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martes, 20 de abril de 2021

EL FARO DE TAPIA (ASTURIAS). VARIANTE DE TAPIA (2 bis): LA AVENIDA DEL MUELLE, A ILLA Y SAN SEBASTIÁN


El Faro de Tapia

Puerto de Tapia, Plaza del Mar: a la derecha Avenida del Muelle, camino del faro. A la izquierda San Blas

Sin duda el gran polo de atracción de la llamada Variante de Tapia, en la costa más occidental de Asturias y a un paso nada más de Galicia en el Camino Norte, sea la propia visita a la villa tapiega, si bien en la actualidad las conchas jacobeas y las flechas amarillas suben desde Represas al Campogrande, saliendo de la villa siguiendo la Avenida de Galicia tras pasar por la parte posterior de la iglesia, sin bajar al puerto, origen de la población, en cuyas inmediaciones estuvo además el hospital de peregrinos


Por ello nosotros proponemos, en la correspondiente entrada de blog, visitar dicho Campogrande, donde están los edificios construidos tras constituirse Tapia como capital de un nuevo concejo, desgajado de Castropol en 1863 (iglesia, ayuntamiento, instituto, escuelas), y seguidamente bajar al muelle y conocer el histórico puerto, dedicándole un apartado especial, según subimos por el paseo marítimo (a la izquierda de la foto) hacia San Blas, Os Cañóis y las playas, donde nos reunimos con el camino oficial en dicha Avenida de Galicia, antes de A Volta y A Xungueira


En ese recorrido podremos pues acercarnos al puerto y recorrer algo del barrio de San Blas, antes de dirigirnos al mirador de Os Cañóis, la piscina de agua salada y las playas de A Ribeiría, As Furadas, Maleguas (El Murallón), Os Campos y Anguileiro, pero con una de nuestras frases favoritas, "si estamos bien de fuerzas, tiempo y ganas" podemos proponer una ruta urbana y marítima desde esta Plaza o Plazoleta del Mar a lo largo de la Avenida del Muelle (a la derecha de la foto) hasta el Faro de Tapia, también con excelentes vistas de las costas asturianas y gallegas, conociendo también un poco el barrio de San Sebastián, hasta la capilla de esta advocación, bajando luego aquí de regreso y retomando la subida a San Blas y Os Cañóis


La escultura en bronce Homenaje a los hombres y mujeres de la mar, de Roberto Cartategui e instalada en 1999, señalará para nosotros esta bifurcación, en la que iremos pues a la derecha, para regresar a ella una vez finalizado este recorrido


En esta Plazoleta del Mar abren sus puertas y sacan sus terrazas varios establecimientos hosteleros. Las antiguas tascas marineras y algunas bodegas de enseres y aperos bajo las casas de los pescadores se transformaron en nuevos establecimientos a raíz del despegue turístico acontecido ya a mediados de la década de 1950, prácticamente justo al acabar la posguerra. Incluso un antiguo periódico local, El Faro de Tapia, que se editó durante unos meses en 1898 y 1899, volvió a salir a la luz, pero como órgano del Centro de Iniciativas y Turismo de Tapia, el 7 de enero de 1956 con un editorial de la que plasmamos esta parte:
"Primero queremos servir la apetencia de noticias de quienes viven dentro y fuera del concejo, vecinos a él o lejanos, tras la singladura atlántica, residiendo en América, pues no en vano ha sido sugerencia suya en gran parte el que acometamos la edición del periódico con pretensiones de cordial y caluroso mensaje para cura de nostalgias allende los mares... (...) 
... y queremos, también, que no se encoja en los límites del término municipal, sino que esté dedicado, referido, hecho todo él, en definitiva, en todo el Occidente de Asturias, desde los Oscos a Villayón y desde Luarca a Vegadeo"  

Ciertamente tampoco duró mucho más en esta nueva singladura, su último número salió el 7 de diciembre de 1958, pero fue un gran referente en las nunca muy numerosas ni durables iniciativas periodísticas existentes por entonces en el occidente asturiano. Su último editorial decía:

"El Faro dice ¡hasta la vista! Quizás este número sea el último de El Faro de Tapia, debido a una crisis interna producida por una aguda falta de fondos para afrontar los gastos de la empresa. Hasta ahora fiábamos  en el pago de las suscripciones de ultramar, lo que nos causó engorrosos trámites para cantidades realmente insignificantes. Dejamos el envío del importe a la voluntad de los tapiegos, naviegos, castropolenses,  vegadenses, boalenses, etc y hasta luarqueses de allende los mares que recibían puntualmente el periódico. Pero, apenas, si hemos recibido una octava parte de nuestro crédito.

 Además, muchos tapiegos que se dicen amantes de su villa, que han visto incrementar su negocio gracias a los veraneantes que ha traído EL FARO, apenas si quieren saber nada de esta crisis por la que atraviesa nuestro portavoz. Ellos debieran ser los que mediante la contrapartida de anuncios, mantuvieran la salida puntual de EL FARO, hasta salir de este déficit. La decadencia del FARO indica, en cierto modo, la decadencia de Tapia, que se queda sin voz para exponer sus problemas.  

De no buscarse una solución antes del próximo mes de enero, EL FARO DE TAPIA dice a sus lectores ¡hasta la vista! Es posible que a la larga se eche de menos la compañía de este periodiquín y nos decidamos a patrocinar de algún modo su reaparición. 
Entretanto, deseamos a todos nuestros lectores y anunciantes felices Pascuas y próspero Año Nuevo"

Otra iniciativa, más reciente, fue la revista Entrambasauguas. A revista del Navia-Eo, publicada entre 1996 y 2009, donde se publicaban artículos de todo tipo, algunos dedicados a establecimientos con solera, como El Rincón del Pescador de Tapia (1972-1993) que existió en esta plaza durante esos años, publicado por Félix Martín Martínez, y que nos atrevemos a traducir, pues es una buena muestra de cómo nacieron estos negocios:
"En abril de 1972 se abrió en la zona portuaria tapiega, en la llamada "Plazoleta del Mar", el que sería unos de los sitios más emblemáticos de la hostelería tapiega. Josemari Martínez, personaje muy popular en la villa, fue el primer dueño de este establecimiento que, con su decoración a base de paredes revestidas de madera además de piedra vista y motivos marineros, se convirtió en mucho más que un rincón hostelero. Todo eso hizo que pronto fuese un sitio ideal, no solo para el alterne y el encuentro, sino para la fiesta y bohemia

La casa donde se puso el Rincón del Pescador es de José Fernández, hermano de Eleuterio (Terín), dueño que fue de la fábrica de conservas del mismo nombre en San Martín, que después de emigrar en su día a Cuba, vive actualmente en Miami (Florida)

En un principio el Rincón del Pescador fue concebido sobre todo como sitio de encuentro de los marineros tapiegos que, al precio inicial de dos pesetas, podían tomar un chanqueiro (vaso) de vino. Un cubalibre costaba en aquel tiempo cuarenta pesetas

En la parte de arriba había un pequeño desván cerrado para encuentros más tranquilos y donde la máquina de discos sencillos sonaba al gusto del cliente y al precio de cinco pesetas por canción. Fuera, el Rincón abría durante el verano una terraza alargada también a base de mobiliario rústico con mesas y tayolos (sillas de tres patas) de madera

Ante el éxito de la iniciativa llegan los primeros cambios y transformaciones 

Enseguida la popularidad de este bar fue tan grande, sobre todo por las sardinas asadas, bonito y demás exquisiteces marineras, que le hicieron acreedor de una página en la revista de hostelería, publicada en Madrid, Cinco Estrellas, en julio de 1972. El menú del día de 1980 costaba 125 pesetas y lo cocinaba magistralmente la madre de Josemari, Cristina del Súcaro

 Pronto la concurrida clientela le sugirió al dueño la necesidad de una reforma, abriendo el desván como si fuese una tribuna, cosa que lo hizo más cómodo y espacioso, además de improvisada pista de baile cuando la ocasión lo pedía. El Rincón incorporó por esta época un equipo de música y empezó a popularizar las noches de bohemia y cántigas, sobre todo en el verano y primavera, tiempo en el que celebraba una fiesta para escoger "miss abeja" y "míster zángano". Pero sin duda el antroido (carnaval) fue el acontecimiento festivo más importante del Rincón y en el que Josemari, ya de Lola Flores, ya de Norma Duval, fue la mejor estrella. También el baile de la noche de fin de año se festejaba de la manera más concurrida y divertida 

Ya mediando la década de 1980 el chigre con casa de comidas se transforma en bar de copas 

En 1984 lo que hasta aquí fuera bar con horario de mañana y tarde, pasó a ser un bar de copas, con horario de tarde, noche y madrugada, ahora llamado El Rincón. La música disco pasó  a ser la protagonista con la mejor selección de la temporada. A partir de aquí, sobre todo desde 1987, año en el cerró en Tapia el cine El Edén, El Rincón incorporó un equipo de reproducción de vídeo, poniendo una película cada noche. Las paredes tenían una cartelera guapísima, de la que recordamos Lo que el viento se llevó, Al Este del Edén y Casablanca. Aunque mantenía su decoración original de 1972, Josemari añadía cada año algunas novedades decorativas y siempre con un gusto artístico indudable. Precisamente fue su gran afición por la pintura lo que le llevó a dejar su labor hostelera para dedicarse exclusivamente al arte. Estamos seguros de que, aunque Tapia perdió un buen hostelero, ganó un mejor artista

Acabando los años 80 se produce su traspaso y ya el periodo final de la existencia de El Rincón 

En 1988 El Rincón se traspasó al también tapiego José Francisco Arias Méndez (Quico Pachilán) y al ovetense Miguel Reigada Reche (Miguel el Joyero), para quedar en las manos del primero al año siguiente y hasta 1993, cuando lo compró la tapìega Lucía García García, que lo regentó en compañía de su hermana Rosa hasta 1997, año en el que cerró definitivamente" 

A la izquierda vemos la explanada del puerto y el inicio de la rampa, con la subida a Os Cañóis a la izquierda, al otro lado del muelle, así como las casas de A Guardia y barrio de San Blas, donde dicen para esta parte El Outra Banda, el otro lado


A la derecha el Club de Surf Picante, fundado en 1990 por Diego Méndez, discípulo que fue de los tan recordados hermanos Peter y Robert Gulley, quienes introdujeron en Tapìa con éxito el deporte del surf. El 6-8-2008, Tania Cascudo reseñaba esta historia en La Nueva España, dando noticia del regreso de Robert Gulley a Tapia con motivo de su homenaje, visitando además a su alumno, con la crónica El surf tapiego vuelve a sus raíces:
"Hace dieciocho años que Diego Méndez creó en Tapia el Club de Surf Picante. Su objetivo principal es impulsar e inculcar entre las nuevas generaciones un deporte que él aprendió cuando era niño. Sus maestros fueron dos surfistas australianos, Peter y Robert Gulley, quienes, casualidades de la vida, llegaron a Tapia para seducir al Cantábrico con un deporte aún desconocido en sus orillas 
Estos dos jóvenes de 18 y 17 años recorrían el mundo descubriendo nuevas playas en las que surfear hasta que se enamoraron de las olas tapiegas. Y en Tapia se quedaron durante cuatro meses, en los que hicieron amigos y, sobre todo, sembraron la semilla de un deporte que enseñaron a los chavales del pueblo. Uno de esos chavales era Diego Méndez, quien ahora se ha reencontrado con su maestro. 

