San Pedro y su capilla de San Pedro da Torre, ante el valle de Cesuras (Mondoñedo) |
Llegamos así a la capilla de San Pedro da Torre, que por su tamaño parece una iglesia parroquial, una advocación, da Torre, que podría revelar la antigua existencia de una torre o casa fuerte en el viejo Camiño Real
De este santuario se tienen noticias desde 1574 y, al llegar a él, en esta encrucijada ante su muro norte, el más umbrío, hemos de continuar camino a la izquierda, subiendo un poco
Luego, en 1731, vendría aquí el famoso obispo Sarmiento de Sotomayor, quien entre onbras obras quiso hacer navegable el valle desde Foz hasta aquí, y en 1753 la parroquia sería visitada por Riomol y Quiroga
Antes de seguir Camino, recomendamos disfrutar de las vistas de su campo de romerías, gran atalaya natural sobre Mondoñedo y sus valles en las laderas del monte Padornelo
Al fondo y en primer término, O Reguengo, siguiente aldea de nuestra ruta, a la que el Camino llegará desde aquí por las casas de arriba a la izquierda, bajando luego a la izquierda atravesando el pueblo
Estamos sin duda en un verdadero balcón natural sobre estos valles y cordales: a la izquierda del anfiteatro de montañas al oeste de Mondoñedo destaca A Pena da Roca (758 m). A su izquierda, en las laderas del Monte de San Vicente, sobre el valle del Valiñadares, sale de Mondoñedo el ahora llamado camino complementario que durante décadas fue camino oficial al Alto da Xesta y Abadín pasando por Maariz, ruta que discurre por aldeas y zona poblada y transitada, abriendo sus puertas además el alojamiento O Bisonte de Maariz, toda una institución en la ruta que sube al Alto da Xesta. A la derecha de la Pena da Roca es el Monte do Pico (718 m) y O Pilar da Pena
Por allí sube desde el valle del Rego de Cesuras el nuevo camino principal, que saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo se dirige a Alameda dos Remedios y recorre ese valle para subir desde A Infesta monte arriba, al pie del Porto da Cabana de Vella (631 m), los Montes da Cabana, y Pena Morcán (737 m). Luego se reunirá con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados
Si los eucaliptos nos dejan llegaremos a ver, parcialmente, la mítica ciudad de Mondoñedo y, sobre ella, el Bosque de Silva, que tanto inspiró al gran escritor mindoniense Álvaro Cunqueiro, tal y como comprobaremos cuando visitemos su casa-museo, pues lo veía desde su faiado o desván, su despacho de escritura
En esa zona alta Mondoñedo vamos a ver las casas en torno al antiguo convento de San Pedro de Alcántara, donde está el Albergue de Mondoñedo (público), si bien en la ciudad, capital de una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia, hallaremos otros, privados, y más alojamientos. Un poco más arriba es San Cayetano o San Queitano, solar donde aparece la primera industria cerámica de Mondoñedo, a finales del siglo XVIII
Regresando al Camino, volvemos a pasar frente a la capilla de San Pedro da Torre y nos fijamos en su estructura de nave única y capilla mayor con una sacristía atrás. El acceso se realiza por esta puerta de arco de medio punto y dispone de una artística espadaña de campanario para una sola torre. En el interior hay imágenes de San Pedro y otras esculturas y motivos religiosos
Como hemos dicho, el Camino de Santiago sigue desde aquí a Mondoñedo pasando al lado del muro norte del templo
Fijémonos también en el pequeño óculo sobre la portada y en los ventanucos laterales que dan luz natural tanto a la nave como a la capilla mayor. Atrás asoma ahora un poco la sacristía
Aprovechamos el momento para hacernos un selfie. Comprobamos además al pasar que la estructura del edificio tiene unos pequeños contrafuertes, quizás reminiscencias del gótico
Vista de las casas de San Pedro por entre las que hemos venido subiendo desde los bosquetes del trayecto desde Ogrobe
Por aquí discurre también el Camiño Natural de San Rosendo, noble galaico que fue abad y fundador de varios monasterios además de figura clave en la alta Edad Media gallega
Tomamos en esta bifurcación el camino de la derecha, el que empieza a subir
