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jueves, 27 de octubre de 2016

DE LA BORIZA A LLANES POR CUE Y "SU REPÚBLICA" (ASTURIAS): "DONDE NADA ES NUEVO Y NO HAY UTOPÍAS"

 

Cue y Llanes al fondo vistos desde la Senda Costera de Asturias en La Cuesta Cue

Los peregrinos que han escogido tomar la Senda Costera de Asturias (GR 204) para ir a la villa asturiana de Llanes, capital del concejo del mismo nombre, recorren, desde el mirador de La Boriza y tras subir desde Andrín, La Cuesta Cue,  para reenlazar en el campo de la ermita del Cristo del Camino con el Camino de Santiago propiamente dicho. Este tramo es enormemente bello y con un paisaje excepcional, pero cierto es que realiza un importante rodeo para ir a Llanes, pues los GR o Senderos de Gran Recorrido no buscan necesariamente la ruta más corta entre villas o pueblos sino que se guían más por criterios paisajísticos, ambientales y similares

Por eso, si bien esta ruta por La Cuesta Cue es, insistimos, de una preciosidad extraordinaria, no lo es menos cierto que no pocos caminantes, tal vez exhaustos y con muchos kilómetros a sus espaldas, prefieren bajar a Llanes directamente por Cue siguiendo la carretera LLN-2. Van a encontrar un pueblo con muy buena arquitectura popular y honda historia y tradición, lugares para dar buena cuenta de los manjares de la tierra y, de Cue a Llanes, por un bello paseo marítimo, recorrer las playas de El Sable Toró y Puertu Chicu 


Desde el mirador de La Boriza la senda costera sigue en dirección oeste dando vista al mar por la ladera norte del monte La Tuerba (137 m), una de las cotas cimeras de La Cuesta Cue


Y aquí llega a la carretera LLN-2 donde, si la seguimos, cruzaremos al otro lado, donde la pista siga próxima a la gran planicie amesetada de la cima de La Cuesta Cue, antiguas majadas pastoriles donde se habilitó un aeródromo acrobático en tiempo de los pioneros de la aviación, militarizado durante la Guerra Civil (Aeródromo de Cue) y que ahora es el Campo de Golf la Cuesta


Pero si deseásemos llegar a Llanes más prontamente sin continuar recorrido por el GR-204 lo que haríamos entonces sería bajar por la carretera, directamente a Cue


Desde la carretera vemos parcialmente Llanes en lontananza, así como, aquí abajo, la pista que comunica con El Sable Ballota (Ballota la Mansa), magnífica playa bajo el mirador de La Boriza


De Llanes vemos concreto La Punta del Guruñu con el Paseo de San Pedro y algo de El Sablón, su playa más urbana, que guardan sus acantilados. Más a la derecha y más lejos se divisan La Punta la Talá, Punta Jarri (o H.arri, con hache aspirada 'h.') otro solar castreño, mirando para los islotes de El Castru Poo, El Palu Poo, Los Castrinos y El Castru Peláu así como, más grande, La Isla de Poo


El Palu Poo, que recibe este nombre por su forma, más alta que ancha y con una anchura bastante uniforme, se alza unos 21 metros sobre el nivel del mar. Es, como, los demás peñascos e islotes de la zona, así como los inmediatos acantilados sitos enfrente de ellos, un importante refugio de avifauna, solar de la gaviota patiamarilla, el paíño común y el cormorán moñudo, aquí llamado pagoche. El más alto de estos islotes llega a los 29 metros de altura


Abajo a nuestra derecha, sobre el mar, reconocemos los acantilados de La Tembladera, y  La Punta Mojosa o Moh.osa ("h." es la grafía de la hache aspirada), también llamada de Santa Clara, donde estuvo la capilla de esta advocación, con renombrada romería y célebre procesión ramos de ofrendas y danzas populares, donde se dice nació El Pericote de Cue, leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias
"Sector de costa de elevados acantilados, localizado al norte del pueblo de Cue, entre Canales al oeste y La Mojosa al este y también entre La Cuevona y El Barru. En La Punta Santa Clara se hallaba una capilla a la que probablemente debe su nombre; es fama que allí nació "el antiguo pericote de Cue"; decía una canción: "El Picu Santa Clara, nos ponemos a cantar, esperando a los ausentes cuando vienen a la Mar". Pertenece a la parroquia de Cue y al Paisaje Protegido de la Costa Oriental"

En este sentido, en Wikipedia se nos dice que "Etimológicamente el nombre proviene de la localidad de Cué (Asturias), donde los "pericos" eran mujeres que se vestían de hombres para realizar los bailes. De gran antigüedad, el pericote asturiano nació en esta localidad del oriente de Asturias donde la gente realiza cánticos y giraldillas"


Por su parte el erudito Fermín Canella en su libro de 1896 Historia de Llanes y su concejo escribía al respecto, refiriéndose también a Cue, pero en este caso en la romería de San Antonio con su baile y joguera o h.oguera, el gran tronco que roban y plantan los mozos en el campo de la fiestas:

"El 13 de junio se celebra en Cue la fiesta de San Antonio, y era de rigor en lo antiguo en dicho pueblo que ese día saliesen acompañando a la joguera tres lindas jóvenes, cuyo característico traje consistía en zapato corto, media blanca, saya encarnada y corta, y debiendo ir en mangas de camisa con la trenza colgando y sombrero de copa en la cabeza. Así dispuestas se llamaban pericos, y el baile a que se entregaban, el susodicho pericote"

Naturalmente, se hace imprescindible aportar un video del Pericote de Cue tal y como se interpreta hoy día en la fiesta del pueblo, que ya no en el histórico campo de la capilla donde la tradición asegura que este nació:
"La gente va ataviada con el traje típico de porruanu y de aldeana (nombre tradicional de estos trajes característicos del oriente de Asturias). La utilización del nombre de porruanu tiene dos teorías, una es que se comenzó a utilizar porque el traje masculino más antiguo que se conserva pertenecía a un hombre de Porrúa, y la otra es que donde mejor lana había para hacer los trajes era en Porrúa entonces la gente pedía traje porruano. 
Existen dos versiones del pericote llanisco: el pericote antiguo y el pericote. 
El denominado pericote antiguo, surgido o recuperado según interpretaciones hace menos de 50 años, se interpreta casi exclusivamente en las fiesta de San Antoniu en Cué. El pericote tradicional, del que se viene teniendo constancia hace cientos de años es interpretado, con variaciones, en las demás fiestas del Concejo. Cabe destacar la interpretación del baile que se da en Pancar, lugar del que era oriundo "el Nino de Pancar", persona a la que se atribuye la adaptación de este baile a grupo."

En esta explanada los coches aprovechan para aparcar o dar la vuelta, no es una carretera de mucho tráfico normalmente aunque en días de verano y playa sí que puede ser intenso, máxime en fines de semana


No dispone de aceras por lo que habremos de ir arrimados lo más posible a la izquierda para ver a los vehículos que vengan de frente. A partir de Cue dispondremos de un buen paseo con aceras y farolas


Desde aquí, en bajamares, vemos parte de la playa de El Sable Ballota, al norte de Andrín, y al oeste de Cue (parroquia a la que pertenece), guardada por La Punta Ballota y conformando una bella concha que da vista al islote de El Castru Ballota, de altos acantilados de 43 metros al que antaño se pasaba el ganado menudo (cabras) a pastar, trepando peligrosamente a la pradería de su cima 


Realmente, si sube la marea, tal vez desde no podamos ver la arena, de la que solo queda una parte al descubierto, la ladera nos la oculta pero es preciso decir que es de las más grandes de Llanes. Respecto al Castru Ballota la Enciclopedia del paisaje de Asturias afirma que es el islote "más famoso de la costa llanisca" y que es alargado de noroeste a suroeste:
"solitario, de paredes casi totalmente trucadas (pero con una especie de zócalo que se divisa desde la orilla) y muy visible desde la costa. A él llevaban ganado los vecinos de los pueblos próximos y en una ocasión un cabrero sufrió un accidente mortal. Se puede subir a su cima, una vez se accede al castro en lancha. Situado entre las parroquias de Cue y Andrín, en el concejo de Llanes, se integra en el Paisaje Protegido de la Costa Oriental; la costa más cercana son los acantilados que cierran por el norte El Sable Ballota"

La carretera serpentea según vamos descendiendo y perdiendo altura. La vista es mayormente buena per hay alguna curva cerrada, por lo que toda precaución será poca. El firme es bueno y ancho y los vehículos suelen pasar a velocidad


Prado abajo a nuestra derecha, entre La Moh.osa y La Tembladera, están los acantilados de El Gordu, que forman una pequeña cala a sus pies


Ya vemos el camino a El Sable Ballota, ramal que sale hacia la playa justo en medio se la siguiente curva, muy cerrada, por lo que vayamos siempre atentos y enfila india


Aquí, aprovechando un poco de cuneta, tenemos cierto margen y protección. Precaución al máximo


A la derecha la bajada a la playa, si deseásemos conocerla tengamos presente que es un buen descenso del que luego hay que subir. Los más aventureros podrán luego si lo desean continuar por los prados cercanos al acantilado


Llega ahora una sucesión de curvas cerradas al acercarnos a la zona de La Quintana Palaciu


En este lugar el monte llega hasta el mismo acantilado, de ahí viene que el antiguo camino real costero, "el camino francés de Bayona a Galicia" de los documentos de época, no pasase por aquí sino por el llano de San Roque (San Roque l'Acebal), al otro lado de La Cuesta Cue, por donde luego se trazaron tanto la Carretera de Santander (actual N-634) como el ferrocarril y, posteriormente, la Autovía del Cantábrico (A-8)


Esta carretera, ensanchada en su momento, mejoró notablemente las comunicaciones de Cue, pero los caminos costeros principales siguieron pasando más al sur, por el valle


Un guardarraíl o quitamiedos separa la calzada de precipicio ladera abajo, donde crece forondosa vegetación


Árboles y arbustos forman una espesa sebe o matu, seto silvestre a manera de bocage, verdadera pantalla vegetal y barrera natural que flanquea la carretera


Nos metemos pues por un hermoso tramo de bosque en esta falda septentrional de La Cuesta Cue, llamada así en este pueblo, La Cuesta en Andrín y La Cuesta'l Cristu en Llanes, por la capilla de este nombre, paso del camino real y trazado oficial del Camino de Santiago del Norte


No nos puede extrañar que la barrera natural que forma La Cuesta Cue se aprovechase como defensa  cuando se intentó hacer frente a la primera incursión francesa acaecida en Llanes, en mayo de 1809, si bien el teatro de operaciones más inmediato abarcó el cercano llano de San Roque, donde acamparon las tropas napoleónicas y todo el valle de Mijares. En  Apuntes históricos, genealógicos y biográficos de Llanes y sus hombres, libro de Manuel García Mijares publicado en 1893, se cuentan estos episodios:
"Los franceses, en número de 2500, al mando del general Bonet, pasaron el rio el 21 de dicho mes; el paisanaje de estas inmediaciones, el Gobernador militar Posada y otros Jefes de la alarma se reunieron en esta villa, y con sus chuzos salieron en la tarde del 22 a la cuesta del Santo Cristo del Camino: el enemigo, con la vista de la gente se contuvo y se acampó en las inmediaciones de San Roque; a la mañana siguiente avanzó muy temprano: los paisanos quemaron la pólvora y se retiraron, y el enemigo entró sin oposición. Como hallaron al pueblo sin prevenciones, y no hubo quien los recibiese, saquearon las casas y robaron cuanto pudieron, lo que no sucedió en otras villas de la costa que les salieron a encontrar. También estropearon el archivo del Ayuntamiento, raseraron los padrones de calle hita, órdenes y demás papeles que se hallaban en él. Los primeros soldados que entraron dispararon y mataron al marinero Hilario del Castillo, por que tenía un fusil en la mano y no le quiso largar. Tambien mataron a Santiago de la Fuente, vecino de Póo, por que le hallaron en casa unos cartuchos de pólvora. Pero uno de los oficiales primero de a caballo, al llegar a la portilla del convento (que estaba al extremo Occidente de la Huerta de don Ramón M. de Labra, frente al colegio de primera y segunda enseñanza), fue muerto de un balazo que le disparó un soldado asturiano desde el camino. 
Dejaron una guarnición corta en esta villa al mando del Coronel Cretén, y los demás siguieron a Oviedo con otras tropas que después fueron entrando, y al cabo de un mes volvieron a pasar por esta villa y Cabrales, por que los asturianos, al mando de Ballesteros, les llamaron la atención por Santander, a donde fueron a caerse tomando el camino por los montes de Covadonga. Al pasar el enemigo por el valle de Mijares, disparó a José Mijares, por que se les hizo sospechoso 
 En 19 de Agosto del mismo año de 1809, volvieron a entrar los franceses en esta villa en número de trescientos hombres; la mitad se adelantó a Ribadesella y trajo arrestado a don Antonio Ardines" 

