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martes, 4 de febrero de 2014

LA VILLA, LA POLA DE MALIAYO (4) SANTA MARÍA DEL CONCEYU Y LES ESCUELONES (VILLAVICIOSA, ASTURIAS) EL ANTIGUO HOSPITAL SANCTI SPIRITUS Y LA OLIVA

Santa María del Conceyu. A la izquierda Les Escuelones, a la derecha el Teatro Riera

Viniendo del hermoso paseo de El Ancho por la antigua Plazuela de Solares, donde desde 1945 se encuentra el Teatro Riera (a la derecha de la foto), el Camino de Santiago o "Camino Francés que viene de Bayona", como se decía en documentos históricos, recorre el casco urbano de La Villa, la antigua Pola de Maliayo, capital del concejo de Villaviciosa, para llegar a la primigenia iglesia parroquial de esta población, fundada con fueros y leyes propios en 1270 por Alfonso X El Sabio, Santa María del Conceyu, en cuyo cabildo se empezó a reunir el conceyu, concejo o asamblea vecinal, precedente del actual Ayuntamiento, a escasos metros de Les Escuelones, las Escuelas Graduadas, (a la izquierda de la foto), fundadas en 1925 sobre el solar del antiguo Hospital Sancti Spiritus, que durante siglos acogió peregrinos y pobres, el cual, tras el declinar de las romerías a Santiago y San Salvador, había pasado, avanzado el siglo XIX, a ser cárcel, por eso se afirma y escribe con orgullo que "en Villaviciosa se cerró una cárcel para abrir una escuela"


Desde la antigua Plazuela de Solares, paso del Camino, y siguiendo la calle Sol o del Sol, histórica vía fundacional de La Villa, o cruce de vías, ancestrales, sobre las que se apoyó la puebla para su fundación, nos dirigimos a esta iglesia de Santa María del Conceyu, también llamada de la Oliva a partir de la formación del barrio de este nombre cuando, desde 1845, la vieja pola medieval saltó hacia los terrenos de El Pelambre y El Salín, al otro lado de la desaparecida muralla o cerca, en terrenos ganados a La Ría, el estuario o Ría de Villaviciosa, donde un antiquísimo puente, Güetes o Buetes, constituía un importante vado de las milenarias comunicaciones costeras, vigilado, como La Villa, cuando para defenderla o cuando para sojuzgarla, por la Torre de Busto, una de las fortalezas señoriales, establecidas tanto fuera como dentro de la muralla, donde se hacía patente que la vieja nobleza feudal y terrateniente iba a seguir ejerciendo sus prebendas sobre estas poblaciones supuestamente libres de linajes levantiscos y vasallajes monacales


La antigua Plazuela de Solares es hoy la Plaza Obdulio Fernández, donde se alza el monumento de La Manzanera en honor de este insigne benefactor e impulsor de la industria señera por excelencia de Villaviciosa, Obdulio Fernández Pando, nacido en la parroquia de Cazanes y fundador con Valle Vallina y Fernández de la famosa fábrica de Sidra El Gaitero"famosa en el mundo entero", de la que hablábamos al pasar por Carda


Nos dirigimos pues a la iglesia de Santa María de la Oliva o del Conceyu, viendo primeramente su ábside cuadrado con contrafuertes, lo que delata que es un románico tardío, ya de transición al gótico, o bien que se trate de una reconstrucción de esta cabecera en el siglo XV, por ello muchos especialistas no dudan en calificar a este templo de estilo protogótico. En este contexto, los especialistas María Cruz Morales y Emilio Casares, en su libro El románico en Asturias. Zona Oriental dicen que "Consta además una reconstrucción del templo en tiempo de los Reyes Católicos", tal vez referido al pavoroso incendio padecido en 1484 por La Villa, que ya había pasado a ser llamada Villaviciosa (villa fértil) tal vez auspiciando la llegada de nuevos pobladores, en vez de Pola de Maliayo, del antiguo territorio altomedieval de este nombre, Maliayo, de muy discutida etimología


Estos contrafuertes son imprescindibles para sostener en el interior la bóveda de crucería, otro elemento manifiestamente gótico que veremos al pasar al interior. Así lo dice la eminente profesora en Historia del Arte Mª Soledad Álvarez Martínez al describir este templo en su libro El Románico en Asturias:
"La presencia de bóveda de crucería  exige el refuerzo de muros contrafuertes, elementos que con su desarrollo ascensional contribuyen a articular verticalmente el exterior, en sustitución de las columnas características del románico pleno, al tiempo que una línea de impostas lo hace en sentido horizontal. La tradición románica se mantiene también en la formulación de las cornisas sobre canecillos y de la ventana principal de la capilla"

Y esta es dicha ventana principal de la capilla, la que da luz al altar, esta sí que netamente románica, de arco de medio punto, columnas de varios lados, fustes y capiteles labrados con hojas y motivos geométricos. Seguimos leyendo a Álvarez Martínez:
"En efecto, en el muro del testero se abre un vano completamente conservador de tipología y decoración, pues se formula conforme al esquema trazado en el románico pleno: una saetera se realza con la arquivolta en zigzag, rodeada por un guardapolvo que apoya en columnillas acodilladas, bajo cuyas basas se representan pequeños leones"

La banda del arco en zigzag es muy usual en el románico pues, aparte de otro simbolismo, le confiere sensación de movimiento. Cenefas sobre ella y sobre los capiteles muestran el detallismo de los artistas canteros, en este caso con tetrapétalas, muy empleadas también en el románico. En los capiteles es evidente el muy socorrido tema vegetal, con hojas en el de la izquierda y algún serpentiforme en el de la derecha


 Las bases de las columnas están esculpidas con lo que parecen ser cuadrúpedos muy desgastados, los "pequeños leones" que cita Mª Soledad


Ahora, Les Escuelones o Escuelas Graduadas de Villaviciosa quedan a nuestra derecha y al otro lado de la calle. Las que decíamos anteriormente que fueron levantadas en 1925 en el solar del antiguo Hospital de Peregrinos Sancti Spiritu, que había pasado a ser cárcel. Se sabe del hospital que este ya existía en el siglo XV y que empezó siendo patronato del monasterio de Valdediós, cedido luego al vecindario de Villaviciosa, quien se reunía en conceyu en el cabildo de la iglesia para escoger mayordomo y hospitalero


Se registra el paso de peregrinos mayoritariamente extranjeros: franceses, italianos, flamencos y alemanes, ocupándose también de numerosos pobres, por lo que, aún en 1818, cuando habían disminuido notablemente las peregrinaciones, las Constituciones del Santo Hospital dicen:
 "Se dará hospitalidad acostumbrada a los peregrinos que transiten a Roma y Santiago de Galicia siempre que por sus pasaportes resulte ir en peregrinación y en esta casa por una noche, con cama y had de leña, y para tal efecto se destinará una habitación separada"

En él se establecieron en el siglo XVIII los primeros frailes franciscanos de Villaviciosa antes de trasladarse a su nuevo convento de San Juan de Capistrano. Más adelante, en dicho año de1818, con el declive de las peregrinaciones, se dispone que el hospital (en su primera acepción hospedaje) pase a atender a enfermos de La Villa, naciendo aquí y en otros lugares el significado actual de hospital como centro sanitario. En 1869 hubo un primer intento de incautación por parte del Ayuntamiento que quedó anulado por el Gobernador. Habría de esperarse a 1885 para su municipalización, no sin quejas por el alto coste, siendo destinado a cárcel


Luego ya pasaría aquella lúgubre cárcel a ser otra gran institución villaviciosina de gran relevancia, un centro escolar modélico que sigue plenamente en activo en nuestros días, del que seguiremos hablando luego de visitar la iglesia parroquial y conocer su historia según caminamos hacia su costado sur, maravillándonos ante la grandiosidad de la estructura del edificio, empezando por esta misma cabecera o ábside, cuadrado pero que arranca de tramo recto, como comprobaremos también el el interior


Se trata en verdad de un templo de gran verticalidad construido a base de sillares bien labrados a caballo entre los siglos XIII y XIV. Durante las primeras décadas de su existencia la Pola de Maliayo carecía de templo parroquial y la liturgia se oficiaba, al menos aún en 1277, en la cercana iglesia de San Xuan d'Amandi, a dos kilómetros de aquí. El arquitecto Juan José Pedrayes Obaya, en su libro Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, lo explica de esta manera:
"La iglesia no se empezó a construir inmediatamente después de la fundaciçon de la pola, pues en 1277 todavía diezmaban sus habitantes a la iglesia de Amandi, aunque (...) su situación ya estaba prevista desde el principio. No podemos concretar si también fue previsto en su parvis el espacio correspondiente a un cementerio anexo; las primeras referencias que tenemos de un cementerio exterior son del siglo XVII. Lo que sí parece claro es su carácter exento respecto a las quadriellas fundacionales"

Las "quadriellas fundacionales" eran las parcelas, alargadas a manera de hazas, dispuestas para edificar las primeras casas y tener huertas junto a ellas, las primeras viviendas de los primeros pobladores de la naciente puebla. La iglesia estaba pues relativamente apartada, en una ubicación "excéntrica en la trama urbana" y cerca de la muralla y de la Puerta del Puente, una de las cuatro de la misma y de ellas una de las dos principales, "Dentro del universo medieval el significado de puerta de la muralla y pórtico de la iglesia, tan inmediatos físicamente en nuestro caso, tienen intensas interpretaciones simbólicas", afirma por su parte el arquitecto Pedrayes Obaya


Esa primitiva subordinación a Amandi daba lugar a algunos pleitos e inconvenientes (como pagar diezmos) derivados de la dependencia, religiosa y administrativa de la puebla respecto a la parroquia a la que pertenecían estas tierras hasta su fundación, cuya propiedad entraba dentro de la órbita monacal de Valdediós, cuyo monasterio de Santa María se había fundado empezando esa misma centuria del XIII, o de la señorial laica de los varios linajes de la vieja tierra de Maliayo que llegaron a poner sus torres, luego casonas y palacios, alrededor y dentro de la naciente puebla, para influir o directamente acaparar su gobierno. Por eso, la construcción de la iglesia parroquial implicó la verdadera independencia de La Villa como ente aparte y centro de un gran territorio o alfoz, germen del actual concejo de Villaviciosa


Vamos a volver al arte, y a fijarnos ahora en también en los canecillos, plenamente románicos de los alerones o salientes del tejado, unos lisos y sin filigranas pero otros sumamente labrados muy detalladamente


Entre los que presentan motivos esculpidos hay numerosas figuras geométricas de bolas o esferas y apomados pero abundan especialmente la representaciones humanas. Los elementos aparentemente decorativos como dichas bolas también tienen valor simbólico, así como su forma, disposición y número, otra cosa es que su significado, o significados, podamos llegar a interpretarlo correctamente  en nuestros días. Por ejemplo, de la esfera leemos así en Vírgenes Medievales Hispánicas:
"Hay dos teorías básicas al respecto del significado de la esfera: una que afirma que era el orbe, y la otra que indica que era una manzana que simbolizaba "la nueva Eva que salvará el mundo". Ambas interpretaciones presentan, a mi entender, serias dudas, como mostraremos más adelante. Lo que sí es importante recalcar ahora es que la esfera, sea cual fuera su significado, era el objeto más representado, con gran diferencia respecto al siguiente -una flor de cáliz-, el objeto más exitoso y al alza durante los siglos X a XIII y el objeto que más rápidamente desapareció a partir del siglo XIV"


Si bien pueda ser que con el transcurrir del tiempo numerosos elementos geométricos o lineales tiendan a ser motivos plenamente decorativos, otros como los personajes van a tener siempre un significado, máxime con los rasgos tan marcados que solemos ver en el románico, pese a lo gastados que puedan estar por la erosión y el paso del tiempo, tal que este


Efectivamente, son numerosas las personas que vemos cinceladas en estos canecillos, unos solo la cabeza y otros de cuerpo entero. Algunas tradiciones dicen fueron personas reales que participaron en la construcción de la iglesia, monjes o personalidades del lugar. En otro caso pueden ser personajes simbólicos que aluden a conceptos concretos


Todos tienen una cosa en común, miran hacia abajo, hacia los transeúntes. Esta cabeza por ejemplo tendría visos de ser un retrato con los gestos y semblante bastante detallados, rostro con ojos, cejas, nariz y boca pómulos, etc., incluyendo las orejas y el pelo


Este otro, de cuerpo entero, parece estar mostrando un libro, podría ser la Biblia ya que el personaje representado lleva un hábito de monje o eso nos parece


A su derecha, en la esquina del ábside, un rostro parece estar hablando, orando o cantando esbozando una sonrisa. En el Diccionario de Símbolos del Blog de Románico encontramos lo siguiente:
"En la cabeza reside la inteligencia y en ella se encuentran los sensores y emisores que ponen al individuo en comunicación con el mundo exterior. Por un lado se captan los estímulos que se reciben y, después de procesarlos en el cerebro, se traducen en emociones y sensaciones que posteriormente se emiten desde los propios órganos básicamente con la boca. También la capacidad expresiva del rostro es capaz de trasmitir emociones y estados de ánimo y, además, singularizar y reconocer a una persona.
En definitiva, a través de la cabeza y el rostro se refleja la personalidad del individuo en todos sus parámetros psicológicos y físicos y, en el aspecto iconográfico, sustituye al resto del cuerpo en representaciones artísticas de todo tipo, incluidas las numismáticas o filatélicas. 
Con estas premisas se puede establecer, por ejemplo, que la cabeza simboliza en el guerrero la fuerza y el valor, lo cual explica la costumbre histórica y tradicional en muchas culturas de cortar la cabeza al enemigo vencido y exhibirla como trofeo que hace al combatiente proclamarse vencedor en el campo de batalla. 
En la iconografía de la mayor parte de la geografía cultural de Oriente y Occidente, y lo mismo sucede en el románico, no es difícil ver representaciones de cabezas a modo de retratos sustituyendo al icono del personaje completo, ya sean individuos relacionados con el poder, ya sean religiosos o civiles, dioses o demonios o, simplemente personajes relacionados con la vida cotidiana, muchas veces evocando oficios o, en muchas otras ocasiones, vicios, virtudes o personajes relacionados con la Jerusalén Celestial, como por ejemplo los Veinticuatro Ancianos del Apocalipsis que rodean el trono del Cordero. (...)"

