Playa de Arenillas (Buelna), en la Senda Costera de Llanes |
Esta es la Playa Arenillas en Buelna, pueblo llanisco de la parroquia de Pendueles, también llamada aquí El Sable, una de las que recorre la Senda Costera de Asturias (GR 204) a su paso por el concejo de Llanes, la cual forma parte del Sendero Europeo E-9, una ruta que escogen muchos peregrinos como alternativa al Camino de Santiago, al menos en su trazado entre Santiuste y la villa de Llanes capital del concejo
Señalización del GR y E-9 en Buelna |
Hay varias razones para hacerlo, una es la de acercarse a la bella costa llanisca y sus preciosos arenales, muy concurridos en verano y bastante visitados, aunque no sea por bañarse ni tomar el sol, el resto del año, sobre todo los fines de semana, por gente atraída por su encanto simpar y sus fenómenos costeros en días de galerna y temporal
La senda costera entre Buelna y Pendueles |
La senda costera y el mar |
Aunque no somos partidarios de dejar el Camino de Santiago para hacer otras rutas alternativas, pues este es el recorrido histórico, o lo más parecido, según los tramos, de las viejas sendas jacobitas del norte, y que fueron las vías de comunicación principal terrestre hasta la construcción de las primeras carreteras y del ferrocarril (siglos XIX y XX), entendemos que, además de cada quien puede y debe hacer libremente lo que le plazca, hay causas justificadas para hacerlo en casos concretos como los que pasamos a relatar
El bufón de Santiuste |
Uno de esos motivos lo tenemos en la citada entrada en el concejo de Llanes, por Santiuste, ahí hasta Buelna el Camino de Santiago, por el arcén de la N-634 es anodino, penoso y a pesar de su anchura, peligroso, dada la intensidad y velocidad de los numerosos vehículos que circulan. Ahí planteamos, casi ineludiblemente, cruzar carretera (hay bastante visibilidad) y ferrocarril para tomar el sendero alternativo, no demasiado señalizado pero que, tomando como referencia la línea de costa no tiene mayor pérdida, hacia Buelna, es ligeramente más largo que ir por la general pero que nos va a permitir conocer, dentro de las maravillas de este litoral, el bufón o bramadoriu de Santiuste (uno de los fenómenos costeros reseñados) y el monumento natural que es la playa interior de Gulpiyuri, ya a escasa distancia del pueblo
Llegando a Pendueles desde Buelna por la senda costera |
Desde Buelna al siguiente pueblo, Pendueles, hay un primer tramo, pero ya no muy largo, por carretera, no obstante volveremos a encontrar otro considerable de Pendueles a Vidiago, hasta con glorietas de enlace a la Autovía del Cantábrico. Más adelante y aunque hay bellísimos trayectos por Vidiago, con posible visita al totémico ídolo megalítico de Peña Tú, cercano al Camino, otro pesado trayecto carretera general adelante por La Venta'l Pumar y a continuación otro en San Roque l'Acebal, hace que no pocos peregrinos escoja la senda costera y a ella, como al camino oficial, le dedicamos su correspondiente serie de entradas de blog
Iglesia de Pendueles, vista desde la senda costera poco antes de su unión (momentánea) con el Camino |
Nosotros también entraremos en Pendueles, cabeza de la parroquia, sito a unos 2 kilómetros de aquí por la senda costera, pero por este camino litoral, es más, incluso coincidiremos unos metros con el Camino de Santiago en el centro de la población, antes de volver a separarnos de él prontamente
Buelna y la N-634 (Camino de Santiago), la senda costera pasa detrás de las casas, más cerca del mar |
Esta Casa Conceyu de Buelna va a ser para nosotros la referencia para elegir entre el Camino de Santiago y la senda costera: si prefiriésemos continuar por el Camino de Santiago iríamos a la izquierda y saldríamos a la carretera, pues hay otro trayecto de unos 800 m por la N-634 hasta tomar el ramal que entra en Pendueles, la cabeza de la parroquia, en el lugar de Las Rozas
Pero si queremos ir por la Senda Costera de Asturias (GR-204) iremos a la derecha, que es lo que vamos a hacer nosotros
Seguidamente, y caminando entre las casas de Buelna, en gran parte hoy día segundas residencias y viviendas vacacionales, llegamos a otro cruce, en él iremos también a la derecha
Y a la derecha, el camino baja suavemente entre estas matas de hortensias
El camino baja recto entre más casas con terreno, cerrado este por tapias, viejos muros de piedra o setos naturales. Al fondo, la antigua casa rectoral, con su capilla
Algunas viviendas se han hecho sobre las grandes peñas de los abundantes afloramientos rocosos de la rasa costera. A la izquierda, una barandilla de madera nos separa de una pequeña hondonada donde se han habilitado juegos infantiles
El suelo es de hormigón y el camino es aquí una vieja calleja, un tanto estrecha para los vehículos, pero perfecta para el paseo
Llegamos ahora a una explanada adoquinada, donde hay un cruce, y en él seguiremos a la izquierda
Y continúa el camino avanzando hacia el mar, es posible encontremos alguna flecha amarilla con la palabra COSTA indicándonos la ruta a la senda costanera
Y en este poste, a la derecha del camino, reconocemos las indicaciones del GR y E-9 con la dirección a Pendueles
El Mar Cantábrico enfrente nuestro, con los campos de La Llosa ante nosotros, por donde viene la senda costera desde Santiuste