Luego de aquellos primeros quebrantos, en octubre de 1809 se estableció una línea de defensa en el río Purón, al mando del general Nicolás de Llano Ponte, quien estableció su cuartel general entre Covielles y L'Acebal, pero su oponente, el general François Bonet, rompió esa línea con 4.000 soldados el 25 de enero siguiente, entrando en Llanes tras saquear Parres y La Pereda
"En el mes de Octubre del expresado año llegó el Coronel don Carlos Rato con un Ingeniero a reconocer varios puntos de defensa, y acordaron fortificar la línea de Purón. Se construyó una buena trinchera de tierra y fagina; se arrimaron algunos cañones con la tropa y artilleros correspondientes al mando del general don Nicolás Ponte, que vino luego a promover las obras, fijando su cuartel general en los lugares de el Acebal y Covielles" 
Después de dos meses de trabajo y cuando todos habían concebido alguna esperanza de defensa, volvió el General Bonet, a intentar el paso por esta parte de la provincia. Pasó el rio de Unquera con cuatro mil hombres, y se acercó al de Purón el día 25 de Enero de 1810. Después de una hora de resistencia por nuestra parte, aparentó el General enemigo un parlamento, y mientras se evacuaba, hizo conducir a cierta altura sus cañones, batió nuestras líneas y pasó la tropa el rio, y nuestros soldados desampararon sus posiciones. 
Los franceses acamparon en aquella noche en la villa y sus inmediaciones, pero principalmente el mayor número cargó sobre la Pereda y Parres en donde hicieron un rico saqueo, por que los pudientes habían retirado hacia aquellos lugares sus principales haberes. La tropa enemiga se entregó al desorden: cometió mil excesos con las gentes dispersas que encontraron escondidas por las cuevas y pajares, y es imposible explicar la pena y aflicción en que todos se vieron: muchos se salvaron subiéndose a los montes de noche por medio de las nieves, prefiriendo la compañía de las fieras a la de los franceses; a la verdad, que semejantes escenas solamente las puede conocer el que las experimenta por sí mismo, o el que las coteja con la aflicción general en que se hallará el género humano cuando amague el fin último de todas las cosas. 
El enemigo encendió en aquella noche una multitud de hogueras; cenó sus robos; a la mañana siguiente registró lo que no había podido hacer por la noche, y a las diez del día se le dio la orden de marchar hacia Oviedo cuya ruta siguió también la tropa que fue entrando"

Tras la siguiente curva salimos del bosque, y una finca en la ladera, cerrada con murete de contención y vallado, donde han sido plantados varios arbustos ornamentales en hilera, señala que henos llegado a zona poblada


La curva de suaviza y, ya casi llaneando, volvemos a ver los paisajes de la rasa costera con el Mar Cantábrico en el horizonte


Caminando siempre en dirección oeste nos dirigimos a la entrada del pueblo de Cue por las inmediaciones de La Serna y El Cuetu


Al fondo asoma un poco de la parte de arriba del espigón del puerto de Llanes en la desembocadura del Ríu Carrocéu, con el espigón, La Barra y la escollera de Los Cubos de la Memoria, pintados por Agustín Ibarrola y un grupo de artistas locales como colaboradores entre los años 2001 y 2003. A la izquierda la Rula Nueva (lonja) y al fondo La Punta la Talá, El Palu Poo y Los Castros


A la derecha, el campo de la antigua capilla de Santa Clara, posible origen del Pericote de Cue, en La Punta la Moh.osa. Un buen reportaje de estos cantiles podemos encontrarlo en el blog del Grupo de Montaña Los de las Claras. En cuanto a que El Pericote de Cue, una de las versiones tal vez más antiguas de esta danza ancestral, surgió aquí, aportamos esta parte del artículo Llanes reclama atención para "su" pericote, de Ramón Díaz para La Nueva España del 18-11-2015, en el que recoge la explicación de la por entonces concejala de Cultura Marisa Elviro:
"Cue, una localidad que es considerada la "patria" del pericote. Elviro aseguró que en Cue se lleva a gala desde hace muchísimos años que el pericote nació en el paraje que denominan Santa Clara, donde hubo una capilla de la que ya sólo se conserva la imagen principal, y que el nombre del baile deriva del hecho de que en sus inicios solía ser interpretado sólo por mujeres, dado que los hombres andaban bien por la tejera, bien metidos en guerras. A las mujeres que hacían el papel de hombres en el baile se les llamaba "pericotes", y de ahí el nombre, según los coritos."

Al fondo, las primeras casas de Cue, en La Serna, en el camino que va a Antilles, hermosa playa también con castros e islotes, muy cerca de la carretera, que si deseamos podríamos visitar fácilmente en un corto desvío


La Serna, antesala de Cue, con sus casas en la zona más recientemente edificada, extendidas entre la carretera y la playa y los acantilados


Buena parte de esas casas son alojamientos rurales y segundas residencias. A lo lejos y a la izquierda dos montañas totémicas, Los Resquilones (669 m) y a su derecha Llabres, El Picu Llabres o La Peñe Llabres (689 m)



Más al occidente La Cabeza Benzúa (724 m) y la Sierra la Cueva Negra con el Atu Teyadura (743 m) como su cota más alta



El Altu Teyadura es la parte más occidental de esa sierra, llamada La Peñe les Pandes y que está ya en términos del vecino concejo de Ribadesella/Ribeseya. A su izquierda y más lejos asoma un poco el emblemático Sueve o Puertu Sueve con los 1.137 m del Picu Mirueñu, Miruenu o Miruellu, su segunda cumbre más alta. A su derecha asoma parcialmente el Pienzu o Picu Pienzu, la máxima cota con 1.161 m (1.160 ó 1.159 según depende de cada una de las fuentes consultadas)


Y esta es la iglesia parroquial de San Román de Cue, construida en 1788 en el lugar de La Mata al afianzarse la entidad de la parroquia de Cue frente a la villa de Llanes, con la que se sostuvieron diversos pleitos. Más antiguamente se sabe de la existencia, al menos desde el siglo XIV, de una iglesia de San Román de Extramuros de la Villa, situada como su nombre indica fuera de las murallas de la villa de Llanes, en el lugar de La Carúa


Por entonces las iglesias representaban la independencia parroquial en lo religioso-espiritual a la vez que en lo social y administrativo, son lugares de reunión, de decisión y de apego al terruño. Las juntas vecinales o conceyos tras la misa dominical, así como las primeras escuelas estuvieron allí. Los rituales comunitarios del bautismo o celebración de la llegada de un nuevo miembro a la comunidad, las romerías donde se conocía la juventud, tenían como base la iglesia, a las que continuaba en la iglesia el matrimonio, el bautizo de los hijos, la despedida a los seres queridos en los funerales y entierros


La pertenencia a una parroquia (y en Llanes al valle como agrupación inframunicipal) trascendía a la vida misma pues en la iglesia y su camposanto se enterraba a los difuntos y allí eran recordados, luego y por razones higiénico-sanitarias en los cementerios, que en el caso este de Cue, es llamativamente peculiar su gestión vecinal


Cue es una parroquia comprendida dentro del llamado Valle de Mijares o Miyares, el cual agrupa a varias parroquias llaniscas, pues el valle, en Llanes, es, y fue más, una entidad de agrupamiento comunitario que, en el caso de este de Miyares, agrupaba unas nueve parroquias cuyas reuniones y acuerdos se celebraban en la ermita de San Roque l'Acebal, justo al sur de La Cuesta


El topónimo Mijares hace referencia al mijo o miyu, cereal vital para hacer el pan antes de la llegada del maíz de América y que antaño abundaba por estos pagos. No obstante, reiteramos que Cue siempre mantuvo una cierta, sino independencia sí diferenciación expresa, respecto a su entorno, de ahí sus propias ordenanzas y pleitos, así como una entidad compleja, según podemos comprobar en la voz Cue de la Gran Enciclopedia Asturiana:
"Parroquia del concejo de Llanes. Es la más antigua del valle de Mijares, y está situada entre los ríos Purón y Carrocedo, Sierra del Cuera y el mar. Compartía la jurisdicción de estos términos con Llanes, La Portilla, Andrín y Cue, a excepción de 11 casas situadas entre Riego y Puertas, que pertenecían a la capital municipal; las demás eran anual y alternativamente de Llanes y de San Román (Cue), cuya iglesia estaba en La Carúa, perteneciéndole, además Parres"

Continúa diciendo la Gran Enciclopedia Asturiana que esta "caprichosa división" fue causa de dos "reñidos pleitos" con la villa de Llanes, trasladándose en 1788 la iglesia a Cue, abarcando la parroquia también a la ahora diferenciada parroquia de Parres, que primeramente pasó a ser filial de Porrúa en 1891, de la misma manera que Andrín pasó a serlo de Cue


En el año 1928 se amplió la torre para colocar un reloj que costó 10.000 pesetas costeado por el benefactor Juan Gutiérrez y que se hizo popular con el refrán "si oyes el reló de Cue é que'l temporal se h.ué", y es que la iglesia era además referencia para muchas cosas, hasta para dar la hora, pues en sus torres se pusieron los primeros relojes, referencia horaria para ver y oír en la distancia


Los coritos son, por apodo, los vecinos de Cue, pueblo y parroquia que desde siempre mantuvo sus peculiaridades dentro de Llanes, pues se regían por una junta de ancianos y tuvieron ordenanzas propias basadas en la tradición como norma de ley y en conceptos solidarios. Se conocen documentalmente desde 1774 pero también se sabe que estas  no eran sino modificaciones de otras más antiguas


Algunas de estas normas siguen vigentes en lo relativo a servicios y propiedades, como es el ya comentado caso del cementerio, pero también el agua corriente o el alcantarillado. Esta peculiaridad que pasó a ley y otras singularidades hicieron que Cue fuese visto como un enclave con entidad propia dentro del concejo, lo cual fue objeto de mitos legendarios sobre el origen de la población, la naturaleza de sus habitantes y otras facetas estudiadas por eruditos y especialistas desde antiguo. Quien fuera Cronista Oficial de Llanes, el escritor José Ignacio Gracia Noriega nos ha dejado un compendio de todo ello en este extraordinario artículo, Las ordenanzas de Cue:
"En Asturias se formaron algunos núcleos antiquísimos que tenían su propia defensa en el aislamiento. ¿Qué llevó a aquellos pastores cabraliegos a establecerse en Sotres o en Bulnes, que a pesar de que ya hace miles de años que se inventó la rueda, allí continúa siendo un artefacto totalmente inútil? Acaso la misma razón que llevó a los «pixuetos» de Cudillero a habitar un hondo fiordo encarado al mar, pero que no se ve ni desde tierra ni desde el mar. Algunos grupos, a quienes se les supone con una etnia diferente, como los vaqueiros de alzada, igualmente se aíslan en sus brañas y son aislados a su vez por los aldeanos, que señalaron sobre el suelo de la iglesia de San Martín de Luiña, tallado en la piedra, el límite hasta el que podían llegar a oír misa aquellos vaqueros montaraces. 
Entre las comunidades que se aislaban, una de las más extrañas es Cué. Probablemente fue judería. El pueblo se asienta al N. de la sierra plana de su nombre y se extiende a lo largo de su ladera, por encima de un mar del que le separan altos acantilados. Con el mar tan próximo, los coritos no son sin embargo marineros, sino ganaderos, y muchos de ellos emigraron a Méjico: a pesar de esto y de hallarse tan cercanos a la villa de Llanes (tan sólo a dos kilómetros), los vecinos de Cué conservan rasgos distintivos inamovibles e irrenunciables. Como escribe Saro y Rojas: «Aunque la población no reúne las mejores condiciones higiénicas, por hallarse expuesta al Norte, en terreno bajo y húmedo y excesivamente poblado de árboles, lo cual le hace sombra, siempre está vivo entre sus naturales el amor patrio, recordándoles el hogar donde nacieron, y así se explica que son muchos los que retornan al suelo nativo, después de largos años de ausencia, generalmente en las Américas españolas, y toman en él asiento, no obstante haber reunido en fuerza de perseverancia y economía capital suficiente para vivir con comodidad en pueblos de más atractivos». De estas gentes dice el autor mencionado, hace cien años: «Los vecinos de Cué se distinguen por su sobriedad y amor al trabajo. El turista no encontrará en Cué ni pobres postulantes ni tabernas, pero en cambio llegará a saber, si en Cué penetra, que todos sus hijos, tan pronto como llegan a edad competente, aprenden oficio que les proporciona un jornal fijo, con el cual, y el cultivo de pequeñas labranzas, viven holgadamente y hacen ahorros, teniendo siempre por objetivo el aumento de su fortuna realizado por legítimos y decorosos medios». Señala asimismo Saro y Rojas el carácter eminentemente tradicionalista de los coritos, celosos guardianes de sus viejas tradiciones; y como anota el autor de «Pequeñas jornadas», Cué «guarda con todo rigor las fiestas que S.S. Pío IX suprimió». 
En Cué se enraman las fuentes por San Juan y San Fernando, ceremonias que tienen reminiscencias célticas; y su caserío, pese a muchas modificaciones arquitectónicas, tributo que ha pagado también este pueblo a los tiempos modernos, es antiguo y peculiar: aunque de labradores, el pueblo está apiñado, lo que demuestra la existencia de praderías comunales, y con una estructura urbana, que se manifiesta en muchas casas con sus buenos cortafuegos de piedra de sillería. Algunas casas, tal vez las más viejas, presentan una puerta con arco de medio punto para entrada a la cuadra, debajo de la escalinata que conduce a la vivienda: en estas construcciones encontraba don Fernando Carrera huellas de judería; y Celso Amieva llama a Cué «la medieval aljama», en uno de sus poemas. 
La personalísima administración de Cué, basada en leyes viejas no contenidas en los códigos de los leguleyos, mereció el comentario admirativo de Foronda, que escribe: «Allí se goza de una vida patriarcal, y aunque habitando diferentes casas, todos toman parte directa e inmediata en las alegrías y pesares de sus convecinos, hasta el punto de parecer una sola familia»; y añade, refiriéndose al sistema establecido para las relaciones entre los vecinos: «Ninguno trabaja a menor jornal ni contrata destajo a menor precio que aquel que se le tiene asignado por la comunidad de vecinos. Allí se cumplen todas las formalidades externas de las leyes económicas y administrativas. Tienen sus elecciones municipales; exponen al público los repartos de las contribuciones que satisfacen por medio de un solo encargado, con envidiable puntualidad, y su administración es tal que jamás ha sido objeto de la menor censura por parte de las autoridades». 
La vida en Cué se regía por unas antiquísimas ordenanzas, cuya última edición es de 1923, y en cuyo preámbulo se dice: «Para que ningún vecino alegue ignorancia a lo que en ellas se ordena, estas Ordenanzas serán impresas y repartido un ejemplar a cada vecino para su mejor cumplimiento; de esta manera todo vecino sabrá a qué atenerse». Con lo que se da por supuesto que todo vecino había de saber leer. El cuidado de los ganados y de los pastos correspondía a todo el vecindario, y recaía la responsabilidad en los miembros de cada familia, que lo hacían de forma rotatoria. Si alguien moría en una casa, todas las familias del pueblo habían de enviar una representación al entierro, y la que no lo hacía era sancionada con una multa. El pueblo elegía un celador y un consejo de cuatro ancianos, que impartían la justicia, y cuyo fallo era inapelable. No se sancionaba la embriaguez directamente, pero se determinaba que nadie, en ese estado, pudiera asistir a las deliberaciones de la Casa de Concejo, y la ausencia, también en ese caso, se penaba con multa. El pueblo estaba cerrado y protegido por dos portillas, una en el camino que lleva a Andrín, atravesando la sierra, y otra en el de la Villa. Según Foronda, «modelo de administración es la suya, como lo es, entre los de su clase, el camino vecinal que desde el pueblo conduce a la carretera, construido por medio de la prestación personal, sin subvención alguna, ni más intervención que la de los habitantes de Cué, quienes en este punto demostraron ser tan buenos constructores de obras públicas como excelentes canteros». 
Constantino Cabal escribe a propósito de las Ordenanzas coritas: «Cué tuvo Ordenanzas viejas de esencial y total patriarcalismo, que fueron modificadas –cabe decir que fueron profanadas, el año setenta y cuatro, siglo XVIII, veintiséis de Abril. Se saben de las viejas, sin embargo, las cláusulas principales. Se sabe que decretaban que las Juntas del Concejo siempre las presidieron cuatro ancianos, hombres buenos, del lugar. Ellos actuaban de jueces y eran inapelables sus sentencias. El pueblo, a propuesta suya, nombraba dos celadores, y éstos cuidaban, guardaban y les imponían a todos el cumplimiento de las Ordenanzas que acordaba la justicia. Ante los cuatro ancianos no había nadie que se atreviese a jurar, ni nadie que pudiera desmentir. Las penas que se imponían a quienes se olvidasen de ambas cosas se aplicaban con rigor. Las cuestiones de vecinos, ya por deudas, ya por golpes, ya por motivo de injurias, ya por razón de derechos, no se podían llevar en ningún caso a la justicia ordinaria, siempre eran los cuatro vecinos los que las resolvían en concejo, después de oídas las partes, examinadas las pruebas e incluso consultado algún letrado, si hubiere necesidad. Cuando un vecino demandaba a alguien, o era demandado por alguien de otro pueblo cualquiera, tenía la obligación ineludible de decírselo al concejo, y allí consultado el punto, con el consejo de los cuatro ancianos, de no avenirse las partes a una solución honrosa, si estaba la razón por el vecino, tomaba todo el pueblo como propia la defensa de su causa, y el pueblo pagaba gastos...» 
El Gremio de Mareantes de la Villa de Llanes, tan poderoso a lo largo de toda la Edad Media, también se regía por leyes propias, y en todas las cuestiones que pudieran originarse de la subasta, tasación y beneficio de las ballenas, no podía intervenir tampoco la justicia ordinaria, ni el Juez ni el Alcalde Mayor, e igualmente era el Gremio quien custodiaba la llave de una de las puertas de la Villa, la llamada «puerta del Llegar», que era por la que entraban los marineros a Llanes cuando llegaban del mar, aunque luego el nombre se deformó, e incluso hubo algún erudito que aseguró que en esa casa se había establecido un «llagar» de sidra. Pero las Ordenanzas de Cué tenían un sentido más profundo: no se trataba de defender los derechos e intereses de un gremio, sino de preservar la singularidad, la independencia y el arraigado individualismo de una comunidad, que vivía apegada a su pasado y a sus fueros, rústicos e consuetudinarios, pero de observancia mucho más profunda que los de la propia Villa. Las Ordenanzas contenían todo el espíritu individualista y solidario de un pueblo; por eso escribe Cabal, a propósito de tan curiosos textos: «Y las Ordenanzas todas hablaban de honradez y de nobleza, de caridad y de ayuda, y tenían providencias para todo, para el dolor y el esfuerzo, y para la orfandad y la injusticia, y para el abandono y la maldad... Enseñaban a amar y a reprimir. Y parecían tener en cada artículo que inspiraban los ancianos, el sentimiento generoso y puro de plena esencia cristiana de cien generaciones de hombres buenos...».