Si no es un gorro lo que tiene en la cabeza es un corte de pelo especial, propio de la época o tal vez de un monje, ¿un cantor, un predicador, un orador?. Lo que es evidente es que está muy marcada la expresión facial de abrir la boca. El artista ha hecho hincapié en conseguir ese efecto


Algunos individuos representados parecen agachados o sentados en cuclillas. Además del rostro y su semblante, la postura tampoco es algo elegido al azar. Por la posición de codos, brazos extendidos y manos parece se estuviese cogiendo los pies


Otro, más deteriorado, tiene una pose muy semejante al anterior ¿Qué representarán y qué querrán decirnos?, Lo detallado de pómulos ojos y cabellos no dejan de parecernos representaciones de individuos concretos y determinados. Muy interesante es lo que plantea un gran erudito del arte religioso, Xabier Etxeberría, quien publica en La espiritualidad en el románico, del Instituto Diocesano de Teología y pastoral, sobre la razón de este tipo de canecillos:
"Es donde se expresan con más libertad subjetiva los compañeros constructores, incluyendo escenas diarias. Retratados en forma de perros, por seguir la voz del maestro constructor, o de monos si son aprendices, porque deben imitar"

Caso distinto es sin duda alguna este otro gran cabezón de la otra esquina, como una caricatura, con gran boca que se ríe, enseñando los dientes, entre los que nos parece identificar colmillos


Vamos a pasar ahora por la fachada sur, donde encontramos la sacristía, que es un añadido del año 1685, obra del arquitecto trasmerano Ignacio de  Caxigal. Por aquel entonces se construye también en esta iglesia la capilla de la Soledad para dar salida al aumento de representaciones y procesiones de la Semana Santa, cuya celebración en Villaviciosa había alcanzado renombrada fama según el erudito especialista Magín Berenguer, por lo que se supone que la fundación aquí de la Cofradía de Jesús Nazareno ha de ser muy antigua, sin embargo han desaparecido en la parroquia libros o documentos que contengan información más precisa, siquiera una fecha, de su creación


Seguido a la sacristía, está el pórtico, otro de los elementos añadidos muy a posteriori a su construcción, así como las espadañas de los campanario. Tuvo esta iglesia anteriormente un pórtico en la fachada principal, al oeste, cuyo objeto era aglutinar a los vecinos a techo para celebrar el conceyu, de ahí el nombre original de Santa María del Conceyu. Seguimos leyendo a Pedrayes Obaya:
"El carácter de edificio poliadministrativo, de iglesia consistorial, y las complejas funciones urbanas en ella realizadas, hicieron de la parroquia un elemento urbano fundamental en la creación de la ciudad medieval. En nuestro caso su denominación de Santa María del Conceyu así lo indica."

Fue por lo tanto edificio de doble función, religiosa y laica, pues aunque en el siglo XVII se habilitó una primer Casa Conceyu o Ayuntamiento, aquí se realizaban elecciones o se miraba la hora en el reloj que se puso en la fachada, "hora oficial de Villaviciosa" controlada directamente por el Conceyu. Arriba, encima del pórtico, hay otro elemento arquitectónico-artístico original del medievo: cuatro ventanas bíforas


Estas ventanas bíforas del costado sur tienen una columnita de planta hexagonal y arriba presentan motivos ornamentales geométricos de inspiración lineal a caballo entre el románico y el gótico. Esta es su explicación según Mª Soledad Álvarez Martínez:
"La mayor sencillez corresponde a la nave única, aún cubierta con armadura de madera, de muros compactos y cerrados en los que se abren cuatro ventanas bíforas de arquillos de medio punto o ligeramente apuntados entre los que se inscribe una tracería muy simple"

Llamadas también "saeteras geminadas" en algunas guías los dibujos no se repiten y en cada caso son diferentes. Esta por ejemplo es la que más se diferencia de las otras por sus trazos ondulados y arriba una línea de sogueado, o tal parece:
"Estos arcos están perforados en un sillar monolítico, cuya superficie se talla con torpes incisiones que intentan sustituir los gabletes y cresterías de la arquitectura gótica" 

Lo cierto es que las otras tres tienen un esquema aunque no igual si bastante similar, con dos triángulos sobre los pequeños arcos de medio punto de las ventanas geminadas y otros elementos lineales y triangulares. Se trata pues como acabamos de enterarnos de una imitación de elementos góticos triangulares, gabletes, remates formados por dos líneas rectas y ápice agudo que se ponía en los edificios de estilo ojival


Gabletes y crestería también en esta otra ventana. Arriba, los canecillos de la nave son lisos y carecen de decoración


La iglesia debió de estar porticada además de al oeste también al norte, como escribe el erudito historiador villaviciosino Francisco Caveda de Paula y Solares, que los conoció en su tiempo (entre los siglos XVIII y XIX) y así contó de ellos
"Los pórticos tuvieron su principio desde que el concejo se comenzó a reunir en junta pública. Para esto se construyeron dos cobertizos sostenidos de columnas de cantería, uno delante de la puerta principal, que era muy corto, y otro algo mayor delante de la puerta del Mediodía. Creció la población y en tiempos posteriores se unieron los dos pórticos, quedando rodeados los dos lienzos de Mediodía y Poniente, que se extienden por todo el largo y ancho del cuerpo de la iglesia. Son anchos, espaciosos y cómodos para pasearse en el tiempo de lluvias. Todo el cubierto de ambos pórticos se sostiene por 22 columnas de piedra de grano, todas de una pieza de diez pies de alto, sin contar las basas y capiteles, y de figura exágona, que descansan en un talús o pedestal seguido, que tiene tres pies de alto y rodea todo aquel recinto enlosado. No tardó en cubrirse el pórtico del Norte, por medio de seis pilastrones de cantería, sobre el que descansa todo el techo. A esta obra sucedió la del Osario, que se colocó entre la segunda y tercera pilastra, y la capilla del Cristo de la Cruz a cuestas, hoy llamada de la Soledad, que ocupa el espacio que hay entre la tercera pilastra y la quinta, quedando un ancho pórtico, aunque menos claro, entre su pared y la del norte de la iglesia" 

Vamos a entrar pues al pórtico, un "cabildo espacioso, abierto, con columnas toscanas apoyada sobre podio, limitado al este por la sacristía, que se extiende hasta incluir el primer tramo de cabecera", explican en Asturias monumental: 100 referencias, del arqueólogo Sergio Ríos González y el escritor y especialista César García de Castro Valdés

Bajo el pórtico hallamos la portada sur, de roscas concéntricas, arcos de medio punto, lisos y con dos columnas a cada lado. Los citados Cruz Morales y Emilio Casares dicen en su libro dedicado al románico del oriente de Asturias:

"Del siglo XIII conserva las portadas, ambas muy arcaizantes para su cronología, que dentro de una tradición románica se adaptan a los esquemas decorativos dominantes en las iglesias próximas"

De esta columna los capiteles están profusamente historiados, estos son los de la derecha. Sus escenas historiadas, en la llamada cesta o tambor, están bajo cenefas de filigranas, llamadas arquitectónicamente equinos o cimacios: las de las derecha anillos o círculos engarzados, las de la izquierda un esquema de entrelazado. Otra más arriba parecen motivos en forma de hojas puntiagudas entre pequeños puntos o círculos en su base


Aquí Álvarez Martínez comenta se ven dos felinos afrontados engullendo un águila. La parte de abajo, un anillo que recorre el espacio entre el capitel y el fuste, el astrágalo, parece tener señales de sencillos motivos labrados, al igual que los tiene, como vamos a ver, el de su derecha


El capitel de su derecha o exterior muestra una escena de la montería del jabalí, animal al que un cazador clava una lanza mientras un perro se abalanza sobre él


Estas estampas de cacerías son muy usuales en el románico y la del jabalí muy especialmente, es posible que siguiendo una iconografía y simbolismo ancestrales cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Así, Mª Luisa Cerdeño y Emilio Cabañes, del Departamento de Prehistoria. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Complutense, escriben en El simbolismo del jabalí en el ámbito celta peninsular lo siguiente:
"La caza del jabalí, por ser éste una especie salvaje prolífica y típica de zonas boscosas, constituyó una práctica común (...) y es posible que esta actividad conllevase cierta carga simbólica y la necesidad de determinados rituales, no tanto porque el jabalí sea un animal especialmente agresivo, sino porque su captura con sólo armas arrojadizas debía ser difícil dada su gruesa piel, que haría necesaria una gran destreza o su persecución después del primer tiro, momento en que ya sí se revuelve con fiereza contra sus perseguidores. Su condición de animal nocturno, así como su manera de obtener el alimento rebuscando bajo tierra, debieron contribuir a conferir a esta especie un peculiar significado."

" Aparte de las representaciones materiales, también existen leyendas y mitos celtas en los que aparece el jabalí como protagonista lo que parece lógico en un contexto en el que muchas deidades tuvieron una representación zoomorfa y algunos animales fueron sacralizados. 

Es habitual que, tanto a los jabalíes como a las otras especies singulares, se les represente o mencione como anormalmente grandes y fuertes o como poseedores de poderes mágicos. Tal ocurre en el cuento irlandés «Mac Dáthór's Boar» (MacCulloch, 1992: 122), donde un extraordinario jabalí fue finalmente cazado por el nieto del rey y se necesitaron 60 bueyes para arrastrar su cuerpo; seguramente puede conmemorar una antigua fiesta ritual en honor de un animal al que se atribuían cualidades míticas. 

Semejantes características contienen algunas leyendas galesas del ciclo artúrico, por ejemplo, la de «Culhwch y Olwen» en la que se habla de un enorme jabalí blanco, o en la de Pwyll que recibe como regalo del rey Arawn una piara de cerdos (Green, 1992: 169). Los cerdos y los jabalíes tuvieron un gran protagonismo en las viejas tradiciones de las Islas y siempre estaban presentes en las fiestas importantes o fueron considerados como seres del otro mundo (Green , 1992: 171). 

En todas estas historias que narran cómo algunas divinidades o héroes cazaban jabalíes o cerdos fabulosos se observa una dualidad en dichos animales pue unas veces representan algún peligro o poder dañino para el entorno, o bien aparecen como los animales que eran sacrificados a la divinidad (MacCulloch, 1992: 126)."



Caza del jabalí, animal totémico en gran parte de la Europa Atlántica y también en otros ámbitos culturales relacionados, como el heleno y el romano:
"No podemos dejar de mencionar que en el mundo griego aparece el jabalí como protagonista de algunos de sus mitos más relevantes (Noel; 1987). Baste recordar la leyenda del «Jabalí de Calidón», que narra cómo Diana envió contra esa ciudad de Etolia un fiero jabalí que con sus grandes dimensiones y enormes colmillos destrozaba inclemente los árboles y las cosechas. El héroe Meneagro, hijo de Eneas, convocó a numerosos reyes y héroes de toda Grecia para participar en su cacería que fue difícil y peligrosa hasta que, él mismo y Atalanta, consiguieron dar muerte al animal cuya cabeza y piel fueron consideradas como un trofeo. 

Se trata de un antiguo mito local inspirado en las fuerzas de la naturaleza, en el que se valora que la verdadera amenaza de los jabalíes no es que ataquen al hombre, sino su rapidez y contundencia en destrozar cosechas y romper canales de regadío, que poco a poco fue aumentando su carga poética y dramática hasta llegar a convertirse en una leyenda panhelénica. 

Otro de los mitos clásicos destacables sería el tercer trabajo de Hércules, que acorraló y capturó vivo al terrible Jabalí de Erimanto (Arcadia), que hacía enormes estragos en los sembrados de la región, historia que ha quedado reflejada incluso en la pintura de algunos vasos áticos. Tanto este mito como el anterior está considerado de los más antiguos de Grecia, lo que hace pensar que hunden sus raíces en épocas muy anteriores al momento clásico y podrían remontarse incluso a la llegada de los pueblos continentales al comienzo del primer milenio. Posteriormente, el mito del jabalí tuvo gran difusión en el mundo romano hasta el punto de que Augusto mandó trasladar a Roma los dientes y colmillos que estaban consagrados a Diana en el templo de Tegea, supuestamente pertenecientes al Jabalí de Calidón. Normalmente, tuvo una clara significación mortuoria y es frecuente encontrarlo en la iconografía funeraria, en relieves de tumbas y sarcófagos o en estatuillas exentas. Los ejemplos que de esta época se conservan en España ya han sido comentados en el apartado anterior."

Abajo, la base de las columnas son las basas, estas como los fustes o parte cilíndrica prácticamente lisas, a su derecha está la pila de piedra del agua bendita, incrustada en la piedra de sillería del muro. Sobre ella, cinceladas en dicho muro, tres cruces


Estas tres cruces son por lo común son una referencia al Calvario. pues recuerdan a Jesucristo en la cruz entre los dos ladrones, Dimas y Gestas 
“Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.” Lucas 23:33.

Veamos ahora los capiteles del lado izquierdo, bien ilustrados al detalle con más escenas de caza, un motivo y alegoría especialmente abundante en el arte románico



En el capitel exterior otro tema cinegético: un ave rapaz parece atacar una fiera... o a una persona. Mª Soledad Álvarez Martínez explica se trata de "una escena de cetrería en la que un halcón atrapa una liebre ante cinco jaurías de perros (tres cabezas)" 


Y una figura femenina a su derecha "en la que los ondulantes pliegues del atuendo parecen sugerir la danza"


"La escena quizá tenga una continuación con el capitel contiguo", prosigue esta especialista refiriéndose a este de la derecha, "en el que varios monteros permanecen ocultos por un follaje de castaño", una temática similar a la de otros templos protogóticos asturianos

Y ahora, por esta sencilla pero preciosa portada sur, que es la más empleada actualmente para acceder al templo, podemos entrar adentro y conocer su interior



Fijémonos en el muro de enfrente, lado del evangelio en el templo, en la puerta de la portada norte, que es la más sencilla, la cual veremos después por el exterior. Al lado hay dos sepulcros góticos. En su libro El Románico en Asturias Mª Soledad Álvarez Martínez comenta esta circunstancia de la transición entre el románico y el gótico tan palpable en esta iglesia al haber sido construida a finales de la decimotercera centuria:
"Igual que en otras villas asturianas, en Villaviciosa se emprende la construcción de un nuevo templo parroquial tras la concesión de la correspondiente carta puebla. La de Maliayo es bastante tardía; la otorga Alfonso X en 1270, iniciándose a partir de entonces el despegue de la villa, que pronto se verá dotada de un nuevo templo.

Así pues, la cronología de Santa María de la Oliva no puede ser anterior al último cuarto del siglo XIII, pero como también se ha visto en los restantes templos urbanos de la región, a pesar de la cronología avanzada, la planimetría y la estructura mural se vinculan aún a la tradición románica que, sin embargo, se ve afectada, en mayor medida que otros ejemplos estudiados por la influencia gótica.

De románico, conserva aún la sencilla disposición de volúmenes, la planta de nave rectangular y capilla cuadrada precedida de tramo recto, las portadas septentrional y meridional y la mayor parte de los repertorios ornamentales e iconográficos. Sin embargo, en esta conservadora estructura, no pocos elementos son influencia del gótico, que se acusa en las proporciones profundas del presbiterio y en la verticalidad de la nave..."

