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domingo, 9 de junio de 2019

DE TAMA A POTES POR LA MAGDALENA Y EL BARRIO DE SANTA OLAJA: EN LA RIBERA DEL DEVA (CAMINO LEBANIEGO)

Camino de Potes. Abajo Ojedo, arriba Peña Prieta
Bifurcación en el arranque del Puente de Tama. A la izquierda a la carretera, a la derecha por la ribera del Deva
Llega el Camino Lebaniego al Puente de Tama siguiendo la ribera del río Deva viniendo del Valle de Cillorigo, donde se han unido el camino que viene de Lebeña por Cabañes y Pendes con el que lo hace por la falda de Peñaventosa, el de la Concha la Cova. Aquí, ahora en el arranque del Puente de Tama. el camino vuelve a bifurcarse, uno cruza el Deva por el puente, el de la izquierda y siguiendo la carretera, su bien por buena acera, pasa de Tama a Ojedo para atravesar luego el casco histórico de Potes. Otro, el de la derecha de la foto, del que nos ocupamos en esta entrada de blog, no pasa el puente y sigue por esta ribera, es más apartado y tranquilo al no seguir la carretera, pero no pasa por las poblaciones y enlaza con el otro en El Ferial, pasado el centro antiguo de la villa de Potes, que vayamos por donde vayamos, recomendamos visitar


Tomando en este caso este segundo camino antes del puente seguimos la pista asfaltada a nuestra derecha y avanzamos por esta verde vega


Al sur el valle del Deva se abre al de uno de sus afluentes, el río Bullón, cuyas fuentes nacen en el gran macizo de las montañas del Puerto de San Glorio, que cierran Liébana por el sur, paso a Palencia y a León, paso actualmente de la gran arteria que comunica estos valles, la N-621, entre la costa y la meseta, pero por donde iban también los viejos caminos de herradura de la antigüedad, recorridos por pastores, arrieros y peregrinos. Ahora las rutas castellanas y leonesas recuperan aquellos antiguos caminos reales viniendo hacia Santo Toribio, y lo mismo hace el Camino Vadiniense para quienes, tal y como se hacía antiguamente, los peregrinos de Santo Toribio, crucenos o cruceros, siguiesen ruta hacia la meseta buscando enlazar con el actualmente denominado Camino Francés


Domina la escena Peña Prieta (2.235 m)


A su derecha está el Mojón de las Tres Provincias (2.499 m), divisoria de Cantabria con Palencia y con León. Y más a la derecha el Alto del Cubil del Can (2.419 m). A la izquierda el Pico de Zamburria (2.126 m), cimas todas ellas que muchas veces se cubren con el manto natural de brumas, nieblas y nubes...


Durante la mayor parte del recorrido el camino es práctica y totalmente llano. Únicamente al ir de Ojedo a Potes nos tocarán algunas subidas y bajadas


Nuestro entorno más inmediato son fincas dedicadas mayoritariamente a siega y pasto


A nuestra derecha el Monte de Santa Lucía


Es el gran valle de Liébana


Pasamos esta cuadra...


Y a nuestra derecha viñas, no en vano Liébana es una comarca en la que llegaron a tener posesiones hasta una veintena de monasterios en la alta Edad Media, quienes fomentaron el cultivo de la vid al ser el vino elemento esencial de la liturgia. Las tierras bajas se especializaron en la agricultura, siendo las viñas la mayor riqueza, mientras los pueblos altos lo hicieron con el ganado

Siendo posible que ya hubiese producción vinícola con la romanización, el primer documento que informa de esta actividad en Liébana es del año 822 cuando se vende una viña y una tierra en Piasca por un buey negro, un carnero y grano. Poco después, año 826, se registra la donación de una viña al abad de San Esteban de Mesaina en Mieses, muy cerca del actual monasterio de Santo Toribio. A partir de entonces las referencias se multiplican, llegando los vinos lebaniegos a ser, tras los cereales, el segundo producto agrícola de la comarca, siendo tan apreciados que se exportaban a Castilla, cultivándose garnacho, malvasía, mencía, tinta Madrid, neruda, jerez, moscatel... no estando de màs recordar que el vino fue tenido no solo como bebida sino como alimento dado su aporte calórico


