Playa de Penarronda |
El topónimo Penarronda sin duda se refiere al gran peñón situado en medio, de 15 metros de altura, El Castelo o Pedra Castelo, perforado de lado a lado por una gruta natural.
Por su parte los 650 metros de arenal se extienden hasta los acantilados de A Robaleira al este, sobre los que está la capilla de San Lorenzo, anteriormente de Santa Águeda, junto a la que pasamos para venir aquí, luego de atravesar los arenales por el paseo de tablas encima de sus dunas.
Al este son las islas de As Pantorgas y As Oseiras. Más allá aún vemos la villa de Tapia de Casariego con el islote de El Hórreo, frente al faro
Subimos un poco más junto al Restaurante El Parajes de Penarronda
Llegando a As Meninas y As Fontías, un lugar encantador para disfrutar de la costa. Al oeste, en la Punta da Rubia y Punta El Corno, hay otro de esos numerosos castros marítimos que guardaban estas costas hace milenios, fondeaderos y puertos naturales de la antigüedad
Fantástico paisaje marino de Penarronda, dando vista al Mar Cantábrico, en nuestros primeros metros por el concejo de Castropol
Bordeamos toda la tapia y seguimos la pista a la izquierda
Nos apartamos un poco de la costa yendo en dirección a Villadún, uno de los barrios o aldeas de la parroquia castropolense de Barres
Barres, la cabeza de la parroquia, está algo más al sur. Por allí va la ruta de Tol a Figueras/As Figueiras y, algo más allá, la que se dirige a Vegadeo/A Veiga para cruzar el Eo por Abres, los dos caminos oficiales
Villadún es otro de los pueblos de tradición ganadera y agrícola asentados en esta gran llanura de la rasa costera
En Villadún enlazamos con otro camino costero y seguimos a la izquierda
Avanzamos todo recto hacia la mayor concentración de casas del pueblo, todas extendidas a lo largo del camino, a ambos lados
Fijémonos en esta, de piedra, es la parte posterior, que mira hacia el frío norte. Llama la atención su chimenea almenada
La primera construcción forma parte de un conjunto donde el gran edificio principal es ahora cafetería-restaurante y apartamentos, Penarronda-Playa. Todo ello forma parte de una antigua quintana labriega de más de cien años de antigüedad, hermosamente restaurada
El camino se hace aquí calle entre las viviendas campesinas
A la izquierda Casa Félix
Casa Charruco y hórreo, o exactamente cabazo, uno de los modelos predominantes en la comarca costera astur-gallega, el de paredes de piedra con numerosos huequecitos a manera de saetera en sus paredes, para que entre aire al interior. Abajo bodega, en el sentido de almacén
Establos y naves de ganado
Portón de un pajar hecho a base de listones de madera para que entre el aire adentro
Rosaleda en el camino
Y yendo a la derecha del cruce llegaremos, cerca de As Pedreiras, a Casa El Cristo
Otra de las casas campesinas de Villadún dedicada a apartamentos turísticos
Y otro precioso cabazo con escalera y pasamanos de piedra
En la siguiente casa iremos a la izquierda
Y seguidamente otra bifurcación; iremos a la izquierda, si bien a la derecha hemos de informar que podremos ir a la Ponte dos Santos también, si bien por la senda costera, sensiblemente más larga pues recorre la línea litoral hacia el área recreativa y aeroclub de Arnao
Y ahora caminamos por otra larga recta que ya no abandonaremos hasta las inmediaciones de A Ponte dos Santos
Al fondo reconocemos ya muy cercanos algunos de los edificios de la villa gallega de Ribadeo y arriba el Monte Mondigo, el más alto del concello (569 mts.)
