Iglesia de Santiago de Villazón, en Quintana, desde el Camino |
El Camino de Santiago recorre el valle del río Nonaya, que atraviesa de oeste a este el concejo de Salas, y por la aldea de Llamas ha entrado en la parroquia de Villazón, prosiguiendo por La Carril, Las Caleas y Las Chamargas, lugares del pueblo de Villarraba, desde donde damos vista la iglesia parroquial de Santiago de Villazón, en la aldea de Quintana, cabeza de la parroquia, templo que resalta su silueta sobre La Sierra Bodenaya, reconocible con su parque eólico, al oeste, referencia geográfica y visual que nos indica la ruta a la cercana villa de Salas, capital del concejo, a unos 6 kilómetros de aquí
El Camino, al llegar a Quintana, pasará a sus pies cerca del cementerio. Luego proseguirá por abajo a su derecha, donde La Fuente Santiago, a la sombra del boscaje, será un lugar ideal para hacer un alto y descansar antes de proseguir ruta hacia Salas por Casazorrina
A la derecha de la iglesia está La Sierra la Rabera, con los 434 metros del monte Fumarrosa, en el que se ven los enormes desmontes y montañas de tierra de la Autovía A-63 Oviedo-La Espina, que ha transformado el paisaje del valle y de buena parte del Camino Primitivo
Al otro lado del Nonaya, el barrio de Allence se extiende por la estrecha ribera existente entre la orilla y la sierra, siguiendo la carretera N-634, y a lo largo de unos 600 metros. Dicha carretera fue primeramente la Oviedo-Villalba, también llamada del Occidente y de Galicia, que en la segunda mitad del siglo XIX, sino ya antes, fue sustituyendo al Camín Real o Camín Francés, este que estamos siguiendo nosotros, ahora denominado Camino Primitivo, como principal vía de comunicación entre Asturias y Galicia por el interior
No obstante, al aparecer en guías y publicaciones, además de conservar parcialmente su antigua señalización, aún siguen pasando por él no pocos peregrinos. Nos hemos separado de él más atrás, en La Chamarga, y nos reuniremos de nuevo con el bajo la iglesia de Santiago de Villazón
Este Camino, efectivamente, más alto que La Veiga y fuera de la zona inundable, tiene visos de ser efectivamente el trayecto original, si bien su aspecto actual de ancha pista difiere de la antigua calea o calleja rural que era antiguamente
El oro, ya explotado por los astures y cuya presencia pudo ser fundamental para su conquista por los romanos, favoreció la fundación de numerosas poblaciones camineras a lo largo de la calzada a Lucus Augusti, la actual Lugo, que atravesaba esta gran comarca aurífera, una vez sometida la población castreña preexistente, habitante de los también numerosos castros localizados en la zona. La nueva base poblacional serían las villae agrícolas desde las que, además de organizar la explotación agropecuaria de la zona, eran centros de control y administración, entre las que habría además alguna mansio o paradas camineras similares (cauponae, mutatio, etc.) que serían las antecesoras de las ventas y posadas de los caminos
Según se sostiene, estas villae, cuyo germen en algunos casos pudieron ser granjas prerromanas preexistentes, fueron el centro de algunos núcleos de población nacidos a su amparo y, dada su característica de lugares de paso y administración, se supone habría en ellas gentes dedicadas especialmente al trato con viajeros, muchos de ellos funcionarios imperiales, militares y comerciantes, por lo que estarían al tanto de las noticias y corrientes de ideas y pensamientos que pululaban por el Imperio de oriente a occidente. Por su misma condición, algunos de estos anfitriones tendrían tiempo de tener inquietudes existenciales que el resto de la población no podrían permitirse, ocupada fundamentalmente por sobrevivir
Se sostiene que en estas comunidades de las villae es donde aparecen los primeros testimonios de cristianización que, posteriormente y sobre todo al proclamarse el cristianismo como religión oficial, fueron el germen de los primeros monasterios que, además de su fundación piadosa, parecen suceder a las villae como centros de organización y poder territoriales, control y explotación del territorio, como puede seguirse, por ejemplo, en la secuencia histórica por la que de la villa de Cornelio se pasó al monasterio de San Salvador de Cornellana, de la que tanto hemos hablado en las entradas de blog correspondientes a dicho convento y población, y a sus alrededores
De ahí que la palabra monasterio en la alta Edad Media no significase necesariamente la presencia de un gran cenobio sino de una muy pequeña comunidad de frailes o monjas, incluso únicamente de una familia acogida a algún voto monacal. La gran proliferación de topónimos en ana y compuestos por villa en este valle señala la relativa abundancia de posesiones agrícolas que habrían pasado a ser propiedad del monasterio de Cornellana desde su primera fundación en 1024 con la infanta Cristina Bermúdez en base a la villa de Cornelio. Esta acción fundacional, aunque no consiguió evitar el reparto de sus bienes por sus herederos, sí logró que su bisnieto el conde Suero Bermúdez consiguiese un siglo después reunir su herencia para, con su mujer Enderquina, donarlo a la que sería la única comunidad cluniacense en Asturias, confirmada por el rey Alfonso VII en 1026 tras un intento de Suero de revocar aquella cesión, acaso por ciertas diferencias con los monjes
"La Iglesia de Santiago de Villazón se halla situada en la ladera en la parte alta de la Parroquia de Villazón en el Concejo de Salas-Asturias; dentro de la parcela y a un nivel inferior se halla la Casa Rectoral. La iglesia domina la vista del Valle de Villazón donde un poco más abajo discurre el Camino de Santiago en su tramo entre Cornellana y Salas. Paralela a dicho tramo y hacia el norte se prolonga el tramo de carretera N-634. Entre ambos trazados transcurre el Río Nonaya".
Estamos pues ante un templo que, como tantísimos, fue totalmente transformado en el siglo XVIII, muy posiblemente a causa del aumento de población de la época, además de las reformas litúrgicas, con sus correspondientes cambios en la estructura, arquitectura y ornamentación templos, junto con la expansión de las fórmulas barrocas y neoclásicas además, de, por supuesto y acaso en primer lugar, el estado en el que habría llegado hasta entonces el templo anterior, románico, del que se conservan escasos elementos. Un amplio reportaje fotográfico de estas obras, que incluyeron retablos, lo tenemos en el apartado de Historia y patrimonio de la web de Villazón, cuya visita queremos recomendar
Iglesia de Santiago de Villazón y casa rectoral |
La iglesia se encuentra en el pueblo de Quintana, alguna de cuyas casas, como Ca Fonso y Ca Tuñón, vemos a su izquierda. El topónimo Quintana procede del latín quintus y revela junto con la iglesia el enclave de aquella antigua villa de Zonus. De su etimología compartimos lo que dice el erudito filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"El lat. QU¯INTUS, A, UM ‘quinto’ pudo dejar algún resultado en Asturias (...). Incrementado con un sufijo, se forma QUINTANAM ‘calle paralela a la via principalis’. Este término adquirirá diversos sentidos según las realidades a las que se aplique y según las épocas históricas. Así puede, en ocasiones, ser sinónimo de villam, esto es, casería o heredad cercada, heredad dentro de una villa, etc., en otras ‘barrio de un pueblo’ o ‘explotación en terreno comunal’.