Es además el trayecto a La Playa Cobijeru y La Cueva las Raíces, que si hemos venido por ahí desde Santiuste, eludiendo la carretera, hemos tenido la oportunidad de conocer
Con sus 56 kilómetros, la costa de Llanes es la más extensa de los 21 concejos costeros asturianos, y abarca un 11% del litoral de Asturias. De ella dicen en el libro de Llanes y Ribadedeva de la serie Asturias concejo a concejo del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA):
"La disposición este-oeste del relieve y la ausencia de cursos fluviales importantes provoca que este tramo de la costa asturiana carezca de importantes accidentes, presentando un aspecto rectilíneo y masivo. Pese a ello, la acción erosiva marina conjuga una serie de pequeñas formas que lo convierten en una constante sorpresa para el visitante. En ella aparecen acantilados verticales, depresiones cársticas capturadas por el mar que penetra a través de estrechas bocas formando en su interior pequeñas ensenadas y playas, islotes o castros que el mar, en su incansable labor, ha conseguido arrancar del continente"
El resultado es esta orografía costera que vamos a conocer en esta senda que discurre cerca del mar, a veces al lado mismo de sus arenales o del borde de sus acantilados, con numerosas playas, más de cuarenta en todo el concejo, "la mayoría de pequeñas dimensiones -apenas diez superan los 200 metros de longitud- tan bellas como frágiles"
Sendos muros separan el camino de las fincas, este de la derecha cubierto por un precioso manto vegetal de hiedra en el que crecen flores de intenso azul y malva
Y aquí pasamos el puente-pasarela sobre la trinchera del ferrocarril de vía estrecha, las antiguas vías enlazaron de los Ferrocarriles del Cantábrico y de los Económicos de Asturias enlazaron en Llanes el 20 de julio de 1905, que fue cuando se inauguró este tramo, Llanes-Cabezón de la Sal, uniendo Oviedo/Uviéu con Santander
En aquel momento, cuando el ferrocarril parecía imponerse a las aún también nacientes carreteras como principal comunicación terrestre, esta apertura al tráfico ferroviario fue toda una fiesta, institucional en Llanes y popular en todas la villas y pueblos al paso del tren inaugural
A mano derecha vemos la senda costera. Aquellos peregrinos que vengan de Santiuste por Cobijeru pueden seguirla directamente sin llegar a la carretera si no deseasen entrar en Buelna
Aquí, cruzado el puente, enlazaríamos pues con la senda costera propiamente dicha y seguiríamos a la izquierda
La senda costera no es un itinerario histórico y es más larga, sobre todo si se sigue enteramente hasta Llanes, pero la ventaja que tiene sobre el trayecto oficial es que nos libra del asfalto en casi todo su recorrido y nos permite visitar un hermosísimo tramo de la marina llanisca, de los más bellos, agrestes y emblemáticos de la cornisa cantábrica
Aquí, un banco de cemento nos proporciona asiento si deseamos detenernos un momento para descansar, ajustar la mochila, atarnos una bota, sacar el bocadillo o, simplemente, admirar el paisaje
Paisaje de bosquetes de arbustos y árboles autóctonos formando matas, algún eucalipto, y prados que acaban en el canto del cantil, fácil de reconocer por el clarísimo color calizo de la roca madre que aflora en el margen del precipicio
Es la ensenada de Buelna, donde el acantilado forma un entrante del mar en forma de concha que guarda la playa, hacia la que nos encaminamos
Desde aquí, delante de esta casa, continuamos ruta hacia Arenillas, a poco más de 300 metros de aquí
A lo lejos vemos ya Pendueles, que es el siguiente hito poblacional de la senda costera, situado en el altozano de La Rasa
Esta senda costera entra en Pendueles por las casas de abajo a la izquierda y se une al Camino de Santiago en La Bolera, el centro del pueblo, al lado del Palacio del Conde del Valle de Pendueles, que es la casona que vemos arriba a la izquierda, de torre cuadrada. Seguidamente se separan, el Camino de Santiago sigue a Vidiago mientras la senda se dirige a La Playa Bretones
El antiguo Valle de Pendueles, al que pertenece Buelna, había sido una de las partes de la medieval Tierra de Aguilar, precedente del actual concejo de Llanes. El valle en Llanes, además de un concepto geográfico, viene a definir un territorio formado por varias parroquias (entidad administrativa civil en Asturias, además de eclesiástica) vinculadas social e históricamente. Nos lo explican los autores de la obra Asturias concejo a concejo. Llanes y Ribadedeva, del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA):
"Por encima de la casería y de la aldea se encuentra un marco de identificación superior, la parroquia, que es una institución infraconcejil de larga tradición histórica. Es el marco de relaciones sociales a través de la misa dominical, bautizos, matrimonios, entierros y de las asambleas vecinales. Estas asambleas, llamadas juntas o concejos abiertos, se celebran "a campana tañida" en el atrio de la iglesia a la sombra de un árbol centenario (tejo, roble, encina) o en la casa concejo, lugar erigido a tal efecto. Se regían por las ordenanzas parroquiales, normas consetudinarias aprobadas por los vecinos. La junta ejercía el triple poder (legislativo, ejecutivo y judicial) con facultades sobre todo lo que afectaba al interés de la comunidad.
