Albergue de peregrinos de Cabruñana, en la antigua escuela |
San Antolín de las Dorigas desde el camino alternativo que baja de Cabruñana |
"La Calzada Romana de La Mesa, más comúnmente conocida por El Camín Real, es una vía de comunicación que, desde los tiempos del emperador Augusto hasta principios del siglo XIX, unía la meseta castellana desde la villa de San Emiliano, capital de la Babia baja, hasta La Cabruñana y Grado, con un ramal que se desviaba a Teverga y otro a Tameza, desde cuya encrucijada tomaba la dirección de la costa bifurcándose más tarde en dos: uno hacia San Esteban de Pravia y otro hacia Noega, la actual Gijón. La calzada, bien delimitada durante todo su recorrido, notablemente desde los trabajos de desbroce llevados a cabo hace unos cinco años, a lo largo de todo el itinerario, deja de serlo a partir del pueblo de Dolia, en el concejo de Miranda, donde se ha aprovechado para trazar sobre ella una carretera asfaltada".
Y, un poco a su derecha y en la misma sierra tenemos El Picu Tablas (476 m), con el que la Enciclopedia del paisaje de Asturias engloba al reseñado Picu Pando también, de ahí que lo presente como monte de dos cimas:
"Elevación situada en la divisorias de las parroquias gradenses de Cabruñana y El Freisnu. Presenta dos cotas, la occidental de 454 m de altitud y la oriental de 476 m. Es zona de pasto con monte bajo. Lo bordea por el oeste la carretera que uno los citados pueblos, la cual se solapa en este tramo sobre el trazado de un ramal del camín Real de La Mesa"
Prados abajo nace El Regueiru la Cavada o Entralgo, afluente del río Moutas que lo es a su vez de Cubia, y este a su vez del Nalón, al que da sus aguas en el antiguo valle de Prámaro, donde poco antes de 1256, que es cuando aparece citada por primera vez, se funda la Puebla de Grado sobre otro de los ramales del Camín Real de la Mesa, el que se dirige a la capital astur. Un poco más a la derecha vemos, entre los árboles, el Camino de Santiago subiendo hacia el cruce, por donde acabamos de subir
Por ello, aunque moderada, esta rampa de El Freisnu se cobra su tributo en nuestras fuerzas, ya puestas a prueba en la dura subida desde Acebéu, la cual realmente ha empezado, si bien escalonadamente, ya en la misma Plaza del General Ponte o del Mercáu, en el centro de la villa de Grado/Grau, la capital del concejo, subiendo a La Fonte Riba, La Cruz y, de allí a La Podada para salir del casco urbano...
Según avanzamos y subimos vamos teniendo una mejor vista del valle del Cubia, con las casas de La Venta, que hacen referencia a una antigua venta caminera, posada y parada de postas, del Camín Real
Más abajo se ve el tejado de la Casa'l Carteru, junto a la que también hemos pasado, pues el Camino de Santiago llega a ella saliendo de entre los árboles que hay detrás, tras subir por La Pelona de otro lugar llamado La Venta y situado más abajo, La Venta'l Cuernu, en San Xuan de Villapañada
Vemos parcialmente la villa de Grado/Grau, la capital del concejo, con la larga loma del Monte Guileiro, que cierra el valle del Cubia por el este, en lontananza. A la izquierda está el Alto de Anzu y al fondo pueden reconocerse en días claros las casas de L'Escampleru, en Les Regueres, y el ovetense Monte Naranco
A la derecha, y dividida en dos por la Autovía A-63, vemos la parroquia de La Mata por sus barrios de Entelaiglesia (a la izquierda de la autovía) y Entelafonte y otros (a su derecha), Más arriba, en el monte, es Priotu
"Continuará la calzada aún varios kilómetros, regada con asfalto por el hombre para mayor confort, pero el caminante -aunque seguirá teniendo como compañero el agradable paisaje de la media montaña- no sentirá la caricia de la senda bajo los pies. Una estrecha carretera le conducirá (...) hasta la Venta de Las Cruces y desde allí, poor Vigañas, Seaza y San Pedro -ya en tierras del concejo de Grado- o por Moutas, Alvaré y El Fresno, alcanzará la capital del municipio o el Alto de La Cabruñana donde el Camino Real se unirá a otros caminos. A otras sendas-
Tal vez escoja aquel que conduce a Noega -la actual villa de Gijón- donde se funden en un abrazo la arena y las olas -en los últimos dominios que tuvo el imperio por tierra firme- donde centuriones y patricios, tras el largo viaje, reposaban el músculo y bruñían la piel en las termas que se asoman al mar."
Más en la lejanía están la Sierra de Arellanes, la de Buanga y, sobre todo y la más alta y a la vista, la del Aramo, con el Monsacro a su izquierda, de las que tantísimo hemos hablado pues han sido nuestra casi permanente referencia visual y geográfica desde nuestra salida del casco urbano ovetense por La Florida y Paniceres, un paisaje, el del gran valle del Nalón y los valles de sus múltiples afluentes, del que vamos a ir despidiéndonos para asomarnos enseguida a los del Narcea que, a la vez, lo es también, aunque por el otro lado, por el occidente, y bastante cerca ya de su desembocadura
Esta cuesta terminará justo a la entrada de dicho camino principal al santuario. A partir de allí el Camino será bastante llano hasta Cabruñana y luego, desde la escuela y actual albergue, casi todo en bajada hasta llegar a su unión con el itinerario oficial en la cantera de Doriga, desde donde se sigue bajando hasta la vega del Narcea en La Ponte o Las Casas del Puente
"La novena de San Miguel es famosísima, acude gente de todos los concejos cercanos y de Oviedo, Avilés, Carreño y de otros más distantes. Los peregrinos cuéntanse por millares, y llegan poseídos de gran fervor religioso; muchos suben de rodillas la empinada cuesta, siendo frecuentes las caídas y desmayos, particularmente en las mujeres, que suelen llevar niños en brazos. Ofrecen á la Santa dinero, misas, cera, los hábitos que visten (muy extraños algunos) y hasta ganados; por las misas que llaman sobresalientes, llegan a entregar 16, 20 y 25 duros, y aún 50 a veces. Así, esos días las sumas que ingresan en la caja parroquial son muy crecidas"
En esta bifurcación con el camino a Ca Isidro, nosotros continuaremos de frente por el Camín Real de la Mesa, que sigue, más o menos la divisoria entre los concejos de Grado/Grau a la derecha y Salas a la izquierda
El trazado original del Camino seguía unos metros del monasterio hacia el occidente, dejando la orilla del Nonaya para subir todo de frente hacia las últimas casas de Suburriba. Sin embargo ese tramo, cortado en la actualidad por la autovía, cuyas cicatrices de su inacabado trayecto reconocemos desde aquí, han obligado a subir desde más atrás, desde la cabecera de la iglesia monacal, actual parroquial de Salas, para llegar a Suburriba tras pasar de nuevo bajo dicha autovía
Más allá el Picu los Tayos está El Viso, a la derecha de la foto, buena referencia para saber la ubicación de Salas, la capital del concejo, situada a sus pies aunque tampoco la vemos desde aquí. A su derecha es la subida a La Espina por Porciles y Bodenaya o Boudenaya, una gran planicie a manera de meseta por donde sigue el camino hacia Tineo/Tinéu. A la izquierda La Sierra Bodenaya, otra importante referencia geográfica pues se alza sobre el Camino
El Viso es un cordal interior en medio del concejo de Salas, su altura máxima son los 675 metros del pico del mismo nombre, y en su falda sur, sobre Salas, se halla el venerado santuario de la Virgen del Viso, de honda tradición romera y del que hablaremos pormenorizadamente cuando caminemos bajo esa emblemática montaña
La subida a La Espina es una de las cuestas clásicas del Camino Primitivo. El alto, a unos 652 metros de altitud, ofrece un paso franco natural al occidente asturiano y fue durante siglos, por no decir milenios, el principal camino de comunicación entre Asturias y Galicia: por allí suben tanto el viejo Camín Real o Camín Francés, ahora llamado técnicamente Camino Primitivo, como la N-634 y la Autovía de La Espina
La Sierra Bodenaya o Boudenaya, por su parte, con los 815 metros de El Rebollín, ha sido hollada, como gran parte de estos montes y cordales, por los parques eólicos, que constituirán otra característica del paisaje montesino del Camino Primitivo
"... toda su cumbrera desde la sierra de San Juan a la de los Vientos es cruzada por un antiguo camino real, una retícula secundaria del camino de Santiago por la costa, que une el camino antiguo en Salas, con Barcia, ya en la costa valdesana. Esta tradición viaria es más antigua, ya que podemos rastrear por sus cumbres y las aledañas varios monumentos megalíticos que las tapizan."
Por las casas de La Reaz pasa el camino oficial, dirigiéndose al túnel bajo la carretera del enlace de la autovía A-63 con la carretera AS-15 o corredor del Narcea (a la derecha de las casas de abajo) para salir al otro lado a Doriga, cabeza de la parroquia, que no vemos desde aquí, salvo una quintana separada del resto por dicho enlace y que vemos un poco más allá. No vemos el Narcea por una línea de arbolado ribereño en su veiga lo delata, frente a las casas de La Reguera, bajo La Llomba, que pertenecen a la parroquia de Cornellana
Preciosa campiña de la falda oeste del Picu Pando. El Camín Real de la Mesa avanza muy llano y casi recto en dirección norte, siguiendo naturalmente la sinuosidad de la montaña al ir acercándonos a Fuexu, aldea que pertenece a la parroquia de Doriga, en Salas, pero extendida a lo largo del camino y, por tanto, por la misma divisoria de concejos
Si bien tradicionalmente se pensaba en su origen en una vía romana, ya desde tiempos del investigador Juan Uría Ríu se estimó que el Camín Real de la Mesa era una vía prehistórica, neolítica al menos, con señales de cultura megalítica (túmulos y dólmenes) a lo largo del trayecto. Seguidamente, el historiador Claudio Sánchez Albornoz apuntaba además que fuese la principal vía de comunicación entre los astures de ambos lados de la Cordillera, los transmontanos y los cismontanos
Empleada por los romanos para penetrar en territorio trasmontano durante las guerras de invasión del 29 al 19 a. C., emplazarían a lo largo de ella sus miliarios y lápidas conmemorativas, dando nombre a lugares de culto a divinidades de los caminos, superponiéndose a más anteriores creencias autóctonas
Este ramal hacia Pravia sería el que buscaba la salida a la costa por el puerto natural que fue la Ría del Nalón en su desembocadura, posiblemente en San Esteban. Pravia habría sido la Flavionavia romana en territorio de los astures pésicos, de la misma manera que Lucus Asturum, hacia donde iba otro ramal, lo sería en la de los luggones, es posible que fundadas tras la conquista y reducción de la población castreña local, como ocurrió en Astúrica Augusta (Astorga), capital de todo el Conventus Asturum de la Gallaecia Asturicense, así como con Lucus Augusti, la actual Lugo de Galicia, capital de la Gallaecia Lucensis
Durante la Edad Media el Camín Real de la Mesa era una vía muy transitada, pues Pravia fue capital con varios reyes asturianos desde que Silo, con su esposa Adosinda, trasladasen a ella la corte después de varias andanzas que sucedieron a la muerte de Fruela en la sede canguesa. Parece que, después, lo sería con Mauregato y con Bermudo y, acaso un tiempo, con Alfonso II El Casto, hasta que este llevó la capitalidad a la colina de Ouetao
Estaba pues Fernando de Valdés Salas especialmente interesado en que su villa de nacimiento, en la que tenía grandes intereses, hasta el punto de querer sen inhumado allí en un gran templo-panteón para él y su estirpe, estuviera bien comunicada con Castilla, la capital del reino, así como con las demás poblaciones donde ejercía su labor y, para ello, qué mejor que el Camín Real de la Mesa, de acceso fácil y cercano desde ella
Luego va el gallinero y, a continuación, esta magnífica panerona de corredor, del que antaño se colgaban las riestras de panoyas o mazorcas para que el grano de maíz curase al sol antes de llevarlo a moler para hacer la borona
Y, en ella, una antoxana o porche, con portada y ventana de arco de medio punto, nos recuerda al arte gótico
Vista de frente, el corredor de madera da paso a un faldón de tablas que se extiende a ambos lados de la puerta, a la que se sube por una subidoria de piedra a la que se le ha colocado una barandilla de forja. Los dos moños o picos del tejado delatan su estructura rectangular, evolución en tamaño del hórreo para acoger las grandes cosechas de maíz venido de América y plantado intensamente a partir del siglo XVII
Atrás han quedado las casas de El Freisnu. Más al sur vemos, entre otros, El Picu l'Esqueiriz (531 m) y El Picu Las Pruyales (671 m), por cuyas laderas viene el Camín Real de la Mesa
"Esta fue una deidad céltica con la característica de sus cuernos de ciervo en la cabeza. Así se muestra en el célebre caldero de Gundestrup, con un torques en su mano derecha y en la izquierda una serpiente. Hay quien asegura verla también en un vaso pintado de Numancia y en la diadema de San Martín de Oscos. Tal vez vengan más al caso Cermoño y Cermuño, nombres de dos lugares asturianos, y un topónimo Cernuño o Cermuño en Tornadizos de A vila, como vestigios de un culto hispánico a tal deidad. Próximo al lugar abulense se conoce un recinto semejante a lugares de culto en estaciones célticas latenianas."
