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domingo, 21 de diciembre de 2014

SAN PEDRO DA TORRE, O REGUENGO, SAN PAIO Y LOS VALLES DEL VALIÑADARES Y DEL MASMA: CUANDO SE QUISO DAR A MONDOÑEDO SALIDA AL MAR (GALICIA)

San Pedro y su capilla de San Pedro da Torre, ante el valle de Cesuras (Mondoñedo)

En el trayecto hacia la histórica ciudad de Mondoñedo "rica en pan, aguas y latín",  el Camino Norte de Santiago llega desde Vilanova de Lourenzá por Arroxo y Ogrobe a la aldea de San Pedro, en la parroquia mindoniense de Santiago de Fóra, un grupo de casas entre prados, huertas e invernaderos que da vista al valle del Rego de Cesuras, afluente del Valiñadares, que luego será el Masma y desembocará en la Ría de Foz



Llegamos así a la capilla de San Pedro da Torre, que por su tamaño parece una iglesia parroquial, una advocación, da Torre, que podría revelar la antigua existencia de una torre o casa fuerte en el viejo Camiño Real


De este santuario se tienen noticias desde 1574 y, al llegar a él, en esta encrucijada ante su muro norte, el más umbrío, hemos de continuar camino a la izquierda, subiendo un poco


De la capilla de San Pedro da Torre conocemos, por la documentación catedralicia mindoniense estudiada por el erudito Enrique Cal Pardo, que fue visitada en 1589 por el obispo Isidoro Caja de la Jara y en 1677 Salvador Menéndez Navia y Villamil, canónigo de la catedral, funda aquí la cofradía de San Pedro, justo después de su reedificación, cuando se la dotó de retablo e imaginería


Luego, en 1731, vendría aquí el famoso obispo Sarmiento de Sotomayor, quien entre onbras obras quiso hacer navegable el valle desde Foz hasta aquí, y en 1753 la parroquia sería visitada por Riomol y Quiroga



Antes de seguir Camino, recomendamos disfrutar de las vistas de su campo de romerías, gran atalaya natural sobre Mondoñedo y sus valles en las laderas del monte Padornelo


Al fondo y en primer término, O Reguengo, siguiente aldea de nuestra ruta, a la que el Camino llegará desde aquí por las casas de arriba a la izquierda, bajando luego a la izquierda atravesando el pueblo


Estamos sin duda en un verdadero balcón natural sobre estos valles y cordales: a la izquierda del anfiteatro de montañas al oeste de Mondoñedo destaca A Pena da Roca (758 m). A su izquierda, en las laderas del Monte de San Vicente, sobre el valle del Valiñadares, sale de Mondoñedo el ahora llamado camino complementario que durante décadas fue camino oficial al Alto da Xesta y Abadín pasando por Maariz, ruta que discurre por aldeas y zona poblada y transitada, abriendo sus puertas además el alojamiento O Bisonte de Maariz, toda una institución en la ruta que sube al Alto da Xesta. A la derecha de la Pena da Roca es el Monte do Pico (718 m) y O Pilar da Pena


Por allí sube desde el valle del Rego de Cesuras el nuevo camino principal, que saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo se dirige a Alameda dos Remedios y recorre ese valle para subir desde A Infesta monte arriba, al pie del Porto da Cabana de Vella (631 m), los Montes da Cabana, y Pena Morcán (737 m). Luego se reunirá con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados


Si los eucaliptos nos dejan llegaremos a ver, parcialmente, la mítica ciudad de Mondoñedo y, sobre ella, el Bosque de Silva, que tanto inspiró al gran escritor mindoniense Álvaro Cunqueiro, tal y como comprobaremos cuando visitemos su casa-museo, pues lo veía desde su faiado o desván, su despacho de escritura


En esa zona alta Mondoñedo vamos a ver las casas en torno al antiguo convento de San Pedro de Alcántara, donde está el Albergue de Mondoñedo (público), si bien en la ciudad, capital de una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia, hallaremos otros, privados, y más alojamientos. Un poco más arriba es San Cayetano o San Queitano, solar donde aparece la primera industria cerámica de Mondoñedo, a finales del siglo XVIII


Regresando al Camino, volvemos a pasar frente a la capilla de San Pedro da Torre y nos fijamos en su estructura de nave única y capilla mayor con una sacristía atrás. El acceso se realiza por esta puerta de arco de medio punto y dispone de una artística espadaña de campanario para una sola torre. En el interior hay imágenes de San Pedro y otras esculturas y motivos religiosos


Como hemos dicho, el Camino de Santiago sigue desde aquí a Mondoñedo pasando al lado del muro norte del templo


