Capilla de la Virgen de la Cabeza. San Xuan del Obispo, Tiñana |
El Puente de Santianes o San Xuan del Obispo |
La capilla de la Virgen de la Cabeza, abajo en Les Vegues |
Camino de Santiago (en verde) y camino a la ermita de la Virgen de la Cabeza (en rojo) |
Bifurcación entre San Xuan del Obispo y Meres |
Son Les Vegues que, como la mayor parte del terreno, se dedicó a pradería 'de diente y guadaña' cuando el campo se especializó en ganado vacuno para la gran demanda láctea de las crecientes ciudades y áreas industriales y metropolitanas, sobre todo pasada la posguerra, si bien en un proceso que ya había empezado con la Revolución Industrial en el siglo XIX
A nuestra derecha, en un alto, están las casas de La Torre o Palacio de los Camposagrado, de los Bernaldo de Quirós, en la vecina parroquia de Santa Marina, que confluye con las de Tiñana y Hevia abajo, en el río. Su presencia aquí es consecuencia de su fidelidad a Enrique II durante las guerras trastamaristas por lo que este, llegado al trono castellano, les premió con los correspondientes privilegios y señoríos y así, "Establecieron en Santa Marina Torre y vínculo", nos dice la historiadora Mª Antonia Alonso Cabeza en su libro El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia, añadiendo que en 1661 Felipe IV concedió a uno de los miembros del linaje, Gutierre Bernaldo de Quirós y las Alas, "descendiente de una de las ramas de la Casa de Quirós, el título de Marqués de Camposagrado. Entre sus numerosas propiedades figuraron en Siero las de Santa Marina, La Paranza, Hevia y Tiñana".
"Emparentado con los Bernaldo de Quirós figura en el siglo XVI Alonso de Huergo casado con Dª Marquesa Argüelles, hija de Pedro Argüelles y Teresa Gutiérrez de Cienfuegos de la Casa de Meres. Los Huergo tuvieron propiedades en La Pasera y fundaron torre y Casa en Santa Marina, colocaron en ella "armas de solares antiguos", así consta en escritos del Archivo de la Casa de Meres, donde se conservan numerosas disposiciones testamentarias realizadas por el escribano Urbano de Huergo, como también duras rivalidades con los Argüelles, propietarios en la Paranza, por motivos jurisdiccionales"
"Es el Centro Social, de actividades culturales y recreativas, lugar de reunión de las Asociaciones de Vecinos y de Festejos, sala de exposiciones, escenario para representaciones teatrales y folclóricas, aulas, donde "Peñasal", Asociación de amas de casa de Santa Marina, realiza las manualidades organizadas por la Fundación Municipal de Cultura"
Hasta bien avanzando el siglo XX las actividades agrarias y ganaderas tradicionales de estas parroquias de Siero se mantuvieron, primando ahora las residenciales y, en la parte más cercana a la carretera, las industriales-comerciales. Mª Antonia Alonso Cabeza realiza esta semblanza en su libro:
"Es zona de actividad agraria tradicional con variados y abundantes productos, con riqueza forestal de castaños y robles principalmente; manzanas, ciruelas y nisos, maíz, habas, patatas y hortalizas abastecían el consumo del pueblo y llegaban al mercado de La Pola y de Langreo, como también los productos lácteos".
Ciertamente y como siempre decimos en estas entradas de blog dedicadas al trayecto por el valle del Nora, pese a nuestra inmediatez, a menos de medio kilómetro más al norte, a la gran sucesión de polígonos industriales, comerciales y de ocio al lado de la N-634 y sus ramales, este nuestro trayecto un poco más al sur las esquiva completamente, gozando de este paisaje de la campiña apartado del tráfico, el estrés, el ruido, el bullicio y el ritmo trepidante de las áreas citadas:
"Valles, laderas, solanas, lomas que crecen en elevación hacia el Sur, hasta El Cordal de La Paranza, riachuelos y arroyos que descienden al Nora que baña la zona Norte, variedad de arbolado, configuran un lugar de naturaleza apacible y familiar".
Por eso estas parroquias tienen dos partes diferenciadas, la parte baja, en el valle, y la parte alta, ladera arriba, hasta otra aún más alta aún, no demasiado lejos de las cimas de La Paranza, nombre de un lugar muy concreto, insistimos, pero que dio en denominarse con él a toda la serranía
Allí por ejemplo, encima de Les Cuestes, sobre el boscoso Nora, reconocemos algunas casas de Fueyo, uno de los barrios 'altos' de Tiñana, la antigua villa de Tiniana, dicen los documentos antiguos, tal vez origen de la estirpe de Pelayo, según diversos documentos de los que nos informa también Alonso Cabeza:
"Tiñana fue propiedad del rey Don Pelayo. En un documentos de probada autenticidad consta que la iglesia de Santa María fundada en la Villa denominada Tiniana por todos sus límites y con todas sus pertenencias, perteneció a Don Pelayo, pasó después a su biznieto Alfonso II, más tarde a Alfonso III, sobrino del anterior; Alfonso III en el año 869 la donó al presbítero Sisnando para que la restaurara y mejorara, pues había estado destruida largo tiempo".
No llegamos a ver la iglesia pero sí alguno de sus antiguos llagares, de los que nos hablan en Asturias para disfrutar con Tiñana: sabor a sidra:
"Tiñana es una parroquia del concejo de Siero, situada a unos nueve kilómetros de La Pola, que aúna la actividad industrial localizada a ambos márgenes de la antigua carretera de Santander, con un escenario rural, dominado por praderías, bosquetes de castaños y pomaradas, que predomina en el resto de su territorio. De ahí que el visitante que haya tomado el acceso en la rotonda situada en el borde de la autovía del Cantábrico pasará, en tan sólo unos centenares de metros, de las naves de hormigón al verde follaje de los manzanos; al sabroso perfume de los pomares; al delicioso sabor de la sidra.
De hecho, en cuanto tienes a la vista el puente que salva las aguas del río Nora la manzana ya reclama todo el protagonismo, bien en forma de plantaciones –las tradicionales con árboles de gran porte o las más modernas en eje vertical y por calles– o de llagares, donde con mucha ciencia y algo de paciencia pasa a convertirse en refrescante y sabrosa sidra.