En el espacio llanisco aún podemos encontrar otro nivel de identificación infraconcejil, al igual que ocurre en Cantabria, el valle. A este respecto hemos de señalar que también había concejos de valle para tratar de asuntos relacionados sobre todo por los problemas ocasionados por los pastos comunales"
Y este valle de Pendueles es un de lo seis que componen el concejo de Llanes, junto con los de San Xurde, Posada, Miyares o Mijares, Ardisana y San Xurde o San Jorge
Y la localidad de Pendueles, cabeza de la parroquia y del valle, nos orienta al oeste como buena referencia geográfica y visual, situado en un altozano desde el que se domina todo el territorio
Sigue habiendo notable actividad agropecuaria, además de huertas hay buenas vaquerías. Las reses pacen en los prados de pasto y siega
Un muro separa el camino, que hace una curva cerrada a la derecha, de una finca. Al fondo, a la derecha de Pendueles asoma la clara roca caliza de los acantilados de La Playa Castiellu, accesible desde la senda
Siguiendo la bajada hasta Arenillas divisamos ya La Punta Buelna, que la cierra por el norte
Entre la playa y la punta hay una pequeña ensenada, Entremares, con arenal en marea baja que da forma a una diminuta pero encantadora y recóndita playa
La playa está justo ahí abajo, pero no la veremos hasta que bajemos un poco más, a la derecha, el lugar de Canales, en uno de los entrantes del acantilado
Ante nosotros La Talaya o L'Atalaya, promontorio sobre La Punta Buelna, la senda costera pasa al lado tras subir desde la playa
Preciosa vista de los acantilados de Canales. Vemos en ellos dos franjas en su pared rocosa, una más clara y más seca y otra más oscura y mojada, a donde llegan a batir las olas del mar
Más oscuro aún es el llancar o espacio sumergido en pleamar que queda al descubierto en bajamares. Tiene un color morado muy intenso, arribada de ocle o algas marinas y criadero natural de mariscos. Existe además una travesía percebera
En las galerna invernales, es espectacular la bravura del mar en los acantilados de la ensenada. La erosión kárstica que provoca en la roca caliza forma oquedades, simas, hondonadas y por supuesto los bufones o bramadorios, de donde salen aire y agua a presión. El más cercano es el complejo de bufones de Cobijeru, pero el más espectacular en este sector de costa es el ya referido de Santiuste. Más al oeste y en esta misma senda costera nos encontraremos con los de Arenillas, pero no este Arenillas de Buelna sino el de Vidiago, que inspiró una poesía a él dedicada por el poeta y dramaturgo romántico José Zorrilla en El Cantar de Romero
Los prados y el mar constituirán la característica predominante en el paisaje a lo largo de buena parte de la senda, tranquilo y calmado en verano, empieza a agitarse con las mareonas o fuertes marejadas del otoño
Cerca de la cima de este pináculo calcáreo crecen un par de pequeñas matas de hierba
Pero es en marea baja cuando más llega a asombrar su muy caprichosa forma esculpida a lo largo de los siglos por la erosión marina, con su base a manera de peana, inconfundible
Aquí vemos las olas modelando su forma, machacona e ininterrumpidamente, una y otra vez, como la mano de un artesano de la naturaleza
Arenillas en bajamares, la arena se deja ver hasta muy cerca, pero El Picón siempre se encuentra rodeado por el mar. En el blog simplementeasturias se asegura existe esta tradición:
"El Picón que además tiene su propia leyenda. Según cuenta la leyenda el Peñasco mágico de la playa de Buelna “Picón”… concede deseos de fertilidad y felicidad durante las noches de luna llena."
Como vemos, el tamaño de la playa varía sustancialmente entre pleamares y bajamares, una diferencia muy acusada en el Mar Cantábrico que suele asombrar a quien esté acostumbrado a las mareas, casi imperceptibles, de otras latitudes como el Mediterráneo
En las guías al uso se le da una longitud de 50 metros y una anchura de 20, pero eso, recalcamos, puede variar totalmente según la hora del día a la que vengamos y más aún según la temporada, pues hay días de diferencia de nivel de las aguas excepcionalmente acusada entre pleamar y bajamar, no siempre es igual
Sus acantilados no son especialmente altos ni verticales pero sí de muy acusada pendiente, frecuentados por pescadores, la playa "se constituyó a base de formaciones calizas erosionadas que dieron lugar a una sucesión de depresiones, con las que contrasta un espectacular pináculo calcáreo en su salida al mar. Nota la asistencia masiva de quienes escogen la población rural de Buelna para el veraneo", leemos en Vivir Asturias
En el apartado que dedica el periódico El Comercio a las playas de Asturias, dentro de la sección de las playas de Llanes, se adjunta buena información tanto del arenal como de sus inmediaciones, incluyendo el pueblo de Buelna y Cobijeru:
"En el extremo más oriental del concejo de Llanes, al pie de la sierra de la Borbolla y a 1 km de Pendueles y 14 de Llanes, se encuentra el pueblo de Buelna, que conserva el palacio que perteneció al conde del Valle de Pendueles (siglo XVIII, con reformas posteriores), y la casa Conceyu, con torre-campanario medieval. El lugar cuenta también con una capilla de ánimas, una bolera y diversos servicios turísticos. Es digna de observar la gran emergencia de agua de mar tierra adentro del bufón de Buelna.
Entre la playa de Buelna se localizan las de Cobijero y Entremares, y en la primera de ellas se conserva un curioso molino de marea.
El complejo geológico de Cobijero (o Cobijeru), situado en las cercanías de Buelna, y que incluye la playa de Las Acacias y la cueva de Cobijero, posee gran interés científico y paisajístico, por lo que ha sido incluido como monumento natural dentro del paisaje protegido. La cueva de Cobijero comunica el litoral con el interior y posee una amplia galería de bellas formaciones rocosas típicas de este tipo de sistemas. La playa de Las Acacias, situada frente al islote de Santiuste, es un bello enclave comunicado con el mar mediante dos pasos subterráneos y que recibe aguas continentales de un arroyo que desemboca en el lugar.
Información turística
Fiestas: En Buelna, la Concepción (8 de diciembre).ç
Gastronomía: pescados y mariscos de la zona, además de los excelentes quesos (como el de Vidiago) de la zona oriental asturiana.
Playas próximas: Pendueles o Castiello (Castiellu), Entremares, Buelna o Las Arenillas, Cobijero (Cobiheru), La Acacia o Las Gaviotas o La Jorconera.
Oficina de turismo: Alfonso IX, La Torre. Llanes. Tel.: 985 400164
Actividades: Esta playa es óptima para el baño y la práctica de la pesca deportiva."
