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lunes, 5 de octubre de 2015

PUERMA Y CARRIL: ROSAS Y XANAS A LA ORILLA DEL RÍO NALÓN (LES REGUERES, ASTURIAS)


Paisaje de Puerma: el Camino viene de Paladín hacia El Fornu, en la vega del Nalón

Luego de cruzar el río Sotu, afluente del Nalón, en Paladín el Camino Primitivo de Santiago continúa su trayecto por la parroquia de Valdunu, concejo de Les Regueres, en Puerma, cuyo "caserío se distribuye a ambos lados de la carretera AS- 234 (actual AS-372), sobre el antiguo camino real que unía Grado con Oviedo (el que vemos en esta foto)", leemos en el Diccionario geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y pueblos; "Esta disposición del caserío, parte sobre la ladera del barrio de Bolgues y parte sobre una pequeña planicie sobre el río Nalón (esta de la fotografía), hizo necesario distinguir dos nombres, Puerma de Arriba (Puerma Riba) y Puerma de Abajo (Puerma Baxu), núcleos ambos citados en el Catastro pero no recogidos en el Nomenclator".


Saliendo de Paladín nosotros entraríamos en Puerma por Casa Felicitas, en Puerma Riba y aún en el valle del río Sotu o Paladín, llegando a Casa Felicitas, la primera del pueblo en el Camino, situada en una suave cuesta de la mencionada ladera que cae del vecino pueblo de Bolgues


Antes de la casa hay una hermosa panera decorada en sus colondres o tablas que forman su pared, que merece la pena detenerse un instante a contemplar


La panera, evolución en tamaño del hórreo, surgida en el siglo XVII para recoger en ella las grandes cosechas de maíz introducido de América, es de seis pegollos o pilares de madera y con corredor en tres de sus lados, siendo el que mira al Camino el que no tiene, lo que nos permite admirar las filigranas talladas en la madera


Aquí en esta parte encontraremos uno de los símbolos, este de carácter geométrico, que vamos a ver en la panera


Una serie de círculos encadenados forman una hexapétala o estrella de seis puntas y, dentro de ella, un hexágono. Estos motivos eran al final meramente decorativos y daban entender que pertenecían a una buena casería, en la que había recursos y espacio para el arte en un elemento tan práctico como este; pero en origen eran emblemas con significados más profundo


Muchas eran representaciones solares y, por lo tanto, de la divinidad, que existen en el arte popular desde la Prehistoria, aplicados en todo tipo de objetos de objetos y construcciones, edificios, muebles, ropa, calzado, enseres, aperos, etc.etc.etc.


Las filigranas decorativas no se ciñen a les colondres aunque son estas las más visibles y las más grandes, pero también las tenemos, por ejemplo, más arriba, en la unión de los lliños o vigas superiores que forman el rectángulo de la planta de la manera, donde vemos espirales


Las espirales sugieren movimiento continuo y, por lo tanto, transmiten sensaciones de infinito y eternidad. Damos cuenta de lo que dicen al respecto en el Diccionario de símbolos del Blog del Románico:
"Este grafismo, también de tipo circular, está asociado a lo solar, pero su diseño sugiere el movimiento o devenir constante de las fuerzas cósmicas, las cuales viene a encarnarse, por simple observación del entorno cotidiano, con la serpiente, algo que ya se utilizaba en vasijas de la cultura Cucutemi (Rumanía 3800 – 3600 a. C.). A la espiral y a su simbolismo solar están también asociados los cuernos de carneros y los ojos de aves nocturnas como la lechuza, capaces de ver en la oscuridad, por lo cual tendremos que asociar de nuevo a la espiral con la idea o contenido simbólico de “la divinidad que todo lo ve”; pero también al hecho de que el conocimiento ilumina con su luz la oscuridad de la ignorancia, concepto que no es ajeno al hecho de que muchos báculos cristianos rematen su extremo superior con una espiral".