Los llagares que encontramos en el camino atesoran el buen hacer de las gentes de la parroquia, que de producción de sidra saben bastante, no en vano llevan varios siglos haciéndolo (al menos desde mediados del siglo XVIII, según documentación acreditada) y contaron con formación y tecnología, pues aquí estuvo localizada la Estación Pomológica dependiente de la Dirección General de Agricultura del Ministerio de Fomento. Esta instalación experimental, inaugurada en 1911, se puso en marcha para satisfacer la demanda de los productores, interesados en conocer los últimos adelantos en materia de producción de manzana y fabricación de sidra.
Y todo ese saber se conserva aquí, en los llagares de la parroquia. Algunos (Viuda de Palacio, Juanín, Muñiz, Fanjul) los encuentra el visitante al borde de la carretera; los otros no quedan lejos (Quelo, en Fueyo; Llagar Fonciello, en Fonciello; y Choro, en Meres). En total son siete, lo cual no está nada mal para una población de unos mil habitantes.
Llegados a este punto conviene aclarar que, según el Nomenclátor Geográfico Nacional, la parroquia de Tiñana comprende las siguientes poblaciones: Fonciello, Fozana, Fueyo, Meres, San Juan del Obispo y Urbanización Palacio de Meres/Fontemera; también que, al decir de algunos organismos oficiales, no existe ningún lugar que reciba oficialmente el nombre de Tiñana, por más que la memoria colectiva (también los indicadores que se encuentran en la carretera), señalen con ese nombre a la zona situada en las inmediaciones de la iglesia parroquial.
Allí la carretera se ensancha conformando una especie de plaza. En dos de sus laterales se alzan sendos locales destinados a la hostelería que atesoran parte de la historia de la parroquia pues llevan varias décadas en pie. Uno de ellos desempeñó durante los años treinta del pasado siglo funciones de tienda-bar, de esas que tanto abundaban por la región y que servía tanto para taberna como para el abastecimiento de comestibles. Por entonces era conocida como La Casa de Cándida, en referencia a Cándida Arango Fanjul que la regentaba en aquellos años. Pasó luego a su prima Amor Villa Fanjul quien, junto a su marido José Cimadevilla, la convirtieron en la afamada casa de comidas conocida como Casa Pin el de Amor. (...)
Si seguimos la carretera que bordea la iglesia por su lado meridional llegaremos a un desvío donde se encuentra El Llagarón, edificación centenaria puesta en pie en los inicios del siglo XX por José María Alonso para la producción industrial de sidra. Venía a sumarse a otros existentes por entonces: el de Cornelio Muñiz Vallina, en Fozana de Abajo, o el de Juan Palacio Fernández, situado en Fozana de Arriba y conocido como el de Juanín de doña Juana. Buena parte de los llagares actualmente en funcionamiento están regentados por sus descendientes habiendo contribuido en gran medida al prestigio alcanzado por la sidra producida en Tiñana".
Sabemos por el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, que en el siglo XVI las frecuentes crecidas del río Nora hicieron que las autoridades eclesiásticas dispensasen a los vecinos de Fonciello, aldea de Tiñana situada más al este, de cruzarlo para subir a la parroquial de Tiñana y pudiesen acudir y celebrar actos de culto "en la iglesia de Santa Ana, ermita del palacio de Meres (sito más al oeste y hacia donde nos dirigimos) transformada en iglesia como hijuela de la parroquia de Nuestra Señora de la Visitación de Tiñana". El que no se mencione, a medio camino, entre Fonciello y Meres, a esta iglesia de San Juan Bautista, podría significar que estuviese aún en ruinas, además de situada en plena zona de inundación
Don Manuel falleció en 1993 antes de ver la restauración acabada y su sucesor Don José Manuel Rodríguez Fueyo continuó al frente de los trabajos entre 1995 y 1999, siguiendo luego con Don Jesús Fernández nuevas intervenciones. La Sociedad de Festejos Virgen de la Cabeza organiza las fiestas y otras actividades en torno al santuario, tal y como nos informa María Dolores Alonso Cabeza en El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia
Además de la capilla se acondicionó todo su entorno del campo de la romería, como pronto vamos a comprobar, pues lo atravesaremos para visitar el lugar, cuya fiesta se celebra, según calendario, entre mayo y junio, en plena primavera, razón por la que se dice de ella que es "la primer fiesta de prau", como Lucía Rodríguez en La Nueva España del 14-6-2024:
"La Virgen de la Cabeza de Meres da el pistoletazo de salida a las fiestas de "prau" en Siero. Las celebraciones darán comienzo este viernes, con una sesión de teatro costumbrista asturiano, que dará comienzo a las 21.30 horas y tendrá lugar en el salón de actos del centro La Arboleya. La representación correrá a cargo de la Compañía Asturiana de Comedias.
Los actos continuarán el sábado con la "Quedada Velino el Rilu", a las 12.00 horas. Se trata de una concentración de senderismo y cicloturismo, con sendas marchas simultáneas por los parajes de Meres, Tiñana, Limanes y Santa Marina. A partir de las 14.30 horas tendrá lugar la comida campestre, a la que seguirán, a partir de las 17.00 horas, los juegos infantiles de la mano de Cometa Verde y la primera gran verbena, con "Pasito Show" y "La última legión".
El domingo, a partir de las 12.00 horas, tendrá lugar la sesión vermú, amenizada por cancios de chigre. Por la tarde habrá juegos infantiles y, a partir de las 21.00 horas, el show de Charly Teibol amenizará la cena.
El "día grande" se celebrará el lunes, día 20. Bien temprano, un pasacalles de gaita y tambor recorrerá los barrios de la localidad para despertar a los vecinos. A las 10.00 horas se celebrará la misa en el santuario y a las 12.00 horas tendrá lugar la celebración de la Palabra, seguida de la procesión de la Virgen de la Cabeza. La jornada finalizará con la verbena, a cargo en esta ocasión de las orquestas "Cayenna" y "Marsella".
