Ribadesella/Ribeseya y su ría, desembocadura del Sella |
Fundada hacia 1270 sobre un enclave portuario preexistente, sin duda de origen prehistórico si tenemos en cuenta la representación rupestre de una ballena en las cercanas cuevas de Tito Bustillo (El Pozu'l Ramu), Ribadesella/Ribesella es una de las poblaciones emblemáticas del Camino Norte, asentada en las riberas del Sella como dice su nombre, el antiguo río Salia de los salaenos, sus primitivos pobladores, citados por los geógrafos de la antigüedad
Su puerto, ahora pesquero y deportivo, fue hasta entrado el siglo XX también comercial y de los más importantes del Cantábrico, entrando y saliendo mercancías y viajeros, confluyendo en él las rutas terrestres y marineras por las que también transitaban los peregrinos, lo cuales tenían aquí su hospital, dedicado a San Roque, santo peregrino por excelencia, si bien en un principio, allá por el siglo XV, estaba bajo la advocación de San Sebastián
Su actual fachada marítima es consecuencia del ensanche de la población, que ganó terrenos a la ría en el siglo XIX, quedando los edificios más antiguos, por donde discurre el camino señalizado, un poco más atrás, camino que se dirige a la capilla de Santa Ana, sita detrás de los edificios de la izquierda de la foto, perteneciente al antiguo Gremio de Mareantes y donde estaba el servicio de barquerías que cruzaba la ría antes de la construcción del actual puente
El puente comunicó de manera efectiva las dos orillas del estuario y la población creció por el Arenal de Santa Marina, la espléndida playa riosellana, a donde antaño cruzaban las barcas desde San Ana y continuaban camino los peregrinos y demás viajeros, pasando junto a la vieja Casa de las Ballenas, en la que los balleneros de entonces, pertenecientes al Gremio de Mareantes, guardaban sus enseres y despiezaban a los cetáceos en la misma playa
Realmente, en nuestros días y nada más entrar en el centro urbano por el que fue barrio de pescadores de El Portiellu, ya podríamos dirigirnos al puente, meta del famoso Descenso Internacional del Sella o Fiesta les Piragües y pasar a Santa Marina, pero es nuestra intención seguir primeramente la señalización oficial del Camino Norte hasta la capilla de Santa Ana, recorriendo todo el casco histórico de la población
Igualmente, y ya fuera del Camino, subiremos al Monte Corberu a contemplar las fantásticas vistas que se ofrecen desde la campo de la ermita de La Guía, regresando al casco urbano por el paseo marítimo, el Paseo de la Grúa, y entonces sí cruzaremos el puente, prosiguiendo camino por Santa Marina. Para todo ello dedicaremos varias entradas de blog
"... hasta la llegada a Ribadesella se conservan algunos retazos del antiguo trazado en las inmediaciones del campo de fútbol y de la estación de ferrocarril"
La Estación de Ribadesella fue inaugurada a la vez que el ferrocarril, aquel 20 de julio de 1905 con toda solemnidad por parte de la empresa concesionaria Económicos de Asturias, integrada en Feve en 1972. Un poco más allá son los edificios de El Fuerte, donde estaban algunas de las fortificaciones de la villa y puerto, reforzadas por orden de Felipe II en 1558 a causa de la guerra con Francia y en 1573 con Holanda
"... en el último decenio del siglo XIX se fundaba en Bilbao la Compañía del Ferrocarril de Santander a Bilbao (1894), en Santander se estructuraba ya la del Ferrocarril del Cantábrico nacida en 1890 y en Oviedo lo hacía la Compañía de los Ferrocarriles Económicos de Asturias creada en 1887. El objetivo final de estas dos últimas compañías era el de conectar ferroviariamente en vía estrecha Santander con Oviedo. Ello se logró el 30 de mayo de 1905 cuando las vías de Económicos de Asturias y las del Cantábrico se unieron en la estación de Llanes. Dado que aunque los acuerdos para una explotación conjunta y directa del recorrido entre Santander y Oviedo se establecieron desde el principio entre ambas compañías, lo cierto es que cada una de ellas tuvo vida independiente hasta su absorción por FEVE en abril de 1972 -en el caso de Económicos- y en junio de ese mismo año el de la Compañía del Cantábrico."
"... con el objetivo de estudiar diferentes posibilidades de establecimiento de ferrocarriles de este tipo en la región y, en su caso, llevar a cabo la obtención de las concesiones de las líneas que se considerasen de interés. Ya el 4 de mayo de 1888, se obtuvo la de Oviedo a Infiesto. Las obras se pusieron muy pronto en marcha y casi desde su principio, se solicitó por algún periódico la continuación de la línea al menos hasta Ribadesella. Se abría así un debate sobre su prolongación hasta unirse con la del Cantábrico -algo que siempre se había contemplado en los planes a un plazo u otro de la compañía- así como sí su tendido debería discurrir por la costa o por el interior."
El ingeniero de minas Jerónimo Ibrán fue el gran impulsor y primer director de esta empresa ferroviaria en la que el factor económico plasmado en su mismo nombre deseaba no realizar grandes inversiones en costosas infraestructuras, pero ello conllevaría como resultado un trazado difícil y complejo para su explotación". No obstante las obras avanzaban a buen ritmo, inaugurándose el primer tramo el 13 de noviembre de 1891:
"Para prestar el servicio de tracción se adquirieron cinco locomotoras del tipo 130T a la factoría belga Saint Leonard. Numeradas del 1 al 5 recibieron los nombres de "Oviedo", "Siero", "Nava", "Infiesto" y "Covadonga". Para el transporte de viajeros llegaron desde Francia quince coches montados sobre bogies y equipados de freno de vacío. Y para el de mercancías se adquirieron en Bélgica 60 vagones cerrados y abiertos dotados algunos de ellos de freno de husillo y puesto de guardafrenos."
Seguidamente las compañías Económicos y del Cantábrico iniciaron contactos tendentes a unir ambos ferrocarriles, firmándose con tal fin un acuerdo en 1899 en Santander para acometer entre las dos el tramo Cabezón de la Sal-Infiesto:
"Se establecía que El Cantábrico asumía el tramo Cabezón-Llanes y Económicos el de Infiesto a Llanes, tras haber recibido esta compañía en marzo de 1900 la transferencia de la concesión de este último tramo por parte de la del Cantábrico que la había obtenido previamente.
Tras ese acuerdo, Económicos inauguró el tramo de Infiesto a Arriondas de 21 km el 23 de mayo de 1903 y el de Arriondas a Llanes, de 46 km, el 30 de mayo de 1905, momento a partir del cual, se hizo posible el viaje por ferrocarril directo entre Oviedo y Santander. En cualquier caso, la inauguración oficial tuvo lugar el 20 de julio de ese año"
"Para asumir el aumento de tráfico que suponía la puesta en servicio de nuevos tramos, Económicos adquirió a la factoría alemana Borsig entre 1902 y 1910 siete locomotoras tipo 131T que fueron las 21 a 28.
