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Iglesia de Santiago de Gobiendes desde el Camino |
Situada en un alto de un cerro a un kilómetro del Camín Real de la Costa, paso del Camino de Santiago en Colunga procedente de La Venta la Espasa, la iglesia parroquial de Santiago de Gobiendes, de llamativa advocación jacobita, es un hito caminero y referencia visual, histórica y geográfica, así como espiritual, dada su vinculación piadosa con las peregrinaciones, para los romeros que se dirigen a la villa de Colunga, capital de este concejo, bien directamente por Güeñu o Bueño, o bien dirigiéndose primeramente al albergue de peregrinos de La Isla, en plena costa
Si bien, como diría el historiador y etnógrafo caraviense Aurelio de Llano, esta iglesia fue "bárbaramente reformada" en 1853, se conservan importantes elementos de su construcción prerrománica, el afamado Arte Asturiano, como la planta basilical de tres naves, dos capillas laterales de la antigua cabecera tripartita, basas, fustes, capiteles, etc., que permiten datar su construcción en el siglo X y, por lo tanto, en lo que sería la alborada de las peregrinaciones, acabando el periodo de la Monarquía Asturiana con el traslado de la corte a León, y por lo tanto, cuando ya este arte iba camino de su sustitución por el románico, que llegó, como los peregrinos, por estos viejos caminos
En este caso por el Camín Real de la Costa (real, del reino, equivalente a público o del estado), la más importante vía de comunicación del litoral cantábrico hasta la construcción de las primeras carreteras, como la de La Espasa en 1885, a finales del siglo XIX, vieja senda prehistórica habilitada sucesivas veces a lo largo de la historia aprovechando el paso natural que constituye esta franja costera entre las montañas y el mar, en este caso el Sueve o Puertu Sueve, que alza sus cotas cimeras a más de mil metros de altura, como el Picu o Cuetu Fontanielles (1.063 m), casi ya en el extremo occidental de la sierra
La antigua costumbre de hacer repicar las campanas para esconxurar al nuberu, genio asturiano de las nubes que, según la leyenda se posa en otra de las cumbres de esa montaña para decidir dónde arrojar sus rayos y centellas, o bien tirando una alpargata de espaldas en su dirección, o poniendo cuchillos sobre la mesa con el filo hacia arriba, nos llevan a un pasado mucho más antiguo, pues Sueve es un teónimo de Júpiter, Iovis, máxima divinidad romana pero a la vez señor del rayo (Iuppiter Tonans), cuya reminiscencia popular está en este mito del nuberu y, a la vez, en la cristianización de la deidad en advocaciones tales como Santa Bárbara o el mismo Santiago, Hijo del Trueno (boanerges), así llamado por Cristo por su carácter. De esta manera. esta antigua dedicación a Santiago aquí, así como en el antiguo monasterio de Santiago de Caravia, del que hablamos en su momento, puede tener más acepciones además de las xacobeas
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El Puente la Espasa, sobre el río de este nombre, paso de Caravia a Colunga |
La apertura oficial de la carretera La Espasa el 30 de julio de 1885 supuso la desaparición o total transformación de varios tramos del Camín Real en este paso de Caravia a Colunga y Gobiendes sobre el Ríu la Espasa. El viejo puente, donde el coronel Escandón ganó su canana de plata a los franceses en la batalla o refriega aquí librada contra las tropas napoleónicas, fue sustituido por uno nuevo, y la carretera, primero La Espasa-Ribadesella, luego Ribadesella-Canero y ahora N-632, hizo desaparecer al Camino o relegarlo a simple vía pecuaria
Símbolo que queda en pie del viejo puente y el paso por él del Camín Real es el viejo edificio de La Venta la Espasa, datado su origen en el siglo XVI, antigua parada y fonda caminera para los viajeros de antaño, que perteneció al Conceyu o Ayuntamiento de Colunga en la Edad Moderna, cuyo servicio posadero y tabernero arrendaba anualmente "con la condición de que en él nunca faltase tocino, pan, vino y cebada para los transeúntes que en él se hospedasen. Y como un transeúnte cualquiera, en esta venta comería Jovellanos en 1790 a su paso por el lugar", escribe Víctor Manuel Rodríguez Villar, uno de los autores del libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, coordinado por la catedrática de Historia María Josefa Sanz
Es por eso que el Camino de Santiago, en su trazado oficial, sigue y pasa por este puente y continúa carretera adelante para, aquí y allá, ir cruzándola de aquí a Güeñu en varias ocasiones, zigzagueante, cuando se conserva algún tramo del antiguo itinerario: por ejemplo, la primera vez un poco más a la derecha y pasada La Espasa, en El Barrigón, a las urbanizaciones de Entreplayas
Por ello, y dado que el Camino como tal aquí no se conserva y para evitar un poco más de carretera, proponemos atajar, si las circunstancias lo permiten, por las escaleras que bajan aquí a la derecha a la margen izquierda del río, en dirección a La Venta la Espasa, y por donde pasaremos a su lado
Un gran panel nos muestra aquí el itinerario del Camino del Norte por el concejo de Colunga, así como otra información relativa al mismo y a lugares que, si bien no están en él, sí muy próximos, como la Costa de los Dinosaurios, el pueblo y pueblo de Llastres, el Museo del Jurásico o la iglesia de Santiago de Gobiendes
Si bien, efectivamente, está bien reflejado el desvío de un kilómetro desde el Camino para ir a la iglesia, para los peregrinos que deseen acercarse a visitarla (es conveniente para ello confirmar que esté abierta), ello supone un desvío de unos mil metros para ir y otro tanto para volver a donde dejaron el trayecto oficial, sin ofrecer otra forma de retomarlo más adelante, por ejemplo en Güeñu, para no regresar atrás. No obstante cuando lleguemos al cruce avisaremos oportunamente para quien quiera acercarse en unas zancadas... o pedaleos de bicicleta
De momento vamos a bajar a La Venta la Espasa. Obsérvese cómo los demás peregrinos, siguiendo la señalización xacobea, continúan hasta el final del puente y continúan carretera adelante
Abajo, una bifurcación: a la derecha a La Espasa, de frente a La Venta y El Barrigón. Es un hermoso paraje, muy llano, con hierbas y vegetación dunar. Se supone que el puente antiguo cruzaba el río unos 200 metros más al norte, pasando a la La Venta por sus antiguas caballerizas, situadas detrás, y continuando posteriormente muy cerca del acantilado
El hórreo el del siglo XIX y el viejo caserón es ahora empleado como cuadra para una casería o explotación ganadera. La geógrafa
Josefina Gómez Mendoza, en sus recuerdos de
veraneo en La Isla durante bastantes años de su juventud, señala que, a mediados del siglo XX, en La Venta la Espasa,
"se jugaba a los bolos", siendo este un lugar al que acudían con frecuencia en sus excursiones
Cuando el ilustrado prócer gijonés
Gaspar Melchor de Jovellanos estuvo aquí, el 27 de septiembre de 1790, haciendo parada en sus pesquisas en busca de yacimientos mineros, y procedente de tierras canguesas y parraguesas por El Fitu, se mostró gratamente impresionado por la
"rústica pero abundante y buena comida" aquí servida y como tal, así lo escribió en sus
Diarios
El edificio es grande, planta rectangular y tejado a cuatro aguas, hecho de mampostería pero con sillería en los pequeños vanos, dispuestos de manera irregular. Es de dos pisos y unas escaleras exteriores, también de piedra, comunican con la planta alta por la fachada principal
Detrás, el edificio de las caballerizas, aún más arruinado y en el que crece la vegetación, es también bastante grande y ello se debe a que era también parada de carros y carruajes, entre estos algunos de los de las primeras líneas regulares, que debieron ponerse en marcha de manera efectiva en aquellos tiempos de Jovellanos, pues poco antes, por ejemplo, en 1773, se emprendían trabajos de la carretera del Fitu por la que él vendría en 1790