Pero las plagas del siglo XIX como el oidio y el mildiu esquilmaron su producción, casi destruida por la terrible filoxera a principios del siglo XX. La solución fue, como en toda Europa, reintroducir las vides con injertos de pie americano resistentes al insecto, pero el nivel de producción nunca se recobró, pues de más de 1.210 hectáreas de viñedos en 1909 se pasó a menos de 32,87 en 1983. A partir de entonces sí se puso en marcha un plan de recuperación de la producción con la colaboración del Gobierno de Cantabria y varias iniciativas empresariales, creándose la IGP Vino de la Tierra de Liébana. Las variedades de uva autorizadas en la producción acogida a la indicación geográfica son Mencía, Tempranillo, Garnacha, Graciano, Syrah y Cabernet Sauvignon para el tinto y Palomino, Godello, Gewürtztraminer y Chardonnay para uvas blancas


Allí están Ojedo y sus barrios y lugares, al sur del municipio de Cillorigo, haciendo frontera con el de Potes


Y siempre a lo lejos Peña Prieta con San Glorio. Esa cadena montañosa guardó Liébana por el sur e hizo que la comarca fuese repoblada desde los primeros momentos de existencia del Asturorum Regnum, al menos desde Alfonso I El Católico, acogiendo numerosos refugiados mozárabes del sur que trajeron un legado cultural, económico y social de gran influencia en estos valles, como el mismo Lignum Crucis o las Reliquias de Santo Toribio (de Palencia o de Astorga, he aquí la cuestión), origen de las peregrinaciones a estos lugares, fomentadas por Julio II al conceder el Jubileo en 1512, pero ya antes con las indulgencias de 1256 de Don Fernando, Obispo de Palencia


A nuestra izquierda Aliezo, por allí baja la Riega la Fragua, que desemboca aquí en el Deva, río que no vemos aún bien, tapado por la vegetación ribereña...


Ahí está el Canto Picado a lo lejos, con sus 1.068 metros de altitud. Allí el Collado Taba (881 m) es un paso natural hacia Peña Sagra...


Bajo los montes de la Cuesta Tama va la carretera N-621, recta, por cuya acera sigue el otro camino, también hacia Ojedo. Más lejos el Pico Cornejas (903 m) y el Pico Corrales (887 m)


Llegamos a la orilla del Deva. Junto al camino uno de los antiguos molinos...


Pasamos al lado...


Y desde él vemos el río...


Deva, nombre de origen céltico, que denomina una diosa de la naturaleza de raíz indoeuropea, la Gran Diosa Madre que da la vida, simbolizada en las aguas y el nacimiento de los ríos. Esta Diosa Madre de la Naturaleza (agua es germen de vida) quedó cristianizada en la advocación a la Virgen María, pues según el cristianismo es también una Gran Madre del género humano


La adoración a Deva es un ejemplo de la veneración y el respeto de las antiguas culturas para con el entorno natural que hace posible la vida y de la que el agua es el principal fundamento. No es de extrañar que un elemento fecundador y femenino como es el agua quedase divinizado por un ser también femenino, Deva, y este fuese con el tiempo transformado o asimilado a nuevo nombre, aunque no de función, cuando una nueva religión se superpone a las anteriores. Tanto el río como su nacimiento en Fuente Dé (Fuente Deva), portan esta etimología