Fue en este año de 1906 cuando Económicos permutó con el Astillero a Ontaneda tres de sus primitivas Saint Leonard por tres Baldwin tipo 131T que fueron las 31 a 33.
A partir de 1911 las nuevas locomotoras se empezaron a solicitar a la factoría Krauss. En ese año llegaron tres del tipo 131T que fueron las 34 a 36. Ya en 1921 llegaron otras dos más del mismo tipo que fueron las 37 y 38.
Por otra parte, y aunque es difícil establecer la fecha concreta, Económicos adquirió a los Ferrocarriles Vascongados tres locomotoras Krauss tipo 040T, las 184, 185 y 186 que en pasaron a ser las 16, 17 y 18. Además, en 1920, cuando se electrificó el Ferrocarril de Carreño, Económicos adquirió sus locomotoras 1 y 2, unas Krauss tipo 130T que pasaron a ser las 19 y 20"
"La reconstrucción fue compleja y larga y a ello se unía la alta demanda de transporte ferroviario en los primeros años de la posguerra. Para afrontarlo, Económicos hizo un pedido de cuatro locomotoras a la factoría Babcock&Wilcox tipo 141T que llegaron en 1942 y recibieron la numeración 40 a 43
En 1946, acabada la Segunda Guerra Mundial, Económicos experimentó un resurgir económico y en 1951 se encargaron a B&W otras cinco locomotoras del mismo tipo 141T. Numeradas del 44 al 48, fueron las últimas locomotoras de vapor adquiridas por la compañía.
En los primeros años cincuenta la necesidad de aumentar el parque de tracción junto con los grandes retrasos en la construcción de locomotoras de vapor en España llevó a Económicos a la adquisición de forma conjunta con El Cantábrico de alguna rama diésel Brissoneau&Lotz. Años más tarde, en 1959, Economicos inició su dieselización a gran escala con la adquisición de locomotoras Alsthom y posteriormente de algunos automotores MAN. Pero al igual que en otras compañías de vía estrecha el aumento del tráfico por carretera, la escasa inversión en infraestructura y los aumentos de costes llevaron a la empresa a entrar en pérdidas desde 1967. En esa situación la compañía decidió desprenderse de su empresa ferroviaria de modo que FEVE se hizo cargo de ella el 4 de abril de 1972"
De La Estación bajamos ahora a El Fuerte, donde es posible que ya existiesen atalayas de vigilancia desde tiempos inmemoriales, pues desde el promontorio del Monte Covayu se divisa perfectamente tanto la villa y puerto como este acceso. Recordemos que Ribadesella/Ribeseya, a diferencia de otras pueblas, no fue amurallada y basaba su defensa en una red de fortificaciones en torno al estuario
En 1574, estallada ya la guerra contra Holanda, inspecciona sus defensas Fernando de Valdés, comisario general de los puertos y costas asturianos, según nos informa la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 12, voz Ribadesella):
"En su presencia se realizó una general aportación de todos los vecinos, reunidos en concejo público, presidido por los "muy magníficos señores Lorenzo de Pando é Juan del Río, Jueces ordinarios de la dicha villa é concejo, Gonzalo Ruiz de Junco, alferez, etc." con el fin de ampliar las fortificaciones de la villa, pues sólo una lombarda "que está en el Torrejón de los tiros" en mal estado, guarda la zona."
Por esta razón se hizo un convenio con un vecino, Juan de Cuerres, para comprar dos cañones en Bilbao, junto con sus municiones correspondientes. A la vez se adquiere un "atambor para que con el se recoja a las gentes", es decir, un tambor a cuyo redoble se advirtiese de la presencia de enemigos a la población de la villa y sus parroquias, donde se crearon pequeñas milicias a cargo de caporales, los cuales mandaban pequeños grupos de hombres armados, a veces muy rudimentariamente con sus mismos aperos de labranza. Era capitán de estas milicias Pedro González y lombardero o soldado a cargo de las bombardas, Toribio de Lastres
"Centro Sociosanitario gestionado por la Congregación Madre de los Desamparados y San José de la Montaña. La Residencia surge como fruto de la labor altruista del matrimonio Villar y Valle, oriundos del Concejo de Ribadesella, que cosechando grandes éxitos económicos en ultramar deciden promover el bienestar de sus conciudadanos a través de obras sociales, entre otras una residencia de ancianos, donde se acogen ancianos pobres y se internan heridos y enfermos, excepto los epidémicos, con capacidad para 10 ancianos. Esta fundación data del 20 de mayo 1929. El 10 de noviembre de 1954 se hizo cargo la Congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña, cuyo carisma se fundamenta en el amor misericordioso en la atención a los desamparados en todos los ámbitos. A lo largo de éste periodo se han hecho continuas reformas y mejoras, en la actualidad residen 35 residentes.Nuestro centro está Acreditado por el Principado de Asturias desde el año 2010. Actualmente la Residencia de Ancianos San José de la Montaña es una entidad privada sin ánimo de lucro cuyos beneficios, en caso de existir, se dedican a la mejora de su calidad y servicios. Es apta para personas dependientes, con 10 plazas concertadas con la Administración del Principado de Asturias.En diciembre del 2015 obtuvo el certificado de Calidad según la norma ISO 9001:2008, dando valor al esfuerzo de nuestros profesionales para dar un servicio personalizado de calidad a nuestros usuarios. En Enero de 2018 ha obtenido un nuevo premio a este esfuerzo de nuestro equipo adaptándonos a la norma ISO 9001:2015 tras pasar la correspondiente auditoría externa. Demostramos con esto, día a día, el trabajo basado en la mejora continua para poder dar un servicio de calidad que repercute en la satisfacción de nuestros usuarios y familiares.Situada en la villa de Ribadesella, cuenta con jardín y zona verde propia. Tiene un total de 19 habitaciones, de ellas 6 son individuales y el resto dobles"
"Vicente nace en la ciudad de Villaviciosa, Asturias, en 1850. Crece entre tres hermanos: Generosa, Engracia y Francisco, quien se convierte en su socio años después. Apenas concluye el bachillerato viaja a Cienfuegos en 1862. Desde un principio es atrapado por las labores comerciales, y con el tiempo se convierte en negociante próspero y figura respetada por los sureños. Luis Puñal lo describe como un hombre alto, bien conservado, de ojos pardos oscuros, nariz borbónica, bigote abundante y barba terminada en punta a lo Cervantes.Igual, que es dado a los viajes, particularmente a España, donde suele retirarse para filtrar sus pulmones. A propósito, el suyo fue el primer auto que tuvo Ribadesella. No es de asombrar que intentase siempre mostrar su bonanza, pues los oriundos solían rechazar a aquellos que regresaban sin fortuna.José Vicente, el más perspicaz de los tres hermanos, duplica entonces la reputación del establecimiento, ya no solo por el modo con que se explaya en la sociedad, los atributos de sus productos y el admirable inmueble que ocupa, sino también por la variedad de las ofertas y montos. Para lograr la compraventa al por mayor y menor de efectos de quincalla, papelería, joyería y prendería, se vincula a otro socio, Galo Díaz de la Tuesta y la Hoya, finalmente su comandatario, y crea la razón social de Villar y Cía, el 8 de enero de 1878."
