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viernes, 29 de marzo de 2024

PRAZA DO CONCELLO DE MONDOÑEDO (GALICIA) SUBIDA DESDE AS CASAS NOVAS Y BAJADA A LA PRAZA DA CATEDRAL: LA IGLESIA DE SANTIAGO, LAS PUERTAS DE FERREIROS Y RÚA NOVA Y UNA DULCE PARADA EN LA ALIANZA

 

Praza do Concello de Mondoñedo

Esta es la Praza do Concello de Mondoñedo, fuera del trazado del Camino de Santiago en la ciudad pero que estimamos es uno de los lugares buenos para visitar dada su trascendencia y su proximidad a la ruta jacobita, en concreto a la zona de As Casas Novas y rúa Pardo de Cela, así como a la Praza da Catedral, por muy escasos metros. Esta es una foto al amanecer de un día de invierno, con las luces de las farolas aún encendidas y los árboles sin hojas, a medio día se llenará de terrazas, sobre todo en verano y constituye un espacio de encuentro y socialización cargado de historia

Casa do Concello de Mondoñedo

Da acceso a la plaza la Casa do Concello (de ahí su nombre), trasladada aquí en 1932 desde la antigua, que se había quedado pequeña, sita en la Praza da Catedral (al paso del Camino) a este antiguo palacio, construido en 1747 por un particular, Juan Antonio Pillado, que había albergado el Regimiento Provincial de Mondoñedo, cuartel de milicias de la desaparecida Provincia de Mondoñedo, suprimida en 1833 con las reformas administrativas y políticas liberales de aquella época

A Igrexa Nova, parroquia de Santiago

Mirando a la Casa do Concello está la iglesia de Santiago, llamada A Igrexa Nova y construida en estilo neogótico entre 1890 y 1901 cuando se decidió sacar la parroquialidad mindoniense de la catedral de la Asunción, una vieja aspiración, y hacer un nuevo templo en este lugar. Aquí se bautizó el insigne escritor, poeta, dramaturgo, gastrónomo, Álvaro Cunqueiro el 27 de diciembre de 1911, preclaro e ilustre hijo de esta tierra a la que llamaba, literariamente, Terra de Miranda

El Camino de Santiago en As Casas Novas, entrando en el casco histórico de Mondoñedo

NO queremos que el peregrino deje de recorrer el trazado histórico del Camino de Santiago, que se dirige a la catedral subiendo por la Rúa do Camiño Norte en el barrio de As Casas Novas a la rúa Pardo de Cela, donde estaba la llamada Porta Nova de la antigua muralla, acceso a la ciudad intramuros, también llamada Porta do Perexil porque era la entrada a Mondoñedo del perejil y otros productos de las huertas del valle del Valiñadares, al lado de la población. En cuanto al nombre de Porta Nova se refiere a que, por circunstancias que se desconocen, se decidió abrir una puerta nueva en esta muralla en el siglo XVI, posterior por tanto a su construcción medieval. Es fácil que por constituir un acceso más directo a la Praza da Catedral para los que entrasen por el norte (o saliesen desde ella hacia la costa)


El Camino de Santiago sigue todo de frente y de As Casas Novas continúa por la antigua Rúa do Perexil, actual Pardo de Cela, hacia la Praza da Catedral de Mondoñedo, que es el trazado histórico para los peregrinos que entraban en la ciudad tras haber pasado de  Asturias a Galicia por Ribadeo y llegaban aquí tras cruzar Vilanova de Lourenzá. Esta referencia nos sirve pues, a la derecha, subiríamos a la Igrexa Nova o parroquial de Santiago y de allí cruzaríamos hacia la Casa do Concello y la Praza do Concello

Es la Travesía das Casas Novas, la cual pasa entre estas casas, llamadas así, como la puerta, a causa de ser ambas construcciones tenidas por "nuevas" en su momento. Javier Gómez Darriba, Doctor en Historia por la Universidade de Santiago de Compostela, nos habla de ello en su tesis La ciudad de Mondoñedo en los siglos XVII y XVIII. Construcción y nueva imagen de un centro de poder episcopal:

"Hablar de la Porta Nova es hacerlo de una puerta cuya historia no tiene nada que ver con las demás de Mondoñedo, pues no hay indicios de que existiese en el Medievo. La primera referencia a ella data de 1537. A partir de ahí se suceden muchas más, en las que afortunadamente se indica su localización exacta. Sin embargo, pasados dos siglos y medio de su primera mención, la puerta desaparece. Con lo cual, fue la última en abrirse y una de las primeras en perderse. Lógicamente el hecho de que resultase la más reciente de todas motivó que se le conociese como Porta Nova. De esta forma, y a diferencia de las demás, fue la única que no adquirió el nombre de la calle intramuros que confluía en ella, que en este caso era la Rúa del Perejil o de los Clérigos –hoy Pardo de Cela–. El arco no solo daba salida a esta calle, sino que ante él existía un pequeño arrabal llamado Casas Novas, conformado en 1679 por apenas cinco inmuebles. Este caserío se aunaba a su vez ante un cruce de calles. Por un lado la citada Perejil que seguía hacia el norte por el camino dirigido a la capilla de San Antonio do Carrascal y de ahí hasta el barrio de San Lázaro –hoy Rúa Casas Novas y Rúa do Camiño Norte–, mientras que desde el oeste y el sur desembocaban dos valadas cuyo trazado transcurría siempre limítrofe a la muralla: la Valada de Casas Novas –hoy también Rúa Casas Novas– y la de Puente –hoy Rúa da Ponte– .

Ignoramos por qué hacia el siglo XVI se decidió romper el muro en aquel lugar para crear un nuevo acceso al núcleo urbano. Existen algunos motivos que podrían dar respuesta a ello. Por un lado la aparición del arrabal de Casas Novas frente a la misma puerta. Aunque a decir verdad, el hecho de que solo hubiese unas pocas viviendas y que la distancia desde este cruce hasta la Plaza Pública fuese poco más corta que la que había siguiendo por la Valada de Puente y la Rúa do Pumar, hacen improbable que se edificase esta puerta solo para facilitar el acceso de los vecinos del barrio hasta el centro. Lo más probable es que el nuevo arco obedeciese a un interés municipal por fiscalizar un determinado producto, obligando así a que ciertas mercancías procedentes del norte se introdujesen en la ciudad tras previo cobro en dicha puerta. Sin ir más lejos, en enero de 1620 el Concejo aprobó que los vinos foráneos entrasen a la ciudad por las puertas de la Fuente y de Batitales, meridional y occidental respectivamente; y que los vinos de la tierra accediesen por las puertas septentrionales, esto es, por la de las Angustias y por la “puerta nueba que biene a la rrua que llaman de los clegos y perejil”. De hecho, en 1718 se llegó a decir que la Porta Nova era una de las “prinçipales por donde entra en esta dha çiud y sus mercados”. A esta razón también hay que sumar la posibilidad de que sirviese para controlar a cierta población en épocas de peste. Por su ubicación parece posible que se utilizase como único punto de acceso a la ciudad para los lacerados de la malatería de San Lázaro. Estos tenían permitido deambular por la urbe siempre y cuando no hubiese epidemias. En caso de que existiese riesgo de contagio se les restringía la entrada salvo excepciones.

La primera mención a la puerta data de 1537, y se contextualiza en una escritura que cita unos terrenos “sitos en la Puerta Nueva, y lindaban en el camino público que de dicha puerta conducía a S. Lázaro”. En 1551 aparece otra referencia que en líneas generales dice lo mismo. En ese mismo año el Concejo permitió a un canónigo construir una caseta junto a ella con la condición de que habría de reedificar “la portada de la dha puerta nueba que está de canto de arco”. El clérigo dispondría de un plazo de dos años para efectuar esta obra, y por supuesto debería dejar la anchura y altura suficientes para que pudiesen franquearla monturas y carruajes. Por si todavía quedasen dudas acerca de la situación de la puerta, hay que añadir que una carta de foro de 1555 cita unas “viñas de la Puerta Nueva de la Ciudad […] que lindaban con el camino que, de la Puerta Nueva, salía para S. Lázaro y con el camino que iba alrededor de la muralla y arco de la Puerta Nueva para la Puerta de la Villa de la Rua del Pumar”. Este último camino se trata de la actual Rúa da Ponte, cuyo recorrido transcurría pegado a la muralla hasta que alcanzaba la citada Rúa do Pumar. Existen otras referencias de la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII similares a estas. Por ejemplo en 1662 se citan cuatro casas realizadas por Andrés Pérez de Tejada “do diçen la porta noba, que testan por una parte en casa y torre de dho canonigo, don antonio de rrobles y en el camino que ba para san laçaro”. Y en 1712 se alude a una vivienda “donde se diçe a porta noba segn testa en el camino que va a la ermita de dho lugr de sn Anttonio [...] y p r auajo en el camino que sale de la rua del Pumar”, es decir, por la referida Valada de Puente. Las últimas referencias directas que confirman la existencia de la puerta datan de la primera mitad de la década de 1750. En 1763 Francisco Antonio Villaamil y Saavedra indica que “de la nueua, no quedaron mas señas, q.e el uarrio de este nre.”, es decir, que de la Porta Nova solo se conservaba entonces el topónimo del barrio de Casas Novas. Esta indicación de Villaamil viene refrendada por un protocolo notarial de 1770 en el que se cita una casa ubicada “donde llaman Porta noba, y por otro nombre Casas novas salida de esta Ciu.d ”. En definitiva, se expresa que al lugar se le conoce por el nombre de la puerta y del propio barrio, pero no que la puerta exista. Por tanto, partiendo de todos los documentos analizados, hubo de desaparecer entre 1712 y 1763. Es posible incluso que lo hiciera al mismo tiempo que la Porta da Rúa Nova. Sea como fuere, ninguna llegó en pie al último tercio del siglo XVIII."


As Casas Novas, además de dar nombre al barrio lo hace al Camino (Rúa das Casas Novas) y esta Travesía de Casas Novas, una multiplicidad de denominaciones que también Gómez Darriba quiere explicar, siendo una continuidad del apartado anterior dedicado a la Porta Nova o do Perexil:
"En el Mondoñedo actual existe una confluencia de calles y travesías ya aludida en el apartado anterior circundada a su vez por unas pocas casas. A esta zona se le denomina desde antiguo como Casas Novas, uno de los topónimos más frecuentes de Galicia. Hoy día con tal nombre se conocen dos vías: la que sigue a la Rúa Pardo de Cela y a su vez antecede a la Rúa do Camiño Norte; y la travesía que desde aquí sube lindando con el límite de la desaparecida muralla hasta otra confluencia de calles ya conocida al hablar de la Rúa dos Ferreiros, inmediata a la iglesia parroquial de Santiago. Al tratar la Porta Nova y la muralla ofrecimos una serie de datos sobre esta calle y arrabal. La primera referencia al barrio con el nombre de Casas Novas data de 1679, y en ella se indica su carácter extramuros y que apenas lo constituyen cinco casas. Con lo cual, dado el nombre de la vía, su situación respecto al resto de la ciudad, y el hecho de que la formasen unas pocas viviendas, inducen a pensar que este sector urbano se pobló de forma tardía. La confirmación de que esta zona era la prolongación de la Calle del Perejil hasta el lugar donde se situaba la capilla de Santo Antonio do Carrascal aparece en un manuscrito de 1687, en el que se alude a dicha Rúa del Perejil de la siguiente manera: “la calle que ba desde la plaça a las cassas nuevas y hermita del sor san Antonio”. Además, existe otra referencia verdaderamente elocuente de 1714 en la que se cita una vivienda que forma parte del denominado barrio das Casas Novas, hallándose el inmueble hacia la capilla de San Antonio y arrimado a la muralla."

Según entonces la explicación de Gómez Darriba sería una de las que bordean la muralla, en este caso entre la Porta Nova o Porta do Perexil, cuyo solar acabamos de dejar atrás, y la Porta das Angustias o Porta dos Ferreiros, que estaba unos metros más arriba, donde se hizo la Igrexa Nova, que enseguida vamos a ver pues pasaremos a su lado


Es muy probable pues que todo este empedrado y muros se hiciese con piedras sacadas de la misma muralla cuando esta fue deshaciéndose, al perder su función original, a partir del siglo XVI, en una larga decadencia que culminó con su práctica desaparición, salvo algún lienzo parcialmente al lado de la Porta Nova, en el siglo XIX


La muralla, además de su componente defensivo, marcaba el ámbito de la ciudad propiamente dicho con el de sus campos y aldeas circundantes, sus fueros, derechos y privilegios, sus tasas, impuestos y alcabalas y, además, una manera de controlar la entrada y salida de gentes para aplicar tanto dichas prebendas como para, por ejemplo, evitar el paso de gentes en las frecuentes pestes que asolaron Europa durante centurias



La muralla no se sabe a ciencia cierta cuándo se construyó, se sospecha que ya antes del traslado de la sede episcopal mindoniense de San Martiño de Mondoñedo (Foz) a este nuevo Mondoñedo, que anteriormente era llamado Vilamaior de Val de Brea o Villamayor de Vallibria en 1112, ya existiría una fortificación amparando aquella población preexistente, la cual sería reforzada a la vez que se reurbanizaba toda la localidad para acoger la nueva catedral, incluyendo su séquito de canónigos, sirvientes, trabajadores y administración, pues además de sus funciones religiosas se encargaban del gobierno, no solo ya de la nueva ciudad, sino de toda la antigua Provincia de Mondoñedo , hasta su extinción en 1833


Dentro de la superposición de la administración religiosa y civil imperante la nueva catedral, dedicada a la asunción, acogió la sede parroquial, bajo el patronazgo de Santiago, en su interior, si bien desde hacía tiempo se planteaba la erección de un templo aparte que hiciese las veces de parroquial, cosa que no obstante no ocurrió hasta que no se decidió hacerlo así a finales del siglo XIX cuando el obispo Manuel Fernández de Castro, llamado O Santo, que sí tenía intención de que esta parroquia, con sede en la misma catedral, contase con su templo propio se propuso hacerlo realidad


Por entonces el mismo párroco de Santiago (entidad aparte del prelado y obispado), ya había solicitado, junto con varios feligreses, al cabildo que se construyese una iglesia nueva y propia al lado mismo de la catedral, en las huertas del Pazo Episcopal, a la que se accedería por una puerta desde la girola en torno al altar catedralicia, pero fue desestimado, comprándose en cambio este terrenos, As Horta de Varela cerca del antiguo cuartel de milicias (actual Casa do Concello como hemos visto)


Las obras comenzaron el 4 de octubre de 1890 con la idea que las sufragase una suscripción popular que, en tiempos pasados, era lo habitual, pero en esos nuevos fracasó, por lo que hubo que suspender las obras en junio de 1891, asumir el coste de los trabajos, y volver a acometerlas, siguiendo el proyecto del arquitecto provincial Nemesio Cobreros y Cuevillas, a quien abonaría el prelado 1.000 pesetas en enero de 1892


Fueron encargados de los trabajos varios maestros de obras, junto con capataces, peones, albañiles, proveedores de materiales, etc. Andrés García Doural en Miscelánea Mindoniense, nos dice el nombre de todos o casi todos ellos, además de informar que la piedra de cantería vino del Monte de Toxoso de Labrada, mientras que de las más cercanas canteras de Pozo Mouro y Valiñas, en Seivane, parroquia de Os Remedios, era el resto de la piedra. Otra pizarrosa provenía de A Fabega


Así en enero de 1900 se acababan las bóvedas, en junio se remataba la torre, el altar mayor vino de Barcelona mientras los laterales se hicieron en Mondoñedo, siendo la iglesia consagrada en septiembre de ese año


Por entonces, ya hacía mucho tiempo que había desaparecido de aquí la muralla y su Porta dos Remedios o Porta Das Angustias. Su primer nombre, evidentemente, se debe a las fraguas que aquí existieron, mientras que el segundo lo es por una antigua imagen colocada a su lado en una hornacina, origen después de una capilla de esta advocación anexa al que fue el cuartel de milicias del Regimiento de Mondoñedo, también desaparecida, pues fue derribada, como las murallas, en 1835. Pero dejemos que nos lo cuente Gómez Darriba:
"La Porta dos Ferreiros fue una de las más emblemáticas de Mondoñedo. De ella se tiene la referencia más antigua, que data de 1304. Su singularidad estribaba en que desde mediados del siglo XVI se dispuso en ella un nicho o capilla con una imagen de la Virgen de las Angustias, que en la primera mitad del siglo XVII se reedificó y se montó sobre el arco, pudiéndose decir misa en aquella ermita colgante. Desde luego era muy común en la España del momento que las puertas de las ciudades y villas se dedicasen a alguna devoción particular. Pero en el caso mindoniense solo este arco contaba con tal singularidad. La puerta delimitaba el sector intramuros y extramuros de la Rúa dos Ferreiros, de ahí su nombre. Desde el siglo XVII a la zona interior del recinto amurallado se le conoció también como Calle del Colegio o Calle de las Angustias –actual Rúa Alfonso VII–, apelativo que le vino por la citada capilla. Por tanto, el arco tenía ante sí un cruce de cuatro vías que, a tenor de lo que expresa en contadas ocasiones la documentación dieciochesca, conformaban una “plazuela”. Eran estas las actuales rúas Alfonso VII, Casas Novas, Lodeiro Piñeiroa y Praza do Concello. 

