Este es el Ayuntamiento de Villaviciosa, edificio construido aquí entre 1902 y 1906, en el antiguo arrabal del Mercáu Vieyu, que por entonces había pasado a ser la Plaza de Pidal, trasladado de su sede anterior en la calle Sol, dentro que lo que fue el recinto amurallado por la desaparecida cerca que rodeaba La Villa, la antigua Pola de Maliayo. Más antiguamente y según costumbre, el lugar de reunión del concejo vecinal había sido el pórtico de la iglesia parroquial de Santa María del Conceyu, de ahí su nombre, también dentro del recinto de aquella antigua puebla medieval fundada en 1270 por Alfonso X El Sabio, a la que el antiguo Camín Rial, procedente de Colunga, llegaba aquí, un espacio por entonces muy diferente, viniendo de Les Caleyes (siguiendo la ribera de La Ría) por la actual calle Cervantes (izquierda de la foto), que es por donde está señalizado actualmente el Camino de Santiago
Calle Cervantes, con el Ayuntamiento al fondo. A la derecha el ensanche |
Era este el Camino principal seguido por los viajeros, arrieros, peregrinos y demás transeúntes de antaño para entrar en la villa por el este, totalmente urbanizado en la actualidad, por donde se trazó a partir de mediados del siglo XIX la nueva carretera de Colunga, en este tramo sobre el Camín Rial, y a cuya derecha se hizo posteriormente uno de los dos ensanches villaviciosinos, hacia donde creció La Villa fuera de su núcleo originario intramuros, al que se entraba por la Puerta del Mercáu Vieyu, una de la cuatro de la antigua muralla. Esta ancha acera, L'Acerona, forma parte de las reformas urbanísticas de la década de 1920, al igual que el Parque Ballina, hecho en lo que eran las plazas de Libertad y Padilla, antes plazuelas de Peón y Balbín
En el campo preexistente, con sus hórreos y paneras, se celebraba el mercado, trasladado a este lugar desde el que se celebraba desde la Edad Media en El Cruceru, la histórica plaza del mercado en el centro de la vieja pola, que se hizo pequeño al aumentar gentes y transacciones. Posteriormente también será trasladado de aquí al otro extremo de La Villa, al arrabal de Fuera'l Cañu, al otro lado de la puerta de este nombre de la antigua muralla, situada al sur
Estos terrenos pasaron a ser de La Villa en 1892, justo una década antes de iniciarse las obras del Ayuntamiento, al ir creciendo hacia fuera con dos ensanches, a cada lado de la actual plaza, la viaja pola intramuros. Hasta entonces pertenecían a la parroquia de San Vicenti la Palma, que fue extinguida, pasando una parte a incorporarse a La Villa, como se conoce de siempre a Villaviciosa capital, diferenciándola del concejo, y otra a la vecina parroquia de Fuentes
Aquí las conchas y flechas amarillas nos indican seguir por L'Acerona hacia la Plaza del Ayuntamiento, sin embargo nosotros vamos a proponer dirigirnos a ella recorriendo este emblemático parque villaviciosino, donde también estuvieron la Casa del Arcediano y el Palacio de Caveda, que fueron demolidas. La primera ya había sido adquirida por un particular, Bernardo Corripio, para edificar, mientras en el palacio estaban por entonces las oficinas de Correos
El Parque Ballina se extiende pues detrás del edificio del Ayuntamiento de Villaviciosa, que vemos al fondo entre los árboles. El arquitecto Juan José Pedrayes Obaya nos dice en su libro Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, que la primera propuesta para construir un "parque de invierno" en lo que ya era el nuevo centro de La Villa, fuera ya de aquella de su núcleo medieval, aparece en el año 1922 en el semanario Pan y Paz, proponiendo para hacerlo una financiación mixta, mediante suscripción popular, aportación municipal y contribución de los propietarios de la obra, además, para evitar las reticencias de los herederos del erudito José Caveda a demoler su palacio familiar este semanario propuso dedicarle un busto en este nuevo espacio verde
A la derecha, como hemos dicho, se edificó uno de los dos ensanches villaviciosinos a partir de esta carretera y se su paralela por el oeste, la calle de la Magdalena, abierta a partir del solar de la arruinada capilla de esta advocación, donde se inauguró en 1911 el Ateneo Obrero. Todo comenzó con la compra por parte de varios vecinos, y posterior parcelación y edificación, del llamado en los documentos "Prado de Balbín" en 1885, naciendo un nuevo barrio, Robledo, apellido de la familia promotora, de casas urbanas y dos fábricas, la Sierra Mecánica de Sacramento Cangas y la fábrica de sidra La Tierrina
En esta parte que mira a la antigua carretera de Colunga estaban las casas de los propietarios de dichas casas obreras, aún queda alguna aunque en buena parte han sido sustituidas por edificios de pisos construidos a partir de los años 1970. En ensanche ya había quedado configurado urbanísticamente en 1897, si bien en 1900 Sacramento Cangas representó a los vecinos en una queja para que el Ayuntamiento aplanase y acondicionase sus calles (la de la Magdalena y dos transversales), incorporándolas de manera efectiva a la red viaria de la nueva población que crecía por esa parte, cosa que el consistorio realizó al año siguiente
