| Entrando en el concejo de Salas: en primer término San Marcelo o San Marciellu desde el Camino |
Nada más empezar la bajada desde el santuario de El Freisnu por Los Morriondos, el Camino de Santiago deja el concejo de Grado/Grau y entra en el de Salas por la parroquia de Doriga, dando vista al primero de sus pueblos, San Marcelo o Samarciellu, en el valle del Regueiru la Meredal o del Freisnu, que nace en las estribaciones occidentales de estos montes que separan el valle del Nalón del valle del Narcea, hacia el que emprendemos un largo aunque escalonado descenso, rumbo a La Rodriga y el puente de Cornellana
| Doriga (arriba) con la torre del palacio y a la izquierda las casas frente a la iglesia (se ve el campanario) |
Desde el Camino reconocemos, un poco más allá, Doriga, la cabeza de la parroquia, fácil de identificar por la torre del Palacio de Doriga (arriba a la derecha), del siglo XIV, a la cual se le añadió en el siglo XVI un edificio palaciego de gran notoriedad, el cual llegó a ser cuartel general del mariscal Ney en la francesada. Un poco más a la izquierda, frente a la iglesia de Santa Eulalia, de origen medieval, está el albergue de Cá Pacita, establecimiento de gran solera que es una de las referencias en este tramo de ruta
| Nuestra Señora de El Freisnu subiendo desde La Venta |
El santuario de Nuestra Señora del Freisnu, al que subimos desde Acebéu, en San Xuan de Villapañada (donde hay albergue) por La Venta y La Pelona, es uno de los grandes símbolos del Camino de Santiago en Asturias. Este lugar con su santuario representa el paso de los valles de la cuenca del río Nalón a los del Narcea, el tránsito entre las antiguas Asturias de Oviedo a las Asturias de Tineo, del centro al occidente, reminiscencia varias veces milenaria de los territorios de los astures lugones y los astures pésicos
| El Freisnu: de frente el Camín Real de la Mesa, que cruza el Camino de Santiago (derecha-izquierda) |
El templo se sitúa en un promontorio sobre la encrucijada de dos históricos caminos que fueron de los principales de Asturias hasta la apertura de las primeras carreteras a mediados del siglo XIX, que los relegaron a vías pecuarias y de comunicación local: el Camín Real de la Mesa, que comunicaba la costa con la meseta a través de la Cordillera, y el Camín Real de Galicia o Camín Francés, actual Camino Primitivo, que se cruza con él aquí, al pie del santuario, cruzándolo nada más acabar la cuesta (a la derecha, en la foto), y empezando acto seguido a bajar hacia Cornellana vía Doriga (izquierda)
Y aquí, ante este santuario de honda tradición romera, del que hablamos ampliamente en las entradas de blog correspondientes a los tramos anteriores del Camino, tomamos el camino de la izquierda en El Morriondu o Los Morriondos, no sin antes no advertir dos cosas:
-Si se está bien de tiempo y fuerzas puede subirse prado arriba a visitar el santuario y, aunque esté cerrado y, además de contemplar un paisaje excepcional, que en días claros llega hasta Oviedo/Uviéu y aún más allá (Picos de Europa, por ejemplo), puede verse el interior del templo, aunque esté cerrado, a través de una mirilla en la puerta de la capilla del lado norte (al otro lado de la iglesia), con su retablo y la imagen de Nuestra Señora del Freisnu, de gran devoción popular y que atrae a numerosos romeros y peregrinos-Siguiendo por el Camín Real de la Mesa, asfaltado en su tramo desde Dolia, en Miranda, puede llegarse, en kilómetro y medio, a Cabruñana, donde en su antigua escuela se habilitó un albergue de peregrinos cuando, en 2010, este tramo de bajada hacia Doriga quedó cortado un tiempo a causa de las obras de la Autovía A-63 Oviedo-La Espina. Dicho albergue sigue operativo y suele emplearse cuando los demás de la zona se llenan. Desde él no hace falta regresar aquí para continuar ruta, sino que puede seguirse por un trazado alternativo que enlaza con el oficial pasado Doriga. De él nos ocupamos también en la oportuna entrada de blog: http://xurdemoran.blogspot.com/2019/08/la-cabrunana-el-freisnu-la-izquierda-el.html
Aquí, en el caso que nos ocupa, el Camino de Santiago oficial, tomaremos como hemos dicho El Camín del Morriondu o de los Morriondos, que sigue a la izquierda. Aquí, nada más empezar la bajada, unos carteles nos anuncian que dejamos el concejo de Grado/Grau para entrar en el de Salas por esta, una de las puertas históricas y geográficas del occidente astur, en términos de la parroquia de Doriga
Este era el Camín Real de Galicia, denominado documental y toponímicamente Camín Francés por proceder de Francia y por pasar por él viajeros francos o franceses, término el primero que englobaba a centroeuropeos en general allende de los Pirineos y, entre ellos, muchísimos peregrinos a Santiago
Cuando a raíz del famoso Xacobeo'93 se señalizó su trayecto dentro de la recuperación de las rutas jacobitas, empezaría siendo llamado Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior, nombre bastante exacto pero un tanto largo, por lo que, pocos años después, se le asignó la denominación de Camino Primitivo
De todas maneras, los nombres tradicionales, aparte de otros que iba teniendo según cada trecho, como aquí el de Los Morriondos, eran Camín Real de Galicia, 'real' es decir, del reino, algo similar a la actual 'red de carreteras del estado', salvando las distancias, y Camín Francés. Realmente todos los caminos que procedían de Francia eran así llamados, únicamente en la actualidad, de manera flagrantemente antihistórica, se dio en denominar así a uno solo de los caminos actualmente oficiales en España
A lo lejos, la línea de cumbres de La Sierra Tineo, holladas por los parques eólicos, como gran parte de las del occidente asturiano, señalan al peregrino el escenario de futuras etapas...
Según bajamos, empezamos a ver, a lo lejos, las montañas del Narcea. Este Camino por Doriga tuvo una segunda época de 'esplendor' en la posguerra civil, con el estraperlo o contrabando de productos de primera necesidad, evitando la carretera general que era donde estaban los fielatos o puestos de recaudación de bienes de consumo
"Doriga era un lugar de paso para los contrabandistas. Pasaban por aquí para evitar La Cabruñana. Esto daba lugar a un intercambio de productos. Se trataba de un punto obligado en el tráfico comercial con la meseta", así explicaba Antonio Arias, Toño, de Ca Pacita, esta historia caminera en entrevista para Ignacio Pulido en La Nueva España del 13-1-2011
Ahí tenemos La Peña Borreras (536 m), sobre el pueblo de este nombre, en la parroquia salense de Cermoñu, uno de los montes que se alzan al oeste del valle del Narcea, cuyas vegas no empezaremos a ver hasta más abajo de Doriga
En Borreras está la capilla del Cristo de la Salud, que celebra romería en septiembre
Más abajo, Valbona, en el pequeño valle del Regueiru'l Páramu, afluente del Narcea, también llamado El Regueiru Valbona
Más atrás están La Esquita y La Casa la Redonda, en La Planadera, también parroquia de Cermoñu, solar de la capilla de San Miguel. Más arriba son los altos de La Curruquera y El Llanu la Sierra, estribaciones de La Sierra las Traviesas. Más en lontananza reconocemos
Según bajamos vemos también, a la derecha de La Sierra Borreras, el Alto de Santa Ufemia (478 m), sobre la aldea de este nombre, perteneciente a la parroquia de Cornellana
Ahí están también El Campu Sanandrés y La Sierra la Santa y, en la ladera, la capilla de La Santina, una de las numerosas advocaciones marianas de estas montañas que parecen guardar reminiscencias cristianizadas de antiguas creencias ancestrales habidas en estas montañas desde la Prehistoria
Más a lo lejos, La Sierra Bodenaya, también llena de aerogeneradores, señala al peregrino la subida a La Espina, que pronto afrontará
Su cota cimera es El Rebollín (816 m), que nos sirve también de referencia, pues se alza sobre la villa de Salas, la capital del concejo que, en medio del valle del Nonaya, afluente del Narcea, nos es imposible ver desde aquí
Prosiguiendo el descenso por Los Morriondos, topónimo que, con la raíz preindoeuropea mor delata la presencia de piedra, de ahí por ejemplo 'morrillo', aparecen ante nuestra vista nuevas montañas. En primer término es la ladera del Monte Payón, con El Picu la Cutaniella, cuya cima veremos desde un poco más abajo
Más allá, ya al otro lado del profundo valle del Narcea, identificamos El Picu los Tayos (425 m), situado al norte del Alto Santa Ufemia. Un poco más abajo es El Picu los Carbayinos (301 m)
Del Picu los Tayos por su ladera norte, en plano descendente a la derecha, están El Campu los Vaqueiros y Ricabo. Cuando bajemos un poco más veremos el pueblo de Suburriba o Sobrerriba, por donde sube el Camino de Santiago desde Cornellana, para bajar posteriormente de nuevo al valle del Nonaya en Llamas, parroquia de Villazón
El Camino de Santiago que sube por Suburriba mira de frente a la aldea de Folgueirinas, cuyas casas vemos en una campera a la derecha, al pie de La Sierra Faxas, que cierra el valle del Nonaya por el norte, río afluente del Narcea, al que desemboca en Cornellana. Seguidamente están El Monte Palmayor (327 m) y La Sierra Llourís o Lorís, loma cuyas mayores altura son el Monte Cardús (413 m) y El Picu Camuñu (433 m). A su izquierda el Nonaya recibe las aguas de sus afluentes el Figares y el Camuñu, que bajan desde su nacimiento uno a cada lado de la montaña
Más a lo lejos, Mallecina, en el extremo oriental de la Sierra de San Juan o San Xuan y donde se conserva la impronta indiana en muchas de sus construcciones. En lo más alto otro parque eólico se extiende por La Sierra Curiscao, todo ello en zona de brañas vaqueiras y rutas de arriería, peregrinación y trashumancia entre los concejos de Salas y Valdés
La Sierra Curiscao, en línea descendiente hacia el sur, llega a enlazar con las de La Cueva o Los Gayos, cerca ya de La Espina
"Esta tradición viaria es más antigua, ya que podemos rastrear por sus cumbres y las aledañas varios monumentos megalíticos que las tapizan. Es una zona de paso de la costa al interior, utilizada por los vaqueiros en su trashumancia anual, y que hoy todavía usan los lugareños para llevar su ganado en época estival. La sierra se encuentra cubierta de monte bajo, praderías y matorral, con replantaciones de coníferas en las laderas."
Dicha enciclopedia, publicada en 2003, ya era premonitoria al anunciar que "La zona está azotada por los vientos de manera constante, por lo que existe un proyecto de parque eólico en las sierras de Pumar y Curiscao, llegando hasta la de San Juan". Es el parque eólico que estamos viendo
Monte totémico por excelencia en Salas es El Viso (675 m), situado también sobre la capital del concejo y cuya amesetada cima asoma más allá del Picu los Tayos. El puntito blanco que reconocemos a su izquierda es el del santuario de Nuestra Señora del Viso, patrona de Salas, de renombrada romería, santuario mariano del que mucho habremos de hablar según avancemos hacia la villa...
