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La Devesa |
Saliendo de Zorrina o Casazorrina, a solamente un par de kilómetros de la villa de Salas, capital del concejo del mismo nombre, la casa-torre de La Devesa, del siglo XVI, se alza sobre el antiguo Camín Real de Galicia o Camín Francés y es testimonio del paso de los antiguos peregrinos históricos en aquella centuria en la que el medievo daba paso a la Edad Moderna, siendo por lo tanto uno de los símbolos del Camino Primitivo. Aunque en algún momento se pensó en la existencia de una venta, se trata de una casa hidalga, de algún mayorazgo o propietario de la antigua devesa o dehesa (terreno cerrado y acotado) aquí existente y que le dio nombre
La torre forma parte de un conjunto de construcciones agropecuarias y, dado su estado, fue adquirida en 2017 por el historiador, investigador y divulgador del patrimonio asturiano, Javier F. Granda, con la idea de hacer excavaciones arqueológicas en el lugar, buscando señales de edificaciones más antiguas, además de para "evitar una mala restauración"
Saliendo de Zorrina hacia La Devesa, camino de la villa de Salas |
Cierra el valle del Paraxas por el sur la Sierra Carrales, hábitat neolítico y también antigua zona minera para extraer el oro astur con el que Roma mantenía su imperio. Su máxima altura es el Calabazos (719 m), razón por la que también se la conoce como La Sierra Calabazos
Aquí a nuestra derecha vemos El Molín de Cá Sancha, con su canaliega de piedra, por la que venía el agua del Nonaya a ser embalsada y luego, con su fuerza, impulsar su 'rodendu' o 'motor hidráulico', con el que se daba movimiento a toda la maquinaria de la molienda. Más a lo lejos, las suaves lomas de La Sierra la Minesa dan paso al totémico monte El Viso (683 m), solar de la ermita de Nuestra Señora del Viso, patrona de Salas, que veremos, pese a la lejanía, según avancemos hacia la capital del concejo
"Es difícil, sin conocer previamente el terreno, emitir un juicio acerca del origen etimológico de los topónimos del tipo El Visu , El Viso, dado que, fonéticamente, pueden prove nir tanto del término formado sobre el participio de videre ‘ver’, esto es, V¯ISUM ‘acción de ver’ como de ABYSSUM ‘abis mo’. La dificultad se agranda más dado que en muchas ocasiones un abismo puede coincidir con una gran elevación que sirve de ata laya o punto de observación."
"Navia es un diosa precéltica de origen indoeuropeo. Se discute su origen y pertenencia a algún grupo étnico (cultura campaniforme, cultura de los campos de urnas o cultura de La Tène). De género femenino, se la suele considerar una diosa de la fecundidad. Se han encontrado ofrendas de espadas en su honor en los cauces de los ríos europeos. Se desconocen más datos de su figura, procedencia, a qué grupo de dioses pertenecía, tipo de rituales o ciclo de mitos asociado a ella.
Su nombre se encuentra por todo el noroeste de la península ibérica con el nombre de Nauia (al norte del Miño) o su variante Nabia (en el sur) con una veintena de epígrafes documentando su culto en un área que incluye a Galaicos, Lusitanos y Astures. Los dedicantes son sobre todo indígenas, como refleja su antroponimia y como sucede en el resto de las divinidades de la zona".
La interpretación mayoritaria defiende un carácter acuático para Navia (así Blázquez, Coelho, Ferreira da Silva y otros). Leite de Vasconcelos ya relacionó a esta diosa con los santuarios acuáticos y con el sánscrito navya, “curso de agua”. Apoyaría esta interpretación la existencia de hidrónimos modernos como Navia, Naviegu, Navelgas, Navidiellu, y Nalón (antiguo *Nauilo) repartidos entre Galicia y Asturias, Navea (afluente del Sil en Orense), o los antiguos Nabalia (Eck afluente del Rhin), Nauaeus (Río Naver, Escocia) Nauesbia (actual Naseby, Northants) o Nabarcos (Neber, Gran Bretaña).
