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lunes, 30 de mayo de 2016

BARBECHU (SARIEGU, ASTURIAS) PASO A NARZANA POR RAUXUÁN, LA FELGUERA, LA VENTA, EL BARRACU, LA PEDROSA Y LA TORRE: EL CUÉLEBRE DEVORADOR, LA "CAPILLA-PANERA" DE SANTA POLONIA, SAN ROQUE "SANTO PRESTAMISTA" Y EL NUBERU TRONADOR QUE AMENAZA DESDE EL PICU FARIU

Entrando en Barbechu por Rauxuán: el río y las casas

Saliendo de Vega, capital del concejo de Sariegu, el Camino de Santiago del Norte, a una jornada caminera de la catedral ovetense de San Salvador, fundamento del dicho jacobita que afirma que "quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al señor", entra en el pueblo de Barbechu siguiendo el viejo Camín Rial, ahora transformado en este tramo en carretera local, por las casas de Rauxuán, así llamadas como el río, El Río Rauxuán, pequeño arroyo sobre el que pasamos y que marca además la linde entre las parroquias de Santiago, a la que pertenece Vega, y de Narzana, a la que pertenece Barbechu, la más occidental del concejo saregano


El Río Rauxuán nace un poco más al norte, en El Pozón, al lado del pueblo de Canal, en las laderas meridionales de La Llomba, la larga loma que, extendida de este a oeste, cierra el valle de Sariegu por el norte, haciendo sus alturas de linde con Villaviciosa. Existen las variantes Rexuán y Riuxuán, que recoge el cronista oficial de Sariegu, Florencio Friera Suárez, en sus estudios sobre la toponimia de estas parroquias que aquí se unen


El Río Rauxuán pasa por aquí canalizado para evitar inundaciones en temporada de lluvias, cuando su pequeño caudal puede agrandarse desastrosamente en estas zonas tan llanas; hay una pequeña presa o ñora y, a su lado está el lavadero de Rauxuán, al que se venía a hacer la colada cuando no se disponía de agua corriente en las casas, la cual ha llegada felizmente hace ya unas cuantas décadas


Como de tantas construcciones populares, se desconoce el año de construcción y en su momento fue restaurado como elemento patrimonial que es. No tiene cierre ni cubierta ni parece haberlos tenido. Hecho en piedra, mide 4,12 metros de largo y dispone de un pilón lateral de una sola balsa, estando catalogado por el etnógrafo Daniel Cueli Canto en su obra Llavaderos. Censu del conceyu de Sariegu. Fijémonos en el muro de piedra que se alza detrás de él entre el río y la casa. Ahí están las primeras de Barbechu, de Narzana y de Rauxuán,  Casa Quinito, Casa Francisco o Norina y Casa Enrique


Y a nuestra izquierda Casa Aurelio, al cuyos pies pasa también El Río Rauxuán tras salir al otro lado luego de pasar subterráneo bajo este puente-tubería de la carretera


Barbechu, como vamos a comprobar, es un pueblo muy lineal, que extiende sus casas, agrupadas en barrios y lugares, por el viejo Camín Rial, a lo largo de más de un kilómetro. Al fondo por ejemplo vemos el lugar de La Felguera, al que nos aproximamos, después llegarán El Barracu y La Venta, el llamado propiamente Barbechu, La Torre y varios más


El Camín Rial, carretera local de Vega a El Romeru ( y de allí por El Castru a La Pola, capital de Siero), aprovecha este gran pasillo natural del valle de Sariegu para su trayecto. Su origen pues es inmemorial, basado en dichos pasos naturales tan antiguos como la Humanidad o más, sin embargo, al abrirse las primeras carreteras, quedó relegado a vía de carácter local, si bien fue ensanchado, aplanado, asfaltado... hasta darle la configuración que tiene en la actualidad


A la derecha, la llanura central saregana al pie de La Llomba llega desde Vega hasta aquí por La Iría Carrocéu y continúa por los prados llanos de Espina hacia La Felguera y La Venta. Esa llanura tiene su continuidad a nuestra izquierda por Agüeries, bajo el monte La Berruga, mucho más bajo y más pequeño que La Llomba y que cierra esta parte del valle por el sur, siendo por tanto el flanco meridional de este pasillo


Un cartel nos describe la historia y características principales de Barbechu, las cuales iremos hilvanado según avancemos por el pueblo; para empezar podemos asegurar que la etimología está clara, las tierras del sistema de cultivo tradicional del barbecho, del latín verbactum, por el que unas tierras dejan de sembrarse un tiempo para que se recuperen y vuelvan a dar buenas cosechas


En estas llanadas pues de La Iría Carrocéu a Espina, donde está Casa Flor, estuvieron antaño plantados de trigo, centeno, escanda y otros cereales, los cuales fueron sustituidos paulatinamente por el maíz a partir del siglo XVII, sin embargo, aún queda buena memoria en Sariegu de las plantaciones del primero de ellos, el trigo, así como de aquellos antiguos molinos de río en los que se molía el grano, hoy día desaparecidos o arruinados


Al norte de Casa Flor divisamos el pueblo de Villar, también dispuesto linealmente a lo largo del camino que, por la falda de La Llomba, va de Canal a la iglesia parroquial por Ramundi, teniendo encima las alturas de La Cabañona con El Pozu los Llobos y El Cantu Naval o El Campu Ñaval, de unos 667 metros de altitud y encima del pueblo


Encima de Villar, también de esta parroquia de Narzana, se reconoce muy bien el surco de La Riega, que llega hasta la cima ascendiendo por los lugares de El Cabañón, La Riega, El Patateru, La Boroñá Ornia y La Cabañona. Como vemos son topónimos alusivos a los usos agroganaderos tradicionales en estos lugares, de la misma manera que arriba El Pozu los Llobos hace alusión a las trampas para animales salvajes, no siendo extraño que perviva asimismo el topónimo La Montería


Encima de Canal se encuentra asimismo Perriellos, unos prados grandes con fuente que da sus aguas a bajar por La Riega; hay cabañas y pinos en un rellano bajo la cumbre La Campa los Güesos, a donde iban antaño a jugar los niños de Villar, cerca de La Xube, topónimo sin duda relativo a xubir 'subir', En este caso a La Visquillina, otro prado llano, ya en la cima de La Llomba


El agua de La Riega y las fuentes de la montaña alimentaba La Fuente la Plaza que como su nombre indica, se halla en la pequeña plaza del pueblo de Villar, en medio de las casas, donde están El Güertu la Fuente, El Güertu Solafuente y La Capilla San Gabriel (Santo Ángel de la Guarda), fundada bajo la advocación del Santo Ángel de la Guarda en 1672 por los vecinos de Villar Andrés González de la Retuerta y su mujer María Bastián, nombrando patronos y capellanes a sus descendientes


De todas maneras la capilla nunca debió ser de demasiado renombre ni celebración, pasando hace mucho tiempo ya a ser cuadra y tenada, sabiéndose que algunas imágenes, como la de San Gabriel, San José y San Roque, pasaron a la iglesia parroquial de Santa María de Narzana, la cual no llegamos a ver desde aquí por poco pero se hallan en términos de Villar, un poco a la izquierda del pueblo, en las campas de El Cotaraxu, donde se encuentra asimismo La Casa Retoral


La iglesia de Narzana es una joya del arte románico algo apartada del Camino y cuesta arriba, pero a la que los peregrinos que deseen subir (está además en un bellísimo paraje), concertando a ser posible su apertura si desean ver el interior, pueden hacerlo en un corto desvío un poco más allá de La Venta, corto pero con una cuesta considerable, todo hay que decirlo, por El Camín de Villar arriba, que en su momento advertiremos


En la subida por la curva de El Cotaraxu, eso sí, es preciso advertir que, atravesando las arboledas de La Viesca, pueden sin duda encontrarse con el monstruoso cuélebre devorador con el que se asustaba antaño a los niños que tanto les gustaba aventurarse por el monte en sus juegos, según tradición también recogida por Florencio Friera Suárez en su estudio Parroquia de Narzana, nº 37 de la serie Toponimia de la Academia de la Llingua Asturiana

Cuélebre. Dibujo de Almasu Awen

En otro de sus libros, Patrimonio histórico y cultural del concejo de Sariego (Asturias), recoge esta leyenda de uno de sus informantes:
"La xente nun sabe perbién que ye, pero... ¡haber hailos! Casi todos dicen que son como culiebres grandes que pueden hasta matar a les persones, pero non mordiéndoles, sinón estruyéndoles hasta que se afueguen. Tamién dicen que vive nos montes, cerca d'onde haiga agua, y qu'al caminar fai ruidu como les culiebres"

Más allá de La Viesca y El Cotaraxu, donde asoma el tejado de la antigua Casa Retoral, reconocemos parte de las estribaciones de El Fariu, serranía de varias cotas que supone el límite occidental de La Llomba y que en ese lugar, plagado de pinos repoblados, de La Campa Cima y el llamado propiamente Picu Fariu (707 m), hace de frontera de Siero y Sariegu. Más a la derecha, aún no lo vemos desde aquí, está El Torrexón o El Picu los Soldaos (737 m) su altura máxima, que es la que suele ser llamada comúnmente Fariu


Hay una cabaña, con antenas, que hace a esta cota magníficamente identificable, pese a que los pinos, al crecer, ocultan en buena parte su cima, que disponía de magníficas vistas del valle del Ñora o Nora y de buena parte del centro de Asturias hasta los puertos de la Cordillera


Volviendo a El Cotaraxu, con las arboledas de La Viesca y El Combre, bien conocidas por el cuélebre, dice Friera dice que La Casa Retoral, "junto al camino que sale de la carretera de Barbechu a Villar", tiene detrás de ella está el prado de Sobre la Retoral, al que según su estudio toponímico de Narzana se le llama también El Tibidabo, no sabemos si por comparación con el de Barcelona, pues en origen el catalán tenía otro nombre que en su momento fue sacralizado. Dada esta curiosa coincidencia toponímica extraemos esta explicación de la Wikipedia:
«Tibi dābō», que en latín significa «te daré», proviene de unos versículos de la Biblia Vulgata:
"…et dīxit illī haec tibi omnia dābō si cadens adōrāveris mē".— "Y le dijo: Todo esto te daré si te postras y me adoras" (Mateo 4:9);

"…et ait eī tibi dābō potestatem hanc universam et glōriam illōrum quia mihi tradita sunt et cuī volō dō illa".​ — "Y le dijo el diablo: Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregado y se lo doy a quien quiero." (Lucas 4:6).

Estas frases las dice el diablo a Jesús desde una gran altura, mostrándole los reinos de la Tierra. El nombre del Tibidabo parece ser una referencia a esta vista."

En primer término, un vallado cierra la caja de la Autovía A-64 que desplazó a la Carretera la Campa (A-380 en la actualidad) como la principal vía de comunicación entre el interior y centro de Asturias y Villaviciosa, de la misma manera que la carretera desplazó a los viejos caminos reales siglo y medio más atrás, en 1852


Sobre las arboledas identificamos bien La Cantera, la gran explotación que prácticamente ha hecho desaparecer la parte saregana de Peña Careses (522 m) con su emblemática cumbre caliza que se alza en términos de Siero, otra gran atalaya natural sobre el valle del Ñora, "Nombre tradicional con el que es conocido el río Nora en el concejo de Siero", dicen en la Enciclopedia de paisaje de Asturias, "en cuyo territorio nace en la fuente llamada de Ñora (Valvidares, San Román de Sariego".


