Sobre la acantilada y pedregosa ensenada de La Güelga, en en barrio de Les Quintanes, por donde salen del pueblo de
los caminos a la villa de Colunga y a Güerres, está La Colonia, un conjunto de edificios de la que fue la Colonia Escolar fundada por
(Francisco Luis Carrillo Guerrero), Inspector Jefe de Enseñanza Primaria, y su mujer
, en 1927 para el veraneo de niños de familias de escasos recursos de las escuelas públicas de Madrid, quienes acudían en dos turnos, los meses de julio y agosto
En 1925 el gobernador civil otorga a Francisco Carrillo "el padre de los niños pobres", la adquisición de unos terrenos sobre el acantilado, una finca llamada Miramar, para tal efecto, y en 1926 empezará la construcción de los edificios de lo que siempre será llamado La Colonia. Uno grande, el que vemos a la derecha de la foto, con grandes ventanales hacia el mar, destinado a alojamiento de niños y maestros; mas otro más pequeño, a su izquierda, para los guardeses, que la habitarían todo el año
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Les Escueles Nueves. Albergue de peregrinos de La Isla |
Pasada la Guerra Civil, la Fundación Francisco Carrillo funda al lado de La Colonia las nuevas escuelas de La Isla, esta para los niños del pueblo, en 1950, que serán llamadas Les Escueles Nueves o Les Escuelines. Tras dejar de tener su función original con las concentraciones escolares pasaron a otros usos y, en 1998, gracias a un convenio entre el Principado de Asturias, se habilitó el albergue de peregrinos del que hasta entonces carecía el concejo, siendo pues este uno de los pioneros del Camino de Santiago del Norte, tras la recuperación efectiva y señalización de este antiguo Camino, el Camín Real de la Costa
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El Ramal |
Esta es la razón por la que desde el Camín Real o Camín de Santiago, que se dirige directo a la villa de Colunga, capital del concejo, tenga un ramal que, desde el barrio de La Ferrán, se acerque al centro de La Isla, precisamente llamado El Ramal, hoy dedicado precisamente al benefactor Francisco Carrillo, mientras que la plaza cercana lo es a su mujer Lorenza Khoeler. Esta era además también una ruta histórica, pues entraba en lo que fue un importante puerto ya desde antes de la conquista romana
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Santa María de Tona y La Escuela Vieya |
Al lado de El Ramal está la iglesia de Santa María de Tona, sucesora de un monasterio medieval erigido sobre una villae y donde se ha localizado un mitreo de culto a la divinidad Mitra, de origen persa, culto muy posiblemente traído por mercaderes o legionarios. Al lado vemos La Escuelina o Escuela Vieya, la anterior a la fundada por Francisco y Lorenza, que es ahora centro social. Al otro lado está la Playa la Isla, el viejo fondeadero y actual gran arenal veraniego
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El Ramal llega a La Xunglar: a la izquierda se va al albergue |
Figura además La Isla como parte de una ruta alternativa de antiguos peregrinos que se dirigían, no a Colunga, donde tenían a su servicio el Hospital (albergue) de Santa Ana, sino a Llastres, donde en el siglo XVIII disponían también de un refugio a ellos dedicado por Bernardo del Castillo, con hospitalera y varias camas
El Ramal llega a La Xunglar. Aquí a nuestra izquierda llegarían, procedentes de la playa y la iglesia, aquellos peregrinos que hayan escogido venir,
en buenas bajamares, desde La Espasa, por
El Piñoble, la Playa'l Barrigón y la Playa la Isla, es decir, por primerísima línea de costa, andando por el propio arenal, un precioso itinerario al que le dedicamos la correspondiente entrada de blog. Este camino se uniría aquí con este que entra en La Isla procedente del Camín Real en
La Ferrán, viniendo de La Espasa y El Barrigón por el interior, el Camino oficial