Mientras, en playas.es nos aportan la siguiente información, confirmando y complementando las anteriores:
"Cala natural con forma de canal muy frecuentada por familias. Tiene un paisaje cuajado de formas kársticas, destacando un pináculo calcáreo denominado "El Picón". Agradable entorno, muy frecuentado sobre todo por familias. No dispone de equipamientos. "
Aquí tenemos una foto del arenal cuando empieza a bajar la marea. La parte oscura de la playa es la mojada, en la parte de la orilla que llegan a mojar las olas
El mismo lugar en bajamar, sigue siendo perceptible la parte de arena cubierta en marea alta y la que no por la diferencia de color
A lo lejos los acantilados de Canales, más allá está el bufón de Cobijeru y el cantil del Saltu'l Caballu
Aquí, frente al otro acceso a la playa, un peregrino ha hecho un alto para recolocar lo que guarda en la mochila y reajustársela
Bajamar en Arenillas, "Buelna es una playa que pasa de 50 a 1.000 metros en función de las mareas y que está formada por arena blanca y fina y rocas", apuntan acertadamente en Turismo Asturias, añadiendo que "Es una cala natural de gran belleza, con forma de canal caprichosa, que en bajamar impide ver el mar desde el fondo de la arena.(...) El arenal es muy familiar y con un baño seguro"
Aunque conocida popularmente como La Playa Buelna en la zona se la conoce como El Sable, que en asturiano es sinónimo de arena y playa, y también se le llama Playa Arenillas o Las Arenillas, si bien en este caso su coincidencia con otros topónimos cercanos, como el famoso Arenillas de Vidiago, por cuyo bufón también pasaremos si seguimos la senda costera, hace que pueda llevar a confusión
"Reducida cala con arena en marea baja, situada al sureste de L'Atalaya y al norte de Arenillas, está cercana a Cebias y al picu la Mujer. Se llega fácilmente a ella desde el pueblo de Buelna, a cuyo noroeste se encuentra"
"El trazado costero penetra en Asturias por el puente interprovincial sobre el Deva para llegar a Bustio, y seguir en fuerte pendiente por la Cuesta del Canto, que salva el desnivel existente entre Bustio y Colombres.
Se atraviesa Colombres y se toma el camino que con dirección noreste desciende a la fuente de Las Concharascas y desemboca en El Bao. Se enlaza con la N-634 hasta La Franca donde se inicia el descenso hacia el puente del Campo por la carretera local de Los Cándanos.
Tras cruzar el río Cabra se sube hasta las proximidades de Santiuste, donde se alcanza la N-634 que hay que seguir unos 150 metros hasta de desviarse a la iz-quierda por una pequeña pista hacia la Casa del Pintor.
A unos 30 metros al oeste de ésta se retoma el trazado antiguo que discurre entre muros por el pie del monte de la Sierra Plana de la Borbolla hasta entroncar de nuevo con la carretera nacional que conducirá a Buelna."
"La playa Entremares, situada al oeste de la playa de Buelna, es de reducidas dimensiones y presenta una forma alargada en vertical sobre el horizonte. Se la califica como cala, tratándose realmente de una especie de recoveco de la costa con un lecho de fina y blanca arena poco frecuentada y carente de cualquier tipo de servicio. Desaparece durante la pleamar."
Una vista de Entremares en invierno, con la mar bravía, es un espectáculo imponente al que acude mucha gente, no tanta como los bañistas del verano pero sí muy numerosa, especialmente los días festivos
El castru luce formidable entre la bruma formada por el salitre en suspensión en el aire, resultado de los continuos golpes de mar. Se eleva sobre las aguas unos 14 metros
Mirando atrás, al sur, Buelna y La Sierra Plana de la Borbolla, con El Picu Tresgrandas de 226 metros de altitud
Son perfectamente visibles las "cicatrices" causadas por los desmontes de la Autovía del Cantábrico
"La rasa, hasta la desembocadura del río Purón, es una estrecha franja escalonada que se ensancha a medida que la Sierra Plana de la Borbolla se separa del mar. Cuetos y depresiones cerradas se suceden sin solución de continuidad."
"El paisaje actual de la costa oriental aparece condicionado por dos variables principales: la multitud de niveles de arrasamiento marino, rasas, y la coexistencia de dos tipos de roquedo de diferentes características, cuarcitas y calizas.Las rasas constituyen amplias planicies resultado de la abrasión marina, en periodos geológicos de subida del nivel del mar, y posteriormente emergidas. Dichas planicies se escalonan sucesivamente desde el mar a las estribaciones de la Sierra del Cuera, pudiendo reconocerse hasta seis niveles, el último de ellos a una cota de 300 m. Posteriormente los agentes erosivos han actuado de forma diferencial sobre el roquedo emergido. Las plataformas cuarcíticas han conservado su original forma llana y destacan elevadas en el paisaje, formando lo que se denomina localmente sierras planas o cuestas."
"San Acisclo de Maremorto es un monasterio fundado por Flaginus y Todisla en el cual poseía Corias tres cuartas partes"
"El antiguo Valle de Pendueles formaba una sola parroquia con el nombre de Abadía, que fue reduciéndose a sus actuales términos, desmembrándose de ella, en la mitad del siglo XVII, la parroquia de Santa Eulalia de Carrazo; a fines del mismo, en 1695, la de Tresgrandas y, por último, la de Vidiago, en 1753, quedando la de Pendueles en simple curato, con Pendueles, Buelna y Santiuste"
Cebías y su pequeña y honda playa de accesos muy peligrosos o casi inaccesible, de cantos rodados y algo de arena, con bastantes rocas
La vegetación tiende a cubrir estos paredones que caen sobre la cala que forma una especie de pequeño canal, abundando especialmente los helechos
"Esta playa es una excepción en la línea costera llanisca con sus gravas y gruesas arenas oscuras a contraponer a las finas arenas blancas tan presentes en este concejo.Tal es así ,que no es muy aclamada para disfrutar de un baño llegada la época estival, pero sí para ser fotografiada gracias en gran parte al Picón o los Picones que son las muy características rocas que la presiden y que parece ser también tienen que ver con el otro nombre con la que es conocida además de Playa de Pendueles : "El Castiellu".
Para llegar a ella solo hay que tomar la señalización en la propia autopista del Cantábrico de Pendueles y una vez llegado al pueblo tomar el camino que pasa justo por encima del Restaurante/Parrilla El Chisperu y que sin pérdida alguna nos lleva al pequeño aparcamiento situado en lo alto de esta playa.
