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miércoles, 24 de julio de 2019

EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA CABEZA EN TIÑANA Y EL PUENTE DE SANTIANES (SIERO, ASTURIAS) "UN ESPACIO QUE ACOGE AL QUE QUIERA VISITARLE"


Capilla de la Virgen de la Cabeza. San Xuan del Obispo, Tiñana

Al oeste de Fonciello, en la parroquia de Tiñana, en Siero, a unos 9 kilómetros de la Sancta Ovetensis y en las mismas vegas del Río Nora, está el santuario de la Virgen de la Cabeza, recuperado en 1990 en este bello paraje ribereño sobre una capilla anterior, rehabilitada en 1940 de la destruida en la Guerra Civil, la cual fue anteriormente aún iglesia parroquial de San Xuan del Obispo, parroquia independiente bajo el patronazgo del obispo de Oviedo, de ahí su nombre, hasta 1892 cuando se integró en Tiñana 

El Puente de Santianes o San Xuan del Obispo

En este lugar encontraremos además el Puente de Santianes o de San Xuan del Obispo, uno de los ocho puentes históricos sobre el Nora, por donde iban los vecinos de la parte baja de Tiñana a la alta, donde está la iglesia de Santa María. Ese puente además era paso para viejos caminos por la sierra que, a través de La Paranza, antiguo coto señorial de la Casa de Meres, comunicaban con el valle del Nalón y, a través de él, con los puertos de la cordillera hacia León y Castilla, por lo que estamos ante un paso de mucha importancia antiguamente

La capilla de la Virgen de la Cabeza, abajo en Les Vegues

Realmente, el trazado caminero oficial no pasa por el santuario de la Virgen de la Cabeza sino que desde Fonciello y por la parte alta de San Xuan del Obispo sigue directamente hacia Meres, donde está el dicho palacio de los señores de La Paranza, que da nombre además a toda la sierra que cierra el valle del Nora por el sur, separando Siero de Langreo/Llangréu


Sí se ve desde el Camino, sin embargo, la capilla, restaurada y transformada en la rehabilitación del templo y acondicionamiento del lugar en 1990. Su tejado rojo destaca en el verde de Les Vegues, pasando el Nora unos metros más al sur, entre los árboles, donde está el puente. Justo encima reconocemos Fontemelga, El Rincón y El Campu, en la vecina parroquia de Santa Marina. Más lejos aún están La Paranza y, a su izquierda, La Pasera, enclave noreñense que es como una 'isla' administrativa del concejo de Noreña sita entre Siero y Langreo/Llangréu

Camino de Santiago (en verde) y camino a la ermita de la Virgen de la Cabeza (en rojo)

No obstante y dado su interés histórico se ha señalizado con flechas amarillas una variante que, con un muy pequeño rodeo nos permite acercarnos a la capilla y al puente, a la cual dedicamos esta entrada de blog y que vemos en este mapa del Instituto Geográfico Nacional (IGN) trazado en rojo a partir del verde de la ruta jacobea que viene de Fonciello

Bifurcación entre San Xuan del Obispo y Meres

Esta bifurcación se produce en este lugar, La Cuesta, donde confluyen los términos de Fonciello, San Xuan del Obispo y Meres. Aquí es donde el Camino, llamado en este trecho Camín de Santiago sigue a la derecha directo hacia El Palacio de Meres mientras el Camín de la Virgen de La Cabeza sigue a la izquierda


Esta ruta por el santuario algo más larga pero tampoco supone una gran diferencia en realidad, pues estamos hablando de un kilómetro por el Camín de Santiago y algo menos de dos por el de la Virgen de la Cabeza, aproximadamente. Ambos caminos además se reúnen muy prontamente, bastante antes del palacio incluso, en al llegar al Centro de Adultos La Arboleya, en Meres antiguo Colegio Inmaculada Concepción, muy cerca de aquí


Al santuario, capilla, ermita (que de varias formas lo vemos descrito) de la Virgen de la Cabeza se dirige además el llamado Camín de los Santuarios que enlaza, en ambas direcciones, Santo Toribio de Liébana con Oviedo/Uviéu por Covadonga 


Hallaremos flechas amarillas del Camino de Santiago tanto para ir a la capilla como para seguir por el itinerario xacobeo oficial


Ciertamente, aparte de la tradición romera local del santuario el acercarse a las vegas del Nora y su orilla, viendo además un viejo puente, no deja de ser un aliciente para los peregrinos que, sin prisa en el reloj, deseen conocer estos preciosos lugares, perfectos además para relajarse y descansar, como enseguida vamos a ver


Buena parte de estos caminos rurales están señalizados y vemos alguna de sus placas en los cruces o en sus inmediaciones, tal que esta, con el escudo de Siero


El paisaje del valle, de prados y bosques, constituye un verdadero regalo para la vista, con las montañas de La Paranza al fondo


El hábitat, aunque se han construido nuevas casas en estilo residencial, tipo chalet con terreno, es muy disperso, esta es la única que nos encontraremos camino de la capilla y de la orilla del Nora


El Río Nora pasa por allá abajo, entre los árboles, oculto pues por la exuberante vegetación ribereña, que conforma un bello boscaje al que nos acercaremos tras visitar la ermita de la Virgen de la Cabeza, cuyo tejado asoma también entre los árboles de la pradería


El resto son terrenos dedicados para pasto y siega que, más antiguamente aún, eran predominantemente cultivos básicos como escanda, trigo, centeno... llamado genéricamente 'pan', desplazados luego paulatinamente por el maíz traído de América a partir del siglo XVII

Son Les Vegues que, como la mayor parte del terreno, se dedicó a pradería 'de diente y guadaña' cuando el campo se especializó en ganado vacuno para la gran demanda láctea de las crecientes ciudades y áreas industriales y metropolitanas, sobre todo pasada la posguerra, si bien en un proceso que ya había empezado con la Revolución Industrial en el siglo XIX

A nuestra derecha, en un alto, están las casas de La Torre o Palacio de los Camposagrado, de los Bernaldo de Quirós, en la vecina parroquia de Santa Marina, que confluye con las de Tiñana y Hevia abajo, en el río. Su presencia aquí es consecuencia de su fidelidad a Enrique II durante las guerras trastamaristas por lo que este, llegado al trono castellano, les premió con los correspondientes privilegios y señoríos y así, "Establecieron en Santa Marina Torre y vínculo", nos dice la historiadora Mª Antonia Alonso Cabeza en su libro El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia, añadiendo que en 1661 Felipe IV concedió a uno de los miembros del linaje, Gutierre Bernaldo de Quirós y las Alas, "descendiente de una de las ramas de la Casa de Quirós, el título de Marqués de Camposagrado. Entre sus numerosas propiedades figuraron en Siero las de Santa Marina, La Paranza, Hevia y Tiñana".


Realmente el palacio, camuflado por otras construcciones, lo vemos desde atrás, aunque distinguimos bien La Torre, con su torreón de planta cuadrada y tejado a cuatro aguas, aunque todo el conjunto pasó por sucesivas transformaciones, si bien su impronta gótica con detalles renacentistas llama la atención al todo el que pasa delante de ella. Es del siglo XVI pero se supone se hizo en base a una torre medieval más antigua:
"Emparentado con los Bernaldo de Quirós figura en el siglo XVI Alonso de Huergo casado con Dª Marquesa Argüelles, hija de Pedro Argüelles y Teresa Gutiérrez de Cienfuegos de la Casa de Meres. Los Huergo tuvieron propiedades en La Pasera y fundaron torre y Casa en Santa Marina, colocaron en ella "armas de solares antiguos", así consta en escritos del Archivo de la Casa de Meres, donde se conservan numerosas disposiciones testamentarias realizadas por el escribano Urbano de Huergo, como también duras rivalidades con los Argüelles, propietarios en la Paranza, por motivos jurisdiccionales"

Lo cierto es que tanto La Pasera 'lugar de paso', como La Paranza 'lugar de parada', eran lugares de mucho tránsito antaño con los caminos entre la costa la meseta, es decir, de norte a sur, que enlazaban acá y allá con los que iban de este a oeste, por el valle, o por la misma sierra, por donde discurría otro camín real hacia San Salvador de Oviedo/Uviéu por el que se constata el paso de peregrinos


En lo alto de la colina sobre el Nora reconocemos dos edificios que destacan por su tamaño y emplazamiento, la iglesia parroquial de Santa Marina y, a su derecha y a unos metros de ella, la escuela, construida en 1932 por 40.000 pesetas, por lo que es llamada del 'estilo Segunda República'


Sustituía a paupérrimas instalaciones anteriores reseñadas en 1918 en el Nomenclátor de Escuelas Nacionales de Asturias de Acisclo Muñiz, las cuales sustituían a su vez a anteriores locales de alquiler (desde 1901) y a un maestro de niños en 1829 que había pasado a ser luego escuela mixta sostenida por los padres. Las primeras escuelas eran los pórticos de las iglesias, pues era costumbre se empleasen para reuniones de vecindad, sobre todo tras la misa dominical


Tiene dos aulas rectangulares y patio cubierto en el bajo y viviendas para los maestros arriba, siendo restaurada por el Ayuntamiento para local social tras caer en desuso con la concentración escolar en 1983, dice Alonso Cabeza:
"Es el Centro Social, de actividades culturales y recreativas, lugar de reunión de las Asociaciones de Vecinos y de Festejos, sala de exposiciones, escenario para representaciones teatrales y folclóricas, aulas, donde "Peñasal", Asociación de amas de casa de Santa Marina, realiza las manualidades organizadas por la Fundación Municipal de Cultura"

A la izquierda, la iglesia de Santa Marina se empezó a construir en estilo historicista a finales del siglo XIX y, aún antes de ser terminada definitivamente, fue bendecida en 1925. Naturalmente, existió otra mucho más antigua, Santa Marina de Cuquiellos, llamada así, en su forma Ququellos, en el siglo XII, luego Cukellos en el XIII y Cuquiellos en el XIV. Entre los siglos XIX y XX se castellanizó como Cuclillos y, en un documento fechado en 921 pero que sería en realidad muy posterior (s. XII) aparece como Santa Marina de Mercato, lo que podría dar a entender que se celebrase un mercado en el lugar, cuando aún no existía La Pola, la capital del concejo



Hasta bien avanzando el siglo XX las actividades agrarias y ganaderas tradicionales de estas parroquias de Siero se mantuvieron, primando ahora las residenciales y, en la parte más cercana a la carretera, las industriales-comerciales. Mª Antonia Alonso Cabeza realiza esta semblanza en su libro:
"Es zona de actividad agraria tradicional con variados y abundantes productos, con riqueza forestal de castaños y robles principalmente; manzanas, ciruelas y nisos, maíz, habas, patatas y hortalizas abastecían el consumo del pueblo y llegaban al mercado de La Pola y de Langreo, como también los productos lácteos".