A la derecha, pared sur o lado de la epístola, otros tres sepulcros, también góticos. Son en total pues cinco arcosolios con tumbas los que hallamos en el interior del templo 


Las rivalidades nobiliarias tuvieron también aquí escenario, como consecuencia del derecho de asiento y de sepultura en el interior del santuario, "de proporciones bastante desarrolladas" en todo su conjunto, de la nave al fondo, al altar, cabecera, ábside o presbiterio, como bien destaca Álvarez Martínez:
"Su nave tiene una longitud de 2.202 metros en el exterior y de 2.032 en el interior y una anchura de 971 y 795 cm exterior e interiormente. (...). Interesa destacar que las trazas y sistema de proporciones de este templo se han proyectado ad quadratum. El espacio interior de la nave está configurado a partir de la suma de dos cuadrados perfectos de 7,95 metros de lado (M), más un rectángulo de 3,975 de largo (M/2). Submúltiplos de M determinan el conjunto de medidas del templo. La profundidad del arco del triunfo, de 1,325 m, equivale a una sexta parte del módulo (M/6); el módulo determina también las proporciones del presbiterio y organiza interiormente sus espacios; se inscribe en otro cuadrado perfecto de lado M, cuya medida coincide con su longitud (7,95 = M), correspondiente a la anchura con un múltiplo de la sexta parte del módulo (4 x M/6). El rectángulo resultante está configurado por seis cuadrados perfectos de 2 x M/6 de lado, de los que los dos primeros forman el tramo rectangular de ingreso y los cuatro restantes el cuadrado perfecto (4 x M/6) de la capilla"

 Esta magnífica perfección constructiva geométrico-espacial y matemática es sin duda una de las maravillas de esta iglesia, así como de sus características principales, y así prosigue diciendo esta especialista en Historia del Arte y gran investigadora y divulgadora del románico asturiano:

"Llama la atención que un templo parroquial perteneciente a una pequeña villa se haya proyectado a partir de un cuidado cálculo matemático. Sus arcaísmos estructurales y ornamentales parecen indicar que los talleres que intervienen en su construcción son de origen local, y sin embargo, las proporciones cuidadas y el aparejo de cantería en el conjunto de la fábrica parecen señalar a un taller de cierta cualificación. Quizá la explicación resida en la influencia que recibe de Valdediós, a pesar de la distancia cronológica, de, al menos, cincuenta años que separa estas obras. En el monasterio cisterciense intervinieron talleres de alta cualificación, capaces de realizar un cálculo matemático para diseñar el conjunto, de construir muros aparejados de sillería en su conjunto y de aplicar soluciones novedosas, como los arcos apuntados y las bóvedas de crucería, que también se construyeron en La Oliva. Es posible que los talleres de Valdediós hayan formado a canteros que mantuvieron el buen oficio en la comarca, lo que explicaría la aparición en la Oliva de signos lapidarios que aparecían en Valdediós y en otros templos relacionados estilísticamente con él, como San Juan de Amandi"

En cuanto a los arcosolios de las sepulturas hemos de decir que ya a mediados del siglo XVI sabemos que la familia Peón se enterraba dentro del templo, en una capilla llamada de los Mártires o de San Martín, tal vez ubicada en uno de estos laterales. Luego otras estirpes hicieron sus sepulcros cerca del altar mayor como muestra de su importancia, fundándose varias capellanías en los siglos XVII y XVIII


Algunos sepulcros son lisos pero este ostenta las armas su linaje en su heráldica, así como inscripciones. La iglesia trascendía lo religioso y era un espacio de socialización en vida e incluso después. De la misma forma que las familias hidalgas construían sus torres, luego casonas y palacios, en lugares prominentes y mostrando su heráldica, otro tanto ocurría con las tumbas y el derecho a enterrarse en espacio sagrado dentro de los templos, a la vista y según en qué colocación más destacada


El Águila, tan repetido en numerosos blasones de La Villa, como vimos cuando recorríamos El Ancho y la calle Sol. En torno a  la iglesia, uniendo lo espiritual y lo profano, giraba gran parte de la vida de la comunidad, siempre con importante carga de simbolismo. Desde el nacimiento, el ritual del bautismo era el anuncio y primera presentación en sociedad de la llegada de un nuevo miembro. Más adelante, las romerías, patronales y otras, eran la ocasión para los primeros escarceos amorosos y preparación a los matrimonios, también por supuesto aquí celebrados, como las recitadas reuniones o conceyos vecinales, principalmente los domingos tras la misa, donde se juntan los habitantes del ente parroquial, con sus barrios y lugares, representada cada familia, al menos por una persona a poder ser


Todos los rituales y liturgias formaban parte de la vida comunitaria, y eso llegaba a las despedidas de los seres queridos y aún más allá su recuerdo y trascendencia posterior, tal y como reflejan estos sepulcros, pues en las iglesias, tanto en el interior como en su campo, el campo-santo, luego ya en cementerios exteriores, yacían los antecesores. De ahí viene que la creación de una nueva parroquia, como pasó con Villaviciosa-La Villa ante Amandi, y su segregación, o su unión o anexión (en La Villa, las de San Vicenti la Palma -parte- y la de la Concepción de la Torre a finales del siglo XIX), o cambio de sede parroquial (a San Juan de Capistrano en este caso, tras la Desamortización de Mendizábal), solían ser siempre ser episodios más o menos traumáticos. Pensemos que ni el mismo Ayuntamiento, entidad netamente civil en Villaviciosa desde el siglo XVII, no llegó a culminar su traslado al edificio monacal de San Juan de Capistrano mientras que la parroquial sí pudo hacerlo a la antigua iglesia de ese convento


Además de la de Jesús Nazareno existió en esta parroquia otra cofradía, hoy desaparecida, que pese a no ser muy estudiada ni conocida, aparece en las Actas de Difuntos repetidas veces, la Cofradía de la Resurrección, cuya función era costear el entierro de caridad a los pobres, por lo que tenía en la iglesia de Santa María una tumba para este fin, según informan Mª Isabel Álvarez-Pedrosa, Mª del Carmen García García y Concepción Naredo en su artículo Análisis demográfico de la parroquia de Santa María, publicado en la revista Cubera de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa número 4 (diciembre 1984)


Es muy posible estos pobres, o algunos al menos, se refugiasen en el cercano Hospital Sancti Spiritus, al otro lado de la calle, en lo que ahora son Les Escuelones, como dijimos al principio, y que alojaba principalmente a peregrinos, pero en la práctica no se hacían mayormente distingos, es más, es muy fácil que, como pasa en otras parroquiales, que algún peregrino haya sido enterrado aquí, pues además, en el cabildo de esta iglesia, dentro de las reuniones concejiles, se nombraba a su mayordomo y hospitalero, como hemos dicho ya


Leemos al respecto lo que escribe de este centro de acogida Víctor Manuel Rodríguez Villar, uno de los autores del libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, coordinado por la catedrática Mª Josefa Sanz Fuertes lo siguiente:
"Bajo la advocación de Sancti Spiritus había en Villaviciosa un hospital para pobres y pasajeros. Desconocidas la fecha y circunstancias de su fundación, acaso en el siglo XV, centuria en la que la villa ya sería ampliamente frecuentada por los romeros y en cuyas postrimerías documentamos, por primera vez; en un testamento el mencionado hospital, las noticias que nos hablan del mismo son muy ricas desde finales del siglo XVI merced a los libros de cuentas, hoy conservados, que por entonces empezó a llevar la entidad hospitalaria.

Emplazado junto al templo parroquial, en la medieval calle del Sol (en el lugar donde se edificaron las Escuelas Graduadas), ejerció primeramente su patronato el monasterio de San Salvador de Valdediós, derecho que con el tiempo cedería a los vecinos de Villaviciosa. En el siglo XVIII estos se reunían en concejo en el cabildo de la iglesia para nombrar a su mayordomo y al hospitalero, éste último asistía, con la ayuda de un médico y un cirujano, a los transeúntes aquí albergados, recibiendo un salario de seis ducados, según consta en el Auto de Visita del año 1764"

Al fondo lo que más destaca es el altar, donde hay dos magníficos arcos ojivales, otra muestra evidente del paso del románico al gótico. Entre los dos arcos la cubierta se soluciona con bóveda de cañón, que corresponde al tramo recto que precede a la capilla del presbiterio, mientras que el del altar, a partir del segundo arco, es de crucería, plenamente gótica, de ahí los contrafuertes que vimos al exterior. Fijémonos también aquí a la derecha en la puerta que comunica con la sacristía, que hace un momento veíamos por afuera. El primer arco, el de triunfo, carece de decoración, pero el segundo está profusamente labrado. Ambos son grandes y majestuosos:
"El de triunfo tiene dos roscas ojivales que se apoyan en impostas y columnas totalmente desornamentadas, de fustes poligonales, similares a los apoyos del arco fajón y de los nervios diagonales de la capilla. Son esas seis columnas las únicas que presentan capiteles esculpidos"

La acusada verticalidad del edificio se hace patente también en el interior, especialmente en este lugar. Muy interesante lo que también dice Mª Soledad Álvarez Martínez respecto a las proporciones de este espacio:
"El presbiterio es muy profundo, al encontrarse la capilla precedida de un tramo recto de considerable desarrollo; la longitud total exterior es de 871 cm y la interior de 795, de los que 315 corresponden al tramo recto y  y 437 al santuario; la anchura es similar en ambas zonas, de 682 cm y 530 en exterior e interior respectivamente"

Los capiteles, sin bajorrelieves, del primer arco, recuerdan a la sobriedad cisterciense de una de las portadas, la lateral que mira al norte, de acceso a la iglesia de Santa María en Valdediós, lo que contrasta, por ejemplo, con la iconografía que veremos en el segundo arco


Este arco segundo, arco triunfal o toral, es también apuntado u ojival, recorrido por una gran banda en zigzag, tan usual en el románico. Al fondo tenemos la ventana-saetera del testero cuyo arco y columnas fue de lo primero que nos detuvimos a ver al llegar a esta iglesia desde El Ancho y Plaza de Obulio Fernández (la antigua Plazuela de Solares). Seguimos leyendo la descripción que de este lugar hace Álvarez Martínez:
"Frente a la sencillez estructural y riqueza ornamental de la nave, el presbiterio opone cierta complejidad constructiva y mayor contención en el ornato. De esta manera los dos tramos que configuran dicho espacio están perfectamente definidos interior y exteriormente, pues se cierran con diferente tipo de bóvedas, de cañón apuntado el tramo recto y de crucería la capilla, que se separan por medio de un arco paralelo al triunfal, de una sola rosca decorada con zigzag"

El motivo en zigzag, también llamado de dientes de sierra le confiere, como hemos comentado en el exterior de dicha ventana principal del ábside, sensación de movimiento y, aún pasando a ser mero elemento decorativo, lo repetitivo del trazo inspira continuidad, infinito y eternidad, así como equilibrio en su composición. Reparemos también en la nervadura de la bóveda del ábside con su clave, un elemento típicamente gótico


Veamos ahora las columnas de la izquierda, que como las del arco toral o triunfal y las ventanas bíforas de la nave no son exactamente cilíndricas sino de varios lados, es decir, poligonales. Estas son parte las seis columnas que presentan capiteles esculpidos a las que se refiere Mª Soledad Álvarez Martínez en su libro


Destacan los animales cuadrúpedos, Martínez explica que "En el ingreso a la capilla cuadrada, los capiteles del arco fajón y de las columnas que sostienen los nervios de las esquinas occidentales presentan capiteles gemelos y una temática común de sendas parejas de monos"


Lo cierto es que dos fieras y en medio una figura humana, cuyas manos en el pecho y mirada triste pueden representar actitud de oración, parecen simbolizar la escena bíblica de Daniel en el foso de los leones (triunfo ante la adversidad, el pecado, el peligro, la tentación, etc.), animales no conocidos en vivo por los escultores sin duda, por lo que se basaban en los dibujos de los códices, más figurativos que realistas, o en otras esculturas de capiteles similares, en los que realmente estos animales sí parecían monos. En el mencionado Diccionario de símbolos del Blog de Románico dedican una gran entrada a hablar de los múltiples simbolismos del león, parece que estamos ante una de ellas
"No podemos olvidar el caso de Daniel en el foso de los leones, narrado en el libro correspondiente (6, 17-24), el cual dio lugar a una cuantiosa iconografía en el románico. Daniel fue condenado por Darío el Medo, a causa de haber elevado plegarias a Yahveh, a ser arrojado a un foso con leones hambrientos. Pero éstos le respetaron por mandato de Dios, que había escuchado los ruegos del profeta. En nuestro románico esta escena simboliza la ayuda -sin la cual nada es posible- que Dios envía a quien se la pide con oraciones. El patrón iconográfico tiene claros antecedentes en Asiria y Caldea, lo mismo que en el Gilgamés babilónico, especialmente cuando sus manos alzadas en actitud orante apuntan al sol y a la luna. Los griegos llamaban a esta composición “potne oeron”, conjunto formado por un hombre entre dos animales, generalmente leones, para simbolizar la unión entre el hombre y la naturaleza, y el equilibrio imprescindible para que esta unión fuera duradera."

Cuadrúpedos enfrentados, estos sí con más aspecto de leones, en la parte que mira al interior, sobre la otra columna paralela a la anterior. Entre ambos grupos de animales y entre ambas columnas, una cabeza, tal vez con algún tipo de tonsura, mira al suelo. En Los leones medievales: fuerza y pecado, de la página Visitas Guiadas, el especialista Diego Lamas, de Doira Servicios Turísticos, nos aporta luz a esta representación de dos leones uno enfrente del otro, así como a la anterior:
"El significado del león es contradictorio. Es la fuerza luminosa y al tiempo instintiva e incontrolada: imagen de Cristo y las virtudes o Satanás y los pecados. Cuando los leones aparecen enfrentados o luchando entre sí podrían referir a esta dualidad entre el bien y el mal: Jesús y el diablo. Los leones que se comen a personas pueden indicar el mal pero también un tipo de muerte iniciática. (...)
Otra historia de la biblia es la de Daniel en el foso de los leones. El profeta Daniel, al servicio de Darío, rey de Babilonia, es enviado al foso de leones acusado por otros sirvientes de orar a dios. Estos leones debían devorarlo pero como señal de que el dios de Daniel es el verdadero, para sorpresa de todos, al otro día Daniel sigue vivo. Esta escena aparece representada normalmente con Daniel entre dos leones. La ejecución de un foso en una miniatura es fácil, pero en un relieve no lo es."

