Valdediós desde El Camín Rial, más arriba El Polléu (izda), La Viña (dcha.) y Lluaria (cima del monte) |
Los peregrinos del Camino de Santiago del Norte que en el cruce de Casquita, en Villaviciosa, han escogido encaminarse hacia la catedral ovetense del Salvador o San Salvador, tienen posteriormente dos opciones en una nueva bifurcación en Castiellu Ambás, pasado Camoca:
-Una por el valle, llegando desde Castiellu por La Ribera a Valdediós y su impresionante conjunto monumental con el monasterio de Santa María (s. XIII al XVIII) y El Conventín o iglesia de San Salvador, tres siglos anterior (s. IX), maravilla del Arte Asturiano (prerrománico)-Y otra siguiendo el viejo Camín Rial, subiendo primeramente desde Castiellu a la iglesia parroquial de San Pedro, cabeza de la parroquia de San Pedru Ambás y de allí por Villabona subir por la ladera del Monte Lloses hacia Arbazal y el Altu La Campa, entrando en el concejo de Sariegu y enlazando con el otro camino, que sube de Valdediós por Vallinaoscura y Villarrica. Esta opción, si bien no pasa por el monte Lloses nos permite admirar Valdediós desde una impresionante vista de pájaro y conocer la aldea de Arbazal, donde los monjes cistercienses tenían su famoso mesón para atender a viajeros y peregrinos
Si bien parece ser que en el pasado era esta del Camín Rial la ruta más empleada, tanto es así que la misma Orden del Císter tuvo su mesón arriba en Arbazal en este Camino, que sube más suavemente que el del valle, que lo hace de golpe al final, hoy en día podemos decir que la inmensa mayoría de los peregrinos escoge ir por Valdediós, la existencia de un albergue-hospedería y la posibilidad de visitar este conjunto monumental tan impresionante (al que le dedicamos las oportunas entradas de blog) son razones de peso para ello, además de ser mayormente llano salvo el gran repecho final, cuando de repente se sube todo lo que el Camín Rial asciende, más pausada y escalonadamente, desde Castiellu a Arbazal
Valdediós desde El Camín Rial |
Se dice que los cistercienses, tan gustosos de preservar sus ascetismos y sobriedades hasta el punto que, entre sus reglas y preceptos, estaba el de construir sus monasterios en lugares apartados y no frecuentados, favorecieron la ruta del Camín Rial con la construcción de su hospedaje en Arbazal y no en el mismo cenobio
Sin embargo, otros autores manifiestan que sí acogerían peregrinos en su monasterio del valle y que la de Arbazal, de subida/bajada más llevadera, sería la preferida por los arrieros (los transportistas de la antigüedad), nómadas, trashumantes, feriantes y viajeros en general
El Campu San Pedru, el de la Romería les Reliquies |
Sea como sea a las dos alternativas les dedicamos los artículos pertinentes y este es el segundo dedicado al Camín Rial o Real que desde Castiellu sube hacia Arbazal, por La Casona, La Brimera y La Venta, haciendo primeramente una parada en el magnífico prau la romería les reliquies, el campo de la iglesia parroquial de San Pedru Ambás, donde se cantaba aquella tradición de enramar fuentes, ventanas y otros lugares esas noches mágicas, San Pedro, San Juan, San Antonio y otras, en la transición de la primavera al verano...
Enramásteme la puertala víspera de San Pedru¿Nun sabíes, galán del almaque taba San Xuan primero?La víspera de San Pedrupúsete el ramula de San Xuan nun pudique tuve malu
Desde este campo de romerías, del que hablamos en la entrada de blog correspondiente al tramo previo desde Castiellu Ambás, disfrutamos de amplias vistas del gran parte de la zona central del concejo de Villaviciosa, tal que esta, mirando al sur, de los montes de Lluaria o de Valdediós, parte de las estribaciones de La Llomba o gran loma que da paso a Sariegu por La Campa o Altu la Campa, reunión de los dos caminos antes de bajar al valle del Nora
Nosotros, recalcamos, subiremos a La Campa por la ladera del Monte Lloses, aquí cerca a nuestra izquierda, acercándonos primeramente al barrio de Villabona, también en esta parroquia de San Pedru Ambás
El Monte o Picu Lloses de 454 metros de altura, presenta una ladera mitad boscosa mitad de monte bajo de cotollal o tojal que da paso a los pastos de Arbazal 'hierbazal' , no llegaremos a subir a su cima sino que ganaremos altura por esa falda de la montaña, llaneando desde bastante antes aún de llegar a dicho pueblo; desde ahí será desde donde tengamos esas magníficas "vistas de pájaro" de Valdediós y su valle
Así, caminando desde la iglesia de San Pedro, seguiremos unos escasos metros por la Carretera la Campa, oficialmente AS-380, antiguamente AS-267, AS-213, Carretera de La Secada a Tazones, etc., que, cuando se inauguró mediado el siglo XIX, tras no pocos avatares, hizo caer en desuso a este Camín Rial salvo como vía pecuaria
Y hemos de dejarla a la izquierda, tal y como nos advierte la flecha amarilla (en esta foto con evidente necesidad de reposición) de monolito con concha
Y efectivamente, y nada más pasar la primera casa de Villabona, con El Picu Lloses como referente, tomamos este camino de la izquierda que empieza a subir hacia sus hermosas laderas, pasando primeramente detrás de estas casas
Un alivio dejar la carretera, no con tanto tráfico como antiguamente, pero sin apenas espacio para el peatón. La inauguración de los tramos correspondientes de la Autovía del Cantábrico, con su ramal de la A-64 hicieron disminuir el antaño denso tráfico que llegó a soportar esta Carretera la Campa
Antiguamente la carretera era de carros, pasaban carromatos con madera y mercancías, más alguna xarré o carruaje de dos ruedas (de charrette). La llegada del motor fue paulatina, al principio nada más que un autobús de línea y el camión de los lecheros que recogían por las caserías. Luego el automóvil se popularizó y, al no hacerse el proyectado ferrocarril, esta carretera llegó a soportar un enorme tráfico pues era la principal comunicación de Villaviciosa con el interior de Asturias
Especialmente en verano, con las playas, el tráfico era particularmente intenso y peligroso dada la abundancia de curvas con nula o escasa visibilidad y al trasiego de toda clase de vehículos, desde coches y autocares, hasta trailers y tractores
Camín Rial, real, camino real, eran los caminos 'del reino', salvando las distancias serían lo más parecido a 'del Estado' o 'públicos', tal y como lo entendemos en la realidad, y por eso había tantos, aunque alguno, como este sería de los principales. Cuando llegaron las carreteras los sustituyeron, unas veces o algunos tramos superponiéndose a ellos, otras haciéndolos desaparecer directamente, otras dejándolos como vías pecuarias o caminos locales, como es este el caso. Por las carreteras, hechas para los grandes carros de los carromateros, de ahí su nombre, permitieron el tránsito de vehíuclos más grandes así como una mayor ingeniería para salvar mejor la orografía, seguidamente circularían por ellas los vehículos a motor
Llegamos ahora a una fila de casas que, aunque debieron construirse con la carretera ya hecha, se les hizo también acceso, por la parte posterior, hacia el Camín Rial que atraviesa Villabona, 'villa buena', villa en el sentido de núcleo poblado (como las villae romanas agropecuarias) y bona en el sentido de fértil acogedora, bien situada y habitable, etc., nos cuenta al respecto el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. el porqué de los nombres de nuestros pueblos lo siguiente:
"Probablemente la palabra latina de mayor éxito en la toponimia de los núcleos de población asturianos la represente VILLAM y deri vados. Ello es fácilmente explicable porque el origen de muchos pueblos se debe a fundaciones aisladas de granjas o casas de explotación agrícola y ganadera, esto es, a una villa término cuasi sinónimo de otros conocidos como fundus, y cuya mejor traducción al asturiano moderno vendría expresada en la palabra usual casería’.
En la Hispania romana y en los primeros siglos medievales, villa es simplemente la casa campesina rodeada de establos y edificios anejos necesarios junto a los terrenos en explotación, o es una gran explotación agrícola, en la cual se distinguen la villa dominica, casa del señor, y la villa rustica, casa de labranza. El tema ha sido ampliamente tratado en trabajos que se enfocan con diversas perspectivas.
Cuando alrededor de cada una de estas primitivas VILLAS o caseríes el aumento de población lleva a nuevas construcciones y viviendas se va formando un núcleo de población (un pueblu o llugar) que sigue guardando la antigua denominación después romanzada como villa o villa (o vila en el extremo más occidental). De ese modo surgieron numerosísimos topónimos (cf. cap. 9) que responden unas veces a la simple constatación de una explotación, en otros casos a un pueblo más complejo."
Este alto muro es de un antiguo horno de cal caleru o calieru. Abundaron mucho pues la cal era empleada como abono y para encalar. Aquí se cocían las piedras de roca caliza tan abundante en todo el territorio para extraerla. De ellos hallamos este reportaje en el diario digital VillaviciosaHermosa del 17-1-2022:
"Los calieros u hornos para cocer piedra caliza y transformarla en cal abundaban en siglos pasados en Villaviciosa y otros lugares de Asturias, formando parte importante de su historia, y vida cotidiana rural de muchos pueblos, y recuerdo de un patrimonio etnográfico ya casi olvidado.
La cal se viene usando en Asturias para la construcción desde la época romana. Se utilizó poco durante la edad media y a partir del siglo XVI se volvió a usar en edificios urbanos. A partir del siglo XVIII cogió auge sobre todo para usarla como fertilizante ya que sirve para quitar acidez a los suelos y los muchos caleros que funcionaron estaban dedicados a ese fin. La zona de mayor producción fue en los municipios marítimos, ria del Eo, ria de Villaviciosa y Gijón desde donde se exportaba a Galicia, región en la que escaseaba la piedra caliza y era Asturias su principal proveedora.
Todavía hoy en Villaviciosa los vecinos más mayores recuerdan aquellos caleros en zonas con abundancia de piedra caliza."
Cayeron en desuso, muchos desaparecieron, otros no se ven cubiertos de maleza, no deja de ser sorprendente localizar alguno, tal que aquí en Villabona:
"Senén Rivero Cueto estudioso de la historia del concejo maliayés explica sobre los calieros maliayeses “En Villaviciosa ya tenemos noticia de los caleros desde principios de 1800 a través del ilustrado Caveda y Solares que en su descripción de Villaviciosa dice que en el concejo se cuecen muchas fanegas de cal, para abonar la tierra y para las obras, situaos dichos caleros en Tornón, Bedriñana y sobre todo san Martin del Mar, por estar cerca de la ría y que embarcan grandes cantidades en pataches a otros puertos sobre todo para las obras de El Ferrol”
Arriba, asoma la cantera, la cercanía de estos grandes yacimientos calizos favoreció grandemente la construcción de la 'pequeña ciudad monástica' de Valdediós, tanto el gran monasterio medieval de Santa María con sus sucesivas ampliaciones y añadidos y, por supuesto, la fundación anterior, de lo que solamente El Conventín o iglesia de San Salvador habría llegada a nuestros días. Sobre los múltiples usos de la cal y ser un elemento de fabricación muy rentable para su exportación gracias al cercano puerto villaviciosino de El Puntal, siguen informándonos en VillaviciosaHermosa:
"El uso de la cal fue muy variado en los últimos siglos, como abono, para blanqueos y encalados de casas, como desinfectante para paliar las plagas de arboles y cultivos, como mortero en la construcción al mezclarlo con arena de playa y para usos industriales como la fabricación de azúcar de remolacha, ya que la cal viva se emplea en la depuración del jugo de la remolacha azucarera. En 1900 se necesitaba 35 kg de cal para fabricar una tonelada de azúcar. La Azucarera de Villaviciosa, que funcionó durante (1900-1917) se abastecía de cal del calieru de San Martin del Mar.
“Otro uso de la cal del que nos queda registro en Villaviciosa es para las ‘Tenerias’ los lugares donde se curten pieles y cueros. En vasijas con agua y cal se introducían las pieles y el efecto de la cal era ampliar la porosidad de la piel y quitar el sebo y corroer los pelos y cañones de las mismas. Estas vasijas se conocen con el término de “Pelambre” que puede ser nuevo, mediano y viejo según que la cal utilizada fuese nueva o más o menos usada. El término “Pelambre” que se conoce en La Villa es posible que tenga su origen en estas Tenerias de curtidos”, apunta Rivero Cueto."
"El periodo de esplendor del uso de los caleros fue el siglo XIX y el XX hasta la segunda república que entro en decadencia al ser sustituido en la construcción por el cemento Porland. “Tras la guerra ante la escasez de cemento, sometido a cupos, volvió a resurgir en la época de la autarquía y en Villaviciosa todavía se puede encontrar en el archivo municipal una petición en 1961 de varios vecinos de Argueru para reabrir un antiguo horno de cal, en un trozo de terreno público en el barrio del Robleu que había estado abandonado muchos años, según dicen por el encarecimiento del carbón y el transporte. En la petición manifiesta que la producción será destinada a la obtención de cal viva destinada al encalado, enmienda y abono de las fincas. La petición fue atendida por el consistorio, con la condición de que los peticionarios respondan solidariamente de todos los daños que puedan ocasionar especialmente en el arbolado contiguo y que no invadan el camino con acopios de grava o piedra”, explica Senén Rivero, según datos del Archivo municipal."