La palabra quizá sea deudora de la colonización militar romana, cuyos campamentos conocían una de sus calles con el mismo nombre de quintanam. En Asturias es frecuente este topónimo, considerado por alguno como “elemento básico del poblamiento” (...)
Ha de advertirse, de todas maneras, que la toponimia de quintana, a diferencia de la de villa, no presenta una antroponimia demasiado arcaica ni seguida de nombres de persona en genitivo lo que podría dar a entender una distribución diferenciada de ambos términos tradicionales".
"... la concesión de carta puebla a la Pola de Salas a finales del XIII y su cercanía, irán mermando el poder de Cornellana, unido a la injerencia de la aristocracia local. Los monjes recurrirán reiteradamente a la corona para salvaguardar sus derechos e integridad territorial, pero el decrecimiento de su coto será imparable, quedando reducido a lo que sería actualmente la parroquia de Cornellana. Ejemplo de ello será la pérdida de las Dorigas del coto o los constantes pleitos con vecinos de la zona de Godán que reclaman recibir justicia en la villa de Salas y no de parte del monasterio. La corona otorgará a Cornellana otros dos cotos, Luerces y Ranón para paliar esa pérdida territorial, encontrándonos ahora con una dispersión más amplia del coto. No solo la casa de Miranda intervendrá en nuestro monasterio. Vemos como el conocido conde Alfonso Enríquez, querrá controlar el cenobio y hacerse con su encomienda. Estos avatares irán minando con el paso del tiempo el poder alcanzando por Cornellana, siendo el culmen de su desarticulación la Guerra de Independencia y las Desamortizaciones. Como otros territorios de la zona, el antiguo coto de Cornellana, acabará integrado en el concejo de Salas."
Quintana llega hasta el río Nonaya, en cuya vega estaba El Molín de los Picos (a la izquierda de la foto), uno de los que molía el maíz (y otros cereales plantados en La Veiga), cuando se empleaba su grano para hacer pan (boroña o borona), ya que ahora se emplea como planta forrajera. Funcionaba, al lado del puente, con el agua canalizada y embalsada. Al otro lado es Ca los Maestros, ya en Allence, al igual que, poco más arriba, Ca Aldaro y, a la derecha, La Rabera
Existe una notable diferencia entre esta margen derecha del Nonaya, llana y fértil en La Veiga Villazón, con la orografía montesina de la margen izquierda. El río divide en dos, norte y sur, la parroquia, así como todo el concejo de Salas. El nombre del pueblo de Allence podría tener que ver con ello, dice Arias:
"Nuestra lengua medieval conoció también dos adverbios hoy ya en desuso, aquence / allence, para significar respectivamente ‘la parte de acá’ y ‘la parte de allá’; en la toponimia sólo pervive el segundo en lugares como Allence, Llence. Se trata, en realidad, de un derivado del posible adverbio ILLINCE, expresión conjetural que dejaría resultados en asturiano y en italiano actual a no ser que los topónimos tengan que ver con la posesión de LENTIUS".
Un poco más al este vemos El Pedroco (325 m), el pico más meridional de La Sierra Lorís o Llourís, a cuyos pies El Regueiru Camuño entrega sus aguas al Nonaya
Aún más a lo lejos está el monte de Las Cuestas (281 m), donde existe el topónimo El Castiellu, el cual podría delatar la antigua existencia de un castro astur. A sus pies y a continuación de Allence, la aldea de Villampero o Villampeiru es otro de los topónimos de raíz villa que hacen referencia a la existencia de más villae en el valle. El lugar aparece denominado como Monte Lampeiro en la descripción de los límites del coto de Cornellana del documento de Alfonso VII
"Las diversas reparaciones realizadas desde entonces no habían bastado para garantizar su permanencia y el edificio se hallaba en peligro. La Providencia – de la mano de Jerónimo Arango Arias que ha promovido la actual reforma- ha hecho posible la intervención integral en la iglesia, con la reconstrucción de la cubierta, saneado de todos sus elementos e instalaciones, restauración de los retablos y realización de estudios histórico-artísticos, arqueológicos y petrológicos. Todo ello ha permitido consolidar la edificación y documentar la historia de la Iglesia certificando su importancia y su origen medieval."
"La iglesia se hallaba en un deficiente estado de conservación. Si bien los muros no presentaban importantes deficiencias, las humedades de la cubierta estaban provocando desprendimientos en el interior, en el falso techo de cañizo de la nave principal. Urgía reparar el tejado ya que se había detectado la presencia de xilófagos que atacaban la estructura de madera. Las paredes interiores presentaban humedades, sobre todo en la fachada sur, donde la iglesia se encuentra ligeramente enterrada. La disposición desordenada de canalones y bajantes agravaba los problemas de humedades en cubiertas y muros debidas a la deficiente y descontrolada evacuación de las aguas. Las tejas descolocadas se habían ido reparando con pegotes de mortero que no ayudaban a solucionar los problemas de entrada de agua si no que los acentuaban.La Providencia llegó de la mano de Jerónimo Arango Arias, empresario mexicano con orígenes en Villazón, de donde su padre había emigrado a principios del siglo XX. Quiso Jerónimo Arango Arias realizar un homenaje a su tío Manuel Arango Díaz, originario también de Villazón, muy vinculado a la parroquia y al concejo. Para ello encargó a su primo Juan Menéndez Arango que promoviera un homenaje que consistiría fundamentalmente en los trabajos de reforma de la iglesia. Juan Menéndez vio la oportunidad de reparar la Iglesia de Santiago de Villazón, pero no quedándose en un simple lavado de cara, si no en realizar una reforma que garantizara la permanencia de la construcción, la restauración de los retablos que se encontraban dañados y una labor de documentación de todos los trabajos que se habrían de realizar, al objeto de dar a conocer la historia de la iglesia y su evolución, ligada a la memoria de Villazón y sus alrededores. Así, se encargaron los estudios histórico-artísticos, arqueológicos y petrológicos, cuyo fin no era solo cumplir un expediente administrativo o que sirviera para apoyar la redacción del proyecto arquitectónico, sino ir un poco más allá y estudiar la iglesia con el fin de conocerla más a fondo y poder divulgar la información recogida. La toma de información histórico-artística de la iglesia fue realizada por el historiador Alberto Fernández Suárez y sirvió de base para la toma de decisiones sobre los distintos elementos; los datos histórico-artísticos que figuran en el presente artículo han sido extraídos del citado estudio.Previamente a todos los trabajos se realizó un estudio sobre patologías en la estructura, detectándose la presencia de termitas y carcoma. Se comprobó que la estructura de vigas y cerchas de madera se encontraba muy dañada por lo que se decidió