Fijémonos también en el pequeño óculo sobre la portada y en los ventanucos laterales que dan luz natural tanto a la nave como a la capilla mayor. Atrás asoma ahora un poco la sacristía


Aprovechamos el momento para hacernos un selfie. Comprobamos además al pasar que la estructura del edificio tiene unos pequeños contrafuertes, quizás reminiscencias del gótico


Vista de las casas de San Pedro por entre las que hemos venido subiendo desde los bosquetes del trayecto desde Ogrobe


Por aquí discurre también el Camiño Natural de San Rosendo, noble galaico que fue abad y fundador de varios monasterios además de figura clave en la alta Edad Media gallega


Este Camino coincide con el de Santiago en este tramo entre Vilanova de Lourenzá y Mondoñedo y además nos ofrece la distancia kilométrica hasta su Praza da Catedral, el corazón de la ciudad: desde aquí 3,5 km


Tomamos en esta bifurcación el camino de la derecha, el que empieza a subir


El mojón xacobeo nos lo confirma unos metros más arriba al lado de esta vieja portalada


A nuestra izquierda, restaurada, A Fonte de San Pedro, estratégicamente situada justo al empezar la subida


Si antes mirábamos al sur, hacia Mondoñedo, ahora lo hacemos hacia el norte, hacia el valle del Valiñadares y del Masma, río este que nace en A Serra do Xistral, donde es llamado río Pedrido, luego río Tronceda y que, cuando se une a él el Valiñadares, el que atreviesa Mondoñedo, empieza a ser llamado propiamente río Masma, yendo por los concellos de Lourenzá y Barreiros a desembocar en la Ría de Foz, afluyendo en él durante todo su recorrido otros ríos y arroyos


La grandeza de este valle hizo soñar al famoso obispo Sarmiento de Mondoñedo con hacerlo navegable desde la ría hasta la capital de su diócesis, por entonces también capital de una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia existentes hasta las reformas del siglo XIX, siendo los obispos Señores de Mondoñedo hasta 1833 y la ciudad capital de la Provincia de Mondoñedo hasta la extinción de esta en esa fecha: por eso se decía que este obispo tenía el "mal de la piedra", dada su fiebre constructiva, de la que han llegado a nosotros no pocos ejemplos, si bien este del gran canal de Mondoñedo, no fue realizable


En la lejanía, cerca del mar y la Ría de Foz, destacan las alturas de la Pena Corneira (432 m) a la derecha de la foto, en medio el Alto de Virín (483 m), luego la Pena do Buitre (456 m), y a la izquierda A Frouxeira (427 m), donde estaba el castillo de este nombre, que parece ser pertenecía a la mitra de Mondoñedo, junto con este territorio, donado por el magnate Pedró Díaz de Teijeiro, pero pasaría al famoso mariscal Pedro Pardo de Cela como dote de su boda con Isabel de Castro, hija de Pedro Álvarez Osorio y de Beatriz Enríquez de Castilla. Allí resistirá el famoso mariscal varios años el asedio de las tropas de los Reyes Católicos comenzado en 1481, capitaneadas por Luis de Mudarra y Fernando de Acuña, quien al año y medio de combates se quejaría diciendo...
"harto tenía que hacer porque tenía cercado a Pedro Pardo en Peña Frouseira"

Al no poder tomar el castillo las tropas castellanas se confabuló una traición por parte de los 
"23 criados que defendían  la fortaleza", señalándose en los cantares de gesta el nombre de Cofano do Valedouro como el líder traidor:

Destes fora Capitán
o Cofano de Valedouro
Que ainda anque fora un mouro
Non me deran mais afán


Los traidores abrirían las puertas del castillo cuando el mariscal sería así apresado, el 23 de septiembre de 1483, cuando visitaba a su aliado Fonsa Yáñez en Castrodouro (actual concello de Alfoz), siendo llevado preso a Mondoñedo, donde según sentencia de ser "cruel y poderoso", será decapitado en la Praza da Catedral diez días después junto con su hijo Pedro, mientras el castillo era derruído hasta sus cimientos, naciendo enseguida cantares narrando su gesta, interpretados por bardos, rapsodas y juglares, en ferias y mercados, como el Pranto da Frouseira, naciendo la leyenda

"A min chaman toda Mira
Señora do gran tesouro,
Por estrela esclarecida
xago neste Valedouro"

"De min triste Frouseyra
Que por Treycon foy vendida
Derribada na ribeyra
Ce jamais se veo vencida"