(...) la primera referencia a la Porta da Vila del vicus o Rúa dos Ferreiros data de 1304, existiendo otra del año siguiente que alude a una vivienda sita en aquel lugar y “fuera del muro”. También se conserva una de 1334 que cita la “puerta de la Ciudad, en el lugar de la Pumarega”. Esta alude de forma indirecta a la puerta objeto de estudio, porque con el nombre de Pumarega se conocían unos terrenos cercanos a la misma210 . Otro manuscrito de 1378 cita las “casas, sitas junto a las casas da Porta da Vila da Rúa dos Ferreiros, que lindaban con la vía pública”. Por último, de la segunda mitad del siglo XV conservamos otras alusiones a la puerta y “muro de la çerca” presente tras algunas de las viviendas de esta calle.

Llegado el año de 1556, el Ayuntamiento permitió al canónigo Fernando de Codesal aumentar el tamaño de su casa particular, obra que suponía “deshazer un estribo e pared” de la Porta dos Ferreiros “sobre que estribaba el arco de la dha puerta”. Pese a esta concesión, el Concejo se reservaba el derecho a hacer cuantas modificaciones quisiese en la puerta e incluso a eliminarla de considerarlo necesario. Es posible que a raíz de esta reforma se decidiese hacer allí un nicho o capillita en honor de Nuestra Señora de las Angustias, pues dos años después ya se estaba financiando este altar. Ello lo sabemos gracias a que en junio de 1558 se entregaron unos reales “p a ayuda de la obra de nra s a de la puerta de la çibdad da rua dos ferrso ”. De todos modos, las primeras cinco menciones a la Porta y “calle de nra ssa de las angustias” que hemos hallado datan de entre 1611 y 1621 aproximadamente. En agosto de 1638 el canónigo tesorero Sebastián López Teijeiro fundó la capellanía de tal advocación sobre dicha puerta, y pasados unos años declaró que la “hermita hesta sobre la puerta desta ziudad en la calle del colejio la cual redefico e hiço a su propia costa”. En mayo de 1758 se giró una visita pastoral a esta capilla sita “enzima del Arco de la puerta de la Calle que sube del Colegio”. En ella se reseñó que albergaba un retablo con la imagen de la titular y que la ermita contaba con una puerta o ventana comunicante con la vivienda contigua, desde la cual se podía oír misa y rezar, razón por la cual se ordenó colocar en ella una reja de hierro. Dicha vivienda era un pazo construido en el último lustro del decenio de 1740, inmueble que hoy día alberga la Casa do Concello (...)

En el verano de 1835 la puerta y la capilla fueron derribadas, como tendremos ocasión de ver más detenidamente en el apartado dedicado a la destrucción de la muralla. Las imágenes, ornamentos y ajuar litúrgico de la ermita se condujeron entonces a la sacristía del santuario de Los Remedios. Entre los objetos allí guardados figuraban, según un recuento de ese mismo año, una imagen de la Virgen de las Angustias al pie de la cruz introducida en un escaparate pintado y dorado, y otra de igual advocación “de escultura antigua y extravagante” y retirada del culto. La primera era una efigie dieciochesca que en 1918 el obispo Juan José Solís regaló al erudito Eduardo Lence-Santar. Hoy pertenece a una colección particular. Mientras que la segunda cabría interpretarla como su antecesora. Por los adjetivos que le dedicaron en 1835 podría tratarse de la primitiva efigie titular que en la década de 1550 se instaló en el nicho o capilla original. Previo el derribo también se extrajeron de allí dos pequeñas imágenes de santa Catalina y san Bartolomé. Según el inventario decimonónico eran “muy viejas que por tales estaban tambien retiradas del altar”. Por último, se salvó igualmente un “retablo deshecho en piezas de escultura antigua que puede ser el primitivo de la dha Capilla” según el referido informe. De estas descripciones se desprende que el mueble e imágenes pudieran ser de mediados del siglo XVI, pues fue entonces cuando se edificó el primitivo nicho o ermita; o incluso del decenio de 1630, en el que se debió reconstruir la definitiva. Como hemos visto anteriormente, todo parece indicar que tras la promoción de estas dos obras se hallaban sendos canónigos de la Iglesia mindoniense, de ahí quizá la presencia de dos santos como santa Catalina y san Bartolomé, de arraigada devoción en la catedral de Mondoñedo, pues la capilla de Santa Catalina existía como mínimo desde 1359 y la de San Bartolomé se fundó dos años después junto al coro catedralicio y con una estructura idéntica a la de Santa Catalina."

De frente es la rúa Lodeiro Piñeira, músico mindoniense autor del primer himno del F.C. Barcelona, a la derecha, la entrada al campo de la iglesia, que se construyó aprovechando un pequeño rellano donde acaba nuestra cuesta desde As Casas Novas, confluencia de esta travesía con las rúas de Alfonso VII y de Lodeiro Piñeiroa, la antigua Rúa de Ferreiros:
"Si en la actualidad nos situamos en la Praza da Catedral y pretendemos salir de esta tomando una dirección hacia el norte, contamos con dos posibilidades: o bien encaminarnos por la Rúa Progreso, o bien hacerlo por la Rúa Alfonso VII. En caso de adentrarnos en esta última y seguir recto, nos toparemos con una suerte de plazuela formada por un cruce de cuatro calles y el atrio de la iglesia parroquial de Santiago. Recordemos que hasta el verano de 1835, justo antes de entrar aquí, se erigía una de las puertas de la muralla. Hoy día, una vez sobrepasamos la plazuela siguiendo el eje de la Rúa Alfonso VII, su nombre muda por el de Lodeiro Piñeiroa. Y si proseguimos por esta y en su primera bifurcación tomamos el camino derecho hacia el noreste, nos hallaremos en la Rúa Julia Pardo, cuya continuación nos conduce hasta las afueras y barrio de San Lázaro. Pues bien, la totalidad de esta vía que nace en la Plaza y llega hasta el punto indicado recibió durante la Edad Media el nombre de Rúa dos Ferreiros. En Época Moderna mantuvo tal mención, pero aparecieron entonces un par de hitos urbanos que hicieron que se compartiese con otros apelativos. Por un lado, en el último tercio del siglo XVI el Colegio Seminario. Y por otro, hacia el primer cuarto del siglo XVII la nueva capilla de Nuestra Señora de las Angustias que se erigió sobre el antedicho arco de la muralla. En este periodo incluso hubo una evidente intencionalidad de subdividir el nombre de la calle según el tramo de la misma. De tal manera que la antigua denominación de Rúa dos Ferreiros quedó relegada al sector extramuros, mientras que la de Calle del Colegio o de las Angustias se utilizó para el intramuros. Aunque cabe decir que esta demarcación nominal no siempre se cumplió a rajatabla. Avanzado el siglo XIX, Angustia o Angustias continuó siendo la actual Alfonso VII, pero Herreros pasó a denominar al antiguo sector de la Calle de la Cruz que abarcaba desde la intersección con la Rúa Nova a la confluencia con la vieja Rúa dos Ferreiros, o lo que es lo mismo, Herreros pasó a ser lo que hoy conocemos por Rúa Guevara. Finalmente, la renovación del callejero de 1886 provocó que este tramo pasase a denominarse Marqués de Rodil y que el antiguo sector intramuros de la Calle de la Angustia se rotulase como Calle Padilla.

La primera alusión que se tiene de la zona dos Ferreiros data de 1171 y en ella se expresa que lindaba con la de Sendín –posterior Cruz da Rúa–. Existen otras menciones a este vicus correspondientes al siglo XIII. Ya a principios del XIV se le empieza a conocer como Rúa dos Ferreiros. Desde esta centuria y hasta mediados del XV se conservan una serie de noticias que son lo suficientemente descriptivas como para afirmar lo siguiente: que la calle salía por una de las puertas de la muralla –citada con el genérico nombre de Porta da Vila–, testando en la propia cerca algunas de sus casas; que esta misma vía desembocaba en la Plaza y que a su vez tenía contigua a la Rúa do Perexe, de la que pronto hablaremos; y que además, al menos desde 1464, entre estas dos calles existía una travesía o “congosta” que las unía, pues se conserva una mención a una casa sita en la “rua dos Ferreyros cabo da outra sua casa que junta enna congosta que vay da rua dos Ferreyros para a rua do Pereixe”. Es posible que dicho callejón sea el que aún hoy enlaza ambas calles, pues existen ciertas menciones a él en Época Moderna.

También son varias las referencias que indican explícitamente que la Rúa dos Ferreiros lindaba con el muro de la Torre Vella, a la cual ya dedicamos un apartado con el objeto de desmentir que se tratase de un torreón de la muralla. En los años centrales del siglo XVI comienzan a aparecer noticias que confirman que al sector extramuros de esta vía se le conocía como Rúa dos Ferreiros. En una carta de foro de 1551 se dice que al final de esta calle, “arrabal de dicha ciudad”, se halla el camino que conduce al barrio de San Lázaro. Cuatro años más tarde, una querella interpuesta por parte del Cabildo al sastre Juan de Luaces nos asegura que el cuerpo capitular tenía una propiedad “en la Rúa dos Ferreiros, arrabal de la Ciudad de Mondoñedo”. Las menciones a esta calle como lugar externo al recinto amurallado se suceden en los siglos XVII y XVIII. La mayor parte de ellas ya las hemos analizado a la hora de identificar a la Rúa da Cruz, que enlazaba con la vía aquí estudiada formando lo que hoy es la intersección entre Guevara y Lodeiro Piñeiroa. A ello merece la pena añadir que la antigua Rúa dos Ferreiros se unía con la Rúa dos Castros por medio de una travesía, situación que no ha cambiado en absoluto, pues actualmente es la Rúa Lodeiro Piñeiroa la que se junta con ella gracias a un callejón bautizado como Rúa Rocha de Vélez. De 1650 es una referencia a una vivienda ubicada en la Rúa dos Ferreiros que por uno de sus lados daba a la “caleja que que ba pa los castros”. Y de 1663 dos alusiones a la calle objeto de estudio, de la que se dice que “testa en el calegon que ba a los castros”. Todavía más explícita es esta de 1636 en que se menciona una casa “en la calle de los Erreros Camiño de nr a senora de los rremedios con su guerta a la trasera y otra a los castros”; u otra de 1737 en la que se alude a una vivienda que hace frente a la Rúa dos Ferreiros y que “pasa en derechura al campo de Nuestra señora de los remedios”, es decir, que linda con la Cruz da Rúa y que por su trasera da a la “balada y camino que pasa p.r el Barrio de los Castros a dho campo de los rem.os”.

En lo que respecta a la zona intramuros de esta vía, se podría decir que a finales del siglo XVI y durante los siglos XVII y XVIII se le conoció como Calle del Colegio en la zona más cercana al propio Seminario. El traslado de sede de esta institución hasta el solar del Torrillón en la década de 1770 hizo que en alguna ocasión se le mencionase como la “calle del colejio biejo”. Pero sin lugar a dudas su nombre más reiterado en Época Moderna fue el de Calle de las Angustias. Como ya hemos apuntado, esta denominación devenía del arco de la muralla que albergaba sobre sí la capilla homónima, y que además delimitaba dicho sector intramuros con el extramuros de la Rúa dos Ferreiros. Ello no quita que exista alguna cita a la parte interna del circuito amurallado como Calle de los Herreros, aunque son muy escasas. Una muy elocuente data de 1708, y se produce en el contexto de la venta de una casa por parte del platero Juan López Lobera a Pedro Muñoz y Salcedo, secretario de cámara del obispo Muñoz. En esta se dice que dicho inmueble se halla en la calle “de los erreros y es la que sube desde la plaça y Rls Casas de ayuntamio acia la puerta y entrada de la que viene dar atrauesando a la de la cruz da rrua”.

Las primeras cinco menciones referentes a la Puerta y “calle de nra ssa de las angustias” que hemos hallado datan de entre 1611 y 1621 aproximadamente. En 1650 se dice explícitamente que esta vía “ba a san laçaro”. Y en 1656 se cita una casa que media entre otras dos y se sitúa “en la calle de fuera da bila delante de la hermita de las angustias”. Un documento cinco años posterior cita una vivienda que hace frente a la Plaza y desde allí se dirige hacia la “calle que ba a nra ss a de las angustias”. Más aclaratoria resulta esta reseña de 1662 en la que se sitúa un inmueble “en la calle que ba del colesio para nuestra senora de las ingustias”. Se conserva igualmente otra nota documental de 1718 que hace referencia al tramo extramuros de esta vía, el de Ferreiros, incluyéndolo dentro de la denominación de Angustias. Y es que, en definitiva, como hemos apuntado anteriormente, las menciones al Colegio, a las Angustias y a Ferreiros, iban dirigidas a una misma vía que solo se subdividía nominalmente en ocasiones dependiendo de la cercanía al propio Seminario, a la puerta de la muralla, o al arrabal dos Ferreiros. Cabe destacar además que a mediados del XVIII el trayecto intramuros de la calle conformaba una de las vías más anchas de la ciudad, si bien es cierto que los inmuebles que salían a la misma no se hallaban perfectamente alineados. De aquel momento conservamos alguna referencia a la llamada Plazuela de las Angustias, inmediata con toda seguridad a donde hoy día se halla la Casa do Concello, con lo cual, dicha plazuela debía ser la encrucijada de calles entre la propia Angustias, Soledad, y la callejuela limítrofe con la muralla que descendía hasta las Casas Novas. En dicha plazoleta se vendía en 1745 hierba y leña."

La iglesia de Santiago, A Igrexa Nova, está considerada como la última gran construcción eclesiástica de Mondoñedo, aquí sería bautizado Álvaro Cunqueiro Mora por el párroco Francisco Otero Caramés tras su nacimiento, que figura en el archivo parroquial como nacido el día 23 de diciembre de 1911, cuando en realidad lo fue a las doce y media de la noche del día anterior, pero un asunto burocrático, muy frecuente por entonces, motivó el cambio de fecha a nivel oficial


Vista de frente, el estilismo neogótico, tan usual también de aquella, dentro de los modismos historicistas imperantes, resalta en su gusto por los arcos apuntados u ojivales y en la torre-campanario y sus remates


Se conserva prácticamente tal y como fue construida, además de esta iglesia existe en Mondoñedo, en el barrio de Os Muíños y al lado del Camino de Santiago que viene de Asturias por Abres, Trabada y O Val de Lourenzá (que confluye en Lindín con el de Castilla), una capilla con esta misma advocación jacobita


De O Santo, el obispo asturiano Manuel Fernández de Castro y Menéndez Hevia (consagrado escritor en asturiano), dijo Cunqueiro, en conversación con el también escritor Carlos Casares y publicada en la revista Grial en 1981 que era "Un home que morreu en plena pobreza, sin ter uns calcetíns". Fue homenajeado en honor a su trayectoria, con su faceta literaria incluida, en Mondoñedo en 2016, tal y como plasma por ejemplo esta noticia de Europa Press a 26 de abril de ese año:
"'Mondoñedo é poesía' es un conjunto actividades enmarcadas en la programación cultural de las ferias y festivales tradicionales, celebradas desde 1541 en Mondoñedo (Lugo), ciudad creativa y capital cultural de la poesía gallega. El acto en recuerdo de Fernández de Castro tendrá lugar este domingo, 1 de mayo, en el auditorio municipal Pascual Veiga. En la cita se conmemorarán los 110 años de su fallecimiento. Tomará parte Xosé Ramón Iglesias, miembro de la Academia de la Llingua Asturiana. 
Manuel Fernández de Castro y Menéndez Hevia (Oviedo, 1834 - Mondoñedo, Lugo, 1905), fue obispo de Mondoñedo entre los años 1890 y 1905. Además de la traducción al asturiano del 'Evangelio de Mateo', publicado en Londres en 1861, fue autor de la versión en asturiano de la bula del Papa Pío IX Ineffabilis, de 1854, en la que se define el misterio de la Inmaculada Concepción de María. 
De la primera edición del Evangelio se editaron 200 ejemplares, de los que solo se conservan tres en la actualidad. Uno se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. Los otros dos están en manos privadas. 
La traducción de la bula está en el Vaticano, donde se envió en un códice, regalo del Estado español, y que contiene la Ineffabilis en sus versiones en asturiano, vasco, gallego, catalán y valenciano. Destaca también su labor literaria como poeta en lengua asturiana, que gozó de popularidad en su época."