"La promoción urbanística conocida con el nombre de El Mantequeru, ubicada entre El Fuerte y la carretera de la estación de Ribadesella, ha cambiado de manos. Ha sido adquirida por una de las empresas propiedad del magnate asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón. En concreto por la constructora que tiene ubicada en el vecino concejo de Llanes, la Promotora Asturamericana SL. Uno de sus primeros pasos ha sido acondicionar un local ubicado en la calle Marqueses de Argüelles, en pleno muelle riosellano, como oficina de ventas. Así que, todo apunta a que las obras de construcción se reanudarán en breve.La historia de esta promoción urbanística comenzó en noviembre de 2010 cuando la CUOTA aprobó de forma definitiva la modificación puntual de las Normas Subsidiarias del Planeamiento de Ribadesella correspondiente a esta unidad de actuación. De acuerdo al convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Ribadesella y la promotora parraguesa PROSUCON SL, el suelo cambió entonces de calificación. Hasta esa fecha estaba reservado para la construcción de vivienda unifamiliar agrupada, pero tras la modificación pasó a residencial colectiva abierta y cerrada en bloques de viviendas de entre cuatro y seis alturas. Se ampliaba así el coeficiente de edificabilidad de los 10.940 metros cuadrados de superficie que formaban parte de la parcela, admitiendo la construcción de unas 150 viviendas.A cambio, el promotor se comprometía a crear un vial de conexión entre el barrio de El Fuerte y la carretera AS-379 (antigua AS-263) además de unas 270 plazas de aparcamiento repartidas entre el subsuelo y la superficie. También debería cederle al Ayuntamiento una parcela de 1.217 metros para la construcción de 28 viviendas de promoción pública en la parcela más próxima a la estación de FEVE y a destinar una de sus edificaciones a vivienda protegida, la única que llegó a construirse antes de la quiebra de la promotora. En este caso se trata de 23 pisos ya concluidos, pero nunca entregados. Allí siguen abandonados.Según el proyecto, las viviendas quedarían distribuidas en seis bloques. Los tres primeros en forma de U con una plaza pública en el centro. Estos quedarían situados en la zona más próxima a la Avenida del Fuerte. A continuación se ubicaba un cuarto inmueble perpendicular a la vía del tren y por último, en la zona colindante con la estación, dos bloques paralelos a la misma vía, el de promoción pública (28 viviendas) y el protegido de promoción privada (23 viviendas). En total 51 pisos con algún tipo de protección y 95 libres. Es decir, el 35% de la promoción estará dirigida a familias con rentas bajas o medias.Lo que a día de hoy no está claro es el destino final que le dará el Ayuntamiento de Ribadesella a la parcela de su propiedad. El Consistorio está barajando diferentes posibilidades. Entre ellas, renunciar a la construcción de viviendas sociales y cederla a la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar para la construcción de la reclamada residencia geriátrica. Esta quedaría situada frente a la residencia-hogar San José de la Montaña y justo al lado del Tanatorio que se proyecta frente a la estación de FEVE."
"Una vez llevada a cabo la demolición de la nave de la antigua mantequería en la carretera de la Estación, la sociedad propietaria ha cedido los terrenos en los que se ubicaba para que puedan ser utilizados como aparcamiento de vehículos mientras no los necesite. Los servicios municipales procedieron inmediatamente al acondiciona - miento del solar, con capacidad para un centenar de plazas, lo que vino a paliar la escasez de aparcamientos en la villa riosellana"
"Cuando en 1942 salió una orden del Gobernador Civil obligando a la higienización de la leche para su venta al público, decidió iniciar la fabricación de quesos y acabar con su actividad inicial. En los primeros tiempos elaboraba unos 300 litros diarios. Su primera producción fue el queso, aunque muy pronto empezó a fabricar mantequilla"
"En la época en que se incrementó la lucha entre las empresas por el abastecimiento de leche, en la segunda mitad de los años sesenta, Manuel Pando tuvo serios enfrentamientos con Nestlé.Este empresario fue uno de los promotores de Granja la Polesa, empresa en la que siempre ha tenido una participación importante. Antes de 1975, Manuel Pando ocupó diversos puestos en el sindicato vertical en representación de los industriales lácteos.Desde el principio, en los nuevos locales de su empresa, aprovechó los sueros para la alimentación del ganado. Para ello contaba con naves de cerdos al lado de la fábrica; la distribución del suero se hacía directamente por una red de tuberías. Esta granja se mantuvo en funcionamiento casi hasta el cierre de la fábrica.Sus principales inversiones tuvieron lugar en el año 1955 cuando se construyó la fábrica, y en los años sesenta cuando instaló la cámara, coincidiendo con la apertura de la frontera para la importación de maquinaria. El resto se hizo poco a poco. Sus instalaciones permitían el tratamiento de un volumen de leche muy superior al trabajado normalmente.En el conflicto motivado por la sustitución de grasas lácteas mantuvo posturas muy duras a favor de las mezclas, en especial para su utilización en quesos.Desde los años sesenta sus productos se vendían con la marca "El Faro".Al inicio de los años setenta contaba con 6 trabajadores, cifra máxima en toda su historia y manejaba unos 300.000 litros de leche anuales. Estas cantidades eran las mismas cuando cerró en 1980.Los motivos del cierre no fueron de índole económica ya que la empresa iba razonablemente bien y no se vendió: diez años después la fábrica se mantenía intacta. Posiblemente el hecho de no tener herederos y algún que otro desencuentro con la administración y con otros industriales llevaron a esta decisión."