El mojón xacobeo nos lo confirma unos metros más arriba al lado de esta vieja portalada
A nuestra izquierda, restaurada, A Fonte de San Pedro, estratégicamente situada justo al empezar la subida
Si antes mirábamos al sur, hacia Mondoñedo, ahora lo hacemos hacia el norte, hacia el valle del Valiñadares y del Masma, río este que nace en A Serra do Xistral, donde es llamado río Pedrido, luego río Tronceda y que, cuando se une a él el Valiñadares, el que atreviesa Mondoñedo, empieza a ser llamado propiamente río Masma, yendo por los concellos de Lourenzá y Barreiros a desembocar en la Ría de Foz, afluyendo en él durante todo su recorrido otros ríos y arroyos
La grandeza de este valle hizo soñar al famoso obispo Sarmiento de Mondoñedo con hacerlo navegable desde la ría hasta la capital de su diócesis, por entonces también capital de una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia existentes hasta las reformas del siglo XIX, siendo los obispos Señores de Mondoñedo hasta 1833 y la ciudad capital de la Provincia de Mondoñedo hasta la extinción de esta en esa fecha: por eso se decía que este obispo tenía el "mal de la piedra", dada su fiebre constructiva, de la que han llegado a nosotros no pocos ejemplos, si bien este del gran canal de Mondoñedo, no fue realizable
En la lejanía, cerca del mar y la Ría de Foz, destacan las alturas de la Pena Corneira (432 m) a la derecha de la foto, en medio el Alto de Virín (483 m), luego la Pena do Buitre (456 m), y a la izquierda A Frouxeira (427 m), donde estaba el castillo de este nombre, que parece ser pertenecía a la mitra de Mondoñedo, junto con este territorio, donado por el magnate Pedró Díaz de Teijeiro, pero pasaría al famoso mariscal Pedro Pardo de Cela como dote de su boda con Isabel de Castro, hija de Pedro Álvarez Osorio y de Beatriz Enríquez de Castilla. Allí resistirá el famoso mariscal varios años el asedio de las tropas de los Reyes Católicos comenzado en 1481, capitaneadas por Luis de Mudarra y Fernando de Acuña, quien al año y medio de combates se quejaría diciendo...
"harto tenía que hacer porque tenía cercado a Pedro Pardo en Peña Frouseira"
Destes fora Capitán
o Cofano de Valedouro
Que ainda anque fora un mouro
Non me deran mais afán
Los traidores abrirían las puertas del castillo cuando el mariscal sería así apresado, el 23 de septiembre de 1483, cuando visitaba a su aliado Fonsa Yáñez en Castrodouro (actual concello de Alfoz), siendo llevado preso a Mondoñedo, donde según sentencia de ser "cruel y poderoso", será decapitado en la Praza da Catedral diez días después junto con su hijo Pedro, mientras el castillo era derruído hasta sus cimientos, naciendo enseguida cantares narrando su gesta, interpretados por bardos, rapsodas y juglares, en ferias y mercados, como el Pranto da Frouseira, naciendo la leyenda
"A min chaman toda Mira
Señora do gran tesouro,
Por estrela esclarecida
xago neste Valedouro"
"De min triste Frouseyra
Que por Treycon foy vendida
Derribada na ribeyra
Ce jamais se veo vencida"
Desde las cercanías de la Ría de Foz se trasladaría la sede episcopal mindoniense desde el antiguo monasterio de San Martiño de Mondoñedo al Mondoñedo actual, en la antigua Villamayor de Vallibria o Vilamaior do Val de Brea, hacia donde nos dirigimos nosotros, en 1117, si bien en 1182 se fue a Ribadeo, para regresar definitivamente a O Val de Brea en 1218
Seguimos subiendo encima de las casas de San Pedro, lugar del que proceden los antecedentes familiares de Milagros Andía Villar, la mujer del gran médico-poeta mindoniense Manuel Leiras Pulpeiro
La subida va toda recta hasta pasar bajo este gran castiñeiro, luego estemos atentos
Siguiendo las señales del Camino Norte y del de San Rosendo llegamos a un cruce, fijémonos un poco más adelante en el mojón jacobita
Pasamos junto a un cobertizo de maquinaria agrícola nada más empezar esta cuesta desde el cruce
Y seguidamente hemos de estar muy atentos a la próxima bifurcación
Aquí tomaremos el ramal que sale a la derecha, a la sombra de estos árboles
