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jueves, 29 de agosto de 2019

LA RUTA DE CABRUÑANA (ASTURIAS) EL CAMÍN REAL DE LA MESA, LA MALATERÍA, EL ALBERGUE DE LA ESCUELA Y LA BAJADA SAN ANTOLÍN DE LAS DORIGAS

Albergue de peregrinos de Cabruñana, en la antigua escuela

Cuando durante uno tiempo, allá por el año 2010, estuvo cortado del paso por el tramo del Camino de Santiago entre el santuario de la Virgen del Freisnu y Doriga a causa de las obras de la Autovía A-63 Oviedo-La Espina, se habilitó un ramal alternativo desde dicho santuario hacia Cabruñana, un kilómetro y medio más al norte habilitándose un nuevo albergue de peregrinos en la antigua escuela, sita al final del pueblo en dirección a Cornellana por la N-634. Más tarde, reabierto el Camino, la escuela siguió prestando servicio de alojamiento de romeros jacobitas y sigue siendo empleada como tal, sobre todo cuando se han llenado los demás albergues sitos en las inmediaciones

San Antolín de las Dorigas desde el camino alternativo que baja de Cabruñana

Luego, desde la escuela, no es necesario volver atrás a El Freisnu, sino que se planteó un camino alternativo para bajar desde Cabruñana hacia Rebollada, San Antolín de las Dorigas y Moratín, enlazando con el Camino de Santiago oficial un poco más abajo de Doriga, antes de llegar al valle del Narcea y cruzar por La Rodriga a Cornellana. De este camino opcional nos ocuparemos en esta entrada de blog

El Freisnu, donde se separan el Camino de Santiago oficial de la ruta a Cabruñana

La bifurcación del Camino de Santiago y de la ruta a Cabruñana se produce en el cruce de La Troca o de La Tabierna, justo al pie del santuario de Nuestra Señora de El Freisnu, a cuya visita dedicamos la oportuna entrada de blog. El Camino Primitivo, antiguo Camín Francés y Camín Real de Galicia, llega aquí (a la derecha de la foto) tras subir por La Venta y La Pelona desde Acebéu, en San Xuan de Villapañada, cruza el Camín Real de la Mesa (el del medio, que sigue bajo el santuario y a su derecha) y sigue a la izquierda, entrando en el concejo de Salas por la parroquia de Doriga, pasando primeramente por la aldea de Samarciellu o San Marcelo 


Nosotros, si deseamos ir a Cabruñana, dejaremos el Camino de Santiago oficial y seguiremos de frente por el Camín Real de la Mesa, en dirección norte y pasando bajo la iglesia-santuario de Nuestra Señora del Freisnu, emplazado en un altozano sobre la que fue una de las más importantes encrucijadas de los viejos caminos de Asturias, la que comunica, de este a oeste, el centro con el occidente y con Galicia, y la que desde el puerto de La Mesa, en la Cordillera, comunica la costa y el centro de Asturias con la meseta


Hasta la apertura de las primeras carreteras hacia mediados del siglo XIX estas fueron las principales vías de comunicación, sustituidas por la entonces llamada Carretera Oviedo-Villalba o Carretera de Occidente (desde 1939, la N-634) que sustituyó al Camín Real de Galicia pasando además por Cabruñana, hacia donde nos dirigimos; y la Carretera de Castilla, que relegó completamente a este Camín Real de la Mesa al trazarse por la más directa línea hacia la costa gijonesa (su puerto se configuraba ya como el principal de Asturias) vía Oviedo/Uviéu, valle del Caudal, puerto de Payares (paso del Camino del Salvador) y valle del Bernesga hacia León


Ambos caminos serían antiquísimos, sin duda pasos naturales existentes desde la prehistoria que, con la romanización y el medievo, fueron empedrados, mejorados y adaptados como nuevas vías, las cuales tenían varios ramales. Este ramal del Camín Real de la Mesa sería el que se dirigía a Pravia, la antigua capital asturiana antes de que Alfonso II El Casto trasladase su corte a la colina de Ouetao, donde una comunidad de monjes habría fundado un monasterio dedicado a San Vicente en tiempos de su padre Fruela, quien edificaría un primer templo del Salvador o San Salvador (que de las dos formas está bien dicho, siendo incluso la segunda la más histórica), germen de la actual Sancta Ovetensis y del comienzo del ahora llamado Camino Primitivo


Dejaríamos pues aquí, para ir a Cabruñana, el Camino de Santiago a nuestra izquierda en su bajada a Cornellana por Doriga y proseguiríamos por el Camín Real de la Mesa bordeando la colina en la que se alza el santuario, justo en la frontera entre los concejos Grado/Grau y Salas, que pasa justo por detrás


El Camín Real de la Mesa, llamado aquí La Caleona o La Carril Vieya, fue asfaltado desde Dolia, unos kilómetros más al sur, en el concejo de Miranda pues en este tramo se habilitó como carretera local para comunicación de los núcleos poblados y para permitir el acceso de maquinaria a las fincas con la mecanización del campo. En su libro La Calzada Romana de la Mesa el cronista oficial de Teberga Celso Peyroux explica en su prólogo sus características, empezando así:
"La Calzada Romana de La Mesa, más comúnmente conocida por El Camín Real, es una vía de comunicación que, desde los tiempos del emperador Augusto hasta principios del siglo XIX, unía la meseta castellana desde la villa de San Emiliano, capital de la Babia baja, hasta La Cabruñana y Grado, con un ramal que se desviaba a Teverga y otro a Tameza, desde cuya encrucijada tomaba la dirección de la costa bifurcándose más tarde en dos: uno hacia San Esteban de Pravia y otro hacia Noega, la actual Gijón. La calzada, bien delimitada durante todo su recorrido, notablemente desde los trabajos de desbroce llevados a cabo hace unos cinco años, a lo largo de todo el itinerario, deja de serlo a partir del pueblo de Dolia, en el concejo de Miranda, donde se ha aprovechado para trazar sobre ella una carretera asfaltada".

El emplazamiento del santuario de Nuestra Señora de El Freisnu justo sobre este histórico cruce de caminos 'reales' (del reino) no es casual. Se sabe de una primera ermita, datada en el siglo IX y emplazada donde luego se hizo el cementerio, que en el siglo XVII fue abandonada en favor de la construcción de un edificio más grande en el gran rellano situado enfrente y al que los peregrinos que deseen visitarlo pueden subir desde el cruce por el prado de la izquierda


Frente a nosotros está El Picu Pando (453 m) en la Sierra de Santa Mariña y en cuya ladera meridional, bien orientada al sur, vemos la casería de La Requeixada


Y, un poco a su derecha y en la misma sierra tenemos El Picu Tablas (476 m), con el que la Enciclopedia del paisaje de Asturias engloba al reseñado Picu Pando también, de ahí que lo presente como monte de dos cimas:
"Elevación situada en la divisorias de las parroquias gradenses de Cabruñana y El Freisnu. Presenta dos cotas, la occidental de 454 m de altitud y la oriental de 476 m. Es zona de pasto con monte bajo. Lo bordea por el oeste la carretera que uno los citados pueblos, la cual se solapa en este tramo sobre el trazado de un ramal del camín Real de La Mesa"

Prados abajo nace El Regueiru la Cavada o Entralgo, afluente del río Moutas que lo es a su vez de Cubia, y este a su vez del Nalón, al que da sus aguas en el antiguo valle de Prámaro, donde poco antes de 1256, que es cuando aparece citada por primera vez, se funda la Puebla de Grado sobre otro de los ramales del Camín Real de la Mesa, el que se dirige a la capital astur. Un poco más a la derecha vemos, entre los árboles, el Camino de Santiago subiendo hacia el cruce, por donde acabamos de subir 


Por ello, aunque moderada, esta rampa de El Freisnu se cobra su tributo en nuestras fuerzas, ya puestas a prueba en la dura subida desde Acebéu, la cual realmente ha empezado, si bien escalonadamente, ya en la misma Plaza del General Ponte o del Mercáu, en el centro de la villa de Grado/Grau, la capital del concejo, subiendo a La Fonte Riba, La Cruz y, de allí a La Podada para salir del casco urbano...


Según avanzamos y subimos vamos teniendo una mejor vista del valle del Cubia, con las casas de La Venta, que hacen referencia a una antigua venta caminera, posada y parada de postas, del Camín Real


Más abajo se ve el tejado de la Casa'l Carteru, junto a la que también hemos pasado, pues el Camino de Santiago llega a ella saliendo de entre los árboles que hay detrás, tras subir por La Pelona de otro lugar llamado La Venta y situado más abajo, La Venta'l Cuernu, en San Xuan de Villapañada


Vemos parcialmente la villa de Grado/Grau, la capital del concejo, con la larga loma del Monte Guileiro, que cierra el valle del Cubia por el este, en lontananza. A la izquierda está el Alto de Anzu y al fondo pueden reconocerse en días claros las casas de L'Escampleru, en Les Regueres, y el ovetense Monte Naranco


A la derecha, y dividida en dos por la Autovía A-63, vemos la parroquia de La Mata por sus barrios de Entelaiglesia (a la izquierda de la autovía) y Entelafonte y otros (a su derecha), Más arriba, en el monte, es Priotu


En Cantu Guileiro (329 m), sobre La Mata es la cota más alta de esa serranía. En días despejados se reconocen los edificios del barrio ovetense de Buenavista y otros. Se dice que antes de su construcción podía verse la torre de la catedral de San Salvador, y así se reseña a mediados del siglo XIX en el Diccionario de Madoz 


Más en la lejanía los Montes de las Cuestas separan el concejo de Grado/Grau de la ovetense parroquia de Trubia, en el valle formado por el río de igual nombre, otro importante afluente del Nalón. A veces podemos llegar a reconocer los picos de la Cordillera Cantábrica hasta algunos de los dosmiles de los Picos de Europa, sobre todo en días muy despejados del invierno y al sol de la tarde, cuando sus rayos iluminan su piedra caliza clara y/o la blancura de sus neveros


Campos de La Güerta, ante El Picu Pando y La Requeixada. Recogemos las bellas palabras de Celso Peyroux relativas al Camín Real de la Mesa en su tramo asfaltado desde Dolia hasta aquí... y más allá...
"Continuará la calzada aún varios kilómetros, regada con asfalto por el hombre para mayor confort, pero el caminante -aunque seguirá teniendo como compañero el agradable paisaje de la media montaña- no sentirá la caricia de la senda bajo los pies. Una estrecha carretera le conducirá (...) hasta la Venta de Las Cruces y desde allí, poor Vigañas, Seaza y San Pedro -ya en tierras del concejo de Grado- o por Moutas, Alvaré y El Fresno, alcanzará la capital del municipio o el Alto de La Cabruñana donde el Camino Real se unirá a otros caminos. A otras sendas-

Tal vez escoja aquel que conduce a Noega -la actual villa de Gijón- donde se funden en un abrazo la arena y las olas -en los últimos dominios que tuvo el imperio por tierra firme- donde centuriones y patricios, tras el largo viaje, reposaban el músculo y bruñían la piel en las termas que se asoman al mar."

Al otro lado del Picu Tablas no llegamos a ver El Picu la Forca, que se dice debe su nombre a la horca instalada en él por el comendador de la Orden de Malta, dueña del antiguo coto de San Xuan de Villapañada, Fray Nicolás de Ortúzar, cuando este tomó posesión del cargo en 1770 para escarnio de sus levantiscos vasallos que habían entrado en pleitos por las condiciones de aforamiento de las tierras a ellos arrendadas


Si bien es posible que el topónimo tenga que ver con la orografía de la sierra, en forma de 'U' u horquilla, no deja de ser un símbolo de las difíciles relaciones con sus señores hasta que el coto fue definitivamente suprimido en 1827 y anexionado al concejo de Grado/Grau. No obstante, los vecinos esgrimieron, a pesar de los quebrantos, la antigua independencia del coto, con su propio ayuntamiento, jueces y regidores nombrados por los freires, para solicitar infructuosamente la creación de un concejo propio por entonces


Los regueiros que por aquí nacen, en esta vertiente de estas sierras, forman parte de la cuenca fluvial del Nalón mientras que, los que surgen al otro lado, ya forman parte de la del Narcea, divisoria geográfica de gran importancia pues aquí además, acaba el gran pasillo natural que, desde el valle del Güeña en los Picos de Europa, enlaza con el del Sella y luego con el del Piloña, para pasar al del Nora y, ya en pleno bajo Nalón, llegar a estas estribaciones, ante las que este río varía su rumbo y de dirige a Pravia y, de allí, a su desembocadura en San Esteban


Más allá de La Venta vemos El Xorru, largo monte alomado por el que se dirige hacia Grado/Grau y de allí a la capital astur otro ramal del Camín Real de la Mesa, señalizado actualmente como GR 101, que se ha separado de este en La Venta Moutas


Más en la lejanía están la Sierra de Arellanes, la de Buanga y, sobre todo y la más alta y a la vista, la del Aramo, con el Monsacro a su izquierda, de las que tantísimo hemos hablado pues han sido nuestra casi permanente referencia visual y geográfica desde nuestra salida del casco urbano ovetense por La Florida y Paniceres, un paisaje, el del gran valle del Nalón y los valles de sus múltiples afluentes, del que vamos a ir despidiéndonos para asomarnos enseguida a los del Narcea que, a la vez, lo es también, aunque por el otro lado, por el occidente, y bastante cerca ya de su desembocadura


Mirando ahora a nuestra izquierda, vemos, frente al cementerio solar de la capilla primigenia, el gran torreón cuadrado del santuario de El Freisnu que alberga sus campanas en el campanario del piso alto, el cual se ve desde muy lejos y le da una apariencia de fortaleza. No en vano fue empleado como fuerte improvisado durante la francesada o invasión napoleónica, cuando por ese motivo el templo fue quemado


Por ello, en 1863 hubo de rehacerse la torre, bajo la que hay un nártex o pórtico que guarda la portada principal, a la que se accede por tres arcos de medio punto. En el muro del cementerio y mirando para la torre hay una gran cruz de piedra desde la que los peregrinos de antaño veían por última vez la torre de la catedral de Oviedo/Uviéu a la vez que, los que regresaban a casa, lo hacían por primera vez, alegrándose al cumplir el dicho que afirma que "quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al señor."


Dado que, salvo que coincidamos con misas, fiestas o novenas (de las que informamos ampliamente en la entrada de blog http://xurdemoran.blogspot.com/2014/01/el-freisnu-del-valle-del-nalon-al-valle.html), lo habitual es que lo encontremos cerrado, pero podremos ver su interior si nos adentramos en el pequeño pórtico de la capilla lateral sur, fruto de las obras acometidas en el siglo XX por el párroco don Lisardo Suárez, veremos, a través de una mirilla en la puerta allí situada, el altar barroco con la venerada imagen de la Virgen del Freisnu, de grandiosa romería y novena en septiembre


A la derecha, un camino ancho y asfaltado es el acceso principal al santuario, entrada de vehículos desde el Camín Real, procedentes de la N-634 por Cabruñana, hacia donde nos dirigimos. A la derecha son las casas de la quintana de Ca Isidro...


Esta cuesta terminará justo a la entrada de dicho camino principal al santuario. A partir de allí el Camino será bastante llano hasta Cabruñana y luego, desde la escuela y actual albergue, casi todo en bajada hasta llegar a su unión con el itinerario oficial en la cantera de Doriga, desde donde se sigue bajando hasta la vega del Narcea en La Ponte o Las Casas del Puente


También desde aquí, pues, podríamos entrar a visitarlo y luego continuar ruta a Cabruñana


Sino, podemos contentarnos con esta magnífica vista del costado norte del templo, desde la torre a la nave, la capilla lateral con sus ventanas bíforas que imitan el Arte Asturiano según deseaba don Lisardo y, detrás, la casa rectoral con su galería. "Se celebra con oficio religioso la festividad de San Antonio -13 de junio-; con romería la de su patrona, el 8 de septiembre; y es famoso su novenario de San Miguel -21 al 29 de septiembre- cuyo día grande, la víspera del santo, se celebra con concurrida romería", explican de las festividades aquí celebradas en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos. Mientras el cronista Álvaro Fernández de Miranda, en su obra, publicada en 1907, Grado y su concejo, nos cuenta esto de la novena de San Miguel:
"La novena de San Miguel es famosísima, acude gente de todos los concejos cercanos y de Oviedo, Avilés, Carreño y de otros más distantes. Los peregrinos cuéntanse por millares, y llegan poseídos de gran fervor religioso; muchos suben de rodillas la empinada cuesta, siendo frecuentes las caídas y desmayos, particularmente en las mujeres, que suelen llevar niños en brazos. Ofrecen á la Santa dinero, misas, cera, los hábitos que visten (muy extraños algunos) y hasta ganados; por las misas que llaman sobresalientes, llegan a entregar 16, 20 y 25 duros, y aún 50 a veces. Así, esos días las sumas que ingresan en la caja parroquial son muy crecidas"

Pasada la entrada a Nuestra Señora de El Freisnu hay un gran rellano en un cruce de caminos y, al fondo, ya se reconocen algunas de las serranías que guardan el valle del Narcea


En esta bifurcación con el camino a Ca Isidro, nosotros continuaremos de frente por el Camín Real de la Mesa, que sigue, más o menos la divisoria entre los concejos de Grado/Grau a la derecha y Salas a la izquierda 


El concejo de Salas está cruzado de este a oeste por el río Nonaya, afluente de su gran valle central que vemos desde aquí, con El Picu los Tayos (425 m) a la izquierda y el Muxagre (662 m) a la derecha


Ese valle configura buena parte de la orografía del concejo y ofrece un amplio pasillo natural hacia occidente para sus comunicaciones. Por ahí pasan tanto el Camín Real como la carretera N-634 (antigua Oviedo-Villalba) como el inacabado tramo de la Autovía A-63


El Nonaya nace en las estribaciones de la Sierra Bodenaya (a lo lejos, arriba a la izquierda de la foto, más allá del Picu los Tayos), cerca de La Espina, por donde el Camino de Santiago pasará de Salas a Tineo/Tinéu


En medio de la foto vemos el viaducto de la autovía, que salva el valle del Narcea en dirección al del Nonaya


Justamente allí abajo, donde empieza el viaducto, esta ruta de Cabruñana se reunirá con el Camino de Santiago oficial pasado Doriga y antes de bajar a la vega del Narcea en La Ponte o Las Casas del Puente


Aquí abajo vemos el Camino de Santiago saliendo por las dos últimas casas de Doriga, La Veiguina, haciendo una curva a la derecha


Luego pasa entre el cementerio y una cabaña (a la derecha de la foto) y se mete en unas arboledas


Llega a la autovía (a la derecha de la foto), pasa debajo de ella y allí se junta con la ruta de Cabruñana, que ha bajado allí por Rebollada y San Antolín de las Dorigas


Enfrente y al otro lado del Narcea es Suburriba o Sobrerriba, por donde continúa el Camino, subiendo de Cornellana, subiendo luego de frente, por los montes de Ricabo, para luego volver a bajar al valle del Nonaya en Llamas, parroquia de Villazón


De Cornellana (a la derecha de la foto y de la autovía), solamente veremos unas pocas casas de la zona más occidental de la población


Por allí la N-634 o Carretera Irún Santiago, que en su entramado urbano es la Avenida Prudencio Fernández Pelló, sale en dirección a Salas, la capital del concejo, por la zona del Grupo El Patronato


El Camino, que desde La Rodriga y tras recorrer la vega del Narcea ha entrado en Cornellana por el puente de la carretera, ya se ha desviado de la misma para dirigirse al monasterio de San Salvador, donde hay albergue público de peregrinos en las antiguas dependencias monacales, que no vemos desde aquí



El trazado original del Camino seguía unos metros del monasterio hacia el occidente, dejando la orilla del Nonaya para subir todo de frente hacia las últimas casas de Suburriba. Sin embargo ese tramo, cortado en la actualidad por la autovía, cuyas cicatrices de su inacabado trayecto reconocemos desde aquí, han obligado a subir desde más atrás, desde la cabecera de la iglesia monacal, actual parroquial de Salas, para llegar a Suburriba tras pasar de nuevo bajo dicha autovía


Como ya hemos dicho, tras una pequeña subida desde Suburriba o Soberriba (abajo a la derecha de la foto), el Camino de Santiago volverá a bajar hacia el valle del Nonaya en Llamas, parroquia de Villazón, en dirección a Casazorrina y la villa de Salas, capital del concejo


Más allá el Picu los Tayos está El Viso, a la derecha de la foto, buena referencia para saber la ubicación de Salas, la capital del concejo, situada a sus pies aunque tampoco la vemos desde aquí. A su derecha es la subida a La Espina por Porciles y Bodenaya o Boudenaya, una gran planicie a manera de meseta por donde sigue el camino hacia Tineo/Tinéu. A la izquierda La Sierra Bodenaya, otra importante referencia geográfica pues se alza sobre el Camino


El Viso es un cordal interior en medio del concejo de Salas, su altura máxima son los 675 metros del pico del mismo nombre, y en su falda sur, sobre Salas, se halla el venerado santuario de la Virgen del Viso, de honda tradición romera y del que hablaremos pormenorizadamente cuando caminemos bajo esa emblemática montaña


La subida a La Espina es una de las cuestas clásicas del Camino Primitivo. El alto, a unos 652 metros de altitud, ofrece un paso franco natural al occidente asturiano y fue durante siglos, por no decir milenios, el principal camino de comunicación entre Asturias y Galicia: por allí suben tanto el viejo Camín Real o Camín Francés, ahora llamado técnicamente Camino Primitivo, como la N-634 y la Autovía de La Espina


La Sierra Bodenaya o Boudenaya, por su parte, con los 815 metros de El Rebollín, ha sido hollada, como gran parte de estos montes y cordales, por los parques eólicos, que constituirán otra característica del paisaje montesino del Camino Primitivo


En la lejanía y más al norte son la sierras que separan el concejo de Salas de los de Tineo/Tinéu (a la izquierda) y Valdés (a la derecha), plagadas de parques eólicos, como la Sierra los Gayos, la Sierra Curiscáu, la de Brañaivente. Destacan ahí el Aguión (927 m), El Picu Teixu (885 m), El Picu Tucumbréu (885 m), y otros. "Es una zona de pasto de la costa al interior, utilizada por los vaqueiros en su trashumancia anual, y que hoy todavía usan los lugareños en su trashumancia anual", explican en la Enciclopedia del paisaje de Asturias


Y es que además de ser ruta de trashumancia, donde los vaqueiros de alzada secularmente llevaban sus rebaños de los pastos altos de verano a las brañas de invierno en los valles y la marina, lo es de la antigua arriería y de peregrinaciones, aunque no esté considerado un camino de Santiago oficial, de los varios que unían el camino interior con el de la costa:
"... toda su cumbrera desde la sierra de San Juan a la de los Vientos es cruzada por un antiguo camino real, una retícula secundaria del camino de Santiago por la costa, que une el camino antiguo en Salas, con Barcia, ya en la costa valdesana. Esta tradición viaria es más antigua, ya que podemos rastrear por sus cumbres y las aledañas varios monumentos megalíticos que las tapizan."