La panera tiene dos puertas, y las dos diferentes en cuanto a su composición decorativa, lo que daría a entender la pertenencia a dos propietarios. Esta primera sería la más profusamente labrada


De abajo arriba tenemos grupos de dos parejas de hexapétalas, tetrasqueles, flores de seis pétalos y de nuevo hexapétalas. Una banda de arquillos de medio punto las separa


El tetrasquel es otro símbolo esencialmente solar presente en prácticamente todas las culturas a lo largo de la historia, representa al sol en rotación fundamentalmente pero su abanico de significados es muy amplio


La hexapétala o flor galana es también un símbolo solar que aparece en el arte mueble e inmueble con gran profusión. Su representación, concretamente, como el tetrasquel, el polisquel y otras 'estrellas', en las estelas funerarias ha llevado a pensar en la representación de la 'solarización o unión del alma del difunto con lo divino


A estos símbolos existentes desde la Prehistoria se añaden otros netamente cristianos, como estos que tenemos entre las puertas, aludiendo todos ellos a la protección de lo que se guardaba en el interior, la despensa de la familia de la casería, sobre todo el cereal panificable, a salvo del ataque de roedores, humedades, podredumbre y otros daños más 'sobrenaturales'


En este aspecto, la representación de la custodia con el Santísimo, tan estrechamente vinculada al pan y al cuerpo de Cristo es sumamente reveladora


A los lados, sendas cruces de malta dentro de círculos completan el simbolismo cristiano de la decoración de esta panera


La cruz de Malta o cruz de ocho puntas que, en su trazo, representa a la vez una tetrapétala


Múltiples cerraduras aludirían de nuevo a varios propietarios, algunas se superpondrían a la decoración a lo largo del tiempo


En esta puerta la decoración es mucho más escueta, cuatro triángulos rectángulos escalenos superpuestos por parejas y en vertical, separados por una línea de rombos


De nuevo una estructura en repetición que transmite ideas de movimiento y continuidad. Su simbolismo y significados son también amplísimos y aparece en el arte universal de todos los tiempos


La subidoria es sumamente simple, dado que hórreos y paneras son, fundamentalmente, elementos muebles, es posible que esta hubiese sido movida en algún momento de su ubicación original, por ejemplo para ensanchar el viejo camino, y se le hubiese hecho otra escalera


Dejamos esta puerta y seguimos avanzando por las representaciones labradas en las maderas de la panera. Hemos de tener en cuenta que en las antiguas, como en los hórreos, la esquina no estaba hecha de dos tablas sino que era enteriza 