El aspecto actual del puerto de Tapia se debe a las profundas reformas realizadas los años siguientes a la creación de este concejo en 1863, así como a la transformación de esta población en su villa y capital, proceso auspiciado por el influyente Fernando Fernández Casariego, cuyo sobrino Fernando Pérez Casariego haría realidad este puerto, que en tiempos fue comercial además de pesquero

El puerto de Tapia ya aparece documentado en el año 1300 en la Carta Puebla de Castropol como puerto de las "Tapias, con sus azores, azoreros y montalgos", constatándose, como en todos los del Cantábrico, la presencia de balleneros vascos, en concreto de Orio, aparece documentada en el siglo XVII en una reunión entre estos y los vecinos del lugar, a la vez que también aparecen en otros lugares de esta costa. Algunos apellidos actuales parecen tener ese origen, es posible que ya en el siglo XIII visitasen estas cosas y posteriormente comenzasen a asentarse. Su actividad cesaría con la práctica extinción de los cetáceos del Cantábrico en el siglo XVIII

Más antiguamente estas serían ensenadas y embarcaderos naturales de los pobladores castreños. La protección de la dársena natural y la facilidad para la arribada de embarcaciones en el antiguo arenal aquí existente, hicieron de este un buen lugar para el asentamiento de pobladores permanentes desde la remota prehistoria

El propio topónimo Tapia parece delatar antiguas construcciones de viejos muros o tapias para protegerse de los vientos marinos, paredes que se veían desde la lejanía, empleadas para proteger los campos de cultivo de la salinidad y de la arena

Del viejo puerto se conocen ya en la Edad Media y Moderna los primeros barrios de pescadores, San Sebastián, San Martín, San Blas o San Esteban, pero aunque no haya testimonios escritos es fácil suponer que el abrigo natural del embarcadero era ya empleado desde la prehistoria, y los pobladores del castro El Toxal, antecesor de la actual Tapia, lo aprovechaban

El puerto medieval estaría vinculado a los balleneros hasta la práctica extinción de los cetáceos en el siglo XVII. Incluso en algún momento se especuló con la posibilidad que hubiesen sido ellos los fundadores de Tapia, entonces aldeas de las parroquias San Martín y San Esteban, aunque se estima que fue realmente un establecimiento permanente de los mismos en una población preexistente, tal y como existían en otros muchos puertos cantábricos

Aquí desembocaba el Regueiro del Córrigos, desviado de su curso original hacia el Ribeiro de Represas en el siglo XVII con la finalidad de proporcionar fuerza motriz a un molino harinero. En la antigua desembocadura de formaba un lago, El Espinadal

El gran muelle pesquero actual se debe pues al benefactor Fernando Fernández Casariego, marqués de Casariego y Vizconde de Tapia, el magnate que consiguió hacer de Tapia villa y concejo independiente, si bien sería en realidad su sobrino Fernando Pérez Casariego quien, como la nueva iglesia, que acabamos de ver, lo haría realidad. Este firmaría el primer proyecto, presentado en 1864 en el Ministerio de Fomento, que se echaría abajo a causa de su presupuesto de 5.295.542 reales de vellón, con la idea que fuesen aportados a partes iguales por el benefactor y el Estado

Así fue que el siguiente proyecto, de 1869, con un presupuesto de 312.794 reales, fue aprobado el 29 de marzo de 1870, acabándose las obras en 1880. El IPAA o Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias cataloga así sus muelles:

"El puerto de Tapia es una amplia construcción compuesta por cuatro diques o muelles, todos construidos con granito de Galicia entre 1870-1780. Todas sus características constructivas y estructurales no han variado en exceso hasta hoy día. Los diques son los de Afuera (muelle de Fora), que avanza hacia el Oeste desde la Isla del Faro, de 135 m de longitud; dique del Rocín, al Oeste, que arranca próximo a la punta de San Blas, de 105 m de longitud; dique de Entreislas, que une la Isla de Faro con tierra firme y mide 55 m; y finalmente, muelle de Tierra o de Comercio, de 140 m de longitud y con una cabeza de forma trapezoidal cuya base mide 45 m de ancho. Precisamente, ahí se ubica la casa del benefactor, Pérez Casariego. Todos ellos forman un espléndido conjunto de ingeniería. Algunas de sus partes fueron alteradas"

 En 1946, se reconstruyó el dique de Afuera y se repararon los de Rocín y Entreislas (al fondo), el segundo comunicación terrestres con A Illa de Tapia, donde está el faro, que veremos enseguida, siendo todos proyectos del ingeniero José Álvarez Castelao, así como más tarde el de la reparación, entre 1949 y 1952, del pavimento del muelle de Tierra, trabajo adjudicado a Ramón Pérez González. En 1953, se aprobó también de Castelao el proyecto de Edificio para rula y vivienda del guardamuelles, así como en 1954 el del secadero de redes de San Martín


Al otro lado, la cuesta a San Blas y Os Cañóis pasa al pie de la Casa del Mar 
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En la página del Ayuntamiento de Tapia dedicada al puerto este se presenta así:
 "El puerto de Tapia es una amplia construcción compuesta por cuatro diques o muelles, todos construidos con granito de Galicia entre 1780-1870. Todas sus características constructivas y estructurales no han variado en exceso hasta hoy día. Los diques son los de Afuera (muelle de Fora), que avanza hacia el Oeste desde la Isla del Faro, de 135 m de longitud; dique del Rocín, al Oeste, que arranca próximo a la punta de San Blas, de 105 m de longitud; dique de Entreislas, que une la Isla de Faro con tierra firme y mide 55 m; y finalmente, muelle de Tierra o de Comercio, de 140 m de longitud y con una cabeza de forma trapezoidal cuya base mide 45 m de ancho. Precisamente, ahí se ubica la casa del benefactor, Pérez Casariego. Todos ellos forman  un espléndido conjunto de ingeniería. Algunas de sus partes fueron alteradas"

Vemos El Revertedoiro, donde estaba uno de los elementos vinculados a las infraestructuras portuarias de la primera mitad del siglo XX, un depósito de agua para abastecer a los buques a vapor, hecho de mampostería de pizarra local y con una capacidad de 100 m3, así como un sistema de tuberías que lo conectaban con la explanada del muelle hasta los buques allí amarrados


Más antiguamente, este abastecimiento se realizaba en la misma dársena desde barcazas-aljibe, esto es, con un gran tonel, lo que era un sistema muy engorroso y costoso de realizar bien y en condiciones


Cofradía de Pescadores San Pedro, fundada por el Ayuntamiento de Tapia el 14 de abril de 1927 como Pósito de Pescadores San Pedro de Tapia, asociándose a ella 71 miembros. En 1944 cambió su nombre al actual


Solían antaño predominar en la rula las subastas de bonito, sardina, bocarte, paparda, abadejo, chicharro, rodaballo, raya, congrio, y mariscos como langostas, centollos, nécoras y percebes. Ahora el pulpo viene a ser de las especies más preciadas


La cofradía llegó a tener más de 200 asociados en su momento de esplendor. Allí por el 2009 ya había solo 30 para siete embarcaciones de la que solo una, el Siempre Terín, faenaba en las aguas comunitarias del Gran Sol. Así lo contaba Ignacio Pulido en Una Faena del Marqués de Casariego, artículo para la Nueva España del 20 de marzo de ese año:
"Durante las últimas décadas la flota tapiega ha visto mermado su número de embarcaciones. José Méndez, un pescador tapiego que ya disfruta de su jubilación, recuerda la última vapora que surcó las aguas del puerto tapiego. «La vapora "Campesina" estuvo en funcionamiento hasta 1955. Recuerdo cómo el puerto se llenaba en aquella época de embarcaciones al final de la costera del bocarte», apunta Méndez, quien añade que llegaban a Tapia pesqueros procedentes de San Juan de la Arena, Cudillero, Luarca, Burela y Bermeo, entre otros. «Empezábamos la costera en las aguas del golfo de Vizcaya y después íbamos avanzando hacia el Oeste, por lo que amarrábamos en los puertos que encontrábamos de paso», comenta Méndez mientras recuerda las largas jornadas como patrón del «Madre Cristina»

Y es el reportaje se reseña también el gran problema del puerto, común a otros muchos, el calado y el dragado:
"Quizás el principal problema del puerto tapiego sea su poco calado. El último dragado tuvo lugar en 1954 y desde entonces la corriente colmata el muelle con arena. «En muchas zonas tenemos que echarnos al agua para salir a tierra cuando hay mareas vivas. La acumulación de materiales es tal que incluso hizo desaparecer casi por completo una antigua cetaria de mareas», apunta González, que a su vez teme que un posible dragado ocasione derrumbes de no asegurarse los diques, que tras más de cien años de historia mantienen el tipo cumpliendo la tarea que les fue encomendada: servir como refugio a los hombres de la mar"

 Paisaje y paisanaje tapiegos de los que uno de sus grandes cronistas es el gran escritor Manuel Díaz Aledo, y así nos lo describe en sus recuerdos Desde El Faro de Tapia:

" El muelle de Tapia era, para los niños de entonces, de una profunda atracción. Nos quedábamos extasiados ante un barco de pesca que entraba o salía del puerto, ante la descarga de pescado en cajas que se apilaban o arrastraban hasta la cercana Rula o Pósito de Pescadores, ante los preparativos de las redes de un pequeño bote de remos o vela que se disponía a salir para pescar de noche, ante la subida a bordo de los marineros listos para zarpar. Todo era objeto de admiración y contemplación. Conocíamos a todos los barcos y botes de pesca de Tapia. Veíamos una y mil veces su puente, su casco con el nombre en un costado, la imagen de la Virgen que solían llevar todos ellos en el frente del puente o adosada a un palo"

También nos habla este autor de algunos de los grandes pescadores tapiegos de mediados los años 50 del siglo XX, como el Patrón Mayor José Señeirz, o Manuel Méndez, Luis González Vigier, Ramón Santa María, Manuel López,, Francisco Méndez Presno, José Arias, José Ramón Díaz, o los armadores Ángeles y Adolfo Pola, Juan y Manuel Mariñas; el rulero de la Cofradía de Pescadores Casiano Cuervo o las exportadoras de pescado Carmen Pérez Loza y Amalia López

 En la cofradía aún se rula el pescado a viva voz, como antiguamente

Seguidamente otro edificio importante, el de la Cruz Roja, uno de los primeras asambleas de esta institución en Asturias, creado en 1893, tal y como leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana (tomo 16, voz Cruz Roja). En 1972 se creó la Cruz Roja del Mar. De ello hallamos información oportuna, así como una pormenorizada historia, así como reflejo de sus actividades en sus boletines anuales, este por ejemplo del año 2000:

"ASAMBLEAS LOCALES

 Forma de organización básica de la institución. En Asturias hay constituidas 23 Asambleas Locales ubicadas en las siguientes localidades: Avilés, Candás, Cangas de Onís, Cangas del Narcea, Figueras, Gijón, Grado, Langreo, Lastres, Laviana, Lena, Luarca, Llanes, Mieres, Moreda, Oscos, Oviedo, Pravia, Ribadesella, Siero, Tapia, Tineo y Villaviciosa"


Y esto, que también implica directamente a Tapia como base de salvamento marítimo:
"El programa de Salvamento Marítimo desarrolla acciones como el salvamento de vidas humanas, la búsqueda y rescate de personas desaparecidas y el apoyo en operaciones en las que intervengan diferentes unidades. Para la realización de estas actividades, la institución cuenta en Asturias con seis Bases Marítimas, cuatro de ellas en convenio con el CEISPA a través de embarcaciones denominadas "Asturmar" y ubicadas en las localidades de Avilés, Lastres, Luarca y Tapia"

Durante la Crisis del Coronavirus colaboró en diferentes iniciativas, como esta, plasmada en el periódico El Comercio del 20-5-2020:

"El Ayuntamiento de Tapia, en colaboración con Cruz Roja, ha repartido 3.000 mascarillas quirúrgicas en la zona rural del municipio. Para ello, se escogieron puntos estratégicos como restaurantes, estancos, paradas de autobús, plazas, centros culturales, parques o accesos a arenales, a los que los vecinos pudieron desplazarse tanto a pie como en coche. Las tareas se iniciaron el lunes por la tarde en las localidades de Campos, Salave, Mántaras y Casariego. Continuaron durante toda la jornada de ayer en La Roda, Acevedo, Reiriz, El Valle de San Agustín, La Veguina, Santa Gadea, Villamil, Serantes, Rapalcuarto y Calambre. En los próximos días está previsto que el reparto se extienda por el casco urbano de la villa. Semanas atrás, voluntarios de Protección Civil habían realizado un reparto de mascarillas en el transporte público"