Blanca García ha explicado la vinculación de Nabia con los ríos a partir de la concepción céltica del agua como elemento característico del acceso al más allá: desde esta perspectiva, Nabia sería una divinidad soberana facilitadora del acceso al allende a través del agua.
Otros (así Prosper) defienden una relación con el moderno nava 'valle', teniendo en cuenta la ausencia de corrientes acuáticas en algunos lugares de culto, consideran a Nauia diosa indígena de los valles (*<Nau-ya 'con forma de nave o barco') semejante a la Diana de los latinos. Su vínculo con las divinidades acuáticas, se explicaría por el hecho de que los valles pudieran acoger la existencia de un río.
En realidad ambas percepciones son compatibles, pudiendo traducirse Navia como "la barquera", que al habitar necesariamente en cursos fluviales les habría dado nombre. El mito aparece en los arcaicos pasajes del segundo ciclo de la epopeya heroica irlandesa en los que se describe a una bella mujer que en el mito céltico desempeña el papel de mensajera de la Muerte y psicopompa conductora de las almas de los jóvenes a la morada de los difuntos, cual moura o lavandeira de ciertas leyendas. Cúchulainn, sin saberlo, hiere mortalmente a su propio hijo Connla o Conlaoch. Aparece entonces un hada que se dirige a Connla para decirle: ”Los inmortales te invitan. Serás uno de los héroes del pueblo de Tethra. Día tras día se te verá en las asambleas de tus abuelos, en medio de aquellos que te conocen y te aman". Cúchulainn ve cómo su hijo se lanza a la barca de vidrio que usa la hechicera, y le ve alejarse hasta desaparecer. El mito se repite en el viaje de Arturo hacia su destino final en Avalon, y aún sobrevive en el norte, en advocaciones a la Virgen de la Barca (Muxía) o Virgen de Covadonga (Cangas de Onís) ambas festividades del 8 de septiembre. También, en la Villa Asturiana de Navia, celebran sus fiestas por La Virgen de la Barca el 15 de agosto".
"El río, como fuerza tangible del mundo animista en el paisaje, despierta en el subconsciente humano sentimientos que tienen que ver con el fluir de la existencia, o el tránsito al más allá. No es casualidad que en ellos se depositen ofrendas, destinadas a los seres que garantizan la vida, porque el agua no es más que eso (y no es poco), es la vida, y como tal se honra en todas las culturas antiguas. El cauce se lleva las ofrendas, y el mundo subacuático es visto como una transición o como una frontera con el otro mundo, donde no debes permanecer mucho tiempo, un mundo frío, quizá una antesala de la muerte. Los lagos, incluso la costa, son también lugares donde se escenifica el sacrificio propiciatorio a los dioses.
El río como frontera entre este mundo y el otro
Siete serpientes formaban el huevo, o piedra de la culebra, según la leyenda recogida por Plinio en su Historia Naturalis, en la cabeza de una de ellas. Una piedra con poderes mágicos y curativos que se llamaba el cristal de los druidas. El ritual seguido para hacerse con ella indicaba que hasta que no se cruzara el cauce de un río, las serpientes no dejarían de perseguir a quien se hiciera con ella. Una tradición que tenemos la suerte de tener recogida en el noroeste de la Península Ibérica hasta hace algunos años. (...)
El teónimo femenino Navia aparece tanto en la epigrafía como en la toponimia tanto en la Galicia actual como en Asturias. El hidrónimo hace referencia a una deidad psicopompa, Navia lleva a los muertos en su barca hasta la otra orilla.
Cuando Cuchulain ve morir a su hermano, no puede hacer nada para evitar que se suba a la barca de la hechicera que le lleva al más allá. Eoghan Mor, el rey de Munster que se casó con una princesa española, abandona la isla tras la batalla de Cloch Baraige ayudado por el hada Eadaoin, quien se lo lleva a su isla a su cuidado nueve días. De allí cruza a Brigantium. El mismo Arturo cruza a Tir Na n’Og (Avalon) en una barca acompañado de Nimue (Yo estuve en las orillas del lago donde dicen que está sumergido su palacio de cristal), Igraine y Elaine (¿una triple diosa?), en otras leyendas es sólo Morgana la que le acompaña. Parece evidente que nos encontramos con el mismo mito en la frontera entre astures y galaicos.
