Vilanova de Lourenzá vista desde el Camino, saliendo del Monte Calvario |
"Abandonamos a casa na que naceramos, e puxémonos en camiño cara ao novo destino. A partida da vila supuxo un insólito acontecemento para as xentes coas que conviviramos. Xuntáronse moitos veciños, algúns con bágoas nos ollos, a nos despedir. (...). Subindo a costa de Arroxo desde a altura, contemplei outra volta -agora con nostálxica mágoa- os lugares acasarados, as minúsculas aldeas. Aí, ao pé da requeixada da meseta galega, quedaba a paisaxe valeca; o xorrar do río no seu embastecemento aluvial; a escura sombra da serra da Cadeira, núa e antiga, sobre a que tantas veces ollara acenderse os candieiros do luceiro da mañá. Viñéronme ás mentes, de súpeto, topónimos moi sabidos: O Cascapizo, CA Condomiña, Escourido, Pumar de Dón, A Cazolga, Recemil, Tiagonce, Vilapol... Alá, no fondo, quedaban soterrados os anos da nenez e adolescencia."
"Osorio Rodríguez en la vejez viajó a Tierra Santa, donde se dice que adquirió un sarcófago de mármol, de arte paleocristiano. La leyenda cuenta que lo dejó en el mar y arribó en la costa norte de Lugo. A su muerte, el Conde fue enterrado en él, dejando un pequeño agujero en la parte inferior. El sarcófago se encuentra en la Capilla de Nuestra Señora de Valdeflores, en la Iglesia de Santa María del monasterio. Lo visitan los peregrinos con la tradición de introducir el dedo en el agujero y pedir un deseo al Santo."
Fernando de Casas Novoa se haría cargo aquí del proyecto de la fachada (que veremos al pasar) y de la dirección de la labor en la nave del templo hasta el crucero. El material era granito procedente de las canteras de Burela, en la costa lucense. Los datos los sabemos gracias al manuscrito de un monje aquí residente, fray Benito Ponte, quien relató todo el proceso
Se sabe por inventario que había en el hospital cinco alcobas y siete camas, tallas religiosas entre las que destacan una de Santiago Apóstol y otra de Santa Catalina. El pueblo escogía un mayordomo que llevase sus cuentas, si bien durante los tres siglos que existen referencias al respecto no parece haya sido ninguno muy diligente
"El monasterio de San Salvador de Lorenzana, ubicado en la localidad de Lorenzana, en el valle del Masma, cercano a la villa de Mondoñedo, fue fundado por el conde Osorio Gutiérrez quien en el año 969 establecía su fundación, le dotaba generosamente con parte de sus bienes muebles e inmuebles, se determina el modo de vida que deberá seguirse en el mismo y se hace especial hincapié en la independencia que deberá tener frente a todo tipo de intromisiones, ya fueran de parte de familiares del fundador o del poder civil o eclesiástico. De ahí que este documento fundacional del conde Osorio pueda ser considerado como un testamento monástico y presenta bastantes similitudes con el que San Rosendo otorgó para la fundación de Celanova. No hay que olvidar que Osorio Gutiérrez era primo carnal de San Rosendo."
"Desde fecha temprana el monasterio fue objeto de las apetencias de los nobles, de la realeza y el obispado de Mondoñedo. En 1066 tuvo lugar el primer pleito con Ermesenda Núñez, parienta del conde Osorio, que reclamaba la mitad de los bienes que éste había donado para la fundación. Para predisponer al rey a su causa doña Ermesenda disponía que su muerte esos bienes pasaran a la corona. Alfonso VI, una vez en posesión de esos bienes, dio una parte de ellos al obispo de Mondoñedo. Ante la queja del monasterio intervino el arzobispo de Toledo, quien ordenó devolverle sus bienes, pero esta no tuvo lugar hasta el reinado de doña Urraca y gracias a la intervención del Rodrigo Vélaz, nieto de Osorio Gutiérrez. Los desmanes de los poderosos fueron notables, como el protagonizado por Ruy Gómez Bolaño y sus familiares, los cuales entraron con gente armada en monasterio robando muchos documentos para que no pudiesen reclamar las posesiones que al mismo tiempo les quitaban."