Y otra magnífica vista del Picu Curuoza o Curueza dominando el paisaje, donde "son visibles las trincheras, mudos testigos de la guerra", nos dice el historiador Juan Menéndez Arango en Por el Camino de Santiago: desde El Fresno a Cornellana, artículo para la revista Salas en el Camino nº1 (enero 2021)
Estribaciones de La Sierra'l Pedroriu o Sierra Miranda, por cuyas laderas orientales, mirando hacia el valle del Cubia, viene dicho camino, recorriendo la falda de los mencionados montes de L'Esqueirz y Las Pruyales, donde está la aldea de La Caridá, donde asegura Fernández de Miranda que vivía un hidalgo cuya caridad para con caminantes y peregrinos dio nombre al lugar
Incluso los hórreos y las paneras, con el final de la cultura cerealística por la que se plantaba el grano y se hacía el pan en casa, tras molerlo en los molinos de los ríos, se han adaptado a nuevas funciones sino han desaparecido
Aunque se han pintado en su momento algunas flechas amarillas es posible que no veamos ninguna o apenas, dado que no es un camino oficial, pero hasta la escuela de Cabruñana, actual albergue público de peregrinos, no habrá de ser mayor problema
"Conquistada Asturias por los romanos, después de las luchas por todos conocidas, aquéllos debieron sentir enseguida la necesidad de trazar diversas vías que permitieran el acceso de sus soldados y de sus colonos hasta el corazón de la tierra astur", explica Celso Peyroux en el apartado titulado Una vía romana en Asturias, dentro de su libro La calzada romana de La Mesa, donde continúa desentrañando la historia del Camín Real:
"Aún después de sometido el país y de ocupado por las tropas vencedoras, de no haber existido sino las vías registradas, cualquier hueste romana habría debido marchar siempre recelosa y en peligro a través de los hondísimos valles asturianos que, dominados desde las cumbres de los cerros y cerrados en muchas ocasiones por escobios de todo punto impracticables, sólo podían ser salvados remontando de nuevo las ásperas cumbres, tras de las cuales se abrían en seguida las más peligrosas hondonadas..."
Según se ha asumido posteriormente, al aparecer restos de muros y asentamientos defensivos en la Cordillera, estas ancestrales rutas prehistóricas habrían sido claves para la irrupción de las tropas romanas en la Asturias trasmontana tras la ocupación de la cismontana, así como luego, para la administración , vigilancia y comunicación del territorio invadido, haciendo factible su explotación, haciendo especial hincapié en sus recursos auríferos:
"Malas rutas para las legiones romana en un país bravo y terrible, que había luchado con ferocidad sin par durante largos años y que nunca estaba bien seguro. Era preciso elegir una senda sin peligros, si esa senda existía, y aprovecharla sin demora para trazar una vía militar que permitiera la marcha confiada por las cumbres hasta los valles abiertos de la costa"
Y esa ruta, preexistente pero que los romanos mejorarían sin duda, era esta, El Camín Real de la Mesa, cuyo topónimo 'Mesa' hace referencia a su posición elevada pero, a la vez, llana, como una mesa, que por eso llamarían mesam, dando en La Mesa, nombre del puerto y del camino, que tiende a buscar lo más llano y directo, sin subidas ni bajadas acusadas salvo la ya cercana de su final, el descenso a la costa:
"Sutiles los romanos en el conocimiento del terreno, acabaron encontrando la ruta que buscaban. Existía la posibilidad de cruzar toda Asturias sin descender a los profundos hoyos preñados de amenazas. Había una trocha segura para aprovechar la peligrosa tierra astur, dominando el país a derecha e izquierda por la senda. Desde el puerto de La Mesa podía caminarse hasta Grado por las cimas de una serie enlazada, primero de altísimas montañas, después de erguidos cerros y a la postre de más suaves colinas..."
Vemos otra de las quintanas de Fuexu y, en la lejanía, el Muxagre vuelve a estar a la vista. En su ladera norte está el muy venerado santuario de la Virgen del Llanu y tanto en este monte como en el del Viso y en el Monsacro se han querido ver reminiscencias del culto al dios celta Taranis o Taranus, de la guerra y la tormenta, similar a Thor y Júpiter, de las que hablaremos más adelante...
Aunque en este su trazado final asfaltado no se aprecia tanto la antigüedad de esta vía, en los tramos anteriores a Dolia se conservan tramos empedrados que, si bien pueden también obedecer a las mejoras de los siglos XVI y XVIII, nos permiten hacernos una buena idea de cómo era este trayecto
Pasamos así junto a otra casería de Fuexu cuando el camino empieza a bajar suavemente...
Estamos en el barrio o lugar de El Campu, así llamado por este campo llano donde están, al fondo a la izquierda, las casas de la quintana que veíamos antes cuando divisábamos el Muxagre, ahora oculto por las arboledas. Al fondo a la derecha, más allá de la curva, empezamos a ver los tejados de las casas de Cabruñana
En la curva, dejaremos a la izquierda el camino de acceso a dicha quintana y seguiremos de frente por el Camín Real
En un espacio, también triangular delimitado en suelo de cemento u hormigón, hay dos poyos o bancos de piedra y ladrillo junto a una cruz de piedra sobre pedestal protegida por atrás con un muro
Sin duda está totalmente relacionado con el camino y señala la entrada en Cabruñana, que fue otro de los accesos hacia el occidente por estas serranías, por donde se trazó además la carretera Oviedo-Villalba a mediados del siglo XIX
Y es que, a unos 350 metros de altura, en el alto de este nombre, Cabruñana es otro de los ancestrales pasos naturales entre el centro y el occidente de Asturias, las Asturias de Tineo, pues no en vano ya en el año 1010 el rey Alfonso V delimita el coto del monasterio tinetense de San Miguel de Bárcena eximiéndole del montazgo "in tota illa terra de Tineio, videlicet de Cabruniana usque in Lectaregos e usque in illa aqua de Navia". En 1097 pertenecía a las extensas propiedades del monasterio de Courias, en Cangas del Narcea, antes Cangas de Tineo
El topónimo parece tener que ver con un antiguo señor posesor, Caprunius, Capronios o Calpurnius, siendo tal vez en origen Villa Calpruniana. De todas maneras llama la atención su parecido con el verbo asturiano cabruñar, sacar o renovar el corte a la guadaña picándolo en toda su longitud con un martillo adecuado sobre un yunque pequeño que se clava en tierra
"Hubo en estas cimas, durante un lapso de tiempo, un Hospital, que prestó señalados servicios, creado para albergar leprosos á últimos del siglo XV, al extenderse por la provincia la terrible enfermedad conocida por fuego de San Antón, pelagra y mal de la rosa; pero asilaba, si era posible, además de los malatos ó logrados, á otra clase de pacientes, y aun á los achacosos, cuidando de aislarlos de los malatos, que estaban sometidos á reglas durísimas, para evitar el contagio, reglas contenidas ya en las primeras Ordenanzas del Hospital"
No mucho antes, en esa misma centuria, se habría fundado el hospital de peregrinos que la Orden de San Juan de Jerusalén o de los Caballeros Hospitalarios habría creado al lado de su monasterio y sede de su encomienda en San Xuan de Villapañada, citado por primera vez documentalmente en 1229. Ello habría llevado a pensar que la fundación de ambos se debería a esta orden que en 1310 pasaría a ser también llamada de Rodas y en 1530 Orden de Malta
Precisamente aquí, al pie de este hórreo y donde está aparcada esta furgoneta, está la bifurcación con el camino a San Xuan de Villapañada que pasa por El Picu la Forca, donde aquel cruel comendador Ortúzar habría colocado la horca para espanto de sus pleiteadores vasallos.
A nuestra izquierda, prado abajo, alguna de las últimas casas de Fuexu por las inmediaciones de El Carbaín. A lo lejos, otra buena vista del Muxagre
Caminos pues entonces de arrieros, vaqueiros, pastores, monjes y peregrinos los de estas montañas entre El Freisnu y Cabruñana que guardan dos cercanas puertas del occidente astur, tránsito del valle del Nalón al del Narcea y de las Asturias de Oviedo a las Asturias de Tineo, el occidente pésico
Se trata, según escribe Álvaro Fernández de Miranda en su libro Grado y su concejo de "La más pequeña feligresía del Concejo, del Patronato de Valdecarzana y de las que fueron de su jurisdicción. Encumbrada sobre la de San Juan, forma límite del término municipal de Grado, separándole de Salas y Candamo. Comprendía en 1798 unos 1.020 días de bueyes, con sólo 12 vecinos, 12 casas habitables, 4 arruinadas y 49 colmenas, perteneciendo una exigua porción del coto al concejo de Salas"
"Pagaban á Valdecarzaba estos vecinos, por razón de vasallaje, 43 reales menos 8 maravedises anuales, é igual cantidad satisfacían á las arcas Reales, y además, por diversos impuestos que repartían entre sí, 8 reales y 25 maravedises
Durante largo tiempo percibió la casa de Miranda de un modo indebido, invocando pertenencia, las alcabalas correspondientes á S. M., hasta que, formado del Real Apeo del Concejo de Grado, reinando Felipe V, se cortarón éste y otros abusos"
"El latín conocía la palabra CONCILIUM ‘reunión, asamblea’ (EM) y de ahí el conceyu o con cechu, palabra de tanta raigambre institucional asturiana, que lo mismo significa ‘junta de vecinos’ como‘municipio’ (...). Lugares de reunión con una motivación religiosa, mercantil o institucional ."