Fijémonos bien en las señales y cómo siguen coincidiendo, y así lo harán hasta Mondoñedo, las del Camino de Santiago y el Camiño de San Rosendo
El sendero, con buena caja caminera, pasa entre fincas en la falda del monte Padornelo
Entre las plantaciones de eucaliptos vemos la aldea de O Reguengo con el valle de Cesuras y la subida de A Infesta con el Porto da Calzada da Cabana Vella en la ruta a Abadín
La espesura nos acoge ahora, como en un cuento de meigas
La senda bien trillada, se estrecha pero ofrece buen paso en la umbría de la fresca foresta
Viejísimos muros de piedra cubiertos de musgo asientan el terreno impidiendo corrimientos de tierra sobre el Camino
El eucaliptal ocupa terrenos de antiguos pastos y algunas fragas de árboles autóctonos a las que ha desplazado
Caminamos todo llano, entre el seto silvestre y la plantación de esta especie de crecimiento rápido destinada a alimentar las fábricas de celulosa
El Camino serpentea un poco entre las entradas a estas fincas de O Reguengo
Luego sigue recto un tramo, entre helechos, zarzas y arbustos, según como sea o no de sinuosa la orografía de esta ladera del monte
Algunos prados siguen en uso, otros han quedado cubiertos por los zarzales
O Reguengo es un topónimo que se repite en Galicia, referido a tierras de realengo, es decir, las que dependerían de la Corona que, en tiempos pasados, sería como decir, salvando las distancias evidentes, del Estado, es decir, supuestamente no dependería de la mitra, del cabildo mindoniense ni de la nobleza terrateniente
Cuadras, viviendas y cabazos, todos con tejados de pizarra. Las casas de O Reguengo se disponen escalonadas a lo largo del Camino, que ahí hace una bajada
Al fondo a la izquierda, las alturas de la sierra en el Chao da Lagoa (599 m), A Atalaia (529 m) y el Alto da Costa Vella (359 m). A su derecha y separado por el valle del río Tronceda la Serra da Toxiza, con el Penido dos Gatos (746 m) y A Toxiza (833 m)
Abajo asoma A Recadieira, parroquia de Os Remedios, en el valle del Valiñadares, solar de un castro galaico, el del Coto da Recaideira. Un poco más allá A Cabana, parroquia de Viloalle, En esa vega, donde el Tronceda, aguas arriba llamado río Pedrido, se une a Valiñadares, empieza el río a llamarse Masma, el que el obispo Sarmiento quiso hacer navegable de Foz a Mondoñedo
Es la ruta a la célebre cascada de A Fervenza de Viloalle, tan glosada por el poeta Leiras Pulpeiro, así como a la finca El Remanso, toda una institución en la ruta, al lado del río y junto al barrio de A Igrexa, cabeza de la parroquia. Aunque no en el mismo Camino muchos peregrinos se desplazan allí desde el barrio de San Lázaro, a la entrada de Mondoñedo, pues es un acogedor alojamiento rural y centro de reunión, documentación e iniciativas en favor de los caminos de Santiago que recorren Mondoñedo y demás concellos de A Mariña y A Terra Chá, estando a su frente el entusiasta mindonense José Luis Fernández Ansedes, quien participa activamente en las asociaciones de amigos del Camino de Santiago en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Es paso de otra ruta de peregrinaciones, el Camiño Cultural das Catedráos o Variante Marítima
Más a lo lejos el Monte da Croa con el Coto do Pombo (658 m) y Coto Viñín (678 m)
A la sombra de los castaños que jalonan este trecho vamos acercándonos, paso a paso a O Reguengo,
Un poco más de vericueto por el bosque atravesando estas frondosas espesuras
Y ya llegamos a las primeras casas de O Reguengo, donde empezamos a bajar
Un precioso cabazo a nuestra derecha, con altas cepas o apoyos que lo separan bien del suelo, evitando que los roedores accedan al maíz que se guardaba en su interior
Luego se estrecha ligeramente entre estas casas
Y aquí se nos ofrece otra magnífica vista del valle que nunca llegó a ser navegable. El perro con su ladrido delata nuestra llegada
Otro altísimo cabazo se yergue sobre el Camino; bajo él lo que parece una pocilga para los cerdos
Son normales estas construcciones bajo hórreos y cabazos, con un sinfín de utilidades, cuadras, gallineros, almacén de maquinaria caseta de aperos, taller, etc.etc.etc.