Estas son las últimas casas de Rauxuán, antes de las de La Felguera, que tenemos al fondo, a la derecha del paraje de El Riguilliri, por donde va el camino de La Felguera a Santianes, pueblo de Sariegu al otro lado del monte La Berruga


Por aquí están también los prados de La Faya, que abarcan desde lo llano de La Felguera a las cuestas de La Berruga (347 m), monte entre Barbechu, Vega y Santianes con los altos de La Carrera y La Faya que separan este valle de Barbechu del del Ñora propiamente dicho, que pasa al otro lado, por Santianes y Llamasanti. La Carrera hace referencia a un camino de carros que por aquí discurría, cerca de la cueva de Cuevagatu, cuyo nombre puede hacer referencia a refugio de gatos monteses, resonancias mitológicas aparte...


A nuestra derecha Casa María Luisa, pegada a Casa Paco, antiguo solar de madreñeros, antigua tradición de "hazer calzados de madera", oficio así descrito para Sariegu por el Catastro de Ensenada, de los que decía, a mediados del siglo XVIII, unos 24 en el concejo


Se trataba en realidad de campesinos que completaban sus ingresos como labradores con este muy solicitado oficio. El rigor del catastro revela que no obstante percibían en conjunto la nada desdeñable cifra para la época de 684 reales, no siendo por ello extraño que en sus inventarios figuren explícitamente herramientas como "unos yerros" o "un taladro" de madreñes en documentos de los años 1766, 1771, 1776, 1785


La carretera no es normalmente de mucho tráfico pero al ser llana y recta puede pasar veloz, No hay acera ni arcén apenas en este trecho. No obstante a ello y a pesar de pisar asfalto es un trayecto muy agradable para caminar


Las sucesivas reconversiones agrarias, al menos desde el final de la posguerra española con el éxodo rural y abandono del campo, ha hecho que el paisaje rural tradicional se configure cada vez más en lo residencial, lo que, en el caso de Sariegu, se basa en la mayor cercanía a las ciudades principales de Asturias, prácticamente inmediatez, conseguida con la A-64 que, no obstante, partió el concejo en dos lamentablemente, como enseguida vamos a ver


Dejamos Rauxuán y pasamos a otro de los barrios o lugares de Barbechu, La Felguera, un topónimo harto frecuente en Asturias, 'zona abundante en helechos', como debía ser esta vega antes de ser roturada y especie de la que primero se llena cuando se abandona un campo, cuya etimología deberíamos buscar, dicen los filólogos, en las palabras latinas filictum y filicam. A su derecha, al norte, los prados llanos de Solarriba y La Faza Solarriba


Dejamos a la izquierda El Camín de La Berruga, el que por El Riguilliri y El Güertón sube a La Berruga para ir a Santianes


En La Felguera, a la izquierda Casa Alfonso Montequín y a la derecha Casa Ismael de Montequín. Al fondo Casa Sabino Morán por donde sigue el Camín Rial, rumbo ya a La Venta


En La Berruga estas son las laderas de El Muriellu, como todo el monte, "de pendientes suaves, tiene abundantes praderías y restos de bosque autóctono", como bien dicen en la Enciclopedia del paisaje de Asturias. Arriba está el prado de La Foguerá, encima de El Centenalón y Los Centenales, hoy mayoritariamente pastos de pasto y siega que, como su propio nombre indica, estuvieron antiguamente plantados de centeno


Casa Ismael de Montequín, con dos bellos corredores en la planta alta de la vivienda; a los lados, las cuadras, tenada, llagar, etc. fueron integrándose en la misma al abandonarse la labor ganadera de antaño


Ante de que el Camín Rial fuese carretera y antes que esta viese el paso frecuente de vehículos a motor, la antoxana o porche hubo de ser un extraordinario espacio de socialización, donde la gente que iba y venía se detendría a conversar con las gentes de la casa, sentados haciendo las labores pertinentes en la casería. Arriba, la existencia de un tabique en el corredor, el cual presenta diferente aspecto a derecha e izquierda pese a tener la misma estructura y motivos decorativos, delata la separación en dos viviendas


Pasamos así la Casa Alfonso Montequín y continuamos camino por La Felguera adelante


Y pasada la casa y también a la izquierda, el hórreo. Desde el año 1547 al menos existe documentación relativa a "orrios", según noticias recopiladas por Florencio Friera:
"En 1547, con motivo del juicio contra Juan Piele, vecino de Barbecho, se menciona muchas veces la palabra orrio. Ej. "Más de 3.000 mrs. que tyene de daño las dichas casas e orrios, que por su culpa estuvieron destejadas".

En 1735, ante los gastos originados por el juicio contra María Antonia Bastián -a causa de su "matrimonio clandestino" con Pedro Barbales, vecino de La Collada-, ésta hubo de vender un hórreo a don José de Argüelles en ocho ducados, "El orrio es de seis pies o pegollos y muelas, según se halla levantado delante de la casa que fue de Francisco Bastián y su muger difuntos, vecinos que fueron de Barbecho y padres de Mª Antonia Bastián.

En julio de 1790, Don Fernando Pandiello Puente y don Agustín García de la Huerta tienen un pleito a causa de "una panera que intentaba armar... una casa que había comprado dicho Agustín a Joseph Rodríguez y Catalina Fernández su conjunta, vecino de Oviedo, en un suelo que antes había tenido el padre de dicho don Fernando, un horrio de quatro pies" en Barbecho".

A la izquierda los prados de La Llosa la Felguera, la palabra llosa, con sus variantes, de debatida etimología, tiene multitud de acepciones, pero en las relativas al territorio suele hacer referencia a espacios rurales de labrantío (aunque también es un tipo de piedra, una 'losa') o porciones de terreno en general. Esta es la definición, o definiciones, en el Diccionario General de la Lengua Asturiana:
"1Finca labrantía cercada sobre sí. Terreno cercado poco extenso y próximo por lo común a la casa. Heredad o terreno cerrado y labrantío. Finca de labor cerrada, cercana a la casa o casería, fértil y productiva. Pequeña extensión de terreno cercado de pared junto a un corru. Prado grande y cercado sobre sí. Prado, finca pequeña con sus límites propios. Prado cercado, menos extenso que una pradería. Prado pequeño y cerrado. Terreno cerrado al lado de la casa con prado y huerta. Prado cercado con un único propietario. Prado generalmente llano, como de cien metros de largo, cercado con un muro bien visible. Tierra sembrada, llana, cerrada o sin cerrar. Heredad cercada de un solo propietario, mayor que el bosque. Huerto cerrado. Pieza a labrantío cerrada sobre sí. “Llosa, la mejor porción de tierra de labor y que está cerrada, cerca de casa y que no es grande pedazo, y es propia de un solo dueño, a distinción de la ería, que es más grande y de muchos amos”

2. Conjunto de tierras. Grupo de fincas de labor, las más cercanas al pueblo y donde cada vecino tiene su parcela. Terreno labrantío. Terreno labrantío, llano y grande, dividido en trozos. Cortinal. Terreno de labor del pueblo y dividido en pequeñas parcelas separadas por mojones. Tierra de labranza junto a un prado, por lo general más pequeño (casi siempre la llosa tiene varias tierras de labor). Terreno de labranza cerca del pueblo, dividido para varios vecinos.

3. Cercado pequeño, existente junto al corru para meter ovejas, cabras, etc."

Como en el caso de Los Centenales y El Centenalón, también aquí se da el singular aumentativo, La Llosona, "un conjunto de tierras de labor cercadas junto al poblado", es como describe una llosa el filólogo Julio Concepción Suárez en su Diccionario toponímico de la montaña asturiana, y la hace derivar del latín clausam 'cerrada', por su parte el profesor Xosé Lluis García Arias en Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, ahonda en la etimología:
"Para una serie de palabras como el catalán llosa, castellano losa, portugués lousa, gallego louxa, asturiano llosa etc. se pensó en una etimología prerromana  y céltica más concretamente LAUSA ‘losa' . El hecho de que tanto en territorio asturiano como catalán abunden los topónimos del tipo llosa aconseja a Menéndez Pidal buscar una explicación diferente del lat. CLAUSAM ‘cerrada’ pues el grupo CL- no palataliza en catalán 

A nuestro modo de ver ha de entenderse que bajo una misma expresión del tipo de las asturianas llosa o llousa, se ocultan dos palabras de orígenes diferentes. Por un lado una de clara ascendencia latina, CLAUSUS, A, UM ‘cercado, cerrado’ que se aplicaría a realidades como la ería o a otra propiedad comunal caracterizada precisamente, frente a otras, por estar cercada o “cerrada sobre sí” en expresión de documentos tardíos; quizá así deban explicarse:

Otra palabra, ahora la citada céltica LAUSA ‘losa’ > asturiano llouxa o llosa, será responsable de algunos topónimos asturianos de la misma expresión que los anteriores pero relacionables con la terminología de la piedra. Es probable que alguno de los que siguen tengan este origen aunque siempre debe observarse el terreno para diferenciarlos de los que hacen referencia al lugar cercado."


Al pasar por Casa Sabino Morán nos percatamos de la barrera vegetal y verde que tenemos enfrente, la de la Autovía A-64 que dividió en dos a Sariegu a la vez que lo acercó tanto a las ciudades de la gran metrópoli urbana asturiana como a la muy turística costa de Villaviciosa


La A-64, que pasaremos debajo de un túnel, cruza por La Terrona, un prado llano entre La Felguera y el siguiente barrio de Barbechu, La Venta, que veremos al pasar al otro lado



Por aquí estaba también La Tierra Ambrosio, que solía plantarse de maíz, así como, aquí al norte de La Felguera, El Pelambre, que llegaba a la llanura de Espina por Solarriba, desde aquí también a La Venta


Ahora, aunque algo tapado por los árboles que conforman la barrera vegetal de la autovía empezamos a ver El Fariu en toda su extensión, lo que nos permite identificar bien sus alturas, incluyendo, a la derecha, la de El Torrexón o El Picu los Soldaos a la que antes aludíamos



Fácil de reconocer por su bosque de antenas, es la cota que suele estar consignada en los mapas como El Fariu o El Picu Fariu, donde habría estado el faro que dio nombre a esa sierra, sito en su máxima altitud de 737 metros. Es, o era antes de su destrucción, una necrópolis tumular de milenios de antigüedad, testimonio funerario de civilizaciones megalíticas, posiblemente nómadas y sin duda ya pastoriles, entre el Neolítico y la Edad del Bronce. Atendamos a lo que nos tiene que decir al respecto Florencio Friera Suárez en su citado libro sobre el patrimonio saregano:
"Necrópolis formada por cuatro túmulos que se sitúan bajo la cota de los 734, 22 metros, la altura máxima de El Fariu que en los mapas suele aparecer con el nombre de "Cima" y que los verdaderos conocedores de la zona denominan "El Picu de los Soldaos". Estos túmulos han sido muy alterados por las obras de instalación de antenas, depósitos de aguas, vértice geodésico y adecuación del espacio para aprovechamiento ganadero. Un poco más al norte, donde los mapas suelen decir "Miravete", se encontraba "El Torrexón" y que fue destruido con motivo de dichas obras".