En el parque, pasamos ahora al lado de la escultura "Exaltación de la Manzana", un gran sombrero del que salen enormes manzanas, obra de Eduardo Úrculo. Es un homenaje a José Cardín Fernández, presidente que fue precisamente de Valle, Ballina y Fernández, empresa fabricante de Sidra El Gaitero, auténtica institución villaviciosina y asturiana
José Cardín era sobrino de Obdulio Fernández Pando, quien se puso exitosamente al frente de la fábrica en 1895, cuando dos de los fundadores, Eladio del Valle y Ángel Fernández abandonan la sociedad y le transfieren sus derechos. En la actualidad la Fundación José Cardín mantiene vivos su memoria y legado
Los Fernández de Villaviciosa eran una familia de emigrantes y emprendedores. Precisamente en 1928 los hermanos Bernardo, Luis y Norberto de la Ballina Fernández tuvieron la iniciativa de construir este parque, cuyo proyecto llevaba unos años paralizado, contándose para ello también con la cesión de los terrenos detrás del llamado Ferial, a principios de esa década. Bernardo, alcalde de Villaviciosa, fue un gran transformador de villa y concejo. De él escribe también Pedrayes Obaya:"La dictadura de Primo de Rivera, tan aplaudida en sus primeros años en toda España (y por supuesto en nuestra villa), sirvió aquí para llevar a la alcaldía a un hombre vinculado a "El Gaitero" -Bernardo de la Ballina- que unía a su prestigio personal e inteligencia, el apoyo de los emigrantes americanos. El pueblo cansado del anterior sistema caciquil, acogió con agrado este cambio que además fue plasmándose en hechos concretos: traída de aguas, escuelas, parques, mejoras..., elementos ciudadanos que hoy son definidores, en gran medida, de la imagen urbana de Villaviciosa"
"Sólo el banco Gijonés de Crédito facilitaría la cantidad aunque las condiciones no son aceptadas por el Ayuntamiento, por lo que antes estas dificultades la Corporación desiste de llevar a cabo el proyecto, oficiando a D. Bernardo Corripio para que continuase las obras de construcción de su edificio"
Con el patrocinio de los hermanos de la Ballina Fernández que desatascaron el proyecto, se encarga a Arturo del Fresno, fotógrafo y profesor de dibujo en el Ateneo Obrero, realizar un boceto del trazado del parque, que incluía este paseo lateral de la calle Cervantes, de 7 metros de ancho, ensanchándose al otro lado con el camino del Mal Tiempu y 109 metros de largo, que pasaría a ser conocido como L'Acerona, llegando hasta la Plaza de Pidal, actualmente del Ayuntamiento y popularmente del Güevu
"Él mismo acostumbraba a decir, según recogen las crónicas de la época, que fue la naturaleza la que le enseñó todo lo que sabía, su única maestra. Se guió de su intuición y se dejó asesorar por algunos libros.
Su hijo Fernando Simón apunta que su padre «inició su carrera artística a los 14 años, después de conseguir el primer premio escolar regional con un dibujo de un cuadro llamado "Esfoyaza"». La reproducción en óleo de esta obra le hizo merecedor del galardón de otro certamen regional. En 1960, sus pinturas volvían a ser distinguidas y llegaba al Centro Asturiano de Madrid.
Fueron múltiples los premios, reconocimientos y elogios que cosechó en su trayectoria. Fernando Simón resalta que parte de su triunfo se debió a su esposa, Maruja Rodríguez. Ella, además de encargarse de la prole, llevaba las riendas de la agencia funeraria que regentaba la familia y por la que no sentía demasiada predilección el artista, más aficionado a sus lienzos. Su hijo recuerda que solía decir que se movía entre la vida, que era la pintura, y la muerte, su empresa mortuoria. También tuvo un comercio de molduras y materiales artísticos en Villaviciosa."
"Quienes le conocieron también destacan su «extraordinaria calidad humana» y estaba preocupado siempre por mantener el contacto con la calle. Éste fue el motivo que le llevó a arriesgar y plantarse con su obra, rompiendo esquemas, en la plaza de la Escandalera de Oviedo en 1961, hecho que recogía LA NUEVA ESPAÑA el pasado 11 de junio en su apartado de «Hemeroteca». De él se destacaba su apariencia bohemia y su iniciativa tuvo un gran éxito y repercusión.El artista sí pudo ser profeta en su tierra, ya que en mayo de 2007 Villaviciosa nombraba una de sus avenidas «Pintor Guillermo Simón». El reconocimiento se completaba con un busto en su honor en la plaza de Obdulio Fernández, a los pies del emblemático teatro Riera de la localidad. La escultura fue trasladada al parque de la Ballina por el anterior alcalde, Manuel Busto, sin demasiada conformidad por parte de la familia."
"La de Simón era una pintura sencilla y espontánea, que se inspiraba en la belleza que el paisaje asturiano le regalaba y con la que preñaba sus pinceles y lienzos. Aseguraba que su arte era la mejor forma de amar y conocer su tierra, porque su cometido no era otro que el de representar su realidad. Su mayor pasión era cogerse su equipo y salir a pintar, afición que han heredado tres de sus nietos: Guillermo y Noé Simón y Alejandro Rodríguez Simón."