La tónica general de este Camín Rial es que sube continua pero pausadamente, salvo algunos repechos concretos, esto lo haría preferible para los carros, gentes con ganados, recuas de mulas y demás viajeros con algo de carga así como para los carros y carruajes, aunque tampoco siempre había un buen paso para estos últimos. En el siglo XVIII y justo cuando eran incipientes las primerísimas carreteras, buena parte de ellos fueron adecentados para el paso más o menos llevadero para los primeras líneas de pasajeros en diligencias o similares
Lo que aquí en el Camín Rial es la planta baja de esta fila de casas es la alta en el lado que mira para la carretera, donde ganan un piso
A la izquierda hay cuadras, almacenes, cobertizos, que daban y dan servicio a cada una de estas viviendas
Piedra, leña, un tractor, etc. fijémonos arriba en la cantera y, sobre la pila de grandes losas de la izquierda un viejo carro de madera al que se le prolongó su vida útil con neumáticos. Aquí se aparcan también los tractores, observemos este y otro que hay más atrás, al pie La Parea les Vallines
En la casa frente al cobertizo, un hermoso rosal. También se aparca algún coche en esta vereda junto a las viviendas
El perro guarda el viejo hórreo, muy transformado, los pegollos han desaparecido y el espacio debajo, el solorru, ha sido dividido en lo que parecen cuadras, gallineros, almacenes de aperos o similares. Con el paulatino abandono de muchas tareas agro-ganaderas también tienden a caer en desuso
Una barandilla y portilla separan esta casa del camino, artísticas verjas guardan sus ventanas, llamándonos la atención la altura de algunas chimeneas
Más rosaledas y más cuesta, pero muy suave, casi llana aún, se hará más empinada al salir del pueblo
Esta es la fachada de atrás del antiguo chigre o bar asturiano de Casa Placido'l de Sidora. Más antiguamente se sabe de la existencia de una desaparecida venta donde arrieros, pastores, peregrinos y otros viajeros podrían buscar acomodo para pernoctar
Si nos acercamos a él, veremos el excelente trabajo de talla de sus dos puertas
Diversos motivos geométricos, lineales y vegetales, flores, cruces rombos, etc. dispuestos en rectángulos horizontales los de la izquierda y verticales los de la derecha
Es muy posible que, aparte de eso, estos elementos ya fuesen filigranas meramente ornamentales en el momentos que se tallaron
Sin embargo ciertos adornos, sobre todo los solares, tuvieron tiempo ha funciones mágico-protectoras, a manera de amuletos que preservarían lo aquí guardado, el grano y la despensa que garantizaría la supervivencia de una familia campesina
Esto parecen haber sido las cuadras de la última de las casas de esta hilera
Por aquí se metería la hierba seca a la tenada, el henar o pajar, los animales estarían en el piso bajo, el del acceso desde la carretera
Las flechas amarillas pueden aparecer en cualquier lugar factible para ello, como en las piedras de esta muria, estemos siempre pendientes de ellas aunque en principio no hay mayormente riesgo de pérdida alguna
El Monte Lloses al caer la tarde, idílico panorama a una hora de escaso paso de peregrinos en un Camino, este Camín Rial, también de escasa presencia de los mismos
Alguna de las últimas casas de Villabona con El Monte Lloses, al sol de la mañana; en el libro Villaviciosa y su progreso, publicado en 1928, se glosaba así a esta parroquia de San Pedru Ambás:
"Formando una bella cordillera con los montes "Parea les Ballines", "Monte Lloses", "La Probida" y "Corolla" y disfrutando de un ameno y hermoso valle, se halla San Pedro Ambás limitando al Norte, por Camoca; al Sur, por Puelles; al Este, por Valdebárcena, y al Oeste, por Niévares; de 6 kilómetros cuadrados de extensión, presenta panorámico conjunto con sus barrios y caseríos Ambás, Castiello, Lloses y Villabona..."
Más allá, al pie del Picu Lloses, vemos el barrio de este nombre, Lloses, carretera arriba
Lloses asoma sobre el tejado de esta casa que tenemos enfrente, con dos columnas metálicas en el porche, barrio formado por otro grupo de casas al lado de la carretera. El Camín Rial no pasa por él, sino unos metros más arriba, subiendo por el bosque
Allí destaca el caserón de El Palaciu Lloses, construido en 1912 por el arquitecto Colominas para Salustiano Carrera, emigrante retornado de Cuba quien, tras el fallecimiento de su esposa Blanca vendió la mansión y regresó a la isla
El comprador fu su convecino, también emigrante a Cuba, Bernardo Vallines Fernández, casado con Elisa Solís, quien en 1916 mandó hacer enfrente un edificio para cuadra y llagar que es ahora la Casa Pepe el de Lloses, dedicada al turismo rural
Poco más allá y aunque no lo llegamos a ver desde aquí hemos de citar al célebre Hórreo de Casa Ánxel, famoso por sus motivos decorativos tallados y pintados, preciosamente restaurados y objeto de varios estudios. Este es el de los etnógrafos Armando Graña y Joaquín López para la revista Cubera de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa:
Resaltaba Villaviciosa y su progreso que la situación topográfica de San Pedro Ambás con estos sus barrios "era inmejorable, de un clima templado y benigno, sin llegar a los extremos atmosféricos" y con una abundante humedad, siendo sus campos "ricos en pastos y arbolado"; habitando entonces la parroquia unos 300 habitantes, "adaptados agrícolas modernos", que conseguían "recolecciones selectas en granos, hortalizas, frutas y horticultura"
En nuestros días, si bien el éxodo rural y el abandono del campo han dejado deshabitadas o casi estas aldeas, desapareciendo además aquellos comercios mixtos de la carretera, es en estas parroquias donde se mantienen buena parte de los usos agropecuarios tradicionales, que conviven con los turísticos, aunque la Autovía ya no trae por aquí aquel gran trasiego de gentes de antaño
Sí pasan algunos excursionistas, senderistas y peregrinos, aunque estos últimos, reiteramos una vez más, en mucho menor flujo que los que van a Valdediós
Aquí, el Camino continúa a la derecha de la panera, pero sin bajar a la carretera, que tenemos muy cerca
A nuestra izquierda, en una casa, un hermoso corredor restaurado
Vemos una cruz con una concha xacobea en la unión de sus brazos...
Una flecha amarilla pintada en un pegollu nos indica que por aquí sigue el Camino. Muchos de los pocos peregrinos que eligen el Camino hacia Arbazal conocen ya la ruta a Valdediós y, ávidos de descubrirla, acuden también a hacer esta, recorriendo estos no demasiado frecuentados parajes de la senda jacobita norteña en Asturias
La casa de las columnas, en la carretera, con su ajardinado porche; el camino por Valdediós cosa de un kilómetro más abajo, en el valle, por La Ribera, barrio de Pueyes en la vega del Ríu Valdediós
Vamos pues acercándonos ya a las últimas casas de Villabona, tanto por el Camín Rial como por la carretera
A nuestra derecha otra de esas filas de viviendas con cierto aire entre urbano y rural, de las construidas cuando esta carretera era una continua riada de vehículos y gentes
Aquella del fondo viene a ser a nuestros efectos la última casa de Villabona, el Camino empieza ahí la subida, pasando detrás de ella
A lo lejos, al oeste, los Montes de Valdediós, con Peñacalva (502 m) en lontananza y, a su izquierda, el Monte Lluaria con El Cantu Cabañín (606 m)
Lluaria, parroquia de Pueyes como Valdediós, se dice que es el pueblo más alto de Villaviciosa y se extiende linealmente por el camino que recorre la cresta de La Llomba
Un poco más allá, la señalética advierte a los conductores el cruce con el ramal que baja a Valdediós, uno de los monumentos, o conjunto monumental mejor dicho, más visitados de Asturias. De frente, como el Camino, se continúa a la capital asturiana vía La Campa y Sariegu
La cuadra, ya sin ganado, y arriba la tenada, ya sin hierba seca para alimentarlo, estampas de un mundo rural que se fue
Sí hemos de decir que, si por alguna razón cambiamos de idea, saliendo a la carretera podemos cruzar un poco más adelante para bajar a Valdediós, por ejemplo si se nos hace tarde y queremos pernoctar en su albergue de peregrinos, visitando de paso las maravillas del lugar y, al día siguiente, volvemos a retomar el Camín Rial desde aquí o continuar del monasterio a La Campa por Santi, Villaoscura y Villarrica
A partir de esta encrucijada pues volvemos a empezar a subir, al principio por asfalto y muy suavemente, en dirección a la casa blanca, Casa Lavender
Concha y flecha en el murete de piedra a nuestra izquierda
Como hemos dicho, el Camín Rial sigue por detrás de la casa
Luego de pasar esta caseta de aperos vamos adentrándonos en el bosque, del que no saldremos hasta llegar a las inmediaciones de El Cantu
Por eso vamos a volver un instante la vuelta atrás y contemplar el valle del Ríu Valdediós con el Cordal de Pión o Monte Cañéu cerrándolo por el oeste
Por ahí arriba, por el Altu la Cruz, suben los peregrinos que se encaminaron a Gijón/Xixón desde el cruce de Casquita, viendo ya desde allí su puerto de El Musel en la lejanía. Aquí más abajo, El Ríu Valdediós recibe las aguas del Ríu Rozaes formando este gran valle central villaviciosino; es La Vega, por donde va el camino a Valdediós
Sobre La Vega, sus pastos y cultivos, La Cruz (izquierda) y Conceyeru (derecha)
En Conceyeru, El Palaciu, el gran caserón del Palacio de los Hevia. En este núcleo hay dos casas, una de la parroquia de Pueyes y otra de la de Rozaes; de aquí era la antigua línea de autobuses que comunicaba gran parte de las aldeas de las parroquias de esta zona de Villaviciosa
Bajo Conceyeru, los invernaderos de La Vega
Más allá de La Cruz, la A-64; al igual que los viejos caminos las autovías también se bifurcan en el valle, con un ramal costero y otro hacia el interior
Continuando camino, sigue el muro de piedra y siguen en él pintadas las flechas amarillas
Paso a paso nos adentramos en el boscaje, les sebes o setos silvestres forman un túnel vegetal en esta espesura
En la hermosa penumbra de la arboleda llegamos a una bifurcación, aquí el Camino pierde el asfalto
Y en la bifurcación, donde hay un pequeño rellano, continuamos a la derecha
Al pasar, fijémonos en la flecha amarilla que tenemos enfrente, indicándonos ir efectivamente a la derecha, donde el Camino pasa entre unas fincas, separado de estas por árboles y arbustos
A partir de aquí el Camino es de suelo de tierra, hierba y piedra, en lo que es un trecho relativamente conservado del antiguo Camín Rial
La subida es recta y bastante directa pero, recalcamos, de manera bastante llevadera y relativamente poco a poco
Hay mucha hojarasca y piedra suelta, un camino "de los de siempre", natural, para disfrutarlo plenamente
Pasamos junto a la muria de una finca plantada de árboles a nuestra derecha, en la que las viejas piedras se cubren de musgo
El lugar es de una gran umbría y frescor, incluso en pleno verano; en invierno, aunque algo más embarrado a poco que llueva, la base pétrea del Camino evita que se haga un gran lodazal, es la maravilla de la antigua ingeniería caminera del Camín Rial
A la derecha seto cultivado como complemento de cierre sobre el murete y a la izquierda un frondoso y verde seto silvestre o sebe
Allí donde acaba la muria llegaremos a un hermoso claro formado por otra finca, esta sin árboles, a la derecha, lo que nos permitirá contemplar un gran paisaje hacia el oeste
Una magnífica vista del valle hacia la vecina parroquia de Niévares y el Altu la Cruz en El Monte Cañéu o Cordal de Pión, paso natural a través de ese collado al valle del Ríu España, flanqueado por El Picu la Curiella (535 m) a la derecha y El Faéu o Monte Faéu (480 m) a la izquierda. En el valle se hace perceptible la gran cicatriz de los desmontes de la Autovía del Cantábrico (A-8) y la gran bifurcación con la A-64 o Autovía Oviedo-Villaviciosa
Abajo asoma el tejado de una de las casas de esta ladera, sita entre Villabona y Lloses. Ahora a la derecha reconocemos El Pedrosu, otro de los pasos naturales empleados secularmente a través de estas montañas para comunicar La Ría de Villaviciosa con la bahía gijonesa, este más costanero, pues lo hace a través de Les Mariñes de Villaviciosa, por ahí se trazó la actual carretera N-632, La Carretera'l Pedrosu, famosa por sus curvas interminables...