No muy lejos de aquí, en la cercana Asturias, encontramos reminiscencias de Deva en varios topónimos, como la Isla la Deva casi enfrente de la desembocadura del Nalón, el río Deva que nace en el Monte Auseva en Covadonga, al otro lado de los Picos de Europa, o la parroquia de Deva, en Gijón, nombre antiguo de su río Peñafrancia, pero hay muchas más desde Europa hasta la India y entre ellos destacamos en Galicia el río Deva en Pontevedra, Deba en el País Vasco, que también denomina a un río y a una villa, el Deventer en Holanda, la ciudad de Devon y Devonshire en Inglaterra, las Divonna de Francia, Diviciacos, famoso druida galo; el Dvina, río de Rusia y Letonia, la Diva de los persas y un larguísimo etc que sería harto prolijo enumerar


También este culto a Deva parece estar muy emparentado con las creencias en los seres femeninos del agua y las cuevas que existen en la mitología de todas las culturas y que en Cantabria Asturias están representados por las anjanas, injanas o xanas, que se aparecen en fuentes, ríos y lagos


Otra hermosa vista de Ojedo desde la orilla del Deva...


Viviendas unifamiliares, algunas naves industriales y pequeñas colonias de chalets en la ladera que baja de las serranías


La Pedreña


Entre la frondosa falda de la montaña y abajo el río...


Pinares en un poco de subida...


Y seguidamente un poco de bajada...


Volvemos a salir a campos abiertos frente a Ojedo


Cobertizos para el ganado que pasta en la ribera...

El camino serpentea


Monte Arabedes...


Tramo recto...


El Valle y la Cuesta Llayo...


Caballo bayo...


 Ojedo, población del antiguo Concejo de San Sebastián de este municipio de Cillorigo de Liébana, justo antes de Potes...


Montes de Narezona, Serna y El Prao


Casillas, prados arriba


Seguimos entre fincas


Unos admirables paisajes del valle


Al sur de Ojedo Valdeprado, a la derecha la Sierra de Valmayor...


El Camino, asfaltado, sigue llaneando


Un paisaje inolvidable...


Ojedo, bajo las montañas...


Peña Prieta, al sur, domina La Liébana y orienta nuestros pasos...


Inmediaciones del Puerto de San Glorio (1.609 m), antiguo San Clovis o San Clovio, pasos naturales entre Liébana y León por donde van en la actualidad la N-621 y el viejo trazado caminero principal ha sido recuperado con el Camino Vadiniense, desde el que pueden seguir hacia el Camino Francés los peregrinos que deseen continuar hasta Santiago tras llegar a Santo Toribio


Por San Glorio se dice pudo entrar una de las seis legiones romanas que forzaron los pasos de la cordillera durante las guerras de conquista de los años 29 al 19 a. C, que supusieron la ocupación del territorio cántabro y astur, culminando la anexión de Hispania al Imperio de Augusto


Como ya hemos contado estas altas montañas fueron la fortaleza natural tras la que se refugiaron y defendieron naturales y acogidos en tiempos de guerras e invasiones, sin duda desde la más remota noche de los tiempos y las primeras migraciones humanas de cazadores y recolectores que seguían a los rebaños por estos pasos cuando buscaban pastos según la estación, primero para su caza y luego su domesticación, naciendo el pastoreo neolítico


La defensa natural sirvió durante milenios para parapetarse detrás de ella, desde tiempos prehistóricos hasta el siglo XX, como baluarte del Frente Norte en la Guerra Civil y terreno del maquis, los últimos combatientes republicanos


Pero los Picos, la Hermida, San Glorio, guardan no solo memorias de historias bélicas sino de paz, de una muy famosa cabaña ganadera con cuya leche se elaboran algunos de los quesos más preciados de España, el de Cabrales, Gamonéu, Valdeón, quesucos lebaniegos, el Picón... y quien dice leche y quesos dice otros muchísimos productos, carnes de montaña y agricultura de los valles... no dejemos de probar, ya que estamos aquí, el pote lebaniego, regado con Vino de Liébana


A nuestra izquierda un pastor eléctrico...


Pasamos la entrada a una casa...