Enfrente, y mirando a la fachada posterior del edificio del Ayuntamiento de Villaviciosa, fuente con estanque, donde los azulejos cerámicos con filigranas son el material predominante, como en la pérgola
"La pata y los patitos del parque de La Ballina, en Villaviciosa, que el fin de semana habían sido la atracción de los niños maliayeses y que habían desaparecido después de que el sábado una anguila se comiese a uno de los polluelos, han sido halladosVisto el peligro que suponía quedarse en el estanque, la familia se ha trasladado a la ría, para lo cual tuvo que recorrer una gran distancia"
"Pude observar que las deliciosas huertas estaban muy mermadas por las carreteras anchas que habían invadido el pueblo, y que padecían al mismo tiempo alguna sed, porque se había querido esconder el arroyo llevándole por un subterráneo y él, enojado, no se prestaba al riesgo (...)"
Fernando posee rodajes que le acreditan en guisos de mercado a fuego lento, e hizo previamente del Benditu de Villaviciosa una sidrería de vanguardia. Antes de seguir informemos de que Fernando llegó a nuestra región de su Bilbao natal, por aventura, con dieciocho años, y también que, sin antecedentes, un día decidió convertirse en cocinero: «La vocación apareció de pronto, por enlace de casualidades, y una vez llegó creció y persistió guiando cada uno de mis pasos profesionales», explica.
Unos pasos que ya forman camino largo, con etapas dignas de mención: carrera en la escuela de hostelería ovetense y prácticas con la indiscutible crème de la crème asturiana: Nacho Manzano, Gonzalo Pañeda, Pedro Morán, Isaac Loya, Alejandro Urrutia o Nieves García.
«Cuando acababa de lograr una estancia junto a Pedro Subijana, me surgió la aventura chigrera del Benditu. Y la preferí. Necesitaba independizarme para preparar platos que me sedujeran y sedujeran a otros», comenta.
Allí le conocimos. Se enfrentó a un local muy antiguo, entre los más de la capital maliaya, llamado al completo El Benditu se va de Pesca, y reunió a jóvenes y menos jóvenes después de acometer un remocicado general.
Aparte de potes, planchas y parrillas, había demanda de sopa de oricios (y ahí sigue con manzana, torreznitos ibéricos, yema cuajada en soja y salicornia en tempura, puro pecado contra el sexto), de fritos de bacalao en tempura de ajos tiernos, de bocartes rellenos de gamonéu, de pitu con kikos y tomate al curry, de puerros fritos con salsa de soja y copos de bonito, de lomo de cabrito del Sueve a baja temperatura en crema de ahumado de Pría, de pixín relleno de centollo o –deslumbrante pincho que ganó el primer concurso del concejo– de pixín relleno de centollo con crema de huevo líquido y ensalada líquida de la huerta.
Al tiempo, Emilio, su suegro, conocido diseñador de joyas y orfebre, disponía del actual edificio que construyeran sus padres Marcelino y Amelia ('Mar Amé') y convirtieran en restaurante. Retirados ellos, pasó por sucesivas manos, tuvo altos y bajos, quedó de pub cervecero (La Burla) y vivió momentos reposados y momentos canallas: su recuerdo entre sesenteros moteros y alternativos que aún hoy escuchan a Barón Rojo mientras dan un paseo con los nietos."
"Cándido, el padre de Vicente Cambiella, lo abrió en la calle El Mercado hace noventa y un años, sin llegar a bautizarlo. Un chigre popular en el centro de la Villa no lo necesitaba: le bastaba el Ca Vicente. Pero 'Caballito', bohemio pintor de brocha gorda, le puso 'El Furacu', ya que tenía más parroquia que espacio. Por eso en 1947, viendo que el negocio marchaba a fuerza de honradez y potes suculentos y asequibles -con amigos pescadores y agricultores tiempos tan difíciles se salvaban- adquirió una cuadra y sus huertas donde ahora, frente a los jardines del ayuntamiento. Pagó 125.000 pesetas, una fortuna, y pensó por nombres en La Asturiana o La cuadra de Vicente, pero nadie abandonó lo de El Furacu. Y de oficioso pasó a oficial.
Vicente sustituyó a Cándido por ley de vida en 1979, y retomando empujes, edificó sobre los viejos cimientos un edificio nuevo con pensión en los pisos superiores, mientras el patio posterior, donde tantos, tantas veces, remojamos sardinas con culinos, agrupaba ochotes felices. Al comenzar los ochenta entró de ayudante Nare, muy jovencín, y desde el 2001, jubilado Vicente, el más orgulloso continuador de la historia. Una historia que Aurora, la cocinera, lleva escribiendo treinta años con plancha, horno, cazuela, ajada y salsinas, sus cambiantes y adecuados marcos para besugos, panchinos, barbadas, xulies, chopas, chipirones, parrochines, bocartes, y lo que mar y costa entreguen cotidianamente, de llámpares y andariques a merluzas y lubinas. Y sin olvidar potes, vacuno o gochín.Nare recibe, atiende y nos traza la crónica de un Furacu que gana día a día, recto hacia el centenario, espacio y profundidad."