Si bien no se conservan elementos originales de su construcción ni de sus fases posteriores románica y gótica, salvo un arca del siglo IX y una lauda del XII, sí se sabe que fue reformado administrativamente en el siglo XVI e integrado a la obediencia de la Congregación de San Benito de Valladolid en 1505, lo que supuso "un periodo de tranquilidad frente a los ajetreados siglos anteriores", aunque la incorporación efectiva no se hizo efectiva hasta 1518 con la renuncia del abad Fernando de Villamor. A la vez, se produce la anexión del monasterio de San Martiño de Xuvia a este de San Salvador de Lourenzá
"...en 1942 con la supresión de los prioratos independientes y su anexión a Samos, la comunidad de Lorenzana descontenta con la decisión, optó por dispersarse. A partir de entonces el obispado de Mondoñedo instaló en él el Seminario Menor diocesano, donde permaneció hasta 1970. Hoy día sus dependencias están ocupadas por el ayuntamiento y su iglesia es la parroquial de la localidad"
"Para mí, Silo, es cosa grande y distinguida, para provecho de mi alma, hacer una donación como lugar de residencia a los hermanos y siervos de Dios, Pedro presbítero, Alanto converso, Avito presbítero, Valentino presbítero y a los otros hermanos que están en el mismo lugar o a quien Dios había llevado allí porque esos siervos de Dios nos habían besado los pies para que les diésemos un lugar de oración en nuestra finca que está situada entre el Eo y el Masma, entre el riachuelo Alesancia y el Mera, lugar que se llama de la Luz, delimitado desde la casa de campo en donde vivió nuestro melero Espasando y por el Mar Negro y junto al monte que se llama Faro y por las Piedras Blancas y por la laguna hasta la otra laguna y hasta Piedrafita y por la laguna y por el vilar que se llama del Deseo y por el campo que se llama Alesancia y por la otra Piedrafita que está en el monte sobre Taboada por el camino que separa el límite hasta el lugar que se llama Areas y el campo que se llama Comasio con todas las salidas y en la vuelta dos castros con toda su producción, los montes y los vallados de zarzas que allí hay con todas sus salidas y todo lo arriba citado os la doy como obsequio y os lo concedo por medio de nuestro fiel hermano, el abad Esperanta, para que recéis en provecho de mi alma en la iglesia que allí se construyere y lo tengáis todo desligado de mi derecho y entregado y confirmado en vuestro derecho firme e irrevocablemente y a quien Dios llame a la confesión en ese mismo lugar que reivindiquen todo y hagan justicia y lo defiendan de cualquier mal augurio y si después de hoy alguien quisiera inquietaros en relación con ese lugar o en todo lo que queda escrito arriba, que sea separado de la santa comunión y que quede excluido de la asamblea de los cristianos y de la Santa Iglesia, que sea considerado con Judas el traidor como merecedor de ser condenado y que lo alcance tal castigo divino que todos los que la vean queden aterrados y los que lo oigan se estremezcan.
Hecha la carta de donación el 23 de agosto, era (año) 813. Yo, Silo (firmo) esta carga de donación con mi propia mano; yo, Nepotiano, testigo (firmo) esta escritura de donación, en la que fui presidente y testigo; yo, Lerico, hice la señal de la cruz con mi mano; yo, Esperanta, abad, (firmo) esta escritura en la que fui testigo, Florencio presbítero, testigo, Salvado, presbítero; yo, Teodenando, converso, hice con mi propia mano la señal de la cruz, confirmándolo Adefonso."