Ciertamente y como siempre decimos en estas entradas de blog dedicadas al trayecto por el valle del Nora, pese a nuestra inmediatez, a menos de medio kilómetro más al norte, a la gran sucesión de polígonos industriales, comerciales y de ocio al lado de la N-634 y sus ramales, este nuestro trayecto un poco más al sur las esquiva completamente, gozando de este paisaje de la campiña apartado del tráfico, el estrés, el ruido, el bullicio y el ritmo trepidante de las áreas citadas:
"Valles, laderas,  solanas, lomas que crecen en elevación hacia el Sur, hasta El Cordal de La Paranza, riachuelos y arroyos que descienden al Nora que baña la zona Norte, variedad de arbolado, configuran un lugar de naturaleza apacible y familiar".


Por eso estas parroquias tienen dos partes diferenciadas, la parte baja, en el valle, y la parte alta, ladera arriba, hasta otra aún más alta aún, no demasiado lejos de las cimas de La Paranza, nombre de un lugar muy concreto, insistimos, pero que dio en denominarse con él a toda la serranía


Allí por ejemplo, encima de Les Cuestes, sobre el boscoso Nora, reconocemos algunas casas de Fueyo, uno de los barrios 'altos' de Tiñana, la antigua villa de Tiniana, dicen los documentos antiguos, tal vez origen de la estirpe de Pelayo, según diversos documentos de los que nos informa también Alonso Cabeza:
"Tiñana fue propiedad del rey Don Pelayo. En un documentos de probada autenticidad consta que la iglesia de Santa María fundada en la Villa denominada Tiniana por todos sus límites y con todas sus pertenencias, perteneció a Don Pelayo, pasó después a su biznieto Alfonso II, más tarde a Alfonso III, sobrino del anterior; Alfonso III en el año 869 la donó al presbítero Sisnando para que la restaurara y mejorara, pues había estado destruida largo tiempo".

No llegamos a ver la iglesia pero sí alguno de sus antiguos llagares, de los que nos hablan en Asturias para disfrutar con Tiñana: sabor a sidra:

"Tiñana es una parroquia del concejo de Siero, situada a unos nueve kilómetros de La Pola, que aúna la actividad industrial  localizada a ambos márgenes de la antigua carretera de Santander, con un escenario rural, dominado por praderías, bosquetes de castaños y pomaradas, que predomina en el resto de su territorio. De ahí que el visitante que haya tomado el acceso  en  la rotonda situada en el borde de la autovía del Cantábrico pasará, en tan sólo unos centenares de metros, de las naves de hormigón al verde follaje de los manzanos; al sabroso perfume de los pomares; al delicioso sabor de la sidra. 
De hecho, en cuanto tienes a la vista el puente que salva las aguas del río Nora la manzana ya reclama todo el protagonismo, bien en forma de plantaciones –las tradicionales con árboles de gran porte o las más modernas en eje vertical y por calles– o de llagares, donde con mucha ciencia y algo de paciencia pasa a convertirse en refrescante y sabrosa sidra. 

Los llagares que encontramos en el camino atesoran el buen hacer de las gentes de la parroquia, que de producción de sidra saben bastante, no en vano llevan varios siglos haciéndolo (al menos desde mediados del siglo XVIII, según documentación acreditada) y contaron con formación y tecnología, pues aquí estuvo localizada la Estación Pomológica dependiente de la Dirección General de Agricultura del Ministerio de Fomento. Esta instalación experimental, inaugurada en 1911, se puso en marcha para satisfacer la demanda de los productores, interesados en conocer los últimos adelantos en materia de producción de manzana y fabricación de sidra. 
Y todo ese saber se conserva aquí, en los llagares de la parroquia. Algunos (Viuda de Palacio, Juanín, Muñiz, Fanjul) los encuentra el visitante al borde de la carretera; los otros no quedan lejos (Quelo, en Fueyo; Llagar Fonciello, en Fonciello; y Choro, en Meres). En total son siete, lo cual no está nada mal para una población  de unos mil habitantes. 
Llegados a este punto conviene aclarar que, según el Nomenclátor Geográfico Nacional, la parroquia de Tiñana comprende las siguientes poblaciones: Fonciello, Fozana, Fueyo, Meres,  San Juan del Obispo y Urbanización Palacio de Meres/Fontemera; también que, al decir de algunos organismos oficiales, no existe ningún lugar  que reciba oficialmente el nombre de Tiñana, por más que la memoria colectiva (también los indicadores que se encuentran en la carretera), señalen con ese nombre a la zona situada en las inmediaciones de la iglesia parroquial.  
Allí la carretera se ensancha conformando una especie de plaza. En dos de sus laterales se alzan sendos locales destinados a la hostelería que atesoran parte de la historia de la parroquia pues llevan varias décadas en pie. Uno de ellos desempeñó durante los años treinta del pasado siglo funciones de tienda-bar, de esas que tanto abundaban por la región y que servía tanto para taberna como para el abastecimiento de comestibles. Por entonces era conocida como La Casa de Cándida, en referencia a Cándida Arango Fanjul que la regentaba en aquellos años. Pasó luego a su prima Amor Villa Fanjul quien, junto a su marido José Cimadevilla, la convirtieron en la afamada casa de comidas conocida como Casa Pin el de Amor. (...) 
Si seguimos la carretera que bordea la iglesia por su lado meridional llegaremos a un desvío donde se encuentra El Llagarón, edificación centenaria puesta en pie en los inicios del siglo XX por José María Alonso para la producción industrial de sidra. Venía a sumarse a otros existentes por entonces: el de Cornelio Muñiz Vallina, en Fozana de Abajo, o el de Juan Palacio Fernández, situado en Fozana de Arriba  y conocido como el de Juanín de doña Juana. Buena parte de los llagares  actualmente en funcionamiento están regentados por sus descendientes habiendo contribuido en gran medida al prestigio alcanzado por la sidra producida en Tiñana".

Y también divisamos alguna antigua casona...


Abajo, nos acercamos al campo de la ermita de la Virgen de la Cabeza, que fue antes la iglesia de San Juan Bautista de la desaparecida parroquia de San Xuan del Obispo, templo muy antiguo del que se sabe estaba en ruina en 1364, es decir, aún en plena Edad Media


Dos décadas y pico después, en 1385, en el Inventario Parroquial del obispo Gutierre de Toledo se la menciona como "Santianes del Obispo" y se dice que "úsala a presentar el prestamero de la Iglesia de Oviedo. Es capellán de ella Fernán Suárez". Se nos informa igualmente que tiene de manso o terrenos propios "4 días de bueyes" y que los diezmos "llévalos todos el dicho capellán".



Sabemos por el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos, que en el siglo XVI las frecuentes crecidas del río Nora hicieron que las autoridades eclesiásticas dispensasen a los vecinos de Fonciello, aldea de Tiñana situada más al este, de cruzarlo para subir a la parroquial de Tiñana y pudiesen acudir y celebrar actos de culto "en la iglesia de Santa Ana, ermita del palacio de Meres (sito más al oeste y hacia donde nos dirigimos) transformada en iglesia como hijuela de la parroquia de Nuestra Señora de la Visitación de Tiñana". El que no se mencione, a medio camino, entre Fonciello y Meres, a esta iglesia de San Juan Bautista, podría significar que estuviese aún en ruinas, además de situada en plena zona de inundación


Lo que sí sabemos es que, en algún momento, se recuperó, pues en 1646 fue fundada en ella la capellanía de Nuestra Señora de la Virgen de la Cabeza por el sacerdote D. Pedro Fernández, dotándola con diversos bienes para su mantenimiento, "una casa con su cuadra, y un prado con robles hasta el puente de Santianes". De la renta de la capellanía se destinaba fanega y media de pan (grano) cada año para su ornato y cuidado, añadiéndosele luego otras propiedades. Parece ser que antes de la fundación de esta capellanía la Virgen de la Cabeza tenía un altar fijo en esta iglesia, siendo llamada la Santina, como en numerosos casos de advocaciones marianas en Asturias, empezando por la de Nuestra Señora de Covadonga


En 1740 la capilla mayor de la vieja parroquia fue renovada y en 1752 se demolió su torre, que amenazaba ruina, haciéndose un nuevo campanario y cerrándose el viejo cabildo. Fue declarada de indulto o asilo, al que podían acogerse los delincuentes de determinados delitos, según edicto del edicto del obispo Agustín González Pisador en 1774


Cuando a finales del siglo XIX la parroquia fue integrada en Tiñana la iglesia pasó a ser capilla o ermita y a ser conocida como la de la Virgen de la Cabeza, pues en 1896 se promulgó la concesión de indulgencias a los fieles que asistieran a la misa mayor de la fiesta o rezaran ante la imagen de la santa, a cuyo culto quedó destinado el santuario, destruido en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, salvándose de la destrucción la imagen de la Virgen de la Cabeza al ser esta recogida por la vecina que vivía más cerca, Carmen Fernández, quien la ocultó hasta el final de la contienda



En 1940 se hizo en el lugar de la desaparecida capilla otra muy simple y, como a la romería, el lunes de Pentecostés, acudía cada vez más gente, se decidió hacer una nueva ermita a instancias del párroco Don Manuel López Álvarez y de la comisión de fiestas, presidida por Avelino Fernández. Las obras comenzaron en 1990 con proyecto de los arquitectos polesos Juan Roces y Javier Arbesú, consolidando los muros que quedaban en pie (la cabecera, de piedra) y cubriéndolos con una estructura que los respeta, así como el campo de la capilla



Don Manuel falleció en 1993 antes de ver la restauración acabada y su sucesor Don José Manuel Rodríguez Fueyo continuó al frente de los trabajos entre 1995 y 1999, siguiendo luego con Don Jesús Fernández nuevas intervenciones. La Sociedad de Festejos Virgen de la Cabeza organiza las fiestas y otras actividades en torno al santuario, tal y como nos informa María Dolores Alonso Cabeza en El concejo de Siero en sus fiestas. Datos de su historia