A su izquierda, el Camino de Santiago subirá de la villa de Salas a Porciles, Bodenaya y La Espina, cuya famosa meseta comienza a vislumbrarse en aquellos parajes
A nuestra izquierda tenemos El Picu Curuoza o Curueza (524 m). Por allí nace uno de los arroyos que formarán, al juntar sus aguas valle abajo, El Regueiru'l Freisnu o Doriga, afluente del Narcea, cuyo curso nos acompañará en esta gran bajada al valle del Narcea
Las casas y la cumbre marcan la divisoria de concejos, muy cercana al camín real, que discurre por su vertiente oriental (a la derecha), no en vano ahí existe el topónimo El Camín. A dicha ruta se la denomina asimismo en la zona La Carril Vieya y La Caleona
La pista es muy espaciosa, como una carretera pero de suelo de zahorra. La vieja y milenaria senda caminera fue ensanchada para el paso de camiones durante las obras de construcción de la Autovía de La Espina, que pasa bajo nosotros. Actualmente no tiene ningún tráfico y prácticamente solo es usada por los peregrinos
Cuando se cortó el Camino fue cuando se trazó el desvío momentáneo de El Freisnu a Cabruñana, el cual sigue usándose pero muchísimos menos que este, el Camino oficial
En este gran desmonte vemos a la izquierda una placa colocada en la pared de roca sobre un pequeño pedestal de cemento
Es en memoria del peregrino Francisco Javier Santamaría Ramiro, de Alcalá de Henares, fallecido en este lugar hace unos años
La vegetación va cubriendo las cicatrices hechas en las montañas con las obras de la autovía, la cual ha ocasionado un profundo impacto ambiental y paisajístico en el Camino Primitivo, como hemos ya tenido ocasión de comprobar y seguiremos comprobando. En cambio, aunque ha acercado algunos pueblos y villas a la capital asturiana, sus obras, demoradas inexplicablemente varias veces, aún no habían concluido más de un cuarto de siglo después de comenzadas
Recomendamos cierta precaución en esta pronunciada bajada, pues hay mucha piedra menuda suelta, así como baches ocasionados por el agua arroyando y formando regueros con las lluvia, lo que puede dar pie a algún inesperado tropezón
Recomendamos cierta precaución en esta pronunciada bajada, pues hay mucha piedra menuda suelta, así como baches ocasionados por el agua arroyando y formando regueros con las lluvia, lo que puede dar pie a algún inesperado tropezón
Líneas de alta tensión cruzan esta sierra de parte a parte, procedentes del embalse de Soto la Barca y su central eléctrica, Narcea arriba
Ahora sí que vemos bien la cima del Picu la Cutaniella (344 m), con el Alto Santa Ufemia y La Peña Borreras en lontananza
Seguimos asombrándonos ante el tremendo desmonte realizado en la montaña al ensanchar esta pista. La autovía pasa justo debajo de nosotros a nuestra izquierda, pero muy profunda, no la veremos hasta que bajemos unos metros más
La ladera incluso ha tenido que ser reforzada en este sector, para evitar argayos o desprendimientos de tierra que pudieran afectar a la pista y a la misma autovía
Allí además se ha instalado un vallado para separar la pista del precipicio hacia la autovía
Justo encima, por Ricabo y bajo El Campu los Vaqueiros, como hemo dicho, sube el Camino, mirando a Folgueirinas, para luego bajar a Llamas y La Veiga Villazón, en el valle del Nonaya. A lo lejos seguimos admirando el paisaje de la sucesión de montes y cordales, Faxas, Palmayor, Llourís, Brañaivente... hasta La Sierra Curiscao y sus eólicos, dominando en paisaje, a occidente
El Picu la Torre (899 m), El Picu la Curcimera (814 m), Penadrada (724 m) y La Sierra los Baos, en el extremo occidental del concejo de Salas
Bajamos bastante rápido por esta pista, es un buen 'juego de piernas', en descenso recto y directo. De frente y al otro lado del valle son los bosques de El Castañéu
A la derecha tenemos el gran paredón resultado del desmonte, a la izquierda el vallado de la autovía
Según bajamos, no perdemos detalle del paisaje, ahora aquí, algo más cerca...
Ahí en medio tenemos 'el tubo' que pasa debajo del enlace entre la Autovía Oviedo la Espina A-63 con el Corredor del Narcea AS-15. Es la comunicación de las casas de La Reaz, que están ocultas entre los árboles de la izquierda, con Doriga: por ahí pasa el Camino. Más arriba y más lejos vemos La Reguera, parroquia de Cornellana, en plena vega del Narcea, La Veiga Rondeiro
La pista va haciendo un poco de curva a la derecha, siguiendo la sinuosidad de la orografía de esta ladera
Y empezamos a ver, cuesta abajo, las casas de San Marcelo o Samarciellu situadas al final del pueblo y a los lados del Camino, cuando este sale hacia La Reaz y Doriga
En San Marcelo/Samarciellu acaba la primera gran bajada al valle del Narcea desde El Freisnu,

Seguidamente cruzaremos El Regueiru'l Freisnu, también llamado La Meredal o Doriga e iremos a La Reaz, pasaremos bajo el mencionado enlace de la autovía y pasaremos a la aldea de Doriga, cabeza de la parroquia, que empezamos a ver un poco más allá. En Camino de San Marcelo/Samarciellu a La Reaz llega a la rotonda del enlace y gira a la izquierda por las praderías de la izquierda y, tras pasar bajo dicho enlace, se dirige a la iglesia de Doriga (arriba de la foto) y el grupo de casas enfrente de ella, donde está Cá Pacita, parada y fonda de romeros
Seguidamente cruzaremos El Regueiru'l Freisnu, también llamado La Meredal o Doriga e iremos a La Reaz, pasaremos bajo el mencionado enlace de la autovía y pasaremos a la aldea de Doriga, cabeza de la parroquia, que empezamos a ver un poco más allá. En Camino de San Marcelo/Samarciellu a La Reaz llega a la rotonda del enlace y gira a la izquierda por las praderías de la izquierda y, tras pasar bajo dicho enlace, se dirige a la iglesia de Doriga (arriba de la foto) y el grupo de casas enfrente de ella, donde está Cá Pacita, parada y fonda de romeros
En San Marcelo/San Marciellu encontraremos también el albergue Casita Mandala, poco antes de las casas que estamos viendo
De la iglesia apenas vemos el tejado de la nave y parte de la torre campanario. Más a la derecha reconocemos algunas dependencias del Palacio de Doriga, como la casa de los caseros y una panera
El Camino subirá luego a La Veiguina y pasará junto al cementerio antes de emprender la bajada final al valle del Narcea en dirección a La Ponte o Las Casas del Puente, yendo luego a La Rodriga para pasar a Cornellana
Un par de pasos más y ya vemos la torre del palacio, bajo la colina de El Pandón (287 m). Recordemos que las casas de más al fondo (arriba del todo en la foto) son las de Sobrerriba/Suburriba y están al otro lado del valle
El Palacio de Doriga fue construido entre los siglos XV y XVI como casona-fuerte a partir de la torre bajomedieval almenada (s. XIV) que es el elemento que mejor identificamos desde aquí
Su finca es El Praón del Palacio y su entorno ha quedado también un tanto afectado por los enlaces de la A-63 con la AS-15 y la SL-9 (que va a la N-634), cuya rotonda está justo delante
Del resto del palacio, que se extiende a su izquierda, apenas vemos los tejados. Más arriba el Camino de Santiago sale de las casas de la iglesia para subir a La Veiguina. Tal y como nos explica el historiador Luis Antonio Alías en su libro El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios, fue esta de las pocas torres que los Reyes Católicos no ordenaron tirar abajo para prevenir rebeliones nobiliarias
La torre del palacio es de cuatro pisos y sus muros tienen 120 centímetros de grosor. De aquí era Garcí Fernández de la Doriga, quien en 1378 representó a Salas en la Junta General de conceyos asturianos, celebrada en Avilés. Luego, ya hecho el palacio, este fue residencia momentánea y cuartel general del mariscal Ney, 'el favorito de Napoleón', cuando avanzaba camino de El Freisnu tras pasar con sus tropas el Narcea por Cornellana en mayo de 1809, antes de la batalla de Peñaflor de la que tanto hemos hablado al pasar por allí
De todas maneras, su inquilino más famoso debió ser Valentín Andrés Álvarez, quien licenciado en Físicas por la Universidad de Madrid, pasó a ser estudiante de Mecánica Celeste en La Sorbona, donde vivió intensamente la "Belle Epoque" de París. Catedrático de Economía, escritor, miembro de la Generación del 27, amigo de Valle Inclán y de García Lorca (al que hospedó aquí cuando actuó en Asturias con la compañía La Barraca), pero que de lo que más orgulloso se sentía era de haber sido, en los felices años veinte, campeón nacional de tangos. Vimos su busto en el Parque de San Antonio en la villa de Grado/Grau
El Palacio de Doriga fue adquirido en 1883 por Juan Fernández Bao, con todas sus posesiones, al Vizconde del Cerro. Y ha continuado desde entonces alojando entre sus muros a personajes de relevancia del panorama cultural español.
Posteriormente fue el suegro de D. Valentín Andrés y yerno de Fernández Bao, D. Indalecio Corugedo Fernández, quien llevó a cabo una reforma integral del complejo en los años finales del siglo XIX y los primeros del XX según el gusto de la época, en la que en aquella zona proliferaba la arquitectura y gusto de los indianos junto a elementos modernistas que llegaban también a Asturias desde otras tierras.
Fruto de aquel momento es el parque de estilo francés, el comedor modernista, o el grandioso baño traído de la Exposición Universal de París el año 1.900.
Esta herencia indiana, prisionera entre paredes medievales y renacentistas, no dejan de otorgarle un exótico carácter a este palacio rural asturiano.
Espacio de arte y cultura que será testigo de innumerables encuentros. Ya D. Indalecio Corugedo fue conocido en la época, siendo este Diputado por el Partido Reformista, por sus ostentosas recepciones.
Amigo de Melquiades Álvarez y emparentado con el intelectual y político Manuel Pedregal, hizo de esta casa su particular ateneo.
En época más cercana, como comentábamos al principio, Valentín Andrés Álvarez, discípulo de D. José Ortega y Gasset, recibiría innumerables amigos para amenas tertulias regadas con sidra elaborada en la propiedad.
En su casa acogió a Federico García Lorca con La Barraca, a Benjamín Jarnés, a su amigo Ramón Gómez de la Serna o a Juan Antonio Cabezas, por mencionar algunos.
Catedrático de Teoría Económica de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad de Madrid, fue en ella vicedecano, decano y decano honorario.
Por su vida pasaron e influyeron gente como Arturo Duperier, Laureano Díez Canseco, Flores de Lemus, García Morente, Giner de los Ríos, Fernando de los Ríos, Juan Zaragüeta, Gumersindo Azcárate, Guillermo de Torre, Max Aub, o el profesor Stackelberg, además de los anteriormente mencionados. Como dice D. Juan Velarde Fuertes “fue un ardiente partidario del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, lo que significaría, también, una aproximación al sistema democrático liberal del mundo comunitario”.