Por último, el martes, Meres festejará el denominado "Día del colaborador". A las 18.00 horas dará comienzo la misa en recuerdo por todos aquellos vecinos que ya no están, seguida de la imposición de la medalla Virgen de la Cabeza, que este año se otorga a Ángeles López Hevia.
A continuación, el Grupo 6 Conceyos ofrecerá una exhibición de juegos tradicionales asturianos. Después, el reparto del bollu y la botella de sidra dará comienzo a las 19.00 horas, amenizado por la Asociación Folclórica El Piñote, de Argüelles, y la charanga Élite Brass Band".
Esta es la entrada al campo de romerías y su santuario, situado a una cierta distancia del camino. El prado es muy grande y cabe buen número de romeros. En medio hay un pequeño jardín
Ante la capilla se han dispuesto unos bancos corridos y, un poco más allá, mesas y bancos de madera
"Para mí es un honor muy grande recibir esta medalla, porque yo nací aquí mismo, en la casa que se encontraba en el prado de la fiesta, de la que sólo queda el hórreo. La Santina y yo nos criamos juntos y si no vengo yo pregunta por qué no la vine a ver y tengo la obligación de venir, aunque no esté bueno. Siempre colaboré con la capilla, esto ahora está nuevo, pero antes estaba deteriorado y trabajamos muchos aquí. Fuimos muchos vecinos los que ayudamos"
Avelino Fernández Álvarez, más conocido como Velino 'El Rilu', histórico impulsor de las fiestas de la Virgen de la Cabeza, falleció ayer a los 74 años. Nacido en Roces de Limanes y con residencia en Meres, este electricista jubilado, monologuista y cantante de tonada, estuvo veinte años al frente de la Sociedad de Festejos de Colloto y y fue el primer presidente de la Sociedad Deportiva de la misma localidad, de la que se consideraba y donde le guardan gran cariño. Ayer mismo, varias asociaciones impulsaban la celebración de un homenaje póstumo en agradecimiento a su labor para reactivar la vida social de la zona.
La enfermedad que padecía desde hace meses ya le impidió disfrutar de las últimas fiestas de la Cabeza. Una ausencia que le provocó «un dolor de corazón», recordó ayer su consuegro y cronista oficial de Noreña, Miguel Ángel Fuente.
'El Rilu' deja viuda a María Azucena Martínez González, con quien tuvo nueve hijos (Carlos, Pablo, Santi, Gema, Patricia, Lidia, María, Ana y Pedro). Era abuelo de trece nietos. Entre sus allegados se encuentra también el exalcalde de Oviedo Wenceslao López, de quien era consuegro. (...)
El fallecido destacó especialmente en su faceta como presidente de la Sociedad de Festejos, al mando de la que estuvo más de tres décadas. 'El Rilu' fue durante ese tiempo el padre de las fiestas de la Virgen de la Cabeza en Meres (situada en la parroquia sierense de Tiñana) hasta que por motivos de salud en 2017 pasó el testigo a Alejandro López. Ese mismo año, la comisión le agradeció aquella labor de organización e impulso haciéndole protagonista de la portada del libro de las fiestas, donde aparecía tocando el tambor en el santuario de la Virgen de la Cabeza.
A pesar de haber abandonado su puesto, 'El Rilu' continuó asistiendo y participando «codo con codo» con la organización en las fiestas como «presidente emérito», tal y como bromeaba con cariño su sucesor".
"Tras venir sufriendo una enfermedad durante los últimos meses, el pasado domingo 30 de junio, se nos fue Avelino Fernández, el popular Rile según su apodo familiar originario de Colloto, aunque en el resto de Asturias, se lo conocía más por El Rilu.
Se nos fue Avelino el familiar, el amigo, el artista, el esposo, padre y abuelo. Lo echamos en falta en las pasadas fiestas de la Virgen de la Cabeza donde apenas se dejó ver en la misa y poco más, y eso que esta celebración era su mundo, para la cual vivía todos los meses del año hasta que fueron flaqueando sus fuerzas y fue entregando sus poderes organizativos a sus descendientes, que tuvieron en él, el hombre luchador, el inquieto entusiasta empedernido que contagiaba sus sentimientos en pro de la Virgen de la Cabeza en Meres y de su celebración festiva.
Como hace muchos años que manteníamos estrecha amistad antes de emparentar por nuestros hijos, recuerdo ahora mismo nuestros viajes navideños recorriendo Asturias entera por residencias de la tercera edad o por colegios de educación especial, siempre mostrando y contagiando su alegría a los demás, su humor asturiano sano, dispuesto a llevar una gota de entusiasmo allí donde era necesaria, siempre respaldado, solidario y querido por sus compañeros de escenario.
Hoy la Virgen de la Cabeza está contenta. Va a tener a Avelino aún más cerca suyo para confiarle sus deseos y él comentarle los proyectos para el idílico santuario de San Juan del Obispo, donde solamente falta una placa perpetuando el nombre de la persona que hizo todo aquello posible: Avelino Fernández Álvarez Rile".
"«¿La gente del pueblo? ¡Hay más pueblos aquí que mi madre! ¡Qué bien lo hicisteis!». Avelino Fernández, «El Rilu», se llevó ayer la sorpresa de su vida: en el llagar de Quelo, en Tiñana, dos centenares de amigos y vecinos le rindieron un homenaje monumental, organizado en el más absoluto secreto, y que logró emocionar al popular Rilu, estimado entre sus vecinos de Meres y conocido en toda Asturias por sus monólogos en asturiano, que al comprender el sentido de la fiesta se llevaba las manos a la cabeza.
A la hora de explicar las razones del homenaje, los organizadores tuvieron más en cuenta la bonhomía del Rilu que su popularidad como monologuista: «Él ha logrado mantener vivas las fiestas de la Virgen de la Cabeza, lo organiza prácticamente todo, y siempre que algún vecino necesita cualquier cosa ahí está Avelino para echar una mano, siempre de forma desinteresada». Con estos antecedentes, fue hace poco más de un mes cuando los vecinos de Meres decidieron, durante un viaje, celebrar un homenaje a su paisano.