"En la segunda mitad del siglo XIII este espacio será objeto de una reordenación geo-administrativa de alcance. Aún en las décadas de la primera centuria se puede constatar (...) la existencia de un tenente para cada uno de los territorios de origen altomedieval (Leduas y Melorda). Sin embargo, en torno a 1270 se funda en la desembocadura de El Ríu Sella una puebla, en el marco del programa de repoblación urbana de iniciativa regia que se desarrolla en Asturias durante el siglo XIII y de forma intensa en los años próximos a la fecha señalada. No se conserva el instrumento fundacional del nuevo villazgo, aunque en todo caso se constata su existencia antes de 1284, año en el que aparece mencionada en un registro de Cancillería de Sancho IV"
"Hasta el momento la primera noticia fundamentada sobre la llegada de industriales italianos por las costas españolas nos remite a 1880. En una carta enviada en marzo de ese año por el siciliano Mariano Scola a su mujer Ángela Sanfilippo, éste le explica que después de llegar a Génova, tras cinco días de navegación, se dispone a partir a España junto a su cuñado Angelo Cefalú y el Señor Angelo Parodi. Desgraciadamente esta noticia no nos aclara el lugar donde pensaban establecerse ni la actividad a emprender (...)La búsqueda por nuevos lugares donde poder elaborar o adquirir anchoa les acercará hasta las costas del Norte de España. Más ¿Cómo sabían de las características de la zona para poder explotar dicha actividad? Y ¿Por qué se deciden a ello? Estas son las dos interrogantes clave para explicar la llegada de estas sociedades. El por qué parece obvio. Había abundancia de pesca pero ¿cómo se enteran ellos de tal abundancia? Sin poder ofrecer una respuesta categórica y concluyente, podemos lanzar varias hipótesis que quizás nos ayuden a explicar dichos motivos.Por un lado no parece descabellado pensar que alguna de las conservas de anchoa en aceite que ya se producían en las conserveras vascas de finales de los sesenta fuera a parar a otros mercados que no sean las antiguas colonias españolas como por ejemplo los franceses o los italianos. Aunque no se trata de salazón, permitiría observar la calidad de la anchoa. Por otro lado las propias firmas italianas que ya desde finales de los setenta frecuentaban las costas andaluzas y portuguesas con el fin de adquirir atún para su elaboración conocerán las características de las zonas marítimas españolas para futuribles asentamientos. Muchas de ellas serán frecuentes con posterioridad en nuestras costas. Así mismo las casas francesas y catalanas que ya por esas fechas de principios de los ochenta aparecieron por algunos puertos para elaborar esta especie en barriles. Uno de estos industriales catalanes tuvo relación directa con una sociedad trasalpina (...) por lo que no se debería descartar las relaciones comerciales entre salazoneros catalanes y sociedades italianas. (...) una de estas firmas importantes se decidirá a buscar contactos en las costas cercanas a Italia como Argelia o Grecia, y muy probablemente Cataluña, donde ya desde épocas anteriores existía tradición de salar la anchoa"
"Las costeras de pescado eran irregulares; de modo que, cuando las materias primas escaseaban, se recurría a traer pescado de otros puertos. Asimismo, en épocas de abundancia el pescado se vendía y transportaba a otros lugares.La principal materia prima era el bocarte para la anchoa, aunque también se elaboraba bonito, chicharro, aguja, caballa, sardina y palometa. Los desechos con frecuencia eran utilizados como abono, o bien terminaban en la ría; en ocasiones había quien iba a las factorías a recoger desechos para utilizarlos como macizu en la pesca a caña. Por entonces, Ribadesella era un verdadero paraíso para la pesca deportiva (¡cuántos xáragos caerían en los anzuelos de los pescadores del puerto y de los pedrales!).Existían dos tipos de elaboración: el salazón y la conserva; ésta podía ser en aceite, en escabeche o al natural (asalmonada). En el salazón, el pescado se empacaba en barriles, en capas separadas con sal. En la conserva, tras ser cocido, el pescado se cortaba y finalmente se enlataba.Los envases de las latas se compraban por separado (parte superior, inferior y lateral), para luego ser montados en la fábrica por una persona especializada en esta tarea, llamada «el lateru». Existían tres tipos de barriles: los denominados «sicilianos» (de 80 kilos), los «raberos» (de 150 kilos) y las «tercias» (de 300 kilos).Resulta obvio que estas factorías representaban un extraordinario papel en la economía local. Aunque el número de operarios era variable, pues dependía de la mayor o menor producción pesquera, se estima que unas veinte personas trabajaban con carácter fijo y unas trescientas, en su mayoría mujeres, con carácter eventual.Juan José Pérez Valle nos hace en su artículo una excelente descripción del ajetreo del puerto en época de capturas: «El casi centenar de embarcaciones vascas, cántabras y asturianas con doce o catorce tripulantes atracadas unas al costado de otras; la comida de los marineros en la marmita común; la actividad frenética de los pescadores desembarcando el bocarte a tierra; los carros del transporte a las fábricas (Silva, Fausto, Tino el Durdu, Jaime y otros varios); el vocerío de unos y otros; la sirena de la rula llamando a los compradores a subasta; muchos niños que en un alambre iban ensartando los bocartes que se caían al suelo para luego proceder a su venta de casa en casa; las gaviotas revoloteando alrededor de la pesca; los cangrejos -patelos- pisoteados en el muelle; también desde que comenzaron a usarse, el sonido de los pantalones de agua de los marineros al caminar; la fábrica de hielo a toda producción, la caballa (xarda) y el chicharro que se regalaban o tiraban al agua; la actividad sin descanso en las conserveras; la limpieza de los barcos; el despescado de las redes que ocupaba a toda la tripulación para dejarlas limpias».La decadencia de las industrias conserveras riosellanas había comenzado tras la Segunda Guerra Mundial, en que numerosas factorías se vieron abocadas al cierre. En 1950 sólo cinco quedaban abiertas de forma permanente: Albo, Scola, Sergio González, Segundo González y Felipe Fernández.Pero el declive final se produciría durante la década de 1960. La desaparición del bocarte, unida a la disminución de otras capturas, provocaron un importante descenso en el abastecimiento de materias primas; lo cual, unido al aumento del coste de la mano de obra, supuso una importante crisis en el sector conservero de la villa.Por si esto fuera poco, el decreto 2414/1961, de 30 de noviembre, por el que se aprobaba el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, trataba de «evitar que las instalaciones, establecimientos, actividades, industrias o almacenes, sean oficiales o particulares, públicos o privados (?) produzcan incomodidades, alteren las condiciones normales de salubridad e higiene del medio ambiente y ocasionen daños a la riqueza pública o privada o impliquen riesgos graves para las personas o los bienes». Esto implicaba que las factorías conserveras, en plena recesión, habrían de ser trasladadas a zonas industriales, lejos del casco urbano. Así pues, el varapalo final estaba dado: a mediados de los años setenta no quedaban industrias conserveras en Ribadesella"