Aquí tenemos otro dibujo sumamente interesante


Una composición de varias hexapétalas dentro de un círculo. En La hexapétala, más que un simple motivo ornamental, la historiadora Ana Fe Astorga González nos explica su significado ancestral en un artículo dedicado a este símbolo en la cercana Maragatería leonesa:
"La rosa hexapétala o rosa hexafolia es la tipología de adorno tanto de bienes muebles como inmuebles, más común en Montañas del Teleno y, sobre todo, en la comarca maragata. Su trazado se hace con fáciles pero prácticos giros de compás de tal manera que, a partir de una circunferencia central, se proyectan sobre su trazo otras seis circunferencias con el mismo radio, de cuyas intersecciones resulta una roseta o flor de seis pétalos elípticos. Existen ejemplos tanto de hexapétalas toscas cuyos pétalos se limitan a meras líneas rectas incisas a palo seco como otras finamente talladas o esculpidas.
Aparecen tanto aisladas como unidas componiendo hileras o grupos de hileras, formando lo que llaman “rosa de la vida”. 
El aspecto vegetal de este motivo es solo aparente ya que habría que interpretarlo como una alegoría de la luz de los astros, principalmente el sol. Esta roseta ya existía como símbolo en la Edad del Bronce, cuando en todo el continente europeo proliferaron los cultos solares. Se cree que, al igual que los trísquelestetrasqueles,… y esvásticas son símbolos utilizados como amuleto benefactor o protector. Así pues, este tipo de decoración maragata forma parte del legado de los pueblos de las culturas castreñas del Noroeste que habitaron estas tierras; pero también de los romanos que asimilaron esta clase de representaciones sincretizando en ellas a Júpiter con las divinidades indígenas y, posteriormente, del cristianismo donde viene a significar la luz eterna y, por tanto, la resurrección e inmortalidad del alma. 
Según el historiador José María Blázquez Martínez, los pueblos prerromanos suponían que el cielo era la morada de los muertos y el dominio de la divinidad suprema -representada por el sol-, lo que indica una concepción astral de la otra vida. Blázquez mantiene que las esvásticas y las rosáceas que coronan las estelas hispano-romanas representaban al sol y al rayo, estando asociadas al culto a Júpiter, dios supremo de los cielos y de la tormenta que, por el fenómeno del sincretismo religioso, se asoció al dios al que los indígenas adoraban en las cumbres de las montañas, en este caso, Tilenus. En el territorio de los astures y de los cántabros se tiene constancia de la existencia de un Júpiter Cantábricus y del culto a Taranis; pero, concretamente, en este entorno de La Maragatería, más que el culto a Júpiter como divinidad de las tormentas, se considera que las hexafolias simbolizan a Marte y más concretamente a la divinidad sincrética de Marti Tileno. 
El antropólogo José Manuel Gómez-Tabanera sostiene que en la Península Ibérica, la hexafolia, al igual que la esvástica, gozan de particular predicamento entre diversos pueblos indígenas del País Vasco, Cantabria, pero también en el ámbito astur-galaico y gran parte de Celtiberia, asumiendo casi siempre una significación celeste/astral que quizá expresa la esperanza en la inmortalidad y en la eternidad… 
Es muy probable que, como legado indoeuropeo o celta, tras ser asimilada por los romanos, se incorporase al arte visigodo desde donde pasaría al pre-románico y al románico ya épocas subsiguientes, subyaciendo en el arte popular maragato en el que será usado en un sinfín de realizaciones y materiales (madera, piedra, cuero), desde decoración de viviendas (cargaderos de puertas y ventanas, solados de piedra,…) y cualquier tipo de edificación al mobiliario (arcas, espeteras, alacenas,…) y a objetos tan corrientes como las “madreñas”, los mangos de algunas herramientas, el ajuar de cocina de madera (cucharas, cucharones, tenedores,…) e incluso a instrumentos musicales como las castañuelas o los arreos de los animales de tiro y las caballerías, los carros y carretas,...  
Así pues, cronológicamente, estamos ante un símbolo que ha perdurado a través del tiempo ya que los pobladores de la Maragatería fueron asimilando los símbolos paganos originarios a nuevos significados cristianos y como elementos protectores de sus casas, familia, ganado,…"

Y más círculos, los primeros lisos y los siguientes concéntricos, en la unión de los lliños


Si estrellas, tetrasqueles y cruces son representaciones universales llenas de simbolismo, el círculo, en su aparente simplicidad, no lo es menos sino tanto o más; leemos también en el Blog de Románico:
"Representa la máxima perfección en lo curvo/plano de la misma forma que la esfera la representa en el aspecto tridimensional de círculo (creación del mundo). Es la imagen obvia del sol que domina el día por contraposición a la noche que domina la luna. Contraposición de contendientes que simbólicamente representan el bien (luz para los indoeuropeos) y el mal. Dos signos contrarios que asocian a su grafismo básico otra gran cantidad de representaciones relativas a su concepto en forma de animales, elementos y energías cósmicas. 
El círculo es el sol que ilumina, que propicia la vida animal y vegetal con su calor y que por lo tanto estará presente casi como un amuleto protector en todas partes."

El simbolismo sagrado abarca pues toda una serie de objetos y elementos, no siempre necesariamente litúrgicos sino también domésticos y funcionales como elementos de protección. Llegamos así ya al otro lado de la panera, el que mira a la casa, donde empieza otro tramo de corredor, donde antaño se colgarían les riestres de panoyes o ristras de mazorcas para que curasen, endureciesen y luego se llevasen a moler a los molinos cercanos, haciendo la fariña para elaborar el pan de maíz, la boroña, en casa


Y en la puerta de la casa, que mira a la panera y a la que se accede por este pasillo terraza con barandilla de forja, un detalle que no queremos que pase desapercibido


El nombre, CASA FELICITAS, con una concha debajo y, en ella, una cruz de Santiago, todo en cerámica, como en cerámica es, sobre la puerta, el Nº 1, lo que indica que estamos en la primera casa de Puerma...