Las sierras no siempre se llegan a ver bien, ni mucho menos, pues muchas veces gustan de cubrirse con el manto blanco de sus nubes y brumas, por lo que es una suerte pasar en días de claridad y contemplar el panorama que desde aquí se nos ofrece


Poco más abajo Es la Sierra Lorís o Llourís con El Picu Cuetu (415 m). A su izquierda están La Vara (397), El Monte Cascayu (389 m) y El Bravón (396 m) con El Pedrouco (325 m) más a su izquierda y sobre el valle del Nonaya, cerca del Camino en Villazón


Más acá es el monte Palmayor (327 m) y más cerca aún y también sobre el valle del Nonaya y encima de Cornellana, reconocemos las casas de Folgueirinas, en el extremo meridional de la Sierra de Faxas, cuya cota cimera (361 m) vemos a la derecha


Aunque el Camino no pasa por Folgueirinas, sus casas van a ser también una referencia visual importante en nuestro trayecto de Cornellana a Llamas por Suburriba o Sobrerriba


Pero una de nuestras grandes referencias visuales en el trayecto de El Freisnu a Cabruñana y a San Antolín de las Dorigas va a ser el ya citado Muxagre, Monxagre o Muxagra, que con sus 622 metros de altura es el pico de mayor altitud de la Sierra del Llano, estribación sur de la Sierra Sandamías, la cual llega a la misma villa de Pravia cerrando por el oeste el valle del Narcea


El Camín Real de la Mesa es, prácticamente en todo su recorrido, una gran atalaya natural. El que escoja las laderas y crestas de las serranías, y no de los valles, como trazado viario, revela que es originario de los tiempos en los que las tierras bajas eran infranqueables y selváticas, llenas de vegetación, antes de que se colonizasen y explotasen plenamente


Estamos en uno de esos trayectos en lo que, pese a pisar asfalto, la belleza tanto del paisaje como de nuestro entrono más inmediato parece compensar el andar sobre suelo duro


Una pumarada a nuestra izquierda y prado abajo. La mecanización del campo obligó al arreglo y ensanche de los viejos caminos caídos en desuso con las carreteras, permitiendo la entrada de tractores a las fincas y demás maquinaria. Posteriormente con la generalización del uso del automóvil se ensancharon aún más y se asfaltaron, haciendo de ellos verdaderas carreteras locales, como es este el caso


Caminamos, llano y recto, por la falda occidental del Picu Pando de la Sierra Santa Mariña, donde son evidentes las citadas obras de ensanche, efectuadas en su momento


Dejamos a la derecha el camino a la casería de Requeixada y vemos, de frente, las casas de Fuexo, con sus huertas en los campos que bajan a sus pies


Campos que caen hacia el valle del Regueiru'l Fresnu, también llamado La Meredal y río Doriga, pues pasa por todos estos lugares, todos en el Camino de Santiago que, como el arroyo, discurre en bajada al pie del Picu la Cutaniella (344 m). Más atrás está El Picu Menudeiro (622 m) y, en la lejanía, el Courío (1.019 m). Más a la derecha tenemos el Alto Santa Ufemia (478 m), al sur del Picu los Tayos y, más al sur, La Peña Borreras (536 m), puerta todo ello del alto Narcea, con la Sierra las Treviesas


Fijémonos de nuevo arriba en lo alto en el monte El Viso, tótem de Salas. Más abajo es La Llomba, sobre las vegas del Narcea, pero lo más a destacar es, aquí abajo del todo, La Reaz, parroquia de Doriga, por donde pasa el Camino de Santiago


Por las casas de La Reaz pasa el camino oficial, dirigiéndose al túnel bajo la carretera del enlace de la autovía A-63 con la carretera AS-15 o corredor del Narcea (a la derecha de las casas de abajo) para salir al otro lado a Doriga, cabeza de la parroquia, que no vemos desde aquí, salvo una quintana separada del resto por dicho enlace y que vemos un poco más allá. No vemos el Narcea por una línea de arbolado ribereño en su veiga lo delata, frente a las casas de La Reguera, bajo La Llomba, que pertenecen a la parroquia de Cornellana


Seguimos camino, el caballo nos contempla al pasar y, a lo lejos, al norte, el Muxagre nos deja ver su loma del Nórigo, a su derecha, que se extiende hacia los demás picos de la Sierra Sandamías, en la parroquia praviana de Arango


Preciosa campiña de la falda oeste del Picu Pando. El Camín Real de la Mesa avanza muy llano y casi recto en dirección norte, siguiendo naturalmente la sinuosidad de la montaña al ir acercándonos a Fuexu, aldea que pertenece a la parroquia de Doriga, en Salas, pero extendida a lo largo del camino y, por tanto, por la misma divisoria de concejos


Si bien tradicionalmente se pensaba en su origen en una vía romana, ya desde tiempos del investigador Juan Uría Ríu se estimó que el Camín Real de la Mesa era una vía prehistórica, neolítica al menos, con señales de cultura megalítica (túmulos y dólmenes) a lo largo del trayecto. Seguidamente, el historiador Claudio Sánchez Albornoz apuntaba además que fuese la principal vía de comunicación entre los astures de ambos lados de la Cordillera, los transmontanos y los cismontanos


Empleada por los romanos para penetrar en territorio trasmontano durante las guerras de invasión del 29 al 19 a. C., emplazarían a lo largo de ella sus miliarios y lápidas conmemorativas, dando nombre a lugares de culto a divinidades de los caminos, superponiéndose a más anteriores creencias autóctonas


Este ramal hacia Pravia sería el que buscaba la salida a la costa por el puerto natural que fue la Ría del Nalón en su desembocadura, posiblemente en San Esteban. Pravia habría sido la Flavionavia romana en territorio de los astures pésicos, de la misma manera que Lucus Asturum, hacia donde iba otro ramal, lo sería en la de los luggones, es posible que fundadas tras la conquista y reducción de la población castreña local, como ocurrió en Astúrica Augusta (Astorga), capital de todo el Conventus Asturum de la Gallaecia Asturicense, así como con Lucus Augusti, la actual Lugo de Galicia, capital de la Gallaecia Lucensis


Durante la Edad Media el Camín Real de la Mesa era una vía muy transitada, pues Pravia fue capital con varios reyes asturianos desde que Silo, con su esposa Adosinda, trasladasen a ella la corte después de varias andanzas que sucedieron a la muerte de Fruela en la sede canguesa. Parece que, después, lo sería con Mauregato y con Bermudo y, acaso un tiempo, con Alfonso II El Casto, hasta que este llevó la capitalidad a la colina de Ouetao


Es muy posible que, a partir de entonces, prevaleciese el ramal, o ramales que, desde las serranías por las que discurre este camino, se dirigiesen a la capital astur y, con el traslado de la corte a León, este flujo de gentes y mercancías continuase intensamente, pues se establecieron portazgos o peajes, al igual que en las actuales autopistas, en lugares señalados


A partir de Cabruñana el Camín Real de la Mesa en este su trayecto a Pravia iniciaría la bajada al valle del Narcea, muy posiblemente por algún trayecto parecido al nuestro, buscando el paso del río por algún servicio de barquerías en Cornellana, 'villa de Cornelius' o por un viejo puente que existió en La Ponte o Las Casas del Puente ya antes reseñadas


El cruce en El Freisnu con el camino a Galicia, la famosa vía Lucus Asturum-Lucus Augusti, era esencial, dado que formaban los ejes y encrucijada de las rutas de vigilancia, administración y comercialización de los grandes yacimientos auríferos del noroeste peninsular, enlazando ambas ciudades con Astúrica Augusta (Astorga) y, en la costa, con Flavionavia y con Noega, el castro marítimo-metalúrgico de los cilúrnigos en la bahía gijonesa


Se dice que, al ser el puerto de La Mesa el que quedaba más libre de nieves y era de mejor tránsito, incluso en pleno invierno, entre todos los que comunicaban Asturias con la Meseta, esta ruta logró permanecer durante siglos como la principal. Era además relativamente visible y fácil de vigilar al ir por las alturas, libre de asaltos y sobresaltos en las boscosas profundidades de la mayor parte de los valles


Su éxito era tal, que se establecieron portazgos o peajes, al igual que en las actuales autopistas y, en el siglo XVI, se conocen trabajos de mejora con el obispo Fernando Valdés Salas, inquisidor general y personaje relevante en la España de Carlos I y Felipe II, natural de la villa de Salas, capital del concejo, villa en la que mandó hacer su capilla-panteón, actual parroquial, que visitaremos en su momento


Estaba pues Fernando de Valdés Salas especialmente interesado en que su villa de nacimiento, en la que tenía grandes intereses, hasta el punto de querer sen inhumado allí en un gran templo-panteón para él y su estirpe, estuviera bien comunicada con Castilla, la capital del reino, así como con las demás poblaciones donde ejercía su labor y, para ello, qué mejor que el Camín Real de la Mesa, de acceso fácil y cercano desde ella


Llegados al siglo XVIII se acometería la última gran mejora de esta ruta cuando Isidoro Gil de Jaz, regente de la Audiencia de Asturias, manda sea habilitado para el tráfico de carros, dado que antes era factible nada más para viandantes y caballerías, los 'caminos de herradura' de las célebres recuas de mulas de los arrieros, los grandes transportistas de la antigüedad


No obstante, en esa misma centuria se decide que el gran eje de las comunicaciones asturianas con la meseta sea a través de Payares, proyectándose la nueva Carretera de Castilla, que con tantas demoras, provocadas por inestabilidades, guerras napoleónicas y carlistas incluidas, se hará realidad. En la actual, como hemo dicho, el camino ha quedado como vía pecuaria y, desde Dolia acá, como carretera local


El Camino hace un poco de curva y sube moderadamente un poco de cuesta al llegar a la casería de Ca Pichu, cuyas huertas tenemos a nuestros pies


Luego va el gallinero y, a continuación, esta magnífica panerona de corredor, del que antaño se colgaban las riestras de panoyas o mazorcas para que el grano de maíz curase al sol antes de llevarlo a moler para hacer la borona


Hermosa entrada a la corrada de Ca Pichu, engalanada con tiestos de flores y ajardinada


 Y, en ella, una antoxana o porche, con portada y ventana de arco de medio punto, nos recuerda al arte gótico


Vista de frente, el corredor de madera da paso a un faldón de tablas que se extiende a ambos lados de la puerta, a la que se sube por una subidoria de piedra a la que se le ha colocado una barandilla de forja. Los dos moños o picos del tejado delatan su estructura rectangular, evolución en tamaño del hórreo para acoger las grandes cosechas de maíz venido de América y plantado intensamente a partir del siglo XVII



Y en las tablas del faldón, el nombre de la casa


Atrás han quedado las casas de El Freisnu. Más al sur vemos, entre otros, El Picu l'Esqueiriz (531 m) y El Picu Las Pruyales (671 m), por cuyas laderas viene el Camín Real de la Mesa


La corrada de Ca Pichu, entre la vivienda y la panera, es también un encantador mirador hacia el valle y la Cordillera


El Courío es asimismo un monte de los que tardan en desperezarse un poco por la mañana y a veces les cuesta sacudirse de su manto de nubes...


El Camino sigue por Fuexu, cuyas casas, reiteramos, se disponen a lo largo de él, en la ladera que cae hacia el valle. El topónimo significa 'terreno en hondonada', nos dice el filólogo Xulio Concepción Suárez y viene del latín fossam ('hoyo, excavación'), tal y como podemos saber en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana


Cobertizo a la izquierda y cuadra un poco más adelante, a la derecha. Estamos a unos 390 metros de altura, y puede decirse que todo el Camín Real es una gran atalaya sobre los valles adyacentes y las montañas que los circundan...


La madera apilada nos recuerda que la antigua denominación de la vecina parroquia de San Xuan de Villapañada era, según transcriben los documentos, Leñapañada, por lo que se supone era un lugar en el que se recogía leña de los antiguos bosques, acaso como parte de los tributos a sus dueños, la Orden de Malta, por parte de los campesino aforados en sus tierras


Fijémonos en la traza de estas paredes de la cuadra, hechas de piedra sin argamasa


Los postes y alambradas revelan los usos ganaderos del terreno. Estamos en la zona conocida como Llandolares, en la falda del Picu Pando


A la izquierda un vallado cierra una finca y, seguidamente, una tapia rodea el terreno de una quintana con hórreo sobre bodega, gallinero y otras dependencias


Mágnífico paisaje al oeste del Picu la Cutaniella, El Picu Minudeiro y, a su derecha, el Alto de Santa Ufemia (478 m), al sur del Picu los Tayos y en la frontera de las parroquias salenses de Cornellana y Villazón por la Sierra las Traviesas


Más allá tenemos Las Peñas del Curión y El Picu Peñasnegras (462 m), La Peña Burreras (536 m), La Camporra y El Llanu la Sierra (555 m), ya hacia la vecina parroquia de Cermoñu, cuyo nombre se dice puede proceder del dios celta Cernnunos, 'el de la cornamenta de ciervo', como lo llama el filólogo Martín Sevilla en Huellas de los dioses célticos:
"Esta fue una deidad céltica con la característica de sus cuernos de ciervo en la cabeza. Así se muestra en el célebre caldero de Gundestrup, con un torques en su mano derecha y en la izquierda una serpiente. Hay quien asegura verla también en un vaso pintado de Numancia y en la diadema de San Martín de Oscos. Tal vez vengan más al caso Cermoño y Cermuño, nombres de dos lugares asturianos, y un topónimo Cernuño o Cermuño en Tornadizos de A vila, como vestigios de un culto hispánico a tal deidad. Próximo al lugar abulense se conoce un recinto semejante a lugares de culto en estaciones célticas latenianas."

Más cerca, al otro lado del valle del Regueiru'l Freisnu, donde seguimos viendo las casas de La Reaz, está, a la derecha del Picu la Cutaniella, es el Alto del Castiello, donde se ha localizado la existencia de un castro astur, llamado El Castiello de Bárcena por estar sobre la aldea de este nombre (al otro lado, en el valle del Narcea)


Más a la izquierda del Picu Menudeira están L'Escobal (517 m) y La Piñalta (581 m). La Sierra del Courío, puerta del Alto Narcea como hemos dicho, sigue cubierta de nubes


Más cerca, cabañas en la falda occidental del Picu Curuoza, encima de La Reaz y a la izquierda del Picu la Cutaniella


Y otra magnífica vista del Picu Curuoza o Curueza dominando el paisaje, donde "son visibles las trincheras, mudos testigos de la guerra", nos dice el historiador Juan Menéndez Arango en Por el Camino de Santiago: desde El Fresno a Cornellana, artículo para la revista Salas en el Camino nº1 (enero 2021)


A la izquierda, la aldea de La Tiera, a la entrada de Alvares y paso de La Carril Vieya por El Camín, topónimos todos que tienen que ver con el Camín Real de la Mesa


Estribaciones de La Sierra'l Pedroriu o Sierra Miranda, por cuyas laderas orientales, mirando hacia el valle del Cubia, viene dicho camino, recorriendo la falda de los mencionados montes de L'Esqueirz y Las Pruyales, donde está la aldea de La Caridá, donde asegura Fernández de Miranda que vivía un hidalgo cuya caridad para con caminantes y peregrinos dio nombre al lugar


Las antiguas caserías se van adaptando muchas de ellas a usos y trazas más residenciales que campesinas


Incluso los hórreos y las paneras, con el final de la cultura cerealística por la que se plantaba el grano y se hacía el pan en casa, tras molerlo en los molinos de los ríos, se han adaptado a nuevas funciones sino han desaparecido


Pumarada y frutales y, a la izquierda, bosque. El camino sigue en recto y en llano y no ofrece mayor problema ni riesgo de pérdida


La vaca nos mira atentamente y parece despedirse de nosotros según dejamos atrás estas primeras casas de Fuexu


Aunque se han pintado en su momento algunas flechas amarillas es posible que no veamos ninguna o apenas, dado que no es un camino oficial, pero hasta la escuela de Cabruñana, actual albergue público de peregrinos, no habrá de ser mayor problema


"Conquistada Asturias por los romanos, después de las luchas por todos conocidas, aquéllos debieron sentir enseguida la necesidad de trazar diversas vías que permitieran el acceso de sus soldados y de sus colonos hasta el corazón de la tierra astur", explica Celso Peyroux en el apartado titulado Una vía romana en Asturias, dentro de su libro La calzada romana de La Mesa,  donde continúa desentrañando la historia del Camín Real:
"Aún después de sometido el país y de ocupado por las tropas vencedoras, de no haber existido sino las vías registradas, cualquier hueste romana habría debido marchar siempre recelosa y en peligro a través de los hondísimos valles asturianos que, dominados desde las cumbres de los cerros y cerrados en muchas ocasiones por escobios de todo punto impracticables, sólo podían ser salvados remontando de nuevo las ásperas cumbres, tras de las cuales se abrían en seguida las más peligrosas hondonadas..."

Según se ha asumido posteriormente, al aparecer restos de muros y asentamientos defensivos en la Cordillera, estas ancestrales rutas prehistóricas habrían sido claves para la irrupción de las tropas romanas en la Asturias trasmontana tras la ocupación de la cismontana, así como luego, para la administración , vigilancia y comunicación del territorio invadido, haciendo factible su explotación, haciendo especial hincapié en sus recursos auríferos:
"Malas rutas para las legiones romana en un país bravo y terrible, que había luchado con ferocidad sin par durante largos años y que nunca estaba bien seguro. Era preciso elegir una senda sin peligros, si esa senda existía, y aprovecharla sin demora para trazar una vía militar que permitiera la marcha confiada por las cumbres hasta los valles abiertos de la costa"

Y esa ruta, preexistente pero que los romanos mejorarían sin duda, era esta, El Camín Real de la Mesa, cuyo topónimo 'Mesa' hace referencia a su posición elevada pero, a la vez, llana, como una mesa, que por eso llamarían mesam, dando en La Mesa, nombre del puerto y del camino, que tiende a buscar lo más llano y directo, sin subidas ni bajadas acusadas salvo la ya cercana de su final, el descenso a la costa:
"Sutiles los romanos en el conocimiento del terreno, acabaron encontrando la ruta que buscaban. Existía la posibilidad de cruzar toda Asturias sin descender a los profundos hoyos preñados de amenazas. Había una trocha segura para aprovechar la peligrosa tierra astur, dominando el país a derecha e izquierda por la senda. Desde el puerto de La Mesa podía caminarse hasta Grado por las cimas de una serie enlazada, primero de altísimas montañas, después de erguidos cerros y a la postre de más suaves colinas..."

Vemos otra de las quintanas de Fuexu y, en la lejanía, el Muxagre vuelve a estar a la vista. En su ladera norte está el muy venerado santuario de la Virgen del Llanu y tanto en este monte como en el del Viso y en el Monsacro se han querido ver reminiscencias del culto al dios celta Taranis o Taranus, de la guerra y la tormenta, similar a Thor y Júpiter, de las que hablaremos más adelante...


Aunque en este su trazado final asfaltado no se aprecia tanto la antigüedad de esta vía, en los tramos anteriores a Dolia se conservan tramos empedrados que, si bien pueden también obedecer a las mejoras de los siglos XVI y XVIII, nos permiten hacernos una buena idea de cómo era este trayecto


Trayecto que incluso aquí, ensanchado allanado y asfaltado, nos sirve para hacernos una idea de que no era un camino difícil en comparación con otros puertos de la Cordillera, siendo muy posible que, si no se hubiese trasladado la capitalidad praviana, habría sido la base de las futuras comunicaciones con la meseta, 'con Castilla' como se decía generalmente


Sería en tiempos de Jovellanos cuando se decidió que la nueva Carretera de Castilla habría de acometerse por la línea más directa entre las capitales leonesa y asturiana y, a la vez, con el puerto gijonés, que ya despuntaba como el principal de Asturias, así como con el avilesino, que por entonces lo seguía siendo. Este prócer ilustrado recorrió el Camín Real de la Mesa no obstante también, aunque tomó otro de sus múltiples ramales, el del Camín Real de Quirós, más directo hacia la capital asturiana


En este cruce con el camino a una casería que hay monte arriba sí vemos una flecha amarilla que nos indica seguir de frente siempre en llano y por el camino principal, el Camín Real


Pasamos así junto a otra casería de Fuexu cuando el camino empieza a bajar suavemente...