Más viñedos...


La casa y las vides...


Sigue el pastor...


Rebaños de Ojedo...


A la entradas de Ojedo por La Pedreña...


Seguimos avanzando...


Casas de Ojedo en la falda del monte


Continuamos en llano...


Abajo de nuevo el Deva...


Los barrios más antiguos están camperas arriba, abajo las casas de la carretera, con alguna nave


Hay aquí un cobertizo


Es un pequeño refugio, ideal en caso de tormenta


El río siempre a nuestra izquierda


Monte Arabedes


A la izquierda Ojedo y el Pico Cornejas...


Reconocemos el campanario de la iglesia de San Sebastián


La Peña de la Roja y Monte Arabedes a nuestra derecha


Entre las alambradas...


 Ojedo y el Deva...


Y en medio la iglesia parroquial de San Sebastián de Ojedo que, construida en 1956, sustituye a otra anterior no emplazada en este lugar, sino en la parte alta del pueblo, destruida en la Guerra Civil


En el santuario actual destaca como en Tama la gran torre del campanario, estilo historicista, como todo el edificio. Junto a ella pasa el otro camino...


Inmenso tapiz verde en los prados de La Magdalena...


Este es el comienzo del Valle de Valdebaró, que forma el río Deva...


Pisos de la parte nueva de Ojedo. A la derecha comienza Potes, en Roscabado


En la distancia la puerta del Valle de Cereceda, otro de los que componen Liébana, formado por el río Quiviesa y  cerrado al sur por Sierras Albas, con La Lomba (1.513 m), ancestral comunicación con Castilla, pasos hacia La Pernía, al norte de Palencia, uno de los caminos más transitados por viajeros y arrieros hasta la construcción de la carretera del Puerto de Piedraslluengas en el último tercio del siglo XIX. En el año 1838 se libró allí una de las batallas más determinantes de la Primera Guerra Carlista entre las tropas isabelinas del general Latre y las carlistas del conde de Negri


Más cerca Valmayor con el Pico Pumar (778 m)


A la derecha la casería de La Magdalena, que ye pertenece a Potes


Más allá Campañana y Rases, en la falda del Monte Arabedes


Caminamos así junto a la frondosa orilla del Deva...


El Puente Viejo...


Otra vista de la iglesia de San Sebastián


La preciosa ribera...



Ante nosotros el centro de Ojedo...


Pasamos junto a esta casa...


 Y a nuestra izquierda una referencia muy importante


Allí el río Bullón, que viene del Valle de Valdeprado, desemboca en el rçio Deva


En esta encrucijada hemos de seguir de frente. Veamos la flecha roja en el poste


Subimos un poco. Si por alguna razón deseásemos entrar en Ojedo, habría que ir a la izquierda


El Puente Nuevo...


Acabamos la subida...


A la derecha seguimos viendo el Monte Arabedes


Al otro lado de estos edificios pasa la carretera N-621, por donde va el otro camino


El Camino sigue la sinuosa línea de la ribera...


Y por aquí entramos en el municipio de Potes


Con Roscabado de frente...


Y ahora el monte de La Viorna, en cuya ladera norte se levanta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, meta del Camino Lebaniego y comienzo del Vadiniense para quienes, como los peregrinos de antaño, cruceros o crucenos, luego de venerar y acogerse al Jubileo del Lignum Crucis, deseasen proseguir hasta Santiago de Compostela


En torno al monasterio y en esa montaña hay varios pequeños santuarios eremíticos, uno de ellos, la Cueva Santa, quiere la tradición haber sido morada y retiro del santo, pues como dice la crónica...

"queriendo pelear con el enemigo a solas, subiose a lo alto del monte y en parte muy escondida del, labró una pequeña ermita, donde con mucha abstinencia, disciplina, continua oración y lágrimas llegó a tanta perfección, que alcanzó de Dios singulares favores (...)"