"El Xeitosa, que naciera churrería y chocolatería, y después lugar de comidas y encuentros, la tuvo siete años de alumna aventajada, y cuando por razones románticas cambió para Villaviciosa, gerenciaba, cocteleaba, escanciaba y servía con gracia y dominio. Allí la conocimos, en su primera Casa Mery. A su lado sigue Loli, cocinera fiel ahora reforzada por Patricia: Loli ejerce de veterana en todo el repertorio chigrero clásico, Patricia prefiere el papel de joven innovadora, perfecta concordancia. Y como también cuenta con Jose, su pareja, y Javier, otro activo en sala, los culinos se escancian ligera y acertadamente mientras saboreamos vieiras, zamburiñas o navajas con sus golpes de aceite y ajo mientras los jugos nos templan el paladar.
Destacadas en moluscos, no pierden honra ni puntos con el calamar a la plancha, ni con el cachopo tradicional o el de setas rellenas de marisco, ni mucho menos con el jabalí guisado o con la tortilla de bonito y el filete ruso.
«Quiero recordar a la anterior propietaria, Ángeles Meana, desgraciadamente ya fallecida, una amiga extraordinaria en afectos y enseñanzas», subraya Mery Meana, un apellido de unión y continuidad sin lazos familiares a través de la sidrería que llevaba tal nombre. Cosas del destino."
"Casa Mery, alineada con otras importantes referencias de la hostelería local, mira para este pequeño y delicioso parque. El Camino de Santiago lo bordea del otro lado, y el peregrino sabrá aprovechar la sombra de sus grandes árboles, el frescor de su estanque, la original escultura del sombrero y las manzanas de Úrculo o la belleza decimonónica del noble edificio del Ayuntamiento."
"Estudió Ingeniería técnica industrial, pero Benjamín Meana siempre tuvo claro que su lugar estaba detrás de la barra de la sidrería El Congreso. Ahí ha pasado los mejores momentos de su vida profesional. La Asociación de Comerciantes de Villaviciosa ha querido así reconocer sus más de treinta años de trayectoria en el mundo de la hostelería, aunque este maliayés lleve ya dos años de jubilación. «No me lo esperaba, pero estoy muy agradecido», asegura.Su abuelo dio vida a la sidrería en 1914. Su intención era marcharse a Cuba, pero el inicio de la guerra en aquel país lo llevó a buscarse su futuro en Villaviciosa. En ese momento el nombre de la sidrería era Casa Benjamín, donde se «se reunía mucha gente distinta y se hablaba de todo. Un día, alguien dijo que aquello parecía el Congreso y así se quedó», recuerda Meana.Fue ya en 1983, cuando tomó el relevo de su padre. «Tras acabar la carrera me salió un trabajo en Venezuela. Cuando mis padres vieron que podía irme me dejaron estar al frente de la sidrería», relata.Desde entonces su vida giró en torno a la barra de ese local que tantos momentos inolvidables le ha dado. «Mi vida era esto. Estar en contacto con la gente. Fui muy feliz aquí», asegura.Con los años, El Congreso se convirtió en un punto de encuentro para los habitantes de la capital maliayesa. Su éxito fue tal que llegaron a crear su propia fiesta: la de la resaca.Su hija, ahora al frenteNo sólo eso, sino que incluso José Luis Rodríguez Zapatero llegó a comer en la sidrería cuando era presidente del Gobierno nacional. «Era su primera visita a Villaviciosa. Un amigo mío que era concejal en León lo conocía y, después de un encuentro en Gijón, lo trajo a comer aquí. Es un hombre muy normal», recuerda.Meana pasó muchas horas detrás de la barra, aunque siempre encontró un hueco para escaparse a la playa de Rodiles donde disfrutaba de un paseo y un chapuzón, una cita a la que no falta desde que tenía treinta años: «Se lo recomiendo a todo el mundo», dice.Ahora es su hija Carolina la que está al frente del establecimiento hostelero maliayo, mientras Benjamín ocupa el resto de las tardes dando clases de matemáticas a su nieto"
"El Ayuntamiento se traslada al convento antes de 1845 y continúa destinándolo a usos variados. En 1850 consigue la plena propiedad, excepto la iglesia, aunque pronto el consistorio se ve incapaz de mantener un edificio de tal dimensión e inicia en 1853 las gestiones para obtener fondos para lograr su mantenimiento. Se pretendía la venta de algunas partes o piezas del mismo que no fueran precisas, para destinarlas a algunos servicios y no estuvieran comprendidas en aquellas reservadas por el Estado para alfolíes y otros usos. La venta sólo incluía los materiales que se obtendrían de la demolición ya que el solar no sería vendido. (...)