Más a la izquierda asoman algunos edificios de la parte alta de la villa asturiana de Figueras/As Figueiras y las grúas de sus astilleros, los Astilleros Gondán. A la derecha un edificio con franja amarilla es la gasolinera, frente a ella pasa el camino oficial que llega allí procedente de Tol
Asoman un poco los carteles de la Autovía del Cantábrico y, encima, el depósito de agua. A la derecha es Rozadela, donde está el citado albergue Camino Norte
Sobre Ribadeo es el Monte de Santa Cruz: a su derecha sale, por Ove, el Camino Norte en ruta a Covelas, Arante, Val de Cabarcos, Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo. Más adelante y más cerca lo veremos mejor
El puente propiamente dicho no lo reconocemos aún, aunque sí el área recreativa de A Atalaya, justo antes de llegar a él. Hay un espacio de aparcamientos y descanso a ambos lados de A Ponte dos Santos
A nuestra izquierda a lo lejos, Moldes, con su iglesia parroquial dedicada a San Juan, con llamativa torre-campanario acabada en cúpula. El pueblo pertenece a la parroquia de Castropol. Existió una casona señorial cuyo blasón ostentaba la leyenda:
Muy antiguo solar esel de Moldes, y veçinoal ópido castrolinosegún que enfrente le vestiene un blanco pavéscon pintas de colorado,por armas un hombre armadode la cabeza a los piesy con su espada empuñado
Más allá pasa el otro camino oficial, hacia Vegadeo/A Veiga, Abres y Trabada
Ya tenemos justo ahí delante los carteles azules de la Autovía del Cantábrico (A-8) que san paso a la Ponte dos Santos
Ahora sí vemos mejor, aunque algo tapada por la fila de árboles de una de las áreas de descanso junto al puente, la subida por la ladera del Monte de Santa Cruz que sale de Ribadeo por Ove. Este ramal del Camino Norte, el más empleado en la actualidad, se unirá al precedente de Vegadeo/A Veigra y Trabada en Mondoñedo
A la izquierda al otro lado de la autovía el mencionado albergue Camino Norte
Si deseamos pernoctar en él podemos desviarnos a la izquierda. El Camino sigue recto todo de frente
Campos de Granda y Figueras/As Figueiras
A la derecha de la gasolinera, al otro lado de la autovía, pasa el camino de Tol hacia Figueras/As Figueiras presto ya a pasar también A Ponte dos Santos. En este caso nos uniremos a él al otro lado de la ría, una vez pasado el puente
Llanuras de Arnao, la gran planicie de la rasa costera
A nuestra derecha empezamos a ver la Ría del Eo, si bien en Galicia se prefiere llamar oficialmente Ría de Ribadeo. Existe polémica con el topónimo, que cada cierto tiempo salta a debate público. A nivel oficial cartográfico se ha decantado por la segunda opción, si bien en los mapas del Instituto Geográfico Nacional siguen plasmadas las dos denominaciones. El ex-presidente español Leopoldo Calvo Sotelo fue nombrado primer Marqués de la Ría de Ribadeo por Juan Carlos I. Así leemos en la Wikipedia:
"En la vertiente asturiana de la ría se usa principalmente el nombre de Ría del Eo entre los habitantes de la zona; sin embargo, los organismos oficiales (según resolución de la Dirección General de Cartografía, avalada por el Instituto Geográfico Nacional) la denominan Ría de Ribadeo. Esto ha llevado a peticiones divergentes por parte de los alcaldes de Vegadeo y Castropol, la Junta de Galicia o la Plataforma para la Defensa de la Ría de Ribadeo
Etimológicamente es el término Ribadeo el que procede de la ubicación de esta población en la ribera de la ría del Eo. Y no la ría la que toma el nombre de la población. De hecho la ría era propiedad de Castropol desde 1154, no siendo hasta 1956 cuando se toma la ría como división entre Asturias y Galicia. Por otra parte, según el Principado de Asturias, el topónimo tradicional de mayor uso en ambas márgenes es «ría del Eo-ría do Eo, de uso exclusivo desde los años 80 en Asturias y mayoritario en Galicia».
Por su parte, desde la parte a gallega se defiende que el término Ría de Ribadeo se vería avalado porque tradicionalmente las rías altas gallegas (de las provincias de La Coruña y Lugo) toman para sí la denominación de la población de mayor entidad en su desembocadura y por aparecer supuestamente con ese nombre en algunos mapas y cartas marinas desde el siglo XVI.