"Los moradores de la Galicia cantábrica, donde los bosques se confunden con el mar, saben de carrerilla los nombres de las empresas que han ido desapareciendo o que sufren problemas de regulación de empleo, datos fácilmente contrastables: Industrias Pardiñas, Parquets Lorenzo, Aglomerados Ecar, Muebles Hermida, Conservas Alonso, Costiña…
Su mirada está ahora en Alcoa y, el sentir común, es que si cae, caerán todos, pues aporta un tercio a la economía de Lugo"
" La relación del gato «Mico» con sus dueños, José Iglesia y Mari Luz Iglesia, comenzó más bien por casualidad. Su futura dueña, que deseaba tener un felino doméstico en su domicilio, iba andando por Barcelona. Apareció el animal: lo cogió, lo llevó para su casa «y hasta hoy». Hace más de cinco años que se produjo aquel encuentro de felices consecuencias. Entonces, recuerda su dueña, «era como un puño, muy pequeño». A comienzos de 1996 sus dueños se trasladaron de Barcelona a Tiagonce, un barrio que apenas dista dos kilómetros del centro de Vilanova de Lourenzá. El gato fue castrado, y empezó a engordar hasta llegar a su peso actual. El animal vive muy apegado a sus dueños. «No da ningún trabajo», comenta Mari Luz Iglesia. Comer carne y acostarse sobre cajas de cartón son algunas de sus aficiones favoritas. Por las mañanas, si ve que falta su desayuno, no duda en maullar para reclamar su alimento. Tan habituados están a su compañía que los dueños comentan que al gato «sólo le falta hablar». Cuando aún vivían en Cataluña, el gato tuvo que ser operado a vida o muerte por un problema en el aparato digestivo. «Lloramos mucho», recuerdan ahora sus dueños. La vida hogareña A «Mico» le gusta la vida hogareña, sale más bien poco por los alrededores, y sus propietarios se sienten «bien acompañados». En una vivienda próxima, una gata siamesa, al parecer, vivió trece años. Si alcanzase tal longevidad, a «Mico» aún le quedarían muchos trozos de carne por comer y muchos ratos por pasar."
"Se formó la villa en torno al monasterio de San Salvador. La fecha de su fundación se remonta al menos al año 969, y su construcción se terminó ocho años después. Un documento de ese año alude al conde Osorio Gutiérrez, primo y cuñado del rey Ordoño IV de León, como su precursor, quien donó además 33 camas al cenobio, reservando 12 para los pobres. Aunque su creación fue anterior a la llegada de los primeros peregrinos procedentes de la Ruta de la Costa, en adelante dio cobijo a los caminantes que lo precisaran. El noble era conocido con el sobrenombre del Conde Santo por abandonar la gloria militar y donar todas sus pertenencias, entregándose a una vida contemplativa.
Con el fallecimiento de su esposa, Osorio se recluyó como fraile en el monasterio. Tras su peregrinaje a Tierra Santa trajo desde Aquitania un hermoso sarcófago de mármol paleocristiano (s. VI) de características únicas en Europa, destinado a su eterno descanso, y que se conserva. Incluso se decía del noble que su sepulcro fue traído tras su muerte desde Palestina, tal y como aconteció con el del Apóstol. La capilla de Nosa Señora de Valdeflores, erigida en el siglo XVIII en la iglesia de Santa María, custodia sus restos.
Son muchos los milagros que se le atribuyen al noble, entre ellos el del pozo del Santo, situado en el patio del claustro. Se cree que sus aguas poseen asombrosas propiedades curativas, razón por la que los caminantes que se acercaban hasta el templo calmaban con ellas sus dolencias. Otra de las tradiciones aún se cumple a día de hoy durante las fiestas de la villa, que se celebran el último domingo de agosto. La leyenda cuenta que quien consiga tocar el ataúd del conde a través de un agujero existente en la parte baja del sepulcro, verá cumplido el deseo que pida."