En el apartado de su libro, publicado en 2001, dedicado a los yacimientos medievales explica qué pudo haber en esas cumbres, desde las que se ve desde el Mar Cantábrico a la Cordillera Cantábria, en dicho periodo:
"El Torrexón, no lejos de la peña de los Cuatro Jueces -límite entre Siero, Gijón, Villaviciosa y Sariego- estaba situado hasta hace unos veinte años en El Picu los Soldaos, punto más alto del Fariu lugar al que los mapas llaman "Cima"-, al este del actual edificio de la Telefónica; era una construcción de piedras labradas, unidas con cal y arena, que tenía una circunferencia de 1,5 metros de diámetro, donde había un destacamento de soldados que se comunicaba con Gijón"

Avanzamos pues por El Camín Real saliendo de La Felguera por estos antiguos campos de La Terrona cuya llanura aprovechó la Autovía A-64 Oviedo-Villaviciosa, la que se une en el llamado nudo de Grases con la Autovía del Cantábrico, como pudimos ver en nuestros deambulares camineros villaviciosinos


El Camín Rial hace aquí una larga recta, viendo ya, nada más embocar el túnel, las casas de La Venta al fondo, a las que llegaremos subiendo una pequeña cuesta


En la paredes del túnel, grandes conchas y flechas amarillas nos confirman que vamos en la dirección correcta. Aunque no haya mayormente riesgo de desvíos inadecuados el ver cada ciertos metros una señal jacobita tranquiliza de pensar si se ha dejado algún cruce atrás


Avanzando por el túnel, vemos La Venta enmarcada como en una pantalla de cine con La Viesca y El Camín de Billar a la derecha, en la subida a la iglesia y a El Cotaraxu, con El Fariu también al fondo, al noroeste


Esta sería la continuidad de los campos de La Terrona ahora divididos en dos, como los de La Tierra Ambrosio, entre La Felguera y La Venta. Aquí está también Dornón, otro de los prados de la llanura de Espina, también cortados por la A-64


La Venta "antes llamada de Berros, lugar con mesón en el camino real y llagar de sidra", leemos en el Diccionario Geográfico de Asturias. Ciudades, Villas y pueblos, haciendo referencia al apellido familiar de los dueños, uno de los cuales aparece mencionado en este documento del que informa Florencio Friera en su libro:
"En relación de lo que habían de pagar los vecinos de Sariego, en 1596, figuran los vendedores de bebidas de las tres parroquias. (...) En la de Narzana "la alcabala del bino e sidra se remaró en Alonso de Berros en las condiciones del año pasado en treze ducados"

Este sería el origen del llagar de Sidra Pachu, de Francisco Peña, fundado en 1945 en La Carcavá tras irse allí el de Hipólito Sánchez de aquí de La Venta, documentado en 1903


Nada más pasar bajo el puente empezamos a subir suavemente a La Venta y El Barracu, unas caserías que hay a la izquierda, hacia el barrio de Barbechu propiamente dicho. Junto a La Venta se encuentra asimismo el Altu Pegues, prado llano con robles donde les pegues, 'urracas' hacen sus ñeros, 'nidos'.


Ahí a la derecha, La Faza Espina es un prado llano llegando a La Venta desde Villar, todo continuidad de aquella gran llanada que desde Vega llegaba aquí ahora dividida por la autovía. Allí están también Palombar, La Llonguera con su fuente y los prados de Ferria, en la bajada de Villar al pie de El Cotaraxu


Las pumaradas hacen memoria de la larga tradición sidrera de La Venta o La Venta Berros, que sin duda cerraría cuando El Camín Real quedó sustituido por la Carretera la Campa (AS-380).


No tenemos datos sobre si además de arrieros, ganaderos, pastores trashumantes, artesanos y demás viajeros transeúntes y ambulantes, que solían ser sus habituales clientes parasen en La Venta Berros también peregrinos, si bien estos es fácil se dirigiesen preferentemente al Hospital de San Fabián y San Sebastián o de los Santos Mártires (hospital en el sentido de hospedaje de antaño más que en el actual de centro sanitario) de La Pola, capital de Siero, que empezó siendo la Alberguería de San Pedro o San Pedro de los Albergues, fundado en 1.141 por María Ordóñez en el lugar de Rioseco, antecedente poblacional de La Pola, que no sería fundada hasta 1266 por carta puebla de Alfonso X El Sabio


Era la misma carta puebla, aforando gentes y población, con derecho a celebración de mercado y otros privilegios, que pocos años después, en 1270, se otorgó a Sariegu por el mismo rey en una decisión revocada dos años después al alegar los monasterios de San Pelayo de Oviedo y Santa María de Valdediós gran perjuicio para sus intereses en ambos concejos


A nuestra izquierda, este es el pequeño valle de El Repodrizu, que separa el monte de La Berruga, a la izquierda, del de Mería, a la derecha. Aguas arriba es La Reguera, formada por la unión del Río la Pipa que nace en La Fuente Fonfernandi y el Río Castiellu, que nace de las fuentes de La Coría y El Ponticu y que siendo luego El Río la Torre, llega aquí y recibe las aguas de El Muriellu, que baja a la izquierda por La Berruga y sigue camino, llamado ya El Repodrizu, hacia Llamasanti para desembocar en el Ñora, haciendo de frontera suroeste de Sariegu con Siero. Mencionado en la Edad Media como Rivus Putrizus, la autovía modificó su cauce


A nuestra derecha, El Praón y, arriba entre las casas de La Venta sale a la derecha El Camín de la Roza


Camino que, como su nombre indica, va a las casas de La Roza, entre La Venta y Espina, otra capera llana al pie de El Cotaraxu



Las antiguas ventas eran sucesoras de aquellas paradas fondas de los tiempos de Roma en vías y calzadas que fueron las mansio, caupona y mutatio, en los siglos de las invasiones tal vez muchas desaparecerían pero por necesarias fueron reapareciendo como ventas y posadas, tal vez al principio refugios muy paupérrimos y luego ya más acondicionados. Llegada la Edad Moderna, vieron los carruajes y diligencias de las primeras líneas regulares así como las paradas de postas



Con la llegada de las carreteras en el siglo XIX y, salvo que se trasladasen a ellas, o que la nueva carretera siguiese pasando por el lugar o por otras razones, la inmensa mayoría fueron desapareciendo. El escritor asturiano Jesús Evaristo Casariego nos ha dejando una semblanza de lo que sería el acontecer cotidiano de una de aquellas ventas, en los años de esplendor, con las diligencias, pero a la vez, cercanas ya a su desaparición:
"La vida de las posadas asturianas de antaño era pintoresca, aunque algunas veces pobre e incómoda. Ventero ladino, pero servicial, mozas generosas en lo suyo, mozos de paja y cebada llenos de marrullerías: todos pendientes siempre de la propina; tipos que han sido muchas veces citados en una literatura de costumbrismo convencional, que no siempre respondía a las realidades. Arrieros y viandantes del común se amontonaban en las amplias cocinas de inmenso lar (llar y char, en asturiano), donde en los escaños , mesas y banquetas toscamente labrados , los "tayuelos" , tenían lugar animadas tertulias en las que se cambiaban noticias nuevas o se recitaban , una vez más, viejas leyendas y romances.
Se dormía generalmente en las cuadras y cocinas, entre montones de heno y sacos de paja y cebada; unos candiles iluminaban la escena y a veces se apagaban para facilitar un episodio erótico entre el viajero galán o dadivoso y la moza servicial, como la Maritornes cervantina. Muchas comidas se hacían en común, cada uno con su cuchara de palo sacando directamente con ella la vianda de la olla donde había sido guisada. Sólo algunas posadas de los caminos reales importantes tenían habitaciones con camas completas arregladas; eran para los viajeros ricos que montaban caballo propio y llevaban también criado o criados ecuestres. En el lar barboteaban los grandes calderos colgados de la gramallera o se freían las truchas o la magra (Carnes), en amplias sartenes de asas, sobre los tréboles. De escarpias fijadas en la pared se colgaban mantas, capotes, escopetas, espadas y trabucos. En algún rincón sobre humilde mesa, se podía jugar a las cartas y generalmente los jugadores daban grandes puñetazos sobre el tablero al sacar los triunfos. 
La vida de las posadas se animaba singularmente al atardecer y al alba. A esa hora proseguía el viaje de la recua bajo el sol ardiente o entre la niebla lechosa o la lluvia insistente y monocorde. Todos se cubrían con sus capotes de capucha, arrebujándose en sus mantas o bajo los lienzos encerrados; algunos, ya en los últimos tiempos desenfundaban gigantescos paraguas de telas chillonas, rojas o amarillas. En determinadas épocas de guerras civiles y trastornos o en lugares donde se sabía que operaban bandoleros, las gentes iban con temor y recelo, y los valientes acariciaban los trabucos, escopetas o pistolas de arzón. Pero no eran frecuentes los asaltos a recuas numerosas, pues los bandoleros solían rehuir los posibles combates. Por eso, en esas circunstancias, los viajeros y arrieros solían esperarse unos a otros y unir sus recuas y caballerías, formando caravanas a veces de más de cien personas y animales; ello daba seguridad al camino, pero aumentaba las incomodidades de la posada, adonde entraba de repente tal multitud. (...)

La recua fue el único medio de viajar a Asturias durante siglos. Las últimas grandes recuas llegaron hasta mediados del siglo XIX, La época de su mayor importancia y animación son las tres centurias que van desde Carlos I a Isabel II. En el reinado de ésta fue cuando se instauró un nuevo modo de viajar; las modernas diligencias de línea regular. Pero eso ya es otra historia. (...) 
Los arrieros, al menos los que tenían recua propia, que eran la inmensa mayoría, ganaban buen dinero y solían ser rumbosos en las ventas y mesones, comiendo buenas tajadas, bebiendo los mejores vinos y disfrutando de la alegre compañía de complacientes mozas. En cambio, casi nunca dormían en cama; usaban por alcoba pajares y cocinas y por colchón montones de heno o sacos de paja.".