Accedemos al interior y nos aproximamos al altar mayor, presidido por un retablo con una gran imagen de Cristo Crucificado y, a los lados, pinturas de ángeles


Aquí, como es común en muchas iglesias, además de los actos litúrgicos, se celebran, como es común en muchos templos, otros eventos, tales como recitales y conciertos, tal que este de Rosa Cedrón del que adjuntamos los videos que grabamos el 24-9-2021 dentro de las XIV Xornadas Abrindo Camiño. Cumbre Caminos del Norte


De esta manera, además de disfrutar con tan buena música, vemos un poco la parte de dentro de esta iglesia, sobre todo el altar


De Rosa Cedrón y su trayectoria artística aportamos la información disponible en su web rosacedron.com:
"Rosa Cedrón nació en Monforte de Lemos (Lugo) un 25 de octubre de 1972 en el seno de una familia con gran tradición musical, aunque muy pronto se mudaría a Coruña, donde pasó la mayor parte de su infancia. Con tan sólo 8 años, empezó a interesarse por el mundo de la música, inquietud que le llevó a ingresar en el conservatorio y empezar a formarse de un modo genérico hasta que a los 10 años descubriría su verdadera vocación: El violonchelo. Cuentan personas cercanas a su entorno que, desde entonces, Rosa y su cello se convirtieron en inseparables a pesar de su corta edad. Su empeño y dedicación incondicional hicieron de ella una excelente alumna que compaginó sus estudios con su ingreso en la Orquesta de Cámara Municipal de A Coruña y posteriormente en la Banda Municipal de dicha ciudad. Tras años de preparación y un expediente brillante, accedió a una plaza como profesora en el Conservatorio de Ferrol, impartiendo clases a un gran número de alumnos. Estas experiencias desarrollaron su formación clásica hasta el punto de definir casi de forma permanente su espectro musical.".
"LUAR NA LUBRE 
Pero un hecho relevante cambiaría su vida: la invitación a colaborar en un concierto conmemorativo del décimo aniversario de Luar na Lubre supondría un giro radical a su carrera. En un concierto celebrado en el teatro Rosalía de Castro de A Coruña, Rosa tiene su primera toma de contacto con el grupo. A partir de entonces, se le plantea la posibilidad de entrar a formar parte de la banda como cellista, pero esta idea inicial quedó relevada cuando su hermano, Javier Cedrón, violinista por aquel entonces del grupo, le hizo partícipe de la sugerencia del resto de componentes: todos pensaban que Rosa tenía una gran voz y que podría ser la vocalista ideal para la formación. Rosa asume con gran ilusión este proyecto y, gracias a ello, aflora su verdadera pasión y decide dedicarse en cuerpo y alma a cantar, preparándose intensamente, adquiriendo la técnica necesaria sin descuidar el sentimiento que la caracteriza, y rindiéndose ante la evidencia de que su vida estaría marcada por esta nueva faceta, llegando a afirmar en varias ocasiones que cantaría hasta que se quedase sin voz. Su talento no pasó inadvertido ante los ojos de uno de los mejores músicos de todos los tiempos. Mike Oldfield quedó prendado de su voz y la invitó a participar en la grabación del “Tubular Bells III” y en la presentación mundial del disco celebrada en Londres en el año 1998. Tras este concierto, Rosa inició la gira nacional de Oldfield junto con el resto de componentes de Luar na Lubre, un hecho que le serviría para alcanzar el reconocimiento definitivo. Con ellos desarrolló una amplia labor durante 9 años: actuó en los mejores escenarios, grabó varios discos y recogió importantes premios por su excelente trayectoria musical. Mientras tanto, completó su intensa carrera con algunas participaciones en interesantes proyectos como su participación en la película “Un bosque de música” dedicada a la carrera de Luar na Lubre y las B.S.O. de “Blanca Madison” e “Ilegal”, o las colaboraciones con La Barbería del Sur que demostraron definitivamente su versatilidad, interpretando desde fados hasta boleros de un modo magistral, y consagrándose como la artista integral y polifacética que es hoy en día."
"ENTRE DOUS MARES 
En enero del 2005 Rosa comunica públicamente la decisión de emprender su camino en solitario, movida por el afán de expresar su propia musicalidad interior. En el año 2007 edita su primer álbum en solitario “Entre dous mares” (Warner) que la lleva a conseguir importantes cuotas de ventas y a realizar una intensa gira por España, Europa y Latinoamérica."

Conocido en interior del tempo volvemos afuera y proseguimos camino


Saliendo al exterior, de nuevo al lugar en el que estuvo la Porta de Ferreiros o das Angustias, mirando de frente a la Casa do Concello, antiguo pazo y cuartel militar y sede del Regimiento de Mondoñedo, tomaremos a su derecha el paso a la Praza do Concello. A la izquierda, la antigua rúa está ahora dedicada a Alfonso VII, monarca que otorgó a Mondoñedo el título de Muy Noble y Leal Ciudad en 1156 y, junto con ello, la celebración de la grandiosa feria y fiesta de As San Lucas


En el suelo, una de las placas que recuerdan el lugar en el que estaban las antiguas puertas de la fortaleza mindoniense, esta la referida Porta de Ferreiros


De la Casa do Concello ya hemos dicho que es un pazo del año de 1747, construido por Juan Antonio Pillado, que fue cuartel de milicias del Regimiento de Mondoñedo, al que vino la sede consistorial en 1932 desde la Praza da Catedral. Se trata de un edificio de planta cuadrangular con tres fachadas de piedra granítica cuya última gran reforma aconteció en la década de 1990. Esta su parte izquierda se asentaba sobre la muralla y, la parte que vemos encalada, señala el lugar en el que estaba la capilla de las Angustias. De su estructura e historia nos cuenta asimismo Javier Gómez Darriba:
"De entre todos los palacios del Mondoñedo del Antiguo Régimen cabe destacar la actual sede del Ayuntamiento, un imponente caserón que contribuyó a regularizar la antigua Calle de la Soledad y que tenía asimismo un frente hacia la Calle de las Angustias, no en vano, en este lateral permaneció empotrada hasta 1835 la puerta homónima de la muralla sobre la cual se asentaba la capilla mariana. La historia de este edificio comienza en 1743. Entonces Juan Antonio Pillado tenía la intención de adelantar la fachada de su casa que decía a la Calle de la Soledad, haciendo frente con la de Juan Varela, cercana y paralela a la ermita mariana que le daba nombre a esta vía. Hacer la obra supondría restar espacio a la plazuela que se formaba fruto de la confluencia de dicha calle con las de las Angustias, Ferreiros y Valada de Casas Novas. Dos años después, el propio Juan Antonio concretó que su intención era prolongar la fachada con los “postes” de pizarra que la sustentaban. Además declaró que en caso de que le permitiesen hacer la obra alargaría el arco de la muralla para alinearlo con su vivienda. De esta forma, este se convertiría en un pequeño túnel y la capilla de las Angustias ganaría bastante tamaño, posibilitando que un mayor número de fieles acudiesen a oír misa . El edificio debió terminarse hacia 1750, pues los desechos que habían quedado de las obras frente a la casa, al mezclarse con las lluvias, hicieron que la Calle de la Soledad se convirtiese en un lodazal intransitable. En aquella fecha en la vía aún seguían montados unos cobertizos donde se recogían los maestros que habían levantado la vivienda, y en ellos también había una forja de hierro empleada para la construcción. De todos modos en la cúspide del chaflán que sale de la antigua Calle de las Angustias figura la fecha de 1747, lo cual quiere decir que las obras se acometieron en el segundo lustro de la década de 1740. 

Este imponente caserón de planta rectangular cuenta con dos alturas divididas por líneas de imposta. La fachada principal es simétrica aunque la planta baja pudo haber sufrido reformas en el siglo XIX, época en la que fue Cuartel de Milicias, o incluso en la primera mitad del XX. En este frontis de recia sillería granítica se abren numerosas ventanas y puertas ventanas en las que se emplea un enmarque diferente, a veces resaltado y acodado, en otras ocasiones sin orejetas en los ángulos, mientras que la puerta ventana que monta sobre la portada principal destaca por su bocelón acodado. Gran parte de las ventanas cuentan con montante y tornalluvias, rasgo característico de la arquitectura residencial y conventual gallega de la época1672, y asimismo llaman la atención los numerosos balcones volados que se abren en sus dos pisos y por sus tres frentes."

De la extinguida Capela das Angustias, de cuyo origen ya hemos hablado, dice el cronista Andrés García Doural en su Miscelánea Mindoniense que, según escrituras de los años 1638 y 1645, habría sido fundada por el Doctor D. Sebastián López Teijeiro, canónigo y tesorero de la catedral, y estaba adosada a un caserón, anterior al actual pazo:
"El antiguo dueño del caserón, al que se hallaba adosada y que años más tarde serviría de Cuartel de Milicias, D. Bernardo García del Solar, tenía acceso a la edificación religiosa desde su vivienda, como se puede comprobar en el libro de la visita pastoral que realizó a todas las capillas de la ciudad y sus alrededores en 1.758 el obispo de Mondoñedo D. Carlos Riomol y Quiroga (1753-1761)"

Avanzando el siglo XIX dicha capilla estaba, como la puerta y la muralla, en una situación lamentable, proponiéndose su restauración, la cual fue rechazada por estas razones:
Un documento del año 1.790 describe con claridad la edificación de la capilla. En 1.820 ya se encontraba en estado ruinoso. Entonces se dio orden para que fuera reparada por su propietario D. José Vila Cedrón, vecino de Lugo. Esta tarea es encomendada a D. Ramón María Seijas, secretario en aquellos momentos del Ayuntamiento de Mondoñedo.

El jefe de la Milicia Nacional D. José María Maseda se opuso obstinadamente a tal reparación, por entender que tanto la capilla como el arco de la muralla constituían una fealdad para la ciudad y por otra parte, porque tocaban con la sala de armas del cuartel y constituían un verdadero peligro"

En un tiempo en el que aún no existía apenas sensibilidad por el patrimonio histórico y monumental, cuando predominaban criterios de funcionalidad y urbanismo y, además, con las reformas políticas liberales, las murallas se veían como símbolos de los poderes del Antiguo Régimen, la antigua cerca y la capilla tenían los días contados:
"En 1.834, siendo alcalde D. Juan Pampillo Saavedra, se mandó instruir expediente de demolición del arco de la antigua muralla y de la capilla, obteniendo consentimiento de su patrono el 3 de junio de 1.835. Éste puso como única condición para su derribo, que por la autoridad eclesiástica se destinase un lugar apropiado para colocar la Virgen.

A primeros de agosto de 1.835 el Gobernador Civil ordenaba a los gobernadores eclesiásticos de Mondoñedo “que sin perdida de tiempo se trasladase la imagen y efectos sagrados de la capilla, a fin de que el Ayuntamiento pueda derribarla”. Esta tarea la llevó a cabo en el mismo mes de agosto D. Francisco Domenech Labernia, maestro de obras natural de Santiago de Moncada (Valencia) pero casado y residente en el barrio del Coto de Otero de Mondoñedo"

La imagen y otros objetos de culto fueron entonces llevados al santuario de Nosa Señora dos Remedios, en lo alto de Mondoñedo, siendo guardados en su sacristía, luego en el desván, para ser más tarde recibidos por el célebre historiador y cronista de Mondoñedo, Eduardo Lence Santar, de manos del obispo D. Juan José Solís Fernández en noviembre de 1918. La imagen de la Virxe das Angustias es ahora propiedad guardada por los herederos de cronista


Alcemos ahora la vista y fijémonos en los dos escudos del consistorio


Este es el escudo real


Y este el de la ciudad de Mondoñedo

En el interior está expuesto el escudo del obispo Antonio Alejandro Sarmiento Sotomayor, quien ejerció como tal entre 1728 y 1751 y llegó a ser conocido como "el mejor alcalde de Mondoñedo", pues dado que ejercía prácticamente también como tal emprendió una serie de reformas y actuaciones urbanísticas que configuraron la traza barroca del Mondoñedo actual, es decir, casi todo el casco antiguo, entre ellos numerosos edificios públicos, como la cárcel, de donde procede este gigantesco blasón, traído tras su demolición y que estaba también en Os Remedios


Y ahora salimos a la Praza do Concello, aquí en cuyo número 2 nació la famosa Confitería La Alianza, fundada en 1892 con el nombre de La Dulce Alianza cuando esta se llamaba oficialmente Plaza de Carruajes, trasladada en 1907 por su primer propietario, Ricardo López, a la actual rúa Progreso, unos metros más abajo de esta plaza y, en 1950, a un par de manzanas más abajo pero en la misma calle, la llevará Jesús Redondas, tras adquirirlo. Pronto pasaremos delante de su irresistible escaparate y hablaremos más de tan dulce establecimiento y de su historia


Al otro lado de la actual plaza y justo enfrente de nosotros estuvo otra de las puertas de la muralla de Mondoñedo, la Porta de la Rúa Nova, que es como se conocía antiguamente a la rúa Progreso, por donde continuaremos, tras cruzar esta plaza, hacia la Casa do Concello antigua y la Praza da Catedral, donde volveremos a salir al Camino de Santiago en su trazado oficial


No se tienen muchos datos de dicha puerta, ni siquiera de cuando se derribó exactamente, es tal vez la más desconocida documentalmente de todas las de la antigua cerca amurallada mindoniense, pero, sin embargo, sí se conoce exactamente su ubicación, allí donde confluyen las actuales rúas Progreso, Concepción, Andrés Baamonde y esta plaza, como hemos dicho, delante mismo de nosotros. Es de nuevo Gómez Darriba quien nos ofrece en su magnífica tesis las noticias encontradas respecto a esta puerta y de paso, a lo que había en el lugar de la actual Praza do Concello:
 "La primera referencia a ella se halla en un documento de 1338 en el que se cita una propiedad del Cabildo localizada “alende a porta da Rua Noua da qual cabo o ualado da çerca desta uila”, es decir, contigua a la puerta objeto de estudio y a la muralla. Es posible que a este mismo solar aluda una escritura de aforamiento del Cabildo de 1485 en el que se citan “dos casas, unidas entre sí, sitas en Villamayor, junto a la Puerta de la Rúa Nova, a la mano izquierda, entrando por la puerta, que lindaban con la muralla de la ciudad”. Nada relevante volvemos a saber respecto a su ubicación hasta el año de 1736, pues existen varias menciones que, aparte de confirmar su existencia, concretan que “al salir de la rua nueba de esta Ziud ubo y ay una puertta que llaman de la villa y al salir de la Calle de las Angusttias otra puertta”. Y también indican que junto a la salida de la Porta da Rúa Nova se hallaba la Fuente Nueva que en 1726 había patrocinado el obispo Muñoz y Salcedo207. A partir de entonces no solo no volvemos a encontrar alusiones a dicha puerta, sino que Francisco Antonio Villaamil, al citar los arcos de la muralla que subsistían en 1763, únicamente cita el de la Fonte, Ferreiros y Pumar, eludiendo incluso mencionar la desaparición del que ahora es objeto de estudio. Por tanto, y a la luz de la documentación reseñada, todo parece indicar que esta puerta hubo de demolerse en el tercio central del siglo XVIII."