Mata de bien coloristas hortensias cuya fragancia veraniega podremos sentir al pasar. A la derecha se ven siempre bien los trabajos de ensanche de la calzada efectuados en su momento


Estamos en Ca Arturo, otra de las antiguas caserías de Fuexu, con su tradicional estructura de casa terrena, rectangular, con vivienda y cuadras al lado, una de tantas variantes de las llamadas longhouses de la arquitectura popular europea y de otros lugares del mundo


Como hemos dicho, el camino empieza a bajar levemente y pierde altura acercándonos a la siguiente curva


Estamos en el barrio o lugar de El Campu, así llamado por este campo llano donde están, al fondo a la izquierda, las casas de la quintana que veíamos antes cuando divisábamos el Muxagre, ahora oculto por las arboledas. Al fondo a la derecha, más allá de la curva, empezamos a ver los tejados de las casas de Cabruñana


En la curva, dejaremos a la izquierda el camino de acceso a dicha quintana y seguiremos de frente por el Camín Real


En esta encrucijada, el Camín Real y los dos caminos de acceso a las caserías forman un triángulo en el que hay dos árboles y, a sus pies, una singular construcción


En un espacio, también triangular delimitado en suelo de cemento u hormigón, hay dos poyos o bancos de piedra y ladrillo junto a una cruz de piedra sobre pedestal protegida por atrás con un muro


Es posible que se trate de alguna cruz de término o crucero caminero a la que se le fueron añadiendo más elementos alrededor


Sin duda está totalmente relacionado con el camino y señala la entrada en Cabruñana, que fue otro de los accesos hacia el occidente por estas serranías, por donde se trazó además la carretera Oviedo-Villalba a mediados del siglo XIX


Y es que, a unos 350 metros de altura, en el alto de este nombre, Cabruñana es otro de los ancestrales pasos naturales entre el centro y el occidente de Asturias, las Asturias de Tineo, pues no en vano ya en el año 1010 el rey Alfonso V delimita el coto del monasterio tinetense de San Miguel de Bárcena eximiéndole del montazgo "in tota illa terra de Tineio, videlicet de Cabruniana usque in Lectaregos e usque in illa aqua de Navia". En 1097 pertenecía a las extensas propiedades del monasterio de Courias, en Cangas del Narcea, antes Cangas de Tineo


El topónimo parece tener que ver con un antiguo señor posesor, Caprunius, Capronios o Calpurnius, siendo tal vez en origen Villa Calpruniana. De todas maneras llama la atención su parecido con el verbo asturiano cabruñar, sacar o renovar el corte a la guadaña picándolo en toda su longitud con un martillo adecuado sobre un yunque pequeño que se clava en tierra


Cabruñana tiene además también su tradición hospitalaria, aunque no exactamente de peregrinos sino enfermos de lepra, leprosos o malatos, que acogería en realidad a todos los afectados por enfermedades que se les tenía por tales, e incluso a otro tipo de enfermos, dada la precariedad de la atención sanitaria existente, como explica Álvaro Fernández de Miranda, aunque retrasa su fundación al siglo XV, pese a conocerse de él desde el XIII:
"Hubo en estas cimas, durante un lapso de tiempo, un Hospital, que prestó señalados servicios, creado para albergar leprosos á últimos del siglo XV, al extenderse por la provincia la terrible enfermedad conocida por fuego de San Antón, pelagra y mal de la rosa; pero asilaba, si era posible, además de los malatos ó logrados, á otra clase de pacientes, y aun á los achacosos, cuidando de aislarlos de los malatos, que estaban sometidos á reglas durísimas, para evitar el contagio, reglas contenidas ya en las primeras Ordenanzas del Hospital"

A nuestra izquierda, prado allá, las quintanas de El Campu a las que nos hemos referido en el cruce


La malatería de Cabruñana, bajo la advocación de San Lázaro, patrón de los leprosos, como su capilla y actual iglesia lo estaba a su hermana María Magdalena, según la secular confusión entre los lázaros de los evangelios, aparece citada por primer vez, junto con otras ocho, en el testamento del arcediano Fernando Alonso, canónigo de la catedral de Oviedo, fechado en el año 1267. Estas donaciones podían ser en dinero o en bienes para arrendar y con ellos mantener la malatería


No mucho antes, en esa misma centuria, se habría fundado el hospital de peregrinos que la Orden de San Juan de Jerusalén o de los Caballeros Hospitalarios habría creado al lado de su monasterio y sede de su encomienda en San Xuan de Villapañada, citado por primera vez documentalmente en 1229. Ello habría llevado a pensar que la fundación de ambos se debería a esta orden que en 1310 pasaría a ser también llamada de Rodas y en 1530 Orden de Malta


Es solamente una posibilidad y no puede asegurarse, y es que realmente se desconoce quién fundó el Hospital de San Lázaro de Cabruñana, pero sí que, al menos en el siglo XVI, tenía alguna vinculación con la Orden de Malta, pues en un inventario aparece "un título de Don Frai Diego de Toledo, de la Casa y Hospital de Jerusalén, por el que concede facultad a Frai Diego Belez, para arrendar, vender (y) cambiar los bienes de esta malatería de Cabruñana. Su fecha 18 de Septiembre 1549". Este documento se halló en el archivo del Real Hospicio de Oviedo, donde se juntaron todos los bienes, papeles y enfermos que quedaban las malaterías acabando el siglo XVIII, cuando estas fueron suprimidas y lo publica J. Tolivar Faes en su libro Hospitales de leprosos en Asturias durante las edades Media y Moderna


Precisamente aquí, al pie de este hórreo y donde está aparcada esta furgoneta, está la bifurcación con el camino a San Xuan de Villapañada que pasa por El Picu la Forca, donde aquel cruel comendador Ortúzar habría colocado la horca para espanto de sus pleiteadores vasallos. 


Acaso sea esta misma la bifurcación que se sabe existió aquí entre el ramal caminero que iba a Pravia y otro de los que se dirigían a Lucus Asturum y a Noega. Sea como fuera, la dejamos a la derecha y continuamos a la izquierda en dirección a Cabruñana


A nuestra izquierda, prado abajo, alguna de las últimas casas de Fuexu por las inmediaciones de El Carbaín. A lo lejos, otra buena vista del Muxagre


Caminos pues entonces de arrieros, vaqueiros, pastores, monjes y peregrinos los de estas montañas entre El Freisnu y Cabruñana que guardan dos cercanas puertas del occidente astur, tránsito del valle del Nalón al del Narcea y de las Asturias de Oviedo a las Asturias de Tineo, el occidente pésico 


El camino hace un poco de curva cerrada a la izquierda mientras continúa bajando, siempre en dirección norte


Dejamos a la derecha otra bifurcación y continuamos todo recto hacia el final de la bajada, viendo al norte las planicies de La Sierra Sollera, al norte de Cabruñana


Pasamos frente a otra casa más, de llamativas ventanas de arco de medio punto en la planta alta y tejado de pizarra, con jardín cerrado por tapia y ya estamos ante la verde meseta de Cabruñana, cuyas primeras casas, El Conceyu, divisamos a lo lejos


A su derecha reconocemos la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, construida en 1967, siendo sus benefactores la familia Fernández de la Torre. La anterior estaba unos metros más atrás, en en lugar de La Santa, cercano al de La Malatería, solar de la desaparecida leprosería, y fue demolida a principios de los años 1970, exceptuando su cabecera, de estilo románico tardío, que quedó como capilla del cementerio, conservándose en ella diversos elementos pictóricos de interés. Otra capilla, la del mismo hospital y dedicada a San Lázaro, fue demolida poco antes de la Guerra Civil, cuando se quemó la iglesia con todas sus imágenes, entre ellas la del San Lázaro a ella trasladado desde dicha capilla del hospital


Se trata, según escribe Álvaro Fernández de Miranda en su libro Grado y su concejo de "La más pequeña feligresía del Concejo, del Patronato de Valdecarzana y de las que fueron de su jurisdicción. Encumbrada sobre la de San Juan, forma límite del término municipal de Grado, separándole de Salas y Candamo. Comprendía en 1798 unos 1.020 días de bueyes, con sólo 12 vecinos, 12 casas habitables, 4 arruinadas y 49 colmenas, perteneciendo una exigua porción del coto al concejo de Salas"


Estamos pues en lo que fue un coto señorial de propiedad particular, los Valdecarzana, cuyo palacio conocimos en el casco histórico de Grado/Grau, el cual tuvo gobierno propio nombrado por estos señores y representación en 1625 en la Junta General de Principado, no incorporándose al concejo hasta la supresión general del régimen señorial de estas jurisdicciones en 1827:
"Pagaban á Valdecarzaba estos vecinos, por razón de vasallaje, 43 reales menos 8 maravedises anuales, é igual cantidad satisfacían á las arcas Reales, y además, por diversos impuestos que repartían entre sí, 8 reales y 25 maravedises

Durante largo tiempo percibió la casa de Miranda de un modo indebido, invocando pertenencia, las alcabalas correspondientes á S. M., hasta que, formado del Real Apeo del Concejo de Grado, reinando Felipe V, se cortarón éste y otros abusos"

El Camín Real de la Mesa deja de ser la frontera entre concejos pues esta se desplaza a la izquierda por toda esta llanura hasta más allá de las casas de El Conceyu


Este paraje tan estratégico fue habitado desde la más remota prehistoria, localizándose hallazgos del Paleolítico Inferior, Medio y Superior, así como necrópolis megalíticas, castros astures y fortalezas romanas


A lo lejos, la preciosa 'cabeza' del Muxagre asoma en lontananza sobre esta verde meseta con las casas de El Conceyu en medio de esta llanura



El Conceyu es un topónimo importante pues delata un antiguo núcleo de población en este lugar, acaso sede del ayuntamiento (uno de los significados de conceyu) en tiempos del coto regido por los Valdecarzana que regían sus cargos. Los explica el profesor Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"El latín conocía la palabra CONCILIUM ‘reunión, asamblea’ (EM) y de ahí el conceyu o con cechu, palabra de tanta raigambre institucional asturiana, que lo mismo significa ‘junta de vecinos’ como‘municipio’ (...). Lugares de reunión con una motivación religiosa, mercantil o institucional ."

Los ramales del Camín Real de la Mesa dejaron su impronta en la toponimia de otros lugares, la calle Cabruñana de Avilés, por ejemplo, debe su nombre al camino que allí llegaba, o de allí partía, según se vea, comunicando el que durante siglos fue el puerto más importante de Asturias con la meseta a través de estos parajes


Nave de ganado a nuestra derecha. Cuenta Fernández de Miranda como nota curiosa que "En 1722 se nombró en Cabruñana empadronador, por el Estado Llano, al pechero Alonso Riesgo, y sólo tuvo que empadronarse a sí mismo, porque era él todo el Estado Llano de la parroquia". El Estado Llano era, aún por entonces, la población carente de privilegios jurídicos y económicos que, normalmente, era la mayoritaria pero, en zonas que presumían ser de cristianos viejos, casi todos se consideraban fidalgos, independientemente de la situación económica que tuviesen


Al fondo, en la llamada La Sollera Baxa, parte meridional de La Sierra Sollera, destacan El Picu Sobarrionda (514 m) y El Picu Valdrín (462 m), encima de las casas de La Campa, otro de los barrios de Cabruñana, al otro lado de la carretera, aquí oculta por la arboleda


Destaca en la distancia y entre los árboles Casa Pinón, en La Campa Riba. A lo lejos es El Llanu las Ayalgas (ayalgas 'tesoros escondidos'), elocuente topónimo que hace referencia a las ofrendas que solían aparecer, desenterradas por los ayalgueiros o buscadores de tesoros, en la necrópolis tumular allí localizada


Al noreste de Cabruñana está El Castiellu'l Pedréu, castro astur del que se conservan fosos y abundantes piedras, de ahí el topónimo. Este castro vendría a ser el antecedente de la actual población y sin duda controlaría el paso por estos ancestrales y tantas veces milenarios caminos que ya verían el paso de rebaños y pastores trashumantes desde la más remota prehistoria, no en vano, los cercanos campos de túmulos del citado Llanu las Ayalgas, y el de Cueña, mantienen viva la memoria de aquellos pobladores que levantaron aquí sus necrópolis dolménicas milenios antes incluso de la llegada de los constructores de los castros


Todo este espacio histórico es el Área Arqueológica de Cabruñana, recorrida por la ruta PR AS-127, de la que leemos así en la web del Ayuntamiento:
El Alto de Cabruñana goza de una de las ubicaciones más privilegiadas del Principado. Situada en la divisoria de las cuencas del Nalón y del Narcea, las dos principales corrientes fluviales de Asturias, el área constituye, a su vez, el paso más favorable para acceder, por el interior, del sector central al occidental de la región. Este hecho determinó, sin duda, su temprana ocupación por parte del hombre, cuyo paso ha ido dejando a lo largo de milenios una prolija secuencia de testimonios, que configuran hoy en día, uno de los conjuntos patrimoniales más relevantes del municipio moscón. 
Bajo la denominación genérica de Area Arqueológica de Cabruñana, se integran los distintos elementos visitables que alberga este espacio: dos necrópolis tumulares, La Cueña y El Llanu Las Ayalgas; un asentamiento fortificado, El Castiellu'l Pedréu; la desaparecida malatería de San Lázaro; y el ábside de la antigua parroquial de Sta. Madalena de Cabruñana. 
Para facilitar su visita, se ha acondicionado un itineriario señalizado PR-AS 127, a modo de circuito, de unos cinco kilómetros de longitud. Cada uno de los yacimientos cuenta con panel explicativo, al objeto de propiciar la comprensión de los mismos. La ruta es, por tanto, un recorrido histórico a través de los diversos vestigios materiales que la actividad humana ha ido generando en este territorio, abarcando un dilatado período de unos 5.000 años, entre los tiempos neolíticos y los albores de la edad moderna."

Ya empezamos a ver desde aquí, en el 'claro' formado por el propio camino en este bosquete, la carretera general, e incluso al fondo la escuela antigua, el actual albergue de peregrinos de Cabruñana


Salimos de la arboleda y en esta bifurcación iremos a la derecha, hacia la carretera, bajando un poco más


Fijémonos aquí abajo a la derecha, en el suelo, en otra flecha amarilla


La iglesia parroquial de Santa María Magdalena no pasa desapercibida con su peculiar espadaña, toda una pared rectangular del mismo ancho que la nave del templo y en las que nos parece contar hasta nueve huecos


De ellos, únicamente los dos de la izquierda tienen campanas. La iglesia antigua se encuentra más atrás y de ella únicamente se conserva la cabecera, reaprovechada como capilla del cementerio, si bien, en el interior, hay interesantes pinturas


Un tanto apartada del camino al albergue, es posible que la encontremos cerrada. No obstante, los peregrinos que se alojen en Cabruñana, si se encuentran bien de tiempo y fuerzas podrán acercarse a visitarla y admirar sus pinturas de impresionantes escenas bíblicas, pues pueden verse desde el exterior gracias a unos cristales en la puerta


Las pinturas están datadas en los siglos XVI y XII, en pleno medievo, pero cuando la malatería aún estaba en pleno funcionamiento. Un buen reportaje fotográfico de las mismas la tenemos en el blog Asturgeografic y, el relato de una visita guiada nos lo ofrece A. Rodríguez en el periódico La Nueva España del 21-7-2024:
"Descifrando por los objetos que los acompañan y sus poses a los distintos apóstoles de Jesucristo, alrededor de una veintena de personas participaron de la visita guiada a la capilla de la Magdalena, en el corazón del cementerio de Cabruñana. La pequeña localidad moscona presume de templo, de gran belleza iconográfica, que fue iglesia parroquial desde la Edad Media hasta la década de 1970. 
También llamada de San Lázaro, la capilla fue derribada en gran parte para aumentar el cementerio. Y su advocación se debe a que en Cabruñana existió durante siglos una malatería, donde se curaba a enfermos que padecían enfermedades de la piel, como la temida lepra. "Destacan sus pinturas. Por ejemplo, la representación de la anunciación del Arcángel San Miguel a María, o el apostolado en la bóveda de cañón. Ahí están los doce, en casetones con un fondo ajedrezado", explicó Álvaro Valdés, miembro de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Grado. 
Él fue el encargado de guiar por las estrellas a los visitantes. Y es que, no fueron pocos lo que se confesaron maravillados por el firmamento del techo de la capilla mayor, construida en mampostería con sillares las esquinas y los vanos. "Si veis hay cuatro círculos con cuatro ángeles soplando sus trompetas en las esquinas. Y estaban tocando de verdad, ¿sabéis por qué?", cuestionó el guía. "Porque tienen los mofletes hinchados", respondió enseguida una de las observadoras asistentes. 
En su configuración original la capilla de la Magdalena constaba de una nave, de dimensiones similares a la cabecera. Su estilo correspondería a un románico rural muy tardío, de finales del siglo XIX o principios del XX, según el arqueológo Rogelio Estrada. Y a su costado meridional se añadieron una capilla y una sacristía de estilo neogótico. 
Sin duda, para el público no especializado las pinturas son lo más singular del edificio que, visto desde el exterior, da vida y color, como una flor más, al cementerio. "En tiempos en los que la mayoría de la gente no sabía leer o escribir, a través de estas imágenes se representaba lo que el sacerdote quería decir", recordó Valdés, antes de comenzar a descifrar los trazos. 
El conjunto pictórico está parcialmente cubierto por sucesivas capas de encalado, pero eso no impide apreciar la belleza de unas pinturas únicas en la zona. Sobre el vano del testero. se aprecia la figura del Creador; a su izquierda el arcángel San Miguel, y en el flanco opuesto un personaje “que es difícil identificar”, apuntó Valdés, sin querer dar nombres que pudieran ser incorrectos."

Pocos meses antes y para el mismo periódico, la corresponsal Paula Tamargo publicaba La Magdalena, un tesoro de estrellas tras la puerta azul de Cabruñana, explicando estas mismas pinturas:
"Las zonas rurales de Grado guardan pequeños tesoros del patrimonio municipal, no siempre suficientemente conocidos más allá de la localidad en la que se ubican. Entre ellos se cuenta la capilla de La Magdalena, también llamada de San Lázaro, en la parroquia de Cabruñana, con mucha historia y un conjunto pictórico interior que sorprende por su singularidad y belleza y en el que destaca la representación de un firmamento lleno de estrellas que cubre toda la bóveda. Quien se llegue al lugar, a unos cinco kilómetros de la villa moscona, debe buscar con la vista la actual iglesia parroquial que se ve desde la carretera y una vez allí tomar el sendero que conduce al cementerio. El paseo ofrece vistas panorámicas del pueblo y al acceder al camposanto se da con este templo de reducísimas dimensiones y que en realidad es la parte que queda de uno mayor que se derribó en la década de los años setenta del siglo XX.
La capilla vinculada hoy solo al camposanto de Cabruñana es la cabecera de lo que en su día fue la primitiva iglesia de Santa María Magdalena, de la que se prescindió para ampliar el cementerio. "El motivo de la destrucción vino justificado por la necesidad de ampliar la necrópolis y los restos templarios pasaron a cumplir la función de capilla cementerial", se lee en un panel existente en el Ayuntamiento de Grado en el que se refiere además que según el arqueólogo Rogelio Estrada la edificación original respondía al estilo tardorrománico rural. 
"El antiguo presbiterio guarda una serie de pinturas murales (...) La obra se ha datado en los siglos XVI y XVII, aunque son de raigambre medieval", señala el mismo texto. 
Entre las pinturas conservadas hay imágenes del Salvador, de San Miguel y de los doce apóstoles y en la parte central de la bóveda destaca el cielo estrellado que hace tan peculiar esta obra. La advocación de la capilla "se debe a que en Cabruñana existió una malatería, donde se curaba a enfermos que padecían sobre todo enfermedades de la piel, siendo la lepra la más conocida y temida de todas", destaca además la descripción del Ayuntamiento. 
Aunque el templo esté cerrado, el interior y las pinturas se pueden apreciar desde el exterior, a través de los cristales de la puerta ahora pintada de azul. De la historia de la reducida edificación da cuenta también un panel a la entrada del cementerio, que ofrece además la oportunidad de ver una antigua imagen en la que se aprecia la iglesia antes del derribo de la mayor parte de su estructura."

Nos acercamos así a la N-634 con La Campa y Traslacampa a la derecha en la ladera del monte, cerca de El Castiellu'l Pedréu, el castro astur, localizado el 25 de marzo de 1951 por el profesor José Manuel González y Fernández Valles, quien lo añadió en 1966 a su catálogo castreño, siendo incluido en 1997 en el inventario arqueológico del concejo por el también arqueólogo Rogelio Estrada. Dado su interés, pues además se han descubiertos restos de una torre que controlaría el paso por este puerto, compartimos parte de su ficha en la web ArqueoAstur de Eduardo Pérez-Fernández:
"Se localiza en un contrafuerte en ladera de 332 msnm en la ladera meridional de la Sierra Sollera Baxa. Morfológicamente el espolón se define por las escarpadas laderas meridional y oriental que descienden hasta los arroyos de Ferrería y Los Llanos, y por las que lo bordean por los sectores septentrional y occidental que lo conectan con la pendiente. El recinto es de medianas dimensiones y presenta una planta ovalada de unos 42 x 27 metros, con una superficie en pendiente orientada el SE. Está completamente rodeado por una inmensa línea de derrumbes que muestra la existencia de un bastión o torre en la cima. El sistema defensivo se concentra en el frente más accesible, abrazando las vertiente N y NW, y está compuesto por un conjunto de tres fosos paralelos. El foso principal corta el acceso por el NW formando un arco que se dirige al SW y se pierde ladera abajo, trifurcándose en tres en la parte más alta de su recorrido para descender gradualmente por la ladera oriental. Dichos fosos están separados por dos parapetos intermedios de 4 metros de anchura y alcanzan una longitud aproximada de 80 metros. Un supuesto foso que bordea la ladera occidental ha sido interpretado como un callejón de acceso al recinto, al presentar una morfología distinta a los otros (Estrada García, 1997, 2000). 
También ha sido interpretado como castro-torre por sus dimensiones y ubicación, controlando el acceso al puerto de la Cabruñana (Fanjul Peraza, 2005, 2014) 

Periodización 

Bajo la enorme cantidad de derrumbes del sector más alto del enclave, unos estudios de georradar llevados a cargo por la empresa de investigación AITEMIN bajo la supervisión de Estrada García, permitieron la identificación de una gran estructura soterrada. Dichos restos parecen pertenecer a los cimientos de una fortificación de planta oval o rectangular de 35 metros de longitud y unos 18 de ancho que podría enmarcarse en época romana, hacia los primeros siglos de nuestra Era (Estrada García, 2000) 

Estado de conservación 

Los principales daños que ha sufrido el yacimiento, a parte de los esperables por el paso del tiempo, se deben a la acción de los buscadores de tesoros, apreciándose varios pozos de saqueo entre los derrumbes (Estrada García, 1997)".


