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martes, 5 de abril de 2016

VIDIAGO, RIEGU Y PUERTAS: EL CANTAR DEL ROMERO DE JOSÉ ZORRILLA, LOS QUESOS DEL CAMINO Y LAS SENDAS DE LA FRANCESADA Y LA CARLISTADA (LLANES, ASTURIAS)

Puertas, uno de los lugares de Vidiago, desde el Camino

Al este del río Purón, la parroquia de Vidiago (lugares de Vidago, Riegu y Puertas) fue una de los que formaron el medieval Valle de Pendueles, uno de los cinco de la medieval Tierra de Aguilar, antecedente del actual concejo de Llanes, por donde discurre el Camino Norte, que acaba de entrar en Asturias, encaminándose los peregrinos a su villa capital, muy próxima ya de aquí

El Camino entre Riegu y Puertas con el Mar Cantábrico al fondo

El Camino Norte oficial sigue el trazado histórico del Camino Real de la Costa, la vieja vía de comunicación que, con sus distintos ramales y variantes, según épocas y lugares, recorría la cornisa cantábrica, si bien pocas veces por la misma orilla del mar, pues más que paisaje pintoresco, el antiguo camino miraba evitar las sinuosidades de la misma e ir directo algo más al interior, salvando también las desembocaduras de los ríos, no muy caudalosos pero que con las frecuentes crecidas podían ser un problema

Llegando a Vidiago desde Pendueles

No obstante, dado que en algunos tramos el antiguo camino han quedado solapado bajo la actual carretera N-634, como en el que viene de Pendueles a Vidiago, aunque son menos de dos kilómetros, hace que muchos peregrinos, que ya se han topado con ella en demasiadas ocasiones siguiendo el Camino Norte, opten por seguir la senda costera que, aún siendo sensiblemente más larga y no el trayecto de los peregrinos de antaño y por lo tanto no es oficial, evita este y otros sufridos y anodinos, cuando no decir peligros, trecho por carretera que nos aguardan hasta la villa llanisca

Al poco de llegar a Vidiago tendremos un precioso itinerario del camino real original, apartado de la carretera y que nos llevará, por bosques y aldeas, por Vidiago, Riegu y Puertas al pie del enigmático ídolo de Peña Tú, que es factible subir a ver si estamos bien de tiempo y fuerzas, pues realmente impresiona encontrarnos con ese mágico y enigmático símbolo pétreo de las antiguas civilizaciones que poblaron la Sierra Plana de la Borbolla, que se extiende en paralelo a la costa hasta el río Purón

Al menos, la mayor parte de ese kilómetro y ochocientos metros de la N-634 entre Pendueles y Vidiago tiene buen arcén, a excepción de una de las dos rotondas existentes, y la carretera, aunque con cierto tráfico, sobre todo en verano, ya es mucho menos transitada desde que, aunque algo tardíamente en estos tramos, se abrió la Autovía del Cantábrico

A nuestra izquierda El Ríu, espléndida quinta y casa palacio a la entrada de Vidiago con frutales y árboles exóticos ornamentales

La casona está en la parte inferior de la falda de la Sierra Plana de la Borbolla

Seguimos avanzando por el arcén pero hemos de saber que en las casas del fondo por fin dejaremos esta carretera a la izquierda para tomar la bucólica senda rural que es allí el Camino conservado

El límite de velocidad anuncia a los conductores la entrada en el pueblo, Vidiago, cabeza de la parroquia homónima

Atrás queda la entrada a El Ríu

Nombre de la quinta en la pared de la portalada...

Pero nosotros seguimos adelante, hacia estas casas de la carretera: allí a la derecha hay una casona de Indianos: La Venta, construida en el terreno familiar de una casa de labranza anterior en los años 1890-95 para el vecino y emigrante a México Ángel González Torno, nacido en 1860 y que solo con 16 años emigró a México, donde ya residían un tío y un hermano

Ángel llegó a fundar una industria de aceite de iluminación, regresando a Asturias con fortuna. Además de construir esta quinta sobre la casa familiar compró una casería para autoabastecimiento alimentario. Murió soltero y fue enterrado en un panteón que hizo construir en el cementerio de Vidiago


A partir de aquí una buena acera continúa por el margen izquierdo de la carretera. Vemos, detrás de la casa, la casería. Además de su abastecimiento, muchos indianos añoraban enormemente sus orígenes campesinos y deseaban tener cerca sus cuadras, ganado, huertas, frutales, etc., no olvidando las tradicionales faenas agrarias


La Venta además debe su nombre a la antigua existencia de una venta caminera aquí mismo o en las inmediaciones, que sería el testimonio toponímico que conserva la memoria del primitivo camino real costanero


La estructura de la casa es sobria y sencilla, en la que lo que más destaca es el cuerpo central con dos balcones bolados en los pisos, mientras los muros de piedra están enlucidos y pintados, siendo de sillería las marcaciones de los vanos


La planta baja dispone de zaguán, comedor, cocina, sala y despacho. Arriba tiene seis dormitorios y una sala. El agua corriente venía de un manantial de la sierra, aunque no se sabe tuviese baño. La investigadora Marta Llavona ha estudiado esta casa dentro de sus grandes obras sobre quintas indianas


Al lado, la finca La Beloncia


A la izquierda, sigue la acera, junto a las primeras casas


Un poco más adelante, también a la izquierda, La Bolera de Vidiago, con la Joguera o H.oguera (hache aspirada), alto tronco de ocalito (antes eran otros árboles) que roban los mozos en el monte y traen luego aquí y lo plantan con gran esfuerzo y ritual ancestral el día de la fiesta sacramental, en agosto

A la derecha el barrio de Cuetu, más allá de La Beloncia


Y aquí, justo donde acaba la acera, dejaremos la carretera a la izquierda


Es la carretera que comunica con los barrios del sur del pueblo, donde enlazaremos con un trazado bastante bien conservado, de lo que fue el camino real


Subimos un poco y vamos hacia la casa blanca del fondo


Aquí volvemos a ver las señales oficiales del Camino de Santiago, con la concha y la flecha


Bifurcación y, como hemos dicho, vamos todo de frente, ya en llano...


A la derecha otra preciosa quinta, al otro lado de la carretera: La Tertulia


Elegante fachada principal entre cortafuegos, escalera de acceso, cierre de verja elevado sobre la acera y hermosa parra


Caminamos ya en llano siempre todo recto


Llegamos a aquella casa y seguimos a su derecha


Es El Baile, que hubo de ser sin duda el baile del lugar


Mirando hacia él, una hermosa fuente de piedra, a donde se acudía antaño a por agua, antes que se dispusiese de ella en las casas


En esta misma encrucijada donde antaño danzaban mozos y mozas seguimos a la derecha de la casa de El Baile


A la derecha, los tejados de las casas de la carretera, ya a un nivel más bajo que nosotros, puesto que hemos subido un poco


Desde este lugar vamos a ver el campanario de la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, construida con aportes de los indianos en 1881


En esta foto, con los árboles menos crecidos o más podados, podemos apreciar mejor el templo, viendo incluso parte de la nave: es de planta rectangular y destaca por su torre-campanario de planta cuadrada



Los indianos, además de construir son mansiones, bien de nuevo cuño o reformando la casa familiar, empeñaron su fortuna en numerosos edificios públicos: fuentes, escuelas, camposantos, centros sociales o casinos, así como capillas e iglesias, entre otros, incluyendo obras comunitarias como caminos, carreteras, depósitos y traída de aguas, etc.


Más allá tenemos una nueva vista del barrio o lugar de El Cuetu, en un altozano cercano a la Autovía del Cantábrico


Poco más allá de El Cuetu y la autovía, que no vemos desde aquí, pasa la Senda Costera de Llanes, procedente de Pendueles por la Playa Bretones, con camping, topónimo que evoca las migraciones britonas a las costas asturgallegas en el siglo V, escapando de las invasiones de anglos y sajones en la actual Gran Bretaña (origen de las sagas artúricas)


Aunque solamente vemos una pequeña parte, las pocas casas que vemos señalan los estilos básicos de construcción que encontramos en estos pueblos llaniscos: casas tradicionales de corredor y cortafuegos, de galería acristalada, quintas indianas y viviendas destinadas a segundas residencias o alojamientos


El topónimo Vidiago ha querido verse es un antropónimo astur prerromano, con el sufijo celta acum, si bien también se especula con un menos probable Vitiacum o Vibiacum


Establecimiento de renombre en Vidiago es la sidrería de Casa El Rubiu, célebre por sus fabadas, cachopos y güevos con tortos, entre otras especialidades. Cerca del Camino, en la carretera, hallaremos más lugares para comer y alguno para dormir


El Camino Real dela Costa, cercano a la N-634, está va separándose de ella entre fincas, árboles y casas


Durante unos metros sigue, asfaltado


La hiedra cubre los muros que separan el Camino de las fincas de la derecha, estas son sus flores, de colores intensos


Ahora, aún asfaltado, realiza una curva ala izquierda


Caminamos por las faldas de la Sierra Plana de la Borbolla, antaño pastos y montes comunales donde las antiguas civilizaciones pastoriles megalíticas dejaron, en la planicie de su cima, testimonio de us existencia en sus necrópolis tumulares de cámaras dolménicas, así como en ídolos de piedra, como en grabado en un imponente peñasco sobre el Camino, que si lo deseamos y estamos bien de tiempo y fuerzas, podremos subir a visitar


Cuesta abajo las casas de El Joyu o El H,oyu, en la N-634, otro barrio de Vidiago, cerca ya de Riegu, otro de los pueblos de la parroquia


Encajado en viejos muros de piedra, el Camino serpentea suavemente por la sinuosidad de esta ladera


Flor y frutos del acebo...


En el libro dedicado a Llanes y Rbadedeva, de la colección Asturias concejo a concejo, publicada por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA),de varios autores coordinados por el catedrático Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar, leemos así de esta sierra:
"Relieves de culminación aplanada y de altitud variable, se disponen de manera diagonal respecto a la costa. Se trata de plataformas alargadas cuyas vertientes están seccionadas por una abundante red hidrográfica cuyas aguas se pierden en el entramado de cuetos, sumideros, dolinas y campos de lapiaz que existen en las áreas deprimidas circundantes

El conjunto de la Sierra Plana de la Borbolla está formado por el llano de La Peruyar, el llano de las Mestas, el llano de Veriñas y la Sierra Plana de la Borbolla propiamente dicha. Localizada en el extremo oriental del concejo, está seccionada perpendicularmente por el río Cabra y sus afluentes, el Ahíjo y el Ubrade, que la separan de la Sierra Plana de Pimiango, perteneciente al vecino concejo de Ribadedeva; por el río Novales, que nace en la Sierra Plana de la Borbolla y desemboca en la playa de Vidiago; y, finalmente, por el río Purón, que nace en la Sierra del Cuera y limita el llano de las Mestas en su sector más occidental"

Huertas y, más abajo, seguimos viendo las casas de El Joyu, que se extienden entre la carretera y, cuesta arriba, el Camino


El Camino, pasa entre otro par de casas y realiza una curva a la derecha en un recodo que es un bello jardín de hortensias


El perro guardián custodia la entrada a esta hermosa vivienda tradicional asturiana...


Florido corredor y antoxana o delantera. El corredor es delos que se extiende entre el cortafuegos, a la derecha, y un cuerpo de la casa, a la izquierda, que sería la cuadra abajo y arriba el henar


Seguimos caminando en llano por El Trichoriu


Corral de gallinas, al fondo el mar, por donde pasa el otro camino, la senda costera, a un kilómetro largo de aquí


En El Trichoriu llegamos a otro grupo de casas


Estemos atentos al cruce que vamos ya a ver delante


El Camino va a seguir de frente, a la izquierda de las casas


Casas que forman fila y calle entre el Camino y la carretera. La ruta xacobea ya hemos dicho sigue a la izquierda, todo recto, hacia la umbría delos árboles, pero hemos de tener en cuenta que abajo, en la N-634, está el albergue y sidrería El Mesón de Vidiago, donde comen, cenan y pernoctan muchos peregrinos


Nuestra ruta sigue de frente pues, junto a este viejo muro y a la sombra de un bosquete


Muy atentos pues a los pocos metros dejaremos el asfalto para seguir a la derecha


Justo al pasar el pequeño muro de piedras y en medio de la curva veremos un mojón xacobeo indicándonos esa dirección


El trazado del camino real es a partir de aquí, un bello sendero de verde hierba segada 


En el mojón la concha va acompañado de la correspondiente flecha, que es el elemento verdaderamente direccional


Pasamos al pie de esta casa y continuamos por esta bien perfilada y pisada senda


Abajo, otra vista, ya dejándolos atrás de los lugares de El Trichoriu y El Joyu


Abajo, reconocemos de nuevo el campanario de la iglesia. Al lado es el muro que cierra la finca boscosa de La Cortina, de los condes del Valle de Pendueles, título otorgado el 3 de marzo de 1920 por Alfonso XIII a María Teresa de Jesús de la Borbolla y Azpide, casada con José Suárez Guanes e Ibáñez de Bustamante, senador, político e industrial que ostentó numerosos cargos de gran renombre en su tiempo


Nos adentramos en un castañéu o castañar en el que se han plantado también algunos ocalitos


Seguidamente llega una bifurcación en la que vamos a ir a la derecha


La flecha amarilla del mojón nos avisa de la opción a elegir


Y la flecha amarilla en la corteza del árbol lo confirma: por aquí hemos de seguir


Seguidamente una nueva bifurcación, el ramal de la izquierda va a una finca, por lo que hemos de seguir por la derecha


Arbustos y arboleda, nos adentramos en la umbría, que en los calurosos días del verano nos da un hermoso frescor cuando castiga el sol


Si no hay mojón suele haber alguna flecha pintada en algún lugar, si tampoco se diese el caso el camino suele ser el que veamos más trillado, pero estemos atentos pues no han de pasar muchos metros hasta que volvamos a ver las flechas amarillas o los hitos jacobitas


Siguiendo el Camino oficial hacia la villa de Llanes, estos preciosos bosques que se suceden de aldea a aldea compensarán sin duda los tramos de carretera general, así como otros alicientes, la arquitectura popular que nos vamos a encontrar, algún templo quesero, o la posibilidad de subir a ver los monumentos megalíticos de la cercana sierra, entre otros


Abundan los castaños, que tantas hambres mataron durante siglos gracias a su fruto caído en los caminos, incluso en la dura posguerra


A nuestra derecha las casas de la carretera, pocos metros más abajo


Las raíces de los árboles afloran a la superficie, asientan el terreno soberbiamente bien en esta ladera, evitando corrimientos de tierra, los temidos argayos 


Buena parte del suelo está permanentemente cubierto de hojas caídas, durante todas las épocas del año, pero más naturalmente a finales del verano y principios del otoño


El solo se filtra entre hojas y ramas, que componen una encantadora celosía natural, es más, se dice que las celosías de las iglesias antiguas se inspiraron en este efecto y sus sensaciones de naturaleza, introspección, tranquilidad, recogimiento...


Pisando hojarasca es como si el camino fuese crujiendo a nuestros pasos, una apacible frondosidad y un trecho muy agradable de caminar y disfrutar


Sin duda, el no estar demasiado pendientes del reloj y los horarios, nos permite experimentar mejor estas sensaciones que se encuentra el peregrino al atravesar esta enramada, tan bella e inspiradora, de la parroquia de Vidiago


Nuestros pasos pues resuenan al caminar sobre este tapete de hojas secas, el son del camino, la música del peregrino


Los helechos crecen en las veredas. La penumbra propicia la buena humedad que permite el crecimiento rápido de numerosas plantas y arbustos. El paso continuo de gentes hace que el camino siempre esté despejado y abierto, sino quedaría cubierto en cuestión de meses


Comienza ahora un poco de bajada, siempre con los árboles flanqueando el trayecto y formando un boscaje lineal que separa además los prados colindantes


Muretes de fincas a la derecha: viejos murios hechos con piedras de las canteras próximas, posiblemente de siglos de antigüedad. En no pocos casos se aprovechaban de viejas construcciones, incluso de túmulos y castros


La caja caminera, perfectamente marcada, delata también la antigüedad de esta senda de siglos, por no decir ya incluso milenios


El musgo cubre las piedras, tiñéndola de verde, y entre sus juntas crecen en el muro helechos, hiedra y arbustos


Muro que en este lugar parece haberse venido abajo en algún momento, creciendo entonces árboles sobre sus derruidos cimientos


Siguiendo la bajada, el camino parece ensancharse un poco


Tronco cortado para leña, suelen talarse los árboles secos o algunas de sus ramas o partes que estorban el paso


La luz parece tornarse verdosa bajo este sugerente manto de hojas


Hojas que conforman el firme caminero, junto con tierra, piedra y raíces


A la derecha empieza otro muriu de piedras, separando el camino del prado que se extiende de aquí a la carretera



El mismo lugar en otoño, el tardíu, cuando se llena de erizos, esto es, el envoltorio de las castañas, que caen del árbol...


A la derecha, una nave, cuya entrada, al otro lado, mira a la carretera


A lo lejos, la gran finca del Palacio de Vidiago, en lo alto de un cueto con prados y bosques. A su derecha volvemos a ver la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Paz, cuya fiesta patronal es el día 24 de enero


Especialmente renombrada es la sacramental, el 22 de agosto y en pleno verano, cuando el pueblo está lleno de veraneantes, por lo que acuden a ella numerosos romeros, también vecinos emigrantes, incluso desde ultramar, tradición seguida por no pocos de sus descendientes. La Wikipedia, voz Vidiago, nos explica cómo es esta magnífica celebración:
"El día de la Sacramental, los mozos y mozas del pueblo se visten con los trajes regionales de la zona de Llanes al igual que en muchos otros pueblos de la comarca (los mozos llamados porruanos y las mozas llaniscas o asturianas): a las 12 de la mañana, salen los ramos de la casa donde se visten con pañuelos de una antigüedad superior a los 200 años y roscos de pan, que los llevan a hombros los porruanos, los rapaces grandes y adultos llevan el ramo más grande y los guajes pequeños portan con el ramo pequeño. 
Los ramos salen hacia la iglesia acompañados de gaiteros y de las asturianas o llaniscas tocando la pandereta, tanto pequeñas como adultas. Una vez que llega a la iglesia, comienza la misa (donde canta el coro compuesto por las personas del pueblo y veraneantes que llegan todos los años para estas fechas) y durante la misa se realiza una procesión donde van los sacerdotes (que para la ocasión son además del de la parroquia otros 3 o 4)con el Corpus debajo del palio, seguidos de estandartes de santos, los gaiteros, los ramos y las asturianas. 
A continuación de la misa hay bailes regionales representados en la bolera por los críos del pueblo y los rapaces. Nada más acabar los bailes la gente se marcha ya a sus casas para comer en familia. Por la tarde, poco después de comer, los que bailan van a hacer una representación al Camping de La Paz que se encuentra a pie de la playa de Vidiago, en cuanto acaban vuelven para el pueblo para realizar el tercer y último baile del año. La verbena dura hasta altas horas de la madrugada. 
Al día siguiente se realiza la carrera popular con la entrega de premios en la bolera y los posteriores juegos acabando todo con una chocolatada"

Al pie de la iglesia el citado albergue El Mesón de Vidiago y la sidrería. Detrás, en El Pedrosu, está el Palacio de Vidiago, que apenas podemos ver, aunque sí sus palmeras, construido por Manuel Lamadrid, amigo que fue del emperador de México y del escritor José Zorrilla, tal y como nos cuentan en el excelente blog Casonas de Indianos:

"Casona situada en el barrio del Pedroso, rodeada de un alto muro y mucha vegetación. No llegamos a ver nada, solo la entrada cerrada con un candado y al fondo una fuente. Lo que si se ve es el gran cartel de la próxima construcción de viviendas. Se va a rehabilitar la vivienda principal y se derribarán edificaciones anexas declaradas en ruinas, como los establos. La idea es hacer veintidós viviendas nuevas que se unirían a la reformada.