La Praza do Concello no estuvo considerada como plaza hasta tiempos relativamente recientes históricamente, y pasó también por diferentes nombres, uno relacionado con la antigua capilla de la Soledad aquí existente hace siglos y otro con el médico mindoniense Oswaldo Cortina. Este espacio hacía la función de enlace entre calles que comunican las antiguas puertas de la muralla de la Rúa Nova y de las Angustias con la catedral, como presenta Gómez Darriba:
"En la actualidad, las Rúas Progreso y Alfonso VII ascienden desde la Praza da Catedral en dirección norte trazando un recorrido paralelo. Ambas desembocan en la Praza do Concello, a la altura aproximada donde hasta el siglo XIX pervivían dos de las puertas de la muralla. Pues bien, en Época Moderna, dichas vías, conocidas como Rúa Nova y de las Angustias respectivamente, no confluían en la mencionada plaza, sino en la Valada o Calle de la Soledad, así conocida por existir en su sector intermedio una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Soledad. Fue esta la calle en la que se edificó la Fuente Nueva en 1726 gracias al patrocinio del obispo Muñoz, y también en la que Juan Antonio Pillado erigió un palacio a finales de la década de 1740 que hoy hace las funciones de Casa do Concello. Apenas hemos hallado referencias documentales a esta vía previas a 1736. Sin embargo, de este año conservamos algunas notas verdaderamente descriptivas. Una de ellas confirma lo expresado anteriormente respecto a su localización, pues indica que la Calle de la Soledad era “la ronda ô carrera que pr aquella partte ziñe las murallas de la ziud desde la puertta que llaman de las Angusttias asta la que sale de la Calle del Consisttorio”. Efectivamente, su trazado lindaba con los restos de la antigua muralla, entonces prácticamente desaparecida en aquel flanco al haberse apropiado el caserío de ella. La vía mediaba pues entre dos frentes de inmuebles. Tenía de ancho entre 9,5 y 7,5 metros dependiendo de la zona, y hasta 1736 no fue una “calle calzada”, sino una “balada” sin empedrar. El que ostentase una anchura mayor que buena parte de las calles de Mondoñedo hizo que en alguna ocasión recibiese el nombre de Plazuela de la Soledad, cuando en verdad allí no había plaza alguna443. Esto lo confirma el hecho de que durante buena parte del siglo XX se le conoció como Calle o Plazuela de Oswaldo Codina pese a no ser una plaza propiamente dicha."

Aquí estuvo, además, A Fonte Nova, así llamada para diferenciarla de A Fonte Vella, sita más allá de la catedral, en el Camino que viene del barrio de Os Muíños y frente a la que nacería Álvaro Cunqueiro:
"En 1726 se construyó en Mondoñedo la segunda fuente de la ciudad. Recibió el nombre de Fuente Nueva para diferenciarla de la única existente hasta la fecha, que consecuentemente pasó a denominarse Fuente Vieja. El diseño de la primera se debió al arquitecto fray Agustín de Otero, quien seguramente no hubo de dirigir su construcción. Esto lo suponemos porque siempre que venía a Mondoñedo lo hacía por un breve espacio de tiempo, generalmente unos pocos días o semanas. Luego regresaba al monasterio cisterciense de Sobrado dos Monxes. Lo más probable es que durante su estancia en la ciudad en 1726 se afanase en otras cuestiones más relevantes del proyecto de la traída de aguas, que el estar a pie de obra de esta fuente, labor que podía desempeñar cualquier aparejador competente. Sea como fuere, el surtidor perdió su morfología dieciochesca en 1868, y de él puede que se conserve un escudo de Muñoz y Salcedo, obispo promotor de la obra, y sin lugar a dudas dos medallones con las imágenes de sus santos protectores: san Jerónimo y san Lorenzo. Esto nos permite concluir que su programa iconográfico resumía en cierto modo lo que el propio mitrado y fray Agustín de Otero habían planteado nueve años antes en la fachada de la catedral, donde también dispusieron tres blasones episcopales y los santos antedichos. La fuente se ubicó en el extremo suroccidental de la antigua Calle o Plazuela de la Soledad –hoy Praza do Concello–, esto es, pegada a la muralla y a la puerta de la misma conocida como Porta da Rúa Nova. En la segunda mitad del siglo XIX la corporación municipal se planteó cambiarla de sitio y mudar su formato original. Ello se materializó en 1868 como hemos apuntado. Pero en 1930 se demolió y por desgracia no hemos hallado ninguna fotografía de ella. Solo una litografía de 1915 debida al vitoriano Salvador Aspiazu.

La primera mención a la fuente es de agosto de 1728. En ella se alude a la Rúa Nova o Calle de las Panaderas –actual Rúa Progreso– como “la calle y calzada que ai desde la fuente nueba asta las casas de consistorio”. Otra reseña de 1734 cita “la fuente nueba que alla junto a la Capilla de las Angusttias” 1589. Esta referencia podría dar lugar a equívoco si no fuera porque existen más documentos que la sitúan junto a la Porta da Rúa Nova. Sin ir más lejos, un manuscrito de 1736 aclara de forma textual que se encontraba a la salida de dicha puerta y al inicio de la Calle de la Soledad. Poco sabemos acerca de su morfología. Ya hemos comentado que lucía unos relieves de san Jerónimo y san Lorenzo, y seguramente el escudo del obispo Muñoz. También consta que tenía tres caños y un epígrafe con la fecha de 1726, pues en un manuscrito de 1866 se dice que tiene 140 años a tenor de lo que se lee en su inscripción. Ciertas referencias de mediados del XVIII indican que en ella estaba permitido lavar la ropa u otros utensilios. Este dato, sumado a todos los demás, nos permite sugerir una hipótesis de reconstrucción. Muy posiblemente contase con un alargado pilón alineado en paralelo a la muralla. Entre esta y dicho pilón habría un frontispicio en cuya parte central se dispondría un caño, mientras que los dos restantes se situarían de forma simétrica en los laterales. Parece lógico que en cada uno de sus lados se encastrasen los tondos con los santos en relieve, y que en la zona central se ubicase el escudo episcopal. Sea como fuere, esto no deja de ser una mera hipótesis. 

En 1865 el Ayuntamiento se planteó derribarla y construir una nueva en la misma calle, justo enfrente del sitio que ocupaba la dieciochesca. Para tal fin el arquitecto provincial Rafael de Luque y Lubián diseñó un proyecto del que se conserva su traza y pliego de condiciones. Pero dicha obra no se materializó. De todos modos la corporación municipal persistió en la idea de construir otra en dicha vía aunque en una ubicación distinta. En 1868 se propuso derruir el paredón de la huerta del antiguo Cuartel de Milicias –hoy Casa do Concello– y trasladar al sector central de la calle la Fuente Nueva, “quitando la rinconada de aquella con el doble obgeto de ornato y utilidad publica”, esto es, eliminando el esconce que generaba el surtidor al hallarse prácticamente en el punto de unión entre la Rúa Nova y la Calle de la Soledad. Finalmente en dicho año se retiró la pared y se mudó de sitio la fuente. Como ya hemos apuntado no se removió la original, sino que se levantó una nueva. Ignoramos quién la diseñó, pero sí consta que un tal Antonio Díaz actuó como contratista . Según parece, esta obra se hizo para conmemorar la Revolución de 1868. Una vez construida, el Ayuntamiento aprobó incrustar en ella los “medallones de S. Geronimo y S. Lorenzo que existían en la Fuente antigua […] como en recuerdo de gratitud a la memoria del Sr. Obispo que ayudó al pueblo á costear la antigua Fuente”. Los homenajes al prelado no cesaron ahí, y el 13 de noviembre de 1897 el Concejo aceptó sustituir su histórica denominación de Fuente Nueva por la de Obispo Muñoz, “en obsequio á la buena memoria de tan ylustre prelado”. En agosto de 1930 se demolió. Y el 11 de mayo de 1934 el Ayuntamiento autorizó ceder al Museo Provincial de Lugo en calidad de depósito “dos efigies y un escudo de armas que existen en la pared del huerto ó jardin de esta Casa Consistoriál”. No quepa la menor duda que las “efigies” aludidas son las referidas imágenes de san Jerónimo y san Lorenzo, que hoy siguen formando parte de la colección de esta institución. Concretamente se hallan expuestas en una de las pandas del antiguo claustro franciscano. Junto a ellas también se encuentra el blasón de Muñoz y Salcedo, montado sobre una peana y con restos de policromía. En opinión de algunos autores este escudo corresponde con aquel que el Ayuntamiento había mandado esculpir en 1726 para colocarlo en la fachada de la Casa Consistorial. Es posible que así sea. Pero tampoco hay que descartar que perteneciese a dicha fuente. Sea como fuere, esta hubo de lucir las armas del mitrado, pues todas cuantas obras patrocinó en la ciudad contaban con uno o varios escudos suyos (fachada y sepulcro de la catedral; fachada, campanario y portada de los conventos de la Encarnación, San Martiño y Rosal respectivamente; algún retablo colateral y/o mayor de dichos cenobios, etc.).

En 1937 el gobierno municipal tuvo interés por fundar un Museo de la Ciudad con sede en la primitiva Casa Consistorial. El erudito Eduardo Lence-Santar participó en el proyecto valorando qué objetos serían dignos de exhibirse allí. También se ofreció a donar algunos de su propiedad. De entre los documentos que por aquel entonces custodiaba el archivo municipal nombró “Los planos de los [la] gran fuente que existió en la actual plaza de Oswaldo Codina, construída por el Obíspo Muñoz y Salcedo, y de la que existió cerca del Santuario de los Remedios, construída por el Obispo Fr. Antonio Alejandro Sarmiento de Sotomayor, ambas en el siglo XVIII”. Casualmente el actual Arquivo Municipal conserva trazas de estas dos fuentes, pero no las dieciochescas a las que alude Lence, sino las de sus reformas decimonónicas, algunas de las cuales no pasaron del mero proyecto. No tenemos constancia de que hoy día los planos del siglo XVIII formen parte de los fondos del Arquivo. Pero ello no significa que no estén guardados en algún otro lugar. 

Lo que de ninguna manera se puede vincular con la Fuente Nueva es una montea que se conserva en una pared del Museo Catedralicio y Diocesano. Antiguamente se encontraba en la salita donde se recreaba de manera ficticia el despacho del obispo fray Antonio de Guevara. Tras la rehabilitación del Museo en 2004 permanece oculta bajo el pladur. Algunos autores consideraron que dicho dibujo suponía la traza de la fuente, y que incluso lo habría hecho Ventura Rodríguez en una infundada visita a Mondoñedo, previa a su no menos indocumentada estancia en Lourenzá, para cuya iglesia monasterial sí diseñó el retablo mayor. Pero en aquel dibujo no figura fuente alguna, sino la montea de un retablo, como bien demostró Miguel Taín Guzmán. Sin ánimo de atribuírsela a nadie, y dado su aspecto de tabernáculo así como su estilo, cabe la posibilidad de que corresponda con un diseño del arquitecto Miguel Ángel de Uría para un tabernáculo que la catedral le encargó en 1817. Sería de orden corintio y tendría su respectiva mesa de altar y sagrario, pues se dispondría en el retablo mayor. Esta obra la materializó el escultor académico Miguel Antonio Acevedo entre 1817 y 1819."

En lo relacionado con la Rúa Nova, actual Rúa Progreso que aquí comienza, en bajada a la catedral, Gómez Darriba nos ofrece el siguiente estudio, en el que nos indica sus antiguos nombres, que era más larga, y también nos proporciona la denominación antigua de las rúas que aquí confluyen, así como de esta plaza:
"Hablar de la Rúa Nova es hacerlo de una de las vías más concurridas e importantes en la historia de Mondoñedo, pues su recorrido inicial partía desde la zona alta de la Plaza, en paralelo a la Casa Consistorial, y desde allí ascendía hacia el norte, atravesando la puerta de la muralla homónima y siguiendo hasta la confluencia con la Rúa da Cruz. Por consiguiente, al cruzar la muralla hacía lo propio con la unión de la Calle de la Soledad y la Valada de las Monjas –hoy Praza do Concello y Rúa Concepción respectivamente–, y como hemos dicho, continuaba hasta alcanzar a la Cruz da Rúa, la vía más larga y populosa de Mondoñedo. La calle ahora estudiada ostentó más nombres que ninguna desde los tiempos medievales hasta el siglo XX. Pero precisamente, ni en la Edad Media ni tampoco en la Moderna tuvo diferentes nombres a fin de distinguir su sector intramuros del extramuros. Cosa que no sucede hoy día, pues el eje que se guardaba en el interior de la muralla se conoce como Rúa Progreso, mientras que el externo al desaparecido muro como Rúa Andrés Baamonde. 

La primera referencia a la Rúa Nova data de 1287. En los siglos posteriores se suceden las alusiones a ella. Y ya en el siglo XVI se reseñan algunas casas de la “Rua Nova, extramuros de la Ciudad de Mondoñedo, que lindaban con la calle pública y en la muralla de la ciudad”. Del XVII se conserva un interesante documento que analizaremos en otro capítulo al hablar del empedrado de las calzadas, en el que se indican las casas que había en la Rúa Nova hasta la puerta de la muralla y la ocupación laboral de sus moradores. De su lectura se desprende que en su sector intramuros vivía gente importante de la ciudad, fundamentalmente canónigos y regidores, aunque también se reseñan un sastre y un carpintero. Del siglo XVIII conservamos una nota de 1722 que de forma muy meridiana describe el recorrido de esta vía, pues alude a una casa sita “en la calle de la rua nueba […] según testa por arriba como se va desde la Plaza y Panaderia de esta Çiudad al canpo de nra señora de los Remedios”, es decir, a la Rúa da Cruz. Aquí se aprecia una alusión al lugar donde se ubicaban las panaderas a vender sus productos, hecho que terminó rebautizando la calle. La primera cita que hemos hallado a la Calle de la Panadería data de 1696. A 1711 corresponde una muy descriptiva que alude a una casa “que esta en la calle que sube de la panaderia y casas de ayuntamio p a la puerta de dha ciud ”. Y a 1754 otra que señala que “antiguamente” se llamaba “calle de las panaderas” aquella que comunicaba la Casa Consistorial con la Fuente Nueva. Existe otra una muy similar del mismo año en que se dice que “la calle que sale de la plaça p.ca [Pública] hasta la fuente nueba y prosigue â encontrarse con la traviesa y llaman la de la rua de la cruz, y la q.e ba motibada llaman de las panaderas”

En 1833 el Ayuntamiento aprobó sustituir el viejo nombre de Calle de la Panadería por el de Real Princesa en honor a la futura Isabel II, quien sería reina escasos meses después. Esta denominación solo correspondería al antiguo sector intramuros, es decir, lo que hoy es Rúa Progreso. La parte extramuros, actual Andrés Baamonde, quedó entonces como Calle Nova, tal y como demuestra la descripción de una procesión de 1843, o, más gráficamente, un plano de 1865 debido al arquitecto Rafael de Luque y Lubián. Finalmente, en junio de 1886, el Ayuntamiento aprobó mudar el nombre de Nova por el de Progreso."

Aquí está en nuestros días el Centro Comunitario de Mondoñedo, con diversos servicios de atención al ciudadano y, en sus bajos porticados, el Café-Vinoteca Segundo, uno de los que participan en el animado y suculento Concurso de Tapas de Mondoñedo, cuya crónica del 2021 escribe para El Progreso Susana López:
"Siete locales de hostelería de Mondoñedo: Vinoteca Segundo, O Petisco, O Palique, O Rincón de Mondoñedo, bodegón A Catedral, A Taberna de Galiana y el bar Amencer participan desde este viernes y hasta el domingo en la décimocuarta edición del concurso de tapas Cidade de Mondoñedo, que organiza la Asociación de Comerciantes, Industriales y Autónomos (Aciam) coincidiendo con el final del mes de noviembre, con su ya clásico lema ‘Remata novembro, tapeando en Mondoñedo’. 
Unos negocios en los que se servirán dos tapas en cada uno de ellos, con las que podrán competir para llevarse el premio a la mejor tapa tradicional y a la mejor creativa, a la que se sumará otro premio a la más valorada por el público. Unas tapas que se servirán a dos euros desde las ocho de esta tarde hasta las once de la noche, un horario que se repetirán este sábado cuando también se ofertarán del mediodía a tres de la tarde, las mismas horas en que se repartirán el domingo. 
Unas tapas que no solo tienen premio para los locales, pues entre los consumidores que entreguen cubierto el 'pasaporte do gran tapeador' se sortearán tres lotes de vino, cuatro entradas para visitar la Cova do Rei Cintolo y una noche en la suite del Hotel Camino de Estrellas. 
Unas jornadas de tapas que se completarán con una charla, este sábado a las siete de la tarde, sobre ‘O sal da nosa vida, o sal da nosa dieta’, una jornada promovida por la asociación Senderiña, en colaboración con Esquina Atlántica, que tendrá como ponentes al arquéologo y subdirector del Museo do Mar de Vigo, Vicente Caramés, que charlará sobre el peso de la sal en la historia y su uso en la conservación de los alimentos y la nutricionista Antía Pérez, quien abordará su uso en las dietas. 
Una propuesta, con la que la asociación Sendeiriña, que preside María José Cociña, fomenta su colaboración con la Aciam. "Foi algo que lle propuxemos porque nos pareceu importante axudar e nós sempre facíamos unha charla de nutrición que este ano apostamos por enmarcala no seo do concurso de tapas", asevera la presidenta del colectivo."