Los vecinos de Cue, además de mantener su entidad, idiosincrasia y autonomía frente a la pujante puebla y villa capital del concejo, lo hacían frente a particulares, como el litigio acaecido en 1740 con José Arenas, vecino de Parres, para poder subir el ganado a las majadas de estas serranías. De ahí que los coritos esgrimiesen, guardasen e hiciesen valer sus Ordenanzas para hacer frente a numerosas circunstancias y regular su administración propia. Fueron estudiadas en 1858 por el erudito Nicolás Estévanez, quien llegó a escribir:
"El socialismo no es en Cué una esperanza, sino una realidad, porque allí se subordina la propiedad individual a la colectiva; allí pudieron convencerse algunos de que nada es nuevo y de que no hay utopías"

Ante nosotros, los apartamentos La Playina, los de Las Villas de Cue y el Hotel Migal son algunos de esos alojamientos que hemos dicho existen en el camino a Antilles


La población de Cue, en su estructura histórica y antigua, se extiende a lo largo del camino a Llanes y a Andrín, actual LLN-2, formando una estructura muy lineal de pueblo-calle entre ella y los caminos adyacentes. Mismamente llega a decirse que su poblamiento es tan concentrado que la localidad se distribuye por calles más que por barrios 


Moros, judíos, vikingos y demás ascendencia mítica se les atribuye a los coritos, como suele hacerse con todos los pueblos singulares, basándose en leyendas más que en demostraciones históricas. Pero Cue, como es común en Llanes, también tienen sus bandos o agrupaciones vecinales


El Riegu, un arroyuelo, divide por el lugar de San Antoniu (antigua capilla) las dos partes del pueblo de Cue que dan origen a dos bandos, el del Riegu arriba y el del Riegu abajo, cada uno con su flor identificativa en el traje popular que se luce con orgullo, el clavel unos y la siempreviva otros, el día de su fiesta, cada uno alrededor de su fuente representativa, la de arriba y la de abajo



Entramos en Cue por El Juacu, donde están los apartamentos La Quinta, a nuestra izquierda


La Quinta, históricamente, es esta casona a nuestra derecha, muy alta. Si bien Cue fue pueblo de agricultores y ganaderos, que compatibilizaban su trabajo con oficios artesanos, también hubo algunas casonas, como las del conde de la Vega del Sella y la de los Beltrán


El conceyu vecinal de Cue, según sus Ordenanzas, defendía a los vecinos, mayormente arrendatarios, de los propietarios y señores "que recargaban ó subían la renta, sin razón para ello", entonces se ayudaba al colono a abandonar la finca y ningún vecino acordaba nuevo contrato de arrendamiento con el propietario, permaneciendo la finca sin nuevo arrendatario "hasta seguir el contrato como antes, ó lograr razonable avenencia"


Pero ello no se hacía sin fundamentos documentales, "para estos y otros fines de su república", dice el erudito Fermín Canella en Historia de Llanes y su concejo, se disponía de un padrón especial en el que figuraban todos los colonos y propietarios de las fincas, incluyendo la extensión, ubicación y características de las mismas


Un magnífico corredor en esta casona. Cue es sin duda de los pueblos de la costa llanisca que mejor han conservado su arquitectura popular, pues las nuevas construcciones, salvo contadas excepciones, se edificaron fuera de su núcleo histórico, en el recitado camino a Antilles fundamentalmente


Precioso cierre de verja guarda esta corrada o delantera de la casona


Una hermosa casa de galería. Numerosos corredores fueron cerrándose con cristales cuando la industria del vídeo se expandió notablemente en Asturias a partir sobre todo de las dos últimas décadas del siglo XIX, integrando esos espacios térmicamente en la vivienda


Nuevas viviendas vacacionales y segundas residencias. Los usos agropecuarios tradicionales han dejado paso en gran parte a a los residenciales y turísticos, si bien gran parte del año Cue es un pueblo tranquilo este se agita con la llegada de los veraneantes y las fiestas


La carretera que hace ahora un poco de curva a la derecha, hace las veces de calle mayor que atraviesa Cue de lado a lado, de este a oeste


La carretera se estrecha y se convierte en callejuela en ciertos tramos. Si nos cruzamos con algún vehículo tocará arrimarse bien a las casas


Hay viviendas más o menos restauradas y algún notable ejemplo de casa con patín, esto es, escalera de piedra. Abajo había talleres de artesanos, muchos de ellos de la piedra precisamente, y es que abundancia hizo que muchos coritos fuesen magníficos canteros


Algunas cuadras y henares revelan asimismo los antiguos usos ganaderos de Cue. Seguidamente hermosas casas de cortafuegos, excelente trabajo de los canteros locales


La tradición popular afirma que el gran arquitecto Juan de Herrera pidió canteros de Cue para acometer las obras de El Escorial, así como que estos, tiempo después y durante las obras de la Basílica de Covadonga, pidieron no se les diese de comer salmón más de un día a la semana


Al otro lado de estas casas, en una calle paralela, está la Casa Rural El Juacu, que lleva el nombre de este lugar de Cue


Cuadra de paredes de mampostería y esquina de sillería, otro magnífico trabajo de cantería siguiendo camino a Quintana 


La estructura de munchas viviendas de taller abajo y vivienda arriba es similar a la de las villas en las que se agrupaban los comerciantes y los artesanos en casas de idéntica composición de espacios. Esto y las Ordenanzas tanto tiempo reglamentando la vida local hacen que Cue tenga elementos más identificativos de villa que de aldea, al menos históricamente


Llegamos al cruce con el camino que va a Antilles, donde está La Bolera de Cue, en la que se disputan partidas de birle o bolu palma, variante de bolos propia de gran parte del oriente asturiano y la mayor parte de Cantabria, así como en diversos municipios burgaleses y palentinos


Dos son las peñas que existen en el pueblo, la llamada precisamente Peña Bolística Cue y la de La Castañalona. Más allá se ven bien los invernaderos e instalaciones de los Viveros Mijares, empresa fundada en 2000 y que abrió su centro de jardinería en 2005


A nuestra derecha, en Quintana, la fábrica de Anchoas Ballota, fundada en 1995 por Luis González Sabero y donde trabajan Juan Manuel Manzano y Susana González, último exponente de lo que fueron las antaño numerosas conserveras llaniscas. Se trata de la Tercera generación de conserveros de Cue, como bien los califica la escritora Ana Paz Paredes en La Nueva España del 1-3-2018


Por Quintana continuamos camino sin dejar en ningún momento la calle principal. Recordemos que no estamos ni en el Camino de Santiago ni en la Senda Costera por lo que en principio no veremos ninguna señalización, al menos oficial, de estas rutas, a no ser que algún particular haya pintado alguna flecha o similar para ayudar a los peregrinos y caminantes que escojan esta alternativa


A la derecha, más allá de la bolera y los invernaderos, volvemos a ver a lo lejos la iglesia parroquial de San Román. En el libro Apuntes geográficos, genealógicos y biográficos de Llanes y sus hombres, de Manuel García Mijares, se recoge un acta o apeo de 1713 relativa a los límites de esta parroquia:
"En el lugar de Cué, Concejo de Llanes. "En dichas casas de Ayuntamiento dicho dia mes y año de arriba [1713] comparecieron Santiago Sobrino de sesenta años, Pedro García de el Joaco de sesenta y seis y Juan García de Estrada de cuarenta, vecinos de los más ancianos de el lugar de Cué, y digeron que dicho lugar de Cué parte y divide sus términos por la parte de el Vendabal con el lugar de la Portilla por el camino que vá al Santo Cristo del Camino: Y por la parte de el Nordeste con Ballota y derechamente a la Boriza de Andrín: Y por la parte de el Norte con el mar bravo; y por la parte de el Su con el término del lugar de Andrín, en San Lázaro y la ería de la Pandera: y que dentro de dichos términos, no hay otro término comun, realengo ni valdío, a no ser la cuesta que llaman de Cué, y que esta es brava y pasto para ganados de los vecinos de esta jurisdición en órden a dicha donación y privilegio; y que lo demás que hay dentro de los términos de dicho lugar, es propio de los vecinos de él, y más de este Concejo: y que no saben que persona alguna poderosa o no poderosa se haya intrometido en poseer término comun alguno y ni haya en los de dicho lugar. Esto digeron saber y ser lá verdad y no otra cosa" 

Es en las fiestas cuando, además de acudir los vecinos permanentes y los veraneantes, regresan al pueblo muchos coritos emigrantes y sus familias. Especialmente llamativa es la de la Sacramental, en junio, con sus alfombras florales, declarada de Interés Turístico. Esta es la crónica de una de ellas, en la que se refleja la actividad de los bandos, firmada por J. Quince para el periódico La Nueva España del 25-6-2023:
"En el barrio de Arriba y en el de Abaju, las calles de Cué se tiñeron de colores este sábado con las espectaculares alfombras florales que, como es tradición, cada año elaboran los vecinos de la localidad llanisca para celebrar las fiestas de la Sacramental, declarada de Interés Turístico Regional.
Mientras en otros puntos de la comarca se enraman las fuentes en honor a San Juan, los de Cué dedican sus esfuerzos a engalanar el firme con todo tipo de elementos naturales. Una iniciativa original que también lleva consigo cierta rivalidad entre sus propios vecinos, aunque de una manera sana y con un único objetivo: comprobar qué bando viste sus calles con las ofrendas más bonitas. “Hay dos altares, uno el de Arriba y otro el de Abaju, y cada cual decora el suyo", explican los lugareños. 
Fueron dos auténticas pasarelas artísticas pertenecientes al bando del altar de Arriba, también conocido como San Fernando, y al bando de Abaju, el de la Fuente. Entre los diferentes tapices y mosaicos se observaron dibujos, figuras circulares, cruces y símbolos religiosos. Todos ellos elaborados con ingredientes que proporciona la propia naturaleza como pétalos de hortensias, frutos de eucaliptos, serrín, piedras o hierba.  
Las alfombras florales no dejaron indiferente a nadie y por la localidad se pasearon numerosos visitantes para contemplar las hermosas ofrendas. "Venimos con los niños, porque sabíamos que les iba a encantar", apuntó Martín Rodríguez, de Madrid. "No me esperaba que fuera a ser tan bonito", añadió Sara Bobes, de Avilés. Un trabajo muy laborioso de varios días que mereció la pena. "Es una fiesta muy bonita. Nosotros vinimos San Juan y nos vamos este domingo, pero disfrutamos del día”, señaló Judith Swan, de Manchester. 
A la una de la tarde tuvo lugar la misa de la Sacramental en la iglesia de San Román, oficiada por el párroco de Llanes, Florentino Hoyos, a la que siguió una solemne procesión acompañada por una descarga de cohetes. Al frente de la comitiva, iban arrojando pétalos de flores Keira Mijares Arenas y Alicia Ujidos Prada, de nueve años, quienes vestían sus trajes de comunión. 
La procesión recorrió las calles de Cué y caminó sobre las alfombras florales de los dos barrios para presentarse ante ambos altares . Primero en el de Arriba, engalanado con claveles y, posteriormente, en el de Abajo, cuyo símbolo floral es la siempreviva."