La Xunglar, antiguo terreno de marisma y juncos, como revela su topónimo, hasta donde llegaban antaño la arena y, en ocasiones, las olas del mar, actualmente rellenado y bajo el que el Ríu Llames pasa canalizado y subterráneo a desembocar en La Playa la Isla
De frente a la derecha era Casa la Generosa, donde que estuvo el primer teléfono público del pueblo, a cargo de Casimiro, marido de Generosa y funcionario del Ayuntamiento después de la guerra. A partir de aquí pues, corrían las noticias por el pueblo y en la colonia de veraneantes. Mas adelante cedieron esta línea y era compartida con Casa Nespral, en lo alto del Cuetu Cambroña (sobre la Playa la Isla y cerca de la del Barrigón), según datos del investigador Inaciu Hevia Llavona en su trabajo dedicado a la Parroquia de La Isla'l Moral, nº4 de la serie Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana)
A la izquierda de Casa la Generosa es el Camín de la Torre, cuesta que sube al Picu la Torre, en lo alto de La Isla, fácil de identificar por otro muy viejo ocalitón. Allí existen viejos muros, foso y restos de construcciones que se dice son restos de otro recinto defensivo, de ahí su nombre, datado en época medieval. Se dice que desde La Xunglar hay una galería de acceso subterránea que discurre bajo el llamado Camín de la Torre, el cual sube hacia la antigua fortificación. Por él, según el decir de la vecindad, en el silencio de las noches se siente retumbar los pasos de la gente "como si estuviera hueco por abajo" y, al cavar alguna obra, parecen reconocerse estructuras abovedadas entre ladrillos y escombros, así como huesos que parecen de animales. Es posible que se tratase de algún túnel de escape o acceso del antiguo torreón
A su izquierda es el Hotel The Island, antiguamente La Xunglar. Antes aún en este lugar estuvo Casa la Luisa, antigua casa de corredor ya desaparecida, justo bajo El Picu la Torre. Tenía un murete de piedras rodeando su antoxana o delantera para evitar que entrase agua de les mareones o pleamares, que como hemos dicho llegaba hasta aquí
El Camino sigue, desde el cruce de El Ramal con La Xunglar, a la izquierda, por la calle del Doctor Avelino Herrero, en dirección primeramente al barrio El Colmenar, que vemos al fondo
De frente, en la esquina del mismo cruce, La Plaza del Campillín, que es la de La Churre, la churrería de Luis David Frechoso, inaugurada en 1972 por sus abuelos, que abre desde Semana Santa hasta pasado el verano, como otros muchos establecimientos. Ofrece no sólo churros, sino también bocadillos, desayunos, aperitivos, comidas, copas, etc.
Al empezar la calle a la derecha, el Llagar de Pepe Duyos, al lado del Hotel The Island o antigua Casa la Luisa
También llamado Casa Pedro Valle, era además de llagar de sidra uno de los más populares chigres de antaño, que abría sus puertas aquí abajo, hoy cerrado
A la izquierda, el edificio del llagar propiamente dicho, por donde seguimos calle adelante...
A la izquierda La Faza o La Fazona, antiguo prado al lado de La Xunglar, del latín
fasciam, haz de tierra. Ahora ocupado por este chalet den florida fachada y jardín
Entre La Faza y el antiguo Llagar de Pepe Duyos la calle se estrecha un poco. Estemos atentos al paso de vehículos
En el suelo, suelen pintarse y repintarse las señales que nos llevan al albergue de peregrinos: una
A y una flecha amarilla
Preciosa casa de galería acristalada y buhardilla o bufarda. Enfrente un pequeño terreno o
faza. Las galerías tuvieron su auge con la expansión en Asturias de la industria del vidrio, a partir de 1880 sobre todo. Se emplearon profusamente en nuevas construcciones pero también para cerrar muchos balcones y corredores de casas más antiguas, integrando térmicamente esos espacios en el interior de la vivienda
Seguidamente una bifurcación. Por aquí pasaríamos de La Xunglar a El Colmenar, yendo nosotros a la derecha
Y en la fachada derecha de este chalet, unos azulejos llevan el nombre del barrio...