Llegamos a este cruce y, siempre tras las coincidentes señales del Camiño de San Rosendo y del Camino de San Rosendo, iremos a la derecha
Aquí empieza, en descenso, un tramo de asfalto
Cruce y hacia abajo, recto y de frente, con la Serra da Toxiza en lontananza, donde son visibles los penedos de sus cumbres, fundamento de leyendas. Ahí están, por ejemplo, los restos de Os Castelos, que cuando fueron descubiertos en 1955 se tomaron por dólmenes, "pero se trata de un punto de control territorial con ocupación prehistórica y medieval", leemos en Castillos de España, de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Por su parte, el Cronista Oficial de Mondoñedo, Antonio Reigosa, los denomina Os Castelos de Viloalle, aldea situada a sus pies y así titula el estudio que a ellos dedica en su Cuaderno:
"Edelmiro Bascuas López depositou en outubro de 1998 no Museo Provincial de Lugo materiais procedentes deste xacemento sito a 400 metros de altitude na Serra da Toxiza, parroquia de Viloalle, en Mondoñedo. Segundo consta na correspondente ficha, o depositante di que os materiais foran atopados casualmente por un amigo cazador e el mesmo entre os anos 1967 e 1970. Hai fragmentos de cerámica —bordes e anacos de asas—, algúns decorados, outros de ferro, ósos e dentes, todo pendente de estudo.
Para min este é o enigmático Castelo da Toxiza —nalgunhas cartografías sinálase outro punto non distante pero distinto con este nome— que ao amparo do Decreto de 22 de abril de 1949 para a protección de ‘castillos’ figura entre os bens culturais protexidos, agora BIC baixo a tutela da Xunta de Galicia.
No Boletín Pedagógico de la Institución de Formación del Profesorado de Enseñanza Laboral (1 de xuño de 1957), o profesor do Centro de Ensino Medio e Profesional de Mondoñedo, Francisco Mayán, usa como referencia este xacemento para describir unha metodoloxía de aprendizaxe do pasado con modelo de ficha descritiva, fotos, debuxos e listaxe de achados. Para el trátase dun dolmen ou enterramento e dun menhir que sitúa na Idade do Ferro. Segundo consta na información anexa, os traballos gráficos foron realizados por alumnado do centro escolar, fai mención dun lendario asociado que fala de ouro e encantamentos, e di que os materiais quedan depositados no Museo do Instituto Laboral. En 2001, no marco das Primeiras Xornadas Mindonienses de Arqueoloxía, o profesor e Cronista oficial F. Mayán impartiu unha conferencia sobre este lugar arqueolóxico e realizouse unha visita guiada ao mesmo.
Amais dos materiais e datos citados, o que máis valor achega á documentación existente no MPLugo é unha libreta cunhas notas manuscritas polo propio Mayán quen, a modo de diario, refire o que aconteceu alí no outono de1967.
Comeza contando como xente da casa de Jesualdo Pernas —alumno de Mayán en 1957— descubrira en superficie restos cerámicos e ósos, o que puxeron no seu coñecemento e no de X. Trapero Pardo. Baixo a ameaza de denuncialos á Garda Civil se non lle entregaban todo canto atopasen, Mayán animou a aquela xente a seguir indagando na contorna. En 1967 Jesualdo Pernas contoulle o que estaban atopando a Edelmiro Bascuas, Jesús Lombardía e Ricardo Pena —párroco dos Remedios—, quen conformarán, xunto con Mayán e José Mª Rodríguez, que se uniría despois, o equipo de traballo que ese ano por uns quince días realizaron unha escavación sistemática no lugar.