En esa centuria dieciochesca, coincidiendo en gran parte con el reinado de
Carlos III, se emprendió un ambicioso programa de obras públicas, del que si bien cuyo mayor eco en nuestros días son los grandes edificios, puentes, palacios y nuevas carreteras, también ello abarcó a aquellos milenarios caminos reales, muchos de los cuales se habían transformado en sendas sólo hábiles para caminantes y monturas, apenas para pequeños carros (muchos de arrastre, sin ruedas), entre ellos las sufridas recuas de mulas de los arrieros, los grandes transportistas de la antigüedad
Esta venta uniría pues, el camino costanero, en concreto entre los enclaves portuarios, antaño comerciales y balleneros además de pesqueros, de Ribadesella/Ribeseya y Llastres y, más antiguamente aún, de La Isla, con importante actividad en época romana y prerromana
A La Isla podríamos también ir desde aquí, pero
sólo en bajamares, saliendo a la playa y bordeando todo el acantilado por los pedreros de El Piñoble, ganando así La Playa'l Barrigón y seguidamente la de
La Isla. A ello le dedicamos la pertinente entrada de blog
En esta, nos ceñimos al camino que se dirige a La Isla y a Colunga por el interior, siguiendo más o menos el Camín Real de la Costa gracias a la señalización del Camino de Santiago, pues sería también el más recorrido por los peregrinos en esta franja litoral, como lo atestiguan documentos y fundaciones a ellos dedicadas
En buenas bajamares, sobre todo en verano, existe la posibilidad de caminar todo el trayecto entre las playas de Caravia (Moracéi, El Visu y esta de La Espasa) y las de Colunga (El Barrigón y La Isla), todo por la arena, vadeando el río en algún lugar factible, descalzos o con sandalias, entre el puente y su desembocadura
Cuando Jovellanos estuvo en La Espasa, llamó a esta "playa llana, ancha y desierta" y no porque viniese a finales de septiembre, es que aún faltaban unas cuatro décadas para que la ciencia y medicina descubriesen, gracias a los avances higiénico-sanitarios de esa centuria, los beneficios para la salud de los baños de olas o baños de algas (mar), y casi a la vez también los de sol, lo que sería el origen del turismo playero, primero sólo disfrutable por las clases más elevadas, pero con el tiempo y las conquistas sociales (descansos, vacaciones, etc.) por las demás
Y así, y ya no necesariamente por prescripción facultativa, las playas se fueron convirtiendo en un importantísimo polo de atracción en nuestros días, lo que, unido a lo que pasó con el montañismo, senderismo, aprecio del entorno rural y natural, gastronomía etc., fueron el germen y son el motor de una potente industria que, en lugares como estos, fue desplazando a la minería (hierro, fluorita, etc.) y a las labores agropecuarias seculares
Nacieron así núcleos eminentemente turísticos, como el de La Espasa-El Visu, que vemos al otro lado del río, donde antaño, como en La Venta, únicamente había una casería. No obstante es una industria altamente marcada por lo estacional, cuya duración más rentable es, con suerte, de tres meses al año. Es la razón por la que no pocos establecimientos hoteleros y hosteleros cierran en temporada baja. Algo que se nota sin duda más en el norte que en el Mediterráneo, por ejemplo
Por ello hemos de tener especial cuidado en ello pues esa estacionalidad incluye a los albergues de peregrinos y albergues en general, incluso públicos. Es recomendable cerciorarse de que estén abiertos o no si hacemos el Camino fuera del periodo que va de Semana Santa, o incluso junio, a octubre. Las guías ofrecen una orientación en ese aspecto pero, por imposibilidad material, no pueden estar totalmente al día con los cientos y cientos de albergues y similares en todos los caminos de Santiago existentes (unos 300 oficiales en toda Europa), por lo que mejor es asegurarlo personalmente
Se supone pues que por aquí pasaría el Camín Real, procedente del antiguo puente, del que se dice en ocasiones se ven sus cimientos
El sendero de la ribera hace un giro a la izquierda y tomamos dirección oeste en lo que parece fue el Camino antiguo, también transformado
Asfaltado casi hasta la playa, es uno de sus accesos. Su vereda derecha, junto al seto silvestre, hace de aparcamiento
El Camino oficial va pues por la carretera, y un ramal, que vemos aquí enfrente, cruza los prados entre ella y el Camino, que es el trayecto señalizado que siguen normalmente los peregrinos
La carretera sigue teniendo abundantísimo tráfico, máxime en verano, como acceso principal al conjunto de playas que, genéricamente, a veces suelen mencionarse todas como La Espasa, y eso pese a la inauguración, el 1 de agosto de 2001, del
tramo Colunga-Caravia de la
Autovía del Cantábrico (A-8), cuyo Viaducto de La Espasa, de 244 metros de longitud, vemos poco más allá
Por el sur, los pasos más importantes históricamente entre las poblaciones de la costa de Colunga y Caravia son los situados a ambos lados del Puertu Sueve: a la izquierda el de El Fitu. Por allí se enlazaba con los valles interiores del Sella y del Piloña y, a su vez, con los pasos de la Cordillera hacia la meseta, o Castilla, como se decía generalmente antaño, por donde los arrieros importaban y exportaban en ambas direcciones
Esta es la razón por la que en las ordenanzas de 1773 del Conceyu de Colunga se estipulaba un trabajo comunal por parte de los vecinos de este y de los de Caravia y Parres, de "un día o dos a lo más" para hacer por El Fitu un camino carretero en las mejores condiciones "para beneficio de este concejo y los inmediatos, para los principales ramos de vino y aceite y otros de Castilla de que carecemos en este"
Y así se planteó esta obra y así se hizo la carretera que, sucesivamente arreglada y ensanchada, es hoy la AS-260, entre Colunga y Arriondas/Les Arriondes, la capital parraguesa (unión de los valles del Sella y del Piloña), muy empleada, además de por el vecindario, por turistas y montañeros, ruta al famoso
Mirador del Fitu y, desde allí ya andando, al mítico Picu Pienzu y otras cumbres emblemáticas, majadas y rutas por el Sueve o, a bien decir, Puertu Sueve. Tanto es así que, en determinados tramos, como
Lloroñi, al otro lado del viaducto y en esta misma parroquia de Gobiendes, se reclama insistentemente una acera, como vía peatonal paralela a la calzada, incluyendo para ello cortes de carretera, pues es esta un peligro sin siquiera arcén alguno
El otro paso histórico sería por el otro extremo del Sueve, el Altu la Llama, paso al valle del Piloña por Lliberdón, cuyo antiguo monasterio de
Sancta Maria in Liuerdonem aparece mencionado en el más antiguo documento original de los conservados en el archivo catedralicio ovetense, fechado en 803. Es también la primera vez que aparece en un escrito el término Colunga, en su forma
Columca, referido por entonces a todo el territorio que luego comprenderían los concejos de Caravia y Colunga
Hace el Camino un poco de cuesta según nos acercamos al cruce con el citado ramal señalizado con las balizas xacobeas oficiales de mojones y flechas amarillas. Eran todas estas antiguas tierras de labora de la casería de La Espasa o Venta la Espasa. Más a lo lejos son los campos de Los Barrigones, en el lugar de Fuentes, ya en la raya con la vecina y también colunguesa parroquia de La Isla. Es posible que ambos topónimos, barrigón y barrigones, tengan que ver más con la orografía que con ninguna persona barriguda
El
pasillo del Barrigón, es una estrecha franja, entre el Ríu La Espasa y La Punta'l Cuervu, por la que la parroquia de Gobiendes, que por el sur llega al Picu Pienzu, tiene salida al mar. Poco más allá empieza la de La Isla. La parroquia pues abarca una importante extensión dentro de las que componen este concejo de Colunga