Paisaje desde la bolera, con los invernaderos de los Mijares, primero dedicados a la agricultura y después evolucionados a la jardinería, muestra palpable de la transformación de las áreas agroganaderas en turísticas y residenciales


Un poco más arriba, encima de aquel muro, los apartamentos y el Hotel Migal, a un paso de la playa


La Bolera de Cue en toda su extensión, en la que se juegan varios campeonatos. Fijémonos en el anagrama de la Peña Bolística Cue. Esta bolera vino aquí de su anterior emplazamiento, La Plaza la Bolera, casi a la salida del pueblo, a mediados del siglo XX


A nuestra derecha otra gran posesión con pumarada  cerrada por un viejo muro de piedra, La Barrera, donde se crio Aniceto Ruiz, Cañero, que junto con su mujer Rosa Amieva, La Curina, regentaron tiempo ha una tienda en Cue. A ellos les dedica Higinio del Río, Director de la Casa de Cultura de Llanes, esta hermosa semblanza en su blog Mis personajes favoritos:
“Cañero” y “la Curina” forman parte de un pasado que nos llena de orgullo. Llanes, con sus alegrías y sus penas, vivió una época verdaderamente feliz, y ahí estaba entonces, regentando su bar tienda en Cue, esta bendita y ejemplar pareja.
Aniceto Ruiz García, “Cañero” (1925-2005), nació en La Habana, hijo de Aniceto Ruiz Borbolla, de Boquerizu (Ribadedeva), y de Santa García Portilla, de Cue. Era el menor de cuatro hermanos: Ricardo, que murió en Sudáfrica, Santa, que pasó toda la vida en Cue, Francisco (al que llamaban “Bienes”), que moriría en la Guerra Civil, y Cañero.
Aniceto y Santa vinieron de Cuba con sus hijos en 1929. En plena Gran Depresión. Cañero tenía sólo cuatro años, y el padre, que venía algo enfermo, moriría a los pocos meses de llegar.
Cañero y sus hermanos, que perderían también a su madre en 1935, se criaron en Cue con unas tías que tenían la casa en la Barrera, frente al Castañu.
Rosa María Amieva Herrero, “la Curina” (1931-2019), nació en Cue. Sus padres, José Amieva Noceda (1899-1957), de Meré, y María Josefa Herrero Hano (1904-1974), de Cue, tuvieron cinco hijos, y ella era la tercera: Pedro, María Josefa, Rosa, Concepción (que se casaría con José Ortega suboficial mecánico de la Escuela de Vuela Sin Motor) y Carlos. Esta familia tuvo ramificaciones en México. El hijo mayor y el pequeño, Pedro y Carlos, emigraron allí de bien críos, y allí siguen viviendo.
Cañero y la Curina se casaron en la Iglesia de San Román de Cue en 1958 (tenían 33 y 27 años, respectivamente), y ese mismo año cogieron el traspaso del bar-tienda, que hasta entonces habían regentado los padres de ella. Estuvieron al frente del negocio hasta diciembre de 2001, en una honesta laboriosidad sin tregua que él hacía compatible con su afición a cazar, a pescar y a mariscar. En 1960 nació su primer hijo, Francisco (lo bautizaron así en recuerdo del hermano de Cañero que mataron en la guerra), que murió a los cinco meses. En 1964 les nació el segundo, y le bautizaron con el mismo nombre que al primero, salvando el criterio contrario del párroco, que al principio se negaba a ello en redondo.
El bar era un apacible y pintoresco punto de encuentro. Un Edén poblado por gente con buena sombra, tanto del mismo Cue, como de la villa: Cholo (Francisco Gutiérrez Vallejo), Chuly Misioner (“el Ministro”), Víctor Galán, José Manuel Rugarcía, Paulino Romano, el del Banco Herrero, Pepín Torre (presidente del bando de la Virgen de Guía durante muchos años), Cosmín Menéndez, Mario Izquierdo, el de la Renault, Vicente el Segovianu, Quique, el de la Michelín, Carlos Saras… Un ambiente tranquilo y alegre. Sin parangón. Buen vino blanco de solera. Caldo en invierno. No daban comidas, pero siempre podía salir de la cocina para los clientes, en platinos, una garcillada de la rica comida de casa que estaba trajinando la Curina en el puchero".

Sobre los pumares, asoma de nuevo a la vista la iglesia, cuya torre-campanario tiene dos campanas, San Marcos y Santa María, donadas en 1956. Al lado, asoma el cementerio, de gestión vecinal como hemos dicho, y donde existe un panteón dedicado al indiano benefactor Alonso Noriega Mijares, nacido en Cue en 1823, costeado en su tiempo por los propios vecinos en señal de agradecimiento. En Las llaves del cementerio de Cue el periodista Emilio G. Cea explica esta circunstancia en La Nueva España del 1-11-2008:
«Lo que eres, fui. Lo que soy serás. R.I.P». Esto es lo que reza en la placa de mármol, situada en lo alto de la entrada al cementerio de Cue, uno de los más peculiares del Oriente de Asturias. Este cementerio parroquial tiene la singularidad de que no es la Iglesia, sino los vecinos del pueblo, quienes llevan a cabo la administración del mismo. 
El cementerio de Cue fue construido a la vez que la iglesia de San Román, constituida en parroquia tras múltiples reclamaciones del pueblo en el año 1789. En documentos del siglo XIV ya hay noticias de la existencia de esta iglesia. En el libro -editado con motivo de la presentación de Cue al premio al «Pueblo Ejemplar» de 2012- se explica que el motivo por el que el camposanto de Cue no es administrado por la Iglesia se refleja en el reglamento del cementerio editado en el año 1947. Dicho reglamento sentencia que «habiéndose construido este cementerio con fondos del pueblo de Cue y aportaciones del vecindario, al pueblo le corresponde la administración, cuidado y dirección del mismo, sin menoscabar el respeto a la jurisdicción y derechos de la Iglesia Católica». 
La norma sigue vigente en pleno siglo XXI. Los vecinos eligen en concejo público y por votación popular a los integrantes de la denominada Junta del Cementerio, compuesta por un presidente y cuatro vecinos del pueblo. 
Gerardo Noriega Noceda es a día de hoy uno de los vecinos que componen la Junta del Cementerio, organismo este presidido por Fidel Gutiérrez. Noriega hace en la parroquia de Cue las labores de sacristán y hasta hace unos años ejercía también como enterrador. En la actualidad es el encargado de llevar las labores de mantenimiento en el camposanto. Segar y limpiar nichos y panteones son sus principales ocupaciones. Estos días se ocupa también de cerrar el cementerio por las tardes. Fidel Gutiérrez lo abre a primera hora de la mañana. Pese a que todos los vecinos que tienen nichos o panteones tienen llave del cementerio, Noriega está pendiente de la llegada de gente de afuera para depositar las flores del día de Todos los Santos. «Me conozco todos los rincones del cementerio. Estos días hago también de guía, pues aquí llega gente a dejar las flores que no se acuerda donde están enterrados sus muertos», dice. 
El cementerio de Cue, según explica Noriega, se financia cobrando a la funeraria treinta euros cada vez que se produce una inhumación en concepto de derechos de enterramiento. Otra fuente de ingresos es la de la venta de nichos y panteones. «Aquí, los nichos y los panteones son a perpetuidad. Nada es alquilado. El que lo compra lo hace para toda la vida. La junta se reúne cuando es preciso y decide si es necesario hacer nuevos nichos o panteones», dice."

A nuestra izquierda, la Pensión El Castañu. En Cue, como hemos viendo, hay numerosas opciones si deseásemos hacer posada y fonda que, si bien no especializadas en exclusiva a los peregrinos, los reciben con gusto. Eso sí, en temporada alta el lleno puede ser total


El Castañu fue uno de los pioneros del turismo en Cue, pues abrió sus puertas hace ya unas décadas, el siguiente edificio tiene en sus bajos el bar-restaurante, al que la página gastronómica Les Fartures le dedica una visita, publicada el 11-7-2022, de la que publicamos este extracto:
"Asturies no deja de sorprendernos. Hace poco me chivaron que Joaquín Felipe Peira, cocinero madrileño de grandes restaurantes, actualmente en Atocha 107, restaurante del hotel de la cadena Hilton, se mudó a Cue a cocinar a una pequeña pensión con restaurante. Y eso teníamos que probarlo.
 Cocinero con una trayectoria enorme, incluso con Estrella Michelín hace unos años en El Chaflán (Madrid), abre en Llanes un proyecto más intimista y completamente adaptado a la cocina asturiana, que piensa compaginar con su restaurante en Madrid.  
En El Castañu te encontrarás una pensión, regentada por la mujer de Joaquín, y un restaurante en la planta baja, con un buen merendero en un anexo. Y a un cocinero con unas patillas de bandolero, y una cocina excepcional. El restaurante tiene también una terraza cubierta donde podrás comer perfectamente, de hecho, fue donde nosotros comimos. (...) 
Un sitio precioso, en un pueblo precioso. Merendero, pensión, restaurante, terraza cubierta, y con un cocinero con una trayectoria increíble detrás que se está empapando de Asturies para ofrecernos su visión de nuestra cocina. Proyectos sorprendentes que me encantan, y donde, además, vais a comer muy bien a muy buen precio. "

Poco antes, en junio de ese mismo año, El Castañu recibió también la visita de Luis Antonio Alías, el gran gastrónomo del periódico El Comercio, quien publica su reportaje a día 22:
"Lo llaman el chef antimodas porque su cocina es clásica, equilibrada, sosegada, clara y reconocible pero con marcos y añadidos propios. Y sobre todo elegante, amable y sabrosa gracias al acertado uso de las técnicas más vanguardistas. No pinta Pollocks; cada plato recuerda un Antonio López, sol del membrillo hecho de fabes con pitu, gazpacho acompañado de pipirrana verde, cebollas rellenas con pisto y bonito, lomo de bacalao en pepitoria, calamar de potera a la plancha, pitu caleyeru acompañado de papas y mojo, morcillo de ternera asturiana cocinado a la antigua con setas y sidra y, además, pescados del día y vacuno mayor a la sencillez.
Porque Joaquín, hijo de cocinero y cocinera, sobrino del director de alimentos y bebidas de Paradores, titulado muy joven en la Escuela de Hostelería de Madrid, tuvo en Luis Irízar, maestro de maestros y puente entre el ayer y, no ya el hoy, el mismísimo mañana, a su jefe, a su guía y a su ejemplo. Hasta conoció a quien le completa en la vida y la profesión, Gloria, cuando conseguía las mejores notas por el Basque y el Irizar Jatetxea de Madrid. 
Con Irizar por mentor, y con Roca o Ferrán Adriá por colegas y amigos, asume varias jefaturas de cocina, consigue una estrella Michelín en El Chaflán, viaja de Japón a California investigando métodos y maneras, y deja a sus muchos oyentes asombrados con una ponencia sobre la potencialidad de las vísceras del atún en el Madrid Fusión de 1994: hay que estar muy atentos a lo que ofrecerá cuando la recién iniciada temporada del bonito alcance sus esplendores veraniegos. 
Y dirigiendo actualmente Atocha 107, tras el Villareal y el Urban, decide, sin abandonar direcciones y guías, venirse a Llanes, que Gloria, asturiana por abuela y familia paterna, le enseñó los placeres de la vida aldeana antes de ejercerlos cogiendo un pequeño y coqueto restaurante que se prolonga en terraza techada y merendero típico de continente y diferente de contenido, un gastromerendero. Aquí, a la sombra de los castañéos, llevan apenas dos meses afianzando su más particular y personal 'cuisine du bien être' o, en vernáculo, llar gayoleru. «Lo que más ha revolucionado la cocina en estas últimas décadas ha sido el control de temperaturas, el vacío, las maceraciones controladas y otras técnicas que podemos aplicar a recetas de siempre para resaltar sus aromas, sabor, texturas, visualidad y digestibilidad; la renovación de la tradición se va generalizando y unos cuantos chefs españoles, buenos amigos además, han tenido mucho que ver». 
Y él, que forma parte plena de tan brillante equipo, el de los nacidos en la década de los sesentas, se excluye. La modestia es, tras su capacidad, la segunda virtud."