Desde las cercanías de la Ría de Foz se trasladaría la sede episcopal mindoniense desde el antiguo monasterio de San Martiño de Mondoñedo al Mondoñedo actual, en la antigua Villamayor de Vallibria o Vilamaior do Val de Brea, hacia donde nos dirigimos nosotros, en 1117, si bien en 1182 se fue a Ribadeo, para regresar definitivamente a O Val de Brea en 1218


Seguimos subiendo encima de las casas de San Pedro, lugar del que proceden los antecedentes familiares de Milagros Andía Villar, la mujer del gran médico-poeta mindoniense Manuel Leiras Pulpeiro


La subida va toda recta hasta pasar bajo este gran castiñeiro, luego estemos atentos


Siguiendo las señales del Camino Norte y del de San Rosendo llegamos a un cruce, fijémonos un poco más adelante en el mojón jacobita


Nos indica ir a la derecha, por donde seguiremos subiendo


Pasamos junto a un cobertizo de maquinaria agrícola nada más empezar esta cuesta desde el cruce


Y seguidamente hemos de estar muy atentos a la próxima bifurcación


Aquí tomaremos el ramal que sale a la derecha, a la sombra de estos árboles


Fijémonos bien en las señales y cómo siguen coincidiendo, y así lo harán hasta Mondoñedo, las del Camino de Santiago y el Camiño de San Rosendo


 El sendero, con buena caja caminera, pasa entre fincas en la falda del monte Padornelo


Entre las plantaciones de eucaliptos vemos la aldea de O Reguengo con el valle de Cesuras y la subida de A Infesta con el Porto da Calzada da Cabana Vella en la ruta a Abadín


La espesura nos acoge ahora, como en un cuento de meigas


La senda bien trillada, se estrecha pero ofrece buen paso en la umbría de la fresca foresta


Viejísimos muros de piedra cubiertos de musgo asientan el terreno impidiendo corrimientos de tierra sobre el Camino


El eucaliptal ocupa terrenos de antiguos pastos y algunas fragas de árboles autóctonos a las que ha desplazado


Caminamos todo llano, entre el seto silvestre y la plantación de esta especie de crecimiento rápido destinada a alimentar las fábricas de celulosa


El Camino serpentea un poco entre las entradas a estas fincas de O Reguengo


Luego sigue recto un tramo, entre helechos, zarzas y arbustos, según como sea o no de sinuosa la orografía de esta ladera del monte


Algunos prados siguen en uso, otros han quedado cubiertos por los zarzales



O Reguengo es un topónimo que se repite en Galicia, referido a tierras de realengo, es decir, las que dependerían de la Corona que, en tiempos pasados, sería como decir, salvando las distancias evidentes, del Estado, es decir, supuestamente no dependería de la mitra, del cabildo mindoniense ni de la nobleza terrateniente



Cuadras, viviendas y cabazos, todos con tejados de pizarra. Las casas de O Reguengo se disponen escalonadas a lo largo del Camino, que ahí hace una bajada


Al fondo a la izquierda, las alturas de la sierra en el Chao da Lagoa (599 m), A Atalaia (529 m) y el Alto da Costa Vella (359 m). A su derecha y separado por el valle del río Tronceda la Serra da Toxiza, con el Penido dos Gatos (746 m) y A Toxiza (833 m)


Abajo asoma A Recadieira, parroquia de Os Remedios, en el valle del Valiñadares, solar de un castro galaico, el del Coto da Recaideira. Un poco más allá A Cabana, parroquia de Viloalle, En esa vega, donde el Tronceda, aguas arriba llamado río Pedrido, se une a Valiñadares, empieza el río a llamarse Masma, el que el obispo Sarmiento quiso hacer navegable de Foz a Mondoñedo


Es la ruta a la célebre cascada de A Fervenza de Viloalle, tan glosada por el poeta Leiras Pulpeiro, así como a la finca El Remanso, toda una institución en la ruta, al lado del río y junto al barrio de A Igrexa, cabeza de la parroquia. Aunque no en el mismo Camino muchos peregrinos se desplazan allí desde el barrio de San Lázaro, a la entrada de Mondoñedo, pues es un acogedor alojamiento rural y centro de reunión, documentación e iniciativas en favor de los caminos de Santiago que recorren Mondoñedo y demás concellos de A Mariña y A Terra Chá, estando a su frente el entusiasta mindonense José Luis Fernández Ansedes, quien participa activamente en las asociaciones de amigos del Camino de Santiago en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Es paso de otra ruta de peregrinaciones, el Camiño Cultural das Catedráos o Variante Marítima

Más a lo lejos el Monte da Croa con el Coto do Pombo (658 m) y Coto Viñín (678 m)


A la sombra de los castaños que jalonan este trecho vamos acercándonos, paso a paso a O Reguengo, 