La iglesia, como tantas otras, padeció quema en la Guerra Civil, por lo que no veremos aquí ni imágenes ni retablos anteriores a 1936. Vamos ahora hacia la pared del lado E de este presbiterio, onde hay un arco ciego y también ojival, sostenido en dos columnas poligonales que forman parte de las seis con capiteles esculpidos


El de la izquierda, que vemos poco más arriba de esta imagen de la patrona, Santa María, con el Niño, muestra un elemento de total inspiración románica, una cabeza monstruosa de cuya boca salen serpientes o alimañas, bastante usual, incluso en otras iglesias de los alrededores, como la de Santo Tomás de Coru


Símbolo de pecados y castigos, en los que, en este orden de cosas, es interesante leer el siguiente fragmento de la Epístola de San Pablo a los Romanos (Rom. 3, 13-15), el cual, basado en diversos pasajes de los Salmos, alude de esta forma a que tanto judíos como griegos estaban bajo el pecado: 
Sepulcro abierto es su garganta
 con su lengua urden engaños. 
Veneno de áspides bajo sus labios: 
maldición y amargura rebosa su boca. 
Ligeros sus pies para derramar sangre

En ciertas iconografías, cuadros, esculturas, etc. se alude a la representación de la salida del demonio fuera del cuerpo de la víctima poseída, es decir, un exorcismo. Sea como sea y dada la figuración del mal de la serpiente en el cristianismo, es el mal saliendo de la boca, también puede aludir a pecados como la mentira o la blasfemia. Realmente, como suele pasar en esta iconografía, sus diferentes posibles significados no son incompatibles, como en este caso, e incluso cuando pareciesen ser contradictorios se complementan, según qué y a quién se quieran transmitir


En el otro capitel otro muy interesante motivo románico, una figura humana, básicamente cara y brazos, sosteniendo el arco, para Mª Soledad Álvarez se trata de la "representación más simplificada del atlante existente en el románico asturiano, que queda reducido a una enorme cabeza flanqueada por brazos raquíticos, según el modelo ya empeledo en un capitel de Santa María de Valdediós". Se trata de un elemento de la mitología clásica muy extendido en el románico, así como las cariátides, cuya inspiración veremos ahora en la portada principal


Dando la vuelta al ábside y altar vemos, en el arco toral, que los capiteles del otro lado repiten la simbología de cuadrúpedos entre los que asoma la cabeza de un mártir


La nave de la iglesia desde el altar. El arquitecto Francisco Antonio Muñiz realizó en 1814 diversas obras en el edificio, que dejó de ser parroquial en 1838, cuando tras desamortizarse el convento-seminario franciscano de San Juan de Capistrano, construido hacia el 1700 en el arrabal de Fuera'l Cañu, fue trasladada allí esta sede parroquial


Según vamos volviendo hacia la salida por la portada meridional admiramos la hermosa luz difuminada que entra por el rosetón de la fachada oeste, otro elemento que anuncia ya el gótico, allí está el coro, sobre la puerta de la portada principal. Arriba en la techumbre y si no lo hemos hecho antes, fijémonos en la cubierta, de madera, a diferencia de las bóvedas de la cabecera o presbiterio


Volvemos a salir hacia el exterior por el pórtico. Justo enfrente, actual calle Cavanilles, estaba la desaparecida muralla o cerca que rodeaba La Villa y que fue demoliéndose, prácticamente al completo, a lo largo del siglo XIX, cuando ya llevaba bastante tiempo en desuso y aún no existía sensibilidad social ni institucional para preservar elementos destacados de la historia y el patrimonio de las poblaciones prevaleciendo los criterios urbanísticos tendentes a unir plenamente el casco histórico intramuros con los nuevos barrios que iban creciendo más allá, a veces extraordinariamente con factores como la industrialización y los capitales indianos, aumentándose la población


Un poco a la derecha de la iglesia y también enfrente de ella estuvo otra de las puertas de la muralla villaviciosina. La Puerta del Puente o Puerta del Río, la que comunicaba con el histórico Puente Buetes o Güetes, salida natural desde Villaviciosa al norte-noroeste sobre el puente de la ría, aquí aún bastante estrecha. Era un camino eminentemente costero hacia Les Mariñes, las parroquias azabacheras de Villaviciosa, que tanto azabache, o como se dice tradicionalmente aquí, acebache, suministraron a lo largo de los siglos a numerosos santuarios y sus poblaciones, especialmente a Santiago de Compostela, cuyos artesanos y vendedores se concentraron, y concentran, en la rúa da Acibechería, acceso directo a la catedral


Ese Camino que sube por Bedriñana hacia el Altu la Cruz entre el Pelapotros y el monte Vistalegre, con ramal por La Cobertoria (Camín Real de la Cobertoria), bajaba hacia Oles por La Lloraza y a San Xusto por la capilla del jacobita nombre de Santiago les Vieyes en dirección a la bahía gijonesa. Era seguido también por peregrinos que, por alguna razón, desviaban su camino de la ovetense catedral de San Salvador (o lo hacían después, haciendo caso a la máxima que dice que "quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y visita al señor"


Y así se registra este tránsito, arriero, viajero, peregrino y caminero al menos hasta muy avanzado el siglo XVIII, cuando parece que prevalece sobre este el que va más al sur, el cual sigue a nuestra izquierda, más corto y directo pese a tener dos puertos, el del otro Altu la Cruz, encima de Niévares y con bajada al valle del Ríu España, y luego el de El Curviellu, a la vista ya de Gijón/Xixón, que en nuestros día camino de Santiago oficial (junto por supuesto con el que va a Oviedo/Uviéu, del que se separa en Casquita, a unos tres kilómetros de aquí rumbo sur


Los antiguos caminos fueron abandonándose con las carreteras, que empezaron a trazarse avanzado el siglo XIX, una de las primeras, aquí mismo delante de la iglesia, aunque malograda, dio origen a un barrio que llegó a cambiar hasta su advocación: La Oliva. Fue cuando, hacia1845, vio la luz un proyecto para la construcción de la carretera del Salín, ideada en principio para ayudar al transporte de carbón desde Sama (cuenca minera del Nalón) a unos muelles y dársena, pero ni estos ni la carretera llegaron llegaron a prosperar. No obstante eso y el trazado de la nueva carretera a Gijón/Xixón por El Pedrosu (actual N-632) hicieron que los terrenos al norte de la muralla, entre La Villa y el puente, empezasen a ser apetecibles para edificar. La puesta en marcha de una carbonería fue también determinante y por iniciativa particular se adquiere El Praón de la Oliva, que empieza a llenarse de casa a partir de 1866 naciendo así el barrio de este nombre: La Oliva, delante de la iglesia


Si bien normalmente cuando se habla de las iglesias románicas suele empezarse por las magníficas portadas principales, orientadas al oeste como es este el caso, hemos preferido seguir el orden que encontraría el peregrino de las partes de la iglesia según viniese avanzando desde El Ancho, donde el Teatro Riera, construido en 1945 para sustituir al Teatro Alonso, destruido en la Guerra Civil señala la confluencia de las históricas calles del Sol (antes de La Ferrería) y del Agua, sobre las que creció la primer Pola de Maliayo a partir de 1870 apoyándose en el camino, o realmente encrucijada, aquí existente, en las inmediaciones de la iglesia


Dejamos pues para el final, o casi el final, lo que habría ser ser lo primordial, la fachada oeste y la portada principal, una impresionante arquería de arcos ojivales, columnas de fustes y capiteles detalladamente labrados con numerosas figuras y motivos, además de un rosetón en lo alto que contribuye también a darle al edificio esa mágica sensación de verticalidad con la que parece casi levitar y alzarse hacia el cielo, efecto totalmente buscado aposta por los arquitectos del románico y del gótico, estilo que parece prevalecer en el rosetón y que anuncia lo apuntado u ojival de dichos arcos, cuatro columnas a cada lado, guardapolvos, impostas y numerosos detalles artísticos y arquitectónicos. Así lo explica una vez más Álvarez Martínez en su libro:
"En la parte alta, se abre un rosetón de considerables proporciones y tracería floral, que remata el cuerpo saliente en el que se abre la portada principal y más evolucionada del templo. Ésta tiene cuatro arquivoltas ojivales, envueltas por guardapolvo, que inscriben una tracería gótica y se apoyan en las correspondientes columnas acodilladas"

Sobre esta portada reconocemos los apoyos del entablado del tejado del antiguo pórtico oeste, añadido al edificio medieval y luego quitado, el de las antiguas reuniones vecinales o conceyos. En 1550 ya se registra la necesidad de un edificio aparte para hacer las veces de casa consistorial o Ayuntamiento, lo que da a entender una mayor complejidad de la administración de una creciente villa y concejo que ya necesitaría centralizar y albergar documentación abundante, salas de reuniones más cómodas, despachos de algunos de los cargos, etc., algo que parece confirmarse plenamente en la centuria siguiente, siglo XVII, en un inmueble de la calle del Agua, como vimos al pasar por allí


Las arquivoltas son un impresionante muestrario del románico asturiano en gran parte de la zona central, fruto y producto de generaciones de talleres canteros:
"la exterior y tercera roscas llevan en su frente tetrapétalas y zigzags, respectivamente, mientras las otras dos permanecen lisas; en el intradós, se repiten tres variantes de tetrapétalas en las tres rocas externas, mientras que la arquivolta interior permanece sin decorar, al servir de base a la tracería calada. Otra variante de flores de cuatro hojas aparece también en el guardapolvo y las impostas..."

Preside esta magnífica portada, bajo las claves de la arquería, alegoría de la entrada en la casa de Dios y especie de antesala del cielo en la tierra, la imagen, de inspiración marcadamente gótica, de la patrona Santa María con el Niño
"... a diferencia de otros templos protogóticos en los que desaparece la relación entre elementos sustentantes y sustentados, aquí ésta se mantiene, lo mismo que los capiteles individualizados que coronan los fustes"

Los capiteles, alegoría del arte románico y extraordinariamente ricos en motivos, escenas, símbolos y detalles, son las piezas altas de las columnas y "constituyen un buen compendio de los repertorios simbólicos, religiosos y profanos de la iconografía románica", sobre los que se apoyan los arcos o roscas y bajo ellos se sostienen en las partes cilíndricas o fustes de las columnas, también intensamente detalladas a cincel, incluyendo pequeñas estatuas-columna:
 "que resultan pequeñas y desproporcionadas respecto a los fustes, así como de gran rigidez en su adaptación al marco, pero constituyen un signo evidente de la interpretación por un taller regional de soluciones góticas"


Esplendoroso primer gótico y veterano románico tardío se unen en su máxima expresión, tracería gótica, arco ojival y motivos tan románicos como el zigzag y tetrapétalas conviven y comparten espacio en esta preciosa simbiósis en la que la imagen de la patrona es descrita de esta manera por Mª Soledad Álvarez Martínez:
"... la imagen de María tallada en piedra que preside el umbral bajo la clave del arco, que, aunque hierática por sus formas, responde por su atuendo y por la posición asimétrica del Niño a un nuevo modelo iconográfico gótico que muestra una Virgen maternal y próxima al hombre"

Se comprueban bien los estragos de la Guerra Civil pero a pesar de todo, los detalles de Santa María del Conceyu se perciben al máximo. Cabellos, corona, pliegues del vestido... hasta alto de policromía en su manto y en el del Niño. Como leemos en Asturgeografic, "Aunque puede ser considerada gótica su estética es románica: frontalidad, hieratismo y rigidez", imagen hermosamente mayestática


Esta variadísima gama de componentes figurativos y geométricos es el paraíso de los amantes del simbolismo, cábalas, geometría, numerología, matemáticas, alquimia y todo tipo de ciencias, creencias, seudociencias o como lo queremos llamar... y no de es de extrañar

 
Por ejemplo, uno de los elementos que más suele llamar la atención, al erudito y al profano, es la hexapétala, a manera de Estrella de David o Sello de Salomón que se reconoce claramente aquí a la izquierda, que ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones


La estrella de seis puntas es un hexagrama, un símbolo universal común a muchas culturas, tal vez un primer origen de simbolismo solar y de ascensión de las almas al sol, al cielo, pasó, como todo símbolo, a representar todo tipo de alegorías según las diferentes interpretaciones, talismán protector, símbolo alquímico, emblema religioso, anagrama grupal, etc., en lo religioso tiene viva presencia, y es evidente y normal por todo lo que comparten, en las tres religiones "del libro", estas son el judaísmo, el islam y el cristianismo, pero por supuesto podríamos añadir de forma evidente el hinduísmo 


A la izquierda de la hexapétala y bajo una misma banda de tetrapétalas, en una columna exterior a la portada otro símbolo del arte románico, las aves


Dos pájaros afrontados picando un fruto, el cual parece mismamente tener forma de corazón. Se alude a que puede ser una manifestación de las almas de los justos alimentándose de la Gracia, una actitud de custodia del elemento sagrado, o una simple composición simétrica muy corriente en el románico. Incluso una actitud de concordia al entrar en la casa de Dios donde iba a impartirse doctrina y, seguidamente, a celebrarse deliberaciones vecinales. Reiteramos que las múltiples interpretaciones del símbolo no han de ser necesariamente excluyentes


En la portada, los fustes de las columnas "se decoran con diversos tipos de lacerías, tallos serpenteantes, dameros y tetrafolias", y las alargadas "estatuas-columna" esculpidas en ellas y a las que antes aludíamos, son, como los atlantes, otra imagen inspirada en el arte clásico, las cariátides, este es su origen, o al menos la base artística que evolucionó en toda Europa, procedente de la mitología y arte helénicos:
"Las cariátides son figuras antropomórficas a manera de columna, que dan fe de la confianza griega en el cuerpo humano y su materialidad. Cariátide proviene del griego Karyatis que designa a las mujeres procedentes de Caria en Lacedonia. Existen dos teorías sobre las Cariátides: 1- Según Vitrubio quien dice que las cariátides tienen como objeto inmortalizar el triunfo militar de los griegos sobre Caria en la Segunda Guerra Médica; 2- Según Lessing quien le atribuye una connotación religiosa, donde dice que estas mujeres jóvenes danzaban en círculo en honor a la diosa Artemisa, con canastas sobre sus cabezas conteniendo ofrendas en su honor.

Los soportes antropomórficos encuentran algunos ejemplos en la arquitectura egipcia, con los pilares Osirícos y hatóricos. Durante el período arcaico era común la utilización de figuras femeninas en diferentes objetos rituales, especialmente en espejos de marfil cuyo mango era un cuerpo de mujer.

El pórtico del Erecteión y sus seis Cariátides contienen tanto esplendor de la Atenas de Pericles, como la concepción clásica de la arquitectura, la escultura y el cuerpo humano. 