De la carretera seguiremos a la izquierda sin necesidad en principio de cruzarla aún hasta llegar al albergue, que vemos en la casa blanca de planta alta al fondo, ya al final del pueblo


"Pasa por el Concejo y su capital la carretera de Villalba á Oviedo, vulgarmente llamada de Galicia ó de Occidente", dice Fernández de Miranda en 1907 de esta actual N-634 Irún-Santiago, "que se terminó hacia 1859, al menos el trayecto de la ciudad á la villa, siendo para esta población el punto de partida de las mejoras locales". En la actualidad y, de la misma manera en que esta carretera relegó a los viejos caminos reales a vías pecuarias, la Autovía A-63 Oviedo-La Espina relegó a esta a vía de comunicación local


Pero atención, ello no quiere decir que no haya tráfico, por lo que lo mejor es que vayamos bien arrimados al estrecho arcén del margen izquierdo y muy pendientes del paso de vehículos, que no suelen verse bien en este cambio de rasante


A nuestra derecha las casas de La Campa, situadas también en una campa o rellano en los que se asientan los diferentes núcleos de esta población, cuya situación en un puerto y al cargo de una malatería les hizo merecedores de un privilegio que en 1376 rey Enrique II otorgó a "los omnes e mugeres malatos de Cabrunnana, que es en tierra de Asturias, rescibimoslos en nuestra guarda e en nuestra encomienda e en nuestro defendimiento a ellos e a sus labradores e sirvientes e a todas sus cosas"


Dejamos a la izquierda el camino a la iglesia y seguimos de frente por el arcén todo adelante. Dice Fernández de Miranda que antaño "Los curas de esta pobre feligresía percibían por sus derechos 6 fanegas de escanda, 13 de maíz, una de judías, 4 de castañas, 3 chotos, 2 carros de hierba y por calenda de leche, dos reales al año"


Y, en cuanto al hospital, en el siglo XVIII y antes de su extinción  "Las rentas propias del mismo ascendían á 13 reales, 19 fanegas y 4 copines de escanda, según resulta del Apeo de sus bienes y rentas, ó del Inventario de sus Instrumentos y papeles formado de 1794; pero solamente cobraba, al ser suprimido por entonces, 9 fanegas y 3 copines y medio de escanda"


"Tenemos pues, un hospital de peregrinos y una malatería muy cerca el uno del otro", advierte Tolivar Faes sobre la proximidad de San Xuan de Villapañada y Cabruñana, población esta de la que dice lo siguiente vinculando a ambas en lo que fue un paraje de mucho trasiego a la vez que extraordinariamente desamparado hasta la aparición de ambas fundaciones:
"Se encuentra este lugar en el alto del mismo nombre que separa los Ayuntamientos de Grado y Salas, y que a la vez constituye la comunicación más directa entre los dos concejos. Por allí pasa la carretera general que comunica Oviedo con Galicia, Por fuerza hubo de ser siempre lugar muy transitado, lo que no quita que estuviese sin poblar y fuese, por tanto, sitio propicio para el bandidaje. Ello habría dado lugar, según Fernández Miranda, a que, por aquellas inmediaciones, los Hospitalarios de San Juan de Malta, fundaran, en Leñapañada, un monasterio-hospital-albergue de peregrinos, en torno al cual fué creciendo una población que, tras mil inquietudes, llegó a ser, en 1821, Ayuntamiento Constitucional de Villapañada."
Ayuntamiento que fue de efímera existencia pues quedaría en suspenso en 1823 como todos los creados en el Trienio Liberal y luego, tras diversas vicisitudes, pasó al concejo de Grado/Grau en 1827


Placa de construcción de la iglesia en la que se señala a los Fernández de la Torre como sus benefactores


Más antiguamente y, dejando de lado quién habrían sido sus fundadores, se sabe que los Miranda-Valdecarzana, como dueños del coto, eran también patronos de la malatería, como señala este documento del siglo XVII:
"Delante de la malatería del Sr. San Lázaro de Cabruñana, jurisdicción de don Diego de Miranda, de la Orden de Santiago, a ocho días del mes de marzo de 1628 años, ante la merced de Favian Gonzalez de Cabruñana, Juez ordinario en el dicho Coto y jurisdicción, en presencia y por ante mí escribano y testigos, paresçio presente Sevastian de Canedo, clerigo cura de dicho lugar y arziprieste de las Dorigas, vicario y administrador de la orden de Sr. San Lazaro, e dijo que por cuanto la orden e malatería tiene un libro antiguo..."

Las casas de La Campa, en el rellano al otro lado de la carretera, donde hay un llamativo palomar circular en la Casa de La Grana, de interesante arquitectura popular, aunque apenas la vemos desde aquí


Un cartel nos informa que estamos en el Alto de Cabruñana, a 375 metros de altitud. No es una gran altura pero sí la suficiente para que una institución hospitalaria fuese bienvenida para poblar estos parajes antes yermos, contando para establecerse con importantes ventajas, como estar libres de impuestos o cobrar tasas en mercancías como el vino, como explica Fernández de Miranda
"El Hospital Malatería de San Lázaro de Cabruñana gozó de algunos derechos que en algo beneficiaron su erario; viéronse libres de todo tributo sus haciendas, y los vinateros ó cualquier persona que introdujese vino en el coto, pagaba a la Malatería un cuartel de ese líquido por cada introducción"

Así, ya en 1568 se apremiaba a los que traían cueros de vino a este coto de Cabruñana al pago de dos pucheras del mismo a los malatos, independientemente de la cantidad con la que comerciaban. Otros ingresos eran las donaciones, como las realizada en 1409 por un tal Diego Álvarez en su testamento o los mismos señores de Valdecarzana en 1650 con una donación inter vivos de varias heredades a la malatería, entre las registradas. Por supuesto, también pagaban los enfermos por su estancia y tratamiento, como nos cuenta en detalle Tolivar Faes:
"Otra fuente de ingresos eran las donaciones, foros y rentas, que la malatería adquiría por la entrada de los enfermos. Esa cuota de ingreso se hace pasar, en ocasiones, como de libre voluntad, pero, en la práctica, aquí y en otras malaterías, debía ser obligatoria. Así, el 16-IX-1619, Alonso González, de Quinzanas, por la entrada de su hija María, que está malata, acude a "pagar la entrada ordinaria para la dicha orden, que son dos ducados, allende otras cosas de su libre voluntad", es decir, lo voluntario son "las otras cosas", pues unos días más tarde, el 2-X-1619, ingresó "García Álvarez de Biagaña, de Salzedo, vecino del concejo de Grado, el dijo que por quanto él avía entrado por malato en la malatería de Sr. San Lázaro de Cabruñana oy dicho día, y el dicho cura de la dicha malatería y los malatos lo abian admitido en ella con que primero y ante todas cosas hiciese escriptura de foro y asiento de un toledano de escanda de foro y renta perpetuo para dicha malateria..."

Pagaban, pues, los malatos, a su entrada, dos ducados, o fundaban una renta anual y perpetua de medio celemín, un toledano o un copín de escanda, cantidad que variaba probablemente con arreglo a la capacidad económica del enfermo, aunque lo más corriente era el pago de un cuarto de escanda, declarándose que cuatro cuartos equivalen a tres celemines. Esas rentas tenían que ser "puestas en el palacio de la dicha orden" generalmente el día de San Martín."

"No sólo es corriente dar a la malatería el nombre de palacio, sino que, en un foro perpetuo de 4-IX-1508 -tiempos de "la rreina doña Juana, nuestra señora"- se habla de "dicho monasterio y cassa y orden"

Tenemos ahora una recta con buena visibilidad hasta el albergue de peregrinos, que seguimos viendo al fondo a la derecha, donde empieza una curva a la izquierda


Asombrosa la cantidad de macetas con plantas y flores que cubren totalmente el espacio de acera frente a las dos primeras casas de una fila de tres que tenemos en el margen izquierdo


El arcén es al menos bastante ancho hasta llegar al albergue de peregrinos. Luego de él, para seguir camino continuaremos unos metros más por la N-634, pero prontamente la dejaremos para tomar un desvío a la derecha que nos llevará por La Rebollada a San Antolín de las Dorigas


Llega ahora un tramo con cuneta que nos da un margen más ancho para caminar apartados del tráfico, más bien escaso normalmente, insistimos, pero muy veloz


Frente a nosotros, una hermosa casa con galería en esquina, en la planta alta. Tras ella y a su izquierda un camino a la derecha nos permitiría acercarnos al cementerio a ver la antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena, cercana a la desaparecida malatería y cuyas cuentas incluían limosnas, aparte de las citadas donaciones y los pagos por ingreso, cuestión financiera de la que también se ocupa Tolivar Faes:
"Las exiguas limosnas que en forma de diezmo percibía, ascendían, en un quinquenio. á dos fanegas de pan, cuatro de maíz, dos copines de judías y una fanega de castañas, y aun estas limosnas mezquinas que aprontaban los vecinos del coto, se repartían por mitad entre el Hospital y el individuo que se tomaba el trabajo de recogerlas

Adquirió los bienes la Malatería, principalmente por donaciones de varios particulares, distinguiéndose por su cuantía la que hizo Valdecarzana en 1650; pero también adquirió algo por compras, permutas ventajosas y deudas á su favor, más algunas fincas que donaron ciertos malatos á cambio de su asistencia y curación.

Por un pleito que se falló en 1587 en favor de este Hospital, "se le mantuvo en posesión de llevar los quintos de nabos y más frutos que se sembraban en términos de Arenas".

Más por otro pleito, en cambio que á nombre de la fundación sostuvo el cura de Cabruñana á últimos del siglo XVII, perdió la Malatería la propiedad de un foro de 16 fanegas y dos copines"

A la derecha, una señal advierte a los conductores que puede haber peregrinos cruzando la calzada para dirigirse al albergue. Antaño había aquí dos bares que, con la apertura de la autovía y al disminuir drásticamente el tráfico, cerraron sus puertas


El primera era el Bar Restaurante Del Rosal, cuyo letrero aún se ve a la entrada, a la derecha. Escribe de él, antes de su cierre, Ana Paz Paredes en La Nueva España del 6-11-2015 dedicándole el artículo Enraizados en la historia:
"La vida cambió para los vecinos que residen en el alto de Cabruñana desde que se abrió la autovía hace pocos años. Hasta entonces la N-634, que atraviesa la parroquia, era el paso obligado de automóviles y camiones que se dirigían a Salas y otros concejos del suroccidente. "Al quitar la carretera esto se murió, el pueblo se fue vaciando. Actualmente hay muy pocos habitantes aquí de diario" señala Severino del Rosal, propietario del bar restaurante Ana, asomado a la carretera del alto de La Cabruñana. El, que ofrece menú diario, intenta dinamizar la zona ofertando la celebración de cenas baile como la que tiene lugar hoy sábado. También nota este cambio Julia del Rosal, propietaria del bar restaurante Del Rosal, también en la misma zona, cerrado hace tiempo por razones familiares y quien, esta semana y la que viene, será nuestra mejor cicerone para recorrer algunos lugares de su parroquia y conocer un poco mejor a quien la habita. 
Mujer luchadora y optimista ante los avatares de la vida, Julia quiere destacar la importancia de su tierra en cuanto se refiere a su historia y así recuerda, por ejemplo, que esta parroquia de Santa María Magdalena de Cabruñana, ubicada en una de las zonas más privilegiadas del Principado, entre la divisoria de las cuencas del Nalón y del Narcea, cuenta con la definición genérica de "Área Arqueológica de Cabruñana", al tener dos necrópolis tumulares, conocidos como La Cueña y El llano de las Ayalgas; un asentamiento fortificado conocido como el Castiello´l Pedreo; la desaparecida malatería de San Lázaro así como también el ábside de la antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Cabruñana. 
No cabe duda, por tanto, que quien pisa esta parroquia, está pisando sobre la historia, pues las referencias a este lugar son muy numerosas en la documentación medieval. Tal es así que allí está igualmente un albergue destinado a los peregrinos que van hacia Santiago. El mismo, rehabilitado hace tiempo, se ubica en los bajos del edificio que se asoma a la N-634. El piso superior se ha destinado a centro social y alli se reunen los vecinos".


Seguidamente, también estaba aquí el Bar Ana, del que escribe, en el mismo periódico y unos años antes, el 16-1-2011, L. Valdés en La autovía amarga el café en Cabruñana, recién abierto el tramo de la autovía que pasa por los túneles de El Freisnu, llevando por todo el tráfico que antes circulaba por aquí:
"Cada cliente cuenta en Cabruñana. Los hosteleros de este núcleo moscón luchan por mantener con vida sus establecimientos tras la apertura hace medio año del tramo Grado-Doriga de la autovía del Suroccidente, que ha dejado apenas sin tráfico, sobre todo de camiones, la antigua carretera nacional 634. Cabruñana ya no es el lugar paso que era, y como consecuencia las ventas han descendido hasta el punto de poner en peligro la supervivencia de los negocios existentes. Mientras la hostelería de Cabruñana vive su particular agonía, a pocos kilómetros, en Cornellana (Salas), los bares y restaurantes de la localidad aprovechan para hacer caja antes de que con la apertura de un nuevo tramo de la autovía caigan en el olvido.
«Antes de que abriesen la autovía vendía entre 50 y 60 pinchos en una mañana, ahora normalmente no se pasa de los 10. La verdad es que el futuro del negocio pinta muy negro». Desde hace seis meses a Severino del Rosal, propietario del restaurante Ana en Cabruñana, le cuesta que le salgan las cuentas a final del día. «Un 90% nuestros clientes eran gente de paso que ahora van por lo nuevo. Del menú del día solo no vives, necesitas el complemento de la barra, el goteo de los cafés y los bocadillos, que ahora no tenemos. La verdad, no pensé que el descenso de ventas iba a ser tan grande», confiesa el hostelero. Del Rosal se plantea hacer cambios en su local para poder mantener los tres empleados con los que cuenta. «Habrá que luchar hasta el final», concluye. 
Juli del Rosal tampoco está dispuesta a tirar la toalla y echar el cierre en su bar. «Sobrevives gracias a que el negocio es tuyo y no tienes que pagar una renta», afirma la moscona, que durante la semana cuenta con los dedos de una mano los clientes que paran en su negocio. «El domingo es el día fuerte, gracias a la gente que viene al mercado de Grado y sube a comer», explica la hostelera, que ya se ha acostumbrado a no ver a través del cristal camiones en la carretera. «Ahora pasan muchas motos los fines de semana», sentencia."

Según leemos en la Guía Gronze, es aquí donde habríamos de cruzar para pedir las llaves del albergue, preguntando por el citado Severino del Rosal, advirtiendo además:
"Se recomienda que el peregrino lleve su propia comida para cocinarla en el albergue, pero también ofrecen algunos platos y bebidas. Cerca no hay tiendas ni restaurantes. Al día siguiente no hemos de regresar al Alto del Fresno, sino que podemos enlazar con el camino más abajo de Doriga."

Un poco más allá de la escuela y actual albergue de peregrinos y centro social vecinal, hay otro camino hacia el camposanto de Cabruñana y su capilla de Santa María Magdalena que antes fue parroquial. De la malatería cuenta Tolivar Faes cuando publica su libro en 1966 que ya apenas quedaba ni memoria de ella:
"En el momento actual ya casi se ha perdido en Cabruñana todo recuerdo de que allí haya habido una malatería. Cuando nosotros visitamos el lugar en 1962, sólo uno o dos vecinos sabían que en la pomarada existente entre los dos caminos que desde la carretera general conducen a la iglesia parroquial (poco más de cien metros), había dos montones de piedra que era lo que quedaba de una capilla dedicada a San Lázaro, capilla que fué demolida poco antes de la guerra de 1936, siendo llevado el santo a la iglesia parroquial, donde fue quemado con las dos imágenes en los primeros días de la guerra."

"Los dos caminos que desde la carretera general van a la iglesia parroquial (poco más de cien metros)" que nos dice Faes son, uno el que hemos dejado atrás y otro el que acabamos de mencionar y que pasar por las casas de la colina del fondo, por lo que la pomarada existente entre ambos habría de ser acaso más o menos por aquí, y este sería el solar conocido antaño como La Malatería:
"Cerca de la capilla -nos dijo un vecino- había una especie de cuadra alargada, con cinco o seis celdas, cada una de las cuales tenía una puerta abierta al Mediodía, formando en conjunto un tendejón en la planta baja; y hace cincuenta años aquello se llamaba La Malatería, al parecer, porque allí había habido algo así como un hospital de Lepra."

Describían los informantes de Tolivar Faes la existencia de cinco o seis celdas, número que solía ser el de los malatos ingresados, según las fuentes documentales conservadas. No hay noticias de altas por curación, si bien es más que supuesto que no todos los ingresados, con documento del médico, del obispado, o de ambos, tuviesen exactamente lepra incurable pues, si bien hay constancia de ingresos poco antes de fallecer, incluso un mes, en otros casos estaban bastantes años, hasta veintiuno, suponiéndose que hubo casos en los que los afectados hiciesen de esta una forma de vida, por la que se habían comprometido a pagar una renta. Su final aconteció al final del siglo XVIII, como hemos dicho, cuando enfermos, archivos y bienes pasaron al Real Hospicio de Oviedo al ser, como todas, incautada por la Real Audiencia. Aún en 1865 dicha institución sacaba a remate las rentas que aún quedaban de esta malatería de Cabruñana


Los ingresos se realizaban tras examen médico, con mandamiento del Provisor del Obispado o con ambos documentos. La renta se pagaba incluso a veces después de muerto en enfermo, si este así lo había estipulado para sus sucesores. Así en 1588 el clerigo, cura y rector e administrador y vicario y prior de la Orden de San Lázaro, lamentando la pobreza de la fundación y las necesidades de los leprosos, denuncia que Leonor Gómez de Grado no quería pagar el medio celemín de escanda que su fallecido esposo, el escribano Albaro González, había mandado pagar anualmente a la malatería en vida de él y su mujer a su ingreso ocho años atrás. Fernández de Miranda denunciaba además que no siempre se llevaban bien las cuentas
"No siempre fue buena la administración de este Hospital ni la de sus bienes, habiendo pasado, como en el de Grado, por épocas fatales; sus intereses fueron lesionados por deudas malamente contraídas, y hasta hubo ocultaciones de fincas, no recuperadas algunas. En los primeros tiempos de su fundación, el Administrador era un Abad; más tarde, el cura de la parroquia ó el capellán de la misma Malatería, y últimamente lo fueron sujetos de reconocida probidad y arraigo, que prestaban fianza para el desempeño del cargo; pero así y todo, no se extirparon determinados abusos. Solían los administradores, y más que otros los capellanes, ponerse de acuerdo con los malatos para vender, arrendar, aforar ó cambiar tierras del establecimiento. y no siempre era este el baneficiado."

"La Malatería de Cabruñana quedó suprimida, como todas las de su clase, a últimos del siglo XVIII, cuando se creó el Hospital Provincial, á cuya fundación fueron á parar las rentas de la Malatería"


Antes del albergue, hay una gran explanada, donde antes, "en tiempos de la carretera", es decir, cuando por aquí pasaba todo el tráfico, aparcaban autobuses y camiones. El Albergue de Cabruñana esta en un edificio escolar clásico a principios del siglo XX, por entonces los pueblos estaban muy habitados aún y había decenas de niñas y niños. 


Con el tiempo, al menguar la población rural, las concentraciones escolares acabaron con sus antiguos usos, en unos casos se transformaron en vivienda, en otros en locales sociales, no pocas veces algunos edificios acabaron en ruinas pero este, por suerte, pasó a posada peregrina oficial, además de, arriba, local social para el vecindario. Lorena Valdés daba así la noticia de la inauguración del refugio de romeros caminantes el 27-3-2010 en el periódico La Nueva España:
"Grado inauguró ayer el nuevo albergue municipal, ubicado en la planta baja de las antiguas escuelas de Cabruñana. Las instalaciones cuentan con una capacidad de 18 plazas, que se suman a otras tantas disponibles en el albergue de San Juan de Villapañada, informa L. VALDÉS. Tres peregrinos procedentes de Oviedo, entre los cuales se encontraba el concejal de Cultura del Ayuntamiento ovetense, José Suárez Arias-Cachero, estrenaron ayer el equipamiento."