Además de la capilla se acondicionó todo su entorno del campo de la romería, como pronto vamos a comprobar, pues lo atravesaremos para visitar el lugar, cuya fiesta se celebra, según calendario, entre mayo y junio, en plena primavera, razón por la que se dice de ella que es "la primer fiesta de prau", como Lucía Rodríguez en La Nueva España del 14-6-2024:
"La Virgen de la Cabeza de Meres da el pistoletazo de salida a las fiestas de "prau" en Siero. Las celebraciones darán comienzo este viernes, con una sesión de teatro costumbrista asturiano, que dará comienzo a las 21.30 horas y tendrá lugar en el salón de actos del centro La Arboleya. La representación correrá a cargo de la Compañía Asturiana de Comedias. 
Los actos continuarán el sábado con la "Quedada Velino el Rilu", a las 12.00 horas. Se trata de una concentración de senderismo y cicloturismo, con sendas marchas simultáneas por los parajes de Meres, Tiñana, Limanes y Santa Marina. A partir de las 14.30 horas tendrá lugar la comida campestre, a la que seguirán, a partir de las 17.00 horas, los juegos infantiles de la mano de Cometa Verde y la primera gran verbena, con "Pasito Show" y "La última legión". 
El domingo, a partir de las 12.00 horas, tendrá lugar la sesión vermú, amenizada por cancios de chigre. Por la tarde habrá juegos infantiles y, a partir de las 21.00 horas, el show de Charly Teibol amenizará la cena. 
El "día grande" se celebrará el lunes, día 20. Bien temprano, un pasacalles de gaita y tambor recorrerá los barrios de la localidad para despertar a los vecinos. A las 10.00 horas se celebrará la misa en el santuario y a las 12.00 horas tendrá lugar la celebración de la Palabra, seguida de la procesión de la Virgen de la Cabeza. La jornada finalizará con la verbena, a cargo en esta ocasión de las orquestas "Cayenna" y "Marsella". 
Por último, el martes, Meres festejará el denominado "Día del colaborador". A las 18.00 horas dará comienzo la misa en recuerdo por todos aquellos vecinos que ya no están, seguida de la imposición de la medalla Virgen de la Cabeza, que este año se otorga a Ángeles López Hevia. 
A continuación, el Grupo 6 Conceyos ofrecerá una exhibición de juegos tradicionales asturianos. Después, el reparto del bollu y la botella de sidra dará comienzo a las 19.00 horas, amenizado por la Asociación Folclórica El Piñote, de Argüelles, y la charanga Élite Brass Band".

Al fondo hay un hórreo, cerca ya del Puente Santianes, que es lo que queda de la casa donde nació Rufino Cimadevilla, más conocido como Rulo de Tiñana, quien fue homenajeado en 2023 por su dedicación al santuario


Y es que, ya que tomamos este ramal, alternativa, opción, variante o como queramos llamar este Camín de la Virgen de la Cabeza creemos interesante visitar tan bello enclave en Tiñana


Esta es la entrada al campo de romerías y su santuario, situado a una cierta distancia del camino. El prado es muy grande y cabe buen número de romeros. En medio hay un pequeño jardín


En la columna del portón hay una filigrana tallada en piedra



Es lo que parece una pila de agua bendita con una cruz sobre una especie de gran flor de lis


En la verja del portón una placa informa de la ubicación aquí de este santuario, ciertamente, desde lejos, su forma no nos recuerda a la de ninguna capilla clásica 



En base a la cabecera de la iglesia que después fue capilla, único elemento conservado en su casi totalidad que pudo ser recuperado, se instaló un gran tendeyón sostenido por columnas metálicas capaz de albergar a gran número de fieles sin demasiado problema



Ante la capilla se han dispuesto unos bancos corridos y, un poco más allá, mesas y bancos de madera


Este paraje es sumamente bello y sin duda es ideal para hacer un alto y reposar de nuestra larga caminata


Al fondo, unos caballos, estamos cerca además de un centro ecuestre


Estas dos mesas de madera con bancos, del 'estilo área recreativa' son ideales por ejemplo para sacar el bocadillo y merendar, disfrutando del solaz y sosiego de Les Vegues del Nora


Al lado, un texu crece en un parterre colocado en un círculo de piedras, mientras al fondo vemos el hórreo de Casa Rulo de Tiñana o Rufino Cimadevilla. De él dijo el párroco Manuel Alonso, en la misa de la fiesta de 2023, que había trabajado desinteresadamente por su parroquia "de manera humilde, silenciosa y sin buscar ningún tipo de reconocimiento por ello". Luego, al ponérsele la medalla, el homenajeado dijo estas palabras, que podemos encontrar en El Tapín, portal de noticias de Llanera y Siero:
"Para mí es un honor muy grande recibir esta medalla, porque yo nací aquí mismo, en la casa que se encontraba en el prado de la fiesta, de la que sólo queda el hórreo. La Santina y yo nos criamos juntos y si no vengo yo pregunta por qué no la vine a ver y tengo la obligación de venir, aunque no esté bueno. Siempre colaboré con la capilla, esto ahora está nuevo, pero antes estaba deteriorado y trabajamos muchos aquí. Fuimos muchos vecinos los que ayudamos"

Por allí, al otro lado del hórreo, sigue el camino hacia el ya muy cercano Puente Santianes, que no llegaremos a cruzar, a no ser que deseemos subir a los barrios altos de Tiñana a dar cuenta de la sidra y las viandas de la tierra en sus famosos llagares, pues la ruta sube a Meres a retomar el Camino de Santiago oficial


Al Camino se sube al otro lado de esta colina que tenemos al oeste, donde está el centro de Equitación Meres, razón por la que es posible que veamos bastantes caballos no solamente allí sino en todas estas fincas en torno al santuario


Los caballos y sus cuadras, en la ladera de la cuesta


La casona, en lo alto de un cueto que domina el valle



Gran casona de corredor y hórreo


Y aquí, en este murete, una placa y otro gran y merecido homenaje a un vecino, Avelino Fernández Álvarez, más conocido como Velino El Rilu, uno de los que más hicieron por este gran festejo de la Virgen de la Cabeza, gran monologuista y cantante de tonada. "Alma máter de las fiestas de la Virgen de la Cabeza", dice de él, a su fallecimiento, la periodista Mónica Rivero, quien le dedica para el periódico El Comercio esta emotiva semblanza, publicada el 1-7-2019:
Avelino Fernández Álvarez, más conocido como Velino 'El Rilu', histórico impulsor de las fiestas de la Virgen de la Cabeza, falleció ayer a los 74 años. Nacido en Roces de Limanes y con residencia en Meres, este electricista jubilado, monologuista y cantante de tonada, estuvo veinte años al frente de la Sociedad de Festejos de Colloto y y fue el primer presidente de la Sociedad Deportiva de la misma localidad, de la que se consideraba y donde le guardan gran cariño. Ayer mismo, varias asociaciones impulsaban la celebración de un homenaje póstumo en agradecimiento a su labor para reactivar la vida social de la zona. 
La enfermedad que padecía desde hace meses ya le impidió disfrutar de las últimas fiestas de la Cabeza. Una ausencia que le provocó «un dolor de corazón», recordó ayer su consuegro y cronista oficial de Noreña, Miguel Ángel Fuente. 
'El Rilu' deja viuda a María Azucena Martínez González, con quien tuvo nueve hijos (Carlos, Pablo, Santi, Gema, Patricia, Lidia, María, Ana y Pedro). Era abuelo de trece nietos. Entre sus allegados se encuentra también el exalcalde de Oviedo Wenceslao López, de quien era consuegro. (...) 
El fallecido destacó especialmente en su faceta como presidente de la Sociedad de Festejos, al mando de la que estuvo más de tres décadas. 'El Rilu' fue durante ese tiempo el padre de las fiestas de la Virgen de la Cabeza en Meres (situada en la parroquia sierense de Tiñana) hasta que por motivos de salud en 2017 pasó el testigo a Alejandro López. Ese mismo año, la comisión le agradeció aquella labor de organización e impulso haciéndole protagonista de la portada del libro de las fiestas, donde aparecía tocando el tambor en el santuario de la Virgen de la Cabeza. 
A pesar de haber abandonado su puesto, 'El Rilu' continuó asistiendo y participando «codo con codo» con la organización en las fiestas como «presidente emérito», tal y como bromeaba con cariño su sucesor".

Otro tanto hacía, en el mismo día, Miguel Ángel Puente en La Voz de Asturias:
"Tras venir sufriendo una enfermedad durante los últimos meses, el pasado domingo 30 de junio, se nos fue Avelino Fernández, el popular Rile según su apodo familiar originario de Colloto, aunque en el resto de Asturias, se lo conocía más por El Rilu. 
Se nos fue Avelino el familiar, el amigo, el artista, el esposo, padre y abuelo. Lo echamos en falta en las pasadas fiestas de la Virgen de la Cabeza donde apenas se dejó ver en la misa y poco más, y eso que esta celebración era su mundo, para la cual vivía todos los meses del año hasta que fueron flaqueando sus fuerzas y fue entregando sus poderes organizativos a sus descendientes, que tuvieron en él, el hombre luchador, el inquieto entusiasta empedernido que contagiaba sus sentimientos en pro de la Virgen de la Cabeza en Meres y de su celebración festiva. 
Como hace muchos años que manteníamos estrecha amistad antes de emparentar por nuestros hijos, recuerdo ahora mismo nuestros viajes navideños recorriendo Asturias entera por residencias de la tercera edad o por colegios de educación especial, siempre mostrando y contagiando su alegría a los demás, su humor asturiano sano, dispuesto a llevar una gota de entusiasmo allí donde era necesaria, siempre respaldado, solidario y querido por sus compañeros de escenario. 
Hoy la Virgen de la Cabeza está contenta. Va a tener a Avelino aún más cerca suyo para confiarle sus deseos y él comentarle los proyectos para  el idílico santuario de San Juan del Obispo, donde solamente falta una placa perpetuando el nombre de la persona que hizo todo aquello posible: Avelino Fernández Álvarez Rile".