Dedica unhas páxinas a explicar os criterios e método de escavación, como dividen o terreo en catro cuadrículas, os cribados para detectar restos cativos e a sorprendente abundancia de cantos rodados, cinsas e fragmentos metálicos. O autor conclúe agora que o xacemento, de dubidosa orixe e adscrición cultural e cronolóxica, tivo que ser violado.
En 1998 Edelmiro Bascuas depositou o que conservaba dos Castelos —ignoramos se hai máis restos e en que lugar se poden estar— no Museo Provincial de Lugo."
En la bajada enlazamos con otro camino y continuamos de frente, haciendo un poco de curva a la izquierda hacia el siguiente grupo de casas
Hitos kilométricos del Camiño de San Rosendo que nos indican que nos encontramos ya muy cerca ya de la Praza da Catedral de Mondoñedo. Fijémonos como también aparece la distancia a San Martiño, la sede episcopal antigua, en las inmediaciones de Foz
Alguien ha escrito en un muro parte de aquel celebérrimo verso de Antonio Machado
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
En lontananza, el Alto da Costa Vella (255 m), a cuyos pies el Rego de Cesuras da sus aguas al Valiñadares, poco antes de recibir las del Tronceda
Frente a las casas, otra curva a la izquierda en la que seguimos en descenso perdiendo altura paulatinamente
Otro cabazo, testigo mudo del paso del tiempo. Este no tiene picos pero sí piedras que asientan las losetas de pizarra que conforman su cubierta
Cruce y a la izquierda, pasando delante de esta casa y bajando todo recto
O Coto da Recadieira enfrente, famoso, aparte de por su castro, por su manantial de aguas sulfurosas, recomendadas por Leiras Pulpeiro, el médico-poeta
Dejamos O Reguengo por la bajada a Xirós, pero mucha atención pues en la siguiente curva tomaremos un desvío
El Camino sigue adelante, otra vez en la mágica umbría. Leemos en Galicia Encantada que en este camino, que de O Reguengo lleva a San Paio, había dos viejas fuentes con lavaderos, As Fontes do Vedral, una en un tramo soleado y otra en umbría, que estaba encantada, pues se aparecía en los amaneceres una moza de extraordinaria belleza, hija de un rey moro, peinando sus cabellos con peine de oro, pero que cualquiera que fuese a verla quedaría encantado como ella
Se cuenta de un vecino que lo hizo y quedó transformado en carnero blanco que en este camino se aparecía a las gentes que osasen adentrarse por estos bosques antes de la salida y después de la puesta del sol, es decir, al oscurecer y antes del amanecer. Esta es la leyenda original de la que hicimos este resumen:
"As Fontes do Vedral están entre O Reguengo e San Paio, na parroquia de Santiago, Mondoñedo (Lugo).
Había dúas fontes unidas polo carreiro que comunicaba O Reguengo con San Paio. Cada unha delas co seu pío de granito entre dous vargos de lousa que servían de lavadoiros. A diferenza máis notable entre elas era a súa situación. A primeira estaba en sitio solleiro, na camposa do seu arredor tendíase roupa ao clareo. A segunda era avesía por estar socavada nunha especie de cova na que os raios de sol entraban mainiños ó solpor. Era esta a fonte máis feiticeira na que ó amencer se peiteaba medio espida a moza máis loira e máis fermosa que nunca endexamais ningún home se imaxinara (Penso que dicían que era filla dun rei mouro ¿…?) pero todo aquel que ousara axexala quedaría enfeitizado.
Un veciño do lugar, con nome e apelidos (…?), son incapaz de lembrar o seu nome, foise achegando silandeiro polo souto ata agocharse nunha cachoupa vella dun castiñeiro e por un dos seus furados podía albiscar á doncela que cantaruxaba mentres peiteaba cun peite de ouro os seus fermosos cabelos.
Cando ela se retirou, o veciño saíu da cachoupa ás catro patas tan ledo que non se decatara de que quedara convertido nun carneiro branco que aínda cando eu era neno seica saía ó carreiro e turraba a todos os que se achegaran antes da saída e despois da posta do sol. Por iso os nenos sempre tivemos certo reparo para cruzar polo Vedral.