Pues llegamos aquí al cruce y enlazamos con el Camino de Santiago oficial para seguir la cuesta hacia arriba y todo recto camino de los apartamentos de Entreplayas. Poco más allá entraríamos en la parroquia de La Isla
Suben los peregrinos. Este es un lugar ideal para realizar un alto y contemplar el paisaje que vamos dejando atrás
Nos volvemos y miramos al este: en primer término tenemos la fachada occidental de La Venta la Espasa y, a la izquierda, la playa homónima con su urbanización de viviendas en su mayoría vacacionales o de segunda residencia, todo ello con el largo brazo de la Sierra del Fitu que se prolonga desde la del Sueve hacia el mar
Sobre el tejado de La Venta y en la distancia, Los Duesos, Caravia o Caravia la Baxa, y a su izquierda Duyos, al pie de Peñablanca (417 m), una de las estribaciones que, separadas de la Sierra del Fitu, se alzan en fila entre las dos Caravias
En
Los Duesos apareció la famosa estela de este nombre, datada en época romana pero cuyos peculiares adornos geométricos, solares y de nudos o entrelazos, se vinculan a tiempos prerromanos y en concreto con las filigranas halladas en cerámica en
El Picu'l Castru (375 m), solar del popularmente conocido como Castro de Caravia, este ya sin nivel ocupacional romano y estudiado desde que entre 1917 y 1918
Aurelio de Llano, el gran pionero de la etnografía asturiana, lo excavase por entonces
Los Duesos experimentó también un cierto crecimiento como destino turístico dada su inmediatez a las playas, carreteras y autovías. Dividido en varios barrios, en uno de ellos, Les Reblagues, está el albergue de peregrinos, no demasiado lejos del paso del Camín Real por las playas de Caravia
Más a la izquierda La Forquita o Picu la Forquita (357 m), en Caravia L'Alta. Detrás, por su collado, El Colláu la Forquita, discurre un viejo camino hacia las antiguas minas de hierro del Fitu, con las que podría sin duda estar vinculado el poblado del Picu'l Castru. Ese camino secular es además una antigua ruta entre la desembocadura del Sella y el valle del Piloña. Es además una verdadera estación meteorológica, pues se dice "cuando El Picu la Forquita pon carapiella (capucha) Caravia la Baxa se mueya (se moja)"
Más atrás, en lo que es propiamente la Sierra del Fitu y en su larga cresta, hay gran una antena de comunicaciones que se divisa desde muy lejos. A su izquierda hay un peñasco,
La Trincherona, muy empleado por las escuelas de escalada
Continuamos pues por El Barrigón arriba y proseguimos el Camino de Entreplayas
Esta es propiamente la finca llamada Entreplayas, con muros muy altos, algunos almenados. Al otro lado llega al borde del acantilado, donde un hermoso paseo arbolado pasa, salvando el pedreru de El Piñoble y La Punta'l Cuervu, a la Playa'l Barrigón
El Camino discurre en todo momento en paralelo a la carretera general, que es el acceso más inmediato a estas playas desde el enlace con la autovía existente a la salida de la villa de Colunga
Maizal y, más allá, los apartamentos situados junto a la N-632, que nos ocultan la casa de la famosa fonda El Descanso, que daba servicio allá por los años 1950, refundada posteriormente como
Taberna La Peregrina y El Barrigón por Roberto López y Sara Blanco
Nuevas urbanizaciones en El Barrigón y al otro lado de la carretera. Realmente desde el Puente de La Espasa, una buena acera sigue larga y recta hasta la capital del concejo. Es una opción para aquellos peregrinos con prisa pero, salvo que haya una razón poderosa, es mucho más grato seguir la senda xacobea, pues como bien dice el gran estudioso y divulgador de los caminos jacobitas,
Antón Pombo,
"una cosa es hacer el Camino de Santiago y otra la carretera a Santiago"
Más allá y a la izquierda de la foto el Picu Fontanielles, que citábamos al principio, a veces confundido con otras alturas a raíz de un error topográfico del Instituto Geográfico Nacional que le da el nombre de
Peñalichar. En la página montañera
Mendikat podremos encontrar abundante información sobre este problema
Así como si el
Picu Pienzu, de 1.160 ó 1.161 metros de altura según la fuente, es o no una de las cumbres más altas de España, de Europa, o del mundo, según también la fuente, en relación a su cercanía al nivel del mar. Más abajo y más cerca, al pie del viaducto, L'Aliseru, prado de pasto y paraje fluvial de vegetación ribereña, de ahí su nombre, lugar de alisos o
umeros (Alnus glutinosa). Por esa misma zona está Fuentes o La Vega de Fuentes, atajo empleado antaño para ir de Lloroñi a a La Espasa. Antaño era tierra buena para patatas, maíz,
fabes y tabaco. Aparece en la documentación medieval del monasterio de
San Salvador de Celoriu (con propiedades en Gobiendes) como
"la hazienda de Fuentes en Colunga aquende el río y allende el río" (año 1199), así como
"Fuentes de Loroñi en las Rivas" (año 1347) y
"Fuentes de Loroño" (año 1380)
Portón de la finca Entreplayas. La suave cuesta va llegando a su fin y pronto empezaremos a llanear
Placa de la finca, de vistosos azulejos cerámicos
El maizal simboliza la pervivencia de los usos agrarios y ganaderos tradicionales en este entorno residencial y turístico, si bien adaptados a los nuevos tiempos. Ahora son plantas forrajeras, no se emplea el cereal para hacer pan de maíz o
boroña
Entre El Barrigón y Lloroñi está la zona de Les Viesques (bosques), atravesada por la autovía, así como el lugar de Cueva, donde molía, en el río, El Molín de Berracabres, no muy lejos de la carretera del Fitu, que va un poco más allá. Bajo la autovía estuvo el
lavadero de La Espasa, de las antiguas explotaciones de fluorita o espato flúor de Fluoruros S.A., inaugurado en 1973 y que disponía de un emisario submarino de algo más de dos kilómetros para evitar la contaminación de río y playas. La empresa cesó su actividad en 1982
Como hemos dicho, el turismo, y con él la hotelería, la hostelería y la restauración, que luego a la vez tiran de otros sectores, como la construcción y demás, se manifiesta como la gran alternativa económica de este y muchos pueblos, costeros y de interior, tras el éxodo rural y el impacto del final de esta minería que llegó a ser la segunda en importancia hasta la gran crisis del espato flúor a partir de mediados de los años 1970
En el muro de Entreplayas, otro azulejo, este representando a una panera, informa de un primer premio, tal vez dedicado a la protección de este elemento, otorgado en 1968. Sin duda fue a la panera existente dentro de la propiedad, pero que no podemos ver desde aquí
Por aquí estaba El Prau'l Cuervu, en las inmediaciones de la punta o pequeño cabo de este nombre, el cual puede hacer tanto referencia al cuervo propiamente dicho (Corvux corax) como al cormorán (Phalocrocoax carbo), de ahí su abundancia en la toponimia tanto marina como de interior
El Barrigón es ahora un espacio netamente residencial y urbanizado, dividido en parcelas con viviendas unifamiliares tipo chalets, unas con terreno y otras formando adosados-pareados
Esa es la entrada, con barrera, a esta urbanización de la izquierda. El Camino se hace calle, con acera y farolas. La urbanización de El Barrigón comenzó con la modificación de las
Normas Subsidiarias de El Barrigón-La Isla en octubre de 2001:
"Se aprueba definitivamente, por unanimidad y de conformidad con lo dispuesto en el art. 132 del Reglamento de Planeamiento aprobado por Real Decreto 159/78, de 23 de junio, la modificación de las Normas Subsidiarias de Colunga tramitada por el Ayuntamiento para la delimitación de un sector de suelo urbanizable residencial en el Barrigón, barrio de La Isla que se encuentra próximo a la playa de La Espasa, con la siguiente prescripción.