Los ramales del Camín Real de la Mesa dejaron su impronta en la toponimia de otros lugares, la calle Cabruñana de Avilés, por ejemplo, debe su nombre al camino que allí llegaba, o de allí partía, según se vea, comunicando el que durante siglos fue el puerto más importante de Asturias con la meseta a través de estos parajes
Nave de ganado a nuestra derecha. Cuenta Fernández de Miranda como nota curiosa que "En 1722 se nombró en Cabruñana empadronador, por el Estado Llano, al pechero Alonso Riesgo, y sólo tuvo que empadronarse a sí mismo, porque era él todo el Estado Llano de la parroquia". El Estado Llano era, aún por entonces, la población carente de privilegios jurídicos y económicos que, normalmente, era la mayoritaria pero, en zonas que presumían ser de cristianos viejos, casi todos se consideraban fidalgos, independientemente de la situación económica que tuviesen
Al fondo, en la llamada La Sollera Baxa, parte meridional de La Sierra Sollera, destacan El Picu Sobarrionda (514 m) y El Picu Valdrín (462 m), encima de las casas de La Campa, otro de los barrios de Cabruñana, al otro lado de la carretera, aquí oculta por la arboleda
Destaca en la distancia y entre los árboles Casa Pinón, en La Campa Riba. A lo lejos es El Llanu las Ayalgas (ayalgas 'tesoros escondidos'), elocuente topónimo que hace referencia a las ofrendas que solían aparecer, desenterradas por los ayalgueiros o buscadores de tesoros, en la necrópolis tumular allí localizada
Al noreste de Cabruñana está El Castiellu'l Pedréu, castro astur del que se conservan fosos y abundantes piedras, de ahí el topónimo. Este castro vendría a ser el antecedente de la actual población y sin duda controlaría el paso por estos ancestrales y tantas veces milenarios caminos que ya verían el paso de rebaños y pastores trashumantes desde la más remota prehistoria, no en vano, los cercanos campos de túmulos del citado Llanu las Ayalgas, y el de Cueña, mantienen viva la memoria de aquellos pobladores que levantaron aquí sus necrópolis dolménicas milenios antes incluso de la llegada de los constructores de los castros
El Alto de Cabruñana goza de una de las ubicaciones más privilegiadas del Principado. Situada en la divisoria de las cuencas del Nalón y del Narcea, las dos principales corrientes fluviales de Asturias, el área constituye, a su vez, el paso más favorable para acceder, por el interior, del sector central al occidental de la región. Este hecho determinó, sin duda, su temprana ocupación por parte del hombre, cuyo paso ha ido dejando a lo largo de milenios una prolija secuencia de testimonios, que configuran hoy en día, uno de los conjuntos patrimoniales más relevantes del municipio moscón.
Bajo la denominación genérica de Area Arqueológica de Cabruñana, se integran los distintos elementos visitables que alberga este espacio: dos necrópolis tumulares, La Cueña y El Llanu Las Ayalgas; un asentamiento fortificado, El Castiellu'l Pedréu; la desaparecida malatería de San Lázaro; y el ábside de la antigua parroquial de Sta. Madalena de Cabruñana.
Para facilitar su visita, se ha acondicionado un itineriario señalizado PR-AS 127, a modo de circuito, de unos cinco kilómetros de longitud. Cada uno de los yacimientos cuenta con panel explicativo, al objeto de propiciar la comprensión de los mismos. La ruta es, por tanto, un recorrido histórico a través de los diversos vestigios materiales que la actividad humana ha ido generando en este territorio, abarcando un dilatado período de unos 5.000 años, entre los tiempos neolíticos y los albores de la edad moderna."
Ya empezamos a ver desde aquí, en el 'claro' formado por el propio camino en este bosquete, la carretera general, e incluso al fondo la escuela antigua, el actual albergue de peregrinos de Cabruñana
"Descifrando por los objetos que los acompañan y sus poses a los distintos apóstoles de Jesucristo, alrededor de una veintena de personas participaron de la visita guiada a la capilla de la Magdalena, en el corazón del cementerio de Cabruñana. La pequeña localidad moscona presume de templo, de gran belleza iconográfica, que fue iglesia parroquial desde la Edad Media hasta la década de 1970.
También llamada de San Lázaro, la capilla fue derribada en gran parte para aumentar el cementerio. Y su advocación se debe a que en Cabruñana existió durante siglos una malatería, donde se curaba a enfermos que padecían enfermedades de la piel, como la temida lepra. "Destacan sus pinturas. Por ejemplo, la representación de la anunciación del Arcángel San Miguel a María, o el apostolado en la bóveda de cañón. Ahí están los doce, en casetones con un fondo ajedrezado", explicó Álvaro Valdés, miembro de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Grado.
Él fue el encargado de guiar por las estrellas a los visitantes. Y es que, no fueron pocos lo que se confesaron maravillados por el firmamento del techo de la capilla mayor, construida en mampostería con sillares las esquinas y los vanos. "Si veis hay cuatro círculos con cuatro ángeles soplando sus trompetas en las esquinas. Y estaban tocando de verdad, ¿sabéis por qué?", cuestionó el guía. "Porque tienen los mofletes hinchados", respondió enseguida una de las observadoras asistentes.
En su configuración original la capilla de la Magdalena constaba de una nave, de dimensiones similares a la cabecera. Su estilo correspondería a un románico rural muy tardío, de finales del siglo XIX o principios del XX, según el arqueológo Rogelio Estrada. Y a su costado meridional se añadieron una capilla y una sacristía de estilo neogótico.
Sin duda, para el público no especializado las pinturas son lo más singular del edificio que, visto desde el exterior, da vida y color, como una flor más, al cementerio. "En tiempos en los que la mayoría de la gente no sabía leer o escribir, a través de estas imágenes se representaba lo que el sacerdote quería decir", recordó Valdés, antes de comenzar a descifrar los trazos.
El conjunto pictórico está parcialmente cubierto por sucesivas capas de encalado, pero eso no impide apreciar la belleza de unas pinturas únicas en la zona. Sobre el vano del testero. se aprecia la figura del Creador; a su izquierda el arcángel San Miguel, y en el flanco opuesto un personaje “que es difícil identificar”, apuntó Valdés, sin querer dar nombres que pudieran ser incorrectos."
"Las zonas rurales de Grado guardan pequeños tesoros del patrimonio municipal, no siempre suficientemente conocidos más allá de la localidad en la que se ubican. Entre ellos se cuenta la capilla de La Magdalena, también llamada de San Lázaro, en la parroquia de Cabruñana, con mucha historia y un conjunto pictórico interior que sorprende por su singularidad y belleza y en el que destaca la representación de un firmamento lleno de estrellas que cubre toda la bóveda. Quien se llegue al lugar, a unos cinco kilómetros de la villa moscona, debe buscar con la vista la actual iglesia parroquial que se ve desde la carretera y una vez allí tomar el sendero que conduce al cementerio. El paseo ofrece vistas panorámicas del pueblo y al acceder al camposanto se da con este templo de reducísimas dimensiones y que en realidad es la parte que queda de uno mayor que se derribó en la década de los años setenta del siglo XX.
La capilla vinculada hoy solo al camposanto de Cabruñana es la cabecera de lo que en su día fue la primitiva iglesia de Santa María Magdalena, de la que se prescindió para ampliar el cementerio. "El motivo de la destrucción vino justificado por la necesidad de ampliar la necrópolis y los restos templarios pasaron a cumplir la función de capilla cementerial", se lee en un panel existente en el Ayuntamiento de Grado en el que se refiere además que según el arqueólogo Rogelio Estrada la edificación original respondía al estilo tardorrománico rural.
"El antiguo presbiterio guarda una serie de pinturas murales (...) La obra se ha datado en los siglos XVI y XVII, aunque son de raigambre medieval", señala el mismo texto.
Entre las pinturas conservadas hay imágenes del Salvador, de San Miguel y de los doce apóstoles y en la parte central de la bóveda destaca el cielo estrellado que hace tan peculiar esta obra. La advocación de la capilla "se debe a que en Cabruñana existió una malatería, donde se curaba a enfermos que padecían sobre todo enfermedades de la piel, siendo la lepra la más conocida y temida de todas", destaca además la descripción del Ayuntamiento.
Aunque el templo esté cerrado, el interior y las pinturas se pueden apreciar desde el exterior, a través de los cristales de la puerta ahora pintada de azul. De la historia de la reducida edificación da cuenta también un panel a la entrada del cementerio, que ofrece además la oportunidad de ver una antigua imagen en la que se aprecia la iglesia antes del derribo de la mayor parte de su estructura."
"Se localiza en un contrafuerte en ladera de 332 msnm en la ladera meridional de la Sierra Sollera Baxa. Morfológicamente el espolón se define por las escarpadas laderas meridional y oriental que descienden hasta los arroyos de Ferrería y Los Llanos, y por las que lo bordean por los sectores septentrional y occidental que lo conectan con la pendiente. El recinto es de medianas dimensiones y presenta una planta ovalada de unos 42 x 27 metros, con una superficie en pendiente orientada el SE. Está completamente rodeado por una inmensa línea de derrumbes que muestra la existencia de un bastión o torre en la cima. El sistema defensivo se concentra en el frente más accesible, abrazando las vertiente N y NW, y está compuesto por un conjunto de tres fosos paralelos. El foso principal corta el acceso por el NW formando un arco que se dirige al SW y se pierde ladera abajo, trifurcándose en tres en la parte más alta de su recorrido para descender gradualmente por la ladera oriental. Dichos fosos están separados por dos parapetos intermedios de 4 metros de anchura y alcanzan una longitud aproximada de 80 metros. Un supuesto foso que bordea la ladera occidental ha sido interpretado como un callejón de acceso al recinto, al presentar una morfología distinta a los otros (Estrada García, 1997, 2000).
También ha sido interpretado como castro-torre por sus dimensiones y ubicación, controlando el acceso al puerto de la Cabruñana (Fanjul Peraza, 2005, 2014)
Periodización
Bajo la enorme cantidad de derrumbes del sector más alto del enclave, unos estudios de georradar llevados a cargo por la empresa de investigación AITEMIN bajo la supervisión de Estrada García, permitieron la identificación de una gran estructura soterrada. Dichos restos parecen pertenecer a los cimientos de una fortificación de planta oval o rectangular de 35 metros de longitud y unos 18 de ancho que podría enmarcarse en época romana, hacia los primeros siglos de nuestra Era (Estrada García, 2000)
Estado de conservación
Los principales daños que ha sufrido el yacimiento, a parte de los esperables por el paso del tiempo, se deben a la acción de los buscadores de tesoros, apreciándose varios pozos de saqueo entre los derrumbes (Estrada García, 1997)".