Y la placa aquí está, obra del gran artista José Luis Iglesias Luelmo, del que hemos visto ya varias obras en el Camino, colocada el 4-6-2022. Fijémonos como se menciona a Meres abarcando a la antigua parroquia de San Xuan del Obispo. En otro orden de cosas, nos agrada compartir El Rilu se queda sin palabras, título que el corresponsal de La Nueva España Franco Torre pone a su reportaje sobre el homenaje que le fue tributado el 10-9-2011:
"«¿La gente del pueblo? ¡Hay más pueblos aquí que mi madre! ¡Qué bien lo hicisteis!». Avelino Fernández, «El Rilu», se llevó ayer la sorpresa de su vida: en el llagar de Quelo, en Tiñana, dos centenares de amigos y vecinos le rindieron un homenaje monumental, organizado en el más absoluto secreto, y que logró emocionar al popular Rilu, estimado entre sus vecinos de Meres y conocido en toda Asturias por sus monólogos en asturiano, que al comprender el sentido de la fiesta se llevaba las manos a la cabeza. 
A la hora de explicar las razones del homenaje, los organizadores tuvieron más en cuenta la bonhomía del Rilu que su popularidad como monologuista: «Él ha logrado mantener vivas las fiestas de la Virgen de la Cabeza, lo organiza prácticamente todo, y siempre que algún vecino necesita cualquier cosa ahí está Avelino para echar una mano, siempre de forma desinteresada». Con estos antecedentes, fue hace poco más de un mes cuando los vecinos de Meres decidieron, durante un viaje, celebrar un homenaje a su paisano. 
«Al principio íbamos casa por casa, pidiendo a los vecinos que por favor no dijesen nada, para que él no se enterase. Que fue lo más difícil, porque como conoce a tanta gente se entera de todo», apuntan desde la organización. No obstante, nadie se fue de la lengua, y lograron embaucar al Rilu con la excusa de una comida familiar. 
«A mí fueron a buscarme para ir a comer a casa de un vecino, con la familia», explicaba Avelino Fernández, sin comprender del todo cómo había llegado allí toda esa gente. Porque en el homenaje no estaban sólo vecinos de Meres, sino también de Roces de Limanes, donde nació El Rilu hace 65 años; de Granda, de Noreña, de Tiñana, Colloto, Oviedo, Fonciello... y quién sabe de dónde más. «¿Tú no estabas en León?», preguntaba Avelino a una mujer que se acercó a saludarle, mientras un vecino le abrazaba y una multitud le rodeaba, entre aplausos. 
Ya metidos en el lagar y antes de la comida, un miembro de la organización procedió a leer un texto en verso que resumió el sentir de los presentes y que hizo extensivo el homenaje a la mujer del Rilu, Azucena: «Éste es un homenaje a vosotros, por estar comprometidos con fiestas, con excursiones... Todos los aquí reunidos, y los que venir no pudieron y también colaboraron, os deseamos lo mejor, Avelino y Azucena, por vuestra preocupación para que lo disfruten todos. Que disfrutéis este día, felices en este homenaje, que la gente os aprecia, y que nunca os va a olvidar. Usando el símil torero, para tener la plaza llena, lo hace José Tomás, y también Avelino y Azucena». 
Una declamación culminada con una salva de aplausos dirigida a la pareja, un ejemplo de civismo para sus vecinos, que les mostraron ayer todo el cariño que les profesan·"

Ya retirado de su cargo al frente de la comisión de fiestas, le fue dedicada la del año 2017, de esta manera lo anunciaba para La Nueva España Manuel Noval Moro el 3 de junio de dicho año:
"La localidad de Meres, situada en la parroquia sierense de Tiñana, comienza hoy sus fiestas de la Virgen de la Cabeza, que este año tienen como protagonista a Avelino Fernández, "El Rilu". El Rilu fue durante más de treinta años el presidente de la comisión de festejos y el padre de la fiesta, pero este año le ha pasado el testigo, por motivos de salud, a Alejandro López. 
La comisión ha querido agradecerle su trabajo durante tantos años en el propio libro de las fiestas, cuya portada, realizada por Sara Candanedo, maquetadora de LA NUEVA ESPAÑA, es un dibujo de Avelino Fernández tocando el tambor en el santuario de la Virgen de la Cabeza junto al gaitero Xuacu el d'Uviéu, con la leyenda "Más de 30 años faciendo la fiesta posible... ¡Gracies, Velino!"

Durante la fiesta se entrega además la Medalla de Oro de la Virgen de la Cabeza, como la que le otorgaron en 2023 a Velino El Rilu, dedicada a los mayores y sus valores en favor de la parroquia y del santuario. En la de 2024 fue Ángeles López Hevia, esta es la noticia que daba Lucía Rodríguez para La Nueva España del 22 de mayo:
"Ferviente devota de la Virgen de la Cabeza, acude al santuario siempre que se organiza algún acto. Ángeles López Hevia fue elegida este año por unanimidad, por la Junta del Santuario de Meres (Siero), para la imposición de la medalla de la virgen, "por su devoción y su valores para con la parroquia". De ella se destacaron ayer muchas cosas, también que junto a su marido, Carlos González, del que enviudó hace nueve años, celebró en la ermita de Meres sus bodas de oro. Fue ya hace unos años, en 2011, junto a sus familiares y amigos más cercanos. 
Su hija, Ángeles González, visiblemente emocionada, señaló ayer que "ella está muy contenta y todos nosotros nos sentimos muy orgullos de esta distinción". La mujer, de 80 años, tiene dos hijas y cinco nietos, "muy implicados todos con el santuario y la Virgen de La Cabeza, así que sentimos este reconocimiento como un poco nuestro también". 
La cita en Meres, en el marco de las celebraciones en torno a la devoción por la Virgen de La Cabeza, se inició con un acto centrado en la imagen y una misa celebrada en la capilla que dio comienzo a las 18.00 horas para después proceder a la imposición de la medalla a esta apreciada vecina de la parroquia. 
Desde la organización señalaron que "se suele dar este reconocimiento a personas mayores y queridas del pueblo". Para ellos , "es un honor recibir y portar dicha distinción con la imagen de la virgen grabada y, según pasan los años, ellos mismos ya muestran interés por recibir la consideración". 
La lluvia respetó el que también fue el Día del bollo de las fiestas de Meres, aunque por momentos hubo algo de orbayo. Pese a que durante la mayor parte de os dóas fiesta el mal tiempo fue la tónica, Santiago Fernández, miembro de la Sociedad de Festejos, destacó que "ha sido increíble ver cómo la gente se enfundaba las botas y las katiuskas y venía a disfrutar con nosotros, sin temor ninguno al agua". 
Para culminar los actos, ayer, desde las siete de la tarde, los vecinos pudieron recoger en la carpa instalada frente a la capilla los más de 1.600 bollos y botellas de sidra que la comisión tenía preparados. Una de las fieles a la Virgen de la Cabeza, que no se quiso perder el último día de estas fiestas es Vichy León, natural de Meres. "Venimos siempre a comer el bollo para pasar un rato todos juntos en familia". Andrés Alonso lleva viniendo desde Colloto hace diez años. "Este año llovió mucho, pero así y todo está todo lleno y hay muy bien ambiente". Francisco Entrago destaca, además, "que son las primeras fiestas de prao de la temporada y tienen muy buena fama".

En 2022 la medalla fue para Justo Canga Sánchez, relata la crónica de la jornada, también en La Nueva España, Luján Palacios:
"La devoción por la Virgen de la Cabeza traspasa lindes y mueve masas. Lo saben bien fieles como María del Carmen Suárez, de Gijón, y Covadonga Cueto, de Pola de Siero, que ayer hacían cola para poner una vela a una imagen por la que sienten una gran devoción. “Le pedimos, le rezamos y nunca defrauda”, aseguraba Suárez, antes de señalar que “llevamos viniendo muchísimos años, porque es una tradición que, si se puede, mantenemos siempre”. “De tan atrás viene, que mi hija tiene 52 años y ya la traía cuando tenía cuatro”, aseveraba Covadonga Cueto.
Como ellas, cientos de personas quisieron testimoniar ayer su fe en la Virgen de la Cabeza de Meres, en un santuario que se quedó pequeño para una eucaristía presidida por el Arzobispo, Jesús Sanz Montes, acompañado por una veintena de sacerdotes. “Celebramos la restauración de una imagen que nos ha mirado durante muchísimos años”, indicó Sanz Montes, tras bendecir la imagen, remozada gracias al empeño vecinal, y antes de llamar a “construir un mundo en paz”. 
La restauración de la Virgen no es la única que tienen en mente los integrantes de la Junta del Santuario, puesto que “con el dinero que recaudemos a partir de ahora, acometeremos la mejora de la sacristía y de los baños, y también queremos colgar en lo alto la campana antigua”, explicaba Mari Carmen Fernández, una de las integrantes del colectivo que vela activamente por la capilla. Para ello, ayer despacharon recuerdos con la imagen de la Virgen de la Cabeza, desde estampas hasta llaveros o abanicos, además de un mar de velas en honor a su protectora. “Calculamos vender más de mil”, indicaba la mujer mientras atendía numerosas peticiones, porque “la gente tiene mucha fe a nuestra Virgen”. 
La restauración de la Virgen no es la única que tienen en mente los integrantes de la Junta del Santuario, puesto que “con el dinero que recaudemos a partir de ahora, acometeremos la mejora de la sacristía y de los baños, y también queremos colgar en lo alto la campana antigua”, explicaba Mari Carmen Fernández, una de las integrantes del colectivo que vela activamente por la capilla. Para ello, ayer despacharon recuerdos con la imagen de la Virgen de la Cabeza, desde estampas hasta llaveros o abanicos, además de un mar de velas en honor a su protectora. “Calculamos vender más de mil”, indicaba la mujer mientras atendía numerosas peticiones, porque “la gente tiene mucha fe a nuestra Virgen”. 
Una devoción que acompañó a la imagen en procesión alrededor del prau de la fiesta, con la banda de gaitas “El Piñote” y con el nutrido séquito de sacerdotes que ayer se juntaron en Meres para “dar gracias después de años complicados”, como señaló el párroco, Manuel Alonso. 
Los festejos en honor a la patrona continuaron por la noche con verbena. Para hoy, está prevista la última jornada con una misa en el santuario para imponer la Medalla de la Virgen de la Cabeza, juegos tradicionales y el reparto del bollo y la botella de vino a los socios. 
El premiado con la medalla de este año es Justo Canga Sánchez, de ochenta años y vecino de la parroquia desde que se casara con Viri Roza, tristemente fallecida bien joven. Los organizadores de la fiesta han querido reconocer los largos años de devoción de Justo hacia su Virgen, a la que acompaña a diario en los días de novena, así como su colaboración e implicación con las actividades del pueblo. “Estoy muy contento”, reconoce emocionado, y “sorprendido cuando el cura me comunicó que me iban a premiar”. 
Jubilado tras muchos años de trabajo en un almacén y al frente de una ganadería en la que llegó a tener veinte vacas, además de la huerta, Justo Canga pensaba que “no iba a poder recoger la medalla, porque estoy esperando por una operación”. Lector empedernido, no deja pasar un día sin echar un buen vistazo a LA NUEVA ESPAÑA. “Mira por dónde, ahora voy a ser yo el protagonista”, bromea, encantado con “recibir el cariño de los vecinos”. Los mismos que ayer demostraron que las fiestas de Meres son, para ellos, las más grandes".