Volviendo a Doriga, entre sus muros nació, como cuenta su autor (Juan Antonio Cabezas), la primera biografía de Clarín: “La primera biografía de Leopoldo Alas titulada «Clarín, el provinciano universal», nace de mi casual encuentro con el escritor Benjamín Jarnés, en el palacio de Doriga.
En el interior de su alto torreón, jugábamos una partida de billar, Jarnés, que ya había publicado «El convidado de papel»; el entonces propietario del palacio, Indalecio Corugedo (diputado liberal asturiano, hasta el «golpe» de Primo Rivera en 1923); su yerno el escritor Valentín Andrés Alvarez, que ya había estrenado con gran éxito su comedia «¡Tararí!». Y yo, que ya había dejado la dirección del periódico ovetense «El Carbayón». Estamos en el verano de 1933” … Fue Jarnés quien me dijo: «¿Por qué no haces tú una biografía del escritor asturiano, «Clarín»?
De aquella conversación en Doriga, nació la idea de lo que sería dos años después, mi Clarín, el provinciano universal”.
Conocidas eran también -más recientemente- las visitas anuales de nuestro Nobel asturiano Severo Ochoa o del también asturiano Juan Velarde Fuertes en tardes veraniegas de amenas tertulias.
Clara muestra de edificación señorial medieval, el palacio de Doriga cuenta con una torre cuadrada construida a finales del S.XIV (fue una de las pocas torres que los Reyes Católicos no ordenaron tirar abajo para prevenir rebeliones nobiliarias) y un palacio del S.XVI que se estructura alrededor de un patio con grandes columnas toscanas que sostienen el entablamento del corredor abierto del piso principal, en el que se desarrolla fundamentalmente la vida diaria.
Es este corredor el testigo, no siempre mudo, de tantas tertulias y encuentros.
Rodeado de un parque cerrado por un muro almenado y con una señorial portada también del siglo XVI, acoge en su recinto una edificación anexa, para cuadras, lagar, pajar y vivienda del servicio, que se debe al prestigioso arquitecto Luis Bellido, autor entre otras obras del Matadero de Madrid, actual e importante centro cultural.
Nos encontramos, en definitiva, con un interesante conjunto, mantenido desde siglos como vivienda en manos particulares, lo que ha permitido que podamos admirar todavía, en buen estado de conservación, artesonados, suelos de madera y mobiliario originales del siglo XVI o intervenciones cualificadas con manifestaciones artísticas posteriores. El paso de los siglos y las continuas guerras no han supuesto ningún obstáculo para su pervivencia."
El paisaje de esta parte de la parroquia, así como de esta parte del concejo de Salas, lo vemos como en un mapa, y con su hermosa profundidad y perspectiva, de los valles a las montañas. Fijémonos que, encima del desmonte a la derecha, vemos algunas casas de Cornellana, hacia donde nos dirigimos
Son únicamente un grupo de edificios de la Avenida Prudencio Fernández Pelló, tránsito urbano de la N-634, Un poco más abajo vemos las instalaciones de la cantera de Calizas la Doriga, donde el Camino de Santiago se reúne con el ramal que baja de Cabruñana y que pueden seguir los peregrinos que pernocten en su albergue. Desde ahí se baja por un bosque hasta La Ponte/Las Casas del Puente. Observemos la maraña de vías de la A-63
Según avanzamos nuevos elementos aparecen en el paisaje, ahora a nuestra derecha: sobre Cornellana es La Sierra Faxas o de Folgueirinas. A la derecha La Llomba con El Monte la Escita y, arriba, la cabezuda silueta del Muxagre (662 m), en La Sierra'l Llanu y divisoria con Pravia, solar de otro venerado santuario mariano, el de Nuestra Señora del Llanu, con renombrada romería el 8 de septiembre
La bajada parece ir suavizándose en este tramo, mientras observamos, una vez más como en un plano, los tramos inmediato de camino que vamos a seguir en esta parroquia de Doriga, en el centro y antigua capital del territorio conocido como Las Dorigas, el cual era uno de los cuartos en los que se dividía el concejo de Salas en la Edad Media. De él formaban parte, además de esta, la parroquias de Santolín o San Antolín de las Dorigas, San Esteban de las Dorigas y San Xustu o San Justo de las Dorigas, que se suceden de sur a norte por el margen derecho del valle del Narcea, formando una especie de cuña de Salas entre los vecinos concejos de Pravia y Candamo
El topónimo parece tener que ver con un antiguo posesor de nombre Dorica, por lo que estaríamos ante un antropónimo, sin duda de origen romano o altomedieval
Este lugar fue solar de los Doriga o Fernández de Doriga, mayorazgo que, a veces escrito con tilde en la 'o' (Dóriga), "se funda en 1558 por Fernando García de Dóriga y Valdés, hijo de Fernán García de Dóriga y de María Valdés Salas, hermana del fundador de la Universidad de Oviedo. Tuvo su solar en el palacio del mismo nombre, en el concejo de Salas y junto con los Salas y los Malleza, con los que emparentó, ejerció notable influencia en la vida del concejo, en el que poseían importantes propiedades al igual que en los de Llanera y Las Regueras", leemos en Archivos de Asturias
Y es que su importantísimo fondo documental, fundamental para la historia "está formado por restos fragmentarios de lo que fue un importante archivo, a cuya dispersión contribuyeron los continuos pleitos por la sucesión y los cambios de propietarios. Una parte del mismo pasó a manos de la familia Heredia, y fue inventariada por Simón Miguel Vigil en 1830. Otra parte quedó en el archivo del Conde de Toreno", informan asimismo en Archivos de Asturias
Entre las numerosas noticias recogidas en el fondo archivístico familiar y nobiliario de la estirpe aparece el del arrendamiento de un barco en el río Narcea entre los años 1551 y 1851, cuando este fue navegable hasta Cornellana. No todo él se encuentra en Asturias, sino también en el Archivo de la Casa de Zavala en San Sebastián:
"En él se conservan 14 cajas con documentación desde 1529 a 1737 (aunque apenas se conserva documentación posterior al primer tercio del siglo XVII), correspondiente, la mayor parte a la generación del fundador del mayorazgo y a los dos primeros titulares del mismo. Contiene una colección de testamentos de los señores de la Casa, de 1529 a 1680 y un voluminoso bloque de documentación de carácter económico relativos al concejo se Salas, sobre todo, y a otras zonas del Principado."
El mayorazgo, básicamente, consistía en un sistema por el que se preservaba la unidad de las propiedades familiares en un solo heredero, fundamentalmente el primogénito, evitando su fragmentación y favoreciendo su ampliación, como explica Wikipedia:
"El mayorazgo era un sistema de reparto de bienes que beneficiaba al mayor de los hijos, de forma que el grueso del patrimonio de una familia no se diseminaba, sino que solo podía aumentar. La etimología de la palabra proviene de «mayor» y «-azgo», sufijo latino que indica dignidad, cargo, título, estado, rango. La idea es que el hijo mayor heredaba la práctica totalidad de los bienes, que no podían dividirse con la herencia ni venderse. De este modo, el patrimonio que se transmitía al heredero siempre era el mismo o aumentaba."
El mayorazgo de Doriga se crea en la misma centuria en la que esta institución de los mayorazgos, que ya era muy usada por la nobleza bajomedieval del siglo XV, "cuando dejó de ser guerrera y se convirtió en cortesana", como dice la Gran Enciclopedia Asturiana, fue especialmente promovida con las Leyes de Toro de 1505, que pusieron la institución al alcance de la nobleza menor y las pequeñas fortunas. Fue abolida en el siglo XIX dentro de un proceso general, con peculiaridades asturianas, que nos cuenta así dicha enciclopedia:
"Con la abusiva constitución de mayorazgos, se inmovilizó una gran parte de la propiedad territorial, lo que trajo como secuela el fomento de la ociosidad y la soberbia de sus posesores y la privación de muchos brazos al ejército, a la agricultura, al comercio y a las artes y oficios. Debió generalizar desmesuradamente el absentismo en el campo, pues Miguel Álvarez Osorio en su Discurso universal de las causas que ofenden a esta Monarquía y remedio para todas, publicado en 1686, enumera cuatro causas, siendo la última "que la nobleza no se ocupase de administrar sus estados, mayorazgos y haciendas". Todos los escritores y políticos de la Ilustración, encabezados por Campomanes y Jovellanos, arremetieron contra los mayorazgos, solicitando su abolición, cosa que se consiguió con la ley de 11 de diciembre de 1820, confirmada definitivamente en 1836.
En Asturias, en líneas generales, los mayorazgos fundados casi en su mayoría sobre medianas propiedades, no ocasionaron funestas consecuencias a la agricultura; al contrario, sus poseedores, una especia de nobleza media, ejercieron una sabia tutela sobre la masa campesina. "Los pequeños mayorazgos particulares, como se les llamaba -dice Fugier-, vivían en sus tierras, en grandes casas, cuyas fachadas lucían heráldicos blasones y no constituían, por lo general, una casta de hidalgos incultos, ociosos y despreocupados e indiferentes a las cosas de interés público. De todo lo contrario dan irrecusable testimonio los restos, aún conservados, de muchas bibliotecas privadas. Los mejores libros de la literatura nacional no faltan en ninguna, y los libros extranjeros, en número abundante, figuran en muchas..."