Pasado El Castañu continuamos carretera adelante acercándonos a El Pedregal y El Pozón


Frente a La Barrera tenemos una bifurcación, nosotros en este blog informamos principalmente del Camino de Santiago y sus alternativas, como es esta vía rápida para llegar pronto a Llanes desde el mirador de La Boriza, pero si subiésemos por la calle de la izquierda y de ella tomásemos los ramales que siguen la cuesta, llegaríamos a San Fernando, donde el bando de los de Arriba festeja romería con su imagen en la fuente de su nombre, que es enramada solemnemente siguiendo una tradición ancestral, cuando se canta o cantaba:
En la capital de Oviedo
celebran a San Fernando
y en este pueblo de Cue
lo celebra nuestro bando

La casona de La Barrera a nuestra derecha, también con su elegante cierre con verja en la delantera. Arriba una bien iluminada galería orientada al sur, a lo lejos, en el cueto de La Mata, la parroquial de San Román de Cue sigue siendo una muy buena referencia visual


Llamativos cultivos aterrazados al pie del campo de la iglesia. El día de San Antoniu, el santo de los del bando de los de Abaju, que ha sido llevado a la parroquial, regresa a su capilla en procesión tras la celebración de misa de fiesta, acompañado de mozos y mozas con los trajes llaniscos, tal y como manda la tradición, siguiendo danzas y bailes además del ofrecimiento del ramu. Esta es una crónica de la misma para La Nueva España del 14-6-2022, tras dos años sin celebrarse por la pandemia:
"La localidad llanisca de Cue recuperó ayer la celebración de San Antonio, suspendida los dos últimos años por la pandemia del covid. No faltó la misa, la procesión, la ofrenda del ramu y la reverencia con sus cantares, y las verbenas. Pero el festival folclórico en el que participaron los niños y jóvenes del pueblo, una cuarentena en su conjunto, levantó una gran expectación. Los más pequeños, desde los tres años, bailaron, por ejemplo, la giraldilla, para ir formando cantera. Decenas de espectadores pudieron disfrutar de bailes como el xiringüelu, el xiringüelu de Naves, la jota del Cuera o el quirosanu. Y, por supuesto, el pericote, la danza por antonomasia de los coritos, que en esta ocasión bailaron los jóvenes de Cue."

Y continuamos caminando por El Pedregal siguiendo la carretera pero que, insistimos, quien lo desee puede continuar explorando todas las bellas rúas de Cue, llenas de tipismo y bella arquitectura tradicional de la zona. Dado que estamos al pie de San Fernando, no está de más traer ahora a colación el artículo relativo a la fiesta de este santo que firma para La Nueva España M. Villoria el 31-5-2023:
"Cué, en Llanes, celebró los festejos en honor a San Fernando. Los actos, organizados por los vecinos del barrio de arriba de la localidad, arrancaron a las seis y media de la tarde del martes con solemne misa de campaña con la imagen del santo en el entorno de la fuente y el lavadero. En el oficio religioso estuvo presente el recuerdo del promotor de ambas construcciones hace más de un siglo, el indiano Alonso Noriega. Tras la misa y el desfile folclórico donde las mujeres lucieron mantones de manila, los vecinos iniciaron el tradicional enrame de la fuente. Después, en la zona de La Bolera tuvo lugar la danza prima, en la que mayores y pequeños bailaron unidos. Posteriormente, todos disfrutaron de una parrillada popular y verbena."

A nuestra derecha, a continuación de los viveros, una nave de ganado y una buena vaquería


Y más pumaradas, frutales y un hórreo, que se dice que es el único de Cue, el de José Antonio Fernández, Toño, vecino de La Serna


Y de nuevo en lo alto, la iglesia, asomando más allá de los frutales de Toño. Su campo fue uno de los escenarios de la película El Portero (2000) de Gonzalo Suárez, por eso se titula Cue, una película de naturaleza, una bella semblanza del pueblo en el blog La Magia de Asturias, la cual empieza de esta manera:
"Cue, fue y será escenario de películas, y es un escenario privilegiado desde donde admirar la belleza de un paisaje donde no falta de nada. Se puede decir de este pueblín llanisco que lo tiene todo, playas, acantilados, paisaje y casitas muy antiguas que junto con las nuevas hacen un conjunto con armonía y encanto, es el escenario perfecto para una buena película donde la protagonista es la naturaleza."

El escritor José Ignacio Gracia Noriega dedica a Cue otro de sus artículos, este relativo a El enrame de las fuentes de Cue, en el que pasa revista a esta entrañable tradición y a sus respectivos bandos, así como del gran benefactor Alonso Noriega Mijares:
"Una vez más, como todos los años, se celebra en Cué, el pueblo de mis mayores, el rito del enrame de las fuentes. En este caso se trata de la fuente de San Fernando; porque en Cué hay varias fuentes, la de Arriba y la de Abajo, la de San Antonio y la de San Fernando, entre las que existe esa necesaria rivalidad local que permite que las tradiciones pervivan. Pero, mientras la estación se encamina hacia la plenitud del solsticio de verano, el antiguo pueblo de Cué, «la medieval aljama», como lo denominó Celso Amieva, cumple sus deberes de fidelidad hacia unos recuerdos que se pierden en la noche de los tiempos. 
«El tercer elemento, el agua, parece de una considerable importancia en las prácticas druídicas –escribió Jean Markale en su libro Druidas, recientemente publicado–. Simbólicamente, el agua de la fuente es una especie de don de las potencias invisibles que reinan en el corazón de la tierra. El agua es fecundante. Los arroyos, los afluentes, los ríos tienen el mismo carácter sagrado, porque sin ellos toda vida sería imposible. Numerosos santuarios se hallaban en la fuente de los ríos». 
Cué es lugar de aguas abundantes: situado al Norte de la sierra plana de su nombre, donde estuvo el campo de aviación, ahora abandonado, se asoma al mar desde altos acantilados y hermosas playas. Los de Cué son labradores y ganaderos, y tan excelentes canteros que se dice que hubo «coritos» en la construcción del Monasterio del Escorial; y emigraron a México, donde les sonrió la fortuna: durante más de cuarenta años, nadie de Cué entró en quintas, porque todos los jóvenes en edad militar se hallaban en América, dedicados a las más pacíficas artes del comercio; tanto es así que en la danza ancestral del «pericote», que lo «coritos» tiene por suya, una mujer había de bailar en el papel de hombre, de lo que acaso provenga el nombre de «perico» o «pericón», y de ahí, «pericote». En Cué había nacido, y siempre lo tuvo como motivo de orgullo, el hacendista Lorenzo Nicolás Quintana, director general de Hacienda durante el reinado de Isabel II y senador, hasta su muerte, en representación de la Universidad de Oviedo. La capital del Principado le ha dado su nombre a una calle; Llanes, en cambio, que tantos beneficios recibió de él, no tuvo el detalle de dedicarle un recuerdo. 
Pero los «coritos» son diferentes, y recuerdan al indiano Alonso Noriega Mijares, que construyó a sus expensas la fuente de San Fernando, cuyo centenario se cumplió el año pasado. Las canciones del «enrame» le tienen en cuenta: 

Las limpias aguas corriendo

giraban abandonadas

y un donante compasivo

hizo fuesen agrupadas 

De Alonso Noriega Mijares escribió Fermín Canella: «Emigró joven a México, donde se distinguió por su honradez, laboriosidad y protección dispensada a sus paisanos». El historiador local Francisco Mijares le denomina «el prototipo de la honradez en Méjico». También le debe Cué un lavadero cubierto y una casa para albergue de menesterosos. En el concejo de Llanes hubo enrames en Pancar, Porrúa, Parres y San Roque del Acebal. Pero cómo escribió Antonio Cea Gutiérrez: «Cué ha sido el último reducto del enrame». Y añade que «la fuente de San Antonio quedaba enramada la víspera de San Juan con un arco; la de Abajo, con siemprevivas y la del Bolugu con una corona. En la de San Fernando las 'crías' iban con una corona, un mantón y un clavel».

Esta es la parte posterior de las casas de El Pedregal, su cara norte, casi siempre en umbría; su fachada principal, con sus galerías y corredores, la más soleada está al otro lado, orientada al sur, a San Fernando y La Cuesta Cue, cuyas majadas y monte comunal estaban contempladas en las Ordenanzas de Cue



Cue es también cuna del apellido homónimo, el cual pasó a México y Florida con los emigrantes de ultramar. En la página genealógica bisabuelos.com nos informan que el primer linaje entronca con los De la Fuente, a través de Felipe de Cue, del que se sabe con certeza que nació en el concejo de Llanes, y posiblemente en el mismo Cue, en 1715, casándose con Francisca de la Fuente hacia 1743


De aquel primer linaje nació Ana Cue de la Fuente en 1745, que se casaría con Francisco Sordo Mijares, de la villa de Llanes, el 30-1-1769. Más tarde tendrían como hijo a José Sordo Cue, nacido en Llanes el 12-VIII-1770 y se casaría con Gertrudis Sordo Calvo, también en Llanes, el 5-5-1788


Según dicha página, un segundo linaje, que entronca con los Merodio, estaría representado primeramente por Rosa de Cue, que nacería muy fácilmente aquí mismo hacia 1710 y de la que se sabe se casó con Santiago Sobrino hacia 1730. Su hija fue María Antonia Sobrino Cue, casa con Merodio Sobrino aquí en Cue el 25-5-1757. El Instituto de Historia familiar incide en este origen del apellido en el mismo pueblo de Cue y cómo se extendió también fuera de Asturias, siendo especialmente interesante el apunte que aporta del filólogo Gutierre Tibón, quien afirma que el topónimo vendría del latín collum, referido a 'cuello' en el sentido de paso estrecho, como es esta franja entre la sierra y el mar en la que se asienta Cue


La última de esta fila es Casa Pelayín, dedicada como tantas otras en Cue al turismo rural


Pasándola, en una encrucijada de calles se forma una pequeña explanada o rellano que se aprovecha como alojamiento. Al fondo a la izquierda es Casa Josefina, Josefina Fernández, tienda de trajes tradicionales, de gran tradición para fiestas y todo tipo de eventos. Esta es su historia, sacada de su página web:
"Trajes Regionales Josefina Fernández es una pequeña empresa familiar, situada en el pueblo de CUE, Llanes, que nace como tal en 1990, aunque Josefina lleva cosiendo y haciendo los trajes de todos “los de casa” desde hace más de 40 años. 
Así empezó, haciendo un traje para ella y luego para sus hijos, que según iban creciendo, necesitaban tallas mayores. Un día decidió que eso era lo que le gustaba realmente y resolvió que dedicaría su vida a los trajes regionales. 
Con la ayuda de su hija María Jesús hacen crecer su tienda de alquiler y venta de trajes, tratando a los clientes como si fueran de casa, ganándose su confianza mimando cada detalle del traje y del trato. 
Confeccionan sus piezas con patrones y dibujos originales. Si bien, dado que los trajes del Oriente asturiano son unos trajes vivos, intentan  innovar siempre respetando la esencia y ornamentación de la indumentaria tradicional. Dedican tiempo de estudio a cada traje para que sea fiel a su raíz. Hoy por hoy cuentan con una gran variedad de trajes de la mayor calidad, de todos los colores y tallas y para todos los gustos. 
También disponen de una gran variedad de materiales y telas para que tú puedas elaborar tu traje."

Al mismo tiempo, dedica un muy amplio apartado a describir y definir lo que entendemos por traje tradicional, que empieza de esta manera:
"En Asturias no existe un traje típico tradicional estandarizado, aunque la costumbre nos lleve a hablar de “traje regional”. Definimos como “indumentaria tradicional” la manera característica en la que se vestían nuestros antepasados y por la cual eran reconocidos dentro y fuera de la región. El traje tradicional empieza a verse influenciado por los cambios de la moda del momento a finales del S.XIX. Los cambios en la economía y comunicaciones, hacen que los trajes empiecen a “evolucionar” hasta convertirse en un manifiesto de cada uno, según lo que llevaba puesto. Es importante -a la hora de hacer los trajes- mantener los patrones originales, las telas y los colores, engalanarse o ataviarse de una manera adecuada a la época que tratamos de reproducir, para poder conservar la tradición."