Un poco más de vericueto por el bosque atravesando estas frondosas espesuras


Y ya llegamos a las primeras casas de O Reguengo, donde empezamos a bajar


El sendero sigue entre ellas, haciendo una rúa. Fijémonos en los clásicos picos en la cubierta de pizarra de algunas casas y edificaciones


Curva a la izquierda al pie de esta higuera, se hacen palpables, como en casi todas las aldeas, las señales del éxodo rural y el abandono del campo


Un precioso cabazo a nuestra derecha, con altas cepas o apoyos que lo separan bien del suelo, evitando que los roedores accedan al maíz que se guardaba en su interior


El camino se ensancha un poco, llanea y se hace calle


Luego se estrecha ligeramente entre estas casas


Y aquí se nos ofrece otra magnífica vista del valle que nunca llegó a ser navegable. El perro con su ladrido delata nuestra llegada


Otro altísimo cabazo se yergue sobre el Camino; bajo él lo que parece una pocilga para los cerdos


Son normales estas construcciones bajo hórreos y cabazos, con un sinfín de utilidades, cuadras, gallineros, almacén de maquinaria caseta de aperos, taller, etc.etc.etc.


Llegamos a este cruce y, siempre tras las coincidentes señales del Camiño de San Rosendo y del Camino de San Rosendo, iremos a la derecha


Aquí empieza, en descenso, un tramo de asfalto


Cruce y hacia abajo, recto y de frente, con la Serra da Toxiza en lontananza, donde son visibles los penedos de sus cumbres, fundamento de leyendas. Ahí están, por ejemplo, los restos de Os Castelos, que cuando fueron descubiertos en 1955 se tomaron por dólmenes, "pero se trata de un punto de control territorial con ocupación prehistórica y medieval", leemos en Castillos de España, de la Asociación Española de Amigos de los Castillos. Por su parte, el Cronista Oficial de Mondoñedo, Antonio Reigosa, los denomina Os Castelos de Viloalle, aldea situada a sus pies y así titula el estudio que a ellos dedica en su Cuaderno:
"Edelmiro Bascuas López depositou en outubro de 1998 no Museo Provincial de Lugo materiais procedentes deste xacemento sito a 400 metros de altitude na Serra da Toxiza, parroquia de Viloalle, en Mondoñedo. Segundo consta na correspondente ficha, o depositante di que os materiais foran atopados casualmente por un amigo cazador e el mesmo entre os anos 1967 e 1970. Hai fragmentos de cerámica —bordes e anacos de asas—, algúns decorados, outros de ferro, ósos e dentes, todo pendente de estudo. 
Para min este é o enigmático Castelo da Toxiza —nalgunhas cartografías sinálase outro punto non distante pero distinto con este nome— que ao amparo do Decreto de 22 de abril de 1949 para a protección de ‘castillos’ figura entre os bens culturais protexidos, agora BIC baixo a tutela da Xunta de Galicia. 
No Boletín Pedagógico de la Institución de Formación del Profesorado de Enseñanza Laboral (1 de xuño de 1957), o profesor do Centro de Ensino Medio e Profesional de Mondoñedo, Francisco Mayán, usa como referencia este xacemento para describir unha metodoloxía de aprendizaxe do pasado con modelo de ficha descritiva, fotos, debuxos e listaxe de achados. Para el trátase dun dolmen ou enterramento e dun menhir que sitúa na Idade do Ferro. Segundo consta na información anexa, os traballos gráficos foron realizados por alumnado do centro escolar, fai mención dun lendario asociado que fala de ouro e encantamentos, e di que os materiais quedan depositados no Museo do Instituto Laboral. En 2001, no marco das Primeiras Xornadas Mindonienses de Arqueoloxía, o profesor e Cronista oficial F. Mayán impartiu unha conferencia sobre este lugar arqueolóxico e realizouse unha visita guiada ao mesmo. 
Amais dos materiais e datos citados, o que máis valor achega á documentación existente no MPLugo é unha libreta cunhas notas manuscritas polo propio Mayán quen, a modo de diario, refire o que aconteceu alí no outono de1967. 
Comeza contando como xente da casa de Jesualdo Pernas —alumno de Mayán en 1957— descubrira en superficie restos cerámicos e ósos, o que puxeron no seu coñecemento e no de X. Trapero Pardo. Baixo a ameaza de denuncialos á Garda Civil se non lle entregaban todo canto atopasen, Mayán animou a aquela xente a seguir indagando na contorna. En 1967 Jesualdo Pernas contoulle o que estaban atopando a Edelmiro Bascuas, Jesús Lombardía e Ricardo Pena —párroco dos Remedios—, quen conformarán, xunto con Mayán e José Mª Rodríguez, que se uniría despois, o equipo de traballo que ese ano por uns quince días realizaron unha escavación sistemática no lugar. 
Dedica unhas páxinas a explicar os criterios e método de escavación, como dividen o terreo en catro cuadrículas, os cribados para detectar restos cativos e a sorprendente abundancia de cantos rodados, cinsas e fragmentos metálicos. O autor conclúe agora que o xacemento, de dubidosa orixe e adscrición cultural e cronolóxica, tivo que ser violado. 
En 1998 Edelmiro Bascuas depositou o que conservaba dos Castelos —ignoramos se hai máis restos e en que lugar se poden estar— no Museo Provincial de Lugo."