Esta gestión no debió de dar sus frutos o fue desechada por el Gobernador. Poco después la Municipalidad acuerda exponer a la Reina, vía Obispado, una solicitud para restaurar el Seminario de Predicadores. La petición surge tras unas misiones de dos padres franciscanos; grande debió ser su impacto en el pueblo o muy apurado estaba el consistorio en cuestiones económicas para renunciar a un edificio que estaba solucionando las carencias de equipamientos públicos de la villa"
"En 1854 la Corporación ya cita al convento como posible destino del traslado del antiguo Hospìtal del Sancti Spíritu, que por aquel entonces llevaba una vida mortecina y era incapaz de cumplir su misión"
"Esto nos muestra la prioridad dada a la renovación urbana de la villa, incluso frente a la mayor aspiración que tenía en esos años el concejo: la construcción de un ferrocarril que lo conectase directamente con las cuencas mineras"
"Era una necesidad en Villaviciosa disponer de un establecimiento de recreo, donde, a la par de saborear el rico zumo de la manzana, pudiera solazarse con el cultivo de los típicos y honestos juegos tradicionales y físicos que despiertan, entre los jugadores de destreza y habilidad, entusiasmos y vítores.Benjamín Meana resolvió la necesidad y en plena Villa, frente a las Casas Consistoriales, estableció su negocio en buenas condiciones de gusto, higiene y pulcritud. En su establecimiento "El Congreso" es donde los bebedores encuentran sidra excelente y pura; en sus espléndidos comedores, las ponderadas meriendas y sabrosísimas comidas, con su departamento de toda clases de bebidas de las mejores marcas españolas."El Congreso" es en su tipo la casa predilecta, tanto por sus existencia como por su servicio esmerado y atrayente. Benjamín Meana ha hecho de su casa el centro de reunión más selecto de la Villa y viene, con gran acierto, sustituyendo la acción de un Casino, por lo placentero de su situación, las condiciones sus locales y lo bien presentado y servido de su negocio.En "El Congreso" es donde el público tiene en todo momento selectas meriendas, no sólo para amigos, sino también para homenajes, bodas, etc.; los días de mercado sus comedores son invadidos por el público, porque este sabe que su mesa es la más abundante y nutrida y su precio económico. "El Congreso" es el establecimiento tipo medio entre el chigre tradicional y típico y el moderno y refinado restorán, con la doble ventaja de campos y jardines, alegría y gusto.Si orgulloso puede estar Benjamín Meana con su negocio, Villaviciosa no lo está menos, pudiendo presentar un establecimiento como "El Congreso" que es uno de los mejores de la provincia."
"«Fíjate, la obra de este edificio costó 165.000 pesetas». El alcalde de Villaviciosa, Asensio Martínez Cobián, repasaba ayer éste y otros datos curiosos recogidos en el libro 'Centenario de la Casa Consistorial 1906-2006', que el gobierno municipal presentará el sábado, 19 de agosto, durante los actos del centenario del Ayuntamiento.
Ayer, el regidor local recibió uno de los primeros ejemplares -se editarán 2.000- de este documento que recoge todos aquellos datos que se han recopilado sobre el edificio, desde la culminación de sus obras de construcción en 1906. Cuatro años antes, las dependencias municipales se encontraban en la calle del Sol, en el edificio que hoy ocupa el café de su mismo nombre. Fue en 1902 cuando el primer alcalde del siglo XX de Villaviciosa, Pedro Pidal Arroyo, encargó la construcción del mismo al arquitecto Ignacio Velasco, quien realizó una reforma de un proyecto anterior elaborado por otro arquitecto, Antonio Suardíaz Valdés, a finales del siglo XIX.
El resultado de los trabajos, presupuestados en 88.942 pesetas, pero cuyo coste final ascendió a 165.000, fue el edificio que hoy ocupa la plaza del Güevu. El inmueble, a pesar de las reformas a las que fue sometido -la última en 1984-, sigue presentando la misma estructura básica que en el momento de su inauguración. Buen ejemplo es el salón de plenos. Una fotografía de 1911 lo muestra tal y como está actualmente, con la única diferencia de que la mesa del alcalde estaba colocada en lado opuesto al que ocupa hoy. Por lo demás, la estancia sigue siendo la misma. Hasta las sillas de los ediles son iguales.
Éste es sólo de los detalles que recoge el libro. En sus páginas se incluye desde el expediente de construcción de la Casa Consistorial hasta su adjudicación y posterior publicación en el Boletín Oficial de Oviedo -actual Boletín Oficial del Principado (BOPA)- y la Gaceta de Madrid -ahora Boletín Oficial del Estado (BOE)-. (...)
El trabajo no especifica si en los debates presupuestarios de antaño había la misma polémica que en los actuales, pero si detalla una lista con todos los presupuestos municipales de los siglos XX y XXI. En 1901 fue de 178.673 pesetas, y en 2006 ascendió a 1.586.275 pesetas.
Datos, anécdotas y recopilaciones fotográficas que recogen visitas oficiales a Villaviciosa, como la que realizó Alfonso XIII, en 1918 o Felipe de Borbón, en 1991. Un libro que también permite conocer algo más de la plaza del Güevu, de las diversas corporaciones, de personajes célebres de la Villa, o de la participación del municipio en 1996 en el Gran Prix de TVE.
En su elaboración participaron, además del mencionado Buznego, Etelvino González, Senén Ribero, Juan Basilio González, Pilar Suárez, Fernando Fernández Sánchez y la Consejería de Cultura, con una colaboración especial sobre el archivo histórico.
Son los viejos recuerdos de un Ayuntamiento por el que no parecen pasar los años."