Al fondo, en la rúa Progreso y donde estaba la Porta da Rúa Nova, vemos el café O Porriño, que fue noticia en La Voz de Galicia del 7-11-2017 con motivo del derbi gallego Dépor-Celta:
"Un buen derbi merece una buena promoción, y los directores del anuncio con el que Abanca apoyará el próximo Dépor-Celta tuvieron claro el escenario: Mondoñedo. «No equipo [de grabación] había xente que traballou na serie Terras de Miranda, e cando pensaban nun bar do Dépor para gravar pensaron no Rincón», explicó ayer Manolo Tapia, presidente de la Peña Deportivista de Mondoñedo y propietario del bar que entre el sábado y ayer acogió el rodaje. Y es que, aunque la peña de aficionados tiene su sede en la taberna O Rincón, finalmente el anunció se grabó en el otro establecimiento de Tapia: O Porriño. «Imaxino que encontraron atrativa a cidade de Mondoñedo e o local», apuntó Tapia, que destacó que el rodaje generó gran expectación entre los vecinos. Algunos incluso participaron como figurantes. «Era un equipo de cine completo, con guionistas, actores, decoración...», explicó el hostelero, que se atrevió a avanzar un resultado para el derbi del 23 de diciembre. «Estará reñido, pero gañará o Dépor pola mínima», vaticinó."

Incluso edificios nuevos, o remozados, suele seguirse, al menos dentro del casco histórico mindoniense, el gusto por la imitación de la arquitectura urbana tradicional, como estos miradores-galería y soportales tan comunes en algunas plazas


Cuando alguno de estos edificios es reconstruido o reformado, o se hace uno de nuevo cuño, suelen mantenerse o reponerse algunos de los elementos antiguos como puede ser, en este caso, el blasón de las casas fidalgas de antaño

Aquí, en esta fachada, vemos dos placas que arrojarán luz sobre la construcción de este inmueble como centro sociocomunitario


Abajo y arriba, reseña de las autoridades participantes en el acto de inauguración en noviembre de 1989, el Conselleiro de Traballo e Benestar Social, Miguel Martínez Losada (del gobierno del presidente Fernando González Laxe). Otra placa arriba rememora el trabajo en favor de la puesta en marcha de este servicio del alcalde Armando González Álvarez


Y aquí a nuestra izquierda es la entrada al bar-restaurante O Palique, con acceso también por la rúa Alfonso VII, noticia también en La Voz de Galicia, el 13-3-2024, por su Premio Hamburguesa con Estrella del Certamen Nacional de Hamburguesas:
"Han sido 417 los locales que han participado en el IV Campeonato de España de Hamburguesas, dentro del cuál ya ha sido la entrega de los diferentes premios, llevándose el local mariñano uno de ellos. Concretamente, O Palique de Mondoñedo ha sido merecedor de galardón en la categoría Hamburguesa con Estrella, siendo el único de Galicia premiado en ella. «Para nosoutros é un puntazo estar competindo con 417 locais participantes e que un dos premiados sexa O Palique...», señalaba esta mañana el propietario del mismo, David Folgueira. El establecimiento abrió en 2019 y esta era la segunda vez que participaba en dicho certamen. «A primeira vez _indica_ fomos con moita ilusión e nesta segunda simplemente co ánimo de participar. O campeonato está moi ben pensado, nun mes no que non hai moita afluencia de ventas. Unha cousa así axuda. Ademáis, é onde te levas estas sorpresas, porque compites contra locais de grandes poboacións como Madrid, valencia, Alicante, etc... Son establecementos que por día venden moitas hamburguesas. Por iso, cando nos presentamos ao certame, preguntámonos 'que resultado vamos acadar nosoutros?' e resulta que soou a campá».
Folgueira apunta que «o 60% da valoración é do público, dos nosos clientes, e o 40% dun xurado que veu varias veces a O Palique e saían sorprendidos porque esta hamburguesa nosa está feita con carne de boi, repolo e unha crema de queixo de denominación de orixe con base de chorizo de porco celta, e a maiores cebola caramelizada con Estrella Galicia. A xente viña en febreiro probala, sorprendida pensando que ía ser unha bomba de reloxería, pero viron que os sabores están ben aliñados, que é diferente a outras hamburguesas, e defendimos que queremos darlle protagonismo a produtos da zona como o porco celta e o repolo. Na miña cabeza quero pensar que nos premiaron porque a cebola está caramelizada con Estrella Galicia». La idea de la receta fue cosa «de equipo», subraya. «Como propietario do negocio eu quería cocer o repolo na cervexa pero facíase moi forte, e dixen, quero utilizar a cervexa onde sexa. E ao final, foi na cebola. Pero a elaboración saiu do equipo pois entre todos consultamos», añade. 
A raíz de este premio en el VI Campeonato de España de Hamburguesas, O Palique ha recibido mensajes y llamadas interesándose por su hamburguesa ConXeito: «Vamos traballala durante todo o ano pero pensamos tamén moito en Mondoñedo no verán, que é moi turístico. Creo que nos vai repercutir moito. Temos o diploma no local. Tamén queremos dicir que é un orgullo que o campeón de España do certame sexa de Galicia». Fue Argentinos Burguer, de A Estrada. 
Explican en la página web de La Mejor Hamburguesa de España, que los ingredientes de la ConXeito de O Palique de Mondoñedo, algunos ya comentados, son:« Pan brioche, carne de buey, cebolla caramelizada con cerveza, repollo, bacon, crema de queso con sabor a chorizo y ajada». Y añaden en la descripción: «Con xeito es una hamburguesa compuesta por un pan brioche totalmente casero y hecho en una de las más prestigiosa confitería de la mariña lucense, usamos una carne de buey con una maduración de cinco meses y añadimos una crema de queso con sabor a chorizo, un salteado de repollo con bacon y cebolla caramelizada en cerveza Estrella Galicia. Lo que queremos conseguir, aparte de gustarle a nuestro clientes, es potenciar productos de nuestras tierras, como es el repollo... Os animamos a que la probéis!»"

Es, efectivamente Una hamburguesa con estrella, como titula su artículo, el mismo día y para El Progreso, Pablo Villapol:
"O Palique de Mondoñedo está de enhorabuena. Acaba de participar en la cuarta edición del Campeonato de Hamburguesas de España y su creación, a la que denominaron ConXeito, se hizo con el premio Hamburguesa con Estrella que concedía Estrella Galicia, empresa patrocinadora de este evento. En este caso se premió una cuidada elaboración en la que presentaron una hamburguesa elaborada con carne de la zona a la que añadieron cebolla caramelizada con cerveza Estrella Galicia y su responsable David Folgueira explica que el resultado "foi moi bo". 
No fue la única novedad que incluyeron en esta hamburguesa porque en lugar de la habitual lechuga pusieron repollo y usaron crema de queso con una base de chorizo elaborado con cerdo celta. Es decir, todo con productos de proximidad. El resultado no pasó desapercibido para el jurado, que aunque no les dio el primer premio, sí les concedió un reconocimiento muy especial, sobre todo teniendo en cuenta que había 350 participantes dando lo mejor de sí mismos. 
El propietario del establecimiento mindoniense, David Folgueira, recuerda que primero tuvieron que enviar una preinscripción con su propuesta "e a partir de aí escóllente ou non para poder participar". Una vez que los eligieron, la tuvieron que servir en O Palique durante todo el mes de febrero "e nese tempo veu un xurado probala e logo pasamos á final. Nós conseguimos un dos premios da empresa patrocinadora, e para nós é unha grande alegría". 
Sobre la experiencia que se encontró cuando la tuvo a disposición del público, Folgueira recuerda que hubo un poco de todo "porque estas cousas dependen do padal. Mesmo o xurado veu dúas veces e da segunda non dixeron nada salvo que estaba todo ben e que alababan a aposta polos produtos locais. Pero da primeira si comentaron que non se imaxinaban isto, que viñan pensando nunha hamburguesa máis normal e que estaban sorprendidos do ben montada e do ben compensada que estaba". Ahora el responsable de O Palique explica que no sabe si seguirán sirviendo la ConXeito "pero supoño que si, porque tamén me chamaron de Estrella Galicia para felicitarme e quérolles recoñecer a súa aportación". 
Sobre el mundo de las hamburguesas a día de hoy, en O Palique lo conocen muy bien y David Folgueira admite que "o cambio que se deu foi enorme e iso está ben. Hai que darlle a súa importancia a este mundo porque moitas veces se aprecia moito un peixe e é normal porque ten que ser así, pero isto, se é algo elaborado, sae moi ben e hai que aprecialo, porque ves auténticas virguerías feitas con outras cousas, pero con isto tamén se poden facer cousas que non lle fan un feo a un peixe". Lo cierto es que en O Palique nunca se estuvieron quietos y apostaron por ir introduciendo cambios. 
Folgueira recuerda que cuando incluyeron la ConXeito en su carta, que tiene algunos ingredientes algo arriesgados, vieron que "algúns dos nosos clientes habituais nos dicían que preferían as de sempre, pero tamén houbo outros que nos dicían que lles gustaba". "Sabes que nunca van gustar a todos, pero estamos orgullosos de como nos quedou".

Esta línea de casas donde está el bar, adosada a la parte trasera de la Casa do Concello, miran todas al otro lado a la rúa de Alfonso VII, aquella histórica Rúa de Ferreiros, o dos Ferreiros, de antaño


Y esta es una soberbia vista de la fachada de la Casa do Concello que mira a la plaza, llamando la atención la enorme chimenea con la que se calentaba el antiguo pazo. Abajo sin duda estarían las cocinas


Estamos ante un edificio, recalcamos, de los que se hizo al costado de la desaparecida muralla y, además, de una de sus puertas, como hemos visto, pasando de pazo a cuartel de milicias y, más adelante a consistorio


Por ese pequeño callejón es por donde hemos entrado en esta plaza, al lado del primer local de la Confitería La Alianza y pasando enfrente de donde está hoy en día la tienda de TusCosas, dedicada especialmente al arte gráfico y fotográfico y donde se organizan exposiciones relacionadas con la historia de esta ciudad


Tienda también de regalos, destaca la serie A cup of life con aforismos o proverbios esmaltados en tazas obra del artesano Ricardo Fernández, a quien el periodista de La Voz de Galicia José Alonso le realiza un buen reportaje el16-5-2022:
"En su comercio en pleno centro de MondoñedoRicardo Fernández Rodríguez mira una de las tazas que tiene a la venta. Lee el mensaje que lleva escrito, de su autoría: «Valora lo rico que eres por todo eso que tienes que no se puede comprar con dinero». Toma otra taza: «Lloraba porque no tenía zapatos hasta que vi un hombre que no tenía pies», en este caso un proverbio persa. Son dos de los muchos diseños que elabora en su taller para su tienda, «Una taza de vida».
«Aparte de ser el nombre del sitio web que engloba todos mis proyectos de vida, es el proyecto específico centrado en elaborar artesanalmente productos que transmitan un mensaje de valor. Unos principios y valores en los que creo y que pienso pueden ayudar a otras personas a descubrirse a sí mismas», explica. 
Tras no pocas vueltas, a sus 49 años Ricardo ha llegado al lugar que buscaba. Con su nuevo proyecto, «Salud con coach» no solo emprende una nueva iniciativa empresarial, sino que cierra un circulo que tiene mucho de búsqueda de su identidad: «Mi prioridad es hacer algo que valga la pena, y eso es ayudar a los demás, tener la satisfacción de hacer algo para los demás. En segundo lugar, hacer algo que te guste. Y en tercero, que te dé un rendimiento económico para satisfacer tus necesidades. Es importante fijarse unos principios para después actuar en consecuencia y tomar las decisiones adecuadas. Esclavizarse con un negocio es un error. La vida no debe ser eso», señala. 
Ricardo se tituló como profesor de educación física por la INEF. Ejerció en el seminario de Mondoñedo hasta que cerró, en el año 2010. Simultáneamente, montó una tienda de informática y al perder su empleo en el seminario adquirió un local frente al consistorio de Mondoñedo y puso en marcha un negocio de venta de artículos de segunda mano: «Me encantaba, pero no resultó muy bien. Entonces fue cuando me dije: tengo que recuperar la faceta de profesor de educación física. ¿Y si monto un servicio de entrenamiento personal?». Se tomó su tiempo para formarse y perfiló el proyecto en el Coworking A Mariña. 
«En un momento comprendí que la clave está en los hábitos. Creo que el gran problema de los profesionales de la salud es que dan un servicio muy bueno, pero una vez los alumnos o pacientes prescinden de sus servicios vuelven a sus hábitos anteriores», razona Ricardo. Y ese es su objetivo, la propuesta de lanza: diez semanas para cambiar de vida. 
Durante este tiempo, Ricardo solo tiene un máximo de cinco alumnos, a los que realiza un seguimiento diario, online y en clases presenciales en sus nuevas instalaciones en Mondoñedo, aplicando programas personalizados que abarcan aspectos que van desde el ejercicio a la nutrición y la mentalidad: «Todo está enfocado a que una persona cambie, mejore, se sienta más satisfecha consigo misma y adquiera unos hábitos saludables y el potencial para mantenerlos el resto de su vida», explica. 
El servicio cuesta 181,5 euros a la semana. Ricardo ofrece su total implicación con los, como mucho, cinco alumnos durante los 70 días que dura el programa. «El precio será tremendamente caro o tremendamente barato. Todo depende de la perspectiva con que lo veas», añade.ç 
Otro de los negocios de Ricardo es «Tus cosas», tazas, azulejos, imanes, relojes y cuadros personalizados, fruto del aprendizaje de la técnica de impresión de la sublimación que aprendió cuando tenía la tienda de informática. De aquí dio el paso a «Una Taza de Vida», proyecto independiente que también desarrolló en otra edición del Coworking A Mariña en Mondoñedo. «Son frases que te ayudan en la vida. Eso entra también dentro de la filosofía de Salud con Coach». Ricardo tiene su taller donde fabrica cada taza: «A los turistas les encantan. Muchos se identifican con los mensajes y compra las tazas, buena parte online». 
Y así cierra el círculo, implementando a su vida laboral su filosofía personal."