"Se encuentra este lugar en el alto del mismo nombre que separa los Ayuntamientos de Grado y Salas, y que a la vez constituye la comunicación más directa entre los dos concejos. Por allí pasa la carretera general que comunica Oviedo con Galicia, Por fuerza hubo de ser siempre lugar muy transitado, lo que no quita que estuviese sin poblar y fuese, por tanto, sitio propicio para el bandidaje. Ello habría dado lugar, según Fernández Miranda, a que, por aquellas inmediaciones, los Hospitalarios de San Juan de Malta, fundaran, en Leñapañada, un monasterio-hospital-albergue de peregrinos, en torno al cual fué creciendo una población que, tras mil inquietudes, llegó a ser, en 1821, Ayuntamiento Constitucional de Villapañada."
"Delante de la malatería del Sr. San Lázaro de Cabruñana, jurisdicción de don Diego de Miranda, de la Orden de Santiago, a ocho días del mes de marzo de 1628 años, ante la merced de Favian Gonzalez de Cabruñana, Juez ordinario en el dicho Coto y jurisdicción, en presencia y por ante mí escribano y testigos, paresçio presente Sevastian de Canedo, clerigo cura de dicho lugar y arziprieste de las Dorigas, vicario y administrador de la orden de Sr. San Lazaro, e dijo que por cuanto la orden e malatería tiene un libro antiguo..."
"El Hospital Malatería de San Lázaro de Cabruñana gozó de algunos derechos que en algo beneficiaron su erario; viéronse libres de todo tributo sus haciendas, y los vinateros ó cualquier persona que introdujese vino en el coto, pagaba a la Malatería un cuartel de ese líquido por cada introducción"
"Otra fuente de ingresos eran las donaciones, foros y rentas, que la malatería adquiría por la entrada de los enfermos. Esa cuota de ingreso se hace pasar, en ocasiones, como de libre voluntad, pero, en la práctica, aquí y en otras malaterías, debía ser obligatoria. Así, el 16-IX-1619, Alonso González, de Quinzanas, por la entrada de su hija María, que está malata, acude a "pagar la entrada ordinaria para la dicha orden, que son dos ducados, allende otras cosas de su libre voluntad", es decir, lo voluntario son "las otras cosas", pues unos días más tarde, el 2-X-1619, ingresó "García Álvarez de Biagaña, de Salzedo, vecino del concejo de Grado, el dijo que por quanto él avía entrado por malato en la malatería de Sr. San Lázaro de Cabruñana oy dicho día, y el dicho cura de la dicha malatería y los malatos lo abian admitido en ella con que primero y ante todas cosas hiciese escriptura de foro y asiento de un toledano de escanda de foro y renta perpetuo para dicha malateria..."Pagaban, pues, los malatos, a su entrada, dos ducados, o fundaban una renta anual y perpetua de medio celemín, un toledano o un copín de escanda, cantidad que variaba probablemente con arreglo a la capacidad económica del enfermo, aunque lo más corriente era el pago de un cuarto de escanda, declarándose que cuatro cuartos equivalen a tres celemines. Esas rentas tenían que ser "puestas en el palacio de la dicha orden" generalmente el día de San Martín.""No sólo es corriente dar a la malatería el nombre de palacio, sino que, en un foro perpetuo de 4-IX-1508 -tiempos de "la rreina doña Juana, nuestra señora"- se habla de "dicho monasterio y cassa y orden"
Tenemos ahora una recta con buena visibilidad hasta el albergue de peregrinos, que seguimos viendo al fondo a la derecha, donde empieza una curva a la izquierda
Asombrosa la cantidad de macetas con plantas y flores que cubren totalmente el espacio de acera frente a las dos primeras casas de una fila de tres que tenemos en el margen izquierdo
"Las exiguas limosnas que en forma de diezmo percibía, ascendían, en un quinquenio. á dos fanegas de pan, cuatro de maíz, dos copines de judías y una fanega de castañas, y aun estas limosnas mezquinas que aprontaban los vecinos del coto, se repartían por mitad entre el Hospital y el individuo que se tomaba el trabajo de recogerlas
Adquirió los bienes la Malatería, principalmente por donaciones de varios particulares, distinguiéndose por su cuantía la que hizo Valdecarzana en 1650; pero también adquirió algo por compras, permutas ventajosas y deudas á su favor, más algunas fincas que donaron ciertos malatos á cambio de su asistencia y curación.
Por un pleito que se falló en 1587 en favor de este Hospital, "se le mantuvo en posesión de llevar los quintos de nabos y más frutos que se sembraban en términos de Arenas".
Más por otro pleito, en cambio que á nombre de la fundación sostuvo el cura de Cabruñana á últimos del siglo XVII, perdió la Malatería la propiedad de un foro de 16 fanegas y dos copines"
"La vida cambió para los vecinos que residen en el alto de Cabruñana desde que se abrió la autovía hace pocos años. Hasta entonces la N-634, que atraviesa la parroquia, era el paso obligado de automóviles y camiones que se dirigían a Salas y otros concejos del suroccidente. "Al quitar la carretera esto se murió, el pueblo se fue vaciando. Actualmente hay muy pocos habitantes aquí de diario" señala Severino del Rosal, propietario del bar restaurante Ana, asomado a la carretera del alto de La Cabruñana. El, que ofrece menú diario, intenta dinamizar la zona ofertando la celebración de cenas baile como la que tiene lugar hoy sábado. También nota este cambio Julia del Rosal, propietaria del bar restaurante Del Rosal, también en la misma zona, cerrado hace tiempo por razones familiares y quien, esta semana y la que viene, será nuestra mejor cicerone para recorrer algunos lugares de su parroquia y conocer un poco mejor a quien la habita.
Mujer luchadora y optimista ante los avatares de la vida, Julia quiere destacar la importancia de su tierra en cuanto se refiere a su historia y así recuerda, por ejemplo, que esta parroquia de Santa María Magdalena de Cabruñana, ubicada en una de las zonas más privilegiadas del Principado, entre la divisoria de las cuencas del Nalón y del Narcea, cuenta con la definición genérica de "Área Arqueológica de Cabruñana", al tener dos necrópolis tumulares, conocidos como La Cueña y El llano de las Ayalgas; un asentamiento fortificado conocido como el Castiello´l Pedreo; la desaparecida malatería de San Lázaro así como también el ábside de la antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Cabruñana.
No cabe duda, por tanto, que quien pisa esta parroquia, está pisando sobre la historia, pues las referencias a este lugar son muy numerosas en la documentación medieval. Tal es así que allí está igualmente un albergue destinado a los peregrinos que van hacia Santiago. El mismo, rehabilitado hace tiempo, se ubica en los bajos del edificio que se asoma a la N-634. El piso superior se ha destinado a centro social y alli se reunen los vecinos".
"Cada cliente cuenta en Cabruñana. Los hosteleros de este núcleo moscón luchan por mantener con vida sus establecimientos tras la apertura hace medio año del tramo Grado-Doriga de la autovía del Suroccidente, que ha dejado apenas sin tráfico, sobre todo de camiones, la antigua carretera nacional 634. Cabruñana ya no es el lugar paso que era, y como consecuencia las ventas han descendido hasta el punto de poner en peligro la supervivencia de los negocios existentes. Mientras la hostelería de Cabruñana vive su particular agonía, a pocos kilómetros, en Cornellana (Salas), los bares y restaurantes de la localidad aprovechan para hacer caja antes de que con la apertura de un nuevo tramo de la autovía caigan en el olvido.
«Antes de que abriesen la autovía vendía entre 50 y 60 pinchos en una mañana, ahora normalmente no se pasa de los 10. La verdad es que el futuro del negocio pinta muy negro». Desde hace seis meses a Severino del Rosal, propietario del restaurante Ana en Cabruñana, le cuesta que le salgan las cuentas a final del día. «Un 90% nuestros clientes eran gente de paso que ahora van por lo nuevo. Del menú del día solo no vives, necesitas el complemento de la barra, el goteo de los cafés y los bocadillos, que ahora no tenemos. La verdad, no pensé que el descenso de ventas iba a ser tan grande», confiesa el hostelero. Del Rosal se plantea hacer cambios en su local para poder mantener los tres empleados con los que cuenta. «Habrá que luchar hasta el final», concluye.
Juli del Rosal tampoco está dispuesta a tirar la toalla y echar el cierre en su bar. «Sobrevives gracias a que el negocio es tuyo y no tienes que pagar una renta», afirma la moscona, que durante la semana cuenta con los dedos de una mano los clientes que paran en su negocio. «El domingo es el día fuerte, gracias a la gente que viene al mercado de Grado y sube a comer», explica la hostelera, que ya se ha acostumbrado a no ver a través del cristal camiones en la carretera. «Ahora pasan muchas motos los fines de semana», sentencia."
Según leemos en la Guía Gronze, es aquí donde habríamos de cruzar para pedir las llaves del albergue, preguntando por el citado Severino del Rosal, advirtiendo además:
"Se recomienda que el peregrino lleve su propia comida para cocinarla en el albergue, pero también ofrecen algunos platos y bebidas. Cerca no hay tiendas ni restaurantes. Al día siguiente no hemos de regresar al Alto del Fresno, sino que podemos enlazar con el camino más abajo de Doriga."
Un poco más allá de la escuela y actual albergue de peregrinos y centro social vecinal, hay otro camino hacia el camposanto de Cabruñana y su capilla de Santa María Magdalena que antes fue parroquial. De la malatería cuenta Tolivar Faes cuando publica su libro en 1966 que ya apenas quedaba ni memoria de ella:
"En el momento actual ya casi se ha perdido en Cabruñana todo recuerdo de que allí haya habido una malatería. Cuando nosotros visitamos el lugar en 1962, sólo uno o dos vecinos sabían que en la pomarada existente entre los dos caminos que desde la carretera general conducen a la iglesia parroquial (poco más de cien metros), había dos montones de piedra que era lo que quedaba de una capilla dedicada a San Lázaro, capilla que fué demolida poco antes de la guerra de 1936, siendo llevado el santo a la iglesia parroquial, donde fue quemado con las dos imágenes en los primeros días de la guerra."
"Cerca de la capilla -nos dijo un vecino- había una especie de cuadra alargada, con cinco o seis celdas, cada una de las cuales tenía una puerta abierta al Mediodía, formando en conjunto un tendejón en la planta baja; y hace cincuenta años aquello se llamaba La Malatería, al parecer, porque allí había habido algo así como un hospital de Lepra."
"No siempre fue buena la administración de este Hospital ni la de sus bienes, habiendo pasado, como en el de Grado, por épocas fatales; sus intereses fueron lesionados por deudas malamente contraídas, y hasta hubo ocultaciones de fincas, no recuperadas algunas. En los primeros tiempos de su fundación, el Administrador era un Abad; más tarde, el cura de la parroquia ó el capellán de la misma Malatería, y últimamente lo fueron sujetos de reconocida probidad y arraigo, que prestaban fianza para el desempeño del cargo; pero así y todo, no se extirparon determinados abusos. Solían los administradores, y más que otros los capellanes, ponerse de acuerdo con los malatos para vender, arrendar, aforar ó cambiar tierras del establecimiento. y no siempre era este el baneficiado."
