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martes, 6 de octubre de 2015

SAN MARCELO O SAMARCIELLU Y LA REAZ : EL CAMINO PRIMITIVO ENTRA EN EL CONCEJO DE SALAS POR LA "RUTA DEL ESTRAPERLO" (ASTURIAS)

El Freisnu: el camino baja a la izquierda, el santuario al fondo

El Freisnu es uno de los grandes símbolos del Camino. En Asturias este enclave con su santuario representa el paso de los valles de la cuenca del río Nalón a los del Narcea, el tránsito entre las antiguas Asturias de Oviedo a las Asturias de Tineo, del centro al occidente, reminiscencia varias veces milenaria de los territorios de los astures lugones y los astures pésicosEs además el paso entre el concejo llamado oficialmente Grado o Grau, popularmente Grao, y el concejo de Salas. Aquí en esta "frontera", en la cresta misma de una montaña donde también nos cruzamos con otra vía histórica, El Camín Real de la Mesa, iniciamos una gran bajada justo antes del santuario, a la izquierda, el prolongado descenso al valle del Narcea, buscando el paso del río hacia Cornellana


Es el Camín del Morriondu o de los Morriondos, por donde iremos entrando de esta manera en el conceyu de Salas, por la parroquia de Doriga


Dicen que "todo lo que sube baja": luego de la gran subida desde Grado/Grau a El Freisnu, toca ahora su correspondiente bajada a las riberas del Narcea, que comenzamos aquí


Las torres de la red eléctrica son otra característica de este tramo del Camino


A nuestra izquierda los altos de La Tiera y El Picu Curuoza o Curueza (524 m). Por allí nace El Regueiru'l Freisnu o Doriga, afluente del Narcea, cuyo curso nos acompañará en esta gran bajada al valle


Bajamos por la arboleda


La pista es muy espaciosa, como una carretera pero de suelo de zahorra. La vieja y milenaria senda caminera fue ensanchada para el paso de camiones durante las obras de construcción de la Autovía de La Espina, que pasa bajo nosotros. Actualmente no tiene ningún tráfico y prácticamente solo es usada por los peregrinos


En este gran desmonte vemos a la izquierda una placa


Es en memoria del peregrino FRancisco Javier Santamaría Ramiro, fallecido en este lugar hace unos años


No vemos aún el profundo fondo del valle pero sí las montañas que lo cierran a este y a oeste


En primer término El Picu la Cutaniella (344 m) y al fondo, cerrando el valle por el oeste, La Siniella (368 m), sobre el pueblo de Quintoños, parroquia de Cornellana, y a su izquierda El Llouricu (303 m)


Seguimos pasando bajo torres de alta tensión en este formidable descenso en el que recomendamos precaución con las abundantes pìedrecillas sueltas que en algún momento pueden hacernos resbalar


A la derecha el gran paredón del desmonte, a la izquierda el vallado de la autovía


En esta curva comenzamos a tener una muy buena vista de la parroquia de Doriga, cuyo primer pueblo, Samarciellu o San Marcelo, empezaremos ya a ver abajo


Allí el largo descenso ofrece una tregua, pues desde el pueblo hasta Doriga, al otro lado de la autovía, cabeza de la parroquia, el tramo es bastante más llano y la bajada se suaviza notablemente


En Doriga si nos fijamos veremos asomar sobre los árboles la iglesia parroquial de Santa Eulalia (centro de la foto), por donde pasa el Camino que, poco más allá, vemos subir hacia el cementerio antes de volver a realizar una fuerte bajada hacia las riberas del Narcea. Pero sin duda lo que más destaca, algo apartado del Camino, es el Palacio de Doriga, construido entre los siglos XV y XVI como casona-fuerte, alrededor de una torre medieval más antigua