"El territorio de Terras de Miranda está documentado ya desde el siglo XVI, aunque el ayuntamiento como tal desaparece tras la reforma de 1833.Pero para Cunqueiro seguiría existiendo como la tierra que comprende Riotorto, Pastoriza, las tierras que van del Miño al Eo. En ese espacio natural y simbólico será en el que se desenvuelva la ruta Cunqueiro, por lugares donde vivió, paseó o sitió para de su creación literaria. Riotorto, Vilanova de Lourenzá, Abadín, Meira, A Pastoriza y Mondoñedo, una de las siete provincias del Antigo Reino de Galicia."
"Iván Recalde, uno de los grandes emblemas del equipo aficionado de fútbol de las Escuelas Deportivas de Lourenzá y el máximo goleador de su historia, dice adiós después de casi toda su vida deportiva defendiendo los colores rojiblancos.
El delantero se despedirá mañana ante el Castro, (Santa Cruz, 18.00 horas), aunque ya vivió grandes emociones el pasado fin de semana, en Antas, donde contribuyó con un gol a sellar la permanencia del equipo una temporada más en Primera Autonómica. "Foi algo moi emocionante porque se desprazou moita xente de Lourenzá e bastantes dos que había sabían que me ía retirar. Puiden marcar un gol de falta moi importante no minuto 75 e faime moi feliz saber que o equipo se vai quedar na categoría", dijo y añadió que "nunca tiven dúbidas, pero dende logo non me gustaría deixalo cun descenso".
Aunque se hizo oficial tras el partido, Recalde ya tenía decidida la retirada desde casi el comienzo de temporada. "Eu tíñao bastante claro, non quero dicir que sufrira pero si que me custou máis do habitual sentirme importante e tampouco quería ter a sensación de sobrar, así que penso que con 39 anos é un bo momento para deixalo. Teño sensacións encontradas porque me gusta tanto o fútbol que ás veces tiña medo a non saber cando había que deixalo", señala, añadiendo que "da miña xeración non queda ninguén se descontamos a Garrafín, non quere dicir que os compañeiros de agora non sexan fantásticos, pero boto moito de menos aos que foron os meus compañeiros durante moitos anos".
Aunque en las redes sociales se da por hecho que formará parte de la directiva del club, Recalde explica que "eu vou estar aí para axudar, Lourenzá é un pobo no que da gusto facer deporte porque se volca, pero sobre todo co fútbol. Aínda se segue falando moito do que fai o equipo e se respira esa conexión entre os seareiros e os xogadores que cada vez resulta máis difícil de atopar".
"As mensaxes de cariño que estou recibindo dende que se publicou a miña retirada nas redes sociais son incontables. Dende logo que unha das cousas que vou botar de menos é a de atopar a tanta xente coñecida nos equipos rivais", aseguró Recalde, que tiene clara una de las cosas más importantes que se lleva del mundo del fútbol: "No Aleti xoguei cos meus amigos, pero fóra do meu equipo de sempre tamén fixen moitos, é unhas das cousas que levo".
"En las tierras lucenses de A Mariña Central, Vilanova de Lourenzá, villa milenaria ligada desde su origen al monasterio de San Salvador, ejerce de capitalidad de un término en el que conviven los mundos reales e imaginarios de ilustres mirandeses –por aquello de Terras de Miranda– como Álvaro Cunqueiro o Francisco Fernández del Riego, hijo ilustre de una localidad que vio nacer a otros personajes emblemáticos como Julia Minguillón o el obispo Villarroel. En estos parajes la historia y el mito confluyen para hablar de un Conde Santo, señor de Tierra de Campos que llegó a Galicia para fundar el monasterio de San Salvador en una geografía de fértiles valles que tanto llevan a la Mariña como a la Terra Chá o a las montañas, y donde la faba se ha convertido en producto venerado dentro y fuera de sus límites.