«Al principio íbamos casa por casa, pidiendo a los vecinos que por favor no dijesen nada, para que él no se enterase. Que fue lo más difícil, porque como conoce a tanta gente se entera de todo», apuntan desde la organización. No obstante, nadie se fue de la lengua, y lograron embaucar al Rilu con la excusa de una comida familiar.
«A mí fueron a buscarme para ir a comer a casa de un vecino, con la familia», explicaba Avelino Fernández, sin comprender del todo cómo había llegado allí toda esa gente. Porque en el homenaje no estaban sólo vecinos de Meres, sino también de Roces de Limanes, donde nació El Rilu hace 65 años; de Granda, de Noreña, de Tiñana, Colloto, Oviedo, Fonciello... y quién sabe de dónde más. «¿Tú no estabas en León?», preguntaba Avelino a una mujer que se acercó a saludarle, mientras un vecino le abrazaba y una multitud le rodeaba, entre aplausos.
Ya metidos en el lagar y antes de la comida, un miembro de la organización procedió a leer un texto en verso que resumió el sentir de los presentes y que hizo extensivo el homenaje a la mujer del Rilu, Azucena: «Éste es un homenaje a vosotros, por estar comprometidos con fiestas, con excursiones... Todos los aquí reunidos, y los que venir no pudieron y también colaboraron, os deseamos lo mejor, Avelino y Azucena, por vuestra preocupación para que lo disfruten todos. Que disfrutéis este día, felices en este homenaje, que la gente os aprecia, y que nunca os va a olvidar. Usando el símil torero, para tener la plaza llena, lo hace José Tomás, y también Avelino y Azucena».
Una declamación culminada con una salva de aplausos dirigida a la pareja, un ejemplo de civismo para sus vecinos, que les mostraron ayer todo el cariño que les profesan·"
"La localidad de Meres, situada en la parroquia sierense de Tiñana, comienza hoy sus fiestas de la Virgen de la Cabeza, que este año tienen como protagonista a Avelino Fernández, "El Rilu". El Rilu fue durante más de treinta años el presidente de la comisión de festejos y el padre de la fiesta, pero este año le ha pasado el testigo, por motivos de salud, a Alejandro López.
La comisión ha querido agradecerle su trabajo durante tantos años en el propio libro de las fiestas, cuya portada, realizada por Sara Candanedo, maquetadora de LA NUEVA ESPAÑA, es un dibujo de Avelino Fernández tocando el tambor en el santuario de la Virgen de la Cabeza junto al gaitero Xuacu el d'Uviéu, con la leyenda "Más de 30 años faciendo la fiesta posible... ¡Gracies, Velino!"
"Ferviente devota de la Virgen de la Cabeza, acude al santuario siempre que se organiza algún acto. Ángeles López Hevia fue elegida este año por unanimidad, por la Junta del Santuario de Meres (Siero), para la imposición de la medalla de la virgen, "por su devoción y su valores para con la parroquia". De ella se destacaron ayer muchas cosas, también que junto a su marido, Carlos González, del que enviudó hace nueve años, celebró en la ermita de Meres sus bodas de oro. Fue ya hace unos años, en 2011, junto a sus familiares y amigos más cercanos.
Su hija, Ángeles González, visiblemente emocionada, señaló ayer que "ella está muy contenta y todos nosotros nos sentimos muy orgullos de esta distinción". La mujer, de 80 años, tiene dos hijas y cinco nietos, "muy implicados todos con el santuario y la Virgen de La Cabeza, así que sentimos este reconocimiento como un poco nuestro también".
La cita en Meres, en el marco de las celebraciones en torno a la devoción por la Virgen de La Cabeza, se inició con un acto centrado en la imagen y una misa celebrada en la capilla que dio comienzo a las 18.00 horas para después proceder a la imposición de la medalla a esta apreciada vecina de la parroquia.
Desde la organización señalaron que "se suele dar este reconocimiento a personas mayores y queridas del pueblo". Para ellos , "es un honor recibir y portar dicha distinción con la imagen de la virgen grabada y, según pasan los años, ellos mismos ya muestran interés por recibir la consideración".
La lluvia respetó el que también fue el Día del bollo de las fiestas de Meres, aunque por momentos hubo algo de orbayo. Pese a que durante la mayor parte de os dóas fiesta el mal tiempo fue la tónica, Santiago Fernández, miembro de la Sociedad de Festejos, destacó que "ha sido increíble ver cómo la gente se enfundaba las botas y las katiuskas y venía a disfrutar con nosotros, sin temor ninguno al agua".
Para culminar los actos, ayer, desde las siete de la tarde, los vecinos pudieron recoger en la carpa instalada frente a la capilla los más de 1.600 bollos y botellas de sidra que la comisión tenía preparados. Una de las fieles a la Virgen de la Cabeza, que no se quiso perder el último día de estas fiestas es Vichy León, natural de Meres. "Venimos siempre a comer el bollo para pasar un rato todos juntos en familia". Andrés Alonso lleva viniendo desde Colloto hace diez años. "Este año llovió mucho, pero así y todo está todo lleno y hay muy bien ambiente". Francisco Entrago destaca, además, "que son las primeras fiestas de prao de la temporada y tienen muy buena fama".
"La devoción por la Virgen de la Cabeza traspasa lindes y mueve masas. Lo saben bien fieles como María del Carmen Suárez, de Gijón, y Covadonga Cueto, de Pola de Siero, que ayer hacían cola para poner una vela a una imagen por la que sienten una gran devoción. “Le pedimos, le rezamos y nunca defrauda”, aseguraba Suárez, antes de señalar que “llevamos viniendo muchísimos años, porque es una tradición que, si se puede, mantenemos siempre”. “De tan atrás viene, que mi hija tiene 52 años y ya la traía cuando tenía cuatro”, aseveraba Covadonga Cueto.
Como ellas, cientos de personas quisieron testimoniar ayer su fe en la Virgen de la Cabeza de Meres, en un santuario que se quedó pequeño para una eucaristía presidida por el Arzobispo, Jesús Sanz Montes, acompañado por una veintena de sacerdotes. “Celebramos la restauración de una imagen que nos ha mirado durante muchísimos años”, indicó Sanz Montes, tras bendecir la imagen, remozada gracias al empeño vecinal, y antes de llamar a “construir un mundo en paz”.