Unas buenas referencias también sin duda para el peregrino en busca de la ruta al albergue por estas encantadoras callejuelas de La Isla
Hoy en La Isla conviven interesantes ejemplos de arquitectura rural y urbana, además de residencial y señorial. Un plan de construcción de numerosas viviendas y chalets parece haber pasado a mejor vida, al menos de momento. La población creció gracias al turismo, animada en verano aunque muy desierta en invierno, con pocos vecinos. Muchas de las casas de estos barrios más antiguos, que recorreremos en dirección al albergue, han sido soberbiamente restaurados
Treslatorre, donde seguimos viendo en el suelo las
As de
albergue con su correspondiente flecha amarilla. A la izquierda la casa llamada La Rancherita
Seguidamente a Treslatorre va La Torre, donde el Camino empieza a subir un poco
De frente La Plaza l'Horrón, en el barrio de este nombre, entre los barrios de Corvera, El Picu la Torre y El Castru. La geógrafa Josefina Gómez Mendoza, quien veraneó varios años con su familia en La Isla, escribe, en sus memorias al respecto,
Veraneos asturianos de mediados del siglo XX. La Isla (Colunga), lo siguiente:
"La Isla estaba habitada todo el año por no mucho más de veinticinco familias, lugareños que vivían casi todas de tierra, en general arrendada, y de ganadería propia. En el pueblo había casas con cierta historia como la de don Pedro Quirós, pero la mayoría eran bastante humildes, de piedra, con algo de adobe, casi todas con ventanas externas y algunas galerías y corredores buscando la buena orientación. Los hórreos eran, como acostumbran en esta parte de Asturias, externos, en la plaza del Horrón había varios. Las vacas iban de las cuadras a los prados por todo el pueblo, a veces les ponían hierba podrida y algas, y todo ello, junto con las panochas de maíz y las omnipresentes boñigas daban un suelo de textura y olor muy característicos."
Barrio y plaza deben su nombre a un gran hórreo que había en medio, el cual pertenecía alas casas de alrededor, así como otros más que aún se conservan y que podían y pueden tener varios propietarios cada uno
En verano, y más aún en días de buen sol y fines de semana, cuando el pueblo se llena de veraneantes y la gente acude, a veces masivamente, a las playas, La Plaza l'Horrón se convierte en un pequeño
aparcaderu, estacionando los coches donde buenamente se pueda
Debajo, estas antoxanas o delanteras eran antaño verdaderos espacios se socialización, donde la gente se sentaba en algún banco y entablaba conversación con quienquiera que pasase. Esta es una foto de principios de primavera, con la plaza vacía y aún sin coches, pero con una larga sombra que se proyecta sobre ella, al estar el sol aún muy bajo, recién salidos del invierno
Es la sombra del antiguo cuartel de la
Guardia Civil, pegado a otra casa de corredor, hermosamente restaurada. Hevia Llavona nos dice que fue primeramente cuartel del
Cuerpo de Carabineros, cuerpo armado dedicado a la vigilancia de costas y fronteras, así como la represión del fraude fiscal y del contrabando. Aún se conservaba en el lugar el nombre de Les Escueles, pues fue donde estuvieron las escuelas más antiguas de La Isla de las que se tienen noticia, derribadas para hacer este cuartel, del que también escribe Gómez Mendoza...
"Era evidente que existían escuelas públicas desde hacía tiempo, de niños y niñas, pero también una casa-cuartel de la guardia civil con guarnición, el del Horrón, precisamente instalado en la antigua escuela de niñas, cuartel que, bien pensado, resultaba desproporcionado para el número de habitantes. Yo creo que incluso estuve dentro de la casa-cuartel, y que tenía algún amigo hijo o hija de los guardias. De lo que no cabe duda es de que en los primeros meses de la guerra la iglesia fue quemada, y en 1938 reconstruida al ocupar las tropas “nacionales” la zona oriental de Asturias. Entonces, uno de los maestros fue fusilado.