Anteriormente Las Dorigas habrían formado parte de las posesiones del monasterio de San Salvador de Cornellana, cedidas por el rey Alfonso VII en 1126, recién llegado al trono, cuatro años después de que los cluniacenses se hiciesen cargo de dicho monasterio, fundado en 1024, tras un periodo de decadencia. Antes aún tendrían intereses aquí los monasterios de Courias, en Cangas del Narcea, y San Tirso, en Candamo
Además del culto mariano a la Virgen del Llanu existe en la Sierra de Faxas, un poco más abajo, el de la Virgen de Santueña o Santueñina, a la derecha de Folgueirinas, especialmente venerada por los vecinos de las llamadas Cuatro villas, que son cuatro de los pueblos, pertenecientes a Cornellana, situados en esas serranías, Candanunegru, Freisnéu, Faxas y Las Nisales
Más desmontes en la ladera, un poco más adelante y a la derecha, en la zona de Las Viñas, topónimo alusivo a la perdida cultura vitivinícola de la zona, sin duda ligada a los monasterios. Más allá están los parajes de La Sierra y El Pandón, cercanos a la vecina parroquia hermana de Santolín o San Antolín de las Dorigas, de la que hablamos abundantemente en nuestra entrada de blog dedicada a la ruta de Cabruñana
Aquí abajo reconocemos las barandillas azules del puente sobre la autovía, por el que vamos a pasar inmediatamente. Fijémonos en los enormes 'tajos' realizados para hacer su caja en la falda de la montaña
Pero el mayor impacto de la titánica a la vez que mastodóntica obra lo habremos de ver aún más allá, en el hasta ahora inacabado tramo entre Cornellana y Salas, afectado por eternas demoras
La rotonda, la torre y el Camino a La Veiguina. Un documento, fechado en 981, informa de una 'villa' en Doriga, acaso una gran explotación agrícola, cedida al monasterio de Santu Adriano de Tuñón. En 1059 Famula Ximénez dona dicha villa a la Iglesia ovetense en 1059, según registra el Libro Gótico de la Catedal de Oviedo. Otro documento es por el que un tal "Pelagius Vermuti, monje de Corias, dió a Corias una mitad de Tremado que había adquirido en permuta del abada Guillermo de Cornellana, por otra in valle de Doriga", cita la Gran Enciclopedia Asturiana que, en cuanto al palacio, dice lo siguiente:
"Notable edificio situado en el lugar de su mismo nombre, con hermoso torreón medieval de planta cuadrada. Está bien conservado y probablemente data del siglo XIV, aunque sufrió numerosas reformas. Es la casa solar de los Doriga, familia que, juntamente con las de Salas y Malleza, ejerció notable influencia durante épocas pasadas en la vida del concejo de Salas. Esta casa estuvo emparentada con la de Salas; parentesco al que alude Tirso de Avilés en su obra Armas y linajes de Asturias y antigüedades del Principado cuando expone su blasón en estos versos:Descienden por línea directade la noble casa antiguade Salas los de Doriga.Y ansí traen las armas de ésta,sin que se les contradigaEl palacio pasó después a poder del vizconde del Cerro, a quien se lo adquirió Juan Fernández Bao, perteneciendo en la actualidad a la familia Corujedo." (dato de 1970)
La casa de Salas es la del linaje de Fernando de Valdés Salas, oriundo de dicha villa y que, entre otros muchos cargos, ejerció como arzobispo de Sevilla e Inquisidor General, fue fundador testamentario de la Universidad de Oviedo y personaje de gran influencia en las cortes de Carlos I y Felipe II. Muy vinculado siempre a su tierra de nacimiento, dispuso ser enterrado en ella, en la capilla panteón familiar que costeó en Salas, actual iglesia parroquial, que visitaremos en la villa
Dada esta relación con Salas, desde sus cargos fomentaría la mejora del Camín Real de la Mesa en el siglo XVI, principal vía de comunicación de Asturias y su centro y capital con la meseta hasta la definitiva apertura de la Carretera de Castilla (por Payares, Camino del Salvador) entre los siglos XVI y XIX. Sin duda ello incluiría el trazado del Camín Real de Galicia que se dirige a su villa de origen
En el siglo XVIII se acometen profundas reformas viarias cuando Isidoro Gil de Jaz, regente de la Audiencia de Asturias, dispone que se mejoren algunos de los principales caminos reales permitiendo el paso de carruajes, lo que favoreció la implantación de las primeras líneas regulares de viajeros en diligencia. Es más, cuando la nueva carretera Oviedo-Villalba, como se llamaba oficialmente (popularmente de Galicia o de Occidente, desde 1939 N-634) se pone en marcha a partir de 1859 en estos tramos, durante un tiempo dichas diligencias siguieron empleando el Camín Real un tiempo, al menos en ciertos trechos, pues suponían un atajo respecto a las curvas de la carretera
Pero la nueva carretera relegó al Camín Real a vía pecuaria o secundaria, como es este el caso. Sin duda restos del antiguo empedrado y de otros elementos de la antigua calzada desaparecieron cuando se abrió esta pista durante las obras de la A-63, que aquí tenemos a la vista, junto con el puente por el que vamos a pasar, bajo El Pandón (287 m)
Y lo mismo que la Carretera de Galicia, ahora N-634 Irún-Santiago, marginó a los viejos caminos, la A-63 hizo lo propio con ella, salvo en el inacabado trayecto de Cornellana a Salas por el valle del Nonaya, que vemos ante nosotros

La Meredal topónimo frecuente de carácter hidronímico, procede de la raíz merus, "que de la acepción primitiva de ‘puro, limpio’ puede abocar a la de ‘agua clara’, ‘arroyo’, ‘fuente’, ‘río’ ", explica el erudito filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos
Y es que aquí, en esta curva descendente, aparte de río, hay fuente y puente. Otra cosa es que los veamos entre la crecida vegetación
A la derecha del Camino está La Fuente la Meredal, de los siglos XVII y XVIII, que en su momento se reformó, añadiéndosele una fuente-cubo de hormigón

Del cañu apenas suele manar un hilillo de agua
La otra cara del Puente la Meredal, al sol, hecho de piedra y en el que no parece haberse empleado argamasa. Su estructura es de arco de medio punto
La pista pues, vuelve a ser ancha y de zahorra y volvemos a ver los tremendos desmontes de la montaña, que han dejado a la vista la roca viva
Una señal nos lo indica, el puente hace un poco de bajada y tiene el suelo asfaltado
De frente, El Picu la Cutaniella, cuyas laderas de Los Potriles revelan la antigua crianza de ganado caballar. Un poco más abajo a su derecha asoma El Picu Castiellu (253 m), solar de un castro astur, del que hablaremos dentro de poco, camino de La Reaz
A la derecha, nos impresionamos ante la gran trinchera abierta en el terreno para el paso de la autovía en la zona de Sorribos. A lo lejos la siempre llamativa forma del Muxagre lo hace siempre reconocible en la lejanía, al norte
Pasan ahora con nosotros el puente varios bicigrinos, simpática denominación para los peregrinos en bici, de la que nos cuenta esto la Xacopedia:
Pasado el puente se acaba el asfalto y sigue la imponente bajada en esta curva cerrada flanqueada por guardarraíles quitamiedos
Vuelven la ancha pista de zahorra clarísima, casi blanca, y los enormes desmontes, siempre a la vista del esplendoroso valle del Nonaya para compensar
Pero la nueva carretera relegó al Camín Real a vía pecuaria o secundaria, como es este el caso. Sin duda restos del antiguo empedrado y de otros elementos de la antigua calzada desaparecieron cuando se abrió esta pista durante las obras de la A-63, que aquí tenemos a la vista, junto con el puente por el que vamos a pasar, bajo El Pandón (287 m)
Y lo mismo que la Carretera de Galicia, ahora N-634 Irún-Santiago, marginó a los viejos caminos, la A-63 hizo lo propio con ella, salvo en el inacabado trayecto de Cornellana a Salas por el valle del Nonaya, que vemos ante nosotros
A partir de aquí el Camino deja de ser la ancha pista que lo transformó durante las obras de la autovía y va estrechándose, recuperando su traza antigua, al menos la que más o menos tenía antes de dichos trabajos
Hay suelo de tierra y piedra y las veredas conservan vegetación y arbolado. Estamos en el lugar de La Meredal, por donde baja el arroyo de este nombre, nacido al pie del santuario de El Freisnu, por lo que será también otra de sus denominaciones
La Meredal topónimo frecuente de carácter hidronímico, procede de la raíz merus, "que de la acepción primitiva de ‘puro, limpio’ puede abocar a la de ‘agua clara’, ‘arroyo’, ‘fuente’, ‘río’ ", explica el erudito filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos
Y es que aquí, en esta curva descendente, aparte de río, hay fuente y puente. Otra cosa es que los veamos entre la crecida vegetación
A la derecha del Camino está La Fuente la Meredal, de los siglos XVII y XVIII, que en su momento se reformó, añadiéndosele una fuente-cubo de hormigón
Del cañu apenas suele manar un hilillo de agua
En esta fotografía, con el entorno más desbrozado y, más arriba, otro caño y un pequeño murete de canalización
En esta foto también vemos el puente, tal y como se contempla desde la fuente. Es muy posible que formen parte ambos de las mejoras camineras dieciochescas de Gil de Jaz, o incluso de las del siglo XVI con Valdés-Salas
Un poco más abajo, están los depósitos de agua de Doriga, que aprovechan este manantial. Vamos aquí a mirar atrás un momento...
El puente y, más atrás, la fuente. La última vez que vinimos estaba todo oculto por hierbas y zarzales pero conservamos fotos anteriores
A partir de los depósitos y hacia la pasarela el Camino vuelve a hacerse pista. Es de agradecer se hayan respetado fuente y puente como elementos del patrimonio caminero jacobita
La pista pues, vuelve a ser ancha y de zahorra y volvemos a ver los tremendos desmontes de la montaña, que han dejado a la vista la roca viva
El Camino llanea unos metros y llega a esta explanada donde la pista se bifurca. Nosotros hemos de ir de frente, hacia el puente, por el ramal de la izquierda
Una señal nos lo indica, el puente hace un poco de bajada y tiene el suelo asfaltado
De frente, El Picu la Cutaniella, cuyas laderas de Los Potriles revelan la antigua crianza de ganado caballar. Un poco más abajo a su derecha asoma El Picu Castiellu (253 m), solar de un castro astur, del que hablaremos dentro de poco, camino de La Reaz
A la izquierda, los bosques del Castañéu'l Ríu, antes mencionados, bajo El Pedrosu
Más a la izquierda, laderas de El Truébanu, La Cabaña y El Vivieru en El Picu Curuoza, donde existen restos de trincheras de la Guerra Civil
A su izquierda son los altos de La Tiera, Los Llaniquinos, La Tabierna, El Picu y otros por los que discurre hacia El Freisnu el Camín Real de la Mesa
A la derecha, nos impresionamos ante la gran trinchera abierta en el terreno para el paso de la autovía en la zona de Sorribos. A lo lejos la siempre llamativa forma del Muxagre lo hace siempre reconocible en la lejanía, al norte
"Término con el que se conoce a quienes realizan alguna de las rutas del Camino de Santiago en bicicleta. No reconocido todavía por el Diccionario de la Lengua Española, nació con el boom de la peregrinación jacobea en los pasados años noventa e intenta resumir y unir en una única palabra una afición y una vocación: la de ciclista y peregrino.
En un primer momento el vocablo tuvo cierta connotación despectiva, dado que la Ruta Jacobea en su concepción contemporánea se había interiorizado como un itinerario ajeno a cualquier tipo de artilugio mecánico. Por ello, los ciclistas que se adentraban por el Camino -sobre todo los que lo hacían y hacen por la propia senda jacobea- fueron vistos como seres ajenos al espíritu del Camino, pese a que ya desde los años sesenta habían llegado a la Ruta para quedarse y eran reconocidos por la Iglesia de Santiago, al concederles la compostela como a los peregrinos a pie. Uno de los primeros bicigrinos fue el popular hospitalero navarro Pablito el Varas (1966).
Con el tiempo los ciclistas lograron formar parte del paisaje propio del Camino y el término acabó siendo asumido por ellos mismos, inicialmente con ironía y finalmente con naturalidad y hasta con orgullo. Son varias las páginas web y los foros sociales en los que los bicigrinos se citan entre ellos de esta manera y se intercambian todo tipo de información y productos específicos para realizar el Camino en bicicleta."
Aquí en bajada pueden llegar a coger cierta velocidad, pero en principio parece haber bastante espacio en la calzada para el paso de ellos y de los viandantes. Completamos la información al respecto con el artículo Peregrinación en bicicleta, de la misma Xacopedia:
"Desde la Edad Media, las formas de peregrinar a Santiago eran, casi exclusivamente, el viaje a pie y a caballo, y los recorridos de los diferentes caminos de Santiago eran comunes a ambos tipos de peregrinos, siempre que las condiciones del terreno lo permitiesen.