Decir que cada vez que he visitado esta playa el sendero de bajada esta peor y en una última ocasión conté hasta cuatro nuevos argallos en la ladera con desprendimientos de rocas y árboles uno de los cuales dificulta en gran medida lo que hasta entonces era una sencilla bajada ,pues te hace pasar por encima del derrumbe -tapa totalmente el sendero- y los troncos caídos te hacen pasar justo al borde del acantilado. Pasar aún se pasa pero los menos atrevidos ya no lo harán.
Para fotografiar los Picones siempre he preferido un nivel de marea alto para que no aflore el tómbolo rocoso que los une a la playa , pero no muy alta para que se vea el arco que horada la aguja del Picón."
"Playa principal del pueblo llanisco de Pendueles. Peligrosa para los baños, pues se halla en mar abierta, abunda en cantos y gravas y es de un color negruzco; su arena es tostada, tiene una longitud de 160 m y se accede cómodamente a ella desde Pendueles tras superar una fuerte bajada; un tómbolo la une con un picón muy característico, denominado precisamente El Picón. Mira hacia el norte u pertenece a la parroquia de San Acisclo de Pendueles y al Paisaje Protegido de la Costa Oriental. Castiellu no es un arenal muy celebrado para el baño, sin embargo llama la atención debido a su paisaje oscuro, inhabitual en las playas del concejo de Llanes"
De frente, otra vista de Peñaquinera, a 400 metros mar adentro respecto a Los Picones, testigo de donde llegaba el acantilado hace cientos de miles de años
También aquí se recogen algas marinas, como abono y para la industria química, he aquí uno de los dispositivos empleados, un teleférico de redes de pesca, a manera de cestos
"Una visita turística a un arenal rocoso… ¿Quieres transportarte a un paisaje medieval creado por la naturaleza?, estamos en la playa de «Castiellu» en Pendueles, una playa envuelta por un acantilado de forma semi-circular a modo de «muralla», cuyo sinuoso camino de acceso nos adentra en un arenal de cantos rocosos, donde la figura del Picón y sus rocas adyacentes, nos hacen recordar fortificaciones y torres rodeadas de un foso infinito con agua del mar y que para llegar a las mismas, y sólo cuando la marea está baja, una estrecha lengua de tierra nos lo permite.. Bien podría ser un paisaje de guerras celtas, enanos, castillos, guerreros, druidas, elfos… Pero, dejemos de Imaginar.. Es una playa para descubrir y experimentar cada uno sus propias sensaciones.
Aunque bien se podría decir que es una playa arisca apropiada para usuarios aguerridos y la antítesis de lo «normal» en las playas de Llanes (de arenas finas y doradas), la de Castiellu es un playa que está formada por cantos, arena oscura y rocas, y su baño se considera peligroso, pero las transparencias de sus aguas, la excelente belleza paisajística, y la magia del lugar la hacen ÚNICA… los habituales dicen que no la cambian por ninguna."
Precioso jardín en una finca con hórreo, su antigua función como granero desapareció con el final de la sociedad cerealística y se destinan a otros usos, como almacén o vivienda vacacional, a su izquierda y no demasiado lejos ya volvemos a ver la iglesia
Suele estar engalanada con muñecos y diversas composiciones plásticas, obra de un particular
El resultado son estas llamativas y coloristas señales artesanales. Su aspecto suele cambiarse cada cierto tiempo según algunos elementos se van deteriorando y son restaurados o sustituidos por otros
Y a la izquierda no dejemos de fijarnos en la entrada de Casa Telvina, con esta pequeña farola isabelina que ilumina el porche y en su base de piedras tiene, en una que forma una hornacina natural a manera de cueva, una imagen de la Santina de Covadonga
La Santina, sobre la placa con el nombre de la casa, también en un azulejo de cerámica en la pared junto a la puerta
A nuestra izquierda una hermosa fuente con caño y sumidero en un cilindro de piedra, atrás un banco corrido en forma de media luna también de piedra invita al descanso y a la tertulia, el suelo está hermosamente enlosado
"En mayo de 2014, y recuperando el antiguo nombre del que antaño fuera el bar-tienda ubicado en el mismo local, nació nuestro restaurante, El Chispero, una sidrería clásica en la que las brasas de la parrilla de carbón ejercen un protagonismo esencial.Carnes premium, pescados y mariscos del Cantábrico, platos de cuchara característicos de la Asturias más tradicional… Cantidad y calidad, estos son pilares incuestionables de nuestra oferta culinaria.Una propuesta gastronómica que expresa, de manera sutil, un respeto absoluto a la cocina de siempre, a la utilización de productos locales, de temporada, y al cuidado riguroso de los tiempos de preparación de los alimentos.En nuestra cocina, como en la vida, las prisas no son buenas consejeras. Y el tiempo nos ha dado la razón…Con el paso de los años, llegó el reconocimiento del cliente, tanto del visitante esporádico como de los vecinos y vecinas del concejo. Y eso nos animó a emprender una reforma que ha dado lugar al actual formato del restaurante"
"Lo de que aquello que se prepara con amor y con respeto a la tradición siempre sabe mejor y nos hace más felices es una máxima en el restaurante parrilla El Chispero en Pendueles (Llanes) que, desde hace tres años, regenta María José Vega Cofiño y donde está cocinando, desde hace siete, para que cuanto sale de los fogones no sólo satisfaga el paladar del comensal sino que también gane su corazón, algo que le ha hecho lograr una clientela fiel. Su mano derecha, como ella dice, es María Luisa Ariza Iglesias, ayudante de cocina y experta repostera, destacando también el trabajo de todos los profesionales que atienden al público.
«Llevo 25 años dedicada a la cocina, un trabajo del que me enamoré cuando, con 20 años, entre a fregar en una de ellas para, en muy poco tiempo, ponerme a aprender el oficio por el que me sentí atraída de forma inmediata», explica esta mujer quien no olvida a quienes contribuyeron a su desarrollo personal y profesional.