En la bajada enlazamos con otro camino y continuamos de frente, haciendo un poco de curva a la izquierda hacia el siguiente grupo de casas


Hitos kilométricos del Camiño de San Rosendo que nos indican que nos encontramos ya muy cerca ya de la Praza da Catedral de Mondoñedo. Fijémonos como también aparece la distancia a San Martiño, la sede episcopal antigua, en las inmediaciones de Foz


Alguien ha escrito en un muro parte de aquel celebérrimo verso de Antonio Machado
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

El mojón, la concha y la flecha nos confirman que hay que seguir cuesta abajo


En lontananza, el Alto da Costa Vella (255 m), a cuyos pies el Rego de Cesuras da sus aguas al Valiñadares, poco antes de recibir las del Tronceda


Frente a las casas, otra curva a la izquierda en la que seguimos en descenso perdiendo altura paulatinamente


Otro cabazo, testigo mudo del paso del tiempo. Este no tiene picos pero sí piedras que asientan las losetas de pizarra que conforman su cubierta


Cruce y a la izquierda, pasando delante de esta casa y bajando todo recto


En el murete vemos las señales camineras del Camino de Santiago


O Coto da Recadieira enfrente, famoso, aparte de por su castro, por su manantial de aguas sulfurosas, recomendadas por Leiras Pulpeiro, el médico-poeta


Dejamos O Reguengo por la bajada a Xirós, pero mucha atención pues en la siguiente curva tomaremos un desvío


Aquí dejamos este camino local que une O Reguengo con la N-634 para tomar la senda que sale a la izquierda


Y en el paraje de O Vedral nos metemos, directos, en el bosque encantado


El Camino sigue adelante, otra vez en la mágica umbría. Leemos en Galicia Encantada que en este camino, que de O Reguengo lleva a San Paio, había dos viejas fuentes con lavaderos, As Fontes do Vedral, una en un tramo soleado y otra en umbría, que estaba encantada, pues se aparecía en los amaneceres una moza de extraordinaria belleza, hija de un rey moro, peinando sus cabellos con peine de oro, pero que cualquiera que fuese a verla quedaría encantado como ella


Se cuenta de un vecino que lo hizo y quedó transformado en carnero blanco que en este camino se aparecía a las gentes que osasen adentrarse por estos bosques antes de la salida y después de la puesta del sol, es decir, al oscurecer y antes del amanecer. Esta es la leyenda original de la que hicimos este resumen:
"As Fontes do Vedral están entre O Reguengo e San Paio, na parroquia de Santiago, Mondoñedo (Lugo). 
Había dúas fontes unidas polo carreiro que comunicaba O Reguengo con San Paio. Cada unha delas co seu pío de granito entre dous vargos de lousa que servían de lavadoiros. A diferenza máis notable entre elas era a súa situación. A primeira estaba en sitio solleiro, na camposa do seu arredor tendíase roupa ao clareo. A segunda era avesía por estar socavada nunha especie de cova na que os raios de sol entraban mainiños ó solpor. Era esta a fonte máis feiticeira na que ó amencer se peiteaba medio espida a moza máis loira e máis fermosa que nunca endexamais ningún home se imaxinara (Penso que dicían que era filla dun rei mouro ¿…?) pero todo aquel que ousara axexala quedaría enfeitizado. 
Un veciño do lugar, con nome e apelidos (…?), son incapaz de lembrar o seu nome, foise achegando silandeiro polo souto ata agocharse nunha cachoupa vella dun castiñeiro e por un dos seus furados podía albiscar á doncela que cantaruxaba mentres peiteaba cun peite de ouro os seus fermosos cabelos. 
Cando ela se retirou, o veciño saíu da cachoupa ás catro patas tan ledo que non se decatara de que quedara convertido nun carneiro branco que aínda cando eu era neno seica saía ó carreiro e turraba a todos os que se achegaran antes da saída e despois da posta do sol. Por iso os nenos sempre tivemos certo reparo para cruzar polo Vedral. 
[Remitida por Francisco Piñeiro (natural de O Reguengo), residente en Cervo (Lugo). Decembro de 2012]"