Navia ha sido considerada una diosa pre-celta que mantuvo su culto durante la celtización del noroeste. Le etimología de su nombre sugiere que era una diosa de los valles, quizá asociada al cauce fluvial que discurre por la práctica totalidad de los mismos. Una diosa de la fertilidad del valle, pero también del mundo de ultratumba. No es extraño.
Tenemos que abandonar el modelo judeo-cristiano de pensamiento religioso, y pensar en un culto a deidades polifuncionales de las que sabemos muy poco.
Las fuentes epigráficas sobre Navia son abundantes desde el suroeste de la península ibérica hasta las orillas de las costas gallegas. En Navia (Asturias) se celebra en agosto la festividad de la Virgen de la Barca. No parece descabellado ver una cristianización de un culto pagano en esta festividad. La misma fiesta se celebra en otros lugares como Muxía, o Baiona en Septiembre (en torno al 8). Ese mismo día se celebra Covadonga, en Asturias.
En el santuario de esta virgen, que es la de mayor veneración en toda Asturias, cae un torrente de agua. El pequeño arroyo que lo alimenta es el Deva. Se especula, por lo recogido en las fuentes escritas, y la toponimia, con que el lugar fuera ya en tiempos protohistóricos, un santuario dedicado a la diosa. Y es que Deva significa simplemente eso, Diosa. Probablemente el viejo culto protocéltico de la Gran Madre. En este caso un claro ejemplo de prolongación en el tiempo de un culto religioso, «vestido» con distintos ropajes según la época..."
"Martín de Braga escribe en el siglo VI d.C. «Unos adoraban al sol, a la luna o a las estrellas; unos al fuego, otros al agua del profundo, o a las fuentes de las aguas, creyendo que todas estas cosas no habían sido hechas por Dios para uso de los hombres, sino que habían nacido de si mismas». Se refería a los dioses paganos que habían sido adorados antes de la llegada del cristianismo, pero estaba hablando también de las costumbres del mundo rural de su tiempo. Así por ejemplo, condena a los que invocan sobre las hierbas, a los que adoran a ciertas piedras y a los que tiran pan al agua como símbolo de la fertilidad. También a los que ponen velas en ciertos árboles que se consideran sagrados porque estaban habitados por espíritus buenos.
Es evidente que el cristianismo estaba lejos de ser la religión dominante en el noroeste de la Península Ibérica en su tiempo, y no es descabellado suponer que entre los astures, más aislados que los galaicos de ese tiempo, el nuevo culto no hubiera estado impuesto todavía.
A principios de la Edad Media lo vemos en los momentos previos a la declaración de Pelayo como Princeps, y me atrevo a pensar que su enterramiento en una capilla sobre un dolmen (Santa Cruz), no hace más que reforzar el papel de rey de unas tribus, aún mayoritariamente paganas, en un acto de reivindicación de una herencia ancestral respecto a las élites que dominaron el territorio.
Es en este contexto donde probablemente las leyendas de xanas, mouras, reciban la forma actual que conocemos, perpetuadas en un mundo rural que es reacio a desprenderse de sus costumbres ancestrales, acomodándolas a la religión impuesta desde las clases superiores. Y es que, en mi opinión, el cristianismo comienza a expandirse desde las ciudades y empezando por las clases altas, pero hasta que no es declarada religión oficial del Imperio no alcanza la importancia definitiva que la proyecta por la vieja Europa de raíces celtas. En el Noroeste sucede lo mismo, y son los reyes, los nobles y los monjes los que la divulgan entre el pueblo, que sigue creyendo en sus viejos cultos, que no han dejado de servirles fielmente dentro del contexto de una sociedad agrícola que no había cambiado, en lo esencial, desde el mundo prerromano".