Manuel Lamadrid natural de Vidiago emigró a México donde consiguió su fortuna. Allí conoció al emperador Maximiliano e hizo amistad con el poeta José Zorrilla. A su regreso a España adquirió en 1.882 esta mansión conocida como “El Palacio” o “Casona de Ignacio Villar” según qué fuente sea consultada. Lo que si destacan todas las fuentes son sus seis arcadas en su fachada y como D. José Zorrilla volvió a entrar en contacto con su amigo Lamadrid con motivo de la publicación de sus «Recuerdos del tiempo viejo», donde elogia al indiano. Fruto de este trato renovado fue su estancia en Vidiago en los meses de octubre y noviembre de 1882, que el poeta aprovechó para componer la leyenda en verso «El cantar del romero» y parte de su discurso de ingreso en la Real Academia Española. Abre el libro el famoso poema «El bufón de Vidiago"

De aquel periodo histórico, y del famoso bufón o bramadoriu, oquedad kárstica costera por la que sale a presión y con estruendo un chorro de mar en días de temporal, que inspiró a Zorrilla durante su estancia aquí, escribe José Ignacio Gracia Noriega en El Bufón de Vidiago:

"El P. Miguélez, un viajero agustino y decimonónico, anduvo por las tierras de la llanura costera al Oriente de Llanes en busca de las huellas del poeta José Zorrilla y sólo encontró el bufón. La carretera actual que sale de la villa deja a la derecha, si se toma la dirección de Santander, a Soberrón y La Galguera, protegidas por la mole totémica del pico de Soberrón o Castiellu, pasa por San Roque del Acebal y cruza el río Purón, que fue límite en los imprecisos orígenes prehistóricos de la comarca. Por aquí debieron andar los orgenomescos, pues Plinio dice que a su Occidente, en el litoral, se hallaban inmediatamente los astures, y José Manuel González cita inscripciones romanas que hacen referencia a ellos en Posada de Llanes, en Cangas de Onís e incluso dos en el lejano concejo de Parres. 
Si nos desviamos en dirección al monte, por una estrecha carretera que pasa al lado del imponente puente de hierro del ferrocarril, con curvas y entre árboles, y que va río arriba, no tardaremos en llegar al pueblo de Purón, a cuya entrada hay dos buenas casas de indianos. El pueblo es limpio, con buenas casas bien cuidadas y el monte está encima. Al otro lado, el Cuera por el medio, está Alles, con quien Purón mantiene una enconada rivalidad por cuestión de fiestas. Cuando los de Purón celebran San Miguel, los de Alles, al otro lado de la sierra, procuran lanzar más cohetes que ellos; y lo propio hacen los de Purón el día de la fiesta de sus rivales. 
La iglesia de Purón está en un alto y el campanario tiene una protección de madera: hay muchos puentes, como corresponde a un pueblo donde confluyen varios ríos: el Barbalín y el Juanpurones; en la cuenca del río Purón se encontraron yacimientos concheros. Todo el lugar da un aspecto pastoril: cantan los pájaros y se escuchan las esquilas de las ovejas y el rumor de los ríos. En lo alto de la cuesta de Purón, una vaca se recorta contra el cielo. Sentada en un muro de madera, una niña pastoril y bucólica cuida sus rebaños, aunque con pantalones tejanos. 
De Purón no se va a otro sitio que al monte, por lo que volvemos a la carretera general: el peñasco de Peña Tú domina el río. Y ya en la carretera nos encontramos con Puertas (por donde se desvía el curioso que quiera visitar Peña Tú), Vidiago; más alejado de la carretera, acercándose al mar, Pendueles, y luego Buelna, hasta llegar a La Franca, donde está el límite con Ribadedeva. 
En Pendueles y en Vidiago vivieron dos personajes algunas temporadas, en las casonas de dos indianos, con cuyos propietarios trabaron contacto y amistad en Méjico. Uno de ellos fue el Mariscal Bazaine y el otro el poeta José Zorrilla; los dos llegaron a Llanes no precisamente en épocas de esplendor. Achille Bazaine era el jefe de la tropa militar francesa que mantuvo en su efímero trono al romántico Emperador Maximiliano y a la desdichada emperatriz Carlota: durante este reinado, el poeta José Zorrilla dirigió [99] el teatro Nacional de Méjico, y en el palacio imperial ofreció un montaje de su celebérrimo «Don Juan Tenorio». Bazaine hizo buena amistad con un indiano, el conde de Mendoza Cortina, y Zorrilla con otro indiano, también llanisco, Manuel Lamadrid. Barridos los fastos del Imperio por las tropas del presidente constitucionalista Benito Juárez (y fusilado Maximiliano junto con los generales Miramón y Mejía en Querétaro), tanto Bazaine como Zorrilla regresaron a Europa, donde prosiguieron sus respectivas carreras: mas durante la guerra franco-prusiana, en 1870, Bazaine, al frente de su ejército de más de cien mil hombres, hubo de rendirse vergonzosamente en Metz. Degradado, tuvo que abandonar Francia gracias a los buenos oficios de una ardiente criolla, y Mendoza Cortina le dio acogida en su palacio de Pendueles, uno de los primeros de la comarca en cuya construcción se empleó hierro y cristal, como el del Marqués de Argüelles en Garaña, aunque más suntuoso. Cuenta don Fernando Carrera que en cierta ocasión Mendoza Cortina le llevó en carruaje hasta la Cuesta del Cristo para que viera Llanes. Bazaine le observó con sus prismáticos de campana y exclamó: 
—¡La grand ville! 
Para impedirle que sufriera alguna decepción después de esta primera impresión entusiástica, Mendoza Cortina no le permitió que entrara en ella, instándole a regresar a Pendueles, con el pretexto de que amenazaba lluvia. 
Zorrilla, por su parte, volvió a entrar en contacto con su amigo Lamadrid con motivo de la publicación de sus «Recuerdos del tiempo viejo», donde elogia al indiano. Fruto de este trato renovado fue su estancia en Vidiago en los meses de octubre y [100] noviembre de 1882, que el poeta aprovechó para componer la leyenda en verso «El cantar del romero» y parte de su discurso de ingreso en la Real Academia Española, que fue en verso, como se sabe. Abre el libro el famoso poema «El bufón de Vidiago»: los bufones (que según Zorrilla se llaman así porque «bufan») son sifones en las rocas por los que en días de galerna surge con estruendo la mar desmenuzada, y que también llamaron la atención al cronista Laurent Vital, que acompañó a Carlos V en su primer viaje, y que los describe con mucho detalle: «Llanes está situado a un tiro de ballesta cerca de la mar, la cual llega (...) y bate incesantemente contra las rocas y montañas, que son altas en sumo grado, pareciendo que es una sima del infierno por el ruido del agua, la cual salta continuamente más alto que una lanza a causa de las grandes ondas que allí se encuentran y redoblan contra aquellas rocas cavadas y partidas en grandes hoyos por los que se mete el agua; y cuando estos hoyos están llenos, entonces vuelve a salir fuera, saltando, espumando y mugiendo tan impetuosamente que apenas si se oye uno a otro gritar ni hablar, lo que es cosa horrorosa y espantosa de ver y oír». 
A Zorrilla le encantó Vidiago, «entre las montañas y el mar, cuyo móvil y azulado lomo, cuya espuma y cuyo rumor se percibían desde los balcones de mi aposento», y «aquellos montes cuajados de sectilares encinas y robustísimos castaños, aquellos maizales sonorosos, tendidos como tapices en las hondonadas de los valles, aquellas rocas escarpadas y cortadas a pico sobre aquel mar rara vez en calma, y aquellos horizontes rematados por un lado en el círculo del agua y por el otro en apilados montes, cuyas espaldas parece que guardan los embrenados Picos de Europa». [101] 
Otro escritor, Augustino Vélez Albo (pseudónimo de Luis Vigil-Escalera), también pasó por Vidiago y se detuvo ante el bufón, con no menos fervor que Zorrilla, y lo describió con todo detalle y buen pulso narrativo, después de haber hecho el cumplido elogio del poeta que «cantó este prodigio en armoniosos e inspirados versos, donde parece haber agotado los recursos todos de su fantasía, siempre fresca, original y fogosísima». 
Con lo que puede que sea Vidiago una de las localidades que más literatura ha merecido en esta comarca, tan literaria"

Este trayecto no pasa por el bufón pero sí en cambio lo hace muy cerca de Peña Tú, monumento megalítico también citado por Gracia Noriega, al que como hemos dicho podremos subir cuando lleguemos al pueblo de Puertas, muy cerca de aquí, también en esta misma parroquia de Vidiago


Mientras caminamos podremos recordar los versos dedicados al bufón por Zorrilla en El Cantar del Romero, al menos los primeros:
Vuelve a surgir, inspiración dormida
en el fondo de mi alma fatigada,
sobre los desengaños de la vida
y ante su fin ya próximo... la nada.
En tu pulmón la voz enmudecida
busca y tu fuerza juvenil pasada,
y ven antes que el tiempo se me huya
y el hálito vital se me concluya.
Lo sé: los años sobre mí se apilan:
ya abre ante mí la eternidad sus puertas;
sobre la tierra ya mis pies vacilan:
mis oídos ya torpes y ya inciertas
mis miradas están: ya se aniquilan
mis fuerzas corporales: pero aún vive
la fe de mi alma; en mi cerebro aún arde
esa chispa de sol, la inteligencia,
emanación de Dios; que de Él recibe
el poeta de fe que a Dios concibe;
que en el hombre de fe se nubla tarde
y se apaga no más con su existencia:
porque Dios a su espíritu , la adhiere
con la inmortalidad, y a su presencia
va con el alma cuando el cuerpo muere.
Y aún vive en mí, fermenta todavía
y en mi caliente corazón se esconde
esa honda fe que por doquier me guía,
y aun a la voz de la alma poesía
mi independiente corazón responde.
Aún vive: siento aún y aún oigo y veo
por donde fijo la insegura planta
las faz de Dios y su presencia santa,
de negarle o no verle nunca reo:
hoy que en la tierra mi vejez paseo,
sus maravillas ante mí levanta;
y poeta de Dios, porque en Dios creo,
mi inspiración sus maravillas canta

Estamos llegando las primeras casas de Riegu, otro de los pueblos de la parroquia llanisca de Vidiago, su nombre parece relacionarse al paso de un riegu o arroyo


Pasamos junto a una portilla. El camino se estrecha un poco pero se pasa bien

Otra estampa otoñal con los erizos de las castañas desparramados por el camino, aquí llamado La Caleya

Bifurcación al llegar a la primera casa, continuamos a su izquierda, pasando delante de su fachada sur

Un pasillo enlosado sigue a lo largo de esta fachada mientras continúa esta suave bajada

Mucha atención ahora al llegar a esta explanada junto a las casas...

El camino se hace pista hormigonada que comunica este núcleo con la carretera, que discurre a escasos metros, un poco más abajo, donde vemos algún tejado en la distancia

Pero nosotros NO iremos a la carretera, sino que en esta encrucijada tomaremos el ramal de la izquierda

Estemos ojo avizor pues el mojón puede pasarnos desapercibido si está a la sombra o lo tapa algún vehículo que pueda aparcar aquí

Continuamos de nuevo por senda terrera que vuelve a adentrase en el castañéu o castañar


El trayecto es llano, nos llevará a otro de los barrios de Riegu, situado a escasa distancia


El Camino sigue entre las fincas. Los postes de una línea telefónica jalonan el recorrido


Estas arboledas eran antaño mucho más numerosas, de aquí salía la madera con la que trabajaban los célebres madreñeros de Vidiago, también hacían aperos agrícolas, como la pradera.Los habitantes de Vidiago eran llamados mariniegos dada su proximidad al mar


Vidiago es además parroquia de resonancias mitológicas, en las cuevas de Santa Marina y Corrimateo se contaba había hadas encantadas, las xanas o injanas, una de las cuales salió de la cueva y cambió su bebé por el de una campesina que estaba trabajando en la huerta. Al regresar, la aldeana se dio cuenta que no era su hijo y, conocedora de esta costumbre de las injanas, fue a su cueva diciendo "injana, mora, dame el mío críu y toma el tuyu", respondiendo la injana "Tráelu acá, mala muyer, nun te lu dí para que me lu criaras, dítelu pa que me lu bautizaras"


Vidiago formó parte de la parroquia de Pendueles (que hemos dejado atrás) hasta 1753. Un cantar hace referencia a las advocaciones de sus pueblos:
Santa Marina de Buelna
San Justo del Encinal,
San Acisclo de Pendueles
y en Vidiago la Paz

Estas y otras leyendas, coplas y cantares fueron recopilados por el insigne folklorista Aurelio del Llano, que investigando en Vidiago conoció un romance, recitado por la vecina, ya muy mayor, Elisa Disal, quien le dijo que en 1882, y al son de una pandereta, le cantó a José Zorrilla el Cantar de Romero que daría título a su obra:
Arriba la flor,
abajo el romero,
adiós dueño mío,
si te vas yo me muero;
de pena y dolor
se me abrió una herida 
en el corazón

Al otro lado del prado, tapada por los árboles y siempre a nuestra derecha, la carretera N-634, que sustituyó al viejo camino. Ahí está el Asador Riegu, otra de las referencias gastronómicas de Vidiago, fundado en 1984 por Ángel García y Carmen Rodríguez, experimentados hosteleros. Fue ampliado y reformado en varias ocasiones y en 2006 se le añadió el Hotel Bufón de Arenillas, Son célebres sus asados al horno de leña: lechazo, cabrito y cochinillo; hay más platos riquísimos: fabada asturiana, chuleta, cachopo, tabla de quesos regionales y embutidos, chorizo a la sidra y postres caseros. Fue pionero en la celebración de las cenas-baile en Llanes y tiene tienda de productos típicos del oriente de Asturias, quesos, conservas, embutidos, salazones y el famoso Jamón de Vidiago. En 2017 se sumó a la iniciativa Restaurantes contra el Hambre para luchar contra la desnutrición infantil, presentando otra especialidad: croquetas de jamón acompañadas de dulce de manzana, fabada asturiana y tarta de queso. Muchos recuerdan también su renombrada bolera 


No faltan pues lugares donde dar buena cuenta de los manjares y exquisiteces de la tierra, buenos enclaves culinarios capaces de recomponer al fatigado y sufrido peregrino que deambula por estos parajes


Por aquí acaba este liviano descenso y vamos saliendo ya del bosquete


Empezamos a ver más casas, nos aproximamos a otro de los barrios de Riegu, todos al pie de la Sierra Plana de la Borbolla, sita a nuestra izquierda


También aquí un muro separa el camino de las fincas. A principios del siglo XVIII, cuando Riegu, como todo Vidiago, pertenecía a Pendueles, se registra esta disposición en el Ayuntamiento de Llanes delimitando los términos y propiedades del pueblo, recogida en Apuntes históricos, genealógicos y biográficos de Llanes y sus hombres, publicada en 1893 esta obra de la que es autor Manuel García Mijares:
"En las casas de Ayuntamiento de la villa de Llanes, a dichos veinte y siete dias de dicho m es de Marzo de mil setecientos trece años, estando en el ellas su merced el señor don Juan Francisco de Posada. Juez, en virtud del auto por su merced expedido el dia catorce de el presente mes y año, hizo comparecerá su presencia a Marcos Rubin de Noriega, a Juan de Posada y a Francisco de Molleda vecinos de el lugar de Riego de este Concejo, para que los susodichos como vecinos de los más ancianos de dicho lugar, que está incluso en la parroquial de San Acisclo de Pendueles, distingan, dividan y apeen todos y cualesquiera términos comunes, realengos y valdíos que haya dentro de los de dicho lugar y omitiendo en todo los términos litigiosos de el término y caserías de San Tiuste, en virtud de la consulta hecha a el señor don Antonio José de Cepeda y respuesta de su señoría a su continuación dada, que uno y otro está en estos autos, para cuyo efecto, de mandado de dicho señor Juez y por mi Escribano, se les puso patentes y de manifiesto a dichos vecinos, dicho auto general, privilegio, donación, apeo antiguo que esta villa y su Concejo tiene, y dicha consulta; y habiendo los susodichos visto dichos instrumentos y enterados de el contenido de ellos, sin embargo que dicho Martin Rubin de Noriega y dicho Juan de Posada tienen jurado el dia diez y nueve de el mes de Octubre de el año próximo pasado de mil setecientos y doce de mandado de dicho señor Juez, estando en el cementerio de la Iglesia parroquial de San Acisclo de Pendueles, esto no obstante, dicho señor Juez, nuevamente tomó y recibió juramento de dichos vecinos, y de cada uno de por sí, debajo de el cual prometieron de dividir, y distinguir, y apear dichos términos comunes, realengos y baldíos, que únicamente a dicho lugar de Riego pertenecen, omitiendo en todo lo litigioso de dicho término de San Tiuste segun se les manda; y en virtud de dicha consulta y su respuesta, en cuya virtud, debajo de dicho juramento digeron: Que dicho lugar de Riego confina y tiene sus términos por la parte de el Vendaval con el lugar de Puertas; Y por la parte del Norte dicho lugar confina con el mar bravo. Y por la parte de el Nordeste confina y tiene sus términos con el lugar de Vidiao. Y por la parte de el Sú confina con los términos de la jurisdición de Peñamellera aguas vertientes a Peñamellera. Y por dicha parte de el Nordeste, dicho lugar tiene sus términos con los de dicho lugar de Vidiao do dicen la Espina de la Moria, a la peña ahuracada, al cueto de Maragotedo, y a la ermita de San Roque, y a la riega de el Podon: y por dicha parte de el Vendaval, confina dicho lugar con el dicho de Puertas do dicen el carril de hacia Llarandi, y peña de Sonoceda, al cueto de el Llago, el mojón de Arbueno, la riega de la Salce, el portillo de riego conforme vá a la riega de el Doredal y Cardaleñas hasta topar con la dicha jurisdición de Peñamellera. Y declararon, que dentro de dichos términos hacia la parte de el Norte de dicho lugar hay un cueto que llaman la Moriya, el cual es de peñas y poca tierra y lleva árgomas, es bravío y propio de los vecinos de dicho lugar. Y que así mismo declararon que, de la parte de el Sub de dicho lugar hasta confinar con dicha jurisdición de Peñamellera, y desde la riega de el Doredal hasta la riega de Perestrella, hay muchas cuestas, riscos, peñas y montes, en los cuales montes hay algunos prados, casas y cabañas, las cuales son propias de diferentes vecinos de dicho lugar y más de este Concejo: y que hay así mismo al pié de dichas cuestas algunos castañedos, y que todo lo demás que hay desde dicho lugar hasta dicha jurisdición de Peñamellera, y entre dichas dos riegas, es comun a los vecinos de dicho lugar y mas de este Concejo en virtud de dicha donación, escepto dichos prados, casas y cabañas, castaños y otros árboles; y que todo lo demás que hay dentro de los términos de dicho lugar roto por romper, cerrado y por cerrar, plantado y por plantar, es propio de los vecinos de dicho lugar y más de este Concejo, segun siempre lo han visto, oido y entendido, y que no saben que persona alguna de inmemorial tiempo a esta parte se haya apoderado de término comun alguno que haya dentro de los de dicho lugar, y que todo es la verdad para dicho juramento que fecho tienen en que se afirmaron, y habiéndoseles vuelto a leer esta su deposición, en ella se ratificaron, y digeron ser de edad el dicho Marcos Rubin de cincuenta y siete años, y el dicho Juan de Posada de cuarenta y seis años, y el dicho Francisco Molleda de treinta y seis años todos poco más o menos, y con dicho señor Juez lo firmaron, escepto dicho Juan de Posada que dijo no saber, de todo lo cual yo escribano doy fe.= Don Juan Francisco de Posada.= Francisco de Molleda. = Marcos Rubin de Noriega. =Ante mí, Manuel García y Noriega"

Esta es una imagen de cómo nos podemos encontrar el Camino cuando este está recién segado y acondicionado


El mismo lugar, con la vegetación crecida. Baste como ejemplo de cómo puede cambiar el entorno más inmediato según la época en la que vengamos...