Estos trajes podremos verlos especialmente si coincidimos con alguna de las fiestas de Cue, cuando, además de acudir los vecinos permanentes y los veraneantes, regresan al pueblo muchos coritos emigrantes y sus familias


Especialmente llamativa es la de la Sacramental, en junio, con sus alfombras florales, declarada de Interés Turístico. Esta es la crónica de una de ellas, en la que se refleja la actividad de los bandos, firmada por J. Quince para el periódico La Nueva España del 25-6-2023:
"En el barrio de Arriba y en el de Abaju, las calles de Cué se tiñeron de colores este sábado con las espectaculares alfombras florales que, como es tradición, cada año elaboran los vecinos de la localidad llanisca para celebrar las fiestas de la Sacramental, declarada de Interés Turístico Regional.
Mientras en otros puntos de la comarca se enraman las fuentes en honor a San Juan, los de Cué dedican sus esfuerzos a engalanar el firme con todo tipo de elementos naturales. Una iniciativa original que también lleva consigo cierta rivalidad entre sus propios vecinos, aunque de una manera sana y con un único objetivo: comprobar qué bando viste sus calles con las ofrendas más bonitas. “Hay dos altares, uno el de Arriba y otro el de Abaju, y cada cual decora el suyo", explican los lugareños. 
Fueron dos auténticas pasarelas artísticas pertenecientes al bando del altar de Arriba, también conocido como San Fernando, y al bando de Abaju, el de la Fuente. Entre los diferentes tapices y mosaicos se observaron dibujos, figuras circulares, cruces y símbolos religiosos. Todos ellos elaborados con ingredientes que proporciona la propia naturaleza como pétalos de hortensias, frutos de eucaliptos, serrín, piedras o hierba.  
Las alfombras florales no dejaron indiferente a nadie y por la localidad se pasearon numerosos visitantes para contemplar las hermosas ofrendas. "Venimos con los niños, porque sabíamos que les iba a encantar", apuntó Martín Rodríguez, de Madrid. "No me esperaba que fuera a ser tan bonito", añadió Sara Bobes, de Avilés. Un trabajo muy laborioso de varios días que mereció la pena. "Es una fiesta muy bonita. Nosotros vinimos San Juan y nos vamos este domingo, pero disfrutamos del día”, señaló Judith Swan, de Manchester. 
A la una de la tarde tuvo lugar la misa de la Sacramental en la iglesia de San Román, oficiada por el párroco de Llanes, Florentino Hoyos, a la que siguió una solemne procesión acompañada por una descarga de cohetes. Al frente de la comitiva, iban arrojando pétalos de flores Keira Mijares Arenas y Alicia Ujidos Prada, de nueve años, quienes vestían sus trajes de comunión. 
La procesión recorrió las calles de Cué y caminó sobre las alfombras florales de los dos barrios para presentarse ante ambos altares . Primero en el de Arriba, engalanado con claveles y, posteriormente, en el de Abajo, cuyo símbolo floral es la siempreviva."

La escritora y corresponsal de La Nueva España Ana Paz Paredes describe así sus impresiones del pueblo (encontrado en el blog La Montera Picona de José Bolado), haciendo mención, entre otras cosas, a las fiestas:
"Cué.

Su nombre y los de Barro, Póo y Celorio en el concejo de Llanes, están grabados en la memoria de los descendientes de quienes, hace siglos, se dedicaron a la pesca de la ballena.

“Si oyes el reló de Cue, e qu’él temporal se jué”, dice un refrán.

Ayer, hoy si acaso, lo que más se escucha al llegar a este pueblo, ubicado a dos kilómetros de Llanes, es el susurro del mar.

Y el tiempo detenido, que también puede escucharse cuando el “reló”, se deja en casa. El mar emite un sonido casi imperceptible porque está “a la otra orilla” de la carretera. Más allá del verde y de la iglesia. Mezclado con el cielo.

Cuenta la historia que Cue, junto con Barro, Niembro, Celorio y Poo son los pueblos llaniscos cuyos nombres están unidos a las grandes efemérides balleneras, una actividad que empezó a declinar a partir del siglo XVIII hasta desaparecer y ser sustituida, entre otras actividades, por la recogida de algas.

Por eso no es extraño que Cue huela a solera. A solera de marino viejo de tierra firme, sabedor de una y mil leyendas; éste que imaginamos con manos callosas y piel arrugada por el viento salado del Cantábrico, con la mirada perdida en la última ola, que siempre es la primera para quien vive del océano.

Cue también es cálido. De casas que se acercan las unas a las otras, ventana con ventana, en una especie de laberinto vecinal donde resulta fácil darse los buenos días.

Casas pequeñas y delgadas, que se levantan retadoras entre el mar y la montaña, frente al Pico Soberrón.

Sus playas no tienen que envidiar, en belleza, a las del resto de la costa llanisca. La de Antilles, tiene muy cerca “Isla Grande”, un islote que divide el horizonte en dos. Verla con marea baja y apenas sin gente, es algo que no hay que perderse. Otra playa que se puede visitar, aunque está más lejana, es la del Portiellu, enclavada entre islotes y acantilados.

El pueblo, sin olvidar su paisaje, cuenta con varios rincones que disfrutar sin prisa, además de la iglesia parroquial y su cementerio, posee una capilla bajo la advocación de San Antonio, que data de 1897, sin olvidar el lavadero y la fuente construidos a expensas de don Alonso Noriega Mijares, en 1888, restaurado exactamente un siglo después , y del que se sienten muy orgullosos sus vecinos, tal y como reza en una placa allí colocada: “Se restauró este lavadero de San Fernando gracias a los esfuerzos de la gente de este pueblo. 1988”.

Precisamente en honor a este santo hay fiesta el 30 de Mayo. Y en Junio, a San Juan, los días 13 y 14, fecha en que comienzan a llegar sus moradores vacacionales.

Cue rinde culto al mar, porque sabe mirarle con la pasión y el respeto de quien ama lo indomable, frente a frente. Como si fuera un viejo marino, merece la pena conocerle y escuchar, de sus labios, las aventuras de su vida…"

Según continuamos reparamos una vez más en el hábitat concentrado de Cue cuando pasamos ahora a El Carril. En su libro Historia de Llanes y su concejo, el erudito Fermín Canella dedica muy especial capítulo a las antiguas Ordenanzas de Cue, de las que dice que, en sus Juntas, que se celebraban el primer día del año y eran presididas por sus ancianos, se nombraban dos celadores "para hacerse cargo de todo el gobierno del vecindario", que además hacían rondas de vigilancia de día y de noche "y si hay alguna persona que quiera vivir desarreglada, den cuenta á la señora Justicia", velando al mismo tiempo por el buen cumplimento de dichas ordenanzas


Las Ordenanzas de Cue velaban asimismo por la buena avenencia dentro de las mismas familias, procurándose "la paz de los matrimonios, el buen ejemplo de los padres y la obediencia de los hijos", así como ayudaban a los canteros "labrantes de piedra y albañiles", que realizaban emigraciones estacionales a trabajar por gran parte de España, en el cumplimiento de los contratos sin necesidad de acudir a notario ni testigos. Mientras, los que no eran obreros se quedaban en el pueblo con las mujeres, los niños y los ancianos


En El Carril, diferentes tipos de tapín o escalera exterior de las casas,  con su antiguo taller o bodega en la planta baja y la vivienda en el piso alto


Este patín de la derecha, por ejemplo, ha sido convertido literalmente en un bello jardín con macetas de bellas flores



Volviendo a las Ordenanzas de Cue, estas, como cualquier constitución, eran reformadas en puntos o capítulos determinados si así se estimaba oportuno, restringiendo o ampliando las reglas y subiendo o bajando las multas según las infracciones, que abarcaban desde la ausencia de trabajos comunales a los estropicios de los animales sueltos por los caminos del pueblo, como era costumbre estuviesen por entonces, los cerdos. El cerrar o abrir las erías o tierras de cultivo, la asistencia a enfermos, la siega, la presencia en entierros, los aguinaldos, los juegos de cartas e incluso que en las casas no se almacenas hierba cerca de la lumbre del hogar eran parte de las normas establecidas


También aquí algunas casas han sido rehabilitadas para posadas turísticas, como la de Apartamentos El Carril, en cuya página nos informan de algunas características de estas construcciones:
"Fruto de la rehabilitación de una casa de labranza de mediados del siglo XIX, son los Apartamentos El Carril. Una construcción realizada con todo el rigor que supone el respeto por la arquitectura tradicional, tanto de la misma edificación como del entorno, ya que se encuentra dentro del Conjunto Arquitectónico singular conocido como las "Casinas Del Patín", encajando perfectamente en el entorno. 
La rehabilitación ha sido efectuada con materiales de las mejores calidades que hacen del conjunto un bello edificio. Siguiendo con las mismas pautas, el interior se ha realizado en muchos casos reutilizando los materiales que la antigua edificación aportaba, efectuando importantes trabajos en la recuperación de madera, ladrillos, y antiguas materias, que en lugar de restarle comodidades, hacen de él un lugar con "encanto"."

Nosotros seguiremos a la derecha pero es muy importante saber que por la calle de la izquierda, subiendo un poco, está San Antoniu, solar de la capilla de esta advocación, fundada por María Soro a mediados del siglo XVII pero cuya primera referencia documental conocida es de 1776


Su estado no debía de ser muy bueno pues en 1800 el filólogo Martínez Marina cita a "una ruin capilla de San Antonio de Padua". Sería restaurada en 1896 por Antonio Mijares, reabriéndose el 11-7-1897, y en su renombrada romería se canta lo siguiente, según recopila Luciano Castañón en su Diccionario Geográfico Popular de Asturias:
Tienen los hijos de Cue
impreso en su corazón,
desde la más tierna edad,
Antonio en ti devoción.

Tu protección imploramos
con entusiasmo y amor,
repitiendo ¡viva Cue!
¡viva la paz y la unión!

Precioso, largo y bellamente restaurado corredor a nuestra derecha, orientado al oeste y sostenido sobre columnas de madera. En su trabajo El corredor en las casas asturianas, sus autores, Florencio Cobo Arias, Miguel Cores Rambaud y Matilde Zarracina Valcarce nos dicen lo siguiente:
"El corredor de madera es un elemento que se encuentra reiterativamente en casas repartidas por toda la región asturiana: por su ubicación. disposición y diseño son posibles múltiples alternativas en la composición de fachada de las viviendas y servicios que adoptan esta solución constructiva. Determinados tipos de corredor predominan en áreas concretas. unas veces de forma tan clara que caracterizan por completo su arquitectura"

Un muro cierra un poco de terreno a sus pies, junto al que vamos caminando en dirección a El Pozón


Más casas tradicionales rehabilitadas, estas primeras de cortafuegos y de ellas una con corredor en el piso más alto, rehabilitadas por Cuenca Arquitectos, en cuya web hallaremos sus características. Del estilo de casa con corredor entre cortafuegos nos cuentan esto en el estudio antes aludido:
"El corredor se desarrolla a lo largo de toda la fachada principal de la casa, cerrándose sus laterales por la prolongación de los muros piñones, en los que encajan o apoyan las carreras sustentantes de aquél. Estos muros, denominados cortafuegos, protegen lateralmente del viento y de la lluvia tanto el zaguán como el corredor. Se consigue con esta composición una lectura similar a la que proporciona el corredor sobre machones; en ambos casos toda la fachada es un espacio de transición entre el exterior y el interior. 

Una variante de este tipo es aquella en la que se crea un cuarto o almacén a expensas de restar espacio al zaguán, siendo esto usual en casas cuya puerta principal da acceso directo a la cocina y en las que por lo tanto no se dispone de vestíbulo. En el tercio N.E. de Asturias, zona en la que se da un tratamiento muy cuidado a los elementos de madera y piedra, los muros cortafuegos, de sillería bien labrada, avanzan a la altura del primer piso sobre ménsulas molduradas en cuarto de bocel, caveto, gola o talón, adornadas frecuentemente con medias bolas. Este recrecido permite amparar lateralmente el gran fondo que los corredores alcanzan en el área, en la que adquieren gran importancia como espacios de servicio que complementan o suplen algunas funciones del hórreo, construcción escasa en esta zona."

Otro corredor en la de más a la derecha, este con su tendal para tender la colada. No es entre dos muros cortafuegos pero sí otra modalidad, con un cuerpo lateral cerrado


Seguimos camino hacia El Palaciu y en esta bifurcación iremos a la izquierda, siempre por la calle principal, reiteramos, bien visible y reconocible siempre respecto a las laterales


En esta fila de casas, más ejemplos de corredores entre cortafuegos. En el artículo Cue, la patria del pericote, los corresponsales de La Nueva España R. Díaz y E.G. Cea explican, a fecha 11-8-2012, la pervivencia de la arquitectura popular en este rincón llanisco:
"Cue mantiene intacta su singular estructura de aldea urbana y ha resistido el «boom» urbanístico e inmobiliario que ha engullido a muchos pueblos de la zona costera de Llanes. Abundan en la localidad las construcciones de piedra, con escaleras de sillería, reminiscencia de los afamados canteros locales, que llegaron a trabajar en la obra de El Escorial.
Su estructura urbana y su arquitectura denotan que Cue fue una gran aldea costera que no llegó a desarrollarse. Y hacen pensar que la agricultura y la ganadería, principal forma de vida en la comarca durante siglos, eran entre los coritos actividades secundarias, realizadas frecuentemente por personas mayores, mujeres y niños, mientras que los hombres se dedicaban a oficios que les ocupaban largas temporadas fuera del hogar, como la albañilería, la cantería o la pesca de la ballena."

Efectivamente, cuenta la tradición que los coritos fueron, en tiempos, balleneros en tiempos en los que los grandes cetáceos abundaban en el Cantábrico y pasaban a muy escasa distancia de la costa, por lo que saldrían a su caza, más que pesca, en botes desde la misma playa de Antilles, no sin antes encomendarse a Santa Clara, en cuya desaparecida capilla se veneraba su imagen y en cuyo campo de romerías nacería el Pericote


A la derecha, La Casina El Palaciu, otro alojamiento turístico de Cue en una bella casa que guarda la esencia de las construcciones tradicionales


La emigración a América fue tal que durante cuarenta años Cue no aportó ningún quinto al ejército español, nos dicen asimismo Díaz y Cea en su artículo, pues no olvidemos que eludir el por entonces muy largo y duro servicio militar (en años de guerras continuas exteriores e interiores, carlistas y coloniales) fue una de las causas de la emigración masiva de mozos a muy temprana edad, llegando a tener que restringirse en las Ordenanzas, no ya de Cue sino de Llanes


A nuestra izquierda, El Palacio de Cue, una más de las numerosas casas restauradas dedicadas a hospedaje


Estamos en El Pozu, donde hay otra explanada en un cruce que se aprovecha para aparcamiento


Fijémonos en esta puerta de dinteles de piedra de cantería que parece del siglo XVI, seguidamente, en la esquina, la tienda que lleva el nombre del barrio, especializada en productos locales


La Tienda El Pozu, con su gran cartel de Anchoas Ballota, cuya factoría hemos dejado atrás, en Quintana, colocado sobre su acristalada entrada. Sobre estas sabrosas anchoas de Llanes nos informan bien en la web de Casa Buj, que queremos recomendar todos los amantes de los productos de proximidad:
"Anchoas pescadas en alta mar dentro de Mar Cantábrico y conservadas en acite de oliva. Elaboradas por manos artesanas y pacientes que hacen de Ballota una anchoa de calidad superior. Su elaboración se rige a una antigua tradición marinera con la que se tiene en cuenta hasta el último detalle, pasando cada anchoa hasta siete veces por las manos del elaborador. El resultado es un filete de anchoa sabroso, consistente y carnoso. Estamos hablando de un producto asturiano exclusivo.