"Las inscripciones relativas a Nabia en Hispania muestran algunas particularidades que la diferencian del resto de divinidades femeninas. Es la única diosa constatada en toda la amplia región situada al norte del río Duero y se alude a ella con epítetos que indican una tutela sobre núcleos poblados. Además, sus altares votivos han sido descubiertos en diversos contextos: elevaciones montañosas, fuentes o en el interior de castras. Finalmente, la diosa es citada dos veces, una de ellas sin epítetos y la otra con un apelativo, en una misma dedicación. Todos estos datos apuntan que Nabia tenía un carácter polifuncional, como algunas de las principales diosas del ámbito indo-iranio, romano o céltico insular".
Cierto es que cuando baja con poca agua podremos cruzar el Nonaya casi sin descalzarnos, incluso dando un pequeño salto, pero ya que tenemos pasarela lo mejor será usarla
Observemos eso sí un detalle importante, al borde del agua se conservan restos del empedrado histórico del Camín Real
Luego de cruzar hay una pequeña cuesta hasta la torre de La Devesa, cuyo tejado a cuatro aguas asoma parcialmente en lontananza, sobre las copas de los árboles
"Afluente del río Nonaya por la vertiente derecha; se encuentra situado en la zona central del concejo de Salas. Nace de la unión del río Benuco o SanVicente y de los regueros de la Braña y reguera Oscura. A la altura del pueblo de Otero da servicio a la fuente de Furinxín y en Casazorrina se une al río Nonaya"
Más allá de la veiga de Los Villabarcios están El Pasumalu, en la parte de la sierra en la que se encuentra El Picu'l Cerru (476 m)
Después de cruzar la pasarela empieza la pequeña cuesta de La Devesa, un topónimo que, al igual que el castellano dehesa, hace referencia a terrenos cerrados o acotados, explica también el profesor García Arias:
"Terrenos acotados son los llamados devesa o ivesa, términos originados en el participio del verbo latino defendere ‘rechazar’, ‘proteger’, ‘prohibir’ (EM), DEFENSAM, aplicado a zonas en que no estaban permitidos determinados aprovechamientos, especialmente la tala de arbolado, a no ser en circunstancias especiales que así lo requiriesen. Como muchas veces la prohibición afectaba a la tala de robles se siguió que, en algunos sitios, devesa llegó a ser sinónimo de robledal".
Fueron célebres en ese sentido antaño las 'dehesas reales', las cuales constituían reservas forestales estratégicas, como la que vimos en Grado/Grau, para proporcionar madera para hacer buques para la armada. Con la generalización del uso del acero dichas reservas se hicieron innecesarias
Como tantas veces decimos, las cuestas, aunque cortas y suaves como esta, hacen siempre mella en el esfuerzo de cualquier peregrino, si bien la proximidad, casi inmediatez, a la villa de Salas, donde muchos se alojan y otros hacen un alto, da fuerzas y aliento al sufrido caminante...
En lontananza, La Sierra de Carrales anuncia que nos aproximamos, paso a paso, a los tan célebres puertos de montaña del Camino Primitivo, como el ya muy cercano de La Espina, a continuación de Salas
Bifurcación y a la derecha, como nos señala el mojón. Aquí el Camino vuelve a ser de suelo duro, cubierto de hormigón
"En ocasiones a una franja de terreno liso (cultivado o no, según las zonas) puede conocérsele con el nombre de para o de lo que parece su diminutivo paraxa, palabras que podrían estar en relación etimológica con los apelativos usuales paráu o varáu ‘(terreno) liso aunque sea pendiente’.
Sospecho que la explicación etimológica de para y de su representante toponímico Para, está en relación con el participio fuerte del latín parare ‘prepararse’, ‘disponerse’, palabra de gran diversidad semántica."