Los peregrinos que hayan escogido la variante gijonesa han de hacer en nuestros días un gran rodeo por este gran valle del Ríu Valdediós y sus afluentes pues las autovías han cortado el paso directo entre Grases y Niévares, parroquia vecina alguno de cuyos barrios divisamos en esta ladera oriental del Monte Cañéu
Abajo, la autovía o autovías en la zona del mencionado nudo de Grases, poco más arriba el castillo y casona de La Torre de Niévares. A su izquierda y desde abajo, desde Les Vallines, sube el Camino de Santiago en esa su variante gijonesa, el cual antes llegaba muy directo desde Casquita vía Grases
Al pie de La Torre pasa, atravesando el prado de derecha a izquierda, El Camín de La Peña que luego enlaza con El Camín del Llivinque, empleado por los peregrinos que hacen la célebre ruta de peregrinaciones del Camín de Cuadonga o Camín Xixón-Cuadonga/Gijón-Covadonga, del cual, en sentido inverso, puede ser empleado por los peregrinos jacobitas y al que le dedicamos también la obligada entrada de blog
La Torre de Niévares, una referencia histórica y visual muy importante en la red caminera jacobita villaviciosina, es un verdadero castillo medieval con almenas y torreones de indocumentado origen y construcción (elucubraciones aparte) si bien en su traza actual parece bajomedieval. Cuando su razón a la vez defensiva y de control del territorio (desde aquí tanto se 'protegía' como se 'sojuzgaba') desapareció se hizo una casona, fechada esta sí en 1501, con capilla, panera y, a la izquierda, la casa de los caseros. Un poco más arriba está el cementerio, en el barrio de Tresvilla
El Camino de Santiago, en su variante gijonesa, sube como hemos dicho a la izquierda de La Torre y se dirige, más a la izquierda, al barrio de El Pueblu, que no podemos ver, oculto por la ocalital, y de allí sube al Altu la Cruz por La Piñera y Fernandiz
Gran parte de ese recorrido se hace a la sombra de los ocalitos que se han plantado profusamente en los antiguos pastizales. A pesar de ello en algunos recovecos acá y allá hay excelentes vistas de Villaviciosa y la vista llega al este hasta el Sueve y los Picos de Europa
El Altu la Cruz, a una altura de 436 m (la altura puede cambiar según cada fuente consultada), constituyó el paso más empleado por los viajeros de antaño (incluyendo peregrinos) a través del Camín Real que por allí discurre, como comunicación de Villaviciosa con el oeste pues, pese a este puerto de montaña y al siguiente de El Curbiellu, era sensiblemente más corto que otros caminos reales más costaneros, por Les Mariñes
Sin embargo, como acabamos de decir, el Camino histórico quedó cortado en el valle, a la altura de Camoca Riba, y hubo de ser reseñalizado dando un gran rodeo hacia el sur hasta la unión de los ríos Valdediós y Rozaes en La Vega, donde confluyen estas parroquias villaviciosinas
Dicho rodeo lleva a los peregrinos gijoneses a recorrer un buen tramo de valle por las orillas del Ríu Valdediós hasta El Mayorazu, al otro lado del Castillu Taloca (Grases), donde cruzan el río para ir a Siana, unas casas que se ven justo encima del tejado de la casa en primer término y que pertenecen a San Pedru Ambás
Detrás de Siana vemos por donde discurre ahora el Camino, jalonado por las farolas de la A-64, cuya caja se encuentra al otro lado, por eso no la vemos
Una vista más de cerca de Siana con el Camino, que ha subido una leve cuesta desde El Mayorazu, detrás
Desde Siana se bordea un tramo de la Autovía A-64 hasta llegar a Casares, parroquia de Niévares pasando antes bajo el puente debajo de dicha autovía, que es al que se envía a los peregrinos dando este formidable gran rodeo que aumenta en torno a una hora, o algo más, el recorrido entre Villaviciosa y Gijón/Xixón
No obstante, y dada su proximidad a Valdediós, no pocos caminantes toman el desvío que enlaza, a escasos cientos de metros, con el Camino de Santiago en su ramal de Castiellu a Valdediós por La Ribera para pernoctar en su albergue, visitando de paso tan impresionante enclave
Desde Casares (abajo a la izquierda), el Camino sube a la derecha entre prados hasta L'Arbeyía y L'Argayada, (en medio de la foto), dando vista al Altu la Cruz y Monte Curiella (arriba)
A la izquierda de L'Arbeyía y encima de Casares está la A-8 con su gran desmonte, al pie de la aldea de Turbeñu, también en Niévares, con sus casas en la falda del cordal
El Camino gijonés pasa entre La Cerezalina (a la izquierda) y L'Argayada (a la derecha). La construcción de la A-8 hizo desaparecer el chigre de L'Arbeyía, célebre bar-comercio que antaño tuvo baile y era toda una referencia para la juventud del valle en la posguerra
En la foto no se ve pero, pasada La Cerezalina, el Camino se cruza con la Carretera Rozaes (VV-10) y pasa la A-8 sobre un puente
Dicho puente está al pie de Turbeñu (a la izquierda de la foto), por donde se va a La Torre de Niévares (a la derecha) por Les Vallines, donde vemos la A-8 asomar cerca del nudo de Grases. Observemos, con Siana aquí abajo como referencia otra vez, el formidable rodeo que se ha de realizar
Al pie de La Torre se retoma el Camino histórico cortado por las autovías y sus enlaces y se emprende a su izquierda la subida al Altu la Cruz, como hemos dicho
Bajo La Torre se deja la VV-10 y se toma la VV-9 que sube a su izquierda, cruzándose con El Camín del Llivinque o de La Peña
Y como ya hemos dicho, se sube, sin llegar a La Torre, por El Pueblu, La Piñera y Fernandiz al Altu la Cruz, a la izquierda de La Curiella o Picu la Curiella y justo encima de Turbeñu
Aunque El Picu Curiella está relativamente apartado del collado del Altu la Cruz, donde el Camino sale a la carretera VV-8 antes de llegar arriba y bajar a Pión, no deseamos olvidar que en su cima existe una importante necrópolis tumular megalítica, La Llaguna de Niévares, y un buen área recreativa a la sombra de los pinares
Las numerosas pistas forestales existentes son aprovechadas por senderistas, excursionistas, carreras de montaña, ralis y otras actividades en la naturaleza
Aquí más cerca y más abajo, a la derecha y a la mitad de la foto está Castiellu, al lado del castro de La Corolla, desde donde se empieza la subida por El Camín Rial a Arbazal
Ahí abajo vemos muy bien la mansión de El Palaciu con su capilla y Palmera; detrás de ella, por El Fundial y bajo el monte, plantado de ocalitos, de Casa Marcos, pasa el Camino hacia Valdediós que acaba de separarse de este, el de Arbazal, un poco a la derecha, en La Casona
El Camín Rial hacia Arbazal es este que vemos también bajar a la derecha hacia las casas de La Brimera, donde comienza la subida a la iglesia parroquial de San Pedru Ambás
El Palaciu y su capilla del Ecce Homo, conjunto palacial cuya extensa finca se extiende entre ambos caminos, el de Arbazal y el de Valdediós, que acaban de separarse viniendo de Camoca
Más allá Sariegumuertu, parroquia de San Xusto, bajo El Pedrosu; un poco más abajo sube entre los prados hacia la izquierda El Camín del Llivinque, entre Grases y La Torre de Niévares
Desde un poco más arriba veremos, a la derecha de El Pedrosu, el monte La Cobertoria con los 364 metros del Picu Llan o Iyán, atalaya sobre La Ría y Les Mariñes
Siguiendo camino reconocemos a lo lejos a la derecha, al sur-suroeste, la cabecera del valle de Rozaes, por la zona de Fabares, bajo La Llomba, frontera con Sariegu
Hermoso sendero marcado en la hierba por los pasos de los peregrinos y algún senderista, camino de paz y quietud, óptimo para quien guste de caminos solitarios
Esta es una foto del mismo lugar con la hierba alta y la vegetación más crecida; aunque se desbroza, siega y limpia periódicamente siempre se pasa bien pese a no ser un camino tan transitado como el de Valdediós
Al otro lado de otro mágico túnel vegetal la luminosidad de la luz solar nos indica que nos acercamos a un pequeño claro
Abundan los helechos en la vereda de la izquierda, sobre un viejo muro de contención del terreno
El claro del bosque está formado por esta bifurcación, en la que nosotros continuaremos a la izquierda
El mojón y la flecha nos lo indican, el Camino se torna ahora un bellísimo sendero de hierba verde y fresca, es como si atravesásemos un prado
Otra sensación magnífica que nos transmite este Camín Rial tan apartado del mundanal ruido...
A la izquierda, una finca cerrada por estacas y alambrada
Llegamos hasta su final y allí de nuevo nos adentramos en la biesca, el bosque autóctono...
Aquí y allá, en algún recodo del Camino, la arboleda nos deja volver a ver el valle y la montaña, con El Picu Curiella y el Altu la Cruz dominando el paisaje
Repetimos una vez más y no será la última, e ascenso es continuo pero bastante llevadero incluso en algunos repechos, con razón era este el camino más empleado en la antigüedad
La caja caminera, en un camino que nunca fue necesario transformar en carretera local como tantos otros, pues la de La Campa pasa unos metros más abajo y suplía esa necesidad, delataría lo antiguo de este antiquísimo Camín Rial
Hay aún rastros del primitivo empedrado de la vieja calzada
Mullido y suave suelo de tierra, una delicia para caminar cómodamente en esta auténtica galería natural que atraviesa el boscaje
Un mojón, sin flecha y tiempo ha sin concha, confirma que vamos en la dirección correcta, que no nos hemos dejado ningún cruce atrás
A pesar de lo agreste y boscoso de estos lugares el Camino no tiene pérdida. Fijémonos no obstante en las flechas amarillas pintadas en algún tronco o alguna piedra
El espíritu libre del bosque, las guarida del busgosu, el fauno asturiano, si bien en estos bosques de Villaviciosa abundan más las leyendas del diañu o diablu burlón que se aparece a los caminantes solitarios, a los que somete a burlas y chanzas con su capacidad de transformación a voluntad, estemos atentos a sus travesuras
Se les reconoce bien por sus hojas polilobuladas
Una magna alfombra suave y natural hecha de blandas hojas caídas proporciona placer a nuestros pies al pisar sobre ella
Subida terrosa y pedregosa, natural y silvestre, aquí encontramos un pequeño tramo de mucha piedra suelta estilo morrillos, procedente del desmoronamiento de una muria a nuestra derecha
Aquí que hemos de estar atentos a ver donde ponemos el pie, como en un campo minado, para evitar pisar sobre ninguna de estas piedras, sueltas e inestables parte de ellas, que nos hagan tropezar y caernos incluso
Las menos pisadas se cubren también aquí de musgo, fijémonos en la franja más trillada a la izquierda, de color más oscuro, que al estar más libre de pedruscos es por donde pasa la gente, sigamos por allí
Aquí hay piedras más grandes pero también inestables, repetimos, mucho cuidado al pisar y dónde ponemos el pie
Aquí árboles y arbustos se elevan de forma llamativa, formando un pasillo vegetal alto y estrecho, con bóveda de hojas
Marcas rectilíneas labradas en la roca parecen revelar el antiguo paso de carros y carruajes durante siglos, sin duda por entonces con el Camino mucho más despejado
Luego, volvemos a introducirnos en el 'pasadizo', aquí con un poco de barro, como dice el cantar:
Nun hai caleya ensin barru
nin prau que nun tenga yerba
nin mociquina d'a quince
que nun sea guapa o fea
Los caminos con barro son como la 'prueba del algodón' pues quienes han pasado han dejado la huella de sus botas muy a la vista, muchas si han sido muchos, pocas si han sido pocas o ninguna si hace tiempo que no pasa nadie
Los árboles nacen, crecen y se abren paso hasta por las grietas de las rocas que forman aquí la pared del Camino
Un poco más arriba, iremos saliendo del bosque y de esta gran maraña selvática de la falda del Picu Lloses en El Cantu
Salimos pues a la luz del sol en todo su esplendor en estos parajes de montaña caminando en dirección sur-suroeste
Al volver la vista atrás, sobre el follaje, un paisaje que ya nos es familiar pero del que nos vamos a despedir según avanzamos hacia el sur: La Villa (Villaviciosa capital) y La Ría
De nuevo vemos El Monte Rodiles y la Playa Misiegu, con El Puntal a la izquierda. En medio de la foto el porréu (pólder, terreno ganado al estuario) de La Espuncia con la fábrica El Gaitero y bajo ella el porréu de El Salín y Villaviciosa capital por la zona de El Pelambre, Puente Buetes o Güetes y alrededores. Más abajo Casquita, entre Grases y Amandi, donde se han separado los caminos a Gijón/Xixón y a Oviedo/Uviéu. Más cerca aún La Cuesta Valle y La Fuente Tebia, en Camoca Baxu, por donde hemos venido hasta San Pedru Ambás. A la derecha de Casquita un tramo del Camino, que viene de la quinta de Villa Algara
De Camoca Baxo pasamos a Camoca Riba bajo el castro del Castillu Taloca y sus ocalitos, llegando a la pequeña llanura de Castiellu Ambás y su castro de La Corolla, que volvemos a ver desde aquí, solo que desde más alto
A la izquierda es El Palaciu con su capilla y a la derecha La Casona: a la derecha de La Casona y entre aquellos árboles se encuentra la bifurcación entre el camino a Valdediós por El Palaciu y el de Arbazal, el de la derecha
Ahora reconocemos mejor las curvas de los enlaces, los puentes y los viaductos del "nudo de Grases" de la A-8 y la A-64. Más allá, Sariegumuertu, El Pedrosu y La Cobertoria
En El Cantu el paisaje cambia, de las arboledas salimos ya a las camperas de tojos y sotobosque, donde impera la cotolla
Abajo, el valle de Valdediós con los barrios que constituyen la cabeza de la parroquia en la ladera de los Montes de Valdediós y Peñacalva, a lo lejos Rozaes y El Monte Cañéu
Por ahí pasa la carretera que comunica precisamente Valdediós y Rozaes por Pueyes y San Zornín, son Valeri y otros barrios de Pueyes, El Toyu, La Cabaña, Canal, La Torre, sobre los prados de La Suerte, Posada, La Granda...