«Tuve la fortuna de conocer personas muy especiales en tres sitios en los que trabajé, como es el caso de los hermanos Sánchez Somohano, que me enseñaron a trabajar, Charo Husillos, que me enseñó a cocinar y Begoña Pidal Alonso, que me enseñó a ser mejor persona. Siempre les estaré agradecida a todos ellos», dice no sin emoción.
El Chispero tiene diferentes ambientes que hay que descubrir y que, a buen seguro, sorprenderán, junto a sus elaboraciones, a quienes acudan por primera vez. Entre las propuestas con más demanda están sus tablones de mariscos o de carnes en diferentes tamaños, así como sus menús especiales como el menú chuletón, el menú rodaballo, el menú cachopo, el menú caldereta, el menú escalope y el menú parrillada, junto con bebida y postre.
También cuenta con una amplia carta donde, por citar algunos de sus variados platos, tienen sus adeptos la fabada, el pulpo a la brasa o a la gallega, las navajas, las patatas rancheras, el pudin de pimientos y anchoas, el cachopo guisado con salsa de Pedro Ximénez y setas, el escalope «Chispero», el cochinillo al horno, el chuletón a la parrilla o la merluza rellena en salsa amariscada.
El local tiene una zona de terraza muy guapa, donde la sidra acompaña de cine a lo que allí se sirve. Hasta finalizar mayo abren de viernes a domingo mientras que, a partir del 1 de junio, recuperan su horario, cerrando los lunes tras las comidas y el martes día completo. En fin de semana se recomienda reservar en el 676297069."
"«1. Que (…) en un lugar de dicho concejo de Llanes cierta persona de vida tan relaxada y nefanda que aconsejó y dixo a la rea si quería andar con los lobos y encantarlos, había de dar el brazo derecho al diablo, y que haciendo con las manos un cerco en la tierra y dando un silbido vendrían a su mandado, y los encantaría: y que si también quería hacer mal con ellos lo podría hacer, y que si no, podría guardar el ganado dellos, y hacer que no hiciesen mal a los ganados, ni a persona alguna. En lo cual vino la rea (…) ofreció el brazo derecho al Demonio, diciéndole: yo te ofrezco este brazo derecho.
»2. (…) que habiendo muerto la dicha persona y dexado a la rea una saya como tan su amiga, estando ésta a solas hilando (…) se le apareció un bulto negro de hombre, con cuernos a los lados de la frente (…) asiéndole del mismo brazo el bulto dixo si le ofrecía aquel brazo; y la rea respondió que se lo ofrecía; y él la volvió a decir que bien sabía que aquel brazo era suyo (…) Con lo cual se fue el bulto, y aunque entonces no lo dixo quién era, bien entendió la rea que era el Demonio, y como a tal le ofreció el brazo derecho.
»3 y 4. Que siguiendo el consejo que en capítulo primero ha referido la dio la dicha persona, y continuando la rea el crédito que la dio y al Demonio (siendo padre de la mentira y el mayor enemigo de las almas) en confirmación de la amistad y pacto que hizo con él, ofreciéndole su brazo derecho para que la favoreciese y asistiese, habiéndose ido con unos pastores, con quienes ha tratado deshonestamente y andado tres años, ha llamado a los lobos haciendo el cerco en la tierra y metiéndose dentro, y dando un silbo venían siete lobos de diferentes colores, que eran demonios, y se iban tras ella por donde quiera que iba, y cuando estaba dentro del cerco andaban ellos alrededor sin entrar en él, y la rea los repartía, tres por una parte, dos en otra y dos en otra, y venían unas veces sin llamarlos y otras porque los llamaba para que estuvieran con ella.
»5. (…) que era tal la familiaridad que tenía con los demonios (…) en forma de lobos (…) que no podía hallar sin su compañía. Y sabiéndolo los pastores la instaron, y ella se los prometió no hacer mal con los demonios a sus ganados ni a los de otros ni a personas algunas, si bien no siempre lo cumplía, antes echaba los lobos al ganado que le aprecia y a la parte que le hacía mal pasaje.
»6. (…) que en las dehesas de Alcudia, habiendo la rea llegado a un cazador que llevaba una carga de conejos y perdices a vender, le pidió un conejo, y no se lo quiso dar y dentro de tres días comieron los lobos a una bestia de carga de dicho cazador. Y todos lo atribuyeron a que la Lobera lo quería así, teniéndola también por bruja hechicera.
»7. (…) que en dichas dehesas llegó otra vez la rea a una majada de un pastor y, no habiéndola dado lo que ella le había pedido, le comieron a segunda noche los lobos tres cabras.
»8. (…) que para llamar a los demonios decía la rea ciertas palabras, que afirmó no podía decir porque la vendría mucho daño (…) Lo cual no es de creer, sino que maliciosamente las calla. Y así pido la declare»
«(…) que el tribunal use con ella de misericordia atento ha confesado y dicho la verdad como consta en sus confesiones y que es una pobre mujer que ha sido engañada y promete no volver a más a ofender a Dios y procurar ser muy buena cristiana y que si acordare de otra cosa lo dirá y todo lo que lleva dicho es la verdad so cargo del juramento que tiene fecho (…)»
Ya recogieron los músicos
y se acostaron las niñas
de la bolera.
Ya quedaron en silencio
los tilos y la fuentina
en la bolera.
Ya nos dejaron alegres
las castañas y la sidra
en la bolera.
Ya comenzaron las clases
e iremos a la salida,
a la bolera.
"La localidad llanisca de Pendueles unió ayer devoción y tradición durante el día grande de las fiestas de la Sacramental. Un centenar de aldeanas en filas de a tres junto a un nutrido grupo de porruanos tomaron parte en una procesión que hizo parada en los dos altares situados en casa Telvina y en el palacio del Conde de Pendueles.