Enfrente, El Pozu la Viña, un topónimo que hace referencia a antiguas plantaciones de vid, sin duda vinculadas en su momento al señorío de Valdecarzana, al convento de la Orden de Malta de San Xuan de Villapañada o al monasterio de Cornellana. Pernoctando aquí, como hemos dicho, no sería necesario regresar a El Freisnu sino que podríamos seguir ruta enlazando con el Camino de Santiago oficial pasado el pueblo de Doriga. Para ello seguiríamos primeramente por la carretera unos pocos metros más


En el margen izquierdo tenemos un poco de cuneta para caminar más seguros delante de esta casa y viendo los vehículos que puedan venir de frente


Seguidamente pasamos junto a este hórreo de corredor, justo cuando la N-634 empieza a bajar en esta curva


Un poco más adelante, a la izquierda, está el otro camino que va al cementerio y antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Cabruñana


Y, a la misma altura pero a la derecha, veremos también el camino por el que continuaremos esta ruta de Cabruñana hacia San Antolín de las Dorigas o Santolín, alternativa al Camino de Santiago oficial y para no tener que volver atrás para continuarlo


Aquí tenemos el cruce: si queremos antes visitar la antigua iglesia y sus pinturas iríamos a la izquierda, pero para seguir ruta cruzaríamos a la derecha


Muchísima precaución siempre que crucemos una carretera y más esta, aunque la visibilidad sea relativamente buena


Señales de la ruta: esta la vemos bastante bien, incluso con la hierba alta como está aquí ahora, pero hemos de decir que la última vez que hemos venido las flechas amarillas correspondientes estaban muy borradas o desaparecidas


Esperamos que, cuando vengáis, si escogéis esta opción por Cabruñana hayan sido convenientemente repintadas; sino, ojalá que estas fotos y entrada de blog os ayuden


De momento no hay mayor complicación que tomar bien este desvío desde la carretera, pero según bajemos empezaremos a encontrar encrucijadas y bifurcaciones


Ante nosotros son los bosques y plantaciones de eucaliptos de Entrambosmontes y El Bravón, al sur del Picu Valdrín en las estribaciones meridionales de La Sierra Sollera, La Sollera Baxa, recorrida por la ruta del Área Arqueológica de Cabruñana


Dado que es bastante factible recorrerla desde el albergue, tras el correspondiente descanso, por supuesto, os adjuntamos el mapa y el folleto publicados por el Ayuntamiento, pues puede ser de vuestro interés si se dispone de una tarde o al menos una tarde libre, al menos para acercarnos a la antigua iglesia




A nuestra izquierda, las últimas casas de Cabruñana y del concejo de Grado/Grau en la bajada a La Rodriga y Cornellana, con los bosques de El Valle, donde nace El Regueiru la Canal, a la derecha, prado abajo


La 'cabeza' del Muxagre vuelve a ser de nuevo nuestra referencia visual, techo de las sierras de El Llanu y Sandamías


Aldeas de  la parroquia praviana de Sandamías que dan nombre a la sierra, formando un claro entre arboledas y plantaciones de eucaliptos. Más cerca y más abajo es La Sierra Vismoronti, también en Pravia


Sierras que se extienden, ya lo hemos dicho, al norte, hasta la misma villa de Pravia, la Flavionavia de los conquistadores romanos en tierras pésicas y la dulce capital que fue de Silo y Adosinda


Es "uno de los relieves más significativos del concejo de Pravia", nos dice la Enciclopedia del paisaje de Asturias, "pues su distribución en el espacio geográfico abarca gran parte de la extensión del concejo en su parte sur, con una longitud cercana a los 9 km, cuyas estribaciones septentrionales llegan a la capital del concejo". Separa además el valle del Narcea del valle del río Aranguín, uno de sus afluentes, sito al occidente, al otro lado de la montaña


El camino hace una curva a la izquierda y sigue todo llano en la zona conocida como El Sampedru, un topónimo que podría hacer pensar en la existencia de alguna antigua capilla


No sabemos si este sería el ramal del Camín Real de la Mesa que se dirigía a Pravia pero, si como plasma el Gran Atlas del Principado de Asturias bajaba a Cornellana, cruzando antes el viejo puente de La Ponte, si no es, pasaba cerca


El camino, eso sí, sigue asfaltado, pero es un placer caminarlo, inmersos en la campiña. Seguimos, según el mapa, aún en términos de Grado/Grau


Avanzamos ahora todo recto y llano por la ladera suroccidental del Picu Valdrín, en La Sollera Baxa, la parte meridional de esta sierra que separa también el valle del Nalón del valle del Narcea


Este camino no es tan frecuentado por los peregrinos como el camino oficial, insistimos; se usó como alternativo al mismo cuando permaneció cortado en 2010 y, después, cuando la afluencia de romeros aconsejó mantener el albergue de Cabruñana, es una variante no oficial óptima para continuar sin desandar lo andado hasta El Freisnu


Además de las praderías, impera en esta parte de la ladera el arbolado autóctono, aunque más arriba lo hacen los eucaliptales que, como especie de crecimiento rápido, se destinan a las industrias de celulosa


A nuestra izquierda El Valle, más allá una de las casas de la carretera a la salida de Cornellana y, al fondo, y después de los cipreses el Alto la Mercé (357 m), ya perteneciente al concejo de Salas


La villa de Salas, la capital del concejo, la vemos precisamente desde aquí, son las casas que vemos al fondo del valle en medio de esta foto, el valle del Nonaya, que nace en Fontenonaya, en las cercanías de Brañamiana en la parroquia de Bodenaya, que se extiende por la meseta que vemos a lo lejos, entre El Viso a la derecha y La Sierra Bodenaya a la izquierda, reconocible por sus eólicos y justo encima de Salas. El Camino de Santiago sube, siguiendo el curso del río, desde la villa a dicha meseta, ganando en Porciles la llanura de la 'meseta de La Espina'


La cota máxima de La Sierra Bodenaya es El Rebollín (805 m). Más bajo y a la derecha tenemos el monte Fumarrosa (433 m), a cuyos pues pasaremos por La Veiga Villazón hacia Casazorrina y Salas. Se reconocen en la distancia las cicatrices y viaductos de la A-63, la cual ha ocasionado un tremendo impacto en el paisaje y en el Camino. Para colmo, más de un cuarto de siglo después de comenzada, está pendiente de ser terminada


Bajo el Alto la Mercé, otro topónimo que evocaría la existencia de antiguos santuarios, pasa la N-634. En la lejanía volvemos a ver las serranías de Los Gayos, Curiscao, Brañaivente y sus brañas vaqueiras


Más abajo, La Sierra de Faxas con el claro de Santueña o Santueñina, parroquia de Cornellana, donde existe otra capilla venerada y con leyenda, pues se dice "que pertenecía a la casería junto a la que se sitúa, pero que actualmente pertenece a Cornellana. Era esta una casa de frailes, como se llama a las caserías donde vivieron religiosos. Una vecina de Cornellana recuerda la leyenda de que esta era una casa que pertenecía al Santo Oficio, y que llevaban allí a gente con una esquela, a la noche, y desaparecían para siempre. Se celebra una fiesta con misa y romería en Julio, muy valorada por los vecinos. También se oficia todos los sábados", informan en la web Las Cuatro Villas, que son estos cuatro pueblos que plasman en este cantar:
Candanunegru, Fresnéu
Faxas y Las Nisales,

¡Válgame Dios,
qué cuatro llugares!

Candanunegru, Fresnéu (oficialmente Freisnéu y también dicho Frisnéu) y Las Nisales están un poco más a la derecha, en otro claro, bajo la cumbre del Muxagre, donde se encuentra el castro de La Peña la Cabra. A la izquierda, en La Sierra Faxas hay una necrópolis tumular


El castro de La Peña la Cabra, en cuyas inmediaciones hay otro túmulo, el de El Bravo es así llamado por la leyenda que afirma que hay enterrado un cabrito de oro, muy posiblemente relacionado con tesorillos u ofrendas, halladas en el mismo castro o en los túmulos cercanos, como era común, pues era frecuente la existencia de ayalgueiros o chalgueiros, buscadores de ayalgas o chalgas, tesoros escondidos que ya figuraban en gacetillas diechochescas


Es cierto, todo hay que decirlo, que haciendo esta 'variante no oficial' soslayamos otros lugares de sumo interés histórico y paisajístico de la parroquia salense de Doriga por lo que, si no los conocemos de antes, serán una excusa para volver al Camino Primitivo a la próxima ocasión, o por lo menos a alguno de sus tramos


A cambio conocemos y recorremos otros, como bien podemos comprobar en esta preciosa espesura de El Bravón y El Valle


Ya al borde del bosque, nos aproximamos a una bifurcación...


Aquí iremos a la izquierda, por el camino principal y asfaltado, que empieza a bajar...


El Muxagre nos orienta ahora como un hito más en este camino de El Valle. Estamos caminando pues entre montañas totémicas donde la trascendencia de las fuerzas de la naturaleza se plasmaron en cultos a divinidades que simbolizaban los poderes de la misma, luego cristianizados en santos y vírgenes de gran veneración en toda la comarca 


Como su mismo nombre indica, es el Muxagre un monte sagrado, esto es, mon sacer, como el Monsacro, de ahí viene su nombre. En ese sentido queremos compartir también aquí el excelente estudio Arqueología del Espacio simbólico en el concejo de Salas (Asturias). Dos montes sagrados: El Visu y el Picu Muxagre de Andrea M. Miranda Duque:








El Valle es un topónimo preciso y precioso para este bello paraje del valle del Regueiru la Canal, que discurre más allá de las pumaradas y oculto por su vegetación ribereña, prados abajo


En primer término, colinas de prados y bosquetes de La Pivida y Cuorrabos. Al fondo la línea de cumbres del Picu los Tayos, Las Llanadas, el Alto de Santufemia, Las Peñas del Curión y La Peña Burreras


Entre la Sierra las Traviesas y, a la izquierda, El Picu Menudeira, se perfila la 'V' del valle del Narcea, con parte de las sierras de Bixega y del Courío en lontananza



El Courío (1.019 m) va consiguiendo apartar el manto blanco de las nubes y empieza a dejar ver su cumbre y laderas



Más al sur, La Sierra Bixega, aunque lejana, será una de nuestras referencias visuales más visibles según avancemos a occidente cada vez que miremos al sur, a la Cordillera y valles del Narcea y de su afluente el Pigüeña


A lo lejos y a la izquierda, El Picu Pedroriu (787 m), es el más alto de la sierra de su nombre o de Miranda, por cuyas laderas viene el Camín Real de la Mesa


Mucho más al sur, El Picu Grande (811 m), El Picu'l Cuernu (1.135 m), La Forcada (1.051 m) y otras cumbres señeras


Y aquí mismo a la izquierda de la foto, entre las casas, el camino al cementerio y la capilla que fue el ábside de la iglesia de Santa María Magdalena


Caminos estos de los antiguos malatos de la malatería de San Lázaro de Cabruñana, cuyo funcionamiento interno explica Tolivar Faes de esta manera:
"Es casi seguro que el alta de estos enfermos fuese siempre por defunción, pues aún admitiendo que no todos padeciesen "el mal incurable de lepra" y, por tanto, pudiesen reponerse de sus males; una vez habituados a la hospitalización, es de su poner que no deseasen renunciar a su modus vivendi que habían tenido que comprar a  su ingreso, mediante el pago de dos ducados o la renta perpetua de escanda, de que ya hemos hablado. Por otra parte es, en esta malatería no aparecen, como en otras, referencias a enfermos expelidos por hallarse limpios de lepra.

Los negocios concernientes a la malatería,. y la admisión de nuevos enfermos, tratábalos el cura y los malatos reunidos en "ajuntamiento, por son de campana tañida, dentro de la casa y orden, y en la capilla de ella". Si el aspirante reunía las condiciones precisas "rescevia la orden del señor San Laçaro y era admitido en ella" con los demás "malatos profesos de la orden".

Los documentos de esta malatería califican, más que los de ninguna otra, como leprossos a sus enfermos, aunque también los llaman malatos; y muy frecuentemente eluden nombrar la enfermedad, empleando la fórmula; "que avia sido Nuestro Señor servido que fuese de la orden y malatería del Sr. San Laçaro".

Casi tragado por la vegetación encontramos un muy llamativo lavadero, de los que cayeron en desuso cuando se consiguió tener, felizmente, agua corriente en todas las casas


Su tejado de ladrillo y cemento está sostenido en su frente por cuatro columnas también de ladrillo y sobre murete del mismo materias y atrás, por una gran pared semicircular que configura la forma del lavadero por todo su interior


Asimismo esta meseta, de ladrillo revocado con cemento, como toda la estructura, tiene forma semicircular, buscando aprovechar el espacio al máximo


El interior, donde el agua mana de la pared por un caño. En el lavadero propiamente dicho vemos se han separado las zonas de lavado de las de aclarado. Es posible que el secado se realizase en los campos de El Valle


¡Cuántas historias de coladas, con las mujeres, sus hijas, amigas, sobrinas, nietas, acontecerían en este lugar que acaso próximamente la misma memoria borrará!. No hay lugar poblado en la zona más inmediato que Cabruñana, por lo que se supone se vendría a lavar la ropa desde allí. La Rebollada, cuesta abajo, está más lejos y por ella pasa El Regueiru la Canal, por lo que tendrían su propio lugar para lavar sin subir hasta aquí


El camino ahora está adecentado, pero en tiempos debió se ser un barrizal y un pedregal. Continuamos bajando apaciblemente a la sombra de los árboles...


Es una verdadera delicia caminar por aquí, entre los árboles y en suave descenso


Las Llaborias; aquí empiezan las bifurcaciones que pueden llevar a error: en esta hemos de seguir bajando, a la izquierda


Salvo el cartel del coto de caza, ninguna señal más había cuando estuvimos la última vez, por lo que, si no se reponen, estas fotografías podrán seros útiles


El camino de la izquierda sigue asfaltado pues es una de las salidas de las casas de La Rebollada, que veremos un poco más abajo


Aquí estaba hace años una de las señales que nos indicaban tomar este camino de la izquierda. Casi oculta por el ramaje y la umbría, pero al menos había una indicación


La gruesa flecha amarilla entre las palabras CAMINO SANTIAGO resaltaba en esta tablilla de pizarra


Nos adentramos así en la espesura de intenso verdor, con cierta humedad incluso en pleno verano


A los lados del camino, la foresta forma una intrincada selva y una barrera vegetal casi infranqueable. Además de árboles y arbustos crecen zarzas, ortigas, hierbas, helechos...


Las hojas de los árboles aportan a la luz un delicado filtro verde que todo lo impregna...


También son aquí evidentes los trabajos de ensanche del camino en el margen derecho. De todas maneras raro es que nos crucemos con algún vehículo aquí



La hojarasca tiende a amontonarse en el margen izquierdo. Una franja lineal de hierba verde crece en medio de la calzada


Vamos saliendo a unas praderías en Las Fuxadas; por esta zona pasaremos la frontera de concejos, dejaremos Grado/Grau y entraremos en el de Salas


Prados abajo a nuestra izquierda seguimos viendo la vegetación ribereña del Regueiru la Canal, bajo el Alto la Merced


Seguimos bajando poco a poco, llegamos ahora a un tramo recto bajo estos castaños


Luego una curva a la izquierda, el camino pierde altura paso a paso en medio de esta maravillosa campiña de la falda del Picu Valdrín


Salimos del bosque y continuamos en bajada cuando el paisaje se abre ante nosotros


Al otro lado del valle es El Picu Las Facinas (334 m), que bordea la carretera. A lo lejos volvemos a ver las montañas que flanquean el valle del Nonaya desde su nacimiento hasta que entrega sus aguas al Narcea


Abajo a la derecha La Sierra Llourís con El Pedroucu; justo encima la montaña cónica e icónica de El Viso. Al fondo las planicies de La Sierra la Cuerva o los Glayos, que nos señalan la subida caminera que nos aguarda desde Salas a Porciles, Bodenaya y La Espina y, a la derecha, La Sierra Bodenaya o de Casandresín. Lugares todos de los que mucho hablaremos cuando los recorramos en su correspondiente entrada de blog


Más a la izquierda y apartada del Camino de Santiago es La Sierra Carrales, donde existen señales de canales de las minas de oro romanas que explotaban el ya trabajado por los astures y aún más atrás, desde el Neolítico muy posiblemente. Su cota máxima es el Calabazos (709 m) y hay varios testimonios de megalitismo en necrópolis tumulares estudiadas en su tiempo por la Universidad de Oviedo


De frente a nosotros Ca Ruperto, la primer casa de la parroquia de Santolín (San Antolín de las Dorigas) que nos vamos a encontrar a nuestro paso y, por lo tanto también, del concejo de Salas


Estamos en La Rebollada, una de las aldeas de esta parroquia, que antaño debió de ser un bosque de rebollos (especie de roble), de ahí su nombre


A lo lejos y en un claro de La Cruz de las Arenas y El Picu la Braña (347 m), la aldea de Las Campas ya pertenece a Pravia, en su parroquia de Courias y encima de Lluerces, en las vegas del Narcea, que no llegamos a ver desde aquí


Más arriba a la derecha veremos de nuevo La Peña la Cabra (379 m), donde ya el historiador Bances y Valdés advertía de la existencia de un 'castillo' que el profesor José Manuel González, ya citado, reconoció como castro en 1970. Más arriba y a la derecha Candanunegru, parroquia de Cornellana, y las peñas del Muxagre


Y a lo lejos Sandamías, cabeza de la parroquia praviana de este nombre, que da denominación asimismo a la sierra, dividida en varios barrios y lugares. Arriba a su izquierda es El Picón (557 m) y, a la derecha, los altos de El Llanu'l Carbaín, El Picón y La Serrona


Al otro lado del valle del Regueiru la Canal vemos las casas de la zona alta de La Rebollada, las que están en la carretera


Ahí vemos el camino que comunica la N-634 con las casas de abajo, ocultas en el boscaje. Al fondo son las aldeas de Folgueirinas y Lorís o Llourís con sus serranías hasta El Viso y las demás sierras hasta los límites con Tineo/Tinéu y Valdés


El casco urbano de Salas se sigue reconociendo bien bajo La Sierra Bodenaya, donde tantas historias peregrinas nos aguardan...


El Picu las Facinas lleva en su nombre las antiguas hazas de terreno cultivable en el que antaño estaría dividido


A su izquierda, el Alto la Mercé; observemos las huertas de Ca Ruperto aquí al pie del camino


Cabruñana ya ha quedado atrás ya ha desaparecido a nuestra vista, pero no los inolvidables paisajes de El Valle


El Camino sigue ahora bastante llano por la falda del monte y encima de la finca y huertas de Ca Ruperto


Los castaños dejan ahora aquí paso a los ocalitos


Sus hojas en forma de hoz cubren el suelo. He aquí otra bifurcación que, sin indicación, se presta a confusión: hemos de ir a la derecha, en llano, pues el otro camino es únicamente de acceso a la casa 


Salimos de la ocalital y seguimos caminando en llano unos metros más...


Unos metros más adelante reconocemos la panera de Ca Rubio, a donde llegaremos a continuación


A nuestra izquierda tenemos otro 'mapa' de la bajada al valle del Narcea por La Rebollada y Santolín


Tejados de La Rebollada, por donde acabaremos un primer tramo de bajada y seguiremos camino, llaneando luego un buen tramo entre más bosquetes y praderías


Llegamos a Ca Rubio, con su panera, en las cercanías de La Pachina, otro hermoso mirador hacia las montañas del alto y bajo Narcea, con el valle del Nonaya


Allí vemos en una colina las casas blancas de El Barreiru, uno de los barrios de Santolín. El río Narcea pasa justo detrás, al otro lado de esa loma. Justo arriba y más lejos de nuevo Folgueirinas y toda la línea de montañas sobre el valle del Nonaya hasta la villa de Salas con el monte Fumarrosa, El Visu, Bodenaya, etc., al oeste


Bajo El Fumarrosa y, mostrando, como él, las grandes cicatrices de la A-63 en su aún inacabado tramo Cornellana-Salas está El Castiellu (279 m), cuyo topónimo revela la antigua existencia de un castro astur sobre La Veiga Villazón, paso del Camino de Santiago


Más cerca y de izquierda a derecha se extiende la ladera del Picu los Tayos al Campu los Vaqueiros y Ricabo, paso también caminero entre Suburriba y Llamas, divisoria entre las parroquias salenses de Cornellana y Villazón


Pasando por Ca Rubio vemos las antiguas dependencias de la casería, observando los pegollos de la panera, de madera, que reposan sobre muretes de piedra que crean un espacio cerrado dedicado a almacén de aperos o cualquier otra función similar


Este bebederu o abrevadero parce se hizo anexo a esta muria cuando llegó el agua corriente en la quintana. Encima del cañu se escribió una inscripción 


Nos parece leer, textualmente:
A   Ñ  O
X-D-M = LIII
ANDALUZ
Luego, más abajo y en la última línea no reconocemos letras sino símbolos


A la subidoria de la panera se le ha colocado también una barandilla de forja. La casa tiene una acogedora antoxana y corrada que contemplamos al pasar enfrente


A partir de aquí el camino vuelve a iniciar una bajada y se mete en el bosque


Los árboles forman un poco más abajo un sugerente pasillo vegetal en la penumbra. El camino baja recto


Bifurcación y todo de frente por el camino principal y asfaltado, sin desviarnos en ningún momento


Las casas de La Rebollada que antes no veíamos: el camino sigue por ellas, bordeándolas desde atrás hacia delante, prosiguiendo por el boscaje que hay a continuación, detrás de la palmera


Arriba, la casa de la carretera, con El Picu Facinas en lo alto


Seguimos en continuo descenso por esta pista, perdiendo altura rápidamente


Curva cerrada a la izquierda bajo esta majestuosa castañal...


Un giro completo en el que seguimos bajando bajo la arboleda


Apacible bajada a La Rebollada entre los castañares...


Luego va otro trecho recto, siempre cuesta abajo


Pasamos junto a la caseta del depósito de agua...