[Remitida por Francisco Piñeiro (natural de O Reguengo), residente en Cervo (Lugo). Decembro de 2012]"
Desde este lugar empezaremos a tener buenas perspectivas de la ciudad de Mondoñedo, capital del concello, sede episcopal de legendaria historia, y antaño cabeza de una de las antiguas siete provincias gallegas. No llegaron los barcos del mar que quiso traer el obispo Sarmiento pero sí bajo su mandato se realizaron otras muchas obras que hicieron de Mondoñedo uno de los más encantadores enclaves históricos y artísticos de toda la ruta
A la derecha de la Pena da Roca es el Monte do Pico (718 m) y O Pilar da Pena. Por allí sube desde el valle del Rego de Cesuras el nuevo camino oficial, que saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo se dirige a Alameda dos Remedios y recorre ese valle para subir desde A Infesta monte arriba, al Pie del Porto da Cabana Vella (631 m), los Montes da Cabana, y Pena Morcán (737 m). Luego se reunirá con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados
Y en medio de la ciudad asoman bien reconocibles las dos torres de su catedral, la cual empezó a construirse hacia 1219, siendo estas torres parte de su obra barroca. A sus pies se unen este y el otro camino oficial, el que entra en Galicia por Trabada luego de cruzar la Ría de Abres, atraviesa el Val de Lourenzá y sube a Lindín para bajar a Mondoñedo por el barrio de Os Muíños
Se unen dos pero se vuelven a separar otros dos, los ya citados por Maariz y por A Infesta
También podremos ver la iglesia de Santiago con su ábside mirando hacia aquí y su torre-campanario sobre la Praza do Concello, construida en 1890 y consagrada en 1900 por lo que al ser nueva en relación con la de la catedral pasó a llamarse Igrexa Nova o de Santiago A Nova. Enfrente vemos El Centro Cultural da Alcántara, que en origen fue un conjunto formado por el Convento de Alcántara, la Iglesia de San Pedro de Alcántara y la Capilla de la Venerable Orden Tercera. No sirve de referencia pues al lado está el Albergue de Mondoñedo (público)
Avanzamos un poco más y tenemos otra nueva perspectiva del valle
Más en la lejanía reconocemos, en medio de un campo, el Mosteiro dos Picos, antigua abadía abandonada de San Martiño de Vilourente. Sobre él los montes de Os Salgueiros y el Chao da Lagoa (599 m)
De San Martiño de Vilaourente, supuestamente construido en el año 1348 por los franciscanos, sabemos documentalmente que el 9 de agosto de 1379 le es concedido privilegio real, otorgado por el monarca Enrique II de Castilla o de Trastámara, confirmado más tarde por su hijo Juan I en documento del 25 de abril de 1382, mostrando su devoción por este convento de "Vilalaurente" en el que "se acogen muchos peregrinos que van al Apóstol Santiago". De ahí sabemos que tenía hospital de romeiros xacobeos y que por ahí pasaría una ruta hacia Santiago
En el año 1676 acontece un suceso que muestra las tensiones con las autoridades eclesiales mindonienses. Un fiel devoto dona a los frailes una ermita en San Antonio do Carrascal y se produce un intento de traslado frenado por la jerarquía catedralicia que acabará con el auto del Real Consejo ordenando el regreso de los franciscanos un año después
En el año 1687 comenzarán las primeras intervenciones que transformarán la original fábrica medieval monacal, la cual estaba muy deteriorada, construyéndose un lienzo del claustro donde estaban la bodega y la panera, siendo este reedificado, así como la casa desde la capilla mayor a la iglesia, la sacristía y la hospedería. En 1701 nuevas obras se derribará la antigua torre del campanario y se hará una nueva de más altura. En 1715 el Obispo Muñoz y Salcedo sufragará la construcción de una nueva iglesia
En 1884 pasará a estar ocupado por los Pasionistas, quienes residirán en él hasta 1964, empezando un periodo de total decadencia del conjunto que caería en la ruina pese a alguna tentativa, infructuosa, de restauración. Su traza actual es el de claustro cerrado por tres tramos y el cuarto por la iglesia, de planta rectangular y cúpula sobre el altar mayor
De pronto el Camino pasa bajo un cabazo que se alza sobre dos altísimas cepas: llegamos así a San Paio