"Ahí está Puelles, escondido entre un boscaje milenario y ameno", decían en Villaviciosa y su progreso en 1928, cuando el ocalito aún no era el árbol imperante (aunque ya había medio millón plantados) y cuando la población era de "699 habitantes, la mayoría de los cuales, se dedica a la agricultura" y había "499 vacas, 210 cerdos, 123 asnos, 25 caballos, 250 ovejas y 5.500 gallinas"
Había por entonces asimismo "161 casas, 22 paneras, 63 hórreos, 67 corrales, 7 molinos, 5 bodegas, 3 cabañas, 3 establos, 3 lagares, 1 tendejón, 1 colegio, 4 capillas, 1 cementerio y dos iglesias" y, aparte de los reseñados ocalitos, había "tilo, roble, castaño, álamo, abedul, cerezo, peral, ciruela..." y "40 pomaradas con una producción normal de 127.242 litros de sidra que representan unas 282 pipas"
Justo debajo del primer gran caserón a la derecha de esta foto reconocemos la iglesia parroquial de San Bartolomé, edificada en la Edad Media (s. XII) y en la que se emplearon elementos de una desaparecida capilla más antigua existente en la cercana aldea de Sanzornín
En esa zona, concretamente en el prado llamado El Requexu, fueron halladas monedas y cimientos de construcciones muy antiguas, tal vez una villa romana o altomedieval o, sin ser necesariamente excluyente de lo otro, el palacio del rey asturiano Alfonso III El Magno, del que se sabe tenía su residencia de recreo en el Valle de Boides, relacionado con este gran valle de Valdediós, el valle de Villaviciosa por excelencia
"La joya romana de Villaviciosa duerme enterrada entre Puelles y San Zaornín, muy cerca del monasterio de Valdediós. Se trata de una villa rural erigida en el siglo I y que fue excavada parcialmente en 1928, sin que desde entonces se haya investigado más sobre el terreno. Lo único que se conoce sobre este emplazamiento es lo publicado hace más de noventa años en la revista “Covadonga” por J. Fernández Menéndez, responsable de aquella primera y única intervención, que se limitó a unos setenta metros cuadrados del área termal de un complejo cuyo cometido principal sería la explotación de la tierra. El resto sigue siendo una incógnita, aunque es de suponer que responda al modelo de villas romanas habituales en el territorio que hoy es Asturias, algunas de las cuales, como la de La Estaca, en Las Regueras, está siendo objeto ahora de una serie de campañas que deparan espectaculares resultados.
La Fundación Cardín organizó recientemente una conferencia a cargo de José Ignacio San Vicente González de Aspuru, profesor titular del Departamento de Historia de la Universidad de Oviedo, para rescatar del olvido la villa romana de Puelles, también conocida como de Boides, aunque esta última denominación ha perdido peso en las últimas décadas entre los expertos.
La excavación de Fernández Menéndez en Puelles se centró en una zona conocida como la Ería de la Villa, muy cerca de la carretera que entonces estaba en construcción. El complejo se levantó en un terreno pendiente, como era habitual, para favorecer la evacuación de las aguas residuales. Uno de los primeros descubrimientos de aquella campaña fue una galería porticada, con el suelo pavimentado, que funcionaría como zona de comunicación entre la zona termal y el resto de la villa.
Desde esa galería se pasaba al Apodytherium, que era el vestuario donde los usuarios del área termal dejaban las ropas al cuidado de los esclavos, y, luego, al Frigidarium. Esta era una sala de agua fría que fue excavada parcialmente por Fernández Menéndez, quien detectó al fondo una estancia de 2,90 por 3,10 metros en la que se conservaban pavimentos y pinturas. Sería la piscina de agua fría del Frigidarium.
La siguiente estancia era el Tepidarium, una sala sin agua por la que circulaba aire caliente caldeado a una temperatura templada gracias a un horno cercano. Los usuarios pasaban después al Caldarium, la sala de agua caliente de la que en 1928 únicamente se conservaba una parte debido a un hundimiento. En su parte más oriental estaba el Alveolus, que era la piscina del enclave.
La excavación de Fernández Menéndez permitió recuperar trozos de teja y ladrillo, cerámica decorada, cristales, una rueda de molino, clavos y monedas, de las que se conservan dos, posiblemente tardorromanas. También apareció un anillo de cobre con inscripciones, cuyo paradero actual es una incógnita.
La villa romana de Puelles aún tiene mucho por descubrir, ya que solo hay conocimiento de una parte del complejo, la destinada a balneario. Sin embargo, no hay previsión alguna de retomar aquella histórica excavación ejecutada hace casi un siglo."
La relación de las villae, como la de Pueyes, con la cristianización del noroeste peninsular se ha escrito mucho, incluso de su relación con las comunidades priscilianistas, como escribe el arqueólogo Antonio Blanco Freijeiro en su artículo La villa romana en Gallaecia y su posible relación con la vita comunis del priscilianismo, publicado en Los Cuadernos del Norte, donde entre otras cosas dice:
"... los cánones del Concilio de Zaragoza citan las villae alienae (las casas de campo de sus amigos y simpatizantes) entre los lugares frecuentados por los presuntos herejes (cubicula, montes, villae alienae, domus); y en segundo lugar, porque quienes contemplan el priscilianismo como una forma de transición entre el ascetismo paleocristiano y el nuevo monacato, consideran que las villae eran aptísimas para que el priscilianismo se sirviese de ellas como sedes o células de su movimiento.Una villa era, pues, ante todo, una residencia señorial. Había de reunir, por ende, comodidades como las del baño caliente y frío, y ofrecer elementos suntuarios como los porches columnados, las paredes revestidas de estuco y de pintura mural, los suelos de mosaico, las habitaciones calefactadas por el sistema de las suspensurae, etc., en suma, los elementos de que el arqueólogo se vale para afirmar que las ruinas de tal o cual edificio corresponden a una villa romana. Pero ahí no acaba todo: la villa ha de tener también las dependencias propias de una explotación agrícola: graneros (harrea), henares (fenaria), pajares (farraria), molinos (pistrina), fragua, talleres para confección y reparación de cestos y aperos de labranza, establos, etc. Estas dependencias pueden hallarse, al menos en parte, formando un conglomerado con la mansión dominical, o totalmente separadas de ésta, según recomienda Vitrubio en previsión de riesgos de incendio.Pero, ¿había en tiempos de Prisciliano villae romanas en Gallaecia? Es evidente que sí. Aun en el supuesto de que no lo fuesen todas las 118 registradas y puestas en el mapa de la doctora María Cruz Fernández Castro estar seguros de que además de las reseñadas y comprobadas, hubo muchísimas, incluso centenares de otras más . Un indicio importante, aunque no sea arqueológico, lo tenemos en la cantidad elevadísima de topónimos compuestos de «vila» y «Villa». No pretendemos con esto que todos ellos se remonten a época romana, puesto que como todo el mundo sabe, villa adquirió en la Edad Media un nuevo significado en las lenguas romances, el de aldea o el de pueblecito; pero aún así, en el subsuelo de muchas villas actuales subsisten los cimientos de la villa romana en que la posterior tuvo su origen.Cuando decimos la Gallaecia no sólo nos referimos, por supuesto, a la Galicia actual, sino a la provincia romana que desde la reforma de Diocleciano comprendía el norte de Portugal (o sea, las provincias de Minho, Douro litoral, y Tras-os-Montes-e-Alto Douro), y las provincias españolas de Asturias, León, norte de Zamora, hasta el Duero, y parte de Castilla, todo lo que hasta entonces había sido el conventus Cluniensis (capital Clunia, cerca de Peñalba de Castro, Burgos)."
Efectivamente, el que la villa romana sea una explotación agropecuaria y que siempre que se halla alguna se encuentran indicios de muy temprana cristianización, entronca con las reuniones que se dice celebraban en ellas los priscilianistas, cuyo papel en la evangelización de buena parte de Hispania para haber sido determinante:
"Los caminos por los que una villa romana, en buen uso o en ruinas, podía convertirse en monasterio, en cementerio o en ambas cosas a la vez, eran múltiples, y más en momentos críticos, incluso caóticos, como los que le tocó vivir al Occidente romano a raíz de las invasiones germánicas.Imaginamos a un religioso, sólo o en compañía de algún hermano, que vaga por el campo en busca de un lugar donde cobijarse y fundar monasterio. Al fin encuentra los muros de un edificio antiguo y grande, probablemente una villa; armándose de paciencia los limpia de escombros y los hace habitables. Encuentra asimismo una estancia que se le antoja oratorio; es más, las gentes de la comarca afirman que allí solía orar San Martín. Nuestro cenobita pone especial esmero en la reconstrucción de este aposento noble, llamado a ser la iglesia de su monasterio; levanta en él un altar; dispone un relicario para recibir las reliquias de los santos e invita a varios obispos a venir a bendecirlo... Todo esto, que pudiera parecer una reconstrucción imaginaria -y como tal la hemos anunciado-, puede convertirse en realidad histórica con sólo ver lo que a propósito de una fundación de San Senoque escribe Gregorio de Tours (Vitae Patrum 15, 1), y que no vamos a traducir porque acabamos de hacerlo:Reperit enim ... parietes antiquos, quos eruderans a ruinis habitationes aptavit dignas; reperitque ibi oratorium, inquo ferebatur celebre nostrum orasse Martinum.Quod diligenti cura compositum, erecto altari, loculumque in eo ad recipiendas sanctorum reliquias praeparatum, ad benedicendum invitatepiscopos"
Afirma Blanco Freijeiro que "Así nacieron monasterios, iglesias, abadías e incluso catedrales", en torno a aquellos núcleos poblacionales, bastante autosuficientes y que ya administraban el territorio como luego lo harían los monasterios:
"Y es que lo mismo que los conventos edificados ex novo las villae reunían todos los requisitos necesarios para La vida espiritual y material de una comunidad bien avenida: una estancia semejante a una basílica, a menudo con ábside incluido, una serie de cubicula, convertibles en celdas monacales; servicios de cocina, comedor, lavabos, etc., y normalmente una buena extensión de tierra cultivable. Siendo así, resulta por demás natural que San Agustín hiciese sus estudios en un monasterio de Lombardía que se llamaba Cassiciacum, nombre apropiadísimo para una villa romana en territorio de lengua céltica como todos los acabados en acum, y llegado el momento de fundar él uno propio sabemos que lo hizo en una de sus fincas, probablemente una villa. Es posible que Prisciliano procediese del mismo modo, pues el calificativo de praedives opibus que le aplica Sulpicio Severo es justamente el que conviene a un gran terrateniente , ya que otras posibilidades de poseer caudales eran escasas en aquella época. Casiodoro hace constar que su fundación de Vivarium la realizó transformando en monasterio una villa de su propiedad."
A lo lejos, en el Cordal de Pión, La Pescar (519 m), La Llaguna (448 m) y El Llanu Toral (506 m). Abajo, Villanueva, cabeza de la vecina parroquia de Rozaes, la cual se extiende "Desde la confluencia de los ríos Rozaes y Valdediós, al este, hasta los montes que están en los límites del concejo de Sariego al oeste, y desde la rasa del Caleyu al norte, hasta El Barrial por el sur".
Sus habitantes son llamados figueros y se celebra en el principio del otoño la animada Fiesta de los Figos, poniéndose higos a la venta y realizándose ricos postres con ellos. Los productos de la huerta de Rozaes, como los de todas estas parroquias rurales villaviciosinas, eran especialmente apreciados en el mercado de la La Villa y en el de Gijón/Xixón
Y más allá de Villanueva, en el barrio de Piñera, no hemos de olvidar Casa Eladia, templo de la gastronomía asturiana que abrió sus puertas en 1890. Entre sus muchas especialidades está la fabada hecha con fabes de la parroquia y productos de la zona, así como el arroz con pita, la carne guisao, el pulpu al ajillo, y otras muchas exquisiteces. Tiene además una pequeña tienda, el único comercio en bastantes kilómetros a la redonda. Para quienes vayan andando tal vez sea un gran desvío desplazarse hasta allí y luego retomar el Camino, pero para los bicigrinos resulta bastante más cercano
Ahí está La Torre Villanueva (a la derecha de la foto), vieja torre bajomedieval transformada en casona en el siglo XVI, como la de Niévares, pero aquí 'sin castillo'
Más a la derecha y bajo los túneles de la A-8 está la capilla de Santumedero, que hace las veces de parroquial desde que fue incendiada la iglesia de Santa María en la Guerra Civil. Enfrente de ella están la antigua rectoral y Casa Modesto y Cavafríu, donde hubo buenos ferradores (herradores) de ganado. Santumedero es el patrón de los huesos, y por eso es tradición que mucha gente acuda a su romería de Pascua en este santuario, por eso la periodista de La Nueva España Mariola Menéndez titulaba Rozaes devoto de Santumedero, el 7-4-2015, su crónica de fiesta:
"Rozaes, en Villaviciosa, rindió homenaje ayer a San Emeterio, "para sus vecinos Santumedero". Así lo explica Eladia Díaz, natural del pueblo aunque vive en Oviedo, que no quiso perderse la fiesta del lunes de Pascua. Forma parte de la banda de gaitas que han creado los alumnos de las clases de este instrumento que organiza la asociación de vecinos en la localidad y en la que colabora también la banda de gaitas de Villaviciosa."Ye la fiesta de Rozaes", tiene claro Eva Solares. Al menos, es la más popular. Ayer la celebraron por todo lo alto con una misa solemne, a la que sucedieron la procesión y la puja del ramo. También se pudo tomar algo y picotear en la barraca que colocaron en el prau próximo a la capilla. La soleada mañana invitaba a tomar el vermú. Solares agrega que es una fiesta que "va cogiendo auge" porque cada vez participan más romeros y "el día que te presta es éste", por ayer, culmen de tres días de festejos.Encarnita Díaz destaca la colaboración y trabajo de los vecinos. "Estamos muy unidos y todos colaboran", insiste. Recuerda que Santumedero es "el santo de los huesos", al que se encomendaban muchos que habían sufrido algún mal o fractura en alguno. Por lo que, aunque ha ido decayendo la tradición, hace años era habitual llevarle algún exvoto o acudir en promesa el día de la fiesta para pedirle que intercediera después de haberse roto por accidente, por ejemplo, una pierna o un brazo.Eva Solares agrega que sobre todo entre la gente mayor aún persiste esta devoción hacia al santo, a quien le atribuyen tales poderes milagreros. Tradicionalmente eran muchos los vecinos de Peón que acudían a visitar al santo por alguna promesa y en Oles también ha tenido siempre mucha aceptación."