Según caminamos seguimos admirando esta fantástica vista del muelle tapiegoCuando se hizo el puerto, este llegó a tener una importante actividad comercial, tanto de importación como de exportación: se desembarcaba vino, aceite, manufacturas, legumbres y cementos, y se embarcaba mineral de hierro de las cercanas minas, madera, conservas de las factorías locales, salazones, langostas, ganado vivo, e incluso huevos

Desplazado comercialmente por otros pujantes puertos cantábricos, Tapia se especializó en pesca a partir de los años de la década de 1920, a la par que se fundaban varias de aquellas famosas conserveras Se dice que en los buenos años de la conserva el fondo del puerto era de color blanco a causa de la cantidad de pescado sobrante que se tiraba al mar, y aunque eran tiempos de fame no se pensaba en ello como alimento

Luego el uso de cámaras frigoríficas y el descenso de las capturas pusieron fin a aquellos tiempos. En nuestros días pulpo y percebe vienen a ser sus más preciadas capturas, si bien el puerto, se va especializando también en otra industria, la del turismo y el ocio


Esta Avenida del Muelle es un magnífico paseo sobre el puerto que no pocas veces ha sufrido y sufre graves quebrantos y destrozos del bar embravecido, golpeando contra los diques, pareciendo a veces la noticia en el mencionado periódico local El Faro de Tapia:
"En una ocasión, el 7 de enero de 1958, un golpe de mar arrancó de cuajo una torreta de señales en el puerto. Era en la primera quincena de un mes de diciembre, duro como casi todos  los años. Un fuerte temporal había descargado sobre toda la costa norteña y el litoral de Tapia.  Ante el estado de la mar, los pescadores  vararon con prontitud sus lanchas en tierra. Las olas saltaban furiosas sobre las defensas del puerto y corrían por el interior de la dársena hasta llegar a los muelles de descarga. Por la noche, de uno de esos días, un fuerte golpe de mar arrancó por su base una de las torretas de señales luminosas del puerto. Ese mismo temporal dejó sin luz a la mayor parte de los vecinos del pueblo y  proximidades"

Las casas se alzan sobre la calle, asentadas sobre la roca viva


Y aquí en este muro podremos detenernos un instante a ver una placa informativa


Hay fotos actuales y de época y varios textos explicativos


Aquí también tenemos un mapa de la población


Historia del puerto


El Catastro de Ensenada y el Marqués de Casariego


Los muelles y su construcción


Al lado mismo del panel otros lugares muy importantes en este mismo muro, el altar e imagen de la Virgen del Carmen y la casa de Fernando Pérez Casariego, quien hizo realidad este puerto


La Virgen del Carmen, patrona de los marineros, preside los muelles desde uno de sus muros. Es además copatrona tapiega con cofradía de 1622, centro de solemnes fiestas y renombradas romerías marineras


Su fiesta grande se celebra durante unos cuatro días de julio, si bien el día de fiesta mayor es el 16, el Carmen, con Misa en honor a la Virgen seguida de procesión en la que los marineros portan a hombros la imagen existente en la iglesia parroquial, bajándola a puerto, donde se entona la Salve y suenan las sirenas de las embarcaciones, siendo engalanadas las calles con alfombras florales a su paso


 Así es, por ejemplo el Saluda para estas fiestas de la Sociedad de Festejos de Tapia, Sofitapia:
"Tapia de Casariego abre sus puertas y ventanas a las fiestas. Un años más llegan por fin nuestras queridas fiestas de Ntra. Sra. del Carmen. Unos días entrañables en los cuales nuestras plazas y calles se llenan de vecinos y visitantes, dispuestos a participar y disfrutar de los actos programa - dos y a compartir buenos momentos en un clima de amistad y alegría y buen humor. A la religiosidad de estas fechas, se unen costumbres de otros tiempos que han llegado a nosotros a través de nuestros mayores, al lado de otros atractivos que hacen de estas fechas algo único para los tapiegos y tapiegas. El ambiente festivo, que llega a todos los rincones de nuestro pueblo, invita a vivir junto con nuestros familiares y amigos, unos momentos felices, une y hermana a vecinos y visitantes y hace que miremos al futuro con alegría, optimismo y confianza. Año tras año esta Sociedad de Fiestas, se esfuerza en elaborar un programa de actos que sea del agrado de nuestros vecinos y visitantes, y donde hay hueco para todo tipo de actividades y edades. El objetivo de nuestras fiestas, es que las disfrutemos todos al máximo, porque están hechas para cada uno de vosotros, para aquellas personas que en estas fechas nos visitan... y organizadas con mucho trabajo, esfuerzo, ilusión y sacrificio. Esperamos que seáis comprensivos con nuestros fallos y os damos las gracias por vuestra colaboración para conseguir unas fiestas inolvidables. Por último no nos queríamos despedir sin decir... ¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva Tapia!" 

 Según informa una placa debajo se hizo este altar a la Virgen del Carmen por suscripción popular, siendo inaugurado el día del Carmen de 1992

También vemos una red de pesca, símbolo y ofrenda de los pescadores

 Mientras a la derecha, en otra placa, aparecen los nombres de los marineros muertos en el dramático naufragio de El 7, que pese al tiempo transcurrido, aún se recuerda de forma patente

"En memoria de Baldomero Fernández Blanco / Enrique Pérez Marqués / José Antonio Pérez Fernández / Julio Vilande Rivas / Ramón Noceda Lanza / Santiago Rodríguez Amado

Marineros fallecidos el 9 de noviembre de 1960 en el naufragio del pesquero de la lista de Tapia Ramona López "El 7" 
Vuestras familias no os olvidan"

Manuel Díaz Aledo describe en Desde El Faro de Tapia aquella terrible tragedia:
"Por eso, porque Tapia era toda ella marinera, de profesión o de corazón, dolían tanto en el alma del pueblo las desgracias y catástrofes sufridas por la gente del mar y por barcos del pueblo. Y aunque se sale algo del tiempo de mi estancia en la villa, tengo en mi mente gravada la conmoción, duradera a lo largo de días, del hundimiento de un pesquero de Tapia cuando ya me había trasladado a vivir a Ribadeo, pero mi padre seguía siempre los acontecimientos de la villa tapiega, que luego comentaba en casa. Se trató de la embarcación Ramona López. El accidente se produjo cuando regresaba a puerto, tras terminar sus tareas pesqueras. A la altura de la Peña de El Hórreo y a poca distancia ya del puerto, tuvo una avería. A causa del fuerte oleaje existente en aquellos momentos la embarcación se fue hacia la roca citada. Al parecer arrojaron al agua el bote de remolque y se lanzaron al agua para alcanzarlo. Otros dos marineros se quedaron a bordo. Posiblemente, debido al peso de los ocho hombres, ese bote volcó y todos cayeron al agua. Otro barco que se encontraba cerca acudió para tratar de remolcar al Ramona López, logrando al llegar a éste salvar a los dos marineros que se habían quedado a bordo, así como a dos de los náfragos a los que rescataron de entre las olas. Los otros seis marineros desaparecieron. Estos eran, según he podido saber por una noticia del ABC del 11 de noviembre de 1960 Julio Vijande Ribas, Ramón Loceda Lanza, José Pérez Fernández, Enrique Pérez Marqués, Baldomero Fernández Blanco y Santiago Rodríguez. Los supervivientes habían sido Juan Marinas Pérez, motorista del barco, José Lanza Trelles, Balbino Maceda y José Manuel Rodríguez
Murieron todos o varios de los marineros cuando regresaban a puerto. La tragedia fue terrible y sobrecogedora. Tanto que toda España tembló y lloró al oír, en el popular programa Ustedes son formidables, de Alberto Oliveras, el relato del naufragio y la descripción de la catástrofe. Con la aportación económica de miles de españoles  se pudieron aliviar algo las penas de los familiares afectados por aquel suceso. Hubo otros tristes acontecimientos en la mar que afectaron a Tapia, pero no alcanzaron las feroces dimensiones de aquel naufragio"

 El propio artífice y promotor de esta gran instalación portuaria tapiega, Fernando Pérez-Casariego, construiría su casa, la llamada Casa del Muelle, en el mismo puerto, que es la que vemos al fondo en el extremo, sita en un lugar privilegiado, que mira por sus cuatro lados a los diques, el puerto, la villa y el mar

Primeramente, Pérez-Casariego compró un solar a su hermano y lo añadió a los terrenos ganados al mar para hacer el puerto, en el Muelle de Tierra, edificando en él esta casa, comenzada en 1870 y acabada en 1880, donde residía durante sus estancias en Tapia

Hasta las grandes obras portuarias de Fernando Pérez Casariego el puerto era muy diferente al actual. se trataba pura y simplemente de una ensenada natural con mínimas infraestructuras para habilitarla como embarcadero, tal y como hemos relatado y tal y como dice también en Historia del puerto de Tapia Jesús Fernández López:

"La configuración actual se la debemos a dos personajes muy importantes en la historia local; Fernando Fernández Casariego y Fernando Pérez Casariego.

El primer personaje fundó el concejo de Tapia de Casariego en 1863, que hasta entonces había pertenecido a Castropol, y realizó obras de notable importancia para la villa como el murallón, el edificio que es actualmente el ayuntamiento, los edificios que hoy en día conforman el IES Marqués de Casariego, el alcantarillado… Entre sus intenciones estaba la de dotar a Tapia con un puerto solvente, para lo que elaboró un ambicioso proyecto que entonces no se pudo llevar a cabo. Será Fernando Pérez Casariego, su sobrino, quien ejecute tal obra."

 En Historia del puerto de Tapia de Casariego de Jesús Fernández López (Amigos de la Historia de Tapia) dice:

"El puerto de Tapia de Casariego se localiza en un enclave cuya orografía le dota de una resguardada ensenada, haciendo del lugar un perfecto fondeadero natural. Por otro lado el río de Los Corrigos desembocaba allí, lo que proporcionaba un espacio perfecto para varar las embarcaciones.

Seguramente la configuración geográfica alentó a emplear este espacio como puerto y fondeadero desde la antigüedad. Cuando los romanos llegaron a estas tierras posiblemente lo utilizasen con el fin de fondear sus embarcaciones para cargar o descargar mercancías o bien para resguardarlas de los temporales..."

Y prosigue reseñando la importancia de este abrigo configurado por la orografía costera, resaltando su importancia desde el medievo hasta nuestros días:
"Este puerto natural mejoraría durante la Edad Media hasta convertirse en un punto de relativa importancia en la costa occidental asturiana. Aproximadamente entre los siglos XVII y XVIII la actividad se incrementó debido a la caza de la ballena franca. Esta práctica fue traída por los balleneros vascos procedentes de Orio. A partir de este momento el crecimiento de Tapia se concentraría en torno al puerto"

 Hernán del Frade y Rubén Figaredo escriben en Marinos, puertos y barcos de la antigua Asturias:
"El acceso a este puerto se realiza por el oeste. Hay que tener en cuenta el gran riesgo que entrañan los bajos de El Orrio, los cuales se encuentran al norte de la Isla de Tapia.

El puerto responde al tipo de asentamiento protegido por un islote, algo repetido en otros puertos del Cantábrico, y que aprovecha una pequeña desembocadura en playa"

Hernán del Frade y Rubén Figaredo escriben también así, yendo mucho más atrás en el tiempo, 
"Algunos autores suponen que en Tapia existía un cargadero de metal de las vecinas minas de Salave, de donde se extraía oro, si bien otros autores sostienen que se explotaba estaño. Esta actividad durará hasta finales del siglo II. A partir de estas fechas el esquema económico cambiará y se tenderá a mantener o potenciar las villae fundarias"

Es hermoso ver el agua limpia y el fondo marino en el mismo puerto...