Las primeras casas, de las que vemos su parte posterior, a nuestra derecha


El camino sigue asfaltado en todo momento pero se percibe que pocos son los vehículos que deben pasar por él


Viene acto seguido una nueva curva cerrada, esta a la derecha


Y al llegar a esta primera casa de la quintana hay un atajo a la izquierda, bajo las palmeras, pero está parcialmente cerrado, por lo que optamos mejor por seguir el camino


Y ahora pasamos tras las casas que hace un momento veíamos desde lo alto


Entre la pared y el camino hay una franja de césped, ajardinada


Palmeras y otros detalles sugieren la impronta urbana que ha marcado esta aldea en tiempos de las grandes emigraciones a las Américas


Bajo la palmera y frente a otro cobertizo, una curva cerrada más, esta a la izquierda


Enfrente se ha habilitado un banco de madera que nos ofrece más vistas hacia el oeste


Gran cuadra o cobertizo de ladrillos. Desde esta barandilla de madera nos asomaremos a contemplar el paisaje


Camperas abajo, por Las Viñas, otro antiguo topónimo vitivinícola, El Regueru la Canal recibirá las aguas del Regueiru Bulse bajando a La Veiga Baxo y desembocando en el Narcea


En medio de aquellas casas saldremos de La Rebollada hacia Santolín, cerca ya de reunirnos con el trazado oficial del Camino de Santiago


Sobre El Barreiru está La Llomba, pequeña colina mitad pradería mitad arboledas. Al fondo seguimos teniendo como referencia el paso de Ricabo y El Campu los Vaqueiros valle del Nonaya arriba en dirección a la capital del concejo


La aldea de Folgueirinas es otro de esos 'faros' visuales que nos orientan a ser enclaves reconocibles a mucha distancia, con sus campos de Las Vinadas, La Terrona, El Caleón, La Vuelta La Peña...


Llegados a la parte delantera de las casas hay una bifurcación: iremos a la derecha, llaneando al pie de los hórreos


Acabamos aquí una primera parte de la 'escalonada' bajada al valle del Narcea, tal y como lo hace el Camino de Santiago oficial en la vecina parroquia de Doriga, al otro lado del monte


Montes del Alto la Mercé, Los Payarones y El Picu las Facinas, que ahora vemos encima de nosotros, comprobando el buen trecho que hemos bajado desde Cabruñana


Pese a que no vemos señales, el camino no ha de darnos, en principio, ocasión a pérdida alguna: sigamos siempre por la vía principal, bien reconocible, sin más problema


Hórreo con 'mandil' y sobre alta bodega, una construcción que veremos frecuentemente. Abajo había almacenes de enseres, pajar, cuadras, o cualquier función que se le asignase, incluso vivienda


Las paredes son de mampostería pero las ventanas son adinteladas, como en buena parte de las antiguas construcciones, desde los establos a las casonas y palacios


A partir de este cruce hay un poco de bajada, frente a esta otra bodega que en tiempos tendría sobre ella su correspondiente hórreo o panera


Campo de frutales, pumarada y rosales a nuestra izquierda. A la derecha la palmera que antes veíamos desde arriba. El camino hace un poco de curva a la derecha y sigue bajando muy suavemente


Dado que es un camino muy secundario es posible que no encontremos ningún peregrino, aparte de los que hayan dormido con nosotros en el albergue. Por supuesto esto cambiará cuando nos encontremos con el Camino de Santiago después de la aldea de Moratín


Y ahora, otra bajada recta, ahora entre estas fincas, la de la derecha cerrada por un vallado, la de la izquierda por un alto muro de piedra


Curva cerrada a la izquierda y seguimos bajando...


Y llegamos a las veiga del Regueiru la Canal, que veíamos desde nuestra salida de Cabruñana, en El Valle


Lo de 'veíamos' es un decir, pues como casi todos, va oculto por su arbolado de ribera


Así pasaremos encima de él muy posiblemente sin darnos ni cuenta. El nombre de La Canal nos hace pensar en la existencia de algún antiguo molino


Y ahora, curva a la derecha...


Llega ahora una pequeña y corta cuesta...


Cuesta que se acaba en esta bifurcación, donde nosotros iremos a la derecha (a la izquierda se sube a la carretera)


A la derecha hay un poco de bajada y vemos otro grupo de casas de La Rebollada


El camino es bastante similar en todo momento desde que hemos salido de Cabruñana, con tramos en bajada y otros llaneando, tal que este


La Sierra de Sandamías, con el pueblo de su nombre en un claro, nos muestra su alargada y reconocible silueta irguiéndose sobre el valle del Narcea, donde el monocultivo de eucaliptos impera totalmente en el paisaje. La Sierra Vismoronti por ejemplo está también totalmente cubierta


Al lado de viejos caminos como este suelen verse más árboles autóctonos, sobre todo castaños, bien formando castañeos o castañares o bien pequeños grupos y ejemplares solitarios


Las casas y cuadras se disponen en bajada a lo largo de un ramal que baja a la derecha del camino entre prados y huertas


Una imagen de este mismo lugar con las huertas en todo su esplendor: primeramente fabes


Más allá berzas, al pie de la panera de corredor, con bufarda o buhardilla, dando vista a las colinas de Bulse con El Murmullín (223 m)


Según avanzamos, y teniendo esta misma panera como referencia, veremos al fondo las casas de Eiros, Eiros, en la vecina parroquia de San Esteban las Dorigas, concejo de Salas


Más al norte el Altu la Cogolla (337 m), frontera entre Pravia y Candamo, en la llamada Sierra de Quinazas, otro de los montes que separan, prolongándose hacia el norte, los valles del Bajo Nalón de los del Bajo Narcea


Pero la gran serranía que destaca sobre nosotros, separación también entre ambas cuencas fluviales, es La Sierra Sollera, que tiene su cota máxima en el monte de ese nombre, a 602 m de altura. La vemos ahora por primera vez por su vertiente oriental, pues ya era una de nuestras referencias visuales desde L'Escampleru, en Les Regueres, si bien por su vertiente oriental


En esta su ladera oeste se encuentra otro santuario de devoción y romerías, la capilla de Santa Tecla de Eiros, La Santina, protectora de los animales, que antaño eran bendecidos el día de la fiesta, el 23 de septiembre. Ahora suben los coches y algún grupo de romeros, que emprenden su andadura en el monasterio de Cornellana. Esta es una noticia de la celebrada en 2010, publicada en La Nueva España por Lorena Valdés: y titulada Salas, con fe en Santa Tecla:
"Como cada 23 de septiembre, el santuario de Santa Tecla en Eiros, en Salas, volvió a ser punto de unión de cientos de vecinos del concejo y de otros limítrofes como Grado. Ayer se celebró la misa solemne, seguida de una comida campestre, en la que las tortillas y empanadas volvieron a reinar sobre los manteles. Si bien el tiempo acompañó y la Virgen hizo para que aguantara sin llover, una gotas amenazaron con estropear el inicio de la procesión, la afluencia a la cita mariana menguó respecto a ediciones anteriores. 
Los devotos más madrugadores iniciaron a las diez de la mañana en el monasterio de Cornellana la peregrinación hasta el santuario como muestra de la veneración que sienten por esta Virgen, protectora de los animales. «Hace unos cuantos años el santuario estaba este día rodeado de caballos y otros animales, ahora sólo se ven coches», recordó Adolfo Grana quien al igual que la mayoría de asistentes pidió a Santa Tecla salud. «Hacía falta que terminase la crisis, que no hay un duro, pero eso no lo arregla ni la Virgen», concluyó el salense. 
Sobre las dos menos cuarto de la tarde comenzó la procesión y la Virgen acompañada por los sacerdotes y seguida por centenares de fieles recorrió los alrededores del templo, un momento que todos los asistentes siguieron en silencio y con absoluto respeto. Después de los rezos, los fieles devolvieron la imagen al interior del santuario. 
Tras cumplir con la fe, llegó el momento de la reunión de las familias y amigos alrededor de mesas repletas de manjares ni que decir tiene que la sobremesa se prolongó toda la tarde. La romería prosiguió por la noche en Eiros con las orquestas Ideas y Embajadores de Galicia. Hoy se celebra el día del bollo."

Más a la derecha es La Sollera Baxa, al norte de Cabruñana, por cuya falda meridional hemos bajado, y que forma parte de su ruta arqueológica. Ahí están de nuevo El Llanu las Ayalgas, junto al Picu Sobarrionda y, a la derecha es El Picu Valdrín. Leemoe en la Enciclopedia del paisaje de Asturias:
"Apéndice meridional del cordal de Sollera, localizado al noreste del pueblo de Cabruñanam en la parroquia homónima del concejo de Grao. Por el norte, lo separa de Sollera Alta el collado de Entrambosmontes, delimitándolo por el sur el collado de La Cueña. La loma cimera de Sollera Baja posee un amplio dominio panorámico del centro de la región. El área, denominada con elocuente topónimo de Llano las Ayalgas, alberga un relevante conjunto tumular, conformado por cuatro estructuras. Éste se integra dentro de un vasto ámbito sepulcral, situado en el sector del interfluvio de las cuencas de los ríos Nalón y Narcea, que se extiende entre sierra Sollera Alta y la vertiente suroriental del collado de Cabruñana, en el cual se han contabilizado más de una veintena de tumbas. El yacimiento forma parte del Área Arqueológica de Cabruñana, ruta senderista PR. AS-127, dotada de paneles explicativos y una pequeña área de recreo, en la que se pueden visitar, siguiendo un itinerario de unos 5 km, dos necrópolis tumulares, la ya citada del Llano las Ayalgas y la de Cueña; un asentamiento fortificado, el Castiello'l Pedreo; la desaparecida malatería de S. Lázaro y el ábside de la antigua parroquial de Cabruñana..."

Mucha atención ahora, pasamos un cobertizo de ladrillo y, a continuación, dejaremos a la derecha el camino que va a las casas, continuando nosotros todo de frente


Aquí el asfalto se acaba, llegamos a una nave de ganado y también da la impresión que se acaba el camino


Pero no se acaba, ni tampoco ha de irse a la derecha, como pudiera parecer, sino que hay que seguir todo de frente y recto cruzando el rellano que hay a la entrada de la nave


El camino sigue a su derecha, aunque parece que una sebe o seto silvestre cierra aquí esta explanada de tierra


Pero no, como hemos dicho el camino sigue de frente y se pasa bien, entre el muro de la nave y la sebe. Bien es verdad que cuando llueve todo este trecho se transforma en un buen barrizal


Pero es un suave camino terrero, con algo de piedra, suave de pisar, llano y cómodo de caminar


Eso sí, vamos a pisar el encharcado lugar junto a la pila cuchu, el estiércol aquí amontonado para abonar con él los campos, cargándolo en este remolque


Chapoteando un poco, en un par de pasos superaremos este 'trance' y seguiremos avanzando agradablemente en recto y llano


Una caleya o calea como 'las de antes', sin asfaltar ni hormigonar, y sin ensanchar, que se ha mantenido sin desaparecer pese a no ser demasiado apta para la entrada de vehículos de servicio a las fincas


Así estaban antaño la mayor parte de los caminos, incluso los caminos reales, a excepción de las carreteras. Si bien puede y es óptimo para un senderista actual, para los habitantes de los pueblos era una calamidad. No obstante, y dado que hay caminos asfaltados que comunican con la N-634, esta calea se ha mantenido aparentemente 'tal cual era' sin ser reformada ni desaparecer


A nuestra derecha baja El Regueiru la Canal. A lo lejos Bulse con los altos del Murmullín (323 m), parroquia de San Esteban de las Dorigas y concejo de Salas


La maquinaria vemos accede bien a las fincas, aquí se ven, bien marcadas en la tierra, las rodadas de un tractor Pascualín, verdadero caballo de batalla del campo astur...


Otra bifurcación más que puede equivocarnos: hay que ir a la derecha


Al llegar a la altura de este tendejón tendremos también un buen paisaje de la bajada al valle del Narcea, con el del Nonaya enfrente, bien dominado por las cumbres del Viso en lontananza que, a la vez, nos indican, como en un mapa, la dirección de Salas capital


Aquí tenemos de nuevo las casas de El Barreiru, en Santolín o San Antolín de las Dorigas, cerca de las que pasaremos atravesando la zona central de la parroquia, camino de Moratín, pueblo origen familiar del celebérrimo dramaturgo, traductor y poeta Leandro Fernández de Moratín, autor de El sí de las niñas y La derrota de los pedantes, entre otras muchas obras


Cuesta abajo, el pequeño valle del Regueiru la Canal, con El Picu Santolín (210 m) a la izquierda, a la derecha El Murmullín y al fondo, al otro lado del Narcea, El Picu la Braña, La Cruz de las Arenas y El Monxagre, que ya va ocultándose a nuestra vista según bajamos, con El Picón a su derecha en La Sierra Sandamías y, a su izquierda, La Sierra Faxas o Sierra Folgueirinas


Vemos la carretera N-634 en la zona de El Cuorno y algunas casas de Villar, otra aldea de la vecina parroquia de San Esteban de las Dorigas, cerca de El Castiellu, solar de otro de los numerosos castros astures localizados en la zona


Este castro, situado sobre la misma carretera cuando esta hace una enorme y cerrada curva antes de llegar a La Rodriga y el puente de Cornellana, fue también reconocido por José Manuel González y Fernández Valles y fue donde se halló la famosa estela de la hija de Talavo, de carácter funerario, de la que nos dicen lo siguiente en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y Pueblos dentro de la descripción general del lugar en 2000:
"Casería de la parroquia de San Esteban de las Dorigas (Salas), situada al borde de la N-634, próxima al lugar donde arranca la AS-38, a una altitud de 70 m. Dista apenas 1 km de Cornellana y 11,8 de Salas. Cuenta con una población de un habitante. En sus proximidades se encuentra un castro, reconocido por José Manuel González en 1951. En esta casería estuvo una lápida dividida en dos fragmentos. Uno de ellos contiene una inscripción funeraria, incompleta, en la que se menciona a la hija de Talavo, y se conserva en el palacio de los Selgas, en El Pito (Cudillero), a donde fue trasladado a instancias de Fortunato Selgas hacia 1890. El otro fragmento presenta unos adornos en forma de lazos trenzados y se encuentra en el Museo Arqueológico de Oviedo. La lápida en su conjunto alcanzaría unos dos metros de altura."
De Grado y su concejo de Álvaro Fernández de Miranda

Dada la vinculación de las parroquias salenses de las Dorigas con Grado/Grau, pues en ocasiones formaron parte de su territorio, también se ocupa de esta estela el cronista Álvaro Fernández de Miranda en Grado y su concejo, citando al gran epigrafista Ciriaco Miguel Vigil:
"... una antiquísima lápida, procedente de un Castro, sobre tierras de San Juan, hallada en parte en linderos del Concejo de Salas, habiendo quien supone, erróneamente, que el famoso “cipo” procede de otros sitios. El dibujo que de esta lápida hispano-romana presentamos, es copia exacta del que nos ha remitido el muy benemérito Sr. Ciriaco Vigil, diciéndonos: 
“Este cipo, la mitad próximamente de un enorme sillar de seis pies de alto, fue descubierto en un Castro llamado el Castiello, y formaba el dintel de la puerta de la casa de Pedro Álvarez, situada al comienzo de la cuesta de Cabruñana, en el Concejo de Grado. Fue posteriormente recogido por mi amigo D. Fortunato Selgas, y le colocó en su egregia posesión de “El Pito”, en el Concejo de Cudillero. Del dibujo, más correcto que el anotado en mi libro de Epigrafía asturiana, pág. 390, y tubo la fineza de remitirme aquel amigo, mandé copia al ilustre Sr. D. Emilio Hübner, miembro del Instituto arqueológico de Berlín, y célebre epigrafista, quien me participó en 19 de agosto de 1887 su muy probable interpretación, en los siguientes términos: “mucho me interesa el nuevo dibujo de la antigua lápida de Grado que me manda usted, calculando que el eje del semicírculo haya pasado aproximadamente en medio de la cabeza de la mujer, casi seis letra faltaran al lado izquierdo del título. Por supuesto, los nombres no se pueden adivina; sólo para dar una idea del total, propongo los siguientes suplementos, exempli causa: 

PELSINAE TALAVF 
RETVCENEA VXSORI

“a Pelsina, hija de Talavo, RETVCENEA VXSORI y mujer de Retugeno”

Pelsina y Tetugenus son nombres conocidos por inscripciones encontradas en Galicia y en Asturias. El carácter de las letreas es bastante antiguo: lo creo casi de fines del primer siglo de nuestra era. Lo mismo se infiere de la falta de las fórmulas consuetas SD. M. y de otras indicaciones, como los años de la vida, el H. S. E. y demás, Muy curiosos son los ornados del cipo; tenemos en él un monumento altamente interesante de los primitivos habitantes de aquella parte de la Península”
La gente de estos contornos ha forjado una novela respecto al cipo, diciendo cubría la tumba de la Reina de estos lugares, poderosa y buena, pero idólatra, por lo que Dios la castigó duramente, maldiciéndola, etc., y añaden que hace tiempo se hallaron en el sepulcro gran cantidad de alhajas y cosas de oro macizo. Lo que sí se deduce del hallazgo y de los restos de muy antiguas construcciones descubiertas en los mismos lugares, es que en los primeros siglos de nuestra era no estaba despoblado este territorio..."

Este castro dominaría el valle del Narcea y sus comunicaciones por el valle del Regueiru la Canal de la misma manera que, más arriba, lo haría el de La Peña la Cabra, este situado además en un collado entre este monte y el de Las Coronas (384 m), donde encontramos el significativo topónimo caminero de La Corredoria 'camino de carros' 


Poco más arriba hay otro collado más, Avieras (401 m), ente Las Coronas y el Muxagre, paso natural para la actual carretera PV-1


Estamos sin duda en un paso y camino importante entre el valle del Nonaya (Cornellana y Villazón) hacia Pravia y la costa, de gran antigüedad. De ese castro de La Peña la Cabra queremos compartir su descripción en la ficha a él asignada en la web ArqueoAstur de Eduardo Pérez-Fernández:
"Se localiza en una elevación de forma elipsoidal de 376 msnm y laderas escarpadas, delimitado por las vaguadas de El Llano y la Braña en el NW, el reguero de Barbadín por el NE y el de El Pontón, por el SW. 
Recinto de planta ovalada de 100 x 50 metros en el que afloran restos de piedras y grandes oquedades. En su ángulo NE se reconocieron los restos de un posible torreón o anillo con centro rehundido de 5 metros de diámetro y 1.50 metros de profundidad. También se documentó una gran acumulación pétrea en la cumbre de 16.5 x 14.5 metros, 0.90 metros de altura y un gran pozo de saqueo central de 4,5 metros de diámetro; esta estructura ha sido interpretada como «túmulo megalítico», pozo de saqueo, restos de muralla o trinchera de la Guerra Civil . Como elementos defensivos se enumera un talud concéntrico de 3 metros de altura con un relleno superior de 6 metros de ancho, los derrumbes de una posible muralla de arenisca en el sector septentrional y una segunda plataforma a una cota inferior en el frente NW (Camino Mayor y Rodriguez Otero, 1989; García Díaz, 1993; Adán Álvarez et alli, 1998).  
Para otros autores los derrumbes observados en el enclave son de origen natural, no reconociéndose elementos estructurales o referencias orales de la existencia de un recinto fortificado (Fanjul Peraza, 2005, 2014).

Realmente, nosotros no vamos a bajar por ahí, por la carretera, sino que la cruzaremos algo más arriba y más cerca para ir a Santolín y Moratín, pero dada la importancia de estos parajes para conocer este entramado caminero cuyos ejes son el Camín Real de Galicia o Camín Francés (ahora Camino Primitivo) y el Camín Real de la Mesa en su ramal, o ramales hacia la costa, no está de más comentar algo de ellos según proseguimos nuestra marcha


Ahí tenemos la cuesta de Las Campas, por ejemplo, otro de los viejos caminos, ahora carretera local, que sube del valle a la Sierra Sandamías


Por la cresta de la Sierra Sandamías va otra antiquísima senda hacia Pravia, por donde ahora discurre la mencionada carretera local PV-1. Más abajo y por el valle discurre la AS-347, que comunica los pueblos de la vega del Narcea en lo que debió ser un muy antiguo itinerario ribereño. En la actualidad es la AS-16 o Corredor del Narcea la vía más rápida que comunica con Pravia


Los antiguos caminos coinciden con rutas de peregrinación, trashumancia y arriería. Ahí tenemos Bulse, por donde suben allí a Santa Tecla de Eiros de los romeros de Cornellana


Las casas se disponen a lo largo de ese camino, que enlaza con Cabruñana por La Sierra Sollera, por lo que podría ser otra de las bajadas del Camín Real de la Mesa hacia el valle del Narcea


Su disposición lineal como pueblo-calle delata su impronta caminera, existiendo además alguna casona, lo que también delataría su ubicación en una ruta importante y de trasiego de gentes en la antigüedad


Dejamos estos tendejones y continuamos ruta por la calea, de suavísimo suelo de tierra mayormente, recordamos, pero casi siempre con algo de barro, incluso cuando no llueve


Y es que, dada la profundidad de la caja caminera y la orientación NO de esta ladera, buena parte del camino o está en umbría permanentemente o lo está la mayor parte del día


En otros, el sol llega mejor al suelo, al menos a ciertas horas, secando algo más la tierra


Bifurcación y de frente, pues el camino de la izquierda, atravesado por un cordel, es la entrada a una finca


Vamos dejando atrás el valle del Regueru la Canal, con Bulse, El Murmullín, Eiros...