En 2021 la medalla recayó en Maruja Lombardía, compartimos en este caso el relato de las fiestas en El Fielato y El Nora:
"El día invitaba a fiesta y, aunque con mucha prudencia, Meres superó las expectativas y el pasado lunes reunió en el prau de la capilla a más de un centenar de personas que no quisieron perderse la misa en honor a la patrona de la localidad sierense, la Virgen de la Cabeza. «Es una fiesta hecha desde la sencillez y para que no se pierda, ya el año pasado hubo que suspenderla y si nos acostumbramos a no celebrarla, podría desaparecer», señaló Pedro Tardón, encargado de oficiar la homilía. Durante la misa tuvo presente la pandemia, pero quiso lanzar un mensaje de esperanza. «Debemos buscar situaciones que nos hagan ir venciendo esta sensación de tristeza», señaló. Asimismo, tuvo un recuerdo especial para los socios fallecidos y para Alejandro Díaz, párroco fallecido en diciembre. También se notó la ausencia del antaño alma de las fiestas, Avelino Fernández, "El Rilu", que falleció en julio de 2019.
Por su parte, la comisión apostó por recuperar la alborada con dos parejas de gaita y tambor que desde bien temprano anunciaron la fiesta, el saludo de barrios y el reparto del bollu y la botella de sidra a los socios, que se llevó a cabo el martes de forma gratuita. «Decidimos que íbamos a hacer todo lo que pudiéramos sin aglomeraciones», señaló Tania López, de la comisión. El saludo de barrios es una de las tradiciones peculiares de la fiesta y consiste en el lanzamiento de varias docenas de voladores. «El primero se tira desde el prau y los demás van contestando desde barrios cercanos como Hevia, Fonciello o Tiñana», explicó. 
Por otro lado, también se recuperó la imposición de la medalla de oro de la Virgen de la Cabeza, que este año recayó en Maruja Lombardía, de 93 años, que se mostró muy orgullosa por el reconocimiento. Acompañada por su hijo Tino Quince, su nieto Jonás y varios familiares, apuntó que «no me pierdo la fiesta ningún año, vengo siempre a la novena y a por el bollu». Polesa de nacimiento, se trasladó a Meres para cuidar a sus suegros. En su juventud fue lechera y trabajó en la casería familiar. «El año que viene más, esperemos que con normalidad», deseó".

Ahora vemos toda la estructura de columnas metálicas sosteniendo el gran tejado a dos aguas, la capilla está abierta por sus lados sur y oeste


Siempre están dispuestos los bancos de los fieles y, en la cabecera, del lado este, con arco triunfal de medio punto y liso, está el altar de la Virgen. Al norte una línea de grandes vidrieras colocadas cuando se rehabilitó el templo, en concreto durante la fase en la que estaba ya de párroco José Manuel Rodríguez Fueyo



Presentan escenas del Pentecostés, cuando se celebra la fiesta de la Virgen de la Cabeza, que conmemora la llegada del Espíritu Santo, que "es una fiesta móvil, lo que significa que no se fija con relación al calendario civil, sino que se celebra en fecha variable, según el año y el rito en cuestión", por eso puede caer entre mayo y junio. Franco Torre la narra así el 25-5-2010 para La Nueva España con el título La Virgen los trae de cabeza:
"Pese a ser día laborable, cientos de personas se acercaron al santuario de la Virgen de la Cabeza. La madre del salvador, bajo esta advocación, cuenta con una gran tradición en la zona. La ermita albergó durante toda la mañana los oficios religiosos, que culminaron con la Santa Misa que comenzó al mediodía. La ceremonia, a la que acudieron varios sacerdotes de las parroquias vecinas, fue oficiada por Justo Ordoñez, un cura asturiano que actualmente reside en la Casa Sacerdotal de Oviedo tras varios años de misión evangélica en Brasil. 
En su sermón, muy aplaudido por los presentes, Ordoñez se centró en la necesidad del diálogo y la oración, y apuntó la importancia del servicio a los demás, al que se llega mediante una actitud dialogante. Asimismo, el sacerdote afirmó que, pese a los duros momentos que vive la institución, «nadie podrá con la Iglesia». 
Tras la misa, los cientos de fieles desplazados a Meres procedieron a la tradicional procesión, que culminó con la colocación de la venerada imagen en el interior de la ermita, en lugar de dejarla al exterior como se hacía en años precedentes. Y allí recibió la Virgen una segunda procesión: la de cientos de fieles que querían pedir su protección contra «los males de la cabeza». 
La erudita local María Dolores Cabeza documenta en su libro «El concejo de Siero en su fiestas», más de cuatro siglos de devoción. Cabeza apoya sus afirmaciones en una documentación conservada en el Archivo Histórico Diocesano que fija la fundación de la Capellanía de Nuestra Señora de la Cabeza en 1.647, promovida por Pedro Fernández, cura de San Juan del Obispo. De hecho, la documentación indica que Fernández dotó la capellanía con un horreo, una casa, un establos y un prado con robles. 
Precisamente, el hórreo que actualmente se conserva en las cercanías del santuario de la Virgen de la Cabeza ha sido restaurado este mismo año, aunque no está claro si este inmueble es el mismo hórreo de 1.647 o si es posterior".

Vamos ahora a seguir toda la secuencia de vidrieras, desde la entrada, a la izquierda; hasta el altar, a la derecha


El Espíritu Santo y el Ángel de la Anunciación


La Virgen María y Santa Ana


La Adoración de los Magos, con María, José y el Niño Jesús



El primer milagro de Jesús, la transformación del agua en vino, con la Virgen presente, detrás, pues fue ella quien se lo pidió en las bodas de Caná


Entierro de Jesús en el sepulcro, con María en medio de la trágica escena


El Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles antes del día de Pentecostés




Pasamos ahora a la cabecera y capilla mayor, con su gran arco de medio punto y cierre con verja desde el que vemos el altar. Hay abajo a los lados están lo que parecen las basas de antiguas columnas o de sistemas de cierre


Sabemos que en la antigua capilla había una losa en el suelo en la que, rodeando un escudo con corona, podía leerse: "Sepultura muy antigua de los Señores de la muy ilustre Casa de los Argüelles de Meres". Había sido fundada por D. Francisco Argüelles, abad de la colegiata de Santa María de Arbas, "con la obligación de pagar anualmente una libra de cera para alumbrar al Santísimo el Jueves Santo de cada año", según cuenta en su obra Mª Dolores Alonso Cabeza


Todo el mobiliario e imaginería es 'moderno' salvo la imagen de la Virgen de la Cabeza, que suele estar colocada sobre pedestal en el ventanuco que da luz natural al interior, orientado al este, como los templos medievales


Como hemos dicho fue salvada de la destrucción al ocultar la imagen una vecina durante la Guerra Civil, es gótica y por lo tanto superviviente del santuario antiguo. Fue restaurada en mayo de 2022 con un presupuesto de 3.013 euros por Paula Sánchez Ablanedo, directora del Museo de la Iglesia


En la sección Parroquias de mucho arte de la web de la Archidiócesis de Oviedo nos informan que es una imagen gótica de piedra policromada, fechada entre los siglos XIV y XV, de unos 40 centímetros de altura:
"...representa a la Virgen María como Sedes Sapientae, sentada en el trono y con el Niño Jesús en el regazo. 
Antes de su restauración, la imagen presentaba un estado de conservación regular, con muchos repintes y con lagunas de policromía en el rostro del Niño y torso de la Virgen. Se mostraba como una “Virgen de vestir”, con largos cabellos y vestida con manto y tocado. 
Gracias a la iniciativa del párroco, Don Manuel Alonso Martín, y de los feligreses y devotos, actualmente la imagen de la Virgen ha recuperado su apariencia original, la que proyectó el artista que la creó hace siete siglos. Los trabajos de restauración han devuelto la expresión al dulce rostro de Nuestra Señora y la elegante belleza de sus ropajes: la túnica rosada, el manto azul y velo blanco, adornados con estrellas azules y rojizas. También los del Niño, que viste túnica verde decorada con estrellas, sentado sobre su regazo y envuelto por su abrazo".

El altar, lleno de flores, preparado para la romería. El portal Fiestas! explica la jornada, alegre pero también tremendamente emotiva, de esta manera:
"El día grande resulta especialmente atractivo y emotivo. Esa jornada, la pequeña, muy popular y antiquísima imagen de la Virgen de la Cabeza, que goza de una tradición muy antigua también, congrega a cientos de fieles llegados de todos los pueblos del entorno y de otros lugares más alejados. Los devotos de la Virgen van concentrándose en el prado del santuario desde primeras horas de la mañana, siendo costumbre que los romeros del concejo lleguen al lugar andando y pertrechados con la comida campestre que se degusta después de la misa en el prado de la fiesta, el cual acoge igualmente la procesión con la que culminan los actos religiosos en honor de aquélla".