realizar una nueva estructura de madera que garantizara la durabilidad de la edificación. De hecho, cuando se realizó el desmontaje de la antigua estructura, se comprobó que las secciones de los elementos de madera se habían reducido considerablemente ya que se encontraban carcomidos por dentro y su estado era incluso peor del inicialmente previsto.Se dispuso una nueva estructura de vigas de madera laminada en zonas sobre las naves, previo atado de la coronación de los muros con un zuncho perimetral de hormigón armado, y de madera aserrada en las zonas vistas del pórtico copiando las vigas, pontones y pilares existentes. Como soporte de la cubierta se dispusieron sobre las naves una base de tableros de fibrocemento, en la sacristía y despacho tableros tipo sandwich y en el pórtico un tablero sencillo de madera protegido por tela impermeable y transpirable. La cubrición de teja original era irrecuperable por las numerosas tejas rotas y porque era imposible desmontarla debidamente a causa los pegotes de mortero. En todos los faldones se sustituyó la teja original por nuevas tejas cerámicas curvas sujetas con grapas metálicas. Se retiraron los canalones de PVC y se dispusieron canalones de zinc únicamente en la zona del pórtico; se mejoró el vuelo de las tejas sobre las cornisas para evitar la aparición de manchas de humedad en los paramentos exteriores. La impermeabilización de los encuentros de los faldones con los muros se reforzó con fibra de vidrio y caucho butilo, y las limahoyas y limatesas con piezas prefabricadas del mismo material.Otra importante decisión fue la de retirar el elemento del campanario adosado a la parte posterior de la espadaña. Si bien se trataba de un elemento original, ligeramente posterior a la reedificación iniciada en 1777, reparaciones llevadas a cabo en el siglo XX habían desvirtuado el elemento, que mostraba un acabado de placas de uralita. Dicho elemento colgaba tras la espadaña y se apoyaba en los elementos de la cubierta y su conservación suponía posibles futuras patologías estructurales y constructivas por entrada de agua. La eliminación de dicho elemento ha liberado la espadaña y permite su completa visión, ganando en gracia y esbeltez. Dado que las campanas se han automatizado también se procedió a retirar la escalera de acceso al campanario que también ocasionaba diversos problemas estructurales y constructivos, mostrándose ahora el interior del coro como un elemento más diáfano y cuya viga de madera principal también se reforzó para evitar la excesiva flecha.Con el fin de proteger la base de los muros y el interior de la iglesia se ha realizado un drenaje perimetral con tubo drenante de PVC, lámina impermeabilizante, protección geotextil y grava filtrante. El zócalo exterior de los muros se ha cargado con mortero deshumidificante, que se ha aplicado también en las zonas interiores donde los muros se hallan enterrados. Las cargas exteriores hubieron de ser picadas, cargándose posteriormente con un mortero mixto de cal. Las paredes interiores fueron picadas en aquellos tramos que presentaban irregularidades que no permitían rematar correctamente los paramentos. Tanto el exterior como el interior se pintó con pintura a base de resina de Pliolite de Revetón que permite la transpiración de los muros eliminando así la acumulación de agua en los muros y minimizando las posibles condensaciones y se aplicó un tratamiento protector hidrofugante a las fábricas pétreas exteriores para impedir la entrada de agua en las mismas. En la espadaña se colocó una chapa de zinc en las superficies horizontales bajo las campanas para impedir el deterioro de la piedra en un punto tan delicado por las filtraciones de agua.No se realizaron cambios funcionales en el templo, si bien el almacén lateral en la fachada norte con acceso desde el pórtico exterior se habilitó para despacho de uso parroquial, dotándolo de un pequeño aseo y se procedió a subir el dintel de piedra de la puerta de acceso, dado que la altura del paso era insuficiente. La pila bautismal se ha retirado de su ubicación actual en la zona del altar y se ha devuelto a su ubicación original en la zona de entrada, donde se encontraba el plinto original de la misma. El resto de la reforma ha consistido en intervenciones puntuales con el fin de realzar los elementos arquitectónicos o de corregir reformas espurias que no respetaban los elementos originales. Así se procedió a picar la carga exterior del murete del pórtico que ocultaba el muro original de mampostería.El enmarque moldurado de la puerta principal se había alterado en 1981 con un dibujo escalonado en el sillarejo “artificial”, como se podía ver en la tonalidad de las piedras. Se resaltaba así el despiece de los sillares en vez de la elegante moldura barroca. Por ello se ha regularizado la silueta del enmarque de la carga de mortero devolviendo así el protagonismo a la moldura de piedra arenisca naranja. También se ha retirado la deficiente pintura de la puerta de madera, que data de la reforma realizada entre 1780 y 1784 por los mismo autores del retablo mayor, recuperando el acabado de madera y su volumetría de cuarterones trapezoidales sin necesidad de artificiosos juegos de tonalidades. Ambas intervenciones habían sido sugeridas en el mencionado estudio histórico-artístico.La falsa bóveda de la nave principal presentaba una forma de artesa invertida con faldones curvos, como una bóveda de cañón truncada y databa de 1788-1791. Aparentaba estar apoyada en dos cornisas molduradas pintadas de marrón. Esta bóveda mordía la rosca del arco de triunfo, produciendo un efecto de “achatamiento” de la nave principal y además el techo de cañizo se encontraba muy deteriorado y se estaba derrumbando. Por ello se ha procedido a sustituir la bóveda y la cornisa deteriorada con la misma forma y corrigiendo ligeramente su perfil para “sobrepasar” la rosca del arco. De esta forma el espacio gana en esbeltez y se corrige el efecto de “achatamiento” de la sección pero manteniendo la imagen abovedada del interior de la iglesia desde hace más de 200 años. Al igual que en la puerta principal, se habían simulado sillares en los arcos del interior de la iglesia de forma artificiosa, por lo que se ha descubierto la mayor parte de sillar posible pero de forma regular en línea recta.Todas las intervenciones estaban más o menos previstas, incluso la de descubrir en la pared de la nave principal la ventana saetera románica que aparecía en el cerramiento norte del almacén, ahora despacho. Esta ventana, localizada e identificada por el historiador Alberto Fernández Suárez durante la elaboración de su estudio histórico-artístico sobre la iglesia, se fecharía en época románica. En el citado estudio se sugirió el análisis de esta parte del muro original románico y la retirada del enfoscado que la ocultaba hacia el interior. La iglesia posee una