La realización del Camino de Santiago en bicicleta está reconocida por coincidir en la actividad ciclista numerosos factores característicos de la peregrinación, como el esfuerzo físico y el sentido de autosuperación, la búsqueda de uno mismo y el disfrute del rico patrimonio natural, cultural y artístico e incluso espiritual que tiene el Camino de peregrinación. También en el viaje piadoso en bicicleta se observan las ideas de mortificación, sufrimiento y esfuerzo que debía suponer este viaje para los peregrinos, recogidas por el Códice Calixtino (siglo XII), que en su sermón conocido con el nombre de Veneranda dies nos dice que “el camino de peregrinación es cosa buena, pero es estrecho”.
Pablito Sanz Zudaire, conocido como Pablito el Varas, fallecido en 2022, fue un auténtico pionero en utilizar este medio de locomoción para peregrinar a Santiago de Compostela. En 1966 decidió coger su bicicleta y emprendió su viaje hasta la tumba del apóstol Santiago. La experiencia lo convertiría en peregrino para siempre y abriría el camino a otros peregrinos que vinieron detrás.
Aunque el principal número de peregrinos en bicicleta sigue a través del Camino Francés, como por otra parte ocurre con los que llegan a Santiago a pie o a caballo, también se pueden utilizar las otras rutas jacobeas de peregrinación. Hay que tener en cuenta que las condiciones de algunos tramos de los trazados originales previstos para realizar la Ruta a pie pueden sufrir ligeras modificaciones para facilitarles el tránsito a los ciclistas.
Para obtener la compostela, que es el documento mediante el cual el Cabildo de la Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana acredita que los peregrinos realizaron, conforme a las condiciones que esta institución impone, el Camino de Santiago, hay que recorrer al menos doscientos kilómetros de cualquiera de las rutas reconocidas por la Catedral de Santiago y, por supuesto, realizar la llegada a Santiago.
Muchos de los tramos de los caminos de Santiago discurren por zonas de perfil accidentado, salpicado de continuas subidas y bajadas y algún que otro puerto de montaña, por lo que, antes de partir, hay que preparar adecuadamente la bicicleta, ponerse en buena forma física, planificar una correcta dieta alimenticia, una distribución adecuada de los kilómetros que se han de recorrer en cada etapa y un estudio básico de la ruta y el equipaje necesario.
Preparación
El equipamiento básico de cualquier bicicleta de montaña suele ser suficiente para afrontar con unas mínimas garantías técnicas una ruta como el Camino de Santiago. Es necesario, sin embargo, añadir al vehículo unas alforjas y la parrilla portaequipajes sobre la rueda trasera. También resulta útil el triángulo hombrera que se coloca bajo el sillín, en el que puede tener cabida un pequeño, pero imprescindible, equipo de herramientas.
Las personas habituadas a la actividad ciclista deberán adaptarse antes de la partida al manejo de la bicicleta por trazados difíciles y con las alforjas cargadas. Los no iniciados deben realizar una preparación lenta y continuada de aclimatación, tanto a la propia bicicleta como a los recorridos por caminos y zonas de firme irregular. Es indispensable poseer unos conocimientos básicos sobre mecánica para los casos en los que se pudiera presentar alguna avería en la bicicleta.
El equipaje tiene que reducirse a lo mínimo necesario para no cargar con más peso del debido. El equipo básico debe incluir un maillot, un culotte, botas de bicicleta de montaña o zapatillas de suela dura, guantes, gafas de sol, sombrero o visera, un chubasquero ligero y el casco. Si el Camino no se realiza en verano, será necesario adaptar este equipo a las condiciones meteorológicas -maillot térmico, culotte largo, etc.- A todo esto hay que añadir la ropa interior y de calle más imprescindible, unas zapatillas ligeras, crema solar, una toalla, útiles de aseo, una cantimplora, una linterna y la documentación personal y de ruta. Debe llevarse también un plástico para cubrir las alforjas. Muchos de los albergues actuales de los caminos de Santiago tienen lugares reservados para estacionar las bicicletas."
Pasado el puente se acaba el asfalto y sigue la imponente bajada en esta curva cerrada flanqueada por guardarraíles quitamiedos
Aquí los bicigrinos han de aminorar forzosamente la marcha para tomar esta curva con seguridad...
Vuelven la ancha pista de zahorra clarísima, casi blanca, y los enormes desmontes, siempre a la vista del esplendoroso valle del Nonaya para compensar
Y el del hermoso valle del río Doriga o Regueiru'l Freisnu o de la Meredal en este tramo ya no directamente afectado por la A-63. De su historia sabemos más gracias a Románico digital:
"Las referencias documentales a la existencia de villas o explotaciones agrícolas en Doriga son tempranas. Ya en el año 891, cuando el rey Alfonso III y la reina Jimena otorgan carta de fundación al monasterio de San Adriano de Tuñón, se menciona entre los bienes otorgados a Tuñón una villa in Doriga, aunque hay que tener en cuenta que este documento es considerado un falso del Scriptorium Pelagianum, por lo que quizás tengamos que retrasar su datación al primer cuarto del siglo XII, momento en que fue redactado. Considerado original es el testamento de Flamula Jiménez por el que en 1095 hizo entrega a la catedral de Oviedo secus flumen Narceie pernominatas villas unam que dicitur Doriga."
Como hemos dicho, los documentos avalan que Las Dorigas, donde varios monasterios tenían pertenencias, fue un término que Alfonso VII cedió al monasterio de Cornellana en 1126, recién llegado al trono él y recién refundado el convento por los monjes de Cluny: no obstante la nobleza, aún guerrera y feudal, hace acto de presencia en esa misma centuria:
"Durante el primer tercio del siglo XII el territorio de las Dorigas debió de quedar incluido dentro de la jurisdicción gobernada por el conde Suero Bermúdez, pues su dominio en Asturias se extendía desde el río Eo hasta el alto de Cabruñana, quedando así Doriga incluida dentro de estos límites. Ya en el período bajomedieval, tras la fundación a mediados del siglo XIII de la Puebla de Salas y su alfoz, aparece integrado dentro de la estructura territorial del municipio salense, constituyendo uno de los tres “cuartos” en que se dividía."
En cuanto a la historia de la iglesia, de la que hablaremos más ampliamente cuando pasemos por allí (el Camino llega a su pórtico meridional, sigue por el occidental y cruza la carretera local frente a Cá Pacita, Románico digital nos cuenta lo siguiente:
"Muy reformada y con escasos vestigios de su pasado medieval, la iglesia de Santa Eulalia, también conocida antiguamente como Santa Eulalia del Narcea, se levanta en el centro del caserío del pueblo de Doriga.En 1086 los hermanos Osorio, Pelayo y Elvira Froilaz donaron a la catedral de Oviedo in valle de Doriga, iusta flumen Narceie, in monasterio Sante Eulalie cum ómnibus villis et hereditatibus. Años después, en 1104, Gontrodo Osoriz, tía de los anteriores, hizo lo propio con su parte del monasterio. Poco tiempo después, en un momento impreciso, en las primeras décadas de ese mismo siglo XII, el conde Suero Bermúdez hizo entrega al hospital de peregrinos de San Juan de Oviedo de su parte del préstamo de Santa Eulalia de Doriga, propiedad que también aparece incluida en la controvertida donación del monasterio de Cornellana a San Salvador de Oviedo, que este mismo conde otorgó en 1128.En 1121, según reza la inscripción que se conserva en el pórtico de la iglesia, el obispo de Oviedo Don Pelayo consagró el templo, o mejor debiéramos hablar de una nueva consagración, pues, como vimos anteriormente, el templo ya existía. Este acto, que también se produjo en otros templos, puede ser considerado un acto de confirmación de la nueva propiedad de la iglesia, que tras haber permanecido en manos privadas pasaría en esos momentos a formar parte de los bienes del señorío episcopal. El templo de Santa Eulalia, totalmente reconstruido El templo de Santa Eulalia, totalmente reconstruido, conserva de su pasado románico, junto a la inscripción a la que hemos hecho referencia, una pequeña y sencilla portada con arco de medio punto..."
A la izquierda de la iglesia, el enlace de la autovía con el corredor del Narcea ha cortado en dos la parroquia
Fijémonos allí arriba ahora en el subterráneo
Ahí vemos a su izquierda la última de las casas de La Reaz en el Camino. Luego nos meteremos por el subterráneo para salir a Doriga
Antes saldremos de San Marcelo/Samarciellu hacia las vegas del Regueriu'l Freisnu, pasando sobre él por la pasarela de madera habilitada hace años
El Viso casi ja desaparecido ya, más allá de El Campu los Vaqueiros, pero según avancemos por el valle del Nonaya pronto volveremos a encontrárnoslo
Delante del Campu los Vaqueiros, La Llomba, con su ladera rocosa que cae sobre La Reguera, en el valle del Narcea. A la derecha el barrio de Rondeiro, en Sobrerriba/Suburriba
Ricabo: el paso al valle del Nonaya y, a lo lejos, La Sierra Coriscao con sus eólicos siguen dominando el horizonte, al oeste. Más cerca, La Sierra Llourís
Abajo, El Barrio Ramón, con la cuesta hacia Ricabo por donde va el Camino y, a su derecha, La Casada con la trinchera de la autovía aún por terminar
Folgueirinas, con sus casas en una verde campera en el extremo meridional de La Sierra Faxas, lugar de pequeñas folgueiras dice su nombre, lugar de 'helechos', como pudo haber sido en tiempos pasados
El Picu las Peñas (669 m), con su reconocible silueta sobre las aldeas de San Cristóbal y El Cándanu. A lo lejos, los eólicos y la subestación eléctrica de las sierras Curiscao-Pumar
El Muxagre más cerca y a nuestra derecha, sobre La Sierra Faxas y La Cruz las Arenas, solar del castro de La Peña la Cabra, donde la leyenda dice hay un cabrito de oro enterrado, reminiscencias de ayalgas o tesoros escondidos

Las serranías se van ocultando según seguimos bajando por esta pista que ha sustituido al antiguo camín real
"Las calzadas, la cuesta para bajar a Doriga, todo malo, pésimo, diabólico", escribiría en sus Diarios el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos cuando bajó por aquí el 2 de octubre de 1796 por el antiguo camino al que sustituiría seis décadas después la carretera Oviedo-Villalba pasando por Cabruñana
En 2010, con las obras de la autovía y este desmonte el entorno ha cambiado drásticamente con esta pista
Está Monte Payón arriba y bastante apartada de las demás casas. Más arriba aún son Las Cabañas de Payón, que es una majada, no población estable
Son unas pocas casas en la ladera del monte y en el camino que comunica con el centro del pueblo
Sigue en todo este tramo de largo descenso el suelo cubierto de morrillos, por lo que, insistimos, hemos de tener cuidado al pisar, pues además por esta pista tan llana y ancha como una campa se tiende a tomar velicidad
Curva cerrada a la derecha y seguimos perdiendo altura al acercarnos a San Marcelo/Samarciellu, el primer pueblo del concejo de Salas en el Camino Primitivo
Hermoso paisaje hacia La Reaz, cortado eso sí por en enlace de la autovía. "Las primeras etapas del Camino Primitivo han sufrido un fuerte impacto ambiental con la construcción de la A 63, la autovía de Oviedo a La Espina", dice el escritor y autor de las famosas guías de los caminos de Santiago de la Editorial Anaya, Antón Pombo:
"Sin aplicar las medidas correctoras de las que sería merecedor un itinerario histórico, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, los desmontes y viaductos han sustituido a los plácidos parajes de antaño, y todo ello por no querer buscar una alternativa que hubiera alejado unos cientos de metros la ruta. El destrozo ha sido mayor entre San Xuan de Villpañada y Cornellana, en la partida de Cornellana y al llegar a Salas."