El torreón es del siglo XIV y se reformó como casona solariega, añadiéndose esta a la estructura defensiva anterior. Tal y como nos explica el historiador Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago en AsturiasItinerarios, fue esta de las pocas torres que los Reyes Católicos no ordenaron tirar abajo para prevenir rebeliones nobiliarias. La torre del palacio es de cuatro pisos y los muros tienen 120 centímetros de grosor. De aquí era Garcí Fernández de la Doriga, quien en 1378 representó a Salas en la Junta General de conceyos asturianos, celebrada en Avilés. Luego, ya hecho el palacio, este fue residencia momentánea y cuartel general del mariscal Ney, cuando avanzaba camino de El Freisnu tras pasar con sus tropas el Narcea por Cornellana


El palacio tiene una apasionante historia basada en la biografía de sus antiguos moradores... y en la de algunos de sus "inquilinos", pues fue como decimos momentáneo cuartel general del mariscal Ney, el favorito de Napoleón, durante su campaña de ocupación de Asturias, partiendo desde Lugo y atravesando el occidente astur para subir a La Cabruñana y llegar a la capital ovetense, prácticamente por sorpresa y sin disparar un tiro, hasta encontrar seria resistencia en el pueblo y viejo puente medieval de Peñaflor, sobre las aguas del Nalón... donde se libró una enconada pero desigual batalla en la que los franceses arrollaron a los defensores, tal y como comentamos al pasar por allí


De todas maneras, su inquilino más famoso debió ser  Valentín Andrés Álvarez, quien licenciado en Físicas por la Universidad de Madrid, pasó a ser estudiante de Mecánica Celeste en La Sorbona, donde vivió intensamente la "Belle Epoque" de París. Catedrático de Economía, escritor, miembro de la Generación del 27, amigo de Valle Inclán y de García Lorca (al que hospedó aquí cuando actuó en Asturias con la compañía La Barraca), pero que de lo que más orgulloso se sentía era de haber sido, en los felices años veinte, campeón nacional de tangos


En la autovía, al lado extremo izquierdo inferior de la foto, vemos el túnel por el que pasa el Camino para ir a Doriga y, desde el pueblo, el camino que sube al cementerio, ya citado. Un poco más arriba, ya en el monte de enfrente, al otro lado del valle, es Suburriba, por donde sube la ruta desde Cornellana hacia los bosques de Ricabu y El Campu los Vaqueiros, por donde sigue la ruta a Villazón y Salas siguiendo el valle del Nonaya, otro afluente del Narcea, que recorre el concejo de Salas de este a oeste. A la derecha las cicatrices de la obra de la autovía, comenzadas en 1999 y aún no culminadas. Arriba la aldea de Folgueirinas, extremo derecho superior de la foto


A la derecha, más arriba de Folgueirinas, La Sierra de Faxas (361 m) y detrás del pueblo el Monte Palmayor (327 m), luego La Sierra de Llorís (398 m) y Fumarrosa (434 m)

A lo lejos en el horizonte las sierras que hacen frontera con Tineo/Tinéu y Valdés, tierra de brañas vaqueiras: de izquierda a derecha las de Bodenaya, La Espina, Tineo, Adráu, La L.lamiel.la...

Más cerca, a la izquierda, arriba de Suburriba o Sobrerriba, están La Llomba (298 m) y El Picu los Tayos (426 m), estas alturas sobre el valle del Narcea, río que aún no veremos todavía, al estar enclavado en las profundidades


Y ya vemos también la Autovía de La Espina, comunicación rápida con el occidente astur que ha transformado el paisaje de estos valles y, en algunos puntos, variado incluso el trazado del Camino


Aquí por ejemplo un gran tajo ha alterado la ladera del monte, pasando ahora el camino por un puente. Al fondo a la derecha, sobre Cornellana, que prácticamente aún no se ve, están La Llomba (310 m), donde está el santuario de Santueñina y, dominando la escena, el Picu Muxagre (662 m), también llamado Muxagra y Monxagre, en las serranías de El Llano, brazo sur de la Sierra Sandamías