Ingredientes de las Anchoas Ballota: Anchoa, aceite de oliva y sal. Sin gluten. Tarro de cristal de aproximadamente 20 filetes, 96 gramos. Conservar a una temperatura que sea inferior a 8 grados.

La anchoa, es conocida también con el nombre de boquerón, bocarte o seitó, distintos nombres para designar la misma especie marina. Un pequeño pez que raramente pasa de los 15 cm. de longitud y que es uno de los pescados azules más apreciados y consumidos, debido a su exquisito sabor y su textura agradable.

La anchoa es un alimento que posee importantes propiedades nutritivas y saludables. Destaca, sobre todo, por su aporte en ácidos grasos insaturados oleico, linoleico y omega 3. El omega 3 actúa reduciendo el llamado ‘colesterol malo’ y aumentando el ‘colesterol bueno’.

La anchoa es imprescindible en la dieta de niños, jóvenes, deportistas, personas mayores y mujeres embarazadas.

Anchoas Ballota es una empresa familiar que guarda en celoso secreto el proceso de elaboración que utilizan en sus anchoas. Rescatado de la antigua tradición marinera consiguen un producto asturiano de sabor único, que tiene la cualidad de no provocar después de su consumo la típica sensación de sed."

En el blog Pensando en positivo se entrevista al fundador de la tienda, también de esta saga familiar, Juan Manuel Manzano, en el apartado Un grande de España, que transcribimos casi entera aquí:
"Muy buenas Juan Manuel usted en la actualidad a ¿ qué se dedica ?    

Muy buenas, pues ahora mismo yo estoy trabajando en mi propia fabrica de anchoas Anchoas Ballota (podéis visitarnos en AnchoasBallota.com ).

Pero usted ¿ siempre se ha dedicado a esto?

No, en absoluto. Estuve trabajando desde que tenia 15 años, que fue cuando acabe mis estudios, pero desde que era pequeño ayudaba en casa con el ganado.

Cuando acabé mis estudios me puse a trabajar con el ganado, años después sobre los 20 fui a la mili que hice en Llanes durante 2 años. Después fui concejal del 87-91 con el partido socialista en el ayuntamiento de Llanes. Años después sobre los 29 hice un bar pensión, con restaurante. Más tarde sobre los 42 años me cree un bar tienda y mi propia empresa de albañilería que tuve que vender tras duros años trabajando por problemas de espaldas y operaciones que me impidieron seguir con ello. Esto sería sobre los 46 años.

Cuando dejé la albañilería, seguí trabajando en el bar donde trabajábamos Susana mi esposa, yo y un empleado. Cuando iba a tener mi segundo hijo dejé el bar y lo transformamos solamente en una tienda El Pozu actualmente en Cué. en el 2007 me hice cargo de una pequeña fabrica familiar de anchoas.

Antes usted ha mencionado que desde pequeño ha estado trabajando con el ganado, pero ¿qué hacía para ayudar? ¿y en que lugar teníais ubicada el ganado?

 Hacía pequeñas cosas, como dar de comer a terneros y limpiar su zona en la cuadra. Situada en el pueblo de Cué.

En su etapa como concejal ¿qué habéis cambiado en Llanes ?

Se hizo la reelectrificación en la mayoría del concejo cuyo estado era muy malo. Así como varios alumbrados públicos, mejoras de caminos, el comienzo del puerto pesquero de Llanes y la promoción de los productos de la zona con el certamen de la Huerta en Posada y el certamen del queso en Llanes.

¿Qué ha cambiado en Llanes en los últimos 20-30 años?

han cambiado muchas cosas, entre ellas podríamos destacar: las mejoras en el casco antiguo de Llanes, el puerto deportivo, el campo de golf y muchas mejoras en los pueblos así como el crecimiento de muchos de estos.

Usted tuvo varias y muy variadas profesiones,  pero ¿en qué le hubiera gustado trabajar?

Pues la verdad que siempre me ha gustado mucho la ganadería, incluso había pensado estudiar veterinaria. También me llama la atención la carpintería.

¿Ya que Llanes es un pueblo pesquero ¿tuvo usted algún interés por la pesca o algo relacionado con ello?

En mis tiempos de concejal, ocupe la concejalía de medio rural y pesca. Ahora también tengo relación debido a mi trabajo.

¿Tuvo usted la oportunidad de estudiar lo que quiso?

Lo cierto es que enseguida tuve que colaborar en el trabajo familiar de modo que lo de estudiar estaba difícil"

Bifurcación, a la izquierda seguiremos camino hacia la Plaza la Bolera, saliendo de Cue, pero a la derecha podemos ir rectos si queremos hospedarnos por ejemplo en Pensión Paulina


Grandioso caserón de piedra a nuestra izquierda, al otro lado su fachada principal mira a la citada Plaza de la Bolera, que podríamos decir que es el corazón actualmente del pueblo, como nos dijeron, "onde para tol mundu" 


Está además casi a la entrada de Cue viniendo de Llanes. Aquí la calle vuelve a estrecharse un poco entre estas casas antes de salir a su cruce y explanada en La Barriosa


Ahora fijémonos en esta magnífica fachada de piedra a nuestra derecha


Un cuadrante o reloj de sol, si bien algo gastado y al que le falta la varilla para que proyecte su sombra



Seguidamente, otro soberbio corredor entre cortafuegos bien florido y hermoso, al igual que la entrada de esta casa que mira a la calle


De frente, El Fontán, casa con corredor volado. Volvemos a consultar el estudio El Corredor en las casas asturianas
"Puede disponerse a lo largo de toda la fachada o sólo en su parte central. avanzando respecto a ella cubierto por una prolongación del alero o por un tejaroz. que descansan en varios pies derechos de madera. El piso del corredor. siempre de tabla, puede apoyar bien sobre carreras que a su vez descansan en las cabezas de las vigas maestras que sobresalen del muro de la casa. o sobre ménsulas de madera empotradas en dicho muro. reforzándose en múltiples ocasiones con jabalcones o con pies derechos de madera. El antepecho del corredor está formado por una balaustrada de madera; la gran variedad de diseño de los balaustres, torneados o recortados, patentiza la voluntad estética de su constructor. la mayoría de las ve· ces el propio usuario. La disposición proyectada al exterior hace que sea el modelo de corredor que proporciona una mayor diafanidad a la fachada."

La Plaza la Bolera se llama así porque aquí estuvo la bolera de Cue, que fue trasladada hacia 1955 al emplazamiento actual, que acabamos de conocer


En esta concurrida plaza se celebra gran parte del programa de las fiestas de San Antoniu, como las renombradas danzas y bailes, gran romería corita por excelencia de la que escribe Daniel Guarda para La Nueva España del 14-6-2007:
"El pueblo de Cue (Llanes) se vistió ayer de gala para honrar a San Antonio. Más de cuarenta mozos y mozas, ataviados con el traje regional, dieron colorido a las calles del pueblo llanisco. A primeras horas de la mañana, los cohetes iniciaban su particular vuelo sobre los tejados de las casas de Cue. Los devotos de San Antonio madrugaron para acompañar a la imagen del santo hasta la iglesia parroquial de San Román, el templo donde más tarde los fieles celebraron una misa solemne en honor a San Antonio. 
Después del sermón eclesiástico, los mozos y mozas del pueblo, vestidos como manda la tradición, sacaron en procesión al santo para retornarlo a la capilla que lleva su nombre, donde la imagen esperará hasta el año venidero. Acto seguido, las mozas del pueblo hicieron sonar la pandereta a base de palmadas sobre el instrumento musical, para después dar paso a una de las actuaciones más esperadas por los lugareños y forasteros que se encontraban en la plaza de la bolera, en Cue: los tradicionales bailes regionales. 
Los vecinos de Cue son unos auténticos expertos en materia artística. Los coritos bailan con orgullo su particular pericote, el que aseguran que es el más antiguo de la comarca oriental. Si a ello se le añade que uno de los bailes más populares de la región estuvo amenizado por Ignacio Noriega, uno de los gaiteros de referencia de la música tradicional asturiana en la segunda mitad del siglo XX, el espectáculo fue digno de ser visto. La jota del Cuera o el fandango fueron algunos de los bailes interpretados."

Arriba, cerca de la cima de El Cantu H.ariu o Jariu, que con sus 188 metros es la mayor altura de La Cuesta Cue, discurre la senda costera, que enlazará con el Camino de Santiago en la ermita del Cristo del Camino, algo más al oeste, nosotros en esta ruta lo haremos en el centro de Llanes, cerca del puente sobre El Ríu Carrocéu


Y en la plaza abre sus puertas la célebre sidrería La Espuela, con José Ángel de la Fuente, al que quien esto escribe tuvo el honor de entrevistar para el programa Guía Chigrín de la TPA en 2016. José Angel nos cuenta que el local se fundó en 1965 en lo que era prácticamente un garaje, al que para sacarle un poco de rendimiento se habilitó como chigre (bar asturiano), con "cuatro paredes de piedra y una tejava" que cuando llovía "caía tanta agua dentro como fuera"


Con el tiempo se reformó y mejoró ampliamente, luego se tiró el antiguo local para hacer uno totalmente nuevo que fue evolucionando hasta darle el aspecto que vemos ahora. Luego, cada persona que pasó por aquí a ponerse al frente del negocio le aportó algo nuevo, la terraza, un nuevo mostrador, etc.


El primer chigreru fue Tío Pancho, que fue quien lo abrió, luego llegó Monse de La Franca, o La Gallega (no era gallega pero estaba  casada con El Gallegu), luego Maricarmen y Martín y más tarde Manolo hasta que vino José Ángel, de la también llanisca parroquia de Pendueles pero residente en la cántabra Unquera, con una larga vida laboral en hostelería. Un excelente reportaje le dedica también Ana Paz Paredes para La Nueva España el 9-2-2018 titulado Picoteo variado en Cue


Visitada la Plaza la Bolera, con parada en La Espuela, continuaremos ruta por la LLN-2, rumbo a Llanes, contemplando estas casas que se extienden entre la plaza y la carretera


Admiramos a nuestra derecha las casas de El Fontán y El Cuetu, con sus corredores y galerías


Eran los días 20 de mayo y 20 de septiembre, según las Ordenanzas de Cue, cuando los dos celadores nombrados al efecto inspeccionaban las casas, acompañados de cuatro hombres, con el objeto que no hubiese ningún elemento combustible cerca del fuego del hogar, "porque no se consiente que ningún vecino sea osado de tener gromos ni yerbas ni boñigas cerca de la lumbre ni debajo del hogar para quitar el peligro de los incendios, y aquel á quien se encontrara alguna cosa de las aquí expuestas será castigado en dos reales"


Recordemos que la misma villa de Llanes quedó destruida en un pavoroso incendio en 1509, salvándose solo los edificios de piedra, por lo que a partir de entonces se prefirió construir con piedra, aún así los accidentes con la lumbre de las casas solían ser frecuentes y de funestas consecuencias


Nos acercamos a las últimas casas del pueblo en La Concha, sin embargo no de la parroquia, pues esta llega hasta el arenal de El Sable Tóró, ya en los arrabales de Llanes. Mismamente la capilla de La Guía, de honda raigambre llanisca, se dice se construyó en terrenos que fueron de Cue. Se trata de aquellos términos que fueron motivos de litigios y cambios fronterizos en los siglos XVII y XVIII


Seguimos, como siempre, por la carretera LLN-2, pero nos gusta decir que en el siguiente cruce, a la derecha y cuesta arriba, hay otro taller de fabricación de trajes tradicionales llaniscos, el de Mari Carmen Noriega, a quien le dedica esta semblanza el Director de la Casa de Cultura de Llanes, Higinio del Río Pérez, en Mis personajes favoritos el 15-11-2014, cuando estaba a punto de abrir aquí su local:
"Pa nos, esta Carmina del alma e una referencia irrenunciable. Guapina por dentro y por fuera, se i-la puede poner como ejemplu de la fuerza y de la bondá de la juventú llanisca. Jiya de Gerardo, natural de Cue y director de la oficina de Correos hasta jaz bien pocu, y de María del Carmen (nacida en Turanzas), Carmen (Cue, 1978) tien muy vivu el recuerdu de su güela paterna, la inolvidable corita Encarna Noriega Poo, que jizo, alquiló y vendió trajes d' aldeana durante más de 40 años en la tienda "Iris" (fue una de las pioneras en esti oficiu, autora de los trajes d' aldeana que se regalaron en Oviedo una vez, con motivu de no sé qué, a la Reina Sofía y las infantas, jaz d' esto unos cuantos años). 
El casu e que su nieta, Carmina Noriega Santoveña, que trabaja eventualmente en Correos, se dedica a lo mismu desde 1994, jaciendo, bordando, alquilando y vendiendo trajes d' aldeana con la ayuda de su madre. Dentro de pocu va a abrir en Cue una tienda d' esto frente al bar "La Espuela". 
Carmen se crió entre el nerviu, entre los matasellos y el sentidu de serviciu de Correos. Desde bien cría pensó dedicase a esto, y tiraba cartas, y colocaba sacas, y jacía l' arqueu con su padre, Gerardo (que ahora tá jubilau) y con el difuntu Toso (al que tantu echamos de menos todos los llaniscos), y ayudaba a Ramonín Batalla, a Tino "Picadina" y a Manolo Arenas, empleaos ilustres de la oficina de Correos de Llanes, a distribuir la correspondencia pa los pueblos del Conceju. 
Carmen tien dos hermanos, Gerardo y Carlos, E la mayor de los tres y tien pa con ellos un cariñosu sentidu protector. De Gerardo, por ejemplu, que e un gran futbolista y jugó en buenos equipos de la Primera División del fútbol español, Carmen, que e su principal seguidora, tien guardaos con orgullu todos los recortes de prensa que jablan d' él. 
Carmen tá casada con Ángel Millanes, profesor de golf del campu municipal de la Cuesta. Tienen un jiyu, Alberto, que precisamente hoy, el día que saco esta reseña, cumple 6 añucos."