Observamos mejor la gran tajada de la A-8 en el valle, justo al pie del Altu la Cruz y El Picu la Curiella
Planta perenne, arbustiva, postrada, que no llega a 1 m de altura, con espinas rígidas agrupadas en fascículos, las principales de hasta 2 cm, de largas y las secundarias y terciarias más cortas y agrupadas en la base de las principales.
Flores en grupos en el extremo de las ramas. Bracteolas pequeñas, triangular-lanceoladas, que llegan como máximo a igualar la anchura del pedicelo. Cáliz bilabiado, de 8 a 13 mm, cubierto de pelos apresados. Corola amarilla, con un estandarte de 9 a 15 mm superando al cáliz. Fruto en legumbre. Florece en verano, otoño e invierno.
Distribución y hábitat
En la Cordillera Cantábrica, en Asturias y en Castilla y León. Habita en brezales y tojales."
Tan hermosa como espinosa, su flor se ha empleado tradicionalmente como ferviatu o infusión remedio de problemas estomacales y otros, tal y como en más de una ocasión pudimos comprobar
A nuestros pies se extiende la cabecera del valle de Valdediós, que recibió este nombre tras la llegada de los cistercienses en el siglo XIII, pues gustaban de rebautizar sus asentamientos con el nombre de la divinidad, sin embargo aún no vemos el monasterio aunque sí los montes que también llevan su nombre, donde están El Cantu Cabañín y Peñacalva, que ya veíamos desde Villabona
No vemos aún el monasterio pero sí donde tenía sus viñedos gracias al nombre de esta aldea, La Viña, en la falda del monte, "a 200 m de altitud en la vertiente este del monte Lluaria, que cae por Los Caleros y El Gorgoyu sobre las casas de La Viña y sobre el convento de Valdediós", tal y como leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades Villas y Pueblos
En cuanto arriba, Lluaria, casi en la cima del monte, está a unos 540 metros de altura, bajo El Cantu Cabañín y allí nace la riega de La Forquera, en La Fuente Castañón, afluente del río Rozaes
En la zona están los pozos de Los Maderos, La Quinta y La Quintona, frecuentados por espeleólogos y origen de leyendas, una de ellas dice que antes estaba más abajo, en El Caminón, el viejo paso hacia el valle, donde ahora están los prados de El Prau la Campa y El Palombar
Allí están El Campu y Casa Pepe, donde tenía fragua Luis el Ferreru, La Fuente Lluaria, Casa Albino y Casa Alfonso (junto a la capilla), Casa Juan, el solar de la antigua Casa la Perlora, Casa Joselín, Casa Vicente, Casa Sandalio... y unas cuantas más
Cuenta con capilla propia, construida por un vecino en el año 1914, la de La Pilarica, en cuya romería del 12 de octubre hay "misa cantada, procesión y subasta del ramu", anuncian en los programas de fiestas, repartiéndose "el bollu y la botella a los socios en el prau de la fiesta" y celebrándose "comida en la carpa con cordero o costillas, criollo, pan y postre."
La Campa o Altu la Campa, algunas de cuyas casas están en Villaviciosa y otras en Sariegu, por donde pasa la carretera AS-380 y por donde este Camín Rial llega desde Arbazal por la izquierda, mientras que el que lo hace desde Valdediós viene por la derecha
Justó allí en medio de La Campa se juntan los dos caminos, al lado de la carretera y del desaparecido establecimiento de El Mariñán, apreciadísimo y estratégico chigre y casa de comidas de carretera que cerró hace unos años y que tantos peregrinos, senderistas, montañeros, camioneros, automovilistas y moteros añoran. Incluso la gasolinera, situada al lado, ha cerrado
Un poco más abajo a la derecha vemos claramente el camino por el que suben, en sucesivos repechos y duras cuestas, los peregrinos que escogen la ruta por Valdediós
La aldea que hay justo antes de La Campa, por la que suben los "peregrinos de Valdediós" está un poco más abajo (abajo a la derecha de la foto), Villarrica
El Camino apenas entra en Villarrica, llega a su entrada y sube a la izquierda junto al llagar de Sidra Meana, "elaborada por la familia Meana de manera artesanal en el valle de Valdediós desde 1970". De Villarica se dice que "ye'l pueblu de les dos mentires", porque "nin ye villa nin ye rica", según dicen algunos vecinos. El nombre tiene más bien que ver con la riqueza de su emplazamiento para huertas y frutales y el término villa se aplicaba en origen a pequeños núcleos agroganaderos, como las villae del tiempo de Roma
Por ahí baja desde Lluaria La Riega Vallina, una de las fuentes que dan origen al Ríu Valdediós, en este curso alto llamado Ríu Asta, hidrónimo de discutida etimología vinculado con astur y Asturias
El Camino al sol de la mañana, siempre en ligera subida, delimitado por tojales, a la derecha...
Y aquí vemos ya nosotros el monasterio de Santa María de Valdediós, 'a vista de pájaro' como en un gran diorama del valle, bajo La Campa, Lluaria, El Polléu y La Viña, conformando una "pequeña ciudad de Dios" que ocupa una buena porción del valle de su nombre, donde se asienta. Por allí abajo van los peregrinos que emplean la otra ruta, pudiendo pernoctar en su albergue-hospedería antes de acometer la penosa subida al Altu la Campa, que divisamos desde aquí perfectamente perfilada en su continua cuesta
A la derecha vemos la carretera Rozaes, que se une con la que baja de Villabona, cuyo cruce en la AS-380 hemos dejado atrás. Ahí llega también, siguiendo la orilla del Ríu Asta o Valdediós por La Ribera (Pueyes), el Camino 'Valdediosano' procedente de la bifurcación de Castiellu Ambás, donde se ha separado de este
El Polléu, La Viña y Valdediós, el Camino de Santiago llega pues a la izquierda y enlaza con la intersección entre las carreteras citadas al lado del muro que cierra el campo del cenobio, situado a su derecha. Desde Valdediós el Camino prosigue detrás de los edificios monásticos en Les Pedroses, pasando junto a la antigua escuela de Pueyes y que sigue, llaneando, un buen trecho más antes de subir a La Campa
Si bien Valdediós es realmente un monasterio pleno, pues está enclavado en una zona netamente rural e incluso, buscando el ideal cisterciense, apartada de las poblaciones y los caminos de gran tránsito (en su origen), suele llamársele popularmente 'convento', incluso en no pocas guías y artículos; su monumentalidad, tamaño e importancia dieron en ello pese a que los conventual, estrictamente, suele emplearse en comunidades monacales urbanas
Es más, solía llamársele El Conventón, como aparece por ejemplo en Villaviciosa y su progreso en 1928, para diferenciarlo de El Conventín, que desde aquí aún apenas vemos a su derecha, asomando la pequeña espadaña de su campanario entre los árboles y poco más, la precedente iglesia de San Salvador de Valdediós, parte se dice de un conjunto palacial del rey Alfonso III El Magno, consagrada en el año 893 (muy posiblemente años después de su construcción) y tres y pico siglos anterior a la fundación del monasterio cisterciense en noviembre del año 1200, si bien las obras no comenzaron, tras avatares diversos, hasta el año 1218
Enfrente de El Conventín está la entrada al conjunto monumental, al que se llega y accede justo a su derecha, por un portón de verja, oculto desde aquí por el arbolado, el cual, alineado, forma una calle-bulevar, separado del Prau'l Conventu por otro muro.
Detrás de la fila de árboles vemos alguno de los edificios construidos entre los siglos XVI y XVIII para engrandecer las dependencias conventuales, detrás de las que continúa el Camino de Santiago por Les Pedreres
Estos edificios forman una plaza central enfrente de la iglesia de Santa María de Valdediós, única construcción netamente medieval, dentro del románico pleno-tardío del siglo XIII, que ha llegado a nuestros días tras el gran desastre de 1521 cuando el Ríu Asta o Valdediós, canalizado, quiso recuperar la vega que un día fue suya y formó una riada que lo anegó y destruyó todo, salvándose, y a duras penas, el santuario y, a su derecha, El Conventín, cuya estructura fue respetada siempre al máximo salvo por un pasadizo que, derribado por la comisión de monumentos tras la desamortización, comunicaba El Conventón y El Conventín
De la iglesia reconocemos bien su planta basilical de tres naves, más alta y ancha la del medio o nave mayor y más pequeñas las laterales, que se corresponden a la triple cabecera del magnífico ábside semicircular que destaca en la distancia, siendo la del medio la capilla mayor y a su derecha la de la nave del evangelio y la izquierda la de la epístola
Llama la atención la cantidad de ventanas existentes, los 'monjes blancos del císter' gustaban, pese a su preceptivo voto de ascetismo y sobriedad, de la buena iluminación de sus cenobios e iglesias. Eso sí, en la capilla mayor y la del evangelio fueron cegadas al instalarse en ellas grandes retablos barrocos mediado el siglo XVIII
Tiene también un marcado crucero y planta de cruz latina, si bien esto y su estructura basilical ha quedado disimulado con la construcción, a la izquierda, de un nuevo claustro tras la inundación de 1521 y, posteriormente, de un edificio anexo a la fachada principal, que mira al oeste y a la plaza, que es actualmente el centro de recepción y entrada a El Conventín y El Conventón por El Prau'l Conventu, donde estuvo también el cementerio
La espadaña del campanario es obra original románica salvo el tercer hueco, más pequeño y construido arriba, que le fue añadido en el siglo XVIII. Los cistercienses rechazaban las torres-campanario por considerarlas ostentosas y superfluas, buscando ideales de pobreza y simplicidad pese a sus antagonistas cluniacenses, a los que criticaban por su abuso del ornamento y la magnificencia, si bien ambas órdenes partían de la misma regla benedictina, la de la Regla de San Benito
En esa plaza están el albergue de peregrinos-hospedería y, dependiendo de la presencia o no de alguna orden religiosa en el monasterio y otras circunstancias, llegó a haber, y puede volver a haber, tienda y cafetería
A finales de la década de 1980 y tras una campaña de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa Cubera para salvar Valdediós, una escuela-taller, con sede en la antigua escuela, acometió la restauración del monasterio, desamortizado en 1835, fallidamente subastado en 1843, transformado en seminario en 1862 (al recuperarlo el arzobispado tras la muerte del último de tres irreductibles monjes que permanecieron en él), al que se le añadió un colegio mayor o de segunda enseñanza, con una actividad docente que se mantuvo hasta 1951, tras lo que cayó en un profundo abandono
Fruto de aquella restauración fue el regreso de una pequeña comunidad cisterciense en 1992 que parecía cerrar todo un ciclo histórico, se abrió hospedería y, con el auge de las peregrinaciones, albergue de romeros jacobitas, pero su traumática marcha unos años después volvió a dejar el monasterio vacío; luego la presencia, a intervalos, de otras órdenes religiosas, permitió la reapertura del albergue-hospedería, si bien a expensas de que el cenobio estuviese habitado o no
Por eso, los servicios de hospedaje y otros están siempre vinculados a la circunstancia por la que atraviese el monasterio en cada momento, si bien se les quiere dar plena estabilidad, así como al régimen de visitas, que incluye El Conventín o iglesia de San Salvador y El Conventón o iglesia de Santa María incluyendo el claustro
El claustro de Santa María de Valdediós se construyó tras la destrucción del original románico en el año 1521, una destrucción que, de paso, se aprovechó para renovar las dependencias monásticas anexas a la iglesia. Hay una primera fase pues de mediados del siglo XVI, que no vemos desde aquí, constituida por su planta baja, cuyos arcos de medio punto parecen añorar el claustro románico. Su obra es atribuida a Juan de Cerecedo El Viejo
Luego hubo una fase de entre los siglos XVI a XVII, con un primer piso de arcos carpaneles, que sí vemos desde aquí en su lado oriental, y otro piso más luego, en el siglo XVIII, adintelado con columnas y cerrado con barandillas de hierro forjado
Fue entonces cuando se aprovechó para aplicar las reformas preceptivas que se habían hecho vigentes para procurar una celda particular para cada monje, en vez del anterior dormitorio comunitario preexistente. La planta baja s empleaba para dependencias tales como el comedor de los monjes o refectorio, la sala capitular o de reuniones, la biblioteca o armarium, cocinas, calefactorium o sala caliente así como, en medio del patio, la fuente o lavatorium, todo siguiendo las pautas constructivas cistercienses, lo que daba a sus fundaciones una estructura relativamente homogénea, si bien en cada monasterio se permitían ciertas variaciones según sus circunstancias y necesidades
No olvidemos que, además de los monjes, había un más o menos numeroso personal de servicio para mantenimiento del cenobio y su servicio, con su propio comedor y celdas, que liberaba a los monjes de las tareas más cotidianas, lo que les permitía a estos centrarse en la oración, lectura, meditación y recogimiento. Este personal adjunto imprescindible tenía su comedor, celdas y otras dependencias propias, si bien buena parte de ellas también en este claustro, que contaba con su propia salida al exterior, a las huertas
Y es que un monasterio era no solo un centro de retiro y oración sino un gran centro de explotación agropecuaria y administración del territorio, tenía sus propias cuadras y caballerizas, campos de cultivo, tierras y ganado, almacenes, graneros (el cargo de cellero era muy importante) y muchos elementos y dependencias más
Luego estaba su coto, el Coto de Valdediós, de su gobierno directo, el cual no se integró en el concejo de Villaviciosa hasta 1827, es decir, ocho años antes de la supresión del monasterio con la llamada Desamortización de Mendizábal, el cual abarcaba la actual parroquia de Pueyes y algo más, pues su extensión está escrita documentalmente en el Libro Becerro del monasterio