La Venta, El Camín de la Roza y Villar, con las arboledas y campos de La Nozalea, Espina y Ferria, a la derecha de El Cotaraxu y El Cotaraxín. Arriba, a media ladera y saliendo del pueblo, va el camino a Sierra y a Miares por El Cuadru los Pedregales, en las cercanías de La Güerta la Rotella, donde hay un pozo natural



Subiendo por El Camín de Villar y El Cotaraxu se llega al pueblo por Casa Andrés y Maruja, seguida de Casa Herminia o Casa Tino, con el lavadero de La Fuente Villar y, a un paso, la citada capilla del Santo Ángel de la Guarda que es cuadra y tenada, pudiendo subirse desde ella a Casa Paula y Casa Pin; luego son Casa José Luis, Casa José, Casa Aurina Pascuín, Casa Gerardo, Casa Emilio, Casa Vitoriano y El Camín de los Pedregales



También deberíamos nombrar a Casa Antonio, antes Casa Lao; la Casa Oliva y Lías y Casa Rufino, antes de Elvira y Pepe



Pero tal vez habría que destacar, yendo hacia la iglesia, Casa Rufina, donde se organizaban bailes en festivos y se jugaba a los bolos



La Iría Espina, que se extiende al pie de Villar y va de La Venta a La Iría Carrocéu, conformando su llanura, ahora cortada, además de pastos y tierras de cultivo antaño, una red de caminos y pasos, como los de Villar a Vega, la capital saregana o el de Canal a las escuelas de Narzana, por donde iban y venían los escolinos de antaño. Un nombre casi perdido es del de Los Comuñeros, encima de Espina


El Camino de Villar a Vega iba por La Faza Sumiñé y al lado de El Campón, bajando por El Güertu Ribes y Les Ribes, Pera Martín y Les Xungles, paraje de juncos del Río Rauxuán. Entre estos prados está El Prau les Ánimes, con su fuente y junto al camino de La Venta a Espina. Más que referirse a apariciones su nombre tiene que ver con que su renta o su producción servía para mismas, limosnas, sufragios... de las ánimas del purgatorio y difuntos



En la distancia, en lo alto de La Llomba, el Altu les Cruces (589 m) y, a su derecha, el Altu Valloberu (606 m), a cuyos pies entrábamos en Sariegu bajando del Altu la Campa a Figares en la parroquia de San Román para luego entrar en la de Santiago por Pedrosa hasta continuar por La Carcavá y La Fuente del Pozu Saláu a Vega, la capital


Una de las pumaradas cercanas al Camino en otoño, con la manzana colorada destacando entre los verdes de las hojas y el prado, a punto de ser pañada, 'recogida', para mayar y hacer la sidra...


Ahora a nuestra izquierda y sobre el Camino, un viejo hórreo, hemos llegado a Casa Fausto la Venta


Y esta es la entrada a la casa, junto a este cobertizo, nosotros seguimos de frente, acabando ya la cuesta...


Pero al pasar miramos a la izquierda, hacia la cuadra, pues a lo lejos, al sur, vemos el monte de Mería (328 m)



Y ahí están, ocultas por el bosque de La Mata Peña y La Mata Mería, las casas de Peña, que pertenecen a Barbechu, con los parajes de La Fuente'l Centenal, El Prau Pepín, junto a L'Hortalón y El Barréu, que era de Pepín de Moral, el prado de La Quinta y Recorva



Por Mería y muy cerca de Peña discurre la linde con Siero y a la derecha va el camino de Pando a La Llera, ambos lugares ya del concejo vecino. Al sur El Picu Llosona (598 m), sobre el valle del Ñora en Feleches, Siero



La entrada al hórreo, que antes vimos desde abajo y desde atrás, en el Camino...


La cuesta acaba en Casa Luis de la Venta, donde durante unos metros caminaremos en llano, viendo al norte Villar y La Llomba. De La Venta encuentra este dado además Florencio Friera:
"En agosto de 1777, Don Ramón de Jove das Marinas, vecino y regidor de Oviedo, arrienda a Francisco Martínez, vecino de Collado, la su Benta de Berros y bienes que andan con ella que son los siguientes: Primero una casa alta con su establo, pajar y panera delante de ella sita en esta parroquia (Narzana). La Venta, en Barbechu, antes llamada de Berros".

A la izquierda, Casa Adela, con palmera y panera, las antiguas quintanas mudan su aspecto campesino a otro más residencial, aunque aún siguen conservándose algunos de sus hórreos y paneras, muchos también transformados al acabar su cometido como graneros 'aéreos' separados del suelo y de la entrada de roedores para el que fueron concebidos



Bifurcación con El Camín de La Roza, nosotros seguimos por la carretera, frente al que era el chigre y llagar de Casa Pachu, parada que fue también de los autobuses de línea


El Barracu, solar de los Pruneda, célebres artistas del siglo XVIII, y también de la familia de los Fernández Caicoya. Dejamos El Camín del Barracu a la izquierda y seguimos bajando suavemente por la carretera de Vega a El Romeru, la cual sigue el trazado del antiguo Camín Rial


Ante nosotros El Cotaraxu, por cuyos mitológicos bosques de La Viesca sube El Camín de Villar, a expensas de la aparición del cuélebre en cualquier momento bajando por los prados de El Combre. Arriba, La Llomba por El Campu Ñaval y La Cabañona o Campa les Yegües, encima de Villar


El Camín de Villar sube por La Retuerta arriba hacia El Cotaraxu, mientras que por aquí por El Prau Molín baja el agua de La Fuente Fonfernandi, "Rincón nuna fondonada con felechos, carbayos y castañales" nos describe el lugar Friera Suárez en Toponimia 37. Parroquia de Narzana.


Casas del Camín de Villar en La Retuerta, El Llagarón y El Güertu Retuerta, con La Campa Cima de El Fariu en lontanza, fácil de reconocer por sus repoblaciones forestales


La bajada va acabando al pasar sobre El Río Fonfernandi o Río la Pipa, formado por las aguas de la Fuente Fonfernandi en dirección al lavadero de este nombre, también llamado de El Barracu, y de La Pipa. Los tres nombres coinciden y se comparten en ambos casos. Más arriba, en La Retuerta, están Casa Teresa, Casa Gelín y Casa José Antonio, donde hay una panera del siglo XVII en La Casona, Casa del Tíu Pepe y Casa Cefera y Casa Clara. La Retuerta es solar de ferreros desde tiempo inmemorial pero documentados desde el siglo XCI, dice Friera:
"En relación con lo que han de pagar en 1596, por orden de Felipe II, los vecinos de Sariego, vemos en Narzana a Juan Sánchez, ferrero". En este barrio de Narzana hubo una fragua en La Retuerta, donde trabajaba "Andrés de La Retuerta, Ferrero" según textos de 1628 y de 1653".

Arriba y sobre nosotros Otro prado llamado El Centenal y otra vista de La Roza con las cuestas de Sovillar detrás y, más lejos y al noroeste El Campu los Salgueros y El Campu les Cruces, en La Llomba


Al fondo a la izquierda vemos como el Camino sube un poco para subir al barrio llamado Barbechu, como el pueblo, donde arranca a la derecha El Camín de Villar que sube a la iglesia por La Retuerta, La Viesca y El Cotaraxu


En El Barracu, El Güertu Río y la entrada al lavadero, cubierto con tejado a dos aguas sostenido por pilares de ladrillo y también restaurado por el Ayuntamiento


Arriba en El Barracu, una soberbia panerona con bodega debajo, que solía emplearse como almacén de aperos, cuadra, gallinero, cubil, corripa o pocilga, etc. Arriba el grano y despensa debían de estar fuera del alcance de roedores y alimañas, por esto se sostiene sobre pegollos y sobre ellos hay pegolleres o tornarratos, para que, aunque escalen, no puedan seguir subiendo y accedan a destruir lo que constituía la supervivencia de una familia campesina. Esta se dice que vino aquí de Vega en la década de 1930:
"En la segunda mitad del siglo XVII y durante el siglo XVIII, tenían varias posesiones en Vega, entre ellas un hórreo, los García Bernardo, de Pola de Siero, entre cuyos miembros estuvieron, Toribio García Bernardo -alias "El Alférez"- cura de Santiago y San Román de 1664 a 1708, y el escribano de Sariego entre 1703 y 1742 Francisco García Bernardo. El cura citado, que vivió en Coréu, compró a Bartolomé Diego, vecino de Vega, "la casa de morada y establo dejunto a ella con su quintana... y un orrio de quatro pies delante de ella con su suelo en 14 ducados de vellón", bienes que arrendó a dicho Bartolomé Diego en renta de tres copines de pan. Muerto don Toribio, el cura Juan Fórez de Llanos vivía en esta casa y, en 1712, reclama deudas al escusador anterior, Francisco Valvidares Vigil, presbítero y vecino de San Román, así como "el arriendo de la casa y orrio en Vega", que eran propiedad de Manuel García Bernardo, vecino del lugar de Pola de Siero. Posteriormente, en 1747, Francisco Manuel García Barnardo, vecino, regidor y alférez mayor del concejo de Siero, prorrogó el arriendo a Francisco Pruneda, vecino de Vega de Sariego y padre del arquitecto del Fontán (*el mercado y casas de El Fontán, Oviedo/Uviéu), de esa casería que constaba de casa, establo, orrio de cuatro pies, quintana, árboles, prados y heredades, castañedos y más junto a ella pertenecientes, durante otros 9 años en precio de 11 anegas de trigo y cuatro gallinas. En 1775, el dicho García Bernardo, Alférez mayor de Siero, arrendó por 9 años esa casería "casa, orrio y fincas", a Diego Sanmartino Pérez, en cinco anegas y seis copines de pan.

Es muy posible que se refiera a la panera que actualmente se encuentra en El Barracu (Barbechu), que sabemos por testimonios orales fue trasladada desde Vega, donde ocupaba la parte SE de la plaza"


En cuanto al lavadero, decir que dispone, en su acceso y a la izquierda, de fuente y bebederu o abrevadero y que se desconoce su fecha de construcción. Como en otros casos, sin duda constituyó un gran avance que evitaba lavar directamente en el río, de rodillas sobre alguna piedra


Tiene pilón central, de una sola balsa y está cerrado por murete de piedra. La estructura del tejado es de madera y a teya vana, teja árabe sin revestimiento


Es de un tamaño relativamente grande en el que podrían lavar varias personas a la vez, siendo labor a cargo de las mujeres en la sociedad tradicional, que acudían a veces con sus hijas, siendo ya muy niñas, constituyendo lugares de relación social, tertulias (con alguna discusión incluida) donde se daban noticias ("el periódicu del pueblu"), juegos, canciones, etc., como solía ocurrir en estos trabajos donde era común la concurrencia


El Río la Pipa sigue pasado el lavadero, oculto por las hierbas y demás vegetación, hacia los prados de Pedrosa, al oeste de El Barracu, que iremos viendo según subimos a Barbechu, así como los de El Llendón


Más allá de Barbechu a la izquierda, bajo Mería, baja El Río Castiello, que ha nacido como hemos dicho en las fuentes de La Coría y El Ponticu, cerca de Perea, al noroeste de Barbechu, recibiendo también las aguas de La Riega la Canal, pasa por el lugar de Castiellu y de llamarse Río'l Poticu toma a partir de ahí el de Río Castiellu


Luego, aquí abajo, pasando por los parajes de La Pedrosa, El Praiciellu, La Torre, se une aquí bajo El Barracu, al Río Pío o Fonfernandi, en La Reguera


Y así, como comentábamos, pasará a llamarse El Río la Reguera (antes era conocido como El Río Gorgollu) para, al pasar entre Mería y La Berruga, tomar las aguas de La Riega Moriellu y pasar a ser El Repodrizu que, haciendo de frontera con Siero se dirige a Llamasanti a dar sus aguas al Ñora. Ahí abajo molió hace tiempo El Molín de la Reguera, mencionado por primera vez en 1709, cuando un vecino de Les Corraes (ahora La Vía o Casa la Vía) compra unas fincas una de las cuales figura "debajo del molino de La Reguera". Más tarde, en 1747, el vecino de Narzana José de Argüelles adquiere el derecho a moler dos días a la semana en él y las menciones se suceden a lo largo de toda la centuria, siendo la más destacada la del Catastro de Ensenada en 1752:
"Otro (molino) en dicha parrochia se dice La Reguera, de un molar, muele en represa con el agua del arroio del mismo nombre, quatro meses al año, mayz y pan, es pro idiviso de Phelipe Medero, vezino de dicha parroquia de Narzana, adminístranle por sí y les dexa de utilidad al año tres anegas de mayz y una de pan*"
(*pan, 'trigo', se denominaba pan tanto al hecho como al grano en general)