Este camino fue muy empleado en la posguerra civil por los contrabandistas, para evitar el paso por los fielatos y puestos de control de la carretera N-634 en Cabruñana, por ello era conocido como la Ruta del Estraperlo, nombre con el que también se conocen otras sendas similares en Asturias. El nombre viene de una ruleta de marca Straperlo, trucada dentro de un gran caso de corrupción con implicaciones políticas y de gobierno que salió a la luz en 1935, el Escándalo del Estraperlo, cuya repercusión fue tal que la palabra pasó a definir toda actividad económica ilícita prácticamente como sinónimo de mercado negro. El nombre vino del de los empresarios promotores, Daniel Strauss, Perle, y Lowann, la esposa del primero


Pocos años después, con las dramáticas penurias, hambres y racionamientos de la posguerra civil, las actividades ilícitas alcanzaron su apogeo, extendiéndose el uso de la palabra ampliamente y llegando a nuestros días


Aquí en esta curva, en el lugar de La Meredal, hay un pequeño y antiguo puente sobre el que pasamos


A la derecha del Camino está La Fuente la Meredal, de los siglos XVII y XVIII, que en su momento se reformó, añadiéndosele una fuente-cubo de hormigón



Del cañu apenas suele manar un hilillo de agua



Por su parte el puentecillo, sobre El Regueiru la Meredal, que nace al pie de El Freisnu, solo puede verse bien cuando se desbroza el lugar. Esta es una vista desde la fuente


 Puente de piedra de arco de medio punto: esta es una vista desde el camino, nada más pasarlo


Fuente y puente de La Meredal


El camino sigue bajando, su bien en este recodo no tan acusadamente


A la izquierda depósitos de agua


Caminamos unos metros más...


Y llegamos al cruce del puente sobre la autovía


Puente que realiza también aquí un poco de bajada


De frente El Picu la Cutaniella


Apreciamos la gran brecha abierta en la montaña para el paso de la autovía


A la izquierda el túnel de El Freisnu


Pasado el puente sigue la imponente bajada


La pista vuelve a hacerse considerablemente ancha


Todo rampa abajo


Y ya nos acercamos a San Marcelo o Samarciellu, el primer pueblo del concejo de Salas que encontramos en el Camino Primitivo


Allí vemos la calle principal, por donde sale el Camino. Un poco más allá es La Reaz, por donde nos dirigiremos al túnel bajo la autovía para pasar a Doriga


De esta bajada escribiría en sus Diarios sus impresiones el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos cuando la hizo el 2 de octubre de 1796, sin duda en mucho más malas condiciones que ahora:

"Las calzadas, la cuesta para bajar a Doriga, todo malo, pésimo, diabólico"

Hemos de recalcar que Jovellanos hacía esta observaciones siempre con la vista puesta en plasmar sus impresiones y en su momento recordarlas y solicitar si cabe y ha lugar las mejoras pertinentes en comunicaciones o en lo que se tercie


Enfrente los montes de Sorribos y El Carbayín, bajo el Altu la Cabruñana, afectados por el paso de la autovía


Ya asoman los tejados de las primeras casas de San Marcelo/Samarciellu


El suelo es aquí de hormigón


Muro de piedra asentando el terreno para evitar argayos


Bosquetes...


Arbustos ornamentales y frutales


Y llegamos a la primera quintana...


Cá Llinar: el camino continúa a su derecha


Casa con panera, donde debió haber llagar de sidra porque se conservaba una mayadora para desmenuzar las manzanas


En la fachada placa de la casa y estampa de la Virgen de Covadonga



Hermoso jardín...


Enlazando con otro camino seguimos ruta


A la derecha sigue el muro de piedras


A la izquierda una vereda florida


Bifurcación y de frente hacia abajo


En este tramo, nuevamente en bajada, el firme está asfaltado


Desde aquí tenemos una muy buena perspectiva de esta parte del pueblo, con sus quintanas esparcidas entre campos y bosquetes bajo La Cutaniella, en el valle del Regueiru'l Freisnu. Las casas y quintanas se extienden por las laderas de los montes y colinas que caen, formando un anfiteatro natural en el que se asienta la población


El Camino va formando aquí ya una calle entre casas, fincas y terrenos


Muchas casas han sido restauradas


Ruedas del viejo carro de labranza


Aquí suelen ofrecer café y alguna vianda a los peregrinos


Henar, cuadra y almacén de leña, construcción popular


Otra deliciosa vista de este pequeño valle


Y avanzamos calle abajo...