"La Malatería de Cabruñana quedó suprimida, como todas las de su clase, a últimos del siglo XVIII, cuando se creó el Hospital Provincial, á cuya fundación fueron á parar las rentas de la Malatería"
Con el tiempo, al menguar la población rural, las concentraciones escolares acabaron con sus antiguos usos, en unos casos se transformaron en vivienda, en otros en locales sociales, no pocas veces algunos edificios acabaron en ruinas pero este, por suerte, pasó a posada peregrina oficial, además de, arriba, local social para el vecindario. Lorena Valdés daba así la noticia de la inauguración del refugio de romeros caminantes el 27-3-2010 en el periódico La Nueva España:
"Grado inauguró ayer el nuevo albergue municipal, ubicado en la planta baja de las antiguas escuelas de Cabruñana. Las instalaciones cuentan con una capacidad de 18 plazas, que se suman a otras tantas disponibles en el albergue de San Juan de Villapañada, informa L. VALDÉS. Tres peregrinos procedentes de Oviedo, entre los cuales se encontraba el concejal de Cultura del Ayuntamiento ovetense, José Suárez Arias-Cachero, estrenaron ayer el equipamiento."
Seguidamente pasamos junto a este hórreo de corredor, justo cuando la N-634 empieza a bajar en esta curva
Señales de la ruta: esta la vemos bastante bien, incluso con la hierba alta como está aquí ahora, pero hemos de decir que la última vez que hemos venido las flechas amarillas correspondientes estaban muy borradas o desaparecidas
Esperamos que, cuando vengáis, si escogéis esta opción por Cabruñana hayan sido convenientemente repintadas; sino, ojalá que estas fotos y entrada de blog os ayuden
De momento no hay mayor complicación que tomar bien este desvío desde la carretera, pero según bajemos empezaremos a encontrar encrucijadas y bifurcaciones
El camino, eso sí, sigue asfaltado, pero es un placer caminarlo, inmersos en la campiña. Seguimos, según el mapa, aún en términos de Grado/Grau
Avanzamos ahora todo recto y llano por la ladera suroccidental del Picu Valdrín, en La Sollera Baxa, la parte meridional de esta sierra que separa también el valle del Nalón del valle del Narcea
Más abajo, La Sierra de Faxas con el claro de Santueña o Santueñina, parroquia de Cornellana, donde existe otra capilla venerada y con leyenda, pues se dice "que pertenecía a la casería junto a la que se sitúa, pero que actualmente pertenece a Cornellana. Era esta una casa de frailes, como se llama a las caserías donde vivieron religiosos. Una vecina de Cornellana recuerda la leyenda de que esta era una casa que pertenecía al Santo Oficio, y que llevaban allí a gente con una esquela, a la noche, y desaparecían para siempre. Se celebra una fiesta con misa y romería en Julio, muy valorada por los vecinos. También se oficia todos los sábados", informan en la web Las Cuatro Villas, que son estos cuatro pueblos que plasman en este cantar:
Candanunegru, FresnéuFaxas y Las Nisales,¡Válgame Dios,qué cuatro llugares!
Es cierto, todo hay que decirlo, que haciendo esta 'variante no oficial' soslayamos otros lugares de sumo interés histórico y paisajístico de la parroquia salense de Doriga por lo que, si no los conocemos de antes, serán una excusa para volver al Camino Primitivo a la próxima ocasión, o por lo menos a alguno de sus tramos
Entre la Sierra las Traviesas y, a la izquierda, El Picu Menudeira, se perfila la 'V' del valle del Narcea, con parte de las sierras de Bixega y del Courío en lontananza
Más al sur, La Sierra Bixega, aunque lejana, será una de nuestras referencias visuales más visibles según avancemos a occidente cada vez que miremos al sur, a la Cordillera y valles del Narcea y de su afluente el Pigüeña
"Es casi seguro que el alta de estos enfermos fuese siempre por defunción, pues aún admitiendo que no todos padeciesen "el mal incurable de lepra" y, por tanto, pudiesen reponerse de sus males; una vez habituados a la hospitalización, es de su poner que no deseasen renunciar a su modus vivendi que habían tenido que comprar a su ingreso, mediante el pago de dos ducados o la renta perpetua de escanda, de que ya hemos hablado. Por otra parte es, en esta malatería no aparecen, como en otras, referencias a enfermos expelidos por hallarse limpios de lepra.Los negocios concernientes a la malatería,. y la admisión de nuevos enfermos, tratábalos el cura y los malatos reunidos en "ajuntamiento, por son de campana tañida, dentro de la casa y orden, y en la capilla de ella". Si el aspirante reunía las condiciones precisas "rescevia la orden del señor San Laçaro y era admitido en ella" con los demás "malatos profesos de la orden".Los documentos de esta malatería califican, más que los de ninguna otra, como leprossos a sus enfermos, aunque también los llaman malatos; y muy frecuentemente eluden nombrar la enfermedad, empleando la fórmula; "que avia sido Nuestro Señor servido que fuese de la orden y malatería del Sr. San Laçaro".
Su tejado de ladrillo y cemento está sostenido en su frente por cuatro columnas también de ladrillo y sobre murete del mismo materias y atrás, por una gran pared semicircular que configura la forma del lavadero por todo su interior
Las Llaborias; aquí empiezan las bifurcaciones que pueden llevar a error: en esta hemos de seguir bajando, a la izquierda
Salvo el cartel del coto de caza, ninguna señal más había cuando estuvimos la última vez, por lo que, si no se reponen, estas fotografías podrán seros útiles
El camino de la izquierda sigue asfaltado pues es una de las salidas de las casas de La Rebollada, que veremos un poco más abajo
La hojarasca tiende a amontonarse en el margen izquierdo. Una franja lineal de hierba verde crece en medio de la calzada
Al otro lado del valle es El Picu Las Facinas (334 m), que bordea la carretera. A lo lejos volvemos a ver las montañas que flanquean el valle del Nonaya desde su nacimiento hasta que entrega sus aguas al Narcea
Abajo a la derecha La Sierra Llourís con El Pedroucu; justo encima la montaña cónica e icónica de El Viso. Al fondo las planicies de La Sierra la Cuerva o los Glayos, que nos señalan la subida caminera que nos aguarda desde Salas a Porciles, Bodenaya y La Espina y, a la derecha, La Sierra Bodenaya o de Casandresín. Lugares todos de los que mucho hablaremos cuando los recorramos en su correspondiente entrada de blog
Más a la izquierda y apartada del Camino de Santiago es La Sierra Carrales, donde existen señales de canales de las minas de oro romanas que explotaban el ya trabajado por los astures y aún más atrás, desde el Neolítico muy posiblemente. Su cota máxima es el Calabazos (709 m) y hay varios testimonios de megalitismo en necrópolis tumulares estudiadas en su tiempo por la Universidad de Oviedo
Estamos en La Rebollada, una de las aldeas de esta parroquia, que antaño debió de ser un bosque de rebollos (especie de roble), de ahí su nombre
A nuestra izquierda tenemos otro 'mapa' de la bajada al valle del Narcea por La Rebollada y Santolín
A Ñ OX-D-M = LIIIANDALUZ
Al lado de viejos caminos como este suelen verse más árboles autóctonos, sobre todo castaños, bien formando castañeos o castañares o bien pequeños grupos y ejemplares solitarios
Las casas y cuadras se disponen en bajada a lo largo de un ramal que baja a la derecha del camino entre prados y huertas
Más allá berzas, al pie de la panera de corredor, con bufarda o buhardilla, dando vista a las colinas de Bulse con El Murmullín (223 m)
Según avanzamos, y teniendo esta misma panera como referencia, veremos al fondo las casas de Eiros, Eiros, en la vecina parroquia de San Esteban las Dorigas, concejo de Salas
Pero la gran serranía que destaca sobre nosotros, separación también entre ambas cuencas fluviales, es La Sierra Sollera, que tiene su cota máxima en el monte de ese nombre, a 602 m de altura. La vemos ahora por primera vez por su vertiente oriental, pues ya era una de nuestras referencias visuales desde L'Escampleru, en Les Regueres, si bien por su vertiente oriental
En esta su ladera oeste se encuentra otro santuario de devoción y romerías, la capilla de Santa Tecla de Eiros, La Santina, protectora de los animales, que antaño eran bendecidos el día de la fiesta, el 23 de septiembre. Ahora suben los coches y algún grupo de romeros, que emprenden su andadura en el monasterio de Cornellana. Esta es una noticia de la celebrada en 2010, publicada en La Nueva España por Lorena Valdés: y titulada Salas, con fe en Santa Tecla:
"Como cada 23 de septiembre, el santuario de Santa Tecla en Eiros, en Salas, volvió a ser punto de unión de cientos de vecinos del concejo y de otros limítrofes como Grado. Ayer se celebró la misa solemne, seguida de una comida campestre, en la que las tortillas y empanadas volvieron a reinar sobre los manteles. Si bien el tiempo acompañó y la Virgen hizo para que aguantara sin llover, una gotas amenazaron con estropear el inicio de la procesión, la afluencia a la cita mariana menguó respecto a ediciones anteriores.
Los devotos más madrugadores iniciaron a las diez de la mañana en el monasterio de Cornellana la peregrinación hasta el santuario como muestra de la veneración que sienten por esta Virgen, protectora de los animales. «Hace unos cuantos años el santuario estaba este día rodeado de caballos y otros animales, ahora sólo se ven coches», recordó Adolfo Grana quien al igual que la mayoría de asistentes pidió a Santa Tecla salud. «Hacía falta que terminase la crisis, que no hay un duro, pero eso no lo arregla ni la Virgen», concluyó el salense.
Sobre las dos menos cuarto de la tarde comenzó la procesión y la Virgen acompañada por los sacerdotes y seguida por centenares de fieles recorrió los alrededores del templo, un momento que todos los asistentes siguieron en silencio y con absoluto respeto. Después de los rezos, los fieles devolvieron la imagen al interior del santuario.
Tras cumplir con la fe, llegó el momento de la reunión de las familias y amigos alrededor de mesas repletas de manjares ni que decir tiene que la sobremesa se prolongó toda la tarde. La romería prosiguió por la noche en Eiros con las orquestas Ideas y Embajadores de Galicia. Hoy se celebra el día del bollo."