Existen en torno al monasterio varias capillas, testimonio de la sacralidad de estos parajes, antes incluso de la cristianización del territorio, bañados por el río Deva, el río de la diosa...


Arabedes y la subida a Rases por Campañana


Aquella casa es un mirador sobre el valle


Las primeras casas de Potes a la izquierda


 Calle Roscabado, por donde va la otra ruta...


A lo lejos el centro de Potes


Y más arriba Mieses, en el camino que sube a Santo Toribio


A la izquierda Sierra Valmenor


Pero nosotros seguimos de frente, hacia La Viorna, monte totémico que nos atrae como un imán.Tiene dos cotas, la primera la Cruz de la Viorna (1.095 m) y atrás el Alto de San Martín (1.155 m)


Pasamos así junto a los alojamientos de La Hacienda del Campo


Esta es la entrada...


Esta es la entrada...


La Hacienda del Campo, bajo el Monte Arabedes


Salimos a esta carretera y seguimos de frente


Ahora nos toca subir esta buena cuesta...


Roscabado y montes de El Tobal y Valmenor


Zona de expansión urbana de Potes


Santa Olaja. La primera vez que se menciona a Potes en un documento es en el año 847, mencionado como Pautes y haciendo referencia a estos caminos tantas veces milenarios, que dice...

"estrata publica que discurrit ad Pautes"

Esto es, el "camino público que conduce a Potes"

Esto se escribía no demasiado tiempo después de que se iniciasen las repoblaciones de estos valles trayendo mozárabes del sur. Más adelante sabemos que, en el año 947, su iglesia de San Vicente dependía del monasterio de San Martín de Turieno, antecesor del de Santo Toribio. La zona se sabe estuvo habitada desde la Prehistoria y se ve claramente que en este valle confluyen varios pasos naturales por los puertos de las montañas, por donde se quiere ver el paso de algunas de las legiones romanas que participaron en la conquista del territorio cántabro a partir del año 29 a. C. estando aquí muy posiblemente los concanos citados por los autores de la antigüedad


Con el paso de las legiones y la posterior romanización, los antiguos caminos fueron transformados en vías y calzadas romanas. La tradición afirma que cerca de aquí, en Cosgaya, acontecieron las hecatombes finales de las tropas de Alkama tras escapar de Covadonga, allá por el año 722, por lo que Liébana, protegida por las montañas, fue una de las tierras primigenias del Asturorum Regnum, iniciándose las repoblaciones ya con Alfonso I. Muestra de ello son los más de 20 monasterios que llegó a haber en la alta Edad Media, de los que el de San Martín de Turieno, llamado de Santo Toribio a partir del año 1181, alcanzó preeminencia sobre los demás y así aparece su dominio sobre Potes ya en el siglo X. Más tarde iría cayendo en la órbita de los señoríos de los poderosos nobles feudales, cada vez más influyentes en la corte y a los que los monarcas concedían tierras y privilegios


Ya en el siglo X un conde regía Potes representando a reyes asturianos y leoneses y, entre finales del siglo XII y principios del XIII, aparecen los tenentes, señores que dominaban la zona con carácter temporal en nombre del rey, administrando justicia y cobrado tributos. Eran miembros de la familia Girón, siendo el más poderoso Gonzalo Rodríguez Girón, que extendía su dominios a ambos lados de la cordillera. Merinos y demás cargos otorgados por la corona, ahora ya castellana, llega en el siglo XIII y, en 1291 Sancho IV otorga por escrito celebrar mercado en Potes, buen lugar para comerciar con los excendentes agrícolas y ganaderos de La Liébana, conminando a dejar quietas las armas en las posadas hasta el regreso a casa

En el año 1351 Potes es señalado como propiedad de don Tello, hijo de Alfonso IX, y a finales de esa centuria será su señor el hijo de don Tello, don Juan Téllez de Castilla, al serle otorgada La Liébana por Juan I