Naturalmente hay un antes y un después en la historia de Tapia a partir de 1863, con la creación de villa y concejo independientes. El puerto es una buena muestra de ello, así como la Plaza del Campogrande con los edificios del consistorio, la iglesia, escuela e instituto, configurando los dos grandes espacios urbanos de Tapia, que se irían luego extendiendo hacia las playas del oeste, hacia la carretera al sur y los accesos por el este. El tren tardaría en llegar, en 1972, cuando ya triunfaban los automóviles y transportes por carretera como principal medio de locomoción, pero por fin culminado el viejo proyecto del Estratégico, el Ferrocarril Ferrol Gijón, que había arrancado casi un siglo antes, en 1886, si bien su trazado, con el apeadero o estación se encuentran extraordinariamente lejos de la población, en A Roda, a unos 8 kilómetros de distancia

A nuestra derecha seguimos caminando hacia la Casa del Muelle, a cuyo lado sube la calle de la Procesión, la cual recuerda el camino a la antigua iglesia de San Martín, primeramente San Martín de Mántaras, una de las dos parroquias que se fusionaron en la nueva de San Esteban al nacer la villa y hacerse patente la necesidad de unificar el culto, si bien se sabe hubo resistencia vecinal

La documentación más antigua es del año 1054, cuando aparece como convento fundado por la condesa Ildoncia, y se supone estaba cerca de la Playa de Represas. Entre los siglos XIII y XVI irá pasando a ser conocido como San Martín de Tapia, al igual que su hermano, el monasterio de San Esteban de Mántaras, luego de Tapia, de hacia el año 1032, que fue antigua parroquial de la otra de las dos entidades originarias. De este se conserva su cabecera, transformada en capilla, algo más al sur, en la actual calle Conrado Villar

La Casa del Muelle fundada por Pérez Casariego es una verdadera torre desde la que se divisa muy bien todo el entorno, sin duda su dueño Fernando Pérez-Casariego, el gran valedor de este, estaba muy pendiente del tráfico y actividad portuaria que tanto se afanó en conseguir

La placa del nombre de la calle, justo en el arranque de la cuesta...

Y la que recuerda que fue morada del D. Fernando Pérez Casariego, "constructor de este puerto entre los años 1867 y 1899"

El Rocín es el dique, de 105 metros de longitud, que sale de la punta A Escomulgada, el cual forma también parte de las obras del puerto culminadas en 1880 y patrocinadas por Fernando Pérez Casariego, luego reformadas en 1946, 1962  y 2014


El nuevo puerto permitió mejorar la arribada de buques mercantes de cabotaje y por supuesto la pesca, tal y como cuenta Jesús Fernández López en Historia del Puerto de Tapia de Casariego:
"... nuevos barcos arribaron al puerto y las mejoras permitieron hacer un poco más fácil una dura profesión como lo es la de marinero. La industria conservera se benefició mucho de esta situación incrementándose el número de empresas y empleados. El puerto se había convertido en el corazón del joven concejo de Tapia. 

A partir de entonces los nuevos elementos arquitectónicos se verían sometidos a fuertes temporales y reparaciones, así como obras de mejora y dotación de equipamientos, algo que se ha prolongado hasta nuestros días, como ejemplo la incorporación de una nueva grúa"

La necesidad de un nuevo puerto debía de ser perentoria desde tiempo atrás, al menos desde que dejó de ser una ensenada ballenera, según Fernández López: 

"La desaparición de la ballena franca en el mar Cantábrico y con ella su caza, tiene como consecuencia que durante el siglo XVIII los tapiegos se dedicasen a la pesca. Esta actividad pronto cobró importancia, llegando a existir un considerable número de embarcaciones, así como de personas, que se dedicasen a ella. De este modo Tapia se convertía en una villa marinera"

En A Escomulgada estaba A Cucía, donde las gentes de la mar cocían los aparejos con cáscara de pino, dándoles un llamativo tono marrón que facilitaba su labor


Según leemos en la citada Enciclopedia del paisaje de Asturias toda esta zona entre A Escomulgada y las playas de Tapia antiguamente era llamada Perigrove. Empezó a llamarse Os Cañóis desde que en en 1780 se emplazaron piezas de artillería para la defensa de Tapia con su puerto, playas (propicias para desembarcos) y este sector de la costa


Por entonces aún debía de estar muy presente que, en esa misma centuria, en 1719, durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, también llamada de Alberoni, los ingleses ocuparon las cercanas poblaciones de Castropol y Ribadeo, así como otras de la ría, que hubieron de pagar un rescate para liberarse y evitar su saqueo


 Esto motivó la creación de una red de fortificaciones con emplazamientos artilleros que sustituyesen a las antiguas torres y fortalezas, de origen o planta medieval, que habían quedado anquilosadas desde tiempo atrás con el uso de la pólvora, una iniciativa que ya se venía aplicando desde el siglo XVI, si bien muy lentamente


Los cañones fueron retirados en 1870 al construirse al muelle del Rocín dentro de las obras del nuevo puerto, y en el lugar se pusieron unas balizas de gas en 1958 que alumbraban la entrada al puerto y estuvieron en funcionamiento hasta 1991. Ya sin servicio, las balizas se conservaron y son parte integrante de este gran mirador de Os Cañóis, inaugurado en 1995


Son las casas de A Guardia, atalaya del barrio de San Blas ante el proceloso Cantábrico...


Ahí está la casa que fue de don Justo Álvarez Amandi Rodríguez, construida a finales del siglo XIX o durante el primer cuarto del siglo XX, siendo uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista tapiega


Allí vivió Justó Álvarez-Amandi Rodríguez, hijo del catedrático do don Justo Álvarez Amandi, quien se la compró en 1921 a Antonio López López, siendo antes la fábrica de Chocolates Mariano. Antes de la compra vivían aquí la maestra Bernardina Campoamor y su hijo Rosendo


Enfrente pasa el camino del muelle a Os Cañóis, por donde iremos después



De las barcas y los pescadores cuando salían por aquí a faenar, y regresaban a puerto, como sigue contando Díaz Aledo en Desde El Faro de Tapia:
"Cuando salían a navegar o regresaban, solían tocar su sirena, saludando a los suyos o avisándoles de su llegada. También servía para que las compradoras de pescado supieran que se acercaban al puerto para subastar la pesca. Oíamos, también, el rugido alegre de la sirena de la Rula cuando avisaba del inicio inmediato de la subasta de pescado del día. Entonces se concentraban compradores y curiosos en el pequeño local de las subastas, con la presencia de los marineros de las diferentes embarcaciones. Y se iniciaba el ritual cotidiano de la venta de la pesca llevada a la Cofradía de Pescadores,  con el monótono fluir de la voz del rulero recorriendo los precios, hasta que alguien paraba la subasta y se quedaba con el correspondiente lote depositado en cajas en el suelo 
 Este espectáculo grandioso, a la par que el ver las piezas en las cajas o directamente sobre el suelo, con el corro de gente alrededor, sumida esta escena en un profundo olor a pescado y a mar, era un verdadero hechizo para los niños. Más de uno soñaba con ser marinero como aquellos cuando fuera mayor, para ir allí, como un triunfador, a vender el producto de su noche o sus días de pesca ignorando, sin duda por la corta edad, las penurias y sacrificios de aquellos rudos hombres de mar curtidos por la crudeza del Cantábrico"

 Fernando Pérez Casariego y su hermano Manuel fundarían además la primera conservera que se conoce en Tapia, en la Casa da Fábrica y en los años de la independencia tapiega, década de 1860, llamada Fábrica de Conservas alimenticias de F. Pérez Casariego, que funcionó hasta 1900, según datos de Tania Cascudo Loza en Ayer y hoi das conserveiras tapiegas, artículo publicado en Entrambasauguas. A revista del Navia Eo nº 23 año 2007)

Enfrente se extiende El Mentidero o Plaza del Mentidero, así llamada por ser tradicional lugar de reunión y tertulia de pescadores, vecinos y visitantes, conversando y contándose de todo

Respecto a su casa, dice así de él el Informe del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA):

"Está construida con mampostería irregular de pizarra, reforzada por sillares en las esquinas, puertas y ventanas. En el piso inferior se deja el cerramiento visto, mientras que en las dos superiores está enlucido. Las cubiertas exteriores son de pizarra con teja árabe en las chumberas. La casa es monumental, de construcción sólida, equilibrada y regularizada en la distribución de vanos. En ella se ve una marcada influencia de la arquitectura academicista, aún activo a finales del siglo XIX. La casa de planta cuadrangular consta de tres alturas y desván, las cuales se diferencian claramente desde la fachada principal que mira al muelle. En cambio, por la fachada posterior se entra directamente al tercer piso, debido a la pronunciada elevación del terreno, proporcionada por la calle de la Procesión..." 

  "... En el primer piso de la fachada principal hay cuatro puertas de acceso, de acentuado carácter vertical, sobre ellas cuatro ventanas que repiten la misma distribución y en el superior otras cuatro, con las dos centrales con una galería acristalada, que constituye un ejemplo de como la arquitectura tradicional puede adaptarse a los espacios urbanos, al sustituir los típicos corredores por galerías acristaladas. La distribución simétrica de los vanos se repite en las dos fachadas laterales. En cambio, la fachada trasera no es tan regular ya que consta de una puerta de acceso con una y dos ventanas a cada lado. Todos las puertas y vanos de la casa son en forma de arco de medio punto rebajado y la galería acristalada descansa sobre mensulones de concepción muy clásica de perfil cóncavo-convexo y sobre ellos un entablamento desornamentado"

Recorremos El Mentidero, donde está la grúa que eleva las embarcaciones a la explanada

Al fondo asoma ya A Illa de Tapia, isla frente al viejo puerto y que ahora forma parte de él, de unas dos hectáreas, bordeada de acantilados y con meseta verde en la que se construyó El Faro de Tapia, inaugurado en 1859

Un espigón construido, como el puerto, por iniciativa de Fernando Pérez Casariego, comunica isla y faro con tierra firme: Entreislas, y se prolonga al suroeste protegiendo el puerto: el Dique de Fóra, de 140 metros de longitud

 
Es curioso saber que El Faro de Tapia dio nombre a un periódico mensual. del que ya comentamos algunas noticias, que se publicó entre 1898 y 1899 como órgano del Círculo de Obreros Católicos, volviendo a salir a la luz entre 1956 y 1958, pero entonces dentro de las iniciativas del Centro de iniciativas de Turismo (CIT) y saliendo mensualmente. Por su parte El Mentidero también dio nombre a una publicación entre los años 1984 y 1987


Es el más occidental de los faros asturianos y el único construido en una isla. Su edificación se contrató el 15 de abril de 1857, con un presupuesto de 114.121 reales, inaugurándose oficialmente el 1 de septiembre de 1859


En 1922, se alargó la fachada principal del faro, se habilitaron cuatro habitaciones más en el interior y se revistieron, se reconstruyó toda la cubierta y la carpintería. Las lámparas y la maquina de rotación fueron también renovándose. El proyecto de electrificación comenzó antes de la Guerra Civil pero no se completó hasta 1944. Esta es la descripción de su historia en la web municipal
"Antiguamente el Faro tenía una estructura casi cuadrada, de una sola planta, patio central y aljibe. Con cubierta de pizarra a dos aguas, se caracterizaba  por los adornos de sillería, el remate superior de balaustrada cerrada, y la torre de granito, adosada a la cara norte, compuesta de dos cuerpos: octogonal el inferior, y decagonal el superior, separados por cornisa y balconcillo. Iniciando su proyección de luz mediados del siglo XIX (1859) .Tenia  un aparato catadióptrico (Se llama Catadióptrico a un sistema óptico que utiliza una combinación de espejos y lentes con el fin de mejorar la calidad de la imagen) de tercer orden de luz fija variada por destellos  de dos en dos minutos. Alcance 15 millas..."  