Todos los jueves por la mañana se celebra en esta plaza un mercado de todos los productos en el que predomina lo textil. La plaza y las calles aledañas forman parte además del escenario anual del Mercado Medieval de Mondoñedo, que se celebra el segundo fin de semana de agosto


Ahí está La Librería, negocio veterano de Mondoñedo con varias décadas a sus espaldas, cuyo cambio de dirección fue noticia, publicada por la periodista Y. García de La Voz de Galicia, el 3-1-2023:
"La Librería, situada en el número 8 de la Praza do Concello de Mondoñedo, no muda de nombre en su siguiente etapa pero sí de persona al frente del negocio local. Después de dos décadas en activo en el mismo, María José Martínez Anello (Fontevella-Mondoñedo,1958) se despide de su último oficio como librera. Además en Mondoñedo, con todo lo que ello significa. «Si, son palabras maiores na terra de Cunqueiro», asiente en pleno cambio vital. Sin embargo, no fue su dedicación laboral siempre: «Xa traballei de noviña na Alvite, na Praza da Catedral, onde fixen os meus pinitos (cando estudei, había esa libraría e a Montero). Despois traballei nun taller mecánico. Ao acabar o instituto, xurdiume a oportunidade na oficina de Leivas, onde estiven 25 anos, tamén no almacén, e ao morrer o xefe levaba a xestión. Aquela era como a miña casa». Hasta que llegó otra oportunidad, ante el anuncio de traspaso de la librería que pasó a ser su lugar de trabajo hasta hoy, rodeada de libros pero también con funciones de papelería y fotocopiadora, servicios muy utilizados por los chavales del San Rosendo. 
Por ello, dice que forjó bastante relación con los alumnos del instituto mindoniense: «Na libraría púxenme ao día coa xuventude». De los clientes en general, subraya, guarda «recordos, todos bos» y recibió «moito apoio»: «Sempre me arrouparon». De las anécdotas que ya forman parte de su cuaderno de viaje particular por La Librería desvela una, con una exalumna de Bacharelato, natural de Abadín: «Cando se marchou a final de curso apareceume cun ramo de flores e súa nai cunha cesta con produtos da súa casa. Case caio polo agradecemento! Agora tamén me comentan os nenos de BAC 'como nos deixas?'. Incluso algúns que xa están na universidade ou veñen comprar ou fotocopiar aquí, porque esta é a casa deles. Así mo din. Foron os nenos os que tamén me ensinaron a traballar co ordenador». 
Al contrario del dicho popular «en casa de ferreiro, coitelo de pau», María José Martínez reconoce pasión lectora, que pudo cultivar trabajando en la librería desde un rincón de Galicia que es «un referente na literatura» gracias a Cunqueiro y otros autores más. Del mindoniense universal señala: «Merlín e familia é a obra que se leva a palma pero é unha mágoa que non estea en castelán tamén, proque o turista pregunta por Cunqueiro». Sus últimas lecturas han sido las de Todo arde y Dolores Redondo. También defiende que se dedique un momento a hojear páginas de obras de «o noso Antonio Reigosa», cronista oficial de Mondoñedo. 
La Navidad es una época del año en la que María José Martínez regala libros: «Teño unha neta pero tamén teño 7 sobriños e 10 sobriños-netos e en Nadal sempre hai un libro para eles». Al retirarse, dice que aprovechará para «ir pasear e ver máis a neta e disfrutar máis da familia en xeneral». 
Itziar Touzón es la persona que coge el relevo en La Librería de Mondoñedo, abriendo una nueva etapa. «Foi clienta miña de sempre e temos unha relación», señala la anterior gerente del establecimiento. A todos los que han pasado por allí durante esta etapa, María José Martínez les da las gracias porque «foron moi fieis»."

A su izquierda y en la esquina con la rúa Andrés Bamond está el Restaurante Vinoteca O Petisco, que abrió en junio de 2019, siendo noticia poco después en El Progreso, cuando se presentó a comer quien fuera presidente de Andalucía Manuel Chaves. En base a esta anécdota se habla que aquellos primeros comienzos del local:
"En el restaurante O Petisco de Mondoñedo, que abrió sus puertas el pasado mes de junio para incrementar la oferta hostelera en la ciudad, ya tienen una anécdota que contar. Fue el domingo, un día en que su vinoteca se encontraba totalmente llena y el personal se disponía a acomodar a un grupo de cuatro personas que llegaba pidiendo una mesa para comer. 
"Intentamos buscarlles un oco poñendo unha mesa máis con catro sillas para darlles o mellor servizo que podemos porque é o mínimo que merecen", explicaron deste lunes desde O Petisco. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que uno de estos comensales era Manuel Chaves, el político socialista andaluz que fue presidente de la Junta de Andalucía desde el año 1990 hasta el 2009 y que también tomó parte en la política nacional como ministro de Trabajo y Seguridad Social.  
Desde el restaurante explican que mantuvieron una charla con Chaves tras la comida y que el socialista destacó que había llegado hasta el local porque había escuchado referencias anteriormente: "Díxonos que traía referencias anteriores e que por iso se pasara por O Petisco", a lo que añadían que se quedaron "gratamente sorprendidos cando vimos que un persoeiro coma el elixiu o noso restaurante para degustar os produtos gastronómicos que se ofrecen nesta zona".  
Chaves elogió el buen trato recibido por el personal además de la buena calidad de la comida y comentó que no descartaba volver en ocasiones futuras si se daba el caso de que volviese a pasarse por la zona de Mondoñedo. Después de la charla que mantuvieron sobre la cocina y la comida que le ofrecieron en el local, el personal del restaurante aprovechó para hacerse unas fotos que quedaron para el recuerdo.  
El personal de O Petisco destaca que cuando abrieron sus puertas al público, el pasado 7 de junio, no esperaban tener tanta repercusión en la clientela. Tan solo tres meses escasos de experiencia les bastaron para crearse una muy buena reputación entre la clientela que, sumada al boca a boca, hacen que día tras día llenen su comedor. Además, ya pueden ir sumando alguna que otra anécdota como esta y seguir haciendo su propia historia."

De frente, la Rúa Concepción es así llamada porque va desde la Praza do Concello al convento de esta advocación, sito unos metros más allá, por donde sube, por las rúas Pacheco y Leiras Pulpeiro, uno de los dos caminos jacobitas que se separan en la Praza da Catedral el que sube a Os Remedios y de allí sale de la ciudad hacia el valle de Cesuras para subir por A Infesta hacia Abadín, donde se une con el otro a la entrada de Gontán, ya en la Terra Chá. Gómez Darriba nos habla también de esta calle y su historia:
"Actualmente se conoce como Rúa Concepción a la que desde la Praza do Concello se dirige hacia el suroeste hasta alcanzar la cabecera del templo concepcionista, cuya orden religiosa da nombre a la calle. Desgraciadamente no hemos podido identificar cuál recibía antes de que se construyera el convento en la década de 1710. Parece muy probable que una referencia de 1708 a la “Calle de la Valada que va desde dha puerta de la Ciud y alrrededor de la muralla hacia la otra puerta de la Ciud que llaman de ssanto Domio ” haga alusión a esta callejuela. Pero también cabe la posibilidad de que se refiera a la Calle o Valada de Reigosa que pronto veremos. Solo en fechas posteriores a la erección del convento hallamos alusiones inequívocas a esta vía, pues aparece citada como “balada que llaman de las monjas” en sendos documentos de 1745 y 1781. Dicha valada transcurría en todo momento pegada al perímetro de la muralla, y luego de sobrepasar la Puerta de Batitales, mudaba su nombre por el de Valada de Reigosa, que como ya hemos dicho, seguía limítrofe a la muralla hasta desembocar en la Plazuela de la Fuente Vieja."

Es ahora cuando tomamos, bajando, la rúa Progreso y pasamos frente al ya mencionado O Porriño, inaugurado en julio de 2012 por Mariola y Ana, aquí está El porco celta en formato hamburguesa en Mondoñedo, como bien afirmaba y titulaba La Voz de Galicia el 30-1-2020:
"El universo gastronómico que cabe entre pan y pan puede ser infinito. Estamos a hablar de bocadillos pero tamén podrían ser sándwiches o hamburguesas, aunque para algunos estas últimas referencias culinarias les siguen evocando la «fast food». En el mundo de la llamada «comida rápida» hay de todo hoy en día, dependiendo de la calidad con la que se trabaje, eso está claro. Por eso la última propuesta en carta de O Porriño ya pasó el test del público, el primero, en forma de una degustación de aperitivos gratuitos, explica Manuel Tapia Rivera, que se celebró hace quince días. Y, por lo visto, ¡prueba superada!. El resultado: la hamburguesa de porco celta que se sumará a la oferta del local mindoniense desde este mismo viernes. «Xa tiñamos en carta a tradicional hamburguesa mindoniense —explica— con produtos da marca Horta de Mondoñedo e agora apostamos por esta nova hamburguesa pola calidade do produto, que é local, o porco celta». «Na degustación que fixemos gustou moitísimo porque é diferente». A los que no la probaron, un mensaje... ¿A qué esperan?. 
Sí, también es posible. Y lo demuestra de nuevo el hostelero Manuel Tapia en Mondoñedo donde lleva las riendas desde hace casi 19 años de O Rincón de Mondoñedo y desde hace dos de O Porriño, también situado en la ciudad episcopal y cunqueiriana. 
En concreto, esta iniciativa no es nueva pues se trata de recuperar las que se hicieron hace años. Este viernes día 31, a lo largo de todo el día, las consumiciones en esos dos locales costarán un 20% menos, a modo de «detalle tamén para o noso cliente de sempre», subraya. 
Reconoce Tapia que «en hostalería é moi raro que haxa ‘rebaixas’ pero... por que non? Igual que hai descontos noutras cousas, tamén se poden facer na hostalería. Ao final trátase tamén de facer un día diferente»."

Y ahora por aquí, donde estaba la Porta da Rúa Nova, seguiremos todo de frente en suave bajada camino de la Praza da Catedral


Dejamos entonces a nuestra izquierda la Praza do Concello, cuando aún no han sido colocadas las terrazas. En relación con el término valada, tan común en los nombres de antiguas calles y lugares, Gómez Darriba apunta lo siguiente:
"conviene saber que algunas de las calles en vez de denominarse rúas recibían el nombre de valadas. Este término heredado del gallegoportugués y hoy perdido en el gallego normativo, todavía significa en la lengua popular “camino sin empedrar”. Incluso conservamos alguna cita de mediados del XVIII en que de manera explícita se les llama valadas a aquellas vías urbanas que carecen de pavimento pétreo, mereciendo la denominación de calle una vez se enlosan. De todos modos, tampoco habría que descartar la posibilidad de que este término resultase a su vez una herencia del gallego medieval, en el que valada significaba espacio cerrado, cercado o murado. Pues quizá no por casualidad, en Mondoñedo únicamente recibían la mención de valadas aquellas calles y callejuelas cuyo recorrido lo establecía el propio perímetro de la muralla, es decir, las que discurrían limítrofes a la cerca medieval."

Vemos en el suelo la placa de bronce que señala el solar donde se ubicaba esta antigua puerta de la muralla


Y empezamos a recorrer otra de las históricas rúas mindonienses, esta con numerosos comercios, que constituye un precioso paseo, la rúa do Progreso, "que fue tradicionalmente uno de los principales viales económicos de la villa", leemos en Turismo Galicia, aunque el gran profesor y crítico literario Armando Requeixo nos dice, muy acertadamente, que "los mindonienses somos gente orgullosa de su brillante pasado y que nos gusta presumir del título histórico de ciudadanos", y así nos lo transmite nada más abrir su libro Álvaro Cunqueiro y Mondoñedo. Guía literaria, en enero de 2020:
"Por tanto, si quieres ganar con facilidad el favor de sus naturales, conviene que te refieras a Mondoñedo como ciudad, pues pese a su discreto tamaño actual, la localidad goza de este privilegio desde que se lo concediera el rey Alfonso VII en 1156."

La rúa realiza una poco de curva. Continuando con el relato de Turismo Galicia leemos que esta una rúa eminentemente comercial:
"acoge pequeñas tiendas que desde siempre atendieron las necesidades inmediatas de los vecinos. Algunas son tradicionales, como la joyería-relojería Comercial Fermo, con más de medio siglo de antigüedad; otras reconvierten locales, como el bazar Casa Regina , que todavía conserva el cartel con tipografía artdecó de Tejidos Losada, Loza y Cristal, y donde podemos encontrar artesanía, productos locales y menaje. Además, si tenemos que hacer algún regalo para los más pequeños, en Flores Buxo encontraremos una amplia variedad de juguetes educativos, vintage e incluso kits para montar autómatas."

He aquí Comercial Fermo, joyería-relojería fundada en 1968 como empresa familiar, dedicada también a artículos de regalo y distribución de Porcelanas Galos entre otras especialidades. No será extraño que nos encontremos por aquí a José Luis Fernández Ansedes, con una larga trayectoria vital y empresarial en favor de Mondoñedo y del Camino de Santiago. Hallamos una muy buena biografía en la página Galegos de Galicia Digital:
"Estudió enseñanza primaria en el antiguo colegio de las monjas de la Fundación "Julia Pardo Montenegro” y posteriormente la preparación para el ingreso de bachillerato en la academia de Alejandro Palacios. Cursó el bachillerato laboral en el Instituto de Mondoñedo y el Superior en el Instituto de Ribadeo pasando las probas de Reválida en Betanzos y el examen de ingreso en la Universidad en Santiago de Compostela. Se diplomó en la Escuela de Turismo de A Coruña e posteriormente realizó estudios de Ciencias Empresariales en Lugo. Desde 1978 trabaja como gerente de una empresa de tradición familiar “Comercial Fermo” en Mondoñedo y desde 2004 de una casa de turismo rural, “Finca el Remanso” en Viloalle-Mondoñedo. Practicó diversos deportes desde joven y destacó como dinamizador de la cultura a través de la asociación “Leiras Pulpeiro” de la que fue miembro fundador y presidente. Esta asociación desarrolla multitud de programas, destacando los de índole cultural: conferencias, conciertos, representaciones teatrales (Noite de Merlín), celebración de X ediciones de “Sábados de Vagar” en Mondoñedo durante el mes de agosto... Posteriormente, a raíz de la creación del Club de Naturaleza “Leiras Pulpeiro”, se centró más en las actividades del ámbito deportivo y de promoción turística: La fundación del club de espeleología “Rei Cintolo” para la potenciación y divulgación de la cueva, diseño y señalización de cuatro rutas de senderismo en Mondoñedo, recuperación del área recreativa “A Fervenza” de Viloalle, creación de una ruta turística interautonómica que une Tapia de Casariego (Asturias) con Mondoñedo (La ruta del Maíz)... Es cofundador y presidente de la asociación “Abrindo Camiño” de Amigos do Camiño Norte que surge en 2004 al amparo de as actividades realizadas en la asociación cultural “Leiras Pulpeiro” de Mondoñedo. Para esto, se decide reunir a personas de diferentes ayuntamientos y asociaciones para abarcar las comarcas de A Mariña y A Terra Chá, el paso del Camino Norte por la provincia de Lugo.
En el ámbito empresarial fue directivo de la Asociación de Comerciantes Industriales y Autónomos de Mondoñedo ACIAM desde 1990 hasta principio de 2000; cofundador y presidente de la Feriamuestra “As San Lucas” (1993-1995); colaborador como director de programación con el Ayuntamiento en el año 2004 para potenciar los sectores agroalimentarios, forestales y de turismo alternativo de la comarca; fundador y co-organizador durante 4 ediciones de la Fiesta Gastronómica de la Ensalada... y directivo de FEMLU Federación Empresarial de la Mariña de Lugo, siendo el encargado de llevar a cabo la 1ª exposición conjunta de la Comarca de la Mariña en TURISPORT en Silleda y de FITUR en Madrid."
José Luis Fernández Ansedes