Las cariátides son bellas, la disposición de su cuerpo, así como las proporciones del mismo, aseguran la armonía y el equilibrio."

Naturalmente, las cariátides como tales no se representan en el arte cristiano, pero sí su figuración siguiendo el fuste de las columnas, a manera de esculturas de santos, santas, beatos, beatas y vírgenes, en Santa María del Conceyu, lamentablemente, muy castigadas por los rigores destructivos de la Guerra Civil

Bajo ellos los fustes conservan sus motivos de entrelazos, redes, ajedrezados, etc., elementos decorativos que en origen pudieron ser metáforas de equilibrio, permanencia, rotación, movimiento, eternidad, infinito, etc., y sobre ellos, esta maravilla de los capiteles: empezaremos por estos de la derecha

En el capitel más cercano a la puerta y bajo un cimacio o banda superior de tetrapétalas, otra vez la escena de los leones enfrentados, estos en vertical. Que es una composición simétrica está claro, que pueda ser una metáfora de la dualidad entre el bien y el mal es posible, sin negar otras razones, como bien afirma y escribe Xabier Exteberria en su trabajo sobre el románico:

"... la vivencia simbólica es abierta, no es sistematizable. Por dos razones: por la potencia expresiva y reveladora del propio símbolo; también por la variedad de mundos de las personas que lo reciben –entre ellas y dentro de ellas a lo largo del tiempo-. Podremos constatar que, como se ha dicho, «hay muy pocas representaciones del arte románico que tengan un solo sentido cerrado». Esto es cierto no sólo a nivel propiamente simbólico, sino también a nivel incluso de estudios oficialmente científicos, también sujetos a su propio modo de interpretación. Esto significa que interpretaciones concretas (...) son discutibles" 


Las facciones siempre extraordinariamente remarcadas en todo el conjunto: pegados lomo con lomo fauces con fauces, hocico con hocico, ojo con ojo... "dos felinos monstruosos , afrontados en posición rampante", los describe Álvarez Martínez



En el siguiente capitel a la derecha del de los leones "se representa una escena de cetrería en la que un caballero con el halcón en la mano se aleja a caballo del castillo". Es un tema tremendamente recurrente en el arte románico y popularmente en cada caso se dice alude a alguna fortaleza de las inmediaciones. Sólo por elucubrar podríamos pensar en la Torre de los Busto "que es la torre que está junto a la Yglesia de la dicha villa, a la puerta que llaman de la Puente", escribía el cronista Tirso de Avilés en Armas y Linajes de Asturias y antigüedades del Principado


Es una de las que las familias nobiliarias erigieron para controlar los accesos a La Villa ya en la Edad Media, insistimos en que es simplemente una posibilidad que esbozamos, dada la relación que guarda con la Puerta del Puente, la muralla, El Puente Güetes y la misma iglesia. Volvemos al libro Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, de Pedrayes Obaya:
"Esta torre en el siglo XIX formaba parte de un edificio más amplio llamado Casa de La Oliva o Casona del Talaboru, perteneciente en 1867 a José Gonzçalez Valdés de Peón, quien la vendió ese año para construir nuevos edificios en su solar. Por enlaces patrimoniales pasó a la familia Valdés. Se la denominó durante los siglos XVII y XVIII torre de los fondos de villa, en el siglo XIX se llamó "Valdés de la Oliva"

(...) ocupa un lugar estratégico. A cuarenta metros apenas de la muralla, adosada al camino que unía el desembarcadero de Buetes con la villa y enfrente de un camino, el callejón del Canto, que rodeaba exteriormente a Villaviciosa, formaba -junto a las otras torres- un eficaz sistema de control señorial de la villa."

"Dentro del universo medieval el significado de puerta de la muralla y pórtico de la iglesia, tan inmediatos físicamente en nuestro caso, tienen intensas interpretaciones simbólicas"

Siguiente capitel a la derecha en el que se repite la escena, que como la de los leones ya vimos en el interior, de dos felinos devorando un águila, estos representados afrontados y en posición invertida. Arriba sigue la omnipresente tetrapétala. La especialista historiadora en arte románico María Ángeles Curros, directora de Patrimonio Cultural la CONFER (Conferencia Española de Religiosos), ha escrito:
"Todo el conjunto románico guarda una concepción unitaria. La temática decorativa [...] está insertada en esa unidad constructiva. La escultura está supeditada como la pintura a la construcción arquitectónica, por eso la iglesia románica ya es objeto de interés, porque es ya simbólica."

Nos agrada volver a traer aquí a colación el excelente trabajo de Xabier Etxeberria dedicado a La espiritualidad en el románico, donde nos habla de estas fieras y su razón de estar aquí:
"En general, los animales fabulosos no deben ser considerados como mera imaginación desatada, sino como expresiones simbólicas. Todo monstruo –combinación de al menos dos animales distintos-, simboliza una tendencia hacia lo inferior (serpientes, rabos, colas, pezuñas, cuartos traseros) y otra a lo superior o espiritual (alas, plumas, cabezas). Representan así las dos tendencias del ser humano. Las múltiples variedades confieren matices a este simbolismo básico. 
De todos modos, la complejidad de lo humano se muestra en que hay combinaciones aparentemente espirituales que sin embargo muestran el mal (...) que, concentradas, pueden representar las armonías, pero maléficas"

Las tetrapétalas nos hacen pensar en la relevancia numerológica y constructiva del número 4, y con él el cuadrado, que se aplicó magistralmente en la construcción de esta iglesia, como cuatro es el tetramorfos en referencia a los cuatro evangelistas. "La flor es símbolo de fertilidad, vida y regeneración, haciendo alusión los 4 pétalos a los evangelios", comentan por ejemplo en Cantabria Románica


Y no perdamos de vista que en el fuste de la columna más exterior, una de las dañadas estatuas presenta la pose de estar mostrando un libro abierto, que es como se suele representar a los evangelistas enseñando su respectivo evangelio, el de San Marcos, San Mateo, San Lucas o San Juan, el tetramorfos. No obstante, y como reiteramos una vez más, todo está sometido a interpretaciones y reinterpretaciones, para el profesor Carlos Hevia se trataría de San Bernardo de Claraval"identificable por su hábito de monje y el libro abierto que porta en sus manos" y así lo plasma en su investigación para poner rostro a estas imágenes publicada en la revista Cubera nº 55



Estas estatuas-columna son las que siguen a continuación, a la izquierda del capitel del evangelista, y es casi seguro guardan relación con él. Se ve una mujer embarazada en medio, lo que nos lleva a pensar, dado que los evangelistas se ocupaban de narrar la vida de Jesús, en su madre la Virgen María, patrona del templo. A su derecha parte de una rueda delata a Santa Catalina de Alejandría, inequívocamente; mientras a la izquierda, el personaje representado más aproximado a la puerta sería San Ivo de Chartres, o así lo sospecha, con dudas, el citado erudito Carlos Hevia


Las estatuas-columna de este lado derecho guardan relación con las del izquierdo, pero antes de pasar a ellas vamos a ver el capitel que nos quedaba en esta parte, el más exterior, con dos palomas picando las cabezas de sendas serpientes. Dadas las connotaciones de ambos animales en el cristianismo todo parece indicar que es alguna metáfora del bien venciendo al mal, exponemos para ello algunas frases del Diccionario de Símbolos del Blog de Románico dedicadas a la paloma:
"Prácticamente desde el neolítico hasta Picasso, la paloma ha estado presente en la iconografía de todas las culturas con significados más o menos similares, pero con el trasfondo común de la paz, la fidelidad o la mansedumbre. 

Los primeros cristianos multiplicaron su efigie en las catacumbas, en las tumbas de los mártires y, en general, en todos los objetos de uso litúrgico, como vasos, cálices, navetas y lámparas que, posteriormente, incluida la Edad Media, se siguieron utilizando. Es aquí también símbolo del alma humana y de ello hay testimonios literarios y hagiográficos en abundancia. De esta misma época existen representaciones en las que aparece posada sobre el arca de Noé (la Iglesia) con la rama de olivo en su pico (Yahveh trayendo la paz).

En el cristianismo representa comúnmente al Espíritu Santo. Está en la mente de todos el pasaje evangélico del Bautismo de Jesús, cuando el Espíritu Santo desciende sobre su cabeza en forma de paloma, como el no menos conocido de la Anunciación, en el que el ángel le dice a María: …No temas pues el Espíritu Santo descenderá sobre ti y te cubrirá con su sombra…"

Esta referencia a la paloma y el Espíritu Santo nos lleva a pensar en la integración de este capitel como una pieza más de un todo iconográfico dedicado a la Virgen María a quien está dedicada esta iglesia. En cuanto a las serpientes, ni qué decir tiene la negatividad como símbolo del mal para el cristianismo, aunque hay excepciones, extraemos esto del artículo que les dedica el mencionado Diccionario de símbolos:
"... en el libro del Éxodo (7, 8-12), en el episodio en el que Moisés y Aarón van a ver al faraón para que les deje salir de Egipto, éste se niega y Yahveh les ordena a ambos arrojar su vara para que se convierta en serpiente. Los magos egipcios también realizan el mismo prodigio, pero las serpientes en que se convierten sus cayados son devoradas por la serpiente de Moisés, con lo que queda clara la superioridad del Dios de los Hebreos, aunque no así para el faraón, que tuvo que sufrir las plagas que asolaron a partir de ese momento al país. En esta historia se basa la iconografía reflejada en los báculos abaciales y obispales, en los que se representa a la serpiente -de Moisés- como remate superior en forma de espiral, simbolizando el poder de Dios para vencer al Mal. 
En el evangelio de San Mateo (10, 16)  Jesús previene a sus Apóstoles de las persecuciones que van a sufrir en cumplimiento de su misión: …Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas…Texto que también fue considerado como argumento para justificar la inclusión del icono de la serpiente en el báculo de los prelados de la iglesia cristiana."

A la derecha del capitel, ya en la pared del edificio, una gran tetrapétala con un círculo, elemento geométrico que revela la perfección, el sol y el ojo de Dios que todo lo ve, entre otras posibles figuraciones. Por ejemplo en Arquivoltas. Guía digital del arte románico, dan esta:
"El círculo es una representación del Cielo. Esta simbología se matiene tanto en planta como en alzado puesto que esa es una de las más constantes características del templo románico. En planta, el cuadrado de la nave se encamina hacia el semicírculo absidal, el lugar sagrado."

Y vamos a ir acabando con el lado derecho de la portada con el correspondiente capitel de la columna más exterior, donde nos encontramos con un monstruo románico muy familiar, el glouton, monstruo glotón que con su gran boca engulle el fuste liso


El glouton o monstruo que "traga una columna", recurso muy empleado por los artistas del románico. Casi no deja de ser un motivo casi gracioso en nuestros días, pero a saber qué pesaban por entonces de este ser. Por ejemplo se ha citado el pecado de la gula o la amenaza a la Iglesia como institución, ya que "se come uno de sus pilares", por lo que estaríamos por tanto ante una plasmación de la herejía


Tiene grandes ojos, pequeñas orejas puntiagudas y por supuesto enorme bocona llena de dientes, si bien estos ni son puntiagudos ni siquiera tienen colmillos, como suele hacerse en otras imágenes monstruosas. El artista resalta el esfuerzo de abrir tan enormes fauces con líneas que resaltan su mueca o gesto, a lo largo de la boca y hasta sus narizotas



Poco más abajo una cruz octógona o de ocho puntas, la famosamente conocida como Cruz de Malta, no sabemos si tendrá que ver con los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, luego Orden de Malta, que por ejemplo en Asturias tuvo un hospital de peregrinos en San Xuan de Villapañada (Grado/Grau) en lo que ahora llamamos Camino Primitivo, pero sí que sus ocho puntas son las ocho bienaventuranzas, satisfacción espiritual, sencillez, humildad, llorar faltas y pecados, amar la justicia, ser misericordioso, ser limpio y sincero de corazón y pensamiento, y soportar las aflicciones y persecuciones por la justicia
 

Y ya vamos por fin a ver las columnas de la izquierda con sus estatuas en correspondencia con las de la derecha como hemos dicho. 
 

Son todos personajes vinculados a la Virgen María, pues los santos, como San Antón Abad, patrón de los animales, el primero por la derecha pegado a la puerta y muy fácil de identificar por el cerdo a sus pies, fomentaron su culto, y otro, el Arcángel Gabriel, se presentó a ella en la Anunciación, que es el patronazgo mariano concreto de esta iglesia de Santa María del Conceyu o de la Oliva y lo fue de La Villa hasta sus sustitución por la Virgen del Portal ya en el siglo XVIII


A la izquierda de San Gabriel sería San Ildefonso, a quien se atribuye la festividad de la Virgen de la Esperanza y la columna-estatua más exterior y más a la izquierda sería Santa Apolonia


Y ahora hemos de pasar a ver estos capiteles, tremendamente detallistas y con escenas que parecen formar un todo de temática de nuevo cinegética. ¿Qué relación habría buscado la religiosidad medieval con las cacerías para plasmarla tan ampliamente en esta y otras muchas iglesias?. La escritora Artantza del Barrio, en la revista Trofeo del 23-2-2008, nos da esta respuesta dentro de su artículo El significado de las escenas de caza de la ermita de San Baudelio de Berlanga:
"La representación de las escenas de caza en una iglesia puede deberse a su contenido religioso, ya que, según la literatura cinegética de la época, la caza liberaba del pecado, proporcionaba felicidad y fortalecía la fe, como actividad otorgada por Dios a los hombres, siempre que se ejercitara con moderación. 
En efecto, si bien la tradición de representar escenas de caza se remonta al arte tardoantiguo, entra en el mundo cristiano con el mismo sentido, pero añadiendo la lectura de la cacería como camino de dificultad y triunfo. 
Además, teniendo en cuenta que la mentalidad medieval buscaba continuamente en todo lo terrenal símbolos de lo divino, se llegaba a mezclar lo sagrado con lo profano, y así, se encontraban alusiones a lo espiritual en lo venatorio, como un medio más de redención para la clase aristocrática, añadiendo de este modo un motivo para su práctica, junto a los valores de esfuerzo físico para la salud y para el desarrollo del alma al educar en la templanza y la disciplina, entrenamiento para la guerra, diversión, aventura y placer. 
Por ello, las escenas cinegéticas de San Baudelio, pese a ser de contenido profano, se interpretan en un sentido religioso, debido al simbolismo animal y a su incorporación en el templo, simbolismo que adquiere su importancia en cuanto a la asociación entre hombres y animales, debida en gran parte a sentimientos como miedo y culpa, y en otra parte al poco control del hombre medieval sobre la naturaleza. 
Ya que el animal, por sí mismo, interesaba indirectamente en el medievo, a no ser por cuestiones relacionadas con la supervivencia, para enseñar o moralizar."