Son los campos de El Llendón, La Valdesa y Los Vidrios, tierra y prado junto al camino de El Barracu a La Vía, nombre que sustituyó al de Les Corraes cuando se trazó la caja de la vía del malogrado Ferrocarril Samartín del Rey Aurelio-Lieres-Gijón, que nunca llegó a funcionar como tal pese a haberse construido la mayor parte de su infraestructura. La falta de financiación final lo echó abajo, pues diversos pleitos hicieron que en 1916 quebrase la sociedad ferroviaria y 1922 caducasen las concesiones para él concedidas en 1892 y 1901, sin que algunos intentos por reactivarla funcionase


Una pequeña cuesta nos lleva a las primeras casas de Barbechu, donde el Camino queda encajado entre una de ellas y su antigua cuadra


Es Casa Telva Bastián o Casa Aurora, que fue antiguamente un chigre-tienda muy célebre en este pueblo de Barbechu


Justo a continuación de ella está el cruce con El Camín de Villar, ya tantas veces citado como referencia para subir a la iglesia aquellos peregrinos que lo deseen, donde a principios del siglo XX se dio clase en Casa Casiana, antes de que se hiciesen las nuevas escuelas en La Serruca, saliendo de Barbechu por La Torre hacia Aramanti, y sustituyendo al pórtico de dicha iglesia, donde se daban clases hasta entonces


Aquí es lado de allá del cruce, estuvo, "hasta los años 1950 en que fue derribada", La Capilla Santa Polonia, quedando este nombre al lugar, tal y como lo recoge Florencio Friera Suárez en Toponimia 37. Parroquia de Narzana. y que ubica en Patrimonio histórico y cultural del concejo de Sariego (Asturias) "al oeste del arranque del camino que va a la iglesia de Narzana y a Villar"



La capilla estaba bajo la advocación de San Roque y Santa Apolonia y en su lugar hay en nuestros días una huerta, era al parecer bastante grande y de planta rectangular, con pórtico sostenido por dos columnas de madera y orientado al oeste, como los santuarios antiguos, y gran portada de arco de medio punto cerrada con reja de madera, siendo su techo "igual que el de un hórreo", como decía a Friera Suárez su informante, el vecino Manuel Vigil, es decir, a cuatro aguas


Es más, cuando en 1652 aparece citada por primera vez en un documento, dedicada a San Roque, se dice que sirve como almacén de las "espigas que tocaron al prestamero, y acostumbran todos los años de tenerlas allí por mucho tiempo, haziendo panera de la cassa de Dios". Hizo además de panera, también de entidad bancaria, pues Friera Suárez cuenta que "También fue lugar donde se llevaron a cabo operaciones financieras en beneficio de San Roque, convertido en prestamista", siendo este el caso de un tal Juan Corujo, vecino del cercano pueblo de La Rimá, bajo la misma ladera del Picu Fariu:
"havía cargado y fundado sobre sus vienes un censo de principal de doce ducados, y seys reales y veinte y dos maravedises de réditos y renta en cada año del interin que no redimiese dicho principal, a fabor de la capilla del señor San Roque y su maiordomo, que a dicha saçon era de dicha capilla, sita en la parroquial de Santa María de Narzana de dicho qoncejo"

Fue así la capilla panera a la vez que banco o entidad financiera hábil para estas operaciones amparadas por el santo peregrino San Roque que poco parece haber tenido que ver con la banca, pero las circunstancias obligaban y en lugar era muy transitado entonces, como una avenida, pues era El Camín Ríal. Posteriormente, el párroco de las vecinas parroquias de Santiago y San Román de Sariegu compró dicho censo en escritura del 3 de octubre de 1681


Una vez fallecido Juan Corujo, sus hijos Juan y Gabriel, también vecinos de La Rimá, reconocieron como dueño y señor al citado cura, comprometiéndose a pagar cada año 6 reales y 22 maravedís de renta "hasta que no redimieran o amortizaran los doce ducados del préstamo obtenido por su padre"


Los vecinos de la parroquia de Narzana eran los patronos del santuario, el cual parece haber sido fundado en el siglo XVI aunque su primera referencia conocida es de mediados de la siguiente centuria, y formaba parte de la fábrica o propiedades de la cercana iglesia de Santa María de Narzana, a la que proporcionaba ingresos:
"una fanega de pan que tenía de renta, además de la limosna que salía en la festividad de San Roque y de lo que ingresaba a lo largo del año en "una arquita que tiene dicho glorioso San Roque", lo que significó, en 1685, "tres copinos de maíz" -cultivo ya implantado en el concejo desde principios del siglo XVII- en el petitorio, más un copín de la arquita. La fábrica de la iglesia tenía superavit, tanto en la capilla como en la más antigua de San Pedro de la Cueva (*de la que hablaremos un poco más adelante, aunque no se llega a ver desde el Camino), puesto que los costos de la misa que se celebraba anualmente los días primero de los apóstoles, como el glorioso San Roque y de la Virgen y mártir Apolonia, suponían un coste o "descargo" de 15 rs. (el precio de 5 rs. por cada misa anual se mantuvo a lo largo del siglo XVIII ), que estaba bastante por debajo de los ingresos o "cargos" proporcionados por las limosnas de sus devotos. Sin embargo la capilla dejó de pagar la fanega de pan antes señalada, y la fábrica de la iglesia hubo de intervenir en su reparación. Aparece mencionada en el apeo de los mansos del curato de Narzana realizado en 1765, entre los que se encontraba una faza, de 1/8 días de bueyes junto a La Requexada, "que linda con la sebe y camino que ba de La Biesca a la capellanía de San Roque y de abajo con tierra del dicho regidor (Manuel de la Peña)".

Y ahí tenemos el solar de la antigua capilla, en la que San Roque compartía advocación con Santa Apolonia, ganando esta tantos devotos que ya en 1711 aparece mencionada como de Santa Polonia (es normal al decir o transcribir el nombre emplear Polonia en vez de Apolonia), y a partir de entonces "la mártir de Alejandría sanadora de los males de la dentadura aparece con más frecuencia que el del santo patrono de los apestados", señala Florencio Friera Suárez:
"Por ejemplo, entre los años 1718 y 1737, los devotos de Santa Polonia se mostraron más generosos con ella que los de San Roque, En 1718 Santa Apolonia percibió en el día de su fiesta 12 rs., tres por encima que la misma patrona, Nª Señora de la Concepción (la de la parroquia y la iglesia, Santa María), mientras que San Roque, confesor, sólo percibió medio real. En 1722 Santa Polonia recibió 10 rs., y San Roque 1 real. Con altibajos persistiría la proporción indicada por esas cifras, Claro que la misa del día de Santa Polonia era amenizada con música, por lo que a los cinco reales que percibió el sacerdote se sumó un real de más, "cachet" del músico -suponemos que un gaitero- en 1770, año en el que, por contraste respecto a lo que sucedió en la festividad de Santa Polonia, no hubo música en San Roque".

En algún momento, el vecindario de Narzana debió temer más a los dolores de muelas y otros males y enfermedades bucales que a la peste, podría buscarse como razón de esta mayor devoción por la santa, seguimos leyendo a Friera Suárez:
"La ermita albergó las imágenes de ambos santos. Nuestro informante no recuerda si San Roque llevaban un perro a su lado , pero sí que su imagen era bastante más pequeña que la de Santa Apolonia, cuya devoción debió ir adquiriendo con el tiempo una cierta prioridad respecto a la del patrono de la peste, que tienen abundantes ermitas e iglesias en toda la Cristiandad. La capilla de Barbecho  recibía devotos de quienes veían en Santa Polonia poderes para curar los dolores de muelas, como patrona de los odontólogos, puesto que esta virgen de Alejandría fue maltratada por los enemigos del cristianismo hasta romperle los dientes  en el año 249, cuando dio pruebas de un valor admirado por sus verdugos al arrojarse ella a la hoguera antes que proferir palabras impías. Su fiesta es el 9 de febrero, día en el que sus devotos de Narzana hacían una procesión en la que llevaban a Santa Polonia desde a capilla que compartía con San Roque hasta el lugar de La Torre".

No resulta extraño se erigiese aquí una capilla al arrancar el camino que sube a la iglesia, oculta de aquí a nuestra vista, la cual es muy posible se erigiese buscando más alguna antigua connotación religiosa y espiritual del paraje, es posible que precristiana, como suele suceder en los santuarios más antiguos, que su proximidad a zonas pobladas o vías de comunicación. La tradición asegura que la iglesia románica fue construida sobre un 'convento' más antiguo:
"El término Narzana puede aludir a una villa romana e implica un poblamiento  muy antiguo. La cristianización de los habitantes de este territorio hubo de operarse en tiempos de la baja romanización o altomedievales, con anterioridad a la construcción de la actual iglesia. Con ese proceso histórico guardan relación las afirmaciones de que en Narzana hubo un monasterio de monjas, según recogió Jovellanos: "Es tradición común que fue Monasterio de Monjas, que se trasladaron a S. Pelayo de Oviedo. Todavía hemos podido escuchar a vecinos de Narzana que decían haber oído a sus mayores la existencia de ese monasterio, señalando su ubicación en La Vega, muy próxima a la casa rectoral de Narzana. Avalan tal ubicación con la circunstancia de que en labores de arado en dicho lugar se levantaron tejas, ladrillo, cerámica y muestras de una antigua edificación, acaso restos de ese antiguo convento. Parece lógico pensar que la donación de Bermudo II del valle de Sariego, del año 996, donde aparece registrado el topónimo Narzana -"et per media Narçana", rompiendo la uniformidad en cuanto a la delimitación del valle de Sariego con los otros próximos que aparecen- guarda relación con ese antiguo convento de monjas; parece una  hipótesis razonable indicar que esa entrega del valle de Sariego a las monjas benedictinas de Oviedo -la primera que reciben tras la fundación de su convento- tenga que ver con un antiguo monasterio femenino existente en las proximidades de la actual iglesia de Narzana. Y es posible que cuando, a fines del siglo XII, se construyó la nueva iglesia se aprovecharan materiales del antiguo monasterio de monjas".