Desde este lugar empezaremos a tener buenas perspectivas de la ciudad de Mondoñedo, capital del concello, sede episcopal de legendaria historia, y antaño cabeza de una de las antiguas siete provincias gallegas. No llegaron los barcos del mar que quiso traer el obispo Sarmiento pero sí bajo su mandato se realizaron otras muchas obras que hicieron de Mondoñedo uno de los más encantadores enclaves históricos y artísticos de toda la ruta


Un poco más arriba de Mondoñedo los altos de Prado (388 m) y Bosque de Silva. Por esa ladera sale de Mondoñedo a la izquierda, por San Queitano, el ahora llamado camino complementario que durante décadas fue camino oficial al Alto da Xesta y Abadín pasando por Maariz y Lousada, ruta que discurre por aldeas y zona poblada y transitada, abriendo sus puertas además el alojamiento O Bisonte de Maariz, toda una institución caminera, así como el Albergue de la Naturaleza de O Vilar

 A la derecha de la Pena da Roca es el Monte do Pico (718 m) y O Pilar da Pena. Por allí sube desde el valle del Rego de Cesuras el nuevo camino oficial, que saliendo también desde la Praza da Catedral de Mondoñedo se dirige a Alameda dos Remedios y recorre ese valle para subir desde A Infesta monte arriba, al Pie del Porto da Cabana Vella (631 m), los Montes da Cabana, y Pena Morcán (737 m). Luego se reunirá con el anterior en Gontán, concello de Abadín, siendo una ruta más dura, totalmente de montaña y que pasa por parajes despoblados


Y en medio de la ciudad asoman bien reconocibles las dos torres de su catedral, la cual empezó a construirse hacia 1219, siendo estas torres parte de su obra barroca. A sus pies se unen este y el otro camino oficial, el que entra en Galicia por Trabada luego de cruzar la Ría de Abres, atraviesa el Val de Lourenzá y sube a Lindín para bajar a Mondoñedo por el barrio de Os Muíños

Se unen dos pero se vuelven a separar otros dos, los ya citados por Maariz y por A Infesta


También podremos ver la iglesia de Santiago con su ábside mirando hacia aquí y su torre-campanario sobre la Praza do Concello, construida en 1890 y consagrada en 1900 por lo que al ser nueva en relación con la de la catedral pasó a llamarse Igrexa Nova o de Santiago A Nova. Enfrente vemos El Centro Cultural da Alcántara, que en origen fue un conjunto formado por el Convento de Alcántara, la Iglesia de San Pedro de Alcántara y la Capilla de la Venerable Orden Tercera. No sirve de referencia pues al lado está el Albergue de Mondoñedo (público)


Al fondo el valle del Rego de Cesuras, por donde va hacia A Infesta el camino que sube cerca del Monte do Pico, Más cerca, parte de San Lázaro, con la nave de la maderera ECAR, donde estuvo uno de los primeros campos de fútbol de Mondoñedo. Por allí nos dirigiremos al centro de la ciudad


Avanzamos un poco más y tenemos otra nueva perspectiva del valle


Abajo ya divisamos San Lázaro, antesala de la ciudad de Mondoñedo: por allí va el Camino. Poco más allá sigue la carretera N-634. Arriba es el Alto da Costa Vella bajo el cual se ven las casas de O Vilar, Valiño y Formigueiro, parroquia de Os Remedios


Más en la lejanía reconocemos, en medio de un campo, el Mosteiro dos Picos, antigua abadía abandonada de San Martiño de Vilourente. Sobre él los montes de Os Salgueiros y el Chao da Lagoa (599 m)


De San Martiño de Vilaourente, supuestamente construido en el año 1348 por los franciscanos, sabemos documentalmente que el 9 de agosto de 1379 le es concedido privilegio real, otorgado por el monarca Enrique II de Castilla o de Trastámara, confirmado más tarde por su hijo Juan I en documento del 25 de abril de 1382, mostrando su devoción por este convento de "Vilalaurente" en el que "se acogen muchos peregrinos que van al Apóstol Santiago". De ahí sabemos que tenía hospital de romeiros xacobeos y que por ahí pasaría una ruta hacia Santiago

En el año 1676 acontece un suceso que muestra las tensiones con las autoridades eclesiales mindonienses. Un fiel devoto dona a los frailes una ermita en San Antonio do Carrascal y se produce un intento de traslado frenado por la jerarquía catedralicia que acabará con el auto del Real Consejo ordenando el regreso de los franciscanos un año después