Aquí vamos a empezar por el capitel de la izquierda, el más exterior, en el que reconocemos un gaitero acompañado de un oso o un perro bailarín, por lo que estaría formando parte de una animada montería, como enseguida vamos a comprobar. Es por tanto muy fácil se tratase de algún vecino y podríamos conjeturar que la romería cinegética aquí plasmada se hubo de inspirar seguramente en alguna de las que se celebrarían en la época por estos contornos, famosos para esta actividad al menos desde que Alfonso III El Magno tenía su palacio de retiro en Valdediós


No obstante, el gaitero será, en esta pequeña novela del escritor Pablo Antón Marín Estrada no un vecino sino un peregrino, titulada El azaroso viaje del gaitero de la iglesia de la Oliva, publicada en la serie Historias del Camino de Santiago del periódico El Comercio el 13-12-2021:
"El Camino de Santiago, en sus diversas rutas por Asturias y la primitiva por encima de todas, es una de las principales pruebas fehacientes que echan abajo uno de los más manoseados mitos regionales, el de nuestro histórico aislamiento. La vía a San Salvador y a Compostela comunicó esta tierra -como las vecinas- con Europa durante siglos, da igual los ramales en los que se bifurcase o los que prefiriesen por más transitables los peregrinos. Que fueron lugar de paso desde que la memoria se pierde en el tiempo tampoco debería ofrecer muchas dudas, por sentido común y por los vestigios que dan testimonio de ello. El itinerario costero jacobeo nos lo muestra en los escasos kilómetros -leguas habría que decir- que separan los templos prerrománicos de Santiago de Gobiendes en Colunga y San Salvador de Priesca, a poco de entrar ya el Camín Rial en tierras maliayesas. Quien recorre hoy ese trayecto se encuentra al andar esos hitos deslumbrantes que se topaba el viajero gascón o maguntino en los siglos de oro de las peregrinaciones.

Recorriendo el mismo trecho llegó buena parte del románico que convierte a Villaviciosa en el concejo asturiano con mayor número de iglesias de ese estilo. Al peregrino que ahora transita entre Priesca y la Villa, siguiendo con la vista muy próximo el curso de la Ría, cuando alcanza Santa María de la Oliva o del Conceyu y contempla su portada principal, no le costará sopesar que casi todo lo que ve ahí -del rosetón a la Virgen con el niño o las escenas representadas en capiteles y columnas- vinieron por la mismas ruta que él. La fecha la conocemos. Fue la misma en que otorgó Alfonso X su carta para la Puebla de Maliayo. Con los caminantes jacobeos de aquellos años viajaban canteros y escultores. Algunos de los que labraron las piedras de esta pequeña joya en la que dialogan románico y gótico en cómplice armonía dejaron su firma impresa en ellas con tanto esmero que son perfectamente visibles aún hoy. Los amigos de buscar enigmas tienen en los muros de La Oliva cancha en la que solazarse en sus elucubraciones con las cruces paté que vemos aquí o esa estrella de David que salta a los ojos de cualquier observador en un rincón de la portada. Igual de sugestivas para imaginar cualquier realidad extraordinaria son las figuras humanas que protagonizan distintas escenas en los capiteles. En ellas destacan las que representan a varios músicos tañendo sus instrumentos -a los que podríamos añadir el personaje que toca la bocina en una escena de caza-. Panderos, una xipla con tamboril, tablillas entrechocantes y la que más llama la atención: la figura barbada que sopla el fuelle y toca el puntero de una gaita. Se la considera la representación más antigua de un gaitero en Asturias"


El Gaitero de la Oliva representaría a uno de aquellos primeros pobladores de la Pola de Maliayo, que se asentaron, procedentes de muchos lugares, por aquellos viejos caminos costaneros. Iba a Santiago, y al final no llegó al Salvador, se quedó aquí, con Santa María, la del Conceyu ...
"También los músicos formaban parte del cortejo que acompañaba a los peregrinos medievales. Sus compañeros de legua, los escultores de iglesias, tenían en ellos modelos cercanos en los que inspirarse para labrarlos en piedra. El gaitero de La Oliva bien pudo ser uno de esos instrumentistas ambulantes. Un paisano de carne y hueso antes de ser esculpido, como lo fueron probablemente todas esas figuras realistas del arte medieval: el monje orondo y lujurioso, la doncella que se asoma a una torre, el cazador de jabalíes y hasta el demonio contorsionista que tal vez salió de un saltimbanqui de plaza. Aquel músico arribaría por el Camino desde algún lugar de Europa siguiendo la senda blanca de las estrellas. Ya en tierras asturianas, haciendo noche con otros viajeros, alguien aludiría a la nueva Puebla que crecía en Maliayo y a las oportunidades que ofrecía para muchos de ellos. No le 'caería embaxo' al gaitero la noticia y, avanzando ya por las faldas del Sueve, podemos figurarnos su encuentro con una pastora que regresaba de la sierra con su rebaño de cabras. Entablaron conversación en el idioma universal de Eros y él luego tocaría para ella con un requintio que estaba de moda en Rennes cuando él salió de Bretaña. Logró que la muchacha le vendiera por unas pocas monedas y unos corales media docena de pellejos de cabrito. Más adelante, él mismo cortaría a su paso por un bosque un haz de cañas de boje.

Y del gaiteru vamos a pasar a su derecha a la aún más animada escena de gentes tocando instrumentos, en las que aparecen tres personajes y un perro. Este alegre alboroto haría salir a los animales del monte y hacerlos correr hacia donde los esperaban los cazadores


En medio y en primer plano una mujer de largos cabellos toca el crótalo con una mano y con la otra se lleva la xipla que decía Pablo Antón, el silbato.,a la boca para tocarlo a su vez. A su izquierda otra mujer toca el pandero con gesto de felicidad, y a la derecha un personaje más toca el laúd


Podemos imaginarnos la algarabía, pues hasta el perro parece bailar


La escena tiene su continuidad en el capitel siguiente, azuzado por los perros y espantado por la sonoridad de las músicas y gentes, el jabalí ha salido de la espesura y parece atacar a un descuidado montero que está tumbado de espaldas en el suelo, con las piernas y brazos en alto y su órgano sexual al aire. Mientras, encima del jabalí, un hombre tocando el cuerno porta una lanza y parece se dispone a clavársela


La escena en sí misma sería el jabalí que, asustado y rabiado, se dispone feroz a devorarle los genitales al descuidado montero. Sin embargo y dada la aparente cara de felicidad del hombre, también se ha interpretado como una felación y por tanto una escena de zoofilia. Los motivos eróticos e incluso implícitamente sexuales son característicos y muy usuales en buena parte del arte románico 


No en vano este capitel fue hace unos años, junto con otros de otras iglesias románicas de Villaviciosa, aún objeto de polémica al ser plasmados en un cartel dedicado a las tan renombradas fiestas del Portal, obra del artista local Noé Tuero, que fue retirado y sustituido por gran escándalo. Comentaba así esta noticia el corresponsal de La Nueva España Franco Torre, preguntando al especialista en arte José Samaniego, en el artículo titulado El cartel estaba en los capiteles de Villaviciosa y publicado el 6-9-2008:
"La reciente polémica en torno a la retirada del cartel de las fiestas del Portal, realizado por el artista maliayés Noé Tuero -una decisión tomada por el alcalde de Villaviciosa Manuel Busto, al considerarlo poco acorde al espíritu festivo y provocador por los dibujos empleados-, ha puesto de actualidad la iconografía de los templos del concejo. Y es que Tuero ha empleado figuras de la iglesias de Santa María de la Oliva y San Juan de Amandi para ilustrar su diseño. Eso sí, con un toque actual. 
El cartel no ha dejado a casi nadie indiferente. Y LA NUEVA ESPAÑA ha consultado a expertos en arte para conocer su opinión y el significado de las tan polémicas figuras empleadas por Tuero. 
El crítico de arte José Samaniego, en sus valoraciones iniciales, reconoce, como el Alcalde, que el cartel es confuso. «Está muy abigarrado y resulta confuso y difícil de leer», señala el crítico, quien apunta que «tiene las famosas caras de pico de Amandi, los rostros de la Oliva y la escena del jabalí», un relieve que ocupa el lugar central del diseño de Tuero y que ha centrado las críticas respecto al carácter pornográfico y anticlerical del cartel. «El capitel del jabalí de la Oliva es confuso: por un lado imita la caza del jabalí del ábside de Amandi, que representa la caza y descuartizamiento (los perros) y consunción de todo lo malo del hombre dentro del ábside, concebido como horno purificador. Pero añade además esa relación de zoofilia», ya que a los pies de la figura humana con las faldas levantadas se sitúa un jabalí dispuesto a practicar una felación. 
«Quien tiene las piernas abiertas sobre la púdica margarita no es un cura, sino un campesino con falda hasta las rodillas», apunta Samaniego, quien insiste en que «no es un cura, aunque Noé Tuero lo haya vestido de negro», algo que también hizo el autor con el gaitero, que alude a los músicos de los capiteles finales de Amandi. 
Sobre la introducción de estas escenas en el pórtico de los templos cristianos, Samaniego aclara que «en los capiteles románicos se ve cómo la Iglesia acepta la cultura campesina, la de los ciclos y estaciones del año, la cultura de la reproducción de la naturaleza, incluyendo plantas, animales y seres humanos. De hecho, estas representaciones desaparecen radicalmente en el gótico, que es cultura urbana». 
Asimismo, el crítico señala que «las representaciones de contenido sexual en el románico suelen estar en las ventanas y los canecillos exteriores, bajo el tejado, porque las fiestas campesinas se celebraban a menudo en las campas junto a las iglesias». 
Pero más allá de la explicación histórico artística, a la hora de analizar la polémica desatada en Villaviciosa, Samaniego considera que «el problema consiste en que la gente juzga con los criterios de hoy y resulta muy difícil que alguien se traslade al pasado y comprenda criterios y maneras de otras culturas o sociedades."

En el capitel más cercano a la puerta, encima de la estatua-columna de San Antón Abad dos fieras unidas por las fauces parecen devorar a alguien: "finalmente, el capitel interior representa al hombre caído que que, en posición invertida, es engullido por unos felinos monstruosos"


Una escena llena de dramatismo que puede ser una estampa moralizante, o una moraleja respecto a todo el conjunto de capiteles historiados en esta serie izquierda. De todas maneras, en el románico hay cosas que no son los que parecen, o que significando lo evidente, tienen otra alegoría, incluso aparentemente opuesta. En Los leones como símbolo en el Románico, de la página Valles Pasiegos, comprobamos cómo, en este caso, puede ser una composición de iniciación regeneradora y resurrección:
"Es muy común en el arte románico encontrar representaciones de personas siendo devoradas por estas bestias o despareciendo entre sus fauces sin mostrar signos de miedo o dolor, sino al contrario, con quietud y calma exhalando de sus rostros. El paso a través de la boca del león es una especie de camino iniciático, un tránsito a otra realidad, un acceso a otro nivel de existencia. El león es un animal que devora pero al que se atribuye la cualidad de regenerar al hombre, capacitándolo para una nueva vida porque confiere a su víctima algo de su propia potencia vital, realizando en ella una verdadera metamorfosis, por eso es símbolo de Resurrección y de Vida Eterna."

Hojas y tallos en los fustes, elementos muy naturalistas y cincelados a todo detalle


Todas las escenas de la portada pues giran en torno a la Virgen María que la preside en esa posición clave, y nunca mejor dicho, en la "Puerta de Bienvenida", como dice de ella el historiador Luis Antonio Alías en El Camino de Santiago en Asturias. Itinerarios


Y arriba, de nuevo, tetrapétalas con círculo, al igual que en el trono de la Virgen y bajo el suelo a sus pies. Si bien la imagen aún presenta la rigidez, frontalidad y hieratismo propias de las vírgenes en majestad propias del románico, se va dando paso al modelo de Virgen de ternura, como podríamos percibir de cerca en el rostro de Santa María del Conceyu. Cejas finas, cierta expresión de pena o melancolía y otros detalles confirman esta humanización de las imágenes religiosas que trae ya el arte gótico


Sobre la portada, volvemos a mirar hacia los apoyos del desaparecido cabildo de los conceyos y contemplamos ahora el magnífico rosetón, otra confirmación gótica de lo que generalmente se considera una iglesia tardorrománica muy interesante


Impresionantes detalles trabajosamente esculpidos. Además de hacerse para proporcionar luz natural al interior de los templos, los arquitectos medievales buscaban determinados efectos lumínicos sobre los altares así como un filtrado místico y de recogimiento de la luminosidad, tal y como se hacía también, por ejemplo, con las vidrieras. Podía incluso representar a Cristo, por los rayos solares que proyecta, o a la misma Virgen María, por su forma de rosa



Dentro de la historia del templo, podríamos destacar que en 1774 el párroco Don Manuel Rodríguez Faes pidió al Concejo, dado el aumento de población en La Villa, fondos para ampliar el edificio con una nueva capilla a la que se entraría por la de la Soledad a través de un arco. Se le concedió y se le asignó la parte sobrante del tributo local de la alcabala, pero el proyecto no se hizo realidad. Una propuesta para hacer una iglesia nueva en 1790 tampoco prosperó y en 1838, como ya hemos dicho, la sede parroquial se fue a la del desamortizado convento de San Juan de Capistrano. De ese periodo cuenta Pedrayes Obaya lo siguiente:
"La iglesia de Santa María del Conceyu continuó como parroquia hasta 1838 y aunque tras la construcción de unas casas de Ayuntamiento en el siglo XVII se desgajaron algunas funciones consistoriales, mantuvo su carácter de edificio polifuncional donde coincidían la administración religiosa y civil: las elecciones en su cabildo, la instalación en su fachada del reloj que marcaba la hora oficial del pueblo, hora controlada por el Ayuntamiento; la financiación municipal de la celebración del Corpus, etc... son ejemplos del "status quo" logrado y que se manifiesta en la iglesia parroquial"

Entre 1873 hasta 1885 se reordenó todo el campo de esta iglesia, adquiriendo los terrenos de la actual travesía que la rodea, entre ellos tres hórreos y una panera sitos en un solar próximo. La demora de esta actuación se debió a la dificultad de llegar a acuerdos con los propietarios. Por entonces ya desaparecía la cera o muralla y aparecía un nuevo barrio, La Oliva, que ya aparece con dos parcelas construidas y con este nombre, basado en topónimos más antiguos, en 1857, pasando el templo a constituirse en su iglesia según esta iba creciendo