Es significativo que el mismo párroco viviese relativamente alejado de ella hasta mediados del siglo XVII, en Perea, cerca de Miares, un poco más al oeste, o aquí abajo en Barbechu, en un lugar llamado Peredo cuyo topónimo se ha perdido en la actualidad pero que se supone había de estar entre La Vía/Les Corraes y La Retuerta, muy cerca de "Granda", otro topónimo perdido que debía ser en las proximidades de El Barracu o La Venta:
"Los vecinos de Narzana habían acordado, a principios del siglo XVII, con el párroco García Jove, construir una casa rectoral, pero hasta el año 1648 no cumplieron su compromiso. Era cura ese año un saregano de la influyente familia de los Valvidares, de San Román, don Gonzalo Valvidares, quien consiguió que se levantara el edificio, en terrenos de La Cortina, a unos 200 metros al E de la iglesia"

Por ahí arriba son los "castañeos y tierres xunto a la curva d'El Cotaraxu, pel camín a pie a la ilesia, onde metíen miéu a los neños diciendo que había un cuélebre", tal y como publica Friera Suárez en Toponimia. Sariegu (3). Parroquia de Narzana


Dejando el cruce con El Camín de Villar a la derecha, seguimos de frente por El Camín Rial hacia Casa Cefera la Güevera, que vendía huevos en los mercados, llevándolos incluso con máximo cuidado a lomos de burro hasta Gijón/Xixón. A la derecha, la Casa los Argüelles se encuentra al lado de la antigua Capilla de Santa Polonia, que fue de los Pandiello: 
"Como hemos dicho, tenía por patronos a los vecinos de Narzana pero, a partir de las visitas de 1764 y  1778, en las que se advierte que no estaba bien atendida, pasó a ser su patrono don Fernando Pandiello, que la tenía "decente" en 1783. Pocos años después, el nuevo patrono pleitearía con la fábrica de la iglesia, la cual se verá obligada a gastar nada menos que 356 rs. en 1791 por los costes de ese pleito, y el visitador del obispado se muestra exigente con Fernando Pandiello, a quien da el plazo de un mes para que ponga un cajón en la ermita y no tenga en su casa "los ornamentos y basos sagrados por ser indecente se guarden en casa del patrono". El 29 de octubre de 1797 el párroco, Francisco Suárez Bernardo de Quirós, anota en el Libro de Fábrica: "Por evitar más diferencias de las que he tenido en defensa de mis feligreses sobre el Patrono de la hermita de Santa Polonia y San Roque de que resulta omití la egecución de las providencias anteriores que piden otra más seria".

Todavía hay en Narzana quienes recuerdan que la capilla había pertenecido a los Pandiello, así como que se llamaba de San Roque y Santa Polonia, cuyas imágenes fueron quemadas al comienzo de la guerra civil en el prau Pandiello".

Anteriormente al paso de la capilla a los Pandiello, quienes ya figuraban en documentos medievales por ser foreros de los antiguos monasterios dueños del valle, Valdediós y San Pelayo, esto es, campesinos que labraban las tierras propiedad de los abades a cambio de una renta, como los Bastián, los Menéndez o los Sánchez, esta capilla ya había sido reedificada y reparada entre 1708 y 1718 con intervenciones encargadas a varios maestros locales:
"En 1708 se invirtieron 10,1 ducados (111 rs.) en obras: 68 rs. como pago a la mano de obra de los canteros, 21 rs. de cal y piedra, 16 rs. para los peones que asistieron a los maestros, y 6 rs. en rejería. Al año siguiente se invirtieron 4,5 rs. en las aldabas y en componer la puerta, y 4 rs. por componer el tejado y traza de la campana. En 1716, se remató la obra de la "hermita de San Roque", pagando un total de 9,5 ducados conforme a las siguientes partidas: 88 rs. por la obra principal y 5,5 rs. por el cabildo, pagados al maestro Juan de Montiquín, vecino de Aramanti, y además 9 rs. en clavos de tillar, 1,5 rs. de un eslabón y clavos para la cadena y cintas de la campana. De manera que el exigente visitador del Obispado de Oviedo se muestra elogioso con el estado de la capilla en la visita que hace a Narzana el 29 de septiembre de 1718. Vendrían luego gastos de mantenimiento, como los 10 rs. percibidos por Toribio Pruneda -abuelo de los escultores Ignacio José y Juan, y del arquitecto creador de El Fontán, Francisco Francisco Pruneda Cañal- en 1728 y 1729; o los 80 rs. que se gastaron en hacer bancos para la iglesia de Narzana y en componer la puerta y "rexas" de la capilla de Santa Polonia, además de 23 rs. en madera y clavos; o los 6 rs. que costó la composición del yugo de su campana en 1775".

El lugar debió ser emblemático durante bastante tiempo, aún en 1785 se otorga en el "postigo" de la capilla de Santa Polonia una escritura de poder a fecha 14 de diciembre de dicho año. Más adelante en el Diccionario de Madoz aparece citada como de Santa Apolonia en la voz Narzana


Sus imágenes fueron destruidas en la Guerra Civil y la capilla fue transformada en establo, pero en la posguerra fue empleada para los actos litúrgicos imposibles de celebrar en la aún más destruida iglesia:
"En el Libro de Fábrica del año de 1939 hay una data de 116 pts. por el altar, gradas y sagrario para la capilla de Barbecho "que hace las veces de iglesia"; y otra data del año 1940, de 11 pts. invertidas en su "retejo". Es decir, tras el incendio de la iglesia parroquial de Narzana, esta capilla de Santa Polonia sustituyó a la iglesia parroquial, por lo que en ella hubo bautizos, primeras comuniones, matrimonios y funerales entre los años 1938 y 1946".

Ahora, desde el portón de la Casa los Argüelles, empezamos a bajar suavemente por el Camín Rial, el de las antiguas procesiones de Santa Polonia desde el solar de la capilla al lugar de La Torre, lo que vendría a ser el final, o casi, del pueblo de Barbechu


En la bajada, el camino-carretera se encaja un poco entre los muros de las casas, hay un poco de cuneta de aguas sobrantes a la izquierda pero no recomendamos probar a pisar en esos sitios pues pueden ser muy resbalosos



Hay aquí un hórreo, con su corredor cerrado con tablas en horizontal



Y en el solorru o espacio debajo del hórreo el carro de labranza de ruedas de rayos o radios debe hacer mucho tiempo que no rueda por los caminos pues aún conserva sus llantas metálicas y no de goma, estilo neumático, como se hizo preceptivo en su momento. Ahora se emplea como almacén



Estos pegollos son de madera, fijémonos también en la pegollera que evitaba que subiesen y entrasen en el hórreo los ratones



A la izquierda está la subidoria o subidera, frente a la que en su día se construyó un cobertizo



Y esta es la casa, fue célebre aquí Alonso'l Madreñeru, otro de los antaño célebres hacedores de "calzado de madera de Barbechu"


A la entrada de la quintana, una buena figarona, una gran higuera



Seguidamente otro hórreo, el de Casa Velo'l de Barbechu, delante del que el Camino hace una curva un tanto cerrada a la izquierda


Desde aquí, sobre el tejado de la siguiente casa, divisamos la cuesta de Les Llenderes, ya en Aramanti, en la zona más occidental de Narzana y de Sariegu en el Camín Rial


Por allí subiremos desde Barbechu tras pasar junto a la antigua escuela en La Serruca, dentro del último tramo saregano del Camino de Santiago del Norte


Muy importante comentar que en lo alto de la cuesta estaba Casa Rosario, de célebre chigre y bolera, de la que nos han dicho que era célebre porque "hacían un café de cada vez", es decir, que los hacían de uno en uno, no preparando cantidades para servir después, en aquellos tiempos del café de manga o 'de calceta', mucho antes de las primeras máquinas cafeteras. A continuación dos preciosos texos y un abeto


Llegamos en este momento a La Pedrosa, donde acaba esta pequeña bajada. Arriba en lo alto, El Monte, por donde va El Camín de Severo'l Monte, El Camín de Peña y El Camín del Oveya, en los altos de Mería


Estos grandes silos son los de Casa Benino, almacén de piensos para los ganaderos, de Piensos Vigil, empresa fundada a principios de los años 1960 cuando Benigno Vigil vendía piensos de gallina y harina a las caserías de los alrededores transportados en su camión. En los años 1970 adquirió un molino de piedra para hacer él mismo la harina o que los vecinos viniesen aquí a moler. La empresa se modernizó notablemente ya con su hijo Jorge Vigil, construyendo una fábrica de piensos compuestos cuya historia y evolución podemos conocer en la web de la propia empresa:
"Nuestra historia comienza hace más de 50 años. Benigno Vigil comienza a vender pienso, compaginando esta actividad con trabajos de transporte que realiza con su camión y la cría de algo de ganado que tiene. Las ventas son muy pequeñas, limitándose a la venta de pienso para las gallinas (de los pocos piensos compuesto que existían) y algo de harina para las vacas que, por necesidades de la época, no es mucha la que comen. 
En principio estas harinas se adquieren en un molino cercano. Años más tarde instala un molino de piedra para fabricar él mismo las harinas o bien moler el grano que le traen los vecinos. También comienza con la distribución de piensos Biona para la zona, con la que continua durante muchos años. 
A principios de la década de los 90 coge las riendas del negocio su hijo Jose, que venía ayudándolo desde muy joven. Son momentos complicados, hay una profunda reconversión del sector y desaparecen la mayoría de las pequeñas ganaderías que existen en la zona, concentrándose el ganado a partir de ese momento en ganaderías ya más grandes y que se van profesionalizando. 

Ante esta situación Jose decide darle un nuevo aire al negocio. Adquiere un mezclador y con mucho ingenio construye una pequeña fábrica de piensos compuestos en el reducido espacio del que dispone. Comienza a fabricar los distintos piensos, con la premisa de incluir en ellos sólo materias primas nobles y de excelente calidad, realizando estos piensos a la carta, según las necesidades y prioridades del cliente. Se comienzan a vender con notable éxito y el boca a boca entre los ganaderos hace el resto. 

Poco tiempo después, los hijos de Jose comienzan a trabajar con él, aumentando entre todos la producción. También se comienza en esta época (mediados de los 90) a envasar estos piensos en los novedosos big-bag, consiguiendo de esta forma reducir mucho los gastos de producción y transporte, y aumentando poco a poco las ventas. 

Al aumentar tanto la producción se va necesitando más espacio y en el año 2000 se construye una nueva nave, donde se instala una línea de producción automatizada y unos silos de almacenamiento de cereal desde los que nutrir la fábrica. 

En la actualidad trabajamos con piensos para todo tipo de animales y edades, distribuyendo además un gran abanico de forrajes y abonos, trabajando con más de 500 ganaderías a lo largo de toda Asturias, algunas de ellas muy afamadas por su genética y producción. 

Aprovechar la oportunidad que nos brinda esta página para enviar un agradecimiento a todos esos clientes que mes a mes continúan confiando en nuestro hacer, y también a esa familia “política” que son nuestros empleados, ya que sin ellos tampoco sería posible."


Asimismo, hallaremos notable información de esta emblemática empresa saregana en la página de El Campo de Asturias, con este reportaje y entrevista publicado el 16.3-2017:
"La historia de Piensos Vigil se remonta  a hace más de 50 años. Benigno Vigil era tratante y comenzó a traer pienso en su camión para venderlo. Se limitaba a una venta local de pienso de gallinas y harina, lo poco que se consumía en la época. En los años 70 adquirió un molino de piedra para fabricar él mismo las harinas o bien moler el grano de los vecinos, comenzando también con la distribución de piensos para la zona. A su jubilación, su hijo José Manuel Vigil, actual gerente de la empresa, cogió las riendas del negocio en los años 90 dándole un nuevo impulso al negocio con la adquisición de un mezclador, construyendo una pequeña fábrica de piensos compuestos. Así comenzó a fabricar distintos piensos elaborados con materias primas nobles de excelente calidad y elaborando piensos a la carta según las necesidades del cliente. A mediados de los 90 empiezan a utilizar los novedosos big-bag, consiguiendo reducir los gastos de producción, transporte y aumentando las ventas. En el año 2000 se construye una nueva nave donde se instala una línea de producción automatizada y unos silos de almacenamiento de cereal desde los que nutrir la fábrica. En la actualidad y contando con el apoyo de sus hijos Jorge y Christian, trabajan todo tipo de piensos distribuyendo además un gran abanico de forrajes y abonos, trabajando con más de 500 ganaderías asturianas, algunas de ellas muy afamadas por su genética y producción. Piensos Vigil produce 15.000 toneladas de pienso anuales y cuenta con nueve trabajadores.