Deberán de excluirse del ámbito del SAU, los terrenos incluidos en el ámbito de la servidumbre de protección, que conservarán su clasificación como suelo no urbanizable"
A la derecha predominan los chalets con terreno que, al otro lado, dan al cantil de La Punta'l Cuervu, por donde puede pasarse, recordamos, de La Espasa-El Piñoble a la Playa'l Barrigón
A la izquierda, siguen las parcelaciones hacia la carretera, con excelentes vistas hacia el Sueve, desde el que a su vez de divisa "desde Vizcaya a Galicia", como decían, tal vez un poco exageradamente, los cronistas y viajeros de antaño. Abajo, entre Colunga y Caravia están los prados de La Medina, donde acaba La Caleya los Ferieros, de la que el investigador Inaciu Hevia Llavona, en su estudio de la Parroquia de Gobiendes (número 114 de la colección Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana), dice que podría ser una antigua ruta de las pescaderas de Llastres, vendedoras de pescado menudo ("sardines, bocartes, chicharros y demás...") a Les Arriondes/Arriondas, capital de Parres, que subían por El Fitu a lomos de caballos asturcones, o incluso andando con paxes o cestos en la cabeza, regresando con fariñes (harina de maíz), "madreñes, quesos, alpargates y otros artículos" que vendían por los pueblos. Si bajaban primer a Caravia en estas rutas de comercio, casi de trueque, local, ese camino sería el más conveniente para venir después a vender a Lloroñi, Gobiendes y otros lugares antes de regresar a Llastres a por más pescado. Otro camino importante sería La Calzada o La Caleya'l Valle
Aquí acaban las aceras y comienza una banda de estacionamiento en línea, al llegar a las urbanizaciones
No suele haber tráfico pero si pasa algún vehículo hay que buscar dónde meterse rápidamente. Naturalmente en verano, pues en inverno estos lugares suelen quedar vacíos... o casi
Atentos, aquí a la derecha hay un acceso a la Playa'l Barrigón, bajando unas escaleras
Desde aquí vemos el arenal. Dado que esta playa suele quedar más tiempo abierta hacia La Isla, en el espacio entre pleamares y bajamares que el
pedreru de El Piñoble-La Punta'l Cuervu, puede ser factible continuar caminando a
La Isla por ella. Al bajar lo comprobaríamos
Si la bajamar no nos dejase o, simplemente, fuésemos a seguir directamente a Colunga, sin pasar por La Isla, por el Camino oficial, que coincide con el Camín Real, continuamos calle adelante, pasando enfrente de la casa de La Serena, que hace referencia a
les serenes o sirenas de estas costas, cuyas leyendas fueron recogidas y divulgadas por cronistas y etnógrafos
El nombre, a la puerta de la calle
Calle que se prolonga, en recto, durante unos metros más, pasando ahora al pie de un alto seto de una finca a la derecha
En esta zona, dejada atrás La Punta'l Cuervu, estaríamos ya en la parroquia de La Isla, llamada tradicionalmente La Isla'l Moral y, más antiguamente aún, Tona, de ahí la antigua advocación de Santa María de Tona del antiguo monasterio medieval que hubo en la Edad Media ante su misma playa y que conserva la actual iglesia parroquial, también Santa María de la Isla
La recta se acaba y la calle, entre altos y espesos setos, hace una pronunciada curva a la izquierda
Todo un ángulo recto en el que pasamos frente al portón de Los Llares, una hermosa finca que se extiende entre el acantilado y la carretera
Placa, también a la entrada
La finca cuenta con un hermoso bosquete de especies exóticas y ornamentales, cerrado también al camino por un seto bien cuidado
La flecha amarilla nos confirma la dirección a seguir
De frente el Sueve, se sospecha que la advocación de Santa María de Tona puede tener relación con el
Iupitter Tonans o Júpiter Tonante o Tronante que parece estar detrás del topónimo Sueve, omnipresente montaña cada vez que miramos al sur desde esta costa. Los eruditos de antaño se fijaban en la coincidencia con la fundación del templo, consagrado a esta deidad del trueno y la guerra, en el año 22 antes de Cristo por
Augusto en Roma, en agradecimiento a haberse salvado de un rayo durante su presencia en el teatro de operaciones de la guerra contra cántabros y astures, según narra el historiador clásico
Cayo Suetonio en
Vidas de los doce césares
Sea como fuere, nosotros salimos a la carretera enfrente de la casa y quinta de Suevemar, así llamada por su proximidad al mar y cercanía al Sueve, con un llamativo porche al que se accede por unas escaleras y bajo un gran arco de medio punto
Desde aquí tenemos otra vista completa del Puertu Sueve, también denominado popularmente en Gobiendes El Sueve, El Puertu'l Sueve, El Sueve, El Puertu o El Monte, y es que la parroquia se extiende por buena parte de su línea de cumbres, secular tierra de pasto y majadas, frontera con los vecinos conceyos de Parres y Piloña
En el Picu Pienzu suele distinguirse bien en días claros La Cruz de Pienzu, sucesora de otras, levantadas por los hermanos Victorero de Llastres desde la primera en 1915, como agradecimiento a haber escapado de la Revolución Mexicana cuando eran emigrantes en el país azteca. Destruida la primera por un rayo, se repuso en 1930, y una vez más en 1955, cuando los Victorero hicieron colocar, con colaboración vecinal, una tercera de hierro, parte de cuyos materiales se almacenaron en Casa la Susa de Lloroñi. Esa cruz también fue víctima de los señores del trueno y la tormenta y se instaló otra más en 1972
Y ante el Sueve y Suevemar, llegamos pues a la carretera N-632, yendo nosotros a la derecha
En el cierre de la finca Suevemar, la concha nos lo indica
Tomamos así esta larga recta con acera a la derecha, pasando enfrente de más quintas, algunas de las cuales extienden sus fincas entre esta carretera y los acantilados de la Playa'l Barrigón y, poco más allá, de la Playa la Isla
En esta parte, destacan estas matas de arbolado ornamental, que se extienden por las fincas a ambos lados de la calzada
Caminamos entonces al lado del muro con verja de Los Llares, junto a cuyo portón acabamos de pasar antes de salir a esta carretera
La casa es de estilo montañés, con su clásica torre en esquina, cuadrada y a cuatro aguas, que tanto las caracteriza.
Tiene cuidada finca con entradas, una por esta carretera, otra por la calle de El Barrigón-Entreplayas, y otra más en el acceso directo a ella desde el arenal
El acceso desde la carretera está flanqueado por dos de estos soberbios árboles ornamentales de gran altura, porte y belleza
Seguidamente dos palmeras a la entrada de otra quinta, la de Casa Sotín, o Pinomar
Poco más adelante, en El Nierín, una señal indica que pasaríamos de El Barrigón a La Isla
Por esta recta ya podríamos continuar todo de frente y, unos metros más adelante, a la altura de La Forca, escogeríamos entre continuar a la villa de Colunga o seguir hasta La Isla
Sin embargo, unas señales nos indican cruzar este paso de peatones y tomar el ramal de la izquierda en este cruce. Realmente vuelve a salir un poco más allá a la carretera de nuevo, sin ofrecer más aliciente, en principio y que sepamos, que la posibilidad de acercarnos a la iglesia de Santiago de Gobiendes (a un kilómetro del Camino, recordémoslo)
No obstante y dado que es el Camino oficial, cuyas señales siguen los peregrinos, vamos a tomarlo nosotros también
Un viejo
ocalito, también plantado en su momento como árbol decorativo exótico, como fue la primera función de estos árboles, se alza en este cruce de la carretera a Santiago de Gobiendes por Les Viesques. Es posible que tenga unos cien años o más. Ahora, a los de los monocultivos para las fábricas de celulosa, se los tala hacia los quince años, al ser especie de crecimiento rápido
La encrucijada ha sido también urbanizada y se ha habilitado una zona aparcamientos
Esta carretera local es El Ramal de les Viesques, también llamada El Caleyón, la cual comunica la N-632 con la carretera del Fitu (AS-260) y pasa junto a la citada iglesia de Santiago de Gobiendes. En El Caleyón existe la tradición de la aparición de
les ánimes, las almas en pena, que desaparecen cuando tocan el Ángelus las campanas de la parroquial
Ahora, si quisiésemos acercarnos a la iglesia parroquial de Santiago de Gobiendes habríamos de continuar por la carretera, pero para continuar el Camino de Santiago la cruzaríamos al otro lado, tal y como nos indica el siguiente mojón, para dejarla en el primer cruce y continuar por otra zona residencial que ha sido urbanizada
Urbanización Los Cipreses de El Barrigón, que hace referencia a una zona de cipreses que aquí existió antaño. El 5 de octubre de 2008 la corresponsal de
El Comercio Ana Moriyón se hacía eco de las protestas vecinales al respecto de estas obras en la noticia titulada
Denuncian la destrucción y ocupación del Camino de Santiago a su paso por Colunga:
«El Camino de Santiago es de todos, es mío y quiero que sea de mis nietos, y no vamos a permitir que lo destruyan». Los miembros de los colectivos Sueve Verde, Asociación de Colectivos Asturianos (ACA) y la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (Avall) han denunciado ante diferentes instituciones públicas la destrucción del trazado del Camino de Santiago a su paso por el municipio colungués, concretamente a la altura de El Barrigón.