"Apéndice meridional del cordal de Sollera, localizado al noreste del pueblo de Cabruñanam en la parroquia homónima del concejo de Grao. Por el norte, lo separa de Sollera Alta el collado de Entrambosmontes, delimitándolo por el sur el collado de La Cueña. La loma cimera de Sollera Baja posee un amplio dominio panorámico del centro de la región. El área, denominada con elocuente topónimo de Llano las Ayalgas, alberga un relevante conjunto tumular, conformado por cuatro estructuras. Éste se integra dentro de un vasto ámbito sepulcral, situado en el sector del interfluvio de las cuencas de los ríos Nalón y Narcea, que se extiende entre sierra Sollera Alta y la vertiente suroriental del collado de Cabruñana, en el cual se han contabilizado más de una veintena de tumbas. El yacimiento forma parte del Área Arqueológica de Cabruñana, ruta senderista PR. AS-127, dotada de paneles explicativos y una pequeña área de recreo, en la que se pueden visitar, siguiendo un itinerario de unos 5 km, dos necrópolis tumulares, la ya citada del Llano las Ayalgas y la de Cueña; un asentamiento fortificado, el Castiello'l Pedreo; la desaparecida malatería de S. Lázaro y el ábside de la antigua parroquial de Cabruñana..."
Mucha atención ahora, pasamos un cobertizo de ladrillo y, a continuación, dejaremos a la derecha el camino que va a las casas, continuando nosotros todo de frente
A nuestra derecha baja El Regueiru la Canal. A lo lejos Bulse con los altos del Murmullín (323 m), parroquia de San Esteban de las Dorigas y concejo de Salas
Al llegar a la altura de este tendejón tendremos también un buen paisaje de la bajada al valle del Narcea, con el del Nonaya enfrente, bien dominado por las cumbres del Viso en lontananza que, a la vez, nos indican, como en un mapa, la dirección de Salas capital
Aquí tenemos de nuevo las casas de El Barreiru, en Santolín o San Antolín de las Dorigas, cerca de las que pasaremos atravesando la zona central de la parroquia, camino de Moratín, pueblo origen familiar del celebérrimo dramaturgo, traductor y poeta Leandro Fernández de Moratín, autor de El sí de las niñas y La derrota de los pedantes, entre otras muchas obras
Vemos la carretera N-634 en la zona de El Cuorno y algunas casas de Villar, otra aldea de la vecina parroquia de San Esteban de las Dorigas, cerca de El Castiellu, solar de otro de los numerosos castros astures localizados en la zona
"Casería de la parroquia de San Esteban de las Dorigas (Salas), situada al borde de la N-634, próxima al lugar donde arranca la AS-38, a una altitud de 70 m. Dista apenas 1 km de Cornellana y 11,8 de Salas. Cuenta con una población de un habitante. En sus proximidades se encuentra un castro, reconocido por José Manuel González en 1951. En esta casería estuvo una lápida dividida en dos fragmentos. Uno de ellos contiene una inscripción funeraria, incompleta, en la que se menciona a la hija de Talavo, y se conserva en el palacio de los Selgas, en El Pito (Cudillero), a donde fue trasladado a instancias de Fortunato Selgas hacia 1890. El otro fragmento presenta unos adornos en forma de lazos trenzados y se encuentra en el Museo Arqueológico de Oviedo. La lápida en su conjunto alcanzaría unos dos metros de altura."
"... una antiquísima lápida, procedente de un Castro, sobre tierras de San Juan, hallada en parte en linderos del Concejo de Salas, habiendo quien supone, erróneamente, que el famoso “cipo” procede de otros sitios. El dibujo que de esta lápida hispano-romana presentamos, es copia exacta del que nos ha remitido el muy benemérito Sr. Ciriaco Vigil, diciéndonos:“Este cipo, la mitad próximamente de un enorme sillar de seis pies de alto, fue descubierto en un Castro llamado el Castiello, y formaba el dintel de la puerta de la casa de Pedro Álvarez, situada al comienzo de la cuesta de Cabruñana, en el Concejo de Grado. Fue posteriormente recogido por mi amigo D. Fortunato Selgas, y le colocó en su egregia posesión de “El Pito”, en el Concejo de Cudillero. Del dibujo, más correcto que el anotado en mi libro de Epigrafía asturiana, pág. 390, y tubo la fineza de remitirme aquel amigo, mandé copia al ilustre Sr. D. Emilio Hübner, miembro del Instituto arqueológico de Berlín, y célebre epigrafista, quien me participó en 19 de agosto de 1887 su muy probable interpretación, en los siguientes términos: “mucho me interesa el nuevo dibujo de la antigua lápida de Grado que me manda usted, calculando que el eje del semicírculo haya pasado aproximadamente en medio de la cabeza de la mujer, casi seis letra faltaran al lado izquierdo del título. Por supuesto, los nombres no se pueden adivina; sólo para dar una idea del total, propongo los siguientes suplementos, exempli causa:La gente de estos contornos ha forjado una novela respecto al cipo, diciendo cubría la tumba de la Reina de estos lugares, poderosa y buena, pero idólatra, por lo que Dios la castigó duramente, maldiciéndola, etc., y añaden que hace tiempo se hallaron en el sepulcro gran cantidad de alhajas y cosas de oro macizo. Lo que sí se deduce del hallazgo y de los restos de muy antiguas construcciones descubiertas en los mismos lugares, es que en los primeros siglos de nuestra era no estaba despoblado este territorio..."
PELSINAE TALAVF
RETVCENEA VXSORI
“a Pelsina, hija de Talavo, RETVCENEA VXSORI y mujer de Retugeno”
Pelsina y Tetugenus son nombres conocidos por inscripciones encontradas en Galicia y en Asturias. El carácter de las letreas es bastante antiguo: lo creo casi de fines del primer siglo de nuestra era. Lo mismo se infiere de la falta de las fórmulas consuetas SD. M. y de otras indicaciones, como los años de la vida, el H. S. E. y demás, Muy curiosos son los ornados del cipo; tenemos en él un monumento altamente interesante de los primitivos habitantes de aquella parte de la Península”
"Se localiza en una elevación de forma elipsoidal de 376 msnm y laderas escarpadas, delimitado por las vaguadas de El Llano y la Braña en el NW, el reguero de Barbadín por el NE y el de El Pontón, por el SW.
Recinto de planta ovalada de 100 x 50 metros en el que afloran restos de piedras y grandes oquedades. En su ángulo NE se reconocieron los restos de un posible torreón o anillo con centro rehundido de 5 metros de diámetro y 1.50 metros de profundidad. También se documentó una gran acumulación pétrea en la cumbre de 16.5 x 14.5 metros, 0.90 metros de altura y un gran pozo de saqueo central de 4,5 metros de diámetro; esta estructura ha sido interpretada como «túmulo megalítico», pozo de saqueo, restos de muralla o trinchera de la Guerra Civil . Como elementos defensivos se enumera un talud concéntrico de 3 metros de altura con un relleno superior de 6 metros de ancho, los derrumbes de una posible muralla de arenisca en el sector septentrional y una segunda plataforma a una cota inferior en el frente NW (Camino Mayor y Rodriguez Otero, 1989; García Díaz, 1993; Adán Álvarez et alli, 1998).
Para otros autores los derrumbes observados en el enclave son de origen natural, no reconociéndose elementos estructurales o referencias orales de la existencia de un recinto fortificado (Fanjul Peraza, 2005, 2014).
Realmente, nosotros no vamos a bajar por ahí, por la carretera, sino que la cruzaremos algo más arriba y más cerca para ir a Santolín y Moratín, pero dada la importancia de estos parajes para conocer este entramado caminero cuyos ejes son el Camín Real de Galicia o Camín Francés (ahora Camino Primitivo) y el Camín Real de la Mesa en su ramal, o ramales hacia la costa, no está de más comentar algo de ellos según proseguimos nuestra marcha
Por la cresta de la Sierra Sandamías va otra antiquísima senda hacia Pravia, por donde ahora discurre la mencionada carretera local PV-1. Más abajo y por el valle discurre la AS-347, que comunica los pueblos de la vega del Narcea en lo que debió ser un muy antiguo itinerario ribereño. En la actualidad es la AS-16 o Corredor del Narcea la vía más rápida que comunica con Pravia
Los antiguos caminos coinciden con rutas de peregrinación, trashumancia y arriería. Ahí tenemos Bulse, por donde suben allí a Santa Tecla de Eiros de los romeros de Cornellana
El Barrudu es una casería sita en este claro, rodeado de árboles y campos, en el que el camino es de suave hierba. Dejamos a la derecha este cobertizo de ladrillo y seguimos de frente hacia las casas
En el muro de dicha cuadra veremos pintada una flecha amarilla
Dos viejos pero preciosos hórreos, ambos sobre bodegas de piedra, se alzan sobre el camino, los dos de corredor
La Barrosa abajo, El Barreiru arriba y, en medio, El Piñéu, cerca existe el sugerente topónimo La Peña la Señora, que nos da pie a pensar en los abundantes cultos marianos y similares existentes en toda la zona, cristianizando yacimientos antiguos o ancestrales cultos naturales. Fijémonos aquí abajo en la carretera (pasa un camión), que vamos a cruzar enseguida
También había una cuadra con pajar, bien a la vista, y con otra flecha pintada
Esta caja caminera nos da la impresión que podría delatar una notable antigüedad, con un camino además llanísimo sin que se adviertan señales de haber entrado nunca vehículos pesados de arreglo de caminos
Un bebederu o abrevadero, señal del paso de ganado en sus tiempos. Es bastante largo, lo que da a entender que habría un importante número de reses. Sin duda no se pudo hacer más ancho para no invadir el camino y también para no hacer obra más complicada ganando terreno a la muria, la sebe y el prado
En otro tramo, la muria se mantiene firme como una muralla, como el primer día
Ahí tenemos La Sierra Sollera, con en gran paredón pétreo de La Sollera alta a la izquierda, bajo la que está la ermita de Santa Tecal de Eiros, y La Sollera Baxa a la derecha, con El Picu Sobarrionda y El Llanu las Ayalgas, separadas ambas partes de la serranía por la collada de La Reguera
Sigue habiendo bastante piedra suelta, morrillos, tal vez caídos de las murias o desgajados del antiguo empedrado
Si encontramos algún cordel no es para que no pasemos nosotros, sino para que el ganado si por alguna razón, a podido salir al camino, no siga hacia la carretera
En los postes metálicos de las señales de la izquierda se conservan las flechas amarillas que nos indican seguir por aquí, ahora en suave bajada
Queda ahora a nuestra derecha el ya reseñado Picu Santolín, una pequeña colina en comparación con el Muxagre, que volvemos a tener de frente, al oeste, en cuya cumbre "se encuentra instalado un vértice geodésico, y es lugar de ubicación de la ermita de la Virgen del Llano", leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias
Es raro cruzarse con algún coche, salvo con el de algún residente, además de el paso eventual de tractores de trabajo a las fincas o algún transporte de ganado
Un edificio blanco que se reconoce entre las ramas de los árboles de la izquierda, prados abajo, es la iglesia parroquial que veremos bien desde unos metros más adelante, continuando el descenso
Ahora sí que vemos muy bien desde aquí la iglesia parroquial de Santolín/San Antolín de las Dorigas. El templo aparece aparece mencionado en la relación de parroquias del obispo Gutierre de Toledo (años 1385-1386) como perteneciente al Arciprestazgo de las Dorigas y dentro de las propiedades del monasterio de San Juan en Courias (Cangas del Narcea y antigua Cangas de Tineo) que, nominalmente bajo la obediencia de la mitra ovetense, gobernaba sus posesiones con gran autonomía:
"San Antolín húsala a presentar el Abad de Corias. Es capellán della Alvar Díaz. Ha de manso quatro días de bues. De los diezmos lieva la metad el capellán, la otra metad el abbad. Paga el capellán de procuraçión una emina de erga…"
La parroquia tomó, como el lugar, el nombre de la advocación del templo parroquial. Un intento de rebautizarla como San Antonino aparece por primera vez en un documento bajomedieval, si bien en 1409, en el cartulario del cercano monasterio de San Salvador de Cornellana, figura el camino de Santo Antolín. En el Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX, alternan las formas San Antonino y San Antolín y en 1894 la Diócesis de Oviedo la registra como San Antonio. En 1960 en el Noménclator oficial figura como San Antonino y como tal sigue figurando una década después, si bien la Gran Enciclopedia Asturiana ya la denomina San Antolín:
"tanto en los libros parroquiales como en el lenguaje usual de la zona se utiliza el nombre de San Antolín; aboga en favor de ello el hecho de que la iglesia parroquial está dedicada a San Antolín, patrono de esta parroquia, cuya fiesta se celebra el 2 de septiembre".