Precisamente del palacio del Conde de Pendueles partió el ramu, ofrecido por Álvaro Suárez- Guanes, hermano del actual conde, y ayer anfitrión. El ramu iba a hombros de Acisclo Pidal, Alberto Sobero, Abel Cuesta y Gonzalo de Benito. La comitiva hizo acto de presencia en la iglesia parroquial de San Acisclo pasadas las doce y media de la mañana en medio del sonar de las campanas y el ruido de voladores. La misa solemne fue oficiada por el sacerdote de la localidad, Ignacio Pérez Pereda. Junto a él concelebraron la eucaristía el párroco de la Corredoria de Oviedo, José Manuel Vázquez, y los llaniscos Luis Díaz y Rodobaldo Ruisánchez.
La procesión, con la custodia bajo palio, partió de la iglesia en torno a las 13.30 horas. El Pendón de Pendueles lo llevaba por primera vez el joven Nicolás González, quien mostró su satisfacción ello. El niño Íñigo Rodríguez cogía con su mano uno de los picos de este objeto. El estandarte lo llevó Diego Díaz Martín. De la cruz y los ciriales se encargaron Raúl Piñera, Aitor Amieva y Guillermo de Benito.
La llegada a la Quintana, zona en la que se ubica el palacio del Conde del Valle de Pendueles, fue uno de los momentos más solemnes de la jornada. Allí esperaba a la Custodia un altar presidido por la Virgen del Carmen. "Para la familia es una bonita tradición preparar el altar para que pase la procesión. Es algo que iniciaron mis bisabuelos y que ahora continuamos nosotros", explicó Álvaro Suárez- Guanes. "Para la familia es un día muy especial y siempre procuramos pasarlo todos juntos en familia", añadió
La procesión, tras salir de la Quintana, se dirigió hasta casa Telvina donde Jesús Moreno preparó un bonito altar presidido por el Sagrado Corazón. No faltó aquí una imagen de la Santina junto a una piedra que simulaba la gruta. La decoración del altar se completó con arco decorado con hortensias. "Toda la vida se ha colocado aquí un altar. Antes lo preparaba mi madre y mis tíos y ahora lo hago yo", dijo.
La celebración, amenizada por el grupo de gaitas "Principado", continuó por la tarde con un festival folclórico en la bolera"
Fuente del año 1911, con una jarra esculpida, símbolo de aquellos tiempos en los que se acudía aquí a por el agua. Fuentes públicas muchas veces financiadas por los benefactores indianos, que aprovechaban el agua de cercanos manantiales para instalar la traída
Detalle de la jarra, el año de construcción y el cañu
Desde aquí tenemos una muy buena vista de la plaza, con la explanada de la bolera, estos espacios no eran solo terrenos de juego, eran lugares de encuentro y reunión vecinal. Lo describe muy bien R. González Noriega en su artículo La Bolera de Pendueles, que podemos leer en su magnífico blog Renglones perdidos:
"Las boleras: Antiguamente era sin duda el sitio de reunión de todo el pueblo. En ellas no solamente se jugaba a los bolos, sino que se celebraban los bailes de las fiestas. También se hacía en ellas las reuniones destinadas a discutir, ponerse de acuerdo y decidir sobre actuaciones que implicaban beneficio o daño para los vecinos, en el llamado conceyu. Otras veces las reuniones estaban relacionadas con el trabajo del campo y en sus inmediaciones se daban cita los ganaderos con el veterinario para realizar las vacunaciones pertinentes. O era para la recogida de la paja que llegaba en camiones desde Castilla, o para la entrega de las manzanas destinadas a los llagares de sidra, la entrega del ocle y otra cualquiera actividad que se diese. También solía acudir a la bolera el herrador, el calderero y paragüero y en general resultaba un centro de fácil localización para hacer cualquier tipo de transacción o trabajo eventual. Lugar de cita para la infancia por tener el suelo cubierto de arena y cerrado por muros que permiten a los mayores sentarse a la sombra de los tilos mientras vigilan a sus pupilos. Era el lugar donde se reunían los jóvenes y los mayores tras los trabajos duros del día, para descansar y relacionarse simplemente, después de la cena. Hubo un tiempo, en que se dejaron abandonadas las boleras, seguido de otro en el que se produjo un nuevo auge y volvieron a resurgir las peñas bolísticas, pero aún existen boleras abandonadas, en desuso, porque también hay que decirlo, algunos pueblos se van muriendo poco a poco. Su población va disminuyendo por la emigración, por los recursos laborales que se dan en localidades mayores. Por contra, se van poblando por gentes venidas de la ciudad que busca en ellos un lugar tranquilo, pero que no tienen ningún arraigo con este sitio tan popular en otra época"
Desde la fuente se aprecia bien la que es la fachada principal del palacio, justo encima del camino, ya que situada en un nivel superior, permite contemplar toda su estructura
Abajo una doble arcada y sobre ella tres ventanas adinteladas con un balcón de hierro. Más arriba el gran escudo solariego
Representa a las familias Suárez, Guanes y de la Borbolla
Esta sería la relación de los Condes del Valle de Pendueles desde 1920 hasta nuestros días, extraída de Wikipedia:
"María Teresa de Jesús de la Borbolla y Azpide, i condesa del Valle de Pendueles.
Casó con José Suárez-Guanes e Ibáñez de Bustamante, Senador del Reino por La Habana. Le sucedió, en 1926, su hijo:
José Suárez-Guanes y de la Borbolla (1876-1960), ii conde del Valle de Pendueles. Mayordomo de semana del Rey Alfonso XIII.
Sin descendientes. Le sucedió, en 1961, de su hermano Lorenzo que había casado con María de las Mercedes Peláez Quintanilla, el hijo de ambos, por tanto su sobrino:
José María Suárez-Guanes y Peláez (1917-1981), iii conde del Valle de Pendueles.
Casó con María Teresa Ibáñez Pico Le sucedió, en 1982, su hijo:
José Luis Suárez-Guanes e Ibáñez (1941-2017), iv conde del Valle de Pendueles.