Todo eso no lo sabíamos, ni nuestros padres, si lo sabían, nunca tuvieron el más mínimo interés en contárnoslo, al menos a mí. De lo que sí guardo (guardamos) una imagen imborrable es de un hecho que sucedió a finales de los años cincuenta: corrió la noticia de que había sido detenido un maqui muy peligroso, el Juanín; de que lo tenían en el cuartel y se lo iban a llevar en el coche de línea. En efecto, le llevaron andando por el ramal hasta la carretera: era un pobre hombre que apenas podía caminar y lo llevaban, colgando de los hombros, los dos guardias; le habían dado, sin duda, una paliza. Se habló mucho de las fechorías que habría cometido. No en mi casa. Me parece que luego se supo que aquél no era el Juanín, aunque que coincide que el verdadero fue ejecutado por esas fechas. Este es el recuerdo más claro que yo tengo de la realidad de la guerra y de la represión."
Arriba el barrio El Castru, topónimo vinculado al antiguo castro de La Isla, situado más allá, fortificación de origen prerromano que guardaba la entrada a aquel puerto milenario y de la que se conservan señales de sus antiguas defensas. Recomendamos un buen reportaje del mismo en la página
ArqueoAstur del arqueólogo
Eduardo Pérez-Fernández
Las flechas nos indican ir de la plaza a la izquierda, por el Camín de la Fragua
A la derecha, un monolito con el nombre de la plaza
Por ahí sigue el Camín de la Fragua. Llama mucho la atención la abundancia, en esta parroquia, de los topónimos relacionados con fraguas y ferrerías, sabiéndose que, desde tiempos de los astures prerromanos, salían del antiguo puerto de La Isla los preciados minerales del Sueve, en singladura náutica a castros marítimos metalúrgicos, como el gijonés de
La Campa Torres, sobre el actual puerto de El Musel, cuyos pobladores se sabe eran los
cilúrnigos, palabra celta relativa a caldereros...
Y por La Fragua va un peregrino camino del albergue, situado al otro extremo de La Isla, como hemos dicho, en los antiguos caminos a Colunga, Güerres y Llastres, la parte más alejada de la playa, pero, también por tanto, más tranquila en el bullicioso verano
Y sobre el Camín de la Fragua, un hórreo al salir de la plaza a la que dan nombre
Ruede de rayos (radios) del antiguo carro de labranza, que muchos años hace que no rueda peles caleyes del pueblu. A lado, troncos y maderas apiladas
Es lo que se llama
el solohorru, la parte debajo del hórreo, empleada de siempre con múltiples funciones, hasta como tendedero de ropa, aprovechando aquí el sol de la tarde
La fragua que dio nombre al lugar era la de
"los de Ramonín el Ferreru", recoge también Inaciu Hevia Llavona de la tradición popular. Más tarde y abandonada la fragua, pasó a ser cuadra
A la izquierda, El Corralón, donde se han edificado algunas casas unifamiliares con terreno y jardín
Ahí tenemos los correspondientes azulejos identificativos...
La palabra
corralón, aumentativo de
corral, tiene diversas acepciones que por lo general se refieren a un lugar cerrado, por ejemplo un lugar entre casas, a manera de patio, una cuadra, un gallinero, un patio principal, un cercado, pero también un camino público que pasa al lado de una casa
Estamos en el barrio de Corvera, que en zonas marítimas, como esta, puede relacionarse con lugar de cuervos
(Corvus corax) o de cormoranes
(Palacroax carbo), de ahí viene su extraordinaria presencia en la toponimia
Por ejemplo, este camino se dirige, además de a Les Quintanes y La Colonia, a La Peña los Cuervos, al NO de El Castru, acantilados con pedreros famosos antaño por su abundancia de percebes. Es llamada también La Peña'l Cuervu, lo que puede crear cierta confusión con otra del mismo nombre, por la que habrán pasado los peregrinos que hayan venido por la ruta de las playas, pues está entre los pedrales de El Piñoble y La Playa'l Barrigón
No sólo las nuevas construcciones, sino también muchas casas campesinas, ya abandonada la casería y la labranza han sido reformadas como segundas residencias y viviendas vacacionales, algo común a la práctica totalidad de los pueblos costeros y a gran parte de los del interior
En Corvera, en el cruce con otro de los accesos a La Fragua y El Castru, hay una hermosa fila de casas a mano izquierda que forman una vistosa calle