La traza constructiva de esta iglesia de San Antolín conserva tipología medieval románica, pero su aspecto actual viene de alguna remodelación de gusto barroco hacia los siglos XVII y XVIII. Es de una sola nave, cabecera cuadrada, pórtico y capilla lateral, además de espadaña. Detrás se encuentra el cementerio. Esta es su ficha en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):
"El edificio sigue la tipología de los templos medievales más difundidos en la región cuya planta está compuesta por una sola nave, y cabecera de menor altura, con bóveda de arista y testero recto. Tiene pequeña capilla lateral (lado epístola, añadida posteriormente y aunque los muros de la nave parecen obra de época medieval, ha sido modificada perdiendo gran parte de los elementos originales. Su aspecto actual es fruto de una remodelación barroca (S. XVII – XVIII). El imafronte está protegido por un pórtico que se apoya sobre un muro ciego a modo de anta en su lado norte y muro bajo con tosco pilar de piedra que soporta la estructura de madera de la cubierta a tres aguas. La puerta de ingreso es adintelada y en la parte superior del hastial se sitúa una espadaña de vano único compuesta por un arco rebajado y remates decorativos piramidales. La nave se ilumina por medio de una pequeña ventana del tipo saetera abierta en el muro sur, al igual que en la cabecera pero con formato cuadrado y sin derrame (abierta posteriormente). La fábrica de los muros es de aparejo de mampostería trabada con mortero de cal y arena, enlucida y pintada, dejando a la vista los sillares bien trabajados de los recercos de vanos, espadaña y las cadenas de esquina. La cubierta es a dos aguas para la nave y tres en presbiterio, capilla mayor y lateral, con armazón y viguería de madera."
La Gran Enciclopedia Asturiana nos cuenta además que la comarca de Doriga o Las Dorigas tuvo "relativa importancia y esplendor en la Edad Media", según reflejan los documentos de aquel tiempo, teniendo aquí propiedades, además del citado cenobio cangués de Courias, el de San Tirso del Nalón, en el vecino Candamo. Más tarde y en 1126 pasaría casi en su totalidad al de San Salvador de Cornellana por disposición de Alfonso VII, dado que dicho monasterio acababa de ser refundado por los monjes cluniacenses cuatro años antes
Vemos ahora el final de la bajada y, enfrente, en la ladera de La Llomba y bajo los ocalitos, el camino que nos llevará a Moratín
Además de esta iglesia con la advocación de San Antolín se sabe de un templo desaparecido, el cual estaba dedicado a Santa María de Boennis o Benes. En Las Dorigas también desaparecieron San Juan de Palentes, San Pedro de Prado, San Juan y San Jacobo de Pelones y otros así reflejados en viejos manuscritos
Bajamos todo recto ya hasta la casería que vemos en medio del llano, donde encontraremos una doble encrucijada en la que tomaremos el citado camino a Moratín que vemos subir a su izquierda, antes reseñado
La iglesia va ocultándose ya a nuestra vista, miremos ahora a lo lejos, al norte, en la lejanía...
Al sur de El Condao se encuentra La Vinada que, aunque suele pensarse en que su nombre se debe al cultivo de la vid, pues viñas hubo por toda la zona hace siglos, es más posible tenga que ver con tierras de cultivos en barbecho, es decir, que se plantan un año y descansan al siguiente. Un documento del siglo XVIII, si bien no referido a este lugar dice: "hay tierras de secano que llaman de vinada que producen trigo o escanda un año y descansan al siguiente..."
Desde aquí divisamos ya algunas casas de Moratín, que ya pertenecen a otra de Las Dorigas, la parroquia oficialmente llamada Doriga que, para tener una referencia diferenciadora, podremos llamar Santa Eulalia o Santa Olaya de las Dorigas
Justo encima del tejado de esta primera casa vemos además el principio del Viaducto del río Narcea de la A-63 o Autovía de La Espina, bajo cuyos primeros pilares viene el Camino de Santiago desde Doriga por La Veguina, con en el que confluiremos allí, poco antes de dicho viaducto. A lo lejos, reconocemos el pueblo de Quintoños, sobre el valle del Narcea, parroquia de Cornellana, bajo El Picu Tieu y El Picu La Siniella (368 m)
Un cantar, el de la danza de El Franxón que, según la Gran Enciclopedia Asturiana, era "un baile tosco, violento, que se bailaba dando grandes saltos", tenía en una de sus letras una posible alusión a este lugar:
Baxando yo de Reconco,viniendo pola Vinadaoí unes voces muy feesy conocí que era Franxa.Demoniu, pates peludes.cexudal, mal encarada...
Reconco está al lado de Eiros, es decir, no mucho más al norte, en la parroquia de San Esteban de Las Dorigas, por lo que el protagonista de la canción sabemos que habría pasado por este cruce. Parajes estos, las encrucijadas, dados a las apariciones de seres del inframundo y de leyenda
Acaba la cuesta y, de nuevo llaneando, dejamos los caminos de los lados y avanzamos recto en dirección a la casería que tenemos un poco más adelante
Seguimos hacia la quintana, con su hórreo de corredor sostenido por pegollos que descansan sobre pilares de piedra, al lado del camino
La casa, restaurada, presenta un corredor volado con un cuerpo macizo a su izquierda. A la derecha estaban las cuadras, Más atrás hay pumaradas y, arriba, los bosquetes de Los Pozones
"Dos sistemas de cultivos predominantes dependen en buena parte de la altitud, aunque en unos y otros pervive con bastante firmeza el cultivo en hojas (parcelas), que en la costa ha desaparecido. Sólo en las áreas más privilegiadas térmicamente han podido ser introducidos los forrajes que enriquecen la dieta ganadera. En las tierras bajas y medias, las aldeas continúan practicando la división del suelo en dos hojas, la una de trigo y la otra de maíz y patatas (alrededor del 70 por ciento de maíz y el resto de patatas); cuando levantan el trigo en agosto plantan nabos o alcacer; los nabos se recogen en marzo, sembrando entonces la patata, y el maíz se siembra el maíz..."
Sembrado de maíz, tal y como se ve según avanza el verano. Básicamente ya como planta forrajera. Borona y pan de escanda únicamente y en muy contados casos se hace para una ocasión especial, comprando la fariña en alguna tahona o tienda especializada, o adquiriendo el producto ya hecho, directamente
El mismo lugar en primavera temprana, antes de plantarse el maíz, una grande y verde pradería bajo La Vueltona
Y comienza una bajada hacia Moratín, uno de tantos topónimos en mor que denominarían a lugares pedregosos, como lo sería este, al menos en el pasado
Recordemos que, en la Edad Media, se habla de estos parajes en los caminos a los puertos como muy feraces y despoblados, lo que favoreció la fundación de los hospitales de San Lázaro y San Xuan de Villapañada para socorrer a enfermos y caminantes, cediéndoles tierras para que fueren aforadas a campesinos que viniesen a establecerse y pusiesen la zona en explotación
Entramos en Moratín por El Sucu, donde una finca, cerrada y con portón, señala nuestra llegada al pueblo con este su arbolado ornamental
El Sucu es la zona más alta y esta primera casa con finca y jardín está ahora dedicada al turismo rural
Pasamos ahora entre la casa y el hórreo, por donde nosotros pasamos sobradamente bien, pero apenas lo hace un coche. Después seguimos todo de frente siempre cuesta abajo
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Leandro Fernández de Moratín. Aguafuerte de José María Galván y Candela |
"Nació en Madrid el 10 de marzo de 1760, de noble familia asturiana por parte de padre, el también poeta, dramaturgo y abogado Nicolás Fernández de Moratín. Su madre fue Isidora Cabo Conde, con raíces en Pastrana (Guadalajara). Se crio en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras y fundador y asiduo tertuliano de la Fonda de San Sebastián."
"Seguramente es conocido por todos que una rama de la familia del dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 10 de marzo de 1760 - París, 21 de junio de 1828, enterrado en el cementerio de Père-Lachaise, luego sus restos serían llevados a Madrid), autor, entre muchas otras, de la obra teatral "El sí de las niñas" (1806), procede del concejo de Salas, en concreto de la aldea de Moratín, que se encuentra en la parroquia de Santa Eulalia de Doriga. Menos conocido es un documento, transcrito en un libro de 1897, en el que, bajo el título “Información de limpieza de sangre é hidalguía”, se recoge con todo detalle el origen salense de la saga.
Fue Leandro Fernández de Moratín amigo de Goya y protegido de Godoy, lo que hizo que fuese tachado de afrancesado, teniendo que huir finalmente a Francia después de un ajetreado periplo por diversas ciudades españolas. Su padre Nicolás Fernández de Moratín nace en Madrid el 20 de julio de 1737 donde fallece el 11 de mayo de 1780. Fue abogado, poeta y dramaturgo, y entre sus obras se encuentran varias piezas teatrales, el poema "Arte de las putas o Arte de putear", publicado en 1898, cien años después de su muerte, etc. Leandro editó en 1821 parte de su obra.
Nicolás era hijo de Diego Fernández de Moratín, y éste de Domingo Fernández de Moratín. Siguiendo fuentes secundarias, nos topamos en la Biblioteca Nacional con el libro "Iriarte y su época", de Emilio Cotarelo y Mori (Madrid, 1897), donde se recoge la transcripción de lo que se denomina “Documentos referentes á D. Nicolás y D. Leandro Fernández de Moratín”, comenzando por la “Información de limpieza de sangre é hidalguía” en la que todas las referencias apuntan al lugar de Moratín, en Salas, de donde procede el núcleo familiar que se instala en Madrid en el siglo XVII.