Los integrantes de estos colectivos aseguran que la futura urbanización 'Los Cipreses de El Barrigón' no sólo ha destruido el sendero original, sino que ha anexionado el camino a los terrenos de sus fincas. Para más inri, recriminan, «se han permitido alterar la situación de los hitos que indican al peregrino el trazado del Camino de Santiago» y los han colocado en la calzada de nueva construcción que distribuye el acceso a los 22 chalés que se proyecta levantar en la zona."
Calles y parcelaciones, el viejo Camino se hace, una vez más calle. La razón del trazado que cruza la carretera y vuelve a ella unos metros más adelante es que se trata del itinerario caminero histórico, al menos hasta que fue urbanizado:
"Los colectivos afectados tienen documentación que avala que el paso del Camino de Santiago era, hasta hace unos meses, un sendero que lindaba por un lado con una hilera de cipreses y por el otro con un muro. Buena parte de este tramo, de unos 400 metros, ya ha desaparecido y se ha convertido en una explanada de tierra donde se prevé levantar parte de las futuras viviendas. La intención de la promotora, dicen, es hacer desaparecer los 400 metros de sendero y anexionar este espacio a las fincas a urbanizar. Así, al menos, figura en los planos que obran en poder de dichos colectivos.
Los integrantes de ACA, Avall y Sueve Verde han presentado diferentes denuncias ante el Ayuntamiento de Colunga y la Consejería de Cultura para depurar responsabilidades por lo que está ocurriendo. Aseguran que la empresa constructora no dispone del visto bueno por parte de Patrimonio para desarrollar estas actuaciones, pero recriminan que el equipo de gobierno local haya permitido la ejecución de las obras. Anuncian, además, que acudirán a la Unión Europea y a la UNESCO si fuera necesario."
Sin duda, esta presión vecinal consiguió que el trayecto caminero se conservase a su paso por aquí, aunque transformado en una calle de este enclave urbano-residencial. Así termina la noticia de Ana Moriyón:
"Hasta el momento, la obra de urbanización ha implicado el cierre tanto de la entrada como de la salida del trazado del camino a su paso por la urbanización, la tala de buena parte de los cipreses que eran elementos protegidos de dicho camino, la desaparición de gran parte del muro y, por su puesto, el incumplimiento de la ley que obliga a no alterar el espacio en una franja de veinte metros a cada lado del camino, «porque se está invadiendo por completo».
Lejos de conformarse con la presentación de varias denuncias, una decena de personas se ponían ayer manos a la obra para tratar de recuperar el sendero en las zonas ocupadas por la urbanización. Incluso, osaron levantar el hito del Camino de Santiago para colocarlo en su lugar original.
Por si las irregularidades de la urbanización fueran pocas, los colectivos recuerdan que se trata de una zona afectada por Costas ya que se encuentra dentro de la franja de 500 metros de protección, y no existe una consolidación urbanística en la zona que pueda justificar la construcción de estas viviendas. Por todo ello, advierten, «estamos dispuestos a presentar contenciosos para exigir la nulidad y el derribo de todo lo que aquí se construya», advirtió el secretario de Avall, Domingo Goñi Tirapu"
El Camino es pues aquí ahora una larga avenida de farolas entre chalets y viviendas vacacionales en su mayor parte, con aceras a ambos lados, por donde caminan los peregrinos
Al final de la calle, una rotonda, desde ella volveremos a la N-632
A la izquierda fincas aún sin construir. La presencia de un pastor eléctrico o
llendador indica que tienen uso ganadero. Nunca nos acerquemos demasiado a ellos por si están conectados y recibimos el correspondiente trallazo
El Somerón o El Sombrerón, prados que dan paso a una amplia llanura se extiende entre las parroquias de La Isla y Gobiendes, llamada La Sienra, La Iría la Sienra o La Iría de Gobiendes, muy grande, pues se extiende desde La Isla hasta el mismo pueblo
Sienra,
senra,
xenra y otras variantes es un conjunto de tierras o hazas de terreno que forman parte de un conjunto o gran heredad. Mismamente el monasterio de
San Salvador de Celoriu tuvo aquí importantes propiedades que consiguió mediante donaciones, entre ellas el pueblo de Lloroñi. Una iría o ería, por su parte, es un término con un significado parecido. Antaño se plantaba maíz y otros cereales para hacer pan, de ahí que se diga que estas tierras
"quitaren muncha fame (hambre)
"
Gobiendes, la cabeza de la parroquia de su mismo nombre, en una colina a unos 70 metros de altitud, puede deber su nombre a un
Gaudentius de época tardorromana o altomedieval, cuando aparece, en el segundo caso, como Gaudentes en la documentación de época. Son sus barrios La Zampudia, El Campu la Laina, El Barréu, El Palaciu, Los Pedregales, El Charcal, La Canal, La Ermita, La Torre, El Sucu, El Bilorderu, La Llomba y La Marcenada
En la distancia, al oeste, los montes de La Guardia, La Salud y La Rasa de San Telmo, entre Colunga y Llastres. Su cota más alta ronda los 191 metros de altura y, oculto por sus plantaciones de ocalitos, se halla el MUJA, el
Museo del Jurásico de Asturias
Al final de la calle pues, llegamos a la rotonda antes mencionada e iremos saliendo de esta urbanización
Cruzamos el paso de cebra y continuamos por la calle de la derecha
La señalización de la rotonda con sus conchas y flechas amarillas
Siempre insistimos en que, en contra de la creencia popular tan firmemente extendida, las conchas NO son elementos direccionales, indican por dónde va el Camino pero NO necesariamente el rumbo a seguir, por lo que han de ir acompañadas por la correspondiente flecha amarilla, como es este el caso, siguiendo las directrices señaléticas del
Consejo Jacobeo:
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales como en el entorno de Bienes declarados por su interés.
cultural o en Conjuntos Históricos, donde se podrá sustituir el cartel indicador por una concha en suelo, a fin de minimizar el impacto de la cartelería. El Consejo Jacobeo recomienda que el emblema de la concha se utilice como símbolo identificativos del Camino de Santiago y aconseja que su representación, proporciones y colores, así como su utilización se ajusten a las indicaciones contenidas en el Manual de Uso publicado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en 1989.
Es aconsejable que este símbolo aparezca junto con la flecha amarilla, que indica la dirección, en aquellos soportes que así lo permitan."