"... Se desarrollaron diferentes obras de mejora, a principios del siglo XX (1922) experimentó una mejora y ampliación importantes: se alargo la fachada principal se revistieron los muros con pequeños azulejos biselados, además de ser reconstruidas la cubierta de pizarra  y la carpintería. Las lámparas y la máquina de rotación fueron renovadas en distintas ocasiones... "

"... El proyecto de electrificación se inicio antes de la Guerra Civil (1936-1939), pero no queda completado hasta mediados del siglo XX (1944). En 1962 se construyó una nueva torre, se remplazó la linterna y se instalo un nuevo grupo electrógeno, se incorpora la palabra “TAPIA” en la fachada norte. Es la misma apariencia que muestra el edificio hoy. La entrada principal se mantiene desde el origen en la fachada sur, con dos ventanas cada lado y la estructura sigue siendo la inicial de tres cuerpos organizados en un patio central descubierto. La linterna actual, sin aparatos sonoros posee una lámpara  halógena de 1200 vatios con alcance de 25 millas en días despejados puede verse su señal desde Estaca de Bares hasta Cabo Peñas que emite tres destellos blancos cada 20 segundos"

 El citado catálogo del IPAA cuenta esto de él:

"La linterna actual posee una lámpara halógena de 1.200 vatios, una altura de 24 metros sobre el nivel del mar y alcanza 25 millas que emite grupos de tres destellos blancos cada 20 segundos, siguiendo este orden: un segundo de luz, dos de descanso, uno de luz, siete y medio de descanso.

(... ) El edificio está cubierto con pizarra dispuesta a dos aguas. Hoy día, todos los paramentos exteriores presentan pequeños azulejos biselados, aunque en su origen tenía adornos de sillería, el remate superior de balaustrada cerrada con una azotea plana y una torre de granito compuesta de dos cuerpos: octogonal en el inferior, y decagonal el superior, separados ambos cuerpos por cornisa y balconcillo. La estructura sigue siendo la inicial con tres cuerpos en torno a un patio central descubierto"

El 1 de marzo de 1905 aconteció aquí uno de los sucesos más misteriosos de la historia de Tapia, el encallamiento del Ester, un barco fantasma sin tripulación y bajo bandera danesa. Llamaba la atención por sus grandes dimensiones y por las extrañas maniobras que parecía realizar cerca de la costa. Algunos pescadores que salían a faenar se acercaron a ver qué pasaba

Según Daniel Vargas Vidal, autor de Añoranzas y recuerdos de Tapia de Casariego, fue uno de los patrones, Ovidio, quien, tras ver que nadie se asomaba pese a voces y advertencias, decidió subir a bordo, comprobando que el barco iba sin tripulación y a la deriva, pero que sin embargo la comida estaba servida. Así, ayudado por marineros de otros pesqueros, decidieron fondear el barco con una gran ancla

A lo largo del día muchísima era la gente que se apiñaba en estos promontorios tapiegos para ver y comentar el espectáculo. De tarde ya se habían percatado que le barco se había movido y de noche la población se despertó con un gran estruendo: el Ester había encallado en la punta A Escomulgada. Recuera esta información Miguel Enol en Una historia bajo el mar, donde se nos muestran también imágenes y este y otros naufragios

Enfrente de Tapia, hasta las 25 brazas, hay dos buenos caladeros de pesca, uno al oeste, El Canto de Tapia, con fondos de arena y fango, propicio para el lenguado, raya, pixín (rape) y salmonete, y otro está al Nordeste, dos zonas llamadas El Coitelo y Dondel, con rocas y petones o montículos submarinos, más abundantes en lubinas, xargos, congrios y pulpos

Subiendo por las escaleras iremos hacia el Faro de Tapia y luego más arriba al barrio de San Sebastián y A Atalaya, campo d ela capilla de esta advocación 

El faro como tal está cerrado y vallado, pero puede recorrerse por un sendero todo el campo alrededor, que nos ofrece unas vistas inolvidables y maravillosas


Al fondo vemos la bifurcación de caminos: a la izquierda al faro, a la derecha San Sebastián


Al pie del faro vemos la gran explanada del Dique de Fóra, que pronto recorreremos. Así como las escaleras que suben al mirador


De frente, otro tramo de escaleras



Según subimos veremos una de esas míticas cuevas costeras de los acantilados, morada del home marín, ser mitológico mitad humano mitad pez que destrozaba, según la leyenda, las redes y aparejos de los pescadores, cuando no las mismas embarcaciones. Era además un coco infantil con el que se metía miedo a los niños para que no se metieran en estas cuevas, que podían ser peligrosas al subir la marea, si bien a veces se conseguía el efecto contrario, que viniesen a curiosear más, dando voces a la entrada de la gruta: "¡ home marín, home marín, sal da cova y cómeme a mín !"


Otras leyendas afirman que este ser, representado cubierto de escamas, se adentraba a veces por las aldeas del interior, persiguiendo a las mozas y quemando los henares. Por ciertos relatos parece que en alguna ocasión se tomó por tal a algún desgraciado al que se encerró. Se han registrado varios casos en este aspecto, si bien el más conocido y documentado fue el de Francisco de la Vega Casar, el hombre-pez de Liérganes (Cantabria), en 1674, ya descrito por el Padre Feijoo en su Teatro crítico universal



Otros entes marinos son las sirenas o serenas, mitad mujer (de medio cuerpo para arriba) y mitad pescado (de medio cuerpo para abajo) a causa de alguna maldición. Suelen aparecer como embaucadoras que con sus cantos encantan a los marineros, que se arrojan contra las costas embrujados por sus melodías. Otras veces aparecen como emparentadas con un hombre, con el que tienen hijos que, a pesar de su aspecto humano, son descendientes de la sirena. Esato ha dado pie a creer que ciertos linajes tienen este origen, representando a las sirenas en sus blasones


A la izquierda los dos grandes espigones, El Rocín y que Dique de Fóra, que guardan la boca del puerto de Tapia


Subimos los peldaños de la escalera del paseo, con blancas barandillas 


 Arriba seguimos a la izquierda, en dirección al faro primeramente


Un muro de piedra separa el paseo del jardín marino existente al pie de una vieja casa


Estos muelles sufren especialmente los envites del mar, sobre todo el Dique Exterior o Muelle de Fóra, por lo que ha de ser reparado periódicamente


Más allá de El Rocín vemos bien la Punta A Escomulgada. Este curioso topónimo no parece que tenga que ver, leyendas aparte, con ninguna excomunión canónica, sino con alguna variante fonética de escolgada o similares, con el significado de colgar de algo o descolgarse por un sitio difícil, aplicado a senda muy pendiente y peligrosa, casi vertical


Vendría su raíz lingüística del latín collocatas (colgadas), con el prefijo de negación dis, aplicado a peñas por las que se baja, como podría ser este el caso, según leemos del toponimista Julio Concepción Suárez en Diccionario Toponímico de la montaña asturiana


De alguna manera el muelle El Rocín viene a ser una mejora de esta parte del abrigo natural que constituye A Escomulgada en el puerto tapiego


Más allá es la línea acantilada que se extiende desde Santa Gadía, en Tapia, hasta Arnao, en Castropol, con las islas de As Pantorgas enfrente


Se ven bien los edificios de las poblaciones, aunque en la distancia se confundenn los de Barres con los de las zonas altas de Figueras/As Figueiras y Ribadeo, ya en Galicia


Más a la derecha es la costa ribadense hacia Illa Pancha, fácilmente reconocible por la gran nave frigorífica blanca existente en esa rasa litoral


Si nos fijamos, en días claros tal vez veamos los dos faros de Illa Pancha, el antiguo, que actualmente es hotel, y el nuevo, con su forma cilíndrica. En los acantilados el Porto do Cocho y la Pena dos Apóstolos


Y estas son las actuales balizas portuarias


A nuestros pies sigue la fantástica vista del rocoso fondo marino: Pichete


La isla del Faro de Tapia tiene poco más de 27 metros de altura y en su cima hay, además del faro, un vértice geodésico, así como otros edificios complementarios


Caminamos por A Escuadra, ante dique Entreislas que comunica la isla, A Illa, con tierra firme, levantado sobre la plataforma de abrasión marina, de unos 55 metros de largo


El camino que se dirige a ella desde el muelle se hizo sobre la roca viva del acantilado


La bajada del paseo portuario acaba en esta explanada, justo antes de Entreislas


Acantilados de San Sebastián y A Atalaya


Nosotros vamos hacia la izquierda, por Entreislas, camino del fario y el Muelle de Fóra


Nuestra idea es recorrer todo el Muelle de Fóra y luego subir al mirador de la isla (escaleras de la izquierda), rodear el faro y volver por la bajada a la derecha


La superficie total de A Illa es de unos 7.000 metros cuadrados


Entre islas está formado por grandes bloques de piedra. A la derecha un muro, no muy alto, mira a mar abierto


Bajos de Os Pendóis, Damos vista al legendario Cantábrico, mar litoral del gran Océano Atlántico, fue llamado así por los romanos en referencia a uno de los pueblos que se asomaban a sus aguas, el Cantabricus Oceanus ya aparece así mencionado en el siglo I d. C. si bien en citas más antiguas aparece como Gallicus Oceanus y Brittanicus Oceanus


Si bien catalogado por los romanos como mare tenebrosum, al igual que todo el Atlántico, desde bastantes siglos antes de la conquista romana se sabe de intensas relaciones comerciales, e incluso sociales con migraciones de pueblos enteros, entre las comunidades asentadas en todo su litoral, especialmente entre las Islas Británicas y el Noroeste de la Península Ibérica, precedente sin duda de las actuales relaciones del llamado Arco Atlántico


Uno de los más míticos textos de la Antigüedad, que hace referencia a estos mares es la Ora Marítima (Las costas marítimas), obra en verso del poeta latino Rufo Festo Avieno, escrita en el siglo IV d. C. pero que narra, siguiendo escritos más antiguos, la singladura de un marino de Marsella, el Periplo Massaliota, de 1000 años atrás, es decir, mucho antes de la conquista romana



En la narración se habla de los pueblos del litoral y de su asentamiento en estos parajes, queriendo vislumbrarse cómo habían llegado gentes del interior del continente (indoeuropeos como los celtas, ligures y otros), que serían llamados ofidios o serpientes, estableciéndose sobre poblaciones anteriores megalíticas o neolíticas, los oestrínmios: este es su texto traducido:
"Tras aquellas tierras, sobre las que antes hemos hablado,
de nuevo se abre una gran ensenada, que abarca una extensa llanura marina
hasta Ofiusa. Retrocediendo desde su litoral
hacia el llano del mar interno por donde dije antes que el mar,
al que llaman Sardo, se adentraba en las tierras,
se emplean siete días de marcha a pie.
Ofiusa presenta un flanco tan prominente hacia adelante,
cuanto oyes que se extiende la isla de Pélope
en tierras de los griegos. Al principio se la denominó Oestrimnis,
y los habitantes de estos lugares y campos eran los oestrímnicos;
posteriormente una plaga de serpientes puso en fuga a sus habitantes"

Otra amplia vista del Muelle de Fóra y los bajos de Pichete


El Rocín, A Escomulgada y A Guardia, en San Blas


Entre los espigones otra buena imagen del litoral


Asoma a la izquierda A Escomulgada, y de frente de nuevo toda la línea costera de Tapia a Arnao y Ribadeo


En la línea de costa vemos los acantilados de Punta Campón o Canlonga, al este de la Playa de Serantes o Sareyo. Ahí está El Castelón, que tuvo tres fosos, muy transformados a causa de milenios de actividades agrícolas. También hay una cueva, llamada Cova del Ouro, muy posiblemente una galería aurífera.