orientación con el presbiterio orientado hacia el oeste, en vez de hacia el este como es habitual en este tipo de espacios. En el estudio histórico-artístico previo ya se suponía que había estado ubicado en la zona central del pórtico actual y que posibles derrumbes provocados por la orografía de la ladera en la que estaba asentado podrían haber aconsejado el cambio de orientación. Por eso que fue precisamente en la zona este donde se realizó la excavación por parte el equipo arqueológico de Alejandro García Álvarez y Covadonga Ibáñez Calzada, donde se podrían hallar restos de la cabecera del templo románico original. Estos restos fueron localizados bajo el murete del pórtico casi en la superficie y ocultos por la maleza.Pero la sorpresa vino al picar las cargas del muro sur con el fin de regularizar los paramentos interiores donde apareció otra ventana románica frente a la anteriormente descrita y otra media embutida en el muro correspondiente a la Capilla de Virgen del Rosario. De esta forma se descubrió otro muro medieval original y la verdadera magnitud del templo primitivo, con un ancho de nave mayor de considerable magnitud de 7 metros. El conjunto de vestigios conservados de la obra y de la planta románica invitan a encuadrar su cronología en el siglo XIII, no correspondiendo con la primera construcción altomedieval. Tanto el estudio histórico-artístico de Alberto Fernández Suárez como los estudios del arqueólogo Alejandro García Álvarez vienen a coincidir en este hecho.Respecto a los retablos interiores hay que mencionar que el Retablo Mayor había sido restaurado en fecha reciente por Magdalena Aguirregomezcorta, pero que se ha reformado con el fin de devolver el tabernáculo, que había sido despiezado y repartido por la iglesia y el almacén, a su lugar original en el centro del retablo. Su reconstrucción y reubicación, sugeridas e impulsadas por Alberto Fernández Suárez, fueron realizadas por el restaurador Carlos Nodal ayudado por Andrea Marina y Sara Díaz. Este equipo fue el encargado de restaurar los dos retablos de la nave principal dedicados a San José y Santa Ana, con la tarea fundamental de limpieza y recuperación de los colores originales, así como el fijado de la policromía y dorados en los puntos en los que estaban próximos a desprenderse.Los dos retablos restantes, el de San Antonio y Virgen del Rosario, situados en las dos capillas laterales fueron restaurados por el equipo dirigido por Luis Suárez Saro. La restauración consistió, además de la reparación de la estructura dañada, fisuras, golpes y tratamiento antixilófagos, en la limpieza y retirada de repintados y capas degradadas, y posterior regeneración y sentado de policromías y oros. Luis Suárez Saro ya se había encargado de la restauración del Cristo que preside la nave principal.Con el fin de realzar la iglesia y los retablos se dispusieron nuevas luminarias tanto en el interior como en el exterior. La reforma se completa con intervenciones puntuales en diversos elementos: restauración de ventanas corrigiendo desperfectos, renovación de las instalaciones, reconstrucción de las melenas de las campanas, reparaciones puntuales del solado de canto rodado de la entrada, entre otras. La guinda al homenaje a Manuel Arango Díaz fue la colocación en la parte posterior del pórtico de un monolito de homenaje realizado por el escultor Ignacio Zamorano Fernández.Con el fin de divulgar y dar a conocer la iglesia se procedió a tomar fotos 360º antes y después de la reforma. El montaje realizado por ArteAparte con la visita virtual se puede ver en http://accesousuarios.com/villazon/ . Información complementaria se puede obtener en la página http://www.villazonsalas.com/"
"Consta de una sola nave con capillas laterales a modo de crucero y cabecera recta. Tiene pórtico delimitado por muro bajo con pies derechos de madera apoyados sobre plintos que recorre el imafronte y el muro lateral sur hasta la capilla del crucero. La fachada se abre al exterior por medio de una puerta abierta con arco rebajado decorado con molduras mixtilíneas de tradición barroca. Sobre la clave hay una cartela con la inscripción: AVE MA SIN / PECADO COCEbidA / HIZOSE EStA obra SI / ENdo cura DN SANti / AGO CALLEXA AÑO / 1777. Por encima del pórtico en el hastial del imafronte se abre ventana de medio punto y sobre ella una espadaña apoyada en zócalo con dos pisos y tres vanos de medio punto coronada con frontón recto y remates de bolas. La nave se cubre con bóveda de madera en artesa, apoyada sobre imposta y tribuna de madera a los pies, mientras que la cabecera, de mayor alzado lo hace con bóveda de aristas y clave decorada con la Cruz de los Ángles El arco de triunfo es de medio punto y al igual que los que dan acceso a las capillas laterales que se apoyan sobre jambas con capiteles imposta lisos. En el muro del evangelio hay una puerta de acceso a la sacristía. La fábrica emplea aparejo d mampostería enlucida y pintada dejando los sillares trabajados a la vista. La cubierta de la nave es a dos aguas, las capillas laterales a tres y la cabecera a cuatro. J. Manzanares recoge inscripción en el pavimento de la nave, lado de la Epístola: S…. AB A MADO / PONER EN ESTA / CAPILLA DEL SEÑOR / SANTO DOMO Pa ENTI / ERO DE SVS SUZE / SORES Y PATRO / NOS DE VN CAPELLA / Q EN ELLA DEGO EL / ILLDO SOR D DOMO FERZ / Y SELGAS BILLAZON / COLLEJIAL MoR Q FVE / EN EL INSINE DE S SAL / VoR DE OVIEDO DE SALA / MCa PRESSTE EN EL CONSo / DEL GOVIERNo DEL ARZo / BPDO DE TOLDo I CANo EN / LA S. IGLa DE TOLDo DODE / ESTA ENTERADO / FALLESo AÑO DE 1649 / 1649".
La iglesia va quedando atrás, viendo la gran horquilla que hace el Camino de Santiago para luego pasar al pie de ella y de la vieja casa rectoral
"Está construido con piedra de la zona y ladrillo tocho para los muros y arcos, vigas y planchas de madera y tejas para el tejado y piezas pequeñas de madera, ramas y yeso para las bóvedas y cúpulas encamonadas.
Su fachada es simple, con una puerta, flanqueada por una ventana a cada lado, siendo todos los vanos de arcos de medio punto y situándose sobre la puerta una cruz y sobre ella un óculo que da paso al frontón triangular que corona la fachada, que en las calles laterales se vuelve redondeado.Sobre este se sitúa una torre, con tres cuerpos de cuatro caras, el primero con dos ventanas estrechas de arcos de medio punto, el segundo con un solo vano con el mismo tipo de arco que paso a una terraza con una rejería y el último con frontones que sostienen el tejado.
Cuenta con tres naves, siendo la central más alta y ancha que las laterales, empezando por un nártex y terminando en un presbitario plano y elevado con respecto al resto del templo, en el que se sitúa la capilla mayor, que tras el retablo del altar mayor alberga en el camarín la imagen de Santiago. Cuenta con una talla románica de Santiago y un Cristo crucificado del siglo XIII".