La calea sigue toda recta y en llano y, aunque la vegetación crece y pasa muy poca gente, la senda se limpia y desbroza periódicamente y siempre está expedita 


En primavera, eso sí, cuando la naturaleza brota con fuerza, alguna rama, ortiga o zarza es posible tengamos que esquivarla o apartarla con nuestro bastón al pasar, prácticamente sin detenernos, al ir saliendo de La Rebollada


Es un camino ideal para tantos peregrinos hartos de asfalto y hormigón, de los que ya quedan pocos, al menos cercanos a núcleos poblados, por lo que puede constituir todo un descubrimiento en este trazado alternativo al oficial


Algunas de estas murias de contención del terreno pueden llevar siglos aquí. Lo llano y recto de este trecho podría revelar que estamos en un itinerario realmente antiguo


Es aquí donde acaso podremos reconocer alguna flecha amarilla, muy borrada, a no ser que cuando vengáis se hayan repintado


Se avanza bien y sin ningún problema. Además de la tierra hay piedra y no hundiremos demasiado la bota en el barro salvo que por error pisemos alguna poza, pero en principio se camina bastante bien, incluso ahora antes de segar y desbrozar los bordes del camino


El Muxagre  casi siempre estará a la vista, ahora a nuestra derecha, con sus serranías circundantes


Sí vamos a ir dejando de ver Bulse y el valle del Regueiru la Canal que hemos recorrido desde Cabruñana a La Rebollada


Piedra y tierra y veredas de sebe con cunetas de hierba, con tramos en umbría...


Y otras partes al sol, con el camino encajado entre estos altos setos naturales pero siempre con buen paso


Las zarzas asoman sus pinchos a nuestro paso, así como las ortigas. Aquí es donde sí habríamos de apartarlos con nuestro palo, bastón o bordón, sin necesidad casi ni de pararnos


Las sebes llegan a ser más altas que una persona, y a veces forman un túnel vegetal, como los árboles hacían camino arriba, bajando de Cabruñana


El camino serpentea siguiendo la sinuosidad de esta ladera


A veces la roca madre aflora a la superficie y nos parece reconocer la huella, marcada en ella, de los carros, que mucho hace que ya no pasan por aquí


Otra muria a nuestra izquierda


Uno de los pocos lugares donde se puede pintar alguna flecha


Bifurcación: seguimos de frente por el camino de la derecha. El de la izquierda, atravesado por otro cordel, es la entrada a una finca


Tramo de barro; nos damos cuenta que los helechos también pueden crecer bastante considerablemente


Tramo con un poco más de tierra y más seco...


Señales de un antiguo empedrado que también pueden delatar la importancia que tal vez pudo tener este trayecto en el pasado...


Más zarzales, embravecidos con el surgir de la primavera y su brotes


Sierra de Faxas o de Folgueirinas, con el pueblo en un verde rellano a su derecha. Justo debajo está Cornellana, que no empezaremos a ver hasta más abajo, después de confluir con el camino oficial


El paisaje tiende a abrirse al llegar a unas casas de elocuente nombre, Barrudu 'lugar de barro' evidentemente


Más abajo, las aldeas de La Barrosu y El Barreiru, que esperan por nosotros, tienen etimológicamente el mismo significado


Sigamos con nuestras referencias al oeste: El Barreiru con La Llomba y, detrás a lo lejos, Folgueirinas y El Viso, marcándonos la ruta hacia el valle del Nonaya y hasta su mismo nacimiento


El Barrudu es una casería sita en este claro, rodeado de árboles y campos, en el que el camino es de suave hierba. Dejamos a la derecha este cobertizo de ladrillo y seguimos de frente hacia las casas


En el muro de dicha cuadra veremos pintada una flecha amarilla


Dos viejos pero preciosos hórreos, ambos sobre bodegas de piedra, se alzan sobre el camino, los dos de corredor


Orientadas al N-E, las casas están en un rellano bastante soleyeru, el cual puede ser un buen lugar para detenernos unos instantes y afrontar la siguiente bajada, que a continuación comienza, aunque el camino, al fondo, parezca que suba


Y aquí tenemos las casas de Santolín o San Antolín de las Dorigas, la cabeza de la parroquia, con La Sierra Faxas al oeste, al otro lado del Narcea


La Barrosa abajo, El Barreiru arriba y, en medio, El Piñéu, cerca existe el sugerente topónimo La Peña la Señora, que nos da pie a pensar en los abundantes cultos marianos y similares existentes en toda la zona, cristianizando yacimientos antiguos o ancestrales cultos naturales. Fijémonos aquí abajo en la carretera (pasa un camión), que vamos a cruzar enseguida


Seguimos pues camino y pasamos delante de las casas


Aquí empieza una cuesta, en las mañanas en fresca umbría...


Como hemos dicho, la casería parece estar deshabitada, lo que no quiere decir, necesariamente 'abandonada' y, mucho menos, 'sin dueño'. Unos andamios, que llevan aquí tiempo, parecen ser restos de alguna reparación efectuada en su momento


Y como hemos dicho, el camino sube, se ensancha y, además, se ven rodadas de vehículos pero,  ATENCIÓN, NO SIGAMOS POR ÉL DE FRENTE: HEMOS DE TOMAR UN DESVÍO A LA DERECHA DELANTE DE ESTE CASERÓN


Y es que además parece el acceso a otra finca porque tiene un cordel que lo atraviesa, pero es por donde tenemos que ir


Este trayecto parece incluso menos pisado que por el que hemos venido desde La Rebollada, pero pasaremos en principio también sin mayor problema


En esta estaca había antaño un panel de madera con una flecha amarilla pintada, pero la última vez que pasamos ya no estaba


También había una cuadra con pajar, bien a la vista, y con otra flecha pintada


Así estaba la última vez que pasamos, cubierta de vegetación


Pero enseguida comprobamos que el camino se hace bien visible y transitable, y sigue muy recto y en llano, formando otro de esos túneles vegetales que tanto nos gustan


Es otro paraje sombriegu, en el que hasta las piedras de la muria se cubren de musgo


Encontramos la hierba segada, lo que da a entender que hay quien se ocupa de su mantenimiento


Enseguida salimos al sol pasando bajo este frondoso castaño


La carretera N-634 pasa un poco más arriba, en La Vueltona, hacia ella sube el camino que acabamos de dejar atrás


De nuevo bajo la enramada de la acogedora foresta, el suelo se cubre de hojarasca, formando una alfombra de hojas caídas, incluso en primavera


Esta caja caminera nos da la impresión que podría delatar una notable antigüedad, con un camino además llanísimo sin que se adviertan señales de haber entrado nunca vehículos pesados de arreglo de caminos


Y aquí a la izquierda, en un recodo, otro elemento de sumo interés


Un bebederu o abrevadero, señal del paso de ganado en sus tiempos. Es bastante largo, lo que da a entender que habría un importante número de reses. Sin duda no se pudo hacer más ancho para no invadir el camino y también para no hacer obra más complicada ganando terreno a la muria, la sebe y el prado


Y sigue el camino, extraordinariamente llano y liso, a la sombra de la arboleda que lo cobija...


Un derrumbe en la muria, peor que no parece haber afectado demasiado a la senda


En otro tramo, la muria se mantiene firme como una muralla, como el primer día


Y ahora, otro maravilloso túnel vegetal. Hay partes con bastante piedra suelta eso sí, miremos bien donde ponemos el pie...


La caja del camino forma aquí paredes muy verticales, separándolo de las fincas colindantes


A la derecha, se abre un claro en la entrada a uno de los prados


Ahí tenemos La Sierra Sollera, con en gran paredón pétreo de La Sollera alta a la izquierda, bajo la que está la ermita de Santa Tecal de Eiros, y La Sollera Baxa a la derecha, con El Picu Sobarrionda y El Llanu las Ayalgas, separadas ambas partes de la serranía por la collada de La Reguera


Sigue habiendo bastante piedra suelta, morrillos, tal vez caídos de las murias o desgajados del antiguo empedrado


Si encontramos algún cordel no es para que no pasemos nosotros, sino para que el ganado si por alguna razón, a podido salir al camino, no siga hacia la carretera


Es la misma N-634 que hemos dejado en Cabruñana y a la que ya salimos aquí


Como advertimos, el tráfico por ella es relativamente escaso en comparación a cuando no estaba hecha la autovía y todos los vehículos pasaban por aquí, pero ello no quiere decir que sea inexistente ni mucho menos, pues suele además pasar rápido, sobre todo al bajar y encontrar un tramo recto tras la curva cerrada de La Vueltona


El camino sigue de frente al otro lado, por lo que cruzaremos directamente por aquí, mirando muy bien a ambos lados antes de pasar, por supuesto


Al otro lado tenemos las señales que nos indican la entrada a San Antolín de las Dorigas y que estamos a solo 600 metros de Moratín. A ello podríamos añadir que nos resta un poco más de un kilómetro para llegar a nuestra unión con el trazado oficial del Camino Primitivo, pasado este segundo pueblo


En los postes metálicos de las señales de la izquierda se conservan las flechas amarillas que nos indican seguir por aquí, ahora en suave bajada


Campos de La Traviesa, a punto de la siega, con la hierba alta y agostada...


El Muxagre, siempre a la vista, aunque sigue ocultándose detrás de La Sierra Faxas según continuamos bajando ante las casas de El Piñéu y El Barreiru, en las verdes laderas de La Llomba


El camino es ancho y asfaltado, volvemos a pisar duro por lo tanto, pero el trayecto nos sigue ofreciendo un maravilloso paisaje


Queda ahora a nuestra derecha el ya reseñado Picu Santolín, una pequeña colina en comparación con el Muxagre, que volvemos a tener de frente, al oeste, en cuya cumbre "se encuentra instalado un vértice geodésico, y es lugar de ubicación de la ermita de la Virgen del Llano", leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias


"Está cubierto de praderías y monte bajo la zona superior, mientras la parte inferior son los bosques de eucaliptos y coníferas los que la tapizan" si bien, en este caso de especies de crecimiento rápido destinadas a las industrias de celulosa, más que de bosques lo correcto sería hablar de plantaciones, que son las predominantes en el paisaje del Bajo Narcea



Es raro cruzarse con algún coche, salvo con el de algún residente, además de el paso eventual de tractores de trabajo a las fincas o algún transporte de ganado


Un edificio blanco que se reconoce entre las ramas de los árboles de la izquierda, prados abajo, es la iglesia parroquial que veremos bien desde unos metros más adelante, continuando el descenso


Observemos la flecha amarilla en el suelo en esta curva, dando vista a los ocalitos de La Llomba


Ahora sí que vemos muy bien desde aquí la iglesia parroquial de Santolín/San Antolín de las Dorigas. El templo aparece aparece mencionado en la relación de parroquias del obispo Gutierre de Toledo (años 1385-1386) como perteneciente al Arciprestazgo de las Dorigas y dentro de las propiedades del monasterio de San Juan en Courias (Cangas del Narcea y antigua Cangas de Tineo) que, nominalmente bajo la obediencia de la mitra ovetense, gobernaba sus posesiones con gran autonomía:
 "San Antolín húsala a presentar el Abad de Corias. Es capellán della Alvar Díaz. Ha de manso quatro días de bues. De los diezmos lieva la metad el capellán, la otra metad el abbad. Paga el capellán de procuraçión una emina de erga…"

La parroquia tomó, como el lugar, el nombre de la advocación del templo parroquial. Un intento de rebautizarla como San Antonino aparece por primera vez en un documento bajomedieval, si bien en 1409, en el cartulario del cercano monasterio de San Salvador de Cornellana, figura el camino de Santo Antolín. En el Diccionario de Madoz, a mediados del siglo XIX, alternan las formas San Antonino y San Antolín y en 1894 la Diócesis de Oviedo la registra como San Antonio. En 1960 en el Noménclator oficial figura como San Antonino y como tal sigue figurando una década después, si bien la Gran Enciclopedia Asturiana ya la denomina San Antolín
"tanto en los libros parroquiales como en el lenguaje usual de la zona se utiliza el nombre de San Antolín; aboga en favor de ello el hecho de que la iglesia parroquial está dedicada a San Antolín, patrono de esta parroquia, cuya fiesta se celebra el 2 de septiembre". 

En la actualidad oficialmente y ateniéndose a la pronunciación más autóctona es Santolín, si bien predomina el uso escrito de San Antolín o, para diferenciarlo de las otras parroquias de la Dorigas, San Justo, Santa Eulalia y San Esteban, se complete como San Antolín de las Dorigas


Hemos podido observar además que en ciertos textos existe confusión a la hora de describir las diferentes iglesias de las Dorigas, cuya raíz etimológica para el topónimo podría ser el nombre Dorica.
La traza constructiva de esta iglesia de San Antolín conserva tipología medieval románica, pero su aspecto actual viene de alguna remodelación de gusto barroco hacia los siglos XVII y XVIII. Es de una sola nave, cabecera cuadrada, pórtico y capilla lateral, además de espadaña. Detrás se encuentra el cementerio. Esta es su ficha en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):
"El edificio sigue la tipología de los templos medievales más difundidos en la región cuya planta está compuesta por una sola nave, y cabecera de menor altura, con bóveda de arista y testero recto. Tiene pequeña capilla lateral (lado epístola, añadida posteriormente y aunque los muros de la nave parecen obra de época medieval, ha sido modificada perdiendo gran parte de los elementos originales. Su aspecto actual es fruto de una remodelación barroca (S. XVII – XVIII). El imafronte está protegido por un pórtico que se apoya sobre un muro ciego a modo de anta en su lado norte y muro bajo con tosco pilar de piedra que soporta la estructura de madera de la cubierta a tres aguas. La puerta de ingreso es adintelada y en la parte superior del hastial se sitúa una espadaña de vano único compuesta por un arco rebajado y remates decorativos piramidales. La nave se ilumina por medio de una pequeña ventana del tipo saetera abierta en el muro sur, al igual que en la cabecera pero con formato cuadrado y sin derrame (abierta posteriormente). La fábrica de los muros es de aparejo de mampostería trabada con mortero de cal y arena, enlucida y pintada, dejando a la vista los sillares bien trabajados de los recercos de vanos, espadaña y las cadenas de esquina. La cubierta es a dos aguas para la nave y tres en presbiterio, capilla mayor y lateral, con armazón y viguería de madera."

La Gran Enciclopedia Asturiana nos cuenta además que la comarca de Doriga o Las Dorigas tuvo "relativa importancia y esplendor en la Edad Media", según reflejan los documentos de aquel tiempo, teniendo aquí propiedades, además del citado cenobio cangués de Courias, el de San Tirso del Nalón, en el vecino Candamo. Más tarde y en 1126 pasaría casi en su totalidad al de San Salvador de Cornellana por disposición de Alfonso VII, dado que dicho monasterio acababa de ser refundado por los monjes cluniacenses cuatro años antes


A principios del siglo XIV Doriga en su conjunto formaba parte de uno de lo cuartos en los que se dividía el concejo de Salas y, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, formó parte en lo eclesiástico del arciprestazgo de Las Dorigas, junto con otras parroquias de los concejos de Candamo y Pravia


Esta zona es conocida como La Campa, si duda a causa de su gran llanura central, donde se encuentran los campos de La Comuña que, evidentemente, en su nombre reflejan haber sido comunales


El camino sigue bajando en una prolongada curva en la que pierde altura bajando a La Campa con La Llomba enfrente y sus dos alturas, la de la derecha con sus praderías de El Barreiru (215 m) y la de la izquierda que, con su plantación de ocalitos, parece más alta (213 m). En medio está el lugar de Los Pozones (205 m)


Yendo ahora en dirección sur volveremos a ver las montañas del sur del concejo, puerta del Alto Narcea, así como otras nuevas que antes nos pudieron pasar más desapercibidas


Alto de Santa Ufemia con El Campu Sanandrés y La Sierra la Santa. A la izquierda El Picu la Bruitera (323 m)


Más atrás están El Picu Tiéu (368 m) y y El Picu l'Outeiro (404 m), con El Picu Menudeiro y el Courío otra vez a la vista


Vemos ahora el final de la bajada y, enfrente, en la ladera de La Llomba y bajo los ocalitos, el camino que nos llevará a Moratín


Atrás van quedando la iglesia , La Barrosa y El Picu Santolín con las praderías de La Traviesa


Además de esta iglesia con la advocación de San Antolín se sabe de un templo desaparecido, el cual estaba dedicado a Santa María de Boennis o Benes. En Las Dorigas también desaparecieron San Juan de Palentes, San Pedro de Prado, San Juan y San Jacobo de Pelones y otros así reflejados en viejos manuscritos


Bajamos todo recto ya hasta la casería que vemos en medio del llano, donde encontraremos una doble encrucijada en la que tomaremos el citado camino a Moratín que vemos subir a su izquierda, antes reseñado


Este sería el lugar de El Condao, que no tendría en principio que ver con ningún conde, sino del céltico condate 'confluencia de aguas' latinizado en codatum


Admirable paisaje de La Campa a nuestra derecha, tal y como lo contemplamos al bajar...


La iglesia va ocultándose ya a nuestra vista, miremos ahora a lo lejos, al norte, en la lejanía...


Llegamos a ver el final de la Sierra de Sandamías, al norte...


Nos parece reconocer La Sierra Praúa bajo la que el Nalón recibe las aguas del Narcea, en Forcinas y, aún más allá El Picu Santa Catalina (459 m), dominando la Ría del Nalón y la costa


Y al oeste, el Muxagre ya se va ocultando del todo a nuestra vista tras La Llomba y El Barreiru


Al sur de El Condao se encuentra La Vinada que, aunque suele pensarse en que su nombre se debe al cultivo de la vid, pues viñas hubo por toda la zona hace siglos, es más posible tenga que ver con tierras de cultivos en barbecho, es decir, que se plantan un año y descansan al siguiente. Un documento del siglo XVIII, si bien no referido a este lugar dice: "hay tierras de secano que llaman de vinada que producen trigo o escanda un año y descansan al siguiente..."


Desde aquí divisamos ya algunas casas de Moratín, que ya pertenecen a otra de Las Dorigas, la parroquia oficialmente llamada Doriga que, para tener una referencia diferenciadora, podremos llamar Santa Eulalia o Santa Olaya de las Dorigas


Justo encima del tejado de esta primera casa vemos además el principio del Viaducto del río Narcea de la A-63 o Autovía de La Espina, bajo cuyos primeros pilares viene el Camino de Santiago desde Doriga por La Veguina, con en el que confluiremos allí, poco antes de dicho viaducto. A lo lejos, reconocemos el pueblo de Quintoños, sobre el valle del Narcea, parroquia de Cornellana, bajo El Picu Tieu y El Picu La Siniella (368 m)


Un cantar, el de la danza de El Franxón que, según la Gran Enciclopedia Asturiana, era "un baile tosco, violento, que se bailaba dando grandes saltos", tenía en una de sus letras una posible alusión a este lugar:
Baxando yo de Reconco,
viniendo pola Vinada
oí unes voces muy fees
y conocí que era Franxa.
Demoniu, pates peludes.
cexudal, mal encarada...

Reconco está al lado de Eiros, es decir, no mucho más al norte, en la parroquia de San Esteban de Las Dorigas, por lo que el protagonista de la canción sabemos que habría pasado por este cruce. Parajes estos, las encrucijadas, dados a las apariciones de seres del inframundo y de leyenda



Acaba la cuesta y, de nuevo llaneando, dejamos los caminos de los lados y avanzamos recto en dirección a la casería que tenemos un poco más adelante


En la muria del prado al pie de la torre había unas flechas amarillas pintadas, pero la hiedra las ha tapado


Así lucían cuando estaban a la vista


Seguimos hacia la quintana, con su hórreo de corredor sostenido por pegollos que descansan sobre pilares de piedra, al lado del camino



Los pegollos son de madera, como hemos visto es lo más usual en la zona. Los tejados son de teja árabe pero un poco más al occidente empezaremos a verlos de pizarra, en todo o en parte


La Campa, en la actualidad la mayor parte de los terrenos están dedicados a la ganadería, pues incluso el maíz que se planta es para forraje, no para la elaboración del pan de maíz o borona. Pero antaño abundaban las huertas y los cultivos de cereal, trigo, escanda y el mismo maíz, pero para consumo humano


La casa, restaurada, presenta un corredor volado con un cuerpo macizo a su izquierda. A la derecha estaban las cuadras, Más atrás hay pumaradas y, arriba, los bosquetes de Los Pozones


Y a la izquierda, sobre los árboles autóctonos, las plantaciones de ocalitos al sur de La Llomba


Subimos un poco ahora por esta ladera oriental de La Llomba para luego bajar a Moratín


El Condao, L'Alpicón y La Vinada, bajo El Queixal, por donde baja la carretera en La Vueltona, y El Picu Pandu (289 m)


Un poco más allá, vemos la caída al valle del Regueiru'l Freisnu o de Doriga, reconociendo al sur algunas montañas


Y ahí tenemos de nuevo El Picu Castiellu de Bárzana, a cuyos pies está la aldea de Doriga, paso del Camino Primitivo. Más a lo lejos, La Sierra'l Pedroriu


No vemos Moratín ahora pero sí algunas instalaciones de la cantera junto a la que saldremos al Camino de Santiago


Seguimos subiendo entre los prados, al pie ya casi de las plantaciones de eucaliptos


Salas pertenece a lo que el catedrático de Geografía Manuel Ferrer Regales denominaba "montañas medias de occidente" que, hasta el gran éxodo rural y las transformaciones del campo astur al especializarse en pastos para ganado vacuno, tenían para este autor estas características:
"Dos sistemas de cultivos predominantes dependen en buena parte de la altitud, aunque en unos y otros pervive con bastante firmeza el cultivo en hojas (parcelas), que en la costa ha desaparecido. Sólo en las áreas más privilegiadas térmicamente han podido ser introducidos los forrajes que enriquecen la dieta ganadera. En las tierras bajas y medias, las aldeas continúan practicando la división del suelo en dos hojas, la una de trigo y la otra de maíz y patatas (alrededor del 70 por ciento de maíz y el resto de patatas); cuando levantan el trigo en agosto plantan nabos o alcacer; los nabos se recogen en marzo, sembrando entonces la patata, y el maíz se siembra el maíz..."

