ya a la vista de la capilla y siempre entre enormes masas de gentío que abarrotan las calles, siguen entonándose los cánticos mientras la procesión va tocando a su muy emotivo final


Los ofrecidos, con la mortaya blanca como hábito, muchos con velas que colocarán en el altar. En Nueva halla amparo en el Cristo Ramón Batalla publica en el relato de la procesión para La Nueva España (15-9-2012), más razones para esta tradición:
"La del Cristo se convirtió un año más en una de las procesiones más multitudinarias de cuantas se celebran en la comarca oriental de Asturias. El recorrido, con inicio y final en Triana, comenzó a la una y veinticinco de la tarde. Abrían la comitiva, portando la cruz y los dos cirios, un porruanu y dos aldeanas que hicieron las veces de monaguillos. Detrás, los estandartes y la banda de gaitas «Principado». Y aún más atrás, los porruanos con los ramos, cuatro en esta ocasión. Era sólo el comienzo, porque detrás de los porruanos aparecían cientos de aldeanas, divididas en tres filas y colocadas, como mandan los cánones, de menor a mayor talla. La procesión continuó con varias decenas de mortaja. Son aquellas personas que han buscado amparo en el Cristo a lo largo del año y que, como pago a los favores recibidos, realizan el recorrido vestidos de blanco y con velas en sus manos. Ayer hubo personas que acudieron a la procesión como mortajas, por ejemplo, por el nacimiento de un bebé sano, por el resultado exitoso de una operación médica o porque un familiar se había curado de alguna enfermedad grave"

Es muy interesante esta tradición comparándola con la existente en otros lugares, como en el pueblo leonés de Quintana de Fuseros, muy estudiada por el investigador David Gustavo López, entrevistado en el Diario de León en reportaje publicado el 12-11-2018 con el titular Cuando los amortajados desfilandel que presentamos esta parte:
"Desfilan con la mortaja para agradecer que están vivos"
"«La procesión de los amortajados o de las mortajas es un acto religioso al que acuden personas de muy diversos lugares que creen haberse librado de la muerte tras sufrir alguna enfermedad o accidente graves, gracias a la intervención milagrosa del Cristo de la Cabaña. Por esta causa, en agradecimiento al Cristo, ofrecen asistir a los actos celebrados en su honor el día de la Cruz de Mayo, vestidos con la que hubiera sido su mortaja en el caso de haber fallecido». 
En la lista de milagros, entre los que figuran el caso de un hombre que resultó ileso tras caerse de un tejado o el de un hombre que pudo andar tras una parálisis, destaca «la leyenda del pastor que fue atacado por los lobos mientras cuidaba de las ovejas y, tras invocar al Cristo, vio cómo éstos desaparecían en medio de un gran resplandor»

En la carretera, a la derecha, el puesto o caseta del Bando del Cristo del Amparo


Sin duda un buen momento para saludar y felicitarles por el éxito de las fiestas


Las pandereteras, unas doscientas, forman dos largas filas y un rectángulo, cerrando este tramo de la calle entre el cruce y el santuario, cantando ininterrumpidamente sones llenos de sentimiento...



Han hecho un pasillo por el que pasará la comitiva de porteadores con la santa imagen del patrón...
Santo Cristo del Amparo 
hasta el año venidero 
si no nos vemos aquí 
nos veremos en el cielo

Siempre entonando letras de sonora cadencia alusivas al Cristo del Amparo, los fieles y la fiesta...
Santo Cristo del Amparo
nacimos pensando en ti
y por eso prometemos 
adorarte hasta morir

Una llaga tiene el Cristo
al lado del corazón
que sólo puede curarla
una ferviente oración

En el pórtico del Cristo
hay un letrero que reza
Cristo vive Cristo reina
Cristo del mal nos defienda

Los devotos y devotas
aumentan todos los años
échales tu bendición
Santo Cristo del Amparo


Siempre hay tiempo para alguna foto o vídeo que inmortalice este momento caracterizado por conseguir poner la sensibilidad de los presentes a flor de piel...


El Cristo y la Joguera: el regreso a la capilla, momento culminante de tan esplendorosa procesión en su honor. Todo está cargado de un hondo simbolismo que añade muy intensa emoción a todos los presentes, independientemente de sus creencias. Bárbara Morán resume en una frase las percepciones personales que se viven este acontecimiento:
"Después del recorrido, ya de vuelta en la capilla, las aldeanas cantaron para el Cristo, que fue devuelto a su templo entre voladores, aplausos, lágrimas y una enorme ovación"

Pasan así el Cristo, los porteadores y los sacerdotes entre cantares y algarabía. No todo el mundo puede aguantar sin llorar, aunque sean lágrimas de alegría... 





El Cristo del Amparo entra ya en su capilla... hasta el año que viene. Si el peregrino que pasa por Nueva coincide con esta fiesta, haga si puede un alto en el Camino y disfrute de ella plenamente, sin duda será una experiencia personal verdaderamente inolvidable y algo que marcará para siempre muy positivamente su larga romería a Compostela











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