Casó con Carmen Esteban Villarroel. Sin descendencia. Le sucedió su hermana en 2018:
Teresa Suárez-Guanes e Ibáñez, (1944-2021) v condesa del Valle de Pendueles.
Casó con Álvaro Zurita Saenz de Navarrete. Con descendencia. Debido al fallecimiento de su hija primogénita en 2021, se dictó orden para expedir la real carta de sucesió a favor de su nieta, Carmen Pradas Zurita, pero al no haber liquidado el impuesto correspondiente, dicha orden se dejó sin efecto. El hermano de la última condesa, Álvaro Suárez-Guanes e Ybáñez, ha solicitado la sucesión en el título."
"Francisco Mendoza Cortina (1.815-1.880), natural de Pendueles, marchó a México en 1.835 donde hizo fortuna con explotaciones agrícolas y actividades comerciales. A su regreso en 1.859 se instala en Madrid dedicándose como en México a los negocios y también a la política. No pierde el contacto con Llanes realizando importantes obras de carácter social y benéfico. Él comenzó la adquisición de terrenos para ampliar la casa original. Al fallecer sin descendencia, su sobrino Gabino Mendoza Fernández (1.843-1.887) hereda sus bienes así como el título nobiliario de Conde de Mendoza Cortina. Éste contrajo matrimonio con Fernanda Dosal Sobrino, miembro de una de las sagas de emigrantes llaniscos más importantes. Fue Gabino quien amplió y mejoró la casona, realizando una transformación definitiva de ésta en torno a 1.885"
"El Excelentísimo señor don Gabino Mendoza Fernández Cortina, natural de Pendueles, Conde de Mendoza Cortina, caballero gran Cruz de la Real y distinguida órden de Isabel la Católica, Comendador de la de Carlos 3º, Diputado a Cortes y cónsul de los Estados Unidos mexicanos, casó con doña Fernanda Dosal Sobrino, hija legítima de don Sebastián Dosal y de doña Maximina Sobrino Diaz, de la Villa de Llanes, y tuvo varios hijos. El mayor llamado don Francisco casado hoy con doña Concepción Aguirre de Tejada hija de los Excelentísimos señores Condes de Tejada de Valdosera.
Fue don Gabino rico capitalista como heredero y sucesor de su tío el Excelentísimo señor don Francisco Mendoza Cortina, primer Conde de Mendoza Cortina, modesto sin afectación, caritativo sin aparato, hizo el bien con largueza; mejoró extraordinariamente su palacio de Pendueles, que más que palacio parece regia morada, con bellos jardines, grutas y surtidores.
También mejoró sus posesiones de la Abadiega, en Peñamellera, y los baños de la Hermida.
En lo que era antiguo molino de Purón, vemos hoy suntuosa fábrica de harinas de las mejores de Asturias; y el que antes fue árido y esteril terreno que rodeaba el molino, forma hoy, circundando la fábrica, bellas arboledas, bien concertados jardines, huertas de hortaliza, frutales, y otras producciones que han hecho de Purón un verdadero sitio de recreo para el verano, al lado de la carretera de la costa. Falleció don Gabino, jóven aún, el día 13 de Abril de 1887"
"En el centro de Pendueles, ese pueblo entre la sierra plana de la Borbolla y el mar Cantábrico, se cuelan los ojos a través de una verja que, tras un abandonado jardín, deja ver unos armazones herrumbrosos de lo que fue una suntuosa edificación de planta rectangular y tres pisos, cuyos cuerpos laterales y el central estaban totalmente acristalados con vidrios de colores, y bellos jardines con fuentes, surtidores y grutas, capilla, caballerizas y pabellón de caza. Se trata de las ruinas del Palacio de Mendoza Cortina, cuyas iniciales, MC, todavía se conservan en la puerta de cierre. Aquella regia mansión rebosante de luz natural, paradigma de la Arquitectura de Hierro y Cristal, novedad absoluta en el concejo, la comenzó a construir Francisco Mendoza Cortina nacido, en el año 1815, en esa localidad de la rasa costera del extremo nororiental de Llanes.
El Sr. Mendoza, después de emigrar a México, donde hizo una gran fortuna y destacó por sus importantes contactos con el efímero imperio de Maximiliano, regresó a España y fue nombrado conde, el primero de su nombre, por Alfonso XII. Entonces, se dedicó a la política, llegando a ser senador y diputado por Asturias y, también, benefactor de Penduales, que le debe, entre otras cosas, las escuelas, el cementerio y la torre de la Iglesia. Además, se hizo muy popular por poseer una importante colección de carruajes
Le sucedió, a falta de descendientes directos, en bienes y título su sobrino Gabino Mendoza Fernández que, siguiendo el sueño de su tío, amplió y amuebló la mansión familiar, sobresaliendo, según refiere una crónica del Oriente de Asturias del año 1885, “la caoba y las maderas finas que se veían por doquiera”.
El Palacio de Mendoza Cortina, que luego se conocería como de Santa Engracia, al casarse una hija de Don Gabino con el conde de ese título, se habitaba cada año de julio a noviembre, pero a partir de 1922 comenzó a utilizarse solamente en el mes de agosto.
Al estallar la guerra civil se convirtió en un hospital de sangre. Después del periodo bélico, por ser de amplias dimensiones y distribución adecuada a las necesidades de un edificio sanitario, sirvió de hospital para tuberculosos. Cuando el establecimiento de enfermedades infecciosas se trasladó, la familia prescindió de la casa para los veranos, y únicamente fue frecuentada la zona del jardín.
Lo último que escuché sobre el palacio fue que, dentro de una operación inmobiliaria, existía un proyecto de restauración, pero según parece quedó en nada.
Y así, en estado de desolación y ruina, como tantos otros, se encuentra el Palacio de Cristal de Pendueles, otra maravilla arquitectónica de las que jalonan nuestro concejo y nuestra historia"
Y en la esquina que mira a la calle un pequeño escudo en el que se representa una serena o sirena, ser mitológico cuyas tradiciones han pervivido en la costa asturiana y muy en concreto en este litoral oriental
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