Además del coto Valdediós tenía grandes posesiones en otros lugares de Villaviciosa y Asturias, lo que fue continua fuente de pleitos desde su misma fundación, llegando incluso a plantearse su construcción a Boñar (León) en aquel extremadamente dilatado periodo de casi dos décadas desde su fundación efectiva el 27 de noviembre de 1200 por Alfonso IX de León y su esposa Doña Berenguela de Castilla
Luego la fundación de las pueblas medievales, como Villaviciosa y Sariegu en 1270 y su dependencia aforada de la Corona provocó aún más tensiones sobre territorios, derechos y privilegios que, en el caso de Sariegu, llevaron a la revocación de su concesión en 1270 y, en el de Villaviciosa, a una tirantez de relaciones que no cesaría definitivamente hasta 1835
Tan enormes posesiones no eran trabajadas directamente por el monasterio y su personal de mantenimiento y trabajadores, los llamados conversos o legos, dependientes directamente de la disciplina cisterciense, sino que eran arrendadas a campesinos particulares en términos tan ventajosos para el convento que fueron considerados abusivos, lo que llegó a provocar una revuelta armada de sus vasallos sareganos en 1413, tras la que los culpables hubieron de pagar una fuerte multa
Santi es esa casita, de la que vemos el tejado y algo de su fachada blanca, abajo solitaria en el fondo del valle, en La Vega, donde acaba el muro del monasterio y cerca de la antigua casa-taller del artista Joaquín Rubio Camín, oculta en la espesura, abajo a la derecha, al pie de El Polléu
Justo a la izquierda de la casa, entre el boscaje, los peregrinos que han pasado por Valdediós empiezan a subir, al principio pausadamente, al Altu la Campa
Santi y Villarrica, desde un poco más adelante veremos Vallinaoscura, otro hito poblacional y caminero muy importante en la subida a La Campa por Valdediós
Si bien es una leyenda, cumple su función de explicar el topónimo del lugar, indudablemente vinculado a la hierba y a los pastos, al menos desde que el ser humano dominó el arte de la ganadería, allá en el profundo Neolítico, como demuestran las numerosas necrópolis megalíticas localizadas en estas serranías (y más que se perdieron en el transcurrir del tiempo), testimonio de antiquísimas culturas pastoriles que poblaron estos parajes, tal vez incluso antes de la aparición de los primeros poblados estables
Campos de La Rasa Arbazal, donde las cimas conservan el paisaje de los grandes pastos que dieron nombre a estos lugares y donde confluyen las parroquias de San Pedru Ambás, Pueyes y Valdebárcena. Los prados, delimitados por sebes y muries, están salpicados de árboles aquí y allá, bien solitarios o bien formando pequeños grupos y bosquetes
Esta es la zona de Los Benitos a la que antes habíamos aludido, "atravesada por el camino de San Pedru Ambás", señala la investigadora Marta Villazón González en su recogida de material toponímico sobre la Parroquia de Puelles (nº 30 de la serie Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana). Es posible que se refiera al benitu, uno de los nombres del saúco (Sambucus nigra)
Ahora vemos un poco mejor El Conventín o iglesia de San Salvador, que según la inscripción de su ara fundacional consercada en su interior fue consagrado el 16 de septiembre del año 893 con toda solemnidad por los obispos de Dume, Astorga, Coimbra, Compostela, Lamego, Lugo y Zaragoza. un acontecimiento que simbolizaba el momento de máximo esplendor y poder del Reino de Asturias. Todo el noroeste ibérico obedecía al mandato del monarca Alfonso III El Magno, un verdadero rey-emperador. En aquel tiempo sus ejércitos acababan de tomar Braga, Oporto, Chaves, Lamego y la ciudad de Coimbra. Extrañamente eso sí, no aparece en la relación el obispo de la sede ovetense, entonces capital del reino
Es en este contexto cuando se consagra este templo de San Salvador (su construcción, recalcamos, puede ser anterior), en el palacio real del valle de Boides, que era como se conocía al gran valle central villaviciosino, uno de los espacios preferidos por el mandatario para descansar de las tensiones de la corte pero tampoco demasiado lejos de su capital, en Oviedo/Uviéu, por si se precisase con urgencia de su presencia
Aquí tenía tiempo para lo que más le gustaba, el cultivo de la mente y del espíritu, vida sosegada y retirada pero con otras emociones vitales tales que fiestas y cacerías, o eso se supone, así como lugar de destierro cuando fue después destronado por sus hijos al final de su reinado
San Salvador de Valdediós es en realidad únicamente la parte que llegó a nuestros días de un gran espacio arquitectónico mucho más grande, parte de una villa palaciega en la que Alfonso III pasaba sus momentos y temporadas de asueto en un valle de ensueño. Posiblemente en el lugar o en las inmediaciones hubo una villa romana, o al menos, demostradamente, en las inmediaciones, la de Pueyes, con lo que la existencia aquí de un palacio regio podría ser resultado de una larga tradición de villaes y comunidades monásticas mucho más antiguas
Después de su momento más esplendoroso y tras la muerte del rey, la cabeza del reino termina trasladándose a León luego de ser este repartido entre sus hijos. El lugar, que pasará a posesión del monasterio ovetense de San Vicente, recordará con tranquila serenidad aquellos legendarios acontecimientos pero, después de unos siglos, volverá a recobrar gran parte de su protagonismo y a escribir páginas importantes de la historia...
Así, más de tres siglos después de estos sucesos, los monjes blancos del císter, reformadores de la Orden Benedictina, buscando un rincón apartado para fundar uno de sus renombrados monasterios, extendidos por todo el occidente europeo, encontrarán en este mismo enclave la simiente dejada aquí por el Rey Magno y con ella también el lugar apetecido para retirarse del "mundanal ruido" pero a la vez sin renunciar a él, pues ejercieron un enérgico dominio sobre la comarca durante siglos
Allá por el año 1200, uno de aquellos reyes de León, otro Alfonso, el IX, tendría especial querencia por Asturias, origen de su reino, por lo que fundaría monasterios y abadías que, además de ser centros de retiro y oración, eran una especie de grandes empresas agropecuarias de ordenación y administración del territorio, verdaderos latifundios dueños de grandes extensiones, donaciones, huertas, rebaños, sirvientes, vasallos, colonos, molinos... pero también enclaves de cultura, política y poder
Así es como se funda el monasterio de Santa María, que empezaría a darle al valle el nombre de Valdediós. El privilegio de fundación fue otorgado por él y su mujer, la también citada Berenguela de Castilla, en Santiago de Compostela el 27 de noviembre de 1200 pero las obras de construcción no comenzarían hasta casi dos décadas después, en mayo de 2018, si bien había ya monjes aquí establecidos en 1198, haciendo realidad las normas del capítulo general de la Orden del Císter de 1134 para establecerse en lugares apartados. La iglesia del monasterio cisterciense es obra como el primitivo monasterio del maestro Gualterio o Galterio (Walter), posiblemente venido del otro lado de los Pirineos y relacionado con Borgoña. La sobriedad ascética de la Orden del Cister destaca en su ideal artístico y arquitectónico. La majestuosidad de su estructura tardorrománica, dentro y fuera, es lo que se hace valer como fundamental, además la decoración cincelada en la piedra, sobre todo en las portadas, entradas y accesos, que veremos a continuación, pero también en los canecillos que sostienen los aleros de estos ábsides. La sobriedad estética cisterciense, no obstante, se refleja en las ventanas, carentes de toda decoración
Bajo La Parea la Vallina seguimos viendo La Vega, la ribera del Ríu Asta o Valdediós, apenas un arroyuelo la mayor parte del tiempo pero cuyas riadas llegaron a destruir el monasterio en 1522 y a inundarlo y afectarlo gravemente en 1691. De él dicen en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"Es la parte alta del denominado río Valdediós. Nace de las fuentes de Vallinaoscura y Santi, en la parroquia de Puelles (Villaviciosa). Corre hacia el este hasta llegar al convento de Valdediós, donde toma el nombre del monasterio. Tiene una longitud de 1 km, aproximadamente, y en este trayecto riega la vega de Santi y se le une por su orilla izquierda la riega de Vallina, que baja de Lluaria. Su importancia deriva de la determinación de asentar en su orilla los conventos de San Salvador, El Conventín, y Santa María, fundaciones de Alfonso III y Alfonso IX, respectivamente, de los siglos IX y XIII. A pesar de su corto trayecto y escaso caudal, en ocasiones llega a inundar el convento de Santa María, hasta que en la reciente restauración del mismo se realizó un nuevo encauzamiento. Según José Manuel González, su nombre es un hidrónimo perteneciente a una lengua prerromana"
Arriba en La Campa reconocemos bien la abandonada estación de servicio a continuación del cerrado bar-restaurante El Mariñán, loa prados de El Fiensón, bajo los que sigue el Camino que, entrado en Sariegu, baja a Figares y Pedrosa camino de La Carcavá y Vega, la capital del concejo vecino, donde hay albergue público de peregrinos
El Camino en la tarde, cuando el sol da a su matorral de cotollales
Y en su inmediatez, por supuesto, con Valdediós y gran parte de la parroquia de Pueyes en esta cabecera del valle, dese Lluaria, El Polléu y La Viña a Valeri y la cabeza de la parroquia (a la derecha de la foto). Justo aquí abajo y al lado de la carretera está en lugar de La Provincia
Y más abajo Llaneces, con otra vista magnífica de El Conventón y El Conventín. De la misma manera que el segundo, recalcamos, ha llegada bastante bien conservado hasta nuestros días, sobre todo al serle retirados en los siglos XIX y XX algunos añadidos como el citado pasadizo y el pórtico, la iglesia de Santa María enmascara su obra románica en estos añadidos posteriores a su construcción de los claustros y demás edificios auxiliares
Son partícipes de su fundación los monjes cistercienses del monasterio gallego de Sobrado dos Monxes, que también podremos ver en este Camino Norte. Las obras acabaron entre 1225 y 1126 (otras fuentes dicen en torno a 1250) pero el monasterio sería, como vemos y decimos, reformado y agrandado sucesivas veces, llegando a ampliar considerablemente sus dependencias, que entre otras construcciones incluirían claustro y patio de servicios, junto con otras estancias y edificios
Si bien la iglesia original mantendría bastante bien su estructura pese a las reformas y añadidos a partir de la ya varias veces mencionada gran inundación de 1522, que entre otras cosas destruyó el pórtico, que hubo de ser reconstruido. Poco antes, en 1515, el monasterio había dejado de depender de Sobrado dos Monxes y pasaba a serlo de la Congregación de Castilla de la Orden. En 1691 un nueva inundación afectó a conjunto
Por detrás sube el camino a Llaneces que comunicaba directamente el monasterio con Arbazal, por lo que sería el empleado por los administradores del mesón que los cistercienses regentaban en dicho pueblo. Allí cerca de las casas está el monolito que, en El Prau de Don Jaime, recuerda la terrible matanza de Valdediós, fosa común en la que numerosas personas del personal del improvisado hospital psiquiátrico habilitado improvisadamente en el convento en la Guerra Civil fueron asesinadas tras terribles sufrimientos
En El Prau'l Conventu varios pasillos de losas, además de proteger el césped, orientan a las visitas guiadas y con audioguía que visitan ambas iglesias. La iglesia de El Conventín, como la de El Conventón, sigue la estructura de un templo basilical de tres naves, siendo las laterales más pequeñas que la central o nave mayor. En el interior estas están separadas por cuatro arquerías de cuatro tramos, cabecera tripartita con tres cámaras ciegas superpuestas, dos cámaras laterales abiertas a las naves de los lados y tribuna sobre pórtico al oeste. Los techos son de bóveda de cañón
Numerosas ventanas bíforas, más una trífora en la cabecera de la capilla mayor, aportan buena luz al interior. Tras la construcción del templo se añadió, a este costado, adosado a la nave de la epístola, el Pórtico Real, que se supone habría de ser el panteón de Alfonso III y su mujer Jimena de Asturias, aunque por avatares del destino, tal vez resultado de los acontecimientos del convulso final de su reinado, ninguno de los dos fue aquí enterrado
Dos sacristías laterales le dan falsa apariencia de planta de cruz latina, de la que carece. Una de ellas separa el Pórtico Real de la Capilla de los Obispos, donde hay enterramientos y se conserva la estela de consagración, que dice así:
"(CRUX) LARGA TUA PIETAS XPE / D(EU)S CLARET UBIQ(UE) / SALVATQ(UE) S(A)EPE IMPIOS·/ LARGA TUA PIETAS (HEDERA) / PATENTUR ISTA VIRI·DANT·/ PLAUSUS AGMINA PASSIM / EXTINCTA QUOD VIVIFI/CES·FATENTUR ISTA VIRI / (HEDERA) SIS·FAVENS MISERO·PAR/CAS CITRA MERITO BONO (HEDERA) / CLEMENTIA QUA PRAEVA/LES·ESTO FAVENS MISERO (HEDERA) / MEMET NEMPE DIRA CON/LIDUNT FUNERA MENTIS (HEDERA) / SAUCIATQUE CULPA·ME/MET NEMPE DIRA (HEDERA) / CLAREAT NUNC TUA·FRUC/TUOSA GRATIA CLEMENS (HEDERA) / QUAE SUBLEVET ELISUM / CLAREAT IAM TUA (HEDERA) / PIETAS ADSISTAT·FOVENS / QUAE TEGMINE CUNCTOS (HEDERA)/ CAELICO SALVIFICANS / PIETAS ADSISTAT (HEDERA) / (CRUX) CONSECRATUM EST / TEMPLUM HOC·AB EP(IS)C(O)PIS VII / RUDESINDO DUMIENSE·/ NAUTIS / CONIBRIENSE / SISNANDO IRIENSE (HEDERA) / RANULFO ASTORICENSE / ARGIMIRO LAMECENSE / RECCAREDO LUCENSE (HEDERA) / ELLECANE CAESARAUGUSTANE(N)SE / SUB ERA DCCCXXX PRIMA / DIE·XVIO K(A)L(EN)D(A)S·OC(TO)BR(I)S".