Acto seguido el Camino pasa bajo esta casa-puente que se alza también sobre el Camino, donde se han detenido dos bicigrinos un instante
Prontamente reanudan su marcha hacia el siguiente cruce, donde encontrarán otra bajada
Un buen lugar para guarecerse si nos pilla una tormenta, o en días de sol castigador, con el frescor de su sombra y viejas piedras
En el año 1687 comenzarán las primeras intervenciones que transformarán la original fábrica medieval monacal, la cual estaba muy deteriorada, construyéndose un lienzo del claustro donde estaban la bodega y la panera, siendo este reedificado, así como la casa desde la capilla mayor a la iglesia, la sacristía y la hospedería. En 1701 nuevas obras se derribará la antigua torre del campanario y se hará una nueva de más altura. En 1715 el Obispo Muñoz y Salcedo sufragará la construcción de una nueva iglesia
En 1884 pasará a estar ocupado por los Pasionistas, quienes residirán en él hasta 1964, empezando un periodo de total decadencia del conjunto que caería en la ruina pese a alguna tentativa, infructuosa, de restauración. Su traza actual es el de claustro cerrado por tres tramos y el cuarto por la iglesia, de planta rectangular y cúpula sobre el altar mayor
De pronto el Camino pasa bajo un cabazo que se alza sobre dos altísimas cepas: llegamos así a San Paio
Acto seguido el Camino pasa bajo esta casa-puente que se alza también sobre el Camino, donde se han detenido dos bicigrinos un instante
Prontamente reanudan su marcha hacia el siguiente cruce, donde encontrarán otra bajada
Un buen lugar para guarecerse si nos pilla una tormenta, o en días de sol castigador, con el frescor de su sombra y viejas piedras
Continuamos en esta rúa entre las primeras casas de San Paio, asentadas en un rellano de esta ladera
Vista atrás de este precioso conjunto que se contempla con un cabazo
Vista adelante junto al jardín de hortensias
Más flores en las macetas de esta vereda, bajo la pared de la casa
Y ahora bifurcación y a la derecha, donde volvemos a bajar
El Camino es aquí una pista hormigonada que baja en fuerte pendiente
Y he aquí otra magnífica y espléndida vista del valle del Valiñadares en su unión con el de Cesuras, formando una amplísima veiga en el acceso a la ciudad de Mondoñedo
El Camino es aquí una pista hormigonada que baja en fuerte pendiente
En primer término, bajo nosotros, es la capilla o capela de San Paio, que da nombre a esta aldea, a cuya izquierda sigue bajando el Camino. Es del siglo XVI con reformas posteriores. Fijémonos en el ventanuco en forma de saetera que da luz natural al interior de la cabecera y capilla mayor, así como en su espadaña
Abajo, la 'recta de Mondoñedo' de la carretera N-634a y, extendido linealmente a su derecha, el barrio de San Lázaro, por donde continúa el Camiño Real y ruta xacobea, barrio al que llegaremos tras cruzar la carretera y pasar el puente de su nombre, A Ponte de San Lázaro, otro de los monumentos del Camino de Santiago, sobre el río Valiñadares
Poco más allá hallaremos la capilla y malatería que también dan nombre al barrio, histórico centro asistencial para malatos o leprosos, así como otros afectados de males de la piel que eran tenidos por la misma enfermedad
En el interior hay un interesante retablo del siglo XVI, presidido por San Paio (San Pelayo), el patró, pero con más imágenes religiosas, joyas del barroco gallego
Vista de San Paio y San Lázaro desde la capilla con el valle de Cesuras y la subida por A Infesta en la distancia
Reemprendemos la marcha y continuamos bajando hacia las últimas casas de San Paio
Salimos a otro camino asfaltado y continuamos a la derecha, bajando hacia las casas
Estemos pendientes de las flechas y conchas del Camino, como estas que vemos en el muro de la izquierda
Es esta la última rampa en descenso antes de llegar al valle del Valiñadares, que serpentea entre las casas
Fijémonos en las persistentes nieblas de las montañas, un gran inconveniente para las comunicaciones entre esta comarca de A Mariña con la de la Terra Chá por puertos como el del Alto da Xesta, lo que obliga a los consabidos cortes de tráfico en la famosa Autovía del Cantábrica (A-8), verdadero punto negro en esta vía de comunicación, como reiteraremos según avancemos por tierras mindonienses