El caso fue tratado por la Comisión especializada de nombres geográficos en sus reuniones de 19 de diciembre de 2007 y 12 de marzo de 2008, estudiando los informes de la Comisión de Toponimia de la Junta de Galicia, la Dirección General de Promoción Cultural y Política Lingüística de la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias y la Real Sociedad Geográfica, acordando que el nombre oficial reconocido sea el de Ría de Ribadeo"
Esta parte de la ría que empezamos a ver en la boca, la entrada, donde está Illa Pancha con su faro o, mejor dicho, sus dos faros, siendo el pequeño, el de la izquierda y con forma de caseta, el más antiguo, cuyas obras se licitaron en 1857 con su presupuesto de 47.513, 86 reales. Una real orden del 29 de noviembre de 1859 estipulaba fuese encendido el 30 del mes siguiente, diciembre, con una luz que se divisaría a 8 millas. Funcionaba primeramente con gas, luego pasaría a ser eléctrico
En el cruce vamos a la izquierda, rumbo a la rotonda antes del puente
Campos de maíz y balizas de navegación marítima que contemplamos según seguimos viendo Illa Pancha, comunicada a tierra por un puente de hormigón, que sustituye a uno de madera mucho más antiguo. A la izquierda está el promontorio de A Pancha, O Miradoiro, con vértice godésico y mirador, a unos 26 metros sobre el nivel del mar. En su cara exterior hay unos bajíos, O Panchorro, paraíso de los surferos...
El primer faro, en la actualidad habilitado como hotel, era y es un edificio de planta cuadrada en cuyo centro se levantaba una torre también cuadrada con balcón de hierro forjado y torreón octogonal. El segundo, a la derecha, fue inaugurado oficialmente el 1 de octubre de 1983, es una torre cilíndrica de hormigón de 3 metros de diámetro y 12.70 de alto, pintada con franjas blancas y negras. Su luz tiene un alcance de 21 millas náuticas. El foco está a 13 metros del suelo y a 28 sobre el mar, siendo algo más alto que el anterior. En 1993 se instala un sistema eléctrico de reserva con baterías para suministro de corriente en caso de fallo en la red, siendo además monitorizado para ser supervisado desde un puesto de control en Ferrol
En un principio en el antiguo faro se instalaron dos grupos electrógenos de emergencia y una vivienda para el técnico que estaba a su cargo. El viejo puente de madera fue sustituido por el actual, de hormigón, reforzado en 2004. En 2002 se actúa para recuperar todo el entorno del viejo faro y en 2006 se sustituye en el nuevo el equipo de reflectores del nuevo por una linterna de óptica giratoria con paneles Fresnel y cambiador de lámpara principal y otra de reserva de 70W
El proceso para hacer del viejo un hotel comenzó en 2014, no sin oposición vecinal
Salimos a la rotonda de enlaces con la Autovía del Cantábrico: nosotros vamos a la derecha
Ahí vemos la señal caminera para los peregrinos del acceso peatonal a Galicia y del área de descanso
Es una pena que a pesar de ser ruta xacobea señalizada como tal no se disponga de una vereda o similar adecuada para peatones ni señalización específica para advertir a estos y a los automovilistas, salvo estas placas y alguna flecha amarilla. Extrememos pues las precauciones pues recordemos que estamos en carriles de salida y acceso a una autopista
Autopista que tenemos ahora justo a nuestra izquierda. Advirtamos que apenas tenemos unos centímetros de arcén
Hitos kilométricos viarios, y al otro lado de la autovía, a la izquierda, un alto edificio con pared de piedra es el antiguo puesto de información turística, cuando por el puente pasaba la carretera nacional y los automóviles podían parar allí directamente desde la carretera, que al transformarse en autovía en octubre de 2008 ese acceso directo quedó cerrado
También al otro lado hay un área recreativa: A Atalaya, donde se sitúa la ermita de San Román, en la que se venera también a la Virgen del Carmen, de honda tradición marinera, y al Cristo del Buen Viaje, devoción viajera y peregrina, además de pescadora, pues los marineros de Figueras/As Figueiras, os pixotos, dicen:
"Santo Cristo da Atalaya
danos o ventiño en popa
que somos os das Figueiras,
traemos la vela rota"