Calle abajo junto a los cobertizos


Cuadras y hórreos


Un castaño joven


A la izquierda otro tendejón


Tenemos ahora otra buena visual de la parte alta del pueblo, a nuestra izquierda, bajo El Castañéu'l Ríu y El Picu Curuoza


Leña apilada para el invierno


La calle se estrecha aquí un poco...



Preciosa panera de ocho pegollos sobre el camino, con gran bodega debajo y tendeyón



Y seguimos bajando...


Caminamos junto a casas grandes con galería y soportales, otras con antoxana o antesala exterior, mirando a la senda peregrina, muchas veces engalanada con mil flores, jardines, frutales, pasando así Casa Frutos y Casa Leto o de Marzo, entre otras...



Hermosa y soleada galería bajo la que pasamos...


Nos quedamos contemplándola


Es un pequeño edén


En este cruce seguimos de frente, bajando siempre


La vega del Regueiru'l Freisnu a la izquierda


Al fondo vemos ya las últimas casas de San Marcelo/Samarciellu



Colorista entrada florida


El Picu Curuoza asoma en lo alto


El Camino es aquí un vergel...


Así nos fijamos en cada detalle


Piedra de afilar a la puerta, entre flores y plantas


La bajada se acaba...


Caminamos en llano


Otra gran panera


Cruce y de frente


Todo recto hasta lo último del pueblo


Fuente pensada para los peregrinos


Hecha en el año 2002


Y estas son las últimas casas...


Fijémonos en el muro de la derecha


Hay dos cruces, una sobre otra


Caserón de piedra...


Aquí miremos ahora a la izquierda


Es el campo de la capilla de San Marcelo, que vemos al fondo, cerca del río


Pequeña pero encantadora, la capilla de San Marcelo está un poco apartada de nosotros, en medio de un prado, parece ser una obra del siglo XVI aunque sobre otra anterior del XI según la solución de bóveda de la capilla mayor. Restaurada por Don Lisardo, quien fuera párroco en Doriga, según reza una inscripción, a partir de 1987


Parece ser una obra del siglo XVI aunque sobre otra anterior del XI

 en el pueblo del mismo nombre, cerca de Santa Eulalia. Edificio sencillo compuesto de nave única con cabecera de menor altura y ancho de planta con testero recto. La fachada se abre por medio de un solo vano en forma de puerta con arco de amplio dovelaje (S. XVI) y remate con espadaña de cano único. La nave se cubre con armazón de madera a dos aguas, protegida al exterior con tejas de barro dispuestas a canal y cobija. La capilla mayor emplea bóveda de cañón apoyada sobre banco corrido de piedra, que en el Inventario Arquitectónico de Salas han clasificado como obra del (¿S. XI?) ¿?. Restaurada después de 1987 fecha en la que se encontraba en mal estado. Se ha añadido cruz en la espadaña, refuerzos en las cadenas de esquina del frontis y óculo sobre la puerta (no existía)

Entre las figuras de vírgenes y santos de su interior destacamos, por su relación con la senda jacobea, la de San Roque Peregrino. Se celebra fiesta el primer domingo de agosto.