"Uría Ríu nos da noticia de una queja del Concejo de Villaviciosa elevada ante el Consejo Real, donde protesta porque algunas personas para defraudar el pago de alcabalas se iban a poner "tiendas de paños y sedas, y tabernas y otras cosas y mercadurías para venderlas fuera de la villa", solicitando penas para aquellos que tuviesen tiendas en un cuarto de legua alrededor de la villa. Este caso indica claramente el desarrollo de los arrabales villaviciosinos por esas fechas y su relación con el desenvolvimiento del comercio"
"En relación a la denominada Plaza Generalísimo, como ya se comentó, se mantuvo un amplio debate, con propuestas de muy variado sentido realizadas por todos los miembros, y con la intención de utilizar un sistema que fuera de la mayor objetividad posible, cuestión bastante difícil puesto que con un número amplio de representantes era lógico que existieran diferentes posturas, al igual que puede pasar en toda la población de Villaviciosa, lo cual debería dar lugar a buscar el mayor consenso posible. En este sentido se realizó una primera aproximación de los posibles nombres produciendo el primer debate las propuestas de denominación de Ayuntamiento, Conceyu, España, Güevu, Manzana, Mercáu Vieyu, Villa o Villaviciosa.
En una segunda fase se avanza en el debate de elegir una propuesta entre los nombres de Ayuntamiento, Mercáu Vieyu, Güevu y España y es el día 27 de febrero de 2008 cuando se toma la decisión definitiva de la Comisión y se produce un descarte por eliminación tras sucesivos debates y votaciones en las cuales quedan descartados sucesivamente los nombres de España, Mercáu Vieyu y Ayuntamiento para acabar llegando al acuerdo consensual de la elección del nombre de Plaza del Güevu.
Es de destacar que todos los nombres aportados llevaron consigo la debida argumentación y fundamentación por parte de los miembros de la comisión y su correspondiente debate, teniendo todos ellos argumentos a favor y en contra y adoptándose una decisión consensuada y, sino unánime, ampliamente mayoritaria. Los argumentos que se utilizaron para adoptar dicho acuerdo fueron los siguientes: -El Güevu es en la actualidad el nombre popular por antonomasia de la citada plaza. -Este nombre se puede considerar –después de medio siglo- un nombre tradicional –junto a Mercáu Vieyu, con menos uso actualmente-, lo que supone un dato importante, ya que en los puntos aprobados por la comisión como criterios a tener en cuenta figuraba dar prioridad a las denominaciones tradicionales allí donde existieran, como es el caso. -No es un nombre vulgar porque es utilizado por villaviciosinos de todas las condiciones sociales y niveles culturales. Tanto por los vecinos de la capital del concejo como los de la aldea. -No es un caso extraño, pues en otros pueblos y ciudades españolas figura ese nombre en sus respectivos callejeros. También en otros países, destacando por su popularidad el caso de Nápoles. -No es un término despectivo ni vulgar, ni la palabra ni sus múltiples significados lo son. -Hay personas de distintas tendencias políticas y formas de pensar que han defendido este nombre públicamente. -Además del popular, hay también un uso administrativo u ‘oficial’, al ser utilizado oralmente por las autoridades locales en comisiones y plenos, por figurar en numerosa documentación municipal, y en todo tipo de carteles y convocatorias de ferias, actos y eventos de diversa índole que se celebran en esta plaza, destacando los propios de las Fiestas del Portal. -Existe una encuesta realizada por la Federación Vecinal según la cual el 84% de las personas preguntadas prefieren este nombre sobre cualquier otro. -Excluido el resto de nombres, se valoró el aspecto del uso popular, la tradición y la personalidad del nombre, frente al caso Plaza del Ayuntamiento, su competidor en la última fase, más ‘gris’, y con nulo arraigo social. -Los nombres no afectan solamente a los vecinos de las calles o plazas que en ellas viven, sino al conjunto de los ciudadanos.
Por otra parte debe mencionarse que a partir del momento de la decisión surge la polémica sobre el nombre adecuado, como es lógico porque es imposible adoptar una decisión unánimemente aceptada por toda la población de Villaviciosa, ante lo cual, se acordó invitar a dos representantes de los proponentes del nombre de Plaza del Ayuntamiento, asistiendo en su nombre Orfelina Pando Pedrayes y Amparo Alonso Hevia, que trasladaron las siguientes opiniones a la Comisión, favorables a su propuesta, en sesión celebrada con fecha 2 de abril de 2008: a) Todos los comercios defienden su propuesta b) No se tuvo en cuenta la opinión de la Asociación de Comerciantes (ACOSEVI), ni se incluyó en la Comisión. c) Recogieron 200 firmas a favor de esta opción d) La comisión solo pone nombres en asturiano y debería ponerse otros tan fáciles y claros como el de Ayuntamiento. e) Güevu no es digno además de que supone el hazmerreír no solo por lo que supondrá para las direcciones postales sino también por los motes para las personas que viven en la zona. f) La propuesta que debe hacer la comisión debe basarse en dos nombres. g) La propuesta de Ayuntamiento era la defendida por el fallecido Presidente, Aurelio Hevia Carmona, y en su honor también debería tenerse en cuenta. La Comisión, ante estas propuestas, respondió en dicha sesión con estos argumentos: a) La Comisión fue nombrada por el Pleno y su misión es proponer al mismo los nombres, reivindicando su carácter vinculante pero siendo el propio Pleno el que tendrá que tomar la decisión y asumir las responsabilidades que pudieran corresponderle por ello. b) La inclusión de la Asociación de Comerciantes en la Comisión tampoco fue solicitada hasta que habían pasado dos meses del trabajo y se adoptó la decisión de nombrar a la Plaza del Güevu. c) Sentido Común recogió 1400 firmas a favor de Plaza España y la Federación de AAVV hizo una encuesta en la cual salió un 84% el nombre de Güevu por lo cual no es cuestión de estadísticas ni de quien recoge más firmas d) La comisión no solo pone nombres en asturiano, habiéndose ya acordado en aquel momento Caveda y Nava, Agua o Avenida de España por ejemplo. e) Güevu puede ser tan digno como cualquier otro nombre porque debemos defender lo nuestro. f) La propuesta de la Comisión nunca fue la de dos nombres y nunca se pidió a la misma que lo hiciera sino que solo existieron referencias externas a la Comisión en declaraciones realizadas a los medios de comunicación. g) Aurelio Hevia defendía Ayuntamiento pero también asumía los acuerdos de la comisión como propios y así lo hizo con el acuerdo de la denominación de Güevu. Por todo ello, se ratificó el acuerdo por unanimidad de proponer la denominación de Plaza del Güevu, en dicha sesión de fecha 2 de abril de 2008.