Sembrado de maíz, tal y como se ve según avanza el verano. Básicamente ya como planta forrajera. Borona y pan de escanda únicamente y en muy contados casos se hace para una ocasión especial, comprando la fariña en alguna tahona o tienda especializada, o adquiriendo el producto ya hecho, directamente


El mismo lugar en primavera temprana, antes de plantarse el maíz, una grande y verde pradería bajo La Vueltona


La existencia de alambradas siempre delata además los usos ganaderos del terreno


Acaba la cuesta y seguimos todo recto una vez más, dejando a nuestra derecha el camino que se dirige a Los Pozones


Y ahora empezamos de nuevo a llanear, caminando en dirección sur


Durante unos metros caminamos en llano, entrando así en la parroquia de Doriga


Ahora vamos a empezar a ver, a la derecha de El Castiellu, otra vez El Picu la Cutaniella y, a lo lejos la falda norte-noroeste del Picu las Pruyales y toda la loma hacia El Picu'l Pedroriu


Y comienza una bajada hacia Moratín, uno de tantos topónimos en mor que denominarían a lugares pedregosos, como lo sería este, al menos en el pasado


Recordemos que, en la Edad Media, se habla de estos parajes en los caminos a los puertos como muy feraces y despoblados, lo que favoreció la fundación de los hospitales de San Lázaro y San Xuan de Villapañada para socorrer a enfermos y caminantes, cediéndoles tierras para que fueren aforadas a campesinos que viniesen a establecerse y pusiesen la zona en explotación


Por lo que se sabe, no se hizo todo de un día para otro sino que tardó bastante, la misma fundación de San Xuan de Villapañada hubo de repetirse dos veces, ya que la misma no funcionó correctamente en el desamparo de aquellas soledades que eran estas montañas por entonces


Entramos en Moratín por El Sucu, donde una finca, cerrada y con portón, señala nuestra llegada al pueblo con este su arbolado ornamental


El Sucu es la zona más alta y esta primera casa con finca y jardín está ahora dedicada al turismo rural


Una tapia guarda el jardín, el camino sigue en bajada a la derecha hasta las siguientes casas


A la izquierda, detrás de las palmeras, está la piscina, a partir de aquí el camino se hace calle entre las casas del pueblo, de hábitat bastante concentrado


A la derecha una cuadra con pajar en la planta alta, hecha de ladrillo. A la izquierda la casa de El Sucu


Pasamos ahora entre la casa y el hórreo, por donde nosotros pasamos sobradamente bien, pero apenas lo hace un coche. Después seguimos todo de frente siempre cuesta abajo

Leandro Fernández de Moratín. Aguafuerte de José María Galván y Candela

Como antes contábamos, este pueblo es el de las raíces familiares de Leandro Fernández de Moratín, de ahí este su apellido, como bien informa Wikipedia al comienzo de su biografía:
"Nació en Madrid el 10 de marzo de 1760, de noble familia asturiana por parte de padre,​ el también poeta, dramaturgo y abogado Nicolás Fernández de Moratín. Su madre fue Isidora Cabo Conde, con raíces en Pastrana (Guadalajara). Se crio en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras y fundador y asiduo tertuliano de la Fonda de San Sebastián."

Su padre Nicolás Fernández de Moratín tampoco habría nacido en Asturias sino también en Madrid. Sería más atrás cuando los Moratín salen de Asturias. Un documento excepcional, publicado por  el escritor e investigador Javier F. Granda en el periódico La Nueva España del 25-2-2021, dentro del artículo titulado El origen salense de la familia Moratín (de la que procede el autor de "El sí de las niñas)": nos descubre a sus antecesores...
"Seguramente es conocido por todos que una rama de la familia del dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 10 de marzo de 1760 - París, 21 de junio de 1828, enterrado en el cementerio de Père-Lachaise, luego sus restos serían llevados a Madrid), autor, entre muchas otras, de la obra teatral "El sí de las niñas" (1806), procede del concejo de Salas, en concreto de la aldea de Moratín, que se encuentra en la parroquia de Santa Eulalia de Doriga. Menos conocido es un documento, transcrito en un libro de 1897, en el que, bajo el título “Información de limpieza de sangre é hidalguía”, se recoge con todo detalle el origen salense de la saga. 
Fue Leandro Fernández de Moratín amigo de Goya y protegido de Godoy, lo que hizo que fuese tachado de afrancesado, teniendo que huir finalmente a Francia después de un ajetreado periplo por diversas ciudades españolas. Su padre Nicolás Fernández de Moratín nace en Madrid el 20 de julio de 1737 donde fallece el 11 de mayo de 1780. Fue abogado, poeta y dramaturgo, y entre sus obras se encuentran varias piezas teatrales, el poema "Arte de las putas o Arte de putear", publicado en 1898, cien años después de su muerte, etc. Leandro editó en 1821 parte de su obra. 
Nicolás era hijo de Diego Fernández de Moratín, y éste de Domingo Fernández de Moratín. Siguiendo fuentes secundarias, nos topamos en la Biblioteca Nacional con el libro "Iriarte y su época", de Emilio Cotarelo y Mori (Madrid, 1897), donde se recoge la transcripción de lo que se denomina “Documentos referentes á D. Nicolás y D. Leandro Fernández de Moratín”, comenzando por la “Información de limpieza de sangre é hidalguía” en la que todas las referencias apuntan al lugar de Moratín, en Salas, de donde procede el núcleo familiar que se instala en Madrid en el siglo XVII. 
Así queda expresado, en el referido documento transcrito a continuación y que, por su riqueza de información, no se acorta y, que de lo cual, el 4 de enero de 1803 sacó el propio Leandro Fernández de Moratín testimonio de las diligencias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. Es, por tanto, documentación que él conocía y manejaba, quedando patente, siguiendo la documentación de partidas de nacimiento y matrimonios, que fuera su bisabuelo Domingo Fernández de Moratín, quién sale del concejo de Salas hacia Madrid en 1650. Los documentos refieren lo siguiente:

"Pedro Fernández, vecino del lugar de Moratín, del concejo de Salas, Principado de Asturias de Oviedo, en nombre de Diego Fernández Moratín, vecino de la villa de Madrid, y natural del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo, y mi primo, y como su poder-habiente, ante V. parezco, y digo: Que al derecho del susodicho conviene hacer información sumaria de su hidalguía y no­bleza y de cómo es hijo legitimo de Domingo Fernández Moratín, su padre, natural y originario del dicho lugar de Moratín, de dicha feligresía de Dóriga, y de María López de Leiguarda, su mujer, difuntos, residentes que fueron de dicha villa de Madrid. Y el dicho Domingo Fernández fué hijo legítimo de Tomás Fernández Moratín y María Suárez, su mujer; y el dicho Tomás fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer, todos naturales origina­rios de dicho lugar de Moratín; y por tales padres, hijos, nietos y biz­nietos, son y fueron habidos y tenidos comúnmente reputados, y todos ellos ansí el dicho mi primo, mi parte, como sus padres y abuelos y bisabuelos paternos son y han sido buenos cristianos viejos, limpios y de limpia sangre, no descendientes de moros ni judíos, ni de los nuevamente convertidos á nuestra Santa Fe Católica, ni han sido penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición ni otro ningún Tribunal, pública ni secretamente, antes bien todos ellos son y han sido hijosdalgo notorios, de sangre y de casa solar conocidos, y en esta posesión han estado y están quieta y pacífica, sin que jamás hayan pagado ninguna paga ni derrama que pagan los buenos hom­bres del estado llano, sin embargo de que los dichos sus abuelos y bisabuelos han tenido y gozado muchos bienes en dicha feligresía y los gozó el dicho Domingo Fernández, su padre, hasta el año pasado de 1650 que se ausentó de dicha feligresía y se fué á dicha villa de Madrid, adonde se casó con la dicha María López, con la cual, entre otros hijos é hijas, tuvo al dicho Diego Fernández, mi parte. Y por ser de las calidades referidas eran y son libres y exentos de todos pe­chos y derechos y han usado oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, guardándoles todos las preeminencias y fran­quicias que se guardan á los demás hijosdalgos de dicho Principado; de todo lo cual en su nombre ofrezco dicha información. 
Á Vm. pido y suplico me la reciba, y de ella me mande dar un traslado signado y en forma, con su auto de aprobación, y que el es­cribano de ayuntamiento me de fe del estado en que están en los pa­drones los abuelos y bisabuelos del susodicho, y todo debajo de un signo que protesto y de pagar derechos debidos que es justicia que pido, protesto, costas, juro en forma lo necesario, etc. 
Decreto 
—De la información que ofrece hacer, en su vista se pro­veerá justicia. Lo proveyó y mandó y firmó Su mrd. el Sr. D. Diego Fernández de Llamas Arango, Juez noble de la villa y concejo de Salas, por S. M. en las casas de Ayuntamiento de dicha villa y Abril 27 de 1719 años.—Diego Fernández de Llamas Arango.— Ante mí: Juan Francisco Rodríguez de Rubín.» 
Información 
—Hízose en Salas á 27 del mismo mes, compare­ciendo Pedro Fernández de Moratín, vecino de la feligresía de Dóriga, en aquel concejo, y presentó por testigo á Antonio Fernández, vecino del lugar de Moratín; juró y dijo ser de edad de setenta y cinco años; que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, resi­dente en Madrid, y conoció á su padre Domingo, el cual, como su mujer María Suárez, fueron vecinos de la feligresía de Dóriga, y que oyó decir que aquél fué hijo de Tomás Fernández y éste de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, vecinos del lugar de Moratín. Tam­bién absuelve las demás preguntas sobre limpieza de sangre, etc.— Pedro Álvarez de la Rebollada, vecino de la feligresía de San Antolín de las Dórigas, de noventa y tres años, dijo: que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, por haberlo visto en la villa de Madrid, y sabe que es hijo de dicho Domingo Fernández, difunto; y el testigo fué en su compañía el año pasado de 1650 á la dicha villa de Madrid, en donde se casó con María López de Leiguarda, y durante su matri­monio tuvieron, entre otros hijos, al dicho Diego Fernández, preten­diente, y como tal el testigo le vió criarle, y sabe que el dicho Do­mingo Fernández, padre del susodicho, fué hijo legítimo de Tomás Fernández y María Suárez, su mujer, difuntos, vecinos que fueron del dicho lugar de Moratín, á los cuales conoció el testigo, y sabe que el dicho Tomás Fernández fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer. Afirmó también la limpieza de san­gre y que «ni descienden de los Pizarros, ni de los Colonos, ni de otra familia sospechosa», siendo, al contrario, «de muy ilustres fami­lias, como constará de los padrones», y que «siempre han tenido y gozado mucha cantidad de bienes y hacienda» y «han usado y ejercido oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, como jueces ordinarios por el estado noble y alcaldes de la Santa Hermandad y procuradores generales; todo por el estado noble de hijosdalgo, sin que haya habido cosa en contrario».— Nicolás García de Losada, vecino de la feligresía de Dóriga, de ochenta y nueve años, dijo: «que bien conoce al dicho Diego Fernández, vecino de la villa de Madrid, y natural y original del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo»; que vió en Madrid á los padres, y afirma los demás extremos, y que no desciende de los Pizarros ni Colonos, etc. Siguen las declaraciones de otros testigos de setenta y nueve y ochen­ta años, que han conocido á D. Diego y á su padre: uno de ellos dice que María López Leiguarda era natural del concejo de Miranda."

En el mismo día solicitó Pedro Fernández que se certificase sobre el estado de su parte y ascendientes en los padrones. Se practicó la diligencia, y en los padrones de 1611 a 1644 aparecen como hijos­dalgo Domingo Fernández Tolín y Tomás Fernández de Moratín, su hijo. Desde 1644 a 1670, consta Domingo Fernández hijo de Tomás (30 de Abril de 1719). Siguen las legalizaciones y el 4 de enero de 1803 sacó Don Leandro Fernández de Moratín testimonio de estas diligen­cias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. En este mismo códice de la Biblioteca Nacional (T-447), hay diversa documentación entre la que se encuentra la partida de bautismo de D. Leandro Fernández de Moratín, en la iglesia parroquial de San Sebastián de Madrid, el 12 de Marzo de 1760."


No sabemos cual sería la casa familiar de los Moratín pero acaso podría averiguarse o, al menos y si no está en pie, conocer el lugar en el que estaba, colocando la correspondiente placa, detalle no muy costoso y sí, creemos de gran gusto y mejor homenaje


El camino sigue calle abajo viendo ya muy cerca las instalaciones de Calizas la Doriga, que anuncian la confluencia de caminos


Aunque no encontremos casas ni señales el camino parece claro: seguir bajando, entre las casas, en dirección a la cantera


El Picu Pandu ante nosotros y sobre los terrenos de Las Valdegodas y La Pumariega


La calle principal es fácil de seguir, más ancha y mejor asfaltada que las laterales que son acceso a las casas y a sus fincas y terrenos. El pueblo se extiende a lo largo del camino


Hórreo sobre bodega de piedra, observemos la pared de ladrillo hecha en la alta subidoria, sin duda para darle más seguridad


Observemos aquí la flecha amarilla, casi borrada, en el suelo


Una construcción interesante, de tejado a cuatro aguas, con un diminuto ventanuco y una puerta a la que se accede por una escalera de cuatro peldaños


Al lado, una forna u horno de los que se empleaban para arroxar o cocer el pan, todo ello en una especie de porche formado por un alerón del tejado sostenido por dos columnas de madera


Seguidamente, nos encontramos con una casa muy interesante y que, a pesar de las reformas y arreglos que pudo tener, parece bastante antigua, con piso alto al que se accede por escalera también guardada por otro porche o antoxana, cerrado como una pequeña corrada


Llegamos a las últimas casas de Moratín, donde acaba la bajada, el camino hace un poco más allá una curva a la derecha


Saliendo de Moratín pensamos en las casas que acabamos de dejar atrás y pensamos si alguna de ellas sería de la que salió la estirpe de Leandro Fernández de Moratín


En la curva, a la izquierda, una señal nos confirma que estamos en el camino de Doriga, la cabeza de la parroquia



No llegaremos a Doriga, pues enlazaremos antes con el Camino Primitivo, pero la señal nos confirma que vamos por el trayecto correcto. Al lado antigua fuente, abrevadero y, más allá, lavadero, ya en desuso


El camino hace aquí en Las Valdegodas una 'S', serpenteando y bordeando este prado llano en el que pastan las vacas, viendo ya muy cerca el viaducto de la autovía


Es una deliciosa campera que nos ofrece un paisaje bucólico en comparación con el tramo por el que vamos a pasar ahora hasta el viaducto



Y es que justo en la curva, en las inmediaciones de El Pandón, comienza la cantera de Calizas la Doriga. Ahí vemos algo de su escombrera



Las señales de límite de velocidad con fondo amarillo y el cartel que pone PELIGRO EXPLOTACIÓN MINERA advierten de paso de vehículos pesados y maquinaria



Un vallado cierra la escombrera, pasando la curva veremos el gran tajo abierto de la cantera en la montaña


El viaducto, ya a un paso, fijémonos en la inclinación de su rampa. Nuestro camino empieza aquí a bajar



Según pasamos miramos a la izquierda


Enorme socavón e instalaciones industriales. Esta foto es un domingo, pero en días laborales hay una importante actividad


"Hay algunas canteras de mármol rojo y gris de buena calidad", dice la Gran Enciclopedia Asturiana, si bien esta empresa se dedica a la "Extracción, transformación, trituración y compra venta de áridos, fabricación de asfaltos, promoción de edificaciones, extracción y trabajo mecánico en general y alquiler de maquinaria industrial", tal y como leemos en El Econonomista


El camino es aquí una pista muy ancha que permite el tránsito con holgura de camiones y maquinaria. Un guardarraíl comienza a nuestra derecha y seguirá durante todo el tramo que se extiende ante la cantera


Por esas arboledas de la izquierda viene desde el arranque del viaducto el Camino de Santiago. Ahí nos uniremos con él y bajaremos por el bosque hacia La Ponte o Las Casas del Puente, también de esta parroquia de La Rodriga


Un poco más allá del puente, una línea de arbolado ribereño delata el curso del Narcea. Un poco más arriba volvemos también a ver Suburriba o Sobrerriba


El Camino subirá allí desde el monasterio de San Salvador de Cornellana, pasando por las casas de la derecha (las que se ven encima del puente) y sigue hacia las del fondo para subir a los bosques de Las Tieras, El Ricabo y El Campu los Vaqueiros, en ruta a Llamas, parroquia de Villazón


Son los lugares de Los Corros, Los Pedreos, La Debesa y, al fondo, El Barrio Ramón, por donde saldremos del pueblo subiendo el monte hacia la derecha


Más a la derecha y apartada está la casería de La Casada, en medio de una llanura. Por ahí subía entes el Camino, antes de que lo cortase la autovía


A la derecha de La Casada vemos los tremendos desmontes de la A-63, bajo Folgueirinas. Abajo a la derecha tenemos algunos edificios de Cornellana



La pista minera no es de asfalto sino de zahorra y, cuando está la explotación en activo, puede haber en ocasiones bastante polvo en el aire


Según avanzamos iremos viendo un poco más de Cornellana, bajo el monte de La Llomba (282 m), en La Sierra Faxas o de Folgueirinas


La Llomban El Monte la Escita y El Cierru y La Güerta Santueña, todo plantado de ocalitos hasta, abajo, los prados de las casa de La Novalle y el barrio Las Peñas. Más abajo son los edificios de la Avenida Prudencio Fernández Pelló


Un poco al pie de dichos edificios el Camino de Santiago cruza el río Nonaya para llegar al monasterio de San Salvador de Cornellana, cuyas torres de la iglesia vemos en su piso superior, así como los tejados del claustro


Pasamos ahora junto al socavón de la cantera. La pista comienza una cuesta hasta la entrada de las dependencias mineras, localizadas un poco más arriba


Pronto este paisaje industrial cambiará totalmente para adentrarnos en la espesura de este bosque


Y bajar por él al Corredor del Narcea, de cuyo asfalto nos libraremos siguiendo una senda paralela hasta La Rodriga y, de allí, a Cornellana


Cornellana extendió su caserío a partir del nuevo puente construido para sustituir al de La Ponte o Las Casas del Puente, acaso de origen romano, que tiró abajo una riada en el año 1511 y que estaba justo aquí debajo, unos metros a la derecha del viaducto actual


Desde el antiguo puente, donde se libró cruenta batalla entre Ramiro I y Nepociano para suceder a Alfonso II El Casto, el viejo Camino iba directamente al monasterio de San Salvador, donde los peregrinos solicitaban acogida. Cuando el río se lo llevó se habilitó un servicio de barquerías, pero hubo de hacerse una pasarela de madera dado que gentes y peregrinos continuaban hacia el occidente por la llamada senda ribereña del Narcea, apartándose considerablemente del Camín Real y creando una nueva ruta que, de consolidarse, podría marginar a la vieja ruta


Del monasterio vemos una de las dos torres barrocas de la iglesia y una torre románica recrecida posteriormente, así como la cabecera románica con su ábside central semicircular y el actual Camino, que pasa por detrás, junto a dicho ábside, para subir a Suburriba o Sobrerriba y que, en ese trecho, coincidiría con el que iba a él desde el viejo puente


Y ya volvemos a ver también la corona del Muxagre de nuevo, encima de La Sierra Faxas, dominando como siempre el paisaje


En esta zona de han plantado algunos árboles para minimizar en lo posible el impacto de la cantera


Más señales de obras al final de esta rampa, a la derecha la entrada, estemos muy atentos al paso de camiones, entrando y saliendo


Aquí se unen las dos rutas, la procedente de Doriga  y esta de Cabruñana. Volvemos a ver los mojones camineros y emprendemos la bajada al valle, rumbo a La Ponte, La Rodriga y Cornellana


Tramo llano. A partir del acceso a la cantera el cierre lo constituyen unas grandes chapas metálicas


En ellas, hay pintadas un par de grandes flechas amarillas, esta es una de ellas


Fila de arbustos plantados. La pista hace una curva a la izquierda cuando ya llegamos al borde del bosque...


Al final de esta espesura nos desviaremos a la derecha y enlazaremos con el trazado oficial del Camino Primitivo para meternos en ella...


A la izquierda, maquinaria de la cantera, torre de alta tensión y un vallado


A la derecha, en una explanada al lado del camino, se apilan contenedores


Seguimos todo recto: mucha atención ahora al desvío, pues está en el siguiente cruce, unos metros más adelante


Prestemos atención, pues no es difícil despistarse y seguir de frente por esta pista cuando hay de desviarse enseguida...


Ahí tenemos el desvío, poco antes del arranque del viaducto de la autovía


No hay mojón, solamente una pequeña y endeble señal nos indica ir a la derecha


Colocada en un montón de piedras, pero fijémonos también en el suelo



Aquí hay una flecha amarilla pintada y, de frente, sube el Camino de Santiago tras pasar bajo el viaducto


AQUÍ PUES SE UNEN LOS DOS CAMINOS: PERO ATENCIÓN, HAY QUE IR AHORA DE NUEVO A LA DERECHA, metiéndonos en el bosque, tal y como habíamos dicho


Aquí está el mojón de la señalización oficial del Camino de Santiago. Ahora los dos caminos vuelven a ser uno, bajando a La Ponte o Las Casas del Puente camino de La Rodriga y Cornellana...






























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