En el año 1687 comenzarán las primeras intervenciones que transformarán la original fábrica medieval monacal, la cual estaba muy deteriorada, construyéndose un lienzo del claustro donde estaban la bodega y la panera, siendo este reedificado, así como la casa desde la capilla mayor a la iglesia, la sacristía y la hospedería. En 1701 nuevas obras se derribará la antigua torre del campanario y se hará una nueva de más altura. En 1715 el Obispo Muñoz y Salcedo sufragará la construcción de una nueva iglesia


En 1884 pasará a estar ocupado por los Pasionistas, quienes residirán en él hasta 1964, empezando un periodo de total decadencia del conjunto que caería en la ruina pese a alguna tentativa, infructuosa, de restauración. Su traza actual es el de claustro cerrado por tres tramos y el cuarto por la iglesia, de planta rectangular y cúpula sobre el altar mayor


De pronto el Camino pasa bajo un cabazo que se alza sobre dos altísimas cepas: llegamos así a San Paio


Acto seguido el Camino pasa bajo esta casa-puente que se alza también sobre el Camino, donde se han detenido dos bicigrinos un instante


Prontamente reanudan su marcha hacia el siguiente cruce, donde encontrarán otra bajada


Un buen lugar para guarecerse si nos pilla una tormenta, o en días de sol castigador, con el frescor de su sombra y viejas piedras


Continuamos en esta rúa entre las primeras casas de San Paio, asentadas en un rellano de esta ladera


Vista atrás de este precioso conjunto que se contempla con un cabazo


Vista adelante junto al jardín de hortensias


Más flores en las macetas de esta vereda, bajo la pared de la casa


Y ahora bifurcación y a la derecha, donde volvemos a bajar


El Camino es aquí una pista hormigonada que baja en fuerte pendiente


Y he aquí otra magnífica y espléndida vista del valle del Valiñadares en su unión con el de Cesuras, formando una amplísima veiga en el acceso a la ciudad de Mondoñedo


En primer término, bajo nosotros, es la capilla o capela de San Paio, que da nombre a esta aldea, a cuya izquierda sigue bajando el Camino. Es del siglo XVI con reformas posteriores. Fijémonos en el ventanuco en forma de saetera que da luz natural al interior de la cabecera y capilla mayor, así como en su espadaña


Abajo, la 'recta de Mondoñedo' de la carretera N-634a y, extendido linealmente a su derecha, el barrio de San Lázaro, por donde continúa el Camiño Real y ruta xacobea, barrio al que llegaremos tras cruzar la carretera y pasar el puente de su nombre, A Ponte de San Lázaro, otro de los monumentos del Camino de Santiago, sobre el río Valiñadares


Poco más allá hallaremos la capilla y malatería que también dan nombre al barrio, histórico centro asistencial para malatos o leprosos, así como otros afectados de males de la piel que eran tenidos por la misma enfermedad


Nosotros llegamos ahora a la capilla de San Paio que, situada en este pequeño rellano al lado del Camino, es un precioso mirador


En el interior hay un interesante retablo del siglo XVI, presidido por San Paio (San Pelayo), el patró, pero con más imágenes religiosas, joyas del barroco gallego


En medio es sin duda San Pelayo o San Paio, con la tenaza y la palma del martirio. A su derecha aparece un personaje con hábito blanco y un báculo y a la izquierda otro con una espada


Vista de San Paio y San Lázaro desde la capilla con el valle de Cesuras y la subida por A Infesta en la distancia


Reemprendemos la marcha y continuamos bajando hacia las últimas casas de San Paio


Salimos a otro camino asfaltado y continuamos a la derecha, bajando hacia las casas


Estemos pendientes de las flechas y conchas del Camino, como estas que vemos en el muro de la izquierda


Es esta la última rampa en descenso antes de llegar al valle del Valiñadares, que serpentea entre las casas


Fijémonos en las persistentes nieblas de las montañas, un gran inconveniente para las comunicaciones entre esta comarca de A Mariña con la de la Terra Chá por puertos como el del Alto da Xesta, lo que obliga a los consabidos cortes de tráfico en la famosa Autovía del Cantábrica (A-8), verdadero punto negro en esta vía de comunicación, como reiteraremos según avancemos por tierras mindonienses


No suele haber apenas paso de vehículos, pero estemos pendientes pues apenas hay espacio para pasar un peatón y un coche


Las flechas, en los cruces, nos marcan el itinerario, si bien no existe mayormente riesgo de pérdida


Fijémonos ahora en la esquina de la última casa


Presenta una característica rebaja, que veremos en más lugares, que quita una buena porción de arista y facilita la circulación de vehículos