"La nueva pola sin duda tenía como objetivo primordial la articulación del espacio circundante mediante una capital administrativa y económica. La fundación, que recibió el nombre de Puebla de Ribadesella, constituyen, tal y como ha apreciado J.I. Ruiz de la Peña, un caso excepcional entre las asturianas, en la medida en que su denominación no guarda relación alguna con el territorio en que se asienta ni con el espacio concreto o localidad preexistente sobre la que se establece. No obstante, conviene recordar que Riba de Sella parece ser una expresión de uso frecuente como referentes espacial de la zona, cuyo significado, meramente geográfico o también administrativo, aún está por determinar. En cambio, el hecho de que varias demarcaciones altomedievales, en este caso Leduas y Melorda -Leces y Meluerda-, se fusionen en el alfoz de una nueva puebla no constituye ninguna novedad en Asturias"
"El Barrio del Portiellu es la antigua entrada de la villa, así que es un buen lugar para iniciar una ruta de interés arquitectónico e histórico, con sabor popular en los edificios de este antiguo barrio de pescadores, de la calle Oscura y de la calle Infante, y con aire señorial en las zonas más céntricas. Recorriendo estas pequeñas callejuelas llegaremos enseguida a la Plaza de la Reina Mª Cristina"
"ex una parte per aqua de Selie er per Portum et per Sales et per montem Sancte Crucis et per flumine Amia et per Castro Loroso et Per Coua Aguera"
"El puerto riosellano, que durante siglos fue uno de los mejores puertos de abrigo del Cantábrico por estar dentro de la ría, existía ya como portus en la Alta Edad Media y fue mejorado a partir de 1270, cuando se realizó el primer trazado urbano de la villa, que entonces sólo abarcaba los barrios de la Aguda, la Atalaya, la plaza de la iglesia y el Portiellu, una configuración urbana que duró hasta el siglo XVIII"
"La fundación de este nuevo villazgo (...) respondería a una serie de motivaciones básicas comunes a todas las villas nuevas de la periferia cantábrico-atlántica, es decir, reorganizar socioeconómicamente el alfoz, concentrar a la población dispersa en el distrito rural, fortalecer las estructuras político administrativas con la creación de un concejo fuerte que pudiese responder a la levantisca nobleza local, además de revitalizar el poder regio con los recursos humanos y económicos de que disponía, y, por último, fomentar el desarrollo urbano y la reactivación económica del villazgo"
La puebla riosellana estaba amparada, como las demás, por fueros según los cuales dependería directamente de la Corona y no de la nobleza terrateniente y guerrera y de los monasterios que, como el cercano de San Martín de Collera o el ovetense de Santa María de la Vega o el mismo episcopado de San Salvador, poseían bienes e intereses en Leduas y Melorda. Esto les permitirían una gran autogestión, organización del puerto autónomamente (creación del Gremio de Mareantes en el siglo XVI), cobro de las oportunas sisas o impuestos relacionados con las mercancías, celebración de un mercado semanal, gobierno propio, etc. lo que atraería la llegada de gentes, no pocos para asentarse aquí:
"La puebla era, pues, el centro político-administrativo del concejo y desde ella se ejercían las funciones de gobierno de la villa y del alfoz. Una serie de instituciones conformarían su organización: la asamblea vecinal o concejo abierto, dos jueces y dos alcaldes, con funciones ejecutivas y de administración de justicia, y, subordinados a estos, un cuerpo de jurados o fieles. Por último, completarían este organigrama un grupo de funcionarios concejiles subalternos con distintos cometidos"
"Respecto a la disposición urbana y a su morfología, la puebla se estableciól en un paraje llano de la rasa costera, al pie del monte Corberu y del Cerro La Cuesta, articulándose su caserío en torno a dos calles axiales perpendiculares entre sí (Calle Oscura y La Marina) que aún se apreciaban en al plano que Francisco Coello elaboró a mediados del siglo XIX. Puebla abierta, circunstancia compartida con otras villas asturianas -caso de Tineo, Cangas o Luarca-, su primitivo templo de Santa María del Puerto, advocación evocadora del antiguo enclave, asimiló parte de la feligresía de San Martín de Collera"
"Puede que el barrio del Portiellu en Ribadesella sea una de las zonas más bonitas y menos conocidas de la villa, como recordaba esta mañana su alcaldesa, Charo Fernández Román, en la inauguración de un nuevo recurso turístico que nace con el propósito no sólo de atraer la atención sobre esta zona en concreto, sino sobre todo el concejo.Se trata de las Escalera de Colores, un proyecto del artista local Jonathan Hevia, en el que han participado un variado grupo de vecinos y personalidades riosellanas. Cada uno de ellos ha dejado escrita una frase llena de optimismo y significado en los 56 peldaños. Se convertirá, probablemente, en la escalera más visitada de la villa y en un atractivo para las cámaras fotográficas. «El objetivo es alegrar el día a la gente que se acerque por aquí», admite Hevia, que está deseando seguir con este tipo de proyectos participativos, que se convierten, una vez finalizados, en algo más que una simple atracción turística. «Aún hay muchas frases por escribir, y mucha gente con ganas de escribirlas», añade"
Vista la colorista escalera, proseguimos camino por Trasmarina pasando junto a la Casina de Jonathan
A la izquierda, otra casa, La Casona, muestra preciosos dinteles de piedra de cantería en puerta y ventana. Fijémonos en el banco de madera, hecho con troncos, adosado a la pared, justo y estrecho para no incomodar el paso de viandantes
"Esta semana se entregaron los premios correspondientes al XIX Concurso de Floricultura de Ribadesella, promovido por la Sociedad de Cultural y Deportiva con la colaboración del Ayuntamiento. El concurso se resolvió en cinco diferentes apartados, destacando el primer puesto conseguido por los jardines del hostal Puente'l Pilar en la Categoría de Lugar. El segundo premio en esta sección se lo quedó el barrio de El Portiellu alto y el tercero la ornamentación floral creada por la propietaria de los apartamentos, El Cueto en la plazoleta final de la calle homónima.Para encontrar las ventanas mejor decoradas de la villa de Ribadesella hay que andarse por las alturas. Primer premio para los miradores de Enma Capín en El Corberu, segundo para los balcones de Cristina Rosete en la plaza de Jovellanos del arenal de Santa Marina y tercero para las terrazas de Gloria Tensi en la subida a Guía. En el apartado de Jardín Rústico los premios se fueron para Linares, Sebreñu y el antiguo barrio de La Cuesta. Este último corresponde al jardín que allí mima con esmero una señora de 82 años llamada Carmen Villar Quesada. La Categoría de Casa de Aldea repartió sus premios entre Rucales, Alea y Noceu. Este correspondió a la casa de Joaquina y José Manuel Rosete, dos grandes entusiastas del campo y del deporte de los bolos"
Mi calle de La Marinaquién te vio y ahora te vecon tu cara relucientearomada de clavel;con tus casas encaladasy jardines por doquiery esa gracia que transpiraspor los poros de la piel
Según vemos en el cartel, con la concha xacobea, aunque no es un alojamiento tipo albergue u hostel especializado en peregrinos, sí los acogen muy gratamente.