En enero de 2024 fue elegido Presidente de la Federación Galega de Asociacións de Amigos do Camiño de Santiago. Entre los muchos artículos y entrevistas dedicados a su persona compartimos aquí buena parte de la que le hace Pablo Yáñez para El Progreso el 10-4-2011:
"Luis Fernández Ansedes es un peregrino de vocación y de sentimiento. Su vitalidad le da oxígeno ante la marea de proyectos en los que invierte su tiempo. Una casa rural, un empresa familiar y un buen número de asociaciones van comiendo tiempo a una vida dedicada a Mondoñedo. Dinamizador de la cultura mariñana, exprime sus ideas para dar forma y éxito al Camino Norte de Santiago. 
¿Qué significa para usted el Camino de Santiago? 
Es una vivencia en todos los sentidos: como recorrido, como sentimiento, como motor para generar economía, como intercambio cultural. Es algo vivo, una experiencia que trasciende en el tiempo. 
A uno ¿le cambia el Camino? 
Los contactos que yo tuve con el Camino fueron a través de la asociación, de momentos, de cuatro o cinco días. Decía un escritor que en el Camino todo pesa, que las cosas que digamos que no tienen importancia sobran, hay que ir con lo necesario. 
¿Qué tiene el Camino Norte que no tengan otras variantes? 
Es el original, el primitivo; es un camino que ofrece muchos alicientes: el paisaje, los pueblos, las distintas culturas del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, y una gastronomía muy rica en todo su trayecto. 
¿Cuál es su rincón favorito en la comarca? 
Siendo chovinista diría que Mondoñedo... y dentro de Mondoñedo un sitio que es Viloalle, entre un río y la montaña. Para no citar un sitio de A Mariña, por si hay envidias, hay un sitio muy especial para mí que es Estaca de Bares, un lugar único por su virginidad, porque todavía no está muy intervenido por la mano del hombre. Además, es el lugar más septentrional de la Península Ibérica. 
¿Qué es ahora Mondoñedo? 
Un lugar con encanto, donde el pasado está reflejado y, como decía Cunqueiro, las piedras hablan. El que quiera ver arte, belleza, naturaleza o monumentos tiene que venir a este pueblo. El director de la Feria de Muestras de Gijón, me decía que Mondoñedo era uno de los tres pueblos de España donde habría que pagar para visitarlo. 
El pulpo, ¿en As San Lucas o en San Froilán? 
Está bien en cualquier momento con un buen vino de Ribeira Sacra o Mencía, sobre todo en los meses con ‘r’. 
¿Cuál es el motor económico de A Mariña? 
Son variados y pequeños, pero después de hacer algunos estudios pienso que son tres: el agroalimentario, el forestal y el turismo, en todas sus vertientes, además de la pesca. 
¿Cómo se imagina a la comarca dentro de diez años? 
Algo muy similar a como es ahora, con más o menos construcción en la costa, dependiendo de como vaya el tema del ladrillo y la demanda que haya. Habrá que tratar de mantener los potenciales actuales y creo que seguiremos sin tener grandes industrias, por suerte o por desgracia. 
¿Qué le da el vivir en el campo en vez de en la ciudad? 
Una calidad de vida sin contaminación, sin prisas, sin emplear grandes tiempos en los desplazamientos, con una gastronomía rica y natural, un paisaje precioso... Viví un tiempo en Londres en mi juventud y no lo cambio por A Mariña. Las ciudades están bien, de visita. 
¿Qué tiene el turismo del interior de A Mariña que no tenga el de la costa? 
Para mí es un complemento el uno del otro. Son distancias muy cortas y el mar y la montaña son un conjunto. 
¿Qué significa para usted el deporte? 
Ahora es verlo un poco por televisión (sonríe). Me gusta caminar, pero ya no practico otros deportes de más riesgo, pero es una forma de vida sana adaptándose cada uno a su edad y su momento. 
¿Qué soluciones da para superar la crisis en la que vivimos? 
Apretarse el cinturón, cuidarnos del gasto; pero eso no significa que no se invierta. No se puede pagar cuarenta por una cosa que vale cinco. 
¿Qué le falta a la comarca? 
Desarrollar toda su potencialidad en todos sus campos. Comparado con otras regiones de España, en ese aspecto estamos atrasados.Hay que poner en valor todo lo que tenemos, como la huerta mariñana, la más rica de Galicia. Falta coordinación. 
Póngale nota a los políticos mariñanos. 
Aprobado raspado. 
¿Qué cree que piensa el resto de Galicia de esta comarca? 
Cuando era directivo de la federación de turismo fui a distintas ferias, como Fitur, por ejemplo, y la gente se asombraba de que Lugo tuviera mar. La cosa ha ido evolucionando pero, todavía a día de hoy, no se asocia el mar con Lugo . 
¿Qué le dice el nombre de Álvaro Cunqueiro? 
Es un personaje único en Galicia, que traspasa nuestras fronteras a nivel literario. Una gran persona con una gran imaginación y adelantado a su tiempo y que puso en valor muchas cosas, como por ejemplo las fiestas gastronómicas."

Seguidamente va la Sastrería y Confección Isidro y a continuación la "Farmacia Lombardero nos recibe con su clásico termómetro en el exterior. Dentro podemos recrear el ambiente eterno de las tradicionales boticas de la vieja Europa, con mobiliario de madera y los clásicos recipientes que guardaban los productos para ejecutar las fórmulas magistrales dictadas por la farmacopea. Desde los años veinte del siglo pasado está regida por la misma familia, aunque el establecimiento ya había sido fundado con anterioridad."


De la Farmacia Lombardero, efectivamente, sabemos que ya funcionaba al menos desde 1853, que es cuando aparecen sus primeras noticias, aunque puede que ya existiese desde tiempo antes atrás. Cambió de dueños varias veces en todo este tiempo. La Voz de Galicia le dedica este reportaje que nos acerca a su historia y presente el 3-2-2019:
"Su madre, Dolores Lombardero o «Lolita», como la llamaban sus conocidos, fue una mujer pionera. Nació en Trabada en 1912 y con 20 años se licenció en Farmacia. Sus padres, que eran agricultores, le compraron entonces la botica que tenía a la venta en Mondoñedo la viuda de un farmacéutico. «En la entrada todavía pone ‘‘Farmacia Ferreiro’’», relata María Jesús Rivas Lombardero, la dueña de la Farmacia Lombardero, un negocio del que hay constancia que funcionaba ya en 1853, pero es posible que antes ya estuviese abierto al público. En este tiempo, el establecimiento, que está situado en la calle Progreso, ha sido un referente. «Mi padre era médico y los seis hijos salimos o médicos o farmacéuticos. Fue lo que mamamos en casa. Ya olíamos a medicina desde pequeños», sonríe la mujer, cuya segunda pasión es la pintura. «En el instituto me dio clase Puchades y me gusta mucho el arte por lo que también quería estudiar Bellas Artes. Pero mi padre me dijo: ‘‘Primero haz la carrera y luego, en la rebotica, te pones a pintar», expone. Al terminar, por circunstancias de la vida, regresó a Mondoñedo para ayudar a sus padres, y allí ha seguido.
María Jesús lamenta que el centro de Mondoñedo se esté despoblando. «De lo que más vivimos es de los alrededores», cuenta, y subraya que intenta tratar a sus clientes como le gustaría que la tratasen a ella. «Cuando se muere alguno parece que se va parte de ti. La gente saluda con mucho afecto», reconoce. Su hijo, Pablo Taboada Rivas, de 24 años, estudió Farmacia y se integró en el negocio en mayo, por lo que a priori el relevo está garantizado."

Casi diez años antes, el 30 de mayo de 2009, fallecía la fundadora del negocio actual, Dolores Lombardero Martínez, Lolita, a la que sus padres compraron la farmacia a la viuda de Ferreiro. Pocos días después, el 6 de junio, El Progreso daba así la noticia:
"El sábado 30 de mayo último nos dejó para siempre la trabadense de nacimiento y mindoniense de adopción Dolores Lombardero Martínez, de la tan antigua farmacia Lombardero de Mondoñedo. 
Todo es efímero menos, quizás, la propia historia, la de aquellos hombres y mujeres que con sus actos, su forma de ser, sus gestas, entran en ella, con honor y gloria. Y en la historia de Mondoñedo, sin duda entra doña Dolores, como entraron en su momento sus contemporáneos don Rafael, don Justo y don Pepe Cunqueiro. 
Se acaba de ir una de esas personas que tanto sabía de la salud de los mindonienses por la ciencia de los medicamentos que preparaba y vendía en su botica. Sigilosa respecto de esa sapiencia y de las noticias que allí en su oficina se publicaban. Muy prudente, amable y comprensiva en el trato, con rectitud en la solución de los asuntos de la vida diaria que toda farmacia presenta y que ella tan bien conocía por la larga experiencia de su actuación al frente de la misma. Su llaneza y sinceridad en la conversación y en la comunicación amistosa nos llevó a los de la Paula a llamarle en la confianza doña Lola. Eso la hizo una mujer gigante en lo humano y en la dignidad, que sabía bien de donde venía, pero que aún sabía mejor hacia donde no quería ir, por eso no nos quedan hoy más que testimonios de gratitud y ensalzamiento que bien ganó doña Lola, a la que trataba desde hacía años, y de la que recibí, muchas veces, sinceras pruebas de afecto, tal vez, también, por la camaradería que siempre me unió con su hijo Luis, por lo que es de justos dar y brindar el reconocimiento que esa mujer merece y mereció. 
Memoria y recuerdo de una mujer que, seguramente y además, allanó el camino lleno de dificultades de algunos habitantes de la ciudad del Masma. Nuestro más sentido pésame público para su esposo, Jesús Rivas Arias, y para sus hijos, María Dolores, Pedro, María Remedios, María Jesús y María Enriqueta Rivas Lombardero y Luis Legaspi Rivas, y para toda la familia. Deseamos paz y descanso para doña Lola. 
Memoria y recuerdo de una mujer que, seguramente y además, allanó el camino lleno de dificultades de algunos habitantes de la ciudad del Masma. Nuestro más sentido pésame público para su esposo, Jesús Rivas Arias, y para sus hijos, María Dolores, Pedro, María Remedios, María Jesús y María Enriqueta Rivas Lombardero y Luis Legaspi Rivas, y para toda la familia. Deseamos paz y descanso para doña Lola."

Flores Buxo está unos pasos más allá y también a la izquierda de esta calle, enlosada y adoquinada como las del casco histórico de Mondoñedo. Es un comercio histórico también especializado en juegos y regalos


Moda Isidro está pegando con Buxo. La rúa, tras un descenso en curva a la derecha comienza ahora una bajada, siempre suave, a la derecha. El nombre de la rúa, Progreso, que como vimos se le puso en 1886, era bastante común en las zonas de expansión urbana y, aunque la calle era vieja desde la medieval Rúa Nova, su reurbanización con casas de nuevo cuño y bajos comerciales acaecida por entonces propició el cambio de denominación tras el de Real Princesa que sustituyó al de Panadería o de las Panaderías, lo que indicaría que en ellas, en los edificios anteriores a estos, había tahonas


A la derecha, otro comercio de textil, Moda Elena, al que sigue el de Casa Regina y su bazar. Como vemos, además de comida-avituallamiento, en Mondoñedo los peregrinos pueden realizar compras de cosas que necesiten para continuar camino, desde ropa a otros elementos, incluyendo regalos


¿Qué hay y qué hubo antaño en estos bajos hoy cerrados?, dejamos volar la imaginación según avanzamos rúa abajo, pensando en antiguas tiendas y panaderías, almacenes y tascas que aquí se sucederían a lo largo del tiempo


Al fondo, la claridad al fondo de la calle nos señala la cercanía a la gran Praza da Catedral, gran espacio abierto en el corazón de la ciudad donde nos reencontraremos con el trazado, o tal vez mejor los trazados, del Camino de Santiago, que allí se unen y a la vez, se separan


Y lo prometido es deuda, he aquí la obligada parada en la Confitería La Alianza, de la que ya hemos hablado un poco en la Praza do Concello, donde abrió por primera vez, y ahora lo hacemos de la mano de Mondoñedo.net:
"Los orígenes de la Confitería La Alianza se remontan al 1892, año en que abrió sus puertas en el número 2 de la Plazuela de Carruajes de Mondoñedo, que hoy en día se conoce como la Praza do Concello. En 1907, Ricardo López, el primer propietario, decidió trasladar la tienda a la calle donde está en la actualidad, pero un par de casas más arriba. 
En torno al año 1950, Jesús Redondas, el abuelo del actual propietario, adquirió el negocio y lo instaló en la dirección actual. Junto a su hijo, Pablo Redondas, comenzaron a comercializar la renombrada Tarta de Mondoñedo, además de ofrecer pasteles y cañas de hojaldre, milhojas, roscones, entre otros dulces. 
En 1973, Guille Redondas se unió al equipo de la confitería a la temprana edad de 10 años, comenzando como un asistente en el obrador. Durante estos años, amplió sus conocimientos y habilidades, aprendiendo al lado de su padre. 
En el año 2000, Guille asumió la dirección del establecimiento, tomando las riendas después de la jubilación de sus padres. En la actualidad, el negocio se ha adaptado a las nuevas tecnologías. Además de atender a su clientela en el local de la céntrica Rúa Progreso, la confitería ha expandido su alcance al mundo virtual. A través de su presencia en Internet, La Alianza ofrece la posibilidad de enviar sus exquisitas creaciones a clientes de todo el mundo. De esta manera, numerosas cajas con productos de La Alianza han cruzado fronteras, llegando a los hogares de personas de diferentes rincones del planeta."

Dada su popularidad, es un punto de referencia y de información en la ciudad, tanto es así que se ha colocado esta señalética para ayudar al peregrino, excursionista y visitante. Esta es su historia, sacada de su propia página web:
"El origen de Confitería La Alianza se remonta a 1892, entonces llamada La Dulce Alianza, cuando abrió sus puertas en el número 2 de la Plazuela de Carruajes de Mondoñedo (hoy Praza do Concello). En 1907, Ricardo López, primer propietario, trasladó la sede a la actual calle, dos casas más arriba, en el número 28 de la calle Progreso. 
Hacia 1950, Jesús Redondas Rey, abuelo de Guille Redondas, adquirió la confitería, ya situada en la dirección actual, y le puso el nombre actual, junto a su hijo, Pablo Redondas Losada, comenzaron a difundir la Tarta de Mondoñedo (con la confitería Pura serían quienes le darían fama en toda la comarca), además de pasteles de hojaldre, milhojas, roscones, etc. Destacan sus cañas de hojaldre, rellenas de una crema pastelera, única en el mundo. 
En 1973, Guille Redondas se incorporó al obrador en calidad de pinche con sólo 10 años. Durante estos años aumenta sus conocimientos aprendiendo junto a su padre, aumenta las elaboraciones como: Lanchas de crema, Medallones de Cunqueiro, Rollo de almendra, Tarta peregrina, Tarta de Nuez, En el año 2000 se situó al frente de negocio, después de la jubilación de sus padres. En el año 2014 amplía su negocio abriendo en Ribadeo en la Calle San Roque en las instalaciones de La Confitería Eijo. 
Allí en Ribadeo crea la Rosca de Ribadeo, otro dulce exquisito de almendra con toques de limón y naranja. 
Cabe destacar que todas las recetas se siguen elaborando como hace 40 años, con la misma calidad, cariño y esmero."

Y este es el escaparate, maravilla de maravillas, con alguna de sus especialidades, siempre con las suculentas tartas de Mondoñedo, otro símbolo de la ciudad que ha sorteado crisis y transformaciones y ha llegado con todo su dulce esplendor a nuestros días. Allá por el año 2020, en plena crisis del covid, el periodista José Alonso publica La Alianza, 120 años de historia que se renueva: Internet y reparto a domicilio, publicado en La Voz de Galicia del 8 de mayo:
"Decir Confitería La Alianza es hablar de la tarta de Mondoñedo, también de la rosca de Ribadeo, de cañas de hojaldre, petisús, palmeras, brazos de gitano, Saint Honoré, bollos, roscas… de tantos momentos endulzados en sus casi 130 años de historia. Es uno de los negocios más longevos de A Mariña que, como tantos, está teniendo que adaptarse a las condiciones provocadas por la crisis y la alerta sanitaria. El maestro pastelero artesano Guillermo Redondas, que está al frente del negocio, está explorando nuevas vías comerciales, como el reparto gratuito a domicilio, mientras ultima una página web. 
El origen de la Confitería La Alianza se remonta a 1892, entonces llamada La Dulce Alianza, cuando abrió sus puertas en el número 2 de la Plazuela Carruajes de Mondoñedo (hoy Praza do Concello). En 1907, Ricardo López, primer propietario, trasladó la sede a la actual dirección en Mondoñedo, en el número 22 de la calle Progreso. Hacia 1950, Jesús Redondas Rey, abuelo de Guillermo Redondas, adquirió la confitería y le puso el nombre actual. Su obra la siguió su hijo, Pablo Redondas Losada, y juntos comenzaron a difundir la Tarta de Mondoñedo (con la confitería Pura serían quienes le darían fama). En 1973, Guillermo Redondas se incorporó al obrador en calidad de pinche y en el año 2000 se situó al frente de negocio. Un nuevo episodio llegaría en junio de 2014, cuando abriría la confitería en la calle San Roque (en el antiguo local de Eijo) de Ribadeo. En este obrador surgiría la Rosca de Ribadeo. Ahora da un nuevo paso adelante, abriendo nuevas vías de comercialización para contrarrestar la crisis. 
Un primer paso fue entrar en la plataforma de venta en Internet del Concello de Mondoñedo, que tras unos inicios esperanzadores de ventas (con las tartas de La Alianza como producto más vendido), con el paso de los días su efecto se ha ido diluyendo. «Agora estamos facendo una páxina web propia, porque a tarta de Mondoñedo e moitos dos doces que facemos teñen boa saída polas súas características, pola súa excepcional capacidade de conservación e frescura polo azucre», explica Guillermo Redondas. 
Con el cierre de los negocios, La Alianza aplicó un ERTE, pero desde hace unos días Guillermo Redondas está de nuevo trabajando. Atiende encargos y sirve a domicilio de un día para otro, gratuitamente, en Ribadeo, Mondoñedo y los concellos limítrofes. Pero el recorte en la producción ha sido drástico, al pararse contratos de suministro que tiene, por ejemplo, con Cesáreo Eijo, La Sucursal de Lugo y varios establecimientos de A Coruña: «Está todo parado. A situación está moi complicada, e penso que vai seguir así varios meses, porque a xente ten medo a contaxiarse e vai ser reticente a entrar nos locais. Ademais, no caso de Ribadeo a rúa San Roque, que se falaba de converter nun bulevar, coa reforma que se fixo perdeu. De feito pecharon dous locais, e non se vai recuperar mentres non se peatonalice». 
Los arrendadores le eximen de pagar 3 meses de alquiler 
Guillermo Redondas tiene palabras de agradecimiento para los propietarios del local de la confitería que tiene arrendada en la calle San Roque de Ribadeo: «Juancha e os fillo xa ó principio da crise me perdoaron dous meses de aluguer. E cando rematou abril, dixéronme que non había problema, que me perdoaban outro mes máis. É moito de agradecer, porque nesta situación faise moi complicado aguantar con todos os gastos que tes»."