El Camino sigue de frente, asfaltado y subiendo aún un poco más, si bien suavemente. Sí advertir que a la derecha hay un camino hormigonado que sube al afamado restaurante Casa Florinda, muy cerca de aquí y uno de los grandes templos de la fabada asturiana y de su gastronomía en general, a la que le dedicamos una entrada de blog, pues en el Camino pueden verse una casería asturiana restaurada y las ruinas del Palacio de Puerma o Casona de la Caballera con su capilla de San Antonio


Como hemos dicho, de Casa Felicitas el Camino de Santiago sigue subiendo por este camino asfaltado, todo recto y de frente


Y pasamos ya junto a la segunda casa de Puerma, llamada precisamente Villa Puerma


Aquí, junto a este elegante cierre, es común encontrarnos aparcado este coche Seat-600, mítico automóvil y símbolo de los años 1960 en España


Un poco más allá, en la fachada, la placa del nombre de la casa

Villa Puerma, con motivos florales

Concha peregrina y alegoría del Año Xacobeo 2010

Más decoración en el porche

Una teja pintada, con el nombre de Villa Puerma y, encima, una herradura


Seguimos ruta, una flecha amarilla nos confirma aquí que vamos en buena dirección



Como tantas veces decimos, observemos el desbroce efectuado en la vereda izquierda, pues ha dejado al descubierto los trabajos de ensanche efectuados en su momento, pues también forman parte de la historia del Camino. Antiguo Camín Real de Galicia, Camín Francés y Camín de Grao, que fue relegado por la apertura, hacia 1850, de la carretera Oviedo-Villalba (actual N-634), a simple vía pecuaria. La mecanización del campo favoreció fuese ensanchado y aplanado, posteriormente asfaltado, para permitir el paso de maquinaria agrícola y camiones, convirtiéndose en carretera local al generalizarse el uso de turismos sobre todo a partir de 1960, la época del 600 que acabamos de dejar atrás


Cuesta abajo, el denso bosque ribereño oculta al río Sotu o río Paladín cuando este entrega sus aguas al Nalón. Al fondo, el Viaducto de La Barrera, en la A-63, indica que la N-634 fue relegada a su vez y a su tiempo, por dicha autovía



Este tramo se inauguró en dos fases entre 2004 y 2007, sin embargo, la también llamada Autovía Oviedo-La Espina seguía aún inconclusa dos décadas después. Al fondo vemos El Picu Mariona (257 m), entre El Regueru la Barrera (de ahí el nombre del viaducto) y El Regueru Canga


Más a la izquierda es El Picu'l Cantu (274 m). Esos montes, al otro lado del Nalón, ya pertenecen al vecino concejo de Grado/Grau


El Camino, aquí carretera local asfaltada, como hemos dicho, hace una curva cerrada a la derecha y pone rumbo oeste ante La Veiga Solmonte, ya en Puerma Baxo. El río Nalón, como en la inmensa mayoría de los ríos que vamos encontrando, no se hace visible, oculto en el boscaje de su orilla


Al fondo es El Picu Tueru (234 m), en la parroquia moscona de Peñaflor, ya muy cerca de aquí, donde cruzaremos el río por su histórico y emblemático puente de piedra


El Camino empieza ahora a bajar, poco a poco, junto a esta panera, con pegollos de madera sobre bodega de piedra (antigua cuadra) en fase de total desmoronamiento


A continuación está la casa y, frente a ella, se yergue un altísimo abeto a cuya sombra vamos a pasar


Tras la curva llega un tramo recto y el Camino empieza a llanear; ya tenemos ante nosotros el desfiladero de Peñaflor, entre cuyas rocas se construyó, en el siglo XII, el puente allí existente, sustituyendo a otro más antiguo que estaba más acá, en Carril, por donde también pasaremos


A la izquierda, cierra el desfiladero El Picu la Peña o Alto de Anzu y, a la derecha, La Peña'l Viso, cyos roquedos asoman más allá de los bosquetes de Puerma


Al oeste, La Sierra Sollera (607 m) separa el valle del Nalón, que tras recibir las aguas del Cubia gira al norte, del valle del Narcea, uno de sus afluentes, cuya cuenca fluvial labra la orografía del suroccidente asturiano