A nuestra derecha unas antiguas cuadras, ya en desuso


Antaño en cada casa había casería, la típica granja local, más o menos autosuficiente con animales y huerta, cuyos excedentes se llevaban a vender al mercado, o se trocaban por otros productos. En la actualidad todo ello es recuerdo


En nuestros días, como en prácticamente todos los pueblos, sobremanera los costeros y turísticos, pocos son los vecinos que viven de manera continua y permanente, hay mucha vivienda estacional, de fin de semana, alojamientos vacacionales, etc. Las segundas residencias y los alojamientos temporales y turísticos van predominando cada vez más mientras el sector primario, agricultura y ganadería, se reduce drásticamente, si bien permanece más en los pueblos de más al interior


Salimos ahora en Riegu a una vía local asfaltada. Aún siendo pueblo turístico, este lugar, relativamente apartado de la carretera y las playas cercanas, es especialmente tranquilo y silencioso del tráfico y el bullicio veraniego


A nuestra derecha Casa Pantín, otra referencia del Camino en esta importante encrucijada


Al llegar al asfalto habremos de ir ahora hacia la derecha


Desde Casa Pantín, en Riegu, continuamos pues ahora pisando un trecho de asfalto


El nombre de la casa, en la fachada, pintado en unos azulejos de cerámica, fácil de reconocer


Hortensias en el cruce, al ir avanzando el verano sus vivos colores tienden a desaparecer y van tornándose mustias


Pero aún así y casi hasta el final, mantienen sus intensos tonos coloristas, engalanando y alegrando el Camino


De las hortensias leemos en el Diario del Oriente esta magnífica elegía legendaria firmada por Maiche Perela Beaumont:
"... las florecidas hortensias, a cuyos colores se van los ojos.
Y llegado a esta planta, de gran valor ornamental y oriunda de América del Sur y Asia, no me puedo resistir a escribir que existe una leyenda que cuenta que Luis XIV, “el rey Sol”, ordenó que zarpara una expedición rumbo a destinos exóticos para traer a sus jardines nuevas especies de flores. Entre la tripulación de experimentados marineros, había un grumete de aspecto débil y frágil que, tras ser apresado en las costas de Brasil, logró con astucia y valentía salvar su propia vida y la de sus compañeros, que descubrieron entonces que el grumete era en realidad una mujer que se había disfrazado para conocer mundo.
Al regresar a Francia, el rey le concedió el honor de que una de las nuevas especies llevase su nombre, que no era otro que Hortensia"

Y en Asturias por descubrirAlejandro Braña dice así de estas flores en Esperando a las hortensias
"En invierno son apenas unos tallos secos, de aspecto moribundo, como el trigo tras la cosecha. De Marzo a Septiembre, a medida que suben las temperaturas, esta planta originaria de Japón se transforma de repente y nacen sus hojas verdes dentadas, y sus flores de color blanco, fucsia, rosado, o azul, que perduran hasta dos meses"

Quintanas más o menos cercanas o más o menos dispersas, prados, frutales, arboledas, constituyen el paisaje característico de estas aldeas


La arquitectural rural, más o menos reformada y restaurada, sigue conservando su esencia y estructura en buena medida, destacando estos largos corredores, de los que nos cuentan sus características en la Wikipedia de esta manera:
"La casa de corredor es una tipología muy frecuente en Asturias. Se trata de una construcción de planta rectangular desarrollada en dos niveles, con muros de piedra y techo a dos aguas. El corredor, generalmente situado en el piso superior y sobre la fachada principal, funciona como una extensión natural de la vivienda hacia el exterior. De este modo el corredor crea espacios de reunión o de descanso, cuando las condiciones climáticas lo permiten o bien espacios de servicio, como el secado de productos comestibles, por ejemplo. En general, el corredor está orientado hacia el sur o el este y está limitado por una balaustrada de madera, con diversos diseños torneados, tallados o calados. En algunos casos, los corredores abiertos de las antiguas casas fueron cerrados con vidrios o paneles de madera, como un modo de favorecer la eficiencia energética de las viviendas o incrementar la privacidad"

Por su parte, en el excelente blog Tonadastur, José Luis Poncela expone así la llamada casa de corredor:
"El corredor o galería abierta con balaustrada torneada en madera, representa en toda Asturias un elemento muy popular desde el siglo XVIII. Concebido como una derivación sencilla de las solanas de que estaban dotadas las antiguas casonas, el corredor, por su ubicación (orientación Sur o Este), por su factura y su amplitud de alternativas, cumple una gran variedad de servicios a la vivienda: le facilitará luz y calor cuando no existen cerramientos en él y será un elemento favorable cuando se convierta en uno o más espacios como prolongación de la funcionalidad de la casa. 

Desde finales del siglo pasado (s. XIX), empezó a ser habitual la instalación de un retrete en un lateral del corredor, para no tener que salir a la intemperie, a cualquier hora del día o de la noche. Algunos de los servicios que el corredor presta a la casa aldeana son: lugar donde se ponen a asolear las ristras de maíz y donde se airean y maduran otros productos de la cosecha del año como cebollas, ajos y alubias, y donde se tiende a secar, resguardada de las frecuentes lluvias, la ropa de la última colada. Refiriéndonos a su conformación y sistemas de base, las clases de corredor más corrientes en Asturias podrían clasificarse como de corredor volado, corredor entre muros y cortafuegos y corredor entre dos cuerpos. En el siglo XIX los corredores se cierran con cristales formando galerías, principalmente en las villas marineras. El cerramiento de los viejos corredores supuso una mejora para el uso del espacio, ya que aprovechaba mejor la luz y el calor del sol."

Estos dos casos serían los de corredores entre cortafuegos, llamando poderosamente la atención el de la derecha, convertido en un vergel en el que crecen plantas y flores


En el estudio El corredor en las casas asturianas, varias veces citado en estas entradas de blog, del que son autores Florencio Cobo Arias, Miguel Cores Rambaud y Matilde Zarracina Valcarce, leemos
"El corredor de madera es un elemento que se encuentra reiterativamente en casas repartidas por toda la región asturiana: por su ubicación. disposición y diseño son posibles múltiples alternativas en la composición de fachada de las viviendas y servicios que adoptan esta solución constructiva. 

Determinados tipos de corredor predominan en áreas concretas. unas veces de forma tan clara que caracterizan por completo su arquitectura. como es el caso del corredor volado diáfano en concejos centrales. mientras que en otras áreas coexisten dos. tres o más tipos de corredor -por ejemplo volados. sobre machones y entre muros cortafuegos en concejos costeros o o incluso es la importancia que adquieren sus cerramientos el denominador común más evidente. como sucede en los concejos de l tercio occidental y en asentamientos de montaña"

De su ubicación, mirando al sur para aprovechar al máximo la luz del sol, aunque también a veces al este, siguen informando estos autores en su obra reseñada:
"Situados generalmente en el piso alto de la fachada principal y orientados al S. o al E., manifiestan de distintas maneras la diafanidad o el hermetismo de las viviendas en que se ubican. Será un espacio diáfano cuando mantiene toda su pureza constructiva, sin ningún tipo de cerramiento; será un espacio hermético cuando se cierran con diversos materiales ligeros partes de su estructura, potenciándose entonces sus cualidades como elemento «protector» o «captante» ante los factores climáticos. Su plurifuncionalidad es grande en todos los casos, al prolongar o complementar tanto el espacio interno de la vivienda como el externo a ella; así la sala ve ampliado su espacio a través del corredor, que mantiene . aunque sólo sea estacionalmente. la misma cualidad social que aquella. siendo punto de reunión familiar o vecinal en las tarde s de verano u otoño. Esta continuación del espacio interno resulta aún más evidente cuando en uno o en los dos extremos del corredor se habilitan espacios de vivienda. La prolongación y complemento del espacio externo se evidencia en el corredor por su carácter de servicio. como lugar donde se pon en a secar o madurar diversos productos de consumo y en el que se tiende la ropa al resguardo de las frecuentes lluvias"

Aquí vemos uno de sus usos tradicionales, como secadero, en este caso de ropa, recién hecha la colada. Abajo era y en parte sigue siendo, un espacio de socialización, los dueños de la casa se sentaban y entablaban conversación con otros vecinos que pasaban, sentándose a su lado, también saludaban a viajeros y caminantes


Abajo se realizaban además trabajos comunitarios y particulares, como en parte sigue ocurriendo. En el corredor se perciben nuevos usos, como una exposición de antiguos utensilios agro-ganaderos de la vieja casería, manera de colección etnográfica propia


Aquí, los viejos yugos de uncir vacas y bueyes, cestos de mimbre y demás objetos de antaño, como la máquina de coser de pedal y otros aperos que han pasado a ser elementos decorativos


Y este es el retrete, habilitado en una parte del corredor a partir de finales del siglo XIX, este es de mampostería en una pared de estructura de madera


Llegados seguidamente a esta bifurcación continuamos de frente por la pista de hormigón


Fijémonos bien el el mojón jacobita. El Camino sube una ligera rampa hasta las siguientes casas: Gozalo, uno de los barrios de Riegu


Seguimos teniendo en todo momento la carretera muy cerca, así como el ferrocarril. La N-634, que en ese tramo dispone de buenas aceras, está aquí considerada como travesía urbana


Y estas son Las Casas de la Estación, situada esta a la derecha de la foto, siendo ahora un simple apeadero. Fue inaugurada el 20 de julio de 1905 al abrirse al tráfico ferroviario el tramo Llanes-Cabezón de la Sal de la línea que, desde Llanes a Santander, enlazaba los ferrocarriles asturianos y cántabros, siendo construida por la Compañía del Ferrocarril del Cantábrico, integrada en Feve en1972


Estamos pasando sobre el que sería el mencionado riegu o arroyo que dio nombre a esta aldea de la parroquia de Vidiago


Pasado el riachuelo y el mojón es donde comienza realmente este corto recuesto hacia las casas del barrio de Gozalo


A la izquierda un lavadero, cuesta arriba, fue construido por iniciativa indiana para mejorar la labor de la colada, anteriormente había que lavar la ropa de rodillas sobre las piedras del riegu, con gran incomodidad


Es el lavadero de Riviescas, restaurado en 2012 por un taller de empleo, como otros muchos del concejo. En esta foto es tal la cantidad de erizos de castañas caídos de los árboles que hasta cubren el cauce del regato


Más allá, los eucaliptos sustituyen a las praderías y bosques autóctonos de las laderas de la sierra


La espesura del castañar, cuyas ramas se asoman al Camino...


A la derecha otra vista de la carretera N-634 y las casas entre esta y la línea del ferrocarril


El edificio del medio parece haber sido auxiliar de esta antigua Estación de Vidiago, tal vez un almacén de enseres, maquinaria, mercancía o equipajes. A su izquierda Casa Andrés


Como otras muchas de su época, el edificio de la estación permanece cerrado y sin ningún uso, dentro de la grave problemática general del presente y futuro del ferrocarril de vía estrecha en Asturias, una constante que se repite en este trazado y de la que habremos de hablar abundantemente según avanzamos hacia el centro y el occidente


Y este es el cartel del apeadero


Continuamos así la pequeña cuesta, que acaba un poco más allá, en el siguiente cruce, lugar de Gozalo


Primero pasamos junto a esta casa con cuadra, de frente tenemos dos ejemplos notables de vivienda


A la izquierda una quinta de indianos, con su palmera: a la derecha una casa popular campesina, casa-bloque de planta cuadrada y cierta traza señorial. En su momento parece haber sido dividida en dos, dado el diferente aspecto de esta fachada. El camino cruza y sigue de frente, pasando entre las dos


La mansión indiana se alza en un pequeño promontorio hecho para nivelar la inclinación el terreno de la ladera, resultando un terreno ajardinado sobre el que se asienta la casona, cerrado este por verja


Dos balcones cerrados por galería acristalada hacen las veces de miradores, uno mirando al norte, hacia el mar, y otro al este. Más allá, la finca de la quinta fue plantada con numerosos árboles de diferentes especies, como gustaban los indianos


En la casa de la derecha, una mata de hortensias cierra un pequeño terreno antela fachada que mira al cruce


En la esquina de quinta indiana, bajo la casona, un portón da acceso a un sótano. Muy posiblemente fuese una bodega-almacén o garaje para los carruajes. La parte de arriba fue aprovechada como gran terraza, cerrado con artísticas columnitas de piedra 


En el primer piso de la fachada de la entrada principal, que mira al este, hay un balcón  largo y de tres puertas que comunican con lo que debió ser una gran sala. Las ventanas de ambas fachadas, este y sur, presentan numerosos detalles en sus dinteles


Esta es una foto similar, pero con el césped segado y el jardín más podado: el trayecto sigue recto y en llano


Vemos el terreno ajardinado y cerrado por el seto de hortensias de la casa de la derecha


Un azulejo con concha al lado del portón del sótano de la quinta confirma al peregrino la dirección a seguir


El jardín de la casa de al lado presenta continuidad en esta su fachada sur, con más plantas y flores, especies trepadoras que suben por la pared y numerosas macetas


Caminamos al pie de la fachada norte de la mansión, admirando sus ventanas, de diferentes estilos: las dos de arriba, a ambos lados del balcón-mirador son de arco de medio punto, justo debajo de este hay otra, de arco estilo carpanel o similar. Debajo a su vez otra ventana más pequeña parece imitar las de los palacios rurales barrocos o renacentistas


La fuente, muy posiblemente construida también por los indianos: la Fuente de Gozalo. Aquí se celebra, el 26 de marzo, el Día Mundial del Agua, con espicha, comida popular regada con  buena sidra


Cartel de la espicha, además de la fuente se ven dibujados chorizos caseros, tortilla, huevos cocidos, queso de Vidiago, productos típicos de esta celebración, además por supuesto de la botella de sidra con su vaso para el escanciado


Tras la casa de la derecha la antigua cuadra


Grandes cuadras tenía también la quinta indiana. Muchos americanos mantuvieron siempre la nostalgia de la vida rural que les vio nacer, por lo que gustaban de tener huertas y ganado. Al lado, izquierda de la foto, sería la casa de sus antiguos caseros


El Camino se estrecha, encajándose entre estos muros de piedra. Si viene algún vehículo, como es este el caso, habremos de arrimarnos bien a la izquierda


A la derecha, finca con frutales y chalet


A la sombra de la higuera, un viejo cobertizo...


A la izquierda continúa el muro de cierre del terreno de la quinta, una grande y extensa posesión densamente arbolada


Más viejos muros a la derecha, guardando más fincas, que se extienden desde el Camino a la carretera


Senda muy llana. También aquí abundan los castaños y sus frutos cubren este tramo, siendo aplastados por las ruedas de los coches


Una liviana cuesta nos encamina hacia el siguiente barrio de Riegu



Abajo en la carretera el barrio de Sopeña, con sus casas concentradas a la derecha de la calzada, llamado así por estar debajo de la peña, como delata el prefijo so 


La primera es Casa Sopeña, vivienda vacacional dedicada al turismo rural, como muchas de la zona


Cruce y de frente, todo recto junto al muro de la quinta


La concha nos dice la dirección a tomar, siempre en dirección oeste


En el año 1866, Juan de Llano Ponte, escritor, viajero y periodista, verdadero cronista de los caminos de Asturias, hasta el punto de firmar como Juan de las Carreteras, recorre este camino real (aún no existía la N-634) y plasma sus impresiones:
"El camino de la costa por esta parte... está circundado ora de espesos bosques, ya de praderías y pumaradas y por término de esta conjunto las restantes sábanas del valle se hallan tapizadas con el tallo del maíz"

A la izquierda Villa San-Mi, de frente una nueva encrucijada en un lugar muy importante


Y es que a la derecha tenemos las Escuelas de Vidiago, sufragadas también por los indianos


Esta es su parte posterior, el acceso y fachada principales está al otro lado, dando cara a la carretera. Fueron restauradas entre los años 2001 y 2002 para destinarlas a usos culturales. Forma parte del Colegio Rural Agrupado (CRA) Número 2 de Llanes. El 29 de octubre de 2017 Laura Castro le dedica este artículo en El Comercio, titulado Treinta años de escuela y pueblo:
"La escuela va más allá de empollar la lección o marcar el ejercicio 4 de la página 20 como deberes para casa. O por lo menos así lo entienden en el Colegio Rural Agrupado (CRA) Número 2 de Llanes, que aglutina a las escuelas de Vidigado, San Roque, Pendueles, Cue, Parres y Poo. Se trata de un centro completamente integrado en el entorno que le rodea y que este curso soplará las treinta velas, una por cada año en el que alumnos y profesores han ido construyendo un modelo educativo alejado de los libros y sustentado por las motivaciones de los más pequeños.