(Tu generosa piedad, Cristo Dios, resplandece en todas partes y tu generosa piedad salva muchas veces a los malvados. Esto afirman los hombres, las gentes aplauden por doquiera que des vida a lo apagado, esto afirman los hombres. Ponte a favor del pobre, perdona al bueno, haciendo caso omiso a sus méritos; con la clemencia que es tu fuerte, ponte a favor del pobre, es cierto que en mi interior entran en lucha las miserables flaquezas de mi mente, me hiere ciertamente mi punzante culpabilidad. Resplandezca ahora clemente tu gracia fructífera, que levante al decaído, y que ella resplandezca ya. Asístame tu piedad alentadora, que nos asista la piedad, dándonos a todos la salvación para tu manto celestial. Fue consagrado este templo por siete obispos: Rudesindo Dumiense, Naustis Conibrigense, Sisnando Iriense, Ranulfo Asturicense, Argimiro Lamecense, Recaredo Lucense, Elécanes Caesaraugustanense. En la era de DCCCCXXXI, el día decimosexto de las Kldas. de octubre (16 de septiembre del 893)
Si bien suprimido en 1835, el monasterio había entrado en decadencia a primeros del siglo XIX, agravada por la ocupación francesa del cenobio y sucesivos desalojos y vueltas de los monjes, su coto se suprimió en 1827 y solo era cuestión de tiempo su extinción. Fracasadas sus subastas y tras la muerte del último monje de los tres que se negaron a marchar, pasa al arzobispado en 1862, adquirido por la Iglesia, se funda un seminario mayor y en 1877 un colegio de segunda enseñanza que funcionará hasta 1923. Cientos de seminaristas, alumnos, profesores, le dieron nueva vida y en él trabajaba mucha gente de los pueblos de la redonda, siendo durante otro buen periodo otra importante referencia cultural, social y económica en la zona, celebrándose aquí además alguna fiesta como la del Corpus. el abandono seguirá hasta 1986, cuando el gobierno autonómico asturiano asuma su restauración con una escuela taller a cargo de la Consejería de Cultura dirigida por los arquitectos García Pola Marqués y Palacios. Luego, como hemos comentado, volverán los cistercienses, se irán, llegarán otras órdenes y comunidades religiosas, se abrirán y reabrirán en los intervalos albergue y hospedería, etc. En nuestros días la Hermandad de Valdediós agrupa a los antiguos alumnos del desaparecido seminario
Allí, más abajo de la carretera AS-380 y la casa de La Provincia, una línea de árboles, bajo la carretera de Valdediós a Rozaes que vemos al fondo, da sombra al Camino de Santiago en su ramal de Castiellu Ambás a Valdediós por La Ribera, saliendo allí de El Peredal, al barrio a continuación de La Ribera. El Ríu Valdediós, en un tramo en el que molieron muchos molinos, algunos cuyo edificio se conserva total o parcialmente, discurre también oculto por la vegetación ribereña
Pueyes, cabeza de la parroquia, Valeri y otros barrios van quedando atrás, así como el valle de Rozaes y el Cordal de Pión con El Monte Cañéu, paso hacia el valle del Ríu España por el Altu la Cruz para los peregrinos que hayan preferido el camino gijonés
La Retuerta y La Llosona; por aquí está El Meson "Prau pegante a Los Benitos y El Cantu", dice Marta Villazón González en su trabajo toponímico de la parroquia de Pueyes, informando que se encuentra en la frontera con San Pedru Ambás, lo que nos lleva, reiteramos, a que fuese pertenencia directa del Mesón del Císter en Arbazal, tal vez sus rentas y/o producción sufragasen su mantenimiento o, quién sabe, señale el emplazamiento de un mesón anterior y más antiguo
Aquí les sebes o matos que delimitan el Camino son mucho más altas que una persona y forman grandes paredones vegetales prácticamente infranqueables en los que abundan los lloreos o laureles y los escayos o zarzales...
Aquí aparecen restos del antiguo empedrado; cuando El Camín Rial cayó en desuso sus piedras sirvieron para hacer muries o para la construcción de casas, cuadras, etc. o, muy importante, para hacer la muy solicitada cal en los caleros que, como hemos visto, se exportaba por La Ría
El Camino llanea y es un bellísimo paseo por la campiña de Arbazal, la misma que subyugó a todo un rey magno, según nos transmite, no solo la tradición y la leyenda, sino la memoria de su palacio preferido en el valle de Boides, del que El Conventín es su testimonio físico y monumental
Esta es una imagen de este tramo del Camín Rial a principios de la primavera, cuando aún no se ha segado ni desbrozado; crecen hierbas y helechos pero a pesar de ello y de que no pasa tanta gente como por Valdediós, se camina bien y perfectamente
Lluaria, tal vez la antigua tierra de Leovarius de época romana o altomedieval, así como Pueyes sería la de un tal Pollius. A la derecha vemos el camino que llega recorriendo la crestería de La Llomba
Por la zona de La Portiella, pasamos ahora al pie de los pastos altos de la montaña, en su amesetada cima cerca de La Comuña, seculares pastos comunales, como su nombre indica, entre Pueyes y Valdebárcena
Las vacas se acercan a vernos pasar, no es, insistimos, un camino demasiado transitado en comparación con el de Valdediós
No hay pérdida, esté la hierba alta o segada el itinerario está bien trillado, aunque solitario. Ahí radica también su hermosura...
A nuestra izquierda, la entrada a una de las fincas
Una de las cotas cercanas a la corona del Picu Lloses y otros pequeños cuetos que conforman las cimas de la serranía, estas también de prado pero con menos árboles. Muy cerca está El Foyu les Abeyes, uno de los muchos pozos kársticos, formados por la erosión, existentes en estos montes, donde las aguas de lluvia caen por esos sumideros naturales a lo que la tradición popular es un lago subterráneo que alimenta numerosos regueros que dan agua al Ríu Asta o Valdediós, provocando aquellos desbordamientos como los de 1522 y 1691 que anegaron el monasterio
Mirando atrás, El Cantu, por donde acabamos de pasar, saliendo del bosque; el Camino va por arriba, subiendo un poco, esa parte, la de las subidas desde Castiellu Ambás, ya la hemos dejado atrás. A lo lejos, El Picu la Curiella y el Altu la Cruz
"Es probable que Arbazal , documentado ya tempranamente como “Erva zare”, se haya formado sobre el lat. herbam ‘hierba’ a tra vés del adjetivo HERB¯ACEUS, A, UM (EM), incrementado con el sufijo abundativo. Hoy erbazal o yerbazal pervive como apelativo para alu dir a un conjunto de hierbas en promiscuidad o a un lugar donde están muy crecidas y abundantes.
Evidentemente, el topónimo también podría explicarse desde el lat. ERV¯ACEUM, adjetivo formado sobre ERVUM ‘yero, lenteja. En el intento de relacionarlo con un adjetivo del tipo abacial, cosa que no me parece la adecuada, no ha de olvidarse que en este lugar hubo una abadía de cistercienses"
No hay ningún cruce ni desvío que de motivo a duda, extravío o equivocación, por lo que caminamos tranquilos y si inquietud, el entorno además ayuda enormemente en uno de los trechos camineros donde se hace especialmente patente el placer de caminar
Ladera abajo, a nuestra derecha, impera en este trecho la selvática jungla autóctona, poblada de zarzales, arbustos y espineras, infranqueable...
Nos separa de ella esta muria de piedras, es posible que antaño mucho terreno ganado por el monte, sobre todo eucaliptales y similares, fuesen también pastizales
Salimos a unas fincas y volvemos a ver La Campa, hito poblacional del Camino y puerta de Sariegu y del valle del Nora
No vamos a ver Arbazal hasta que prácticamente nos demos de bruces con las primeras casas pero sí con los campos de La Cruz, al fondo, por donde sube la carretera local que comunica con la AS-380. En uno de esos prados se celebra la romería de La Cincuesma, la de la Virgen de las Angustias, que antaño se bajaba andando en procesión desde la iglesia de Santa María de Arbazal hasta Valdediós por La Provincia y de allí a Pueyes, cabeza de la parroquia, en cuya parroquial de San Bartolomé se celebraba la Novena, nueve días, y al noveno volvía a subirse también en procesión de vuelta a Arbazal, cantando hombres y mujeres el Rosario, parándose en cinco sitios, donde se canta el Gloria, el Padre nuestro, el Dios te salve y la Santa María
Se subía con las cestas de la comida y en Arbazal había misa y fiesta y se comía en el prau de la romería, cada grupo o familia con su cesta. Acudían también les carameleres, mujeres de La Villa que vendían caramelos y ablanes 'avellanas', así como algunos célebres gaiteros y tamboriteros. El día grande era el lunes de Pentecostés, sin embargo ahora, como tantas fiestas de los pueblos, se festeja en domingo por motivos laborales. Esta es una crónica de la Cincuesma del diario digital VillaviciosaHermosa del 5-6-2017:
"Alicia y Antonio (éste ya fallecido), vecinos de Pueyes, nos contaron así hace unos años el enigma de Cincuesma.
“Esta fiesta es oriunda de la parroquia de Pueyes, concretamente de la iglesia de Arbazal, donde se encuentra la Virgen de las Angustias. Ésta imagen quiso ser quemada, como tantas otras, cuando la guerra. Pero los mozos del pueblo fueron tan ocurrentes, que enroscándola en un saco la introdujeron dentro de una facina en un prau al lado de arriba de la iglesia, conocido como el “subiron”, de donde la fueron a rescatar una vez pasados los tiros, incendios y demás desastres.
La Virgen de las Angustias se baja desde la iglesia de Arbazal 9 días antes de la fiesta, hasta la iglesia parroquial de Pueyes, donde se reza diariamente la novena, el rosario y se canta la canción de los “Dolores a la Virgen de las Angustias”
A las 11,00 horas, con los gaiteros los Figueros de Rozaes, salía este domingo la procesión con la Virgen de las Angustias desde Pueyes, acompañada de voladores. Seguidamente iban los hombres cantando y a continuación la Virgen y el párroco. A continuación las mujeres, hombres y mujeres cantando y contestándose el rosario, al antiguo son, como manda tradición. Desde Pueyes se llega en procesión al Monasterio de Santa María de Valdediós. Se continúa por el ‘camín’ de Santi hasta Vallinaoscura y seguidamente por un ‘prau’ por debajo de Arbazal, pasando por la carretera general de Oviedo, para llegar al desvío que lleva a Arbazal.
En esta procesión antiguamente, debido a la gran devoción que había hacia la Virgen de las Angustias, la gente subía ofrecida a ella descalza o con mortaja, incluso de esta última manera se podían ver todavía a algunas personas en los últimos años.
Una vez en la iglesia se cantan los (siete) dolores a la Virgen de las Angustias y a continuación a las 13,00 horas tiene lugar la misa. Seguidamente se realiza la ‘puya’ del ramu.
La Fiesta de Cincuesma organizada por la Asociación Cultural Boides, finaliza con la tradicional costillada a las 15,00 horas en el prau de la fiesta, acompañada de banda gaites."