La Playa de Santa Gadía, con su contraste de color arena, es lo que más destaca. A su derecha hay unas islas, As Pantorgas


Creemos reconocer también parcialmente algunos de los arenales de Serantes, como Sarello y A Mixota


As Pantorgas son solar de uno de los varios castros marítimos, muy numerosos, que hay en este sector de costa, como lo es el de Esteiro y otros muchos más hacia la Mariña. A lo lejos se reconoce perfectamente el Monte do Mondigo, que con sus 569 metros (o 571 según las fuentes) es el más alto del concello de Ribadeo, puerta costera de Galicia en el Camino Norte, al menos para quienes cruzan por allí la Ría del Eo o de Ribadeo a través de A Ponte dos Santos, o en embarcación desde Figueras/As Figueiras y Castropol


Los islotes más pequeños y septentrionales son llamados As Oseiras y todos ellos forman un precioso archipiélago en el que estuvo la capilla de San Lourenzo, sin duda cristianizando algún culto castreño, la cual hubo de trasladarse a tierra firme a causa de la inestabilidad del suelo


 Esa capilla está ahora al lado del camino y antes de bajar a Penarronda. Si nos fijamos la veremos, solitaria, un poco a la derecha de la foto, en medio de la planicie de la rasa


El arenal caminero de Penarronda no llegamos a verlo pero sí la rasa costera de Arnao, que constituye la punta más noroccidental de Asturias


En la distancia la Punta de Cruz, el extremo noroccidental de Asturias


Proseguimos nuestro camino hacia el faro


Vemos bien todo el recinto vallado. Sobre esde acantilado volveremos luego dando la vuelta


Pasado el gran pasillo del dique de Entreislas llegamos a lo que es propiamente la isla


El camino ha sido labrado en el mismo acantilado isleño


Al fondo vemos las escaleras que suben al mirador de esta isla


Gran placa cerámica del año 1992 del entonces Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT)


Primeramente vamos a recorrer, como hemos dicho, todo el Muelle de Fóra


Buen paisaje portuario hacia el barrio de San Blas


Desde aquí vemos todo el paseo que hemos hecho desde El Mentidero y la Casa del Muelle


Y también la subida a San Sebastián por A Atalaya o A Talaya


En el campo entre las casas al borde del acantilado está el campo de la capilla de San Sebastián, que veremos después


El Muelle de Fóra


Podemos escoger entre ir por abajo o por arriba


Nosotros preferimos subir por las escaleras para tener la máxima visibilidad de todo este entorno


Grandes peñas en torno a la isla formar un pequeño archipiélago de islotes a su alrededor


El mirador y el camino del faro, al que muy pronto subiremos. Este canal natural es llamado Olga del Batel. La raíz lingüística puede basarse en el iberocelta olca, con varias acepciones, esta sería la de paso estrecho o similar


Más allá, a 300 metros más adentro, está El Orrio o L'Horrio, L'Orro y otras variantes, peñasco que constituye una auténtica isla rocosa que es, junto con las cercanas de As Cricas y As Porcebosas un gran criadero natural de percebes


Es de unos 12 metros de altura, no la suficiente para que las olas no la salten en fuertes temporales, impidiendo que crezca cubierta vegetal


Su raíz toponímica es el prerromano ur, con el significado de altura, como hórreo, según leemos en la Enciclopedia del Paisaje de Asturiasde La Nueva España


Leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana (voz Tapia) que el Faro Orrio de Tapia separa dos grandes zonas pesqueras, una al este, de aquí al Bidasoa, y otra al oeste, del faro al Miño, y que en Tapia se dedican a esta faena, por un lado pequeñas embarcaciones de bajura, con las que se capturan "entre otras muchas especies, lubina, rape, abadejo, rodaballo calamar, centollo, etc." y por otro embarcaciones de altura para el bonito, atún, bocarte, etc. si bien como hemos dicho en la actualidad el pulpo y el percebe son los productos más preciados


Entre las numerosas historias que se pueden contar estaría aquella de junio de 1917, cuando ocurrió en Tapia un suceso bélico dentro de los teatros de operaciones marítimos de la I Guerra Mundial: se avistó un submarino alemán frente al islote El Orrio y, esa misma noche, a las cuatro de la mañana, entran en el puerto los 22 tripulantes del Bearn, un vapor francés torpedeado por dicho submarino. Posteriormente el capitán del Bearn escribiría una carta de agradecimiento por el trato recibido, que sería publicada en el periódico gijonés El Noroeste


De todas maneras el suceso más trágico es el del Ramona López, ya mencionado, el 9 de noviembre de 1960: era un pesquero con bote auxiliar que habían salido muy de mañana a la sardina. Al regresar a las 7 de la tarde su patrón no ve buenas condiciones marítimas para entrar por el paso principal, llamado Carreiro, por lo que decide dirigirse más al oeste, dando la vuelta al islote L'Horrio para realizar la maniobra con más seguridad, con tan mala fortuna que el motor se para y la tripulación, menos dos que se quedan para intentar gobernarla, escapa en el bote auxiliar, que seguidamente vuelca y acaban en el agua...


De Tapia salen cuatro embarcaciones en su auxilio pero se consuma la tragedia: fallecen seis de los ocho marineros que iban en el bote, salvándose los otros dos y los dos que quedaron en el pesquero. La magnitud del desastre conmocionó a toda la costa cantábrica


El Muelle de Fóra es largo. Según avanzamos va cambiando nuestra perspectiva


A nuestra izquierda otra preciosa panorámica del puerto de Tapia y el barrio de San Sebastián


El paseo del muelle y A Talaya


La Casa del Muelle, la rampa del puerto, A Ribeira y La Plazoleta del Mar. Más atrás, en la calle Santa Rosa, estuvo el hospital de peregrinos, en la actual calle Santa Rosa


La baliza de El Rocín, vista ahora desde el oeste


En ese lugar, donde arranca El Rocín en A Escomulgada estaba A Cucía, donde las gentes del mar cocían los aparejos con cáscara de pino, tiñéndolos de marrón. La capilla de San Blas está arriba, más atrás de las casas del barrio, que la tapan y no la podemos ver


Perigrove, más conocido pro Os Cañóis, y As Casinas o As Casías


Vamos llegando al final del Muelle de Fóra, donde está otra de las balizas portuarias


Desde aquí tenemos estas impresionantes panorámicas desde Tapia hasta A Mariña lucense


A Escomulgada cierra la desembocadura del río Anguileiro, donde están la playas de Tapia, que no llegamos a ver desde aquí, sitas en el pequeño estuario que allí se forma


Allí está A Reburdia, otra cuña acantilada que se adentra en el Cantábrico, muy edificada a partir de 1969 con el Plan Entreplayas. La punta es conocida por los pescadores como El Zarredo. Enfrente hay unos bajos, que quedan al descubierto en mareas vivas, muy percebeiros


Seguimos admirando este gran paisaje marítimo asturgallego que se afirma que en días claros llega a Estaca de Bares


El frente acantilado de Serantes a Arnao y A Punta da Cruz, con las playas de Serantes y Santa Gadía


Destaca en lontananza Monte do Mondigo, que con sus 569 es el más alto de ese concello gallego, puerta de Galicia en el Camino Norte, al menos para quienes cruzan por allí la ría a través de A Ponte dos Santos


En Ribadeo el Camino Norte dejará las costas cantábricas y se adentrará en el interior de Galicia, si bien existe una Variante Marítima que se dirige a Foz por Rinlo y las playas de Barreiros, para luego ir a San Martiño y a Mondoñedo


La Variante Marítima coincide hasta la Ría de Foz con el Camiño do Mar, que sigue toda la cornisa cantábrica y puede enlazar con otra vía de peregrinaciones, la de San Andrés de Teixido (Santo André de Teixido), que como se suele afirmar, "vai de morto quen non foi de vivo". Más tarde podría enlazarse con el Camino Inglés por la Ruta dos Peiraos


Estos dos caminos coinciden además con la Ruta do Cantábrico y pasan por las cercanías de Illa Pancha y el hermoso pueblo pesquero de Rinlo, además de por la famosa Praia das Catedráis (Augas Santas)


Desde aquí, en la lejanía, reconoceremos bastante bien las poblaciones hasta el Cabo Burela


Destaca especialmente Foz, capital del concello de este nombre, antigua población, también sucesora de los milenarios castros, como el de Fazouro, de los galaicos ártabros que dominaban este litoral, cuyo topónimo procede del latín fauce, referido precisamente a la boca de la ría. Puerto natural desde la noche de los tiempos. En la Edad Media fue la salida al mar del poderoso enclave de San Martiño de Mondoñedo, capital episcopal de la comarca, centro de poder político y religioso durante algunos de los siglos más determinantes de la historia de Galicia y Europa.


Más a lo lejos destaca asimismo la gran extensión de Burela, en el extremo occidental del Golfo do Masma, una de las pujantes poblaciones de A Mariña lucense, si bien no se constituyó en concello independiente, separándose de Cervo, en 1994. Dispone de una muy importante flota pesquera y es uno de los más importantes puertos pesqueros del Cantábrico, precisamente en el año de su independencia municipal se constituyó en la base de toda la flota bonitera española, unos 350 barcos, en la llamada Guerra del Bonito, que enfrentó a las flotas española, francesa e inglesa, por el uso de redes de deriva ilegales. También la merluza y el pez espada constituyen buena parte de sus capturas, creándose a raíz de ello una importante industria conservera


Entre Foz y Burela la costa de Cangas, Fazouro, Nois... por donde va una ruta jacobita, el Camiño do Mar, no reconocido oficialmente pero señalizado y promocionado, sí lo hace. Xosé Ramón Fernández Pacios en su Gabinete de  Foz, recopila esta historia de una peregrina que pasó por Cangas en 1916, recogida de una noticia del periódico El Progreso el 19 de marzo de ese año:
"Carmen Ferreiro Fernández, de 45 años, natural de Peñafiel (Valladolid) se dirigía como peregrina hacia Compostela, y al pasar por la parroquia de Cangas, en Foz, buscó alojamiento para pasar la noche. 
Generosamente le ofreció medio de descansar la vecina de Cangas, Luisa Trelles Novo. A la mañana siguiente, la peregrina notó que le faltaban 23 pesetas que llevaba en un monedero de cuero, varias varas de telas, unas blusas y dos carretes de hilo, todo lo cual llevaba en un saco. Dio cuenta de la falta a la Guardia civil de Cervo y de Foz, que realizaba una entrevista de fuerzas de los respectivos puestos, y después de un detenido interrogatorio a la Luisa durante el cual ésta negó toda la intervención en el hecho, se observó que debajo del delantal ocultaba las prendas hurtadas. 
La Luisa fue detenida y puesta a disposición del juez municipal de Foz, con las prendas ocupada"


Y desde la misma punta del Muelle de Fóra regresamos ahora sobre nuestros pasos


Vamos pues de nuevo hacia A Illa, la Isla del Faro, viendo su ladera oeste y As Porcebosas


Y a nuestra izquierda El Orrio, cuyos bajíos de As Cricas supusieron históricamente un gran peligro para la navegación


El singular peñasco ha dado nombre a diversas asociaciones y entidades tapiegas


Buenos caladeros de pesca en las inmediaciones


De la isla del Faro de Tapia dicen así en la Wikipedia:
"La Isla de Tapia (en eonaviego A Illa de Tapia, en asturiano Islla de Tapia) es una isla española de 2 hectáreas metida en la villa de Tapia de Casariego (Asturias), de apariencia amesetada y bordeada de arrecife. Posee en su cima un faro de buena factura. Se ha construido un malecón para el acceso a la isla, que continúa hacia un dique de abrigo que se prolonga desde el suroeste de la isla para proteger el puerto pesquero"

Magnífica visual de Entreislas y acantilados de San Sebastián, a la derecha


A Illa de Tapia en bajamares y las percebeiras Porcebosas


Caprichosas formas geológicas producto de la erosión marina, donde el mar bate con fuerza


Sobre los acantilados el mirador, a donde vamos a subir ahora, al pie del que es el faro más occidental de Asturias


El mismo "canal" entre las islas que vimos al venir, solo que ahora en la bajamar


Siempre admirados ante las aguas claras que permiten ver el fondo marino


Las olas llegan a las rocas...