Soberbiamente restaurado, un gran hórreo de corredor ante el camino


Y vamos llegando al final de la calle


Pasamos este gran caserón de traza urbana de época


Y luego una finca con pumarada


La verja de la última casa


Saliendo de San Marcelo/Samarciellu el paisaje se abre al valle del Regueiru'l Freisnu o de La Doriga, prosiguiendo la bajada al del Narcea, pero aquí más suavemente, como ya hemos dicho


Desde aquí divisamos La Reaz, el siguiente núcleo de la parroquia de Doriga hacia el que nos dirigimos


Llegamos a la carretera SL-9 y continuamos a la izquierda


Hay una curva cerraza: atención al tráfico, estamos en un enlace con la autovía


Seguimos recto en liviana cuesta abajo hacia la rotonda que hay al fondo


Justo antes de la rotonda de enlace con la Autovía y con el Corredor del Narcea dejamos el asfalto y nos desviamos a la izquierda


Las conchas xacobeas nos muestran el delicioso paraje de campos verdes que nos envía a La Reaz camino de Doriga, cabeza de la parroquia...


Es un preciosísimo sendero que cruza el valle


Caminamos por el medio de la pradería


Vamos entre pomaradas al pie del Monte Payón (316 m), estribaciones de La Cutaniella


Es, recalcamos, el valle que forma el Regueiru Doriga o de El Freisnu, bajando de la montaña a desembocar al río Narcea


 Bajamos un poco entre los prados


Temporada de siega, el tiempu la yerba


Nos acercamos al arroyo.


Trayecto bien pisado, trillado y hermoso


Allí suena el río.


El Regueiru Doriga es muy selvático en estas riberas de frondosa arboleda. Lo cruzamos por la pasarela de madera de La Meredal


Antaño había que mojarse los pies. El paso continuo de peregrinos la hizo necesaria



Y seguimos en paralelo al arroyo


Adentrándonos en la umbría


Caminamos por la misma orilla


Bello sendero de los de siempre, una caleya hermosa de piedra y tierra


Suele haber barro, pero no tengamos miedo de mancharnos un poco las botas. El asfaltado, hormigonado, y apisonado excesivo está acabando con estos caminos. Los pueblos ya cuentan con buenas carreteras desde hace décadas y estos tramos "vírgenes" entendemos habrían preservarse



Un tramo lleno de belleza natural


Vegetación de ribera


Esplendor verde...


De pronto nos llama la atención aquel tronco caído sobre lo que a primera vista parece una cabaña.


Son las ruinas del que fue El Molín de La Reaz, evocador edificio de piedra, entre musgo, arboleda y helechos, que aún conserva parte de su estructura exterior, con tejado a dos aguas, de tejas


Podemos asomarnos con cuidado al arruinado interior


Aún se conserva la muela de piedra...


Y el rodendu o rodeznu, aspas que giraban con la fuerza del agua del río canalizada hasta aquí, haciendo funcionar la maquinaria, esta completamente deteriorada.


Salimos y seguimos observando su estructura


También conserva el molino su güeyu, el "ojo" por el que sale el agua de vuelta al río tras mover en su interior la maquinaria de la molienda


Y al lado la pequeña presa, nora, ñora o banzáu


Visitado el viejo molino seguimos ruta


 Es un paso estrecho pero bueno de caminar, en este tramo tan frondoso


Una panera


Una gran panerona, que sin duda albergó las cosechas de trigo y maíz, tal vez también escanda, que se molía en El Molín de La Reaz


Y así llegamos a la quintana de La Reaz


Pasamos entre las casas


Gran portón-verja


Y seguimos calle adelante


Aquí el suelo ya es de hormigón


Caminamos hacia la última casa


El Camino sigue a su izquierda


Junto al rosal


Encantadoras quintanas de La Reaz, esencia rural de la aldea asturiana


Dejamos las casas


Y llegamos a La Fonte la Reaz


La Fonte la Reaz, del año 1903, con dos buenos caños y un pingón




Luego vamos a pasar por el túnel bajo la carretera SL-9


Hay un poco de bajada


Al salir al otro lado volvemos a caminar al lado del río, que está a la derecha, casi no lo vemos en la tupida arboleda


Hemos llegado a Doriga, la cabeza de la parroquia, llamada también Santolaya (Santa Eulalia) las Dorigas, para distinguirla de sus "vecinas" del norte: San Antolín, San Esteba y San Xustu las Dorigas, comarca de Salas al este del Narcea...





























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