En la actualidad además la imagen de la Virgen de las Angustias se baja el sábado en furgoneta a Valdediós y de allí se lleva en procesión a la iglesia de San Bartolomé de Pueyes para luego repetir la operación a la inversa el día de la fiesta. Mariola Menéndez publica en La Nueva España del 14-5-2016 la noticia de la de ese año:
"La localidad de Arbazal, en Villaviciosa, celebra mañana su fiesta de "Cincuesma", en honor a la Virgen de los Dolores o de las Angustias. Después de que fuera trasladada en procesión desde la iglesia de Santa María de Arbazal hasta la de San Bartolomé de Puelles y la celebración estos días de la novena, el domingo, la imagen, realizada en terracota en torno al siglo XIV, regresará de nuevo a su templo cincuenta días después de la Resurrección de Cristo, según la tradición cristiana. Partirán a las once de la mañana.Abrirán la procesión los hombres delante de la Virgen y las mujeres van detrás. El recorrido pasa por La Turé, Valdediós, Vallinaoscura, el Sol Valle y atraviesa la carretera AS-113. La imagen será recibida en Arbazal con repique de campanas y abundante pólvora. En el interior del templo se cantan "Los (Siete) Dolores" antes de comenzar la misa. La fiesta continuará con la puja del ramo y un comida."
Antaño, también La Campa celebraba su fiesta, la de Santa Mariña, que pese a decaer en el siglo XVIII y desaparecer su capilla aún pervivía su memoria en las gentes del lugar así como en viejos documentos, como recoge el erudito saregano y cronista oficial del concejo vecino Florencio Friera Suárez en su magnífico libro Patrimonio histórico y cultural del concejo de Sariego (Asturias):
"La capilla de Santa Marina se encontraba cerca del prado que todavía se conoce hoy con el nombre de Santa Mariña, a la izquierda de la carretera de La Campa a san Román, muy próximo a La Campa. Estaba al lado del antiguo camino real hacia Villaviciosa, que transcurría por una ruta situada más arriba del trazado de la actual carretera de "La Campa" (AS-113), que sustituyó al antiguo camino real (...). En este tramo del también llamado camino de Santiago por la costa, la ermita de Santa Marina se encontraba hacia el medio del recorrido entre los pueblos de Figares (San Román) y Arbazal (Puelles). Se trata de una zona de montaña, próxima al mar, apreciada por sus buenos pastos. En esta ermita, situada en lo que los textos suelen denominar "Puerto de Santa Marina", se celebró hasta el siglo XVIII una fiesta, el 18 de julio, en honor de Santa Marina, Virgen y mártir del siglo III muy venerada en Orense. Allí vivió esta santa, hija del gobernador romano de Galicia, quien se vio obligado a expulsarla por no querer renunciar a la religión cristiana. A partir de entonces Santa Marina se dedicó a la mendicidad y al pastoreo, y luego entró de sirvienta en casa de unos labradores. Su bondad influyó en que muchos pastores se convirtieran al cristianismo. El sucesor de su padre en la gobernación de Galicia le dio muerte. Por ello la mártir Marina llegó a los altares, y recibió la veneración de pastores y labradores. Persiste un vago recuerdo sobre la celebración en este paraje de un ferial de ganado al que acudían pastores de Campo de Caso, en el que se hacían contratos "a la ganancia", y de aperos de labranza, según tradición que he recogido en diversas fuentes."
"Si de La Campa baxa a beber la borrina a la Fuente Mazagüé, ye señal que va a llover"... dice la frase popular. Pues cuando la niebla cubre La Campa hasta el valle se dice augura mal tiempo. La existencia de una capilla o ermita dedicada a una santa tan relacionada con los campesinos y en concreto con los ganaderos y los pastores en una ruta de trashumancia y de campos de túmulos megalíticos de culturas pastoriles es muy significativo
A lo lejos, vemos mejor la impresionante mole caliza de Peña Ubiña o Penubina y sus dosmiles, además de los 2.411 metros citados de Peña Ubiña la Grande tenemos a su derecha El Cuetu les Cabres (2.118 m), El Prau Capón (2.171 m)m La Puerta del Arcu (2.208 m), La Collada del Arcu (2.157 m), Los Castillines (2.304 m), El Siete (2.356 m), El Crestón del Pasu Malu (2.378 m) El Fontán (2.415 m), El Prau, (2.537 m) o El Picu Colines (2.205 m), entre el concejo asturiano de Lena o L.lena y la Babia leonesa, esta al otro lado del cordal
Ubiña, Pinubina o Peña Ubiña es como se conoce a todo el gran espolón rocoso "sobre El Meicín, en el crestón divisorio con la vertiente leones de Torrebarrio, Villargusán...", leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias, a lo que añade:
"La gran peña (Penubina, para vaqueros y pastores de la zona), de 2.417 metros de altitud, se ha convertido en lugar de escaladas para muchos aficionados que no se detienen ni ante las nevadas y prolongados neveros de la cara norte, sobre todo. Buena subida, sin problemas, por la vertiente que da al Alto'l Ronzón y Retuerto."
En El Crestón del Pasu Malu confluyen Lena/L.lena, Babia y, a la derecha, Quirós, "Es zona de acceso difícil por aquellos crestones encrespados, con precipicios lo mismo a la vertiente la vertiente lenense que hacia la vecina leonesa"
Ahí está El Fariñentu (2.174 m -otras fuentes dicen 2.169 m-) y, más a la derecha, Pena Rueda (2.151 m), en Quirós, también considerada parte del macizo de Pinubina pero separada de este por los puertos de Agüeria, fácil de identificar por su forma piramidal
El ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos llegó a escribir, a fecha 27 de junio de 1792, en sus impresiones por el paso del puerto de Payares que veía, pasando de Asturias a León "a la derecha la famosa Peña Ubiña, que se cree ser la más alta de España", escribiendo también luego "vese desde la tierra de Segovia y desde muy dentro del mar", explicando Wikipedia que "Sin duda Jovellanos quedó tan impresionado por estas montañas que le hicieron exagerar un poco"
En cuanto a Peña Ubiña la Pequena, la misma Enciclopedia del paisaje de Asturias nos cuenta lo siguiente:
"Peña menor, de 2.197 m, junto a Ubiña, en dirección más bien sureste, divisoria con el valle de Rosapero: buenas panorámicas sobre los pueblos leoneses de Pinos, Candemuela, Barrios de Luna... Buena subida, aunque empinada, por la cara noroeste que da a Retuerto, La Fuente la Gorgochosa y refugio de los pastores."
Más a la izquierda, Pena Cabello y Pena Cerreo, nombres y cimas que se prestan a cierta confusión que esperamos nos lo aclare dicha enciclopedia:
"Puerto de verano sobre El Meicín, a 1.754 m de altitud, en la cumbre divisoria con los pastos de Retuerto y Pinos (hoy Puerto Mieres). Es un conjunto de fértiles camperas muy apreciadas por los ganados que allí reciben mejor las brisas de la marina (en el decir de los vaqueros) por el estío arriba. Culmina el Puerto Pena Cabello, mal llamado en los mapas La Peña Cerreos. Se llama Pena Cerreo por ser la peña sobre el puerto Cerreo, aunque el nombre entre los naturales es Pena Cabello, nombre que puede derivar de capitellum ("cabeza pequeña"), quizás por ser la cota más baja que la Peña Ubiña. Es un peñón de 2.111 m de altitud, situado en la divisoria con León..."
Monte abajo de La Campa y Arbazal, La Parea les Felgueres, por donde vuelve a asomar entre los árboles y prados abajo la AS-380 o Carretera la Campa, cerca de Les Canteres, topónimo vinculado evidentemente a la piedra, su abundancia en torno al valle favoreció las fundaciones reales y monacales de El Conventín y El Conventón
Abajo volvemos a ver la aldea de Villarrica que, aunque se diga que "ye'l pueblu de les dos mentires, porque nin ye villa nin ye rica", García Arias dice que "podría ser una 'posesión rica' o, más acertado, perteneciente a personas que llevan un nombre RICUS o RICA"
Abajo volvemos a ver la aldea de Villarrica que, aunque se diga que "ye'l pueblu de les dos mentires, porque nin ye villa nin ye rica", García Arias dice que "podría ser una 'posesión rica' o, más acertado, perteneciente a personas que llevan un nombre RICUS o RICA"
Por supuesto, villa es en origen una unidad de población, por pequeña que esta sea, y rica podría hacer mención a la riqueza agraria del lugar. Ahí tenemos La Carbayera Villarrica, el prado de La Llinada y el de La Presa, por donde baja una riega de las que alimentan El Ríu Asta-Valdediós
Ahí llega, en llano en los últimos metros, a Villarrica el Camino de Santiago que ha subido de Valdediós por Santi y Vallinaoscura, que inmediatamente sube a la izquierda y gana altura zigzagueando
Más arriba, el Camino llegando a la carretera que comunica La Campa con Lluaria, cerca del Prau la Campa, carretera hecha por los vecinos de Lluaria en sextaferia o sestaferia, 'trabajo comunal del sexto día' o sexta feria. Más allá, en términos de la parroquia saregana de San Román están los prados de El Fiensón y La Llosa Riba, en El Camín de Valloberu
Prados arriba El Bustiu, también en Sariegu, en el camino que comunica La Campa con Valloberu, en La Llomba. Más cerca, las casas de La Llosona, en Lluaria, parroquia villaviciosina de Pueyes, a la derecha de la foto, al pie del Cantu Cabañín (606 m) y La Foquera con su fuente, a la que se va por Porciles y en la que nace La Riega Castañón, que da sus aguas al Ríu Rozaes, al otro lado del monte
El Monte Lluaria, como el de Arbazal, presenta numerosos sumideros kársticos y grutas, pozos y hoyos, foyos, Los Maderos, La Quinta y La Quintona, estudiados por José Manuel Llana-Rivera en el artículo Puelles, tierra de Boides, publicado en Cubera, la revista de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa:
"El Monte de Lluaria que pertenece en la parte alta a terrenos del Jurásico con predominio de roca arenosa o areniscas tiene un suelo más impermeable, que conserva la humedad superficial y origina alumbramientos de alguno que otro manantial.En el alto del Monte de Porciles existe una laguna, antaño más extensa, que dio origen a la formación de turba, haciendo especular a la gente sobre la existencia de carbón.En cotas más inferiores, en el Palombar, existen pozos, no muchos, el más conocido "Pozu los Maderos" sima de gran profundidad de 1,50 a 2 mts. de diámetro, con chimeneas laterales de profundidad incalculable, pues el ruido de una piedra arrojada en ellas llega a hacerse imperceptible sin haber tocado fondo."
Resalta Llana Rivera que el lugar "tiene el aspecto de volcán ¿Volcán? ¿Se conoce la litología adyacente?", añadiendo que "Los estudios de esa zona tal vez sean muy superficiales debido al recubrimiento vegetal del terreno, no obstante, no se excluye el asomo de alguna roca, a veces exóticas, en zonas de erosión".
Las casas de Lluaria van todas en fila a lo largo del camino de La Llomba que comunica con Valloberu y Les Cruces, en la raya con Sariegu, aprovechando el escaso espacio llano existente en sus veredas necesario para construirlas
Según dicen la tradición y la leyenda, el pueblo de Lluaria estuvo antaño algo más abajo, en el lugar de Palombares, donde ahora hay prados pero aún queda alguna casa
Precisamente una de las acepciones de palombar es, además de 'palomar' en castellano, es el de "casa edificada en lugar elevado y saliente, como es este el caso". Otro barrio de Lluaria se llama Los Palombos, sin duda con la misma acepción
En esta ladera muy antiguamente estarían las viñas de los monjes de Valdediós, ahí tenemos el pueblo de La Viña para demostrarlo con su nombre
Llana-Rivera revela en su artículo que este valle "parece ser el cauce de un antiguo glaciar del cuaternario con gran arrastre" el cual habría conformado su orografía, formando La Parea Vallinaoscura:
Llana-Rivera revela en su artículo que este valle "parece ser el cauce de un antiguo glaciar del cuaternario con gran arrastre" el cual habría conformado su orografía, formando La Parea Vallinaoscura:
"La falda o ladera del monte de Lluaria en su descenso hacia Villarrica, La Viña y S. Zornín, sufre igualmente el mismo proceso de carstificación, pero debido a la pendiente, el fenómeno es menos profundo y la transgresión más superficial con degradación o rotura de bóvedas que hace difícil el acceso a cuevas o agujeros que se prodigan por todo el paraje".
Al pie de El Cuetu acaba esta subida liviana, donde enlazamos con el camino que comunica Arbazal con los pastos de esta rasa y seguimos a la derecha
Bajamos un poco y luego llaneamos por esta pista, entre el muro de cierre y contención del prado de nuestra izquierda y el matu y arbolado de la derecha. Por aquí puede pasar ocasionalmente algún vehículo de servicio a las fincas
Excelente muro, liso cual pared y hecho de buena piedra que se sacaba de Les Canteres, otra de las canteras de esta parroquia de Pueyes en lo que tal parece que en cada uno de sus pueblos había una
Como ya hemos advertido, prácticamente no vemos el pueblo de Arbazal hasta que llegamos a sus mismas puertas, justo al pasar esta curva, aquí recorreremos sus callejuela hasta llegar al Mesón del Císter y la iglesia de Santa Marina, la de la Virgen de las Angustias, paso y camino histórico a La Campa y al valle del Nora
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