Y ahí tenemos otro de los inmensos desmontes de la autovía en El Carbayín, Laderas de Las Viñucas y El Llascarón
El Camino 'pista' serpentea mientras contemplamos estas laderas que caen por Sorribos desde los campos de El Conceyu, al sur de Cabruñana
Como hemos dicho, este camino fue muy empleado en la posguerra civil por los contrabandistas, para evitar el paso por los fielatos y puestos de control de la carretera N-634 en Cabruñana. Por ello era conocido como la Ruta del Estraperlo, nombre con el que también se conocen otras sendas similares en Asturias
El nombre viene de una ruleta de marca Straperlo, trucada, dentro de un gran caso de corrupción con implicaciones políticas y de gobierno que salió a la luz en 1935, el escándalo del Estraperlo, cuya repercusión fue tal que la palabra pasó a definir toda actividad económica ilícita prácticamente como sinónimo de mercado negro
El nombre se debe a la combinación del de los empresarios promotores, Daniel Strauss, Perle, y de Lowann, la esposa del primero, nos lo explica más pormenorizadamente Wikipedia:
"El término estraperlo es usado en España para referirse al comercio ilegal de bienes sometidos a algún tipo de impuesto o tasa por el Estado. Por extensión, es una actividad irregular o intriga de algún tipo, y se usa como sinónimo de mercado negro. A quien practica el estraperlo se le llama «estraperlista».
El origen de este acrónimo está en un escándalo político, producido como consecuencia de la introducción de un juego de ruleta eléctrica de marca Straperlo, nombre derivado de los apellidos de quienes promovieron el negocio (Strauss, Perlowtiz y Lowann), y que habrían aportado al acrónimo letras en cantidad proporcional a la participación en la empresa (otras versiones afirman que el término procede solamente de los dos primeros nombres).
Historia
Los juegos de azar –especialmente la ruleta– estaban prohibidos en España, así como en la mayoría de países europeos. Sin embargo, en la década de 1930, se popularizaron numerosos modelos de pseudorruletas, que funcionaban alegremente en los grandes casinos de todo el continente. Los empresarios Daniel Strauss (que disponía de pasaporte mexicano y hablaba español), Perlowitz y Lowann (esta última esposa del primero) volvieron su atención hacia España. En Madrid, el Gobierno estaba formado por una alianza de partidos de centro-derecha, y varios miembros del Partido Radical se habían mostrado muy receptivos con el proyecto del straperlo.
A lo largo del mes de junio de 1934, los empresarios y los políticos llegaron a un acuerdo económico para explotarlo en el casino de San Sebastián (Guipúzcoa). Varios personajes en la órbita del Partido Radical harían valer sus influencias para conseguir la autorización, a cambio de un porcentaje en el negocio. Según la versión de Strauss, Alejandro Lerroux (líder del Partido Radical) recibiría el 25 % de los beneficios; Juan Pich y Pon, un 10 %; Aurelio Lerroux (sobrino y ahijado de Alejandro Lerroux), Miguel Galante y el periodista Santiago Vinardell, un 5 %. Además, para asegurarse la cooperación del ministro de la Gobernación Rafael Salazar Alonso, Juan Pich y Pon se había comprometido a hacerle llegar un soborno de 100 000 pesetas, y otro soborno de 50 000 pesetas para el director general de Seguridad, José Valdivia y Garci-Borrón.
El juego fue prohibido por la policía tras demostrarse que era fraudulento (pues la rueda se controlaba mediante un botón y, por lo tanto, la banca ganaba siempre que lo deseaba), lo que no impidió que funcionara también en el hotel Formentor (Mallorca), donde luego también fue clausurado.
El «escándalo del estraperlo» salió a la luz pública en octubre de 1935, a raíz de la denuncia que presentó Daniel Strauss al presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora en la que exigía una «indemnización» por los gastos de instalación del juego conocido popularmente como «estraperlo» en los casinos de San Sebastián y Formentor, y por los sobornos que decía haber pagado a políticos del Partido Republicano Radical y a «familiares y amigos» de su líder Alejandro Lerroux.[Alcalá-Zamora recibió el dosier completo con toda la trama de corrupción que le envió Strauss, a principios de septiembre de 1935, y se lo enseñó a Lerroux, que entonces era el presidente del gobierno, pero este no le dio importancia y, al parecer, le dijo que sería muy difícil probar sus presuntos contactos con Strauss. Tras la crisis de gobierno que se produjo a mediados de septiembre en que Lerroux renunció a seguir encabezándolo (según el historiador Gabriel Jackson porque Alcalá-Zamora le obligó a dimitir al conocer el dosier de Strauss), a comienzos de octubre el presidente de la República trasladó la denuncia al nuevo gobierno radical-cedista presidido por Joaquín Chapaprieta, en el que Lerroux era ministro, y le obligó a que el caso fuera debatido en las Cortes, donde se formó una comisión parlamentaria.
Dictamen parlamentario
El dictamen de la comisión parlamentaria señaló que habían existido actuaciones «que no se ajustaron a la austeridad y a la ética que en la gestión de los negocios públicos se suponen». El 28 de octubre de 1935 las Cortes votaron la culpabilidad de los ocho acusados por la comisión (excepto Salazar Alonso, exministro de la Gobernación, que fue quien había firmado el permiso), todos ellos destacados miembros del Partido Radical: Juan Pich y Pon, Sigfrido Blasco-Ibáñez, Aurelio Lerroux y Eduardo Benzo (exsubsecretario del Ministerio de la Gobernación que había gestionado el permiso), José Valdivia y Garci-Borrón, Miguel Galante y el periodista Santiago Vinardell. Al día siguiente, Alejandro Lerroux abandonó el gobierno. Otros republicanos radicales salieron salpicados en la denuncia de Straus, como Emiliano Iglesias, Luis Tornar y Casas o Paulino Uzcudun.
Este caso de corrupción, junto con el que estalló poco después (el denominado escándalo Nombela), supuso el derrumbe del Partido Radical, lo que puso fin al denominado «bienio conservador». Tras celebrarse elecciones generales en febrero de 1936, estas fueron ganadas por el Frente Popular."
Pocos años después, con las dramáticas penurias, hambres y racionamientos de la posguerra civil, las actividades ilícitas alcanzaron su apogeo, extendiéndose el uso de la palabra ampliamente y llegando a nuestros días, formando parte del vocabulario:
"Generalización del término
A partir de este escándalo la palabra estraperlo ha quedado como sinónimo de chanchullo, intriga o negocio fraudulento. Así, por extensión, se denominó también estraperlo, durante la posguerra española, al comercio ilegal (mercado negro) de los artículos intervenidos por el Estado o sujetos a racionamiento (decretado por el régimen franquista desde 1939 hasta 1952), recibiendo el apelativo de «estraperlistas» los que se dedicaban a tal comercio."
El Camino deja de ser pista y deja de ser tan ancho antes de llegar a las primeras casas, donde empieza el asfalto
Canalización de aguas sobrantes de las lluvias hacia los prados que caen al río. Al fondo El Monte Payón
El Camino hace una curva a la derecha y entra en el pueblo...
Casa con panera, donde debió haber llagar de sidra porque se conservaba una mayadora para mayar o machacar las manzanas
En la fachada, placa de la casa y estampa de la Virgen de Covadonga
En la fachada, placa de la casa y estampa de la Virgen de Covadonga
A la izquierda, El Camín de El Maurel, otro de los barrios de San Marcelo/Samarciellu
Nosotros seguimos de frente por el Camín Real, dejando a la izquierda Ca Llinar
Al final de este tramo recto en la bajada ya vemos el referido albergue de Casita Mandala, justo en una curva del Camino
Según bajamos admiramos el valle, de verdes campos y frutales, así como las casas en medio de la vega del río
Es la zona más llana del pueblo. A la izquierda vemos una casería con una gran panera de corredor y, en medio, una casa de tipo más residencial, con jardín y palmera
Es la zona más llana del pueblo. A la izquierda vemos una casería con una gran panera de corredor y, en medio, una casa de tipo más residencial, con jardín y palmera
A la derecha asoma entre los árboles una pequeña espadaña rematada en cruz, la de la capilla de San Marcelo, cuyas imágenes, antiguas, fueron destruidas en la Guerra Civil
Y así nos acercamos al albergue Casita Mandala, del que nos dicen así en la web Camino de Santiago:
"un albergue privado exclusivo para peregrinos del Camino de Santiago con credencial, ubicado en este pequeño núcleo de población asturiano, perteneciente a la Parroquia de La Doriga, concejo de Salas.
Inaugurado en 2019, el albergue va más allá de ser un simple alojamiento para peregrinos del Camino Primitivo, siendo una casa ecológica que quiere ser un ejemplo concreto de las soluciones que se pueden implementar para reducir, a escala familiar, nuestro impacto en el calentamiento global y construir un proyecto resiliente y autónomo que pueda enfrentar las consecuencias de futuras crisis sistémicas".
La "Casita Mandala es una casa ecológica construída siguiendo los principios de bioconstrucción. Situada a 34 kms de Oviedo, 6.8 kms de Grado y a 4 kms de Cornellana, en el camino Primitivo", leemos por su parte en su página
Como hemos dicho, está en una curva del Camino, cuando este se hace calle entre las casas. Es una antigua casería tradicional rodeada de espacios ajardinados
Ruedas de carro de rayos, 'radios', en la pared exterior de la antigua cuadra, con placas solares en el tejado
El nombre de la casa, artísticamente grabado en unas piezas de madera
He aquí pues uno de los dos albergues que tenemos en esta parroquia de Doriga, donde podremos pernoctar antes de seguir ruta hacia Cornellana, quedándonos aún unos tramos de bajada
Una advertencia que hemos visto en tantos y tantos caminos, no dejar que los perros de las casas nos sigan, pues pueden hacerlo durante muchos kilómetros y luego no saber volver a casa o, en el regreso, sufrir algún percance
Un pequeño toldo, parra y flores ofrecen un rincón de sombra y frescor a la entrada desde el Camino
A la izquierda, el antiguo pajar, con tejado a dos aguas y 'respiradero'
Aunque pisamos asfalto, nuestro trayecto por San Marcelo/Samarciellu es sumamente hermoso entre casas, huertas, prados, frutales y jardines
El pueblo está en una especie de anfiteatro que aquí forma el valle: parte de sus casas están en la vega del Regueiru'l Freisnu, otras en las laderas del Monte Payón y otras a lo largo del Camín Real, que es por donde vamos nosotros
La casa, con su hermoso espacio delantero, corrada o corralada, cerrado por esta muria de la que brotan plantas y flores. Unas escaleras dan acceso a la vivienda, sita en el piso superior. Abajo estaban las cuadras
Soberbia panera de corredor con ocho pegollos que descansan sobre bodega, estancia que podría tener numerosas funciones, como cuadra, almacén de aperos, etc. A la derecha, en el tendejón, donde antes se guardaría el carro, ahora se mete el pequeño tractor Pascualín
La seguimos contemplando incluso al ir dejándola atrás
Ya vemos el final de la bajada, al menos esta del pueblo de San Marcelo o Samarciellu, con la vega de la capilla, que pronto volveremos a ver, a la izquierda, bajo la falda del Monte Payón, cuyo nombre en aumentativo parece hacer referencia a la abundancia de paya o paja, es decir, hierba, pero puede tener una etimología similar, aunque relacionada con los cereales, explica el filólogo Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos:
"Creo que no han de confundirse con los topónimos portadores de *PAL- otros que, evidentemente, son derivados de PALEAM (EM) > paya o pacha ‘paja’ y que sí se continúan en lugares como Payares, Los Payares. Pueden aparecer con los correspondientes diminutivos, El Payarín, aumentativos, El Payarón, La Payarona, abundativos, La Payariega, El Payariigu (Llg), etc.En este sentido un abundativo de paya aparece en los lugares denominados La Payega, relativamente frecuentes en la toponimia menor de la cuenca del Nalón, y explicables desde el apelativo payega ‘tierra comunal dedicada a cultivo de cereales’.En relación etimológica con paya encontramos también A Payoza que en la fala más occidental de Asturias significa propiamente ‘caña de maíz seca’, ‘tallo del maíz sin la mazorca’. Del derivado PALE¯ARIUM ‘granero con paja’ se sigue ast. payeiru, payeru ‘pajar’, ‘almiar’ que acaso haya dejado muestras en la toponimia menor."