Juan Téllez fallecerá prematuramente luchando en Aljubarrota, dejando una hija, Aldonza Téllez, mientras su esposa, doña Leonor de la Vega, volverá a casarse, esta vez con Diego Hurtado de Mendoza, el poderoso Marqués de Santillana, con quien tendrá un hijo, Íñigo López de Mendoza. Este será el origen de un largo enfrentamiento que durará generaciones entre los Mendoza y los Manrique, familia con la que emparenta Aldonza al casarse con Garci IV Manrique de Lara (siendo los primeros duques de Castañeda)

 En 1444 Juan II dará la razón a los Mendoza pero los pleitos se prolongarán aún más de un siglo, hasta 1576. Los Mendoza harán de Potes su capital y el primogénito de Íñigo, llamado como su abuelo Diego Hurtado de Mendoza, será nombrado primer duque del Infantado. Las primeras ordenanzas de Potes serían del año 1468, bajo dependencia señorial por tanto del Duque del Infantado, que nombraba alcaldes, no acabaría hasta 1822 con las reformas liberales que dieron origen al ayuntamiento de Potes, asentado definitivamente como municipio un par décadas después


Entre los siglos XVII, XVIII y XIX muchos vecinos emigraron a América, con sus aportaciones se construyeron numerosos edificios. Por entonces, aún bajo el poder señorial, se creó la Provincia de Liébana, con corregidor y Juntas, las cuales formaron parte de la creación de la Provincia de Cantabria de 1778 antecedente de la actual comunidad autónoma. Durante la francesada las tropas napoleónicas llegaron a entrar en Potes hasta trece veces, siendo muy hostigadas por las partidas guerrilleras que llegaron a crear una unidad de caballería, con Academia propia en el cercano pueblo de Colio, los Húsares de Cantabria

La Revolución Industrial trajo consigo importantes transformaciones, pues las minas de los Picos fueron explotadas por compañías que favorecieron la puesta en marcha de infraestructuras como una nueva red de carreteras, principalmente la de La Hermida, abierta en 1863. En la Revolución de 1934 hubo un asalto al cuartel de la Guardia Civil de Potes, deteniéndose a los guardias y formándose un comité revolucionario, si bien la llegada de fuerzas gubernamentales por La Hermida los obligó a huir. Dos años escasos después, una partida de milicianos procedente de Santander se enfrentó a los falangistas locales, el frente se estabilizó al otro lado de San Glorio hasta que en septiembre de 1937 Potes, que había sufrido incendio, cayó en manos de los nacionales


Subimos unos metros más mientras seguimos admirando estas vistas de Potes...


En la actualidad Potes es capital de Liébana y en buena parte de los Picos de Europa, al menos en su vertiente cántabra. Gran parte de su economía gira alrededor del turismo y actividades de montaña. esto hace que sus oferta de alojamientos, hostelería y comercios se multiplique, promocionándose notablemente todos los productos autóctonos y lográndose que no se vea tan afectada por el despoblamientos como otras áreas rurales cercanas


Ya en el siglo XIX, cuando muchos geólogos extranjeros recorrieron los Picos de Europa y otras cordilleras cercanas, quedaron impresionados por su belleza, lo que, al plasmarla en sus escritos y estudios, fue dada a conocer por todo el mundo. Los primeros pioneros del montañismo y la escalada empezaron a acudir y más de uno incluso se retiró a las montañas. Esto iría popularizando, primero entre las clases más pudientes pero luego extendiéndose a las demás, la práctica de los deportes de montaña y el recorrer sus viejos caminos, empleados por los pastores y, antes de las carreteras, por arrieros, viajeros y peregrinos


Aquí se acaba la cuesta...


Seguimos a la izquierda...


Viendo la vega de Potes desde lo alto. A lo lejos el barrio de Santa Olaja y más allá el de La Solana


Comenzamos a bajar junto a este gran muro de contención hecho con grandes bloques de piedra para evitar argayos...