Esta es la talla con su manto, donde frotan los devotos flores, ramas, pañuelos, quedando así bendecidos por la Santina, abogosa de los males de la cabeza, flores, ramas, pañuelos... quedando así bendecidos. Sobre esta devoción resulta buena la descripción que realiza de la misma para El Comercio del 30-5-2023 Clara G. Santos:
"Un sol de justicia animó ayer a los vecinos de Meres y alrededores a celebrar a su Virgen de La Cabeza. La talla, restaurada el año pasado por Paula Sánchez, procesionó rodeando la zona de los festejos y lo hizo arropada por el fervor de todo un pueblo. Pese a ser día laborable, varios cientos de personas se acercaron a la ermita donde se celebraron los oficios religiosos, que culminaron con la clásica misa. La ceremonia, a la que acudieron una veintena de sacerdotes de parroquias vecinas, fue oficiada por John Steven Betancourt, ordenado el domingo. 
En su sermón, muy aplaudido por los presentes, el que fuera diácono de El Berrón hizo un repaso de su periplo espiritual y animó a los fieles a «abandonarse a su madre la virgen María». Durante la eucaristía, Steven Betancourt no pudo contener las lágrimas, tales era su emoción al oficiar por primera vez como cura. 
Tras la ceremonia, los fieles desplazados a Meres procedieron a la tradicional procesión por los aledaños del prau. El recorrido, secundado por multitud de feligreses al son de las gaitas, culminó con la colocación de la venerada imagen en el interior de la ermita. Una vez allí, recibió la Virgen una segunda procesión: la de cientos de fieles que quisieron pedir su amparo contra «los males de la cabeza». 
Una de las feligresas que ayer aguardaba, entusiasmada y expectante, a poner una vela a «su virgen» era Emilia Camblor, que lleva más de seis décadas acudiendo sin falta a la cita del santuario. Incluso cuando trabajaba en Maternidad en el HUCA, «siempre pedía el día libre», recordaba ayer con la ilusión intacta esta vecina de Villamiana. 
Fieles desde la cuna 
Aunque natural de Oviedo, siempre fue muy devota de la patrona de Meres. Su madre sufría fuertes jaquecas que la postraban en la cama durante días. «Siempre poníamos ofrendas a la virgen, hasta que un día le dejó de doler». Desde entonces, su hija no falta a la cita. «Es nuestra humilde forma de dar las gracias», apuntaba. No fue la única. Muchos vecinos prendieron velas o dispusieron arreglos florales en los márgenes del santuario para honrar a su patrona. Aparte de los coloridos ramos, hubo quienes se acercaron a la Virgen con otros más sobrios de tejo para acariciarla y ser bendecidos por ella. 
Las fiestas de Meres continuarán hoy con juegos tradicionales, reparto del bollu y de la sidra, y un espectáculo de fuegos artificiales, a partir de las once de la noche".

Cuando la imagen fue restaurada, la citada web de la Archidiócesis de Oviedo señala que es "anterior hasta 1647 que es la fecha en que se funda la capellanía en ese mismo lugar", lo que avala que la fundación se hizo en una capilla preexistente dentro del templo


Salimos ahora de nuevo al exterior, donde está el texu de los tiempos de la antigua capilla, árbol totémico por excelencia


Árbol sagrado de los ástures y otros pueblos de la antigüedad, cristianizado en su vinculación a los santuarios. Este es de los tiempos de la capilla de antaño, luego se plantaron varios más alrededor coincidiendo con la rehabilitación de la capilla y su campo. En la página de Amigos del Texu felicitan su rehabilitación, pues, como todo el lugar, pasó por momentos de abandono:
"Hacía mucho que no visitaba este ejemplar, el tiempo no da para todo y hay que elegir. Lo recordaba en mal estado y la sorpresa al verlo ha sido enorme. Hicieron un trabajo de eliminación de ramas secas y el aspecto que tiene en la actualidad es mucho mejor. Felicitar a los encargados de realizarlo y a los que promovieron la actuación. 
El lugar está cuidado, con cierre. Hay otros ejemplares a la izquierda y un tercero, que no parece vaya a sobrevivir, que han plantado a la entrada del recinto. Este santuario se encuentra ubicado en San Juan Obispo (San Xuan del Obispo) que es una localidad del concejo de Siero (parroquia de Tiñana); situada a una altitud de 180m y por la que discurre el río Nora".

Afuera, en Les Vegues, en este prado que llega al río, se han hecho más bancos y mesas para la gente con grandes vigas


Un pastor eléctrico separa el campo de la ermita del pasto donde se encuentran los caballos


Algunos se acercan a saludarnos, suelen aproximarse cuando ven gente



Volvemos hacia la capilla para dar una vuelta a su alrededor antes de marchar, empezando por la derecha, donde está el texu


En la página Fiestes de Meres podremos encontrar fotos, vídeos y demás noticias e información sobre la fiesta, la ermita y la Santina del lugar


El exterior de la cabecera en su muro meridional, aquí parece haber una puerta cegada de arco de medio punto. Las piedras, de diferente talla y tamaño que las demás lo delatan


Detrás de la cabecera y a este lado el suelo está a un nivel más bajo, un muro y unas escaleras resaltan esta diferencia


El muro este, con el ventanuco que da luz al altar. Las esquinas son de cantería mientras que los muros son de mampostería


Fijémonos en la disposición del tejado, que conforma un pórtico que guarda la cabecera con tejados a dos aguas unidos, como el largo de acceso a la capilla, que hace las veces de falsa nave central


El muro norte, con las vidrieras vistas ahora desde el exterior


Más texos, de los plantados a partir de 1990, aquí ya hemos dado la vuelta completa a la ermita



Y desde las mesas y el texu con la placa de Velino El Rilu desandamos lo andado en este campo de la capilla de la Virgen de la cabeza



Y volvemos al camino, saliendo por el mismo lugar por el que hemos entrado



Nos dirigimos hacia el río tomando la dirección de otro muy hermoso lugar, El Puente Santianes


Desde el camino seguimos teniendo muy buenas vistas del campo de la Virgen de la Cabeza, una gran planicie en Les Vegues


El santuario, en medio de la campiña, ligeramente apartado del camino, en Explorando el Paraíso en Moto, Sonia Barbosa Silva transmite de esta forma sus sensaciones al llegar aquí en El Comercio del 21-4-2016 y cita también a la gran historiadora Mª Dolores Alonso Cabeza:
"Llego hasta el  Santuario por una caleya por la que deseo no encontrarme con nadie y agradezco su escasa longitud. Cuando llego el portón está cerrado pero puede visitarse fácilmente pues está ubicado en un espacio abierto.
En mi visita sigo escuchando los ladridos de un perro que, desde una casa cercana, aún no ha dejado de avisar de mi llegada. Aunque, finalmente, parece que acaba acostumbrándose a que esté por allí y dejo de oirle.Ç 
Ahora, el lugar está tranquilo. Un remanso de paz y el hilo musical de algún diminuto pájaro que se escondía tras las tupidas ramas del texu. Los caballos pastan libremente sin parecer importarle nada lo que haya a su alrededor. 
Según el capítulo “El Santuario de la Virgen de la Cabeza”(páginas 256 y 257 del libro “El concejo de Siero en sus fiestas-Datos de su Historia”) de María Dolores Alonso Cabeza: 
El Santuario de la Virgen de la Cabeza de Siero daba comienzo en 1990. Con sugerencias de D. Manuel, hicieron el proyecto los arquitectos de La Pola D. Juan Roces y D. Javier Arbesú. Procuraron recuperar los escasos vestigios históricos, que han quedado protegidos por la nueva traza y totalmente visibles: “La cabecera de la Iglesia, único elemento que se conserva en casi su totalidad primitiva y a la que se accede a través de un arco, se mantiene como lugar de ubicación del altar”.     

Don Manuel López Álvarez pensaba en un magnífica edificación, falleció en 1993 y la obra no llegó a su conclusión definitiva.    
En los años 1995 a 1999 fue continuada por el párroco D. José Manuel Rodríguez Fueyo con realizaciones como la vidriera con el simbolismo de Pentecostés junto a la Virgen María, trabajos en piedra vista, etc.    
Y continúan por el actual párroco, D. Jesús Fernández, con mejoras, reparaciones y cuidados; aumentan las celebraciones litúrgicas principalmente en Semana Santa y meses de verano.    
Los vecinos de Meres cuidan el entorno de la Capilla, en la orilla derecha del río Nora. La Sociedad de Festejos Virgen de la Cabeza tiene en proyecto interesantes rehabilitaciones de este entorno. 

Para indagar más en su historia, recomiendo la lectura del mismo. La fiesta se celebra el lunes de Pentecostés y es la primera de las fiestas importantes del concejo de Siero.
Sin duda, un espacio que acoge al que quiera visitarle"

Otra hermosa descripción es la que encontramos en Amigos santuario Virgen de la Cabeza (Meres), que es de los tiempos en los que se acometían diversas actuaciones para mejorar este espléndido rincón de la ribera del Nora en la parroquia de Tiñana:
"Su entorno natural es de privilegio, vega, ermita y naturaleza a orillas del río Nora, forman un paisaje único. Si a esto se añade el valor Espiritual que tiene a donde acude tanta gente durante el año y sobre todo durante la fiesta que se celebra todos los años en tiempo de Pentecostés, justifica la iniciativa y la colaboración popular.

Es un espacio abierto a donde se puede ir y estar muy a gusto disfrutando no solamente durante las fiestas que allí se celebran si no siempre.

Muchos colegios, familias, parroquias o grupos de amistad lo eligen para pasar un día cualquiera memorable. Situado en el centro geográfico de Asturias, con buena comunicación, vienen de todos los sitios, ahora con la nueva entrada por la carretera de Tiñana, a través del puente antiguo de Santianes, lo hacen más asequible.

Podía destacar más motivos para entusiasmarte a ti también si es que no lo estás ya, miles de personas pasan por aquí todos los años, cada una por motivos diferentes, todos importantes, todos validos".