Se dice que los recetarios de los monjes catedralicios y monacales de los cenobios mindonienses, con sus extensas posesiones, las rentas que cobraban en especie a sus arrendatarios y los derechos sobre comercio y trasiego de mercancías en caminos y puertos de mar se especializaron en recetas para conservar estos productos largo tiempo, siendo este el origen de esta tarta


De sus componentes dicen así en Wikipedia"La tarta se elabora con bizcocho, almíbar, hojaldre, almendras crudas, cabello de ángel y frutas (higos y cerezas). y se termina cocinándose en el horno. La tarta se fundamenta en las antiguas recetas medievales". En este aspecto es excelente la descripción concisa y resumida que, basándose en el buen hacer de La Alianza y los magníficos escritos de Cunqueiro hallamos de la misma en la página gourmet Faro da Palloza:
"La Tarta de Mondoñedo La Alianza es un producto artesano elaborado por la confitería decana de Mondoñedo (Lugo), en funcionamiento desde 1892. Esta receta barroca, en palabras de Álvaro Cunqueiro, utiliza como materias primas masa de hojaldre, bizcocho, cabello de ángel, almendra de calidad y fruta confitada. El resultado es un dulce sabroso y consistente que, seguro, te sorprenderá."

Y este es el pequeño gran escaparate de La Alianza con su característico cristal en chalán en el que se muestran las tartas y demás dulces y pasteles, hito de la Ruta das Tartas, de la que escribe Susana L. Montes para El Progreso del 15-12-13 titulándola El dulce con nombre propio:
"La ciudad huele a almendra, el ingrediente principal de la tarta que ha hecho famoso al municipio en el mundo entero. Un dulce que ha ido pasando de generación en generación hasta convertirse en el secreto mejor saboreado por mindonienses y foráneos y que, gracias al trabajo del estudioso José Ruiz Leivas, pueden conocer en su propio idioma, ya que se ha molestado en bucear por la historia del tradicional pastel, y darla a conocer en gallego, español, inglés y francés en su obra ‘A ruta da tarta de Mondoñedo’. 
La ruta incluye paradas en las confiterías locales que elaboran el ancestral pastel, comenzando por La Alianza, «la más antigua», en la inmediaciones de la oficina de turismo, siguiendo por el Museo de O Rei das Tartas, «quien la enseñó al mundo», para pasar por la pastelería Val de Brea, «la pureza artesanal en la elaboración» y finalizar en la Praza da Catedral, donde se asienta otra confitería de O Rei das Tartas."

El 28 de diciembre de 2017 la Tarta de Mondoñedo figuró como estampa del sorteo de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España). Así recoge la noticia la página de la entidad del día 19 de ese mes y año:
"La famosa y popular Tarta de Mondoñedo protagonizará el cupón de la ONCE del jueves 28 de diciembre, con motivo de una serie dedicada por la ONCE a los dulces navideños de las 17 Comunidades Autónomas. Cinco millones y medio de cupones difundirán la tarta mindoniense, cuyo origen se pierde en los siglos. 
El cupón dedicado a la Tarta de Mondoñedo ha sido presentado en el salón de plenos del Concello de Mondoñedo por el delegado territorial de la ONCE en Galicia, Manuel Martínez Pan; la alcaldesa de Mondoñedo, Elena Candiá López; el director provincial de ONCE en Lugo, Roberto Doval, y los representantes de las tres pastelerías que elaboran la tarta en la capital de A Mariña Central: O Rei das Tartas, confitería Val de Brea y confitería La Alianza. 
Según explicó Manuel Martínez, delegado de la ONCE, la elección de la Tarta de Mondoñedo para representar Galicia en esta serie obedece a que, además de ser muy conocida y muy reconocida en toda Galicia es también según descripción del escritor mindoniense Álvaro Cunqueiro: "Un dulce formado por tres capas que son tres países de diferente sabor, y que se ayudan, y el todo es un dulce barroco, aunque se sospeche por la forma y por el adorno, que puede proceder de los días románicos". 
Los orígenes de la Tarta de Mondoñedo se pierden en los siglos y hay una referencia a este dulce en la Edad Media,  concretamente en un capitel de piedra de comienzos del siglo XII-XIII que está en  el comedor del Pazo de Xelmírez de Santiago de Compostela, residencia del arzobispo, donde aparece reproducida la tarta de Mondoñedo, junto a pan, el queso y una jarra de vino. También se dice que aparece en la historia de la gastronomía cuando unos monjes preparan un banquete para la reina Dª Urraca  a principios del siglo XII. Y otras fuentes datan su origen en el apogeo y esplendor mindoniense que trajo el gran prelado Sarmiento a finales del siglo XVII. El desaparecido escritor y gastrónomo Jorge Víctor Sueiro da por sentado que el origen de la laboriosa tarta de Mondoñedo está en los conventos de monjas y frailes. Sea su origen uno u otro, lo cierto es que se trata de una de las más grandes creaciones de la repostería gallega. Un dulce consistente elaborado con hojaldre, bizcocho,cabello de ángel, almendra, almíbar y fruta confitada. 
Los cupones de la ONCE se unen a la  tradición de los postres de Navidad con una serie que, bajo el título de ‘Dulces Navideños’, muestra la variada repostería de las 17 Comunidades Autónomas en estas fechas. Un total de 93.500.000 cupones  (cinco millones y medio cada día), difunden el sabor de la Navidad. La serie comenzó el martes, 12 de diciembre, con el cupón dedicado a los Mantecados y Polvorones de Estepa (Andalucía) y finalizará el sábado 6 de enero con el cupón dedicado al Tortell de Reis (Cataluña). 
Entre ambas fechas, hay cupones dedicados al Guirlache, de Aragón; el Turrón de Sidra, de Asturias; La Salsa de Nadal y la Coca de Torró y Amargos,  de Baleares); el Turrón de Gofio con frutos secos , de Canarias; la Tostada de Navidad, típica de Cantabria;  las Pastas de Castilla y León; el Mazapán de Toledo , de Castilla-La Mancha; el Turrón, de la Comunidad Valenciana; el Bollo Turco de Jerez de los Caballeros, de Extremadura; la Tarta de Mondoñedo, de Galicia; el Roscón de Reyes, de Madrid; los Cordiales,  de Murcia; la Cuajada de Ultzama , de Navarra;  la Intxaursaltsa , de Euskadi y el Mazapán de Soto, de La Rioja. "

Desde La Alianza vemos ya una de las dos torres de la catedral de Mondoñedo, nos acercamos a nuestra unión con el Camino de Santiago en su gran plaza. A nuestra derecha está el Hotel Camino de Estrellas, de Maribel Ferreiro, abierto el 15 de marzo de 2019. Tres días antes Lucía Rey daba la noticia para La Voz de Galicia:
"Mondoñedo contará desde el próximo viernes, 15 de marzo, con un hotel inspirado en las estrellas y el Camino de Santiago que funcionará en una casa rehabilitada en el número 28 de la calle Progreso, a escasos metros de la Catedral, Patrimonio de la Humanidad. «Eu son de Monterroso, do centro de Galicia, da comarca da Ulloa, pero cheguei a Mondoñedo porque o meu socio e máis eu nos dedicabamos á construción de vivenda e ao pegar o baixón decidimos diversificar o traballo. A xente di que a partir dos 55 anos hai que estar quieta, pero xa me ves a min con 59...», bromeó este lunes, cuatro días antes de la inauguración de Camino de Estrellas Hotel, Maribel Ferreiro Gayoso, promotora y propietaria del nuevo negocio hostelero junto al ourensano Cesáreo Vaz Rolán. El establecimiento contará con 11 habitaciones pensadas «para descansar», totalmente equipadas y distribuidas en tres plantas. En la planta baja se situará la recepción, donde se darán los desayunos y por la tarde se podrá charlar o escuchar música, según explica Ferreiro. Nueve de los cuartos tienen baño dentro. Aunque ayer todavía se desconocía el número de estrellas con que será catalogado por la Administración autonómica, su responsable destaca que es un «hotelito con encanto, realizado con moitísimo cariño e amor, e coidando cada detalle, e no que o trato aos clientes vai ser moi bo, especial». La inauguración está prevista para el viernes a las 20.00 horas.
Marisol Ferreiro llegó a Mondoñedo con la idea de buscar un inmueble en el que crear un establecimiento hotelero, y aunque barajó varias opciones, enseguida tuvo claro dónde ubicarlo. «Desta casa [en la que abrirá el hotel] namoráronme a vista e os balcóns á Catedral e que un señor tocase o acordeón enfronte», relata. Para este fin de semana, el primero en que esté funcionando, ya tiene ocupadas ocho de las habitaciones que tienen nombres «tan celestes» como Estrella del Norte, o Rigel Azul y Rigel Roja."

Caminando un poco más empezamos a intuir el grandioso rosetón y la portada de la gran fachada principal de la catedral, que mira a la plaza


Esta calle, cuando era la Rúa Nova, era una de las seis principales que salía de la Praza da Catedral hacia su correspondiente puerta de las murallas, que ya hemos dejado atrás. Esta estructura urbana se configuró durante el medievo y se asentó una vez pasado este, en el siglo XVI


 Aunque de paso público, la plaza era en buena parte propiedad del Cabildo catedralicio, así como el suelo de los solares edificados de su entorno, los cuales arrendaba a particulares o a instituciones como el propio Concello, que pasaría a tener aquí su sede (el último edificio -de color blanco- a la derecha), tras la paulatina separación del poder civil respecto al eclesiástico desde la baja Edad Media al siglo XVI. Dice Gómez Darriba:
"Como sabemos, desde el siglo XII la figura del obispo de Mondoñedo se erigió en dueña y señora de la capital episcopal. En ella regentaba el poder espiritual. Y en los siglos que siguieron a la fundación regia de 1156 ostentó también el temporal sin apenas oposición. Conforme fue avanzando la Baja Edad Media creció la representación civil y laica de los mindonienses. Ya en el siglo XVI, con la consolidación del estado moderno, su autonomía respecto a la autoridad pontificia resultó mucho más notable. Sin embargo, durante toda la Época Moderna el poder temporal continuó supeditado al prelado de turno, pues en última instancia era quien ratificaba a los integrantes de la corporación municipal. La soberanía lograda por el poder civil trajo consigo la independencia de sus ámbitos representativos. Pensemos que aproximadamente desde el siglo XIII y hasta principios del XV los plenos municipales se celebraron en ciertos espacios del claustro de la catedral, llegando incluso a efectuarse en el mismo sitio donde el Cabildo hacía sus reuniones ordinarias, esto es, en la sala capitular, también conocida como capilla de San Andrés o “Paaço dos Cabaleiros” . En 1429 el Ayuntamiento adquirió en foro las estancias de un inmueble abierto a la Plaza. En él estableció la Alhóndiga. Al menos durante buena parte del siglo XVI este antiguo edificio de viviendas se convirtió en Consistorio habida cuenta de que las sesiones municipales tenían lugar allí. Hubo que esperar a octubre de 1569 para que el Concejo lograse iniciar el camino que conduciría a la materialización de una Casa Consistorial ad hoc. En aquel tiempo el Ayuntamiento adquirió unos solares en la parte alta de la Plaza con la finalidad de erigir un Consistorio de nueva planta, pues en el presente estaban ocupados por unas casas ruinosas. Las parcelas radicaban en el ángulo noroccidental de la Plaza, razón por la que el edificio contó con dos frentes. El meridional se abría a dicha Plaza, mientras que el oriental miraba hacia el arranque de la Rúa Nova o Calle de las Panaderas, también llamada en Época Moderna Plazuela de las Panaderas, y aún hoy, popularmente, Cantón Pequeño. El edificio se construyó en el quindenio que media entre la referida fecha de 1569 y el año de 1584. Lo hizo el maestro de obras vasco Pedro de Artiaga, seguramente siguiendo un proyecto suyo.

El palacio municipal constituyó la sede del gobierno civil y el edificio más representativo de su poder. De hecho era de las pocas propiedades que tenía aparte de la Alhóndiga y de la Carnicería. En él se desarrolló toda la vida concejil, pues era el lugar donde se constituían los plenos en los que participaban los alcaldes y regidores que componían la corporación. El sitio en el que se subastaban las obras públicas y a donde acudían artistas y maestros a hacer sus posturas. Contaba además con una serie de estancias de uso dispar pero cotidiano, tales como el archivo, la cocina, o la capilla para servicio espiritual de los munícipes. En definitiva, era una casa hecha por y para el Ayuntamiento..."

A nuestra derecha, la Peluquería Feitizo, una de las que tal vez podamos arreglarnos un poco nuestra melena crecida en la larga senda jacobita y, a continuación la Administración de Loterías nº1 de Mondoñedo. Quién sabe, quizás hasta la fortuna esté en el Camino...


Y la Oficina de Turismo, donde estuvo muchos años el Estanco de Celestina, Celestina Rodríguez Rivas, fallecida el 30 de marzo de 1937, siendo el negocio sacado posteriormente a pública subasta, tal y como nos recuerda el gran cronista Andrés García Doural en su Miscelánea Mindoniense:
"Dicha subasta tuvo lugar en dependencias del Ayuntamiento, a las doce de la mañana, ante la Comisión de Hacienda, el 31 de mayo del año 1937. Una vez más, se utilizó el sistema de puja a la llana, iniciándose este desde el precio mínimo de ciento cincuenta pesetas anuales y mediante el pago anticipado por el adjudicatario de la renta de un año.
Celebrada la subasta, se le adjudica al mejor postor el arrendamiento del citado local, por el periodo de un año. Es adjudicado a D. Florentino Losada Rico, natural de Viloalle, en la cantidad de trescientas cincuenta pesetas.

Como curiosidad diremos que el albacea de Dª Celestina, D. Cruz Martínez, a pesar de ser notificado correctamente por las autoridades municipales, no quiso entregar las llaves del establecimiento (2). Después de superar este contratiempo, le es entregado a D. Florentino Losada, quién regentó este establecimiento durante muchos años. A comienzos de los años sesenta ocupaba este local D. Antonio Calles Pintos “O Madrileño”, marido de la vecina de Mondoñedo Lourdes Fernández Robles, que se dedicaba también, a la venta de tabacos, al aprovisionamiento de material de librería y prensa escrita. Actualmente ocupa este céntrico local la oficina municipal de turismo" 

Luego, la antigua Casa do Concello o Consistorio Vello, con la hornacina de la imagen de San Roque y O Cantón Pequeno, donde tenemos la famosa estatua sedente de Álvaro Cunqueiro, a cuyos pies llegamos a la rúa Pardo de Cela y nos presentamos en la magnífica Praza da Catedral, que nos disponemos a recorrer y conocer paso a paso antes de entrar en el templo y descubrir todos sus rincones y misterios








































































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