Esta primera, por ejemplo, luce una primorosa galería, que sin duda cierra un corredor que hubo hace mucho tiempo. Fijémonos en el grosor del cortafuegos de la izquierda
Una estrecha acera recorre esta vereda bajo las fachadas que dan al camino. Se han colocado a lo largo de ellas algunas macetas con plantas y flores de llamativos colores que le dan vistosidad
En medio Casa Carmen, donde han aparcado la bicicleta, por que como se suele decir, "son para el verano" y de esta misma forma lo recuerda Josefina Gómez Mendoza:
"Las bicicletas eran indispensables, no sé dónde las guardaban mis padres entre verano y verano. Se iba mucho a coger moras, y cuando llegaban las grandes mareas de final de agosto, íbamos muy pronto por la mañana, con los esguileros al lugar del Camarón, a las rocas entre el Barrigón y la Espasa. Con la fiesta de la Velilla, la virgen de agosto, nos traían a casa una capilla con una virgen, a mí me impresionaba bastante. A veces nos llevaban nuestras tías al rosario vespertino en la iglesia: allí como ya he contado, lo más llamativo eran los reclinatorios familiares, es decir grabados con el nombre de las familias a las que pertenecían. Con mucha más frecuencia íbamos al Barrigón y a la venta de la Espasa, donde se jugaba a los bolos. Y muchas veces a Colunga, a casa de los Grande, a la farmacia, a la pastelería donde acudía a menudo nuestra madre con algunas amigas."
Placa de Casa Carmen, en la que aparece, curiosamente, pintada en el azulejo una de las características macetas de este grupo
Pegada a Casa Carmen una casa con
antoxana dando al camino, con más tiestos y el espacio suficiente para colocar un par de sillas a cada lado de la puerta. Arriba un largo corredor, es una variante del modelo de corredor entre dos cuerpos al que nos referíamos antes. Así lo describen Florencio Cobo Arias, Miguel Cores Rambaud y Matilde Zarracina Valcarce, autores de
El corredor en las casas asturianas:
"...el muro cortafuegos desaparece y el corredor apoya sobre un pie derecho de madera o en una ménsula del mismo material, en ocasiones reforzada por un jabalcón empotrado en el muro; en este último caso el portal se convierte en un amplio zaguán"
Arriba en la tercera planta el corredor se ha cerrado en galería, pero no con una banda totalmente acristalada sino en forma de fila de ventana. Seguimos leyendo a estos autores:
"El cerramiento de viejos corredores con una estructura de madera y cristal supuso la creación de un nuevo espacio habitable, que aprovecha y acumula mejor que ningún otro la energía solar, sirviendo de cámara protectora a cuantas estancias se asoma n a él, sin perder ninguna de las funciones de circulación y de prolongación espacial que tenía el corredor.
Atendiendo al mayor uso del cristal o la madera, las galerías pueden presentar diversos grados de diafanidad o hermetismo. Las más diáfanas, de uso generalizado en villas o ciudades ocupando la fachada posterior de la casa, adquieren protagonismo en las zonas rurales al ubicarse en la fachada principal; en las herméticas el mayor empleo de madera proporciona una defensa más efectiva contra los rigores del clima que el cristal, siendo a la vez un material cuyo empleo y mantenimiento presenta menos dificultades para el usuario y supone además un mayor ahorro económico. La fortuna de los diferentes diseños de galería hizo que fuese adoptada como elemento propio en el trazado o proyecto de nuevas casas, sobre todo en la costa y en los núcleos más urbanos. Creatividad, inventiva y tradición se aúnan en las múltiples variantes formales, funcionales y estéticas de las galerías asturianas"
Luego, una casa con un elemento especialmente llamativo, el gran alerón del tejado, que protege ventanas y fachadas delas inclemencias del tiempo. Más abajo una gran ventana tal vez sea una ampliación de otra anterior más pequeña
Y otro ejemplo de corral,
corrada o corralada, espacio cerrado, en este caso por muro de piedra y, adentro, un hórreo
En el muro se ha abierto un gran portón de acceso a la finca para que los vehículos puedan entrar y salir con la menor dificultad en la no muy ancha calle