Así estaba el edifico hace unos años, antes de su restauración, que será como muchos peregrinos lo recordarán
Una foto más 'de antes' de la restauración
Y una foto de ahora, tras la restauración. Un cartel a la puerta indica su uso como vivienda vacacional
La cuesta va acabando al llegar a la torre, orientada al sur y al Camino según viene del vado, lo que nos da a entender que sus moradores estarían especialmente atentos al tránsito de gentes y mercancías en dirección a la villa de Salas
"Conjunto conocido como La Debesa, situado en las inmediaciones de la carretera general, compuesto por un edificio principal de dos plantas y otras construcciones auxiliares, destinadas a la explotación agropecuaria. El edificio principal de planta rectangular consta de bajo y un piso. Su estructura vertical y su aspecto cerrado, así como los vanos nos acercan a las construcciones defensivas (torres) tardorenacentistas. Su frontis se abre al este con un amplio vano en forma de arco de amplias dovelas bien despiezadas que se sitúa en el extremo sur del muro. A su lado hay una pequeña ventana en forma de saetera abocinada y con venera de derrame externo. En el piso superior la única apertura se sitúa en el eje del muro, en forma de ventana de igual flecha y vano, con alfeizar moldurado y antepecho de sillar. El resto del muro está revocado con mortero de cal y arena dejando a la vista los mechinales situados rítmicamente en el paramento. Bajo el alero en la parte superior derecha hay dos aviaderos que dan entrada a un palomar en el espacio bajo cubierta.El muro sur (que da al camino) se abre a la altura de la cornisa por medio de un pequeño vano cuadrado y en la fachada posterior se encuentra adosado un edificio de menor alzado y planta muy alargada, con un cuerpo saliente añadido. Actualmente está dividido en dos viviendas.A la derecha de la fachada se encuentra formado parte del conjunto una panera con espacio inferior aprovechado como almacén (garaje) y otra construcción auxiliar de dos plantas en el extremo noreste realizado posteriormente. La fábrica es de aparejo de mampostería revocada, con sillares vistos en los recercos de los vanos y cadenas de esquinas. La cubierta es a dos y cuatro aguas con armazón de madera y empleo de teja curva al exterior".
La panera, de seis pegollos está la mitad dentro de la finca de la torre, cerrada por un muro de piedra, y la otra mitad afuera. Se sube a ella desde el interior por una subidoria al otro lado del portón
Se considera una casa estilo tardo-renacentista, con su portada de arco de medio punto y, al lado, un ventanuco abocinado también de arco de medio punto y vano estrecho estilo aspillera. En la planta alta muestra una sola ventana. Los muros son de mampostería y esquinas y vanos de sillería, siguiendo un esquema muy extendido
Es en los vanos donde más se revela el estilo renacentista, como en este ventanuco abocinado con su arco en forma de concha...
Árboles y arbustos, entre ellos algún naranjo, flanquean el Camino, que vuelve a ser pista de zahorra
Lo vegetal predomina engalanando y poniendo color a las fachadas blancas, tal que aquí, a la entrada
Realmente son dos, uno es el que tiene escrito el nombre de La Devesa y, al lado, unas hojas de roble. Encima el del número 30, que suponemos se refiere a la numeración de las casas de Zorrina; sobre la cifra se reconoce una pequeña concha
Y una concha de cerámica, esta de la señalización oficial, es la que nos confirma, colocada en esta misma pared, que seguimos por buen camino
Desde el Camino, admiramos la finca y su arbolado ornamental, con especies autóctonas y especies exóticas. de frente, una de las entradas a la finca
A partir de aquí, una muria de piedra cierra el terreno de La Devesa; sobre ella crece otra franja vegetal
Salvo por el corto trayecto del paso bajo la A-63 y luego cruzar la N-634, el corto trayecto que nos aguarda de aquí a Salas es muy agradable y cómodo de caminar, con escaso asfalto con muy bellos paisajes del valle del Nonaya