Vamos llegando al cruce en el que retomaremos el camino de la iglesia, frente a las casas de Quintana
Vamos pues a la derecha, donde tomamos un camino asfaltado que de dirige al fondo al puente del Nonaya. Fijémonos en la iglesia asomando sobre una pequeña pumarada
De la misma manera que la pista subía antes ligeramente, ahora esta carretera local baja suavemente con El Pedrouco en lontananza al sur
Aquí volvemos a ver el cementerio, al otro lado llega, a esta misma carretera, el antiguo camino señalizado por La Veiga Villazón, muy cerca de la boscosa orilla del Nonaya
En el cementerio se hizo en 1983 una plataforma de cemento para hacer un altar y en 2013, año de inauguración de la restauración de la iglesia, se instaló una fuente, obra del escultor Ignacio Zamorano, en el pequeño monolito de piedra que hay en el centro del camposanto
La existencia de un templo dedicado a Santiago documentada desde el siglo XI (pero cuya advocación puede ser anterior), revela la estrecha vinculación del lugar a esta histórica y temprana ruta de peregrinaciones jacobeas. Otro buen reportaje fotográfico lo tenemos en al blog asturgeografic, del que compartimos esta información:
"La restauración de la iglesia se inició en 2009, promovida por la Dirección General de Patrimonio del Principado de Asturias, y se realizó sobre el altar mayor. En 2013 se amplía el proyecto para una rehabilitación toral de la iglesia, financiada por J. Arango Arias, empresario mejicano con raíces en la parroquia".
"Villazón, en el concejo de Salas, inaugura mañana una renovada iglesia de Santiago. Su rehabilitación ha sido posible gracias a un importante donativo hecho por un sobrino a la memoria de su tío indiano, un hecho poco usual en estos tiempos.
La cubierta ha sido sustituida y las estructuras de madera, afectadas por las termitas, cambiadas. Las paredes han sido picadas, revocadas y pintadas y su drenado impedirá humedades. La sorpresa surge mientras estas obras se acometen ya que la iglesia, datada en el Siglo XVIII, se construyó sobre un importante templo románico.
A la reforma arquitectónica se le suma la restauración artística y un estudio histórico sobre la iglesia dedicada a Santiago. El ambicioso planteamiento multidisciplinar permite nuevos hallazgos como que la arquitectura está combinada con un conjunto de cinco retablos que hizo un único taller, el nombre el autor es Bernardo de San Miguel. La iglesia atesora además una importante imaginería. La colección abarca todas las épocas estilísticas.
Hoy dan los últimos retoques antes de la reapertura definitiva. El párroco de Salas, Iván González, cree los vecinos tienen motivos para sentirse orgullosos ya que para el pueblo es una oportunidad de sentirse animado a participar en la vida de la iglesia.
La obra ha sido posible gracias a un empresario mexicano sobrino de un filántropo indiano del pueblo, Manuel Arango Díaz, que emigró a América donde hizo fortuna para posteriormente retirarse en Asturias. Un monolito, obra del gijonés Iñaki Zamorano, recordará la vinculación de una familia, qué aún esparcida por el mundo, sigue agradecida al pueblo donde nació".
Y, en la web de Villazón, encontramos esta buena sinopsis de la historia del templo y de la parroquia:
"El nombre de Villazón, se atribuye a la época romana. Esta zona situada en una rica vega agrícola estaba muy cercana a los yacimientos auríferos de Ablaneda, Godán y Carlés, explotados por los romanos en el mismo concejo. Estas zonas ricas por sus yacimientos, por su riqueza agrícola y por su situación cercana a la confluencia de los rios Nalón y Narcea fueron por eso muy romanizadas como todo ese territorio. El nombre Villazón parece romano, Villa Zon.
Villazón aparece en la historia citada por primera vez el 20 de Marzo de 1064 cuando «Oveco Césariz vende al presbítero Álvaro Ximenez la villa de Magiti, en territorio de Salas, valle de Villazón, junto al río Anonaya» en tiempos del reinado de Fernando I de Castilla y León.
En 1069 se le vuelve a citar en otro documento. «Villazon, sobre el rio Nonaya y junto a Magidi» Se puede aventurar que Magidi es El Mexil actual, en Quintana.
Otra tercera mención interesante es de 7 de Marzo de 1122: «Los condes Suero Bermúdez y Enderquina Gutierrez donan a la orden de Cluny el monasterio de Cornellana con todas sus pertenencias, Incluyendo Villam Zon»
Este Monasterio de Cornellana fué fundado en 1024 por la Infanta Cristina, hija del rey de león Bermudo II. Una parte de Villazón queda adscrita al Monasterio de Cornellana, que a partir de 1312 disfruta del Patronato de la Iglesia de Villazón.
Transcurren los siglos tranquilamente. El crecimiento demográfico iniciado en Asturias desde finales del siglo XV se consolida en los siguientes siglos de manera constante hasta el siglo XX en el que se inicia el proceso de descenso. La economia de subsistencia agropecuaria del territorio se basaba en los cultivos tradicionales de escanda, centeno, cebada, castañas y las cabañas de ganado caballar, mular, lanar, cabrío y de cerda. La llegada de los cultivos de maiz, habas y patatan aumentan la prosperidad y la población. Por ejemplo, los hogares habitados en Villazón eran 151 en 1752 y 192 en 1794.
La invasión francesa y la Guerra de la Independencia (las tropas francesas del Mariscal Ney pasaron por aquí) seguida de los procesos desamortizadores marcaron puntos de inflexión en el bienestar económico que inicia un descenso. Comienzan los procesos migratorios.
Villazón tenia su importancia en el territorio de Salas y solo era superada por Malleza en número de hogares. En la Encuesta de 1752 del Catastro del Marqués de la Ensenada Villazón registara ocho molinos, dos batanes, una taberna y un tendero. En producción de grano solo era superada por Santa Eulalia de Doriga, estando por encima de Malleza, Cornellana y las demás. En la recogida de castañas, estaba a la cabeza del concejo.
La propiedad de la tierra se repartia principalmente entre el Monasterio, el Arzobispado y las tres familias nobiliarias preponderantes en la zona (Casas de Salas (anteriormente Miranda), Malleza y Doriga. Alguna propiedad tuvo en Villazón la Orden de San Juan de Jerusalen o de Malta.
Los monjes de Cornellana fueron expulsados en 1820 y en 1835 abandonaron definitivamente el convento.
En 1855 las tierras correspondientes afectadas por la Ley Desamortizadora de Pascual Madoz fueron subastadas".
Sí vemos los bosques de El Ricabo, por donde bajábamos hacia Llamas y, más al este aún, el Alto la Mercé (357 m), cerca de Cabruñana, y a la izquierda La Sierra Sollera (602 m), en los cordales del Camín Real de la Mesa que separan la cuenca del Narcea de la del Nalón
La Fuente Santiago forma un hermoso conjunto lavadero y vistosas acequias y canales formando un cuadro, bien resguardada por altos muros que la separan del desnivel del terreno al pie de la iglesia
"Juan Manuel Menéndez Arango, vecino de la localidad salense de Villazón y figura destacada en la protección del patrimonio del concejo, falleció ayer en Oviedo a los 80 años de edad. Muy imbricado en la vida de esta localidad había fundado hace años una asociación para promover la conservación de la naturaleza del concejo, y fue una figura clave en la restauración de la iglesia parroquial de Villazón. Menéndez Arango gestionaba, además, una web a través de la que ensalzaba a los vecinos y los paisajes de la zona.