A nuestra derecha, llegan hasta el mismo camino las instalaciones caballares del centro ecuestre


Las cuadras y los caballos, que disfrutan de espacio en este magnífico recinto hípico, como en un rancho


A la derecha, uno de sus accesos, a la izquierda, el hórreo que fue de la casa de Rufino Cimadevilla, Rulo de Tiñana


En la vereda de la derecha una señal de tráfico recomiendo atención a los conductores, pues hay unas curvas, con umbría, antes del río, y es una zona bastante visitada, por lo que puede ser fácil encontrarse con peatones, otros vehículos y por supuesto, ganado


Al pasar contemplamos el hórreo, que como ya habíamos dicho, es lo que queda de la antigua casa 


Observemos que a continuación hay una entrada secundaria, cerrada, al campo de la capilla


Observemos los pegollos de madera y su buena planta; a lo lejos la bajada de La Cuesta, por donde hemos venido desde El Camín de Fonciello y trazado oficial del Camino de Santiago, que sigue hacia a la izquierda por la boscosa colina de la izquierda


Una placa de madera nos avisa que el hórreo fue restaurado por Jamín El Fíu Tista en 2000. Se trata de Benjamín Sánchez Álvarez, quien aprendió el oficio de su padre, Tista, como bien dice su firma. Es famoso por firmar así sus obras y ya hemos visto en La Ribera, camino de Valdediós (Villaviciosa), otra de sus intervenciones


Bucólino es, sin duda, el adjetivo que merece el recorrido hacia El Puente Santianes en el Nora por estas arboledas de su vega y ribera


A nuestra derecha el rodeo del hípico, donde se realizan las pruebas de salto y otras con los equinos


Esta sí que sería la zona más inundable en siglos pasados, que con las crecidas del Nora se haría intransitable separando las zonas baja y alta de Tiñana


"Dulcemente montañosa y verde, cuenta con la mayor llanura de Asturias", leemos de la comarca del Nora (concejos de Siero, Noreña y Llanera) en Vivir Asturias, una frase que puede condensarse en concreto en esta parroquia de Tiñana, "en la tierra de Tiniana que después fue de Pelayo..." podríamos decir


La verdad que el río no lo vamos a ver hasta llegar a la misma orilla, a la que aún no nos habíamos acercado pese a que desde La Campa y Figares, en Sariegu, estamos recorriendo su valle


Y aquí tenemos el Puente de San Xuan del Obispo o de Santianes, 'Sanctis Iohannis'. 'San Juan', uno de los ocho puentes históricos del Nora. No lo vamos a cruzar, insistimos, a no ser que, fuera del trayecto, deseemos subir a visitar la parte alta de la parroquia, uno de cuyos alicientes puede ser comer en sus renombrados llagares, pero sí vamos a acercarnos a contemplarlo bien. El que uno de los históricos puentes del Nora sirve para hacernos una idea de la importancia de este camino, el cual no solamente comunicaba Tiñana de abajo y arriba, sino que por La Paranza comunicaba con el valle del Nalón y, de allí, con los puertos de la Cordillera Cantábrica, tránsito a la meseta


El erudito fotógrafo J. Ángel Menéndez Díaz lo incluye en su trabajo Los 9 puentes del Nora de origen romano-medieval:
"Tirso de Avilés en “Armas y linajes de Asturias y antigüedades del Principado”.
“… e fizo grande estrago e llevó el río Nora todos los molinos desde Colloto fasta abajo, sin dexar nada. E fizo daño en la puente de Lugones de la una parte, mas fué poco, e llevó la de Cayés y la de Brañes, por ambas partes, e la de Gallegos, e la de San Pedro de Nora”.
El río Nora posee un buen número de puentes que, aunque reformados o reconstruidos en diferentes épocas, son de origen medieval o romano. Nada menos que nueve: San Pedro de Nora, Gallegos, Brañes, Cayés, Lugones, Colloto, San Xuan Obispo, Venta de Soto y el puente Romanón de Bergueres, cerca de La Pola de Siero. Estos puentes hablan de antiguas vías romanas, como la que viniendo de Asturica Augusta (Astorga) cruzaba el Nora por el Puente Vieyu de Lugones para dirigirse a Lucus Asturum (Lugo de Llanera) o la que entraba en Asturias por los Puertos de Áliva, continuando a Sotres, Cangas de Onís, Villamayor, Ceceda, Nava y Siero, donde utilizando el Nora como eje, llegaba hasta Lucus Asturum. Vías que, a la postre, se convertirían en caminos reales, antiguas “autovías” por donde circulaban las carretas tiradas por bueyes transportando, seguramente en no pocos casos, el grano para ser molido en la multitud de molinos harineros que, ya desde épocas medievales, poblaban las márgenes del Nora y de los que todavía hoy en día aún quedan unos cuantos ejemplos.

La presencia en el Concejo de Siero de varios puentes medievales que aprovecharon una base constructiva romana apunta a la existencia de una antigua vía romana que, proveniente de Asturica Augusta (Astorga), penetraba en Asturias por los Puertos de Áliva, continuando a Sotres, Cangas de Onís, Villamayor, Ceceda, Nava y Siero. A partir de ahí utilizaría el Nora como eje llegando hasta Lucus Asturum (Lugo de Llanera). Esta serie de puentes, de fundación romana, comenzaría con el puente de Bergueres, al que seguirían los de: Venta de Soto, San Xuan del Obispo, Colloto y Lugones".

No es este sin embargo de los puentes más conocidos del Nora, muchos artículos y reportajes lo ignoran o pasan muy de soslayo, tiene un arco central de arco de medio punto y, a su derecha, otro más pequeño que tiende a la forma apuntada u ojival, reminiscencia de la arquitectura gótica sin duda, como sin duda este puente hubo de pasar por sucesivas reconstrucciones y mejoras


El cuanto al Nora o Ñora, su nombre parece venir de la palabra asturiana homónima, con estas acepciones según el Diccionario General de la Lengua Asturiana:
1. Regato, arroyo.

2. Acequia donde se remansa el agua del molino. Embalse o presa con suave desnivel que alimenta la canal del molín (sic)

3. Noria 
Lo más posible es que tenga que ver con la segunda acepción, dado la gran cantidad de molinos que existieron en todo su recorrido, alguno muy cerca de aquí, como pronto vamos a comprobar


El arco lateral servía como desagüe en las crecidas, antaño mucho más frecuentes, ayudando a pasar la gran cantidad de agua, la cual hacía siempre grandes estragos en las haciendas. Es una solución muy habitual en los puentes a partir sobre todo de la baja Edad Media


Nosotros continuamos a la derecha del puente por El Camín Real, uno de los varios caminos reales existentes, que es como decir 'del reino', lo más parecido a lo que hoy denominaríamos 'Red de carreteras del Estado'


Este sería el que, por este puente, enlazaría la capital asturiana con el paso de La Paranza, si bien se sabe que arriba, por la cresta de la sierra, discurre otro más


Fijémonos en la placa con su nombre en el poste y la señal del Camín de los Santuarios y la flecha amarilla del Camino de Santiago; la primera apunta a la derecha y la segunda hacia arriba pero ambas indican continuar de frente en realidad, como vamos a hacer nosotros


Este Camín Real enlazará arriba con El Camín de Santiago, que es el que sigue el eje del valle en dirección este-oeste, el cual viene de La Pola y es hoy en día la única ruta xacobea oficial, a la que vamos a regresar ahora tras desviarnos por esta variante no oficial al santuario de la Virgen de la Cabeza


Más adelante otra flecha, en el depósito de agua, va a confirmar que vamos en la dirección correcta. Fijémonos a la derecha en la barandilla blanca que cierra el círculo del rodeo hípico


Aquí, El Camín Rial se separa de la orilla del Nora, oculta por la fronda ribereña, haciendo una curva a la derecha


Y seguidamente sigue recto mientras empieza a subir poco a poco, teniendo el centro ecuestre siempre a nuestra derecha


Los caballos nos ven pasar, es esta una zona relativamente transitada por paseantes y excursionistas


La subida es muy suave, para volver al Camino de Santiago oficial hemos de volver a subir para regresar a su trazado, situado cuesta arriba para evitar las crecidas del Nora, tal y como hace este Camín Real, que evita continuar por las vegas por ese mismo motivo ganando ahora altura



Según pasamos, es posible podamos ver algún entrenamiento con caballos: galopes, saltos y cabriolas, pudiendo detenernos unos instantes a contemplar esta práctica


La subida es muy suave pero, como suele ocurrir en estos casos, continua y prolongada, al menos durante unos 700 metros más, hasta llegar al cruce con El Camín de Santiago, a escasos metros del Colegio Meres y a escasa distancia del palacio


Más caballos en las vegas, esa es la zona de Los Meriellos, cerca de este lugar, en una terraza fluvial al sur de Meres, a unos diez metros de altura sobre el Nora, fueron encontrados un conjunto de herramientas líticas para cortar, golpear y raspar, constituyendo un lote de instrumentos de cuarcita, datados en el Paleolítico Medio, descubiertos por el profesor José Manuel González y Fernández Valles


Es un periodo histórico en el que aún no se dominan las artes de la agricultura y la ganadería y las comunidades humanas constituían grupos de cazadores-recolectores, que gustaban de buscar su sustento en las orillas de los ríos y en los valles que, como este, forman un gran corredor natural, lugares propicios para cazar, pescar y coger frutos y plantas


Más a la izquierda es la ladera de Les Cuestes, que cae hacia el río que, formando continuos meandros, discurre justo al final del prado, tapado por los árboles en todo momento


Es una zona muy boscosa que nos oculta también, monte arriba, los barrios de Fozana y Fueyo, en Tiñana


Al llegar aquí, el Camino se estrecha, observemos la forma en ángulo del quitamiedos remarcando dicho estrechamiento


Luego el camino es casi llano al llegar a la bifurcación con El Camín Tras la Venta, un topónimo que demuestra la antigua existencia de una venta o posada caminera en este lugar, cuya memoria se conserva en el topónimo


He aquí la placa de dicho camino, el cual nos sirve de referencia, pero no vamos a ir por él


El Camín de Tras la Venta es el de la derecha, nosotros continuamos por la izquierda, siempre por El Camín Rial


El Camino casi llanea ahora cuando llegamos a las casas de Traslaventa, las cuales se extienden a los lados del Camino, estas primeras a la izquierda


El Camino casi llanea en este tramo pero la cuesta en realidad continúa, unos metros más allá hay una panera


Y también más casas a la derecha, con parcela y jardín; nos percatamos de nuevo de los usos residenciales del suelo en la actualidad


Aunque pisamos asfalto, el recorrido es un hermoso paseo entre casas y jardines


Una verja precisamente es lo que cierra el espléndido jardín de la quinta de la panera, que veíamos desde atrás, cuyo acceso es este artístico portón


La panera, evolución en tamaño del hórreo, se mantiene, como suele ocurrir ahora, como almacén y como elemento decorativo, al desaparecer su uso como granero con el final de la cultura cerealística, cuando estos terrenos se plantaban de 'pan' (trigo, escanda, cebada...) y posteriormente de maíz


Ahora son aquí prados de césped, como el de la izquierda, y de pastos y siega, dedicados a la ganadería, actividad compatible con la plantación de pumaraes de manzana de sidra, como el de la derecha


A la derecha de dicho prado se ven algunas casas de estilo más tradicional, unas reformadas y otras no. El Camín de Santiago viene a nuestro encuentro desde más allá de las del fondo. Pero sin duda ha de llamarnos la atención el edificio de las antiguas escuelas, a la izquierda de la foto, soberbiamente restaurado, muy similar, por no decir idéntico, al de Santa Marina, pues el del estilo 'Segunda República', inauguradas en 1936, poco antes de que estallase la Guerra Civil. De ellas nos cuenta esto Mª Dolores Alonso Cabeza lo siguiente:
 "Dos aulas rectangulares, una para niños y otra para niñas, con 6 ventanas en cada una, 3 en la fachada anterior, 3 en la posterior; entrada lateral por un patio cubierto y zaguán con servicios. Entre las dos aulas escalera de acceso a las viviendas del maestro y de la maestra con la misma distribución de los vanos que en las aulas.