En un tramo de firme adoquinado que pasa junto a una casera del suministro eléctrico volvemos a la carretera general
Otro viejo
ocalito, tal vez no tanto como el anterior pero viejo, se alza en este lugar, sobre la calzada
Se ha habilitado entre los guardarraíles un paso para los peregrinos, así como un badén para que los coches limiten la velocidad a su paso. Sería muy importante, como se ha hecho en otros lugares en tramos similares, instalar las correspondientes señales lumínicas, por la seguridad de todos
Recta de La Forca y, al fondo La Ferrán, por donde va un grupo de peregrinos un grupo de peregrinos. Nos parece ver que algunos cruzan la carretera para ir a Colunga mientras que otros continúan de frente hacia La Isla: ahí se separan los dos caminos
Cruzamos pues al otro y retomamos nuestro camino por la acera, a la derecha, separada de las fincas por una larga barandilla
Al cruzar, una concha, a la entrada de El Nierín, indica que estamos en buen Camino
En este lugar de La Forca es donde la tradición popular aseguraba que algún señor de antaño, quizás el famoso conde Piniolo, propietario de La Isla pasando el año 1000, tenía una horca para colgar a la gente, cerca del llamado Cuetu Cambroña, según leyenda recogida por Inaciu Hevia Llavona en otro de sus libros de la Colección Toponimia,
Parroquia de La Isla'l Moral
Sin embargo el topónimo también puede referirse a bifurcaciones de caminos. Un pequeño arroyelo o regueru, llamado con burla El Ríu Cambroña, nace en la llamada Fuente Cambroña y desemboca detrás de estas casas, en La Playa la Isla, tras un recorrido de únicamente unos 50 metros, por lo que los escolinos decían en la escuela que era "el ríu más cortu de la Península Ibérica"
A nuestra izquierda, otra vista estupenda de Somerón y La Iría la Sienra. Somerón es palabra de raíz latina
summarium, superior, por lo que se refiere a un lugar de cierta elevación respecto al terreno circundante. Más a lo lejos la línea de cumbres del Picu Pienzu y el Picu Fontanielles
Justo debajo del Fontanielles reconocemos el solar de la iglesia parroquial de Santiago de Gobiendes, en lo alto de una colina y semioculta por el boscaje, así como otros edificios
Entre las arboledas está La Piniella, cerca del Molín de Sotu, que funcionaba con el agua, canalizada, del
Ríu la Espasa desde El Estanque. Por ahí sube La Caleya la Cruz, por donde iban a la iglesia los vecinos de Lloroñi, evitando tener que rodear por la carretera del Fitu, tal y como pueden hacer los peregrinos que se acerquen a ella desde el cruce de Les Viesques. En el libro
El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, de varios autores y coordinado por
María Josefa Sanz, catedrática de Historia, leemos, con la firma de
Víctor Manuel Rodríguez Villar:
"Internándose ya en el término concejil de Colunga, el Camino avanzaba arropado por el macizo calcáreo de la sierra del Sueve, en cuyos puertos pastan, hoy como ayer, las manadas de asturcones, caballos ancestrales cuyas cualidades exaltaron en sus escritos, entre otros, Plinio el Viejo y Osorio
Un templo frecuentemente visitado por los devotos romeros sería el de Santiago de Gobiendes, a poco más de un Kilómetro al sur del Camino, esta iglesia prerrománica de comienzos del siglo X está enclavada en un bello paraje, a los pies del Sueve, desde el que se alcanza a divisar el mar; en su entorno se localiza el palacio de Gobiendes, conjunto palacial construido en los siglos XVI-XVII y adosado a una torre del siglo XV. Hasta Gobiendes acudiría en 1764 el italiano Agustín Forti, "pobre peregrinos que venía de Santiago de Galicia" y aquí murió"
Había pues, dicho peregrino ya el viaje de regreso a su tierra. Es posible que visitando en este regreso el templo ovetense de San Salvador, es decir, la catedral. Muchos romeros lo hacían así, a no ser que fuesen antes, por este Camino de la Costa o por el del Salvador, regresaban por Asturias haciendo caso a aquel dicho, de origen medieval, que dice:
Quien va a Santiago
y no al Salvador
visita al criado
y olvida al señor
Dice asimismo Llavona que existe la creencia de que el Ríu Cambroña fuese un canal para lavar el mineral de las minas del Sueve que salía por el puerto de La Isla en tiempos romanos y prerromanos, pues está en las inmediaciones de La Ferrán, donde se supone había, tal vez sólo por la coincidencia de palabras, fraguas o ferrerías "de los romanos"
Y esto es Cambroña o El Cuetu Cambroña, donde la citada Fuente Cambroña es también conocida como La Fuente les Xanes, lugar de aparición de estas ninfas de las aguas, origen de la leyenda de Can Cambroña, recogida por Aurelio de Llano y que plasmamos de la redacción de la Comunidad de noticias del Oriente de Asturias. Buscólu:
"Cuentan que allá en muy remotos años llegó a La Isla una familia procedente de Castilla, compuesta de matrimonio y tres hermosas hijas, que venían buscando el remedio para una anemia que consumía a la mayor de ellas.
La fuente de Cambroña era tenida por entonces en mucho aprecio, por ser la única que conservaba la frescura de sus aguas aun en lo más ardoroso del verano. Allí se dirigieron un días las tres lindas muchachas. Después de aquietar la sed, se detuvieron para aderezar sus cabellos, mirándose en el espejo transparente de las aguas. Allí fue pasando el tiempo sin sentirlo, abstraídas como estaban por el murmullo de las aguas y la fragancia de las flores.
Cuando decidieron retirarse, no les fue posible hacerlo. Habían quedado presas del encanto y sumidas bajo las aguas que antes las había fascinado. La noticia cundió; el sobresalto fue general y el desconsuelo de los padres intensísimo. Los doloridos padres hubieron de volverse a su región, dejando encantadas en Cambroña a sus tres hijas, que eran la alegría de su vida.
Por el tiempo de la siega en Castilla solían desplazarse allá los hombres forzudos del norte. Su trabajo era muy estimado y la remuneración que recibían no despreciable. También los vecinos de La Isla tomaban parte anualmente en esta accidental emigración.
Un año, durante su estancia en Castilla, los vecinos de La Isla se encontraron por casualidad con los desconsolados padres de las tres jóvenes encantadas. Después del primer intercambio de noticias, la madre se dirigió al que más confianza le ofrecía para encomendarle la delicada misión de rescatar a las jóvenes. Tendría que poner en práctica con toda exactitud cuanto ella le ordenara, conocedora como era de la fórmula del rescate.
El día que los hombres de La Isla habían de regresar a su hogar, ella con lágrimas de sangre, amasó y preparó tres panecillos de cuatro picos, los entregó al vecino indicado, y le dió al mismo tiempo las instrucciones concretas para el feliz éxito en el asunto que poco a poco a ella la consumía.
El compasivo vecino guardó con todo cuidado los tres panecillos en su saco, y en compañía de los demás segadores emprendió el regreso al pueblo. Llegado a su casa, se acostó para descansar del penoso viaje, no sin antes advertir a su mujer que no tocara nada de lo que en el saco se contenía.
La curiosidad de la mujer no pudo resistirse mientras él dormía. Miró el saco, encontró los extraños panecillos, y acuciada aún más por la curiosidad, con la mano quitó a uno de ellos uno de los picos. ¡Cuál no sería su asombro al observar que del panecillo roto brotaba sangre! Atemorizada con el caso, colocó el pico roto en su sitio, y nada dijo al marido.
Este, después del merecido descanso se dispuso a cumplir la misión que le había sido encomendada. Tomó los panecillos y se dirigió a Cambroña.
Acercándose a la fuente, echó al agua uno de los panecillos, mientras pronunciaba, la fórmula convenida,: “Can Cambroña, toma el pan que te manda tu señora” Al momento el panecillo se convirtió en un caballo blanco, sobre el cual cabalgaba airosa la mayor de las tres hermanas. Liberada de su encantamiento, desapareció en veloz carrera en dirección a Castilla.
Echó luego al agua otro de los panecillos, pronunciando las palabras: “ Can Cambroña, toma el pan que te manda tu señora” E igualmente se convirtió el panecillo en un caballo blanco, sobre el cual salió cabalgando la segunda de las hermanas entre destellos con que resplandecían sus preciosas joyas. Al instante, desapareció también por el camino de la primera liberada como ella del encantamiento.
Seguidamente echó al agua el tercero de los panecillos, mientras decía las palabras desencantadoras: “ Can Cambroña, toma el pan que te manda tu señora”. El panecillo se convirtió como los dos anteriores en un caballo blanco, sobre cuyos lomos cabalgaba la más pequeña de las tres hermanas. Pero el caballo no pudo andar porque estaba cojo: era el que correspondía al panecillo herido por la mujer del labriego.
Imposibilitada para huir, la desilusión se apoderó de la inocente joven, y en sus rosados párpados se asomó una lágrima más brillante que la aurora. Con forzada resignación la joven desdichada se sumió de nuevo bajo las mansas aguas de Cambroña, arrebatada por el encantamiento.