Arriba las barandillas del mirador


Bjamos las escaleras dando vista de nuevo a Entreislas y San Sebastián


También el paseo y la Casa del Muelle


El Mentidero y San Blas


El Rocín y A Cucía


La Casa del Muelle y El Revertedoiro


La torre de la iglesia con el Sagrado Corazón sigue siendo sin duda el edificio más alto de Tapia. Fue patrocinada por el constructor del muelle, Fernando Pérez Casariego, el sobrino del Marqués de Casariego que independizó Tapia de Castropol en 1863. Las obras arrancaron en 1896 tras la unión administrativa y eclesiástica de San Martín y San Esteban de Tapia y no se dieron por acabadas hasta 1940 con la colocación en la torre de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús


La imagen fue donada por el párroco D. Bonifacio Amado, es de cuatro metros de altura y se conoce como El Santón, costó 6.100 pesetas de las de entonces y se hizo por encargo en la empresa Talleres del Arte Cristiano sita en Olot, Girona. En una referencia visual que se divisa a muchos kilóemtros de distanmcia y sirve para situar Tapa


Bajamos unas escaleras y nos dirigimos a otras, las del mirador


Desde la explanada nos dirigimos a ellas y empezamos a subir


Vamos entonces a las escaleras, al borde del acantilado


Al ganar altura seguimos ganando perspectiva...


Y ya estamps en el miradorde la isla


El paisaje es el mismo pero diferente, desde más arriba...


Magnífica panorámica del Muelle de Fóra y del Muelle  El Rocín


Seguimos por el mirador, con una especie de gradas en la ladera bajo el vallado del campo de faro


Y en el suelo, una rosa de los vientos


Continuamos el paseo junto a la barandilla


Columbrando el mar abierto, hacia El Orrio y As Cricas


Los peligrosos bajos de As Cricas, que son dos, A Crica de Fóra y A Crica de Terra. El nombre es el de un molusco bivalvo, Mactra coralina. Como otros moluscos bivalvos el nombre se aplica al órgano sexual femenino


Con las pleamares no están a la vista y los pescadores han de tener gran precaución


El paseo se torna ahora sendero de tierra, sobre el acantilado


El acantilado no es vertical, el roquedo forma asientos y gradas naturales, no obstante si no lo conocéis ni estáis acostumbrados a andar por esos vericuetos mejor no meterese


Excelente panorma marítimo de El Orrio y As Cricas



El sendero sube suavemente junto al muro y valla que cierra el faro


El Faro de Tapia está formado por una torre cuadrada de piedra y hormigón de 10 metros de altura y linterna con lente catadióptica de tercer orden. Adosada a esta torre está la antigua casa del ferero


Pasamos seguidamente junto a la caseta de conexiones


Maravillas del mar de Tapia...


As Cricas y As Porcebosas


Seamos prudentes especialmente en este trecho en el que el espacio se estrecha un poco


Al borde del acantilado...


Tramo recto y llano


Y un nuevo paisaje se ofrece a nuestra vista, el sector oriental de la costa tapiega: de frente A Atalaya


A lo lejos el Cabo Sebes, también llamado Cebes y a nivel local El Cabo, cuña de 500 metros que se mete en el mar y una rasa acantilada de entre 20 y 25 metros, entre las playas de As Poleas y As Turbelas, en esta misma parroquia de Tapia


Por alguna extraña razón en algunos mapas ese cabo aparece situado en el lugar de la isla del Faro de Tapia, lo que ha dado lugar a varios errores de ubicación. Está exactamente al norte de Mántaras y su base geológica son cuarcitas y pizxarras


En su extremo hay tres islotes, el de Terra es el más pequeño, luego es el de En Medio, de 17 metros de altura, y el de El Barón o de Fóra, de 19 metros


Más a lo lejos asoma la Punta del Pedrón o de Mirayos, esa entre los arenales de El Figo y As Poelas y al lado de los auríferos Lagos Silva. Se trata de una singularidad geológica en esta costa, pues se trata de un filón de roca plutónica, de microgranitos, relacionada con actividad magmática de finales del periodo herciniano en la Era Primaria, tal y como podemos leer en la Enciclopedia del Paisaje de Asturias de La Nueva España


En cuanto a los islotes del Cabo Cebes, por su altura, son de las que crece en su cima abundante hierba y hay pradería, las herbosas islas del Cantábrico


Reparemos siempre en los peligrosos bajos o bajíos del litoral, verdadera adversidad para la navegación de cabotaje, que debieron sortear durante milenios los marinos de la antigüedad, dada la abundancia de castros costeros, guardianes de ensenadas y abrigos naturales, existentes en esta franja del occidente de Asturias y la Mariña lucense, vinculado sin duda también a la veta aurífera, y férrica, explotada desde la prehistoria


Justo por aquí empezamos a bajar, siempre al lado del vallado del faro


Encantadora estampa de los cantiles de A Atalaya y San Sebastián. Desde esos promontorios los antiguos atalayeros oteaban el horizonte, atentos al paso de ballenas y flotas enemigas, las caules solían dirigirse más bien hacia las rías del Eo y del Masma, con poblaciones más apetecibles como presa por entonces


Dando la vuelta a la Illa de Tapia vemos ahora sl sector oriental del faro, con su pista de acceso


Y ante nosdotros volvemos a ver el dique de Entreislas, ahora, su muro norte


Y seguidamente, culminando la circunvalacón isleña estamos nuevamente ante la explanada y el Muelle de Fóra: la senda se hace pista junto a este muro, en bajada


Estupenda imagen de Entreislas desde lo alto


Terminamos de bajar en la explanada, viendo de frente la escalera por la que subimos la mirador: hemos dado la vuelta a la isla, regresamos por Entreislas, girando a la izquierda


El camino por donde vinimos al faro pero a la inversa


Tomamos pues el camino por el pasillo del dique que comunica con tierra la isla del faro


Por aquellas casas estaremos dentro de un instante


Las peñas del mar, sobre las que se hizo este espigón, y Os Pendóis


Ante nosotros los acantilados de San Sebastián


Y el paseo por el que vinimos desde El Mentidero


Y por él regresamos, tal y como hemos llegado


La vegetación marina crece en la pared vertical...


Nuevamente ante la Casa del Muelle y El Mentidero


Pero ahora no vamos hacia allí, sino que seguiremos subiendo


Continuamos ascendiendo, tal y como hemos dicho, al barrio de San Sebastián, uno de los que ya figuran desde la Edad Media dentro de los originarios de Tapia


También aquí la flora silvestre y marítima puebla estos campos


Flores d ecolores intensamente vistosos


Otro buen paisaje hacia San Blas, A Cucía, Rl Rocín, A Escomulgada y Os Cañóis


Y en primer término el puente de tres pilares entre El Mentidero y el paseo hacia Entreislas, por donde salvamos ese brazo de mar


Atenmción, justo antes de los apartamentos de la Travesía San Sebastián iremos a la izquierda


Justo aquí, por esta barandilla


Y tomamos este paso, también en cuesta, junto al muro


El Muelle de Fóra a nuestra izquierda


Luego el paso se ensancha un poco y sigue unos metros casi en llano, o subiendo más suavemente


Vieja casa en medio de la campera


Los espigones, A Escomulgada, la costa de Tapia, Castropol y A Mariña


A nuestra derecha, más arriba del jardín de los apartamentos, vemos el Campo de San Sebastián


Allí está la capilla de esta advocación, que se construyó en en siglo XVI o XVII, si bien fue reformada en el XIX, es la histórica capilla del barrio de su nombre, que pertenecía a la desaparecida parroquia de San Martín, cuya iglesia fue derribada a finales del XIX al establecerse la nueva de San Esteban


El Faro y el camino que lo rodea, visto ahora desde lo alto. Hace un momento estábamos allí


Una preciosa imagen de la isla, el faro, sus caminos, el mirador y los diques


El recinto vallado en torno al faro y la que fue la casa del farero...


Un último repecho hasta las casas de San Sebastián...


Va acabando la cuesta y llegamos a lo alto del barrio


La gran explanada de A Atalaya, con la capilla en medio. que es, junto a la de san Blas, de las más antiguas de Tapia, existiendo noticias de ella desde 1611, cuando se otorga un permiso eclesiástico para su reedificación, lo que revela que se trata de una sucesora de otra sin duda mucho más antigua


Antes de proseguir vamos a visitarla, recorriendo su ajardinado campo, el Campo de San Sebastián, con plantas, arbustos y farolas, obra del año 1993


Dice la tradición que serían los balleneros vascos, asentados en Tapia como en otros puertos cantábricos, los que trajeron esta veneración a San Sebastián. Aquí tendrían muy posiblemente su atalaya natural para descubrir el paso de ballenas. La primera referencia a los balleneros vascos en Tapia data de 1632, cuando realizan una compra para la iglesia de San Martín por encargo de un tapiego


En 1636 estos vascos firman un contrato con la misma parroquia para poder ser enterrados en ella a cambio de proveerla de "un ala de ballena al año"


Gracias al Libro de Fábrica conocemos que en 1628 dicha parroquia de San Martín pagó 38,5 reales por unos arreglos en esta capilla, y en 1668, se pagaron otros 10 reales al maestro Domingo de Outerio por diversas obras 


Sabemos de más intervenciones en 1749-1750, cuando se pagaron 24 reales a los carreteros que transportaron la losa para reparar la ermita y 32,5 reales que se dieron a Salvador Martínez, por componerla. En 1756, se informa que la capilla está indecente y sin puerta, dándose el plazo de un mes para que dentro de un mes se ponga dicha puerta con su cerradura y se repare ala ermita para poder celebrar en ella la misa


Nuevos trabajos se acometen en 1852, abonándose 30 reales al maestro Joaquín López Acevedo por la restauración de la imagen de San Pedro que cayó en la procesión del corpus y hacerle un nicho en la capilla 


Una placa informativa nos aporta noticias e historia de la ermita


La gran reforma del siglo XIX le dio el aspecto que hoy en día conocemos, siendo totalmente renovada esta su fachada principal y el interior con la construcción de un arco de triunfo apuntado, de estética neogótica


Se trata de una construcción de mampostería irregular de pizarra y cubierta de pizarra a dos aguas


Las fachadas laterales y el presbiterio están cargadas de cal y arena y blanqueadas. La planta es muy sencilla y con un solo volumen que engloba el espacio de los fieles y el altar mayor, al que se accede por un citado arco de triunfo apuntado sobre pilares e impostas de cantería, según datos del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias (IPAA) donde leemos:
"Al exterior, la capilla se muestra como una construcción hermética, al recibir la iluminación a través dos pequeños vanos apuntados, abiertos en la fachada oriental, y de otro en la occidental. A la capilla se accede a través de la portada abierta en la fachada principal. Es de arco apuntado, con dovelaje, aunque también conserva una entrada secundaria en el costado oriental. Al interior, todos los espacios se cubren con falso techo plano, a doble agua, aunque pensamos que originalmente, la cabecera tendría una cubierta abovedada. La pavimentación interior es moderna. Los acabados interiores están, en parte, blanqueados. Finalmente, la capilla remata en una simple espadaña, de finales del siglo XIX, con un solo hueco apuntado, para acoger la campana, y un remate que imita los pináculos de la arquitectura gótica"

Actualmente en la capilla se veneran las imágenes de San Sebastián, posiblemente del taller de los Acevedo, y San Pedro, ambas del siglo XVIII. A lo qu eañade el IPAA:
"En 1975, fue sustituido el único altar que poseía, siendo colocados San Sebastián y San Pedro en unas repisas, a los lados de una imagen moderna del Cristo de los Navegantes. La antigua imagen de la Virgen de las Nieves se ha perdido"

Desde aquí un sendero de losas nos lleva al mirador de A Atalaya, tras aquella mata de arbustos


Pasados los arbustos hay una estrecha senda entre estos setos que guardan pequeños huertos


Vista al Cantábrico


Bajamos un poco y nos acercamos de nuevo al borde de los acantilados


Senderos de tierra y puestas de pesca, desde esta costa hay además unos impresionantes atardeceres