Hay buena romería el día de San Román, se disfruta de unas excelentes vistas sobre la ría, y la capilla presenta una llamativa torre-mirador almenada, la Torre de O'Connor, siendo obra todo ello de 1842 a expensas del Gremio de Mareantes y reconstruida en 1901 por doña Socorro S. de García. Aún existían señales en la pared de los disparos de la guerra civil
Este santuario de san Román junto con el de San Miguel en Ribadeo, al otro lado del puente, son a los que debe el puente su nombre, A Ponte dos Santos, que no "de Todos los Santos" como a veces erróneamente se le denomina
En el campo de la iglesia, mesas y bancos del área de descanso. Por allí pasan el puente los peregrinos procedentes de Tol y Figueras/As Figueiras
Al otro lado del puente, ya en Ribadeo, destacan las cúpulas de la Torre dos Moreno, llamada así por los hermanos Moreno, Pedro María y Juan Moreno Ulloa, que nacieron en el barrio de Os Garitos y fueron bautizados en Ove, también concello de Ribadeo, a mediados del siglo XIX, el primero en 1840 y el segundo en 1845. Emigraron, como muchos de su generación a "hacer las américas" a Cuba y lograron hacer fortuna, invirtiendo buena parte de ella en diversas obras en beneficio de su tierra natal, como el camposanto o el instituto, entre otras, siendo nombrados estos indianos Hijos Predilectos de Ribadeo. Allí, en 1911, encargarían esta mansión de estilo entre modernista y ecléctico, es decir, mezcla de corrientes artísticas y arquitectónicas, estando su diseño y proyecto en manos del arquitecto Julián García Núñez y del ingeniero Ángel Ardex
Ahora llegamos al área recreativa de nuestro margen, a la derecha
Con más paisajes de Illa Pancha y el paseo que desde Ribadeo y su albergue de peregrinos comunica con ella. Esta balizada con las señales de la Ruta do Cantábrico, también va por allí la ruta jacobita del Camiño do Mar, que recorre la costa de A Mariña lucense, luego la costa coruñesa hacia San Andrés de Teixido "que vai de morto quen non foi de vivo", y posteriormente enlaza por el Camiño dos Peiraos con el Camino Inglés que sale de Ferrol
No menos importante es el Camiño Cultural das Catedráis o Variante Marítima, que sigue ese mismo trazado hasta separarse en la Ría de Foz en la Ponte da Espiñeira, continuando a San Martiño de Mondoñedo, al lado de Foz, antigua capital de las diócesis dumiense y britona, y de allí al Mondoñedo actual, a donde se trasladó entre 1112 y 1117 con nombre y todo por disposición de la reina Urraca
Y con estas magníficas vistas del estuario caminamos ya por el área de descanso
Y ya nos acercamos al puente mientras seguimos contemplando la ribera gallega por donde pasa la llamada Estrada do Faro, comunicación de Ribadeo con Illa Pancha
Antes de la isla los acantilados e islotes de As Carraias, A Pena dos Apóstolos y el Porto do Cocho
Ahora iremos viendo en la parte asturiana A Punta da Cruz, el extremo noroccidental de Asturias, A Punta Llan, que da sombra por el norte a la Playa Arnao, guardada al sur por la Punta Arroxo, ahora remanso de paz, con áreas recreativas, aeródromo de ultraligeros y senda costera, pero antaño frente fortificado de defensa de la boca del estuario y, en la posguerra civil campo de concentración de prisioneros republicanos, de muy triste recuerdo
A Punta da Cruz, atalaya del mar, donde estuvo uno de los fortines de la ribera asturiana, que disparaban fuego cruzado con las baterías de la parte gallega contra los navíos enemigos. En el lugar luego se instaló un pequeño faro o, más propiamente, una baliza, compuesta por una base prismática sobre la que se asienta una estructura cilíndrica que emite luz roja en la oscuridad
Más allá de A Atalaia están A Punta de Arroxo y el Castelo de Arroxo, solar de otro fuerte, de los siglos XVII y XVIII, prácticamente desaparecido, de los que establecían el fuego defensivo cruzado con el de San Damián. Parte de sus viejos cañones acabaron en el mar, siendo alguno recuperado y expuesto en el puerto de Figueras/As Figueiras
Llegando hacia A Ponte dos Santos, con Ribadeo al fondo. A Ponte dos Santos, que no de Todos los Santos, como alguna vez se ve escrito. Puente inaugurado en 1987 y ensanchado como dijimos en 2008, 21 después, para el paso de la Autovía del Cantábrico (A-8), cuando se le hizo un paso peatonal a ambos lados. Hasta entonces no estaba permitido oficialmente el paso de viandantes.