Al pasar junto a la casa de la derecha, un pequeño detalle artístico


Cerámicas con motivos neerlandeses, escenas típicas de los Países Bajos


Antaño, en los alrededores del pueblo estaban las erías o tierras de cultivo, que avanzando el siglo XX y con los cambios económicos y sociales, entre ellos el éxodo rural, se transformaron en prados de pasto y siega para el ganado vacuno, al especializarse el campo asturiano, como el de buena parte de la cornisa cantábrica, en la producción de leche para el suministro de los crecientes núcleos urbanos y áreas industriales


Luego, aunque la ganadería sigue estando bien presente, muchas antiguas erías fueron parceladas para construir casas, chalets y urbanizaciones, sobre todo con el boom turístico acaecido sobre todo a partir de la década de 1960


Si bien no hay aceras este arbolado le confiere un aire de paseo urbano a esta salida de Cue por La Concha


La acera, con vía peatonal, comienzan un poco más adelante a la derecha, pasado el portón de la finca La Concha, donde está la Sidrería Don D'Manolo ("donde Manolo")


Vista hacia El Cuetu y la casa del taller de trajes de Mari Carmen Noriega


A partir de aquí pues, lo óptimo y conveniente es tomar la acera que, por la derecha, nos llevará a Llanes


Un hermoso paseo con farolas a muy escasa distancia ya del núcleo urbano


A nuestra izquierda La Casona Encanto Rural, apartamentos turísticos fundados por Almudena López tras enamorarse del lugar en sus vacaciones, lo que la animó a emprender este negocio. Seguidamente, y también de apartamentos, el edificio de Antilles Playa


Y así salimos ya a la campiña, siguiendo la senda del paseo con farolas de la carretera LLN-2 que fue inaugurado en 2010, así publicaba la noticia M. Toraño para La Nueva España a día 5 de febrero:
"Las obras de la acera entre la localidad de Cue y el cruce de la playa de Toró han entrado ya en su recta final con la colocación de 51 farolas a lo largo de los 990 metros de longitud de la carretera en los que se ha intervenido. Los trabajos fueron licitados en 640.067,98 euros y adjudicados a la empresa Jesús Martínez S. L. por la Consejería de Administraciones Públicas. El proyecto pretende mejorar la comunicación peatonal entre Cue y la villa, con una extensión de capa de aglomerado asfáltico, bajo el que van la recogida de pluviales, gas, servicios múltiples y alumbrado"

La carretera se ve hubo de ser ensanchada tiempo atrás. Arriba sobre nosotros nos llamará la atención este monolito con una cruz


Colocado sobre un pedestal de ladrillo y con el nombre de CUE cincelado en la base, se trata de un oratorio con hornacina


En la hornacina se colocan imágenes religiosas, como esta del Sagrado Corazón


Un muro de contención asienta la ladera de este montículo en un lugar en el que hay un poco de cuesta


El camino sigue sin ofrecer riesgo de pérdida, solamente es seguir toda la acera todo de frente. Eso sí, a nuestra derecha, pasado este banco, queremos informar que arranca el sendero peatonal que comunica con El Portiellu, otra de las playas de Cue


No la llegamos a ver desde aquí aunque sí algo de sus acantilados, junto a los campos de La Moría Praos. El Portiellu aparece en muchas guías como Playa los Curas porque se dice que, en la posguerra, iban a bañarse a ella sacerdotes y seminaristas al estar apartada del casco urbano y sin casas cerca. Existen más playas con este nombre y su topónimo puede tener que ver con la existencia de algún portillo o pequeña portilla, o bien que se emplease como fondeadero por lanchas de pesca, antigua navegación de cabotaje o incluso de contrabando para eludir, en tiempos en que el puerto de Llanes era comercial, tasas, sisas e impuestos


Durante un tramo, una barandilla de madera separa la acera de las praderías y bosquetes que se extienden de la carretera a El Portiellu


Camperas de El Brau, un topónimo que tal vez tenga con branu-veranu, esto es, verano en el significado etimológico de prata veranea (braña), zona de pastos de clima suave, "veraniego", como lo es la costa en relación a la montaña, litoral al que solían bajar los pastores de las brañas altas a pasar el invierno con sus rebaños tras pasar el verano en la Sierra Cuera u otras como La Peñe Villa, que vemos a lo lejos, en concreto su vertiente más oriental en Los Resquilones, que tiene a su derecha La Peñe Llabres, montañas a las que nos referíamos al principio de esta entrada


Más al oeste, y ya en el paso del concejo de Llanes al de Ribadesella/Ribeseya, tenemos la Sierra Cueva Negra, con los 743 metros del Altu Teyadura como cumbre más alta, ya en tierras riosellanas



Más a la derecha y en términos llaniscos reconocemos unos emblemáticos picachos llenos de leyendas en torno al Picu Mediudía, cuya altura (557 m), denominación (también Picu Sorrolles) e incluso ubicación llevan a confusiones entre los montañeros y pueden variar según cada informante o fuente consultada. De ellos hablaremos ampliamente según nos acerquemos a Nueva y Pría, al occidente del concejo de Llanes


Altos de La Carúa y La Galea. Por ahí estaría la antigua iglesia de San Román de Extramuros de la Villa antecesora la a actual de San Román de Cue y por lo tanto germen religioso-social-administrativo de la actual parroquia, a la que también nos referíamos al principio. En el blog La Montera Picona de José Bolado se nos informa de ello:
"Existía una Parroquia, de la que hay constancia, en el año mil trescientos y pico, que se llamaba San Román Extramuros de la Villa de Llanes. Su Iglesia Parroquial estaba emplazada entre La Carúa y La Portilla, cerca del puente. Aún quedan restos de sus muros. Allí se bautizaban, se casaban y se enterraban los vecinos de Cue quienes alternaban su parroquialidad con la de Santa María de Llanes. 
Transcurrían los primeros meses del año 1789, después de haber sido aprobado por el Obispado el año anterior, cuando la Parroquia pasa a llamarse San Román de Cué.
En La Mata había una Capilla de la Santa Cruz, sita en terrenos del Conde de la Vega del Sella. Se tira aquella pequeña Capilla y se construye la actual Iglesia parroquial. (...) 
Donde estaban las campanas se puso el reloj y se le añadió un cuerpo más para colocar las campanas. Esto sucedía en el año 1928. También se añadió la Sacristía grande."

Multitud de chalets salpican las praderías según nos acercamos al casco urbano, situado al otro lado de esa colina, y en el acceso a El Sable Toró


Como podemos comprobar, la divisoria entre Cue y Llanes, así como la independencia de la primera respecto a la segunda, tuvo fluctuaciones que, lo mismo que ocasionaron pleitos jurisdiccionales, afianzaron sin duda aquellas célebres Ordenanzas de Cue vigentes durante tantísimo tiempo y de las que aún quedan reminiscencias en su organigrama parroquial, de las que escribía Fermín Canella que "Fueron nombradas en todo el Oriente de Asturias las Ordenanzas de Cué, tanto en la parte escrita como en usanzas y costumbres de venerable antigüedad, no tan fijadas."


A nuestra izquierda, por La Jorcada o H.orcada (con hache aspirada), baja de La Cuesta'l Cristu, como la llaman en Llanes, o La Cuesta, como dicen en Cue, o La Cuesta Cue, como dicen en Andrín y otros pueblos, el Camino de Santiago, al que se le acaba de unir la Senda Costera de Asturias (GR 204) en la Ermita'l Cristu del Caminu, bucólico paraje arbolado en la capilla de esa advocación


Dos son las posibilidades principales que tenemos para continuar ruta, una seguir todo de frente por Las Llamas hasta enlazar con el Camino de Santiago prontamente en La Portilla o La Portiella en el parque El Rinconín y Partarríu, o bien dirigirnos a Llanes por El Sable Toró y Puertuchicu, que es lo que escogemos hacer nosotros


Ante nosotros, Las Llamas, topónimo relacionado con antiguos barrizales, lodazales o marismas, como era usual existiesen en terrenos llanos, máxime cercanos al mar, como es este el caso, un espacio residencial de casas unifamiliares y chalets, todos con su terreno, en esta zona residencial de baja densidad


Como en todo paseo, bancos y farolas jalonan el recorrido. Si bien no es el acceso principal a Llanes en verano este tramo de carretera puede tener bastante tráfico, pues es acceso directo desde Llanes a Cue con sus playas, el fantástico mirador de La Boriza, del que hablamos en la correspondiente entrada de blog, así como posterior paso a Andrín, también con su maravilloso y frecuentado arenal, paso asimismo de la senda costera, que atraviesa el pueblo


Llamada en este trecho Carretera de Cue, el resto del año suele ser más tranquila, a excepción de muchos fines de semana y festivos, pues Llanes y su concejo, aunque no con tantísima afluencia como en temporada alta, es muy visitado para dar cuenta de su gastronomía y/o admirar sus paisajes costeros, plagados de fantásticos fenómenos naturales como los bufones o bramadorios, los grandes chorros de agua a presión que salen expulsados súbita y estruendosamente de cavidades cársticas, producto de la erosión del mar y de su fuerza en días de galerna


Paisaje a nuestra derecha de la gran campera verde que es La Vega Toró, por donde va el camino a la playa. Nuestro plan es pues acercarnos a ella y luego conocer la de Puertuchicu para continuar por San Antón, al pie del campo de la ermita de La Guía, hacia Las Barqueras, para enlazar allí con el Camino de Santiago y entrar en el centro de Llanes


Es cierto que podríamos escoger entre otras alternativas, una ya la hemos dicho, continuar de frente por Las Llamas hacia El Rinconín y Partarríu, otra cruzar el barrio de San Antón y cruzar la ría del Carrocéu sobre el puerto y al lado de la antigua rula por la pasarela del Puente Nuevu, por decir únicamente otro ejemplo


Pero de esta manera que planteamos nosotros podríamos a la vez conocer dos playas y no saltarnos nada del Llanes más antiguo, a no ser la famosa Milla de los Indianos entre El Palaciu de Partarríu (donde se filmó la película El Orfanato de Juan Antonio Bayona), "milla y triángulo de oro" de quintas indianas a los que por supuesto les dedicamos su pertinente entrada de blog dentro del trayecto del Camino de Santiago por Llanes


Un muro de piedra, cierru o cerramiento de una finca, denota antigüedad, muy posiblemente hecho tras las desamortizaciones eclesiásticas y civiles del siglo XIX, cuando numerosos particulares adquirieron bienes eclesiásticos y civiles (comunales y de concejos) y procedieron a su parcelación


Esta buena vaquería revela también aquí la pervivencia de la ganadería en estos seculares pastos costeros de Cue, donde las siegas estaban también reguladas por sus Ordenanzas


Más atrás los Apartamentos El Horriu, en la Avenida de Toró o carretera LLN-1, que es por donde vamos a ir a la playa


La carretera atraviesa toda esta ería hasta la ensenada, donde vemos bien el mar. A la izquierda los altos de La Cava, paso a Puertuchicu y a San Antón, ya en la villa de Llanes


Paso a paso de lo rural no adentramos en lo residencial y seguidamente en lo netamente urbano, El Sable Toró y sus inmediaciones ejemplifican a las claras esa transición de entornos y paisajes


Y es que, tal y como comprobamos y como leemos en la Enciclopedia del paisaje de Asturias"El Sable Toró pertenece al Paisaje Protegido de la Costa Oriental; muy urbanizada durante los últimos años, pasó de hallarse inmersa en un entorno mayormente rural hasta el punto de que hoy día a lo que se parece es a una playa urbana"


De momento al menos la urbanización se basa en edificios no demasiado grandes ni altos, a diferencia de lo acontecido en otras playas llaniscas, algunas ya desde el desarrollismo de los años 1960 y otra del neodesarrollismo de los años 1990 que, con diversos avatares, altibajos, crisis y judicializaciones, continúa hasta el presente


Y ante nosotros ya, delante de aquella fila de casas, el cruce entre la Carretera de Cue (LLN-2) y la Carretera de Toró (LLN-1)


Lo dicho, para enlazar lo más pronto posible con el Camino de Santiago por Las Llamas y El Rinconín, a unos 400 metros de aquí, iríamos todo de frente


Y si quisiésemos ir a El Sable Toró, casi a la misma distancia o un poco menos, tomaríamos el camino de la derecha, que es lo que vamos a hacer nosotros


Hemos de decir que hay un ramal más, El Camín de Partarríu, que por la zona de Entrecuelles y La Güerta podría llevarnos a la Milla de los Indianos, o bien por La Galea a Las Barqueras


Pero nosotros, insistimos, vamos a escoger tomar el camino a las playas, aquí señalizado, la carretera Toró, la de la playa o sable, nombre que se da en Asturias y que también hemos visto en Cantabria, a muchos arenales de El Sable Toró, paso de Cue a Llanes







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