Después de la Ley General de Educación, 1970 y el sistema de las concentraciones escolares, los alumnos pasaron al Colegio Público Los Campones de El Berrón. Aquellas escuelas se cerraron (...) ha sido reparada por el Ayuntamiento, se utiliza como centro de reuniones vecinales y de actividades culturales y recreativas".

A nuestra izquierda y prado abajo está El Molín de la Enceña, cuyo conjunto de vivienda y molino ha sido restaurado aunque su ingenio ya no muele, pertenecía a la Casa de Meres, figurando como su propietario Diego Ramón Argüelles en su época, quien lo arrendaba a José Carril por 12 fanegas de 'pan' (harina molida) al año



Está a cierta distancia del río pues a los molinos llegaba el agua por una acequia, la canal, en cuanto al nombre de La Enceña este se refiere a la enciena o aceña, el agua embalsada hacia él canalizada que hacía mover toda su maquinaria de tres molares, que molía diez meses al año



Asoma en la distancia entre los árboles el Llagar de Quelo, de Sidra Quelo, barrio de Fueyo, uno de los que dan a Tiñana su fama sidrera y gastronómica, fundado en 1944 por Luisa Palacio Díaz (hija del llagareru Joaquín Palacio y nieta del también llagareru Juaco Xuanín) y Aquilino Palacio Fanjul, que pasó luego a su hijo José Fanjul Palacio. Leemos en la revista La Sidra el reportaje Casa Quelo, un llagar con mucho más que sidra del 18-2-2023:
"Carretera Tiñana arriba nos encontramos con un establecimiento que aúna lo mejor de un llagar que acumula tres generaciones de historia y un restaurante amplio y acogedor (la cuenta para espichas y celebraciones) con una carta larga y variada, inspirada en los productos y platos tradicionales del país. 
Para comenzar pedimos una ración de Sabadiegu de Noreña a la sidra, con patatinas, sabor muy auténtico y cantidad generosa. 
pero para espectacular, el segundo plato, Merluza con gula y langostinos. La merluza se deshace en la boca y la salsa tiene el punto justo para resaltar -que no esconcer- el sabor del resto de los ingredientes. 
De postre, Milhojas de manzana con helado de avellana, una especialidad de la casa que remata perfectamente una comida para relamerse, regado, por supuesto, con algunas botellas de Sidra Quelo"


Dejamos a la izquierda la finca del llagar y continuamos todo recto y de frente, casi en llano


Nos damos cuenta que en esta zona, según nos acercamos al Colegio Meres y a la Urbanización Palacio de Meres, hay más densidad de población y de edificaciones


Algunas son casas 'nuevas' pero otras son antiguas viviendas campesinas tradicionales reformadas, como la que tenemos enfrente, que tiene delante un espléndido texu


Aquí tenemos una foto de dicho texu y de la casa a pleno sol de la mañana temprano


La casa está en el cruce con la entrada al molino: nosotros seguimos recto y de frente una vez más


Y aquí, una encrucijada: a la izquierda el Camín de la Fuente Mera, una de las antiguas fuentes de la parroquia, a la que se iba antaño a por agua


Y, a la derecha, El Camín de les Escueles, cuyo edificio acabamos de ver desde más atrás


En dicho cruce, una de las pocas casas tradicionales que se conservan tal cual era antaño, con su corredor en el piso alto


Detalle del corredor y sus filigranas


Filigranas que se repiten, más trabajadas incluso, en el balcón


Dejamos casa y cruce a la derecha y continuamos camino, fijándonos en estos tres módulos de tejado a dos aguas anexos a la casa que parecen haber sido cuadras, almacenes, talleres, o un llagar


Vemos cómo el camino sigue subiendo pero siempre de forma muy suave según va aumentando la densidad de casas y el hábitat se hace algo más concentrado



Casas, garajes, jardines, parcelas, se disponen, cada vez más cerca unos de otros, a los lados de la calzada, que se va haciendo calle según avanzamos


Es posible por tanto, que al haber más vecinos haya en este tramo ocasionalmente algo más de tráfico, a ciertas horas sobre todo, a lo mejor casi como en una pequeña villa, por lo que vayamos siempre atentos al paso de vehículos


Más jardines y, en ellos árboles ornamentales, a la izquierda un gran prado nos permite hacernos una idea de cómo era esta zona antaño


A la izquierda un sauce llorón o desmayu y, detrás, un ciprés, a la derecha dos robles


La subida se hace un poco más acusada ahora pero no es tampoco demasiado fuerte, atentos también a los coches que puedan venir de frente pues el paso tiende a estrecharse. Cuidado no metamos el pie en la estrecha cuneta a manera de canaleta a la izquierda, hecha para canalizar aguas sobrantes de las lluvias


De frente, una casa de pisos y unas naves son las del llagar de Sidra Choro, fundado en 1941 por Salvador Carbajal, Choro, que empezó siendo un complemento de su actividad hostelera, dedicándose plenamente luego a la fabricación de sidra


En 1957 pasa a su hijo, Salvador Carbajal Fernández, "que añade tecnología nueva a la empresa familiar", nos dice Alonso Cabeza. Estos otros datos nos los proporciona sidrerias. com Portal Sidrero Asturiano
"El 90 por ciento de los depósitos de almacenaje de la sidra son de madera de castaño. Disponen además de 32 toneles y 4 prensas con una capacidad de 14.000 kilogramos cada una.
Su volumen de almacenamiento alcanza los 500.000 litros. Por el momento no cuentan con servicio de restaurante o bar. El lagar cuenta con la peculiaridad de celebrar espichas pero siempre con una ética: que no sea con fines lucrativos. También se permiten visitas durante todo el año, para ello es necesario contactar con los responsables".

Salvador Carbajal Fernández fallecía en agosto de 2010, dando así la noticia para La Nueva España Manuel Noval Moro el día 23:
"Salvador Carbajal Fernández, gerente hasta principios de la primera década del siglo de Sidra Choro, falleció el sábado en el Centro Médico de Oviedo a los setenta y seis años de edad. 
El fallecido había llevado junto con su hijo Salvador el lagar de Sidra Choro en Meres, que llegó a ser por producción y por calidad uno de los más importantes de Siero y de Asturias. 
El presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias, José María Osoro, dijo que «el sector pierde un lagarero de referencia». Según Osoro, eran «gente muy querida en el sector, y además en una zona con mucha tradición sidrera como es la de Meres y su entorno». El presidente de los lagareros aseguró que Salvador Carbajal «marcó pautas en su día» con el trabajo en el lagar sierense".


A la entrada del llagar, la casa de pisos, de traza muy urbana llama la atención por su tamaño y altura, destacando sobre las demás al lado del Camín Real


Pasando la finca Los Peñascos seguimos todo recto y en cuesta


Y aquí otra casa de corredor al lado del Camín Real, este del tipo entre muros cortafuegos, pegada a otra anexa, sin duda de la misma familia, de planta baja


Delante de la vivienda una buena corrada o espacio delantero, alargado hacia el fondo en un rellano, a manera de pasillo


Y enfrente sería la antigua cuadra cuando había casería, posiblemente con tenada o henar y también el llagar de sidra para consumo de casa


También el pozo de agua, suministro cuando no había agua corriente, que evitaba las continuas idas y venidas a la fuente


Una foto del lugar con las hortensias en todo su esplendor colorista al máximo



Vamos acabando la cuesta y empezamos a ver, al fondo, el que fue el Colegio Inmaculada Concepción de Meres, ahora Centro de Adultos La Arboleya; allí nos encontramos con El Camín de Santiago y el trazado oficial jacobita


Abundan los cipreses y demás árboles ornamentales de los jardines de estas quintas y chalets; los cierres de sus fincas y terrenos son tapias y sebes


Y en esta encrucijada, frente al ciprés, empezaremos a llanear


A nuestra derecha dejamos El Camín de la Quintana, que pasa detrás de los edificios del llagar de Sidra Choro


Y admiramos estos hermosos y altísimos abetos y cipreses, que compiten y ganan el altura con la casa de pisos


Por la finca Los Pomares nos acercamos al que fue en origen el antiguo Colegio Educación Especial Inmaculada Concepción, fundado en 1977 por las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, "en la finca que fue de D. Maximiliano Arboleya, un espléndido edificio, de los mejores de su clase, para enseñanzas especiales", nos cuenta Mª Dolores Alonso Cabeza


Las monjas, que "realizaron una intensa labor profesional y parroquial", dejaron el centro en 1997, siendo este adquirido por el Principado de Asturias, pasando a ser dependiente de la Consejería de Asuntos Sociales para atención a personas discapacitadas y terapia ocupacional, pasando a ser el Centro FASAD-MERES, Fundación Asturiana de Atención a Personas con Discapacidad, el citado Centro de Adultos La Arboleya


En una pequeña bajada nos unimos al Camín de Santiago, ya hemos retomado el trayecto oficial de la ruta jacobea del Camino Norte


Seguiremos luego enfrente de la entrada del centro hacia la urbanización Fontemera, que vemos al fondo, poco más allá tomaremos a la izquierda El Camín del Palacio, por el que subiremos al Palacio de Meres, otro lugar que merece la pena conocer y visitar antes de seguir hacia Granda, acercándonos a la Sancta Ovetensis, porque "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y olvida al señor"









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