La restauración de la Virgen no es la única que tienen en mente los integrantes de la Junta del Santuario, puesto que “con el dinero que recaudemos a partir de ahora, acometeremos la mejora de la sacristía y de los baños, y también queremos colgar en lo alto la campana antigua”, explicaba Mari Carmen Fernández, una de las integrantes del colectivo que vela activamente por la capilla. Para ello, ayer despacharon recuerdos con la imagen de la Virgen de la Cabeza, desde estampas hasta llaveros o abanicos, además de un mar de velas en honor a su protectora. “Calculamos vender más de mil”, indicaba la mujer mientras atendía numerosas peticiones, porque “la gente tiene mucha fe a nuestra Virgen”.
La restauración de la Virgen no es la única que tienen en mente los integrantes de la Junta del Santuario, puesto que “con el dinero que recaudemos a partir de ahora, acometeremos la mejora de la sacristía y de los baños, y también queremos colgar en lo alto la campana antigua”, explicaba Mari Carmen Fernández, una de las integrantes del colectivo que vela activamente por la capilla. Para ello, ayer despacharon recuerdos con la imagen de la Virgen de la Cabeza, desde estampas hasta llaveros o abanicos, además de un mar de velas en honor a su protectora. “Calculamos vender más de mil”, indicaba la mujer mientras atendía numerosas peticiones, porque “la gente tiene mucha fe a nuestra Virgen”.
Una devoción que acompañó a la imagen en procesión alrededor del prau de la fiesta, con la banda de gaitas “El Piñote” y con el nutrido séquito de sacerdotes que ayer se juntaron en Meres para “dar gracias después de años complicados”, como señaló el párroco, Manuel Alonso.
Los festejos en honor a la patrona continuaron por la noche con verbena. Para hoy, está prevista la última jornada con una misa en el santuario para imponer la Medalla de la Virgen de la Cabeza, juegos tradicionales y el reparto del bollo y la botella de vino a los socios.
El premiado con la medalla de este año es Justo Canga Sánchez, de ochenta años y vecino de la parroquia desde que se casara con Viri Roza, tristemente fallecida bien joven. Los organizadores de la fiesta han querido reconocer los largos años de devoción de Justo hacia su Virgen, a la que acompaña a diario en los días de novena, así como su colaboración e implicación con las actividades del pueblo. “Estoy muy contento”, reconoce emocionado, y “sorprendido cuando el cura me comunicó que me iban a premiar”.
Jubilado tras muchos años de trabajo en un almacén y al frente de una ganadería en la que llegó a tener veinte vacas, además de la huerta, Justo Canga pensaba que “no iba a poder recoger la medalla, porque estoy esperando por una operación”. Lector empedernido, no deja pasar un día sin echar un buen vistazo a LA NUEVA ESPAÑA. “Mira por dónde, ahora voy a ser yo el protagonista”, bromea, encantado con “recibir el cariño de los vecinos”. Los mismos que ayer demostraron que las fiestas de Meres son, para ellos, las más grandes".
En 2021 la medalla recayó en Maruja Lombardía, compartimos en este caso el relato de las fiestas en El Fielato y El Nora:
"El día invitaba a fiesta y, aunque con mucha prudencia, Meres superó las expectativas y el pasado lunes reunió en el prau de la capilla a más de un centenar de personas que no quisieron perderse la misa en honor a la patrona de la localidad sierense, la Virgen de la Cabeza. «Es una fiesta hecha desde la sencillez y para que no se pierda, ya el año pasado hubo que suspenderla y si nos acostumbramos a no celebrarla, podría desaparecer», señaló Pedro Tardón, encargado de oficiar la homilía. Durante la misa tuvo presente la pandemia, pero quiso lanzar un mensaje de esperanza. «Debemos buscar situaciones que nos hagan ir venciendo esta sensación de tristeza», señaló. Asimismo, tuvo un recuerdo especial para los socios fallecidos y para Alejandro Díaz, párroco fallecido en diciembre. También se notó la ausencia del antaño alma de las fiestas, Avelino Fernández, "El Rilu", que falleció en julio de 2019.
Por su parte, la comisión apostó por recuperar la alborada con dos parejas de gaita y tambor que desde bien temprano anunciaron la fiesta, el saludo de barrios y el reparto del bollu y la botella de sidra a los socios, que se llevó a cabo el martes de forma gratuita. «Decidimos que íbamos a hacer todo lo que pudiéramos sin aglomeraciones», señaló Tania López, de la comisión. El saludo de barrios es una de las tradiciones peculiares de la fiesta y consiste en el lanzamiento de varias docenas de voladores. «El primero se tira desde el prau y los demás van contestando desde barrios cercanos como Hevia, Fonciello o Tiñana», explicó.
Por otro lado, también se recuperó la imposición de la medalla de oro de la Virgen de la Cabeza, que este año recayó en Maruja Lombardía, de 93 años, que se mostró muy orgullosa por el reconocimiento. Acompañada por su hijo Tino Quince, su nieto Jonás y varios familiares, apuntó que «no me pierdo la fiesta ningún año, vengo siempre a la novena y a por el bollu». Polesa de nacimiento, se trasladó a Meres para cuidar a sus suegros. En su juventud fue lechera y trabajó en la casería familiar. «El año que viene más, esperemos que con normalidad», deseó".
"Pese a ser día laborable, cientos de personas se acercaron al santuario de la Virgen de la Cabeza. La madre del salvador, bajo esta advocación, cuenta con una gran tradición en la zona. La ermita albergó durante toda la mañana los oficios religiosos, que culminaron con la Santa Misa que comenzó al mediodía. La ceremonia, a la que acudieron varios sacerdotes de las parroquias vecinas, fue oficiada por Justo Ordoñez, un cura asturiano que actualmente reside en la Casa Sacerdotal de Oviedo tras varios años de misión evangélica en Brasil.