Por otra parte debe mencionarse que durante el trabajo sobre dicha denominación surgió la propuesta de estudiar si se mantenía el nombre de la plaza a las calles adyacentes, como ocurre en la actualidad, o denominarlas con otro distinto sin que ello suponga hacerle perder la importancia y la representatividad a la misma con propuestas como Cervantes, Poeta Ángel González, Manzana de Sidra o Mercáu Vieyu. Tras diferentes debates y aportaciones sobre la posibilidad de redenominar a las calles colaterales a la plaza central integrantes de la misma, se aprobó seguir nombrando a todo el ámbito de la plaza actual existente con una única denominación"
"Los vecinos de Villaviciosa están satisfechos con la decisión adoptada por el Pleno municipal el pasado miércoles: la plaza del Generalísimo pasará a llamarse del Ayuntamiento. De esta manera se pone fin a la polémica vecinal suscitada por la propuesta municipal para denominarla plaza de El Güevu, nombre por el que se la conoce coloquialmente, tras la retirada del callejero de los nombres preconstitucionales.
El origen de la polémica se remonta a la retirada de las placas de las calles con nombres franquistas. El Consistorio promovió entonces la creación de una comisión que tenía el cometido de revisar el callejero maliayés. Una de las propuestas más controvertidas fue la de que la antigua plaza del Generalísimo, un emblemático espacio público de Villaviciosa, adoptase el nombre de El Güevu, por el que se la conoce popularmente por la forma ovalada que anteriormente tenía. Pero esta denominación, a pesar de ser la más utilizada por los vecinos, fue rechazada por la mayoría de ellos. Por eso el gobierno no le dio luz verde. Incluso los comerciantes y vecinos de la zona empapelaron sus cristales apoyando el nombre de plaza del Ayuntamiento. Su petición, finalmente, ha sido escuchada.
Un par de vecinas, que charlaban ayer en las inmediaciones de la citada ágora y que prefieren mantener el anonimato, declaran que les parece «estupendo» el nombre elegido. «El Güevu se lo pusimos los ciudadanos, pero lo normal era que fuera plaza del Ayuntamiento». A lo que la otra puntualiza: «El Güevu suena hasta chabacanucu».
Un poco más allá, en la calle Cervantes, casi a la altura de la citada plaza, se reúne cada día un grupo de jubilados para hablar de diversos temas. Uno de los que les ha ocupado en más de una ocasión ha sido la denominación de la plaza del Ayuntamiento. Alfonso Palenzuela considera que el nombre adoptado es «como tiene que ser. Lo considero muy acertado porque nadie puede darse por aludido». A lo que Germán Oriyés añade: «me parece muy bien porque es la plaza de todos y ese nombre no molesta a nadie y no lo andamos cambiado todos los días». Otro de estos jubilados, Guillermo de Vita Onís, comparte las opiniones de sus amigos. «Me parece bien, es lo mejor que pudieron hacer». Quien no parece estar tan de acuerdo es Guillermo Trevín: «El Güevu me gusta más. Ayuntamiento no me gusta». Pero la impresión general es que los ciudadanos «quedamos muy tranquilos con este nombre; nunca fue El Güevu, sólo que nos dio por llamarla así», matiza Palenzuela."
"Dadas las malas condiciones de este arrabal, los mercados se trasladaron a otro arrabal histórico, Fuera'l Cañu -emplazado en la salida hacia el interior de la región-, en él tuvieron lugar las ferias y los miércoles el "mercáu los gochos". Aunque no tenemos noticias documentales opinamos que estos dos arrabales ya tendrían un cierto desarrollo en la segunda mitad del siglo XV"
"Uno de los postres de la confitería Colón, ubicada en la plaza del Ayuntamiento de Villaviciosa, será mañana, lunes, la imagen del cupón de la ONCE. El pastel, elaborado con turrón de sidra y manzana, es una de las mejores representaciones de los productos de la Comarca de la Sidra al aunar lo más característico de la zona. Se trata de uno de los establecimientos más conocidos de este sector y han llegado a llamarlos de eventos tan importantes como el Tour de Francia o los premios Princesa de Asturias.Esta no será la primera vez que el concejo sea protagonista de uno de estos boletos. El pasado mes de abril, la entidad eligió una imagen de la plaza del Ayuntamiento con motivo de la serie 'Mi pueblo' dedicada a localidades singulares. El cupón diario ofrece, por 1,5 euros, 55 premios de 35.000 euros a las cinco cifras"
"La casadiella es un típico postre asturiano que se elabora con motivo de las fiestas de carnaval junto a los frixuelos (crepes). Está elaborada a base de masa frita y en su interior tiene un relleno hecho a base de nuez, anís y avellana. La cofradía de los Nabos de Morcín ha celebrado el XI Concurso mundial de casadielles y la Confitería Colón de Villaviciosa se ha impuesto con la mejor elaboración, realizada por el obrador y gerente Manuel Ángel Sánchez.