Fachadas de los edificios de la calle Oscura, en la que estuvo la Tienda Cuca y su madre, que al otro lado miran al puente y ría. A partir de ellos y hacia el mar empieza la zona del ensanche decimonónico
Y esta es una de las elegantes placas del callejero de este casco histórico, la de la calle Trasmarina, que ahora vamos a dejar para salir enseguida a la del Infante, donde hubo otras dos tiendas de ultramarinos, la de Luz y la de Consuelo la de Trullés
De frente la entrada a la pensión: observemos cómo las casas se asientan sobre la roca de lo que casi era ya la ribera acantilada del estuario sobre la que se hizo El Puerto y se le concedió la preciada Carta Puebla que, todo hay que decirlo, no se libraría de las injerencias y vasallaje de la aristocracia feudal hasta los Reyes Católicos. Ya en 1295 hubo de enviar dos representantes, Domingo Martínez y Martín Pérez, a la Hermandad de los concejos de León y Galicia celebrada en la Cortes de Valladolid, convocada para hacer frente a los atropellos nobiliarios y establecer ciertas pautas comunes en cuanto a tributos, organización, administración de justicia, etc.
Pero las linajudas estirpes, las que ejercían férreo dominio sobre el territorio, midieron sus fuerzas con reyes y polas. Su capacidad para mover gentes y recursos para la guerra hicieron que volviesen a ser imprescindibles para apuntalar, o destronar, monarcas en sus tambaleantes coronas. Todo comenzó con la muerte del monarca-fundador Alfonso X El Sabio: su sucesor, Sancho IV, era su hijo segundo pues el primogénito y heredero, Fernando de la Cerda, había muerto repentinamente en 1275 en Ciudad Real (entonces llamada Villa Real) cuando se disponía a mandar un ejército contra los benimerines. A partir de entonces empezaron las disputas, aún vivo Alfonso X este hubo de contentar a una u otra parte en conflicto, según el derecho consetudinario castellano al morir el primogénito ocupaba su puesto al trono su segundo hijo, Sancho, pero para el derecho romano privado la sucesión recaía en los hijos de Fernando de la Cerda, que fue por lo que se decantaría finalmente Alfonso X tras agrias disputas con Sancho, llegando a desheredarlo
"Su hijo Pedro Suárez de Quiñones, incrementará su patrimonio, comprando a Fernando Dávalos en 1443 la villa de Ribadesella con su justicia y señorío, con doscientos vasallos y su alfolí por 600.000 maravedís.Juan II dejó un año después el gobierno de Asturias a su hijo don Enrique, Príncipe de Asturias. Este hará valer su señorío pleno sobre la región enviando, a petición de los procuradores de lso concejos que se habían reunido en Avilés, a tres representantes suyos para prohibir la entrada a los Quiñones, pero aquellos no pudieron llevar a término su misión.Las distintas infidelidades de Pedro Suárez de Quiñones en los años finales del reinado de Juan II propiciarán que este pierda definitivamente la villa riosellana en 1448.Sus sucesores, ya condes de Luna, no renunciarán a sus posesiones asturianas de Ribadesella y Llanes, logrando incluso de la Corona en 1483, según César Álvarez, que su petición fuera sometida a un arbitraje ante el Primado de Toledo, cardenal Mendoza. Se desconoce la decisión del Primado, pero este pleito quedó en suspenso hasta 1539, año en que el IV Conde de Luna solicitó su reapertura"
Dice por su parte la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 12 voz Ribadesella) que...
"Diego Fernández de Quiñones, conde de Luna, se vio obligado a desistir de sus pretensiones feudales, pues los monarcas católicos le hicieron renunciar a su hegemonía sobre los concejos de Tineo, Cangas de Tineo, Llanes y Ribadesella, que serían devueltos al poder de la Corona. Fueron cuatro términos "sacados", extraídos de la hegemonía de un noble; de ahí el nombre de las "Cuatro Sacadas" dado a estos municipios liberados. Así nació la condición de realengo para el municipio de Villaviciosa que, a pesar que Claudio Vigil de Quiñones intentó resucitar el litigio y pretensión de "estas cuatro", conservaría, al ser condenado el noble a perpetuo silencio por sentencia de la Chancillería de Valladolid en 1553"
"Todo comenzó en el barrio del Portiellu, aproximadamente en esta pared que hoy hace la esquina entre las calles Guillermo González y Oscura. «Se supone» sin certeza que este retroceso hasta el primer origen de Ribadesella ha llegado hasta «la época romana», cuando aquí mandaba la tribu cántabra de los orgenomescos y la villa era «El puerto». Juan José Pérez, director de la revista «Plaza Nueva» y componente de la asociación Amigos de Ribadesella, químico riosellano y estudioso vocacional de la historia de su villa, guía por la calle Oscura, donde el nombre es definición, y por un viaje en el tiempo que ha empezado en un pequeño poblado de pescadores. Nada que ver con esta villa turística que «apenas conserva edificios medievales» pero todavía reconoce el edificio, «aquel del número 17», hoy en la calle Infante, en el que pernoctó el emperador Carlos I antes de serlo, en su primer viaje a España y después de desembarcar en Tazones"
"La pasión por la cocina se despertó joven en Jaime Uz (Oviedo, 1976), quien desde niño correteó entre los fogones y la sala de la cafetería familiar, Nevada, ubicada en Oviedo. Entonces aún no conocía su propio nivel de exigencia y el entusiasmo que la vida entre pucheros terminaría por depararle. Tras formarse en la Escuela de Hostelería de Oviedo y en la de Luis Irízar después emprendió el vuelo hacia destinos gastronómico más altos, con Martín Berasategui primero y en Zuberoa después. Terminado su periplo por tierras vascas y tras un intento fallido en Oviedo, abrió Arbidel en Ribadesella. En solo cinco años ya contaba con una estrella Michelin, convirtiéndose, entonces, en el restaurante más accesible del país con esta distinción.«La revolución de los sabores de siempre» es una de las frases que mejor define la cocina de Jaime Uz, que huye de artificios y grandes estridencias para dar, simplemente, con el sabor. Sus platos nacen del recetario tradicional y bucean en los sabores de siempre. Lena Sidrería Gastronómica refleja su personalidad más informal y desenfadada e incorpora a platos tan convencionales como el pollo al ajillo o los callos, su toque particular.El bagaje culinario del cocinero se pone al servicio de las recetas más clásicas y el producto con mayúsculas para sorprender en la mesa con la calidad como principal hoja de ruta."