No obstante pudo agradecer antes al labriego cuanto había hecho, y también le entregó una faja de color rojo con el encargo de que se la diera a su mujer. El buen labriego retornó a su casa, pasando a través de un frondoso bosque, que ocupaba gran parte de lo que hoy es arena suave de la Playa.
Aquí se detuvo para recapacitar sobre las recientes emociones. Colocó la faja de color rojo colgando de una de las ramas bajas de un roble, y cuando se disponía a tomar tranquilo asiento sobre la verde alfombra, vió con espanto que el árbol dejaba de existir instantánea y estrepitosamente, consumido por una roja llamarada.
Comprendió entonces la acción reprochable de su mujer, las pésimas consecuencias de la curiosidad femenina y el castigo que a su compañera de su vida iba dirigido. Pero al fin, se congratuló porque los designios malignos se habían cumplido en aquel árbol, librándose la mujer de perecer abrasada.
Desde entonces un halo misterioso rodea a la fuente y al prado de Cambroña. No hace muchos años, era todavía un dicho común que en Cambroña, había un encanto.
Cuando los vecinos pasaban por la calle de Eteldiz, lo hacían con temor. Y no falta quien asegura haber visto al otro lado de la carretera a una hermosa joven, llorando sus penas, sentada en la pasadera del prado de Juacón, donde se toma el sendero de la Ería que va hacia el molino y al monte Sueve.
Era la más niña y la más bella de las tres hermanas, que espera en Cambroña al galán que la desencante."
Al lado, y en la falda del mismo cueto está también la no menos mítica Cueva Cambroña, de la que se dice que antes manaba el agua de la fuente en su interior y que era lo suficientemente grande que llegaban a entrar dos vacas juntas a beber dentro. Dice Hevia Llavona que la cueva está hoy en día cegada por la muria de piedra que cierra Casa Nespral
Casa Nespral, en lo alto del Cuetu Cambroña, fue la primera que se hizo con estilo de chalet vacacional en esta zona situada al este del núcleo de La Isla, allá por el año 1920, de ahí que se la llame El Chalet, popularmente El Xalé
Allá de Frente, La Ferrán, parajes todos ellos llenos de evocadoras leyendas de xanes y otros encantos, memoria popular de antiguos enclaves arqueológicos de lo que fue el puerto de La Isla, importante ensenada de navegación comercial desde tiempos remotos, salida de los preciados minerales del Sueve y de sus caballos asturcones
Más a la izquierda de Casa Nespral, El Cuetín, pequeño altozano sobre la playa y en las inmediaciones de El Cementeriu, el cementerio de La Isla, que sustituyó a otro más antiguo, construido en el primer cuarto del siglo XIX al lado de la iglesia parroquial. Antes aún se enterraba dentro del templo y a su alrededor,
el campo-santo. Junto a El Cuetín se encuentra La Cueva la Ferrán, también llamada La Cueva'l Raposu, que dice Llavona que tiene una entrada parecida a una puerta y que pudiera ser el lugar de los rituales
mitraicos de la estela de culto a la deidad
Mitra hallada en La Isla, de origen persa y extendida por buena parte del Imperio Romano
En 1847, cuando todavía no se había hecho esta carretera, el célebre
Diccionario de Madoz señalaba que
"los caminos son vecinales, y también se dirigen a la costa, capital del partido, a la de la provincia, a Santander y a otros puntos, pero no se hallan en buen estado", posteriormente la
Ribadesella-Canero sustituiría al Camín Real. No así el ferrocarril que, proyectado en 1906, nunca llegó a realizarse: el malogrado
Ferrocarril de las Cinco Villas
Fijémonos de nuevo al pasar en Casa Nespral y en la torre en esquina, tan propia del estilo montañés, que vemos y veremos en no pocas mansiones de La Isla, donde ya en 1845, no mucho después de ponerse en boga las estancias en las playas para sus salutíferos y reconfortantes baños,
Pascual Madoz afirmaba también, en su mencionado
Diccionario, que lo cerca que tenían los bañistas la playa de sus casas les permitía entrar y salir de ellas en traje de baño (por entonces, eso sí, de cuerpo entero)
Cruce con La Caleya Teldiz, comunicación directa con la Playa la Isla aprovechando el paso entre El Cuetín y El Cuetu Cambroña existente a nuestra derecha. El terreno para este camino fue donado en sus tiempo por Enrique Hidalgo
Quienes deseen ir a La Isla pueden realmente ir directamente por aquí a la derecha, recorriendo El Terrerón, su paseo marítimo, lo que es una buena opción, si bien las flechas, que siguen el trazado histórico del Camín Real, coincidente con la carretera en este tramo, nos indican continuar de frente, tanto para ir a Colunga como para ir a La Isla, buscando su secular entrada por el camino de El Ramal
En el cruce con La Caleya Teldiz, señalización de bares y albergues en ambas direcciones. Continuamos todo recto acera adelante
Teldiz es una zona amplia de prados que abarca también un pequeño cueto donde hay algunas casas, entre El Ferrán y La Forca
Praderías de Teldiz, otra buena llanura al otro lado de la carretera, que se extiende hasta El Ramal de les Viesques y hacia La Iría la Sienra, ya en Gobiendes. Arriba, las majestuosas cumbres del Sueve, que todo lo dominan, entre El Fitu y el Altu La Llama. Su comunidad de pastos, formada por pastores de todos los concejos con términos en El Puertu, está en Cofiñu (Parres), al otro lado de El Puertu, y se sabe de ella desde 1729
Bajo El Picu Fontanielles no suele ser difícil identificar de nuevo la iglesia parroquial de
Santiago de Gobiendes, que se alza sobre el lugar de Solaiglesia (
so = "debajo de", en este caso de
la iglesia), más allá de La Sienra, en la parte de Gobiendes más cercana a Lloroñi. Un documento, fechado a 8 de agosto del año 921, pero que es realmente dos siglos posterior, interpolado para el
Libro de los Testamentos del
obispo Pelayo, por el que se cita como monasterio de Santiago de Gaudientes, donación a la Iglesia ovetense del rey
Ordoño II
Podemos reconocer, en la distancia, su costado norte, con la alta tapia de su cementerio anexo y la espadaña del campanario, uno de los elementos añadidos con posterioridad a su estructura prerrománica original. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, reconstruyéndose en 1946. Unas fuentes dicen fue incendiada en la Guerra Civil y otras que lo que se quemaron fueron las imágenes, en el exterior. Fue restaurada entre 1984 y 1988 por encargo de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Principado de Asturias al prestigioso arquitecto y erudito
Magín Berenguer
Su estructura actual es de planta basilical de tres naves y las partes de la fábrica prerrománica primigenia están, sobre todo, en el interior. Ya tuvo reformas en los siglos XVII y XVIII antes de las más profundas, de 1853, de las que forma parte la citada espadaña. Leemos de Cristina Sánchez en
Pre-Románico cántabro-astur:
"Próxima a la capital del concejo de Colunga se encuentra la iglesia de Santiago de Gobiendes sobre una colina con espléndidas vistas hacia el mar Cantábrico y la ladera Norte de la Sierra del Sueve. Iglesia de peregrinos: hasta aquí llega el Camino de la Costa y a pocos kilómetros San Salvador de Priesca, San Salvador de Valdedios… San Salvador de Oviedo. La devoción a Santiago en el Reino de Asturias toma gran importancia pues tal es la advocación de esta iglesia y la de un altar lateral en Valdediós y otro en Priesca. Sin características ni ornamentación notable a primera vista, es la austeridad de este templo lo que atrae la atención, simplicidad que no es tal si tomamos en consideración más de un milenio de historia.
No se conoce documento alguno sobre la fecha de consagración, pero se menciona en una donación del rey, Ordoño II, a la Catedral de San Salvador de Oviedo, el día 8 de Agosto de 921. El original se ha perdido pero existe una transcripción del obispo, Don Pelayo, para el Liber Testamentorum en 1129 (Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo). Santiago de Gobiendes formó parte de un monasterio como también San Salvador de Priesca, y en este texto se describe su territorio.