De frente, en los montes de Viloalle, volvemos a ver el paraje de Os Castelos, solar como hemos dicho de otro de los numerosos castros galaicos de la comarca, donde Francisco Mayán, Cronista Oficial de Mondoñedo de 2000 a 2010, junto con un grupo de alumnos del IES San Rosendo, realizó un profundo examen de los restos. Suele de todas maneras aparecer erróneamente mencionado como "Castelo da Toxiza"


Ya vemos la llanura del valle del Valiñadares, una espaciosa veiga atravesada por  la carretera N-634a


De frente a nosotros, en la carretera, las casas de Xirós, donde acaba la bajada


Grandes fincas llanas en esta extensa veiga, a la izquierda, un prado recién segado


A la derecha, plantaciones de fabas


Salimos a otro camino a la izquierda, viendo de nuevo a lo lejos el Monte de Camba, donde estuvo, hasta bien entrado el siglo XIX, la Dehesa Nacional de Vilamor, una de las que hubo en Mondoñedo, destinada a proveer de madera a la armada de guerra y a la marina mercante


La Dehesa Nacional de Vilamor tenía sobre todo grandes plantaciones de pinos, pero también abedules y algunos carballos. En 1862 fue subastada y en la actualidad está plantada de eucaliptos, si bien conserva su muro de cierre 


Señales del Camiño de San Rosendo, por ellas sabemos que estamos a poco menos de dos kilómetros de la catedral de Mondoñedo


Llegamos a la carretera N-634a en plena recta, donde seguimos a la izquierda, por esta vereda peatonal


A lo lejos, la ciudad de Mondoñedo, donde reconocemos perfectamente bien la iglesia de Santiago o Igrexa Nova, la primera que se construyó, entre 1890 y 1901, en la ciudad aparte de la catedral


Ciertamente su silueta compite con la de las torres de la catedral, más allá a su izquierda, torres barrocas del siglo XVIII, la de la izquierda vista desde aquí es la del reloj y la derecha la de las campanas, donde se alberga la famosa campana Paula, que por ella se llama a Mondoñedo "la ciudad de la Paula"


Más arriba es San Queitano o San Cayetano, donde en el último tercio del siglo XVIII funcionó la fábrica de loza de Lorenzo da Riva Otero, antecedente de los alfares mindonienses, establecidos principalmente en el barrio artesanos de Os Muíños, pero también en los de O Couto de Outeiro y Río de Sisto


Y arriba en lo alto, dominando la ciudad y el concello, A Pena da Roca, llamada así por el penedo o peñasco de su cima, que también es llamado A Pena da Portela, posiblemente por algún portillo o cierre y paso ganadero, pues es zona de braña y pasto



Estamos a poco más de 154 kilómetros de Santiago, según indica el mojón


A nuestra derecha, extensas tierras de labor en la vega del Valiñadares. En las inmediaciones se tienen noticias, además de la existencia de molinos, de otros ingenios hidráulicos, como mazos de ferreiros, con sus fraguas


Mondoñedo ocultándose entre la tan persistente niebla de su valle y montañas, tal y como la verán muchos peregrinos al acercarse a la histórica ciudad, capital de A Mariña Central lucense y transito a la ya cercana Terra Chá


Esta larga Recta de Mondoñedo es también llamada Travesía de Mondoñedo y es el acceso principal a la ciudad. La nueva N-634 la bordea por la derecha, por el valle de Cesuras, evitando entrar en el casco urbano


Si bien podríamos continuar todo de frente hacia la ciudad de Mondoñedo, para hacer el Camino de Santiago propiamente dicho cruzaríamos a la derecha para seguir el Camiño Real en San Lázaro


Este lugar, con buena visibilidad y además un paso de cebra es el lugar idóneo para cruzar a estas primeras casas de San Lázaro, barrio "situado en el fondo del valle de la ciudad de la Paula" como leemos en Mondonedo.net:
"Pasan por este barrio los caminos históricos del Camino de Santiago, el camino Real y el camino de San Rosendo. Lo atraviesa la antigua carretera nacional 634-A llamada también carretera a Lourenzá o a Ribadeo o Avenida de San Lázaro, y la LU-160 al Valle de Oro, y cuando ambas se cruzan se besan, se ubican las edificaciones más antiguas, entre ellas la Capilla de San Lázaro, la única con Santísimo en toda la Diócesis de Mondoñedo."

Luego de cruzar, pasamos sobre el río Valiñadares por el emblemático puente de piedra de A Ponte de San Lázaro, dos arcos, puerta de este importante arrabal que es la histórica antesala de la ciudad de Mondoñedo



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