El finado era, además, uno de los miembros de la estirpe de los Arango. Es más, era el ocupante de la casa de esta conocida familia en la localidad de Rabadiello. La estirpe es conocida porque muchos de sus miembros tuvieron que hacer las Américas en su momento. Allá, al otro lado del Atlántico, hicieron fortuna. Fue el caso de Plácido Arango, un empresario hispanomexicano, que fue reconocido por su actividad como coleccionista y benefactor del Museo del Prado y del Museo de Bellas Artes de Asturias".
"En la fuente de Santiago de Villazón, en Salas, queda grabado para siempre el nombre de Juan Menéndez Arango, quien fuera presidente de la Asociación Amigos del Paisaje de Salas, fallecido el pasado mes de junio a los 80 años. El Ayuntamiento y el colectivo que lideró durante lustros le rindieron este martes homenaje con la inauguración de un monolito en su recuerdo, dedicado a su labor social altruista por el bien del concejo.
"Con este humilde homenaje queremos poner en valor a una persona que ha trabajado por el interés de Salas, de todo el municipio, y en especial de su parroquia, Villazón, siempre de una forma positiva, intentando aportar, ayudar desde una perspectiva amigable, de colaboración y ayuda desinteresada", dijo el alcalde, Sergio Hidalgo, muy emocionado. "Ha sido intenso", reconoció al término del acto. No era para menos, Menéndez Arango era una persona muy querida y, sobre todo, valorada por su trabajo y proyectos en aras del beneficio del municipio.
Al acto asistió también la familia, con su esposa, María Rosario Rodríguez-Vigil al frente, miembros de la Asociación Amigos del Paisaje de Salas como Juan Carlos del Campo, entre otros, la responsable de bienes culturales de Arzobispado de Oviedo, Otilia Requejo, y el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, Laureano García.
Tal y como se destacó en el homenaje, Menéndez Arango fue una persona "muy implicada" en la vida salense que fundó el colectivo para promover la conservación de la naturaleza del concejo. También fue una figura clave en la restauración de la iglesia parroquial de Villazón y gestionaba, además, una web a través de la que ensalzaba a los vecinos y los paisajes de la zona. El homenajeado pertenece asismimo a la estirpe de los Arango. Era el ocupante de la casa de esta conocida familia en la localidad de Rabadiello. Una familia que es conocida porque muchos de sus miembros tuvieron que hacer las Américas en su momento. Allá, al otro lado del Atlántico, hicieron fortuna. Fue el caso de Plácido Arango, un empresario hispanomexicano, que fue reconocido por su actividad como coleccionista y benefactor del Museo del Prado y del Museo de Bellas Artes de Asturias."
Si bien carece de la cubierta de otros lavaderos, la Fuente Santiago es una maravilla arquitectónica con su citado sistema de acequias a partir de un cañu del que mana el agua en la pared del fondo, en lo que es la fuente propiamente dicha
Llaneando, el camino va a ir ahora por La Veiga Lentún, con sus praderías y cultivos. Al otro lado de esta finca, entre los árboles, pasa la canal o canaliega que llevaba agua al Molín de Picos
Un poco más lejos, al otro extremo de la finca donde trabaja un tractor, es por donde va el río Nonaya; nunca ya nos alejaremos demasiado de él hasta que ganemos la meseta de La Espina en Bodenaya, donde están sus fuentes...
Sobre nosotros, los castaños extienden sus ramas sobre el Camino, muy hermoso y agradable de caminar pese a pisar duro suelo de asfalto. Apenas pasa un coche cada mucho tiempo
Si El Monte nos sirve para discernir con la vista cuánto nos queda para llegar a Casazorrina, La Sierra Bodenaya nos sirve para hacernos una idea de la distancia a Salas, a unos 5 kilómetros o poco menos, una hora larga de camino
Su cota más alta es El Rebollín (816 m), hollada como toda su cima por uno de los tantos parques eólicos que proliferarán cada vez más según avancemos hacia occidente
Fumarrosa muestra al caminante las tremendas cicatrices ocasionadas por la autovía en su ladera meridional, obra que ha afectado al Camino de Santiago con un gran impacto paisajístico
Avanzamos por este camino llano y recto al pie de las laderas del Monte'l Picarosu y La Sierra Quintana, que cierran el valle por el sur
Un poco más adelante vemos Ca'l Caritu, en El Mexil, que se dice sería la villa de Magiti citada documentalmente en 1064 y transcrita como Magidi en otro cuatro año después. Es posible se trate de un antropónimo de un antiguo posesor, como en el caso de las demás villae, un tal Maginus o Maximus
En La Sierra Quintana está una de las canteras de Sílices La Cuesta, otra está en Llamas, por donde hemos pasado viniendo de Cornellana
Esta quintana aprovecha el escaso espacio entre la falda del Monte'l Picarosu y el Camino. Parte de sus dependencias están en la misma ladera
Cobertizo para el tractor, enseres y maquinaria anexo a la alta bodega de piedra de un hórreo de corredor
Hace unos años sacamos esta foto en las que se ven colgando las riestras de panoyas de maíz. Antaño estaría todo lleno. En la actualidad apenas se emplea para consumo humano pues la planta se emplea básicamente como forraje, no por su cereal
Seguimos pues todo de frente entre las fincas de El Mexil y andamos al lado de la cantera, que se oculta a la vista tras este espeso bosquete
Bifurcación y de frente, encaminándonos hacia el puente que comunica la cantera con la N-634, que vemos unos metros más allá
La vegetación se ha tragado la antigua casería; únicamente se ve el hórreo, aunque va desmoronándose y es fácil que cualquier día se caiga entero
Paso a paso nos vamos a acercar al río Nonaya, aunque no llegaremos a él todavía, pues no lo cruzaremos hasta entrar en Casazorrina, a algo más de un kilómetro de aquí, que ya pertenece a la parroquia de Villamar, otro topónimo vinculado a las villae de la zona
Si nos fijamos, se ha colocado detrás una pequeña tubería para que el agua baje sin arrastrar barro ni piedras, saliendo directamente por el cañu
El agua cae a chorro en este pequeño estanque en el que se ha colocado una piedra que sirva de base cuando se llenan bidones y grandes recipientes
Estos no se han detenido, sin duda tienen intención de llegar a Salas a buena hora, o a Casazorrina, donde está el magnífico albergue-hostel con restaurante La Figal de Xugabolos, del que hablamos en la entrada de blog dedicada al Camino en dicho pueblo
Es posible que en Fuentecaliente haya un poco de barro y algunos charcos, pero si pisamos por la senda y la losa no nos mancharemos las botas
Nos despedimos de La Veiga Lentrún y de la parroquia de Villazón pues, cuando salgamos al otro lado del bosque, ya estaremos en Casazorrina, parroquia de Villamar
"Aconsejamos siempre a los peregrinos que sigan esta ruta y no vayan por la carretera nacional, mas peligrosa, sin arcenes, sin sombras y con el suelo mas duro. Desgraciadamente, a veces, personas bienintencionadas, les recomiendan la carretera, decisión equivocada. pues además de cansarse mas, de sufrir mas en los pies y de correr mas peligro, no disfrutarán de las bellezas que les hemos descrito".