Plantado, como tantos otros, de ocalitos para la industria de celulosa, en su llamativa planicie se encuentra El Campu las Ayalgas, en cuyo nombre se descubren leyendas de tesoros escondidos cuya base real serían las ofrendas depositadas en los túmulos de la necrópolis tumular allí existente. Más abajo es La Cogolla, parroquia de Cueru, en Candamo, más allá del Puente Peñaflor


Encima de Cueru y también al otro lado del valle del Nalón, aunque más bajo que La Sierra Sollera, es El Picu la Uz (355 m)


Y aquí tenemos el Alto de Anzu o Picu la Peña, así conocido por la roca caliza clara que aflora en su cumbre, también llamado Picu los Horrios pero no por los graneros, sino por la raíz prerromana ur, con el significado de 'altura', 'elevación'


Por su parte, el pueblo de Anzu, en la parroquia moscona de Peñaflor, debe su nombre a un hidrónimo (antium, 'río), como es el caso de Puerma (borm, 'agua que brota'), tal vez referidos al Nalón a algunos de sus afluentes que le dan sus aguas en estos pueblos


Seguimos sin ver el Nalón y tampoco la carretera, aunque sí, más arriba, el túnel de la Autovía A-63


Esa es la zona de mayor concentración de casas, con un buen número de hórreos y paneras


La Veiga Solmonte y El Picu Tueru en una magnífica estampa visual desde el Camino, que discurre llano al borde de esta llanura fluvial en la que el río Nalón, un hidrónimo más con su raíz indoeuropea nar, forma este gran pasillo natural de este a oeste que pronto se estrechará en el desfiladero o foz de Peñaflor, que no tiene que ver con flores sino con Froila, Fruela, nombre germánico de algún antiguo posesor del territorio


Entre El Picu Tueru y El Picu Mariona están los montes, parajes y lugares de Las Ensertadas, Las Parrucas, El Costazu, L'Azorera y otros. Contrasta la ribera sur, con sus boscosas colinas, con esta la norte, de llanas praderías


Una foto del mismo lugar al sol de la tarde y al principio del verano, cuando se planta el maíz, hoy ya no como planta cerealística sino forrajera


Una muria de piedras separa el Camino de los prados de la veiga por la zona de El Fornu, "Voz compleja. En principio, y por los entornos observados con este nombre, habría que pensar en el común fornos, bien aplicado a los 'hornos' de las teyeras y caleros entre las calizas; bien en sentido metafórico, por el calor que se acumula en la vaguada al rescoldo de la tarde entre las peñas, o sobre las vaguadas marcadas por los ríos", dice el filólogo Xulio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana


Hay aquí una buena cuneta, que vemos limpia y desbrozada, apenas suelen pasar por aquí más coches que los de los residentes, la carretera AS-372, que va a Peñaflor, pasa un poco más arriba. Saldremos a ella antes de llegar al puente


La hiedra crece sobre la muria. Más arriba, donde están las casas de la carretera, es la ladera meridional del Picu Traveséu, que baja del vecino pueblo de Bolgues, también de esta parroquia reguerana de Valdunu


Caminar por aquí es muy agradable pues, aunque sea por asfalto, pero pronto andaremos por senderos ribereños de tierra y piedra, más agrestes aunque bien trillados


Vayamos preparándonos para la bifurcación en la que dejaremos esta carretera local: atentos al mojón que lo indica pues tiende a quedar cubierto por la vegetación o su umbría


A nuestra izquierda, otro hermoso paisaje de La Veiga Solmonte al caer la tarde, con El Picu Mariona en la distancia


Atención a esta casa de gran corrada separada por una tapia del Camino, pues nada más pasarla tenemos la bifurcación


Está justo después de este cobertizo o garaje


Nosotros seguiremos de frente y en llano mientras la carretera local sube a la derecha



Observemos a los peregrinos, ellos van por el buen camino

El mojón a la derecha, con su flecha amarilla direccional (en contra del pensamiento ampliamente generalizado la posición de la concha no implicaría necesariamente la dirección)


Hay en este tramo buenas matas de plantas y flores que, cuando brotan, hacen de este un tramo bellamente natural y colorista


Estamos en la casa de El Fornu, cuya entrada tiende también a taparse de esta selvática floresta de rosas, hortensias y otras especies florales


Rosas rojas y rosas blancas a la derecha


Rosas rojas y rosas rosas a la izquierda


Calas y más y más rosas...