En su sermón, muy aplaudido por los presentes, Ordoñez se centró en la necesidad del diálogo y la oración, y apuntó la importancia del servicio a los demás, al que se llega mediante una actitud dialogante. Asimismo, el sacerdote afirmó que, pese a los duros momentos que vive la institución, «nadie podrá con la Iglesia».
Tras la misa, los cientos de fieles desplazados a Meres procedieron a la tradicional procesión, que culminó con la colocación de la venerada imagen en el interior de la ermita, en lugar de dejarla al exterior como se hacía en años precedentes. Y allí recibió la Virgen una segunda procesión: la de cientos de fieles que querían pedir su protección contra «los males de la cabeza».
La erudita local María Dolores Cabeza documenta en su libro «El concejo de Siero en su fiestas», más de cuatro siglos de devoción. Cabeza apoya sus afirmaciones en una documentación conservada en el Archivo Histórico Diocesano que fija la fundación de la Capellanía de Nuestra Señora de la Cabeza en 1.647, promovida por Pedro Fernández, cura de San Juan del Obispo. De hecho, la documentación indica que Fernández dotó la capellanía con un horreo, una casa, un establos y un prado con robles.
Precisamente, el hórreo que actualmente se conserva en las cercanías del santuario de la Virgen de la Cabeza ha sido restaurado este mismo año, aunque no está claro si este inmueble es el mismo hórreo de 1.647 o si es posterior".
Vamos ahora a seguir toda la secuencia de vidrieras, desde la entrada, a la izquierda; hasta el altar, a la derecha
La Adoración de los Magos, con María, José y el Niño Jesús
El primer milagro de Jesús, la transformación del agua en vino, con la Virgen presente, detrás, pues fue ella quien se lo pidió en las bodas de Caná
El Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles antes del día de Pentecostés
Pasamos ahora a la cabecera y capilla mayor, con su gran arco de medio punto y cierre con verja desde el que vemos el altar. Hay abajo a los lados están lo que parecen las basas de antiguas columnas o de sistemas de cierre
Como hemos dicho fue salvada de la destrucción al ocultar la imagen una vecina durante la Guerra Civil, es gótica y por lo tanto superviviente del santuario antiguo. Fue restaurada en mayo de 2022 con un presupuesto de 3.013 euros por Paula Sánchez Ablanedo, directora del Museo de la Iglesia
"...representa a la Virgen María como Sedes Sapientae, sentada en el trono y con el Niño Jesús en el regazo.
Antes de su restauración, la imagen presentaba un estado de conservación regular, con muchos repintes y con lagunas de policromía en el rostro del Niño y torso de la Virgen. Se mostraba como una “Virgen de vestir”, con largos cabellos y vestida con manto y tocado.
Gracias a la iniciativa del párroco, Don Manuel Alonso Martín, y de los feligreses y devotos, actualmente la imagen de la Virgen ha recuperado su apariencia original, la que proyectó el artista que la creó hace siete siglos. Los trabajos de restauración han devuelto la expresión al dulce rostro de Nuestra Señora y la elegante belleza de sus ropajes: la túnica rosada, el manto azul y velo blanco, adornados con estrellas azules y rojizas. También los del Niño, que viste túnica verde decorada con estrellas, sentado sobre su regazo y envuelto por su abrazo".
El altar, lleno de flores, preparado para la romería. El portal Fiestas! explica la jornada, alegre pero también tremendamente emotiva, de esta manera:
"El día grande resulta especialmente atractivo y emotivo. Esa jornada, la pequeña, muy popular y antiquísima imagen de la Virgen de la Cabeza, que goza de una tradición muy antigua también, congrega a cientos de fieles llegados de todos los pueblos del entorno y de otros lugares más alejados. Los devotos de la Virgen van concentrándose en el prado del santuario desde primeras horas de la mañana, siendo costumbre que los romeros del concejo lleguen al lugar andando y pertrechados con la comida campestre que se degusta después de la misa en el prado de la fiesta, el cual acoge igualmente la procesión con la que culminan los actos religiosos en honor de aquélla".
"Un sol de justicia animó ayer a los vecinos de Meres y alrededores a celebrar a su Virgen de La Cabeza. La talla, restaurada el año pasado por Paula Sánchez, procesionó rodeando la zona de los festejos y lo hizo arropada por el fervor de todo un pueblo. Pese a ser día laborable, varios cientos de personas se acercaron a la ermita donde se celebraron los oficios religiosos, que culminaron con la clásica misa. La ceremonia, a la que acudieron una veintena de sacerdotes de parroquias vecinas, fue oficiada por John Steven Betancourt, ordenado el domingo.
En su sermón, muy aplaudido por los presentes, el que fuera diácono de El Berrón hizo un repaso de su periplo espiritual y animó a los fieles a «abandonarse a su madre la virgen María». Durante la eucaristía, Steven Betancourt no pudo contener las lágrimas, tales era su emoción al oficiar por primera vez como cura.
Tras la ceremonia, los fieles desplazados a Meres procedieron a la tradicional procesión por los aledaños del prau. El recorrido, secundado por multitud de feligreses al son de las gaitas, culminó con la colocación de la venerada imagen en el interior de la ermita. Una vez allí, recibió la Virgen una segunda procesión: la de cientos de fieles que quisieron pedir su amparo contra «los males de la cabeza».
Una de las feligresas que ayer aguardaba, entusiasmada y expectante, a poner una vela a «su virgen» era Emilia Camblor, que lleva más de seis décadas acudiendo sin falta a la cita del santuario. Incluso cuando trabajaba en Maternidad en el HUCA, «siempre pedía el día libre», recordaba ayer con la ilusión intacta esta vecina de Villamiana.
Fieles desde la cuna
Aunque natural de Oviedo, siempre fue muy devota de la patrona de Meres. Su madre sufría fuertes jaquecas que la postraban en la cama durante días. «Siempre poníamos ofrendas a la virgen, hasta que un día le dejó de doler». Desde entonces, su hija no falta a la cita. «Es nuestra humilde forma de dar las gracias», apuntaba. No fue la única. Muchos vecinos prendieron velas o dispusieron arreglos florales en los márgenes del santuario para honrar a su patrona. Aparte de los coloridos ramos, hubo quienes se acercaron a la Virgen con otros más sobrios de tejo para acariciarla y ser bendecidos por ella.