Los inicios no fueron fáciles y así lo recuerda uno de sus fundadores y exdirectores. «Los maestros rurales de entonces sabíamos que no podíamos hacer nada solos y por eso decidimos aunar fuerzas», explica Longinos Zarauza Calleja, un ponferradino que no dudó en mudarse a Asturias nada más aprobar las oposiciones. La revolución se coció a fuego lento, empezando por pequeños gestos que bien hacían presagiar la llegada futura del CRA. Comenzaron a desplazarse a las escuelas cercanas para impartir aquellas áreas en las que eran especialistas para que ningún niño del concejo recibiera una formación inferior a la del resto. «Compartíamos nuestros conocimientos y nos rotábamos. Ahora hay profesores formados en áreas específicas, pero el mundo rural de los ochenta era muy diferente», rememora Longinos..."

El artículo se centra también en el interesante método educativo que aquí se aplica: 
"En otros colegios los padres dejan a sus hijos en la puerta. Aquí esa barrera no existe y niños y adultos se sienten como en casa», señala Daniel Fernández. De hecho, así lo confirman algunos alumnos como Jaime, de diez años. Estudia en el aula de Vidiago y llegó de Madrid este año. «Prefiero este cole porque hay menos compañeros y porque me gusta vivir en el pueblo», explica el pequeño.

Los padres también lo agradecen. «Cuentan con nosotros para todo. Los críos están entusiasmados cuando vamos con ellos al colegio para hacer alguna actividad en grupo», recalca María Luisa Nogales, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de este colegio. Ella fue alumna de la escuela de Poo, que ahora forma parte del colegio rural agrupado, y asegura que nunca se planteó la posibilidad de enviar a sus dos hijos, uno de diez años y el otro de seis, a un colegio más grande. «No entiendo que alguien le vea desventajas. Reciben una atención mucho más personalizada y la metodología, aunque al principio pueda asustar, funciona realmente bien. Mis hijos tienen mucha agilidad mental y tienen muy desarrolladas las habilidades sociales», destaca María Luisa"

Dentro de este sistema de enseñanza un ejercicio llama nuestra atención por su estrecha vinculación con el Camino: aprender inglés con los peregrinos, si bien referido a otra de las escuelas de esta red, la de Poo, pasada la villa de Llanes, por donde también caminaremos:
"... disfrutan de una localización geográfica privilegiada, pues el Camino de Santiago pasa justo por delante y eso le ofrece a Daniel un recurso extra fundamental para sus clases de inglés. «Siempre les animo a salir en busca de los peregrinos para que les hagan preguntas acerca de su vida, de dónde vienen y demás. Este mes conocimos a Robert, un profesor canadiense jubilado, que no dudó en unirse a nosotros en el aula para contarnos cosas de su país y de sus exalumnos. Esto es algo muy enriquecedor para los niños que no habrían podido disfrutar si tuviéramos las puertas cerradas», explica Daniel"

A nuestra izquierda el portón de Villa San-Mi y una bifurcación

El ramal de la izquierda sube monte arriba hacia el lugar de La Cuesta, en la boscosa falda de la serranía

Pero nosotros NO subimos, sino que seguimos de frente, recto y llano, por el camino de la derecha

Esta es una imagen otoñal del mismo cruce, donde también hay un monolito jacobita y un gran roble

De la historia de estos monolitos y cómo nació la idea de colocarlos, extendiéndose posteriormente por los caminos, nos informa la Xacopedia en la voz Señalización:

"A partir de 1986 la Diputación Provincial de Lugo comenzó a colocar, en coincidencia con el I Congreso de Estudios Históricos en el Camino de Santiago, marcos decanarios pétreos que, al tiempo que publicitan al pagador, marcan las distancias hacia Compostela. El modelo de este monolito, realizado en piedra granítica, sería copiado por la Diputación de A Coruña y, con una medición mucho más precisa, por la Xunta de Galicia en todas las rutas de su territorio, consagrando la forma de un mojón trapezoidal de piedra o cemento, con el emblema de la concha de venera labrada o modelada en una placa cerámica. Esta tipología se ha ido extendiendo al resto de las rutas, sobre todo al Camino Norte, aunque el emblema de la concha, con los colores de la Unión Europea, ha sido dispuesto, como indicador de la dirección, de forma diferente según el lugar: así todas las líneas de la concha confluyen en su base, que representa la meta compostelana y el sentido a seguir, en Asturias y el resto de las comunidades cantábricas, pero en Galicia sucede justo al contrario, y son los rayos mayores, alargados, los que actúan al modo de flecha"
 

El totémico roble extiende sus ramas sobre el Camino, proporcionando buena sombra

Figura sacralizada desde la noche de los tiempos, símbolo de poderes divinos y humanos, los robles son emblema de pueblos y dioses, alegoría dela fortaleza física y espiritual. Este puede ser un ejemplo de los grandes robledales que siglos ha se extendían por buena parte de la franja costera

A sus pies, un tendejón se emplea para guardar leña, además de como taller-almacén y cochera

Es de tejado a dos aguas, fabricación casera, donde más de un peregrino se resguardó y resguardará de las inclemencias del tiempo

A la derecha y en el muro de una finca, una artística fuente

Tiene forma de arco de medio punto, las portadas de algunas iglesias y puertas de casonas antiguas, el agua sale de un grifo y, al carecer de pila, alguien le ha colocado una jarra con tal función

La Caleya se hace calle al pasar entre estas casas. Llamativamente parecen agruparse en torno a los cruces de caminos, el viejo camino costanero y el que comunica la costa con la Sierra Plana de la Borbolla

A la derecha, una de estas casas dispone de una preciosa corrada o corralada, con su limonero

Poco espacio si nos cruzamos con algún vehículo, estemos siempre atentos

En el cruce hemos de seguir de frente hacia las arboledas del fondo

Dejaremos esta casa a nuestra izquierda, pero al pasar fijémonos en esta fachada

Esta es una foto sin hiedra, en la que apreciaremos mejor unos detalles

Aperos agrícolas y ornamentación rural y maderera a la puerta...

Una palmera y restos de muros señalan en lugar donde hubo un caserón, hoy en día derruido y cubierto de vegetación

Más a la derecha otra vista de Sopeña. A la derecha de la foto la escuela

Más allá los bosques de Las Cambas, que se extienden cerca del mar. El topónimo hace referencia a lugar cóncavo, esto es, empozado, profundo, e interpretaciones similares. Su raíz etimológica es el céltico kam-b-, curva

Estamos en Las Llombetas, referencia a pequeñas llombas o lomas, orografía vinculada también al terreno de este tramo de terreno entre la sierra y la orilla del mar

Vemos el nombre en la entrada de otra casa por su corralada

Letras artísticamente colocadas en morfa de arco. El muro está protegido por tejas

Ante nosotros, de nuevo una bifurcación: hemos de ir a la derecha, pero no dejemos de mirar a la izquierda

Aquí está la quesería donde hacen el tan preciado y famoso Quesu Vidiago, uno de los más preciados quesos llaniscos, elaborado por la familia Collera, fundadores de esta quesería en 1940 

Es el de Vidiago un rico queso de leche de vaca de forma rectangular y de un kilo aproximadamente de peso, aunque actualmente aparte de este modelo tradicional se presenta también en otros formatos (cilíndrico) y con otras leches, como la de cabra. Así informa de él por ejemplo la Wikipedia

"Este queso se hace con leche de vaca de la propia explotación de la familia. La leche se recoge recién ordeñada, entera y con nata, se calienta en un bidón y se le añade el cuajo. Durante esta operación la leche está en permanente movimiento

El interior o pasta es blanco y la corteza es fina, blanda y de color amarillo. Una vez cuajada, se corta en pequeños trozos y se introduce en los moldes rectangulares. Estando en los moldes son movidos para favorecer la pérdida de suero, una vez desuerados se salan y se dejan madurar"

Y de esta manera presentan el queso y su historia en la propia página de la empresa Collera:

"BALTASAR, su fundador, mantuvo durante décadas la fórmula única de elaboración que le da su característica peculiaridad. 
El tiempo pasa, la lógica renovación generacional, con sus consiguientes cambios, no han impedido el mantenimiento de un producto totalmente Artesano, conservando todas sus ancestrales características. 
Como podrán comprobar en nuestra página, la elaboración, artesanal, el verdor de nuestros prados y el trato familiar a Uds. LOS CLIENTES, nos motiva a mantener el más tradicional proceso de fabricación de este delicioso manjar. 
El queso de Vidiago de QUESERÍA COLLERA se elabora de leche de vaca, sin Aditivos ni Conservantes. 
Su limpio corte (sin ojos) textura suave, le hace un producto de los más apreciados  
Se presenta en forma de BARRA (lingote de oro) de 1 kg. Asimismo en forma cilíndrica de 300 y 500 gramos. 
Desde el año 2005 elaboramos  UN QUESO  DE VACA CURADO Y MACERADO EN  ACEITE DE OLIVA EXTRA VIRGEN.

QUESERIA COLLERA  madura el queso en aceite un mínimo de 90 días macerándolo unos 60 mas en el aceite lo que le va a proporcionar ese único sabor tan apreciado por todos. 
En el año 2010 . sacamos al mercado los quesos “COLLERA. VACA, COLLERA CABRA Y COLLERA OVEJA” quesos todos ellos de forma rectangular (lingote de oro) y 500 gramos de peso"

Por su parte, en Asturias se viste de gala en Vidiago, reportaje para La Nueva España de Ana Paz Paredes (4-12-2010), se hace una especial cita a la quesería, los queseros y sus quesos:

"Riego es la localidad de Vidiago en la que vive y trabaja mano a mano con Manuel Collera, hijo del fundador de una quesería artesanal que en 1940 puso sobre la mesa sus primeras elaboraciones hechas con leche de vaca. Hoy ya cuenta con cuatro tipos de queso: el realizado con leche de vaca, el de cabra, el de oveja y un queso en aceite de oliva extra virgen de leche entera de vaca. El carácter artesanal de este queso de pasta prensada, la riqueza de su sabor y su identidad propia son algunas de sus características primordiales, así como el mimo y el cuidado con el que se elabora. Lo dice el maestro quesero: «Para hacer buen queso, además de saber hacerlo, hay que tratarlo con mimo, con cariño, sin mirar el reloj, con el tiempo que precise. Esto es fundamental para lograr un producto de calidad».

El 26 de abril de1996 Higinio del Río publicaba en El Oriente de Asturias una buena biografía del fundador, Baltasar Collera, que rescatamos de la página Llanes, cosas de Llanes. Su título es Baltasar Collera Posada (1911-1996), el del Queso de Vidiago:

"El padre tenía una tejera en La Rebollada, camino de La Borbolla, y la familia alternaba la labranza con la fabricación de tejas en la temporada de verano. Durante el invierno, como ocurría con todas las tejeras pequeñas, se cerraba.

Baltasar cuidaba el ganado y, cuando podía, asistía a la escuela. El maestro, de vez en cuando “jalaba” de las orejas a sus alumnos, pero había que reconocer que verdaderamente tenía el don del magisterio. Este señor era Francisco Mijares Mijares, autor de la “Monografía geográfico-histórica del Concejo de Llanes”, un libro fundamental para los llaniscos.

Desde crío, siempre ha sentido alergia a la violencia. En casa le aconsejaban que nunca riñera con ningunu, aunque en su caso este consejo estaba de más. Jugaban al saltu del burru, a las canicas, a la pita ciega y al escondite. El cura había formado un equipo de fútbol, pero Baltasar tuvo la santa prudencia de mantenerse al margen del asunto. Los había francamente torpes y siempre salía cojo alguno. Al cine iban poco, pero en las antiguas escuelas, que hoy están semi derruidas, echaban cine ambulante algunas veces. 
Nunca salió de Vidiago. Durante los años mozos, en las noches de otoño se juntaban hasta veintitantos rapaces y rapazas; relataban historias y jugaban al escarpín en corro mientras esbillaban las panojas hasta el amanecer. Espanojaban el maíz de la manera más divertida que podían y sabían. En la porreta estaba escondido el escarpín, y había que encontrarlo. Los mozos, con los ojos seguramente algo encendidos, metían la mano a ver si daban con él, y casi siempre lo que agarraban era la pierna de una buena moza. El último día de la faena se armaba una fiesta con sidra del duernu y castañas asadas. 
Hacían el pan en el horno de casa. Hambre, lo que se dice hambre, no se pasó hasta la guerra. Este paisano tranquilo, trabajador y de vida metódica había acabado el servicio militar en Zamora, pero el estallido del 18 de julio le colocó ante las puertas del Infierno. Fue movilizado por la República y en el frente de Oviedo resultó herido en una pierna y en una mano, de lo que tardó bastante en recuperarse, y ya no volvería a entrar en combate. Hasta varios meses después del final de la contienda formó parte de batallones de castigo por los alrededores de Madrid y en tierras de Extremadura. Arreglaban caminos y carreteras, cavaban trincheras, construían fortificaciones y recogían chatarra bélica y bombas sin explotar, que era lo peor.

Desmovilizado en 1940, regresa a Vidiago. Volvió a trabajar en la tejera familiar, pero por poco tiempo, ya que enseguida sus hermanos mayores, Fernando y Severino, empezarían con el queso, en el 42, aunque sin dejar la labranza. 
Todo el mundo hacía queso, pero la idea de comercializarlo salió de ellos. Frente a la forma redonda que daban los demás al queso, a ellos se les ocurrió presentar su producto en barras, porque pensaban que el queso redondo era más engorroso a la hora de hacer bocadillos. La ocurrencia tuvo fortuna y los de las tiendas empezaron a hacer pedidos.
(…)

Baltasar Collera Posada. Fuente página Llanes, cosas de Llanes

En la fabrica de queso de los Collera la producción diaria alcanzaba las veinte piezas, lo que representaba unos doscientos litros de leche adquirida en la propia parroquia a vecinos de Puertas, Riego y Vidiago. Nunca hubo queso bastante para satisfacer la demanda. Venía la gente a comprarlo a casa (incluidos los veraneantes) y tenían muchos clientes en la villa. Pilar Pérez Bernot, la de la tiendina de ultramarinos “La Pilarica”, en la calle Mayor 5, hija de Pedro “el Sordu”, fue una de las más fieles. Durante más de treinta años, martes tras martes, le dejó Baltasar barra y media bien pesadas que, por supuesto, ya estaban vendidas antes de ponerlas sobre el mostrador. Cada martes se repetía el mismo diálogo entre ellos:

- “¿Me podría dejar hoy una barra más, Baltasar?”, preguntaba Pilarina.
.
- “Imposible, hija mía. Ya lo tengo todo encargado”, respondía Baltasar.
.
Llegaba a la villa los martes, día del mercau, en el tren procedente de Santander. Sobre las diez y pico de la mañana descendía del vagón siempre con la gabardina puesta y dos cajas de cartón amarradas con cuerda, una en cada mano. Avanzaba con un andar pausado, de paso largo, sin concesiones a paliques callejeros, con el paraguas a la espalda colgado del cuello.
(…)"
Baltasar no patentó el “invento” de sus hermanos, ya fallecidos, hasta hace unos pocos años. Cuando se jubiló, asumió la batuta su mujer, Dolores, hasta que le llegó también a ella la hora del retiro. 
Se habían casado en la Iglesia de Santa María de Llanes, en 1954. Eran las seis de la mañana cuando se juraron amor eterno ante el cura. Los dos estaban de luto por el fallecimiento de la madre de ella, doña Agapita, que era también de Vidiago y descendiente de los Alvarez de Asturias, antiguos poseedores del solar en que se levanta la casa de Nava, comprada en 1882 por Manuel Lamadrid, en la que se alojó Zorrilla. (…)
Después del banquete de bodas, que se celebró en el Bar Colón, hicieron el viaje de novios a Gijón y duró quince días. La luna de miel pudo haberse prolongado más, de no ser por el aviso que les mandaron para que regresaran, dada la impaciencia de los clientes, que ya echaban de menos el queso
Del árbol familiar de Baltasar hay ramas perdidas al otro lado del océano. En México tenía dos tíos, hermanos de su madre. Uno de ellos murió en Gijón cuando la guerra (había regresado de mayor a Asturias, donde se casó); y con el otro, llamado Baltasar Posada, padre de ocho hijos, mantuvieron una relación epistolar que se fue diluyendo con el paso del tiempo, hasta perderse completamente el contacto. De él conservan todavía una fotografía de hace más de setenta años, en la que se ve la tienda de abarrotes de su propiedad en el distrito federal: “La Europea”, que tenía salida a las calles Tabuca y Menique"

Tras saber de la historia de este manjar quesero de Vidiago, proseguimos el Camino por Riegu: tal y como hemos dicho, en la bifurcación al pie de la quesería hay que ir a la derecha. Una flecha amarilla pintada en el poste telefónico nos lo indica


En el mismo cruce hay una pequeña cabaña, con la entrada tapada por este parterre de hortensias


Junto a la puerta, la concha del Camino confirma el trayecto a seguir


Pasaremos ahora junto a esta bella casa de corredor, sita en otra suave cuesta



Más allá de los árboles hay una casona, que apenas se vislumbra oculta por el ramaje, está en el acceso a la capilla de San Pedro, construida a finales del siglo XIX y restaurada. Si tuviésemos oportunidad no dejemos de visitarla, en su hermoso campo. Recientemente se han recuperado sus fiestas



Este es un estilo de corredor entre un cuerpo de la vivienda y el cortafuegos. En el citado trabajo El Corredor en las casas asturianas leemos también:
"La organización del espacio interno de las casas con corredor presenta gran número de alternativas, en las que lo más significativo es la diversificación y especialización de los espacios y la importancia que adquieren los representativos de «status" como la sala, estancia de uso poco frecuente, relacionada socialmente con el exterior, en la que se celebran acontecimientos de los que participan personas ajenas a la familia; en ella se recibe a las visitas de importancia, se come los días de fiesta y se da el pésame en los entierros. Además de servir como escenario social es en esta pieza donde se colocan los muebles y objetos más valiosos sentimental y materialmente; tampoco es raro que en una esquina se coloque una cama, funcionando entonces la sala como dormitorio ocasional. En la actualidad con frecuencia se ha compartimentado, empequeñeciéndola o anulándola para crear pequeñas alcobas.