La impresionante sensación de la soledad del bosque a veces nos sobrecoge, pero la delicia de esta experiencia de caminar por espacios tan naturales y escasamente humanizados lo compensa. De todas maneras, lo que para nosotros es sinónimo de belleza no era tal para los peregrinos, arrieros y demás viajeros y transeúntes de antaño
El sendero se estrecha pero se pasa bien, aunque haya que hacerlo en fila india. Se respira además muy bien en esta tupida fronda
El Camino sigue avanzando ladera adelante en esta intrincada maraña verde que crece a ambos lados. Uno de esos bosques ribereños en los que no vemos el río pese a su proximidad. Únicamente en el invierno y en ciertos trechos, con casi todos los árboles desnudos, veremos al Nonaya
"Es uno de los elementos de referencia del Camino de Santiago. Según la Ruta discurra o no por zonas arboladas así serán las sensaciones y la forma de afrontar el itinerario. El árbol forma parte de los recursos del Camino proporcionados por la naturaleza, a veces con alguna colaboración humana, como el agua o la piedra.
Quizá por esto el Codex Calixtinus (s. XII) no le presta especial atención. Sólo en el libro V alude de pasada a si alguna zona está más o menos arbolada. Le confiere, sin embargo, ciertas connotaciones divinas. Así sucede cuando, en las inmediaciones de Sahagún, recuerda a los árboles nacidos de las lanzas de los guerreros cristianos del emperador Carlomagno o cuando un peregrino en extrema necesidad acaba rendido y dormido al cobijo de un árbol y en ese escenario se le aparece el Apóstol. Al despertar encuentra como almohada un pan cocido.
En relatos posteriores no se les concede una especial relevancia a los árboles del Camino, quizá porque la convivencia con ellos era lo habitual. Estaban en el Camino y cumplían su misión. Aportaban sombra para el descanso en verano y cobijo contra la lluvia en invierno y días de lluvia. Como mucho se podían echar en falta en algunos tramos desarbolados. Pero también, llegada la ocasión, representaban una amenaza latente -robos, asaltos, misterios, espíritus desconocidos- en las zonas excesivamente boscosas prolongadas en un interminable y sombrío corredor hasta el reencuentro de nuevo de los espacios abiertos, casi siempre más seguros y menos dados a exacerbar la imaginación.
Los árboles actuales del Camino, como en el pasado, definen etapas, establecen lugares de descanso, reparan con su solitaria sombra los prolongados descampados del Camino -también necesarios e igualmente reveladores- y animan el espíritu. En muchos casos, permanecen en la memoria, aunque no todos los caminantes perciban y sientan su presencia".
Las ganas de llegar al siguiente pueblo, al próximo albergue, o el tener los días demasiado justos y contados, hacen que a veces pasemos tan fugaces por el Camino como una exhalación, o tan sumidos en nuestros pensamientos que no podamos atender a lo que tenemos delante de nuestros ojos
También es verdad que los paisajes 'introspectivos', al menos en muchas ocasiones, según se avanza y avanza por ellos, aunque suponen un cierto alivio de inmediatez y frescor, pueden darnos sensaciones de monotonía y ansiamos por salir de nuevo a paisajes abiertos, aunque sean al sol o a la lluvia, y también a pueblos o enclaves poblados
Troncos estrechos y largos de árboles jóvenes forman un verdadero 'bosque de lanzas' que alguna literatura odopérica quiso comparar con recuerdos de guerras y guerreros de legendarias batallas acontecidas en estos mismos caminos que verían, por ejemplo, a las huestes de Ramiro reclamando el trono de Asturias yendo a la batalla con las de Nepociano en el puente del Narcea, frente a Cornellana, allá por el año 842, recién fallecido Alfonso II El Casto, quien acaso también habría pasado por aquí unos años antes, tal vez dos décadas atrás, en aquella mítica primera peregrinación a Santiago de Compostela...
Hay veces que incluso la senda puede aparentar cerrarse por la vegetación exuberante
Pero siempre tenemos paso franco, todo lo más hay que apartar algún helecho al pasar o alguna rama con los brotes primaverales
Aquí pasamos sobre un arroyo, El Regueiru los Verdugos, que nace al pie de El Llanón, en La Sierra Villarraba. Su hidrónimo no tiene que ver con ejecutores de la justicia, como pudiera parecer, sino con virducum, 'vástago de una planta'
Esta es una foto del mismo lugar en otoño, cuando va cayendo la hoja y vemos mejor el prado
Y este es el vergel primaveral en todo su esplendor
En este mismo lugar hay un mojón caminero y el camino es bastante llano
La senda parece ensancharse por aquí un poco, lo que podría ser señal que nos acercamos a lugar poblado
Algunos árboles que caen, derribados por las tormentas y temporales del invierno principalmente, son serrados por el tronco en porciones que son apartadas a un lado para dejar el paso expedito
La luminosidad de este trecho parece anunciar que estamos próximos a salir del bosque
A nuestra derecha, vemos un poco de la vega del Nonaya al pie de un gran argayu en la obras de la autovía, corrimiento de tierras que fue conocido como L'Argayón de Salas, producido en abril de 2021 y que, además de paralizar los trabajos de la A-63 cortó la N-634 en este lugar durante tres meses, hasta que hizo un desvío, quedando mientras tanto el concejo privado de su principal vía de comunicación. Esas obras, que supusieron estabilizar el terreno con un talud, seguían varios años después
Tierra bien pisada, que forma una capa arcillosa; volvemos a observar cómo se esquivan al pasar los lugares más propensos a encharcarse
El Camino hace una pequeña cuesta al dirigirse al él para cruzar el río
Otro de los carteles que señalizan el patrimonio jacobita nos indica que fue construido entre los siglos XVII y XVIII y es que, entre 1749 y 1754, siendo Isidoro Gil de Jaz regente de Audiencia de Asturias, se acometió una amplia campaña de obras públicas que incluía a los viejos caminos reales, medievales pero de antecesores romanos sobre antiguas sendas prehistóricas, lo que llegaría a permitir incluso el establecimiento de las primeras líneas de carruajes y sentar las bases de futuras carreteras
Contemplamos este idílico paraje con el río viniendo a pasar bajo el puente, a nuestra izquierda, formando pequeños saltos de agua e incluso pequeñas playas fluviales de cantos rodados en algunas zonas de la orilla
Aquí abajo, por ejemplo, algunos caminantes bajan a refrescarse en días de calor intenso o después de una larga caminata, siendo un buen lugar para hacer fotos a este puente y su ojo