Las fiestas de Meres continuarán hoy con juegos tradicionales, reparto del bollu y de la sidra, y un espectáculo de fuegos artificiales, a partir de las once de la noche".
"Hacía mucho que no visitaba este ejemplar, el tiempo no da para todo y hay que elegir. Lo recordaba en mal estado y la sorpresa al verlo ha sido enorme. Hicieron un trabajo de eliminación de ramas secas y el aspecto que tiene en la actualidad es mucho mejor. Felicitar a los encargados de realizarlo y a los que promovieron la actuación.
El lugar está cuidado, con cierre. Hay otros ejemplares a la izquierda y un tercero, que no parece vaya a sobrevivir, que han plantado a la entrada del recinto. Este santuario se encuentra ubicado en San Juan Obispo (San Xuan del Obispo) que es una localidad del concejo de Siero (parroquia de Tiñana); situada a una altitud de 180m y por la que discurre el río Nora".
El exterior de la cabecera en su muro meridional, aquí parece haber una puerta cegada de arco de medio punto. Las piedras, de diferente talla y tamaño que las demás lo delatan
Detrás de la cabecera y a este lado el suelo está a un nivel más bajo, un muro y unas escaleras resaltan esta diferencia
El muro este, con el ventanuco que da luz al altar. Las esquinas son de cantería mientras que los muros son de mampostería
Fijémonos en la disposición del tejado, que conforma un pórtico que guarda la cabecera con tejados a dos aguas unidos, como el largo de acceso a la capilla, que hace las veces de falsa nave central
El muro norte, con las vidrieras vistas ahora desde el exterior
Más texos, de los plantados a partir de 1990, aquí ya hemos dado la vuelta completa a la ermita
Y desde las mesas y el texu con la placa de Velino El Rilu desandamos lo andado en este campo de la capilla de la Virgen de la cabeza
Y volvemos al camino, saliendo por el mismo lugar por el que hemos entrado
Nos dirigimos hacia el río tomando la dirección de otro muy hermoso lugar, El Puente Santianes
"Llego hasta el Santuario por una caleya por la que deseo no encontrarme con nadie y agradezco su escasa longitud. Cuando llego el portón está cerrado pero puede visitarse fácilmente pues está ubicado en un espacio abierto.
En mi visita sigo escuchando los ladridos de un perro que, desde una casa cercana, aún no ha dejado de avisar de mi llegada. Aunque, finalmente, parece que acaba acostumbrándose a que esté por allí y dejo de oirle.Ç
Ahora, el lugar está tranquilo. Un remanso de paz y el hilo musical de algún diminuto pájaro que se escondía tras las tupidas ramas del texu. Los caballos pastan libremente sin parecer importarle nada lo que haya a su alrededor.
Según el capítulo “El Santuario de la Virgen de la Cabeza”(páginas 256 y 257 del libro “El concejo de Siero en sus fiestas-Datos de su Historia”) de María Dolores Alonso Cabeza:
“El Santuario de la Virgen de la Cabeza de Siero daba comienzo en 1990. Con sugerencias de D. Manuel, hicieron el proyecto los arquitectos de La Pola D. Juan Roces y D. Javier Arbesú. Procuraron recuperar los escasos vestigios históricos, que han quedado protegidos por la nueva traza y totalmente visibles: “La cabecera de la Iglesia, único elemento que se conserva en casi su totalidad primitiva y a la que se accede a través de un arco, se mantiene como lugar de ubicación del altar”.
Don Manuel López Álvarez pensaba en un magnífica edificación, falleció en 1993 y la obra no llegó a su conclusión definitiva.
En los años 1995 a 1999 fue continuada por el párroco D. José Manuel Rodríguez Fueyo con realizaciones como la vidriera con el simbolismo de Pentecostés junto a la Virgen María, trabajos en piedra vista, etc.
Y continúan por el actual párroco, D. Jesús Fernández, con mejoras, reparaciones y cuidados; aumentan las celebraciones litúrgicas principalmente en Semana Santa y meses de verano.
Los vecinos de Meres cuidan el entorno de la Capilla, en la orilla derecha del río Nora. La Sociedad de Festejos Virgen de la Cabeza tiene en proyecto interesantes rehabilitaciones de este entorno.
Para indagar más en su historia, recomiendo la lectura del mismo. La fiesta se celebra el lunes de Pentecostés y es la primera de las fiestas importantes del concejo de Siero.
Sin duda, un espacio que acoge al que quiera visitarle"
"Su entorno natural es de privilegio, vega, ermita y naturaleza a orillas del río Nora, forman un paisaje único. Si a esto se añade el valor Espiritual que tiene a donde acude tanta gente durante el año y sobre todo durante la fiesta que se celebra todos los años en tiempo de Pentecostés, justifica la iniciativa y la colaboración popular.
Es un espacio abierto a donde se puede ir y estar muy a gusto disfrutando no solamente durante las fiestas que allí se celebran si no siempre.
Muchos colegios, familias, parroquias o grupos de amistad lo eligen para pasar un día cualquiera memorable. Situado en el centro geográfico de Asturias, con buena comunicación, vienen de todos los sitios, ahora con la nueva entrada por la carretera de Tiñana, a través del puente antiguo de Santianes, lo hacen más asequible.
Podía destacar más motivos para entusiasmarte a ti también si es que no lo estás ya, miles de personas pasan por aquí todos los años, cada una por motivos diferentes, todos importantes, todos validos".