Como también vimos, en esa centuria el antiguo Hospital Sancti Spiritus pasó a ser la cárcel de La Villa. En 1894 el concejal Rafael Valdés propone vender el edificio del hospital, junto con el de la antigua cárcel y el ayuntamiento viejo, para hacer aquí la nueva cárcel del Partido Judicial de Villaviciosa, e incluso al lado las oficinas del nuevo juzgado. Los recursos no eran muchos y se decantaron por las obras del ayuntamiento nuevo (en la por entonces llamada Plaza de Pidal, en el arrabal del Mercáu Vieyu, donde se instalaron también las dependencias judiciales. No obstante se encargó al arquitecto Juan Miguel de la Guardia que trazase un proyecto para la prisión, que presentó en 1903, iniciando el Ayuntamiento de Villaviciosa gestiones ante el Ministerio de Gracia y Justicia para que este subvencionase el 50% de la obra, si bien nunca se llevaría a cabo


En el campo de la iglesia hay en nuestros días un pequeño parque arbolado, en su paseo y frente a la calle Cavanilles, un monolito conmemora la inscripción, por parte del comité del Patrimonio Mundial, de los caminos de Santiago del Norte de España en la lista del Patrimonio Mundial en su sesión del 5 de julio de 2015. "Estas rutas se suman al Camino Francés declarado Patrimonio Mundial en 1993", leemos también en la inscripción de la parte superior


Más abajo se explica la razón e importancia de estos caminos y de esta declaración. Abajo, los escudos del Gobierno del Principado de Asturias y del Ayuntamiento de Villaviciosa:
"Los Caminos de Santiago fueron inscritos en la Lista dada la importancia de las rutas jacobeas como ejes de intercambio cultural y de comunicación entre España y el resto de Europa. Los caminos, junto con los monumentos que los flanquean, constituyen los itinerarios históricos que atesoran el registro material más completo de todas las peregrinaciones cristianas y son un testimonio sobresaliente e influencia de la fe"

Completando esta información, sabremos que aquí nuestra distancia a Santiago son 378 kilómetros... solamente


La iglesia fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, pero cinco años más tarde padeció incendio y destrucción en las primeras semanas de la Guerra Civil, siendo restaurada en la posguerra, como tantos otros monumentos, por el arquitecto Luis Menéndez-Pidal y Álvarez


Pasamos ahora a ver la portada norte, la más sencilla y en la pared más umbría. Fijémonos arriba en los apoyos del cabildo que aquí existía, llamado precisamente El Cabildu y que fue retirado en los años 1960. Arriba, las ventanas son estilo saetera o aspillera, muy diferentes por tanto de las bíforas del lado sur. El historiador Francisco de Paula Caveda y Solares describía así aquellos pórticos, que él tan bien conoció:
"Los pórticos tuvieron su principio desde que el concejo se comenzó a reunir en junta pública. Para esto se construyeron dos cobertizos sostenidos de columnas de cantería, uno delante de la puerta principal, que era muy corto, y otro mayor delante de la puerta del Mediodía. Creció la población y en tiempos posteriores se unieron los dos pórticos, quedando rodeados los dos lienzos del Mediodía y Poniente, que se extienden por todo el largo y ancho del cuerpo de la iglesia. Son anchos, espaciosos y cómodos para pasease en el tiempo de lluvias. Todo el cubierto de ambos pórticos se sostiene por 22 columnas de piedra de grano, todas de una pieza de diez pies de alto y rodea todo aquel recinto enlosado. No tardó en cubrirse el pórtico del Norte, por medio seis pilastrones cantería, sobre el que descansa todo el techo. A esta obra sucedió la del Osario que se colocó entre la segunda y tercera pilastra, y la capilla del Cristo de la Cruz a cuestas, hoy llamada de la Soledad, que ocupa el espacio que hay entre  la tercera pilastra y la quinta, quedando un ancho pórtico, aunque menos claro, entre su pared y la del Norte de la iglesia"

Su esquema es el más minimalista dentro de la arquitectura románica, arco de medio punto y guardapolvo sin decoración alguna. A la izquierda hay otras dos cruces


Una, la de malta, es semejante a la que acabamos de ver en la portada oeste; la otra, a la derecha, es del estilo a las tres cruces junto a la portada sur, la primera que hemos visto, pues su base triangular representa al monte Calvario. Entre ellas se ven pequeños grafitis hechos a navaja, punzón o similar, que pueden tener cierta antigüedad


Al otro lado de la calle Sol, en el solar de la cárcel que fue hospital de peregrinos, la sociedad Valle, Ballina y Fernández, propietaria de Sidra El Gaitero, asumió la construcción aquí de las Escuelas Graduadas, decisión comunicada por su gerente Obdulio Fernández al consistorio en febrero de aquel año. De esta manera se cumplía el deseo de contar con un centro de enseñanza similar al de otras villas asturianas y alejar la prisión del centro urbano, instalándola en unas dependencias del desamortizado convento franciscano de Villaviciosa, el ya varias veces citado de San Juan de Capistrano. En nuestros días está aquí la Escuela Infantil La Oliva


En 1928 en el libro Villaviciosa y su Progreso, destinado a dar a conocer y ensalzar Villaviciosa con sus pueblos y sus gentes, Víctor Vallín Martínez y Gerardo Fernández Lorenzo, sus autores, no escatiman en elogios hacia esta fundación y sus patrocinadores:
"Vedle: Es un alarde de arquitectura bella, esbelta y propia; un edificio fuerte, rígido y alegre, cuya presencia promete frutos que han de honrar y ensalzar al pueblo dichoso que en su seno se levanta orgulloso y ansioso de bienestar y de progreso

Bellísimos y artísticos jardines de expansión; vestíbulos alargados que dan paso a la infancia-promesa de una ciudadanía fuerte, valiente y apta.

 Los Sres. Valle, Ballina y Fernández, donantes de estas escuelas, no se han conformado con la construcción de tan severo y utilísimo edificio; han hecho más; han adquirido los materiales pedagógicos más modernos, empleados con éxito comprobado en las escuelas europeas de más justo renombre. Aprendieron el principio escolar de que el niño necesita comodidades, alegrías, medios y ellos, amantes sinceros de la infancia, se los han proporcionado; supieron que el Maestro precisa de medios adecuadosd y estos medios se los han proporcionado, dijeron que la Escuela, es un hogar comunal donde el niño ha de ver y disfrutar, donde ha de recoger para la vida modelos de acción, y se los han puesto a la mano y a su disposición; para el aseo, confortables y gustosamente instalados lavabos y salas de baños; para el estudio, amplios salones radiantes de luz y aire; asientos cómodos, pasillos espaciosos, recreos, salas de labor manual, antesalas-roperos; salón de actos... y jardines naturales y cultivables. Es el alarde super del modelo familiar, el recinto-ejemplo de lo que en su día, ha de ser el hogar doméstico
Estos hombres de corazón han regalado a Villaviciosa, no solo el edificio que embellece y honra, sino el taller sagrado de Educación y de enseñanza ¡Loor a ellos, que han sabido practicar la máxima sublime de Cristo"


Una placa recuerda su inauguración el 11 de diciembre de 1927, contándose con la presencia del entonces dictador Miguel Primo de Rivera, alguna de cuyas iniciativas, política y reformas del primer periodo habían incluso tenido el apoyo de partidos de izquierdas, entre ellas, la creación de una buena red de escuelas, de la que este es un ejemplo:
"¡El Grupo Escolar! ¿Qué tiempo fue aquel? Ayer, hace unos días. En su mismo lugar se levantaba achatado, lóbrego y repugnante un caserón triste y viejo, en cuyos ventanales enrejados se veían, como llaga y baldón, caras macilentas y cínicas de seres desgraciados que recluidos y sujetos purgaban dolorosa y tristemente la penitencia de sus pecados sociales, las más de las veces cometidos por su ignorancia o por su barbarie alcohólica; era cárcel de partido, la reclusión vergonzosa de los calabozos miserables que tras el delito, se mostraba atrevida y sucia en el lugar más pintoresco de la ciudad...

Y surgieron unos corazones todo amor y fraternidad, que prontos por su edad gastada en el trabajo y el patriotismo, ven avanzar sin ancianidad, pero que nobles y heroicos amantes de la región y de la patria, quieren legar a su pueblo la ruta de un porvenir dichoso y grande, y con un desprendimiento ejemplar, con una modestia extraordinaria, han destruido esta parte de población que era baldón del pueblo, y en su lugar han levantado un soberbio  edificio artístico bello, grandioso, el más amplio y mejor de Villaviciosa, donde los niños recibirán la educación, instrucción y enseñanza, que un día proporcionará una nueva corona de triunfo a este pueblo bello y trabajador

Se cerró una cárcel y se ha abierto una escuela; esperanza suprema de los pueblos dignos: Ahí la tenéis bella y atrayente. Es el templo del porvenir, el horno de donde han de salir los ciudadanos triplemente dignos, aptos, capaces, buenos,  valientes, trabajadores y honrados; de ahí saldrán las futuras generaciones que en su día sabrán esculpir en letra de oro su gratitud hacia sus bienhechores Sres. Valle, Ballina y Fernández, que hoy, en plena actividad vital, a más de haber llevado el nombre de nuestro pueblo gloriosamente a todos los lugares del mundo conocido, levantaron este edificio monstruo y para la infancia. ¡Loor a estos hombres todo corazón y grandeza, que con el trabajo han enaltecido una raza!"

El diseño del centro, que por su tamaño será conocido como Les Escuelones, se debe al arquitecto Antonio Suardíaz, quien como parece ser hizo el proyecto desinteresadamente, además de dirigir las obras de este edificio adaptado a las nuevas corrientes pedagógicas imperantes y más avanzadas del momento, como leemos en el Gran Atlas del Principado de Asturias:
"Razones higiénicas y de salubridad están detrás del carácter exento del edificio, que presenta, por lo demás, planta en "U"; el cuerpo central, de planta rectangular y rematado en alzado con un frontón triangular, se retranquea respecto a las alas simétricas adyacentes, también rectangulares. Tiene una altura uniforme de dos plantas y las fachadas cuentan con numerosos ventanales de distinta formulación. Estilísticamente, participa de las tendencias nacional-regionalistas, a la sazón conservadoras; no obstante, se trata de una libre interpretación del estilo montañés"
 
Pedrayes Obaya, en su muy comentada obra Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, nos cuenta que Antonio Suardíaz, el arquitecto, había acabado las Escuelas de Fuentes, otro formidable edificio escolar, pocos años antes, en 1923, dirigidas por el Patronato Sierra Valdés, del que era fundadora su esposa:
"... se conseguía así una doble mejora ansiada desde hacía tiempo: la desaparición de la cárcel y la construcción del Grupo Escolar. Esta obra ejemplariza la unión que se dio en nuestra villa entre el naciente Estado de los Equipamientos -impulsado desde el Directorio- y la filantropía "americana", coexistencia base de la brillantez de ese periodo. (...)

Proyectualmente fueron concebidas como elemento autónomo al resto del tejido urbano; el edificio se levanta exento respecto a las alineaciones tradicionales y se retranquea respecto a su acceso principal. Esta condición aislada sigue una de las indicaciones de la "Instrucción Técnico Higiénica" anexa al Real Decreto de Abril de  origen de otras instrucciones que trataban de mejorar la situación de los edificios escolares. Su arquitectura está ligada a los criterios introducidos por Antonio Flórez, que pocos años más tarde serán puestas en discusión por los seguidores del movimiento moderno."

Por su parte, y en lo concerniente a la historia jacobita del lugar en base al desaparecido hospital de peregrinos, ya hemos hablado de sus primeras noticias y avatares, como sus patronos, elección de cargos en el antiguo cabildo de Santa María del Conceyu, y hemos de añadir que, según sus documentos, y a diferencia de otras instituciones hospitalarias en la Asturias de la época esta aparece bien administrada y saneada, con bienes en las parroquias rurales de los alrededores, además de médico y cirujano para atender a los albergados, además del hospitalero, al que ayudaban en su cometido. Según un Auto de Visita de 1764, se sabe por sus libros que el hospitalero de por entonces cobraba seis ducados de salario anual . Disponía de doce lechos en una sala mas cocina con diversos utensilios, tal y como leemos en el libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa, de varios autores coordinados por la catedrática de historia, especialista en los caminos jacobitas, Mª Josefa Sanz fuertes:
"En el terreno económico, la imagen que se nos ofrece en los referidos libros del hospital es la de un establecimiento bien administrado y económicamente desahogado, muy diferente por lo tanto, de los simples albergues que solían encontrar los compostelanos a lo largo de esta vía costanera. Así para su sostenimiento disponía de diversos bienes rústicos, dispersos por las parroquias colindantes, que le reportaban anualmente sustanciosas rentas en grano y moneda: ingresos a los que hay que añadir las limosnas que recibía de los parroquianos, cuyo monto se destinaba a las obras de reparación y la reposición de la ropa de cama necesaria.

El hospital contaba con doce lechos en una única sala; abundante ropa de cama, tanto usada como nueva; y una cocina en la que había "una sartén nueva de fierro, un arca vieja, un banco viejo sin respaldo", tal y como inventaría en 1764 el mencionado Auto. Aneja a la casa del hospital estaba su capilla, ricamente provista de todo lo necesario para la celebración de los oficios religiosos.