"Entre claveles blancos y rosas rojas su majestad escoja"... como dice el calambur aquel en el que siempre pensamos al llegar aquí en este momento. Admiremos el paisaje de la veiga en todo su esplendor


Rosa y frutos del árbol, hermosa alegoría de la naturaleza...


Un caracol entre las hojas, cada detalle cuenta...




Siguiendo camino, un buen brote de margaritas parece darnos la despedida de El Fornu mientras seguimos caminos



Y también las rosas, de vivos colores...










Losas de antiguos empedrados













Entrada a la finca de la presa del Nalón. Nosotros vamos a la derecha
























...























Y ahí están las peñas de Peñaflor, la estrechura en la que pasa el río, el Camino, la carretera y el ferrocarril, nada menos



Ese estratégico enclave vio muchos avatares, de los que hablaremos cuando pasemos bajo sus rocosas paredes




Atrás quedó la presa.


Vemos las esclusas








































Aquí hay una estupenda pareja de hórreos de corredor, con subidoria de piedra


Un hermoso conjunto etnográfico













Plátanos en el Camino. Seguro que no todo el mundo se creería si de lo dijeran que en el Camino Primitivo caminaría junto plataneras y platanales. No es frecuente pero tampoco extraño encontrarlos alguna quintana asturiana, pero repetimos como planta decorativa. Los plátanos son muy, muy pequeños y no se comen




Un buen lugar para posar la mochila unos instantes
























































































































Y ya delante de nosotros L'Aracha, antesala de Peñaflor, estratégico paso entre La Peña del Aire a la izquierda  y La Peña del Viso a la derecha, foz o estrechamiento del valle entre dos montañas, por donde pasan río, Camino, ferrocarril y carretera. Nada tiene de raro que este etratégico enclave fuese guardado y disputado desde la noche de los tiempos

Dentro del conocimiento que se tenía en la época, el gran cronista Álvaro Fernández de Miranda escribe en su libro Grado y su concejo, publicado en Madrid en 1907...
"Refiérese que, en las primeras edades, un notable sacudimiento geológico rompió la sierra de la Peral, dique del Océano por un lado, y se formó el inmenso boquete de Peñaflor por donde las aguas del mar, precipitadas, inundaron la vega de Grado. Muy atrevida es la afirmación, pero existen indicios que la hacen verosímil"























































No hacemos caso a los desvíos, continuamos por la carretera



Hay una curva a la derecha


Y pasamos por el barrio de Las Casas


Casa Benigno a la derecha


Pasamos pegados al quitamiedos


El Regatu la Vara a la izquierda


Pasa bajo la carretera y corre a dese,bocar al Nalón


A la derecha una artística fuente


En medio de los jardines


Huertas y pequeño hórreo


Atrás la colada...


Hortensias. Hay ahora a la derecha un poco de acera


Empacando hierba


Las Casas aprovechan la ladera de la montaña para asentarse


Macetas y flores


 Al sur La Peña del Aire (259 m)


Seguimos caminando


Señales del Camino


Casa de la luz


Esto fue antaño zona minera, quedan a la vista restos de las antiguas explotaciones


Luego, las viviendas...



Aquí vivieron mineros que trabajaban en Mina Mariqueta, explotación de caolín que empezó a trabajar en 1956, del grupo Minas de la Serna (Arciresa), que en 1971 fue la principal productora de España con 100.000 toneladas, cerrando su actividad en 1996. Enfrente, al otro lado del río, estaba la Mina Casualidad, de la misma compañía


Casas pegadas a este gran peñón


Un merendero, con fuente


Nos acercamos al cruce, al puente y al bar


Las casas aquí también se asientan en la pared vertical de la peña


Podemos hacer un alto en Casa Aurina, sita a nuestra izquierda, justo antes de cruzar el Nalón


Entre esta casa y la siguiente casa iremos a la izquierda para cruzar el famoso puente de Peñaflor. Un hito del Camino y puerta de la historia











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