"El traslado de los despojos del Arzobispo, constituyó un espectáculo que asombró a las poblaciones por la que iba discurriendo. El cortejo fúnebre que le acompañaba ofrece, por otra parte, una imagen reveladora de la importancia de aquel personaje que los silenciosos vecinos veían discurrir ante sus ojos. Escalofriante, especialmente a ciertas horas, había de ser la contemplación de tan singular compaña que en pleno invierno, franqueó puertos, atravesó un valle tras otro, y siempre de atardecida brillando las antorchas, irrumpía, capas y casullas, espadas y cruces, ruido de caballerías y cantos funerarios, en el silencia de pueblos que jamás habían soñado una visión similar (Francisco de Caso. La Colegiata de Salas).En relación al traslado de los componentes del Mausoleo, D. Emilio Marcos Vallaure, lo resume así:“A comienzos del estío de 1584 una larga comitiva de 40 ó 50 carros de bueyes, que provenía de Aleas de Beleña, en la Provincia de Guadalajara se disponía a traspasar la cordillera astur-leonesa, siguiendo el único itinerario posible, el puerto de la Mesa, ignoto de los boyeros. El día 14 de junio, sabemos que paraba en Torrestío, alto lugar del concejo leonés de Babia de Yuso, a la entrada al puerto. Los carros conducían el más precioso cargamento consignado jamás al Principado de Asturias, las piezas que formaban el monumento funerario de D. Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla. Puerto de la Mesa que era D. Juan Uría Riu, camino de penetración en Asturias ofrece ventaja sobre cualquier otro a causa de su altitud constante y por ello camino principal de arriería hasta mediados del pasado siglo y en el XVIII gozaba fama de ser el único por el que podían llegar coches a Oviedo”De las varias crónicas, la de Tirso de Avilés, sumamente detallada o la del Padre Risco, en su “España Sagrada” (Tomo XXXVIII), resume lo que habían dicho según él los “Escritores de este país”.Según estas crónicas “su cadáver fue traido con solemne pompa y aparato para ser sepultado en la Iglesia de Salas que había fundado. En una litera y atahúd, cubierta de luto, rodeada de mucho número de hachas ardiendo, y precedida de la Cruz Arzobispal correspondiente a su dignidad, acompañado de D. Fernando de Salas, su hermano de padre, Oydor del Consejo de Indias,y Arcediano de Granada, con otros cincuenta Caballeros, parientes y criados todos de su Casa, y dos Alguaciles de Corte, dos Aposentadores, uno por el Consejo y otro por la Inquisición, con las correspondientes provisiones para el hospedage, seis Religiosos Dominico, seis Franciscanos, seis Capellanes suyos, que cada día, antes de marchar celebraban el Oficio Divino y decían Misa por su alma.”Y prosigue con la llegada a Oviedo, parada obligatoria, Diócesis de la que había sido Obispo y donde sus restos recibirá los honores con que le obsequiarán las autoridades religiosas y civiles del Principado. Aquí permanecerá dos días.
“Con toda esta Comitiva llegó a Oviedo el cadáver en 29 de diciembre del mismo año de 1568, y fue recibido con la mayor solemnidad que haya recibido en Asturias otro ninguno. No llegó la litera hasta las quatro de la tarde, por venir muy despacio a causa del gran aparato, y acompañamiento, u habiendo sido puesta a la entrada de la Casa de la Platería, vino en procesión el Obispo, y Cabildo, las Parroquias, Ciudad y todo el Pueblo, y con solemnes cánticos fue llevado el ataúd por los Regidores hasta el Crucero de la Iglesia (Catedral) donde fue colocado sobre un estrado cubierto de luto, y se le hizo un muy solemne Oficio de Vísperas de Difuntos, á canto de órgano, que se continuaron hasta el segundo día, ardiendo siempre alrededor muchas hachas. Finalmente, en la misma orden que había sido traido fue sacado del a Iglesia el cadáver y puesto en la litera salió de la Ciudad, acompañado de todos los Caballeros y personas principales.”
De Oviedo sale hacia su última morada, como había dispuesto en su testamento. “Tardó dos días en llegar a Salas, donde tubo igual recibimiento quanto era posible, y se le hicieron muy solemnes exequias, en que se ocupó la Capilla de esta Iglesia nueve días; y últimamente fue enterrado en el suntuoso sepulcro de alabastro que había mandado hacer”, termina su relato el P. Risco.
Cruzado el puente seguimos de frente y en llano. La intrincada viesca sigue unos metros más camino adelante...
"Río que cruza de oeste a este la zona central del concejo de Salas, desembocando en el río Narcea a la altura de la localidad de Cornellana. Forma un valle ancho y extenso, apto para los cultivos y el asentamiento humano, por donde discurren las principales vías de comunicación, entre las que destacan el histórico camino de Santiago en el tramo Cornellana-Salas y Salas la Espina y la N-634, a la que pronto se sumará la autovía a La Espina. Nace en las cercanías de Brañameana (parroquia de Bodenaya), y tras un primer tramo encajado donde recibe diferentes afluentes provenientes de la sierra de los Gallos y de Bodenaya, en el lugar de El Llanón forma una pequeña cascada. El camino de Santiago corre en paralelo al cauce del río Nonaya hasta llegar a la capital, Salas, y se puede seguir gracias a la ruta senderista P.R. AS-22. Antes se encuentra el cargadero de la mina de caolín y el secadero de pieles, ambos abandonados. Previo a la entrada de Salas da servicio a la fuente de Pain y la zona libre de pesca. Tras cruzar Salas de oeste a este, corre con dirección este hasta Casazorrina, donde recibe las aguas del río San Vicente. En varios tramos se cruza con el Camino de Santiago. A lo largo del mismo se suceden molinos como el de Quintana. Desde Villazón recorre unos seis kilómetros hasta Cornellana, donde desemboca en la margen izquierda del río Narcea. En Espinedo, pueblo situado a la derecha del río Noanaya, se encuentra una cantera de áridos que afea el cauce del río, por otro lado bien conservado, y que en su cuenca alta mantiene una apreciable riqueza forestal y faunística. Tras cruzar la capital recibe los aportes urbanos e industriales, dado que a la orilla se encuentra ubicada la escasa industria (láctea, montajes, agrícola, etc.) del concejo y los principales núcleos de población, por lo que su ecosistema se degrada."
Y aquí hay un mojón, en el borde del canal de un arroyuelo que nace al pie de Villamar, cabeza de la parroquia, en la cercana sierra de La Minesa
Canal que pasa bajo el Camino en este cruce y que va en paralelo al que devolvía al río las aguas que hacían funcionar al Molín de Ca García, que se encuentra a la entrada de Casazorrina, pueblo de la parroquia de Villamar a la que sus vecinos gustan de llamar Zorrina, que vemos a nuestra izquierda, famoso también por su renombrada industria e historia cafeteras...
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