En la actualidad existe un paso para los peatones, o mejor dicho dos, uno a cada lado del puente. No está mal pero es realmente estrecho y da una cierta sensación de vértigo, pero al menos paso hay
Parajes inolvidables para pasar de Asturias a Galicia pese al veloz y ruidoso tráfico que se soporta y la fuerza de la brisa marina, que golpea con fuerza y frío en invierno pero que es una deliciosa frescura en el verano.
Estrecho paso para peatones y ciclistas, como acabamos de decir, pero algo es algo...
En la orilla gallega vemos unas construcciones que han de llamarnos muchísimo la atención, O Cargadoiro y el Forte de San Damián. Más allá se extiende el caserío de Vilaselán: Campo Redondo, As Casas de Abaixo, O Espín... existe un dicho que nombra a esta y otras poblaciones de la ría, con ciertas variantes, que viene a ser: "Sante e Santirso, Ove e A Veiga, Tol e Piñeira, Ribadeo e Vilaselán, ¿cantos lugariños serán?"
Un poco tapado por los eucaliptos, está el Albergue de Ribadeo (público) y un poco a su derecha está O Cargadoiro, estructura de pilares de piedra y armazón metálico que nos llamará poderosamente la atención, testimonio de la historia minera e industrial de la comarca.
En el año 1902 la empresa Chavarri Petrement y Cia empezó a construir este muelle-cargadero del hierro que se sacaba de las minas de Vilaoudriz, en A Pontenova, traído hasta aquí en ferrocarril minero. El ferrocarril se inauguró en 1903 y a partir de 1905 fue aprovechado también como transporte de pasajeros. Tenía un trayecto de 34 kilómetros y su primer idea arranca en 1897, cuando el empresario vasco Julio Lazúrtegui visita la comarca con la idea de explotar estas minas de hierro, trabajadas desde tiempo inmemorial, y que en aquel momento explotaba la sociedad de Sucesores de J.B. Rochet.
Así en el 1900 constituye la Sociedad Minera de Villaodrid (SMV), participada por la sociedad primero mencionada, así como otros destacados inversores. En 1901, por Real Orden, se aprueba el proyecto ferroviario, aunque con un cambio posterior, aumentar a un metro el ancho de la vía para enlazar con el que sería el Ferrocarril Ferrol-Gijón así como poder prolongar la línea a Lugo y Villafranca del Bierzo, un plan que se vio viable en los primeros años de despegue de la empresa. Luego, con la I Guerra Mundial y el peligro para la navegación marítima, el tren minero, cuyo producto llegaba a Ribadeo para embarcar, vivió una época de decadencia en la que se fue abandonando aquel pensamiento de enlazar con esas otras vías.
Al acabar el conflicto mundial hubo un nuevo renacimiento ferroviario que duró poco, pues enseguida se suprimirían ciertos servicios ya que no terminaba de recuperarse la demanda de hierro a nivel internacional, aunque un aumento de las tarifas alivió momentáneamente la situación, al igual que una ayuda estatal para las líneas férreas en crisis. Existió la oportunidad desaprovechada de adaptarse a las necesidades de la industria forestal que llevaba madera a Asturias, aunque la empresa poco hizo salvo seguir empleando sus estructuras ya existentes sin hacer cambios para cargar esta mercancía tan valiosa para entibar ( asegurar con troncos las galerías subterráneas) de las entonces abundantes y prósperas minas asturianas, las cuales además ofrecían incentivos y sueldos mucho más altos a los trabajadores ferroviarios. Además de todo ello se hacía sentir la competencia del camión, al ir mejorándose el trazado de las carreteras.