-¿Con qué instalaciones cuentan? ¿Qué zona distribuyen? 

-En la actualidad disponemos de  2.500 metros cuadrados de instalaciones entre fábrica, almacenaje, silos y oficinas. Realizamos distribución desde Tineo hasta la frontera con Cantabria y desde los puertos hasta la costa. Para el reparto contamos con una furgoneta y cuatro camiones, dos de ellos silo y otros dos equipados con carretilla para manejo de forraje, big-bag y sacos. 
-¿Qué diferencia su pienso? 
-Apostamos por la calidad, seleccionamos mucho los cereales y evitamos subproductos. Nuestros piensos están elaborados con materia prima noble (maíz, cebada, soja). Actualmente la economía ganadera está en una situación delicada y se analiza mucho lo que se compra. Tenemos comprobado que los terneros consumen menos cantidad de nuestro pienso que de otras marcas, consiguiendo el mismo o mayor rendimiento y saliendo por lo tanto más rentable para el ganadero. 
-¿Cuántos tipos de pienso elaboran? 
-Un 70% de los piensos que elaboramos son a la carta. Es variable dependiendo de cada ganadería. Contamos con dos veterinarios expertos en nutrición animal que visitan las ganaderías y estudian su producción, la calidad de su leche y los forrajes con los que cuentan. Valoran el pienso que necesitan los animales para su producción óptima. En el caso de que el ganadero varíe las cantidades y calidades de los silos o forrajes, adaptamos con su consenso la formulación del pienso que consume el ganado. Con eso conseguimos mantener en rendimientos altos las producciones y calidades.  También elaboramos pienso para “vaques roxes”, terneros, gallinas, caballos, cerdos, ovejas y cabras además de cereales seleccionados. 
-Háblenme de los cereales seleccionados. 
-Tratamos muy bien el cereal. Los cereales que consumimos son nacionales comprados a proveedores de confianza seleccionados a lo largo de los años, visitando sus instalaciones para ver in situ lo que se compra. Si quieres vender calidad tienes que comprar calidad.  El material recibido se selecciona eliminando impurezas y los granos rotos que puedan aparecer en el proceso de cosecha y manipulación. Este cereal lo comercializamos a clientes propios y a través de tiendas agropecuarias que cada vez más aprecian este plus de calidad. 
-¿Cómo ha evolucionado la calidad de los piensos? 
-En un principio solo se consumían harinas de cereales y en los primeros piensos compuestos solo se utilizaban materias nobles. Ahora muchas fábricas tienden a utilizar subproductos. Nosotros mantenemos la calidad de siempre. Ahora el ganadero es muy exigente y profesional, hay más genética y busca una mayor producción, aunque por la situación económica intenta en ocasiones comprar piensos más  baratos en detrimento de la calidad. Muchas veces por intentar ahorrar un céntimo en kilo de pienso puede bajar mucho más la productividad. 
-¿De dónde vienen las materias primas? 
-Los cereales de Burgos, Palencia, León o Valladolid. La producción nacional de soja es escasa, llega por barco para todos los elaboradores de pienso, al igual que la mayoría de la colza. Utilizamos desde hace muchos años semilla de algodón que se trae de Andalucía. La semilla de algodón la utilizan pocas fábricas por su complicado manejo. Es un producto muy fibroso y trabajoso de añadir en el pienso, pero compensa incluirlo porque es una materia prima muy completa y nutritiva. 
-Además de piensos ¿qué otros productos comercializan? 
-Forrajes, abonos, semilla certificada y piensos para perros. Los abonos que comercializamos son los banales de toda la vida y por otro lado la gama de específicos de Fertiberia, englobados en la marca Exceed Fertilizers, que son más enfocados a los terrenos ácidos propios de la Cornisa Cantábrica. Están formulados con fósforo de Gafsa, que es más soluble y fácil de asimilar por la planta que los fósforos comunes. Esto mejora la calidad de los pastos y forrajes, viniendo además con calcio añadido que ayuda con los problemas de acidez, un mal endémico que se sufre en toda Asturias. También disponemos de Corbigran una enmienda caliza para corregir estos problemas de acidez. Probablemente sea la mejor del mercado, totalmente granulada y libre de polvo. Realizamos analíticas de tierra y foliares a través del laboratorio de Fertiberia disponiendo a su vez de un ingeniero agrónomo que asesora a nuestros clientes sobre el abono más adecuado a su terreno y cultivo. Intentamos vender calidad al igual que con el pienso, que los clientes queden satisfechos y año a año repitan".

Nos cruzamos con El Camín de La Viona, antiguo trazado ferroviario que nunca llegó a inaugurarse y que iba a enlazar Gijón/Xixón con Samartín del Rei Aurelio para dar salida comercial al carbón. La caja de la vía, la cual se conserva, va un poco más al sur y más arriba, por la zona de Les Corraes, topónimo casi desaparecido en favor precisamente del de La Vía o La Viona


Nosotros continuamos siempre por la carretera Vega-El Romeru, El Camín Rial cerca de El Requexáu, prados que antes eran huertas de patatas, entre Barbechu y La Torre


Pasamos frente a la entrada a las naves de Piensos Vigil viendo toda la linealidad del barrio de La Torre y a lo lejos, el monte de La Peña (358 m), entre Barbechu y Aramanti y la cuesta de Les Llenderes


Al llegar a las oficinas de la empresa vemos en la fachada de Casa Benino un gran mural que la ocupa enteramente y por completo

 
Llama la atención de todo el que pasa, obra del artista Bastián Prendes, cuya biografía nos explican Muel de Dios y Eduardo Lagar en La Nueva España del 9-3-2022:
"Bastián Prendes (Oviedo, 1990) es un artista autodidacta especializado en pintura mural. Estudió Bachillerato artístico en la Escuela de Arte de Oviedo y en 2018 comenzó los estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Sus obras pueden verse en distintos rincones urbanos y locales comerciales de toda Asturias. Uno de sus últimos y más impresionantes trabajos está en el edificio de Mejora Residencial de Parque Astur (Corvera) y, en Avilés, en la calle Santa Apolonia, 12. Entre otros muchas obras, también es autor en Oviedo del gran camaleón que decora el IES Doctor Fleming. Según se define en su web, sus murales "tratan sobre la naturaleza, la sociedad, los sentimientos, la dualidad y la contradicción, con personajes imaginarios representados con fuertes colores que narran situaciones y sensaciones creando mundos imaginarios en los que sumergirse para disfrutar y reflexionar"
El arte urbano, explica Bastián Prendes, consigue que despierten sentimientos unos bloques de hormigón que, de otra manera, no transmitirían nada. Los murales como los que él pinta -añade- son explosiones de color que sorprenden a los paseantes en mitad de una calle gris, regalándoles emociones para caldear una sociedad urbana que muchas veces peca de frialdad. Sus grafitis chillones y a veces surrealistas, confiesa este grafitero ovetense, buscan recrear esa conexión que el hombre tiene con la naturaleza, esa "vibración" que le lleva a apaciguarse. Porque lo natural, explica este pintor de paredes urbanas, siempre genera tranquilidad. Pintar para inspirar sentimientos positivos. 
Eso es lo que le sale del espray a Bastián Prendes, artista urbano que firma como Bastian Riak desde que en la adolescencia se quedó hipnotizado por las paredes y los botes de pintura. El primer impulso fue dejar su firma, un "aquí estoy yo" que reafirmaba su identidad. La rúbrica la dejó en una pared abandonada por Montecerrao, cuando el barrio aún no había nacido. Poco a poco, aquello fue dejando paso a una vocación artística que ha ido creciendo y perfeccionándose con los años. Lo suyo le cuesta: dedicarse a pintar murales es una profesión físicamente muy exigente: "Te destroza. En un día de pintura igual haces 2.000 sentadillas y 5.000 trazos. Eso te genera muchas tensiones y contracturas. Acabas en el fisio".

El mural de Bastián Prendes para Piensos Vigil es de lo más acertado, un apacible paisaje rural asturiano con un rebaño de vacos y ovejas en el prado, con algunos árboles y las montañas al fondo...


Y arriba, sobre la ventana del primer piso a la derecha, la firma del autor


Existe, efectivamente un cierto parecido con el paisaje que tenemos enfrente, El Pandiellu, El Prau Pandiellu, entre La Torre y Barbechu, "dicen que'l so propietariu apellidábase Pandiello y perdiólos xugando a les cartes", cuenta Friera. Los montes ya los conocemos, a norte La Llomba, a la derecha por la zona de El Pozu los Llobos y, a la izquierda, El Fariu. Dado que el apellido coincide con el de los patronos de la capilla de Santa Polonia se trata sin duda de antiguas posesiones de esta familia, independientemente de la realidad o no de que se perdieron en una partida de naipes


Bellísima estampa de El Pandiellu con El Cotaraxu, con los bosques de carbayos y castañales de La Viesca y El Cambre, donde vive el cuélebre de Narzana, la tierra de (Villam) Martianam o Marcianam, la casería de Marcio, dicen los filólogos buscando una posible etimología de origen romano o altomedieval, en la distancia se encuentran también los parajes de La Santín, El Llosón y Los Pedregales, cerca de Perea y antesala de Miares


Del papel de las villae con configuradoras del paisaje y del territorio en unidades de explotación y administración, cuando ya lo castreño tocaba a su fin, se ha debatido mucho en lo referente a la nueva forma de agrupación comunitaria y en la organización parroquial religiosa y civil, basada en las más antiguas fórmulas de las gens y gentilidades, acaecida al final de la romanidad y en la alta Edad Media, no faltando quien ve en ellas a las impulsoras de la primera cristianización y a la organización de los primerísimos monasterios. He aquí el origen de la parroquia de Narzana y de tantas otras, así como el trasfondo de aquellos primeros enigmáticos conventos de los que aparecen señales aquí y allá. Dice al respecto Friera Suárez lo siguiente:
"El término Narzana puede aludir a una villa romana e implica un poblamiento muy antiguo. La cristianización de los habitantes de este territorio hubo de operarse en tiempos de la baja romanización o altomedievales, con anterioridad a la construcción de la actual iglesia".

Apenas podemos ver la iglesia parroquial, apenas un poco del tejado y la espadaña, desde su lado sur y, unos metros a su derecha, La Casa Retoral, tapadas por las frondosas arboledas de La Viesca, El Cambre y La Mata la Ilesia, pero entre ella se extiende La Iría les Vegues, tierra llana donde se dice estuvo en convento sobre el que se construyó la iglesia parroquial


Era pues una zona llana y habitable, con fuentes que proporcionaban agua, La Fuente Santa María allí existente, quien sabe si con nombre cristianizador de aquellas antiguas ninfas que, como el cuélebre, dicen las tradiciones pululaban por la zona desde La Cueva les Xanes, arriba cerca del Campu les Cruces de La Llomba



La iglesia de Santa María de Narzana fue construida en el siglo XII pero de su estructura románica nada veremos desde aquí, pues las tejas del tejado evidentemente no son las de la época y la espadaña es un añadido dieciochesco, pero hemos de creer a Friera cuando afirma que "La homogeneidad del nuevo edificio, la belleza de su decoración, influyeron en que fuera y siga siendo la iglesia más conocida y admirada entre las del concejo de Sariego".