Calle cerrada por altos y gruesos muros que nos lleva a las casas de El Barréu, larga fila de viviendas tradicionales de diferentes estilos y todas restauradas, que dan atrás al Camín del Castru y Les Atalayes, sobre los prados y acantilados del mismo nombre que este grupo, El Barréu, cuyo topónimo viene del barro, anaranjado, que, abundante en el lugar, se empleaba para levantar muros de piedra o cubrir tabiques de sardu varillas entretejidas, antiguamente muy común. En la actualidad, gran parte de ese barro ha desaparecido, arrastrado por el mar
A la izquierda, nuevas construcciones en El Praequín. Fijémonos también en estos grandes aleros, que nos recuerdan a los de la casa anterior
Otra casa de corredor estilo entre dos cuerpos, este entre cortafuegos y retrete. Pues los primeros que se instalaron, al llegar el agua corriente a las casas, solían ponerse precisamente en el corredor, al estar los demás cuartos muchas veces ocupados. Volvemos a leer en El corredor en las casas asturianas:
"Se estructura en el centro de la fachada entre dos cuerpos laterales, abriéndose bajo él un portal . La composición de fachada es de una total simetría, quedando dos espacios semidiáfanos e intermedios (corredor y portal) flanqueados por dos cuerpos herméticos, que alojan en el piso bajo cuadras o almacenes y en el alto dormitorios; la separación entre estos espacios internos y los intermedios puede efectuarse tanto con muro maestro de mampostería como con tabiques de tablazón o de entramados ligeros ligados con barro. El portal y el corredor son espacios distribuidores, en los que también están muy potenciadas las funciones de estancia y servicio, debido al gran fondo que poseen
Las vari antes sobre este tipo son múltiples, resultado del juego volumétrico «hueco-macizo» que en ellas se establece. Una de las más comunes y que predomina en la zona del valle del oriente de Asturias, es aquella en la que el corredor está flanqueado en un lateral por un cuerpo macizo y en el opuesto por un muro cortafuegos"
Aquí, el retrete, más que en el mismo corredor, parece haber sido puesto añadiendo este cuerpo más en este extremo del mismo. Vayamos ahora al apartado que explica las circunstancias que llevaron a estos añadidos, Los cerramientos del corredor:
"Los más simples suponen una protección frente al clima del propio espacio del corredor, que se hermetiza al cerrarse el antepecho y uno o los dos laterales con grandes lajas de pizarra, tablazón en disposición vertical u horizontal o con tablillas horizontales, solapadas o machihembradas, a partir del siglo XIX.
Otros cerramientos más complejos se efectúan cuando es necesario ampliar el espacio interno de la vivienda o crear alguno nuevo, lo que lleva a la ubicación en las esquinas del corredor de uno o dos cuartos, destinados a dormitorios, retrete o despensa.
A fines del S. XIX y principios del S. XX, los emigrantes que retornaban consideraban de mal gusto compartir el espacio de descanso, habilitándose entonces uno o los dos extremos del corredor como dormitorios. También en esta época aparece el retrete, que se ubica en uno de los laterales del corredor, solventándose con esta disposición los problemas de ventilación y desagüe.
Los tabiques de estos espacios han de realizarse con materiales ligeros, para que la estructura de madera del corredor pueda soportarlos, optándose entre las siguientes soluciones para su construcción: con tablazón, con entretejido de varas recubierto de barro y revocado, o con un doble entablillado relleno de barro, «tarucos» de maíz o piedras pequeñas y revocado exteriormente. También desde mediados del Siglo XIX se emplean las tablillas horizontales para con formar los pequeños volúmenes dedicados a retrete o despensa"
Salimos pues de Corvera al Camín del Castru, que viene por El Pastote y Les Atalayes, también sobre los prados y cantiles de El Barréu desde el antiguo recinto fortificado de El Castru. Una senda costera recorre además todo su promontorio desde La Barquera y La Garita, al lado occidental de la Playa la Isla, la cual enlaza aquí con nuestro camino
De frente al cruce, La Riola, gran caserón tipo chalet de grandes galerías y tejados en El Barréu, entre el camino y el mar. A nuestros pies siguen las señales al albergue
Azulejo cerámico en el muro de la
portiella...