Otra oportunidad fue, ya en los años 30, el ofrecimiento, nunca aceptado por el Estado, de emplear este ferrocarril como tramo del de Gijón-Ribadeo, incluyendo la estación ribadense. Nada de ello culminó y cuando estalló la guerra civil la vía llegó a tener una actividad relativamente importante, pero para transporte de productos alimenticios del campo. Aún así su estado era tan calamitoso que padeció el hundimiento del túnel número doce en diciembre de 1937, no recuperándose el tráfico hasta marzo de 1938
Pocos meses después de acabada la guerra y dado el estado de saturación de los almacenes de Ribadeo, donde no podía embarcarse la mercancía, se produce un parón de tráfico ferroviario que duró 199 días. En 1942 vuelve a autorizarse el transporte de viajeros, pero los reveses económicos eran continuos y las cantidades de mineral llevadas eran casi simbólicas cuando no nulas. Ya en 1952 el Estado quiso rescindir la concesión ferroviaria, pero no habría de ser hasta 1964 cuando la propia compañía dejase de explotar el ferrocarril, iniciándose los trámites oficiales para su desmantelamiento en 1965
Pasado el tiempo una parte del trayecto, entre San Tirso de Abres (Asturias) y A Pontenova (Galicia), se transformó en vía verde peatonal y cicloturista, y otra, este cargadero, fue recuperado. Al principio se eliminaron sus estructuras metálicas pues amenazaban con venirse abajo, constituyendo un peligro, y posteriormente se reconstruyeron imitando a las originales
Todo ello es un excelente parque-mirador al lado del también histórico Forte San Damián, donde se emplazaban antiguamente las baterías de defensa costera de la ría.
Desde tiempo inmemorial, milenios incluso, la protección de las rías, verdadero acceso directo por mar al interior del país, se basaba en castros que, como es este el caso, dieron nombre a poblaciones enteras (Castropol), las cuales guardaban los numerosos puertos interiores, todos embarcaderos naturales, existentes en el estuario
Los continuos ataques corsarios y las guerras endémicas con Inglaterra, Holanda, Francia... provocaron entonces una mayor fortificación de la antigua muralla de Ribadeo, erigiendo en ella nuevas torres y baluartes, pero también en el exterior, como en este preciso lugar, donde se construyó la Torre Nova, la cual establecía un fuego cruzado con baterías situadas en la orilla asturiana para repeler cualquier intento de incursión
Sobre ella se hizo el Forte de San Damián, construido en el siglo XVII por el marqués de Cerralbo sobre un emplazamiento defensivo anterior, A Torre Nova. Cruzaba fuegos con las baterías de costa de la vertiente asturiana para impedir el paso de naves enemigas, siendo destruido por los ingleses en 1719 cuando ocuparon momentáneamente gran parte de la ría. Reconstruido en 1774 fue vuelto a asaltar en 1809 durante la francesada o invasión napoleónica
Actualmente, restaurado y recuperado, es sala de exposiciones del Concello, conservándose la muralla, tronera, foso y contrafuertes.
Sobre el albergue, una buena terraza como miradoiro. Más allá la Estrada do Faro y los campos de O Cargadoiro y San Damián, en la ruta a Illa Pancha
El albergue y los acantilados. Abajo el agua es a veces tan clara que se ve perfectamente el fondo de esta ría. No todos los peregrinos de antaño se atrevían a cruzarla: los servicios de los barqueiros solían ser caros, pero aunque no lo fuesen, pues a veces con algún papel o salvoconducto, y con suerte, estaban exentos del pago, eran tan inseguras y solían cargarse tanto, de gentes, ganado, carros, mercancías, que no era demasiado extraño que zozobrasen a expensas de las fuertes corrientes
Y este es un momento excepcional; ya estamos pisando a terra galega. Aquí bajaremos e iremos a la derecha, enlazando con el camino oficial que viene de Figueras/As Figueiras por la pasarela al sur de A Ponte dos Santos, mirando esta hacia el interior de la ría
El mojón nos indica la ruta
Y allí llegaríamos debajo del puente: a la izquierda se va al albergue de peregrinos y se puede tomar la Estrada do Faro a la izquierda, hacia el Forte de San Damián, Illa Pancha, Rinlo (ruta costera por la Variante Marítima a Foz y San Martiño de Mondoñedo, o el Camiño do Mar a San Andrés de Teixido), o bien seguir a la derecha bajo el puente para entrar en Ribadeo por la capilla de San Miguel siguiendo el trazado oficial del Camino Norte. Nos toca elegir
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