 La especialización de las distintas piezas de la casa se manifiestan en el grado de independencia que alcanzan los espacios destinados a dormitorio, objetivo que se logra con su localización «arriba", remarcándose de esta manera las connotaciones de privatización o importancia que se concede a la segunda planta de la vivienda, en tanto que «abajo" se localizan los espacios de uso cotidiano, los de servicio y los de trabajo"

 Justo detrás de la casa el Camino pasa junto la entrada a su terreno, cuadra y henar

La cuadra un edificio grande, el establo propiamente dicho del ganado estaría abajo, arriba se almacenaría la hierba seca para alimentarlo cuando estaba estabulado. En la fachada se ve una parra. Hace tiempo que parece no haber actividad ganadera ni agropecuaria

El muro sigue, muy alto a la derecha. A la izquierda hay otro, más bajo y de piedras sin argamasa, cerrando la finca del caserón al lado de la capilla

Luego viene un tramo recto entre estos muretes, justo al norte del campo de la capilla

Nos acercamos poco a poco a la carretera, La vieja nacional 634, como la llama Miguel Rojo en El Comercio el 24-10-2010, cuando aún no se habían acabado todos los tramos de la Autovía del Cantábrico

"La Carretera Nacional 634 es una vía terrestre que discurre entre el barrio de Recalde, en San Sebastián, y la histórica Santiago de Compostela a lo largo de toda la costa cantábrica. Su longitud es de más de 730 kilómetros y tiene doble sentido. Durante años, para los vecinos del Oriente asturiano, esta carretera era conocida a secas como 'la nacional'. La auténtica vía de comunicación de todos los concejos de la comarca con la capital, Oviedo, y la salida de la región hacia Cantabria (...) 
Desde Ribadesella hasta Llanes la vieja nacional ha sido fagocitada casi en su totalidad por la autovía del Cantábrico. Sólo se asoma en diferentes puntos para dar servicio a algunas localidades entre ambas capitales de concejo. Pero después vuelve a resurgir con fuerza una vez pasado el temible cruce de La Arquera, cuando la A-8 se transforma de nuevo en nacional, pero esta vez con todos los flujos de tráfico acumulados sobre su sinuosos trazado entre pueblos, cruces flanqueados por pasos a nivel, límites de velocidad, accidentes y caravanas. Esa es la firma del tramo entre Unquera y Llanes. La salida por carretera de Asturias, sigue siendo la vieja nacional. Las obras de la A-8 avanzan, pero lentitas. El ritmo de trabajo no es el deseable, y el bajón en la actividad económica se ha notado también en el avance de los obras. Muchas empresas de transportes y servicios relacionados con la construcción de la autovía siguen teniendo dificultades económicas, algunas de ellas planteando expedientes de regulación de empleo o dejando en la calle a parte de sus trabajadores. 
Mientras se acaba y no la autovía, la N-634 sigue siendo la principal salida y entrada de mercancías y personas en el Principado desde el Este. Y para viajar desde Oviedo o Gijón a cualquier punto de Europa (Francia, Italia, Alemania, Suiza...) el tramo entre Unquera y Llanes es el único que se encontrará de doble sentido en todo su recorrido. El último embudo hacia Europa para los asturianos. El tránsito de vehículos a través de las localidades de Llanes y Ribadedeva, hasta abandonar la región, obligan a mantener límites de velocidad de entre 50 y 80 kilómetros por hora en buena parte de sus 22 kilómetros y medio, y la transformación de los dos carriles por sentido en uno solo causa habituales retenciones en sus dos extremos. Los accidentes por alcance son también habituales, así como los que se producen en los diferentes cruces. 
Los vecinos de esta zona, así como la que va desde Piloña a Ribadesella, vienen reclamando una mejora integral de la vía desde hace años, o una transformación en autovía. Y aunque se han realizado constantes mejoras, la mayoría no dejan de ser parches a unas heridas causadas por el tiempo y el caso omiso de las reivindicaciones. La N-634 es una carretera condenada a morir, pero lleva años agonizando"

Otro buen caserón estilo casa-bloque, de planta rectangular y con tejado a cuatro aguas. Esta es su fachada sur, la más luminosa, por eso aquí el balcón

Va quedando atrás el barrio de Sopeña. Al ser una travesía urbana este tramo de la N-634 dispone de buenas aceras. Esta es su historia según leemos en la página Villa de Colombres:

"Entre los años 1958 y 1959 la Jefatura de Carreteras de Asturias, estando dirigida por el Ingeniero de Caminos, Canales, y Puertos Vicente Checa, y con ayuda de los ayudantes de obras públicas Adolfo Pisa y José de la Varga, que se habían desplazado a EEUU para conocer la última tecnología de construcción de carreteras, redactó el proyecto de construcción de la carretera nacional de Unquera a Llanes. 
En aquellos años el Ministerio decidió acometer la construcción de carreteras mirando a EEUU como apoyo y, a modo de ensayo, fueron elegidas dos obras en toda España: Uno de montaña entre Madrid y Segovia, y el tramo de Unquera a Llanes; el último fue el primer tramo de lo que al final se convirtió en la Nacional 634.

La obra fue adjudicada a Dragados y Construcciones, y empezó la construcción en el año 1960. Aquello dio trabajo a gente de la zona, pero también llevó a los municipios de Ribadedeva y Llanes a muchos trabajadores de otras partes de Asturias, y de fuera de la provincia. 

El inicio de las obras fue horrible debido a la falta de experiencia en aquellos asuntos y las dudas que generaban los pliegos de condiciones americanos. Y se solucionó con la llegada, en calidad de Jefe de Obra, del ingeniero José Martín Alonso, con gran experiencia en la construcción de carreteras en América.(...) 

El 22 de Abril de 1961, un cronista de Llanes, puso en valor el retraso de las obras del tramo Bustio-Llanes, debido a meses de lluvias imprevistos y problemas técnicos, y que una vez solventado todo aquello, se estaba trabajando a marchas forzadas noche y día en varios turnos. También mencionó que todo aquello causó grave perjuicio económico a la empresa adjudicataria. Habló, concretamente, de la llegada de nuevas máquinas y más trabajadores para la zona.La carretera de Bustio a Llanes fue portada del famoso diario de tirada nacional ABC el 14 de Mayo de 1962, con una gran foto donde se podía ver una vista general del tramo de Bustio a El Peral. No obstante, la fecha de inauguración real de la carretera no está nada clara, porque en algunas fuentes se cita esa época de 1962 como inauguración, aunque las crónicas locales no lo mencionan en ningún momento a lo largo de toda esa anualidad, y en otras fuentes se habla que, por diferentes problemas, no fue inaugurada hasta mediados de la década de los sesenta. 

Si nos ceñimos al NoDo, no fue hasta la emisión 1351A del 25 de Noviembre de 1968 (https://www.youtube.com/watch?v=nNe75Ks4sSE), en un reportaje en color, cuando se informó al país sobre la puesta en marcha del tramo de Unquera a Llanes. En realidad, lo que he podido confirmar fue que, en los primeros días de Noviembre de 1968, fue inaugurado el tramo La Arquera-Balmori de lo que iba a ser la segunda obra civil de importancia en el Oriente de Asturias: la carretera general de Llanes a Ribadesella. La principal diferencia entre el primer tramo, de Unquera a Llanes, y el segundo de Llanes a Ribadesella, fue que en el primero el trazado cruzaba todos los pueblos, y en el segundo su trazado no cruzó población alguna"


Antes de eso, el "camino real de Santander a Oviedo" era denominado "malísimo y fragoso" en el Diccionario de Madoz, allá por 1846. Ocho años más tarde el citado Juan de las Carreteras protestaban al escribir que la mayor parte delos caminos asturianos solamente era transitable a pie o a caballo y no mediante carruajes o diligencias
 

Enlazamos con otro camino, también asfaltado, y nos dirigimos a la derecha, bajo más castaños que jalonan estos itinerarios jacobitas en Llanes


Algunas vías locales y antiguos caminos reales no desaparecieron con las nuevas carreteras, fueron transformados en vías pecuarias y, en bastantes casos, ensanchados, allanados y asfaltados para permitir la mecanización del campo y la comunicación rodada a los núcleos poblados, como sería este el caso


Se conservan no obstante los murios de piedra y la estructura de la antigua caja caminera


Llegamos entonces al cruce con la tantas veces mencionada N-634, pero NO llegamos a pisarla

Justo antes de llegar a su arcén tomamos este camino a la izquierda

Atendamos al mojón que nos lo indica, al pie de este seto...


Nos dirigimos a L'Aldea, otro de los barrios de Riegu, en el camino a Puertas


Pasamos delante de este caserón abandonado y nos dirigimos alas casas del fondo

Cada vez que pasamos vemos cómo va deteriorándose paulatinamente. En esta foto ha perdido el tejado, es posible que siga desmoronándose aún más y en poco tiempo

Antes de la construcción de la carretera, el viejo camino real había sido acondicionado para el paso de carruajes, siendo transformado, algunos edificios, topónimos y lugares que hemos conocido, como Las Cocheras, junto a la iglesia de Pendueles, dan fe de ello. Se discute si el antiguo Camino Real de la Costa estaba basado en una vía romana Brigantium-Ossarum, esto es, A Coruña o Betanzos y Oyarzun o Irún o era una red de caminos entrelazados, sendas naturales existentes desde la prehistoria aprovechando los pasos de la cornisa cantábrica, donde en no pocos lugares las montañas llegan hasta el mismo mar


Aquí, entre la Sierra de la Borbolla y la orilla del mar, hay una franja relativamente llano que sería uno de esos pasos naturales prehistóricos, tanto el camino real como la carretera, el ferrocarril y la autovía, discurren por ella


Por ello, en este pasillo litoral, desde la sierra al mar, se han hallado numerosas evidencias de antiquísima presencia humana, cuevas, pinturas rupestres, concheros, etc. y, ya llegado el megalitismo, las necrópolis dolménicas tan abundantes en la montaña


Esos campos de túmulos y dólmenes, donde destaca el Ídolo de Peña Tú en el extremo occidental de la Sierra de la Borbolla, que ya vislumbramos desde aquí, revelan los ancestrales usos pastoriles de la misma. Su misma planicie pudo haber sido sin duda otro gran pasillo natural que se extiende también linealmente paralelo a la línea de costa, de este a oeste

Pese a nuestra proximidad al mar los caminos antiguos no buscaban necesariamente pasar por la misma orilla sino la distancia más corta, evitando las sinuosidades de la geografía costera. Es más, el aprecio por las virtudes naturales de las playas (baños y sol) no se desarrolló plenamente hasta ya avanzado el siglo XIX. Más antiguamente solamente eran recorridas normalmente por pescadores, mariscadores y, dada su valía como ensenadas y abrigos, por navegantes de cabotaje, contrabandistas y corsarios, siendo por ello incluso considerados lugares peligrosos. Al ir a parar a ellas, siguiendo el curso de ríos y arroyos, los detritus de las poblaciones, mismamente insalubres


La Sierra Plana de la Borbolla se extiende entre los ríos Cabra (entrada al concejo de Llanes, por cuyo puente romano pasamos el río) y Purón, su altura viene a ser de unos 200 metros de media y eran famosos sus yacimientos de turba, de los que se extraía carbón vegetal. Los tradicionales usos ganaderos incluían cortar el rozu, matorral con el que se hacía la cama del ganado. Se sabe de presencia humana en asentamientos desde el epipaleolítico y al asturiense hasta la Edad del Bronce



Este tramo fue de los acondicionados en su época para el paso de carruajes. A partir de finales del siglo XVIII empezó a haber líneas más o menos regulares, como las diligencias, siendo famosas las carrilanas o carrilonas, de cinco caballos. Un viaje a Santander, por ejemplo, podía durar varios días y había varias ventas, posadas, cocheras y paradas de postas


Corredores, casi siempre mirando al sur. A veces el sol castiga con tal intensidad que se ha de poner un toldo buscando conseguir mayor sombra. Muchas casas han sido bellamente restauradas


Bifurcación y de frente: a lo lejos, el susodicho espolón occidental de la Sierra Plana de la Borbolla, donde se localiza el mítico Ídolo de Peña Tú, que recomendamos visitar, cercano al Camino, aunque para llegar a él hay una fuerte cuesta


Los usos turísticos y residenciales van sustituyendo a los agrícolas y ganaderos. Antes en cada casa había huerta y animales, ahora ya no, de todas maneras los pocos ganaderos que quedan tienden a tener rebaños grandes para especializarse, pues la casería tradicional asturiana de autoconsumo y cuyos excedentes se vendían en los mercados locales, fue dejando de ser rentable, desapareciendo prácticamente en nuestros días


Vieja cuadra en desuso. El ganado lo veremos mayormente en los pastos al lado del mar (por donde va la Senda Costera de Llanes, camino muy empleado también por los peregrinos y al que le dedicamos las pertinentes entradas de blog. Son rebaños de vacas, cabras y ovejas, fundamento de la importante industria láctea en la que destacan los numerosos tipos de quesos del oriente de Asturias


Un muro de piedra bien trabajado, una finca arbolada y una casa alta y llamativa señalan que pasamos junto a otra quinta indiana y sus jardines, sita a nuestra derecha


Barrio de L'Aldea, al pie de La Cuesta, otro de los accesos a la sierra. Además de restaurarse viejas moradas campesinas y cuadras, se han construido nuevas viviendas, gran parte segunda residencia, casas vacacionales, alojamientos, etc. La población empadronada es poca pero la presencia de gente residente se multiplica en verano y puentes, fines de semana, etc. sobre todo entre Semana Santa y octubre


Monte arriba, las omnipresentes plantaciones de ocalitos predominan en el paisaje de la costa cantábrica y buena parte del interior. un panorama que tendremos hasta llegar a la misma ciudad de Santiago


En la quinta indiana reconocemos entre sus árboles a la imprescindible palmera: su terreno se extiende entre el camino y la carretera


Mucho hemos hablado ya de los indianos, sus casas y sus cosas, y mucho habrá que hablar aún en nuestro itinerario por el camino norteño: su impronta abarca prácticamente todos los pueblos, villas y ciudades de este recorrido. En la página Turismo de Llanes se refieren así a los emigrantes llaniscos:
"El Oriente de Asturias fue una zona de fuerte emigración durante el siglo XIX y la primera mitad del XX. Los llaniscos tuvieron como destinos fundamentales Cuba, más tarde México y en menor medida Argentina. En épocas posteriores fueron a Venezuela y en los años 50 y 60 a Suiza y a Alemania. Se llama indianos a los triunfadores de la emigración americana que fueron generalmente grandes empresarios tabaqueros, textiles, y de ultramarinos y los más ricos banqueros. Muchos fracasaron y de ellos apenas queda memoria. Sin embargo los fuertes lazos familiares y sentimentales con México se han mantenido hasta la actualidad. Llanes es una parte de México y viceversa. La arquitectura indiana, parte ya de nuestra historia y memoria, nos dejó hermosos palacios y casonas, con identidad propia, que aquellos afortunados emigrantes levantaron en sus pueblos y que utilizaban en su mayoría como residencias de vacaciones. La casa del indiano domina en el medio rural por altura y diseño. Los indianos trajeron una arquitectura cosmopolita que se insertó de forma llamativa entre las casas tradicionales, para simbolizar el triunfo y el éxito. Además casi siempre sus verjas dejan ver al otro lado, jardines con ecos tropicales donde no faltan palmeras, magnolios, camelias y buganvillas. Solían encargar los elementos para la decoración y amueblamiento a París o a Barcelona, y trataron de equipar su lugar de añoranza con lo más moderno del momento. Estas casas eran el sueño de todo emigrante para regresar a la patria chica una vez cumplida su aventura vital. Se presentan en toda una gama de estilos y etapas variadas. Eclécticos, modernistas o de estilo montañés, todos los historicismos sirvieron para lograr unos edificios que evidenciaran distinción y empaque. Los indianos nunca olvidaron sus orígenes y sus pueblos y era frecuente su labor benefactora y filantrópica, Prácticamente todas las infraestructuras incluidas carreteras, cementerios, iglesias, casinos, boleras, hospitales y fundaciones de todo tipo se debieron al dinero americano.

Con el dinero de la emigración los pueblos cambiaron radicalmente. En Poo, Andrín, la Pereda y Porrúa, su benefactor les dotó de verdaderos conjuntos cívicos con instalaciones recreativas, (boleras y casinos) escuelas, iglesias y fuentes, lavaderos y depósitos de agua. En La Borbolla o Naves, se diseñaron hermosas plazas. Las innumerables boleras, todavía en activo se suelen deber al dinero de América, y muchas fincas donadas a sus convecinos fueron convertidas en parques públicos. El Llacín y las instalaciones del museo Etnográfico de Porrúa es una de estas donaciones. Además de las escuelas de La Arquera, verdadera joya de la arquitectura escolar, la de Vidiago,  es otro exponente de gran calidad, que no quita importancia a ejemplos menores y más sencillos que en su momento cubrieron una demanda educativa básica. En casi todos los pueblos del Concejo de Llanes puede verse algún ejemplo de este estilo arquitectónico"


Tal es el acervo indiano conservado que muchos concejos, incluido Llanes, potencian diversas rutas para conocer su huella. De ellas habla Pablo Antón Marín Estrada en El Comercio, el 4 de mayo de 2018:
"No hay lugar de Asturias en el que no esté presente la huella indiana. La arquitectura que promovieron desde finales del XIX a las primeras décadas del XX los emigrantes con fortuna retornados de América en sus pueblos de origen ha marcado el paisaje de la región y su pervivencia en el tiempo permite hoy seguir completas rutas para contemplar sus obras más singulares. Palacetes y casonas para disfrute de sus dueños, pero también numerosas edificaciones públicas: escuelas, casinos, parques, fuentes, lavaderos o boleras constituyen el legado de estos 'americanos' que nunca olvidaron su tierra natal. Visitar alguna de sus colonias repartidas de oriente a occidente del Principado puede ser un buen plan para un fin de semana. 
Los responsables turísticos de concejos como Llanes -uno de los que mantiene más visible la impronta indiana- proponen una ruta por diversos pueblos para conocer las muestras más significativas de este patrimonio. El recorrido parte de La Borbolla con su plaza y sus residencias de americanos; sigue en Pendueles, visitando la casona de Verines y el palacio de Santa Engracia y continúa por Vidiago, con sus escuelas y chalets modernistas, para detenerse en Purón a visitar Villa Antolín. La ruta pasa por La Pereda, con la capilla de Guadalupe y su bolera; Parres, con el palacete de Diego Escandón y La Arquera con otro ejemplo de escuelas indianas. En la villa de Llanes, la calle Concepción ofrece notables muestras de esta arquitectura, presente en todo su casco urbano y con el Casino como uno de sus edificios más singulares. Poo, Porrúa, Balmori, Posada, Naves y Nueva, son los otros lugares que visita esta ruta y en los que puede constatarse la importancia del elemento americano en sus calles"

Se discute y debate el porqué de la masiva emigración a América de gente entre la segunda mitad del siglo XIX y los años 30 del siglo XX. Priman indudablemente las razones económicas pero acompañadas de otras, como eludir el duro servicio militar (con numerosas guerras, las carlistas, la de África), las reformas liberales que quitaron trabas a la sal
ida de España, el crecimiento de las nacientes repúblicas americanas que necesitaban y auspiciaban la llegada de mucha mano de obra, buena parte de la cual se haría empresaria. Los cambios económicos, políticos y sociales de la década de 1930 tras el crack de 1929, con la República, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la posguerra acabaron con aquel periodo indiano. Siguió habiendo emigración a América, pero a otros países como Venezuela que ya no eran los clásicos de la aventura indiana -Argentina, Cuba, México principalmente- pero estos emigrantes de ultramar ya no eran considerados indianos, como tampoco los emigrantes a Australia o Europa. Tampoco eran considerados indianos otros emigrantes, como los trabajadores del zinc que se establecieron en Estados Unidos a partir de 1915 formando importantes colonias, cuestión que abordamos en los capítulos de este blog dedicados al Camino Norte en el concejo asturiano de Castrillón