De La Riola a la izquierda, más allá asoma, sobre el seto, el tejado del albergue de La Isla
Nuevas construcciones: El Llar
El camino recibe, según Hevia Llabona, tradicionalmente el nombre de La Caleya, y es el que secularmente comunicaba La Isla con Güerres, la parroquia de San Xuan de la Duz y la villa de Colunga, capital del concejo
La Caleya daba nombre también, siguiendo lo descrito por este investigador, a las casas extendidas a lo largo de este camino, parte del barrio de Les Quintanes, que se dirige a La Colonia
La Caleya hace referencia a los antiguos caminos rurales de tierra y barro, a veces estrechos y malos y duros de pasar, que no obstante eran muchas veces los principales a no ser que se quisiese atajar por campos, antaño más abiertos y comunicados por saltaderes. Con la mecanización del campo ya empezaron a ser ensanchados primero y nivelados y asfaltados después. No obstante pervive su nombre en la toponimia
Y justo antes de lo que son propiamente los edificios de La Colonia, situados unos metros más allá, ya tenemos a la derecha el solar de Les Escueles Nueves, que fundasen en 1950 Francisco Carrillo y Lorenza Koehler a través de su fundación, aún en plena posguerra
Y en ellas, el albergue de peregrinos, a donde vamos a entrar ahora
Ahí está la flecha amarilla, para que tampoco nadie pase de largo
Ahí tenemos las aulas, con buen terreno cerrado, donde se hacía gimnasia, se salía al recreo y se realizaban otras actividades al aire libre, ahora es espacio de recreo también, pero para los peregrinos, lugar de descanso y socialización
También para no equivocarnos por dónde entrar, hay una flecha amarilla más en una de las columnas de la portiella
Al fondo, toda un ala anexa conforma un hermoso pasillo porticado que sirve de tendal y cobijo del comedor comunitario exterior
Un camino de losas, nos lleva a la puerta
"La mascota Pelegrín fue la imagen promocional más difundida del Xacobeo 93. El plan turístico-cultural del Gobierno gallego para el Año Jubilar compostelano de 1993, un periodo convertido en el símbolo definitivo del renacer de la peregrinación a Compostela a través del Camino de Santiago, incluyó como icono al popular muñeco. Obra de 1991 del diseñador gallego Luis Carballo, esta mascota se lanzó a toda España con notable éxito, reproducida sobre todo en pins y camisetas. Mostraba una imagen inédita e introducía el desenfado y la innovación en las actividades civiles relacionadas con el jubileo. Su nombre, Pelegrín, se correspondía con una variante popular gallega del sustantivo peregrino y se inspiraba en la imagen más tradicional -bordón y calabaza incluidos- de la indumentaria de los caminantes jacobeos."
Más allá, otra placa, muy importante, está justo en la pared donde se unen albergue y centro de apoyo: vamos a ir a verla
Recuerdo permanente de aquella Institución Escolar Francisco Carrillo fundadora de estas escuelas y, treinta años antes, de La Colonia
Otro lugar alegre y muy engalanado, hasta incluso en las cristaleras de las antiguas aulas...
Y más allá el mar los prados de El Barréu, entre La Punta la Isla, La Peña los Cuervos y, a la izquierda la ensenada de La Güelga
Tiene el peregrino ahora dos opciones para continuar camino: una, seguir por aquí a Colunga por la senda costera de la
Senda de los acantilados de Güerres, al borde del mar, pasando por este pueblo y luego atravesando la parroquia de San Xuan de la Duz...
Y la otra, seguir de frente, a la izquierda de Les Escueles Nueves, el camino antiguo a Colunga por La Caleya, pasando frente a la Colonia Escolar de La Isla y dirigiéndonos a
Trespandu y El Foyu por la Casa de Loja, antigua base de la resistencia colunguesa contra Napoleón. Ambas se reunirán con el Camino de Santiago oficial en la villa de Colunga, para continuar ruta a Villaviciosa
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