Esta sí que sería la zona más inundable en siglos pasados, que con las crecidas del Nora se haría intransitable separando las zonas baja y alta de Tiñana
"Tirso de Avilés en “Armas y linajes de Asturias y antigüedades del Principado”.“… e fizo grande estrago e llevó el río Nora todos los molinos desde Colloto fasta abajo, sin dexar nada. E fizo daño en la puente de Lugones de la una parte, mas fué poco, e llevó la de Cayés y la de Brañes, por ambas partes, e la de Gallegos, e la de San Pedro de Nora”.El río Nora posee un buen número de puentes que, aunque reformados o reconstruidos en diferentes épocas, son de origen medieval o romano. Nada menos que nueve: San Pedro de Nora, Gallegos, Brañes, Cayés, Lugones, Colloto, San Xuan Obispo, Venta de Soto y el puente Romanón de Bergueres, cerca de La Pola de Siero. Estos puentes hablan de antiguas vías romanas, como la que viniendo de Asturica Augusta (Astorga) cruzaba el Nora por el Puente Vieyu de Lugones para dirigirse a Lucus Asturum (Lugo de Llanera) o la que entraba en Asturias por los Puertos de Áliva, continuando a Sotres, Cangas de Onís, Villamayor, Ceceda, Nava y Siero, donde utilizando el Nora como eje, llegaba hasta Lucus Asturum. Vías que, a la postre, se convertirían en caminos reales, antiguas “autovías” por donde circulaban las carretas tiradas por bueyes transportando, seguramente en no pocos casos, el grano para ser molido en la multitud de molinos harineros que, ya desde épocas medievales, poblaban las márgenes del Nora y de los que todavía hoy en día aún quedan unos cuantos ejemplos.La presencia en el Concejo de Siero de varios puentes medievales que aprovecharon una base constructiva romana apunta a la existencia de una antigua vía romana que, proveniente de Asturica Augusta (Astorga), penetraba en Asturias por los Puertos de Áliva, continuando a Sotres, Cangas de Onís, Villamayor, Ceceda, Nava y Siero. A partir de ahí utilizaría el Nora como eje llegando hasta Lucus Asturum (Lugo de Llanera). Esta serie de puentes, de fundación romana, comenzaría con el puente de Bergueres, al que seguirían los de: Venta de Soto, San Xuan del Obispo, Colloto y Lugones".
1. Regato, arroyo.2. Acequia donde se remansa el agua del molino. Embalse o presa con suave desnivel que alimenta la canal del molín (sic)3. Noria
Según pasamos, es posible podamos ver algún entrenamiento con caballos: galopes, saltos y cabriolas, pudiendo detenernos unos instantes a contemplar esta práctica
"Dos aulas rectangulares, una para niños y otra para niñas, con 6 ventanas en cada una, 3 en la fachada anterior, 3 en la posterior; entrada lateral por un patio cubierto y zaguán con servicios. Entre las dos aulas escalera de acceso a las viviendas del maestro y de la maestra con la misma distribución de los vanos que en las aulas.Después de la Ley General de Educación, 1970 y el sistema de las concentraciones escolares, los alumnos pasaron al Colegio Público Los Campones de El Berrón. Aquellas escuelas se cerraron (...) ha sido reparada por el Ayuntamiento, se utiliza como centro de reuniones vecinales y de actividades culturales y recreativas".
Asoma en la distancia entre los árboles el Llagar de Quelo, de Sidra Quelo, barrio de Fueyo, uno de los que dan a Tiñana su fama sidrera y gastronómica, fundado en 1944 por Luisa Palacio Díaz (hija del llagareru Joaquín Palacio y nieta del también llagareru Juaco Xuanín) y Aquilino Palacio Fanjul, que pasó luego a su hijo José Fanjul Palacio. Leemos en la revista La Sidra el reportaje Casa Quelo, un llagar con mucho más que sidra del 18-2-2023:
"Carretera Tiñana arriba nos encontramos con un establecimiento que aúna lo mejor de un llagar que acumula tres generaciones de historia y un restaurante amplio y acogedor (la cuenta para espichas y celebraciones) con una carta larga y variada, inspirada en los productos y platos tradicionales del país.
Para comenzar pedimos una ración de Sabadiegu de Noreña a la sidra, con patatinas, sabor muy auténtico y cantidad generosa.
pero para espectacular, el segundo plato, Merluza con gula y langostinos. La merluza se deshace en la boca y la salsa tiene el punto justo para resaltar -que no esconcer- el sabor del resto de los ingredientes.
De postre, Milhojas de manzana con helado de avellana, una especialidad de la casa que remata perfectamente una comida para relamerse, regado, por supuesto, con algunas botellas de Sidra Quelo"
"El 90 por ciento de los depósitos de almacenaje de la sidra son de madera de castaño. Disponen además de 32 toneles y 4 prensas con una capacidad de 14.000 kilogramos cada una.
Su volumen de almacenamiento alcanza los 500.000 litros. Por el momento no cuentan con servicio de restaurante o bar. El lagar cuenta con la peculiaridad de celebrar espichas pero siempre con una ética: que no sea con fines lucrativos. También se permiten visitas durante todo el año, para ello es necesario contactar con los responsables".
"Salvador Carbajal Fernández, gerente hasta principios de la primera década del siglo de Sidra Choro, falleció el sábado en el Centro Médico de Oviedo a los setenta y seis años de edad.
El fallecido había llevado junto con su hijo Salvador el lagar de Sidra Choro en Meres, que llegó a ser por producción y por calidad uno de los más importantes de Siero y de Asturias.
El presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias, José María Osoro, dijo que «el sector pierde un lagarero de referencia». Según Osoro, eran «gente muy querida en el sector, y además en una zona con mucha tradición sidrera como es la de Meres y su entorno». El presidente de los lagareros aseguró que Salvador Carbajal «marcó pautas en su día» con el trabajo en el lagar sierense".
A la entrada del llagar, la casa de pisos, de traza muy urbana llama la atención por su tamaño y altura, destacando sobre las demás al lado del Camín Real
Vamos acabando la cuesta y empezamos a ver, al fondo, el que fue el Colegio Inmaculada Concepción de Meres, ahora Centro de Adultos La Arboleya; allí nos encontramos con El Camín de Santiago y el trazado oficial jacobita
Y admiramos estos hermosos y altísimos abetos y cipreses, que compiten y ganan el altura con la casa de pisos
Por la finca Los Pomares nos acercamos al que fue en origen el antiguo Colegio Educación Especial Inmaculada Concepción, fundado en 1977 por las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, "en la finca que fue de D. Maximiliano Arboleya, un espléndido edificio, de los mejores de su clase, para enseñanzas especiales", nos cuenta Mª Dolores Alonso Cabeza
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