"El cocinero del restaurante Arbidel, de Ribadesella, Jaime Uz, mostró pocos minutos después de conocer la noticia su sorpresa por la inclusión entre los distinguidos de la Guía Roja. "No lo esperábamos. Nos hace muy felices". El establecimiento riosellano ya tuvo el año pasado una recomendación en la guía francesa. Ahora el reconocimiento es bastante más relevante. Uz empezó en el restaurante Arbidel en 2009 y desde entonces ha abierto todo el año salvo por vacaciones, por lo que la noticia le pilló trabajando. El establecimiento se encuentra en la calle Oscura. "No hacemos lo típico de un sitio de costa, sino una cocina más moderna, respetando la tradición y con una buena relación calidad-precio"
Y por otra parte, en Best Rural Spain leemos lo siguiente de este afamado y galardonado restaurante:
"El lugar de Ribadesella donde poder deleitarte con la inmensa materia prima de esta tierra de una forma diferente, más creativa, reinventada por el chef Jaime Uz con sumo cariño.
Creatividad y calidad que se ven recompensadas cada año con 1 Estrella Michelín y 1 Sol Repsol.
También cuenta con el Traveller’s Choice de Tripadvisor (el selecto grupo de los mejores establecimientos del mundo según las opiniones de sus clientes).
La sumiller y jefa de sala Victoria Valdés, copropietaria y pareja de Jaime, busca siempre que te sientas como en casa.
Su ubicación también proporciona cierto encanto, haciendo esquina en un bonito caserón medio escondido, en la trasera de todo el bullicio del casco viejo pero a dos pasos"
Carlos de Flandes llegaría aquí tras fatigoso e inesperado viaje: pensaban haber desembarcado en Laredo o Santander procedentes de Flesinga, de donde salieron el 8 de septiembre de 1517, pero una tormenta desvió la ruta de su gran flota de 40 barcos y se presentaron en Tazones la madrugada del sábado 19, donde hubo de improvisarse un azaroso desembarco para pernoctar, también muy improvisadamente en Villaviciosa. Se desistió tanto de continuar por mar hasta Santander como de ir a Castilla por los puertos de la montaña asturiana, por lo que se decidió hacer el camino costanero para ir hacia Tordesillas y Valladolid vía Santander, y así y tras requisar carros y mulos para transportar el enorme bagaje de Carlos y sus acompañantes, el día 23 salieron rumbo a Colunga y el 25 llegaron a este "agradable puertecito de mar llamado Ribadesella", como narraría Laurent Vital:
"Para llegar a este punto había necesidad de pasar un brazo de mar de más de dos tiros de flecha de anchura, teniendo que meter hombres y cabalgaduras en barcas para salvar las grandes olas que allí se forman cuando hace mal tiempo, y en cuyas barcas a causa de la altura de las bordas se negaron a entrar nuestros caballos habiendo necesidad de dar un rodeo de más de dos leguas para llegar a Ribadesella por un camino entre montañas, de lo más penoso y áspero que imaginarse puede y en el cual sudamos muchos a causa del trabajo y del miedo de despeñarnos"Y así lo explica la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 4, voz Carlos I):
"los señores principales de las localidades cercanas salieron a reverenciar al rey, presentándole cuerpos y bienes a su servicio, según la costumbre del país; y acompañándoles algunos durante el resto del viaje. Debido a las dificultades del camino, hubieron de dar un rodeo, seguramente por el trayecto que, subiendo las colinas y lomas que se hallan sobre la margen izquierda de la ría, lleva a vadearla no lejos del lugar de Llovio, continuando luego por la margen derecha hasta la villa"
El día 26 se presentó aquí una compañía de 300 ó 400 mozos que realizaron ante Carlos "extraños simulacros militares", dice la Gran Enciclopedia Asturiana, así como una corrida de toros "fieros bravos y peligrosos en sumo grado" afirmaría Laurent Vital.
“se pusieron sobre los riñones dos largos jubones con altos gorros, sin calzas, con la espada al costado, los cuales sin agarrarse por las manos, bailaban lo mejor que podían, y cantaban tanto y cuanto; luego agitaban los dedos, y golpeando sus zapatos el uno contra el otro, hacían ruido a su manera”.
"Abre el capítulo de la historia moderna riosellana el paso, a comienzos del siglo XVI, del joven monarca Carlos I por su concejo y villa, tierra y gentes de las que nos ofrece una primera imagen Lorenzo Vital en su crónica del viaje regioAsí, proveniente de Colunga, tras el forzoso desembarco en Tazones y su estancia en Villaviciosa, el 24 de septiembre de 1517, dando un rodeo por un "rudo y penoso camino", la comitiva real salva la ría del Sella, la cruza, probablemente, por el lugar de Llovio y llega finalmente a Ribadesella, donde será acogida alegremente y alojada. Dos días después abandonaría la población camino del vecino concejo de Llanes"
"Los viajeros y forasteros que se encontrasen en la localidad el 15 de septiembre de 1517 serían testigos casuales de los actos festivos organizados por la corporación concejil en honor de Carlos I y su séquito, sus huéspedes ese día: una parada y alarde militar a cargo delos jóvenes del lugar, además de diversos bailes, cánticos populares y una corrida de toros; espectáculos con los que habían sido recibidos en Villaviciosa, y con los que serían de nuevo agasajados durante su posterior estancia en Llanes. También contemplarían los jacobitas el curioso tocado, que tanto extrañó y llamó la atención del cronista flamenco, con el que se cubrían sus cabezas las mujeres casadas de la villa. Era un tocado alto y pesado, hecho a base de tela enrollada en torno a un soporte de madera, que decían las mujeres llevar a disgusto desde tiempo inmemorial"
No mucho después de la visita imperial, el pintor alemán Christoph Weiditz, realizó varios dibujos de estos especiales tocados, fruto de sus viajes a España entre 1530 y 1540, pues eran habituales en Asturias, Cantabria y País Vasco y Navarra (donde eran llamados burokoak). Laurent Vital los describía de esta manera:
“y fue allí donde por primera vez vi a las mujeres, ataviadas con los adornos de tan extraña manera; porque parecía que se hubiesen plantado sobre sus cabezas fárragos de cosas o golillas, o, hablando más clara y honestamente, esas cosas con las que los hombres hacen los niños y es el más endiablado adorno de mujeres que jamás se haya visto; porque así como las locas se encasquetan el gorro hasta las orejas y por encima de la forma y pelo ponen una cabeza de un gallo, que les llegue hasta debajo de la frente, así las mujeres casadas de esta provincia llevan un adorno de tela blanca o crepé hecho a manera de golilla, con un palo de grosor de medio palmo de vuelta, tan rizado y cosido sobre su cabeza, que el extremo de esa linda golilla íbales a descansar cerca de la parte superior de la frente. Pero las más gentiles y guapas llevaban el palo tan firme, rígido y estirado, que habían de cuidar mucho el tener la cabeza erguida, y era el extremo de otro color de tela que el palo; de tal modo, que, cuando los palos de sus golillas eran de tela blanca, ponían el extremo de tela amarilla, y «ex inverso » el palo amarillo y la cabeza blanca; y no hay manera, siendo la primera vez, cuando no se está acostumbrado, de que esos adornos no hagan recordar la dicha gentil golilla”.“Las mujeres solteras, en cambio, llevaban el pelo corto, mientras que las viudas llevaban las tocas desmochadas, es decir sin aquellos altos adornos”.