Aunque no hayamos subido a verla quizás sí oigamos el repicar de sus campanas, con el que antaño se conjuraba al nuberu, genio de las nubes y la tormenta en la mitología asturiana, que podía arrojar rayos y granizadas sobre campos y cosechas o, de repente, hacer bajar la nube, en forma de niebla, y él con ella, tal que ahora, bajando del Picu Fariu

Nuberu, de David G. Ferrero Ilustración

Especialmente apreciada para este menester era la campana grande, llamada La Perruca, según datos del historiador saregano Florencio Friera, gran divulgador de este concejo. Curiosamente en algunas leyendas se conjura su amenaza invocando al Apóstol SantiagoApóstol del Trueno. De La Perruca transmite Friera esta leyenda de un informante:
"Diz la xente que'l Nuberu mete ruidu abondo y que siempre arma alguna o desfái daqué, pero que non-y gusta que toquen les campanes. Eso fo lo que pasó en Villar un día que vieno una nube pergrande y dixo-y un paisanu:

-¡Qué tal, Nuberu! ¿Qué fixisti?

-Y contestó-y el Nuberu:

-¡Por culpa Santa María Molano y La Perruca Narzana, nun pudi tirar más qu'una figar na Rimada!"

Santa María Moldano es la iglesia parroquial de la cercana parroquia de Lieres, que también haría repicar las campanas; La Perruca Narzana la citada campana de esta parroquial de Santa María de Narzana; una figar una higuera y La Rimada o La Rimá una aldea de Narzana bajo El Fariu 


La tierra llana de Sariegu se extiende hacia el norte desde Barbechu a Miares por Buznia y Perea hasta llegar al pie mismo del Fariu. Es el valle que forma El Río Ponticu que, al llegar a Barbechu, será llamado Río Castiellu a causa del lugar por donde pasa, El Castiellu, con su yacimiento castreño de El Peñón de Perea, testimonio de la etapa anterior a la romanización y la posterior cristianización, que empezamos a ver a la izquierda


Al este de El Fariu está La Braña d'Ortigosa con El Prau L'Espiri y La Teyera, en la frontera con Villaviciosa, por donde sube la pista-carretera que comunica El Fariu con la carretera AS-331 en La Fumarea, el collado que, fácil de identificar por los prados verdes con árboles a la derecha de la foto, comunica el valle de Sariegu con el del Ríu España entre esta parroquia de Narzana y la vecina parroquia villaviciosina de Candanal, sita al otro lado del monte


La Fumarea podría hacer referencia a antiguas quemas para ganar pastos, a incendios periódicos, a señales con fogatas o, metafóricamente, aludir a las frecuentes apariciones de nieblas


Desde aquí identificamos algunas de las arboledas que cubren El Peñón de Perea (328 m), en un entorno eminentemente castreño, dados los topónimos que hay a su alrededor como El Castiellu al suroeste, El Castellón al noroeste y el citado Río Castiellu al este, "topónimos vivos y documentados en 1676, que parecen aludir a un tipo de construcción antigua o medieval con fines de vigilancia del territorio y de defensa (...). En un territorio de pradería de diente y siega"


Seguimos ruta por Casa Marino, solar también que fue de afamados madreñeros de antaño


Respecto a El Peñón de Perea cabe decir que, pese a su escasa altura y que aparentemente apenas destaca, su posición en esta llanura le da un gran campo visual del paso entre Sariegu y Siero del que este Camín Rial sería su estructura viaria ancestral, ahora transformada, recalcamos lo evidente, en carretera local


Si bien la espesura que lo cubre lo hace infranqueable, a comienzos de los años 1980, Florencio Friera Suárez y otros dos entusiastas del patrimonio saregano, José María Berros y José Antonio Noval Suárez, hicieron una visita al peñón, de cuyos hallazgos, un alambre de cobre o bronce, cantos rodados y fragmentos de hueso, dieron noticia al Departamento de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, tras de lo cual, los autores de la carta arqueológica de Sariegu inspeccionaron el lugar y encontraron una pieza dental de un mamífero y una piedra caliza con argamasa


Dado lo inexpugnable de su selva no se puede acceder mejor hasta que no se realicen excavaciones arqueológicas regladas, aunque también es verdad que lo infranqueable a logrado la conservación del yacimiento. Más cerca, la llana pradería de La Llosa Requexáu


Desde aquí vemos por fin bastante bien las casas de La Rimá, pueblo en el extremo noroccidental del concejo y a un paso de Siero por Puertecampu, otro antiguo paso natural para ir a Gijón/Xixón, empleado en su tiempo por el prócer Jovellanos en sus viajes, existiendo incluso la leyenda que fue camino de Don Pelayo


Parece ser que antiguamente Puertecampu sirvió para denominar a todo el monte del Fariu (Cerru Fariu, Campa Cima y Campa d'Ortigosa y a todo el camino hacia la costa, que entraba de Sariegu a la parroquia sierense de La Collá por La Cagarrina, entre El Fariu y Peña Careses. Por La Rimá pasa hoy día la mencionada carretera a La Fumarea y sigue monte arriba por los parajes de Les Curuxes, Les Curuxines y Les Curuxones, que delatan en su nombre la presencia de aves nocturnas, el menos antaño, estilo lechuza y semejantes, les curuxes 


Sobre La Rimá se reconocen bien Los Peñones del Fariu, con su caliza blanca contrastando con el verde de la ladera y los oscuros pinos. Más abajo, entre estos y La Rimá, La Pareona, ladera muy arrimada, que fue la que dio nombre a La Rimá, sita en una falda que tiende a la verticalidad


Distinguimos bien las tres partes del pueblo, La Rimá de Riba, La Rimá del Medio y La Rimá de Baxo, comunicadas entre sí antaño por El Camín del Piñíu. A la Rimá de Riba se llega por Puertecampu en El Camín del Reyiru y Solablanu, y ahí están Casa Aurelio Peón, Casa Encarnación Medina, la finca de La Boroña'l Campu, en la que se plantaba trigo y maíz, Luego se pasa a La Tramoya, El Corralín y la Carretera


En La Rimá del Medio son Casa Aurelio, Casa Severón, Casa los Xuacos, Casa Quico, Casa Pedro Severo y, muy importante, está El Campu l'Abadesa, reminiscencia de la antigua posesión de les pelayes



 Luego van Casa Samuel y la bajada a La Rimá de Baxo, con Casa Avelino, Casa Concha, Casa Faustino, Casa Cefera, Casa Aurina o Casa Fulgencio y Casa Jesusa...


Pero volvamos al Camín Rial en Barbechu, pues cuando ya El Peñón de Perea dejó de cumplir su función, otro elemento defensivo y de control se hizo en la zona, este al paso mismo de El Camín Real, la Torre del Gorgollu que dio nombre al barrio de La Torre al que ahora nos encaminamos


La Torre del Gorgollu pertenecía en el siglo XVII a Francisco Vigil Quiñones, de los Vigil Quiñones del Palaciu de Moral, antigua capital de Sariegu, familia fruto de la unión de los Quiñones, procedentes de León y muy presentes en Asturias desde las guerras trastamaristas a finales de la Edad Media, con los Vigil de Santolaya en el vecino Siero que, desde el siglo XV y, sobre todo en el XVI, se establecieron en Sariegu con el auspicio del monasterio de Valdediós, cuyo abad les dio buenos condiciones para ello


Sin embargo, de la misma manera que los cistercienses de Valdediós tenían el grueso de sus propiedades en San Román y Santiago de Sariegu, aquí en Narzana eran les pelayes, las monjas benedictinas de San Pelayo las que lo tenían en Narzana, tal vez el origen de su monasterio


En una fachada, una elegante placa con el nombre del barrio, La Pedrosa



Y pasando a La Torre, Casa Marino y Luisa a nuestra derecha. Aquí hubo también madreñeros


Es una casa larga tradicional asturiana, la llamada casa terrena, uno de tantos modelos de las características long-houses europeas. En sus tiempos tendría parte destinada a vivienda y parte a cuadra, tenada, llagar... la casa tradicional era un espacio a la vez de residencia y trabajo agroganadero según el sistema imperante antaño


Fijémonos aquí en la ventana


A su derecha, una artística placa, con el nombre de los dueños, el número y el escudo de Sariegu


En el solar de la antigua torre hay ahora un grupo de casas, situadas en una pequeña elevación, casi inapreciable, pero que antaño, sin construcciones alrededor, tendría un amplio dominio visual del valle y del paso por el Camín Rial


Las torres, como los castillos, servían pues tanto para defender como para sojuzgar, su pervivencia en la Edad Moderna no dejaba de ser un elemento medievalizante y feudalizante. La torre fue transformada en vivienda funcional tradicional cuando ya perdió su razón de ser y en tiempos en los que no se tenían los actuales parámetros sociales sobre el patrimonio. Pasó a ser la Casa Agustín, como se la conocía en fechas más o menos recientes, donde vivían también Dolores y Asunción


Es fácil que algunas casas más se hiciesen aprovechando partes de sus edificios o dependencias auxiliares o sus materiales, aquí tenemos además Casa José la Torre, Casa Loína, Casa Niso La Torre, Casa Manuela. El Güertu y Casa Güela, donde vivía y trabajaba Fausto'l Carpinteru


A la derecha, Casa Loína, saliendo ya de La Torre en dirección a La Serruca y Les Escueles


Un texu joven da sombra al lavadero de La Torre, ya en desuso totalmente pero que antaño congregaba a las gentes. Es bastante más pequeño que el de El Barracu pero sabemos fue construido en 1939 en ladrillo revocado, madera y cemento, sin duda con arreglos posteriores pero sin señales de haber sido restaurado


Mide de largo casi cuatro metros, su pilón es lateral y de una sola balsa, con espacio para apenas dos personas con su colada lavando a la vez y su cubierta es a una sola agua. Empleaba el agua del río que aquí empieza a ser llamado Río Castiellu y aguas arriba Río'l Ponticu, antes El Gorgollu, como se llamaba a este barrio de Barbechu que actualmente es La Torre, pues en un documento de 1678 se lee:
"En el término que llaman de Gorgollo en la aldea de Barvecho... según se determina por el término de Gorgollo, pegado y frontero al Camino Real y delante de La Torre de Gorgollo que es de Don Francisco Vigil de Quiñones, regidor deste dicho concejo, y por donde salen las aguas del arroyo del Gorgollo a dicho Camino"

El documento nos permite la localización indudable de La Torre en este lugar, donde ahora, en el cruce con El Camín de Peña están, reformadas, las casas más antiguas del barrio, justo antes del cruce con el camino de Perea y Miares en La Serruca y de la cuesta de Les Llenderes por la que entraremos en Aramanti y, de allí, por El Romeru, a El Castru, llegando al concejo de Siero

















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