Estratos rocosos en el acantilado: Olga de San Sebastián y A Longa


Otra fantástica vista de la isla y el faro


Podemos seguir unos metros por el sendero


Caprichosas formas geológicas producto de la erosión marina


Se forman charcas de agua marina depositada con el oleaje


Subimos esta campera


Nueva estampa de la costa tapiega hacia el Cabo Sebes


Justo de frente, en primer término la isla de Campón, de 12 metros de latura, lo que permite que su superficie se libre de los ambates de las olas y crezca el verde


Ahí está El Ribeiro (playa de cantos rodados) de Campón o Ca Campón, bajo los acantilados de San Sebastián. Justo detrás y separado por la Punta del Cuitelo está el Ribeiro de Ca Xulián. Las casas pr´ximas les dan nombre


Más allá asoma el castro de Represas o El Toxal, junto al que pasamos para entrar en el casco urbano de Tapia pasando junto al albergue de peregrinos, en el Ribeiro de Represas y enfrente de los islotes de Oliveira, Os Castelíos, Castelo Rapao y A Pilara


Más allá es la ensenada de Ribeira Nova, separada de Represas por el Ribeiro dos Burros y Os Castríos, también con varios islotes, como el de El Castelón, el más grande de todos


En la lejanía los pinares y arboledas donde se encuentran las Lagunas de Salave, cuyo mayor exponente es el Lago de Silva, restos de las minas romanas de oro. Esas lagunas de Salave son en realidad artificiales, pues tienen que ver con la existencia de un gran canal de 20 kilómetros de longitud, construido en el siglo II d. C. que traía el agua del río Porcía a esas minas, para remover las vetas auríferas


En toda estra rasa litoral varios castros daban protección a estas minas y a los puertos naturales vinculados sin duda con el comercio del oro, y de mercancías en general. La posibilidad de volver a poner en marcha la explotación aurífera, cuyos filones no se agotaron sino que en determinado momento dejaron de ser rentables dentro de la tecnología existente, es causa de polémica das las actuales técnicas extractivas, especialmente agresivas con el entorno, máxime si este es natural, agroganadero y turístico


Es muy posible que la causa fundamental de la conquista romana del Noroeste Peninsular tuviese como motivo hacerse con la gran veta aurífera existente en este territorio, de la que se abrían desde tiempo atrás, pues ya trabajaban con él ástures, galaicos, e incluso anteriores pobladores megalíticos que ya dominaban la fundición de numerosos metales. Diademas, torques, y otros objetos son buena muestra de la orfebrería castreña desde antes de la llegada de las legiones del césar


Además de la época castreña y la romanización, en toda esta campiña litoral han sido encontrados enseres líticos de más antiguas civilizaciones prehistóricas. En las inmediaciones, Balmorto o Valmorto, hubo un convento mencionado ya en el siglo X como fundado por un tal Todisla, antecesor de la parroquia, el monasterio de San Acisclo, y del que se conserva la llamada Casa del Cura, así como las ruinas del cementerio El lugar debió estar habitado desde tiempos remotos pues se ha localizado el castro de Castreda, recinto fortificado con dos grandes fosos, donde fueron hallados molinos de grano y monedas romanas. El suministro de agua lo daba la Fonte del Figo, todo ello relacionado con las míticas minas


Visto un nuevo tramo de costa, volvemos al Campo de San Sebastián y continuamos este paseo por Tapia, por el barrio de San Blas


Volvemos a pasar frente la capilla y seguimos de frente


Llegamos a la calle y seguimos a la izquierda


Calle adelante seguimos por las casas del barrio, histórico barrio de pescadores de Tapia, que allá por el 1300 ya conseguían sacar al obispo, su señor, algunas reclamaciones a fin de hacer más llevadero su vasallaje, según escritura en la que se les otorgan algunas ventajas:
"que finque para el obispo el Puerto de las Tapias, con sus azores, azoreros y montalgos, que de las voces e indicios lleve el obispo la tercia y el concello y los alcaldes los dos tercios"

Y allá por el último tercio del siglo XVI, leemos en la Gran Enciclopedia Asturiana (voz Tapia, t.13 pag. 251) un momento sumamente importante para los tapiegos:
"Necesitado de dinero el rey Felipe II debido a las guerras en el año 1579 solicita del Papa Gregorio XIII la venta de las tierras que formaban las obispalías, obteniendo su autorización. Los vecinos de Tapia y Salave, representados por Gonzalo Méndez de Cancio, en el año 1580, lograron de esta forma comprar su libertad"

La Virgen del Carmen, advocación marinera, muy presenta en la puerta o fachada de muchas casas


San Sebastián, posible advocación de origen vasco como hemos dicho, de cuyos balleneros dice también la Gran Enciclopedia Asturiana GEA:
"Los vascos dedicados a la pesca de la ballena arribaban desde muy antiguo a la abrigada ensenada de la isla de Tapia, dejando algunos apellidos al mezclarse con las gentes de este lugar y sus aledaños"

Pero sin duda el momento culminante de la historia tapiega sea el de su independencia, desgajándose de Castropol en 1863, bajo los auspicios del influyente Fernando Fernández Casariego y Rodríguez Trelles. Así es contado este proceso en la web del Ayuntamiento de Tapia:
"Fernando Fernández-Casariego y Rodríguez Trelles (Marqués de Casariego y Vizconde de Tapia desde 1872) 1792-1874. A el se debe la independencia de Tapia de Casariego (perteneciente con anterioridad a Castropol) y obras como el Instituto, el Ayuntamiento o el Puerto, entre otras 
Fernando Casariego comerció con telas. Emigró a Madrid donde hizo fortuna (contratos con el ejército). Militó inicialmente en el partido progresista (1820). Se aprovechó de la época de guerras (independencia, carlista, Marruecos) para hacer negocios y préstamos. Se aprovechó también de la desamortización de Mendizábal (1836-37) amigo suyo. Peso importante en el Banco de San Fernando, después sería Banco de España. 
Consiguió la independencia de Castropol en 1863 - Tapia ya había sido independiente en 1814 y entre 1820-1823 (en 1916 se pasó a llamar Tapia de Casariego en honor al artífice de la independencia, en principio se llamaba As Tapias), en 1930 se inaugura la escultura de bronce de cuerpo entero, contratado a Arturo Sordo y Álvarez 1925"

Realmente Tapia eran dos parroquias, entidad administrativa civil y eclesiástica y también civil en Asturias y Galicia, la de San Martín y la de San Esteban, que tuvieron sendos monasterios allá por el siglo XI, si bien por entonces las fundaciones monacales no eran necesariamente siempre grandes cenobios, sino en muchísimos casos bastaban muy pequeñas comunidades e incluso una familia acogida a algún voto o regla religiosa


Antiguas casas de pescadores restauradas. En 1891 las parroquias fueron unidas y desapareció su antigua entidad, no sin resistencia vecinal. Incluso en lo religioso las dos iglesia desapareceieron, la de San Martín completamente y la de San Esteban se hizo capilla solo consrvando su cabecera


Pese a la relativa prosperidad conseguida en aquella segunda mitadl del siglo XIX a raíz de su independencia, muchos fueron los tapiegos emigrantes a ultrtamar, principalmente a Cuba y Argentina, existiendo relativo a ello este poema del vate local Conrado Villar Loza:
¡Lonxe muy lonxe de aquí
donde ye chaman Habana,
teyo al mey fiyo querido
teño a meu Pepe del alma!

Relativo al Camino de Santiago dice también así la GEA:
"El antiguo camino de Santiago por la costa cruzaba estas tierras; más que camino era una ruta para peregrinos, los cuales descansaban en los conventos de San Esteban de Tapia y Tol, de los que no queda ningún vestigio. Hospitales para peregrinos existían en Salave y en San Esteban de Tapia. Posteriormente, Carlos III abrió una clazada para diligencias; y en la segunda mitad del siglo pasado (XIX) se acomete la obra de la carretera actual... "

Otra imagen de la Virgen del Carmen


La calle, a la izquierda, se asoma al mar...


Aquí tenemos otra hermosa vista hacia la isla de Campón, la Punta Cuitelo y el Cabo Cebes


Y el Ribeiro de Campón, de roca y xogaral


En la cima de la isla no solamente crece hierba, también algunos arbustos, formando un pequeño bosquete incluso


La isla tiene también su cueva, otro de aquellos refugios del home marín...


Un buen lugar para asomarse a esta atalaya del acantilado, a unos veinte metros sobre el mar


A nuestra izquierda, el acantilado vertical...


Precioso jardín a nuestra derecha


Fuente ornamental...


Bajamos por aquí todo recto. Realmente para continuar visitando el barrio de San Sebastián podemos continuar por donde queramos, pero vistos algunos de sus lugares más interesantes podemos ya seguir por aquí directamente al puerto


En este cruce iremos a la derecha entonces para ir de vuelta al muelle


Y aquí vamos hacia la calle da Costa o de la Cuesta


Otra hermosa callejuela de este histórico barrio pesquero. Leemos también en la GEA:
"Tapia de Casariego, capital del concejo, es un hermoso pueblo edificado sobre un promontorio que, a modo de cabo, penetra en el mar. Dentro del conjunto urbano se distingue claramente la parte antigua, llena de tipismo, con edificaciones de gruesos muros de piedra, muchas de las cuales tenían soleados corredores o grandes balcones..."

Dos investigadores, Ramón Valdés del Toro y Elisabeth Lorenzi Fernández, escriben así de Tapia en ¿Bótoche unha mano?. La evolución de las relaciones de reciprocidad campesina en Tapia de Casariego (Asturias):
"En una comarca en la que el suelo, el clima, las aguas y el modo de vida propician un alto grado de dispersión de la población, no es sorprendente que la capitalidad recayera en un núcleo cuya mayor concentración inicial se debía precisamente a la existencia de condiciones físicas distintas y a los requerimientos de un género de vida antitético del normal en el resto de la comarca. Así es como Tapia de Casariego, originariamente un pueblecito de pescadores, se convirtió en la capital de un concejo labrador. La villa de este municipio que busca la llanura y huye de la pendiente nació escalando los taludes casi violentos que encierran al puerto. La capital de un término que ha crecido diseminándose libremente, sin temor a la falta de un agua que el subsuelo ofrece a pocos metros, se concentró en torno a dos fuentes, la de María Doncella y la Fonte Nova, porque la de sus pozos, inmediatos al mar, era demasiado salobre. El emplazamiento inicial de Tapia de Casariego es, pues, típicamente marinero, es el de tantos pequeños pueblos pescadores de las costas del Norte, pegados al mar. Junto a la cala en que se refugian sus barcas, las casas huyen del incesante viento, trepan por los escarpados, se apiñan y se abrigan en las breñas y los riscos. Y cuando las resacas que levantan los temporales del NW amenazan la seguridad de las barcas, éstas suben también, trepan igual que las casas por las calles angostas y pinas de nombres dramáticamente expresivos (La Guardia, La Atalaya) y esperan frente a las casas de sus dueños a que la mar se allane... "

El camino, la calle, se estrecha: para seguir al puerto iremos bajando por la de la izquierda


Estrecho pero coqueto callejón en umbría. Muchas viviendas son ahora empleadas como alojamientos turísticos pero guardan la esencia de la arquitectura popular de los pueblos de la costa y enclaves de pescadores


Ventanas y balcones se asoman a la calle


Alguna farola isabelina ilumina de noche estos recovecos de San Sebastián...


Ya se ven las casas de la Plazoleta del Mar


Los techos negros, de pizarra y a dos aguas, que con el sol parecen de plata, son otra importante característica constructiva de estas casas


Y otra imagen de Nuestra Señora del Carmen


Seguimos en suave bajada por la cuesta


Y aquí a la izquierda ya salimos hacia la Plazoleta del Mar


Los hosteleros sacan sus terrazas...


Y ya caminando en llano llegamos al lugar en el que arrancaba nuestro periplo hacia el Faro de Tapia


La Plazoleta del Mar y A Ribeira, ahora subiremos a Os Cañóis por A Guardia y San Blas, culminando nuestro periplo por la villa de Tapia
























































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