Para Manuel Ángel no hay muchos secretos en la elaboración de una buena casadiella: "Es el típico postre de toda la vida en Asturias. Hay que hacer una buena masa, conseguir el punto perfecto de fritura y luego la clave está en la nuez. Procuramos tener la mejor nuez de Asturias, a poder ser la que recogemos de los bosques del concejo de Villaviciosa. Es muy importante el fruto, la materia prima, y luego la mezcla con anís. Le añadimos un poco de avellana y se hace un relleno que le da un sabor muy especial", afirma Manuel Ángel Sánchez.
Una bomba energética
El gerente de la Confitería Colón, Manuel Ángel Sánchez, recuerda los tiempos en los que suministraba cajas de casadiellas a los masajistas de los equipos ciclistas que pasaban por Asturias: "¡Muchas casadiellas se comieron en el Tour de Francia! Los auxiliares las ponían en las bolsas de avituallamiento. Marcelino Torrontegui y Cristian Alonso las llevaban para sus equipos. El último equipo al que las llevó Cristian fue al Sky. Ahí Chechu Rubiera, como buen asturiano, fue el que ayudó a difundir la fama de las casadiellas en el pelotón". Aunque "ahora la casadiella ya no está tan presente en la dieta del ciclista de élite porque hay mucho control sobre la dieta y les dan las barritas y otros productos", lamenta Sánchez..
Homenaje a la manzana
Villaviciosa está considerada la "Capital de la Manzana" y en la Confitería Colón han hecho otro tipo de casadiellas que mezclan la nuez, la avellana y la manzana para completar su relleno. Es su pequeño homenaje al fruto que da fama a la localidad y al concejo. Otro de sus postres más conocidos son las manzanitas de mazapán. Sus cajas decoradas en el escaparate son uno de los elementos más llamativos de esta pequeña confitería familiar que forma parte del paisaje característico de la Plaza del Ayuntamiento conocida también como "la Plaza del huevu"
"De todas formas las ventas de terrenos para edificar casas sólo se concedían en aquellos lugares donde los hórreos estaban incluidos dentro de las dos alineaciones de casas ya construidas y que convergían en la Puerta de la muralla. El carácter fronterizo entre el fin del Antiguo Régimen y el comienzo de la etapa liberal se observa cuando en una fecha tan tardía como 1807 hay una solicitud para colocar una panera en El Pelambre, detrás de la muralla y enfrente de la quadriella del solicitante, parcela colindante por su lado principal con la calle del SolEntre 1803 y 1813 fueron sustituidos por edificios tres paneras y un hórreo, todos ellos situados en la alineación oriental colindante con el Camino Real hacia Colunga. El levantamiento de las paneras continuó en años posteriores, cuidando el Ayuntamiento de reflejar claramente sus propiedad del terreno e incluso planteando el cobro de un alquiler por su uso.De los 23 hórreos y paneras señalados por el catastro de Ensenada en 1751 en el Mercáu Vieyu, Coello en su plano de 1853-54 sólo dibuja 13, los que nos indica que su traslado comenzó a principios de siglo y fue desarrollado continuadamente durante cincuenta años"
"Algunos de los propietarios de estos hórreos se resistieron a su transporte, intentando acreditar su propiedad sobre los terrenos en que se levantaban, lo que alarmó al Ayuntamiento, ya que el resto de los propietarios de los hórreos y paneras trasladados en El Pelambre, y anteriormente en el Mercáu Vieyu, solicitaron un indemnización o el derecho de volver a colocarlos,. Sin embargo los propietarios hicieron caso omiso a todos los apremios del Ayuntamiento, y en 1867 aún no los habían retirado, aunque la falta de acuerdos referentes a esta cuestión a partir de esa fecha parece indicar que fueron levantados ese año"
"La línea de casas tendría una longitud de 32,76 metros y dejaría dos bocacalles de 13,72 metros, una sería la Carretera de Colunga y otra al comienzo del camino del Mal Tiempu. No sabemos porqué motivo las obras no dieron comienzoEn definitiva, en el ámbito del Mercáu Vieyu continuó en estos años la evolución que lo llevó de ser un arrabal histórico a lograr la centralidad urbana y representativa a finalews de siglo, articulando la formación de un pequeño ensanche burgués y el barrio obrero de la calle de La Magdalena, llegando a su culminación (...) con la construcción del Ayuntamiento"
"Con la construcción del nuevo Ayuntamiento en la Plaza de Pidal, entre 1902 y 1906, se consolidó el nuevo centro urbano. La plaza, monumentalizada por la disposición del edificio, articula los dos ensanches villaviciosinos y se erige en la tardía plaza mayor, protagonista de la nueva vida ciudadana, culminando así el proceso comenzado a mediados de siglo con el desmontajes de los hórreos que ocupaban este espacio"
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