Básicamente, los cambios sociales y políticos acaecidos en España a partir del final del absolutismo y luego los acaecidos en los años 30 comprenden, si bien como decimos hay debate, el periodo indiano propiamente dicho. También se sabe de emigración a ultramar en los tiempos de las colonias españolas, pero en Asturias no fue tan numerosa como para constituir un fenómeno social tan determinante y de tamaña magnitud


Puede decirse que la fisonomía actual de muchos pueblos y villas se debe a ellos, no solamente en sus chalets o mansiones, además de los edificios públicos que sufragaron (escuelas bibliotecas, cementerios, lavaderos y fuentes, casinos -centros sociales- populares o burgueses, etc.etc.etc.), también en gran medida la adecuación de caminos, la traída de aguas, el primer alumbrado, nuevas técnicas de explotación agrícola y ganadera, nuevas especies de árboles y frutos, nuevos movimientos sociopolíticos y culturales, industrias, artes, negocios y otro largo etcétera llega o se manifiesta a partir de su obra, a veces directamente y a veces con su influencia y/o inspiración 


Vemos casas nuevas y restauradas, pero también otras cerradas y deshabitadas que en sus años de esplender debieron ser buenas caserías, símbolo ahora del éxodo rural, comenzado de manera importante con el crecimiento urbano de industrial de las ciudades y áreas metropolitanas a partir del final de la posguerra e incrementado grandemente en los años 60, 70 y 80 del siglo XX, corriente migratoria hacia ciudades asturianas, españolas y europeas pruncipalmente, peroi también,como hemos dicho a ultramar, aunque ya fuera del fenómeno de los indianos


A la altura del portón de la cuadra, un cruce, seguimos de frente


A la izquierda la pensión La Aldea. Muchos alojamientos rurales, aunque no pensados en sí para los peregrinos, los acogen gustosamente, sobre todo a partir del gran boom de los Camino del Norte, que si bien señalizados y bastante transitados a partir de los años 1993-94, el paso constante de peregrinos en gran número se consolidó en torno a una década después, sobre todo entre marzo (comienzo de la primavera) y noviembre (otoño avanzado) pero también se ven no pocos en invierno, sobre todo si el clima acompaña, ya que en la costa el tiempo suele ser más suave que en el interior y la cordillera. Es por ejemplo muy extraño que nieve al nivel del mar y si lo hace solo unas horas de un día y sin cuajar, salvo años excepcionales cada bastante tiempo


Otra encrucijada, también aquí hay que cruzar y seguir adelante y en recto


Ahí está Casa Garman, rodeada de jardín y cercada por otro muro de piedra


Precisamente en el muro tenemos la concha indicadora


El símbolo jacobita por excelencia, si bien hubo otros, pero este fue el más extendido, teniendo varios significados, los más antiguos vinculados a la fertilidad como elemento femenino, símbolo de divinidades precristianas y sus atributos, como Venus y similares. Al ser especialmente abundantes en el mar más próximo a Santiago (Fisterra, final último del Camino) eran una forma de demostrar de manera ostensible el haber llegado allí. Los vendedores de conchas dieron nombre, como los plateros o los azabacheros, nombre a todo un barrio compostelano. El famoso Códice Calixtino, primer gran guía-compendio de las peregrinaciones en la Edad Media, dice así:
 “unos mariscos en el mar próximo a Santiago, a los que el vulgo llama vieiras, que tienen dos corazas, una por cada lado, entre las cuales, como entre dos tejuelas, se oculta un molusco parecido a una ostra. Tales conchas están labradas como los dedos de la mano y las llaman los provenzales nidulas y los franceses crusillas, y al regresar los peregrinos del santuario de Santiago las prenden en las capas para gloria del Apóstol, y en recuerdo de él y señal de tan largo viaje, las traen a su morada con gran regocijo. La especie de corazas con que el marisco se defiende, significan los dos preceptos de la caridad, con que quien debidamente los lleva debe defenderse, esto es: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”

En nuestros días se dicen simbolizan, como señal, otras cosas, los diferentes caminos que confluyen en Santiago, por ejemplo. De todas maneras al colocarlas en diversas posiciones según el lugar parece que en vez de confluir salen, lo ha provocado despistes, cuando en realidad NO INDICA la dirección sino por dónde va el Camino. Si atendemos a la normativa de la señalización jacobea habrían de ir, para bien ser, acompañadas de una flecha amarilla que sí sería el elemento direccional. Así lo plasman las Directrices el Consejo Jacobeo:
"El emblema de la concha se creó con la intención de identificar un símbolo con el Camino de Santiago. En su origen, tiene un significado orientativo, de posición, no necesariamente direccional. Representa la convergencia de rutas que desde distintos lugares conducen a un punto, siempre en el oeste. No se creó, por tanto, como indicador de dirección, sino como símbolo del Camino, si bien podría ser usada con ambos fines (posición y dirección) en casos puntuales, como en el entorno de bienes declarados por su interés cultural o en conjuntos históricos, donde se podrá sustituir el cartel indicador por una concha en suelo, a fin de minimizar el impacto de la cartelería. El Consejo Jacobeo recomienda que el emblema de la concha se utilice como símbolo identificativo del Camino de Santiago y aconseja que su representación, proporciones y colores, así como su utilización, se ajusten a las indicaciones contenidas en el Manual de Uso publicado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo en 1989:
Es aconsejable que este símbolo aparezca junto con la flecha amarilla, que indica la dirección, en aquellos soportes que así lo permitan"

Otros dos caminos se abren al paso: es el de la derecha el correcto


Seguimos el muro de Casa Garman, pasando delante de su fachada sur


Y esta es la entrada posterior, la delantera está mirando a la carretera, al norte


Bosques de la Cuesta, en las laderas de la sierra


Y allí, un hermoso caserón con gran galería mirador


Parece tener dos partes o cuerpos diferenciados que, pese a algunas reformas, mantienen lo que fueron dos estructuras. A la izquierda delata ser la más antigua, con ventanas más pequeñas y algunos dinteles muy del gusto de los siglos XVI y XVII


La derecha es más bien del siglo XIX a finales, o comienzos del XX, tal vez se añadió a la casona anterior o se reformó, pues presenta grandes ventanas a manera de balcones no salientes y una enorme galería abuhardillada y acristalada. Sea como sea constituye un buen ejemplo de arquitectura señorial y popular con su reminiscencia indiana, pues esos acristalamientos fueron especialmente fomentados por ellos, ya que la industria del vidrio se expandió en sus tiempos, a partir de 1880 en Asturias, siendo profusamente empleado tantos en construcciones nuevas como en la reforma de las antiguas, cerrando antiguos balcones y corredores para integrarlos térmicamente en el interior de la vivienda


Un viejo muro puede señalar que son dos propiedades diferentes desde hace mucho tiempo, lo que podría explicar estas dos trazas tan diferentes en un mismo edificio. Más a lo lejos, a la izquierda reconocemos otra casa, más pequeña y de más reciente construcción, por su corredor extendido a lo largo de sus cuatro lados y su tejado se pensaría fuese un hórreo o panera transformado en vivienda, o una vivienda que imita su estructura


Justo antes de la gran migración indiana, la I Guerra Carlista llegó a Llanes. Nunca tuvieron los carlistas un frente estable y continuado en Asturias (aunque lo intentaron) sino guerrillas montesinas, así como partidas procedentes del País Vasco y Navarra vía Cantabria. En 1834 por ejemplo, penetró, viniendo de Santander y entrando por Unquera, la de Bárcena y Arroyo, siguiendo estos caminos y ocupando la villa de Llanes brevemente. Volvemos a Apuntes históricos, genealógicos y biográficos de Llanes y sus hombres, a ver qué nos cuenta su autor, Manuel G.Mijares, al respecto:
"En Abril de 1834, entró en esta Villa, procedente de las montañas de Santander, la primera partida de carlistas en número de ciento y pico de hombres, sin organización ninguna, al mando de Bárcena y Arroyo; y aquí se habilitaron en esta Aduana de la pólvora y municiones de que carecían, pues el último cartucho le gastaron en Pesués y Unquera en una pequeña escaramuza sostenida con los Milicianos de Torrelavega, apresando éstos en el último punto una caballería cargada de fusiles y haciendo prisionero a un Carabinero de San Vicente de la Barquera que se había unido a los carlistas a su paso por aquella villa. Robaron la sal y efectos estancados, los aguardientes y comestibles, pernoctando una noche, y a la mañana siguiente, marcharon hacia Cangas de Onís, llevando en rehenes a los Beneficiados de esta Iglesia don Fernando Diaz Noriega y don Fernando García Basco, a doña Teresa Merino, doña Ana Aldad de Posada y doña Ramona de la Llera, cuyas personas fueron rescatadas en Celorio por los Monges Benedictinos de aquel Convento de San Salvador, previa entrega de nueve mil reales que los mismos Monges adelantaron. 
A los dos días de la salida de esa partida latro–facciosa, se acantonó aquí una compañía de Carabineros, y poco después el Batallón provincial de Laredo, al mando por meses estos dos cuerpos entre Llanes y el punto de Colombres, cuyos acantonamientos duraron dos años. 
A la llegada de los Carabineros, principiaron las represalias contra los realistas de modo que muchas personas ni aun de casa podían salir. Entonces se organizó una partida de carlistas compuesta de quince hombres de la villa y su parroquia, al mando del Administrador de Rentas don José Collar, y marchó a reunirse en Castilla con otras levantadas en otros puntos. El Administrador señor Collar ha sido tan probo y honrado, que dejó sobre la mesa sus cuentas perfectamente liquidadas, y así mismo los fondos a su cargo, todo al cuidado de su sirvienta Joaquina Varela, quien lo entregó a la autoridad"

Dos años después, y entrando también por Unquera, repetiría la misma operación la partida de Pablo Sanz:

"En 28 de Septiembre del mismo año de 1836, entró en Llanes por Unquera una división carlista al mando del general don Pablo Sanz, compuesta de siete batallones de infantería y dos escuadrones de caballería. Se alojaron en la villa y sus arrabales repartidos entre todos los vecinos. Se les dieron raciones, y sin cometer grandes excesos, marcharon en la mañana del siguiente, día veinte y nueve, con dirección a Cangas de Onís. 
La casa del comisionado de bienes nacionales, en la que solo se hallaba una anciana señora imposibilitada y en cama al cuidado de una fiel criada, pues la demás familia habíase retirado a la aldea por temor a la tropa, fue custodiada por un piquete de carlistas todo el tiempo que pernoctaron en la villa, a fin de preservarla de cualquiera exceso. Se supo después, que la guardia había sido puesta a ruegos de un Jefe que había sido fraile en Celorio, y agradecido, quiso pagar el fino porte tenido con él cuando su exclaustración. 
A las dos de la tarde del mismo día veinte y nueve, entró también en Llanes por Unquera otra división Cristina al mando del Coronel Brigadier señor Castañeda, picando la retaguardia a la de Sanz, compuesta de tres batallones de infantería y dos escuadrones de caballería inglesa. Formaron pabellones en la plaza, y a pesar de lo temprano de la tarde, y de venir socorridos por cuatro dias desde San Vicente de la Barquera, pidieron alojamiento y raciones. El entonces alcalde de esta villa señor don Blas Alejandro de Posada y Castillo, se opuso a tal petición, manifestando al Jefe señor Castañeda el cumplimiento de su deber, puesto que el enemigo se hallaba cerca. Mediaron sobre esto fuertes contestaciones, y hasta amenazas, desconociendo la autoridad del Alcalde, viéndose éste precisado a hacer valer sus títulos y grados militares, descubriendo su pecho y sus bocamangas que cubría con un levitón de abrigo. Sorprendido entonces el Jefe y oficiales de la división, reconocen su falta; y el señor don Blas empuñando el bastón de Alcalde dice:–«no a mis grados y títulos, si n a este bastón que representa la autoridad real, se debe obediencia, sumisión y respeto.»–Así se reconoció en efecto por todos, y reconoció también el señor Castañeda la energía de un antiguo amigo y condiscípulo: mas como en estas cuestiones habían pasado las horas, y se acercaba la noche, se alojó la tropa, el Alcalde llevó a su casa al Jefe y ayudantes, y a la mañana siguiente marchó la división hacia Ribadesella"

En 1837 no sería una partida procedente del gran frente carlista vasco-navarro, sino una guerrilla formada por vecinos de la cercana Peñamellera, la que rondaría por las tierras del oriente asturiano, siendo pronto desbaratada:

"En Junio de 1837, una docena de jóvenes alegres del Valle de Peñamellera, comandados por don Anselmo Diaz de Alles, dieron el grito carlista, y solo se ocuparon en merodear por aquellos pueblos reclutando prosélitos, pero sin cometer ninguna clase de excesos. Vino a Peñamellera con dos compañías de soldados el Jefe Político de Oviedo, don Juan Antonio Garnica, y tal tino y acierto tuvo en medio de la fogosidad de su carácter, que consiguió reducir a la obediencia a todos aquellos ilusos, después de lo cual, pasó a Llanes y alojando su fuerza, pernoctó tres días en la casa de su tío, el señor don Blas Alejandro de Posada, en cuyo tiempo creó y organizó el primer cuerpo de Voluntarios Nacionales de esta villa, que duró hasta el año de mil ochocientos cuarenta y uno"

Antes de los carlistas, entraron y salieron de Llanes, atravesando y ocupando el concejo varias veces, las tropas napoleónicas que, aunque se asentaron más tiempo que los carlistas, que casi llegaban y se iban, tampoco consiguieron establecerse de manera permanente demasiado tiempo. La primera vez fue Bonet en mayo de 1809, cuando tras romper la defensa del río Deva avanzó por aquí hacia Llanes, saqueando la población, tal y como comentamos en la entrada dedicada al paso del Camino por Bustio. De todas maneras, unos meses antes los primeros quebrantes los ocasionaron no las tropas francesas sino las propias, en indisciplinada retirada tras la derrota de Espinosa de los Monteros, siguiendo siempre a García Mijares:

"En esta villa (Llanes) se creó una junta para promover donativos y cuidar de la subsistencia de los mozos que se reunían de este concejo, y de los militares transeúntes, en que se trabajó con la mayor actividad.

A fines de Septiembre de dicho año de 1808, pasaron por esta villa cuatro mil hombres de tropa asturiana, al mando del general de división don Vicente María Acevedo, con dirección a Vizcaya y punto de Espinosa, a incorporarse con el ejército de cuarenta mil hombres que mandaba en jefe el señor don Joaquín Blake.

En el mes siguiente entró por Irún el emperador Napoleón con fuerzas muy superiores, y se cayó sobre las del general Blake, por no haber querido o podido ayudar al general Castaños, que debió atacar por la parte de la Rioja con igual fuerza: resultó la gran dispersión que llamaron de Espinosa; bajó una gran parte del ejército por las montañas de Santander y pasó por esta villa, causando muchos daños, en especial, los soldados que llamaron del Norte (porque habían estado en aquellos países): a la verdad era una escena la más triste ver pasar tanto número de soldados y dependientes del ejército sin orden ni disciplina, sin otra ley más que su capricho, amenazando a todos, matando ganado, y apoderándose de casas y almacenes, bebiendo y derramando los vinos y aguardientes que no podían consumir, anunciando que estaba inmediato el enemigo.

El vecindario se vio entonces en el mayor conflicto: no se oían mas que lamentos por todas partes, y olvidando cuanto tenían, se retiraban a los lugares mas remotos"


Es seguidamente cuando se acercan las primeras avanzadas francesas y se consolida unos meses el frente de Unquera:
"Se fue acercando el enemigo al rio de Unquera, y envió adelante una avanzada de ciento sesenta hombres, los treinta de a caballo, los cuales entraron en esta villa el día 24 de Noviembre de dicho año, por primera vez, sin oposición alguna, pues todos los vecinos se habían ausentado excepto algunos viejos y enfermos que no pudieron salir, y excepto el Juez don Cristóbal Gutiérrez que, en compañía de don Antonio José de Mendoza, don José Quintana, don Fernando Robredo, don José de Vela y don Tomás Bernal del Escribano, les salieron a recibir hasta la portilla primera de la Galea (que estaba donde se cruza la carretera con el camino del Cueto y la subida de la Guía.) Se dio de comer a los oficiales en la casa del Cercado, y se repartieron raciones a la tropa: a las cuatro horas volvieron a marchar con dirección a Colombres, pero el enemigo se portó con tanto orgullo que en adelante nadie los quiso volver a recibir. Se apoderaron de los almacenes reales de tabaco y sal, y pusieron expendedor de su cuenta: al paso por el Valle de Mijares mataron a Alonso Diaz, vecino de Covielles, viéndole correr de una casa a otra. 
A los dos días volvió otra avanzada en mayor número, y habiendo entrado en el pueblo a las diez de la noche con secreto, hicieron una gran hoguera en la plaza y quemaron una buena porción de armas que hallaron en las casas de don Andres de Posada, haciendo lo mismo con las sillas y camas que encontraron en ellas, y al amanecer volvieron a marchar sin pedir raciones. 
Por tercera y cuarta vez volvió a entrar otra avanzada de solos ochenta hombres a principio de Diciembre; el Juez pasó aviso secreto a dos compañías nuestras que se hallaban a media legua, y habiendo avanzado hasta la Galguera, al tiempo que el enemigo marchaba por la cuesta del Santo Cristo del Camino, lograron ahuyentarle, hacerle dos prisioneros, y matarle un tambor. 
A cuatro o cinco de Diciembre del mismo año, reunidos algunos soldados, paisanos y marineros en número de ciento cuarenta hombres, bajo la dirección y comando del Gobernador Militar de esta villa don Blas de Posada, se apoderaron del punto de Unquera, ahuyentando al enemigo y tomándole dos cañones de a cuatro. Se pasó aviso al General don Francisco Ballesteros que se hallaba en Ribadesella, y llegó oportunamente con la tropa necesaria para reforzar y asegurar dicho punto: se aumentó después cada día el número de tropas nuestras: se hicieron parapetos, y se pusieron algunos cañones en los parajes mas expuestos de modo que por muchos meses fueron en vano todas las tentativas del enemigo, antes bien por el contrario, el General Ballesteros pasó muchas veces el rio, y acometió al enemigo en sus posiciones con tan buen éxito que se hizo temible a los franceses y se adquirió mucha reputación; era muy activo e hizo conducir desde el Fuerte de esta villa un cañon de 24, hasta colocarle en la cuesta que domina el rio, con lo que logró nuevas ventajas desmontando la artillería de los enemigos. 
En los cinco meses que se sostuvo el punto de Unquera se contagió la tropa de fiebres pútridas; hubo muchos enfermos y se propagaron esta especie de calenturas. Se estableció un hospital militar en la casa palacio de el Conde de la Vega: el Concejo concurrió con tarimas, ropa blanca y gergones y reunieron como unos doscientos enfermos: se nombró contralór, enfermeros y cabos de sala y se originaron muchísimos gastos. Era muy dolorosa la conducción de los enfermos desde Colombres; unos fallecían por el camino; otros espiraban al entrar en el hospital; este estaba falto de muchos artículos, por que habiéndose pensado de prisa, era consiguiente hallarse mal servicio. Murió bastante tropa, y se eligió para cementerio la huerta de las Barqueras, de la casa de Barrio, (hoy de don Juan Risco.) No habla capellanes de regimiento, y era forzoso que los curas y capellanes de esta villa asistiesen a los moribundos por alternativa, con peligro evidente de contagiarse. En efecto enfermaron la mitad de los clérigos, y murió el cura beneficiado don Alonso Ramos y el presbítero don José Vitorero"