Al no existir inscripción ni documento referente a la fecha de consagración es difícil poner fecha al edificio con excatitud. Tomando en cuenta la decoración, sus capiteles corintios guardan semejanza con los de los miradores de Santa María del Naranco, por lo que no podría ser anterior a la segunda mitad del siglo IX. Siguiendo el estilo arquitectónico de la iglesia de Santullano, modelo a su vez de San Salvador de Priesca y Santo Adriano de Tuñón, consta de planta basilical con tres naves separadas por arcos de medio punto con dovelas de ladrillo que reposan sobre capiteles imposta lisos en pilares monolíticos como los de San Salvador de Valdedios. Al extremos de las naves destacan las columnas entregas con capiteles corintios y el típico collarino sogueado astur. Los ábacos lucen una espléndida decoración geométrica. Estos capiteles son muy semejantes a los de la arquería ciega de San Julián de los Prados (Santullano), aunque en este caso son piezas reaprovechadas de construcciones visigodas del norte del Duero. Iluminan la nave cuatro ventanas con dintel de madera.
La cubierta de las dos capillas laterales de la cabecera es de piedra toba. Dos ventanas en la pared oriental conservan el cierre de alabastro original y las carrilleras donde posiblemente se fijaran las celosías. El arco toral de la capilla central está sobreelevado pero pueden observarse aún las huellas en el punto de inserción de los canceles que separaban el presbiterio de la nave.
Durante los siglos XVII o XVIII la capilla mayor sufrió profundas transformaciones: se destruyó el muro del testero con objeto de ampliar la superficie del ábside desapareciendo así la arquería ciega adosada. En el Museo de la Iglesia de Oviedo se conserva algún capitel posiblemente originario de esta arcada.
Al exterior, reubicada en el muro meridional de la capilla mayor actual, una ventana geminada original de piedra caliza con alfiz que de inmediato capta la atención del visitante que recorre el entorno de esta sencilla y a la par encantadora iglesia. El pilar central se decora muy esquemáticamente con un cuadrado y líneas incisas diagonales, el capitel troncopiramidal con círculos entrelazados y una esvástica de brazos ondulados. Una inscripción posterior da fe de las múltiples intervenciones que han ido tranformando esta iglesia altomediaval a lo largo de su historia: REEDIFICOSE AÑO 1853. De esta época data la espadaña y la inmensa galería que rodea la iglesia al Sur y Oeste. Se reforma nuevamente el área occidental construyéndose un nuevo cuerpo para lo que fue necesario derribar en parte el pórtico tripartito original aunque se respetaron las habitaciones laterales. Se eleva el pavimento cubriendo parte de los pilares y se cierran los ventanales originales. La nueva sacristía sustituye a la habitación primitiva.
En los años 80 del pasado siglo el arquitecto, Magín Berenguer Díez, restaura el templo en profundidad. Recupera el aspecto original de la nave mayor: abre de nuevo las ventanas del claristorio y recupera la altura original de la cubierta de madera a dos vertientes. El pavimento vuelve a su nivel primitivo aunque se ha perdido para siempre el clásico opus signinum prerrománico.
Emilio Olávarri lleva a su vez la intervención arqueológica descubriendo parte del bloque del altar de la capilla mayor y el muro de cierre del testero. Son exhumados varios enterramientos medievales en el interior del templo."
Enfrente está El Cine o El Cine Gobiendes, que se construyó a mediados del siglo XX donde estaba La Escuelina o Escuela Vieya. Es de estructura cuadrada y fue sufragada su construcción por gente acomodada de Lloroñi, como el indiano Manolo Isla. Muy cera, en Les Escueles, que sustituyeron a La Escuelina, está ahora el
Centro de Interpretación de la Sierra del Sueve
En las inmediaciones están Les Xanes, prados entre las parroquias de Gobiendes y La Isla, cerca de El Somerón y Les Viesques. En sus antiguos pozos o sumideros se decía que
"Vivíen xanes con xaninos", según tradición también recogida por Inaciu Hevia Llavona. A Gobiendes ha querido buscársele un antropónimo como razón del nombre de pueblo y parroquia, un antiguo posesor
Gauuentius,
"que aparece en la documentación del dominio lingüístico ástur, tal vez originado en GAUDENTIUS", escribe el filólogo
Xosé Lluis García Arias en
Toponimia asturiana: el porqué de los nombres de nuestros pueblos. Pero, por otra parte, el investigador Vicente José García lo relaciona con el
montem Gaudii o
Monte do Gozo de
Santiago de Compostela, así citado en el
Codex Calixtinus dentro de la descripción de la ciudad en su
libro V:
"Inter duos fluuios, quorum unus uocatur Sar et alter Sarela, urbs Compostella sita est. Sar est ad orientem inter montem Gaudii et urbem; Sarela ad ocasum. Vrbis uero introitus et porte sunt septem. (...) Hac in urbe decem ecclesie solent esse, quarum prima gloriosissimi apostoli Iacobi Zebedei in medio sita refulget gloriosa"
"Entre dos ríos, uno de los cuales se llama el Sar y el otro el Sarela, está situada la ciudad de Compostela. El Sar está al este entre el monte del Gozo y la ciudad; el Sarela al oeste. Hay siete entradas y puertas de los ríos.(...) En esta ciudad hay diez iglesias que suelen ser, la primera de las cuales resplandece gloriosa en medio del gloriosísimo apóstol Santiago Zebedeo"
Flechas amarillas camino de Colunga y La Isla siguen confirmando que no nos hemos saltado ningún desvío señalizado y que avanzamos en buena dirección. La larga recta de La Isla dibuja una perfecta línea con
punto de fuga que se pierde en lontananza
Sobre el Camino, popularmente aquí el Camín Real, Camín Francés o el Camín de Santiago, Llavona nos dice que por tramos va paralelo a la carretera y en otros esta lo oculta desde su entrada en el concejo por La Espasa y El Barrigón. Traducimos libremente parte de su texto:
"El el conocido Camín Francés jacobeo, usado por los peregrinos de la ruta costera, heredero de la vieja vía romana que iba de "Brigantium" (Betanzos) a "Oiasso" (Irún), citado ya en el siglo VII por el Cosmógrafo Anónimo de Ravenna, apoyado en fuentes más antiguas"
Según los informantes, el antiguo camino estaba empedrado con losas muy pulidas, tan gastadas, que se resbalaba en ellas con las heladas. Un poco más adelante, subiendo a Güeñu en el camino de Colunga, es también llamado, según cada trecho por donde pasa, como Camín de los Sacramentos, La Caleyona y El Camín del Peridiellu
Viviendas vacacionales de
La Casita de La Isla, a la entrada del grupo de casas que hay en este alto a la izquierda, sobre los prados de Teldiz
La Ferrán, solar de leyendas relacionadas con antiguas fraguas y ferrerías
"de los romanos", si bien también pudiera ser un antropónimo de un antiguo posesor. Aquí, esta señal NO es para que crucemos aquí nosotros, al menos no aún, pues avisa a los conductores que la presencia de peregrinos en la calzada será, ahí sí unos metros más adelante
En lo que se conoce como La Viña (reminiscencia de antiguos cultivos vinícolas, posiblemente parras, de los que no se guarda ni memoria), el Camín Real irá a la izquierda, cruzando la carretera rumbo a Güeñu y de ahí a Covián o Cobián y a la villa de Colunga. La carretera separó lo que fue una gran finca, por eso la parte derecha, más pequeña, es La Viñina, mientras la izquierda, por donde va el Camino, es La Viñona
Y aquí es donde hemos de decidir pues entre ir, siguiendo este Camín Real, directos a
Colunga por Güeñu, cruzando a la derecha, o dirigirnos primero a La Isla por
El Ramal, como hacen muchos peregrinos, para pernoctar en su histórico albergue de Les Escueles Nueves, pionero de entre los del Camino Norte de Santiago, o en algún otro, como el de la playa, u otros alojamientos. Después, podremos dirigirnos a Colunga por los acantilados de Güerres o por La Loja, Trespandu y El Foyu
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