La capital de la alubia más famosa de Galicia nació al amparo del mosteiro que, junto con la iglesia de Santa María, compone un imponente conjunto declarado monumento histórico-artístico desde 1974. Cuenta la historia que el conde Osorio Gutiérrez, primo del rey Ordoño, fundó en el año 969 el cenobio de San Salvador de Lourenzá, donde se recluyó tras el fallecimiento de su esposa. El monasterio consta de la casa abacial y el templo, reformado por Fernando Casas y Novoa en 1732. El trabajo le sirvió a este maestro arquitecto de la catedral de Santiago como ensayo para la fachada del Obradoiro. La iglesia presenta tres naves con planta de cruz latina y cúpula, además de notables ejemplos de retablos barrocos. En su interior destaca un sarcófago paleocristiano de mármol del siglo VI, único en Europa, que según reza la leyenda fue traido de Tierra Santa por el Conde para enterrar en él sus restos. Notorio es también el Museo de Arte Sacro, que alberga piezas únicas. La actual sede municipal ocupa la que en su día fue cámara abacial".
"Érase una vez un conde que enviudó y se refugió en un valle verdísimo. Así empieza la maravillosa historia de Vilanova de Lourenzá, cuando el Conde Osorio Gutiérrez, primo del Rey Ordoño, pierde a su mujer y en el año 947 funda el Monasterio de San Salvador, donde se recluye como fraile. Allí instala un sarcófago de mármol del siglo V que habría adquirido en un viaje a Tierra Santa, una tumba paleocristiana única en Europa, en la que fue enterrado. Este es sólo uno de los tesoros que esconde la villa natal de Francisco Fernández del Riego, escritor homenajeado este 17 de mayo, Día das Letras Galegas, una ocasión perfecta para viajar a este valle fértil, y surcado por ríos cristalinos, donde se cultiva la mejor «faba» de Galicia.
En el corazón de esta villa interior de A Mariña lucense, descubrimos este antiguo monasterio, fundado por el llamado Conde Santo, aunque no lo fuera, y que en el siglo XVI fue integrado en La Congregación de los Benedictinos, que se encargaron de su posterior reforma. El conjunto monumental, declarado patrimonio mundial de la humanidad, incluye un espectacular claustro, el patio del pozo, una cámara abacial y la Iglesia de Santa María de Valdeflores, una joya del barroco gallego del siglo XVIII reformada por Fernando de Casas Novoa, arquitecto también de la fachada del Obradoiro de la catedral compostelana. En esta iglesia, visita casi obligada para los peregrinos que caminan hasta Lourenzá, se encuentra una sacristía con un precioso relicario del siglo XVII que alberga 28 reliquias, la capilla de la Valvanera y la de Nuestra Señora de Valdeflores, donde se puede ver el sarcófago del siglo V. El retablo mayor es de estilo neoclásico y obra de Ventura Rodríguez.
Aunque ya no cobija frailes, el Monasterio de San Salvador está lleno de vida, ya que sus dependencias acogen el Museo de Arte Sacro y el Museo da Interpretación da Faba. El primero, fundado en 1964, tiene tres salas y una biblioteca monacal. El visitante puede disfrutar allí de pinturas, esculturas, orfebrería, mobiliario e indumentaria de los siglos XVII y XVIII. La impresionante biblioteca conserva más de 4.000 libros, algunos que datan del siglo XVI. El segundo es un pequeño espacio donde se muestran las técnicas utilizadas para el cultivo del haba. Esta zona expositiva incluye un túnel de huida que usaban los monjes en caso de peligro. De especial interés es recorrer la Ruta da Faba, que atraviesa miradores, molinos, puentes, arroyos y plantaciones."
Ahí está el altar, con la Cruz de la Sábana Santa sobre fondo blanco dentro de un círculo verde y una rosa encima más otras dos, algo más grandes, a los lados. Sobre él, varios objetos litúrgicos. Observemos las hornacinas en la pared del fondo y encima en la cubierta de vigas de madera pintadas de azul cielo
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