Potes bajo Valmenor y Valmayor con el Pico Pumar


Desde aquí vemos el lugar en el que estuvo el histórico convento dominico de San Raimundo de Peñafort, fundado el 11 de enero de 1608 por el dominico lebaniego Toribio Vélez de las Cuevas, no sin pasar antes por ciertos avatares. Los dominicos se asentaron en Potes dentro de su actividad misionera para impulsar los ideales de la Contrarreforma salidos del Concilio de Trento, tanto como manera de combatir el protestantismo como otras "desviaciones de la fe" y las creencias populares, consideradas muchas paganas, brujeriles o heréticas, así como costumbres o tradiciones no consideradas edificantes. En ese sentido hemos de recordar dos cosas: la expansión del protestantismo había supuesto una decadencia de los caminos de peregrinación al atacar jubileos, bulas e indulgencias que con las romerías a los santos otorgaba la Iglesia, quitando muchos fieles a Roma que ya no iban en peregrinación a los lugares santos de la cristiandad. Por otro lado hemos de recordar que, pese a la importancia en Liébana de los monasterios de Piasca y de Santo Toribio, sus frailes no eran predicadores, viéndose por ello la necesidad de asentar en Potes, lugar estratégico y enclave importante de Liébana, a los religiosos de Santo Domingo, que sí lo eran


Poco más arriba, en un conjunto de casas construidas en el siglo XVIII, está la Torre de Osorio. Allí, entre las ventanas del piso superior de sus tres plantas, está el escudo con la inscripción:

ARMAS DE CAMPILLO COSSÍO

Era señor de esta casa José del Campillo y Cossío, nacido en 1693 en Alles, Peñamellera Alta o Valle Baju, actualmente concejo asturiano pero que entre los siglos XIII y XIX perteneció a las Asturias de Santillana, como gran parte de la actual Cantabria, personalidad que llegó a ser muy importante en su tiempo pero de la que no se sabe la razón por la que construyó esta su casa en Potes, la cual ni siquiera llegaría a ver en vida pues se acabaría poco después de su muerte en Madrid en 1743



Sigue la bajada en esta curva a la derecha...


Al bajar tenemos a nuestra izquierda una panorámica del valle hacia el norte, hacia Ojedo, por donde hemos venido. A lo lejos el Monte Rocobres, la Sierra Cobeña y el Monte Bedoya


A nuestros pies otro de los viejos molinos del Deva


La antigua muela..


De frente, en Santa Olaja, el Colegio Concepción Arenal


A nuestra derecha, más cepas...


El buen Vino de la Tierra de Liébana


Bajamos hacia el colegio...


En la Solana está la Torre de San Pedro, es de origen bajomedieval, parece que tuvo almenas y blasones y, como otras muchas torres de la época, fue transformada en casona-palacio cuando su función defensiva y de control del territorio terminó con el ocaso del feudalismo. Se dice fue su fundador Don Pedro, Merino Mayor o representante de la Corona en Liébana y Pernía. don Pedro Roiz de Lamadrid la habitaba allá por el año 1285


Una leyenda dice que uno de los hijos de Don Pedro, abusando de la confianza de su padre, intentó abusar de una joven de Potes, Frunilda, prometida de uno de los más fieles vasallos del merino. Su fechoría fue descubierta al hallarse en el lugar una joya en forma de amapola que le había regalado su padre don Pedro, siendo muy severamente castigado. El lugar en el que ocurrió, un camino, entonces lleno de zarzas y actualmente entre casa, comunicaba la capilla de San Pedro con el río y otros lugares, quedándole desde entonces el nombre de la Calleja de la Amapola


Pasando a la altura del colegio vemos a lo lejos la iglesia de San Vicente


O mejor habríamos de decir las iglesias, la del fondo de las dos torres es la Iglesia Nueva, construida en diferentes fases a lo largo del siglo XIX ante la necesidad de un templo grande para la creciente población