Campos de Los Villabarcios, uno de tantos topónimos en villa que podrían delatara la existencia de aquellas antiguas villae antecesoras de las actuales aldeas del valle, mientras que barcios acaso tenga que ver con los topónimos tipo Barcia que, como Bárcena o Bárzana, procederían del latín marginem, 'margen, orilla', en este caso la del río Nonaya
Un lugar delicioso para hacer una parada 'a sol y sombra', acogidos a la hospitalidad de la paz del sendero, 'donde todo yace en reposo, ajeno de inquietudes', como solemos decir
Una fila de carbayos da en este tramo buena sombra al Camino. La finca de La Devesa sigue un trecho más a nuestra derecha
Y es que, los caminos antiguos gustaban de ser plantados de árboles en sus veredas, pues aparte de dar buena sombra, siempre protegían algo más del viento y de las lluvias. Además, de sus frutos, castañas, bellotas, etc., podrían comer tanto personas como ganado, incluyendo caballerías, mitigando hambres
Si bien todos los caminos son para disfrutarlos, este es especialmente agradable y grato para caminar; el hormigón desapareció al llegar al final de la cuesta en la torre y seguimos en llano por esta pista de zahorra
Campos de cultivo de Los Villabarcios y La Barbacana, dando vista al valle del Paraxas y al Picu'l Cerru y su boscosa ladera de La Cuesta. Entre este y El Picaratín está El Pasumalu, un collado entre ambos picos
Vídeo de La Devesa en invierno
Dejamos a la izquierda la entrada a las tierras de labor mientras el Camino empieza a subir suavemente hacia el paso bajo la autovía
Según nos acercamos, nos percatamos aún más de la gran barrera en forma de abrupta rampa sobre la que la autovía salva esta parte del valle del Nonaya
Ahí tenemos el paso bajo el puente; antes de meternos en él, vamos a fijarnos en varias referencia geográficas y camineras importantes
Al fondo La Sierra Carrales vuelve a asomar sobre la campiña, encima de la vecina parroquia de Godán
Pero nosotros iremos a la derecha, como señala aquel mojón. Y es que en la actualidad la villa cuenta con varios albergues, además de hoteles. Aquel viejo albergue de la cárcel "infesto, bochornoso y mísero albergue municipal de Salas (“húmedo y poco amable” según el propio ayuntamiento)", como explicaba la guía Gronze, hace tiempo que ha pasado felizmente a la historia
Más al sur la Sierra del Courío muestra sus imponentes murallones, que caen al río Narcea. En esa parte de la serranía se encuentra Penameisnada (866 m)
Pasamos ya pues bajo el puente de la autovía; observemos, aparte del mojón de la izquierda, la concha en la pared de hormigón a la derecha
Al salir al otro lado, la pista de zahorra que es el Camino hace una curva cerrada a la derecha, flanqueada por sebes o setos silvestres, bastante altos...
La pista es muy ancha, pues fue habilitada para el paso de camiones y maquinaria pesada durante las obras de la autovía, que trastocó el trazado y el aspecto del Camino en este lugar
A la derecha, una señal del Camino de Santiago, casi tapada por la sebe; al fondo las estribaciones de La Sierra Bodenaya, otra de nuestras referencias geográficas y visuales en el camino a Salas y La Espina
El Camino de Santiago discurre ahora entre la autovía y la carretera N-634, que tenemos a nuestra derecha y cruzaremos unos metros más allá
El Nonaya discurre debajo de autovía y carretera, bajando entre los bosques de la derecha, mientras que el Camino de Santiago sigue por el bosquete de la izquierda, una vez cruzada la carretera
Aquí subió el famoso José El Mochilas, apodo especialmente vinculado a los peregrinos, aunque más que tal, era un emigrante que, de vuelta a España desde La Habana, se encomendó a la Virgen del Viso durante una terrible tormenta en el Atlántico. Así, tal y como prometió, al llegar a su tierra, a las dos de la madrugada, subió antes de ir a casa al santuario a dar gracias a la patrona, tal y como había prometido
De la capilla de El Viso seguiremos contando historias, tradiciones, milagros y leyendas según nos aproximemos a Salas. Un poco más adelante encontraremos un paso en este vallado para cruzar la carretera N-634
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