Diversos avatares provocarían entonces la caída del frente de Unquera en el río Deva, corría la primavera de 1809:

"A mitad del mes de Mayo de 1809 amenazaron los franceses el Principado, y acometieron por la parte de Pajares, puntos de Ventaniella y la Mesa, con cuyo motivo fue llamado el señor Ballesteros a Oviedo. Llevó consigo uno de los regimientos que resguardaban a Unquera y se debilitó aquel punto principalmente por la falta de Jefe, y todos se persuadieron que el enemigo entraría cuando quisiese. Así sucedió. 
Los franceses, en número de 2500, al mando del general Bonet, pasaron el rio el 21 de dicho mes; el paisanaje de estas inmediaciones, el Gobernador militar Posada y otros Jefes de la alarma se reunieron en esta villa, y con sus chuzos salieron en la tarde del 22 a la cuesta del Santo Cristo del Camino: el enemigo, con la vista de la gente se contuvo y se acampó en las inmediaciones de San Roque; a la mañana siguiente avanzó muy temprano: los paisanos quemaron la pólvora y se retiraron, y el enemigo entró sin oposición. Como hallaron al pueblo sin prevenciones, y no hubo quien los recibiese, saquearon las casas y robaron cuanto pudieron, lo que no sucedió en otras villas de la costa que les salieron a encontrar. También estropearon el archivo del Ayuntamiento, raseraron los padrones de calle hita, órdenes y demás papeles que se hallaban en él. Los primeros soldados que entraron dispararon y mataron al marinero Hilario del Castillo, por que tenía un fusil en la mano y no le quiso largar. También mataron a Santiago de la Fuente, vecino de Póo, por que le hallaron en casa unos cartuchos de pólvora. Pero uno de los oficiales primero de a caballo, al llegar a la portilla del convento (que estaba al extremo Occidente de la Huerta de don Ramón M. de Labra, frente al colegio de primera y segunda enseñanza), fue muerto de un balazo que le disparó un soldado asturiano desde el camino. 
Dejaron una guarnición corta en esta villa al mando del Coronel Cretén, y los demás siguieron a Oviedo con otras tropas que después fueron entrando, y al cabo de un mes volvieron a pasar por esta villa y Cabrales, por que los asturianos, al mando de Ballesteros, les llamaron la atención por Santander, a donde fueron a caerse tomando el camino por los montes de Covadonga. Al pasar el enemigo por el valle de Mijares, disparó a José Mijares, por que se les hizo sospechoso. 
En 19 de Agosto del mismo año de 1809, volvieron a entrar los franceses en esta villa en número de trescientos hombres; la mitad se adelantó a Ribadesella y trajo arrestado a don Antonio Ardines. 
En el mes de Octubre del expresado año llegó el Coronel don Carlos Rato con un Ingeniero a reconocer varios puntos de defensa, y acordaron fortificar la línea de Purón. Se construyó una buena trinchera de tierra y fagina; se arrimaron algunos cañones con la tropa y artilleros correspondientes al mando del general don Nicolás Ponte, que vino luego a promover las obras, fijando su cuartel general en los lugares de el Acebal y Covielles"

En enero de 1810 la nueva línea defensiva se estableció un poco más al oeste, en el río Purón (hacia donde nos encaminamos), pero también fracasó en la tentativa de contener a los franceses y estos volvieron a ocupar Llanes, sucediéndose diversos comandantes al mando de la plaza, quienes impusieron severos impuestos y servicios a sus habitantes, además de quemar el palacio de El Cercáu. 

"Después de dos meses de trabajo y cuando todos habían concebido alguna esperanza de defensa, volvió el General Bonet, a intentar el paso por esta parte de la provincia. Pasó el rio de Unquera con cuatro mil hombres, y se acercó al de Purón el dia 25 de Enero de 1810. Después de una hora de resistencia por nuestra parte, aparentó el General enemigo un parlamento, y mientras se evacuaba, hizó conducir a cierta altura sus cañones, batió nuestras líneas y pasó la tropa el rio, y nuestros soldados desampararon sus posiciones. 
Los franceses acamparon en aquella noche en la villa y sus inmediaciones, pero principalmente el mayor número cargó sobre la Pereda y Parres en donde hicieron un rico saqueo, por que los pudientes habían retirado hacia aquellos lugares sus principales haberes. La tropa enemiga se entregó al desorden: cometió mil excesos con las gentes dispersas que encontraron escondidas por las cuevas y pajares, y es imposible explicar la pena y aflicción en que todos se vieron: muchos se salvaron subiéndose a los montes de noche por medio de las nieves, prefiriendo la compañía de las fieras a la de los franceses; a la verdad, que semejantes escenas solamente las puede conocer el que las experimenta por sí mismo, o el que las coteja con la aflición general en que se hallará el género humano cuando amague el fin último de todas las cosas. 
El enemigo encendió en aquella noche una multitud de hogueras; cenó sus robos; a la mañana siguiente registró lo que no había podido hacer por la noche, y a las diez del día se le dio la orden de marchar hacia Oviedo cuya ruta siguió también la tropa que fue entrando. 
En el mes de febrero determinó el general Bonet poner guarniciones fijas en las capitales de los concejos, asegurarse mejor, y mantener la correspondencia. Dio orden a Mr. Obrill, Comandante, para que permaneciese en esta villa; se hospedó los primeros días en la casa de la Botica, delante de la capilla de San Roque, y después se pasó al convento, que estaba desocupado, por que las Monjas se habían retirado a Caldueño. Solo estuvo aquí un mes de gurnición; era de carácter duro y mandó se quemase la casa de Ardisana del Gobernador Militar don Blas de Posada para lo cual dispuso que la tropa saliese de noche. 
A principios de Marzo de dicho año de 1810, llegó a relevarle Mr. Guillot Comandante del cuarto Batallón del Regimiento 119; era casado, tenia en su compañía muger e hija: era de genio moderado y compasivo. Su guarnición se componía de 260 hombres; hizo en el convento varias obras de defensa: construyó parapetos en las puertas principales, y al rededor de la cerca; fue herido en un brazo en una salida que hizo contra las partidas españolas. 
En 25 de Abril del mismo año vinieron cuatrocientos hombres al mando de don Pablo de Mier y de don Fernando Rubín con intención de apoderarse del convento y de su guarnición; le pusieron sitio formal, repartiendo su tropa en sitios ventajosos dominantes al convento esperando se rindiese por falta de agua: sacaron del Fuerte de esta villa un cañón de a veinte y cuatro, y le colocaron en Cotiello sitio de las Escortes; le dispararon cinco veces contra el enemigo con buen efecto, pero por falta de pólvora no pudo continuar. Apurados los franceses hicieron una salida el 30 a las ocho de la mañana divididos en tres columnas; sorprendieron a los nuestros, y se dispersaron por de pronto; cuando se trataba de reunirlos otra vez, llegó a los franceses el refuerzo que esperaban y fue preciso abandonar el plan. 
El Comandante Guillot contuvo mucho a su tropa a la salida, pues de otro modo hubiera cometido numerosos excesos. Solamente mataron a don Miguel Medina. Regente de la Botica, y algún soldado que se descuidó. 

Entonces tuvieron principio las dos juntas de subsistencias y municipalidad; aquella entendía en el surtido de las tropas, y ésta en el Gobierno de la villa y concejo, que fue creada algo posterior. Para los cargos se mandaba echar mano de hombres de probidad, pero se conoció después que esto era de poca importancia, por que los vocales no eran otra cosa que unos meros criados de los franceses; el comandante pedía granos, dinero o vinos por medio de su comisario en la cantidad que le parecía, y era forzoso buscarlo, no admitía réplica; no se atrevían a contradecirle por que luego estaba la amenaza encima; al mismo tiempo los que componían tales juntas eran odiados de todos, en especial de nuestras guerrillas que los buscaban para arrestarlos y conducirlos a su cuartel de Vivaño, y si no lo podían conseguir exigían de su muger y familia una buena multa o multas cuando tenían domicilio en las aldeas; para evitar estas vejaciones o por celo de la patria, desamparaban las juntas, y ellos mismos se pasaban a las partidas españolas, pero en este caso también incurrían en la indignación de los franceses que los buscaban para el castigo.

En estos días de calamidad todos padecían, tanto los que mandaban como los que obedecían.

Las partidas asturianas mantenían su guardia en el Santo Cristo del Camino, en Parres y en Póo, para impedir las contribuciones de los lugares o apoderarse de ellas. Los franceses de esta guarnición no se daban por satisfechos ni admitían disculpas, aun cuando se les hiciese ver que las contribuciones habían caído en poder de las guerrillas: decían; tráiganlo de noche y por senderos desusados y sino quedarán en descubierto y se les exigirá el duplo: de modo que los vecindarios o tenían que duplicar los pedidos, o sobornar con dinero a las guardias amigas para pasar con sus contribuciones y entregarlas a los enemigos: situación dolorosa que duró muchos meses.

El comandante que, pasados los tres meses de guarnición, sucedió a Mr. Guillot, lo fue Mr. Pati, del tercer Batallón del Regimiento 119, con 250 hombres, en el mes de Julio de 1810: era de genio ardiente y rígido, aunque nada sanguinario. Permaneció en esta villa más de ocho meses: se ocupó mucho en fortificar mas y mas el convento; aumentó el número de parapetos, dándoles mejor disposición, aseguró las entradas, poniendo tras de las puertas barricas llenas de piedras, colocando cañones en ciertos puntos y hasta en el campanario, de modo que se gloriaba de que toda la tropa de la provincia no era bastante para echarle del convento.

Nada le costaban estas obras; pedía a los lugares los peones y oficiales necesarios; trabajaban cuanto se les mandaba, y no se les daba ni una mala ración, el Comandante tenia particular gusto en inventar nuevos trabajos, y los oficiales tenían que obedecer y sacrificarse. Se equipó de cuanto necesitaba; hizo llevar al Convento los muebles que le pareció para su comodidad, sillas, mesas, catres, tren de cocina, ropas, colchones, etcétera, sacándolo de las casas y dejando a los vecinos empobrecidos y miserables. Mantenía una mesa abundante y regalada para él y sus oficiales a costa de los vecindarios de estas inmediaciones, pues los lugares distantes no podían contribuir a causa de las partidas Españolas que lo impedían"

Efectivamente, actuaron varios guerrilleros locales para hacerles frente, al mando de José Posada (de Balmori) y Zapatinos:

"En efecto, estas guerrillas incomodaban mucho a Pati y a su tropa; se habían fijado en Vivaño dos compañías de soldados con el plan de oponerse a la guarnición de esta villa, impedir las contribuciones y protejer a los quejosos: elegían justicias independientes en el valle de Ardisana: hacían sus mercados y había más concurrencia que en Llanes, lo cual incomodaba sobre manera a los franceses que hacían sus salidas para batir aquella fuerza, pero nunca pudieron deshacerla. 
Principalmente se distinguió en estos encuentros, el oficial don José Balmori, natural de Posada, que con solos cien hombres, se acercaba frecuentemente a esta villa a provocar a los franceses, y los esperaba con serenidad y con ventaja: no se habrá olvidado nunca a Pati, la emboscada que Balmori le armó en Purón, en donde le cogió trece hombres con su sargento. 
Aparecían otras veces partidas del Regimiento de Cangas, que interceptaban la correspondencia al enemigo, protegían el desembarque de armas y vestuarios que traían los Ingleses, e impedían los víveres que los lugares debían traer a la guarnición francesa. 
De este modo se ejercitaba la tropa asturiana, pero los vecindarios quedaban comprometidos: el enemigo viéndose estrechado, pedía auxilio a las otras guarniciones, y luego que le llegaba, salía por los lugares que no habían enviado su cuota; traía cuanto ganado encontraba en compañía de sus dueños; exijía todos los atrasos y encima una buena multa. Era muy doloroso el ver entrar trescientas o cuatro cientas cabezas de ganado, vacas para parir o recién paridas, y encerrarlas en tiempo de invierno en sitios al descubierto y a la intemperie de noches cruelísimas, y oír a los dueños lamentarse de su pérdida, único resto que les quedaba de sus haberes: y no menos triste era escuchar el bramar de frio del ganado, y en morirse de hambre, y sufrir la estoica frialdad de los Franceses que no lo entregaban sino después de bien reintegrados. 
Llegaron a aumentarse tanto las guerrillas asturianas en este Concejo, que la guarnición enemiga estaba circunvalada por todas partes: en cinco meses, solo eran contribuyentes el valle de Pendueles, el de Mijares y esta Villa: a vista de ello, se suplicó varias veces al Comandante aliviase las contribuciones, pero no hubo lugar, y se empeñó en que estos pocos vecinos habían de llevar la carga que antes recaía sobre todo el Concejo: en poco tiempo además de la contribución de granos, se hicieron los repartos siguientes, que recayeron sobre los dos valles referidos, villa y arrabales.

Repartimientos
Año de 1810
  • A primeros del mes de Octubre se repartieron por los franceses
  • A 15 del mismo
  • A 16 de noviembre
  • A 28 del mismo
  • A 31 de Diciembre
  • 29.000 rs. v.
  • 14.000 rs. v.
  • 9.996 rs. v.
  • 14.600 rs. v.
  • 22.300 rs. v.
Año de 1811
  • A 12 de Enero
  • A 16 del mismo
  • A 7 de Febrero
  • 6.220
  • 7.888
  • 6820
Total110.824 rs. v.
Por la contribución de estos seis meses, se podrá inferir la que sufrió el concejo en diez y ocho que subsistió aquí el enemigo; además se daba pan, maiz, habas, hierba, leña, árgoma, diario para la mesa y salario para el Comandante, de modo que los franceses se proponían enriquecerse en semejantes destinos. Pati para sus exacciones se valía de un comisario perverso que traía consigo, cuyo nombre no merece escribirse, aunque su crueldad y orgullo nunca se olvidarán a los vecinos; éstos se lamentaban y lloraban la opresión en que se veían metidos, pero el remedio de éstos males le miraban muy distante"

Muy hostigados los franceses por las partidas asturianas, tras la comandancia de Páti le releva al mando de las fuerzas napoleónicas de ocupación el general Mr. Fossion a principios de mayo de 1811:

"Este comandante, Mr. Fossion, había sido prisionero por el General Ballesteros, y al paso por esta se le había tratado con humanidad, y agradecido a ello se portó con moderación. Solamente mandó hacer un repartimiento de 7000 reales, pero apenas hizo efectiva la mitad, por que recibió la orden de marchar: Su tropa era escogida y se propuso perseguir todas las partidas de las inmediaciones, que tanto habían molestado al comandante anterior. Salía a deshora, y en efecto iba realizando sus planes. En una mañana sorprendió a los guardas José Mijares y Nicolás Rivas, que iban armados a reunirse con el resguardo de el Infiesto, y los oficiales, inmediatamente creyendo que eran brigantes, les quitaron la vida a sablazos junto a la Arquera.  
A mitad de Junio de 1811, con motivo de la gran derrota que padeció el general francés Massena en Portugal, tuvo orden Bonet de marchar a Castilla y dejar el Principado: pasó por aquí parte de su división y llevó consigo la tropa que guarnecía este punto, con lo que quedo libre esta villa, después de diez y ocho meses de cautiverio, habiendo abandonado mucha parte de sus víveres, que la prisa y precipitación con que marchaba no le permitieron aprovechar.  
La alegría y placer general de los vecinos fue en proporción a la tristeza y opresión con que antes se hallaban: este pueblo anhelando siempre por el Gobierno legítimo, fiel a su Rey y a la patria, estuvo sumergido en un abatimiento general; en los diez y ocho meses de su cautiverio, no dió ninguna señal de alegría; reinaba en el semblante de todos los vecinos una melancolía profunda hasta que, por último, llegó el remedio"

Las botas de los soldados de Napoleón aún pisarían estas históricas sendas llaniscas en 1812, ya en sus últimos ataques, contraataques y retiradas:

"... después de algunos meses volvió a amagar de nuevo el enemigo al Principado. Era una especie de tormento para todos los habitantes: no se trataba de otra cosa en todas las conversaciones, si no averiguar si el enemigo se acercaba o no a nuestros confines, si entraría o no por Pajares o por Unquera. En esta incertidumbre todos padecían. 
Desde mitad del mes de Junio de 1811, hasta otro tal día del año siguiente de 1812, sin embargo de haber estado esta villa libre de tropas enemigas, fueron muchísimos los gastos que tuvo que sufrir, por la continua concurrencia y tránsito de tropas nuestras. Castilla se hallaba ocupada por tropas francesas. Oviedo también lo estaba a tiempos, de consiguiente, aquí estaban y se aglobaban las nuestras cuando eran perseguidas en otros puntos, y aquí venían a recoger los vestuarios y municiones que desembarcaban los ingleses. El señor Porlier pasó por aquí en aquel año dos o tres veces con su división: lo mismo el señor Pol y Longa. Aquí se establecieron varios hospitales en el convento y en las casas, y era continuo el tránsito de ida y vuelta de regimientos enteros. 
Para atender a la subsistencia de estas tropas, se había mandado formar en las capitales de los concejos una junta o comisión de cinco individuos, y el Juez, que hacía de Presidente. 
En aquel año importaron los repartos de dinero efectivo en este concejo 196.000 reales. 
Ascendieron las raciones de pan a 176.592 
Las raciones de menestra a 68.827 
Las raciones de carne a 109.813 libras 
Id. hierba, leña, aceite. 
Ello es que se reunieron, solo de los gastos de este año, catorce mil recibos, y este Concejo alcanzó a la Real Hacienda en mas de noventa mil reales, de que hay documento, después de rebajar su contingente. 
A últimos del mes de Mayo de 1812, el general Bonet, hallándose precisado a salir de la provincia para unirse a las tropas de Castilla, hizo reunirse en Gijón varias lanchas y barcos para conducir sus robos y equipajes y enfermos: se hicieron a la vela con tiempo sospechoso, y sobre Ribadesella se declaró un Norte recio. Podían haber salvado la vida entrando en aquel puerto, pero lo resistieron los franceses que iban dentro de guardia, y lo mismo una Trincada que los iba convoyando. Se aumentó por grados el temporal y los aguaceros: pasaron por frente de esta villa a las tres de la tarde, y todavía pudieron rescatar sus vidas arribando, pero los franceses lo resistieron segunda vez, por no caer prisioneros. Siguieron hacia San Vicente a buscar una muerte cierta, y en efecto, antes de llegar, cinco o seis lanchas se sumergieron con toda la gente, porque el mar alborotado las envolvió entre las olas, lo propio aconteció a la Trincada, y otras dos llenas de agua, entraron en el puerto y perdieron la mitad de su tripulación: de modo que se ahogaron más de ochenta marineros de Candás y Luanco, y más de ciento veinte franceses. 
Escenas lamentables; consecuencias de una guerra desoladora. 
Padeció también muchísimo esta Villa y Concejo, porque cuando entraba o salía tropa francesa, se observaba que siempre tenia que vender. Presentaba ropa robada de todas clases; libros, cubiertos, cajas, cálices, patenas, figurando lo traían de otros concejos y resultaba ser de éste. 
Cuando salía apremio a algún lugar por hallarse atrasado e n contribuciones, robaban telas, ropa blanca y de vestir, y cuanto podían haber a las manos, de modo que, poco a poco, fueron aniquilando a todos. 
Viendo que las partidas españolas se guarecían en este o en el otro lugar, procedían al saqueo e incendiaban las casas. En Nueva quemaron cuatro o seis, en Celorio una, y otra en la Portilla, pero los franceses que se descuidaban pagaban con la vida. 
Esta villa, además de los saqueos frecuentes, y robo de los sótanos que encontraban por denuncia de los malévolos o por destreza del soldado, tuvo mucho que padecer en los alojamientos, contribuciones, ropas para los Comandantes y subalternos. Las guardias de la plaza y de Cima de villa deshicieron y quemaron la casa principal del Conde de la Vega de Sella, y la de los Arcos de Don Pedro Mendoza. 
Al cabo Bonet volvió a entrar otras dos veces en la provincia, aunque no vino a Llanes, hasta que, por final, hallándose Marmont amenazado por el ejército combinado sobre Salamanca, se le llamó para auxiliarle con su tropa; y mediado el mes de Junio de 1812, pasó por esta villa por la última vez. Nuestras tropas parece le deban picar la retaguardia, pero no lo hicieron, con cuyo motivo hizo las marchas a su gusto y pasó saqueando cuanto encontraba, y este concejo tuvo mucho que sufrir, y acabó de perder lo poco que le quedaba. Así se cumplió en esta jurisdiccioón, mejor que en otra ninguna, lo que el enemigo repetía frecuentemente–«que no nos dejaría mas que los ojos para llorar.» 
A los grandes gastos que causaba el enemigo a los pueblos se agregaban los que se originaban de la manutención de nuestras tropas, la multitud y frecuencia de bagages de caballerías y carros para conducir los subalternos, los enfermos, municiones, víveres, era tanta que arruinaba a todos, de modo que esta guerra cruel hacia gemir a toda la naturaleza, los hombres fallecían y los ganados acababan"