En primer término está la Iglesia Vieja de San Vicente, originalmente estilo gótico aunque con reformas posteriores renacentistas y barrocas, si bien su construcción en el siglo XIV debió hacerse sobre un templo anterior, de la misma advocación, citado ya en el año 952 en el Cartulario de Santo Toribio, entonces San Martín de Turieno, al que pertenecía. En 990 el presbítero Bermudo y su madre Froilo donan a San Vicente de Potes varias ermitas de su propiedad sitas en estos términos, como la Santa María de Valmayor, San Cosme y San Damián, Santa Eulalia y San Pedro. En el Cartulario del monasterio se registran serios enfrentamientos entre este y la iglesia hasta mediado el siglo XIV, volviendo a repetirse en el XV. Es en ese tiempo cuando se construye el actual edificio, dedicado a Oficina de Turismo y Atención al Peregrino, centro cultural y de exposiciones y de Centro de Estudios Lebaniegos


De antiguo, había costumbre a bajar el Lignum Crucis desde Sato Toribio a esta iglesia en procesión, saliendo a recibirlo los vecinos con una imagen de la Virgen y celebrándose romería con misa en el campo del santuario, pero hubo un tiempo que los frailes se negaron por el mal estado de los caminos


Más allá de La Pereda, sobre los tejados de las casas y a la derecha de la foto, veremos otra capilla relacionada con el Lignum Crucis 


La capilla de Santa Catalina, en un cerro un poco más arriba de la carretera que desde el monasterio de Santo Toribio comunica con la de San Miguel, otro de los venerados eremitorios de la montaña...


La ermita de Santa Catalina, que está en ruinas pero consolidadas, conserva elementos del siglo XIII aunque está muy reformada. En 1864 se quemó la torre pero se continuó con la piadosa costumbre de exponer en ella la Santa Reliquia, tal y como nos dice García Guinea en su obra El Románico en Santander

"... en noches en que amenaza la helada, cuando por el día ha llovido y están los frutos en ciernes... en noches aciagas para los campos..."


Acabamos la bajada junto a la nave de las piscinas y pabellón deportivo


Continuamos de frente calle adelante hacia el almacén de piensos de la Cámara Agraria


Hay una senda peatonal...


A la izquierda el río Deva, el Centro de Salud


Y más allá la cabecera de la Iglesia Vieja de San Vicente. A la izquierda asoma la Torre del Infantado, que alberga una exposición permanente dedicada a Beato de Liébana, que estimamos imprescindible para conocer la figura de una figura determinante de la historia de Europa y su tiempo, lo que nos permitirá vivir con más intensidad aún nuestra llegada al monasterio de Santo Toribio donde él ejerció en la alta Edad Media. Está en pleno casco histórico, declarado en 1983 Conjunto Histórico y que nos parece irrenunciable también conocer. Al otro lado de la torre, donde el río Quiviesa se une al Deva, está el albergue de peregrinos, pero hay otros muchos alojamientos entre albergues privados, pensiones, hoteles, etc.


Seguimos todo recto...


Vemos el puente sobre el Deva


Y lo tomamos yendo aquí a la izquierda...


Vieja placa del Camino Lebaniego...


Dada la estrechez del paso ha sido habilitada una pasarela a la derecha para peatones


Vamos por ella..


Vemos el Deva que viene por el Valle de Valdebaró desde su nacimiento en Fuente Dé, más allá de Espinama


Antiguo caserón...


Fachada principal y jardín


A la izquierda la Iglesia Vieja, con su Oficina de Turismo y Atención al peregrino y la Iglesia Nueva de San Vicente. Entramos en el barrio de La Serna, el Camino sigue de frente por El Ferial para continuar hacia Santo Toribio pero, reiteramos, alojémonos o no en Potes estimamos muy adecuado conocer esta villa capital de La Liébana y no pasar de largo sin hacerlo así...







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