Al pie del Camino, más huertas y árboles frutales. La capilla de San Marcelo está casi totalmente oculta aún, entre las pumaradas
Prados abajo, las pumaradas se extienden hasta el camino de la capilla, que asoma sobre ellos su espadaña
Y es que el Camino es aquí un verdadero vergel, tal y como estamos comprobando
Las plantas y flores de vistosos colores crecen también sobre la muria a la derecha y también en el margen izquierdo del Camino
Preciosa mata de margaritas; al pasar olemos sus fragancias
La parra, planta trepadora, crece en la pared de la bodega y, bajo la panera, cuelgan algunas riestras de panoyas de maíz. Antaño estaría lleno de ellas todo el corredor
El Maurel y La Cabaña, con El Picu Curuoza en lo alto y, a la izquierda, La Tabierna y Los Morriondos, por donde hemos empezado la bajada desde El Freisnu
Y aquí arriba los bosques de El Castañéu'l Ríu
El Maurel, en la falda del monte
La casa del camino de la capilla, en medio de esta vega, rodeadas de prados, huertas y manzanos
Estas casas de la cuesta suelen todas tener entrada por abajo desde el Camino y por arriba, desde la corrada. Unas escaleras comunican exteriormente ambas plantas. En la de abajo, numerosos tiestos embellecen esta franja
Y entre ellos y al lado de la puerta aparece una piedra de afilar que parece haber sido también restaurada
No pocos peregrinos se detienen a hacer fotos acá y allá...
La bajada se suaviza y empezamos a llanear saliendo casi ya del pueblo
Un limonero extiende sus ramas y frutos sobre el Camino...
Otra corrada de acceso a otra casa a la derecha
Y, ante ella, otra gran panera de corredor sobre bodega con gran parra, todo rodeado de jardín
Y, ante ella, otra gran panera de corredor sobre bodega con gran parra, todo rodeado de jardín
Enlazamos con otro camino que comunica con las casas de la vega y seguimos de frente hacia las últimas casas
Otro tendejón o cobertizo anexo a la casa de la derecha, que tiene cortafuegos de piedra
Y a la izquierda una fuente, con caño de pulsar, donde podremos llenar las cantimploras. Tiene pues la fecha de 2002
Seguidamente están las últimas casas de San Marcelo/Samarciellu, formando un grupo de tres a ambos lados de la calle
Fijémonos en el muro de la derecha
Hay dos cruces, una sobre otra. La de abajo hubo de ser la más antigua, a la que se colocó otra sobre ella posteriormente
Entre las dos puertas de la casa un poyo de piedra invita a sentarse a descansar unos instantes antes de salir del pueblo y continuar ruta hacia La Reaz y Doriga

También podremos en esta muria a nuestra izquierda, que talmente parece un banco corrido que anima a posarse a tomar asiento
También podremos en esta muria a nuestra izquierda, que talmente parece un banco corrido que anima a posarse a tomar asiento
Y admiramos este paisaje de huertas, montes y valles, con la capilla de San Marcelo en medio. Que el pueblo haya tomado nombre de su advocación puede darnos una idea de su antigüedad
Pequeña pero encantadora, la capilla de San Marcelo está un poco apartada de nosotros, en medio de un prado. Parece ser una obra del siglo XVI aunque sobre otra anterior del XI, según la solución de bóveda de la capilla mayor. Restaurada por Don Lisardo, quien fuera párroco en Doriga, como reza una inscripción, a partir de 1987
"Edificio sencillo compuesto de nave única con cabecera de menor altura y ancho de planta con testero recto. La fachada se abre por medio de un solo vano en forma de puerta con arco de amplio dovelaje (S. XVI) y remate con espadaña de cano único. La nave se cubre con armazón de madera a dos aguas, protegida al exterior con tejas de barro dispuestas a canal y cobija. La capilla mayor emplea bóveda de cañón apoyada sobre banco corrido de piedra, que en el Inventario Arquitectónico de Salas han clasificado como obra del (¿S. XI?) ¿?. Restaurada después de 1987 fecha en la que se encontraba en mal estado. Se ha añadido cruz en la espadaña, refuerzos en las cadenas de esquina del frontis y óculo sobre la puerta (no existía)."
El erudito investigador Juan Manuel Menéndez Arango, en la revista Salas en el Camino nº 1, nos aporta esta información de la capilla y sus imágenes:
"La capilla de San Marcelo está formada por una nave con dos tramos, una a continuación de la otra, más baja la del lado del altar. Las imágenes que existían fueron destruidas durante la guerra. Ahora todas son nuevas. La del centro, una talla de madera policromada de San Marcelo, fue encargada a San Marcelo, en León. A su izquierda un San Roque, peregrino, con su perro. A su derecha, un San José con el Niño. A los lados de la primera bóveda la Virgen del Carmen, San Antonio y Santa Marta. Esta restauración fue hecha por Dn. Lisardo, párroco que fue del lugar según señala una placa en la pared. Hay ocho bancos de madera y un suelo de gres, todo ello en excelente estado, restaurado con las aportaciones de los vecinos. Hay luz eléctrica y equipo de megafonía, de lo que están muy orgullosos pues permite seguir desde el exterior la misa de San Marcelo el día de la fiesta que se celebra el primer domingo de Agosto y que congrega a muchos asistentes que acuden allí desde sus actuales sitios de vivienda, normalmente las grandes ciudades de la región."
Echamos a andar al pie de esta panera bellamente restaurada junto con su bodega y subidoria
Contemplamos su estructura según pasamos al lado de ella. Estos graneros elevados protegían la cosecha de cereal de los roedores. Al terminar la cultura cerealística que les dio vida muchos desaparecieron y otros se emplean con diversos fines
Ya ante nosotros, las últimas tres casas. Estas a ambos lados del Camino y otra más allá de otra pumarada
También a sus pies tiestos, plantas y flores...
La casa de la izquierda, a continuación de la panera, tiene un cierto aire urbano al ser un edificio de tres plantas, con su balcón saliente de hierro forjado en el primer piso
Sobre la puerta, la fecha de construcción
Año 1921
Prado arriba vemos un hórreo detrás de la casa
También hay plantada una buena pumarada de manzanos de sidra
El Camino sigue siendo llano cuando pasamos ante la que es verdaderamente la última casa del pueblo, construida posteriormente a las anteriores
Una barandilla de madera sobre murete de piedra separa el Camino de estos prados que bajan hacia el río bajo la ladera de Las Costonas, en El Monte Payón
Pasamos al lado de la última casa del pueblo, viendo al fondo la carretera de Doriga (SL-9), hacia la que vamos a salir ahora
Poco más allá hay una rotonda, que nosotros dejaremos para bajara a La Reaz, cuyas casas volvemos a ver al fondo
La Reaz, con la boscosa ladera del Picu Castiellu y, al fondo, La Llomba con El Picu los Tayos a su izquierda, en lo más alto, cerrando por el oeste el valle del Narcea
Mos acercamos a la carretera SL-9, con los montes de La Sierra y El Pandón a la derecha, con El Picu Praón (194 m) al fondo
La carretera realiza aquí una curva muy cerrada, en la que nosotros iremos a la izquierda
Allí tenemos el correspondiente mojón con la concha que, junto con la estaca de la flecha amarilla a la izquierda, nos lo indican. Las señales informan de la proximidad de la rotonda
Aquí empezamos a bajar suavemente, con el valle del Regueiru'l Freisnu siempre a nuestra izquierda
Tras la curva nos aguarda un trecho recto hasta la rotonda. A lo lejos volvemos a tener una buena vista de los montes sobre el valle del Nonaya, con El Picu los Tayos a la izquierda y La Sierra Faxas y el Monxagre a la derecha
Prados abajo a la izquierda, más allá del matorral, las casas de La Reaz nos sirven también de referencia para saber hacia donde nos encaminamos en la ruta por esta parroquia de Doriga
En este tramo la carretera local se superpuso al Camín Real que, en un principio, quedó relegado a vía pecuaria pero, la mecanización del campo obligó a que estos caminos 'menores' fuesen acondicionados para el paso de maquinaria. Luego, con le generalización del uso del automóvil, fueron ensanchados y asfaltados en muchos casos
Luego, de la misma manera que la carretera Oviedo-Villalba sustituyó al Camín Real de Galicia o Camín Francés a partir de 1859, la A-63 hizo lo propio con ella siglo y medio después. Ahí la tenemos, ahora a nuestra derecha, en la zona de La Sierra y El Pandón
Grandes paneles señaléticos advierten que nos aproximamos a la rotonda de enlace
Al otro lado de la rotonda empieza El Praón del Palacio, que llega hasta el Palacio de Doriga, el cual ya no vemos desde aquí
Vayamos bien arrimados a la izquierda y muy atentos al tráfico, que aquí puede ser en ocasiones abundante y veloz, aunque realmente nosotros no vamos a salir a la autovía, sino que antes tomaremos un sendero que baja a la izquierda
Este es el mojón que nos indica seguir ese camino que aquí comienza. Fijémonos, al otro lado de la rotonda, en las casas de La Veiguina, saliendo de Doriga, con las de Sobrerriba/Suburriba al fondo y las de Folgueirinas a lo lejos a la derecha
"A la salida del pueblo por la carretera, en el segundo camino que encontramos a la izquierda, hay una señal con la concha que nos indica que tenemos que desviarnos hacia el arroyo que baja en dirección a Doriga", escribía Juan Menéndez Arango en 1999, cuando aún no estaban hechos ni la autovía ni esta rotonda
"Esta desviación suponemos que es arbitraria y no tendrá que ver mucho con el camino original", sigue diciendo no obstante, "pero debe cumplir la función de apartar al camino de la carretera y hacer su tránsito más agradable". Ello da a entender que el antiguo trazado del Camín Real seguiría recto cuesta abajo hasta la entrada al palacio y la iglesia de Doriga, siguiendo la actual SL-9
La verdad es que desde 1993 en que hicimos el Camino Primitivo por primera vez ya había señales que nos indicaban bajar al río. Otra cosa es que, allá por 1999, repetimos, antes de hechas rotonda y autovía, tal y como dice Arango, el Camino se hallaba impracticable en algunos trechos y se iba siguiendo la carretera hasta la iglesia
Nada más tomar esta senda, esta se bifurca en dos: nosotros iremos por la de la izquierda, que nos lleva hasta El Regueiru'l Freisnu, el cual discurre al pie del Monte Payón, que ahora tenemos frente a nosotros, con El Picu la Cutaniella a la izquierda
Las señales pertinentes nos orientan sobre la ruta a seguir, ahora bien clara pero antaño un tanto complicada
La senda, de suave suelo de tierra y de hierba, baja muy suavemente atravesado este prado, plantado de pumares frente a las laderas de Traslacueva, Las Costonas y La Griega, topónimo este no vinculado a ninguna griega sino a una briga, en céltico 'altura' o 'elevación', topónimo orográfico que pasó por extensión a lugares buenos de defender o 'fortaleza', acaso con vinculación al cercano Picu Castiellu
Volvemos a ver de nuevo El Picu Curueza o Curuoza, al este por su falda de El Viveiru, que mira al oeste-noroeste
La pumarada en flor, en primavera, con sus flores intensamente blancas
Un auténtico espectáculo natural que apenas dura unos días pero que, si coincide con nuestro camino, es toda una suerte poder contemplar...