Tenía por norma no admitir "ninguna persona, sino los ientes y vinientes que van de romería a Santiago de Galicia". Y aunque la institución no sería siempre fiel a este principio, pues la relación de los pobres ,locales o foráneos que en ella murieron es muy larga. Los Libros de Difuntos registran, entre 1699 y 1790, el fallecimiento de una veintena de peregrinos; tratándose en su mayoría de extranjeros: franceses, italianos, flamencos y alemanes"


Ya hemos hablado también al principio que, en una fecha tan extraordinariamente tardía como 1818, cuando ya iba acabando el periodo de las peregrinaciones históricas (que duraba con altibajos desde la Edad Media) y los hospitales, entendidos como alojamientos para pobres y peregrinos iban desapareciendo en favor de otras instituciones, se decide escribir unas Constituciones a modo de reglamento, con preámbulo y 29 puntos numerosos puntos, recogidos por el cronista Ramón Rivero y publicados en la revista Cubera nº 7 (abril 1986) con el título Villaviciosa los pobres y los peregrinos:




Ante nosotros el barrio de La Oliva, con el edificio de la Fundación José Cardín Fernández a la derecha de la foto, al otro lado de la N-632, antigua Carretera de la Costa, que tanto contribuyó a la creación de este barrio. La Fundación, con el nombre de quien fuera presidente de Sidra El Gaitero, José Cardín Fernández, dice así en el Artículo 2 de sus estatutos
"Promovemos la recuperación, mantenimiento, exposición y divulgación del Patrimonio Histórico de Valle, Ballina y Fernández, S.A, y divulgamos el Patrimonio Histórico Artístico de Asturias, particularmente el del concejo de Villaviciosa, así como también todos aquellos aspectos relacionados cultura"

Por aquí iremos a la izquierda, donde estaba la Puerta del Puente, paso al Puente Güetes y por donde se salía de la cerca o muralla, siguiendo más o menos lo que ahora es la calle Cavanilles (lo correcto es con "v" y no Cabanilles) por donde está señalizado el Camino de Santiago oficial, ya que vendría a ser el que seguirían, por una vía exterior a la antigua muralla, los peregrinos que, desde el Hospital Sancti Spiritus, continuasen hacia el sur, tanto por la vía ovetense como por la gijonesa hacia Niévares


Pasamos pues de nuevo ante la iglesia de Santa María del Conceyu o de la Oliva, y al lado de su portada. Verdaderamente los peregrinos de antaño también podrían desde Sancti Spiritus volver sobre sus pasos por la calle Sol, antes de La Ferrería y salir por el sur por la importante Puerta'l Cañu, donde se formó otro arrabal comercial, el arrabal de Fuera'l Cañu, al ser trasladado allí el mercado semanal que, tras celebrarse en la calle Sol y luego en el arrabal del Mercáu Vieyu pasó a ese otro estratégico enclave y acceso a La Villa por el sur, a donde nosotros también nos dirigimos


Por eso, en su artículo para la revista Cubera nº 23 (agosto 1993) Apuntes para las rutas jacobeas de Villaviciosa, el erudito y filólogo Ángel Valle Cuesta dice del peregrino que a La Villa llegaba en aquellas tempranas fechas de la primera recuperación caminera con el Xacobeo'93, aún sin apenas albergues o similares:
"Una vez en la Villa propiamente dicha, el caminante puede dirigir sus pasos hacia la derecha (desde la Calle Nueva esquina a calle Sol, antigua Puerta del Mercáu Vieyu) para rendir visita a La Oliva, a falta de hospital en que otros peregrinos más antiguos recibían "alojamiento por una noche, cama y un haz de leña, en habitación separada". Si va con prisa puede buscar enseguida las huellas imaginarias de la Puerta'l Cañu, muy cerca de los únicos restos de la muralla que hoy se conservan en la Plaza l'Ecce Homo; por ahí se tomaba la dirección de Amandi y Camoca hacia Valdediós."

Y aquí, en la calle Cavanilles, un edificio que ya no existe, el de Sidra Miravalles, llagar fundado en 1944 por el villaviciosino Constantino Miravalles. En 1974, a su fallecimiento, se hace cargo del negocio su mujer hasta 1997, y posteriormente su hijo, Gonzalo Miravalles, hasta 2006, cuando dejan de mayar sidra y la empresa es comprada por Sidra Coro, también de Villaviciosa


El antiguo camino que por aquí pasaba fuera de la muralla, bordeándola, era llamado en antiguos documentos el callejón del Canto, continuación del de la ronda del Pelambre, que fueron ensanchados y allanados para el mejor paso de los carros en las inmediaciones del Puente Güetes o Buetes. Seguimos repasando lo que cuenta de ello Fernández Obaya:
"El callejón del Canto y la ronda del Pelambre formaron los caminos de circunvalación de la pola amurallada durante todo el Antiguo Régimen; estos caminos fueron ensanchados y rectificadas sus alineaciones para mejorar el tráfico de los carros que transportaban mercancías al embarcadero de Buetes

El callejón del Canto amplió su anchura lo suficiente para que pudieran cruzarse dos carros, y mejorar así su capacidad, mediante un convenio realizado en 1867 entre el Ayuntamiento y el nuevo propietario del Pradón de la Oliva, Lucas Merediz. Mediante este acuerdo son regularizadas las alineaciones. Merediz cedía terreno en el callejón del Canto y la carretera a Gijón, modificaba su alineación frente a los terrenos del común situados frente a la iglesia de La Oliva, e incluía en su finca el terreno de un hórreo de su propiedad instalado en la confluencia del callejón de Canto y la carretera a Gijón"

Dentro de este contexto, la calle Cavanilles, esta por la que estamos caminando, se abrió como tal en 1874, mientras la muralla de demolía y desaparecía, "uniendo la antigua y nueva carretera de Oviedo con la carretera de Gijón", escribe Obaya en El barrio de La Oliva (1850-1900) para la revista Cubera nº6 (octubre 1985). El mismo autor, en su Villaviciosa de Asturias. Análisis urbano, informa así de cómo fue abierta esta calle:
"La calle Cavanilles fue abierta en 1875 al permutar los terrenos para su apertura por la antigua calleja de Peón, quede desde la plazuela del mismo nombre iba al callejón del Canto atravesando una de las puertas de la muralla. Esta nueva calle unía la zona de La Torre con el barrio de La Oliva y suponía la sustitución del antiguo callejón del Canto como nueva ronda de la villa. El cierre de la calleja fue propuesto en 1872 por los propietarios de las parcelas colindantes: Antonio Cavanilles y Vicente Fernández Castro. Alegaban para ello su falta de limpieza. Este argumento fue el utilizado siempre que se procedió al cierre de una calleja (...)

El Ayuntamiento negoció con Cavanilles la permuta de los terrenos, ya que la nueva vía discurría por terrenos de su propiedad, así Cavanilles quedaría con los terrenos de la calleja y los excedentes del viejo camino, cediendo el suelo ocupado por la nueva vía. Después de la protesta de Vicente Fernández para que fuera respetado un derecho de paso se llegó a un acuerdo en 1874. Tras un probable reajuste del trazado de la calle, y algunas expropiaciones, fue construida la calle en 1875"

Aquí estaba el Prau Treslacerca, es decir, fuera de la cerca o muralla, luego llamado de los Moralescomprado al mediados de la década de 1920 por los indianos o "americanos" Ricardo y Casimiro Miyar Sánchez a la familia Cavanilles, a cuyo apellido se dedicó esta calle, una compra que incluía unas viviendas obreras de la calle Carmen, sitas más al fondo de la calle, en el antiguo arrabal de Fuera`l  Cañu


De esa finca, sus nuevos dueños vendieron posteriormente la parte norte a los hermanos Solís García, quienes edificaron su famoso chalet El Encanto, cuya soberbia entrada vemos justo en el citado cruce, así como su arbolada finca. A la derecha está la calle Pedro Pidal Arroyo, la antigua Carretera Oviedo y, antes aún, la Carretera La Pola, que empezó a trazarse hacia 1845 dentro del proyecto de comunicaciones para hacer una dársena en El Salín, frente a Güetes y La Oliva, que no se llegó a realizar, y un ferrocarril minero desde las cuenca del Nalón, que tampoco se hizo


De dicha carretera, ahora AS-380, y sus vicisitudes hablaremos de nuevo cuando lleguemos a La Parra (Amandi), pues el Camino volverá a cruzarse con ella, justo donde se entabló un pleito por su trazado. Nosotros cruzamos de frente hacia la entrada del chalet El Encanto, o como dicen en el magnífico blog Casonas AsturianasVilla El Encanto


Su nombre viene de los Almacenes El Encanto que eran unos pequeños y grandes almacenes establecidos en Cuba por sus compradores, los también indianos José y Bernardo Solís García, muy importantes para la historia comercial española pues fue donde aprendieron a hacer negocios los asturianos César Rodríguez González, primer presidente de El Corte Inglés así como su primo y primer socio José Fernández Rodríguez Pepín, el de Galerías Preciados, al igual que Ramón Areces, sobrino de César Rodríguez, su sucesor en El Corte Inglés.


A nuestro paso podemos ver la fachada principal de este chalet desde este portón. Poyecto del prestigioso arquitecto  Enrique Rodríguez Bustelo, destaca, nada más ves su torre esquinada, por su estilo montañés, en medio de esta magnífica finca de 3.600 m² de Los Morales y terminado en 1927


Realmente no es una torre, al asomarnos vemos que son dos, la otra circular y algo más pequeña, las de esta casa de recreo con jardín, invernadero, rosaleda y casa para el casero, que pronto vamos a ver, todo ello en medio de un entorno ya urbano por entonces


Una verja con columnas cierra toda la finca, destacando esta entrada monumental, coronada por tejaroz. De la biografía empresarial de sus fundadores cuentan así en Casonas Asturianas:
"En 1.888 los hermanos José y Bernardo Solís García establecen una tienda de telas en La Habana, dado el éxito y para poder ampliarla se asocian con Aquilino Entrialgo, fundando en 1.900 la sociedad “Solís, Entrialgo y Cia. S.A.”. Su crecimiento fue imparable y además del negocio textil comenzaron a crear departamentos en la misma tienda dedicados a distintas secciones, configurándose ya desde principios del siglo XX como una tienda por departamentos e introduciendo prácticas comerciales novedosas en la época." 


El chalet fue quemado en la guerra civil, quedando únicamente en pie los muros exteriores, luego,  reconstruido en 1946 con proyecto de Francisco y Federico Somolinos tras unas previas obras de consolidación


Bajo los muros de la finca del chalet, al nivel del suelo, una concha xacobea sobre la misma acera...


Continuamos de frente por la calle Cavanilles y al lado de la verja de la quinta, bien arbolada, de estos y nuevos detalles hallamos más oportuna información en el diario digital VillaviciosaHermosa:
"Esta posesión recibe su apodo en relación con los acreditados almacenes habaneros que fueron fundados en 1889 por José Solís, cuyo hermano, llamado Bernardo, mandó levantar el chalet en 1927. “El Encanto” de La Habana fue un negocio mercantil en el que se iniciaron dos asturianos de Grado que acabarían siendo los artífices de sendos imperios comerciales españoles, nos referimos a Pepín Fernández –Galería Preciados- y a Ramón Areces –El Corte Inglés-. La empresa fue incautada por el nuevo régimen cubano en octubre de 1960. Los actuales propietarios de “El Encanto” villaviciosino no están relacionados con los iniciales.

El chalet, de estilo regionalista, fue diseñado por Enrique Rodríguez Bustelo (1885-1985), arquitecto nacido en Noreña que diseñó algunos de los más destacados edificios asturianos, siempre acorde con las modas imperantes en cada momento: la iglesia de San Juan, en Mieres –neobarroca-, la Casa Chile, en Oviedo –“art déco”-, el antiguo Instituto Carreño Miranda, de Avilés, -racionalista-, el Centro San José de Cajastur, en Oviedo, -historicista, etc."

La verja da paso a un muro de piedra y ahora es cuando vemos al otro lado la casa de los caseros y el invernadero, en la esquina del extremo sur de la posesión


La planta de la casa tiene una curiosa forma, adaptada al esquinado terreno. Llaman la atención sus paredes de ladrillos


En la antigua "cerca" medieval, entre la Puerta'l Cañu, que estaba al fondo, y la Puerta del Puente, que hemos dejado atrás, había una puerta intermedia, la de las Carnicerías, mencionada en 1807 por el ilustrado Francisco de Paula Caveda Solares en la descripción de aquella muralla, que aún había conocido en pie
"La  muralla formaba, aunque con varias irregularidades, la figura de un escudo, cuya parte plana, con sus dos ángulos, tiene su situación entre Mediodía y oriente, y la circular entre Poniente y Norte. Su espesor era en parte de cinco pies y, en parte de seis, y la altura de todo este macizo de unos veinte. Corría alrededor, por la cima de la muralla, otra más pequeña, de cuatro pies de alto y dos de macizo, rasgada hasta la mitad de almenas cuadrada, dentro de las cuales dejaba un ámbito de tres o cuatro pies sobre todo el macizo, que se andaba en vuelta sin tropiezo, pues no hay vestigio de haber tenido torreones. Tenía cuatro puertas. a saber, La Puerta del Caño, en medio de la línea que va de ángulo a ángulo; la del Mercado, en medio del lienzo Norte; la de las Carnicerías situada ya después de comenzar la vuelta del escudo y la del Puente o del Río, casi en medio del semicírculo"

Los nombres de algunas calles rememoran los viejos topónimos de la antigua Pola de Maliayo: dejamos a la izquierda el cruce con la calle de la Torre la Pedrera, torreón señorial que estaba justo aquí enfrente, ante la Puerta'l Cañu de aquellas antiguas murallas. Por eso el arrabal, de la puerta hacia afuera, era conocido como Fuera'l Cañu


Parece que estos barrios extramuros fueron configurándose prontamente a lo largo de los viejos caminos de entrada y salida, pues se sabe que en fechas tempranas el Concejo de Villaviciosa se quejaba al Consejo Real, que muchas personas, para librarse de tributos o alcabalas, ponían "tiendas de paños y sedas, y tabernas y otras cosas y mercadurías para venderlas fuera de la villa"


Tal vez ese sea el origen de haberse celebrado aquí, en Fuera'l Cañu, el mercado semanal de los miércoles que, desde la misma concesión de la carta puebla por Alfonso X El Sabio se venía realizando en Villaviciosa, primer intramuros en la calle del Sol (ampliado a El Cruceru), luego al arrabal del Mercáu Vieyu (actual Plaza del Ayuntamiento o del Güevu) y posteriormente aquí


Nos acercamos al cruce con la calle del Carmen, donde reconocemos el Palacio de los Peón o de la Torre de La Pedrera, que guardaba el acceso a la Puerta'l Cañu. Más allá reconocemos las cristalera de la nave de otra industrial sidrera, Sidra Escanciador, de Manuel Riera


Saliendo a la calle del Carmen, en el cruce, un gran edificio de época es el de Ricardo y Casimiro Miyar, de estilo ecléctico "diseñado por un maestro de obras, con una pequeña cúpula rematando en esquina. Esta construcción fue terminada en tiempos de la República". escribe Pedrayes Obaya en su obra dedicada al análisis urbano de Villaviciosa


Luego, según proyecto de los renombrados arquitectos Francisco y Federico Somolinos Cuesta,fueron construidos unos almacenes en el frente de la calle del Carmen, siendo trasladada de allí la panera del párroco de Amandi


Chaflán en el cruce. Obaya dice que los hermanos Miyar dieron al enorme solar que aquí tuvieron "un tratamiento de finca indiana, con sus plantaciones de árboles frutales, almacenes, panera..."


Aquí cruzaremos la calle por este paso de peatones: el Camino sigue a la derecha ante la fachada del Palacio de los Peón que mira a este cruce, pero a la izquierda, en un bello rincón ajardinado, podremos conocer Justo detrás está La Capillina la Torre, histórica capilla de la Concepción de la Torre, en base a la que este lugar se constituyó en parroquia independiente en 1667, hijuela de San Salvador de Fuentes, hito del Camino en la salida de La Villa a Amandi











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