Así queda expresado, en el referido documento transcrito a continuación y que, por su riqueza de información, no se acorta y, que de lo cual, el 4 de enero de 1803 sacó el propio Leandro Fernández de Moratín testimonio de las diligencias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. Es, por tanto, documentación que él conocía y manejaba, quedando patente, siguiendo la documentación de partidas de nacimiento y matrimonios, que fuera su bisabuelo Domingo Fernández de Moratín, quién sale del concejo de Salas hacia Madrid en 1650. Los documentos refieren lo siguiente:
"Pedro Fernández, vecino del lugar de Moratín, del concejo de Salas, Principado de Asturias de Oviedo, en nombre de Diego Fernández Moratín, vecino de la villa de Madrid, y natural del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo, y mi primo, y como su poder-habiente, ante V. parezco, y digo: Que al derecho del susodicho conviene hacer información sumaria de su hidalguía y nobleza y de cómo es hijo legitimo de Domingo Fernández Moratín, su padre, natural y originario del dicho lugar de Moratín, de dicha feligresía de Dóriga, y de María López de Leiguarda, su mujer, difuntos, residentes que fueron de dicha villa de Madrid. Y el dicho Domingo Fernández fué hijo legítimo de Tomás Fernández Moratín y María Suárez, su mujer; y el dicho Tomás fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer, todos naturales originarios de dicho lugar de Moratín; y por tales padres, hijos, nietos y biznietos, son y fueron habidos y tenidos comúnmente reputados, y todos ellos ansí el dicho mi primo, mi parte, como sus padres y abuelos y bisabuelos paternos son y han sido buenos cristianos viejos, limpios y de limpia sangre, no descendientes de moros ni judíos, ni de los nuevamente convertidos á nuestra Santa Fe Católica, ni han sido penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición ni otro ningún Tribunal, pública ni secretamente, antes bien todos ellos son y han sido hijosdalgo notorios, de sangre y de casa solar conocidos, y en esta posesión han estado y están quieta y pacífica, sin que jamás hayan pagado ninguna paga ni derrama que pagan los buenos hombres del estado llano, sin embargo de que los dichos sus abuelos y bisabuelos han tenido y gozado muchos bienes en dicha feligresía y los gozó el dicho Domingo Fernández, su padre, hasta el año pasado de 1650 que se ausentó de dicha feligresía y se fué á dicha villa de Madrid, adonde se casó con la dicha María López, con la cual, entre otros hijos é hijas, tuvo al dicho Diego Fernández, mi parte. Y por ser de las calidades referidas eran y son libres y exentos de todos pechos y derechos y han usado oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, guardándoles todos las preeminencias y franquicias que se guardan á los demás hijosdalgos de dicho Principado; de todo lo cual en su nombre ofrezco dicha información.
Á Vm. pido y suplico me la reciba, y de ella me mande dar un traslado signado y en forma, con su auto de aprobación, y que el escribano de ayuntamiento me de fe del estado en que están en los padrones los abuelos y bisabuelos del susodicho, y todo debajo de un signo que protesto y de pagar derechos debidos que es justicia que pido, protesto, costas, juro en forma lo necesario, etc.
Decreto
—De la información que ofrece hacer, en su vista se proveerá justicia. Lo proveyó y mandó y firmó Su mrd. el Sr. D. Diego Fernández de Llamas Arango, Juez noble de la villa y concejo de Salas, por S. M. en las casas de Ayuntamiento de dicha villa y Abril 27 de 1719 años.—Diego Fernández de Llamas Arango.— Ante mí: Juan Francisco Rodríguez de Rubín.»
Información
—Hízose en Salas á 27 del mismo mes, compareciendo Pedro Fernández de Moratín, vecino de la feligresía de Dóriga, en aquel concejo, y presentó por testigo á Antonio Fernández, vecino del lugar de Moratín; juró y dijo ser de edad de setenta y cinco años; que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, residente en Madrid, y conoció á su padre Domingo, el cual, como su mujer María Suárez, fueron vecinos de la feligresía de Dóriga, y que oyó decir que aquél fué hijo de Tomás Fernández y éste de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, vecinos del lugar de Moratín. También absuelve las demás preguntas sobre limpieza de sangre, etc.— Pedro Álvarez de la Rebollada, vecino de la feligresía de San Antolín de las Dórigas, de noventa y tres años, dijo: que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, por haberlo visto en la villa de Madrid, y sabe que es hijo de dicho Domingo Fernández, difunto; y el testigo fué en su compañía el año pasado de 1650 á la dicha villa de Madrid, en donde se casó con María López de Leiguarda, y durante su matrimonio tuvieron, entre otros hijos, al dicho Diego Fernández, pretendiente, y como tal el testigo le vió criarle, y sabe que el dicho Domingo Fernández, padre del susodicho, fué hijo legítimo de Tomás Fernández y María Suárez, su mujer, difuntos, vecinos que fueron del dicho lugar de Moratín, á los cuales conoció el testigo, y sabe que el dicho Tomás Fernández fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer. Afirmó también la limpieza de sangre y que «ni descienden de los Pizarros, ni de los Colonos, ni de otra familia sospechosa», siendo, al contrario, «de muy ilustres familias, como constará de los padrones», y que «siempre han tenido y gozado mucha cantidad de bienes y hacienda» y «han usado y ejercido oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, como jueces ordinarios por el estado noble y alcaldes de la Santa Hermandad y procuradores generales; todo por el estado noble de hijosdalgo, sin que haya habido cosa en contrario».— Nicolás García de Losada, vecino de la feligresía de Dóriga, de ochenta y nueve años, dijo: «que bien conoce al dicho Diego Fernández, vecino de la villa de Madrid, y natural y original del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo»; que vió en Madrid á los padres, y afirma los demás extremos, y que no desciende de los Pizarros ni Colonos, etc. Siguen las declaraciones de otros testigos de setenta y nueve y ochenta años, que han conocido á D. Diego y á su padre: uno de ellos dice que María López Leiguarda era natural del concejo de Miranda."
En el mismo día solicitó Pedro Fernández que se certificase sobre el estado de su parte y ascendientes en los padrones. Se practicó la diligencia, y en los padrones de 1611 a 1644 aparecen como hijosdalgo Domingo Fernández Tolín y Tomás Fernández de Moratín, su hijo. Desde 1644 a 1670, consta Domingo Fernández hijo de Tomás (30 de Abril de 1719). Siguen las legalizaciones y el 4 de enero de 1803 sacó Don Leandro Fernández de Moratín testimonio de estas diligencias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. En este mismo códice de la Biblioteca Nacional (T-447), hay diversa documentación entre la que se encuentra la partida de bautismo de D. Leandro Fernández de Moratín, en la iglesia parroquial de San Sebastián de Madrid, el 12 de Marzo de 1760."
No sabemos cual sería la casa familiar de los Moratín pero acaso podría averiguarse o, al menos y si no está en pie, conocer el lugar en el que estaba, colocando la correspondiente placa, detalle no muy costoso y sí, creemos de gran gusto y mejor homenaje
Aunque no encontremos casas ni señales el camino parece claro: seguir bajando, entre las casas, en dirección a la cantera
La calle principal es fácil de seguir, más ancha y mejor asfaltada que las laterales que son acceso a las casas y a sus fincas y terrenos. El pueblo se extiende a lo largo del camino
Al lado, una forna u horno de los que se empleaban para arroxar o cocer el pan, todo ello en una especie de porche formado por un alerón del tejado sostenido por dos columnas de madera
Llegamos a las últimas casas de Moratín, donde acaba la bajada, el camino hace un poco más allá una curva a la derecha
No llegaremos a Doriga, pues enlazaremos antes con el Camino Primitivo, pero la señal nos confirma que vamos por el trayecto correcto. Al lado antigua fuente, abrevadero y, más allá, lavadero, ya en desuso
Es una deliciosa campera que nos ofrece un paisaje bucólico en comparación con el tramo por el que vamos a pasar ahora hasta el viaducto
Y es que justo en la curva, en las inmediaciones de El Pandón, comienza la cantera de Calizas la Doriga. Ahí vemos algo de su escombrera
Las señales de límite de velocidad con fondo amarillo y el cartel que pone PELIGRO EXPLOTACIÓN MINERA advierten de paso de vehículos pesados y maquinaria
Un vallado cierra la escombrera, pasando la curva veremos el gran tajo abierto de la cantera en la montaña
El viaducto, ya a un paso, fijémonos en la inclinación de su rampa. Nuestro camino empieza aquí a bajar
El camino es aquí una pista muy ancha que permite el tránsito con holgura de camiones y maquinaria. Un guardarraíl comienza a nuestra derecha y seguirá durante todo el tramo que se extiende ante la cantera
Son los lugares de Los Corros, Los Pedreos, La Debesa y, al fondo, El Barrio Ramón, por donde saldremos del pueblo subiendo el monte hacia la derecha
A la derecha de La Casada vemos los tremendos desmontes de la A-63, bajo Folgueirinas. Abajo a la derecha tenemos algunos edificios de Cornellana
La pista minera no es de asfalto sino de zahorra y, cuando está la explotación en activo, puede haber en ocasiones bastante polvo en el aire
Según avanzamos iremos viendo un poco más de Cornellana, bajo el monte de La Llomba (282 m), en La Sierra Faxas o de Folgueirinas
La Llomban El Monte la Escita y El Cierru y La Güerta Santueña, todo plantado de ocalitos hasta, abajo, los prados de las casa de La Novalle y el barrio Las Peñas. Más abajo son los edificios de la Avenida Prudencio Fernández Pelló
Pasamos ahora junto al socavón de la cantera. La pista comienza una cuesta hasta la entrada de las dependencias mineras, localizadas un poco más arriba
Cornellana extendió su caserío a partir del nuevo puente construido para sustituir al de La Ponte o Las Casas del Puente, acaso de origen romano, que tiró abajo una riada en el año 1511 y que estaba justo aquí debajo, unos metros a la derecha del viaducto actual
Desde el antiguo puente, donde se libró cruenta batalla entre Ramiro I y Nepociano para suceder a Alfonso II El Casto, el viejo Camino iba directamente al monasterio de San Salvador, donde los peregrinos solicitaban acogida. Cuando el río se lo llevó se habilitó un servicio de barquerías, pero hubo de hacerse una pasarela de madera dado que gentes y peregrinos continuaban hacia el occidente por la llamada senda ribereña del Narcea, apartándose considerablemente del Camín Real y creando una nueva ruta que, de consolidarse, podría marginar a la vieja ruta
Del monasterio vemos una de las dos torres barrocas de la iglesia y una torre románica recrecida posteriormente, así como la cabecera románica con su ábside central semicircular y el actual Camino, que pasa por detrás, junto a dicho ábside, para subir a Suburriba o Sobrerriba y que, en ese trecho, coincidiría con el que iba a él desde el viejo puente
En esta zona de han plantado algunos árboles para minimizar en lo posible el impacto de la cantera
Más señales de obras al final de esta rampa, a la derecha la entrada, estemos muy atentos al paso de camiones, entrando y saliendo
Aquí se unen las dos rutas, la procedente de Doriga y esta de Cabruñana. Volvemos a ver los mojones camineros y emprendemos la bajada al valle, rumbo a La Ponte, La Rodriga y Cornellana
Fila de arbustos plantados. La pista hace una curva a la izquierda cuando ya llegamos al borde del bosque...
Prestemos atención, pues no es difícil despistarse y seguir de frente por esta pista cuando hay de desviarse enseguida...
Aquí hay una flecha amarilla pintada y, de frente, sube el Camino de Santiago tras pasar bajo el viaducto
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