“Hablando de esa materia, el rey y los señores se echaron a reír, diciendo que los adornos resultaba alegres y nuevas maneras, y que cuando los viesen en Brabante, Flandes o en sus alrededores se reirían mucho”
"Sabemos que no sólo sufrían las asturianas aquellos incómodos atavíos sobre sus cabezas, pues también en Cantabria, País Vasco y Francia llamaron la atención de los escasos viajeros de otros países, que en la misma época los visitaron, y tendrán que transcurrir más de 150 años para que las mujeres se vieran libres de tan engorrosos tocados, pues todavía en el siglo siguiente, el año 1661 hay un “expediente promovido a instancia de Pedro Gurrea y Melchor Díaz de Posada vecinos del valle de Celorio, solicitando que se reformaran los tocados de las mujeres de aquel valle por su gran coste y perjuicios que se seguían a sus haciendas, por ser cortas sus facultades para hacer estos gastos y porque era motivo de envidia para las demás; que dichas tocas se habrán de reformar como las que se usaban en la villa de Llanes, por cuanto las mujeres casadas de Celorio las traían largas de veintiuno a veintidós varas de lienzo fino sin tejeduría de seda y que cada una tenía por lo menos tres”. De todo esto quedó el siguiente dicho que llegó hasta nosotros: “Las mujeres de Posada, como gastan tanta ropa, parecen abregantines navegando viento en popa”.
Y veinte años más tarde visita el obispo la parroquia de Santa María de Viabaño en el concejo de Parres el 19 de octubre de 1685 y dice: “Otrosí manda su merced, que por cuanto está informado, las mujeres llevan monteras a la iglesia y mientras los oficios divinos las tienen en la cabeza, se las quiten; entrando pena de 10 reales por la primera vez aplicados para las luminarias del Santísimo, y por la segunda vez el cura les evite y de aviso al tribunal”.
Parece claro que a lo largo de este siglo ¡por fin! las asturianas habían conseguido librarse de aquellos famosos tocados que tanto impresionaron a Vital y usaban tan sólo la toca barbillera y una sencilla montera."
Proyecto Buroboak |
Laredo. Foto Víctor Manuel Fernández: Red de Cooperación de las Rutas del emperador Carlos V |
“Los hombres, las mujeres casadas y las muchachas jóvenes van ordinariamente sin calzas, no se si es la costumbre o porque el paño les resulta demasiado caro……Las mujeres de esas comarcas van sobriamente vestidas de paño delgado, y las más de las veces sus trajes no son más que de tela y su atavío y adorno de cabeza son extraños, y tan altos y largos que en el tiempo pasado solían ir las damas y damiselas con sus altos tamboriles, y no son tales; pero sus adornos están hechos como respaldos y cubiertos por debajo de tela, bastante a la moda pagana. Sus adornos son penosos y muy pesados de llevar por la gran cantidad de tela que emplean, que les cuesta tanto como el exceso de sus vestidos. En mi opinión, no sabría comparar mejor esos adornos que como a esas aldeanas que se han cargado sobre sus cabezas ocho o diez pértigas con bandas de tela cubiertas con un trapo, o como si una mujer se hubiese plantado sobre su cabeza, una gran cesta de cerezas: tan altos y anchos por encima son esos adornos. Van allí las mujeres, como los hombres, la mayor parte del tiempo sin calzas: y si las llevan, son anchas y rojas, llenas de pliegues, a causa de que no llevan ligas. He visto algunas que llevaban altas botas, como hasta media pierna, y creo que a la mayor parte de esas mujeres no les hace falta peine ni cordeles para atar sus cabellos, porque debajo de esos adornos está todo lleno de negras y grises horquillas; también las mujeres y las jóvenes son poco o nada hermosas; parecidamente las muchachas casaderas van allí pobremente vestidas, la mayor parte con telas o un delgado jubón sin mangas y con el pelo corto, y la mayor parte de ellas tienen las orejas agujereadas; pero en los días de fiesta, cuando van a divertirse, llevan a un tiempo cruces pequeñas de plata pendientes y otras chucherías a gusto suyo; llevan alrededor del cuello, a manera de argolla, paternostes de azabache, a veces de ámbar o coral; también llevan cordones llenos de nudos para dar lustre a sus pechos morenos, de cuyos collares cuelgan y sujetan gran cantidad de chucherías y otras menudencias; los días de trabajo van con los pies descalzos y arregladas más sobriamente, por lo cual no se muestran tan guapas como si se arreglasen mejor”
Efectivamente, "junto a las casas della", pues las naves atracaban en la misma ribera al lado izquierdo de estos edificios, hasta que se hicieron en ensanche y con él el nuevo puerto. Escribe el citado Luis Antonio Alías en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios:
"Crecida en la desembocadura del Sella, allí donde mar y río se funden para formar una ancha ría que cruza y divide la villa. En la orilla derecha del estuario, el histórico barrio de pescadores, llenos de hermosas casas de los siglos XVII, XVIII y XIX, recuerda la activa vida comercial del puerto. En él atracaban naves venidas de Portugal, Francia, Inglaterra, Irlanda y otros países cargadas con madera, maíz, sal, tejidos...; y partían llevando carbón, espato flúor, plomo, manzanas, avellanas. También hubo una importante actividad de salazones y conservas; pero hoy no deja de disminuir el número de pesqueros y de aumentar el de veleros y yates"
En 1575, un documento recuperado por el citado erudito riosellano Juan José Pérez Valle, detalla las singladuras pesqueras de las naves de estas pueblas cantábricas:
"Las chalupas de Sant Vicente de la Barguera, Llanes y Riba de Siella, Gixón y Avilés parten por septiembre al Andalucía donde se abituallan para ir a la pesquería de Cabo Aguer, buelben a vendella a Sevilla y al Puerto de Saanta María por Navidad y mas adelante bienen por abril y por el principio de junio ban a la pesquería de Yrlanda: vuelven mediado agosto"
"De esta actividad pesquero-comercial mantendrá durante los siglos XVI y XVII los niveles alcanzados en la baja Edad Media, para entrar, desde comienzos del siglo XVIII, en una suerte de crisis que culmina a comienzos del XIX. A este respecto, la imagen del puerto de Ribadesella que nos ofrece, por ejemplo, en 1754 el Catastro de Ensenada es de decadencia generalizada, con sólo 22 embarcaciones para la pesca o el comercio y un total de 86 marineros"
"La economía riosellana responde en su formas a dos modos y ámbitos de vida diferentes: uno el rural y otro el pesquero y mercantil que se practica en la villa portuaria; los dos convergen no obstante, en el mercado local al que llevan sus respectivos productos"
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