Ante nosotros ahora la finca La Boleta, llamada así por ser antaño donde había una parada de postas o venta caminera en la que se vendían boletos para las diligencias que pasaban por este ancestral Camino

Parece ser que antaño el Camino seguía de frente pero en algún momento se desvió por abajo, a la derecha, por donde vamos a seguir. En el libro El Camino de Santiago por Asturias. Topoguía 2. Ruta de la Costa (coordinado por la catedrática María Josefa Sanz), lo dejan claro:

"Entre Vidiago y Puertas el Camino serpentea por el disperso y lineal poblamiento entre ambas localidades. Su trazado paralelo a la vía del tren y a la N-634 discurre entre 50-100 m al sur de esta última por el pie de monte de la Sierra Plana de la Borbolla, dejando a su izquierda la capilla de San Pedro y la finca de La Boleta, llamada así porque en ella se vendían los boletos de las diligencias y por donde hasta no hace muchos discurría el Camino real hoy destruido por la roturación de la finca, asimismo un moderno chalet sustituye a la antigua parada de postas"

Siguiendo las conchas jacobitas bordeamos pues por aquí la finca y retomaremos el Camino original al pasar el pueblo de Puertas, el tercero de los que componen la parroquia de Vidiago

Puertas, topónimo vinculado al latín portam, no hace solo referencia a puerta en el sentido físico o de paso, sino a lugar de paso y acceso, tanto a habitaciones como lugares y territorios. También a tipos de cierre, portazgos, etc. La existencia de una venta en el pasado es una señal muy significativa


El Camino sigue, muy recto y llano. Estamos en el barrio de Argüenu, al pie de La Boleta, donde hay espléndidas casas y chalets, separadas del camino actual por estos muros pétreos


Argüenu puede relacionarse etimológicamente con arboreum, lugar de árboles o boscoso, como vamos a ver al pasar Puertas y cuando recuperemos el trazado original caminero al pie de Peña Tú, un itinerario también descrito por Pablo Antón Marín Estrada en El Comercio del día 10 de octubre de 2021:
"El Camino de la Costa, con un trazado mucho más llano y llevadero que el de la vía primitiva, permite a quien lo recorre avanzar sin prisa, demorándose en admirar un paisaje que acompaña a un lado por la mar y al otro por las sierras, como las del Cuera y La Borbolla, que se encontrará el viajero al cruzar el puente de Santiuste sobre el Río Cabra para adentrarse en el concejo de Llanes. Hay mucho que ver y visitar por aquí: el diálogo armónico que mantienen la arquitectura tradicional y la indiana en cada lugar, la naturaleza en directa conexión con la actividad humana o los importantes vestigios que la historia o los periodos anteriores a ella fueron dejando por montes, valles o sendas. Sin duda el más espectacular de todos ellos es el conjunto de grabados y pinturas de Peñatú, con su ídolo como estrella principal. Aunque algunos identificaron el topónimo con el asturiano 'peñatu' (peñasco), especialistas como el profesor Xosé Lluis García Arias hallaron testimonios documentado a comienzos del siglo XVIII donde aparece como 'Piedra-Tú' y 'Piedra Atuna'. En la última forma descifra el maestro de la filología asturiana un 'PINNA *NEPT¯UNAM', es decir la Peña Neptuna. Los vecinos de la zona lo llaman Peñatú o Peñatu y a la formación rocosa en cuyo abrigo se localiza, la Cabeza del Xentil"

Casas y henares, estos ahora vacíos de heno como de ganado las cuadras , pero que siguen en no pocos casos conservados y en pie, como podemos comprobar


A la izquierda dos casas, con los números 42 y 40, fueron caserías campesinas y han sido remozadas


A la derecha varios chalets con terreno ejemplifican los usos residenciales que van predominando en el entorno más inmediato


Este destaca por su torre de planta cuadrada, varios cuerpos y tejados, blasón y porches


También una preciosa terraza acristalada sobre el camino, orientada al sur, este y oeste


Flores junto a la portilla de la entrada posterior, en la vereda del camino


Por aquí discurre la comitiva del día de San Juan, advocación del santuario de Puertas, con el ramu de pan que se subasta tras la misa, una iniciativa del vecino José Pérez, Pepín, que en el año 2011 llegó a organizarla desde el centro médico en el que estaba ingresado, esto leemos en El Comercio el 26 de junio de aquel año en artículo firmado por Guillermo F. Buergo, Puertas de Vidiago bien se merece un San Juan:
"La localidad de Puertas de Vidiago celebró ayer con gran esplendor y en una mañana soleada sus fiestas patronales en honor a San Juan Bautista. Los vecinos acudieron a misa y sacaron a la procesión un ramo de pan artesanal y la imagen del santo, con la complicidad de medio centenar de mozas ataviadas con el traje de llanisca. Del diseño de los festejos se encargó, un año más, el incombustible José Luis Pérez 'Pepín', y lo hacía desde un centro médico ovetense donde se encontraba ingresado hasta hace unos días tras ser sometido a una intervención quirúrgica. Y es que su pueblo bien se merece celebrar un San Juan como mandan los cánones. 
Gracias a su esfuerzo, a primeras horas de la mañana una amplia comitiva vecinal se trasladó hasta el barrio de Argüenu para recoger el ramo de pan, primorosamente decorado con flores de hortensia y entrepaños multicolores. A la una de la tarde daba comienzo la misa, oficiada por Florentino Hoyos, párroco de Llanes. Y tras la función religiosa se ponía en marcha la procesión que transitó por las principales calles del pueblo. Al frente del cortejo se situaba una excelente pareja de gaitero y tamboritero: los hermanos ovetenses Raúl y Adrián Campomanes. Tras ellos aparecía el ramo a hombros de los lugareños Pelayo Cueto, José Luis Pérez, Nicolás Pantín e Iván García. Seguían las mozas vestidas con espectaculares trajes de llanisca y el estandarte parroquial en manos de Ramón Vallejo. De trasladar las modestas andas de San Juan y su pequeña talla se encargaban los costaleros Jesús Noriega, Antonio Tamés, Máximo de Cos y José María Sánchez. El sacerdote y un elevado número de fieles cerraban la comitiva. La procesión se daba por concluida una vez que el cortejo rodeó la capilla.  
Finalizada la parte religiosa de la fiesta daba comienzo un selecto festival folclórico en la bolera. Los jóvenes de Vidiago, dirigidos por Victoria López Cortina, interpretaron las jotas de Cadavedo, Leitariegos y el Cuera, así como el Xiringüelu y el Pericote. Al término de los festejos matinales las mayores felicitaciones fueron para Pepín Pérez por el entusiasmo demostrado desde siempre en la planificación de los festejos de Puertas"

Y es que Puertas tuvo una gran actividad social ya antes de la Guerra Civil. De aquí era la Sociedad Vidiagueme, dirigida en 1923 por la maestra y diputada Veneranda G. Manzano. En esta misma parroquia de Vidiago se constituyó, el 12 de febrero de 1936, la Sociedad "José Zorrilla", rememorando la estancia y obra del autor

Veneranda Manzano García-Blanco nació en Belonciu, concejo de Piloña, en 1893, estudió Magisterio en la Escuela Normal de Oviedo, graduándose en 1910. Luego de ser durante unos años como maestra rural se casó y se fue a Cuba, regresando en 1927 y empezando a ser maestra por oposición en Vidiago y  comenzó a la vez su faceta social y política, dice su biografía en la Real Academia de la Historia:

"En 1930 participó en la constitución del Círculo Republicano de Llanes y al año siguiente ingresó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y presidió la Agrupación Socialista local. Fue miembro de la Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias (ATEA), de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza-Unión General de Trabajadores (FETE-UGT).

En las elecciones de noviembre de 1933 fue elegida diputada a Cortes por Asturias, en la lista del PSOE.

Tras la disolución de las Cortes, regresó a su trabajo en la escuela de Vidiago. En abril de 1936 fue elegida compromisaria para las elecciones de presidente de la República. Durante la Guerra Civil fue directora de dos residencias para niños huérfanos hijos de milicianos y de la Junta de Protección de Menores. Al caer el frente norte, pasó a zona republicana, donde fue nombrada inspectora de primera enseñanza en Castellón y presidenta nacional de la FETE. Al final de la Guerra Civil, se refugió en Francia y después en México, donde residió por espacio de treinta y dos años, continuando su militancia socialista.

Aquejada de una ceguera total y apartada de la política, regresó a Asturias, en 1972, estableciéndose en Vidiago y años después en Oviedo. En 1989, el Ayuntamiento de Oviedo la nombró Hija Adoptiva de la capital del Principado. Tras una fecunda vida dedicada a la enseñanza y a la lucha por la emancipación de la mujer, falleció a los noventa y nueve años de edad"


Otro hermoso chalet de terraza acristalada y florido jardín, colorista y muy vistoso, que en parte nos recuerda al que hemos dejado atrás


Al fondo divisamos ya, en la distancia y al otro lado de la carretera, la mencionada capilla de San Juan. Su torre-cimborrio sobre el crucero la hace reconocible a lo lejos 


En el siguiente cruce seguiremos de frente en dirección al barrio de La Fuente


Frente al cruce veremos a la izquierda en portón de la finca La Boleta


Aquel sería el chalet que sustituye a la histórica y desaparecida parada y casa de postas cuyos pasajes dieron nombre al lugar. Por allí entonces, algo más arriba, discurría entonces antaño el trazado original del Camino Real de la Costa


Por allí entonces, algo más arriba, discurría entonces antaño el trazado original del Camino Real de la Costa


Más arriba y cubierto de eucaliptos, el Llanu de Puertas, en la zona más occidental de la Sierra Plana de la Borbolla, cerca de Peña Tú



Veamos la concha en este otro muro, nada más dejar atrás el cruce, muro que parece serpentear siguiendo la sinuosidad que aquí hace la calzada...



Aquí tenemos otra quinta de indianos, dedicada ahora a alojamientos, es la Casa Rural La Boleta, con entrada por la N-634


En lontananza (a la izquierda de la foto) vemos la parte norte de Puertas, en la zona de Los Cuetos


Los Cuetos dan nombre a otra afamada quesería, la de Tensi y Manolo, de apreciados quesos y además tienda y taberna (chigre). Claudia Rojas les dedica el artículo La tradición de Los Cuetos, una quesería convertida en chigre, que publicó El Comercio el 4-1-2021:
"Entre la Sierra del Cuera y el Mar Cantábrico y los ríos Purón y Novales se encuentra Puertas de Vidiago y, allí, Los Cuetos, una quesería artesanal muy particular. 
Particular porque aquí no solo se lleva a cabo el proceso de producción, sino que sus dueños, Tensi y Manolo, la han convertido en una taberna-tienda donde «se puede disfrutar de un ratín de tranquilidad degustando nuestros quesos de diferentes formas». 
Tensi y Manolo hicieron realidad su ilusión por formar un chigre rural asturiano en el que la gente pudiese acudir a probar sus quesos en tostas, hamburguesas de carne ecológica, al horno o en un crujiente hojaldre. 
Hace 23 años, en 1997, los de Los Cuetos compraron un rebaño de cabras. Con la leche de estas realizaban quesos, que más tarde vendían en ferias y establecimientos. En el año 2003 adquirieron su quesería, en Puertas de Vidiago. Pero, tan solo 5 años después, en 2008, a la bajada de los precios de venta se unió otro problema, «debido a la realización de la Autovía del Cantábrico nos expropiaron la nave». Fue a partir de este momento, cuando Tensi y Manolo decidieron vender su ganadería y, lejos de desistir en su pasión por realizar quesos, optaron por adquirir el lácteo de otras ganaderías de la zona y seguir produciendo las piezas en su quesería para su posterior venta. 
En el establecimiento también se lleva a cabo el proceso de maduración, «en un habitáculo bajo el terreno en el que forzamos un poco las temperaturas». Tensi y Manolo fabrican cuatro tipos de quesos: Los Cuetos Cabra, Los Cuetos Vidiago, Los Cuetos Oveja y Los Cuetos Tres Leches. «Como quesos artesanos tan solo llevan leche, fermentos y cuajo, sin ningún tipo de conservantes. Su corteza es natural sin tratamiento». Con el pensamiento de que el producto llegase a más gente y en diferente 'formato', los de Los Cuetos idearon hacer de su quesería también un chigre rural asturiano y en 2014, con la necesidad de buscar una seguridad y un respeto por su trabajo, se llevó a cabo la idea. «Lo que ahora mismo es el bar, antes era la sala de ordeño», cuenta Tensi. 
La quesería familiar Los Cuetos forma así un coqueto bar rural de no más de diez mesas de madera, en el que pasan al año «cientos» de clientes para disfrutar de los productos lácteos de la zona, incluidos en hamburguesas, tostas, patatas, tartas y hojaldres, así como de otros géneros típicos asturianos, adquiridos en cooperativas como Bioastur o Agrecoastur. Todo esto trabajado y cocinado con el mimo y la gran dedicación de Tensi, Manolo, y su hijo, Teo"

Y respecto a sus quesos, sí cuentan en su página:
"Nuestra quesería nació a partir de nuestro rebaño de cabras, la necesidad de buscar una seguridad y un respecto a nuestro trabajo dio lugar a ello.

En la actualidad fabricamos nuestro queso de cabra y el queso de vaca tradicional reconocido de nuestra zona Queso Vidiago, con leche de ganaderos locales.

 En los últimos tiempos hemos añadido también un queso de oveja que aunque pueda parecer novedoso no lo es, pues nuestro amigo Antonio Arenas, ya fallecido, nos contaba del rebaño que había en su cosa cuando era un crío  hace casi 100 años, y de los quesos que elaboraban.

Además la curiosidad nos ha llevado a la elaboración de nuestro último queso, el de las tres leches"



Por allí está también el Hotel Pugide, todo ello en los accesos a la Senda Costera de Llanes y al famoso Bufón de Vidiago. Vemos que las casas conservan bastante bien su estructura tradicional


Llegamos al final se estas quintas cuyos muros encontramos a ambos lados del del Camino


A la derecha el hotel y sidrería El Rincón de Yaxu, entre cuyas especialidades destacan el bacalao a la sidra y el cachopo


El edificio se alarga hasta el próximo cruce


Cruce de otro de los enlaces entre la carretera y el Camino, por el que seguimos nosotros, yendo a la izquierda


A la derecha están también los aparcamientos y la entrada al hotel dese la carretera, a cuyo lado discurre también en este trecho el ferrocarril


En lo alto de un pequeño cueto destaca el ya mencionado templo de San Juan Bautista con su cimborrio sobre el crucero. En torno a ella un grupo de casas vienen a constituir el centro del pueblo de Puertas


Un poco más atrás hay una quinta con árboles exóticos y ornamentales, La Torre, otra mansión indiana que ha sido transformada en hotel


Más a la derecha otra célebre sidrería y casa de comidas, Casa Poli, fundada en 1996, especializada en cocina tradicional asturiana



Proseguimos así siempre muy cerca de la carretera pero sin llegar aún a ella, en el barrio de La Fuente


A la izquierda aún sigue unos metros más el largo muro de la extensa finca de La Boleta


El trayecto hace un poco de curva a la derecha entre estas casas y cuadras de La Fuente


De frente, Casa Mar, donde hay peluquería canina


Si no la han quitado, aún, esta concha xacobea indicaría subir arriba para retomar, al final del muro de la finca, el trazado del antiguo camino real, pero las veces que hemos subido no lo hemos hallado, tal vez al estar tomado por la maleza 


Por ello proseguimos a la derecha por el camino asfaltado delante de la casa


Los perros se asoman a vernos pasar...


Bifurcación y completamos la curva continuando por la derecha...


Otra buena finca arbolada: El Tornu


Pasamos la portilla y bordeamos todo su muro


Luego caminamos delante de este cobertizo...


Y avanzamos con el muro siempre a nuestra izquierda


La casona de El Tornu y al fondo nuevamente la carretera nacional...


La casona es una muy buena referencia, pues delante de ella tomaremos el camino de la izquierda


A nuestra derecha estaba el Bar Peñatu, con entrada por la carretera


Y más allá era el Bar El Tornu, que ahora es Casa Tornu y está dedicada a vivienda vacacional


Este es el lugar donde, justo antes de la N-634 la evitaremos una vez más para separarnos de ella exactamente aquí e ir por dicho camino de la izquierda


Es la ruta al histórico paso del Ríu Purón y La Venta'l Pumar, en el itinerario a la villa de Llanes, capital del concejo, pero antes, si estamos bien de tiempo y fuerzas, podríamos acercarnos al impresionante Ídolo de Peña Tú, La Cabeza del Xentil






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