No suele haber apenas paso de vehículos, pero estemos pendientes pues apenas hay espacio para pasar un peatón y un coche
Las flechas, en los cruces, nos marcan el itinerario, si bien no existe mayormente riesgo de pérdida
Fijémonos ahora en la esquina de la última casa
Ya vemos la llanura del valle del Valiñadares, una espaciosa veiga atravesada por la carretera N-634a
De frente a nosotros, en la carretera, las casas de Xirós, donde acaba la bajada
Grandes fincas llanas en esta extensa veiga, a la izquierda, un prado recién segado
A la derecha, plantaciones de fabas
Salimos a otro camino a la izquierda, viendo de nuevo a lo lejos el Monte de Camba, donde estuvo, hasta bien entrado el siglo XIX, la Dehesa Nacional de Vilamor, una de las que hubo en Mondoñedo, destinada a proveer de madera a la armada de guerra y a la marina mercante
La Dehesa Nacional de Vilamor tenía sobre todo grandes plantaciones de pinos, pero también abedules y algunos carballos. En 1862 fue subastada y en la actualidad está plantada de eucaliptos, si bien conserva su muro de cierre
Señales del Camiño de San Rosendo, por ellas sabemos que estamos a poco menos de dos kilómetros de la catedral de Mondoñedo
Llegamos a la carretera N-634a en plena recta, donde seguimos a la izquierda, por esta vereda peatonal
A lo lejos, la ciudad de Mondoñedo, donde reconocemos perfectamente bien la iglesia de Santiago o Igrexa Nova, la primera que se construyó, entre 1890 y 1901, en la ciudad aparte de la catedral
Ciertamente su silueta compite con la de las torres de la catedral, más allá a su izquierda, torres barrocas del siglo XVIII, la de la izquierda vista desde aquí es la del reloj y la derecha la de las campanas, donde se alberga la famosa campana Paula, que por ella se llama a Mondoñedo "la ciudad de la Paula"
Más arriba es San Queitano o San Cayetano, donde en el último tercio del siglo XVIII funcionó la fábrica de loza de Lorenzo da Riva Otero, antecedente de los alfares mindonienses, establecidos principalmente en el barrio artesanos de Os Muíños, pero también en los de O Couto de Outeiro y Río de Sisto
Y arriba en lo alto, dominando la ciudad y el concello, A Pena da Roca, llamada así por el penedo o peñasco de su cima, que también es llamado A Pena da Portela, posiblemente por algún portillo o cierre y paso ganadero, pues es zona de braña y pasto
A nuestra derecha, extensas tierras de labor en la vega del Valiñadares. En las inmediaciones se tienen noticias, además de la existencia de molinos, de otros ingenios hidráulicos, como mazos de ferreiros, con sus fraguas
Mondoñedo ocultándose entre la tan persistente niebla de su valle y montañas, tal y como la verán muchos peregrinos al acercarse a la histórica ciudad, capital de A Mariña Central lucense y transito a la ya cercana Terra Chá
Esta larga Recta de Mondoñedo es también llamada Travesía de Mondoñedo y es el acceso principal a la ciudad. La nueva N-634 la bordea por la derecha, por el valle de Cesuras, evitando entrar en el casco urbano
Si bien podríamos continuar todo de frente hacia la ciudad de Mondoñedo, para hacer el Camino de Santiago propiamente dicho cruzaríamos a la derecha para seguir el Camiño Real en San Lázaro
Este lugar, con buena visibilidad y además un paso de cebra es el lugar idóneo para cruzar a estas primeras casas de San Lázaro, barrio "situado en el fondo del valle de la ciudad de la Paula" como leemos en Mondonedo.net:
"Pasan por este barrio los caminos históricos del Camino de Santiago, el camino Real y el camino de San Rosendo. Lo atraviesa la antigua carretera nacional 634-A llamada también carretera a Lourenzá o a Ribadeo o Avenida de San Lázaro, y la LU-160 al Valle de Oro, y cuando ambas se cruzan se besan, se ubican las edificaciones más antiguas, entre ellas la Capilla de San Lázaro, la única con Santísimo en toda la Diócesis de Mondoñedo."
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