Aquí os dejamos un vídeo del camino hacia el río, de nuestro canal de YouTube
Y, más allá, las últimas casas de Samarciellu en el Camino, por las que acabamos de pasar, con los altos de El Freisnu en la distancia
Y caminamos, plácidamente, a la sombra de la arboleda
Aquí hay un tramo de empedrado antiguo incluso. La senda zigzaguea levemente dirigiéndose a la orilla
El Regueiru'l Freisnu está ahí talmente, lo oímos perfectamente, pero ver no lo veremos hasta esta justo sobre él
Regato que discurre por allí, por lo más umbrío de la espesura...
Aquí hace ya unos cuantos años se habilitó una pasarela para cruzarlo con mayor comodidad
Fijémonos bien al pasar 'y pisar' que el suelo de tablas esté bien y nunca nos apoyemos en las barandillas
Ahí tenemos el arroyo, con sus orillas repletas de plantas y flores silvestres
El Camino sigue ahora por aquí, con la corriente a su derecha
Un maravilloso camino ribereño, en el que las ramas de los árboles se comban suavemente sobre él y el arroyo
Puede haber algo de barro en determinados tramos, pero el suelo de piedra evita que hundamos demasiado el pie. No tengamos miedo de mancharnos las botas, aunque sí evitemos resbalones
Las hojas filtran la luz solar proporcionándonos una aureola de intenso verdor
De esta manera, sobre todo cuando hace sol, la umbría no parece tanta y sus rayos llegan al suelo Camino
Una vieja muria de piedra cubierta de helechos, hiedra y musgo hace de linde del Camino a la izquierda...
Y el río lo hace a nuestra derecha, un poco más abajo de la senda, la cual sigue su curso siempre a su lado hasta llegar a las casas
El asfaltado, hormigonado, y apisonado excesivo está acabando con estos caminos cuando ya no hay necesidad. Los pueblos ya cuentan con buenas carreteras desde hace décadas y estos tramos "vírgenes" entendemos habrían preservarse
En principio no hay cruces ni bifurcaciones que nos lleven a duda ni error y así habrá de ser hasta llegar a Doriga y salir de nuevo a la carretera local, entre Ca Pacita y la iglesia
Hay lugares más al sol y otros, los más, en los que nos adentramos por este fantástico túnel vegetal
El denso y frondoso arbolado forma una barrera vegetal que, en ocasiones, nos llega a ocultar totalmente el río pese a estar al lado de él
El topónimo Reaz parece tener que ver con la raíz re, etimológicamente un rek o reik prerromano, con el significado de 'riego, curso de agua, arroyo', lo que hace referencia al 'vallem cauce de río, riego', como informa el profesor Xulio Concepción Suárez en su libro Diccionario toponímico de la montaña asturiana
Idílicos parajes para disfrutarlos en todo su esplendor a cada paso que damos, algo mejor de conseguir si no vamos prisioneros de las prisas y el reloj, cosa no siempre fácil de lograr...
Ahora, en este tramo recto nos parece ver, un poco más adelante una construcción, casi totalmente 'camuflada' en la fronda hasta que nos acercamos a ella
Es El Molín de La Reaz, antiguo molino harinero que funcionaba con la fuerza del agua canalizada y embalsada del arroyo
Aquí acudían antaño los vecinos de La Reaz y Doriga para moler el grano, de maíz mayoritariamente pero también más antiguamente escanda, trigo, centeno, etc., para luego hacer el pan en casa
Como los hórreos y las paneras, su función primigenia desapareció con el fin de la cultura cerealística rural al coincidir dos factores, el masivo éxodo rural, sobre todo tras la posguerra civil, con la especialización del campo astur en la producción de carne y leche para los crecientes núcleos urbanos e industriales
Este molino constituyó uno de los lugares más fotografiados del Camino durante los años en los que cayó sobre él un árbol, quedando a manera de 'puente' sobre la senda, tal y como podemos ver en esta fotografía de hace un tiempo
Entre musgo, árboles y helechos, el molino aún conserva parte de su estructura exterior, con tejado a dos aguas, de tejas, que amenaza hundirse (ya lo ha hecho parcialmente) en cualquier momento
Con la mecanización del campo y el arreglo de antiguos caminos pudo llegar a las aldeas pan fresco diariamente desde las tahonas, por lo que el terreno dedicado al cereal pasó a ser mayoritariamente para pasto y forraje. Maíz se siguió plantando pero como planta forrajera mayormente. La llegada de la luz a todas las casas hizo también que en las caserías se dispusiera de molinos eléctricos para hacer moliendas para pienso
Su interior está cerrado por una puerta hecha con unas tablas, pero puede abrirse y verlo por dentro
Eso sí, no se nos ocurra entrar, no sea que el techo, o el suelo, cedan
Mejor veámoslo desde la puerta, además algún desaprensivo suele echar adentro basuras y detritus
Efectivamente, han cedido parte del tejo y del suelo, pero de momento vemos la mayor parte de la maquinaria de esta parte superior del molino, donde está la muela de piedra que giraba y molía el grano, la cual caía hecho harina en el baranzal
Este es el baranzal. Aunque los nombres de estas piezas y elementos cambian siempre según zonas, la muela está a la derecha y, bajo ella y también de piedra, redonda y del mismo tamaño, está el frayón o parte inferior del dispositivo de molienda
Estas son las cabrias o grandes ganchos metálicos que quitaban la muela cuando era necesario arreglarla o sustituirla
Otros antiguos elementos yacen tirados por el suelo entre tejas caídas, tierra e inmundicias
Este es el rodendu o rodeznu, que estaba en la parte inferior del molino, pieza metálica cuyas aspas, movidas por la fuerza del agua, giraban y hacían funcionar toda la maquinaria de la parte de arriba, que hemos visto, conectada con ella con un poste de madera, el aspa
Volviendo al exterior vemos su otra pared, parcialmente caída también, donde posiblemente había un ventanuco
Abajo en la parte inferior está el güeyu u ojo del molino, por donde salía el agua, de vuelta al río, tras haber hecho girar el rodendu que vimos arriba, el cual estaría antes aquí. Está lleno de piedras y se ven restos de la canal
Aunque como dijimos los nombres de cada pieza suelen cambiar compartimos este gráfico que puede darnos una idea de todas ellas, extraído del libro Los molinos de Maliayo (Villaviciosa) de Rafael Balbín Loredo
Tras nuestra visita al molino proseguimos por el camino en este selvático entorno fluvial
Entre la espesura, descubrimos este pequeño salto de agua...
Luego el río parece querer volver a cubrirse con su manto vegetal. Lo oímos pero apenas lo vemos...
A nuestra izquierda cierra el Camino ahora la ladera del borde inferior del Monte Payón
Y continuamos camino por otro trecho donde casi siempre suele haber algo de barro
Castaños y otros árboles y arbustos forman aquí una auténtica bóveda verde con sus ramas y hojas
A partir de aquí parte del bucolismo se va a quitar al empezar a ver la gran trinchera del enlace de la autovía con el corredor del Narcea, que ha separado La Reaz, cuyas casas ya tenemos delante de nosotros, de Doriga
Al norte, La Sierra Faxas nos indican dónde está Cornellana. Más allá reconocemos, a la derecha del Monxagre, La Llomba'l Nórigo, El Llanu la Felechosa y El Picón (557 m), en La Sierra Sandamías
Pisadas y rodadas nos revelan que estamos en una senda bien trillada y transitada por caminantes y romeros
La zona más pisada indicará dónde menos barrio hay, pues se ve además bien seca...
Paso a paso salimos del boscaje al entrar en el pequeño núcleo de La Reaz
El Regueiru la Reaz, que baja por el prado y se sume aquí bajo el camino para salir al otro lado, dando sus aguas al Regueiru'l Freisnu
Aparece ahora ante nosotros una gran panerona, que sin duda albergó las cosechas de trigo y maíz, tal vez también escanda, que se molía en El Molín de La Reaz
Pasamos bajo ella y seguimos camino, a la derecha
Pasamos una cuadra y el Camino sube a la izquierda, en dirección a la última casa ya de La Reaz
Al fondo, a la derecha de la panera, se ve la cima del Picu Pandu o El Pandón
Al llegar a la panera hay un rellano o explanada. Continuamos por el Camino, que va a la derecha de la casa
La casa tiene una pequeña corrada y un portalín a manera de porche
Al subir vemos de frente la panera, que también ha sido restaurada
La fuente se alimenta de los manantiales del Monte Payón. Aquí se venía a por el agua a las casas antes que se hiciese la traída general
El agua mana, siempre abundante, de dos buenos caños, y de un pingón, a su derecha, también a veces, sobre todo cuando llueve
En el frontal vemos, muy gastada, la fecha de 1903, dentro de una representación esquemática de la fuente. Relaciones semanales de los operarios, carros y jornales que han devengado con motivo de las obras públicas municipales de reparación de la fuente de La Reaz, Doriga es como se titulan los documentos relativos a su reparación que se encuentran en el Archivo del Ayuntamiento de Salas
Los caños tienen su sumidero, yendo después el agua a la canaleta, a donde cae directamente la del pingón
Y ya nos dirigimos al túnel bajo el enlace entre la Autovía de la Espina (A-63 ) y el Corredor del Nalón (AS-15), al que llegaremos bajando desde Doriga, la cabeza de la parroquia, solar de la iglesia y del palacio del lugar, así como del albergue de la histórica Cá Pacita, a donde saldremos al pasar al otro lado del subterráneo...




























.%20Monta%C3%B1a%20Central.jpg)

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y contribuir con tu comentario... Únete a la Página Oficial en Facebook para descubrir nuevos contenidos....Ultreia!